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Las estructuras que tienen movimientos verticales o laterales indeseables a causa de asentamientos de
la cimentación, bufamientos o desplazamientos laterales, son ejemplos de falla en la cimentación. Es
muy raro que suceda una falla estructural en las zarpas (zapatas); los problemas suelen ocurrir en el
suelo y se deben a la suposición de que no habrá movimientos o que éstos serán uniformes.
La entrada de agua con las mareas, a lo largo de las costas, ha llegado a ocasionarmovimientos
ascendentes de estructuras ligeras.
La evaporación de la humedad por la acción de los árboles adyacentes a los cimientos también
ocasiona, en algunos casos, cambios de volumen suficientes para inclinar y cuartear los muros.
Una falla muy común se presenta cuando una nueva construcción, erigida en contacto íntimo con una
pared previamente establecida, arrastra esta última hacia abajo; por tal razón, siempre es necesario
dejar un hueco o plano de deslizamiento entre cualquier estructura previamente asentada y una obra
nueva. Un problema del mismo tipo es el asentamiento por afinidad de estructuras existentes, apoyadas
en un cimiento estable y debajo del cual hay estratos blandos, los cuales se comprimen y flexionan
bajo una nueva carga, incluso cuando las dos estructuras no se tocan.
Es muy fácil observar los asentamientos y el problema se detecta a partir de la forma de lascuarteaduras
de los muros. Todo el diseño debe ser revisado para ver dónde y cómo pueden suceder movimientos
de la cimentación, de modo que se puedan efectuar por anticipado las modificaciones pertinentes a fin
de eliminar los posibles efectos sobre otras estructuras e igualar los movimientos, en magnitud y
dirección, en la nueva estructura.
Ciertas lutitas y rocas sedimentarias se desintegran cuando son sometidas a una carga continua y se
saturan de agua. A menos que se impermeabilicen las bases de las zarpas, la percolación de aguas
subterráneas o pluviales puede reblandecer significativamente dichas rocas.
Los asentamientos a causa de la disolución de rocas calizas, por percolación de aguas, son
particularmente peligrosos. Es necesario evitarlos, porque suelen ser catastróficos. Antes de construir
una edificación sobre rocas calizas, se deben tener suficientes indicios de que esa disolución es muy
poco probable durante la vida útil del inmueble.
Cuando se hacen rellenos por detrás de los muros desótanos con tierras que se encogen al deshidratarse
lo que a menudo ocurre cuando el concreto absorbe el agua del suelo adyacente, dichos rellenos forman
huecos inmediatamente por detrás de los muros. Estas condiciones han sido causa del colapso total de
muros poco después de una lluvia intensa, cuando penetra suficiente agua en los huecos como para
que la presión hidrostática rebase las especificaciones de resistencia del muro.
Las fallas individuales de zarpas dentro de un edificio suelen tener por causa las excavaciones para
instalación de tuberías que se realizan después de terminar la zarpa, independientemente de la
profundidad relativa de dichas excavaciones. También se presentan problemas similares cuando se
construyen nuevos alcantarillados o túneles de tránsito en las vías públicas, sin sotomurar todas las
zapatas que están por encima de la superficie de influencia de la excavación. Esas construcciones
también afectan el nivel freático normal y, junto con las obras de bombeo para fines industriales o de
acondicionamiento de aire, los niveles de agua se han abatido en grado suficiente como para provocar
la putrefacción de pilotes de madera no tratada. Esta dificultad ha sido tan común en muchas ciudades
de Estados Unidos, que ahora los reglamentos de aquel país prohíben el uso de pilotes no tratados en
zonas donde el nivel freático no es estable. La proximidad a zonas donde hay aguas naturales no es
garantía de estabilidad; se ha demostrado que el nivel subterráneo de las aguas puede estar hasta 10.5
m por debajo del nivel del mar a muy corta distancia de éste, en sitios donde se han bombeado en
exceso las aguas para uso industrial.
Una falla grave de la cimentación, ocurrida en una pesada fábrica construida sobre arenas finas
compactas, tuvo como causa el hundimiento de algunos pozos artesianos ubicados dentro del predio,
de los cuales se extraían grandes volúmenes de agua por bombeo. Esto hizo que las capas del suelo
subyacente perdieran espesor, con lo que el piso adquirió la forma de un plato al hundirse.
Las sobrecargas locales de firmes (losas) directamente apoyados en el suelo, que se transmiten a unas
cuantas zarpas, explican la rara forma de los techos de muchas bodegas de una sola planta.
Es posible controlar todos estos fenómenos, pero solamente si se considera que las cimentaciones
tendrán asentamientos al alterarse el apoyo y se acepta de antemano que toda cimentación nueva tiene
que asentarse conforme recibe cargas.