LA BIBLIA

A SU
ALCANCE
NUEVO TESTAMENTO - TOMO Vil

por Frank M. Boyd

Versión castellana: Benjamín E. Mercado
JG i; LSPAílA
PASTO]

EDITORIAL VIDA
Miami, Florida 33167
 ÍNDICE
SANTIAGO
Página
Lección 1, Introducción (1:1) 5
Lección 2, (1:2-21) 13
Lección 3, (1:22 al 2:20) 20
©Editorial Vida 1972 Lección 4, (2:21-26) 29
Segunda edición 1976 Lección 5, capítulos 3 y 4 37
Lección 6, (5:1-12) 47
Todos los derechos reservados
Lección 7, (5:13-20) 54
Preguntas de repaso, lecciones 1 y 2 60
Preguntas de repaso, lección 3 61
Preguntas de repaso, lecciones 4 y 5 62
Preguntas de repaso, lección 6 . 63
Preguntas de repaso, lección 7 64
1 PEDRO
Lección 8, Introducción 65
'l
Lección 9, (1:1-12) 73
Lección 10, (1:13 al 2:10) 81
- Lección 11, (2:11 al 3:12) 88
Lección 12, (3:13 al 4:6) 96
Lección 13, (4:7 al 5:10) 106
Lección 14, (5:11-14) . . 114
Preguntas de repaso, lecciones 8 y 9 120
- Preguntas de repaso, lecciones 10 y 11 ...... 121
Preguntas de repaso, lecciones 12 y 13 122
Preguntas de repaso, lección 14 123
2 PEDRO
Lección 15, Introducción 124
Lección 16, (1:1-11) 131
Lección 17, (1:12 al 2:22) 138
 Pápina
Lección 18. (3:1-18) 149
Preguntas de repaso, lecciones 15 al 17 155
Preguntas de repaso, lección 18 156
JUDAS
SANTIAGO
Lección 19, Introducción 157
Lección 20, (versículos 1-13) 163
Lección 21, (versículos 14-25) 172 LECCIÓN 1
Preguntas de repaso, lecciones 19 y 20 179
Pregunta* «le repaso, lección 21 180
INTRODUCCIÓN
1 JUAN
Lección 22, Introducción . 181 Las siete epístolas escritas por Santiago, Pedro,
Lección 23, (1:1 al 2:21 191 Juan y Judas se conocen desde la época de Orígenes
Lección 24, (2:3-27) 202 como generales o universales, a fin de ser distinguidas
Lección 25, (2:28 al 3:10) 214 de las epístolas escritas por Pablo, las cuales están
Lección 26, (3:11 al 4:6) 223 dirigidas a personas o iglesias individuales.
Lección 27, (4:7 al 5:12) 234
Lección 28, (5:13-211 243 Podríamos decir que la segunda y la tercera epís-
Preguntas de repaso, lecciones 22 y 23 249 tola de Juan constituyen la excepción con respecto a
Preguntas de repaso, lección 24 250 las epístolas generales, pero fueron incluidas posible-
251 mente con la primera epístola de Juan por conside-
Preguntas de repaso, lecciones 25 y 26
rárselas de interés general.
Preguntas de repaso, lección 27 252
Preguntas de repaso, lección 28 253 Las epístolas generales fueron escritas durante un
período de unos cuarenta años y tienen muy poco
2 JUAN de común, con excepción de su carácter general. "Po-
Lección 29, (versículos 1 al 6) 254 demos decir en general que la primera epístola de
Lección 30, (versículos 7 al 13) 260 Pedro, y Santiago son predominantemente éticas, es
Preguntas de repaso, lecciones 29 y 30 265 decir, contienen normas morales de conducta para el
cristiano; la segunda epístola de Pedro, y Judas son
3 JUAN escatológicas (palabra derivada de los vocablos griego
Lección 31, (versículos 1 al 9) v 266 "eschatos" que significa último, y "logos" que quiere
Lección 32, (versículos 10 al 15) . . . . 274 decir tratado). De esta manera, escatológicas signi-
Prefriinlas de renaso, lecciones 31 v 32 278 fica doctrina sobre las últimas cosas, tales como los
6 LA BIBLIA A SU ALCANCE
acontecimientos de los últimos días de esta dispensa-
ción o era, incluyendo la segunda venida del Señor,
la tribulación, la muerte, el juicio y así sucesivamen-
te. La epístola de Juan es Cristológica, es decir, con-
tiene doctrina con respecto a Cristo, además de ser
ética." —Thíessen.
Santiago
El tono de la epístola de Santiago es marcadamente
judío. Al respecto, el Dr. Hayes dice lo siguiente:
"Si eliminamos dos o tres pasajes que contienen refe-
rencias a Cristo, toda la epístola podría colocarse con
igual propiedad en el canon del Antiguo Testamento
que en el Nuevo, en lo que respecta a doctrina y con-
tenido. No se puede decir lo mismo de ningún
otro libro del Nuevo Testamento." —International
Standard Bible Encyclopedia. i sefo; por el libro de los Hechos (15:13-21; 21:17-25),
"Algunos hasta han llegado a pensar que fue escrita
por un judío no cristiano, y que más tarde fue adaptada
al uso cristiano mediante la inserción de dos frases que
contienen el nombre de Cristo (1:1 y 2:1). Lo cierto
es que se ve el cristianismo de la epístola no tanto
en la materia o asunto, sino en el espíritu de ella.
Constituye la interpretación de la ley del Antiguo
Testamento y. del Sermón de la Montaña a la luz del
evangelio cristiano. Notemos los hechos y problemas
relacionados con esta epístola." —Thiessen.
Autenticación y Autor
No fue sino hasta el tercer Concilio de Cártago,
SANTIAGO 7
realizado en el año 377 D.C., que generalmente se
reconoció como canónica a la epístola de Santiago.
Y sin embargo, parece que durante los tres primeros
siglos fue más conocida de lo que se ha supuesto-
Figura en la antigua Versión Siríaca. Hay indicios
asimismo que Clemente el Romano, Bernabé, Ignacio
y Policarpo la mencionan en sus escritos.
"Orígenes reconoció a Santiago como Escritura ins-
pirada, lo mismo que Cirilo de Jerusalem, Gregorio
Nacianceno, Atanasio, Jerónimo y San Agustín."
La iglesia de Jerusalem, y probablemente las iglesias
de Siria la reconocieron desde un período muy anti-
guo.
"La evidencia interna de la epístola es mayor que
la evidencia externa. La epístola armoniza con lo que
sabemos de este Santiago por el historiador judío Jo-
y por los Gálatas (1:19; 2:9-10) y con las circuns-
tancias conocidas relacionadas con los judíos cristia-
nos durante la dispersión. La supuesta contradicción
con las enseñanzas de Pablo es puramente imaginaria,
porque cuando la epístola se coloca en el lugar crono-
lógico que le corresponde, la "contradicción" desapa-
rece por completo.
Como ya se ha insinuado, el autor es Santiago,
hermano del Señor. Mateo 13:55; Marcos 6:3. "For-
maba parte, sin duda, del grupo que trató de entre-
vistarse con el Señor en Galilea (Mateo 12:46),
quizá se trasladara con Jesús a Capernaum (Juan 2:
12), y tal vez formara parte del grupo que trató de
8 LA BIBLIA A SU ALCANCE
persuadirlo de que fuera a Judea para la fiesta de los
Tabernáculos (Juan 7:3). El mismo fue a la fiesta,
pero aun no era creyente. (Juan 7:5,10)" —Thiessen.
Después de la resurrección, Jesús se le apareció.
1 Corintios 15:7. Se le ve con el grupo de creyentes,
esperando la venida del Espíritu Santo. Hechos 1:14.
En el año 35 o 36 de nuestra era Santiago recibió una
visita de Pablo, cuando este último regresaba de Da-
masco y Arabia. (Lea la epístola a los Gálatas.)
Gálatas 1:18,19. Los Hechos 9:26. Cuando Pedro
fuera encarcelado en Jerusalem, aproximadamente el
año 44 D.C., parece que Santiago era el dirigente de
la Iglesia en la ciudad de Jerusalem. Los Hechos
12:7. Presidió el Concilio de Jerusalem. Los Hechos
15:13,19; Gálatas 2:1,9,10. El historiador eclesiás-
tico Eusebio dice lo siguiente: "Clemente, en el sexto
libro de su Hipotiposis escribe lo siguiente: "Porque
dicen que Pedro, Santiago (hijo de Zebedeo) y Juan,
después de la ascensión de nuestro Salvador, no bus-
caron la honra para sí, sino que eligieron a Santiago
el Justo para el cargo de obispo de Jerusalem, como
si eso hubiera sido lo preferido por nuestro Señor."
—Thiessen. Otras referencias bíblicas con respecto
a Santiago ocurren en Gálatas 2:12 y Hechos 21:18-
25.
"Josefo nos dice que Santiago fue apedreado por
orden de Anas el joven, sumo sacerdote, mientras
que el historiador eclesiástico Eusebio manifiesta que
fue arrojado desde el pináculo del templo y luego
fue muerto a bastonazos."
SANTIAGO 9
Fondo y Destinatario de la Epístola
En los primeros días de la iglesia había judíos en
casi todos los países. En el libro de los Hechos ape-
nas si se nombra un lugar en el que no haya una si-
nagoga cuando menos. Judíos de todo el mundo co-
nocido en ese entonces se encontraban en la ciudad de
Jerusalem el día de Pentecostés y oyeron el hablar
en lenguas y el sermón de Pedro. Sin duda algunos
se convirtieron y llevaron el mensaje del evangelio a
sus países de origen.
A los judíos de la dispersión, en particular al pare-
cer a los de la dispersión oriental, fue escrita esta
epístola.
Ocasión y Fecha
"El envío de la epístola parece haber sido motivado
por las circunstancias en que se hallaban los judíos
cristianos de la dispersión, por su estado espiritual,
y por los conceptos equivocados que tenían. Estos
cristianos estaban rodeados de varias clases de prue-
bas, tales como persecuciones de parte de sus propios
compatriotas, trato injusto de parte de los ricos, y
aflicciones de carácter físico. Su nivel espiritual era
bajo. Habían adoptado una actitud equivocada con res-
pecto a Dios y a sus dones; no se gobernaban la len-
gua; existían luchas y partidos entre ellos y tenían
un espíritu mundanal. Asimismo vivian agobiados de-
bido a conceptos equivocados que tenían con respecto
a la doctrina. Muchos procedían como si el conoci-
miento de la verdad era suficiente, y como si la fe sin
10 LA BIBLIA A SU ALCANCE SANTIAGO 11

obras llenaba todos los requisitos. Estas condiciones
entre los creyentes judíos, sus hermanos de raza, im-
pulsó al estricto y justo Santiago a escribir esta epís-
tola.
"En la actualidad prevalece la idea de que la epís-
tola fue escrita más o menos cuando promediaba el
siglo primero. No se hace referencia en la epístola a la
caída de la ciudad de Jerusaiem, lo que hace suponer
que fue escrita antes de que ocurriera ese aconteci-
miento o considerablemente después. Si Santiago es-
cribió la epístola, debemos situar la fecha antes de los
taños 62 y 63 D.C., porque de acuerdo con el histo-
riador Josefo, esa fue la época que fue muerto. La
evidencia interna indica una fecha todavía anterior a
ésta. En primer lugar, el orden y la disciplina de la
iglesia, mencionado en la epístola, es muy simple. No
se hace mención de "obispos" o "diáconos." A los
dirigentes se los denomina "maestros" y "ancianos."
Al parecer, la organización no era muy completa,
porque varios miembros de la congregación se presen-
taban a sí mismos como maestros. Los creyentes
se reunían todavía en la sinagoga, naturalmente en
aquélla en la que ejercían gobierno. Todo esto señala
un período muy antiguo en la vida de la iglesia."
—H. C. Thiessen.
presentada al Concilio. Prevalece el tono judaico en
toda la epístola.
Los indicios señalan que los lectores a quienes es-
tá dirigida la epístola habían sido cristianos por al-
gún tiempo. "No son convertidos recientes sino que
están establecidos en cierta clase de servicio y adora-
ción. La epístola debe de haber sido escrita después
que Esteban fuera apedreado, cuando las persecucio-
nes que siguieron condujeron a una evangelización
más enérgica en las zonas fuera de Palestina."
—Thiessen. La fecha oscila probablemente entre los
años 45 y 48 D.C.
Bosquejo de ¡a epístola de Santiago
A. SALUTACIÓN. 1:1.
B. LA VERDADERA FE PUESTA A PRUEBA
Y DEMOSTRADA POR NUESTRAS TEN-
TACIONES. 1:2-21.
C. LA VERDADERA FE DEMOSTRADA POR
NUESTRAS OBRAS. 1:22 al 2:26.
D. LA VERDADERA FE GOBIERNA LA LEN-
GUA. Cap. 3.

El carácter doctrinal de la carta indica asimismo E. LA VERDADERA FE DEMOSTRADA POR

que fue escrita en una época muy antigua. Aparente-
LA SEPARACIÓN DEL MUNDO, O LA
mente no se había presentado todavía la cuestión de
ENEMISTAD CON EL. Cap. 4.
admitir a los gentiles en la iglesia. Esto indicaría que F. LA VERDADERA FE REVELADA POR LA
la epístola fue escrita antes del Concilio de Jerusaiem PACIENCIA FRENTE A LA INJUSTICIA
(años 48 ó* 49 D.C.), porque esa gran cuestión fue CRUEL. 5:1-12.
12 LA BIBLIA A SU ALCANCE
G. LA VERDADERA FE DEMOSTRADA POR
LAS ORACIONES EFICACES. 5:13-20.
A. SALUTACIÓN. 1:1.
La humildad de Santiago, el hermano de nuestro
Señor, se ve en la designación que hace de sí mis-
mo: "siervo." No hace mención de sus lazos de san-
gre que lo unen al Señor Jesús, sino que le asigna
todo honor por medio del título "el Señor Jesucristo,"
y acepta claramente su deidad, cosa que podría haber
sido difícil para él. Santiago dirigió su carta a "las
doce tribus que están esparcidas," lo cual constituye la
evidencia más clara de que consideraba a su pueblo
como una unidad, sin que asomara a su mente la idea
de tribus "perdidas." Tenemos en estas palabras la
refutación a la teoría de las "Diez Tribus Perdidas,"
según la cual los británicos constituirían esas diez
tribus.
LECCIÓN 2
B. LA VERDADERA FE PUESTA A PRUEBA
Y DEMOSTRADA POR NUESTRAS TEN-
TACIONES. 1:2-21.
Evidentemente estos judíos pasaban por severas ten-
taciones de carácter diverso y por pruebas de varias
clases. Por un lado eran tentados por el odio de los
paganos, mientras que por el otro, la tentación ori-
ginábase en el fanatismo nacional de los judíos y su
creciente deseo de rebelarse contra la dominación
romana. Estaban tentados de caer en la apostasía
mediante el retorno al antiguo sistema levítico de
observancias religiosas externas, y de sentir por los
cristianos gentiles la misma antipatía que habían
sentido por los paganos.
Sin duda sufrían en manos de sus compatriotas in-
crédulos lo que el Señor dice en el Sermón de la
Montaña, a saber: "Bienaventurados sois cuando
os vituperaren y persiguieren, y dijeren de vosotros
todo mal por mi causa, mintiendo." Mateo 5:11. Y
el Señor continuaba su enseñanza diciendo: "Gózaos
y alegraos. .." En perfecto acuerdo con esta exhorta-
ción de Cristo, Santiago comienza la epístola con las
siguientes palabras: "Tened por sumo gozo..." Ver.
2.
13
14 LA BIBLIA A SU ALCANCE
La "prueba" de la fe, es decir, del elemento genuino
de la fe, produce algo de inmenso valor: "paciencia," o
mejor dicho, paciente perseverancia. El escritor de la
epístola a los Hebreos evalúa esta virtud diciendo:
"Porque la paciencia (paciente perseverancia) OÍ es
necesaria. Se trata de una virtud humilde, mas al
mismo tiempo de "una fuerza perseverante," que debe
caracterizar a todo hombre que desea llegar a una
meta, recibir una recompensa, cosechar algo o tener
éxito en cualquier empresa. Ver. 3.
Pero la paciencia no será paciencia si fracasa de
cualquier forma en el logro de su objetivo. Debe te-
ner "perfecta su obra" o alcanzar su blanco, para
que el hombre en sí sea perfecto al final de la tarea
en lo que respecta a su carácter, conforme al ideal
o modelo, sin defecto alguno. Ver. 4.
Sin embargo, alguno puede ".•decir lo siguiente: "No
sé como ser perfecto. Carezco de sabiduría (del uso
práctico de los conocimientos)." La respuesta es
la siguiente: "Ve al Dios que da (literal) que distri-
buye sus recursos por el simple motivo de beneficen-
cia y no nos reprocha por no tener lo que no nos po-
demos abastecer a nosotros mismos." —"Le será dada."
Sería particularmente difícil para los judíos, cuya
idea de Dios era de legalidad y que medía las ben-
diciones de acuerdo a los méritos, comprender la idea
de la liberalidad divina. También era difícil para los
judíos comprender la idea de acudir directamente a
Dios en procura de sabiduría. Tenían la firme convic-
ción de que los rabíes eran la fuente de la verdadera
SANTIAGO 15
sabiduría, la cual se podía obtener únicamente en las
escuelas rabínicas. Ver. 5.
En el versículo 6 se demuestra, lo mismo que en
Hebreos 11:6, que la fe es "la actitud religiosa fun-
damental." El no creer que Dios desea otorgarnos
sus beneficios, unido a la negativa de depositar en el
nuestra confianza, se compara con las ondas del mar,
agitadas incesantemente por los vientos variables. Un
hombre de tal naturaleza no debe esperar nada de Dios.
El hombre lleno de dudas e indeciso es "inconstante, vo-
luble, vacilante y se tambalea como un borracho."
—Robertson. Vers. 6-8. Juan Bunyan, en su libro el
"Progreso del Peregrino" denomina a esta persona
"Dos-Caras."
El "hermano de baja suerte" es, de acuerdo con el
contexto, el hermano humilde, el pobre y afligido,
en contraste con el rico. Que el hermano que se en-
cuentra en tal circunstancia recuerde la dignidad de
su posición como hijo de Dios, y se regocije ante tal
pensamiento. Ver. 9,
La cruz de Cristo eleva al pobre y hace descender al
que está en una posición elevada. El evangelio consti-
tuye el gran nivelador de los hombres. El hombre ri-
co no tiene base alguna para jactarse de sus riquezas
o posición social, porque "la polilla y el orín corrom-
pe, y . . . ladrones minan y hurtan," y los repentinos
cambios de las condiciones económicas pueden barrer
con las riquezas, y el rico se marchitará como la
hierba bajo los rayos quemantes del sol.
16 LA BIBLIA A SU ALCANCE
El Tema de la Epístola
El tema de toda la epístola está contenido en el ver-
sículo 12: resistir la tentación y la prueba. 1:2 y
5:7. Hay dos clases de tentación y debemos distin-
guir bien entre ellas. Si debemos tener por sumo go-
zo el ser tentados y si es bienaventurado el varón que
sufre la tentación, ¿por qué entonces, el Señor nos
enseñó que oráramos asi: "No nos metas en tenta-
ción"? ¿Y por qué dijo además: "Velad y orad, para
que no entréis en tentación" ?
Podemos responder diciendo que la palabra "ten-
taciones" en su significado fundamental tiene la am-
plitud suficiente como para incluir todas las afliccio-
nes, penalidades, pruebas, vicisitudes, persecuciones,
mal entendidos y cosas semejantes de la vida, que so-
brevienen al creyente. La palabra significa principal-
mente probar, poner a prueba como por ejemplo, en-
sayar o poner a prueba la calidad de los metales, me-
diante la refinación.
La palabra "tentación" en su significado secundario
significa instigación al mal o incitación a cometer
¡o malo. Esta clase de tentación afecta la vida inte-
rior, el corazón; la otra es de carácter exterior. Por
lo tanto, debemos hacer una distinción clara entre es-
tas dos clasificaciones. La tentación del Señor era de
carácter exterior. Lea Lucas 22:28. Nuestro Se-
ñor Jesucristo resistió todos los ataques de Satanás
contra la ciudadela interior de su Ser espiritual. Lea
Mateo capítulo 4. El Señor no podía ser tentado de
lo malo.
SANTIAGO 17
En el versículo 12 Santiago probablemente incluye
ambas clases de tentaciones que asaltan al hijo de
Dios. El hombre que resista con éxito las tormentas
arribará al puerto de la vida, donde recibirá la re-
compensa o guirnalda que el Señor ha prometido a
aquéllos que le aman.
Santiago se refiere ahora en forma específica a las
tentaciones a hacer lo malo, tentaciones que aparente-
mente algunos asignaban a Dios. Ver. 13. Dios—
según las palabras de Santiago—no puede ser tenta-
do ni tienta a otros al mal. ¿Cuál es entonces el ver-
dadero origen de la tentación, que conduce a los
hombres a hacer el mal ? Es la concupiscencia, o el de-
seo en el corazón. De esta manera, el lugar de origen
de la tentación se encuentra dentro de uno mismo.
Lea Mateo 5:21,22,27,28; 15:19 y Romanos 7:7,8.
A continuación, Santiago traza la evolución del
pecado, que comienza con un deseo interior y se con-
vierte luego en un hecho o acción, que da por resulta-
do la muerte. Vers. 14-15.
El propósito todo de Santiago sería el de recalcar
a esos hermanos judíos la enseñanza de nuestro Se-
ñor contra el externalismo hipócrita, el engaño y
el orgullo de los fariseos, que buscaban limpiar sola-
mente lo de afuera del vaso. El evangelio ilumina
el corazón y expone o deja al descubierto su verdadera
condición.
"Amados hermanos mios, no erréis." "No os en-
gañéis, amados hermanos míos." (Versión Moder-
na.) Es labor del pecado engañar y matar, y "el
18 LA BIBLIA A SU ALCANCE
diablo es maestro consumado en el arte de encegue-
cer a los hombres con respecto al pecado." Ver. 16.
Las Buenas Dádivas de Dios.
En contraste absoluto con el mal que se origina en
el corazón del hombre y con el deseo de ampliar la ex-
plicación de que Dios no tienta a los hombres a hacer
el mal, Santiago demuestra que sólo aquello que es bue-
no y perfecto viene de Dios. Ver. 17. "Toda buena
dádiva y todo don perfecto es de lo alto, que descien-
de del Padre de las luces," cuya misma naturaleza lo
impulsa a dar. Esas dádivas y dones no son retenidos
en las arcas celestiales, sino que descienden, o en
otras palabras, están disponibles para los que los bus-
can.
\ demuestra solamente ser vano y orgulloso, sino que
En Dios no hay mudanza ni sombra de variación,
como lo demuestra el movimiento de los cuerpos celes-
tiales. El Dr. Wetstein dijo que "Dios está siempre en
el cénit," es decir, ilumina con claridad meridiana y
benéfica, como el sol en plena órbita.
En forma deliberada y con un propósito definido
nos escogió y regeneró por el mensaje de la salvación,
el mensaje de la verdad, para que fuésemos un pue-
blo consagrado a él, como lo fueron los primeros
frutos de la cosecha judía. Ver. 18.
Por esto un pueblo tal, con destino semejante, "de-
be ser pronto para oír" la palabra de verdad, pero tar-
dío para entregarse a conversaciones violentas o con-
SANTUGO 19
troversias. (Lea 3:1-12). "El que habla inspirado
por el acaloramiento está en peligTO de terminar ha-
blando inspirado por las pasiones." (Alford.) Daños
incalculables han sido ocasionados por la conversación
apresurada e impulsiva, que fácilmente se trasunta en
el enojo y la provocación. Ver. 19.
"El hombre propenso a la ira no constituye un ins-
trumento apropiado de la justicia de Dios." —Lange.
Ver. 20. El Dr. Mauro señala que el objeto práctico
de la epístola de Santiago es "en insistir en aquello que
es real e interior, en contraste con la religión de la
época, que consistía en muchas palabras y pocas obras.
El escuchar la Palabra con diligencia y sumisión indi-
ca un espíritu humilde y apto para recibir instrucción,
y da como resultado una vida pletóríca y fructífera.
Por otra parte, aquél que está siempre dispuesto a
declarar sus opiniones personales en todo asunto, no
se priva a sí mismo de recibir instrucción y adquirir
verdadero conocimiento," "El corazón del justo piensa
para responder: mas la boca de los impíos derrama
malas cosas." Proverbios 15:28.
En atención a este principio, el cristiano, a igual
que el judío y el gentil, es invitado a despojarse
de las vestiduras enlodadas de toda malicia y a recibir
con humildad (lo contrario de malicia) la palabra in-
gerida (la palabra implantada, V.M.) la cual puede
salvar el alma. Estas palabras no se refieren a la sal-
vación inicial, sitio a la salvación diaria de toda clase de
tentaciones, tales como el uso indebido de la lengua, la
malicia, etc. Ver. 21.

LECCIÓN 3
c. LA VERDADERA FE DEMOSTRADA POR
NUESTRAS OBRAS. 1:22 al 2:26.
La Verdadera Fe Demostrada por la Obediencia.
1:22-25.
Debemos implantar la Palabra en nuestros corazo-
nes con un gran propósito: para que modele y gobierne
nuestra conducta. Santiago insiste nuevamente con
respecto a la realidad y advierte con énfasis del peli-
gro del engaño propio. Uno puede escuchar con res-
peto la Palabra de Dios, como miles de concurren-
tes a la iglesia lo hacen, puede, retenerla en la memoria
y sin embargo no ponerla en práctica. El tal se enga-
ña a sí mismo al pensar que gana el favor de Dios
al asistir a la iglesia.
Y de igual manera los santos de Dios, por hábito
o por deber, quizá lean la Palabra, discutan sus en-
señanzas y hasta sean capaces de enseñar a otros y
sin embargo no pasen de ser "tan solamente oidores."
Ver. 22.
Santiago compara al hombre que solamente oye la
Palabra con uno que después de contemplar su ros-
tro natural en un espejo, se aleja olvidándose cómo
era. De igual manera se engaña a sí mismo el
hombre que se ocupa de la revelación divina solamente
en forma superficial y no hace aplicación de ella en
20
SANTIAGO 21
su propia vida en lo que respecta a elección, determi-
nación y acción. Ver. 23.
El Espíritu Santo, por medio de Santiago, denomi-
na la Palabra de Dios "la perfecta ley, que es la de
la libertad." Este título es especialmente significativo
porque Santiago recalca aquí la importancia de hacer
las cosas que se encuentran en la Palabra; y en esto
sigue muy de cerca las propias enseñanzas del Señor
Jesús en el Sermón del Monte. Por algunos, en la
actualidad, el hacer las cosas ordenadas en el Sermón
del Monte es calificado de "rigorismo" y "esclavitud";
y por lo tanto los mandamientos de Cristo han sido
desterrados, considerándose que no pertenecen a aqué-
llos que "están bajo la gracia."—Mauro.
Esos mal encaminados intérpretes de las Escrituras
olvidan que la comisión de Cristo a sus discípulos
(y a todos los discípulos para todas las edades) era
la siguiente: "Por tanto, id, y doctrinad a todos los
gentiles, bautizándolos. . . enseñándoles que guarden
todas las cosas que os he mandado. . ," Mateo 28:19,
20.
Lejos de estar bajo el yugo de la esclavitud, el hom-
bre que dé forma o prepare ahora a su vida, por medio
de la operación de la ley del Espíritu de vida en
Cristo Jesús, gozará de perfecta libertad. Salmo 119:
44-45. Jesús guardó los mandamientos de su Padre.
Juan 15:10. Los cristianos pueden y deben guardar los
mandamientos de Cristo, porque han sido liberados de
la ley del pecado y de la muerte, y están ahora bajo
la ley de Cristo. 1 Corintios 9:21. La vida del cris-
22 LA BIBLIA A SU ALCANCE
tiano consiste de agradar a su Maestro y hacer lo que éí
manda. Ver. 25.
La Verdadera Fe demostrada por la Religión Pura.
La palabra "religión" (threskia en griego) se usa
comúnmente en la actualidad, pero es muy rara en la
Biblia. Se encuentra en el Nuevo Testamento sólo en
Santiago 1 -.26-27 y en los Hechos 26:5. La Biblia no
denomina al cristianismo con el nombre de religión.
Las palabras de las cuales obtenemos aquí la tra-
ducción de "religioso," y "religión" se refieren a "ob-
servancias ceremoniales exteriores, que no excluyen
empero la reverencia." —Robertson. La verdadera reli-
gión es un asunto del corazón, una nueva vida im-
partida por el Cristo resucitado.
Las pretensiones religiosas del hombre que no re-
frena la lengua quedan desmentidas por este mismo
hecho, de manera que "se engaña a sí mismo."
La religión pura, no profanada, a los ojos de Dios
se expresa a sí misma por medio de obras prácticas de
misericordia. La ley de Moisés, cuyos preceptos eran
misericordiosos, urgía a los israelitas a prestar ayuda a
los huérfanos y a las viudas. La falta del cumplimien-
to de este deber fue severamente censurada por el Se-
ñor. Asimismo la religión pura queda evidenciada por
la separación de la corrupción del mundo. "Toda la
creación terrenal, separada de Dios y yaciente en pe-
cado, la cual, ora se la considere por los hombres que
sirven al pecado o por las tentaciones que apelan
a la concupiscencia, es para el cristianismo una fuen-
te de continua corrupción." —Alford.
SANTIAGO 23
La Verdadera Fe Demostrada por el Amor Fraternal.
Lo que Santiago censura en el versículo 2:1 es
esa disposición, particularmente pronunciada entre los
judíos, de demostrar respeto a personas de dinero y
de pusición social, y de echar al olvido y despreciar
a los pobres y humildes. La gente común, los po-
bres y necesitados, ocupaban un lugar de importancia
en el corazón y el ministerio de Cristo. Lucas 4:18.
Dice el Señor que es difícil para un rico salvarse.
Lucas 18:24-25. Los ricos, salvados por la gracia
y el poder de Dios, debieran estar agradecidos de
encontrarse entre los pobres salvados, y debieran es-
tar dispuestos a buscar un lugar humilde.
El dar excesiva consideración a un hombre en base
a su posición distinguida en el mundo, constituye
negar "la fe del Señor Jesús." En Cristo desaparecen
las diferencias con respecto a las riquezas, sabiduría,
habilidad natural y posición social. Vers. 1-5.
Santiago cita el hecho, (muy evidente en estos días)
de que los ricos eran a menudo opresores de los po-
bres, y en los litigios civiles o privados, en general por
dinero, se aprovechaban de los litigantes pobres, cuya
pobreza les impedía defenderse de las acusaciones que
se elevaban contra ellos. Estos ricos hablan maldad
contra el digno nombre de Cristo. Vers. 6-7.
El apóstol se refiere ahora a la "ley real," de
acuerdo a las Escrituras, que dice: "Amarás a tu pró-
jimo como a ti mismo." Es real, pues procedía de la
autoridad soberana más elevada y porque reconoce el
derecho de todo ser humano que vive cerca de noso-
21 LA BIBLIA A SU ALCANCE
tros, de ser tratado como nosotros nos trataríamos
a nosotros mismos. Es la ley, cuyo resumen hacia
Cristo, siguiendo su propia interpretación del código
mosaico en lo que respecta a las relaciones del hombre
con Dios y sus semejantes. Mateo 22:37-40; Deute-
ronomio 6:5; Levítico 19:18.
Esta ley queda violada por la parcialidad. Cristo
dijo que la regla áurea (Mateo 7:12) constituía la
"ley y los profetas." Ver. 8,9.
Santiago urge la obediencia a las leyes de Dios y
llega a la conclusión de que para ser transgresor, uno
no tiene necesidad de violar todas las leyes, pero para
ser justo, se debe guardar todas las leyes, aún aquéllas
que disgustan. Cristo mismo enunció este principio.
Mateo 5:18. Vers. 10-11.
Reconoce y señala en el versículo 12 que en ¡o
que al cristiano respecta, debo guardarse la ley (no co-
mo medio de salvación, sino como evidencia de una vi-
da salvada) ; pero es "la ley de la libertad." El punto
esencial se observa por el hecho de que los inmise-
ricordiosos no recibirán misericordia, sino juicio, por-
que el Dios misericordioso nos ha tratado con gran mi-
sericordia: "porque para siempre es su misericordia."
Además Cristo dijo lo siguiente: "Bienaventurados los
misericordiosos: porque ellos obtendrán misericordia."
Esta es la ley de la libertad, por la que seremos juz-
gados.
El Dr. Augustus Neander, famoso historiador ecle-
siástico y teólogo alemán hace el siguiente comentario
de Santiago 2:8-13: "Se presume que sin tener en con-
SANTIAGO 25
sideración las diferencias en la conducta de los hom-
bres, todos son igualmente culpables en lo que respecta
a la ley. Pero de la misma manera que Cristo nos
enseña a orar "perdónanos nuestras deudas, como
también nosotros perdonamos a nuestros deudores,"
asi también Santiago exhorta que por medio del ejer-
cicio de la mansedumbre y la misericordia, en la
conciencia de que las debilidades todavía permanecen,
debemos demostrar que somos personas aptas para
recibir la compasión divina.
"Los cristianos debieran hablar y proceder con un
sentido permanente de la necesidad personal de la
misericordia de Dios. Entonces la humildad en pala-
bras y en manera será su expresión espontánea, y la
misericordia prevalecerá sobre la estricta justicia. Ba-
jo este punto de vista, por lo tanto, Santiago denomina
la ley por la cual el cristiano es juzgado, la ley de la
libertad. En efecto, no está más bajo el yugo de la ley
que requiere una absoluta obediencia (que ninguno
puede cumplir) como condición de salvación; sino que
está relacionado con una ley que se cumple en la
libre obediencia del amor—no del temor—teniendo
amplia conciencia de que los pecados han sido perdo-
nados, y dependiendo confiadamente de la misericor-
dia de Dios."
El juicio y la misericordia están personificados en
el versículo 13. "Mientras que e! juicio amenaza con
la condenación, la misericordia se interpone y preva-
lece sobre el juicio." —Vincent.
Crisóstomo, elocuente orador de la iglesia de Orien-
26 LA BIBLIA A SU ALCANCE
te dijo así: "La misericordia, revestida de la gloria di-
vina, está junto al trono de Dios. Cuando corremos
peligro de ser condenados, ella se levanta e intercede
por nosotros, nos cubre con su defensa y nos protege
bajo sus alas." Vers. 12,13.
Aprovechemos toda oportunidad que se nos presenta
para demostrar misericordia y dar liberalmente a otros
de la gracia que en nuestra indignidad hemos recibido.
La Verdadera Fe Demostrada por las Buenas Obras.
El énfasis que Santiago pone en las obras hizo que
Martin Lutero rechazara la epístola, calificándola de
"epístola rústica, que carece de un verdadero carác-
ter evangélico." Podemos fácilmente entender la re-
acción de Lutero a la luz de su maravillosa liberación
de la doctrina que enseñaba que la salvación era por
"obras." Sin embargo sus conclusiones tuvieron ori-
gen en el juicio precipitado con respecto a la epístola.
Años después vio las cosas en forma diferente y
comprendió que Santiago no exalta las obras en con-
traposición con la fe, sino que enseña que las obras
constituyen una evidencia de la fe y son producidas
por ella.
Santiago procede a demostrar a continuación (2:14-
26) que la prueba de que somos justificados se ve en
nuestras obras, o sea en nuestra conducta. Ha demos-
trado en forma concluyente (1:18-21) que somos in-
cluidos en la familia de Dios por la operación u obra
de Dios mismo, por medio de la verdad. Luego pro-
cede a demostrar que la verdadera vida de la fe que-
da evidenciada por la misericordia del amor frater-
SANTIAGO 27
nal, y que la fe que se afirma poseer, pero que no se
demuestra, carece de vida, o, en otras palabras, no es
fe. A continuación Santiago procede a presentar va-
rias preguntas.
El significado literal del versículo 14 es el siguien-
te: "¿Qué le aprovechará al hombre si afirma conti-
nuamente que tiene fe, pero no lo demuestra con sus
obras?"
La fe que salva es viva, y la vida, por su misma
naturaleza, debe manifestarse. Si no hay manifesta-
ción, podemos arribar a la conclusión de que la vida es-
tá ausente. La fe no es simplemente una actitud men-
tal, ni constituye la mera aceptación de una fórmula
doctrinal, sino que es algo activo. Santiago da una
simple ilustración sobre este punto en los versículos
15-16. Uno que tuviera la fe del "Hijo de Dios"
procedería con prontitud en la situación mencionada, su-
pliendo la necesidad, porque la verdadera fe opera por
medio del amor, que siempre desea manifestarse. De
esta manera la actitud de una persona como la que
Santiago describe demostraría que la llamada fe cons-
tituía una mera profesión. Juan 3:16-17. Vers. 17-18.
La misma conducta que, de acuerdo a Santiago, de-
mostraría que el hombre carece de la fe de Cristo, de-
mostraría que carece del amor de Dios de acuerdo a
Juan. Se puede deducir entonces que donde exista la
verdadera fe, allí estará también presente el amor.
Esto está de acuerdo con lo que Pablo ensena en Gá-
latas 5:6. De esta manera, Pablo y Santiago no están
en conflicto.
28 LA BIBLIA A SU ALCANCE
"Se verá por estas Escrituras (comparadas) que
la fe no consiste en la mera aquiescencia de la verdad
de la Biblia, ni el amor consiste en una emoción de
carácter sentimental; sino que tanto la una como el
otro consisten del asunto práctico de hacer por otros
algo que personalmente nos cueste. Y éste es el ob-
jetivo de toda la enseñanza dada a los hijos de Dios
(judíos y gentiles) ; porque cuando andamos en amor
"como Cristo nos amó," (Efesios 5:2) entonces so-
mos realmente como Dios, porque "Dios es amor."
—Mauro.
Santiago procede a continuación a dar respuesta
a sus propias preguntas y afirma que la creencia de
que Dios existe, ("Dios es uno") es una doctrina vi-
tal, pero que esa mera creencia de que Dios existe, o
sea el credo aparte de las obras, no constituye una
verdadera creencia o confianza en Dios. Es un simple
credo. Y hasta los demonios creen. En efecto, creen
en ia existencia de Dios. Hacen más que creer un sim-
ple hecho. Tiemblan ante el pensamiento.
La conclusión es sencillo con respecto al "hombre
vano" : "La fe sin obras es muerta." ("La fe sin obras
es ociosa," Versión Moderna.) Se puede comparar
con "el dinero que no produce interés o la tierra sin
cosechas." —Robertson. Vers. 19-20.
LECCIÓN 4
Resumen ilustrativo. Vers. 21-26.
El versículo 21 es la declaración que a menudo
se la considera opuesta a lo expresado por Pablo en
Romanos 4:1-5, donde afirma positivamente que fue
la fe de Abraham la que se le contó por justicia y no
sus obras. Debemos observar, sin embargo, que Pa~
blo habla de la fe de Abraham antes de la circuncisión
(Romanos 4:10) como la base de la justificación de-
lante de Dios.
Con la misma claridad Santiago presenta sus prue-
bas. Tanto Santiago como Pablo usa palabras similares
aparentemente contradictorias. Sin embargo, ambos
hablan de dos incidentes diferentes en la vida de
Abraham. Santiago señala que el ofrecimiento de
Isaac en el altar constituía la demostración de la \e
que Abraham tenía ya, y que fuera atestiguada por
medio de la circuncisión Rom. 4:11, mientras que Pa-
blo, por su parte, se refiere a la fe de Abraham, como
base de justificación, con referencia a la circunstancia
en que Dios le prometió un hijo en la ancianidad. El
verdadero contraste entre el mensaje del apóstol Pa-
blo y el de Santiago en lo que respecta a la fe y a las
29
30 LA BIBLIA A SU ALCANCE
obras, reside en lo siguiente: Pablo recalca la \e como
medio de justificación, mientras que Santiago recal-
ca las obras como evidencia o prueba de esa je que
justifica. No existe entonces contradicción entre Pa-
blo y Santiago.
El pasaje termina con la ilustración de Rahab, ilus-
tración que se da con el propósito de demostrar que
la misma fe está disponible para gentiles y judíos,
como siempre lo estuvo. La fe de Rahab en el Dios
de Israel fue atestiguada por su acción en proteger
a los mensajeros. Porque creyó a Dios ella hizo algo.
En efecto puso en su ventana un hilo escarlata, lo cual
era directamente contrario a lo que hubiera hecho sin
la fe.
La conclusión del versículo 26 es obvia.
D. LA VERDADERA FE CONTROLA LA
LENGUA. Cap. 3.
El consejo que comienza en el capítulo 3 y que dice
lo siguiente: "Hermanos míos, no os hagáis muchos
maestros, sabiendo que recibiremos mayor condena-
nación," y la enseñanza del capítulo que sigue, pare-
cerían aislados del principal argumento de Santiago.
Por lo contrario, están íntimamente relacionados. No-
temos de paso que Santiago se incluye entre los maes-
tros al decir "recibiremos."
Santiago procede a continuación a demostrar lo que
"la fe de nuestro Señor Jesucristo" (2:1) enseña
con respecto a la lengua. "En su exhortación abarca
SANTIAGO 31
primero la actitud visionaria de los judíos (capítu-
lo 1) luego la exclusividad judía (capítulo 2) para re-
ferirse más tarde a su actividad fanática de enseñar,
y finalmente los perniciosos, malvados y provocadores
pecados de la lengua, que se reflejan en maldiciones,
envidias y partidismos, inspirados por una sabiduria
falsa y diabólica en contraste con la sabiduria celes-
tial y verdadera." —Lange.
Cristo censuró en el capítulo 23 de Mateo la faná-
tica manía que tenían los judíos por la enseñanza. Les
agradaba ser llamados "rabíes". Pablo pone al
descubierto esta misma falta en Romanos 2:17-23.
Se "dan informaciones aclaratorias en los Hechos 15;
2 Cor. 11:13; Fil. 3:2 y Gálatas 2. Este mal natural-
mente había tenido su origen en el punto de vista so-
bre la ley que prevalecía entre los judíos. Habían
llegado a considerar la simple posesión de la ley como
base para jactancia, mientras que demostraban indi-
ferencia en cuanto a la obediencia. Les agradaba
sobremanera el pronunciar discursos con respecto
a ella. Tales ideas indujeron a muchos a adoptar el
papel de "maestros." Pablo se refiere a los tales en
1 Timoteo 1:6,7, diciendo que se han apartado a
"vanas pláticas." Esto no constituye una condenación
de la ley, porque Pablo añade rápidamente: "Sabemos
empero que la ley es buena, si alguno usa de ella le-
gítimamente."
Con el objeto de contrarrestar tal tenaencia, aun
entre judíos cristianos, Santiago les recuerda que
aquéllos que toman sobre sus hombros la tarea de ins-
truir a otros con respecto a su comportamiento, asumen
32 LA BIBLIA A SU ALCANCE
una mayor responsabilidad, y tendrán que rendir cuen-
tas más estrictas. Ver. 1.
El verdadero maestro no es aquél que puede pro-
nunciar conferencias o discursos sobre materias bí-
blicas, o desmenuzar hasta en sus menores detalles
teorías relativas a las dispensaciones, dar la posición
exacta de las naciones en lo relativo al cumplimiento
de la profecía, sino aquél que puede hacer aplicación
de las palabras y los mandamientos del Señor en el
corasen y la conciencia de su pueblo. Gran parte del
amado pueblo de Dios pocas veces goza de los benefi-
cios de la verdadera "enseñanza."
"La flaqueza humana es tal que aquéllos que se pro-
ponen enseñar a otros cómo vivir la vida cristiana y
agradar a Dios probablemente los ofenderán o harán
tropezar. En seguida, Santiago dice: "Pues que en
muchas cosas todos tropezados." (Versión Moderna.)
Y particular mente aquéllos que emprenden la tarea de
enseñar están en peligro de "tropezar en palabra,"
de manera que Santiago dice lo siguiente: "SÍ alguno
no tropieza en palabra, el tal es hombre perfecto
rapaz de refrenar además todo el cuerpo." Ver-
sión Moderna (Ver. 2) —Mauro.
Santiago parece proyectar la aplicación de este men-
saje más allá del foro público y de los mercados
hasta el mismo hogar, porque literalmente dice: "Si
alguno no tropieza en palabra, este hombre es perfec-
to. "Emplea la palabra griega "aner" (hombre)
que .significa también esposo. El Dr. Robertson su-
giere lo siguiente: "La esposa está en libertad de de-
SANTIAGO 33
terminar el verdadero carácter de su esposo por el
lenguaje que éste emplea."
Descripción de la Lengua.
1. La lengua es un miembro pequeño, pero de gran
potencialidad. Ver. 5.
La lengua es como un freno en la boca del caballo:
es una cosa pequeña, que sin embargo gobierna a todo
el caballo. Ver. 3.
La lengua es como un pequeño timón, por medio del
cual el timonel gobierna al enorme buque, aun cuando
éste es azotado por los vientos y por las olas durante
las tormentas. Ver. 4. (Si Santiago hubiera visto uno
de nuestros grandes trasatlánticos, como el "Queen
Elizabeth" ¡ qué no hubiera dicho!)
La lengua es como fuego pequeño, tal como la lla-
ma de un fósforo, la chispa que se desprende de la
locomotora, la brasa en la colilla del cigarrillo, las
cuales, aunque pequeñas, pueden incendiar bosques en-
teros. "Un pequeño fuego ¡cuan grande bosque en-
ciende!" Ver. 5.
La figura retórica es aquí muy vivida. El des-
preocupado automovilista arroja la colilla de su ciga-
rrillo por la ventanilla con el resultado de que enormes
extensiones de bosques quedan destruidos por el in-
cendio, perece gran cantidad de animales, y la capa
superior del terreno, que permite el control de las
inundaciones, queda destruida.
La lengua es un "miembro pequeño entre muchos
miembros" pero es en mucho el más activo de todos y
capaz de realizar muchísimo bien o mal.
34 LA BIBLIA A SU ALCANCE
"Puesto que el hombre es una criatura caída, cuyos
propósitos y fines están en oposición a la voluntad de
Dios, la lengua (que aquí representa e! poder de expre-
sión de la palabra escrita u oral) ha sido uno de los
grandes agentes para la obra de iniquidad." —Mauro.
2. La lengua es un juego, un mundo de maldad. Ver. 6.
"La lengua es fogosa en lo que respecta a su na-
turaleza en general, es decir, el órgano de la palabra
que se inflama fácilmente por el fuego espiritual, o
por los apasionados y vehementes impulsos que con-
sumen. . . Los ojos de Santiago están fijos en el per-
nicioso fuego del fanatismo que comienza a inflamar
los espíritus judaísticos por todo el mundo." —Lange.
Es un mundo de maldad, "porque no solamente la
lengua es capaz, por medio de palabras ásperas, impu-
ras, mentirosas o blasfemas, de infligir perjuicio di-
recto sobre otros, sino que las palabras de un hom-
bre (Mussolini, Hitler o Stálin, por ejemplo) pueden
poner en acción a miles de hombres, o pueden implan-
tar ideas en sus mentes o despertar sentimientos en sus
corazones que producirán consecuencias de largo al-
cance." —Mauro.
El Dr. Vincent expresa que la "rueda de la creación,"
es aquélla que entra en actividad cuando nacemos y
gira hasta que nuestra vida fenece. De esta manera
constituye una descripción figurada de la vida huma-
na.
3. El hombre no puede domar la lengua. Vers. 7-8.
Santiago hace aquí un? declaración cuyo signifi-
cado tiene gran importancia y transcendencia. En efec-
SANTIAGO 35
to, dice que la lengua no puede ser dominada ni doma-
da. Varias especies de animales han sido dominados,
pero ningún hombre puede gobernar la lengua.
4. La lengua es un mal que no puede ser refrenado,
llena de veneno mortal. Ver. 8.
Es un mal de carácter turbulento, inconstante,
inquieto, que destila veneno mortal. El farmacéutico
coloca un rótulo—generalmente una calavera—en los
frascos que contienen substancias venenosas, indican-
do así que la substancia ocasionará la muerte al que
la ingiera. Ese es el cuadro de la lengua no santifica-
da. Es venenosa, como el veneno que 'destilan las ser-
pientes de mordedura fatal.
5. La lengua puede ser la fuente de la cual puede
brotar dos elementos completamente opuestos e in-
compatibles : la bendición y la maldición. Ver. 10.
"Constituye una contradicción de carácter moral el
hecho de que la bendición y la maldición procedan de
la misma boca." (Robertson) Y sin embargo, algu-
nas veces ocurre así. Santiago lo ilustra en los versí-
culos 11 y 12. En el versículo 10 el escritor dice:
"No conviene que estas cosas sean así hechas." Se
puede lograr el cese de esta situación anómala me-
diante la aplicación de "la sabiduría que es de lo alto."
Ver. 17.
Santiago, nuestro maestro apostólico, nos presenta
las cualidades de "la sabiduría que es de lo alto," la
cual descendiera a este mundo en la Persona de nues-
tro Señor Jesucristo, quien es "la sabiduría de Dios."
1 Cor. 1:24. Mediante una fácil transición, Santiago
36 LA BIBLIA A SU ALCANCE
pasa del tema referente al uso de la lengua, a "la
buena conversación" o sea al comportamiento en ge-
neral. La palabra "conversación" en el original griego
significa "conducta, manera de vida entre los hom-
bres, comportamiento."
La sabiduría quedará demostrada, no mediante con-
versaciones ilustradas, sino por medio de una vida en
concordancia con la verdadera sabiduría. "Las acciones
hablan con más elocuencia que las palabras, aun en el
caso de los sabios de profesión." —Robertson.
LECCIÓN 5
La Sabiduría Terrena.
El apóstol pone en contraste dos clases de sabiduría
en el pasaje 3:13-18: la sabiduría terrena y la sabidu-
ría que es de lo alto. Consideremos primero la sabi-
duría terrena, para eliminarla luego de nuestra vida y
práctica.
Las condiciones descriptas en Santiago, versículos
14-16 representan una verdadera situación en los asun-
tos del mundo judío de aquella época. Existia el
peligro de que los incautos cristianos judíos fueran ab-
sorbidos por el agitado "espíritu del siglo," de mane-
ra que trata la materia en forma muy personal, íntima.
La Versión Moderna traduce de la siguiente manera
los versículos 14-16: "Pero si tenéis en vuestros cora-
zones amargos celos y espíritu faccioso, no os glo-
riéis, mintiendo contra la verdad. ¡ No es ésta la
sabiduría que desciende de arriba; sino antes, es cosa
terrenal, sensual, diabólica! Porque en donde hay celos
y espíritu faccioso, allí hay confusión y toda obra
mala."
En primer lugar, esta sabiduría es "terrena." Se
origina en un mundo alejado de Dios. Se caracteriza
37
38 LA BIBLIA A SU ALCANCE
por la envidia, los celos y la lucha. "Mas la envidia,
pudrimiento de los huesos." Prov. 14:13. "Constituye
una de las peores características de la corrupta natura-
leza humana. Inspiró a los hermanos de José a que le
vendieran a mercaderes de Egipto (Hechos 7:9) y a
los dirigentes judíos a entregar a Cristo a Pilato
(Mateo 27:18). Es uno de los más odiosos resultados
del pecado." —Mauro.
Con respecto a la envidia, dice el Dr. William Law
lo siguiente:
"Si al descubrir en vuestros corazones sentimientos
de envidia hacia alguna persona, ya sea por sus ri-
quezas, poder, conocimientos, reputación o progreso,
dobláis vuestras rodillas, pidiendo a Dios que pros-
pere a esa persona precisamente en aquello que ha pro-
vocado vuestra envidia; si expresáis y repetís vues-
tras peticiones en los términos más enérgicos, rogan-
do a Dios que le conceda toda la felicidad que se puede
derivar de ella, pronto descubriréis que constituye el
mejor antídoto en el mundo para expeler el veneno
de esa ponzoñosa pasión. —Mauro.
En segundo lugar, es "animal," (Versión Moderna.)
La palabra "sensual" o carnal se refiere aquí a la car-
ne, en contraposición con la palabra "espiritual." De
esta manera en 1 Corintios 2:14-15 leemos del hombre
"animal" o "natural" (Versión Moderna) y del hom-
bre "espiritual." Aquello que es sensual pertenece
únicamente a la vida animal. La vida natural se vi-
ve solamente para las adquisiciones materiales y mun-
danales y para los placeres de la carne.
SANTIAGO 39
En tercer lugar, la sabiduría del hombre natural
es diabólica o más apropiadamente "demoníaca."
Hay un solo diablo, pero muchos demonios y malos es-
píritus. El sustantivo en el versículo 2:19 es "demo-
nio" y en el versículo 3:15 tenemos el adjetivo que se
deriva de él. Estos espíritus caídos tratan de entrar
en los cuerpos de los hombres y gobernar sus mentes.
Pablo explica las "doctrinas de demonios," (1 Timoteo
4:1). La sabiduría del mundo es a menudo inspirada
por demonios, satánica.
La sabiduría que es de lo alto. 3:13, 17, 18.
El hombre sabio verdaderamente demostrará su sa-
biduría por su humildad, la cual es el atributo apro-
piado de la sabiduría.
"La humildad acepta sin enojos ni protestas toda in-
justicia y falta de bondad; todo desprecio e indignidad;
nunca se da por afrentada; nunca se queja de malos
tratos o se imagina a sí misma pasada por alto u
oprimida."
La sabiduría que es de lo alto es: Primeramente, pura.
"La palabra "primeramente" no indica posición o
lugar aquí, sino esencia. La palabra "pura" recalca
la cualidad interior, en contradistinción con sus expre-
siones exteriores."
El vocablo "pura" procede de la misma raíz que
el término "santa." Indica aquello que es puro en
esencia, o que es puro por modo innato. Se puede
aplicar solamente a aquello que no necesita purifica-
ción. Se emplea con respecto a Cristo (1 Juan 3:3)
"Así como él es puro." (V.M.)
40 LA BIBLIA A SU ALCANCE
Aquello que es puro está libre de elementos extra-
ños. Es sabiduría celestial porque es divina en su ori-
gen.
En segundo lugar, es pacífica. En este pasaje
significa amante de la paz. En este aspecto, está en
contraste con las contiendas engendradas por la sabi-
duría terrenal. "Su obra ingénita consiste de hacer ce-
sar los vientos de la discordia y la contienda; de recon-
ciliar a los enemigos de Dios; de pacificar a los ele-
mentos hostiles del mundo." No hace otra cosa que
estimular al amor y a las buenas obras.
En tercer lugar, es modesta, benigna. Es apacible,
propensa a complacer. (Versión Moderna.) "La sa-
biduría celestial no usa de violencia; ni la necesita pa-
ra lograr sus fines." ¡ De qué forma maravillosa
fue ejemplificada esta verdad en la vida del Señor!
Pablo nos ruega "por la mansedumbre y modestia
(dulzura. V.M.) de Cristo." Logra sus fines, sin em-
plear la fuerza.
Es benigna (propensa a complacer. V.M.), es decir,
está dispuesta a responder a los pedidos de ayuda.
Es complaciente, accesible. Vemos de nuevo este rasgo
gloriosamente presente en nuestro Señor Jesucristo.
Aunque era el Hijo de Dios, cualquiera podía acer-
cársele y su respuesta al pedido de ayuda era ins-
tantánea.
En cuarto lugar es llena de misericordia y de bue-
nos frutos. La misericordia es un atributo divino de
proporciones ilimitadas. "Porque para siempre es su
misericordia." El ruego de "Señor, ten misericordia
SANTIAGO 41
de mí," recibió inmediata respuesta. Esta sabiduría es
plena de buenas obras, los fruto? de justicia.
En quinto lugar, no es juzgadora ni fingida. Es
sin parcialidad y sin hipocresía. (Versión Moderna.)
El pecado de hacer acepción de personas ha sido ex-
puesto ya por Santiago. (2:1-6.) Aqué! que posee la
sabiduría celestial no admite preferencias artificiales.
Está tan dispuesto a servir a los pobres y humildes
como a los ricos y grandes.
Es sin hipocresía. La sabiduría del mundo confía del
encubrimiento, del subterfugio, del artificio y de la as-
tucia. Encubre sus movimientos. Por su parte, la sa-
biduría celestial no tiene máscara. Es transparente, sin-
cera, sin fingimiento. Romanos 12:9.
E.I.A VERDADERA FE DEMOSTRADA POR
LA SEPARACIÓN DEL MUNDO. Cap. 4.
La severa censura de esta sección puede solamente
entenderse a la luz de las condiciones prevalecientes
en el mundo judío del siglo primero. (Vea la discusión
del punto "B" del bosquejo.) La primera epístola de
Pedro, la epístola a los Hebreos y la epístola de San-
tiago estaban todas dirigidas a los judíos de la disper-
sión. La primera epístola de Pedro estaba dirigida a
los judíos cristianos del Asia Menor, los Hebreos a los
judíos en Palestina y Santiago a todos los judíos de
la dispersión, o quizá específicamente a los judíos
de la dispersión oriental. E! mundo judío bullía con
el espíritu de rebeldía contra la supremacía de Roma.
El rechazo de Cristo y posteriormente del cristia-
42 LA BIBLIA A SU ALCANCE
nismo de parte de los judíos había motivado que el
elemento preservador y salvador se separara de la na-
cionalidad judía, que había caído en un perfecto fari-
seísmo.
Los romanos paganos, por medio de sus represen-
tantes proconsulares perseguían y maltrataban a los
judíos. En lo que a clases respecta, los judíos y los
gentiles estaban definidamente separados entre sí.
El Dr. John Peter Lange dice lo siguiente: "Se
puede dar por sentado que la misma acalorada, en-
tusiasta y fanática disposición (puesta en evidencia en
los choques con los gobernantes romanos) se extendió
desde Jerusalem por toda la disper:ión judía y que la
esperanza de la liberación milagrosa, el impulso revo-
lucionario y los deseos de venganza contribuyeron a in-
tensificar la animosidad contra los gentiles, quienes,
a su vez se inflamaron con-, el mismo odio mortífero,
"Tal era la situación. Pero ahora debe tenerse en
cuenta el poderoso efecto que tales sentimientos de
simpatía y antipatía ejercían en los judíos cristianos.
En lo que a nacionalidad respecta, eran judíos y su
sangre judía hervía en sus venas. Por un lado eran
atacados y tentados, junto con los demás judíos, por
el odio, el desprecio y la opresión de los paganos; por
el otro lado, eran atacados y tentados por los mismos
judíos que anhelaban la liberación del yugo romano,
y alentaban esperanzas entusiastas con respecto al rei-
no mesiánico. Los movimientos nacionales de los
tiempos modernos y de épocas recientes ofrecen ilus-
traciones apropiadas de la poderosa influencia de tales
SANTIAGO 43
corrientes revolucionarias sobre los miembros indivi-
duales de los respectivos pueblos. El movimiento
constituía entonces una seductora alternativa para los
judíos cristianos de aquella época. Si permanecían
alejados del movimiento revolucionario, serían con-
denados y perseguidos como apóstatas por sus herma-
nos naturales. Por la historia sabemos cuánto tuvieron
que sufrir los cristianos en este aspecto durante la
posterior insurrección de los judíos, a las órdenes de
Barcoquebas en la época del emperador Adriano.
Por el otro lado, la simple simpatía con el entusiasmo
quimérico de los judíos abría el camino a la apostasía
{porque cambiaban la fe de Cristo por la esperanza de
una liberación pseudo-mesiánica) y caían en la incre-
dulidad con respecto a la justicia de Dios en el castigo
que se avecinaba sobre su pueblo y rompían los lazos
de comunión con la iglesia de los cristianos gentiles, a
la vez que restituían la comunión religiosa con el fa-
natismo que había culminado con la crucifixión de
Cristo."
(Deje que el estudiante se compenetre de estas con-
diciones, tal como las describe el Dr. Lange)
Pero en el capítulo 4, aunque todavía se dirige prin-
cipalmente a los judíos cristianos, porque comprende el
terrible peligro que les acecha y sus pruebas, parece
que pasa de ellos a los cristianos judaizantes y de és-
tos a los judíos mismos.
Del tema de justicia y paz se produce en el capítu-
lo 4 una rápida transición a guerras y pleitos (contien-
das, V.M.)
44 LA BIBLIA A SU ALCANCE
El vocablo "guerra" en el original señala el esta-
do de guerra o campaña, mientras que "contiendas"
indica los conflictos o batallas separadas dentro de
la guerra." —Robertson. Santiago recalca la causa
de las guerras o de las contiendas o pleitos.
"Un paralelo notable ocurre en Platón, Phaedo 66,
que dice:
"¿De dónde vienen las guerras, las luchas y las fac-
ciones? ¿De dónde, sino del cuerpo y de las concu-
piscencias del cuerpo?" •—Vincent.
Guerras y Contiendas
Santiago dice que la causa de las guerras y contiendas
es la concupiscencia de la carne. Las demandas de la
naturaleza no regenerada, ora se expresen por medio de
individuos o de naciones, tienen por objeto conseguir
bienes materiales o satisfacer las pasiones de la carne.
Puesto que el hombre natural no conoce a Dios, "el
dador de toda buena dádiva," ni tampoco le busca,
ocurre que ese hombre persigue por medio de la
fuerza aquello que desea y lo arrebata de otros.
Mientras que Santiago sin duda alguna habla de
guerras y luchas en particular (que son provocadas
por la misma causa) considera asimismo los conflictos
en general tales como conflictos en la iglesia, conflic-
tos interiores y luchas que se producen dentro del hom-
bre mismo. Vers. 1-3.
La palabra "adúlteros" no figura en los más repu-
tados textos sagrados. La Versión Moderna dice:
"Almas adúlteras. . ." De esta manera la palabra
"adúlteras" vista a la luz del contexto del versículo 4,
SANTIAGO 45
debe tomarse en sentido figurado. Santiago describe
aquí la inclinación judaistica a la apostasia, mediante
la separación del Dios viviente de la revelación. (Lea
Salmos 73:27; Ezequiet 23:27; 2 Cor. 11:2; Rev. 2:
22). El escritor incluye asimismo la infidelidad de
cualquier seguidor de Cristo. (Lea Efesios 5:24-28.)
La expresión "la amistad del mundo," indica la natura-
leza espiritual deí conflicto aquí presentado. Ver. 4.
El versículo 5 es algo difícil de interpretar tal como
está traducido. Podríamos aclarar su significado di-
ciendo :
"¿ Pensáis acaso que la Escritura dice en vano, que
el Espíritu (Santo) que Dios hizo habitar en noso-
tros nos anhela con celos?" El significado es que Dios
nos ama celosamente, fervorosamente, y anhela que
rompamos completamente los lazos con el mundo y vi-
vamos completamente consagrados y dedicados a él.
Existe una condición que debe ser cumplida por
aquéllos que desean recibir gracia, la cual condición
es la humildad. Gracia significa depositar favores
en un objeto indigno. Santiago cita aquí Proverbios
3:34. El orgullo del hombre constituye una ilusión
producida por Satanás, y la cual constituyó su caída.
Ver. 6.
Nuestra sumisión a Dios constituye la puerta abierta
a la gracia divina. Como siempre, Satanás tentará al
hombre a buscar la independencia de Dios. De aquí
que exista la necesidad de reconocer que la tentación
procede del diablo, y de resistirle. Pedro nos da la mis-
ma exhortación, 1 Pedro 5:6-10. La humildad, la
46 LA BIBLIA A SU ALCANCE
gracia y la sumisión a Dios, y la victoria sobre el dia-
blo, son inseparables. Ver. 7.
La resistencia triunfante sobre Satán se logra me-
diante el acercamiento a Dios por medio de la ora-
ción y la comunión. Cuanto más nos acercamos a
Dios, tanto más se aleja el enemigo de nosotros. Ver. 8.
La exhortación del versículo 8 se deriva del la-
vamiento ceremonial de las manos efectuado diaria-
mente por los judíos, Marcos 7:3, quienes no presta-
ban atención a asuntos más vitales que envolvían el
lavamiento del corazón. Los profetas aplicaron esta
purificación simbólica a la purificación ética o moral.
Isaías 1:15-16; Salmos 24 :4. Las manos son los órga-
nos y símbolos de las acciones éticas o morales. El
lavarse las manos significa arrepentirse, o separarse
de obras malas. Se da este consejo a esas almas vaci-
lantes, personas de doblado ánimo, indecisas y llenas
de dudas, que tratan de servir.a dos señores.
LECCIÓN 6
Arrepentimiento.
Ciertamente Dios no desea que su pueblo esté triste
o afligido. Ver. 9. Por lo contrario, se le exhorta a re-
gocijarse siempre en el Señor. Pero el mensaje del
capítulo 4 es para los creyentes que no caminan de
acuerdo a su elevado llamado, sino que están empeña-
dos en contiendas entre sí, viven alejados de Dios y
buscan el favor del mundo. A los tales se les llama
a comprender su propia situación, porque la palabra
"afligios" significa lo siguiente: "comprended vuestra
miseria, o desdicha." Se efectúa aquí un claro llama-
do al arrepentimiento y al reajuste de la conducta, y a
la verdadera humillación del corazón. Ver. 9-10.
La maledicencia.
Santiago retorna a la materia de la lengua como lo
hace también en 5:12. Las Escrituras condenan la ma-
ledicencia, la calumnia, el falso testimonio, el juicio
inspirado por el orgullo, etc.
"La maledicencia es el fruto del orgullo; porque es
la elevada opinión que tenemos de nosotros mismos
que nos conduce a pensar y a hablar mal de otros.
A menudo el pensamiento (inconsciente quizá) es que,
47
48 LA BIBLIA A SU ALCANCE
al rebajar a otros, nos exaltamos a nosotros mismos.
De ahí que si tenemos una opinión exacta de nosotros
misinos, es decir, si somos realmente humildes, enton-
ces no tendremos la tendencia de decir mal ninguno de
los demás." —Mauro. 1 Pedro 3;10; Salmo 34:12.
Santiago presenta esto como una ofensa directa con-
tra la ley, cuya majestad afirma. Declara su permanen-
cia y en realidad "presenta al cristianismo como la
continuación y complemento del verdadero judaismo.
No es la letra de la ley lo que Santiago afirma, sino el
espíritu de la misma. Es la "ley" en el sentido del
Nuevo Testamento."
Aquél que se exaíta y asume la posición de juez
de los demás desobedece el mandamiento de Cristo que
dice: "No juzguéis, para que no seáis juzgados."
Además es culpable de una ofensa más seria en el
sentido de que deja de lado a Dios, el único Legisla-
dor y Juez. Vers. 11-12. J«an 5:22; Romanos 14:4.
La ¡nccrtidumbre de la Vida.
En esta sección (vers. 13-17) Santiago presenta un
vivido cuadro de los mercaderes judíos de la época.
En el versículo 13 los hombres hablan inspirados por
sentimientos de orgullo, confianza en sí mismos y su-
ficiencia propia. Lo hacen olvidándose completamente
de Dios, y olvidando asimismo el hecho de que los
hombres son criaturas que perecen, y que la continua-
ción de la vida está absolutamente en las manos de
Dios. Ver. 15. Aun en el caso de que tuviésemos un
término de vida específico, las circunstancias impre-
vistas pueden alterar los mejores planes. El cuadro
SANTIAGO 49
que Santiago nos presenta de la vida en el versículo
14 es muy vivido en perfecta concordancia con los he-
chos y demostrada una y otra vez por la experiencia
humana.
La evaluación propia de estos hechos conduciría a
un estado propio de humildad. Es insensato hacer
planes para aquello que está enteramente bajo
el gobierno de Dios.
El versículo 16 se refiere al jactancioso que hace
alarde de su propia ostentación. "Por lo tanto,"—di-
ce Santiago— "a la luz del hecho de que el mero
conocer y decir la verdad de nada sirve, lo esencial es
hacer aquello que es justo." El saber sin hacer es
PECADO.
F. LA VERDADERA FE REVELADA POR LA
PACIENCIA FRENTE A LA INJUSTICIA
CRUEL. 5:1-12.
Los ricos opresores.
Sería un intento vano tratar de espiritualizar las
enseñanzas de Santiago en esta sección. El escritor
se dirige directamente a los ricos como clase, y a quie-
nes les asalta una tentación particular, que nace de su
posición social, y que consiste en codiciar más rique-
zas, en usar con fines egoístas lo que poseen, y en mé-
todos inescrupulosos y opresivos para aumentar sus
riquezas. Aparentemente Santiago tiene en cuenta a to-
dos los ricos, ya sean creyentes, como en 1:10 o in-
crédulos, como en 2:1,6. No se hace distinción en es-
te pasaje de las Escrituras entre cierto "hombre rico,"
y otros. Incluye a todos, ya sean salvados o perdidos.
50 LA BIELIA A SU ALCANCE
Las riquezas en sí son las mismas, ora estén en las
manos de un hombre como en las manos de otro, y si
los cristianos cierran sus ojos a las simples enseñanzas
de la Palabra y se proponen perseguir a las riquezas
según los métodos del mundo, ¿cómo pueden esperar
escapar de la participación en las miserias de los ricos?
El Dr. Philip Mauro nos habla de un hombre de negocios,
que profesaba ser cristiano, que tenia una posición prominen-
te en varias empresas religiosas y que tenía "tanto éxito"
en los negocios que pagó railes de dólares de impuestos a
las ganancias. No solamente era pronunciada en él la devoción
por los negocios, sino que demandaba la misma devoción de
sus subordinados. Por ejemplo, prohibía a sus empleados el
leer las Escrituras en el camino a la oficina, porque ese era el
momento de planear el trabajo del día, y ponía objeciones
a que se hiciera ningún trabajo de noche para el Señor (co-
mo la predicación en la calle) a fin de que ios empleados tu-
viesen la mente despejada para el trabajo al día siguiente.
Y no solamente eso, sino que para justificar estas demandas
citó las palabras de "ninguno puede servir a dos señores."
El Dr. Mauro expresa que no era difícil ver a qué "señor"
servía el citado hermano."
Muchos judíos en la época de Santiago eran ricos,
como lo son muchos judíos en el día de hoy, debido a
su ingénita capacidad para los negocios.
Estos versículos de Santiago son claramente profé-
ticos y tienen una aplicación doble: primero, a las ca-
lamidades que cayeron spbre los judíos durante la
guerra judía (66-70 D.C.) y segunda, a los ricos de
los postreros días, porque los versículos 7 y 8 se re-
fieren a la venida del Señor.
"¡Ea ahora, oh ricos! ¡Llorad y aullad a causa de
las miserias que están para venir sobre vosotros!" dice
Santiago. En el original griego el idioma es vivido y
SANTIAGO 51
presenta el lloro violento, acompañado de gritos de an-
gustia. Ellos serán el objeto peculiar de la venganza.
Se les robará sus tesoros y se les despojará de sus
posesiones. Sus depósitos de granos, frutos y otras
provisiones se corromperán, y las existencias de ropas
costosas serán roídas por la polilla. Vers. 2-3.
Sus pecados son la causa de todo esto. Las palabras
tienen el tono del Antiguo Testamento y el pecado es-
pecial denunciado está también condenado por la ley.
(Lea Deut. 24:14-15; Mal. 3:5.) Se compara aquí
la vida en el lujo y en los placeres de la carne
con las ovejas o los bueyes que eran engordados para
ser muertos después. Vers. 4-5.
En el versículo 6 la palabra "justo" se usa en sentido
genérico por lo que el versículo debe decir: "Habéis
condenado y muerto a los justos." Probablemente no
existe referencia directa a un individuo, aunque con-
cuerda con la muerte de Cristo y con la muerte de
Santiago mismo que ocurriera tiempo después. San-
tiago era llamado el Justo, y fue arrojado desde el
pináculo del templo.
Exhortaciones en Vista de la Venida del Señor.
El apóstol torna ahora a sus hermanos cristianos
con una exhortación de soportar pacientemente el su-
frimiento, porque el Señor vendrá y dará a cada uno
el pago correspondiente. Las palabras "tened pa-
ciencia," significan "no perder la esperanza." (Ro-
bertson) Por su parte*.el Dr. Vincent dice lo si-
guiente : "Una resistencia paciente en la prueba, acom-

52 LA BIBLIA A SU ALCANCE
panada de la facultad de no ceder a las pasiones, en
particular a la pasión de la ira."
El Señor mismo espera pacientemente hasta que
"sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies,"
y así como el labrador espera con anhelo su preciosa
cosecha, así también él espera la madurez de sus frutos
espirituales y ei almacenaatiiento de ellos en su granero.
Existen bases que nos permiten creer que tiene un
aspecto de dispensación relativo al derramamiento del
Espíritu en la analogía de la lluvia temprana y tardía.
En Palestina la lluvia temprana caia en octubre y
noviembre, mientras que la tardía lo hacia en marzo
y abril. La primera lluvia germinaba el grano, la
segunda lo maduraba.
De esta manera las lluvias tempranas cayeron en el
día de Pentecostés, inaugurando así el período de
la iglesia, mientras que la lluvia tardía, el moderno de-
rramamiento pentecostal madura los frutos de la igle-
sia para el día de la cosecha final, cuando los santos que
aún vivan serán llevados al cielo junto con aqué-
llos que partieron primero, para estar en la presencia
del Señor. Ver. 7.
SANTIAGO 53
algunos lo hacían en vista a sus problemas. El Juez,
el absolutamente Justo, está a punto de ocupar su lugar
en el tribunal. Desde allí, administrará justicia absolu-
ta y final. Por lo tanto, sólo resta poner el caso en
sus manos. "Mía es la venganza, yo pagaré, dice el
Señor." Vers. 8-9.
Alentaos por el ejemplo de los profetas quienes con
valor y fortaleza, en medio de grandes malentendidos
y hasta oposición violenta, que llegó hasta el sufri-
miento físico, permanecieron fieles a Dios y a su lla-
mado. (Por ejemplo, Isaías que según la tradición
fue aserrado en dos; Jeremías que fue puesto en el ce-
po (cap. 20:1-6) y también en el cieno de una mazmo-
rra, (cap. 38:5-12.)
Job es el ejemplo clásico de fortaleza y fe en me-
dio de las pruebas, por las que no veía razón atguna,
pero que fueron permitidas para el desarrollo espiri-
tual de Job. Surgió de la terrible prueba purificado en
su propia alma y doblemente bendecido. Vers. 10-11.

Nuevamente Santiago les exhorta a la constancia y

grandeza de ánimo en la adversidad, y a esperar pa-
cientemente la liberación, la justicia y la consumación
espiritual. Porque realmente "la venida del Señor se
acerca." No es proximidad fija, sino una constante
aproximación.
Por lo tanto, ¿por qué murmurar? "Dejad de que-
jaros los unos contra los otros," dice Santiago, como

LECCIÓN 7
Lenguaje directo
El versículo 12 dice así: "Vuestro sí sea sí y vues-
tro no sea no." Se refiere aquí al lenguaje que debe ser
claro, directo, franco, inequívoco. La vida cristiana es
una vida durante la cual debernos hablar la verdad.
Cristo Jesús habló la verdad, y sus seguidores deben
imitarlo. Este texto bíblico encierra principios funda-
mentales. Penetra hasta las raíces de la vida del hom-
bre. Aunque breve, tiene enoíme peso. Excluye de la
vida toda transacción con el mal, y toda hipocresía.
Obliga al hombre a decidirse a tomar partido en todo
conflicto de proporciones entre el bien y el mal, en-
tre la verdad y el error, entre lo sano y lo dañoso,
entre lo genuino y lo falso.
Estas palabras, si se las atiende, no dejan lugar a
las expresiones jactanciosas o bombásticas, ni a com-
prometerse en aquello sobre lo que el hombre no tiene
gobierno, o control. Estas palabras demandan sinceri-
dad, simplicidad e integridad.
Permitamos que esta exhortación constituya un fac-
tor de gobierno en nuestras vidas.
54
SANTIAGO 55
G. LA VERDADERA FE DEMOSTRADA POR
LAS ORACIONES EFICACES. 5:13,20.
Consejos con respecto a la aflicción y a la enfer-
medad.
El versículo 13 da direcciones prácticas con respecto
a dos estados opuestos: aflicción y alegría. Es bueno
reconocer que el creyente, mientras esté aquí en la
tierra, tendrá periodos de tristeza y de gozo. "En
todo momento, el corazón debe elevarse hacia Dios."
La época de sufrimiento demanda oración y la comu-
nión con Dios para aminorar la pena; la época de
prosperidad y gozo demanda una expresión especial
de agradecimiento y alabanza.
El Ungimiento y la Oración por los Enfermos.
La enfermedad es una de las aflicciones a las que
están expuestos fos hijos de Dios. En los versículos
14-16 se define el privilegio de los creyentes enfermos;
el deber de la iglesia hacia los enfermos; la seguridad
de la misericordia divina, y la relación del pecado con
la enfermedad, cuando menos en algunos casos y la
necesidad del reconocimiento de la falta, reconocimien-
to que a veces se necesita para abrir el camino para
la sanidad.
En primer lugar, el enfermo debe llamar a uno de
los ancianos. Este paso coloca sobre los hombros de
los ancianos la responsabilidad de proceder en el nom-
bre del Señor. En segundo lugar, se supone que el
enfermo ha tratado de descubrir en la presencia del
Señor, si su enfermedad constituye una corrección
por el pecado o no. A veces, aunque no siempre, la en-

56 LA BIBLIA A SU ALCANCE
íermedad es una corrección por el pecado.
En tercer lugar, se le asegura al enfermo el perdón
de sus pecados, mediante la confesión. En cuarto /u-
gar, la oración de fe será oída. En quinto lugar, en
reconocimiento a que hay faltas en todos nosotros,
nos exhorta a mantener un espíritu de tolerancia y
confesión mutuas.
Nótese que en el caso de aflicción y de enfermedad,
existe la promesa de la misericordia divina, pero al
mismo tiempo se ordena la cooperación del enfermo
y los demás creyentes con Dios, y entre sí.
El Dr. Rendel Harris traduce de la siguiente mane-
ra el versículo 16: "La oración del justo tiene gran
fuerza cuando ella es activada y vigorizada," Da re-
sultados.
Este pasaje de las Escrituras (vers. 13-16) puede
ser expresado en resumen -.mediante las palabras de
Dean Alford que dice:
"Es evidente aquí, considerando que e! perdón de los
pecados se expresa separadamente más adelante, que
la palabra griega "sosei" (salvará) sólo puede emple-
arse hablando de la sanidad del cuerpo y no de la sal-
vación del alma. Esta verdad no ha sido siempre
reconocida. Santiago recalca la eficacia de la oración
de fe en las aflicciones. (Ver. 13) Con respecto a tal
eficacia aduce una oportunidad especial. En la enfer-
medad, que el enfermo informe a los ancianos de la
iglesia. Que éstos, en representación de la congrega-
ción de los fieles, oren por el enfermo, acompañando
la oración con el acto simbólico y sacramental de un-
SANTIAGO 57
girlo con aceite en el nombre del Señor. Luego la
oración de fe sanará al enfermo y el Señor lo librará
de la enfermedad. Y aun en el caso de que la en-
fermedad hubiese sido provocada por algún pecado,
ese pecado le será perdonado. Tal es el simple e inne-
gable sentido del argumento apostólico para la efica-
cia de la oración."
El Ejemplo de la Oración que Prevalece.
Refiriéndonos de nuevo a la traducción del Dr.
Rendel Harris, del versículo 16 es evidente que la
importancia de la declaración de Santiago reside en las
palabras "activar y vigorizar." El deán Armitage Ro-
binson considera que significa "poner en operación
mediante la agencia divina." Sin duda esto es la ver-
dad. La oración de Ellas pidiendo lluvia después de
una prolongada sequía fue activada y vigorizada divi-
namente, porque fue contestada en base a la promesa
de Dios dada con anterioridad. 1 Reyes 18:42-46 y
1 Reyes 18:1.
Pero al mismo tiempo Elias oró fervientemente. El
intelecto, los sentimientos y la voluntad de Elias acti-
vaban y vigorizaban su oración. Estaba seguro que
oraba de acuerdo a la voluntad de Dios. La narra-
ción bíblica nos indica que puso sus sentimientos, sus
emociones. Ezechías, rey de Judá, oró con tanta in-
tensidad que las lágrimas corrían por sus mejillas.
Elias puso su entera voluntad en la oración, porque
a pesar de la terrible apostasia de su pueblo, estaba cons-
ciente de los sufrimientos de aquéllos "que no ha-
bían doblado sus rodillas a Baai."
58 LA BIBLIA A SU ALCANCE SANTIAGO 59

Convertir a un hermano. "La multitud de pecados," de que habla el versículo

Las palabras "hermanos, si alguno de entre voso-
tros. .." del versículo 19 parecen indicar que Santia-
go no está pensando del pecador sino de aquél que
pertenece a la hermandad, pero que se ha apartado.
Es más fácil censurar a un hermano que ha caído en
el error o aún castigarlo o disciplinarlo por su falta,
que buscar mediante la gracia y la humildad su restau-
ración.
20 no se refieren a los pecados del que convierte, co-
mo lo afirman los católicos romanos, sino del converti-
do, que de otra manera hubiera tenido que dar una te-
rrible cuenta de los pecados no perdonados y hasta
hubiera perdido su alma, si hubiera perseverado en el
camino equivocado. 1 Pedro 4:8. Vers. 19-20.
¡ Amén! Vivamos esta epístola.

Por medio de estos dos versículos (5:19-20) se

nos recuerda de la ocasión cuando Pedro afirmó con
marcado énfasis de su buena voluntad de hacer todo
lo que estuviera a su alcance en lo que respecta a
la fidelidad a su Maestro (una declaración sincera, pe-
ro sin comprender su propia debilidad) a lo que el
Señor Jesús profetizó la negación y luego añadió:
"Mas yo he rogado por ti, para que tu fe no falte; y
tú, vuelto a mí, fortalece a tus hermanos." (Versión
Moderna). Lucas 22:32.

Este es precisamente el espíritu de la exhortación

de Pablo en Gálatas 6:1-2. "Hermanos, si alguno fuere
tomado en alguna falta, vosotros que sois espirituales,
restaurad al tal con el espíritu de mansedumbre; con-
siderándote a ti mismo, porque tú no seas también
tentado" (o puesto a prueba). El significado es que
sí hubiéramos sido lanzados en las mismas circuns-
tancias podríamos haber fracasado también como el
hermano que cayó en el error.

PREGUNTAS DE REPASO
Lección 1
1. Hable brevemente con respecto a las epístolas ge-
nerales.
2. ¿Cuál es el rasgo distintivo del libro de Santiago?
3. Hable de su posición canónica.
4. Diga todo lo que sepa con respecto al autor.
5. Discuta el marco histórico y el destinatario de la
epístola.
6. Discuta la ocasión y fecha de la escritura.
7. ¿Qué lecciones pueden derivarse de la salutación?
Lección 2
1. Diga algo de la vida de estos judíos cristianos.
2. ¿Qué lugar ocupa la "paciencia" en el desarrollo
del carácter? Sea explícito.
3. ¿ Cómo se propone Dios suplir nuestras necesidades
en las pruebas?
4. ¿Por medio de qué suple esas necesidades, y a
qué creyentes puede Dios suplir ?
5. Dé el tema principal de la epístola.
6. Efectúe una distinción clara entre dos clases de
tentaciones.
7. ¿Cuál es la recompensa que obtendrá el cristia-
no si sale triunfante de la prueba?
60
SANTIAGO 61
8. ¿De qué íorma nos prueba Dios?
9. Trace el progreso del pecado.
10. ¿Qué cosas nos da Dios y cómo podemos saber
que podemos recibirlas ?
11. ¿Por medio de qué somos traídos a la familia
de Dios?
12. Dé una breve exposición, empleando sus propias
palabras, de 1:19-21.
Lección 3
1. ¿Cómo se gobierna o controla la vida del creyente
y por medio de qué nivel es gobernada ?
2. Demuestra que la "ley" está aún en vigor para
el cristiano en lo que respecta a nivel de conducta.
3. Demuestre la diferencia entre "religión" y cristia-
nismo.
4. ¿Cómo puede un hombre engañarse a sí mismo
y en lo que respecta a qué es lo que constituye
la religión pura ?
5. ¿Cuál es la verdadera prueba del amor fraternal?
6. ¿De qué forma demostraban parcialidad estos ju-
díos?
7. ¿De qué forma caracteriza Santiago a la ley?
8. ¿Cuál es la verdadera actitud del creyente hacia
sí mismo y hada otros ? 2:8-13.
9. ¿Cómo se manifiesta a sí misma la verdadera fe
y de qué se origina ? Explique.
62 LA BIBLIA A SU ALCANCE
10. Demuestre que la simple creencia en Dios no es
suficiente para la salvación.
Lección 4
1. Demuestre por medio de 2:21-26 que no existe
contradicción entre la enseñanza de Santiago y la
de Pablo.
2. ¿Qué peligros acechan al hombre que aspira a en-
señar a otros ?
3. ¿De qué forma se había manifestado esta ambición
éntrelos judíos?
4. ¿De qué manera señala Santiago que el gobierno
apropiado de la lengua se extiende hasta el hogar?
5. ¿Cómo demuestra Santiago el poder de la lengua?
6. Dé una breve explicación con respecto a las ilus-
traciones que Santiago usa con respecto al poder de
la lengua.
7. Comente con respecto a la naturaleza de la lengua
en lo que respecta a "fuego."
8. Haga un comentario con respecto a la lengua según
versículos 7:12.
Lección 5
1. Demuestre que la sabiduría de este mundo es te-
rrena.
2. Demuestre que es "sensual" y "demoníaca".
3. Dé el remedio del Dr. William Law para la envidia.
4. Haga un comentario en el sentido de que la sabi-
duría de lo alto es "pura."
SANTIAGO 63
5. ¿ Cuáles son las otras características ? Haga un co-
mentario sobre cada una de ellas.
6. Describa las condiciones que prevalecían en el
mundo judío en los días de Santiago, tal como lo
bosqueja el Dr. Lange.
7. Demuestre la diferencia entre las palabras "gue-
rras" y "contiendas" o pleitos.
8. ¿Qué quiere decir Santiago cuando emplea el tér-
mino "adúlteras"?
9. Explique el significado de 4:5.
10- ¿De qué dos formas se puede lograr la victoria
sobre el pecado ? Vers. 6-8,
11. ¿De qué se deriva la exhortación contenida en el
versículo 4:8 y que significado tiene la palabra
"manos"?
Lección 6
1. Dé el significado de 4:9-10.
2. ¿Por qué la maledicencia es un pecado tan terri-
ble?
3. ¿De qué forma condena Santiago la confianza de
los seres humanos en sí mismos, y cómo demues-
tra la incertidumbre de la vida ?
4. Explique cuál debe ser la actitud del verdadero
cristiano con respecto a los planes futuros.
5. ¿En qué aspectos acusa Santiago a los ricos?
6. Señale la posible doble aplicación de estos ver-
sículos. 5:1-12.
64 LA BIBLIA A SU ALCANCE
7. Señale el juicio que caerá sobre los opresores ri-
cos.
8. ¿ Cuál es el significado de 5:6?
9. ¿De qué forma exhorta Santiago a los santos que
sufren ?
10. ¿ De qué manera demuestra Dios paciencia ?
11. ¿Qué ejemplos de fortaleza cita Santiago? Ha-
ga un comentario de cada uno de ellos.
Lección 7
1. Haga un comentario con respecto a la enseñanza
de Santiago en relación al lenguaje directo.
2. ¿Qué consejos suministra para épocas de aflicción
o gozo?
3. Señale los puntos principales del capítulo 5:14-16.
4. ¿Qué lecciones relativas a la oración podemos sa-
car del ejemplo de Elias ?
5. Haga un comentario, empleando sus propias pala-
bras, de los versículos 19-20.
LA PRIMERA EPÍSTOLA DE PEDRO
LECCIÓN 8
La primera epístola de Pedro es sin duda la epístola
de la esperanza en medio del sufrimiento. Cuando
menos veinte veces el tema del sufrimiento es mencio-
nado directa o indirectamente. Quizá la referencia
más directa relativa al sufrimiento, y que a la vez
constituye un reto para nosotros se halla en 4:19, en
donde Pedro lo representa como "la voluntad de Dios."
Recuerda a sus lectores de los sufrimientos de Cris-
to (1:11; 2:21,23; 5:1) y los alienta a emular su
ejemplo (2:21; 4:1,2). Los exhorta a esperar el su-
frimiento, (4:12), y a no ser perturbados por él ( 3 :
14), sino soportarlo pacientemente (2:23; 3:9), go-
zarse en los sufrimientos (4:13) en comunión con los
demás hermanos que están en condiciones semejantes
(5:9). Pedro señala -jue el sufrimiento tiene valor.
(1:6-7; 2:19,20; 3:14; 4:14). El apóstol les ad-
vierte, sin embargo, de no exponerse a sufrir como
malhechores (2:20;4:15).
Por lo tanto, la epístola es en su mayor parte prác-
tica y no doctrinal.
65
66 LA BIBLIA A SU ALCANCE
Evidencia y Autor
Esta epístola era umversalmente reconocida como
la obra del apóstol Pedro en la época de la iglesia pri-
mitiva. Eusebio, el historiador eclesiástico, coloca la
epístola entre las obras consideradas definitivamente
canónicas y ningún libro consta de una evidencia más
antigua o firme que la primera epístola de Pedro. Se
hace mención de ella en la segunda epístola de Pedro.
2 Pedro 3:1. Un buen número de los padres de la
iglesia primitiva citaron libremente partes de ella.
"La evidencia interna apoya la externa. En una
oportunidad el escritor se denomina Pedro (1:1). Es-
tá bien relacionado con la vida de Cristo y con las
enseñanzas del Maestro. Las palabras "revestios
de humildad," (5:5) parecen aludir al incidente
cuando Cristo se puso una toalla para lavar los pies
de los discípulos (Juan 13:3-5). El consejo de apa-
centar "la grey de Dios," (5:2) nos trae a la memoria
las palabras de Cristo dirigidas a Pedro cuando di-
jo: "Apacienta mis corderos," y "apacienta mis ove-
jas." (Juan 21:15-17.) Asimismo es posible que haya
relación entre las enseñanzas de Jesús y las si-
guientes palabras de Pedro: "Si sois vituperados en el
nombre de Cristo, sois bienaventurados," (4:14),
"Echando toda vuestra solicitud en él," (5:7), y "Sed
templados y velad," (5:8) etc. Afirma haber sido un
"testigo de las aflicciones de Cristo," (5:1). Notemos
de paso la energía de sus palabras a este respecto en
3:18 y 4:1. Habla con detenimiento de la persona
de Cristo en sus sufrimientos (2:19-24) y aconseja a
1 PEDRO 67
sus lectores a recordar que son participantes de los su-
frimientos de Cristo (4:13). Descubrimos en la
epístola el mismo reconocimiento de la igualdad entre
los gentiles y judíos cristianos que tenemos en el
libro de los Hechos. No puede haber la menor du-
da, por lo tanto, de que la epístola fue escrita por
el apóstol Pedro."—Thiessen.
Sería de interés insertar una historia breve de la
vida de este personaje tan interesante de! Nuevo Tes-
tamento, pero el espacio no nos permite en un cur-
so de esta naturaleza. Será suficiente que digamos
que se trata de uno de los primeros discípulos de
Cristo, impulsivo y con excesiva confianza en sí mis-
mo al principio, pero más tarde humilde y maduro por
la experiencia. Junto con Jacobo y Juan formó en
varias oportunidades el círculo íntimo de Jesús. Fue
e] apóstol de la circuncisión. La tradición nos dice
que sufrió el martirio en Roma aproximadamente en
el año 67 D.C. cuando fue crucificado. Su Maestro
había predicho su muerte violenta (Juan 21:18,19),
la cual se cree ocurrió durante el reinado de Nerón.
Se dice que por un pedido personal, fue crucificado
con la cabeza hacia abajo, pues se consideraba indigno
de asemejarse a su Maestro en la muerte.
Fondo y Destino
La epístola está dirigida a "los extranjeros espar-
cidos en Ponto, en Galacia, en Capadocia, en Asia,
y en Bithinia, elegidos según la presciencia de Dios
Padre." (1:1). La palabra "elegidos," como así todo
el contenido de la epístola, indica que los lectores eran
68 LA BIBLIA A SU ALCANCE
cristianos. Santiago escribió a "las doce tribus que es-
tán esparcidas—evidentemente judíos cristianos—mas
Pedro no se dirige a sus lectores como si fueran "las
doce tribus." Las referencias que hace con respecto al
estado anterior de sus lectores (1:14; 2:9, 10; 4:3-5)
indican claramente que no está pensando de los judíos
cristianos exclusivamente, ni aún principalmente. Por
lo tanto, concluímos que sus lectores eran principal-
mente cristianos gentiles.
Eran "extranjeros esparcidos," en el sentido de que
eran extranjeros y peregrinos en la tierra. 2:11. He-
breos 11:13-16; 13:14. Pedro consideraba a los cris-
tianos corno a "esparcidos" entre los paganos. Las
provincias mencionadas en el versículo 1 son todas ro-
manas, indicando así que la epístola estaba destinada a
los romanos del Asia Menor. Pablo y sus colaborado-
res habían fundado las iglesias en Galacia y Asia. Las
iglesias en Ponto, Capadocia y Bithynia no habían sido
fundadas, cuando menos directamente, por Pablo
(los Hechos 16:7), pero podrían haber sido fundadas
por sus convertidos en Galacia y Asia. Pedro viajó
extensamente después del Consejo de Jerusalem (los
Hechos 15) y quizá visitara estas tres provincias.
Por todo ello, creemos que los creyentes a quienes
se dirige Pedro son en su mayoría gentiles.
La ocasión y la fecha.
La epístola misma nos revela el estado de estos
cristianos. Estaban bajo la dirección de "ancianos."
5:1. Los Hechos 20:17-35. Sufrían cierta clase de
persecución. 3:17; 4:12-19. No hay indicios de que
1 PEDRO 69
se registraran martirios, prisiones, confiscaciones o
demanda del emperador en el sentido de que se le ado-
rara. En el capítulo 4:14-15 hay indicios de que se
produjo un ataque de vituperio. Se les ridiculiza por
abstenerse de asistir a las fiestas y diversiones licencio-
sas de los paganos. 4:4-5. Quizá se les acusara de
deslealtad al estado. 2:13-17. Tal vez hayan existido
tendencias de caer en las costumbres paganas, (2:11-
12,16; 4:1-5). Asimismo parecía que había el peligro
de que los ancianos alentaran un espíritu interesado
y dominador. 5:2, 3.
El Dr. Thiessen dice lo siguiente: "La epístola de-
muestra relación no solamente con las primeras epísto-
las tales como Santiago, 1 Tesalonicenses y Romanos,
sino también con los Colosenses, Efesios, y Filipenses.
Col. 3:22 con 1 Pedro 2:18; Efesios 1:1-3 con 1 Pe-
dro 1:1-3; Efes. 5:22-24 con 1 Pedro 3:1-6; Fil 4:
19,20 con 1 Pedro 5:10,11. Debe de haber sido
escrita, por lo tanto, después de las epístolas que fue-
ron escritas en la prisión." La fecha probable es el
año 65 D.C.
La Babilonia a que se refiere en el versículo 5:13
es una ciudad sobre el río Eufrates y en esto están de
acuerdo Erasmo, Calvino, Hart, Gregory, Alford,
Mayor y Moorehead. Sin embargo, la mayoría de los
escritores afirma que se trata de una referencia sim-
bólica a Roma, pero no existe evidencia de que el tér-
mino se aplicara a Roma hasta después que fuera es-
crito el libro del Apocalipsis. Aunque algunos de los
primeros padres de la iglesia afirman que Pedro estu-
70 LA BIBLIA A SU ALCANCE
vo en la ciudad de Roma, no existen pruebas históricas
de que llegó allí antes de que Pablo fuera liberado
de la prisión de Roma. La razón que tiene el Dr.
Alford para aceptar el punto de vista de que se trata
de una referencia a una Babilonia literal, y que es
citada por el Dr. Thiessen, es la siguiente: "No debe-
mos dar un significado alegórico a un nombre propio
empleado con sencillez, dentro del marco de una sim-
ple narración."
El Propósito y el Plan.
Silvano podría muy bien haber sido no solamente
el portador de la epístola, sino el amanuense de Pe-
dro. 5:12. Pedro escribió claramente para alentar
y fortificar a los creyentes en sus pruebas, para "amo-
nestarles a que vivieran una vida en armonía con
una salvación tan grande, y para magnificar la gracia
de Dios en dicha salvación. Dicho en sus propias pa-
labras, les había escrito "amonestándoos y testificando
que ésta es la verdadera gracia de Dios." 5:12. "La
gracia de Dios," nos habla de la salvación que Pablo
había predicado a las iglesias del Asía Menor, y que
Pedro asimismo había proclamado. Los creyentes
necesitaban saber que estaban absolutamente en lo
cierto. Los exhorta a hacer amplio uso de esta gracia
en su vida diaria." —Thiessen.
Según el capítulo segundo de la epístola a los
Gálatas, hubo un profundo desacuerdo entre Pablo y
Pedro. El apóstol Pedro escribe ahora a los santos
que se encuentran en los países donde Pablo trabajó
más. La controversia ha sido resuelta, pues "en las
1 PEDRO 71
últimas palabras de su segunda epístola, Pedro ha-
bla de Pablo como "nuestro amado hermano," (2 Pedro
3:15-16) y reclama para el apóstol de los gentiles la
autoridad de las Escrituras. No hay ahora conten-
ción entre ellos ni contradicción en sus escritos. Un
Espíritu guiaba e inspiraba a ambos, y necesitamos
a ambos igualmente," —William Lincoln.
"Muchos de los cristianos primitivos habían comen-
zado a pensar que San Pablo y San Pedro sostenían
puntos de vista distintos con respecto a puntos fun-
damentales de la fe cristiana. Se cree que Pedro escri-
bió esta epístola y la envió por medio de Silvano (Si-
las), el compañero de Pablo, a las iglesias asiáti-
cas fundadas por Pablo, a fin de destruir la idea de
que no estaban de acuerdo." —Lee.
Características de la Epístola.
Con justicia Lulero clasifica a la epístola del após-
tol San Pedro como una de las más nobles del Nuevo
Testamento. Despliega riquezas de pensamientos, de
dignidad, de fervor, de humildad y amor. En ella se
refleja asimismo una firme esperanza, una prepara-
ción para la venida de Cristo, en armonía exacta con
la individualidad del apóstol. Su idea de la cristian-
dad, como el cumplimiento de las profecías del Anti-
guo Testamento (1:10-12), en perfecto acuerdo con
los discursos del libro de los Hechos (3:18-25). .. su
plan uniforme, que se remonta" al Antiguo Testamento
al delinear la doctrina de la Persona y la obra de
Cristo, le presentan como el apóstol que contempla al
Evangelio principalmente desde el punto de vista de
72 LA BIBLIA A SU ALCANCE

la unidad con el Antiguo Pacto." —Dr. G.F.C. Fron-

muller.

Bosquejo de la Epístola LECCIÓN 9

por el Dr. H.C. Thiessen

Salutación 1 :l-2.
1. La certidumbre con respecto a la herencia futura.
1:3-12.
2. La vida personal que cuadra al creyente. 1:13 al 2:
10.
3. La vida social y doméstica que cuadra al creyente.
2:11 al 3:12.
4. La fe y conducta que cuadra al creyente en la perse-
cución. 3 :13"al 4:6.
5. La conducta y actitud que cuadra al creyente en re-
lación con el fin de todas las cosas. 4:7-19.
6. El vínculo o relación que debe existir entre los
ancianos y la congregación. 5:1-11.
Conclusión 5 :12-14.
Salutación
El nombre original del escritor inspirado de esta
epístola era Simón. Jesús le díó el nombre arameo
de Cephas, que significa piedra. Juan 1:42. La pala-
bra "piedra" se deriva del vocablo griego "petros" el
cual significa "un pedazo desprendido de roca, de
grandes proporciones." Se emplea para describir a Pe-
dro como a un hombre de firmeza y fortaleza de alma.
Pedro es la escritura española de la palabra griega
"Petros."
En respuesta a la confesión de Pedro relativa a la
deidad de Jesús, el Señor le respondió: "Tú eres
Pedro (Petros) y sobre esta roca (petra) edificaré
mi iglesia." Mateo 16:18. El Dr. Thayer en su léxi-
co afirma que el Dr. Schmidt considera a "petros" y
"petra" como sinónimos, añadiendo que "petros" signi-
fica "un pedazo desprendido de roca, de grandes pro-
porciones," mientras que "petra" equivale a la "masa
de roca viviente."
De esta macera Pedro mismo designa a Cristo como
la "piedra del ángulo," en la fundación de la iglesia,
y a los santos, incluso él mismo, como "piedras vivas"
las cuales forman la casa espiritual. 2:4-6.

73
74 LA BIBLIA A SU ALCANCE
Pedro se denomina a sí mismo, como lo hace tam-
bién Pablo, un apóstol o enviado, comisionado por
el Señor con las credenciales necesarias para la mi-
sión. Cristo Jesús le envió con credenciales en la
forma de equipo del Espíritu Santo con la misión de
predicar el evangelio.
Pedro se dirige a aquéllos que denomina "extranje-
ros esparcidos., .elegidos," que se encontraban dise-
minados por las provincias nombradas. La palabra ele-
gir significa escoger. El impulso inicial de la salva-
ción debe proceder de Dios. De otra manera nunca nos
salvaríamos. Vemos aquí la obra de la Trinidad en
nuestra salvación. Por su presciencia, Dios el Padre
nos conocía. El Señor Jesús derramó su sangre
para redimirnos. El Espíritu Santo nos "santificó"
en el sentido de que por su poder de convicción pre-
paró nuestros corazones para la "obediencia de la fe."
La maravillosa salvación de Dios no constituye un
expediente tardío, algo de lo que se acordó a último
momento, o que fuera motivado por algo que no había
previsto. No se trata tampoco de una mera contingen-
cia, ni está dicha salvación sujeta a condiciones impre-
vistas ni procede de ellas. Fue prevista y preparada de
antemano y luego llevada a cabo de acuerdo al pro-
pósito eterno de Dios. El previo la caída del hombre
y dio a su Hijo "de antes de la fundación del mun-
do," para nuestra redención. En "el cumplimiento del
tiempo" el vino a este mundo y murió por nosotros.
Ahora por su Espíritu Soberano convence (éste
es el sentido de la palabra "santificación," del ver-
1 PEDRO 75
sículo 2) de pecado, dirige nuestra mirada hacia Je-
sús y nos da la oportunidad de obedecer la verdad
y apropiarnos de la sangre rociada que nos limpia de
nuestros pecados. Vers. 1,2.
/. La Certidumbre de la Herencia Futura. 1:3-12.
Es interesante notar que Dios el Padre es la figura
central en los versículos 3-5, Dios el Hijo en los
versículos 6-9 y Dios el Espíritu Santo en los ver-
sículos 10-12.
La Herencia del Creyente. Vers 3-5.
Después de mencionar a Dios en el versículo 2,
Pedro pronuncia la bendición en el nombre del Se-
ñor. La palabra "bendito" se deriva de un vocablo
griego que significa elogiar. Quiere decir "alabar o
celebrar con alabanzas". El apóstol alaba a Dios por
su misericordia, la cual ha creado una nueva vida espi-
ritual en nosotros "por la resurrección de Cristo de los
muertos."
El es "el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo,"
reconocimiento éste de Jesús en relación humana ha-
cia Dios como Padre, relación que nuestro Señor re-
conoció constantemente. La deidad de Cristo es re-
calcada también aquí en el nombre de Jesús, que sig-
nifica Jehová-Salvador, y en el título de Cristo, pala-
bra que significa el Ungido, quien fue predicho.
Dios ha regenerado a los elegidos al impartirles una
nueva vida por medio del Espíritu Santo, de manera
que tenemos una esperanza viva. "La esperanza aquí
no es solamente algo objetivo (algo para mirar'o con-
76 LA BIBLIA A SU ALCANCE
templar en lo futuro) sino subjetivo (es decir, dentro
del ser). Se trata de algo activo y vivo, un principio
activante de vida divina en el creyente, una esperanza
cristiana y optimismo producido en el creyente por
la morada del Espíritu Santo. Es un estado de expec-
tación para el cristiano que piensa constantemente en
la herencia que le espera en los cielos, y de esperanza
de recibir las bendiciones presentes de Dios en esta vi-
da. .." Wuest.
Esta esperanza viva es creada, inspirada y hecha una
realidad por la resurrección de nuestro Señor de en-
tre los muertos. Su resurrección y nuestra identifica-
ción con él en ella constituye la promesa de nuestra fu-
tura herencia gloriosa. Ver. 3.
Esta herencia, de acuerdo al significado de las pa-
labras griegas es imperecedera "sin defecto ninguno
en la escritura," (Robertson) que no se desvanecerá.
La hermosura de la herencia celestial se la presenta
como algo que está libre de las plagas que atacan lo
terrenal.''—Vincent.
Es "reservada," es decir, guardada o protegida. Ni
los bandidos ni ladrones podrán penetrar en el cielo,
donde se guarda esta herencia para nosotros. Ver. 4.
La palabra "guardados" en' el versículo 5 es sacada
de un término militar que significa "guarnecer." Mien-
tras que nuestra herencia es guardada bajo la mirada
vigilante de Dios en los cielos, nosotros estamos guar-
necidos por el cuidado y poder protector de Dios, como
si fuera un cordón militar. Somos guardados por el
poder de Dios, por medio de la fe, para la salvación.
1 PEDRO 77
Ver. 5. Versión Moderna. "Por"' indica la causa su-
ficiente, "por medio de" el agente secundario, y "para"
el resultado, o la consumación de la salvación en el día
señalado. Ver. 5.
El Propósito del Sufrimiento. Vers. 6-9. D.(?«"£?•
La frase "por lo cual" del versículo 6 se retiere al
contexto precedente, formado por los versículos 3-5.
El recuerdo de las grandes posesiones reservadas pa-
ra los santos llena con justicia de gran gozo. Podría-
mos hacer una paráfrasis del versículo 6 diciendo:
"En lo cual os regocijáis grandemente, aunque ahora
por un poco de tiempo (mientras sea necesario) ha-
béis sido entristecidos con diversas pruebas."
El creyente no debe desconcertarse por las pruebas
que deba soportar, porque ellas son necesarias. Las
pruebas de los santos tienen un fin determinado, el
cual puede verse en el versículo 7.
La prueba de la fe del creyente es algo de más
valor que el oro. La palabra "prueba" no se refiere
solamente a los medios o procesos por los cuales la
prueba es completada, sino el resultado del contacto
de la fe con la prueba. La expresión es equivalente
a la verificación de la fe o a vuestra fe "aprobada."
Cuando el creyente pasa por pruebas con éxito,
la aprobación no sólo le recompensa a él, sino que
acrecienta la gloria y el honor del Señor cuando él
vuelva de nuevo como lo dice Pablo en 2 Tesaloni-
censes I :10: "Cuando viniere para ser glorificado en
sus santos, y a hacerse admirable en aquel día en
todos los que creyeron."
78 LA BIBLIA A SU ALCANCE
En otras palabras, "del trabajo de su alma verá y
será saciado," con los gloriosos resultados de su obra
redentora y santificadora. Ver. 7.
Estos cristianos a quienes Pedro escribía nunca
habían visto a Jesús en la carne, ni antes ni después
de su crucifixión o resurrección. Sin embargo, habían
creído en el Señor y el Espíritu de Dios había hecho
muy vivida la relación de estos creyentes con su Se-
ñor. Había derramado en abundancia en sus corazo-
nes un amor por Jesús. Era "necesario" que él se
fuera (Juan 16:7) para que el Consolador pudiera
venir y hacer del Señor una realidad, no como el Je-
sús con cuerpo mortal, sino como el Hombre glori-
ficado en lugares celestiales, el objeto universal de
adoración y amor adorador. En Jesús el.creyente se
regocija ahora con un gozo inexpresable, un gozo glo-
rificado. Ver. 8.
El vocablo "obteniendo" (ver. 9) puede tener do-
ble significado, es decir, puede significar la recepción
actual por el creyente de las operaciones santificadoras
del Espíritu, que constituyen las arras de nuestra he-
rencia, y la consumación de nuestra salvación en el
acto final de transformación en su presencia en el tras-
lado. Ver. 9.
La Investigación del Profeta y. la Respuesta. Vers. 10-
12.
Esta maravillosa salvación aumenta de importancia
y valor cuando consideramos el hecho de que los profe-
tas investigaron con infatigable diligencia con respecto
a la época de la salvación y a su significado y que
1 PEDRO 79
los ángeles también desearon comprender el misterio.
Los profetas, prendados de lo extraño y maravillo-
so de las cosas que ellos mismos revelaban por inspira-
ción divina, efectuaron un estudio diligente y serio
del asunto, como si fueran mineros empeñados en la
búsqueda del precioso metal. La investigación trata-
ba de descubir a qué época especial se refería el "Es-
píritu profético de Cristo," cuando ese Espíritu reveló
un nuevo orden teocrático. Asimismo los profetas
trataban de establecer cuál era el carácter de esa
época. Estudiaron todas las profecías que tenían a su
disposición, fuera de las suyas, y trataron de sondar
las profundidades del testimonio de su propio espíritu
profético concerniente a los sufrimientos del Mesfu
y a su gloria.
Se les reveló asi que la gracia particular, destinada
a los creyentes de esta edad, no era para ellos, sino
para esta dispensación, cuando Dios llama tanto a los
judíos como a los gentiles, "para tomar de ellos pueblo
para su nombre," para formar con ellos un cuerpo.
Efesios 3:5-6.
La salvación de los gentiles no era un misterio para
los profetas del Antiguo Testamento. Lo que sí consti-
tuía un misterio para ellos era la demolición de la
barrera de rígida exclusividad entre los judíos y gen-
tiles, a fin de que ambos participaran igualmente de
la gracia de Dios. Hasta para Pedro había sido difí-
cil ver esta gran verdad. Los Hechos 10:1-48.
Pedro dice que hasta los ángeles "desean" (la pala-
bra indica un profundo deseo) "mirar" estos miste-
80 LA BIBLIA A SU ALCANCE

rios. No son participantes de esta salvación, sino es-

pectadores entusiastas de ella. Efe. 3:10; I Cor. 4:9.
(La palabra "mirar" quiere decir "mirar con cuidado,"
"investigar," y se emplea en circunstancias que Pedro,
Maria y Juan miraron en la tumba vacia. Lucas 24:12;
Juan 20:5,11.) LECCIÓN 10

¡Cómo se deben de maravillar los ángeles al con-

templar a los creyentes, que otrora estuvieron aleja-
dos de Dios, ahora reconciliados con él exhibiendo la 2. La Vida Personal del Creyente. 1:13 al 2:10.
gracia y el amor de Dios en vidas transformadas y
esperando al mismo tiempo su glorificación en el cielo!

Por lo cual (por la gracia gloriosa de Dios, tanto

para judíos como para gentiles en Cristo) teniendo
los lomos de vuestro entendimiento ceñidos, con tem-
planza, esperad perfectamente en la gracia.. ."
"Las vestiduras eran ceñidas de tal modo que per-
mitían trabajar, viajar, correr, llevar una carga, lu-
char o ir a la guerra sin dificultad alguna. De igual
manera el cristiano debiera ceñir su mente, es decir,
permanecer despierto y preparado. Sus pensamientos
y su voluntad deben de estar en actividad y concen-
trados para que puedan responder al llamado al traba-
jo, a la lucha o al sufrimiento. Uno debe cuidarse
de la distracción o la ociosidad, como asimismo de
la irritación, de la agitación mórbida y la exageración
y aquello de carácter excéntrico. La sobriedad pre-
viene esto último." —Fronmuller.
El cristiano debe esperar perfectamente en la gra-
cia, que culminará cuando Cristo sea revelado desde el
cielo, para consumar en el creyente el propósito de
gracia de Dios. Ver. 13.

81
 ^
82 LA BIBLIA A SU ALCANCE
Como a hijos a quienes caracteriza la obediencia,
ios santos deben de renunciar a la conformidad con lo
mutable e ilusorio, que caracterizaba su estado no re-
generado, antes de que fueran iluminados. Pero de
acuerdo al ejemplo dejado por el, el Santo, que ha
llamado a los creyentes, éstos deben ser santos, sepa-
rados para Dios, en toda fase de la conducta y el com-
portamiento. El ha mandado todo esto y lo espera de
los "hijos obedientes." Vers. 14-16.
La palabra "si" del versículo 17 no denota duda,
sino más bien relación causal entre dos cláusulas, y
podría traducirse así: "Y ya que invocáis por Padre
a aquel que sin acepción de personas juzga la obra de
cada uno, conversad en temor todo el tiempo de vuestra
peregrinación." La actitud de los "hijos obedientes" en
las relaciones filiales hacia un Padre tan amoroso, que
considera a los hombres por su carácter intrinsico y
verdadero y no por las circunstancias externas de ri-
quezas o posición, debe ser de temor reverencial,
puesto que sólo son extranjeros y peregrinos (1 Pe-
dro 2:11) en un inundo extraño. Ver. 17.
Incentivos ¡'ara una I'ida Santa. El Costo Infinito
de la Redención.
La consideración o examen del inestimable valor de
la salvación nos proporciona un nuevo incentivo pa-
ra buscar !a santidad de la mente y de la conducta,
y un baluarte que nos defienda de !a posibilidad de re-
tornar a nuestra anterior y vacía forma de vida. La
palabra "rescatados" lleva en sí la idea del preció
del rescate pagado para la liberación. El precio de
1 PEDRO 83
rescate fue la sangre preciosa del Cordero Pascual,
moralmente inmaculado, nuestro Señor Jesucristo.
Este precio excede al del oro o la plata. Vers. 18 y 19.
Este Cordero Inmaculado, el Cristo pre-existente,
fue conocido y preordenado, antes de que fueran
fijados los fundamentos del universo, pero en los pos-
trimeros tiempos fue manifestado en la encarnación, en
forma visible, para nuestro bien. La palabra "tiem-
pos" (ver. 20) sin duda se refiere a las dispensaciones
o a periodos sucesivos en la historia humano-divina
hasta que se produjo el cumplimiento del tiempo. Gá-
latas 4:4.
Por medio de la revelación que Jesucristo hizo de
él ("el que me ha visto, ha visto al Padre. .." Juan
14:9-11), los que recibieron la carta de Pedro (y
nosotros también) nos hemos transformado en verda-
deros creyentes en el Dios Viviente y Verdadero, que
pone su sello divino de aprobación sobre el valer in-
trinsico y sobre la obra terminada del Señor, levan-
tándolo de entre los muertos y glorificándolo a su
propia diestra. Filipenses 2:9.
"Vuestra fe descansa en la resurrección de Cristo—
fue Dios quien le levantó—; vuestra esperanza en la
glorificación— es Dios que le ha dado la gloria."
—Alford. La Presencia de Cristo a la mano derecha del
Padre, triunfante sobre todas las cosas, constituye la
promesa del cumplimiento futuro de nuestro privilegio
espiritual en la actualidad, de sentarnos "en los cielos
con Cristo Jesús." Efesios 2:6. Vers. 20-21.
 84 LA BIBLIA A SU ALCANCE
Amor por los Hermanos en Reconocimiento de la
Nueva Vida y de Nuestra Propia Fragilidad Humana.
Estos creyentes habían purificado sus almas en su
obediencia a la verdad con el resultado de que habían
llegado a amar sin fingimiento a los hermanos. Las
palabras "sin fingimiento," quieren decir "sin hipocre-
sía." La palabra hipocresía significa fingir o aparen-
tar lo que no se es o se siente. El amor de estos her-
manos por sus hermanos cristianos era un amor ge-
nuino y no simulado.
La palabra especial griega que se traduce aquí ''ca-
ridad" es "phile," la cual significa " . . . un afecto que
consiste de estimar a una persona cuya personalidad
refleja las mismas características y ios mismos gustos
que uno. Se trata de un afecto o inclinación, una
simple atracción hacia otra persona, perfectamente le-
gítima. Esta palabra fue empicada apropiadamente
por el apóstol inspirado." —Wuest. Ver. 22.
Les exhorta, empero, a colocarse en un plano más
elevado de amor— "amaos unos a otros"—- amor
(ágape) que en "el empleo clásico se refería al amor
inspirado por la exquisitas de la persona amada." En
el Nuevo Testamento se eleva o exalta el significado
de la palabra amor cuando s'e la usa para indicar es-
píritu de abnegación por la persona amada. Es amor
divino- Juan 3:16; 1 Corintios 13; 1 Juan 4:8. Ver.
22. Un amor tan intenso, nacido de un corazón puro,
es posible para el creyente por la recepción de una
nueva vida y naturale?a por la Palabra de Díos (2 Pe-
dro 1:4) la Palabra que vive y permanece. Ver. 23.
1 PEDRO 85
Aquello que no es vivificado por el Espíritu de Dios
muy pronto se marchita y perece cual la hierba,
mas la Palabra de Dios permanece para siempre- Esa
palabra que permanece y vivífica forma parte integral
de las buenas nuevas de salvación que todo lo abarcan.
Es la Palabra de Dios que hace nacer de nuevo, de ma-
nera que la vida y el amor de Dios que habitan en no-
sotros nos capacitan para amar "entrañablemente de
corazón puro." Vers. 24 y 25.
Exhortación al Crecimiento y al Sacerdocio Aprobado.
2:1-10.
Por lo tanto— "habiendo purificado vuestras al-
mas"— dejad de lado todo aquello que no esté en ar-
monía con la vida nueva y pura. Para que la nueva vi-
da florezca, deben dejarse de lado la malicia, el enga-
ño, el fingimiento, la envidia y las detracciones, es
decir, la calumnia y la difamación. Estos males son
como las hierbas nocivas que aljogan el jardín recién
plantado. Ver. 1.
La nueva vida debe ser alimentada por la Palabra de
Dios pura, es decir, sin adulteración alguna, y el ali-
mento que ella proporciona debe ser anhelado con la
misma avidez que el recién nacido busca el alimento
mater-no. Ver. 2.
El vocablo "si" del versículo tres es signo de re-
lación causal y podría traducirse así: ".. .para que
por ella crezcáis en salud: ya que habéis gustado
que el Señor es benigno." Ver. 3.
En el versículo cuatro las palabras '"al cual alie-
86 LA BIBLIA A SU ALCANCE
gándocs," no indican en el texto griego el acercamien-
to inicia! al Señor para la salvación, sino el acerca-
miento habitual y la asociación íntima de uno que "ha
gustado que el Señor es benigno," y que busca ese
hermoso lugar de comunión con su Señor.
En el versículo cuatro, el apóstol cambia la figura
¡iteraría para hacer referencia a un edificio sagrado,
un templo espiritual para la habitación de Dios. Ve
a Cristo como la piedra angular de este templo, piedra
que fuera rechazada después del proceso llevado a ca-
bo por los suyos (Salmo 119:22). La Piedra Viva se
ofreció a sí mismo a Israel como el Mesías, pero fue
juzgado y rechazado oficialmente por Israel, porque
no se conformaba a las ideas que los israelitas tenían
del Mesiafl. Pero a los ojos del Padre fue aprobado y
exaltado. Romanos 1:4; Filipenses 2:9. Ver. 4.
La metáfora de una casa construida por piedras
vivas es realmente extraña,- y no obstante ello pre-
senta un ejemplo de la estabilidad, de] crecimiento y
de !a actividad del reino espiritual de Dios. Tenemos
aquí la figura de unas piedras sosteniendo a otras,
de éstas estabilizando a aquéllas, y de unidad y sime-
tría en toda la estructura.
Esta casa espiritual constituye todo el cuerpo mís-
tico de Cristo, el cual forma un sacerdocio santo, que
se acerca al altar con sacrificios espirituales (han ce-
sado los sacrificios animales) aceptables en base a lo
digno del Amado, el cual es precioso. Ver. 5.
Pedro presenta pruebas, sacadas de Isaías 28:16, con
respecto a la verdad concerniente a esta Piedra espi-
1 PEDRO 87
ritual del ángulo y templo, profetizada hacía 700
años. Jesús mismo citó estos versículos y los aplicó
a la conducta del Sanedrín hacia él mismo. Mateo 21:
42; Marcos 12:10; Lucas 20:17. Pedro citó el Salmo
118:22 en su discurso frente a la Puerta Hermosa y
lo aplicó a lo que Jesús había hecho. Los Hechos 4:
11. Para el creyente, el Señor es la "preciosidad" o
"exquisitez" y el honor, pero para el que le rechaza,
se transforma en piedra de tropiezo la cual hará caer.
"Su desobediencia no está ordenada, pero sí la pena
por su desobediencia." —Bigg. Vers. 6-8.
"Mas vosotros"—dice Pedro—"sois linaje escogi-
do. .." en contraste con los desobedientes de que se ha-
ce mención en el versículo 8. El creyente pertenece
a una raza elegida, y está unido por vínculos de san-
gre, en virtud del nuevo nacimiento, al Israel espiri-
tual (no a la raza judia). Han constituido un reino
de sacerdotes (Apocalipsis 1:6); son gente santa, el
Israel espiritual formado por los creyentes, tanto ju-
díos como gentiles; un pueblo adquirido, de posesión
exclusiva. Se nos ha llamado para proclamar las vir-
tudes y excelencias de Aquél que tan señaladamente
nos ha honrado. Ver. 9.
Otrora éramos un pueblo que no tenía relación algu-
na con Dios, pues aquella relación había sido interrum-
pida por el pecado, pero ahora somos su pueblo, pues
ha tenido misericordia de nosotros y nos ha restaurado
a su comunión. Ver. 10.

LECCIÓN 11
3. La Vida Social y Doméstica del Creyente. 2:11 al
3:12.
La Conducta del Cristiano entre tos Inconversos
y hacia la Autoridad Establecida. Vers. 11-17.
Pedro se dirige a sus oyentes como a "amados," y los
exhorta como a extranjeros cuya permanencia aquí es
sólo transitoria, y como a peregrinos cristianos, cuya
patria es el cielo, de abstenerse de los pecados de la
carne, a los cuales se entregan las personas mundanas.
Estos pecados son los que se levantan en conflicto con-
tra los intereses más elevados del alma redimida. Ver.
11.
Los mundanos a nuestro alrededor tratan de en-
contrar faltas en la conducta moral del cristiano, por
lo que nuestra conversación o comportamiento debe
estar concorde con nuestro santo y elevado llamado.
Quizá hablen de nosotros como de malhechores, pero
nuestra buena conducta tal vez les haga ver las cosas
en forma distinta, y como resultado de ello los obligue
a glorificar y dar honor a Dios, cuando el día de
la visitación o inspección llegue. El ejemplo lleno
de piedad del cristiano provoca a menudo en el pe-
cador el anhelo ferviente de salvación. Ver. 12.
88
1 PEDRO 89
El cristiano nunca debe ser transgresor, sino que
debe ser un exponente de la ley y del orden. Pedro
no está defendiendo ningún gobierno especial, sino
que apoya la ley del país, como lo hace Pablo (Rom.
13:1-8) a menos que se interponga entre Dios y el
hombre (los Hechos 4:20.). "Los paganos estaban
siempre dispuestos a acusar a los cristianos de cual-
quier crimen después que Nerón iniciara esa costum-
bre." —Robertson. "Por amor al Señor" constituye
una razón más que elocuente de que el cristiano no
debe ser anarquista. Mateo 22:21.
Tanto los reyes como los funcionarios de menor
jerarquía son ordenados de Dios para evitar la desin-
tegración de la sociedad que se produciría por el de-
sorden. Hacia dichos reyes y funcionarios el cristiano
debe lealtad. Esta es la voluntad de Dios, que el
cristiano respetuoso de las leyes reduzca a silencio la
íalta de entendimiento de los hombres vanos. Vers.
13-15.
El cristiano es una persona libre, pero su libertad no
le absuelve de la obligación de honrar a todos los
hombres. El cristiano debe pagar a todos lo que les
debe: "Al que tributo, tributo; al que pecho, pecho;
al que temor, temor; al que honra, honra." Romanos
13:7.
El cristiano debe amar a aquéllos que son sus her-
manos en Cristo, ejercitar un temor reverencial hacia
Dios, y honrar y respetar al que gobierna el país.
Vers. 16, 17.
90 LA BIBLIA A SU ALCANCE
El Ejemplo Inspirador del Cristo Sufriente. Vers. 18-
25.
La palabra "siervos" indica que se trataba de es-
clavos de la casa, que servían en su mayoría en hoga-
res paganos. Formaban en gran parte la comunidad
cristiana primitiva. Se les exhorta a someterse con
lealtad tanto a los amos que estaban predispuestos a
la bondad de corazón y que no eran excesivamente
exigentes, como a aquéllos que eran rigurosos (de ás-
pera condición, V.M.).
Esta actitud leal y obediente de parte de los sirvien-
tes constituía un poderoso testimonio para el evangelio
y era aceptable delante de Dios. "El sufrimiento no
constituye una bendición en si mismo, pero si es ne-
cesario sufrir en el cumplimiento de nuestros deberes
hacia Dios, luego uno puede hacer frente al sufri-
miento con alegría de corazón." —Robertson. La ver-
dadera prueba de la obediencia se produce precisa-
mente cuando se nos hace una demanda que es injusta,
fuera de razón. Vers. 18-20.
El hacer bien y el soportar con fortaleza de ánimo
constituyen el deber del siervo cristiano, es decir, de
todo cristiano llamado por Dios. Se cita el ejemplo de
Cristo como un aliciente para que permanezcamos fie-
les y fuertes en medio del sufrimiento. Se le presenta
como el Siervo Sufriente de Jehová (Isaías 42; 50:5-
9; cap. 53). Pedro se ha referido ya a la impecabili-
dad de Cristo. (1:19). El Señor Jesús estaba des-
provisto de todo aquello que pudiera tener visos de
T 1 PEDRO 91
fraude o superchería. Era él un libro abierto. Vers.
21-22.
El Dr. Kenneth Wuest llama la atención hacia la
definición de la palabra "maldecían" (ultrajado, V.M.)
del versículo 23, que nos proporciona Calvino. Dicha
definición es la siguiente: "Escarnio acerbo, con el
cual no sólo se censura duramente a un hombre, sino
que se le hiere y se le pisotea, sumando el ultraje a la
herida. Constituye herir a un hombre con un dardo
emponzoñado." Así trató a Jesús repetidamente la
naturaleza humana depravada, pero en ninguna cir-
cunstancia el Señor tomó represalias, sino que se
remitió a si mismo y a su causa al Padre que juzga
con justicia. Ver. 23.
Cristo llevó nuestros pecados a la cruz y se ofreció
en ella, como en un altar, para expiarlos. La palabra
"llevó" nos habla del sacerdote que ascendía al altar,
llevando el sacrificio. La cruz fue el altar de sacrifi-
cio del Señor Jesús. El propósito y la fuerza de es-
te acontecimiento, tan trágico como cruel, y que no
obstante constituyó la expresión del amor de Dios ha-
cia nosotros, fue el de liberarnos del pecado, para
que pudiéramos vivir para la justicia. La palabra
"herida" (llagas, V.M.) significa una herida ensan-
grentada, o una marca sangrante provocada por una
vara o látigo. "Al leer este pasaje tan descriptivo,
estamos seguros que Pedro contempló un cuadro de
tal naturaleza en el cuerpo de su Maestro y que la
carne, tan intensamente torturada hacía aparecer al
cuerpo desfigurado como una sola herida." —Lumby,
92 LA BIBLIA A SU ALCANCE
de un extracto de Vincent's Word Studies. Las llagas
del Cordero sanaron las heridas del pecado que había
en nosotros, quienes en nuestro embotamiento espiri-
tual nos habíamos alejado del rebaño divino cual
ovejas contumaces, pero que ahora hemos retornado
a colocarnos bajo el cuidado y la protección del Pastor
y Obispo de nuestras almas. Vers. 24-25.
El Atavío y Comportamiento de fas Mujeres Cristia-
nas.
El apóstol, después de haber exhortado a los sier-
vos a someterse a sus amos, ordena "asimismo," (de
igual manera) a las esposas cristianas a someterse a
sus esposos. Muchas de estas esposas se habían sal-
vado, pero sus esposos no eran creyentes. Trataban de
llevar a sus esposos al conocimiento de la verdad, mas
procedían, como otras mujeres en la iglesia primitiva,
en forma equivocada. Estos esposos, nos dice Pe-
dro, aunque no obedezcan la palabra, pueden ser lle-
vados a Cristo por el comportamiento consecuente de
sus esposas, es decir, medíante vidas piadosas y no
con regaños- Vers. 1-2.
Ciertamente esos esposos no iban a ser llevados
a los pies de Cristo por el atavío exterior, en lo que
en sí respecta, y menos por las vestiduras llamativas,
inmodestas y conspicuas que llevaban cuando aún
no conocían al Señor. Podrían ser atraídos carnal-
mente por estos adornos, mas el testimonio de la esposa
sería anulado por su apariencia.
La palabra griega traducida por "encrespamiento" o
1 PEDRO 93
(trenzar, V.M.) significaba un trenzado extravagante
del cabello. Las mujeres romanas de la época eran
dadas a los adornos excesivos y llamativos del cabello.
Juvenal, en su libro (Sátiras 6) dice lo siguiente, re-
firiéndose a estas costumbres: "Las peinadoras ponían
extraordinario esmero en el peinado que debía llevar la
mujer a cuyas órdenes estaban, como si toda la repu-
tación de ésta estuviera en juego, o fuera un asunto
de vida o muerte, a tal punto se preocupaba ella de la
belleza. Superponía el cabello de tal forma que de fren-
te era alta como Andrómaca, y de atrás era baja. Uno
pensaría que se trataba de otra persona."
Se usaban adornos de oro en el cabello, en los de-
dos, en íos brazos y en los tobillos. La extravagancia
de la mujer en lo que vestidos respecta alcanzó un
estado alarmante en los dias del imperio romano.
Vers. 1-3-
El adorno de la mujer cristiana debe estar en con-
sonancia con su condición de creyente. Su adorno de-
be proceder de su ser espiritual íntimo, un adorno que
conserva su lozanía, resultado de un espiritu humilde
y tranquilo que glorifica a Dios, y que es altamente
estimado por él. Ver. 4.
El apóstol Pedro menciona a mujeres del Antiguo
Testamento como ejemplos de consagración, y de es-
peranza en Dios, que demostraron "ese espíritu agra-
dable y pacífico," al sujetarse a sus esposos, jefes
de la casa. Dean Alford comenta la cláusula "y no
sois espantadas de ningún pavor," de la siguiente ma-
nera: "V mientras las esposas creyentes hadan bien,
94 LA BIBLIA A SU ALCANCE
no necesitaban temer la información que sus esposos
incrédulos podían extraer de ellas." Vers. 4-6.
Y al marido cristiano "semejantemente" (refirién-
dose probablemente a 1 Pedro 2:17) se le exhorta a
vivir con su esposa "reconociendo de manera inteligen-
te la naturaleza de las relaciones de, casados.—Vincent.
Debe tratarla con respeto y honor, y tenerla en alta
estima como ayuda idónea, que Dios le ha proporcio-
nado. Se la califica de "vaso más frágil," pero no
"por debilidad moral o intelectual, sino simplemente
por razones de carácter físico, que el esposo debe re-
conocer con la debida consideración hacia la felicidad
conyugal." (Robertson.) Juntos, ambos son herederos
de la gracia divina que les ha proporcionado vida eter-
na. Este consejo o advertencia era particularmente
apropiado en la época que escribía Pedro, debido al
lugar inferior que se le asignaba entonces a la mujer
en general.
El vocablo "impedidas" significa "interrumpir" en
el idioma griego, y como lo sugiere el Dr. Robertson,
la imagen "es muy vivida ahora que tenemos teléfonos
y radios, cuando alguien nos interrumpe." El ver-
sículo quiere decir que "el no dar a la mujer el honor
que le corresponde interrumpirá la eficacia de su ora-
ción unida." —Wuest. Ver. 7. •
Amonestaciones Generales
El versículo 8 nos exhorta a mantener la unidad de
pensamientos y sentimientos, a desplegar mutua sim-
1 PEDRO 95
patía y amor fraternal, aunado a ternura del corazón
y humildad. Ver. 8. Estas virtudes capacitarán al
creyente para participar de los goces y aflicciones de
los demás, es decir, podrá reír con los que ríen, y llo-
rar con los que lloran. Impedirá que consideremos
siempre los sufrimientos de los demás como castigo
o disciplina. Hará que nos abstengamos de decir:
"Recibió el merecido." ¿Qué sabemos en realidad no-
sotros ?
La venganza o el desquite, o el devolver una palabra
airada por otra debe desterrarse para siempre del
comportamiento cristiano. Esta conducta está concor-
de con la declaración expresa del Señor en Mateo 5 :39.
Ver. 9.
"Aquél que ama la vida y desea continuar amán-
dola" (según el original griego) hará lo siguiente:
(a) Vencerá la tendencia que tiene la lengua de ha-
blar mal; (b) se abstendrá de decir mentiras; (c) hui-
rá o se apartará del mal; (d) buscará la paz. "Bien-
aventurados los pacificadores." Vers. 10,11.
"Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tie-
rra, para corroborar a los que tienen corazón perfecto
para con él." 2 Crónicas 16:9. Está atento a las ora-
ciones de los justos, empero aparta sus ojos con dis-
gusto de los malvados. Ver. 12.

LECCIÓN 12
4. La Fe y Conducta del Creyente en la Persecución,
3:13 al 4:6.
La respuesta a la pregunta o comunicación del ca-
pítulo 3:13 se puede formular teniendo en cuenta la
consideración misericordiosa y fiel que el Señor tiene
por los justos. (3:12.) Pedro no quiere significar que
nadie estaría dispuesto a hacerles daño, pues él
mismo había experimentado lo contrario, Mateo 5:
10-12, sino que, en el análisis final de las cosas, la
vida de los creyentes, si son hacedores de lo bueno
(celosos de lo bueno), será como la vida de los tres
jóvenes hebreos, Daniel 3. Lea Romanos 8:35-39.
Ver. 13.
Mas si el creyente tiene que sufrir por causa de la
justicia, Pedro lo exhorta a no afligirse o preocuparse,
sino a regocijarse. El sufrimiento por causa de la
justicia no constituye prueba del descontento de Dios,
sino que proporciona una oportunidad para la exis-
tencia de una confianza mutua entre el Señor y su
pueblo. Ver. 14.
En vez de temer debéis santificar (darle el lugar
que le corresponde) a Cristo como Señor (según
leen los mejores textos) en vuestros corazones, por
medio de pensamientos llenos de adoración, por las pa-
1 PEDRO 97
labras y los hechos. Este estado mental capacitará al
treyente para presentar la defensa oral de su fe cris-
tiana íntima, cuando cualquiera demandara razón de
ella. El creyente no está obligado a proporcionar ex-
plicaciones relativas a su fe a todo escéptico o mofa-
dor, sino a todo hombre que le pide razón de esa fe.
El versículo 15 quiere decir asimismo que la defen-
sa de nuestra postura o posición cristiana no debe
llevarse a cabo mediante una conducta agresiva y arro-
gante, sino con "mansedumbre y reverencia."
Tal defensa tendrá éxito sólo cuando ia conciencia
esté "sana e incólume" (Vincent). Las palabras "los
que blasfeman vuestra buena conversación en Cristo,"
sería traducido con más claridad "los que difaman o
calumnian vuestra buena conducta en Cristo." Lo que
se quiere expresar es que "en lo que respecta al cris-
tianismo, y al testimonio del mismo por hechos y pa-
labras, estos críticos puedan ser avergonzados puesto
que en su descripción falsa de los creyentes y del
cristianismo se descubrirá que estaban equivocados."
Wuest. Ver. 16.
El apóstol Pedro responde ahora, como lo observa
Gerhard, a la siguiente objeción: "No me sería tan di-
fícil sobrellevarlo si lo hubiera merecido." Dice en
otras palabras: "¿ No es mejor sufrir haciendo bienes,
que haciendo mal?" "La paciencia no solamente re-
duce a silencio a la calumnia (ver. 16), y es la virtud
que desplegó Cristo, (ver. 18), sino que posee valor
propio, (ver. 17), pues las Escrituras nos dicen: "
si la voluntad de Dios así lo quiere." Dios sabe lo que
98 LA BIBLIA A SU ALCANCE
es mejor para cada uno de sus hijos, a quienes lleva a
la gloria.
El Sufrimiento que Resulta de Hacer Bien Es Recom-
pensado.
Si a alguien debía de habérsele ,ahorrado los sufri-
mientos, desde el punto de vista humano, debía de ha-
bérsele ahorrado a Cristo; mas también sufrió debido
a los pecados (no a los suyos) y por su expiación.
Les había dicho a sus discípulos: "Cualquiera que
quisiere venir en pos de mí, niegúese a sí mismo, y
tome su cruz, y sígame," Marcos 8:34, de manera en-
tonces que el principio del discípulo que sufre, junto
con su Señor, está claramente establecido.
Pedro enuncia la verdad de que Cristo murió ha-
ciendo bien al morir por nosotros en la cruz (ver. 18),
de que porque así sufrió fue resucitado de los muertos
(ver. 21), y se le confirió el más elevado sitial de
honor y autoridad. (Ver. 22.)
Este pasaje (vers. 18-22) presenta verdaderas di-
ficultades, empero creemos que podemos aclarar las
dificultades mediante un estudio cuidadoso. Con el
objeto de proporcionar un fundamento sobre el cual
sentar la interpretación correcta, procedemos a propor-
cionar una justa traducción del texto griego con co-
mentarios aclaratorios: "Porgue también Cristo mu-
rió (esta palabra se encuentra en los mejores M.SS)
una vez por los pecados, el justo por los injustos,
para llevamos o Dios, siendo a la verdad muerto en
carne (en el idioma griego no figura aquí el artículo,
significando el cuerpo físico y la existencia humana.
1 PEDRO 99
Pedro se refiere aquí al carácter o naturaleza de su
muerte, es decir, la forma material de su encarnación)
pero vivificado en espíritu; (existencia incorpórea)
en el cual también fue y proclamó (no es ésta la mis-
ma palabra que se emplea para referirse a la "predica-
ción del evangelio,") a los espíritus (como en Hebreos
12:23, o espíritus incorpóreos) encarcelados; los cua-
les en otro tiempo fueron desobedientes, cuando una
vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé,
cuando se aparejaba el arca; en la cual pocas, es a sa-
ber ocho personas jueron salvas por agua (es decir, el
agua no los cubrió, sino que flotaron sobre su super-
ficie, siendo así salvados por el agua y en ella. "Pedro
recalca el agua más bien que el arca en razón de la
ilustración siguiente." —Robertson; a la figura de la
cual (el agua que se acaba de mencionar) el bautismo
que ahora corresponde nos salva (no quitando las
inmundicias de la carne, sino como demanda de una
buena conciencia delante de Dios) por la resurrección
de Jesucristo: el cual está a la diestra de Dios, ha-
biendo subido al cielo; estando a el sujetos los ángeles,
y las potestades, y virtudes."
Cualquier interpretación de este pasaje, que no se
base en la traducción correcta del texto original, será
defectuosa. Muchas son las interpretaciones del pasa-
je que hemos citado, aun entre eruditos en el estu-
dio de las Sagradas Escrituras, empero el autor de
este libro se siente satisfecho, en su fuero interior, de
presentar lo que sigue.
Las Sagradas Escrituras nos enseñan con claridad
100 LA BIBLIA A SU ALCANCE
que existe un estado y lugar intermedio al que va el
espíritu de los que mueren, y en donde residirá hasta la
resurrección y el juicio. Esta región donde ha-
bitan los espíritus que han partido, se designa
con el vocablo hebreo "Sheol" 1 en el Antiguo Tes-
tamento, y con la palabra griega "Hades" en el
Nuevo Testamento. A esta región descendió Cristo
(Efesios 4:8-10) en lo que respecta a su espíritu, y
anunció allí su completa victoria sobre todas las cosas,
y proclamó su autoridad sobre esa región como parte
de su obra redentora, obra que por su amplitud re-
quería que el Señor fuera allí con el objeto de cum-
plir todas las cosas, Ahora llevaba en el cinto, por
así decirlo, "las llaves del infierno1 y de la muerte"
Apocalipsis 1:18.
La muerte, como estado, y la región de la muerte,
como zona delimitada, no pudieron retenerle, de mane-
ra que su espíritu se plegó a su cuerpo glorificado, y
así fue que el Señor resucitó, de nuevo en la tierra,
y luego retornó a la mano derecha del Padre, donde
todas las categorías de seres, autoridades y potencias
se encuentran bajo su jurisdicción, en virtud del gran
triunfo moral.
El apóstol Pedro hace referencia particular a la
muerte de los antediluvianos tanto para presentar es-
ta fase de la obra redentora de Cristo en las regiones
1
Hades
* La versión castellana de Cipriano de Valera traduce ambos
vocablos, "Shcol" y "Hades," por "infierno" y "sepulcro."
1 PEDRO 101
inferiores de la tierra, como para tener oportunidad
de hablar del diluvio y señalar la figura o símbolo
del "agua" por la cual se salvaron Noé y su familia.
Los escarnecedores antediluvianos se ahogaron en el
agua, mas esa misma agua sostuvo en su superficie al
arca, en la cual se salvó la familia.
El agua del bautismo es ahora el antitipo o imagen
Je la liberación de Noé por el agua. Establece con
claridad, sin embargo, que el bautismo no quita "las
inmundicias de la carne," ya sea en sentido literal, co-
mo baño para el cuerpo, o en sentido metafórico con
referencia a la inmundicia del alma. Ninguna ceremo-
nia ejerce realmente efecto sobre la conciencia, (He-
breos 9:12). El apóstol Pedro niega en forma expre-
sa la remisión del pecado por et bautismo." —Kobert-
son.
Con respecto a la "demanda de una buena con-
ciencia," dice Lutz: "El bautismo es la demanda de
una buena conciencia, de ser admitida al estado de
reconciliación, una petición de que el pecado sea per-
donado, perdón que se obtiene por los méritos de
Cristo."
Una Exhortación al Creyente para que se Vista de la
Mente de Cristo y Mortifique la Carne.
En 1 Pedro 3:18-22 el apóstol se refiere a los su-
frimientos físicos de Cristo, y al sometimiento al trato
injusto, por amor a su iglesia. La expresión "padeci-
do en la carne," es la misma de "muerto en la carne,"
de Pedro 3:18, y significa la muerte y los sufrimientos
con respecto a la carne, en calidad de hombre. El
102 LA BIBLIA A SU ALCANCE
sufrimiento no fue consecuencia del pecado en la
carne. "Lo mismo se puede decir con respecto a
1 Pedro 4:1, donde el creyente que ha sufrido en la
carne es uno que ha sufrido mal trato del mundo
perseguidor y pecador."
De manera entonces que Pedro exhorta a sus lecto-
res a armarse o revestirse de la misma mente que
nuestro Señor tenía con relación al trato injusto. La
palabra "armados" nos proporciona la idea de bien
armado, pues el creyente necesita estar bien armado
espiritualmente para resistir los ataques insistentes del
enemigo.
El que el creyente es ahora perseguido, como lo
fue Cristo es prueba de que "cesó de pecado," cambio
que de por sí provoca el antagonismo del mundo. Ver.
I.
Los sufrimientos de Cristo nos liberaron del pecado,
y nosotros, al participar por fe en esos sufrimientos
y en su muerte y resurrección, ahora morimos al peca-
do, de manera que somos separados de la vida terrena
de ansias naturales o carnales (concupiscencias) y
ahora vivimos en la esfera de la voluntad de Dios. Lea
Romanos 6:3-10; Gálatas 2:20. Ver. 2.
La expresión "el tiempo pasado" del versículo tres
se deriva de un sustantivo y un participio pasado en
el idioma griego, que significa que el tiempo ha pasado,
y que ese capítulo anterior de la vida ha sido cerrado.
Nuestra salvación nos pone en un lugar donde la an-
tigua vida de indulgencias de la carne es asunto con-
cluido. 2 Corintios 5:17.
1 PEDRO 103
Un terrible catálogo de males nos proporciona Pe-
dro al darnos los pecados de la época, pecados que
quizá hoy sean algo distintos, debido al ambiente, pero
no por ello menos abominables.
Son los siguientes:
Lascivias. Pasiones desenfrenadas y excesos "que
provocan disgusto y constituyen un atentado contra
la decencia."
Concupiscencias. Deseos apasionados de cualquier
clase, en este caso pecaminosos, como lo indica el con-
texto.
Embriagueces. Borracheras, exceso de vino.
Glotonerías. Jaranas y borracheras.
Banquetes. Juerga de borrachos, que formaba parte
entre los griegos de las observancias religiosas, como
en el caso del culto a Afrodita.
Abominables idolatrías. El vocablo "abominable"
procede de un término griego que significa "no per-
misible, contrario a las leyes, ilícito, criminal." Ver. 3.
La frase "no corráis con ellos en el mismo desen-
frenamiento de disolución," tiene el sentido de un
grupo de habitantes de una villa que juntos se aban-
donan a una vida disoluta. Las antiguas amistades
mundanales de estos cristianos consideraban extraño
(se maravillaban) que éstos no participaran más de
esos excesos. "Los creyentes se veían obligados a ais-
larse de todos los placeres de carácter social en el
mundo, y a los gentiles enojaba profundamente ese
puritanismo, considerándolos enemigos de la alegría,
104 LA BIBLIA A SU ALCANCE
y por lo tanto de la raza humana" (Bigg), de la mis-
ma manera que en la actualidad algunos denominan
"aguafiestas" a los creyentes consagrados. Ver. 4.
Pedro dice en realidad lo siguiente: "No permitan
que su maledicencia o calumnia los confunda o afecte,
pues tendrán que rendir cuentas." Ver. 5.
El versículo seis del capítulo cuatro es realmente de
difícil explicación, empero si establecemos varios prin-
cipios de interpretación, ello nos ayudará quizá a re-
solver el problema. Si espiritualizamos el vocablo
"muertos" y hacemos que signifique "muertos en deli-
tos y pecados," luego ello constituye pasar por alto el
contexto inmediato. En el versículo cinco la palabra
"muertos" significa los que han muerto físicamente.
El "porque" que une a los versículos 5 y 6 lo demues-
tra claramente.
Si estamos acertados en la interpretación de 1 Pe-
dro 3:19, en el sentido de que Cristo proclamó su au-
toridad en la región de los muertos, entre la época de
su muerte, y su resurrección, cuando en espíritu des-
cendió a las regiones inferiores de la tierra, luego el
versículo seis parece tener una relación definida con
3:19, pues se refiriría al mismo acontecimiento. El
propósito de esta predicación era que aquéllos que
habían muerto, y vivían para Dios en el espíritu, es de-
cir, una existencia incorpórea, fueran juzgados por el
mismo mensaje o nivel que aquéllos que todavía vivían
una existencia física ("según los hombres") en la
tierra. Ver. 6.
£1 que esta proclama o predicación de Cristo estaba
1 PEDRO 105
destinada a proporcionar una segunda oportunidad de
salvación para aquéllos que habían muerto en un es-
tado de impiedad e impenitencia, seria contrario a lo
que enseñan las Sagradas Escrituras en otros pasajes.
A uno le basta analizar las palabras pronunciadas
por el Señor Jesucristo relativas a Judas: "¡ Ay de
aquel hombre por quien el Hijo del hombre es entre-
gado! bueno le fuera al tal hombre no haber nacido."
Mateo 26:24.
Si, para Judas, la no existencia hubiera sido me-
jor que la existencia, debía ser seguramente por lo mi-
serable de esa existencia, o porque el remordimiento
de conciencia jamás se separaría de él. No podemos
menos que pensar que no hubo para él ni el aniquila-
miento ni la destrucción de la conciencia, sino una
existencia miserable, desventurada, infeliz. Si hubiera
fin para el dolor, de cualquier naturaleza que fuera,
y le sucediera una eternidad de bendición y gozo, luego
no tendría sentido, en lo que respecta a Judas, el pasaje
que dice que "bueno le fuera a tal hombre no haber na-
cido."
Cualquier otro hombre puede ser culpable de trai-
cionar a Cristo, quizá no en la misma forma, pero no
por ello con menos realidad. Lea también 1 Juan 3:14;
Juan 17:3; Apocalipsis 14:11; Apocalipsis 20:10, con
20:14,15.

LECCIÓN 13
5. La Conducta y Actitud del Creyente en Relación
con el Fin de Todas las Cosas. 4:7-19.
Comienza aquí una serie de exhortaciones relaciona-
das intimamente con el pensamiento relativo al fin de
todas las cosas, que Pedro dice que "se acerca." Quizá
el apóstol quiera significar que la venida de Cristo en
la carne constituye el comienzo del período final del
mundo, durante el cual no debe esperarse otra revela-
ción de su gracia y que su segunda venida debe con-
siderarse siempre cercana, por lo tanto el hombre debe
prepararse para ella.
En vista de esta consumación, se exhorta a los cre-
yentes a lo siguiente:
Sed templados. Deben ser dueños de una mente
cabal, sólida. No deben permitir que se desvíen sus
pensamientos, ni que se les pervierta el sentido de los
verdaderos valores.
Velad en oración. "Sed tranquilos y serenos de es-
píritu," con miras a orar. "Un espíritu calmo y sereno
es a propósito para el acto de orar.. .El creyente que
procede siempre con precipitación, cuya mente está
llena de temores y preocupaciones, que nunca descansa
su corazón, no ora mucho."—Wuest. Ver. 7.
Tened entre vosotros ferviente caridad. La palabra
106
1 PEDRO 107
que se traduce aquí "caridad" significa en idioma
griego amor divino, y no meramente el acto de aliviar
las necesidades de los infortunados. Este amor debe
ser "ferviente," (literalmente "extendido") para con
los santos de Dios. Un amor semejante cubre los pe-
cados de la persona a quien se ama con el manto de la
indulgencia y el perdón. "No pone al descubierto,
innecesariamente, los pecados de los demás, ni tampo-
co, por motivos de venganza... los expone a la censu-
ra." —Fronmuller.
Hospedaos los unos a los otros stn murmuraciones.
O en otras palabras, "sed amigos de los extraños."
Los creyentes que durante sus viajes relacionados con
la obra del Señor o por cualquier otra causa se en-
cuentren necesitados de alimentos y techo, deben reci-
bir ayuda, y los que proporcionan la ayuda no deben
murmurar. Las quejas perjudican la hospitalidad. La
amistosa bienvenida a los extraños en nuestras asam-
bleas debe caracterizar al pueblo de Dios. Ver. 9.
Como buenos administradores de la casa de Dios
debemos, mutuamente, hacer partícipes a los demás
de las bendiciones que tan misericordiosamente Dios
nos ha otorgado. Ver. 10.
Si alguno habla, que lo haga conforme a los oráculos
de Dios, es decir, debe expresarse con la seriedad y
humildad que nacen de la conciencia de que se ha-
bla la Palabra de Dios. El ministerio, de cualquier
naturaleza que sea, debe realizarse según la facultad
(o poder) que Dios proporciona, a fin de que Dios
sea glorificado en todo en su Hijo. Ver. II.
108 LA BIELIA A SU ALCANCE
El Sufrimiento Cristiano es Inseparable del Ser Dis-
cípulo de Cristo.
El creyente hará bien en abandonar la idea de que
el sufrimiento por Cristo y con él es algo ajeno, extra-
ño. Por el contrario, ha sido ordenado divinamente.
La frase "por fuego," como lo expresa el Dr. Marvin R.
Vincent, es una traducción de un vocablo griego que se
traduce "hornaza" en Proverbios 27:21, el lugar
donde se refina la plata y el oro. Se refiere al mismo
vocablo en el Salmo 66:10 cuando dice: ''Porque tú
nos probaste, oh Dios: ensayástenos como se afina
la plata."
Las palabras "lo cual se hace para vuestra prueba,"
podrían conducir al equívoco si se las considera con
sentido futuro. Están en tiempo presente y se refieren
a hechos presentes, que están aconteciendo.
Aún ese sufrimiento por causa de la justicia es par-
te del plan divino; es un proceso purificador. Ver. 12.
Al creyente no solamente se le exhorta a esperar
el examen que lo pone a prueba, sino que debe rego-
cijarse de que puede participar de los padecimientos de
Cristo, a fin de que sea también partícipe en la reve-
lación de su gloria, cuando el Señor retorne. Ver. 13.
El vituperio u oprobio al que se refiere el versículo
14 no es otra cosa que el sufrimiento del creyente co-
mo resultado de la persecución emprendida por per-
sonas mundanas, a causa del testimonio del cristiano
por su Señor. Para muchos, el nombre de Cristo es
odioso. El que predica la doctrina de Cristo, o se
identifica con él, tendrá que sufrir. El creyente debe
1 PEDRO 109
sentirse bienaventurado o feliz en esto, pues si el mun-
do persigue a un creyente, ello constituye una señal
"de la prosperidad espiritual de su vida." Además,
cuando el creyente participa de los sufrimientos de
Cristo, reposa sobre ese creyente la gloria y el Espíri-
tu de Dios (el Espíritu de gloria y de Dios, V.M.)
como sello de aprobación por su fortaleza de ánimo y
firmeza. Ver. 14.
Algunos de estos hombres, antes de que recibieran
al Señor Jesús como Salvador, habían sufrido opro-
bios o vituperios por sus pecados cometidos contra
la sociedad, pero ahora no debían invadir o ejercer
ascendencia sobre sus vidas. Sería fácil para casi cual-
quiera abstenerse de cometer un crimen, o un robo, o
ser malhechor, mas quizá difícil impedir "meterse
en negocios ajenos." Esta frase constituye la traduc-
ción de un vocablo que significa "administrador o ve-
edor de los bienes de otro," intruso que usurpa la
autoridad en asuntos fuera de su jurisdicción.
El Dr. Marvin R. Vincent sugiere que quizá el
versículo se refiera a la "oficiosa interferencia del
creyente en los asuntos de sus.. . vecinos, nacida de
un celo o fervor excesivo desplegado al procurar que
se ajusten a una conducta cristiana." Sir Wilüam
Ramsay cree que la palabra se refiere a "la desinte-
gración de la familia." _Ver. 15. Constituye una so-
lemne advertencia a los cristianos de todas las épocas
en el sentido de no inmiscuirse en asuntos ajenos.
La oración gramatical "pero si alguno padece como
cristiano" debe entenderse en su marco histórico. Los
 110 LA BIBLIA A SU ALCANCE
/ creyentes, en la época que escribía el apóstol Pedro eran
/ denominados despreciativamente Cristianos en el im-
/ perio romano, o adoradores de Cristo en calidad de
Rey venidero, o Emperador, en contraposición a los
cesarianos, partidarios o adoradores de César. Los
miembros del culto a los emperadores o cesares des-
preciaban y perseguían a los miembros del cuerpo de
Cristo. Ver. 16.
Los padecimientos que sufrían estos creyentes ("la
casa de Dios") estaban destinados por Dios para que
les retinara y purificara las vidas. Lea Ezequiel 9:6,
donde se nos dice lo siguiente: "Habéis de comenzar
desde mi santuario." Desde este punto inicial, el jui-
• cío de Dios se extenderá abarcando un radio cada vez
más amplio, hasta que toda inteligencia del universo
de Dios, responsable ante él, quedará incluida. Ver. 17.
Y si el justo con dificultad se salva, es decir, en el
sentido que Dios halla necesario purificar las vidas
de su pueblo por medio de las pruebas, tales como
persecuciones y sufrimientos, ¿qué posibilidad le que-
da al pecador que rechaza el ofrecimiento divino de
justicia? Ver. 18.
El vocablo "encomiéndenle" del versículo 19 es un
término bancario, y se emplea con relación al depósito
de valores en custodia, en un banco de sólido presti-
gio. El creyente que según la voluntad de Dios sufre
la disciplina, a fin de ser purificado para la consuma-
ción gloriosa, puede confiar con seguridad plena que el
Creador fiel le guardará seguro, a fin de que su vi-
da no sea requerida o exigida por el enemigo. Ver. 19.
l PEDRO 111
6. El Vínculo o Relación que Debe Existir entre los
Ancianos y la Congregación. 5:1-11.
Las Responsabilidades de los Ancianos. 5 :l-5.
"El vocablo "anciano" aparece por vez primera en
la Biblia en Éxodo 3:16,18. Se trataba de los jefes o
príncipes de las doce tribus." Números 2. "En lugar
de esta organización primitiva, y a instancias de Je-
thro, (suegro de Moisés) fueron elegidos ancianos re-
presentativos, "varones de virtud, temerosos de Dios,
varones de verdad, que aborrezcan la avaricia," para
escoger de entre ellos una comisión (como quizá di-
riamos hoy) formada de setenta ancianos" Éxodo
24:9; Números 11:16. Se menciona asimismo a los
ancianos en relación con comunidades particulares.
Ruth 4:2; 1 Samuel 11:3; Josué 20:4.
El cristianismo aceptó este sistema institucional tal
como existia; fue retenido por las iglesias judío-cris-
tianas, e incorporado a las iglesias gentiles—cristianas.
Encontramos esta organización en Antioquía, (He-
chos 11:30), en la iglesia en Jerusalem, (Hechos 15:
2,4), y así también en nuestro pasaje. "No se elegía
siempre (aunque sin duda con frecuencia) a personas
que tenían más años, sino más bien a los de mayor
experiencia y madurez entre los miembros converti-
dos de la iglesia." —Fronmuller.
Se les llama también obispos (o sea veedor o su-
perintendente en lo que respecta a función). Hechos
20;I7, 28; Tito 1:5, 7. Eran elegidos por los apóstoles,
con el acuerdo o aprobación de las iglesias. Hechos
112 LA BIBLIA A SU ALCANCE
14:23. Tito 1:5. Sus funciones consistían de adminis-
trar orden y dirigir la disciplina, observar que se man-
tuviera pura la doctrina y enseñar. Después de la
edad apostólica, las funciones de obispo y anciano se
fueron gradualmente separando. Durante la vida de
los apóstoles, la dirección suprema de las iglesias fue
asumida por ellos, mas los apóstoles se colocaron al
mismo nivel de los ancianos, de' manera que Pedro
se denomina a sí mismo "yo anciano también con
ellos," ver. 1, y Juan se describe a sí mismo anciano,
2 Juan 1; 3 Juan 1. —Fronmuller.
Pedro exhorta ahora a estos ancianos según las ba-
ses personales siguientes, ver.l:
1. Como anciano también, y hermano en el cargo.
Ver. 1.
2. Como testigo (literalmente, mártir) de los sufri-
mientos de Cristo, no solamente porque ha predicado
la cruz de Cristo, sino también • parque ha testificado
de Cristo mediante los hechos, al haber soportado va-
rios sufrimientos por amor de Cristo. En calidad de
testigo había visto a Cristo atado, y probablemente ha-
bía sido espectador, a la distancia, de la crucifixión.
3. En calidad de uno que, con ellos, miraba con
esperanzas el futuro, y con la seguridad de la gloria
futura.
El apóstol Pedro advierte a estos ancianos en el
sentido de que deben de alimentar (pastorear) el re-
baño espiritual, no porque tal deber les fuera impues-
to, sino de buena voluntad (con mente bien dispuesta,
fervorosamente) y sin fijar la atención en los benefi-
1 PEDRO 113
cíos materiales, pues si los anima el deseo de obtener
ganancias materiales, luego el motivo es vil y deshon-
roso, y se hace del cargo un negocio lucrativo. Ver. 2.
No deben ejercer una autoridad despótica y autocrá-
tíca sobre las herencias (rebaño o porción) bajo su
jurisdicción, sino que deben de constituirse en ejem-
plos dignos de ser seguidos e imitados por el rebaño.
Ver. 3.
Pueden esperar con confianza la recompensa, cuan-
do el Principe de los pastores, a su retorno, conferi-
rá la inmarcesible "corona de gloria" a los pastores
subalternos. Ver. 4.
"El vocablo "mancebos" (ver. 5) según este con-
texto, no debe de interpretarse principalmente como
si se refiriera a los jóvenes de la iglesia, considera-
dos individualmente, sino como organizados en una aso-
ciación. Se han encontrado inscripciones que revelan
que existieron organizaciones de jóvenes en las ciuda-
des griegas del Asia Menor. La ¡dea podría haber sido
fácilmente practicada en la iglesia local." —Wuest.
La palabra "ancianos" significa según el contexto,
no los ancianos como una clase oficial, como en 5:1, si-
no los hombres de más edad.
Quizá encontremos aquí una lección para nuestras
organizaciones de jóvenes en la actualidad, en el
sentido de que busquen el consejo de hombres de edad
y experiencia, y procuren combinar sus actividades
con las emprendidas por personas de más madurez en
la iglesia, de manera que no trabajen como organi-
zación aislada, suficiente en sí misma. Ver. 5.

LECCIÓN 14
La Humildad Cristiana. Es una Defensa contra Sa-
tanás, y Fuente de Fortaleza Espiritual. Vers. 5-11.
"Revestios" (sin excepción de edad, sexo o clase)
"de humildad" dice el apóstol Pedro. El vocablo "re-
vestios" es una traducción de una palabra que significa
"arremangarse la túnica exterior, empleada en el
Oriente, y atársela a la cintura." La humildad de que
uno debe revestirse es una virtud activa, y constituye
tanto una adquisición personal, .como una actitud pro-
pia, justa, hacia Dios y los demás creyentes, pues Dios
resiste (como ejército preparado para la batalla) a
los soberbios, empero ensalza a los humildes. Vers.
5,6.
En toda esta exhortación Pedro recuerda indudable-
mente lo que hizo el Señor Jesús (Juan 13:4) cuan-
do se ciñió la toalla y enseñó a sus discípulos, par-
ticularmente a Pedro, (Juan 13:9), la lección de hu-
mildad, Juan 13:15. Pedro al fin había aprendido
la lección. Juan 21:15-19.
Las persecuciones que estos creyentes soportaban
daban motivo para la preocupación y la ansiedad. El
apóstol Pedro exhorta a estos creyentes a echar, en
114
1 PEDRO 115
el sentido literal del vocablo, como si fuera una carga
"toda ansiedad o afán sobre el Señor, de una vez
por todas, y no la ansiedad a medida que aparece,
pues ninguna ansiedad o afán surgirá si la carga
ha sido transferida a los hombros del Señor en for-
ma eficaz." "El Señor tiene cuidado de vosotros,"
son las palabras destinadas a inspirar confianza del
apóstol Pedro, nacidas de su experiencia con el fiel
Maestro. "Sed templados (o sobrios, como en 4:7)
y velad" (manteneos despiertos, en actitud de vigilan-
cia), dice el apóstol. Ver. 8. Se impone esta vigilan-
cia porque el creyente tiene un adversario, el diablo
(calumniador) que camina como un león, y ruge y
ulula cual bestia salvaje acosada por el hambre, bus-
cando comerse a su presa. Fue a Pedro a quien le dijo
el Señor: "Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pe-
dido. .." Lucas 22:31. Ver. 8. El creyente debe saber
que tiene un enemigo implacable, persistente y despia-
dado, que en todo momento busca destruirle.
Debemos de resistir firmes a Satanás. No podre-
mos empero luchar con éxito contra Satanás solamen-
te con nuestra fuerza o recursos. Tampoco nos atre-
veremos a asumir la ofensiva contra él, empero po-
demos resistir firmes, en el nombre de nuestro Señor,
a sus ataques. El Dr. Robertson dice al respecto: "El
cobarde nunca vencerá al diablo (2 Timoteo 1:7) si-
no sólo el valiente." Ver. 9.
Uno puede sentirse animado por el hecho de que el
mismo conflicto que uno sufre es el que tiene que
sufrir todo creyente en esta vida. El versículo 9 dice

116 LA BIBLIA A SU ALCANCE
literalmente lo siguiente: "Los mismos padecimientos
se van cumpliendo en vuestros hermanos que están en
el mundo."
Empero Dios, venero de todo suministro espiritual
y consuelo, que nos ha llamado para que compartamos
su gloria eterna, con Cristo y por medio de él, persi-
gue un fin en lo que respecta a nuestros sufrimientos.
Según los mejores textos sagrados, los cuatro verbos
"perfeccione, confirme, corrobore y establezca," se en-
cuentran en tiempo futuro, y no en el modo optativo
el cual expresa deseo. El tiempo futuro convierte de
esta manera el deseo u oración en algo que realmente
se cumplirá.
El vocablo "mismo" indica "la energía y el interés
personal desplegados por Dios en la obra de confir-
mar a sus hijos." —Vincent.
Dios nos perfeccionará, nos ajustará, nos ensam-
blará, por así decirlo, pondrá todas' las partes de ma-
nera que estén relacionadas y conectadas entre sí como
corresponde, (según el significado del original).
Se ve aquí la labor del Espíritu Santo al corregir nues-
tras deficiencias espirituales, de manera que estemos
preparados en todo aspecto.
Dios nos confirmará. El vocablo "confirmar" sig-
nifica aqui "afirmar" o en otras palabras, proporcio-
nar firme apoyo a lo que está vacilante, bamboleante,
tambaleante. Lea Lucas 22:32; 1 Tesalonicenses 3:2.
"Nada os hará tambalear." —Bengel.
Dios nos corroborará, Este vocablo significa aquí
"vigorizar," "fortalecer," y de ahí, impartir vigor espi-
1 PEDRO 117
ritual, fortalecer espiritualmente. El Dr. Gerhard pien-
sa de un castillo que es fortificado.
Dios nos establecerá. "El significado esencial del
vocablo es cimentar o fundar sólidamente. Aparece el
vocablo original griego en Mateo 7:25, al referirse a la
casa fundada sobre la roca; en Hebreos 1:10, al re-
ferirse a la colocación de los fundamentos de la tierra.
En Efesios 3:17, se une a la palabra "arraigados."
—Vincent.
"La colocación de estas expresiones, unidas por tan
sólo una sola conjunción, indica un sentir vigoroso.
Bengel hace el resumen siguiente: "perfeccionará, pa-
ra que ningún defecto permanezca en vosotros; con-
firmará, para que nada os haga vacilar; corroborará,
a fin de que venzáis toda fuerza adversa." —Vincent.
Ver. 10.
Luego sigue la bendición en el versículo 11.
Conclusión 5. 12-14.
En los versículos 12 al 14 tenemos probablemen-
te lo que se podría denominar la posdata de Pedro, es-
crita de su propia mano, indicando que Silvano era
el amanuense o secretario, a quien el apóstol dictó la
carta, y por quien la envió a su destino. Silvano era
probablemente el mismo compañero de Pablo, conoci-
do en los Hechos con el nombre de Silas. Se le deno-
mina "el hermano fiel," en el idioma griego, desig-
nándosele como a uno bien conocido por su fideli-
dad.
"Según yo pienso" podría indicar en castellano un
118 LA BIBLIA A SU ALCANCE
interrogante de parte de Pedro con relación al carácter
de Silas, mas la frase en el idioma original griego
indica seguridad o persuasión, por lo que podría tra-
ducirse así: "Por Silvano, a quien reconozco como fiel
hermano."
El apóstol Pedro dice que ha escrito para exhortar
y testificar de que lo que ha expuesto es, realmente,
la verdadera gracia de Dios. Según los mejores tex-
tos, la última parte de este versículo está en modo
imperativo, por lo que diría: "Estad firmes, pues, en
ella." Ver. 12.
La palabra "iglesia" no figura en el original, sino
solamente el artículo femenino, de manera que se lee-
ría: "La que está en Babilonia, juntamente..." Existen
diferencias de opiniones con respecto a qué sustantivo
se refiere el artículo "la." Algunos suponen que se ha-
ce referencia a la esposa de Pedro; otros, a alguna
mujer cristiana prominente de la iglesia. Lea 2 Juan
1. La mayor parte de los exegetas creen, sin embar-
go, que se refiere a la iglesia. Ver. 13.
Al parecer los más reconocidos eruditos y comen-
taristas bíblicos creen que la Babilonia mencionada en
el versículo 13 es la ciudad situada en las márgenes
del Eufrates, antes que la simbólica Babilonia, ciu-
dad de Roma, interpretación esta última expresa-
da por los exegetas de la Iglesia Católica especialmen-
te, iglesia que quiere dejar establecido que Pedro estu-
vo en Roma, y que fue el primer obispo de la iglesia
fundada allí. Ver. 13.
Marcos es Juan Marcos, autor del evangelio homóni-
1 PEDRO 119
mo. Estaba íntimamente relacionado con el apóstol
Pedro. Este apóstol lo denomina su hijo, de igual
manera que Pablo hizo con Timoteo.
El ósculo santo u "ósculo de caridad" era costum-
bre que se practicaba en la iglesia primitiva, cuando
después de las oraciones, tos hermanos se daban la
bienvenida con un beso. "Crisóstomo lo denomina la
paz por el cual el apóstol disipa todo pensamiento per-
turbador y germen de mezquindad.. .este beso "sua-
viza y nivela." La práctica corría peligro de caer en
abusos, como lo demuestra Clemente de Alejandría
cuando dice: "El amor no debe juzgarse por un beso,
sino por la buena voluntad. Algunos no hacen otra co-
sa que llenar la iglesia con el chasquido de besos. Hay
otro beso—impuro por cierto—lleno de veneno, que
trata de aparentar ser santo." —Wuest.
Por lo tanto hubo de regularse la costumbre, de
manera que los hombres besaban a los hombres so-
lamente, y finalmente la costumbre fue abandonada.
Ver. 14.
"Paz sea con todos vosotros los que estáis en Je-
sucristo. Amén. Refiriéndose a la confraternidad
cristiana, Robertson dice: "Es el vínculo y la orden se-
creta más grande que existe, orden a la que puede
ingresar todo aquél que recibe a Jesucristo como su
Señor y Salvador."

PREGUNTAS DE REPASO
Lección 8
1. Mencione dos características distintivas de la epís-
tola.
2. En general, ¿de qué manera trata el apóstol Pedro
el asunto del sufrimiento ?
3. Diga todo lo que sepa con respecto a la autentici-
cidad de la epístola, y quién la escribió.
4. Haga un esbozo de la vida de Pedro.
5. ¿Qué puede decir con respecto al fondo y destino
de la epístola ?
6. ¿Qué puede decir con referencia a la ocasión y
fecha?
7. ¿Qué puede manifestar con respecto al propósito
y plan ?
8. ¿ Qué puede decir de sus características ?
9. Aprenda los puntos del bosquejo.
Lección 9
1. Dé el significado del nombre Pedro.
2. Haga un comentario relativo a la salutación. Vers.
1,2.
3. ¿De qué manera son prominentes las personas de
la Trinidad en 1:3-12?
120
1 PEDRO 121
4. Diga todo lo que sepa con respecto a la herencia
de los santos. Vers. 3-5.
5. Escriba con respecto al propósito del sufrimiento.
Vers. 6-9.
6. ¿De qué naturaleza fue la investigación de los pro-
fetas, y la respuesta que recibieron ?
Lección 10
1. ¿Qué quiere decir tener "los lomos de vuestro en-
tendimiento ceñidos, etc., en los vers. 13-16?
2. ¿Cuál es el incentivo para una vida santa, según
se expresa en 1:18,19?
3. Coméntelos vers. 20,21.
4. Exponga las distinciones entre los vocablos "cari-
dad" y "amor" empleados en 1:22.
5. ¿De qué manera podemos poseer amor divino?
Ver. 23.
6. Comente los vers. 1:24,25.
7. Presente algunos de los puntos principales de 2:1-
10.
Lección 11
1. Hable con respecto a la actitud cristiana hacia la
autoridad constituida. 2:11-17.
2. ¿De qué manera son exhortados los sirvientes do-
mésticos? 2:18,19.
3. ¿Cuál fue la característica más prominente de
Cristo desde el punto de vista de Salvador sufrien-
te? Vers. 21-25.
122 LA BIBLIA A SU ALCANCE
4. ¿Qué se quiere decir cuando se afirma que Cristo
"llevó" nuestros pecados ? Ver. 24.
5. Dé el significado de la palabra "herida."
6. Diga todo lo que sepa con respecto a la exhortación
de Pedro a la mujer, relativa a su atavío y suje-
ción. 3:1-6.
7. ¿De qué manera debe proceder el esposo con su
esposa, y por qué causa?
8. Explique algunas de las amonestaciones en 3:8-12.
Lección 12
1. Proporcione varios puntos relativos a la conducta
de Cristo en la persecución. Vers. 13-17.
2. Explique con toda amplitud el sentido del capítulo
3 ;18-22, con respecto a Cristo.
3. Dé el sentido de la expresión "padecido... en la
carne." 4:1.
4. Proporcione el significado de los varios pecados
catalogados en 4:3.
5. ¿ De qué manera podemos explicar 4:4,5 ?
6. Explique 4:6 y demuestre que no se ensena aquí
que existe la posibilidad de una segunda oportu-
nidad de salvación después de la muerte.
Lección 13
1, ¿Qué exhortaciones hace Pedro a los creyentes en
vista de que el fin de todas las cosas se acerca?
4:7-11.
1 PEDRO 123
2. Demuestre que el sufrir por causa de la justicia es
parte del propósito de Dios para sus santos.
3. ¿ Cuál es, según Ud., ese propósito ?
4. ¿De qué manera se empleaba generalmente el tér-
mino "cristiano" en la época que vivió Pedro?
5. Diga algo con respecto al orden o procedimiento
que seguirá Dios con respecto al castigo.
6. Discuta el tema relativo a los ancianos.
7. ¿Sobre qué bases exhorta Pedro a los ancianos?
8. ¿Qué cosas figuran en la exhortación a los ancia-
nos?
9. Proporcione el significado de los términos "mance-
bos" y "ancianos," en 5:5.
Lección T4
1. ¿Qué tiene que decir Pedro con respecto a la
humildad y qué incidente tiene presente?
2. Explique la exhortación relativa a la ansiedad o
el afán.
3. ¿ Por qué es que necesitamos velar ?
4. Explique el significado de los vocablos "perfeccio-
nará, confirmará, corroborará, y establecerá."
5. ¿Qué relación existía entre Silvano y Pedro?
6. Dé el sentido de la frase "según yo pienso."
8. Dé el sentido de la referencia a Babilonia.
9. ¿Qué puede decir con respecto al "ósculo de cari-
dad"?

SEGUNDA EPÍSTOLA DE PEDRO
LECCIÓN 15
Atestación y Origen
"No hay ningún libro en el Nuevo Testamento cu-
ya autenticidad no sea puesta en tela de juicio por
algún crítico. Lo mismo ocurre en lo que respecta al
carácter histórico de Jesucristo y a la existencia mis-
ma de Dios." —Dr. A.T. Robertson.
No es extraño entonces que la autenticidad de la
Segunda Epístola de Pedro sea atacada vigorosamente
por algunos eruditos modernos. En vista de esto haga-
mos frente con franqueza a los hechos conocidos, y
refutemos los argumentos lanzados en contra de la
autenticidad de la epístola. Es verdad que la acepta-
ción general de la epístola se produjo con lentitud.
Fue incluida, sin embargo, en el canon de las Escritu-
ras por el Concilio de Laodicea celebrado en el año
372 D.C., y posteriormente por el de Cártago, efec-
tuado en el año 397, D.C. Jerónimo, autor de la
Vulgata, traducción de la Biblia a la lengua latina, in-
cluyóla en ella, aunque no figuraba en la versión si-
ríaca denominada Peshito.
Eusebio, famoso historiador eclesiástico, la inclu-
yó entre los libros del Nuevo Testamento cuya inspi-
124
2 PEDRO 125
ración se puso en duda por algún tiempo, pero nunca
figuró entre los libros apócrifos. "Ireneo conocía la
primera epístola de Pedro, pero no se sabe si conocía
la segunda epístola del citado apóstol o no. Mas las
iglesias de Viena y Lyón, con las que Ireneo estaba
íntimamente relacionado, parecen haberla conocido."
El Dr. Thiessen, en una de sus obras, dice lo si-
guiente: "No nos debe sorprender el hecho de que
las pruebas externas con respecto a la autenticidad de
esta epístola no fueran muy abundantes. La epístola
es muy corta, no está dirigida a ninguna iglesia o per-
sona determinada, y contiene muy poco de nuevo. Qui-
zá sea por ello que fue descuidada durante mucho
tiempo por el pueblo cristiano. Zahn considera que te-
nemos una confirmación temprana de ella en la epísto-
la que escribió Judas y añade que no necesitamos nin-
guna otra."
Es extraordinario, sin embargo, observar la impor-
tancia que tienen las pruebas internas con respecto a
la autenticidad y origen de la epístola y cómo la divina
superintendencia del Espíritu Santo llevó a este libro
al lugar que ocupa en el canon de las Sagradas Escri-
turas.
A continuación citamos lo que el Dr. H.C. Thiessen
dice con respecto a las pruebas internas de la autentici-
dad de la epístola: "El escritor se denomina a sí mis-
mo Simón Pedro (1:1). No se puede demostrar que
el nombre del autor de la epístola haya sido interpo-
lado después de que fuera ésta escrita, ni tampoco
que el nombre fuera empleado por un falsificador. El
126 LA BIBLIA A SU ALCANCE
poner en tela de juicio el nombre del autor es una es-
tratagema favorita de los que estudian un libro inspi-
rados por prejuicios; en lo que respecta a la falsifi-
cación, podemos decir que aunque las hubo en la pri-
mera época de la iglesia, debemos recordar, como dice
Dods, que "no existe ningún documento de valor es-
crito por un falsificador bajo el nombre de apóstol."
Lumby dice al respecto: "Es casi inconcebible que un
falsificador, que escribe para advertir de los falsos ma-
estros y cuyos escritos son en interés de la verdad,
asuma en forma deliberada un nombre y reclame para
sí una vida que no le corresponde." Las diferencias de
estilo entre la primera y la segunda epístola de Pedro
han motivado que algunos ataquen la autenticidad de
la última. En lo que respecta a la primera epístola,
podemos suponer que el apóstol empleó a Silvano,
(5:12) o a algún otro como amanuense, y que en lo
que respecta a la segunda epístola de Pedro, el es-
critor empleó a otro o escribió la epístola de su puño
y letra. (Existen algunas diferencias en el vocabula-
rio entre las dos epístolas, mas asimismo ciertas se-
mejanzas.) Cabe aquí hacer la siguiente pregunta:
"¿Se colocaría un falsificador en peligro de ser des-
cubierto al descuidar el estilo y el lenguaje de la pri-
mera epístola de Pedro? Si la segunda epístola de
Pedro es una falsificación, tenemos aquí una falsifi-
cación sin objeto y sin semejanza alguna con falsifi-
caciones evidentes," pues la epístola es ortodoxa
desde el comienzo hasta el fin, carente de todo roman-
ticismo, no contiene errores cronológicos, en lo que
respecta a la narración de los acontecimientos y su
relación entre sí, y no dice nada de nuevo con res-
pecto a Pedro.
2 PEDRO 127
"Las referencias autobiográficas coinciden con los
hechos, como la referencia de la transfiguración, ( 1 ;
16-18) y la predicción de Cristo relativa al martirio
de Pedro (1:12-14). Debemos recordar que esta de-
claración fue escrita antes del evangelio de Juan,
donde el Señor también predice el citado martirio
(Juan 21:18,19). Además, se habla de Noé como
del predicador de justicia ( 2 : 5 ) . . . La referencia a las
epístolas de Pablo (3:15,16) no indica que habían sido
coleccionadas, ni que habían sido todas escritas. Sim-
plemente incluye aquéllas que Pedro conocía.
Aquéllos que fomentan y propagan el error son en
gran parte semejantes a los que menciona el apóstol
Pablo en sus epístolas, y de quienes nos previene.
Sus doctrinas son fábulas (1:16; 1 Tim. 1:4; 4:7);
les motiva la codicia (2:3; 1 Tim. 6:5; Tito 1:11);
prometen libertad a sus seguidores (2:19; 1 Cor. 10:
29; Gálatas 5:13) ; son falsos hermanos que han ve-
nido a la iglesia (2:1; Gálatas 2:4). Con seguridad,
la segunda epístola de Pedro no se refiere a un es-
tado más avanzado del error que Pablo. Finalmen-
te, la seriedad cristiana, el tono apostólico, y las alu-
siones autobiográficas hacen imposible creer que la
epístola sea falsa. Por lo tanto, la aceptamos como
una obra genuina del apóstol Pedro." —Thiessen.
Destinatario de la Epístola y Fondo de la Misma.
Parece muy evidente que la segunda epístola de
Pedro está dirigida al mismo pueblo que la segunda.
Cuando dice que sus lectores han "alcanzado fe igual-
mente preciosa con nosotros," establece una distin-
128 LA BIBLIA A SU ALCANCE
don evidente entre los gentiles cristianos y los judíos
cristianos, incluso él mismo. Evidentemente se refiere
a su primera epístola cuando designa su carta como
la "segunda carta" que había escrito a la misma gente.
(3:1). Aparentemente estos lectores son cuando me-
nos una parte de los mencionados en la primera epís-
tola. Al referirse a las epístolas de Pablo (3:15) quizá
tenga en sus pensamientos a los Gálatas, Colosenses
. y Efesíos, porque estas iglesias se hallaban en las pro-
vincias a que Pedro se refiere en su primera epístola.
(1:1). Establece una distinción entre las cosas que
Pablo les escribió (3:15) y el resto de las epístolas
(3:16). "Todos los hechos coinciden con el punto
de vista de que la segunda epístola de Pedro fue
escrita al mismo pueblo que la primera." —Thíessen.
Ocasión y Fecha de la Epístola
Esta epístola es un escrito exhortatorio dirigido a
creyentes que estaban establecidos en la verdad. (1:12,
15.) La primera epístola constituye una advertencia re-
lativa a los peligros y enemigos externos que les ace-
chaban; la segunda es una advertencia a los cristianos
con respecto a los enemigos interiores más poderosos
que los exteriores y los exhorta a la vigilancia y a re-
sistir a los escarnecedores e impostores que se ha-
bían infiltrado gradualmente en la iglesia cristiana.
(3:17.) El peligro principal era el gnosticismo inci-
piente (lea la epistola a los Colosenses) en su carác-
ter intelectual y antinómico o de desconsideración hacia
la ley moral. El gnosticismo tenía especialmente carác-
ter antinómico y se reflejaba en sus tendencias inmo-
2 PEDRO 129
rales. El gnosticismo estaba en actividad en algunos
lugares (2:1,12,17,18,20; 3:15,16) y Pedro previo
que el mal amenazante se extendería. (2:1,2; 3:3).
Sin duda Pedro les había visitado, quizá durante la
prolongada prisión de Pablo en Roma. Les había dado
a conocer "la potencia y la venida de nuestro Señor
Jesucristo." (1:16)
La epístola de Judas es posterior a la segunda epís-
tola de Pedro. Aquélla cita partes de ésta y en con-
secuencia, guarda cierta semejanza. "En la segunda
epístola de Pedro los falsos maestros figuran aún en
el futuro (2:1-3, 12) ; en Judas, están presentes (vers.
4,8,10-13,16). Con más particularidad, Judas pa-
rece aludir en forma definitiva en los versículos 17 y
18 de su epístola a la segunda epístola de Pedro, 3:1-3.
Los versículos 17 y 18 de Judas dicen asi: "Mas
vosotros, amados, tened memoria de las palabras que
antes han sido dichas por los apóstoles de nuestro Se-
ñor Jesucristo; como os decían: "Que en el postrer
tiempo habría burladores, que andarían según sus
malvados deseos." El sustantivo equivalente a la pa-
labra "burladores" (empaiktes) se encuentra solamen-
te en esta referencia y en la segunda epístola de Pedro
(3:3), aunque el 'verbo ocurre varias veces en los
evangelios según Mateo, Marcos y Lucas. Pedro era
un apóstol y había hablado de la venida de tales bur-
ladores." —Thiessen.
Aparentemente la segunda epistola de Pedro fue
escrita después de la primera, y antes de la de Judas,
quizá por los años 66 o 67 D.C.
130 LA BIELIA A su ALCANCE
Plan y Propósito
El lector puede llegar a la conclusión, por el conte-
nido de la epístola, que Pedro la escribió a fin de
fomentar entre los creyentes el crecimiento cristiano,
(1:5-15; 3:18), para animarles a que esperaran con fe
y paciencia el retorno del Señor (3:1-14), y para ad-
vertirles de no ser extraviados "por el error de los
abominables" (3:17) es decir, les previene de no ser
llevados por las herejías que él condena. El apóstol
desea que los creyentes crezcan "en la gracia y conoci-
miento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo." Han
sido introducidos en el plano de la gracia y en el del co-
nocimiento por el Espíritu Santo, y el testimonio de los
apóstoles y profetas (1:16,19-21). Este conocimien-
to de Cristo es el conocimiento del "camino derecho"
(2:15) y del "camino de justicia" (2:21). Por lo
tanto, Noé es considerado el "pregonero de justicia"
(2:5) y Lot el "justo Lot" (2:7). Estos dos perso-
najes del Antiguo Testamento son presentados en con-
traste con los "injustos" (2:9) y la "injusticia"
(2:13,15).—Thiessen.
LECCIÓN 16
Bosquejo
Introducción. 1 :l-4.
1. Exhortación en Favor del Desarrollo Espiritual.
1:5-11.
2. Las Credenciales de Pedro Para Exhortar y Ense-
ñar. 1:12-21.
3. Advertencias en Contra de Falsos Maestros. Cap.
2.
4. Exhortaciones en vista del Retorno del Señor.
Cap. 3.
Introducción. 1:1-4.
El apóstol Pedro agrega a su nombre el de Simón
en su primera epístola, capítulo uno y versículo uno.
El nombre de Simón se encuentra también en los He-
chos 15:14. La combinación Simón Pedro se encuen-
tra en Lucas 5:8; Juan 13:6; 20:2; 21:15. Aunque
por una parte estas citas asignan al nombre de Pedro
más familiaridad que en la primera epístola, por otra
parte su título oficial de "siervo y apóstol" de la se-
gunda epístola es de mayor importancia. Esta com-
binación, "siervo y apóstol" no ocurre en ninguna otra
salutación apostólica."—Vincent'
131

132 LA BIBLIA A SU ALCANCE
Las palabras "igualmente preciosa" constituyen la
traducción de un solo adjetivo en el original, que sig-
nifica "que tiene igual valor y honor para aquéllos que
la reciben, en vista de que les permite el acceso a los
mismos privilegios cristianos." Ver. 1.
"Con nosotros," se refiere probablemente a los ju-
díos cristianos de los cuales formaba parte Pedro.
•Vincent cita al profesor Salmond que dice lo si-
guiente: "Existen pruebas numerosas de que los cris-
tianos judíos del primero período de la iglesia estaban
lejos de comprender que los cristianos gentiles ocupaban
en lo relativo a la gracia el mismo nivel que los de-
más cristianos que habían pertenecido a la antigua
iglesia de Dios." Ver. 1.
Ahora por fin Pedro parece haber aprendido a fondo
la lección relacionada con lo que le aconteciera en fe-
cha anterior, y que está registrado en los Hechos, ca-
pítulo 10 y Gálatas, capítulo 2.
El eje y fundamento de nuestra fe es la justicia
de Dios. La frase que dice "nuestro Dios y Salvador
Jesucristo," indica claramente la Deidad fundamen-
tal de nuestro Señor. Ver. 1.
El saludo y bendición, a igual que en la primera
epístola de Pedro, capítulo 1 y versículo 2, ocurre
en el versículo 2 de la segunda epístola, mas queda
especificado con más amplitud por las palabras "en
el conocimiento." Se trata de un conocimiento que se
origina en Dios, y que él sólo puede impartir por
medio del Señor Jesús. Ver. 2. Este conocimien-
to (epignosis en el idioma griego) se contrasta, como
2 PEDRO 133
en la epístola a los Colosenses, con el conocimiento
(gnosis, en el idioma griego) que los gnósticos here-
jes afirmaban poseer.
Nota del traductor: Las palabras epignosis y gnosis se tradu-
cen conocimiento en la Biblia castellana. Sin embargo, «pigno-
sis tiene un significado más profundo que gnosis. Epignosis
significa no solamente conocimiento intelectual, sino profunda
contemplación; el conocimiento que implica amor. Gnosis in-
dica conocimiento imperfecto, como aquél que pretendían poseer
los falsos maestros, precursores del gnosticismo. 1 Tira. 6:20.
El conocimiento que tenemos de Dios es una ga-
rantía para nosotros de que su poder divino ha im-
partido como dádiva todas las cosas (todos los recur-
sos) que están relacionados con la vida y la santidad.
Vincent nos dice que la idea fundamental de la pala-
bra "piedad" es "adoración rectamente dirigida." El
hombre piadoso es un adorador verdadero del Dios
verdadero. El impío quizá crea en la existencia de
Dios, pero no le honra ni le adora. Sólo cuando co-
nocemos a Dios revelado en Cristo comenzamos real-
mente a vivir y a "adorar al Padre en espíritu y en
verdad." Ver. 3.
La segunda parte del versículo 3 podría traducirse
de las siguientes maneras: "que nos ha llamado por
su gloria y virtud," y "que nos ha llamado o su gloria
y virtud." Ambas traducciones son correctas. En la
primera se indica el instrumento del llamado; en la
segunda, el objeto o meta del llamado.
Es así que "gloria y virtud" puede referirse a las
manifestaciones de la majestad y a la perfección mo-
ral de Dios en la Persona de Cristo, por medio de
quien nos llama eficazmente; o quizá puede refe-
134 LA BIBLIA A SU ALCANCE
rirse a la perfección del ambiente celestial y a la per-
fección del carácter divino en Cristo a los cuales nos
ha llamado. Ver. 3.
Las palabras "por las cuales" del versículo 4 pueden
quizá referirse a las palabras "gloria y virtud" o a
"todas las cosas" del versículo 3., Consideremos que
de los recursos abundantes que son de Dios y que
• han sido puestos a nuestra disposición, nos ha dado
(nos ha concedido como dádiva, traducción literal)
sus "preciosas y grandísimas promesas." La palabra
griega que se traduce aquí en lugar de "promesas"
significa promesas hechas voluntaria y espontáneamen-
te (Vincent) e indican con fuerza la gracia motiva-
dora de la gran salvación de Dios. Ver. 4.
Estas promesas involucran todas las estipulaciones
contenidas en los pactos de Dios con su pueblo, mas
en forma específica, la promesa en el Nuevo Pacto
parece ocupar un lugar preponderante en la mente de
Pedro. "Y os daré corazón nuevo, y pondré espíritu
nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne
el corazón de piedra, y os daré corazón de carne. Y
pondré dentro de vosotros mi espíritu, y haré que an-
déis en mis mandamientos, y guardéis mis derechos,
y los pongáis por obra." Ezequiel 36:26,27.
Por medio del poder regenerador de Dios, recibimos
un revestimiento positivo de la naturaleza y Espíritu di-
vinos, que nos permite huir de los deseos del mundo
y su poder sobre nosotros. Lea 2 Corintios 5:17.
1. Exhortación al Crecimiento Espiritual. 1:5-11.
Con el objeto de aclarar el sentido de los versículos
2 PEDRO 135
5-7, ofrecemos la siguiente traducción: "Por esta mis-
ma causa, añadiendo de vuestra parte toda diligen-
cia (a las promesas divinas) en vuestra fe suministrad
energía moral (o vigor del alma—Bengeí) ; en vues-
tro vigor del alma, conocimiento; en vuestro conoci-
miento, autodominio o dominio de vosotros mismos;
en vuestro autodominio, fortaleza de ánimo, adora-
ción rectamente dirigida; en vuestra adoración, amor
a los hermanos; en vuestro amor a los hermanos, amor
divino."
En este pasaje práctico y de vital importancia de
la carta de Pedro, se recalca la apropiación positiva de
las preciosas y grandísimas promesas de Dios, unida
a una enérgica cooperación con el Espíritu Santo de
parte del creyente para desarrollar un carácter cristia-
no armónico y proporcionado.
Un análisis más amplio de algunas de las palabras
y frases de este valiosísimo pasaje de las Escrituras,
prestará interés e inspiración al estudiante.
La frase que dice "poniendo toda diligencia" signi-
fica literalmente "poner al lado de." Es así que el cre-
yente debe poner diligencia al lado de las promesas
de Dios, o en otras palabras, debe añadir diligencia
a las promesas de Dios.
La traducción castellana de la versión de Valera di-
ce en el versículo 5 de la segunda epístola de Pedro
lo siguiente: "Mostrad en vuestra fe virtud." En el
original griego significa "desarrollar una virtud me-
diante el ejercicio de la otra, es decir, desarrollar fe
mediante la virtud. Se trata aquí de un aumento que
136 LA BIBLIA A SU ALCANCE
se produce por el crecimiento y no por la suma o
añadidura; cada una de las nuevas virtudes nace de
la otra, le da impulso y la perfecciona." —Vincent.
Fe es la raíz o principio del cual proceden todas
las demás gracias espirituales, para formar una uni-
dad gloriosa y armónica. Al mismo tiempo estas vir-
tudes están saturadas de fe.
Los frutos completos de una vida cristiana sólida
consisten de los siguientes:
Virtud: energía moral y fortaleza de alma.
Ciencia: discernimiento, percepción, conocimiento.
Templanza: auto-dominio o dominio de sí mismo.
Paciencia: no se trata aquí de la paciencia que
simplemente sufre lo inevitable, "sino de aquélla que
es heroica y valiente y con la cual el cristiano no
solo soporta la adversidad, sino que lucha."
Temor de Dios: "Abarca la confesión del Dios vivo
y verdadero y la vida que esté de acuerdo con este
conocimiento."
Amor fraternal: Se trata de la demostración acti-
va de amor hacia los demás creyentes, que se trasunta
en simpatía, bondad y beneficiencia hacia ellos.
Caridad (Amor): Se trata del amor divino. El
amor a Cristo debe constituir la cima de todo (1 Pe-
dro 1:8) y está dirigido hacia todos los hombres. Pa-
blo nos dice que "la mayor de ellas es el amor."
1 Corintios 13:13.
Si estas características residen en su plenitud en
la vida del cristiano, éste será fructífero en el cono-
cimiento del Señor Jesús. Ver. 8.
2 PEDRO 137
Aquél que no posea todas estas cosas es ciego, o
en otras palabras, corto de vista (traducción literal).
Tal persona, carente por completo de frutos, se ha
olvidado de la limpieza de sus propios pecados y del
propósito del llamado divino, que era para demostrar
las virtudes de Cristo. Ver. 9.
Por lo tanto (es decir, debido a la exhortación y ar-
gumento de los versículos 5-9) el creyente debe des-
plegar mayor diligencia y actividad en cooperación
con la gracia divina, para dar cumplimiento a todo
aquello que está involucrado en la vocación y llamado.
El creyente nunca debe caer en una inexcusable con-
fianza en sí mismo con respecto a su experiencia del
pasado, sino que debe avanzar vigorosamente en pro-
cura de la victoria espiritual presente. Ver. 10.
Este crecimiento vigoroso y diligente será una ga-
rantía contra la caída, y nos asegurará abundantes
riquezas de herencia en el reino futuro. Ver. 11.
Nota del traductor: Debemos procurar hacer firme
nuestra vocación y llamado, o si se nos permite el
término, debemos ratificar el llamado y la elección de
Dios mediante una vida de obediencia. (2 Pedro 1:10.)

LECCIÓN 17
2. Las Credenciales de Pedro para Enseñar y Exhor-
tar. 1:12-21.
Pedro se refiere ahora en su carta a su participación
personal, en compañía de sus lectores, en favor del
cumplimiento de todo aquello con respecto a lo cual
les amonesta. Con el objeto de que este glorioso fin
(ver. 11) pueda ser alcanzado por ellos, se propone
hacer su parte exhortándolos en favor de la santi-
dad.
Frente a su próxima partida para estar con su Se-
ñor, es evidente que el apóstol Pedro considera como
de más alto valor a la santidad, la fortaleza espiritual
y a una vida fructífera en lo que respecta a las virtu-
des cristianas. Vers. 12-14.
Pedro había tenido sin duda indicios de la proximi-
dad de su muerte y deseaba por lo tanto dejar entre
los creyentes recuerdos vividos de su solicitud fiel por
su bienestar espiritual. Ver. 15.
El apóstol recalca y reafirma la realidad de los
acontecimientos experimentales que constituyeron la
base de su predicación. No ha seguido fábulas enga-
ñosas, sino que ha sido testigo ocular, junto con Ja-
cobo y Juan, de la presencia y poder majestuosos del
Señor en el Monte de la Transfiguración. Mateo 17:
1-8. Junto con la gloriosa manifestación de la gloria
138
2 PEDRO 139
de Cristo, se oyó la voz de Dios el Padre confirman-
do las relaciones que lo unían a su Hijo, y aprobando
la vida y obra de éste. ¡ Qué acontecimiento más
extraordinario y qué visión más maravillosa para el
mortal! Vers. 16-18.
Mas podría suceder que alguien pusiera en tela de
juicio lo que Pedro había experimentado en el mon-
te de la Transfiguración y tratara de darle una expli-
cación natural mediante argumentos plausibles. Por
esta razón Pedro dice lo siguiente: "Tenemos tam-
bién la palabra profética más permanente." ("Y tam-
bién tenemos, más firme, la palabra profética." V.M.)
Es asi que la palabra profética es una confirmación
más segura de las verdades de Dios que lo que los
apóstoles vieron en el monte de la Transfiguración.
En otras palabras, el testimonio del Antiguo Testa-
mento es una confirmación más convincente de la
deidad de Cristo que la transfiguración. La vida y
obras de Cristo coincidieron perfectamente con la
profecía. Esto constituye "una prueba más profunda
que un solo acontecimiento en la vida de Pedro."
(Lumby.)
Por lo tanto debiera darse a esta palabra profética
la atención más esmerada, porque brillará en la lóbre-
ga atmósfera de este mundo hasta que aparezca la Es-
trella resplandeciente de la mañana, (Apoc. 22:16)
precursora del día completo de la segunda venida de
Cristo. Ver. 19.
La importancia de la profecía, en lo que respecta
a proporcionar luz y guía se ve en el hecho de que su
140 LA BIELIA A SU ALCANCE
significado es fijo y claro y su origen divino. "Nin-
guna profecía de la Escritura es de particular inter-
pretación." Es el resultado de la inspiración divina por
medio de hombres santos (separados, divinamente es-
cogidos) quienes eran llevados por la corriente de la
revelación divina. No fueron ellos quienes origina-
ron las profecías, sino que hablaron inspirados por
Dios. "El apóstol Pedro no previene aquí—como lo
afirman los católicos—contra la interpretación per-
sonal de la profecía, sino contra la necedad de falsos
profetas sin inspiración alguna de Dios." —Robertson.
Así lo indica el capítulo 2.
3. Advertencia Contra los Maestros Falsos. Capí-
tulo 2.
Maestros Falsos
El apóstol Pedro, después de haber exhortado a
prestar profunda atención a las Sagradas Escrituras,
hace una advertencia contra los falsos profetas, deli-
neando su carácter y llamando la atención hacia su
terrible fin. Sin duda se refiere a las palabras del
Señor en Mateo 24:11,12; 7:15, que dicen: "Guar-
daos de los falsos profetas." El apóstol Pedro se re-
fiere aquí a los falsos profetas que hubo en Israel,
para mencionar luego "los falsos doctores, que intro-
ducirán encubiertamente herejías de perdición." Pedro
afectúa esta transición con el objeto de que los cre-
yentes a quienes escribe no se alarmen ante la apa-
rición de maestros de error." —Fronmuller.
Había falsos profetas entre el pueblo. Lo demues-
2 PEDRO 141
tra la historia de Achab y los acontecimientos ocu-
rridos en la época de Jeremías y Ezequiel. Jeremías
28; Ezequiel 13:9. Se cita específicamente a Balaam.
Versículo 15. Es así que Pedro advierte con respecto
a la aparición de falsos doctores, que introducirán
herejías destructivas hasta el punto de negar a su Se-
ñor que los compró con un costo tan terrible para
sí. El acto de negar puede dar como resultado la re-
pentina destrucción. Ver. 1. (Debe recordarse que la
palabra "negar" tiene profundo significado en labios
de Pedro, desde que él negara a su Señor.)
, Lo triste del caso con respecto a los falsos maes-
tros es que conducen a sus engañados seguidores a co-
meter actos lascivos, pues el error a menudo abre la
puerta a las indulgencias de la carne y aceptación de
prácticas moralmente malas. El camino de la verdad
es convertido en reproche. Ver. 2.
Inspirados por la avaricia, a semejanza de Balaam,
estos gnósticos disolutos obtenían dinero de sus vícti-
mas, mas la retribución divina ciertamente los alcan-
zará. El juicio avanza con lentitud, pero inexorable-
mente, como el alud por el valle, hasta el día del juicio.
Ver. 3.
Ilustraciones del Juicio.
A continuación siguen tres ejemplos ilustrativos de
la frase "ya de largo tiempo no se tarda." ("Ya de
largo tiempo atrás no se tarda." V.M.) Tanto la jus-
ticia salvadora como la punitiva se exhiben aquí. La
palabra "tarda" en el griego indica la idea de no estar
ocioso. El juicio de Dios está representado "como
142 LA EIELIA A su ALCANCE
algo vivo, despierto y expectante. Desde mucho tiem-
po atrás el juicio inició la marcha por la senda de
destrucción y a) la suerte de los ángeles pecadores,
b) el diluvio y c) la destrucción de Sodoma y Go-
morra fueron ilustraciones incidentales de su poder;
ni tampoco se ha tardado nunca. .. Avanza todavía,
fuerte y vigilante, como cuando por primera vez sur-
giera del seno de Dios y no dejará de alcanzar el
blanco que se le señaló." —Salmond and Lillie, del
libro intitulado "Word Studies in the New Testament",
por Vincent.
¿Quiénes eran "los ángeles que habían pecado"
que menciona el versículo 4? Podemos muy bien consi-
derar todas las posibilidades de interpretación y llegar
a una conclusión personal. Algunos comentaristas
afirman que se refiere a la primera rebelión original
de Satanás y sus ángeles, mas existen objeciones con
respecto a este punto de vista en el hecho de que los
ángeles del versículo 4 fueron despeñados en el in~
fiemo, (Tártaro, o sea una palabra que representa el
infierno griego) donde están confinados hasta el día
del juicio. Mas en Efesios 6:12 se nos sugiere que
Satanás y sus "principados y potestades" organizados
tienen cierta libertad dentro de los límites de la sobe-
ranía divina que todo lo dirige, y no serán enviados
a su destino final hasta el término de la edad. Apo-
calipsis 12.
Llegamos así a la conclusión de que estos ángeles
deben de haber pertenecido a una categoría especial.
Algunos consideran que estos ángeles eran "hijos de
2 PEDRO 143
Dios" del capítulo 6 de Génesis, que fueron culpa-
bles de irrumpir en la esfera humana, y por el terrible
pecado de no guardar "su dignidad" (Judas 6) fueron
sumariamente desalojados del cielo y enviados al
abismo, para esperar el juicio final. Pero aquí se nos
presentan objeciones lógicas a esta interpretación, des-
de que no parecen razonables las relaciones sexuales
entre seres angélicos y humanos, en vista de la Escri-
tura en Mateo 22:30.
Todo el asunto se presta fácilmente para el debate.
La revelación divina lo pondrá algún día en claro.
Mas lo que es evidente y se recalca en la carta de Pe-
dro es el hecho de que estos maestros falsos, im-
píos y lascivos no podrán escapar el juicio de Dios,
de la misma manera que no pudieron escapar el juicio
estos ángeles, cualesquiera sea su naturaleza, ni los
antediluvianos ni las ciudades malvadas de la llanura.
Versículos 4-6.
"El Justo Lot"
El apóstol nos proporciona luz en los versículos
7-9 con respecto al carácter de Lot, el sobrino de
Abraham. Reconocemos que al escoger en forma ego-
ísta "la llanura del Jordán," (Génesis 13:5-13) que-
dó expuesto a la atracción que ejercían las ciudades de
Sodoma y Gomorra, disolutas y mundanas, y final-
mente se trasladó para vivir en dichas ciudades.
Es evidente que había algo de bueno en el carácter
de Lot, porque se encontró fuera de ambiente en me-
dio de las prácticas licenciosas de esas ciudades.
Aunque Lot comprometió su testimonio, Dios le li-
144 LA BIBLIA A SU ALCANCE
beró de la suerte que corrió Sodoma. Vers. 7-9.
El carácter de los falsos maestros
Como lo hicimos notar previamente, las enseñan-
zas herejes conducen a menudo a prácticas inmorales
mediante el asceticismo o el desenfreno. El ascetids-
mo se expresa generalmente en la denegación volunta-
ria de algún deseo legítimo. Esa negativa, por su
misma anormalidad, induce a la persona a cometer ac-
tos ilícitos, para satisfacer un deseo que se intensifica
por la misma negativa. Por ejemplo, el celibato del
sacerdocio romano.
Por otro lado, el desenfreno no tolera restricción al-
guna, impuesta por leyes divinas o humanas, en lo
que respecta a la satisfacción de cualquier deseo. Ese
desenfreno se expresa por medio de una orgía de con-
cupiscencia.
Pedro afirma que esos herejes libertinos son como
aquéllos que desprecian toda autoridad, divina o hu-
mana. Son audaces, amantes de sí mismos, que no
toleran restricción alguna. Ver. 10.
La nota escrita por Stier, en el versículo 11, ilu-
mina el pasaje. Dice así: "Los ángeles, (se refiere
aquí a los buenos y leales), aunque eran más grandes
en fuerza y fortaleza (que los seres humanos) no
pronuncian frente al Señor sentencia insolente con-
tra las majestades (refiriéndose sin duda a cualquier
dignatario o autoridad); ellos saben o quizá anuncien
el juicio, mas lo dejan en humildad al Señor, com-
prendiendo que ellos, a igual que los poderes malvados,
están ante la presencia del Señor. Cualquier otra
2 PEDRO 145
palabra de abuso voluntario era considerado por ellos
como una insolencia hacia aquéllos que aun no habían
recibido el juicio ejecutivo, y en realidad como una
insolencia hacia el poder y la paciencia de Dios, y
por lo tanto se abstenían de pronunciar juicio."
Tenemos aquí una valiosa lección para cualquier
cristiano cuando se siente inclinado a despreciar o cen-
surar a otros o se crea en condiciones de juzgarlos y
diagnosticar qué significado tiene el trato de Dios con
los demás. Ver. 11.
Mas estos maestros falsos, a igual que animales
irracionales, no saben nada del mundo superior, o de
•sus niveles de conducta, y han nacido para ser lleva-
dos y destruidos. Ver. 12.
Fue así que Jesús dijo, refiriéndose a los farise-
os: "Ya tienen su recompensa." Todo lo que los im-
píos recibirán será la gratificación de algún deseo
carnal o concupiscencia de la carne. No pueden espe-
rar ninguna otra cosa. Estos falsos maestros hasta
se atrevían a participar de los ágapes, o comidas
que los cristianos celebraban entre sí, a fin de estre-
char más la concordia y la unión entre los miembros,
y que estaban relacionadas con la celebración de la ce-
na del Señor. Ver. 13.
Es así que estos falsos maestros, de moralidad total-
mente corrupta, incapaces de dejar el pecado, buscan-
do atraer con el cebo del desenfreno a las almas in-
constantes, dados a la avaricia, no eran otra cosa que
hijos de condenación, es decir, sentenciados a la con-
denación de Dios.
146 LA BIBLIA A SU ALCANCE
En este pasaje Pedro censura una situación que
aunque incipiente, existía ya y empeoraría en el futuro.
Los seguidores de Simón el Mago (los Hechos 8:9-
24) consideraban a los ángeles hijos de Simón el
Mago y muchos glorificaban a éste como Dios. Estos
discípulos de Simón sumaban el desenfreno a la impie-
dad. . . Menander, sucesor de .Simón el Mago, se lla-
maba a sí mismo Salvador y afirmaba que podía im-
partir un conocimiento mayor que el de los ángeles.
(Pasaje tomado de los escritos de Ireneo.) Versículo
14.
Las características de los falsos maestros.
Estos falsos maestros conocieron evidentemente en
el pasado el camino verdadero, mas lo olvidaron y se
apartaron de él. Pedro ilustra la avaricia de los fal-
sos maestros por el ejemplo de Balaam, quien en una
oportunidad, por el amor al .lucro, se dejó engañar
hasta el punto de maldecir al pueblo de Dios. Otra
cosa digna de compararse, y que no se le da promi-
nencia aquí en 2 Pedro es la relación íntima que exis-
te entre la hipocresía, el engaño y el desenfreno. Nú-
meros 25:1; 31:16; Apocalipsis 2:14. (Lea Números
22-25 donde se encuentra narrada la historia de Ba-
laam) Versículo 15, 16.
Pedro compara más adelante a los falsos maestros
con fuentes sin agua y nubes arrastradas por el viento.
El señor Husa hace el siguiente comentario: "Las
nubes arrastradas por el viento producen tempestades,
y obscurecen el esplendor del sol. De igual manera esos
falsos maestros alteran la paz del alma y obscurecen el
2 PEDRO 147
Sol de Justicia mediante la lobreguez del error." A
ellos se les ha reservado "la obscuridad de las tinie-
blas para siempre." El hombre que haya vivido una
vida ensombrecida por el pecado, será castigado con
las tinieblas eternas, especialmente por haber llevado
a tantos otros por la senda del error. Ver. 17.
Los falsos maestros emplean un lenguaje altisonan-
te sin sustancia alguna. La última parte del versículo
18 podría traducirse de la siguiente manera: "Atraen
por medio del cebo de los apetitos carnales a los que
poco antes habían escapado del error, y todavía no esta-
ban a salvo de él ni confirmados en la verdad."
(Vincent) Ver. 18.
El tema de sus discursos rimbombantes es la liber-
tad, es decir, la libertad de vivir como se quiera, o de
satisfacer la carne hasta lo sumo. Grotius se refiere
a ciertos gnósticos que según Ireneo, se jactaban de
haber sido liberados de toda restricción moral, como
si Cristo hubiera adquirido para los suyos la liber-
tad de pecar." —Fronmuller. Esta era la doctrina de
Simón el Mago y sus seguidores. Usaban la libertad
para encubrir la malicia. Gálatas 5:13. Ver. 19.
Desde que los maestros falsos son esclavos de la
corrupción, hacen a aquéllos que engañan esclavos de
la corrupción también. La vida de esos falsos maes-
tros puede parangonarse con la del hombre al que se
refería Jesús, del cual había salido un espíritu in-
mundo. (Mateo 12:43-45.) Posteriormente ese mismo
hombre fue invadido por otros siete espíritus, más
148 LA BIBLIA A SU ALCANCE
malvados que el anterior, que ahora venían a habitar
su casa, la cual estaba "barrida y adornada."
Cuan terrible es la condición y el futuro de aquél
que después de haber conocido al Señor, ha vuelto
a caer en las garras del pecado. Pedro dict que hubie-
ra sido mejor no haber conocido nunca la senda de
justicia, que separarse de ella después de haberla co-
nocido. Crisóstomo, el gran predicador de la iglesia
de Constantinopla, dijo lo siguiente: "No pequéis des-
pués de haber sido perdonados; no permitáis que
se os hiera después de haber sido sanados, ni que
se os manche después de haber experimentado la gra-
cia. Pensad, oh hombres, que la culpa es mayor des-
pués del perdón, que la herida renovada es más dolo-
rosa después de la sanidad, y que la mancha es más
molesta después de la gracia. Por lo tanto no aprecia
el perdón aquél que peca de nuevo; no merece la sa-
nidad aquél que renueva sus heridas y no merece ser
limpiado aquél que se mancha de nuevo después de la
gracia." Ver. 21.
El retorno al pecado queda aclarado mediante dos
ejemplos simbólicos tomados del mundo animal. Ver.
22.
LECCIÓN 18
3. Amonestaciones en vista del retorno del Señor.
Capitulo 3.
El apóstol Pedro deja ahora de referirse a los li-
bertinos y sus víctimas, y se dirige a sus lectores em-
pleando varias veces las palabras carísimos y amados.
Retorna a su propósito, como en el capítulo 1, ver-
sículos 13 y 15, a fin de recordarles la verdad y ad-
vertirles de !os peligros del presente. Manifiesta en
forma incidental ser el autor de la segunda epístola,
en la cual, junto con la primera, despierta su limpio
entendimiento en relación con los acontecimientos de
los últimos días. Ver. 1.
El mensaje de los profetas al cual se refiere Pedro
es el relativo al retorno del Señor, que el apostolado
ha recalcado también en sus enseñanzas, mas cuya
verdad, según las palabras de Pedro, será rechazada
por los burladores. El versículo 3 dice lo siguiente:
"En los postrimeros días vendrán burladores, andan-
do según sus propias concupiscencias." Ya no apa-
recen más vestidos de ovejas, sino que revelan su na-
turaleza lobuna. La palabra propias indica la voluntad
propia de estos hombres en oposición a la ley de Dios.
En forma similar a las expresiones audaces de los
burladores en los tiempos antiguos que preguntaron
diciendo: "¿Dónde está el Dios de juicio?" (Mal. 2:
149
150 LA BIBLIA A SU ALCANCE
17) estos burladores de la época de Pedro pregunta-
ban: "¿Dónde está la promesa de su advenimiento?
No se encuentra en ninguna parte. Todo continúa
como siempre. No hay señales de cambio alguno."
Ver. 4.
"Ellos ignoran voluntariamente" (ver. 5) que han
existido cambios en la constitución del mundo en época
anterior, y luego el apóstol procede a revelar un cam-
bio venidero en el universo del futuro. (Ver. 10-
13). La explicación más simple de los versículos 5,
6 es que el apóstol se refiere al diluvio, que produjo
un repentino juicio en los antiguos burladores del día
de Noé. Algunos comentaristas creen que se refiere
al caos que existía antes de la creación de Génesis 1:2.,
mas en este caso es difícil descubrir el significado de
la ilustración del mensaje de Pedro referente al cam-
bio en el orden de la naturaleza. La ilustración refe-
rente al diluvio tiene el doble significado de cambio
y de la muerte de los burladores, que fueron sepulta-
dos por el diluvio, con las palabras de incredulidad a
flor de labios.
La misma Omnipotencia que ordenó que las aguas
destruyeran a los hombres y dejaran desolada la tie-
rra, destruirán en el futuro el mundo presente, tanto
los cielos como la tierra, por medio del fuego, y des-
truirá a los impíos. Ver. 7.
"Mas, oh amados, no ignoréis esta una cosa." Ver.
8. "No se trata ésta de una segunda refutación con-
tra los burladores, sino la remoción de un obstáculo
que los creyentes pudieran encontrar en la prolonga-
2 PEDRO 151
da espera del advenimiento de Cristo. El espacio
más breve de tiempo es para el Señor lo suficien-
temente largo como para ejecutar una obra que de
acuerdo a nuestros cómputos requiriría mil años, y el
espacio más largo de tiempo pasa ante sus ojos con
la rapidez de un día para nosotros. Con el objeto de
sostener el punto de vista justo con respecto al retor-
no de Cristo, debemos aplicar la norma de la eternidad,
y no debemos emplear medidas humanas de tiempo.
El tiempo no queda descartado por entero en lo que
respecta a Dios, sino que la relación del Señor con
respecto al tiempo es muy diferente de la que noso-
tros mantenemos, pues nosotros, los hombres, somos
criaturas de un día," —Fronmuller.
La palabra "tarda" del versiculo 9 quiere decir en
sentido literal "demorar o malgastar el tiempo." "La
palabra implica, además de demora, la idea de tardan-
za con respecto a un compromiso fijado para una ho-
ra determinada." —Vincent.
La demora relativa a los cambios cósmicos y al jui-
cio sobre los hombres impíos tiene su origen en la
PACIENCIA Y CLEMENCIA de Dios hacia el
hombre ignorante, débil y mal encaminado. Dios no
desea la destrucción del hombre, sino su arrepenti-
miento, es decir, su cambio de ideas y de actitud hacia
Dios, y hacia el significado de los acontecimientos.
Ver. 9.
El apóstol desarrolla a continuación el pensamiento
presentado en el versículo 7, que el orden presente de
cosas terminará en el futuro en un "diluvio de fuego"
152 LA BIBLIA A SU ALCANCE
como lo dijo Ireneo. No se recalca aquí la fecha del
acontecimiento, sino el hecho de la futura reconstitu-
ción del universo y de lo completo del cambio en lo
que respecta al orden actual.
"El día del Señor" en las Escrituras es un tér-
mino que involucra la intervención activa del Todopo-
deroso en el plano de los elementos constituyentes
del universo, mas también en el plano de los asuntos
humanos, desde que el hombre es moraimente respon-
sable ante el Señor.
Pedro nos revela que el universo presente será di-
suelto por fuego para ser reemplazado por los nuevos
cíelos y !a nueva tierra "en los cuales mora la justi-
cia." No es posible que este acontecimiento ocurra an-
tes de la aparición de Cristo desde el cielo (Apoca-
lipsis 19:11) para traer su reino milenario, porque las
Escrituras nos enseñan con toda claridad que esta tie-
rra, aunque bajo el juicio de Dios, aun por los ele-
mentos del fuego (Apocalipsis 8:7-9) durante la épo-
ca de la tribulación, continuará por los mil años.
Luego vendrá "un cielo nuevo, y una nueva tierra,"
(Apoc. 21:1-5) después de los mil años, después
del juicio final de las naciones (Gog y Magog) enga-
ñadas por Satanás (Apocalipsis 20:7-9) y después
del juicio del gran trono blanco o durante la época
que ese juicio se lleva a cabo.- Versículos 10-13.
La aplicación práctica de la verdad relativa a la
disgregación de las cosas que vemos ahora, aun en
fecha tan distante, no pierde su fuerza, porque el he-
cho de que cierto día en el futuro se producirá el fin
2 PEDRO 153
de las "cosas" como ahora las vemos, debe llamarnos
a la sensatez y debiera asimismo estimularnos a man-
tener un "santo comportamiento y piedad" (ver. 11),
y a ser diligentes a fin de que seamos hallados en paz,
"sin mácula y sin reprensión." (Ver. 14)
Exhortaciones Finales
Nuevamente el apóstol se refiere a la paciencia de
Dios, la cual está ejercitada en forma tan hermosa
a fin de que dé como resultado para el hombre la sal-
vación y no la destrucción, no solamente en la época
de Pedro, sino para siempre, mientras Dios preserve
este mundo presente.
"Nuestro amado hermano Pablo." Los burladores,
a los cuales se refería Pedro, atacaron probablemente
las epístolas del apóstol Pablo, y declaraban que Pe-
dro y Pablo se contradecían. En este aspecto, Pedro
cita el testimonio de Pablo para confirmación de su
doctrina, y demuestra que entre Pablo y él mismo
existe una comunión íntima de espíritu, y que el in-
cidente, mencionado en Gálatas 2:11, no podía ex-
tinguir su amor." —FronmulIer.Ver. 15.
No sabemos a cuál o a cuántas de las epístolas de
Pablo el apóstol Pedro se refiere en el versículo 16.
Suponemos que Pedro habrá visto originales o copias
de las cartas de Pablo pocos meses después de su com-
posición. Benson considera que esta referencia está
relacionada con la epístola a los Gálatas, Efesios, y
Colosenses, porque está dirigida a las iglesias del
Asia Menor.
El apóstol Pedro, en forma indirecta reclama sa-
154 LA BIBLIA A SU ALCANCE
biduría para si, mas reconoce también que Pablo tenía
un don semejante del Señor (ver. 15). Pablo escri-
bió con respecto a la segunda venida de Cristo— "es-
tas cosas"—como es evidentemente cierto. Resulta
nuevamente nebuloso para nosotros saber cuáles son
las cosas "difíciles de entender." Bengel hace refe-
rencia a 2 Tim. 2:18. Gerhard se refiere por su parte
a la tergiversación de las verdades, de lo cual eran
responsables los ignorantes e inconstantes tales como
los puntos de vista falsos relativos al milenio, a la
justificación por fe, a la libertad cristiana, a la venida
del anticristo, y especialmente a la justificación. Asi-
mismo disculpaban extravagancias ilícitas. Ver.16.
El apóstol Pedro, empleando por última vez el tér-
mino cariñoso de "amados" exhorta a sus lectores,
que no tienen excusa en lo que respecta a interpretar
en forma incorrecta a Pedro o a Pablo en este asunto,
a precaverse a fin de no ser arrastrados por el error
de los desordenados. Su defección o deserción daría
como resultado el ser desalojados de su lugar de esta-
bilidad. Soltarían amarras y comenzarían a navegar a
la deriva, con resultados desastrosos. Ver, 17.
El apóstol les exhorta finalmente a crecer "en la
gracia y conocimiento de nuestro Señor y Salvador
Jesucristo." La única conducta segura del cristiano
es proceder como lo hizo Pablo: "Prosigo al blanco,
al premio de la soberana vocación de Dios en Cristo
Jesús." Ver. 18.
"A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad.
Amén."
PREGUNTAS DE REPASO
Lección 15
1. Cite algunas de las pruebas exteriores que demues-
tran la autenticidad de la epístola.
2. Señale las características importantes de las prue-
bas internas.
3. ¿Cuál es el fondo y a quién está destinada la epís-
tola?
4. Señale la ocasión y fecha de la epístola.
5. Señale el plan y el propósito de la epístola.
Lección 16
1. Señale cualquier punto de interés en el versículo
1 de la introducción.
2. Señale puntos interesantes de los versículos 2-4.
3. ¿Qué pacto particular parece que Pedro tiene en
la mente en el versículo 4 ? Dé los puntos principa-
les de sus estipulaciones.
4. Teme los versículos 5-11 y escriba una exposición
de estos versículos como si explicara su significado
a otra persona.
Lección 17
1. ¿Cuáles son las cosas que Pedro considera de más
importancia para la exhortación en vista de la proxi-
midad de su muerte ?
2. ¿Qué acontecimiento experimental capacitaba a Pe-
dro para enseñar ?
3. ¿Qué es, según Pedro, lo que constituye una con-
155
156 LA BIBLIA A SU ALCANCE
firmación más segura de las verdades de Dios que
la experiencia personal ? Explique.
4. Demuestre la existencia de falsos profetas en la
época del Antiguo Testamento.
5. Según su criterio, ¿cuál es la consecuencia más
terrible que se deriva de los falsos maestros y de
las enseñanzas falsas ?
6. Demuestre que el juicio de Dios es algo vivo y
cierto.
7. Discuta la cuestión relativa a "los ángeles que pe-
caron."
8. ¿ Qué revela Pedro con respecto a Lot ?
9. Diganos todo lo que sabe con respecto a los fal-
sos maestros.
Lección 18
1. ¿Qué indica Pedro que será la característica de las
enseñanzas falsas de los últimos días?
2. ¿A qué acontecimiento se refiere Pedro en los ver-
sículos 3:5,6 y 7 y qué enseñanza se deriva de
dicho acontecimiento ?
3. ¿ Por qué demora Dios el juicio ?
4. ¿ Qué quiere decir "el día del Señor ?"
5. Haga un comentario de los versículos 10-13.
6. Dé la razón de Fronmuller que explica la refe-
rencia que Pedro hace de Pablo.
7. ¿De qué forma tratan con la verdad los falsos
maestros, y con qué resultados ?
JUDAS
LECCIÓN 19
Pasamos a considerar la epístola de Judas a esta
altura de los estudios porque aparece cronológicamente
antes de las epístolas de Juan y porque guarda
inequívoca relación con la segunda epístola de Pedro
a la cual aparentemente cita o se refiere. 2 Pedro
2:1-3:3; Judas 4-16. A igual que la segunda epístola
de Pedro trata de los maestros falsos que se habían
insinuado entre los creyentes. "Estos maestros, me-
diante la propaganda, habían puesto en peligro lo sano
de la doctrina y la pureza de moral de la iglesia."
Judas denuncia a estos reprobos mediante palabras
aún más vigorosas y claras que Pedro. Judas no
solamente los pone al descubierto, sino que los amenaza
con las terribles consecuencias de su perversión y
maldad.
Autenticidad de la carta, y su autor.
El célebre escritor eclesiástico Orígenes se refiere
a la epístola, diciendo: "Judas escribió una epístola
de unos cuantos versículos, y sin embargo, empleó
palabras vigorosas de gracia celestial," y lo denomina
apóstol en dos lugares. El antiguo manuscrito conocido
con el nombre de Fragmento Muratori la reconoce.
Gemente de Alejandría la comentó y la atribuyó es-
pecíficamente a Judas. Jerónimo reconoce su auten-
ticidad.
157
158 LA BIBLIA A SU ALCANCE
"Efrén el Siró la cita como apostólica; también
la menciona Malchian, un presbítero de Antioquía en
una carta dirigida a los obispos de Alejandría y
Roma, y Paladio, amigo de Crisóstomo. Figura en los
catálogos laodicense (año 363 D.C.), cartaginés (ano
397 D.C.) y el llamado apostólico."—Diccionario Smith
de la Biblia.
Tertuliano, por su parte, afirma: "A estas con-
sideraciones se añade el hecho de que Enoc cuenta
con un testimonio en el apóstol Judas.
"Judas cuenta así con evidencia externa más sólida
que la segunda epístola de Pedro. Esto es extraordi-
nario considerando su brevedad, su carácter polémico,
su supuesta referencia a la literatura apócrifa y su
paternidad no apostólica."—Thiessen.
La evidencia interna está de acuerdo con la externa.
El escritor se denomina a sí mismo "Judas, siervo
de Jesucristo, y hermano de Jacobo." Ver. 1. Jacobo
era hermano de Jesucristo, por lo que se desprende
que Judas era hermano también de Jesús. Los evan-
gelios señalan que Jesús tenía un hermano de ese
nombre (Mateo 13:55; Marcos 6:3). Por lo tanto,
no se lo debe identificar con ninguno de los otros
seis Judas, mencionados en el Nuevo Testamento. "El
que se distinga a sí mismo de los demás Judas ha-
ciendo referencia a su hermano más bien que a su
padre, se debe a que su hermano había alcanzado
gran prominencia entre sus lectores. Tanto Jacobo
como Judas indican, al excluir el título apostólico,
que no eran apóstoles."—Thiessen.
JUDAS 159
No se sabe mucho con respecto a la vida de este
Judas. Se trataba probablemente de uno de los
hermanos menores del Señor. Al parecer no creyó
en Jesús antes de la resurrección (Juan 7:3-8); em-
pero fue aparentemente convencido de la deidad del
Señor por dicho acontecimiento. Se le encuentra con
los otros hermanos y María en el aposento alto. (He-
chos 1:13). Era casado y aparentemente viajó con
su esposa (1 Corintios 9:5).
Tanto Gemente de Alejandría, como Tertuliano,
Jerónimo, Agustín y los padres de la iglesia afirman
generalmente que Judas cita a varios libros apócrifos.'
Se afirmaba que el versículo 9 de Judas es una
cita del libro apócrifo la Asunción de Moisés, y que
el versículo 14 es una referencia al libro de Enoch,
también apócrifo. Con respecto al libro de Enoch
el Dr. Moorehead dice lo siguiente: "Aunque admi-
tamos que la cita sea cierta, ello no nos autoriza a
afirmar que Judas aprueba el libro. Pablo proporciona
citas de ti es poetas griegos a saber: de Arato de Soloi
en Hechos 17:28; de Menandro en 1 Corintios 15:33
y de Epimenides en Tito 1:12. ¿Se imagina alguno
1
Los libros apócrifos, vocablo que significa oculto o fingido,
son aquéllos que no pertenecen al canon sagrado de las
Escrituras. Fueron autorizados por el Concilio celebrado por
la Iglesia Católica en Trento, en el año 1546 de nuestra
era. Este Concilio fijó para la Iglesia Católica varias
doctrinas falsas. Los libros apócrifos aparecen en las Biblias
católicas, pero nunca han sido aceptados por la iglesia protes-
tante o evangélica. Algunos de estos libros son interesantes,
y especialmente los libros de los Macabeos tienen un verdadero
valor histórico.
160 LA BIBLIA A SU ALCANCE
que Pablo aprobó todo lo que estos profetas escri-
bieron? A la cita de Epimenides, el apóstol añade:
"Este testimonio es verdadero," (Tito 1:13) empero
nadie se imagina que el apóstol quiere decir que todo
el poema es verídico. De manera entonces que Judas
cita un pasaje de un libro no canónico, no porque
acepte todo el libro como verdadero, sino que esta
predicción especial la recibe como de Dios."
¿ No es acaso una solución satisfactoria del problema?
Fondo y destino de la epístola.
Es imposible determinar con exactitud a quién está
dirigida la carta de Judas. Se han sugerido varias
localidades, como por ejemplo: Palestina, Asia Me-
nor, Alejandría. Judas dice simplemente: "A los lla-
mados, santificados en Dios Padre, y conservados en
Jesucristo." (1:1). Eran cristianos, probablemente
tanto judíos como gentiles. "Los males son los mismos
a los que combate la epístola segunda de Pedro, y no
parece que los dos autores escribieran a la misma
gente, especialmente si la epístola de Judas depende
en cierto grado de la epístola segunda de Pedro.
Parece más probable que la epístola de Judas estaba
dirigida a las mismas personas para las cuales Santiago
o Jacobo escribió su epístola."—Thiessen.
Ocasión y fecho.
Es evidente a juzgar por el toque de diana de Judas
de contender "eficazmente por la fe que ha sido una
vez dada a los santos," que los creyentes a quienes
estaba dirigida la carta eran acosados por enemigos
sutiles, astutos, y su doctrina había abierto serias
JUDAS 161
brechas en la vida de las iglesias. El cuadro es
horrible y sombrío.
Estos maestros se habían insinuado subrepticiamente
entre los creyentes, ver. 4, habían desnaturalizado o
interpretado erróneamente la gracia de Dios y le ha-
bían negado (ver. 4). Se trataba de pervertidos sexua-
les (vers. 7,8), criminales en potencia (ver. 11), co-
diciosos e impostores (ver. 11) desafiantes de la auto-
ridad de la iglesia (ver. 12) ocultas "piedras de tro-
piezo" en los banquetes o ágapes (ver. 12) murmura-
dores, (ver. 16), autores de divisiones (ver. 19),
sensuales, (ver. 19).
¡Qué catálogo, aparentemente increíble, mas cuando
nos compenetramos de la verdad, cuánto más cierto
nos parece!
Judas sabía estas condiciones, y la presencia de
estas personas malvadas entre los creyentes motivó
que escribiera la epístola.
Si es cierto que la epístola de Judas fue escrita
después que la segunda de Pedro, luego no puede
ser anterior al año 66 o 67. Debe de haber sido escrita
durante el intervalo que medió entre la muerte de
Pedro y la destrucción de la ciudad de Jerusalem, en el
año 70 D.C. La epístola no contiene referencia alguna
a este importante acontecimiento que, como castigo de
Dios, no se concibe que se le hubiera omitido en la
epístola. "Es increíble," nos dice Huther, "que Judas
se hubiera referido a la predicación de los apóstoles
como algo del pasado (vers. 17,18) si hubieran estado
en el apogeo de su actividad apostólica."
162 LA BIBLIA A SU ALCANCE
Su propósito y plan.
Como en todas las demás epístolas, la necesidad de-
terminó la naturaleza y propósito de la epístola. Judas
estaba seriamente preocupado por las brechas abiertas
en la fe (que significa aquí la norma de doctrina,
dogmática y práctica que ha sido confiada a la
iglesia, por autoridad divina) y exhorta a sus lectores
a contender "eficazmente por la fe que ha sido una
vez (por todas) dada a los santos." (Ver. 3). Desen-
mascara a los hermanos falsos que se deslizaron como
culebras entre ellos (vers. 3,4); les advierte que los
pecadores han sido castigados (vers. 6,7); describe a
los falsos maestros (vers. 8-13), demuestra que los
impíos serán juzgados (vers. 14-19) y exhorta a sus
lectores al crecimiento espiritual y a ganar almas.
(Vers. 20-23).
Luego sigue una hermosa doxología. Vers. 24,25.
BOSQUEJO
Salutación. Vers. 1,2.
1. Amonestación en el sentido de contender por la je.
Vers. 3,4.
2. Prueba de que Dios juzga a los malos. Vers. 5-7.
3. Censura contra los maestros jalsos y su doctrina.
Vers. 8-13.
4. Confirmación autorizada de que Dios juzgará a
los pecadores. Vers. 14-19.
5. Consejos respecto del crecimiento espiritual y para
ganar almas. Vers. 20-23. Doxologia. Vers. 24-25.
LECCIÓN 20
Salutación. Vers. 1,2.
Judas era uno de los hermanos de Jesús. (Mateo
13:55; Marcos 6:3). No se denomina a sí mismo
apóstol, y parece que establece una distinción entre
sí y los apóstoles. Vers. 17,18. Se designa "siervo
de Jesucristo" y "hermano de Jacobo" que no es otro
que Santiago, autor de la epístola homónima.
"El que Judas no aluda a su lazos de parentezco
con el Señor se puede explicar por el hecho de que
las relaciones de familia, a su entender, quedarían
subordinadas a los vínculos espirituales (lea Lucas
11:27,28), pues el aludir a vínculos de familia hubiera
estado, como lo expresa el deán Alford, "en armonía
con esos sentimientos supersticiosos que aparecieron
más tarde, según los cuales los siglos posteriores
consideraron a los parientes del Señor Jesús." Se
abstenía de recalcar una distinción que no podía re-
clamar para sí ninguno de los demás discípulos o
apóstoles, y más aún en virtud de su anterior incre-
dulidad en la autoridad y misión de Cristo. Se nota
asimismo que Jacobo o Santiago evita también esa de-
signación."—Vincent.
163
164 LA BIBLIA A SU ALCANCE
El lenguaje preciso del versículo 1 es digno de
notarse: "Llamados, santificados en Dios Padre, y
conservados en Jesucristo." Dios nos amó, de manera
que nos salvó y todavía nos ama. Somos guardados
para el Señor Jesucristo (en calidad de herencia)
por el Padre a quien Jesús nos ha encomendado
(Juan 17:11).
Wordsworth hace el siguiente comentario: "Los
ángeles malos son reservados para el juicio (2 Pedro
2:4); los cielos son preservados o guardados para
el fuego; mas vosotros sois preservados para Jesucristo,
como pueblo suyo (1 Pedro 2:9), y existe una herencia
eterna preservada y guardada en el cielo para voso-
tros." Ver. 1.
Sigue la bendición usual. Ver. 2.
1. Amonestación en el sentido de contender por
la fe. Vers. 3,4.
Las palabras del versículo 3 indican la urgencia
necesaria y los intensos sentimientos de Judas al con-
templar los peligros a que estaban expuestos los cre-
yentes en aquellos días. Podría ser que la intención
original de Judas fuera escribir en diferente vena, y
con respecto a un tema diferente relativo a la salvación
que es común a todos, empero creyó necesario, o se
vio en la necesidad, según otra versión, de exhortarles
a contender "eficazmente por la fe que ha sido una
vez (por todas) dada a los santos."
Esta preciosa fe cristiana, la suma de lo que creían
los creyentes, se hallaba amenazada por la intrusión
JUDAS 165
de ciertos hombres que se "habían deslizado subrepti-
ciamente por una puerta lateral." (Traducción literal).
No tenían derecho de estar allí, no pertenecían a aquel
lugar, mas inspirados y controlados por Satanás, busca-
ban corromper la iglesia y destruir su doctrina y testi-
monio. ¡Cómo se semeja a las tácticas modernas
del comunismo, que mediante espías y quinta-colum-
nistas trata de minar lo interior para ejercer dominio.
Habían pasado por alto la puerta verdadera (Juan
10:7) y como ladrones y robadores entraron por algún
otro lugar en el rebaño de la iglesia. Juan 10:1.
Eran "ordenados," es decir, "escritos de antemano."
Salmo 35:ló; 10:4; 58:4. "Habían sido de antemano
ordenados para juicio, no por predestinación absoluta
sino por su maldad, que Dios previo a la luz de su
omnisciencia."—Fronmuller. Ver. 4.
Esta impiedad se describe por dos manifestaciones
de su verdadero carácter: (a) Convierten la gracia
de Dios en lascivia. Llegan a la conclusión temeraria
de que puesto que Dios es tan misericordioso, puesto
que Jesús nos ha redimido y dado que transitoria-
mente, por la misericordia de Dios, algunos pecados
no han sido castigados, por lo tanto no necesitamos
preocuparnos particularmente respecto del pecado. Es-
ta actitud y espíritu es lo que trata Pablo en Romanos
6. (b) Niegan al único Maestro y Señor Jesucristo.
Lea 2 Pedro 2:1. Le repudian en calidad de su único
y verdadero Señor, y en forma licenciosa siguen
sus propios deseos sensuales. Ver. 4.
166 LA BIBLIA A SU ALCANCE
2. Prueba de que Dios juzga a los malos. Vers. 5-7.
El Dr. Goodspeed traduce el versículo 5 correcta-
mente al decir: "Ahora os quiero recordar, aunque
lo sabéis ya." Fronmuller hace el siguiente comen-
tario: "Lo habéis oído de una vez por todas, y
estampado en la memoria; no necesitáis ninguna nue-
va instrucción; pero es asunto de urgente necesidad
que se os recuerde, que reflexionéis seriamente sobre
el asunto y apliquéis los ejemplos del pasado a los
acontecimientos del presente, a medida que ocurren."
Judas simplemente quiere afirmar que en contraste
con la pretendida superioridad de conocimientos de los
gnósticos, ellos tenían todo el conocimiento necesario
para la salvación (Lea Juan 2:20,27) impartido por
Dios por medio de Cristo.
Debían recordar que a pesar de la liberación mara-
villosa de Israel de la tierra de Egipto, y su sostén
en la tierra desértica, el Señor destruyó a la genera-
ción incrédula, murmuradora y rebelde, con la excep-
ción de Caleb y Josué. Lea Números 14:27-37; 1 Co-
rintios 10:5-11; Hebreos 3:18-4:2. Ver. 5.
Lea en la segunda epístola de Pedro con respecto
al juicio de los ángeles. Ver. 6.
A los dos ejemplos tomados de la historia pasada
de Israel y del mundo invisible, Judas añade un
tercero, sacado del mundo pagano, el que en retri-
bución de su pecado recibió castigo, las consecuencias
del cual están aún en pie. Sodoma y Gomorra "y las
ciudades comarcanas," (Adma y Seboim, Deuterono-
JUDAS 167
mió 29:23 y Oseas 11:8) se han convertido en ejemplo
por su horrible libertinaje. El pecado de sodomía se
describe en ese terrible catálogo de maldad en Roma-
nos 1:27. Lea Génesis 19:4-11.
Estas ciudades malvadas son expuestas a plena vista
en los anales de las Sagradas Escrituras en calidad
de advertencia, y como ejemplo de fuego eterno. "Una
destrucción tan completa y permanente como fue la
suya es lo más próximo que se puede encontrar en
este mundo a la destrucción que espera a los que son
mantenidos en la obscuridad hasta el juicio del gran
día."—Lumby.
3. Censura contra los falsos maestros y su doctrina.
Vers. 8-13.
La versión Moderna dice en el versículo 8: "Sin
embargo de lo cual, estos pecadores también. .." Sig-
nifica que aunque estos falsos maestros tenían delante
de sí estos ejemplos terribles del castigo que cayó sobre
pecados específicos de los cuales eran culpables, no
obstante ello persistieron de igual manera en sus pe-
cados. El vocablo traducido "soñadores" es un par-
ticipio que puede traducirse "en su delirio." El vo-
cablo denota lo siguiente, como lo dice Fronmuller:
"Un estado confuso del alma, una influencia anormal
de la imaginación sobre los órganos del cuerpo. El
vocablo pinta asimismo ese estado del alma en el
cual el ego está dominado por los impulsos sensuales
e impíos."
El egoísmo les hace despreciar autoridad y restric-
ción de cualquier clase, ya sea abstracta o personal.
168 LA BIBLIA A SU ALCANCE
Son desenfrenados, licenciosos, y no admiten inter-
ferencia alguna de ninguno en la conducta que han
escogido para sí mismos de indulgencias de la carne
y extrañas doctrinas. Ver. 8.
A esta altura Judas presenta una comparación de-
mostrando la atrevida criminalidad de su desenfreno
blasfemo. "Se atreven contra las potestades y glorias,
mientras que ni aún Miguel se atrevió contra Satanás.
Miguel, cuyo nombre significa "como Dios" se lo de-
nomina uno de los principales príncipes, (Daniel 10:
13) ; el gran principe que lucha de pie en favor de
los hijos del pueblo de Dios (Daniel 12:1). Apoca-
lipsis 12:7. El nombre mismo de Miguel denota "la
humildad de este príncipe de ángeles, como así tam-
bién el nivel de todas sus acciones."
Según Oecumenius, la tradición judía "dice que
Dios había encargado al arcángel Miguel la sepultura
de Moisés; que Satanás—acusador o calumniador—se
le opuso, presentando una acusación relacionada con el
asesinato del egipcio; en consecuencia, era indigno de
tan honrosa sepultura. Judas, a igual que Pablo (2
Timoteo 3:8) se inspiró probablemente en esta tra-
dición, y fue dirigido por el Espíritu Santo para que
extrajera la verdad de esas tradiciones."—Fronmuller.
La traducción que hace el Dr. Goodspeed del ver-
sículo 10 aclara el significado: "Pero estas personas
se burlan de las cosas que no entienden, y aquéllas
que conocen por instinto natural, como animales irra-
cionales, usan para su propia destrucción."
El versículo precitado significa que por lo general,
JUDAS 169
hablan mal de todas las cosas que no saben, toda la
esfera de lo invisible, de lo celestial, espiritual y bueno,
pues están "engañados por el materialismo, en el
sentido de que es real solamente aquello que puede ser
visto con los ojos y palpado con las manos." Lea
Colosenses2:18.
"Empero las cosas que entienden cabalmente, es de-
cir, los objetos y medios de gozo sensual, emplean
para su propia destrucción, y en realidad nada entien-
den de su naturaleza y efectos."—Fronmuller.
Al entregarse a la sensualidad, se destruyen en
realidad a sí mismos en lo físico, mental y espiritual.
Tal es la consecuencia inevitable de una vida vivida
en la ignorancia de los valores superiores, y en el
bajo nivel del materialismo y la carne. Ver. 10.
¡Ay de ellos! (El vocablo "ay" ocurre con fre-
cuencia en los discursos del Señor, en imprecaciones
y en el libro del Apocalipsis.) Es el vocablo que
Judas emplea contra estos "hijos de maldición." (2
Pedro 2:14.) "Han seguido (o siguieron) el camino
de Caín." De Wette hace el siguiente comentario:
"Su carrera se considera terminada ya, y el autor
prevé proféticamente su fin."
Caín es tipo del hombre natural religioso, que quizá
crea en Dios, mas su religión es conforme a su voluntad
y concepto, y rechaza la redención por la sangre.
Estos falsos maestros rechazaron por necia la necesidad
de la redención por la sangre.
La referencia que hace aquí Judas, nos dice Words-
worth, era "de especial aplicación a algunas clases
170 LA BIBLIA A SU ALCANCE
de gnósticos, que se atrevieron impíamente a afirmar
que "Caín fue hecho mediante un poder superior al
Creador; y quienes reconocían como parientes a Esaú,
Coré, los sodomitas y a personas semejantes."
"Se lanzaron" es una frase enérgica, que indica
"consumo temerario y completo de las energías." El
error de Balaam, o sea aquél por el cual fue descami-
nado, dice el Dr. Scofield, "consistió de razonar según
los cánones de la moralidad natural, y así al ver el
mal en Israel, supuso que un Dios justo debía maldecir
al pueblo. Estaba ciego a la moralidad más alta de
la cruz, por !a cual Dios mantiene y hace cumplir
la autoridad y sanciones terribles de su ley, de manera
que puede ser el Justo, y el que justifica al pecador
que cree."
La avaricia provocó la caída de Balaam. Murió
pasado por la espada. Números 31:8.
Coré (Números 16) y - sus secuaces negaron la
autoridad de Moisés como el vocero escogido de Dios,
se rebelaron contra él y arrastraron a muchos otros
en un despótico alzamiento contra la administración
o gobierno divinamente escogido. Tanto Coré como
sus seguidores perecieron terriblemente, con rapidez
fulminante.
Estos maestros falsos destruyen como Caín; aman
el vil metal, la popularidad y los aplausos como Ba-
laam; crean divisiones y cismas en la iglesia como
Coré.
Judas procede a calificar a estas personas miserables
e impías de "manchas," (literalmente piedras) en sus
JUDAS 171
ágapes o reuniones de confraternidad. No eran simple-
mente manchas, sino elementos que constituían un pe-
ligro. Estos falsos maestros abusaron de la hospitalidad
liberal de los cristianos primitivos al introducirse clan-
destinamente en sus fiestas de confraternidad. Eran
tan insolentes que no temían ni la corrección ni la
expulsión, y menos aún los reparos de su propia
conciencia.
Judas los tilda a continuación de "nubes sin agua,"
nubes que parecen cargadas de refrescante lluvia, pero
que son arrastradas por el viento, y no descuelgan
lluvia. Esas personas son infructíferas, marchitas, de-
sarraigadas, sin tener comunicación alguna con la fuen-
te de la vida, que existen solamente para ser cortadas
y quemadas. Ver. 12.
Son como las olas impetuosas del mar, que se desha-
cen en espuma en la playa, arrojando la inmundicia
("abominaciones.") Son estrellas erráticas, que brillan
fugazmente, para sumirse luego en la obscuridad.
Serán arrojadas "en las tinieblas de afuera; allí
será el lloro y el crujir de dientes."

LECCIÓN 21
4. Confirmación autorizada de que Dios juzgará a
los pecadores. Vers. 14-19.
Los versículos 14 y 15 constituyen una cita directa
del libro apócrifo de Enoch, o de la tradición basada
en ese pasaje. El pasaje del libro de Enoch dice
así: "He aquí él viene con diez mil de sus santos,
para castigarlos, y para destruir a los malvados, y
para juzgar lo carnal, por todo aquello que los peca-
dores e impíos han hecho y cometido contra él."
El libro de Enoch, que era conocido por los padres
del siglo segundo, se perdió durante varios siglos,
con la excepción de algunos fragmentos, hasta que fue
encontrado completo en un ejemplar de la Biblia etiópi-
ca en 1773, por Bruce. El libro fue conocido por
los estudiantes modernos mediante una traducción del
etíope al inglés, realizada por el arzobispo Lawrence
en 1821. Fue con probabilidad escrito originalmente
en hebreo. Consiste de revelaciones que según se
pretende recibieron Noé y Enoch, y su objeto es
reivindicar los procedimientos de la divina providencia,
dar a conocer la retribución reservada a los pecadores,
ya sean angélicos o humanos, y "repetir en toda forma
el gran principio de que el mundo—natural, moral y
espiritual—está bajo el gobierno inmediato de Dios.
172
JUDAS 173
El libro no refleja influencia cristiana y su tono moral
es elevado."—Vincent.
No existen dudas con respecto a cuál Enoch se
refiere. Se lo designa como el séptimo desde Adam
(incluyendo a éste). Lea Génesis 5:4-20. Ese
Enoch vivió en estrecha comunión con Dios, y aun
si recalcamos la naturaleza apócrifa del libro de Enoch,
no es difícil creer que tal hombre pudo profetizar y
profetizó, y que su profecía podría haberse convertido
en tradicional, y haber sido legada de una generación
a otra entre los judíos. Vers. 14,15.
Judas cuando menos aplica la supuesta profecía de
Enoch a los maestros impíos, hipócritas y falsos de
su día, pues tal sería su fin terrible.
Continúa describiendo a estos hombres malvados
de su día, a quienes aplica la profecía de Enoch.
Son murmuradores, pero el objeto de su murmura-
ción no se define. El versículo 15 parece insinuar
que la murmuración tenía su origen "en el desconten-
to con los nombramientos y dispensaciones de la Pro-
videncia divina; que se oponían a sus superiores, es-
pecialmente en la iglesia. Se parecían a la compañía
de Coré que murmuró contra Moisés y Aarón, y a
Diótrefes." 3 Juan 9.
Eran personas quejosas, descontentas de su suerte,
criticonas, disgustadas en general, "andando según
sus deseos." Calvino nos proporciona la conexión justa
con lo anterior de la siguiente manera: "Estos se
entregan a sus propias concupiscencias, murmuran y
174 LA BIBLIA A SU ALCANCE
están descontentos, de manera que nadie puede hacer
nada que los deje conformes."
Su boca habla cosas soberbias. Esta oración gra-
matical denota "cierta clase de discurso pleno de ver-
bosidad altisonante, sin substancia a!guna."(Vincent).
Se hace aquí referencia a palabras jactanciosas e
insolentes.
La expresión que dice "teniendo en admiración las
personas por causa del provecho," significa literal-
mente "admirar el rostro a fin de obtener beneficios."
"La frase es un hebraísmo y significa expresar respeto
hacia una persona, en sentido bueno o malo, ser par-
cial, como un juez parcial o corrompido por el
soborno. .. El que favorecían a las personas ricas y de
influencia, adaptando sus enseñanzas a sus prejuicios
y prácticas viciosas, está en perfecta consonancia con
el carácter de estos falsos maestros en particular,
y con todos los contemporizadores en general."—Mom-
bert.
La ventaja es, naturalmente, para sí mismos. La
codicia de los dirigentes gnósticos queda demostrada
con toda claridad en 2 Pedro 2:3,14; y también en
los versículos 11,16 y 17 de Judas.
Pedro creyó necesario recordar a sus lectores de
la palabra apostólica, a fin de protegerlos de los
engañadores. 2 Pedro 3:2,15,16. Pablo había adver-
tido a los ancianos de Efeso con referencia a la
futura intrusión de "lobos" en el rebaño, e induda-
blemente pensaba de estos cultos gnósticos. Hechos
JUDAS 175
20:29,30. Así también Judas es impulsado a hacer
lo mismo.
El que los creyentes sean advertidos de antemano
con respecto a la intrusión de falsas doctrinas o maes-
tros, hasta el seno mismo de la iglesia, los fortifica
contra los ataques por sorpresa, y los capacita para
adoptar una acción positiva y vigorosa contra esos
maestros falsos.
Judas los caracteriza de "burladores" (lea 2 Pedro
3:3), "que andarán según sus propias concupiscencias
e impiedad." (Traducción literal). El versículo 19
dice: "Estos son los que hacen divisiones," es decir,
causan divisiones en la iglesia, producen facciones.
Es pecado serio herir o mutilar el cuerpo de Cristo.
Hooker, en uno de sus sermones, nos proporciona
uno de los más claros párrafos relativos a la separa-
ción : "Los hombres se separan mediante la herejía,
el cisma y la apostasía. El desligarse del vínculo
de la fe, que es lo que realmente debe hacer aquél
que ataca con insolencia cualquier punto principal de
la doctrina cristiana, constituye separarse a sí mismo
por medio de la herejía. Si se rompe el vínculo de
la unidad, por medio de la cual el cuerpo de Cristo
se mantiene unido, como ocurre con aquéllos que
a propósito renuncian a toda comunión externa con
los creyentes en ejercicios espirituales santos, ello equi-
vale a separarse a sí mismo por el cisma. Si a
propósito desechan y renuncian por completo tanto a
la profesión de Cristo como la comunión con los
creyentes, abandonando toda religión, ello es separarse
176 LA BIBLIA A SU ALCANCE
por evidente apostasia." Citado por el Dr. Isidor
Mombert.
Estos hombres son sensuales, es decir, puramente
naturales y no regenerados. Se contrasta a éstos con
aquéllos que tienen el Espíritu, con aquél "que por
la comunión de su espíritu con el Espíritu de Dios,
es empleado en la consecución de los fines superiores
de su ser." Alford. Vers. 18,19.
5. Consejos con respecto del crecimiento espiritual
y para ganar almas. Vers. 20-23
Crecimiento espiritual.
"Mas vosotros, oh amados, edificándoos sobre vues-
tra santísima fe, orando por el Espíritu Santo, conser-
vaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de
nuestro Señor Jesucristo, para vida eterna."
Aquí, como en el versículo 5, la fe es objetiva
y significa las verdades de la fe consideradas como
un todo. Se trata de una fórmula para la cooperación
y actividad del creyente con el Espíritu Santo, que, si
se la sigue, proporcionará seguridad, certeza y gozo,
estabilizará la vida cristiana, y nos mantendrá en
actitud alerta con respecto al retorno del Señor.
El orar en el Espíritu Santo constituye el corazón
de este pasaje. Si somos sensibles a la influencia
del Espíritu Santo, disfrutaremos de iluminación, guía
y energía para alcanzar con éxito el objetivo de la
gloria.
El llevar almas a los pies de Cristo.
Judas proporciona a continuación directivas con res-
JUDAS 177
pecto al trato que conviene a los débiles y engañados
entre el cuerpo de creyentes. La crítica textual de
este pasaje es difícil, empero los textos más recono-
cidos proporcionan la siguiente traducción del versículo
23: "A algunos salvad, arrebatándolos del fuego, y
tened misericordia de los vacilantes (los que dudan)
temblando cuando los toquéis, y aborreciendo la ropa
mancillada por la carne."
Es evidente que lo que se quiere significar en este
versículo es que en estas asambleas de creyentes había
algunos que vacilaban, que no estaban persuadidos
de que la doctrina de los falsos maestros (a quienes
se los califica de incorregibles, ver. 12) era cierta.
Eran débiles, contenciosos y engañaban a miembros
del cuerpo de creyentes. Había esperanzas de salvar
a algunos, de la misma manera que los bomberos
salvan algunas personas de los edificios incendiados.
Empero "su compasión y actividades en pro de la
salvación deben ser acompañadas de un odio sincero
al mal y a todo lo que esté aún exteriormente rela-
cionado con él."—Fronmuller.
El "temor" de que se habla aquí está inspirado
por el peligro de contagio que encierra el pecado,
al salvar a los que así se habían contaminado. Vers.
22,23.
Doxología. Vers. 24,25.
A fin de que no existan dudas con respecto a si
podrían continuar en el amor de Dios o no, consi-
derando especialmente los peligros que los acechaban,
178 LA BIBLIA A SU ALCANCE
se les señala que Dios es poderoso para guardarlos de
caer.—Robertson.
Su poder es ampliamente adecuado para consumar
0 perfeccionar la salvación, y presentarlos irreprensi-
bles, con gran alegría, delante de su gloría. Ver. 24.
En el versículo 25 la alabanza de Dios se fusiona
con la seguridad o confirmación del versículo 24,
de que Dios puede guardarlos y lo hará, llevándolos
junto a su trono.
Starke hace el siguiente comentario con respecto
a estos dos versículos: "Dios puede hacer todas las
cosas por su gracia; esta es la consolación de sus
elegidos y siervos. Filipenses 4:13. ¡Oh panorama
de la gloria de Cristo, con qué anhelo te desean
contemplar! Moisés te deseó ver en su vida, y yo
abrigo el mismo anhelo; empero el mortal pecador y
culpable no puede verte; mas en la eternidad te veré."
1 Juan 3:2. Lea Job 19:27. • • '
PREGUNTAS DE REPASO
Lección 19
1. Demuestre de qué manera están relacionadas las
epístolas segunda de Pedro y Judas.
2. ¿ Qué puede afirmar con respecto de la autenticidad
de la epístola, según la evidencia externa?
3. ¿Qué pruebas proporciona la evidencia interna res-
pecto de su autenticidad ?
4. Diga algo con respecto de Judas, su autor.
5. ¿Qué queremos significar cuando decimos libros
apócrifos?
6. Demuestre que el citar un libro apócrifo no significa
necesariamente la aprobación cabal de él.
7. Diga lo que sepa con respecto al fondo y destino
de la epístola de Judas.
8. Comente la ocasión y fecha.
9. Hable con respecto a su propósito y plan.
Lección 20
1. Haga un comentario con respecto a la salutación.
Vers. 1,2.
2. ¿Qué fue lo que motivó a que pidiera contender
eficazmente por la fe ?
179
180 LA BIBLIA A SU ALCANCE
3. ¿Cuáles eran las dos características principales de
los falsos maestros ? Ver. 4.
4. Haga un comentario con respecto a los ejemplos
de castigo divino a los cuales se refiere Judas.
Vers. 5-7.
5. Estudie cuidadosamente los comentarios relativos
a los versículos 8-13, y escriba un corto bosquejo
de las características malignas de estos falsos maes-
tros.
6. Narre la historia de Caín, Balaam y Coré.
Lección 21
1. Diga algo con respecto al libro de Enoch.
2. ¿Qué es lo que da importancia a lo que dijo
Enoch, o a lo que le atribuye la tradición?
3. Haga un comentario con. respecto a la acusación
de Judas en los versículos 16,17.
4. ¿Qué valor tienen las advertencias de Judas res-
pecto del peligro ?
5. Haga una distinción entre la herejía, el cisma y
la apostasía.
6. ¿Qué es lo que tiene que decir Judas con respecto
al crecimiento espiritual ?
7. ¿Qué expresa en lo relativo a ganar almas?
8. Haga un comentario con respecto de la doxología.
PRIMERA EPÍSTOLA DE JUAN
LECCIÓN 22
Autor.
Según lo atestan los padres de la iglesia primitiva
y los historiadores, el apóstol Juan fue, sin contra-
dicción alguna, el autor de esta epístola. Policarpo,
amigo de Juan, en su epístola a los filipenses, cita
pasajes de la primera carta de Juan; Papías, compa-
ñero de Policarpo, usó según el historiador Eusebio,
"testimonios de la epístola primera de Juan." "Ireneo
cita el pasaje que se halla en 4:1,2, aunque no
exactamente como se encuentran en la Biblia, y 5:1
casi verbalmente. Clemente de Alejandría dice lo
siguiente: "Juan.. . en su epístola más extensa enseña
según estas palabras," y luego cita casi verbalmente
5:16,17. Tertuliano proporciona la esencia de 4:1-3
y la asigna al apóstol Juan. Cipriano, Orígenes, y
Dionisio de Alejandría, todos la citan."—Thiessen.
El autor se representa a sí mismo como testigo
de Cristo (1:1-4; 4:14) junto con otros seguidores
personales de Cristo mientras se encontraba aquí en
la tierra. "Al parecer el escritor se presenta en relación
con sus lectores como maestro y discípulo (1:2,3.)
Esta teoría explica la ausencia del nombre del escritor
y otros detalles: eran superfluos, pues tanto sus pensa-
181
182 LA BIBLIA A SU ALCANCE
mientos, como sus palabras y énfasis eran demasiado
conocidos como para que se les equivocara."—Thiessen.
Se puede demostrar fuera de toda duda que el
apóstol Juan escribió el cuarto evangelio. "Existe prác-
ticamente la opinión unánime de que el que escribió
el evangelio escribió también la epístola."
El autor mismo.
Un corto bosquejo de Juan mismo proporcionará
interés y comprensión a la exposición del texto de
la epístola. En la narrativa de la Escritura encon-
tramos los nombres de Pedro y Juan (junto con el
de Jacobo) vinculados entre sí con frecuencia, aunque
se trata de dos naturalezas casi diametralmente opues-
tas. Pedro era el hombre de acción, de decisiones
rápidas, impulsivo, lleno de confianza en sí mismo;
Juan era el hombre reflexivo, sereno, prudente, ca-
llado. Se trataba del discípulo "al cual Jesús amaba,"
cuyas cualidades mentales y afectivas le dieron un
lugar eminente entre los doce.
Durante el período abarcado por los Hechos de los
Apóstoles, mientras que Pedro y Pablo representaban
al Señor en forma prominente, Juan permaneció más
bien en la sombra, pero lejos de caer en la inactividad
e ineficacia. La respuesta del Maestro "si quiero que
él quede hasta que yo venga..." con respecto a la
pregunta de Pedro relativa a su amigo: "Señor, ¿y
éste qué?" parece significar que Juan "debía esperar
la hora propicia, y que realizaría su obra tarde en
su vida." Y así ocurrió. No fue sino después de la
caída de Jerusalem en el año 70 D.C., cuando la
1 JUAN 183
obra inicial del evangelio en el imperio romano fue
realizada, que el apóstol Juan llegó al cénit de su
carrera y ocupó su lugar en una era de decadencia,
intrusión de falsas doctrinas, y de lobos entre corde-
ros, como columna de la iglesia, el defensor por
excelencia de su Señor y de su fe.
Fue mediante sus escritos—el evangelio, el Apoca-
lipsis y las epístolas—la obra de la última década
del siglo primero, terminada cuando el apóstol contaba
más de ochenta años de edad, que hizo su mayor
contribución a la riqueza espiritual de la iglesia.
La mayoría de nosotros piensa de Juan como del
apóstol del amor. Este es el mensaje de la epístola
primera de Juan, y el evangelio está saturado de la
revelación del amor de Dios, que él con tanta abun-
dancia había experimentado personalmente. "Mediante
un dilatado servicio pastoral, y en la madurez de su
avanzada edad, el amor de Juan por los hermanos se
había convertido en el más tierno, sabio, esmerado
y paternal cuidado, que abarcaba a todo el rebaño de
Cristo, pero que se prodigaba más en las iglesias
del Asia. Nunca, después de su muerte, la iglesia
universal ha poseído un padre espiritual a quien pu-
diera dirigirse con la veneración afectuosa que se
congregó alrededor de 3a persona de San Juan al
finalizar la era apostólica."—G. G. Findlay.
Empero San Juan era algo más que el apóstol del
amor. No era siempre el suave y afable padre de
la iglesia, que decía "carísimos, amémonos unos a
otros." Fue en cierta oportunidad uno de esos Boa--

184 LA BIBLIA A SU ALCANCE
nerges—hijos del trueno—que hubiera invocado fuego
del cielo sobre la villa de los samaritanos (Lucas
9:51-56). Ardía en su espíritu una llama de extraor-
dinaria intensidad. "Bajo la plácida superficie de
la naturaleza de San Juan dormitaba la pasión, latía
la ambición que se expresaba a veces con extra-
ordinaria vehemencia." —Findlay. Era el defensor
firme de la fe, el inexorable pronunciador de la ira
"contra los inmorales pretendientes de elevados cono-
cimientos cristianos, contra quienes exclama en la pri-
mera epístola: "Si nosotros dijéramos que tenemos
comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos";
"Si alguno dice, yo amo a Dios, y aborrece a su
hermano, es mentiroso." (1:6; 2:22; 4:20). Cuando
se lo propone, el apacible Juan se torna en el más
imperioso y dogmático maestro: "El que conoce a
Dios," afirma, "nos oye: el que no es de Dios, no
nos oye. Por esto conocemos el espíritu de verdad
y el espíritu de error." (4:6.)
Circula una historia con respecto a Juan y al here-
siarca gnóstico Cerinto, según la cual en cierta opor-
tunidad los dos hombres se encontraron en un baño
de Efeso. Juan huyó de inmediato exclamando: "Hu-
yamos, no sea que venga a tierra el baño en que
se encuentra Cerinto, enemigo de la veraad." Aunque
es probable que la historia ho sea verídica, está empero
en consonancia con el carácter del apóstol.
"Discernimos el mismo vigoroso temperamento—
amor con sus posiblidades de ira, la severidad insi-
nuándose a veces en su carácter simpático y tierno—
1 JUAN 185
en las dos epístolas menores: obsérvese la severa
exclusión de los maestros anti-cristianos en 2 Juan
10,11, y la denuncia contra aquél que los recibe y se
hace partícipe de sus malas obras; obsérvese el trato
con Diótrefes en 3 Juan 9,10. A pesar de su enorme
capacidad para pensar en abstracto, la mentalidad de
Juan era sencilla: pinta lo blanco y lo negro; ve la
luz y las tinieblas, el amor y el odio, el reino de
Dios y de Satán en todas partes en conflicto. Con
toda la energía de su ser está en contra del diablo
y sus hijos, porque está de parte de Dios y de Cristo.
No reconoce medias tintas, ni claroscuros; a su entender,
e] Señor no odia nada tanto como a la tibieza de
Laodicea, "ni frío ni caliente." Apocalipsis 3:15,16.
"San Juan conservó un espíritu sereno a través
de una larga vida de tormentas y dificultades. Había
sido desterrado a la isla de Patmos, y padeció allí,
en calidad de convicto bajo el gobierno romano, "una
vida de fatigas y padecimientos indecibles, más espan-
tosos que la muerte misma; el Apocalipsis fue el
producto de esta experiencia, por la que tuvo que
pasar. Mientras tanto la herejía gnóstica—la corrup-
ción más peligrosa que el cristianismo jamás cono-
ciera—se esparcía como hierba nociva por las iglesias
del Asia. Las epístolas primera y segunda de Juan
están ambas dirigidas contra este error; percibimos
la influencia de esta doctrina errónea en Pérgamo
y Tiatira por las cartas del Apocalipsis 2. En estos
conflictos, el apóstol vio el cumplimiento de la palabra
del Maestro. "AI presente," escribe el anciano apóstol,
"han comenzado a ser muchos anticristos; por lo cual
sabemos que es el último tiempo," (1 Juan 2:18),
186 LA BIBLIA A SU ALCANCE
la hora postrera de la era apostólica, más aún, del
inundo mismo, por lo que podía ver Juan. Empero
el apóstol no se dejaba perturbar por las señales de
los tiempos. A pesar de las apariencias, sabe que
"el mundo pasa, y su concupiscencia; mas el que
hace la voluntad de Dios, permanece para siempre,"
(1 Juan 2:17,18); escribe a una iglesia amenazada
del cisma y la perversión de la fe, expresando el
amor que siente hacia ella "por la verdad que está
en nosotros, y será perpetuamente con nosotros." (2
Juan 2.) El templo de vida de Juan—la gran casa
de Cristo, la iglesia—está fundada sobre la roca;
las tormentas la azotarán en vano. Las verdades del
cristianismo son las certezas fijas del tiempo. "Lo
que era desde el principio, lo que hemos oído, lo
que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos
mirado, y palparon nuestras manos—aquella vida eter-
na, la cual estaba con el Padre, y nos ha aparecido"—
(1 Juan 1:1,2)—estas realidades de Dios, una vez
sembradas en el mundo, jamás serán destruidas por
el poder secular, o disueltas por la sutileza del escepti-
cismo. "Empero sabemos que el Hijo de Dios es
venido"—el acontecimiento es final y decisivo; "para
esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras
del diablo." (1 Juan 3:8; 5:20). El Señor Jesucristo
conoce el poder de las fuerzas opositoras, y las ha
calculado, y su misión se cumplirá hasta el fin;
tenemos confianza en él. Esta nota de perfecta con-
fianza cristiana se trasunta en cada línea que ha
escrito Juan. En "nuestra fe" ve la "victoria que
vence al mundo." (5:4).
"De manera entonces que el apóstol Juan falleció,
dejando a la iglesia del Asia Menor y del Imperio
1 JUAN 187
asediada por enemigos, y al comienzo de una lucha
gigantesca. El mundo la asaltó con fuerzas abruma-
doras, que se presentaron bajo la forma de opresión
política, atracción social y sofistería intelectual. Ha-
bía preparado, en su evangelio, epístolas y Apocalipsis,
armas para este conflicto que sostuvieron a sus herma-
nos, y que sostendrán hasta el fin de los tiempos.
Murió con la seguridad más profunda del triunfo del
Maestro, con los aleluyas de la coronación de Jesús
resonando en sus oídos.
Lo saludamos en el carácter y aspecto según los
cuales quiso principalmente que se le considerara en
tiempos posteriores. "Yo Juan, vuestro hermano, y
participante en la tribulación y en el reino, y en la
paciencia de Jesucristo."—G. G. Findlay.
Fondo y destino de la epístola.
Poco se revela en la epístola, ya sea en su aspecto
extrinsico como intrínsico, con referencia a quiénes
estaba dirigida la epístola. Aparentemente, no fue es-
crita para ninguna iglesia en particular, sino que estaba
dirigida a un grupo de iglesias. Ireneo dice que Juan re-
sidió en Efeso en los últimos días de su vida. Se refie-
re a él de la siguiente manera: "Luego asimismo, la
iglesia en Efeso, fundada por Pablo, y en la que
permaneció Juan hasta el tiempo de Trajano, es testigo
verdadera de la tradición de los ancianos." Juan era
el superintendente, no sólo de la iglesia en Efeso,
sino también de aquéllas situadas en las zonas comar-
canas, como la de Smirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis,
Filadelfía y Laodicea (Apocalipsis 2 y 3). Es natural
188 LA BIBLIA A SU ALCANCE
suponer que la primera epístola fue dirigida a estos
creyentes.
Ocasión y fecha de la epístola.
Ireneo, al escribir con respecto a Juan, y con referen-
cia a los errores que se habían deslizado entre los
creyentes en estas regiones, dice: "Juan, el discípulo
del Señor, predica esta fe, y busca, mediante la
proclamación del evangelio, destruir ese error y con-
fundir a los que lo propagan. Ese error ha sido
difundido entre los hombres por Cerinto, y con mucha
anterioridad por los nicolaítas. Dice con respecto a
los nicolaítas: "Vivían entregados al desenfreno. El
carácter de estos hombres está claramente señalado
en el Apocalipsis de Juan, según el cual les era
indiferente a estos hombres practicar el adulterio,
y comer cosas sacrificadas a los ídolos."
"Según Ireneo, Cerinto fue educado en Egipto,
y mantenía que el mundo era hecho por un dios
inferior (vea el vocablo "demiurgo" en la epístola
a los colosenses), afirmaba que Jesús había nacido
de la unión de María y José, que en el bautismo
el Cristo descendió sobre Jesús, y que proclamó al
Padre desconocido y realizó milagros, y que Cristo
se apartó de él—Jesús—antes de que muriera y resu
citara.
"De manera entonces que este error parecía haber
abarcado la reclamación de conocimientos superiores
por todos; de parte de algunos, también, la negación
de la realidad del cuerpo de Jesús; de parte de otros,
de la habitación permanente de Cristo en Jesús;
1 JUAN 189
y cuando menos de parte de algunos, de la práctica
al descubierto del libertinaje."—H. C. Thiessen.
La carta no es especialmente de carácter polé-
mico, sino una carta para edificación de los lectores
en lo referente a la verdad, y a la vida de Cristo.
"Y sin embargo, Juan tiene presentes, continuamente,
los errores de los gnósticos. Los dirigentes del gnosti-
cismo ya no se hallaban entre los cristianos, empero
existía una atmósfera de simpatía que constituía un
peligro sutil."—Robertson. Existen dos pasajes donde
los maestros falsos son denunciados en forma espe-
cífica. 2:18; 4:1-6.
En el siglo segundo, el gnosticismo cristalizó en
un sistema doctrinal, y el verdadero cristianismo tuvo
que librar una lucha gigantesca con él. La Ciencia
Cristiana actual está empapada de algunos de los prin-
cipios dañinos del gnosticismo.
Es probable que Juan no alcanzara el Asia Menor
hasta después de la caída de Jerusalem, en el año
70 D.C. "Este acontecimiento trágico dispersó a la
iglesia, y una colonia de creyentes vino al Asia Menor.
De acuerdo a la tradición, los apóstoles Juan, Felipe
y Andrés se encontraban entre ellos."—Thiessen.
La epístola debe de haber sido escrita mucho tiempo
después de la destrucción de la ciudad de Jerusalem.
La epístola es una especie de aplicación práctica y
moral del evangelio de Juan, que fue escrito probable-
mente poco antes de la epístola. El Dr. Thiessen
calcula que tanto el evangelio como la carta fueron
190 LA BIBLIA A SU ALCANCE

redactados entre los años 85-90 D.C., aunque otros

difieren y consideran que la epístola fue escrita poco
más tarde de las fechas indicadas.
LECCIÓN 23

Lucke, con quien concuerda el deán Alford, divide

la epístola, aparte de la Introducción (1:1-4) en dos
grandes divisiones: la primera 1:5-2:27, la segunda,
2:28-5:5; seguida de la conclusión 5:6-21. Estas divi-
siones son presentadas mediante las afirmaciones de
"Dios es luz," (1:5) "él es justo" (2:29). Estas
expresiones constituyen el tono fundamental del todo.
Bosquejamos la epístola siguiendo estas divisiones
principales:

Introducción
La realidad de la encarnación—las credenciales del
escritor. 1 :l-4.
Primera parte. 1:5-2:27.

"Dios es luz"
1. Comunión y el asunto del pecado. 1:5-2:2.
2. El mandamiento de la obediencia y el amor. 2:3-11.
3. La victoria y separación del mundo. 2:12-17.
4. Advertencia en contra de la enseñanza de los
herejes. 2:18-27.
Segunda parte. 2:28-5:12.

191
192 LA BIBLIA A SU ALCANCE
"Dios es justo"
1. Señales distintivas de los hijos de Dios y de los
hijos del diablo. 2:28-3:10.
2. Pruebas de la verdadera salvación. 3:11-24.
3. Criterio para distinguir a los maestros falsos. 4:1-6.
4. Ruego en favor del amor fraternal. 4:7-21.
5. La fe en Cristo es el principio que proporciona
victoria. 5:1-12,
Conclusión. 5:13-21.
1. La oración y el pecado de muerte. 5:13-17.
2. Resumen del conocimiento cristiano. 5:18-21.
1. La realidad de la encarnación. 1:1-4.
La vida manifestada.
La epístola no comienza con un saludo ceremonioso,
sino más bien familiar, como lo indica el empleo del
pronombre "os" en los versículos dos y tres. La
falta de ceremonia o etiqueta en el saludo indica
la estrecha amistad que unía a Juan con sus lectores,
y demuestra que lo que el apóstol escribió en realidad
es una carta y no un tratado.
Este pasaje (vers. 1-4) nos presenta la autoridad
del escritor y las condiciones que reúne para hablar,
y al mismo tiempo enuncia los objetivos de la epístola.
Puesto que este pasaje es el manantial del que fluye
todo lo que Juan dice posteriormente, y es el testimonio
de su experiencia personal, y la confirmación de la
verdad relativa a la persona de Cristo, Jesús de
Nazaret, hacemos una paráfrasis y comentario del
pasaje, en calidad de fondo para continuar el estudio:
1 JUAN 193
"Aquello que fue desde el comienzo, aquello que hemos
oído, aquello que hemos visto con nuestros Propios ojos.
Los verbos están conjugados aquí en tiempo perfecto, deno-
tando que los resultados o consecuencias del ver y oír
subsisten en el tiempo en que los enunciamos. El verbo
"hemos visto" procede de un vocablo que, aunque denota el
acto de percibir con la vista, "recalca el discernimiento
mental que lo acompaña, y señala el resultado de ver,
más bien que el acto mismo."—Vincent. La frase "con
nuestros propios ojos" demuestra que "no fue pura imagina-
ción de Juan, o ilusión óptica, como los gnósticos docetistas
3o afirmaban, puesto que Jesús tenía un verdadero cuerpo
humano. (Robertson). Los vocablos "hemos mirado" denotan
"contemplación continua y tranquila de un objeto que perma-
nece frente al espectador (Vincent) mientras que "palparon"
indica el acto de palpar con el objeto de saber la composición
de algo. "Y la vida fue manifestada y hemos visto (discer-
nido) y testificamos y os anunciamos la vida, la vida eterna,
la cual estaba conel Padre y nos fue manifestada a nosotros;
lo que hemos visto y oído, eso también os anunciamos,
para que tengáis comunión con nosotros, y verdaderamente
la comunión que es nuestra, (es comunión) con el Padre
y con el Hijo Jesucristo. Y escribimos estas cosas a vosotros,
para que nuestro gozo sea cumplido o completo."
Se afirma mediante esta paráfrasis que Juan no
solamente había tenido ocasión de ver a alguien, sino
que había observado con la vista fija del discerni-
miento, no solamente dos o tres veces, y había palpado
el cuerpo mismo de Aquél que era la vida eterna
desde el comienzo, y que se había encarnado en cuerpo
humano. Afirma la "permanente realidad de la mani-
festación oíble y visible de la eterna vida en Cristo,"
que es ahora "posesión fija, el pasado cumplido en el
presente."—G. G. Findlay.
La identidad de Aquél de quien habla Juan es
evidente. Es Aquél que Juan revela en su evangelio
—"en el principio era el Verbo, y el Verbo era con
194 LA BIBLIA A SU ALCANCE
Dios, y el Verbo era Dios." Juan 1:1. Empero en su
epístola primera Juan se refiere al Verbo diciendo:
"desde el principio," La diferencia reside en el hecho
de que mediante las palabras "en el principio" el
escritor se coloca en el punto inicial de la creación
y mirando hacia la eternidad, describe aquello que
ya existia cuando comenzó la creación. En las palabras
"desde el principio" e! escritor mira retrospectivamente
el punto inicial del tiempo y describe lo que ha existido
desde ese punto en adelante. De manera entonces
que "en el principio" caracteriza el Verbo divino tal
como era antes de la creación de! mundo y en la
fundación del mundo. "Desde el principio" caracteriza
su desarrollo en el tiempo."—Vincent.
La frase el "Verbo de vida" no ocurre en ningún
otro lugar del Nuevo Testamento, y lo que se recalca
aquí es el hecho de que el Verbo eterno es la expresión
o revelación de la VIDA,, pues Juan tendrá mucho
que decirnos con respecto a la vida eterna que nos
ha sido revelada, y que está a disposición nuestra
por la fe, colocándonos en una comunión misericor-
diosa de carácter familiar. Vers. 1-4.
Primera parte. 1:5-2:28.
"Dios es luz"
1. La comunión y la cuestión del pecado. 1:5-2:6.
El ser reconciliado con Dios, el gran Padre Creador
de toda la humanidad, por medio de la muerte expia-
toria del Hijo de su amor, y la comunión resultante
con Dios, es la mayor bendición y privilegio que
puede gozar una persona. Nosotros, que la hemos
1 JUAN 195
recibido, debemos atesorarla excluyendo todo aquello
que haga peligrar esa comunión.
"El mensaje," nos dice Juan, "que había sido reci-
bido de Cristo, el Hijo encarnado de Dios, era que
"Dios es luz, y en él no hay ningunas tinieblas."
Esta revelación se basaba no solamente en la declara-
ción de Cristo respecto de sí mismo—"Yo soy la luz
del mundo"—sino en la totalidad de la revelación de
Dios que Cristo declaró mediante sus hechos, sufri-
mientos y dichos—él, que era "el resplandor de su
gloria." En toda su vida en la tierra, y en el testimonio
del Espíritu Santo, que lo ungió, apareció la revelación
de que "Dioses luz."
"La luz reúne en sí pureza y claridad, y hermosura
y gloria, como ningún otro material lo hace; es la
condición de toda la vida material, y del crecimiento
y gozo. Dios no recibe la luz por reflejo, sino que
él mismo es luz. Es la fuente o manantial de luz
material y ética. En el mundo material, la obscuridad
es la ausencia de la luz; en el mundo ético o moral,
la obscuridad, la mentira, el engaño, la falsía es
la ausencia de Dios. Aquéllos que están en comunión
con Dios y caminan con Dios pertenecen a la luz,
y caminan en la luz "y en él no hay ningunas tinieblas."
—Deán Alford. Ver. 5.
Como lo expresamos en el fondo y destino de la
epístola, Juan escribe a idólatras convertidos de las
ciudades asiáticas. La mayor parte de sus lectores
se habían criado en el paganismo. "Se les había
enseñado en su niñez y juventud a adorar a Júpiter
196 LA BIBLIA A SU ALCANCE
y Mercurio (Hechos 14:12), a Diana de los efesios
(Hechos 19:34), a Baco en Filadelfia, a Afrodita
en Smirna, y no sabemos a cuántos más, dioses man-
chados de obscenos vicios humanos, según la creencia
de aquéllos que les rendian culto... Tenían dioses
que defraudaban y engañaban, dioses libertinos y
lascivos, dioses rencorosos y malignos con el hombre,
pendencieros e injuriosos entre sí."—Findlay.
Sombrío y siniestro era el carácter y la influencia
de estos dioses. Equivalía en realidad pasar de las
tinieblas a la luz maravillosa el despejar el cielo de
esas sombras perniciosas, el liberarse de la mágica
influencia de esos verdaderos "demonios," y conocer
al Dios verdadero de sabiduría y de amor, revelado
en Cristo.
Mas ahora el cielo límpido volvía a ensombrecerse
con las doctrinas perniciosas de los gnósticos, contra
quienes habían escrito los apóstoles Pablo, Pedro y
Santiago. Estos gnósticos trataban de reducir a Cristo
a mero fantasma, afirmaban que no existía pecado,
y tentaban a los creyentes a volver a la vida pecaminosa
de la cual habían sido salvados.
Que sepan, nos dice el apóstol Juan, que el seguir
esa senda perniciosa constituye retornar a la obscuridad
y perder esa inapreciable comunión con un Dios que
es todo rectitud, amor, bondad y verdad, y nada con-
trario a estas virtudes, pues si caminamos en la luz
prístina de Dios, tenemos comunión (comunidad de
intereses y naturaleza) con él, y la sangre de Jesu-
1 JUAN 197
cristo, el Hijo de Dios, nos limpia de todo pecado.
Vers. 6,7.
Los versículos 8-10 del capítulo 1 deben de enten-
derse teniendo en cuenta el ambiente de repugnante
inmoralidad que existía en la época de Juan, y el
peligro que para estos creyentes representaban los
dogmas gnósticos de la época, según los hemos bos-
quejado en pasajes precedentes. Mas adelante en la
epístola Juan dice: "Cualquiera que permanece en
él no peca," "el que hace pecado, es del diablo,"
"Cualquiera que es nacido de Dios, no hace pecado,"
y más enérgica aún es la afirmación que dice: "Y
no puede pecar, porque es nacido de Dios." De manera
entonces que de ninguna manera dice en 1:8 que
durante nuestra vida cristiana toda debemos de estar
conscientes de algún pecado en nuestro ser. ¡De
ninguna manera! Nos acaba de decir que la "sangre
de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado."
La verdad es ésta. Juan escribía en un mundo
pagano moribundo en donde (como en la India
de la actualidad) "el sentido moral había degenerado,
y la consciencia había quedado reducida a los términos
más bajos. De ahí que en los hombres convertidos y
creyentes en Cristo el sentido del pecado, o sea "esa
terrible e imperiosa creación del cristianismo," sólo
podía formarse por grados. Los hombres podrían negar
la realidad del pecado, y lo hicieron; mediante toda
clase de argumentos falaces se engañaron a sí mismos
con respecto a su significado y a su criminalidad...
Se negaban a admitir la depravación inherente que los
198 LA BIBLIA A SU ALCANCE
sumía en la corrupción y culpabilidad. Calificaban
sus malas acciones de errores, fragilidades de la carne,
faltas veniales, es decir, todo menos "pecado."—Find-
lay.
Así sucede en el pensamiento naturalista moderno,
tanto dentro de la iglesia que profesa ser tal, como
fuera de ella. A veces este error aparece, en forma
extraña, en un estado avanzado de experiencia cris-
tiana. El perfeccionista que se cree impecable, que
se imagina que no tiene nada que confesar, que no
necesita que se le perdone nada, simplemente se enga-
ña a sí mismo, raramente a su prójimo y jamás
a Dios. "Existe una santificación superficial, que
sirve para cubrir a medias la dura capa de la impeni-
tencia, bajo la cual yace oculto un mundo de orgullo
o de obstinación." Rothe dice lo siguiente: "Al man-
tener comunión con Cristo, nuestra vista espiritual
se agudiza en lo que respecta al pecado, especialmente
nuestro pecado. Es precisamente el creyente que ha
llegado a la madurez espiritual el que se denomina
a sí mismo gran pecador."—Findlay. Esta era la
actitud de Pablo cuando casi al fin de su carrera,
después de muchísimos años de comunión con el Se-
ñor, exclamó: "Cristo Jesús vino al mundo para
salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero."
1 Timoteo 1:15.
"Mediante la comunión continua con Dios y los
hombres, la cruz de Cristo adquiere preeminencia cre-
ciente en nuestra vida. Por un lado, la comunión
con la luz divina produce una mayor conciencia del
1 JUAN 199
pecado, que demanda una confesión renovada y perdón
más amplio; el arrepentimiento y la fe antiguos resul-
tan ahora superficiales frente a un conocimiento más
claro de Dios. Al mismo tiempo, descubrimos que
la expiación no es el medio solamente, sino el fin
de la justicia en Cristo; proporciona el ideal de nuestro
servicio a Dios y al hombre, mientras que es el
instrumento por el cual hemos sido recobrados para
ese servicio."—G. G. Findlay. Los que niegan el pecado
como principio—"Sí dijéramos que no tenemos pe-
cado"—(ver. 10) o que niegan el pecado en su propia
vida—"Si dijéramos que no hemos pecado"—(ver. 10)
luego hacen a Dios mentiroso y su Palabra no reside
en ellos. Empero el franco reconocimiento del pecado
descubre que Dios no es solamente misericordioso y
amoroso, sino también fiel y justo—"Con la mira
de manifestar su justicia en este tiempo: para que
él sea el justo, y el que justifica al que es de la
fe de Jesús," (Romanos 3:26)—"para que nos per-
done nuestros pecados, y nos limpie de toda maldad."
El abogado y la propiciación.
El comienzo del capítulo 2 nos lleva a la conclusión
de que lo que el evangelio procura es la abolición del
pecado. Dios, en virtud de su fidelidad se compro-
mete no sólo a perdonar el pecado, sino a limpiar
de toda injusticia. "Hijitos míos"—vocablo cariñoso,
que tenga quizá referencia con la avanzada edad del
apóstol—"os escribo para que no pequéis," constituye
el objeto de esta epístola. Es un engaño la justicia
que es solamente imputada en teoría, mas no se maní-
200 LA BIBLIA A SU ALCANCE 1 JUAN 201

fiesta en realidad en la vida, como así también la lismo menosprecia o pasa por alto el pecado y la
justificación que no rinde frutos de santificación; o responsabilidad moral. "Cuando Jesús declara que
el perdón que no libera luego al hombre de su pecado. tenemos un Abogado justo ante el Padre, no se trata
de que el amor aboga ante la justicia—de la forma
Sus hijitos en la fe deben de comprender ahora
que el evangelio ha sido falseado con frecuencia—
que, puesto que han sido perdonados y lavados por
sino de la justicia que aboga ante el amor para nuestra
la sangre, no deben pecar, no necesitan pecar. Empero
liberación."—Findlay.
si ocurriera esta contingencia—"si alguno hubiere pe-
cado"—si uno que ha sido perdonado cometiera peca-
do, ¿es éste el fin? ¿Debemos perder todas las es- ¿ No es acaso nuestro Abogado e! que hace propicia-
peranzas con respecto a su retorno a Dios, expulsarlo ción por nuestros pecados ? El vocablo traducido "pro-
de la hermandad? ¡Jamás! Nosotros, que unánimes piciación" significa la destrucción de !a barrera que
el pecado interpone entre Dios y el hombre, y capacita
formamos el cuerpo de Cristo, "abogado tenemos para
a* Dios de nuevo para establecer comunión con el
con el Padre, a Jesucristo el justo." Su intercesión
hombre. El Dr. Findlay comenta que existe un doble
es eficaz; pongamos el caso en sus manos. Ver. 1.
aspecto en el vocablo propiciación, "en la unidad de
la ira y el amor divinos, la coincidencia de misericordia
El vocablo "abogado" empleado aquí es el mismo y sanción, castigo divino y restauración paternal, que
vocablo que se traduce Consolador en Juan 14:16,26 confluyen en la cruz de nuestro Señor Jesús."—
Ver. 2.
y otros pasajes. El vocablo griego es Paracleto, el
que significa "llamar al lado." Tanto a Jesús como
al Espíritu Santo se los representa como Paracleto,
quien, según alguien lo ha manifestado "nos ayuda
a razonar como corresponde, nos señala la verdadera
conducta a seguir, convence al adversario, el mundo,
del mal, y defiende nuestra causa ante el tribunal del
Padre."

No es abogado para el malvado impenitente, que

persiste en su pecado; mas para el que renuncia a su
pecado y deplora su caída, interpone su sangre y su
dignidad. El amor redentor no procede pasando por
alto la ley y el orden det universo declarados por
Dios, ni tampoco motivado por un falso sentimenta-

LECCIÓN 24
2. El mandamiento de obediencia y amor. 2:3-11.
El caminar en la luz, la gran evidencia de que
tenemos comunión con Dios, requiere primero con-
fesión de nuestros pecados (1:9) ; luego que cumpla-
mos sus mandamientos. La comunión con Dios, que
San Juan concibe como el propósito de la revelación
cristiana, se convierte ahora en conocimiento (que
tiene evidencia específica, ver. 3), y en amor a Dios
(ver. 5) amor que queda demostrado por el guardar
los mandamientos (vers. 3-5.) y con una permanencia
fija en él como su resultado,'(vers. 5,6) y el andar
o conducta de Jesús como patrón o modelo. (Ver. 6)
Descubrimos al analizar la epístola de Juan que
ella revela verdadera experiencia cristiana, abarcando
conocimiento y certeza que pueden ser demostrados
mediante niveles definidos.
Nótese el empleo frecuente del verbo "saber" y la
expresión "en esto conocemos (conoced^." 2:3,5; 3:
16,19,24; 4:2,6,13; 5:2.
La primera evidencia o demostración es presentada
en 2:3 y traducida literalmente: "Y en esto sabemos
que nosotros le hemos conocido, (y aún le conocemos)
202
1 JUAN 203
si guardamos sus mandamientos.'' Los versículos 1 y 2
de) capítulo 2 proporcionan, mediante la intercesión
de Cristo, remedio para aquéllos que han caído de la
gracia. "Empero es ésta una providencia o disposición
de la que puede sacar indigna ventaja todo aquél que
cree que la gracia lo exime del cumplimiento de la
ley moral. El cristiano tentado, al oír lo que Juan
acababa de escribir, podría razonar de la siguiente
manera: "Hay esperanzas para el reincidente. No
estoy perdido si caigo. La intercesión de Cristo es
eficaz para mí. Extenderá el brazo para salvarme,
si caigo abatido por el vendaval del mal. Quizá tro-
piece, mas jamás caeré definitivamente."
Quizá esta forma de razonamiento sea correcta,
si no nos lleva a la presunción. Mas es también
muy peligrosa, especialmente para convertidos del pa-
ganismo, sin preparación sólida. De la misma manera
que San Pablo hace de la santificación el factor que
acompaña a la justificación, y Santiago hace de las
obras el factor concomitante de la fe salvadora,
así también Juan hace del guardar los mandamientos
la evidencia o demostración de que el hombre conoce
al Dios que perdona el pecado.
Un reincidente arrepentido, como Pedro, será per-
donado, mas Pedro no era reincidente por cálculo.
Cayó por la debilidad motivada por un exceso de
confianza, pero necesitó solamente la tierna mirada
del Maestro misericordioso para que saliera y llorara
amargamente. Lucas 22 ;61,62.
El guardar habitualmente (lo que está indicado por
204 LA BIBLIA A SU ALCANCE
el tiempo presente del verbo) los mandamientos de
Cristo constituye en el hombre la evidencia o la garan-
tía de un conocimiento permanente de Dios. "Si se
preguntara cuáles eran los mandamientos de Dios cuyo
cumplimiento los apóstoles esperan de sus discípulos,
deben encontrarse en la ley moral de Israel, tal como
fue expuesta por el Señor Jesucristo, y reducida a
sus principios espirituales."—Findlay.
"La obediencia es la escuela donde se perfecciona
el amor. Por el amor obedecemos reglas, y mediante
la obediencia aprendemos a amar mejor. El amor
no alcanza la cima de perfección en hogar alguno si
no hay mandamientos que obedecer y tareas que
realizar; la holganza, los halagos y la complacencia
constituyen terreno fértil para el egoísmo. Existe un
tipo de severidad fatal para el amor; pero existe
2-6.
El mandamiento del amor. - . -
Los mandamientos de Moisés (Éxodo 20:1-17) fue-
otra clase que lo protege y fomenta. Las casas más
ordenadas son por lo general las que despliegan mayor
afecto, mientras que las mal administradas se caracteri-
zan por las riñas y el odio."—G. G. Findlay. Vers.
ron abarcados y glorificados por dos preceptos de
Jesús (lea Romanos 13:8-10) de los cuales dijo
Jesús que dependía "toda la ley y los profetas."
El amor hacia Dios y los hombres es la suma y
compendio de esos dos preceptos.
El mandamiento de amarse recíprocamente no se
puede decir que era nuevo, pues era parte de la
1 JUAN 205
palabra que habían escuchado desde el comienzo de
su conocimiento con el evangelio. Era, en realidad,
nuevo "en el sentido de que adquiere nuevo frescor
a medida que se manifiesta la vida cristiana, a medida
que las viejas tinieblas se disipan paulatinamente y
brilla la luz verdadera: en esa luz vemos luz; en
la luz del Señor que hace nuevas todas las cosas."
—Alford. Vers. 7,8.
Ninguno que odia a su hermano puede caminar en
ia iuz revelada por Jesucristo, y que ahora brilla en
él. Ver. 9. Según el vocabulario de Juan, el vocablo
"aborrecer" abarca toda la gama de sentimientos opues-
tos al amor, y el término "hermano" define con clari-
dad al hermano cristiano, hijo del mismo Padre celes-
tial. E! abrigar mala voluntad hacia un hermano consti-
tuye estar en "tinieblas todavía"—aunque la luz se
haya intensificado y él afirme que ha estado en la
luz desde el comienzo."-—Vincent. Ver. 9.
El lado positivo del versículo 10 es que el que
ama a su hermano permanece en la luz y en él no
hay tropiezo, lo cual es innegable. En su aspecto
negativo, insinúa que el que no ama a su hermano,
no permanece en la luz, y se constituye en ocasión
de tropiezo. Por lo tanto, el versículo encierra una
nueva acusación contra aquél que profesa ser cristiano,
sin demostrar amor alguno. Esa persona hace tropezar
a otros; siembra obstáculos en la senda de los demás.
"Toda persona de mal genio o cínica que profesa
la religión; toda persona irascible y vulgar, que lleva
el nombre de Cristo, obstruye el camino que conduce
206 LA BIBLIA A SU ALCANCE
a la vida para aquéllos que quieren transitar por él.
La historia que destila rencor e insinúa algo desprecia-
ble, el reproche injusto y apresurado, la mirada de
aversión o fría indiferencia, el aprovecharse del próji-
mo, constituyen otras tantas piedras arrojadas en la
senda muy obstaculizada ya de la salvación. El in-
crédulo halla excusas para afirmar: "Si éste es cris-
tiano, prefiero una persona del "mundo; si la conver-
sión produce personajes como éste, prefiero seguir
inconverso." "Es necesario que vengan escándalos,"
dijo el Señor Jesús en cierta oportunidad, "mas ¡ay
de aquel hombre por el cual viene el escándalo!"
El quitarlos, el combatir sus efectos perniciosos, figura
entre las tareas constantes y más difíciles de la iglesia."
—G. G. Findlay. Ver. 10. '
El que odia a su hermano se encuentra en una
situación triste: "está en tinieblas," "anda en tinie-
blas," y "no sabe a donde va." Cuando la obscuridad
le sorprendió, lo encegueció también, y tuvo que andar
a tientas. No es un nuevo estado en el que ha caido.
Ver. 11.
3. Victoria y separación del inundo. 2:12-17.
Religión entre ancianos y jóvenes
Alcanzamos aquí una nueva etapa, que equivale
casi a comenzar de nuevo en la carta de Juan. Esta
parte está dirigida a tres clases de personas, y animan
al escritor tres motivos distintos. Comienza con un
vocablo de significado general dirigido a todos, me-
diante una expresión de cariño, empleada en 2:1:
1 JUAN 207
"Hijitos." El apóstol, que contaba a la sazón noventa
años de edad, inspirado por su dignidad patriarcal
y su corazón paternal, piensa de su rebaño como de
"hijitos."
En primer lugar se dirige a toda la comunidad
cristiana en general, luego a los padres, y finalmente
a los jóvenes. Con respecto a los dos últimos grupos,
se dirige a ellos en términos apropiados para sus
varias condiciones. Habla ahora a los limpios e ilumi-
nados, los buenos soldados de la fe. Escribe y luego
relee, su manuscrito y dice "he escrito", reiterando
casi lo que había expresado previamente, empero con
creciente énfasis. Expresa su satisfacción con respecto
al carácter de sus lectores y su confianza de que sus
ruegos no caerán en oídos sordos.
Dos cosas afirma colectivamente con referencia a
su rebaño: "Vuestros pecados os son perdonados,"
—justificación—y "habéis conocido al Padre"—adop-
ción. Estas verdades son fundamentales, vitales, de
extraordinaria importancia, y todo lo que disfrutamos
ahora como creyentes y disfrutaremos en la eternidad
tiene origen en estas relaciones. ¡Qué experiencia y
gozo el que la antigua deuda haya sido cancelada, el
ser reconciliado con Dios, y ser ahora miembro de
la gran familia cristiana.
Entre los "hijitos" de Juan figuran los "padres"
y "mancebos." Tiene palabras de elogio para ambos.
Los padres, los creyentes maduros, con una larga y
rica experiencia cristiana, han conocido y todavía cono-
cen el Verbo de vida. El conocerle por experiencia
208 LA BIBLIA A SU ALCANCE
es la cima misma de todo conocimiento, pues en él
"están escondidos todos los tesoros de • sabiduría y
conocimiento." El conocerle constituye, en al análisis
final de las cosas, conocer todo lo que es digno de
conocerse.
Felicita a los "jóvenes" porque son fuertes y la
Palabra de Dios habita en ellos y han vencido al
maligno. En los primeros años de su edad viril
es por lo general que el hombre debe librar las batallas
decisivas de la vida- El joven deja su seguro hogar
y la vida escolar, para hacerle frente a la vida. Ante
si se abren dos puertas—"la ancha y la angosta"—
y se bifurcan dos caminos—de destrucción el uno,
de vida el otro. Si no ha vencido al maligno antes de
llegar a los veinticinco o treinta años, está destinado
a una serie de terribles derrotas, y quizá jamás se
pueda librar de las trampas que le ha tendido el
enemigo.
Empero estos jóvenes, activos, vigorosos, viriles,
habían obtenido una señalada victoria contra el malig-
no, y eran columnas en potencia de la iglesia del
futuro. Vers. 12-14.
El amor que perece.
El amor hacia Dios es un amor permanente, el
cual cuando se lo cultiva en la gracia que el Señor
da, aumenta en intensidad y calor hasta que todo el
ser queda envuelto en su manto reluciente. Empero
hay un amor, amor por el mundo, que perecerá, y
que con el paso de los años producirá desengaños
1 JUAN 209
mayores, hasta que finalmente se marchitará y morirá
con el objeto o motivo del afecto.
¿ Cuál es entonces el mundo que los hijos de Dios
no deben de amar? Juan emplea el término "el mundo"
con más frecuencia que todos los demás escritores
del Nuevo Testamento juntos, unas veinte veces en
esta epístola, cerca de ochenta veces en su evangelio.
Es importante, entonces, conocer su significado.
No se trata ciertamente del universo natural, pues
las Sagradas Escrituras están llenas de admiración por
la 6bra del Creador, obra que fue considerada "muy
buena" por él. Lea el Salmo 19. No es el "'sistema
natural de la existencia humana, el mundo de los
sentidos y de la actividad física, la labor diaria por
la cual el hombre se sostiene a sí mismo, la vida del
hogar y entre los amigos, los negocios, el arte y el
gobierno." El mundo que Juan condena no es el mundo
tal como lo hizo Dios, y gobernado por su providencia.
Es el mundo que yace dominado por el malvado
(capítulo 5:19; Juan 14:30), el mundo lleno de
concupiscencia y vanidad, el mundo que no conoce a
Dios, que crucificó a su Hijo Jesucristo, el mundo
de los placeres que separa de Dios, que sofoca la
vida espiritual al insistir que se le proporcione placer a
la carne. El mundo para Juan significaba "el orden
moral y espiritual prevalente en asuntos del hombre;
el sistema de cosas hostil a Dios y extraño a su
amor, y por lo tanto, radicalmente malo y destinado
a perecer.
"Aunque combatido y controlado, se propaga a sí
210 LA BIBLIA A STJ ALCANCE
mismo en medio del cristianismo, ocultando sus antros
de vergüenza, emponzoñando nuestro arte y litera-
tura, degradando la política y el comercio, vistiendo
a veces la indumentaria de la religión, y mediante
frases de hermoso sentido moral y aires de virtud,
engañando a los mismos elegidos. Sigue siendo el
mismo enemigo de Dios y el destructor de los hombres,
el mundo de la mente carnal y del espíritu egoísta,
de la lengua mordaz y del corazón incrédulo y mal-
vado; es un mundo no menos odioso, no menos fasci-
nante que el que acosaba a los discípulos de Juan en
el Asía Menor con sus terrores y atractivos."—G. G.
Fíndlay.
No améis ESTE MUNDO, pues perecerá con todos
sus adeptos engañados.
4. Advertencia contra las enseñanzas herejes. 2:18-
27.
La última hora.
Esta sección de la epístola, mientras que advierte
de los ataques externos y de la apostasía interna;
mientras que nota que el mundo pasa y su concupiscen-
cia, de manera que Juan comprende o intuye que la
disolución moral empuja ai mundo inevitablemente al
"último tiempo," (literalmente "la última hora") de
crisis, respira no obstante una serena confianza, una
sólida confirmación o seguridad con respecto a lo
cabal de la verdad en Cristo, y con relación al triunfo
en él.
Afirma que viene el anticristo. Un Cristo falso
es sólo el pretendiente al cargo mesiánico, pero el
1 JUAN 211
anticristo "acomete a Cristo al proponerse hacer o
preservar lo que él hizo, negándolo al mismo tiempo."
El anticristo es uno que se opone a Cristo, disfrazado
de Cristo.
El gran apóstol se encuentra a! final de la primera
edad cristiana: la apostólica. Es el sobreviviente soli-
tario de los Doce Apóstoles del Cordero. Mira retros-
pectivamente a la historia del primer siglo. Había
caído Jerusalem, se había declarado la apostasía y la
revelación final de Dios en Cristo se ve confrontada
con una mentira cabal de herejía que niega al Padre
y al Hijo. (Ver. 22). La separación reciente de
algunos "anticristos" de la comunión de los santos
se había constituido en evidente ventaja o ganancia,
pues ahora manifestaban abiertamente lo que hasta
entonces habían ocultado. Anticristo es su titulo co-
rrecto, y hay muchos de este carácter que están en
formación de batalla contra los verdaderos siervos de
Cristo. Vers. 18,19.
Empero la verdadera iglesia siguió firme en esa
época, fuertemente armada con "la unción del Santo,"
alentando, dirigiendo, confirmando la verdad, armando
para el conflicto del bien contra el mal." Vers. 20,21.
Estos anticristos de los últimos días de Juan eran
los maestros falsos que niegan que "Jesús es el
Cristo." No es la negativa de la incredulidad judía,
es decir, no se trata de rechazar a Jesús de Nazaret
como el Mesías; sino la negativa del error gnóstico,
que consistía de negarse a admitir que Jesús era
el Hijo divino, y que Dios o la Divinidad se había
212 LA BIBLIA A SU ALCANCE 1 JUAN 213

se refiere con claridad a los falsos maestros que se

revelado en la humanidad de Cristo. Dios no puede
proponían engañarlos (ver. 26), los herejes gnósticos,
ser entendido como Padre, ni Jesucristo como Hijo,
tan prevalentes en los círculos cristianos de la época.
negando la gran verdad de "Dios manifestado en la
carne," 4:1-3. Vers. 22-23.
Empero es también ciertamente verídico que el
"espíritu de verdad" proporciona al verdadero creyente
Al señalar la naturaleza radical de los ataques
que busca con sinceridad conocer a Dios un instinto
contra la verdad fundamental .de la iglesia, el apóstol
para.discernir la verdad, "una percepción de lo divino
Juan "destaca con confianza la salvaguarda mediante
en el conocimiento y en la doctrina, que funciona
la cual dicha creencia es garantizada." Tienen una
por medio de la razón, y que sin embargo es superior
unción, esa unción del Espíritu Santo. Juan tiene la
a ella," y que opera colectivamente en los dones del
clara seguridad de que los verdaderos creyentes re-
Espíritu en la comunión de los santos. Ese mismo
sistirán con éxito la tormenta. La expresión en el
Espíritu proporciona un aguzado sentido contra el
versículo 20 "conocéis todas las cosas," podría ser
error, y mientras el hijo de Dios habite con humildad
también traducida de la manera siguiente: "Y todos
bajo su unción, será salvaguardado contra la intrusión
vosotros"—los que habéis recibido el Espíritu Santo—
de falsa doctrina. Ver. 27.
"conocéis la verdad." Juan 14:16,17,26; 16:13-15.

Que esa unción habite en nosotros, nos expresa

Juan, y seremos protegidos por la fidelidad del Señor,
que nos prometió vida eterna. Entre aquéllos que
son leales a su Palabra, el Hijo de Dios se compromete
a mantener esa comunión con el Padre y con él
mismo, que los anticristos quisieran destruir negando
al Hijo. Vers. 24,25.

El versículo 27 ha sido interpretado incorrectamente

por algunas personas mal encaminadas, según quienes
después que recibimos el Espíritu Santo no necesitamos
instrucción de hombre alguno, a pesar del hecho de
que Cristo ha ordenado la creación de "maestros" y
del ministerio de enseñanza en la iglesia. Efesios
4:11,12. Este versículo es fácilmente entendido en
su contexto. El vocablo "ninguno" del versículo 27

LECCIÓN 25
Segunda parte. 2:28-5:12.
"Dios es justo."
1, Señales distintivas de los hijos de Dios y de los
hijos del diablo. 2:28-3:10.
El brusco comienzo del capítulo 3:1 sugirió a aqué-
llos que dividieron la Biblia en versículos y capítulos l
la división realizada aquí. Empero tenemos que leer
solamente los versículos 2 y 3 para descubrir que
el escritor sigue de cerca el hilo del pensamiento
expresado al cerrar el capítulo 2. (Nótense las ex-
presiones "perseverad en él,". (2:28) y "esperanza
en él," (3:2); "cuando apareciere." (2:28; 3:2.)
Si perseveran o permanecen en él, y retienen la
unción—conservándose leales al mensaje recibido ya,
y a sus convicciones—no serán descaminados por los
maestros falsos, sino que estarán preparados para el
retorno del Señor, y no serán asaltados por el temor
y la vergüenza. El maestro y el discípulo juntos—
"tengamos," "seamos"—deben perseverar o permane-
cer en él. Ver. 28,
1
La división en capítulos es en muchos casos completamente
artificial y a veces hasta ilógica. El estudiante no debe prestar
excesiva atención a la división de capitulos al estudiar
la Palabra.
214
1 JUAN 215
"Si sabéis que él es justo, sabed." (Ver. 29).
Hay dos verbos distintos en estas oraciones. El pri-
mero significa saber, en el sentido absoluto; el segundo,
saber por experiencia, percibir. Juan dice, en otras
palabras, lo siguiente: "Si admitís el hecho de que
Dios es justo, lo que debéis hacer para ser justos
con respecto a la razón y a la revelación, vosotros,
como resultado, debéis percibir que el ser "nacido
de él," debe ser acompañado del hacer la justicia
o lo justo; y Juan índica aquí la justicia cristiana
específica, ía cualidad genuina que "excede a la jus-
ticia de los escribas y fariseos" (Mateo 5:20). Ver.
29.
"Mirad," en otras palabras, contemplad qué clase
o cualidad de amor el Padre nos ha dado. De qué
forma Dios ama al hombre será revelado más tarde
(4:9-14), de manera que en este pasaje el apóstol
hace que los creyentes se maravillen al comprender
el amor del Padre en Cristo Jesús. Hemos sido
llamados hijos de Dios, y lo somos (Los mejores
manuscritos ostentan estas últimas palabras). Por
esta razón, porque nos guía un espíritu diferente,
el mundo no nos conoce ni reconoce. Dios era desco-
nocido para el hombre—para el investigador más sabio
y profundo—y solamente se le puede conocer por
medio de Cristo. Si los hombres rechazan esa revela-
ción, como lo hicieron los dirigentes religiosos del
judaismo, junto con el mundo pagano, luego no podrán
conocerle, y en consecuencia, no conocen ni reconocen
a sus seguidores o adeptos. Jesucristo dijo en cierta
oportunidad lo siguiente, dirigiéndose a los fariseos
216 LA BIBLIA A SU ALCANCE
religiosos: "Ni a mí me conocéis, ni a mi Padre."
(Juan8:19). 3:1.
El apóstol recalca la relación que une al hijo con
su Padre, haciendo hincapié en la posesión presente
—"AHORA"—y en la esperanza futura de compartir
el estado glorioso del Redentor. Aun cuando el mundo
no nos reconoce, nuestra relación de hijos no es por
ello menos real. No hemos experimentado, ni se ha
manifestado tampoco lo que seremos. Somos hijos
lejos del hogar, expatriados, pero SABEMOS positi-
vamente que cuando él se manifieste, seremos como
él, porque le veremos tal cuál es.
¿Cómo es el Señor? Pedro, Jacobo y Juan gustaron
por anticipado, aunque en forma transitoria, la gloria
celestial del Señor en el monte de la transfiguración
(Mateo 17:1-8), gloria que fue sobrecojedora para
sus sentidos naturales. Juan lo vio en visión (Apoca-
lipsis 1) y fue abrumado por la magnitud de la
gloria. Seguramente que tendremos que transformar-
nos en seres muy distintos de lo que somos, para
comprender la gloria presente de Cristo, y experimen-
tar la magnitud de su manifestación. Mas nosotros
"en un momento, en un abrir de ojo.. . seremos trans-
formados" ("metamorfoseados").
; Qué perspectiva! Ver. 2.
Hay un resultado práctico que debe alcanzar aquél
que posee tal gloriosa esperanza "fija en él" (literal).
"La semejanza moral del espíritu es la condición previa
para alcanzar semejanza con el Señor en cuerpo y
1 JUAN 217
facultad, que constituye la "gloria venidera que en
nosotros ha de ser manifestada." (Romanos 8:18).
"El cuerpo futuro del redimido, como lo enseña
San Pablo, será un cuerpo espiritual, apropiado para
el espíritu que reviste, y cuyo organismo y expresión
está destinado a ser. (1 Corintios 15:42-49). Aqué-
llos que se parecen al Padre Celestial en carácter
y disposición, serán como él en figura y función.
Lo ético o moral rige a lo material, pues esto no
tiene otra función o significado que ser vehículo de
aquello. El lugar y el estado dependen del carácter
y Ta conducta."—Findlay. Ver. 3.
Lo inadmisible del pecado.
La relación existente entre la gloriosa esperanza y
la expectación de su cumplimiento y lo que sigue
(vers. 4-12) podría ser proporcionada por un pasaje
de Pedro, el compañero y amigo de Juan: "Por
lo cual, oh amados, estando en esperanza de estas
cosas, procurad con diligencia que seáis hallados de
él sin mácula, y sin reprensión, en paz." 2 Pedro
3:14. Si estudiamos los versículos 4-12 teniendo en
cuenta el significado del pasaje de Pedro que acabamos
de citar, ellos nos proporcionarán "un fuerte motivo
para disuadirnos de exponernos a la decadencia moral,
puesto que el recaer en el pecado robaría al siervo
de Cristo de su gloriosa recompensa, y anularía sus
esperanzas de entrar en el reino eterno," En otras
palabras, el pecado arruina, ya se encuentre en el
creyente o en el pecador.
Si fuéramos a interpretar todas las declaraciones
218 LA BIBLIA A SU ALCANCE
de la versión castellana del pasaje comprendido en
4-10 en su estricto sentido literal, (lea los versículos
6,8,9,), sin compararlos cuidadosamente con el origi-
nal griego y con el resto de la epístola, quizá queda-
ríamos completamente desanimados por la inutilidad
de aun tratar de no cometer pecado, conociendo como
sabemos la debilidad de la carne.
Por otra parte, jamás nos atreveremos a contem-
porizar con el pecado ni tolerarlo por un instante,
pues morderá como serpiente. EL PECADO es
FATAL.
Fletcher de Madeley, contemporáneo de los Wesleys
en el metodismo, escribió un libro famoso en el cual
proporciona cuatro razones en virtud de las cuales
el creyente no debe pecar. G. G. Fíndlay en una
de sus obras sigue el bosquejo de Fletcher al comentar
1 Juan 3:4~10.
Características del pecado'. - "
a. El pecado es violación de la ley. —"Todo aquel
que comete pecado, comete también ilegalidad, desor-
den ; en realidad, el pecado mismo es ilegalidad y
desorden." Ver. 4. Esto, para nosotros, es común,
evidente, pero no para los lectores originales. El pe-
cado—"errar el blanco"—no tenía necesariamente en
lenguaje común, un significado moral muy profundo.
Podría significar solamente un error, una falta por
ignorancia o mala suerte. Para odiar el pecado, es
necesario saber lo que es, a fin de denunciarlo y
borrarlo o abolirlo.
De manera entonces que el "apóstol al decir que
1 JUAN 219
"el pecado es transgresión de la ley," afirma virtual-
mente que la transgresión de la ley es pecado. Se
pueden invertir los términos de la proposición." Pues-
to que el fin de la vida de todo hombre es "determi-
nado por Dios, toda desviación de ese fin ("el
fin principal del hombre es glorificar a Dios y disfrutar
para siempre de sus bendiciones"), toda aberración
moral, constituye un acto de rebelión, una violación
de las leyes constitucionales de la naturaleza humana."
En el caso de gentil pagano, era quebrantar los pre-
ceptos de la conciencia; en lo que respecta al judio,
era, transgredir el código mosaico.
Que mis lectores hagan memoria y recuerden y
reconozcan que letreros como los siguientes: "NO
PISAR EL CÉSPED," "SE PROHIBE LA CAZA
Y LA PESCA," motivaron que les dieran ganas de
hacer precisamente aquello que se prohibía, sí es que
en realidad no lo hicieron. O el letrero de "RECIÉN
PINTADO" ¿no creó el impulso de tocar la pintura
fresca aún? Ver. 4. EL PECADO ES VIOLA-
CIÓN DE LA LEY.
b. El pecado es anticristiano. Vers. 5-7.
"De nuevo aquí," nos dice el Dr. Findlay, "debemos
colocarnos según el punto de vista de los lectores,
si no queremos que el apóstol escriba simplemente
truismos, o perogrulladas. Tenían que aprender cosas
que nosotros hemos estado aprendiendo por siglos, y
desaprender presunciones malvadas que constituían su
segunda naturaleza... Sus dioses y profetas no se dis-
220 LA BIBLIA A SU ALCANCE
tinguían por su mucha severidad contra el pecado o
aislamiento de él... El anuncio respecto de un Dios
que es luz, en quien no hay "ningunas tinieblas,"
era un mensaje asombroso para el paganismo de la
época."
Todos los creyentes saben en la actualidad, o deben
saber, "que él apareció para quitar nuestros pecados."
El quitar significa más que el sacrificio de llevar
los pecados; significa además, su remoción. "Jesu-
cristo levanta la carga y la coloca sobre sus propios
hombros, es decir, no la deja caer de nuevo sobre
sus víctimas, sino que la quita, la hace desaparecer."
Compárese con el tipo de la víctima propiciatoria.
Lev. 16:10. Ver.5.
La cruz destruye y anula tanto la culpabilidad del
pecado como su poder; en una operación es imputada
e implantada la justicia. "Con mucha frecuencia habla-
mos vagamente de "pecado" en calidad de principio
y poder general, y demasiado poco de "pecados" de-
terminados, reales. Mas una confesión en abstracto de
aquél quizá oculte una adherencia obstinada a éstos.
Es imposible la unión de Cristo y el pecado en el
mismo corazón. El hombre en Cristo habita una re-
gión impecable; ve una luz resplandeciente y respira
un aire puro, no viciado. El pecado no halla refugio
allí donde el redimido camina con el Cristo resucitado;
no forma parte alguna de la vida oculta con Cristo
en Dios."—Findlay.
Los vocablos "hace pecado" y "peca" están en la
construcción denominada progresiva en el idioma ortgi-
1 JUAN 221
nal, y denota práctica o hábito. El que practica el
pecado no tiene comunión con Cristo •; su vida misma
es un testimonio de que siempre ha sido así. Vers. 6,7.
EL PECADO ES ANTICRISTIANO.
c. El pecado es diabólico. Ver. 8.
El Hijo de Dios, inmaculado, impecable, puro, es
el Dirigente de los hijos de Dios, quienes han sido
¡avados^n su sangre, y habitan en su justicia. Empero
los que practican el pecado tienen otro dirigente, que
no es otro que Satanás, el diablo, el rebelde contra
Dios, el que peca desde el comienzo. Es él el responsa-
ble por la separación de los hijos de los hombres de
Dios, y por todas las terribles consecuencias que de
ello ha resultado.
El cometer pecados hace del hombre un miembro
del grupo del diablo, participante del espíritu del ma-
ligno y finalmente (Mateo 25:41) de la suerte del
enemigo. Empero el Hijo de Dios se manifestó para
destruir sus obras, anular su poder, "y liberar a los
que estuvieron por toda la vida sujetos a la esclavitud."
¿Cómo puede un hijo de Dios continuar some-
tiéndose al diablo ? EL PECADO ES DIABÓLICO.
d. El pecado es innatural en el hijo de Dios. Vers.
9-10.
"El pecado es algo contradictorio a la subsistencia
misma de la vida regenerada, y constituye una negativa
de su realidad. El pecado es extraño al carácter
222 LA BIBLIA A SU ALCANCE
del hombre mismo redimido, como también es extraño
al Cristo en quien habita el hombre, empero es análogo
y comparte la misma naturaleza del maligno, que
tienta al hombre.
Como principio, el hijo de Dios "no puede pecar,"
no que sea imposible hacerlo mientras sea un agente
moral libre, sino que ha perdido la disposición o deseo
de hacerlo. La vieja tendencia de la vida ha sido
bloqueada por una barrera. La vieja naturaleza, que
produjo malos frutos, ha sido reemplazada por la
simiente divina, la vida reproductiva del Espíritu San-
to, que sólo puede producir el buen fruto de la justicia.
"De esta manera, uno no se libra del pecado me-
diante la represión, sino no dejando lugar para él.
Otro proceso generativo rige ahora en el hombre. A
igual que en una tierra llena de buenas semillas que
germinan activamente, la maleza busca lugar para de-
sarrollarse (pero no lo logra); asi también en el
alma en la que habita o mora el Espíritu Santo—
donde habita en las fuentes mismas de origen de los
sentimientos e impulsos, tocando todos los resortes de
acción y envolviendo con su hálito todos los problemas
de la vida, donde esta simiente plantada de Dios envía
sus raices en las profundidades, y sus ramas se ex-
tienden en todas direcciones, abarcando la naturaleza
toda del hombre,—¿qué lugar queda para el pecado?"
—Findlay.
EL PECADO ES INNATURAL EN EL HIJO
DE DIOS.
LECCIÓN 26
2. Comprobaciones de la verdadera salvación. 3:11-
24.
»
El amor, el odio y sus normas.
No existe nada complejo con respecto a la filosofía
de la vida del apóstol Juan, o pasajes dudosos que
obscurezcan la brillantez de simples principios cris-
tianos. Para Juan es cielo o infierno, el mal o el
bien, Dios o Satán, amor u odio, vida eterna o muerte
eterna.
¡Un hijo de Dios, un hijo del diablo! El uno
ama a su hermano, el otro asesina a su hermano,
como lo hizo Caín, o es un asesino en potencia,
porque, como lo enseñó Cristo, "aborrece a su her-
mano." Vers. 11,12.
No se sorprenda, dice Juan, si el mundo lo aborrece.
Su espíritu o tendencia es del todo incompatible con
la naturaleza divina revelada en Cristo, e impartida
por él por medio del Espíritu de sus seguidores. Ver.
13.
La injusticia, el odio, el asesinato, la muerte están
por un lado; la justicia, el amor, la preservación, la
223
224 LA BIBLIA A SU ALCANCE
vida, están por el otro. El odio reside en el centro
mismo del reino de Satanás; el amor es la fuerza
motivadora y propulsora del evangelio de Cristo. Una
prueba de que hemos pasado de muerte a vida es
que manifestamos un afecto espiritual, piadoso, por
nuestros hermanos. Más aún, aunque odiemos la
conducta de un enemigo, podemos manifestar amor
divino hacia él. Ver. 14.
Ningún asesino tiene la vida eterna, ni tampoco
el asesino en potencia, el que odia a su hermano.
Ver. 15. Estas declaraciones parecen ser para nosotros
perogrulladas, o verdades evidentes por sí mismas.
Empero pueden ser fácilmente entendidas si se las
compara con los niveles morales que existían en la
época cuando el apóstol escribía la epístola.
"Con respecto al homicidio, el código moral ordi-
nario entre los griegos carecía de severidad. .. Entre
los griegos, el haber muerto a un hombre era consi-
derado simplemente una desgracia, o cuando más un
error necesario. Se consideraba al crimen un delito
particular o civil, y la multa no se conceptuaba como
una forma, aunque defectiva, de atribuir culpabilidad
alguna al reo, sino, en general, una manera de satis-
facer en forma equitativa los sentimientos heridos de
los parientes y amigos, o como una compensación
efectiva por la pérdida de servicios del hombre muer-
to. La religión de la época no toma para nada en
cuenta el hecho en sí mismo."—Gladstone. Ver. 15.
El modelo de amor en Jesucristo.
"En esto conocemos el amor." La idea es que venimos
1 JUAN 225
a conocer el amor como principio divino en la muerte
expiatoria de Cristo. Fue una muerte vicaria, soli-
taria, suficiente. Llevó sobre sus hombros inocentes
la carga de los pecados de todo el mundo—sus peca-
dos, los míos. Su muerte fue la revelación de su
amor y abnegación.
"Nosotros"—nos dice el apóstol Juan—"debemos de
manifestar ese mismo amor mediante la abnegación y el
sacrificio, es decir, dando nuestras vidas por los her-
manos." Ver. 16.
Una demostración práctica del amor fraternal.
El amor cristiano es evidenciado por cosas comunes,
al parecer insignificantes. "Con mucha facilidad, al
soñar de actos no requeridos de heroísmo, uno pasa
por alto las oportunidades de realizar sacrificios en
lo que respecta a la vida de comodidades y lujo,
en lo referente a realizar sus propias ambiciones y
ascender la escala social, que se le presentan en las
actividades cotidianas. En muchas iglesias, el hombre
canta con unción,
"Todo a Cristo yo me rindo.
Con el fin de serle fiel,"
para cuya alma mezquina la moneda más pequeña,
de una billetera repleta, es suficiente para hacer frente
a las demandas superiores de Cristo."—Findlay. Vers.
17,18.
La seguridad en el corazón del creyente.
Después de inspirar en sus lectores un examen de
conciencia, el apóstol procede de inmediato a calmar
226 LA BIBLIA A SU ALCANCE
cualquier recelo o ansiedad de aquéllos que descon-
fían de sí mismos, y al mismo tiempo despertar la
conciencia de aquéllos que adoptan una conducta
complaciente, conformes consigo mismos, por ejemplo,
los efesios, que habían recaído en el pecado, y los
habitantes de Laodicea, satisfechos de sí mismos, pa-
gados de sí, censurados en el libro del Apocalipsis,
que aunque envueltos en el ropaje del conocimiento
y bienes materiales, carecían de las verdaderas ri-
quezas. (Las cartas a las siete iglesias en los capítulos
dos y tres del Apocalipsis nos proporcionan un cuadro
real de las condiciones espirituales existentes en las
iglesias asiáticas, donde Juan era obispo, y a las cuales
escribió probablemente esta carta.)
Le es posible al creyente verdadero sentir confianza
en lo que respecta al estado espiritual de su corazón.
El apóstol Pedro no estaba siempre seguro de lo que
había en su corazón. El conocimiento que tenia de
sí mismo era con frecuencia trágicamente imperfecto,
mas cuando el Señor ie preguntó si lo amaba, Pedro
estaba absolutamente seguro que amaba a su Maestro,
y que éste lo sabía también. Ver. 19.
En el versículo 20 se revela con toda claridad
el principio del examen interior de la conciencia.
El creyente debe saber positivamente que si su fuero
interno lo condena, el Espíritu que todo lo indaga,
el Dios omnisciente estará aún más consciente de los
secretos que guarda su corazón. "Puesto que su pro-
pio corazón ignorante y parcial lo condena, considere-
1 JUAN 227
mos cuál será el veredicto del Juez santísimo, que todo
lo investiga."
En el versículo 21 pasamos de un ambiente de
sombras—"si nuestro corazón nos reprendiere"—a uno
de luz resplandeciente—"si nuestro corazón no nos
reprende." Juan presenta esta transición mediante el
empleo de ese término de cariño, empleado antes;
"Carísimos." Trueca el tono de advertencia contra
una paz falsa, (ver. 20)—"contra acallar y amorti-
guar la conciencia"—por la afirmación calmante del
versículo 19, para ampliarla y convertirla en un gozoso
testimonio en los versículos 21 y 22.
El vocablo "confianza" en vers. 21 significa, tra-
ducido literalmente, "un pedido intrépido, franco."
"El vocablo sugiere palabras dichas con franqueza,
sin trabas: es decir, allegarse al tribunal de Dios sin
nada que ocultar."—Vincent.
Ese estado del corazón—que gracias a Dios es posible
—constituye el secreto de la oración que recibe res-
puesta. Ver. 22. Juan 15:7. No existe cosa alguna
que agrade a Dios más que ver a sus hijos que se
aman mutuamente, y nada proyecta una sombra con
más rapidez entre Dios y el hombre que un espíritu
desamorado, vulgar, que trata de provocar contienda.
El corazón que no se siente condenado desea, en
virtud de su misma naturaleza, guardar los manda-
mientos y agradar ai Señor.
El apóstol le da al asunto de obedecer los manda-
228 LA BIBLIA A SU ALCANCE
mientos de Dios una interpretación algo sorprendente.
Sus mandamientos en realidad están abarcados por las
palabras del Señor Jesús, cuando llamó la atención
del pueblo hacia sí mismo: "Esta es la obra de Dios,
que creáis en el que él ha enviado." Juan 6:29.
El evangelio fue dado a toda la humanidad para
"la obediencia de la fe." (Romanos 1:5).
El versículo 23 dice lo siguiente: "Que creamos
en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos
unos a otros..." En otras palabras, si uno se ha
rendido de una vez por todas a las verdades del
evangelio y el amor de Dios ha sido derramado en
su corazón por el Espíritu Santo, la práctica de su
vida será entonces guardar los mandamientos de Dios
y continuar amando a Dios y a los hermanos. Vers.
23,24.
3. Criterio para distinguir' a ios jalsos maestros.
4:1-6.
La prueba de los espíritus.
El vocablo "amados" señala de nuevo la transición
a una materia a la cual el apóstol desea que sus
lectores presten cuidadosa atención. En la última
oración del capítulo 3 se nos indica que la fe y el
amor que hacen a un verdadero creyente, tienen su
origen en el don del Espíritu Santo, Se nos asegura
que somos hijos de Dios, por medio del Espíritu
que se nos ha dado, pero "no creáis a todo espíritu,"
nos afirma Juan. Hay espíritus falsos, como así tam-
1 JUAN 229
bien verdaderos, espíritus de arriba, y espíritus de
abajo. "Poned a prueba los espíritus," nos manifiesta
el apóstol. El plural del vocablo "espíritu" o sea
"espíritus" se "explica por el hecho de que tanto
el Espíritu de Verdad como el espíritu de error hablan
por medio de los espíritus de los hombres, que son
sus órganos de expresión."
En vano suspiramos por los días más puros de
la iglesia, por las "edades de fe," pues la iglesia,
casi desde su fundación fue atacada por el "principe
de la potestad del aire," y acosada por falsos maestros,
voceros de Satanás. Ya en la época de Juan, y mucho
antes de que hubiera pasado la era apostólica, "muchos
falsos profetas" habían surgido en la iglesia, "y la
fe cristiana había sido atacada por numerosas conje-
turas perniciosas." Ver. 1.
"Junto con el espíritu mundano y egoísta, era doc-
trina falsa, más bien que milagros espurios o predic-
ciones engañosas, lo que caracterizaba a la clase de
personas denunciada por el apóstol. Sus errores nacen
de una concepción equivocada de Cristo, o bien cris-
talizan en una concepción errónea del Señor. Jesu-
cristo es el núcleo o corazón de su religión. El
concepto que el hombre se forma de él, la actitud
que adopta hacia el Señor, determina la tendencia
de su fe y vida. La pregunta que el Señor formulara
a los rabíes judíos "¿qué os parece del Cristo?" la
ha propuesto a todas las escuelas religiosas surgidas
desde entonces. Mediante su respuesta, cada interro-
230 LA BIBLIA A SU ALCANCE
gado se juzga a sí mismo. De manera entonces que
Cristo se convierte en "piedra de tropiezo, y roca de
escándalo," o "la principal piedra del ángulo" para
una generación tras otra. Como lo demuestra el tono
de esta epístola—particularmente el lenguaje del pasaje
2:18-27—el punto fundamental de la controversia que
conmovía ¡as iglesias del Asia Menor, que las pertur-
baría durante todo un siglo, era el relativo a la natura-
leza de Cristo, en su relación con Dios y su lugar
en el orden de la existencia, en la compatibilidad
de su vida corporal con el nacimiento divino, y en
la forma de su obra redentora, determinada por su
naturaleza."—Findlay.
El criterio para poner a prueba a los falsos espíritus
es proporcionado por Juan en los versículos 2 y 3.
La prueba decisiva de la creencia cristiana reside en
la verdadera confesión que se .hace de Cristo. "¿ Quién
dicen los hombres que es el Hijo del hombre?" le
preguntó el Señor Jesús a sus discípulos. Recibió
varios respuestas, y luego el Señor interroga directa-
mente a sus discípulos: "Y vosotros, ¿quién decís
que soy ?" Se oye de inmediato la respuesta de Pedro,
inspirada por el Padre: "Tú eres el Cristo, el Hijo
del Dios viviente." En lo dicho reside la verdadera
confesión cristiana. "El que cree en el Hijo, tiene
vida eterna; mas el que es incrédulo al Hijo, no
verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él."
La frase "venido en carne" del capítulo 2 nos
proporciona la ¡dea de "un acontecimiento decisivo,
1 JUAN 231
constitutivo, una venida que registra una época y un
orden fijo de cosas." Asimismo habla de "Uno que
ha penetrado en la vida del hombre procedente de
otro lugar, que arriba de una esfera espiritual (el
único plano distinto de la carne) fuera de la carne
para participar en la experiencia física."
Ello significa que el Espíritu de Dios inspirará
solamente declarar-iones que abarquen o incluyan la
encarnación, es decir, que Jesús de Nazaret era, como
lo confesó Pedro, el Hijo de Dios, el Cristo. Nótese
con qué precisión el Señor Jesús hizo la pregunta
con respecto a sí mismo: "¿Quién dicen los hombres
que es el Hijo del hombre?" La respuesta de Pedro
fue en realidad, la siguiente: "Tú, Jesús de Nazaret,
Hijo del Hombre, eres el Cristo, (el Ungido de Dios,
profetizado en las Escrituras,) el Hijo de Dios." El
criterio proporcionado en todo este pasaje (1-6) está
destinado a contrarrestar las herejias de los gnósticos
que no reconocían ni la Deidad esencial de Cristo ni
tampoco su humanidad esencial y quienes, como
lo hacía Cerinto, separaban, en sentido metafísico,
"al Cristo" del "hombre Jesús," y lo convertían en
dos seres—el hijo terreno de María, y la esencia
celestial que se plegó a él por un tiempo, que descen-
dió sobre Jesús espiritualmente en el bautismo, y lo
abandonó en la cruz. Algunos gnósticos docetas con-
sideraban al hombre Jesús como simple fantasma,
una aparición que revoloteaba de un lado para otro,
en supuesta forma humana.
Pero el Jesús que había conocido Juan, era uno
232 LA BIBLIA A SU ALCANCE 1 JUAN 233

del principio al fin—el Hijo de Dios nacido en forma que habían recibido el testimonio apostólico de Juan
humana, que retornó al Padre, y vive para siempre y de otros que habían visto, observado y palpado
el "Verbo de vida," 1:1-3. "Nosotros" (refirién-
como el Señor Jesucristo, que "es el mismo ayer,
dose a sí mismo y a los apóstoles) "somos de Dios:
y hoy, y por los siglos."
el que conoce a Dios,, nos oye: el que no es de
Dios, no nos oye." En otras palabras, los hombres
Mas el estudiante puede preguntar: "¿Qué impor- demuestran ser de Dios o no al escuchar las palabras
tancia tiene todo esto para nosotros en la actualidad? del apóstol, o rechazarlas. Ver. 6.
¿Tenemos que probar los espíritus en la actualidad?"
Sí, realmente. El ruselismo moderno, o los Testigos
"Por esto" (se hace aquí quizá un resumen de los
de Jehová afirman que el Hijo de Dios es un ser
argumentos) "conocemos el espíritu de verdad y el
creado; que era el arcángel Miguel que se convirtió espíritu de error."
en hombre al nacimiento de Jesús, que el hombre
Jesús ha muerto para siempre y que su cuerpo quizá
se haya disuelto en gases, o está preservado en algún
sitio como un gran recuerdo, para ser desplegado o
exhibido algún día.

¡ Qué seudo Salvador del hombre es esta carica-

tura! Este es el espíritu del .anticristo.
Juan añade dos criterios, no discernidos fácilmente,
a aplicarse para probar los espíritus. Vers. 4-6. Uno
de éstos es la opinión o consentimiento general de
los verdaderos creyentes. Ellos han vencido los en-
gaños del espíritu del anticristo, porque residía en
ellos el Espíritu mayor que el que habitaba en el
mundo. Los maestros falsos y sus seguidores son
del mundo, y el mundo los oye. Los creyentes habían
recibido una unción del Santo, por la cual conocen
la verdad e instintivamente descubren la mentira. 2:20,
27. Vers. 4,5.

El segundo criterio es evidente por el hecho de


LECCIÓN 27
4. Ruego en favor del amor fraternal. 4:7-21.
La divinidad del amor. Vers. 7-14.
Desde el punto de vista práctico, todos los argu-
mentos de San Juan conducen a una conclusión y su
exhortación tiene un propósito: "Carísimos, arriémonos
unos a otros."
Se cuenta la historia con respecto al apóstol de
que cuando había llegado a la ancianidad, y era muy
débil para caminar hasta la iglesia de la cual era
pastor, uno de los "jóvenes" ayudó al apóstol San
Juan a caminar hasta el asiento frente a la congre-
gación, a la que dijo de inmediato: "Hijitos, amaos
los unos a los otros." El joven le dijo al anciano
apóstol: "¿Es ése todo el mensaje que tiene para
nosotros?" "¿No es acaso suficiente?" replicó el an-
ciano, y añadió: "Todo lo demás está comprendido
en ese mensaje."
Tres ideas principales emergen de esta sección de
la epístola, como lo señala el Dr. Findlay:
a. La fuente del amor en la naturaleza de Dios.
Vers. 7,8.
"El amor es de Dios." "Dios es amor." El amor
234
1 JUAN 235
tiene su origen en Dios, porque su naturaleza misma
es amor. Hay otros atributos de Dios, infinitos y
majestuosos, por ejemplo, Dios es justo, Dios es recto.
Estos atributos citados en último término deben de
estar patentes en aquéllos que Dios hizo según su
propia semejanza, y demandan castigo contra el que
viola sus mandamientos justos, empero el amor concibe
y proporciona una forma de satisfacer esas demandas,
de manera que su amor puede fluir y alcanzar al
transgresor, y reconciliarlo con Dios.
"En el amor, la contradicción de lo finito e infinito
se esfuman. En su pureza, el amor es el mismo en
el hombre y en Dios—en la gota y en el Océano.
La compatibilidad de lo divino con lo humano en
Jesús no crea dificultad alguna en este punto. Es el
amor el que hace concebible la unión de dos naturale-
zas en una, que soluciona el problema de la encarna-
ción. El amor es entonces, el foco de revelación cris-
tiana de Dios; alrededor de él fulguran todas las
luces, todas las fuerzas operan; alrededor de este
centro las ideas e imágenes del nuevo Testamento
se agrupan, y toman su medida y carácter."—Findlay.
b. La manifestación del amor en la misión de Cristo.
Vers. 9,10.
Pablo abarca el pensamiento de Juan en Romanos
5:8: "Mas Dios encarece su caridad (amor) para
con nosotros, porque siendo aún pecadores, Cristo
murió por nosotros." El amor, la principal gloria
de Dios, fue velado de los hombres hasta que fue
manifestado en Cristo. Juan mismo vio y describió
236 LA BIBLIA A SU ALCANCE
a Cristo, "el Verbo hecho carne," como la "gloría
como del unigénito del Padre, lleno de gracia y ver-
dad." Juan 1:14. La gracia es amor en acción hacia
aquéllos que son desamables.
"El judaismo enseñó la justicia de Dios; los griegos
consideraron a Dios sabiduría; la ciencia moderna
propone a Dios como fuerza; Jesucristo lo presenta
como amor. Dios envió a su Hijo "para que vivamos
por él." (ver. 9). Lo envió para que fuera "pro-
piciación por nuestros pecados (ver. 10) ; y "Salvador
del mundo." (Ver. 14).
c. Consumación del amor en la hermandad cristiana.
Vers. 11-14.
El sentido fundamental de estos pocos versículos
se encuentra en la declaración siguiente: "Si nos
amamos unos a otros, Dios está en nosotros, y su
amor es perfecto en nosotros." Ver. 12.
¿ Cuál es el argumento del apóstol en el versículo
11? ¿Significa que debemos devolver a quien nos
ama—el Señor—el mismo amor? ¿Debemos amar
por amor al Padre? No, es un llamado más elevado
aún. Siendo hijos de Dios (3:1) y habiendo conocido
su amor en Cristo (3:16) y puesto que su amor mora
en nosotros por el Espíritu (4:13,16) no podemos
hacer otra cosa que imitarlo. •
Un gran motivo por el cual los pecadores no son
atraídos a Cristo es porque nosotros, por falta de
comprensión espiritual, y consagración, ponemos obstá-
culo a la respuesta de la oración de Cristo en Juan
17:23, y el mundo, en vez de contemplar unidad y
1 JUAN 237
amor, ve amargura, ruindad, obstinación y egoísmo
o interés personal. Pablo se expresa de la siguiente
manera hacia los judíos indignos: "Porque el nombre
de Dios es blasfemado por causa de vosotros," (Ro-
manos 2:24) y porque "por vosotros el amor de Dios
es negado y no está perfecto." Juan le diría a la
iglesia: "Vosotros estáis obstaculizando el plan de
Dios."
Salvación por amor. Vers. 15-21.
El capítulo 4:17-21 constituye el párrafo más ex-
tenso de pensamiento ininterrumpido en la epístola de
Juan. La primera sección, como lo hemos visto
(7-14) enuncia la naturaleza divina del amor. El
pensamiento todo del apóstol es el amor eterno del
Padre, que fluye hacía nosotros por medio de Cristo,
uniéndonos a él y entre nosotros, como miembros
de su cuerpo. Parecería que la materia hubiera queda-
do agotada cuando llegamos al versículo 12, donde
dice: "Su amor es perfecto en nosotros." Empero la
extraña combinación de frases y pensamientos en los
versículos 15-21 proporciona a sus ideas nuevo sentido
y significado.
Los versículos pueden dividirse en tres temas, a
saber: (a) fe y amor cristiano; (vers. 15,16); (b)
amor en relación con el juicio (vers. 17,18) ; y (c)
la identidad del amor a Dios y el amor a los hombres
(vers. 19-21), en otras palabras, el amor vive por
la fe; el amor arroja de sí o desaloja al temor;
el amor une a Dios y al hombre dentro de un corazón.
238 LA BIBLIA A SU ALCANCE
a. Ha demostrado (ver. 15) que comprendemos y
sabemos que Dios habita en nosotros, por el revesti-
miento del Espíritu Santo. Luego en el versículo 16
dice que la presencia del amor en el corazón constituye
evidencia del mismo revestimiento. El énfasis en el
vocablo "nosotros" en los versículos 14,16,19, indica
el contraste entre el verdadero creyente y los demás
que afirman un conocimiento superior y una supuesta
"habitación" en Dios, y estar espiritualmente unidos
a la Deidad. No han conocido y no pueden conocer
a Dios porque no creen lo que el nombre "Hijo de
Dios" afirma, que "Jesús" y "Cristo" son uno, Dios
manifestado en la carne. Los ha clasificado evidente-
mente en 3:15 con aquéllos cuyos corazones están
llenos de odio hacia el verdadero creyente, y quienes,
orgullosos de su conocimiento (gnosis) superior, des-
precian a otros.
El reconocimiento de la deidad de Cristo es nece-
sario para adquirir un sentido propio del amor de
Dios. No era criatura-ángel, no efluvio o emanación,
o simple rayo de su gloria, uno de muchos. Era el
Unigénito, la plenitud de la Trinidad en forma huma-
na. (Lea el gnosticismo en colosenses.)
"Cualquier teoría, ya sea de los gnósticos antiguos
o del moderno tipo unitario, que despoja a la naturaleza
de Cristo de su divinidad, resta perfección al amor
de Dios en la misma proporción. La teología que
roba a Cristo de su deidad, roba a Dios de la gloria
de su amor, y roba al hombre de aquella creencia
1 JUAN 239
que genera amor perfecto dentro de él"—Findlay.
Vers. 15,16.
b. El apóstol mira ahora, desde la experiencia pre-
sente de la habitación del alma en Dios, hacia el
futuro, hacia el día del juicio y el temor que él provoca.
Vers. 17,18. En los capítulos 2:28 y 3:3 ha dirigido
nuestros pensamientos en esa dirección. La confianza,
en el día del juicio, será algo de transcendental necesi-
dad. El mirar hacia adelante esperando ese día sin
temor, ilumina y glorifica todos los actos de nuestra
vida en la actualidad (Romanos 8:28). Si nuestro
corazón está saturado de amor, si se ocupa de él,
podemos esperar ese día con suprema confianza, pues
"el perfecto amor echa fuera el temor: porque el
temor tiene pena." El vocablo pena significa aquí
castigo. El temor, al anticiparse el castigo, sufre ahora
ese castigo. Vers. 17,18.
c. La identidad del amor a Dios y el amor a los
hombres.
El amor que reside en el corazón del individuo
opera negativamente al desalojar al temor, y positiva-
mente, al inspirar amor en el corazón del hombre
por sus semejantes. Vers. 19-21. La fuente del amor
reside en Dios. En efecto, las Sagradas Escrituras
nos dicen que "él nos amó primero." En lo que a
nosotros respecta, el amor comenzó allí. "No afecto
digno de ese nombre existía en nosotros; el amor
había muerto en muchos corazones, y en otros estaba
debilitado y manchado. Una nueva corriente de vida
y de amor debe de ser transmitida desde la fuente
240 LA BIBLIA A SU ALCANCE
original al cuerpo enfermo del hombre, a fin de que
pueda disfrutar de nuevo de salud y gozo. Y esta
renovación ha venido al mundo por medio del Hijo
de Dios. Dios "nos amó primero"; luego aprendemos
a amarle y a amarnos entre nosotros."—Findlay.
5. Fe en Cristo es el principio- conquistador. 5:1-12.
La je conquistadora. Vers. 1-5.
Para comprender con amplitud las referencias del
apóstol Juan relativas a vencer al mundo, debemos
una vez más localizarle en la historia. Es un anciano,
que vive a fines del siglo primero. Ha presenciado,
durante sus sesenta años de ministerio, los éxitos
apostólicos de Pablo y Pedro. Ha reconocido el terrible
castigo divino que cayó sobre la raza israelita, obsti-
nada, ciega, e incrédula, al ser destruida la ciudad
de Jerusalem y el templo. Ha observado el odio
espantoso del emperador pagano Nerón contra los
creyentes. Ha visto la fe cristiana atacada por toda
forma de fuerza mundial, ya sea religiosa o profana.
Pero ha observado el triunfo de la fe cristiana, de
manera que con profunda alegría exclama: "Quién
es el que vence al mundo, sino aquél que cree que
Jesús es el Hijo de Dios?" "San Juan celebra así
el fin del primer siglo."
Y hoy, a mediados del siglo xx, el estandarte del
Hijo de Dios flamea victorioso sobre los bastiones
de la iglesia de los creyentes verdaderos. La iglesia
verdadera ha nacido de Dios, está llena del amor
de Dios, guarda sus mandamientos, ama a su prójimo
como a sí misma, y triunfa para siempre del mundo,
1 JUAN 241
la carne y el diablo. ¡ Qué separación gloriosa! ¡ Qué
condición feliz presente de seguridad en medio de un
mundo moderno de caos y confusión, que se destruye
a sí mismo por la incredulidad, la avaricia, el odio
y la concupiscencia de la carne! ¡ Qué glorioso destino
espera a la iglesia en relación con su Señor en el
reino futuro de justicia!
Los tres testigos y un testimonio. Vers. 6-12.
Exposición de los versículos 6-8.
"Este es Jesucristo, que vino por agua (en el bau-
tismo) y sangre (como en la cruz). "Estos dos inci-
dentes en la encarnación son escogidos porque en el
bautismo el Señor Jesús fue formalmente separado
para su obra mesiánica mediante el descenso del Es-
píritu Santo sobre él y por el testimonio oíble del
Padre, y porque en la cruz su obra alcanzó su
culminación ("Consumado es", dijo el Señor Jesús)."
—Dr. A. T. Robertson.
Es cierto también que en la cruz tanto agua como
sangre manaron del costado herido del Salvador, como
lo testificó Juan (Juan 19:34). Este hecho constituye
una refutación completa de la afirmación gnóstica de
que Cristo no tenia un cuerpo real, y a la distinción
establecida por Cerinto y los suyos entre Jesús y
Cristo, a la que nos hemos referido con anterioridad.
Antes de referirse al tercero de la tríade de testigos,
el Espíritu Santo, Juan repite el testimonio doble:
agua y sangre (ver. 6). De esta manera habia un
triple testimonio con respecto al Hijo de Dios como
242 LA BIBLIA A SU ALCANCE
Hijo del Hombre, y al Hijo del Hombre como Hijo
de Dios.
De esta manera el bautismo en agita administrado
por Juan, que le proclamó el "Cordero de Dios que
quita e! pecado del mundo"; el descenso del Espíritu
en forma de paloma; y la voz del Padre desde el
cielo, lo designaron en su carácter doble de Mesías
e Hijo divino. El bautismo de sangre (Lucas 12:49,
50) su propia sangre, dio cima al bautismo en agua.
Vers. 6-9. De manera entonces que este testimonio
de Dios con respecto a su Hijo, registrado para noso-
tros en la narración del evangelio, por medio de aqué-
llos que eran testigos oculares—que observaron, pal-
paron, le amaron y mantuvieron comunión con él—
"no es meramente una verdad que debe creerse, o
negarse, sino que es una vida que el hombre debe
escoger o rechazar. De esta elección depende la vida
o muerte eterna de todo aquel a quien Cristo se
ofrece a sí mismo diciendo: "El que cree en el
Hijo, tiene vida eterna; mas el que es incrédulo al
Hijo, no verá la vida."—Findlay.
LECCIÓN 28
Conclusión. 5:13-21.
1. La oración y el pecado de muerte. Vers. 13-17.
El venerable apóstol cierra ahora su epístola. Exa-
mina su carta y expresa su propósito en el tiempo
pasado, de la misma manera que lo había expresado
en tiempo presente al comienzo (1:4). Al iniciar
su carta había dicho: "Y estas cosas os escribimos,
para que vuestro gozo sea cumplido," es decir, para
satisfacer su propio corazón y el de ellos; mas ahora
escribe: "Estas cosas he escrito a vosotros que creéis
en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis
que tenéis vida eterna," en otros términos, para forti-
ficar su fe.
Este propósito del apóstol coincide con el objetivo
de su evangelio: "Estas empero son escritas, para
que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios;
y para que creyendo, tengáis vida en su nombre."
Juan 20:31. Ver. 13.
La seguridad del creyente, alcanzada mediante la
rendición cabal de la mente a las verdades del evangelio,
halla su expresión o se convierte en una fuerza en
la vida de oración constante. Si no hubiera otra pro-
mesa en las Sagradas Escrituras que 1 Juan 5:14,15,
243
244 LA BIBLIA A SU ALCANCE
T
tendríamos suficiente estimulo y seguridad para recibir
cualquier cosa que necesitamos para nuestro viaje te-
rreno. La lectura misma de los versículos inspira fe.
Apenas si necesitan comentario.
Nuestra oración está dirigida al Poderoso Hijo de
Dios. Se nos invita a pedir. El sabe lo que es mejor
para nosotros. Oye nuestras oraciones. Concede las
bendiciones que se le piden. Vers. 14,15.
El hermano en el error.
Nuestras oraciones, sin embargo, no deben de ser
simplemente para nuestro beneficio. Deben de expre-
sarse en intercesión por otros. Debemos particular-
mente preocuparnos por el hermano que se encuentra
en el error. Gálatas 6:1,2. Cristo no es el único
Abogado. Comparte ese cargo con los hermanos re-
dimidos. Somos un reino "de sacerdotes" (Apocalip-
sis 1:6) "real sacerdocio" (1 Pedro 2:9).
El comentario que hace G. G. Findlay en uno de
sus libros con respecto al versículo 16 es tan exce-
lente, que queremos citar de nuevo lo dicho por este
hombre tan profundamente espiritual y tan preeminen-
temente erudito:
"Este debe ser el recurso del creyente, cuando lo
perturban las faltas y la maldad en la iglesia." Si
alguno viere cometer a su hermano pecado, ¿qué hará?
¿Debe ir de aquí para allá cuchicheando y llevando
la noticia? ¿O publicar la noticia en la prensa, y
mofarse de las iglesias en los diarios o desde la
plataforma? Estas no son nuestras instrucciones; em-
pero dos instrucciones claras se nos proporcionan:
l JUAN
entre ti y él solo" (Mateo 18:15); luego, por el
discípulo amado: "Presentad el problema ante Dios
en oración." Esta es la forma correcta de presentar
245
primero, por el Maestro, que dice: "Ve, y redargúyele
el caso. Al proceder de esta manera la persona en
cuestión no solamente ganará u obtendrá bendiciones
para el ofensor, sino que verá la ofensa según un
punto de vista distinto, y se eximirá del acalora-
miento e irritación generados por otras formas de
proceder. La oración intercesora es el antidoto del
escándalo en la iglesia. Santiago, a igual que Juan,
añadió una posdata a su epístola sobre este tema
doloroso. Su observación suplementa el consejo del
apóstol: "El que hubiere hecho convertir al pecador
del error de su camino, salvará un alma de muerte,
y cubrirá multitud de pecados." Santiago 5:20.
Sin embargo, el apóstol pone una limitación a las
posibilidades de la oración intercesora. "Hay pecado
de muerte, por el cual yo no digo que niegue." Ver.
17. La oración, en todo momento, debe ser específica,
sin rodeos. Las simples generalizaciones jamás alcan-
zan a los oídos de Dios. La oración debe contar con
la inspiración del Espíritu Santo. "Porque conforme
a la voluntad de Dios, demanda por los santos."
(Romanos 8:27.)
Los primeros Padres que escribieron con respecto
a este versículo, difieren un tanto en lo que respecta
a la interpretación. Sin embargo, no debiera ser de-
masiado difícil a la luz del contexto y del fondo
de la epístola encontrar una respuesta satisfactoria
246 LA BIBLIA A SU ALCANCE
a la pregunta: "¿Cuál es el pecado de muerte?"
Ciertamente, debe ser del mismo carácter de la "blas-
femia contra el Espíritu," que aquél que la comete,
"no tiene perdón jamás," sino que "está expuesto a
eterno juicio." (Marcos 3:29). La mortal ofensa de
la apostasía contra la cual el escritor de los Hebreos
advierte (Hebreos 6:4-6; 10:29) sería incluida. Es
posible que la negación hereje que se hiciera del
Señor, y que Juan tuvo que afrontar, alcanzara el
punto de malignidad o perversidad. Ciertamente es
incluida la incredulidad en la persona divina y humana
de Cristo, censurada por Juan en los anticristos de
su día, quienes infestaban las iglesias de su provincia.
Si se procura una respuesta más definida debe
encontrarse en el terreno mencionado precedentemente.
El Señor Jesucristo hizo una advertencia a aquéllos
que se le oponían considerándolo falso. "Yo, para
juicio he venido a este mundo," y asimismo, "Porque
si no creyereis que yo soy (Dios), en vuestros pecados
moriréis." Juan 8:24; 9:39. Juan mismo en su evan-
gelio incorporó esta misma acusación en su declara-
ción: "El que no cree, ya es condenado, porque no
creyó en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Y
esta es la condenación: porque la luz vino al mundo,
y los hombres amaron más las tinieblas que la luz;
porque sus obras eran malas."
Contra algunos de sus opositores y personas que
negaban la completa integridad humano-divina de la
persona del Hijo de Dios, Juan se vio precisado a
pronunciar una condena irrestricta, que no dejaba lu-
1 JUAN 247
gar a la esperanza: "Todo el Nuevo Testamento indica
que la' incredulidad completa y deliberada en Jesu-
cristo, debida a la antipatía moral, es fatal para el
alma."
En su aspecto ¡ntrínsico, todo pecado es de muerte,
pero el deliberado rechazo del Señor por parte del
hombre, el rechazo de aquél que era Dios manifestado
en carae, que reveló el amor de Dios a los pecadores,
y se sacrificó a sí mismo para remover la culpabilidad
y el poder del pecado, convierte esa muerte en irre-
vocable y merecida, y expone al incrédulo a la sepa-
ración trágica en sus pecados no perdonados.
Como ejemplo de ello recordemos a los hijos de
Eli (1 Samuel 2:25; 3:14); el estado espiritual de
Israel, cuando Jehová le dijo a Jeremías: "Tú pues,
no ores por este pueblo, ni levantes por ellos clamor
ni oración, ni me ruegues: porque no te oiré." (Jere-
mías 7:16; 14:10-12). Llegó el momento cuando el Se-
ñor Jesús volvió sus espaldas a los príncipes y autori-
dades del templo con estas palabras solemnes y trági-
cas: "¡Oh si también tú conocieses, a lo menos en este
tu día, lo que toca a tu paz! mas ahora está encu-
bierto de tus ojos." El judaismo había cometido peca-
do de muerte.
2. Resumen del conocimiento del cristiano. 5:18-21.
Findlay denomina este párrafo final el credo apostólico
de Juan. Las partes esenciales de este credo son:
"Sabemos que cualquiera que es nacido de Dios,
no peca."
248 LA BIBLIA A SU ALCANCE
"Sabemos que somos de Dios."
"Sabemos que el Hijo de Dios es venido."
En otras palabras, "creo en la santidad," "creo
en la regeneración," "creo en la misión del Hijo
de Dios."
¿Creéis todo esto? Si es así, "guardaos de los
ídolos."
Estas últimas palabras significaban para aquéllos
que vivieron hace diez y nueve siglos precaverse de
"las viejas costumbres, de la influencia de la sociedad
que los rodeaba, y de la magia y la hechicería íntima-
mente relacionadas con los antiguos cultos." Para no-
sotros, en el dia de hoy, significa desterrar de nuestros
afectos todo aquello que tienda a reemplazar a nuestro
incomparable Señor, o amenace interponerse entre
él y nosotros.
PREGUNTAS DE REPASO
Lección 22
1. Diga algo con respecto a la evidencia que indica
quién escribió la primera epístola de Juan.
2. Proporcione un breve bosquejo con respecto al
autor.
3. Proporcione el marco histórico del libro, y expresa
a quién estaba destinado.
4. Diga todo lo que sepa con referencia a la ocasión
que motivó la escritura del libro, y su fecha.
Lección 23
1. Proporcione las cuatro divisiones principales del
libro, y las declaraciones claves de la primera y
segunda parte.
2. Demuestre de qué manera 1 :l-4 está relacionado
con el resto del libro.
3. Proporcione una exposición del texto 1:1-4.
4. ¿Qué significado tiene la frase "desde el princi-
pio," en contraste con "en el principio" en lo
referente a Cristo?
5. Haga un resumen del mensaje principal del pasaje
1:5-7, y su relación con la época de Juan.
6. Arroje luz sobre el fondo histórico según el cual
debemos interpretar 1:8-10.
249
250 LA BIBLIA A SU ALCANCE
7. ¿Cuál debe de ser nuestra actitud hada nosotros
mismos; hacia el pecado y con referencia a la
victoria sobre el pecado?
8. ¿Cuál es el objetivo del evangelio con respecto
del pecado ?
9. ¿Hay promesas para el que resbala?
10. Dé el significado del vocablo "Abogado" y lo
que él implica.
'11. Dé el doble significado de "propiciación."
Lección 24
1. Explique la evidencia de que conocemos al Señor,
el resultado de nuestra obediencia, y el patrón
o nivel de nuestra conducta, en 2:3-6.
2. ¿Qué esperanza hay para el reincidente arrepen-
tido ? ¿ Qué podemos decir con respecto a la pre-
sunción?
3. Indique con claridad qué mandamientos debemos
guardar.
4. ¿Qué resumen se hace de ellos?
5. Dé el sentido de la palabra "aborrece" en 2:9.
6. ¿De qué manera la falta de amor en la iglesia
desmiente su testimonio y con qué efectos?
7. ¿A quiénes se refiere como "hijitos," "padres"
y "mancebos" ?
8. Explique el mensaje dirigido a cada uno de ellos.
9. Explique con claridad que se entiende por "mundo"
1 JUAN 251
tanto desde el punto de vista positivo, como del
negativo.
10. Defina con claridad el término "Anticristo."
11. ¿Quiénes eran los anticristos en la época de
Juan?
12. ¿Cuál era la verdadera salvaguarda de la iglesia
contra ellos ?
13". Explique con claridad el significado de 2:27.
Lección 25
1. Demuestre de qué manera los pasajes 2:28 y
3:1-2 están relacionados.
2. Explique el significado distinto de los verbos "sa-
béis" y "sabed." 2:29.
3. ¿De dónde podemos sacar luz con respecto a lo
que seremos cuando tengamos su semejanza?
¿ Cuándo ocurrirá esto ?
4. ¿Qué efecto debe ejercer en nosotros esta gloriosa
esperanza ?
5. En calidad de hijos de Dios ¿cuál debe de ser
nuestra actitud en relación con el pecado?
6. Designe las cuatro características del pecado ex-
puestas por Fletcher de Madeley.
7. Haga un comentario sobre cada uno de los puntos.
8. ¿Cuál es el significado de los vocablos "hace pe-
cado," y "peca" ? 3:6,8.
Lección 26
1. Demuestre el punto de vista que prevalecía en
252 LA BIBLIA A SU ALCANCE
el mundo civilizado en la época de Juan con
respecto al crimen.
2. ¿En qué se revela en forma extraordinaria el
amor?
3. ¿De qué manera práctica se evidencia el amor?
4. ¿Qué seguridad podemos tener que nuestro cora-
zón es recto ante Dios ?
5. ¿Qué obstáculos a la oración encontramos en
3:20-22?
6. Demuestre cuál es el gran mandamiento para sal-
vación que debemos obedecer.
7. Dé el significado del vocablo 'espíritus" en 4:1.
8. ¿Con respecto a qué verdad profunda se suscitó
el conflicto de la iglesia primitiva contra los falsos
maestros?
9. ¿Mediante qué criterio puede demostrarse que un
espíritu ea falso ?
10. Diga algo con respecto a la herejía gnóstica de
la época de Juan.
11. ¿Qué herejía moderna está impregnada de gnosti-
cismo y cómo ?
Lección 27
1. Designe las tres ideas principales que se encuentran
en 4:7-14.
2. Haga un comentario sobre cada uno de los puntos.
3. Indique los tres temas que se encuentran en 4:15-
21.
1 JUAN 253
4. Haga un comentario sobre cada uno de esos temas.
5. ¿Qué hechos históricos en la experiencia de Juan
contribuyen a comprender el mensaje relativo a
vencer al mundo ? 5:1-5.
6. ¿En base a qué se nos asegura con respecto al
triunfo final de la iglesia ?
7. Diga todo lo que sepa con respecto a los tres
testigos y al testimonio.
Lección 28
1. ¿Cómo podemos comparar la epístola de Juan y
su evangelio con respecto a propósitos, tal como
se sugiere en5:13?
2. Dé un resumen corto del comentario del Dr. G. G.
Findlay con respecto al versículo 5:16.
3. Describa la naturaleza del pecado de muerte.
4. Dé ejemplos.
5. Dé los tres puntos del credo apostólico de Juan.
6. Haga un resumen de estas tres declaraciones per-
tinentes.
7. Explique el significado de guardarse de los ídolos.

SEGUNDA EPÍSTOLA DE JUAN
LECCIÓN 29
Autor y destinatario.
Esta breve carta es en realidad una nota dirigida
a "la señora elegida y a sus hijos." En virtud de
su poca extensión, y de su carácter privado, esta
carta no alcanzó amplia ni inmediata circulación. De
acuerdo a Jamieson, Fausset y Brown, Clemente de
Alejandría dice en "Adumbrationes" lo siguiente: "La
segunda epístola de Juan... fue escrita a cierta perso-
na de nacionalidad babilónica denominada la "señora
elegida." "Dionisio de Alejandría dice por su parte
que Juan no se nombra a sí mismo en la epístola,
"ni aún en la segunda y tercer epístolas, aunque
son epístolas cortas, sino que simplemente se denomina
el anciano." Cipriano presenta una cita del verso 10
diciendo que fue escrito por Juan el apóstol."—Dr.
H. C. Thiessen.
Hay varios puntos de vistas divergentes con respecto
al significado de "a la señora elegida y a sus hijos."
Para éste se refiere a toda la iglesia, en sentido
figurado; para aquél, una iglesia local; para otro,
a la iglesia de Babilonia. Otros juzgan que la frase
254
2 JUAN 255
"señora elegida" indica un nombre propio, la señora
Electa," a la cual está dirigida la carta.
La explicación más sencilla y obvia es que se trata
de una nota dirigida particularmente a una determinada
"señora y a sus hijos," cuyos nombres desconocemos,
y que vivieron entre las iglesias en donde Juan ejercía
las funciones de pastor. Los versículos 1 y 2 indican
que se trataba de una mujer de influencia. Había
tales mujeres en la iglesia primitiva—Febe, Lidia,
Euodias, Syntyche, y Priscila. Puede ser que como
Nimias (Colosenses 4:15) celebraba cultos o reunio-
nes en su casa. En el versículo 10 se indica que
esta señora había recibido a predicadores viajeros.
Había también maestros falsos en la región.
Probablemente no ocurrió un gran intervalo entre
la primera epístola de Juan y la segunda, de manera
que fijaremos su escritura entre los años 85-90, D.C.
Propósito de la carta.
Fue escrita para elogiar a la "señora elegida" y
a su familia por su fidelidad a la verdad, vers. 1,2.
La referencia "y a sus hijos" puede estar dirigida
a su propia familia o a un grupo de "hijos" espiri-
tuales que se reunieron en su casa. La carta exhorta
a amarse los unos a los otros y a cumplir los manda-
mientos del Señor, vers. 5,6; la carta proporciona la
prueba de la verdadera doctrina con respecto a Cristo
y advierte de los engañadores (vers. 7-11); anuncia
una futura visita (ver. 12); y envía saludos de los
hijos de su hermana. (Ver. 13).
256 LA BIELIA A SU ALCANCE
La hospitalidad en la iglesia primitiva.
Tanto la epístola segunda de Juan como la tercera
versan principalmente sobre la hospitalidad y se ocupan
del recibo y agasajo de viajeros que pasan de una
iglesia a otra y que piden que se les reconozca como
maestros o misioneros. 2 Juan 7-11; 3 Juan 5-10.
Se le advierte a la "señora elegida" en el sentido
de no recibir en su casa a los que exponen falsas
doctrinas, mientras que a Gaio se le elogia por haber
agasajado a obreros fieles y aún a "extranjeros,"
que eran fieles al "nombre" (al Señor Jesucristo).
A Diótrefes se le denuncia por haber excluido a
hermanos fieles, y separado de la comunión a los
que quieren recibir a dichos hermanos.
Aun las regiones distantes del imperio romano esta-
ban vinculadas con Roma, ciudad capital, y con otras
ciudades, por una red de carreteras hábilmente idea-
das, sólidamente construidas y cuidadosamente guarda-
das. Por estas carreteras circulaba una continua cara-
vana de personas a caballo, en camellos y a pie—
abigarrada multitud compuesta de mercaderes, artesa-
nos, misioneros de la iglesia primitiva, viajeros, ac-
tores y músicos ambulantes.
Muchas de las iglesias fundadas por Pablo lo ha-
bían sido en puntos estratégicos a lo largo de la
vía Egnatia (por ejemplo Filipos) y otras carreteras.
En estas circunstancias, la hospitalidad era una carac-
terística sobresaliente del cristianismo primitivo. "La
sociedad antigua asignaba a las relaciones entre huésped
y anfitrión un lugar mayor y más sagrado que el
2 JUAN 257
que se le atribuye en la actualidad. Las comodidades
del hotel moderno, y las que podría proporcionar la
fonda del pueblo eran desconocidas en aquella época."
Asimismo los creyentes no frecuentaban los lugares
de entretenimientos porque "las posadas antiguas se
diferenciaban muy poco de casas de mala fama. .. La
profesión de posadero era deshonrosa, y su carácter
infame se menciona con frecuencia en el Derecho
Romano."—Sir W. M. Ramsey.
Por lo tanto es fácil reconocer la razón por la
que se recalcaba la virtud de la hospitalidad en el
Nuevo Testamento. Romanos 12:13; Í.Timoteo 3:2;
Tito 1:8; 1 Pedro 4:8-10; 1 Timoteo 5:3-10.
La comunicación entre las iglesias se mantenía en
los tiempos apostólicos y post-apostólicos mediante
cartas y mensajeros. Los creyentes y sus familias
emigraban libremente de una parta a otra en busca
de trabajo y para evitar la persecución. El Dr.
Dobschutz observa en su obra interesante sobre la
vida cristiana en la iglesia primitiva que "entre los
creyentes del período (50-150 D.C.) se había desa-
rrollado un profundo deseo de viajar. Ello se debía
a la evolución de las ideas con respecto al hogar,
y al ferviente deseo de comunión con los compañeros
dispersos de su fe." Todo esto contribuye a demostrar
la grave agitación que el problema creó en la comuni-
dad a la cual San Juan dirigió sus epístolas segunda
y tercera; pues el justo ejercicio de la hospitalidad
afectaba la cortesía y comunión de las iglesias en
general, el mantenimiento de la autoridad apostólica
258 LA BIBLIA A SU ALCANCE
y de la unidad de la fe entre ellas, y la continua
propagación del evangelio."—G. G. Fíndlay.
Exposición.
Se ha objetado que Juan sea el autor de la epístola
segunda de Juan en base a que se denomina "anciano"
y no "apóstol." Ver. 1. Mas Pedro, mientras que
se denomina a sí mismo apóstol (1 Pedro 1:1) tam-
bién se denomina "anciano también con ellos," en
1 Pedro 5:1. ¿No podría Juan designarse con justicia
un "anciano"? El vocablo griego "presbuteros" del
versículo 1 significa asimismo una persona de edad
avanzada, y quizá Juan lo emplea en este sentido.
Como se sugirió con anterioridad, la referencia que
hace el apóstol a los "hijos" de la "señora elegida"
podría aplicarse a su propio círculo familiar o a un
grupo de "hijos espirituales" que quizá adoraran en
su casa. Parece más lógico que* s.e tratara de hijos
verdaderos.
San Juan revela la profundidad del amor en el
corazón de la comunidad de verdaderos creyentes en
aquellos tempranos días, cuando la "verdad" perso-
nificada en Cristo, el Dios-hombre, fue atacada por
la "mentira" gnóstíca de Satanás. Vers. 1,2.
Sigue a continuación la hermosa bendición apostó-
lica. Existe una pequeña diferencia entre las saluta-
ciones de las epístolas de Pablo y ésta de Juan.
Aquéllas no tienen verbo, mientras que ésta sí:
"Sea con vosotros gracia, misericordia, y paz de Dios
Padre." "Este énfasis demuestra la confianza de Juan
con respecto a la fidelidad de Cristo a su iglesia,
2 JUAN 259
al flujo continuo de su amor y gracia, a su poder
preservador, que mantendrá a los creyentes en la per-
severancia en días futuros de este peregrinaje terreno."
El Dr. David Smith hace el siguiente comentario:
"Gracia es el manantial en el corazón de Dios; la
misericordia es lo que se desborda de ese manantial
y la paz, sus benditos efectos." La repetición de la
preposición "de" y de la contracción "del" en el
versículo 3 es única, según el Dr. A. T. Robertson,
porque sirve para "presentar en forma clara la re-
lación personal doble del hombre hacia el Padre y
el Hijo (Westcott)"; "la paternidad de Dios tal como
la revela aquél que siendo su Hijo puede revelar
al Padre, y que como hombre (Jesús) puede darlo
a conocer a los hombres" (Brooke). Ver. 3.
El gran gozo del apóstol, como de todo otro fiel
pastor, es el de comprobar que sus hijos espirituales
sienten cada día un amor más profundo por su Señor,
que es la verdad, y que andan o caminan en armonía
con los niveles prácticos de la verdad. Ver. 4.
Andad en amor.
El mensaje que arde con vivida llama en el cora-
zón del apóstol y que repetidamente recalca a la iglesia
en general en la epístola primera de Juan, "carísimos,
amémonos unos a otros," exhorta a la señora elegida
para que lo obedezca. Se describe el parentezco que
existe entre el amor fraternal y la obediencia a Dios;
ambos permanecen de pie o caen juntos. Vers. 5,6.

LECCIÓN 30
La realidad demostrada por la sUna doctrina.
• Descripción de los maestros falsos. Ver. 7.
"Puesto que tenéis el verdadero cristianismo, os
tengo que advertir, pues muchos engañadores..."
Esto es lo que Juan dice en realidad. Según el
énfasis relativo a la hospitalidad y la advertencia
del versículo 10, es evidente al parecer que Juan
tenía presente que se trataba de impostores errantes
y fanáticos que habían salido por el mundo con el
propósito deliberado de hacer prosélitos entre los ver-
daderos creyentes, y descaminarlos dé la verdad. Esto
es precisamente lo que hacen en la actualidad los
cultos falsos modernos.
Al parecer no tienen mensaje alguno para el mundo
perdido, de manera que trabajan con ahinco para
hacerse discípulos entre los cristianos.
Estos impostores pueden ser identificados en lo que
a su carácter respecta por el hecho de que "no con-
fiesan que Jesucristo ha venido en carne." La versión
castellana de de Valera no traduce con claridad esta
última oración que parecería indicar que Cristo ha
venido en la carne. Aunque es cierto que Cristo ha
venido en la carne, Juan ya se ha referido a este
260
2 JUAN 261
acontecimiento histórico de la encarnación en 1 Juan
4:3. El versículo 7 de la segunda epístola de Juan
debiera entonces decir: "Qué no confiesan que Jesu-
cristo viene en carne." Lo que se quiere recalcar es
que la naturaleza humana de Cristo todavía se mani-
fiesta, un hecho progresivo que los docetas gnósticos
negaban abiertamente.
Existe ahora un hombre en la gloria, el Dios-hombre,
nuestro Señor Jesucristo.
Se identifica de esta manera, con toda claridad,
el impostor y el espíritu del anticristo.
Advertencias contra los falsos maestros. Vers. 8,9.
"Mirad por vosotros mismos," un toque de diana
no solamente contra la pasividad frente a la existencia
y presencia de los falsos maestros, sino también para
poner en guardia contra el verdadero peligro que exis-
tía de que tales maestros se introdujeran en la iglesia,
y la terrible pérdida que significaría el ser engañado.
Juan no quiere que sus labores quedan nulas, sino
que desea que ellos perseveren con él hasta el fin.
Ver. 8.
"Todo aquel que pasa adelante, y no permanece
en la enseñanza de Cristo, no tiene a Dios," dice
la versión Moderna. El hombre que "pasa adelante,"
o va más allá de los límites de la verdadera doctrina
cristiana, y afirma que conoce a Dios, es en realidad
mentiroso, porque ningún hombre puede conocer a
Dios sino por Jesucristo, su Hijo, quien ha revelado
a Dios en la carne, y lo revela continuamente en la
vida del creyente por el Espíritu Santo. Ver. 9. ,
262 LA BIBLIA A SU ALCANCE
El Dr. A. T. Robertson presenta hábilmente la si-
tuación histórica de la época de Juan en lo que
respecta a los falsos maestros y doctrinas falsas: "Es-
tos gnósticos afirmaban ser los progresistas, los pen-
sadores de ideas avanzadas, y querían relegar a Cristo
al pasado en su marcha hacía adelante. Esa lucha
persiste siempre entre los que emprenden el estudio
de Cristo. ¿Es simplemente el Señor un punto de
referencia en el camino, o es nuestro objetivo y mode-
lo? Todos deseamos el progreso, pero el progreso
hacia Cristo, el avance que nos aproxima a él, y no
el que nos aleja. Los obscurantistas reaccionarios (los
que se oponen al progreso de los conocimientos) no
desean progresar en dirección a Cristo, sino que desean
detenerse y acampar donde están. "El verdadero pro-
greso abarca el pasado." (Westcott). Jesucristo está
aún muy adelante de nosotros, y nos llama para que
acudamos, para que avancemos hacia él."
Advertencia con respecto a no mantener comunión
con falsos maestros. Vers. 10,11.
Está demostrado que la mujer posee una mayor
receptividad y es más dúctil a las influencias espiri-
tuales, tanto buenas como malas. Lo atestigua la multi-
tud de ellas que figuran tanto en la verdadera iglesia
cristiana, como en cultos falsos e ismos de toda clase.
La mayoría de los fundadores de los cultos de la
actualidad fueron mujeres. Juan quizá intuyera esta
tendencia y advierte a la "señora elegida" del peligro
de permitir que estos propagandistas gnósticos es-
parcieran sus perniciosas enseñanzas. Compárase con
2 JUAN 263
la obra que realizan los mormones, y los "testigos"
de Jehová.
Tal vez tuviera que adoptar una actitud enérgica,
cerrarle la puerta en la cara y por lo tanto, no darle
el saludo de bienvenida.
El recibir a una persona semejante en la casa,
aun por motivos de cortesía, hubiera equivalido a
constituirse partícipe de sus malas obras.
"Si se permitía que estos impostores peregrinos o
ambulantes esparcieran sus doctrinas en los hogares,
y se los enviaba luego con aprobación, como la que
había tenido Apolos al trasladarse de Efeso a Corinto,
(Hechos 18:27) no había forma de eludir la respon-
sabilidad por el daño que provocaban estos propa-
gandistas del mal. No se trataba de un mero caso
de hospitalidad a extranjeros."—A. T. Robertson.
Vers. 10,11.
Apéndice.
Juan tiene muchas más instrucciones y consejos que
comunicar a la "señora elegida" pero comprende las
limitaciones impuestas por el papel (literalmente, el
papiro empleado en esa época) y la tinta. Aparente-
mente escribió la carta de su propia mano, quizá
laboriosamente, debido a su avanzada edad.
Espera realizar empero una visita personal, cuando
264 LA BIBLIA A SU ALCANCE
pueden conversar "boca a boca" con respecto a las
cosas del reino, y compartir el gozo del Señor en
su plenitud.
Envía saludos cristianos de parte de los hijos de la
"hermana elegida" a "la señora elegida." Se trataba
aparentemente de la familia de una hermana desapare-
cida de la señora del versículo 1, quienes vivían en
Efeso, y a quienes conocía Juan en calidad de miembros
de su iglesia en dicha ciudad.
¡Amén!
PREGUNTAS DE REPASO
Lección 29
1. Haga una exposición minuciosa con respecto del
autor de la carta, y de su destinatario.
2. ¿Con qué propósito fue escrita esta carta?
3. Discuta la materia de la hospitalidad y proporcione
razones por qué el asunto de la hospitalidad era
de tanta importancia en la iglesia primitiva.
4. ¿ Sobre qué bases se podía designar Juan con dere-
cho como un "anciano"?
5. Comente el significado de la bendición del ver. 3.
6. ¿Cuál era el gran gozo del apóstol en lo que
respecta a sus hijos espirituales?
Lección 30
1. ¿Qué clase de falsos maestros de esa época tiene
en cuenta Juan ?
2. Proporcione la falsa doctrina particular de estos
maestros en lo que respecta a la persona de Cristo.
3. ¿De qué manera describe el Dr. A. T. Robertson
a estos maestros falsos ?
4. ¿Qué advertencia clara le proporciona Juan a la
"señora elegida" en lo que respecta a su actitud
hacia estos impostores ?
5. Diga unas cuantas palabras con respecto del apén-
dice.
265

TERCERA EPÍSTOLA DE JUAN
LECCIÓN 31 •
La tercera epístola de Juan es el libro más corto
del Nuevo Testamento. En el idioma griego tiene
una línea menos que la segunda epístola de Juan.
La evidencia externa de esta epístola es casi la misma
que para la segunda de Juan. La evidencia interna
es de naturaleza semejante a la segunda epístola de
Juan: "Las ideas, el vocabulario y el estilo indican
que Juan el apóstol fue el autor. El término "anciano"
del versículo 1 la relaciona estrechamente con la se-
gunda epístola, (ver. 1)"—Thiessen.
Destinatario.
"La carta está dirigida al "muy amado Gaio." Ver-
sículo 1. Pero no sabemos si se trata del Gayo de
Macedonia, compañero de Pablo en su tercer viaje
(Hechos 19:29), del Gayo de Derbe (Hechos 20:4),
o del Gayo de Corinto, de quien fuera huésped Pablo
cuando se encontraba en dicha ciudad (Romanos 16:
23; 1 Corintios 1:14), o de algún otro Gayo. El
nombre era muy común, y quizá se tratara de algún
otro Gayo. La '"Constitución de los Santos Apóstoles"
dice que un cierto Gayo había sido ordenado "obispo"
266
3 JUAN 267
de Pérgamo por el apóstol Juan. Empero esta obra
data de la mitad del siglo cuarto, y no es fidedigna.
Quienquiera que fuera, se trataba aparentemente de
un miembro prominente de alguna iglesia del Asia
Menor bajo la supervisión del apóstol, o quizá el
obispo o presbítero."—H. C. Thiessen.
Ocasión.
Habían surgido dificultades en la iglesia de la que
Gaio era miembro. Predicadores ambulantes, con cre-
denciales otorgadas por Juan, habían visitado la igle-
sia. Pero Diótrefes, que al parecer era un laico de
influencia, había repudiado la autoridad del apóstol,
se negó a reconocer o dar la bienvenida a los obreros,
y se opuso a los que los recibían.
No se proporcionan razones que expliquen su actitud,
con la excepción de que le gustaba darse importancia.
"La razón de su conducta no era probablemente doc-
trinal, aunque, puesto que había varios cismas en la
iglesia en aquéllos días, es posible que Diótrefes pre-
firiera Pablo a Juan. No tenemos, empero, prueba
de ello. Esta angustiosa situación llevó a Juan a
escribir la carta."—Thiessen.
Fue escrita aparentemente poco después de la pri-
mera epístola, de manera que la fecha probable oscila
entre los años 85-90 D.C.
Características de ¡a epístola.
Esta epístola es claramente personal como la segunda.
La verdad se revela con frecuencia por medio de
ejemplos personales concretos con más vigor que me-
268 LA BIBLIA A SU ALCANCE
diante la enseñanza abstracta. Los bocetos biográfi-
cos de la Biblia son altamente ilustrativos. La natura-
leza humana, el carácter cristiano—tanto fuerte como
débil—son revelados en forma vigorosa y debiera de
sernos de mucho provecho.
Tres personalidades se nos presentan, distinguidas
rigurosamente mediante el contraste: Gaio, discípulo
sincero y amoroso, fiel, hospitalario, buen adminis-
trador en la casa de Dios de la múltiple y divina
gracia. Diótrefes, funcionario eclesiástico ambicioso,
codicioso de prominencia y autoridad, arrogante y su-
ficiente en sí mismo, hablando un lenguaje incisivo
e inescrupuloso, insolente hacia sus superiores, domi-
nante hacia los demás. Demetrio, que gozaba de la
buena opinión de los demás, leal a la verdad, ministro
fiel y popular y ayudante del apóstol en sus viajes.
De esta manera, tenemos en la epístola un vislumbre
íntimo de algunos aspectos de la vida de la iglesia
en el Asia Menor en las postrimerías del siglo primero.
EXPOSICIÓN
Gaio
Como lo hemos expresado con anterioridad, no po-
demos determinar la identidad exacta del Gayo a
quien estaba dirigida la carta de Juan. El fragmento
de tradición que se encuentra en las Constituciones
Apostólicas, aunque de dudosa verisimilitud, podría
ser cierto, y de ahí que podría haberse tratado de
Gayo de Derbe (Hechos 20:4) que había sido desig-
nado obispo de Pérgamo. Esta información da fuerza
3 JUAN 269
a la conjetura, pues Pérgamo se encontraba en el
Asia Menor, en la región donde Juan ejercía su mi-
nisterio.
Este Gaio era un hijo verdadero de Juan, en la fe,
y era muy estimado de éste por su carácter y perso-
nalidad, y por ser hermano "en verdad." Ver. 1.
El versículo 2 expresa el deseo de Juan u oración
en el sentido que la salud física de Gaio pueda ser
tan buena como su estado espiritual, sin duda excelente,
como lo testifica Juan. El vocablo griego '"hugiaineín"
"estad en salud" y sus derivados (de donde proviene
el término "higiene,") se emplea en el Nuevo Testa-
mento tanto en el aspecto moral como en el físico.
El apóstol Pablo lo emplea para referirse a la pureza
de la fe y la doctrina. Empero aquí se emplea clara-
mente para referirse a la salud del cuerpo de Gaio,
como queda revelado por el empleo de "alma" en la
cláusula siguiente.
El énfasis que se pone sobre la salud en este
versículo señala que algo anormal ocurría. Uno po-
dría preguntarse si la salud de Gaio no le habría
causado a Juan verdadera ansiedad.
La expresión "seas prosperado" significa literalmen-
te "viaje próspero." Quizá Gaio contemplara un viaje
evajngelístico o tal vez un traslado, por breve plazo,
a otra localidad. Empero la expresión citada se emplea
no solamente para significar un viaje próspero, (Ro-
manos 1:10) sino en el sentido de prosperar (1
Corintios 16:2). Quizá este último significado sea
el que le da Juan, pues sí Gaio tenía responsabilidades
270 LA. BIELIA A SU ALCANCE
hacia la iglesia, es poco probable que pensara hacer
un viaje. Ver. 2.
Llegaban con frecuencia a Efeso, procedentes de
la región donde Gaio ejercía su ministerio, simples
miembros de la iglesia o emisarios enviados por el
apóstol. Todos tenían palabras elogiosas para este
hombre piadoso, para su amor, su lealtad hacia la
verdad, su hospitalidad. Los verbos "vinieron" y
•"dieron" están en el idioma griego en tiempo presente,
e indican repetición o algo que se realiza habitualmente.
Estos informes le proporcionaron al apóstol un gozo
elevado. El "tú" del versículo 3 es un pronombre
que indica énfasis, y podría indicar contraste con
Diótrefes (ver. 9) y otros semejantes a él. Vers. 3,4.
El agasajo de Gaio a los hermanos y a los extran-
jeros (se trataba probablemente de desconocidos para
él) constituía un acto señalado de fe. "Amado, fiel-
mente haces todo lo que haces para con los hermanos,
y con los extranjeros." Ver. 5.
Estos "hermanos" habían testificado en la asamblea
pública en Efeso con respecto al amor (no a la
caridad) de Gaio. Este asunto todo de la benevolencia
cristiana y la hospitalidad era de interés público e
indispensable para el progreso del evangelio en aquellos
días. Quizá el versículo 6 se podría traducir con
mayor claridad de la siguiente manera: "A quienes
harás bien en asistir en su viaje de un modo digno
de Dios." Ver. 6.
Por ese entonces parece que Gaio era la única
persona de posición en su iglesia en quien podía
3 JUAN 271
confiar el apóstol. Duda que la carta enviada a la
iglesia sea aceptada, (ver. 9) y Gaio era la única
persona de responsabilidad a la que podían acudir
los mensajeros de Juan a su arribo. Los hermanos
a quienes había enviado Juan, habían partido "por
amor de su nombre." El vocablo "Nombre" se emplea
aquí en sentido absoluto, como Camino en Hechos
19:9,23. Este Nombre—Jesucristo, naturalmente—"es
en esencia la suma del credo cristiano." (Westcott).
Estos hermanos habían partido dependiendo del Se-
ñor por la fe, "no tomando nada de los Gentiles."
Esta última expresión no indica que estos hermanos
peregrinos o viajeros eran necesariamente judíos. El
vocablo "gentiles" significa aquí pagano. Sin duda
alguna Juan estaba deseoso de que estos misioneros
cristianos no recibieran nada de los paganos. Tanto
los misioneros modernos como los obreros cristianos
deben procurar que no se les acuse de proceder moti-
vados por el lucro. "Había muchos conferenciantes
viajeros que iban de un lugar a otro por dinero."
(Robertson). Ver. 7.
Tales personas fieles, que se sacrificaban por dise-
minar la verdad, debían ser "recibidas." (El vocablo
"recibir" significa aquí "apoyar," es decir, dar la
bienvenida y proporcionar hospitalidad). Vincent. Es-
te acto de beneficencia contribuirá, en la comunidad
de intereses, a la extensión de la verdad. Ver. 8.
Demetrio.
Junto a Gaio, en lo que a carácter respecta, se
encuentra Demetrio, quien quizá fuera el portador de
272 LA BIBLIA A SU ALCANCE
3 JUAN 273

esta carta enviada desde Efeso a Gaio. El antagonista
de Pablo en Efeso, "un platero" (Hechos 19) es el
único otro Demetrio que se menciona en el Nuevo
Testamento. El Dr. Findlay sugiere lo siguiente: "El
que residía en Efeso, ciudad de Juan, y que tenia
tanta capacidad para asuntos públicos son considera-
ciones que harían suponer que se trataba de la misma
persona. A uno le gustaría pensar que el fabricante
de ídolos se habia convertido en testigo del verdadero
Dios. Empero no se poseen pruebas de que ello ocu-
rriera." Recordará, sin embargo, que hubo un tremendo
avivamiento en Efeso. Hechos 19:10,18-20.
Se tratara este Demetrio del antiguo platero o no,
lo cierto es que el Demetrio de la tercera epístola
de Juan estaba relacionado con el personal misionero
bajo la dirección del apóstol Juan y realizaba un
ministerio activo en la provincia de Asia. Al parecer
era' desconocido para Gaio, no había visitado con
anterioridad esta iglesia, de manera que estaba per-
fectamente en regla que el apóstol Juan escribiera
estas palabras de recomendación. (Ver. 12).
respecto a la integridad y carácter cristiano de este
hombre Demetrio: a. "Todos," indicando de esta ma-
nera "un amplio campo o esfera de labor, y una
aprobación sin reservas de la obra en la iglesia;"
b. "la misma verdad p significando aquí "la verdad
del cristianismo mismo reflejado en la enseñanza y vida
de Demetrio que demostró que él era "de la verdad"
(1 Juan 3:19) y exponente calificado y digno de
ella"; c. "Y también nosotros damos testimonio (de
él) ; y vosotros habéis conocido que nuestro testimonio
es verdadero."
Juan quizá tuviera ciertos temores con respecto a
la forma cómo sería recibido este representante (ver.
9 ) ; Gaio debe ser fortificado a fin de recibir o
contar con un apoyo inmediato y enérgico.

El versículo 11 conduce al elogio que se hace de

Demetrio, colocándoselo en contraste con Diótrefes
(vers. 9,10). En éste, Gaio verá lo "malo" que debe
evitarse, y en aquél lo "bueno" a imitarse.

Juan dice con respecto a Demetrio lo siguiente:

"Todos dan testimonio de Demetrio, y aun la misma
verdad: y también nosotros damos testimonio; y voso-
tros habéis conocido que nuestro testimonio es verda-
dero." Existe de esta manera un testimonio triple con

LECCIÓN 32
Diótrejes.
Este hombre, tal como lo expresa el Dr. Findlay,
es "el aguafiestas de la historia, el personaje malo,
opuesto a Gaio y Demetrio. Su nombre ofrece algunos
indicios con respecto a su carácter y actitud."
Diótrefes, nombre griego muy raro, significa "criado
por Zeus"(rey de los dioses). "Nombre semejante
apenas si se emplearía, a menos que se tratara de
una persona de familia noble y antigua. Diótrefes,
según nos imaginamos, pertenecía a la aristocracia
de la antigua ciudad real (Pérgamo). De ahí pro-
bablemente su deseo de ser el primero; y de ahí
'también la deferencia en que se le tenía en la iglesia
de Pérgamo, que compartía los sentimientos de patrio-
tismo local, y no podía tolerar ninguna orden emanada
de Efeso."—Findlay.
Sir W. M. Ramsay nos ha demostrado de qué
manera existía una fuerte rivalidad entre las ciudades
principales del Asia Menor. La fama de Pérgamo,
en calidad de capital histórica del Asia y la viva
susceptibilidad de las poblaciones griegas en lo que
respecta a puntos de honor y precedentes, contribuye
274
3 JUAN 275
a explicar la situación. Diótrefes, con su nombre
ampuloso, apelaba al orgullo hereditario y al ascen-
diente establecido desde hacía mucho tiempo de Pér-
gamo, "que siempre quería ser la primera."
La esencia del pecado de Diótrefes era el orgullo
que sentía por su posición prominente. Es dudoso
que fuera obispo de su iglesia en el sentido que lo
fueron una generación después Ignacio de Antioquía
y Policarpo de Esmirna. No es claro tampoco si
existía la administración de un obispo sobre los ancia-
nos en esta fecha, o no, aunque el Asia Menor fue
la sede más antigua de esta forma de gobierno ecle-
siástico. "La dominación de Diótrefes quizá haya sido
de carácter personal y social, antes que oficial."—
Findlay.
Diótrefes ofendió a Juan por lo siguiente:
Por rehusarse a admitir a hermanos peregrinos o
viajantes en la iglesia.
Por tratar de obstaculizar y hasta excomulgar a los
que los agasajaban.
Por calumniar a Juan con palabras maliciosas y
falsas, "hablando necedades en términos malvados."
Era una persona arrogante; era irrespetuoso y deso-
bediente para con sus superiores en rango, edad y
experiencia; tenía una lengua llena de malicia; y
ejercía un espíritu dominante y autocrático.
"Cómo Diótrefes se podría haber atrevido a injuriar
a Juan, la única columna apostólica sobreviviente y la
figura más venerada y augusta del cristianismo. '.. lo
276 LA BIBLIA A SU ALCANCE 3 JUAN 277

que podría haber podido decir en contra de San Juan,
es difícil de comprender."—Fíndlay.
Hay buenos fundamentos para creer que Diótrefes
se había infectado ya con el virus del gnosticismo,
que había comenzado a atacar ya al rebaño de Juan.
Posiblemente preparaba el terreno, mediante la exclu-
sión de los verdaderos ministros, para recibir a los
gnósticos "modernistas" de ese día.
Dios está hoy en contra de la falta de respeto y
desobediencia a la autoridad constituida, ya sea fuera
de la iglesia o dentro de ella, como lo estuvo cuando
abiertamente juzgó a Coré, Dathán y Abiram, quienes
se habían opuesto a Moisés. Lea Números 16.
El Dr. A. T. Robertson, venerado profesor que
fuera del Seminario Teológico Bautista del Sur, dice
de sí mismo en uno de sus libros : "Hace unos cuarenta
años escribí, para cierta revista, un artículo sobre
Diótrefes. El director me escribió diciéndome que
veinticinco diáconos habían dejado' de subscribirse a
la revista, como acto de protesta por haber sido ataca-
dos personalmente por la revista."
Es innecesario decir que él artículo hizo que los
diáconos se sintieran culpables.
dades cristianas. Los "muchos engañadores" de 2 Juan
7 son los maestros herejes que se multiplicaban alrede-
dor de las progresistas iglesias de esta región hacia
las postrimerías del primer siglo y fueron los pre-
cursores de los grandes dirigentes gnósticos del siglo
subsiguiente; mientras que los "hijitos" de Juan, que
le proporcionan gozo al caminar en la verdad, pero
que deben de ser advertidos a fin de no perder "las
cosas que hemos obrado," y para no participar en
"sus malas obras," de los impostores y anticristos
(2 Juan 2,4,8,11; 3 Juan 4), forman la mayor parte
de la congregación cristiana bajo la jurisdicción de
San Juan, quienes son Heles a la doctrina apostólica,
y devotos del mismo San Juan, a quien consideran
padre en Cristo, pero quienes están en peligro de
ser descaminados por la credibilidad de la nueva doc-
trina, y enredados por las artimañas e intrigas de
sus promotores."—Findlay.

Comparación.
"Gaio y Diótrefes representan respectivamente el
elemento leal y desleal de las iglesias del Asia Menor
Occidental.
"Demetrio es uno de los mensajeros de las iglesias,—
apóstoles, profetas o evangelistas viajeros—que pasa-
ban de una comunidad a otra y vinculaban las socie-
 PREGUNTAS DE REPASO

Lección 31

1. Diga todo lo que sepa con respecto a su destino.

2. ¿Qué fue lo que motivó la carta?
3. Exponga las características de la epístola.
4. Diga todo lo que sepa con respecto a Gaio y su
lugar en la iglesia primitiva.
5. ¿Quiénes eran los "hermanos" de los versículos
5 y 6? ¿Qué misión tenían? ¿Cuál era su testi-
monio con respecto a Gaio ?
6. Dé el significado de la expresión "no tomando nada
de los Gentiles."
7. Diga todo lo que sepa con respecto a Demetrio.

Lección 3 2

1. Proporcione un bosquejo de Diótrefes, en el que

conste a) su nombre; b) su pecado principal;
c) su ofensa contra Juan; d) sus características.
2. Haga un resumen del mensaje de la epístola, tal
como está representado en los tres personajes prin-
cipales.

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