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RESEÑA HISTÓRICA
Hasta finales del S. XIX, momento en que se produce la aparición de psicología científica, las relaciones entre
la Psicología y la Educación aparecían mediatizadas por la Filosofía.
La Psicología no se presentaba como una disciplina autónoma con un objeto de conocimiento y método propio,
sino que era una parte importante de las corrientes filosóficas de entonces, constituyéndose como Psicología
científica recién a partir del S XX.
Hasta ese entonces la influencia de la Psicología sobre los planeamientos educativos estaba en manos de la
Filosofía y desde Platón hasta inicios del siglo XX la Educación ha sido considerada como una aplicación
práctica de la Filosofía.
De la mano de John Dewey (1859 – 1952), la Educación pretende independizarse de la Filosofía y elaborar
una Pedagogía Científica.
Dentro de la teoría educativa del siglo XIX Pestalozzi y Herbart fueron los pensadores más influyentes.
Pestalozzi inauguró la escuela para la formación de maestros en Suiza. Abordaba los problemas educativos
desde una perspectiva psicológica. La enseñanza estaba centrada en el alumno, cuyas características debían
ser tenidas en cuenta en el momento de elegirse los contenidos y planificar los aprendizajes.
Herbart intentó de una manera consciente fundamentar la pedagogía sobre la Psicología. Su contribución
consistió en reformular las leyes de la asociación creando una teoría del aprendizaje llamada “teoría de la
percepción”. Decía que el alma manifiesta una tendencia a la autoconservación de tal forma que las
sensaciones e ideas que se van formando en ella influyen en el aprendizaje posterior. Propuso una nueva
organización lógica de los contenidos, objeto de enseñanza, junto con una teoría de la aprehensión de esos
contenidos por el alumno.
Al igual que sucedió con la teoría educativa durante finales del siglo XIX, la Psicología comenzó a distanciarse
de la Filosofía.
Con la llegada del método experimental a la Psicología ésta encuentra la herramienta para separarse
definitivamente de la filosofía y aspirar a convertirse en una disciplina autónoma.
En la década de 1880 figura la aparición de la Psicología científica, posibilitando de este modo que la
PSICOLOGÌA DE LA EDUCACION pueda iniciar la búsqueda de una identidad propia. Allí radicarían los
orígenes de nuestra disciplina.
A comienzos del s. XX Claparade, interesado por la Psicología aplicada a la Educación, realizó importantes
aportes.
En 1912 fundó un Instituto de Psicología Aplicada que luego sería la Facultad de Psicología y Ciencias de la
Educación. Este será el marco donde trabajarán Piaget e Inhelder entre otros.
Claparade planteó las bases de una Escuela Nueva donde el proceso educativo debería:
1.- el estudio de las diferencias individuales y la elaboración de tests (Binet y Simon: escala de
inteligencia (1904), Stern: cociente intelectual (1912), Terman: escala de
inteligencia (1916).
2.- el análisis de los procesos de aprendizaje. Judd, uno de los primeros psicólogos educacionales, dice que la
Psicología de la Educación debe analizar los procesos mentales mediante los que el niño aprende estos
sistemas de experiencia social acumulada que son las distintas disciplinas del currículum. Estos procesos
requieren la capacidad para organizar, sintetizar y transformar la experiencia.
Fundamenta su Psicología de la Educación bajo la base de Psicología Social y recalca el factor socializante del
proceso educativo.
Finalmente no podemos olvidar el aporte que hacen a la Psicopedagogía algunos movimientos y escuelas
psicológicas. Algunas crean teorías del aprendizaje como el conductivismo, la Gestalt, el Constructivismo
Genético, que tienen claras aplicaciones en los principios pedagógicos y en la didáctica.
Otros, organizan teorías sobre el psiquismo, el desarrollo afectivo, las interrelaciones humanas que influyen
sobre la comprensión del niño y su desarrollo. Sucede así con el Psicoanálisis, las Escuelas Humanistas, la
Psicología Social y la Teoría Sistémica.
Este modelo de enseñanza era interesante pero no suficiente, fue tarea del R. P. Arancibia, la Prof. Mercedes
Pilar Torres y el Dr. Carlos D’ Alfonso confeccionar el primer plan de estudios.
Es el 2 de Mayo de 1956 que se crea, en nuestro país, la carrera de Psicopedagogía. Desde el comienzo, la
Psicopedagogía es concebida a partir de lo educativo; y más aún desde el campo de la Educación Sistemática.
Así los aspirantes debían poseer título docente y en general acudían en la búsqueda de una formación más
acabada que les proveyera respuestas a infinidad de interrogantes, y soluciones técnicas científicamente
sustentadas para la actividad en el aula”
La experiencia francesa sirvió de modelo inicial para la creación de la carrera de Psicopedagogía en Argentina
en lo que en aquel momento se dio en llamar “Instituto de Psicopedagogía de la Universidad del Salvador” y
que recién en la década del 70 pasara a ser la “Facultad de Psicopedagogía”. Su objetivo era formar
profesionales esclarecedores y orientadores de la enseñanza y peritos en las terapéuticas correspondientes
para reencauzar el aprendizaje ante las dificultades y fracasos escolares de distinto orden, origen y severidad.
El primer plan de estudios contemplaba tres años de formación académica y otorgaba el título de
“Psicopedagogo”. El próximo paso podía ser la obtención del título de “Profesor de Enseñanza Secundaria,
Normal y Especial en Psicopedagogía” tras haber cursado y aprobado las materias correspondientes al 4º y 5º
año de estudio. La posibilidad de acceder al título de “Licenciado en Psicopedagogía” surge con la
transformación del Instituto en Facultad allá por la década del 70.
El 12 y 13 de mayo de 1978 se reunieron delegados de siete Universidades del país y de una Asociación de
Profesionales de Psicopedagogía para reflexionar sobre el perfil profesional del Psicopedagogo y elaborar un
currículum mínimo que asegurara una formación adecuada. El nivel alcanzado por la Psicopedagogía en
nuestro país y el rol del Psicopedagogo en la sociedad en aquel momento, hacía necesario que se coordinara
a nivel nacional esta formación universitaria.
Dice la Prof. María del Carmen Aguilar en “El ámbito laboral del Psicopedagogo en la
actualidad”: “En el año 1986, el Ministerio de Educación y Justicia, por medio de una resolución, aceptó
las incumbencias profesionales correspondientes a los títulos de Psicopedagogo, Licenciado en
Psicopedagogía y Profesor en Psicopedagogía.
Hoy,… la interacción entre Universidad y empresa, los avances tecnológicos y la valoración mundial otorgada a
la educación han favorecido el crecimiento de la carrera de psicopedagogía. En consecuencia se han
expandido los lugares de trabajo y se han creado otros.”
Hoy en nuestro país existen alrededor de 20 Universidades que forman Psicopedagogos en carreras de
distinta duración y otorgando títulos diversos.
“En la formación de los psicopedagogos se sucedieron varios planes de estudio con modificaciones,
precisiones y agregados al primero de acuerdo con las exigencias propias de toda evolución: en la actualidad
posee encuadre teórico, técnicas y procedimientos específicos.” (Elsa Busquet, op cit)
La Psicopedagogía es, por lo tanto, una disciplina abierta al diálogo y al trabajo conjunto con otras disciplinas,
por eso es interdisciplinaria y transdisciplinaria, en cuanto muchos de sus interrogantes atraviesan a la vez
otros campos del conocimiento y desbordan los territorios supuestamente específicos que falsamente se
plantean como infranqueables.
¿QUE ES LA PSICOPEDADAGOGIA?
“La Psicopedagogía se ocupa de las características del aprendizaje humano: cómo se aprende, cómo ese
aprendizaje varía evolutivamente y está condicionado por diferentes
factores; cómo y por qué se producen alteraciones del aprendizaje, cómo reconocerlas y tratarlas, qué hacer
para prevenirlas y para promover procesos de aprendizaje que tengan un sentido para los participantes”
M. Müller Introducción a la Psicopedagogía y a las Cs. de la educación, Cap. V EDUCA. 1996
El Psicopedagogo interviene desde sus propios modelos de aprendizaje, desde su propio marco conceptual,
referencial y operativo y, con la capacidad de escucha que le es propia, recibe los mensajes acerca de cómo
se aprende, cómo se enseña.
Cada Psicopedagogo va construyendo su identidad en función de la tarea que realiza.
La especificidad de nuestro rol implica la investigación de los procesos cognitivo-afectivos en toda situación de
aprendizaje.
Por otra parte, somos el puente entre los distintos subsistemas sociales: padres-hijos, alumnos-maestro,
familia-escuela, empresarios-empleados; facilitando los canales de comunicación, ayudándolos a liberarse de
su malestar, colaborando en la toma de decisiones, asesorando para corregir desvíos del desarrollo normal y
creando condiciones que posibiliten la toma de conciencia de conductas que deben ser corregidas.
HOY...
Son diversas las variantes de abordaje psicopedagógico e influyen diferentes factores que tienen que ver con
el tipo de derivación, demanda, situación familiar, predisposición desde la institución escolar, desfasaje
cognitivo, simultaneidad de tratamientos y además la formación del profesional hará que desde su mirada se
priorice uno u otro modo de abordar el problema.
Nuestros propios modelos, nuestra propia historia, nuestro ser persona y psicopedagogos, está definiendo
constantemente nuestro rol; como así también nuestros éxitos y nuestros fracasos frente a los diferentes
aprendizajes.
Por lo tanto entendemos a la Psicopedagogía como una disciplina en construcción permanente.
Puede abordar al sujeto en situación de aprendizaje desde distintos marcos teóricos que reflejan una
determinada concepción del ser humano y un sistema de valores en concordancia con el momento histórico y
el medio socio-cultural.
Esa teoría desde la cual operamos nos da la posibilidad de ser libres y creativos. El sustrato teórico debe
permitir descubrir, decidir y elegir cuáles son las técnicas que se van a utilizar.
Alicia Fernández (en: La sexualidad atrapada de la señorita maestra) explica cuál es el lugar
de la construcción teórica con una imagen. La teoría, dice, cumple la misma función que la red para un
equilibrista.
El equilibrista necesita tener como sustento a la red para inventar nuevas piruetas en el hilo donde camina.
Por qué? Porque si no tuviera la red, que le asegura que cuando se caiga no va a morir ni a fracturarse una
pierna, no podría hacer equilibrio en el hilo por donde tiene que caminar.
En nuestra práctica, tal como el equilibrista, tenemos que ir haciendo equilibrio e ir descubriendo cada día
nuevas piruetas. La teoría es esa red que nos sustenta y que nos permite transitar por ese camino tan riesgoso
que es el camino de nuestro accionar concreto diario. Si carecemos de ella, no va a haber posibilidad de
trabajar sanamente.
La diferencia entre la red del equilibrista y nuestra red teórica es que esta última tiene que construirla cada uno
de nosotros por si mismo, con los hilos que nos proveen los otros, con los conocimientos que nos ofrecen los
otros.
Marina Müller (en: Aprender para ser principios de Psicopedagogía clínica...) dice respecto de la identidad
ocupacional:
“nunca es monolítica ni absoluta, ya que implica el reconocimiento de las
posibilidades y los límites personales, institucionales y situacionales, el asumir
la pérdida de las ilusiones de omnipotencia depositadas en una formación
profesional, una teoría o una técnica o en la tarea misma”.
La Prof. Cristina López Gay en un panel de las Jornadas de la Escuela de Post-Grado de la zona Norte (1994)
planteó el tema de la diversidad vs. la rigurosidad.
Dijo al respecto:
“Hay una especie de Psicopedagogía de los maestros y otra especie de psicopedagogía que está en estos
momentos en los servicios hospitalarios.
La diversidad no atenta la rigurosidad en la medida que nos permitamos diferentes niveles de evolución dentro
de las propuestas psicopedagógicas...”
Sin olvidar algunas de las características que nos dieron origen como disciplina de la educación y de la salud,
hay que permanecer actualizado e incorporar a la práctica estrategias innovadoras acordes a los nuevos
campos de inserción profesional producto de una sociedad en cambio permanente.
CUADRO SINOPTICO – HISTORIA DE LA PSICOP -
1880 LA PSICOLOGÌA SE INDEPENDIZA DE LA FILOSOFÌA (posibilitada por el mètodo experimental aplicado a la Psicologìa)
Principios
del siglo XX