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Boletín 2

La Biblia
y sus lenguas de origen
¿En qué idioma platicaba Dios con Adán?
¿Es el hebreo la lengua madre?
¿Quién le enseñó a Moisés a escribir hebreo, si esta lengua escrita no existía antes del Sinaí?
4 Imperios, 4 lenguas.

Algunos lingüistas, principalmente judíos, afirman que el hebreo es la lengua madre de todas las lenguas
del mundo. Sabemos con certeza que antes de Babel, había solo una lengua. Y en ese punto, Dios les
confundió su lengua o idioma para que no se pudieran comunicar entre si y cejarán en su empeño de seguir
construyendo la torre de Babel. Según los especialistas, todas las lenguas del mundo se derivan de 70
familias. Y estas a su vez están agrupadas en tres grandes troncos (¿Serán de Sem, Cam y Jafet?).

Además vemos la evidencia de que los primeros nombres se componen de una etimología hebrea: Adán
se deriva de adamá (tierra), ishá (mujer), de ish, Eva de Jai (vivo) (El Cuzarí II, 68).

Y finalmente, conclusión lógica sería que ciertamente el idioma del pueblo hebreo, el hebreo, fuera el
idioma único, el idioma original, que perduró durante los primeros siglos de la humanidad, sobrepasando
el Diluvio, hasta Babel. Ahí, los descendientes de Noé, Sem Cam y Jafet, se dispersan. De las posibles 70
lenguas dispersadas, 69 son nuevas, la lengua primera debió seguir, por lo menos en la descendencia de
Sem. Hasta hoy a un grupo derivado de este Sem, se les llama “lenguas semíticas”. Estas son, además del
hebreo, el arameo, el sinaítico, el árabe, el tigriña entre otras. Estas lenguas comprobadamente tienen una
historia de mas de 4500 años, comparadas con la china, de 3500 años o la griega de 3400 años.

Hebreo hablado y escrito

Aquí hay una gran diferencia. No tienen que empezar al mismo tiempo. El hebreo hablado pudo existir,
como ya se dijo, desde los tiempos de Adán, desde el principio de la humanidad. Pero los hebreos no
fueron en su origen hombres de ciencias, no sabían escribir. Principalmente fueron pastores, hombres de
campo, no dedicados al estudio, como si lo fueron otros, como los acadios y otros pueblos sedentarios de
la Mesopotamia, donde se origina la civilización, al ser desarrollada la escritura.

La escritura no tiene una fecha de origen, fue paulatina, iniciando siglos atrás con una proto-escritura (a
base de símbolos). Pero se considera el año 2500 antes de Cristo aproximadamente como el origen de la
escritura. Fueron los sumerios quienes primero desarrollaron un sistema cuneiforme de escritura iniciando
así el registro de sucesos que dan origen a la Historia (Antes de esa fecha es Prehistoria). Por ello el relato
del diluvio, fue registrado primero por los sumerios, porque fueron los primeros en aprender a escribir,
1000 años de que naciera Moisés, lo que no significa que después Moisés les haya copiado dicho relato.

La enseñanza de Dios, venía en forma oral, por lo menos a través de la línea del Mesías (Adán, Set… Noé,
Sem, Arfaxad… Taré, Abraham, etc.). Esa lengua, solo oral, asumimos que fue el hebreo. No existió el
hebreo escrito, hasta los tiempos de Moisés, el primer escritor hebreo registrado.

Antes del hebreo escrito, existió el arameo (derivado de Aram y su área, pueblo al norte de Mesopotamía,
con el mismo nombre del hermano de Abraham, fallecido prematuramente, donde vivió un tiempo junto
con su padre, probablemente fundado por Taré y Abraham en memoria del tal hijo y hermano). Este pueblo
semita desarrolló una escritura que usaron varios pueblos semíticos de la comarca, y que a través de
pueblos y generaciones, perdura hasta hoy. Aunque hebreo y arameo son parecidos en su origen, son
diferentes hoy. Los pueblos asirios y mesopotámicos fueron los principales que mantuvieron viva esta
lengua. En los años del Señor Jesucristo, era la lengua popular, herencia de ambos pueblos invasores y
conquistadores de Israel y Judea.

¿Quién le enseñó a Moisés la escritura hebrea?

Antes de Moisés, los hebreos habían sido pastores y en Egipto esclavos. Actividades que no dan tiempo
ni espacio ni cultura para desarrollar una lengua escrita. Fuera de estos hebreos, habría otros descendientes
aislados como pudieron ser Job y Jetro, el suegro de Moisés, pero no un pueblo de sabios que desarrollara
el lenguaje. Cierto que Moisés fue un príncipe en Egipto y como tal tuvo que ser instruido, en varias
lenguas de la comarca, seguro era poliglota. Pero los sabios egipcios no ocuparían su tiempo para
desarrollar una lengua para los despreciados esclavos hebreos. Por tanto, es de deducir que no existía una
lengua hebrea escrita. Que Moisés no pudo haberla aprendido de los egipcios u otros en el desierto.

Algunos lingüistas hablan del arameo y otras lenguas arcaicas como origen del hebreo, pero es por darle
una explicación. Siendo más radicales, no parece haber hebreo escrito antes de Moisés.

Así que la conclusión más viable es que antes de Moisés, el primero que escribió en hebreo, fue…Dios
mismo. Las Tablas de la ley fueron escritas por Dios en el Monte Sinaí. ¿En qué idioma? En hebreo. (Si
usted voltea los símbolos del hebreo, verá que parecen ligeras llamas de fuego, un sello distintivo de Dios).
Por tanto, fue Dios mismo, al revelarle y dictarle los principios de la Ley, paralelamente le enseñó el
lenguaje escrito.

¿Sorprendente? No. Ya lo he visto hacer cosas parecidas en nuestros días. Conocí a una mujer y a un
campesino, que Dios les enseñó a escribir en una sola noche. La mujer, en León Guanajuato, sencilla e
inocente, le pidió que le enseñara a leer, “aunque fuera solo la Biblia”, y Dios así lo hizo. Conocí a tal
mujer y no pudo leer una revista que yo le regalaba, pero si podía leer la Biblia (hay que ser específicos y
amplios al orar). Conocí a otro varón que Dios le permitió aprender de memoria toda la Biblia, con solo
una lectura rápida. Por ello creo, que Moisés pudo haber aprendido de Dios el lenguaje hebreo. Al estudiar
unas cuantas lecciones de hebreo, se dará cuenta que no es un lenguaje cualquiera. Tiene mucho de divino.

Después de Moisés y el Pentateuco (los primeros 5 libros de la Biblia), otros escritores inspirados
escribieron el resto de los libros del Antiguo Testamento, lo que para los hebreos o judíos, es el Tanaj, la
Biblia hebrea.

Antes de la cautividad en Babilonia, el hebreo usado es lo que se le llama hebreo antiguo. Al estar cautivos
en Babilonia, arrepentidos de haberse alejado de Dios y de sus Escrituras, los sabios las transcribieron
fielmente a un hebreo más moderno (recordemos que las lenguas son vivas, van cambiando con el paso de
los siglos, como el castellano de 1560 comparado al español del 2014).

Así que la Biblia en hebreo, posterior a la cautividad babilónica, y con el complemento de los últimos
libros hasta Malaquías, está escrita en el hebreo llamado clásico. No existían hojas, libros, como los
tenemos hoy. Eran rollos de papiro o pergamino. Estos rollos eran los que tenían en cada Sinagoga, en
algunas de estas entró el Señor Jesucristo a leerlas en días de reposo.

El arameo

El pueblo judío perdió mucho de su identidad al ser arrancados de Judea y llevados cautivos sus principales
a Babilonia, los cultos y ricos. En Judea quedaron los pobres y campesinos, sin guía sacerdotal, pronto
perderían sus tradiciones, al mezclarse con samaritanos (descendientes de las tribus de Israel, invadidos y
desplazados 100 años antes que Judá). Estos serían después despreciados por la elite judía que regresó del
exilio. Este pueblo, tenía como lengua practica el arameo, el lenguaje del conquistador Asirio babilónico.
Pero con la ocupación de los griegos en el año 332 antes de Cristo, se estableció el uso del idioma griego.
Este era más para la gente culta que se iba desarrollando. Entre el pueblo común, el arameo prevalecía,
por ello cuando llegó Jesucristo, hablaba arameo, pero evidentemente sabía y leía las Escrituras en hebreo
clásico.

La Septuaginta, traducción griega.

Al morir Alejandro Magno, sus principales 4 generales heredaron su imperio. Ptolomeo tomó Egipto,
adoptando y continuando la tradición de los faraones. Inició la que sería la última dinastía de Egipto, la
Ptolemaica. Tres generaciones después, Ptolomeo IV filopator, hombre propulsor de la cultura y las artes,
que embelleció Alejandría y la convirtió en el principal centro cultural, gobernó entre 221 y 203 aC.
Ordenó la traducción de la Biblia, desde su hebreo original al griego. Para entonces, toda la región,
incluyendo Judea, se hablaba el griego, al menos entre la gente culta y para las relaciones internacionales.

La convocación fue para 72 sabios griegos-judíos. Por estos es que se llama Septuaginta, o de los 70’s
(redondeando). Por ser un idioma más común que el hebreo, esta versión se hizo más popular. Las Biblias
del Imperio Griego y después Romano, eran copias de esta versión, quedando la hebrea principalmente en
Judea, particularmente en Jerusalén. El Señor Jesucristo usaba la versiòn Hebrea (El Tanaj), pero es muy
probable que ocasionalmente leyera la versión Septuaginta en las sinagogas alejadas de la capital o en
algún momento, pues hay referencias a esta versión en los evangelios.

Las Biblias católicas, ortodoxas y evangélicas usaron mas la versión Septuaginta que la hebrea para sus
propias traducciones. De ahí que cuando un estudioso se apoya en el hebreo para interpretar la Escritura,
encuentra más luz.

Los Evangelios

Hay discrepancias entre diferentes historiadores, en relación con las lenguas usadas por los escritores del
Nuevo Testamento. Los radicales dicen que simplemente es hebreo para el AT y griego para el NT. Y
podría quedar así. Pero siendo un poco más análiticos, siguiendo la línea de lo escrito antes, vemos que la
región era un conglomerado de lenguas. Una zona muy internacional. Y la Biblia con el Nuevo testamento,
salió del área de Judea, y los autores y destinatarios estaban en diferentes lugares. Veamos un poco:

4 Imperio, 4 lenguas

Los judíos habían sido sometidos por 4 imperios (sueño de Nabucodonosor), Asirio (oro), Persa (plata),
Griego (bronce) y Romano (hierro y barro). La Biblia ya vimos existía en 3 idiomas: Hebreo, arameo y
griego. Los judíos tenían que hablar hebreo, arameo, griego y después latín.

Hebreo: judíos cultos y religiosos, lengua litúrgica


Arameo: lenguaje del pueblo, como decir hoy, el español
Griego: lenguaje internacional, como decir hoy, el inglés
Latín: lenguaje del invasor, soldados, políticos, administradores romanos y judíos relacionados.

Más tarde, cuando el Imperio romano se hace cristiano, la Biblia se traduce al latín, por Jerónimo de
Estridon, en el año 382. No en el latín clásico, sino en latín popular, vulgar, común, por lo que se le llama
la versión “Vulgata Latina”.

Jesús hablaba al pueblo, en arameo.


Los evangelios, escritos para el mundo (Pablo), en el idioma internacional, en griego.
Carta a los Hebreos, debió haberse escrito en hebreo y traducido al griego, o en griego y traducido al
hebreo, si es que era para los hebreos.
Lo mismo que la carta a los romanos, Pablo hablaba griego y sabía el hebreo, era un hombre culto.
Seguramente también el arameo y muy probablemente el latín, por ser ciudadano romano. Así que dicha
carta, si era para los romanos en Roma, pudo haberla escrito en griego y traducida al latín. No hay
evidencia de escritos originales en latín.

En resumen, no hay nada absoluto. Lo absoluto es lo que nos comunica la Biblia, en cualquiera de sus
lenguajes, expresa el lenguaje de Dios, el lenguaje de su amor y salvación. Claro que adquiere importancia
este tema, cuando tratemos de analizar las corrientes de traducción usadas en las traducciones que llegan
a nuestros días, y que son fundamentales para identificar las versiones correctas. Si Dios permite y nos
ayuda, pronto pasaremos a ese tema.

En Cristo… Víctor Manuel García

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