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Diplomatura en Filosofía y Psicoanálisis

Modalidad a distancia
SEMINARIO DE FILOSOFÍA PRÁCTICA:
ÉTICA DEL PSICOANÁLISIS
Clase 1: La ética del psicoanálisis
en las coordenadas del sujeto por
fin cuestionado

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INDICE Clase 4: Primera formulación ética de Lacan: la ética del deseo
1. Introducción Enseñante: Darío Groel
1.1. Palabras preliminares 3. Primera formulación ética de Lacan: la ética del deseo
1.2. El sujeto del psicoanálisis 3.1. Para comenzar: complejidad y tensiones de las éticas en
1.2.1. Primera formulación crítica: el sujeto como efecto Lacan
del inconsciente 3.2. De una travesía no ingenua por la ética del deseo
1.2.2. Segunda formulación crítica: el sujeto es no-todo 3.2.1. La falta como causa necesaria
1.2.3. Tercera formulación crítica: el nudo RSI dice sobre 3.2.2. La ética en coordenadas Real-Simbólico-
la ex-sistencialidad del sujeto Imaginaria
1.3. Del sujeto por fin cuestionado 3.2.3. Versión freudiana de la ética: El malestar en la
1.4. Acto, cuerpo y ex-sistencial cultura
1.5. Comentarios finales 3.2.4. Los fundamentos de la ética: sexualidad y muerte
3.2.5. La ética del deseo
Clase 2: La ética del psicoanálisis. Desarrollos freudianos (parte 1) 3.3. Crítica a la ética del deseo: un antecedente necesario,
Enseñante: Inés von Wernich aunque no suficiente
2. La ética del psicoanálisis. Desarrollos freudianos
2.1. Presentación del tema Clase 5: Una ética más allá del deseo, pero no sin él: la ética del no-todo
2.2. Introducción: un primer acercamiento al tema Enseñante: Darío Groel
2.3. La ética del psicoanálisis en la primera tópica freudiana 4. Segunda formulación ética de Lacan: la po-ética con los goces y el
sentido
Clase 3: La ética del psicoanálisis. Desarrollos freudianos (parte 2) 4.1. Para comenzar: una breve introducción a la última
Enseñante: Inés von Wernich enseñanza de Lacan
2.4. La ética del psicoanálisis en la segunda tópica freudiana 4.2. Valor y fundamento del no-todo en la experiencia del
2.4.1. Antecedentes éticos del Más allá del principio del psicoanálisis
placer 4.3. La ética del no-todo a partir de las fórmulas de la sexuación
2.4.2. La concepción del sujeto freudiano en la segunda 4.3.1. Ética y goce del Otro
tópica 4.3.2. El aforismo No hay relación sexual
2.4.3. La ética freudiana en la segunda tópica 4.3.3. El Otro
4.3.4. No-todo

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4.3.5. L mujer barrada
4.3.6. Las fórmulas de la sexuación
4.3.7. El nudo borromeo
4.4. Una ética más allá del deseo, pero no sin él: la ética del
no-todo

Clase 6: Segunda formulación ética de Lacan: po-ética RSI con los goces y
el sentido
Enseñante: Darío Groel
4.5. Una nueva formulación ética: La po-ética RSI con los goces
y el sentido
4.5.1. Pluralización de los nombres del padre
4.5.2. Nudo borromeo y estructura RSI
4.5.3. Temporalidad
4.5.4. Apuesta por una ética diferente
4.5.5. El objeto a en las fórmulas de la sexuación
4.5.6. El inconsciente como cifrado de goce
4.5.7. El goce del Otro
4.5.8. Lalengua, la letra y la verdad
4.6. Construcción de una nueva posición ética: la po-ética RSI
con los goces y el sentido

5. Conclusiones: Hacia un psicoanálisis ex-sistencial

6. Referencias bibliográficas

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Introducción el despliegue filosófico. Cada disciplina encara la cuestión de la eticidad
desde múltiples lugares y con diversidad de perspectivas, lo que conlleva
a la construcción de un campo complejo y sin fronteras definidas. Por ser
1.1. Palabras preliminares el psicoanálisis justamente una praxis tendiente a la localización del sujeto
en la realización de su acto sería no sólo una disciplina propiciatoria de la
La Ética es un campo evidentemente complejo. Lejos de adscribir a reflexión ética sino también un soporte esencial para situar sus causas y
coordenadas sencillas, muestra por el contrario una trama no reducible ni a fundamentos.
la hegemonía de un único relato ni tampoco a la consistencia conceptual que En tanto praxis acuñada en el pensamiento moderno, pero
le pueda ser brindada por cualesquiera de las disciplina posibles. La Ética es claramente extendida en despliegue de la contemporaneidad, el psicoanálisis
más una reflexividad diversa y siempre en tensión, que un capítulo cerrado no estuvo ni pudo quedar por fuera del debate sobre la eticidad. Es más,
y definido rigurosamente hacia el interior de algún conjunto teórico bien ha situado la Ética en un lugar de tal importancia que la volvió un nudo
delimitado. Para ser más precisos, y a la manera de una definición todavía intrínseco con la práctica analítica en sí. Ya con Freud, la fundación de su
a debatir: la Ética sería esa diversidad de versiones posibles que puedan práctica se enmarcó siempre en una reflexión que mal llamada “técnica”
situar como núcleo de su trama al ser humano y la realización de su acto en mostró, en verdad, la íntima relación entre la ética de una experiencia y
relación al Bien. De esta manera, se trataría en realidad de éticas en plural, el malestar en la cultura que le es inherente. También para Lacan se trató
en tanto no habría una única manera de entender al ser y las implicancias de la necesariedad del debate ético, ya que cualquier intento por pensar la
prácticas de su ex-sistencialidad. eticidad en el psicoanálisis no podría alcanzar su dimensión real si es que no
Pensado así, la Ética se volvió una travesía fundamental en se la pliega a la trama imposible de la relación que no hay. Finalmente, Ética
cada intento de pensar la ex-sistencialidad del ser humano si es que sus y Psicoanálisis constituyen un anudamiento necesario en tanto se vuelvan
coordenadas no eluden la inevitable in-sistencia de su materialidad. Los experiencia libertaria del sujeto.
distintos momentos de interrogación del pensamiento lo han insinuado No sin los riesgos de las formulaciones que pretenden ser
así: de los orígenes ónticos en los griegos a la crítica transformadora del esquemáticas, se puede situar el siguiente desarrollo genealógico de las
pensar contemporáneo, pero sin desconocer tampoco las marcas que se éticas:
forjaron entre esa no tan oscura medievalidad y la a veces poco iluminada - Sus inicios están localizados en el corazón mismo de la Grecia
modernidad. De alguna u otra forma, toda reflexión sobre la subjetividad clásica con la problematización del ser en relación a su acto. Precisamente
atraviesa coordenadas Éticas que son insoslayables. por situar una perspectiva profundamente humanista y por estar anclada
Si bien la Filosofía ha tomado la posta en lo que respecta a la alrededor de la pregunta por la tendencia al Bien, la ética aristotélica se
reflexión sobre las éticas, al punto de ubicarla como una de sus ramas de vuelve una apuesta por la felicidad situada a partir de las virtudes como la
mayor relevancia, sin embargo tal reflexión no se agota enteramente en modalidad misma de lo humano arrojado a su libertad.

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- No sin el atravesamiento de cierta oscuridad, las posturas religiosas de situar su estructura racional en la universalidad kantiana, puede lanzarse
del pensamiento medieval pudieron hacer de la ética una cuestión de hacia la contemporaneidad en una posición ética en verdad novedosa: la del
coyuntura al forjar la intimidad del ser referida al Otro. Las éticas religiosas deseo como su causa fundante, la de los goces como su trama fundamental.
medievales, sobretodo la agustiniana, resituaron la cuestión ética como un En este sentido, la ética psicoanalítica recupera su valor y pertinencia en
problema esencialmente íntimo entre el sentido del ser y la Otredad que lo el extenso derrotero de las éticas subjetivas, aunque sin eludir la tensión
constituye. paradojal que supone la dimensión de experiencia clínica que conlleva.
- Con ansias de totalización, las posiciones modernas extendieron La finalidad de esta materia radica en presentar las tensiones del
aún más las fronteras de la ética al punto de pretender su racionalidad y la complejo campo de la Ética a partir de las lecturas que de ella pueden
fundamentación de una ley que sea capaz de universalización. En este punto, realizarse desde el psicoanálisis. Es decisión epistémica que la articulación
la posición utilitarista de Bentham, todavía fiel al hedonismo aristotélico, entre filosofía y psicoanálisis se produzca en la especificidad de la Ética del
llegó a las puertas de la universalidad con un cálculo racional tendiente al Psicoanálisis, lo que implicaría que los temas a desarrollar se inicien en
bien común, al tiempo que la posición de Kant intentó, con bastante premura cuestiones del psicoanálisis pero interrogados y extendidos a partir de la
por cierto, alcanzar los fundamentos subjetivistas que soportan la ética en reflexión filosófica.
su causa y que la elevan a la trascendentalidad de la ley ahora sí en clave No se trata de una reflexión únicamente filosófica, aunque a la
universal. claras no sea sin la filosofía, pero tampoco se reduce a consideraciones
- Finalmente, un puñado no fácilmente agrupable de argumentaciones sólo psicoanalíticas. Lo que se pretende aquí es no perder de vista las
contemporáneas que recuperan el origen humanista de la ética frente al complejidades de una articulación entre filosofía y psicoanálisis sin renunciar
acto subjetivo y que, sin romper con el pensar racional, sin embargo buscan a las aperturas y diversidades que son propias de un debate. El horizonte
alcanzar su límite en los entreveros que supone el encuentro con el otro. La está planteado: el de avanzar en el discurso analítico a partir del encuentro
diversidad de estas posiciones es en verdad amplia, va de las consideraciones con la filosofía, para así mantener abierta la perspectiva del intercambio
intempestivas de Nietzsche y de algunas posiciones existencialistas, a las siempre que las condiciones de su despliegue permitan la enunciación de las
tranquilas y calculables formas dialógicas de la racionalidad de Habermas. multiplicidad de posiciones que en su interior se vehiculicen.
En el medio se despliega un mestizaje tan diverso como alentador, que sin Las clases que siguen a continuación son el efecto de tal debate.
buscar hegemonías es en todo caso la apertura a nuevas coordenadas por Por un lado recorren lo que podría considerarse es el fundamento ético
lo menos interesantes. del psicoanálisis, por otro lado intentan en el encuentro con la filosofía ese
La ética del psicoanálisis se inscribe en este desarrollo. Hunde complejo incierto de bordes donde la diversidad de posiciones y resonancias
sus bases en una crítica a la satisfacción aristotélica y a su continuidad de cada decir definen aún hoy su dinámica en vigencia.
utilitarista (aunque sin desconocer la dimensión de satisfacción pulsional de Cabe aclarar que las clases que se incluyen en esta materia recorren
sus virtudes y vicios), y a partir de la intimidad de las posturas religiosas y de diversas formas el entramado de la Ética del Psicoanálisis. No sólo

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porque sitúan temas que pueden ser diferenciables, sino también porque disciplinas que investigan los fenómenos humanos, tiene mucho que
están construidas a partir de las distintas posiciones que cada enseñante decir sobre los orígenes de la moral, sobre sus condiciones actuales y aún
tiene sobre el tema. Por tal motivo, tienden más a la delimitación de un sobre sus perspectivas. Esto es muy valioso para cualquier Ética que, sin
campo en verdad complejo que a la precisión de sus fundamentos. Reflejan necesariamente fundarse en una antropología, no pretenda ignorar sus
así, y de manera para nada ingenua, la apertura que cualquier concepto avances. Del mismo modo, el psicoanálisis tiene mucho que aportar a la
tendría que presentar en un psicoanálisis que se precie de ser no-todo. En ética de nuestro tiempo y a la tramitación de su conflictividad propia.
este sentido, el desarrollo de cada clase es una práctica de lectura menos Por último, el psicoanálisis se ha convertido en una práctica en el
dogmática que problemática, que intenta ser una juntura de lecturas que sentido de una “profesión” y como tal, implica una discusión sobre una
no hacen conjunto, una multiplicidad más que una integración. No sin sus posible deontología que le sea propia. Cuestión que se vuelve claramente
fragilidades, pretenden alcanzar la razón intrínseca que tiene la ética para una interrogación: si la ética del psicoanálisis es dable de ser reducida o no
el psicoanálisis: la de soportar la falta que es inherente a la castración. Esta a una deontología.
materia, entonces, se presenta como un recorrido singular en la Ética del Las seis clases de esta materia recorrerán la Ética del Psicoanálisis en
psicoanálisis donde las diversas posiciones situarían, finalmente, lo real de su articulación con la filosofía intentando dar cuenta de la trama conceptual
cada voz resonando en el vacío inefable de la singularidad de los estilos. que le es inherente y de los fundamentos necesarios capaces de situar un
A modo introductorio, y especialmente para lectores no debate en tensión:
familiarizados suficientemente con el discurso psicoanalítico, el término - En la primera clase se abordará la ética del psicoanálisis en las
“psicoanálisis” puede entenderse como una práctica singular –eso que coordenadas del sujeto por fin cuestionado, que incluirá un
ocurre entre un analista y un analizante-, como una teoría explicativa de los breve recorrido por la categoría de la subjetividad y algunas
fenómenos inconscientes, como un método de investigación de los mismos de sus posibles versiones en psicoanálisis, para luego arribar
y, en un cuarto sentido, usamos la frase “en extensión” para referirnos a la al cuestionamiento del sujeto y al núcleo ético de su ex–
aplicación del psicoanálisis a la comprensión o modificación de fenómenos sistencialidad en tanto un sujeto que no sea sin su cuerpo.
culturales o sociales. - En la segunda clase se trabajarán los desarrollos freudianos
En cada uno de estos usos del término, el psicoanálisis se encuentra sobre la ética, más específicamente a partir de las formulaciones
necesariamente con la Ética. En cuanto práctica que incluye la invención de Freud en la denominada primera tópica, haciendo particular
de un lazo con el otro, el psicoanálisis no puede sino implicar, incluso ser, hincapié en la necesaria articulación entre la ética del sujeto y la
una ética. En cuanto teoría de lo inconsciente, invita a poner en cuestión eticidad del dispositivo analítico que le es inherente.
conceptos clave de la Ética Filosófica: el bien, la libertad, la felicidad, el - En la tercera clase, y continuando con la articulación planteada
deseo, el amor, el acto, la ley, la culpa. entre ética del sujeto y eticidad del dispositivo, se abordará
Como interpretación de la cultura, el psicoanálisis, junto a otras la cuestión a partir de la transformación que produjo el

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escrito de Freud Más allá del principio del placer en tanto en las filas analíticas intenta, por el contario, la apertura no sin tensión que
apuesta esencialmente ética y lo que se puede entender son el encuentro entre filosofía y psicoanálisis puede provocar. Por lo tanto, y
las derivaciones en una nueva reformulación anclada en la como efecto de la articulación entre estos dos campos tan complejos, quizá
denominada segunda tópica. suceda que seguir la lectura de estas clases resulte un poco más complejo
- En la cuarta clase, y no sin un posicionamiento crítico, se para lectores no familiarizados con el psicoanálisis, aunque no por ello se
recorrerá el Seminario 7 de Lacan y lo que se conoce como una vuelva imposible.
primera formulación anclada en el deseo, que será situada como
un antecedente necesario pero no suficiente en lo que respecta
a la reflexión sobre una eticidad que pueda ser localizada en la
trama Real-Simbólico-Imaginaria. 1.2. El sujeto del psicoanálisis
- En la quinta clase se continuará con el desarrollo lacaniano sobre
el tema a partir del Seminario 20 en lo que puede considerarse Que se diga la pregunta: ¿ex-siste aún el sujeto del psicoanálisis?,
sería una ética más allá del deseo pero no sin él, que está y que al mismo tiempo esto permita conversaciones donde las diferencias
sostenida específicamente en el concepto de no-todo y en el muestran lo poco estable de las convenciones, es tal vez una indicación
anudamiento borromeo como modo Real-Simbólico-Imaginario certera de que las categorías sujeto y ex-sistencia siguen aún situadas en
de situar al sujeto. una tensión no reducible a ninguna dogmática. Admitamos el no-todo de
- En la sexta clase se finalizará con el desarrollo lacaniano sobre nuestra teoría psicoanalítica al afirmar que no está tan claro qué se entiende
el tema arribando a lo que puede ser considerada la segunda por sujeto, como tampoco lo está cuál sería su ex-sistencia. Para intentar un
formulación ética de Lacan en su última enseñanza, en tanto despliegue de esta cuestión en principio desde el psicoanálisis, pero sin dejar
una nueva posición denominada por algunos autores como de lado la interrogación propia del pensar filosófico, es que se considera
po-ética y que claramente está sostenida en las coordenadas necesario realizar un recorrido por tres formulaciones críticas que son de
pulsionales de los goces y el sentido. fundamento: 1°) el sujeto como efecto del inconsciente, 2°) el sujeto es no-
todo, y 3°) el nudo Real-Simbólico-Imaginario dice sobre la ex-sistencialidad
En este punto es conveniente realizar una aclaración. Si bien el del sujeto
desarrollo de la materia y de las seis clases que siguen a continuación se
enmarcan en una posible lectura psicoanalítica de la ética, cuestión que a
las claras evidencia un posicionamiento en las coordenadas epistemológicas
que son propias al campo del psicoanálisis, sin embargo tal lectura se realiza
desde una interrogación íntimamente filosófica y crítica, que lejos de cerrase

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1.2.1. Primera formulación crítica: el sujeto como efecto del inconsciente del sujeto.
Ahora bien, sin perder su evanescencia, ese sujeto puede tomar
Podría decirse, a modo introductorio, que el sujeto del psicoanálisis forma y precipitarse en alguna discursividad que lo localice. Son los
es eso a lo que hacemos referencia los analistas cuando pretendemos dar momentos donde su lectura (y a veces una interpretación) logran situar sus
cuenta de una entidad más o menos dividida por el inconsciente. No debe coordenadas. Pero este ya no es el sujeto, es el relato que de él se hace
haber producción analítica escrita o de transmisión oral que no lo mencione y por lo tanto reducible a una captura poco precisa entre los barrotes
por lo menos alguna vez. Su uso se vuelve tan frecuente, como tanta es equívocos del significante. En todo caso, tales coordenadas muestran que
la frecuencia con la cuál ni siquiera se entiende a qué se está haciendo lo imposible Real fue cercado, pero no por eso alcanzado. Por tal razón,
referencia. Está más que claro, a pesar de ser uno de los errores más usuales, Lacan le permite un digno escape cuando al significante le otorga estatuto
que no es ese sujeto de carne y hueso que ocupa un espacio en nuestros de representante. Su tan célebre frase, “el significante representa al sujeto
consultorios, ese que habla y sufre, sobretodo sufre. Ese es el ser humano para otro significante”, no define al sujeto sino la función que es adjudicada
real, en todo caso el parlêtre como fuera bautizado por Lacan. Tampoco a los significantes que lo cercan. La mayoría de las veces no hablamos del
es el sujeto devenido en ser que ubica alguna esencialidad que lo agrupe. sujeto, sino de la transcripción en palabras de ese eco que sigue repitiendo
Ejemplos abundan: entre otros, el sujeto de derecho, el sujeto estudiante, el inconfundible sonido de un instante que ya no está.
el sujeto religioso. Esa es una ficción racional, es un rótulo que aliena a una
pertenencia y que se vuelve una etiqueta coagulada en sentidos obturantes.
El sujeto del psicoanálisis es otra cosa muy distinta. Sin ánimo de
recaer en reduccionismos ni en definiciones cerradas, se podría decir 1.2.2. Segunda formulación crítica: el sujeto es no-todo
que es eso que emerge como efecto ahí donde el inconsciente divide
la ex-sistencialidad del ser. Es una consecuencia del inconsciente que Incluso para Freud y Lacan no fue para nada sencillo situar lo que
queda condenada a la efímera evanescencia de su pulsación. Para Lacan ellos entendieron era el sujeto. No incurrieron ni en definiciones ni en
(1964/1984) en el Seminario 11: Los cuatro conceptos fundamentales la fórmulas permanentes. Por el contrario, respetuosamente se acercaron a lo
afánisis, en tanto desaparición por efecto del significante, es su condición Real con ese cuidado que sólo logran los que entienden lo inalcanzable de la
constitutiva y estructural. cosa en sí. Gran parte de sus obras fueron intentos muy diversos de localizar
El sujeto no es eterno, ni siquiera es estable en una duración temporal ese nudo fundamental que es el sujeto como una verdad no-todo articulable
determinada; tampoco es una esencia capaz de continuidad ni mucho por las teorizaciones. Intentos muy diversos y para nada acabados, ya que
menos una sustancia que tienda a la unidad. El sujeto es un instante. Es una ni siquiera en sus desarrollos conceptuales puede leerse una apreciación
fuga que en la apertura del inconsciente muestra inefable su verdad. Para el unificada del sujeto. Lo cierto es que sólo produjeron versiones que dicen
psicoanálisis, sin inconsciente no hay posibilidad alguna de presentificación su verdad a medias.

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Si bien Freud no hizo referencias directas al concepto sujeto, tiene Lacan no corre con mayor suerte en lo que respecta al sujeto
por lo menos dos versiones bastante diferentes entre sí que logran un del psicoanálisis. También se pueden situar varias versiones y bastante
acercamiento interesante: divergentes por cierto. Sin embargo, habría algún acuerdo entre los
1- La del sujeto como emergencia de un inconsciente que insiste lacanianos al considerar que por lo menos dos son principales:
en el campo de las representaciones. Es el sujeto que se soporta 1- La del sujeto en coordenadas estructurales. Es el efecto de la
en la denominada primera tópica freudiana y en esa extraña división que un significante produce en el ser si es que se asocia a
apuesta de creer que todo pueda ser reducible a un conjunto otro significante. Si bien el sujeto es Real, el único médium que lo
de palabras. Se expresa en las formaciones del inconsciente y acerca es la palabra. El problema no está en apostar al significante,
se lee a medias en la interpretación que cree hacer consciente sino en considerarlo el único modo. El exceso de esta versión de
lo inconsciente. En su escrito de 1901 Psicopatología de la vida los primeros seminarios todavía hoy goza de buena salud. Son los
cotidiana, Freud (1901/2006) pensaba que Signorelli explicaba analistas que sólo buscan palabras entre palabras y que neciamente
todo lo posible en lo real de la sexualidad y muerte. Con lo no advierten que frente a ellos se encuentra la insoportabilidad de
único que se encontró es con un nuevo fallido: olvidó el sig de un cuerpo resistente en sus goces. El grafo del deseo es la expresión
su nombre1. más acabada de esta versión, ya que muestra como el recorrido por
2- Pero no es la única versión, con genial acierto Freud (1920/2007) los cuatro lugares significantes (A; s(A); $<>D; S(A tachado)) que se
avanzó en la construcción de un sujeto que ya no sólo sea produce al cortar dos cadenas de palabras es la emergencia misma
leído en el discurso sino en la trama de las pulsiones. Es el del sujeto.
sujeto que se soporta en la denominada segunda tópica y en
la introducción de la complejidad económica que produce su
Más allá del principio del placer. Se expresa en el conflicto entre
las instancias yo-ello-súperyo y se lee también a medias en el
manejo transferencial de las resistencias. Con esta versión, y
no sin la angustia, Freud estuvo un poco más cerca del sujeto
evanescente al reconocer la interminabilidad del análisis.

1 Interpretación analítica que Lacan hizo sobre la apreciación freudiana


presente en Psicopatología de la vida cotidiana: que ahí precisamente donde Freud
no pudo recordar el “sig” de signorelli también estaban en juego las letras de su
propio nombre: Sig-mund

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“Es por los calces del nudo (…) que el sujeto se condiciona” (s/n –
Versión inédita) El esquema del nudo borromeo de este seminario
es el constructo que más representa esta versión. Si bien en este
esquema Lacan no coloca al sujeto, se puede inferir a partir de las
fórmulas de la sexuación que lo localiza en el borde entre lo Real y
lo Simbólico siempre que lo Imaginario sea su consistencia: estaría
en el campo del goce fálico, ordenado por el significante falo y en
relación fantasmática con el objeto a.


Grafo del deseo

2- La del sujeto en coordenadas topológicas. Es la versión de los


últimos seminarios, la que lo ubica como efecto del anudamiento
borromeo de los tres registros ahora equivalentes. Lo simbólico
sigue teniendo un lugar fundamental en la lectura del sujeto, pero ya
no es el registro privilegiado. Lo Real de la vida y lo Imaginario de la
corporalidad se vuelven instancias indisociables en el anudamiento
de un sujeto que no es sin su cuerpo2. El sujeto sigue leyéndose entre Nudo borromeo del Seminario 22
significantes, la diferencia estaría en que esos significantes están
borromeanamente anudados a la ex-sistencia Real y a consistencia Una aclaración se vuelve pertinente: que las segundas versiones, la
Imaginaria. Dice Lacan (1974-75/inédito) en el Seminario 22: R.S.I.: de las tres instancias de Freud y la topológica de Lacan, no son excluyentes
2 El concepto de un sujeto que no sea sin su cuerpo sería la versión más Real de las primeras. Así como en la segunda tópica sigue estando la tripartición
de la subjetividad, aquella que necesariamente incluye al cuerpo viviente como nudo
RSI de la subjetividad. Está versión está trabajada con mayor profundidad hacia el consciente-preconsciente-inconsciente, también en el nudo borromeo está
final de esta clase.

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presente el registro simbólico con toda su legitimación. El problema radicaría tan poco iluminado por la causa libertaria. Está más que claro tanto en
en su inversa: la primera tópica poco y casi nada sabe del narcisismo, la Freud como en Lacan: sin yo-ello-súperyo y sin RSI, no hay sujeto posible.
pulsión de muerte y las instancias psíquicas; como tampoco el grafo del deseo Pretender que lo subjetivo sea únicamente leíble entre significantes no sólo
puede situar lo Real del objeto, el goce Otro y al cuerpo como consistencia es ajeno a la ex-sistencia sino que, a la vez, empuja al psicoanálisis a las frías
de la ex-sistencialidad. Por momentos llama la atención la resistencia que y deshumanizadas prácticas inscriptas en la razón instrumental. Dice Lacan
entre analistas existe a pensar una clínica RSI que no eluda ni al cuerpo ni a la (1975-76/2006) en el Seminario 23:
trama económica de los goces, casi como si el psicoanálisis fuera solamente
Este nudo calificable de borromeo no se puede cortar sin
una práctica de palabras cruzadas. Claramente no es sin eso, pero sin lugar
disolver el mito del sujeto – del sujeto como no supuesto,
a dudas no-todo es eso. es decir, como real – al que no distingue de cada cuerpo
aislable como parlêtre, cuerpo que sólo tiene un estatuto
respetable, en el sentido común de la palabra, por este
nudo (p.38)

1.2.3. Tercera formulación crítica: el nudo RSI dice sobre la ex-


Que ex-sista el sujeto del psicoanálisis supone una apuesta Real
sistencialidad del sujeto
de la experiencia analítica que tanto en el analizante como en el analista
no desconocería ni la inevitable mortalidad de sus corporalidades, ni la
Entonces, ¿ex-siste aún el sujeto del psicoanálisis? Si de lo que
contra-eternidad de las cosas y los tiempos, ni la insoportable condición
se trata es de un sujeto soportado en la segunda tópica freudiana y leído
humana, demasiado humana, que la materialidad del ser precipita en sus
además por las coordenadas topológicas del RSI lacaniano, no habría
persistencias.
ningún problema en que la respuesta sea sí. Tal sujeto ex–siste en tanto su
entramado de significantes se anude a la vida Real en un cuerpo consistente.
Son innumerables las citas lacanianas que a partir del Seminario 20: Aún
hacen referencia a la ex-sistencia RSI como coordenadas de la subjetividad,
1.3. Del sujeto por fin cuestionado
del psicoanálisis y de su práctica.
¿Acaso podría ser de otro modo? Cuesta mucho pensar que
Ahora bien, luego de haber realizado un recorrido por algunas
pudieran ex-sistir sujetos etéreos sin cuerpo y sin materialidad, vagando
posibles formulaciones críticas sobre la ex-sistencialidad del sujeto, y,
libremente por una discursividad que se piense en abstracto. Una cosa así,
sobretodo, después de dar cuenta del lugar de fundamento que el sujeto
lamentablemente sostenida por muchos analistas, o se parece demasiado
tiene en la praxis psicoanalítica, cabe entonces preguntarse lo siguiente: en
a la ilusión medieval del alma como eternidad o se enrola en las filas del
el psicoanálisis, ¿se trataría de dar consistencia al sujeto? Pregunta que si
sujeto moderno que a pesar de su promesa de autonomía se encuentra
bien no es ajena a desarrollos metafísicos y ontológicos que conecten la

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subjetividad con la esencialidad y el ser, sin embargo será abordada en esta más bien de un sujeto producido en clave de la contemporaneidad y de
materia por medio de la reflexión ética y de un modo bastante singular por que el psicoanálisis es a las claras una práctica contemporánea forjada a
cierto, en tanto el sujeto sea cuestionado. Dicho de manera más directa: partir del cuestionamiento de la modernidad. No sólo Freud fue llamado
el psicoanálisis es una práctica del sujeto siempre y cuando acceda con su “maestro de la sospecha” junto con Nietzsche y Marx, sino que Lacan se
experiencia a cierta dimensión ética que se abre en el cuestionamiento mismo dedicó ampliamente en toda su enseñanza a desarticular los excesos de
de la subjetividad. Como la gran mayoría de las posturas contemporáneas, racionalidad presentes en la promesa de la modernidad. La articulación de
el psicoanálisis también intenta la de-consistencia de la subjetividad y el Lacan (1966-67/Inédito) en el Seminario 14: La lógica del fantasma lo indica
vaciamiento de sus sentidos. de manera directa:
Cabe aclarar que la expresión “del sujeto por fin cuestionado”
La operación alienación se representa sobre una alternativa
corresponde a Lacan (1966/1988), y que está mencionada en un breve
que se suelda por una falta esencial, al menos, les he
artículo de sus Escritos que lleva por título dicho nombre y que precede enunciado, la retomaré propósito de la alternativa en que
a una serie de textos que comienzan con Función y campo de la palabra traduzco el cogito cartesiano: o no pienso o no soy (p. 55)
y del lenguaje en psicoanálisis. Si bien en ese lugar Lacan da cuenta del
sujeto cuestionado por el efecto de la palabra, sin embargo se puede hacer Para Lacan, habría que realizar un movimiento del “pienso soy”
extensivo también al cuestionamiento que los goces también le producen. cartesiano (que no sería capaz de ubicar alguna hiancia entre ser y pensar)
Para decirlo todo, el sujeto por fin cuestionado sería el sujeto tal cual lo al “soy donde no pienso o pienso donde no soy” del psicoanálisis (que
entiende el psicoanálisis lacaniano. posibilitaría esa falta esencial entre ser y pensar que permitiría situar un
Por otro lado, si el sujeto se forja en las coordenadas de la sujeto-que-no-sea sin-su-cuerpo3.
modernidad que fueron esgrimidas tanto en el sueño cartesiano como en De esta manera, se puede pensar que el psicoanálisis no sólo
la formalización kantiana, ¿en psicoanálisis, entonces, se trataría del mismo se constituye como una práctica contemporánea que es crítica de la
sujeto que la modernidad? Si bien lamentablemente muchos analistas (y modernidad (o de las modernidades, con los múltiples relatos que de
debates de escuela) confunden al sujeto del psicoanálisis con el sujeto de ella pueden localizarse), sino también como una experiencia singular de
Descartes, sin embargo tanto Freud como Lacan hicieron notables esfuerzos cuestionamiento del sujeto en su ilusión de consistencia. A continuación
por mostrar que la subjetividad que estaban fundando de encuentra (en lo que quede de esta clase) se desarrollará con mayor profundidad la
anclada mucho más en las intempestivas aguas de la contemporaneidad crítica psicoanalítica de la modernidad y las implicancias que ello tendría
que en las estables consistencias de la razón moderna. Lo que luego sobre el sujeto por fin cuestionado, para luego abordar en las siguientes
será trabajado durante las clases (tanto la necesariedad de la economía clases lo que podría considerarse es la posición ética del psicoanálisis en
pulsional en el sujeto freudiano, como la inevitabilidad del anudamiento tanto un modo singular de la subjetividad ex-sistencial. Implicarse entonces
Rea-Simbólico-Imaginario en Lacan) son señales inequívocas de que se trata en una reflexión sobre la contemporaneidad del psicoanálisis sería no sólo
3 Concepto que se trabajará más adelante en esta misma clase.

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situar las coordenadas mismas de su fundación como práctica que critica la el contrario, el psicoanálisis, como cualquier otra práctica humana, supone
totalización de la Razón moderna, sino que, fundamentalmente, se vuelve el un derrotero disciplinar que no escapa al real destino de la temporalidad.
modo de ubicar las condiciones éticas necesarias para libertar al sujeto por La inmortalidad es para el mundo las ideas, y bien religiosas por cierto; lo
fin cuestionado. que le queda a las disciplinas materiales es la noble aceptación de la contra-
El psicoanálisis se inició como una práctica capaz de cuestionar eternidad. La historia ya mostró como aquellas teorizaciones que se creyeron
la luminosidad de la razón. En Una dificultad del psicoanálisis, Freud eternas y atemporales terminaron ocupando algún lugar casi olvidado en
(1917/2007) plantea tres graves afrentas al narcisismo universal: ese espacio que existe entre las religiones y la adivinación. De esta manera,
- la cosmológica o copernicana: no ser el “centro” del universo se puede situar un desarrollo histórico en el psicoanálisis capaz de ir más allá
- la biológica o darwiniana: no ser el “señor” de la creación de su fundación, lo que permitiría entender mejor su postura crítica contra
- la psicológica o freudiana: no ser el “soberano” de su propia alma. las versiones de la modernidad que ensalzan la racionalidad del sujeto y
Lo interesante de estas afrentas en su potente cuestionamiento al ideal poder alojarlo en el extenso campo de las praxis contemporáneas.
de la Razón moderna. Al respecto dice Freud (1917/2007): A modo muy esquemático, se podrían situar la siguiente secuencia en el
desarrollo del psicoanálisis:
Esos dos esclarecimientos: que la vida pulsional de la
- En el principio fue Freud, y con él las operaciones de descubrimiento,
sexualidad en nosotros no puede domeñarse plenamente,
y que los procesos anímicos son en sí inconscientes, fundación y establecimiento. No sería para nada reduccionista situar
volviéndose accesibles y sometiéndose al yo sólo a través que de lo que se trató en la época freudiana fue de descubrir el
de una percepción incompleta y sospechosa, equivalen a inconsciente, fundar su campo y establecer sus reglas.
aseverar que el yo no es el amo en su propia casa (p. 135)
- A partir de él, un mestizaje de escuelas y movimientos más o
menos cercanos que sin decir nada demasiado nuevo intentaron
Tanto la pulsión entendida como un indomable como el inconsciente
sin embargo alojar alguna diferencia. Se trató de lecturas del texto
situado a partir de su no-toda accesibilidad, muestran a un sujeto descentrado
freudiano, muy diversas por cierto.
e incapaz de ser el amo en su propia casa. De lo que se trató en Freud es
- Lo que siguió es ya bastante conocido, de entre dichas lecturas
del cuestionamiento del sujeto entendido como autónomo en el control de
irrumpió Lacan con un psicoanálisis diferente a través de las
su Razón, convicción cara al racionalismo moderno iniciado por Descartes y
operaciones de retorno, formalización e invención. Retornar a Freud
elevado a su máxima expresión en la trascendentalidad kantiana. Frente a
en un primer momento, formalizar luego como diferenciación,
la totalización de la Razón como el sueño de alcanzar la “mayoría de edad”,
inventar entonces una enseñanza que sea Otra.
la fundación del psicoanálisis fue un acto de descentrado del sujeto y de de-
Estos tres tiempos (el freudiano, el mestizaje de escuelas y finalmente el
consistencia de sus ideales.
lacaniano) insistieron no solamente en el posicionamiento del psicoanálisis
Acto contra la totalización de los ideales de la modernidad, podría
como una disciplina no-toda ajustable a los cánones de la modernidad,
decirse, pero que no se agotó únicamente en tal posicionamiento crítico. Por

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sino que produjeron un modo diferente de situar al sujeto mismo en reinvención es la apuesta necesaria por seguir en el campo de la singularidad
esa secuencia que parte en su descubrimiento y que a lo largo de cierto clínica, y que la apertura es ese tiempo nuevo que le sigue a las inevitables
derrotero finaliza en una invención. Se trataría del movimiento que va del disoluciones de lo que ya debía caer.
descubrimiento freudiano de un sujeto que no sea amo en su propia casa Este nuevo momento no del todo desplegado aún permitiría no sólo
a la invención lacaniana de ser precisamente ahí donde no se piensa. Tal cuestionar al sujeto (cosa ya posible con el psicoanálisis actual) sino
modo de la subjetividad “por fin cuestionada” y que podría denominarse empujarlo todavía un poco más allá: a su reinvención. Pensado de esta
ético será trabajado en las clases siguientes manera, el psicoanálisis no quedaría reducido únicamente a la crítica de
Ahora bien, ¿se podría pensar la existencia de un nuevo momento en la modernidad y al cuestionamiento del sujeto, sino que incluiría las bases
la secuencia del psicoanálisis que ya no sean los de Freud y Lacan? ¿Hay necesarias para suponer un porvenir con coordenadas diferentes en lo que
algún intento de ir más allá del padre a condición de haberse servido de respecta a la subjetividad.
él? Considero que aún no, que el lacanismo está lamentablemente ahogado Está más que claro que el psicoanálisis no debiera ser ajeno a la
en debates que intentan mantener vivo a Lacan. Sin conclusión de época condición de contemporaneidad que le toca ni mucho menos estar ausente
lacaniana, sin la muerte de Lacan claro está, cuesta mucho iniciar diferencias en las implicancias que le conciernen por su relación al malestar en la cultura.
que puedan resultar significativas. Por momentos pareciera que la castración Es más, no sin sus dificultades tendría que insistir en el sendero de las praxis
y el no-todo no abundan suficientemente en algunas de las parroquias críticas tendientes a la instauración de condiciones libertarias para el sujeto.
lacanianas. Por eso es necesario, una vez más, situar un psicoanálisis que no eluda la
A pesar de esto, dice Lacan (1978/Inédito) durante el cierre de las Jornadas responsabilidad de su condición y que no abandone la apuesta que en Freud
de la Escuela Freudiana de Paris: “Es muy molesto que cada psicoanalista sea y Lacan se mantuvo incesantemente intensa: la de seguir avanzando.
forzado – porque es preciso que sea forzado – a reinventar el psicoanálisis Sobretodo porque son tiempos cruciales para el psicoanálisis;
(…) Que cada psicoanalista reinvente es la manera en que el psicoanálisis nuestra época empuja a una nueva versión, nuestros padecimientos claman
puede perdurar” (s/n, versión inédita) No sin la “molestia” a la que hace por una escucha que esté a su altura. No es para nada el momento de la
referencia Lacan, podría considerarse que sí es posible la construcción de quietud y el estancamiento, ni siquiera es el tiempo de repetir las fórmulas
una nueva época en psicoanálisis. Sus bases están anticipadas en el último que en algunas circunstancias tuvieron éxito. Es Otra época; lo nuevo, lo
Lacan y permitirían fundar un momento diferente y a la vez necesario en contemporáneo y lo actual de sus coordenadas dan cuenta de la diferencia.
el desarrollo del discurso analítico. Se trata de las operaciones de no-todo, ¿Pero está el psicoanálisis dispuesto a este desafío? En gran medida, su
reinvención y apertura esgrimidas por Lacan a partir del Seminario 20. No perdurabilidad dependerá de ello.
pareciera que el psicoanálisis pueda avanzar si es que no logra, en algún Se propone entonces una apuesta: no-todo, reinvención y apertura,
momento, situar que no-todo es el descompletamiento fundamental posición Otra de un psicoanálisis necesariamente RSI en las tramas
que garantiza la dignidad del sujeto en coordenadas topológicas, que la temporales de la ex–sistencialidad humana. Tal apuesta, la de un sujeto que

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no sea sin su cuerpo, será trabajada a continuación. enunciación del acto humano5. Lo que se acaba de indicar en esta aseveración
conlleva tres afirmaciones que resultan de obviedad: la primera, que sin el
cuerpo no habría modo posible de localizar al sujeto en el anudamiento
Real-Simbólico-Imaginario; la segunda, que la enunciación de cualquier acto
subjetivo, incluso el psicoanalítico, supondría la materialidad de un cuerpo
1.4. Acto, cuerpo y ex-sistencial desde el cual pueda situarse; y, la tercera, que el rechazo de ese cuerpo en
la enunciación del acto empujaría al retorno mortificado de lo que habría de
El psicoanálisis no se agota ni en la crítica de la modernidad (o de corporalidad viviente en la condición humana. Efectos de mortificación que
las modernidades) ni en el cuestionamiento del sujeto. Por el contrario, por ser principalmente desbordes de goce, podrían hasta incluso cadaverizar
como se vio en el punto anterior plantea un avance de invención a partir lo real de la vida con la pesada detención inhibitoria, con la cosificación del
de Lacan, pero no sin Freud, tendiente a la reinvención misma del sujeto. El padecer sintomático o con la certera irrupción de la angustia.
horizonte es lo que podría denominarse como un sujeto que no sea sin su Claro está que el psicoanálisis debiera estar advertido de los efectos
cuerpo, donde las condiciones de ex–sistencialidad que lo Real-Simbólico- de tal rechazo. Sin embargo, no siempre las diversidades de posturas y
Imaginario instauran en el campo subjetivo, abrirían la posibilidad de situar de estilos suponen la relevancia inclusiva del cuerpo en el decir del acto.
las coordenadas éticas de un sujeto advertido de la trama de sus goces. Todos los discursos herederos del cartesianismo, y el psicoanálisis no está
Queda para las clases sucesivas el abordaje de una ética del exento de tales implicancias, no pueden eludir las consecuencias mismas
psicoanálisis capaz de dar cuenta de estas coordenadas. Lo que a de la fundación de su ideal: que la construcción de la modernidad racional
continuación sigue son las bases necesarias para situar la ex–sitencialidad no sólo forcluyó al inconsciente al intentar subjetivar la razón, sino que
de un sujeto que no sea sin su cuerpo. también provocó el rechazo del cuerpo y de toda aquella materialidad
que le planteara límites a la dinámica de su instrumentalización. Residuos
y decantaciones de un fanatismo cartesiano que, sin advertir los vicios de
una racionalidad idealista, desechó al cuerpo primero rechazado y lo arrojó
1.4.1. El rechazo del cuerpo en la enunciación del acto al indigno destino de la dualidad. De esta manera, el cuerpo se volvió ese
objeto cuantificable de las ciencias modernas y un triste lapsus instrumental
Para nada son escasos los efectos de mortificación del nudo de en la idealización de algunos psicoanálisis. Es lo que dice Lacan (1967-68/
la subjetividad si es que el cuerpo queda litoralmente4 rechazado en la 5 Cabe aclarar que la referencia al acto en el presente escrito es en sentido
amplio: como toda aquella acción que supone la instancia necesaria de un sujeto y
las implicancias de su decisión. Puede considerarse que el acto psicoanalítico es una
4 Litoralmente refleja la condensación entre literal y litoral realizada por Lacan especificidad singular del acto humano, y que, por lo tanto, sólo podría ser abordable
en su escrito Lituraterre. La literalidad de la letra, y ya no el significante, alcanzarían por medio de una lógica que le sea propia. Quedará debidamente expresado en qué
el borde real (en tanto litoral) del goce con el saber.
momentos de este artículo se estará haciendo referencia al acto analítico.

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Inédito) en el Seminario XV: El acto analítico: relato: “Un carcelero les propone a tres condenados a muerte la posibilidad
de salvar su vida si es que aciertan el color de sus sombreros (o de sus discos
El acto del cogito es el error del ser, como podemos ver en la
en la espalda). No pueden ver el propio color, pero sí los restantes. El primero
alienación definitiva que resulta del cuerpo que es arrojado
en la extensión; el rechazo del cuerpo fuera del pensamiento no acierta y entonces muere, el segundo tampoco lo hace y finalmente
es la gran verwerfung de Descartes, está signado por su muere, el tercero, que en realidad es ciego, dice su color y se salva”
efecto a reaparecer en lo real, es decir en lo imposible (s/n Más allá de que este problema plantea una escena dramática con
– Versión inédita)
dos posiciones en juego: la del demandante y el demandado; a la vez que un
desenlace con destino trágico: o la vida o la muerte; su valor fundamental,
En lo que respecta a la topología nodal del sujeto, el “pienso-soy”
por el contrario, radica en una muy otra cuestión: en el modo lógico de su
del idealismo cartesiano en cualesquiera de sus formas debiera encontrarse
resolución. Según el relato, es necesario que los dos primeros condenados
muy lejos de la necesaria materialidad de lo que Lacan (1972/1998) llamará
tengan que desacertar (y por lo tanto morir) para que el tercero pueda resolver
“go-soy”6 en la conferencia La tercera. Sea la operatoria analítica que sea,
la deducción de su color sin otro instrumento que no sea la razón. Que en
de lo que precisamente se trata en cada intervención, es que la enunciación
todas las presentaciones de este problema lógico se enfatice la “ceguera”
del acto humano ubique el goce de un cuerpo en la des-sustancialización
del ganador no pareciera evidenciar otra cosa que no sea la innecesariedad
del anudamiento subjetivo. A los fines de resituar aquello que podrían
del cuerpo y sus funciones en lo que respecta al acto humano.
considerarse son condiciones de materialidad necesarias en la experiencia
De esta manera, y para esta versión de su sujeto sin cuerpo, la
psicoanalítica, es que se plantearán tres versiones del acto y de su inherente
decisión de un acto se reduce al cálculo lógico de posibilidades donde,
paradoja corporal: de un sujeto sin cuerpo, de un sujeto con cuerpo, de un
finalmente, cuerpo y sujeto quedarían radicalmente dicotomizados en una
sujeto que no sea sin su cuerpo.
dualidad implacable. El sueño de lo peor del idealismo cartesiano quedaría
entonces cumplido: que un sujeto piensa-es sin su cuerpo, para luego ser
esa cosa-racionalizante reducida a su propia instrumentalidad.

1.4.2. Primera versión del acto: de un sujeto sin cuerpo

Hay un problema lógico que podría ubicarse como paradigma de


1.4.3. Segunda versión del acto: de un sujeto con cuerpo
la concepción idealista del “pienso-soy” cartesiano y de su consecuente
empuje a la razón instrumental. Si bien hay distintas presentaciones del
En el texto El tiempo lógico y el aserto de certidumbre anticipada,
mismo, es posible delimitar su estructura elemental conforme el siguiente
Lacan (1945/1988) modificó la estructura del problema lógico antes
6 Go-soy condensa goce con ser. Si para Descartes se trata del pienso-soy
de la racionalidad moderna, para Lacan en su última enseñanza se tratará de goce- mencionado al realizar la escritura de un nuevo sofisma. Cabe aclarar
soy como modalidad ex–sistencial del sujeto.

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que tal cambio no sólo no fue ocasional, sino que tampoco lo fue sin sus dicotomiza las condiciones de materialidad del anudamiento subjetivo real.
consecuencias precisas. La modificación fundamental radicó en el modo de Pareciera resultar en verdad complejo, incluso para muchas versiones del
su resolución: los tres condenados salieron juntos y acertaron su color luego psicoanálisis, intentar ir más allá de las coordenadas dualizantes del ser
de ciertas vacilaciones. Introdujo así la tensión temporal y la dinámica de cartesiano.
la anticipación, al tiempo que descartó como instancias necesarias tanto la
“ceguera” del sujeto como el saber previo sobre los desaciertos del otro.
¿Pero qué consecuencias precisas tiene este nuevo sofisma? ¿En qué
radica la pertinencia de tal escritura? Puede pensarse que el nuevo sofisma 1.4.4. Tercera versión del acto: de un sujeto que no sea sin su cuerpo
precipitó una lógica que, por introducir fundamentalmente el tiempo y
sus vacilaciones, se alejó del método deductivo como simple cálculo de Resulta oportuno plantear la escena de un acto donde la decisión
posibilidades. De esta forma, en la enunciación del acto se insertaría la de un sujeto pueda incluir al cuerpo en una dimensión ex-sistencial7. En esta
lectura del sujeto como soporte necesario de una decisión. El instante de oportunidad no se recurrirá ni a una lógica del cálculo de posibilidades de lo
la mirada, el tiempo para comprender y el momento de concluir, serían exacto racional, ni tampoco a la vacilación especular de un cuerpo devenido
las modulaciones de la temporalidad que la decisión de un sujeto necesita en imagen; se tratará más bien de una lógica que necesariamente se articule
para la realización del acto humano. Si bien en este sofisma la posición del a la gramática pulsional del fantasma en el anudamiento del cuerpo y la
sujeto incluye la dimensión del cuerpo, tal corporalidad sólo quedaría como subjetividad.
referente de la vertiginosidad que la anticipación de otros provoca sobre De entre las muy diversas escenas fantasmáticas que son relatadas
la subjetividad de Uno. Es de esta manera, entonces, como el sujeto debe con frecuencia por los analizantes, hay una en particular que por llegar al
anticipar y definir su propia certidumbre para no ser anticipado por otros en límite de la muerte y la castración articularía al acto de un sujeto con la
el movimiento mismo de la vacilación. Cuestión muy especular por cierto, dimensión del cuerpo propio. Su estructura elemental se puede ubicar con
cuestión que por ubicar al cuerpo como imagen vacilante del otro, le retorna el siguiente relato: “Un individuo poseedor de algún elemento coercitivo le
al campo del sujeto en tanto objeto que se pueda tener o no tener. demanda a otro, que está en posición de indefensión, a que realice el pozo
Es interesante ubicar que si bien esta versión de un sujeto con cuerpo que se constituirá en el lugar de su propia tumba. Finalmente, tal individuo
circula con significativa frecuencia en los círculos analíticos, sin embargo responde con inefable obediencia”.
insistiría con una lógica que, por no incluir la gramática pulsional, dejaría No es para nada irrelevante agregar que tal escena no se reduce a
fuera las coordenadas de un cuerpo como condición del sujeto ex-sistente la expresividad de algunos analizantes en transferencia, sino que constituye,
y de lo real de su goce. Al agregar la decisión vacilante del sujeto, el sueño 7 Se trata aquí del concepto ex-sistencia tan presente en la enseñanza de
del cartesianismo psicoanalítico pareciera vacilar en su exceso idealizante. Lacan a partir del seminario 20. Lo ex-sistencial ubicaría aquello que de real se escapa
(y resiste) a todo posible intento de ser alcanzado por la in-sistencia simbólica. Se
A pesar de esto, todavía conservaría ese triste lapsus instrumental que trataría de un quedar “fuera” de la “sistencia” significante y de los despliegues de
significación provocados en los bordes con los registros simbólico e imaginario.

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además, un drama demasiado real en muchos otros recursos y lugares de la constituiría como lugar de destino del cuerpo y re-aseguramiento de su
cultura. No sin cierto afecto inherente al horror y al espanto, la historia de entierro.
la humanidad mostró que este acontecimiento del orden de lo siniestro se Si bien esta escena dramática se aparta de los juegos lógicos por llevar
concretó en innumerables situaciones. Quizá las de mayor impacto fueron las la decisión subjetiva al límite real de la muerte, sin embargo comparte con el
fosas comunes realizadas por aquellos judíos que morirían inmediatamente sofisma lacaniano características similares en los cinco primeros puntos. Las
después en los campos de concentración del nazismo. dos posiciones edípicas (la del padre y del hijo), el falo como objeto central
Se pueden destacar los siguientes puntos: de la dialéctica del deseo y la realización de un acto de tinte masoquista
1) Que hay dos posiciones no recíprocas: la demandante que pide la suelen ser coordenadas usuales en los entramados fantasmáticos de las
realización del pozo, y la demandada que responde obedientemente con un neurosis. Hasta incluso la fantasía de paliza descrita por Freud (1919/2007)
esfuerzo sacrificial. en su escrito Pegan a un niño tendría una estructura por lo menos similar. Sin
2) Que quien está en posición de demandante, lo está tan sólo por ser el embargo, este drama en particular difiere de las anteriores en un elemento
poseedor de un elemento coercitivo claramente diferenciable a los fines del fundamental: que es necesario que el pozo-tumba sea lugar de alojamiento
poder. para el cuerpo propio.
3) Que si bien tal elemento de poder podría ser transferible entre las dos Cuestión que es central en la tragedia ex-sistencial del ser humano,
posiciones, sin embargo permanece fijo en una de ellas. cuestión que introduce la garantía (siempre incompleta) de que el cuerpo no
4) Que quien está en posición de demandado responde, por lo menos en quedará al descubierto una vez que la muerte lo precipite como desecho.
apariencia, con la realización de una acción que en principio no sería querida Es el reclamo ético de Antígona, es también la afirmación de una ley que
por él. garantice la humanización frente al a veces perverso devenir de los lazos
5) Que en el relato no están incluidas, en tanto posibilidades, cuáles podrían sociales. No caben dudas de que sólo un goce no mediatizado por la
ser las consecuencias finales frente a la desobediencia del demandado o castración, muy propio de la perversión como estructura, podría plantear
frente a la realización de una acción que sea distinta. que el cuerpo muerto podría quedar al descubierto una vez que la tumba
6) Que se intuye que el castigo por no cumplir la demanda coincide con el fue obedientemente realizada. De esta manera, lo que primeramente
premio de haberla realizado: o sea, la muerte. No se menciona en la escena parecía ser absurdo en el relato de la escena, cobraría, ahora sí, un sentido
ningún indicador que propicie un desenlace diferente. claramente específico: cavar el pozo es el intento fallido de garantizar que el
7) Que el cumplimiento de tal demanda pareciera ser la realización de un cuerpo mortal, demasiado mortal, no se quede fuera de los alcances de la
acto humano con características de absurdo: ¿qué sentido podría tener que humanización y de lo real de la castración en la realización del acto. Podría
el acto final de un individuo que no quiere morir sea precisamente el de pensarse que la siguiente frase de Lacan (1974-75/Inédito) del Seminario
cavar su propia tumba? 22: R.S.I se inscribe en dicho sentido: “Pues la muerte no es abordable más
8) Que pareciera haber en este relato un pacto tácito: que el pozo se que por un acto; todavía, para que sea logrado, es preciso que alguien se

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suicide sabiendo que eso es un acto” (s/n – Versión inédita) pensarse que la articulación de las letras de su realización localizaría no sólo
Esta decisión subjetiva de alojar la corporalidad en algún sitio al sujeto en la dialéctica del deseo, sino también, y necesariamente, a esa
tomaría una función muy diferente: ya no sería ni el cálculo lógico de una Real corporalidad viviente que está imaginarizada en su cuerpo especular.
razón pensante que rechaza al cuerpo, ni tampoco la certidumbre anticipada Este Real del cuerpo viviente es el ser-cuerpo del entramado gramatical
que especulariza al cuerpo como imagen. Por el contrario, la decisión en del goce que quedaría, así, anudado con el tener-cuerpo especular que lo
esta versión del acto incluiría el presupuesto de un sujeto que no sea sin imaginario mostraría en los cortes simbólicos de la palabra.
su cuerpo, cuestión que al introducir un cuerpo en la imaginarización de la Que el cuerpo sea esa imagen especular que de él se tiene,
gramática del goce y la castración, anudaría finalmente lo real del viviente no presenta demasiadas dudas para cualesquiera de las versiones del
con la determinación simbólica. Lacan (1976-77/Inédito) dice al respecto en psicoanálisis, las vicisitudes del espejo en su dialéctica constitucional nos
el Seminario 24: “Lo real no constituye un universo, salvo al ser anudado lo recuerda todo el tiempo; pero que, y paradojalmente, la corporalidad
a las otras dos funciones. Esto no es tranquilizador, porque una de estas también sea-cuerpo viviente, esto pareciera carecer de consenso en muchos
funciones es el cuerpo viviente” (s/n – Versión inédita) de los debates sobre el nudo de la subjetividad. ¿Pero acaso podría pensarse
¿Qué queda entonces del sueño cartesiano una vez que cae no sólo una lógica del sujeto que no incluya la gramática del goce en la materialidad
el idealismo extremo de un pensar-sin-cuerpo, sino, también, el dualismo paradojal del cuerpo Real? Esta re-situación de un sujeto que no sea sin su
instrumental que dicotomiza cogito y extensión? Quizá quede la versión cuerpo muy lejos está de ser el intento de un psicoanálisis ontológico. Se
más real de la razón ex-sistencial: aquella necesaria materialidad del acto trata más bien de lo contrario: de la metafísica lacaniana de la de falta en ser
humano que no podría ser enunciada sin la inclusión del cuerpo viviente y de su necesaria apuesta a la materialidad. De esta manera, el ser-cuerpo
como nudo RSI de la subjetividad. se volvería ese anudamiento en lo Real capaz de confrontar al sujeto des-
sustancializado con la inevitabilidad de la muerte y la castración.

1.4.5. El cuerpo viviente: ser y tener el cuerpo propio


1.5. Comentarios finales
Ahora bien, cabe preguntarse una última cuestión: ¿cuál es el lugar
específico de la decisión sobre el cuerpo viviente en un acto subjetivo que La filosofía existencial en sus diversas versiones ya había situado la
anuda Real-Simbólico-Imaginario? O, dicho de otra manera, ¿qué destino inevitable articulación entre el cuerpo y la muerte:
para el cuerpo si de lo que se trata, precisamente, es de su inclusión gramatical - ya sea Sartre con su “libertad absoluta”8, en el límite mismo
en la lógica de un sujeto? En tanto la enunciación del acto, e incluso del acto donde un condenado a muerte descubre su cuerpo angustiado
psicoanalítico, sea un decir del sujeto leído en una decisión, es que podría 8 SARTRE, J-P. El ser y la nada. Cuarta parte. Apartado: Psicoanálisis
existencial. Alianza editorial

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al entender que su proyecto se realizará en la espera responsable acto fallido; o ya sea en Lacan (1964/1984), donde el absurdo dilema de
de su pronto desenlace; castración en “la bolsa o la vida” anticipó en una década lo que habría de
- o Camus con su “libertad absurda”9, donde la voluntad de Sísifo ex–sistencial en el RSI del sujeto.
se vuelve dichosa justamente al cargar una y otra vez la roca del Esta po-ética13 ex-sistencial que ubicaría la dimensión de un acto que
castigo de los dioses por haber “arrojado a la plaza pública su no sea sin su cuerpo también se vuelve fundamental en la conceptualización
cuerpo sin sepultura”; del acto psicoanalítico: donde la enunciación litoral de un deci(di)r que haga
- o incluso Kierkegaard con su “temor y temblor”10, donde nudo RSI del sujeto pueda incluir, al mismo tiempo, a un cuerpo que se es
Abraham llega al límite de la vida y la muerte cuando, y no sin con un cuerpo que se tiene en los entramados gramaticales que el goce forja
brutalidad, el cuerpo obediente de su hijo le muestra los efectos en el campo de la castración.
de la “inaudita paradoja que es la fe”;
- o quizá Nietzsche con la “promesa” de Zarathustra, donde al Referencias bibliográficas
“enterrar con sus propias manos”11 el cuerpo ya muerto del Freud, S. (1901/2006) Psicopatología de la vida cotidiana. En Obras
titiritero enseña que lo inevitable del destino humano es ser Completas. Buenos Aires: Ediciones Amorrortu (Original de 1901)
“cuerda tendida sobre el abismo”;
- o finalmente Heidegger con su “ser-para-la-muerte”12, donde Freud, S. (1917/2007) Una dificultad del psicoanálisis. En Obras Completas.
evidenciar la muerte de un cuerpo necesariamente otro, Buenos Aires: Ediciones Amorrortu (Original de 1917)
proyecta sobre el propio “dasein” la inminencia auténticamente
angustiante de la muerte como límite. Freud, S. (1919/2007) Pegan a un niño. En Obras Completas. Buenos Aires:
Sin embargo, la filosofía existencial no logró articular al cuerpo y la Ediciones Amorrortu (Original de 1919)
muerte con la castración como constitutiva del sujeto en el acto humano.
Eso hubiera permitido situar el nudo real de la división subjetiva ex-sistencial Freud, S. (1920/2007) Más allá del principio del placer. En Obras
y resaltar el valor de la decisión en tanto enunciación de un acto que no sea Completas. Buenos Aires: Ediciones Amorrortu (Original de 1920)
sin su cuerpo. Es recién con el psicoanálisis que tal anudamiento fue posible:
ya sea en Freud (1901/2006), donde “sexualidad y muerte” quedaron Lacan, J. (1945/1988) El tiempo lógico y el acerto de certidumbre anticipada.
inseparablemente articulados en esa efectiva escritura inconsciente del En Escritos I. Buenos Aires: Siglo XXI editores (Original de 1945)

9 CAMUS, A. El mito de Sísifo. Págs. 123 -127. Editorial Losada


10 KIERKEGAARD, S. Temor y temblor. Págs. 28-59. Editorial Losada
11 NIETZSCHE, F. Así habló Zarathustra. Primera parte: Prólogo de 13 Entendiéndose que tal po-ética ex-sistencial ya no sería únicamente
Zarathustra. Planeta-Agostini la apuesta de la ética del deseo planteada por Lacan en el Seminario 7, sino
12 HEIDEGGER, M. Ser y tiempo. Segunda sección: El posible “ser total” del que incluiría, además, esa ética con los goces claramente anunciada a partir del
“ser ahí” y el “ser relativamente a la muerte”. Fondo de cultura económica Seminario 20. Este tema será abordado en las siguientes clases

20
Lacan, J. (1964/1984) Seminario 11: Los cuatro conceptos fundamentales.
Buenos Aires: Paidós. (Original dictado en 1964)

Lacan, J. (1966/1988) El sujeto por fin cuestionado. En Escritos I. Buenos


Aires: Siglo XXI Editores (Texto original en 1966).

Lacan, J. (1967-68/Inédito) Seminario 15: El acto analítico. Versión inédita.

Lacan, J. (1972/1998) La tercera. En Intervenciones y textos 2. Buenos Aires:


Manantial (Original de 1972)

Lacan, Jacques (1972-73/1995) Seminario 20: Aún. Buenos Aires: Paidós.


(Seminario original dictado en 1972-73)

Lacan, J. (1974-75/Inédito) Seminario 22: RSI. Versión inédita.

Lacan, J. (1975-76/2006) Seminario 23: El sinthome. Buenos Aires: Paidós.


(Original dictado en 1975-76)

Lacan, J. (1976-77/Inédito) Seminario 24: L’ insu que sait… . Versión inédita

Lacan (1978/Inédito). Cierre de las Jornadas de la Escuela Freudiana de


Paris. Versión inédita

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