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El capital por lo tanto, es una relación social creada por los hombres y
que domina a toda la sociedad. Ésta se vuelve una sociedad capitalista,
alienada. La sumisión del ser humano al capital es un ejemplo típico de los
fenómenos que Marx denomina alienación.
Pero obsérvese que lo que el salario expresa es real. Según las leyes
del mercado (siempre leyes capitalistas, en nuestros días), el valor de la fuerza
de trabajo es exactamente el salario recibido por el trabajador; el trabajador, en
la sociedad burguesa, vale lo que cobra. No hay aquí cualquier robo por parte
del capitalista. La relación burgués/trabajador, si se me permite la expresión, es
“absolutamente honesta”. El patrón paga lo que compra, de la misma forma
que el trabajador paga las mercaderías que compra. Y quien establece los
precios, inclusive el de la mercadería fuerza de trabajo, son las famosas “leyes
del mercado”, y no el individuo-patrón que contrata al individuo-trabajador.
En ese contexto, las tensiones sociales se vuelven cada día más graves.
Hambre, miseria, desempleo, violencia se vuelven más insoportables en la
medida en que disponemos de los recursos necesarios para eliminar todas
esas deshumanizaciones.
Y, por más alto que sea el salario, ¿puede dejar de ser la expresión, en
dinero, de esa deshumana reducción del individuo a mercadería? No hay
capitalismo humano posible, por la misma razón que no hay salario “justo”
posible. Tanto uno como otro, según Marx y Lukács solo pueden existir por la
sumisión de las necesidades humanas a la acumulación de capital, solo
pueden existir como alienaciones producidas por la sociedad sometida al
capital.
II.- Tal como toda alienación, el capital es una relación social creada y
desarrollada por los propios hombres. La forma que el desarrollo histórico
asumió a partir de la crisis del sistema feudal llevó al surgimiento de la
propiedad privada burguesa y, por medio de esta, al desarrollo del capital como
una relación social que engloba y subordina todas las otras relaciones entre los
hombres. A medida que eso sucede, las necesidades que, como vimos,
impulsan las acciones humanas dejan de ser las necesidades humanas y son
sustituidas por las que son generadas en el proceso de acumulación personal
de riquezas. Con eso, la reproducción de la totalidad social deja de estar
impulsada por las reales necesidades humanas y se subordinan a la
reproducción ampliada del capital.