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FILARMONÍA-89

LA FERIA DE LA MÚSICA DEL 2 AL 31 DE OCTUBRE

EN

DEAMÚSICA L
1VAMJSIC
Garios 111,1 - MADRID
Ríos Rosas, 8 - MADRID
Hernán Cortés, 6 - MAJADAHONDA
Goya. 4 - ALCALÁ DE HENARES

NO TE VAYAS CON LA MÚSICA


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REAL MUSICAL, PREMIA TU
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REAL MUSICAL
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•Uto, ranütuDB guMlacH dad codM w a ÜBudii 1IM
Edita
S< H 1 R / O MJIfORIAL. S.A.
(.' M.miues de Mondéiar. 1 I - 4." C
ISdM-Mailrid.
Teléf. (91) 24* 76 11
( j \ l i l i Hl. |K f,4

Gerardo Queipn de I laño


Director
Antonio Moral
Director Adjunto

Redactor Jeje
trinque Martínez Miura
l'miwjo tic R.-iiuciinn
IÍIMLT •\lfa\.i, Roberto \tidrjdi; Maldi\ Domin-
go del C ampo ("asid. Saiin;igi> M:irnn Ekvmudiv,
•\ntonio Mi>r:il, José l.tns IVrcv de Ancana. Ar-
uirn Hcscrter. José Luis Tclkv.
Coordina el dosier de este número: Año IV n.° 38 - OCTUBRE 1989 - 425 ptas.
Jesús^ Castañar.

Redacción en Barcelona: Roger Alier. Redacción


en Valencia: Blas Cortés. Actualidad: Enrique
Martínez Mmru y Javier Alfaya. Discos: Enrique
Pérez Atinan. Libros: XiXin ManuelCarretra. Al-
la Fidelidad. Alfredo Orozco li/i: Ebbe Traberg.
Música cúniemporánea: José Igés. Educación mu-
sical: Víctor Ptte&v.
Colaboran en este numero:
Javier Alfaya, Koger Alier, César Alonso d i Jos
Ríos, Ricardo de Cala, Sansón Carrasco, Jesús
Castañar. Miguel Ángel Coria, Niño Ueniici, Ro-
land Desné. Pedro Elias, Fernando Fraga, Jorge
Amonio González, Florentino Gracia Utnllas, Ivo
Gucst. Antonia Hidalgo, leopoldo Honlaflón. SUMARIO
Lincoln R, Mai/legui Caías. Santiago Martin Ber-
múde?. Joaquín Martin de Sagarminaga, Enrique
Maninez Miura. Francés X. Mata. Blas Maiamo- OPINIÓN 4
ro. l.uis Morales Giacomán, Wolfgang Amadeus TRIBUNA LIBRE:
Mozan, Alfredo Orozco Buezo, Rafael Ortega Ba-
^agoili. Enrique J^ére^ Adrián. Francisco Ramos, — Música de la adolescencia, César Alonso de los Ríos 8
Arturo Reverter. Jordi Ribera i Bergós, Roger Sa- ACTUALIDAD 9
las, luií Sales, Ebhe Traberg, Alben Vilardcl, Fran- — Las sombras del pasado. Conversación con Harry Kupfer, Woifgang
cisco José Villalba, Wolígang Willascheck.
Willascheck 26
HOMENAJE:
Dueño de porrada
Arquetipo, — Adiós a Marlti Talvela, Fernando Fraga 32
ESTUDIO:
Administración:
Cristóbal Andújar (Contabilidadl. Cristina Millet — Música y psicoanálisis, Blas Malamoro 36
idistribución y suscripción), Sonia Vu-te (se- ENTREVISTA:
cretar ia). — Roger Norrington, la revolución de la objetividad, José Luis Pérez de
tolo de portaúu: Aneago 43
Foto EMI. ACTUALIDAD DISCOGRAFICA:
Pwtilitiiiiid: — El sortilegio de las tres des, Enrique Pérez Adrián.. 51
[Joble Espacio DISCOS 52
dcni-ral Vaeue. 10'
imla Madrid ESTUDIO DISCOGRAFICO:
íeléh. <9l|4í5 67(j7 • 5 11 Sí — El otro sintonismo, Enrique Martínez Miura 63
|-a\ (91) 4*fi [3 i r LIBROS 65
tmpri'nr LA GUIA 66
MOVIKIRA1. VA.
í I s'igia, .< y 5 DOSIER: La Filie mal Gardée 67
ZS017 Madrid — Los orígenes 68
lelef. CÍII20J '>5 03 — La herencia de Dauberval, Antonia Hidalgo 70
t otocotnp" ín i ón — El ballei de la paja, Ivo Cuest 72
I umimar, S.A.
Albasan/. 4S-Í0 — Danza de campesinos, Roland Desné 76
Jwnf-Mjdnd. — Filies históricas, Roger Salas 78
fcltf. i y ] | 2(14 '1)111 — Un hombre, una obra, Jesús Castañar 82
i a \ O l í ;(M ^5 4K — El destino habanero de La Filie, Jorge Antonio González 84
Pepinito letal M i\Kl — Cronología 88
1SSN-0211-4W12 ALTA FIDELIDAD:
es una publicación de carácter plural
— Examen de un gran amplificador, Al/redo Orozco 92
y no pertenece ni está adscrita a ningún orga- DANZA:
nrsmo público ni privado 1 a dirección respeta — Lo que el verano nos dejó, Jesús Castañar 94
la libertad de expresión de sus colaboradores JAZZ:
I-L>S textos firmados son de la exclusiva respon- — Episodios, Ebbe Traberg 96
sabilidad de los lirmanies. no siendo por tanto EFEMÉRIDES, Luis Fernando Carvajal Blázquez 98
opinión oíicial de la reijsia.

Scherzo 3
. opinión.

Producción propia
as grabaciones fonográficas son hoy, que en muchos casos son verdaderos eslabones
L querámoslo o no, el principal medio de
difusión de la música. Las razones son
múltiples y complejas. Una de ellas es de orden
perdidos de una tradición nacional. Las obras de
compositores antiguos o modernos que se considera
que realmente merecen la pena son objeto de
general y concierne a ia formidable expansión de la grabaciones y a partir de ahí el proceso continúa de
electrónica. Otra es la pérdida social de un viejo manera que sus obras vuelven a ser interpretadas
hábito de la cultura europea, hacer música en casa. «en vivo». Ese es el caso, por ejemplo, de dos
George Steiner ha escrito páginas definitivas sobre compositores (an estimables como el francés Alberic
ese agotamiento de una dimensión de lo privado, de Magnard o el británico Havergal Brian, recuperados
lo privado burgués y aristocrático, si se quiere, en buena medida por una política fonográfica
como era el de reunirse un grupo de familiares y atenta a algo más que a los valores inmediatos del
amigos para escuchar e interpretar una música, lo mercado.
que, a su vez, generaba una demanda de producción Pero esa política tiene detrás una palabra clave:
creativa importante. Eran otros (iempos que —en subvención. Pública o privada. Pero subvención a
este caso— han cambiado para mal. fin de cuenlas. Hay pocos sellos fonográficos —si
Pero no se trata de nostalgias, sino de «hacer es que hay algunos— dispuestos a correr el riesgo
constar un hecho», como decía Guillermo Brown, o del lanzamiento de un músico desconocido o
su traductor al castellano por boca de él. Lo que semidesconocido, si no es con una ayuda exterior.
nos importa ahora es que la grabación fonográfica En Gran Bretaña la mayor parte de las
ha asumido un papel protagónico, en el mundo recuperaciones aparecen con la ayuda de empresas
occidental al menos. La mayor parte de las privadas que de ese modo matan dos pájaros de un
personas escuchan a Beethoven o a Bach, a Mozart tiro: desgravan impuestos y hacen cultura.
o a Brahms, a Bartok o a Alban Berg, a través de
sus aparatos de alta fidelidad o de la radio. ¿Y en España? Digamos que aquí está
Únicamente una cantidad relativamente reducida, prácticamente todo por hacer. Ha habido alguna
incluso en los países más melómanos, va a las salas honrosa iniciativa de organismos autónomos, de
de conciertos o a la ópera, ya sea por falta de ayuntamientos o de diputaciones, hay algún editor
tiempo material o simplemente por comodidad. esforzado que intenta hacer el camino por su
Así las cosas hay que convenir que cualquier cuenta, pero, en general, lo que se ha hecho es
política de difusión musical pasa también por las poco y, a veces, muy pobre, por no hablar de
grabaciones. Es evidente —salvo para un conocido problemas tan difíciles de resolver como son los de
novelista español— que nada puede repetir la una distribución adecuada del producto. Pero hacer
experiencia de un concierto en vivo. Se ha dicho algo es necesario. Un repaso por los nombres que
muchas veces, y con toda razón, que es preferible faltan de compositores españoles en las fonotecas y
escuchar música en un concierto mediano que en la en las bibliotecas musicales, produce vértigo. Una
más perfecta grabación fonográfica. El hecho de gran parte —quizá la mayor parte— de la música
acudir a una sala de conciertos, a un teatro de la española del pasado duerme en el Nirvana. Y no
ópera o, en general, escuchar música en directo, hablemos de la contemporánea, desde el siglo XIX
permite que se produzca un tipo de vivencia para acá.
peculiar y enriquecedor. Los discos en vinilo o en Hay que pedir entonces que se tome conciencia de
compacto, las cassettes, se han convertido en los ello y se arbitren los medios. En lo público,
grandes transmisores de la música y eso es un atendiendo al ejemplo francés. En lo privado,
hecho irreversible con el que hay que contar para reformando de una vez una normativa fiscal
cualquier política sensata. obsoleta y luego a ver si las empresas se animan.
Algunos países, como Francia o Gran Bretaña, Únicamente asi seria posible recobrar obras y
están siendo testigos de una inteligente utilización autores, y reparar un daño infligido por la incuria y
de las grabaciones para dar a conocer obras de la incompetencia a áreas importanies de las culturas
autores injustificadamente olvidados o preteridos, hispánicas.

4 Scherzo
opinión

EL DISPARATE MUSICAL

De la perversión a la estupidez
a última vez que escribí sobre un co me topé con una en un periódico que
L tema perverso (dicho sea sin áni- me largaron en el avión. Procedía de
mo de ofender), o sea, cuando lo cienos sujetos de un grupo «puntero del
del Tris tan mariposón, creí que no me rock», que junto a otras lindezas van
tocaría volver a incidir en similares y sueltan así, de entrada, que «la ópera
asuntos. Pero está visto que nos hemos es un rollo, un espectáculo caduco y an-
soltado el pelo, y que lo de la reserva quilosado en el siglo XVIII», y eso co-
espiritual de Occidente es para otros, y mo declaración de principios (?). Los
que aquí el que no corre vuela. Y para componentes del citado conjuntillo, lla-
muestra de que no se cortan nada, te- mado gabinete Calinosequé, de pinta
nemos el ejemplo del anuncio que cierta indefinible, son los meritorios autores
revistita de las de programas (?) de te- de tan campeona estupidez (por ser sua-
[— UNA BROMA MUSICAL —i levisión, dedicaba a un espacio que ver- ve). No obstante, cabe la duda de si no
saría sobre los musicales gustos del es aún mayor la de quienes consideran
descamisado vicepresidente. No hay que que la cosa tiene gracia y es noticiable,

L os bucles revolucionarios que he co-


locado sobre mi vieja peluca para
celebrar la Revolución Francesa me
están poniendo nervioso. Se me introdu-
cen permanentémeme en los ojos produ-
ir a Salamanca para deducir que entre y hete aquí que el plumífero de turno
las ilustraciones musicales se incluía un debe pertenecer a tal especie, porque
obra de ese compositor tan célebre y plantó la idiotez en titulares bien gor-
que tanto debe a la voluntad difusora dos. O puede que el imbécil en cuestión
ciéndome un estado de histeria parecido de nuestro dulce mandatario; habla- decidiera que ya era hora de que los es-
al de los políticos de este país en vísperas mos, claro, del señor MahJer, don Gus- pañoles nos enteremos de que estamos
electorales. Claro que más enfado me pro- tav. Pero mira por dónde viene la perdiendo el tiempo escuchando a Ver-
vocan ciertas cosas. ¿Cómo es posible que perversión, sabe Dios cómo, que es que di, Wagner o Puccini, por citar sólo tres
mi Flauta Mágica pasara por el segundo Satanás está en todas partes, mis píos de los más gordos, entre los que, por
canal de TVE apenas sin anunciarla, co-
mo se merece, a bombo y platillo? ¿Qué lectores, y van y anuncian «el Heder cierto, mis pobres patanes de Calieso,
decir de un periódico King size, que antes (aguanta el singular-plural) del niño del compusieron sus obras durante el siglo
fue semanario, me llame tan ricamente «el cuerpo maravilloso», o sea, la canción XIX o hasta el XX. Claro que puede
compositor barroco W.A. Mozart? Tengo del encantador efebo de la suave ana- que eso lo hubieran sabido Vds. si hu-
la sensación de estar verdaderamente vi- tomía, la copla del angelito de sus sue- bieran seguido estudiando. Pero no, es-
viendo en España. Sic iransit gloria ños; vamos, que o el señor vicepresiden- tos lúcidos sujetos —y puede que
mundí...
te ha hecho un nuevo descubrimiento también el plumífero— abandonaron la
del tamaño de la categoría bíblica del Universidad con un despectivo «que se
Pero espero agazapado los aconteci- nombre Héctor, debido a su jefe, en cu- guarden la ciencia para ellos» (sic), o
mientos que se han de producir en los pró- yo caso hemos de concluir que el Gus- sea, lo que se dice como Tarzán pero al
ximos días. Octubre puede ser definitivo. tavo era un cochinote de armas tomar revés, y se pusieron a hacer el mono
Hasta puede cambiar e! gobierno de esle
país, cosas que muchas gentes parecen de- y niños guardar, o el autor del dislate cantando piedra (o sea rock, pero en
sear, aunque me temo que voten lo con- es un patinador nato, o hasta puede que cristiano). Y ahora pretenden que nos
trario, con lo que el aburrimiento será letal. le hayan traicionado sabe Dios qué in- arreglemos el cuerpo con su música (?).
Será curioso observar el estreno de Cris- confesables intenciones. Uno de ellos llega a decir que la músi-
tóbal Colón, ópera que dicen mejora mi Y podían haber sido más inocentes. ca clásica «le pone nervioso».
Don Juan. Tampoco será manco seguir es-
cuchando a la vieja iiuerfanita que es en Hay barbaridades sin mala uva, como Lo dicho. Como sigamos así, acaba-
la actualidad la ONE, o ver como Marsi- las «Variaciones piano de Haydn», que mos como Tarzan, o lo que es lo mis-
tlach transforma el Auditorio Nacional en nunca se ha visto una matizadon tan mo, llamando a Chita. Entre los
un centro de vanguardia teatral, mientras definida o un título tan cercano al tele- estúpidos, los perversos y los estúpidos
Semprün rehace leyes cinematográficas pa- grama; o esa otra, también gran descu- perversos, lo tenemos clara Hasta otra.
ra rabieta de cinefilos. brimiento, de que Beethoven, Debussy Rafael Ortega
y Prokofíev aparezcan en un programa
[Octubre, octubre! Mes mágico en el que dedicado a la zarzuela y el género chi- P.S. Pido disculpas a los lectores por el impre-
iodo se inicia y en el que lodo se puede ir visto descanso septembrino, t i reíalo del cúmulo
co, que es que no nos enteramos de las de desastres que me impidieron acudir a mi cita
al traste. Veremos, dijo un ciego, y nunca famosas Hochzeit von Ludwig Alonso. habitual resultaría tedioso. En cualquier caso, es-
vio, a pesar de que la ONCE hace mila-
gros. Muchos menos, por supuesto, que los Luego están las estupideces. Hace po- pero que tal circunstancia no vutlva a producirse.
organizadores del Festival lie Otoño, que

t
se ha puesto amarillento como esas hojas
que mi estornino ve caer desde su jaula,
y que Pimperl pisotea en el Frique del Oes- ihawliuy iitiwitn
te mientras levanta suavemente su patita
mojando ecológicamente un chopo, enhies-
to como Herr Felipe González. Le miro fe-
liz y comprendo que los perros tienen
razón.
/7 7 ~
ai*
."ballet-oanza
•flaiwmn!

24785831248292

W.A.M. t'scuela deíÜLima


¡Safios de experiencia noswa/ati
S,IPI I tilín- "frn 3

SOTO MESA
^ Scherzo 5
- opinión

[BACHILLERÍAS! ÁNGULOS
De coloribus Títeres y marionetas
na conocida revista semanal

E l maestro Francisco Salinas nos


enseñó cieno dia en Salamanca
el significado musical del viejo
canon medieval: Caecus non judieal de
coloribus. En su boca la explicación me
U madrileña ha relegado las ac-
tuaciones de un grupo de in-
térpretes —el trio Haydn— al apar-
cación que no es precisamente una re-
vista del corazón y que da en sus
páginas amplio espacio a la cultura,
¿qué pasará en otros?
tado de Títeres y marionetas en su car- Pronto veremos la crítica de libros
produjo un escalofrío. los tiempos ade- telera de espectáculos. Ni siquiera han en la sección de Objetos Perdidos de
lantan que es una barbaridad, y hoy dia escrito correctamente el nombre —en
el lema se ha quedado obsoleto. La cualquier periódico. La cultura en Es-
prueba está en que la ONCE intenta ha- realidad ¿para qué?—, sino que lo han paña tiene una vida precaria y uno se
cerse con un trust de revistas gráficas y transcrito como Tryo Hydn, lo cual le teme, que la cosa no tiene remedio.
un canal televisual. Algo tienen los co- da una nota de exotismo todavía Porque la sociedad tampoco es ino-
lores que lanto interesan a todo el mun- mayor. cente. A una sociedad que tiene el tris-
do. Debe ser un atavismo vegetal o Nada tiene uno contra los títeres y te privilegio de un 25 por ciento de
animal, ligado a mecanismos reproduc- marionetas. Sin haber leido al viejo analfabetos funcionales y la más ba-
tivos, que se conserva en alguna oculta Goethe se puede ser consciente de la ja tasa de lecturas de las dos Europas,
circunvalación de nuestro cerebro. ¿Ha rica vida propia que tiene un arte que que nunca se ha preocupado de gene-
seguido el lector la agria polémica so-
bre el coloreado de los filmes original- además aqui es tan desgraciado — rar los organismos y los instrumentos
mente en blanco y negro? En parte, sólo ¿cómo no?—, como cualquier otra para un desarrollo intelectual serio, se-
en parte, el asunto recuerda aquella otra forma de cultura que no vaya acom- ria como pedirle peras al olmo que es-
disputa sobre la restauración de Las me- pañada de la ridicula parafernalia ha- timara el hecho cultural.
ninas o la Capilla Sixtina, aunque el sen- bitual (cuyo último ejemplo puede sei Así que títeres y marionetas. Como
tido de los argumentos es justo el la lamentable Medea de este verano). podía haber sido gigantes y cabezu-
contrario en cada caso, porque los par- El problema es otro y más grave. Ais- dos. El asunto es que desde Freud pa-
tidarios de dejar las obras como están lado podría reducirse a un simple ra acá ya sabemos que los lapsus no
abogan en el caso del cine por respetar error de un redactor que tiene como son nunca inocentes, que nos dejan,
la obra original y en el caso de la pintu-
ra las adherencias que el tiempo ha ido lema esa estupidez que se oye hasta la como suele decirse, con el culo al aire.
dejando. náusea entre nosotros y que reza que No somos nadie, dijo uno. Y menos
la música es el menos molesto de los usted, respondió un airado oyente. En
ruidos. este país la miseria cultural necesita-
En los medios musicales, hace tiem- Pero es que llueve sobre mojado. En ría un barómetro que nos permitiera
po que se desarrolla una polémica pa-
ralela, aunque todavía no ha saltado a un respetable y respetado diario ma- hacer una medición diaria. Sólo así
los titulares de la prensa ni a los tele- drileño uno se puede encontrar cosas nos quitaríamos esas falsas ideas que
diarios. Los partidarios de ejecutar tan peregrinas como que La Pasión se- a algunos se les ocurren en momen-
una cantata de Bach en plan Ka rajan gún San Mateo, de Juan Sebastián tos de euforia y que les llevan a soste-
(q.e.p.d.) no tendrían inconvenienle en Bach, es una ópera, que Richard Wag- ner que eso de la movida es algo más
colorear Del rosa al amarillo de Sum- ner fue uno de los miembros funda- que un sucedáneo consumista inven-
mers o reconstruir el Partenón a base de dores del partido nacional socialista tado por unos cuantos medios de co-
hormigón y plástico. El Progreso es para alemán y que Alicia de La Rocha (sic) municación.
ellos un dios en cuyo altar se inmola to- —como se empeñan en llamarla— es De verdad, éstos son títeres y ma-
dos los días al Tiempo como vielima.
Por el contrario, los maniáticos de los una eximia cantante. De este modo, si rionetas.
instrumentos originales defienden que esto ocurre en un medio de comuni- Javier Alfaya
la música es inseparable del color, del
timbre caracieristico de los instrumen- bía tenido pocos votos (y eso, como los de los
tos de cada época. otros discos, tal ve?, se deba a ignorancia), pe-
CARTAS ro es el más votado, v se da la circunstancia de
Pero existe el tercer grupo, que ocu- que es de los pocos producidos por una empresa
Señor director; vinculada a un grupo multinacional, lo que bien
pa un lugar para mi incomprensible: los Adjunto le envío fotocopia de la carta que pudiera desanimar a estos para proseguir tal
que cultivan el arte de los instrumentos envié al director de la Revista Ritmn con fe- camino.
antiguos, pero son capaces de locar con cha 2 de febrero.
la misma viola un trotto del s. Xlll, una 21 En tercer lugar de la lista figura: "Mu-
Como transcurridos más de seis meses, di- sica española para teclado. Etnos". Éso, en con-
recercada del XVI y una folia del XV1I1. cha revista no la ha publicado, ni tan siquiera tra de lo que pudiera parecer, no es un disco;
Los hay tan audaces como para reins- ha acusado recibu de la misma, le ruego la "'La Música Española para Tecla" es una serie
trumentar una cantata de tiple, dos publique en SCHERZO, no tanto porque se de la casa Einosque constará de Wl LPs, de los
oboes, arpa y bajón para tenor, flauta, conozcan sus términos, sino porque el afi- cuales hay 21 producidos, alguno en proceso de
violín, clave y gamba, alterando octavas, cionado sepa cuál es el auléniieo interés que producción y los demás en proyecto (Vdes. de-
si hace falta. La sonoridad resultante es esa publicación muestra por la cincografía berían saberlo y, al menos, citar su nombre co-
tan desquiciada, que la cantata en cues- española: rrecto, pues fue objeto de una página
tión parece auténticamente medieval. publicitaria en su i\? 5741. Curiosamente, du-
Carla abierta al Director de RITMO con rue- ranie 1988, periodo que abarcan los premios,
Como el compositor murió hace tiem- Etnos no ha producido ningún disto deesa se-
po, no suele protestar en estos casos, así go de su publicación rie y si. en cambio, algunas novedades: "Scria-
que el negocio se mantiene y aquí paz «Muy señor mtor bin: Estudios. Preludios", por G. Cionzáleí,
y después gloria. Si alguien levanta la El n)' 595 de la revista publica los premios "Tonadillas Escénicas de s. XVIII", con el Gru-
voz ante tales desmanes, se le llama «Ritmo» a losmejores discos de 1988 y declara po Lírica XV11I. M. Aragón, L. Alvares y la
«musicólogo purista» y cosas aún peo- "desierto" el correspondiente a la sección '"Pro- dirección de M.A. Tallante, en primera graba-
ducción Española". En la introducción a esc pal ción mundial. «Debussy: Preludios», por J.
res. Para éstos podría reescribirse así el mares, justifica esa decisión y aun la subraya
viejo lema copiado al principio: Surdus Achúcarru > '"Canciones y Danzas para Mum-
calif¡candóla de un "auténtico no voto de pou", con el Trio Mompou y obras de C.A. Ber-
non judieal de coloribus. castigo". naola. T. Marco. C. HaUTler. L. de Pablo, C.
Lejos de discutir semejante decisión, quisie- Prieto. A. O.' Abril y X. Monisalvatge (...).
Sansón Carrasco ra hacer dos precisiones: Gabriel Moralejo, ETNOS
I) El disco más votado de esa sección ha-

6 Scherzo
.opinión

AL MARGEN ti» en cornadas ocasiones, lo que hace olvi-


dar que estamos ante un conjunto orquestal
más denso (aquí F.R. ha traducido mal) que

Zis, zas ¡Qué porvenir más negro el de los


compositores! Según la prensa del ve-
en la «Turangalila».
Atentamente,
Pedro Jiménez López

C
uando algún intrépido perio- rano, el Presidente del Gobierno re-
Madrid
dista zigzaguea por el resbala- gional de Cantabria, pongo el ejemplo
dizo campo de la música, lo del sentir general, ha declarado que
mejor es echarse a un lado: llevándo- está dispuesto a prescindir de esirenos:
se por delante cuantas evidencias le
salen al traspiés acaba publicando —a
«Me conformo —parece que dijo—
con estrenar lo que se estrenó en Vie-
Bruckneríano
lo peor animado por paternales con- na hace cien años». Y, no contento, Sr. Director de SCHERZO:
sejos y advertencias— informaciones añadió: «Ese es el sentido de la pro- Una nota de actualidad del número 37 de
no contrasladas, revolcándose de es- gramación que planteo, una progra- Scherzo me mueve a escribir estas líneas. Co-
mentando la temporada próxima de la Or-
te modo en ese género ínfimo, mixto mación mucho más popular, como questa Sinfónica de Tenerife, califica de
de amarillo y mona, y que del oficio reconocimienio a una producción mu- convencional, aunque no carente de interés,
ignora el abecé, con el que tan los ha- sical de hace siglos que es irrepetible». un programa que dirigirá VPP, con el con-
cedores de opinión solazan a un pú- ¡Hombre, claro! Mozan y madre no cierto de cello de Schumann y la quima dt
blico ya convencido y ávido de hay más que uno/a. Pero me asombra Bruckner. ¿Convencional?, ojalá fuera con-
escándalos. La España negra y cañi no esa especie de gerontofilia musical que vencional. Ojalá oyéramos alguna vez la
quiQta de Bruckner en Madrid. Creo que la
se resigna a perder el poder que de- aqueja a tantos proceres. Sobre todo, última vez fue hace muchos anos, ejecuta-
tentó durante siglos y no perdona que porque ni la música ni las mujeres (es- da por Moshe Atzmon y la ORTVE, junto
la razón histórica se lo arrebate. Tam- tas Últimas sólo en raras ocasiones) a. unas obras de Albéniz-Arbos (acoplamien-
bién en la Música estos trogloditas ganan nada con la edad, Sr Presiden- to realmente nada convencional).
mueven sus peones y cuando alguno te. El valor de una y otras no se in- Y es que a mí me sucede una cosa muy
es derribado en seguida blanden la es- crementa con la vejez, como el del grave: soy bruckneriano empedernido. No
taca. No parece, sin embargo, que así vino, sino con la calidad de página y soy vicepresidente, ni sugiero a ningún secre-
pueda sacarse del foso (de la Opera la belleza, respectivamente; con la ori- tario de estado que les debe gustar o que lo
provinciana) a una orquesta sinfóni- ginalidad y la distinción; con la inven- deben oír en el atasco, camino del ministe-
rio, Yo lo que soy es un bruckneriano
ca, cito por caso reciente, sobre todo tiva y la imaginación, etcétera. frustrado.
cuando hace sólo tres años era invi- Glorifiquemos el pasado que lo me-
No sé si acabaré tan loco como Gilbert Ka-
tada a tocar en París, Zurich o Gine- rezca, si; pero no condenemos el fu- plan (dinero no tengo), no sé si me confor-
bra, además de en nuestros Festivales turo. Y menos aún sin previa maré con la versión de Luis Cobos con caja
Internacionales, y desde hace dos na- audiencia. de ritmos en la calle Preciados en época de
die se acuerda de ella. Miguel Ángel Coria rebajas. Lo que sé es que tengo un mono
Bruckner, necesito inyectarme, los discos no
valen un pimiento y voy a reservar el avión
para Tenerife para oírle a VPP la Quinta. Y
Responsabilidad crítica me iré a París a oírle la Séptima a Ceü. Por-
que aquí, en Madrid, la reventa se ha lleva-
do las entradas y las pieles de focas, o los
Señor Director de SCHERZO: ducen a ustedes. Compara F.R. una versión cuellos blancos, que aburrirán hasta morir
(..) Divenido o no —al fin y al cabo, la anterior de «Des canyons...» con la de Pek- con la sinfonía dei organista, estarán senta-
carne es débil—, lo que viene a continuación ka Salonen. que está juzgando (?) y dice: dos donde debían estar sentados los que pa-
me parece de más fuste. El taso entronca na- «hay una diferencia sustancial de tiempo, samos la prueba: diez años sin oír verdadero
da menos que con «la responsabilidad de la 15.20 en la de Loriod y 14.07 en la actual, Bruckner en Madrid.
crítica», «la honradez de los críticos», «¡es- de lo que se desprende una inlerprelacion
te país..!» y demás monsergas. Es decir, el más lema de aquélla». Sin embargo, se ha puesto encanallada-
caso flagrante y encontrado al azar de una mente difícil oír Bruckner al mejor bruck-
De la rapiña efectuada por su colabora- neriano. Tienes que hacerte socio de.,., tienes
crítica en el número de junio en la que se «fu- dor en la propiedad intelectual del pobre
sila» —incluidos los lapsos— una reseña que abonarte a 23 conciertos, incluida la Fort
M.E.O., sólo citaré un caso, para no aburrir, Worlh nosequé..., pagar ciento y pico mil pe-
aparecida en Gramophone, en el ejemplar traduciendo del inglés lo más literalmente po-
de febrero. Léanse, respectivamente, las pá- setas para oír Bruckner, que lo oirán los que
sible. Escribe la víctima: «Des canyons...» quieren oír Barras y Estrellas o la Boda de
ginas 64 y 1284-6, a propósito de «Des can- puede considerarse el contrapunto sagrado
yon s aux étoiles» y otras obras de Olivier Luis Alonso en versión lan deleitable como
de «Turangalila»: ambas obras constan de la de aquel 5 de de enero. Lo siento, misión
Messiaen (CBS). El fusilero es Francisco Ra- diez movimientos, tienen elementos de es-
mos y el negro anglosajón M(ichael) E. O(li- imposible.
tructura cíclica y conceden un papel impor-
vier). Como sabemos todos los que hemos tante a instrumentos solistas. Pero en todo Oír Bruckner en Madrid es misión impo-
sido estudiantes, se puede fusilar pulcramen- «Des canyons...» es más ambiciosa que su sible. Ir a París me sale más barato y, sobre
te (si no artista, se puede ser artesano) y — predecesora; su estructura es más atrevida, todo, más factible. Y cuando VPP ejecute
además de poco honrado— se puede sei cha- menos dependiente de la repetición temáti- la Quinta, a Tenerife. La siento, soy bruck-
pucero. ¿Adivina a qué categoría pertenece ca... La variedad de texturas es notable, so- neriano. Estoy condenado a sufrir.
F.R.? En efecto, primero repite el lapso de bre todo si consideramos que su plantilla Recibe un cordial saludo,
su fuente, esto es, que la obra mencionada orquestal es mucho más pequeña que la de
consta de diez movimientos; pero lineas más José Miguel Rodríguez Tapia
«Turangalila». Madrid
abajo ora su erudición, ora la consulta del
folleto incluido en el doble disco, escribe la V el verdugo: «De disposición similar a su
realidad, es decir, doce secciones. Dice el pue- ¡lustre predecesora», la Sinfonía «Turanga-
blo que el mentiroso ha de tener memoria: lila» {ambas constan de diez movimientos, Los textos destinados a esta sección no de-
también el fusilero, mire usted. poseen elementos de estructura cíclica y otor- ben exceder la¿ 30 lineas mecanografiadas. Es
gan prioridad a los instrumentos solistas) imprescindible que estén firmados.
SCHERZO v reserva el derecho de publi-
Antes de poner un ejemplo, de los muchos iiDes canyons...» es mucho más ambiciosa car tales colaboraciones, asi como de resumir-
que podrían citarse, del saqueo de marras, y no cae en las reiteraciones de aquélla... Otra las o extractarlas cuando Jo considere
permítame citar uno parecido a los que, per- característica es la variedad de la textura de oportuno.
petrado por otros, tama hilaridad les pro- una masa orquestal que sólo suena en «tul

Scherzo 7
opinión

TRIBUNA UBRE

Música
de la adolescencia
na bóveda gregoriana y plateresca cubre toda mi ado-
U lescencia. Los terceletes y las ménsulas del claustro de
Juan de Badajoz, en el que jugábamos los días de llu-
via, van unidos en el recuerdo al canto gregoriano. Ninguna
otra música como ésta podría formar parte lan íntima de mí
mismo. Cuando escucho el gregoriano me siento instalado.
Ejercicio de contención, de autodominio, de disciplina inter-
na y externa, el gregoriano permite la exaltación controlada,
pero no por ello menos intensa, o la placidez turbadora, por
reflexiva. Música en la que la ensoñación y la melancolía nun-
ca permiten llegar ai abandono o a una fruición ilimitada.
El gregoriano o los límites. La estructura del colegio, anti-
guamente monaslerio benedictino, respondía a la medida de
las necesidades y a una funcional distribución del tiempo: la
iglesia, el refectorio, las aulas, los patios. La norma arquitec-
tónica tenía los mismos ritmos del canto gregoriano.
Aquel viejo colegio, a las orillas del Carrión, en plena ve-
ga, es en mi recuerdo como una gran caja de música. Al evo-
carlo, inevitablemente suena. Y suena según las circunstancias
y según las estaciones. Los oficios de Semana Santa darían
paso a la alegría de la Resurrección y los meses de mayo y
de junio, los cánticos colectivos en la huerta, atiplado y fer-
voroso. De entre los macizos de boj subía el olor dulzón y
enfermizo de las azucenas. De la espesa sensualidad crecía
el cántico estremecido.
Nos rodeaba la música. Los pianos nunca descansaban: en
las aulas, en el dormitorio de los mayores, en el refectorio bajo
el escenario. Este debía ser el mejor, los otros eran de bata-
lla. En este nos regalaba con algunos conciertos al año el her-
mano Prieto, hermano del otro, del padre Prieto, el
compositor y director del coro. Buen pianista, había aban-
donado su carrera por el ejercicio de coadjutor encargado de
las compras del Colegio. Sus manos habían dejado de ser de-
licadas por las horas de conducción y trabajos manuales.
La música nos rodeaba, ciertamente, pero a mí me angus-
tiaba la clase de solfeo. Una vez más, la contradicción entre
un arte y la enseñanza. Adorábamos la música, odiábamos
el solfeo.
César Alonso de los Ríos

8 Scherzo
actualidad

Hasta siempre, Scott

Seo li ROSÍ

íctima de la moderna peste Scott Ross, afincado en Francia de las obras de Rameau y lecturas
V negra, esa enfermedad que
responde a cuatro estremece-
doras letras, nos dejó el pasado 13
desde los catorce años, saltó a !a fa-
ma al ganar el reñidísimo y famo-
so concurso de Brujas con veinte
muy poéticas de las de Couperin.
a Haendel supo darle una brillan-
tez extraordinaria y enfocar con
de junio el clavecinista norteameri- años. Desde aquel mismo momen- gran imaginación la música de
cano Scott Ross. Los muertos son to se reveló su técnica soberana, la Bach. Por lo que respecta a su Scar-
siempre los mejores, pero ¿es posi- naturalidad de sus planteamientos latti, aún tendremos que dedicar
ble negarle el genio a este músico y una adecuación total en cuanto al muchas horas de escucha a estos 34
que lo hizo todo, o casi, con su ins- estilo. Ross extraía el idiomatismo compactos para asimilar la grande-
trumento en los 38 años que vivió. propio de cada compositor, resul- za musical que Ross les imprimió.
Scott Ross pasó como una estrella tado al que evidentemente no era Cada Sonata es una renovación de
fugaz. En menos de veinte años de ajena su gran competencia como la maravilla, un mundo recién des-
carrera realizó un número sorpren- musicólogo. A esta faceta pertene- cubierto.
dente de cosas, de lo que es buena ció su edición de las Piéces de
prueba las grabaciones que nos ha D'Anglebert y las obras completas La marcha de Scott Ross nos ha
legado. Su rápido ritmo de trabajo de Scarlatti, trabajos en colabora- privado de más Bach, de nuevas in-
se basaba en una musicalidad con- ción con Kenneth Gilbert, su anti- cursiones en Soler (acaba de apa-
génita y una profunda comprensión guo profesor. recer el disco con el Fandango y
de los textos, no en las urgencias de Los discos de Ross demuestran la ocho Sonatas), el acercamiento a
mercado. Sólo así se entiende que amplitud vastísima de su repertorio. Froberger. Ahora que ya no es po-
el registro de las sonatas de Scarlat- De la música francesa, eje central sible el contacto vivo con el públi-
ti, hecho en tiempo récord, sea un de sus intereses, hizo versiones car- co, queda su herencia fonográfica.
logro artístico asombroso. gadas de elegancia y majestuosidad Para siempre.

Scherzo 9
actualidad

Muerte de un gran pianista


Menos conocido fuera del Reino Unido de lo que se me-
pianistas de las últimas décadas. Nacido en Manchester en
Rolli en el podio. Dos años más tarde tuvo un éxito enorme
al interprelar en los Proms londinenses una obra grande y es-
casamenie conocida: el Concierto par apiano, coro y orques-
ta de Ferruccio Busoni. A partir de ahí, lanzamiento
internacional: en 1961 ganó el premio Liszt en Budapest y al
año siguiente compartió el premio Tchaikovsky en Moscú
conVIadimir Askehenazy. Grabó el Concierto de Busoni y su
nombre se impuso como uno de los grandes del piano con-
temporáneo. Sin embargo, la desdicha acompañó siempre la
vida de este artista excepcional. Su carrera internacional se
vio truncada por sus gravísimas crisis psíquicas —Ogdon era
un maniaco depresivo— y en los anos setenta su nombre de-
sapareció de las salas de conciertos. Durante unos años ense-
ñó en la Universidad norteamericana de Indiana, pero en
precarias condiciones de salud. Por fin, en 1981 volvió a lo-
car en público y a realizar grabaciones, pero su carrera como
concertista internacional estaba definitivamente truncada.
Ahora ha muerto, todavía joven, de una neumonía. Entre sus
últimas grabaciones se cuentan los Conciertos para piano y
orquesta de Rachmaninov con la London Symphony Orches-
tra dirigida por Gennadi Rozhdestvensky, y otra que es una
11
hazaña singular puesto que se trata de la de la magna obra
John Oíd " de Sorajbi, uno de los grandes desconocidos de la música con-
temporánea, Opus clavicembalisticum, llena de dificultades
técnicas tenidas hasta ahora como insuperables.

Nuevo curso
en Las Palmas
Interesante la programación de la So-
ciedad Filarmónica de Las Palmas que
contará para la nueva temporada de
1989-90 con la participación de artistas
tan destacados como los violinistas
Franz Peier Zimerman —que en la pa-
sada temporada dio un memorable
Concierto para violin de Beethoven con
la ONE— y Pinchas Zukermann, los
pianistas Emanuel Ax, A. Lonquich,
Dimitri Sgouros, Elisabeth Leonskaya,
Marc Meikrug, Jorge Robaina, Emil
Naumoff, Assia Slatkova y Bruno Leo-
nardo Oelber. También actuará Krystian
Zimerman con la Sinfónica de Teneri-
fe dirigida por Víctor Pablo Pérez y EUy
Ameling —acompañada por Rudolf
Jansen. En cuanto a conjuntos instru-
mentales se contará con la presencia de
la New American Chamber Orchestra,
The Scholars Barroc Ensemble, el cuar-
teto Alexander (con el clarinetista En-
rié Lluna) y la Filarmónica de Gran
Canaria bajo la dirección de Antoni
Wit, que interpretará la Cuarta Sinfo-
nía de Mahler, actuando como solista
Lynda Russel y que hará también otro
programa con Marcal Gols. ¿immermann

10 Scherzo
actualidad

Salonen a Los Angeles


Como no podía ser menos. Esa —
Peka Salonen se ha mostrado encanta-
do de su reciente nombramiento como
director musical de la Filarmónica de
Los Angeles, una de las mejores orques-
tas de los EE.UU. Reciente aún el cho-
que entre André Previn y la administra-
ción de la orquesta, Salonen, que está
realizando una fulgurante carrera inter-
nacional, ha pasado a ocupar un pues-
to que antes ocuparan artistas de la talla
de Arthur Rodzinski, Otto Klemperer,
Eduard van Beinum, Mehta, Cario Ma-
ría Giulini y el propio Previn. Tal vez
haya quien piense que es una herencia
demasiado pesada para el joven direc-
tor finés, de 31 años, que además segui-
rá siendo principal director de la
Orquesta de la Radio Sueca, y princi-
pal director invitado de la filarmónica
de Oslo. Añadamos que el principal di-
rector asociado de la orquesta de la ciu-
dad californiana será el británico Simón
Rattle.

Esa-Peka Salonen

Música
para la infancia
En los días 27, 28 y 29 de octubre ten-
drá lugar en Rovereto —bajo el patro-
cinio del ayuntamiento de esta ciudad
italiana y de la provincia de Tremo-
una reunión internacional de delegados
de 64 países para firmar la Convención
Internacional sobre los Derechos del Ni-
ño. El documento que salga de esta reu-
nión será presentado un mes más tarde
en Nueva York para ser aprobado por
la Asamblea General de las Naciones
Unidas.
Para la difusión de todos los países
de la Convención se ha pensado en una
jesús López Cobos serie de conciertos de música clásica. En
López Cobos en Cincinnati Rovereto —que ya es sede de un impor-
tante Festival Mozart— habrá concier-
tos interpretados por BBC Concert
Ya atrás su etapa como director de la ONE. López Cobos inicia una nueva Orchesta, que actuará bajo la dirección
temporada en la ciudad norteamericana de Cincinnati como director de su or- de Barry Wordsworth, actuando como
questa, cuyo principal director invitado es el húngaro Ivan Fischer. Otros directo- solistas el clarinetista Michael Lethiec
res que tendrán a su cargo programas en la temporada 1989-90 serán Sir Charles y el pianista Ríccardo Caramella. Ac-
Mackerras. Rafael Frühbeck de Burgos y Gary Bertini. Entre los solistas a desta- tuarán también otros intérpretes como
car María Joáo Pires, Martha Argerieh, Radu Lupu, Alicia de Lar rocha. Floren ce el Cuarteto Prazak, Eva Osinka, Mik-
Quivar, Pinchas Zukerman, Lynn Harrell, Boris Belkin, Jorge Bolet, Nicanor Za- los Szenthelyl, Michal Kanka, etc. Ric-
baleta, etc. cardo Caramella hará después una gira
López Cobos dirigirá entre otras obras, la sinfonía Dame, de Liszt, una de por diversos países, incluida España,
sus obras preferidas, la Holidays Symphony, de Ivés, la Tercera Sinfonía de Lu- para llevar a todas partes esta excelen-
toslawsky y La Damnalion de Fausí de Berlioz. Del repertorio español dirigirá te iniciativa que ha sido ideada y pues-
El amor brujo de Falla y también dos obras actuales: el Tiento de primer tono ta en marcha por Round Talbe y la
y batalla imperial de Cristóbal Halffler y la suite de Zapala de Leonardo Balada. UN1CEF.

Scherzo 11
QctuoHdod

Glyndebourne:
un año más
Se dice que Glyndebourne es el festival con mas Rolls-
Royce por metro cuadrado que se celebra en el mundo y
posiblemente sea verdad. El famoso festival británico es
casi tan famoso por la calidad musical de sus
representaciones como por la estampa, repetida año iras
año con una obstinación típicamente británica, de mesas
plegables sobre el césped y elegantes damas y caballeros
deleitándose —es un decir— con sus sandwiches y sus
bebidas, cómodamente sentados en sillas también
plegables. El Festival, que fue fundado en 1934 por
Audrey y John Chrislie, tiene como orquesta residente a
la Filarmónica de Londres —que realiza esta labor desde
hace 27 años—, como director artístico a Sir Peter Hall
—el que montó la Tetralogía hace unos anos en Bayreulh
con Georg Solti— y como director musical a
Andrew Davis.
El Festival de Glyndebourne suele tener una
programación equilibrada entre el gran repertorio y la
ópera contemporánea. Buena muestra de ello es la
programación para el año próximo: La Flauta Mágica de
Mozart, que dirigirá Lothar Zagrosek, Albert Herrín}-, de
Briiten, a cargo de Graeme Jenkins, Katya Kabanova de
Janacek, con Nikolaus Lenhoff en el podio, Capriccio de
Richard Strauss, con Bernard Haitink, y Falsía//de Verdi,
con Sir Charles Mackerras. El acontecimiento más
importante del Festival —que se celebra entre el 21 de
mayo y 22 de agosto—, será sin duda el estreno de la
nueva ópera de Michael Tippett, New Year, que tendrá
lugar el día 1 de julio. La obra de Tippett —que
cumplirá ochenta y cinco años en 1990— será dirigida
por Andrew Davis en una producción de Peler Hall.
Pérez
Maseda
en Holanda
Me recuerdas tanto y nada, obra de Eduardo Pérez Mase-
da para soprano y conjumo instrumental sobre lextos del
propio autor, estrenada el pasado año en nuestro país, ha si-
do interpretada en Amsterdam, dentro del Festival Mundial,
en versión de Ingrid Kappelle y el Conjunto Instrumental que
dirige Ernst van Tiel. La composición había sido selecciona-
da, junto con De silencio José Manuel López y Piano con-
certant de José Evangelista, por el Jurado Internacional para
el Festival Mundial de la S1MC (Sociedad Internacional de
Música Contemporánea), que debía celebrarse en la locali-
dad francesa de Angers. El Festival no se pudo celebrar en
Angers por haberle sido retiradas las subvenciones a la orga-
nización, por lo cual ésta pasó a ser asumida por la Funda-
ción Gaudeamus de Holanda. La Fundación Gaudeamus
decidió, para salvar el Festival, rescatar veinte de las 37 obras
seleccionadas —de las 700 presentadas— por el Jurado de Pa-
rís. Por otra parte la sección noruega de la S1MC, encargada
de la celebración del Festival en 1990, ha manifestado que de-
seaba hacer su propia selección y que no asumiría los resul-
[ados de 1989. Ante esa situación la sección espartóla de la
SiMC someterá al jurado nombrado por los noruegos la mis-
ma selección presentada al fallido festival francés y que com-
prende las obras siguientes: Kinesis, de Zulema de la Cruz,
De silencio de José Manuel López, Wagadu de Francisco Lu-
que. Me recuerdas tamo y nada de Eduardo Pérez Maseda,
Credo de Daniel Zimbaldo y Tránsito de Enrique Macias.

12 Scherzo
octuolidod

con su Filarmónica de
Ibermúsica, Rotterdam y hará la
Sexta de Mahlei. Tam-
bién lo tiene la presen-
viejos conocidos cia del joven y brillantí-
simo Simón Rattle que
cerrará el ciclo con la es-
Nada menos que Sergiu Celibidache tupenda Sinfónica de
iniciará este año con su Filaiuiónica de Birmingham y la Nove-
Munich el ciclo Orquestas del Mundo, na Sinfonía, de Beetho-
de Ibermúsica. El gran director ruma- ven, concierto que
no se presenta con una Séptima de excepción al mente se ce-
Bruckncr que puede ser memorable. En lebrará en el Palacio de
otro concierto dará !a Primera de Exposiciones y Congre-
Brahrm, el Don Juan de R. Strauss y sos de Madrid. Solistas
la obertura de La /orza del destino de —entre los que se cuen-
Verdi... El tercer concierto del ciclo lo tan Sabine Haas, Theo
dirigirá Giuseppe Sinopoli, que se pre- Adam y Sigfried Vo- Sergiu Celibidache
senta en Madrid al frente de su orques- gel—, Coro y Orquesta de la Opera del Giordano—, con un prometedor mono-
ta, la Philarmonia londinense, con un Estado de Berlín (RDA), bajo la direc- gráfico Gershwin y la Primera Sinfonía
programa que incluye Muerte y trans- ción de Heinz Fricke, ofrecerán en ver- de Cárter. Menos comprensible es la in-
figuración de R. Strauss, y la Primera sión de concierto el Fidelio de clusión de los Solistas de México, diri-
de Mahler. Beethoven, y el segundo acio de Tris- gidos por el compéleme Eduardo Mata,
Otros viejos conocidos, además de tón e Isolda de Wagner. pero con un programa de música barro-
Celibidache: Rohzdestvensky, que esta ca que roza lo absurdo. Sin poner en
vez vendrá con la London Philarmonic Pocos solistas de relieve, pero a des- cuestión la calidad del conjunto —que
y un interesante programa: Schubert tacar la maravillosa María Joao Pires, repetimos, desconocemos— no parece
(obertura de Alfonso y Estrella), Dvo- que hará el Concierto n." 4 para piano muy indicado que en un momento de
rak I Variaciones sinfónicas) y Brahms y orquesta de Beethoven, con la Orques- replanteamiento general de la interpre-
¡Cuarteto op. 25, en la orquestación de ta Gulbenkian de Lisboa, dirigida por tación de la música barroca, que ha he-
Schoenberg), Zubin Metha, con la Fi- Muhai Tang. En el terreno de lo desco- cho envejecer a ilustres intérpretes
larmónica de Israel y dos conciertos con nocido la O. de Cámara de Georgia, di- todavía en activo —léase Munchinger
obras de Ravel (Dafnis y Cloe), Dvorak rigida por Liana Isakadze, que ofrecerá o 1 Musici— un programa que incluye
{Séptima Sinfonía), Schoenberg (Noche un interesante Concieno para piano y la Suite n." I y el Concierto de Brande-
transfigurada) y Schubert (Novena Sin- orquesta de Alfred Sehnittke (solista: burgo n." 4 de J.S. Bach, y el Concertó
fonía), Svetlanov, con la Nacional de la Alexander Slobodiank) y la Fort Wonh para piccolo y orquesta en do mayor de
URSS y un programa Tchaikowsky y Chamber Orchestra-director John Vivaldi.
Prokofieff (Séptima Sinfonía), Mariss
Jansom con su Filarmónica de Oblo,
con Saint-Saens y la Petruschka de Stra-
vinsky, Spivakov con los Virtuosos de
Moscú que hará dos programas, uno de
Anticipos de otoño
Nueva edición del madrileño Festival de Otoño, que se anuncia una vez
ellos sumamente interesante puesto que más con muestras de música, ballet y teatro. En su conjunto la programación
incluye Les iltuminations de Brillen, > tiene un poco de todo: cosas de interés y otras que no lo tienen o si lo tienen
el Concierto, de la gran compositora so- es simplemente escaso. El primer acontecimiento importante lo constituye la
viética Sofía Gubaidulina. Vuelve tam- actuación de La Stravaganza con un programa titulado Músicos de la Capilla
bién Christopher Hogwood, esta ve/ madrileña, con obras de Durón, Herrado y Literes. Un interés sólo relativo
con la St. Paul Chamber Orchestra ol lo tiene la actuación de la Orquesta y Coro Bach de Munich, que bajo la di-
New Vork, y !a novedad de dos obras rección de Hanns-Martin Schneider interpretarán La Pasión según San Ma-
de música del sigio XX: Shaker Loops teo de J.S. Bach y La creación, de Haydn. Más atractiva resulta la presentación
de Adams, y Dumbanon Oaks de Stra- de Les Arts Florissants, que bajo la dirección de William Christie ofrecerán
vinsky. Otro conocido del público ma- un programa con obras de Cherubini, Méhul, Rouget de L'Isle y Gossec, con-
drileño, el húngaro Gyorgy Lehel, con memorativo del Bicentenario de la Revolución Francesa. El gran violonchelis-
la Sinfónica de Budapest ofrece uno de ta Mstislav Rostropovich interpretará tres suites para violonchelo solo de
los programas más atractivos del ciclo: J.S. Bach. El Trio Zarabanda dará un concierto titulado La Venecia de Bene-
un monográfico Bartok, que incluye la detto Marcello y la Stravaganza otro con obras de Haende!, Croft, Monte-
Suite de Danzas, el Concierto n." 3 pa- clair, etc.
ra piano y orquesta y El mandarín ma- En el campo sinfónico dos conciertos de la Orquesta de Bamberg, dirigida
ravilloso. Otro monográfico menos Horst Slein, que en uno de los programas incluye le Don Quijote de Strauss
interesante es el de Tchaikowsky que con Rostropovich como solista. También actuará la Filarmónica de Estrasburgo
ofrece la Orquesta de la RTV soviética, con su ulular. Theodor Guschlbauer. Y la Sinfónica de Madrid, dirigida por
dirigida por Fedoseev (solista, el pianis- Espinar, un concierto dedicado íntegramente a la obra de Bernaola. José Ra-
ta Wladimir Ovchinnikov), aunque tie- da dará un concierto de música francesa para clave y órgano en homenaje a
ne cierto atractivo la inclusión de dos Messiaen, en el que se incluirán además composiciones de los Couperin y For-
obras relativamente poco frecuentadas queray. Superlativo interés puede tener el recital de Lucia Popp, acompañada
del gran compositor ruso como son las por Irwin Gage, con obras de Dvorak, Mahler, Hugo Wolff y R. Strauss. El
Primera Sinfonía y sobre todo la Fan- pianista polaco Piotr Palecny dará un monográfico Chopin. Y finalmente ha-
tasía para piano y orquesta. brá actuación del Cuarteto de Saxofonistas de Madrid, del Grupo Español
También puede tener interés el nor- de metales y del Coro y Orquesta de Cámara de la Comunidad de Madrid.
teamericano James Conlon, que viene

Scherzo 13
octuolidod

Los placeres de la mesa vasca


Ha festejado bien la Quincena Mu- madera y desequilibrado mental— no es-
sical Donostiarra su 50 aniversario. Más tuvo especialmente inspirada a las ór-
de medio centenar de conciertos en po- denes del tampoco muy inspirado
co más de 20 días no está nada mal, so- Ouschlbauer, buen constructor, pero
bre todo cuando aparecen integrados en alejado del espíritu y brillo de la músi-
una programación inteligentemente en- ca de Dvorak (7.a), se situó un plato de
samblada en la que abundan las nove- buen paladar, ligero, pero de fino sabor,
dades, algunos estrenos, ciertas cosas de olor sugerente y especiado: Abestiak,
insólitas y, por supuesto, no se desde- de Bernaola, obra encargo de la Quin-
fla la consabida —y necesaria— presen- cena. Inteligentemente, de fácil mane-
cia del conjunto afamado o del divo ra, con ademanes de gran cocinero, el
millonario. Hasta tres y cuatro sesiones compositor vizcaíno se ha apoyado para
diarias se encontraba el aficionado, du- su construcción en fragmentos del po-
bitativo lógicamente a la hora de elegir. lifonista vasco Juan de Antxieta. La
Entre el 29 de agosto y el I de septiem- buena mano, el sentido para el color,
bre pudieron degustarse algunos exqui- la firmeza en el trazado quedan paten-
sitos manjares —tanto como los que les en un discurso lógico en el que se
adornan cualquier mesa guipuzeoana combina hábilmente la temática de Ant-
que se precie—, aunque también es ver- xieta con variadas ideas de nuevo cuño
dad que hubo que hincarle el diente a hasta conseguirse una obra ligada y
carnes bastante duras o a platos defi- transparente, con evidente parentesco
cientemente condimentados. con Villanesca, composición anterior de
Bernaola. ¿Un producto menor? Podría
Michael Tilson Thomas pensarse. En todo caso, bien hecho den-
Cu arle lo Vogler tro de su falta de pretensiones y aparen-
ticas. Es, por lo visto en la función te conservadurismo. Un lenguado al
Una recia pieza de buena caza alema- dedicada a Gluck (30 de agosto), un Chacolí de carne blanca y tersa. El so-
na, quizá a falta de unos grados de ade- conjunto aseado, entusiasta, creativo en lista en el Condeno de Beethoven, el
oiada maceración, la constituyó, un lo escénico, discreto en lo instrumental violinista Uto Ughi, no se mostró —
:xaio sorprendentemente, este joven (12 músicos que tañen violines, violón- aparte su reconocido bello sonido— en
grupo berlinés formado por muchachos cellos, contrabajo, oboes o flautas de buena forma: deficiente legato, imper-
salidos hace muy poco del conservato- época con adecuada conjunción, no fecciones tonales, lirismo ausente...
rio. Carne jugosa, bastante tierna, bien perfecta afinación y ciertas insuficien-
entreverada, escasamenie aromática y cias en las maderas), bien ensayado y Decepción
de sabor no demasiado delicado toda- gobernado por Dirk Baert. El objetivo
vía, pero magníficamente presentada y expuesto en el programa de mano de La Sinfónica de Londres es, quién lo
razonablemente sazonada. Arcos segu- conseguir «un nivel de canto altísimo» duda, una gran orquesta; Michael Tíl-
ros, medidos, conjunción excelente, di- en modo alguno se cumple: voces po- son Thomas, uno de los directores que
námica bien contrastada (sobre todo en bres, pequeñas, regularmente utilizadas ahora pitan. Pues bien, aun contando
Beethoven), afinación casi intachable y (con la salvedad, si acaso, de ¡a de Ca- con la seca acústica del Victoria Euge-
sonido poderoso. He aquí algunas vir- roline de Meyer), aunque integradas nia y con las copas y comilonas que los
tudes que ya atesoran estos músicos ger- profesional mente en el todo. Las dos músicos ingleses llevaran encima —la
mano orientales. En cuanto pulan pequeñas delicias gluckianas, Le cinesi estancia en esta tierra es una tentación
ciertas durezas que impiden, por ejem- y UArbre enchanté, esta última autén- invencible al respecto—, resulla difícil
plo, alcanzar la ligereza y gracilidad idó- tica novedad, fueron ofrecidas, con comprender que una y otro brindaron
neas en un Opus 44. I de Mendelssohn enorme economía de medios, de mane- el 29 de agosto un concierto tan frío e
muy precisa y ágilmente tocado en cual- ra imaginativa, detallista, cuidada; con imperfecto en el que se pudieron escu-
quier caso, profundicen algo más en el suficiente nivel como para que pudié- char una 4." de Beethoven escuálida,
sentido de la música y aprendan a crear ramos comprobar la gracia un tanto pi- falta de tensión, extrañamente amane-
esa magia tímbrica que proporcione el cante e ingenua que las adorna, la rada y desajustada, y una Consagración
debido misterio a una, por lo demás ex- inventiva melódica y la frescura instru- de la primavera bien medida, sí, cuida-
celentemente diseñada Suile Lírica de mental propias de un Gluck anterior a da en lo timbrico, con instantes de lo-
Berg, habrá que empe¿ar a considerar su gran salto de Orfeo y Eurídice, de grada poesía, pero ajena, distante,
muy seriamente en el firmamento ca- 1762. Dos tiernas aves, dos poulardas exenta de fuerza energética, de dimen-
meristjco a este cuarteto, capaz, de to- adornadas con gusto, pero acompaña- sión telúrica; un virtuosismo más bien
dos modos, de calar en gran medida en das de una salsa en exceso agridulce. huero. Estreno mundial del inglés Co-
el lírico mensaje del n." 7 beetho- lín Mathews, Quairain; partitura sóli-
veniano. da, de moderno, agresivo y bien
Estreno de B«rnaola realizado contrapunto para unos meta-
les espléndidos. En fin, otra vez será y
Tra rispara ni Opera En medio de un concierto que no pa- podremos saborear, en vez de una pes-
sará a la historia, envuelto en una car- cadilla algo enflaquecida, una buena
Con este bello nombre se presenta la ne con extraña textura y sabor de (asajo, merluza con kokotxas.
Opera de Cámara de Amberes, que cen- seca e irregular, en el que la Sinfónica
ira toda su actividad en obras camerís- de Euskadi —apreciable cuerda, gris Arturo Reverter

14 Scherzo
-actualidad-

De recital
a recital
San Sfbssliín. Teatro Vicloria Eugenia. 24-VIÍI-KM
y 25-VNI-89. InLérpreles: Momwrrai Caballé y Te
resa Berganza. Obras de Caballé: Haendel. Ross]-
ni, Bellini. Boko, PUCUIIÍ. Orquesta Sinfónica de
Euskadi. Director: José Collado. Obras de Bergan-
¿a: Rossini, B¡7si, Rodrigo, Guridi. Offenbach
í'iano: Julio Pareja.

Montserrat Caballé volvía a interpre-


tar prácticamente el mismo programa
que hace poco tiempo cantaba en Bil-
bao. Una selección de arias que no ne-
cesitan más que la voz bien centrada
para su interpretación. Unos bellísimos
adagios, como el Se pietá non senli del
Giulio Cesare, de Haendel o el Dopo
¡'oscuro nembo de la ópera Adelson e
Salvtni, de Bellini, a los que casi ni les Dun tiwi'itii'ii. en Sun V/ws ÍIU/I
hace falta ser cantados, dada la hermo-
sura musical que encierran per se. Ca-
ballé no tenía más que cerrar los ojos
y acudir a sus efectistas filados o a su
Un Don Giovanni de Vodevil
San Stbailün. Teatro Victoria Eugenia. Don Giovanni. de Mozan. Orqueila Sinfónica de tuikadi.
acariciador falsete para ganarse al pú- Dirección Orquesta: Olivier Cuendet. Mry Shearer, Daniella Sounova. Michele Pcrlusi. Ludek Vele.
blico. Solamente le oímos cantar in for- Alfonso Echeverría. Juan l.uque.
te, enseñando la voz, en el aria Sola, A pesar que el cincuentenario pu- compañando su canto con patéticos
perdula abandónala de Manon Lescaut, so alas a la organización de la Quin- gestos, cuando se supone que su per-
donde además se le agarrotó la voz al cena y la voluntad e intencionalidad sonaje es frío y además incapaz de
final. Por fin, pudimos apreciar su ar- de la misma quedara patente con la amar. En su implacable aria Or sai che
le cuando interpretó el aria L'allra nol- elección misma de esta grandiosa ópe- l'onore. anduvo muy justa y sin fiato.
te in fondo al mare del Mefisiófenes de ra, el resultado ha sido negativo. Hoy Daniella Sounova fue lo conirario,
Boito, donde la soprano evidenció una día, el teatro Victoria Eugenia, no está cuando en realidad debe ser ella la
exquisita dulzura lineal y no menos ex- dotado técnicamente para poderse re- emotiva y vengativa Elvira. Tanto una
celente fiato. Insistió con el Tanii Af- presentar en él, con calidad y fluidez soprano como la otra cantaron chillo-
felii del Tancredi rossiniano, como lo una producción como la de Don Gio- nas y poco musicales, a falla de una
hiciera en Bilbao y que da la impresión vanni. Así pues, si en cuanto a la rea- técnica aún sin pulir.
que !a tiene obsesionada, pues no logra lización, nos debíamos comentar con Desde el punto de vista musical, Al-
superar todas sus agilidades con la lim- los papeles pintados y los murales fonso Echeverría y Juan Luque fue-
pieza debida. Obsequió al auditorio con acartonados de siempre; vocalmente, ron los que apuntaron con nitidez sus
dos propinas, que tampoco dijeron na- Michel Perlusi estuvo lejos de inter- ,'ualidades. El bajo aportó naturali-
da y que también forman parte de su pretar a Don Giovanni. Al barítono dad a la escena y en lo voca! cantó con
invariable repertorio concertísiico, con alto italiano le falló volumen y peso facilidad su aria fío capito signor. El
el denominador común de la monoto- en la voz. De ahí que se decidiera a tenor, aunque estático en escena y a
nía. El director Collado aprovechó el cantar su personaje con grandes do- pesar de habernos privado de su pri-
momento de las oberturas tan conoci- sis de mezza voce e incluso de falsete, mera aria Dalla sita pace, cantó la se-
das y del buen hacer de la Sinfónica de como así fue en la serénala Den! vie- gunda, // mió tesoro de manera
Euskadi para escapar del yugo de estar ni alia finesira. En el terreno del en- perfecta.
siempre a disposición de la soprano. redo y la jocosidad anduvo más suelto El maestro Olivier Cuendei, quien
evidenciando buen fraseo y dicción. dirigió con destreza a la Sinfónica de
Al día siguiente asistimos a un reci-
tal que nos hizo recordar lo que signi- El bajo Ludek Vele no comulgó con Euskadi, debió de sorprenderse como
fica el canto con mayúscula. La la tradición bufa italiana. A pesar de nosotros, cuando apareció un inespe-
memoria nos fue refrescada por Teresa cantar con una voz de grato color, an- rado coro de los herreros tras los bas-
Berganza. La gran mezzo madrileña rio duvo siempre calante y desafinando, tidores, que a martillazo limpio nos
se conformó con cantar un programa lo que se notó sobremanera en la pre- impidió disfrutar del hermoso trío
lleno de colorido y contrastes. No le ciosa aria bufa Madamina. Proregga giusto ¡i cela.
bastó con ofrecernos una Cántala pa- Mary Shearer, que interpretaba a
ra voz y piano de Rossini, con recilaii- Doña Ana, exageró en sus ademanes. N.D.
vo, aria y cabaleita, agotadora y de
máxima dificultad para cualquier voz. tre bravos y oles a saludar (ras interpre- ciendo de borracha. Terminó su actua-
Acometió además siete propinas que tar La Habanera, de Carmen, de su ción con la romanza de La Gran Vía y
enloquecieron al público. Fueron las Carmen. el Zapateado de La Tempranica, delicias
arias que resumían el éxito obtenido en Volvió de nuevo a su Rossini queri- de expresividad, gracia y salero. Teresa
su larga carrera, su esencia. Asi, vino do con el Tanli Affeili, de Tancredi can- Berganza siempre ha sabido unir su pro-
primero la última aria de la Ceneren- tada con pureza y fielmente. La artista fesionalidad con el arte de un canto ini-
tola, Nacqui a/l'affano pian/o, de ese madrileña, también emocionada, anun- gualable.
compositor que cuanto más difícil es, ció que a continuación iba a cantar La
más parece disfrutar la mezzo. Salió en- Perichole, otra de sus creaciones, ha- Niño Dentici
Scherzo 15
.actualidad.

tro de la Catedral, el patio de la Asam-


Animado y polémico blea Regional y la Bien Aparecida,
fueron a los que, con independencia de
los ya citados asistí— puede ser encua-
Excelente, colosal agosto, en efecto, fueran tan acentuadas como se antoja- drado, desde el punto de vista interpre-
en cuanto a meteorología se refiere, el ban en principio, bien porque ya con el tativo, entre lo muy bueno y lo
de este verano en Santander. Uno, que Festival en marcha la dispersión se ad- excepcional.
no es joven y que ha pasado todos los virtiera menos, o bien porque el altísi- Por empezar con las convocatorias
de su vida allí, no recuerda asi como mo nivel de un número considerable de que merecieron este último calificativo,
así otro igual en punto a sol. Sí los veladas superara cualquier previsión en creo que pudieran ser éstas: el por tan-
recuerda, y mejores, en lo que se re- ese sentido, se impone una valoración tos motivos subyugador recital que re-
fiere a acumulación de figuras y de global decididamente positiva. Se des- dondeó Teresa Berganza en un claustro
aconiecimienios en su Festival. Pero membra a conlinuación, en plan tele- catedralicio hirvienle de calor y de en-
gráfico, esa valoración, sin perjuicio de tusiasmo; la formidable intervención,
algún juicio pormenorizado en otros lu- en tres pasos a dos, de Julio Bocea y
gares de la revista. de la no menos formidable Eleanora
Apartemos de un soplo lo poco que Cassano; las dos presencias del piano
—además, en mi opinión, que no en la solista de Krystian Zimermann y de Ali-
de una enorme cantidad de público- cia de Larrocha, con adecuados acom-
resultó claramente rechazable: las tres pañamientos respectivos de la Orquesta
jornadas-mosaico de arranque, con el Sinfónica de Tenerife, a las órdenes de
soporte, mucho más presuntuoso que Víctor pablo Pérez, y de la Scottish
convincente, de la Metropolitan Opera Chamber Orchestra, llevada por Leo-
House Orchestra, de New York, y la que pold Hager; el recital del violinisla Pin-
tuvo lugar en una Porticada alargada chas Zukerman, muy bien acompañado
con vídeo gigante a la cercana plazuela por Marc Neikrug; y la soberbia cali-
de pombo, no salvada de su indigesta dad instrumental, por fin, de la London
mescolanza, ni de su cursilería casi per- Symphony Orchestra, que clausuró la
manente, ni siquiera por la excelente la- edición, aunque no sea posible que sea
bor recitadora de Nuria Espert, ni por acompañada en este apartado de excep-
la indudable musicalidad de José Ca- cionalidades por su director titular Mi-
rreras, ni por la más que digna contri- chael Til son Thomas.
bución de la Coral Salvé de Laredo, Lo que, sin llegar a ser excepcional,
dirigida por el propio Ocejo. cabe considerarse de todo punto exce-
Prácticamente todo lo demás —y ese lente, podría ser encabezado por el ca-
demás se compone nada menos que de da vez más musical y mejor acoplado
veintiún conciertos o espectáculos que conjunto Zarabanda que dirige Alvaro
repartidos entre la portieada, el claus- Marías, que contó con la colaboración
Pinchas Zukerman
uno llega también a la conclusión, pen- Un Fidelio dedirector
sándoselo un poco, que tampoco ha ha- Es sintomático que una ópera fundamental del repertorio como Fidelio
bido tantos claramente superiores. se dé aún en versión de condeno. Este tipo de acercamiento, plausible si aca-
Porque resulta que abundaron, allá por so a la hora de rescatar obras ignoradas, se justifica poco o nada al tratar
el último julio —una de las pocas ex- una pieza capital, y viene a recordarnos la paupérrima situación del género
cepciones fue Scherzo (ver número de en nuestro país. Eliminada la dimensión escénica, convertido Fidelio en una
julio-agosto)—, las voces agoreras que suerte de oratorio de la lealtad amatoria burguesa, el peso del discurso dra-
sólo veían ausencias, fallos y limitacio- mático de la obra recayó en los cantantes. Desafortunadamente, fue en el as-
nes en la vasta programación anuncia- pecto vocal donde más se resintió la interpretación escuchada en Santander,
da. Por ganas, simplemente, de las incorporaciones de los personajes resultaron a todas luces insuficientes,
censurar, se llegaron a escribir inexac- vacias de teatralidad. Linz hizo un heroico esfuerzo por cantar su parte de
titudes objetivas de bulto, como la de Pizarra pese a estar enfermo. La voz le falló en no pocas ocasiones. Janis Martin
que se había hurtado a Cantabria la pri- cantó una Leonore en exceso acida y metálica, su linea se destempló en varios
micia de la presentación, o la de que era momentos y solía tender a la estridencia de los agudos. El trabajo más nota-
francamente deficiente la acústica de la ble correspondió a Gary Lakes como Florestán. Con una materia vocal algo
plaza Porticada. Bien es verdad que se corta y no siempre segura, el tenor se entregó a fondo y compuso convincen-
podrían encontrar algunos extremos en temente las pasiones del personaje. La Orquesta Nacional de Francia, sin ser
los que no se habían alcanzado las co- una centuria de primera fila —fueron ostensibles las deficiencias de los
tas previstas en los primeros planes reor- metales—, dio un buen rendimiento, sobresaliendo la prestación de la cuerda.
ganizadores de José loiis Ocejo, y otros Extraordinario el Orfeón Donostiarra, en especial en el vibrante coro final.
en los que, incluso, se había retrocedi- Vertebrando esta lectura de Fidelio se encontraba Lorin Maazel. Átenlo a to-
do algo —menor presencia de la músi- dos los detalles, a su intervención se debió el que a la postre la versión tuviera
ca contemporánea en general y de la un gran nervio. El resultado fue un Beethoven pleno de energía, conteniendo
española en particular; cupo diminuio la parte musical lodas las tensiones de la inexistente escena. Todos los músi-
para la de cámara; escasa atención pla- cos vieron puesta a prueba su profesionalidad ante el bárbaro comportamien-
nificadora para lo que se ofrece, dema- to de algunos espectadores que pretendían entrar a la fuerza en el recinto. Debe
siado disperso y heterogéneo— pero reconocerse que estas personas quedaron fuera por el inopinado adelantamiento
sean las cosas como fueren, es más cier- de la hora de comienzo impuesto por la orquesta.
to todavía que a la hora del juicio ge- E.M.M.
neral, bien porque las limitaciones no

16 Scherzo
actualidad

de la soprano Jennifer Smiih, para con-


tinuar en e! ordenamiento cronológico
que sigo, por una extensa relación: la
compañía francesa de danza de Maguy
Marín; el pianista tinerfeño Guillermo De Berlioz a García
González, en un recital dedicado a la
memoria de Ernesto Halffter con estre- Además de Fidelio, que se comeóla junto a estas líneas, la Orquesta Na-
no absoluto de dos páginas de éste y cional de Francia y Lorin Maazel dieron oiro concierto deniro del Festival de
que había tenido apropiado antecedente Santander dedicado por completo a la música francesa. Elegancia y refina-
en la conferencia de Antonio miento fueron las notas más destacadas de las lecturas de las dos obras de
Fernández-Cid en el museo de Bellas Debussy —Preludio a la siesla de un fauno. El Mar—, aunque algunas de las
Artes santanderino; el resto de las in- sutilezas de la primera de las piezas se perdieron a causa de la no óptima acús-
tervenciones de la agrupación canaria, tica. La Sinfonía Faniasua de Berlioz fue un prodigio de suntuosidad orques-
con el estreno también absoluto de la tal (aun con algunos fallos en los vientos). Maazel se tomó el exacerbado
Suite del Noroeste del castreño Arturo romanticismo de la obra con un punto de sana ironía.
Dúo Vital, en el vigesimoquinto aniver- El trío Diabelli, formado por Willy Freivogel (flauta), Enrique Santiago
sario de su muerte; la doble presencia (viola) y Siegfried Schwab (guitarra), frecuenta un repertorio muy poco usual.
del canto gregoriano en las voces de la Acaso algunas de las obras que locaron en el concierto de la ciudad cántabra
Scola Gregoriana de Brujas y de la Es- no sean de gran entidad, y desde luego resulta discutible acudir a la transcrip-
cuela Coral de Viena; la también doble ción—hecha por Wenzel Matiegka— déla Serénala Op. SdeBeethoven, pero
presencia de la Orquesta Nacional de lo indudable es la altísima calidad de sus prestaciones instrumentales. Con
Francia, la primera con el Orfeón Do- un cuidado trabajo (imbrico, los músicos del Diabelli realizaron deliciosas lec-
nostiarra y en ambas con Lorin Maa- turas de la Grande Serenade del compositor que les da nombre y muy espe-
zel; el representante de la música de cialmente de la transcripción de Carulli de la obertura de La Gazza ladra de
cámara siricto sensu, el Trío Diabelli, Rossini. Su capacidad de comprensión estilística de cada pieza se mostró en
con la bien consiruida Tricromía (1988) la inieresante obra Tricromía de Báfiuena y Soler.
del valenciano José Báguena; la colabo- El Gesualdo Consort de Amsterdam propuso un programa de polifonía
ración, tan entrañable para Santander, con páginas del Renacimiento y el primer Barroco, así como obras de nuestro
de la Nacional y el Orfeón Donostia- siglo. El concierto incluía el estreno de los Tres poemas amorosos, sobre tex-
rra, llevados por Rafael Frühbeck; el tos de Gerardo Diego, de Juan Alfonso Garda. Con un evidente dominio del
perfecto y un punto aséptico Gesualdo medio vocal. García ha cuajado en esta bella obra una propuesta de lirismo
Consorl de Amsierdam, encargado del moderno. Las interpretaciones del Gesualdo gozaron en todo momenio de la
estreno de los Tres poemas amorosos de alta calidad de las voces de sus miembros y de una más que notable conjun-
Juan Alfonso García, como lo fue el ción. La labor de Harry van der Kamp, bajo del grupo y su director, fue esen-
conjunto de crompetas de Claude Rip- cial a la hora de crear la base del empaste.
pas, con el organista Diego Fasolis, del E.M.M.
otro encargo del Festival, el tríptico de
Ángel Oliver, digno sólo por este dato
de cerrar este capítulo de notables.
Creo que no es poco lo que acabo de
resumir, máxime cuando todo lo no ci-
tado fue merecedor, sin duda, de un
aprobado alto. Y que la edición en su
conjunto se ha hecho acreedora a un
aplauso sin reservas. Pero es que ha ha-
bido, además, animación suplementa-
ria. La surgida por unas declaraciones
de ciertos diseñadores norteamericanos,
al parecer despechados, sobre los su-
puestos mil y un defecto del teatro del
Festival que se eslá construyendo en
Santander. No he podido ver el nuevo
edificio por dentro. Opiniones que es-
timo de la máxima credibilidad llegan
a defender, sin embargo, que se trata del
••mejor, con mucha diferencia, de cuan-
tos se han construido últimamente en
el país». Es explicable, pues, la indig-
nada reacción del presidente de la Auto-
nomía cántabra, por más que no lo sean
algunas de las manifestaciones que la
acompañaron. Esperemos que sean úni-
camente fruto de la irritación, y subsa-
nabtes, afirmaciones como las de que
el Festival va a desaparecer para repar-
tir sus citas a lo largo del año; o la de
que la programación la dictará él.
Leopoldo Hontañón

Scherzo 17
actualidad

La música y
los ecologistas Pollensa: un festival en alza
Mítaga. I Festival Internacional de Música de Ma Piillrnta: ;i-VI1I-H9. ( laustrii ilel t ó m e n l o de questa Sinfónica de la Radio Soviéti-
bella. 2] al 28 de julio. Dircclor arlisiico: Vlat Si. Domingo. IX'bimv ÍM v e w rí? un luitmi. ca, con Vladimir ledoseiev; Pinchas
mir Spivakov1. Con \a colaboración d i La Re í-l unir. UtTliiv: Sinlímíü J-ii/itüMinir Ori|LjeMa
t-undación de Música de Cámara. Principales i NLII'KUIÍIL de iTancia. Director: I orín Maj'i'l. /.ukerman y la Sintónica de Bamberg,
térpretes; Vladimir Spivakuv, Viriuo«i« de Mo con (Jeorges Prétre, entre otros.
cú. Orfeón Donostiarra. Elena Obrazlsov Con el patrocinio del Ayuntamien-
Enrique Pércí de Guzmán y Gary Hoffman. Ciñendonos al concierto objeto de
to local, de la Consclleria de Turis-
este comentario, poco nuevo se pue-
Un millonario americano, David mo y del Conscll Insular de Mallorca,
de decir de intérprete tan conocido co-
Brockman, ha creado un curioso festi- la bella ciudad balear de l'ollcnca —
mo Ixjrin Maa/el. FU maestro presentó
val musical en Marbella. El lugar esco- enclave escogido por un sector alta-
un programa rotundamente francés,
gido es la Cantera de Nagüelles, que i> mente ilustrado de turismo europeo—
que le sirvió a las mil maravillas para
como una versión malagueña del mon viene desarrollando desde 1962 un
poner de manifiesto su espléndida (éc-
te Rushmore de Dakota del Sur, pero sin atractivo festival de música, cuyas se-
mca directoría! y su proverbial virtuo-
las famosas efigies. Durante las noche- siones tienen como marco el hermo-
sismo. Apresurémonos a decir que la
de intenso y húmedo calor el visitante so Claustro del Convenio de Santo
Orquesta Nacional (Je Francia, una
se siente envuelto por una especie de la Domingo. Artistas como Wilhclm
agrupación de extraordinaria calidad
xitud, un adormecimiento muy próxi Kempff, Friednch Gulda, Sviatoslav
instrumental y de una sensibilidad ló-
mo a la felicidad. Riditer, Alicia de l.arioeha, Alexis
gicamente muy francesa, respondió
Estamos ante un festival de lujo — Weisscmberg, Marina Argerich, Rita
con meritoria exactitud y brillantez a
un festival-capricho, si se prefiere—, pa Strcich. Jancl Baker, Isaac Stern,
las demandas de su director. Aparte
ra el cual el matrimonio Brockman h;i Henry Szering, Pierrc Fournier, y con-
de la finura y flexibilidad de la cuer-
contratado al prestigioso violinista Spi juntos como el Cuarteto Vcgh, el
da, merecen destacarse ciertos solis-
vakok en calidad de director artístico > Melos, la English Chamber Orches-
tas de viento, como el flauta y el
que supervisa unos conciertos adapta tra, etc., entre otros, han actuado en
clarinete. Así, pues, con estos elemen-
dos al más estricto repertorio. Los na este Festival desde su fundación, lo
tos a su disposición, la sutil batuta de
turales problemas de organización han que da idea a su nisel artístico y de
Maazel hizo verdadero encaje de bo-
pasado a segundo plano minimizado- la exigente planificación que han lo-
lillos, y no solamente —como era
ante otro muy serio que ha gravitado grado sus organizadores. Una ojea-
esperabie— en las partituras de De-
diariamente sobre el festival: la oposi da al programa de la presente edición
bussy, sino también, sorprendente-
ción de los ecologistas a la organización nos confirma esta impresión, si cabe,
mente, en pagina tan manida como la
del mismo y a la labor de sus promoto- corregida y aumentada, pues, aparte
füniü\ticti de Berlioz. Virtuosismo or-
res. Para llevarla a cabo han llenado Ni de Lorin Maazel y la Orquesta Nacio-
questal y brillantez legítima, pues,
montaña de pancartas de protesta y han nal de Francia, este verano se han da-
fueron ¡as características principales
propagado informaciones falsas referí do cita en Pollenea nombres de
de ésle que sin duda fue el concierto
das a la supresión de uno de los cor- prestigio internacional tales como
«estrella» del Festival.
ciertos. Montserrat Caballé. Música Antigua
Pero vayamos con la música. El 22 Koln, con Reinhardt Goebel; Barry
de julio tuvo lugar un programa dedi- M. el Cuarteto Orlando, la Or- Luis Sales.
cado a Mozart a cargo del Orfeón Do
nostiarra y los Virtuosos de Moscú,
dirigidos por Spivakov. Fue sin duda el anas muy conocidas, italianas y fran- pañol tira de medio centenar de músi-
mejor concierto del festival, y lo inte- cesas, y pese a algunas asperezas cir- cos vieneses. Pérez de Guzmán locó con
graron la Sinfonía N.° 28, Eine Kleine cunstanciales las más redondas de la buen gusto, sin abusar del rubato ni si-
nachimusik y la Misa de la Coronación. velada fueron las de Carmen y Sansón quiera en la famosa Romanza del Con-
El Mozart de Spivakov es un Mozart de y Dalila, donde además no robó ningu- cierto n." I de Chopin, y si en algún
claro signo virtuosístico. Un Mo/.art sin na de sus notas al tenor. momento se le vio desconcentrado o
nubes, en el que hay poco lugar para la Los dos últimos conciertos que pu- apático, buena parte de la culpa hay que
melancolía y en el que lo que importa de ver tuvieron como protagonistas a achacársela a un sector del público que
es el sonido. En la segunda parte se vio dos solistas conocidos, Enrique Pérez llegaba larde o aplaudía a destiempo.
reforzado por la solide/, del Orfeón Do- de Guzmán y Gary Hoffman, acompa- El cellista Gary Hoffman estaba un
nostiarra y de una buena soprano ar- ñados ambos por una orquesta deficien- lanto obsesionado con las cuerdas de su
menia Araksa Davtian, que destacó te. Estaba compuesta por jóvenes instrumento, un espléndido Amati, que
dentro de un cuarteto vocal poco tras- vieneses que, cobijados bajo el sugesti- debido al calor y a la humedad del am-
cendente. vo nombre de Viena Sinfonietta, pro- biente tendían a destensarse. Comenzó
Otro plato fuerte, al menos sobre el tagonizaron una Quinta de Beethoven el Concierto en Re de Haydn con algu-
papel, era la actuación de la mezzo ru- entre las más quiméricas que he escu- nas destemplanzas pero se centró ense-
sa Elena Obraztsova acompañada por chado en mi vida. En el Condeno pa- guida, haciendo resallar un sonido bello
una orquesta de la que luego hablare- ra Piano n." 21 de Mozart no existió aunque de escasa amplitud. En las Va-
mos. La Obrazsova, tiene una buena paridad entre la Viena Sinfonietta y Pé- riaciones Rococó de Tchaikowsky pare-
voz y un volcánico temperamento, pe- rez de Guzmán, imposibilitándose el cia sentirse especialmente a sus anchas,
ro abusa de las guturalidades que per- suave diálogo entre orquesta y solista. haciendo frases de gran musicalidad y
judican la igualdad de los registros y no Hubo momentos en que la primera no poniendo caras melifluas ante la apro-
se le ve gran empeño en buscar, inclu- existía, se hundia en no sé que inson- badora complacencia de! público.
so en las piezas que así lo exigen, un so- dables abismos, pero de todas formas
nido más lírico y de menos peso. Cantó es regocijante ver como un músico es- Joaquín Martin de Sagartnínaga

18 Scherzo
actualidad

Demasiados divos
Barcelona, (.irec 89 Paro de la Ciuiadella-
Un Puccini primerizo
17-Vil-89. June Anderson. Kaiia Ricciarelh, Alfre- Ptrdidi: III Feslival Internacional de Música Murallas del Carmen II de agosto de 1989. Ballfi dd
do Kiaus, Thomas HamrKon, Simón Esleí, y Rug- Tealro I irk-o National I j /aiyuela (iounod la nuil de Wilpurgis. Puccini: l¿ Villi.
gero Kaimondi - Orquesta Ciuiat de Barcelona.
Dtor: Rafael Fruhbect de Burgos • 17 de julio 1989 dable expresividad de los bailarines, agi-
- Paic de la Ciuladella.
lidad y cohesión, ni de que el vestuario
fuese escasamente imaginativo y algo
trasnochado. No: los problemas, en rea-
Cuando dentro de la programación lidad, llegaron con Le Villi, ya que, aun
del Grec 89 se anunció este concierto a admitiendo que el Ballet de La Zarzuela
los aficionados a la ópera les pareció estuvo mucho mejor y que los cantan-
una ocasión sensacional, y prueba de tes eran de óptima calidad, se nos ofre-
ello es que pronto se agotaron las loca- ció, de esta ópera primeriza de Puccini,
lidades, a pesar que su precio no era ba- una versión concertante con algunos
rato. Por un lado permitiría oír a números de ballet incluidos (obligados
cantantes como June Anderson, que en el intermezzo situado enire los dos
aunque anunciada en el Liceu para Lu- breves actos que componen la ópera).
crecia Borgia canceló su actuación, o Ni ópera escenificada ni ópera en ver-
también volver a oír a la repetidamen- sión pan tom i mico-coreográfica: ni car-
te anunciada Katia Riccíarelli, y por ne ni pescado.
otro lado a cantantes que últimamente El trio canoro, ajeno en ese sentido
se han prodigado más en nuestra ciu- a toda responsabilidad, tuvo una actua-
dad como Kraus, Estes o Raimondi; ción importante. La Caballé, en el pa-
junto a ellos el interés por conocer per- pel de Anna, con su habitual
sonalmente a Thomas Hampson, un identificación con las heroínas pucci-
cantante que está escalando la fama en nianas, estuvo mucho mejor que en la
el mundo operístico. La realidad fue al- Medea ofrecida en Perelada lan sólo
go menos brillante, y no, generalmen- Maya Pliselskaya una semana antes. Bruno Sebastián, en
le, por motivos artísticos, sino por la la parte de Roberto —parte ya de ver-
organización del Concierto. La dirección del Festival de Peralada dadero tenor pucciniano— mostró un
En el campo artístico June Anderson tuvo el acierto de ofrecer una velada instrumento vocal de plateados colores,
demostró que posee cualidades para es- concebida, según decía el programa, muy aceptable en estos tiempos de cri-
tar en el esirellato, patentes en el aria «en torno a dos compositores distintos, sis generalizada de voces, y con una ex-
Depuis le jour de la ópera Louise, de Gounod y Puccini, vinculados por la celente versión del aria Torna aifelici
Charpentier, así como dando la réplica utilización común de la danza en sus di. Joan Pons se prodigó con una lige-
a Alfredo Kraus, en el dúo de Lucia di óperas». ¿Qué objetivos podían conse- ra ronquera, pero dibujó con recios tra-
Lammermoor; en las difíciles arias y ca- guirse? En primer lugar, se procuraba zos al personaje de Guglielmo Wulf,
balletta de La Sonámbula no alcanzó una sesión marcadamente coreográfica, padre de Anna, en una breve particello
a solventar algunos de los retos que pre- género que dentro del Festival no goza con tintes verdianos. En el intermezzo
sentan. Katia Ricciarelli demostró que según parece de la predicación de otros actuó correctamente como narrador el
posee cualidades que no siempre desa- géneros; en segundo lugar, no dejaba de veterano tenor Giuseppe Di Stefano.
rrolla regularmente; cantó con buena lí- ofrecerse ópera, y además una verdade- Destaquemos, en fin, la gran labor de
nea ¡o son t'umile ancella de Adriana ra rareza como es el caso de Le Vüli, José Collado al frente de la Sinfónica
lecouvreur, de Cilea, con alguna vaci- primera ópera de Puccini. Pero la em- de Madrid, que tuvo un rendimiento su-
lación, y dio por momentos brillantez y presa, no salió totalmente a flote. perior a otras actuaciones anteriores (en
fuerza al aira Pace, pace, mió Dio de La culpa no es imputable a que a la el foso de La Zarzuela) que le recor-
La Forza del Destina De Alfredo Kraus versión de La nuil de Wálpurgis de Gou- dábamos.
hay que destacar siempre lo mismo: su nod interpretada por el Ballet de La
depurada técnica, su fraseo elegante y Zarzuela, le faltara, a pesar de la indu- Jo. R.B.
que la voz cuando se ha calentado ad-
quiere la redondez para culminar sus
frases. Estuvo bien en el dúo y mejor los regisiros, su fraseo depurado y su jado para el final a Thomas Hampson,
en el aria del último acto de Lucia di gran capacidad de desarrollo de los per- porque en sí puede representar el futu-
Lammermoor, superó con creces a sonajes, que ya le habíamos admirado ro, y realmente si hemos de opinar por
Hampson en el bello dúo de una obra en Barcelona; completó su actuación lo visto en la Ciutadella no es muy pro-
hoy en día lan poco frecuente como Les con el aria de Banco de Macbeth, con metedor; su voz no es especialmente be-
pécheurs de pedes, de Georges Bizet, y una versión llena de intención. Rugge- lla, le falta un cierto cuerpo para un
finalmente demostró su gran profesio- ro Raimondi demostró una vez más lo barítono, aunque sea lírico, y su línea
nalidad con una brillante La don na e que ya habíamos comprobado en sus queda mucho por depurar; su Cavati-
mobilede Rigoleito, cuya segunda par- actuaciones en el Liceu, es un gran cán- na de ¡I Barbiere di siviglia fue canta-
te tuvo que bisar el haberse producido tame y actor que dispone de una voz da con poco matiz, más pendiente del
un apagón de luí. menos interesante y que fuera de un es- efecto que de la intención y en sus dúos
El gran triunfador de la noche, sin cenario no consigue comunicar de igual con Kraus y Raimondi, sobre todo en
paliativos, fue Simón Estes, que cantó forma; no obstante sus cualidades re- el primero le faltó integrarse en los roles.
primero Die Fñsi isi um de El Holan- saltaron el la bellísima aria Ella giam-
dés Errante de Wagner donde pudimos mai m'amo del Don Cario, y el dúo con
admirar su potente voz, igual en todos Hampson de la misma obra. Hemos de- Albert Vilardell

Scherzo 19
actuolidad

Lo bueno, si en Pesaro, dos veces bueno


Pesara. Festival de Opera Rossini, 1989.
L'Occaslone fa ti ladro, de Rossini. Dirección musical: Ion Marín. Dilección de escena: Francesca Zambe- cación. La Gazza es una obra maestra
llu (sobre una idea original de J.P. Ponelle|. Escenografía y \estuario: J.R Ponelle. Keparlo: Don Eusebio: que dura cerca de tres horas y cuarto
Ernesto Gavazzi; Berenice: Ciusy Devinu; Conde Alberto: Maunzio Comencini; Pamienione: Paolo Ga-
vanelli; Ernestina: Susanna Ansclmi: Mirtino: Alfonso Antomoz/i. Orquesta Sinfónica de la RAÍ de TUiin. sin que en ningún momento decaiga, un
La gazza ladra, de Rossini. Dirección musical: Gianluigi Gelmetli. Director de Escena: Michael Hampc. ejemplo más de la pródiga y prodigio-
Escenografía y vestuario: Cario Diappi. Reparto: Fabri/io Vingradno: Roberto Covidlo; Lucia: l u a a n a sa inventiva musical de Rossini, que tras
D'Intino; Gianetto: William Matteuzzi: Nineita: Katia Ricciarelli: Fernando Villabeila: Ferruccio Furla-
nctio: H Hodestá: Samuel Ramey; Pippo Bernardettc Manca di Nissa. Isaaco: Oslavio di C radico. Anto- la Sinfonía con que se inicia la partitu-
nio: Pierre Lefebre; Giorgio: Francesco Musinu; Ernesto: MarceMo Lippi; El Pretor Enío Capuana: Orquesta ra, un mosaico de temas rutilantes, nos
Sinfónica de la RAÍ de Turín. Coro Filarmónico dt Praga. sumerge en la historia de Ninetia y una
galería de personajes entrañables algu-
n las antípodas de Salzburgo, por con una nueva producción, también en nos, despreciables otros, que cobran vi-
E su sencillez y de la Arena de Ve-
rona por su discreción, es el Fes-
tival Rossini la joya de los aconteci-
el Teatro Comunale Rossini, de esta
ópera.
Los aficionados aún no introducidos
da merced a la música, más que al texto
de Giovanni Gherardini, con tal rique-
za de matices que hacen incomprensi-
mienlos artístico-musicales del verano en el mundo rossiniano creerán que la ble la casi ausencia de esta obra en los
en Italia y uno de los más altos expo- Gazza es una ohrita más del composi- escenarios del mundo.
nentes de lo que debe ser un festival por tor del Barbero de Sevilla. Qué equivo- La gazza resucitó en 1959 en Wex-
y para la música. Una organización per-
fecta, conferencias del más alio nivel,
conciertos lejos del adocenamiento, pe-
ro sin una búsqueda exasperada de la
originalidad; trato cordial por parte de
los organizadores, cada uno ejemplo de
profesionalidad en sus respectivos co-
metidos. Que el renacimiento de un mú-
sico de la categoría del olvidado, tantas
veces menospreciado, pero, sobre todo,
desconocido Rossini, lo esté realizando
un equipo tan cualificado, es un regalo
para todos los que amamos la música
y, cómo no, al gran compositor pesa-
res. Ajeno a cualquier exceso proselitis-
ta o propagandístico, el Festival está
demostrando, a base de estudio, serie-
dad y notables realizaciones escénicas
que el «Cisne de Pesaro» es uno de los
hitos de la música universal y, por su-
puesto, con Monteverdi y Verdi (no des-
pués de ellos), uno de los pilares de la
ópera italiana de todos los tiempos.
Una vez más asistí a la representación
de L'occasione fa il ladro, que en su es-
treno comenté hace dos años y, como
entonces, la puesta en escena ideada por
el desaparecido J.P. Ponelle, hoy reela-
borada por Francesca Zambello, me si-
gue pareciendo un ejemplo de frescura
e imaginación. El reparto, excepto el
personaje de Don Eusebio, encarnado
por Ernesto Gavazzi, es nuevo en su to-
talidad; un grupo de jóvenes quizá me-
nos brillantes en lo vocal que sus
antecesores, pero igualmente entregados
y que junto a la buena dirección orques-
tal de Ion Marín, hicieron del espectá-
culo una fiesta.
En 1818 se inauguraba el Nuovo Tea-
tro de Pesaro con La gazza ladra, diri-
gida por el mismo Rossini. En 1980, en
el mismo teatro ya denominado Comu-
nale Gioacchino Rossini y con idéntica
ópera comenzaba su andadura el Festi-
val de Opera Rossini. Este año se ha ce-
lebrado la décima edición del mismo Kulia RiCí'iurvIli y Sumui'l Mamey en

20 Schenro
actualidad

"/JI gazza
ladra», nueva
l'roducctón
¡le! festival'
Rossini
""• de Pesara.

ford, Irlanda, pero ha sido este arlo en En el personaje de Pippo, la mezzo además de sus notables dotes de actor,
Pesaro donde se [a ha representado co- Manca di Nissa, y en el de Lucia, la le hacen un intérprete irrepetible. De to-
mo merece. La dirección de escena en- también mezzo Luciana D'lntino, die- das estas virtudes hizo gala el cantante
comendada a Miche! Hampe repite, ron una lección de canto. Ambas tienen norteamericano con su inolvidable crea-
salvo en mínimos detalles, sus anterio- voces bellísimas, frescas, sin problemas ción del Podestá. Un personaje que pa-
res aproximaciones a esta ópera en Co- en ningún registro, y echaron por tie- sará a la historia unido a su nombre
lonia, 1985 y París, 1988. Un tratamien- rra la teoría de que su cuerda está hoy para siempre. En su primer arta // mió
to sencillo del texto. Sin grandes hallaz- en decadencia. Manca di Nissa es una piano é prepáralo ya enloqueció a pro-
gos, pero correcto y al servicio de la mú- muestra de la coloratura, aunque qui- pios y extraños, y en su segunda inter-
sica, procurando que los cantantes zá el timbre de la D'lntino sea más mór- vención importante junto a Ninetta en
pudiesen seguir las indicaciones del di- bido, más rico. Dos estupendas cantan- la cárcel, arrebató al auditorio con su
rector de orquesta sin detrimento de la tes. magisterio, su iniencionalidad, su per-
credibilidad teatral del espectáculo. La El tenor Wilüam Matteuzzi como fección. Creo que ni el propio Rossini
escenografía de Cario Diappi acentuó Gianetto, con una voz maleable, fácil en podría haberle puesto un pero. Un
el clima grisáceo de la historia sin caer el agudo, bien timbrada y adecuada al monstruo sagrado con el que, en mi
en excesos realistas ajenos al mundo endemoniado papel, hizo una filigrana opinión, no puede parangonarse ningún
rossiniano merced a unos fondos, en- vocal del personaje. Resolvió con faci- cantante, sea de la cuerda que sea, ni
tre nubes, poéticos y sugerentes. El ves- lidad pasmosa los escollos de su partí- masculino n¡ femenino, en nuestros
tuario, en tonos pastel para Ninetta y celia cantando sin fallo alguno y con días.
el pueblo en negro para los personajes entrega. Ferruccio Furlanetto, que nun- No quiero olvidar a los demás intér-
negativos, simple y bello. ca me había logrado convencer en oca- pretes con cometidos menos extensos y
Rossini exige a los cantantes el todo siones anteriores, lo consiguió en esta, todos ellos fuera de serie: Roberto Co-
poi el todo, ligereza, facilidad en el agu- y sin reservas, con su encarnación de vieüo, Oslavio di Credico, Pierre Lefe-
do, amplitud en los graves, adecuación Fernando Villabella, el infortunado pa- bre, Francesco Musino, Francesco Lippi
a su peculiar estilo. Pues bien, esto y dre de Ninetta. Su voz ancha, profun- y Enzo Capuana. La Orquesta Sinfó-
más lo tuvo con creces el reparto de la da, una pizca nasal, hizo maravillas con nica de la RAÍ de Turin a las órdenes
representación que comento. su papel que, por otra parte, le va co- de Gianluigi Gelmetti fue un estupen-
Quizá lo menos perfecto fue Riccia- mo anillo al dedo por aspecto físico, no- do soporte para el acontecimiento. El
relli como Ninetta; la soprano sufrió de- bleza de acentos y ternura. Espléndido maestro ve la gazza con un criterio muy
sajustes en las fioriture y los agudos no en su gran aria del segundo acto Accu- alejado de los clichés rossinianos. Su
siempre se resolvieron con la pureza de- saia de furto, a la que dio una dimen- concepción de la obra es trágica, vio-
seada, pero en líneas generales su actua-l sión trágica soberbia. lenta a veces, sin por ello olvidar los
ción fue musical, sobre todo en los Ramey es, quizá, el cantante en me- momentos líricos tan frecuentes en la
momentos de conjunto. A niveles dra- jor forma del mundo; su técnica es irre- partitura. Gelmetii concertó a los can-
máticos su actuación fue conmovedo- prochable. Creo que nunca ha existido tantes con seguridad y acierto.
ra. El abucheo de un reducidísimo un bajo cantante más dotado para las Una representación formidable y úni-
grupo de reventadores pareció estar fun- exigencias del bel can lo; su instrumen- ca por sus esplendores vocales.
dado más en manías persecutorias pre- to sin puntos oscuros, su fabuloso con-
concebidas que en juicios artísticos. trol de la respiración y del legato. Francisco José Villalba

Scherzo 21
octuolldod

Cuando la ópera es unnegocio sin riesgos


Verana. Festival 1989.
Cava/lena rusticana, de Mascagni. Dirección musical: Nello Santi. Dirección de escena: Flavio Trevisan: Mucho mejor iba el Nabucco con un
Escenografía y vestuario: F. Villagrossi. Reparto: Santuzía: Fiorenza Cossolo; Lola: Anna di Mauro; Tu-
riddu: Nicola Mariinucci; Alfio: Silvano Carroli; Lucia: Serena PasqualinL coro y orquesta transfigurados, merced
La Strada. Ballet en un acto de Niño Rola. Dirección musical: Armando Gatto; Coreografía: Mario Pisro- a la ajustada batuta de Daniel Oren,
ni: Escenografía: F. Villagroisi; Vestuario: Maria Letizia Amadei. Reparto: Gelsomina: Carla Fracci; El con un excelente Capucilli, cerca de los
loco: Crisiian Craciun; Zampan6: Mario Pistom. sesenta años, en el papel protagonista
Aída, de Verdi. Dirección musical: Pinchas Steinberg; Dirección de escena: Gianfranco de Bosio; Esceno-
grafía y vestuario: Vittorio Rossi. inspirado en la Aidade 1913. Reparto: El rey: Cario del Bosco: Amneris: y una buenísima Fenena de Gloria Scal-
Dolora Zajíck; Aida: Seía del Grande: Radames: Franco Bonisolli; Ramfis: Ivo Vinco: Amonasre: Anio- chi. Lástima que el festín se aguase con
mo Salavadori; Sacerdotisa: Mana Romano. un chaparrón torrencial tras el segun-
Nabucco, de Verdi. Dirección musical: Daniel Oren; Dirección de escena, escenografía y vestuario: Vino- do acto que forzó a que se suspendiese
rio Rossi. Reparto: Nabucco: Piero Cappuccilli; [smaele: Gianfranco Cecchele; Zacearía: Bonaldo Ciaioi-
li; Abigaille: Maria Noto; Fenena: Gloria Scalchi. la representación.
Lu furia del desuna, de Veídi. Dirección musical: Antón Guadagno; Dirección de escena: Sandro Bolchi; El último titulo fue una discreta For-
Escenografía y vestuario: Gianfranco Padovani. Reparto: El marqués de Calairava: G. Furlanctio; Leono- za del destino correctamente dirigida
ra: Mana Colalillo; Don Carlos: G. Zancanaro; Alvaro: G. Ciaco Mini; Preziosilla: Martha Senn; Padre
Guardian: Roberto Scandiuzzi; Fray Melilon: Alfredo Mariotti. por Antón Guadagno, en cuyo reparto
Orquesta y Coros de la Arena. sobresalieron el siempre ajustado, pero
insulso Zancanaro y un Giacomini en
o es el Festival Lírico de la Are- sorprendente buena forma. La anuncia-

N na de Verona un acontecimien-
to para puristas, sino un
espectáculo incomparable, por su tra-
aunque los admiradores del Ente Líri-
co estén seguros del llenazo.
Lo mejor que puedo hacer es igno-
rar a los bárbaros que destrozaron la
da Leona Mitchel fue sustituida por
Marta Colalillo, que sostuvo el papel de
Leonora con más pena que gloria.
Las escenografías, excepto en el ca-
dición, su marco, su público variopin- partitura. Del desastre se salvó una sor-
to y entregado. presa vocal inusitada, perfecta en el so de la aún hermosa, aunque kitscfi re-
Este año se ofrecían cuatro espectá- agudo, con graves redondos, naturales, creación de la Aida de 1913 y el
culos, (res de Verdi y un Maseagni her- centro ancho, timbre aterciopelado, en Nabucco, sencillo, pero grandioso y sin
manado de forma uti tanto caprichosa fin, un regalo, la Amneris de Dolora Za- concesiones vulgares.
con el nuevo ballet de Niño Rotta La jick, a la que se podría poner como úni- Un saldo bastante pobre para la úni-
Strada. Los resultados han sido desigua- co reparo, exagerado cuando se tienen ca temporada de ópera de Italia que no
les y en algunos casos, como en La Stra- tales dotes cantoras, una cierta frialdad. sólo no pierde dinero, sino que obtiene
da, Cavalleria y Aida casi desastrosos. Zajick es una mezzo verdiana de una es- pingües beneficios. El «no hay billetes»
El ballet de Niño Rotta es una aburri- tirpe que parecía extinguida y que es- está asegurado, pero ¿y el prestigio ar-
da y, a veces, ridicula recreación de la pero se conserve por muchos años y no tístico de la denominada «Scala de
famosa película de Fellini. El aliciente se derroche como tantos otros/as en los verano»?
de contar con Carla Fracci como Gel- horrores del marketing operístico.
somina no bastó para salvar un espec- ¡Brava! Francisco José Villalba
táculo en el que la excelente bailarina
mostró más sus cualidades de artisia del
mimo que de bailarina. Precedió a La
Strada una deplorable Cavalleria rus-
ticana que Nello Santi dirigió con mo-
rosidades insoportables. El reparto
vocal fue toialmente inadecuado. Ca-
rroli, en baja forma, compuso un Al-
fio monocromo y tosco, Martinucci en
Turiddu se paseó por la escena como si
toda aquella historia no fuese con él y
cantó con idéntico desinterés (cuando
al concluir la ópera en ira una mujer
anunciando la muerte de Turiddu una
voz desde las gradas gritó «Bene»). En
Santuzza la grandísima Fiorenza Cos-
soito estuvo insegura al principio, pero
se fue entonando poco a poco hasta ha-
cernos casi olvidar que lleva treinta años
cantando en aquel escenario, aunque su
composición del personaje no liene la
menor credibilidad teatral. El coro im-
presentable, tanto o más que en la tris-
te Aida a la que asistí veinticuatro horas
después. Creo que la Aida de [a Arena,
espectáculo de los espectáculos, mere-
ce un trato musical más respetuoso, t'rtmer ocio de «La Jorzu del destino» en la Arena de Verana.

22 Scherzo
actualidad.

Viaje inmortal
Hay personas sin las cuales resulta nas más conmovedoras y bellas de to- Brendel no fue un acompañante; su
muy difícil concebir el mundo. Uno ha do el arte occidental, ante la desnuda ejecución límpida y expresiva forma
nacido y ha aprendido a conocer la rea- sinceridad con que se expresan los sen- parte consustancial de toda la concep-
lidad circundante sabiendo, desde siem- timientos, ante la comunión silente y ción del cicla y el piano se erigió —
pre, que por encima de la mediocridad mágica que consigue con el público, ya como quería Schubert— en coprotago-
cotidiana, condicionando, elevando y poco importa que la voz se note áspera nista del recorrido musical, en un pie
ennobleciendo la existencia, gravitan y fatigada en los graves, que el fíalo se de igualdad con la voz. El resultado fue
unos seres que son punto de referencia haya reducido a lo mínimo, que los agu- consecuencia del talento conjunto de
cultural indispensable, exponen!es cime- dos salgan (como le ha sucedido siem- dos artistas mayores, y esta responsa-
ros de lo mejor que el hombre ha dado pre) blancos y artificiales. Fischer- bilidad dual quedó plasmada gráfica-
en nuestro tiempo; y cuando se ha pa- Dieskau sigue siendo inmenso, y no sólo mente en el calido y largo abrazo que
sado largamente de la cuarentena ya re- por su perfecta musicalidad, por la be- cantante y pianista se dieron al termi-
sulta inconcebible un mundo sin ellos. lleza todavía incomparable de su media nar este Viaje inmortal.
Como el aire, como los árboles, como voz o por la carga dramática que sabe En una interpretación tan homogé-
la música, constituyen un elemento conferir a cada una de las notas que nea, tan equilibrada, resulta casi sacri-
esencial, constitutivo, imprescindible, de canta; hay algo más, una capacidad de lego establecer diferencias; pero no
eso que llamamos la vida. conmover hasta las fibras más íntimas quiero terminar esta crónica rendida-
Uno de ellos fue, sin duda, Lawren- con los recursos más sencillos y direc- mente admirada sin señalar dos mo-
ce Olivier, sin cuya soberana presencia tos, el misterioso poder de lograr una mentos que me emocionaron
el mundo no es el mundo tal cual era comunión emotiva, casi mística, con el particularmente: el vuelo lírico y la me-
antes; y otro es Dietrich Fischer-
Dieskau. Pasan los cantantes, pasan las
voces, pasan los mitos, cambian las es-
cuelas, se renuevan las técnicas; pero el
gran maestro germano permanece, más
allá de modas y circunstancias, augus-
to, instalado por siempre en el Walha-
lla de los dioses del arte, para los que
jamás habrá ocaso. Poder verlo, disfru-
tar cuando aún se puede de su arte y
su presencia, es un hecho en si mismo
memorable. Si además canta Schubert,
y si además le acompaña al piano Al-
fred Brendel, el impacto estético equi-
libra y compensa, si no todos, muchos
de los momentos amargos de la vida.
Cana la noble cabeza, como la del
propio protagonista del Viaje, espigada
y elegante la figura, juvenil el empaque
y los movimientos, Fischer-Dieskau en-
tra, saluda y canta, y todo se vuelve de
pronto armonía y emocionada belleza.
Canta con todo el cuerpo, ya dando la
cara al público, ya al pianista, ya cru- Dieirich Fischer-Dieskau
zando los dedos, ya extendiendo un bra-
zo para dar dimensión infinita al dolor; oyente, que muy pocos artistas son o ¡ancolia que inundaron la tercera estro-
canta con la expresión trágica o soña- han sido capaces de lograr. A esto hay fa de Rückblik («Wie anders hast du
dora del rostro, y —por supuesto—, con que añadir una insólita proteiformidad mich empfangen»), y la desolación de-
su voz inconfundible, bellísima en la zo- expresiva; el Winierreise que cantó sesperada que insufló todo el lied Der
na media, perfecta en la emisión, de so- Fischer-Dieskau el pasado 20 de agos- Leiermann. tal vez la canción más de-
berana inteligencia en la intención to en Salzburgo con Alfred Brendel es solada de toda la historia de la música.
conferida a cada palabra. El recital se radicalmente distinto al que registró en Cuando sonó la última nota, cantante
convierte entonces en un acto dramáti- disco en los años 70 con Gerald Moo- y pianista quedaron inmóviles, silencio-
co, poderoso, que penetra en las enira- re. No es que uno sea mejor que el otro, sos, tensos, detenidos en et tiempo, du-
ñas como un puñal sonoro envuelto en no; es que son distintos. En el esplen- rante todo un largo y sublime minuto.
terciopelo. Conmovido, hechizado, arre- doroso final de su carrera, Fischer- Sólo cuando, como regresando al mun-
batado, el espectador sólo atina a emo- Dieskau ha afinado y profundizado los do, Fischer-Dieskau relajó su cuerpo e
cionarse hasta lo más hondo y a aspectos dramáticos, ha logrado el má- inclinó su blanca cabeza, el público se
repetirse constantemente, como Fausto, ximo virtuosismo en la intención, y su atrevió a romper el encanto con el más
«detente, instante que eres tan Winierreise de hoy es más desolado, emocionado, compacto y justificado de
hermoso». más tremendo, pero también menos lí- los aplausos.
Ante la tremenda capacidad expresi- rico que el de ayer. En algo se parecen
va de un gran artista {de dos grandes ambas versiones, desde luego: cada una
artistas) interpretando una de las pági- a su manera, son perfectas. Lincoln R. Maiziegui Casas
Scherzo 23
octvolidod

De lo óptimo a lo decepcionante
Lieder aus. Des Knaben Wunderhorn de Mahler. Solistas: Jessye Norman, soprano: Thomas Hamp- de lanzamiento de cohetes rematada en
son. bantono. Sexto Sinfonía de Beeihoven. Orquesta Filarmónica de Viena. Director: Claudio Abbado.
su ángulo derecho por una réplica del
Tosca de Puccini. Dirección musical; Georges Pretre. Dirección de escena: Peier Busse. Estenografía:
Gunther Schneider Siemsscn. Reparto: Tosca: Anna Tomowa-Simo»; Cavaradossi: Peter Dvorsky; Scar-famoso Ángel a tamaño quizá mayor
que el original, no es más que un de-
pia: James Morris; Angelcuii: Gottfried Hornik; Spoletta: Piero di Palma; Sacristán: ítalo Tajo; Pastor:
Tammy Hensruel-Kenan; Orquesta Filarmónica de Viena. rroche de medios inútil. Si además la
Un bailo irt maschera de Verdi. Dirección musical: Gustav Kuhn. Dirección de escena: lohn Schlesinger.
luminotecnia me pareció deficiente, so-
Escenografía: William Dudley Vestuario: Luciana Artighi. Reparlo: Gustavo: Plácido Domingo; An
bre todo en el tercer acto, y la dirección
karstróm (Renato): Leo Nucci. Amelia: Josephine flarstow, Ultica: Florence Quivar: Osear: Sumí Jo;
de escena pésima (nada más ridículo
Christian: Jean-Luc Chaignaud; Ribbing: Jun Rydl. Orquesta Filarmónica de Viena y coros de la Opera
de Viena. que Tosca aplaudiendo cuando exclama
Eleklra de Strauss. Dirección música!: Claudio Abbado. Dirección de escena: Harry Kupfer. Escenogra
«Ecco un artista», tras el que ella cree
fía: Hans Schavernoch; Vestuario: Reinhard Heinrich. Reparto: Klytamnesira: Brigine Fassbaender; Elefc-
simulado fusilamiento de Cavaradosi)
1ra: Eva Marton; Chrysotcmis: Cheryl Studcr: AegisE: James King; Orest: Franz Urundhebec. Orquesta
Filarmónica de Viena y Coros de la Opera de Viena. creo que mi juicio sobre el espectáculo
queda claro.
La elementa di lilo de Mezan. Dirección musical: Ricardo Muti. Dirección de escena: Peter Brenner;
Escenografía y vestuario: Enrico Job r Reparto: Tilo: Gósta Winbergh; Vitellia: Carol Vaness; Sexlus:
Delores Ziegler; Servilia: Amelia Felle; Annius: Susanne Mexizer; Pubüuds: Giorgio Surjan; OrquestaMusicalmente la velada no fue por
Filarmónica de Viena y Coros de la Opera de Viena. mejores derroteros. Tomowa-Sintow ha
sido una buena cantante pero ni fue, ni
No quiero iniciar el comentario del ción Abbado dirigió una Sexla Sinfo- es, ni será jamás Tosca. La soprano ca-
Festival de Salzburgo 1989 sin hacer es- nía de Beethoven lírica, apolínea, sin rece de fuerza para el personaje, perte-
pecial mención a su máximo mentor, por ello renunciar al elemento dionisia- nece a un tipo de intérprete ajena al
Herbert von Karajan, desaparecido días co cuando lo requiere la partitura, así mundo grandilocuente, barroco y apa-
antes de inaugurarse su edición de este en el cuarto movimiento La tempestad. sionado de la protagonista de la obra.
año. Karajan era un supremo director Pero fue en los movimientos segundo, Ovorsky como Cavaradossi estuvo mal,
de orquesta, un inteligente hombre de tercero, y sobre todo en el quinto don- con dificultades en todos los registros
negocios, pero sobre todo un MÚSICO de el maestro milanés logró auténticas y carece de la anchura de voz que pide
con mayúsculas cuya impronta y me- cimas de expresividad y delicadeza que el repertorio verista a los tenores. Ja-
moria serán difíciles de borrar para los habrán irritado a más de un turiferario mes Morris a pesar de ser un cantante
que hemos gozado y, a veces, sufrido del pasado de los que creen que Beet- espléndidamente dotado y de porte aris-
durante años sus grandezas y caprichos. hoven debe navegar siempre por las tocrático tampoco fue Scarpia. Su ba-
Nadie como él hacia vibrar al público, aguas del romanticismo alemán y no rón careció de entidad. Un papel que
nadie irritaba (anto a unos ni enloque- puede hacerlo por otras menos densas debe eliminar este gran intérprete de su
cía hasta el delirio a otros. Quizá, no pero igualmente válidas. repertorio.
quizá, seguro hoy aún quedan directo- El drama de Tosca, la estupenda ópe- Prélre al frente de la Filarmónica de
res tan grandes o más que él pero el ra de Puccini, se pierde en el desmesu- Viena no hizo nada digno de mención.
Goll era uno, él y su genio permane- rado escenario de la Gran Sala de los Fue la suya una dirección adocenada,
cerán para siempre entre nosotros. Festivales de Salzburgo. El presentamos gris, y lo que es más grave, imprecisa.
Escuchar los lieder Des Knaben una iglesia de Sant'Andrea della Valle Un bailo in maschera prometía ser el
Wunderhorn a la Filarmónica de Vie- a tamaño natural, y no exagero, en el plato fuerte del Festival, pero su máxi-
na con Jessye Norman y Thomas primer acto, un despacho de Scarpia mo artífice, Karajan, fallecía días antes
Hampson, todos ellos a las órdenes de desmesurado, en el segundo, y en el ter- de la premiére y, para sustituirlo, los or-
Claudio Abbado, se prometía un buen cero, una terraza del Castillo de ganizadores del Festival acudieron a
concieno y efectivamente cada una de Sanl'Angelo que parece una plataforma Solii y a Kuhn. Era un espectáculo que
las canciones del ciclo fue dirigida por
el maestro con un sentido del claroscu-
ro musical, de la sutileza y de las pecu-
liaridades tímbricas mahlerianas muy
personal. Con Abbado, Mahler es me-
nor neurasténico, más intenso en el fon-
do que en la forma, casi camerístico, sin
que ello suponga renunciar a su mun-
do expresionista, pero limando sus aris-
tas más vulgares, haciéndolo más
introvertido e idílico.
Jessye Norman estuvo mejor que en
el pasado mes de junio en Madrid; aqui
tenía a Abbado para controlarla. Nor-
man no tiene la agudeza incisiva en el
timbre de Schwarzkopf para estas com-
posiciones, pero supera a la legendaria
soprano con una no menos legendaria
belleza vocal, morbidez en el fraseo y
elegancia en la emisión. Thomas
Hampson, el joven barítono norteame-
ricano, estuvo correcto pero inmaduro
aún para estos empeños. A continua- Anna Tomowa-Sinww en Tosca

24 Scherzo
octuolidod

mundo gris habitado por


larvas aterrorizadas en una
pesadilla de sangre y ven-
ganza. Un mundo que no
se redime con la catar-
sis final de la muerte de
Klytámnesira y Aegist sino
que seguirá aplastado por el
totalitarismo y la inhuma-
nidad hasta el final de los
tiempos. Una visión discu-
tible pero llevada a la esce-
na con mano férrea e
inteligencia por Harry Kup-
fer, cuya interpretación de
la obra no es mi ideal, pero
ante cuya seriedad me rin-
do sin condiciones. El re-
parto vocal fue excelente.
En el papel protagonista
Eva Marton estuvo sensa-
cional. Nunca había visto a
esta soprano tan artista,
aunque la feminidad del
personaje quedó oscureci-
da por la brutalidad casi vi-
ril que Kupfer le impone.
Josephme Barsiow y Plácido Domingo en «Un batió in Maschera» Cheryl Studer encarnó a
Chrysotemis con la fuerza
nacía con mala estrella. Los directores acto no le va bien a una voz que se ha de un animal herido a punto de la
ames mencionados no pudieron hacer oscurecido en repertorio más pesados. crisis fisiológica y mental. Tremen-
su versión. Sé que siguieron casi al pie Sin embargo, en el segundo y tercero el da por su histrionismo de la mejor
de la letra las acotaciones del maestro tenor mostró entrega y musicalidad, ley la Klytamnestra de Fassbaender, alu-
desaparecido y esto se evidenció en los aunque sus conocidos recursos dramá- cinada y alucinante. También excelen-
cuartetos, tríos y concertantes en los ticos se repiten con evidente peligro de tes Grundheber como Orest y James
que se notaba la mano del maestro salz- amaneramiento. Josephine Barstow co- King como Aegist. La Filarmónica de
burgués por su nitidez y conjunción mo Amelia estuvo decepcionante; esta Viena tuvo una de sus noches. Todas sus
mozartiana y también en las morosi- soprano a la que en tantas ocasiones he secciones fueron una maravilla de afi-
dades que sufrió la ópera en el ochenta admirado, no posee ni la amplitud de nación y entrega a los dictados del
por ciento de su transcurso musical. Por voz para un tragavoces como es d es- maestro. Sin embargo, Abbado, enor-
esto, juzgar a Kuhn (fue al maestro que cenario de la Oran Sala de los Festiva- me director siempre, hace una interpre-
escuché) en esta ocasión me parecería les, que las reduce todas, ni la línea ni tación de la obra que, por supuesto, es
injusto y baste con decir que su inter- el estilo que requiere Verdi. Cantó con válida pero para mí sin fuerza. Su Elek-
vención tuvo dignidad. La escenogra- profundidad el Morro, ma prima in gra- tra esta matizada hasta la saciedad, ana-
fía de Dudley, irregular, gradilocuente zia, pero su actuación en líneas gene- lizada en sus mínimos detalles, pero la
y eficaz únicamente en e! primer cua- rales rozó lo intolerable. barbarie implícita en la partitura se ci-
dro del segundo acto, aquella arquitec- Leo Nucci como Ankarstróm, aunque viliza, la irracionalidad exasperada de
tura de la que pendían cadáveres de correcto tampoco es una voz verdiana. la concepción straussiana pierde grandeza
ahorcados era «L'orrido campo», sin Florence Quivar compuso una Ulrica de por exceso de celo en el matiz, esencial
embargo en la última escena de la ópe- (imbres sopraniles, muy bien cantada en este compositor, pero no en aras de
, ra fue el más vulgar derroche de medios pero sin la profundidad de contralto un virtuosismo sonoro que, en mi opi-
que he presenciado nunca. La dirección que requiere el personaje. Sumi Jo cum- nión, sacrifica el discurso orgiástico de
de escena de Schlesinger agudizó aún plió como Osear. Sobresaliendo entre la tragedia.
más la banalidad de la representación, todos, a pesar de su corto papel, el Con la Clemenza di tito dirigida por
cayendo en todos los tópicos (inenarra- Christian de Jean Luc Chaignaud. Muti, el Festival alcanzó su máximo ni-
ble el final del cuadro segundo del pri- Con Elektra llegó la Opera digna de vel. Una vez más el actual director de
mer acto, en el antro de Ulrica, un Festival como el de Salzburgo. Por la Scala hizo a Mozart suya Todo es-
transformado en un patio de vecindad fin una escenografía, una dirección de tuvo en su sitio. El reparto vocal mejo-
de la Inglaterra preindustrial en el que escena, unos cantantes ajustados a sus ró su prestación del año pasado,
el rey Gustavo, Plácido Domingo, es pa- papeles, por fin una Filarmónica de descollando en el conjunto Carol Va-
seado a hombros del pueblo sobre una Viena en forma, por fin un director mu- ness como Vitelia y las jóvenes Amelia
plataforma, mientras de las ventanas- sical. La escenografía de Schavernoch Felle y Susanne Mentzer en Servilia y
nichos sus desarrapados subditos des- sitúa la acción en una plataforma cu- Annius. La Filarmónica de Viena y los
pliegan banderas de seda). Schlesinger bierta de tierra cenicienta presidida por Coros de la Opera de Viena demostra-
no sabe lo que es un espectáculo serio las piernas de una estatua colosal, uno ron ser im batí bles en este repertorio
e ignora lo que es Verdi, quedándose en de cuyos pies se apoya en un orbe en cuando les dirige Muti.
una superficie irrelevante. Plácido Do- desintegración. A la derecha del gigan-
mingo como Gustavo estuvo muy flo- te su cabeza cercenada. Adiós alusiones
jo al principio de la ópera, el lirismo a Micenas, a la tragedia clásica, a la ico-
que el personaje requiere en el primer nografía tradicional de esta ópera. Un Francisco José Viilalba

Scherzo 25
-octuolídod -

Las sombras del pasado


Conversación con Harry Kupfer
•—y/ germano oriental Harry Kupfer es uno de los hombres imprescindibles ma a nosotros, ha sido adjudicada a
m^ de la dirección de escena de nuestro tiempo. Discípulo del gran Feselstein Clitemnestra. Para mí forma parte de
* J " quien sustituyó como director de la Komische Opera de Berlín, Kupfer esto el contraste, conscientemente ele-
se reveló en el mundo occidental con un sensacional montaje de El holandés errante gido, de que el compositor escriba la
en el Festival de Bayreuih. Montajes suyos de óperas tan dispares como La bohé- música más trivial para esta figura, que,
mc de Puccini, o del Lear de Aribert Reimann lo han impuesto internacional- tal vez por motivos sagaces y compren-
mente. En el último festival, Kupfer fue el director escénico de la Elektra de /i. sibles, mantiene oportunamente el com-
Strauss, que inierpretó Eva Marión y dirigió musicalmente A bbada En esta en- portamiento más fuerte, que hace lo que
trevista Kupfer nos habla de este montaje. Crisotemis hace, que se adapta a las cir-
cunstancias reinantes, las comporte y es
SCHERZO.—Usted ya ha escenifica- sea casi imposible se pone de manifies- corres pon sable, y, con su aceptación del
do Elektra en dos ocasiones. El espa- to en la violencia que se le ocasiona a Siatus quo, dificulta a los intrusos co-
cio constituye ahora, con mayor la quinta criada, que intenta, al menos, mo Electra para lograr sus pretensiones
claridad que antes, la condición básica mostrar comprensión por Electra y sus con arreglo a la moral y a la justicia.
para la interpretación: una estatua de motivos. Precisamente esto llega a ser en la ópe-
Agamenón, no demasiado distante, me- S.—Usted analiza clara y visiblemente ra tan excitante, que también Electra de-
diante la cual la música del motivo que los conflictos de
abre y caracteriza a la obra se transfor- tres mujeres, que
ma ópticamente. sirven de base a
HARRY KUPFER.—El punto de la obra, y sus di-
partida para mi fue cómo las figuras de versas tentativas
esta obra se encuentran firmemente uni- por llevar a tér-
das a la Edad Antigua, y por eso son mino el experi-
recuperadas siempre de las sombras del mento de manera
pasado. Uno intenta desembarazarse de personal. Con
lo pasado y, a pesar de ello, no lo lo- ello produce Us-
gra. La estatua es un monumenio con- ted imágenes, ca-
memorativo superfluo. No se la puede racteres y rasgos,
derribar. Las cuerdas evidencian que se que, en el fondo,
ha intentado, pero se fracasó. Esto son contrarios a
transforma e! lugar, en el que se lleva la historia de la
a cabo la representación, en uno mági- representación de
co o, digamos, religioso, en el que se la tragedia y de la
reúnen todas las figuras de la obra. ópera. Así como
S.—Tanlo los decorados como tos tra- se profesa una
jes no se encuentran en relación direc- clara simpatía
ta con la Antigüedad. Hofmannsthal por Electra y Cli-
habría deseado un aura oriental. temnestra, del
H, K— Por ello lo hemos puesto, de mismo modo, se
modo consciente, en clara relación con critica con niti-
lo finisecular. La hechura de muchos dez el comporta-
trajes evidencia !a silueta de nuestro si- miento de Criso-
glo, deliberadamente a frican izados me- temis, a pesar de
diante máscaras y detalles, y, con ello, que en otras oca-
extranjerizados. siones anteriores
S.—En la primera escena —la de las se la presenta ca- Hu
criadas—, se ve a Electro pasar sigilo- riñosa, como una ">
samente por el escenario, la mayoría de sublime figura
las veces por breves instantes. En ellos luminosa en se- be estrellarse por fuerza contra las
se convierte en testigo de la escena mejante atmósfera sombría. normas fijadas por ella misma y que la
global. H. K.—Ignoro quién ha concebido conducen a portarse frente a otros se-
H. K — Porque su música está presen- este disparate. Al menos no procede ni res humanos de modo totalmente frío
te durante todo el tiempo. Esta escena, de Hofmannsthal ni de Strauss. Me pa- e insensible.
introducida por Hofmannsthal con in- rece que muchos hombres son induci- El que los autores lo creyesen así de
dependencia del modelo antiguo, es por dos a interpretar positivamente la modo consciente, es para mí menos im-
eso tan importante, ya que cimenta el música —para mí plana y unidimen- portante que la decisión de aprovechar
hecho de que Electra se encuentra com- sional— que Strauss escribió para Cri- semejantes situaciones para una drama-
pletamente aislada, sin tener ningún sotemis. Por el contrario yo intento ex- turgia. Esto conduce inevitablemente a
aliado, ni siquiera entre los más íntimos plicarla dramáticamente, en el sentido relaciones —desencadenadas y maneja-
en el orden social del palacio. Precisa- de las tensiones decisivas para la acción das por la música—, de las figuras en-
menie estos hombres deberían solida- entre las personas. La música más avan- tre si, por ejemplo a una gran
rizarse con Electra. El hecho de que esto zada de esta obra, todavía muy próxi- proximidad entre las hermanas, de las

26 Scherzo
actualidad

Eva Manon y hranz Grundheber en el escenario de Harry Hupfer para «Etgktra» en Salzburgo

que una intenta violentar Tísicamente a opinión— casi de modo bestial, y que punto central de la tragedia y lo trasla-
la otra. Por eso la misma situación pue- Electra se impone como una terrorista dó a su medio, el de la ópera.
de darse, exactamente a la inversa, des- brutalmente aferrada a un plan ya de- S.—El silencio y la inacción reinan en
pués de la hipotética muerte del cidido. Los antecedentes no se pueden la escena, como la música lo exige, en
hermano. En este momento Electra bus- escenificar, pero sí introducirlos am- el encuentro entre hermano y hermana.
ca la intensidad y proximidad físicas bientalmente en las relaciones que se H. K.—De nuevo un momento cuyo
que antes Crisotemis quería obtener producen en la escena. Y es ahí donde punto culminante se rompe de forma
junto a ella. De este modo resulta cla- se pone de manifiesto, como ella mis- abrupta. A través de la relación con la
ro que Electra y Crisotemis son dos se- ma lo canta, el engaño vital de! que Cli- estatua se llega al reconocimiento de
res humanos que se pertenecen temnestra ha sido victima. Tuvo que hermana y hermano, que se aproximan
mutuamente desde su infancia y que vengarse de Agamenón porque éste en- uno a otro con ternura —olvido mo-
fueron separadas por la dureza de los tregó a la hija de ambos, Ifigenia, co- mentáneo de espacio y tiempo, utopía
a con lee i míen tos, una situación —creo mo sacrificio humano. Agamenón por breves instantes—, pero que. final-
yo— actual, observable no sólo en tiem- estuvo en la guerra durante diez años mente, gracias a la omnipresencia de la
pos de guerra, sino también allí donde y regresó con otra mujer, Casandra. La estatua, se acuerdan de la misión que
la violencia y la contraviolencia, que pasión por Egisto ha resultado ser un tienen que cumplir. Orestes es un ins-
surge necesariamente, impiden los sen- cruel error para Clitemnestra: de nue- trumento para el asesinato y, sin embar-
timientos individuales. vo ella es sólo instrumento y víctima. go, a diferencia del poderoso y carnicero
Y de este modo, el conflicto con una hi-
S—Punto central de ¡a ópera es el en- ja, Egisto, persigue con su acción, entrega-
cuentro entre Electro y Cliiemneslra, en go, poradquiere
primera vez dispuesta al diálo-
una importancia
do impotente al destino, el cumplimien-
el que casi parece surgir algo asi como extraordinaria. Clitemnesira to de su proyecto.
una compenetración entre madre e hi- tra amenazada por todas partes se encuen- S.—En la puesta en escena que Us-
ja, inexistente con anterioridad. y per- ted ha realizado, y en oposición a las
cibe, de manera muy instintiva, la indicaciones escénicas, Egisto es asesi-
H. K.—En la dirección de escena se inminente venganza del hijo. Me resul- nado sobre el propio escenario.
debe llegar al momento en el que, de ta extraordinariamente simpático cómo H. K.—Al realizar una puesia en es-
improviso, se percibe que se han apro- una figura como Clitemnesira se da cena pienso de modo práctico. Existen
ximado mucho dos mujeres que sufren cuerna de todo, cómo ve con claridad en Hofmannsthal algunos puntos dra-
en extremo, ambas atormentadas por su destino, a pesar de carecer de fuerza máticos débiles, ya indicados también
visiones totalmente diferentes. Pero po- y energía, cómo sale por su propia ma- por Strauss cuando puso música a la
co antes de una verdadera comprensión no de los conflictos en los que ha caí- obra. Creo que es grandioso que el gri-
mutua se rompe este contacto lan ar- do. Strauss envolvió tan a menudo en to de Clitemnestra sea audible desde el
duamente perseguido por Clitemnestra su música los matices del lenguaje hof- fondo, por el gran efecto que produce.
e impedido por Electra de un modo tan mannsthaliano, se mostró tan experi- Repetir esto con Egisto me parece de
hábil. He aquí, de nuevo, lo inhumano mentado y comprensivo, que por eso lo
en la dureza manifestada —en mi concibió, en su dramática y dialéctica, tpasa a la pág. JO)

Scherzo 27
ORQUESTA Y
CORO NACIONALES
DE ESPAÑA . ^ ^
TEMPORADA 1989/1990

6/7/8 OCT. CICLO IV CONCIERTO 3


Coro Nacional de España
Ettolanfa Ntr*. Sra. <M R«cu*rdo
Directo' Odón Alonso
Solistas Mabel Perenslein. contrato
Enrique Baqueriza barítono
Prokoíiev 'Iván el Terrible. Op 116
Mojart Sintonía num. 35 en Re mayor, K 385

13/14/15 OCT. CICLO I CONCIERTO 4


Orquesta Municipal y Coro da Valónela
Director Manuel GakJuf
Solistas a determinar
Béla Batió* El Mandarín maravilloso
Béla Bartók Cantata profana pata tenor, barítono, coro
y orquesla Sz 94
Sibelius Sinfonía nútn 2 en Re mayor Op 43

20/21/22 OCT. CICLO III CONCIERTO 5


Orquesta Sinfónica de Tenerife
Director ViCtOt Pablo Pérez
Solista Antonio Meneses, violonchelo
J L Turma Fantasía sobre una fantasía de Alonso
Mudarra
Duorak Concierto pata violonchelo y orquesta, en Si
menor. Op 104
Sibelius Sinfonía núm 1 en Mi menor. Op 39

27/28/29 OCT. CICLO I CONCIERTO 6

Cristóbal Hattfter.
C. HalKter "Elegías a la muerte de tres poetas
espartóles"
Béla Bartók Concierto para orquesta, Sz 116

3/4/S NOVIEMBRE CICLO IV CONCIERTO 7


Cora Nacional de España
Director Vtctor Pablo Peiez
Solistas Helen Donath soprano Allonso Echevetría.
barítono
Alís ' Jesucristo en el desierto"
Poulenc "Gloria", para soprano, coro y orquesta
SiOelius. "Sintonía núm 3 en Do mayor, Op. 52.

10/11/12 NOV. CICLO I CONCIERTO 8


Director AtdO CflcCatO
Solistas Aldo Ciccolim. piano Cario Gaita, lenor
Mazarí Conaeno para piano / orquestó núm 20 en
Re menor. K 466
L1S21 Sintonía "Fausto"

17/18719 NOV. CICLO III CONCIERTO 9


Director José Luis lemea
Solisla Enrique Pére; Piquer. dármele
Albert Llanas. Obra a determinar
Mozart * Concierto para clarinete y orquesta en La ma-
yor K 622
Stravinsky Sintonía en tres movimientos

24/25/28 NOV. CICLO II CONCIERTO 10


Cora Nacional
Director Salvador Mas
Solíalas Dmitris Sfpjros, piano Sopranos, a determinar
Juan Cavero lenor Luis Alvarez. bap
ProMiEw Concierto para piano y orquesta num 3. en.
Do mayor. Op 26 J
Mozart Gran Misa en Do menor, K 427 (417 a) '

"Pnmwa vei pw ta 0 N E.
M«ano de comeres VifntB y sáCnc» fUOrt
Con el patrocinio & Mi
IBERDUERO

MINISTERIO DE CULTURA
IVMU HBím r> U
XII CICLO DE
CÁMARA Y POLIFONÍA
TEMPORADA 1989fl990

3 OCTUBRE C C I D A CONCIERTO 1 16 NOV. CICLO C CONCIERTO 12

Orquesta de Cámara "Teatre Lllura" Coral Carmina


Falla El reoblo de Maese Pedro Cencido l>ector Josep Pona
para cla\« y circo inarumentos Mendelssohn Tres Salmos. Op 78
Bruckner Graduale Ave Mana Virga Jesse
5 OCTUBRE CICLO B CONCIERTO 2 Brahms Dos moteles. Op 74
Scfionberg Fnede au( Erden. Op 13
Kodaly String Quartet
Haydn Cuarteto en Be menor. Hob. III, 76 21 NOV. CICLO A CONCIERTO 13
"Las Quintas"
Brahms Cuarteto en Do mer** Op 51. núm i Orquesta de Cámara "Villa de
Bartok Cuarteto num 4 Madrid"
Directora Mercadea Padilla
17OCT. CICLO C CONCIERTOS Solista José Mana Mañero
Bach C Ph E Sinfonía para cuerda (a deter
Cuarteto Arcana
minar)
Turull Caneó y Danza (Homenalge a Mom- Haydn. Concierto para victoncndo en Re ma-
pou) yor. Hob. Vllb, 2
Montsalvatge Cuarteto Indiano
Otorak Serenata para orquesta de cuerda en
Webern Cuarteto. Op 28.
Mi mayoi, Op. 12
Beethown Cuarteto en Do menor Op 16.
núm 4
23 NOV. CICLO C CONCIERTO 14
19 OCT. CICLO A CONCIERTO 4 Nonato Chaco
Agrupación Coral de Cámara de Martina Maneto.
Pamplona LLJtostswski Los preludios de danza para
noneto
Duecíot José Luis Eslava
Prokoíiev Quinteto Op 39
Obras de SravinsKy. Kódaly, Arma, Bartók Ol Repha Octeto en Mi bemol mayor. Op 96
tra y Remacha

24 OCT. CICLO C * CONCIERTO 5 28 NOV. CICLO B CONCIERTO 15

Crista Ludwtg, mezzosoprano JuHán Bream, guitarra


Buxlehude. Suite en Sol meix*
Obras de Scliubert. Brahms, MaNeí Strauss
Bach Preludio. Fuga y Final. BWV 938
Giulianí La Rossintana. Op 119.
26 OCT. CICLO B CONCIERTO 6 Rodngo Tres piezas españolas
Tatomitsu. AB in TwÉght
Trío MompOU
Villa-Lobos Cuatro estudios.
Prieto Trio en Sol (1986-1969)
s Gombau Tro en Fa sostemOo (1954|
Nun« Guía Concreía (1969) {estreno abso- 30 NOV. CICLO B CONCIERTO 16
luto)
Malats Trio en Si bemol mayor (1910">) Orquesta y Coro de Cámara de la
Comunidad de Madrid
31 OCT. CICLO B CONCIERTO 7 Director Miguel Groba
Haendel Concertó Grosao en La menor, Op
OrquMtt de Cámara Española 6. núm 4
Conceriino-di redor Vfctor Martin Let rny hand arengthened
Bach Sute füm 2 en Si menoi BWV 1067 Haydn Mtssa de San Nicolás. Hob XXII, 6
Concierto paía cómbala viotfn y «aula. BWV
1044
Conaerio de Bfandeburgo, nüm 3 en Sol ma • Estos conciertos se celebrarán en la
yor. BWV 1046 Sala Sinfónica

Horano de Corotnce 1930 n


2 NOV. CICLO C CONCIERTO 8

Joaap Colom, piano


Obras de Ravd. Debussy Con* panacmode
f«VV>BJD
7 NOV. CICLO A •CONCIERTOS

BrígiRa Fssobaender, mezzosoprano


Schuben Viaie de irwetno

a NOV. CICUDA CONCIERTO K>

Esteban Sánchez, piano


Miguel del Barco, órgano
Soler Ses conciertos para dos inarumantos
de tecla. Rutuo 463

14 NOV. CICLO B «CONCIERTO 11

leresa Berganza, meuosóprano MINISTERIO DE CULTURA


Programa a Oeletminar
-actualidad-

(viene de la pág. 27) camente mediante el terrorismo. Esto Tanto mejor. De este modo, la atención
poca imaginación, máxime cuando el produce siempre nueva violencia y nue- se dirige a una serie de problemas y con-
espectador fue, poco antes, testigo de vo asesinato. Hofmannsthal hablaba flictos, que se presentan reflexivamen-
su regreso y, en realidad, debería pre- —debe al respecto estudiarse el texto in- te, aunque no de manera directa.
senciar cómo se libra uno de semejan- tensamente y, en parte, repasar con ri- Considero un problema formal saber en
te parásito. gor la música compuesta para él— del qué casos es posible y en cuáles no, co-
S.—Con Usied no exisle ninguna inmenso significado del hecho para mo director de escena, llamar la aten-
danza exiálica de Eleclra al final de la Eleclra. Para mí esto resulta muy actual. ción sobre las desproporcionalidades
ópera, con lo cual ella se ve ante un pro- Si quiero que algo cambie, debo hacer paralelas o conscientes. Lo que hoy nos
blema interpretativo análogo al de algo. La cuestión decisiva es qué debo preocupa desde el punto de vista
aulory compositor, que ya tuvieron con hacer y cómo. Hofmannsthal tampoco político-social, no vale en el caso de
el final especiales dificultades. encontró para Electra ninguna respues- Elektra. En mi opinión esto tampoco es
H. K.—En verdad esto me ha condu- ta consecuente a los interrogantes. Hof- necesario.
cido a una discusión con Michael Gie- mannsthal ve la capacidad de acción del S.—Harry Kupfer y Eva Marión co-
len sobre mi visión del final. Hablando ser humano como algo casi semejante mo Electra —el director de la Opera
en rigor, después del asesinato de Cli- a lo divino —de este modo se encuen- Cómica de Berlín y una solista defa-
temnestra y Egisio por Orestes, Electra tra estrechamente ligado a la idea anti- ma internacional. ¿Cómo funciona la
ya no tiene música en realidad, sólo lí- gua, aunque, por supuesto, bajo signos cooperación en un caso semejante?
neas interrumpidas, más bien harapos opuestos—, pero también ve los conflic- H. K.—Extraordinariamente. El aná-
sonoros que melodías coherentes. Me tos trágicos y los vínculos en los que cae lisis con un actor de primera categoría
ha preocupado mucho la cuestión de fatalmente el hombre como consecuen- no habría podido ser mejor. Eva Mar-
por qué esto es asi. Cuando Electra ha cia de su actuación. Aquí surge una cla- ton no sólo trata de cantar el papel, si-
logrado su propósito, cuando ve cum- ra contradicción en el pensamiento del no también de representarlo y, en efecto,
plidos sus deseos y planes, debe reco- burgués humanista: del hecho como tal ha luchado enérgicamente para no per-
nocer que, verdaderamente, todo ha se está convencido, pero ante su expli- der en ningún pasaje el control sobre él.
sido en vano. Los que aclamaron la an- cación uno se estremece. Se trata de un papel —sobre el cual
tigua dictadura, ahora derrocada, acla- S.—Usted nunca ha ocultado ser al- hemos hablado mucho— que se eviden-
man en este momenlo un nuevo go reacio a Richard Strauss, por su re- ció como condición ideal para que to-
asesino, del que, a pesar de ser herma- finamiento burgués. Sin embargo, do lo que la cantante hace sobre la
no de Electra, se puede suponer que ahora Usted ha escenificado Elektra por escena produzca siempre un efecto
apenas se comportará en forma distin- tercera vez. consciente y auténtico. Así se da uno
ta a los dictadores anteriores a él. Del H, K.—Para mí, a decir verdad, en cuenta, ante todo, qué disciplina y aten-
reconocimiento de este hecho surge en Strauss esto depende de la obra. De Sa- ción son necesarias si se quiere diluci-
ella odio y asco. De ahí que escuche mú- lomé, por ejemplo, estoy hasta las na- dar estos extremos de pasión musical
sica en su interior, a pesar de no haber rices. Pero Elektra considero que es, por acumulada con una representación con-
ya música. De ahí se deriva —a mi su exacta concisión, una contribución centrada y consecuente. Las tres muje-
entender— la lucha con la estalua, que auténticamente extraordinaria a la mú- res interpretan sus respectivas partes
explica cuan poderosas son las fuerzas sica operística del siglo XX, un cami- clarificando al máximo los conflictos
con las que ella tiene que luchar al fi- no que Strauss no continuó, por extremos que encarnaban, de modo que
nal. Aquí intenta desligarse, por prime- desgracia, después de Elektra. no se cumplió ninguno de mis temores
ra y última vez, del resultado de su S.— Usted ha puesto en escena esta en el sentido de tener éxito para poder
conducta, sin conseguirlo. En verdad un ópera para el público de la Opera de dilucidar con precisión los tres carac-
acto de suicidio consecuente. Viena y del Festival de Salzburgo. Para teres en sus diferentes manifestaciones.
S.—Nuestro interés actual por Elek- la mayoría de los oyentes Elektra ha Para mí esto es la prueba de que no hay
tra, ¿radica, como Usted dice, en la pro- perdido, seguramente, lo provocativo y ninguna diferencia entre cantante y di-
vocadora intelectual, que se sirve del excitante de la época de creación y se rección artística cuando se colabora es-
medio terrorista? ha convertido en un clásico, debido a trechamente en una representación.
H. K.—Nuestro conocimiento va más las grandes voces de primera fila.
lejos: la modificación de las condicio- H. K.—Eso está bien. El efecto de lo Wolfgang Wülaschek
nes sociales no se puede alcanzar úni- provocativo no se puede ya repetir hoy. Tradutxiórt R Gracia Umitas

e t n o s
109 aniversario

MÚSICA CLASICA ESPAÑOLA


delossielosIXal XX : ctnos, M.t.C, A.C.S.H., otros

Más do 100 discos producidos y en distribución


Más de 170 compositores españoles
Más de 1 50 intérpretes

30 Scherzo
-octuolidad-

PROMS
Pocas novedades en Bayreuth
La montaña sagrada del Norte de Ba-
viera sigue impertérrita su tradición
En el segundo acto, Klingsor actúa
desde una especie de ascensor situado
Estreno de
wagneriana: año tras año se van suce-
diendo las nuevas producciones de las
al fondo del escenario. El resto carece
de interés, aunque las evoluciones de las
Maxwell Davies
magnas obras de Richard Wagner, que muchachas flor están bien concebidas
desplazan a las anteriores. Este año se y resultan efectivas. Royal Albín Hall, 10 de sepiiembre de
¡989. SCOHish Chamber Orchcslia. Pcler Mauwell
repetía el Anillo de Harry Kupfer —ya En el tercer acto volvemos a la mis- Davies, director. Obras de Haydn. Mozari y Mai-
comentado el pasado año por F.J.V. en ma situación del primero y la transfor- well Davies, Serie «Pronis» de Conciertos.
SCHERZO—, sin que se hubieran ate- mación de la naturaleza en la evocación
nuado las criticas y los entusiasmos que, del Viernes Santo se reduce a un rever- Peter Maxwell Davies es toda una
como de costumbre, coexisten al térmi- decimiento del suelo, siempre con su la- personalidad dentro de la vida musical
no de cada función; se repetía por ter- berinto. Después del anterior Parsifal de británica, y un tanlo excéntrica tam-
cera vez el Lohengrín de Werner Herzog Gotz Friedrich, el de Wolfgang Wagner bién, no por alguna rareza personal, si-
y, según todos los indicios, concluía su es un significativo paso atrás que cau- no por su situación geográfica: reside
ciclo vital el Tannhauser de Wolfgang sa una indudable decepción. actualmente en las islas Oreadas (Ork-
Wagner en su cuarto año de aparición En cuanto a la representación propia- ney), y ha sabido insuflar vida musical
en la siempre repleta Festspielhaus. mente dicha (asistí a la del 16 de agos- a esas remotas y frías islas del Norte de
La única novedad absoluta era, pues, to), hay que destacar la ¡abor de Berndt Escocia, organizando en Kirkwali, in-
este año, el Parsifal montado por Wolf- Weikl como impecable Amfortas, la so- cluso, un festival musical donde hace al-
gang Wagner. Creemos que, en el fon- lidez de Waltraud Meier en el papel de gunos años se estrenó mundialmente
do, la constante presencia del nielo del Kundry, y la convincente labor de Wi- una especie de ó pera-o rato rio; The
compositor en una labor escenográfi- lliam Pell en el de Parsifal, al que viste Manyrdom of Si. Magrtus, que tuvo
ca y de producción en la que obviamen- con un físico adecuado. La voz parece honda repercusión y se estrenó después
te tiene mucho menos que decir que los prometer continuidad a pesar de la fa- en Londres.
artistas invitados que van montando tiga del sol, perceptible en el tercer ac-.
Ahora, al frente de la Scottish Cham-
otros espectáculos obedece a razones de to (y en el pequeño rol de Walther, del
ber Orchestra, de la que es Director-
economía: las producciones de Wolf- Tannhauser dos días más tarde). Reju-
Compositor Asociado, ha actuado en
gang permiten economizar y reservar venecido Franz Mazura en el papel de
los populares «Proms» del Royal Albert
los grandes recursos para las genialida- Klingsor, aunque con gesticulaciones
Hall, oi'rciendo el estreno absoluto de
des de Kupfer, Friedrich, Herzog, etc. excesivamente teatrales, y eficaz como
su Cuarta sinfonía, debidamente arro-
El Parsifal de Wolfgang Wagner no siempre, aunque con síntomas de exce-
pado con la Sinfonía núm. 43 de Haydn
tiene mucho interés: unas columnas con siva madurez, el Gurnemanz de Hans
y el Concierto de piano núm. 27, k.59S,
aspecto de bolsa translúcida de patatas Sotin.
de Mozari, con Andreas Schiff como
fritas enmarcan la primera escena para Excelente el coro dirigido por el in- solista.
luego, previsiblemente, como en la pro- combustible y eterno Norbert Balatsch, Esta Cuarta sinfonía está escrita pa-
ducción de Ponnelle (mucho más vis- y correcta, aunque no muy profunda, ra un grupo de cámara, pues fue pen-
tosa), girar y convertirse en las paredes la versión de James Levine frente a una sada para la Scotiish Chamber
de un templo de aspecto más egipcio orquesta que esie año no ha tenido, en Orchestra. Desgraciadamente, como
que medieval. El quid filosófico de su general, la rotunda efectividad de otras compositor, al menos en esta sinfonía,
montaje parece residir en el laberinto veces. Maxwell Davies demostró que liene
que se dibuja en el suelo, pero, en rea- muy poco que ofrecer; su sinfonía está
lidad, esto es poco consuelo para el es- cargada de las fórmulas habituales de
pectador. Roger AHer los compositores más actuales que no
quieren, sin embargo, asustar al públi-
co con excesos. Los cuatro movimien-
tos de la obra (Moderato, Allegro,
Adagio y Andante-Allegro) van ofre-
ciendo alternativas de sonoridad inten-
sa, con fuertes segundas y séptimas a
cargo de las trompetas, y los clásicos pa-
sajes en pianissimo, con los violines con
sordina, haciendo el efecto de impalpa-
ble flotación sonora. Todo ello, a pesar
de una instrumentación cuidada, resul-
taba muy vislo y muy poco atractivo,
con una duración que muchos de los
asistentes eslimó excesiva, produciéndo-
se un significativo y constante desfile de
espectadores que silenciosamente vota-
ron con los pies en todos los niveles de
la inmensa sala londinense, dejando an-
chos claros en e¡ auditorio.
Segundo
mil)
ile Par.ii/al Francesc X. Mata
¡'ii Bayreuth

Scherzo 31
• L' I>K'I

homsnoj*

Adiós a Martti Talvela


n plena actividad profesional, y Savonlinna (Finlandia). Parece ser que física: grande, amplio y majestuoso. De
E a una edad en que, dada la lon-
gevidad de su cuerda, se podían
esperar algunos años más de plenitud
su labor al frente del Festival elevó la
asistencia y nivel del mismo.
En Helsinki, en 1975, estrenó la ópera
color oscuro y noble, de perfecta homo-
geneidad desde los dos graves de Saras-
tro hasta las notas agudas y del registro
vocal, ha muerto prematuramente el pa- La última tentación de Kokkonen, cu- de paso de un personaje musicalmente
sado 22 de julio Martti Talvela, victi- yo personaje de Paavo fue concebido difícil, por esa tesitura endiablada en di-
ma de uno de los males típicos de la por el compositor expresamente para él. cho registro, que es el Gran Inquisidor
época que vivimos: el fallo cardíaco. del Don Cario de Verdi. Por el lado de
En nuestro país, el gran bajo finlan- su color vocal, que el cantante inteligen-
dés había cantado en Barcelona y Ma- La voz y el repertorio te podía dotar de acentos sombríos, al-
drid. Aquí, en la capital, ofreció un canzaba a dar a Hunding (La Walkiria)
aspecto de su faceta como cantante de El instrumento vocal de Martti Tal- y Hagen (El ocaso de los dioses) una
lied en dos ocasiones. La primera con vela era el vivo reflejo de su presencia estatura a los personajes que poco nos
el ciclo Winterreise (Viaje de invierno)
de Schuberi y, más recientemente (el I
de abril de 1987), con los Doce poemas
sobre Justinus Kerner de Schumann y
canciones rusas de Rachmaninov y
Mussorgsky. Si en la primera oportu-
nidad el bajo impresionó por la calidad
de su voz y la maestría y disciplina de
su canto en un puntual y competenie
Schubert, en la segunda ocasión encon-
tró ciertas dificultades de concentración
(se comentó incluso que el cantante
mostraba una torpeza de posible origen
etílico), aunque el nivel del mensaje, a
la postre, fuera notable.
Martti Talvela nació en Hiilola, en la
parte oriental de Finlandia, el 4 de fe-
brero de 1935. En su hogar se practica-
ba, en plan diletante, la música. E!
padre poseía también una considerable
voz natural. Animado por la familia el
joven Talvela inició sus estudios en la
Academia Musical de la vecina Lahii \
algo después en Estocolmo, donde tu-
vo como profesor a quien antes lo ha-
bía sido de los dos grandes tenores
suecos Jussi Bjoerling y Nicolai Ged-
da. Este profesor era Karl Martin Och-
mann. Contratado por la Opera Real de
Estocolmo, debuta en 1961 como Spa-
rafudle en Rigo/elto. El impacto del jo
ven cantante de veintiséis años alcan/a
a Wieland Wagner, quien lo invita a
cantar en Bayreuth. En el templo wag-
neriano debuta como Titurel de Parsi-
fal, en 1962, y canta en el teatro de los
festivales hasta 1970 ininterrumpida-
mente. En 1963 se presenta en Berlín co-
mo Séneca en la Poppea monieverdiana
y luego en un papel que haría suyo: el
Sarastro de Die Zauberflóle. En la Scala
se da a conocer ese mismo ano como
el Gran Inquisidor del Don Carla Lue-
go vienen Salzburgo en 1967, con cuyo
Festival mantendrá constante atadura,
Nueva York en 1968, Londres y Viena
en 1970, París. Prácticamente todos los
teatros importantes del mundo, como
corresponde a un cantante de su cate-
goría. Talvela, desde 1973, se ocupó co-
mo director artístico del Festival de \furm l¡it\eta.

32 Scherzo
CONCIERTOS
Día 6
II FESTIVAL DE Día 15
2 0 horas
CUARTETO CASSADO

MÚSICA ESPAÑOLA
2 0 horas Programo:
ORQUESTA DE CÁMARA "REINA SOFÍA" Cuarteto N° 1 - (R. Chapí)
Dtor.: José Luis Temes Cuarteto • (G. Cossodó/
Programa: Cuarteto de primavera - (C. Prieto)
i
Obertura en verde pora Lucio Muflo*
(J. Fernández Guerra)
Quasi un réquiem - ¡T. Marco)
DEL SIGLO XX Día 17
2 0 horas
DÚO VERSUS
Programa:
Concertino 1*13 • (X, Montsalvatge)
i
II
Tres danzas pora un cangrejo - (V. Ruiz)
Oración del torero - (J. Turina/
Confidencial n e 2 - ¡A. Yogue)
Concierto pora instrumentos de orco
Djet per a flauta guitarro - (J. Homs/
(A. García Abrí!!
II
Día 8 De versus - (G. Fernández Alvez)
Siluetas (suite) - (J. Legt'do)
20 horas
Solo a solo - (C. Prieto/
RAFAEL RAMOS (violoncelo)
MIGUEL ZANETTI (piano) Día 20
Programa: 2 0 horas
I QUINTETO DE VIENTO "MEDITERRÁNEO"
' Sicilienne • (J. Rodrigo) Programa:
Capriccio - (M.A. Coria) I
Moya - ¡T, Morco) Tres piezas paro quinteto de Viento
ti (F. Calés Otero)
Sonata - (G. Fernández) Divertímento a cinco • (J. Muñoz Molledo)
Sonata concertante - (X. Montsalvatge/ Quinteto en re menor - (V. Echevarría)
II
Día 10 Peníosonans - (M. Ángulo/
Texturas y estructuras • ¡G. Gombau)
2 0 horas
A veces - (C Prieto)
JOSÉ LUIS RODRIGO BRAVO (guitarra)
Programa: CONFERENCIAS
i
Homenaje o Debussy - (M. de Falla/ Día 6
Petenera - (R. Sainz de la Maza/ 18,30 horas
Canciones populares castellenas
"El compositor y su obra"
(R. Sainz de lo Moza)
Canción y danza n 9 XIII - (F, Mompou) ANTÓN GARCÍA ABRIL
Tres piezas de lo bella époco - (G. Gombau) Día 20
II 19,30 horas
Introducción y capricho - (J. Torren*/
"Et compositor y su obra" CLAUDIO PRIETO
Dos sugestiones - ¡S. Brotonsj
Paisaje grana - ¡T. Marco) PATROCINA: CURSOS
Introducción, recitado y marcha (R. Aibert) Excmo. Diputación de León. '
Invocación y danzo - (J, Rodrigo)
Centro paro la difusión de la músico Días7 r 9, 14 y 16
Contemporánea (Ministerio 19 horas
Día 13 de Culturo - INAEM). "Evolución del lenguaje musical a lo largo
2 0 horas
Unión Eléctrico Fenosa, S.A. del siglo XX"
GRUPO CIRCULO
Conservatorio Profesional JAIME ORTS BENEYTO
Dtor.: José Luis Temes
Programa: de Música de León.
D í a 1 0 - 1 6 a 19 horas
I Universidad de León.
Variocionet sobre dos temas de D. Scorlatti D í a 11 - 10 a 13 y 16 a 19 horas
(J.L 7'urina/ NOTAS:
L'ombro II • (Aibert Sarda/
Esta programación puede estar sujeta
D í a 1 2 - 10 a 13 horas
Concierto pora fagot y conjunto instrumental "Parámetros de la música contemporánea
o modificaciones.
(J. Guinjoon) en la educación musical básica".
Concertó de Verona - (M. Seco) Todos los actos se celebrarán
en el Conservatorio (Hacia uno pedagogía de la expresividad).
Divertí mentas urbanos - (T. Garrido/
Diwones y qasidas • (T, Morco/ Profesional de Música de León LUCIANO GONZÁLEZ SARMIENTO
hom«noj«

bién el Dosifei de Kovantchina (que el


pasado enero interpretó magnífico en
el Liceo).
Talvela era, asimismo, habitual intér-
prete de música religiosa: Missa Sotem-
nis de Beethoven' Réquiem, de Verdi (y
de Mozart) La pasión según San Ma-
teo de Bach.
Como cantante de lied Talvela exhi-
bió un renovado interés por el Winle-
rreise de Schubert antes citado, que
prácticament fue su caballo de batalla
en salas de concierto. Y junto a este
Schubert los románticos alemanes, con
Schumann en cabeza y los rusos. Y, có-
mo no, compositores de órbita norteeu-
ropea, Grieg y Sibelius los mayormente
difundidos. En este registro, Talvela de-
jó una memorable versión de los Can-
tos y Danzas de la muerte de
Mussorgsky, grabado en 1981. Y entra-
mos así en el capítulo de realizaciones
discográficas del bajo finlandés. F ir
suerte ha quedado constancia de todos
sus principales personajes operísticos.
Sarastro, en dos ocasiones: con Solti en
1969. en Levine en 1980, la edición eter-
na, donde están todos los diálogos ha-
blados de la puesta salzburguesa de
Ponnelle. El rey Marke de Tristón e Isol-
da, con Bóhm y la Nilsson, de quien
Thlvela hablaba (no era sordo) maravi-
llas. Fasolt en dos ocasiones igualmen-
te: con Bóhm en 1966 y al año siguiente
con Karajan. Fue Osmin para El rapio
de Solti en 1984, siendo el elemento más
interesante del reparto. Daland en 1968
para Klemperer, mejor rodeado que
ocho años después con Solti. Los tres
papeles de sus importantes debuts res-
pectivos: Sparafucile, Titurel y Gran In-
quisidor los grabó con Sutherland y
Pavarotti, bajo Bonynge, el primero. El
wagneriano con Knappertsbusch, en su
debut en Bayreuth; y el Gran Inquisi-
dor junto a Ghiaurov, Tebaldi y Bergo-
Marín la/vela (izquierda) ctin kurl Ridderbusih en «El Oro del Rhin» zi para Decca en 1965. El legado
discográfico de Talvela se enriquece con
dos propinas agradecibles: Don Fernan-
hacía añorar a cantantes pretéritos de dos personajes mozartianos: el citado do de Fidelio de Beethoven, con Bóhm
repertorio wagneriano. Algo que, tal co- Sarastro, sin rival en su generación, sal- en 1969 y el Comendador de Don Gio-
mo están hoy representadas algunas vo Kurt Molí (cinco años menor que el vanni, de Mozart en 1966 y siempre con
cuerdas de dicho repertorio, suponía finlandés) y Osmin de El rapto en el se- Bóhm. Y, volviendo a Wagner, comple-
que el bajo finlandés fuera el elemento rrallo, de sobria y estudiada comicidad, tó sus prestaciones a este músico con el
más descollante del equipo, en teatros de fría animosidad. Hunding terrorífico para Karajan en el
o grabaciones. Pero en territorio wag- Desde 1970, Talvela incorporó a su ciclo que grabó el director salzburgués
neriano Talvela podía ser también, por lista Boris Godunov de Mussorgsky; en 1966.
la nobleza y lirismo de su timbre, un antes habia sido, en la obra, un Pimen Con Talvela desaparece uno de los re-
Rey Marke compungido y patético o un impresionante. Boris Godunov fue la presentantes más cualificados de su
Landgrave paternalmente distante. Asi- primera ópera escuchada por Talvela cuerda y repertorio. Sin embargo, nos
mismo, sabia dar a Fasolt y Daland la adolescente y la llegaría a cantar en ru- quedan Kurt Molí y sus coterráneos
rudeza y codicia requeridas. Fue Talve- so, naturalmente, pero también en in- Matti Salminen (de 1945) y Aage Hau-
la, pues, por encima de todo un cantan- glés y finlandés. Y, además, en la gland (danés de 1946) para llenar, en
te de órbita wagneriana (su interés por versión original y en arreglo de Rimsky cierta medida, el vacio.
el mistagogo de Bayreuth se extendió al Korsakov. La primera edición original
ámbito coleccionista, reuniendo una discográfica la protagonizó Talvela pa-
considerable biblioteca sobre el compo- ra EM1 en 1976. Digamos que su Boris
sitor, que incluía libros editados desde es importante, aunque resulte bastante
1875 hasta nuestros días). frío al lado del de Christoff o Pirogov.
Aparte de Wagner, Talvela destacó en De Mussorgsky cantaba Talvela tam- Fernando Fraga
34 Scherzo
Cuando se busca la mejof Alia Fideli-
dad hay que entrar en el sonido Digi-
tal vprnlipsíeabrelapuertadeeste
nueyo mundo con su sistema total-
mente disital Tres piezas únicas de
svanífldfl tecnología firmadas por el
creador de ¡a tecnología CD.
Reproductor Digital
de Compact Dlsc COD-882.
El sonido digital inicia su Ijt uro COT
el CDD-882 El primer reproductor
totalmente digital con unas presta-
ciones y operatividad no igualadas y
que representa lo mas alto de la ga-
ma de Repreductores de CD Philips
El mando a distancia, el sistema FTS
para selección de temas, la progra-
mación aleatoria "Shuffle Play" y su
sistema de carga "Linear Skate" son
oa
algunas de las avanzadas ventajas
Que Philips ha incluido en el
CDD-882. Pero lo más importante es
su exclusiva conexión digital para
amplificadores digitales, como el
DFA-888

Amplificador Digital
DFA-888. •«'Mi
EtDFA888esel primer Amplificador
Digital capaz de ofrecerla misma pu-
reza de sonido que un Reproductor
de Compact Disc gracias a la combi-
nación de filtros digitales y cuádru-
plefrecuenciademuestreo Además
permite conectar dígita I mente seña-
les de CD (44,1 kHz), DAT (48 kHz) y
radio FMvía satélite (35 kHz)
La potencia nominal de 2x115 wa-
tios, la conexión CDDirectyel selec-
tor de grabación separado son ya
de por sí motivos para reconocer la
superioridad tecnológica
de Philips

Sintonizador Digital FT 880.


Una pieza maestra entre los Sintoni-
zadores Digitales que empieza a ser
superior ya en la entrada de señal:
Doble entrada de antena para reco-
nocer emisoras locales o distantes.
La estabilidad de la señal se consi-
gue por un decodificador PLL y exis-
ten además filtros (5ISC y para 19 y
38 kHz)Que limpian la señal La bús-
•ueda de emisoras automática o
manual termina de completar la im-
presionante calidad de la tecnología
Ph.lips del FT 880.

DIGITAL HI-TECH
Ahora esta claro: el tuturo de la Alta
Fidelidad es Digital y el líder seguirá
siendo el mismo Philips

PHILIPS
estudio

La música y el psicoanálisis
las canciones que me enseñó mi madre
on conocidas las numerosas fuen-
S tes literarias del psicoanálisis. Le-
yendo a los clásicos griegos, a
Dostoievski, a Shakespeare, a Goethe.
Sigmund Freud se encontró con Edipo,
Hamlet, los chicos Karamazov y su pa-
paíio, Werther y Fausto. Hay también
mucho de filología clásica en su discur-
so, pues el psicoanálisis es una constan-
te meditación del lenguaje sobre si
mismo.
Por el contrario, los contactos de
Freud con la música son esporádicos e
insignificantes. Se los puede reducir a
lo anecdótico y psicoanalíticamente, in-
terpretarlos por su ausencia. La músi-
ca está negada en el freudismo.
Desdeñada, censurada, acaso temida.
No escuchada, en suma.
Era difícil, ciertamente, en la Viena
de Freud, permanecer ajeno a la músi-
ca. La ciudad era y es musical pero a
ello hay que agregar, además, en tiem-
pos de la secesión, el dodecafonismo,
Mahler en la Opera, en el esplendoróse
y demoniaco final de la monarquía, un
período de especial desarrollo para el
arle del sonido puro. Freud prefirió las
artes del sondo impuro, acaso porque
le daban más campo para la higiene.
Esta resistencia de don Sigmund ha
sido descifrada por algunos psicoana-
lisias con resultados diversos y armo-
niosos. Theodor Reik entiende que
Freud se defendió de la música para no
ceder a sus oscuros poderes, adversarios
de la comprensión y del análisis. Error,
al vez, del fundador; ponerse fuera del
juego, asumir sólo el punto de vista de
la lucidez y !a consciencia. Observar el
inconsciente como ajeno, negando el
propio inconsciente, las propias partes
incomprendidas o incomprensibles.
La fobia a la música puede ser, en
Freud, una manera de fobia a su con-
dición de judío, que tanto tiene que ver
con sus teorías acerca del sesgo patriar-
cal de nueslra cultura y, de oirá parte,
con la incómoda situación de los judíos
en la sociedad austrohúngara. La mú-
sica es muy importante en la liturgia \
en el folclore hebraicos. Está asociada Stgmund hreud
estrechamente con el culto y con la koy-
né de un pueblo disperso, una nación sica, la tiniebla y lo femenino quedan cípulo André Masson. Jacques Lacan,
multinacional y sin Estado. fuera de la masonería inicial del psicoa- que proviene del surrealismo y refun-
¿Era esta fobia a lo judío la misma nálisis, cosa de hombres, patriarcal i sta da, una vez más, el psicoanálisis, abun-
fobia a lo materno? Freud parecía más y machista. da en fuentes literarias, pero en las 300
bien misógino y en sus medios próxi- Esta fobia se prolonga en el tiempo. páginas de sus Ecríts no se menciona a
mos hubo pocas mujeres: su hija An- La sostienen los surrealistas, para los un solo músico.
na (después de todo, era parte de la cuales el freudismo es tan decisivo. El Los trabajos ps i coanal ¡ticos sobre la
familia) y el indetenible marimacho de papa-papá André Bretón llegó a prohi- música y los músicos son escasos. Wag-
Lou Andreas Salomé. La madre, la mú- bir la asistencia a conciertos de su dis- ner ocupó a Graf, a Otto Rank (más

36 Scherzo
•studlo

bien desde el punto de vista literario) cabeza. Aprendió un nuevo oficio. Ol-
y a Maríe Bonaparle. Esman escribió vidó, se esforzó, confió, leyó a Feuch-
sobre Mozart y Newman, sobre Beetho- terlebcn (Contribuciones a la dietética
ven. En 1965 André Michel (L'écoie del alma) y se curó.
freudienne devant la musique) hizo el ¿Tuvo consecuencias esta historia en
parvo inventario del lema. la novela familiar de los Walter? ¿Qué
No obstante, hubo músicos, y algu- implicaba que un hombre, al convertirse
nos eminentes, en el enlomo de Freud, en padre, sufriera esa pérdida momen-
cuando no en su diván. David Bach, cri- tánea de una de sus funciones paternas?
iico musical del Arbeiter Zeilung, inter- Por lo que hace a la música, cabe re-
vino, hasta 1911, en las reuniones de los cordar que Gretel Walter se suicidaría
miércoles del primitivo núcleo freudia- en 1939, por amores contrariados con
no, en temas de literatura y música. Se el gran bajo italiano Ezio Pinza, el cual,
le debe la organización de conciertos oh vueltas de la vida, había cantado
para obreros. tantas veces el Don Juan con su padre
Max Graf perteneció a la Asociación (y con la Doña Ana de Elisabeth Reth-
Psicoanalitica vienesa hasta 1912. Inten- berg, madame Pinza, de la cual se cuen-
tó aplicar la nueva ciencia al estudio de ta que perdió facultades vocales al
la vida de los grandes músicos y asi se divorciarse). Si Ínsito en todos estos
conoce su ensayo sobre El holandés chismes es porque el chisme es un ele-
errante (l9ll).Su hijjo Herbert Graf mento psicoanalítico de primer orden.
(1903-1973), reconocido director de es- En efecto, nuestro imaginario, los mi-
cena operístico, pasó a la historia del tos de una comunidad, no son sino chis-
psicoanálisis como «el pequeño Hans» mes, cosas que se creen porque se
o «Juanito», un caso analizado por dice que ocurrieron, sin mayores pro-
Freud y que trata de una fobia infantil banzas.
a los caballos.
Muy aficionados a la música fueron
dos discípulos de Freud, Sandor Ferenc- El caso Mahier
zí y Theodor Reik. De ambos tiraremos
en estas paginas, sobre todo del segun-
do, que se ocupó de temas musicales.
De ' e los músicos próximos es, sin du-
da, Gustav Mahier el más importante.
No obstante, revisando las actas de la Su caso, no obstante, es más el cajo Al-
Asociación, de 1906 a 1918, se hallan ma que el taso Gustav, porque lo co-
numerosas citas operísticas (la ópera era nocemos a través de unas páginas
un código cultural de primera impor- escritas por su mujer Alma María
tancia en un medio como el que evoca- Schindler.
mos) pero no referencias a la música Ella lo define como «un buscador de
como tal. sufrimientos». Como Brahms y Beetho-
En los primeros años del siglo, fue fu- ven, dicho sea de paso. El dolor los vin-
gaz paciente de Freud el gran director cula. De novio, él suele decirle: «Me he
de orquesta berlinés Bruno Walter. El enamorado de tu hermoso rostro, en el
caso, narrado por Walter en sus memo- cual se reflejan muchos sufrimientos».
rias, vale la pena, tanto para describir La infancia de Mahier ha estado car-
un episodio crucial en la vida del mú- gada de experiencias dolorosas y sinies-
sico como para evaluar la faena de ali- Alma Mahier
tras. Cinco de sus hermanos murieron
vio, más mágica que científica, que un lugar griego mejor que Grecia. Pa- de difteria, su padre brutalízaba a su
cumplió el ilustre don Sigmund. sarse varios meses sin pensar en nada madre, el propio Gustav presenció co-
Walter vivía una época de gran feli- y dedicándose a ver. La cultura griega mo un amigo violaba a una criada.
cidad personal y profesional. Se había es eminentemente visual. Clásica y pa- Terminó considerando amable toda
casado y habían nacido sus hijas Lo (te terna, podríamos decir hoy. El médico huella de sufrimiento, y sufrible, todo
y Gretel. Fue entonces cuando le sobre- intentaba, oblicuamente, reforzar lo pa- amor. Esquivo antes las mujeres, tal vez
vino una parálisis del brazo derecho que terno del paciente, que andaba flojo. seres amenazantes, portadoras del do-
le impedía dirigir orquestas y tocar el Walter se marchó a Sicilia y aumen- lor de su madre, llegó doncel al matri-
piano, sus dos oficios por excelencia. tó notoriamente su conocimiento de lo monio, ya cuarentón, cuando Alma
Falto de explicaciones clínicas, acu- griego, pero no se curó la parálisis. Pa- (que prometía en sus nombres no tener
dió a Freud. Hoy diríamos que se tra- ra colmo, en Messina padeció un te- cuerpo y ser virginal como María) apa-
taba de una parálisis histérica, una rremoto. reció en su vida desprendiéndose de los
autoagresión de Walter que lo inhibía En vista de todo ello, Walter llama a brazos de otro músico, Alexander Zem-
para ejercer su papel directivo: su rol su mujer y deciden marchar a la Rivie- linsky, cuñado de Schonberg y anima-
paterno: Freud lo interrogó por las abe- ra, a descansar y tomar sol. Acaso éste dor de la Escuela de Viena, formada
rraciones sexuales de su infancia. Don sea el remedio. Pero tampoco. De vuel- por seguidores de Mahier. Alma cerra-
Bruno no supo qué decir: Pregunta ta en Viena, Freud aconseja ahora re- ba la trenza.
ociosa, en verdad ¿Son difíciles de ima- tomar la vida normal y olvidarse del La relación se fue tiñendo de colores
ginar tales cosas para un sexólogo? Wal- síntoma. El médico se hace responsa- siniestros. Mahier compuso sus Cancio-
ter evocaba su infancia como inocente, ble de que el músico deba suspender al- nes para los niños muertos, y, en 1907,
horra de aberraciones. guna actuación. Walter se acostumbra murió su hija mayor. Cuando Alma
La medicina aconsejada por Freud a tocar con una sola mano y a dirigir veía jugar a las ñiflas en el jardín recor-
es muy curiosa: que se vaya a Sicilia, con un brazo y con enfáticas señas de daba aquella música y sentía que el pa-

Scherzo 37
estudio

dre ya percibía a sus hijas como alma» venía a decirle el muchacho) se no de la historia al cielo de la gracia
muertas. Tras la desaparición de la pe- ofendió terriblemente y se dedicó al de- (Segunda Sinfonía). Profeta como Wag-
queña, Mahler no repasó ni dirigió más lirio celotípico, a la persecución del im- ner y Beethoven, titán como Jean Paul,
aquellas paginas agoreras. potente o el insuficiente sexual, cuya inspirador de su Primera Sinfonía, al
¿Era para Mahler, la música, el lu- mujer busca en otro la satisfacción que varón le queda la tarea de estructurar
gar utópico de la felicidad? Con Otto, no obtiene de él. el discurso, sugerido por la gigantesca
su hermano mayor, que también era La llamaba «María» (nombre de la mudez de la naturaleza, esa unidad mís-
músico, se marchó de su casa y se ganó madre de Gustav y de la Virgen María tica que es madre, que es mujer.
la vida con su arte. Tal vez sustituyó a mítica del cristianismo, la mujer que
un padre indeseable por el hermano fa-
vorito, primogénito, depositario de un La música en el diván
deseo privilegiado, el cual terminaría en
el suicidio. Otro hermano, Alois, se fue
a América y se convirtió en rico rasta- 1 QTljc pjillrartmmir &orifljt | Esescribió Mahler en 1909: «Cuando
cuero. Un sueño de Gustav, que oblen- a l Mn> flark escucho música —incluso cuando
dría de unas millonarias americanas dirijo— puedo oír respuestas precisas
una Orquesta particular. a todas mis preguntas y sentirme total-
1910. SIXTY-N1NTH SEA5ON ...Htt
Mahler era un hombre de aspecto si- mente lúcido y seguro o, mejor dicho,
niestramente romántico, de una vida siento con toda claridad que no hay in-
dominada por la Sehnsuch!, esa busca «uní terrogantes en absoluto».
de la visión que lleva el anhelo infinito La música es la cesación de los inte-
y a la infinita nostalgia. Potencias ocul- rrogantes, la sutura de la pregunta por
tas y demoníacas empujaban en su in- la respuesta precisa y adecuada, la in-
terior, según observa su amigo y fljall movilidad dialéctica. Bien, pero todo
descifrador, Bruno Walter, otro paciente ello a condición de que permanezca
freudiano. Alma lo veía como un demo- TUESDAY NÍGHT. NOVEMBER FIRST inarticulada, que careza de significado,
nio vestido de monje, un Savonarola FRIDAV AFTERNOON. NOVEMBEH FOURTH que sea un significante continuo que me
quizá similar al de Fiorenza. la come- significa cuando la escucho, afectiva-
dia de Thomas Mann, que se valdría del mente, sin que se pueda separar el sig-
exterior mahleriano para el Gustav As- no de lo signado ni del sujeto que lo
chenbach de su Muerte en Venecia. En- ul Ir* IUHP- • - . — . . D « U -
recibe. Todo es un mogollón unitario en
fermo cardíaco, por una malformación que se es uno y el mismo con lo demás.
nativa, sufría crisis y desmayos regula- La plenitud, tal vez primordial, último
res. Vivía atacado e intoxicado, como resto, amorfo, y difuso, de la fusión con
'Ik ( ,l,a,ZiFilhiiln

al borde del último día, en una suerte la madre anterior al nacimiento. Arru-
de crepúsculo mórbido mezclado de rito llo y nana, rumor orgánico de los hu-
satánico y liturgia de lustración. mores y los alientos maternos.
Era un niño angustiado ante las mu- Sentimiento oceánico lo denomina otro
jeres que se encontró con una doncella psicoanalista, Sandor Ferenczi, en su li-
inexperta, según define la escena la as- nos redime del pecado de Eva). La ama- bro Tkalassa, donde rastrea sus huellas
tucia de Alma. Una señorita católica, ba como a su madre pero la trataba co- en una experiencia muy parecida a la
conversa al librepensamiento, se junta-, mo a su hija. Ella lo amaba como a su escucha musical, la cópula.
ba con un judío convertido al catolicis- padre pero lo trataba como a su hijo. Me parece que es Georg Groddeck
mo, un solterón gazmoño y represivo Un mundo simbólico en que se encon- {Música e inconsciente. 1932) quien,
que le hizo quemar los libros de Nietz- traban todos los deseos incestuosos. desde unos supuestos ps ico analíticos,
sche. Mientras hubiera en el mundo al- Ella seguiría buscando en el varón crea- tal vez algo sumarios, más ha trabaja-
gún sufriente, se consideraba indigno de dor al hombre fascinante (Oskar Ko- do el tema.
la dicha, en la tradición dolorista y már- kotschka, Franz Werfel) y sus hijos Música viene (sigo a Groddeck) del
tir judeo-cristiana ¿Cómo iba a sopor- tenderían a morir de pequeños. El fue latín musa y del griego montia, es de-
tar a Nietzsche, que proponía sustituir en busca de Freud. cir «lo significante, el dador de senti-
a Cristo por Baco, la corona de espinas Se encontraron en Leyden, Holanda, do». Es esa fuerza primordial,
por la guirnalda de rosas? Su procer era en 1910, durante el veraneo del doctor. constantemente productiva de significa-
Dostoievski, no el pirado Fritz. Caminaron y hablaron durante cuatro dos, que no puede ser convertida en sig-
«Era un creyente cristiano» dice Al- horas. Freud lo tranquilizó: su mujer nificado ella misma. Es lo
ma «un judiocristiano que la tenía di- nunca lo dejaría, pues buscaba en su Urmenschlinch, lo humano originario,
fícil. Yo era una cristiana pagana y la marido a un padre y Mahler lo era. To- primitivo. La razón, que tiene que ver
llevaba fácil». No tanto, enfin.Se sin- do estaba en su lugar y seguiría están- con el número y el cálculo, no la pro-
tió devorada por un caníbal, obligada dolo. Mahler moriría en 1911. duce ni la acoge, apenas si puede orde-
a parir tras embarazos complicados, a La mujer y la música son, en Mah- narla (en efecto: existen ciencias
encerrarse en casa como un animal do- ler, fuertemente ambivalentes. Adagio musicales, como la morfología y la ar-
méstico, vigilada por un hombre que só- elegiaco y orgasmo sereno, alternan monía auxiliadas por técnicas como la
lo consideraba bello el dolor, que con estallidos de apocalipsis, cóle- ritmología y la me logra fía).
despreciaba la música de Debussy y ras divinas de Papá que destruye el La música, pues, fluye constantemen-
porque <mo le hacía darlo». Intimamen- mundo, avergonzado y cabreado por lo te de esa entidad primaria que no pue-
te, se fue alejando de él, se enamoró de mal que lo ha hecho. Temor de caer ba- de significarse, y ataca a zonas
su alumno Ossip Gabrilovich, de Wal- jo el influjo de la mujer, de ser someti- independientes de la inteligencia. Un
ter Gropius, entonces un joven arqui- do y castrado y, en el polo opuesto, la lactante puede ser afectado por la mú-
tecto, que le declaró su amor en una mujer como la redentora del segundo sica, no por el lenguaje. Un niño pue-
carta a Gustav. Este, en vez de sentirse Fausto (Octava Sinfonía), voz de la re- de ser músico (no filósofo, ni novelista,
halagado («te amo en tu mujer, en tu surrección que eleva a Dante del infier- ni político). Un idiota puede repetir rit-

38 Scherzo
ESPAÑA / BALEARES
Palma de Mallorca : Sant Agustí y Sant Geroni
ESPAÑA
Tnjjillo / Covarrubias
FRANCIA
Malaucéne
FRANCIA
Marmoutier / Saint-Maximin
ÓRGANOS ITALIANOS
Brescia / Bastía

ALEMANIA
Trebel / Altenbruch

Organistas:
Franás Chapelet
Michel Chapuis
Rene Saorgin
Helmul Winter

HMA 290060
Un álbum de 6 discos compactos
al precio de 2

larmonia mundi, 30 años de prestigio


h a r m o n í a m u n d i ibérica Avda. Pía del Vent. 24. 0S970 SANT JOAN DESPl. Barato™.
•studfo

mos y melodías. La música surge de! in- sintesis del hijo con la pareja de los dido. Por ello se asocia fácilmente con
cosciente y actúa sobre él. Como él, es padres. la madre, pues ese presujeto.fue uno
energético y seductora. Hay una llave Bien, pero ¿cuándo están unidos los con ella. Por eso, el padre la codifica,
(digámoslo musicalmente: una clave) tres, como en el acorde tonal, sino an- conviertiendo su formulación en un len-
que abre sus sagradas puertas, algo que, tes del nacimiento? Nacer es separarse guaje con reglas fijas de composición.
en la generosa y temible frase de Grod- de la madre, no sólo físicamente, sino Como todo lo que tiene que ver con la
deck, es «más humano que el hombre». socialmente. Nacer es caer en el mun- madre, cae bajo la legislación paterna,
¿Qué es eso más humano que el hom- do, que es un sistema de distinciones, para que el sujeto pueda existir y sea
bre y del cua! el hombre es portador? de separaciones, de límites: un sistema posible la cultura.
¿No se parece demasiada a i o sagrado, paterno. Dejamos de ser eso para ser el Esto explicaría, más allá de toda fo-
aquello que es el depósito de todo lo de- hijo de nuestro padre, que nos adjudi- bia personal o grupal de Freud, que el
seable, pero que no puede tocarse? ¿Y ca un nombre con el cual seremos iden- psicoanálisis no se ocupe de la música,
la madre, ser único que tampoco pue- tificados en la sociedad, y nos separa pues el psicoanálisis se ocupa del suje-
de tocarse? de la madre por el tabú del incesto, fun- to, es decir de la trama de historias y
Groddeck ve en el pentagrama, ám- dando en nosotros la noción de cultura. discursos, que emite ese portador del
bito vacío dividido en nueve partes (cin- Es decir, que al nacer muere ese su- lenguaje. No obstante, la música existe
co lineas y cuatro espacios) un símil del jeto anterior al sujeto, del que no guar- e insiste, que es lo importante. Como
útero materno, cuya cifra es el nueve, daremos memoria puntual porque no el inconsciente, ni más ni menos.
número de meses en que el niño se ges- está asociado al lenguaje, que es un Theodor Reik ha intentado rescatar
para la tarea psicoanalítica algunos ele-
mentos sugeridos por la música (la mú-
sica en tanto discurso, subrayemos,
recordando las peloteras que se organi-
zaron entre Claude Levi Strauss y Ura-
berto Eco acerca de si se dan en ella las
dos articulaciones del lenguaje, señala-
das y exigidas por Ferdinand Saussure).
Escucha Reik en el discurso del ana-
lizando ciertos elementos que retornan
obsesivamente como una melodía, es
decir que se estructuran musicalmente
para promoverse como obsesión. Per-
cibir esta organización musical es ilu-
minador para el analista. Hay en ello
algo así como palabrass o frases de una
lengua extraña, bárbara, que irrumpen
en el lenguaje habitual. Una incrusta-
ción o inserto para siempre indesci-
frable.
Algo parecido es lo que Freud des-
cribe en un pasaje de su Psicopatolo-
gi'a de la vida cotidiana, la aparición de
ese lenguaje -otro que obliga a la refle-
xión ante el obstáculo. Es como si fué-
ramos portadores de una palabra que
nos habla y que nos obliga a desmon-
tarla (a de-construirla, como se dice
ahora) pero que no entendemos. La mú-
sica actúa, entonces, como conforma-
dora, como co-formadora del lenguaje,
al menos de su elocución.
ta. La clave seria el símbolo viril, que aprendizaje proveniente del padre. Lo Ello, si se quiere, es un planteamien-
ocluye el regazo materno y lo hace fruc- llevaremos toda la vida sin saber quién to de cuño wagneriano: hay algo inefa-
tificar. Pájaro en celo que canta y se co- es y sin poder acceder a él, teniendo a ble que nos hace hablar. Lo inefable es
lorea, como si fuera músico y pintor. su respecto, la oscura noción de haber la música y la palabra surge de ella y
Canta la eterna canción del mar. El sido y no ser. Menos que un sujeto, se adapta a ella, hasta que la somete a
océano del sentimiento oceánico. No el puesto que no estuvo nunca sujetado a su juego de significación. Esto es, de al-
ser (Sein) sino el llegar a ser, el trans- una identidad. Más que un sujeto, por guna manera, lo que ocurre en la
currir (Werder, Vergehen). la misma razón. Inabordable como lo música-poesía de Wagner. Hay un
Otra observación numeral sirve a sagrado y como la madre. Es <iel hom- sujeto-otro (traduzcamos al freudismo)
nuestro autor para insistir en el lugar bre que siempre va conmigo» según de- que, de manera infusa e imperiosa, nos
anterior al Edipo que la música seña- fine un poeta, Antonio Machado. O un
sujeto tachado por el sujeto, según pa- hace hablar. Ese otro somos nosostros
la, y consiste en la importancia que tie- y tanto la consciencia como la ciencia
ne en la música el número tres. Más labras de un psicoanalista, Jacques La-
can (tan poco melómano, el pobre). se le superponen como una superestruc-
estrictamente, se trata de la música to- tura. Es el inconsciente, que nos dice,
nal, con sus dos estructuras triádicas: En este esquema, y ya dejo de com- pero canta.
levarecadere-resolución y tónica- plicar al señor Groddeck, se me ocurre Las asociaciones del lenguaje (can-
mediante-dominante. El hombre es la que la música es como el equivalente del
unidad en la triada (die Dreieinheil), dencias, tonos, melodías, armonías,
lenguaje de ese sujeto originario y per- oposiciones disonantes, etc) pueden ser

40 Scherzo
estudio

musicalmente descriías. El lenguaje está querido (¿el entierro del sujeto'anterior cucha avisado (avezado) que debe me-
habitado por la música como una man- al sujeto?). Sólo se canta lo perdido, morizarla y entender algunos de sus
sión embrujada, por sus fantasmas. Por afirma, de nuevo. Antonio Machado, trucos: ¿es sonata o sinfonía? ¿en qué
eso habla Reik de the haunting Melody, haciendo de todo canto, una elegía. tonalidad y modo está escrita? ¿no se-
¡a melodía que carga de fantasmas al La música es la metáfora de las pul- rá atonal y carecerá de modo? etc.
lenguaje. La música es inmediata (Scho- siones, afirma Guy Rosolato. Tan sólo Parecida al trance, a la hipnosis, a la
penhauer diría que es la corporización la metáfora, una figura retórica que vin- subjetividad abstracta del otro que soy
inmediata del querer) y el lenguaje es cula fugazmente dos términos que se yo y que no conozco, sino vagamente
siempre mediato. descubren misteriosamente afines, co- reconozco, la música se parece, acepté-
Esta construcción ataca, desde lue- mo en una feliz combinación armóni- moslo, al psicoanálisis. Tal ves Freud se
go, todo intento de concebir la música ca. Cuando se escucha a un analizando negó a admitirlo por temor a que los
como expresiva. Expresar es exprimir, es como si estuviéramos en un concier- músicos le dijeran «¿Para qué queremos
apretarse las carnes para sacar lo que to en que el intérprete no sabe una par- esa ciencia nueva si tenemos esta ma-
llevamos dentro. Si esto que llevamos titura que el autor conoce bien (el autor gia antigua?»
dentro no se puede sacar, ni siquiera to- es el inconsciente). El analista es una es- Blas Matamoro
car, ya me dirá usted. Cuando estaba
componiendo su Segunda Sinfonía,
BIBLIOGRAFÍA
Mahler escribió a Max Marschalck que
no producía música para expresar la in- Theodor Reik: Variaciones psicoanalílicas sobre un tema de Mahler, trad.
timidad de su sentimientos, sino para de Ignacio Gómez de Liaño, Taurus, Madrid, 1975.
abrirse a un más allá sin espacio ni Theodor Reik: Psicoanálisis aplicado, Hormé, Buenos Aires, 1967.
tiempo. No es Gustav Mahler el que es- José Perrés: Freud y la ópera, FCE,, México, 1985.
cribe, sino ese otro que se ha quedado Alma Mahler-Werfel: Mein l¿ben, Fischer, Frankfurt, 1963.
o espera en un lugar sin historia. Una ídem: Gustav Mahler. Erinnerungen und Briefe, Bertmann-Fischer, Wien,
música, desde luego, sin literatura, sin 1949.
programa, sin plan preconcebido (todo Amoldo Liberman: Cuslav Mahler o el corazón abrumado, Altalena, Ma-
lo contrario de lo que Mahler creía ha- drid. 1982.
cer, digamos de paso: su música está Bruno Walter: Theme and Variaiions. An Auiobiography, by James A. Oals-
cumplidamente preparada y explicada ton, Alfred Knopf, New York, 1946.
por él mismo, con palabras más o me- ídem: Gustav Mahler. Ein Portrat, Fischer, Berlín, 1957.
nos buenas). Lo único que se siente en VV AA: Psychanalyse el musique, Les Belles Lettres, París, 1982.
la música, dice Mahler, es la dicha pa- Las obras de Sigmunt Freud citadas en el texto tienen numerosas ediciones
sada que se evoca en el camino al ce- en castellano.
menterio, durante el entierro de un ser
•i

Orquesta Sinfónica
y Coro de RTVE
Temporada 1989-1990

OCTUIK DEr«tor CMARUS lun,. (Prem.o de Composición -Reino Soltó- I 988]


Jueces, 5 A'pad Joo POULENC Concertó pata dos pianos v orqu«ra en re menoi
Vie'nes, ó 5alfet«: KriNa y ManeJIe Labeque (prono)
SIRAVINSKY La t or^ugrooon de la Pnma.em

Jueves. 12 DlracMi MAGNAID i - a ¡a Justicio, op 1 4


nev 13 Micnel Plosson CHAUSiON •..i del amor v d ^ mor. op 19. SolEtH; CoJelle Alliot tsjgaz ¡soprano)
FAURE ,^m op 4o. Ssllitfli: Caletre Allrar-lugoz Isopiana) y Gilíes Coche-

SARDA Obra tie encargc


Viernes. 27 Arpad JDO H. STRAUS& Cuncieno para 'rompa y orquesta num 7 en Mi bemol moyo1
Selfet*: íheí: Síhuenbrod [trompa)
N l i l M N Sinlonio nurr J . Op 79, .Ine.l.nguible-

NOVNMMi airtaat , MOHIÍAtVAICE S.ntorMO dp fea-'iem


Jueves, 9 Antom Ros-Morbo SIRAVrNSHY Oeíipus * e - l o l t i t n : Wa'goritn Zimmerrflonn (controlro). Thomo* \
Vlerrws, 10 ¡lenar/ Alfonso EL^everno (ba^rionoj Sla+lord Dean [bafof t a
Coro de RIVE

Horario d* los con dorios: Ensayo general:


Jueves, a las 19,30 horas Jueves, a las 11,00 horas
Viernes, alas 20,30 horas
Teatro Monumental
MADRID
Los conciertos impares corresponden al Abono A
Los conciertos pares corresponden al Abono B

41
COMUNIDAD DE MADRID CONSEJERÍA DE CULTURA

LES ARTS FLORJSSANTS


Auditorio Naciar* 1 ^ 1 *** 0 -" 1 -

MSTISLAV
NüI ' \1 da Ociubra
I BANCO M.BAO W2OWA

KOU1LA
J
if'jri'j Maíbrial t ^ ^ r a d a CJciubra •> 5

AFR ^jAííAíiA'

ííaal Acadam¡ti tía D

r I '.i c i o r i y K^PiBI»w " a p i {'j G A B

E S T I V A L D E O T O Ñ O
1 9 8 9

MMPER A PI
- entrevisto

I MI \l l \ \ l l \ MJt 1 I I 11/.

Roger Norrington, la revolución de la objetividad

S
CHERZO.—En todas sus biografías oficiales S.—Grandes centros musicales...
aparece una frase: «su promisoria carrera musi- R.N.—(riendo) ¡Si, tal como usted lo dice, grandes centros mu-
cal se vio abruptamente interrumpida cuando sus sicales! Pero déjeme decirle que África fue para mi una expe-
jefes, en la empresa donde trabajaba como edi- riencia fascinante, y que allí, en aquellos grandes espacios, tuve
ror, decidieron mandarle a África". ¿Quédemo- oportunidad de pensar mucho y de reflexionar, de replantearme
nios es lo que hacía usted en África, exactamen- toda mi vida y de pensar en el futuro; y en ese aspecto debería
le? decir que estoy agradecido por haber viajado a África, porque
ROGER NORRINGTON.—Bueno, ...lal y co- África me hizo, de alguna manera, reencontrarme conmigo mis-
mo está escrito, parecería un fragmento de la biografía de Al- mo, o quizá encontrarme por vez primera y, sobre todo, me hizo
fonso Aijón, ¿no? {entre grandes risas). Bueno, también habría tener una idea definitiva de aquello que quería hacer: quizá, de
que decir que tal y como está escrito no es exactamente cierto, no haberse producido aquel viaje, yo a lo mejor estaba todavía
es decir, es cieno que fui a África, pero..., bueno, hablar de la trabajando, en el día de hoy, para la misma firma editorial.
promisoria carrera musical «abruptamente interrumpida»... Bue-
no, tampoco fue así exactamente, para ser totalmente honestos S—Antes de marchar a África, usted ya había creado en Lon-
habría que decir que la redacción es un poco enloquecida: lo pri- dres el Coro SchiitZ:,
mero de todo es que yo ni siquiera estaba inmerso en una carre- R.N.—Sí, exactamente, y de hecho el primer concierto lo di-
ra profesional, por lo menos no había una dedicación plena en mos justamente antes de mi partida a África.
aquel momento, estamos hablando del año 1962; de hecho, yo S.—Si le parece que hablemos directamente de música, quizá
era poco más que un amateur, era un violinista amateur, un can- seria interesante recordar que hace aproximadamente veinte años,
tante amateur y un director de orquesta meramente aficionado, • supongo que por entonces el Coro Schutz estaba recién funda-
y es que decir otra cosa sería una barbaridad. Yo no ganaba ab- do, usted grabó un disco de música coral de Héctor Berlioz, con
solutamente nada de dinero con la música. páginas muy poco conocidas; considerando su reciente graba-
ción de la Sinfonía Fantástica y la que ha de realizar en 1991
Lo que sí es cierto es que en el momenio de ser enviado a África de Romeo y Julieta, ¿podría decirse que este antiguo disco re-
por mis superiores, mi trabajo en la música parecía tomar un presenta el comienzo de su fascinación por la música de Berlioz?
derrotero más profesional, estaba empezando a tener logros de R.N.—¡Oh, qué interesante que me recuerde usted esto! Y es
una cierta importancia, y sólo en ese sentido, se puede decir que cierto, debió ser hace unos veinte años, sí, debimos grabar aquel
mi traslado supuso una cierta ruptura. Peio también quisiera pun- disco hace veinte años... la realidad es que yo siempre he sido
tualizar que mi estancia en África fue muy breve, apenas duró un/o/i de la música de Berlioz, y debo decirle que tuve la oca-
unos meses y en cuanto volví a Londres presenté mí dimisión para sión de estudiar mucha de esa música junto a Colín Oavis, quien,
dedicarme por entero a la música, ahora ya con carácter profe- por aquellos años, era director del Conjunto Operístico de Chel-
sional. En cuanto a África, bueno, mi trabajo me hacía respon- sea, en el que yo trabajaba; yo cantaba en aquel grupo, y tam-
sable de la actividad de mi empresa en Kenya, Tanzania, Tangánica bién locaba de vez en cuando. Y lo que resulta curioso es
y Uganda. comprobar que por aquellos años, unos cuantos de entre noso-

Scherzo 43
entrevisto -

Iros formábamos una especie de circulo Beriioz muy especial, significativos: nosotros hicimos el primer Mesías con instrumentos
y en él eslaba, naturalmente. Colín Davis, pero también Hugh originales en el Reino Unido, anterior incluso a la grabación rea-
Macdonald, que hoy es el editor de las versiones revisadas, críti- lizada por Christopher Hogwood, que se verificó justamente unas
cas, de la mayor parte de las obras de Beriioz, y también estaba semanas después de nuesira interpretación, y también brindamos
Johnny Warrack, y David Cairns, que tradujo las Memorias y la primera interpretación de la Pasión según San Juan, de Bach,
ahora está embarcado en la redacción de una magna biografía, con instrumentos originales en Inglaterra. Y también hicimos,
y... bueno, también estaba yo y entre lodos formábamos una es- ahora me acuerdo, la primera interpretación inglesa, con instru-
pecie de círculo de ingleses enloquecidos por Beriioz (riendo de mentos originales, de las Vísperas, de Momeverdi.
nuevo), todos sentíamos una fascinación imparable por la músi- S.—Querría formularle una pregunta un poco difícil: a me-
ca de Beriioz, y es que, más o menos al mismo tiempo, casi to- diados de los sesenta, en el terreno de la música antigua y de
dos, juntos o por separado, nos habíamos dado cuenta de qué los instrumentos originales, solo contábamos con un pionero so-
gran compositor era, y ese disco que usted cila es una muestra litario llamado Harnoncourt al que muy pronto se unió, en esta
de las investigaciones, de los esfuerzos que hacíamos por recu- misma época, un hombre de Holanda, cuya fama iba a expa ,-
perar cualquier partitura de Beriioz, por recóndita o anónima dirse internacionalmente en muy breve plazo, que era
que fuera o se hallara..., lo curioso de todo esto es que, si usted Gustav Leonhardt; bien, a partir de los setenta y prin-
piensa que el Coro Schütz fue una agrupación nacida y dedica- cipios de los ochenta nos encontramos con una verda-
da primordialmente a música del siglo XV11, incursiones como dera diáspora de intérpretes de la música antigua, tales
las que usted acaba de comentar eran algo asi como viajes al otro como la familia Kuijke, Música Antigua de Colonia con
mundo... La verdad es que con el Coro Schütz hicimos casi todo Reinhard Goebel, Frans Brüggen, y en Inglaterra, na-
el repertorio imaginable, porque recuerdo también otro disco con turalmente, gente como Christopher Hogwood, Trevor
música de Bruckner y de Richard Strauss, con los motetes de Ri- Pinnock o el desaparecido David Munrow, además de
chard Strauss, por el que yo siento un afecto extraordinario y Andrew Parrott y algunos otros, Bein. ¿me podría de-
que pienso que es uno de los logros más interesantes realizados, cir qué papel juega cerca ya del final de los ochenta,
en general, por una agrupación coral en Inglaterra en aquellos un hombre no demasiado joven, llamado Roger No-
años, ¡y pido perdón por mi petulancia!, y recuerdo que tam- rrington, que de alguna manera reaparece en el pano-
bién grabamos música de Mahler y coros de Mendelssohn... En rama musical, que también emplea instrumentos
fin, un repertorio amplísimo... En fin, con todo esto le quiero originales —aunque quizá lo más importante sea su es-
indicar, y es una característica muy particular, que a mí me inte- tudio sobre la recuperación de los metrónomos origi-
resan muchas cosas, ¡muchísimas cosas! Quiero decirle que con nales de los autores—. que tiene de inmediato un éxito
el Coro Schütz yo tenía un interés enorme por la música de W¡- extraordinario y casi deja en ¡a sombra a todos los de-
lliam Byrd, o la de Palestrina, que siempre me fascinó..., pero más desde un punto de vista comercial? ¿Dónde ubica
que como violinista, locando, como hice de hecho durante mu- usted exactamente a este Roger Norrington?
chos artos, en las orquestas de Londres, o de fuera de Londres,
interpretaba sobre lodo el repertorio clásico romántico..., y ocu-
rre que también, a título personal, me ha interesado siempre la R.N.—(Sonriendo irónicamente, y comenzando a con-
música de vanguardia, la más reciente... En fin, que soy una per- testar muy despació). Biennn..., yo le contestaría de una
sona que mira hacia muchos lugares, quizá no a la ve;, sino su- forma un poco extraña: si usted escucha uno de los dis-
cesivamente, y entonces me ocurre que en un momento dado me cos que hicimos hace ahora casi veinte años, con el Co-
puedo volver absolutamente obseso por una determinada músi- ro Schütz, uno precisamente con obras de Schütz, de
ca, o por unos autores... y, bueno, ahora ocurre que yo estoy em- motetes para doble coro podrá usted ver en el inventa-
barcado, sobre todo, con mi conjunto, con los London Classical río de instrumentistas, que tocando el continuo apare-
Players, en Beethoven, en Berlioz y parcialmente también en Schu- ce un muchacho bastante joven llamado Christopher
bert, pero que en otro momento puedo dedicarme a otra música Hogwood, y que otro de los instrumentistas es precisa-
completamente distinta. Es curioso que, por ejemplo, en países mente David Munrow, cuya importancia y significación,
como en Italia o Portugal, se me conoce, sobre iodo como espe- entre paréntesis, a mi me parece imponantísima, quizá
cialista en música del siglo XX y música de vanguardia, porque superior a la de muchos que usted ha citado anterior-
paradójicamente en esos paises es el repertorio que más he cul- mente. Con ello quiero decirle que yo descubrí todas estas
tivado. cosas, todos estos temas en los que hoy trabajamos, co-
mo usted bien indica.tantas personas, prácticamente al
mismo tiempo que los demás, y como le he indicado
hace un momento al hablar del tema del Mesías, y de
S.—Es curioso que comente usled todo esta porque yo, que nuestra primera interpretación con instrumentos origi-
escuché y estudié con mucho interés, hace casi dos décadas, esos nales y la inmediata grabación de Christopher Hogwood,
discos de Berlioz, o el de los motetes de Richard Strauss. cuan- en algunos casos, desde el punto de vista de la interpre-
do hace tres o cuatro años volvió usted, si se puede decir asi. tación de las obras, mi grupo y yo fuimos los primeros,
a la \ ida musical, grabando discos y dando conciertos con los lo que pasa es que no teníamos entonces la conexión
Ltmdon Classical Players. me pregunté, y me imagino que otras con el mundo del disco que ahora tenemos, y eso, para-
personas pudieron lener una sensación parecida, si esle Norring- dójicamente, es importantísimo, casi parece trascenden-
ton era el mismo Roger Norrington de las grabaciones corales tal, aunque no debería serlo, pero desgraciada o
de entonces. .. afortunadamente es asi. Quiero con ello decirle que yo
R.N.—¡Ya me lo imagino! {entre grandes risas). ¿Será este mis- estaba en la brecha al mismo tiempo que los demás, que
mo chico, será la misma persona, me lo habrán cambiado? Bue- yo no he llegado después, sino que yo estaba con ellos
no, bromas aparte, yo soy muy consciente de esa laguna que desde el principio. I-os Discos son algo así como la tar-
parece haber habido en mi vida musical y, sobre iodo, en mi vi- jeta de garantia para dañe visibilidad en el mundo musical; es
da discográfica, porque yo me he pasado lustros sin grabar un gracioso pensar,y a mi mismo me divierte, que Norrington grabó
solo disco: y es que ocurre que durante muchos años me he de- su Mesías exactamente, o casi exactamente, con las mismas fuer-
dicado a la ópera, he trabajado exclusivamente en el mundo de zas instrumentales y corales que yo utilicé en la primera inter-
la ópera. Y debería decirle que cuando terminé de trabajar en pretación con instrumentos originales. Esto me recuerda algo que
la ópera caí en una especie de colapso..., realmente es tanto el recientemente me han preguntado en América, algo así como:
tiempo, las fuerzas y la energía que hay que dedicar a ello, ¡pero «Mr. Hogwood, ¿ha estado usted dirigiendo durante los últimos
no me arrepiento en lo más mínimo!, y, además, debería añadir veinte años bajo otro nombre, o es que ha dirigido usled anóni-
que durante esos años me dediqué a un trabajo de investigación, mamente?» (risas). ¡ Bueno, las cosas son así, y mientras Pinnock
un trabajo de investigación cuyos frutos son precisamente las ac- y Hogwood, durante estos últimos años grababan una cantidad
tividades que ahora realizamos, las grabaciones que hemos ido increíble de discos, un número enorme —de lo cual me alegro,
produciendo en los últimos meses. En aquellos años, en los años créame—, yo estaba trabajando en la ópera de Kem, de alguna
de la ópera, con mi conjunto no creo haber hecho más allá de manera aprendiendo mi oficio o mejorándolo, si lo quiere usled
dos o tres conciertos al año, pero algunos de ellos fueron muy

44 Scherzo
entrevista

decir asi! Y si usted me obliga a analizar de alguna manera las invisibilidad se resuelve, increíble, a través de los discos. El po-
razones de ese éxito actual, de ese enorme éxito comercial que der de los discos, si se para usted a pensarlo, es realmente sobre-
yo debo reconocer, le diría que al margen de los discos hay dos cogedor... (abriendo los brazos con amplitud). ¡Dios me libre de
cuestiones: una hace referencia a la antigüedad, y es que noso- hablar mal de los discos, por Dios, no! Pero realmente sobreco-
tros llevamos muchísimos años, como acabo de indicar, traba- ge el pensar que, cuando yo grabé las Sinfonías Segunda y Octa-
jando en el mismo terreno y experimentando sobre situaciones va de Beethoven, de la noche a la mañana pasé a ser perfectamente
parecidas, y la segunda, que ya es más personal, sería el hecho conocido en América, pasé del anonimato a la casi celebridad:
de que yo llevo veinticinco años dirigiendo, y tengo una expe- ¡Y eso gracias a un sólo disco!, en el fondo, lo piensa usted dete-
riencia realmente enorme en el campo de la dirección orquestal, nidamente y bordea el absurdo.
que, permítame que lo diga, creo que los otros no tienen. Trevor S.—Es interesante observar que, en los últimos tiempos, sus
Pinnock, por ejemplo, que es un hombre de una capacidad ab- interpretaciones de Beethoven han dado lugar a revisiones mu-
solutamente increíble, y al que admiro muchísimo, pero su expe- sicológicas signi/icalivas en torno al lema de las metrónomos
riencia en el campo de la dirección orquestal es bastante limitada, beethovenianos, como, por ejemplo, el trabaio de Ben Zander
que acaba de aparecer en Opus/Musical America el pasado mes
de julio.
R.N.—Sí, es cierto, aunque debo decir que Ben Zander es un
conocido mío, es un buen amigo de Boston, un estupendo musi-
cólogo, al que, por cierto, recientemente hice participar en Tan-
glewood, en la Experiencia Beethoven que organicé allí, similar
a las que ya he hecho en Londres, con el propio Beethoven, Schu-
bert, Mozart o Berlioz. En Tanglewood, concretamente, indiqué
durante mi conferencia-concierto que Mr. Zander se hallaba en
la sala y a continuación procedimos a tocar un fragmento beet-
hoveniano según los metrónomos que él sugiere en su trabajo,
a continuación los repetimos a la velocidad a la que nosotros
solemos interpretarlos y después, según las indicaciones metro-
nómicas de otras ediciones: ¡no se puede imaginar el efecto ex-
traordinario que esto tiene sobre la audiencia, es como realizar
un curso práctico de musicología, musicología aplicada percep-
tible y comprensible por todo el mundo, convertir la praxis mu-
sical en un esfuerzo de todos, de los intérpretes y del público!
Sesiones como ésta son enriquecedoras para todos, creo que pa-
ra'la audiencia, para mí mismo y ciertamente para los instru-
mentistas.
S.—En este tema, creo que muchos de nosotros, que hemos
tenido la oportunidad de conocer y hasta admirar sus interpre-
taciones recientes en disco, nos hemos hallado frente a un ver-
dadero problema de asimilación con los metrónomos que usted
elige como los más adecuados para el tercer movimiento, el
Adagio-Andante, de la Novena de Beethoven.
R.N.—Si, no me sorprende nada lo que me dice, porque, en
general, es éste el movimiento que suscita más controversia y que
más problemas crea a la audiencia, en nuestra interpretación. Hay
tres metrónomos, tres diferentes secuencias de velocidad que en
nuestra interpretación resultan aparentemente problemáticas: la
que usted acaba de citar, la marcha lenta en el canto del tenor
del último movimiento, y el Prestissimo de la Stretta final; pero,
líjese, todavía tengo algunas dudas acerca de estas dos secuen-
cias del último movimiento, pero me siento radicalmente seguro
(subrayando mucho las dos últimas palabras) de la velocidad
elegida para el Adagio-Andante. Creo que es absolutamente co-
rrecta. Mire, hay varias razones. La primera es casi elemental,
no creo que uno se pueda equivocar cuando una indicación me-
ironómica está marcada a 60: quiero decir que incluso para una
persona sorda, una indicación a sesenta es inconfundible, es el
movimiento pendular de los relojes de nuestros abuelos, ¿com-
prende? Esc viejo tic-tac, tictac, tic-tac (y a continuación chas-
queando la lengua contra los labios, imitando el sonido de un
viejo reloj de pared). 1.a indicación a sesenta es casi el equiva-
lente del segundo, yo creo que nadie puede mentalmente, quiero
LMI ALLX VON k O t l 11.11/ decir un músico, confundirse en una indicación a sesenta, era
la medida del tiempo de nuestros abuelos, era ese movimiento
es realmente muy poco extensa y evidentemente él puede acre- del péndulo de los relojes, incluso en la época de Beelhoven esto
centarla en los próximos años, ¡pero es que yo ya la he acrecen- era perfectamente exacto; te puedes equivocar en cualquier otro
tado, quiero decir que llevo veinticinco años en ese terreno! Quiero metrónomo, si no lo oyes puedes confundirte en todas las velo-
decir con todo esto que yo no tengo problema ninguno delante cidades ¡en casi todas!, pero no en una indicación a sesenta. Es-
de la Sinfónica de Boston, o de la de Cleveland, orquestas que to me parece imposible. Y esa es la indicación de Beethoven en
he dirigido recientemente, y de hecho en la actualidad me en- ese instante de la partitura. De otra parte, hay otra razón, sabe-
cuentro con un montón de compromisos para dirigir orquestas mos muy bien que todos los Andantes y Adagios de Mozart y
sinfónicas, que algunos vienen ya de antiguo, antes incluso que de Haydn no eran precisamente tiempos lentos, quiero decir tan
lentos como hoy los tocamos. Una de mis frases favoritas es que
esta dedicación mía, aparentemente más reciente, al tema de la no hay tiempos lentos en la música clásica, ¡sí los hay en la ro-
música antigua. Lo que ocurre es..., bueno, lo que me pregunta- mántica, en Dvorak, en Brahms, en Schumann!, pero no en la
ban en América, lo que decía aquel periodista americano que música clásica, ni siquiera en Schubert. Piénselo usted: siempre
durante muchos años he dirigido anónimamente, he estado in-
visible, y lo tremendo es que la cuestión de la invisibilidad o no

Scherzo 45
BEETHOVEN
9 Sinfbnien • Symphonies
TIK Lundon OMSKHI Pia^rc
ROGER NORRINOrGN 15 ] II
BNGTON
IJ • London
ni
Classical
i COC / 4*7« 3
"I Plavers

Roger
Norrington

Beethoven
Sinfonías
entrevista

Andante, Andante y Andante no quiere decir exactamente lento, Novena, que las dos secuencias, con indicaciones de tempo di-
ni siquiera Adagio equivale a un tiempo lento estricto, y usted versas, Adagio por un lado. Andante por otro, indican tanto una
como latino lo debe saber mejor que yo, el Adagio es el equiva- variación de la velocidad como del metro, que Beethoven expre-
lente de la frase americana «tómalo con calma, muchacho» y sa, yo creo que admirablemente bien, a través de indicaciones
es eso «tomadlo con calma, reposadamente», pero eso no quiere metronómkas diversas, que era su forma más concisa y conspi-
decir dormirse, no tiene el mismo sentido en la época clásica que cua de ayudar al intérprete, ¡que ya tenia unas indicaciones de
posieriormente va a tener en laépocaromántica, no es tomismo, tempo igualmente diferentes! (vuelve a cantar, ahora en rápida
y es muy imporianie hacer que esa diferencia sea perceptible, por- sucesión, el tema inicial del Adagio para saltar inmediatamente
que si no estilísticamente hacemos que todo sea igual, desde Bach al del Andante, siempre de la Novena Sinfonía de Beethoven).
y Monteverdi hasta los autores actuales, converlimos la música S.—Evidentemente, usted ha sido y es cantante...
en la misma cosa, y eso es matar la historia de la música de un R.N.—(riendo). Sí, bueno, uno no puede renunciar a sus orí-
plumazo. Y es que los autores clásicos, cuando han querido in- genes... Pero hay algo importante que quiero decirle, y eso sí de-
dicar un tiempo verdaderamente lento, han escrito Grave o Len- bo reconocerlo con humildad: es posible tocar mejor de lo que
to, o Largo, pero no han escrito Andante o Adagio, han reservado nosotros lo hicimos en la grabación ese movimiento, quiero de-
esos términos para olro tipo de movimientos. Bueno, para noso- cir que sé que es posible porque lo hemos hecho (con gran énfa-
tros esto ya no constituye una sorpresa, porque interpretamos sis la última frase), y yo se, y lo he vivido, que si la ejecución
así las sinfonías de Mozart y de Haydn, o las primeras de Beet- es inmejorable, o por lo menos mejora aquello que un momento
hoven; piense, por ejemplo, en el tiempo lento, así llamado, de dado nos pareció inmejorable, a la gente le puede gustar mucho
la Segunda Sinfonía, en el Andante, esa melodía maravillosa... más. Todo esto me recuerda aquella vieja historia tan famosa:
{tararea los compases iniciales del segundo movimiento de la Se- «maestra, el mismo tempo..., pero más lento» (entre grandes ri-
sas). Acabo de vivir, hace muy pocos días, la experiencia de Tan-
gunda Sinfonía de Beethoven).,,, y en cambio si usted lo toca glewood, donde hemos hecho la Novena, y en los ensayos algunas
así... (vuelve a tararear ¡a melodía, pero ahora ostensiblemente personas me dijeron lo mismo que usted acerca del movimiento:
más lenta)... ¿Ve la diferencia? Es una melodía maravillosa, pero «¡Ay, Mr. Norrington, es que ese tiempo lento, llevado tan de-
si la transformamos en un Largo ¡la hemos matado! En fin, por prisa...!», pero luego en el concierto aquello funcionó tan bien,
último, respecto del tercer movimiento de la Novena, déjeme de- yo sé que los músicos tocaron tan admirablemente bien que esas
cirle que la indicación Adagio se refiere a una mitad de tiempo, mismas personas me venían a decir que se habían convertido a
quiero decir a la parte binaria, y por ello, cuando la pieza se vuelve esa, relativamente nueva, visión del movimiento. Y sé que ahora
ternaria, la indicación pasa a Andante..., vamos, todo esto tiene lo podríamos hacer mejor, incluso, que en la grabación, ¡porque
una relación muy directa, y en Beeilioven siempre estas cosas son ahora conocemos la obra mucho mejor, y e! movimiento está mu-
muy evidentes, el trasfondo o el porqué, o el de dónde vienen, cho más dentro de nuestra sangre y de nuestros huesos que an-
con la introducción de la Cuarta Sinfonía... fvuelve a entonar, tes! Mire, el problema hoy con la mayor parte de las grabaciones
ahora los compases iniciales de la Sinfonía n.° 4 de Beethoven)... es que hay que hacerlas muy deprisa: Quiero decir, no me refiero
¿Ve?, aquí tenemos de nuevo una indicación Adagio, que hace a que haya que grabar muy deprisa en el estudio en poco tiem-
referencia a una mitad de tiempo, de velocidad en relación con po, sino que uno no ha interpretado en vivo, en concierto o en
la indicación metronómica inmediata, y eso mismo ocurre en la

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ha empezado...Vd. tranquilo; la caja está
vacía y el compacto en su Ficha de
Registro, dentro del Archivador. Y una
vez que se ha efectuado la venta, el
compacto se inserta en la caja. Gracias...

LIPT.
entrevisto

el teatro, el suficiente número de veces la obra como para tener le permitiera apreciar que los Aliegrcttos y los Andantes son tiem-
una plena asimilación de la misma a la hora de llegar al esludio, pos rápidos, o más exactamente no son lentos en el sentido tra-
y yo vivo eso, y no me agrada, pero lo tengo que hacer, y a la dicional, y que le permitiera percibir que no hay movimientos
vez soy perfectamente consciente de que es grave; naturalmente, lentos en óperas como Don Ciovanm o La flauta mágica..., des-
no hemos dejado editar una sola interpretación ni una sola gra- pués de esa experiencia, creo que es posible volver a la Novena
bación, y hablo de todos los músicos y de mí mismo, porque guar- de Beethoven y escucharla con oídos frescos, desprovistos de to-
do un sentido muy fuerte de relación de todo el conjunto con do prejuicio; por eso valoro tanto esos conciertos que llamamos
la música, si no estábamos plenamente convencidos de que aquello experiencias, en donde comentamos las obras y ofrecemos ver-
valía la pena, pero luego, como nos ha ocurrido en el caso de siones o posibilidades distintas, dentro de las mismas obras y en
la Novena, al interpretar la pieza más veces nos damos cuenta los que de alguna manera y de la forma más sana y licita posible
de que podemos hacerlo todavía mejor. El problema, en nues- lavamos el cerebro de la gente, no en el sentido de imponerles
tros ttias, es que nos acercamos con demasiada frecuencia a algo nada, sino en el sentido de despejar la cabeza, de dejar el oído
por vez primera, o casi por vez primera, y la experiencia es bue- abierto a toda suerte de posibilidades. Pero, mire, si después de
na, es positiva, y entonces inmediatamente hay que codificarla, eso todavía esa persona me dice que lo que hacemos es insopor-
algún pedante diría inmortalizarla, ¡qué palabra, Dios!, el caso table, y que sólo acepta la versión que usted me ha dicho, por
es que hay que dejarla fijada, porque si no se pierde, sabemos ejemplo, Furtwángler, yo no diré nada en contra: no creo que
que la vamos a perder, y el problema es cuando uno regresa a en la música exista una moral superior, un ordenamiento supre-
la música, y comprende que se podía haber hecho mejor: iodo mo, la música no es para mi una cuestión de moral, una cues-
esto que estoy diciendo puede sonar estrambólico, neurasténico, tión de ética, de imperativo categórico, ¡por Dios, no! Mire, estas
quizá artificioso, no lo sé, pero es una sensación complicada; no cosas son difíciles de explicar con palabras, los sonidos son mu-
quiero dejar traslucir, en modo alguno, que no estoy satisfecho cho más claros, pero usted me pide una explicación en palabras
con la grabación de la Novena, ¡lo estoy, lo estamos todos los y no renuncio a dársela: me atrevería a sintetizar todo esto a tra-
músicos, y mucho!, pero ahora la podemos hacer mejor..., y eso vés de una idea, que en el fondo es muy simple, y es que la músi-
siempre te fastidia, y te agrada, claro. En fin, usted me preguntó ca clásica no es sino un constante estado de equilibrio entre el
acerca de la velocidad de un movimiento y yo le he dado una sentimiento y la forma, y con ello quiero indicar que esa músi-
respuesta larguísima, casi infinita {entre grandes carcajadas, ca, la música clásica, el clasicismo musical... ¿cómo describirlo
abriendo los brazos desmesuradamente, como si internara cuan- con palabras?... ni provocaba el éxtasis, ni el refocilamiento lu-
¡ificar la infinitud de la respuesta), pero no quiero dejar de in- jurioso... (se echa hacia atrás en el sillón, deja caer los brazos
sistir en algo que me parece fundamental: ese movimiento no debe y lanza un mórbido «¡Ahhhhh!»)..., ni tampoco generaba el abu-
ser demasiado lento, no se puede tocar demasiado lento; claro, rrimiento, el adormecimiento o un estado crónico de sopor dis-
se puede tocar, e incluso hay gente, ha habido gente y habrá gen- tante del previo, pero parecido en la forma... {vuelve a dejarse
te que de esa manera lo hará muy bien, pero creo de todo cora- caer hacia atrás en el sillón, de nuevo deja caer los brazos y ahora
zón que Beethoven no pensó en un movimiento terriblemente profiere la misma onomatopeya, pero a manera de ronquido pro-
lento, sino en un episodio contrastado, mejor dicho, en un doble fundo, «¡Aaaah!»). Bueno, dejando todas estas bromas aparte,
episodio, en dos episodios contrastados resueltos en forma de la gran virtud de Mozart, que es el ejemplo prototípico, o de
variaciones, que no eran el tiempo lento de una sinfonía de Bruck- Haydn, al que venero tanto como a Mozart, es que el aburrimiento
ner, entre otras mil razones porque Bruckner todavía no había está por completo ausente de su música, el sentimiento está ahí,
dado signos de vida musical, y eso no se puede olvidar, hay que es hondísimo, profundo, verdadero, pero siempre tamizado a tra-
lenerlo en cuenta, la historia de la música tiene que ser tenida vés del fantástico equilibrio creado por la forma, es la síntesis
en cuenta. más perfecta entre los dos polos, es el equilibrio por naturaleza,
y tú tienes que transmitir eso cuando interpretas la música, y a
la vez tienes que olvidar cualquier tipo de aburrimiento, y tienes
S.—Señor Norrington, usted es un gran orador, tiene una enor- que tener sentido del humor, y transmitirlo a la audiencia, y pa-
me capacidad de persuasión, esto es obvio; imagínese usted, no sión, y transmitirla también, y —importantísimo— sentido de
un hombre viejo, sino un melómano joven, una persona que no la cronología. Y cuando usted toma estas músicas en su lempo
haya cumplido cuarenta años, que haya convivido durante lar- más apropiado... {canturrea el arranque de ¡a Novena de Beet-
go tiempo con una Novena antitética con la suya, y por otra parte hoven)..., yo creo que la música, en su justo fraseo, se vuelve aún
paradigmática, por ejemplo, la celebérrima de Furtwángler en más emotiva y más hermosa, porque además se acerca al canto,
Bayreuth al comienzo de los cincuenta: ¿qué le dina usted a esa usted la puede cantar, que es otro punto que tampoco debemos
persona joven, que seguramente puede conocer esa Novena in- perder de vista. Y hay otra cosa significativa; el tempo también
cluso en su versión más reciente de disco compacto, para con- tiene que ver con la armonía, refleja la velocidad de los cambios
vencerle de que existen otras posibilidades, o al menos esa otra armónicos en la música; si vas muy despacio, no puedes saber
posibilidad, ¡a suya, a la hora de escuchar el célebre movimien- dónde estás, no puedes entender hacia dónde vas, tienes que sentir
to lento (bueno, con usted no tan lento)? que estás en la mayor o en re mayor,,., y hay todavía otro factor
histórico que entiendo es fundamental: en esa época, en la épo-
R.N.—Bueno, no es una pregunta sencilla. Yo debería empe- ca del clasicismo, la gente tenía una relación con la música...,
zar dicendo que a mi esa Novena de Beethoven me parece bellí- lo que quiero decir es que la relación con la música venía prima-
sima, y que creo que es un documento incontestable, ¡aunque riamente de la danza: quirá también cantaban, quizá locaban la
no tenga nada que ver con mi forma de interpretar esa pieza! flauta, quizá no, quizá iban a conciertos, pero hay que tener en
No sé exactamente cuántos minutos le sacamos a Furtwángler cuenta que en aquella época no había muchos conciertos al año
de ventaja, creo que son algo así como ocho... entre paréntesis, en Vierta, por el contrario, anualmente no se daban más allá de
la más reciente interpretación de Soltj tiene una duración muy cinco o seis, algún año se daban algunos más, algún otro menos,
parecida a la de Furtwángler. y apareció al mismo tiempo que y eso era todo. ¿Pero que es lo que hacían como posesos, duran-
nuestro disco: digo esto porque algunos críticos ingleses macha- te todo el liempo que duraba el Carnaval, por ejemplo? Baila-
caron a Solti, y me pasa algo parecido a lo que acabo de decir ban, danzaban, se pasaban el día bailando. Y esa era su
con furtwángler, creo que su Adagio-Andante es maravilloso experiencia máxima, suprema, de la música, y afectaba a todo
launque nunca seria capaz de interpretarlo asi, pero esa es otra el mundo, a los pobres, a los ricos, a los nobles, a los comercian-
historia! Bien, tratando de responder a su pregunta: desde luego tes, a la clase media, ¡a todos!, les decías música e inmediata-
yo dejaría claro que nunca he pretendido ni pretenderé imponer mente sus pies se ponían en movimiento, y ahora me estoy
mi opción, lo único que pretendo es que sea respetada, es decir, refiriendo al Barroco, en el que toda la música parece relaciona-
que sea considerada tan digna como otras..., me refiero a tan digna da con la danza; bueno, quizá toda no, dejemos de lado el gre-
de ser escuchada, de ser tenida en cuenta. Aparte de esto, creo goriano y los recitativos de las óperas... {riéndose), claro, estas
que la única contestación posible seria decirle a esa persona que formas estaban más cerca de la conversación, de lo hablado, pe-
durante los siguientes ires años, tratara de escuchar algunas de ro es que incluso en obras como la Pasión según San Mateo, de
nuestras interpretaciones, quiero decir que oyera música de Haydn,
de Mo/art, de Schuben, de Berlioz o de Cherubiní. interpretada
con un sentido histórico que, al menos, considero riguroso, y que

48 Scherzo
Bach, la danza es visible, yo creo que se podría danzar tuiia la led a realizar de obra:, de Robert Schumann. esa sorprendente
obra, e incluso el subtexto de la pieza es tan obviamente físico, combinación, pedida en las mismas partituras, de trompas na-
el subtexto de la música es puro movimiento físico. Bueno, en turales y trompas de válvulas, que virtualmente no ha hecho casi
esto si que me atrevo a ser drástico, si esto lo locas al lempo más ningún intérprete?
lento posible, ciertamente duermes al auditorio, mandas a dor- R.N.—Sí, claro que sí, pero debo decir que ese caso es muy
mir a todo el público. Es más, piense usted que en aquella época simílai al de Berlioz, en cuya Sinfonía Fantástica encontramos
era normal bisar los liempos de las sinfonías: ¿cómo vas a dar un requerimiento idéntico, dos trompas de válvulas, más otras
un tiempo lento de una sinfonía como bis, como propina, si es dos trompas de caza, lo que crea un sonido único, casi irreal,
tan lento que se eterniza? En aquella época, todas aquellas se- y es que es fascinante esa combinación, pedida por el propio autor,
cuencias eran como canciones, como canciones deliciosas que de algo que era pura novedad con un instrumento que ya comen-
la gente conocía, tarareaba y se entusiasmaba con ellas. Asi que, zaba a ser arcaico, esa combinación de lo viejo con lo nuevo me
volviendo por enésima vez a la Novena ile Beethoven, aquí en- parece algo genial, en la misma Fantástica, encontramos la peti-
contramos e! último ejemplo del clasicismo, ciertamente el últi- ción de una carnet á pistons y de cornetti a la anligua, es decir,
mo, con otro mundo que ya se anuncia, si, pero la obra es heredera un instrumento modernísimo en su liempo junio a otros perfec-
del mundo de Haydn y de Mozart... Así que, si yo veo una indi- tamente arcanos, que apenas habian variado desde el tiempo de
cación a 60, ;a 60 que la hago, nalürlich! Monteverdi, y que son las mismas trómpelas que utilizamos no-
sotros de la interpretación de las Sinfonías de Beethoven, y que
S.—Ya que fia hablado de la Pasión según San Mateo, ¿cono- producen ese sonido tan especial... {canta una especie de trino
ce usted la coreografía, realizada por John Neumeyer aquí en descendente, muy rápido),., ¡Un efecto maravilloso! Naturalmen-
Salzburgo, freme a la catedral de loda la obra que se representó te, quiero utilizar esa misma combinación de lo antiguo y de lo
hace algunos años? nuevo en las Sinfonías de Schumann.
R.N.—No, no he tenido ocasión de verla, pero creo que es un
espectáculo maravilloso, y la ¡dea me parece extraordinaria, es- S.—He oído comentar que lo que más echa usted de menos
toy plenamente de acuerdo con que tal cosa se haya realizado, en las interpretaciones modernas, sinfónicas, de estas piezas clá-
y creo que tenia un altísimo nivel artístico. sicas son, debido a la diferente configuración, los instrumentos
S.—Usted es un hombre de gran sentido del humor: ¿cómo de metal y de percusión, concretamente los timbales...
reacciona cuando lee usted una broma tan notable como la que pretación, la gente rompió a aplaudir al escuchar esto, ¡y es ló-
le dedicó el pasado mes de abril la revista francesa Le Monde gico, era un shock extraordinario, maravilloso! Bueno, los con-
la Musique, con su supuesta grabación de la versión original de ciertos eran asi entonces, la gente se lo pasaba bien. Pero respecto
la ópera Carmen, de Bizet? (Se desarrolla aquí una parte muy de Beethoven, creo que su empleo de los timbales alcanza una
peculiar de ¡a conversación, puesto que Roger Norrington no cima de expresividad: los timbales empezaron a tener una cieña
conoce ese número de la revista, ni ha leído la célebre critica importancia en Haydn, pensemos en la Sinfonía "Redoble de tim-
apócrifa, por lo que se hace necesario explicarle el contenido; bal», y en Mozart, esos trémolos se vuelven algo peligrosos, pe-
a medida que se le van aportando dalos del texto, su expresión ro en Beethoven... ¡Dios mió, aquí los (imbales adquieren el
se torna más asombrada, acompañada de exclamaciones admi- carácter de un verdadero personaje, tienen un sentido dramáti-
rativas «¿Dios!», «¡Cristo!», y cuando se le cuenta que, según co, son un Pizarrol ¡Si, de verdad, son como un personaje malé-
el artículo en cuestión, utilizaba a un contratenor para el papel volo, como un verdadero Pizarra, que nos advirtiera! Es curioso,
de Carmen, o a un coro de sólo seis personas en la escena de luego llega Schubert y casi desaparecen del mapa, apenas... (can-
la plaza de toros, estalla en estruendosas carcajadas, y casi se turrea algo parecido a ti-pi-ti-pi-ti), y poco después, en Schu-
cae del sillón con la referencia al macrolibreto de cuatrocientas mann, casi desaparecen del mapa, bueno, tienen una importancia
páginas «con la correspondencia secreta entre Bizet y Merimée, relativa en algunos momentos..., pero en Beethoven, es tan ex-
pero en catalán»). traordinario, están allí siempre, constantemente, como una es-
pecie de aviso, como una premonición: «si me dejáis suelto, ¡Ah,
R,U.~(Cuando consigue articular palabras de nuevo)... ¡Pe- el mundo va a temblar!». Son una cima, una cumbre... Bueno,
ro es genial, absolutamente genial, yo quiero leerlo enseguida! Berlioz tampoco los desprecia, pero no siempre los emplea, aun-
¿Cómo es que no me han mandado eso? ¿Es que esos locos han que, si se acuerda de la Marcha al patíbulo de la Fantástica...
pensado que me podía molestar? ¡Pero es que eso es una obra (entona «pum-ba-pum-ba-pum-ba» y luego imita un tremolo en
maestra, una pieza literaria para la historia! ¡Cómo va a moles- crescendo, «ratatalataiaplán»/..., ahi es impresionante {se que-
tarme, todo lo contrario: lo quiero, quiero tenerlo! da pensativo por unos momentos). Hay tantas cosas extraordi-
S.—(Tras la promesa de enviarle copia de la critica en cues- narias, hay tantas cosas por hacer...
(ión). No me gustaría terminar sin que me hablara usted de los
instrumentos de metal, más en concreto, de las trompas, y de
si va usted a combinar en las próximas grabaciones que va us- José Luis Pérez de Arteaga

Scherzo 49
ROLAND DE LASSUS SERGE RACHMANINOV
Hieremiae prophetae lamentatíones Obras para dos pianos y para piano a cuatro
Las lamentaciones de Jeremías manos
ENSEMBLE EUROPEEN DE LA B. ENGERER
CHAPELLE ROYALE O. MAISENBERG
P. HERREWEGHE, director. HMC 901301.02 CD - HMC 401301.02 MC
HMC 901299 CD - HMC 401299 MC
La única integral disponible de las obras
La magistral interpretación de Herreweghe para dos pianos y piano a cuatro manos de
descubre no solo la profunda belleza de la Rachmaninov, muchas de ellas inéditas en
música de Lassus sino la claridad y la disco.
comprensión de sus textos. Por dos grandes intérpretes de la música
rusa.

• * * •

ARCANGELO CORELLI
Concerti Grossi op. 6 n.° 1-6
PHILHARMONIA BAROQUE
ORCHESTRA
N. McGEGAN, director.
HMU 907014 CD - HMU 407014 MC
La versión de los Concerti Grossi op. 6 N.°
1-6 de la Philharmonia Baroque Orchestra
se impone con todo el virtuosismo y la
inspiración y precisión requeridas.

h a r m o n í a m u n d i i b é r i c a Avda. Pía del Vent. 24. 08970 SANT JOAN DESPÍ. Barcelona.
discos •

ACTUALIDAD
DISCOGRAFICA

El sortilegio de las tres des


"W™1 s habitual entre los consumido- los honores (advirtiendo también que convicción. Hagamos notar también la
m^ res de discos compactos hacer la es una edición limitada a precio espe- excelencia de la grabación. En definiti-
A-Jsiguiente pregunta: ¿Es DDD? cial) en un solo compacto de casi 77 mi- va, un gran disco. El resto de los regis-
Independien temen te de que el sistema ñutos de duración. Bien, por lo que a tros del director Tranco-norteamericano
totalmente digitalizado no es la pana- mf respecta, la versión es típica de los (Scfteherazade, Vahes de los Strauss y
cea universal, la Deutsche Grammop- modos directoriales de Bohm: precisa. Sinfonía del Nuevo Mundo), no alcan-
hon ha sabido hacerse eco de estas clara, efectiva y... aburrida de solemni- za la calidad interpretativa de aquél,
exigencias del mercado discográfico, dad. La lentitud de exposición carece de aunque posean logros y méritos más
publicando una nueva colección a pre- tensión interna, por lo que la interpre- que suficientes como para tenerlos en
ció medio llamada 3 D Classics, con- tación se queda en una aseada pulcri- cuenta,
sistente en grabaciones relativamente tud sin aparente razón de ser. La A partir de aquí, siempre en opinión
recientes y cuyo denominador común, prestación de cuatro solistas vocales de de quien esto firma, la colección decae
como su nombre indica, es elde ser to- auténtico lujo (Norman, Fassbaender, ostensiblemente. La Patética de Giuli-
das DDD. Domingo y Berry) no aportan nada es- ni, por ejemplo, es un pálido reflejo de
En la serie hay de todo, como vamos pecial al sufrido oyente, que a esas al- lo que había sido su anterior versión pi-
a ver enseguida. Esta comienza con un turasdelaSiVt/on/aestáyaquenosabe ra EMI (comentada en el n.° 36 de
atractivo recital de órgano a cargo de dónde meterse. Naturalmente, todo es- SCHERZO). El Wagner de Barenboim
Ton Koopman, enteramente dedicado a to son apreciaciones personales, tenien- no tiene el menor interés (por mucho
composiciones de Johann Sebastian do que insislir en que a muchos la que se fuercen los criterios interpreta-
Bach, y que van desde la de todos co- lectura (nunca mejor dicho) de Karl tivos, Wagner no tiene que sonar así.
nocida Toccata y fuga en Re menor, Bohm les parece una de las grandes en Por citar sólo un par de ejemplos: es-
toda la historia de la fonografía, cúchese la Cabálgala de las Walkirias
Prosigue la colección con un o el preludio del acto 1° de Meistersin-
disco de Daniel Barenboim en su ger; la primera podría ser idónea para
faceta de pianista (que nunca te- ilustrar musicalmente un agradable pa-
rí ía que haber abandonado) ínter- seo campestre; el segundo está confun-
pretando tres Sonatas de Beetho- dido tanto en la elección del tempi
ven: Claro de luna. Tempestad y —Sehr mássig bewegt, o sea, muy rao-
te Adieux. Además, la célebre derado, indica la partitura, pero además
Primera de Brahms, acoplada con también indica Sehr Krüftig, es decir
la obertura de Manfred, de Schu- muy vigoroso, cosa que Barenboim pa-
mann, en las efusivas y rigurosas rece ignorar, hecho insólito en un tem-
versiones de Cario María Giulini peramento eminentemente apasionado.
al frente de la Filarmónica de Los Decíamos que los tempi eran incorrec-
Angeles. Y ya que estamos con tos y, además, las intenciones: se pasa
Giulini, hay que reseñar su recrea- por alto que Meistersinger es una co-
ción de la Renana, de Schumann, media y, en realidad, no hay grandes di-
también con la orquesta nortéame- ferencias entre un Réquiem y este
ricana, a mi modo de ver menos preludio dirigido por Baremboim (co-
íntensa que la versión que el pro- rao en el caso de la Novena de Beetho-
pio Giulini realizara en Londres ven por Karl Bohm, no pretendemos
con la Philharmonía para EMI en sentar cátedra. Nos consta que hay mu-
la década de los sesenta. Esta ver- chísimos partidarios de este singular
sión del director italiano, viene Wagner, aunque los tempestuosos abu-
acoplada con una bellísima ín- cheos recibidos este año en Bayreuth
completa dirigida por Giuseppe obliguen a muchos melómanos a refle-
Sinopoli, una de las grandes re- xionar sobre el binomio Wagner-
Lorin Maazel visto por Cañera creaciones modernas de la partí- Barenboim y a poner en lela de juicio
tura de Schubert y, junto al su calidad artística).
BWV, 565 hasta los Corales Schübler Zarathustra de Maazel, la joya En fin, como ven, el imperio de lo di-
(reelaboraciones para órgano de diver- indiscutible de esta colección. Los dos gital y sus tres DDD no va muy allá que
sas Cantatas). Interpretación inatacable poemas sinfónicos de Richard Strauss digamos. Nos hemos olvidado (querien-
del excelente músico holandés, profun- con la Filarmónica de Viena y Lorin do) de! Mozart (es un decir), de James
da, íntima y extraordinariamente clara. Maazel son dos aciertos de este direc- Levine o del Schumann de Bernstein. La
Como se ve, un buen comienzo de co- tor, y ya se sabe que cuando Maazel da conclusión de este primer lanzamiento
lección. en la diana hay que enmudecer por es ésta: Zarathustra, por Maazel; In-
Tanto dentro de esta revista como completo ante el asombro producido- completa, por Sinopoli, y Primera, de
fuera de ella me habían hablado muy Asi habló Zarathustra, sobre todo Brahms, por Giulini, sin olvidarnos del
elogiosamente de la Novena de Beetho- (Macbeth es una composición primeri- recital Bach de Koopman. Del resto, hay
ven, dirigida por el desaparecido Karl za y de menor entidad), es uno de los que andar con mucha cautela.
Bohm poco antes de su fallecimiento al grandes logros discográflcos de Maazel,
frente de la Orquesta Filarmónica de perfectamente comparable a cualquie-
Viena. El sello amarillo la publica ahora ra de las lecturas de Ka rajan, por sun-
dentro de esta 3 D Classics con todos tuosidad, elegancia, control orquestal y Enrique Pérez Adrián

Scherzo SI
discos •

ARR1AGA: O Salutaris, Ermtnia. Nada y generosa duración y sonido aceptable pue-


mucho. Asar. Angela Denníng. soprano. Co-
ros «Juan Crisóslomo de Arriaga», «Biolz DISCOS de tentar a más de uno.
KJOB.
Alai», «A BAO», San Juan Bautista de Le-
jona. Orfeón de Seslao, Orfeón Duranguas
y «Zigor» de Baracaldo. Orquesta Sinfóni- BEETHOVEN: Sonatas para piano N.' 29
ca de Bilbao. Director: Jesús López C otaos. en Si bemol mayor Op. 106 «Hammerkla-
Grabación pal roe i nada por la Di pul ación vier» y N.° 31 en la bemol mayor, Op. 110.
Foral de Vizcaya. Pal roña lo Juan Crisósio- Rudolf Serkin. piano. CBS Maslerworks
mo de Arriaga y Cámara de Comercio, In- Portrait MPK 44838 (63'22", ADD?. Graba-
dustria y Navegación de Bilbao. POL1MU- dones 1971-72).
SICA. Discobi CU 1002. DDD. 3S'O5".
Que Serkin es un gran pianista,
Hace ya tiempo comentábamos dolado de medios técnicos indu-
en estas mismas páginas la edi- dables y con musicalidad sin ta-
ción en LP de esta grabación cha, es algo que pocos pondrían en duda.
(SCHERZO ti? 5, p. 35). Remitimos al lec- Destacaríamos de él su potente sonido, su
tor a ese lugar, por lo que respecta a la ubi- claridad expositiva y su notable temperamen-
cación de la figura de Arriaga, y las sitiva antes apuntada. Por [o demás, tanto to. Sin embargo, en ocasiones, su paleta so-
consideraciones estéticas que realizábamos la grabación como el sonido de! instrumen- nora, no extraordinariamente amplia, peca
sobre las obras. Ahora debe insistirse en que to utilizado son excelentes, lo cual contribuye de un punto de dureza.
estamos ante un disco muy importante que eficazmente a realzar el interés por las obras El Beethoven que nos ofrece en esta ree-
recupera obras menores del compositor que y el disco comentados. dición de CBS me ha resultado un punto frió
hubiera debido ser nuestro guía romántico. F.G.U. (lo que constituye una cierta sorpresa, dado
Con la transferencia a disco compacto la gra- que raramente ocurre eso con Serkin), caren-
bación resulta de gran calidad, brillante, ní- te de las dimensiones de —permítaseme la
tida y con excelente presencia sonora. 1.a BEETHOVEN: Concierto para piano, vio- expresión— monumentalidad de la «Ham-
distribución a cargo de Discobi hace augu- lin, cello y orquesta en Do mayor, Op. 56. merklavier». El extenso adagio no nos reve-
rar una mayor proyección de esie significa- Rudolf Serkin, piano; Jaime Laredo, violin; la la carga dramática que tiene en manos de
tivo rescate fonográfico. Las interpretaciones Leslie Pamas, celia Orquesta del Festival de Arrau o, más modernamente, de Pollini.
son, cuando menos, lo suficientemente sol- Mari boro. Dir.: Alexander Schneider.
ventes. Debe destacarse la versión de Nada Las mismas afirmaciones podrían aplicar-
BRAHMS: Concierto para violin, cello y or- se a la Sonata n." 31. Estamos ante versio-
y mucho, por su frescura e ingenuidad. questa en La menor, Op. 102. Isaac Sien», nes técnicamente irreprochables y con general
violin; Leonard Rose, cello. Orquesta de H- respeto por la partitura, pero creo que el
EM.M. ladelfia. Dir.: Eugene Ormandy. CBS Mas- Beethoven de las últimas sonatas es bastan-
lerworks Portrait MPK 44842 (71'14", te más que eso.
AUD?. Grabaciones de 1164 y 74). Desde el punto de vista sonoro, el disco
BACH: Conceni per cémbalo sola Guy Pen- es simplemente discreto, ya que, en buena
son, clavicémbalo. RICERCAR 038014. Este es uno de los ejemplares per- medida, resalta la dureza sonora antes co-
Compaclo (DDD?) (57*24"). Distribuido por tenecientes a la serie Master- mentada. Mi ejemplar tenía un defecto en
Harmonía Mundi. works Portrait, editada ahora en la primera sección del scherzo de la Sonata
compacto, y cuyo lema podría muy bien ser n." 29 (pérdida momentánea en un canal).
Entre 1708 y 1716 Bach transcri- «a la mayor gloria del pianista fulano o del En resumen, disco para quien no vaya bus-
bió para clave y órgano un buen violinista mengano». cando versiones punteras de estas sonatas.
número de conciertos de oíros El disco que se comenta tiene como estre- Parece preferible gastarse un poco más de di-
autores, especialmente italianos. La fuente llas a Serkin y Stern, dos clásicos de la ca- nero e i r á por versiones que den la verdade-
de estas composiciones se encuentra, sobre sa, cuyos nombres aparecen incluso en ra dimensión de estos monumentos pianís-
todo, en Vivaldi, aunque también existen caracteres tipográficos más destacados que ticos (Arrau, Pollini, Ashkenazy, etc.).
transcripciones de concienos escritos por los de sus colegas.
Marce]lo, Tclemann o el duque Johann Ernst El Beethoven del trío Serkin/Laredo/Par- RXX&
de Sajonia-Weimar. Estas transcripciones, nas es bastante equilibrado, aunque cojea un
realizadas por Bach, no constituyen una me- punto en la parte de Pamas, que se muestra
ra labor de copia. Por el contrario, estamos técnicamente algo inseguro y con excesivo vi- BRAHMS: Rapsodia para contralto y Canto
ante una perfecta adaptación de la cuerda brato. E! acompañamiento de Schneider, con del Destina MAHI.ER: Canciones de un ca-
al teclado. Para lograrlo, Bach transforma tempi muy tradicionales, es enérgico y muy marada errante. Mildred Miller (mcxzosopra-
el acompañamiento, otorga gran flexibilidad bien concertado, si bien la orquesta, con ser nol. Coro de Concierto del Colegio Ocridrn-
a la linea del bajo, completa las voces inter- buena, está lejos de 1er la H]armónica ber- lal (dir.: Howant Swan) > Orquesta Filarmó-
medias y adorna las líneas melódicas, con linesa. nica Columhia. dirigida por Bruno Waller.
el fin de que el sonido prolongado de los ins- MYK 45503, CBS, AUD. Duración: 43.05
trumentos de cuerda se adapte al sonido bre- La comparación con el famoso Oistrakh/
Rostropovitch/Richter/Karajan (EMI) es ne- minutos.
ve de los de teclado.
tamente favorable a este último. Es muy di-
De las citadas transcripciones, el disco fícil encontrar un trio de instrumentistas tan Criticar una grabación de Bruno
contiene una procedente de un concierto de excelentes y tan dispuestos a hacer música Walier es la mayor impertinencia
Mar cello y tres de otras tantos de Vivaldi. juntos. Sin embargo, la grabación de EMI del género. Walter es de los ar-
Como obra; propias de Bach se han inclui- es muy desafortunada y aunque la de CBS tistas —y no abundan— con los que se for-
do el Conceno e Fuga en Do menor, BWV no pasa de ser discreta, es desde luego, su- ma un gusto, con los que se aprende a oír
909 y el Concertó italiano en Fa mayor. perior. a los demás y a ellos mismos.
BWV 971, En Brahms, las diferencias vienen dadas Al final de su carrera [estas grabaciones
Versión clara y precisa la del clavecinísta fundamentalmente por un Rose que no pue- datan de 1960 y 1963) el maestro berlinés es-
Guy Penson, unida a un fraseo cuidado y de compararse con un Rostropovitch (con cribió su testamento artístico, reuniendo, en
limpio, son, a mi juicio, importantes aspec- Oistrakh y Szel), también EMI) genial, cu- una serie de grabaciones estéreo fónicas, bue-
tos positivos a valorar en la lectura de estas yo poderío sonoro nos gana desde el primer na pane de su repertorio favorito. Aquí fi-
páginas. El nivel interpretativo presenta le- compás. Por añadidura, Ormandy hace un guran Brahma y Mahler, dos de sus compo-
ves diferencias entre los dos grupos de obras acompañamiento blando en extremo, una sitores más frecuentados. El balance de seis
—las transcritas y las propias de Bach—, a auténtica lana al lado de la tremenda fuer- o siete decenios de carrera se suma a la sere-
favor de las primeras. Creo, no obstante, que za que transmite 5MI1. nidad de la edad final y al lúcido amor por
este pequeño reparo no tiene la suficiente en- En resumen, buenas, que no punteras, ver- la música que sólo puede brindar un maes-
tidad como para disminuir la valoración po- siones. Su acoplamiento en un compacto de tra. Ni fatiga ni autocita ni caricatura de un

52 Scherzo
discos

estilo acrisolado: la medida de sí mismo, la mente, han quedado fuera, tal vez por mo- DDD 74*30". Distribuido por Harmonía
maestría. tivos presupuestarios. La música de Casa- Mundi.
El sistema de Walier es, si se quiere, sen- blancas mantiene viva la herencia de la Es-
cillo, aunque de una extremada complejidad cuela de Viena, Schoenberg, Webern, con Con el título de la primera de las
técnica: se ítala de lograr la mayor diafani- una conexión especial con este último por obras interpretadas, se han reu-
dad de planos so ñocos, cruzada por la ma- el sentido de la concisión. La claridad y ri- nido en este disco una serie de
yor dinámica de matices de volumen, unida gor intelectual con que Casablancas mane- composiciones religiosas de Marc Antoine
a un Fraseo de dos campos: el legato y el mar- ja sus materiales no están reñidos con una Charpentier de lema mar i ano. Este tipo de
cato, lo horizontal y !o vertical. Y cantar, manifiesta voluntad expresiva que Andrés exaltación del personaje religioso es por lo
cantar siempre, escuchando a la orquesta co- Sanche/. Pascual, en uno de los textos de pre- demás una muestra elocuente del pensamien-
mo si ella sonara por sus propios medios. sentación del disco, entiende relacionada con to católico contrarreformista. Las piezas
el deseo de un mundo humano más justo. adoptan las formas del oratorio de reduci-
La orquestación maciza y mate de Brahms En otro de los textos refleja Friedrich Cer- das proporciones, donde Charpentier sigue
contrasta con el colorido aireado de Mah- ha su interés especial por los Cinco interlu- el modelo italiano que hereda de Caris si mí,
ler y el director lo muestra acabadamente. dios para cuarteto de cuerda, que el motete, la antífona, o el grand motel de
Especial pericia se advierte en la dirección ciertamente nos muestran a un Casablancas la tradición francesa. Las páginas musica-
de las voces, no sólo en el fraseo general, si- dueño de muchos recursos y dominador del les escogidas siguen el curso vital de María,
no en las minucias de la dicción, lo cual no difícil juego entre los cuatro instrumentos. desde la Anunciación al dolor del Stabat Ma-
es fácil de lograr con un coro. Walter siem- Con un variable nivel técnico en las gra- ter. El diálogo entre los hombres y los án-
pre adecuó su masa orquestal a los materia- baciones, e! disco, cuya sola existencia es ya geles es un ejeirilo de composición en la que
les solistas con que trabajaba. No acompaña un dato alentador, nos ofrece solventes eje- Charpentier deja de lado el tono más dra-
a la excelente Miller (una voz no especial- cuciones de la música de Casablancas. Des- mático de algunas de sus otras creaciones re-
mente voluminosa ni timbrada) como acom- tacan la expresionista versión de los Cinco ligiosas, como en las Lecons de Ténébres,
paña a Kathleen Fecrier, por ejemplo. Se trata Interludios del Euler y e! trabajo construc- para adoptar una actitud meditativa, intima,
de ajustar el balance sonoro de manera que tivo y sonoro de Colom en las Dos piezas. que domina también en varias de las otras
el conjunto salga favorecido y no se oiga a partituras del programa del registro, La gran
Bruno Walter más que a la solista vocal por- estructura la vemos aparecer en el Magnífi-
que el cartel indique un protagonismo de la EM.M. cat, en tanto que el sentimiento fervoroso,
batuta. que desde luego anima toda la colección, to-
COUPERIN: Tercer libro para clavecín ma una expresión de desnuda sencillez en el
Walter contó con antecedentes en materia 0722, órdenes 13-19), Kennelh Gilbert, cla- Stabat Mater.
de Brahms, pero Mahler es un invento suyo. ve {Iranz Hubbard, sobre H. Hemsch).
Y en ambos sigue siendo una referencia pa- HARMONÍA MUNDI HMA 190 357.S8 (2
ra muchos i n su perada. Se trata de dos ro- Compactos ADÜ?, TT32" y 72"I3". Graba- La interpretación sigue el camino de la in-
mánticos tardíos, pero de muy diversa ir.i- ción: Radio Canadá, 1971). trospección antes que el del brillo externo.
raclerízacíón. El mundo de Brahms es ínti- Con estupendas intervenciones vocales e ins-
mo y abstracto, en tanto el de Mahler tien- Harmonía Mundi sigue teniendo trumentales, el disco se revela como toda una
de a la puesta en escena, al poema dramático ta sana costumbre de editar co- lección de comprensión del estilo de la mú-
que aspira al mundo por teatro. Hay que sa- sas interesantes, muy interesan- sica religiosa de Charpentier. Se siguen va-
ber distinguirlos, no sólo técnicamente, si- te» o interesantísimas. Junto a tan reconfor- rias de las costumbres de la época, como la
no espiritualmente. Sus fantasmas son muy tante hábito tiene, por desgracia, el nefasto pronunciación del latín en la Francia del
diversos, aunque de la misma familia. de dar a esta publicación sólo las migajas de tiempo o la clase de instrumental escogido.
lo que publica, con lo que los comentarios La presencia de las violas crea una sonori-
Recuperar para el compacto estos hitos de se quedan lamentablemente cojos. Tal es el dad que es propia de muchas de las inter-
la di se og rafia es insoslayable. Cada vez que caso de esta edición de Couperín, que en rea- pretaciones de Savall.
algún aficionado dude acerca de lo que es lidad comprende los libros 1-4, con un total
leer la música, puede echar mano del repo- de 10 compactos. Por misteriosas razone», E.M.M.
sado y bonachón Bruno Walter. La música sólo nos ha llegado el tercer libro, y a él li-
le saldrá al paso. mitaremos el comentario.
CHARPENTIER: Te Deum. Messe de Mi-
B.M. Gilbert es un veterano del clave y, posee- nuil. La Grande Ecurie et la Chambre du
dor de una técnica muy notable, destaca en Roy. Director: Jean-C'laude M algo iré. CBS.
su traducción de la música francesa la viva-
cidad y alegría, careciendo sin embargo del MK 44706. CD. AAÜ. 69T34".
CASABLANCAS: Cinco interludios para sutil rubato de Christie o de ta grandeur de
cuarteto de cuerda. Euler Quarlel. Dos pie- Leonhardt. Dicho sea todo ello partiendo de CHARPENTIER: Te Deum. Missa As-
zas para piano. Josep Colom, piano. Har- la base de que nos encontramos con un in- sumpta est María. Litaniesdela Vierge. Les
monies bañáis, Jordi Codina, guitarra: térprete de! máximo nivel. Arts Florissants. Director William Christie.
Caries Sarttos, piano; Xavier Joaquín, per- H ARMÓN IA MUNDI HMC 901298. CD
cusión. Movimiento para trio. Pere Srrra, En este sentido, es interesante comparar DDD. 74-47".
violín; Mark l'riedholff, cello; Carme Poch, el orden 15 con el registrado por Leonhardt
piano. Tres piezas para guitarra. Jordi Co- para Philips (monográfico sobre los Coupe- El Te Deum de Charpentier —
dina, guitarra. Cinco movimientos de rin. comentado por el firmante en estas mis- este en re mayor, porque compu-
freaks. Conjunto instrumental. Dior.: Be- mas páginas). Dicha comparación ilustra so seis—, se ha convertido en la
nel Carablancas. Tres piezas para piano. Al- muy bien lo comentado anteriormente. obra emblemática de su autor, al que, por
bert Nieto, piano. Inflexión tnédnea y Gilbert alcanza los mejores resultados en fonuna, vamos también conociendo por gra-
gratuita. Barbara Held, flauta; Miguel Cas- los movimientos más espectaculares (Le Tk- baciones de otras de sus composiciones. Ya
pa, clarinete; Caries Sanios, piano. II.M. Tac choc. por ejemplo), pero su nivel me- en 1953 Louis Martini hizo una primera ver-
CD-1 Compacto AAD. DDD (Tres piezas) dio es siempre notable. sión para el disco de esta página. Ahora, con
69'S3". Obre Social de la Caixa de Sabadell. En resumen, álbum de sonido excelente, poca diferencia de tiempo, se puede dispo-
fundación ACÁ. generosísimo en duración y con una música ner de dos magníficas interpretaciones con
espléndida, muy bien interpretada. Total- instrumentos y criterios de época. La de Mal-
mente recomendable, pese al cero que me- goire, que fue la primera en acercarse a la
Este disco presenta una signifi- rece la casa por habernos remitido apenas obra desde esta perspectiva, data de 1979,
cativa muestra de la producción un veinie por ciento del total. reeditándose en compacto casi a la vez que
del compositor catalán Benet Ca- la reciente reg i si ración de Chrlsiie. Si las
sablancas (Sabadell, 1956). Se incluyen aquí R.O.B. comparamos, y sin dejar de apreciar el lo-
partituras compuestas enire 1975 y 1986 con gro que supuso la de Malgoíre. en general
destino a instrumentos solos, grupos de cá- resulta mucho más satisfactoria la lectura de
mara o conjunto instrumental. Las creacio- William Christie. El músico americano no
nes orquestales Elegía en tres movimientos CHARPENTIER: Canción ad Beatam Vir- ha temido «traer toda la brillantez que con-
(1987), Cinco piezas para orquesta (1988), a ginem Mariam. Le Concert des nations. Di- tiene la orquestación del Te Deum y nos re-
las que el autor se ha consagrado reciente- rector: Jordi SSYBII. ASTKEE E 8713. CD

Scherzo S3
diseos

crea un mundo tímbrico más rico que el cado en Inglaterra. En tanto llega o no a acceso a una página curiosa de la historia
despenado por Malgoire. Christie se mues- nuestra redacción esta nueva registración-río, sociológica de la música española. La con-
tra más vivaz y hasta inequívocamente gue- no estará de más recordar este gran disco de vincente, seria (lo que no excluye un toque
rrero, pues la pieza posee, sin lugar a dudas, interpretaciones ciernen lianas, fechado en de gracia) y musical labor de Raquel More-
esle tipo de resonancias. Tampoco olvida 1979, y ahora disponible en compacto. To- no es una baza fundamental de la agrada-
Christie dar a su visión la diversidad que el das estas obras, aunque anteriores a las pá- ble impresión final, sin que —como ya se ha
propio Charpentier buscó al escribir la fa- ginas de mayor longitud e intensidad, nos dicho— la música en sí sea de gran trascen-
dan la imagen de un demiurgo del pianofor- dencia.
mosa página religiosa. Así, se obtiene un cli- te. Un compositor-virtuoso que domina hasta
ma de remanso poético en Te per orbem EM.M.
el limite el universo técnico y las capacida-
lerrarum. Los dos discos cuentan con otras des expresivas del teclado. Desde luego, la
interesantes obras de Charpentier, destacan- proyección hacia el futuro de la música de
do la Mhsa Assumpta est María, de la que Clementi se hace, a todas luces, evidente- El GURDJIEFF-HARTMANN: Cantos Re-
se ofrece también una versión de gran ade- siglo XIX llama a las puertas de su pianis- ligiosos, para piano. Alain Kremski (piano).
cuación de estilo. mo temprano. En el maduro, el lado román- CD Auvidis Valois V 4633 DDÜ 60'. Distri-
EM.M. tico ha cuajado plenamente. buido por Harmonía Mundi.

Immersel se plantea un Clementi dual, La película de Peter Brook En-


CHOPIN. Concierto para piano n.° I en Mi puente entre el clasicismo y el romanticismo cuentros con personas destaca-
menor. Emll Gilels. Orquesta de Flladelfta. Explotando al máximo las posibilidades del bles ha permitido una
Eugene Ormandy. L1SZT: Concierto para magnífico pianoforte Rosenberg (Viena, c. aproximación a Gurdjieff. Después de varios
piano n." I en Mi bemol mayor. Charles Ro- 1795), el intérprete crea un amplio arco de años pasados en Asia central, en busca de
sen Orquesta New Philarmonía. John Prit- sonoridades, desde las más delicadas a las la verdad, empieza a divulgar su conocimien-
chard. CD CNS Maestro (precio medio) más poderosas. Un sonido equilibrado y to en Europa. Su colaboración musical con
ADD MVK 45504. 5 8 W . transparente, siempre cargado de intención el compositor Thomas de Hartmann empe-
expresiva. Las conexiones con el piano beet- zó en los años veinte. Gurdjieff (o Hart-
hoveniano aparecen por doquier en la visión mann) ha conseguido una música al borde
Gilels esculpe en mármol el Con- de Immersel, que no hace sino justicia a un
cierto de Chopin, rechaza la idea de la banalidad, pero que llega a forzar la
hecho histórico, el de la apreciación del es- atención. Cantos religiosos ortodoxos inspi-
establecida de un piano-cantame tilo del italiano por el alemán.
sostenido por una orquesta-guitarra; encuen- ran directamente los Cantos (para piano so-
tra una vehemencia que evoca el soplo beel- lo) del disco: quien esté un poco interesado
E.M.M. en los modelos evocados echará en falla los
h oven i a ii o. La apuesta es interesante,
defendida por una técnica colosal. Años más parciales preponderantes en la voz humana
tarde, grabó una Tercera Sonata de Chopin y el mensaje de los sonidos sucesivos ligado
GONDOIS: De Madrid a Aranjuez, Raquel a la exactitud de los intervalos en la forma
(LP. DG), con un mismo espíritu, pero qui- Moreno, piaña Grabación promovida por
zás con más implicación emotiva. En el Con- modal, difíciles o imposibles de plasmar en
el Museo Nacional Ferroviario. Fundación el piano cromático. Es una pena, pues, que
cierto, Ormandy sigue al solista a una de los Ferrocarriles Españoles. Editado por
distancia prudente, sin demasiada efusión: nuestros dos compositores no se hayan pues-
Polygram Ibérica. Disco LP. Duración: to en contacto con Wyshnegradsky, quien po-
según las afinidades se podrá preferir una
versión más voluptuosa, la de Pollini (CD seía un piano microtonal, además los tres
EMI), o más risueña, la de Rubinstein (CD vivían en París en la misma época. Kremski
RCA). Se comentó brevemente en un ha grabado varios discos dedicados a
número anterior de SCHERZO Gurdjieff-Hartmann: para una aproximación
Al contrario de Gilels, Rosen, en Liszt,
HQ11BQ
(n? 34, p. 12). la aparición de esta (musical), se lendria, tal vez, que empegar
crea una atmósfera dubitativa. Es una op- partitura relacionada con el segundo tramo por Cantos y Danzas de Asia (CD Auvidis
ción poco frecuentada (salvo por Arrau que ferroviario en la península. Va se indicó en Vatois).
encuentra hasta climas debussystas) pero tie- su momento la intención del personal del
ne una gran lógica en algunos momentos en Museo Nacional Ferroviario de dar a cono-
cer las piezas de Gondois por medio del dis- RE.
el primer tiempo, en el quasi adagio del se-
gundo tiempo. Es una versión totalmente co, y a través de un concierto en directo. Pues
opuesta a la reciente grabación de Zimmer- bien, he aquí la grabación, presentada simul-
man (CD DG) que nos recuerda que la obra táneamente a la celebración de un concier- HAYDN: Seis Tríos para /lauta, violtnyvio-
fue escrita por un joven (y genial) composi- to, a cargo de la misma intérprete, en el loncello Op. 38. Seis Tríos paro /lauta, vio-
tor. Rosen ha escrito varios libros importan- madrileño palacio de Fernán Núnez. el pa- lin y víoloncello. Barlhold Kuijken, flauta;
tes El Estilo Clásico por ejemplo, dedicado sado 23 de junio. Sigiswald Kuijken, violín; Wieland Kuijken,
a Haydn, Mozan y Beethoven), y sus inter- Poco es lo que se sabe de Hipólito Gon- violoncillo. ACCKN'l ACC 47807 D ADD
pretaciones (como pianista) son además cla- dois, ni siquiera sus fechas de nacimiento y (*). ACC 6S64I DDD (?). ICD 48' y 64'47".
ses magistrales; si vuestras discotecas cuentan muerte. De la documentación disponible, Distribuido por Harmonía Mundi.
ya con algunas versiones de los conciertos reunida por Luis Fernando Carvajal para
de Liszl, vale la pena adquirir su interpreta- acompañar a este disco, podemos hacernos
ción de la versión original de la Fantasía de Las grandes aportaciones de
una idea de la actividad de esie músico prác- Haydn al género de la música de
Schumann(el titulo es: Poemas para piano). tico, cuyo recuerdo ha devorado el tiempo.
Rosen toca los primeros compases donde cámara, cuartetos de cuerda y
Fue director de orquesta y Barbieri lo cita trios con piano, oscurecen sus otras contri-
aparece una cita de A la amada lejana de como compositor de zarzuelas. Si toda su
Beethoven; la segunda cita cobra asi más ¡n- buciones, donde no encontramos ciertamente
obra se encaja en las mismas coordenadas músicas tan geniales, pero sí páginas dota-
tesidad. que este De Madrid a Aranjuez. Gondois ha- das de la gracia y, en el fondo, la sabiduría
bría sido un suministrador de música de con- propias de su autor. Los Seis Trios con flauta
RE. sumo inmediato. Los bailes de moda de esta aparecieron editados en Londres en 1784, con
pequeña colección (polcas, chotis, etc.), cons- el n? 38 de Opus. Se trata de partituras que
tituyen una muestra de música de salón no entran de lleno en las características de los
CLEMENT1: Sonata en si bemol mayor Op. precisamente de la mejor especie. La referen- Divertimenti. Música desenfadada que flu-
24, n." 2, Sonata en fa sostenido menor. Op. cia a la inauguración del trayecto Madrid- ye continuamente sin otro objelo que brin-
25, n," 2, Sonata en sol mayor Op. 37, n," Aranjue/ no va más allá del deseo del com- dar placer al oído. No otro significado
2, Sonata en fa menor Op. 13, n.°6. Jos van positor de estar a la última en relación con estético tienen los Seis Trios del segundo de
Immersel, pianoforte- ACCENT. ACC 67911 los grandes sucesos de su época. estos discos. Se trata de arreglos de tríos con
D. CD ADD. S2 13". Distribuido por Har- baritón, siguiendo la costumbre de la época
monía Mundi. Aun siendo esta obra de Gondois una mú- de realizar esle tipo de adaptación a la hora
sica muy menor, su grabación debe ser reci- de dar a la imprenta las obras escritas para
Recientemente se ha publicado la bida con satisfacción. Son muchos los aquella combinación, pues incluso en tiem-
primera grabación integral de las huecos que nos quedan por cubrir de nues- pos de Haydn eran raros los instrumentis-
Sonatas del músico italiano afin- tro pasado musical, con este disco tenemos

54 Scherzo
discos

las expertos que pudieran locar la pane por letra H (de Honegger) por dos razones: el gráfica y escénica. Con este disco demues-
él destinada a agradar al Príncipe Nikolaus. programa no es homogéneo ni tampoco or- tra una saludable curiosidad, al desenterrar
Los hermanos Kuij Ren realizan unas ver- gánico (¿dónde se esconden los directores ar- una música que podía dormir para siempre
siones muy bellas de eslas obras, sin traicio- tísticos?), las obras proceden de grabaciones jumo a las películas con las que nació o co-
nar en ningún momento su esencia lúdica. efectuadas a dos años de distancia y junta- mo resto apartado por otras músicas poste-
Elegantes, plenas de gracia y encanto, sus in- das para rellenar un CD; las versiones im- riores (como es el caso de Napoleón, para
terpretaciones cuentan con dos grandes ba- prescindibles de directores como Ansermet. quien compusieron partituras, mucho más
zas a su favor: la belleza del sonido creado Monteux o Stokowski (todas ellas en CD), tarde. Car! Davis y Carmine Coppola).
y la absoluta propiedad estilística. Dos dis- pueden fácilmente ocultar este nuevo disco Adriano ha preparado las suites orquestales
cos, en suma, que nos ayudan a compren- (¿dónde están los directores comerciales?). aquí incluidas a partir del grueso de la mú-
der mejor al gran Haydn por medio de sus Seria una gran pena pasar al lado de la in- sica incidental de las obras y lo ha hecho con
creaciones en principio menores. terpretación de la Sinfonía Litúrgica: la cierta gusto y sentido de la medida considerables.
afinidad entre Shostakovich y Honegger, que Las músicas para las películas de Abel
E.M.M. había escapado a (algunos) musicólogos, es Gance corresponden al período mudo, aun-
puesta de relieve, desde hace poco tiempo, que los cinefilos conocen muy bien la acci-
por algunos directores orientales. Yuli Tu- dentada vida de Napoleón, ampliada una y
HAYDN: La Creación. La Pellte Bande. Co- rovsky, en la Sinfonía n." 2 (CD Chandos, otra vez por su autor, que vivió en su mo-
llegium Vocale. Director Sígiswald Kuijken. ver SCHERZO n? 28), había apuntado un mento la amargura de ver cómo la aparición
Neil Mac k ir, Kris/tina I.aki, Philip pe Hui- posible paralelismo con la Séptima de Shos- del cine sonoro coincidía con la aparición
lenlocher. Grabación en vivo, Lieja, 7 de oc- takovich; Satanowski se sitúa hoy dentro del de la primera versión de su gran fresco
mismo espíritu. Muy atento al texto (musi- histórico-patriótico. Recientemente hemos
lubre de 1982. ACCENT ACC 58228-9D cal), el director no se deja engañar por los
2CD ADÜ <?). SS'SS" y S2'S7". Distribuido podido ver en TVE, en una adecuada noc-
títulos de los tres movimientos {Dies ¡rae. De turnidad, la versión preparada por Erancis
por Harmonía Mundi. Profundis, Dona Nobis Pacem), resalla la Ford Coppola, algo abreviada (la versión to-
Son muchas las buenas versiones acidez del clima (y de la orquestación), la an- tal puede durar unas cinco horas y media)
del gran oratorio haydniano, gra- gustia del martelíato y de las síncopas (Dies y con música de su padre. Carmine Coppo-
badas hasta ahora con orquestas /rae), la ironía desesperada, la modernidad, la, que la ha interpretado por todas partes,
tradicionales, más o menos amplias. Esta ree- por fin, de la obra. Honegger así parecía en- recientemente en Valencia, con la Orquesta
dición en compacto de la versión de Kuijken tender su composición: el Dies ¡rae tenía que Municipal de dicha ciudad.
—lomada de un concierto—. que utiliza el evocar, según sus propias palabras, la con-
instrumental de época, viene a aportar un nene (gil... ez) humana desde la guerra has- Las otras músicas pertenecen a películas
pumo de vista totalmente diferente sobre la ta la burocracia (Shostakovich, otra vez); de la era sonora, aunque se trata de obras
obra. No pretendemos que la lectura se si- Dona Nobis Pacem era la más certera tra- cinematográficas de menor importancia en
túe a la cabeza de la discografia, pero es ne- ducción de un gigantesco grito ¡Socorro! la historia del medio. Pero el interés musi-
cesario conocerla. Muchas cosas nunca se Frente a versiones empaquetadas por las con- cal es tan desigual en una parte como en otra.
habían escuchado así (¿desde los tiempos de sabidas y presupuestas mejores orquestas del No es lo habitual la altura de fragmentos co-
Haydn?). La orquesta suena más ligera, más mundo, y de sus directores, esta opción in- mo el segundo de Les miserables, Dans les
transparente. Pero el nuevo equilibrio logra- terpretativa tiene e! inmenso mérito de cues- égouts, si bien podemos constatar una ma-
do entre las familias instrumentales no im- tionarnos. yor regularidad cualitativa a lo largo de la
plica en absoluto una pérdida del pulso partitura de Napoleón, en tanto que músi-
dramático de la obra. Por el conlrario, la ex- ca sin más. Es muy probable que cualquiera
traordinaria lectura presta en todo momen- P.E. de estas suites, en especial la de este trascen-
to una gran atención al lado de la teatralidad. dente film de Gance, resistiera la prueba de
No se duda, en consecuencia, en admitir so- las salas de conciertos. Para muchos aficio-
noridades calificables como rudas, pero, de nados puede ser una sorpresa agradable, pero
esta manera, se enriquece considerablemente nadie espere aquí lo mejor de Honegger.
nuestra imagen de la obra. El timba! y los HONEGGER: Film Music: Les Miserables
metales son los responsables máximos de esta (Générique. Dans Les Egouts. Musique ne En cualquier caso, la aportación de Adria-
contribución, oigamos, por ejemplo, al pri- chez Cillenormand. Mort de Jean Valjean. no (autor de unas estupendas notas, sólo in-
mero en el Caos inicial, o a los segundos en L'emeuteJ. La roue /obertura). Mermoz. dos cluidas en inglés) es de destacar. La grabación
el aria de Rafael Nun Schetn in vollem Glan- suites para orquesta (La traversée des An- tuvo lugar en ¡a Radio de Bratislava en no-
ze der Himmeí, cantada espléndidamente por des. Le vol sur l'Atlantique). Napoleón, suile viembre de 1987 y es plenamente digital.
Huttenlocher. La versión cuenta con un co- para orquesta (Calme. La Romance de Vio-
ro soberbio y una orquesta perfectamente line. Danse des enfánts. ¡nterlude et Final. S.M.B.
conjuntada (recordemos, la grabación es en Chaconne de l'lmperatrke. Napoleón. Les
vivo). Un punto algo más bajo se da en el ombres. Les mendiants de la Gloire). Or-
equipo de cantantes, que se muestra algo de- questa Sinfónica de la Radio Checoslovaca,
sigual. La aérea L-akí, de emisión muy ¡im- BralislavH. dirigida por Adriano. MARCO
pía aun en los agudos, debe colocarse, en POLO 8.213134- DDD. Distribuido por Har- JOSQUIN; Missa L'homme armé supervo-
primer lugar, muy sólido y de timbre atrac- monía Mundi. 63.18 mns. ces musicales. Missa L'homme armé sexti to-
tivo Huttenlocher, y. por fin, un tanto en- m. Precedidas de la canción anónima
deble Mackie. L'homme armé. The Tallis Scholars. Direc-
Nos encontramos ante un disco tor: Peter Phillips. GIMELL CDÜ1M 019.
tan curioso como interesante que CD DDD 74*16". Distribuido por Harmo-
se sale por completo de lo habi- nía Mundi.
E.M.M. tual y que puede acaso lener interés sólo para
determinados aficionados exigentes, abier- Como se sabe, el compositor
tos o curiosos. Y ello por varias razones: por franco-fia meneo Josquin Des-
HONEGGER: Sinfonía n." 3 «Litúrgica». el repertorio en sí, constituido por música prez fue uno de tos primeros que
DEBLS5Y: Peiile Suile {En baleau. Corle- compuesta por Honegger para varias pelí- contribuyeron a la creación de la Misa co-
ge, Menuet. Ballet), original para piano a culas; pero también porque se trata de una mo género musical compositivo, en el senti-
cuatro mano» orquestada por Busser. RA- producción que está fuera de los canales ha- do de estructurar en una secuencia las partes
VEL: Daphnis et Chloé, Suile n.° 2 (Lever bituales e interpretada por una orquesta y, del servicio religioso. Para dar unidad a una
dujour, Pantomime, Danse genérale). MAS- sobre todo, una batuta no incluidos entre los música de cierta extensión se solía partir de
SENET: Meditalion (de la ópera Thais). Or- ámbitos de distribución que conocemos nor- un tema conocido, sacro o profano, que era
questa Nacional de la Opera de Varsovia. malmente. El director de orquesta, cuyo luego tratado con los procedimientos de es-
Roben Salinowski. CD OLVMP1A OCD nombre es Adriano {tout court, sin apelli- critura vigentes. Las dos Misas de Josquin
318 DDD 65'26". Importado por Discobi. do), es un artista y productor suizo —según sobre la canción anónima L'homme armé
nos cuentan las notas— que se encuentra en ejemplifican este sistema. Como resultados
El título original del CD es Aíu la cuarentena y en la actualidad trabaja en musicales son. sin embargo, muy distintas.
sic From France, pero decidí (li- Zurich como director de música cinemato- Aunque se cree que ambas son del mismo
cencia poética) clasificarlo en la

Schcrzo 55
discos -

momento de la carrera del músico —denlro segundo acto con auténtica emoción, t n el tes: Aiaiza y una lalinlsíma Fassbaender (CD
de una etapa de madure; plena—, la tenida aria Non pagliaccio non son, y, sobre todo, DG).
como primera ísuper voces musicales) es to- en la sección central de la misma, la combi- De las cuatro versiones de Watter, tres son
talmente ingenua y arcaica, en tanto que la nación de la ira y la melancolía de! perso- disponibles hoy: la interpretación extática de
segunda (sexli loni) sigue cauces de enorme naje son traducidas de tal forma que el Ferrier (CD Decca) es milagrosa. Es con la
fantasía creativa y absoluta maestría en el resultado es prácticamente insuperable. de Klemperer, la favorita del público mah-
trazado y mezcla de las líneas vocales. El pro- Renato Cellini realiza a lo largo de toda leriano. La grabación del concierto editado
pio Philips señala en las notas que acompa- la grabación ímprobos esfuerzos para demos- por CD Curtain Cali, liene más tensión. Fo-
ñan a! disco esta gran diferencia: la primera rrester (contralto como Ferrier) crea un cli-
de las misas parece ser una obra medieval y trarnos que la felicidad nunca es completa;
su rutina, su sosería y su arbitrariedad son ma sombrío, un poco más teatral quizás,
la segunda una pieza renacentista. pero seguramente más vital. En el CD CBS.
auténticos submarinos lanzados continua-
Vfolter mantiene su criterio de interpretación,
La versión de los Tal lis Scholars incide en mente contra el excepcional cuarteto prota- pero adaptándolo a la personalidad de sus
expresar el claro contraste estilístico entre gonista que al final logra imponerse. No solistas. Atomiza la orquesta en texturas ca-
ambas realizaciones de la Misa. A partir de siempre las manzanas podridas van a arrui- meríilicas: privilegia el brillo íntimo del te-
un trabajo vocal excepcional, Philips eleva nar el cesto. Deo gratias. nor; respeta la reserva expresiva de Miller,
estos edificios con lógica implacable. Las in- ambas consiguen un clima infinitamente re-
terpretaciones escapan al peligro de la asep- R. de C.
tenido.
sia (en el que caen algunos de sus compa! río-
las cuando buscan la pretendida impronta
mística), resultando cargadas de gran ener-
gía. Es admirable, en este sentido, la sensa- LISZT: Sonata, Lúgubre góndola n." I yn."
ción de constante movilidad que se logra en 2, Baga/elle sin tonalidad, Nube gris. Tum-
la segunda de las Misas. ba de Wagner, En revé (nocturno/, Ave Ma- MAHLER, SCHREKER, R I C H A R D
ría, Csardas obstinadas. Mikhail Rudy, STRAUSS V WOLK: Canciones. Marjana
E.M.M.
piano. CD Calliope ADD CAL 9685. ód'50". Lipovsek (mezosoprano y piano) y Erík Wer-
ha (piano). Orfeo C 176891 A Sierro Digi-
LEONCAVALLO: / Pagliaeci. Jussi Bjóriing, Escuché varias veces la Sonata tal. Duración: 58,45 minutos. Distribuido
Victoria de los Angeles, Leona ni Warren, intercalando las versiones de Ho- por Harmonía Mundi.
rowitz (CD, RCA), Richter (CD,
Roberl Merrill. RCA Victor Orrheslra. Di- Philips) y Argcrich: a pesar de su gran vir-
recior: Renato Cellini. Ficha de Grabación: tuosismo, Rudy parecía un poco tímido en
enero de 1953. ICD EMI (ADD) CDC 7 Obras frecuentes e inhabituales
tal compañía, y tal vez un poco distante. Sin D§© reúne esle recital de I.inovsek. Si
49503 2. Duración: 69'23". embargo, al escuchar todo el disco de un ti- las obras de Strauss aparecen a
rón, nace otra proposición de la Sonata: menudo en los programas, los Mahler sobre
Por fin aparece esta versión de Rudy la toca como un gigantesco preludio versos de Rückert no son de los más traji-
Pagliaeci, que hasta la presente a las obras revolucionarias que completan el nados de este autor. Wolf nunca es insisten-
reedición en disco compacto era programa (algunas ¡sin tonalidad!). Se pue- te y aquí sirve al gran Goethe en los poemas
francamente difícil de encontrar; por si fue- de seguir preferiendo, para la Sonata sola, que Mignon dice en Wilhelm Meister. Los
ra poco, la EMI ha destapado el frasco de una o las tres versiones citadas, se puede pen- interesantes Lieder de Schreker (sobre ver-
las esencias y nos la presenta en carpeta de sar que el programa interpretado por Sze- sos de las Mil y una noches y de Edith Rons-
lujo con un completo cuadernillo explicati- gedí es más homogéneo (Ultimas obras de perger) valen por un estreno. El conjunto es
vo y un maravilloso sonido que nos permile Liszt, CD Hungaroton), pero la elección de coherente: una época (el fin de siglo), un ro-
disfrutar la pureza de las voces en primer Rudy, y su interpretación poseen una magia manticismo tardío y, a veces, exasperado, los
plano. peculiar, el pianista crea un va-y-ven de re- límites de la tonalidad y un constante estre-
miniscencias entre Sonata y últimas obras, mecimiento expresionista.
Nos encontramos ante una versión de ab- y a la segunda escucha, entre últimas obras
soluta referencia, es probablemente la me- y Sonata, fascinante. ¡Hay que escucharlo Las interpretaciones de Lipovsek, acom-
jor cantada de toda la historia del disco, y dos veces seguidas, pues! pañadas por la maestría de Werba, son ex-
el cuarteto protagonista ya lo quisiera hoy celentes. La voz explota su bello color con
cualquier teatro del mundo para los días de PE. una emisión cálida y fluyente, e! frasco es efi-
fiesta. Merrill es un lujazo para el papel de caz, la expresión medida, pero matizada, la
Silvio, a cuya tesitura más bien central sirve dicción es diáfana. El intimismo de Wolf
con una voz bella, timbrada, redonda y ex- MAHLER: El Canto De La Tierra. Mildred contrasta con el melodismo teatral de
pansiva. Aunque a Warren le falte la maldad Miller (mezzo), Ernsl Hafliger (tenor). Or- Strauss, en tanto Mahler se aproxima a
de Gobbi o de Tadei, tiene el color oscuro questa Filarmónica de Nueva York. Bruno Schreker en una misma zona de inquietante
idóneo para el personaje y una perfecta li- Waller. CD CBS Maestro (precio medio) desasosiego emocional, que se bandea rápi-
nea de canto. En cuanto a su Prólogo, sólo ADD MYK 45500. 63'13. damente de la angustia al júbilo amoroso.
se debe apuniar que es uno de los mejores Todas estas distinciones sutiles, dentro de
que imaginarse puedan, coronado con un la la homogeneidad del todo, aparecen marca-
bemol de tal potencia, amplitud y riqueza El Canto De La Tierra es, hasta das en la tarea de Lipovsek, que se acredita
de armónicos que deja sin fiato, no al can- hoy, la obra de Mahler que cuen- como una de ias mejores intérpretes de cá-
tante, que derrocha generosidad, sino al ta con más versiones indispensa- mara de la actualidad.
oyente, que desde su silla de audición no deja bles. Casi todos los directores mahlerianos,
de preguntarse dónde están hoy estos barí- con solistas admirables, renuevan la escucha B.M.
tonos. Victoria, que en la fecha de la pre- de la maravilla.
sente grabación, si la memoria no me falla, Klemperer (CD EMI) con Ludwig y Wun-
no había abordado todavía este rol en el es- derlich. ofrece una versión antipatética. gran-
cenario, compone una Nedda muy elegan- diosa y púdica a la vez. Ln esta línea hiera!ica M ARÁIS: Piecesde Violdu cinquieme liv-
te, quizá poco carnal, en contraposición a se sitúa Reiner con Forrester y Lewis. Más re, Wieland Kuijken, viola de gamba. Kao-
Petrella o Pampanini. pero lo suficientemente abrupto, si cabe, Carlos Kleiber sacude or- rri Uemura, viola da gamba. Roberl Kohnen,
seductora y sensual para desatar las pasio- questa y cantantes (Ludwig y Kmentl, CD clave. ACCtNT ACt 7H744 l> t O DDD (?)
nes y los celos de Bjorling, el Canio de vo? Nuova Era) un poco alia Harnoncourt; vi- 65'24". Distribuido por Harmonía Mundi.
más bella de la historia del disco; también sión telúrica (;!) en la cual se funden orgá-
más elegante de lo habitual en el papel, ha nicamente las voces humanas. Más sereno,
Inbal no deja escapar un detalle, crea un so- **íT En varias ocasiones y por distin-
dejado con esla y con otras grabaciones to- tas firmas se ha prociamado a
madas en vivo, una huella tan importante en nido rutilante (quizás la interpretación más
sensual de su integral Mahlet, CD Denon) Jordi Savall como el intérprete vi-
este personaje, que quizá sólo del Monaco
puede permitirse poner su pie sobre ella. Im- para las voces inspiradas de Van Nes y o más completo de la música de Marín Ma-
presionante en toda la obra, va mejorando Schreíer. Igualmente sensual y más directa- rais desde estas páginas de SCHERZO. De-
a medida que ésta avanza, consiguiendo un mente emotiva, es la versión de Giulini, acer- claraciones tan rotundas no pretenden, por
tando con unos solistas que no eran eviden- supuesto, excluir olías formas de entender
la música de! genial violista. Este disco nos

56 Scherzo
discos

présenla prec¡samenle la gran alternativa a La Bruna Rasa (en realidad, Lina Bruna brenaturales (Ecloplasmi. Todo eslo parece-
!a labor del catalán. En realidad, compren- Rasa, no hay razón para que se le decapite ría la búsqueda de una síntesis imposible,
demos mucho mejor a Marais si acudimos el nombre, tal como aparece en el reparto), pero esto no se plantea asi en la música de
lanío a Savall como a Kuijken. Ambos coin- volvía a la escena a petición de Mascagni. Mayuzumi, que en sus obras de madurez —
ciden en algunas de las piezas que escogen relirada por motivos de salud, es una San- desde su regreso de Europa, años 50— crea
del Libro V, tomo en la Suite en sol menor tuzza de voz cálida y carnosa; soprano de casi para cada obra un estilo completamen-
o en Le Tabieau de l'Operalion de la Taille. entrega sincera y apasionada, que sólo es- te exclusivo. Al final. !o innegable es el sello
Ello permite, desde luego, comparaciones porádicamente cae en algún detalle de mal absolutamente personal de las partituras de
más diteclas de sus estilos. En general, el so- gusto, al que es proclive (y existe costumbre) este creador japonés.
nido de Kuijken es más pequeño, perú lam- el personaje. Solamente tiene una mácula,
bién más dulce, lo que no quiere decir que a menudo inteligentemente superada: la falta Teniendo en cuenta que el disco no nos
a Savall le preocupe únicamente conseguir de flato (de nuevo, digamos, que la pacho- ofrece las obras más importantes del músi-
sonoridades redondas y enérgicas. Por ejem- rra del director la pone más en evidencia). co INirvana-Symphonie, Mándala), los in-
plo, se muestra (an hondamente expresivo co- térpretes se entregan a estas piezas con total
mo su colega en el Tombeau pour Marais le El Alfío de Gino Bechi es juvenil (el barí- convicción. El dilema oriente-occidenie se re-
Cadet. Apenas si cabe plantear la elección tono contaba 27 años, el benjamín del elen- suelve en estas lecturas con gran naturalidad,
entre las opciones que nos proponen uno y co), y generoso de ideas y resultados, en un resultando unas sonoridades orquestales (de
otro intérprete, siendo ambas igual de váli- rol que le permite explayarse. Es curioso la eficiente orquesta de Hong-Kong) de gran
das, sobrepasando únicamente Savall a Kuij- comprobar cómo Bechi y Gobbi (dos años atractivo. Fukumara suaviza los defectos de
ken en lo que concierne a virtuosismo menor que aquél), cada día que pasa se pa- Mayuzumi y enfatiza sus aciertos tímbricos
instrumental. El acompañamiento del que recen mucho más. lo cual es un elogio que y constructivos.
goza el músico catalán (Koopman, Smithl vale para ambos. La Marcucci hace una Lo- E.M.M.
es también más rico y está mejor equilibra- la de la época, más grosera que sensual. Y
do con la viola. en el papel de Mamma Lucia tenemos, na-
da menos, que a la ilustre Giulietla Simio-
naio. con treinta años a la espalda, esperando
E.M.M. aún su oportunidad, que luego vino con cre-
MILÁN: El Maestro. Volumen 1. (Tonos
ces: fue la mejor mezzosoprano de reperto- 1-8). Hopklnson Smílti, vihuela. ASTREE
rio italiana de su generación. E 7748. CD AAD. S0'40".
MASCAGNI; Cavalleria rusticana, (rigli,
Rasa, Dechi. Siminnaro, Marrucci. Orquesta, El disco compacto dará mayor difusión a NARVAEZ: Los seis libros del Delfín de mú-
y Coro del Teuiro alia Sea la, Milán. Di rec- esta versión histórica, aunque el sonido, que sica. HopkiitM>n Smiih, vihuela. ASTREE
t o r Pielro MascHgni. Be nía mino tiigli can- es bueno, no mejora el de la última recons- E 8706. CD DDD. 64'40". Distribuidos por
ia arias de óperas de Mascas ni. EM1 CHS trucción técnica en vinilo de 19S4, en una se- Harmonía Mundi.
76W872. 2CO. ADIX Duración: 1Ü940". rie Gigli de la EM1, donde apareció ¡oda la
obra completa del tenor. ¿Se hará lo mismo
con el CD? De momento, aparte de esta ópe- UWC
Dos discos, reedición el de Mi-
Esta grabación surgió como con- ra, han salido Andrea Chenter. Buiterfly y lán en formato compacto y nue-
]©<§
memoración del cincuenta ani- Bailo. El próximo año es el centenario del va publicación el de Narváez,
versario del estreno de la ópera, tenor de Recanati. Es la oportunidad. dedicados a la música de los vihuelistas que
o sea, que se registró en 1940. Mascagni lo se alzan como colosos dentro de la más bien
recuerda antes de iniciar la obra en unas pa- Completando la entrega se incluyen seis
fragmentos de cinco óperas de Mascagni: esquelética fonografía de la especialidad. No
labras pomposas y grandilocuentes, muy de se ha hecho justicia todavía al genio de los
acuerdo con lo que musicalmente va a ve- LAmico Fritz (su dúo, con el modesto aporte
de Nerina Baldisseri), Iris, Lodoietta e Isa- compositores españoles que escribieron en
nir. Porque la dirección del autoi es, ante to- el siglo XVI para este instrumento, logran-
do, aburrida. Opta por una lentitud que daña beau. Las grabaciones son de varias fechas,
las extremas (1918-1948), están separadas por do un cuerpo creativo que destaca por su
demasiado la espontaneidad y dinamismo gran originalidad tanto en la historia del arte
que la ópera tiene, quizá porque el compo- treinta años. El tenor, en todas, vuelve a co-
rroborar que Gigli es mucho Gigli. sonoro de nuestro pais como en la del resto
sitor se encuentra cansado, bien por la edad de Europa. Es significativo que el disco ha-
{77 años a la sazón), bien el cansancio se lo ya tenido que ser una iniciativa debida a una
provoque su hija musical más famosa. Más EF. casa francesa. No se trata, desde luego, que
grave e inútil seria pensar que la trascenden- no existan vihuelistas españoles de talla, o
cia sea el auténtico objetivo de su concep- inlerés en recuperar el instrumento, algo que
ción, que nada tiene que ver con este drama se remonta a Emilio Pujol, sino más bien un
campestre de celos, peleas y cliismorreos. De hueco que debe achacarse a la pobreza de
hecho, aunque el planteamiento i imbrico es MAYUZUMI: Phonologie Symphonique. la industria discográfica hispana. Los dos
rico, el pulso es firme, las partes vocales es- Bafchonati?. Samsimi. Filarmónica de Hong- discos, agrupados para ser comentados, con-
tán resaltadas, el resultado global es bastante Konj>. Director Yoshikazu t'ukumara. (Fo- tienen obras pertenecientes a colecciones
irregular. Los dos dúos (Santuzza-Turiddu. lleto sin conteníanos). MARCO POLO muy próximas en el tiempo, pues El Maes-
Santuzza-Alfjo) se arrastran con una moro- 8.320297. 1>I>D. 43'0S". Importado por tro es de I5J6 y los Libros del Delfín, de
sidad que llene una consecuencia inmedia- Discobi. 1558; sin embarga ambos músicos no pare-
ta: pierden la tensión y el vigor dramático ce que llegaran a conocerse ni a influirse mu-
que, sin ninguna duda, poseen. Mascagni, El arte musical de Toshiro Ma- tuamente. Ambas colecciones son logros
sin embargo, hace de esa parsimonia resul- yuzumi (1929) resulta difícilmen- excepcionales, que ejemplifican la grandeza
tados óptimos en los dos momentos orques- te eneas ¡Hable. Su estilo ha pasa- alcanzada por la literatura para vihuela. Las
tales. Preludio e Intermezzo. Mascagni nos do por casi todas las maneras imaginables, grabaciones de Smith serán seguidas proba-
demuestra, una vez más, que no siempre es desde las primeras obras pos [románticas al blemente de otras, aunque no hay seguridad
el autor de la partitura el más idóneo para modo centioeuropeo a la adopción del jazz, de que el músico americano vaya a acome-
descubrir sus riquezas. de las páginas de cuño avanzado a las que ter una integral del legado de los vihuelis-
muestran una cara ingenua, en ocasiones tas, proyecto que si parece estar acariciando
El registro sobrevivirá por el buen equi- permitiendo una obsesiva tendencia repeti- José Miguel Moreno. En tanto se consuma
po canoro. Gigli, con 50 años también co- tiva. Luego de su estancia en Francia, Ma- esta última deseada grabación lo hecho por
mo Cavalleria. ha perdido un poco de lustre yuzumi realizó experimentos de música Smith simplemente no tiene rival. Encontra-
vocal. Su Turiddu es más musical que tea- concreta, hizo algunas de las primeras obras mos algunos de sus defectos —cortedad ex-
tral, más sentimental que desgarrado (hay japonesas para banda magnética, introdujo presiva, titubeos imperceptibles—, pero la
que lener en cuenta que con tal dirección las el piano preparado y asumió el serialísmo oc- musicalidad, el estilo, la serenidad y la ele-
cosas no podrían ir de distinta forma). Pero cidental como una de las bases de su lengua- gancia de sus versiones lo ponen a años luz
el Gigli-tantante da. como es de esperar, una je. Añadió más tarde nuevas ramas a este de las pocas grabaciones existentes.
lección de maestro a colegas contemporáneos tronco, esta vez profundamente orientales,
y sucesivos. Un maestro que encuentra su como la filosofía Zen. los sonidos de las
mejor oportunidad en el Addia alia madre. campanas de los templos budistas y hasta,
de una seducción y belleza entusiasmantes. yendo mucho más allá, las experiencias so-
EM.M.

Scherzo 57
discos

MONPOU: Canciones. Carmen Buslamante do de cantar, asi que la polémica sigue viva designación como lírico presidente y algu-
(soprano) y Carmen Bravo (piano). PDI.G- (ver SCHERZO n.° 34). Querella aparte, La nos films de Hollywood.
801692. Duración; 3 0 W . Camerata di Lugano transmite, como pocos, En el plano musical sus méritos son más
la plástica monteverdiana: ¡el recitativo de acotados: pertenecen mas al documento ar-
Laerte Malaguti en Tancredi! (CD Accord queológico que a la música propiamente di-
Con el auspicio de la General i- cha. El disco ha rescatado unas cuantas
tat catalana y en la antología his- 149504). La Capella Savaria, dirigida por
McGegan (CD Hungaroton, con instrumen- interpretaciones suyas, de un romanticismo
tórica de la música en Cataluña trasnochado y pintoresco. Frases entrecor-
aparece este concierto de Mompou, dedica- tos originales, al igual que Rooley), se sitúa
entre las dos opciones: el estilo es cuidadísi- tadas, sonido martillado y canto rubato hasta
do a uno de sus géneros más característicos: el delirio sustituyen lo que hoy nos gusta
la canción de cámara. mo, el equilibrio general (coro, solistas, etc.),
es el mejor conseguido entre las tres versio- más: canto, vigor y solfeo.
Se han seleccionado, para ello, unas pá-
ginas que ilustran poemas de Josep Janes (de nes, pero, por razones de fraseo, tal vez, son Sus composiciones responden a esa mis-
El combaí del samni), del culterano Josep partidas en dos algunas palabras; efecto que ma estética de un romanticismo lardío y pres-
Carner, de Manuel Blancafort y versos tra- distrae y puede quitar un poco de tensión a cindible. Todo el tiempo se piensa en que si
dicionales. A todos ha servido Mompou con la música. ya hubo un Liszt para que tener otro más,
su refinada armonía, su melodismo recata- reducido en tamaño y anticuado por la pre-
do y elegante, su buen balance entre voz e
RE. cedencia del maestro húngaro.
instrumentos. Las fuenles son muy obvias y, No obstante ello, grabaciones como la pre-
a veces, parece escucharse a Fauré traduci- sente, servidas por el cariño y la competen-
do al catalán. Y, a veces, se piensa en e! ma- MOZART. Serenata en Si bemol mayor. cia de sus compatriólas, sirven como
yor registro de los músicos catalanes documento de una perduración artística, de
K. 361 «Gran Pnnita». para 13 instrumen- la cual surgieron nombres considerables, co-
(Albéniz, Granados), que se evadieron del de-
ber nacional. Mompou, si acaso, es un afran- tos. Miembros de !• Orquesta del Siglo mo Sibelius, Elgar o Mahler.
cesado compositor barcelonés. XVIII (con instrumentos originales). Dir.:
Frans Brüggen. Grabación: Nijmegen, junio SAÍ.
Bustamante conoce a fondo las partituras 1988. PHILIPS Compacto 422 338-2PH
y se mueve con autoridad en el mundo es- (DDD, 50'33">.
cogido. El paradigma de Victoria de los An-
geles es inevitable, pero también hay que PAI.ESTRINA: Molde y Misa Virí Galilaei,
recordar que saber elegir buenos ejemplos Cuando más oye uno esta músi- Motete y Misa O Rex Cioriae. Coro de la
demuestra inteligencia en un intérprete Bra- ca, más se admira del talento de Catedral de Weslminsler. Director: James
vo, la mujer de Mompou, recoge la experien- nuestro querido Mozart, de su O'Donnell. HYPER1ON CDA 66316 CD
cia de sus años junto al compositor, a los facilidad para llenar de maravilla la senci- DDD 67'36". Distribuido por Harmonía
cuales añade su propia labor, de modo que llez, de su habilidad para combinar timbres, Mundí.
el resultado es de la máxima competencia. que hacen de esta serenata no ya una obra
maestra entre las composiciones para con- De la enorme producción de Pa-
B.M. junto de viento, sino simplemente una ver- leslrina apenas si conocemos una
dadera delicia. parcela mínima. La excelencia de
Y esto resulta ser así especialmente cuan- estas cuatro obras, ahora grabadas por pri-
do uno se topa con un músico de la serie- mera vez. puede darnos una pista de la gran-
MONTEVERD1: Madrigal! Eroüci. Emmi dad de Frans Brüggen, protagonista, junto deza que se oculta en el lado ignoto del gran
Kirby, Judilh NelsOn. Popp> HoMen (sopra- a los excelentes instrumentistas de su con- poli fon isla. Con un sentido muy unitario, el
no). Paul Elijan, Andrew King (lenor). Ri- junto, de lo que no dudaría en calificar co- programa agrupa dos Misas, interpretándose
chard Wistreich (barítono). David Tilomas mo una de las versiones más importantes de antes los correspondientes motetes MI que es-
cuantas existen de esta obra- tán basadas. Las dos Misas, grandiosos ejem-
(bajo). The Consort of Muslcke. Anthonj plares del arte más depurado de Palestrina,
Rooley. CD LO15SAU-LYRA. 421 480-2 Con una sabia y contenida elección de
tempí, una detallada atención a acentos y re- pertenecen ambas al Libro XII de 1601, edi-
DDD 60-58". tado siete años después de la muerte del mú-
guladores, palpable desde el Largo inicial,
una extraordinaria disección de planos en el sico. Los motetes datan de 1563 (O Rex
La critica francesa niega sistemá- Cioriae) y 1569 (Viri Galilaei), pero no po-
seno de un todo coherentemente construido,
(ata
(atase ticamente toda sensualidad a los
intérpretes británicos de la mú- la interpretación que se nos brinda está tan demos saber cual es la distancia temporal
alejada de tópicos como de sorpresas más efectiva entre ellos y la redacción de las dos
sica antigua italiana, mientras público y crí- misas que inspiraron. Se aprecia una mayor
ticos italianos sufren con la pronunciación o menos caprichosas. Es, sencillamente, un
disfrute absoluto de principio a fin. Desde fidelidad de la Misa O Rex Gloriae a su mo-
francesa en esle mismo repertorio. Las pa- delo, en tanto que la partitura que sigue al
siones se agudizan cuando se trata de Mon- el sereno comienzo hasta el enérgico final,
pasando por un deliciosa Adagio y por la dramático motete Viri Galilaei no reprodu-
teverdi: las opciones estilísticas y estéticas ce su esquema de escritura homofónica.
pueden ser discutidas (las opiniones de Ne- gracia exquisita de los dos mmuelos Todo
lia Anfuso armaron una bronca sin prece- se oye aqui, incluido el tantas veces tapado
contrabajo. Las interpretaciones cuentan con todas las
dente en Francia), pero la polémica más virtudes que suelen disfrutar las encomen-
violenta se centra sobre ei color vocal. Este De sonido muy bueno y natural, no pue- dadas a los coros ingleses, pero también con
tema conecta demasiado con nuestro ima- do sino resumir: no se lo pierdan. algunos de sus defectos. El trabajo es ver-
ginario para poder dar una opinión que no daderamente magnífico por afinación y em-
sea personal. paste. El color vocal cuenta con la luz
ROB
especial que introducen siempre los niños con
El otro tema, el ecos, citado en el título su presencia. Sin embargo, la música produce
del disco, puede ser comentado. El equipo una sensación estática, a la que se suma una
reunido por Rooley evoca el flirt, emocio- evidente sequedad expresiva. La lógica de las
nes retenidas, a veces al borde de la perver- PADEREWSKI: Sonata en mi bemol menor
opus 21 y Concierto pura piano y orquesta conducciones no impide tampoco que e!
sión; un cierto lado mírame y no me toques efeclo tienda a ser un tanto masivo. La gra-
fen seguida) no parece desmentir ni contra- en la menor opus 17. Aodrtj Slefanski y Bar-
bara Hessc-Bukowska, piano > Orquesta de bación, en cualquier caso, tiene a su favor
decir las promesas contenidas en los poemas la novedad absoluta de las piezas escogidas
cantados. Para una solicitación más inme- la Radio Nacional Polaca de Kalowice. OLY- y su gran belleza.
diata, la pulpa, el canlabile y la belleza na- MP1A OCI> AAI» 302. Duración 61'0I".
tural de las voces reunidas por Loehrer Distribuido por UISCOBI.
(Societa Carnerislica di Lugano, varios CD E.M.M.
Accord) evocan de manera más italiana cier-
tas imágenes del desorden amoroso. Riderewski fue antes un persona-
os© je que un pianista y un compo- PETTERSSON: Concierto para violín n.° 2.
Las bellísimas voces femeninas son lige- sitor. Lo favorecieron las desgra- Suile de Bare/oot Songs. Ida Haendel (vio-
ramente líricas (vibradas y un poco Spinte): cias seculares de su país, la independencia linl. Orquesta Sinfónica de la Radio Sueca.
varios musicólogos italianos avalan este mo- nacional tras la primera guerra mundial, su Herben Blomsledl. CD CAP RICE 21359.

58 Scherzo
- discoi -

AAD. Duración: 6*15". 6 canciones. 24 can- bre la muerte (A. Pettersson confesaba haber Iro ddl'Opcra di Roma. Maestro de Coro:
ciones de los niños descaíaos. Margo! Ro- convivido siempre con ella). Las de 1943, las Giuseppe Conca. Director: Olrviero de Fa-
din, Erick Sarden. Arnold Osiman (piano). Canciones de los niños descalzos, igualmente bríliis. lecha de grabación: Agosto de 1939.
CD SCD 1033. ADR Duración: 72'. para soprano y lenor (indistintamente), in- 2CD (ADD) EMI CHS 7 69990 2. Duración:
tentan comunicar con el pueblo vulgar, hon- 124*52".
rado y simple. En ellas habla de la juventud
Alian Pettersson (Suecia, y pobreza de sus 20 años, en los que, al pa-
1911-1980) no se consideró nun- recer, se encontraba terriblemente faligado Cuando empezamos con esto del
ca un compositor, sino «una voz física y espiritual mente. Reflexiones sobre su disco compacto se asimiló el con-
que grita, ahogada por el trafago de los tiem- familia (el padre, en concreto, era muy afi- cepto de buen sonido con el de
pos», una voz cuyo material era su propia cionado al alcohol), las canciones de 1945 sonido impoluto. La enconada persecución
experiencia y los seres marginados de la so- serian prohibidas en Suecia durante 25 años. contra el ruido parásito, asesino de graba-
ciedad que la rodeaba. Enfermo desde tem- Algunas de estas piecedtas son merecedoras ciones, hizo perder riqueza a las mismas y
prano de artritis reumática, llevó una de retener en la memoria, en especial la cuar- produjeron algunas que eran auténticas pie-
existencia penosa, de donde provendrían sus ta del 2." ciclo, la deliciosa Karleken gar vil- zas de laboratorio, en las que cualquier pa-
continuas invectivas contra la vida, una vi- se, o Fallig ar mor y la primera de todas, Det recido con la realidad era pura coincidencia.
da cruel que no dejaría de azotarle con do- blir stilla da Krakorna dor, muy cercanas en La presente grabación, como todas las de ha-
lores físicos hasta su muerte. intensidad a las mejores canciones de un Ivés. ce cincuenta años, tiene un pequeño ruido
Enfermo también, habría que agregar, so- Casualmente, el disco que contiene las de fondo, pero lejos de asesinarla o dejarla
bre todo del alma, es auior de 16 sinfonías, canciones se beneficia de una toma de soni- inservible, a los cinco minutos de audición
como corpus compositivo fundamental, de do mucho más real y clara que la del sello el oyente ha olvidado que tal ruido existe y,
un par de conciertos para violín y de músi- Capríce, de sonoridad excesivamente plana, a cambio, disfruta de la riqueza de armóni-
ca instrumental diversa, aparte de dos con- escasa de matices. El prensado, AAD. tam- cos de una de las voces de tenor más bellas
juntos de canciones de acusado tono pesi- poco es garantía de una escucha placentera. que en el siglo han sido.
mista, expresado a través de una escritura Queda, por encima de todo, el testimonio fo-
nográfico de una obra instrumental sincera En la fecha de la grabación, Gigli tenía to-
hermética, especie de canto agresivo, ¡amento davía mucho de aquel oro que quince altos
violento en favor de las ciases más deprimi- y personal de uno de los músicos más extra-
ños del siglo. ames le había hecho uno de los sucesores del
das de su entorno. mítico Caruso, en cuanto a la línea y a la voz
El Concierto para violín n."2 (1977) es un no hay nada que decir: nos encontramos ante
buen ejemplo de todo ello. De una duración F.R. uno de los grandes. El problema de Gigli es
considerable, 57 minutos, la partitura pide que su estilo, a veces, ha quedado un tanto
al solista una concernraeion máxima, no en anticuado, y aquí, quizá influido por Toti dal
vano está en acción en todo momento, amén Monte, resulta algo amanerado.
de una gran envergadura técnica. Pensada co- PURCELL: Tis Nalure's voice and olher
songs and Elegies. Rene Jacobs, contratenor; La que sí es absolutamenie demodée y
mo un todo sinfónico donde el violín parti- Widand Kuijken, viola tía gamba; Konrad amanerada es la da! Monte, su estilo y su for-
cipa como un instrumento más, y en un solo Junghanel. liorba. ACCENT ACC 57802. ma de interpretar no tiene nada que ver con
movimiento, el concierto parte de la canción ADD (?) 53'39". Distribuido por Harmonía la ópera de hoy día; lo que sucede es que,
del propio Pettersson sobre un motivo po- Mundi. a pesar de cantar francamente bien, con la
pular, Dios pasea por los prados, como leit- voz en la máscara y buena línea de canto,
motiv, pero en realidad sólo hacia la parte independientemente de algunos sonidos un
final hará su aparición claramente este te- Purcell fue un músico que creyó tanto aplastados y nasales, la tragedia de la
ma, de lono casi patético, de manera que to- en la profunda hermandad de dulce japonesita, debido a esos amanera-
do el grueso de la obra será un encadena- música y poesía. De ahí que a la mientos antes mencionados, es en la versión
miento de juegos de tensiones hasta llegar hora de tratar un texto todo contrastando su de Toti dal Monte absolutamente increíble
a la resolución con el desarrollo del citado genio saliera a la luz, traduciendo, contras- y provoca una sonrisa antes que la más mí-
tema básico. De un lirismo exacerbado y do- tando o comentando su significado en so- nima compasión.
liente, obra monolítica, orquestada en tona- nidos. Sus canciones, aisladas o dentro de
lidades ásperas y poco complacientes, el piezas teatrales, poseen una variada estruc- Basiola es un grandísimo barítono con una
concierto está muy lejos del mundo de Mah- turación, pero siempre ponen por delante la impecable técnica canora que dota a Shar
ler, con el que se ha querido comparar toda necesidad del canto bello, por medio de una pless de la importancia y la elegancia pro-
la obra de Pettersson; pero la verdad es que línea vocal de gran flexibilidad. En la can- pias del cónsul. La Palombini, correcta con
si con algún otro compositor se le puede re- ción que abre el programa de este registro algunos problemas. Por su parle. Olivkro de
lacionar es con Robert Simpson y su técni- y le da nombres, Purcell parece haberse com- Fabritiis, aunque es un magnífico director de
ca del juego de tensiones, pero nunca con placido en realizar un catálogo completo de ópera de los que ya no quedan, aquí al prin-
el mundo mahleriano. Con sólo destacar el las dificultades conocidas y practicadas en cipio de su carrera, se limita a acompañar
rechazo visceral que Alian Pettersson sentia su tiempo. El resto de las páginas discurren a los divos.
por todo ambiente mundano y que su músi- por sendas menos espinosas para el in-
ca se sentia contraria 3 la expresividad ego- térprete. En resumen, interesante para operófilos,
céntrica del austríaco, está todo dicho. sobre todo por Basiola y Gigli, pero para nía
Empero, la música de Pettersson no debe ser Jacobs efeclúa un bello trabajo vocal den- grabación el paso del tiempo ha sido bastante
temida como dificultosa, antes bien, es de tro de los márgenes estilísticos más estrictos. inexorable y un tanto... cruel.
excrema sencillez formal, residiendo su su- Sin embargo, tiene un fuerte competidor en R. de C.
puesta dificultad en el tono áspero, poco el recuerdo de Alfred Deller, el más grande
atractivo de su sonoridad. El oyente no en- contratenoi de nuesta época. Ifa el timbre del
contrará, por ejemplo, sentido de la medida cantante francés es menos atractivo que el
(normal en otro tipo de compositor, más que tuviera el británico. La emisión de Ja-
preocupado por la forma antes que por la cobs no siempre conserva la homogeneidad,
expresión) en el Condeno de violín. y con- perdiendo en contadas ocasiones algo de su ROSENBERG: Concieno para víolinn."2.
cluirá en que el material le viene ancho a tan- brillo. En Tis Nalure's Voice se ve un tanto León Spicrer. Orquesta lila rm ó nica de Es-
ta desmesura (57 minutos) y el resultado final desbordado en las agilidades, que resultan tocolmo. Arvtd Jansons. SODEHLL NDH:
queda poco satisfactorio. Un tratamienlo cacareadas. En otras de las canciones, dedi- Concierto para violín. Leo Berlín. Orques-
más moderada hubiera venido mucho me- ficuliad menor, Jacobs no tiene problemas ta Sinfónica d« Li Radio Sueca. Slig Wes-
jor para tan escasa materia prima. pero se inclina por un canto manierista, en lerberg. CD CAPRICHE CAP 21367 DD.
especial en la orna mentación. S1'37".
E.M.M.
Mejores son tas canciones contenidas en Un pequeño ejemplo de la ex-
el disco de la Sociedad Sueca, y en concreto traordinaria vida musical de Sue-
las seis compuestas en 1935, la primera co- cia. No se sabe lo que hay que
lección de Pettersson, donde ya da rienda PUCCIN1: Madama Butterfty, Tori dal aplaudir más, el nivel de los solistas, de las
suelta a su carácter pesimista. Son cancio- Monte, Villoría Palombtni, Beniamino Ci- orquestas, de los directores, de los compo-
nes llenas de resignación y de reflexiones so- gli, Mario Basiola. Orquesta j Cora del Tra- sitores... Rosenberg (1692-1985) tiene un in-

Scherzo 59
discos

confundible sonido nórdico, lirismo to del tempo (primer tiempo de la Sonata; ta cierto punto: ése es el punto que ha de de-
expresado a través de una compleja polifo- Allegro: tercer Momento...); a partir de ahi. finir cada aficionado.
nía. Soderiundh (1912-1957), siempre dentro encuentra una respiración natural, juega con
de una lengua clásica, escribió en 1951 un el color (primer Momento); el Adagio es gra- S.M.B.
Concierto más inquieto y diverso: evoca so- ve (sin llegar a la amargura de Arrau), el M¡-
nidos animales, cantos populares superpues- nuetto casi despreocupado. Es una pena que
tos a una clima uágico. En el texio de los técnicos de grabación no hayan sido sen-
presentación se habla de Bartok y de Stra- sibles a tantas cualidades. TCHAIKOVSKY: Suite N.°3t?n Sol mayor.
vinsky; la sutileza de algunas texturas me Op. 55. Capricho italiano. Op. 45. Marcha
evoca irremediablemente a Donatoni. PE. eslava, Op. 31. Copak (de Mazeppa, Acto
El concierto para violin y orquesta es un I). Orquesta Filarmónica de Londres. Dir.:
género muy practicado por los composito- Sir Adrián Bou II. KM] STUDIO CDM 7
res nórdicos: quedándonos en Suecia, habría STRAVINSK1: La Consagración de la pri- 63095 2 (69'12". ADD). Grabación: 1974.
que conocer también el Concierto de Laers- mavera, (¡ran Orquesta Sinfónica dirigida
Erik Larsson (CD Swedish Society, Leo Ber- A pesar de la.s archisobadas Mar-
lín solista). por Pierre Monleux ((irabadu en París, en cha eslava y Capricho italiano,
1929). Duración: 31.50 mns. éste es un disco interesante por
RE. STRAV1NSKI: Petrushka. Orquesla Sinfó- lo infrecuente de la Suite n." 3. Compuesta
nica dir. por Igor Slravinski (Gribado en en 1884 y estrenada por Biilow en I8H5, la
Londres. 27 y 28 de junio de 1928). Dura- suite comprende 4 tiempos, el último de los
SCHUBERT: Impropias Op. 90 y Op. 142. ción: 23JÜ mns. PEARL (PAVILLION RE- cuales es un tema con 12 variaciones. Sin lle-
Paul lindura-Skoda, pianoforte (Conrad CORDS). CEMM CD 9329. AAD (?). Dis- gar, desde luego, a la cumbre de otras de sus
Graf, c. 1814). ASTREE ALJV1DIS E 7764 tribuido por Harmonía Mundi. obras sinfónicas, esta suite contiene música
(AAD, S8-2S". Grabación: 1983). Distribui- muy danzable y grata al oído. El último tiem-
do por Harmonía Mundi. Lo primero que debe observar el po, cuyo lema recuerda en buena medida al
aficionado es la fecha de cada de las Variaciones Rococó, está muy bien ela-
uno de sstos registros, lo segun- borado.
Este es otro de los discos que do quila sería la breve duración de Petrush-
Badu ra-Skoda grabó para Astrée ka, lo tercero —que le informamos— es la Gopak, por su parte, constituye un enco-
y que, por esos hados insonda- lógica ausencia de calidad sonora de eslas ré poco habitual; es una danza muy coloris-
bles, nos llegan con extraño cuentagolas. Ya grabaciones. En cambio, si observa los nom- ta que complementa muy bien el disco.
sabemos que este pianista es capa/, de lo me- bres de los directores (Monteux, que estre- No es que Bouli sea la quintaesencia de
jor, de lo peor y de lo simplemente acepta- nó ambas partituras en 1913 y 1911 respec- la dirección orquestal en Tchaikovsky, pero,
ble. Me temo que el disco que estamos tivamente, y Stravinski, el amor de las mis- maesiro serio donde los hubiere, conoce muy
comentando es un buen compendio de esta mas) comprenderá que se trata fundamen- bien su oficio y sabe extraer todo lo agrada-
gran variabilidad. talmente de un documento. ble de esta música sin caer en la blandengue-
En la Op. 90, Badura-Skoda tiende a unos ría; en las dos más conocidas se encuentra
tempi rápidos, pese a lo cual el primero re- La Gran Orquesta Sinfónica de La con- como pez en el agua entre tanta grandeur.
sulta bastante aceptable, salvando ciertos fa- sagración es la Sinfónica de París, que utili- Con una excelente respuesta orquestal y
llos de articulación y respiración. El segundo zaba aquel nombre por cuestiones contrac- una no menos buena toma sonora, este dis-
no es que sea rápido, es que es un verdadero tuales, como tan a menudo ha sucedido en co puede ser recomendado sin reticencias a
correcalles, con lo que queda en bastante me- la historia de ia fonografía (como cuando la los amantes de la música del compositor
nos de lo que debería ser. de Los Angeles, con oíros componentes, usa- ruso.
ba la de Orquesta Sinfónica Columbia con
La Op. 142 tiene más fortuna y, salvo la Bruno Walter o precisamente Stravinski, o
traducción, un (amo inexpresiva y con una la Nacional de España pasaba a llamarse Or- R.O.B.
política de repeticiones demencial (se dirían questa Sinfónica con Ataúlfo Argenta). En
elegidas al azar), del segundo improptu, los: cuanto a la Orquesta Sinfónica dirigida por
demás son muy correctos y el último está ver Stravinski es, en realidad, la Sinfónica de
daderamenie logrado. TORREN!; Primera colección de Valses y
Londres. Se trata de un Petrushka bastante Siete Fantasías Románticas. Jaume Tomnl,
En suma, el disco se mueve en unas cotas abreviado. guitarra. PDI E-30.165S. Duración total 58
generales de simple discreción, con pincela- minutos. 1 LP.
das de cosas muy buenas (142/4) y remata- El sonido es tan pobre que, a pesar de las
damente malas (90/2). Buen sonido, pero excelencias de estos registros, no es posible
disco muy irregular y, por ello, difícilmente recomendarla a ningún aficionado que no Poco podemos decir de esta grabación en
recomendable. sea un auténtico coleccionista de determina- la que Jaume Torrent pone en conocimien-
do tipo de documentos o un stravinskiano to su faceta de compositor y guitarrista,
a ultranza. Puede encontrar Consagraciones puesto que no exhibe mayor sustancia ni en
R.O.B. y Petrushkas de mejor calidad interpretati- lo compositivo o inlet pretal i vo.
va y mejor calidad técnica, como ya hemos En la serie de los Valses, de alguna mane-
reseñado en varias: ocasiones en esta publi- ra se destaca el N." 3 en Sol menor, así co-
SCHUBERT: Momentos musicales D.780 cación. En cambio, es innegable el interés his- mo en la serie de Fantasías lo hace la N." ¡7
(Op, 94) Sonóla en Do menor D.95S (Op. tórico de este documento por tratarse de en La bemol mayor, empero, sin dejar de ca-
postumo). Radu Lupu. piano. CD DECCA interpretaciones no demasiado lejanas en el recer de una circunstancia demasiado repe-
ovalion (precio medio) DDD 417 785-2. tiempo a los estrenos que ambas batutas pro- titiva siempre y de poca inspiración temática;
6Q'12".
tagonizaron, cada uno en un punto distinto constante predominante a lo largo de todo
de la sala. Es la época en que Monteux ya el disco.
es un gran consagrado y Stravinski se aleja
Badura-Skoda había firmado, de las caminos de su periodo ruso en lo crea- Sin otra novedad que el uso de tonalida-
hace años una versión de los Mo- tivo, no en cuanto a la interpretación de des no frecuentadas generalmente en la gui-
mentos de una intensa melanco- obras de aquella época. Es también el mo- tarra, como La bemol mayor. Do menor o
lía, sometida al humor del momento; encon- mento de despegue de Stravinski como in- La bemol menor, las composiciones naufra-
traba en los azares de la improvisación el se- térprete de obras propias, tanto al piano gan en un universo decadentista, a medias
creto del lirismo schubeniano (con fone-pia- como en el podio. clásico y a medias romántica Fórmulas am-
no, Aslrée, debe reeditarse), Gulda (CD pliamente exploradas y frecuentadas por los
Price-Less) se revela contra vina visión eté- No han de olvidar los aficionados, de 10- maestros del pasado se repiten aquí, saltan-
rea del compositor, o más bien establece una das formas, que el origen de esta grabación do la evidencia de un esplendor que perte-
relación Schubert-Cyrano: yuxtapone, de son varios antiguos discos de pasta abundan- nece al pasado.
manera cínica y feroz, delicadeza y (casi) gro- tes en parásitos, y que es necesario un serio Unas breves notas de presentación, escri-
sería. Lupu podría conciliar estos exttemos. ajuste previo para que su audición no resul- tas por Xavier Montsalvatge, nos sorpren-
Construye su interprelación {de la Sonata y te demasiado molesta. La calidad indudable den de alguna manera, cuando parece clasi-
de los Momentos) sobre un control perfec- y el valor documental palian todo esio has- ficar como guitarrista al mexicano Manuel

60 Schcrzo
discos

Ponce, antes bien pianista, que sí dedicara abundar en las descalificaciones a un can- 1902 y 1904 recogen una amplia muestra del
muchas páginas a la guitarra como compo- tante de tal talla. Sobre todo hoy que la co- repertorio de la Capilla Sixtina (por lo que
sitor. Incluso Heitor Villa-Lobos, que de al- sa anda como anda en esta cuerda. Ernesto adicionalmente puede tener un interés para
guna manera lanía la guitarra, creo que no Doniinici es un corréelo Sparafucile. Anna posibles discotecas de seminarios o parro-
puede considerarse como guitarrista. Distinto Mawtti Bassi es una Magdalena de grata pre- quias), donde su solista y director, Alessan-
es el caso del cubano Leo Brouwer, quien sencia vocal, algo que es de agradecer en un dro Moreschi, es la estrella promocionada.
aparte de compositor y director de orquesla personaje a menudo tan descuidado y mini- La voz del cástralo se distinguía, según las
sí es un guitarrista intérprete. m¡2ado. La impresión ha logrado reducir al- crónicas, por la belleza del limbre y la per-
go el sonido de fondo y viene presentada con fección de la técnica. Moreschi exhibe esa voz
Pobre aporte a la literatura guitarrística y
la modestia y sobriedad que caracteriza las clara y neutra de adolescente (es cástralo-
un disco destinado a descansar largamente
publicaciones Pearl. No hace falta una re- soprano), la cual, gracias al apoyo diafrag-
en el silencio.
comendación para el verdadero aficionado mático propio del desarrollo físico, adquie-
a la ópera, que es raro que no tenga cual- re una sonoridad y firmeza especiales. Ello
l-M.G. quiera de las varias ediciones con que cuen- supone que el timbre tenga una coloración
ta esta versión. que está entre la del hombre semiformado
y la de una voz femenina aguda. La combi-
nación tiene una atractiva presencia. En
F.F.
cuanto al segundo aspecto antes menciona-
VERDI: Rigotetio. Caps ir, Borgíoli. Si rae- do, el técnico, no existe duda de que con Mo-
cían, Domidní, Massetli Ba.su. Coro y Or- reschi estamos en la decadencia del canto del
quesla del Teatro de la Scata de Milán. castrado. Los ataques son imprecisos, la afi-
VILLA-LOBOS: Integral de la obra para nación es vaga, la estabilidad de! sonido va-
Director lorenzo Molajoli. PKAKI GEMM
guitarra sola. Jaume Torren!, guitarra. PDI cilante (el registro agudo de paso, por
177/78. 2 LPs. Distribuido por Discubi.
F-40. 1654. Dos discos con duración lolal de ejemplo, no está del todo resuelto). Además,
I hora, 16 minutos y 50 segundos. el intérprete es ciertamente monótono. En-
Se trata, ya se sabe, de un clási- tre todas las páginas religiosas destaca la in-
co del fonógrafo. Grabada en terpretación profana que Moreschi hace de
Müán en octubre de 1930, es de No es tarea fácil acometer la integral de
la obra a solo del genial compositor brasile- Idéale de Tosti, donde at final el resto del co-
las primeras ediciones completas de la ópe- ro aplaude. Aparte de la presencia solista del
ra verdiana que tuvo mayor difusión y cons- ño y, aunque no es la primera vez que se lle-
va a cabo, constituye un esfuerzo que merece cástralo, aparece Moreschi cantando en trios
tantes reediciones. La anterior fue por Emi o sumergido en el coro, destacando audible-
en 1979 en su serie Seraia di Cala. El paso reconocimiento.
En el caso que nos ocupa, el intérprete mente entre la masa sonora, lo que da a en-
del tiempo no hace más que dar mayor lus- tender que su timbre era sólido y esmaltado.
tre a este registro. De acuerdo en que para consigue versiones absolutamente irregula-
res a lo largo de los dos discos que confor- La banda que cierra el disco recoge un Ave
la época podría haberse logrado un equipo María cantada por el Papa León X1I1, con
tal vez mejor; hay quien opina en dicho sen- man la integral. La Suite Popular Brasileña,
por ejemplo, es indicativa de una concepción lo que el interés piadoso del registro se du-
tido y puede que tenga razón, pero sobre el plica. Para el aficionado al canto y la voz
papel todo parece fácil. Vayamos al hecho: pobre, de escasa imaginación, ceñida a una
partitura no interpretada. Existe una hon- es un disco que no puede ignorar.
esta grabación cuenta con un terceto prota-
gónico extraordinario, por vocalidad y esii- rosa excepción correspondiente al Segundo
lo. Extraordinario y modélico. Ahora, número, Schottish-Chóro, donde Torrent es
rizando el rizo, hagamos algunas precisio- creativo y la dureza que predomina en su ata-
que de los agudos aparece suavizada, rica en
ER
nes a casi sesenta años de distancia.
color y dicción. Otro punto positivo pode-
La dirección de Molajoli no es genial ni mos situarlo en el Choros ti." I. logrado con
sublime. Se limita a dirigir con conocimien- versatilidad c ingenio, bien intuida la natu- GRABACIONES COMPLETAS DE JO-
to de la obra y oficio sobrado. Siempre al raleza popular brasileña. SEPH JOACHIM Y PABLO DE SARASA-
servicio del intérprete vocal. Pertenece a ese TE. Obras de Bmh, Joachim, Brahms.
grupo de maestros que cree que la ópera (y, El resto de esta integral abunda en pulsa- Chopin y Sarasatr. OPAL 804 de Pavilion
sobre todo, esta clase de óperas) es para las ciones duras, donde unos graves pastosos en
Records.
voces y no para una batuta protagónica. Ha- demasía se contraponen a medios y agudos
bría que esperar peores momentos para el carentes de redondez.
En los comienzos de la discogra-
medio vocal para que esta primacía nos ago- L.M.G.
fia (años 1903 y 1904) dos de los
biara. La soprano barcelonesa Mercedes últimos grandes violinistas r o -
Capsir responde al modelo sopranil de la mánticos dejaron varios testimonios de su
época: brillante y pura Oilda, angélica y vir- arte. Las tomas, aunque los ruidos de super-
ginal (incluso al final de la ópera, contradi- ficie son bélicos y algunos agudos se empas-
ciendo el desarrollo argumental). Son las
trampas de Verdi: la soprano, ligera en el úl- RECITALES tan desagradablemente, son nítidas en cuanto
al cuerpo de la voz y el limbre del instrumen-
timo acto, se convierie casi en spinta (Tos- to solista. Para juzgar a los hoy milicos ins-
canini grabó el acto encomendando el trumentistas resultan un documento incan-
personaje a Zinka Milanov). De cualquier jeable y uno de los pocos despojos sonoros
modo, Capsir da ei tipo musical, generosa, ALESSANDRO MORESCH1: Paginas flt
del siglo X I X .
lumínica. El duque de Diño Borgioli tiene Aldisa, P rales i, los tí, Melu/zJ, Slehle, Mo-
la elegancia, morbidez y seducción que con- zarl, Kossini, líihach, Bach-<¿ounod, etc. joachim destaca por su sonido sólido y
fluyen en el personaje. Su canto es siempre Con el (.oro de la Capilla Súlins. PF.ARL flexible, su legato y su canto. Todos atribu-
fluido, el freaseo, envolvente, la intención in- OPAL 823. 1 LP. Distribuido por Discobi. ios románticos, como corresponde. Su Baeh
terpretativa, ejemplar. Cierta tendencia a ra- está romantizado, pero la traducción es le-
lentizar i lempi (con la complicidad, ya se 71 En su momento Moreschi fue lla- gitima (se trata de la Bourréc de la Partita
insinuó, de la dirección), empañan un tanto mado El ángel de Roma. Con la en Si menor) porque tiene coherencia lógi-
la prestación general modélica. Mucho se ha perspectiva del tiempo se le co- ca. Conmueve pensar que sus brahmsianas
dicho ya sobre el estado de Siracciari (con noce como El último castrado, que es el sub- danzas húngaras pudieron ser oídas y mar-
cincuenta y bastantes años) cuando grabó es- titulo que este disco conlleva. Efectivamen- cadas por el autor.
te Rigoletto. Es verdad que su voz no apare- te, Moreschi con Domenico Mustafa fue el En cuanto a Sarasate, es el ejemplo vivien-
ce con la grandeza de anteriores grabaciones. último ejemplar de esta mítica expresión vo- te de sus propias partituras, hechas para el
Asimismo, el intérprete, a menudo con voz cal, tan admirada como condenada. El he- lucimiento de un instrumentista brillante, con
engolada, exagera la expresión o mete mor- cho de que nos haya llegado un ejemplo de todas las dificultades y todos los trucos del
cillas muy discutibles (la carcajada acompa- este tipo de vocalidad ya es un éxito que ha violinismo espectacular. Los pasajes de agi-
ñando la diatriba de Monterone. por de apuntarse la iglesia católica, al ser la úl- lidad, las dobles cuerdas, las notas al aire,
ejemplo). Pero sería un atentado de lesa ma- tima en condenar esta práctica inhumana y los staccati y los guitarreados resultan des-
jestad o demostración de sordera congéniía así dar tiempo al fonógrafo para que fuera lumbrantes.
inventado. Las páginas aquí grabadas en Cabe recordar que ninguno de los dos era,

Scherzo 61
-«fiscos-

en la fecha de estas impresiones, un mozo. a medio camino, aunque con una soprano so Janopoulo al piano). DEBUSSY: Sonóte;
El alemán contaba 72 años y el español 60. dramática ya hecha; aquí la voz aparece más Minstrels. CD EMI Rtfcrences (precio me-
Se puede hablar de madurez y balance de un oscura y rotunda que en 1954 y con ese ace- dio) ADD CDH. 7.630317
arte; Joachím había debutado a los 13 años ro que inulümente buscaríamos en voces fal-
bajo la batuta de Mendelssohn. samente heroicas. Thibaud y Cortol grabaron la
El disco permite volver al pasado, imagi- La grabación, aunque de gran calidad glo- Sonata para violin y piano de
nar que, un poco más airas de estos virtuo- bal, tiene algunos altibajos. Para roles co- Debussy pocos años después de
sos, de Eugéne Ysaye y Fritz Kreisler, estaba mo Donna Anna o Ágata no es necesaria su composición. Tocan esta música contem-
el arco endemoniado de Paganini. una voz tan impresionante, si es importante poránea, integrándola a su propio estilo in-
sin embargo una mayor blandura en la emi- terpreíalivo, con una libertad envidiable, con
B.M. sión y unos sonidos menos fijos, asi aunque ebriedad casi. En la historia de la discogra-
la Nilsson esié bien en ambos e intente mo- fia se puede encontrar unas (raras) aventu-
dular su caudal sonoro, no consigue hacer- ras equivalentes: Benny Goodman interpre-
nos olvidar, por ejemplo, a Elisabelh tando Bartok, Slokowski con Shoslakovich;
JACQUEL1NE DU PRE: las primeras gra- Gríimmer. Pero las cuatro últimas piezas e! Cuarteto Arditti con Cárter...
baciones para la BBC. Vol. 1: BACH: Sui- wagnerianas del disco son sin duda lo me- Lo que consideramos hoy, como libertad
les N." I y 2. FALLA: Suite popular jor y están tan magnificamenle ordenadas excesiva en relación con el texto, está siem-
española (con Ernrst Lush, piano}. BRIT- que la progresión se mantiene hasta el final. pre presente en la interpretación de Thibaud
TEN: Scherzo y Manha de la Sonata en Do Impresionante por poderío y volumen es el y Cortol) y podrá extrañar a más de un oyen-
(con Stcphen Bisliop-Kovacevich, piano). final de la balada de Sema, y magnificas las te. Hay que añadir que la grabación (años
Grabación: 1962 (Bach), 1965 (Brillen) y arias de Tannháuser y Lohengrin. pero don- 27-29) no es extraordinaria. Si se quiere te-
1961 (Falta). EM1 STLÜ1O CDM 7 63165 de el oyente llega al delirio es en la Liebes- ner un disco por los mismos intérpretes, no
2 (ADD, Mono.óu'111'). toden la que la artista con esa voz magnífica importando el programa, la misma colección
Vol. 2: BRAHMS: Sonu/fl para cello y pia- de enorme volumen, plasma a través de un propone el Trio Archiduque de Beethoven,
no N.° 2. HAENDEL: Sonata para cello y sutil juego de modulaciones la desesperación, con Pablo Casáis al violoncelo. La grabación
piano en Sol menor, BIT. J.W. Slaller (am- el amor y e! estado de enajenación propios es, para la época, de excelente nivel.
bas con Emesl Lush. puno). F. COUPER1N: de Isolda, como quizá nadie lo haya hecho
Concierto XIII leí Goutx reunís, 1724 (con desde la Flagstad. Wagner en su más pura RE.
William Pleelh, cello). EMI STUDIOCDM esencia.
7 63 166 2 (Mono, ADD, 52'18"). Grabacio- RECITAL GLENN GOULD (Órgano y cla-
nes: 1962 (Brahnu), 1963 (Couperin) y 1961 R. de C. vecín). BACH: El Arle de la Fuga (Contra-
(Hándel). puncius 1-9). HANDEL: Cuatro Suites
(1720). CD CBS Maslerworks (precio medio)
Redlal MIRELLA FREN I. Arias de Mozart MPK 44841 ADD 74'.
Reedición, en serie barata, de al- Bellini, Verdi, Bizel, Massenel, Charpentier,
gunas grabaciones realizadas por Puccini y Cilea. Fechas de grabación: entre Entre todos los discos de Gould,
la excelente cellista, prematura- este puede ser el menos polémi-
mente retirada por la enfermedad degenera- 1964 y 1967. ICD EMI (ADD) 7 63110 2.
tiva que terminaría con su vida. Los dere- Duración 78*07". co: sus detractores le reservaron
chos irán a parar a! «Jacqueline Du Pre En e! presente registro la gran so- las palabras más violentas, mientras muchos
Memorial Fund». prano nos ofrece un variadísimo de sus admiradores expresaron un tímido
surtido de arias, algunas de ellas malestar. Los argumentos (en contra) avan-
Tan loable propósilo no se acompaña, sin zados por Alfred Brendel, Xavier Darasse,
embargo, de grabaciones que podamos con- pertenecientes a obras, como Manon Lescaut Scott Ross..., tienen validez en cuanto son
siderar como entre las mejores de esta gran o Adriana Lecouvreur, que en la fecha de fudamentos de sus propias interpretaciones,
artista. la grabación no formaban parte de su reper- pero el oyente activo, implicado de otra ma-
En el volumen 1 (el más interesante) en- torio, pero de cuyas heroínas nos ha ofreci- nera con la obra, puede enconirar radical-
contramos un Bach muy tradicional, pero do recientemente magníficas versiones. mente barroca la visión de Gould; como en
muy bien caniado y con gran sentimiento. La voz de la Freni, que aún hoy sigue con- los planos de Borromini, la elipse, figura que
Los dos fragmentos de Brillen están magní- servándose prácticamente ¡macla, era hace rechaza un centro único, transforma la mor-
ficamente tocados. E! extraño arreglo de Fa- más de veinte años de una enorme belleza fología espacial en un espacio abierto, situan-
lla resulta, en cambio, muy poco interesante. tímbrica: dulce, maleable y más bien clara, do al oyente (el espectador) en equilibrio
En el volumen 2, la Sonata de Brahms lie- aunque redonda y con peso especifico. El entre dos infinitos. Como en un retablo del
ne momentos (los dos últimos liempos) muy consiame apoyo de la columna de aire en el Bernini, Gould imagina (nos hace imaginar)
felices, pero el resto del disco se mueve en- diafragma y la perfecta enmascaración de los la polifonía, destacándola en trompe l'oeil,
ire el muy discutible arreglo de Coupenn (2 sonidos, permiten disfrutar de una delicio- de la armonía; evita siempre el acorde (Dal-
cellos en lugar de violas da gamba) y el ina- sa y cuidadísima linea de canto a la vez que berto dice el gozo armónico), privilegia la
cepiable del Concierto para oboe de Han- una enorme delicadeza en las modulaciones, independencia de las líneas horizontales u
del, que resulta plúmbeo. lo que confiere a su canto una enorme va- oblicuas, en una perspectiva divergente, ca-
riedad expresiva. da una con su propio juego de alusiones y
En suma, creo que EMI debiera haber bus- referencias. Gould utiliza la matemática ba-
cado en su catálogo grabaciones —que las Son resaltables la melancolía y el abando-
no que sabe imprimir al Qui la voce donde rroca para borrar toda sensación de vertica-
hay— más atractivas para sus benéficos lidad; su interpretación de la obra inacabada
fines. la gran artista nos muestra un legato inma-
culado; el refinamienlo y el buen gusto con se sitúa a! borde del silencio.
R.O.B. que traduce Comme autrefois y sobre todo
la tersura y belleza que derrocha en dos pá- Al Gould clavecinisia, niño con juguete
ginas veristas; Signore ascolta lo son l'umi- nuevo, se le reprochó, además, los cambios
le amella, en ambas la espontaneidad y !a incesantes de registros. Gould transforma su
Recital BIRGIT N1LSSON. Arias de Me- belleza de la-voz son impresionanies, como cémbalo en un sitar de la era espacial, nos
tan, Beelhoven, Weber y Wagner. lechas de lo son también los espeluznantes regulado- hace soñar evocando ciertamente instrumen-
grabación: 1957, 1958, 1 CP EMI (ADD) res que las concluyen; no en vano nos en- tos que Haendel, cuando estaba en Italia il
CDM 7 63108 2. Duración: 69'8". contramos anie una de las mejores Liu y caro Sassone, no pudo no conocer: viola de
Adriana del último cuarlo de siglo. En la ac- amor, sarangi, vina, gomungo..., traídos por
tualidad sólo Kabaiwanka puede compa- una embajada del Gran Mogul, por algún
Aunque la voz de la Nilsson rársele. barco veneciano o portugués. Las referencias
siempre fue heroica, no siempre culturales (como la ignorancia y la falta de
, , lo fue en la misma medida; por R. de C. interés), no tienen limites establecidos. En la
ejemplo en la Elsa que tiene grabada en vi- foto de portada, Gouid, como un putto de
vo, bajo la batuta de Jochum en 1954, la voz Bruslolone, sonríe y se burla de las eminen-
se muestra, aunque con gran autoridad, apr- RECITAL JACQUESTHIBAUD-AI.FRED cias del eterno invierno.
regablemente más clara que a mediados de CORTO! (Violin y piano) FRANCK: Sona-
los 60. En estos registros nos encontramos le. FAURÉ: Sonatan." I; Berceuse (con Tas- RE.

62 Scherzo
-estudio dlscogrófko-

El otro sintonismo
E stos dieciséis discos, que han llega-
do a la redacción de la manu del
importador Discobi, poseen una
clara unidad temática: siempre figuran en
ellos sinfonías poco conocidas como ba-
el de la primera etapa de éste son, en efec-
to, muy grandes. La Primera de Lachner
fluye bajo la marca del melodismo schu-
bertiano. Totalmente clásica es la Segun-
da de Spohr, quien con esta página aún
la línea épico-romántica del sinfonismo
ruso de exaltación patriótica. Obra bri-
llante y monumental, esta Segunda re-
cuerda en muchas cosas a otra, la de
Borodin, y no es menor el aspecto de ma-
se del programa de la grabación. Se nos ha optado por los métodos beethovenia- crocefalia que ofrecen ambas con sus ci-
llama la atención sobre un hecho, la lite- nos. La obra, que pertenece a un ciclo que clópeos movimientos de partida. La
ratura sinfónica es enormemente más am- llegaría hasla los diez ejemplares, se mues- fuente rusa de inspiración de esta creación
plia de lo que los repertorios de las salas tra decepcionan temen te pobre de ideas y de Glíére es transparente en la versión de
de conciertos y la miopía de los directi- falta de vigor. Los defectos de la música
vos de las grandes multinacionales disco- se transmiten a la propia interpretación:
Choo Hoey y la Sinfónica de Singapur
gráficas han cuajado (y anquilosado). Por muestran poco entusiasmo y escasa gra-
medio de estos compactos tenemos opor- cia, respectivamente, en los movimientos
tunidad de acercarnos a las sinfonías es- centrales de la Primera de Lachner. El
critas por músicos de los que mucho se Allegro que abre la Sinfonía n." 2 de
insiste en su papel histórico, pero a los que Spohr resulta tedioso y repetitivo. Lo m'k-
poco se oye (Spohr, Lachner), a las que jor de la interpretación está en la anima-
aparecen también en los catálogos de los ción rítmica del Scherzo en esta misma
famosos (Richard Strauss, Respighi) que composición.
lo han sido por su trabajo fuera del género
—el prograniatismo de la Alpina o la Do- La juvenil Sinfonía en fa menor de
méstica aproxima estas obras al resto de Strauss es hija de una tradición muy cla-
los poemas sinfónicos de su autor—, e in- ra, la germánica de fin de siglo. La sólida
cluso por su dedicación a la dirección de construcción, el suelto manejo de las gran-
orquesta (Furtwángler). Los registros co- des proporciones, la maestría orquestal
mentados son mayor ¡tari amenté de par- apreciable sobre todo en el Scherzo y el
tituras de nuestro siglo, lo que les da un Andante cantabile— convierten la obra en
interés suplementario. algo más que un ejercicio académico. Mas
El importante bloque de sinfonías Keith Clark. Podrá haber traductores más
es patente el desequilibrio de la Sinfonía. idiomáticos de la obra, pero Clark logra
suecas nos introduce por terrenos casi vír- El Finale nos parece hoy trivial e incone- un atractivo color y encuentra el tono he-
genes para el aficionado español. La obra xo, con sus grandes sonoridades heroicas roico adecuado. Para el Andante con va-
de Cari Niel sen, acaso la que podría ac- que se quedan en lo aparatosa La versión riazioni descubre unas finas sonoridades
tuar de nexo de unión con el resto no ya de Michael Helász es una clara demostra- que contrapesan los trazos enérgicos que
de los sinfonismos sino de las escuelas ción de esta falta de equilirio. Encendi- abundan en el resto de la Sinfonía.
musicales nórdicas, está todavía por co- damente lírico en el primer y tercer
nocer y comprender realmente entre no- Un gran dominio de la orquesta eviden-
movimientos, el director da aún más én- cia Respighi en su enorme Sinfonía Dra-
sotros. Hay que adelantar ya que los tres fasis al final, como si quisiera ocultarnos mática. El lenguaje de la obra parece fruto
discos con piezas de Alian Pettersson son su vacío interior. de un tratamiento ecléctico de la heren-
De nuevo estamos ante un pecado de cia germana más que un trasunto fiel de
juventud con la Sinfonía en do sosteni- Strauss, bajo cuya advocación se ha ve-
do menor de Bloch. La obra no muestra nido colocando a este alipico Respighi. El
el judaismo militante del que luego hará italiano despliega su vena melodramáti-
gala su autor, tampoco roza ni de lejos el ca y retórica en el Allegro inicial, donde
modernismo de Macbeth, su creación más hallamos tanto instantes íntimos como ex-
dramática. Bloch está aquí bajo el peso plosiones gigantescas. El tercer tiempo,
enorme de Strauss. Hasta la Sinfonía res- que cierra la página, vuelve a ser una de-
ponde a un ambiciosísimo programatis- mostración de fuerza. En este mismo mo-
mo, con el que, como un primerizo, el vimiento se llega a una intensidad
músico suizo quiso poner en esta parti- mahieriana en el lirismo, al menos tal co-
tura su visión de la existencia, de las lu- mo lo interpreta Nazareth. La versión al-
chas a los sarcasmos, de la felicidad a la canza sonoridades ciclópeas en el primer
tragedia. El mejor hallazgo se encuentra, tiempo, que son compensadas por ios re-
posiblemente, en el clima sereno del len- mansos de los solos en las maderas. Na-
to y en el carácter personal de la orques- zarelh no trata de disimular el
tación, donde abundan vientos y tremendismo que atraviesa la obra, sino
percusiones. Gunzenhauser actúa como que insiste en él.
un buen defensor de la página. Aclara las
densas texturas blochianas, en especial la De las cinco sinfonías numeradas —
lodo un acontecimiento. Solitario estéti- maraña contrapuntística del final —que escribió cuatro de estudio— de Enescu,
co y humano, autor de una música en la luego es perorado en su conclusión—, la Segunda representa todavía un escalón
que no es fácil penetrar, el compositor sue- otorga color (muchas veces strausssíano) previo a la madurez estilística que crista-
co, que creó nada menos que 16 Sinfonías, y misterio a la música, que conduce con lizará precisamente con la siguiente pie-
desarrolló lo mejor de su original lenguaje estupendo pulso tanto en los remansos co- za del ciclo. De nuevo hace acto de
en este campo. mo en las demostraciones de energía. presencia la sombra de Richard Strauss,
Lachner y Spohr no figuran juntos en que aquí toma cuerpo en la energía del
un mismo disco por una decisión arbitra- A una tradición diferente pertenece la primer tema del tiempo I. La obra es ex-
Sinfonía n." 2 de Gliiit. Entra de lleno en traordinariamente compleja, pero su crca-
ria. Las semejanzas del estilo de aquél con

Scherzo 63
estudio discogrófko

dor ha sabido otorgarle una profunda Blomdhal ex peí ¡mentó varios cambios Eludiendo el orden cronológico aplica-
unidad orgánica. El peso masivo de la tra- de estilo a lo largo de su carrera. La Ter- do a las obras anteriores, hemos dejado
dición se nota en la versión, llena de múl- cera Sinfonía inició precisamente su últi- para ei final las sinfonías de Alfvén y Pet-
tiples referencias, de Andrecscu, quien no ma etapa creativa, la de rostro más tersson. Puntos opuestos del sinfonismo
deja de centrarse en lo que de rumano po- moderno. En un solo bloque, la obra se sueco del siglo XX, las producciones del
see la Sinfonía, Trazos nítidos y vigoro- basa en un único cuerpo de material. Par- género de estos dos compositores no pue-
sos, que al llegar al comienzo del tercer te de una serie, cuya disposición resulta den ser más dispares. Alfvén es autor de
movimiento se transforman en un clima curiosamente tonal. El material es ofre- una música solar, extrovertida, que le es
trágico, con la sensación del conflicto re- cido adoptando diversas caras, o facetas, inspirada por la belleza del mundo real.
aunando de todas las partes de este tejido. según el propio subtitulo de la página.
La Tercera de Atterberg es una obra ple- Blomdhal desarrolla las posibilidades de
namente pos i romántica. Son sus lineas explotación de su punto de despegue hasta
conductoras un hondo sentimiento de la el limite. Paradójicamente, su empleo de
naturaleza y su correspondencia en un bri- los instrumentos de cuerda enlazan con
Banok más que con la Escuela de Viena. HUGO ALFVÉN
llante colorido orquestal. Como indica su Sympnony No. 3 - Datecarlian Rhapsody
subtitulo, «Piwuras de la cosía oeste», la Ehrling subraya esta conexión en su for-
fuente de la que procede esta música es ma de aproximarse a la partitura. Late en
la respuesta de su autor ante el encuentro su versión el sentido del drama, del con-
con el mar: su calma y su agitación, bajo flicto. La Sinfonía es propulsada hacia
el brillo del sol y en plena noche. Elocuen- adelante implacablemente. También es in-
cia —que se hace efectismo en la teresante la salvaje conclusión en Sisyphus
Tormenta— y naturalismo sincero en la y las sonoridades fascinadoras en Forma
versión de Sixten Ehrling. Las pinceladas Ferritonans, obras dirigidas por Dorati y
impresionistas del primer tiempo evocan Comissiona. La un tanto tosca dirección
El Mar de Debussy. El estatismo de la no- de Ahronovitch en «... The Journey on
che de verano que pinta el movimiento fi- this night» no empaña las resonancias
nal tiene, por su parte, mucho de poéticas creadas por el canto de Só-
detención del tiempo, de comunión con derstróm.
el gran todo. La gran tradición romántica reaparece
La música de Panufnik se mueve en una en la Tercera Sinfonía de Furtwangler. Nos
extraña zona entre el desconocimiento to- parece oír una compleja amalgama esti- Pettersson se asoma a la negrura de su
lal y la popularidad (sobre todo en Ingla- lística de Strauss, Mahler, Brahms y propio espíritu, aunque, paradójicamen-
terra). Merece la atención de todo creador Bruckner. De grandes dimensiones, la te, en sus creaciones eslá presente la preo-
con un universo sonoro propio. La Sin- composición expresa la angustia por un cupación por la injusticia y la suene de
fonía rústica, compuesta después de otras mundo ya ido (también musical). Obse- los oprimidos. El sentimiento de la natu-
dos que perecieron en el desastre de Var- sivamente, sin que podamos escapar, lo- raleza, sobre todo por el mar, se deja sentir
sovia, es seguramente su mejor obra de sus do marcha hacia la tragedia- La trivialidad en la Primera Sinfonía de Alfvén, en tanto
últimos años polacos. Hoy sorprende re- del cuarto tiempo acaso no sea achaca- su Tercera, pese a nacer de un viaje a Ita-
cordar que esta partitura espontánea, vi- ble a Furtwángler, que dejó la obra incon- lia, sigue las constantes plenamente sue-
tal, empapada del folklore polaco, clusa a su muerte. El disco no informa cas de su obra. Obra totalmente
suscitara en 1949 suspicacias políticas. La sobre si ha habido reconstrucción musi- tradicional, colorista y romántica. En las
claridad de sus texturas, el espíritu jugue- c o lógica, su alcance, y, en última instan- versiones de Westerberg se exaltan estos
cia, su autor. La versión de Alfred Walter sentimientos: alegría por la vida, colori-
tón, pastoral en el último tiempo, son no ayuda demasiado a la causa de la obra. do popular, lirismo sencillo, imparable
Falto de intensidad, con un lirismo apa- fuerza danzable (IV tiempo de la Prime-
gado, el director sólo encuentra el tono ra). Hay que ir hasta el otro extremo del
que parece ser el de un Mahler vergonzan- registro para ubicar las obras de Petters-
te. Halla un estilo más personal en el ne- son. En ellas la catástrofe aletea constan-
viosismo del Allegro y hasta consigue temente sobre su curso. Cuando llega a
cierta grandeza en el Adagio. ocurrir, la música se desvanece en los fa-
mosos finales en diminuendo de su autor,
La Música de Tadeusz Baird no es tan expresivos de la resignación. Obras den-
conocida en Occidente como la de otros sas, donde, sin embargo, la complejidad
compañeros suyos de la Escuela Polaca. constructiva se halla junto a la sencillez
Merecería serlo mucho más. Con su as- de raíz folklórica. Páginas opresivas y de-
pecto sonoro externo de modernidad, bajo sesperadas, incluso en la Sinfonía n." 14,
él se encuentra un conocimiento profun- en la que parece haber algo más de luz.
do de la tradición, del renacimiento al ro- 1.a forma propia del compositor sueco, un
manticismo. Los Cuatro Sonetos de amor, solo movimiento en el que se aprecian di-
que se incluyen en este disco, son posible- versos bloques —únicamente la Octava
mente uno de los momentos de lirismo tiene dos movimientos diferenciados—,
más romántico de toda la obra de Baird. aparece ya en la Segunda. Se respeta tam-
En Epitafio encontramos su siempre fas- bién en la Sinfonía n." 12, aun con la com-
puestos bajo una luz diáfana por ti pro- cinante manejo de los timbres. La Sinfo- partimentación que produce los poemas
pio autor en su interpretación. No pue- nía n." 3 es un ejercicio fascinante que de Neruda, que son encadenados por in-
den dejar de comentarse las versiones de logra equilibrar fantasía y control. Las tervenciones de la orquesta. Esta Duodé-
Horenstein de otras obras de Panufnik versiones de orquestas y directores pola- cima, subtitulada «Los muertos de la
que figuran en este disco. Estraordinario cos evidencian una gran familiaridad con plaza», es un grito desgarrado contra la
el trabajo con los timbres en todas estas el lenguaje, no ya de la música avanzada tiranía. Magnificas las versiones de las tres
piezas. La Obertura trágica se nos brin- de nuestro siglo sino del propio Baird. El obras, que permiten que nos adentremos
da con perfiles expresionistas. El Noctur- tratamiento tímbrico en la Sinfonía, diri- en el no fácil mundo de Pettersson. Tor-
no con una atmósfera única, lograda en gida con convicción máxima por Krenz, turada e intensa hasta lo paroxístico la Se-
gran parte gracias a la controlada diná- es uno de los elementos interpretativos gunda de Westerberg, teatral, casi
mica. Está claro que Horenstein creía en más destacados del disco.
la verdad de esta música.

64 Scherzo
ubres

pan fiel aria en el mejor sentido, la 12 de cuada introducción al mundo de uno de los
Larsson, clarificadora, lírica, dando sen- grandes compositores de la historia de la ópe-
tido a la tendencia a repetirse de la músi- ra y también un interesante ensayo sobre un
ca, la 14 de Comissiona, uno de los autor «que supo conciliar el humor y la ópe-
grandes defensores de Pettersson fuera de ra, la ironía y lo trágica, la sonrisa y el me-
Suecia. lodrama».

GUSTAVF REE5E: La música en la Edad


Media. Traducción de José María Mariin
Trian*. Alianza Musita n." 43.576 pigs. Ma-
LACHNER: Sinfonía n.B I en mi bemol mayor Op. drid, 1980.
32. SPOHR: Sin/onia n.' 2 en re menor Op. 49. Sin-
fdnica de Slngapur. Hnrlur; Choo H « t . MARCO l_a aparición en castellano de Music ¡n the
POLO 8.220360. CD DDD (!). 61' 40", Importado por Middle Ages de Reese (1.' edición: 1940)
Dlscobi.
R. STRAl'SS: Sinfonía en ja mtnor Op. 12. FMirmó-
nln Kalonci. Director: Michd Hilau. MARCO PO-
LIBROS plantea algunos problemas. No es el menor,
desde luego, el de su conveniencia misma.
Pero ésta es más bien una cuestión del esta-
LO (.11035*. C D UDD (?) 47' -"". Impon ido poi
MKOM. do global de la bibliografía, el libro es un
BLOCH: Sinfonía en do sostenido menor. Filarmó- clásico y debe ser editado, pero no aislada-
nica Esiows. Dhrrtor: Silaben G i i u M k i i v . MAR- FREDERIC VITOIIX: Russini. Alianza Mú- mente, de forma que pueda inducirse a creer
CO POLO S.22JI03. CD DDI) 4S' 31", taponado por sica n." 42. Versión original en Kdilíons de al lector que lo expuesto por el musicólogo
DitcoH. Seuil, no>iembrt 1986. Versión española 1989 americano eslá plenamente actualizado. Tie-
GLIERE: Sinfónica n." 2 Op 25. Los cosacos Zapti- de Daniel de la iglesia, 170 páginas. nen que traducirse también los estudios más
rozhve Op 64. Sinfonjn tSH de Bntiilan. ntrecloi:
Ktilh Clark. MARCO POLO «223106. CD DDDU' modernos, que resumen todo lo que ha avan-
37". Imporladu pcir Discahi. En un período de úempo breve —ni siquie- zado nuestro conocimiento sobre la música
RESPHIHI: Sinfonía Dramática, Filarmonía Eilo- ra Mega a dos años— la situación de la bi- medieval en estos cincuenta años. También
vaa. Director; Daniel Nanrrlh. MARCO POLO bliografía sobre Ros si ni en España ha dado existen ahora visiones alternativas a la de
IJIMIt. CD DDD (?) 51' 09". Importado por un paso de gigante en el camino hacia la ho- Reese. Sin embargo, La música en la Edad
Dbcobl.
ENESCU: Sinfonía n." 2 en la mayor Op. 17. Vox Ma- mologación respeclo a oíros países. En unos Media no ha perdido valor en cuanto a la
ris Op. SI. Filarmónica Ccar^es Fjiescu de Bicdrvil. momentos de renacimiento rossiniano ejem- claridad de exposición y el gran bagaje do-
Dlnctor: Horia Andmscu. (Op. 171. OrqiiMli j Co- plarmente impulsados por Pesara, su festi- cumental que hay tías ella. Partiendo de una
ro de IB las) Moldova. Ruziaa Muraru. sopranu; lond val y su fundación, hasta los teatros de ópera interésame relación de la situación de la mú-
Vointag, Icnur. Director: Ion Biela. MARCO POLO españoles han sido sensibles al fenómeno y sica en la Antigüedad clásica, Gusiave Ree-
1.22JI42. CD DDD <í) 67- M". taponado por
Dbcobi. prueba de ello es la programación —esta vez se se preocupa fundamentalmente de la
ATTEHBEHC; Sinfonía n.' 3 en re mato' Op. 10. con seniido de la oportunidad— de Ermio- definición estilística de las manifestaciones
«Pinturas de la casias oeste". Concierto para trom- ne en Madrid, poco después de su recupe- musicales en la época que estudia. La ver-
pa y orquesta Op 28. Albcrf Undrr. Irompa. Slnfó- ración del olvido, y la reciente puesta en sión castellana respeta la integridad del tex-
•fca de tiDlhcnbnnC' Dfrccior (iérmrd Oskimp. escena de Tancredi en Barcelona. to (Ikas referencias a las obras fueron
CAPR1CK CAP 21364. CD DDD > AODST 17-. Im- suprimidas de los índices de La música en
portado por DlscotH. El sector ediiorial que con tanto acierto el Renacimiento) pero se muestra muy defi-
PANUFN1K: Obertura trágica. Música de otario. había publicado la documentada y volumi- ciente en lo relativo a la terminología
Obertura heroica. Nocturna Sintonía de Uiadra. Di- nosa biografía de Rossini de Richard Osbor-
rector: Jg.wna Horenslein. Sinfonía rlisucü. Ori|a«- musical.
II út IB Opera de Monlfi'arlo. Direclnr; Andrzej ne y el preciso y riguroso estudio de Philip
Ptniífnlk. IIMCORNLKCD101*. CD ADD71' II- Gosseti en un volumen de ¡a colección New
Importado par Dlvobi. Grove. dedicado a maestros de la ópera ita-
BLOMDAHL:Sm/í.niBn.°i. SysyphustSuite). For- liana, acaba de lanzar un nuevo estudio so- E.M.M,
ma Ferritanant. «.. The Jüurney on this night. Filar- bre el compositor, esla vez procedente del
mónica de tjilocoJmo- Sixlen Krling isinfonia), Anlal área francesa, de la mano de Fréderic Vitoux. CHRISTOPHER SMALL: Música, socie-
Dorart (S>4ypBU&». Serglu C'omissional (Formal. FJi-
aaberh Sodcr^rom. soprano. Vari Ahronovflch. {Jour- Tanta proliferación en tan escaso margen de dad, educación. Traducción de María 1.
nt)). CAPRICF CAP IlJtS. CD AAD. **• 34". tiempo hace esperar —y desear por Guastavino. Alianza Música n.° 45. 22S págs.
Importado por Dl&cubi. supuesto— la traducción del importante epis- Madrid, 1989.
FLTRTWAENCLER: Sinfonía n.° 3 en do sostenido. tolario de Rossini (hay una recopilación de
Slnfótiki de la RTBF de B n i d u . MrertDr: Alfrrd 358 cartas publicadas en Passigli Editori, Fi- Muy recientemente nos quejábamos en es-
»WKr. MARCO POLO S.123IOS. CD DD (71 t r 07". renze, con una interesante introducción de tas mismas páginas de critica de libros de la
Importado por DE.vnbi, escasez de las publicaciones españolas de so-
BAIRD: Epitafio. Llegia. Cuatro Sonetos de amor Massímo Mila). Todo ello, unido a la pinto-
Coni ierro lúgubre pora viola y orquesta. Sinfonía n." resca y divertida Vida de Rossini de Stend- ciología musical. Pues, bien, he aquí un nue-
3. Filarmónica Nacional de Viruvia. WIWM R n k - hal (Aguilar), permite que el acercamiento vo título que debe ser recibido con toda
ki. iKpllafio). J u Kn-nz (Sonólos, Sinfonía). Sinfó- al cisne de Pesara sea, al menos, posible y, satisfacción. De forma totalmente opuesta
nica de IH Radio Polaca de KaEowicc Wojclech desde luego, eeriero. al texto de Joaquina La bajo (Pianos, voces
Michniewíkt (Wfjij). Sitian Karnau, viola. Sinfóni- y panderetas/, Small no circunscribe su vi-
ca de la Radio Polaca dr Cncovii. Urrk Katpri>k. sión a un ámbito reducido. Para sustentar su
OLIMPIA OCD 312. AAD. «9' 39'\ Impomdo por El volumen de V¡tou>L tiene, por encima
DIHOM. de otros factores, la virtud de la amenidad, tesis principal, la necesidad de una mayor im-
más bien de la claridad. El autor, en un es- bricación entre una música y la sociedad que
ALFVEN: Sinfonía n." I Uvtnda de Skernes, Sinló- la produce, el autor se detiene incluso en el
nka * bi Radio Sotan. Ufnclor! Sttg Hislírtírg. DIS- tilo cercano al reportaje periodístico (en el
COFILSCD ¡WI.CI) AnD(?)S3'3f. Sinfonía n " sentido de la profundidad musical son más estudio de ejemplos extraeuropcos. Desde
i. Rapsodia Sttera n ' J. Fllarmúnica de Eilocolmo. recomendables los trabajos citados más arri- luego, en estas sociedades la situación de la
Sdg Weílertent. DISCOFII, SCD 100*. CD AÜD (í). ba), va desentrañando, en siete capítulos, di- música es muy distinta, se trata en ellas casi
55'. IttporUdo por DÍKDU. de un producto más de la naturaleza. Small
PrnTERSSO>: Metió pora orquesta ge cuerda. Sin- ferentes aspectos de la obra y personalidad
de Rossini, desde el enigma de sus cuarema cuestiona la música como un objeto más de
fonía "."2 SinfAnki de li Radio Saeu. Dírecton Slif
WtverberE. Dls(DUI s< n 1012. (1> ADD (?) 67' años de silencio operístico en la madurez del la consumición, como algo separado sin so-
07". Importad» por DiKobl. compositor, hasia su exploración de los te- lución entre los que hacen música y los que
PtTtERSSON: Concierto para cuerdas n.' I. Sinfo- rrenos serio, semiserio y buffos de la ópera sólo saben devorarla. La última parle del li-
nía n." 12 * Los muertos de la plazo». Sinfónica de la bro pretende dar una respuesta que saque la
Radio S m . 5tig WBMIIHK. (Concierto). Coro y Or- o las particulares relaciones amorosas y so-
qaf^lll Filarmónica de Kaloculmo. Dirrclor: f'arí Ru- ciales. música de este laberinto. Consiste en un re-
se [jrsson. (Sialnnial UISCDFII CAP 2IJ«o. ( [i planteamiento de la educación (¿qué diría
AAD 75' 15". Imporudo por Diicobi- Precedido por un bloque de referencias Small de la educación musical española?),
PLTTEHSSON: Sinfonía n " 14. FUarmoaica dt [ > nológicas entre 1782 (estreno de El barbero y del lugar de la música en ella cuyo objeti-
locolnio. IWrrílor Sn«ia Comisrioiu. PHONO SUE- de Sevilla de Paisiello) hasta 1902 (en que vo sea potenciar y no cuadricular la creati-
CIA es CD 12. CD DDD 4T 42". Imaorlado por su ciudad natal. Pesara, le erige un monu- vidad espontánea del niño.
DbcoU.
mento) y culminado por una relación comen-
tada y catalogada de sus obras, el libro de
Vitoux, escrito con cariño, supone una ade-
Enrique Martínez Miura E.M.M.

Seherzo 65
lo guío d * sch«rzo-

Orquesta de RTVE 7: The Sixteen Choir and Or- 18, 19: Sian Edeards. Rafael
CONCIERTOS 5, 6 de octubre: Arpad Jóo. chestra. Harry Christophers. Orozco, piaña Tippett, Liszt,
Charles, Poulenc, Siravinsky. Teixeira, Te Óeum. Kanacek.
12,13: Michel Plasson. mag 8: Conjunto Barroco Zara- 25, 26: Rudolf Barshai. Josef
nard, Chausson, Fauré. banda. Alvaro Marías. Torre, Suk., violín. Mozarl, Marti-
BARCELONA ortiz, Milán, Seirtia y Salaver- nu, Brahms.
26, 27: Arpad Jóo. Sarda,
Strauss, Nielsen. de, Menalt, Falconieri, anó-
Orquesta dd Teatro del nimo, Corelli. VIENA
Liceo Orquesta de la ORF
BERLÍN
14, 15 de octubre: Uwe LONDRES 6 de octubre; Martin Hasel-
Mund. Mozart, Bruckner. Orquesta de la Radío biok. Brixi, Mozart, Haydn,
The South Bak Centre J.C. Bach.
de Berlín
CANARIAS 1: BBC Welsh Symphony Or- 12: Erwin Ortner. Harald
15, 16 de octubre; Frans eheslra and Chorus. Frans
Brüggen. Coro Rias. Solistas. Brüggen. Haydn. ossberger, piano. Kodaly,
Sinfónica de Tenerife Haydn, La Creación. Kurtag, Bartok.
1, 2,4,5,6, 7: Festival de mú- 13: Pinchas Stengerg. Mart-
6, 7 de octubre: Víctor Pablo BOSTON sica canadiense. ha Argerích, Alexandre Rabi-
Pérez. Kyung Wha Chung, 8,10: Philarmonia Orchestra. novih, pianos.
violín-Fal con Dvorak. Sinfónica de Boston Esa-Pekka Salonen. Balaki- Rimski-Korsakov, Poulenc,
20, 21, 22: Víctor Pablo Pé-
rez. Guillermo González, pia- 4, 5, 10, 13: Seiji Ozawa. rev, Prokofiev, Mosolov, Stra-
vinsky. / Beethoven, Ravel,
Strawínsky.
Mahler, Novena. 30: Friedrich Cerha. Cerha,
no. Guridi, Falla, E. Halffter. Stravinsky. Spiegel.
6, 14, 17: Seiji Ozawa. Vik- 12: Orquesta BBC. Lothar
toria Mullova, violín. Schos- Zagrosek. Mozart, Mahler.
MADRID takovitch, Mendelssohn. 17, 20: Royal Philharmonic
19, 20, 21: Seiji Ozawa. An- Wladimir Ashkenazy. R. OPERA
Orquesta Nacional dré Watts, piano. Bach- Strauss.
6,7, 8 de octubre: Coro Na- Schoenberg, Bach -Weber n, 21: Orquesta BBC. Lothar LONDRES
cional. Odón Alonso. Proko- Tippett, Rachmaninov. Zagrosek. Mozart, Bruckner.
25, 26, 27, 28: Cari St. Clair. 23, 24, 25, 28, 29, 30: Ligeti English National Opera
ficv, Mozart. Street SCENE (Weill) Cari
13,14,15: Orquesta Munici- antoniou, Rouse, Tchai- por Ligeti.
kovsky. Davis, David Pountney. Cie-
pal de Valencia. Manuel Gal- 26, 29: Philharmonia Orches- sinski, Van Alian, Kelly, Bol-
duf. Lamote de Grignon, tra. Cario maria Giulini. We-
Bartok, Sibelius. ESTOCOLMO ber, Mendelssohn, Brahms. tone, 12,14,17, 20, 26, 28 de
20, 21, 22: Orquesta Sinfóni- 27; Amsierdam Baroque Or- octubre.
ca de Tenerife. Víctor Pablo Filarmónica de Estocolmo chestra. Ton Koopman.
Pérez. Antonio Meneses, ce- 5-14 de octubre: Festival Mozart. PARÍS
llo. J.L. Türina, Dvorak, Si- Schnittke. Rozhdestvensky, Opera de París
belius. Postnikova, Kremer, ERic- MUNICH JIRI KYLIAN. Tanz-Schul.
son, Klas, Kamu, Esswood. Música de Maurície Kagel.
Ciclo de Cámara y Polifonía Filarmónica de Munich Decorados y vestuario: John
LISBOA 1, 3, 5, 8 de octubre: Sergiu Macfariane. Sinfonietla. Mú-
3 de octubre: Orquesta de Celibidache. Verdi, Strauss, sica de Leos Janacek. Deco-
Cámara «Teatre Lliure». IX Jornadas de Música rados y vestuario: Walter
Falla. Brahms.
Antigua 4, 7: Sergiu Celibidache. Nobbe. Orquesta de la Ope-
5: Cuarteto Kodaly'Haydn, 2 oe octubre: Orquesta Ba- Bruckner, Séptima. ra de París. Dtor: Arturo la-
Brahms, Bartok. rroca de la Comunidad Euro- mayo. 20, 21, 22, 24, 25, 26,
17: Cuarteto Arcana. Türull, pea. Roy Goodman. 27, 28, 29 de octubre.
Montsalvatge, Weber, PARÍS
Telemann, Albinoni, Bach, 23 de octubre: La Grande
Beethoven. Locke, Haendel. Ecurie el la Chambre du Roy.
Orquesta de París
19: Agrupación Coral de Cá- 3: Orquesta Barroca de la Jean-Claude Malgoire. James
mara de Pamplona. José Luis Comunidad Europea. Ton 3, 4 de octubre: Semyon Bowman, Contratenor.
Eslava. Stravinsky, Kodaly, Koopman, órgano y direc- Bychkov. Alexis Weissenberg, Haendel.
Arma, Barcok, Olira, ción. Haendel, Bach, Vival- piano. Dutilleux, Ravel,
Remacha. di, Telemann, Sammartini. Beethoven.
6: Semyon Bychkov. Raphael VIENA
24: Christa Ludwig. Schbert, 35; Dominique Vellard, em- Slaalsoper
manuel Bonnardol, Willem Oleg, violín. Dutielleux, Pro-
Brahms, Mahler, Strauss. DON CARLO (Verdi) Clau-
26: Trío Mompou. Prieto, de Wall. Canto gregoriano. kofiev, beethoven. dio Abbado. Pier Luigi Piz-
Gombau, Núñez, Malats. 6: The Sixteen Chifr. Harry 11,12,13; Semyon Bychkov. zi. Raimondi, Lima, Bruson,
Christophers. Tavemer, Shep- Maurice André, trompeta. Simic, Freni, Baltsa, Jelosists.
31: Orquesta de Cámara Es- pard, Tal lis. Bach, Schnittke, Haydn, Pro-
pañola. Víctor Martín. Bach. kofiev. 7, 10, 13, 16 de octubre.

P m
m

•y •!•

66 Scherzo
dosier

«La filie mal gardée»

«Une jeune filie i/uerellée par sa mere':. Grabuiiu realizado a partir de un


gouache de Pierre Anto'tne Baudoin, de 1764.

W yste año se cumple el 200 aniversario del estreno en Bordeaux, Francia,


íy del ballet La filie mal gardée, exactamente el I de julio de ¡789,
* -* apenas unos dios antes del estallido de la Revolución.
Esta pieza está considerada como la más antigua del gran repertorio
tradicional balletistico, que ha llegado hasta nuestros días con elementos
vivos de un original lejano y casi perdido en la bruma de tantas versiones
posteriores, tanto en lo musical como en lo coreográfica
El 14 de octubre de este año, el Ballet del Teatro Lírico Nacional La
Zarzuela estrena una versión de La filie mal gardée, lo que constituye su
primer clásico puesto en escena completo.
La revista SCHERZO, por estos dos motivos, publica este Dosier sobre La
filie mal gardée, intentando llenar una laguna documental de la literatura de
ballet en castellano; asi como la aportación de la valiosa iconografía, reunida
quizá tan explícitamente por primera vez.

Scherzo 67
dosi«r

Los orígenes
ayí//e mal gardée (1789) es con Los Caprichos de Cu-
L pido (1786), de Vicenzo Galeotti, uno de los más anti-
guos ballets clásicos del repertorio; ofrece, además, la
originalidad de haber sido creado el primero de julio de 1789
en el Gran Teatro de Bordeaux. Llevaba entonces como títu-
lo Le Ballet de ¡a Paitle, ou il n'est qu'un pos, du mal au bien.
Catorce días después en París fue asaltada la Bastilla. El autor,
el bailarín y coreógrafo Jean Dauberval se inspiró en una pin-
tura de la época.
Dauberval, cuyo verdadero nombre era Jean Bercher, ha-
bía conservado de su maeslro Noverre el deseo de enriquecer
la danza de una acción seria o cómica, para evitar el aburri-
miento de una virtuosidad barroca que acababa en sí misma.
Puede afirmarse que su baJIet marca verdaderamente una rup-
tura: no más criaturas mitológicas. Por primera vez, el argu-
mento de un ballet es moderno y mete en escena personas
y acontecimientos pertenecientes al mundo burgués. La his-
toria de Lisa y Colas, separados por la diferencia de clase,
pero unidos en el amor, está bien inscrita en el tono de los
nuevos tiempos que anunció la Revolución Francesa.
El Ballet de la Paja contó, además, con unas importantes
interpretaciones: Eugéne Hus, asistente de Dauberval, fue el
primer Colas, mientras que el papel de Lisa fue danzado por
Mane Madeleine Crespé, llamada mademoiselle Théodore (se-
ñora Dauberval en el registro de la población). En aquella épo-
ca, más que hoy, cuando un ballet resultaba un éxito era
inmediatamente repuesto en otros teatros. El Baile! de la Pa-
ja no fue una excepción: el 30 de abril de 1791 Dauberval lo
presentó al Pantheon Theatre en Londres, y fue en esta oca-
sión cuando adquirió su título actual: La filie mal gardée.
Mademoiselle Théodore volvió a ser Lisa, pero Colas había
tomado los rasgos de Charles Didelot. En la compañía esta-
ban también Salvatore Vigano y su mujer, la española María
Medina. Estas presencias no fueron extrañas para la conser-
vación de la obra: al año siguiente Vigano la puso en escena
en Venecia, después en Viena, en 1794, y en Berlín en 1796.
A través de todo el final del siglo XVlll La filie mal gar-
dée viene siendo representada en toda Europa, pero nunca Jean Duuberial. bailunn y coreógrafo.
en París. Necesitará esperar al siglu siguiente. En 1303, Eugene
Hus montó el baile! en la Porte Saint Martine, y finalmente En 1855, con la ayuda de Ivanov, Petipá presentó su ver-
en 1828 la Opera de París lo inserta en su propio repertorio. sión del ballet. Es sobre esta versión en la que se basará Bro-
Jean-Pierre Aumer, entonces maeslro de ballet, se esforzó nislava Nijinska para su nuevo montaje de la obra en Nueva
en reproducir todo lo que recordaba de la versión original de York en 1940. Entre otras versiones citamos la de Anna Pav-
Dauberval, que fuera su maestro. lova para su compañía londinense en 1912; la de Alexandra
Las músicas fáciles y anónimas de la creación fueron ree- Balachova montada para Le Nouveau Ballet de Monlecarlo
Iaboradas por un verdadero compositor, Louis-Josehp- (1947), repuesto por el ballet del Marqués de Cuevas; la de
Ferdinand Hérold, quien mantuvo las mejores páginas de la Frederick Ashton para el Royal Ballei de Londres (1960); la
partitura de Bordeaux, reelaborando dos melodías de Rossi- de Alicia Alonso, para el Ballet Nacional de Cuba (1964) y
ni y citando frecuentemente a Haydn. finalmente la versión de Heinz Spoerli realizada para el Ba-
La filie mal gardée estuvo en el repertorio de la Opera hasta llet de la Opera de París.
1854; después cayó en el olvido. El destino de esta obra se La última versión de Joseph Lazzini, que es desde su ju-
decidió en Rusia. Charles Didelot llegó a Maítre de Ballet en ventud un apasionado de La filie, proviene de su búsqueda
el Teatro mariuskii de San Petersburgo, y repuso La filie co- sobre partituras y coreografías para hacer la suya, que se pre-
mo la había aprendido de Dauberval. senta como una síntesis de las precedentes, contando para su
Fanny Essler triunfó en 1849, no sin antes haber consegui- realización con una partitura más completa que contiene mú-
do las modificaciones a su gusto, como era costumbre en aque- sica de Hérold, Hertel y de las sucesivas modificaciones que
lla época. Muchas melodías de Donizetti fueron la materia han sido adaptadas y reorquestadas para la puesta en escena
musical para su hermana Teresa y para ella misma. Gracias del Ballet de Ñapóles (1989), por Jean-Michael Damase.
a Marius Petipa la tradición llega hasta nosotros; él utilizó
la nueva partitura más corta, escrita por el alemán Peter Lud- Este texto pertenece al Baííetio di Napoli, y ha sido reproducido para e$te
v>ig Hertel en 1864, para la versión de Paul Taglioni. dossier por gentileza de Martello di Vtncemo.

68 Vherzo
COMITATO ITALIANO

Convención
Internacional
sobre los *• • i

Derechos
del Niño

ROVERETO
27-28-29 DEOCTUBRE 1989

COML'NE RoundTable PROVINCIA


DI ROVERETO Italia 1)1 TRKNTO
lo fM* mol gorda*

La herencia de Dauberval
criptiva de la acción coreográfico-argumental, donde hay ves-
L A tigios antiguos. Con la música pasa otro tanto. Se conservan
en Bordeaux partes extensas de la música original, que esta-
ba básicamente compuesta de aires populares orquestados bas-
1-TLLE M A L ( 7ARDÉE, tante rudimentariamente para su tiempo, y en los que el propio
Dauberval se sabe que hizo una labor de corte y confección
a la medida y exigencia de su creación coreográfica y de los
. vF.vr iju'ux r.\s DI MAI. AU lilEN, tiempos que precisaba para las partes de baile, práctica nada
extraña en la época, pues incluso eran comunes los
»/.,«,-y. Hlvmimc, coreógrafos-mus i eos que creaban sus propias partituras a la
1. \ il 1 i \ \ c r K s ( medida de sus ideas coreográficas, como es el caso de Gas-
paro Angiolini, entre otros.
tr i,i i-i>m)>O!¡t!tm i!r M, JiAUfíERt Por extrañas razones que escapan a la lógica histórica del
lirmí*; rn snhni r ' i M . I I G F M > 111 s. ballet (pero de los que la propia Historia del Ballet Universal
está llena), La Filie mal Gardée pasó a ser un ballet casi apó-
h- Thi-.iire •te l,i crifo. Su historia es bien diferente de la de Giselle, producto
l'i'i'. S,;¡nl \l.ui::i ( , ¡-.I, i .mí O/'cr.i ) le 2O más avanzado del romanticismo balletístico, creado en 1841,
I .,:.:,-,..(.'i.' ..fl . \ y / . que luego de los casi obligados repasos de Marius Petipa en
San Petersburgo, se instaló en un podio casi intocable. La fi-
lie, sin embargo, no tuvo esa suerte. Los cambios de la parti-
tura base sobre la que está ilustrada la trama coreográfica han
contribuido seguramente a esa inestabilidad, en cuanto a la
versión que debemos llamar clásica, en el buen sentido del
término, aunque ya nadie discute patrimonialmente la fiabi-
lidad del argumento, la sucesión de las escenas básicas y la
caracterización de los personajes.
• . / /; / Si exceptuamos el éxito de Fanny Elssler entre 1845 y 1850
en el papel de Lise, o Liselte, o Lisetta, como se llama la pro-
tagonista femenina de la pieza, lo cierto es que La Filie desa-
pareció del repertorio activo en el eje París-Londres-Viena (que
' '" ' I l ' - .Ii-.IM •- \rr,-i,.
también puede considerarse, en una división geográfica del
ballet del siglo XIX, como la Europa Occidental de la danza
i- 1 culta), con la arrasadora llegada de la ola romántica alrede-
dor de 1830, y pervivió de manera oscura en San Petersbur-
go, donde fue llevada en 1818 por primera vez, a 29 años de
su estreno en Bordeaux, lo que puede hacer presumir que aún
había en su contenido elementos originales del legado Dau-
Cartel del estreno de «La filie», hecho por M. Eugene-Hus, en París, bervat. pero que se atenían, sobre lado, a eso que Tudor lla-
en 1803, según el original de Dauberval.

ace unos años un audaz entrevistador le preguntó a


H Tudor lo que pensaba de la trascendencia de sus co-
reografías. El agudo coreógrafo inglés, con aquel hu-
mor cortante que le caracterizaba, le contestó algo asi como
que era el tiempo quien coreografiaba para la eternidad, agre-
gando que, pasado un siglo, si algo quedaba, lo impórtame
es la «idea coreográfica». Este elevado razonamiento intelec-
tual alrededor de la creación coreográfica debe ser tenido en
cuenta siempre cuando se pretende analizar o, al menos, acer-
carse a los productos creativos de la coreografía del siglo
XIX... y con más razón a los del siglo XVIII tardío, cuando
la estructura del ballet, tal como la consideramos hoy, estaba
siendo dotada de sus bases fundacionales.
Dicho esto, puede aventurarse que la herencia de Dauber-
val es un legado ideal compuesto por el argumento de su ba- üauberval ' \ití<lcrt\oiselle Aliará en el 2." nrlii ¡le «Svlvia
lleí que más ha trascendido, La Filie mal Gardée. las
enseñanzas estéticas y connotaciones sociológicas de una pieza mó la «idea coreográfica»!, como un todo destinado a
de argumento realista salpicada del grotesco humorismo de permanecer, aun por encima de los cambios en los compases
su época, y en la aguda definición de los caracteres drama- y en los pasos. Petipa y su asistente Ivanov hicieron el resto
túrgicos. sobre una música que Hertel había erado en Berlín, en 1864.
De la coreografía de Dauberval poco queda. Los estudios Y aquí empiezan los problemas más agudos para los estudio-
más recientes revelan que es, sobre todo en la mímica des- sos, pues la que hoy se considera la versión tradicional de La

70 Scherzo
dosier

Filie, tiene partes musicales de Hertel, pero acude, asimismo, y de la Revolución Francesa), es muy rica en este aspecto, y
a los fragmentos de Rossini, ya también considerados como viene firmada por el irio Hérold-Hertel-Dauberval, conserva
históricos, y recupera bastante música de Hérold, el hombre y preserva el legado de todas las versiones anteriores con un
que en 1828, en París, había compuesto una música para un resultado agradable y ligero, sin olvidar a rusos, franceses,
reviva! del ballet que hizo Aumer, discípulo predilecto del Jean ingleses, cubanos y norteamericanos.
Dauberval. Nos estamos acercando asi a las
fuentes más lejanas. Ahora, ¿en qué momento
vuelven las variaciones de Hérold a ser inclui-
das en las partes de Hertel? Ahí está el reto de
la investigación, pues cuando, ya afleja, La Fi-
lie volvió a Occidente, esta vez directamente a
New York vía Londres, de la mano de Dimitri
Romanov y Bronislava Nijinska, la partitura mu-
sical estaba firmada por Hertel, pero ya circu-
laban variaciones de la antigua música de
Hérold. La cocina fue con toda seguridad el Tea-
tro Marinskii de San Petersburgo, donde, a la
hora del montaje de los ballets, se acudía a la
socorrida técnica del coltage, así encontramos
Rossini dentro de esta pieza, o en otros clásicos
incursiones más o menos felices de Drigo, Pug-
ni o Minkus, que llegó a ser un especialista en

MademoiselleMarie Aliará, Mademoiselle


Marte Guimard y Jean Dauberval en dos
movimientos de danza (¡179). Grabados de
Ulu.

Hoy día sólo dos versiones de La Filie están


aceptadas como del tronco original de San Pe-
tersburgo, es decir, que salieron del árbol exten-
dido por Nijinska y Romanoff, y son las del
American Ballet Theatre, aún firmada por Di-
mitri Romanoff y la del Ballet Nacional de Cu-
ba, reordenada por Alicia Alonso a partir del
original de Bronislava Nijinska de 1940, también
en New York. El propio Lazzini, luego de sus
estudios, reconoce esta línea directa que en el
resto de Europa ha sido ocultada por la exito-
estas tareas un tanto espurias, pero, en el decir popular. Ke- sa, pero discutible, versión de Ashton de los años 60 en
sulionas. Estaba claro que existía un apogeo del ballet y una Londres.
servidumbre de la parte musical hacia la danza, a fin de ob- Romanoff en el ABT neoyorkino asumió el patrimonio de
tener un producto escénico equilibrado dentro de las exigen- la coreografía que antes ostentaba Nijinska, pero no varió ele-
cias estéticas de su tiempo. Esta misma regla llevó a Pelipa mentos fundamentales antiguos. Alonso, por su parte, fue el
a convertirse en un tirano implacable con el mismísimo Chai- modelo físico sobre el que Nijinska pulió su herencia coreo-
covski, cuyo ejemplo más conocido es el cambio de lugar del gráfica e interpretativa. La bailarina cubana, con una técni-
famoso pos de deux del cisne Negro del primero al tercer ac- ca a prueba de fuego y entrenada en los secretos de la escuela
to en función del desarrollo argumental, incluyendo una co- ¡talo-rusa por Zanfretta, admitía todos los retos formales. En
da no salida de la mano del músico. Sobre La Filie mal Cardée esta misma década del 40 reside en New York Fedórova, que
se ha avanzado bastante desde el estudio de Ivo üuest en 1960, había bailado y aprendido en San Petersburgo antiguas ver-
que aún hoy sigue siendo definitivo al respecto. Pero en estos siones. Alonso trabajó con ella y recuperó detalles olvidados,
casi 30 años han sucedido muchas cosas. El trabajo investi- de modo que el puente hacia los antiguos originales franco-
gador y minucioso de Joseph Lazzini es fundamental. Este rusos quedaba tendido para siempre hacia el futuro. Lazzini
coreógrafo francés ha dedicado casi la mitad de su vida a La ha hecho el resto con su tenacidad y rigor. Así, la herencia
filie con buenos resultados, pues nadie ha ido tan iejos ha- de Dauberval adquiere, a fines del siglo XX, una asombrosa
cia atrás en Is fuentes francesas de la pieza, verdadero origen frescura, cumpliéndose no sólo la elevada idea de Tudor, si-
que generalmente ha llegado a nuestros días con una autenti- no un amplio prisma de acción balletística, debate concep-
cidad basada en su versión rusa, exactamente la intervención tual y deja abiertos los canales de la investigación moderna.
de Marius Petipa y Lev Ivanov en San Petersburgo, primero
en 1855, y después en la nueva producción de 1885, momen- Antonia Hidalgo
to definitivo para la trascendencia de este ballet, lo que tam-
bién pasó un tanto, como antes se cita, con Giselle. La versión
actual de Lazzini (estrenada en julio de este año por el Ballet
de Ñapóles, que dirige Mará Fusco, también en actos con- *£3Í
W[
memorativos del doble b icen leñar io de la pieza en cuestión ílUemiiiidc LtL.~...

Scherzo 71
dosier

El ballet dela paja


a filie mal gardéees un ballet que tiene

L tras sí una larga historia en la que han


tomado parte muchos grandes coreógra-
fos y bailarines. Sin embargo, y curiosamen-
te, muchas veces esta historia ha dado lugar
a erróneas narraciones. Todavía hay quienes
confunden el año en que se creó el ballet; hay
otros que atribuyen equivocadamente la auto-
ría de la música a un desafortunado compo-
sitor alemán; otros pretenden que La filie mal
gardée entraña aires de una ópera cómica del
mismo nombre, compuesta por Egidio Ro-
moaldo Duni, tesis que no se sostiene cuando
se comparan las partituras de ambas obras.
El ballet se estrenó el 1." de julio de 1789,
en el Gran Teatro de Burdeos, bajo el título
de El ballet de la paja, o no hay más que un
paso entre el mal y el bien, y el espectáculo
no fue, probablemente, presentado más que
durante unas pocas semanas. Jean Duberval,
el coreógrafo, que se marchó de Burdeos a
principios de abril como consecuencia de un
conflicto con la dirección del teatro, fue lla-
mado un mes después, gracias a la interpreta-
ción de sus patrocinadores, miembros de la
aristocracia de la ciudad, y cabe pensar que
empezó a trabajar en el ballet desde su regreso.
La génesis de la obra nos parece, muy feliz-
mente, traída nuevamente por el crítico teatral
Charles Mauríce, que poseía datos de Aumer.
Este último sin duda habría oído la historia
contada directamente por el propio Dauber-
val: «Dauberval, bailarín y creador del ballet
—escribe Mauríce— como todos los autores
que no tienen otra cosa en la cabeza más que
su obra, buscaba personajes por dondequiera
que iba. Con este espíritu, un día, al detener-
se para satisfacer una de esas pequeñas exigen-
cias que la señora Naturaleza le impone en
igual medida a hombres y a animales, se paró
delante de una botica donde se exhibían unas
ilustraciones licenciosas. Allí, delante mismo
de sus narices, vio uno de esos grabados que
todavía uno encuentra en ese tipo de estable-
cimientos, o en los talleres de los enmarcado-
res, representando a una joven aldeana, con """Y"*"1
el vestido en desorden y llorando, mientras su Grabado de Adrien Marte de Jmei del siglo Xl\. ion motivo de la repone ion de
seductor se marcha componiéndose la ropa, «La filie...}' en el Teatro Edén de París
escapándose por los pelos en el momento en
que la madre de la joven, furiosa, se dispone a darle. Duber- cuentro. Colas salta hasta la escalera que lleva a la habita-
val no necesitaba más. Ya tenía a su personaje. Probablemente ción de la anciana, sin que ella tenga tiempo de darse cuenta.
este grabado sea la réplica de un gouache de Pierre Antoine Simone, que sospecha que Colas está rondando a su hija, le
Baudouin, pintado en 1764 y expuesto en el Louvre al año ordena a ésta que suba al piso donde, según ella, cree que la
siguiente bajo el título de: Una joven reñida por su madre». chica estará apartada del mal. Entre tanto, Alain y su padre
La escenografía de Duberval era simple y desnuda. Los per- llegan en compañía del notario para firmar el contrato de ma-
sonajes parecían salidos directamente de su aldea, y la intri- trimonio, pero cuando Alain va a buscar al piso de arriba a
ga sentimental se desdoblaba en una gran comicidad. Lise y su prometida, Colas se le pone delante de la puerta para pro-
Colas se aman. Pero Simone, la madre de Lise, quiere casar teger a Lise, Los amantes le suplican a Simone que autorice
a su hija con el hijo de un rico agricultor, un chico papana- su matrimonio y ésta termina cediendo, para bien de todos,
tas llamado Alain. Colas se introduce en la finca de Simone menos de Alain y de su padre.
y se esconde detrás de unas gavillas de trigo, esperando que La partitura original, que se encuentra actualmente en la
aparezca Lise. Pero la llegada de la madre interrumpe su en- Biblioteca Municipal de Burdeos, no está firmada; sin duda

72 Scherzo
lo fule mol gord««

fue compuesta por uno de los músicos del teatro —el direc- perecedera. Dauberval había concebido el primer rol femenino
tor de la orquesa, Franz Beck, o el violinista, el Emperador. de Lise (Lison en el libreto original), para su mujer, la en-
Pero con toda seguridad no por Johann Wilhelm Heriel que, cantadora Melle Théodore; Eugéne Hus tenia el papel de Co-
debido a su nombre, fue confundido por algunos autores con las, y e! de la madre (Ragotte, en el libreto original) le había
Peter Ludwig Hertel quien escribió, años después, una nueva sido confiado a un hombre Blanchard.
partitura para este ballet. El ballet fue presentado por primera vez en Londres el 30
Gracias a la frecuencia del argumento y del tratamiento da- de abril de 1791. La famosa pelea entre los dos directores de
do, La filie mal gardée conquista al público de todos los lu- las óperas rivales, Mr. Taylor y Mr. O'Reiily que le inspiró
gares en donde ha sido representada. Dauberval tenia el don a Ninette de Valois el ballet The Prospect Befare Vs, estaba
de crear ballets llenos de vitalidad, y La filie mal gardée, al entonces en su apogeo. Dauberval fue contratado por O'Reiily
igual que Coppelia, conoció un éxito que ha sobrevivido a y se rebautizó el ballet La filie mal gardée. Melle Theodore
su tiempo y ha traspasado las fronteras, no sólo porque daba tenía el papel que ella había creado en Burdeos, junto a Char-
a conocer la vida cotidiana, sino porque el montaje estaba les Didelot en el de Colas. Durante más de un cuarto de siglo
per fec I a mente construido. el ballet también se representó varias veces en el King's Thea-
Las primeras representaciones del ballet en Burdeos, tuvie- tre (hasta 1815 en que, unas semanas antes de la batalla de
ron lugar en medio de un contexto político llevado por la pa- Water loo, el gran Au guste Vestris se presentaba en el papel
sión de los primeros sobresaltos de la Revolución francesa, de Colas, a la edad de cincuenta y cinco anos).
y, una noche, el bailarín que interpretaba el rol proiagonista La filie mal gardée no llegó a presentarse en París hasta 1803.
fue invitado a interrumpir la escena de la siega para hacer Fue Eugene Hus, el Colas de la creación original, quien pre-
un brindis por el Estado llano. Debido a que la puesta en es- sentó el ballet en el teatro de Porte St-Martin. Durante años
cena del ballet situaba a los campesinos dentro de un con- estuvo programándose en galas, y a título de ello se interpre-
cepto realista, el ballet fue apreciado en su época, pero el tó por primera vez —el 17 de noviembre de 1828— en la Opera
trabajo era tan superficial que la compañía se hubiese sor- de París. Como quiera que la partitura se calificó como in-
prendido al saber que estaba creando una obra maestra im- digna de la Opera, a Ferdinand Hérold se le pidió que la re-
hiciese, fcl conservo las mejores partes
—y su elección se sigue correspondien-
do con nuestros actuales criterios—, y
le anadió fragmentos de su creación y
también tomó algunos pasajes de Ros-
sini, cuya música estaba entonces de úl-
tima moda. Substituyó la música de la
tormenta por la más descriptiva de ¿17
Cenereniola, y utilizó la música de la
obertura del 1 Acto del Barbero de Se-
villa para la primera entrada de Lise,
creando un solo de Lise sobre un aria
de Elisabetta, Regina de Inglaterra.
En ocasión de la premiére de esta
nueva versión del ballet, Marinette Lau-
ner, la bailarina por la cual se presen-
taba el espectáculo, actuó como
travestida en el papel de Colas, al lado
de la pequeña pero no menos brillante
Pauline Montessu, en el papel de Lise.
Bernard León y Kelin, dos célebres ac-
lores, interpretaron, respectivamente,
los roles de Simone y Alain.
En la siguiente representación, sola-
mente Melle Montessu continuó con su
papel. Colas fue representado por Fer-
dinand, su parienaire habitual, y Alain
por Oeorges Elie, mientras que mada-
me Elie interpretaba a la madre, pues
al público parisino ya no le gustaba que
los hombres interpretasen papeles feme-
ninos. Este ballet tenía apenas treinta
años cuando ya se había montado en
toda Europa. Es de suponer que la co-
reografía original fue respetada en su
casi totalidad. De cualquier forma, Jean
Aumer, que firmó la versión de la Ope-
ra, presumía de haber sido discípulo de
Dauberval. Fiel al espíritu de la obra de
su maestro, y a pesar de las modifica-
ciones exigidas por la nueva versión mu-
sical, con toda probabilidad debió
esforzarse al máximo para mantener la
¡rama, así como la coreografía, imagi-
Lui-ia Chine. Dimitrt Romano// y Mijail Mordkín en aUi filie...». Nuevo York. 1938 nada por Dauberval.

Scherzo 73
-dosier

Durante más de veinte años, varias


bailarinas interpretaron el papel de Li-
se en la Opera, entre ellas la gran Fanny
Elssler. Al igual que muchas otras bai-
larinas, ya había interpretado el papel
antes de representarlo en la Opera, en
el año 1837. Su interpretación fue par-
ticularmente revolucionaria y, en esta
obra aparentemente menor, ella apor-
tó matices que encantaron a todos los
que la vieron. Por petición suya, se agre-
gó un pos de deux que ella bailaba con
su hermana Thérése, con música inspi-
rada en los compases de Elixir de amor
de Donizetti, ópera desconocida enton-
ces en París. Pocas capitales europeas
no conocieron y amaron La filie mal
gardée. Cuando la Elssler se presentó
en San Petersburgo en el papel princi-
pal, para placer inolvidable de los ba-
letómanos, el público ya conocía la
obra, toda vez que ya la había visto
montada en el Bolshoi por Didelot, a
quien Dauberval, personalmente, le ha-
bía enseñado el papel de Colas. Entre
las bailarinas que encarnaron a Lise se
encontraba Avdotia Istomina, que fue
la admiración de Puschkin.
En 1864, Paul Taglioni, hermano de
la célebre María presentó una nueva
versión de La filie mal gardée en la Ope-
ra Real de Berlín. Al considerar dema-
siado pequeña la partitura original,
convenció a la dirección del teatro pa-
ra solicitarle una nueva partitura a su
compositor titular, Peter Ludwig Her-
tel. Esta nueva partitura que no tenia
nada que ver con la música original ni
con la versión reconstruida por Hérold,
se convirtió rápidamente en el acompa-
ñamiento musical dedicado al ballet.
Indudablemente, la mayor parte de los
elementos de la coreografía de Dauber-
val desaparecieron, producto de haber
dejado fuera la- música original.
En 1885, Petipa e ívanov presentaron Mijatl Mordkin comu Colín en «La filie...», con Rwbizev travestido en la madre, y tiodo-
su propia versión del ballet, con músi- rova como Lisse. 1899
ca de Hertel. Una elección sin duda dic-
tada por el hecho de que Virginia
Zucchi, la bailarina que debía interpretar el papel de Lise, co- de 1828. John Lanchbery trabajó nuevamente sobre esta par-
nocía bien la versión de Taglioni, en la cual ella misma había titura, ofreciéndonos la tan conocida música que hoy acom-
bailado en Berlín, en 1877. Zucchi, una gran artista del tem- paña el ballet en el Conven! Garden.
ple de la Elssler, impresionó por la sensibilidad de su inter- Támara Karsavina, que entonces vivía en Londres, asegu-
pretación. Si bien ya no era tan joven, le dio al público la raba al ballet una continuidad con el pasado. Nacida el mis-
ilusión de ser una jovencita de dieciséis años, e hizo llorar mo año en que la Zucchi triunfaba en San Petersburgo, ella
a más de un espectador con la perfección de su interpretación. se acordaba con todo detalle de la escena de mimo de Lise,
Muchas grandes bailarinas rusas la siguieron en el Mar- que su gran predecesora había bailado en el Marynsky. Este
yinsky, principalmente kshesiuska y Preobrazhenska y, ya a fragmento habría de integrarse en el último acto, sobre la res-
principios de siglo. Támara Karsavina, quien haría de inter- plandeciente aria sacada de la Elisabetla de Rossíni, lo que,
mediaria entre Zucchi y Frederick Ashton. al propio tiempo, simbolizaba la supervivencia de las tradi-
Actualmente, es gracias a Frederick Ashton, quien sacó el ciones en el arte del ballet, recordando todos los grandes nom-
ballet del olvido montándolo en el Royal Ballet, que La filie bres que contribuyeron a la historia de esta obra de éxito
mal gardée ha recibido un nuevo y segundo aliento. Repre- —Dauberval, Aumer, Paul Taglioni, Ashton... Melle Théodore,
sentado primeramente en 1960, el ballet se ha convertido en Elssler, Zucchi, Nerina... Y en nuestro mundo de incertidum-
una de las piezas más conocidas del repertorio de la compa- bre, es bueno saber una cosa: que esta historia no ha termi-
ñía, y ha sido repuesto por numerosas compañías de todo el nado aún.
mundo. Cuando Ashton tuvo la idea de montar su propia ver-
sión de La filie mal gardée, no quiso utilizar la música de Her-
tel, muy alemana para su gusto, y retomó el arreglo de Hérold Ivo Guest

74 Scherzo
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dosier

Danza campesina
e podría pensar que La filie mal gardée, su argumento
S entre personajes y sus decorados, hacen que el campesi-
no entre en la ópera, en el momento preciso en que
la Revolución va a abrirle el escenario de la historia. Es co-
rector de escena el encargado de resaltar o atenuar las
diferencias. El mundo campesino de Dauberval es un mundo
autónomo. No hay principes ni señores; no hay comercian-
tes, ni siquiera curas. El único personaje no campesino es
mo si lo imaginario y lo real saliesen a su mutuo encuentro, el del notario que, al final llega para llevar a cabo el contra-
al punto de que, en medio de una de las primeras representa- to de matrimonio. Aquí el campesinado no tira más que para
ciones, el público interrumpe el espectáculo para hacer un sí, lo que resulta interesante para los espectadores. La madre
brindis por el Estado llano. Literalmente, es como introducir de Lise es «una rica agricultora»; contrata segadoras, «rega-
la Revolución en el teatro. tea los precios» (acto II), y las segadoras, «seguidas por sus
Es poco probable que Dauberval lo haya previsto. En el maridos (...) llegan para recibir sus pagas» (acto II). No nos
Gran Teatro de Burdeos, contruido por Víctor Luis diez años encontramos, pues, con una familia campesina cualquiera.
antes con el espíritu arquitectónico del antiguo régimen, la Se trata de campesinos acomodados que pueden tener dine-
alta sociedad que asiste a la primera representación —el 1° ro suficiente para adquirir aquellos bienes que pronto le se-
de jullio de 1789— no duda en absoluto lo que va a ocurrir rán arrebatados a la nobleza y al clero. Es para beneficio de
durante las próximas semanas. Los campesinos que se han ellos que se hará la Revolución. Otros aspectos rea/islas re-
visto bailando se comportan con tanto decoro, que difícilmen- saltan personajes y situaciones. La madre es dura con su hi-
te uno se los imagina sembrando un gran miedo en los casti- ja, «le levanta la mano para pegarle» (acto 1). "Los hombres
llos. Es la imagen tranquiladora del pueblo la que los piden agua para beber» (acto II). En este contexto, las vasi-
privilegiados se ofrecen a sí mismo. Cestos, vasijas de leche jas de la manteca, las hoces y los demás utensilios, tienden
y de manteca, hoces y gavillas, tornos y ruecas... accesorios a escaparse de la imaginación convencional para cegarse de
que no deben causar demasiadas ilusiones; el mundo rural realidad.
que se nos muestra aquí está bastante cerca del de las poesías Indudablemente, no nos encontramos en el universo so-
pastoriles del Pequeño Trianón, y, al mismo tiempo, uno se ñado de El adivino del pueblo.
encuentra con cintas, flautines y tamboriles.
Y, sin embargo, no hablaremos de una imagen fiel de la
Bastante cerca y, sin embargo, diferente, o más bien, po- vida campesina. Esta forma de representar al campesino en
sible de imaginar bajo una interpretación diferente. Es el di- sí mismo —si la misma acentúa los efectos pictóricos— esca-

Irinu Barunova sobre /tii hombros de Davtel Silla y Oonahl Saddler en «La Jille...» dentro del jitm mejicano «Yolanda»

76 Scherzo
lo f M« mol gordé* •

Jacques Fabre ¡Marcelino), Pairice Lasserre (Nicoise) y un solista del Ballet de Ñapóles, ¡989

motea las tensiones y conflictos que surgen de las relaciones la situación en que ella se encuentra; él la tranquiliza, no sin
que vinculan a este campesinado con otras fuerzas sociales algún esfuerzo, y se contenta con admirar (...). Lise es obede-
y con la estructura monárquica. No hay nada aquí que per- cida y tan respetada como amada» (acto II). ¡Se podría pen-
mita percibir la explotación feudal contra la cual se va a ha- sar que se está leyendo a Diderot comentar sobre Greuze!
cer la Revolución. Por el contrario, las dificultades de este «Greuze se hizo pintor, predicador de buenas costumbres;
mundo campesino son aquellas que éste puede tener en el re- Baudouin, pintor de las malas». Efectivamente, hemos pasa-
parto con el mundo burgués: los problemas del corazón y los do de ésta a aquél. Hasta en los detalles («una gallina rodea-
asuntos familiares. Dauberval lo trata dentro de un espíritu da de su pequeña familia» recibe atenciones de Lise), parece
de «comedia seria» (que todavía se llama «tragedia burgue- como si Dauberval revalizase con Greuze.
sa») que, bajo el impulso de Diderot, reivindica el derecho ¿Gana por ello la verdad? Antes que esta idealización un
de llevar a escena —al estilo de la nobleza moral reservada tanto ingenua, uno pudiera preferir la sana gallardía de los
hasta ahora a la tragedia clásica— personajes inspirados en campesinos de Jacques el fatalista, la única novela de la épo-
la vida diaria y familiar, y personajes que representan la me- ca, que yo sepa, que da a conocer la realidad del campesina-
dia de la condicionantes sociales. do. Pero,, ¿podríamos citar novelas u obras dramáticas que,
Uno percibe, perfectamente, esta preocupación de morali- como el ballet de Dauberval, únicamente hayan tomado por
zación con la idealización que desemboca en la curiosa géne- lema el mundo del campesinado? Para conocerlo, uno qui-
sis de la obra. El punto de partida es un cuadro de Baudouin, siera disponer de un estudio sistemático sobre las representa-
ese «pintor de casitas y de libertinos)) al que Diderot contra- ciones del campesinado en la literatura del siglo XVI11. A
pone, palmo a palmo, en su Salón de 1765, con Greuze, «pin- reserva de esta investigación —que queda pendiente de
tor de familias y gentes honestas». El cuadro La niña reñida hacer—, nos podríamos preguntar si los convencionalismos
por su madre es, precisamente, descrito por Diderot en este del género no facilitan la tarea del coreógrafo. Su originali-
mismo Salón: «Es totalmente libertino, pero se puede ir has- dad reside en haberla emprendido. Por allí, como Diderot.
ta él. Yo miro, sonrío y paso». Dauberval, en cambio, no se Sedaine y otros lo han hecho con el género dramático. En 1789
contanta con sonreír; él transforma totalmente el espíritu del Dauberval vuelve a traer el ballet aquí y ahora.
grabado. Los amantes libertinos se convierten en amantes
ejemplares: «Lise es demasiado sensata para concederle al
amante lo que, a su juicio, sólo debe pertenecerle al esposo»
(acto I): «Colas, muy enamorado, es incapaz de abusar de Rotand Desné

Scherzo 77
dosier

Filies históricas
l personaje de Lise en La filie mal gardée ha llegado
E a nuestros días enmarcado al demicaractére, pero ad-
mitiendo dentro determinados matices de soubrette.
En La filie los personajes propiamente de carácter están
ma precisa, con lógica teatral. Pasi lo considera como una
historia campesina un tanto maliciosa, rica en aperturas crí-
ticas a la rica burguesía, sobre sus modelos de comportamien-
to. Tramas similares son comunes en la ópera cómica italiana,
representados por Mamá Simone, las casamenteras y Don en un género bufo que encontró en Rossini su más grande
Tomás. intérprete. De ahí el contacto entre Mamá Simone (o Marce-
La catalogación demicaractére esiá definida sobre todo por line) con las precauciones de Bartolo respecto de Almaviva
los factores de la expresividad, tal como apunta P. Simón en en El Barbero de Sevilla. La primera filie fue Mademoiselle
su estudio El Bailarín y su ámbito expresivo. Si comparamos Theódore, una bailarina de la que Dauberval estaba enamo-
los bailarines de carácer con los de demicaractére. éstos últi- rado en los tiempos en que fue eliminado de la Opera de Pa-
mos tienen una base más clásica, con una proyección que los rís junto al clan de los Gardel, todos ellos beneficiarios de
acerca al folclore; poses y acentos son concebidos más hacia un pacto establecido por Noverre. Theódore era famosa por
tierra. sus cualidades,, entre ellas la elevación. Ella persuadió a Dau-
Unido a esto, el calificativo de soubrette (que Simón acla- berval para que dimitiera al mismo tiempo que lo hacía ella.
ra proviene del teatro tradicional francés donde
correspondía a la sirvienta o confidente de una
dama) se aplica a bailarinas demicaractére po-
seedoras de una gracia femenina especial ca-
paz de trasmitir ligereza y alegría, con gestos
vivaces que siempre son llevados con tono ex-
quisito. Dice Simón: «puede ser picaresca, pero
jamás vulgar; es coqueta, pero nunca sensual».
Tanto la Lise de La filie mal gardée como la
Swanilda de Coppeiia contienen en su perfil
ideal estas connotaciones.
Tal definición ayuda a entrar en el persona-
je de Lise, que, a pesar de gozar de tan añejo
prestigio, tiene una fama limitada. Durante
una época tuvo esplendor, pero en nuestro
tiempo ha decaído bastante, y, muchas baila-
rinas jóvenes desconocen su importancia den-
tro del gran repertorio tradicional, y por' lo
tanto no valoran su exacta dimensión artística.

Los inicios

J e a n Dauberval nació en Monlpellier en


1742 y murió en Tours en 186. Debutó en la
Opera de París en 1761 donde había recibido
parte de su formación. En esa casa fue primer
bailarín demicaractére y en 1773 primer bai-
larín noble. En 1781 es nombrado maestro de
ballet. Noverre en su Carta XXX dice:
«Se vio obligado a renunciar al género se-
rio. Modelado al principio por Las Gracias,
se volvió gordo y musculoso. (...) Dauberval
supo perfeccionar y embellecer el género de
Lany».
En otras crónicas sobre otros artistas de la
época aparecen consideraciones parecidas al-
rededor de los cambios físicos que se opera-
ban en los bailarines, lo que, según Puig estuvo
determinado por la modernización del entre-
namiento y las exigencias de lo técnico. Para
nosotros, la cita vale en cuanto a demostrar
que estaba perfectamente definido el deminc-
lére y que en Noverre exislían preocupaciones
en cuantoo a la línea física de los bailarines.
Lo filie mal gardée es un verdadero ejem-
plo de ballet de acción, que contiene una tra- Virgnia Zucchi, como «.La filie...» en San Petersburgo, 1885

78 Schento
• lo tUm mol gardée

sean inspiradas en (oda Europa. Didelt con-


tribuyó a difundir la obra, pues se ufanaba de
haber sido discípulo de Dauberva!. El había
hecho el Colas (o Colin) con Theódore, y se
conocía el resto de los papeles de la obra, ya
que que los había interpretada

1.a tradición rusa

Ei 14 de diciembre de 1800 se registra como


la primera aparición de La filie en Rusia bajo
el nombre de La Vieiile Trompee (La Vieja
Equivocada), montada por Sal o moni en el
Teatro Pierre de Moscú. Su hija hizo de Lise.
En 1808 Lamiral montaría el ballet en San Pe-
lersbugo bajo el titulo de La filie mal gardée
o lo précaution inulite. Este subtítulo se con-
vertiría en el nombre del ballet en Rusia hasta
la tradición actual del ballet soviético. El 20
de septiembre de 1818 lo baila la Bernadelli en
San Petersburgo. Colin es interpretado por
Urbani.
El 29 de abril de 1828 Didelot volvió a mon-
tar el ballet en San Petersburgo con la bailari-
na francesa Bertrand-Atrux.
Hasta estas versiones de imprescindible re-
seña, no aparecen relevantes nombres en las
protagonistas, si exceptuamos la primera, y así
se llega a Fanny Elssler que la estrena en Pa-
rís en 1837. El 1 de julio de 1842 la Elssler se
despide en su última función en Norteaméri-
ca con una gala benéfica donde baila La filie.
Ella regresa a Europa el día 16 del mismo mes
y trae consigo filie, papel que sigue bailando
hasta 1854, y que lleva gloriosamente hasta San
Peteisburgo el 18 de enero de 1848.
Las crónicas de la época, la relacionan con
el pasado y hablan de su riqueza en las pan-
lomimas. Así filie pasa a ser del dominio del
ballet ruso, uniendo aquella antigua puesta de
Didelot a la renovación que aportó la Elssler.
La obra de Dauberval se conservó en Rusia
Támara Kursavina coma t.ise en •< La filie...» 1910. Teatro Marinskii. mejor que en ninguna otra parte, y allí guar-
San Peiersburgo dó los rasgos originales. Rusia es el único país
Y se fueron a Burdeos, donde, según Bourcier, fomentaron donde el relevo generacional, apunta Slominski, se realizó de
un centro de creación muy apreciado en su tiempo, donde pu- manera ininterumpida, con una transmisión directa de unos
dieron estrenar varios ballets noverrerianos y con temas pas- artistas a otros. El 15 de diciembre de 1885 bailaron filie el
torales de los que sólo perdura La filie mal gardée. célebre Paul Guert y Virginia Zucchi. Petipa e Ivanov reno-
Paralelamente a su marcha a Burdeos, Dauberval deambuló varon la coreografía sobre la partitura de Hertel. Petipa sólo
un poco por Europa, y en ese tiempo es que se encontró en supervisó la puesta en escena y coordenó los bailes llamados
Madrid con Vigano. Luego se volvieron a encontrar en Bur- puros. La reconstrucción corrió a cargo de Ivanov, que en su
deos. La influencia de Dauberbal sobre Vigano fue muy fuerte, juventud había hecho el Colin al lado de Perrot y tenia una
hasta el punto de que Rossini le reprochó que sus piezas te- memoria extraordinaria, y recordaba la puesta de los años 40
nían más mímica que danza. La filie que estaba lleno de lar- cuando estaba vivo el esquema Dauberval Didelot. Ivanov,
gas pantominas, y algunas de ellas parece que han llegado con su genio, hizo el difícil trasplante de la puesta de Dau-
hasta nosotros, y que ponen a prueba en Lise su capacidad berval a la nueva música.
histriónica, como en los demás personajes de la obra, que se Todas las bailarinas rusas del siglo XIX conocieron filie,
estrenó el 1 de julio de 1789. o las italianas que hicieron gloria en escenarios rusos. La mo-
En 1792 Vigano montó La filie que Dauberval en Venecia, derna línea que llega hasta nosotros comienza en Matilde
y después vovlió a España. Kshesinskaia (San Petersburgo, 19/8/1872 - París, 5/12/1971).
Oficialmente La filie mal gardée se representó por primera El 22 de abril de 1890 hace su debut en e\pas de deux de filie
vez en Madrid en 188, por la compañía francesa que dirigía con Nicolás Legal. Ella misma se reconocía imitadora de Vir-
Francois Lefébre, quien también traía ballets como El Juicio ginia Zucchi. Un critico de la época señaló que su Lise hacia
de París, Folies d'Espagne y Don Quijote, en el Teatro del Prín- pensar en una chica de pueblo, agresiva, plena de charme fe-
cipe, después conocido como Teatro Español. menino y de inteligencia. En sus memorias Kshesinskaia es-
Anteriormente en L'Scala de Milán se reseñan dos estre- cribió:
nos de Figlia mal cuslodila, firmadas por Ronzi en 1795 y «Los alumnos con mejores calificaciones podíamos bailar.
la otra por Titus en 1798, pero no hay seguridad que ambas Así fue que bailé el pos de deux de filie con la música de

Scherzo 79
doslw

la canción italiana Siella Conftdenia, en e! que, Virginia Zucchi dica desde 1915 en adelante a un trabajo de profundizad ó n
con Paul Guert como partenaire eran inolvidables». en los papeles puramente clásicos que convenían a sus carac-
En el estreno Matilde iba vestida de azul con la falda ador- terísticas. Hasta 1918 representó este papel en el Marinskii.
nada con pequeños ramos de muguet, a la antigua usanza. Smakov la cataloga como bailarina decorativa. Su importancia
Ella retomó este pas de deux el 4 de febrero de 19004 para en el árbol genealógico de filie está dado por las especiales
su adiós a la escena. Nijinska, todavía alumna de la Escuela circunstancias de su vida, que la llevan de San Petersburgo
participó en este adiós. a Londres, donde Ashton recupera su memoria de ciertas es-
Olga Preobrayenskaia (San Petersburgo, 2/2/1871 - París, cenas y pantomimas para su puesta de los años 60.
1962) introdujo los pollos vivos en escena (que Lazzini ha re- Karsávina se estrenó para la escena con filie y así lo recuerda
tomado en 1989). Smakov dice que si el mayor papel cómico en sus memorias:
del gran repertorio, Lise de filie, no hubiera estado monopo-
lizado por la Kshesinskia, Preobrayenskaia hubiera podido «Se había escogido para nuestra representación una ver-
probar a ser la soubrette ideal. Pero solamente en 1906 acce- sión abreviada de La filie mal gardée. Integraba ef cuerpo de
de a este papel; Matilde Kshesinskaia lo loma como una ofen- ballet junto a otras pequeñas alumnas (...) Cuatro de no-
sa personal, y hace de todo por boicotear el éxito de su rival,
pero su Lise fue un triunfo de su sinceridad artística, supo
devolver la vida a la pieza, que se había convertido de causti-
ca comedia en entretenimiento pastoral. La coreografía que
bailaba no quedaba distanciada como un divertimento pega-
do a la trama, pues ella sabía mezclar danza y mimo a la per-
fección. Smakov señala agudamente que Preobrayenskaia
entre 1898 y 1906 dio vida a una serie de ninfas, pastoras y
muñecas con elegancia y humor, demostrando que no exis-
ten papeles de segunda mano sino bailarinas de segundo pla-
no. Ella enseñó los rudimentos de Lise a lrina Barónova y
Nadia Nerina. También trabajó el Colas de igor Youskevich.
Anna Pavlova (Ligovo, 31/1/1881 - La Haya, 25/1/1931)
apareció entre 1899 y 192 en el paso a dos y en pasos a tres
de filie, confirmando su reputación de buena solista. Inter-
pretó filleen varias ocasiones, con Nicolás Legat participa-
ron en al menos 3 producciones (San Petersburgo, Belin y
Londres). Pavlova bailó La Flauta Mágica, un ballel que ro-
ba argumento y caracteres afilie, hasta incluso pantomimas
y algunos bailes. Su Lise era algo ingenua, muy personal y
ligera.
Támara Karsávina (San Petersburgo, 25/2/1882 - Londres,
1978) contó para su estreno con los figurines diseñados por
Mstislav Doboujinsky, que luego se imprimieron en un jue-
go de tarjetas postales en San Petersburgo en 1916. Cuando
Nijinksa abandonó Rusia se lleva consigo una colección de
esas postales.
Después de su ruptura artística con Fokin, Karsavina se de-

i una Paviona en
el primer acto
¡le «La filie...»
con un vestuario
,-n vías de
modernización

Micia Alonso
• John Kriza
I-I) «La filie...»
\BT. Nueva
iork 194.../

Scher/o
lo f M« mol oordéc

sotras hacíamos una pequeña danza (...) El éxi-


to de la noche fue para dos de las mayores:
Anna Pavlova y Luvov Felipa (...) Allí estaban
los maestros Petipa e Ivanov».
Natalia Dudinskaia (San Petersburgo,
21/8/1912) fue la más virtuosa de su tiempo
y una de las cumbres técnicas del ballet sovié-
tico. En 1923 afrontó el examen para entrar en
la que fuera antigua Escuela Imperial y sor-
prendió a Agripina Vagánova por la bravura
con que desempeñó la danza de las cintas de
filie. En su época de esplendor filie no fue muy
cultivada, pero la bailó al principio de su ca-
rrera con la agresiva seguridad que la caracte-
rizaba.
Lidia Ivanova (San Petersburgo, 4/10/1903
- junio 1924). «Es difícil debutar e inmediata-
mente entrar a formar parte de la historia del
ballet. Lidia Ivanova hizo exactamente esto».
Así lo escribió Akim Volyniski en 1924 a raíz
de su trágica, prematura y misteriosa muerte.
Fue discípula de Preobrayenskaia, que le en-
señó filie. Su primer papel de estudiante avan-
zada fue Lise en La Flauta Mágica, que fue
resucitado por Alexander Shiriayev (el maes-
tro de Pavlova) para Lidia y su partenaire ha-
bitual. George Balan chine, que entonces
todavía se apellidaba Balanchivadze. Smakov
especula con el tono de «exageración gestual
y concentración» que más tarde significarán
los ingredientes activos del arte de Plisetskaia
y de otras grandes moscovitas, y que en su
tiempo fueron la contribución de Ivanova a un
nuevo modo de bailar que estaba naciendo en
los años 20. Su filie fue así voluntariosa, ex-
presiva y a veces sin medida, como su Líse de
La Flauta. En esta línea, y dando un salto en
el tiempo, está Marina Semionova (San Peters-
burgo, 17/5/198) también bailó Flauta y filie
a los comienzos de su carrera, confirmaba co-
mo la mejor discípula de Vagánova, y famosa
ya por la manera nueva de enfrentar viejos ba-
llets, como ha escrito una de sus discípulas:
Maya Plisetskaia.
Sofía Fiodórova (Moscú, 16/9/1879-Neuill,
3/1/19634) bailó pocos grandes papeles como \mlie \enno en •• IJI Jille...»
Giselle o Lise. Para disimular su debilidad en
las puntas, Gorski le readaptó la versión de Petipa de La filie do Bronislava Nijinska llega a New York, es invitada por Lu-
mal gardée en un estilo realista que retornaba al original de cía Chase para que haga una nueva versión para el recién
Dauberval y enfatizaba la parte de la pantomima. fundado Ballet Theatre, En el New York Time del 100 de di-
Fiodórova hizo de Lisa el retrato de una simple pero obsti- ciembre de 1939 el critico John Martin saluda la recupera-
nada muchacha de campo, impetuosa y espontánea. Los crí- ción del viejo clásico de Dauberval para la sesión inaugural
ticos compararon su interpretación con la de Fanny Elssler. de la compañía. Nijinska la había visto por última vez el 12
Este hecho singular marcó el papel de Lisa para siempre en de abril de 1915 en el Marinskii por Karsávina.
el repertorio rus o-soviet ico, especialmente dentro de las con- Un año más tarde, Nijinska se la enseña a Alicia Alonso
cepciones de dramaturgia balletística moscovita, donde las in- (La Habana, 21/12/19200) que la estrena con John Kriza en
fluencias de las teorías de Stanislavski se hacían sentir con el papel de Colas. Alonso, a su vez, la monta para su compa-
toda su fuerza desde principios de siglo. ñía y sostiene pulcramente hasta hoy las esencias de la ver-
Hay otros casos oscuros de filies no estudiadas como el de sión tradicional.
Alia Shelest o Vera Trefélova, considerada esta última como Durante los años 30 de este siglo en Moscú y Leningrado
una soubrette perfecta. Ya mas cerca en nuestro tiempo Eka- surgen versiones renovadoras, como las de Igor Moiseieev y
terina Maximova hizo una filie con inofensiva astucia, gra- Asaff Messerer y la de Leonov Lavrosky. Los primeros inten-
ciosa y poco densa. taron una pieza satírica sin éxito. Lavroski, por su parte, tra-
En 1938 La filie mal gardée es estrenada en New Yor por tó de reconvertir las escenas dauberval i anas en simples bailes
la Mordkin Ballet Company con los extraordinarios diseños de divertimento, pero fracasó.
de Soudeikíne, siguiendo el guión de Dauberval. Mordkin pu- La versión de Ashton en Londres fue estrenada por nadie
so allí todos sus recuerdos, pues había sido alumno de Vasili Nerina. La historia de filie continúa y está viva.
Tijomirov, otro famoso Colas, y debutó antes de graduarse
en una famosa filie en su Rusia natal. Un año más tarde, cuan- Roger Salas

Scherzo 81
dosier

Un hombre, una obra


ÉL\ coreógrafo francés Joseph Lazzini (Marsella, 1927) ha dedicado gran parle de su vida y
energías creadoras a La filie mal gardée que montó por primera vez en el Teatro Real de Liége en
1954,, donde era maestro y director de la danza. En 1959, la monta para la Opera de Marsella,
donde estuvo al frente del baile hasta los años 60, manteniendo siempre en cartel su versión. En
1989, con las celebraciones surgidas por todas parles de cara al bicentenario de la pieza. Lazzini fue
llamado a Toulousse, donde montó una discreta Filie. Ahora, a fines del mes de julio, ha terminado
su obra con el montaje que realizó para el Balletto di Napoli, donde ha puesto toda su experiencia
al servicio de una nueva producción que pretende (y en gran medida lo logra) ser enciclopédica con
respecto a ]& filie histórica. Esta entrevista fue realizada por SCHERZO con ocasión del estreno
de! Balietto di Napoli.

CHERZO.—¿En lo coreográfico, hay mucha diferencia iba más lejos en esto. Por esto es por lo que es el primero
S de su montaje de Toulosse al de Ñapóles? que escoge actores y no bailarines para que hicieran el padre,
JOSEPH LAZZINI.—La interpretación está adaptada la madre, pues fenía un alto sentido de lo grotesco dentro de
a las condiciones de los intérpretes de Ñapóles, pero no exis- la caricatura escénica. Yo he tratado de preservar este tono
ten grandes diferencias. Puede decirse que la coreografía está caricaturesco, y también lo relativo a las danzas folclóricas
muy respetada. hasta encontrar el pos de roubin, originario de Montpellier,
S.—Al comienzo de sus investigaciones sobre Dauberval, donde Dauberval había nacido. Es una danza relacionada con
¿Qué encontró y dónde? el ballet ecuestre. También están las danzas campesinas de con-
J.L.—Lo he contado muchas veces. Encontré un viejo re- testación, como la muchacha que le contesta a la madre. To-
petidor de ballet ruso, que conservaba consigo un paquete do esto está en el ballet cuando Marceline, la quiere casar por
de documentos que yo he comprado. De esto hace más de 18 dinero. Después en el ballet se pide ser pagado antes de irse
años. Hay que decir que nadie conocía bien los antecedentes a trabajar, esta es una contestación que prepara para la idea
de La filie mal gardée. Después encontré cosas que habian de la Revolución. Todas estas son cosas trasmitidas de unos
salido de la Academia Real de Música, y trabajé sobre estos a otros por el recuerdo y que yo las he encontrado en mi in-
materiales, ordenándolos en posibles variaciones, pasos a dos, vestigación.
pasos a cuatro, etc. Me basé entonces para la reconstrucción S.—¿Usted ha dejado fuera de la obra los añadidos musi-
en todas las noticias posibles de la época, en las cartas de Dau- cales de M'mkwi o de Orign, por ejemplo?
berval, las memorias de sus discípulos, y muy importante,
los recuerdos que tenían viejos bailarines. Con todo ello em-
prendí la reconstrucción y con la premisa de que Dauberval
se interesó en esta obra en ei folclore, y yo hice lo mismo, di-
rigí mi investigación hacia esa zona del folclore original. Así
encontré los verdaderos orígenes de este ballet, que se remonta
bastante atrás en el tiempo, a una éntrala de un ballet que
se llamaba La Féte de Talie. La entrata en cuestión se llama-
ba La Provenza, en la que Dauberval había bailado y que
se desarrollaba en el puerto de Marsella.
Cuando vino Rudolf Nureyev por primera vez a hacer La
filie mal gardée conmigo en Marsella, yo le dije ¿Conoces
esle ballet? y él me respondió. «No, no lo conozco. Este ba-
llet ya no se pone nunca en Rusia». Yo le contesté: «No im-
porta. Lo aprenderás en seguida. La filie fue a Rusia por un
coreógrafo francés. Ahora es un bailarín ruso que viene a Mar-
sella, a los origenes de la pieza, para bailarlo». Fue en los Lazzini
años 1960 y 1961, cuando lo hizo con Rosella Hightower. Por-
que los parientes de Dauberval eran de Marsella. Yo he en-
contrado las partidas de nacimiento del padre y de la madre J.L—No. Yo he sabido que en sus orígenes La Filie tenía
de Dauberval. La primera vez que vi la partida de nacimien- música de labradores y pastores que Franz Bekts, que era el
to de Dauberval decía: «Nacido de padre desconocido». Des- maestro de música en el teatro de Bordeaux en 1789, arregló
pués, cuando se convirtió en el Señor Dauberval (ya saben y Dauberval había agregado una pequeña música sacada de
que no se llamaba así en realidad) él mismo hizo poner en su La Féte de Talie. Eran arias populares que habían juntado.
partida de nacimiento el nombre de Jean Berger como su Pero yo no he quitado nada de lo que ha significado un aporte
padre. en el paso del tiempo sobre la obra. Aquella música origina!
S.—En esta versión que estrena en Ñapóles, ¿Qué cosa pue- se transformó hasta lo que se oye hoy día. Así hoy La filie
de decirse que esté en contacto o relación con el original? está mucho más nutrida.
J.L—La relación que yo he visto y preservado es la carica- S.—De modo que hay en su filie elementos de la antigua
turesca. Dauberval era un gran caricaturista. Cuando baila- escuela rusa.
ba, él se deformaba, se transformaba haciendo ias delicias J.L.—Debo decir que yo he respetado los apones de la dan-
del público, que aceptaba todo esto. Dauberval hizo muchas za clásica que han enriquecido el ballet. El baile no se hacía
caricaturas de personajes, no siguiendo a Noverre, que decía en tiempos de filie con las zapatillas de punta, era mucho
que había que hacerlo de acuerdo a la realidad. Dauberval más cercano a lo campesino, como estética, y se había ido

82 Scherzo
lo flte mol oordé*

El cuerpo de baile
del Ballet de Ñapóles
en «La filie...».
Súpoles, 1989

Rosella ffightower
v Rudolf Nureyev.
1960. Marsella

mucho más lejos en la caricatura real de la danza de foldorc.


Luego el ballet ha tomado el testimonio de su tiempo, yo he
tomado todos los aportes de la técnica. Es verdad que el pos
de deux está tomado absolutamente de la escuela clásica rusa.
S.—Puede decirse que su filie es un compendio.
J.L.—Toda la experiencia en lo artístico. Todos los aportes
de unos y otros, sean bailarines o coreógrafos. Que si Pavlo-
va, que si Karsavina, que si Alonso... Más nunca copiados,
sino que todos se ha hecho en el espíritu y en la lógica de
la obra.
S.—De ahila organicidad realista de su montaje, como en
la escena del sueño de Lisette por casarse y tener muchos ni-
ños. Esta puede ser una vía para encontrarse con el verdade-
ro espíritu estético de Dauberval.
J.L.—Sí, me han dejado hacerlo. He intentado trasmitir la
intención un poco naifque tiene la obra, donde todo queda
un poco esbozado, como en los decorados.
S.—En el caso de los trajes. Los paniers, que han sido usa-
dos siempre como un elementos distintivo de los trajes de Filie.
J.L.—Hay muchas versiones que han confundido a los cam-
pesinos con la María Antonietta que jugaba a la pastora en al color local de donde se representaba, pero esos bailes no
el Petit Trianon. Los campesinos no llevaban pelucas. Una eran folclóricamente franceses. En el teatro de Bordeaux se
cosa era el juego roya! de María Antonietta, y lo de los cam- ha puesio este año una filie mitad inglesa y mitad rusa. Co-
pesinos eramucho más real. Lo más significativo de este ba- mo memoria es falso. Dauberval debe haberse removido en
llet es que no mete en escena princesas y diosas mitológicas su tumba. En Montpellier han hecho venir una nueva con-
sino gente de todos los días. Pero con la marca de esta época cepción de Vinogradov, de Leningrado, en Nantes Ivo Cra-
en que unos y otros pretendían estar por encima de su rol so- mer ha hecho la suya, pero estas también se alejan de
cial, aburguesándose. Y los vestidos deben ser muy caricatu- Duaberval y del espíritu original del ballet.
rescos. Los ríeos poniéndose muchas cosas encima. S.—Su Nicaise/Alain se aleja bastante de la concepción más
S.—La música con que se ha hecho esta versión... usual de este personaje.
J.L.—No existe registrada. Yo, a través de los años, he pres- J.L.—Es muy característico. En la trama, su padre le ha
tado las partituras de esta versión, que como saben la he he- puesto una preceptora que trata de mejorarlo en cuanto a mo-
cho en Bélgica, en Italia, en Londres antes de que Ashton dales, y en cuanto a personalidad es oponente de Colas.
hiciera su montaje, etc. Yo perdí toda esta música por todo S.—Para La filie ¿opina usted que hay un discurso inter-
un año. Para reencontrarla fue una odisea. La firma de dis- nacional equivocado?
cos DECCA/RCA querían hacer un disco con esta filie. Só- J.L.—Sí, sin duda. Yo propuse al Ministerio de Cultura fran-
lo en Londres se podía grabar. Cuando la vieron me pidieron cés declarar el año de la filie mas gardée, pues como par-
la música, pero finalmente no se hizo. Por fin hoy se ha he- tiendo de Francia, de una pequeña ciudad y una pequeña cosa,
cho una edición francesa de la música de mi versión y saldrá se ha convertido en un clásico que históricamente siguió in-
un disco. teresando a tantos colegas coreógrafos. No se trataba de po-
S.—Después de toda la investigación ¿Puede decirse que ner mi versión, sino de hacer que se vieran todas las versiones,
éste es un ballet francés? hacer una fiesta alrededor de la pervivencia de esta obra. Pe-
J.L.—Sí, lo es. Si fueron primero los franceses los que lo ro no lo han hecho. ¿Por qué? Porque hay muchos imbéciles
hicieron. De ahí mi interés en que sea preservado. Es francés al frente de estas cosas.
en la idea, en su tiempo escénico. En la versión rusa agregan
el crepak, los ingleses agregan lo suyo, es que se ha adaptado Jesús Castañar
Scherzo 83
dosier

£1 destino habanero de «La filie...»


iLste artículo escrito hace casi 20 años revela algunos do por una encolerizada vieja que le arrojaba su sombrero,
dalos importantes, y sobre todo, el de que La filie mal mientras que en otro plano una joven aldeana derramaba lá-
gardée» viajó por primera vez a América para ser visla grimas copiosamente». Poco más tarde Dauberval creaba su
en La Habana, uno de los centros gravitacionales de esta encantador ballet, fresco y alegre, después de casi dos siglos.
pieza en el siglo XX, así como la noticia de que Fanny La fecha de estreno de La filie presenta varias versiones.
Elssler, la bailó en esa ciudad en 1842, Según el Complete Book of Ballets de Cyril W. Beaumont,
edición de 1941, ocurrió en Burdeos en 1786"; no obstante,
la edición de 1957 la sitúa en Londres en ese mismo año. The
ean Bercher (1742-1806), profesión al mente conocido co-
Víctor Book of Ballets and Ballel's Music, de Roberto Law-
J mo Jean Dauberval, fue discípulo de un gran bailarín

za». Noverre dijo que su discípulo «estaba formado por las


rence, igualmente cita a Burdeos. La reciente Enciclopedia de-
e innovador, Jean Georges Noverre (1727-1809), que a su
tío Spenacola obra de gran seriedad investigadora y de extensa
vez lo fue dei gran Louis Dupré, llamado «el dios de la dan-
información, en su artículo sobre Dauberval incluye una lis-
ta cronológica de sus coreografías que nos informa que de
Gracias y dotado de ingenio, buen gusto e inteligencia». 1785 a 1791 residió en Burdeos, donde compuso algunos de
Dauberval efectuó su debut en la Academia Royale de Mu- sus ballets más importantes e incluye una lista cronológica
de sus obras. Por ella sabemos que en 1785 compuso tres ba-
sique (Teatro de la Opera), de París, el 12 de junio de 1761,
cuando aún no contaba veinte años. En 1763 alcanzó el ran- llets para el Gran Teatro de Burdeos: La felicidad de amar,
go de «primer bailarín de sem i-carácter», llegando en 1770música de Barthelemon, estrenado el 22 de febrero; El feliz
a ser «premier danseur noble». Asimismo estudió coreogra- encuentro o La Reina de Goleando; y finalmente, La filie mal
gardée, con música de Johann Wilhelm Herte. Aceptado la
fía, siendo asistente, primero de su maestro, y después de Pie-
información de la EDS que nos parece correcta, el estreno
rre Gardel, más al tener algunas diferencias con éste, solicitó
su retiro en 1783 que le fue concedido con una pensión de de La filie ocurrió en el Gran Teairo de Burdeos, en el segun-
3,500 francos anuales. do semestre de 1785, y que el autor de su música es el com-
positor alemán Hertel. Debe señarlarse que Beaumoni en su
Dauberval fue un excelente bailarín de medio carácter y mi-
mo de primer rango. Su producción coreográfica no es muy extensa cita sobre La filie, omite el nombre dei compositor.
extensa, pero todos sus ballets se distinguen por su artísticaPocos datos existen sobre Johann Wilhelm Hertel, nacido
concepción y desarrollo de la idea. Fue un gran admirador en Eisenach, Sajonia, el 9 de octubre de 1727 y fallecido en
del «ballet d'action», iniciado por Noverre, e hizo mucho por
Schwerin el 14 de junio de 1789, es decir, tres años después
desarrollar las teorías de su maestro en cuanto a que el ballet
del estreno de La filie. Fue discípulo de su propio padre y tam-
«no sólo despertarse admiración por su brillantez técnica, si-
bién del compositor checo Benda. Estudió violín, piano y
no que conmoviese emocionalmente por su expresión, que fue-composición. Desde 1757 fue director de conciertos y más tar-
ra un drama de la altura y significación de la tragedia de maestro de capilla de la corte del Gran Duque de
hablada».
Dauberval puede llamarse,
en resumen, el creador de la
comedia-ballet, de la que es un
ejemplo La filie mal gardée,
motivo de este artículo, y a la
que deseamos analizar desde la
época de su nacimiento, es de-
cir, en el momento en que se
operaba una gran transforma-
ción en el ballet que dejaba de
ser un divertissement de ópera
para convertirse en una danza
dramática, donde se conjuga-
ban la música, el traje y la es-
cenografía, el dibujo y el color,
para con ello producir un es-
tado de exaltación emocional
en el especiad o r.
La filie mal gardée se origi-
nó de un modo muy curioso.
Charles Maurice, en su Histo-
ria anecdótica del teatro, ase-
gura que Dauberval acertó a
detenerse en una ocasión ante
una vidriería. Al mirar casual-
mente por una de las venta-
nas, vio «una tosca estampa
en colores que representaba a
un muchacho campesino que
huía de una cabana persegui- Alicia Alonso y John Kriza. ABT. Nueva York. 1940

84 Scherzo
lo fue mol oordée

que Dauberval creó su ballet. La compañía de ópera y dra-


ma que actuaba en el Teatro Principal de La Habana, te-
nía un pequeño cuerpo de baile que en algunas ocasiones
afrontaba obras de cierta importancia. Estando ya para
finalizar la temporada de 1815-16, comenzaron las funcio-
nes de beneficios que se concedían a las principales figu-
ras, y siendo una de ellas Joaquín Gonzáles, primer
bailarín y «maíire de ballet», se le fijó la suya para el 12
de febrero de 1816. El programa comprendía la ópera La
fuerza de la simpatía a Las intrigas del amor, atribuida
a Pavesi, y la primera representación de La filie mal gar-
dée, bajo el título de La hija mal guardada.
El anuncio publicado en el Diario del Gobierno de La
Habana del domingo II, reza así:
«... Joaquín González, actor de baile de este teatro, re-
conocido al aprecio, que no obstante su escasa habilidad,
se digna dispensarle este benigno pueblo, y deseoso de acre-
ditar cuánto se interesa en complacerle, ha dispuesto pa-
ra su beneficio en el día 12 del que rige la función siguiente.
Dará principio con la famosa ópera en un acto, compues-
ta en el año 1813 por el célebre profesor Pavesi, y traduci-
da libremente a nuestro idioma, por un sujeto inteligente
recién llegado a esta ciudad, cuyo título es: La fuerza de
la simpatía O Las intrigas del amor —La que consta de
ocho piezas de excelente música [siguen detalles de la ópe-
ra). Baile cómico La hija mal guardada, por las señoras
Manuela García Gamborino y Luisa Ayra, y los sres. Joa-
quín González, Juan López Extremeña (que hará el papel
de una vieja), Juan García y comparse de aldeanos». NO-
TA: En caso de lluvia para el miércoles 14...».
Sin embargo, el tiempo conspiró contra Joaquín Gon-
zález. En aquellos remotos años de principios del siglo
XIX, las funciones teatrales estaban sujetas a los capri-
chos climáticos. El 12 de febrero llovió copiosamente en
La Habana. Parece (por lo que decía el anuncio) que lle-
vaba varios días lloviendo. Por lo tanto, el estreno se efec-
tuó el día 14.
Luisa Ayra desempeñó el papel de Lisette (o Lisa, co-
mo se le llamaba entonces), y Manuelita García Gambo-
rino (especializada en roles masculinos) el de Colin. El
barítono de ópera Juan López Extremera, que a más de
cantante y compositor, hacía incursiones en el campo dan-
Mana García y Jorge Vega en «La filie...». Sevilla, 1988 zarío, personificó a Mamá Simone, y el beneficiado al ton-
to Alain. Con toda seguridad, Juan García, actor
Mecklenburg-Schwcrin. A partir de 1770 fue secretario del y cantante de edad madura, ejecutó el papel de Tomás.
principe LJIrigo y Consejero Privado. Compuso doce sinfo- Casi nada se sabe de esta función. En aquel entonces no
nías, un concierto, seis sonatas para piano, ocho oratorios y existía la crítica teatral en nuestro país. Los periódicos se li-
canciones. Ni la Biographie Universelle des Musiciens de Fe- mitaban solamente a publicar los anuncios, más o menos ex-
tis, ni la International Cyclopedia of Music and Aiusicians, tensos, que algunas veces aportaban detalles curiosos para el
ni el Groves Diclionary. ni otros texios consultados, mencio- investigador. Tampoco tenemos muchas noticias de los bai-
nan entre sus obras el nombre de La filie mal gardée. ¿Cómo larines. La Garda Gamborino y Joaquín González habían lle-
pudo solicitar Dauberval, desde la ciudad francesa de Bur- gado a Cuba en 1 SI 1 con la compañía de ópera, drama y baile.
deos, una partitura a Hertel, que residía en la lejana corte Manuela García Gamborino, muy joven y hermosa, era hija
de Schwerin, junto al Mar del Norte? ¿Cómo pudo interesar- de la actriz y cantante Isabel Gamborino.
se Hertel en ese trabajo? ¿Es realmente el autor de la música Además de bailar, tocaba el piano y cantaba y actuaba en
de La /¡¡le mal gardée? Preguntas son éstas para las que aún las comedias. Debutó en La Habana el 16 de abril de 1811
no tenemos respuesta. bailando el Bolero con Joaquín González, que también ha-
En realidad, la música que hoy escuchamos de La filie mal cía su presentación ese día. En 1814 hizo el papel de Venus
gardée no corresponde al arquetipo del siglo XVIII. Pertene- en el ballet Pigmalion; en 1815 apareció en El chasco de la
ce, sin género de dudas, al estilo romántico de la tercera dé- fuente;en 1816 en La estatua por amor; en 1818 protagonizó
cada del siglo XIX. Ahora bien, el compositor Louis-Soseph- La joven salvaje en la Isla Desierta, ballet-pantomina estre-
Ferdinand Hérold (1791-1833), compuso una nueva música pa- nado para su beneficio. En 1821 se casó con Manuel Arría-
ra La filie mal gardée con coreografía de Jean Pierre Aumer ga, empresario del Teatro Principal y se retiró de la escena.
sobre la original de Dauberval. Esta versión se estrenó en la Joaquín González, de primer bailarín y coreógrafo, fue des-
Opera de París el 17 de noviembre de 1828. Nos atreveríamos cendiendo gradualmente de categoría y ya en 1827 era casi
a afirmar que es del Hérold y no de Hertel la partitura que parte del cuerpo de baile. Luisa Ayra era portuguesa, proce-
actualmente se ejecuta en La filie mal gardée. día del Teatro San Carlos de Lisboa y debutó en La Habana
Sin embargo, la Cuba colonia de principios del siglo pasa- el 30 de noviembre de 1815 en el pos de deux La aldeana y
do pudo bien haber escuchado la música de Hertel sobre la el soldada Como la García Gamborino, ésta tomaba parte

Scherzo 85
dosier

en las funciones de ópera y desapareció posteriormente de


nuestras carteleras a partir de 1820.
La filie mal gardée se repuso el 18 de diciembre de 1820
a beneficio de Joaquín González. Ya se encontraban en Cu-
ba los famosos bailarínes catalanes María Rubio Pautret y
su esposo Andrés Pautret, él, un destacado coreógrado, los
cuales dieron un gran impulso al movimiento balletístico en
nuestro país. El programa comprendía la comedia en un acto
El español y la francesa, después el ballet, y finalizaba con
un saínete. Transcribimos un fragmento del anuncio en el Dia-
rio de La Habana'
«...el nuevo pastoral en dos actos titulado A una mucha-
cha nadie la guarda o El novio despedido, que en nada des-
mentirá a su autor el Sr. Pautret, así por la gracia de su acción,
como por lo bien escogido de su música, reuniendo además
la circunstancia, de presentar en él a la Sra. Pautret en un nuevo
carácter de delicada ejecución. El Sr. Pautret ha querido com-
placerme ejecutando el papel de una vieja, y la Sra. Manueli-
ta García el de prima burlona y ambos deleitarán al público
con sus respectivos pasajes...»
En esta ocasión Joaquín González interpretó la parte de
Colin, la Rubio Pautret de Lisette, Pautret hizo la Mamá Si-
mone y la García Gamborino el de prima burlona, segura-
mente corresponde a una de las actuales chismosas. La filie
se presentó dos veces esa temporada, una en la de 1822-23,
y otra en la de 1823-24, alejándose después de esto de nues-
tra escena por un período de quince años.
A principios de 1839 visitó La Habana por primera vez la
famosa compañía de los Ravel, funámbulos de reconocidos
méritos que a sus actos de circo y gimnasia también adicio-
naban la pantomina y el ballet. La compañía estaba forma-
da, en su parte danzaría, por Mmes, Leconte, Chikeni y
Turnbull, y los Sres. Martin, Jerónimo y Gabriel Ravel. El 28 María Elena Llórenle como Lisette. La Habana f!97...>
de febrero del ano citado, presentaron su primer ballet La hi-
ja mal guardada, descrito en el anuncio como: en la segunda mitad del siglo XIX. La Pávlova, que tenía La
filie en su repertorio, en ninguna de sus tres visitas a Cuba,
«... baile pantomímico en dos actos en el que se presenta- entre 1915 y 1919 la presentó aunque la bailó en Londres con
rán la acreditada y aplaudida Sra. Leconte, primera bailari- Volinin y el gran Enrico Ceccheti en la Mamá Simone.
na de la Academia Real de París y de los Teatros de Londres No fue hasta ciento diez años después que La filie mal gar-
y Bruselas, el Sr. Martin, bailarín serio de gran reputación, dée reapareció en nuestra escena, presentada por el Ballet Ali-
el Sr. Gabriel Ravel, el Sr. Jerónimo Ravel, la Sra. Chikeni, cia Alonso, el 21 de mayo de 1952 en el Teatro Auditorium.
la Srta. Turnbull...» Su reparto fue el siguiente: Alicia Alonso (Lisette), José Pa-
La Leconte y Martin desempeñaron los papeles de Lisa y res (Mamá Simone), Royes Fernández (Colin), Víctor Alva-
Colin, Jerónimo Ravel el de Mamá Simone, y su hermano Ga- rez (Alain), Ada Zanetti y Mirta García (vecinas), Fred Favorite
briel el de Alain. La Turnbull y Chikeni debieron haber inter- (Tomás), Francisco Vareada (Notario), y como amigas de Li-
pretado las chismosas. sette: Mercedes Barrios, Betty Lismore, Menia Martínez y Ele-
Según el anuncio, los números bailables del primer acto na Prieio. Como campesinos fungieron: Sonia Díaz, Hilda
eran: 1. Paso escénico por la Sra. Leconte y el Sr. Martin. Canosa, Fina Amaro, Mañane la González, Laura Alonso, Lu-
2. Solo característico por el Sr. Jerónimo Ravel. 3. Paso có- pe Veliz, Carucha Rumbaut, Ceferino Barrios, Vicente Ne-
mico por el Sr. Gabriel Ravel. 4. Contradanza por la compa- breda, Tulio de la Rosa, Manuel Peralta, Rafael Díaz, Norberto
ñía. Los del segundo acto eran: I. Paso solo por la Sra. Más y Carlos Alván.
Leconte. 2. Paso doble por el Sr. y la Sra. Chikeni. 3. Gran Desde ese año a la fecha, La filie mal gardée ha constitui-
padedti por la Sra. Leconte y el Sr. Martin. 4. Final general do uno de los éxitos del Ballet Alicia Alonso, hoy Ballet Na-
por toda la compañía. Proveniendo de Francia la compañía cional de Cuba, figurando permanentemente en su repertorio.
de los Ravel y haciendo apenas once años del estreno de La El papel de Lisette ha sido interpretado sucesivamente por
filie mal gardée de Hérold, es muy posible que fuera la músi- Alicia Alonso, Mirta Plá, Josefina Méndez, Lo pa Araújo,
ca de éste la que se ejecuto en esta reposición y en las subsi- Silvia Mar ¡chai, Menia Martínez, Aurora Bosch, Marta Gar-
guientess funciones que citaremos. cía y María Elena Llórente y el de Colín ha estado en manos
Mme. Leconte visitó de nuevo Cuba en 1841 con una mo- de Royes Fernández Igor Youskevitch, Rodolfo Rodríguez,
desta compañía, actuando en el Teatro Diorama, donde pre- Azari Plisetski, Roberto Rodríguez, Alberto Méndez, Pablo
sentó el Acto 1 de La filie teniendo como partenaire a la Moré, Jorge Esquivel y Raúl Bustabad.
bailarina Pauline Desjardins en el papel de Colin. Un año más
tarde, la gran Fanny Elssler, en su primera visita a Cuba, bai- * NOTA: Cuando González escribió su articulo (1971) lomó el dalo
ló La filie en el Teatro Tacón el 6 de abril de 1842. Su parte- erróneo del libro de Beaumont, que a su vez liene una fácil errata:
naire, el Sr. Martin, se encargó del papel de Mamá Simone el 6 final de 1786 debió ser un 9. A partir de Beaumom fue frecuente
y Paulinc Desjardins bailó nuevamente en el rol de Colin, de- encontrar la fecha de 1786 dada como buena. Guest en 1960 subsa-
sempeñando el Sr. Douval el de Alain. Después de concluir na el error. De esto parte el fallo cronológico Dostonoy de su análi-
el ballet, la Essler interpretó el solo de La Polaca. sis con respecto a los músicos. (Nota de la redacción de SCHERZO).
Después de la Elssler, La filie mal gardée desapareció de
nuestras carteleras. El ballet mismo decayó ostensiblemente Jorge Antonio González

86 Scherzo
OPERA
Comunidad Valenciana

T
Il-HIRO PRINCIPAL

«II matrimonio segreto»


D. Cimarosa
BRUNO PRATICO D. GERÓNIMO
GLORIA FABUEL ELISETTA
ENEDINA LLORIS CAROLINA
EDUARDO GIMÉNEZ PAOLINO
NELSON PORTELLA CONDE ROBINSON
VIORICA CORTEZ FIDALMA

Orquesta Municipal de Valencia


Director, MANUEL GALDUF
Escenografía, Alfredo Grande
Dirección Escénica, Mario Gas
Adaptación Escénica Valencia, Jaime Martorell

TEATRO PRINCIPAL DE VALENCIA


Dias 27 y 29 de octubre de 1989.

COPRODUCCIÓN ÁREA DE MÚSICA I.V.A.E.C.M.


GRAN TEATRO DEL LICEO DE BARCELONA.

UMUHM \ \ l l \ U \ W
I V A E C M GRAN TEATRE DIPUTACIÓN DE VALENCIA
DEL LICEU
"WT*

dosier

CRONOLOGÍA

FECHA LUGAR COREOGRAFÍA INTERPRETE»


L789-1-VII Boídau> • C n n Teairo Daube^al Theodore
T9IW-IV Londres • Tíairo Pamron Simón frederic • Moench
lS00-]4-|V Mosfu • Teairo Plerfe ü- Sokimí
iaos Madrid • Teairo Principe {hoy Eipanol) Fmicon L t í r t r e
18009-11-VUI Vicna • HofLhealer Auunef
I821-T-VEIT Moscú • Tcfllrn M fl ]y Didelot domina
I82H-29-IV San PeieriburEo Dioelot Berirand • Alrux
I82MJ-M Pans • Opera FcroJinand Albert • Filippo Tailioíii
1840-161 San PeiersburEú [Jideloi ElHier < JohAn»n < PrrroE
IW4-7-XI Berlín Paul Tachoni Kgun Dautierval
(verdón Aumerl
IBB5I5XH San Peiciiburf o Dauberval Zuccht
1844 2? IN San Peiersburflü > Alexandra 1 vanen • rttipa Guerdr > HanienbrrE ' t e t c h ^ n
L9fH n \ H Moscú • Hobhoi (ionki Rodorova'7 • Mordkukc1
1915 J?-l\ San fVler»BUf|o Karuvina Karsjvina
1916-24-|V Moscú • Aolahoi Oorski Gutittr • louko^ - Rcabiw
1922 Rifa Opera Nacional Niioi*i SrEitetn *ci¡un Lev Kmov FnJofDva
1930 Movú Messeitr
1932 McFiEaeiev
19)3 Riga • Lai V¡a Analole Vilzak
19*110-1 Leningrado • Malegoc Lavroslii Rúsenb«K * Doubidmr
1931 Nueva York MIJBÍI Mordkin
1940-19-1 Nuwa York • Cilv Cernee Broniilava • Nijin^La Alonso • Kma
1944-1-V O Renbainni • Tanm Evacué LopouLhov Issucvi • Sokolí*
1947 P i n * • Gran Ballet de MunCrcarla Alcxandm * BaJathova Pa^ava • Algarolf
1947 MonlecarLo * Kouveau ballet Alcxamlra • Halachova Jeanmarie > Skouraiarr
1949 Nue%a York
Dimitn Rnmanorf
I9Í2-21-V I B Habana * Teatro Auditonum Alonar» Alicia Alonso • Boyes Fernandez
J o » Pues
1953 ididres • (novenl Carden Broninlava • Nmnsia
1954 Licja < Teatro Real Lazzini
1955 Vichy • Opeia Alcxandra * Balachova N. Chmiian • N Apnl
1«9 Marsella Laza tii A í lauzíer
1960-200-1 Londres • Poyal Opera House AihiuD NodtA Nerma * David Blaír
1962-9-XI Bnícol Ashlon Nudta Srrina • David Fllaír
1962 Marsella Laznni RowJLa • Hl^hiowei • Rudmlf NDurryrv
I963-9VNI Atenas • Teairo Herede Aincu^ Aillion Anille Page • Roye* Fdez.
1*64-16-1 Copenhague • Teairo Koojeüpe A*lhtfn S Sierauaid * Nieh kehlet
1964-15 I V Por^^rntujlh * Manor Courl Aslhon
Hodern Scliool
1967-12 X Sidncy • Teíi"i "Hvoli Auhon Manlyn Ihún?!. • Biyan Lawrcncr
1969-4-1X lohaite^burvú' • Teairo L i vico Ailhon Merle Park • Anihony Do»«ll
IS?MB-V Munich • Bkyíii^chr Siaaiwprr Ailhon Gisling Skrobhn
1971 38-111 Budapest * Opera Asi non
1971 I V [fnin^radcH • MaJcfol vlnoandov Pakryc^kina • Dolíonchine • BoiEnchiros
I97Z-IJ 1 Nueva York • City Centei 13 Rnmanoff ugún Nijinsta
I972-24-VI L o n d m - Poyal Opera H O U K AHhon Jenmler J a l » n • Hoy« Kinández
1972-1-IV E^r.^olmo • l-lnera Aslhon Kerílin Lid^TmiTi • Ermr Yh¡7SB
1973 J7-XI WcL^Bdcn • Teairo Hc«iichp Imre Keres Ceune Pouuin * Roger L U Í Í I
I973-24-XI Ankácd • Tt&trú SamonAl Auhan Meric Sumen
•Í974..VI Pajis * Teatro de Un Campos Ellteo^ Alicia A k m w Jowftn* Méndez • JOJSC Eíqurvel
1974 12 X Zurich • Opera Aslhon A BtM-nhauten • M Srclanescu
1976-4-XI San Dmis • JC, Philippr A k u n d r a • Baiachova CLaude Bnsy • Michael Denard
Ballet de Wallome
1980-II-XH Pnixa • Teairo Nacional Alon&o Peiikova > Harapet • Zdjchynei:
I9B6 TtHilouse • Teaira Capítol Lajzini Maurin • Dermanko • Fabre
I9H9 Burdeos
1089 2J II Ñames Cramer Hfimln • ÍII«*ICÍ • fhaj
19*9-Vil Ñapóles • T Mídileí raneo Ltznni Maunn • Legm
1989-H-X Madrid > Teatro úe La Zarzuela Sojnoikaka sobre Felipa Aranixa Arguelles * Raúl Tino
•Prójimo estreno'
NOTA:
Eai • ! § • » » tunta uparect ta íecfea d* 1155 cono !• príai a laiiervnoaBí de Manua PrUpa en un n o n u j t de ¡a /¡fie mal gardée en Su*

Agradecimientos
M-/a revista SCHERZO agradece, para la confección de este dosier, sobre
el ballet «La filie mal gardée» en su 200 aniversario, la colaboración
de las revistas «Baílelo Oggi» de Milán y «Cuba en el Ballet» de La Ha-
bana; el archivo de La Opera de París, al Museo del Teairo alia Scala
de Milán; al archivo del Ballet Nacional de Cuba; a Mará Fusco, direc-
tora del Ballena de Napoli; a Alicia Alonso; Joseph Lazzinh Salvador
Fernández Irene Lidova; Alfto Agostini; Dance Collectton de New York;
Archivo del Teatro Bolshoi de Moscú; Archivo documental del Teatro
Kirov de Leningrado; lio Guest; Roland Desné; Deparlamento Musical
del INAEM (Ministerio de Cultura); Colección Mariam van Saal
(Bruselas).

88 Scherzo
tg Wé\ anco¡

u ~

RSO INTERNACIONAL

ARIA-ESPAÑA

FUNDACIÓN ORQUESTA FILARMÓNICA


SÜGRAN CANARIA
lo, 21-23 Tlfna. (928) 320513 - 3217L7 -35002 LuPalmas de Cran Canaria

FXCMO CARII DO INSIIÍ AR nF T.RAN TAÑAR


Conciertos
Otoño 89
1
20 DE OCTUBRE. VIERNES SO'ÍS H * M tai/tvem DOMINGO 15 DE NOVIEMBRE.
ORQUESTA MUNICIPAL U M W MWNCmU. DB VAUNCIA MIÉRCOLES 20'IS H
OE VALENCIA • OROUISTA SINFÓNICA
COR DE VALENCIA ABONO BBC/GALES
MANUEL GALDUF. director W OTAKA. OireclOí
PtTEKKElEN. tenor BORIS BELKIN. nolin
KOLOSKOVATS. Daruono Concierto para viotm n o 2 en sol
FRANCISCO J PERALES, ai redor menor Oc 63. S Prokohev

4
5 DE DOMINGO 1930H
del Coro Sinfonía n ^ i en mi bemol mayor,
Ei Mandarín maravilloso. B Bartok Roma nuca' A Brucknef
Cantáis Prolana. B Bartok
Smionia n ° 7 en la mayor opus 92. CAPELLA BVDQOSTIENSIS
L Beernouen

8
WLODZIWIEHZ SZVMAMSKI. aireclor 17 DE NOVIEMBRE. VIERNES 2O'tS H
ABONO ANNA WESOLOWSKA. piano ORQUESTA MUNICIPAL
Concertó grosso Op 6 n ° 8 r A Cor&lli DE VALENCIA
Concertó grosso Op 6 n o 1.
G.F Haetiosl ABONO MANUEL GALDUF. rjireclor
BANDA MUNICIPAL D I VALENCIA Concmrtc para piano en la menor LEÓN ARA. uiolm
eWV 1056. J S Bach Finlandia (Poema musical cara
Concertó grosao "La Folia". orquesta). J Sibelius
F Gerninianí Concierlo para vicím en re menor
Sinloma en sol mayor KV 124, On 47 J Sibellus
W A Moiart Sinlonia n o 3 en mi bemol mayor
OD 55 "Heroica" L Beethoven
SOCIEDAD FILAHMONKA
D I VALENCIA •OCHDAO FILAHMONKA
D I VALIMCU

BANDA MUNICIPAL DE VALENCIA

25 DE OCTUBRE. MIÉRCOLES 2D'<5 H


\0 DE NOVIEMBRE V'CRUrS 2015 H
ORQUESTA FILARMÓNICA
DE RENANIA -
PALATINADO
CORO FILARMÓNICO
5 ORQUESTA MUNICIPAL
DE VALENCIA
ABONO COR DE VALENCIA
ESCOLANIA DE NUESTRA ANTONIO MACHADO
DESTUTTGART . SEÑORA DE LOS
MILTIADES CARICIS director
ELIZABETH RICHARDS, soprano DESAMPARADOS
WALDEMAR WILD. Baritono-oaio ODÓN ALONSO, fliredor SOCIEDAD FILARMÓNICA
< ERNSTLEUZE director ael Co'o
Reauíem Alemán. J Brarims
JARO VAN NES. contralto
Sinfonía n.o 3 en re menor. G MahlBr
DE VALENCIA

•a ?S DF OCTUBRE SÁBADO >930H


ORQUESTA FILARMÓNICA JOAN MOLL, o
23 DE NOVIEMBRE. JUEVES 20'IS H
ORQUESTA FILARMÓNICA
DE ESTRASBURGO DE VARSOVIA
ABONO
THfcODOH GUSCHLBAUER director KREZMIR KOHD director
LU K KULKA. violm
CtPfliEN KATSARIS. Diana
Concierto para violm y orquesta,
O Condena para piano n o 2 en re
menor Op 40. ^ MenrJelssohn H Wiemawsk
Snlonifl i o 7 BU mi mayor A B'UCkner Sinfonía Fantas!ica Op I 4 . L H Berhaz
SOCIEDAD FILARMÓNICA
LLJ D I VALENCIA
J ^ f c 24 DE NOVIEMBRE, VIERNES 20'15 H
1 l • Ensems 89
•ANDA M L CINTRO ARTÍSTICO
MUSKAL O í BITMIA • * # ORQUESTA MUNICIPAL
13 DE NOVIEMBRE. LUNES 20 15 H ABONO DE VALENCIA
PHILH ARMONÍA MANUEL GALDUF. Oirector
JEAN MARIE COrEIT. piano
ORCHESTRA "Vicmar" J Darías
ABONO
i. direclor Concieno oaia Diario n " 1 en la.
Los Maestros Cantores lObertura). B Bartok
R Wagner Sinfonía n " A "Espacio Quebrado",
idilio de Sigtndo. R Waoner T Marco
ANANDA DAN** Sinfonía n o 3 en ra menor 'Wagner'
A Brucliner

CORAL POLIFÓNICA MWUAM


f OCUjMf iUNfS F CALASANZ
BOCIKDAD FILARHONKA
DE VALENCIA
JOAN MOLL,:

QZZTZ3
PALAU DE LA MÚSICA
I C O N G R E S S O S D E V A L E N C I A

21
^DEDICISMSBF. VIERNESsoisH
•OCIUMD FILARMÓNICA •ANDA IMJNICIHU. D I VALENCIA ORQUESTA MUNICIPAL
D I VALENCIA
DE VALENCIA
ABONO COR D I VALENCIA

«
MANUEL GALDUF. di'eclor
JOHN UARK AINLEV leño'
28 DB NOVIEMBRE MARTES 20'5 H WILLIABD WHIIE. bajo
ORQUESTA FILARMÓNICA SOCIEDAD FILARMÓNICA GLOFIIA FABUEL. soprano
DE VALENCIA Contralto a delerminai
DE DRISOE FRANCISCO J PERALES Oireclpr
A80NO J O RGWE!GIE. director del Coro
Sintonía n n 6 en fa mayor Op 68 £i Mesías. G F Haendel
Pastoral. 0L Beaifiouen
Sinfonía". 5 en do mano'OD 6?.
13 DE DICIEMBRE.

16
L Beethovsn
MIEitCOLES20!5H
DANIEL BARENBOIH. p.ano
ABONO Variaciones GolrJtieig. J S Bach 0HrtON INHVHMTAHIO
IMVAL4WCIA
T mero,
IS DE DICIEMBRE. SÁBADO 1930 H

30 DE NOVIEMBRE. JUEVES 20 15 H
ORQUESTA SINFÓNICA

12 ORQUESTA FILARMÓNICA
DE ISRAEL
ZUBlN MEHTA. director
GiLA BESMAfll, conlfallo
V CORO DE RADIO
ABONO TELEVISIÓN
DE BELGRADO
VLAOIMIH KHANJCEVICH. dirgctor
HOUENOI CAHTOMI
BB VALENCIA

Memorifl^. V Kopylman SolisEas a (JeEerminar


Suile n.o í OB 'Daphnis ai Chlot". OralO'io de Navidad. J S Bach
M Ravsi
Sinionia n o í en I B manoi Op 70 con IAWT VASO,
A DuoraK COL.L10I HAJOn

18
W DE DICIEMBRE DQMWGQ tt 30 H
OHOUMTA DCL COHSIRVATOm
SOUSTAS DE VIENA D I VALENCIA
L1 Apoiheose üe Ca'eH' F Coupenn

13
r DE_ DlCtEMBRt VltPNFS 20 15 X
Cinciítlariras alemanas. F SchuDert
ORQUESTA MUNICIPAL Cuarfelo n o H en no sostenido menor
DE VALENCIA Oo 1^1. L Beeinoven
(T'a^^cihOCion pata oruue^ra
ARPAD JOO 3irectoi y solisra de cuerda 0B D Miuopouio?^
Hary Janos. Z KorJaly
Caficiario para piano n <• 2 en
la mayor. F Ü5Z1
Sirrlonia n o 5 en mi menor Op 64.
P I ChaiKOvBki
•OCIIDAD FILARMÓNICA
D I VALINCIA

14
3 OE DICIEMBRE, DOMINGO 1930 H
ORQUESTA DE CÁMARA
DE SALZBURGO
HARALD NERAT. Oiretloi
Obras de G Rossmi. A Vivaiai.
1Q MARTESÍ0I5H

1 9 ORQUESTA
ABONO JOHANN STRAUSS
DE VIENA
ALFFJEDESCHWE. director
MCMDAD PILÁRMONICA Polkas y Valses de Jonann y
•MVAUUKIA JosBpr> Strauss

?0 DE DIOEUBRE.

ORQUESTA MUNICIPAL
DE VALENCIA
VIERNES XIS n
20 MIÉRCOLES WIS H
A U C U M LARROCHA, p.ano
Impromplu en do menor Op 9 0 n M
F ScrjuberT
venta oe abonos
mas *a v í^fip JCLJDIP
de UOQa 2^00 Mará*
Reserva leielonica úe entrarás
Tei 361 5Í T? loe lunes a viernesl
ABONO M 6 N L t E | , GALDUF. airecror Imp'ttmplu en la Pemol mayor Op 90 Hésela oa'a canc-ertos esc^'d'es
JOAQUÍN ACHUCARBO. Diario n o 4. F Scnubarr leí 360 32 1? i E.t 218 i
Oberlura Gurlhermo Tall. G Rossmi Sonata an la mayor Oo rao F Scnubatt Horario de raoui'ias iO3Oat33O
Corrcierlo para pidna en mi bemol Suite Car acl en arica. 0 Espía v 17 30 a JO 00 horas
mayor KV 482. W A Moiao La v«ga. i Ai Peni*
SomQrerO OB Tres Picos. W Falla Fantasía Bélica. M Falla Precio dei aoono 13 ' 0 0 pías
oka fidelidad

Examen de un gran amplificador


ounterpoint es una firma ame- Elliott es hoy en día uno de los gran- ha limitado a los OTL SA-4 y a etapas
C ricana dedicada exclusivamente
a la fabricación de electrónicas
de audio de alta gama y se caracteriza
por su adhesión absoluta a la tecnolo-
des diseñadores de la amplificación
combinadora de la válvula y el transis-
tor Mosfet. El primer científico que
de potencia híbridas, cuyo modelo más
popular es la SA-12.
La etapa de potencia SA-12 viene es-
efectuó trabajos de este tipo fue el le- pecificada por el fabricante a 85 vatios
gía de válvulas. En este campo ha al- gendario Julius Futterman, también pa- por canal sobre una carga de 8 ohms y
canzado un renombre mundial; de triarca de los diseños OTL. Futterman 140 v. sobre 4 ohmios. En todo caso, y
hecho, Counterpoim se codea con Krell, diseñó algunos amplificadores híbridos desde e! primer momento, su empuje y
Mark Levinson, Rowland, Audio Re- y su trabajo encontró continuidad en dinámica hacen pensar en una poten-
search y Conrad Johnson, por poner al- los diseños de Harvey Rosemberg. Mi- cia real mayor que la especificada. Lo
gunos ejemplos de firmas ilustres en el chel Elliott ha seguido por esos derro- que primero llama la alención al escu-
difícil campo de las electrónicas. teros y puede ser considerado hoy día char la SA-17 es su enorme precisión;
Los diseños Counterpoint se deben a como una verdadera autoridad en la pero no se traía de la fría precisión de
Michel Elliott, verdadero purista en la materia. algunas etapas transisiorizadas. Existe
materia. Se dice con insistente frecuen- Ha quedado ampliamente demostra- un toque de refinamiento y musicalidad
cia que la etapa de potencia SA-4 pue- do que el transistor Mosfei suena neta- que acredita la presencia de válvulas en
de aspirar a un número uno a nivel mente mejor que el transistor bipolar el circuito.
mundial. Se trata de una unidad de po- tradicional. Realmente el sonido del Estas primeras impresiones pueden
tencia a válvulas OTL, es decir, sin Mosfet (Metal Oxide Semiconductor cambiar con el tiempo, pero para me-
transformador de salida. Ya en el mo- Fíeld Effect Transistor) se aproxima al jorar, dado que el aparato necesita que-
mento de su lanzamiento tuvo un éxito sonido de la válvula; se le puede consi- marse durante algún tiempo para
enorme, actualmente puede considerar-
se como un componente legendario. No
creo que se produzca discontinuidad al-
guna en su fabricación.
El nivel de conirol de calidad de
Counierpoinl es algo impresionante. En
la pequeña factoría de San Diego los
aparatos son atentamente escuchados,
aparte de la normal evaluación median-
te aparatos de medida. Algunas audi-
ciones las hace Elliott personalmente;
no tiene especial predilección por lo\
compactos. Utiliza básicamente para
sus pruebas un equipo de lectura de dis-
cos de vinilo Oracle-Saac-Ven dan Huí
Model One y unas columnas Infinits
Reference en una sala de formidables
condiciones acústicas. Me llamó kt
atención el hecho de que Elliott nunc.i
escucha a niveles de presión sonora de-
masiado altos; mantiene la teoría de L h i p u tle p o t e n c i a ( o u m e r / w i n l S \ I 2
que el nivel de precisión de una cadena derar en cierto modo como un término alcanzar sus niveles óptimos de rendi-
de sonido puede apreciarse mejor cuan- medio entre el bipolar y la válvula, pe- miento acústico. En todo caso, esta cir-
do la carga de decibelios no es muy al- ro más próximo a ésta. La válvula sue- cunstancia es común a otros muchos
ta. Estoy plenamente de acuerdo con na más dulce, pero el Mosfei tiene una amplificadores, como lo es para otros
esta tesis y desde luego he podido com- mayor precisión y una definición sonora tipos de máquinas o ingenios.
probar que en muchas ocasiones se con- de un realismo notable. Se dice que los La SA-12, como todos los grandes
funde la es pect acular id ad con la verda- híbridos válvula-mosfet reúnen lo me- amplificadores, acredita de inmediato
dera calidad musical, que es lo que debe jor de ambas técnicas. No hay que ol- el previo que se le conecte. Bajo este
importar. vidar que dentro de las fórmulas punto de vista he oído muy pocos am-
La dedicación de Elliott a la búsque- híbridas también se ha practicado el sis- plificadores tan neutros como el SA-12.
tema de utilizar transistores como dri- Mis audiciones han sido realizadas bá-
da de la perfección es total. De ese per- vers y válvulas en la sección final con
feccionismo maniático salió la etapa el empleo obligado de transformadores sicamente con tres previos: Counter-
SA-4 y últimamente el preamplificador de salida. Una ventaja indiscutible de point SA.5.1., Radford SC-25 y Luxman
de línea SA-ll, que es un objeto abso- usar Mosfei en la sección final de un CL/35/11. Para la audición de emiso-
lutamente extraordinario. La gama de amplificador es que los transformado- res FM, cintas y compactos ha sido em-
los preamplificadores Counterpoint res de salida no son necesarios, con lo pleado con éxito el Mod-Squad Line
acaba de ser renovada merced a la apa- que se evita el problema más importante Drive. Los mayores niveles de precisión
rición en el mercado de los modelos con que se enfrenta cualquier diseño de han sido obtenidos con e! previo SA.5.1.
SA-1000, SA-3000 y SA-5000, respecti- válvulas. de su misma marca; en definitiva, con
vamente. una filosofía similar y va equipado con
Un campo en el que Counterpoint ha Que yo sepa Counterpoint no ha pro- las mismas válvulas 6DJ8 que la etapa.
desarrollado una intensa actividad ha ducido por ahora ninguna etapa de po- El balance total del conjunto es real-
sido en el de los diseños híbridos tencia pura de válvulas con transforma- mente extraordinario naturalmente
válvula-transistor. Sin lugar a dudas, dor de salida. La firma californiana se cuando el programa que se reproduce.

92 Scherzo
alta fidelidad

La SA-12 ha ofrecido igualmente re-


sultados soberbios con el Luxman
CL-35. Las formidables prestaciones de
este previo en cuanto a ambiente y es-
El disco superanalógico
cena sonora han sido respetadas plena- a inevitable ascensión del CD producirlos. No por ello he abando-
mente por la etapa.
La asociación con el preamplificador
Radford ha resultado también magni-
fica. Como puede verse, todos los pre
L ha traído la también inevitable
consecuencia de que están em-
pezando a aparecer colecciones de ca-
nado la adquisición de discos de
vinilo, aunque resulta cada vez más
difícil.
vios empleados son de válvulas con la rácter más bien elitista de discos de vi- Una de las colecciones selectas a
lógica excepción de! Mod Squad, que nito. Se trata de una reacción lógica que aludía al principio ha nacido en
es pasivo. dentro del sector de audiófilos y pu- Japón bajo el título general de The su-
Desde el ángulo de su asociación con ristas del sonido absolutamente con- per analogue disc, y recoge grabacio-
cajas acústicas no he advenido proble- vencidos de que el CD no ha aportado nes relativamente antiguas del fondo
ma alguno. Ignoro si puede asociarse ventaja alguna en el orden estricto de Decca, El producto ha sido cuidado
con unas Apoges Diva o con unas Kli- la calidad. El panorama indudable- a! máximo, se emplea una pasta de vi-
pechhorn, pero con Spendor SP-1, AR mente ha mejorado con respecto a la nilo de gran clase, lo que supone un
LST y 3A y Gale 401-A el comporta- situación con que nos enfrentamos ruido de superficie casi inexistente. Al-
miento de la etapa Counterpoint ha si- hace cinco años. Esta mejora se con- go parecido está produciendo en Es-
do espléndido sin la menor muestra de templa básicamente en el campo de tados Unidos la firma Chesky,
stress con ninguno de los sistemas de al- los equipos lectores. 1-0 que se vendía aprovechando una parte sustancial del
tavoces empleados. La difícil LST ha hace cinco años era algo francamen- catálogo antiguo Reader's Digesi. Ci-
demostrado sus capacidades, que no te odioso e impropio de un mercado to a continuación algunos títulos de
son pocas, en su asociación con la eta- serio. Lo que se vende ahora es bas- la Colección japonesa.
pa SA-12. tante más digno, pero sigue sin igua-
lar a los sistemas bien organizados de Dvorak. Octava Sinfonía. Sinfóni-
Este amplificador es un componen- lectura de discos negros. Esta es, al ca de Londres. Kertesz.
te de gran transparencia. Esta cualidad menos, mi opinión. [Jerlio/.. sinfonía Fantástica. Filar-
ha quedado bien patente con cualquie- mónica de Viena. Monteux.
ra de los previos empleados. En su aso- No tengo inconveniente, sin embar-
go, en reconocer que dispongo den- Haydn. Sinfonías 94. 96 y 100. Fi-
ciación con el Luxman 35 los resultados larmonía Hungárica. Dorati.
bajo este punto de vista han sido con- tro de mi equipo de sonido de un
lector de compactos. Ello obedece bá- Brahms. Concierto para piano N."
cluyentes. La mejor de las virtudes del I. Rubinsiein. Mehta.
legendario previo japonés no se han vis- sicamente a dos razones, a saber:
1 ° Utilizo para escuchar compac- Tchaikovsky. Dvorak. Serenatas pa-
to mermadas ni un ápice por la etapa ra cuerda. Marriner.
de poiencia. La audición, por supues- tos un preamplificador pasivo Nod Mozart. Sonatas para piano.
to repetida una y otra vez, de la Sinfo- Squad Line Dríve, lo que conlleva que Backhaus.
nía Alpina, de Richard Strauss (Dres- la señal que genera el lector pasa di- Mahler. Canción de la tierra. Filar-
den Staatekapelle-Rudolf Kempe), ha rectamente a la etapa de potencia. La mónica de Viena. Bernslein.
constituido una experiencia muy grati- calidad del sonido que se obtiene es Mahler. Segunda Sinfonía. Filar-
ficante. El disco es una joya desde el muy superior en todos los órdenes a mónica de Viena. Meiha (el sonido de
punto de vista de la enorme informa- cuando se emplea utt previo de los este documento es algo absolutamente
ción que contiene; hay muchos muy su- normales o corrientes. El tratamien- excepcional).
tiles detalles y unas microinformaciones to de la señal sonora del compacto es Saint-Saens. Tercera Sinfonía. Suis-
increíbles que solamente pueden perci- delicado y difícil. se Romande. An.sermet.
birse con electrónicas de gran clase; la 2". Además de audiófílo, soy me-
lómano, o mejor diría que soy meló- Bach. Conciertos de Bmndenburga
etapa SA-12 pertenece indudablemente English Chamber Orcheslra. Briden
a este grupo. mano antes de audiófilo. Ahora las
grandes editoras lo sacan todo en (la loma de sonido es también de las
La potencia del amplificador puede que hacen época, amén de una inter-
ser calificada de confortable y total- compacto de suerte que no hay más
remedio que comprar ciertas cosas de pretación excepcional).
mente suficiente para la mayoría de las
aplicaciones. La potencia de un ampli- Fricsay, Furtwangler, Casáis, Klempe- El precio de estos discos en Japón
ficador no solamente se pone a prueba rer, Monteux, Hruno Walter, Callas, es de 2.500 yens, al cambio unas 2.250
en los transistores, sino en los píanísi- Cantelli y para qué seguir. Es la única pesetas. Allí supone poco más o me-
mos. La calidad de la SA-12 en este sec- ventaja que por ahora le veo al com- nos el doble del precio habitual de un
tor ha quedado demostrada con las pacto. Se están descubriendo o redes- compacto. I^i presentación de las car-
también repetidas audiciones de dos cubriendo documentos musicales del petas es algo magnifico, lo que aña-
discos esenciales; la patética Tchaikovs- pasado que tienen un valor excepcio- de un atractivo adicional a un
ky-Bernstein, con su tremendo movi- nal. Yo no me resisto a comprar esos producto verdaderamente logrado y
miento final y la versión del propio documentos y naturalmente necesito que francamente me gustaría ver en
Bernstetin de la Quinta Sinfonía de el ingenio técnico adecuado para re- nuestras tiendas.
Nielsen. Se ha portado también la SA-12
en la reproducción de los pianísimos fi- lentamiento tremendos antes de ser atri- sonancia con lo que el aparato devuelw
nales de la Novena Sinfonía de Mahler buidas a las unidades en concreto. He en música.
(Abbado, Filarmónica de Viena). examinado con una lupa de gran poten- Counterpoint tiene en su catálogo
La realización técnica corresponde a cia las soldaduras y puedo decir que se otra etapa de potencia bajo la misma
las prestaciones musicales. Se ha em- trata de un trabajo de artesanía de alto tecnología híbrida, pero mucho más po-
pleado en su diseño los mejores mate- porte. tente; se trata del modelo SA-20 espe-
riales al uso; los condensadores son de La estética es austera, pero elegante. cificado a 220 vatios por canal.
origen Sprague y las válvulas 6DJ8 son El P.V.P. en España es de 235.000 pese-
sometidas en fábrica a períodos de ca- tas, y está, a mi juicio, en perfecta con- Alfredo Orozco Buezo
Scherzo 93
olte» fidelidad

Yamaha DSP-100,
Sonimag'89 sonido vivo y dinámico
Con la participación de unos 320 ex- La prestigiosa firma japonesa, Yama-
positores nacionales y extranjeros se ha ha, ha presentado sus novedades en la
celebrado en Barcelona, entre los días gama de audio para la presente tempo-
11 y 17 de septiembre, el 27 Salón In- rada, entres éstas, es interesante desta-
ternacional de la Imagen, el Sonido y
la Electrónica, Sonímag 89. El Salón se car el procesador digilal de Campos
celebró en el recinto ferial de Montjiiic, sonoros DSP-100. Dicho procesador re-
ocupando una superficie de 40.000 me- produce dígita I mente los patrones de
tros cuadrados y los sectores represen- eco y reverberación medidos en una am-
tados fueron los siguientes: TV, Vídeo, plia variedad de ambientes acústicos, re-
Hi-Fi doméstico. Ordenadores domés- creando el realismo y la imagen espacial
ticos, Antenas, Radiafición, TV y Ví- de una representación musical en direc-
deo profesional y Fotografía. to. Las reflexiones de sonido se proce-
La muestra de sonido se realizó en el san en tiempo real gracias a un nuevo
Palacio Ferial y en el de Congresos. En chip de Yamaha de un alto grado de in-
ella estuvieron representadas las mar- tegración, que incorpora un multiplica-
cas más conocidas y prestigiosas del dor de alta velocidad de 24x13 bits;
mercado. El Salón fue de carácter mix- asimismo, el proceso de la señal digital
to —es decir, con representación de pro- se lleva a cabo por una cuantificación
fesionales, pero también de público en
general— lo que le ha dado un mayor lineal de 16 bits con conversores A/D
interés y haciendo que fuera muy con- D/A, a una frecuencia de muestreo de
currido. Es difícil resaltar las noveda- p a entre 6(X) > 100 W-DIN. Las 44,1 KHz. jidéniica a la de los compact-
des más significativas de esta 27 edición novedades de Pionner Electronics Es- disc). De esta forma, se mantiene la ca-
de Sonimag. Pero se pueden señalar, paña fueron un nuevo reproductor CD
con sobremuestreo óctuple, PD-300, lidad de sonido superior del audio
por mareas, algunas de las novedades con salida coaxial y óptica, filtro digi- digital.
más destacadas. tal de 18 bits, reproducción aleatoria de El DSP-100 puede reproducir 12 am-
Philips Ibérica présenlo magnetosco- 24 pistas, etc; el modelo PD-M 710, re- bientes de sonido distintos y se pueden
pios domésticos para cualquier tipo de productor muiticompact con capacidad realizar hasta 21 variaciones de progra-
disco óptico, tanto de audio como de para seis CD, etc; y un receptor audio- mas diferentes. También está dotado, al
audio y vídeo. En Panasonic España ca- vídeo sintetizado a cuarzo, con ecuali- igual que el DSP-I, de doiby surround,
be destacar un magnetoscopio S-VHS zador de 5 bandas surround, etc. En e igualmente posee un control de volu-
con sonido estéreo de alta fidelidad, do- cuanto a Vieironic, los principales pro-
ductos con los que acudió al Salón fue- men principal de 6 canales motorizado,
tado de lápiz digital para programación además de un control de erectos con
por código de barras; y un amplifica- ron una Unidad de reverberación digital
dor digital con doble entrada óptica y Roiand R-880; una gama de pianos Ro- función muting. Cualquiera de estos
coaxial para SE-M 100. Por su parte, land de 76 u 88 teclas; un Compositor dos procesadores de Yamaha represen-
Musicom, presentó una nueva gama de de ritmo humano Roiand R-8; el sinte- ta un nuevo paso adelante en busca de
pantallas acústicas Visión, diseñadas tizador para guitarra y driver Roiand una superior calidad de sonido, puesto
por B W, con cuatro modelos: DS-I, GK-2y G-50yel Módulo de grabación que recuerda y recrea las características
DS-2, DS-3, DS-4, con capacidad de digital PCM U-110, también de Roiand. acústicas normales de los ambientes de
escucha reales.

Vídeo-disco Philips
)jinaha
Luego de la revolución —ahora algo DSP-J00
debaiida— que supuso hace no muchos
años la aparición del disco compacto en
lo que respecta a la reproducción del so-
Novedades
nido grabado, la comercialización del
sistema CD Vídeo ha sido casi Pionner
su consecuencia lógica. Con la
incorporación de la imagen, se Entre las novedades de Pionner el
ha conseguido así un procedi- Amplificador A-858 presenta un aisla-
miento idóneo para la mayor miento electrónico de los transforma-
fidelidad en las óperas o con- dores de alimentación y de los
disipadores de calor con respecto al cha-
ciertos recogidos. El vídeo dis- sis. El receptor VSX-33OOS añade a su
co compacto puede alcanzar capacidad de tratamiento de las emiso-
una duración de dos horas. ras de AM y FM, la de admitir señales
La casa Philips presenta su CU de audio procedentes del VCR. En
lector CDV 495 capa¿ de leer cuanto al Compací Disc Twin PD-T3O3,
tanto los CD tradicionales, sólo de so- más avanzado de reproductores de Ví- que está dotado con dos bandejas, per-
nido, como los CD Video. Posee nume- deo discos. Sus circuitos digitales de alta mite la carga de dos CD que pueden al-
rosas funciones, por lo que el aparato integración permiten una gran defini- ternarse en la reproducción, tanto de
puede ser un complemento muy eficaz ción de imagen y una muy cuidada ca- forma secuencia! como aleatoria y per-
mite la reproducción programada de 24
de cualquier sistema audiovisual. Con lidad del sonido. Reproduce también pistas.
el CDV 786 ofrece Philips su modelo compactos de audio.

94 Scherzo
jazz

Elektra 601311-1), con el vibrafonista


EPISODIOS Bobby Hutcherson añadido, ofreció la
música más impactante que jamás so-
nó en nuestro modesto lugar de congre-
gaciones. Para no extenderme en

£1 camino demasía envío a los posibles lectores de


esta hoja parroquial a la hemeroteca
donde encontrarán las críticas más o
menos acertadas de aquellos momen-
En 1970 inició sus actividades el Club de Música y Jazz del Colegio Mayor San tos históricos, firmadas por los mismos
Juan Evangelista. Son, pues, dos décadas de irabajo intenso que han puesto a expertos que aún hoy siguen guien do -
miles de universitarios en contacto con la música. El Johnny, como le conocen nos en el tan difícil arte de comprender
sus habituales, ha sido el centro jazzistico madrileño por antonomasia durante y explicar lo que nos entra por el oído.
todos eslos años. SCHERZO se suma a la celebración de esta productiva etapa Me limito a recordar una experiencia
con la publicación de este articulo que aparecerá simultáneamente en la nueva que por una vez sembró entre nosotros
revista que a partir de este mes edita el propio Club. la euforia colectiva y la sensación de vi-
vir en la mismísima encrucijada de la
argo, sinuoso, últimamente has- que siento es tan grande que a veces me
L ta peligroso es el camino que lle-
va al templo. Hay que conocerlo
bien para llegar a la hora de la periódi-
ca cita. Lamentables casos ha habido de
saltan todavía lágrimas de las de antes,
es decir, de rabia.
Pero noches hemos vivido que apa-
actualidad.
Aquellas aventuras evangelistas fue-
ron seguidas por muchas más, y otras
vendrán, ¡qué duda cabe! Pero siempre
recen especialmente doradas en la me- que vuelvo por estos santos lugares, que
correligionarios forasteros que recién moria, sobre todo dos que colmaron el tienen entre otras grandes virtudes la de
llegados a Barajas o a Chamartin han entonces creciente grupo de aficionados mantener e! bar y sus molestos ruidos
tomado un taxi para luego perderse de- de felicidad. Era en plena época a prudente y respetuosa distancia del al-
sesperadamente y tener que regresar a postfranquista-presocialista, exacta- tar, me viene a la memoria el genial
su punto de origen con la mayor frus- mente el 5 y el 6 de febrero de 1982 que trompetista que no volverá a reunir pa-
tración de su vida, sin haber podido caían en viernes y sábado. Estábamos recido grupo en lo que le queda de vi-
asistir al concierto que era el único y ex- ya recuperados del 23-F del año ante- da (1), y la nostalgia puede conmigo a
clusivo objeto de su visita. rior, pero en el aire contaminado había pesar de los apasionantes conciertos
El lugar es, desde luego, de difícil al- aún fúnebres ecos de marchas militares que nos sigue ofreciendo Don Alex, que
cance, pero nosotros ya no tenemos pro- que el juicio que siguió a bs sucesos tan los dioses guarden muchos años...
blemas. Nuestra preocupación se limita surrealistas de aquella despreciable fe-
(1) E] artículo está escrito antes del fallecimien-
a la travesía del cada noche más depri- cha nos hizo recordar. El conocido pro- to de Sha*, acontecido en el mes de mayo de esie
mente ghetto de Arguelles, a hacer el re- motor sureño, Alex Kings, que todavía ano.
corrido salvos y sanos, sin quedar hoy desarrolla una labor pro-jazzística
atrapados en el tráfico más caótico del de incalculable valor en este país, don- Ebbe Traberg
continente, encontrar un sitio no dema- de otros en vano inten-
siado alejado para el coche, que más de tan hacerle la competen-
una vez ha sufrido daños en la ausen- cia, tuvo la feliz idea de
cia forzada de su propietario, abrirnos traer directamente de
paso entre las masas de aficionados que Manhattan al quinteto
esperan pacientemente delante de la ta- del trompetista Woody
quilla, y presentarnos a tiempo de sa- Shaw. Los más avisados
ludar a los íntimos de siempre, cada vez sabían que este grupo,
más guapos y simpáticos, antes de caer que aparte del líder con-
exhaustos e ilusionados en la butaca. taba con el trombonista
Las noches del San Juan, que nunca Steve Turre, el pianista
son veraniegas, se han convertido en en- Mulgrew Mi 11er, el con-
cuentros obligados. Casi todo lo que su- trabajista Stafford Ja-
cede allí es importante. No existe en mes y el baterista Tony
toda esta ciudad de tantísimos seres, Reedus, había grabado
que no son todos cadáveres como en el mes anterior en Nue-
otros tiempos ya muy lejanos nos qui- va York un impresio-
so hacer ver Dámaso Alonso, un lugar nante LP que más tarde
tan idóneo para escuchar el jazz que es fue editado bajo el títu-
—¿quién lo pone en duda?— un artí- lo Lotus Flower (Enja
culo de primerísima necesidad. Y, sin 4018)...
embargo, a mí también se me han es- Fueron tres concier-
capado aigún que otro acontecimiento tos seguidos que todos
de magnitud por encontrarme de viaje
fuera de la capital y lejos del foco. Me
recordamos como las
más bellas páginas de
unoumniHim
i d* CK.il,* PuVar' UNJQU 1
duele en el alma recordar mi ausencia nuestro evangelio. EVAWELBtt*
en ciertas fechas que cuentan entre las Aquel quinteto, que vol-
que de verdad han marcado a herma- vió a Nueva York para SBNUCKMCJUHITU
nos de cuyo testimonio me fío. Hubo, grabar a finales del mis-
por ejemplo, actuaciones históricas del mo mes, tal vez inspira-
Art Énsemble of Chicago, de Dexter do por los aires madri-
Gordon, de Cecil Taylor, de Paul Bley leños, otro fabuloso LP
a las cuales no pude asistir, y la pena (Master of the Art,

Scherzo 95
danzo

Lo que el verano nos dejó


a oferta de danza en España sigue en aumento, el verano brindó la oportuni-
L dad de descubrir nuevos conjuntos o volver a ver a otros con diferentes (raba-
jos. El otoño comienza con igual pujanza, desde el Festival de Otoño de Madrid,
con el excepcional Ballet Tnadique de Berlín, al estreno de «Don Juan» por el Ballet
Nacional de España.

Perelada: Con Willis y a lo loco


En lo que respecta a la danza y el ba- rítono estuvieron siempre con la parti-
llet en Perelada ofertaron esta tempo- tura en la mano, dando la constante
rada la ópera Le Villi, en la que el Ballet impresión de tener que ir leyendo lo que
del Teatro Lírico de La Zarzuela inter- no habían sido capaces de memorizar.
pretaba una coreografía firmada por
Maia Plisetskaia y llevada a escena por Cuando no aciuaban los artistas del
Ray Barra, donde la propia diva mos- ballet el escenario quedaba vacio, y los
covita bailó el papel estelar en el ballet; cantantes suspendidos en una pasarela
en la parte del canto, la soprano Mon- allá en las almenas del castillo, donde
serrat Caballé en el papel principal de ni siquiera interpretaban su canto; en- Alaxine Sherman en
la primera ópera que compuso Puccini. friando aún más una noche ya fresca. ¡•Diversión of Angets».
Como primera parte de la noche de La coreografía de Le Viiíi resulta muy
danza y canto, la pieza de la ópera Faus- semejante a La noche de Walpurgis,
to, de Gounod, titulada La noche de también tiene mucho parecido con La
Walpurgis, en la bolshoniana coreogra- Gavióla, donde la bailarina es cargada
fía de Lavorski.
Lo que podía ser una noche exquisi-
y llevada de un lado a otro por los aires,
levantada y cogida por dos o tres bai-
Santander:
ta se quedó en una actuación improvi- larines. Hemos de decir que a pesar de
sada, no se pudo ensayar la noche
anterior, debido a la meteorología; tanto
eso estuvo correctamente interpretada
y el cuerpo de baile cumplió dignamen-
te su papel.
Aires del norte
Caballé como el tenor, el bajo y el ba-
Cabe destacar este año en la edición
del Feslival de la Plaza Porticada la Ga-
la en la que tomó parte por vez primera
en nuestro país la bailarina francesa
Sylvie Guillem, que danzó al lado de
Laurenl Hilaire una pieza creada espe-
cialmente para ella por el coreógrafo
norteamericano William Forsythe. En
la velada también participaron Jean
Charles Gil junto a Arantxa Arguelles;
la cubana Sonia Calero; la venezolana
Cristina Catoya, muy joven y pujante,
aunque inexperta, y Merche Esmeralda
y un bailarín que un diario de tirada na-
cional se encargó de alabar y magnifi-
car sin ningún sentido: Santiago de la
Quintana, que mostró un aburrido y li-
neal solo de Nebrada.
En la Plaza Porticada actuó una de
las compañías más prestigiosas y con
más solera, creadora de un lenguaje
propio que se ha extendido por todo el
planeta, la Martha Graham Dance
Company, mostrando una de las coreo-
grafías más esperadas, Deep Song (Can-
fliseiskaia
te Jondo), trabajo que la Graham
y miembros realizó inspirada en la guerra civil es-
del baile! pañola. Entre otras piezas montaron
del Teatro Diversión of Angels, pieza que ya fue
Lírico en vista con igual entusiasmo en la ante-
•<Le Villi». rior visita de la agrupación.

96 Scherzo
PARA QUETUS PROYECTOS BRILLEN
CON LUZ PROPIA—

\. 11

BECAS DE INTCSMCION EN CIENCIAS YLETRAS


- Y AYUDAS PARA TESIS DOCTORALES- -
S¡ lo tuyo es la investigación y quieres hacer realidad tus
ideas, (a Caja de Madrid te echa una mano para que lus p— •
proyectos brillen con luz propia.
Si ere;> licenciado o doctor y tienes menos de 36 años, ya
puedes informarte o recoger las bases en cualquiera de
nuestras oficina».

SOLICITUDES HASTA EL 31 DE OCTUBRE DE 1989


INFORMACIÓN V PETICIÓN DE BASES EN TODAS LAS OFICINAS DE LA CAJA DE MADRID

OBRA SOCIAL
EFEMÉRIDES
l/X/1904: Estreno en el Teatro de la 25/X/1848: En el Teatro Grande de
Zarzuela de Madrid de El Húsar de la Trieste se estrena // Corsaro, ópera de
Guardia, zarzuela en un acto con libreto G. Verdi.
de Guillermo Perrín y Miguel de Pala- 26/X/1685: Nace en Ñapóles el com-
cios, música de Amadeo Vives en cola- positor Domenico Scarlatti; hijo de
boración con Gerónimo Giménez. Alessandro Scarlatti y continuador de
2/X/1939: Manuel de Falla embarca en una gran tradición familiar en tomo a
Barcelona con destino Buenos Aires. la música. Falleció en Madrid en 1757.
3/X/1959: Hans Schmidt-lssemedt di-
rige en Berlín el estreno de la Segunda 27/X/1886: Estreno en San Petersbur-
Sinfonía de André Jolivet. go del poema sinfónico Una noche en
4/X/1829: En la Iglesia de la Santísi- el monte Pelado, de Modest Petrovich
ma Trinidad de Viena tiene lugar el es- Mousorgski. Esta página, en origen un
treno postumo de la Misa n.° 6 en Mi intermedio entre los artos primero y se-
bemol, de Franz Schubert. gundo de su ópera Boris Godunov, fue
5/X/1948: Por primera vez en la histo- interpretada a los cinco años del falle-
ria de la radiodifusión mundial se emi- cimiento del compositor.
te un programa de música experimental 28/X/1879: Nace en Madrid Conrado
para cinta magnetofónica. Bajo el títu- del Campo y Zabaleta, compositor, di-
lo de Concierto de ruidos. Radio Fran- rector de orquesta, violinista y critico
cia ofreció a sus oyentes varias obras de! musical, que a los 18 artos obtuvo el pri-
compositor galo Fierre Schaeffer: Es- mer premio de composición del Con-
tudio de torniquetes. Estudio para pia- servatorio de Música de Madrid. Como
no. Estudio patético y Estudio de los solista ocupó plaza de violinista en ios
ferrocarriles. teatros del Príncipe, Apolo y Real de la
6/X/1802: Ludwig van Beethoven re- Villa y Corte. En 1915 gana en oposi-
dacta su Testamento de Heiligenstadt. ción la plaza de catedrático de armo-
7/X/19O0: Un año después de la muerte nía del Real Conservatorio, donde
de Nikolai Rimski-Korsakov se estrena impartió clases a Salvador Bacarisse,
su ópera El Gallo de Oro. Esta obra, Ataúlfo Argenta, Cristóbal Halffter y
que por problemas con la censura no Gerardo Gombau, entre otros nombres
pudo representarse antes, está basada en ilustres de la música española. Su ex-
el cuento del mismo título de A. Push- ¡ves visto por Carmelo tenso catálogo abarca todos los géne-
kin, con libreto de V.I. Bielski. ros: música de cámara, conciertos,
8/X/1834: Fallece en París el compo- oberturas, poemas sinfónicos, misas,
sitor Francois-Adrien Boíeldieu. 17/X/1849: Fallece en París el pianista ballets, óperas, zarzuelas, canciones...,
9/X/1835: Nace en París el composi- y compositor polaco Ferenk (Fréderic) una ingente obra de la que la mayor
tor Charles- C amule Saint-Saens. Chopin. parte está aún por estrenar.
10/X/1849: Se representa en Madrid la 1S/X/1909: Nace en Bucarest el direc- 29/X/1787: Estreno en el Teatro Nacio-
ópera ¡Idegonda del compositor nava- tor de orquesta Otto Ackermann. nal de Praga, de Don Giovanni, ópera
rro Pascual Emilio Arrieta y Corera, 19/X/1928: La Orquesta Sinfónica de de W.A. Mozart con libreto de Da Pon-
obteniendo un éxito tan clamoroso co- París, bajo la dirección de Ernest An- te. La Obertura fue escrita por el com-
mo el logrado en el estreno en Milán sermet, estrena el «movimiento sinfó- positor la noche anterior al estreno.
tres años antes. nico» Rugby, de Arthur Honegger. 30/X/1919: El director de orquesta y
ll/X/1947: Eugene Mravinsky dirige 20/X/1874: Nace en Danbury. Connec- compositor alemán Hermann Scher-
en Leningrado el estreno de la Sexta ticut, el compositor norteamericano chen funda en Berlín la Neue Musik-
Sinfonía de Sergei Prokofiev Charles Edward Ivés. gesellschafl (Nueva Sociedad de
12/X/1924: Franz Moissi dirige la pri- 21/X/1807: Nace en Burlada (Pamplo- Música). Esta Sociedad fue clausurada,
mera audición de la sinfonía Cero, de na) el compositor y musicólogo Miguel como tantas otras, al llegar al poder el
Antón Bruckner en Klosterneuburg (lo- Hilarión de Eslava y Elizondo. régimen nazi.
calidad próxima a Viena), después de 22/X/1859: Muere en Kassel (Hessen)
sesenta años de haber sido escrita y a el compositor, violinista y director de 31/X/1933: Arnold Schoenberg llega a
los veintiocho de la desaparición del orquesta alemán Ludwig (Louis) Spohr. estados Unidos de Norteamérica para
compositor. 23/X/1854: En el Teatro del Circo de hacerse cargo del Conservatorio de Mú-
13/X/1870: Gustav Mahler ofrece su Madrid se estrena la zarzuela Carolina sica de Boston. Después, destinado al
primer recital de piano en Jihlava considerada como la obra cumbre del Conservatorio de New York y en 1936
(Moravia). compositor navarro Joaquín Romual- fue nombrado director del Departamen-
14/X/1931: Nace en Bogotá el claveci- do Gaztambide. to Musical de la Universidad de Cali-
nista Rafael Puyan a. 24/X/1789: Nace en Tdrrega (Lérida) fornia. En 1949 fue invitado a realizar
15/X/1905: Bajo la dirección de Cami- el compositor y director de orquesta Ra- una gira por Europa, pero su precario
lle Chevillard se estrenan, dentro de un món Carnicer. Autor de varias óperas estado de salud le obligó a permanecer
ciclo de los Conciertos Lamoureux, La (entre las que destaca Cristóforo Co- en EE.UU. hasta su fallecimiento (Los
Mer tres bocetos sinfónicos de Claude lomba), misas, motetes, canciones, Angeles, 1951).
Debussy. marchas e himnos (himno oficial de
16/X/1679: Nace en Lounovice (Bohe- Chile). Aunque en su tiempo todas sus
mia) el compositor Jan Dismas obras gozaron de gran popularidad, hoy
Zelenka. son prácticamente desconocidas. L.F.C.B.

98 Scherzo
W
PETROF
h-
\—
AL SERVICIO (RM) DE LA MÚSICA

REAL MUSICAL
CARLOS III, 1
(Frente al Teatro Real)
Tels-: 241 30 09 - 241 31 06
28013 MADRID

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