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JOSÉ TRIGUEROS

VICENTE CERDÁ

CARLOS PEÑA

JOSÉ LLORCA

MIGUEL VELASCO

RAMIRO AURÍN

JUAN J. MUÑOZ

MANUEL NÓVOA

FERNANDO VERA

JORGE OLCINA

JUAN R. ACINAS

ARANCHA MUÑOZ

VÍCTOR YEPES

JOSÉ MIGUEL IRIBAS

JAVIER BUSTAMANTE
PÁGINA INTENCIONALMENTE
DEJADA EN BLANCO

I.T. N.O 61. 2002


© HIROSHI KITAMURA
Nº 61
EL LITORAL
VOLUMEN III
Tercera época. Año 2002
PVP: 6,01 €

CONSEJO EDITORIAL
Antonio Allés Torres, Carlos de Cabo Casado,
Raúl Carral Sampedro, Jesús A. Collado López,
Félix Cristóbal Sánchez, Francisco Cubas Granado,
José A. Fayas Janer, Rafael Fernández-Simal Fernández,
Pedro Ferrer Moreno, Juan Guillamón Álvarez,
Santiago Hernández Fernández, Adolfo Hoyos-Limón Gil,
Rafael Jimeno Almeida, Carmen Monzonís Presentación,
Francisco de Asís Ramírez Chasco, Jesús Urarte García, El litoral
Amalio Jaime Valero Marín, José Alfonso Vallejo Alonso Volumen III
y Juan Ignacio Vázquez Peña.
CONSEJO DE REDACCIÓN
Lluís Agulló Fité, Antonio Allés Torres, Carlos de Cabo Casado,
Raúl Carral Sampedro, Vicente Cerdá García de Leonardo,
Jesús A. Collado López, Fausto Comenge Ornat,
Francisco Cubas Granado, Félix Cristóbal Sánchez,
Manuel Durán Fuentes, José Antonio Fayas Janer,
Rafael Fernández-Simal Fernández, Juan Ferrer Marsal,
Pedro Ferrer Moreno, Juan Guillamón Álvarez,
Santiago Hernández Fernández, Adolfo Hoyos-Limón Gil,
Rafael Jimeno Almeida, Luis I. López de Aguileta Salazar,
OP INGENIERÍA Y TERRITORIO · 61
Rosario Martínez Vázquez de Parga, Santiago Monasterio Pérez,
Carmen Monzonís Presentación, Juan Murcia Vela, 2 Editorial
José Miguel Mateo Valerio, Carlos Nárdiz Ortiz,
Manuel Nóvoa Rodríguez, Joan Olmos Lloréns,
Mariano Palancar Penella, Santiago Pérez-Fadón Martínez, 4 La política de gestión del litoral de la Dirección General de Costas
Pedro Pisa Menéndez, Francisco de Asís Ramírez Chasco, José Trigueros Rodrigo
Jesús Urarte García, José Mª de Ureña Francés,
Amalio Jaime Valero Marín, José Alfonso Vallejo Alonso,
Juan Ignacio Vázquez Peña y Pere Ventayol March. 8 La gestión integrada de la costa. ¿La última opotunidad?
Vicente Cerdá García de Leonardo
DIRECTOR
Ramiro Aurín Lopera
SUBDIRECTOR 18 Intervenciones en la costa. ¿Ingeniería o ecología?
Joan Olmos Lloréns Carlos Peña Martínez
REDACTOR JEFE
Juan Lara Coira 22 Los puertos en la costa. ¿Un diálogo posible?
SECRETARIA DE REDACCIÓN José Llorca Ortega y Miguel Velasco Cabeza
Chelo Cabanes Martín
COORDINACIÓN DEL CONTENIDO 32 El borde litoral: identidad y proyecto
Vicente Cerdá García de Leonardo Ramiro Aurín Lopera y Juan José Muñoz Pérez
COLABORADORES
Juan R. Acinas García, Ramiro Aurín Lopera, 38 Los bordes marítimos de Barcelona y Río de Janeiro
Javier Bustamante Moreno, Vicente Cerdá García de Leonardo,
José Miguel Iribas Sánchez, José Llorca Ortega, Manuel Nóvoa
Arancha Muñoz, Juan J. Muñoz Pérez, Manuel Nóvoa Rodríguez,
Jorge Olcina Cantos, Carlos Peña Martínez, 50 Riesgos naturales en la costa
José Trigueros Rodrigo, Miguel Velasco Cabeza,
Fernando Vera Rebollo y Víctor Yepes Piqueras. Fernando Vera Rebollo y Jorge Olcina Cantos

FOTOGRAFÍAS
Juan R. Acinas, Altair, Ayuntamiento de Benidorn,
60 Cambio climático y subida del nivel medio del mar. Impacto sobre la costa
Ayuntamiento de Calvià, Tony Blanco, Editorial Actar, Juan Román Acinas García
Javier Marina, Manuel Nóvoa, y Paisajes Españoles.
ILUSTRACIONES 68 Percepción visual y paisaje litoral
Joan Roca Mainar Arancha Muñoz
DISEÑO GRÁFICO Y MAQUETACIÓN
Ramon Martínez y Maria Carola 72 La explotación de playas. La madurez del sector turístico
PUBLICIDAD Víctor Yepes Piqueras
Paipus, S.L.
c/ Manel Farrés, 95
08190 Sant Cugat del Vallés 78 Una perspectiva sociológica sobre las playas
Tel. 686 71 25 22 José Miguel Iribas Sánchez
Fax 93 589 58 52
FOTOMECÁNICA 86 El modelo Calvià de desarrollo sostenible
Estmar Color
Javier Bustamante Moreno
IMPRESIÓN
Índice, S. L.
92 Reflexiones históricas sobre ingeniería y territorio en el litoral
COORDINACIÓN Y PRODUCCIÓN
Juan Lara Coira Manuel Nóvoa

EDITA
Colegio de Ingenieros
de Caminos, Canales y Puertos.
REDACCIÓN, ADMINISTRACIÓN Y SUSCRIPCIONES
Els Vergós, 16
08017 Barcelona
Telf. 93 204 34 12
Fax. 93 280 29 24
E-mail: 07ccm @ciccp.es
http://www.ciccp.es
Foto: TONY BLANCO

DEPÓSITO LEGAL
B. 5.348/1986
ISSN
0213-4195
PORTADA: TEMPESTAD
AUTOR: HIROSHI KITAMURA

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comparte las opiniones de sus colaboradores.
Está prohibida la reproducción total o parcial de cualquier texto
o material gráfico del presente número, por cualquier medio,
excepto autorización expresa y por escrito de los editores
previo acuerdo con los correspondientes autores.
EDITORIAL

No podemos empezar este editorial para nuestro monográfico “El Litoral, III” sin hacer
mención al desastre provocado por el hundimiento del petrolero “Prestige”, curioso nom-
bre que se entiende más si lo situamos en la órbita de los “alias” de los hampones.
Y es importante, más allá del morbo que induce y produce cualquier desastre natural,
porque pone en evidencia que todos los esfuerzos profesionales, e incluso administrativos,
para mejorar el tipo y la calidad de las actuaciones en la costa, por preservar sus espa-
cios de interés natural, por eliminar los impactos indeseados, palidecen bajo los efectos
de la falta de control de lo que ocurre al amparo de la difusa y muchas veces procelosa
legislación internacional para la navegación, la pesca y los residuos en aguas oceánicas.
Ha sido impresionante ver al mar de la Costa da Morte (qué oportuno nombre) escupién-
donos, literalmente, la ponzoña sobre acantilados y playas, sobre puertos y paseos marítimos.
La asunción tácita de que los principios de la civilización se acaban en los límites del
primer mundo, descontados sus mares, que no pueden ser habitados por seres humanos,
implica la consagración de la idea de que sin depredación no hay progreso económico,
y de que el negocio marítimo en general necesita de cierta tolerancia con la infamia.
Esa tolerancia con la infamia llegaba hasta hace poco a la franja litoral de tierra fir-
me. Teníamos la sensación de que lenta y trabajosamente íbamos ganando la batalla. To-
dos. Episodios como el del “Prestige” nos recuerdan nuestra condición de Sísifos frente al
interés más particular y el mal común.
La gestión integral de la costa deberá contemplar y promover también las leyes, aun-
que sean de ámbito internacional, que afectan al medio estrictamente marino, para ase-
gurarnos de que los únicos riesgos que debemos contemplar desde el mar son la altura
de la ola y su dirección.
Meirás, Punta Frouxeira, La Coruña. (Foto: Tony Blanco).

I.T. N.o 61. 2002


La política de gestión del litoral
de la Dirección General de Costas
José Trigueros Rodrigo

DESCRIPTORES
GESTIÓN INTEGRADA DE ZONAS COSTERAS (GIZC)
DESLINDE
ADQUISICIÓN DE TERRENOS
DEMOLICIÓN DE CONSTRUCCIONES
RECUPERACIÓN AMBIENTAL
DIRECCIÓN GENERAL DE COSTAS

Sería fácil reducir la actual política de gestión del litoral de la puestos intereses que confluyen en esta franja de territorio tan
Dirección General a lo explicitado en el artículo 1 de la vi- valiosa y a la vez tan frágil, tan productiva y tan vulnerable
gente Ley de Costas: determinación, protección, utilización y que es el dominio público marítimo-terrestre.
policía del dominio público marítimo-terrestre. En ese contexto, la Dirección General de Costas tiene que
El artículo 2 de la ley hace aún más explícita la actuación analizar y sopesar intereses sectoriales, evaluar impactos,
administrativa en este campo: analizar alternativas y, en definitiva, optar en cada situación
a. Determinar el dominio público marítimo-terrestre y asegurar por la opción más beneficiosa para el interés común, y todo
su integridad y adecuada conservación, adoptando, en su ello teniendo en cuenta escenarios a corto, medio y largo pla-
caso, las medidas de protección y restauración necesarias. zo. En definitiva, hemos de tener siempre presentes los prin-
b. Garantizar el uso público del mar, de su ribera y del resto cipios de “gestión integral” para considerar los intereses sec-
del dominio público marítimo-terrestre, sin más excepcio- toriales y optar por la alternativa más beneficiosa para el
nes que las derivadas de razones de interés público debi- conjunto de todos ellos, y hemos de tener igualmente en cuen-
damente justificadas. ta los principios de “desarrollo sostenible” para asegurar que
c. Regular la utilización racional de estos bienes en términos a largo plazo no esquilmamos recursos y que a nuestros nie-
acordes con su naturaleza, sus fines y con el respeto al tos les dejamos un dominio público y un mundo igual o me-
paisaje, al medio ambiente y al patrimonio histórico. jor que el que recibimos de nuestros abuelos.
d. Conseguir y mantener un adecuado nivel de calidad de las Estos dos conceptos de “gestión integral o visión de con-
aguas y de la ribera del mar. junto” y “desarrollo sostenible o visión de futuro” son con-
En estos dos artículos se contiene la filosofía y los princi- ceptos muy antiguos aunque de hecho solo muy recientemen-
pios que en cualquier circunstancia deben inspirar la acción te se está intentando llevar a impregnar las actuaciones ad-
en materia de costas, tanto desde el punto de vista político, ministrativas en todo el mundo. Avanzar en esa línea consti-
como administrativo. tuye sin duda uno de los grandes retos de la Dirección Gene-
En efecto, resultaría imposible justificar acciones que fue- ral de Costas en lo que se refiere a la gestión del litoral. Solo
ran contra principios tales como “asegurar la integridad y en la medida en que se superen los planteamientos unívocos
adecuada conservación” del dominio público marítimo-te- y simplistas podrá llevarse a cabo una gestión de recursos
rrestre o “regular la utilización racional de estos bienes”. Exis- que beneficie a todos.
te un acuerdo general acerca de su bondad teórica; sin em- Con estas ideas “in mente” intentemos esbozar la política
bargo, al llevarlos a la práctica no siempre hay unanimidad de costas de la Dirección General; en primer lugar, en cada
sobre cómo actuar. La razón de esa dificultad para hallar el uno de los dos campos clásicos de su actuación administrati-
consenso hay que buscarla en los múltiples y a veces contra- va, y, después, en otras líneas de acción más novedosas.

4 I.T. N.O 61. 2002


Determinación y delimitación CUADRO 1
del dominio público marítimo-terrestre
Presupuesto de inversión de la Dirección General
Es esta una actividad básica. Sin un dominio público deslin- de Costas entre los años 1996 y 2003
Año 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003
dado, delimitado y señalizado es muy difícil, si no imposible,
Miles
llevar a cabo una política efectiva de inversiones y protección de €
78.986 66.696 89.946 88.908 101.695 139.458 161.650 162.394

del litoral. Los ciudadanos deben saber cuáles son las reglas
de juego, y la regla de juego básica es conocer hasta dónde 180.000
160.000 Miles de €
llega la propiedad pública, porque allí empieza la propiedad 140.000 1996
120.000 1997
privada. La Ley de Costas de 1988 fundamenta la protección 100.000 1998
de la primera en la existencia de un régimen jurídico especial- 80.000 1999
60.000 2000
mente tuitivo del Dominio Público marítimo-terrestre, así como 40.000 2001
en un conjunto de limitaciones y servidumbres sobre los terre- 20.000 2002
0 2003
nos colindantes a éste, que solo tienen sentido cuando la línea
Fig. 1. Evolución presupuestaria 1996-2003.
del deslinde del dominio público se hace efectiva y conocida.
Esta labor de determinación de la zona de dominio públi- CUADRO 2
co está encomendada a la Dirección General de Costas y no es Distribución de inversiones del Presupuesto
una tarea fácil; requiere inversiones a veces muy importantes de la Dirección General de Costas para el año 2003
Miles de €
en estudios puntuales e investigaciones localizadas. No reali- Inversiones en regeneración del litoral 6.938,93
zarlos supondría renunciar de antemano a posibles zonas que Inversiones de estabilización de playas 18.631,36
Inversiones en paseos marítimos y mejora de calidad de vida 54.325,66
por sus características son de dominio público y, por tanto, pro- Inversiones en Infraestructuras ambientales y mejora de calidad ambiental 31.526,69
piedad de todos los españoles y potencialmente muy valiosas. Inversiones para mejorar la accesibilidad a personas discapacitadas 8.937,71
Inversiones en demoliciones 2.264,01
La Dirección General de Costas está empeñada en no dejar
Inversiones en deslindes 900,00
fuera de la delimitación ningún punto que deba estar dentro, y Total 123.524,36
para ello no escatima recursos aunque sea necesario restarlos
de otro tipo de inversión, porque aquélla es prioritaria. Regeneración del litoral
En la actualidad, de los aproximadamente 10.000 kiló- Estabilización de playas

metros de bienes de dominio público marítimo-terrestre del li- Paseos marítimos y mejora de calidad de vida
Infraestructuras ambientales y mejora de calidad de vida
toral español, la Dirección General de Costas ha aprobado el
Mejora accesibilidad a personas discapacitadas
deslinde correspondiente a 6.000 kilómetros y se encuentran Demoliciones
en tramitación los expedientes correspondientes al deslinde Deslindes
de otros 2.000 kilómetros. Fig. 2. Líneas o tipos de actuación de la Dirección General de Costas.

Actuaciones en la costa ños en zonas dunares. Puede ser el caso también de alguna
Así se denomina formalmente una de las dos Subdirecciones vía rodada si con ella se saca el tráfico rodado del dominio
Generales de la Dirección General de Costas que es la que se público. Los ejemplos pueden ser muy numerosos.
encarga del grueso de las inversiones porque asume la eje- Lo primero que se plantea ante cada posible inversión en
cución de la mayor parte de los proyectos y obras. infraestructuras costeras es cuál es la mejora que el dominio
El presupuesto de la Dirección General de Costas tiene co- público marítimo terrestre recibirá de ella. El interés general,
mo fin la defensa y protección del Dominio Público marítimo-te- desde el punto de vista ambiental primero y social después,
rrestre, si bien es cierto que, normalmente, esas inversiones re- ha de ser siempre el beneficiado por nuestras actuaciones.
dundan en beneficio no solo del litoral sino también del desa- Que la protección ambiental de la costa sea objetivo prio-
rrollo económico y social de las comunidades locales, para las ritario no hace perder de vista el hecho de que de cada acción
cuales la acción estatal sobre la costa es esencial. depende en gran parte la calidad de nuestro litoral, y en esa lí-
Con frecuencia, los municipios, a través de sus represen- nea se inscriben las actuaciones de lucha contra la erosión, es-
tantes, dirigen sus propuestas de actuación a esta Dirección tabilización o regeneración de playas. Actuaciones que es ne-
General, pero hay que aclarar que solo si aquéllas tienen co- cesario acometer del mejor modo posible, utilizando para ello
mo finalidad la defensa y protección del dominio público, ten- las más modernas técnicas a nuestro alcance, sobre todo en el
drán cabida en los presupuestos de la Dirección General de sentido de garantizar la sostenibilidad de nuestras acciones.
Costas. Además, estas actuaciones pueden suponer una do- El presupuesto de inversión de la Dirección General de
tación municipal, pero este no constituye para el Ministerio de Costas se ha venido incrementando desde el año 1996 según
Medio Ambiente el objetivo de la inversión. Este es el sentido se refleja en el cuadro 1 y en la figura 1. Dichas inversiones,
que pueden tener los aparcamientos para vehículos, cuando en lo que respecta al presupuesto previsto para el año 2003,
su construcción evita tener que hacerlos en la playa o en zo- se reparten en los tipos o líneas de actuación que muestran el
nas sensibles desde el punto de vista medioambiental. Es el cuadro 2 y la figura 2. El resto de las inversiones hasta com-
caso de los paseos marítimos o sendas litorales si su cons- pletar el total del presupuesto, que asciende a 162.393,81
trucción canaliza a los usuarios de las playas para evitar da- miles de euros, corresponde a:

I.T. N.o 61. 2002 5


Fig. 6. Rehabilitación integral del borde marítimo de la Devesa en El Saler
(Valencia). Obra adaptada a las prescripciones del Plan Especial del Parque
Natural de la Albufera.

los organismos internacionales, y negociación y seguimiento


de los Convenios Internacionales en relación con las materias
competencia de esta Dirección General derivadas de la apli-
cación de la Ley 22/1988, de 28 de julio, de Costas, y de su
Reglamento de desarrollo”.
Para el desarrollo de estas funciones se creó una nueva
Unidad Administrativa, el Área de Protección de Medio Am-
biente Marino, una de cuyas líneas prioritarias es profundizar
en el concepto de gestión integrada de zonas costeras, en el
Figs. 3, 4 y 5. Recuperación ambiental de la playa del Censo. Adra (Almería). convencimiento de que para dar respuesta a los problemas
que confluyen en la costa es necesario abordarlos desde un
• Inversiones genéricas que afectan a varias líneas de actua- enfoque territorial integrado que comprenda todos los ámbi-
ción (artículo 61, CEHOPU, etc.). tos de intervención y niveles de administración y desemboque
• Actuaciones de lucha contra la erosión que no correspon- en la gestión y ordenación integral de las zonas costeras me-
den a regeneración del litoral o estabilización de playas. diante la coordinación y cooperación de todas las administra-
• Trabajos previos de inversión en costas (estudios, redacción ciones implicadas y la participación de los sectores privados.
de proyectos, batimetrías, etc.). En ese sentido, es necesario consolidar una línea de ges-
• Inversiones complementarias (artículos 62 y 63). tión integrada de la costa, que implique en la toma de deci-
siones a todos los agentes implicados, responsabilizándolos y
Nuevas líneas de acción buscando las mejores alternativas de acción.
de la Dirección General de Costas Durante el período de Presidencia del Consejo de Minis-
Con la última reestructuración del Ministerio de Medio Am- tros de la Unión Europea, España estableció como una de sus
biente (Real Decreto 1415/2000, de 21 de julio), se asigna- prioridades medioambientales avanzar hacia una gestión
ron muevas funciones a la Dirección General de Costas, tales más adecuada e integrada de las zonas costeras. Esto se tra-
como “El impulso y coordinación de planes y programas pa- dujo en un notable impulso para alcanzar los consensos ne-
ra la protección ambiental del medio marino y de los ecosis- cesarios entre el Parlamento Europeo y el Consejo, que culmi-
temas costeros, así como el seguimiento ambiental de las ac- nó en la adopción, el 30 de mayo de 2002, de la Recomen-
tividades realizadas mar adentro...”, y “la participación en dación europea sobre Gestión Integrada de Zonas Costeras.

6 I.T. N.O 61. 2002


Figs. 7 a 10. Demolición del Gran Hotel Zahara. T. M. Tarifa (Cádiz).

Figs. 11 a 14. Demolición del edificio de la playa de Areoura (Lugo).

En este contexto, en el marco de los actos de la Presiden- este modo que se beneficien del régimen jurídico proteccio-
cia Española, se celebró en Villajoyosa (Alicante), durante los nista que la Ley de Costas dispensa a aquél, y, en segundo lu-
días 18 al 20 de abril de 2002, el Primer Foro Europeo so- gar, la relativa a la adquisición de edificaciones que producen
bre Estrategias Comunitarias para la Gestión Integrada de impactos ambientales graves en la costa, con el fin de demo-
Zonas Costeras, en el que participaron los máximos respon- lerlas y devolver a esos espacios sus características naturales.
sables de la gestión costera de los Estados Miembros de la En lo que respecta a la política de adquisición de terrenos
Unión Europea y de los países de ampliación, así como del para incorporarlos al dominio público marítimo-terrestre, des-
Parlamento Europeo y de la Comisión Europea. taca la adquisición de más de cien hectáreas en Cala Mitjana
La celebración de este foro, junto con la aprobación de la (Menorca), así como la adquisición de seis salinas en Puerto
Recomendación europea sobre Gestión Integrada de Zonas Real (Cádiz) durante el año 2001. Recientemente se ha llega-
Costeras, han sido las bases para la creación, en el seno de do a un acuerdo para adquirir casi 170.000 metros cuadra-
la Comisión, de un grupo de expertos integrado por repre- dos en los términos municipales de Ferreries y Ciudadela (Me-
sentantes de los Estados miembros y países de ampliación, norca) y 505.000 metros cuadrados en Felanitx (Mallorca).
cuya finalidad es apoyar la aplicación de la Gestión Integra- En lo concerniente a la demolición de construcciones en la
da de Zonas Costeras. costa española, destacan la demolición a principios del año
Durante los días 3 y 4 de diciembre se ha celebrado una 2002 del Gran Hotel Zahara, en Zahara de los Atunes (Cá-
reunión de alto nivel con los responsables de las Comunida- diz), más recientemente la del edificio situado en la playa de
des Autónomas, que sirva de punto de encuentro y debate, a Areoura (Lugo) y el complejo Caixa Galicia en la playa de Va-
fin de asegurar la necesaria coordinación interadministrativa lea (Barreiros, Lugo), si bien se han demolido en los últimos
en toda la fase de diseño y posterior ejecución de las activi- dos años más de veinte edificaciones.
dades previstas en la Recomendación. La sociedad está sensibilizada, desea un medio ambiente
En otro orden de cosas, también se estima que una co- más sano, el cual todos tenemos el derecho y el deber de con-
rrecta gestión de la costa ha de abordarse desde una óptica servar, tal y como establece nuestra Carta Magna. Y además,
de integración social. En ese contexto vio la luz el “Plan de en el caso del medio ambiente litoral, está en juego la prime-
accesibilidad a las playas españolas”, que pretende garanti- ra industria del país, el turismo, cada vez más exigente con
zar a todos el libre uso y disfrute de las playas españolas. Es- la calidad del sustrato físico sobre el que se ubica. Es respon-
te plan se concibió con un horizonte temporal de tres años y sabilidad de todos en general y de esta Dirección General en
se encuentra actualmente en ejecución. particular, velar por esa calidad ambiental, y esa constituye
Es igualmente importante incentivar la investigación en lo nuestra máxima preocupación. ■
que concierne a la gestión costera. Por ello, se colabora ca-
da año con diversas universidades españolas, tratando así de
disponer siempre de las últimas novedades.
La Dirección General de Costas, en su preocupación por
recuperar espacios litorales de elevado valor natural, ha aco-
metido dos grandes líneas de actuación, a saber, en primer lu- José Trigueros Rodrigo
Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos
gar la que concierne a la adquisición de terrenos para incor-
Director General de Costas
porarlos al dominio público marítimo-terrestre y conseguir de Ministerio de Medio Ambiente

I.T. N.o 61. 2002 7


La gestión integrada de la costa.
¿La última oportunidad?
Vicente Cerdá García de Leonardo

DESCRIPTORES
COSTAS
ORDENACIÓN DEL LITORAL
GESTIÓN INTEGRADA
PLANIFICACIÓN
TURISMO
EROSIÓN

La costa: un medio complejo


Las costas han sido, para todas las civilizaciones y en todos Ocupaciones de menos entidad han producido impactos
los tiempos, espacios singulares. La humanidad se ha rela- graves sobre la costa. Pero éstos se han circunscrito siempre al
cionado con ellas generando pautas culturales específicas y ámbito de la propia ocupación. Con la ocupación turística no
adaptadas a ese medio. sucede eso. Su naturaleza expansiva, su avidez por el espacio,
La costa es un sistema físico complejo por su carácter de su carácter masivo, llega a cambiar la propia esencia costera.
interfase entre el medio marino y el terrestre. Su característica La velocidad del proceso es también un hecho determi-
fundamental es ser la línea donde se extingue la energía del nante de las disfunciones que introduce en el sistema. Tal ra-
oleaje marino. Esta concentración energética determina, en pidez no permite interiorizar las características del medio en
un espacio relativamente estrecho, procesos geomorfológicos el que se implanta, y por lo tanto no permite elaborar fórmu-
específicos, extremadamente dinámicos y sorprendentes para las de adaptación o moderación.
el hombre, acostumbrado a la relativa inmutabilidad del pai- Hoy vemos claramente diferenciados los espacios urbanos
saje, en tanto que se producen en escalas de tiempo humanas. costeros tradicionales, en los que se manifiesta ese pacto en-
Otro tanto puede decirse de los procesos biológicos. La tre las restricciones naturales del medio y las formas de adap-
variabilidad del espacio costero permite la generación de tación cultural, de los modelos de ocupación turística al uso,
ecosistemas y hábitats singulares, tanto en tierra como en el banales y repetitivos, sin ninguna vinculación ni adaptación
mar, poblados por flora y fauna específicas. La condición so- al medio, y sin que éste les aporte una cualidad diferencia-
mera de sus aguas permite, por efecto de la penetración de dora. Resulta sorprendente ver cómo las fotografías aéreas de
la luz solar, una productividad biológica especial. Las interre- playas urbanas en varios continentes pueden ser perfecta-
laciones entre estos procesos, extremadamente complejas, no mente intercambiables entre sí.
son del todo conocidas. Si los venecianos ocuparon una laguna insalubre, y llega-
El hombre, sobre todo a partir del momento en el que las ron a ser una potencia militar y comercial, fue porque su rit-
costas son seguras frente agresiones exteriores y los territorios mo de ocupación fue lo suficientemente lento como para que
hostiles son transformables a la conveniencia humana, se ha su cultura evolucionara al ritmo de esa ocupación, llegando a
volcado sobre ellas. La costa le proporciona la impagable po- producir formas de vida, estilos constructivos o formas de
sibilidad de comunicarse con otros a través del transporte ma- transporte adaptadas a ese medio.
rítimo, disfruta de mejor clima y encuentra tierras fértiles en
las que implantar los cultivos de más rendimiento. La perplejidad ante el resultado del proceso
A una dinámica secular de incremento de la población En este proceso se han destruido muchas cosas. Las costas han
costera se unió en el último tercio del siglo XX un fenómeno acumulado una gran variedad de agresiones, algunas de las
que, al menos en las costas españolas, es la clave para en- cuales solo se identifican como tales desde hace poco tiempo.
tender su estado actual: el turismo. Algunas de ellas admiten corrección. Hoy sabemos que
La ocupación de la costa por el turismo se produce con ca- podremos disfrutar de aguas costeras limpias si invertimos in-
racterísticas singulares. Es masiva, es rápida y es acultural. gentes cantidades en infraestructura de saneamiento y depu-

8 I.T. N.O 61. 2002


Fig. 1. Altea. Superposición del modelo turístico sobre la estructura tradicional.

Fig. 2. Torrevieja… aún hoy.

ración, y si encontramos la forma de financiar sus costes de Pero hoy, ni el desarrollista más recalcitrante podría suscribir
explotación. Naturalmente, haciendo abstracción sobre cómo la afirmación de que la ocupación de nuestras costas ha sido óp-
los estadios de contaminación marina intensa hayan afecta- tima y que de los recursos naturales consumidos se han obteni-
do, de forma permanente, a los ecosistemas marinos, que es do todos los beneficios que hubieran justificado su desaparición.
algo que no hemos evaluado todavía. El ciudadano medio empieza a percibir que estamos en
Pero otras son totalmente irreversibles. Las afecciones pro- un punto crítico. Quizá demasiado tarde, ya que ese punto
ducidas al paisaje, o la inmovilización de sedimentos necesa- crítico, en muchos aspectos, se rebasó hace mucho tiempo.
rios para la estabilidad de las playas por la invasión de la ur- Cuando un usuario de la costa valora la destrucción del pai-
banización, son totalmente irreversibles. saje a través de su percepción directa, ignora que la destruc-
Nuestra perplejidad actual se produce, más que por un ción real que va a sufrir ese paisaje en el futuro está predefi-
ejercicio nostálgico de preferir aquel estado virginal inicial, nida en el Plan General de Ordenación Urbana de ese terri-
por la sensación de que el balance entre recursos consumidos torio. Y está definida con un grado de consolidación jurídica
y beneficios obtenidos no es tan favorable como alguien pen- y económica prácticamente imposible de parar.
só en algún momento. Es evidente que el resultado de ese ba- En la Comunidad Valenciana un 59,6 % de la longitud de
lance dependerá del posicionamiento de cada cual e incluso la fachada costera es urbana y un 23 % es urbanizable. Y si
de la ideología que sustente el análisis. se analiza el problema en dos dimensiones y se considera una

I.T. N.o 61. 2002 9


A esa debilidad ha contribuido de manera decisiva la
descoordinación entre esos agentes públicos. La descoordina-
ción administrativa en la costa es un tópico, tan repetido co-
mo cierto, que no requiere más explicación.
Las acciones de algunos de estos agentes han sido, por
encerradas en su propio campo de actuación, tan lesivas co-
mo las agresiones al medio que deberían controlar.
Cuando un ciudadano se pregunta con estupor cómo es
posible que se haya permitido algo que identifica como una
agresión al medio costero, no hace otra cosa que señalar, de
forma inconsciente, a esa incapacidad y descoordinación.

La gestión integrada como superación


En este estado de cosas emerge una corriente que propugna
otra manera de actuar en la costa.
En primer lugar, la costa aparece como un ente que pre-
cisa de gestión conjunta, de un principio rector global. Esta
conclusión no es original, ya que se ha aplicado en las gran-
des zonas metropolitanas o en los espacios protegidos.
¿Cuál sería la finalidad de esa gestión en el caso de la
costa? La conclusión de la Comisión Especial del Parlamento
Fig. 3. Cullera. El suelo urbano extensivo. australiano sobre Gestión de la Zona Costera, de 1992, es
bastante clara:
franja de un kilómetro desde la línea de costa hacia el interior, “… el primer objetivo de la Gestión del Litoral es propor-
el 32 % de esta superficie se encuentra totalmente consolidada cionar una serie de directrices a los responsables de las tomas
con urbanización, y de cumplirse las previsiones del planea- de decisiones, en el sentido de que la demanda de numero-
miento vigente esta cifra aumentaría hasta un 76 %. Es decir, sas actividades encuentre acomodo sin perturbarse unas a
el territorio ocupado en esta franja puede más que duplicarse. otras, al tiempo que se respetan el equilibrio del sistema na-
Por eso los especialistas son más pesimistas que el ciuda- tural y el uso y disfrute de los miembros de la comunidad”.
dano medio, ya que pueden proyectar esos escenarios futu- Hay que hacer notar que en aquel momento no aparece
ros, de ocurrencia garantizada, para hacer sus valoraciones. todavía el concepto de integración como nota fundamental de
esa gestión.
Un análisis de las causas El antecedente más significativo del concepto actual de
¿Cuál ha sido la actuación de aquéllos llamados a dotar a es- gestión de la zona costera es el caso de Estados Unidos. Este
te proceso de racionalidad? país promulgó en 1972 la “Coastal Zone Management Act”,
Hay que reconocer que los intereses que podemos identi- que se mantiene vigente hasta hoy, si bien con algunas modi-
ficar como colectivos han sido triturados en ese proceso. El ficaciones y adaptaciones.
análisis del papel jugado por los poderes públicos encarga- Aunque en aquel caso tampoco el calificativo “integrado”
dos de controlar esa ocupación masiva no resiste ni siquiera aparece entre sus enunciados, la Coastal Zone Management
el examen más benévolo (Barragán, 1994). Act de 1972 trató básicamente de buscar una solución a las
Es cierto que los ciudadanos, por la carencia cultural a múltiples incoherencias del ejercicio de competencias del ni-
que me he referido, tampoco lo han demandado enérgica- vel federal, estatal y local, haciendo una llamada a los pode-
mente. Y aún hoy encontramos, en personas no especialmen- res públicos involucrados para que asumieran sus responsa-
te interesadas en el proceso, la comprensión para el ejercicio bilidades respecto a la protección costera.
extremo del derecho de propiedad en la primera fachada La fórmula elegida fue hacer explícitos, en un Programa
costera, olvidando los costes colectivos que tiene ese proceso de Gestión Costera, que redactaba cada Estado, los objetivos
e incluso los gravámenes que deja sobre las finanzas públi- de la gestión y las medidas a adoptar, adaptados a las espe-
cas, en forma de medidas correctoras no interiorizadas. cíficas características de la costa de ese Estado, para que una
A una incapacidad generalizada de estos poderes públicos vez consensuado con la administración federal, pasara a ser
para dar respuesta a ese fenómeno masivo y de crecimiento la norma común aceptada, entrando en juego un sistema de fi-
explosivo se unió una forma de entender el ejercicio de sus nanciación conjunta de actuaciones, que sin la existencia de
competencias administrativas inadecuada a los nuevos retos. ese consenso no tenía lugar. La administración federal se com-
Esa incapacidad de los poderes públicos es especialmen- prometía a analizar la actuación de sus agencias federales (el
te grave en un espacio generador de transacciones económi- análisis de consistencia) en el Estado en cuestión, de acuerdo
cas intensas, que pone a prueba constantemente su capaci- con el Programa, de forma que se asegurara la no colisión en-
dad para enfrentarse con los agentes económicos. tre los objetivos de cada nivel.

10 I.T. N.O 61. 2002


Fig. 4. Calpe. En una costa densa siempre habrá dos usos que pugnen por espacio (parque natural y puerto).

Treinta años después, todos los Estados con costa marítima


(la ley también alcanza al los Estados ribereños de los Grandes
Lagos) tienen elaborado y desarrollado el Programa, habiendo
creado en algunos casos organismos ad hoc para su gestión.
La valoración de este proceso es positiva. “Una razón del
éxito (…) es la libertad individual de los Estados para elabo-
rar sus propios programas de gestión costera que mejor se
adecuen a sus particulares circunstancias físicas, sociales y
políticas”. T. Beatley (1994).
Este proceso, que merece, por lo dilatado de su experien-
cia y el éxito de su aplicación, un análisis profundo, contiene
alguno de los elementos que hacen viable una gestión coste-
ra integrada.
Fig. 5. Jávea. Enclaves singulares en los que sostenibilidad es igual a protección.
Uno es el carácter explícito del Programa. Es difícil, si no
imposible, consensuar una acción a plazo si los agentes lla-
mados a concertar no explicitan sus objetivos. Otra es la En ella las naciones signatarias del acuerdo asumieron la
adaptabilidad del Programa a la realidad local. La cesión obligación de presentar en la cumbre de Johanesburgo de
efectiva que el nivel federal hace de su posibilidad de actuar 2002 las estrategias nacionales de desarrollo sostenible.
autónomamente en los Estados va en beneficio de la adecua- La importancia de la asunción este principio se demuestra
ción de sus acciones a realidades territoriales muy distintas. en el hecho de que la propia Unión Europea lo ha interioriza-
Una amplia descripción de esta experiencia puede en- do, al máximo nivel constitutivo, en el Tratado de Amsterdam
contrarse en Gómez-Pina (1997 y 2002). de 1997, que en su artículo 2 establece que es objetivo de la
Unión promover el progreso económico y social y un alto nivel
El desarrollo sostenible de empleo y conseguir un desarrollo equilibrado y sostenible.
El desarrollo sostenible es otro concepto de gran potencia que Estas estrategias tienen por objetivo lograr una mejor ca-
emerge actualmente, aunque aplicado con carácter general. lidad de vida basada en el equilibrio entre los tres elementos
La Declaración de Río, adoptada en el seno de la Confe- de progreso, desarrollo y bienestar: el crecimiento económi-
rencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el De- co, la cohesión social y la preservación del medio ambiente.
sarrollo en 1992, ha dado carta de naturaleza al concepto de Este concepto, tan atractivo por plantear como objetivo el
desarrollo sostenible, concepto que ha tenido una gran difu- equilibrio e introducir lo que podríamos llamar una cierta éti-
sión, al aceptar las naciones que nos encontramos en un mo- ca histórica, de solidaridad intergeneracional, ha de ser exa-
mento crítico en cuanto al consumo de recursos naturales pa- minado con cierta atención en relación con la costa, o al me-
ra cimentar el desarrollo. nos en relación con nuestra costa.

I.T. N.o 61. 2002 11


Es claro cuál es el objetivo del desarrollo sostenible cuan- • La participación de los interesados en la formulación de so-
do nos encontramos en un entorno con una elevada cantidad luciones no ha sido la adecuada.
de recursos naturales que pudieran sufrir un deterioro irre- • La política y la legislación sectorial inadecuada y no coor-
versible debido a un desarrollo no sostenible. Dicho de otra dinada ha sido contraria a la gestión sostenible.
manera, si hablamos del desarrollo de la cuenca amazónica • La rigidez burocrática ha limitado la creatividad y la adap-
sabremos de qué estamos hablando. tación a las características locales.
¿Pero qué sucede en nuestras costas, intensamente pobla- • Las iniciativas locales en gestión sostenible han carecido de
das y donde la mayoría de esos recursos naturales ya han si- recursos y de apoyo superior.
do consumidos, precisamente en ese proceso de ocupación? Si analizamos la actuación de los diferentes agentes con
¿Cómo deberíamos entender ese concepto, en un espacio en presencia en la costa española, es fácil traducir a nuestra rea-
el que una parte importante de su actividad económica se ba- lidad estos problemas subyacentes.
sa en la construcción de nuevos alojamientos turísticos, y por Igualmente la Comisión propuso a ambos órganos, Parla-
lo tanto en el consumo de más espacio? mento y Consejo, la adopción de una propuesta de Reco-
Aquí el análisis se torna en extremo complejo. ¿Es la sos- mendación a los Estados miembros sobre esta materia.
tenibilidad un estado futuro del sistema, hacia el que puede Esta Recomendación sobre la aplicación de la gestión inte-
evolucionar con las medidas necesarias? ¿O por el contrario grada de las zonas costeras en Europa se adoptó, en decisión
no existe sostenibilidad posible si no regresamos a algún es- conjunta del Parlamento y del Consejo, el 30 de mayo de 2002.
tadio anterior del mismo desde el cual fundar esa sostenibili- En ella se insta a los Estados miembros a seguir los principios
dad futura? Dicho de otra manera, ¿el problema fundamen- de gestión integrada de las zonas costeras sobre la base de:
tal de nuestras costas es de protección o es de recuperación, a. Una perspectiva amplia y global (temática y geográfica)
reconstrucción y rehabilitación? que tome en cuenta la interdependencia y disparidad de
Es necesario profundizar en este debate y quizá definir “ex los sistemas naturales y las actividades humanas que ten-
novo” qué entendemos por sostenibilidad en nuestras costas, gan incidencias en las zonas costeras.
si no queremos que el propio concepto se vacíe de contenido. b. Una perspectiva a largo plazo que tenga en cuenta el prin-
En cualquier caso, de los veintisiete principios de la De- cipio de cautela y las necesidades de las generaciones ac-
claración de Río hay algunos especialmente adecuados para tuales y futuras.
nuestra realidad costera, como son el que llama a la aplica- c. Una gestión modulada en un proceso gradual que facilite
ción del principio de precaución en los procesos poco cono- las adaptaciones según surjan problemas y evolucionen los
cidos o de resultado incierto, o el de la internalización de cos- conocimientos. Ello exige una sólida base científica relati-
tes y beneficios ambientales en los procesos de producción y va a la evolución de las zonas costeras.
de prestación de servicios. d. Las características locales y la gran diversidad de las zo-
nas costeras de Europa, de forma que pueda responderse
Las propuestas europeas a sus necesidades prácticas con soluciones específicas y
En el camino de la creación de una política europea en ma- medidas flexibles.
teria de costas la Unión Europea concluyó en 1999 una serie
de Programas de Demostración (Proyectos Piloto en la deno-
minación española) que derivó hacia una propuesta de la Co-
misión al Consejo y al Parlamento Europeo sobre la Gestión
Integrada de Zonas Costeras.
En septiembre del pasado año 2001 la Comisión Europea
elevó al Consejo y al Parlamento Europeo las conclusiones ob-
tenidas de los Proyectos de Demostración desarrollados entre
1997 y 1999 en materia de Gestión Integrada de la Zona Cos-
tera. A esta comunicación añadió un documento de propuestas
denominado “Hacia una estrategia europea de gestión integra-
da de las zonas costeras-Principios generales y opciones políti-
cas”, que, además de formular diagnósticos de gran interés,
propone la adopción de una política europea en esta materia.
Es especialmente relevante el diagnóstico que figura en
este documento respecto a lo que denomina problemas sub-
yacentes, auténtica guía en negativo de una estrategia coste-
ra. Son estos problemas:
• La gestión de la costa ha adolecido de falta de visión y se ha
basado en conocimientos limitados de los procesos costeros.
• La investigación científica y la información se han manteni-
do alejadas de los usuarios finales. Fig. 6. Isla de Tabarca. La necesidad de un instrumento específico.

12 I.T. N.O 61. 2002


e. Un trabajo en sintonía con los procesos naturales y que res-
pete la capacidad de carga de los ecosistemas, con lo cual
las actividades humanas serán más respetuosas con el me-
dio ambiente, más responsables socialmente y racionales,
desde el punto de vista económico, a largo plazo.
f. La participación de todas las partes interesadas (interlocu-
tores económicos y sociales, organizaciones representati-
vas de los residentes de las zonas costeras, las organiza-
ciones no gubernamentales y el sector empresarial) en el
proceso de gestión, por ejemplo mediante acuerdos y se-
gún el principio de la responsabilidad compartida.
g. El apoyo y la participación de todas las instancias admi-
nistrativas competentes a escala nacional, regional y local,
entre las cuales convendrá establecer o mantener los vín-
culos adecuados para mejorar la coordinación de las dis- Fig. 7. Peñíscola. ¿Protección paisajística, cultural… o simplemente costera?
tintas políticas existentes. Según corresponda, se debería
proceder a establecer asociaciones con las autoridades re- vos distintos de cada nivel, sino de establecer un mecanis-
gionales y locales o entre las mismas. mo para hacer comunes esos objetivos, al modo que hemos
h. El recurso a una combinación de instrumentos destinados a citado para la experiencia americana.
facilitar la coherencia entre los objetivos de la política sec- • Integración disciplinar: que posibilite la aplicación de las
torial y entre la ordenación y la gestión. diferentes técnicas necesarias para la resolución del pro-
Se trata, en definitiva, de establecer las líneas de relación blema. Aquí el enemigo a combatir es la patrimonializa-
y comunicación entre los tres subsistemas costeros (Barragán, ción de un espacio por una sola técnica que ignore y ex-
1997): el físico-natural, el socio-económico y el jurídico-ad- cluya a las demás.
ministrativo. • Integración del conocimiento: convirtiendo el proceso de
El cambio que propone respecto a la situación actual es más gestión, investigación y formación, en un proceso integra-
que una estrategia de actuación y supone un esfuerzo en acom- do y recurrente, que optimice los conocimientos obtenidos
pañar el cambio cultural en la forma de entender la costa. de las propias acciones. Aquí el establecimiento de obser-
vatorios, la difusión de información, la monitorización de
experiencias, serán herramientas imprescindibles.
Una concreción • Integración social: ensanchando la base social del proceso
del concepto de integración sobre la base de la información y la participación, tendien-
La relativa vaguedad de estos conceptos requiere alguna ex- do a la creación de una auténtica cultura costera, de modo
plicación adicional. ¿Cuáles serían los aspectos de integra- que el impulso social mantenga en marcha el proceso.
ción de los que debería participar una estrategia concreta de
actuación en la costa? El caso español
Cuando hablamos de integración estamos hablando de: España tiene la organización administrativa propia de los paí-
• Integración geográfica: es decir, elección del ámbito ade- ses latinos. En ella las competencias son compartimentos casi
cuado para el análisis y las propuestas, que no será nece- estancos y en ellos se ejercen de manera exclusiva y excluyen-
sariamente el predefinido con otros fines (el dominio públi- te. Su rigidez administrativa es proverbial y las fórmulas que
co marítimo terrestre, por ejemplo), sino aquel, adoptado exijan cesión efectiva de competencias no parecen tener mucho
con total flexibilidad, adecuado para la solución del pro- futuro en el marco actual.
blema que se trate. En particular su legislación básica, la Ley de Costas de
• Integración temporal: con manejo del corto, el medio y el 1988, es totalmente ajena a los principios de integración que
largo plazo. Ya hemos hablado del ritmo de los procesos se han enunciado. Cabe recordar su nacimiento en un clima
naturales y solo en el largo plazo podremos manejar el es- de enfrentamiento competencial, que es quizá el extremo
cenario, por ejemplo, de subida de nivel del mar. opuesto de la integración que ahora se pretende, y que sigue
• Integración “horizontal”: con participación en el proceso de lastrando su aplicación efectiva.
todos los sectores implicados. Esta práctica es ajena a La ley carece de instrumentos de planificación y por lo
nuestra normativa común, que confía a un pobre proceso tanto de concertación.
de información pública la integración de los implicados. El tratamiento dado a la relación entre los instrumentos de
Solo será posible esta integración con sistemas activos de protección costera y la planificación urbanística es, por tímido,
participación. totalmente inoperante. Pretender que la costa se salvará apli-
• Integración “vertical”: con participación de los diferentes ni- cando una veintena de metros de servidumbre de protección
veles administrativos implicados. No se trata solo de una en los suelos urbanos no deja de ser un brindis al sol. ¿Por qué
mera coordinación administrativa, de conciliar los objeti- la ley no obligó a la homologación del planeamiento urbanís-

I.T. N.o 61. 2002 13


tico costero con los principios de la ley? Hoy subsiste planea- Por ello, entre la tentación unitaria y el localismo excesi-
miento municipal que colisiona no ya con los principios de la vo, parece que el ámbito regional se configura como el más
ley, sino con su propia literalidad. En la Comunidad Valencia- idóneo para abordar ese instrumento de integración que po-
na estos conflictos se manifiestan en un 27 % de su fachada dría ser el Plan de Costas. Ya hemos visto que las referencias
costera, lo que representa casi la mitad del suelo urbano. exteriores más válidas abonan esta idea, para conseguir las
Habida cuenta de la dificultad de producir naturalmente soluciones específicas y las medidas flexibles que se propug-
procesos de integración, ¿sobre qué base podría iniciarse el nan en los principios de la gestión integrada.
proceso de integración de las decisiones en relación con la
costa? Existen multitud de opciones (Clark, 1992), pero la más Una estrategia integrada contra la erosión
inmediata, sin tener que esperar a modificaciones legales fu- Hasta aquí las grandes palabras, los conceptos abstractos.
turas para favorecer los mecanismos de integración, es expli- Pero ¿qué quiere decir todo esto en concreto, en relación con
citar los objetivos de cada agente, y qué mejor para ese ob- los problemas reales de la costa?
jetivo que un Plan de Costas concertado entre ellos. Curiosa- Trataremos de esbozar lo que podrían ser las bases de
mente, a pesar de que estamos hablando del uso y protección una estrategia global en relación con el problema más ca-
de recursos muy escasos, no ha habido nunca un Plan de Cos- racterístico de la costa, que entra de lleno en la esfera de la
tas digno de tal nombre. ingeniería: la erosión.
Este Plan, que debería atender a los aspectos más signifi- Sobre un grave problema subyacente, como es la disminu-
cativos de la costa: la erosión, el paisaje, el urbanismo coste- ción de los aportes sólidos a las costas por efecto de la cons-
ro, la dotación de infraestructuras para el uso de la costa y la trucción de presas y otras actuaciones en el territorio que eli-
protección de sus enclaves y valores más característicos, en- minan estos aportes (reforestación, corrección de cauces, trans-
tre otros, es hoy el único instrumento viable de integración formaciones en regadío, etc.), otras causas próximas, conse-
que se perfila como válido y posible a corto plazo, en la ac- cuencia de la proliferación de actuaciones en la zona costera
tual distribución competencial y organización administrativa. (edificaciones e infraestructuras), han contribuido a agravarlo.
Y el Plan debería partir de la adecuación a las característi- Transversalmente, la ocupación de la costa se ha produci-
cas propias de cada espacio costero. Querer abordarlo apli- do a una distancia muy próxima del borde costero, destru-
cando los mismos principios a los acantilados cantábricos, a las yendo los cordones dunares, o invadiendo el perfil activo de
rías gallegas, a las marismas andaluzas y a las playas intensi- las playas. Esto, en un contexto de ignorancia de la realidad
vas mediterráneas sería un error, en el que ya cayó el redactor del proceso físico, no aparece como inmediatamente eviden-
de la Ley de Costas, que comprometería su puesta en marcha. te. Será la aparición de temporales de largo período de re-
torno la que ponga en evidencia esta realidad, cuando la
ocupación tiene un grado de consolidación, que la hace prác-
ticamente irreversible.
Para valorar este riesgo pensemos en la novedad de la
ocupación costera, apenas 40 años. Este período está por de-
bajo del período de retorno que cualquier planteamiento sen-
sato adoptaría como criterio de cálculo, por lo que la grave-
dad de este riesgo puede estar por comprobar todavía.
Esta proximidad al borde costero aporta otro factor de
riesgo, el de inundación. Temporales de bajo período de re-
torno (20 años), como los sufridos en noviembre de 2001,
ponen de manifiesto la vulnerabilidad de la ocupación coste-
ra a la intrusión del mar.

Fig. 8. Altea. Hitos costeros configuradores del paisaje. Fig. 9. El Saler. Dunas móviles.

14 I.T. N.O 61. 2002


Longitudinalmente, el efecto barrera de la construcción de sis tendencial muestra que se verán afectados por la erosión a
nuevos puertos y la ampliación de los existentes, así como la un plazo más o menos largo. Para ello la legislación no apor-
ejecución de obras de defensa de costa (diques y espigones) ta soluciones, ya que la técnica de protección elegida por nues-
inadecuadas, correspondientes a estadios más rudimentarios tra legislación de costas no permite esa proyección tendencial.
del conocimiento de los procesos costeros, han alterado la di- ¿Qué técnicas habrá que utilizar? Recordemos aquí la lla-
námica litoral, agravando los problemas existentes, poniendo mada a la flexibilidad en la aplicación de soluciones. Ni las
en riesgo infraestructuras y territorio costero. regeneraciones de playas son la panacea, ni los espigones
En la Comunidad Valenciana este problema afecta al 58 % transversales deben ser una posibilidad proscrita. Y en esa fle-
de la longitud de las playas, considerándose muy grave (y xibilidad habrá que incorporar la retirada planeada como
por muy grave entendemos tasas de retroceso superiores al una alternativa más. Habrá lugares en los que la expropia-
metro por año) en el 14 % de su longitud total. ción de bienes en riesgo será una alternativa económicamen-
La erosión representa también un riesgo para el manteni- te más ventajosa y técnicamente más fiable y ambientalmente
miento del atractivo de nuestras playas como base de la acti- más respetuosa que su defensa a ultranza. Para que ello sea
vidad turística, ya que en muchas zonas de la costa las pla- viable será necesaria una intensa remodelación territorial, que
yas llegan a tener características funcionales por debajo del precisará un consenso amplio entre los agentes implicados.
estándar de calidad deseable, ya sea en dimensiones o en ca- La eliminación del carácter de barrera de algunos puertos
racterísticas del sedimento. será el complemento imprescindible de la sostenibilidad de la
El riesgo combinado de inundación-erosión, agravado en estrategia a largo plazo. De la misma manera que se ha in-
escenarios hipotéticos de subida del nivel mar, nos permite teriorizado el principio de que el contamina paga, debería
afirmar que este es uno de los problemas de fondo de nues- establecerse el de que el que intercepta repone.
tra costa. ¿Cómo abordarlo a la luz de los principios que he-
mos enunciado? Conclusión
Hasta ahora hemos abordado los problemas de la erosión La gestión integrada se vislumbra como una oportunidad,
de forma local, con lo que los médicos llamarían tratamientos quizá la última, para invertir el proceso de degradación de
sintomáticos. Nada se ha hecho para atacar sus causas pro- nuestras costas.
fundas. La aplicación de los principios de la gestión integra- Su implantación supone una acomodación a los avances
da exigiría la formulación de una estrategia a largo plazo culturales en nuestra percepción de la costa y uno de sus obje-
(por desgracia bastante largo), que permitiera en unos años tivos será el de profundizar en el establecimiento de esa cultura.
afirmar que la situación es mejor que la actual, y que tiende a Su puesta en marcha efectiva requerirá grandes dosis de
un estado satisfactorio que se puede mantener de forma sos- imaginación y de cambio en nuestras pautas actuales de ac-
tenible en el tiempo. Esta sostenibilidad pasaría por la dispo- tuación. Pese a ello, existe la posibilidad de ponerla en mar-
nibilidad de recursos, económicos y materiales, dentro de cha de inmediato sobre la base de la planificación concertada.
unas cantidades razonables. De éstos, paradójicamente, la Y frente a los que piensen en el carácter utópico de todo
disponibilidad de recursos materiales, es decir de sedimentos lo que antecede, pensando en lo mucho que nos jugamos en
(de arena), para acciones de reposición de perfiles costeros ello, solo podemos recordar aquel lema del mayo francés del
estables puede ser el factor limitante, dada su escasez y la 68: “Sed realistas. Pedid lo imposible”. ■
conflictividad ambiental que conlleva su movilización.
Solo en el ámbito de una gestión integrada podrán contra-
ponerse los objetivos de obtención de recursos materiales con Vicente Cerdá García de Leonardo
Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos
los de protección medioambiental, de modo de que la decisión Jefe de la División de Puertos y Costas de la Generalitat Valenciana
(porque tendrá que producirse una decisión al respecto) esté
fundada, con todos los elementos de juicio sobre la mesa.
Quiere esto decir que la solución de la erosión, o mejor el
establecimiento de una estrategia a largo plazo, exige actuar
en la generación de esos sedimentos, y hacerlo donde éstos Bibliografía
– Barragán Muñoz, J. M., Medio ambiente y desarrollo en las zonas litorales, 1997.
se encuentran, es decir, en yacimientos terrestres y marinos, – Barragán Muñoz, José Manuel, Ordenación, planificación y gestión del medio lito-
en los lugares donde han quedado retenidos (también en tie- ral, 1994.
– Beatley, Timothy, An Introduction to Coastal Zone Management, 1994.
rra y en mar), ya sean presas, márgenes fluviales estabiliza-
– Clark, J.R., Integrated management of coastal zones, 1992.
dos, puertos y espigones costeros. – Comisión Europea, ETE. Estrategia Territorial Europea. Hacia un desarrollo equili-
Para ello es necesario incrementar el conocimiento cientí- brado y sostenible del territorio de la UE, 1999.
– Comisión Europea, Hacia una estrategia europea para la gestión integrada de las
fico sobre la realidad del proceso, que hasta ahora solo se zonas costeras. Principios generales y opciones políticas, 1999.
describe de forma local, avanzando en el conocimiento de lo – Comisión Europea, Lecciones del Programa de Demostración sobre la gestión in-
tegrada de las zonas costeras, 1999.
que pudiéramos llamar el ciclo sedimentario costero. – Gómez-Pina, Gregorio, Mejora de aspectos técnicos en el tratamiento integral de la
Al tiempo habrá que impedir el agravamiento del proble- costa. Informe final, 1997.
– Gómez-Pina, Gregorio, “La gestión integral de la costa en Estados Unidos: aspec-
ma. No es aceptable que a esta fecha sigan produciéndose im- tos positivos a considerar en el modelo español”, Ponencias del I Congreso de In-
plantaciones en la costa en lugares en los que un mero análi- genieria Civil, Territorio y Medio Ambiente, 2002.

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PÁGINA INTENCIONALMENTE
DEJADA EN BLANCO

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Intervenciones en la costa.
¿Ingeniería o ecología?
Carlos Peña Martínez

DESCRIPTORES
INGENIERÍA DE COSTAS
REGENERACIÓN DE PLAYAS
DINÁMICA LITORAL

Aspectos de la ingeniería que hace pocos años no tenían nin- las obras por una pequeña subestimación de este parámetro
guna relevancia profesional, han pasado a ser noticia en los nunca pueden ser muy grandes, son fácilmente reparables y
medios de comunicación casi a diario. Yo terminé la carrera de no suelen poner en peligro ni vidas ni propiedades. Sin em-
Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos en 1970. Salí de la bargo un error en la determinación de la dirección media del
Escuela con las nociones técnicas básicas de Carreteras, Obras oleaje puede dejar sin sentido todo un conjunto de obras de
Hidráulicas, Ferrocarriles, Estructuras, Geotecnia, etc., pero la regeneración de playas porque su diseño se basa fundamen-
dinámica costera ni se mencionó. Las cosas han cambiado y talmente en este dato.
hoy la Ingeniería de Costas forma parte de los planes de estu- Veamos un ejemplo:
dio de algunas Escuelas junto con las técnicas portuarias. El esquema básico para estabilizar (solemos utilizar el tér-
Es cierto que las técnicas portuarias y costeras se basan mino “rigidizar”) un tramo recto con espigones perpendicula-
en los mismos conceptos básicos; el medio es el mismo: el res a la costa es el de la figura 1. El diseño está basado en
mar; las olas que actúan como agentes exteriores son las mis- asumir que la energía media del oleaje incide con un ángulo
mas y, por tanto, la hidráulica que hay que estudiar y aplicar de 10° en relación con la línea de costa. Si una vez construi-
es la misma; las teorías de ondas son las mismas, aunque con do el sistema de espigones resulta ser que el ángulo de inci-
ciertas matizaciones; sin embargo, en cuanto avanzamos en dencia no es 10° sino 15°, la mitad de nuestra línea de cos-
el estudio un poco más allá de los conocimientos básicos, las ta se habrá quedado sin playa (Fig. 2).
técnicas difieren considerablemente. El problema puede solucionarse colocando espigones in-
A un ingeniero portuario dedicado a diseñar diques de termedios entre los ya construidos (Fig. 3) pero el resultado es
abrigo le preocupa fundamentalmente averiguar cómo serán un sistema con más espigones de los necesarios (Fig. 4) y con
las olas más grandes que pueden alcanzar el dique a lo lar- el consiguiente impacto paisajístico y funcional además de un
go de su vida útil. Si se equivoca subestimando este dato pue- sobrecoste.
den producirse averías en el dique con consecuencias catas- Si la rigidización se lleva a cabo con diques exentos en lu-
tróficas; si, por el contrario, lo sobreestima, los excesos de gar de diques perpendiculares a la costa, el resultado es simi-
costo en el dique pueden ser muy grandes; para este inge- lar o peor: un diseño basado en una incidencia del oleaje me-
niero no tiene mucha importancia saber cuál es la “dirección dio con un ángulo de 10° conduce al diseño de la figura 5; si
media” de los oleajes de todo el año. el ángulo en realidad es de 15°, la situación alcanzada es la
Para el ingeniero de costas el enfoque del oleaje es justa- de la figura 6; en el mejor de los casos se podrá “arreglar” el
mente el contrario. Lo importante no es conocer la altura de problema simplemente prolongando los diques, aunque eso
ola máxima porque los daños que pueden producirse sobre conduce a un impacto visual mayor y mayores sobrecostes en

18 I.T. N.O 61. 2002


1 2

Figs. 1 y 2. Diseño para un oleaje con incidencia de 10° y resultado real si la incidencia es de 15°.
15°

3 4

Figs. 3 y 4. Rediseño con espigones intermedios y diseño óptimo con incidencia de 15°.

5 6

7 8

Figs. 5 a 8. Figuras equivalentes a las 1, 2, 3 y 4 utilizando diques exentos en lugar de espigones perpendiculares a la costa .

tos de que disponemos para obtener esa dirección están to-


mados “a ojo” desde barcos en ruta. Estas medidas, por su
propia naturaleza de observaciones visuales, tienen errores tan
abultados, tienen tan poca precisión y tan poca fiabilidad, que
su utilidad es prácticamente nula cuando se trata de obtener
ese dato básico: la dirección de la energía media del oleaje.
La solución para el futuro está en la implantación de boyas
direccionales para medir y registrar de forma continua la al-
tura de ola y la dirección del oleaje. Son muy pocas las exis-
tentes y no es descabellado pensar que en la España moder-
na y próspera del futuro los municipios ricos cuya economía se
basa en el turismo de sol y playa, tengan y mantengan su pro-
pia boya direccional de oleaje de la misma forma que tienen
estaciones meteorológicas o estaciones de aforo del tráfico.
De momento, ante la carencia de datos fiables los pro-
Fig. 9. Cambrils (Tarragona) en mayo de 2001.
yectistas hemos de utilizar a fondo el principio de precaución:
no construir nada que pueda constituir una acción negativa
arena y escollera (Fig. 7), porque con el diseño de la figura 8 permanente e irreversible. Es una temeridad emprender una
sería suficiente. Se suele intentar solucionar el problema colo- gran acción de recuperación de playas sin tener muy claro
cando diques intermedios a los de la figura 5 o colocando otras cuál es el clima marítimo para el que se diseña.
estructuras intermedias, como en el caso de la fotografía de la Hemos de construir las mínimas obras que nos permitan
figura 9; en este caso, como puede verse, sin demasiado éxito. comprobar las hipótesis de cálculo; o investigarlas cuando ni
La conclusión es que en ingeniería de costas no podemos siquiera dispongamos de esas hipótesis de cálculo. No ha-
adoptar coeficientes de seguridad con el sentido que tiene es- cerlo así puede conducirnos a costas como las de las figuras
te término cuando lo utilizamos para calcular una estructura o 10 y 11, de muy dudosa funcionalidad, de muy fuerte im-
la estabilidad de un dique rompeolas. Al diseñar un sistema de pacto paisajístico y de muy altos e innecesarios costes.
rigidización de un tramo de costa no podemos equivocarnos al Pues bien, llegados a este punto hay que decir que para
presuponer una dirección media del oleaje. Ahí está el éxito o la línea de costa la forma más inocua de investigar y monito-
el fracaso de la obra costera; y el problema está en que los da- rizar el comportamiento de los sedimentos ante el clima ma-

I.T. N.o 61. 2002 19


Las críticas que este método suele recibir son de tres clases:
Foto: ALTAIR
1. No se atacan las causas del problema.
2. Los efectos y procesos que condujeron a la situación de de-
gradación anterior continuarán como antes.
3. La extracción de la arena del fondo del mar causa daños
importantes al medio ambiente marino.
Las dos primeras son ciertas siempre y la tercera puede
serlo en ciertas ocasiones:
a. Es cierto que no se atacan las causas del problema. Para
hacerlo tendríamos que eliminar las presas, que impiden
la llegada al mar de los sedimentos que arrastran los ríos,
los grandes puertos del litoral, que interrumpen el trans-
Fig. 10. Marbella (Málaga) en febrero de 1990.
porte longitudinal de sedimentos, las grandes urbaniza-
ciones que se contruyeron muy próximas a la línea de ori-
Foto: PAISAJES ESPAÑOLES

lla, y las fuentes de gases de efecto invernadero, que cau-


san la subida del nivel del mar.
b. Es cierto que los procesos de degradación y erosión conti-
nuarán como antes. Por eso la alimentación artificial re-
querirá futuras alimentaciones, en principio de forma in-
definida, y como solución definitiva a un problema solo
podrá ser adoptada tras un análisis económico compara-
tivo con las demás alternativas disponibles.
c. La tercera de las críticas no siempre es cierta; de hecho, ca-
si nunca lo es, y hoy existen técnicas de investigación sub-
marina que permiten cuantificar exactamente el impacto
que una extracción tendría sobre el medio ambiente. Eli-
minar, tergiversar o evitar estos estudios previos podría
constituir un delito ecológico, mientras que correctamente
realizados son garantía de impacto pequeño o nulo.

La arena como recurso


Cualquiera que sea el tipo de acción que nos propongamos
emprender, surgirá desde el principio la necesidad de utilizar
grandes cantidades de arena; a veces son necesarios millones
de metros cúbicos de arena. Cuando hace casi dos décadas se
hicieron las primeras alimentaciones de arena en playas es-
pañolas (playa de Palma en Mallorca; tramo Premiá-Mongat,
en Barcelona), el recurso parecía inagotable y el impacto de su
extracción, mínimo; sin embargo, hoy nos hemos dado cuenta
Fig. 11. Benalmádena (Málaga) en enero de 1990.
de que la arena no es inagotable y su extracción no es inocua.
Por otra parte, en amplias zonas del litoral español care-
rítimo es la alimentación aritificial pura y simple. En la mayo- cemos de yacimientos marinos que nos proporcionen arena
ría de los casos llegaremos a la conclusión de que, además, adecuada en cantidad y calidad para la regeneración de las
es el medio más barato de resolver un problema de regene- playas erosionadas.
ración de un tramo costero. Además, a veces la arena adecuada se encuentra bajo
Para quien no esté familiarizado con la terminología cos- amplias y tupidas praderas de fanerógamas marinas que con
tera diremos que la alimentación artificial supone colocar con su función clorofílica oxigenan el agua y con su simple pre-
medios artificiales la cantidad de arena necesaria para recu- sencia protegen y permiten la existencia de alevines de peces.
perar la playa. Naturalmente, con eso no atajamos ni ataca- Su conservación es esencial para la conservación del medio
mos las causas que originaron el problema erosivo que cau- ambiente marino (Fig. 12).
só la degradación o erosión de la playa. La alimentación ar- Nos encontramos, pues, ante el segundo gran reto de la
tificial no pretende eliminar las causas del problema sino re- ingeniería de costas del futuro: la gestión de la arena marina
solverlo de la forma más acorde con el medio ambiente cos- y, en el extremo, la producción artificial de arena apta.
tero, reponiendo la dinámica natural de sedimentos que tiene La ingeniería de costas se enfrenta al reto de resolver pro-
lugar en la costa, sin constreñirla ni limitarla con espigones, blemas de erosión costera sin causar daños irreversibles; sin
diques exentos u otras estructuras. provocar situaciones de degradación irrecuperable; sin poner

20 I.T. N.O 61. 2002


en peligro el futuro visto a largo plazo; en suma, aplicando
los principios del “desarrollo sostenible” tan mencionados en
la teoría y tan olvidados en la práctica diaria.
Como siempre que se utiliza para el consumo un recurso
natural limitado, la forma de disminuir la necesidad del re-
curso es reciclar los residuos. Es una práctica aceptada y ca-
da vez más implantada la recuperación y reciclado de papel,
vidrio, plástico…
La arena utilizada en la recuperación de playas también
ha de ser reciclada, recogiéndola de los lugares donde se
acumula con efectos indeseables o al menos no buscados y
utilizándola de nuevo allí donde es necesaria. No es otro el
objetivo de los trasvases de arena que los puertos deportivos
han de llevar a cabo como medida correctora del impacto
medioambiental que el propio puerto causa y para, de esa
forma, evitar de paso el aterramiento de la propia bocana.
Pero a pesar de los beneficios sociales, económicos y me-
dioambientales de esta medida, y a pesar de que entre las
cláusulas de la concesión administrativa para la construcción
del puerto figura la obligatoriedad de llevar a cabo los tras-
vases de arena, ninguno de los puertos construidos con ese ti-
po de concesión administrativa ha cumplido la cláusula del
trasvase (Fig. 13).

El medio ambiente marino


Porque es el medio del que extraemos la arena y porque es el
Fig. 12. Mata de Posidonia Oceanica, fanerógama exclusiva del Mediterráneo.
medio en el que ejecutamos nuestras obras de recuperación
o conservación, el medio marino ha de ser profundamente
Foto: ALTAIR

conocido por los ingenieros de costas.


Entre los ingenieros de caminos que se dedican a proyec-
tos de ingeniería de costas existe una cierta tendencia a de-
jar de lado los temas del medio ambiente y centrar la aten-
ción en los problemas puramente ingenieriles. En ocasiones,
cuando por convicción propia, por imperativo legal, o por
presión social se asume la necesidad de un profundo estudio
biológico, éste se lleva a cabo como si fuese una cosa muy se-
cundaria del proyecto.
En cierto modo la situación es similar a la de los arquitec-
tos que diseñan un edificio dejando que un ingeniero de cami-
nos les calcule la estructura pero con la idea de que esta tarea
es muy secundaria y sin excesiva trascendencia ni importancia.
En el caso de la ingeniería de costas el estudio de impac-
to ambiental es básico. Hemos de entender que la ingeniería
de costas es ingeniería civil e ingeniería medioambiental pe-
ro fundamentalmente lo segundo. Es cierto que nuestras obras
constituyen una importante infraestructura turística pero tam-
bién lo es que nuestro trabajo lo hacemos restaurando la na-
turaleza dañada, y que lo hacemos dentro de un entorno ex-
traordinariamente frágil, vulnerable y productivo. ■

Carlos Peña Martínez


Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos
Subdirector General Adjunto
Fig. 13. Puerto de El Masnou (Barcelona) en marzo de 1992. Dirección General de Costas

I.T. N.o 61. 2002 21


Los puertos en la costa.
¿Un diálogo posible?
José Llorca Ortega y Miguel Velasco Cabeza

DESCRIPTORES
PUERTOS-COSTAS
REGULACIÓN DE RÍOS
EROSIÓN DE PLAYAS
DESARROLLO PORTUARIO
EFECTO BARRERA
DESARROLLO SOSTENIBLE DEL LITORAL

Hasta bien entrado el siglo XX el único interés de la costa re- las playas para la construcción, se multiplican los vertidos
side en los puertos como focos de comercio y cultura, centros contaminantes al mar, surgen numerosas barreras al trans-
de transporte marítimo y actividades pesqueras, de defensa porte litoral de sedimentos, se reducen los aportes de sedi-
frente a invasiones y de expediciones militares. A su alrede- mentos al litoral y empiezan a aparecer fenómenos de ero-
dor crecen las principales ciudades costeras; sin embargo, sión de la costa que se van extendiendo poco a poco hasta
fuera de los entornos portuarios la costa no resulta un lugar generalizarse en toda la costa mediterránea y suratlántica,
agradable para vivir por los riesgos de invasiones o ataques provocando la desaparición de muchas playas y la pérdida
de piratas, porque el viento, el salitre y la humedad hacen es- de terrenos en la costa. Así, los fenómenos litorales y sedi-
tas tierras poco atractivas y, además, las marismas se consi- mentarios que a lo largo de siglos han impulsado un proceso
deran focos de enfermedades; incluso algunas ciudades me- de avance continuo de las tierras hacia el mar, en un proce-
diterráneas se alejan varios kilómetros hacia el interior de sus so lento pero continuado de aterramientos de bahías y ense-
puertos, como Valencia y Castellón. nadas y de crecimiento de las playas, de repente se paraliza,
Es a partir de los años sesenta cuando, impulsado por el y se inicia el proceso inverso con la desaparición de playas y
turismo, se revaloriza el litoral y se produce el traslado de la erosión de grandes tramos del litoral, que obliga a escollerar
población hacia la costa, mientras que las ciudades del inte- grandes tramos de costa, a construir obras de defensa y es-
rior se van despoblando, y en pocos años un espacio que ha- tabilización de playas y a aportar por medios artificiales
bía permanecido prácticamente inalterado durante miles de grandes volúmenes de arena para tratar de detener este pro-
años es urbanizado, ocupado por instalaciones turísticas, in- ceso, que hoy día parece imparable.
dustriales, infraestructuras del transporte y por puertos de- Ante este grave deterioro del litoral, precisamente cuando
portivos, sin tener en cuenta el frágil equilibrio de la franja li- las playas que se han transformado en los espacios de mayor
toral y sin adoptar medidas para garantizar la conservación valor de la costa empiezan a desaparecer, todas las miradas
de este escenario natural. acusadoras se vuelven hacia los puertos por varias razones.
Como consecuencia de la enorme demanda de usos y Los puertos representan las mayores infraestructuras que se
presiones que de repente comienza a soportar la costa apa- asientan en el litoral y además son las únicas que ocupan los
recen los primeros síntomas de deterioro de este frágil siste- tres elementos que lo caracterizan, la zona marítimo terrestre,
ma, desaparecen campos dunares, que constituían las reser- el mar y los fondos marinos. A su vez, en esos años se cons-
vas de arenas de muchas playas, enterrados bajo urbaniza- truyen cientos de puertos deportivos, en muchas ocasiones so-
ciones (Fig. 2), se interrumpe el transporte eólico debido a la bre las propias playas, y los primeros signos de erosión se
construcción de pantallas de edificios, se extraen áridos de manifiestan casi siempre aguas abajo de los puertos.

22 I.T. N.O 61. 2002


Fig. 1. Ciudad y puerto de Barcelona en el siglo XVIII.

Fig. 2. Punta Umbría (Huelva). Construcción de urbanizaciones sobre playa. Fig. 3. Efecto barrera producido por el puerto de Burriana.

Es indudable que los puertos pueden producir impactos en afectar a playas situadas algunos kilómetros aguas abajo del
el litoral donde se desarrollan, entre los que cabe destacar la puerto (Fig. 3), y este efecto ha sido la principal causa de en-
ocupación de zona marítimo terrestre, del mar y los fondos frentamientos puertos-costas.
marinos, las afecciones a la fauna y flora marina y terrestre, La incidencia oblicua del oleaje sobre el litoral origina
al patrimonio arqueológico, los impactos paisajísticos, los fe- una corriente paralela a la costa que transporta los sedimen-
nómenos de turbidez ocasionados por obras de dragados y tos a lo largo de ella y a profundidades muy reducidas. En el
rellenos portuarios, la contaminación accidental de las aguas Mediterráneo más del 90 % de los áridos útiles para la for-
por vertidos de productos químicos y combustibles relaciona- mación de playas discurre entre la línea de orilla y la bati-
dos con actividades portuarias, los impactos asociados al métrica menos seis. Esta corriente litoral tiene dirección neta
transporte tanto marítimo como terrestre, como por ejemplo Norte-Sur desde Gerona hasta el cabo de Gata en Almería,
ruidos o contaminación atmosférica, los efectos sobre la di- de poniente a levante entre la costa de Granada y Almería y
námica litoral, etc. La mayoría de estos impactos tienen un ca- en sentido contrario desde Granada a Gibraltar. En la costa
rácter local, afectando únicamente a las zonas ocupadas por suratlántica el transporte litoral, que es muy intenso –se estima
el puerto y su entorno litoral más inmediato. Únicamente el que en la costa de Huelva el volumen de sedimentos transpor-
llamado efecto barrera al transporte de sedimentos puede tados alcanza los 300.000 metros cúbicos anuales–, tiene di-

I.T. N.o 61. 2002 23


rección de poniente hacia levante. La única fuente de suminis- Aunque es cierto que la proliferación de puertos deportivos
tro de sedimentos en estas costas la constituyen los ríos, ram- cuya localización y diseño ha respondido, en general, a crite-
blas y arroyos que desembocan en el litoral, sedimentos que rios puramente comerciales (se trataba de hacer más atractiva
la corriente litoral distribuye a lo largo de la costa alimentan- una urbanización de playa que la de al lado por la existencia
do así de arenas las playas. de un puerto deportivo, en la mayoría de los casos buscando
La construcción de un puerto, o una obra marítima que la inversión mínima, sin tener en cuenta sus efectos sobre la
desde la costa se adentra en el mar, supone una barrera al playa, ni su viabilidad económica y funcional) ha producido
transporte de sedimentos, que puede ser total si la infraes- graves problemas de erosión, atribuir el proceso actual de ero-
tructura se prolonga hasta profundidades mayores de seis o sión de la costa mediterránea y suratlántica únicamente a los
siete metros. Las arenas quedan retenidas aguas arriba de la puertos responde a un análisis muy simplista y alejado de la
barrera, dando lugar a playas que crecen año tras año apo- realidad. El proceso actual de deterioro del litoral es mucho
yadas en ella; al otro lado de la barrera la corriente litoral más complejo y solo puede explicarse por un conjunto de fac-
continúa y, ante la falta de nuevos aportes, arrastra los sedi- tores que ya se destacaron, de forma muy acertada, en la Ex-
mentos de la playa, provocando un proceso erosivo que po- posición de motivos de la Ley de Costas de 1988:
co a poco avanza hacia aguas abajo hasta que nuevas fuen- “Diversos son los factores que han incidido negativamen-
tes de sedimentos (un nuevo río) compensan la pérdida de te sobre la conservación de este escenario natural, revalori-
áridos arrastrados por la corriente litoral. zado por el cambio de las costumbres humanas y por la civi-
Pero el efecto barrera producido por los puertos puede ser lización del ocio como fenómeno de masas. Por una parte la
evitado con un simple trasvase periódico de arenas, por me- disminución de aportes sólidos de los ríos y arroyos ha oca-
dios artificiales, de un volumen equivalente al volumen reteni- sionado la regresión del 17 % de la costa, debido a que por
do en ese período; es decir, basta con trasladar las arenas re- los embalses construidos y las repoblaciones forestales reali-
tenidas aguas arriba de la barrera a un punto del litoral si- zadas en el 80 % del territorio nacional, que incluye los terre-
tuado aguas abajo para que se restituya el transporte de se- nos abruptos y, por tanto, los principales suministradores de
dimentos a lo largo de la costa, anulando totalmente el efec- sedimentos, ya no aportan áridos a aquélla, a lo que hay que
to barrera. El coste de este trasvase de sedimentos represen- añadir en otros casos su reducción por la disminución de cau-
ta una cantidad muy reducida dentro de los gastos de explo- dal, debido a las captaciones de agua. A este olvido de que
tación de un puerto comercial o un gran puerto deportivo, si los áridos son un recurso escaso, con un largo o costoso pro-
bien puede hacer inviable la explotación de un puerto depor- ceso de renovación, hay que añadir la destrucción de dunas
tivo o pesquero de pequeñas dimensiones (Fig. 4). litorales, las extracciones abusivas de áridos y, en muchas
Al efecto barrera producido por los puertos se han atri- ocasiones, la ejecución de obras marítimas sin tener en cuen-
buido todos los problemas de erosión de las playas que se ta sus perjudiciales efectos, con barreras que bloquean el flu-
manifiestan desde hace cuarenta años, olvidando que en el jo de la arena a lo largo de la costa”.
pasado ya existían los puertos comerciales sin que apenas se Más adelante, en la misma, se señalan también como cau-
manifestaran signos de erosión en las playas situadas aguas sas de degradación del litoral la ocupación del dominio públi-
abajo. Así, puertos como Barcelona, Tarragona, Valencia, co marítimo terrestre por urbanizaciones y otras construccio-
Motril y Málaga, que en el pasado dieron lugar a grandes nes, la construcción de vías de transporte demasiado próximas
procesos de acumulación de arenas apoyadas aguas arriba, a la orilla y la destrucción y relleno de marismas. Es decir, que
sin embargo no han producido erosiones en las playas de su la propia Ley de Costas ya establece, claramente, que si bien
entorno hasta las ultimas décadas, cuando las erosiones en la los puertos mal diseñados son uno de los factores del deterio-
costa se generalizan, si bien en otros puertos sí se han pro- ro litoral, no son, ni mucho menos, el factor más importante.
ducido problemas de erosión desde el inicio de su construc- La aplicación de la Ley de Costas ha permitido actuar con-
ción, especialmente en algunos puertos del óvalo valenciano, tra muchos de los factores que han conducido al deterioro de
como Castellón, Burriana y Sagunto. una parte importante de nuestro litoral. Así, la protección y
ampliación del dominio público marítimo terrestre ha impedi-
do que continuara la extracción de áridos, la destrucción de
dunas y la construcción de urbanizaciones sobre las playas;
las nuevas servidumbres de tránsito, protección y acceso al
mar han alejado las edificaciones de la orilla del mar e im-
pedido las barreras de acceso; las disposiciones sobre con-
cesiones y autorizaciones en la costa permiten garantizar
que, por ejemplo, no se construyan nuevos puertos que pue-
dan alterar el equilibrio litoral, o imponer medidas que eviten
sus efectos negativos.
Sin embargo el proceso de erosión de la costa continúa
Fig. 4. Puerto de Salou, un puerto deportivo de pequeñas
acelerándose, de forma que ya no solo afecta a los entornos
dimensiones ocupando la playa. portuarios, sino que se manifiesta aguas arriba de los puer-

24 I.T. N.O 61. 2002


tos, como ocurre en las playas de Oropesa y Benicassim, al
norte de Castellón, en la playa de la Malagueta, o en las pla-
yas de poniente del puerto de Huelva, y en unidades litorales
donde no existe ningún puerto, como en la costa oriental de
Málaga o en la playa de la Victoria en Cádiz, y sobre todo en
la desembocadura de ríos, arroyos y ramblas; pues, a pesar
de que la Ley de Costas destacaba que la principal causa de
regresión de la costa era la disminución de aportes sólidos por
ríos y arroyos debido a la construcción de embalses, la dismi-
nución de los caudales que llegan al mar y la extracción de
áridos de los cauces fluviales, el proceso de regulación de los
ríos continúa y ya alcanza a la totalidad de los que desem-
bocan en el litoral mediterráneo y suratlántico, sin que se
adopten medidas correctoras o compensatorias para restituir
el suministro de sedimentos al litoral.
Una idea del alcance del proceso de regulación de los ríos
surgió al analizar las medidas compensatorias del proyecto de
ampliación del puerto de Castellón. El río que aguas abajo de-
bía restituir el suministro de sedimentos al litoral, el Mijares, un
río de carácter torrencial que nace a menos de cien kilómetros
de la costa, no puede hacerlo porque está regulado nada me-
nos que por siete embalses, de forma que, salvo en episodios
de tormenta, llega totalmente seco a su desembocadura en el
mar, y por consiguiente ya no aporta sedimentos a las playas, Fig. 5. Espigones de defensa de playa de Pedregalejo,
y su delta, que en el pasado servía de apoyo a la playa de Al- aguas arriba del puerto de Málaga.

mazora, se ha erosionado.
La falta de suministro de sedimentos al mar ha supuesto la ron que ser suspendidos, al poco tiempo, ante el riesgo de que
ruptura del equilibrio dinámico de muchas playas que ya no desaparecieran las playas apoyadas aguas arriba de esos
reciben nuevos aportes, pero de las que la corriente litoral si- puertos, pues la corriente litoral no devolvía a estas playas las
gue arrastrando las arenas para transportarlas a lo largo de arenas que de ellas se extraían para el trasvase. Actualmente
la costa, hasta que se pierden a grandes profundidades, al pie el único puerto que sigue realizando trasvases de arena es el
de un acantilado, o en un cañón submarino, o en el mejor de de Huelva, aunque ya la Dirección General de Costas está
los casos encuentran un obstáculo (un cabo, un saliente natu- planteando la posibilidad de utilizar las arenas retenidas por
ral o un puerto), donde se irán acumulando, lo que al menos el dique como almacén de arenas para alimentar también las
permitiría su aprovechamiento posterior para alimentar pla- playas situadas aguas arriba, que están en proceso de ero-
yas. Así en solo unas décadas se ha pasado, en el litoral es- sión por falta de suministro de aportes sólidos del, también re-
pañol, de un balance positivo de sedimentos que se ha refle- gulado, río Guadiana, que durante miles de años había ge-
jado en el crecimiento continuo de deltas y playas, a un ba- nerado e incrementado de forma continua estas playas.
lance negativo que ha conducido a un panorama de erosión La falta de sedimentos ha convertido a algunos puertos en
de playas e incluso a la pérdida de terrenos, que ha obliga- elementos fundamentales para garantizar la estabilidad de
do a los responsables de la gestión de la costa a adoptar so- las playas apoyadas en ellos, como la de Sagunto, la del Pi-
luciones de rigidización y estabilización de playas con diques nar, apoyada en el puerto de Castellón, la de la Malvarrosa,
y espigones (Fig. 5), que a su vez representan nuevas barre- apoyada en el de Valencia, o la de Poniente, apoyada en el
ras al transporte de sedimentos, abandonando las llamadas de Motril, que hace años que han dejado de recibir nuevos
soluciones blandas, consistentes en simples aportaciones de aportes de sedimentos, de forma que si se eliminaran esos
arena, que solo pueden aplicarse a playas encajadas o a pla- puertos, en poco tiempo desaparecerían las playas, y las are-
yas abiertas con una tasa muy baja de transporte neto litoral. nas arrastradas por la corriente litoral solo servirían para ali-
La escasez creciente de arenas explicaría por qué se ha mentar durante unos meses las playas situadas aguas abajo,
renunciado a la política de trasvases de arenas en los puer- para, finalmente, perderse hacia los fondos marinos.
tos, que se había iniciado en los años ochenta, ofreciéndola Así pues, el cambio de un escenario litoral con abundantes
como la solución perfecta al efecto barrera de los puertos, ya sedimentos a otro con una escasez creciente de sedimentos, ha
que permitiría restituir el transporte litoral de sedimentos y modificado también el papel de los puertos en el equilibrio lito-
anular sus efectos perjudiciales. Los trasvases de poniente a ral y abre nuevas posibilidades para que el desarrollo portua-
levante del puerto de Motril y del puerto de Adra, o los de rio futuro, en colaboración con los responsables de la gestión
Norte a Sur de los puertos de Castellón, Burriana, Sagunto o litoral, desempeñe un papel muy positivo en el desarrollo sos-
Valencia, que se iniciaron en la década de los ochenta, tuvie- tenible del litoral basado en una gestión integral de la costa.

I.T. N.o 61. 2002 25


El desarrollo portuario del futuro tos de atraque debe ser absorbida por los puertos y dársenas
La demanda de instalaciones portuarias es consecuencia del pesqueras que van quedando ociosas al reducirse la flota pes-
crecimiento del transporte marítimo de mercancías, del incre- quera, como está sucediendo en los puertos de Cambrils, Vi-
mento de los cruceros de ocio y de la necesidad de atraques naroz, Benicarló, Peñíscola, Barbate, Castro Urdiales, San Se-
para las embarcaciones de recreo. Como contrapartida, en bastián, etc. Otra parte importante de la demanda puede ser
los últimos años se ha producido una reducción importante de cubierta por las antiguas dársenas de los puertos comerciales
la demanda de instalaciones para embarcaciones pesqueras que, con calados reducidos y escasa superficie en tierra, han
como consecuencia de la crisis del sector pesquero. quedado obsoletas para las exigencias del tráfico de mercan-
La globalización de la economía, con la aparición de gran- cías y, sin embargo por su proximidad a las ciudades, condi-
des centros de producción en países muy alejados de los centros ciones de abrigo y dimensiones resultan muy adecuadas para
de consumo, exige medios de transporte cada vez mayores y la flota de recreo. En este sentido resultan modélicas las trans-
capaces de transportar grandes volúmenes de materias primas formaciones del Port Vell de Barcelona, las antiguas dársenas
y productos elaborados a distancias cada vez mayores. Solo el del puerto de Alicante (Fig. 6) o el Puerto Viejo de Gijón. Fi-
transporte marítimo puede dar respuesta a estas necesidades. nalmente será necesaria la construcción de nuevos puertos de-
Por otra parte, Europa se enfrenta al problema de capaci- portivos, sin descartar la ampliación de algunos de los puertos
dad de sus carreteras, a los elevados costes externos del trans- deportivos existentes, lo que tiene la ventaja de no añadir nue-
porte terrestre (contaminación atmosférica, accidentes, ruido vos efectos barrera al transporte litoral de sedimentos.
y congestión del tráfico), y se plantea cómo lograr una movi- Pero hoy día es poco probable un desarrollo de puertos
lidad sostenible utilizando un transporte eficaz, seguro y res- de recreo como el que tuvo lugar en los años setenta y ochen-
petuoso con el medio ambiente. La única respuesta es el trans- ta porque existe una mayor conciencia medioambiental, de la
porte marítimo. Por un lado el transporte marítimo tiene un que antes se carecía, porque se conocen los efectos negativos
consumo de energía del orden del 10 % del utilizado por el de este tipo de desarrollo y porque existen medios legales pa-
transporte por carretera y del 20 % del consumido por el fe- ra regularlo, como son la Ley de Costas y la legislación de
rrocarril, y sus costes externos (impacto sobre el cambio cli- evaluación de impacto ambiental.
mático, congestión del tráfico, ruido, accidentes y contamina- La construcción de nuevos puertos o la ampliación de los
ción atmosférica) representan el 10 % de los del transporte por existentes, sean comerciales o de recreo, debe enmarcarse en
carretera o ferrocarril; por otro lado, la inversión en infraes- un plan integral de gestión de la costa, de tal forma que no
tructura marítima es menor y más rentable que las inversiones solo se eviten sus efectos perjudiciales sino que posibiliten
en infraestructuras para el transporte terrestre. nuevas oportunidades de mejora y estabilización del litoral.
Por los puertos españoles transita aproximadamente el Estas posibilidades son reales y hay abundantes muestras de
85 % del total de las importaciones y el 70 % de las exporta-
ciones, y el 96 % del comercio con países de fuera de la Unión
Europea. El tráfico portuario en España a través de los puer-
tos de interés general del Estado se ha incrementado en los úl-
timos cinco años en casi un 25 %, alcanzando en el año 2001
los 350 millones de toneladas, y el crecimiento previsto para
los próximos años se estima en el 4 % anual. Este crecimiento
del transporte marítimo en España exige la ampliación de los
puertos existentes, buscando mayores calados, que demanda
la evolución de la flota mundial, y mayores superficies, que
requieren los nuevos sistemas de manipulación y distribución
de mercancías. No se prevé la construcción de nuevos puer-
tos comerciales en la costa mediterránea y suratlántica.
Pero así como no es previsible, en esas zonas, la cons-
trucción de puertos comerciales de nueva planta, la demanda
de puestos de atraque para embarcaciones de recreo crece
espectacularmente, como consecuencia de la evolución en Es-
paña hacia un turismo de calidad y por el incremento de la
demanda nacional asociado al crecimiento de la renta nacio-
nal, pues el número de embarcaciones de recreo en relación
con la población es muy inferior al de otros países, como Ca-
nadá, Francia, Holanda, países escandinavos, etc., con un cli-
ma y unas condiciones marítimas mucho más desfavorables.
Esta necesidad creciente de instalaciones para embarca-
ciones de recreo no tiene por qué ser satisfecha construyendo
nuevos puertos. Una parte importante de la demanda de pues- Fig. 6. Dársena deportiva en el puerto de Alicante.

26 I.T. N.O 61. 2002


Fig. 7. Creación de la playa de La Malagueta apoyada en el puerto de Málaga.

colaboración de los puertos en la mejora del litoral (Fig. 7), reteniendo las escasas arenas que suministraba el transporte
como aplicación práctica del concepto del desarrollo sosteni- de sedimentos hasta formar la playa de Alicante, más tarde
ble en el litoral, y que en España ya se ha puesto en marcha ampliada con aportes artificiales de arena. La regeneración
en un marco de estrecha y leal colaboración entre las Admi- de la playa de La Malagueta, aprovechando el apoyo que
nistraciones portuarias del Estado y las Administraciones Me- proporciona el dique del puerto de Málaga, se considera una
dioambientales, y particularmente las costeras, en este nuevo de las actuaciones más importantes de recuperación del lito-
escenario litoral caracterizado por la escasez de arenas. ral, que ha permitido estabilizar una playa de 2,5 kilómetros,
La construcción de un nuevo puerto en determinados pun- a la vez que protege y embellece el frente marítimo de la ciu-
tos del litoral, como, por ejemplo, inmediatamente aguas arri- dad. La construcción de la playa de Las Vistas (Fig. 8), en
ba de un cañón submarino, puede evitar que las arenas trans- 1994, utilizando el apoyo y protección del dique del puerto
portadas por la corriente litoral se pierdan hacia grandes pro- de Los Cristianos, ha sido una actuación que ha transforma-
fundidades, quedando retenidas aguas arriba del puerto, lo do una zona muy degradada del litoral en la mejor playa del
que permitiría utilizarlas más adelante para regenerar playas, sur de Tenerife y ha permitido demoler la primera alineación
convirtiendo así el efecto barrera en un efecto beneficioso pa- del dique del puerto, contribuyendo así a una importante me-
ra una mejor gestión del litoral; por otro lado, un diseño ade- jora paisajista de la zona.
cuado de los diques puede crear las condiciones marítimas Las ampliaciones de los grandes puertos comerciales, bus-
apropiadas para crear nuevas playas en su entorno o simple- cando mayores calados, muchas veces exigen grandes dra-
mente para ampliar o estabilizar la playa situada aguas arri- gados, que, en ocasiones, son de arenas idóneas para pla-
ba, es decir, se trata de utilizar los aspectos positivos de la yas. La escasez de arenas en el litoral y la oposición, muchas
modificación de la dinámica litoral por un puerto. veces difícil de entender, de diversos grupos sociales a la ex-
En la costa española existen numerosos casos de utiliza- tracción de arenas de los abundantes bancos del fondo del
ción de puertos para estabilizar o crear nuevas playas. El mar, aunque muchos de ellos sean auténticos desiertos mari-
ejemplo más antiguo sería la formación de la playa del Posti- nos, ha hecho que en los últimos años se haya tenido que re-
guet apoyada en el puerto de Alicante. Desde que se constru- currir a la explotación de canteras y la trituración de las rocas
yó, a finales del siglo XV, el primer espigón del puerto, ha ido hasta convertirlas en arenas para poder regenerar playas que

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Fig. 8. Playa de Las Vistas, creada gracias al apoyo proporcionado por el puerto de Los Cristianos.

se estaban perdiendo. Este hecho ha convertido a las arenas


de dragado portuario en un recurso valiosísimo para el man-
tenimiento, ampliación y creación de playas. Desde hace
años los puertos de interés general del Estado ponen a dispo-
sición de los gestores de la costa importantes cantidades de
arenas. Fruto de esta colaboración son actuaciones como la
regeneración de la playa de la Victoria en Cádiz, con la apor-
tación de 1.700.000 metros cúbicos de arenas seleccionadas
procedentes de la ampliación del canal de acceso al puerto de
Cádiz (Fig. 9), la ampliación de las playas de Mojácar, Car-
boneras y el Zapillo, en Almería, aprovechando 1.300.000
metros cúbicos de las excelentes arenas de dragado del puer-
to de Carboneras, la aportación de arenas a las playas de So-
mo y el Puntal procedentes de los dragados de mantenimien-
to del canal de acceso al puerto de Santander, o la aportación
a la playa de Castilla de 6.000.000 de metros cúbicos de are-
nas seleccionadas del dragado del puerto de Huelva.
La colaboración de los gestores de los puertos con los res-
ponsables de la costa se ha convertido en una necesidad, tan-
to para buscar las ubicaciones idóneas de los nuevos puertos,
como para diseñar los nuevos puertos de recreo y las am-
pliaciones portuarias, de forma que no solo se garanticen las
mejores condiciones de abrigo y maniobra en muelles y dár-
senas portuarias, sino que además en el exterior del puerto se
Fig. 9. Regeneración de la playa de la Victoria
creen condiciones para la mejora de sus entornos litorales. En
con arenas del dragado del puerto de Cádiz. este sentido las posibilidades son inmensas. A modo de ejem-

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Fig. 10. Playas y puerto deportivo en la zona de servicio del puerto de Gijón.

plo, las condiciones de abrigo y oleaje creadas en el frente Otro aspecto a destacar es la recuperación para el uso pú-
marítimo de la Ciudad Antigua de Palma de Mallorca por el blico de importantes zonas portuarias que han sido abando-
dique del puerto comercial, si bien no se buscaron y son fru- nadas por la actividad comercial. En este sentido resulta ejem-
to de la casualidad, podrían permitir la creación de una pla- plar la creación de las playas de Poniente y Arbeyal en la zo-
ya de más de dos kilómetros, en pleno centro urbano, sin más na de servicio del puerto de Gijón, que, junto con la recon-
obra que una simple aportación de arena, totalmente com- versión del Puerto Viejo, han transformado el frente marítimo
patible con el desarrollo sostenible de la actividad portuaria. de la ciudad (Fig. 10); o las actuaciones puerto-ciudad, como
La playa además serviría de protección del frente litoral e in- las ya ejecutadas de Alicante y Barcelona, y muchas otras que
tegraría de forma más natural el borde marítimo en la ciudad. están en ejecución o en proyecto, como las de Castellón, Va-
Por otra parte, Puertos del Estado defiende la filosofía de lencia, Cartagena, Almería, Málaga, Sevilla, Las Palmas, Te-
que la ocupación de un tramo de costa por la necesaria am- nerife, o Bilbao, entre otras.
pliación de las instalaciones portuarias puede ser compensa- Una planificación adecuada de la costa y la colaboración
da con actuaciones de mejora del litoral de los entornos por- razonable de los responsables de los puertos con los gestores
tuarios. En este aspecto Puertos del Estado está haciendo un de la costa abren un mundo de nuevas posibilidades de re-
esfuerzo muy importante, desde el punto de vista económico, cuperación del litoral, donde las infraestructuras portuarias,
incrementando la colaboración con la Dirección General de bien diseñadas y con una localización adecuada, pueden de-
Costas en los últimos años. Así, la Autoridad Portuaria de Al- jar de ser un elemento de distorsión del equilibrio litoral para
mería-Motril está financiando conjuntamente con esa Direc- convertirse en un factor de estabilidad, recuperación y mejo-
ción General las obras de regeneración y estabilización de la ra de nuestra costa, demostrando que el diálogo puertos-cos-
playa de Torrenueva, en Motril; la Autoridad Portuaria de Cas- tas no solo es posible sino que resulta imprescindible para lo-
tellón está ejecutando las obras de regeneración de la playa grar el desarrollo sostenible del litoral. ■
de Almazora; la Autoridad Portuaria de Tarragona ha reali-
José Llorca Ortega* y Miguel Velasco Cabeza**
zado varias obras de mejora de la playa de la Pineda y va a *Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos
acometer las obras de ampliación y estabilización de la playa Presidente de Puertos del Estado
del Racó; y la de Huelva está redactando un gran proyecto de *Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos
aportación de arena a diversas playas del litoral de Huelva. Jefe de Área de Políticas Ambientales

I.T. N.o 61. 2002 29


PÁGINA INTENCIONALMENTE
DEJADA EN BLANCO

I.T. N.O 61. 2002


PÁGINA INTENCIONALMENTE
DEJADA EN BLANCO

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El borde litoral: identidad y proyecto
Ramiro Aurín Lopera y Juan José Muñoz Pérez

DESCRIPTORES
LITORAL
PASEO MARÍTIMO
CAMINO DE RONDA
ORDENACIÓN TERRITORIAL

Ya se ha apuntado en esta revista1 y 2 la oportunidad, cuando La identidad litoral


no la necesidad, de que la “identidad del territorio” condi- La especificidad más absolutamente común a todos los terri-
cione paradigmáticamente las soluciones de proyecto en las torios litorales es, sin duda, su naturaleza de interface entre
intervenciones sobre ese territorio. Por lo tanto, la “identifica- la tierra firme (con su variado conjunto de morfologías posi-
ción” del territorio, más allá del análisis de los estudios pre- bles) y el mar, que sin duda representa, cada vez más, el es-
vios, mediante la síntesis perceptiva de los mismos, es el ci- pacio natural más autónomo del planeta. Ese sería, pues, el
miento necesario para una sólida y eficiente incardinación primer concepto identitario “fuerte” del territorio litoral: la
del proyecto en el territorio. Este desentrañamiento del jero- transitividad, entre una tierra firme, que la presión urbaniza-
glífico territorial, este discernimiento entre lo que es genoma dora y la naturaleza dotan de un carácter extraordinaria-
del territorio y lo que es el ruido superfluo, no es en absoluto mente variable, y el mar, cuya presencia induce, en cambio,
evidente. Fisiografía, naturalidad, densidad, características una percepción mucho más unívoca y ancestral (más allá de
de la memoria histórica, grados y tipos de urbanización, ca- las peculiaridades del clima).
lidad e intensidad de la identidad cultural y un largo etcétera La variable cultural se plasma, en lo material, en la forma
configuran una compleja matriz de variables que toman pro- en que el territorio ha quedado conformado históricamente
tagonismos alternativos y diversos según la naturaleza del te- por la urbanización y el resto de usos del suelo y, en lo in-
rritorio, que hace ciertamente difícil la elaboración de una tangible, en la percepción que los habitantes y los usuarios de
metodología (o teoría) general para la interpretación siste- la franja litoral tienen de la misma.
mática del territorio. Quizás la única sistemática que a este Esta variable cultural impide un análisis tipológico consis-
respecto se está desarrollando en la actualidad se deba a Sal- tente y completo, que sí sería posible en un marco exclusiva-
vador Rueda y a su Agencia de Ecología Urbana de Barcelo- mente físico-climático. Pero ese impedimento conlleva tam-
na, si bien es cierto que sus interesantes trabajos de análisis bién la posibilidad de evolución de ese espacio litoral como
de la información territorial se centran, de momento, en en- espacio simbólico y de significación.
tornos fuertemente urbanizados. En lo que sigue vamos a re- El mar, en su condición indomable, genera un espacio li-
flexionar sobre la identidad de la franja litoral, primero de mítrofe y transitivo, donde es irrenunciable la percepción de
una forma general, poniendo de manifiesto los conceptos la violencia y la belleza, de lo bello y lo siniestro, pero es jus-
identitarios que comparte la diversa fenomenología de terri- tamente en ese espacio entre lo numénico, donde nos fundi-
torios litorales, para centrarnos después en casos concretos y mos con nuestra matriz biológica, y los inefables enigmas de
en los análisis y desarrollos proyectuales específicos. lo por conocer, donde habita el carácter de lo específicamen-

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te humano. Así, los límites con lo infrahumano y lo suprahu- forma positiva, o de manera antinómica, utilizando el refe-
mano se solapan en la franja litoral. Nada más adecuado pa- rente negativamente, contraponiendo el proyecto a la reali-
ra el habitante del límite que es el ser humano, que un terri- dad preexistente, o de ambas maneras a la vez, negando
torio de preguntas y no de certezas, entre la redundancia de con el proyecto lo construido, utilizando como antinomia una
lo ya colonizado y la desolación de lo innombrable. metáfora de lo destruido.
Esta reflexión es necesaria para entender que la episte-
mología de la franja litoral, lejos de ser evidente, hunde sus Paseo marítimo de Sanlúcar de Barrameda
raíces de lleno en lo antropológico, y en los procesos de re- Sanlúcar de Barrameda está situada en la zona norocciden-
troalimentación entre el contexto y su percepción. tal de la provincia de Cádiz, junto a la desembocadura del
En una filosofía de ordenación del territorio en la que el río Guadalquivir y enfrente del Parque Natural de Doñana.
proceso general de urbanización tenga entre sus factores li- Justamente son las dunas y los pinos del parque natural los
mitantes las propias características fisiográficas de cada uni- que definen el horizonte desde la fachada marítima urbana.
dad territorial, más allá del interés biótico que pueda tener, Esa misma fachada ha crecido sobre el inmenso arenal que
es evidente que la franja litoral tendrá, en ese contexto, un originalmente se extendía a los pies de Sanlúcar, reduciendo
lugar singular. De hecho, la única legislación que consagra en algún punto la playa disponible en pleamar a una estre-
la protección y la limitación de la urbanización de un espa- cha franja batida por las olas. Los objetivos del proyecto
cio por su mera condición fisiográfica, es, a pesar de sus li- eran, por una parte, definir el borde litoral de un municipio
mitaciones, y de los “temores” de los que siempre ha estado tan singular como Sanlúcar, enclavado en el límite de la más
rodeada, la Ley de Costas. Esta ley debería inaugurar una valiosa zona natural de España, que extendiéndose por la
cultura de los límites de la urbanización necesaria para el margen derecha en forma de parque natural, proyecta per-
equilibrio y coherencia de nuestra civilización y para el pro- manentemente sobre el núcleo urbano un paisaje propio de
pio negocio inmobiliario. insoslayable belleza, que en algún tiempo se extendió tam-
No es casualidad iniciar la reflexión sobre la identidad y bién por la margen izquierda. Por otra parte había que recu-
el proyecto en el borde litoral con una referencia a la Ley de perar superficie de playa allí donde fuera más escasa, resol-
Costas, porque al definir esta ley el carácter singular de todo ver un viario excesivo y heterogéneo, solucionar los proble-
el territorio costero, así como la protección sistemática del mas de aterramiento por arena de la red general de colecto-
mismo frente a la urbanización y a los usos ambientalmente res y los impactos provocados por la desembocadura de los
inadecuados, convierte a la franja de servidumbre de paso en arroyos sobre la playa.
un límite, en un área de carácter fronterizo y transitivo. La ganancia de playa implica necesariamente el retran-
En este contexto, la estructura urbanizadora que mejor queo de la línea de urbanización. Por otra parte, la experien-
encarna el carácter transitivo y fronterizo del borde litoral se- cia local aconsejaba levantar el paseo respecto de la playa,
rían, con intensidades diversas, el paseo marítimo y el cami- para evitar que los días ventosos fuera invadido por la arena.
no de ronda.
El carácter fronterizo es obvio, y se produce transversal-
mente al camino: en seis metros cambia sustancialmente la
normativa legal aplicable al territorio. A un lado de la línea,
en el interior, aparecen todas las formas posibles de urbani-
zación y/o presión urbanizadora, incluidas, aunque sean mi-
noritarias, la ausencia de urbanización y/o la protección fren-
te a la misma, vía algún instrumento legal. Al otro lado de la
línea, el del mar, la única urbanización permitida es la dota-
ción de accesos y servicios para los usos ciudadanos que se
consideran adecuados, básicamente lúdico-turísticos, y de for-
ma menor actividades pesqueras tradicionales vinculadas a Fig 1. Sanlúcar de Barrameda. Vista general.
los núcleos de población.
El sentido transitivo se produce longitudinalmente al camino
(o paseo), conectando a través del territorio, de forma más o
menos continua, las diferentes puestas en escena del proceso ur-
banizador por un lado, y los diversos paisajes litorales por otro.
También hay una transitividad transversal que se mani-
fiesta en su versión mínima en la propia sección del paseo o
camino, y en su versión óptima en la existencia de un ancho
de protección más allá de la servidumbre de paso.
Esta identidad fuerte y diversa de la franja costera permi-
te apoyar en ella el discurso de los proyectos a desarrollar,
ya sea metafóricamente, es decir, utilizando el referente de Fig. 2. Sanlúcar de Barrameda. Simulaciones de la propuesta.

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De la proyección de las dunas de la margen derecha so- “La platja dels Terrers” en Benicássim
bre la izquierda resultó una rasante doblemente ondulada, en Como consecuencia tanto de las diferentes construcciones
planta y en alzado, donde la zona más deficitaria en playa costeras aparecidas en los últimos cincuenta años, como de la
se hacía coincidir con la concavidad más pronunciada en disminución del flujo de sedimentos, las costas de Benicássim
planta, en un contexto de retranqueo general del borde exte- han sufrido en el pasado procesos erosivos que llevaron a la
rior del paseo. Dirección General de Costas a la regeneración con arenas de
El acceso desde la arena al paseo, que se sitúa entre 0,5 algunas de las playas. En la actualidad únicamente la deno-
y 2,5 metros por encima de la playa, se resuelve mediante minada playa de “Els Terrers”, de unos 1.000 metros de lon-
una rampa continua y ondulante, que pasa tangente al pa- gitud, queda por regenerar. A la vista de esta evidencia, y an-
seo por los puntos bajos del mismo, y que conecta con la te la demanda social, manifestada tanto por el Ayuntamiento
arena en los pasos del paseo por sus puntos altos. Este mo- de Benicássim como por las asociaciones de vecinos de la zo-
vimiento vertical de la rampa, con igual longitud de onda na, la Dirección General de Costas encargó, mediante el pro-
que el alzado de la cinta peatonal, pero con una amplitud cedimiento de concurso, el proyecto de “Adecuación y res-
significativamente mayor, enfatiza la sensación ondulatoria tauración ambiental de la Platja dels Terrers”.
en el plano vertical. En la actualidad los mil metros de la Costa de Benicássim
El pavimento, y los muros 5:1 del paseo, se construirán en popularmente conocida como “La platja dels Terrers”, presen-
hormigón especial, con un acabado antideslizante y de color ta una estrecha franja supralitoral, que en invierno es apenas
arena, también como metáfora del arenal al que pertenecía transitable, con un substrato de bolos, cuyo tamaño va decre-
todo el espacio ocupado. Los muros se tratan con chorro de ciendo transversalmente hasta desaparecer en la playa su-
arena, para diferenciar y enfatizar la textura. mergida, constituida por arenas finas.
Para solucionar la sección transversal, y conectar el paseo Nos encontramos ante una playa en regresión, formada en
peatonal elevado con la rasante actual de la fachada edifica- la base de acantilados bajos, ocupados por edificaciones de
da, se articula un talud de pendiente variable, que en los pun- tipo unifamiliar hasta el mismo borde, y prácticamente sin so-
tos bajos coincide con la propia del pavimento de hormigón, lución de continuidad. Así, el mar no es visible desde el viario
y que en los puntos altos se levanta y se ajardina mediante la superior, que discurre paralelo a la costa y a pocos metros de
plantación de árboles y arbustos propios de ese entorno y la la misma, excepto en un tramo de 100 metros, donde se ubi-
replantación de las palmeras del tipo washintonia existentes ca un acceso en estado ruinoso, sobre un talud sin uso y en es-
en el paseo actual. Los taludes más altos se dotan también de tado lamentable. En la actualidad hay cuatro accesos públicos
rampas y/o escaleras de acceso desde la rasante inferior. La a la playa “dels Terrers”, fundamentalmente estrechos y mal
colocación de la iluminación, la vegetación, el mobiliario ur- iluminados, y otro privado, pero de las mismas características.
bano y los espacios reservados a restauración, en una se-
gunda línea paralela a la fachada construida, subraya la
continuidad entre playa y pavimento peatonal, que queda
como una superficie ondulada y libre de obstáculos.
Respecto al viario, la decisión básica ha sido reducir el
actual, homogeneizándolo y racionalizándolo. Así, en el tra-
mo más al norte, junto al Club Náutico, se elimina toda cir-
culación rodada que no sea de servicio, es decir, se peatona-
liza. En el resto, la Calzada del Ejército, perpendicular al pa-
seo, lo divide en dos, el situado al norte, conectado con el tra-
mo peatonal, que tiene un solo carril de circulación en una di-
rección y otro carril para aparcamiento, y el situado al sur, Fig. 3. Aspecto característico de la playa “dels Terrers”, constituida por bolos
de cierto tamaño, con afloraciones rocosas, y en varios puntos casi inexistente.
con dos carriles de circulación y otro de estacionamiento en
batería. Esta distribución del espacio viario soluciona todos
los problemas de acceso a y desde el paseo marítimo, y nos
permite, junto a algunas ganancias en la cinta peatonal, el re-
tranqueo necesario para la recuperación de playa.
El proyecto de paseo marítimo de Sanlúcar de Barrameda
repara modestamente la inapropiada ocupación del arenal
preexistente (ya que en lo fundamental se trata de edificación
consolidada), pero sobre todo, dota al límite litoral del núcleo
urbano de una estructura transitiva transversalmente y que al
establecer el reconocimiento de su origen y naturaleza pro-
pone el final de las actuaciones depredadoras sobre la sensi-
ble franja marítimo-terrestre, al tiempo que mejora su atracti- Fig. 4. Aspecto actual que ofrece la zona donde se ubicarán
vo ciudadano y turístico. los nuevos mirador y acceso en rampa.

34 I.T. N.O 61. 2002


Fig. 5. Planta general del proyecto.

Fig. 6. Detalles del proyecto.

El efecto de la acción del mar se deja ver en los desper- Nos encontramos aquí con un contexto en el que la playa
fectos en los bajos de las edificaciones, y en las erosiones en probable era una mezcla de los bolos y gravas naturales del
la base de los acantilados. sustrato, y de las arenas finas de la playa sumergida, todo
El tramo de costa a restaurar se encuentra limitado a nor- ello enmarcado a derecha e izquierda por sendas playas ar-
te y sur por dos espigones que contienen sendas playas rege- tificiales de arena apoyadas en espigones perpendiculares a
neradas con arena. la costa. Por otro lado, “Els Terrers” se sitúa en el centro de un
Los objetivos del proyecto son: tramo urbano sin visuales sobre el rompiente del mar.
• La creación de una playa estable en la zona de “Els Terrers” La solución adoptada fue la de regenerar la playa con
para uso y disfrute ciudadano. gravas de cantos rodados, de tamaño de 10 a 50 milímetros,
• La construcción de un mirador y un acceso significativos en que se relaciona bien con la naturaleza del sustrato y aporta
la única zona disponible en la actualidad en toda la fa- diversidad a las playas de su entorno. En una zona con alta
chada de “Els Terrers”. capacidad de transporte sedimentario litoral, la utilización de
• El acondicionamiento de los accesos existentes, que tendrán gravas reduce el transporte a una tasa del 1 % al 15 % del que
una función y una demanda mucho más exigentes, cuando se produciría en una playa de arena. Por otra parte, frente a
la nueva playa sea una realidad. los temporales, la grava conforma un perfil de equilibrio con
• La dotación de servicios específicos a la nueva playa (du- una cresta, que en nuestro caso puede llegar hasta los cuatro
chas, w.c., bar, etc.). metros de altura, que supone una evidente defensa para los
• La creación de un itinerario peatonal que conecte la nueva bienes que quedan a su espalda, incluido el resto de la playa
playa con las dos que la circundan, compatible con la Ley seca. Se han proyectado también tres diques exentos, a pro-
de Costas. fundidades de entre 3 y 3, 5 metros y de unos 140 metros de

I.T. N.o 61. 2002 35


longitud cada uno. Los tres diques se construyen sin núcleo, hormigón, en plena zona de rompiente del oleaje y a unos 18
para evitar la contaminación por finos de la pradera de po- metros de la fachada edificada a lo largo de más de 1.000 me-
sidonia oceánica cercana. La cota de coronación será +0,5, tros y a unos 25 metros en los 400 metros de transición desde
por motivos constructivos. Estos diques reducen la altura de la la zona portuaria del Portixol. Este dique se levanta aproxima-
ola incidente y, al tiempo que protegen las zonas más sensi- damente un metro sobre la rasante de la fachada edificada. A
bles (como el mirador y el área de servicios), nos ayudan a continuación se completa la pavimentación para peatones y ve-
conformar la nueva playa en planta, creándose tres arcos que hículos en una franja de unos nueve metros. En ese momento,
dan carácter y definición al conjunto y a las partes. entre la zona pavimentada y el dique se había extendido una
El mirador es un paralelepípedo de 3 x 3 x 94 metros, capa de tierras sobre las rocas del sustrato, y para evitar que
construido en hormigón, organizado en luces de seis metros. el efecto combinado de materiales sueltos y agua proveniente
Los cerramientos verticales que llegan desde la rasante supe- del mar o/y la lluvia ensuciara constantemente la banda pavi-
rior hasta la playa se resuelven en madera cuando hay que mentada se construyó un murete provisional de 40 centímetros
revestir hormigón, y en cristal translúcido o transparente de altura. El paseo que finalmente se construyó, y que es el ac-
cuando cerramos entre pilares. Este juego de transparencias tual, se levantó hasta la cota superior del dique defensivo. Que-
y opacidades nos permite la creación de un cierto “clímax” da, por lo tanto, en general, a algo más de un metro por enci-
desde la rampa de acceso a la playa. ma de la rasante de la calle, con un ancho de nueve metros (ex-
El tránsito peatonal entre “Els Terrers” y las playas adya- cepto en el tramo de transición), encajonando peatones y vehí-
centes, así como el que se recoge en los diferentes accesos culos en otros nueve metros y entre los muros del paseo y de las
existentes (y convenientemente restaurados en el proyecto) se viviendas. Adicionalmente, el pavimento a dos aguas del pa-
canaliza mediante una pasarela de madera, que queda for- seo elevado desvía hacia tierra firme la mitad de las aguas que
malizada como reflejo de las ondas de la planta de la propia del cielo o del mar caen sobre él, lo que sumado a la falta de
playa. La zona prevista para restauración, juegos y solarium pendiente longitudinal y de adecuados sistemas de drenaje ha
de invierno le da a la nueva playa la necesaria dimensión de provocado con frecuencia pequeñas inundaciones a lo largo y
equipamiento, no ya turístico sino ciudadano. ancho de la rasante inferior. La sección del paseo se completa-
Como podemos ver en las fotos del estado actual de “Els ba con una alineación de parterres-banco de planta circular,
Terrers”, una vez más, el problema viene con la solución de- que alojan cada uno un tamarindo, que es el único arbusto de
bajo del brazo. porte más o menos arbóreo (que no árbol) capaz de sobrevi-
vir en una zona dominada, por su propia ubicación y natura-
El paseo marítimo del Molinar, leza, por la influencia marítima. De la oportunidad de plantar
en Palma de Mallorca tamarindos donde antes rompían las olas hablan las imágenes
Este tramo del litoral de Palma tiene una historia ilustrativa de mejor que nadie. Igualmente del color estrictamente gris que
la evolución de muchos tramos de costa en las proximidades de gobierna la obra en el mediterráneo y luminoso ambiente de
los núcleos urbanos. Así, a partir de unas ciertas edificaciones Palma. Frente a este “escupiré sobre tu cadáver”, también aquí
aisladas, claramente construidas en zona de influencia maríti- puede buscarse la solución en la identidad del territorio y en las
mo-terrestre, se acaba definiendo una alineación de fachada leyes de la física. Así, en lugar de separar verticalmente las dos
que acaba sufriendo en cierta medida los efectos de los tem- rasantes, atunelando (lo que afecta sobre todo al futuro carril-
porales, lo que fuerza obras de protección, que solo pueden bici) la inferior y provocando serios problemas de drenaje, se
ubicarse ya sea sobre arenales y playas o sobre las rocas ba- propone dar continuidad a la rasante inferior con pendiente
jas que, como en este caso, emergen sobre el nivel del mar. La hacia el dique, en el que se insertan salidas para las aguas su-
defensa de una línea de urbanización ya consolidada legitima perficiales, diseñadas de forma que evitan la entrada del mar
entonces ocupaciones completamente inapropiadas desde el a su través. La memoria de lo que fue se evoca colocando ro-
punto de vista ambiental, y que dan lugar a interpretaciones cas que afloran a través del pavimento de piedra natural de la
perversas y sesgadas sobre el qué hacer con esa franja litoral. cinta peatonal. Igualmente se propone interrumpir pequeños
Así, en el paseo del Molinar se construyó un dique defensivo de tramos del dique de hormigón con escollera, para romper la

Fig. 7. Aspecto actual del Paseo del Molinar. Fig. 8. Aspecto actual del Paseo del Molinar. Tamarindos y bancos.

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Fig. 9. Palma de Mallorca. Planta de un tramo del proyecto.

Figs. 10 y 11. Palma de Mallorca. Secciones actuales.

Figs. 12 y 13. Palma de Mallorca. Secciones modificadas.

monotonía de la alineación recta, y para incorporar una textu- das con incomprensiones, cuando no con intereses económi-
ra más próxima al sustrato. El mobiliario urbano se propone cos, corporativos o políticos. Con frecuencia los proyectos y
escenográficamente como pecios de un naufragio, como reco- las obras se juzgan en función de su protagonista político y
gido entre las rocas emergentes. A pesar de la impropiedad de no de su valor funcional y formal para el territorio. ■
colocar vegetación en esa franja de zona marítimo-terrestre,
mostramos en las secciones la versión en la que los tamarindos
Ramiro Aurín Lopera y Juan José Muñoz Pérez
existentes se trasplantan, agrupándolos en algunas zonas del Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos
paseo, dado el sentido patrimonial de algunos vecinos respec-
to a la posibilidad de trasplantarlos a zonas más apropiadas,
Notas
donde pudieran desarrollarse más convenientemente. 1. Aurín Lopera, Ramiro y Cabrera Tosas, Francisco, “Sobre la identidad del territo-
No sabemos qué se acabará construyendo, porque la re- rio”, OP Ingeniería y Territorio, nº 55, Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales
y Puertos, Barcelona, 2001.
cuperación de texturas y sensaciones mediante la restaura- 2. Sabaté, Joaquim, “En la identidad del territorio está su alternativa”, OP Ingeniería y Te-
ción del litoral choca en las áreas más habitadas y construi- rritorio, nº 60, Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, Barcelona, 2002.

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Los bordes marítimos
de Barcelona y Río de Janeiro
Manuel Nóvoa

DESCRIPTORES
GEOGRAFÍA
URBANISMO
INGENIERÍA MARÍTIMA
DERRIBOS
RELLENOS
PASEOS MARÍTIMOS
PLAYAS
PARADIGMAS

La construcción de una ciudad representa una profunda y ra- Comparar las transformaciones en la morfología del fren-
dical intervención humana sobre la superficie natural sobre la te marítimo es una reflexión siempre interesante, y si además
que se apoya. Su espacio urbano condensa una larga historia las referimos a dos ciudades con situaciones geográficas tan
de transformaciones físicas y sociales, y el proceso resultante lejanas como son Barcelona y Río de Janeiro, puede ser una
determina una segunda naturaleza, aunque lo sea artificial- combinación sugerente y atractiva que nos puede conducir a
mente. Si la transformación es evidente en el contexto de una una reflexión que abarque conjuntamente el mar, el urbanis-
ciudad, aquélla se hace más sensible, al tratarse de un borde mo y la ingeniería marítima.
urbano, y más todavía si el cambio se produce en el borde ma- Barcelona es una ciudad europea asentada en el borde
rítimo, en donde los oleajes fuerzan continuamente cualquier del Mediterráneo occidental sobre un territorio casi plano. Se
alteración en un proceso de remodelación, por la tendencia de desarrolló hasta mediados del siglo XIX en el interior de las
restituir el estado natural en equilibrio dinámico. Esta situación murallas. El puerto, situado en su frente marítimo, impedía el
de tensión permanente, entre el hombre que invade y la natu- acceso directo de la población al mar. El proceso, iniciado en
raleza que intenta restituir al estado inicial, es la dinámica que Barcelona en el año 1477, para construir un puerto en mar
se establece en los bordes marítimos no rígidos, en los que los abierto, en una zona de gran transporte litoral de arenas que
materiales blandos predominan en el contorno de contacto.
Las ciudades están en continuas metamorfosis, en las que
lo único permanente es el cambio, condicionadas por la cons-
trucción civil y el mercado inmobiliario. Hoy en día, las de-
mandas sociales de zonas de esparcimiento y la mayor sensi-
bilidad medioambiental, condicionan que el desarrollo futuro
sea cada vez más sostenible, es decir, más en armonía con la
naturaleza, y en ella el mar juega un papel esencial con una
inequívoca carga simbólica.
Desvelar el mar como un bello y saludable paisaje es un
descubrimiento del siglo XX, y estas cualidades estéticas del mar
son las últimas conquistas del reencuentro con la naturaleza
que se inició con el romanticismo. La sociedad ha intentado po-
tenciar los valores simbólicos del paisaje en armonía entre las
condiciones naturales y la acción transformadora del hombre. Fig. 1. Fachada marítima de Barcelona. Guesdon, 1859.

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Fig. 2. Plan de Ensanche de Barcelona de Ildefonso Cerdá, 1859.

dificultan su construcción, produjo la interrupción del trans- viejas estructuras de la ciudad. Barcelona a mediados del si-
porte litoral, lo que ocasionó un avance, del orden de un ki- glo XIX era una plaza fuerte rodeada de murallas con un puer-
lómetro, de la playa situada a levante del puerto y, en con- to que se interponía para acceder al mar y con una “zona po-
trapartida, una gran erosión de la costa situada a poniente lémica” en cuyo ámbito no se podía edificar. Una vez demo-
del mismo, que continúa a medida que se amplía el puerto. lidas las murallas a partir de 1854, se expansionó la ciudad
Con el derribo de las murallas defensivas que rodeaban a siguiendo el Plan Urbanístico de 1859, del ingeniero Ildefon-
Barcelona a partir de 1854, fue inmediata expansión de la so Cerdà. Este plan fue la pauta que marcó el crecimiento de
ciudad por la llanura que la rodeaba. la urbanización de la ciudad, de un modo continuo durante
Río de Janeiro, situada en una zona tropical de América varias décadas, hasta que este proceso alcanzó las poblacio-
del Sur sobre una geografía muy accidentada y única, está nes limítrofes, que se encontraban a partir de los 1.250 me-
asentada en el interior de la amplia bahía de Guanabara y tros desde las murallas. La expansión se realizó de un modo
protegida de los temporales del océano Atlántico, con un em- racional mediante una retícula prevista por Cerdà, con man-
plazamiento similar a estar al borde de un gran lago interior. zanas regulares de 100 metros, esquinas achaflanadas y edi-
Su condición de ser capital del Brasil hasta 1960 determina- ficios de la misma altura. Las posibilidades de expansión de
ba que fuese centro de las transformaciones urbanísticas más Río de Janeiro de un modo uniforme eran difíciles, aunque no
sobresalientes en Brasil durante el siglo XX, hasta la construc- tenía murallas que la rodeasen, debido a su complicada oro-
ción de Brasilia. Históricamente, hasta este siglo, el contorno grafía, compuesta por un gran número de cerros (“morros”)
marítimo del Río de Janeiro, apenas sufrió modificaciones de entre cuyas vaguadas se expandía la ciudad. Su modelo de
sus características naturales, dominada por montañas a las crecimiento, al tener que contornear los “morros”, tenía una
que se adaptaba el crecimiento de la ciudad. estructura muy irregular. Este proceso de expansión en Río de
Los planteamientos urbanísticos de remodelación de las Janeiro por su geografía, tan bella en la actualidad como di-
ciudades históricas a mediados del siglo XIX tenían como refe- ficultosa entonces, representaba un obstáculo insalvable para
rencia las actuaciones realizadas por Haussmann en París, la expansión del núcleo primitivo de la ciudad, situado sobre
que sirvieron de modelo en el mundo occidental, con sus el “Morro do Castelo”. Hubo que esperar hasta mediados del
“rond-points” y manzanas regulares de la misma altura. Para siglo XX para que, con la destrucción de los cerros “do Caste-
ello Haussmann, como alcalde de París y apoyado por el po- lo”, “Senado” y “Santo Antonio”, que impedían la expansión
der imperial, dio prioridad a la expropiación forzosa, derribo horizontal, pudiese la ciudad invertir su modelo de evolución,
y reconstrucción de barrios enteros, actuando con imposicio- en el que predominaba el sentido lineal, por una expansión
nes por decreto entre los años 1845 y 1860, remodelando las en horizontal, aprovechando las explanadas resultantes.

I.T. N.o 61. 2002 39


Fig. 3. Imagen de satélite de la bahía de Guanabara (1991).

se abre la ciudad al mar hasta principios de los años noven-


ta del siglo XX. En Río de Janeiro el mar se descubre a princi-
pios de siglo con la conquista de la “Zona Sur” –ya fuera de
la bahía de Guanabara–, que era el frente marítimo del
Atlántico, una vez construidos los túneles que permitieron el
acceso a esa zona, bañada con aguas limpias, más atracti-
vas que las aguas contaminadas del interior de la bahía.
La solución de la necesidad de comunicación del centro de
la población con el puerto, a lo largo de una vía suficiente-
mente ancha que posibilitase el transporte, resultaba priorita-
ria. Esto llevó en ambas ciudades a plantear una reforma inte-
rior, a semejanza de la que había hecho Haussmann en París,
para ejecutar una vía ancha y moderna, que se realizó, en am-
Fig. 4. Entrada de la barra vista desde Santa Teresa. Bauch, 1859. bas ciudades, de un modo traumático, destruyendo gran parte
del tejido urbano existente. Fueron la Avenida Central, actual
Estas complejidades urbanísticas en cuanto a las posibili- Río Branco, en Río de Janeiro y la Vía Laietana en Barcelona,
dades y evolución de ambas ciudades tienen puntos en co- ambas iniciadas en la primera década del siglo XX. La cons-
mún, como lo fueron la conquista del mar, apreciando sus va- trucción de la Vía Laietana, para conectar el nuevo Ensanche
lores paisajísticos, estéticos y simbólicos, y, en la reforma in- de Barcelona con el puerto, a través del casco antiguo de la
terior, los condicionantes de higiene y salubridad, que tuvie- ciudad, había sido una de las propuestas ya incluidas en el
ron un peso fundamental en las propuestas y actuaciones. En “Plan Cerdà” de 1859, pero tardó 50 años en iniciar su mate-
Barcelona el mar, a través del puerto, se apreciaba como al- rialización. En el año 1879 se aprueba el Plan Baixeras para
go sucio asociado a los marineros rudos y sudorosos y a un la Reforma Interior de Barcelona, modificando la ley de expro-
ambiente insano, húmedo y ventoso. El descubrimiento y con- piación forzosa de 1836, al introducir en 1879 los conceptos
quista del mar, portador de valores éticos y estéticos, lo reali- de conveniencia o utilidad pública y el régimen de concesiones.
za la burguesía sobre el año 1920 a imitación del Paseo de Después de numerosas vicisitudes de todo tipo, en 1908 se da-
los Ingleses de Niza, y más que transformar el frente maríti- ría inicio a las obras de demolición, y el proceso de urbaniza-
mo de la ciudad, la burguesía busca el mar en lugares de al- ción continuó hasta el año 1958. En el caso de la Avenida
to valor paisajístico, como eran Sitges o la Costa Brava. No Central de Río de Janeiro, ésta se inició bajo el gobierno de Pe-

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reira Passos, en el año 1905, y significó la conexión del centro da, abierta hacia la naturaleza, a pesar de que aún no se ha-
de la ciudad, situado en el “Morro do Castelo”, con el puerto bía descubierto el ritmo “do Samba”. Este concepto integrado
de Río, situado en el interior de la bahía. Para ello fue preciso de ciudad y naturaleza en Barcelona tardará más de ochen-
demoler numerosos edificios antiguos para ensanchar la calle ta años en incorporarse a la mentalidad de la ciudad, aunque
principal, que se urbanizó con nobles construcciones. Para la sí hubo intentos. A primeros de siglo no solamente se le da la
construcción de la Vía Laietana fue preciso derribar 595 edifi- espalda al mar sino que, a través del propio Ayuntamiento, se
cios, y en Río de Janeiro el alcalde Passos recibió por similar potencia el frente marítimo como vertedero de los materiales
motivo el sobrenombre de “Bota Abaixo”. sobrantes de la construcción, situación que se mantuvo hasta
Con ocasión del inicio de las obras de la Avenida Central épocas recientes, en la década de los años ochenta.
en 1905, el alcalde e ingeniero Pereira Passos planteó la con- Los problemas de higiene y salubridad pública fueron
tinuación de la avenida por el borde marítimo hacia el mar. acuciantes, por la presencia de zonas pantanosas en Río, y
La experiencia de la avenida de Niza, el famoso “Promenade por el hacinamiento de la población en Barcelona. En Río,
des Anglais”, que introducía valores paisajísticos incorporán- durante la época del Imperio, en 1857, comenzó la construc-
dolos en una incipiente búsqueda de la naturaleza perdida, ción del canal “do Mangue”, que permitió drenar el fangal,
incentiva a Passos a prolongar el recorrido ganando terreno “mangue”, desde la plaza Once hasta el mar. En Barcelona,
al mar construyendo la avenida “Beira-Mar”, que, atractiva- estimulado el Ayuntamiento por las ideas higienistas de Mon-
mente ajardinada, representó la apertura de la ciudad al mar, lau y Cerdà, en el año 1891, el ingeniero Pedro García Fá-
con un fin no solo de comunicación, sino de esparcimiento ria presentó un ambicioso proyecto de “Saneamiento del sub-
ciudadano. La avenida une el centro de los barrios de Gloria suelo de Barcelona”, que sirvió de marco para la construcción
y Botafogo y, a través del túnel recientemente construido, al- progresiva de las obras de saneamiento de la ciudad, a me-
canza la conquista de la “Zona Sur” atlántica, que se inicia dida que ésta se ampliaba.
en la playa de Copacabana, ya en mar abierto. El año 1905, Estimulado por las experiencias del turismo de la Costa
Río de Janeiro consigue no solo el acceso cómodo al puerto, Azul francesa, el Ayuntamiento de Barcelona aprobó, en el
sino el descubrimiento del mar con todos sus valores integra- año 1918, el proyecto de Paseo Marítimo de Barcelona, que
dos, que ya serían la imagen y espíritu de la ciudad. Copa- pretendía conectar los ríos Besòs y Llobregat. Cambó, como
cabana pasa a ser el símbolo de una nueva concepción de vi- Ministro de Fomento, promovió una ley específica para la
construcción de este paseo marítimo de Barcelona. Pese a su
gran interés, no había conciencia social ni recursos para lle-
varlo adelante, por lo que el ambicioso paseo marítimo pro-
yectado sólo fue una idea atractiva pero sin fuerza para de-
sarrollarla. La avenida Beira-Mar de Río de Janeiro continua-
ba siendo una referencia paisajística en la ciudad.
Cuando se inicia en 1921 la demolición del “Morro do
Castelo”, sobre el que se asentaba el núcleo histórico, con los
productos sobrantes se fue creando un gran relleno, sin un fin
claro, en el frente marítimo de Río contiguo a la iglesia de
Santa Lucia. Este espacio artificial tardará treinta años en uti-
lizarse, para la construcción del aeropuerto de Santos Du-
mont, que urbanísticamente fue un desastre. La Exposición
Universal, celebrada en Barcelona en el año 1929, significó
Fig. 5. Avenida Beira-Mar, Flamengo. Río de Janeiro, 1925. un decidido impulso para urbanizar y monumentalizar una

Fig. 6. Proyecto de Paseo Marítimo de Barcelona, 1918.

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parte importante de la ciudad en el entorno de la plaza de

Foto: M. NÓVOA
España. No tuvo repercusión en la costa, pues la ciudad con-
tinuaba de espaldas al mar.
Los ideales racionalistas radicales, que preconizaba Le
Corbusier a través de los Congresos Internacionales de Ar-
quitectura Moderna (CIAM), tuvieron sus seguidores directos
en un grupo de vanguardia que se creó en Barcelona, deno-
minado “Grup d’Artistes y Tècnics Catalans per al Progrés de
l’Arquitectura Contemporánea” (GATCPAC). Con este grupo,
en el que se incluían los arquitectos Sert y Torres Clavé, cola-
boró Le Corbusier y se redactó, con esa nueva concepción ur-
banística, el Plan de Barcelona (1932-24), en el que incluían
una “Ciutat de Repòs”, en una zona de playas del delta del
Fig. 7. Costa de Poblenou previamente al desarrollo urbanístico (1986).
Llobregat. La identificación política de este movimiento truncó
sus avanzadas propuestas tras la guerra civil de 1936. Le
Corbusier estuvo en Río de Janeiro en 1936 dando conferen- mirador colectivo de la costa. Como un itinerario público pa-
cias y colaborando en proyectos y planes urbanísticos, y tra- ra apreciar la belleza de la costa aunque sin potenciar el con-
bajó con los arquitectos más significativos de la ciudad, en los tacto directo con el mar.
que dejó la semilla del movimiento Modernista, que conti- La década de los años sesenta se inicia en Río de Janeiro
nuarían con gran impulso y que culminaría en el proyecto de dominada por un período de crisis y desorientación, por la
la nueva capital: Brasilia. pérdida de la capitalidad del país, que se traslada, en 1961,
Durante la década de los años cincuenta, una corriente de a Brasilia, pasando la capital federal a ser capital del artificial
nacional-catolicismo promueve Congresos Eucarísticos en di- Estado de Guanabara. Su primer gobernador, Carlos Lacer-
versos países. El número XXXV se celebró en Barcelona en da, promueve una intensa campaña de obras públicas para el
1952, y el siguiente, número XXXVI, se celebró en Río de Ja- saneamiento, abastecimiento y urbanización de la ciudad. La
neiro. En Barcelona las obras de referencia urbana que acom- obra más significativa desde el aspecto marítimo fue la urba-
pañaron a este congreso no tuvieron repercusión en el litoral. nización del “Aterro do Flamengo”, que se había iniciado en
En Río de Janeiro, la celebración del XXXVI Congreso Euca- la década anterior, y que discurría sobre un relleno contiguo
rístico Internacional, celebrado en la ensenada de Gloria en a la emblemática avenida “Beira-Mar”, que había construido
1955, aceleró el proceso del relleno del mar, para crear una Passos en 1905. Ingenieros, arquitectos y paisajistas colabo-
explanada para las celebraciones, demorándose a la década raron en este proyecto, dándole un tratamiento original. Com-
siguiente el proceso de urbanización, con la demolición del patibilizaron a diferentes niveles los usos viarios, que se cons-
“Morro de Santo Antonio” y la creación de un gran relleno pa- truyen deprimidos, con un uso predominante peatonal, con
ralelo a la famosa avenida “Beira-Mar”, con la idea de crear amplios espacios para el deporte y ocio ciudadano. Fue un
sobre el mismo un gran eje viario que conectase la “Zona Cen- modelo de parque público en contacto con el mar, integrando
tro” con la “Zona Sur”, con una dinámica expansiva en la que en el mismo la vegetación tropical, obra del paisajista Burle
el mar era el principal catalizador. Marx. La instalación de unos postes de iluminación de 35 me-
Barcelona, más motivada por el interés en erradicar el tros, que sobresalían de la armonía de la vegetación, creó
chabolismo que se asentaba en el borde marítimo de la pla- una fuerte tensión entre los responsables de la coordinación
ya de Somorrostro que por abrir la ciudad al mar, en el año del parque y Burle Marx. Al final prevaleció la iluminación.
1957, construyó un tramo de paseo marítimo de 900 metros Este proyecto de urbanización integró la ciudad con el mar,
en la Barceloneta, que aunque no seguía las pautas del dise- sobre una superficie de 1,2 millones de metros cuadrados ga-
ño del proyecto de 1918, al menos señaló una delimitación a nados al mar. Esta obra, inaugurada en el año 1965, fue un
la expansión urbana marginal en los terrenos ganados al modelo de urbanización de un entorno marítimo, recreando
mar. Se podría comparar con un pálido reflejo de lo que fue un ambiente tropical, creado mediante una vegetación de ár-
la avenida “Beira-Mar” de Río de Janeiro. No era un pro- boles originales, tales como “ipês”, “oitis”, “amendoieras”, pal-
yecto que tratase el borde urbano integrándolo con la ciudad meras y otras muchas variedades tropicales. Esta obra sería
sino que, más bien, pretendía crear una barrera que contri- equivalente en Barcelona al parque litoral, construido treinta
buyese a separar el borde marítimo, degradado por una zo- años más tarde, con motivo de los Juegos Olímpicos de 1992.
na industrial obsoleta, del mar, y que posibilitó un primer ac- Barcelona, durante la década de los años sesenta, continúa de
ceso urbano. La cota del paseo, a siete metros sobre el nivel espaldas al mar. Se intensifica el depósito de escombros y ma-
del mar, fue prevista como una barrera visual de la playa ha- terial de excavación en el borde marítimo, con un total me-
cia la ciudad. Indirectamente, determinó que esta altura fue la nosprecio del litoral. El gran público comienza a salir de Bar-
que alcanzaron los rellenos de materiales hacia levante en el celona a las playas del Maresme o del delta del Llobregat, con
distrito de Poble Nou, donde en los años noventa se construi- una total ignorancia del frente marítimo local, totalmente de-
ría la Vila Olímpica. El paseo marítimo se concebía como un gradado, que sirve de depósito de los vertidos y efluentes ur-

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Fig. 8. Proyecto de “Aterro do Flamengo” de Burle Marx (1961).

Fig. 9. Playa de Botafogo. Fig. 10. “Aterro do Flamengo”.

banos de la ciudad. Durante la década de los años sesenta, construido fuese vulnerable ante los temporales marítimos por
con el aumento de nivel de vida social, se potencia el contac- la falta de arena. Después de numerosos estudios y ensayos se
to directo con el mar, incrementándose el uso público del mis- optó por la regeneración artificial de la playa de Copacaba-
mo y la supresión de barreras que limitaban el acceso. Se va- na, a la que se aportaron 3,5 millones de metros cúbicos de
lora el mar más que por su aspecto simbólico por su uso ma- arena procedente del fondo marino, y se ensanchó la playa,
sivo para el ocio colectivo. en una media de 80 metros, a lo largo de los 4,2 kilómetros
A comienzo de la década de los años setenta tiene lugar que tiene de longitud. Se completó el proyecto con la urbani-
en Río, bajo la dirección del ingeniero Paola Soares, una pro- zación de la Avenida Atlántica, que se ensanchó, una vez que
funda transformación en la playa de Copacabana, que fue un se hubo construido el Interceptador Atlántico que discurre pa-
paradigma de tratamiento urbano. Esta obra marítima, a di- ralelo a la playa, para sanear el frente marítimo. La nueva
ferencia de las anteriores, que estaban situadas en el interior Avenida Atlántica, de 80 metros de anchura, diseñada con se-
de la bahía de Guanabara, se lleva a cabo en una playa paración de usos, y tratamiento paisajístico de Burle Marx, fue
abierta al océano Atlántico. La invasión de las dunas de la pla- el símbolo y orgullo de Río de Janeiro en la década de los años
ya, por una creciente y acelerada urbanización a partir de la setenta, contemporánea con la explosión de la música de bos-
década de los años cuarenta, determinó que el frente marítimo sanova. Fue la última obra importante de Río de Janeiro.

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aguas de las rieras para llegar al mar, alcanzaba los siete me-
tros, que atravesaban con cauces insuficientes para altos cau-
dales. Estos problemas de inundación periódicos constituían
uno de los motivos del bajo uso urbanístico de la zona. Du-
rante los últimos años del régimen militar se presentó (en el
año 1971) el polémico Plan de la Ribera, con el que se pre-
tendía urbanizar el frente marítimo entre la Barceloneta y el río
Besòs con un modelo de urbanismo como preconizaba Le Cor-
busier, con vías a distinto nivel y grandes bloques aislados. Se
pretendía urbanizar 225 hectáreas. Su lema publicitario fue el
de “Barcelona, una ciudad que no puede seguir viviendo de
espaldas al mar”, aunque el tratamiento del entorno de la pla-
ya fuera mínimo. La fuerte oposición de asociaciones de veci-
nos y colegios profesionales impidió su desarrollo.
Con la llegada de la democracia a España en el año 1975,
se presentan nuevos proyectos que hacen de revulsivo a la apa-
tía urbanística de las décadas anteriores. Se plantea la bús-
queda de soluciones urbanísticas, definidas y con carácter en
todo el territorio, con una avidez inusitada, que se van a ma-
terializar en la siguiente década. Brasil también alcanza la de-
mocracia en el año 1984, pero así como en Barcelona signifi-
có una explosión constructora, en Río de Janeiro la apatía pre-
domina en la planificación y se continúa viviendo del pasado.
Aunque no es propiamente una obra marítima, en el año
1982, el arquitecto Solà Morales proyectó la actuación urba-
nística del Moll de la Fusta, mediante la cual se abrió la ciu-
dad tímidamente al puerto. La obra, más arquitectónica que
de ingeniería, tuvo el acierto de ser un proyecto que retiró la
valla que delimitaba el puerto, marcando el inicio de la con-
Fig. 11. Vista parcial de la Avenida Atlántica (Copacabana).
quista de los viejos espacios portuarios tradicionales por la
ciudad. Resulta novedosa la plantación de un nostálgico pal-
Foto: M. NÓVOA

meral, pero fracasa en el diseño del pavimento, con unos ado-


quines impracticables, y al considerar la vía semisoterrada de
circulación, bien diseñada visualmente pero mal planteada
como vía interurbana, lo que condicionó como herencia un
cuello de botella para la circulación del futuro cinturón litoral,
como así ha ocurrido en los años posteriores. Esta operación
fue interesante por su significado pero tuvo un resultado defi-
ciente, más aparente que real, y fue recibida por la ciudad al
principio con curiosidad y actualmente con indiferencia.
En la década de los años ochenta se plantean en Barcelo-
na dos tipos de actuaciones cuyo ámbito territorial es la cos-
ta y el urbano contiguo. El tratamiento de la costa se había re-
Fig. 12. Avenida Atlántica de Copacabana. cogido en el Plan de Costas, redactado en la Corporación
Metropolitana por un equipo dirigido por el arquitecto Lluis
Barcelona sigue durante este período de espaldas al mar. Cantallops. Las propuestas de las playas de nueva construc-
El Ayuntamiento, durante la década de los años setenta, abor- ción fueron diseñadas por el ingeniero Carlos Peña, y se rea-
da los problemas de saneamiento del frente marítimo constru- lizarían a finales de la década. La planificación urbanística,
yendo en este frente las depuradoras del Besòs y Bogatell, pe- apoyándose en el Plan de Costas, se sintetiza desde 1985 en
ro continúa el vertido al mar de los efluentes sin emisarios ade- el denominado Plan Especial de Nova Icaria, redactado por
cuados. Los depósitos de materiales en el frente marítimo de un equipo coordinado por el arquitecto Bohigas como un gran
Poble Nou, hasta los siete metros de cota, constituían una ba- proyecto urbano integral en un ámbito metropolitano. Las di-
rrera a los desagües de los antiguos cauces naturales del Plà versas torres que se plantearon inicialmente en el frente marí-
de Barcelona, que se inundaba con las lluvias intensas del oto- timo quedaron reducidas, por las presiones de la Administra-
ño, debido a que el nivel de los terrenos estaba sobre los tres ción, a dos, situadas tras el puerto deportivo y que que como
metros y la barrera de escombros, que tenían que atravesar las un propileo enmarcan visualmente la ubicación del proyecto.

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Fig. 13. Plan Especial de Vila Olímpica (1986).

La denominación de Barcelona en el año 1986 como la frente marítimo de la ciudad a lo largo de 4,5 kilómetros. Se
ciudad organizadora de los Juegos Olímpicos del año 1992 construyeron espigones que, como diapasones, permitían dar
fue el efecto catalizador y la oportunidad de la recuperación salida al mar a las aguas pluviales. Un colector interceptador,
y transformación urbanística del frente marítimo de Barcelona. paralelo a la costa, capta todos los efluentes urbanos y los di-
El convenio de colaboración entre el Ministerio de Obras Pú- rige a una planta depuradora. Los mencionados espigones de-
blicas y el Ayuntamiento de Barcelona posibilitó un plantea- limitan las playas abiertas al Mediterráneo, para cuya crea-
miento global de la transformación de un frente marítimo to- ción, totalmente artificial, se aportaron 1,4 millones de metros
talmente degradado, de más de cuatro kilómetros. La trans- cúbicos de arena procedente del fondo marino del Maresme,
formación se planteó basada en dos grandes ejes: la recupe- con una granulometría media de 0,4 mm. Las playas así crea-
ración de la costa y creación de playas, que se ejecutaría por das artificialmente han cambiado totalmente la fisonomía del
la Dirección General de Costas, y el gran proyecto urbano de litoral, como veinte años atrás había ocurrido en Río de Janei-
la Villa Olímpica, para el que se creó una empresa privada ro con la creación de la playa de Flamengo y la ampliación de
con capital público denominada Vila Olímpica, S.A. Entre los las de Botafogo y Copacabana, aportando, mediante grandes
dos ámbitos se crearon una serie de equipamientos, como fue- barcos, la arena procedente del fondo marino.
ron el denominado cinturón litoral, el colector interceptor de La construcción del denominado Puerto Olímpico, situado
costa y los parques litorales. Después de un detallado estudio en el centro de la fachada marítima abierta al mar, fue un
de los múltiples proyectos se optó, para completarlos, por la proceso evolutivo que se inició con el planteamiento de una
construcción de un puerto deportivo, que debía tener la fun- gran plaza circular de agua, donde confluía la gran avenida
ción de servir de base para las pruebas de vela durante los de Carlos I con el mar. Solamente al final de un largo proce-
juegos y finalizados éstos tendría el cometido de articular to- so de definición de objetivos se planteó el actual puerto como
do el amplio complejo lúdico y residencial, creando un centro una gran plaza pública abierta al mar. La ingeniería portua-
que articulase todo el conjunto de actuaciones. Estuvo a car- ria se subordinó al diseño arquitectónico y el resultado fue es-
go de la gestión de las actuaciones de Vila Olímpica, S.A. Ra- pectacular. El puerto es equivalente a la “Marina da Gloria”,
món Boixados, y los proyectos constructivos fueron coordina- construida en el “Aterro do Flamengo” de Río veinte años an-
dos por el ingeniero Juan Ramón de Clascá. tes, pero con más definición y carácter, siendo la nueva cen-
La recuperación del frente marítimo de Barcelona durante tralidad del entorno urbanístico.
el período 1988-92 fue una de las operaciones más especta- Así como el “Aterro do Flamengo” de Río de Janeiro se
culares que se realizaron previamente a los Juegos Olímpicos, creó artificialmente durante la década de los años sesenta, el
pues permitió crear y recuperar seis playas, que forman el proceso de acreción del litoral del levante barcelonés, oca-

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Fig. 14. Plan de Ordenación de la fachada marítima de Levante.

Fig. 15. Situación actual del frente marítimo de Barcelona (1996).

46 I.T. N.O 61. 2002


sionado por el transporte longitudinal de arena que se depo- El paradigma que representó Río de Janeiro durante los
sitó con el apoyo del dique de levante del Puerto de Barcelo- años setenta, como una ciudad ideal con una clara armonía
na y el relleno artificial de los últimos años, posibilitó otorgar entre la acción del hombre dentro de una naturaleza prodi-
una concesión de 600 hectáreas de dominio público, creado giosa, con un peso equivalente como referencia urbanística, lo
de forma casi natural, para construir jardines y equipamien- asumió Barcelona con el gran proyecto urbano de Vila Olím-
tos entre los edificios de la Villa Olímpica y las playas olímpi- pica con motivo de los Juegos Olímpicos. El modelo de trans-
cas. El espacio recuperado a lo largo de unos cuatro kilóme- formación urbana de Barcelona sirvió como referencia de las
tros posibilitó la construcción de un amplio paseo marítimo, escasas actuaciones realizadas en Río en las tres últimas dé-
colector interceptor de efluentes urbanos, cinturón litoral y un cadas. La alcaldía del arquitecto Paolo Conde contó para la
extenso parque litoral dotado de diversos equipamientos pú- remodelación de la Plaza XV con la colaboración de arqui-
blicos. El cinturón litoral, tal como había ocurrido en el “Ate- tectos de Barcelona, que intentaron llevar los modelos de
rro do Flamengo”, tiene características de vía rápida, y discu- transformación urbana, a través de grandes proyectos urba-
rre subterráneo bajo el parque o deprimido, por lo que no in- nos de iniciativa pública, proyectados para ambientes degra-
terfiere con el nivel superior, por donde se conecta libremen- dados. No obstante, la inercia y apatía actual de Río está
te la Villa Olímpica con el mar a través del Parque Litoral. marcada por una huida hacia el occidente de la ciudad, ur-
El tratamiento urbanístico del Parque Litoral, en el que se banizando masivamente la “Barra da Tixuca”, e incrementan-
prioriza el uso público y peatonal, dispone una vegetación do la contaminación de la bahía de Guanabara. Pese a ello
mixta de plantas autóctonas y otras americanas, que hacen a la ciudad continúa siendo “linda de mais”.
esta actuación una síntesis del “Aterro do Flamengo” y Co- Contrariamente, la dinámica de Barcelona continuó con la
pacabana en un entorno mediterráneo. Cuestiones insupera- inercia del año 1992 y otro hito, como es el foro de las cul-
bles, como el ambiente tropical y belleza natural de Río, limi- turas de 2004, está propiciando el desarrollo de la ciudad
tan las posibles comparaciones. Tampoco encontramos en el hacia levante, por el borde del mar, transformando fábricas
parque una unidad paisajística como la proyectada por Bur- obsoletas para seguir construyendo una ciudad abierta y lu-
le Marx en el “Aterro”; no obstante, para superar la nostal- minosa. Las actuaciones municipales a través de la sociedad
gia, se encuentran, curiosamente, bellas muestras de árboles Infrastructures 2004, están permitiendo una recuperación del
brasileños, como la tipoana o el jacarandá, que llenan de flo- litoral, que se extiende al municipio de Sant Adrià con una
res amarillas y azules los veranos de Barcelona. Es por eso, amplia ocupación del mar mediante un nuevo puerto depor-
quizá, por lo que se ha conseguido con los proyectos ejecu- tivo, zona de playa y zona de baños que pretende recuperar
tados en el litoral con motivo de los Juegos Olímpicos de Bar- ambientalmente la zona. Esperemos que su uso futuro justifi-
celona’92, algo más que una apertura de la ciudad al mar. que la sostenibilidad tan necesaria para el desarrollo costero
Se han creado artificialmente más playas urbanas, lo que ha en armonía de los usos del hombre y la maltratada naturale-
posibilitado el descubrir la hermosura de convivir con el Me- za. Tengo que confesar que este resumen me llenó, más que
diterráneo y que en la imaginación, en un viaje de mutua de querencia, de una desbordante “saudade”. ■
complacencia evocando los tópicos marítimos de los años se-
tenta, se pueda pronunciar el nombre de “Copacabarna”. Manuel Nóvoa
Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos
Durante el siglo XX hubo una serie de paradigmas que sir- Jefe de la Demarcación de Costas en Cataluña
vieron de ejemplo para el tratamiento urbanístico del contac-
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se produce en Niza en el denominado Paseo de los Ingleses, 6. Heald, Henry T. et al, O mundo do engenheiro, Livraria Freita Bastos, S.A., Rio de
que, como un mirador al mar, sirvió de ejemplo para los pri- Janeiro, 1973.
7. Lopes, Luis Carlos, Brasilia. O enigma da esfinge. A construção e os bastidores
mitivos paseos marítimos de Beira-Mar en Río y Proyecto de do poder, Editora da Universidade, Rio Grande do Sul, 1996.
Paseo Marítimo de Barcelona. El segundo paradigma fue la 8. Martins, Carlos, A paisagem Carioca, Catálogo de la exposición en el Museo de
Arte Moderno de Rio de Janeiro, 2000.
remodelación de la playa de Copacabana, con un amplio pa- 9. Moral Carro, Rafael del, Ingeniería de costas, Laboratorio de puertos Ramón Iri-
seo a la altura de la arena, constituyendo la playa una conti- barren, Madrid, 1978.
10. Niemeyer, Oscar, As curvas do tempo. Memorias, Editora Revan, Rio de Janeiro, 1998.
nuación de la ciudad. La ingeniería costera contribuyó deci- 11. Paula Soares, Nair de, Paula Soares. Uma antevisão Urbana, PUDI Desing, Rio
sivamente a remodelar el entorno natural. El tercer paradig- de Janeiro, 1997.
12. Pereira Caixeta, Eline M., “Alfonso Eduardo Reidy, o poeta construtor”, Tesis De-
ma lo constituye la reordenación del “Aterro do Flamengo”, partamento de Composición Arquitectónica, E.T.S.A.B. Barcelona, 1999.
en donde se introduce la recuperación paisajística de un te- 13. Reidy, Alfonso Eduardo, Reidy, Alfonso Eduardo, serie Arquitectos brasileiros, Ed.
Blau e Instituto Lina BO e P.H. Bardi, Lisboa, 2000.
rreno ganado al mar. El cuarto elemento ejemplar lo encon- 14. Silva Telles, Pedro Carlos da, História da Engenharia do Brasil, Clube de Engenha-
tramos en los grandes proyectos urbanos que transforman ín- ria, Rio de Janeiro, 1984.
15. Skidmore, Thomas, Brasil. De Getulio a Castelo (1930-1960), Editorial Paz e Te-
tegramente amplias zonas del litoral. rra, Rio de Janeiro, 1975.

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DEJADA EN BLANCO

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Riesgos naturales en la costa
Fernando Vera Rebollo y Jorge Olcina Cantos

DESCRIPTORES
ESPACIO COSTERO
RIESGOS NATURALES
MEDIDAS PREVENTIVAS
POLÍTICAS E INSTRUMENTOS DE ORDENACIÓN
GESTIÓN INTEGRADA DE ÁREAS COSTERAS

Introducción
Las distintas aproximaciones al conocimiento y valoración del de mayor amplitud que la línea de costa, especialmente cuan-
espacio costero como recurso señalan y reconocen su fragili- do se trata de tramos de costas bajas y arenosas generadas
dad ecológico-paisajística, frente a la concentración de usos por sedimentación marítimo-fluvial. De ahí la importancia de
y actividades propia de este ámbito territorial, y los efectos planificar modelos territoriales sostenibles para el litoral, me-
que las intervenciones antrópicas, de forma directa o indirec- diante nuevos instrumentos de ordenación territorial, capaces
ta, generan en la dinámica natural de dicho medio costero. de establecer una racionalidad en los procesos de ocupación
Las interrelaciones que se producen en este espacio de tran- y reorganización de usos y actividades.
sición mar-tierra son complejas y llegan a producir situacio- Urge, pues, tomar medidas más allá de soluciones reme-
nes de riesgo, en relación con la propia dinámica de los sis- diales o paliativas (como es el vertido sistemático de arenas)
temas naturales o derivadas de secuencias de ocupación y al- mediante políticas que incidan en las causas que motivan los
teración de los procesos naturales. problemas, con el objetivo de gestionar procesos e intereses
De este modo, junto a los problemas de regresión y falta que, además de suponer una amenaza para espacios frági-
de estabilidad de la línea de costa, que constituyen una ame- les, generan riesgos y suponen costosas inversiones en obras
naza para las poblaciones y las actividades económicas, de defensa y regeneración de la línea costera. Así pues, las
aparecen situaciones de peligro relacionadas con desarrollos soluciones pasan por la consideración integrada del área
urbanos, industriales e infraestructuras que han ocupado zo- costera como espacio de interrelación, de forma que las me-
nas húmedas, cordones dunares y, en definitiva, alterado las didas conducentes a la ordenación de las tierras litorales son
condiciones naturales de los llanos de inundación litorales. las que más pueden contribuir a la prevención de riesgos aso-
Una cuestión esencial consiste en entender que la protec- ciados a las actividades humanas, del mismo modo que la es-
ción del espacio costero, ante riesgos asociados a dinámicas tabilidad de la línea de costa pasa por el restablecimiento del
naturales e interferencias humanas que desatan o intensifican flujo sedimentario natural.
los procesos, obliga a superar la consideración única del Do- Las nuevas estrategias de actuación integrada en áreas
minio Público Marítimo-Terrestre y su zona de influencia, ya costeras reconocen la necesidad de fundamentarse en el aná-
que una parte sustancial de los procesos de riesgo se relacio- lisis de las causas que provocan o intensifican procesos de
na con usos y actividades localizados en una franja territorial erosión, lo cual supone la necesidad de recuperar cordones

50 I.T. N.O 61. 2002


dunares, permeabilidad de barreras y la reincorporación al señala que el riesgo es consustancial a las sociedades indus-
circuito de material sedimentario extraído de la dinámica li- triales o post-industriales contemporáneas. La sociedad del
toral (Marco, p. 82). riesgo es un estadio de la sociedad moderna en el que la pro-
Asimismo la prevención de riesgos pasa por la eficiente ducción de riesgos políticos, ecológicos e individuales está,
coordinación entre ordenación del territorio y urbanismo, cada vez más, fuera del control de las instituciones encarga-
considerando el papel esencial que corresponde al planea- das de garantizar la seguridad de la sociedad. Para Beck,
miento para la integración de todas las actuaciones con inci- desde mediados de los años ochenta, la ciudadanía se ha ido
dencia territorial. Tal y como se reconoce en el caso de Cata- formando una imagen diferente de los riesgos a los que se ve
luña, ordenar el territorio de forma sostenible implica anali- expuesta y muestra una desconfianza creciente hacia las ins-
zar pormenorizadamente todo lo que en él sucede, para po- tituciones encargadas de controlarlos. La sociedad del riesgo
der entender los retos que plantea y cómo se tiene que actuar surge allí donde los sistemas de normas y las instituciones so-
urbanística y socialmente (Llort Corbella, p. 71). ciales fracasan a la hora de conseguir la seguridad prometi-
da. Ulrich Beck señala que los peligros y los riesgos no son
Los riesgos naturales en el espacio litoral atribuibles a la naturaleza o a los dioses o a fuerzas metafí-
La franja costera española presenta una destacada incidencia sicas sino que dependen de decisiones adoptadas desde di-
de episodios naturales de rango extraordinario que hacen es- versas instituciones sociales y de decisiones individuales. La
pecialmente vulnerables algunas áreas donde actividades eco- mejora de la calidad de vida va unida, eso sí, a la puesta en
nómicas y asentamientos están influidos por el desarrollo de ta- marcha de sistemas de defensa ante los riesgos naturales.
les sucesos. Entendido el riesgo natural como la plasmación te- Otro dato significativo es que en el conjunto de la super-
rritorial de actuaciones humanas poco acordes con los rasgos ficie terrestre la vulnerabilidad de los peligros naturales se ha
del medio físico, la costa y, en sentido más amplio, el litoral es- “litoralizado” durante las últimas décadas, de consuno a la
pañol presentan numerosos ejemplos de implantación de usos migración de población y actividades económicas hacia este
del suelo que no han tenido en cuenta, por desconocimiento o medio geográfico (Ayala-Carcedo y Olcina Cantos, 2002).
imprudencia, su realidad física, y este hecho convierte a este Ello ha colocado a los espacios costeros y las actividades eco-
medio geográfico en un territorio de gran vulnerabilidad ante nómicas allí implantadas (Fig. 1) en posición privilegiada por
sucesos naturales extraordinarios en el conjunto europeo. lo que atañe a la exposición y vulnerabilidad ante episodios
No se puede negar, sin embargo, que la franja costera es naturales extremos. En particular, la internacionalización de
un medio de oportunidades, favorecido por unas condiciones la economía y la difusión mundial del fenómeno turístico han
del medio que, en los últimos años, han permitido un desa- integrado en los circuitos de ocio territorios que han puesto en
rrollo intensivo de actividades urbano-turísticas. La existencia valor sus recursos (naturales, culturales) en aras a la obten-
de costa baja y arenosa, unida a unas condiciones climáticas ción de un desarrollo económico. En general, las actividades
saludables y a la presencia, en la fachada mediterránea, de económicas desarrolladas en espacios litorales densamente
un mar interior cálido, son la base del modelo turístico im- poblados presentan un alto grado de riesgo ante los episo-
plantado mayoritariamente desde los años sesenta del siglo dios naturales de rango extraordinario.
XX y que ha elevado los niveles de renta y bienestar de las po- El último informe sobre el estado del medio ambiente de
blaciones del litoral español. la Agencia Europea de Medio Ambiente (“Señales medioam-
Pero el medio natural ofrece una faz poco agradable; es- bientales 2002”) pone de manifiesto que en los últimos vein-
to es, la realidad de unos episodios que alteran el ritmo de las te años la superficie edificada de Europa ha crecido un 20 %,
sociedades al perturbar el normal funcionamiento de su vida y este hecho es muy evidente en algunos ejes de crecimiento
económica. La magnitud de las consecuencias económicas y económico europeo, como el mediterráneo. Tan solo en el
humanas llega a motivar, incluso, cambios en la propia or- sector español del Arco Mediterráneo –el llamado Sunbelt eu-
ganización territorial. ropeo–, en el período 1992-2000, se han construido más de
Temporales de viento de componente diversa, crecidas flu- un millón doscientas mil nuevas viviendas residenciales, con
viales por efecto de lluvias abundantes o intensas son peligros lo que ello supone de ocupación, a veces, de terrenos poco
naturales consustanciales a un espacio costero; a ellos se aptos para la urbanización y necesidad de dotación ulterior
unen, en algunos sectores de la costa española, deslizamien- de agua potable. Sirva también el dato de que, en el conjun-
tos, sismicidad y ausencia coyuntural de precipitaciones, pa-
ra configurar la relación de episodios naturales de rango ex-
traordinario que afectan a las costas españolas. El alto grado USOS Y ACTIVIDADES COSTERAS VULNERABLES
ANTE PELIGROS NATURALES
de utilización del territorio y la propia diversidad de episo-
dios naturales extraordinarios confieren al medio costero es-
pañol un grado de riesgo elevado ante dichos peligros en el Urbanizaciones Puertos
Puertos Paseos
conjunto de países europeos. en primera Cámping comerciales
deportivos marítimos
línea de costa y pesqueros
Es de destacar que el aumento de nivel de vida no supo-
ne la reducción de los niveles de riesgo, sino lo contrario. Ul- Fig. 1. Usos y actividades económicas de localización costera vulnerables
rich Beck, en Risk Society. Towards a New Modernity (1986), ante los peligros naturales.

I.T. N.o 61. 2002 51


to de España, durante el decenio de los años noventa seis de CUADRO 1
los diez municipios con mayor volumen de viviendas visadas Síntesis de los peligros naturales que afectan
en relación con la población censada en 1991 están situados a los bordes costeros y franjas litorales en España
en el litoral mediterráneo, correspondiendo los tres primeros Ámbito Costero
Peligros naturales directos Peligros naturales por
en el borde costero actuaciones en la franja litoral
lugares del ranking a las localidades de Torrevieja, Guarda-
– Temporales de viento del oeste
mar del Segura y Salou (Ministerio de Fomento, 2001). Ade- y noroeste.
Cantábrico y Atlántico gallego
más entre los 55 municipios con mayor número de viviendas – Galernas.
visadas en el período 1992-2000 en relación con la pobla-
– Temporales del suroeste – Sequías.
ción existente en ellos en 1991, un total de 38 son municipios (vientos ábregos). – Sismicidad.
Atlántico andaluz
situados en primera línea de costa. Y esto en muchas ocasio- – Inundaciones en tramos bajos
de ríos.
nes ha tenido lugar a partir de la ocupación de áreas poco
adecuadas para la instalación de viviendas y población. El
– Temporales de levante. – Sequías.
desconocimiento, en el mejor de los casos, o la imprudencia – Episodios de tramuntana fuerte. – Sismicidad en la mitad sur del
por afán de enriquecimiento, en más ocasiones de lo racio- – Vientos fuertes del noroeste litoral mediterráneo y en el
(cierzos) en la desembocadura sector de Girona.
nalmente creíble, supone implantación de usos (urbano, turís- del Ebro.
Mediterráneo peninsular
tico, industrial) en el territorio poco acordes con los rasgos – Inundaciones en tramos bajos
y desembocaduras de ríos,
que presenta su medio físico. rieras, barrancos, ramblas.
Pese a que el desarrollo económico registrado durante las – Tornados.
últimas décadas en nuestro país ha permitido la puesta en
– Temporales de levante. – Sequías.
marcha de sistemas de respuesta rápida de las administra-
– Episodios de tramuntana fuerte.
ciones y particulares frente a los eventos naturales extremos, – Inundaciones en tramos bajos
éstos ocasionan graves daños económicos y, lo que es peor, Balear y desembocaduras de ríos,
rieras, barrancos, ramblas.
pérdida de vidas humanas. En el último Decenio Internacional – Rissagues en Menorca.
para la Reducción de los Desastres Naturales, han perdido la – Tornados.
vida en España casi un millar de personas, de las cuales la mi-
– Temporales de Canarias. – Sequías (sector meridional de
tad se han producido en la costa y mar próximo (Ayala-Car- – Inundaciones en tramos bajos Tenerife e islas orientales).
Canario
cedo y Olcina Cantos, 2002). Ello ha motivado la puesta en de barrancos. – Deslizamientos en laderas
ocupadas.
marcha de estrategias de mitigación variadas, que compren-
den medidas curativas y preventivas en la búsqueda de un Fuente: Elaboración propia.

equilibrio cada vez más difícil entre ocupación humana del


territorio y comportamiento de la dinámica natural del medio
físico. El conocimiento de la peligrosidad natural en el medio en el Atlántico gallego. En ambos casos, el desarrollo de si-
costero es preciso a la hora de plantear cambios en el uso del tuaciones meteorológicas de alto gradiente con flujos de vien-
suelo y otras medidas de ordenación territorial acordes con to de gran velocidad está en el origen de los episodios de tem-
un desarrollo respetuoso con el medio. poral marítimo, que se producen preferentemente en los me-
ses fríos del año. Un caso especial son las denominadas ga-
Peligros naturales en la costa lernas, que se desarrollan, preferentemente en los meses de
Junto a las riberas fluviales, la costa es el medio de mayor vul- verano, en la costa norte de España, a favor de borrascas
nerabilidad para la sociedad española y, en los últimos cin- enérgicas de pequeñas dimensiones centradas en el sector
cuenta años, el área donde los peligros naturales adquieren marítimo de Vizcaya o en el mismo Cantábrico. Con muy ba-
mayor significación económica. Las actuaciones humanas so- ja frecuencia de aparición, pero con efectos desastrosos, en
bre la franja costera han incrementado las áreas de riesgo ocasiones los temporales marítimos en el área cantábrica de-
por implantación de usos poco adaptados a los elementos del ben su origen a la llegada de originarios ciclones tropicales
medio natural (vid. cuadro 1 y figura 2). (huracanes) que, tras haber desarrollado su actividad en
El viento ha sido tradicionalmente el elemento atmosférico aguas del Caribe, se incorporan a la circulación general del
vinculado en mayor medida a situaciones de peligro en la oeste, transformados en borrascas enérgicas de estructura
franja costera. La propia disposición marítima de la penínsu- frontal. El último episodio de estas características tuvo lugar
la Ibérica favorece el desarrollo de temporales de viento de di- en octubre de 1984, vinculado con el llamado huracán “Hor-
versa componente cuando se dan las condiciones atmosféri- tensia” que ocasionó daños evaluados en más de 10.000 mi-
cas necesarias. No obstante, hay una territorialización de las llones de pesetas corrientes de 1984, localizados en su mayor
componentes principales del viento en episodios de temporal parte en el litoral gallego.
en los distintos sectores de costa españoles (Fig. 2). Así, en la La génesis de mangas marinas sobre las aguas cálidas del
franja mediterránea son más peligrosas las situaciones de le- Mediterráneo occidental que llegan a interesar la línea de cos-
vante o sureste, frente a las componentes del oeste, noroeste ta y desplazarse, como tornados, sobre tierras litorales oca-
y suroeste –esta última en el sector de Rías Bajas–, que pro- sionan daños económicos en los territorios afectados; se trata
vocan daños con vientos fuertes en la costa del Cantábrico y de un fenómeno meteorológico que en España tiene su calen-

52 I.T. N.O 61. 2002


SÍNTESIS DE LOS

EN EL LEVANTE ESPAÑOL
TEMPORALES DEL NW

SEQU
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TEMPORALES N
DE CANARIAS

SISMICIDAD

Fig. 2. Mapa síntesis de los peligros naturales en el litoral español. (Elaboración propia)

dario de riesgo entre los meses de mayo y octubre y que en- ne una alteración en el nivel marino, que en pocos minutos
cuentran en el litoral mediterráneo español su área de desa- puede rebasar los tres metros a favor de una configuración
rrollo preferente, en particular, el archipiélago balear. La cos- costera en fondo de saco. En Canarias los episodios de vien-
ta catalana de Girona y, en particular, el área comprendida to fuerte con efectos en el litoral se vinculan con el desarrollo
entre los cabos de Creus y Bagur es azotada en invierno por de temporales de Canarias, con dirección del viento variable
el soplo de vientos de componente norte a gran velocidad (tra- en virtud de la propia ubicación de la borrasca en superficie,
muntana); la tramuntana es, como describió magistralmente pero con predominio de las componentes septentrionales.
Plá, el dios-viento del Ampurdán, que ha condicionado loca- El desarrollo de temporales de viento sobre la franja cos-
lización de asentamientos y de actividades económicas. Tam- tera ha motivado, históricamente, localización de poblacio-
bién en el ámbito catalán hay un sector costero de gran inte- nes, diseño de viviendas y disposición de diques de defensa
rés por las consecuencias vinculadas al soplo de vientos fuer- en puertos. Sin embargo, en los últimos decenios el riesgo so-
tes del oeste-noroeste que descienden como cierzos sobre el bre la franja costera se ha incrementado por la ocupación de
valle del Ebro e irrumpen con violencia en el delta y en el gol- primeras líneas de costa para usos residenciales y la implan-
fo de San Jorge (Olcina Cantos, 1995; Olcina y Torres, 1998). tación de puertos deportivos que generan nuevos territorios de
Por su parte, en el litoral atlántico andaluz la instalación riesgo en la costa. El uso intensivo de los espacios de playa ha
de depresiones frías en altitud sobre el golfo de Cádiz favo- convertido a este medio en un nuevo espacio de riesgo, pues-
rece la génesis de temporales del suroeste con fuerte oleaje y to que la pérdida de arenas que acompaña a un temporal
ascenso del nivel del mar. En Baleares la peligrosidad vincu- marítimo provoca cuantiosos daños económicos, al motivar
lada al soplo de vientos fuertes en la costa participa, en gran regeneraciones urgentes de playas que deben estar en per-
medida, de los rasgos del resto del litoral mediterráneo pe- fecto estado para afrontar las sucesivas temporadas turísticas.
ninsular, no obstante en Menorca, particularmente en Ciuta- Al viento acompaña, ahora, el agua como elemento de
della, tiene lugar el fenómeno de las “rissagues” que, coinci- riesgo. En efecto, la localización de desembocaduras de cursos
diendo con la instalación de una cresta de aire sahariano so- fluviales en la costa provoca, con ocasión de avenidas, daños
bre el Mediterráneo Occidental y el cambio súbito de presión en infraestructuras y asentamientos del litoral. Ocurre, además,
que experimentan los campos isobáricos en superficie, supo- que en los últimos veinticinco años el proceso de urbanización

I.T. N.o 61. 2002 53


intensiva de muchos sectores del litoral español ha terminado teras, en sintonía con la Recomendación de la Unión Europea,
por invadir áreas de afección fluvial que sufren inundaciones remite a la identificación de un espacio coherente para la
cuando se produce un episodio de avenida. El fenómeno es puesta en marcha de las intervenciones públicas, trascendien-
muy destacado en las islas de Tenerife y Gran Canaria y en la do el estricto límite al que afecta la legislación sobre costas.
práctica totalidad del litoral mediterráneo peninsular. En estos Por tanto, la interrelación entre planeamientos territoriales y
casos la existencia de cauces secos, pero de régimen torren- urbanos y actuaciones propias de la ingeniería de costas re-
cial, crea una sensación de falta seguridad generadora de si- sultará decisiva para gestionar procesos que hasta ahora se
tuaciones de incumplimiento de la legislación de aguas. En han venido resolviendo mediante actuaciones puntuales en
efecto, se permite la edificación en las zonas de inundación re- materia de regeneración de bordes costeros y aportaciones de
guladas en el Reglamento de Dominio Público Hidráulico, sedimentos para paliar la regresión de las playas.
cuando no directamente sobre las zonas de salvaguarda del Este tipo de argumentos conduce inevitablemente a uno de
álveo (zona de policía y servidumbre). En otros casos se impi- los mayores problemas que afectan a la planificación y gestión
de el avenamiento rápido de las aguas al implantarse infraes- del espacio litoral en España, como es la complejidad del mar-
tructuras (carreteras, ferrocarril, espacios portuarios) que cor- co competencial (afectan tres marcos normativos esenciales:
tan transversalmente, sin el calado suficiente, los cauces. urbanismo y ordenación territorial, costas y medio ambiente) y
El problema de las inundaciones en España ha dejado de en especial la concurrencia entre Administración del Estado,
ser una cuestión de grandes colectores para ceder el protago- Comunidades Autónomas y municipios. Además de tratarse de
nismo a los cursos menores (rieras, barrancos, ramblas) de sú- un ámbito en el que se solapan actuaciones territoriales y sec-
bita crecida, en los que es compleja la delimitación de las zo- toriales, sin la debida coordinación. Basta recordar que dentro
nas de salvaguarda y de inundación, al no disponer de medi- de una misma administración autónoma aparecen distintos de-
ciones históricas de caudal. La invasión de estos cauces o su partamentos cuyas actuaciones inciden en el litoral. El tema de
incorporación, sin las medidas de salvaguarda necesarias, a los riesgos aparece, por tanto, contenido, de forma directa o
los callejeros ha creado nuevos espacios de riesgo en la fran- indirecta, en distintas políticas e instrumentos de intervención.
ja costera española. Un caso singular es la instalación de cam- En una primera aproximación conviene tener en cuenta
pamentos de turismo en las proximidades de la costa junto a que la defensa frente a los riesgos naturales contempla medi-
cauces fluviales, que somete al turista instalado a un grado de das preventivas y “curativas”, esto es, obras de infraestructu-
vulnerabilidad muy elevado ante una crecida rápida del cau- ra diseñadas, por lo común, tras el desarrollo de un episodio
dal. Son numerosos los ejemplos de este tipo de instalaciones extraordinario. Las primeras incluyen un abanico amplio de
que han sufrido graves daños y pérdida de vidas humanas du- actuaciones que van desde las mejoras en la predicción me-
rante los últimos decenios en el litoral mediterráneo español. teorológica hasta la protección civil. Se incluyen entre éstas la
Hay, por último, episodios naturales de rango extraordina- relación de normativa legal que incluye disposiciones sobre la
rio que tienen como escenario de vulnerabilidad el área más necesaria consideración de la peligrosidad natural en los pro-
amplia de las tierras del litoral. Evidentemente los episodios de cesos de ocupación del suelo. El cuadro 2 reúne el conjunto
inundación encuentran su causa, junto a una situación atmos- de actuaciones de defensa frente a los riesgos naturales en la
férica propicia, en la propia configuración y régimen de las franja litoral (vid. cuadro 2).
cuencas fluviales y en los desajustes en la ordenación territorial Es interesante destacar que el cumplimiento de la legisla-
que, en las últimas décadas, han tenido lugar; de ahí que pue- ción ambiental y del suelo y de la ordenación del territorio es
dan considerarse, en gran medida, peligros de la franja lito- el sistema de defensa frente a los riesgos en la franja litoral
ral. Sin embargo, sismicidad y sequías son plenamente riesgos más racional y sostenible que puede llevarse a cabo. El pro-
de amplia repercusión territorial que no se ciñen exclusiva- blema radica en que en numerosos casos –más de los desea-
mente al espacio costero y menos aún al Dominio Público Ma- bles– la ocupación de las primeras líneas de costa se ha rea-
rítimo-Terrestre. Este tipo de riesgos naturales, aunque tienen lizado sin tener en cuenta los preceptos legales que aconse-
una extraordinaria importancia en la ordenación de los espa- jan o prohiben la instalación de edificaciones permanentes en
cios litorales, trasciende el propósito de la presente aportación. dichos espacios.
Resulta necesario, por tanto, hacer mención a la normati-
Políticas e instrumentos va legal promulgada con la finalidad, directa o indirecta, de
para la intervención frente la prevención ante riesgos de desastres naturales. Junto a las
a riesgos naturales en el espacio costero disposiciones de Protección Civil, el cuadro 3 recoge la legis-
Los problemas que afectan al ámbito costero solo pueden com- lación que atañe a la prevención de riesgos naturales de apli-
prenderse y, por consiguiente, plantearse las estrategias y lí- cación en el litoral español.
neas de intervención en el marco de una ordenación y gestión Se trata de leyes elaboradas por distintos organismos, re-
integrada del territorio litoral. De este modo, tal y como hemos guladoras de elementos del medio (agua, costas, montes), de
señalado, la consideración de los riesgos que afectan al do- los procesos de ordenación del territorio y urbanismo y de ges-
minio costero no puede desligarse del contexto territorial y fí- tión medioambiental. En su conjunto demuestran la diversidad
sico-ecológico de referencia. En definitiva, el ámbito territorial del marco normativo y competencial y ponen de manifiesto la
de una verdadera política de gestión integrada de áreas cos- necesidad de una actuación integrada en el caso de la costa.

54 I.T. N.O 61. 2002


Planificación y gestión ambiental
CUADRO 2
Medidas de defensa ante riesgos naturales en la costa La legislación estatal y autonómica de impacto ambiental,
emanadas de la aplicación de las Directivas Comunitarias so-
Temporales en la costa
bre esta cuestión (85/337/CEE, modificada por las directivas
– Diques; escolleras; regeneración de arenas; reconstrucción de paseos
97/11/CE y 2001/42/CE), ampara la realización de análi-
marítimos e instalaciones portuarias.
sis de aspectos climáticos en la fase de estudio de impacto
MEDIDAS CURATIVAS
Inundaciones ambiental de los proyectos objeto de evaluación. La ley espa-
– Encauzamientos; desvío de cuprsos; recrecimiento de motas; construcción ñola (RD Legislativo 1302/1986, de 28 de junio) y su regla-
ex novo de asentamientos; presas de laminación; ayudas económicas; mento (RD 1131/1988, de 30 de septiembre) no detallan el
declaración de zona catastrófica.
contenido concreto que debe tener el estudio de impacto am-
Temporales en la costa biental en un proceso de evaluación de impacto ambiental. El
– Legislación de costas. Respeto de las zonas de protección. artículo 7 del Real Decreto 1131/1988 señala que el estudio
de impacto ambiental debe contener, entre otros aspectos, un
Inundaciones
“inventario ambiental y descripción de las interacciones eco-
– Riegos de turbias.
lógicas o ambientales claves”. El contenido del inventario am-
– Aterrazamientos.
biental se detalla en el artículo 9, que indica que en él debe
– Implantación de Sistemas Automáticos de Información Hidrológica (SAIH).
incluirse el “estudio del estado del lugar y de sus condiciones
– Vigilancia meteorológica.
– Planes Especiales de Actuación de ámbito regional (Inuncat, Patricova,
ambientales antes de la realización de las obras”. Debe en-
Plan de Cauces del País Vasco). tenderse que cualquier estudio detallado de un espacio geo-
– Delimitación del Dominio Público Hidráulico (LINDE). gráfico tendría que tratar dicho medio como recurso y como
PRÁCTICAS
riesgo, esto es, la peligrosidad natural que puede afectar a un
Sismicidad
PREVENTIVAS proyecto y el posible efecto que su implantación en el territo-
– Norma sismorresistente.
rio pueda tener en la vulnerabilidad de la población residen-
– Cartografía de microzonación sísmica.
te en él. Hay una cuestión de interés por lo que atañe a la re-
Protección Civil lación entre la evaluación de impacto ambiental y la ordena-
– Plan Territorial de Emergencias. ción territorial. La legislación española (ley y reglamento) no
– Directrices básicas de inundaciones y riesgo sísmico. incluye a los documentos de ordenación del territorio (planes
Legislación del Suelo y Ordenación del Territorio
de ordenación del territorio, planes generales de ordenación
– Ley Estatal del Suelo y leyes regionales de urbanismo.
urbana, normas subsidiarias) entre las actividades sujetas a
– Legislación regional de Ordenación del Territorio. evaluación de impacto ambiental. Se entiende que al estar
– Planes de Ordenación del Territorio de ámbito regional y subregional. transferidas las competencias de medio ambiente, suelo y or-
denación del territorio a las Comunidades Autónomas deban
Fuente: Elaboración propia.
ser éstas las que regulen dicha cuestión. Así ocurre, por ejem-
plo, en la Comunidad Valenciana, cuyo Reglamento de la Ley
CUADRO 3 de Impacto Ambiental (Decreto 162/1990, de 15 de diciem-
Legislación básica de rango estatal para la prevención bre) incluye en el Anexo I como actividad sujeta a evaluación
de desastres naturales en la costa de impacto ambiental los “instrumentos de ordenación del te-
Riesgo natural Legislación rritorio”, esto es, planes de ordenación del territorio, planes
de acción territorial, planes generales de ordenación urbana,
Terremotos – Norma de Construcción Sismorresistente (NCSE-94).
normas complementarias y subsidiarias de planeamiento, etc.
(Anexo I, apartado g).
– Real Decreto Legislativo 1/2001, que aprueba el texto refundido de la Ley de Aguas. Ocioso resulta insistir en que el incumplimiento de lo esta-
Inundaciones – Ley del Suelo (Ley 6/1998, de 13 de abril). blecido en la normativa ambiental, del suelo y de la ordena-
– Directriz Básica de Inundaciones (resolución de 31 de enero de 1985, ción del territorio se encuentra, a menudo, en el origen de los
Secretaría de Estado de Interior). daños causados por los eventos naturales de rango extraor-
dinario. Un ejemplo llamativo es la permisividad existente en
el respeto de áreas de servidumbre en los cauces públicos
Temporales
de Levante
– Ley 22/1988 de Costas (Reglamento R.D. 147/1989). contemplado en la legislación de aguas o en el litoral (ley de
Costas de 1988). La inexistencia de mecanismos de vigilan-
Fuente: Elaboración propia. cia y control (por ejemplo, policía de cauces) resta operativi-
dad a las restricciones en el uso del suelo contenidas en al-
gunas de estas leyes. En última instancia el Código Penal de
Estos marcos legales contienen en su articulado disposicio- 1995 contempla sanciones para las acciones que atenten
nes cuyo cumplimiento tiene por objeto la protección de bie- contra el medio ambiente y la ordenación del territorio (Titu-
nes y personas ante fenómenos naturales de rango extraordi- lo XVI “De los delitos relativos a la ordenación del territorio y
nario (vid. cuadro 3). la protección del patrimonio histórico y del medio ambiente”).

I.T. N.o 61. 2002 55


Planificación territorial y ordenación urbana Inundaciones de la Comisión Nacional de Protección Civil en
En España la legislación del suelo y de ordenación del terri- el estudio “Las inundaciones en la España Peninsular”. No
torio ha experimentado modificaciones interesantes por lo obstante, la cuestión es la consideración, o mejor, la no con-
que respecta a la consideración de la peligrosidad natural en sideración que hace el planeamiento urbano municipal de
los procesos de ocupación del suelo. La Ley del Suelo del año estas cartografías de riesgo de inundación, con lo cual en nu-
1956 articulaba ya la necesidad de incluir en la memoria de merosas ocasiones el artículo 9.1 de la Ley del Suelo, por lo
los planes generales de ordenación los rasgos del medio fí- que respecta a la delimitación de terrenos con riesgo, no se
sico de la ciudad (art. 9). Este aspecto se reitera en los dife- cumple. Conviene recordar al respecto que el planeamiento
rentes textos legales del suelo vigentes en nuestro país en la urbano de escala municipal es una herramienta básica para
segunda mitad de siglo (Ley 2 de mayo 1975, art. 9; Decre- la integración y coordinación de actuaciones, en este caso
to 9 de abril 1976; R.D.L. 1/1992 de 26 de junio, Título III; referidas a la conservación y gestión del espacio costero,
y el Reglamento de Planeamiento de 23 de junio de 1978). considerando la capacidad de los planeamientos municipa-
El artículo 38 de este último Real Decreto señala que en la les de decidir el modelo territorial en el espacio colindante
Memoria de Plan General Municipal de Ordenación se debe con la ribera del mar, aspecto en el que las determinaciones
incluir un documento de información básica donde se expli- y criterios tendrán una incidencia manifiesta en las cuestio-
que, entre otros aspectos, las “características naturales del nes relativas a riesgos.
territorio, tales como las geológicas, topográficas, climáticas Muy abundante es la normativa sobre urbanismo y orde-
y otras análogas”. nación del territorio de rango autonómico existente en nues-
Idéntico contenido se presume para los Planes Directores tro país, y en la que se contempla, con intensidad diversa, la
Territoriales de Coordinación contemplados en la Ley del Sue- necesidad de considerar la peligrosidad natural en los proce-
lo de 1976 y mantenidos en el texto de 1992 (art. 68). Hay sos de ocupación del suelo por diferentes usos. La disparidad
que recordar que la legislación nacional del suelo experi- de situaciones es grande en relación con el grado de sensibi-
mentó un proceso de revisión tras la sentencia del Tribunal lidad ante los riesgos naturales o en relación con la protec-
Constitucional de 20 de marzo de 1997. El nuevo texto legal ción ambiental de los diferentes gobiernos regionales. El cua-
surgido tras dicha decisión (Ley 6/1998, de 13 de abril) es dro 4 resume la relación de disposiciones legales vigentes so-
particularmente interesante por lo que a la consideración de bre el suelo y la ordenación del territorio de ámbito regional,
la peligrosidad natural en los procesos de ordenación del te- así como la consideración de la peligrosidad natural en los
rritorio se refiere. En efecto, en él, amén de la citada senten- documentos de ordenación del territorio autonómicos (Direc-
cia del Tribunal Constitucional, se recogió en su artículo 9.1 trices regionales, Planes de Ordenación del Territorio).
(suelo no urbanizable) el espíritu de los trabajos de la Comi- Algunas Comunidades Autónomas españolas han desarro-
sión Especial sobre la Prevención y Asistencia en situaciones llado documentos de ordenación territorial orientados especí-
de Catástrofe creada por el Senado tras los desastres de Bies- ficamente a la cuestión de la peligrosidad natural; básicamen-
cas (agosto de 1996), Alicante (septiembre de 1997) y Ba- te a las inundaciones. Es el caso de las comunidades autóno-
dajoz (noviembre de 1997), por lo que respecta a la necesi- mas del País Vasco y Valenciana. En la primera, junto al deta-
dad de incluir medidas de carácter preventivo para la reduc- llado tratamiento que merece el problema de las inundaciones
ción de la vulnerabilidad ante los peligros naturales. en las propias Directrices de Ordenación del Territorio, se han
En el grado de consideración que merecen los riesgos na- redactado sendos Planes Territoriales Sectoriales de Ordena-
turales en la administración política española –más bien es- ción de las Márgenes de los Cauces fluviales de las vertientes
caso– debe considerarse un avance de la redacción del men- cantábrica y mediterránea (Decreto 415/1998, de 22 de di-
cionado artículo 9.1 en la Ley 6/1998, de 13 de abril sobre ciembre y Decreto 455/1999, de 28 de diciembre, respecti-
el régimen del suelo y valoraciones. En efecto, la ley señala vamente). Se trata de unos interesantes documentos, de rango
que deben merecer la condición de suelo no urbanizable normativo, sobre tratamiento integral de las márgenes de cur-
aquellos terrenos en los que concurran “riesgos naturales sos fluviales, único en el conjunto de regiones españolas.
acreditados en el planeamiento sectorial”. Debe entenderse Además de la regulación específica de usos en las dife-
que la condición de terreno de riesgo es otorgada por la Di- rentes categorías de márgenes señaladas, en ambos Planes
rectriz Básica de Inundaciones (Plan Estatal de Protección Ci- Territoriales Sectoriales se regula una normativa general de
vil ante el Riesgo de Inundaciones) y, en su caso, su desarro- aplicación a todas ellas que incluye, por ejemplo, tratamien-
llo autonómico (Planes regionales) y local (Planes de Actua- tos pormenorizados para aquellos puentes antiguos que si-
ción Municipal), bien por los catálogos de zonas inundables tuados en zonas urbanas “supongan un obstáculo hidráulico
incluidas en los Planes hidrológicos de cuenca (art. 72 del de cara a la prevención de inundaciones”; asimismo se seña-
Reglamento de la Administración Pública del agua y de la la que las actuaciones de protección y rehabilitación de cas-
Planificación Hidrológica –Real Decreto 927/1988 y art. 42 cos históricos situados en las márgenes de ríos en zonas po-
del Real Decreto Legislativo 1/2001, que aprueba el texto re- tencialmente inundables “deberá compatibilizarse con las ac-
fundido de la Ley de Aguas–) o, en su defecto, el inventario tuaciones de encauzamientos, rectificación, ampliación o
de zonas que históricamente han sufrido inundaciones que, apertura de cauces necesarias para la prevención de inunda-
en 1988, elaboró la Comisión Técnica de Emergencia por ciones”. Para la protección de embalses de abastecimiento y

56 I.T. N.O 61. 2002


CUADRO 4
Legislación autonómica del Suelo y de Ordenación Territorial y consideración de la peligrosidad natural
en los documentos de planificación del territorio de las regiones litorales
Legislación del Suelo Documento de Ordenación
Región Consideración de la peligrosidad natural
y Ordenación del Territorio vigente Territorial vigente

– Ley 1/1994, de 11 de enero, de Ordenación del Territorio – Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía. Tratan la cuestión de los riesgos catastróficos (naturales
de la Comunidad Autónoma de Andalucía Bases y Estrategias (Decreto 103/1999, de 4 de mayo). y antrópicos) con gran detalle.
(BOE de 9 de febrero de 1994). – Planes Subregionales de Ordenación del Territorio
Andalucía
– Anteproyecto de Ley de Ordenación Urbanística de (aprobado el de la Aglomeración Urbana de Granada)
Andalucía, presentado en mayo de 2001. (aprobados por la Comisión de Redacción los del Poniente
Almeriense y Sierra de Segura).

– Ley 1/1987, de 30 de marzo, de Coordinación – Decreto 11/1991, de 24 de enero, de Directrices Regionales No se incluye ninguna referencia a la cuestión
y Ordenación Territorial en el Principado de Asturias de Ordenación del Territorio de Asturias. de la peligrosidad natural ni en las directrices
Principado de Asturias (BOE de 8 de mayo de 1987). – Decreto 107/1993, de 16 de diciembre, de Directrices regionales ni en las subregionales.
subregionales de Ordenación del Territorio
para la franja costera de Asturias.
– Decreto Legislativo 1/2000, de 8 de mayo, por el que se – Decreto 1/2001, de 5 de junio, por el que se regulan Se encuentran en fase de exposición pública
aprueba el texto refundido de las leyes de Ordenación del las Directrices de Ordenación del Territorio. las Directrices de Ordenación General de Canarias,
Territorio de Canarias y de Espacios Naturales de Canarias ajustadas a Ley 1/2000, de 8 de mayo (Texto Refundido
Canarias (BOCANA de 15 de mayo de 2000). de las Leyes de Ordenación del Territorio de Canarias
– Ley 6/2001, de 23 de julio, de Medidas urgentes – Se han redactado Planes Insulares de Ordenación. y de Espacios Naturales de Canarias). La directriz 29
en materia de Ordenación del Territorio y del Turismo – Están aprobados los de Lanzarote, Fuerteventura, La Gomera, está consagrada a la “Prevención de riesgos”,
en Canarias (BOE de 7 de agosto de 2001). Gran Canaria y El Hierro. básicamente dedicada al peligro de inundaciones.

– Ley 2/2001, de 25 de junio, de Ordenación del Territorio – No tiene directrices regionales de ordenación del territorio En el Plan de Ordenación del litoral no se hace referencia
y Régimen Urbanístico del Suelo en Cantabria (Plan Regional de Ordenación Territorial). a la cuestión de la peligrosidad natural de dicho espacio
Cantabria
(BOE de 28 de agosto de 2001). – Se ha redactado –y aprobado parcialmente– geográfico.
un Plan de Ordenación del Litoral.

– Ley 23/1983, de 21 de noviembre, de Política Territorial – Plan Territorial General (Ley 1/1995, de 16 de marzo; Tratamiento muy deficiente del medio físico que
(BOE de 21 de enero de 1984) reformado por Ley 24/2001, de 31 de diciembre). se considera mero soporte de actividades económicas
– Ley del Suelo de Cataluña (Ley 2/2002, de 14 de marzo, – Se ha aprobado el Plan Territorial Parcial de les Terres e implantación de infraestructuras.
Cataluña
de Urbanismo). de l´Ebre. Se señala la necesidad de llevar a cabo infraestructura
– Están en proceso de elaboración los planes de les Comarques para evitar inundaciones y asegurar el abastecimiento
de Ponent (Alt Pirineu y Plana de Lleida) y de les Comarques de agua.
Centrals.

– Ley 10/1995, de 23 de noviembre, de Ordenación – No tiene directrices regionales de ordenación del territorio.
Galicia
del Territorio (BOE de 19 de enero de 1996)

– Ley 14/2000, de 21 de diciembre, de Ordenación – Directrices de Ordenación del Territorio de les Illes Balears Tratan con detalle la cuestión de inundaciones.
del Territorio (BOE de 19 de enero de 2001). (Ley 6/1999, de 3 de abril, por el que se aprueban Interesante tratamiento del suelo no urbanizable
Illes Balears – Ley 2/2001, de 7 de marzo, de Atribución de competencias las Directrices de Ordenación Territorial; Ley 9/1999, en relación con la existencia de riesgos.
a los Consejos insulares en materia de Ordenación de 6 de octubre, de modificación de la Ley 6/1999;
del Territorio (BOE de 10 de abril de 2001). Ley 20/2002 de modificación de la Ley 6/1999).

– Ley 4/1992, de 30 de julio, de Ordenación y Protección – No tiene directrices regionales de ordenación del territorio
del Territorio de la Región de Murcia (en fase de redacción).
Región de Murcia (BOE de 26 de enero de 1993).
– Ley 1/2001, de 24 de abril, del Suelo de la Región
de Murcia (BOE de 10 de octubre de 2001).

– Ley 4/1990, de 31 de mayo, de Ordenación del Territorio. – Directrices de Ordenación del País Vasco (Decreto 28/1997 Las Directrices tratan con detalle la cuestión
por el que se aprueban definitivamente las Directrices de de las inundaciones.
Ordenación Territorial de la Comunidad Autónoma del País Vasco). Muy interesante –único en España– el tratamiento
– Decreto 415/1998, de 22 de diciembre del Plan Territorial que ofrecen los Planes Territoriales Sectoriales
País Vasco Sectorial de Ordenación de las Márgenes de los Ríos de Ordenación de las Márgenes de los Ríos y Arroyos.
y Arroyos (vertiente cantábrica).
– Decreto 455/1999, de 28 de diciembre del Plan Territorial
Sectorial de Ordenación de las Márgenes de los Ríos
y Arroyos (vertiente mediterránea).
– Ley 6/1989, de 7 de julio, de Ordenación del Territorio. – No tiene directrices regionales de ordenación del territorio. En fase de tramitación parlamentaria el Plan de Acción
– Ley 4/1992 sobre suelo no urbanizable; Ley 6/1994, Territorial de Carácter Sectorial sobre prevención del riesgo
Comunidad Valenciana de inundación en la Comunidad Valenciana (PATRICOVA).
Reguladora de la Actividad Urbanística y Decreto 201/1998,
Reglamento de Planeamiento Urbanístico. Regulación interesante de usos del suelo en relación
con el riesgo de inundación.

Fuente: Elaboración propia.

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captaciones de agua se define una banda de protección de (equivale a un período de retorno entre 100 y 500 años) de
200 metros de ancho medida desde la línea correspondiente que en un año cualquiera se sufra, al menos, una inundación
al máximo nivel normal de embalse, aguas arriba de la pre- con un calado máximo de agua inferior a 80 centímetros.
sa y dentro de su propia cuenca afluente. Resulta relevante que se establezca una normativa que
Asimismo se incluye una normativa sobre infraestructuras obliga a considerar los riesgos de inundación en el planea-
próximas a los cauces (colectores, conducciones de agua, ga- miento urbanístico (art. 20), que deberá reflejar una serie de
soductos, redes de telecomunicaciones, etc.). contenidos mínimos en su parte informativa. Por su parte, la
Por su parte, para las actuaciones hidráulicas se señala existencia de riesgo de inundación derivaría en la imposición
que, con carácter general, se evitarán los encauzamientos de una serie de limitaciones en la clasificación del suelo y en
cubiertos y, en áreas de nuevos desarrollos urbanísticos, se su posible desarrollo urbanístico. Por ejemplo, los Planes Ge-
propondrán, preferentemente, soluciones blandas que com- nerales tendrán que clasificar como suelo no urbanizable de
patibilicen la prevención de inundaciones con la conserva- especial protección el Dominio Público Hidráulico y las zonas
ción de vegetación de ribera para favorecer la vitalidad eco- de inundación delimitadas en el PATRICOVA con el nivel de
lógica de los ríos; en zonas urbanas con encauzamientos in- riesgo 1. De idéntica manera, se imponen también limitacio-
suficientes se estudiarán fórmulas de tratamiento del lecho nes en el suelo no urbanizable afectado por otros niveles de
del río mediante el sistema de doble cauce. Algunas de las riesgo de inundación. En el caso del suelo clasificado como
indicaciones y recomendaciones sobre actuaciones en los urbanizable, la existencia de riesgo de inundación obligará a
márgenes en zonas inundables se recogen del Plan Integral la realización de un estudio de inundabilidad que habrá de
de Prevención de Inundaciones del País Vasco que fue ela- determinar las condiciones de la ordenación urbanística, las
borado en 1993. obras de defensa que hubiera que llevar a cabo, y la forma
Los Planes Sectoriales se completan con una serie de nor- y disposición de las edificaciones. En cambio, cuando el ries-
mativa específica para diferentes categorías de márgenes en go de inundación afecta a suelo urbano y al urbanizable con
relación con retiros mínimos contemplados para la urbaniza- programa aprobado, el PATRICOVA concede una elevada fle-
ción y la edificación en cada una de ellas, donde se estable- xibilidad a los ayuntamientos para verificar la incidencia del
ce algún matiz según se trate de márgenes de la vertiente can- riesgo y adecuar las futuras edificaciones.
tábrica o mediterránea. Desde el ámbito de la legislación sectorial y en lo que ata-
En la Comunidad Valenciana se ha elaborado un Plan de ñe a ocupación de espacios costeros, es interesante señalar,
Acción Territorial –figura de ordenación del territorio contem- por último, la problemática vinculada a la instalación de
plada en la Ley Valenciana de Ordenación del Territorio de campamentos de turismo, que, en los últimos años, ha reba-
1989– para la reducción del riesgo de inundaciones (PATRI- sado el umbral de lo racionalmente lógico, invadiendo zonas
COVA) que intenta dar una solución integral de este fenóme- de dominio público, hidráulico o marítimo-terrestre. Esta últi-
no, a través de un diagnóstico de zonas de riesgo y de un ma modalidad ha cobrado gran interés en los últimos años a
conjunto de medidas estructurales (obras) y de planificación consecuencia de los efectos catastróficos que una serie de epi-
de usos del suelo, de aplicación en la escala municipal. sodios de lluvia torrencial han ocasionado en algunos de ellos
Entre la extensa documentación que comprende este Plan (por ejemplo Mazarrón).
destaca el apartado relativo a la planificación territorial y ur- En 1997 la Confederación de Organizaciones de Defensa
banística en relación con los riesgos de inundación, que ha Ambiental denunció la existencia de más de 400 campings y
sido incluido en el capítulo III de la normativa. Las limitacio- zonas de acampada situados en áreas de riesgo de inunda-
nes de uso más rigurosas para futuros desarrollos urbanísti- ción. No es, por tanto, una cuestión baladí, máxime cuando
cos del territorio corresponden a los municipios que padecen este tipo de instalaciones es la que somete a un más elevado
elevado riesgo de inundación. Dentro de esta categoría se in- nivel de exposición y de vulnerabilidad a las poblaciones allí
cluyen los municipios que tienen las dos terceras partes de su asentadas con ocasión del desarrollo de un episodio de ave-
término municipal afectadas por alto riesgo de inundación y nida fluvial o temporal marítimo.
los que tienen condiciones de riesgo específicas, que obligan El Real Decreto 2545/1982 sobre planificación del esta-
a limitar futuros desarrollos de usos del suelo. blecimiento de los campamentos de turismo señala que no se
En el PATRICOVA se establecen seis niveles de riesgo or- pueden establecer campamentos turísticos en los terrenos si-
denados de mayor a menor grado de intensidad, que se es- tuados en ramblas, lechos secos de ríos y en los susceptibles
tablecen mediante cálculos de probabilidad (períodos de re- de ser inundados. Recordemos que la ley define el campa-
torno) y atendiendo al calado máximo posible que alcanzaría mento turístico como el espacio de terreno debidamente deli-
la inundación caso de producirse. Por ejemplo, dentro del mitado, dotado y acondicionado para su ocupación tempo-
riesgo 1 se encuentran las áreas que tienen una probabilidad ral, con capacidad para más de diez personas que pretendan
superior a 0,04 (equivalente a un período de retorno inferior hacer vida al aire libre, con fines vacacionales o turísticos y
a 25 años) de que en un año cualquiera se sufra, al menos, utilizando como residencia albergues móviles. Esta recomen-
una inundación con un calado de agua superior a 80 centí- dación de carácter general incluida en una ley de rango es-
metros. En el otro extremo, con riesgo 6, se incluyen las áreas tatal se recoge, asimismo, en la normativa autonómica relati-
inundables que tienen una probabilidad entre 0,01 y 0,002 va a los campamentos de turismo.

58 I.T. N.O 61. 2002


Los riesgos naturales en la política de costas
Desde este ámbito competencial, el principal problema a re- 23.000 millones de pesetas en el último ejercicio, incluyendo
solver en materia de riesgos es el que deriva de la regresión actuaciones que permiten luchar contra la erosión y regene-
costera e inestabilidad de playas, por el peligro que supone raciones de playas. La cuestión es saber en qué medida se
para las infraestructuras y el territorio costero. De tal modo trabaja de forma coordinada con las Comunidades Autóno-
que en el caso de regiones donde la costa alcanza un papel mas y de qué modo se aborda la perspectiva integral que re-
estratégico en el sistema territorial y económico, como es la quiere el tema de la erosión costera, sobre todo en la bús-
Comunidad Valenciana, la regresión costera preocupa como queda de vías de trabajo preventivas, que actúen sobre la
prioridad, ya que el 58 % de la longitud de playas se encuen- causa primera de los problemas.
tra en regresión, de las cuales un 14 % experimenta una si- La Unión Europea, en su apuesta por las zonas costeras y
tuación calificada como de muy grave (Marco Segura, p. 77). su necesaria gestión integrada, señala el problema de la ero-
No extraña, pues, que en la nueva política de costas de la Ge- sión como uno de los más preocupantes, en cuanto supone
neralitat Valenciana se incluya un plan de defensa de costas, amenaza para las poblaciones. Así, se entiende que las obras
orientado a conseguir la estabilidad de la línea de costa y es- de ingeniería dura que se han venido destinando tradicional-
tablecer condiciones para las obras de defensa y regenera- mente a paliar el problema, con la construcción de diques y
ción, en relación con las zonas de préstamo y vertido de se- escolleras de hormigón, han resultado muy costosas y no
dimentos. Paralelamente se incluye en los programas de ac- siempre se han conseguido los objetivos deseados, incluso en
tuación la elaboración del Mapa de Riesgos en la Costa, que algunos lugares han llegado a acelerar el proceso. Por lo que
integrará los riesgos asociados a erosión y a sobreelevación apuesta por las técnicas denominadas blandas. No conviene
del nivel del mar, como base para las decisiones en materia olvidar al respecto que los principios rectores de la planifica-
territorial y urbanística. ción y gestión integrada de áreas costeras contemplan la pers-
En el ámbito competencial del Estado en materia de cos- pectiva amplia e interrelacionada de los problemas, la sinto-
tas (dominio público), la Ley 22/88 reserva a esta adminis- nía con los procesos naturales, la implicación de todos los
tración las funciones relativas a la protección y gestión del li- agentes y administraciones involucradas y la combinación de
toral, con una serie de tareas encomendadas entre las que se distintos instrumentos de intervención. ■
incluye la realización, supervisión y control de estudios, pro-
yectos y obras de defensa, protección y conservación de los
elementos que integran el dominio público, en particular los J. Fernando Vera Rebollo y Jorge Olcina Cantos
Doctores en Geografía
de creación, regeneración y recuperación de playas. La in- Profesores del Departamento de Análisis Geográfico Regional
versión en recuperar y conservar el litoral ha supuesto más de de la Universidad de Alicante

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I.T. N.o 61. 2002 59


Cambio climático
y subida del nivel medio del mar.
Impacto sobre la costa
Juan R. Acinas

DESCRIPTORES
SUBIDA DEL NIVEL MEDIO DEL MAR
PROYECTOS DE INGENIERÍA DE COSTAS
IMPACTOS SOBRE LA COSTA
CAMBIO CLIMÁTICO
RECESIÓN DE PLAYAS
PERÍODOS DE INUNDACIÓN DEL LITORAL
ESTABILIDAD DE DIQUES

Cambio climático
De acuerdo con el Panel Intergubernamental del Cambio Cli- Siendo importante conocer la historia del clima para poner
mático (PICC), la temperatura superficial planetaria media de manifiesto la existencia de un cambio climático, tanto o más
(temperatura) se ha incremantado en 0,6 ± 0,2 °C en el siglo lo es poder determinar sus causas, entender su comporta-
XX. Esta temperatura viene subiendo desde 1861, aunque con miento y llegar a prever el clima del futuro con suficiente apro-
grandes variaciones, de tal modo que la mayor parte del in- ximación. De esta forma, de una parte podremos reaccionar a
cremento se produce en dos períodos, de 1910 a 1950 y de los cambios que se avecinan, y de otra estará en nuestras ma-
1976 a 2000, como puede apreciarse en la figura 1. Muy nos el definir estrategias de comportamiento y desarrollo que
probablemente (90 a 99 % de acierto), según el Tercer Infor- mitiguen o eliminen las causas antropogénicas de ese cambio.
me del PICC, el año 1998 haya sido el más cálido del siglo. Hay evidencias nuevas (PICC, 2001) y cada vez de más
Además, es probable (66 a 90 % de acierto) que el incre- peso que permiten afirmar que la mayor parte del calenta-
mento de temperatura superficial del hemisferio norte en el si- miento planetario observado en los últimos 50 años es con-
glo XX haya sido mayor que en cualquier otra centuria en el secuencia de la actividad humana, y es probable que el pri-
último milenio (Figs. 2 y 3). mer responsable sea el incremento de las concentraciones de
Este incremento de la temperatura es una evidencia del los gases de efecto invernadero en la atmósfera.
cambio climático planetario que viene produciéndose en el si- La actividad humana continuará introduciendo cambios
glo XX. Cambio que es sinónimo de variación en la dinámica en la composición atmosférica a lo largo del siglo XXI y como
de la troposfera y del océano, y en todos los fenómenos y pa- consecuencia en el clima. Los modelos climáticos, bajo distin-
rámetros ligados al tiempo y al clima. Entre éstos, los cambios tos tipos de desarrollo o escenarios, han estudiado los cam-
que afectan al comportamiento de las borrascas, los vientos, el bios en el clima para el período 1990 a 2100 (Figs. 4 y 5).
oleaje, las corrientes y el nivel del mar son los que, a su vez, Con los datos disponibles y el nivel de conocimiento de los fe-
producen un impacto mayor sobre el litoral. En consecuencia la nómenos involucrados, a partir de los modelos desarrollados
ingeniería de costas debe prever estos efectos, en especial los se prevé para el 2100:
impactos más importantes, para dar respuestas adecuadas a — Un incremento de la temperatura entre 1,4 y 5,8 °C.
través de los trabajos de planificación litoral y de los proyectos. — Un aumento planetario del nivel medio del mar de 0,1 a
Otras evidencias del cambio climático son: la regresión de 0,9 metros.
los glaciares de las regiones no polares, la reducción –un Sin embargo, no estamos en condiciones de prever el
10 % en los últimos 30 años– de la superficie total cubierta de comportamiento o la evolución de los fenómenos meteoroló-
nieve, el tiempo –dos semanas anuales– en que ríos y lagos gicos y oceánicos extremos. Fenómenos entre los que se en-
aparecen cubiertos de hielo en latitudes medias y altas del he- cuentran las borrascas y los temporales extratropicales. Los
misferio norte, la subida global del nivel medio del mar, etc. cuales, a través del viento y el oleaje –que cuenta además con

60 I.T. N.O 61. 2002


Temperatura en °C respecto del valor medio
en 1961-1990
Años
Fig. 1. Tendencias de las temperaturas anuales en cuatro períodos de 1901 a Fig. 2. Hemisferio norte. Temperatura superficial media en grados centígrados
2000. El grado de la tendencia está representado por el tamaño del círculo y el tomando como origen el valor medio en el período 1961–1990. Valores medios
sentido por el color (rojo para crecimiento, azul para descenso y verde para anuales (no instrumentales, curva azul, e instrumentales, curva roja), intervalos
constancia). (Fuente: PICC, 2001). de confianza del 95% (segmentos grises) y valores suavizados con 50 años (lí-
nea roja). (Fuente: PICC, 2001).

Incremento de Temperatura en °C
del valor medio en 1961-1990
Temperatura en °C respecto

Años Años

Fig. 3. Temperatura superficial terrestre en grados centígrados desde 1861 a Fig. 4. Previsión del incremento de la temperatura global en °C para varios es-
2000 tomando como origen el valor medio en el período 1961–1990. Valores cenarios. Envolvente de todos los escenarios, usando solo los resultados me-
anuales (barras rojas), intervalos de confianza del 95% (segmentos negros) y dios (1) y todos los resultados (2). Las barras de la derecha dan el rango en el
temperatura suavizada por décadas (línea negra). (Fuente: PICC, 2001). año 2100 para cada caso (Fuente: PICC, 2001).

el incremento del nivel medio del mar–, son las causas direc-
tas de los mayores impactos que sufre el litoral y las infraes-
Incremento del nivel medio del mar (m)

tructuras costeras.
Después de esta visión general y necesariamente sintética
sobre el grado de conocimiento que actualmente se tiene so-
bre el cambio climático, nos ocuparemos de los fenómenos o
variables que afectan al litoral.

Efectos del cambio climático


sobre el litoral. Variables e impactos
A continuación hacemos énfasis en las variables que más di-
rectamente afectan al litoral. Para cumplir este objetivo, co-
menzamos detectando los fenómenos océano-meteorológicos
de interés afectados por el cambio climático –fenómenos o
variables principales– (nivel medio del mar, viento…). Estos Años
fenómenos primarios o principales, a su vez, inducen cam-
Fig. 5. Previsión del incremento global del nivel medio del mar para seis es-
bios en procesos o variables que afectan directamente a la cenarios. Envolvente usando los resultados medios (gris oscuro) y todos los
costa y a sus infraestructuras –fenómenos o variables secun- resultados (gris claro). Líneas negras exteriores, rango contando con la in-
certidumbre respecto a la evolución de los glaciares terrestres, el permafrost
darios– (erosión, oleaje…). A ambos tipos de variables les y la sedimentación. Barras de la derecha, rangos en el año 2100 (Fuente:
denominaremos variables climáticas (tablas 1 y 2). PICC, 2001).

I.T. N.o 61. 2002 61


TABLA 1 Para poder introducir valoraciones con resultados cuanti-
Fenómenos o Variables Principales de interés en ingeniería tativos sobre los impactos, ha sido necesario, de una parte,
de costas afectados por el cambio climático (J. R. Acinas 2001) considerar únicamente la variable climática nivel medio del
Variables Principales Valor Parámetros de interés mar, y de otra, restringir el número de impactos a considerar.
Nivel Medio del Mar VP1 Valor Por su interés en ingeniería de costas, los impactos analiza-
Oleaje VP2 Clima; intensidad, dirección; máximos dos han sido: la erosión de playas y consiguiente recesión de
Corrientes VP3 Clima; intensidad, dirección; máximos la línea de costa, los cambios en los períodos de inundación
Temperatura del agua VP4 Valores medios y extremos y el efecto sobre la estabilidad de diques.
Viento VP5 Clima; intensidad, dirección; máximos
Precipitación VP6 Clima, intensidad, máximos Erosión. Impacto en la recesión de playas
Presión atmosférica VP7 Clima, intensidad, máximos
Las playas abiertas y en particular aquellas que presentan
Temperatura del aire VP8 Valores medios y extremos
unidades morfológicas diferenciadas –playa sumergida, pla-
Niebla VP9 Extremos y duración
ya aérea, cordón dunar, laguna litoral, marismas…– son muy
vulnerables ante cambios en el sistema climático y en concre-
TABLA 2
to a la elevación del nivel medio del mar.
Fenómenos derivados o Variables Secundarias de interés Este tipo de playas, frecuentes en nuestra costa, debido a
en ingeniería de costas afectados por el cambio climático
(J. R. Acinas 2001) su riqueza ambiental y atractivo turístico han sufrido una gran
Variables Secundarias Valor Parámetros de interés agresión antrópica desde los años sesenta. Muchos de estos
Remonte del oleaje VS1 Régimen extremal entornos han desaparecido, por lo que resulta de especial in-
Rebase del oleaje VS2 Régimen extremal terés conocer el comportamiento de los existentes en orden a
Inundación VS3 Valor, período de retorno
lograr su conservación.
Transporte de sedimentos VS4 Caudales
A continuación se calcula el impacto, en forma de rece-
Erosión de playas VS5 Valor a corto y largo plazo
Nivel freático VS6 Valores medios y máximos y duración sión, que sobre una playa tiene el incremento del nivel medio
Fuerzas sobre estructuras VS7 Valores máximos del mar acompañado de la presencia de una borrasca y por
Hidráulica de estuarios VS8 Variación en corrientes y niveles tanto de oleaje. Se analizan los resultados que se obtienen ba-
Fauna VS9 Variación en especies y poblaciones jo distintas condiciones y se concluye poniendo de manifiesto
Flora VS10 Variación en especies y poblaciones
la importancia de este impacto y los factores que intervienen.

Planteamiento del problema


Es necesario hacer notar que las variables secundarias, al El planteamiento del problema se resume en los tres pasos si-
representar fenómenos inducidos, son un impacto en sí mis- guientes:
mas, pero resulta de interés práctico y metodológico tratarlas
1. Dado un perfil de equilibrio transversal inicial en la playa
como variables-causa a la hora de estimar y analizar los im-
que responde a un determinado modelo Mi, por ejemplo
pactos últimos sobre la costa.
la forma Brun-Dean.
El paso siguiente en el planteamiento del problema que es-
tamos desarrollando consiste en diferenciar y presentar cada
Mi = Playa Aérea + Playa Sumergida
elemento de la costa susceptible de ser impactado por el cam-
bio climático. Para ello, se considera la costa dividida en espa- 2. Se produce una variación del N.M.M. S + η
cios y procesos, que a su vez pueden ser naturales o artificia-
les (por su importancia, los puertos tienen un lugar relevante en S = S0 + SA
esta clasificación). Y por último, se relacionan los diferentes ele- S0 = incremento a largo plazo (cambio climático).
mentos de la costa y actividades con las variables climáticas y SA = incremento debido a la marea.
los respectivos impactos, dando además una primera valora- η = variación del nivel por rotura del oleaje.
ción del impacto detectado y del nivel de intervención que co-
3. Se desea conocer la respuesta de la playa. O sea, el per-
rresponde a cada variable (tabla 3). Lógicamente, ésta es una
fil transformado Ti debido a S + η
tarea que está totalmente abierta a futuras investigaciones.
A continuación exponemos qué impactos han sido anali- Ti = T (Mi ; S + η)
zados y qué razones nos han llevado a realizar esta selección.
Este perfil transformado, y por tanto la regresión o rece-
Impacto de la subida sión R, se obtiene imponiendo la condición de erosión com-
del nivel medio del mar sobre la costa pensada. O sea, resolviendo la ecuación que iguala el volu-
Después de la valoración general anterior, se trata ahora de men de la arena erosionada en la playa aérea al depositado
presentar, con más detalle, el estado del conocimiento sobre en la playa sumergida, se obtiene la recesión R de la playa.
los impactos, debidos al cambio climático, que sufre el litoral. En los cálculos realizados para la obtención de la recesión
Para a continuación indicar cómo se ven afectados la planifi- y la forma de los perfiles, los parámetros que aparecen en los
cación, la gestión y el proyecto en ingeniería de costas. resultados teóricos se han obtenido mediante el ajuste de esa

62 I.T. N.O 61. 2002


TABLA 3

Relación entre áreas de ingeniería de puertos y costas e impactos debidos al cambio climático (J. R. Acinas 2001)
Vida Impacto sufrido Variables que intervienen Vida Impacto sufrido Variables que intervienen
Área/Elemento o Actividad (años) (tipo) Daño (tipo) Nivel Observaciones Área/Elemento o Actividad (años) (tipo) Daño (tipo) Nivel Observaciones
Puertos/Estructuras/Mar Puertos/Explotación/Mercancías (continuación)
Rompeolas 75 Rotura del manto alto VP1 NMM medio Afecta al proyecto en planta y alzado Manejo en tierra Rendimiento bajo VP5 Viento bajo
Remonte medio VP2 Oleaje alto VP6 Precipitación bajo
Rebase medio-alto VP3 Corrientes bajo VP9 Niebla bajo-medio
Rotura del espaldón alto VP5 Viento bajo Almacenaje Descubierto Pérdida de mercancía bajo-medio VP5 Viento medio Depende de la mercancía
VS4 Transporte sedimentos medio VP6 Precipitación bajo-medio
VS8 Hidráulica alto Cubierto – – No existe impacto
Canales de navegación 25-75 Variación de la geometría medio-alto VP1 NMM medio Utillaje Grandes grúas Seguridad medio-alto VP5 Viento alto
y de las condiciones de VP2 Oleaje medio Rendimiento VP6 Precipitación bajo
navegación VP3 Corrientes medio-alto VP9 Niebla bajo-medio
VP5 Viento medio-alto Costas/Espacios/Naturales
VP9 Niebla medio-alto
VS4 Transporte sedimentos medio-alto Playas Recesión alto VP1 NMM alto
Pérdida de dunas alto VP2 Oleaje alto
Dársenas 30-50 Aumento del nivel del mar medio-alto VP1 NMM medio-alto Impacto variable para cada caso Pérdida de material medio-alto VP3 Corrientes alto
y de la agitación VP2 Oleaje medio-alto particular Basculamiento medio-alto VP5 Viento bajo-medio
Rebases VS2 Rebase medio-alto Lagunas litorales Desaparición alto VP1 NMM alto
Ayudas a la navegación 20 Pérdida de señal medio VS4 Transporte sedimentos bajo Recesión VP2 Oleaje alto
Seguridad alto VS8 Hidráulica bajo VP6 Precipitación medio
VS1 Remonte alto
VS9 Niebla medio-alto
VS4 Transporte sedimentos medio
Puertos/Estructuras/Tierra VS3 Inundación medio
Muelles Comercial 25 Rotura paramento medio-alto VP2 Oleaje alto
Armamento Erosión medio VP1 NMM bajo Riberas Recesión bajo-medio VP1 NMM medio Depende de los usos de la costa
Pesca Inundación bajo Rotura de márgenes VP2 Oleaje alto y de los bienes defendidos
Depósitos al aire 10-25 Pérdida de mercancía medio VP1 NMM medio-alto Vida útil pequeña Deltas/desembocaduras Inundación medio-alto VP1 NMM alto Muy variable con los distintos casos
Inundación VP5 Viento medio Costa baja Recesión VP2 Oleaje alto
VP6 Precipitación medio Variación en la fauna y flora VP3 Corrientes medio-alto
VP8 T. aire VP6 Precipitación medio
VS1 Remonte alto
Almacenes 10-30 – – Vida útil pequeña-media
VS3 Inundación alto
Viales Interiores 5-25 Retrasos en el transporte bajo VP6 Precipitación bajo Vida útil pequeña VS4 Transporte sedimentos alto
Exteriores VS6 Nivel freático medio-alto
Faros y balizas 10-30 Pérdida de señal bajo VP9 Niebla medio VS9 Fauna medio
VS10 Flora medio
Amarres 5-10 – – – Vida útil pequeña
Costas/Procesos/Naturales
Puertos/Explotación/Barco
Transporte de sedimentos Variación de sedimentos medio VP1 NMM bajo
Condiciones de navegación Seguridad en la navegación alto VP2 Oleaje medio-alto VP2 Oleaje medio-alto
en la entrada/salida VP3 Corrientes medio-alto VP3 Corrientes medio-alto
VP5 Viento medio-alto
VP9 Niebla alto Costas/Procesos/Artificiales
VS4 T. Sedimentos medio Vertidos 25
VS8 Hidráulica bajo
Costas/Usos/Desarrollo
Atraque Movimientos bajo-medio VP2 Oleaje medio Infraestructuras (ver puertos) Ver estructuras en puertos
VP5 Viento medio-alto Industria Ver puertos
Puertos/Explotación/Mercancías Depende del tipo de industria
Operaciones Carga/Descarga Rendimiento bajo-medio VP2 Oleaje bajo
Residencia 25-50 Climatológico medio VP1 NMM bajo Impacto muy variable
Seguridad VP3 Corrientes bajo
Turismo Estético VP2 Oleaje bajo
VP5 Viento medio-alto
Contaminación VP5 Viento bajo
VP6 Precipitación bajo VP6 Precipitación bajo
VP9 Niebla bajo VP8 T. del aire bajo
Trasbordos Rendimiento medio VP2 Oleaje medio VP9 Niebla bajo
Seguridad VP3 Corrientes medio-alto VS1 Remonte bajo
VP5 Viento medio-alto VS2 Rebase bajo
VP6 Precipitación bajo VS3 Inundación medio-alto
VP9 Niebla medio VS4 Transporte sedimentos bajo
VS5 Erosión bajo

I.T. N.o 61. 2002


Manejo en barco Rendimiento bajo VP2 Oleaje bajo VS6 Nivel freático medio
Seguridad VP3 Corrientes bajo VS9 Fauna bajo
VP5 Viento medio VS10 Flora bajo

63
RECESIÓN vs. Hb, D
RECESIÓN vs. Hb, D

1000,00 1000,00
Diámetro
de la
arena Diámetros
100,00 Da y Ds
100,00 en mm

RECESIÓN, R (m)
RECESIÓN, R (m)

10,00

10,00
1,00

0,10 1,00
0 2 4 6 8 10 12 0 2 4 6 8 10 12

Altura de ola en rotura, Hb (m) Altura de ola en rotura, Hb (m)

Fig. 6. Recesión en playas en función del tamaño de la arena. Fig. 7. Recesión en playas cuando los tamaños de la arena en la zona aérea y
sumergida, Da y Ds, son diferentes. Comparación de los casos con arenas de
diámetros 0,3; 0,6 y 0,45 mm

forma teórica a la forma medida en 41 playas (Acinas, 1997). TABLA 4


En el ajuste se ha empleado el método de los mínimos cua-
Influencia del tamaño de la arena en la recesión de la playa
drados. Y los datos de los perfiles reales corresponden uno a
Recesión de la playa (m)
la playa de Miño, en La Coruña, y los otros cuarenta a los per-
files recopilados por B. D. Moore en 1982 y medidos por un Diámetro medio de la arena (mm)

total de 11 investigadores diferentes. Hb (m) 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 1,0 5,0
En las figuras 6 y 7 se observa el valor que alcanza la re-
0,5 9,1 3,9 2,6 2,0 1,7 1,0 0,4
cesión de la playa en función de los valores de S/B, Hb/B y
D (B, altura de la berma, Hb, altura de ola en rotura, y D, diá- 1,0 25,6 11,1 7,3 5,6 4,7 2,8 1,3

metro medio de la arena). En la figura 6 se estudian playas 2,0 72,4 31,3 20,7 16,0 13,3 8,0 3,6

con tamaño de arena constante, mientras que en la 7 la pla- 3,0 133,0 57,5 38,1 29,3 24,3 14,8 6,6
ya aérea y la sumergida tienen arenas de diámetros Da y Ds 4,0 204,8 88,5 58,6 45,2 37,5 22,7 10,1
respectivamente. 5,0 286,2 123,6 81,9 63,1 52,4 31,7 14,1
Resalta en primer lugar la importancia de la recesión. És-
ta alcanza valores de decenas de metros para alturas de ola
en rotura de dos a tres metros. Además, se comprueba que la períodos de retorno de T= 10, 25, 50, … y 200 años. Poste-
recesión aumenta de forma notable al disminuir el tamaño de riormente, se han considerado tres hipótesis de incremento
la arena. Lo que se pone de manifiesto en la tabla 4. del NMM: ∆ = 0,10 m; 0,25 m y 0,30 m y se han obtenido
los nuevos períodos de retorno T1, T2 y T3 correspondientes
Impacto en los períodos de inundación a los mismos niveles medios del mar. Los resultados obtenidos
Las costas bajas y planas están sujetas a importantes inunda- se resumen en las tablas 5 y 6.
ciones. Conocer con precisión los períodos de retorno de es- De la inspección de los resultados anteriores se comprueba
tas inundaciones resulta del todo necesario en los estudios de que pequeños aumentos en el nivel medio del mar originan im-
planificación de usos del litoral. La subida del nivel medio del portantes variaciones en los períodos de retorno correspon-
mar y la variación en el régimen de presiones y vientos debi- dientes a un nivel de inundación dado. Por ello en todas las
dos al cambio climático afecta en forma frontal a la frecuen- actuaciones y usos de la costa en los que los períodos de re-
cia de presentación e intensidad de estas inundaciones. torno de inundación son una variable importante, es necesario
Para comprobar la influencia de la elevación del nivel me- contar con el impacto de la elevación del nivel medio del mar.
dio del mar, debida al cambio climático, en los períodos de
retorno de inundación, se han estudiado los registros de los Defensa de costas.
mareógrafos de La Coruña y Vigo de 1943 a 1967. Impacto en la estabilidad de diques
La forma de proceder ha sido la siguiente. Se ha selec- La estabilidad de la ribera del mar y la creación de zonas
cionado una muestra extremal del registro del mareógrafo. A abrigadas del oleaje en los puertos se consigue mediante una
partir de esta muestra se ha obtenido la función de distribu- gran variedad de estructuras costeras. Todas ellas se ven afec-
ción límite extremal de mejor ajuste. Y con esta función de tadas por el incremento del nivel medio del mar y por las va-
distribución se han calculado los NMM correspondientes a riaciones de la intensidad y frecuencia de los temporales.

64 I.T. N.O 61. 2002


Fig. 8. Playa de Arealonga, al fondo de la ría del Barquero. La erosión ha provocado la desaparición del campo dunar, de la carretera de comunicación
y de los muros de cierre de los terrenos. Ahora amenaza también a las casas (foto del 27/06/02).

TABLA 5 A continuación se evalúa el impacto potencial de una su-


La Coruña. Impacto de la subida del NMM bida del nivel medio del mar sobre el proyecto del manto
en los períodos de inundación principal de algunos diques rompeolas. Para ello se han ana-
La Coruña. Datos de 1943 a 1967
lizado las características de más de 125 diques o tramos de
Períodos de retorno T versus Nivel Medio del Mar (NMM)
dique construidos en los puertos españoles. Ante la magnitud
Nivel Medio T (años) T1 (años) T2 (años) T3 (años)
del Mar (m) del trabajo que supone estudiar todos los casos, el análisis se
alcanzado Inicial ∆ = 0,10 m ∆ = 0,25 m ∆ = 0,30 m ha restringido a los diques en los que originalmente su altura
5,09 10 6,1 1,1 0,7 de ola de cálculo está limitada por el calado a pie de obra (al-
5,20 25 16,9 4,0 2,3 tura de ola en rotura).
5,30 50 37,1 10,9 6,7 La estabilidad del manto principal de los diques rompeo-
5,41 100 77,9 27,5 18,4 las depende de la altura de ola elevada al cubo (de Castro,
5,49 150 125,6 49,2 34,5 1933, Iribarren, 1938, … , S.P.M. 1984…). Por ello, para los
5,54 200 165,7 68,6 49,2 diques estudiados, el nivel medio del mar interviene directa-
mente en la estabilidad, al fijar la profundidad a pie de obra
TABLA 6 y, por tanto, la altura de ola máxima que afecta al dique.
Vigo. Impacto de la subida del NMM En los diques seleccionados se ha comparado el peso de
en los períodos de inundación
Vigo. Datos de 1943 a 1967
la escollera del manto principal de proyecto, P, con los nue-
Períodos de retorno T versus Nivel Medio del Mar (NMM) vos pesos de proyecto, P' y P", que se obtendrían –mante-
Nivel Medio T (años) T1 (años) T2 (años) T3 (años) niendo las mismas condiciones de diseño– si se produce una
del Mar (m)
alcanzado Inicial ∆ = 0,10 m ∆ = 0,25 m ∆ = 0,30 m
elevación del NMM de 1,0 mm/año y de 1,0 cm/año res-
pectivamente y la vida útil es de 50 años.
4,88 10 4,7 3,0 2,0
4,97 25 11,1 6,9 4,3 De la observación de los resultados obtenidos (véase la ta-
5,04 50 21,9 13,4 8,3 bla 7), se concluye que para un incremento del nivel medio
5,11 100 43,5 26,6 16,3 del mar del orden de 1,0 cm/año es del todo necesario tener
5,16 150 71,3 43,5 26,3 en cuenta su impacto en el proyecto del manto principal de
5,18 200 86,9 53,0 32,4
los diques rompeolas.

I.T. N.o 61. 2002 65


TABLA 7 Conclusiones y recomendaciones
Impacto en el proyecto del manto de diques rompeolas 1. Las medidas de mareógrafos realizadas a lo largo del si-
Lugar Nombre-Tramo Peso P Peso P' Peso P" glo XX detectan una subida global del nivel medio del mar
Barcelona Escollera defensa sur 6,8 6,9 8,4 del orden de 1,0 a 2,0 mm/año.
Las Fuentes Exterior 1 7,7 7,7 10,0
Las Fuentes Exterior 2 7,7 7,7 10,0
2. Esta tendencia de la última centuria es mayor que las evi-
Gandía Contradique 5,0 5,1 6,5 dencias arqueológicas, que hablan de unos 50 centímetros
Roquetas Levante 2 5,0 5,1 6,5 en 2.000 años, o sea, de 0,25 mm/año.
Ceuta Prot. Explanadas 1 5,5 5,6 6,8
3. La planificación del litoral está directamente relacionada con
Orio Encauce 1 5,0 5,5 5,9
Cudillero Abrigo 2 60,0 60,8 68,6 los cambios globales del N.M.M. que tienen períodos de
Burela Dique muelle 1 3,0 3,3 7,1 décadas a centurias, y éstos están ligados de modo funda-
P, peso de proyecto actual.
Proyecto con vida útil de 50 años: P', peso de proyecto con una elevación del NMM de 1,0 mm/año; mental con el cambio climático a través de la expansión tér-
P", peso de proyecto con una elevación del NMM de 1,0 cm/año
mica del agua del océano y del aumento de la cantidad de

Fig. 9. Playa de Arealonga, al fondo de la ría del Barquero. A la desesperada, los particulares tratan de defender sus casas (foto del 27/06/02).

Fig. 10. Playa de Arealonga, al fondo de la ría del Barquero. El mar, en su avance, descubre paisajes insólitos (foto del 27/06/02).

66 I.T. N.O 61. 2002


TABLA 8 — En aquellos casos en que las solicitaciones de proyecto
Subida del NMM, a largo plazo, detectada por los mareógrafos y/o el comportamiento de la instalación o estructura
(J. R. Acinas, 1993) una vez en servicio estén controlados por la profundi-
dad, se debe tener en cuenta el previsible incremento
Estación Mareográfica VNMM (mm/año) Años con datos (nº) Intervalo (años)
del N.M.M. Un ejemplo claro lo constituyen los diques
Alicante 1C 0,33 100 1871/1990 rompeolas, en los que la solicitación por el oleaje está
Málaga 2,10 28 1962/90 limitada por la profundidad.
— La planificación de áreas litorales y los proyectos afec-
Ceuta 3,97 20 1971/90
tados por los regímenes de inundaciones, rebase de
Tenerife S 1,96 24 1927/55 obras o estructuras, remonte del oleaje por un talud,
Santander 0,46 77 1876/91 etc. deben considerar el incremento del N.M.M.
10. Dado que el incremento global del nivel medio del mar
agua líquida debida al deshielo. Las previsiones actuales presenta un retraso en su manifestación del orden de 25
dan un aumento planetario del nivel medio del mar para los a 40 años respecto de la causa generadora, en este ca-
próximos cien años comprendido entre 0,1 y 0,9 metros. so el posible cambio climático, se hace necesario consi-
4. En España, del estudio de todos los mareógrafos, se de- derar el probable incremento del NMM en todos los tra-
tecta una subida a largo plazo del nivel medio del mar de bajos de planificación litoral y proyectos de ingeniería de
0,3 a 2 mm/año. Los resultados de los mareógrafos más costas con una extensión temporal o vida útil prevista su-
representativos se muestran en la tabla 8. perior a treinta y cinco años.
5. Es necesario resaltar que estamos hablando de variaciones 11. Por último, volver a señalar la importancia que el conoci-
del nivel medio del mar de largo plazo, por lo que con rigor miento y previsión de la evolución del N.M.M. tiene sobre
es necesario considerar series de datos con al menos 40 años la planificación de los recursos y usos del litoral. Por ello,
de duración. Para registros de menor longitud es normal en- es del todo urgente y necesario mantener una red mareo-
contrar incrementos del N.M.M. del orden de 10 mm/año, gráfica de calidad a lo largo de la costa. Red que debe co-
lo que no tiene nada que ver con el cambio climático. Así, nocer, a lo largo del tiempo, la altura de cada mareógrafo
por ejemplo, los datos del nivel medio del mar en Alicante, respecto de la “Red de Nivelación de Alta Precisión”. ■
La Coruña, Tenerife, Málaga y Santander de los años 1990
a 1997, facilitados por el Instituto Español de Oceanografía,
Instituto Geográfico Nacional y Puertos del Estado (Programa
de Clima Marítimo), revelan incrementos del N.M.M. extre-
Juan R. Acinas
madamente altos. Éstos oscilan entre los 18 mm/año para Dr. Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos
Alicante (IGN) y los 7 mm/año de La Coruña (P.C.M.). Grupo de Puertos y Costas
E.T.S. de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de A Coruña
6. Para prever el impacto del cambio climático sobre la costa
es necesario conocer si se están produciendo variaciones en
la intensidad, frecuencia, duración y trayectoria de los tem-
porales que afectan directamente al litoral. El nivel actual del
conocimiento de los fenómenos meteorológicos y oceánicos
extremos no permite prever su comportamiento a largo pla-
zo. Dada la importancia que estos fenómenos tienen a la
hora de planificar y gestionar los recursos naturales, los usos
y las infraestructuras litorales, es necesario apoyar progra-
mas de estudio tendentes a su comprensión y modelización. Bibliografía
– Acinas, J. R., 1993, Registros del nivel del mar en la costa española. Compilación
7. A partir de los resultados obtenidos respecto de la erosión
y primer análisis a largo plazo, CEDEX, MOPU.
transversal de playas encajadas, se hace necesario incidir so- – De Castro, E., 1933, “Diques de escollera”, Revista de Obras Públicas, 1933, 81, to-
bre este tema y llegar a definir un perfil de equilibrio que ten- mo I (2619): 183-185, Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos.
– Dean, R.G.,1991, “Equilibrium beach profiles: Characteristics and applications”, Coas-
ga en cuenta las características particulares de cada playa.
tal Research, 1991, vol. 1, nº 1, 53-84.
8. Se plantea la necesidad de realizar un seguimiento y con- – Hudson, R.Y. (ed.), 1974, “Concrete armor units for protection against wave attack”,
trol ambiental de las playas, prestando atención especial a Miscellaneous Paper H-74-2, US Army Engineer Waterways Experiment Station,
Vicksburg.
aquellas que presentan un entorno dinámico y frágil; co- – IPCC, 2001, “Technical Summary of the Third Assesment Report”, Working Group I
mo las playas abiertas con laguna litoral. of the Intergovernamental Panel on Climate Change. Coordinating lead authors:
9. Con respecto a la consideración del incremento del nivel D.L. Albritton (USA) & L.G. Meira Filho (Brazil).
– Iribarren, R., 1938, Una fórmula para el cálculo de los diques de escollera, por Ra-
medio del mar en la planificación y en los proyectos de in- món Iribarren Cavanilles, ICCP, Director del Grupo de Puertos de Guipúzcoa, julio
geniería de costas cabe comentar además lo siguiente: 1938. II A. T.; M. Bermejillo Usabiaga H., Pasajes.
— Los proyectos de regeneración, estabilidad, etc. de la ri- – Jiménez, J.A. y Sánchez-Arcilla, A., 1997, “Physical impacts of climatic change on
deltaic coastal systems (II): Driving terms”, Climatic Change, 35, 1, 95-118.
bera del mar, y en concreto de playas arenosas, deben – Moore, B. D., 1982, Beach profile evolution in response to changes in water level
contemplar siempre este fenómeno. and wave height, University of Delaware.

I.T. N.o 61. 2002 67


Percepción visual y paisaje litoral
Arancha Muñoz

DESCRIPTORES
PAISAJE VISUAL
LEGIBILIDAD DEL PAISAJE
SECUENCIA VISUAL
PAISAJE Y TURISMO
PERCEPCIÓN VISUAL
PAISAJE LITORAL

Numerosos estudios sobre el paisaje visual (Appleyard 1970, tigaciones que demuestran que la imagen percibida o recor-
R. Kaplan 1985, S. Kaplan 1979, etc.)1 corroboran lo que ya dada del territorio desde una carretera, y por lo tanto los efec-
en 1960 Kevin Lynch2 investigó sobre la percepción de la for- tos psicológicos que van asociados a ella, se puede predefinir
ma de la ciudad. La “legibilidad” del territorio es un compo- a partir del estudio de su trazado o de la localización espa-
nente fundamental a la hora de valorar la calidad de un pai- cial de los elementos que se visualizan desde su recorrido.
saje. Una escena legible es aquella que es fácil de entender y El componente físico de esta percepción incluye tanto los
estructurar mentalmente, y que nos ayuda a orientarnos y fun- elementos formales que definen su estructura espacial, como la
cionar en el espacio. Pero existen otros componentes en la capacidad visual del ojo humano para percibirlos. El compo-
percepción del territorio (la diversidad, la coherencia, la sin- nente psicológico incluye la experiencia pasada, el conocimien-
gularidad, el misterio, etc.) que aumentan la preferencia de to, las expectativas y el contexto sociocultural del observador.
las personas sobre un lugar. Estos componentes son el resul-
tado, entre otros factores, de la distinta disposición de los ele- El paisaje percibido: componente físico
mentos topográficos y formales en el paisaje. La alteración de El campo de visión real del ojo humano, el que nos aporta
estos elementos, o la imposibilidad de percibirlos, modifica el datos cognoscitivos, está limitado a un área de aproximada-
patrón espacial del lugar y, en muchas ocasiones, la capaci- mente 6° alrededor del punto de fijación de la vista.3 Pero, a
dad de orientarnos, destruyendo la singularidad de cada re- pesar de que la capacidad física de la visión determina lo que
gión y provocando la homogeneización del paisaje. Esta es la gente ve, esto no significa que lo visto se perciba o recuer-
la situación que encontramos en la mayoría de espacios cos- de. Un contraste o cambio brusco en el paisaje puede llegar
teros mediterráneos, donde la intensa ocupación urbanística a ser más importante y recordarse mejor que una vista pro-
se ha producido sin tener en cuenta la estructura espacial y vi- longada y uniforme, pues lo que realmente se recuerda de las
sual del territorio. En el litoral, el estudio de la legibilidad del secuencias visuales son los cambios en ellas. La facilidad y
territorio cobra una relevancia especial y se convierte en el claridad con que percibimos el paisaje depende de muchos
primer y principal aspecto a abordar si queremos preservar, factores, entre los que destacan las texturas creadas por los
o incluso recuperar, la singularidad y calidad de su paisaje. distintos usos del suelo, la existencia de hitos visuales y la de-
limitación de bordes netamente definidos. Las texturas suaves
El paisaje percibido: y claramente delimitadas ayudan a entender el paisaje, siem-
componente físico y psicológico pre que éstas no sean muy numerosas; la mayoría de las per-
La percepción del paisaje y de los elementos o recursos escé- sonas son capaces de entender y retener en su memoria sin
nicos que definen su estructura visual es función de la interac- dificultad aproximadamente cinco unidades distintas a la
ción del hombre y del territorio, y esa interacción se produce vez.4 Los hitos en el paisaje se convierten en elementos distin-
principalmente desde las vías de comunicación. El diseño de tivos del lugar que nos ayudan a orientarnos y a situarnos en
la secuencia visual que se percibe desde las vías de comuni- el territorio. La visión de estos elementos dominantes es esen-
cación se convierte en un factor decisivo a la hora de mejorar cial para articularlos y ensamblarlos en una imagen legible y
la calidad de un paisaje de la costa. Existen numerosas inves- bien estructurada a lo largo del recorrido.

68 I.T. N.O 61. 2002


Las investigaciones de Carr y Schiller5 concluyen que, de El conocimiento está directamente vinculado a las expec-
entre las diferentes variables que definen la percepción y me- tativas. Las expectativas creadas determinarán que las perso-
morización de un recorrido (expectativas, ángulo de visión, nas centren su atención en aquellos elementos del paisaje de
tiempo de visión, etc.), la variable más importante es la es- los que ya se tiene una representación mental, y estas expec-
tructura de los elementos formales que se ven desde él. Los tativas pueden definirse o encauzarse mediante la publicidad,
elementos esenciales que definen la geografía de un territorio caracterizada por su avidez y dependencia de señales o mar-
conforman la sensación de lugar que los habitantes o sus vi- cas identificadoras del lugar. Esto es importante porque el de-
sitantes tienen de cada región. La estructura visual de un pai- seo de preservar un paisaje viene muchas veces derivado del
saje viene definida, principalmente, por los elementos topo- hecho de que éste es singular e irreproducible.
gráficos y formales del territorio: hitos sobresalientes, crestas, Hoy en día muchos de los paisajes naturales de la costa
líneas delimitadoras de las perspectivas paisajísticas, márge- que no eran valorados y considerados únicos en tiempos pa-
nes de rieras, cambios de vegetación, etc. Estos elementos sados, cobran una relevancia especial comparados con el
configuran el patrón espacial que define la esencia y la ima- paisaje saturado que les rodea. Esto no significa que los es-
gen mental de un paisaje. Este patrón, junto con las respues- tudios de paisaje solo deban poner énfasis en la preservación
tas históricas de la ciudad a su asentamiento natural, así co- de los elementos naturales del lugar. Una planificación cuida-
mo los modelos territoriales de la actividad social y del uso de dosa, donde las actividades humanas se adapten y refuercen
la tierra, genera la imagen visual que identifica como singu- el carácter y la legibilidad del paisaje, puede llegar a crear
lar a cada lugar. Cuando la implantación humana en el terri- nuevos lugares que se conviertan en destinos de referencia y
torio se adapta a estas imágenes y paisajes, o incluso las po- singularidad de una región.8
tencia, crea lugares atractivos y confortables que son inme-
diatamente reconocidos por los residentes y visitantes.6
El paisaje como recurso económico.
El paisaje percibido: componente psicológico El caso del litoral valenciano
Es cierto que existen otros mecanismos que ayudan a crear un En el paisaje de la costa mediterránea y especialmente de la
recorrido más legible. La información y el conocimiento son Comunidad Valenciana aparecen dos particularidades.
cruciales a la hora de valorar un elemento como único. Mu- Por un lado partimos de un paisaje natural bien estructu-
chas veces la singularidad de éste se define o se refuerza con rado y legible, donde se alternan llanuras litorales y relieves
la publicidad: un elemento puede ser singular si se convence de extraordinaria belleza unidos por la visión unificadora y
al público de su rareza y valor. La publicidad puede hacer continua del mar. En las últimas décadas, y de forma vertigi-
cambiar la actitud y la valoración de las características de un nosa, la ocupación urbanística y las actuaciones en la costa
hito en el paisaje y convertirlo en algo valioso. Como dice han alterado la percepción del paisaje litoral produciendo im-
Martín H. Krieger en su artículo “What’s wrong with plastic pactos visuales que han destruido la legibilidad del territorio.
trees?”,7 “Un elemento en el paisaje se puede transformar en Construcción en hitos paisajísticos, barreras arquitectónicas,
un elemento de belleza, placer u orgullo, por lo tanto generar urbanización extensiva, destrucción de áreas naturales, obs-
suficientes características para ser identificado como singular, trucción de vistas hacia hitos visuales y hacia el mar, son so-
solo variando el conocimiento que se tiene sobre él y de su re- lo algunos de los impactos más comunes que encontramos en
lación con el resto del mundo”. las regiones mediterráneas.

Fig. 1. Vista actual. En la mayoría de carreteras de acceso a núcleos turísticos Fig. 2. Vista potencial. Las vistas a hitos singulares del paisaje litoral, como la
del litoral, la urbanización no ha tenido en cuenta las vistas hacia elementos es- del Peñón de Ifach, actúan como puntos de referencia, identificadores de nues-
peciales del paisaje. En esta imagen, un solo edificio obstruye una vista especta- tro paisaje. Su preservación es crucial para crear o reforzar el carácter y sen-
cular hacia el mar y hacia el hito paisajístico que singulariza este núcleo costero. sación de lugar que caracteriza los distintos paisajes de la costa.

I.T. N.o 61. 2002 69


Fig. 3. Vista actual. La construcción en las cumbres de las montañas modifica Fig. 4. Vista potencial. La urbanización en las cumbres de las montañas no de-
el patrón espacial del lugar y los elementos formales que identifican el paisaje, bería estar permitida. La visión de los elementos topográficos de un paisaje in-
homogeneizando la costa. Esta estribación montañosa hacia el mar, situada en cide de forma directa en la comprensión y percepción del mismo, en la defini-
uno de los parajes más bellos del litoral mediterráneo español, es visible des- ción del carácter del lugar y en nuestra posición y orientación en el territorio,
de los principales recorridos de toda la comarca. por lo que no deberían ser modificados ni alterados por la mano del hombre.

Fig. 5. Vista actual. El punto de confluencia de la carretera con el mar, a 12 ki- Fig. 6. Vista potencial. La entrada norte a la ciudad de Valencia es el único ac-
lómetros de Valencia, es un punto crucial que actúa de referencia en el reco- ceso a la ciudad con vistas hacia el mar e identifica a Valencia como ciudad ma-
rrido de acceso a la ciudad. Esta zona debería ser cuidada y las vistas al mar rítima. La visión del mar desde esta vía de comunicación debería ser un ele-
preservadas. mento importante a incorporar en el futuro desarrollo de este tramo litoral

Por otro lado, esta ocupación tiene un objetivo casi exclusi- los que, en primera instancia, deberían ser conservados y cui-
vamente turístico. Esta particularidad es importante porque un dados, ya que transmiten la imagen del territorio. Esta es una
territorio legible no solo se limita a aspectos formales sino tam- visión muy parcial sobre las razones para conservar un pai-
bién funcionales. El gran potencial de la costa mediterránea es saje, pues éste debería ser valorado en sí mismo y no ser so-
su diversidad, no solo geomorfológica y paisajística, sino tam- lo analizado en términos de coste-beneficio. Pero en el caso
bién de oferta de uso. Pero esta diversidad, si no está ordena- de la costa, los objetivos económicos asociados a la oferta tu-
da y claramente definida, genera lugares sin identidad. El es- rística pueden llegar a ser la principal o incluso la única mo-
tudio conjunto de ambos factores, paisaje y oferta turística, es tivación para conservar o recualificar el paisaje litoral.
la clave para lograr destinos diferenciables y de calidad y tal Existen otras razones económicas para conservar el pai-
vez la principal oportunidad de preservar el paisaje litoral.9 saje, no solo las derivadas de considerarlo como recurso tu-
Si consideramos que uno de los recursos básicos que ex- rístico. De hecho, si utilizáramos de forma coherente el crite-
plota la industria turística es el paisaje, la calidad de la ofer- rio económico, apostaríamos por la conservación y planifica-
ta turística dependerá en gran medida de la calidad del pai- ción del litoral teniendo en cuenta los procesos naturales que
saje natural y cultural y por lo tanto de su legibilidad. Los ele- definen la estructura formal de la costa, pues resulta mucho
mentos formales del territorio y los hitos singulares que ca- más caro restaurar el paisaje en el futuro que preservarlo en
racterizan el litoral que se perciben desde las carreteras son el presente. El litoral valenciano es un claro ejemplo de la di-

70 I.T. N.O 61. 2002


cotomía entre planificación y paisaje. Esta falta de planifica- las siguientes cuestiones: ¿la preferencia visual de quién: ex-
ción integrada ha dado como resultado la política actual de pertos, visitantes, residentes? ¿Afecta la procedencia cultural,
complejas y costosas actuaciones de regeneración en la línea social o incluso la edad, a los resultados? Si el paisaje es un
de costa para paliar los efectos de la erosión debida princi- recurso económico, ¿cómo se puede cuantificar su valor?10
palmente a puertos y espigones: regeneración de playas, ex- La idea de una preferencia visual única y universal no
propiaciones y recuperación de terrenos, remodelaciones de existe.11 Las preferencias visuales varían no solo según el ori-
paseos y fachadas marítimas, etc. gen cultural y social de los individuos, sino, muy especial-
mente, con el objetivo que ese paisaje tiene para ellos. El es-
Conclusión tudio del paisaje de la costa no se puede abordar sin tener en
Un paisaje bien organizado y estructurado no es el único cuenta que esta porción del territorio actúa principalmente de
componente de un lugar atractivo y armonioso, pero la clari- soporte de actividades turísticas.
dad de la estructura es una primera aproximación al análisis Las soluciones para preservar el carácter singular de un li-
del paisaje a gran escala que puede ayudarnos a crear sím- toral tan urbanizado se pueden y deben abordar a distintas
bolos identificadores del paisaje de la costa. Cuando la im- escalas y niveles territoriales. Desde la planificación integra-
plantación humana impide percibir los elementos formales da del litoral, incorporando el paisaje y la oferta turística co-
que definen la estructura espacial de un paisaje se pierde la mo recursos básicos inseparables, a la realización de actua-
legibilidad del territorio y por lo tanto su singularidad. A tra- ciones de recualificación de la costa. Pero también se puede
vés del diseño del trazado de las carreteras y del control de conseguir mediante sencillas normas de diseño que podrían
la implantación humana que se percibe desde ellas, seremos evitar los impactos visuales más comunes que proliferan en la
capaces de crear y transmitir una imagen ordenada y legible costa. En su aplicación no se requiere la inversión de grandes
del territorio y por lo tanto un paisaje de calidad. sumas de dinero, sino la voluntad firme por parte de la ad-
La mayor parte de los estudios de paisaje que se realizan ministración pública de definir una normativa sobre el paisa-
en España se limitan a meras clasificaciones del paisaje sin te- je visual que ayude a crear un destino turístico de calidad con
ner en cuenta aspectos esenciales en la percepción visual que una visión integral y común a la costa aprovechando la ex-
ya son comúnmente utilizados con éxito en otros países. Entre periencia de otros países. ■
los años 1960 y 1990 se desarrollaron en Estados Unidos nu-
merosas investigaciones sobre la percepción del paisaje y so-
bre cómo abordar el método de clasificación y análisis para Arancha Muñoz
su valoración escénica. Estos estudios analizaban, entre otras, Arquitecta y paisajista

Notas
1. Appleyard, Donald, “Styles and methods of Structuring a City”, Environment and 8. “Los diseñadores deben desarrollar la habilidad de sentir y visualizar el tipo de imáge-
Behavior, June 1970, pp. 100-114. Kaplan, Rachel, “The Anayisis of perception Via nes que las características espaciales de un lugar son capaces de transmitir. Sus plan-
Preference: A Strategy for Studying How the Environment is Experienced”, Lands- teamientos y diseños no solo deben adaptarse a estas imágenes sino hacer que es-
cape Planning, 12, 1985, pp 161-176. Kaplan, Stephen, “Perception and Lanscape: tas imágenes se intensifiquen”. Higuchi, Tadahiko, The Visual and Spatial Structure of
Conception and Misconception”, presented at the National Conference on Applied Landscapes, Massachusetts, Trans. by Charles S. Terry, The MIT Press, 1983, p. 192.
Techniques for Anayisis and Management of the Visual Resources, Incline Village, 9. El estudio de la legibilidad de la oferta turística no es objeto este artículo aunque al-
NV, April, 1979 gunas conclusiones sobre la legibilidad del territorio se pueden aplicar a la oferta tu-
2. Lynch, Kevin, The Image of the City, The MIT Press, Massachussets, 1960. Lynch rística. El paisaje juega un papel primordial a la hora de definir esa oferta, ya que
concluyó que las imágenes de un lugar se estructuran alrededor de elementos sin- es un instrumento muy efectivo para reforzar la imagen que queramos conseguir.
gulares o esenciales que se revelan al observador por su predominancia visual, 10. Estudios recientes muestran la eficacia de métodos combinados donde intervie-
orientación y por ser elementos sociales, históricos o funcionales característicos nen expertos y público no especializado, así como de la utilización de imágenes
del lugar. digitales y fotomontajes. En estos métodos el análisis de la calidad visual de un
3. Carr, Stephen, and Dale Schissler, “The City as a Trip”, Environment and Behavior, paisaje se compone de tres fases: la preferencia visual, la exposición visual del
June 1969. paisaje y el valor que le asignemos en función de los dos anteriores. Un buen
4. Mandler, G., “Organization and Memory”, The psychology of learning and motiva- ejemplo son las investigaciones que desde el Departamento de Arquitectura del
tion, K.W. Spence and J.T. Spence, eds. pp. 327-372, Academic, NY, 1967. Paisaje de la Universidad de Harvard dirige periódicamente el Profesor Carl Stei-
5. Carr, Stephen, and Dale Schissler, “The City as a Trip”, Environment and Behavior, nitz, como el realizado en 1996, Biodiversity and Lanscape Planning: alternative
June 1969. futures for the Region of Camp Pendleton, California, Department of Lanscape Ar-
6. Ten Essentials for a Quality Regional Landscape. A Guidebook for Maintaining and chitecture, Harvard University, Boston, USA.
Enhacing Greater Portland’s Special Sense of Place, January 1992, Department of 11. Steinitz, Carl, “Toward a Sustainable Lanscape with High Visual Preference and
Lanscape Architecture, University of Oregon, METRO. High Ecological Integrity: the Loop Road in Acadia National park, USA”, Landsca-
7. Krieger, Martin H., “What’s wrong with plastic trees?”, Science, Vol 179, feb, pp. 446-455. pe and Urban Planning, 19, 1990, pp. 213-250.

I.T. N.o 61. 2002 71


La explotación de playas.
La madurez del sector turístico
Víctor Yepes Piqueras

DESCRIPTORES
PLAYA
TURISMO
LITORAL
GESTIÓN INTEGRADA DEL LITORAL
CALIDAD
DESARROLLO SOSTENIBLE
INGENIERÍA TURÍSTICA

La transformación del escenario costero


como consecuencia del fenómeno
social del turismo
El derecho al disfrute de vacaciones remuneradas constituyó espalda a esa realidad sinónima de rutina y trabajo. Una re-
un logro de gran trascendencia que permitió un avance sig- sidencia próxima al mar, con vistas despejadas, ha constitui-
nificativo en el aumento de la calidad de vida de la sociedad do, desde siempre, un anhelo, un vehículo para el encuentro
actual. La generalización del uso del tiempo de ocio trajo con uno mismo, una porción de felicidad fugaz.
consigo, al principio, un tímido retorno al contacto con la na- De este modo, lo que empezó siendo un conjunto de villas
turaleza, en contraposición con los ambientes urbanos e in- aburguesadas junto a un pequeño barrio marinero fue cre-
dustriales, es decir, una cierta liberación y válvula de escape ciendo. El deseo irrefrenable de mejorar, de demostrarse a sí
de la rutina diaria que, con el transcurso de los años, se ha mismo y a los demás que el esfuerzo y el trabajo diarios tie-
traducido en masivos desplazamientos, de carácter estacio- nen un sentido, una finalidad que se materializa en la adqui-
nal, de amplias masas de población. sición y el disfrute de bienes necesarios, como una vivienda,
La distinción de la que ciertas clases sociales hacían gala un coche propio, un televisor, unas vacaciones… abre la ca-
con el disfrute de grandes viajes, con el desplazamiento hacia ja de Pandora. Resulta indispensable cubrir las expectativas,
sus residencias de verano, con el culto a la salud y el cuerpo, los deseos y las necesidades, cada vez mayores y nunca sa-
fueron imitadas e incorporadas por otros colectivos que, hasta tisfechas. La construcción, el crecimiento, el oportunismo, los
entonces, habían permanecido ajenos a la experiencia turísti- negocios florecen. La buena voluntad y el exotismo convierten
ca. Este proceso ha evolucionado de forma que hoy el tiempo a nuestro país en un destino deseado por los turistas. Sí, esa
de ocio no se considera un privilegio reservado a unos cuan- especie migratoria, a veces molesta, pero que aporta frescu-
tos, sino un verdadero derecho, una necesidad irrenunciable. ra, ilusión y, cómo no, dinero.
El litoral ha participado como soporte físico de este fenó- El uso del espacio cambió rápidamente, transformándose
meno social. El mar ha supuesto, desde los albores de las ci- de forma notable. Los solares vacíos se ocupaban vertiginosa-
vilizaciones más antiguas, una llamada, un reclamo hacia lo mente por apartamentos, viviendas, hoteles, restaurantes, chi-
desconocido, o quizás un escape de lo cotidiano. El goce de ringuitos, cines al aire libre. Lo que de verdad importa es la pro-
la inmensidad, del horizonte azul, cobra su máxima expre- ximidad al mar, el bronceado y las fotografías como notarios
sión cuando se contrapone al continente. Es irresistible ese im- imprescindibles de la felicidad. La costa sufre una metamorfosis
pulso que nos hace encarar la brisa y nos impulsa a dar la repentina, inesperada. Aparece el concepto de destino turístico.

72 I.T. N.O 61. 2002


Masificación, aglomeraciones. La salida de las urbes es un mar-

Foto: JAVIER MARINA


tirio. Los vehículos nos invaden. Los edificios crecen en altura.
Los adosados ocupan el territorio. Hemos traído la ciudad a
nuestro lugar de descanso. ¿Descanso? El crecimiento alumbra
un litoral antropizado, que se extiende como una mancha de
aceite. Sin embargo, las deficiencias respecto a los servicios
que debe prestar una ciudad nos muestran con nitidez la fun-
cionalidad que se le exige a una conglomeración urbana. La
elevada densidad de uso de la costa produce una extraordina-
ria carga sobre los sistemas territoriales. Las infraestructuras
fracasan en su función de dar un nivel de servicio adecuado.
Fig. 1. La playa se convierte en un espacio productivo.
La madurez del turismo heliotalasotrópico
y los cambios en la demanda
El enfoque que emana del éxito de la industrialización tam- entre las empresas privadas y los servicios públicos debe
bién llega al sector del ocio. Así, resultan necesarios grandes abordar tareas complementarias si se pretende ofrecer al tu-
contingentes para rentabilizar adecuadamente las instalacio- rista un destino de cierta calidad.
nes y los negocios. Ha nacido una industria basada en el sol ¿Calidad para unos pocos? No. La calidad se entiende
y la playa a precio económico, de carácter vacacional y con hoy en día como aquellos atributos de un producto o un ser-
una demanda masiva procedente de clases medias-bajas eu- vicio capaces de satisfacer las expectativas de los clientes,
ropeas (Fig. 1). Sin embargo, no estamos solos. Los destinos siempre que exista una rentabilidad sostenida. Pero, ¿es po-
turísticos compiten entre sí. Se inicia una carrera para man- sible un turismo de calidad compatible con un turismo soste-
tener los niveles de rentabilidad, pero, al verse incrementada nible? En efecto, los requerimientos actuales de la demanda
la oferta, empiezan a caer los precios. Hay que traer más tu- ponen un énfasis especial en los aspectos medioambientales.
ristas. No es fácil reinvertir. Las infraestructuras empiezan a El éxito a largo plazo de un destino turístico litoral se basa en
envejecer, y parece que algo no funciona. Se atisba la crisis. un turismo de calidad organizado dentro de un sistema terri-
Qué duda cabe de que cada turista es diferente. Y por si torial planificado que integre al conjunto del sistema econó-
fuera poco, sus características evolucionan. Ya no están dis- mico y social con el medio ambiente.
puestos a aceptar cualquier cosa. Valoran su dinero y cuentan
con cierta experiencia que les permite ser más selectivos. Las Hacia un nuevo paradigma
vacaciones empiezan a fraccionarse. El tiempo libre es tan es- en la gestión del litoral
caso que debe ser bien empleado. La Naturaleza no es inago- En el litoral existen conflictos. La regresión costera, la edifica-
table. Estamos en un mundo cada vez más pequeño y frágil, y ción y la urbanización de baja calidad o la presión inmobi-
existe una creciente conciencia sobre la importancia medioam- liaria constituyen patologías que deben añadirse a los dese-
biental. El concepto de calidad de vida cambia. El crecimiento quilibrios territoriales entre el litoral y el interior e incluso los
debe ser sostenible. ¿Pero es posible un crecimiento sostenible? problemas de integración, coordinación y estructuración de
La actividad turística empieza a cambiar. Los destinos tu- los propios municipios costeros. El crecimiento exponencial
rísticos maduran,1, 2 empiezan a dar muestras de agotamiento, que ha soportado el borde litoral no ha permitido procesos de
de cansancio. Saltan las primeras alarmas. El exotismo, la ca- reequilibrio. Son impensables nuevos crecimientos sin que se
lidad ambiental y los buenos precios se encuentran en lugares garantice, como mínimo, la disponibilidad de agua potable,
cada vez más accesibles. Se abre camino la convicción, cada el suministro de energía eléctrica, el saneamiento y la recogi-
día más profunda, que permite establecer una equivalencia da de residuos. No es posible ejercer una protección real de
entre la conservación de la Naturaleza y la calidad ambien- los recursos si éstos no derivan de un proceso comprensivo
tal con la competitividad turística y la calidad de vida. El tu- que tenga como requisito previo la sostenibilidad. Estas cir-
rismo de “sol y playa” parece que llega a su fin, ¿o quizá no? cunstancias se suman a otras que evidencian la crisis en el
Los productos turísticos, puesto que son mercancías a la planeamiento. Se necesita una ordenación territorial y un ur-
vista de un mercado cada vez mayor y más transparente, em- banismo específico para el turismo, de carácter supramunici-
piezan tímidamente a evolucionar. Surgen los conceptos de pal, integrado dentro de un marco más amplio de gestión en
diferenciación y de calidad como herramientas, junto con la la costa.3 Resulta imprescindible un cambio hacia la diversifi-
profesionalización de los recursos humanos, que probable- cación, rehabilitación y cualificación turística en el contexto
mente empiecen a aportar elementos capaces de fortalecer la de una planificación integrada que garantice la utilización
industria turística. El turismo deja de ser una actividad sobre- racional de los recursos y la repercusión socioeconómica más
venida, capaz de equilibrar nuestra balanza de pagos de for- favorable para las áreas impactadas.
ma espontánea, a ser, por necesidad, un sector que debe pla- Nos encontramos, pues, ante un punto de inflexión. El lito-
nificarse, controlarse, e incluso, ¿por qué no decirlo?, mimar- ral ya no supone un almacén inagotable de recursos. No es su-
se. Quizá sea de los pocos ejemplos donde la coordinación ficiente hablar de gestión integral de la costa, puesto que re-

I.T. N.o 61. 2002 73


Fig. 2. La gestión integrada del litoral debe compatibilizar los diferentes usos.

sulta evidente que se deben contemplar todos los factores que


sobre ella inciden. Se impone una gestión integrada del litoral
que sea capaz de superar los conflictos entre sus distintos usua-
rios4 (Fig. 2). La fragilidad y singularidad del espacio costero
exige la aplicación de políticas coordinadas que den una res-
puesta institucional funcional y operativa para la ordenación,
gestión, conservación y desarrollo del territorio. La coopera-
ción entre las diversas administraciones públicas debe superar
los escollos de las competencias y, si fuera necesario, crear
nuevos instrumentos que faciliten la gestión.5 Los municipios
costeros se convierten en destinos turísticos, y por tanto tam-
bién deben gestionarse bajo la perspectiva del visitante y del
propio residente. Las playas siguen siendo la base de la indus-
tria turística española. Resulta difícil entender que este activo
no se encuentre planificado y coordinado en cuanto a su uso.

Las playas como factor productivo


de la industria turística
En nuestro país las playas constituyen hoy en día el recurso tu-
rístico más importante6 pero, paradójicamente, su gestión pre-
senta un volumen nada despreciable de áreas mejorables.
Consideradas como espacio productivo, cifras de 12.000 eu-
ros por año y metro cuadrado de playa seca pueden represen-
tar una aproximación a los ingresos por turismo que tiene, por
ejemplo, un destino como Benidorm (Fig. 3). Existen estudios7
que han estimado en 700 la tasa de retorno de la inversión ne- Fig. 3. ¿Cuál es el valor del metro cuadrado de playa?

74 I.T. N.O 61. 2002


cesaria para recuperar una playa, magnitud no alcanzada por
ninguna otra infraestructura pública. La necesidad de estable-
cer un cierto orden y la finalidad de organizar los recursos dis-
ponibles para alcanzar la satisfacción de sus usuarios parecen
ser motivos suficientes como para que en este momento se esté
abriendo un debate profundo sobre el tema. Si bien en algunos
casos se han acometido acciones contundentes en un ámbito te-
rritorial regional,8 el problema subyacente se mantiene.
Llegados a este punto convendría reflexionar sobre la uti-
lidad de las playas. Éstas se han convertido en espacios que,
por su singularidad, adoptan nuevas funciones más allá de la
estricta de consumo de sol y arena, buscándose nuevas alter-
nativas de uso. Por unos consideradas como elementos de ex-
traordinaria riqueza medioambiental, por otros como una de
las mejores formas de defensa costera. Hay quien la concibe
como un espacio público, como una plaza urbana, ágora y
lugar de encuentro. Para muchos, una fuente de ingresos, pa-
ra otros, arenales en continuo movimiento. Paradigma de los
errores humanos, ejemplo del crecimiento desenfrenado. Un
elemento social, un espacio para el intercambio. Ingenieros,
economistas, geógrafos, psicólogos, urbanistas, cada uno in-
terpreta la misma realidad de diferentes formas. ¿O son rea-
lidades distintas? Posiblemente tantas como personas.
Una relación exhaustiva de las funciones atribuibles a las
playas probablemente sería incompleta. Además, ¿existiría
una playa ideal capaz de satisfacer todos los requerimientos
potenciales? (Fig. 4) Posiblemente, no. Esta circunstancia obli-
ga a cierta especialización. Asumido esto, centrémonos en las Fig. 4. ¿Existe una playa ideal? Posiblemente tantas como usuarios.
playas turísticas. ¿Qué se le pide a una playa que constituye
el atractivo fundamental de un destino turístico? Probable-
mente la respuesta la tengan los propios turistas. En esta primera etapa los atributos naturales o artificiales
de la playa y una gestión del borde costero defensiva y no
La ineludible gestión proactiva configuran un escenario donde:
de las playas turísticas • En ciertos municipios turísticos litorales se carece de un cla-
Algunos estudios9, 10, 11 han intentado clasificar las playas aten- ro responsable de lo que acontece en las playas. Tampoco
diendo a su uso público, de modo que, bien a través de en- se cuenta con recursos técnicos que apoyen una mínima
cuestas, bien mediante la adopción de criterios técnicos, se gestión.
han barajado diversas opciones y parámetros que intentasen • Determinados servicios básicos, como el salvamento y la
establecer un modelo ideal de playa, capaz de satisfacer a sus limpieza, normalmente se encuentran subcontratados, sien-
potenciales usuarios. Este planteamiento, basado en contras- do el control de su gestión débil y en numerosos casos po-
tar si los atributos presentes concuerdan con aquellos otros co profesionalizado.
pretendidos o deseados, constituye un enfoque basado en el • Se carece de un presupuesto anual específico, tanto para la
control de calidad. La presencia de determinadas característi- implantación de infraestructuras turísticas básicas (sanita-
cas, como la calidad de las aguas de baño, la presencia de rias, lúdicas, etc.), como para su mantenimiento. Tampoco
infraestructuras higiénicas, como duchas, pasarelas, papele- se han diseñado líneas de financiación específica.
ras, postas sanitarias, etcétera, han supuesto, hasta ahora, • El único ordenamiento existente se basa en las autorizacio-
una forma incipiente de gestión. Iniciativas tales como las nes de temporada. La gestión simplemente consiste en cier-
Banderas Azules, han permitido, sin lugar a dudas, establecer to control sobre las actividades de terceros.
ciertos límites y garantías sobre la realidad del espacio playe- • No existe un plan de ordenación y usos de la playa, don-
ro. Es más, una legislación costera, preocupada fundamental- de se identifiquen claramente las diferentes actividades, se
mente por la preservación del dominio público, donde la ges- establezcan las ordenanzas correspondientes y se arbitren
tión se limita a la inspección y el correspondiente expediente fórmulas de gestión.
sancionador, o bien a la autorización a determinados usos, • No se sistematiza una recogida de las opiniones de los
supone un embrión de gestión pasiva, de carácter defensivo, usuarios; menos aún se realizan estudios sobre el grado de
y en ocasiones poco eficiente o, como mucho, escasamente ocupación de la playa, ni sobre el seguimiento de la esta-
sensible a las verdaderas necesidades de los usuarios.12 bilidad de las arenas y otros parámetros físicos y biológicos.

I.T. N.o 61. 2002 75


• Normalmente se realiza un seguimiento puntual de la calidad • La gestión de la playa se entiende como un conjunto de pro-
de las aguas de baño, aunque incompleto. Tampoco existe cesos interrelacionados que deben garantizar la satisfac-
una gran capacidad de influencia sobre estos parámetros, ción de los usuarios y de todos los afectados. En este nue-
pues depende de otras administraciones u organismos. vo escenario, son los procedimientos, las acciones correc-
• Es habitual que exista una preocupación sobre los paráme- toras y preventivas, la planificación y el control los que de-
tros que definen las Banderas Azules. El objetivo es el man- ben constituir un sistema que sustente la gestión.
tenimiento del distintivo. • La gestión se ha profesionalizado. No solo existe una di-
• Ante situaciones poco habituales, como por ejemplo la pre- rección responsable e influyente, sino un auténtico lideraz-
sencia de ciertos temporales consecutivos que ponen en pe- go sobre un equipo, que se ocupa de las playas de forma
ligro la temporada turística, la reacción de las distintas ad- permanente.
ministraciones es lenta, al carecer de mecanismos preventi- • La calidad de las playas se basa en la mejora continua, en
vos adecuados. la satisfacción de los usuarios y en la dirección por proce-
sos. Todo ello debe basarse en un sistema de evaluación de
El nuevo enfoque las prestaciones y la satisfacción de los agentes, de acuer-
en la gestión de las playas do con los principios de rigor y fiabilidad.
El escenario descrito anteriormente está cambiando, funda- • Existe una línea clara de financiación de las actividades. Se
mentalmente por la competencia cada vez mayor entre los adquiere conciencia de invertir en infraestructuras y en
destinos turísticos, por la complejidad en los servicios presta- mantenerlas (Fig. 6).
dos y por las crecientes exigencias legales administrativas y Buena muestra del punto de inflexión alcanzado en este
medioambientales. Este panorama plantea nuevos retos y con- momento lo constituyen diversas iniciativas que están apare-
lleva la adopción de una forma distinta de gestión. Los ele- ciendo de forma simultánea. La gestión medioambiental de las
mentos que caracterizan este nuevo enfoque son, entre otros, playas de Cádiz, San Sebastián y Cullera se ha certificado re-
los siguientes: cientemente de acuerdo con la norma ISO 14001. Conscientes
• El usuario de las playas ha cambiado. Busca playas dife- de la necesidad de gestionar con criterios de calidad las pla-
rentes, con personalidad, dinámicas, seguras, capaces de yas, la Asociación Española de Normalización y Certificación
facilitar el disfrute y la interacción social (Fig. 5). Es im- (AENOR) constituyó el 15 de febrero de 2002 dos grupos de
prescindible llevar a cabo una encuesta sistemática sobre trabajo, el AEN/CTN 150/SC1/GT para la elaboración de una
su grado de satisfacción. guía para la aplicación de la Norma UNE-EN ISO 14001 en
• La gestión costera es compleja. Un cúmulo de administra- las playas de uso público, y otro, el AEN/CTN 66/SC 1/GT,
ciones públicas interviene de alguna forma. La gestión in- para la aplicación de la Norma UNE-EN ISO 9001. Por otro
tegral e integrada del litoral debe enmarcar los intereses lado, la Secretaría de Estado de Comercio y Turismo, del Mi-
del turismo en coordinación con el resto de sectores, den- nisterio de Economía, pretende desarrollar un modelo de cali-
tro de un sistema estructurado de acciones para la mejora dad de las playas turísticas, dentro del denominado Sistema de
de la calidad del destino. Calidad Turística Española. Asimismo, la Comunidad Valencia-
• Resulta ineludible la definición de nuevas estructuras organi- na ha acelerado, a través de Qualitur, que es una iniciativa de
zativas de gestión local de las playas, basadas en los prin- la Agencia Valenciana del Turismo (Generalitat Valenciana) pa-
cipios de flexibilidad y corresponsabilidad, capaz de plani- ra el impulso de la calidad en el sector turístico, la implantación
ficar, organizar, dirigir y controlar todas aquellas actividades de sistemas de calidad y gestión medioambiental en sus muni-
desarrolladas en las mismas. Debe, asimismo, coordinarse cipios mediante subvenciones específicas.
con el resto de administraciones, buscar fuentes de financia- Sin embargo, la proliferación de distintivos, premios, mar-
ción y colaborar activamente con aquellas organizaciones cas o sistemas de gestión de la calidad o del medio ambien-
sobre las que se ha delegado algún tipo de responsabilidad. te no constituye una estrategia que favorezca la transparen-

Fig. 5. El turista busca playas Fig. 6. El mantenimiento de las infraestructuras es clave para
dinámicas y diferentes. la satisfacción de los usuarios.

76 I.T. N.O 61. 2002


cia de información que recibe el consumidor. Si bien la fami- Conclusiones
lia de normas ISO 9000 e ISO 14000 suponen unos referen- El turismo constituye una actividad que se ha desarrollado rá-
tes internacionales de gestión, su aplicabilidad, con carácter pidamente en los bordes costeros. De hecho, las playas cons-
general, a cualquier sector, supone cierta falta de especifici- tituyen un recurso de gran trascendencia para los municipios
dad conveniente en estos casos. Tampoco sería acertada la turísticos. Sin embargo, la creciente competitividad entre los
generación de sistemas de gestión de ámbito nacional, poco distintos destinos y la evolución de la demanda obligan a
reconocidos y al margen de la estructura asumida en todo el cambiar el modo de entender la costa y sus playas. Tanto las
mundo del aseguramiento de la calidad. Quizá fuese conve- tendencias actuales en la gestión de la calidad y el medio am-
niente constituir foros de análisis y debate de estas iniciativas biente en el ámbito empresarial como las ideas orientadas a
y, junto con aportaciones de diversos ámbitos, como el uni- garantizar una gestión integrada del litoral, expresan clara-
versitario, el empresarial, las administraciones locales, orga- mente la necesidad de articular en los municipios turísticos or-
nizaciones no gubernamentales, etc., generar un sistema de ganizaciones capaces de planificar y ordenar los usos de las
gestión que, guardando una estructura correspondiente a las playas. Asimismo, la voz del turista y del residente deben es-
normas internacionales, supiese incorporar la visión del usua- cucharse a la hora de establecer los criterios de gestión más
rio, y particularizar la realidad de nuestro turismo costero. To- adecuados. La aparición, con mayor insistencia, de iniciativas
do ello sin renunciar a los éxitos conseguidos por las campa- que pretenden certificar la gestión de los servicios de las pla-
ñas de Banderas Azules, cuyos requisitos deberían conformar yas, marca un punto de inflexión que debe complementarse
parte del diseño del sistema. con medidas encaminadas a la coordinación y equilibrio con
el resto de objetivos planteados para el municipio turístico. El
La calidad del producto éxito a largo plazo de un destino turístico litoral se basa en
turístico global en el litoral un turismo de calidad organizado dentro de un sistema terri-
La buena gestión de las playas es insuficiente para un desti- torial planificado que integre al conjunto del sistema econó-
no turístico litoral. La creciente competencia exige que los mico y social con el medio ambiente. ■
servicios públicos y empresariales se encuentren equilibra-
dos y sean capaces de satisfacer no solo las expectativas de Víctor Yepes Piqueras
Doctor Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos
los turistas sino también las de los propios residentes. Los Director del Área de Producto de la Agencia Valenciana del Turismo
objetivos perseguidos en la gestión de la playa deben ser Generalitat Valenciana
Profesor Asociado de la Universidad Politécnica de Valencia
coherentes con aquellos otros planificados para el munici-
pio: seguridad integral, limpieza y gestión de residuos, eli-
minación de barreras arquitectónicas, etc. El turismo litoral,
en esta fase, debe abrir procesos de consulta e interlocución
con otros estamentos o sectores tangenciales a la actividad
turística, desarrollar mecanismos para la identificación de
tendencias y oportunidades relacionadas con la oferta y la
demanda, acometer una labor diferenciadora incorporando
nuevos productos, como el desarrollado por las estaciones
náuticas,13 aportando la riqueza del turismo rural, cultural y Referencias
1. Butler, R.W., “The concept of a tourist area cycle of evolution: implications for ma-
urbano próximo a los bordes costeros y, cómo no, integrán- nagement of resources”, Canadian Geographer, 24, 1980, pp. 5-12.
dose en planes supramunicipales, capaces de coordinar y 2. Cooper, C., “The destination life cycle: an update”, en Seaton et al. (edit.), Tou-
rism: The state of the art, Chichester, John Wiley, 1990, pp.340-346.
orientar los esfuerzos necesarios para el desarrollo coheren- 3. Vera, J.F. (Coord.), Análisis territorial del turismo, Barcelona, Ed. Ariel Geografía, 1997.
te y continuado del turismo, considerado éste como un pro- 4. Barragán, J.M., Medio ambiente y desarrollo en las áreas litorales. Guía práctica
para la planificación y gestión integradas, Barcelona, Ed. Oikos-Tau, 1997.
ducto global (Fig. 7). 5. Yepes, V., “Ordenación y gestión del territorio turístico. Las playas”, en Blanquer,
D. (Dir.), Ordenación y gestión del territorio turístico, Valencia, Ed. Tirant lo
Blanch, 2002, pp. 549-579.
6. Yepes, V., “Gestión integral de las playas como factor productivo de la industria
turística: El caso de la Comunidad Valenciana”, III Jornadas Españolas de Inge-
niería de Costas y Puertos, Valencia, Ed. Universidad Politécnica de Valencia
(Vol. III), 1995, pp. 958-976.
7. Houston, J.R., “International and U.S. Beaches”, Shore & Beach, 64 (2), 1996, pp. 3-4.
8. Yepes, V., Cardona, A., “Mantenimiento y explotación de las playas como soporte
de la actividad turística. El Plan de Turismo Litoral 1991-99 de la Comunidad Va-
lenciana”, V Jornadas Españolas de Ingeniería de Costas y Puertos, A Coruña,
2000, Ed. Universidad Politécnica de Valencia (Vol. II), pp. 857-876.
9. Leatherman, S.P., “Beach Rating: A Methodological Approach”, Journal of Coas-
tal Research, 13 (1), 1997, pp.253-258.
10. Morgan, R., “A novel, user-based rating system for tourist beaches”, Tourism Ma-
nagement, 20, 1999, pp. 393-410.
11. Dormios, R. (Dir.), Fréquentation touristique des plages. Étude de clientèles, Pa-
ris, Ed. Agence Française de l’Ingénierie Touristique, 2000.
12. Yepes, V., Esteban, V., Serra, J., “Gestión turística de las playas. Aplicabilidad de
los modelos de calidad”, Revista de Obras Públicas, 3385, 1999, pp.25-34.
Fig. 7. La gestión de las playas debe integrarse en el conjunto 13. Esteban, V. (Dir.), La oferta turística de las estaciones náuticas, Valencia, Ed. Uni-
del destino turístico. versidad Politécnica de Valencia, 2001.

I.T. N.o 61. 2002 77


Una perspectiva sociológica
sobre las playas
José Miguel Iribas Sánchez

DESCRIPTORES
TURISMO
PLAYA
PASEOS MARÍTIMOS
USOS DE PLAYA
INGENIERÍA LITORAL
ORDENACIÓN DE PLAYAS

Además de para el moderado y reciente disfrute de nativos, yor éxito. Al no requerir consumos energéticos, son la atrac-
las playas han servido para edificar una de las más sólidas y ción más barata y eficaz. Y son divertidas, porque otorgan el
prometedoras actividades económicas: la turística. Cierto es protagonismo al usuario, al contrario de lo que sucede con los
que la naturaleza proteica del turismo convoca otros destinos sofisticados aparatos existentes en los parques de atracciones
y modalidades, pero la variante denominada de sol y playa1 y, más aún, en los temáticos, donde el verdadero protagonis-
es la más veterana, consistente y nutrida de todas las espe- ta es el artilugio. Entonces, siendo tan complejas y provecho-
cialidades y la que mejores perspectivas de futuro ofrece, pe- sas, ¿por qué esa incuria intelectual que las posterga y las re-
se a que los augures mediáticos hayan pronosticado recu- duce a una percepción estrictamente mecánica y técnica?, y
rrentemente un declive que parece siempre inminente, pero ¿por qué tantos Ayuntamientos desaprovechan su cualidad de
que la realidad se empeña tercamente en desmentir. La masa espacio turístico esencial y de eficaz escaparate turístico y la
hotelera asociada al turismo de sol y playa representa más del reducen a una función de mero trastero recaudatorio?
90 % de la oferta hotelera no urbana, mientras que el turismo Como no hay espacio para una exposición exhaustiva so-
rural, al que se suele vaticinar un porvenir tan halagüeño que bre su problemática (y además me siento incapaz de seme-
resultaría amenazante para el costero, suma apenas 40.000 jante esfuerzo) propongo un desordenado análisis sobre cin-
plazas en toda España, una cifra inferior a la de cualquier co aspectos concretos:
destino turístico intermedio del litoral cálido, y casi 100 veces • Una consideración sobre su carácter excepcional y singu-
menor que la del turismo litoral en conjunto, que, además, si- lar, que no ha sido establecido en sus justas, y muy limita-
gue creciendo a un ritmo muy superior al de interior. das, dimensiones.2
Como es obvio, en la formación de la oferta litoral, la pla- • Un comentario sobre su capacidad para sintetizar liturgias
ya juega un papel decisivo. Es el mejor y más barato parque y espontaneidades de manera constante y renovad(or)a,
urbano, el lugar más frecuentado y solicitado de los munici- muchas de las cuales se malogran por el desorden funcio-
pios litorales, el recinto donde se inicia la secuencia de tiem- nal reinante.
po-acontecimientos que compran nuestros turistas. Referente • Una reflexión sobre las características del entorno urbano
principal del más importante y reciente proceso de producción como condicionante de la tipología y formalización de los
de espacio, la playa sigue siendo, después de tantos años, ca- paseos marítimos, cuya inobservancia es origen de tanto
paz de convocar en nuestro imaginario todo tipo de compor- brutalismo y desafuero.
tamientos y usos. Espacio de tránsito entre mar y ciudad, es la • Un examen acerca de las posibilidades de especializar fun-
más accesible síntesis de los elementos naturales (tierra, fuego, cionalmente las playas para que sean complementarias y
mar y aire), un lugar que induce las conductas más elementa- no concurrentes, cuestión ni siquiera atisbada en la planifi-
les y placenteras: la relación, el juego, la risa, el deseo. Las cación y aún menos en la práctica.
playas son el más consistente, duradero, apreciado y concu- • Una llamada de atención sobre la imperiosa necesidad de
rrido parque temático (sin que le afecten problemas de recu- elaborar planes de ordenación específicos que resuelvan
rrencia y obsolescencia ni exijan apenas inversiones), y cons- conflictos y mejoren las condiciones funcionales de nuestras
tituyen el fundamento más sólido de la oferta turística de ma- principales playas o sistemas de playas.

78 I.T. N.O 61. 2002


El carácter excepcional
de las playas urbanas
El considerable esfuerzo desplegado por la Dirección General
de Costas en la construcción de un Catálogo de Playas dispo-
nible en la web, recientemente ampliada y mejorada, permi-
te, mediante operaciones informáticas propias de imaginati-
vos hackers, la elaboración de una base de datos sobre las
playas españolas que hace posible, por fin, un análisis cuan-
titativo de la oferta de playas en España. Y una primera lec-
tura de los datos que suministra parece inducir al optimismo,
pues según dicho catálogo nuestro país dispone de 2.725 re-
cintos playeros, que suman una longitud de 1.846 kilómetros
y una superficie de más de 78 millones de metros cuadrados,
cifras que, por su magnitud, parecen dar cobertura a todas las
necesidades y usos, reales o potenciales, presentes o futuros.
Se trata de un litoral sensiblemente heterogéneo, por más
que la opinión popular dominante lo suponga compuesto por
un rosario interminable de playas urbanas, densas y masifi-
cadas. Lo cual se reputa negativo, pues la publicidad insiste
en la imagen de una playa desierta, orillada de cocoteros y
palmeras y abierta a un mar azul y transparente, que se pre-
senta como el paradigma del espacio garante de felicidad.
Axioma del que, sin embargo, no parecen estar tan seguros
los propios publicitarios, pues la imagen está siempre refor-
zada por la presencia de espléndidos cuerpos semidesnudos
mayoritariamente femeninos. Quizá esas playas exóticas pro-
porcionen amplias satisfacciones, pero, en todo caso, son es- Fig. 1. Todo el turismo español, que representa una cantidad significativa de la
pacios poco frecuentados para los usuarios europeos, ya que renta española, se ha edificado sobre los pocos millones de metros cuadrados de
arena que pueden conceptuarse como playas urbanas cualificadas. No existe otro
su espacio doméstico, que es el ámbito receptor de más del
espacio natural que, como las playas, sea tan escaso, excepcional y rentable, ni
95 % de sus flujos turísticos, carece ya de semejantes olimpos. que haya dado lugar a una actividad económica tan duradera y consistente.
Pero estas evidencias poco parecen importar, pues la
aversión hacia lo urbano permanece indesmayable: aun pa- Considerando solo las playas urbanas situadas en litoral
ra el litoral europeo se percibe una generalizada sacraliza- cálido,3 que tengan más de 250 metros de longitud y un mí-
ción de lo excepcional. Y lo excepcional parece siempre tener nimo de 30 metros de ancho medio, el potencial español se
una sola dirección. Con no poco despecho, los místicos am- encoge hasta solo 203 recintos, con 322 kilómetros de longi-
bientalistas urbanitas declaran su exclusiva inclinación por las tud y 12,5 millones de metros cuadrados de superficie útil.4 Y
pequeñas calas salvajes y, con frecuencia, inhóspitas. Aunque si se computan solo las playas de 500 metros de longitud, que
muy esforzados y vocingleros, deben de ser pocos, pues lo in- son las únicas susceptibles de generar ofertas turísticas con-
cuestionable es que los usuarios comunes acuden a otro tipo sistentes, y se excluyen algunas playas cuya consideración
de playas. Amplias, accesibles, seguras, urbanizadas y dota- como urbanas parece exclusivo resultado de una calentura
das de servicios. Y, sobre todo, con un alto grado de frecuen- veraniega,5 la oferta quedaría disminuida hasta 162 recintos,
tación, es decir, con una densidad suficiente para garantizar con 267 kilómetros y poco más de 10 millones de metros cua-
el contacto social y la observación de la conducta de los con- drados de superficie útil.
géneres, objetivos gratuitos y siempre cambiantes que otor- No acaba ahí la cosa. Eliminemos de entre éstos los que
gan al espacio un apreciadísimo valor añadido del que care- sufren un frecuente oleaje (sea fuerte o moderado) y aquellos
cen los paraísos solitarios. Ya decía el fértil Henri Lefebvre que cuyo material predominante sea la grava y nos quedaremos
“la emoción del paisaje es instantánea”, y cabe ratificar y con solo 85 playas, que tienen apenas 135 kilómetros y 5,3
completar el aserto añadiendo que, por el contrario, “la con- millones de metros cuadrados de superficie útil. A esta cate-
templación del ser humano es un espectáculo interminable”. goría tan exclusiva de espacios sobre los que se ha edificado
Así pues, el uso turístico está en su mayor parte reservado nuestro principal activo turístico aplicaremos la denominación
a recintos que cumplan con ciertas condiciones físicas, am- de “playas urbanas cualificadas”, que constituyen la base es-
bientales y funcionales, pues el turismo de sol y playa se asien- pacial a la que es necesario dar prioridad en nuestra aten-
ta casi en su totalidad sobre aglomeraciones urbanas situadas ción y protección.
en torno a playas cálidas, urbanas y de dimensiones adecua- Al margen de su contundencia sobre la que basar otras
das. Aunque decirlo parezca una alucinación estival, lo cier- consideraciones críticas sobre la discutible política litoral de la
to es que playas de esas características son muy escasas. Administración, estos datos desmienten la extendida idea de

I.T. N.o 61. 2002 79


que el litoral español está urbanizado en su totalidad y some- mar. Y en el área de reposo el principal problema consiste en
tido a un uso intensivo. Aunque parezca mentira, todavía hay cómo utilizar este espacio sin sufrir quemaduras en los pies. Pa-
fragmentos costeros donde la actividad humana ha sido es- ra finalizar, los toldos, además de imponer restricciones visua-
casa o nula, y es deseable que así siga siendo. Las 1.358 pla- les y limitaciones intolerables en el uso del fondo de playa, in-
yas rústicas o vírgenes, la mitad del total, alcanzan 754 kiló- vocan usos perversos que conviene desterrar enérgicamente.
metros de longitud y casi 23 millones de metros cuadrados de De las continencias que impone la desnudez, los proble-
superficie útil, cifras todas ellas muy superiores a las de las ur- mas entre los usuarios móviles e inmóviles y los conflictos par-
banas. Pero en su inmensa mayoría no se pueden considerar ticulares inherentes a cada zona de playa, derivan una con-
como espacios de reserva incorporables a la categoría de ur- cisa serie de conductas tópicas que los usuarios repiten ince-
banas en el futuro, lo cual significa que nuestro potencial de santemente, año tras año, a lo largo de su experiencia pla-
crecimiento cuantitativo de la oferta de playas para uso turís- yera: el estático culto heliolátrico; el baño juguetón a escasa
tico es muy limitado. Contingencia que hace aún más valio- profundidad; la animada conversación con conocidos y ex-
sas, singulares y excepcionales a las que pueden cumplir ese traños; los escarceos amorosos; la mirada furtiva a los cuer-
cometido y que exige su mejor aprovechamiento. pos deseados; el autocomplaciente exhibicionismo, sea cons-
ciente o inconsciente; el pausado paseo ribereño; la consola-
dora lectura; las alegres carreras de niños y jóvenes; los jue-
Ritos y liturgias en el espacio playero gos reglados y no reglados. No pretendo ser exhaustivo, pe-
La observación sistemática del espacio playero permite una ro, según creo, este catálogo contiene las conductas princi-
codificación de las conductas de los usuarios. Siendo éstos le- pales. Todas ellas están enmarcadas en la más estricta con-
gión cabría esperar que su proceder diera lugar a una inter- vencionalidad, de forma que resulta impensable qué atracti-
minable sucesión de actividades, pero resulta asombroso per- vo pueden tener para que sean repetidas cíclica e irreversi-
cibir las limitaciones que se autoimponen y las dificultades blemente. Quizá el hecho de que en todas ellas el protago-
que la pésima ordenación de los recintos les inflige. nismo pertenezca a los usuarios sea motivo suficiente para
La playa es el principal espacio social para el cuerpo des- eludir o atenuar el aburrimiento, pues cuando cualquier cir-
nudo (o casi), circunstancia que, al contrario de lo que pare- cunstancia6 les roba parte de ese protagonismo, la estancia
ce, opera limitativamente sobre la libertad de conducta, pues playera pierde interés.
las convenciones sociales incrementan sustancialmente las pre- El uso tópico de la playa, con haber sido suficiente para
cauciones que es preciso observar ante las personas que se mantener una elevada tasa de uso horario por día, debe en-
exponen públicamente sin la protección uterina de la ropa. riquecerse con nuevas funciones. No solo para hacer que las
Confinadas las miradas al ámbito de la más timorata discre- playas mantengan su papel primordial en la distribución del
ción, la actividad gestual debe limitarse a evitar cualquier atis- tiempo turístico, sino para mejorar el modo en que se ocupa
bo de contacto, tanto con los del propio sexo como con los del el espacio playero. Mi experiencia en Benidorm ilustra algu-
opuesto y tanto con el propio cuerpo como con el de los de- nas posibilidades para su optimización funcional: el porcen-
más. De forma que lo que desprende la playa es una sensua- taje de bañistas sobre usuarios totales se incrementaba del 8
lidad contenida, interrumpida (interrupta), como a punto de al 23 % cuando la temperatura del agua de mar subía de 21
explotar. Por otro lado, y en la medida en que la desnudez y a 24 grados (de junio a agosto), pero aún se logró un 7 %
la quietud exponen los cuerpos a toda clase de molestias y am- adicional cuando se instalaron balsas y piscinas flotantes. Lo
plifican los efectos de las mismas, la convivencia de usos plan- cual supuso una atenuación de la congestión visual y una me-
tea graves inconvenientes, agudizados por la elevada densi- jora de la fluidez en los desplazamientos internos dentro de
dad de usuarios cuando se trata de playas urbanas. El juego, la superficie seca, cuestiones ambas nada desdeñables. Por
especialmente cuando incluye balones o pelotas, suele ser una otro lado, los grupos de palmeras plantados en los fondos,
fuente de conflictos irresolubles. además de promover una imagen tropical de la playa,7 con-
Por último, las características de las diferentes franjas del gregan a un nutrido contingente de usuarios que se solazan
espacio playero imponen ciertas actividades y prohíben otras, con la semisombra que proyectan. Lo cual supone un aumen-
de lo que resultan frecuentes incompatibilidades enojosas. En el to adicional de superficie útil.
área de baño de las playas de uso convencional se ha de limi- Uno de los principales problemas que aquejan a nuestras
tar la actividad náutica para garantizar la seguridad de los ba- playas es que, como consecuencia de los conflictos y conven-
ñistas. En el borde inmediato se suceden conflictos entre los ciones, son crecientemente aburridas, y de ello da testimonio
usuarios de hamacas que lo invaden, los peripatéticos a quie- la reducción del tiempo que los usuarios pasan en ellas. En los
nes complace andar con el agua por los tobillos y los que gus- últimos veinticinco años los turistas que acuden a Benidorm
tan de jugar aprovechando que es el único espacio donde la pasan media hora menos al día en el recinto playero y el nú-
temperatura de la arena resulta soportable para los pies des- mero de usuarios en hora punta ha descendido de 43.000 a
calzos. En la franja de arena seca más próxima a la playa sur- 38.000. Aunque ello implica que se ha alejado el fantasma
gen disputas entre los usuarios de hamacas, sean privadas o de considerar la playa como un límite ecológico insalvable al
en régimen de concesión, y los que tienden las toallas, en una crecimiento de la ciudad, es una mala noticia, paliada solo
lucha encarnizada para conseguir los lugares más próximos al en parte por la positiva evolución del régimen de uso de las

80 I.T. N.O 61. 2002


Fig. 2. Las palmeras son, como el abeto y el ciprés, árboles connotativos, y acreditan buen clima durante todo el año, de forma que su plantación masiva tiene una
rentabilidad asegurada para la proyección de la imagen de la ciudad. Pero, además, garantizan la ampliación de la superficie útil de la playa y el uso de los fondos.
En Benidorm, cada grupo de palmeras cobija hasta 20 usuarios o más.

playas en Benidorm debido a la mejora que ha experimenta-


do la distribución horaria de los usuarios gracias al notable
aumento de la ocupación en las horas menos concurridas.
Por el contrario, las piscinas han crecido significativamen-
te, tanto en número de usuarios como en intensidad de uso, y,
por tanto, en su significación porcentual en la distribución del
tiempo turístico. Y aún ha crecido más el paseo por la ciudad,
debido, según he podido percibir, a la diversión implícita que
produce la contemplación del resto de los viandantes, espe-
cialmente de los vitales, inefables y desprejuiciados guiris.
Volviendo a la playa, insisto en que el principal motivo pa-
ra explicar la declinación de su uso estriba en que es un espa-
cio que va perdiendo interés, en el que la ausencia de orde-
nación y la falta de especialización restringen los usos más di-
námicos y obligan a los usuarios a refugiarse en los más con-
vencionales y tópicos. Pero hay argumentos para el optimis-
mo: bastó que un anciano en buena forma y con irreprimibles
deseos de ligar organizase con tal propósito unas tablas de
gimnasia matinales para personas de la tercera edad, un pre-
texto magnífico para exhibir su palmito ante sus potenciales
víctimas, para que la playa cobrase dinamismo y actividad en
las mañanas de los meses de temporada baja y, como conse- Fig. 3. Ante la ausencia de una ordenación funcional del espacio playero la
emergencia de nuevos usos está condicionada por su compatibilidad, general-
cuencia del éxito de esta modesta iniciativa, toda la primera mente difícil, con el uso tópico. Ello limita considerablemente la extraordinaria
línea rebosara de una exultante e inusitada vitalidad en me- capacidad de las playas para convertirse en un contenedor de usos que tienen
excelentes rendimientos sociales y turísticos. La aparición espontánea de gim-
ses y horas en las que antaño tenía un aspecto mortecino. Be- nastas matinales en las playas constituye un factor decisivo para el éxito de Be-
nidorm le debe un reconocimiento. nidorm en la lucha contra la estacionalidad.

I.T. N.o 61. 2002 81


Las formas de relación como “Beach City”,8 sustituyendo los viales asfaltados por
con el entorno urbano espacios arenosos que se internaban entre los edificios y a
Parece que una gran mayoría de los urbanistas profesionales, los que hacía llegar brazos de mar.
con independencia de su solvencia y cualificación, tienen en Sin necesidad de asumir en su integridad el contenido de es-
común una desatención sistemática a los fenómenos sociales. ta provocadora propuesta, lo que el paroxismo onírico de
Confinando la práctica de la disciplina en el formalismo geo- Maas ponía en evidencia es la particular naturaleza de la re-
métrico y el rigorismo jurídico encuentran las certidumbres lación (íntima pero diferenciada) que existe entre cada playa y
que les niega la volubilidad característica de los asuntos hu- su entorno urbano, cuestión sobre la que espero una cierta
manos, sean sociales o económicos. Pero cada pecado lleva unanimidad académica, ya que conozco a pocos urbanistas y
su penitencia, y la exclusión de estas materias de los conteni- proyectistas urbanos que no pongan énfasis en el carácter par-
dos reales de la planificación urbana les ha robado todo tipo ticular e individualizado que tiene cada intervención que reali-
de entusiasmo utópico y de capacidad transgresora, y de es- zan. Pero demasiadas veces ello tiene un contenido meramen-
tos lastres proviene la imparable decadencia de los Planes te declarativo, pues sus proyectos raramente plantean elemen-
Generales, a los que solo algunos ilusos históricamente reza- tos diferenciadores que tomen en consideración aspectos pecu-
gados pueden en la actualidad atribuir cometidos que vayan liares del entorno que vayan más allá del más somero forma-
más allá de un mero programa de ordenación del negocio lismo. Si buscan la diferencia lo es en virtud de su propensión
inmobiliario. Su papel como herramienta de definición del a dejar su sello particular en cada proyecto, de manera que
perfil de futuro de las ciudades y como instrumento dinami- ese propósito egolátrico se convierte en el principal objetivo de
zador de la economía y equilibrante de la sociedad pertene- la originalidad de que quieren dotar a cada una de sus obras.
ce ya a un pasado que se antoja irrecuperable. Aunque en Pues lo cierto es que las intervenciones inmediatas al bor-
menor medida, esa desatención afecta también a los proyec- de litoral (los paseos marítimos) no suelen ser ni originales ni
tistas de paseos marítimos, que son piezas básicas en la arti- coherentes con el entorno. Muchas de ellas se asemejan no
culación urbana de nuestras playas. solo en sus resoluciones formales o en los materiales emplea-
Existen al menos dos tipologías básicas en torno a la re- dos, sino, sobre todo, en una cuestión conceptual decisiva: su
lación que se establece entre la playa y su inmediato entorno desinterés sobre la naturaleza diferenciada de la relación en-
urbano: la primera, avalada por una larga experiencia his- tre cada playa y su medio urbano inmediato. Pocos son los
tórica, es segregativa y confinatoria. La playa, aunque sea paseos marítimos de las nuevas ciudades turísticas que, ob-
un referente fundamental para la ciudad cuya integración vi- viándola, renuncian al brutalismo segregativo que acompa-
sual y formal con el entorno sea modélica, alberga usos pri- ña, como un atributo difícilmente desprendible, a las magnas
vativos que no deben rebasar su ámbito específico. A la pla- obras públicas, pues desde hace unos pocos lustros, el en-
ya se acude vestido y solo una vez dentro del recinto areno- cumbramiento icónico, mediático y social de algunos políticos
so es socialmente aceptable exponer la anatomía a la mira- y profesionales se mide en exclusiva función de su nivel de
da colectiva. Las conductas y comportamientos de la playa despilfarro. No es lo peor, pues aun esto puede ser preferible
son exclusivos de ésta y no proyectables hacia el ámbito ur- a la frecuente invocación a la roma funcionalidad con que se
bano. Es un modelo clásico y, quizá, más estético, corres- quiere ocultar la desidia o la falta de imaginación. Pero es
pondiente, salvo excepciones muy singulares, a los espacios evidente que a efectos sociales, económicos y turísticos, son
turísticos del litoral frío o a las playas situadas en grandes ur- más útiles y sensibles aquellos que renuncian al prevaleciente
bes. Es decir, a localidades prototurísticas o a municipios que boato brutalista y pomposo y proponen una integración fun-
no han superado la fase de incipiente desarrollo del turismo cional que conserve para el horizonte marino el papel de pri-
litoral, donde ocupa un papel marginal o secundario en la vilegiado referente paisajístico y garantice un confortable
economía local. tránsito peatonal entre el borde urbano y la playa, reforzan-
Pero, como es conocido, las nuevas ciudades turísticas, do la integración visual y funcional entre ambos espacios. Y
en virtud de su obligada permisividad hacia las transgresio- si es con modestia y profesionalidad, mejor.
nes menores, autorizan la invasión de los bañistas a ámbi-
tos urbanos y establecimientos cuya relación con la playa es
espacial y conceptualmente remota. En estos casos, la ciu- Los sistemas de playas complementarias
dad asume los comportamientos típicamente playeros y se Uno nunca sabe si la falta de imaginación de la que adolece
produce un proceso de ósmosis de conductas que conlleva la gestión de playas es el resultado del bajo perfil de las con-
la “playificación” de la ciudad. Convertida toda ella en pla- cejalías del ramo o de una pereza mental paralizante que di-
ya, el turista transita sin obstáculos de un lado a otro y con ficulta la superación de los esquemas tópicos de su organiza-
el mismo breve atuendo con el que toma el sol o se baña, ción funcional. En un litoral tan extenso como el español no se
acude a los supermercados, hace gestiones en los bancos y encuentran apenas playas que tengan asignados usos especí-
se sienta en las terrazas de bares y restaurantes. Una con- ficos e instalaciones y servicios adecuados para los mismos.
versación que mantuve con Winy Maas sobre este particu- Hay, naturalmente, excepciones, pero escasas. La más repeti-
lar dio lugar a que este imaginativo arquitecto holandés da es la de las playas nudistas, una anomalía que siempre me
planteara unas imágenes en las que reinventaba Benidorm ha llamado la atención porque supone la reserva de recintos

82 I.T. N.O 61. 2002


Fig. 4. Siguiendo el habitual estilo provocador de MVRDV, la propuesta de Winny Maas sobre la integración de la playa de Benidorm con la ciudad, que recoge el
libro Costa ibérica, supone la enfática traducción espacial de un concepto, el de la “playificación”, que postula la confusión de usos y funciones de la playa y la ciu-
dad, que forman un continuo indisoluble que hace innecesarios los paseos marítimos, al menos en su brutalista y segregador formato convencional (Foto tomada
de Costa ibérica, por cortesía de Editorial Actar).

públicos para uso exclusivo de segmentos sociales muy mino- ca necesariamente que la ordenación de los usos, el equipa-
ritarios que, en no pocas ocasiones, estimulan pingües nego- miento disponible, el régimen funcional de las distintas fran-
cios privados fundamentados en ideologías confusas. Siempre jas espaciales y horarias y el complejo de servicios que se su-
he preferido que la práctica de la desnudez tenga su origen en ministra, permitan atisbar una diferenciación que atienda a la
una conquista espontánea y no en una decisión administrati- especialización de los usuarios. El recinto playero se concibe
va. Algunas actividades deportivas, como el windsurf, condu- desde una organización idéntica y rutinaria que responde ex-
cen a la apropiación de espacios playeros en los que general- clusivamente al uso tópico y que no sabe aprovecharse de las
mente conviven con otros usos tópicos. Pero apenas hay más. potencialidades sugeridas por las características particulares
Sin embargo, cuando se analiza el funcionamiento real de de cada grupo de usuarios.
una playa de considerables dimensiones situada en un entor- Si el mimetismo en la organización funcional afecta nega-
no urbano denso y complejo, se percibe una especialización tivamente a las playas en el sentido de no poder extraer de
espontánea del espacio playero, que se segmenta en función ellas todo el caudal de usos que permiten sus características fí-
de los usos o, más frecuentemente, de las tipologías de usua- sicas o su tipología de usuarios, todavía es más grave cuando
rios, aun cuando no conduzcan a regímenes funcionales dis- se trata de sistemas de playas heterogéneas localizadas en
tinguibles. En playas como las de Benidorm, y aunque se si- áreas turísticas funcionalmente integradas. Pongamos por ca-
ga con cierto rigor el principio de mínima distancia-mínimo so la de Benidorm. Entre Altea y La Vila Joiosa, que limitan el
esfuerzo, se perciben con nitidez fragmentos diferenciados área por el norte y el sur, hay 28 recintos playeros de muy di-
para los turistas charter, los jóvenes ligones latinos, los nutri- versa condición, que podrían dar lugar a una ordenación
dos grupos familiares, los usuarios locales apresurados por conjunta que especializase los usos de cada una en función de
sus obligaciones, los amantes de los recintos densos, los ma- criterios de complementariedad entre todas y de coherencia
duros vacacionistas españoles y los gourmets de la playa, sec- con las características físicas, funcionales, urbanísticas, de ac-
tor compuesto por usuarios locales sosegados y veraneantes cesibilidad y de intensidad potencial de uso de cada una, pe-
recurrentes, que aman los espacios amplios y desahogados. ro lo cierto es que nada de eso sucede. Así, en lugar de defi-
Es decir, las playas de mayor tamaño y dinamismo se han nir un conjunto de recintos que satisfagan las diferentes ex-
especializado mediante su fragmentación, pero ello no impli- pectativas de los distintos segmentos de demanda (familias,

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Fig. 5. La optimización tecnológica en la gestión del espacio playero debe superar ya las meras funciones de limpieza y mantenimiento, que, aunque costosas, ya
no resultan decisivas para diferenciar positivamente una playa. Una ingeniería de playas debería tomar en consideración las secuencias de uso espacio-temporal
y permitir, mediante una ordenación vanguardista, la dinamización de las playas con usos renovadores que convivan con los tradicionales.

primer lugar, admitir que la construcción de una oferta inte-


grada exige la superación de la política de campanario y la
rivalidad vecinal; en segundo, reconocer que no hay un solo
tipo de usuarios de playa, sino que este espacio convoca múl-
tiples intereses y variadas alternativas funcionales. Es posible
que estas exigencias hagan utópica la pretensión, pero solo
lo sabremos si se intenta.

Una planificación ya imprescindible


Aunque la organización expositiva de este artículo remita ine-
vitablemente a una percepción miscelánea sobre las playas,
consecuencia ineludible de su limitada extensión y de mi pro-
pia incapacidad, creo haber suministrado argumentos suficien-
Fig. 6. El excelente funcionamiento de nuevas iniciativas, como la Biblioplaya tes para poner de relieve la necesidad de planificar las playas.
de Benidorm, es un señuelo estimulante para que puedan emprenderse mejo- Tengo, como no puede ser de otra forma, una experiencia
ras que doten de más contenidos funcionales a las playas. Además de cuanti-
ficar, cualificar y ordenar adecuadamente los equipamientos y servicios, los
limitada sobre este particular, pero tanto desde el sector públi-
Planes de Ordenación de playas con elevada densidad deberían proporcionar co como desde el privado, he podido intervenir en la puesta
ideas para la emergencia de actividades renovadoras que superen las limita-
en marcha de proyectos globales (para concesionarios priva-
ciones del uso convencional.
dos) y actuaciones puntuales, que permiten sazonar mis aser-
jóvenes, ancianos, deportistas terrestres o acuáticos, por ejem- tos con algunas conclusiones prácticas. Como antes he relata-
plo) o las funciones más dispares (reposo, dinamismo, rela- do, bastó con la plantación de unos cuantos grupos de pal-
ción, arte, cultura, juego, actividades), se dispone de una meras para que una considerable cantidad de usuarios (unos
gran cantidad de playas exclusivamente orientadas al uso tó- cinco o seis por árbol) se desplazaran desde el congestionado
pico, limitación que constituye un obstáculo decisivo para la borde al generalmente despoblado fondo de playa. La siste-
emergencia de ofertas turísticas especializadas que arropen y mática plantación de palmeras a lo largo de todo el borde in-
cualifiquen la oferta generalista básica. terior de la playa, aprobada por el Ayuntamiento de esa ciu-
Algún día, esta desidia planificadora quizá dé paso a una dad pero nunca ejecutada,9 hubiera permitido ganar un por-
organización consensuada9 de espacios playeros contiguos centaje muy estimable de área activa, al margen de proyectar
que extraiga de nuestro litoral todo su potencial de uso. Pero una imagen más intensamente tropical de la ciudad. Por otro
para lograrlo hay que empezar asumiendo dos principios: en lado, fue suficiente con que la Concejalía de Playas de Beni-

84 I.T. N.O 61. 2002


dorm eliminara los toldos y los sustituyera por sombrillas para viales: la diversión, el juego, el placer, las posibilidades de re-
retrasar unos 10 metros el borde interior del espacio útil, in- lación, el confort, la seguridad. Y el cliente, quiero recordar,
crementando el área activa en un 20 % aproximadamente. siempre tiene razón.
Por tanto, una buena ordenación acompañada de accio- Existe una sociología de la playa, disciplina que, incluso
nes imaginativas permite, con un coste muy reducido, am- en su modestia, alimentará escepticismos. Es posible que este
pliaciones cuantitativas en el espacio playero utilizado por los exordio sociológico despierte algún recelo entre algunos lec-
turistas, pero posibilita asimismo introducir mejoras cualitati- tores, y que se pregunten sobre las razones que justifican es-
vas, desarrollar nuevos usos y actividades y ampliar signifi- te entrometimiento en un coto hasta ahora exclusivo de los in-
cativamente el horario de uso mediante la organización de genieros. Entre otras cosas, responder a cuestiones que se
secuencias de acontecimientos y la permisividad en horarios han venido olvidando en la ingeniería litoral. Por ejemplo,
de baja intensidad para los usos no tópicos que resultan con- hacer hincapié en que la ampliación de la superficie útil de
flictivos en horas de máxima utilización. Al tiempo, facilita la playas no se consigue únicamente con obras de regenera-
organización del sistema de vigilancia y salvamento, racio- ción; definir el régimen funcional de las playas y su evolución;
naliza el equipamiento sanitario, define de forma no mecáni- reflexionar sobre cómo son los usuarios y qué quieren de
ca los espacios que pueden ser ocupados por las concesiones nuestras playas; proporcionar informaciones y sugerencias
temporales y establece medidas de seguridad al amparo de sobre los equipamientos, servicios y usos que se producen y
los bañistas. Con ello no solo se supera el potencial de uso (en sobre la manera eficaz de organizarlos. Decir, en suma, que
superficie y tiempo) y las cualidades funcionales de las pla- es preciso avanzar en las técnicas y los objetivos de ordena-
yas, sino que se mejora espectacularmente su imagen, cues- ción, que son en este momento demasiado elementales.
tión importantísima si se considera que las playas son el más Según hemos visto hay apenas 85 playas urbanas cualifi-
barato y eficaz escaparate de un municipio, pues bastan mo- cadas. Pero como quiera que sostienen una industria que pro-
destas inversiones para que la cualificación global de la ima- porciona ingentes recursos económicos a nuestra sociedad,
gen de la ciudad sea percibida y apreciada por la totalidad equilibra nuestra balanza de pagos y genera empleo y ri-
de sus visitantes y por los medios de comunicación. queza, suministrando recursos indispensables para la adqui-
Al margen de lo anterior, es necesario insistir de nuevo en sición de tecnología externa, requieren una atención prefe-
que las playas son espacios cada vez más aburridos y que en rente. No parece que destinar algún fleco presupuestario pa-
la actualidad basta ya con una mejora rudimentaria de la ges- ra promover una reflexión avanzada sobre estos espacios sin-
tión en sus aspectos más elementales (especialmente de la lim- gulares y excepcionales vaya a desequilibrar ningún presu-
pieza) para igualar el modelo de gestión de las mejores pla- puesto público. Y, probablemente, quizá haga posible avan-
yas. Un impulso profundo para la tecnología funcional de zar decisivamente en la tecnología playera y ello nos permi-
playas debería proceder en la actualidad de la consideración ta mantener ventajas competitivas frente a nuestros adversa-
de otros aspectos igualmente relevantes. Hay que mejorar los rios turísticos, propósito que, teniendo en cuenta el estado de
servicios y vencer el tedio que asalta a los usuarios, y utilizar nuestros sectores productivos, constituye un objetivo básico
estas vías para ser competitivo. El diferencial entre playas de para nuestra economía. Es decir, para nuestra sociedad. ■
elevada calidad y otras de nivel medio se obtendrá a partir
de ahora mediante los avances que tenga cada municipio en José Miguel Iribas Sánchez
la generación de usos, la variedad y calidad de los servicios, Sociólogo Urbanista

la ampliación de las posibilidades funcionales y la secuencia-


ción de actividades. El hecho de que los turistas de los desti-
nos más dinámicos hayan disminuido en media hora el tiem-
po de estancia en la playa en los últimos veinte años es un da-
to consolador a corto plazo, pues alivia la densidad y favore-
ce la rotación de usuarios, pero resulta peligroso a largo pla- Notas
1. El turismo de litoral cálido del Mediterráneo se sostiene sobre unos pocos millones
zo porque indica que hay un estancamiento en el modelo de de metros cuadrados de arena, menos de los que tiene una sola estación de esquí
oferta y sugiere que las playas han perdido algo de atractivo. de tamaño medio. En conjunto, la superficie útil de playas urbanas cualificadas su-
pone apenas un 0,001% de la superficie nacional (poco más de un metro cuadra-
Sé que esta perorata puede ser recibida con escepticismo do por cada 100.000). Pero proporcionan más del 10 % de la renta española.
entre quienes han tenido hasta ahora las competencias admi- 2. Agrupa la costa mediterránea peninsular, la atlántica sur y la insular.
3. Descartando para el uso los fragmentos de playa situados a más de 45 metros des-
nistrativas y las responsabilidades intelectuales (y quizá tam- de la orilla, que son, por lo general, funcionalmente inaptos durante el verano.
bién algunos intereses) sobre las playas, en parte porque han 4. La Antilla-Nueva Umbría, Levante (Línea de la Concepción), Oliva y Los Lances (Tarifa).
pensado que la importancia de los cometidos de que se ocu- 5. Un mar agitado y dominante, un conversador apabullante, la admonición censora
de algún intransigente, un cuerpo agredido por una mirada descarada, un juego
pan convierte en prescindibles otros aspectos que consideran controlado enteramente por el adversario.
menores. Pero se olvidan del factor más importante de las 6. La palmera, junto con el abeto y el ciprés, son árboles connotativos, pues sugieren
atributos añadidos: en el caso de la palmera, buen clima durante todo el año.
playas: los usuarios. Para éstos, la calidad y estabilidad de 7. Costa Ibérica, Editorial Actar, 2000.
las playas son requisitos funcionales básicos, pero de ningún 8. Entre las Administraciones competentes (incluidos los Ayuntamientos), y con la
concurrencia de los concesionarios afectados.
modo objetivos estratégicos, calificación que reservan para 9. Quizá porque es complicado inaugurar una actuación así y los políticos no están
otros aspectos que la ingeniería de playas quizá considere tri- interesados en intervenciones que no tengan un rédito mediático inmediato.

I.T. N.o 61. 2002 85


El modelo Calvià
de desarrollo sostenible
Javier Bustamante Moreno

DESCRIPTORES
AYUNTAMIENTO DE CALVIÀ
TURISMO
MADUREZ TURÍSTICA
EXCELENCIA TURÍSTICA
CALVIÀ, AGENDA LOCAL 21
DESARROLLO SOSTENIBLE
PLAN GENERAL DE ORDENACIÓN URBANA
PLAN DE ESPONJAMIENTO
CALVIÀ EN EUROPA
PLAN DE GESTIÓN INTEGRAL DEL LITORAL DE CALVIÀ (PILC)

Calvià, municipio situado en el suroeste de la isla de Mallor- tal y social es la clave del futuro. Por otra parte, y de forma pa-
ca, ha pasado en muy pocos años de ser el municipio turísti- ralela, en 1996 se inició la revisión del Plan General de Urba-
co maduro por excelencia de Mallorca a abordar un ambi- nismo con los mismos criterios básicos. Acabados ambos docu-
cioso plan de desarrollo turístico sostenible. Los últimos siete mentos, y con unas coordenadas básicas para orientar la di-
años han supuesto un giro contundente en la política del mu- rección a seguir, se ha elaborado un Plan de Gestión Integral
nicipio pero especialmente en la urbanística, que ha pasado del Litoral, cuya primera fase acabará a finales de este año. Pa-
de criterios expansionistas a tener como eje estratégico el ralelamente se lleva a cabo un plan de esponjamiento que su-
concepto de “sostenibilidad”. pone la demolición de edificios obsoletos y la adquisición de so-
En sus 145 kilómetros cuadrados, dispone de 26 playas, lares para excluirlos de la edificación. La depuración y el aho-
repartidas a lo largo de 57 kilómetros de costa. Su población rro de agua, mediante infraestructuras, planes y campañas es-
de derecho (estable, fija y censada) es de algo más de 40.000 pecíficos también son fundamentales en esta nueva orientación
habitantes, pero también alberga numerosas residencias se- medioambiental.
cundarias, con lo cual la población de hecho se situaría por En conjunto, una política coherente y con varios frentes
encima de los 60.000 habitantes durante todo el año y alcan- abiertos que, acompañada de la rehabilitación y moderniza-
zaría “puntas” en pleno verano de más de 180.000 personas. ción de numerosos hoteles, intenta desembocar en un turismo
Tiene alrededor de 120.000 plazas turísticas y recibe unos de mayor calidad y un medio ambiente realmente adecuados
1,7 millones de turistas al año, que pernoctan unos 20 millo- al concepto de sostenibilidad.
nes de noches, con la consecuente presión medioambiental,
con las exigencias de servicios de calidad que ello comporta
y con los beneficios económicos que ello significa. Calvià hacia la excelencia turística
En sus 57 kilómetros de costa el municipio ofrece una gran Los antecedentes de la Agenda Local 21 se encuentran en el
diversidad de ambientes: playas arenosas, pequeñas calas, Plan de Excelencia Turística que abordó el Ayuntamiento de
zonas rocosas, islotes. El indudable atractivo natural de la Calvià a principios de los años noventa, en colaboración con
costa de Calvià, durante los años sesenta y setenta tuvo como las administraciones central y autonómica y con asociaciones
consecuencia un acelerado proceso de urbanización, creci- empresariales y sindicales. Su objetivo era incentivar la cali-
miento hotelero, proliferación de todo tipo de instalaciones tu- dad de los servicios y en general del entorno de Calvià como
rísticas y, en general, una presión humana sobre la costa que destino turístico, mejorando las infraestructuras y el medio
hizo imprescindibles los replanteamientos actuales. ambiente y aplicando planes de formación empresarial y pro-
Los primeros pasos hacia la “sostenibilidad” se dieron en fesional de los trabajadores.
1994, año en que siguiendo las recomendaciones de la cumbre A partir de aquí se llevaron a cabo actuaciones en infraes-
de Río en 1992, se aprobó una nueva estrategia que desem- tructuras básicas y esponjamiento de zonas saturadas o demo-
bocó en la Agenda local 21, para la cual el equilibrio ambien- lición de edificios, a las que nos referimos en otro apartado.

86 I.T. N.O 61. 2002


Fig. 1. Playa de Palmanova.

Paralelamente se emprendieron otras acciones, como la


fundación del Instituto de Formación Ocupacional (IFOC) o los
programas del Invierno Europeo para combatir la estaciona-
lidad y mejorar la calidad, la promoción y la profesionalidad.
Por otra parte, en todo momento se buscó la colaboración
de los ciudadanos a través del Foro Asesor y las comisiones te-
máticas de trabajo encaminadas a dar respuesta a las exigen-
cias de cooperación, cohesión social y participación ciudadana.
Sin embargo, la visión a corto y medio plazo de estas ac-
tuaciones hizo que se demostraran insuficientes para respon-
der a la amenaza de declive turístico que se había detectado
al analizar factores como la degradación del medio ambien-
50's 60's 70's 80's 90's Tiempo
te, especialmente en ciertas áreas del litoral.
Ello dio lugar a que se decidiera desarrollar una Agenda RELANZAMIENTO
DESCUBRIMIENTO DESPEGUE CRECIMIENTO MADUREZ SOSTENIBILIDAD
Local 21 según las orientaciones de la Cumbre de Río y el OBSOLESCENCIA

Programa de la Unión Europea de 1992. En 1995 se elabo- Fig. 2. Ciclo de vida del producto turístico de Calvià.

ró un documento inicial, posteriormente debatido por amplios


colectivos sociales y profesionales. Durante el período de estudio e investigación de la costa se
había constatado que cuatro de los cinco componentes básicos
del litoral (costa arenosa, costa rocosa, salobrares, islotes y mar
Calvià Agenda Local 21 natural) presentaban un alarmante estado de degradación.
Trascurridos tres años de estudio, investigación y participación, Se trataba de emprender actuaciones concretas (iniciativas
en julio de 1998 se establecieron 10 líneas de acción y se asu- en la Agenda Local 21), como la conservación natural de las
mió el reto de la puesta en marcha de 40 iniciativas de la playas de Calvià, la recuperación de la calidad del mar o la
Agenda Local 21. El medio ambiente fue una de las áreas a restauración de los principales impactos ambientales y paisa-
las que se dio prioridad. La primera línea de acción se refería jísticos. Esta fue la base del Plan de Gestión Integral del Litoral
a “contener la presión humana, limitar el crecimiento y favo- de Calvià (PILC), que ya se encuentra en fase de aplicación y
recer la rehabilitación integral del territorio y su litoral”. La ter- al que nos referiremos más adelante de manera más concreta.
cera a “preservar el territorio natural, terrestre y marítimo”. La En esencia, Calvià, a través de la Agenda Local 21 se
quinta a “impulsar la rehabilitación integral de los núcleos de plantea los objetivos siguientes:
población, residenciales y turísticos”. La sexta a “mejorar Cal- a. Aplicar nuevas formas para afrontar el desarrollo local, ur-
vià como destino turístico” y la octava a “introducir una ges- banístico, económico y social desde la óptica de la sosteni-
tión sostenible en los sectores ambientales clave: agua, energía bilidad.
y residuos”. Todas ellas surgieron de las comisiones temáticas b. Aplicar a la realidad de Calvià la Resolución de la Cum-
del “foro ciudadano” o plataforma de un debate conjunto en- bre de Río (1992) sobre Desarrollo y Medio Ambiente.
tre representantes municipales, expertos, agentes económicos c. Plantear una estrategia a largo plazo que trate de conse-
y ciudadanos y sirven como base o apoyo para el desarrollo guir el equilibrio económico, medioambiental, social y pa-
de los Programas de Actuación Municipal del Ayuntamiento. trimonial de Calvià.

I.T. N.o 61. 2002 87


Fig. 3. Aspecto de la costa de Calvià.

d. Ser un modelo de actuación para destinos turísticos madu-


ros en el Mediterráneo norte y advertencia de desarrollos
en el sur.
e. Convertirse en instrumento de participación de toda la so-
ciedad de Calvià en su futuro a través de la concertación y
la consulta social.
f. Ser instrumento de articulación de medidas ambientales lo-
cales para la resolución de problemas globales.
Las políticas básicas que actualmente se hallan en fase de
ejecución son las que a continuación se detallan:
• Política de “Esponjamiento” de suelo urbano densificado.
– Voladura y derribo de edificios y conversión del suelo en
zonas verdes.
– Carácter “demostrativo” y ciudadano.
• Política de “Desclasificación” de suelo urbanizable. Fig. 4. Más de 30 actuaciones entre demoliciones y adquisición de solares.

– Se han desclasificado 1.660 hectáreas de suelo urbani-


zable (unas 40.000 plazas).
• Política de “Programación” del ritmo de la construcción en y urbanizable, la limitación de los ritmos de crecimiento a un
suelo urbano. máximo de un 1% anual y la rehabilitación integral de los es-
– Se limita el derecho de construcción al ritmo sostenible pacios turísticos y residenciales.
del 1 % anual y se programan en el tiempo las licencias Otro punto fundamental del PGOU es el “Passeig Calvià”,
de obras. un nexo de unión del municipio, así como la creación de una
• Política de “Sustitución” de plazas hoteleras una por una, red de itinerarios de interés ambiental y paisajístico. El paseo
sin exención por categorías y fomentando la conversión en tiene una longitud total de 35 kilómetros, 60 hectáreas de es-
suelo libre público. pacios verdes y en él se han sembrado, aproximadamente,
20.000 árboles y 200.000 plantas y arbustos. Con ello se
El Plan General de Ordenación Urbana pretende facilitar el paseo tranquilo, a pie, en bicicleta o pa-
El PGOU actualmente en vigor se aprobó en julio del año tinete y dar a conocer al paseante la riqueza de la flora del
2000, decisión ésta de suma importancia que indudablemen- municipio mediante una vegetación que combina especies
te trascendió los planteamientos teóricos o futuribles. Se cum- autóctonas y ornamentales.
plía la primera línea de la Agenda Local 21 referida a “con-
tener la presión humana, limitar el crecimiento y favorecer la Planes de esponjamiento
rehabilitación integral del territorio y su litoral”. Tal como se Incluso antes de que se iniciaran los trabajos correspondien-
ha dicho antes, algunas de las decisiones más importantes tes a la Agenda Local 21, el Ayuntamiento decidió que era
que se adoptaron fueron la desclasificación de 1.660 hectá- necesario y urgente “esponjar” la costa para despejar vistas
reas de suelo urbanizable, que supusieron la reducción de y perspectivas y eliminar los establecimientos turísticos de pri-
unas 40.000 plazas, la consolidación de un 82,4 por ciento mera línea que supusieran un deterioro ambiental o econó-
de suelo rústico frente a un 17,6 por ciento de suelo urbano mico. Ya en 1993 se derruyeron pequeñas edificaciones cos-

88 I.T. N.O 61. 2002


teras y desde entonces se han llevado a cabo más de 30 ac- CUADRO 1
tuaciones de esponjamiento entre demoliciones y adquisición Evaluación global de los servicios turísticos
de solares urbanos para excluirlos de futuras edificaciones. recibidos en el municipio de Calvià
La superficie de los edificios derruidos hasta el momento Año 1997 1998 1999 2000 2001 2002

supera los 13.500 metros cuadrados y la de los solares ur- Puntuación media de satisfacción
87,3 89,6 90,3 88,6 89,0 89,2
de los turistas*
banos excluidos de futuras edificaciones, los 50.700 metros
* La puntuación media de satisfacción de los turistas se expresa en base 100.
cuadrados. En las zonas ya libres de futuras edificaciones se
han hecho zonas verdes o pequeñas plazas o han pasado a
formar parte del paseo marítimo. CUADRO 2
El ejemplo o iniciativa de Calvià sobre esponjamientos ha Dimensiones de la oferta turística
sido asumido por otras instituciones o entidades públicas y se Puntuación media de satisfacción de los turistas*
Concepto Invierno 2002 Verano 2001
ha aplicado en otros municipios.
La ecotasa, o impuesto ecológico del Govern Balear, en vi- A. Servicios de alojamiento 82,8 78,1
gor desde mayo de este año, que significa el cobro de un pro- B. Oferta comercial y complementaria 73,0 74,4
medio de un euro al día a los turistas alojados en estableci-
C. Servicios públicos e infraestructuras 75,0 71,3
mientos turísticos, tiene como finalidad básica “ser un instru-
D. Entorno medioambiental 78,4 74,2
mento para pasar de un modelo turístico agotado a un mo-
delo turístico sostenible”. Entre sus prioridades se encuentra la E. Características del personal de servicio 82,0 78,0

demolición de edificios obsoletos. Uno de ellos se encuentra * La puntuación media de satisfacción de los turistas se expresa en base 100.

en la costa de Calvià. Se trata de un inmueble hotelero, si-


tuado en la playa de Cas Català y que consta de planta ba- CUADRO 3
ja más tres alturas, así como dos plantas más bajo rasante, y Puntos fuertes de la oferta Puntos débiles de la oferta
está situado sobre la playa. Tras la demolición, se creará un
– Todos los aspectos relacionados con los – Grado de contaminación acústica
mirador y se restituirá la playa existente para uso público. servicios de alojamiento (comodidad, limpieza, en el municipio
Paralelamente el Ayuntamiento de Calvià lleva a cabo un instalaciones, servicios de restaurante/bar,
plan de rehabilitación de edificios y viviendas para impulsar personal de servicio, relación precio-calidad) – El ahorro de recursos
(recogida selectiva, ahorro de energía, etc.)
la reforma interior y exterior de inmuebles, renovar áreas co- – Seguridad ciudadana
munes, redes de instalaciones (aguas fecales, pluviales, etcé- – Grado de contaminación atmosférica
– Estado del entorno urbano y paisajístico

tera) y eliminar barreras arquitectónicas. En los últimos años en el municipio


también se han construido paseos marítimos en las principales – Limpieza de las calles
playas para lograr un entorno urbano de mayor calidad.
– Profesionalidad y amabilidad del personal
de los servicios turísticos
Encuestas sobre excelencia turística
– Los servicios e instalaciones del aeropuerto
Desde hace más de ocho años el Ayuntamiento encarga anual- de Palma de Mallorca
mente encuestas (una en invierno y otra en verano) sobre el gra-
– El estado de las playas
do de satisfacción de los turistas, que constituyen una base de
información muy importante para el sector público y privado:
sirven para detectar la importancia que los turistas otorgan a
cada uno de los eslabones de la oferta turística y, a la vez, su- vierno son, en general, significativamente más altas que las
ponen la manifestación más clara del nivel de excelencia alcan- que otorgan los turistas de la temporada de verano (salvo en
zado tras muchos años de múltiples esfuerzos y realizaciones. el caso de la oferta lúdica y, en menor medida, del estado de
Durante la última semana de febrero y la primera de mar- las playas y servicio de autobuses)” (Cuadro 2).
zo, una empresa especializada realizó una consulta a 422 tu- Entre los puntos fuertes o servicios considerados como
ristas en las seis zonas de playa del municipio, La puntuación más importantes por los turistas, y que a la vez les satisfacen,
otorgada fue de 89,0 puntos sobre 100, lo que supone 0,4 destacan los relacionados con el alojamiento y, en séptimo lu-
puntos por encima de la puntuación correspondiente al año gar, el estado de las playas. Entre los considerados impor-
2000 y 1,3 puntos menos que la correspondiente a 1999, en tantes pero que no alcanzan un nivel suficientemente satisfac-
que la puntuación fue de 90,3 puntos. En conjunto los esla- torio se encuentra en tercer lugar el estado del entorno urba-
bones más valorados fueron la profesionalidad, cortesía y no y paisajístico (Cuadro 3).
amabilidad del personal, la seguridad ciudadana, la limpie- Con todo, el grado de satisfacción es realmente elevado y,
za, los servicios de restaurante/bar y la relación precio-cali- por otra parte, se aprecia una cierta tendencia al alargamien-
dad. El entorno medioambiental en conjunto obtuvo una va- to de la estancia de los turistas, que en el invierno de 2002 fue
loración del 79 por ciento (Cuadro 1). de 13,1 días de promedio, mientras que en 2001 había sido
Según se reseña en los resultados de la encuesta, “al igual de 11,9. Mientras se mantienen los objetivos de excelencia tu-
que otros años, se confirma que las puntuaciones (promedio) rística de hace más de diez años, se llevan a cabo otras actua-
sobre el grado de satisfacción percibido por los turistas de in- ciones puntuales, como el Plan de Gestión Integral del Litoral.

I.T. N.o 61. 2002 89


Calvià en Europa
Las innovaciones y proyectos que se han llevado a cabo des-
de que se instauró la Agenda Local 21 se han sustentado en
una amplia participación en diversos proyectos europeos, co-
mo el Programa Life. Proyecto Med-Coasts S-T, definido como
“Estrategias e instrumentos para la gestión sostenible de zo-
nas costeras del Mediterráneo”, o el Programa Altener. Pro-
yecto Xenios, de la Dirección General de Energía y Transpor-
te, que pretende ser un instrumento multimedia de auditoria
de establecimientos hoteleros y promoción del uso racional de
la energía y de las fuentes de energía renovable. Asimismo
Calvià contribuye al libro blanco sobre Governança europea
y forma parte del Programa Urbal o proyecto de gestión de
la urbanización en ciudades turísticas, en el que participan Fig. 5. Delimitación costera de Calvià.
ciudades turísticas de Europa y América Latina.
En un artículo de estas características y dimensiones, re- mejora de la calidad de vida urbana”. El año 2000 año se eli-
sulta imposible repasar todos los pormenores de cada uno de gió el Programa de Calvià Agenda Local 21 como “Proyecto
estos proyectos. Nos detendremos en el Programa Life, del para el Mundo” en la Feria Mundial de Hannover 2000.
que se deriva el Plan de Gestión Integral del Litoral de Calvià, Por otra parte, en septiembre de este año Calvià obtuvo un
que se define como “Estrategias e instrumentos para la ges- importante reconocimiento de las Naciones Unidas por el pro-
tión sostenible de zonas costeras del Mediterráneo”. La pro- grama de reciclaje y reducción de residuos que se lleva a ca-
vincia de Rimini, situada en el este de Italia actúa como enti- bo en colaboración con hoteleros y comerciantes y que tiene
dad coordinadora del proyecto. También participan el Ayun- como objetivo lograr que en el año 2007 el 70 % de los resi-
tamiento de Calvià, Ambiente Italia (uno de los mayores ins- duos sean separados en origen, tal como se señala en la
titutos medioambientales de Italia) y la Asociación de Hotele- Agenda Local 21. Desde 1999, el papel, los envases y el vi-
ros de Italia. Su finalidad es luchar contra el deterioro de las drio se recogen de manera selectiva. Actualmente el programa
zonas costeras con la puesta en marcha de instrumentos eu- afecta a más de 80 hoteles, que representan más de 30.000
ropeos, como planes integrales de regeneración urbana, par- plazas. Además en 890 comercios se recoge el cartón puerta
ticipación ciudadana, sistema de indicadores internacionales, a puerta y en más de 350 bares y restaurantes, el vidrio.
etcétera. Se inició en el año 2000 y en el 2001 se celebró una El Ayuntamiento compensa a los empresarios que se com-
conferencia Internacional en Rimini en la que se informó so- prometen a separar en origen con una bonificación del 15 %
bre los primeros resultados y acciones del proyecto. El se- de la tasa de basuras.
gundo gran acto internacional se celebrará en Calvià en ene- El premio otorgado por la Cámara de Comercio Interna-
ro del año 2003 con el objetivo de difundir los resultados fi- cional y el UNEP-Programa de Naciones Unidas fue recibido
nales del proyecto. por la alcaldesa Margarita Nájera en el marco de la Cumbre
Precisamente el municipio de Calvià adquirirá el rol de zo- Mundial de Johannesburgo sobre desarrollo sostenible. El
na piloto para las islas Baleares y para las zonas del Medite- Ayuntamiento de Calvià fue uno de los diez premiados y el úni-
rráneo. Se espera que sea un instrumento útil para solucionar co representante español entre 120 candidatos de 37 países.
los problemas de fondo a los que se enfrenta el litoral, y entre
las actividades concretas que se proyectan, se encuentran la Los inicios del Plan de Gestión
gestión de una moratoria para proyectos de gran impacto en Integral de Calvià (PILC)
el litoral, así como diferentes acciones para la rehabilitación El Plan de Gestión Integral del Litoral de Calvià tiene como
de la costa, el medio natural y la herencia cultural, entre las principal objetivo la mejora de la calidad medioambiental del
que se encuentra el Plan de Gestión Integral del Litoral. litoral. Se concibe como un programa integrado en la Agen-
Por estas acciones realizadas y la planificación global e da Local 21 y más en concreto en su tercera línea de acción,
integrada que significa Calvià Agenda Local 21, el municipio referida a “preservar el patrimonio natural marítimo y terres-
ha sido premiado, junto con las ciudades de Estocolmo y Heil- tre” y en la que se engloban las siguientes iniciativas:
derberg, con el “Sustainable Cities Award 97”, otorgado por — 14, relativa a la conservación natural de las playas de
la Dirección General de Medio Ambiente de la Unión Euro- Calvià.
pea y la campaña de Ciudades Sostenibles. — 15, relativa a recuperar la calidad del mar en Calvià.
El Ajuntament de Calvià ha recibido también los siguien- — 16, relativa a restaurar los principales impactos ambienta-
tes premios: Green Globe Award, otorgado por el “Consejo les y paisajísticos de Calvià.
mundial de viajes y turismo” WTTC, el premio a “La mejor ini- El Sistema Litoral de Calvià comprende una zona marítima
ciativa, labor y esfuerzo municipal en apoyo al medio am- y otra terrestre que han sido claramente delimitadas, de mane-
biente”, otorgado por Arthur Andersen y Expansión, y selec- ra que el área de estudio abarca todo aquel espacio donde el
cionado por Naciones Unidas como “Buena práctica para la mar ejerce su influencia e interacciona sobre el área terrestre.

90 I.T. N.O 61. 2002


sentantes de todos aquellos sectores de Calvià directa o indi-
rectamente afectados por cualquier actuación llevada a cabo
en el litoral, como residentes, asociaciones de vecinos, hote-
leros, sindicatos, centros educativos, asociaciones ecologistas,
etc. Los análisis elaborados por el primer grupo serán anali-
zados por el segundo para establecer prioridades y planificar
su implantación.
Por otra parte, el PILC cuenta con la cooperación de la
Conselleria de Medi Ambient del Govern de les Illes Balears y
de la Dirección General de Costas del Ministerio de Medio
Ambiente, así como con la de diferentes instituciones y orga-
nizaciones regionales, nacionales e internacionales con las
que se intenta establecer una estrategia de intercambio de in-
formación y experiencias.
Destacan, entre otras, el Programa de las Naciones Unidas
para el Medio Ambiente (PNUMA), la Unión Europea (UE), el
Coastal Resources Center de la University of Rhode Island en
Estados Unidos (CRC-URI), la European Union for Coastal
Conservation (EUCC) y The National Trust (NT).

Santa Ponça: una experiencia piloto


La implantación del PILC ya ha empezado con una primera
experiencia piloto consistente en un modelo de gestión inte-
grada del litoral a pequeña escala. Se ha elegido el área de
Santa Ponça, una zona con casi ocho mil habitantes censa-
dos, cuyo proceso de urbanización comenzó en 1955 y que
incluye dos playas, un paseo marítimo y un puerto deportivo.
En esta playa, abierta y poco protegida del viento, entre
Figs. 6 y 7. Contrastes en la Costa de Calvià los meses de noviembre y abril, coincidiendo con la tempora-
da turística baja, se instalan barreras de cañizo. Con ello y
En concreto, el área terrestre se ha delimitado a partir de mediante un método natural se evita que se pierda la arena,
elementos territoriales, como carreteras, límite de zonas ur- que forma pequeñas dunas.
banas de los núcleos litorales o de zonas con vegetación ar- En la segunda fase se extenderá esta experiencia a todo el
bórea muy abundante. El área marítima se ha delimitado a litoral de Calvià. Por otra parte, en Cala Figuera se ha solici-
partir de la isobata de 50 metros de profundidad a excepción tado al organismo competente la ordenación de los fondeos
de la zona de Refaubetx donde aquélla discurre muy cercana de los barcos. Se controla y se vigila la extracción de dátiles
a la costa. De esta forma la zona de estudio incluye los lími- de mar, una actividad ilegal de excavación submarina.
tes superior e inferior de las praderas de Posidonia oceánica, Asimismo uno de los instrumentos más importantes que
este último situado en torno a los 40 metros de profundidad. generará el PILC es un Observatorio Medioambiental del Li-
En la primera etapa de aplicación del PILC se elaboró un toral de Calvià, mediante el cual se podrá conocer por Inter-
documento inicial con los objetivos, metodología y procedi- net y de forma actualizada el estado de nuestra costa en to-
mientos del Plan. En la segunda, actualmente en fase de apli- dos sus tramos y por temas específicos, así como su previsible
cación, se elaboran informes temáticos y espaciales, se des- evolución en los próximos años.
criben los escenarios, se realiza la ecocartografía y próxi- Por último también es importante resaltar que, desde 1995,
mamente se presentará una propuesta de programas de ac- el Municipio de Calvià ha entrado en la era Internet, a través
tuación. Finalmente, en la tercera etapa se pondrán en mar- de la elaboración de un web de información turística de las di-
cha los planes de acción, de sensibilización social y de se- versas zonas de su término municipal, que permite el acceso a
guimiento y evaluación, lo cual no excluye que inmediata- consultas sobre hoteles, playas y resto de oferta turística de
mente se llevan a cabo acciones puntuales a las que nos re- Calvià a todos los ciudadanos del mundo en varios idiomas. La
feriremos más adelante. dirección de esta información es http://www.calvia.com/. ■
Se han formado dos grandes grupos. El primero está
constituido por científicos y expertos en temas de litoral que
han formado una comisión científica para la elaboración de
Javier Bustamante Moreno
informes referidos a biodiversidad, presión humana, medio Director de Desarrollo Estratégico
físico o patrimonio cultural. El segundo grupo reúne a repre- Ayuntamiento de Calvià

I.T. N.o 61. 2002 91


Reflexiones históricas
sobre ingeniería y territorio
en el litoral
Manuel Nóvoa

DESCRIPTORES
TORRES DE DEFENSA
PLAZAS FUERTES
SERVIDUMBRES MILITARES
ENSANCHE DE POBLACIONES
BATERÍAS DE COSTA
FAROS
CAMINOS DE RONDA
JAVIER DE BURGOS
MINISTERIO DE FOMENTO
LEY DE COSTAS
SERVIDUMBRES

Normandos, musulmanes, franceses o ingleses, qué más da la la visitan y entregan ofrendas, provoca la codicia de otros rei-
procedencia, el objetivo sobre la Península siempre fue el mis- nos lejanos y, por este motivo, musulmanes o normandos, se
mo durante la pasada historia: la rapiña en sus incursiones, acercan con frecuencia a la ciudad para comprobar la vera-
que dejaban un rescoldo de rabia e impotencia en el pueblo. cidad de los tesoros. Como el acceso a Compostela por vía
Las poblaciones que disponían de murallas o los castillos de la marítima es más sencillo que atravesar un extenso y caótico
nobleza apenas representaban núcleos aislados de resistencia territorio, resultaba frecuente la aparición en las costas galle-
dentro de un amplio territorio desorganizado estratégicamen- gas de normandos, pueblo combativo y marinero que, desde
te. Como la necesidad espolea la imaginación, la defensa del mediados del siglo XI, saqueaba indistintamente territorios
litoral peninsular, entendido como el límite del territorio, fue cristianos o musulmanes.
una de las principales motivaciones estratégicas de los gober- Desde que Diego Gelmírez llega al obispado de Compos-
nantes que construyen obras de vigilancia o defensa y que, ja- tela en el año 1100, intenta crear un buen sistema de defen-
lonando la costa, llegan a la actualidad sin función pero con sa de las costas gallegas, para evitar las incursiones piratas.
una gran carga simbólica y valor patrimonial. Durante la Edad Estableció un sistema de vigilancia y defensa en la ría de
Moderna, alcanzada una paz relativa, las leyes administrativas Arousa, que era la entrada marítima para llegar a Compos-
tratan de poner orden a la ocupación de la costa, imponiendo tela. Completó la construcción de tres torres de vigilancia a lo
servidumbres heredadas. En las últimas décadas los problemas largo de ella situadas en A Lanzada, San Saturniño en Cam-
urbanísticos planteados por la ocupación masiva del litoral han bados y Catoira, que era la puerta de entrada en el río Ulla,
puesto en evidencia la necesidad de intensificar las limitaciones vía fluvial que conducía a Compostela. Este conjunto de to-
al uso del mismo, si se pretende mantener sus características rres, creadas directamente con un fin de vigilancia, represen-
naturales. Desde la construcción de obras de defensa en la tó un primer intento de articulación defensiva de este territo-
época medieval, hasta la gestión actual de la costa, los inge- rio. Contemporáneamente, contrató, en Pisa y Génova, cons-
nieros, militares o civiles, siempre han prestado un importante tructores navales y creó, sobre el año 1120, la primera flota
apoyo al poder, y para ellos, apreciar las huellas del pasado para defensa de la costa gallega, que pasó a ser con el tiem-
resulta esencial para comprender y amar el territorio. po el inicio de la Marina Castellana.

Siglo XII Siglo XIV


Compostela, desde el “descubrimiento” de la tumba del após- ¡Moros en la costa! La exclamación, desde la época medieval
tol Santiago, se va llenando de peregrinos que, llevados por hasta el siglo XVIII, tuvo una connotación terrorífica, pues pre-
la curiosidad o la fe, van transformando la imagen de la ciu- sumía el ataque de corsarios o piratas, al asalto de algún lu-
dad en un mito, en donde se alcanza ayuda para la salva- gar de la costa mediterránea, dedicándose a la rapiña indis-
ción del alma. Al mismo tiempo, se extiende la fama de las ri- criminada y, lo que les resultaba más rentable, a secuestrar
quezas de la catedral, acumuladas por la ofrenda de los pe- cristianos para cobrar grandes rescates. En esta época los
regrinos que llegan de toda Europa. Este símbolo de la ciu- corsarios, emplazados en zonas aisladas del litoral, actuaban
dad del Apóstol, con las recompensas espirituales a quienes con una cierta impunidad ante la falta de poder territorial y,

92 I.T. N.O 61. 2002


Foto: M. NÓVOA

Foto: M. NÓVOA
Fig. 1. Torres de Catoira. Puerta del río Ulla hacia Compostela. Fig. 2. Fortificación medieval de Tossa de Mar.
Foto: M. NÓVOA

Foto: M. NÓVOA
Fig. 3. Monte Facho en Cangas de Morrazo.

lo que era más grave, de poder naval ofensivo de los reinos


peninsulares. Con la llegada al trono de Pedro IV “el Cere-
monioso” (1319-87) (III de Cataluña y IV de Aragón), el rei-
no de Aragón comienza a tener una estructura territorial cla-
ramente delimitada. Se fortifican las ciudades, se reforman
los caminos reales impulsando la construcción de puentes y el
territorio se articula con una poliorcética totalmente novedo-
sa después de la caída del Imperio Romano. Pere IV consigue
el dominio del Rosellón (1343) y Cerdeña (1344), y al vencer
a la nobleza de Aragón y Valencia revocando sus privilegios,
planteó por primera vez la unidad real de sus territorios. Pe-
se a la cohesión territorial, la situación de inseguridad en la
costa era permanente, por las periódicas incursiones de los
corsarios norteafricanos, ante los que era preciso vigilar y de-
fenderse. Según el historiador E. Cooper, el inicio de la cons- Fig. 4. Murallas de Pere III en Barcelona.

trucción de torres de vigía, o de defensa, en la costa medite-


rránea occidental, tiene lugar en el Rosellón, con la construc- Las tierras del reino de Aragón podían ser de realengo,
ción de las torres de la Massana y la de Madeloc, situadas dependientes del rey, o de señorío. Las torres vigías estaban
estratégicamente cerca de Perpinyà. Con la anexión del Ro- situadas en las tierras de realengo y, entre ellas, se podían
sellón por Pedro IV, el modelo de torre de defensa de Made- lanzar las visuales. Dentro de los impuestos reales estaba la
loc, tanto por su construcción de planta circular como por su prestación de servicio de vigilancia en las torres como contri-
estratégica posición, se extiende como modelo por las costas bución a la seguridad. En las tierras de señorío también se
mediterráneas, estableciendo un sistema articulado de vigi- construyeron torres, pero con una visión más defensiva. En las
lancia costera y de transmisión de señales de humo perfecta- masías importantes se construían torres adosadas, con el mis-
mente normalizados. Para ello, Pedro IV promulgó en las mo objeto defensivo. El término “torre”, como símbolo de dis-
Cortes de 1385 el procedimiento de transmisión de señales. tinción, se aplica hoy día en Cataluña a cualquier casa situa-
Desde el Rosellón hasta Santa Pola en Alicante, Cooper da en las afueras de la ciudad. Las torres construidas duran-
(1996) tiene inventariadas 163 torres de vigía que, situadas te el período medieval reciben diversos nombres, como de vi-
estratégicamente en el litoral, permitían una rápida comuni- gía, atalayas, de guaita en Cataluña, de “foc” en Mallorca,
cación a lo largo de la costa del reino. “talaies”, de moros, y muchas más denominaciones.

I.T. N.o 61. 2002 93


Siglo XVI leares. A partir de 1547 se decide fortificar la costa valenciana,
Con la caída de Constantinopla en poder de los turcos (1453) en especial ciudades como Cullera y Oropesa, y durante el rei-
y su creciente poder en el Mediterráneo, junto con el descubri- nado de Felipe II se incentivan las construcciones de fortificacio-
miento de América, que centra toda la potencia naval castella- nes, proyectadas y construidas por ingenieros como Calvi o An-
na en el océano, se ocasiona un gran vacío de poder en el Me- tonelli. Sobresalen las defensas de Peñíscola, Palamós, Porto-Pi
diterráneo, que se llena de corsarios turcos. El corsario Barba- en Mallorca y de otras muchas poblaciones costeras. La victoria
rroja, almirante de Solimán “el Magnífico”, causaba estragos en de Lepanto, en 1571, apenas fue un paréntesis en el fustiga-
la costa. Las Cortes Catalanas y Valencianas solicitan reiterada- miento de la costa por turcos y berberiscos. Este período cons-
mente la creación de un cuerpo de galeras, entre cuatro y seis, tructivo de fortificaciones, que se extiende hasta finales del siglo
para la defensa real de la costa. Los ataques de los corsarios se XVII, apenas tuvo efectos positivos y pronto se abandonó, supri-
intensifican desde 1520 y se extienden, durante el siglo XVII, miendo impuestos, como el de la seda, para su construcción. Se
hasta el XVIII, por toda la costa del levante peninsular e islas Ba- mejoró el sistema de protección cuando se construyeron galeras
para la vigilancia de la costa. Este período constructivo, aunque
Foto: M. NÓVOA

perduran construcciones llenas de romanticismo, poca inciden-


cia tuvo en la estructuración del territorio.
La profunda influencia que los piratas y corsarios tienen en
la sociedad está reflejada en la creación, desde el siglo XII, de
órdenes religiosas para la redención de los cautivos cristianos.
La orden de los Trinitarios, fundada en 1198, y la de los Mer-
cedarios, en 1218, ponen de manifiesto la importancia y pre-
sión a la que se veían sometidos los habitantes de la costa. Los
Trinitarios rescataron más de cien mil cristianos, entre ellos
Cervantes, y la virgen de la Merced, de la orden de los Mer-
cedarios, es la patrona de Barcelona. Esta situación de inse-
guridad en la costa se mantuvo hasta el siglo XVIII, en que Car-
los III, con una importante flota, intentó en varias ocasiones to-
mar Argel, nido de piratas y corsarios. El 14 de junio de 1786
fue firmado el “Tratado de paz y amistad entre Carlos III y el
Rey de Argel”. Éste se compromete a “cesar el corso y admitir
sacerdotes católicos”. Pese al primer artículo del Tratado, en el
que se inicia con un categórico “habrá paz perpetua…”, no la
fue del todo. Solo hubo paz en las aguas del Mediterráneo
después de la conquista de Argel por los franceses en 1830.
Las obras de vigía ya quedaron integradas indisolublemente
en el paisaje, como hitos y referencias visuales, con una im-
portante carga simbólica de visiones románticas.
El ingeniero Cristóbal de Rojas proyectó en 1591 las defen-
Fig. 5. Defensas de Peñíscola (s. XVI). sas de la ciudad de Cádiz y de la costa entre Gibraltar y Tarifa.

Fig. 6. Barcelona. Torre de guaita en Montjuïc. Dibujo de A. Von Wyngaerde, 1563.

94 I.T. N.O 61. 2002


Siglo XVIII nante cuando Carlos III, que imbricó lo civil y lo militar den-
A inicios del siglo XVIII, con la llegada de los Borbones a Es- tro de un todo, decidió la construcción de los seis caminos ra-
paña, se producen profundos cambios políticos y sociales que diales, que, partiendo de Madrid, tenían un marcado com-
van contribuyendo, con gran esfuerzo y no pocas tensiones, ponente estratégico, para acceder con rapidez a la defensa
a la modernización del país. A través de los Decretos de Nue- de la periferia, articulada desde las Capitanías. Una anécdo-
va Planta (1716-30) se suprimen los virreinatos y se organi- ta curiosa: el ex-convento de los Mercedarios, dedicados du-
za una división territorial con fines militares y mando en las rante siglos a la redención de cautivos, es la sede actual de la
Capitanías Generales. Estas Capitanías tuvieron una profun- Capitanía General en Barcelona.
da significación en la articulación del territorio, pues, trans- Desde que se firmó en 1763 la “Paz de París”, que signifi-
currido un cierto tiempo, cuando en 1754 se presenta el «Pro- có el inicio de la hegemonía de la flota inglesa, se plantearon
yecto Económico» de Ward, y se propone la construcción de actuaciones dirigidas a la defensa de la costa, en la que tan
seis caminos radiales, el peso de las Capitanías fue determi- gran importancia tuvieron los ingenieros militares. La nueva
división militar propició la creación de plazas fuertes, situadas
Foto: M. NÓVOA

preferentemente en el litoral peninsular, con un fin estratégico,


y que conllevó importantes servidumbres en el territorio cir-
cundante; determinó una nueva ordenación territorial que ten-
drá gran repercusión a partir de mediados del siglo XIX.
La creación durante el siglo XVIII de los tres grandes arse-
nales en El Ferrol, Cádiz y Cartagena, determinó el desarro-
llo urbanístico de estos tramos del litoral próximo, por las
fuertes servidumbres militares. La supresión en el año 1765
del monopolio del comercio con América que tenía Cádiz, a
favor de ocho puertos distribuidos por la periferia peninsular,
propició la ampliación de éstos y la construcción de carrete-
ras de acceso, potenciando la ocupación del litoral, y cen-
trando la mayor actividad alrededor de estos privilegiados
Fig. 7. Castillo de Montjuïc en Barcelona (s. XVIII). núcleos de actividad.

Foto: M. NÓVOA
Foto: M. NÓVOA

Fig. 8. Antiguo faro del puerto de Barcelona (s. XVIII). Fig. 9. Puerta del arsenal de El Ferrol.

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Foto: M. NÓVOA

Fig. 10. Camino de ronda y torre Valentina. Sant Antoni de Calonge.

Servidumbres militares de las diferentes plazas fabricar casas ni otros edificios, ni re-
Es un principio aceptado que al militar le importa sobre todo parar los construidos, en una circunferencia y distancia de
la seguridad: seguridad de las instalaciones propias y seguri- 1.500 varas castellanas de las fortificaciones (1.253 m). Esta
dad de la gente que podía vivir en las proximidades. La bús- imposición significó un corsé para el crecimiento en muchas
queda de seguridad condujo a la imposición de servidumbres ciudades. La franja de territorio que rodeaba la plaza fuerte
que resultaron polémicas en tiempos de paz. se vio afectada por esta servidumbre, impuesta por el hipoté-
El ejercicio de las funciones de vigilancia y defensa, que a tico alcance de un cañón, y pasó a denominarse Zona Polé-
lo largo de la costa tenían una especial significación, se ha mica la exterior a la plaza y Pomérica la interior. Las defen-
practicado, desde la época moderna, imponiendo legalmente sas en la costa se plantearon para la protección de puertos,
limitaciones al uso de los terrenos colindantes a las instalacio- como en el de El Ferrol, para cuya defensa se proyectaron 22
nes dedicadas a estas funciones. Estas limitaciones estaban di- fortificaciones, y para las radas y embocaduras de ríos. Para
rigidas a evitar un posible ataque enemigo, por lo que el al- ejercer con diligencia la vigilancia y defensa era preciso es-
cance de las armas fue el criterio determinante. Con la apari- tar permanentemente “al pie del cañón”, expresión que se
ción de las armas de fuego, que resultaban de mayor precisión traslada a la actualidad por la de estar a pie de obra.
y alcance, y más concretamente de la artillería de campaña, Por una Real Orden de 23 de junio de 1851, se define el
las imposiciones de ciertas limitaciones a las propiedades co- tratamiento que se debe dar a los terrenos dejados por el mar
lindantes fueron ampliándose, siguiendo la evolución en el en la costa, pertenecientes al Ramo de Guerra, que podían
tiempo, llegando a valores máximos durante el siglo XVIII. ser entregados a la Hacienda Pública para su posterior arren-
Ya durante la Guerra de Sucesión (1701-14), se fueron damiento o enajenación, si eran innecesarios para el servicio
promulgando disposiciones en cuanto a la estructura del te- militar. Todo ello previo el dictamen del Director Subinspector
rritorio español, que se recopilaron en el mencionado Decre- de Ingenieros.
to de Nueva Planta. Con el transcurso del siglo, se fue dic-
tando normativa para limitar las ocupaciones en los terrenos Zonas polémicas
contiguos. Desde una perspectiva territorial, tiene gran im- La aplicación de la zona de servidumbre de 1.500 varas cas-
portancia la publicación en el año 1768 de las “Ordenanzas tellanas alrededor de las plazas fuertes, evitando sobre todo
de S.M. para el régimen, disciplina, subordinación, y servi- la construcción de edificaciones, creó fuerte tensión entre los
cios de sus ejércitos”, de Carlos III. En el artículo II, título II del ciudadanos y administración civil y el estamento militar. En
tratado VI, se dispuso que no permitiesen los gobernadores esa zona los gobernadores aplicaban las limitaciones impues-

96 I.T. N.O 61. 2002


Foto: M. NÓVOA

Las Zonas de Interés para la Defensa Nacional fueron crea-


das a partir del Real Decreto de 17 de marzo de 1891. Poste-
riormente fueron completándose las disposiciones, y ya en el
decreto de 13 de febrero de 1936 se limita la ocupación a una
zona de 300 metros en el entorno de una instalación militar, en
donde no se podían realizar obras.
Toda la extensa normativa proteccionista tiene su actuali-
zación en la Ley 8/75 de 12 de marzo de Zonas e Instala-
ciones de Interés para la Defensa Nacional. En esta ley se di-
vide la Zona de Seguridad en el entorno de las plazas en dos
zonas: la próxima y la lejana. En la zona próxima, en el ca-
so general, se delimita una franja de 300 metros de anchura,
tanto terrestre como marítima, en la que no se pueden reali-
zar obras. En el caso de baterías de costa esta anchura se
eleva a 400 metros contados desde el perímetro exterior. En
el caso de puertos militares, la protección se extiende a un
sector marítimo de una milla. En la Zona de Seguridad leja-
na, las disposiciones de la ley tienen carácter orientativo.
Nuevos usos de estas instalaciones, ya no militares, han
propiciado que algunas de estas servidumbres se hayan su-
primido, o reducido sensiblemente, a lo largo del siglo XX, co-
mo ocurrió con el castillo de Peñíscola, que pasó al Ministe-
rio de Cultura en 1935, o el de San Fernando, en Figueras,
que redujo las servidumbres en el año 1959.

Fig. 11. Camino de ronda en S’Agaró Platja d’Aro. Siglo XIX


Marco político del siglo XIX

tas, con el informe de los Ingenieros Militares. Fueron nume- Durante el siglo XIX los movimientos progresistas y liberales,
rosas las Reales Órdenes que aclaraban su aplicación, en mu- estimulados por la nueva conciencia de libertad que repre-
chas ocasiones para ponderar el hecho singular. Por la Real sentó la revolución francesa, pugnaron por combatir las fuer-
Orden de 13 de febrero de 1845, se establecieron las reglas zas tradicionales que hipotecaban el progreso amordazán-
para la tramitación de expedientes sobre edificación en las dolo con la imposición de sus privilegios. Con el inicio de la
zonas tácticas de las plazas de guerra y fuertes permanentes. revolución industrial durante este siglo hay dos hechos im-
El Rey podía otorgar excepciones, pero solamente si se justifi- portantes, con gran repercusión en el territorio, como fueron
caba la utilidad pública. la progresiva caída de murallas en las ciudades y la desa-
Han sido diversos los nombres con que fueron calificadas mortización de los bienes de la Iglesia. Para comprender el
estas zonas, como zonas tácticas, defensivas, o de aislamien- entorno en que se desenvuelven estos acontecimientos es pre-
to, si se percibía desde el punto de vista militar, o bien zonas ciso aproximarnos al marco político en que vive la sociedad.
polémicas, por los desacuerdos y tensiones que causaban en El inicio del siglo, a la sombra de la revolución francesa,
el uso de derechos, entre la población afectada. comienza con el estupor de las clases poderosas y es una pe-
La aplicación práctica de las limitaciones de uso en las zo- queña ventana a la esperanza de las mentes más progresis-
nas polémicas, desarrollada por la R. O. de 13 de febrero de tas, mientras el pueblo permanecía aletargado. Termina el si-
1845, resultaba del siguiente modo para las plazas fuertes y glo con un sentimiento de melancolía y escepticismo después
para el resto de fortificaciones: en las plazas fuertes se sub- del desastre colonial de 1898.
dividían las 1.500 varas en tres tramos iguales. En el prime- El impulso de la guerra de la Independencia no se supo
ro, de 500 varas, contiguo a la plaza, estaba prohibida toda aprovechar por las Cortes de Cádiz, y Fernando VII amordazó
edificación. En el contiguo, también con una anchura de 500 toda iniciativa de progreso. Durante el largo y voluble reinado
varas, solo se permitían edificios de madera o hierro de un de Isabel II (1833-68) se dieron, pese a ella, tres períodos pro-
solo piso. En la tercera zona, más alejada, solo se permitían gresistas que representaron profundos, aunque insuficientes,
construcciones de mampostería de medio pie. cambios en la Administración española. Se producen estos
La responsabilidad para la aplicación de esta normativa cambios en los períodos 1833-39, bajo la regencia de María
se atribuyó a los gobernadores de la plaza, pues este cargo Cristina, en el bienio progresista de 1854, bajo el gobierno de
conllevaba ser el jefe de la misma y de la zona que delimita- Espartero, y, una vez desterrada Isabel II, después de la revo-
ba. No obstante, actuaban siempre apoyándose en el aseso- lución de “La Gloriosa”, en el período 1868-74, que incluye la
ramiento del Comandante de Ingenieros. primera república federal, proclamada por Pi i Margall.

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La mayoría de los cambios territoriales y administrativos Derribo de murallas
se producen durante tales períodos progresistas o liberales y, En el año 1854 se produce una revolución liberal y, presiona-
aunque tibiamente, fueron contribuyendo al desarrollo territo- da por ella, la reina Isabel II llamó al general Espartero para
rial, con la consiguiente repercusión en la costa. que formase gobierno, dando comienzo al denominado bie-
nio progresista. Éste tuvo como referencias más significativas
Javier de Burgos la nueva expulsión de los jesuitas y la ley de 1855 de Desa-
Inicia el reinado Isabel II (1833-68), por ser menor de edad, ba- mortización General del progresista Madoz; ambas propor-
jo la regencia de María Cristina en 1833. Con el nombramien- cionaron importantes recursos al Ministerio de Fomento, que
to como Ministro de Fomento de Javier de Burgos, se produce los invirtió en obras públicas.
una gran impulso en la reordenación territorial, con la nueva di- A mediados de siglo la casa alemana Krupp, gracias a los
visión provincial, y cambios profundos en cuanto a la propie- importantes avances de la siderurgia, pudo fabricar el cañón
dad del suelo, mediante la desamortización eclesiástica. El Mi- de acero, lo que permitía multiplicar el alcance de las balas,
nisterio de Fomento había sido creado por Real Decreto de 5 de que también se transformaron en huecas con carga explosi-
noviembre de 1832. Las atribuciones de este Ministerio de Fo- va; ello representa un cambio sustancial en el arte del ataque.
mento abarcaban a todos los medios productivos y administra- Las viejas murallas y la construcción de bastiones no repre-
tivos: agricultura, industria, comercio, minería, ayuntamientos, sentaba obstáculo ante la capacidad destructora de los nue-
policía, instrucción pública, caminos y un largo etcétera. vos cañones. Habían triunfado las fuerzas de ataque frente a
En el Real Decreto firmado el 30 de noviembre de 1833 las de defensa, que ya nunca se recuperaron.
por la Reina Gobernadora, en nombre de Isabel II, se dividía El triunfo de los progresistas en 1854 pudo vencer la re-
el territorio español en 49 provincias que afectaban no solo sistencia del Ramo de Guerra en defensa de las murallas en
al orden administrativo, sino que se tenían que adaptar las las plazas fuertes. En el caso de Barcelona, que era plaza
Demarcaciones Militares, Judiciales y de Hacienda. En el ca- fuerte desde 1714, por Real Orden de 9 de agosto de 1854,
pítulo XII de la mencionada Instrucción se recogen los cami- se autorizó la demolición de las murallas que miraban a la
nos y canales, que son los grandes medios para el fomento parte de tierra y que constituían el recinto de la plaza. Inme-
de la producción de todos los ramos, formando parte de la diatamente esta autorización se extendió a otras ciudades,
Secretaría de Gobernación y Marina. En otro Real Decreto de como Girona y Tarragona, y después, de un modo progresi-
1834 se decide que los Subdelegados Provinciales de Fo- vo, se van demoliendo total o parcialmente las plazas fuertes
mento tendrán el título de Gobernador Civil. de toda la Península.
A los dos días del nombramiento de Javier de Burgos co- Por Real Orden de 2 de noviembre de 1858, la situación
mo Ministro de Fomento, el 21 de octubre de 1833, éste sepa- que de hecho se había creado durante el bienio 1854-56, de-
ró las dos ramas de la antigua Dirección General de Correos jó sin efectos las servidumbres de las zonas polémicas de las
y Caminos, nombrando Director General de Caminos a José plazas fuertes y la competencia para la gestión de estas zonas
Agustín de Larramendi. El 22 de enero de 1834 se ordena la se traspasa del Ramo de Guerra al Ministerio de Fomento.
reapertura de la Escuela de Caminos. Al siguiente año, en Las demoliciones, en general, motivadas además por un
1835, se incluyen los puertos, y la denominación de la Escue- componente libertario y antirrepresivo, fueron ejecutadas de
la pasa a ser “de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos”. forma rápida aunque con escasas referencias sobre las ope-
Por Real Orden de 25 de julio de 1846, se ordenaba a to- raciones. Por la Real Orden de 9 de diciembre de 1858 se
dos los ayuntamientos de más de 8.000 habitantes, que le- autorizó la ampliación de las demoliciones, que se acelera-
vantaran el Plano Geométrico de la población con sus arra- ron durante el año 1859. De este modo desapareció, para
bales y paseos a escala 1/2.250. Fue una base documental algunas ciudades, el símbolo que limitaba su progreso, y así
esencial para comprobar la ampliación futura de las ciudades. comienzan a extenderse por las zonas polémicas, abriendo
notables perspectivas a su ampliación, que no siempre fue-
Ministerio de Fomento ron aprovechadas.
La Dirección de Instrucción Pública y las Secciones de Benefi-
cencia, Obras Públicas y Comercio estaban incluidas, desde el Revolución de 1868
año 1832, en las Secretarías de Gobernación y Marina. Esta Durante el período de 1868 a 1874, la política española se
denominación se cambió por Real Decreto de 20 de septiembre ve convulsionada con continuos cambios que tienen su reflejo
de 1851 por la de Ministerio de Fomento. Con esta definitiva es- en la Administración Pública y, por tanto, repercuten en el te-
tructura, quedó constituido por cuatro direcciones generales: de rritorio. Después de la batalla de Alcolea, el 29 de septiem-
Obras Públicas, de Instrucción Pública, de Agricultura, Industria bre de 1868, el triunfo de un grupo de generales, entre los
y Comercio, y el Instituto Geográfico y Estadístico. En los años que estaba el progresista Prim, significó el destierro de la rei-
sucesivos hubo un trasvase de competencias a este nuevo minis- na Isabel II. Se inicia con ello el gobierno provisional presidi-
terio procedentes de las ramas militares de Ingenieros, y de Ma- do por Serrano. Prim obtuvo la cartera de Guerra y Sagasta
rina en particular. Por un Real Decreto de 1851, se traspasan los la de Gobernación; con él se acomete una auténtica revolu-
trabajos portuarios a la Dirección General de Obras Públicas, ción administrativa. Se redacta una nueva Constitución de ca-
lo que propició la creación de las Juntas de Obras de Puertos. rácter liberal y, después del corto reinado de Amadeo I

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(1869-73), fue proclamada la primera República Federal, no en España. El Reglamento fue aprobado por Real Decreto
que duró escasos meses, y el 29 de diciembre de 1874 es res- de 25 de abril de 1867. Este impulso normativo iniciado a
taurada nuevamente la monarquía con Alfonso XII de Borbón. mediados de siglo continúa durante todo él. En el año 1895
La revolución de 1868 significó la consagración de las se aprobó la Ley de Reforma Interior de Poblaciones, y el ur-
ideas librecambistas, aprobándose numerosas disposiciones banismo ya camina de un modo autónomo. La Ley de 1864,
liberalizadoras, en especial sobre el comercio marítimo, en el con pequeñas revisiones, se puede decir que estuvo vigente
que tuvo una gran repercusión, dentro de la apertura liberal, hasta la Ley del Suelo y Ordenación Urbana de 1965. Para-
el hecho diferencial de bandera de 1868. Un año después, lelamente a la experiencia de Barcelona, y conjuntamente con
en 1869, se abría al tráfico marítimo el canal de Suez. Tam- ella, se fueron creando proyectos de ensanche en otras ciu-
bién en 1868 se concretan las Juntas de Obras de Puertos, y dades: Madrid, La Coruña, Cádiz, Santander, Tarragona y
a los dos meses de la revolución, el 11 de diciembre, se creó otras muchas ciudades, que comenzaron a crecer una vez
la primera Junta de Obras del puerto en Barcelona, estando deshecho el corsé que las oprimía.
Ruiz Zorrilla al frente del Ministerio de Fomento. Este período Los Planos Geométricos de 1846, la Ley de Ensanches de
liberalizador algunos autores lo consideran como la edad do- 1864 y la Ley de Reforma Interior han sido los elementos bá-
rada de la obra pública. sicos del urbanismo durante el siglo XIX.

Ensanches de poblaciones Baterías de costa


La década de los años cincuenta representó un salto irrever- La demolición de las fortificaciones de plazas fuertes no fue
sible para el traspaso de las competencias militares a la ad- una operación fácil, por encontrar frontalmente la oposición
ministración civil, sobre todo en el entorno territorial de las del Ramo de Guerra, pero la ineficacia de las defensas tra-
ciudades. La creación del Ministerio de Fomento en 1851 fue dicionales frente a las nuevas armas, en especial el cañón
el continente en el que se fueron volcando competencias que, de acero, posibilitó que se aceptara su demolición, condi-
hasta entonces, estaban dentro del ámbito militar. El inicio en cionada a la construcción de nuevas defensas con tecnolo-
1854 del derribo de las murallas de determinadas plazas gía moderna, y a reubicar los nuevos cuarteles integrados
fuertes y el Decreto de 2 de noviembre de 1858, por el que en las ciudades.
algunas ciudades que eran plazas fuertes pasan del Ramo La nueva necesidad de defensa de la costa planteó di-
de Guerra al Ministerio de Fomento, permite la ordenación versas soluciones en los entornos avanzados de las antiguas
del espacio ocupado por las murallas, fosos y glacis. El ám- plazas fuertes, mediante un nuevo diseño de baterías, pro-
bito territorial afectado por las zonas polémicas da lugar al tegidas bajo casamatas, que pasaban desapercibidas desde
crecimiento de las poblaciones conocido urbanísticamente el mar y que albergaban cañones de gran alcance. Como
como Ensanches. ejemplo está el frente de Barcelona, cuya defensa a levante
La coincidencia del derribo de las murallas de las plazas del puerto estaba encomendada a las murallas y la Ciuda-
fuertes, que posibilitaba la extensión de las ciudades en es- dela; al suprimirse éstas se construyen las baterías del Asti-
pacios abiertos con cierta libertad de ocupación, las ideas del llero, Bogatell, Campo de la Bota, Sant Adrià del Besòs y
higienismo y urbanismo científico, con dos avanzados repre- Montgat. A poniente del puerto, junto al castillo de Montjuïc,
sentantes como Monlau y Cerdà, la experiencia de Hauss- se construyeron las baterías de Buenavista y Álvarez de Cas-
mann en París y el mayor protagonismo del nuevo Ministerio tro. La presencia de estas baterías, con sus servidumbres,
de Fomento propiciaron que, aunque con timidez, se fuesen condicionaba la ocupación de la costa. Las baterías de Bue-
planteando los ensanches de las ciudades. navista y el Astillero se construyeron en 1860; el resto tuvie-
El ejemplo más carismático y que sirvió de avanzadilla en ron un curioso origen: durante la guerra de Cuba frente a
la Península fue el de Barcelona, que propició una legislación los Estados Unidos, la noticia lanzada por el almirante Was-
que posteriormente se amplió a toda España. Al siguiente ton de bombardear Barcelona no solo precipitó la rendición
año, en 1860, se aprueba definitivamente la propuesta de de la isla sino que llevó al Gobierno a construir esas nuevas
Ensanche de Cerdà. Pese a todas las trabas que el Municipio defensas costeras.
presentó para su aprobación y desarrollo y a la presión de Las baterías de costa dejaron de tener sentido cuando, a
numerosas instituciones y fuerzas vivas de la ciudad, su cons- partir de la segunda guerra mundial, con la utilización masi-
trucción y futura evolución ha sido uno de los ejemplos más va del submarino, destructores y aviación, cambió totalmente
paradigmáticos de urbanismo en el siglo XIX. el sentido de la defensa costera. Buenas bases de estos me-
Con el ejemplo del Ensanche de Barcelona, el Gobierno dios de guerra, bien protegidas y con gran movilidad, per-
fue creando disposiciones legales para servir de marco a es- miten abarcar la defensa de un territorio en el que el antiguo
te desatado furor constructivo. En 1861 se presentó en el Se- castillo, plaza fuerte o batería de costa resultan ahora total-
nado el Proyecto de Ley General para la Reforma, Sanea- mente ineficaces. La defensa territorial ya no se hace desde
miento, Ensanche y otras mejoras de las poblaciones, que, puntos fijos aislados, sino desde el mar o el espacio. Este
después de discusiones, dio lugar a la Ley de Ensanche de po- cambio de estrategia tiene una repercusión directa en la cos-
blaciones de 29 de junio de 1864, que fue la Ley General Ur- ta, al permitir liberar aquellos espacios ocupados por la de-
banística que marca el inicio del Derecho Urbanístico moder- fensa costera y anular sus servidumbres.

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Foto: M. NÓVOA

Foto: M. NÓVOA
Fig. 12. Búnquer, casamata o blocao en la playa de Cubelles.

Parte de las baterías de Barcelona fueron entregadas o


vendidas a la ciudad sobre el año 1930. Montjuïc fue entre-
gado a la ciudad en el año 1960. En los últimos años han si-
do desartilladas y vendidas las últimas fortificaciones coste-
ras, algunas, como las de Rosas, Montgat y otras varias, si-
tuadas en la costa, desapareciendo a su vez las servidumbres
que condicionaban la ocupación de la costa, o bien, desde
una nueva perspectiva más conservacionista, que preservaron
a tales espacios de la especulación urbanística. Una cuestión
poco valorada por el actual sentido antimilitarista de la socie-
dad es la pérdida inconsciente de este importante patrimonio.
Fig. 13. Faro de Cabo de Gata. Murcia.
Casamatas
Las casamatas son pequeños habitáculos situados en la costa, en el año 1842, fue creado, dentro del primitivo Ministerio de
cubiertos con una bóveda muy resistente, para ejercer la vigi- Fomento, el Servicio Español de Señalización Marítima, que
lancia de las playas. Están construidos de hormigón, y se ubi- inició rápidamente el estudio y elaboración del Plan Nacional
caron por la costa de Cataluña allí donde el ejército Republi- de Faros de 1847, que comprendía 143 faros y 362 balizas y
cano temía el ataque por mar de las tropas de Franco. Se dio que posibilitó la construcción de 175 faros hasta finales de si-
la orden de fortificar la costa y se construyeron pequeñas ca- glo. Actualmente las Autoridades Portuarias se responsabilizan
samatas para vigilar las playas en el período 1936-39. de la gestión de 191 faros y 1.023 ayudas a la navegación.
Las casamatas no alojaban baterías sino que eran puntos Los faros actuales, como centinelas de la costa, resultan,
de observación de la costa, situados en los extremos de las pla- desde el punto de vista de la navegación, primitivos o com-
yas que podían ser propicias para desembarcos. Fueron cons- plementarios de los modernos sistemas de navegación. No
truidas por personal no cualificado y, hoy día, aparecen mi- obstante, constituyen una parte esencial del patrimonio marí-
metizadas en la costa o semienterradas en la arena. Resulta- timo y continúan teniendo una cierta utilidad para la pesca
ron, como otras fortificaciones en la costa, totalmente inútiles. costera y navegación deportiva.
La presencia de los faros ha condicionado la imposición
Faros de servidumbres a las edificaciones colindantes, tanto en la li-
En época de paz el faro fue, por su situación visible, una cla- mitación de su suelo como en su posición relativa si existen
ra referencia para indicar la proximidad del puerto, bien con enfilaciones. Su emplazamiento ha ejercido un poderoso efec-
su apariencia visual como una señal diurna o, mediante fue- to en la jerarquización del territorio circundante.
go, como señal nocturna. En épocas de guerra tienen una
función preferente como elementos de vigía de la costa. Des- Semáforos
de el mítico de Alejandría al romano de la Torre de Hércules Los semáforos son instalaciones ubicadas en la costa destina-
en A Coruña, pasando por el rey de los faros, como se de- das a transmitir a las embarcaciones diversos tipos de men-
nomina el de Cordouan en Francia, son referencias inequívo- sajes visuales, siguiendo códigos preestablecidos.
cas del paisaje costero. Un salto cualitativo de gran importancia para la transmi-
La aparición del vapor propició el que la navegación fue- sión de señales lo constituyó el descubrimiento del telégrafo
se más rápida e independiente de los elementos, y determinó óptico por el ingeniero francés Chappe, que lo instaló en
la necesidad de construir un gran número de faros. Para ello, 1794 para transmitir mensajes entre París y Lille. Agustín de

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Foto: M. NÓVOA
Fig. 14. Faro de Cabo Vilano. A Coruña.

Betancourt diseñó en 1797 un sistema de telégrafo óptico El programa de instalación de semáforos en el litoral se
que, a partir de 1800, comenzó a instalarse en España con inició en Francia en 1860, y en la misma década se instalan
escaso éxito. En 1844 se decide instalar una línea de trans- en la Península. En la costa del Prat de Llobregat en Barcelo-
misión entre Madrid y la frontera francesa, levantando para na se encuentran los restos de un semáforo del que solo se
este objeto numerosas torres. En la Torre del Vigía del castillo conserva la estructura del edificio, en estado lamentable y so-
de Montjuïc se establece, en 1849, la estación óptica de tele- metido a expolio.
grafía militar, y en 1866 pasa a instalarse un aparato propio
de señales marítimas. Siglo XX
La instalación del telégrafo óptico para la transmisión de Caminos de ronda
señales en la costa se denomina semáforo. Así como el faro El concepto de servidumbre de tránsito que recoge la actual Ley
solamente indica su posición, el semáforo tiene la función de Costas de 1988, referido a una franja de seis metros medi-
complementaria de transmitir información. da tierra adentro a partir del límite interior de la ribera del mar,
que debe quedar expedita para el paso público peatonal y pa-
ra los vehículos de vigilancia y salvamento, corresponde a lo
Foto: M. NÓVOA

que en la Ley de Costas de 1969 se denominaba servidumbre


de paso y de vigilancia litoral. Remontándonos en el tiempo,
estos caminos, paralelos a la costa, que discurren en el límite
entre las propiedades privadas y el dominio público marítimo-
terrestre, han tenido otras muchas denominaciones en función
del uso preferente, como camino de carabineros, desde donde
ejercían la función de vigilancia de contrabando, o, más anti-
guamente, caminos de ronda, desde donde se ejercían funcio-
nes de vigilancia frente a posibles desembarcos agresivos.
Aunque los caminos pudiesen existir con anterioridad, es
a partir del siglo XVIII, con la aparición de la cartografía mili-
tar, cuando aparecen algunos de estos caminos resaltados,
Fig. 15. Semáforo en El Prat de Llobregat. por su significación estratégica y por su contribución a la de-

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fensa del litoral, pues la vigilancia ya no solo se realizaba
desde torres de observación, sino recorriendo el litoral e in-
formando ante posibles sobresaltos. Con el transcurso del
tiempo, los caminos, interpretados como una servidumbre
frente a los terrenos privados colindantes con la ribera del
mar, cambian a un sentido de uso público cuando la costa de-
ja de considerarse un límite peligroso para sentirla como un
bien lúdico, que se recorre al tiempo que se disfruta de pai-
sajes insospechados. Cambió el uso y sentido, pero se man-
tuvo la servidumbre como un hecho irrenunciable para la pro-
tección y disfrute del domino público marítimo-terrestre. Fig. 16. Pérdida total del carácter marítimo de la costa.
Puerto Chico. Gran Canaria.

Servidumbre de salvamento
Se trata de una antiquísima servidumbre que se recoge en la La Ley 27/92 de 24 de noviembre de Puertos y Marina
legislación histórica y que hoy, con la actual Ley de Costas de Mercante, ya en su preámbulo, manifiesta: “Actualmente el
1988, se denomina servidumbre de protección, al hacer refe- cantil o borde de muelle es la línea divisoria de competencias
rencia a la protección del dominio público marítimo terrestre de los organismos portuarios y las Comandancias de Marina.
más que al tradicional salvamento marítimo. La gestión portuaria es unitaria y compete a las Autoridades
En el siglo XIX, durante uno de los períodos liberales, se Portuarias”. Hay diversos artículos de la Ley que hacen refe-
aprobó la Ley General de Aguas de 3 de agosto de 1866, rencia a las actividades de Defensa y, en particular, en el 12
que representó un salto cuantitativo en la afectación de las se indica: “Puertos, bases, estaciones, arsenales e instalacio-
propiedades colindantes con el dominio público. Se sustituyó nes navales militares así como las zonas militares portuarias,
el concepto tradicional de ribera de mar por el de playa. En son competencia del Ministerio de Defensa”.
la exposición de motivos recoge la tradición legislativa de
una zona contigua a la ribera del mar, de 20 varas de an- Resumen
chura, que afecta a las propiedades colindantes. Esta tradi- Escribe Arturo Soria que “quienes se ocupan del territorio de-
ción se refleja en la ley, y se aplica a una zona de 20 metros, bieran ser capaces de reconocer las huellas de todas las civi-
contados tierra adentro desde el límite interior de la playa, y lizaciones anteriores”, y, en otra referencia, indica que “Si el
que tendrá uso público en caso de naufragios o en caso de territorio considerado como construcción y artificio cultural es
peligro de navegación. el sedimento de cuanto las civilizaciones anteriores hicieron,
En la Ley de Puertos de 1880 se sustituye nuevamente el lí- toda nueva intervención en el territorio implica una reorgani-
mite de playa por el de zona marítimo-terrestre, sobre la que se zación de estructuras heredadas”. Esto ocurre con mayor re-
aplica la servidumbre de salvamento. Con la Ley de Costas de presentación en el litoral, valorado históricamente como bor-
1969 se mantiene la servidumbre de salvamento de 20 metros, de de fricción de pueblos. El litoral es una franja de máximo
que permanece en su significado hasta que, con la Ley de Cos- contraste que separa dos medios muy diferentes, como son el
tas de 1988, se introducen dos conceptos nuevos. Por una par- mar y la tierra, pero el mar puede ser un inmenso campo
te, se vuelve al concepto de ribera del mar, pero definiéndola abierto a la esperanza o, por el contrario, según la época, un
con mayor amplitud que en la legislación precedente, y por otra camino por el que pudieron venir males y acontecer tragedias.
parte, sobre ella, se contabiliza la anchura de la servidumbre, Los ingenieros costeros, cuyo marco conceptual se apoya
que pasa a denominarse de protección de dominio público, con entre la prevención ante los efectos que pudiera producir la di-
una anchura mínima de 20 metros y máxima de 100 metros, námica marítima, el preservar el uso público del litoral y la
según la clasificación urbanística de los terrenos colindantes. aplicación de la legislación específica como instrumento de
gestión, pocas veces nos acercamos al litoral apreciando su
Leyes de Costas y Puertos y la defensa nacional carga simbólica, y difícilmente situamos históricamente los ele-
El epígrafe global de la defensa nacional tiene repercusiones mentos que lo componen. Cuanto más antiguo es un elemen-
en los desarrollos legislativos de las actuales leyes de Costas to menor es su funcionalidad, pero, por otra parte, se carga
y Puertos que, de un modo sintético, trataremos de resumir. de significación y sugerencias. Los elementos construidos es-
En el artículo 21 de la vigente Ley 22/88 de Costas, se tán incorporados al paisaje litoral.
manifiesta que las servidumbres impuestas para la protección Con el recorrido histórico a través del milenio pasado, se
del dominio público marítimo-terrestre no afectan a los terre- ha intentado discretizar el territorio costero reflexionando so-
nos declarados expresamente como necesarios para la segu- bre circunstancias y hechos que hicieron posibles ciertas ac-
ridad y defensa nacional conforme a la legislación específica. tuaciones de estrategia militar, económicas y administrativas.
Por último, las reservas demaniales, por razón de interés pa- No se ha pretendido realizar un profundo estudio sobre los
ra la defensa nacional, se declaran por Consejo de Ministros. valores que abundan en este borde marítimo, tales como son
La Ley de Costas está relacionada con las disposiciones sobre los históricos, estéticos, ambientales, culturales, simbólicos,
la Zona Militar de Costas y Fronteras de la Ley 8/75. sociales o cualquier otro que se desee analizar, sino apuntar

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algunas anécdotas, sin pretensión de categorías, pero que, en La comprensión histórica de lo que ha sido la ocupación
su conjunto, pueden permitir una aproximación de aquellos del litoral es una buena referencia para no perder la perspec-
valores históricos o de gestión del litoral en los que los inge- tiva de los elementos históricos que recibimos, que aunque en
nieros han participado. muchas ocasiones estén fuera de uso, tienen un profundo com-
La consolidación del territorio peninsular se materializó ponente simbólico en la costa, que debemos conservar e inte-
definitivamente con los Borbones en el siglo XVIII. De las tres grar en un litoral armónico entre naturaleza, historia, desa-
funciones básicas para la articulación territorial, que consis- rrollo y calidad de vida.
ten en delimitar, jerarquizar e integrar, nada mejor que apre- El poder ha tenido como arma fundamental la manipula-
ciarlo desde la costa, que es la delimitación territorial más ción del temor, y su manifestación territorial quedó en las
inequívoca. La jerarquización se materializó con el estableci- obras defensivas del litoral como justificación de seguridad. El
miento de las Capitanías Generales, plazas fuertes, arsenales temor siempre ha condicionado el litoral y su ocupación, pe-
marítimos y puertos. La integración peninsular se potencia ro durante los cuarenta últimos años un enemigo más sutil,
uniendo la periferia con el centro, mediante la red radial de manifestándose como interés especulativo, ha sido el principal
carreteras, ya bajo el reinado de Carlos III. depredador, frente al cual tenemos que intentar la defensa
Durante el siglo XIX, ya establecida una pacificación relati- mediante leyes de protección costera y la sensibilidad social.
va, comienza una creciente ocupación del litoral con puertos y En la actualidad creo que estamos viviendo de la renta de
otras instalaciones marítimas, ya no propiamente defensivas, y las servidumbres de una antigua legislación impositiva del
la población comienza a asentarse en su borde. El trasvase Ramo de la Guerra, aplicada por los ingenieros militares y
progresivo desde mediados de siglo de competencias del Ramo continuada a través de leyes administrativas por el Cuerpo de
de la Guerra al Ministerio de Fomento, es predecesor del inicio Ingenieros de Caminos.
legislativo de normas sectoriales del derecho administrativo, la El reto futuro del litoral, con una sensación de “paz per-
Ley de Aguas de 1866 por ejemplo, que marca el inicio de to- petua”, vendrá determinado por una mayor participación ciu-
da la legislación posterior de Costas y Puertos. Hemos intenta- dadana en la gestión del litoral, y la sostenibilidad será la re-
do también ver cómo las servidumbres se van transformando ferencia que señale la armonía y el equilibrio de las actua-
de fin pero manteniéndose en cuanto a su significado. ciones con este borde del territorio tan sensible y único. ■
Desde la década de los años sesenta, durante los últimos
cuarenta años, hemos vivido un período crítico con una ocu- Manuel Nóvoa
Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos
pación masiva del litoral, lo que ha llevado a urbanizar bue- Jefe de la Demarcación de Costas en Cataluña
na parte del mismo. Esta vorágine edificatoria ha ocasionado
la pérdida y ocultación de muchas de estas huellas del pasa- Bibliografía
– Bassegoda Nonell, Juan , “El equivocado derribo de las Murallas de Barcelona”,
do. En la costa, en especial en la cuenca mediterránea, la pro- 1993. (Conferencia en el Museo Militar del Castillo de Montjuïc).
liferación de puertos que alteran la dinámica litoral, la dese- – Bassols Coma, Martín, Génesis y evolución del Derecho Urbanístico español, Ed.
Montecorro, Madrid, 1973.
cación y urbanización de marismas y la construcción de edi- – Bonet i Garí, Lluís, Les masies del Maresme, Centre Excursionista de Catalunya-
ficaciones para uso turístico en paisajes privilegiados, han Ed. Montblanc-Martí, Barcelona, 1983.
– Brialmont, La defense des États. Les champs retranches, Librarie Germer, Paris,
contribuido a la desaparición de numerosas huellas del pasa- 1876.
do, tan esenciales para preservar la identidad de un territorio. – Català i Roca, Pere, De cara a la Mediterránia. Les torres del litoral Catalan, Col·lec-
ció Nissaga, n. 7, Barcelona, 1987.
Los actuales Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, – Cooper, Edward, et al., Centinelas de la costa. La defensa de la costa Mediterránea,
Enher, 1996.
herederos de los antiguos Ingenieros Militares, hemos tenido, – Díaz Plaja, Fernando, Historia de España en sus documentos. Siglo XVIII, Editorial
y todavía tendremos, un papel importante en las actuaciones Cátedra, 1986.
– Eguía, Pedro de, Zonas defensivas de las plazas de guerra, Imprenta del Memorial
en el litoral, acompañando de un modo diligente al Poder, de Ingenieros, Madrid, 1862.
aportando el conocimiento técnico y científico preciso para – Fernández Bastarreche, F. et al., “La división territorial militar en el sexenio revolu-
cionario”, Revista de Historia Militar, Servicio de Historia Militar, 1997.
poder dar alternativas factibles a los planteamientos políticos – Fernández-Piñeiro, Emilio, Régimen jurídico de los bienes inmuebles militares, Mo-
de ordenación del territorio. Quien haya ostentado el poder nografías Jurídicas, Ed. Marcial Pons, 1995.
– Gallois, Pierre M., Geopolítica. Los caminos del Poder, Colección Ediciones Ejérci-
a lo largo de la historia nos dejó sus huellas en virtud de unos to, 1992.
criterios preferentes, habiendo quedado reflejada en tres – García Sanz, Arcadi, Historia de la Marina Catalana, Editorial Aedos, 1977.
– Giménez Ruiz, Mario, La cuestión de Montjuich, Gustavo Gili Editor, 1930.
grandes períodos. Hasta el siglo XIX eran los motivos defensi- – Moreno Cánovas, Antonio, Régimen jurídico del litoral, 1990 .
vos del territorio los que marcaban las actuaciones. En el si- – Muñoz Corbalán, Juan Miguel, “Los Ingenieros Militares de Flandes a España
(1691-1718)”, Tesis Doctoral, Ministerio de Defensa, Secretaría General Técnica,
glo XIX, y hasta mediados del XX, el poder administrativo, he- Madrid, 1990.
redero de la Ilustración, aborda actuaciones de un compo- – Nóvoa Rodríguez, Manuel, El delta del río Llobregat, Demarcación de Costas en
Cataluña, 1999.
nente económico y social. Esta fue la época dorada del Cuer- – Nóvoa Rodríguez, Manuel, “Ingenieros precursores de los Ingenieros de Caminos”,
po de Ingenieros de Caminos de la Administración. Durante OP Ingeniería y Territorio, nº 57, 2001.
– Pacheco y Yanguas, Antonio, Las Costas Españolas, Tip. de Francisco Ochoa, Ma-
el último medio siglo pasado, el poder económico señala las drid, 1907.
pautas de un crecimiento aparentemente sin límites, en el que – Redondo Domínguez, Ernest, “Els camins de ronda de la Costa Brava”, tesis doc-
toral, E.T.S.A.B., Barcelona, 1991.
los ingenieros de caminos hemos aportado las soluciones es- – Scheidnagel, Leopoldo, Memoria sobre la defensa de las costas, Imprenta del Me-
morial de Ingenieros, Madrid, 1857.
tructurales y de ocupación territorial, contribuyendo quizá a – Service Historique de la Marine, Pierres de le mer. Le patrimoine inmobili de la ma-
la desaparición de valores simbólicos en la costa. rine nationale, Addim, París, 1996.

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