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Cristina De Robertis Fundamentos del trabajo social Etica y metodologia * - - Sn ¥ oe as ¢ , “4 ; ) Bac ee ie F oe =a eo ae . . 7 * UD Ponisi See NS rub iio. Coleccién Trabajo Social, 1 Consejo asesor: Lourdes Cortés Torregrosa Paloma Escriba Pérez Trinitat Gregori Monzé Joan Lacomba Vazquez ‘Ana Poyatos Garcia © Cristina De Robertis, 2003 © De esta edicion: ‘Nau Llibres Universitat de Valéncia Periodista Badia 10. 46010 Valencia Arts Grafiques, 13. 46010 Valéncia Tel.: 96 360 33 36 Tel.: 96 386 41 15 Fax: 96 332 55 82 Fax: 96 386 40 67 E-mail: nau@naullibres.com E-mail: publicacions@uv.es web: www.naullibres.com web: www.uv.es/publicacions ISBN: 84-7642-695-X Disefio del interior: Inmaculada Mesa Maquetacién: Pablo Navarro, Carlos Amer y Artes Digitales Nau Llibres Disefio de la cubierta: Celso Hernandez de la Figuera Thustracién de la cubierta: Anzo, Aillament 4, 1967. Pintura al dleo sobre lienzo, 100x84 cm. Universitat de Valéncia. Col-leccié Martinez Guerricabcitia Depésito Legal: SE-4584-2003 Impresién: Publicaciones Digitales, S.A. www.publidisa.com - (+34) 95.458.34.25 (Sevilla) procedimiento, comprendidas la reprografia y el tratamiento informitico. NO ES LEGAL Indice Presentacién, Paloma ESCribd .........s0000++ Introduecifin:. 3G Primera parte Finalidades, valores y principios del trabajo social Capitulo 1. La deontologia de las asistentes de servicio 1. La construccién de un ideal profesional 2. Una organizacién intemacional ... 3. Las ideas impulsoras de la er en Fran 3.1, Btica de conviccién y de responsabilidad. 3.2. Confanza secreto profesional.- 3.3. El cédigo de deontologia de la i Las lecci ic la histori 50 4.1, La segunda mundial.- 4.2. La guerra de Argelia. 5. Y hoy ... vigilancia y reflexién. 5.1. La vigilancia.- 5.2. L Bibliografia.......... Capitulo 2. Significacién de la persona en la intervencién profesional .... oe 1, Evolucién de! id terminologia 2. El concepto de persona 5. Afirmacién del lugar de Ja persona en el trabajo social 6. Del sujeto al ciudadano........ Bibliografia.... Capitulo 3. La relacién de ayuda en trabajo social ‘1, La ayuda profesional: Setiscion y Tuncameniog a 2. Los objetivon Ge ba agus. Batwilles 5.La puesta a disposicién y la creacién de recursos ‘6. Las caracteristicas de la ayuda en trabajo social Métodos y técnicas del trabajo social Capitulo 4. Metodologia de intervencién en el traba jo {Mega ees ‘Capitulo 5. La demanda en trabajo social.........:.s.ne 93 2. Accién del trabajador social en ausencia de una demanda gas aes ° ? os cane 97 3.1. Condicionamientos que pesan sobre esta demanda.- 3.2. Lo que sucede antes de efectuar la demanda al servicio social.- 3.3. Comportamiento del usuario durante la primera entrevista. 4. Intervencion del stint social... 103 Copyrighted material Capitulo 6. El contrato: una técnica de trabajo social .. 113 1. Origenes y referencias del contrato.............-s-+seseeseeeeee 113 2. Utilizaci Hieneindk 116 Bnterés del contrato.....scssscssasscenssscssssessssscsncssssssarsscese 116 4, Construccién del contrato ... eeiisiioon 118 4.1. Fase preliminar.- 4.2. Fase sae negociacién.- 4.3. — puesta en marcha de los compromisos.- 4.4. Fase de evalua- cidn de los resultados, 5. Dificultades encontradas en la puesta en marcha del contrato .. we 131 Sul. Dificultades visauass, alu usuario.- 5.2. Dificultades ligadas a la situacién externa.- 5.3. Dificultades vinculadas al trabajador social. BD pe sscascaesvveeresesccrgeyyssncucesessenrepiccssssnesovensrncnesssrens MEER Capitulo 7. Teoria y practica en trabajo social con grupos. Articulacién metodolégica para la puesta en marcha de proyectos .. 1. Misiones y objetivos del trabajo social. 2. Los ciudadanos en dificultad, actores de la accién social 141 141 BOGE anassnnccenssmesanneronansronnensnascerssacssaeenenacrsnncancemssnrecnie! 1A . 146 3. Aspectos tedricos y metodolégicos ... 3.1. Fase de la emergencia del problem, 3.2. Fase del diag- néstico social.- 3.3. Fase de puesta en marcha del grupo.- 3.4. Fase de organizacién del grupo.- 3.5. Fase de autono- mizacién del grupo. Bibliografia... Capitulo 8. La utilizacion del contrato en la intervencién COCCHI ii Sain a ed ea ca Ee Lai * ial " 56 Definiciones.- 1.2. Las i A unidad de vida social.- 1.3. Las intervenciones centradas en el grupo. 2. Utilizacién del ini iéaconlectt 159 2.1. Contrato entre el trabajador social y los beneficiarios de laintervencién colectiva.- 2.2. Definicién.- 2.3. La elabora- cién del contrato. 3. Condiciones necesarias para ¢l CONtratO ....sssreereeneere LOL 4. Contenido del contrat witnesses 162 Nuevas perspectivas ....................csesceeeeeenee 165 Capitulo 9. Respondiendo a las nuevas situaciones desde los fundamentos del trabajo social ...............sssesesere 167 Tntredettieg sane ea ee 1.1, La nueva cuestién social. 2. El trabajo social frente al CaMDi0............ssessesesseeseseseeesee 171 3. Renovacién metodolégica... 3.1. Restablecer el vinculo social.- 3.2. Nuevas articulaciones de los métodos de intervencién.-3,3. Trabajar con los recursos y las fuerzas de las personas. 4. Posicionamiento ético.. Bibliografia..... Presentacién Sin prisa pero sin pausa ha ido fraguandose, a lo largo de los ulti- mos afios, la coleccién «Trabajo Social» que hoy presentamos, fruto del esfuerzo y la constancia de un grupo de profesores del Departamento de Trabajo Social y Servicios Sociales de la Universitat de Valéncia en colaboracién con la editorial Nau Llibres, sensible y promotora del pro- yecto, en el que més tarde se ha involucrado el Servicio de Publicaciones de la Universitat de Valéncia. La raz6n de esta iniciativa responde a una necesidad sentida y expresada en diferentes contextos y momentos por los profesionales, docentes y estudiantes de Trabajo Social y que los promotores, en su proyecto, exponen asi: El trabajo social es una profesién que ha irrumpido con fuerza en la sociedad espafiola, como respuesta a sus profundos cambios y a sus aspiraciones de progreso desde mediados de los afios 70. Ademds se cumplen ya mas de 15 afios desde que se reconocié su estatus de diplomatura universitaria. Y desde entonces, en todas las ciudades y pueblos, en todos los barrios y aldeas, en escuelas, hospitales, juzgados y en muy diversos centros y servicios, es ha- bitual la presencia de trabajadores sociales dedicados a favorecer la igualdad de oportunidades, la convivencia positiva y la autonomia personal y social. Los trabajadores sociales han desarrollado una labor pionera en la creacién ¢ implantacién del sistema de servicios sociales en Espafia; en iniciativas y proyectos de caracter social; de promocién. laboral; de prevencion e integracion social; de mejoras del entomo de convivencia; y de lucha contra la pobreza y la marginacion. 10 | PaLoma EscriBa Actualmente y coordinada por el Consejo General de Diploma- dos en Trabajo Social, se leva a cabo una campaiia para exigir la implantacién de la licenciatura universitaria en trabajo social. La coleccién «Trabajo Sociaby (TS) pretende convertirse en un referente de la actualidad en este campo y en el de los Servicios Sociales, al recoger aquellos textos que, por su interés metodoligico o de investigacién, respondan a los interrogantes —de los diversos colectivos implicados— provocados por los nuevos cambios sociales. Nuevas situaciones que precisan instrumentos de andlisis para su comprensi6n y herramientas con qué abordar esta realidad desde la prdctica. Se trata, pues, de editar libros con vocacién tedricoprac- tica, dirigidos tanto a la comunidad universitaria, como al ambito profesional de las areas comentadas mis arriba. La coleccién esta dirigida tanto a docentes como a universitarios y alos profesionales del TS. Iguaimente, los textos resultaran utiles a todos aquellos que por diversas causas dirigen su actividad «al area de lo social». Iniciar la coleccién con un libro de Cristina De Robertis fue un deseo expresado por todos los participantes en el proyecto; pedirle un esfuerzo mis en la ingente tarea que lleva a cabo por su compromiso con la profesién nos planteé dudas por este motivo, pero no queriamos renun- ciar de antemano a su aportaci6n; aceptar nuestra propuesta por su parte ha sido una deferencia y un privilegio que le agradecemos en nombre de todas las personas: profesionales, docentes y estudiantes, que vamos a seguir alimenténdonos y reflexionando a través de sus escritos. Cristina De Robertis es un referente insoslayable para el trabajo social. Como ella misma manifiesta, lleva mas de 20 afios esforzandose para consolidar el trabajo social, expresando «en lenguaje accesible, sin artificios de jerga tecnicista, pero de manera construida y organizada racionalmente» el saberhacer profesional. Esta publicacién, seiiala, «se inscribe en esa misma finalidad: mostrar, decir, valorizar el saberhacer profesional, construir conocimientos a partir de la practica, sistematizarlos, generalizarlos y transmitirlos a las futuras generaciones de trabajadores sociales»; tarea esta ardua que realiza sin descanso, pues una de las claves de sus valiosas aportaciones consiste pre- cisamente en esto, en interconectar los fundamentos éticos y metodolégicos y nuevas aportaciones tedricas con la practica social actual. El libro esté compuesto por un conjunto de textos, publicados en diferentes momentos y medios, de los que la propia autora nos da cuenta con detalle en la presentacién que ella misma hace del libro, y que ha estructurado en tres partes, que responden a las «Finalidades, valores y principios del trabajo social», a los «Métodos y técnicas» y, por ultimo, aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. se reducen cada vez mas a realizar trabajo administrative para gestionar dispositivos de ayuda y a tratar de dar soluciones paliativas a problemas de supervivencia de las, cada vez mas numerosas, personas excluidas; sin tiempo ni medios para conocer, comprender y acompaiiar a las personas y colectivos en su proceso de capacitacion, integracién y autonomia, Sus mensajes claros, profundos y llenos de contenido nos ayudan a situamos en la realidad social actual, asumiendo la historia de la profesion con sus aciertos, errores y contradicciones, y nos invitan a trabajar, estudiar, analizar, reflexionar y buscar caminos intercambiando y compartiendo ideas y experiencias que nos ayuden a afrontar retos, aceptar dilemas y asumir los riesgos que conlleva un trabajo coherente y creativo. La segunda parte del libro titulada «Métodos y técnicas del trabajo social» nos sitia ya desde la introduccién en la perspectiva del método de intervencion social —que afirma el lugar y el papel atribuido a los trabaja- dores sociales y que considera de forma prioritaria los aspectos positivos y dindmicos- por contraposicién al método clinico «que orienta a los trabajadores sociales hacia la patologia, hacia todo lo que no funciona: problemas, carencias, disfunciones, deficiencias, rupturas, exclusiones». Desde esta perspectiva el papel del tabajador social es el de un «agente de cambio», a nivel microsocial (individuos, familias, grupos pequefios) © bien macrosocial (organizaciones, territorios), que desde el primer momento se dispone a examinar la realidad con las personas interesadas, para que mas tarde definan y pongan en practica las soluciones que mas se acomoden. Las nociones de cambio, contradiccién, interdependencia entre las diferentes variables que conforman e intervienen en una situa- cién dada, y de equilibrio dinamico son conceptos fundamentales, que estan presentes en el método de intervencién. «La demanda en trabajo social» es uno de los textos més antiguos y conocidos de Cristina De Robertis, fue publicado en 1978 y esté en el origen de la redaccién del libro Metodologia de la intervencién en trabajo social, como nos explica la propia autora, que nos hace una descripcién detallada en la presentacién que realiza del mismo. Los afios no lo han envejecido sino que continua teniendo vigencia y dandonos claves para entender lo que sucede -a nivel interno y exteo en la persona- antes de realizar una demanda concreta, como iniciar la relacién profesional €n una primera entrevista, y qué hacer cuando no existe demanda por parte de personas 0 colectivos en las que se detectan graves situaciones de aislamiento y pobreza. En uno de los encuentros, que con motivo de los programas Sécrates — Erasmus de intercambio de profesores y alunos se celebré en Valencia, tuvimos la oportunidad de conocer Le contrat en travail social, un libro 14 | Patoma Escripi que se acababa de publicar bajo la direccién de Cristina De Robertis, y que ella regalé a la biblioteca de la Escuela Universitaria de Trabajo Social. El contenido del mismo, especialmente los capitulos elaborados por la autora, los incorporamos desde ese momento al programa docente dirigido a estudiantes, a profesionales de diferentes disciplinas en cursos de postgrado ¢ incluso lo pusimos en practica con grupos de estudiantes que requerian y aceptaban formas diferentes a las establecidas académi- camente para lograr un aprendizaje mas participativo e integrado. El contrato es una técnica utilizada en trabajo social que esté influenciada por el analisis sistémico, se elabora en un momento de la intervencién social y constituye una fase de la relacién de ayuda con la/s persona/s asentada sobre unas bases de acuerdo y una confianza reciproca. El acuerdo entre trabajador/a social-persona/s, que se realiza de forma explicita, se centra en los objetivos a atender, los cambios que se quieren lograr, las expectativas reciprocas, el tiempo que se va a dedicar, el lugar y la frecuencia de los encuentros. El didlogo, la comunicacién, la elaboracién comin del proyecto de trabajo, focalizando la atencién en las capacida- des, posibilidades, recursos de las personas y de su entorno mas inmediato, son elementos claves en su desarrollo. La importancia y el interés de esta técnica en trabajo social, como nos sefiala la autora, se basa en que aporta una direccién, focaliza las actividades del trabajador y la/s persona/s con las que trabaja sobre aspectos precisos, definidos; favorece la movilizacion comin de energias y aporta un sentimiento de seguridad: se sabe donde se quiere ir. Por otra parte, implica el reconocimiento de la persona como responsable de su vida, con capacidades propias y reafirma su participa- cién activa en la resolucién de aquello que define como problema; le sitia como actor y sujeto y no como objeto de ayuda. La clarificacion ayuda a reducir diferencias entre las expectativas de los participantes y facilita la relacién y el compromiso sobre bases claras, realistas y explicitas. Todo lo cual aporta una base para la evaluacién de los resultados. La construccion del contrato se desarrolla a través de cuatro fases, que la autora explica proponiendo los procedimientos y técnicas que considera mas adecuados y el modo de implementarlos, sin soslayar el anilisis de las dificultades que conlleva su puesta en practica. En el capitulo siguiente sobre «Teoria y practica en trabajo social con grupos» comienza situéndonos frente a los objetivos del trabajo social en el momento actual, tal y como los establecen las politicas sociales, que consisten en: a) restaurar la ciudadania, que implica una serie de acciones para que los sujetos de nuestra intervencién puedan tener acceso a los derechos sociales y civicos, y b) dinamizar y/o crear el vinculo so- cial, que comporta poner en relacién a unas personas con otras y con las instituciones pertinentes, crear oportunidades de intercambio, dinamizar las redes primarias de las personas atendidas, facilitar su participacién en las actividades de su entorno més inmediato: vecindario, barrio, ciudad, etc. como forma de consolidar el tejido social. Todo lo cual conlleva la necesidad de trabajar con grupos, formar grupos e intervenir con ellos y a partir de ellos. Através del relato estructurado del desarrollo de una experiencia de practica profesional llevada a cabo en el Departamento del Var, proximo a Marsella, Cristina De Robertis analiza el proceso, establece «el hilo conductor metodolégico» y desarrolla el modelo de construc- cién del grupo y las fases de la intervencién social que se han llevado acabo a partir de la emergencia del problema social, detectado a través de las demandas individuales de algunas de las personas afectadas. El establecimiento de contactos, relaciones, la recogida de informacién para poder realizar una primera evaluacién preliminar de la situacién que contemple el conjunto de los elementos, fue el primer paso im- prescindible al que siguicron: el diagnéstico social, ¢l primer proyecto de los profesionales, la puesta en marcha del grupo, la negociacion y elaboracién conjunta de un proyecto comin, la organizacién del grupo y, por altimo, su autonomia y proyeccién comunitaria. A través de esta experiencia nos pone en situacién de constatar la «presencia y articulacion de tres dimensiones en la intervencién social Nevada a cabo: la de las personas, Ja de los grupos y en un nivel mas global el trabajo comunitario». E] trabajo de construccién e integracién tedrico- prictica, al que siempre aspiramos los docentes de trabajo social, queda tefiejado de forma pormenorizada en este ejemplo, evidencidndonos la eficacia del trabajo social en y con grupos para alcanzar las metas de restauracién de la ciudadania y de creaci6n del vinculo social, a los que haciamos referencia. «La utilizacién del contrato en la intervencién colectiva» es el Ultimo tema que aborda en esta segunda parte dedicada a la metodo- logia. Tras acotar los términos, y establecer la diferencia entre el tipo de intervencién en funcién de la dimensién del beneficiario: individuo, familia, pequefio grupo y una unidad de vida social mas amplia —ba- trio, pueblo, institucién— analiza las diferentes caracteristicas que ha de tener la aplicacién de esta técnica cuando esta centrada en el grupo y las necesidades de las personas que participan en él, estableciéndose una relacién de ayuda directa entre el trabajador social y los miembros del mismo, y las intervenciones dirigidas a una unidad de vida social, en la que no hay un beneficiario nominativo de la intervencién social, sino que se trabaja con un grupo comunitario en el que se establece una 16 | Patou Esc relacion indirecta mediatizada a través de representantes de grupos, or- ganizaciones, «fuerzas vivas», para encontrar soluciones a los problemas colectivos existentes. Partiendo de la definicién de Suzanne Bernard-Charron sobre el contrato entre el trabajador social y los beneficiarios de la accién colec- tiva, realiza un andlisis pormenorizado de la misma, para posteriormente centrarse en el proceso de elaboracién del contrato, que resulta de la con- frontacién de objetivos entre las diferentes partes implicadas para lograr, al menos parcialmente, un objetivo comin, las condiciones que han de darse necesariamente para poder aplicar esta técnica —consentimiento mutuo, par- ticipacién activa, compromiso, responsabilidad compartida, flexibilidad..—, el contenido del contrato que, en la intervencién colectiva, requiere ademas precisar las alternativas y perspectivas de accién que el grupo ha definido asi como los elementos de organizacién en el tiempo, y su utilidad, que para el trabajo social, como nos sefiala Cristina De Robertis supone «una nueva eficacia para la intervencién y una nueva manera de decir, de tornar visible lo que se hace y por qué se hace». «Nuevos temas» es un apartado que Ia autora incluye en la pre- sentacién que ella misma hace de los textos que conforman el libro, en el que hace referencia a dos que, dentro de la metodologia, considera fundamentales y que no figuran entre los recopilados: el diagnéstico social y la evaluacién de resultados. En relacion al primero sefiala: «Reivindicarse un profesional del trabajo social es necesariamente poder mostrar una capacidad real para elaborar, a partir de elementos dispersos de la realidad de la persona, una comprensién reflexiva y global que propone pistas de accién y soluciones posibles». Y més tarde afiade: «el diagnéstico social y la evaluacién de resultados son los pilares de la afirmacién de la profesionalidad del trabajador social y el camino certero del reconocimiento de su rol de experto». La tercera parte del libro, que tiene un tinico capitulo: «Respon- diendo a las nuevas situaciones desde los fundamentos del trabajo so- cial», sintetiza en el titulo el contenido del mismo, en el que comienza planteando cémo el trabajo social esté constantemente confrontado a dos fuerzas contrarias y complementarias: el cambio, inherente al trabajo social mismo y a las nuevas situaciones sociales, y la permanencia, que hace referencia a los fundamentos de la profesién, como base para la orientacién de los nuevos métodos y técnicas. Frente a las nuevas situaciones, la transformacion y evolucién de los problemas sociales, el trabajo social responde a través de tres lineas de fuerza: las nuevas politicas sociales, la lucha contra la exclusion y la creacién o reconstruccién del vinculo social, asumiendo nuevos campos aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Introduccién Con sumo agrado presento este libro a los profesionales del trabajo social de Valencia y del resto de Espafia.' A peticién de los colegas del Departamento de Trabajo Social y Servicios Sociales de la Universitat de Valéncia, he organizado este manuscrito que retoma textos publicados en diferentes épocas y diversos lugares. Los vinculos internacionales del trabajo social Me unen al equipo de la titulacién de Trabajo Social de la Univer- sitat de Valéncia muchos afios de intercambios fructuosos. Intercambio de alumnos que preparan Ia carrera de trabajo social y que han podido hacer una parte de sus practicas en otro pais europeo gracias a los pro- gramas Sdcrates — Erasmus y que han permitido que fueran acogidos en Valencia los originarios de Toulon y en Toulon los originarios de Valencia. Intercambio de profesores que aportan un conocimiento sintético de las politicas sociales, de la formacion y del ejercicio del trabajo social en el otro pais. Intercambio también, durante los tres Programas Intensivos que reunieron en Valencia a profesores y alumnos de diferentes escuelas europeas, con la finalidad de profundizar un tema de interés comun y de comparar las realidades especificas de cada pais.? ‘Advertencia: en este texto se utilizan los términos trabajador social y trabajo social vigentes en Espafia y América Latina para designar la profesién que en Francia se denomina asistente de servicio social. 2. Los tres Programas Intensivos trataron los siguientes temas: —Exclusi6n ¢ intervencién social (1996). —Construccién y transmisién de los saberes en el trabajo social (1997). — Programas de insercién y exclusién social. Anilisis comparado Espaiia/Francia/ Portugal (2000). 20 | Crustova De Roperris No es entonces de extrafiar que esta publicacién constituya una prolongacién mas de tantos esfuerzos de articulacién y de cooperacién entre nuestros dos institutos de formacién y nuestros dos equipos de pro- fesores. Esta colaboracién es, también, el reficjo de la importancia que, desde un principio, tuvo el intercambio internacional en la construccion de la disciplina del trabajo social. Desde sus albores, al comienzo del siglo XX, el trabajo social se organiza y se difunde en un plano internacional. El movimiento de los settlements en Inglaterra y Estados Unidos se dispers6 en toda Europa; en Francia se llamaron las Résidences Sociales y fueron las precursoras de los centros sociales actuales. La primera teorizacién del método de intervencién individual What is social casework?, publicada por Mary Richmond en 1922, fue rapidamente traducida a varios idiomas’ y utilizada como texto de base en la ensefianza de los profesionales de diversos paises. El trabajo social se enriquecié siempre con una dindmica internacional: la elaboracién teérica efectuada en un pais fue adoptada, ampliada y adaptada a otras realidades. El intercambio internacional no provocé copias sino un aporte Teciproco, a partir de la reflexién critica y de la confrontacién cultural, Es as{ como este libro, compuesto de articulos y textos enraizados en la realidad francesa, podra ser comprendido, utilizado y transformado para otra realidad social, sin temor de modificar y de enriquecer su contenido con nuevas evoluciones teéricopracticas. Consolidar el trabajo social Durante mas de veinte afios, me he esforzado en describir el trabajo social para decir, valorar y darle visibilidad. Este ha sido, y es ain, mi verdadero compromiso con la profesién. Decir lo que hacemos y cémo lo hacemos, de manera sencilla, en lenguaje accesible, sin artificios de jerga tecnicista, pero también de manera construida y organizada racionalmente, lo cual es mucho mas dificil de lo que parece a primera vista; es el precio que se debe pagar para transmitir lo que se sabe, para facilitar el aprendizaje de las nuevas generaciones, para transformar un articulo en una herramienta de ensefianza. Valorar el trabajo social, tanto a nivel interno como extemo. Por supuesto que el trabajo social necesita mejorar su imagen extema, la manera en que los dems lo aprecian y Jo valoran. Pero nunca podremos valorizar nuesta imagen externa si, primero, no tenemos nostros mismos 3° La traduccién francesa fue publicada en 1926 bajo el titulo Nouvelles méthodes assistance, le service social des cas individuels. Paris: Félix Alcan. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 2? | Cristina De Ropers PRIMERA PARTE: FINALIDADES, VALORES Y PRINCIPIOS DEL TRABAJO SOCIAL Esta parte se compone de tres capitulos que tratan de los funda- mentos éticos y deontolégicos del trabajo social, su concepcién de la persona y la relacién de ayuda, piedra angular del «saber hacer» pro- fesional. Estamos aqui hablando de los principios, de los elementos de permanencia del trabajo social que, aunque evolucionan con el tiempo y los periodos histéricos, mantienen una cierta coherencia y constituyen el hilo de continuidad de la identidad profesional. La deontologia de los asistentes de servicio social: el hilo conductor que enlaza pasado, presente y futuro Este articulo fue escrito a peticién de la revista Actif para figurar en un numero especial sobre ética y deontologia (Les Cahiers de l’Actif, 1999). Esta revista se destina, sobre todo, a un publico de educadores sociales y de residencias terapéuticas para personas disminuidas fisicas o mentales. Una vez impreso, la comisién de deontologia de la ANAS me lo solicité para publicarlo también en La Revue Frangaise de Service Social, cuyos lectores son mayoritariamente profesionales del servicio social; alli salié en diciembre del mismo afio (La Revue Francaise de Service Social, 1999). Este capitulo, ademas de sentar las bases de los principios y valores que rigen la profesién y que se constituyeron progresivamente y en un plano internacional, hace una resefia histérica del desarrollo de la profesidn y de ciertos periodos clave de su historia en Francia. Dos periodos hicieron vacilar el compromiso deontolégico de la profesién: la actuacién durante la segunda guerra mundial y la crisis de la guerra de Argelia. Diversas inves- tigaciones hist6ricas permiten hoy ver mas claramente las contradicciones de cada uno de esos periodos. Asi, durante la segunda guerra mundial, las ambigiiedades del momento obligaron a ciertos profesionales a mantener un doble lenguaje y a llevar a cabo acciones clandestinas, asumiendo un verdadero riesgo personal que algunas pagaron con su vida, Durante la guerra de independencia de Argelia, el conflicto y la ruptura del cuerpo profesional se produjo cuando las asistentes sociales fueron requeridas para actos de control policial. Fueron estas, circunstancias extremas, pero que permiten hoy mantenerse alerta y reflexionar sobre la situacién actual a partir de las referencias del pasado.‘ 4 Esto fue posible porque en Francia, desde hace ya més de 10 afios, diversos grupos ‘se preocupan por la investigacién histérica del trabajo social. La Red de Historia del Trabajo Social (RHTS, Comisién del CEDIAS, 5 rue Las Cases, 75007 Paris) coordina Este articulo es, tal vez, el que mas aprecio de todo lo que he escrito en los ultimos 10 afios; fue un primer paso hacia los funda- mentos del trabajo social y constituye un cambio de registro en mi produccién de literatura profesional. Hasta entonces, la mayor parte de mis textos estuvieron basados en la metodologia, en el «saber ha- Cem; pocos escritos se refirieron a los aspectos éticos y deontolégicos incluyendo una aproximacion histérica. Necesité, ademas, un trabajo importante de lectura y de documentacién sobre la historia del trabajo social para, luego, producir una sintesis indicadora de rumbos y de permanencias. Significacién de la persona en la intervencién profesional Este texto fue escrito en marzo de 1998, en castellano, y hace poco fue publicado (Di Carlo, 2002). La evolucion de la terminologia profesional para nombrar a la/s persona/s con la/s que trabajamos nos lleva a analizar el concepto de persona. Los trabajos del Consejo Superior del Trabajo Social’ desa- rrollan dicho concepto y unen, a la vez, la individualidad y la unicidad de la persona con su dimensién social y colectiva. La definicién de la persona toma sus raices de una reflexidn ética: ética de conviccién, ética de responsabilidad, ética de discusién. A pesar de ello, los pro- fesionales deben afrontar ciertas contradicciones: ante el aumento de situaciones de pobreza y de precariedad, las politicas sociales fomentan una intervenci6n en situacién de urgencia y piden a los profesionales que se transformen en gestores de los dispositivos sociales de ayuda. La afirmacién del lugar de la persona en el trabajo social es fundamental para realizar el paso de «sujeto» a «ciudadano». Eneste articulo utilicé un ejemplo de practica que me gusta mucho: la accién de una asistente social de las empresas de pesca maritima con Jas esposas de pescadores del Mediterraneo, que muestra claramente el proceso de acceso a la ciudadanfa a partir de una intervencién eficaz y dinamica con grupos. y difiunde dichos trabajos. Algunos han sido publicados en la revista Vie Sociale del CEDIAS y otros, como algunas tesis de doctorado, en diversas editoriales, Este trabajo pequetio y constante ha hecho avanzar la comprensién del pasado histérico, ha dado elementos fidedignos de apreciacién de la complejidad de las situaciones y ha sacado al trabajo social de una visién del pasado exclusivamente ideolégica y moralizadora. 5 El Consejo Superior del Trabajo Social es un drgano consultivo del Ministerio del Empleo y la Solidaridad (Asuntos Sociales) en materia de trabajo social. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Introduccién | 27 El contrato en trabajo social Al comienzo de los afios 90, las politicas sociales francesas preconizan la utilizacion del contrato y la participacién de los usua- rios. Muy especialmente, la ley sobre el RMI (Recursos Minimos de Insercién) obligé a establecer un contrato marcando la voluntad y el proyecto de insercién de la persona. Asi, el tema del contrato se puso a la orden del dia a nivel legislativo y se impuso a los profesionales y a los beneficiarios. Como ya habia trabajado el tema del contrato en la metodologia profesional (De Robertis, 19865) me propuse en aquel nuevo contexto, retomar esta técnica del trabajo social. La colaboracin con diversos autores permitié la elaboracién de un libro teérico y de presentacién de practicas diversas a la vez. En él escribi varios capitulos (De Robertis, 1993). En esta publicacion en castellano, presento dos capitulos extraidos de ese libro. El primero trata de los aspectos metodoldgicos y técnicos y el segundo enfoca el contrato en la intervencién colectiva. El capitulo titulado «El contrato: una técnica de trabajo social» pre- senta los origenes, la utilizacion y el interés de esta técnica. Luego aborda el proceso de construccién del contrato, sus distintas fases y momentos (la fase preliminar, la fase de negociacion, la fase de ejecucidn y la fase de evaluacién de resultados) y concluye con una reflexién sobre las dificultades de utilizacién de esta técnica debidas al cliente, a la situacién externa o al propio trabajador social. «La utilizacién del contrato en la intervencién colectiva»? define primero la intervencién colectiva—con grupos y comunidades- y luego el contrato entre el trabajador social y las personas miembros del grupo o de la comunidad. Desarrolla los temas de la elaboracién del contrato, su contenido y su utilidad. La publicacién de este libro, en un periodo en el que se hablaba mucho del contrato en trabajo social, me valid numerosos encargos de articulos, conferencias, cursos y seminarios sobre el tema. En poco tiempo, fui considerada como la «especialista del contrato» lo cual era seguramente abusivo. El contrato sufrié diversos avatares. Se le consideré en un mo- mento, como una panacea universal, con el poder magico de encontrar solucién a todas las dificultades, como una formula capaz de resolver todos los problemas y asegurar Ja resolucién satisfactoria de todas las situaciones. Por este motivo, la legislacién social y las politicas 9 Este capitulo se presenta, en su versién en castellano, amputado de un pérrafo sobre las politicas sociales contractuales puesto que, no solo trata de una realidad especifica francesa, sino que ademas sc encuentra hoy en dia superada, aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Introduccién | 31 del trabajo social es, necesariamente, poder mostrar una capacidad real para claborar, a partir de los elementos dispersos de la realidad de la per- sona, una comprensién reflexiva y global que propone pistas de accién y soluciones posibles. El lector puede dirigirse con provecho al libro sobre el tema de Aguilar y Ander-Egg (1999), que presenta con detalle la fase de diagnéstico social basada en el principio de «conocer para actuam y actuando como «nexo entre la investigaci6n y la programacién». La evaluacién de resultados ha conocido también nuevos traba- jos y estudios. Una literatura muy abundante ha tratado en Francia la evaluacién de los programas y las politicas sociales en un plano mezzo o macrosocial. La evaluacién de los resultados de la intervencién del trabajador social en un plano individual o grupal ha sido menos desarro- Ilada. Con todo, algunas instituciones han fomentado la elaboracién de herramientas evaluativas a través de procesos de investigacién-accién de sus profesionales. Por ejemplo, la Caja Regional de Seguros de Salud del Sud-Este (CRAM-SE) ha elaborado una «escala de movimiento» para poder efectuar, con una trama comun, las evaluaciones periddicas del seguimiento de cada persona que se beneficia de la atencién de un trabajador social. La utilizacién cada vez mas difundida de los ordenadores y la infor- matica provocard, seguramente, ciertos cambios en relaci6n ala evaluacion de resultados. Los organismos sociales podran asi transformar los elementos individuales en estudios cuantitativos utiles para marcar las evoluciones, mostrando las tendencias, y en estadisticas que den mayor visibilidad a la accién. Por otro lado, los trabajadores sociales buscaran nuevos medios para mostrar los aspectos mas cualitativos de su trabajo. Es necesario en el periodo actual, estudiar y profundizar en el diagnés- tico social y la evaluacién de resultados, pues estas dos etapas de la meto- dologia son los pilares de la afirmacién de la profesionalidad del trabajador social y el camino certero del reconocimiento de su rol de experto. TERCERA PARTE: NUEVAS PERSPECTIVAS Esta ultima parte contiene un solo capitulo. Respondiendo a las nuevas situaciones desde los fundamentos del trabajo social es, segura- mente, el mds conocido en el medio espafiol, pues es a la vez un texto Teciente y ya difundido en el pais. Se trata de la conferencia inaugural del IX Congreso Estatal de Diplomados en Trabajo Social, dictada en Santiago de Compostela en octubre de 2000. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Introduccién | 35 particular, estan en constante proceso de construccién y de deconstruc- cién. Una profesién esté en movimiento y recibe y emite fuerzas, a veces contradictorias. Podemos tomar como ejemplo de estas fuerzas contradictorias, la pro- blemética reciente en Francia, tendente a valorar una légica de competencia la funcién contra una légica de competencia en la calificacién o diploma. Asi, hemos visto, estos tiltimos afios, a ciertos empleadores promocionar la competencia adquirida en el puesto de trabajo por personas reclutadas sin ninguna calificacién y, a veces, sin ningun diploma. Se trata de una com- petencia individual basada en aptitudes personales que el tipo de empleo ayuda a desarrollar; en este tipo de situacién, encontramos ciertos media- dores sociales, animadores, educadores, auxiliares diversos, intervenants pedagogicos, etc. El desarrollo de estos puestos en el sector social conlleva una cierta descalificacién de los profesionales diplomados. Ademis, no han faltado los «teorizadores» de mal agiiero que, tal como Casandra, anuncian el fin de las profesiones sociales «tradicionales», «candnicas», y ya superadas. Asi, las profesiones sociales estarian en vias de desaparicién, remplazadas por «nuevas profesiones» sin diplomas 0 con otros diplomas (socidlogos, psicélogos, maestros) fuera del trabajo social. La polémica en torno a esta pretendida descalificacion de las pro- fesiones sociales vio como se producian en pocos afios, varios hechos interesantes: - Una afirmacion, por parte de los profesionales, del valor indispensable de la calificacién en el trabajo social, una defensa de los diplomas, pero también de la necesidad imperativa de formacién en el medio social, incluso de formacién de las personas que ocupan dichos pues- tos «nuevos». Se han organizado, para ello, diversas modalidades de formacién (validacién de las adquisiciones, durante el empleo...) para hacer acceder a dichas personas a los diplomas del trabajo social. Un vasto estudio de la MIRE" sobre el tema, concluyé, de mane- ra muy matizada, que la creacién de «nuevas profesiones» es un fendémeno limitado, que se trata generalmente de personal poco cualificado, en puestos poco estables, mal pagados y precarios. Los profesionales diplomados «tradicionales» han asumido muchos de los nuevos puestos de trabajo, especialmente en la politica urbana y en diferentes campos; con denominaciones nuevas pero las mismas cualificaciones anteriores, les dan las competencias requeridas para ese tipo de trabajo. 13 MIRE: Mission Recherche Experimentation, orgenismo que depende del Ministerio del Empleo y de Is Solidaridad. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Primera parte Finalidades, valores y principios del trabajo social aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 48 | Same eReoe palabra, nuestra comunicacién verbal y no verbal. Exige una refiexién sobre los medios, los métodos y las técnicas utilizadas y sobre su con- gruencia con los objetivos. 3.2. Confianza y secreto profesional Entre los medios utilizados, merece la pena que nos detengamos un poco en la relacién de ayuda.* Centrada en la persona y en sus capa- cidades, la relacion de ayuda se fundamenta en la nocién de confianza. Tres palabras clave procedentes de la misma raiz: confianza, confidente y confidencial. El encuentro con el otro no puede producirse si no hay confianza por una y otra parte; lo que se dice en confianza transforma al que lo recibe en confidente, y lo que se ha intercambiado es necesa- riamente confidencial. Para que esta confianza necesaria se instaure, las actitudes del asistente social hacia el otro estaran impregnadas de respeto, no de juicio, de actitud comprensiva, célida y tolerante a la vez, sin por ello avalar o aprobar ciertas acciones. Elasistente social no puede ejercer su misién de ayuda a la persona —es decir, acompafiarlo en su marcha de avance hacia la mayor autono- mia posible— sino en el marco de una relacién profesional basada en la confianza. Esto hace del asistente social «un confidente necesario, reco- nocido como tal por la jurisprudencia y la doctrina» (Revue Francaise de Service Social,1997b). Exactamente igual que el médico para poder ejercer su profesion, el asistente social esta obligado a conocer elementos esenciales de la vida privada de las personas, que estan protegidos por la ley.5 Por eso, la ley 46-630, de 8 de abril de 1946, hace constar que: «nadie puede ocupar un puesto de una/un asistente de servicio social [...] si no dispone del diploma de estado exigido por el Decreto del 12 de enero de 1932 (Revue Francaise de Service Social, 1997a)». Esta es la manera que tiene el legislador de proteger a las perso- nas contra el ejercicio ilegal de la profesién que, por otra parte, esta sujeto a penas de multa y encarcelamiento. Pero, ademas, el cédigo de la familia y la ayuda social en su articulo 225 (modificado) indica especialmente que: las asistentes sociales y las alumnas de las escuelas que se prepa- ran para el ejercicio de esta profesién, estén obligadas al secreto 4 Véase Cristina De Robertis (1983) y Alain Gouhier (1993). 5 Articulo 9 del Cédigo Civil: «Todos tienen derecho al respeto de su vida privada». Este principio se afirma también en la Declaracion Universal de Derechos Humanos, Art. 12 y esté recogido por la Convencién Europea de Derechos Humanos, Art. 8. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 52 | CosneusDe Roser - es arruinar irremediablemente el crédito de una profesién cuyo objetivo esencial es aportar una ayuda a los individuos y las familias, independientemente de cualquier otro fin, tan respetable © tan legitimo como pueda ser este; - es violar uno de los principios fundamentales del Servicio Social, que solo se puede ejercer desde el respeto mutuo y la confianza reciprocas; - es arruinar, en el espiritu de todos los que tienen conocimiento de tal utilizacién de las asistentes sociales, la confianza que han podido tener en ellas en el pasado y darles el derecho a tener, en el futuro, las mayores dudas sobre el objeto de su misién (ANAS, 1956). Los dos grandes principios de respeto a las personas y de confianza son asi afirmados con fuerza, y logran imponerse cuando, el 26 de julio de 1956, la circular a los prefectos del Gobierno de Argelia recuerda que las asistentes sociales estén obligadas al secreto profesional: En consecuencia, conviene evitar que sean utilizadas para tarcas incompatibles con la funcién que les incumbe; especialmente, me parece inoportuno hacerlas participar en operaciones de policia... (Doré-Audibert, 1995). En el clima de la época, zeran estas asistentes sociales traidoras a la patria? Y las otras, mayoritarias, las que obedecieron las érdenes sin escrapulos ni vacilaciones, jeran traidoras a los principios de su deontologia? La pregunta es dificil de responder. La Red de Historia del Trabajo Social intenté un primer andlisis durante la conferencia de An- drée Dore-Audibert que subrayaba que algunas AS (asistentes sociales), provistas de diplomas de recuperacién de postguerra, no habian recibido formacién relativa a los problemas sociales. Por otra parte, [...] existia una diferencia profunda en la toma de conciencia de los problemas sociales y de la filosofia del Servicio Social entre las profesionales de la metropolis y las de Argelia. Se puede deducir de ello que la formacién, la concienciacion, el perfeccionamiento y la reflexion ética deberian ser permanentes para estar preparados para hacer frente a situaciones tan dificiles. La militarizacién de las Asistentes Sociales plantea el problema del respeto a la deontologia de la profesién y de la libertad del funcionario frente a una jerarquia que utiliza métodos que van contra de la conciencia de los individuos (ASH, 1996). aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 60 | Crista pe Rosertis médico y que resultaba reductora, pues consideraba mas la enfermedad que la persona aquejada de un mal. «El caso del trabajador social es la situacién o el problema social, no la/s persona/s involucrada/s. Para nombrar a la persona y distinguirla de su problema, el término utilizado, generalmente, hoy en dia es el de cliente» (Richmond, 1922). El cliente obtuvo su incorporaci6n total al vocabulario profesional a partir de la influencia de las corrientes psicolégicas y psicoanaliticas. Su uso fue confirmado por Carl Rogers en sus escritos sobre la relacién de ayuda en psicoterapia, pues é1 daba al término cliente una significacién simbélica de libertad. En la Roma antigua, se trataba de un plebeyo que se colocaba bajo la proteccién de un patricio; esta palabra designa también a la persona que requiere los servicios de un médico, de un abogado, de un establecimiento bancario, o que es comprador habitual de un comer- cio. Por extensién, se dice de la persona que se pone bajo la proteccién de otra. En el trabajo social, el uso de esta palabra fue desechado por muchos niicleos profesionales en los ultimos afios y ha sido reemplazado progresivamente por el término de usuario o de beneficiario. El usuario, en el derecho civil francés, es la persona que tiene un derecho real de uso sobre un bien o una cosa que pertencce a otra persona. También se dice de aquellos que recurren a un servicio piblico 0 que utilizan un espacio publico (usuario del correo o usuario de una Tuta). Este término se ha difundido en el trabajo social, sobre todo, en los servicios que dependen del Estado, y tiende a reforzar la idea de derecho. Asi, el usuario es aque! que utiliza un servicio que esta a la disposicién de todos, y al cual tiene acceso como cualquier otra persona. El término beneficiario también es de uso reciente y designa a la persona que recibe una prestacién, un subsidio, o una ayuda financiera del Estado o de otro organismo publico. La puesta en marcha del RMI (Renta Minima de Inserci6n) aceleré el uso de esta palabra que también se utiliza en la provincia de Québec (Canada). Estos dos términos pueden entenderse como un intento de disminuir el peso estigmatizante de la ayuda social —asociada a términos tales como pobre, indigente, asistido~ y restituirle una afirmacién del derecho de cada uno a utilizar el bien comin disponible para todos. 2. EL CONCEPTO DE PERSONA Las multiples palabras que sirven para designar a aquel con quien trabajamos, estan sustituyéndose simplemente por el término persona. La persona se define como un ser humano, un individuo considerado en si mismo, un ser moral dotado de existencia juridica. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 64 | Cusm oe Roses y diferencias. Al trabajo habitual de seguimiento y de ayuda a personas 0 familias en dificultad, se ha agregado toda una clientela nueva de personas, que no pueden subvenir correctamente sus necesidades minimas por causa del desempleo o del subempleo. Se habla, entonces, de «crisis del trabajo sociab> que, no solo no da abasto para atender a la demanda de la poblacién, sino que, ademas, solo propone soluciones paliativas, sin relacién con la magnitud del problema de pauperizacion y pobreza. Pero la «crisis» puede ser vista también como una situacion externa —crisis de las estructuras de produccién socioeconémicas, crisis del em- pleo— que ha transformado radicalmente a la poblacién con la que trabaja el asistente social. Para decirlo muy brevemente, hace 20 6 30 afios, los trabajadores sociales, en una sociedad de casi pleno empleo como era Francia en los afios 70, se ocupaban de personas al margen del sistema de produccién que, por distintos motivos, no eran aptas para integrarse en dicho sistema (minusvalidos, enfermos, enfermos mentales, personas con problemas sociales, mujeres solas con hijos, j6venes en ruptura, de- lincuentes...). Hoy en dia, aunque esta clientela siempre subsiste, los que acuden al trabajador social son personas que, en otro contexto econémico, hubieran encontrado trabajo por sus propios medios y vivido normalmente insertas en su medio social. Actualmente, la gran mayoria de la clientela se compone de los que Robert Castel denomina los «naufragados de la sociedad salarial», los «supernumerarios» (Castel, 1995). Para aliviar la precariedad y la indigencia de nuevos sectores de la sociedad, debido al desempleo masivo y al deterioro de las relaciones sociales que ello ocasiona, el Estado definié nuevas politicas sociales; una de las mAs importantes es el RMI (Revenu Minimum d'Insertion — Renta Minima de Insercién). Esta evolucién de la clientela y de las politicas sociales exigié nuevas adaptaciones por parte de los trabajadores sociales, presionados por las instituciones que buscan un nivel de «eficacia», de «rentabilidad» y de «transparencia» cada vez mayor. Asi, han surgido nuevas formas de intervencién, algunas de ellas en contradiccién con los principios éticos mencionados en el epigrafe anterior y cuyo desarrollo aumenta cada vez mis la desaz6n de los profesionales. Podemos mencionar dos formas de trabajo que, actualmente, absorben el tiempo de los profesionales. Se trata de la gestion de dispositivos de ayuda y de la urgencia social. La gestién de dispositivos de ayuda se refuerza, desde hace unos siete u ocho afios, con la puesta en marcha de diferentes politicas sociales comoel RMI (Rentas Minima de Insercién) o el FSL (Fonds Social du Lo- gement), fondo social para el alojamiento de personas desfavorecidas. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 68 | Gone naeene mencionadas en el tercer punto, pero también en oposicién ala exigencia de eficacia deshumanizada que sugieren ciertas practicas actuales. Se habla, entonces, de sujeto, de actor social, de ciudadano. La persona como sujeto es aquella que sostiene una accién, una experiencia, un conocimiento, en oposicién a objeto y ya vimos que, a menudo, la persona puede ser tratada como tal: un numero, un legajo, un problema. La nocién de sujeto afirma su capacidad de decidir e influir en el curso de los acontecimientos y su participacién activa en todo lo que le concierne. En el lenguaje actual del trabajo social, la persona es ademas sujeto de derechos, es decir, titular de derechos y obligaciones por el hecho de vivir en sociedad. El acceso de la persona a sus derechos sociales se ha transformado en un /eitmotiv de los profesionales del trabajo social. 4Cuéles son dichos derechos? Se trata del derecho a la salud, al aloja- miento, a la educacién, a una vida decente... Ser titular de derechos y obligaciones nos conduce al término de ciudadano, es decir, aquel que es «miembro de la ciudad», que vive en y forma parte de un Estado. En Francia, el término de ciudadano tiene una fuerte connotacién de afirmacién de derechos y de justicia, heredada dela historia de la Revolucién Francesa y de su Declaracién de los derechos del hombre y del ciudadano. Con algunas modificaciones posteriores, dicha declaracién fue incorporada al preambulo de la Constitucién de la Republica actualmente en vigor. Hoy en dia, los derechos ciudadanos son un estandarte importante pues la Constitucion establece, entre otros derechos y obligaciones, que: - Cada uno tiene el deber de trabajar y el derecho de obtener un empleo. Nadie puede ser perjudicado en su trabajo o en su empleo a causa de sus origenes, de sus opiniones o de sus creencias. + La Nacién aporta al individuo y a la familia las condiciones necesarias para su desarrollo. Garantiza a todos, especialmente al nifio, a la madre y a los ancianos la proteccién de la salud, la seguridad material, el descanso y el ocio. - Todo ser humano que, por causa de su edad, de su estado fisico © mental, de la situacién econémica, se encuentre incapacitado para trabajar tiene derecho a recibir de la colectividad los medios correctos de existencia (Godechot, 1994) Elconcepto de ciudadano se enraiza en este texto magno que afirma solemnemente los «derechos y libertades del hombre y del ciudadano», que refuerza la nocién de igualdad entre los hombres: «Todo ser hu- mano sin distincién de raza, de religién ni de creencia posee derechos inalienables y sagrados», y que constituye una barrera defensiva contra aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 2 | Cocaine cme FIAS (1997): «Code international de deontologie des Assistants So- ciaux». Revue Francaise de Service Social, 184. JEANINE, ROSALIE, MARTINE, JOSEE, FANNY, DOMINIQUE, RAYMONDE, THERE- ‘SE, CHANTAL (1997): Nous, femmes de pécheurs en Méditerrannée. Paris: INDIGO & Coté des Femmes. Konopxa, G. (1971): On demande une Méthode Genérique de Service Social. Montrouge: Institut de Service Social. Texto en multi- copista. Lien Social (1995): «Code de déontologie». Lien Social, 295. (Dossier spécial). Ricumonp, M. (1922): What is social case work? New York: Russel Sage Foundation. —— (1926): Méthodes Nouvelles d’ Assistance. Paris: Felix Alcan. (Reimpresién (2002). Rennes: ENSP). ROSENCZVEIG, P. (President de la mission) (1992): Mission: Déontologie et Travail Social. La Déontologie au Carrefour des Libertés des usagers et des professionnels du travail social. Rapport au Mi- nistre des Affaires Sociales. Paris. Sassirr, M. (1998): «Urgence sociale, de la réalité au mythe». Actualités Sociales Hebdomadaires, 2052. (Tribune Libre). Gopecuor, J. (1994): «La Constitution de la République Francaise. Préambule du 27 Octobre 1946, repris dans la Constitution du 4 Octobre 1958», en Les Constitutions de la France depuis 1789. Paris: Flamarion. VV. AA. (1993): «Ethique et travail social». Tribune Sociale, 29, aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 16 | Casta De Restore Asistente de servicio social: en esta especialidad, los asistentes socioeducativos tienen como misién aconsejar, orientar y apoyar a las personas y a las familias que sufren dificultades sociales, a ayudarlas en sus gestiones y a informar a los servicios de los que dependen para la instruccién de una medida de accién social. Aportan su colaboracién en cualquier accién susceptible de prevenir las dificultades sociales 0 médico-sociales con que se encuentre la poblacién y remediarlas. Educador especializado: en esta especialidad, tienen como misién participar en la educacién de los nifios o adolescentes con dificultades de insercién y apoyar a las personas discapacitadas, inadaptadas o en vias de inadaptacién. Colaboran en su insercién escolar, social y profesional.’ Esta definicién, salvo algunas palabras, retoma integramente la que figura en el plan de accién para las profesiones sociales (5 de diciembre de 1991) del ministro de Asuntos Sociales y de la Integracién de la época, Jean-Louis Bianco. 2. Los OBJETIVOS DE LA AYUDA {Cudles son los objetivos de los trabajadores sociales en esta mision de ayuda que les es confiada por las politicas sociales? Podemos distinguir entre objetivos preventivos, curativos y promocionales, si bien a menudo estos tres tipos de objetivos estan presentes en una misma intervencién y en la practica resulta dificil separarlos. Los objetivos preventivos son los que proponen una ayuda antes, incluso, de que se presente una situacién de dificultad o de desamparo: familias con riesgo, situaciones de ruptura, cambios debidos a las etapas de transformacién normales de la vida (nacimiento, duelo, jubilacién). Los objetivos preventivos estén también presentes cuando se trata de evitar que una situacién se deteriore, centrando el esfuerzo en el man- tenimiento del equilibrio de las personas 0 los grupos, aun cuando este equilibrio sea precario. Los objetivos de ayuda curativos estan enfocados a la mejora de Ja situacion de los usuarios, a la resolucién de sus problemas. Poner a las personas en contacto con los recursos existentes, hacer que accedan a sus derechos sociales, que se beneficien de los dispositivos de accion social, respaldarles en sus pasos hacia el cambio, orientarles, informar- 1 Decreto 92-843 de 28 de agosto de 1992 que contiene el estatuto particular del cuadro de empleos de los asistentes socioeducativos. J.0. del 30.8.1992, p. 11835. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 80 | Coste De Roser La movilizacién de la red primaria del usuario es también una manera de extender la relacién de ayuda a otros miembros —familia extensa, vecindario, amigos~, en resumen, toda la red social susceptible de proporcionar una ayuda moral, material y financiera, y de movilizarse en beneficio del que esta en dificultades. Las redes son fuente de apoyo social (Luzt, 1991) y de solidaridad, aportan seguridad afectiva pero también un apoyo real practico. De hecho, la relacién es el principal medio de ayuda del trabajador social. Es en la relacion directa, cara a cara, cuando el trabajador social se centra en la persona beneficiaria de su intervencién. La ayuda se dirige a la persona y no a los problemas que esta sufre (De Robertis, 1983). 5. La PUESTA A DISPOSICION Y LA CREACION DE RECURSOS La puesta a disposicién de los recursos existentes es otro medio de ayuda de los trabajadores sociales. En efecto, situados en el centro de la accién social, comisionados por los organismos en los que ejercen la profesién para poner en practica la politica social, los trabajadores so- ciales se encuentran en la encrucijada de un gran numero de dispositivos concernientes a las diferentes categorias de clientela (discapacitados, parados, personas mayores, jévenes, familias monoparentales. ..) o que se aplican de manera territorial (desarrollo social urbano, fondos sociales, alojamiento, RMI-...). El conocimiento de este verdadero laberinto de medidas y disposi- tivos de accién social y de la manera de acceder a ellos (procedimientos, direcciones, personas enlace) hacen de los trabajadores sociales figuras clave para el acceso de las personas con dificultades a los recursos existentes. El trabajador social actha como informador y enlace, orienta y guia al usuario, le facilita los tramites, le pone en camino. Facilita asimismo el acceso alos derechos sociales para permitir a los usuarios ser ciudadanos de pleno derecho (Questiaux, 1982). En la medida en que la ayuda se centra en la persona del usuario, los dispositivos de las politicas sociales son herramientas disponibles, posibilidades, recursos que existen, a los que el trabajador social puede acudir. En ningun caso, la ayuda consistiré en una aplicacion sistemati- ca de a tal problema, tal respuesta. La ayuda no es la aplicacién de las 2 RMI: Revenu Minimum d Insertion. Subsidio concedido a las personas que no disponen de ingresos. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Segunda parte Métodos y técnicas del trabajo social aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 90 | Cums De Roses 2. FASES DEL METODO DE INTERVENCION Las fases por las que atraviesa el método de intervencién son: - localizacién del problema social o de la demanda; ~ andlisis de la situacién; - evaluacién preliminar y operacional; - elaboracién de un proyecto de intervencién, negociacién del proyecto y contrato; > puesta en practica del proyecto y las intervenciones elegidas; - evaluacién de resultados; - conclusién de la accion. Estas fases pueden describirse en orden légico y separarse con fines de estudio. Pero, en la practica, se presentan de manera simul- tanea. En el transcurso de una sola entrevista, el trabajador social se encuentra enfrentado a una realidad cambiante, se ve obligado a cap- tarla, analizarla y transformarla, todo a la vez. Identifica una demanda, recoge informacion, evalua, construye hipotesis, utiliza diversas formas de intervencion, prevé las gestiones que se han de efectuar. Se habla, entonces, de un proceso metodoldgico que puede describirse como una espiral en Ja que las diferentes fases del método se cruzan, sin confundirse ni excluirse. 3. CLASIFICACION DE LAS FORMAS DE INTERVENCION Las principales formas de intervencién han sido clasificadas en intervenciones directas —cuando se trata de una accién con la presencia de! usuario ¢ intervenciones indirectas —cuando la accién se desarrolla sin la presencia del mismo-. Se trata del estudio de lo que el trabajador social hace de manera consciente y voluntaria, asi como de sus maneras de actuar para modificar la situacién del usuario. La clasificacién de estas formas de actuar es la siguiente: a) Intervenciones directas 1, Clarificar-apoyar ~ apoyo; - comprension de si. 2. Informar-educar + informacién; aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. La demanda en trabajo social | 99 la palabra «cliente» esté siendo reemplazada por la de «usuario», que hace referencia a «aquel que tiene un derecho de uso, el que recurre a un servicio piblico» (Diccionnaire Petit Larousse Illustre, 1978). 3.2. Lo que sucede antes de efectuar la demanda al servicio social Una persona se pone en contacto con el servicio, telefonea, escri- be o se presenta en la permanencia, por iniciativa propia. Viene a hacer una demanda. «El individuo viene a buscar una ayuda. A esta etapa se la considera, con razén, como una de las mas significativas. El individuo, de alguna manera, se ha decidido y ha realizado un acto de gran importancia» (Rogers, 1971). Para comprender el alcance y la significacién de este acto, el trabajador social necesita tener alguna idea sobre lo que ha ocurrido antes. Esta informacién, con sus detalles particulares, solo nos la puede dar la persona; sin embargo, a partir de ahora, podemos tener alguna idea de lo que, a menudo, sucede cuando alguien hace una peticién. Esta comprensién preliminar y global va a permitir posteriormente al trabajador social, actuar utilizando sus conocimientos sobre el com- portamiento de personas que afrontan una situaci6n similar. Antes de visitar al trabajador social, la persona ha superado ya varias etapas. En primer lugar, se ha enfrentado a un problema que ex- perimenta como una necesidad (ejemplo: un trabajador inmigrante que vive solo en Francia experimenta su aislamiento y su soledad de manera cada vez mas intolerable). La dificultad y el sufrimiento que le provoca la situacién que vive son analizados por él en términos de cambios que desea con el fin de resolver su situacidn (piensa poder vivir mas feliz si su familia puede unirsele y vivir con él). Una vez definido el cambio, el individuo se moviliza por la toma de conciencia de su deseoy el objetivo que quiere lograr. Intenta encontrar los medios para concretar el cambio: se informa, habla con sus amigos, con su familia, con sus compafieros de trabajo; acepta de buen grado los conse- jos, hace gestiones con personas 0 instituciones susceptibles de aportarle una respuesta, Invierte entonces una gran cantidad de energia, tanto fisica como psiquica (el trabajador inmigrante ha hablado con compafieros que ya han podido traer y reunir a sus familias, ha discutido con amigos, se ha presentado en las instituciones encargadas de recibir estas demandas, ha rellenado formularios, ha presentado solicitud de alojamiento HLM,” ha escrito a su familia para hacerles participes de su proyecto, etc.). 2 HLM: Habitation 4 Loyer Modeéré. Inmucble construido por una colectividad y destinado a hogares con escasos ingresos. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. ‘La demanda en trabajo social | 103 modalidades de divorcio previstas en la legislacién?) o, por el contrario, puede que hable durante mucho tiempo de un problema que no parece, en principio, de incumbencia del servicio social. Todos los trabajadores sociales conocen personas cuyo estado de angustia, de sufrimiento y confusion, hace que sea dificil comprender, de inmediato, su peticion y sus expectativas con relacién al servicio. Aparente- mente, llegan sin demanda alguna. A menudo, se trata de personas victimas de una situacién de crisis, para las que una intervencién rapida de apoyo puede ser necesaria con el fin de permitirles aliviar la tension y encontrar ‘un nuevo equilibrio. También puede tratarse de personas que presentan problemas relativos a la higiene mental y, para las cuales, resultaran nece- sarias varias entrevistas antes de comprender de qué se trata. El comportamiento del usuario durante la primera entrevista nos proporciona elementos importantes para fundamentar hipstesis explica- tivas sobre el conflicto en el que se debate y las fuerzas que lo movilizan. Sobre la base de estas hipétesis, intervendré el trabajador social en el transcurso de la primera entrevista. 4, INTERVENCION DEL TRABAJADOR SOCIAL La palabra «intervencién» es de uso reciente en trabajo social.* Se aplica a la idea de accién, de voluntad consciente de modificar, por su accién, la situacién del usuario. El trabajador social no es el depositario pasivo de los problemas y necesidades del otro, ni el receptor que escucha su demanda. Esta alli para dirigir una accién que aportara modificaciones en las circunstancias del problema. Muchos trabajadores reaccionan vivamente contra esta nocién de intervencién; esto se debe, a menudo, al hecho de asociar intervencién con activismo 0 intervencionismo, como si la intervencién significase apresurarse a llevar a cabo acciones que modifiquen la situacién del usuario contra el deseo de este y fuera de su proyecto. Los trabajadores sociales tienen dificultades para decir lo que hacen, por qué lo hacen y cémo. Estamos mucho mejor entrenados y formados en el andlisis de la situacién del usuario y en la evaluacién de esta. El ra- zonamiento, en términos de actitud y de principios (respeto a la persona, aceptacién, no juzgar), nos resulta mucho mas familiar que el andlisis de los distintos tipos de acciones emprendidas con el fin de modificar la si- tuacién del usuario. En definitiva, evitamos confesar que actuamos, porque 4 No hay que olvidar que este articulo fue escrito en 1978. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 108 | Cust De Rosexns Apoyo Las intervenciones de apoyo tienen por objeto fortalecer al usuario como persona, disminuir los efectos paralizantes de su miedo, liberar en 61 fuerzas susceptibles de movilizarle para cambiar su situacion. Se admite que el hecho de hablar de sus dificultades, de sus problemas y de los sentimientos que se vinculan a ellos, a menudo, tiene un efecto liberador y tranquilizante para la persona. El efecto catartico de la conversacién con el trabajador social hace que el usua- Tio, al finalizar la entrevista, se sienta aliviado del peso de su silencio. «Asi esté mejom. Ademis de este efecto tranquilizador de la entrevista, el trabajador social puede utilizar, de manera activa, intervenciones tendentes a apoyar al usuario y a recuperar su confianza en s{ mismo. Constatar con é! las dificultades que afronta y el sufrimiento que estas ocasionan puede ayudarle a sentirse comprendido y tomado en consideracién. Reconocer los esfuerzos que ya ha desplegado para en- contrar soluciones y subrayarlos en sus aspectos positivos y dindmicos le ayuda a tener una imagen mejor de si mismo y le tranquiliza en lo que se refiere a sus capacidades para salir adelante. Preguntarle cémo ve él la situacién y cuales son para él los pasos a seguir para salir de ella, subrayando que solo él puede tomar las decisiones que le conciemen, le ayuda a fortalecer su independencia y a asumir su vida. Cuando la persona lucha contra las dificultades, puede que se sienta muy sola, distinta, muy vulnerable. Saber que otros, en su misma situa- cién, tienen las mismas dificultades, puede ayudarle a sentirse menos inquieto y a considerar las soluciones con un poco mis de tranquilidad. Por ejemplo, una madre que lucha contra las dificultades de un hijo de doce o trece afios muy rebelde puede sentirse reconfortada si el trabajador social le dice que todos los nifios de esta edad presentan los mismos pro- blemas y que los padres, a menudo, tienen dificultades. La generalizacién del problema, sin resolver con ello la situacién particular del usuario, puede aliviar la culpabilidad que lleva consigo puesto que no es el tinico que se enfrenta con dificultades, hay mds como él. Asimismo, situar el problema que se presenta como personal en su contexto social global alivia al usuario de su temor a ser él mismo incapaz y culpable y le permite abordar su situacién con una mayor ob- jetividad. Asi, un hombre que se enfrenta a dificultades para encontrar empleo, con la pérdida de autoestima que esto puede significar, podra sentirse apoyado por un trabajador social capaz de restituir este problema individual a la coyuntura de crisis econémica actual y del nivel de paro en ese municipio o en el sector profesional. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. El contrato: una técnica de trabajo social 6 1. ORIGENES Y REFERENCIAS DEL CONTRATO El contrato es una técnica utilizada en trabajo social desde hace aproximadamente treinta afios. Es, pues, una técnica relativamente nueva pero que ya ha demostrado su valor, especialmente en los paises anglo- sajones y en Canada, donde ha sido objeto de numerosas investigaciones y sistematizaciones tedricas. El contrato aparecié en Estados Unidos y Canada hacia finales de los afios 60 y principio de los 70. Al adoptar nuevos métodos influenciados por el andlisis sistémico, los trabajadores sociales experimentaron y utilizaron esta técnica de manera permanente. De este modo, la intervencién planifi- cada a corto plazo, experimentada hacia finales de los aiios 60, consistia en elaborar un contrato entre el cliente y el trabajador social desde la primera entrevista. Esta intervencién, como su nombre indica, preconizaba un tra- bajo intensivo (una o dos entrevistas por semana) de corta duraci6n global (maximo dos meses). Esta limitaci6n de tiempo tenia como objeto movilizar, activamente, los recursos internos y externos del cliente a fin de obtener cambios répidos en su situacién (Laviolette y Rey, 1970). La intervencién a corto plazo surgié en un periodo de investigaci6n de nuevos métodos de trabajo social y de rechazo a hacerse cargo de personas o familias durante afios sin resultados mensurables. En esta época, Helen H. Perlman, autora de renombre internacional que habia hecho una contribucién importante al case worb», avalé de manera entusiasta esta investigacién de una ayuda més eficaz y mejor controlada (Perlman, 1969). aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. El contrato: una técnica de trabajo social la alegria se expresan de manera no verbal y pueden ser decodificados y comprendidos por medio de la observacién. A estas dos intervenciones se afiaden las de clarificacién de las expectativas reciprocas. En efecto, el factor principal de influencia en cualquier inicio de relaci6n es la expectativa frente al otro y, tanto el tra- bajador social como el usuario, la tienen. Las expectativas de este frente al trabajador social estarén influenciadas por sus experiencias previas de contacto con las instituciones sociales y los trabajadores sociales; en este caso, el usuario tendré expectativas concretas en funcién de esa expe- riencia anterior y puede, entonces, quedar sorprendido 0 decepcionado al encontrar un trabajador social que se comporta de otra manera. Las personas que no han tenido esa experiencia con anterioridad basaran sus expectativas en lo que han oido decir a otros 0, también, en las imagenes estereotipadas transmitidas por el medio social del que provienen. Por otro lado, el trabajador social también desarrolla expectativas frente al usuario; puede esperar que se presente de una determinada ma- nera, que se comporte como lo hicieron «todos los otros», etc. Es decir, que estas expectativas —a menudo inconscientes y no formuladas- estan presentes desde el primer encuentro. Y, si el usuario no se ajusta a su expectativa, el trabajador social estar, en el mejor de los casos, sorpren- dido y, en el peor, irritado u hostil. La tendencia habitual en cada uno de nosotros a la generalizacién reductora y simplificadora constituye un escollo para el trabajador social. Por ejemplo: los j6venes son ruidosos y temerarios, las madres protegen en exceso a sus hijos menores y los parados se contentan con cobrar las prestaciones y solo buscan, realmente, trabajo si se las reducen. Las generalizaciones y los estereotipos —que todos arrastramos- forman una pantalla entre las personas que entorpece el momento de Ja primera entrevista. Es responsabilidad del trabajador social procurar decodificar y comprender lo que, en las expectativas y las imagenes de las que él es portador, pueda influenciar y deformar su percepcién del otro. Cuando el trabajador social y cl usuario se encuentran, cada uno espera del otro ciertas actitudes y comportamientos. En el curso de las primeras entrevistas, cada uno reunird informacién sobre el otro para verificar y/o poner a prueba sus propias certezas 0 expectativas. Esta clarificacion de las expectativas reciprocas, de las imagenes erréneas y preconcebidas, serviré de base para la construccién de la relacién futura. El trabajador social podrd centrar su atencién en la descripcién de los problemas tal como los formula la persona, en la manera como percibe sus dificultades, en sus opiniones sobre el tema. Su interés y su respeto por el usuario son esenciales en esta clarificacion, 119 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 124 | Coanms Ds owes en términos contractuales, es importante verificar la comprensién real de cada uno. Ocurre con demasiada frecuencia, desgraciadamente, que cada parte piensa que ha entendido los términos del acuerdo cuando, cada uno, entiende cosas distintas, Se pueden, entonces, producir desacuerdos, hostilidades ¢ incluso rupturas por falta de aclaracién. Laaclaracién es la cualidad de ser preciso, claro y abierto. Aunque su importancia es evidente, su utilizacién en la practica no lo es tanto. Se ha mencionado ya la frecuencia de los dobles proyectos, de contratos implicitos y de expectativas no reciprocas entre usuario y trabajador social. En la prictica de la ayuda individualizada, la persona ve un problema o una posibilidad de intervencién, mientras que el trabajador social ve otra —a menudo ligada a una dificultad sutil o subyacente (Malacio y Marlow, 1974). Cuando el trabajador social no hace explicitos todos los objetivos que persigue, estos pueden parasitar o reaparecer distorsionando la rela- cién con el usuario. Estos objetivos ocultos no seran, probablemente, de ninguna ayuda al usuario para conseguir los suyos propios ni para realizar su proyecto de cambio. En este nivel, hemos de despedimos de nuestro deseo de transformar la situacién del usuario sin su conocimiento, pues conducirle donde él no quiere ir es un logro muy improbable. En cambio, si que es posible identificar los desacuerdos existentes entre el trabajador social y la/s persona/s, debidos a diferentes puntos de vista y ligados a los valores o a las apreciaciones divergentes de la situacién. Del mismo modo, pueden surgir desacuerdos respecto al blanco en el que hay que dar y los objetivos de cambio que se han de conseguir Tespecto a las estrategias y el reparto de tareas. 4.2.3. Elaborar el plan de trabajo Esta elaboracién sigue a la definicién de los objetivos de cambio. Se trata de decir qué es lo que se va a hacer, cémo se va a proceder y como se van a repartir las tareas, La elaboracién del plan de trabajo se hace a partir de decisiones tomadas en comun después de ser discutidas. Implica, asimismo, decisiones sobre la estructuracién del trabajo en el tiempo: duracién total del contrato, frecuencia de las entrevistas, objetivos a largo, medio y corto plazo, etc. Esta estructuracion en el tiempo —y el control que de ahi se deri- va-— es, tal vez, una de las aportaciones mis interesantes de esta técnica a la metodologia del trabajo social. En efecto, mientras que la larga duracién del seguimiento estaba considerada por la profesién como sinénimo de intervencién en profundidad y de cambios duraderos, el control del tiempo y su jalonamiento en etapas sucesivas apenas se im- aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. El contrato: una técnica de trabajo social La evaluacién de los resultados es la ocasién, bien de poner término a la intervencién, o bien de renovar el contrato reajustado a la situacién presente. El movimiento ADT Quart Monde describe asi esta fase: Alcabo de aproximadamente seis meses las dos partes se vuelven a encontrar. Esta ocasién permite revisar juntos lo que ha pasado durante este periodo. Estas discusiones de renovacin de contrato son puntos fuertes para la familia en la evaluacién de su propia evolucién. Las estimaciones de evaluacién del cambio de la familia deben ser también recordadas por el equipo desde e] comienzo y analizadas por ella frecuentemente. Serin muy utiles en la reno- vacién del contrato-proyecto (Bourreau, Bertrand y Mouvement ATD Quart-Monde, 1977). La evaluacién de la intervencién con una persona o una familia puede ser cuantitativa o cualitativa. La evaluacién cuantitativa es es- tatica, proviene de la medida del tiempo (duraci6n total de la interven- cién, duracién y frecuencia de las entrevistas...) y del numero y tipo de intervenciones (cantidad de gestiones, de entrevistas, de llamadas telefonicas). La mayor parte de los organismos sociales operan con una cuantificacién estadistica de este tipo, pero la medida cualitativa de los resultados obtenidos es mucho mas rara. Existen varios instrumentos de evaluacidén cualitativa que no podemos desarrollar en el marco restringido de este capitulo pero que citaremos a titulo informativo. Se trata de la evaluacién de los resultados, de la medida del impacto y de la escala de movimiento. La evaluacién de los resultados consiste en medir en qué grado los objetivos definidos al principio han sido alcanzados; para ello los objetivos deben haber sido necesariamente consignados por escrito desde el principio. «No hay evaluacién posible sino de acciones eva- luables, es decir, de acciones cuyos objetivos han sido formulados en términos claros» (Aballea, 1988). Por otra parte, una de las principales ventajas del contrato es que obliga a esta determinacién de los objetivos en términos precisos con el fin de poder, seguidamente, retomarlos para evaluar los resultados obtenidos. La evaluacién consiste, pues, en apreciar los objetivos que han sido total o parcialmente conseguidos y los que no han podido ser logrados. La reflexion se centraré sobre Jas fuerzas y los frenos que han favorecido, o bien que han impedido el éxito de la gestion. El analisis del impacto permite reflexionar sobre los efectos con los que no se contaba. Asi, la accion emprendida con el usuario ha podido tener efectos beneficiosos distintos a los esperados y determinados por los objetivos fijados que refuerzan los resultados obtenidos; 0, por el \129 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 142 | Coe De anes a) Restaurar la ciudadania incluye una serie de acciones para que los beneficiarios de nuestra intervencién puedan tener acceso a los dere- chos sociales y a los derechos civicos. En efecto, se piensa, a menudo, solo en los derechos sociales, es decir, en la identificacién social de una persona (nim. de Seguridad Social, derechos reconocidos en relacién a la salud, prestaciones sociales diversas), pero los derechos civicos, quiz4s menos tenidos en cuenta, constituyen la base de toda sociedad democratica (posibilidad de expresarse como elector, como ciudadano, formando parte de la vida social). El acceso a los derechos sociales y civicos condiciona el acceso a un espacio social y a un reconocimiento de la persona que vive en socie- dad. Para las personas, esto significa el crecimiento de su poder sobre la vida, convertirse en actores y conquistar una dignidad mayor. Los trabajadores sociales canadienses hablan —de manera bastante pareci- da ala nuestra— de empowerment. Con este concepto, ellos entienden la accién del trabajo social como dar o favorecer la consecucién del contro] sobre si a las personas beneficiarias de su intervencién. Esas nociones de restauracién de la ciudadania y de empowerment en Canadé pueden acercarse. Mientras que, en Francia, la nocién de ciudadania remite mucho més a la Declaracién de los Derechos del Hombre, o sea, ala Constitucién francesa y su preémbulo, 0 ala Declaracién Universal, la concepcién de ciudadania en Canada se basa mas en el derecho. b) La creacién o la dinamizacién del vinculo social sera la otra misién fundamental. Esto significa para los trabajadores sociales poner a las personas con las que se trabaja en relacién con otras personas, con los circuitos institucionales o con las instituciones a las cuales pertenecen. Lo quesignifica la creacién de oportunidades de intercambio, la dinami- zaci6n de las redes primarias de las personas ayudadas, su participacién en las actividades y en los lugares de vida social a nivel del vecindario, del barrio, o de la ciudad. Es, pues, para nosotros, todo aquello que favorezca la creacién de lazos, la consolidacién de un tejido social y la insercién de las personas que, cuando las encontramos, se hallan frecuentemente excluidas por completo, habiendo perdido sus vinculos afectivos y sociales. Estas misiones estan, por otra parte, explicadas en los trabajos recientes del XI Plan, principalmente, en el informe de la comisién «Cohesién social y prevencién de la exclusién».' 1 Préparation au Xléme Plan, Commission «Cohésion sociale ct prévention de l’exclusion», presidida por Bertrand Fragonard, La Documentation Francaise, 1993. ‘Véase también el informe «Redéfinir le travail social, réorganiser l’action sociale», presidida por Antoine Durrleman, La Documentation Francaise, 1993. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Teoria y prictica en trabajo social con grupos El esquema siguiente presenta el modelo de construccién del grupo y su evolucién hacia la autonomia, asi como las fases de la intervencién social. Modelo de construccién del grupo y fases de la intervencién social. 000 0000 00 Personas atomi- zadas teniendo problemas —___ | Grpo |__ Tiempo de la intervencién social Fasel Fase2 Fase 3 Fase 4 Fase 5 Emergenciadel Diagnéstico | Puestaenmar- Organizacién Autonomiza- problema social social chadelgrupo del gmpo_—_—cidn del grupo L______t | ee Sy eee: | Elaboracién del Proyecto del | Proyecto del grupo y ne- Proyecto del grupo, eva- trabajador social gociacién del proyecto luacién de los resultados comin por los trabajadores Este esquema presenta personas aisladas y atomizadas, con proble- mas sociales similares que sufren como si fueran problemas tnicamente individuales. El agrupamiento, a iniciativa de los trabajadores sociales, de algu- nas de estas personas permite comenzar por un pequefio grupo centrado sobre sus dificultades. Ese grupo, rapidamente, se transforma en una asociacién, declarada juridicamente y auténoma en relacién con el trabajo social. E] tiempo de intervencién de los trabajadores sociales muestra que la accién se desarrolla en un lapso de tiempo relativamente largo, porque hay dos afios de esfuerzo antes de la primera reunién y otros dos afios después. Ese tiempo de intervencién puede ser desglosado en diferentes fases que, en el curso del desarrollo de la accién, no ticne fronteras netas ni momentos precisos de paso de una a otra. Podemos, no obstante, sefialarlas con una mirada retrospectiva. Se trata de las siguientes fases: 1, Emergencia del problema social. 2. Diagnéstico social. 3. Puesta en marcha del grupo. 4. Organizacién del grupo. 5. Autonomizacién del grupo. Las dos primeras fases constituyen lo que se puede Hamar la elabora- ci6n del proyecto de los trabajadores sociales. A partir de la tercera fase, el proyecto del grupo emerge, se negocia con el de los trabajadores sociales i147 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 152 | [usm De Roserns 3.4. Fase de organizacicn del grupo Es una fase mis facil para el trabajador social. Implica ayudar al grupo a organizarse, a evolucionar y a afirmarse; a elaborar sus propios objetivos ya definirlos. En el ejemplo que hemos visto, los trabajadores sociales han aportado al grupo numerosas informaciones sobre sus derechos, instancias a cconsultar o interpelar y sobre las personas 0 recursos, pero, cada vez, movilizando las capacidades del grupo para organizarse a si mismo. Esta ayuda a la organizacién del grupo permite una valorizaci6n de la imagen colectiva y de la imagen de cada persona en el seno de ese grupo. En el curso de esta fase, el trabajador social tiene un rol importante para ayudar a las personas a vivir en grupo y a situarse (en relacién con los roles asumidos, el proceso de comunicacién y el proceso de toma de decisiones (De Robertis y Pascal, 1987). Las personas y los grupos no saben, de en- trada, funcionar en grupo y llevar una vida de grupo constructiva y eficaz; el trabajador social tiene un papel educativo esencial para que las personas desarrollen capacidades en ese sentido (Heap, 1987). El rol del trabajador social es, a lo largo de toda esta fase, bastante activo. 3.5. Fase de autonomizacidn del grupo Es en el curso de esta fase cuando el trabajador social estara menos presente, mds distante, menos investido de su rol de ayuda y de educador caracteristico de la etapa anterior. El asumira més bien un rol de consejero técnico. Estando presente y asegurando una continuidad, el trabajador social acompaiia al grupo, pero este asumiré en adelante su vida y su gestién; asumiré las actividades, sus responsabilidades y su evolucion. El trabajador social sera mucho menos activo y se mantendré voluntariamente retirado, pero disponible. El trabajador social puede, entonces, evaluar los resultados, lo que le llevara a clausurar su intervencién. En efecto, toda accién en trabajo social, sea individual o de grupo, tiene un principio y un fin, se desarrolla en el tiempo y debe terminar en un momento u otro. Nuestra meta reside, cualquiera que sea el método, en trabajar por la autonomia de las personas; asi, si el grupo se vuelve auténomo, como en el caso del ejemplo presentado, nosotros hemos alcanzado verdade- ramente nuestros objetivos de trabajo. Esta exposicién esta basada sobre la experiencia presentada al principio, pero es necesario saber que existen otros modelos de puesta en marcha de un grupo que no llegan, necesariamente, a la constitucién. de un grupo auténomo de tipo asociativo. Asi, por ejemplo, los grupos de personas enfermas mentales, alcohdlicas, de familias monoparentales Teoria y prt ca trabajo soca seat 153 o de parados por largo tiempo, son grupos de transicién, y el objetivo del trabajador social es, mas bien, el de insertar a cada persona en el medio social, tras una experiencia en grupo transitorio, permitiéndole adquirir confianza en si mismo, afirmar sus competencias, sostenerse mutuamente. En esos tipos de grupos, la fase de autonomfa del grupo no existe y es reemplazada por una fase de insercién individual en el medio natural. Ese modelo se puede esquematizar de la siguiente manera: 4. CONCLUSION El trabajo social de grupo es muy eficaz como método, como prictica para alcanzar las metas de restauraciGn de la ciudadania (acceso a los derechos, participacién social, posicionamiento de las personas en tanto que actores) y de creacién del lazo social (unir, ubicar, poner en relacion, encontrarse). El trabajo social de grupo permite también alcanzar los objetivos definidos en los trabajos del XI Plan y, especialmente, la creacién de oportunidades de insercién (Fragonard, 1993); creacién de nuevas res- puestas y desarrollo de cadenas de solidaridad, a través de organismos constituidos o de redes de proximidad. E] trabajo social de grupo, que es una herramienta metodolégica que nos es propia, es un medio enteramente adaptado e indicado para este tipo de intervencién. No obstante, para que este trabajo social de grupo sea eficaz, es ne- cesario que definamos nuestra incumbencia y nuestro lugar profesional, no como gestores de dispositivos de accién social y de prestaciones sociales publicas, sino como iniciadores, como fuerza de propuesta dentro del marco de las politicas sociales innovadoras. El trabajador social estard, entonces, mas cerca de las personas ayudadas, nuestra ayuda se traduciré en nuestro sostén a su organizacién auténoma, su posibilidad de expresarse, de hacerse oir, de reconquistar la palabra, y su posicionamiento como participante activo de la vida social (Ministerio de Integracién y Lucha contra la Exclusién, 1997). Los trabajadores sociales estamos frente a un dilema: o bien aceptar un rol gestor de la exclusidn y de los excluidos, lo cual cambia completamente el sentido de nuestra profesion y nuestro compromiso ante las personas, 0 bien asumir un rol, amenudo dificil, de propuesta, comunicacién y ayuda a la organizacién de las personas con el fin de que estas adquieran una ciudadania completa. La utilizacion del contrato en la intervencién colectiva 8 ZEs el contrato una técnica utilizada exclusivamente en el marco de las intervenciones individuales y familiares? ,Existe una practica del contrato en trabajo social colectivo? ,Reviste el término contrato la misma significacién, cualquiera que sea la dimensién de la intervencién del trabajador social? He aqui algunas de las cuestiones que han presidido la elaboracién de este capitulo. Nos ha parecido necesario incluir una reflexién sobre el tema, puesto que asistimos desde hace algunos afios a una renovacién del interés por las intervenciones colectivas. Recordemos, no obstante, que han estado presen- tes desde los comienzos de nuestra historia (Rupp y Guerrand, 1978). No olvidemos la creacién de residencias sociales en 1869-1909, antecesores directos de los actuales centros sociales, asi como la creacion en 1921 de la Federacién de Centros Sociales de Francia por el equipo de la residencia social de Levallois. Esta forma de trabajo se ha venido ensefiando en las escuelas de servicio social desde el programa de 1962. En la actualidad, la intervencién social colectiva se ha extendido y ha recibido una nueva legitimacién y un nuevo impulso. Por una parte, las obras recientes sobre el tema hacen balance de nuestros conocimien- tos y de las experiencias francesas y, por otro lado, en toda Francia se organizan coloquios y jornadas de estudio. Ademas, el Consejo Supe- tior de Trabajo Social (CSTS) ha creado una comisién (grupo IV), que durante dos afios ha elaborado un informe para el ministro sobre «La intervencién social de interés colectivo» (Consejo Superior de Trabajo Social, 1987). Y M. Claude Evin, ministro de la Solidaridad, la Salud 1 Véase De Robertis y Pascal (1987) y Blanc y Du Geac (1986 y 1989). 156 | Cuistiva De Ropernis y la Proteccién Social, en su discurso del 8 de diciembre de 1988 con motivo del nombramiento del CSTS, dio a conocer las intenciones del ministerio a este respecto: «El reconocimiento de estas nuevas formas de ejercicio del trabajo social esta ya consumado». Hace falta «favorecer el ejercicio de un trabajo social colectivo, sin desvalorizar o descuidar por ello el trabajo social individual». El contrato en su cualidad de instrumento del trabajador social ha sido experimentado sobre todo en intervencién individual y familiar, pero, segun los autores y los que ejercen el trabajo social, se dan transposiciones todavia timidas— en las intervenciones colectivas. En primer lugar, definiremos la intervencién social colectiva, para abordar, seguidamente, el contrato entre el trabajador social y los bene- ficiarios de la intervencién colectiva. 1, La INTERVENCION SOCIAL COLECTIVA 1.1. Definiciones Intervenir significa actuar voluntariamente, hacer uso de las compe- tencias propias, del propio saber y saber hacer. Es la voluntad consciente de modificar, por medio de la accién, la situacién de los beneficiarios del trabajo social. Esta intervencién social se dirige a veces a una persona 0 a una familia; hablamos entonces de intervencién individual. También puede dirigirse a un grupo pequefio, a una categoria de poblacién, a todo un barrio o a un pueblo; hablamos entonces de intervencién colectiva. La dimension del beneficiario de la accién es la que define el tipo de inter- vencion de que se trata, La intervencién colectiva puede definirse como la accién de los trabajadores sociales con una clientela constituida por varios individuos o varios grupos, 0 con una unidad de vida social (barrio, pueblo, insti- tucién residencial). El esquema siguiente nos ayuda a hacer visible lo que hemos dicho: Dimenstn del beneficiaries individuo familia intervencién individual y familiar grupo familiar grupo unidad de vida social intervenci6n colectiva (barrio, pueblo, institucién) La utilizacién del contrato en la intervencibn colectiva Entre las intervenciones colectivas, las centradas en una unidad de vida social presentan caracteristicas diferentes de las centradas en grupos. Estas diferencias influyen también en la utilizacion que se hace del contrato en una y otra forma. 1.2. Las intervenciones centradas en una unidad de vida social Revisten las caracteristicas siguientes: - Una relacion indirecta mediatizada. El trabajador social no tiene a la unidad de vida social en su totalidad como «cliente». No hay un beneficiario nominativo de la intervencién social. El trabajador social establece una relacién profesional con las personas interesadas —como él- en mejorar la vida en el barrio, en crear nuevos recursos, en encontrar soluciones a los problemas colectivos existentes. Esta distincién existe ya desde hace mucho tiempo; en 1968 la revista Informations sociales precisaba: En el trabajo social comunitario [...] la gente no esta presente por su propio interés, sino por el interés de la comunidad [...] Trabajar con un grupo comunitario significa, realmente, trabajar con los que no estan ahi pero estan representados por las personas que estén alrededor de la mesa (Graff, 1968). Se trata, en efecto, de una relacién mediatizada a través de repre- sentantes de grupos, de organizaciones, de «fuerzas vivas». Y esta relacién mediatizada plantea, siempre, el problema de la represen- tatividad y de los criterios de eleccién de las personas delegadas para representar a los otros. Se trata en realidad de una relacién de ayuda indirecta en la que el beneficiario de la intervencién no siempre es la persona que actia en la intervencion colectiva. La comunidad en su totalidad no puede ser nunca el «cliente» del trabajador social, seria un absurdo. E] trabajador social comuni- tario no trabaja con toda esta gente, trabaja siempre con algunas personas, con algunos representantes, con algunos agrupamientos (Graff, 1968). A las personas que son parte activa en una accién colectiva centrada en una unidad de vida social las mueve generalmente una necesidad de reconocimiento social, una necesidad de reforzar su autoestima y de ser litiles a una «causa» socialmente valorada. En cl origen de una intervencién de este tipo se encuentra un problema colectivo comin, lo suficientemente grave como para convertirse en el movilizador, pero que especificamente no preocupa en primer lugar (157 La utilizacién del contrato en Ja intervencién colectiva modo, revisten algunas caracteristicas sociolégicas y econémicas que los acercan a unos grupos y, por el contrario, les alejan de otros (De Robertis y Pascal, 1987). Para que el proceso se inicie y se desarrolle, es necesario un desarrollo en el tiempo y wna cierta continuidad de las participaciones. El grupo solo puede existir con la condicién de que exista un compromiso individual y una duracién relativamente larga. El nimero de socios queda limitado, en relacién a los objetivos del gmupo, con sus proyectos y actividades. Estos socios podran variar segun el periodo y el tipo de actividad del grupo. 2. UTILIZACION DEL CONTRATO EN LA INTERVENCION COLECTIVA 2.1. Contrato entre el trabajador social y los beneficiarios de la intervencion colectiva Durante las intervenciones colectivas centradas en grupos, el trabajador social y los beneficiarios de la intervencién (miembros del grupo) estén en una relacién directa, cara a cara. Es, realmente, una relacién nominativa en la que las personas se encuentran, comunican, interactian, reciben y dan influencias y mensajes. Es en esta relacién directa donde puede construirse el contrato entre el trabajador social y los miembros del grupo. 2.2. Definicién {Como definir el contrato con un grupo? Adoptaremos la definicién que propone Suzanne Bernard-Charron: Para nosotros, en servicio social de grupos, el contrato seri un acuer- do o una serie de acuerdos mutuos y explicitos sobre los objetivos del grupo, sobre las actividades que deben permitir conseguirlos y sobre la divisién de tareas entre los participantes; para llegar a su formulacién, se exploran las expectativas de los miembros y sus reacciones a lo que ocurre en el grupo (Bemard-Charron, 1982). Esta definicién merece algunos comentarios: En principio, e/ contrato consiste en un «acuerdo o una serie de acuerdos mutuos y explicitos». Es decir, que no hay un contrato definido de una vez por todas; un contrato puede tener escalones, avances, ajustes, y dar como resultado una serie de acuerdos. Pero, estos deben ser mutuos y explicitos. «Mutuos» nos remite a la reciprocidad: el acuerdo sera {159 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. La utilizacion det er lainerencin clea | 163 - requiere las fuerzas y los recursos de las personas implicadas y les atribuye un papel activo y responsable; - sirve de referencia a la cual nos podemos remitir, para verificar y reajustar las acciones en curso; = permite evaluar los resultados conseguidos, el camino recorrido a partir de parametros previamente establecidos; - aporta al trabajo social una nueva eficacia para la intervencién y una nueva manera de «decim, de «tornar visible» lo que se hace y por qué se hace. 6. ConcLUSION Al término de esta exploracién sobre la utilizacién del contrato en intervenciones colectivas, es dificil sacar conclusiones. Los datos son insuficientes; se han transmitido y conceptualizado muy pocas experien- cias de trabajo de campo sobre este asunto. Resultaria indispensable, para ampliar y profundizar esta primera reflexion, que se pusieran en marcha investigaciones de trabajo de campo para sistematizar las experiencias y aumentar as{ nuestros conocimientos sobre el tema. A la espera de nuevos enfoques, concluimos con una tabla que resume las ideas desarrolladas en este capitulo. Intervenciones colectivas en trabajo social Centradas en el grupo: Centradas en una unidad de vida - Relacién de ayuda directa con social: los beneficiarios. - Relacién indirecta mediatizada por - Numero limitado de miem- la representacién social. bros. - Numero importante de miembros muy diversificadas. El contrato Politicas sociales contractuales: - Contratos incitativos entre el Esta- do y las colectividades locales. Contrato entre: - Elorganismo social. El trabajador social. El grupo. Acciones de participacién miltiple sobre el terreno: - contratos entre instituciones y organismos que actian sobre un territorio; - acuerdos entre los diferentes acto- res locales. proceso de elaboracién; condiciones necesarias; contenido; utilidad, aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 170 | Gosia De Roars Los procesos de exclusién social y de pobreza han agravado la salud de las poblaciones marginadas y, en los ultimos diez afios, se han vuelto a tratar enfermedades que los médicos solo conocian por los libros: dermatosis, escorbuto o malnutricién. Pero también la falta de trabajo y, por ende, de cotizacién a la seguridad social hace que muchas personas no tengan acceso a los recursos de salud por falta de medios econémicos y de cobertura social. 1.1. La nueva cuestion social El trabajo social se encuentra enfrentado a lo que se ha dado en lamar «la nueva cuestién social», Al igual que a finales del siglo pasado, cuando la industria naciente creé una nueva clase de personas desarrai- gadas (éxodo rural), viviendo en condiciones deplorables de alojamiento y de higiene, con trabajo poco estable y mal remunerado, hoy en dia, también se da una problematica similar. Las transformaciones econémicas han expulsado del mundo laboral un nimero muy importante de personas, otras tienen empleos inestables a tiempo parcial, mal pagados y con contratos de corta duracién. Cuando surgié este fenémeno, en los aiios 80, se les clasificé como «nuevos pobres». Este término designaba a las personas que afrontaban graves problemas econdémicos a causa de la pérdida del empleo o de las dificul- tades para obtener un primer trabajo, como en el caso de los jovenes y de las mujeres, siendo estas dos categorias las mas representadas en las estadisticas del desempleo. Al principio de los afios 90, diferentes comisiones de trabajo y de preparacién del décimo y undécimo plan trabajan sobre el tema de la exclusi6n social. Dos informes tuvieron gran repercusién: en 1992, Ex- cluidos y exclusiones, conocer las poblaciones, comprender los procesos (Nasse, 1992) y, al afio siguiente, Cohesién social y prevencién de la exclusién (Fragonard, 1993). La exclusién se define (Dictionnaire critique d'action sociale, 1995), al mismo tiempo, como un estado y un proceso. Si la definimos como un estado puede decirse que, a nivel macrosocial, es el resultado de una carencia de la cohesién social global y que, a nivel individual o microsocial, es el producto de una falta de insercién o de integracién social. Si la definimos como un proceso, la exclusién es un conjunto de mecanismos de ruptura en el plano simbdlico —atributos negativos, es- tigmas, imagen desvalorizada...—y en el plano de las relaciones sociales —tupturas de lazos y vinculos con los grupos de pertenencia primarios y secundarios—. Estamos, entonces, frente a personas que han perdido o aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Respondiendo a las nuevas situaciones desde los fundamentos del trabajo social Del andlisis de diferentes practicas de grupo surgen dos modelos distintos de intervencién grupal (De Robertis, 1997): ¢l grupo de desa- rrollo personal y el grupo de desarrollo local. E] primer modelo nos nuestra una intervencién de grupo en la cual este es un lugar de transicién, un puente entre una situaciOn de aisla- miento, de dificultades sociales importantes, de poca estima de si mismo y una situacion de insercién y de mayor capacidad para orientar su vida cotidiana. Las personas pueden comunicarse con sus iguales en un clima de confianza mutua y de convivencia. La situacién de grupo favorece el desarrollo personal de los miembros y la aparicién de procesos de ayuda mutua. El esquema siguiente nos permite visualizar el camino: oOo ay 'O'O'O —* ooo Personas atomizadas Grupo de transicién Personas integradas El segundo modelo de desarrollo local participa de lo que puede Iamarse la mutualizaci6n del problema social: lo que parece correspon- der a un problema de una sola persona se transforma en un problema colectivo, que necesita movilizacién y creatividad por parte de todos para encontrar soluciones. Las personas participan en calidad de habitantes y son valorizadas en su rol de habitantes de la localidad; de hecho, los otros estatutos peyorativos o estigmatizantes pasan a un segundo plano. El grupo, poco a poco, se transforma en una estructura organizada y auténoma del trabajador social, se encuentra integrado socialmente y participa del vinculo comunitario. Este modelo puede visualizarse de la siguiente manera: ° 98 5 [aes | — [sr 960° Personas atomizadas Podemos decir que la tendencia actual del trabajo con grupos es la de crear oportunidades para que las personas con dificultades, atomizadas y aisladas, se organicen de manera auténoma y colectiva para buscar soluciones. Engendran asi un proceso de ayuda mutua y de responsa- bilizacion. La persona accede a un estatus valorizado: es responsable, capaz y util. Puede pasar de una identidad negativa a una identidad social positiva y reconocida, 177 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. ISBN: 84-76 mi Nacida en Argentina, Cristina De Robertis hizo sus primeros estudios de Asistente Social en Montevideo (Uruguay) y un curso de postgrado en trabajo social con grupos en los Estados Unidos de América. En Francia, su tierra de adopcion, desarrollé la ma- yor parte de su quehacer profesional trabajando en diferentes campos: acompafiamiento familiar, salud mental, proteccién de menores... Inicié su tarea docente en Uruguay y la continué en Francia donde dio clases en una escuela de asistentes sociales de Paris y numerosos cursos y conferencias sobre temas profesionales, tanto en Francia como en otros paises europeos, latinoamericanos y en Canada. Ha publicado varios libros sobre metodologia del trabajo social. El primero y mas conocido, Meto- dologia de la intervencién en trabajo social, se ha transformado en el texto de base de los estudios de Jos asistentes sociales en Francia y lleva ya doce re- impresiones en su version francesa. Tres temas han ocupado principalmente su reflexion: la metodologia profesional, la formacién de los tra- bajadores sociales y los problemas en relacién con la ética y la deontologia. Cristina De Robertis ha desarrollado una labor de experta en comisiones del Ministerio del Empleo y la Solidaridad y en misiones en el extranjero. Trabajo Social Pp vi Woe. = INIRS libres

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