Jesús confió a su Iglesia un doble mandato: El anuncio del Evangelio y la
actualización sacramental de su muerte, resurrección e ida al Padre. La Iglesia ensambló muy pronto estos dos mandamientos en una única acción. La Liturgia de la Palabra y La Liturgia de la Eucaristía, tan íntimamente unidas que constituyen un sólo acto de culto: La Misa.
A estas dos partes fundamentales preceden y siguen el Rito de Iniciación – al
principio - y el Rito de Conclusión – al final de la Misa. El Rito de iniciación –desde la Sede – comprende: El Saludo y Monición de Entrada que corresponden al sacerdote que preside. El acto penitencial o petición de perdón, con diferentes formas. Y se termina con la primera oración, “oración colecta”, así llamada porque intenta recoger las peticiones individuales de todos.
La Liturgia de la Palabra: Comprende normalmente la lectura de un fragmento del
Antiguo o Nuevo Testamento; el rezo del Salmo Responsorial, a modo de respuesta, de ahí su nombre, seguido de la lectura de un fragmento de los Evangelios.
La homilía, que forma parte normal de la liturgia y la Oración Universal o Preces de
los Fieles. Además en las fiestas, el Gloria, cántico de alabanza y el Credo, reafirmación de la fe, con sus diferentes formas.
La Liturgia de la Eucaristía: Integrada por la Plegaria Eucarística y el Rito de la
Comunión. La Plegaría Eucarística que es “el centro y cumbre de la celebración”, comprende: La acción de gracias, a través del Prefacio, que no es prólogo o proemio sino proclamación del misterio o santo que celebramos. Y que nos lleva a la aclamación del Sanctus.
Epíclesis o doble invocación -antes y después de la Consagración- al Espíritu Santo
para que nos asista en la conversión del pan y el vino y nos mantenga unidos “en un solo cuerpo y un solo espíritu”. Consagración, es el relato de la institución de la Eucaristía con las mismas palabras y gestos de Cristo en la Última Cena. Anamnesis, memorial de la muerte y resurrección que celebramos ahora. Oblación, donde ofrecemos al mismo Cristo al Padre y se nos invita a ofrecernos nosotros también. Intercesiones, a favor de los vivos y difuntos. Doxología final: Expresa la glorificación de Dios, que se concluye y confirma con la aclamación del Amén sonoro del Pueblo de Dios. Rito de la Comunión. Celebramos la Cena por encargo del Señor. Su Cuerpo y Sangre han de ser recibidos por todos, debidamente dispuestos. Oración del padrenuestro: Con sentido de preparación, respondiendo a la invitación-monición del sacerdote que preside, lo recitamos todos y nos damos La paz, oportunamente, a todos, figurados en los de nuestro entorno. La Liturgia de la Palabra
Liturgia de la Eucaristía
Rito de Iniciación al principio
Rito de Conclusión – al final
Lectura de un fragmento del Antiguo o Nuevo Testamento
El rezo del Salmo Responsorial
Lectura de un fragmento de los Evangelios
La homilía
Oración Universal o Preces de los Fieles.
Gloria, cántico de alabanza
Credo, reafirmación de la fe con sus diferentes formas.