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Postulado de De Broglie

y construcción de ondas de materia


Prof. Gastón Moreno

Postulado de De Brolgie
En 1905 Einstein publicó el artı́culo donde explicaba e interpretaba el efecto fotoeléctrico. En él
propuso que la luz podı́a entenderse como un flujo de partı́culas, ahora conocidas como fotones, que
portaban momentum y energı́a. Como ya existı́a una teorı́a (Ecuaciones de Maxwell) y abundantes
pruebas experimentales que daban cuenta del fenómeno luminoso a través de la formulación ondula-
toria, era imperativo que esta nueva idea se relacionase de alguna manera con ella. Tal vı́nculo venı́a
dado por la Hipótesis de Planck (publicada en 1900), según la cual la energı́a (Ef ) de estos corpúsculos
y la frecuencia (νoem ) de la Onda Electromagnética (OEM) a la que estaban asociados se relacionaban
mediante
Ef = hνoem , (1)
−34
en que h = 6.67 × 10 [J s] es la Constante de Planck. Por otra parte, uno de los resultados de la
Teorı́a de la Relatividad Especial, cuyos fundamentos también fueron publicados en 1905, establecı́an
que la energı́a de un cuerpo de masa m podı́a escribirse en términos de su velocidad v o momento
lineal p según
mc2
E=p 2
1 − v~ /c2 (2)
p
= c (p)2 + (mc)2 .
Para el caso de un fotón, cuya velocidad en el vacı́o es c, escribimos la última ecuación como
r
~2
v
Ef 1 − 2 = mf c2 , (3)
c
luego, fijando |~
vf | = c obtenemos el importante resultado
mf = 0 . (4)
1
¡La masa del fotón es cero! . Insertando este resultado en la Ec. (2) encontramos que
Ef = cpf . (5)
Aún cuando este resultado está presente en la electrodinámica de Maxwell, lo cierto es que aparece
con otro significado 2 . Entonces hablábamos de poem = Eoem /c como la integral espacial de la densidad
de momentum asociado a la OEM (es, por lo tanto, una relación macroscópica), mientras que ahora
corresponde al momentum de la partı́cula asociada a la OEM, el fotón. Algebraicamente son iguales,
mas no conceptualmente 3 . Puesto que la energı́a del fotón está dada por la Ec. (1) podemos escribrir
hνoem h
pf = =⇒ pf = . (6)
c λoem
Con esto en vista, el fı́sico francés Louis de Broglie planteó, en 1923, el conocido Postulado de De Bro-
glie (PDB), el cual establece que a una partı́cula de momentum p ~ y energı́a dada por la Ec. (2),
podemos asociar una onda cuya longitud de onda y frecuencia son, respectivamente,
h E
λm = , νm = , (7)
|~
p| h
1 LaEc. (3) establece que cualquier partı́cula que se mueva a la velocidad de la luz debe tener masa cero.
2 Enclases vimos que la Intensidad de una Onda Electromagnética cuyo campo eléctrico es E ~ 0 sin(κx − ωt) viene dada
Eoem 1 ~ 2 . Además, la integral de su densidad de momentum, proporcional al Vector de Poynting
por Ioem = Area ×∆t
= 2
c 0 E 0
~= ~ B
E× ~ ~ 2 (Area × ∆t). En consecuencia, obtenemos Eoem = c|~
S µ0
, poem | = 12 0 E
es |~ 0 poem |.
3 Esimportante destacar que las relaciones ondulatoria y corpuscular no se contradicen. El lector puede juzgar si serı́a
admisible que se contradijesen.

1
en que el ı́ndice m recuerda que estas cantidades refieren a materia (partı́culas), no a ondas. Es muy
importante destacar que (λm , νm ) no han sido despejadas de las Ecuaciones (1) y (6). Si ası́ fuera
estarı́amos asociando OEM a las partı́culas, puesto que en dichas relaciones λ y ν pertenecen a ese
tipo de ondas. El PDB simplemente asocia ondas a la materia, y estas reciben el nombre de Ondas
de Materia (a veces llamadas Ondas de De Broglie). Es por esto que hablamos de Postulado de De
Broglie, y no de despeje de De Broglie. El significado fı́sico de estas ondas de materia serı́a esclarecido
por Max Born algunos años después. El motivo que presentó De Broglie para sustentar esta idea era
que la naturaleza debı́a ser simetrı́ca: si a la ondas (electromagnéticas) podemos asociar partı́culas (los
fotones), entonces ¿por qué no asociar ondas (de algún tipo) a las partı́culas?

Preguntémonos ahora sobre la relevancia fı́sica que tiene el asociar partı́culas a las ondas y ondas
a las partı́culas. El lector sabe que la concepción de fotón para las OEM no surgió por simple capricho.
En efecto, surgió más bien por una necesidad teórica: el punto de vista ondulatorio de la luz no daba
cuenta del comportamiento mostrado por ella en el efecto fotoeléctrico. Es por esto que la creación
(o improvisación) del concepto fotón fue tan bien aceptada: brindaba un marco conceptual que se
ajustaba perfectamente al experimento. Ahora bien, el PDB de las ondas de materia no sólo asocia un
par de números (λm , νm ) a las partı́culas, sino que, ante todo, prevee un comportamiento ondulatorio
para ellas: he ahı́ la Fı́sica del Postulado. Ası́ entonces, estamos ante un verdadero quiebre con toda
la fı́sica anterior. Más adelante contaremos con argumentos para afirmar que la Fı́sica Newtoniana,
la Fı́sica de las partı́culas, no es más que el lı́mite clásico de aquella que emana del PDB, en que la
noción de lı́mite clásico está dado por la escala de energı́as en que los efectos de la constante de Planck
pueden despreciarse. En efecto, el tamaño de h limita la longitud de onda de objetos macroscópicos
tı́picos (pensemos en m ∼ 1 [Kg] y |~ v | ∼ 1 ms ) a valores tan pequeños como mv h
∼ 10−33 [m], haciendo
inadvertible su naturaleza ondulatoria. Enseguida veremos qué significa que una partı́cula se comporte
como onda; esto, aun cuando sigamos llamándola partı́cula.

Pues bien, ya que estamos dispuestos a asociar ondas de materia a las partı́culas, aplicaremos lo
que sabemos de las ondas para abordar esta nueva situación. Pensaremos en ondas planas (Ψ, Psi) que
se propagan sobre el eje x y que, esperamos, han de satisfacer alguna ecuación diferencial 4 :

Ψ(x, t) = Ψ0 cos(κm x − ωm t + φ) (8)

Donde Ψ0 es la amplitud de la onda, κm = λ2π m


el número de onda, ωm = 2πνm es la frecuencia angular
y φ es una constante de fase. Desde luego, debe cumplirse que la velocidad de propagación de la onda
(velocidad de fase), v, se relaciona con ωm y κm mediante
ωm
v = λm νm = . (9)
κm
Recordando ahora que esta función corresponde a una onda de materia debemos insistir que, de acuerdo
al PDB, el número de onda κm (en adelante κ) y la frecuencia angular ωm (en adelante ω) entrañan
una relación con el momento lineal p = |~
p| y la energı́a total E de la partı́cula a través de
2π 2π p p
κ= = = = =⇒ p = ~κ
λ h/p h/2π ~
(10)
E E E
ω = 2πν = 2π = = =⇒ E = ~ω ,
h h/2π ~
h
en que hemos introducimos la constante de Planck reducida, ~ = 2π (léase como h barra), de modo
que
 
p E
Ψ(x, t) = Ψ0 cos x− t+φ (11)
~ ~
es la función de onda asociada a una particula con momentum p = |~ p| y energı́a E definidos. En el
afán de aproximarnos a una interpretación fı́sica de la Ec. (11) intuimos, aventuramos que si la onda
4 Dentro de poco nos ocuparemos de dicha ecuación diferencial, conocida como Ecuación de Scrhödinger.

2
ha de estar asociada a la partı́cula, esto es, que ha de representar a la partı́cula, podemos exigir que la
partı́cula no esté en aquellos puntos e instantes en que Ψ(x, t) se anule. Ası́mismo, esperarı́amos que
la partı́cula sı́ esté en los puntos e instantes donde Ψ(x, t) tenga un valor apreciable. En esta lı́nea de
razonamiento (que es la aceptada desde 1927 5 ) llegamos a la conclusión, dramática, que una partı́cula
cuya función de onda es la Ec. (11) deberı́a estár completamente deslocalizada sobre el eje x, puesto
que la función coseno repite su valor cada vez que la fase crece en 2π radianes; en otras palabras, si
proponemos que la partı́cula está en algún punto x0 , el gráfico de Ψ(x, t0 ) (que serı́a como sacarle
una fotografı́a a la onda de materia asociada a la partı́cula en t = t0 ) mostrarı́a que ésta se encuentra
igualmente en cualquier otro punto dado por x0 + nλ = x0 + np/h (con n = ±1, ±2, · · · ).

Aun cuando este primer intento arroja una partı́cula deslocalizada sobre
el eje x (i.e., no sabemos dónde está), es importante destacar que la
función de onda de la Ec. (11) establece que su energı́a y momentum de
están unı́vocamente definidos por E = ~ω y p = ~κ.

¿Cómo resolver el problema de la ubicabilidad de la partı́cula? Después de todo, no estamos interesados


en hacer una teorı́a que nos diga nada acerca de dónde esperar que estén los cuerpos, menos aún
teniendo en cuenta el precedente de la fı́sica clásica, en que la teorı́a puede predecir tanto su posición
como su velocidad. Ası́, diremos, a la luz de la Interpretación de Born (véase nota al pie 5), que en el
instante t = t0 una particula está localizada en el punto x = x0 si la función kΨ(x0 , t0 )k2 asociada a
ella tiene un valor apreciable sólo en la vecindad de x0 .
Ahora bien, el modo más simple de acotar dicha vecindad (localizando ası́ a la partı́cula) a partir de
ondas planas consiste en sumar muchas de ellas, cada una con distintos valores de número de onda
κ y frecuencia angular ω. Abordaremos esta suma de ondas siguiendo tres procedimientos, y al final
concluiremos la manera óptima de hacerlo. En todos los casos fijamos φ = 0 y mostramos las ondas
en t = 0.

Suma de ondas
Primer método
Sumamos diez ondas del tipo cos(jx) (donde j = κ ≡ 2π λ = 1, 2, . . . , 10) con valores discretos de
k sobre un intervalo relativamente grande κ1 , κ2 , . . . , κ10 . En la Fig. 1 notamos tres aspectos que nos
parecen relevantes:
1. la suma de todas las ondas es periódica (curva inferior).
2. el perı́odo de esta onda resultante es igual al de aquella onda con mayor longitud de onda (j = 1).
3. la extensión (ancho) ∆x1 del paquete de onda resultante, esto es, de acuerdo a la Interpretación
de Born, en cuyo interior serı́a más factible encontrar a la partı́cula, es del orden de 2 [unidades].
Debido a su periodicidad, la curva resultante da cuenta de una partı́cula tan deslocalizada como
cualquiera de las representables por alguna de las ondas parciales (ya referidas mediante la función de
onda de la Ec. (11)). La única diferencia importante que tiene respecto de aquéllas es que al interior de
un perı́odo la onda se muestra mucho más acotada que cualquiera de las otras, consideradas también
en sus respectivos perı́odos. Ası́, vemos que esta forma de sumar ondas nos permite localizar a las
partı́culas con un poco más de éxito que con cualquiera de las ondas planas individuales.
Bajo esta misma idea podemos sumar una combinación distinta de funciones. La Fig. 2 muestra
seis resultados de superposición, cada uno logrado con distinto número de ondas participantes (N =
5, 10, 20, 30, 40, 70) y todas ellas con números de onda κ ≡ 2π
λ = 1, 2, · · · , N . Diremos entonces que en
5 En efecto, la Interpretación de Born de la función de onda consiste en identificar
kΨ(x0 , t0 )k2 dx = Ψ∗ (x0 , t0 )Ψ(x0 , t0 )dx
con la probabilidad de hallar a la partı́cula entre x0 y x0 + dx en el tiempo t = t0 . El hecho que hablemos de kΨk2 y no
de Ψ se debe a que la función de onda puede ser compleja. (No queremos probablidades complejas).

3
j =1
j=2
j=3
j=4

j=5
j=6
j=7
j=8

j=9
j = 10

λ1 10

∑ cos( jx)
j =1

-15 -10 ∆x1-5 0 5 10 15

P10
Figura 1: La onda resultante (curva roja), dada por j=1 cos(jx), tiene una longitud de onda (resultante) λ1 ' 6 [u]
y un ancho ∆x1 ' 2 [u].

cada caso sumamos sobre un intervalo de números de onda ∆κ = N . Debe notarse que la separación
entre 2 valores consecutivos de κ, que denotaremos como δκ, fue siempre igual a la unidad (δκ = 1).
N

∑ cos ( jx )
j =1 ∆x2
λ2
N = 70

λ2 ∆x3

N = 40

λ2 ∆x4
N = 30

λ2 ∆x5
N = 20

N = 10 λ2 ∆x6
N=5
λ2 ∆x7

2 4 6 8 10 12

Figura 2: Sumas de distintas cantidades de ondas (N = 5, 10, 20, 30, 40, 70), usando distintas extensiones de ∆κ (más
números de onda presentes en la suma). La extensión de los paquetes de onda resultantes ∆x disminuye en la medida
que se utilizan más ondas (aumento de ∆κ). La diferencia entre valores consecutivos de κ es siempre δκ = 1.

Al comparar con la Fig. 1 resultan evidentes los efectos de sumar sobre diferentes extensiones de ∆κ:
en la medida que ∆κ crece, la extensión de los paquetes de onda, ∆x, disminuye; todo esto mientras la
longitud de onda resultante, λ2 ' 6.5 [u], permanece invariable, debido a que la diferencia entre valores
contiguos de κ es siempre la misma, δκ = 1.

Segundo método
En la Fig. 3 mostramos cómo varı́a la longitud de onda resultante (λ3 , λ4 , . . . , λ9 ) en función de
P20
δκ, la diferencia entre valores consecutivos de κ. Vemos que la función resultante, j=1 cos(jx/f )
(con f = 1, 2, . . . , 7; notar que N = 20 en todos los casos), está constituida por números de onda con
valores κ = 1, 2, . . . , 20 para f = 1, κ = 0.5, 1.0, . . . , 10.0 para f = 2, y, en fin, κ ' 0.14, 0.29, . . . , 2.86,

4
20
 jx 
∑ cos  
j =1  f 
λ9
f=7
λ8
f=6
λ7
f=5
λ6
f=4
λ5
f=3
λ4
f=2
λ3
f=1
0 10 20 30 40 50

Figura 3: La longitud de onda resultante (λ3 , λ4 , . . . , λ9 ) aumenta en la medida que la diferencia entre valores conse-
cutivos de κ disminuye. Tal diferencia se manipula con el valor de f .

para f = 7 6 . En la Tabla 1 vemos la dependencia entre f , δκ ≡ f1 y los valores aproximados de la


longitud de onda resultante λi que observamos en la Fig. 3). Algunos aspectos importantes de la Fig. 3

f δκ λ [u]
1 1.00 λ3 ' 6
2 0.50 λ4 ' 13
3 0.33 λ5 ' 19
4 0.25 λ6 ' 25
5 0.20 λ7 ' 32
6 0.17 λ8 ' 38
7 0.14 λ9 ' 44

Tabla 1: Relación entre f , δκ y la longitud de onda λi obtenida.

son:
1. La suma de ondas planas sigue siendo periódica.
2. La longitud de onda resultante aumenta conforme disminuye la diferencia entre números conse-
cutivos de k, δκ ≡ κj − κj−1 = f1 .
3. El cociente entre la extensión ∆x del paquete de ondas y la longitud de onda resultante corres-
pondiente se mantiene aproximadamente constante.

Tercer método
Con los dos métodos anteriores conseguimos bien (i) angostar los paquetes de onda resultantes
(disminuir ∆x, variando N en la Fig. 2), o bien (ii) separarlos suficientemente entre sı́ (aumentando
f , disminuyendo δκ en la Fig. 3).
Recordando que deseamos modelar la ubicación de una única partı́cula sobre el eje x, es preciso con-
seguir que la onda resultante contenga tan sólo un paquete de ondas; el cual, desde luego, habrá de
tener cierto ancho caracterı́stico ∆x que dependerá de la cantidad de ondas (N ) que sumemos (como
en la Fig. 2). En aras que ∆x sea lo más pequeño posible deberemos sumar muchas ondas (N ≫ 1);
6 Notar que 0.14 ' 1/7, 0.29 ' 2/7, . . . , 2.86 ' 20/7.

5
ası́, nuestras predicciones (ahora cuánticas) se parecerán tanto más a aquellas de la fı́sica clásica, con
~ y un margen de error ∆~
las partı́culas localizadas a través de un vector posición x x = 0.

Ahora bien, ¿cómo hacemos para conseguir un sólo paquete de ondas?...

Advertimos que obtener un sólo paquete de ondas


sobre el eje x equivale a que la longitud de onda
resultante de la suma sea infinita, λ → ∞.

Pues bien, la sı́ntesis de ambos métodos indica que necesitamos sumar muchas ondas (N ≫ 1) cui-
dando que, al mismo tiempo, δκ → 0. En otras palabras, debemos aproximarnos a que κ sea un
variable continua: en lugar de sumar ondas deberemos integrarlas, donde el ı́ndice discreto de suma,
j, habrá de reemplazarse por el diferencial dκ, para ası́ dar cuenta de una suma sobre algún intervalo
continuo de κ 7 .

Por último, una caracterı́stica común de las Figs. 1, 2 y 3 es que las ondas componentes cos jx

f
siempre están ponderadas o pesadas con el mismo factor (1), el cual, obviamente, no depende del valor
de j; o, como j/f = κ, es independiente de κ. Podemos, only for fun, alterar esta elección incluyendo
una función arbitraria 8 A(κ = j/f ) que multiplique a estas ondas planas. Algunos ejemplos de A(κ)
son:
A1 (κ) = 1
(j−50)2
A2 (κ) = e− 10 (12)
8 2
A3 (κ) = e− 100 j ,
en virtud de las cuales las funciones de onda resultantes vienen dadas por
100  
X jx
Ψ1 (x, 0) = cos
j=1
f
100  
X

(j−50)2 jx
Ψ2 (x, 0) = e 10 cos (13)
j=1
f
100  
X 8
− 100 j2 jx
Ψ3 (x, 0) = e cos .
j=1
f

El efecto de las distintas A(κ) aparece graficado en las Figs. 4, 5 y 6, donde, esta vez, N = 100 y
f = 60, de manera que δκ = 1/60 ' 0.017, valor mucho menor que los que alcanzamos a usar en la
Fig. 3. Las longitudes de onda resultantes son λ10 ' λ11 ' λ12 ' 420 [u] (la misma para los tres, ¿por
qué?). Ası́, todo indica que para construir un paquete de onda de materia susceptible de representar
a una partı́cula debemos ocupar funciones como las de la Ec. (13), con κ y ω relacionados mediante
la Ec. 9, y manipular apropiadamente los valores de N , f y A fj con tal que Ψ sea apreciable sólo
en torno a un punto x (i.e., λ → ∞). Luego, como ya dijimos, puesto que δκ → 0 (es decir, f → ∞)
llegamos a que lo que introdujimos como una función discreta A fj tiene que ser en realidad función
continua A(κ). En consecuencia, una auténtica función de onda ha de tener la forma
Z k2
Ψ(x, 0) = A(κ) cos(κx)dκ , (14)
k1

relación en que nos hemos permitido considerar valores de κ sólo en cierto intervalo [κ1 , κ2 ]. Vemos
que la diferencia (κ2 − κ1 ) juega el mismo papel que N (=100) en las Ecs. (13), refiriéndose a cuántos
7 Más adelante contaremos con muy buenos motivos fı́sicos para querer disminuir el intervalo de κ sobre el que hemos
de realizar la intergación. Sin embargo, esto no arruina nuestro hallazgo acerca de cómo sumar ondas con tal de lograr
un sólo paquete de ondas que, además, esté suficientemente acotado.
8 Veremos durante el curso que esta función es arbitraria sólo dentro de ciertos lı́mites, debiendo cumplir requisitos

relacionados con el caracter fı́sico de Ψ(x, t).

6
100
 jx  ∆x10
∑ cos  60 
j =1

λ 10

40

100 200 300 400

Figura 4: Función de onda Ψ1 (x, 0) (Ec. 13), con λ = λ10 ' 420 [u] y ∆x10 ' 80 [u].

( j −50) 2
100 −  jx  ∆x11
∑e
j =1
10
cos  
 60 

λ11

11

0 100 200 300 400 500 600

Figura 5: Función de onda Ψ2 (x, 0) (Ec. 13), con λ = λ11 ' 420 [u] y ∆x11 ' 180 [u]. La función resultante es oscilatoria
en x, con un manto aproximadamente gaussiano (por arriba y por abajo).

∆x12
8 2
100 −  jx 
∑e
j
100
cos  
j =1  60 

λ12

0 100 200 300 400 500 600

Figura 6: Función de onda Ψ2 (x, 0) (Ec. 13), con λ = λ12 ' 420 [u] y ∆x12 ' 180 [u], diferenciándose de la Fig. 5 sólo
en la forma del paquete de onda, ahora completamente gaussiano.

7
valores de κ (ahora sobre un eje real) participan en la suma.

Según declaramos en la nota al pie 5 lo que realmente tiene sentido fı́sico es la cantidad |Ψ|2 , gra-
cias a lo cual podemos permitir que las ondas de materia sean funciones complejas (suele decirse que
las ondas de materia no son ondas fı́sicas, al modo como los son ondas mecánicas y electromagnéticas).
De hecho, ocurre que cos κx = Re [eıκx ], de modo que bien podemos definir
Z κ2
Ψ(x, 0) = A(κ)eıκx dκ (15)
κ1

Si dejamos que la integral se extienda entre [−∞, +∞] no perderemos generalidad en nuestros resulta-
dos, ya que si deseamos acotar tal intervalo, nos basta usar una función A(κ) que sea despreciable fuera
de la región deseada [κ1 , κ2 ]. Con esto, la función A(κ) serı́a susceptible de separarse en tres partes
claramente diferenciadas, A1 (κ), A2 (κ) y A3 (κ), (con A1 (κ) ∼ A3 (κ) ∼ 0), de modo que la integral
nos quede
Z ∞
Ψ(x, 0) = A(k)eıκx dκ
−∞
Zκ1 Z κ2 Z +∞ (16)
= A1: 0eıκx dκ +
(κ)
 A2 (κ)eıκx dκ + A3 : 0eıκx dκ ,
(κ)


 
−∞ κ1 κ2

volviendo ası́ a los lı́mites de la Ec. (15). El aspecto de la Ec. (16) nos recuerda a una Transformación
de Fourier ; en consecuencia, desde ahora podemos interpretarla fı́sicamente como una suma de ondas,
que, además, ¡permite dar cuenta de la ubicación de una partı́cula cuya naturaleza ondulatoria emana
del Postulado de de Broglie! Sorprendente.9 .

En Mecánica Cuántica hacemos fı́sica de partı́culas concibiéndo-


las como ondas; para ello nos valemos de la Teorı́a de Funciones,
en particular de las Series y Transformadas de Fourier.

Finalmente, reflexionamos sobre las consecuencias fı́sicas de formular la cinemática de una partı́cu-
la (su ubicabilidad) ya no a través de vectores, como en mecánica clásica, sino, ahora, en mecánica
cuántica, mediante funciones de onda. Dijimos que nuestro primer intento de función de onda (Ec. (8))
daba cuenta de una partı́cula totalmente deslocalizada sobre el eje x; pero al mismo tiempo con una
notable virtud sobre el conocimiento de su momentum y energı́a, dos propiedades que, si deseamos ha-
cer cinemática, son tan importantes como su posición. En efecto, sabı́amos entonces que éstos estaban
completamente determinado por p = ~κ y E = ~ω, respectivamente. Ahora, con nuestra última función
de onda, obtenida sumando muchas de las del primer tipo, hemos logrado aproximarnos a nuestro ideal
de localizabilidad, pero con un enorme costo: ahora no sabemos cuál es el momentum de la partı́cula.
Claramente, la funcion de onda (16) ya no está constituida por sólo un valor de κ tal que nos permita
asegurar que la partı́cula tiene un sólo momentum dado por p = ~κ. Esta vez la partı́cula puede tener
cualquiera de los momenta propios de cada una de las ondas planas con las cuales logramos construir
el paquete de ondas que la localiza.
La Mecánica Cuántica, que es la que se nos ofrece de aquı́ en adelante, establece que la mejor manera
de aproximarnos a la naturaleza es con una teorı́a, basada ı́ntegramente en el PDB y sus inevita-
bles funciones de onda, a la que le es imposible predecir datos tales como posición y momentum con
absoluta certeza simultáneamente. Una manera algo más intuitiva que la vista aquı́, basada en un
experimento mental que tendremos ocasión de discutir más adelante, nos lleva a que, independiente de
esta formulación ondulatoria de la materia, estamos condenados a conformarnos sólo con información
9 Al lector deberı́a parecerle plausible que un paquete de ondas válido para t 6= 0 ha de expresarse como
Z +∞ hı i
Ψ(x, t) = A(κ) exp (px − ωt + φ) dκ ,
−∞ ~
donde hemos usado las definiciones de la Ec. (10).

8
incompleta de la naturaleza cuando urgamos en ella con algún experimento. De este modo, la llamada
Formulación de Heisemberg de la mecánica cuántica, basada en su celebérrimo Principio de Incerti-
dumbre, y coherente con todo lo que hemos concluido en estos apuntes, sepulta uno de los aspectos
fundacionales de la Fı́sica Clásica, aquel relativo a la posibilidad de una ciencia independiente del acto
de medición: ya no nos es posible acceder a un conocimiento cabal de la naturaleza, con total certeza
en posiciones y momenta (o al menos no simultáneamente); y no por un problema experimental, de
que hasta ahora no se halla inventado un instrumento lo suficientemente adecuado para medir; sino
por una imposibilidad intrı́nseca al acto de medir. La medición altera el fenómeno que deseamos medir.
¡Es dramático!
Tendremos ocasión de verificar que ambas formas de hacer fı́sica, la que parte desde el PDB y aquella
proveniente de las perturbaciones inherentes a la medición, resultan ser completamente equivalentes.
Más aún, el Principio de Incertidumbre es una consecuencia inexorable de la formulación ondulatoria
de la materia.

El postulado de De Broglie es un punto de inflexión en el desa-


rrollo de la Mecánica; es él la pulpa de la Formulación Cuántica.

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