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PROCEDIMIENTO :

MATERIA : Indemnización de perjuicios


DEMANDANTE : Matías Facundo Betanzo Betanzo
RUT N° : 18.912.750-2
ABOGADO PATROCINANTE : Samuel Tomás Saavedra Avilés
RUT N° : 15.250.072-6
DEMANDADO : Luís Manuel Caamaño Flores
RUT N° : 19.561.775-9
DEMANDADO : José Luís Ramírez Sepúlveda
RUT N° : 19.413.628-5

EN LO PRINCIPAL: ADHESIÓN A LA ACUSACIÓN DEL MINISTERIO PÚBLICO;


PRIMER OTROSÍ: DEMANDA DE INDEMNIZACIÓN DE PERJUICIOS;
SEGUNDO OTROSÍ: PATROCINIO Y PODER.-

SEÑOR JUEZ DE GARANTÍA DE VILLARRICA

SAMUEL TOMÁS SAAVEDRA AVILÉS, abogado en representación de don


MATÍAS FACUNDO BETANZO BETANZO, trabajador, domiciliado en Pasaje
Volcán Puyehue, Nº 1095, Villarrica, víctima de “Robo con Intimidación”, en autos
seguidos ante este tribunal, en causa RUC 1510016406-7 a US.,
respetuosamente, digo:

Que en virtud del cierre de la investigación penal declarado por US., y


estando dentro del plazo contemplado en el artículo 261 inciso primero del Código
Procesal Penal, y, en conformidad al mismo artículo 261 letra a) esta parte viene
en adherir expresamente a la acusación del Ministerio Público presentada en
estos autos por el delito de ROBO CON INTIMIDACIÓN, artículos 433 y 436 del
Código Penal en contra de los imputados ya formalizados y acusados,
previamente individualizados en estos autos: don JOSÉ LUÍS RAMÍREZ
SEPÚLVEDA, ignoro profesión u oficio, domiciliado en Pasaje Volcán Puyehue Nº
1045; y, a don LUÍS MANUEL CAAMAÑO FLORES, ignoro profesión u oficio,
domiciliado en calle Luís Advis N.º 1995.
Solicito que, en definitiva, los acusados, ya individualizados, sean
condenados a sufrir la pena solicitada en la acusación fiscal, en su calidad de
autores del delito objeto de la acusación.

POR TANTO

RUEGO A US.: Se sirva tener a mi mandante, por adherido a la acusación de V.


S., notificar esta acusación al imputado y a los demás intervinientes, de acuerdo a
lo previsto en el artículo 260 del Código Procesal Penal, citándolos a la audiencia
de preparación de juicio oral para el día y hora que V. S. estime pertinente, de
conformidad con lo previsto en el artículo 260 del Código Procesal Penal; y, en
definitiva, que se resuelva como tengo dicho en la parte expositiva de esta
presentación.

PRIMERO OTROSÍ: Que por medio de esta presentación vengo en demandar de


indemnización de perjuicios conjunta y solidariamente a don JOSÉ LUÍS
RAMÍREZ SEPÚLVEDA, ignoro profesión u oficio, domiciliado en Pasaje Volcán
Puyehue Nº 1045; y, a don LUÍS MANUEL CAAMAÑO FLORES, ignoro profesión
u oficio, domiciliado en calle Luís Advis N.º 1995. Ambos procesados en calidad de
autores por la comisión del delito de robo con intimidación en mi contra. Deduzco
esta demanda para que me indemnicen de los perjuicios que me causaron con
motivo del delito que perpetraron en mi contra según consta en autos a través de
diversos medios de prueba

Los perjuicios se derivan de los siguientes hechos:

Siendo el día 13 de mayo de 2015, aproximadamente a las 9:30 P.M.,


mientras mi representado volvía a su casa, desde su primera jornada laboral como
garzón en el Restaurant Diner, y caminaba por la Segunda Faja al Volcán a la
altura de Winnet de Rocka, en las cercanías de la plazuela de la Villa Los
Volcanes, fue interceptado e intimidado por los demandados; los cuales le
amenazaron e inmediatamente le golpearon con una barra de fierro, sin ningún
tipo de contemplación ni asomo de humanidad, exigiéndole en todo momento que
les entregara sus pertenencias: celular, dinero, etc., acto seguido fue inmovilizado
con total violencia, en ese momento mientras yacía inmóvil a manos de sus
atacantes, y estando estos revisando sus bolsillos; arribaron terceros a las escena
que hicieron que se retirasen del lugar sus asaltantes.

Fruto de lo anterior quedó con múltiples hematomas en su costado derecho.


Policontuso, su rostro quedó temporalmente desfigurado fruto de los golpes. Ello
le obligó a seguir un tratamiento médico y a costearse remedios para aliviar el
dolor.

Como consecuencia de este ataque estuvo un mes sin poder salir


libremente de su casa por miedo a lo que había vivido. Sufrio estrés post-
traumático. Familiares le acompañaban al médico cuando debía asistir. Pero,
sentía una desconfianza y un temor nuevos que le impidieron hacer con
normalidad su vida, máxime Su Señoría cuando descubrió que uno de sus
atacantes era vecino primo y que vive tan solo a unas casas de distancia de mi
representado.

Lo anterior es muy peligros US., pues cuando un individuo sufre un asalto,


presenta una serie de reacciones a nivel psicológico y fisiológico debido a la
vivencia de amenaza a la integridad personal; se experimenta el riesgo de perder
la vida o sufrir lesiones físicas. Las creencias de control y omnipotencia acerca de
sí mismo y del mundo son cuestionadas en forma dramática, generando
respuestas que buscan enfrentar la sensación de vulnerabilidad interna. Creer que
las personas obtienen lo que merecen o sentir que el mundo es un lugar seguro,
son creencias que se frustran (mi representado experimentó pérdida de fe y un
fuerte sentimiento de desesperanza). A esta amenaza a la integridad individual se
suma la intencionalidad de sus agresores, lo que le causó sentimientos de rabia e
impotencia por la percepción de desamparo.

Aún hoy US., sigue siendo una persona retraída con una vida social mínima
desde que sufrí este ataque.

Así las cosas, como expresé ab initio mi representado acababa de empezar


a trabajar como garzón en turno nocturno en el Restaurant Diner de Villarrica
ubicando en calle Pedro Montt esquina Valentin Letelier. Como estaba llena de
moretones su cara y su animo y moral se habían destruído perdio su puesto de
trabajo ahí también. Se quedó sin poder reclamar de esta situación porque todavía
no firmaba contrato de trabajo, atendido que estaba recién empezando a trabajar
en ese lugar

EL DERECHO

En Roma ya se aplicaba el principio alterum non laedere, esto es no dañar


a otro. Fundamento de la responsabilidad civil: la basan los autores “en el
principio de justicia que impone la necesidad de restablecer el estado anterior a la
lesión causada injustamente”(Bustamante Alsina, Jorge, Teoría General de la
responsabilidad civil, 8a ed. Abeledo Perrot, Buenos Aires, 1993, p. 79) o en que
“...la sanción jurídica de la conducta lesiva responde a una elemental exigencia
ética ...” (Angel Yágúez, Ricardo de, La responsabilidad civil, 2a ed. cit. p. 21) ,
afirmaciones que son todas correctas no pudiéndose discutir su acierto dada su
obviedad. Por tanto, es justo y ético indemnizar cuando se causa un daño.

En el estado actual de la evolución de la historia del hombre la


responsabilidad civil y la penal se han separado en casi todos los sistemas
jurídicos del mundo. Pero no siempre el ilícito penal fue distinto del civil y las
consecuencias de los hechos dañosos fueron muy distintas según el tiempo a que
nos estemos refiriendo.

El tercer capítulo de la Ley Aquiliae dice: “respecto de las demás cosas,


fuera del esclavo y res que hayan sido muertos, si alguien hiciere daño a otro
porque hubiese quemado, quebrado o roto injustamente sea condenado a dar al
dueño el valor que la cosa alcance en los treinta días próximos” (Digesto de
Justiniano).

Nuestro Código Civil contempla la responsabilidad extracontractual clásica,


la subjetiva, cuyas ventajas están dadas porque no existe un límite desde el punto
de vista de la calificación de los daños material, moral, por definición todo daño
imputable a malicia de otro los engloba a todos ha dicho la Excelentísima Corte
Suprema.

¿Cuáles son los mínimos elementos que hacen procedente esta responsabilidad?

1. Que haya un daño. Y en este caso ciertamento lo hay US.,

2. La capacidad. La persona que provoca el daño debe ser capaz de


responder civilmente. En materia de responsabilidad civil extracontractual la
capacidad se tiene desde los 7 años, “Art. 2319. No son capaces de delito
o cuasidelito los menores de siete años ni los dementes; pero serán
responsables de los daños causados por ellos las personas a cuyo cargo
estén, si pudiere imputárseles negligencia.” inciso primero.

3. La imputabilidad. Culpa o dolo. Por lo menos debe haber negligencia en


nuestro sistema para que se deba responder. En este caso US., hubo una
planificación o al menos una representación de las perniciosas
consecuencias del actuar, y no obstante, se actuó igualmente.

4. El nexo causal. Este elemento US., lo determinamos con el siguiente


ejercicio: sí eliminamos el delito que padeció mi representado se eliminan
todos los perjuicios que estamos reclamando, ergo; el delito es causa
directa de todos esos perjuicios.

En cuanto al daño moral Profesor don René Ramos Pazos enseñaba que
el daño moral es aquel que produce una perturbación injusta en el espíritu del
acreedor, sin afectar su patrimonio.

Hoy en día, la jurisprudencia ha ampliado el concepto de daño moral,


llegando entenderlo como “la lesión efectuada culpable o dolosamente a un
derecho subjetivo de carácter inmaterial e inherente a la persona e imputable
a otra” (Excelentísima Corte Suprema, 7 de agosto 2008, G. J. N° 338). O, de
forma más amplia aún, como cualquier “menoscabo a un bien no patrimonial”
(Ilustrísima Corte de Apelaciones de Antofagasta, 22 de julio de 2009. Rol 279-
2009) o a “(...) la vida interior de quien ha sufrido el daño” (C. Suprema, 8 junio
2005, G. J. N° 300, p. 148).

Así las cosas la reparación del daño moral en particular constituiría una
verdadera pena privada porque en primer lugar, se persigue castigar al
responsable por la lesión causada y mediante esa sanción desincentivar futuras
acciones en el mismo sentido, y segundo, porque se encuentra establecida a favor
de la víctima y no del Estado, diferenciándose así de las penas públicas .

Ruego a vuestra señoría tener presente que para probar mis


pretensiones haré valer prueba testimonial e instrumental.

La cuantía de los perjuicios es la suma de $1.255.000, según el siguiente detalle:

a) Daño emergente de medicamentos por $ 30.000

b) Lucro cesante de un mes de sueldo en Restaurant Diner por $ 225.000

c) Daño moral por $ 1000000

POR TANTO,

de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 19 N.º 1 de la Constitución Política de la


República; 60, 61, 109 letra C, y 261 del Código Procesal Penal; 3, 254 y
siguientes del Código de Procedimiento Civil; y, 1556, 1557, 1558,1559, 2314,
2317, 2319 y 2329 del Código Civil, y todas las demás normas atinentes del
ordenamiento jurídico,

RUEGO A US.: se sirva tener por entablada demanda de indemnización de


perjuicios, en juicio ordinario, en contra de don JOSÉ LUÍS RAMÍREZ
SEPÚLVEDA, y de don LUÍS MANUEL CAAMAÑO FLORES, ya individualizados
en autos, acogerla, en todas sus partes y, en definitiva, declarar que me adeuda la
suma de $ 1.255.000 (un millón doscientos cincuenta y cinco mil pesos pesos),
más los reajustes, según el alza que experimente el I. P. C., desde la fecha de el
pronunciamiento de la sentencia, hasta la del pago efectivo, mediante liquidación
que practicará el Sr. Secretario del Tribunal; o la que US. se sirva fijar, más
intereses y costas.

SEGUNDO OTROSI: Ruego a US. Tener presente que me fue conferido patrocinio
y poder en estos autos en audiencia del día 19 de Julio de 2016, conforme al
artículo 6, inciso segundo, número 2 del Código de Procedimiento Civil.

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