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TALLER RESPIRATORIO

1. Es el flujo de entrada y salida de aire entre la atmósfera y los alvéolos pulmonares.


Es un proceso funcional por el que el gas es transportado desde el entorno del
sujeto hasta los alveolos pulmonares y viceversa. Este proceso puede ser activo o
pasivo según que el modo ventilatorio sea espontáneo, cuando se realiza por la
actividad de los músculos respiratorios del individuo, o mecánico cuando el proceso
de ventilación se realiza por la acción de un mecanismo externo. El nivel de
ventilación está regulado desde el centro respiratorio en función de las necesidades
metabólicas, del estado gaseoso y el equilibrio ácido-base de la sangre y de las
condiciones mecánicas del conjunto pulmón-caja torácica.

El objetivo de la ventilación pulmonar es transportar el oxígeno hasta el espacio


alveolar para que se produzca el intercambio con el espacio capilar pulmonar y
evacuar el CO2 producido a nivel metabólico. El pulmón tiene unas propiedades
mecánicas que se caracterizan por:

• Elasticidad: Depende de las propiedades elásticas de las estructuras del sistema


respiratorio. Por definición es la propiedad de un cuerpo a volver a la posición inicial
después de haber sido deformado. En el sistema respiratorio se cuantifica como el
cambio de presión en relación con el cambio de presión.
• Viscosidad: Depende de la fricción interna de un medio fluido, es decir entre el tejido
pulmonar y el gas que circula por las vías aéreas. En el sistema respiratorio se
cuantifica como el cambio de presión en relación con el flujo aéreo.
• Tensión superficial: Está producida por las fuerzas cohesivas de las moléculas en
la superficie del fluido y de la capa de la superficie alveolar. Estas fuerzas dependen
de la curvatura de la superficie del fluido y de su composición.
• Histéresis: Es el fenómeno por el que el efecto de una fuerza persiste más de lo que
dura la misma fuerza.

2. Es la diferencia entre la presión alveolar y la presión pleural. Se da por la diferencia


entre la presión que hay en el interior de los alvéolos y la que hay en las superficies
externas de los pulmones, y es una medida de las fuerzas elásticas de los pulmones
que tienden a colapsarlos en todos los momentos de la respiración, denominadas
presión de retroceso.

Esta determinada por la presión alveolar y la presión pleural. La presión pleural es


la presión del líquido que está en el delgado espacio que hay entre la pleura
pulmonar y la pleura de la pared torácica. Por otro lado, La presión alveolar es la
presión del aire que hay en el interior de los alvéolos pulmonares.

3. El surfactante es un agente activo de superficie en agua, lo que significa que reduce


mucho la tensión superficial del agua. Es secretado por células epiteliales
especiales secretoras de surfactante denominadas células epiteliales alveolares de
tipo II (neumocito tipo II), que constituyen aproximadamente el 10% del área
superficial de los alvéolos. Estas células son granulares y contienen inclusiones de
lípidos que se secretan en el surfactante hacia los alvéolos. El surfactante es una
mezcla compleja de varios fosfolípidos, proteínas e iones. Los componentes más
importantes son el fosfolípido dipalmitoilfosfatidilcolina, las apoproteínas del
surfactante e iones calcio. La dipalmitoilfosfatidilcolina, junto a otros fosfolípidos
menos importantes, es responsable de la reducción de la tensión superficial. Lo
hace porque no se disuelve de manera uniforme en el líquido que tapiza la superficie
alveolar, sino que parte de la molécula se disuelve, mientras que el resto permanece
sobre la superficie del agua en los alvéolos. La tensión de esta superficie es entre
un doceavo y la mitad de la tensión superficial de una superficie de agua pura.
La aparición del surfactante se da entre las semanas 20 y 22 del desarrollo
embrionario durante el estadio canalícular, pero solo se encuentra en pequeñas
cantidades. Hacia el estadio fetal tardío es en donde se produce el surfactante en
cantidades adecuadas.

Si no hay una producción adecuada del surfactante pulmonar se produce una


patología denominada enfermedad de membrana hialina. La cual afecta a
aproximadamente el 2% de los recién nacidos vivos; los prematuros muestran una
susceptibilidad mayor a este problema. Estos lactantes desarrollan una respiración
rápida y forzada poco tiempo después de su nacimiento. Los pulmones muestran
una insuflación excesiva y los alveolos contienen un líquido con abundantes
proteínas y características similares a una membrana brillante o hialina. Esta
membrana parece formarse a través de la combinación de sustancias existentes en
la circulación sanguínea y del epitelio pulmonar lesionado. Se ha propuesto la
posibilidad de que la asfixia intrauterina prolongada pueda dar lugar a cambios
irreversibles en los neumocitos tipo II alveolares, de manera que son incapaces de
producir surfactante. Hay además otras causas de la ausencia o deficiencia de
surfactante en los prematuros y en los recién nacidos a término. No ha sido posible
identificar todos los factores de crecimiento y las hormonas que controlan la
producción de surfactante, pero los corticoides y la tiroxina, que están implicados
en la maduración de los pulmones fetales, son estimuladores potentes de dicha
producción.
4. La membrana alveolocapilar es una superficie, más o menos homogénea
compuesta por un conjunto de estructuras que deben cruzar los gases entre el
alveolo y el capilar pulmonar. Está integrada desde el alveolo al capilar:

• Fina capa de líquido, que cubre el alveolo y contiene el surfactante


• Epitelio alveolar
• Membrana basal alveolar
• Espacio intersticial
• Membrana basal capilar
• Endotelio capilar

5. Los factores que influyen en el intercambio gaseoso son:


• El grosor de la membrana
• El área superficial de la membrana
• El coeficiente de difusión del gas en la sustancia de la membrana
• La diferencia de presión parcial del gas entre los dos lados de la membrana.

6. El pulmón se divide en 3 zonas: Zona 1 (Superior / Aérea), Zona 2 (Media) y Zona


3 (Inferior / Irrigada).

• Zona Aérea: En esta zona hay ausencia de flujo durante todas las porciones del
ciclo cardíaco porque la presión capilar alveolar local en esa zona del pulmón nunca
aumenta por encima de la presión del aire alveolar en ninguna fase del ciclo
cardíaco. Por lo que esta zona posee gran cantidad de aire, pero poca irrigación,
por lo tanto, no es ideal para el intercambio gaseoso.

• Zona Media: En esta zona hay flujo sanguíneo intermitente, sólo durante los picos
de presión arterial pulmonar, porque la presión sistólica en ese momento es mayor
que la presión del aire alveolar, pero la presión diastólica es menor que la presión
del aire alveolar. Esta zona al tener buena cantidad de aire y buena irrigación es
considerada la zona ideal para el intercambio gaseoso.

• Zona Irrigada: En esta zona hay flujo de sangre continuo, porque la presión capilar
alveolar es mayor que la presión del aire alveolar durante todo el ciclo cardíaco. Hay
poca cantidad de aire debido a que el aire al ser un gas se desplaza hacia la parte
superior del pulmón. Esta zona posee gran cantidad de sangre, pero poco aire, por
lo tanto, no es ideal para el intercambio gaseoso.

7. Es la que corresponde a la circulación menor de la sangre: la sangre venosa de las


cavas es recogida en la aurícula derecha, de ahí pasa al ventrículo derecho y de
aquí, por la arteria pulmonar, a los pulmones, donde tiene lugar el recambio
gaseoso. El retorno de la sangre al corazón se hace por las venas pulmonares, que
llevan la sangre arterial a la aurícula izquierda.

8. El oxígeno es transportado tanto físicamente disuelto en la sangre como


químicamente combinado con la hemoglobina en los eritrocitos; en circunstancias
normales mucho más oxígeno es transportado combinado con hemoglobina que
físicamente disuelto en la sangre, ya que, sin hemoglobina, el sistema
cardiovascular no podría proporcionar suficiente oxígeno para satisfacer las
demandas de los tejidos.

9. La respiración es iniciada de manera espontánea en el sistema nervioso central. Un


ciclo de inspiración y espiración es generado en forma automática por neuronas
situadas en el tallo encefálico y, por lo general, la respiración ocurre sin un inicio
consciente de la inspiración y la espiración.
Este ciclo de inspiración y espiración generado de manera espontánea puede ser
modificado, alterado o incluso temporalmente suprimido por diversos mecanismos,
los cuales comprenden reflejos que surgen en los pulmones, las vías respiratorias
y el sistema cardiovascular; información proveniente de receptores que están en
contacto con el líquido cefalorraquídeo (CSF), y órdenes que provienen de centros
superiores del cerebro, como el hipotálamo, los centros del habla, y otras áreas en
la corteza cerebral, por ende, los centros que se encargan de la generación del ritmo
espontáneo de la inspiración y la espiración son capaces de alterar su actividad
para satisfacer la demanda metabólica aumentada sobre el sistema respiratorio
durante el ejercicio, o incluso pueden ser suplantados o suprimidos durante el habla
o el sostenimiento de la respiración.

Los centros de control respiratorio en el tallo encefálico afectan el control rítmico


automático de la respiración por medio de una vía final común que consta de
la médula espinal, la inervación de los músculos de la respiración, como los nervios
frénicos, y los músculos de la respiración mismos. Por tanto, la ventilación alveolar
está determinada por el intervalo entre grupos sucesivos de descargas de las
neuronas respiratorias y la inervación de los músculos de la respiración, que
determinan la frecuencia respiratoria, y por la frecuencia de descargas neurales
transmitidas por fibras nerviosas individuales hacia sus unidades motoras, la
duración de estas descargas, y el número de unidades motoras activadas durante
cada inspiración o espiración, que determinan la profundidad de la respiración o
el volumen de ventilación pulmonar. Hay algunas vías que van de la corteza cerebral
hacia los músculos de la respiración, como las involucradas en la respiración
voluntaria, que no pasan por el centro respiratorio del bulbo raquídeo y viajan
directamente a las neuronas motoras α espinales.
10. La espirometría es una prueba de la función pulmonar que mide los volúmenes y
flujos respiratorios del paciente, esto es, la capacidad para acumular aire en los
pulmones y la capacidad para moverlo.

Espirometría simple: El paciente realiza una espiración máxima no forzada tras una
inspiración máxima. Su realización determina los siguientes volúmenes.

• Volumen corriente: Cantidad de aire que se moviliza en una inspiración o espiración normal.
Suele ser de unos 6 – 7 ml / kg de peso, es decir, de unos 500 ml en un individuo normal de
70 kgs.
• Capacidad vital: Cantidad de aire que se moviliza en una inspiración o espiración máximas
no forzadas. Suele ser de unos 3 – 5 litros.
• Volumen de reserva inspiratoria: Diferencia entre el máximo volumen que puede inspirarse
en una respiración normal (volumen corriente) y en una respiración máxima. Suele ser
aproximadamente de 1 litro.
• Volumen de reserva espiratoria: Diferencia entre el máximo volumen que puede espirarse
en una respiración normal (volumen corriente) y en una respiración máxima. Suele ser
también aproximadamente de 1 litro.
• Capacidad inspiratoria: Cantidad de aire que puede inspirarse después de una espiración
normal. Incluye por tanto el volumen corriente y el volumen de reserva inspiratoria, por lo
que su valor se encontrará alrededor de 1.5 litros.
• Volumen residual: Es la cantidad de aire que queda en los pulmones tras una espiración
máxima, que por tanto no puede exhalarse nunca. No es accesible su cálculo mediante
espirometría, sino que precisa de una pletismografia corporal o técnica de dilución de
gases inertes, generalmente helio. Su valor ronda entre 1 y 2.5 litros.
• Capacidad residual funcional: Es la cantidad de aire que queda en los pulmones tras una
espiración normal, y que incluye el volumen residual y el volumen de reserva espiratoria.
Por tanto, su valor ronda los 2 – 3.5 litros. La espiración normal se realiza de manera pasiva
por parte de la caja torácica, por medio de las fuerzas elásticas del pulmón, que recuperan
su volumen inicial sin intervención de los músculos intercostales, de forma que la CRF es el
resultado del equilibrio entre esas fuerzas elásticas, que tienden a disminuir el volumen del
sistema, y las derivadas de la mecánica de la caja torácica, que tienden a aumentar el
volumen.
• Capacidad pulmonar: Cantidad total de aire que pueden llegar a contener los pulmones, y
que se obtiene mediante la suma de la capacidad vital y el volumen residual.

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