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HeRNA conTes a {B05 DE LACONFEDEFACION APTECA POR ELD DESPLEGO UNA SeRIEDE ACCIO Nes TENDiNTEs c 3 [DEAFOTA EL PODEROSO MOCTEZUNA. EN ESTA ESCENs OF CODICE DE DEGO OURAN ‘€ REPRESENTA UW ENCUENTTIO OJPLOMATCO DE CORTES CON UNO DE LOS SERORES DE LA CONFEDERACION, DEL SLO 11 REALIADA EN PLATA “EMBARCACON LUSITANAOE LA ECCA Ficha Técnica DEPARTAMENTO DE HISTORIA DEL COLEGIO NACIONAL DE BUENOS AIRES. UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES DIRECTORA: Prof dwvre Ravine REDACTORE Prof janie Crise Prof dura Ravina Prof Gabriel & Rb Prof Maria Crt Son Romi LIARES DE INVESTIGACION: Prof Kari Gravonaca: es Galina CARTOGRAFO: Miguel Angel Foch Teno general y lesin document Prof Algjandio Cis ISBN des obra: 987-503-310-3 ISBN tomo I 987-503-3092 Impress en Kollor Pris S.A, Uruguay 124, Avellaneda, ten clmes de Junio de 2002 Descubrimiento y conquista od Conquistar puede signif coloizr, pre tomb puede ifn ‘invadir, saguéar y avancar, Conguistar en el primer sentido da primicia a la ocupacién y cxplotcion dela ter, Enel sd endo econcibe como poder yriquena en tha fr ‘portunidade rar la situacién de uo mismo alos ojos de los comptes Ei te de ganar ‘ry ar mde wna ambit eral nl Cle adie, at dda en la conciencia dl onory ls limites que imponta el rango, EUhonary he rigucza sganaban mds fcibmente con la expada y merectanformalzarse en una conceion de stats ‘mds alto por un soberano agradevido, De acuerdo con eta radiciin, Balaser Dora Carranza exribi6 de los conquitadors de México que, aungue hubiera algunos hidalgos ene ell, ‘ahora lo 1m por presuncin todo porque toda bidalguta de su naturalea y coe sel sco sus prncipios de los hechosy servicios del Rey.” . ELLIOTT, J. H., La conguita epatoley las colonias de América. Bn Leste BETHEL (cd), Historia de América Latina, \cap. 6, Barcelona, Critica, 1990, pp. 125 y 128. ‘Lad causa porque bua ruero rants talesy an infnito miomer dedni- ‘mas los crstianos ha sido solamente por tener por su fin iltimo el oro y henchirse de rique- -zas en muy breves dlas,y subir a estades muy altos y sin proporcién de sus personas (..) por la insaciable ambicién y codicia que han tenido, que ha sido la mayor que en el mut dd se, por er agueller eras an fics y am cas, las gents thule, tan pacent _ytan files de sujetar a las euales no han tenido rads vespet, ni de ells ban becho mds ‘cuenta y estima (hablo con verdad por lo quest y be visto todo el tiempo), no digo que de ‘eta (pore pluguera a Dios que como besias ls hubieran ratdoyexiade), sino cox ‘mo y menos que estiéreol de las plazas. Y ast han curado de sus vidas y de sus dnimas, y por” ‘esto todos los mimerosy les cuentes dichs han muerto sin fey sin sacramentas. ¥ estas wna ny WEEE yi Lid WLLL ld Wes gL ek ce) eee _yla confiesan: que nunca los indios de todas ls indias hicieron mal alguno a crisianos, an- 1s os ewveron por venidos del ele, basta que (.) muchas veces reibieren ellos 0s Yeh ‘nos muchos males, robos, muerte, violencias yvejaciones(..). 4 (CASAS, BARTOLOME DEAS, Brevi relacién de a destruecin dels Indias, Colom bia, Ediciones Nuevo Siglo, 1995, pp. 20-21. sPuede permitirse el riserader emit un juici? Puede ‘omar par- 109 Preguntas eds, puesto que empresa y sempre se toma pare. per ot abi (ocr de tomar ina pesciin desiencoy ela hnetidad de confer. Callas no (is IA Ue sjeeldad,snglatas pare ie reat ule iio ae ears, acer do srdo. 1) Mas al des prencupacines rats, bay oro nivel de a -zonaimiento gee exremadamente importante ys emir n ico general saree mune cdo conebido porte cng, Que fue grande, vali, incluso epce, bm dictile? Pero aceon baariador no tone el derecho ~y hasta el deb de ir mal dela sim ile comprobacin’ Debe paver de sobripasa ot bechos ques le presenta, para buscar 1a argumentacin mds profnda yl vex mds verdadera que la que pueda earer de tinsinpleacontciiente, Puede usgar el precio page properciona al retado ob tendo, Sie le orga exe derecho, el bsoriador pot decir entnces que ls congustado- rs erearon, sobre sa bate eguramente pc, un mundo fd, masano ycarcomido,” ROMANO, RUGGIERO, Las Conquers, Bucnos Ais, Huernl, 1978, p93, .06RAIA DE AUTOR ANONINO ‘COLON ERRAS AMERICANA. 112d ecb de 192 cosine Hissin Pe ee cose gen eee sic eins HOHE ioe taen enor « BMG Hele Bootes crea on I eet abs tc Peis ie nficata cae dx FD ert vas ee ae tee oe Br er liar eos Pent fcr gala coe do hme Bj Fd Meda Beer i eecersy captnnre cl Bee hail deer rp ee a aeaanicai Per eiee inclae on o eerie eairik Panel einflin de aa Helo Det ei dee ws ohh pare ea ae Bee ee cane FU spree etl slept, pe pesatoe cies ooee Ree nit ieec ay Pe ee! Das prt ee ease any sslt74))) Heel ( contacto con su gente fueron acompa fiados por una variedad de acciones -en algunas ocasiones deliberada, en otras sin intencién manifiesta~ que en conjunto consttuyeron mecanismos de conquisa, Durante los cineuenta afios que siguieron [a Ilegada de Colin, bajo el auspicio y turela de Espana y Portugal, se exploraron y conquistaron los puntos neurilgcos de Ja actual Iberoamérica. Fue entonces cuando se sentaron las bases de los sends dominios coloniales, que mantendefan su condicin de ales hasta ls primeras déca das del siglo XIX. La conquista militar sgradualmenteinfa perdiendo el ritmo fe- bril de los primeros aos, aunque ls es- wategias para explotr, organiza y conser- vat las colonias habefan de resultar, para las culeuras aborigenes, tan devastadoras como la guetra. Con el grito de Rodrigo dd Triana todo un continente comenzabs 4 transitar una nueva etapa que cambiaria siibitamente el rambo de su historia y marearla a fuego su porveni. Razones de soba para indagar acerea de quignes, 6 mo yen qué circunstancas fueron los en cargudos de conguista la parte mas rca y bermosa de mundo (Montaigne) Cambio de mentalidad y expansidn ultramarina La mentalidad mercantil, componente intrinseco de la naciente burguesia que cconmovia la rigida estructura socioeco- rnémica medieval, Fue uno de los motores del fervor expansionista evidente en Eu ropa desde los lkimos siglos del Medioe- vo. Eloi las especias y los articulos, ue llegaban desde Oriente se dobtenian a través de transacciones co ‘meals realizadas en el este del Medi- terrinco y en la costa norte de Africa. A la ambici6n por llegar directamente a es- tos productos, evitando intermediarios, pronto se sumé la necesidad de resolver l excollo que sgnificaba el inconcenible avance de los turcos sobre el “mare nos- tum", Desde comienzos del siglo XV, Jos intereses que se aglusinaban en torno del tesco comercial empezaron a consic cderar seriamente la necesidad de hallar tuna rua alternativa a ha que durante mi les de afios habia oftecido el Mediterr ‘ico, Pronto quedaria demostrado que es te tipo de empresas, requer(an del respal- oy el auspico de nuevas entidades polt tieas que aseguraran las condiciones mi fimas para levarla a cabo y fueran capa- ces de concentrar recursos. Por entonces las monarqulas absolura, con el concur: s0 directo indirecto de la burguesi, co- menzaban a superar la fragmentacin politica medieval, La expansion cerrito- rial habrla de aportar recursos y presi ‘jo, dos elementos que reultaran deci vos para la consolidacién del ideal colec- tivo que precendfan encarnar los nacien- tes ertados nacionales. En algunos casos y muy especialmente en el. que tendia como protagonists a Ia eatdlica monae quia espaola-, este ideal se aghatinaria cen torn de una f religioss qu le fala al gesta un epi de ervzade La bis {queda de nuevos horizons satisfcia in- teress politicos, sociales, econdmicos y hasta religiosos, pero también respond al espircuinquieto del hombre eenacen Lista, deseoso de conocer y de ransormar. Mientras que el expia de aventura ~y tno menos el ansia de fama y de rique 2a. se inflamaban con el relato de Marco Polo y de otros eantos que p aban la exintencia de lugares prodigio- sor. Al a de los primeros progrsos de Las ciencisfisicomatemsiss, los inteee- tusles humanists proponfan una nueva mirada sobre las eons geogrdfca y a- twondmicas de ka Anvgtedad eldsin, La cienciaeitimvulabs, pero pata tansfor- snarls especlaciéncientfica en realidad rs precio avanzat unos pasos eh mate- via de téenicas de navegaci6n. Los prime- ros que hicieron ala mar pronto agre- fgaton, al bagsje de los matineros medite- mentale als hora de emprender prolon- ados viajes oceinicos. Si como habla an- ticipado Prolomeo, la Tierra era redon- a, sho era cuestidn de decides, Haba ‘que superat el eror que generbs la sola mmeneién del “verde mat tenchroso” y cermprenderla ruta del Arlicic, Los ibéricos y el Atléntico Fue primero en Portgaly varias dcadas después en Espafa, donde germinaron cxperencia y la vijas ambiciones an «2s de los marinero veneianos y genove- sex. La tempranaconslidacin de etrue- taras politica centalizadas y su privile- giada situaciin geoprtica propicié que ambos Estados estuviran tempranamen- te en condiciones de canalizar el esprcu aventutero y mercantil de los naveganes del medicerrnco hacia verdadrasempre- sas de decubriniots y congue, La toma de Ceuta en 1415 fue el co- rmienzo de la expansdn de Portugal so- bre Ia costa africana, Tan esstico como pretic, el principe Enrique el nave- antes encargé de auspice un svance febril hacia el sur de ee continene, ins talando factortas en la costa y levando a cabo entradas hacia el interior del teri- tori, Haca fines de ln década de 1470, Porcugal habla traspusto et Ecuador y tenia el monopolio del comerco, explo- racion y comercalizcion de la costa oc- cidentalaficanay, a excepei6n de Cana- sia, de las sks del Addntico. Desde alt Ilegaban 4 Lisboa oto, esclavos negros, hicrro, marfily pimienta que se conver: tian nun etinulo paca nuevas empre- sas que presenian que la nueva ruta ha- cia Oriente estaba a punto de hacerse re alidad En 1486, Bartolomé Diaz legs a Ia Bahia Mossel en el Ocfano Indico, y antes de que comenzara la nueva centu~ ria Vasco da Gama se halabarealizando twansacciones comerciales en Calicut, Espana, por su parte, loge encauzar el proceso de unifcacin a partir de la se- ‘gunda mitad del siglo XV. Fl casamiento dle Isabel de Castilla y Fetmando de Ara= ‘gén (1469) sents las bases de un proyee= to politico que supo combinar el poder ‘condmico y militar con un conjunco de ideaes que pregonaban la necesidad de aleanzar una unidad racial y religiosa, Los Reyes Catdlicos ya habfan tenido noticias de un genovés que segura po- dle llegar a Oriente navegando hacia Oc- ‘dente, pero fue recién tas a toma de ‘Granada (1492) cuando decidieron pres tar atencibn a la propuesta. Apenas cule ‘minado el proceso de reconquista que se habia extendido durante siete siglo, la novel monarqufa se embareaba en una empresa que ofrecia sobradas oportuni= clades para satisfacer su ain expansior tay su proverbial clo religioso. La oferta de Cristdbal Colén (1451- 1506) debié ajustarse a los intereses y ‘objetivos de los Reyes Cardicos. Inau gurando una modalidad que se mancen dlia durante los aos de conquista [a re= lacién entre la corona y el particular que ofrecta sus servicios quedé plasmada en ‘un “contrato” de clara raigambre medie= val, Las Capirulacines ficmadas en la ciudad de Santa Fe en abril de 1492 =inucho mis gencrosa que las que oxtos firmarfan en el futuro~ establecan clarae ‘mente que la corona se reservaba a st prema soberanta y jurisiccién de todos los tettorios descubiertos. A cambio de lo de Almirante, virey y gobernador general, 10 por ciento de toda actividad eco- rdmica que produjera algtn benefcio y 1a posibilidad de asociarse con un octavo dl los gastos y patticipar proporcidn de las ganancias, ste servicio, Colén reciba el Col6n: de la gloria al ocaso El poder real hizo posible que Colin zar- para del Puerto de Palos el 3 de agosto de 1492 con casi 90 hombres distribu dos en tres embarcaciones: de acuerdo con sus cfleulos, dos carabelas la Pinta y lt Nia y una nao la Santa Masia ‘ran mis que suficientes para recorer los menos de tres mil kilémetros que lo se- paraban de la ila de Gipango. Luego de recalar en las Canarias, os expediciona- rigs emprendieron un viaje quc se pro- longarfa mucho mis de lo previsto, hasta 1 punto de que el 12 de octubre cuando, Iegaron a la isla de Watlings, en las Ba- AETRATO DEL NAVEQANTE CRSTOBAL COLON hhamas, pocos confiaban en el éxito de la éempresi. Desde allfy conyencido de que = hallaba muy cerca de donde deseaba, a almirante reconié el archipidlgo bus- ‘eando riquezas y tomando posesién del tertitorio en nombre de los reyes. Llege fon hasta la isla de Cuba —a la que con- s0- y, tas el nauftagio de la Sania Maria dej6 un asentamiento cn Ia costa norte de La Espanola (Haiti) y-emprendi el regreso a Espafia con tes timonios de su hallazgo. Su retorno triunfalaccler6 los preparativos de una segunda expedicién y, al mismo tiempo, Ia ungencia de la monarqufa espafola por Tegitimar la propiedad cfectiva del "des- cbrimiento”. No results extraho que el papaAlejandro VI, extrechamente vinc Jado a fa monarqula castllano-aragone ‘9, otorgata a Castilla las tierras que se hallabar al oeste de una linea tazada de polo 2 polo que pasaba a 100 leguas de las islas de Cabo Verde. Tampoco sor prendié que Portugal, para entonces con a experiencia en la navegacién rechazara la Bula. El acuerdo entre las partes inceresadas se alcanzaria cn 1494 con el Tratado de Tordesillas, se taal soko le 370 legs ep a Portugal acer Extetanto, Colbn abe a pave vera] man den foster Tinos tpl 100 es nr ia TOU ne encanta Cote Tati Nera an lee con lexplobat ln yao deo neta ela boats Tarbes tmaccién y un sinfin de calamidades que diczmaron a la poblacién indigena sin resolver la erica siuacién en que se ha- Hlaban los colones. Tratando de apaciguar los dnimos y de mantener las hasta en= tonces deftaudadas expectativas reales, obligé alos indigenas a pagar un tributo hasta intents comercalizarlos como wos, lo que de inmediato fue recha- ado por los reyes. Cuando en 1496 re- gresé a Espana, su sieuacion era muy comprometida y debié hacer grandes es fuertos para levar a cabo dos afios més tarde su tercer vije, en el que llega las costas de Venezuela, donde creyé hallar dl paratso terxenal. En La Espafiola apla- 6 la rebeldia repartiendo tertas e in- dios, pero tanto all como en Europa su reputacién se derrumbaba, La corona fue perdiendo sus tltimos reparos en in ccumplt los compromises asumidos, co rmenz6 a conceder licencias de “descu- brimiento” a otros conquistadores y se dispuso a teafirmar la pocestad regia en los nuevos territories. Sobre el filo del nuevo siglo, ottos viajeos recorrian las, costas de Venezuela y Colombia -los viajes 0 lonso Niso y CristSbal Guerra, Vicente Yanez Pinzén, Diego de Lepe y Rodrigo de Bastdas-, y Francisco de Bobadilla, «con plenos poderes, process a Colin y ores: Alonso de Ojeda, Pera- Io envi engrillado a Espana, EI navegante genovés pudo todavia em- prender un nuevo viaje en 1502, y du ante casi dos aftos y medio recorrié la costa de América Central y de Venezue la, Pero su tiempo se habla acabado, Ya cen el aio 1501 Fray Nicolis de Ovando habia sido nombrado gobernador de La Espafiola con instrucciones que, como algunos sefialan, propiciaban el paso de “centro de distribucién” a “colon Con la encomienda, ls corona soluciond tuna situacién compleja: los indigenas quedaban bajo la “proteccin” de un es- pafiol a cambio de tibuto y trabajo, De ‘sre modo dejaba a salvo su potestad so- bre los nuevos sibitos al mismo tempo ‘que ponla a disposicién de los espafiles, mano de obra forzosa A partir de enton- «es a ocupacion y explotaci6n del nuevo io se evarla adelante de un modo mas sistemdtico y organizado. Desde 1503 el tfico comercial con las Indias Occidentale habia quedado a cargo de la Casa de Contratacién de Sevilla y, pese a que en 1508 se reemplazé a Ovando por Diego Coldn, tes afios mis tarde se ins- talé en Santo Domingo una Audiencia, tribunal de justicia que vigikba y contro- Jaba alos representantes reales El preludio de la gran invasion ‘Aun cuando durante a geston de Ovan- do comencaron a desarollarse activids des econémicas coma la exploaciin gi- taderay el culivo de ancar, la bésque dh de oro siguié ocupando un lugar de privilepo,Y fue hacia fines dela primera década del siglo XVI, cuando el ora la mano de obra de Santo Domingo y at equi isis adyacentescomenzaron 3 gorse, que la conquinta se orients ha cia las alas vecinas y el continence, En poco tiempo ocuparon Puerto Rico (1508), Jamaica (1509) y Cuba (1511). Esta tltima, prédiga en oro y setes hu ‘manos, seria Ferozmente “pacificada” por Diego de Velézquer entte 1513 y 1515, Y en pocos afos pasria a convertise en el nuevo centto de poblacién europea en las Antillas, Mientras tanto, otras expedi- ciones partian hacia la costa de Tierra Firme y América Centeal, Alonso de ‘Ojeda y Diego de Nicuesa se drigieron a Colombia y Panamé, y Vasco Niiner de Balboa, nombrado gobernador y capitén general de la regidn del Dati, en 1513 divisd el Océano Pacifico. Los suefios co- ‘menzaban a hacerse realidad: el conti- rnente renovaba los brfs de la fiebre del oro y resucitaba Ia esperanza de llegar a las Indias Orientales. De inmediaco co- mengaron los preparativos en Espatia pa- ra emprender la bisqueda del paso inte- roceinico que finalmence hallarfa Her- nando de Magallanes en 1520 Al mismo tiempo, Cuba y Panam4 fundada en 1519 por el sanguinario Pedrarias Davie Ja se transformaban en los nucvos cen- ‘ros de expansién desde donde se llevaria 2 cabo el asalto final continente, La conquista de México y América Central HERNAN CORTES: DE TRAIDOR A HEROE Una vee Fidad sobre Cuba el teiente de gober nador Diego de Vezquer obtuvo auto- vizacin eal para enviar expediciones a la costa de Mésico, En 1517 Francisco Hemndnder de Céidobs recos la costa dle Yacatén ylleg6 a Campeche, confi mando las noticias que cirulaban con rexpecto a la existencia de pueblos rcos que, 4 su juicio, evidenciaban un alto grido de cvilizacidn, Aunque este pr ‘er intento termin6 trgicamente, Ve lézquer comisioné al fio siguiente a Jan de Grijalva, quien eto a Cuba con alentadoras mucstras de la riqueta cxitente tras recore el Golfo de Mex co hasta San Juande Ula y tomar pose sign del tertitorio, Al no exist la vena de os reyes para conguiuar y poblar,am- bas expediciones s6lo debian limitare a In exploracién ye saqeo. Pero mientras aceleaba los tdmites para conseguir que 1a corona lo aombrara adrlanrade, Ve- lizqueshabris de comete “el ertor de su vide", Peae aque su instino varios de su allegaos le sugertan no hacerlo, gido por ls circunstancas se apres a designar como jefe de una nueva flota a Hernin Corts, quien de inmediac rat naada y reconocida su auto- ficé las peores sospechas que sobre él pe- saban, Antes de que pudieran reempla- zarlo, en febrero de 1519 Cortés partis répidamente con 11 naves y poco més de 600 hombres, haciendo gala de una fosadla, una intuicidn y una falta de e5- ‘eripulos que habrian de transformarlo en un arquetipo del conquistador co rental Luego de pasar por Yucatin y re- ‘coger un nduffago que conoca la lengua delos mayas se ditigié a Tabasco, donde puso en prictica el rigor y la persuasin, dos elementos que alternaria a lo largo del periplo que culminaria con la con- quista de México, Acompatado por la ‘Marina, su amante e intérprete, puso rambo hacia el oestey, tras desembarcar en San Juan de Ubia, cuvo su primer contacto con los emisarios del poderoso Mocrezuma, el emperador de la conte- deracién mexicana. El desconcierto que provocaba la aparienciay algunas atitue des de los recignllegados sirvieron para ‘que la comitiva imperial considerara que se tratba del retorno del temido Quet- -2aleoat,o dios que habfa prometido rc- sgresar para castigar a los mexicas. Los presentes que trafan y el temor que evi uss LosaApos aetnaros denciaban alentaron a Cortés y a sus hombres a matchar sobre la ciudad de ‘Tenochtitlin, aunque antes de internar- se en el teritorio debia resolver la cues tién con el gobernador de Cuba Ea la costa find Villa Rica de la Veracruz y renuncié a los ttulos ororgados por Ve~ Hzquez; casi de inmediato envié al em- perador Carlos I tentadoras muestra del botin recogido y Ia primera de sus Car- tas de Relaién que irlan convirtiendo al “traidor” en un “héroe” ELFINDELA, CONFEDERACION AZTECA Su audacia politica no contemplaba a los rebelde y, eras “apaciguat” los 4ni mos en la nueva ciudad, mands a barre- nar las naves para evitar también cual- {quer intento de desereién. Habla com prendido que el poder de los mexicanos presentaba fisuras y explot6 con habili- dad el resentimiento de los pueblos s0- metidos a Tenochtitlin, Luego de su blevar a los totonecas de Cempoalla, avanzé hasta Tlascala, donde coroné la victoria mica sobre los tlascaltecas con tun acuerdo de paz y una alianea que re- INTERPRETEE NFORNANTE DE HERNAN CORTES SULABOR RESULTO GAVE ELA ESTRATEGIA De CONGUASTA DL ESPAOL sultaria decisiva en el fucuro inmediace, Mientras avaneaba hacia el corazén del imperio, la diplomacia y la violencia como en el caso de la brutal maranza perpettads en Cholula~ le permitieron uurdir una serie de pactos que le otorga ron la seguridad necesaia para hacer of dos sordos a los que le sugerian que se deauviera asa los dikimos in tentos de Moctezuma por lograrlo, Cor: tds ented en la capital azteca el 8 de no: viembre de 1519 sin que el poderoso cjcito mexicano hicieta nada por im- pedirlo, Pacas dias después recortia junto al emperador, la ciudad que lo deslumbrarfa a él y al reso de los ero nistas. Ante el temor de una conjura ign, mediante engafios logeé retener a Moctenuma en el palaclo donde se alo jaban los espafioles, lo que ademés le ofiecié una inmejorable oportunidad ppara recoger informacién acerca de las taracteristicas y riquezas de la regién ue éite gobernaba, Pero Ia tensa situa- cidn estallaria pocos meses despuds. Cortés debié abandonar la capital tras tencerase de a llegada a terivorio mexi ‘eano de Pinfilo de Narvéez, un enviado ide Velizquer. Si bien pudo resolver esta, ‘cucstign logrando acdemés que se le su ‘matan algunos de los que habtan lega- do desde Cuba, en su ausencia esta Ia rebelién en Tenochithin. En medio de tun clima de rensién, la impericia y la brutalidad de uno de los capitanes desa taron la ita de los mexicanos, que no se dletuvo tras el retorno de Cortés. Los su e508 se precipitaron durante la dlkima semana de junio de 1520 y, tras te de Moctezuma -aparentemente ape- Areado por su propio pucblo-, a noche del 30 los espanoles decidieron abando- nar la ciudad. La sangrienta retirada ha cia Tlaxcala ~conocida como a noche triste donde los espafioles perdieron hombs armas y riquezas pareci6 care Final dl hasta entonees afortunado ingento, Peto Cortés no estaba dispuesto arenunciar aa fama, la gloria y el o70 aque por un instante habfa tenido entre suis manos, Tras la fundacién estratégica cde Segura de la Frontera, rearmé su eer cito y puso sitio a fs cludad, A los esta gos de la guerra pronto sumé la epide- mia de viruela que dicemé a ls habican tes de Tenochtitlan, La captura de Cua témoc, segundo sucesor de Moctezuma, signifi la cada definitiva de la ciudad en manos expafiolas el 13 de agosto de 1521, Casi un afio y medio mds tarde el cemperador Carlos,| le otorgs a Cortés los eels de gobernador, eapitin general y justicia mayor de la provincia de Nuene Espaii, Peto tampoco él se salvarfa de la PARAL. COOICEFLORENTINO, maldicién colombina y, a su tiempo, comprobaréa que la monaiqula espaiola no tenfa buena memoria a la hora de mantener sus promesas SOBRE AMERICA CENTRAL: DESDE EL NORTE Y DESDE EL SUR. El conquistadar de México, tan fiel « cy como a sis propios intereses, en vié campanas de conquista hacia el norte de México y hacia el sur, sobre ‘América Central, tratando de extender su dominacién sob) ‘no estaban bajo el control de Tenochti tlén, En 1524 Pedro de Alvarado somes 16 Jos mayas de Guatemala, mientras {que Cristdbal de Olid se diigié a Hon- duras, Este ridad de Cortés obligindolo tener que de Trujillo para restablecer el orden, Mientras tanto, carnbin llegaban empre sas que habian partido desde Panam en 1523 Francisco Herndnder de Cérdoba fiand6 dos ciudades en Nicarz Ils del ligo Managua, y un aho después Gil Gonziler Divila esablecié un nuevo, asentamiento en Honduras. Por enton- los pueblos que fimo desconocié la aut adarse personalmente a la ciudad ‘es, en Castilla de Oro ya citculaban su ‘mores que hablaban de la existencia de tun poderoso y rico imperio que se exten dla hacia el sr del continent OcEANO. ATLANTICO OCEANO, PACIFICO sterner derecblasas Fundasones pres postiorersdspetsos | Pn vl Ca oi 602 1425) ‘Sonu ied Colin op. 140) 18). “we va do Colne 14-0 1590) ‘ania e490) Pao Aes Cat (1520) = peri spe (180-1502) ‘ar vie de Clin (ye 15a 1508) Sebeun Cabot 16081800) Veo Miter co Gabe (159) dan Die Se (816) Fenano gr Mapuane (18101522) Sener Cabot (120) eran Conde (810) (ltr de Verazzno (152-50/) ‘var Wier Cater de Vos (15281590) Freneo Paro (159-1650) eine Corer (530), “ons Grr (535) Diego do Aimageo (535-157) aan Sto (14.1542) Fanta Crna (1401542) Paso alii (5401885) Franc Orns (15415441550) ATLANTICO sustomtd¢ awa Lara 41 La conquista del imperio ineaico LAS PRIMERAS EXPEDICIONES Una expedicidn al mando de Pascual de ‘Andagoya habla taldo noticias certs én 1522, hecho que finalmente tering de convencer al gobernador de Panamé sobre las posibilidades de la ariesgada empresa, Francisco Pizarro, Diego de Almagro y Fray Hernando de Luque fueron los primiivs integrates de una sociedad precara y conflictva, pero que en menos de una década alcancarfa la huaraia de conguistar un imperio nto 0 mis poderos y rico que el mexicano. EL primer intenco lo levaron a cabo en 1524, navegando por la costa del Pact 9 hasta co San Juan, El facaso, sig ‘ado pot Is hosilidad de los aborgenes y falta de previsisn de los espafoles, no los desalents, y dos afos mas tarde tepi- tieron i experiencia, Esa ves procuraron el concutso de un avezado pilot, Barto- Jomé Ruiz, y siguiendo el curso del San Juan obruvieron un botin que Almagro llevéconsigo hasta la ciudad de Panama FA “dorado estimlo” le permitié conse- sit eeueros y provisiones mientras Pi- zarto lo aguatdaba y Ruiz, navegando hhacia el sut,entraba en contacto con na- turales de Tiimbee que confirmaron sus cexpectativas. Pero ls dificultades que “ofteta Ia nacualeaay la resistencia ind ‘gent hicieron mellaen la hueste e insta- ron al gobernador de Panam a ordenar ‘que se suspendiera la expedicién. Slo Pirarro y un grupo reducido de hombres los secede la fama~ permanecieron en la Isa de Gorgon, desde donde en 1528 ‘emprendieron una nueva inc legs hasta Tiimbe. Deshi cl panorama que ofeea la frontera norte dl Incanato,retoraron a Panami, don- de crecta Ia resistencia del gobernador, que pese alas muestas de riquera se ne- ‘aba a aucrizar la conquisa UMBO A LA GLORIA Pinarro decidié entonces evitar inter- rediatios y recurtir directamente & ha corona, y en 1529 fitmé con el empe~ radot la capiculacién que autorizaba y supervisaba la empresa: a partir de ese ‘momento se convertia en adelantado, gobernador, capitin general y alguacil iayot de las tetras por conquistar. Se intentaba tambin favorecer la coloni- zacién reduciendo las pretensiones fis tales y los derechos reales, y se envia~ ban sacerdotes para emprender la cevangelizacién. Para sus compaferos también trala algo ~ademas de sus her- ‘manos-, aunque el modesto nombra- iento de gobernador de Timbez adju- ddicado a Almagro (a Luque se lo nom: ba obispo de ese lugar y “protector de indios", mientras que Ruiz se con- vertia en piloto mayor del Mar del Sur) comenz6 a abonar la discordia centre los futuros conquistadores. Partieron de Panamd en 1531, y al mismo tiempo que avanzaban sobre ‘Tiimbez comenzaron a enterarse de delicada situacidn que acravesaba el imperio incaico. Hacia pocos afios que cl Jnca Huyna Capac habla muerto de- jando una complicada herencia pollti- cca su hijo Huscar quedé a cargo del imperio, pero Acahualpa, hijo ilegitimo a quien se le habfa entregado el control sobre Quito, encabezé una sublevacién ‘que en 1530 desaté Ta guerra civil. Tal ‘como lo habia hecho Cortés en sut mo: ‘mento, los espafioles se dispusieron a sacar provecho de las divsiones inter- San Miguel de Piura y engrosar su ejército con refuerzos que Hegaron desde Nicaragua, Pizarro con- tinué avanzando hacia el sur, hasta la ciudad de Cajamarca donde se produ- cirfa el memorable encuentro con Ata hualpa, Cuesta entender e6n hombre acompafiado por menos de nas, Tras fundar dos centenares de soldados logrs per suadir al Ines, respaldado por un pode- oso ejétcito, para concertar una entre vista que culminaria en emboscada. AL igual que Moctezuma también dl crey6 aque se trataba de divinidades e intents dlisuadielos, Se atrevié a rechazat I ey de Espafa, peto lo cierto es que no tomé ningiin recaudo para evitar ser presa ficil de los conquistadores. La matanza perpe- trada en Cajamarca y la captura de Atahuslpa abrieron Ia puerta a los ine vasores, quienes rdpidamente sacaron partido tanto del resentimiento como de la obediencia ciega que generaba el cemperador cautivo. En un desaforcuna- dlo intenco por salvar su vida y su pres- tiglo, este ultimo comerié un error vitacién a someterse al

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