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7 ejercicios y actividades para
desarrollar tu Inteligencia Emocional
Repasamos algunos hábitos y prácticas sencillas para que mejores en tu
autoconocimiento.
por Juan Armando Corbin
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Para llevar a cabo el diario de emociones, sólo tienes que tomarte 10 o 20 minutos al día,
preferiblemente antes de acostarte, para hacer un repaso de cómo ha ido tu jornada a
nivel emocional. Si por ejemplo sientes que has estado experimentando estrés y te sientes
triste, anótalo. Revisa cómo te has sentido durante la semana y compáralo con la semana
anterior.
Es importante que añadas estrategias para sentirte mejor, es decir, tareas que puedes
realizar para evitar el exceso de emociones negativas. Con el diario de las emociones es
posible trabajar el autoconocimiento emocional y la regulación emocional a medida que lo
vas utilizando. Esta estrategia es útil para entender tus emociones y para
darte feedback sobre cómo te sientes.
Para llevarlo a cabo en tu día a día, es necesario que te tomes unos minutos de tus
conversaciones para, de manera voluntaria, escuchar activamente. Es posible que creas que
es sencillo, pero es habitual que en vez de prestar atención plena a la comunicación de la
otra persona, nuestros pensamientos y nuestras creencias contaminen nuestra
comunicación interpersonal. Así que la próxima vez que estés delante de alguien, tómate
unos minutos para observar su lenguaje corporal, sus gestos, sus miradas, sus expresiones y
las emociones que intenta transmitir el otro interlocutor.
Artículo relacionado: “Escucha activa: la clave para comunicarse con los demás”
3. La rueda de la vida
La rueda de la vida es una de las técnicas más eficaces para conocernos a nosotros
mismos y corregir aquellas áreas de nuestra vida con las que no estamos contentos. Realizar
este ejercicio no lleva más de 20 minutos y su funcionamiento es muy simple. Su eficacia es
tal, que incluso los expertos en desarrollo personal utilizan esta técnica.
Esta técnica nos ayuda a saber cuáles son nuestros deseos y necesidades, que muchas
veces quedan ocultos por la exigencias sociales. Por tanto, es una forma de empoderarnos
frente a la vida, de plasmar en un papel lo que realmente queremos y lo que es importante
para nosotros. Así podemos tener una visión clara más clara de hacia dónde queremos ir,
desde fuera de nuestra cabeza.
Para realizar este ejercicio, necesitamos una hoja de papel que contenga un círculo para que
podamos poner qué áreas de nuestra vida son importantes para nosotros y queremos
trabajar. Por ejemplo, trabajo, amistades, pareja, familia, ocio… Después, es necesario
evaluar cada variable con una puntuación que muestre nuestra preferencia. Por ejemplo, si
el trabajo es lo más importante, pondremos el número “1”. Una vez tengamos claro el orden
de preferencia, es necesario anotar diferentes acciones para mejorar nuestra vida.
4. Meditación vipassana
Existen diferentes tipos de meditación, y aunque muchas personas piensen que esta técnica
solamente sirve para calmarnos, algunas de estas prácticas meditativas son realmente útiles
para mejorar la Inteligencia Emocional. Una de las más conocidas es la meditación
vipassana. De hecho, vipassana es un término del idioma Pali que significa “observación” o
“visión clara”.
5. Detente un minuto
La regulación emocional también es una de las claves de la Inteligencia Emocional y de las
relaciones interpersonales. Pero no siempre es posible detenerse un minuto de nuestra vida
para analizar el momento presente. Imagínate que estás en una negociación colectiva en el
trabajo y las cosas se van de las manos. El ambiente se ha vuelto tenso y no estáis llegando
a un acuerdo porque existe un cierto tono de crispación. Es posible que desees pararte un
momento, aclarar la mente y responder y negociar con la cabeza más que con el corazón.
Puedes aprender a relajarte y controlar tus emociones con la meditación de un minuto. Una
vez que la hayas perfeccionado, puedes usarla en cualquier momento y en cualquier lugar.
En el ejemplo anterior (el de la negociación colectiva), si las cosas se van de las manos,
siempre es mejor tomarse 5 minutos de descanso para que las aguas vuelvan a su cauce y la
negociación pueda retomarse con serenidad. En esa situación podrías aprovechar ese
descanso para practicar este ejercicio.
5. Lee un libro
Las habilidades de Inteligencia Emocional es posible trabajarlas y mejorarlas con el tiempo.
Si quieres gozar de sus beneficios, es una buena opción leer algún libro de esta temática de
los muchos que hay en el mercado. Estos textos son una buena manera de adquirir
conocimiento tanto teórico como práctico, y seguro que notarás la diferencia. La variedad
de libros es tal, que incluso podrás ayudar a tus hijos a desarrollar la Inteligencia Emocional
si es que lo deseas.
En el siguiente artículo podrás encontrar una lista de obras editoriales que seguro que te
serán de utilidad: “10 libros sobre inteligencia emocional que necesitas leer”.
6. Apúntate a un taller
Si leer un libro sobre Inteligencia Emocional es una gran opción para mejorar tus
habilidades emocionales y de relación con los demás, mejor aún es apuntarte a un curso
de crecimiento personal sobre esta temática de los muchos que hay disponibles. Lo cierto
es que ésta es una buena manera de realizar prácticas grupales de tipo experiencial y
vivencial, muy útiles para el aprendizaje de este tipo de inteligencia.
Si quieres saber qué opciones tienes para realizar un curso o taller de estas características,
puedes leer este artículo: “Los 6 mejores cursos de Inteligencia Emocional y Desarrollo
Personal”.