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- Un entorno inmediato seria el rió del Nilo ya que era el alma de esta civilización
A.3.- El clima es irregular con épocas de crecida en los meses de Julio y Agosto y con épocas
de sequía el resto del año. Las condiciones demográficas y el tipo de clima condicionarán la
vida en Egipto en todos sus aspectos: religión, arte, sociedad. La tierra fértil era tan escasa
que todos los templos, tumbas... eran construidos en el desierto para no desaprovecharla.
B.- El Faraón es el eje central de todo el sistema político y social: ejerce el poder absoluto
sobre todo el país, sus habitantes y sus cosechas, quedando estas últimas supeditadas a él.
Tiene carácter divino y se le considera un Dios en la Tierra. En torno al faraón existían una
serie de funcionarios dedicados a la construcción de las instalaciones funerarias; y toda la
producción (artesana, agrícola y pesquera) que se suministraba directamente a la casa real.
C.- El faraón estaba en la cúspide social, era el rector de al sociedad .Por debajo se
encontraba la nobleza. Por debajo de la noblezas ubicaban los artesanos y los comerciantes,
que conformaban una clase social intermedia .en la base de la sociedad estaban los
campesinos, encargados de producir alimentos .Se los consideraba hombres libres.
Trabajaban parcelas que les asignaba el estado y también las tierras del faraón, los nobles y
en los templos.
D.- EGIPTO predinástico 1 y 2 dinastía: La religión es politeísta y empieza venerando a las
fuerzas descontroladas de la naturaleza. Aparecen los dioses de la primera generación entre
los que cabe destacar al Dios- Sol: Ra. En una segunda generación empiezan a representar
animales porque creen en su superioridad con respecto al hombre. Durante un tiempo se
representan al dios con su forma de animal pero poco a poco irán adoptando características y
forma humana, así es como desembocamos en la tercera generación donde se representará a
los dioses sólo con forma humana; y a partir de esta condición de humanos establecen
relaciones familiares entre dioses en las que cabe destacar a la Triada Osiriaca formada por
Osiris, Isis y Horus.
Imperio antiguo: El culto a los dioses y las ideas sobre la vida de ultratumba determinaron en
todos sus ámbitos al Imperio Egipcio
Durante este periodo todos los dioses que se habían ido creando durante periodos anteriores
se sistematizan y consolidan, conviviendo los dioses de las tres generaciones.
Imperio medio: Este imperio se caracteriza, por la supremacía del Dios Amón-Ra, compuesto
por el dios local de Tebas Amón y por el dios-Sol Ra. El predominio de Amón-Re llegaría a su
cenit en la XXI Dinastía. Los dioses comenzaron a tener una imagen política y el rey se
convirtió en su intermediario en la esfera terrenal.
Hay dualidad de las ideas sobre el más allá, por un lado, los reyes se orientaron, al igual que
las personas particulares, hacia la teología solar que les ofrecía la seguridad de la vida en
perpetua renovación; por otra parte la transformación en un Osiris conlleva la garantía de la
permanencia física. Ambas eran necesarias para superar con éxito el umbral de la muerte.
E.1.-MATERIALES
E.1.- 2065-1785 a. J.C.: ladrillo secado al sol, cal, adobe.
5000-3000 a. J.C.: ladrillo secado al sol, cal, adobe, piedra.
2780-2380 a. J.C.: piedra, granito.
E.2.-La mano de obra que utilizaba era esclava. Por lo tanto su costo era mínimo, o incluso
inexistente en el caso de la construcción de las pirámides. Los esclavos estaban a cargo de la
mayoría de las obras, o monumento funerarios del imperio. También, en las construcciones
participaban los campesinos o trabajadores de la región, mayormente durante la época de
crecidas del Río Nilo, el cual dejaba a las tierras en condiciones pésimas para el trabajo de la
misma.
E.3.-En la extracción de minerales para la construcción, utilizaban diversos métodos, para
partir rocas, o piedra caliza, utilizaban cinceles y masas de madera para golpearlos, o también
cuñas de madera, las cuales se colocaban a presión, y al humedecerlas estas se hinchan y
parten la piedra. Para la explotación del granito y otras rocas de mayor dureza, se solían
utilizar herramientas de dolerita. L a dolerita es una piedra de gran dureza y resistente a los
impactos. El desgaste de las mazas de dolerita, daban lugar a las bolas que se han
encontrado en las canteras. En el caso de canteras a cielo abierto eran los casos en que las
rocas de mejor calidad se encontraban muy cerca de la superficie, la cantera podía explotarse
a cielo abierto.
Para el desplazamiento de cargas pesadas se utilizaban vigas dentadas de madera. En las
pendientes era necesario descansar la carga. Las vigas dentadas de madera permitieron esto
evitando que caigan al suelo al dejarlas caer al suelo. Al tener subsuelo blando la utilización
de la rueda era inútil para el transporte de carga pesada. Cualquier elemento era transportado
en un trineo de madera .En sus bases se descargaban grandes cantidades de agua para
reducir el roce entre los trineos y las rampas. También podían llegar las cargas a través de los
ríos, utilizando diversas embarcaciones.
2.-ELEMTOS FORMALES. (Anexo 1)
Pilares: especie de pilastras, sin proporción fija entre su grueso y altura, que se pone aislada
en los edificios o sostienen otra fábrica o armazón.
Pilono: construcción maciza de forma piramidal que franquea la entrada de los templos al
antiguo Egipto.
Bóveda: elemento fundamental del sistema constructivo abovedado, empleado paracrear
espacios cubiertos ente muros, pilares u otros soportes.
Dintel: elemento horizontal que soporta una carga, apoyando sus extremos en las jambas o
pies verticales de un vano (vano es la parte del muro o fabrica en que no hay apoyo para el
techo o la bóveda).
Hipóstila: sala del templo de egipcio, con cubierta plana sostenida por numerosas columnas.
Obelisco: monolito vertical de fuste en forma de huso y sección cuadrada coronado por una
pirámide o un cono. En el antiguo Egipto se solían elegir por parejas flanqueando la entrada a
la entrada a las tumbas o a los templos, asociados en la mayoría de los casos al culto solar.
3.-TIPOLOGIAS PRINCIPALES
3.1.- El templo egipcio no era solamente un lugar de culto, donde moraba la divinidad, sino
también una imagen del universo. Cada una de las partes del templo estaba cargada de
significación y subordinada a una idea de carácter simbólico, repleta de conceptos
cosmológicos. El templo egipcio, imagen del universo estaba orientado hacia el este. Su
fachada principal miraba a Oriente, y hacia Occidente su fachada posterior. El lado izquierdo
miraba hacia el Sur, y el lado derecho, hacia el Norte. La orientación teórica de casi todos los
templos era de este-oeste (y como se fundaba en el Nilo y no en los puntos cardinales, las
variaciones podían ser considerables), de modo que el sol “nace” a la entrada del pilón, envía
sus rayos dentro del santuario, situado directamente en el eje, y sigue su curso a través del
templo.
En los templos-pirámides se desarrolla una arquitectura religiosa simple pero diferenciada,
que contiene ya los elementos esenciales deldesarrollo futuro. El principio de la vía
procesional, su continuación por el eje del templo, el ritmo del trazado ancho y estrecho se
perciben ya claramente en la disposición. El conjunto de Kefrén es lo que mejor se ha
conservado. El templo del valle y el funerario son masas de piedra cerradas hacia el exterior,
con muros de talud. Los espacios interiores, sobre todo la sala ancha y a agra con sus pilares
de granito monolítico, parecen estar excavados en la roca. La sucesión de espacios, igual en
ambos templos, se complementa en el funerario con el patio de las ofrendas, cerrado al
exterior, detrás del cual aparecen 5 capillas en las que se adora bajo distintas formas al rey
muerto. Un estrecho corredor se encuentra en un sencillo altar de ofrendas comunicado
directamente con la pirámide.
Una singularidad de la arquitectura funeraria egipcia, es la colocación de puertas falsas y el
acodamiento del camino interior, que en las pirámides se perfecciona hasta alcanzar el
máximo grado de reforzamiento para preservar las tumbas de los faraones del acceso de
personas extrañas. Pero lo que causa impresión es la marcada simetría de los elementos
principales.
La mayoría de los templos funerarios se conservan en bastante mal estado a pesar de que
para los egipcios era importante el carácter de lo duro y de lo eterno. (Anexo2)
3.2.- edificios sólidos de base poligonal y lados convergentes en un vértice construidos por
algunas civilizaciones antiguas, especialmente en el antiguo Egipto y en la América
precolombina. La figura de las egipcias era exactamente una pirámide recta de base
cuadrada, mientras que las americanas presentan un perfil troncó piramidal compuesto por
pisos o gradas que conducen a una coronación plana. Los ejemplos egipcios más notables se
sitúan hacia los años 2700 y 1000 a.C. En América, este tipo de
Estructuras se erigieron desde el año 1200 a.C. hasta la conquista española. Las pirámides
africanas parecen no tener ninguna conexión cultural con las del continente americano, y no
sólo se diferencian por su forma sino también por su función. En Egipto se emplearon como
tumbas de los faraones, mientras que en América servían como plataformas para templos,
aunque en ocasiones también incorporaron enterramientos. (anexo 3)
3.3.- Los hipogeos constituyen una etapa importante de esta evolución. Las primeras
construcciones constaban de un camino escarpado con escalones y raíles de piedra que
ascienden por la pendiente desde el pequeño embarcadero a orillas del Nilo. Termina a media
altura en una terraza con vistas hacia el Este. La sala transversal que hay a continuación está
excavada en la roca. En el centro de ésta se encuentra el altar para los sacrificios y en la
pared rocosa del fondo se abre de un nicho que alberga una puerta falsa. Aquí desemboca el
camino que asciende a la montaña. Partiendo de este tipo de sencillas construcciones
transversales surgen obras más complicadas, determinadas por una alternancia rítmica de
salas anchas y largas. Esta evolución se prepara en los templos en los templos-pirámides y se
continúa en las tumbas reales y los templos del Imperio Nuevo.
Los largos pórticos de pilares ofrecen espacio suficiente para plasmar en relieves de la más
alta calidad la descripción épica de los anales reales y la historia personal de la reina. La
fusión de la arquitectura y de la escultura alcanza aquí un punto culminante dentro del arte
egipcio.
Con el tiempo se separan los hipogeos de los templos funerarios, situados en el borde del
desierto. Las tumbas se hunden cada vez a mayor profundidad en las rocas, al aumentar
progresivamente la serie de cámaras y galerías. Los templos funerarios se asimilan a los
dioses. Hacia el final del Imperio Nuevo se unirán al palacio real. La primera gran arquitectura
egipcia surge sobre las tumbas reales. Los egipcios creían en la vida después de la muerte.
La muerte significa el paso a otra forma de existencia más duradera. En virtud de esta idea
surge ya en le Egipto prehistórico la costumbre de colocar una casa simbólica sobre la tumba
subterránea, la que da lugar a una serie de variantes propias en el Norte y en el Sur. Poco a
poco va adquiriendo la construcción superior forma de mastaba, volumen arquitectónico
alargado con cubierta plana o abovedada rebajada por muros de adobe rectos o inclinados. La
mastaba se compone de hipogeo y capilla. El hipogeo está excavado en el fondo de un pozo
vertical y contiene el sarcófago. Tras el enterramiento, el hipogeo se tapiaba y el pozo de
acceso se rellenaba con escombros y tierra. La capilla está situada en la superestructura, que
es un túmulo rectangular, con los muros algo inclinados, y el techo más pequeño que la base.
En la capilla se realizaban las ofrendas al difunto. La mastaba fue usada como tumba real y
privada en período Tinita, y solo como tumba privada en el Imperio Antiguo. En el período
Poto dinástico (3200 - 3065) y en el Tinita (3065 - 2686), los faraones se hacían enterrar en
mastabas de adobe, rodeadas por un muro tipo fachada de palacio, estructura que también se
mantenía en las paredes de la superestructura. Durante la dinastía II (2890 - 2686), las
fachadas eran lisas, con nichos en la parte occidental. En las primeras mastabas, difunto y
ajuar se depositaban antes de construir el techo. Desde mediados de la dinastía I (3065 -
2890) un corredor conducía a la cámara funeraria. Esto permitía sepultar al difunto tras
terminar la tumba. El basamento visible consta de un zócalo plano con una fila de cabezas de
toro estilizadas. El interior encierra a veces más de 50 habitaciones de mayor o menor
tamaño, dispuestas simétricamente en torno a la cámara funeraria central. Se trata sobre todo
de almacenes para satisfacer las necesidades del muerto en la otra vida. A lo largo del muro
exterior que cierra toda la edificación se encuentran, dispuestas en hilera, las sencillas tumbas
de los sirvientes del rey y de los integrantes de su séquito que acompañan en la muerte al
soberano, tomando así parte en su vida eterna. (anexo 4)
3.4.- Son pirámides truncadas, revestidas de piedra y ladrillo. En el subsuelo se hallan
excavadas la cámara mortuoria, la capilla funeraria y una cámara para alojar la estatua del
difunto.(Anexo 5)
3.5.-Su finalidad era servir de residencia a un determinado faraón, su familia y su servidumbre;
raramente pasaran de padres a hijos. De ahí su carácter de transitoriedad. (Anexo 6)
3.6.-Las construían con ladrillos de adobe secados al sol. Con paredes revestidas con yeso. Y
un techo con ramas y pajas y troncos de madera, el piso de tierra aplanad, tenían una
columna (que era de piedra caliza era el soporte para el techo de troncos de palmera), una
puerta falsa que era utilizado como altar. (Anexo 7)
4. Dejaron grandes legados a la arquitectura hicieron la primera albañilería en piedra. El
empleo de columnas como elemento de sostén. La existencia de la cultura egipcia fue posible
gracias al oasis creado por el Nilo que deja dos grandes desiertos a los lados de éste, un
oasis con más de mil kilómetros de longitud pero con tan solo veinte de anchura. Fue y será
una de las mejores civilizaciones ya que supieron utilizar la poca tecnología que tenían y la
escasez de herramientas pero supieron como utilizar los pocos recursos que tenían muy bien.
Las pirámides de Egipto son, de todos los vestigios legados por egipcios de la Antigüedad,
los más portentosos y emblemáticos monumentos de esta civilización, y en particular, las tres
grandes pirámides de Guiza, las tumbas o cenotafios de los
faraones Keops, Kefrén y Micerino, cuya construcción se remonta, para la gran mayoría de
estudiosos, al periodo denominado Imperio Antiguo de Egipto. La Gran Pirámide de Guiza,
construida por Keops (Jufu), es una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, además de ser
la única que aún perdura.
Índice
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1 Antecedentes
2 La función de las pirámides egipcias
3 Primeras pirámides monumentales
4 Pirámides clásicas
5 La construcción
o 5.1 Teorías sobre su construcción
o 5.2 Teorías sobre quiénes las construyeron
6 Fecha estimada de construcción de las mayores pirámides
7 Véase también
8 Referencias
9 Enlaces externos
Antecedentes[editar]
La mastaba, prismática, era la sepultura de los soberanos del período arcaico de Egipto. Las
razones del paso de las mastabas a las pirámides no se conocen bien, pero se menciona
generalmente el deseo de alcanzar alturas cada vez más significativas para manifestar la
importancia y el poder del faraón difunto.
En los Textos de las Pirámides, grabados durante el Imperio Antiguo, existe una plegaria
destinada al rey y su pirámide:
Oh Atum, pon tus brazos alrededor de este gran rey, alrededor de esta construcción, y
alrededor de esta pirámide como los brazos del símbolo del ka, para que la esencia
del rey pueda estar en ésta, perdurando para siempre.1
Oh Gran Enéada que estás en Heliópolis, haz que el nombre del rey perdure, haz que
esta pirámide del rey y esta construcción suya perduren para siempre, como el nombre
de Atum que preside sobre la Gran Enéada perdura.2
Esta última frase se repite muchas veces, variando los nombres de los dioses y
sus epítetos.
Los textos citados indican la función de la pirámide: contener la «esencia» del rey por
toda la eternidad. Según los mismos textos, el rey resucita, y asciende al cielo para
vivir eternamente entre los dioses, transfigurado en una estrella. (ver: Componentes
del ser humano en el Antiguo Egipto)
Pirámides clásicas[editar]
Este tipo de pirámides es la etapa que conduce, en la fase última de evolución, hacia
las pirámides clásicas, de caras lisas, de la Dinastía IV (c. 2500 a. C.); las más
célebres son las pirámides de Keops, Kefren, y Pirámide de Micerino, erigidas en la
meseta de Guiza, cerca de El Cairo.
Los faraones del Imperio Nuevo prefirieron construir grandes templos e hipogeos en la
zona de Tebas.
Pirámides pétreas menores y más estilizadas fueron erigidas por los dignatarios de
la dinastía XXV (c. 747 a. C.), en Napata y Meroe (Kush).
La construcción[editar]
Las pirámides muestran, para su época, el gran conocimiento de los técnicos egipcios
y la capacidad organizativa necesaria para construir tales monumentos con medios
muy simples; pero nada parece indicar que hiciera falta una tecnología superior a la
que disponían los egipcios representada por "ingenios" de madera, trineos,
hipotéticamente, usando la rueda, en forma de rodillos de madera y rampas.
No se sabe con certeza cómo se construyeron las pirámides, pues no han perdurado
documentos de su época que lo describan. Además, se utilizaron diversos materiales
(piedra escuadrada, piedra sin tallar, adobe) y variadas técnicas en la construcción de
sus núcleos (apilamiento de bloques, muros resistentes conformando espacios
rellenos de cascotes, etc.).
Zahi Hawass sostiene que fueron obreros y muy bien tratados. En una intensa
investigación, Mark Lehner encontró muchos huesos de vacas en la calle principal de
la ciudad, tantos como para dar de comer a miles de hombres durante casi un siglo.
Además, también encontró miles de raspas de pescado. Supuso que además de
carne de vaca también se les daba toneladas de pescado del Nilo.
entificación
pyramids image by christine dedman from Fotolia.com
En vida, el faraón representaba a Horus y después de muerto representaba a Osiris. Se
creía que después de la muerte, el faraón ocultaba el Sol, mientras que el nuevo faraón
lo hacía aparecer. El faraón tenía que ser protegido eternamente con el fin de que no
causara una perturbación cósmica.
Dentro de la pirámide
Consecuencias
Cuando los buscadores descubrieron los tesoros de las pirámides, se dedicaron a
vaciarlas en secreto. Una vez que los faraones se dieron cuenta de esto, trataron de
encontrar nuevas formas de proteger a sus momias, como lo que se ve en el Valle de los
Reyes. Sin embargo, las pirámides seguían siendo muy importantes para los antiguos
como un medio para proteger a sus difuntos reyes-dioses.
LA MOMIFICACIÓN
Quizá lo más llamativo del Antiguo Egipto, para las culturas posteriores, aparte las pirámides y los misteriosos
saberes, sean sus momias.
Todo parece indicar un desmedido culto a la muerte, al más allá, a la oscuridad del templo y la tumba; sin
embargo, tanto los escritos como el arte nos indican lo contrario.
Si bien es cierto que el culto a los Dioses está prLA MOMIFICACIÓN Quizá lo más llamativo del Antiguo
Egipto, para las culturas posteriores, aparte las pirámides y los misteriosos saberes, sean sus momias. Todo
parece indicar un desmedido culto a la muerte, al más allá, a la oscuridad del templo y la tumba; sin embargo,
tanto los escritos como el arte nos indican lo contrario. Si bien es cierto que el culto a los Dioses está presente
en todo, la religión no impide el deleite, el placer y la diversión. Las tumbas de los reyes nos hablan de su
poder, de sus victorias, de su culto a los Dioses (no olvidemos que el rey es también un dios); tan solo durante
el periodo de Amarna parece "humanizarse" el arte funerario. Libres de las cargas y deberes del rey, y tras un
profundo cambio de mentalidad ocurrido ya en el Primer Periodo Intermedio, los nobles y altos funcionarios
decoran sus tumbas con escenas alegres de sus vidas: Sus mujeres, sus hijos, la caza, los banquetes, el
juego senet, las múltiples formas de vida con las que Hapi regala a Khemet, todo inmortalizado para que
acompañe al difunto por toda la eternidad. esente en todo, la religión no impide el deleite, el placer y la
diversión.
Las tumbas de los reyes nos hablan de su poder, de sus victorias, de su culto a los Dioses (no olvidemos que
el rey es también un dios); tan solo durante el periodo de Amarna parece "humanizarse" el arte funerario.
Libres de las cargas y deberes del rey, y tras un profundo cambio de mentalidad ocurrido ya en el Primer
Periodo Intermedio, los nobles y altos funcionarios decoran sus tumbas con escenas alegres de sus vidas:
Sus mujeres, sus hijos, la caza, los banquetes, el juego senet, las múltiples formas de vida con las que Hapi
regala a Khemet, todo inmortalizado para que acompañe al difunto por toda la eternidad.
La muerte, en palabras de Fustel de Coulanges, ha sido el primer misterio con el que el hombre se ha
encontrado en su existencia. El hecho de la muerte abrió a los hombres el horizonte de los otros misterios,
elevando su pensamiento de lo visible a lo invisible, de lo pasajero a lo eterno, de lo humano a lo divino.
En el antiguo Egipto la muerte fue considerada como la primera etapa de un largo proceso de fenómenos que
habrían de culminar con el renacimiento y la transfiguración del difunto. El hombre egipcio desarrollaba su
vida en dos momentos. En el primero, limitado en el tiempo, vivía en la tierra; en el segundo, que habría de
durar toda la eternidad, la vida se desarrollaba en el Más Allá, en el Occidente, en los lugares celestes en los
que reinaban Re y Osiris, considerado este último el gran dios de la ultratumba y cuyo sugerente mito de
muerte y resurrección ofrecía a los egipcios una esperanza de vida tras la muerte.
La muerte en Egipto
Pensaban los egipcios que la muerte física podía ser vencida por el hombre que había sido piadoso. La vida
eterna podía ser alcanzada por el hombre que había actuado de manera justa en su vida. Diversos textos
funerarios, entre ellos el "Libro de los Muertos" exponen esa creencia acerca del hombre y su trascendencia.
Los antecedentes de estas creencias se remontarían a unos antiquísimos cultos mistéricos que se habrían
desarrollado en unos momentos en que los egipcios todavía no conocían, siquiera, la escritura.
El hombre que ha vivido de manera piadosa y que habrá de ser declarado Justo de Voz en el Juicio de los
Muertos, necesitará de la eficacia de la magia para poder afrontar los inmensos peligros que le acecharán
durante su viaje por la ultratumba hasta arribar al Reino Celeste. En un primer momento, solamente el faraón
dispondrá de textos mágicos plasmados en las paredes de su pirámide, sin embargo, más adelante, los
nobles también mandarán escribir textos similares en sus sarcófagos y, finalmente, serán muchos los egipcios
que podrán llegar a disponer del conjunto de fórmulas mágicas que se integran en el "Libro de los Muertos".
Sin embargo, a pesar de la elevada noción que tenían los egipcios acerca de la trascendencia del hombre, lo
cierto es que para que esa vida en el más allá se desarrollara de manera satisfactoria era necesario
el mantenimiento del culto funerario al difunto en su tumba y, sobre todo, que se le
aportaran ofrendas alimenticias que evitasen que el fallecido padeciera de hambre y de sed en el otro mundo.
Existen diversos conjuros en el "Libro de los Muertos" que ofrecen esa idea de intenso miedo a tener que
llegar a comer, por pura necesidad, los propios excrementos; dice, así, el capítulo 51:
"¡Mi abominación es mi repugnancia! No comeré (lo que es) mi abominación; mi abominación son los
excrementos y no los comeré; son las deyecciones y en ellas no pondré mi mano. ¡Que no las toque con mi
mano! ¡Que nada me obligue a caminar por allí con mis sandalias!"
Para garantizar la existencia de ofrendas los egipcios mandaban grabar las mismas en las paredes de las
tumbas, pensando que, gracias a la magia, habrían de convertirse en alimentos reales de los que el difunto se
aprovisionaría. Ante la posibilidad, por otro lado, de que el cuerpo momificado del difunto fuese destruido en la
tumba, tanto por la existencia de momentos de crisis y tumultos como por la acción de los saqueadores, los
egipcios, también atemorizados, mandaron construir lo que conocemos como cuerpos de recambio, es decir
estatuas en las que se reproducían los rasgos del difunto, que era igualmente representado en las pinturas y
bajorrelieves de la tumba. Gracias al intenso poder mágico de los sacerdotes esos cuerpos de sustitución
contribuían a mantener vivo al difunto en el Más Allá.
La magia egipcia impregnaba unas creencias funerarias que para el hombre moderno no serían más que
aparentes supersticiones; sin embargo, por encima de todas estas creencias puramente mágicas (textos
funerarios, ofrendas ideales de las tumbas, cuerpos de sustitución de los fallecidos, etc.) destaca en los
ambientes más espirituales y místicos del antiguo Egipto la alta idea que se alcanzó acerca de Dios y del ser
humano. El hombre, dotado de un componente espiritual, tenía ante sí un elevado destino. El hombre justo,
que ha seguido en la vida el camino del corazón y que ha actuado de conformidad con Maat, la diosa del
orden y la justicia, sirviendo a Dios día tras día tiene asegurado que tras su muerte su fin será iniciar un
proceso de glorificación que habrá de permitirle su integración en la Luz del supremo, transformándose en un
espíritu akh (ser de Luz) que radiará en lo alto del cielo. Los textos funerarios, con su intenso poder mágico,
servirán para ayudar al difunto a superar las dificultades del proceso de Glorificación:
"Este Libro –afirma el capítulo 190 del "Libro de los Muertos"- servirá para transfigurar al bienaventurado en el
corazón de Re, hará que sea poderoso junto a Atum y magnificado junto a Osiris y asegurará su prestigio en
presencia de la corporación divina... El alma del bienaventurado para quien sea recitado (el Libro) podrá salir
con los vivos, saldrá al día, será poderosa entre los dioses, los cuales no la rechazarán, sino que los dioses la
rodearán y la reconocerán como una de las suyas. Y ella (el alma glorificada) te dará conocimiento, en plena
Luz, de los (bienes) que (le) han llegado"
Himno Caníbal
Hacia el año 2400 a.C. quedaron fijados por escrito los viejos conjuros y sortilegios que los sacerdotes
egipcios recitaban a la muerte del rey, rememorando de ese modo los rituales que habían permitido a Isis
conseguir la resurrección de Osiris. Las fórmulas, que hoy conocemos con el nombre de "Textos de las
Pirámides", fueron descubiertas por Maspero en las cámaras subterráneas de las pirámides reales de varios
faraones del Reino Antiguo, desde Unas hasta Pepi II.
Los textos contienen rúbricas en las que se detallan los rituales y ademanes que el sacerdote oficiante debía
realizar mientras iba recitando las fórmulas mágicas, es decir, tenían una finalidad litúrgica, extendiéndose por
el interior de cada pirámide desde los corredores de entrada hasta la cámara del sarcófago. La finalidad última
de esos conjuros no era sino propiciar el acceso del faraón, una vez fallecido, a las estrellas, en donde habría
de asimilarse al propio Re e iniciar una vida eterna. A través de la resurrección gloriosa que los textos
pretendían facilitar se producía la apoteosis del monarca que ascendía a los cielos y se reunía en las alturas
con sus hermanos los dioses.
La primera recopilación de los "Textos de las Pirámides" pudo ser obra de los sacerdotes de Heliópolis y está
inscrita en las paredes de la cámara funeraria de la pirámide de Unas, faraón que reinó en tiempos de la V
dinastía. Textos similares se han encontrado en otros sepulcros reales de la VI dinastía y en los de varios
soberanos del Primer Periodo Intermedio (como en el caso de Iby).
Los "Textos de las Pirámides" reflejan unas creencias religiosas cuyo origen sería muy antiguo, siendo su
pretensión asegurar, gracias a la magia, la vida eterna de los faraones. Uno de los textos más inquietantes es
el denominado "Himno Caníbal" de la pirámide de Unas, que nos ofrece una imagen del faraón (el último que
reinó en la V dinastía) como devorador de dioses. El himno nos habla de un canibalismo mágico y ritual
gracias al cual Unas se hace con los inmensos poderes de los dioses. Supone, posiblemente, el reflejo de
unas prácticas ancestrales que, quizás, se remonten a unos tiempos en los que el canibalismo pudo ser,
incluso, una realidad cotidiana.
El "Himno Caníbal" nos habla de la trascendencia del rey y de su papel en el Reino del Horizonte (Más Allá) al
frente de los dioses, tras su muerte y resurrección:
"Unas es un gran Poder que prevalece entre los Poderes.
Unas es la imagen sagrada, la más sagrada de todas las imágenes del Gran (Dios).
A aquel a quien se encuentra en su camino, lo devora trozo a trozo.
El lugar de Unas está al frente de todos los nobles que están en el Horizonte,
porque Unas es un dios, el más antiguo de los Antiguos.
Le sirven millares, le hacen ofrendas centenares.
Le ha sido otorgado el título de Gran Poder por Orión, padre de los dioses.
Unas ha vuelto a aparecer en gloria en el cielo,
ha sido coronado como señor del Horizonte,
ha quebrado vértebras y espinazos,
se ha apoderado de los corazones de los dioses.
Se ha comido la (Corona) Roja, ha engullido la Verde.
Unas se alimenta de los pulmones de los Sabios,
y queda saciado viviendo de sus corazones y su magia..."
Viajes iniciáticos
Entre los textos funerarios fechados en los tiempos del Reino Nuevo se incluye un genero literario específico
que nos ha transmitido valiosas imágenes de uno de los mundos del Más Allá, el Inframundo, por el que
diariamente se producía el viaje de la Barca Solar durante las horas de la noche. Entre esos libros que se
ocupan del Inframundo habría que incluir el "Libro del Amduat", el "Libro de las Puertas", el "Libro de las
Cavernas", el "Libro de la Tierra", el "Libro de la Letanía de Re" y el "Libro de la Vaca Sagrada". Se trata de
unos textos funerarios que habrían de ser reproducidos una y otra vez en las paredes de las tumbas que los
reyes del Reino Nuevo se hicieron construir en el Valle de los Reyes, en las inmediaciones de Tebas.
En una de esas tumbas, que albergó en su día los restos de Tutmosis III, fueron identificadas las primeras
copias que se han conservado del denominado "Libro del Amduat", obra que nos habla del viaje nocturno del
dios Re y su sequito a lo largo de las doce horas de la noche por la Duat, el reino del Inframundo que es
gobernado por Osiris, dios de los muertos.
El viaje de Re por el reino de los muertos se iniciaba en la primera hora de la noche, cuando la Barca Solar se
hundía en el Horizonte, tragada aparentemente por la tierra. En ese momento del crepúsculo, Re era
representado con cabeza de carnero, símbolo de la vejez y la decrepitud. A la mañana siguiente, con el nuevo
amanecer, Re habría de salir del Inframundo triunfante, representado ahora como un escarabajo, el animal
que para los egipcios habría llegado a la existencia por si mismo.
Re surgía cada nuevo día con una renacida juventud anunciando una esperanza de eternidad para todos los
hombres justos. Cada noche, en la Duat, Re permitía que los difuntos bendecidos subieran a su barca para
elevarse todos, al amanecer, hacia el Reino de los Cielos. Ese es el motivo de que los textos egipcios
denominen a la barca de Re como la "Barca de los Millones". El viaje de Re por la oscuridad suponía un claro
símbolo de la esperanza de resurrección que esperaba a los muertos en la Duat, en el reino de Osiris.
Veamos seguidamente el modo en que se desarrollaba ese viaje de la Barca Solar por el mundo de la noche,
de acuerdo con la interpretación que del "Libro del Amduat" representado en la tumba de Tutmosis III
realizaron Eric Hornung y Theodor Abt.
Máximas de Ptahhotep
En las creencias osirianas, para alcanzar el mundo de la Luz, vimos que resultaba imprescindible que el
difunto, durante su vida en la tierra, hubiese sido un hombre justo, lo que sería acreditado, según
comentamos, en el Juicio de Osiris, acto en el que el corazón del fallecido era pesado colocándose en el otro
platillo de la balanza una leve pluma de avestruz, símbolo de la diosa Maat, que encarnaba la idea de lo Justo.
A lo largo de los siglos, sobre todo en los denominados "Textos Sapienciales", encontramos abundantes
referencias a la necesidad de que el hombre, para que pueda ser declarado Justificado o Justo de Voz en el
Juicio de Osiris, adapte su existencia terrena a lo que los egipcios conocían como vía o camino del corazón.
Así, en las "Máximas de Ptahhotep" que fue visir, es decir responsable de que Maat reinase en Egipto, en
tiempos del faraón Djedkare-Isesi (V dinastía) se nos dice (máxima 11) que el corazón es el que muestra al
hombre el camino de la vida eterna:
"Sigue tu corazón –nos dice Ptahhotep- durante el tiempo de tu existencia, no cometas excesos en relación
con lo prescrito y no abrevies el tiempo de seguir al corazón. Desperdiciar el momento en que el corazón
desea actuar sería la abominación del ka"
Según este sabio egipcio, el hombre debe actuar en su vida de acuerdo con lo que su corazón (en suma, su
conciencia) le va indicando en cada momento. A través del corazón el hombre puede llegar a entrar en
contacto con lo sagrado por lo que no debe escamotear el tiempo que su propia conciencia le indique que
debe destinar al cuidado del espíritu. En otro caso, es decir, si el hombre actúa de acuerdo con su vientre,
siguiendo una vida puramente material, es posible que no llegue a franquear el juicio que le espera tras la
muerte y su espíritu será finalmente aniquilado.
Si el hombre, a través del camino del corazón, consigue entrar en contacto con lo trascendente, si desperdicia
ese momento se producirá lo que Ptahhotep califica como abominación del ka, es decir, una inmensa pérdida
de energía espiritual (el ka vendría a ser una especie de doble inmaterial del hombre, que se distinguiría sobre
todo por su intenso componente energético; ese es el motivo de que en los cultos funerarios se hagan
ofrendas de alimentos al ka del difunto, que precisa de la energía de los mismos).En su máxima número 14
Ptahhotep nos insiste en que el camino del corazón vuelve dichoso al hombre, en tanto que el camino del
vientre le condena a la desgracia. El hombre en el que prevalecen sus apetencias materiales habrá de
contemplar como: "su corazón será desnudado y su cuerpo no será ungido", es decir, no participará en los
rituales de la resurrección. El hombre, en suma, no debe olvidar que: "tener un gran corazón es un don de
Dios" y que a través del corazón es como el hombre puede acercarse al Supremo.
Bibliografía