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PRESENTADO A:
JUREYDY KATERINE AREVALO CORONEL
PRESENTADO POR:
241046 Mayerly Pérez Sánchez
241050 Laura Kamila Navarro Carvajalino
241052 Yilmer Balaguera Durán
241053 Maryin Dariany Carrascal Sánchez
241054 Carlos Andrés Granados Conde
241055 Jose Luis Arenas Madariaga
241062 Natalia Geraldine Miranda García
241063 Kelly Yerleny Páez Pérez
241070 Ana Felina Serrano Salazar
Latín: Personare.
Griego: Anthropol.
Personas se divide según el derecho romano en:
Sui iuris: Aquel que no se encuentra sometido al mando de otros “autónomo”.
Aliene iuris: Sometidos a la potestad ajena “sometidas”.
La palabra persona, designaba, en el sentido propio, la máscara del cual se servían en
escena los actores romanos dando amplitud a su voz (personare).
1º) No podía contraer matrimonio. Sus uniones sexuales eran de hecho, no de derecho, y
se denominaban contubernium.
2º) No podía adquirir ni enajenar por cuanto no tenía un patrimonio propio a la manera de
ser libre. Sus actividades económicas eran de hecho, no de derecho, ya aprovechaban al
dueño. El dueño adquiría por medio del esclavo. Este era, pues, un instrumento de
adquisición para su dueño. Pero, en cambio, no podía obligar al dueño en esas actividades
de hecho.
Oportunamente veremos la atenuación de este principio riguroso.
3º) El esclavo no podía ser sujeto activo ni pasivo de acciones judiciales, por cuanto no
podía serlo de derecho.
STATUS CIVITATIS
STATUS FAMILIAE
ESTADO DE FAMILIA: Ulpiano define la familia como un conjunto de personas que por
su naturaleza o por derecho estánsujetas a la potestad de un jefe llamado pater familias.
El fundamento de la familia romana no es la sangre, sino un vínculo reconocido por el
derecho civil, conocido como agnación, cuyo origen se deriva del sometimiento a un
mismo culto. Resumiendo se pude decir que la agnación era un vínculo civil que unía al
padre de familia o entre sí, a las personas actualmente sometidas a la potestad del mismo
jefe, o que estarían sometidas a él mientras un acontecimiento no las haya librado de ellas.
Las personas no sometidas a la potestad de un jefe único recibían el nombre de sui iuris; y
las que dependían de esa potestad se denominaban alieni iuris. Entre estas personas
tenemos 1) los esclavos bajo potestad dominical. 2) Los descendientes en patria potestad. 3)
Las mujeres in manu. 4) Los hombres in mancipium.
Según el derecho romano, las personas se dividen en sui iuris y alieni iuris. Las primeras
son las que no están sujetas a la potestad de otra persona. Las segundas son las que se
hallan sometidas a potestad ajena.
Las potestades que una persona podía ejercer sobre otras eran:
La manus en el matrimonio:
En los primeros tiempos el matrimonio debía contraerse de manera solemne, es decir,
mediante la observancia de determinadas solemnidades y ritualidades, para que el marido
adquiriera sobre la mujer la potestad denominada manus, según la cual la mujer casada
quedaba sometida a manera de hija (loco filiae) a la patria potestad del marido, teniendo,
por consiguiente, la misma situación jurídica del hijo de familia.
La confarreatio no era otra cosa que una ceremonia religiosa. Los contrayentes
comparecían ante el pontífice máximo, el flamen dialis o sacerdote de Júpiter y diez
testigos, y allí se desarrollaba el conjunto de ritualidades y símbolos que constituían la
ceremonia. Entre esos ritos figuraba el sacrificio de una res, de cuya piel se sacaba una tira
que unía a los contrayentes, sentados juntos, y el ofrecimiento de un pastel de harina
(farreum) a Júpiter.
La coemptio, que era el procedimiento empleado en la época clásica para crear la potestad
de la manus, era una forma ritual, pero no de carácter religioso.
Era un símbolo de venta de la mujer al marido con la asistencia de la persona de quien
aquella dependiera: el jefe de familia o el tutor.
El mancipium:
El mancipium fue el medio para obtener un fin como en los casos de emancipación y
adopción en los cuales se tuvo como una simple condición de forma y con carácter
pasajero. Por otra parte cuando el hijo habla causando daño a otra persona, el padre podía
cederlo a la parte lesionada a título de indemnización, situación conocida como abandono
noxal. Además en el caso de la miseria de los padres el pater familias podía mancipar a su
hijo para obtener un precio por los servicios prestados al adquiriente, y recuperaba la patria
potestad después de un lustro, si el hijo reclamaba su manumisión, pero, el pater familias
podía venderlo nuevamente.
El hijo de familia no tenía, por regla general, patrimonio propio. Sus adquisiciones
ingresaban al patrimonio del paterfamilias, como las adquisiciones del esclavo enriquecían
el patrimonio del amo. Pero a diferencia del esclavo, el hijo de familia figuraba como
persona en sus relaciones jurídicas. Durante la vida del padre solo él tenía facultades
dispositivas administrativas sobre el patrimonio. Pero a su muerte, los hijos que estuvieran
bajo su patria potestad entraban a recogerlo en calidad de sui heredes, que jurídicamente
que significa herederos de su propio patrimonio. El derecho de copropiedad de los hijos
sobre el patrimonio familiar no venía, pues, a hacerse efectivo a la muerte del padre.
Este régimen del poder absoluto del padre sobre el patrimonio familiar, sufrió profundas
transformaciones. Primeramente se conoció la institución denominada preculium
profectitium, que constituía ya a una atenuación del régimen.
El hijo podía, pues, comerciar independientemente con ese patrimonio, pero no podía
cederlo gratuitamente ni disponer de él por testamento. El padre no tenía derecho alguno
sobre ello sino en caso de que el hijo muriese sin haber otorgado testamento. El hijo era
considerado dueño de esos bienes, aunque no podían disponer de ellos por testamento, y su
usufructo pertenecía al padre de familia mientras conservara dicho carácter. Por tanto,
cesaba ese derecho de usufructo si se extinguía la patria potestad.
Legitimación
Fue un medio adquisitivo de la patria potestad de los hijos en concubinato y se podía
obtener de tres maneras:
1. Matrimonio subsiguiente: Constantino y los emperadores cristianos impulsaron este
medio de legitimación con el fin de que los concubinatos se convirtieran en matrimonios
legítimos. Para este efecto se exigieron 3 condiciones: 1) que a la época de concepción no
uniera existido impedimento para el matrimonio de los padres; 2) se redactara un acta
donde se con estar que se había constituido un dote y, además, se indicara la transmutación
de concubinato a matrimonio legítimo; 3) que el hijo consintiera en legitimación era
suficiente su silencio, esto. Se extendía a los hijos concebidos por la esclava en concubinato
con el señor.
2. Por rescripto del emperador.
3. Por oblación de la curia.
Adopción
No sólo los hijos habidos conforme a la naturaleza se hallaban bajo potestad, sino también
los adoptados. Por tanto en Roma se conocieron dos tipos de adopción:
Alieni iuris: Adopción propiamente dicha, esta requería dos actuaciones, una para
extinguir la patria potestad anterior, mediante la mancipación y otra para crear la
patria potestad del adoptante, para dar en adopción una hija o un nieto era
suficiente con la mancipación paterna. El adoptante debía se un páter familias,
ciudadano romano. Diocleciano permitió la adopción a las mujeres que habían
perdido a sus hijos, lo cual se hacia mediante un descripto imperial.
No podían ser adoptados los hijos naturales cuando podía ser legitimados, y si el adoptante
emancipaba al adoptado no le era permitido adoptar de nuevo.
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Adrogación, implica la absorción de una familia sobre otra, el adrogado perdía su
posición de sui iuris y pasaba a potestad del adrogante formando parte de su familia
en calidad de agnado, con derecho a tonar el nombre de la gens. El adrogante
además de ser barón debía tener 60 años de edad, ya que si era menor y deseaba
hijos podía tenerlos en el matrimonio, a menos que por enfermedad i cualquier otra
causa le fuera imposible, por otra parte al adrogante se le exigía que no tuviese hijos
naturales o por adopción y que el adrogado prestara su consentimiento.