You are on page 1of 55

HECHOS/IDEAS

JUAN FLORES

Obra de amor, amor a la obra*


Trabaj
abaj o y ccu
ajo ult ur
ltura de lla
ura a diáspor
diáspor ap
pora uer
uerttorri
puer queña
orriqueña
Para Ricardo Campos y Jorge Soto, compañeros de trabajo

T
hey worked
They were always on time
They were never late1

Los conocemos: madres y padres, tíos y tías, primos, vecinos y


amigos de la familia, todos los días, día tras día, semana tras sema-
na, año tras año, gastando sus vidas en ir al trabajo, regresar del
trabajo, prepararse para el trabajo del día siguiente en la fábrica, el
Revista Casa de las Américas No. 266 enero-marzo/2012 pp. 6-15

taller de confecciones [sweatshops], los restaurantes, hoteles y


edificios de oficinas, para desempeñar los mismos empleos embru-
tecedores de siempre, regular, obediente, religiosamente casi, ha-
ciendo cosas para otros, sirviendo a otros, limpiando lo que otros
* Este texto fue publicado originalmente ensucian.
en inglés en el catálogo Labor, de la
exhibición homónima, curada por An- They never spoke back
tonio Martorell y Susana Torruella Le- when they were insulted
val, a propósito de la apertura de la nue-
They never took days off
va sede del archivo y biblioteca del
Centro de Estudios Puertorriqueños en that were not on the calendar2
Nueva York. Durante la década de los
setenta Flores fue Director de Investi- 1 Trabajaron / Siempre llegaron a tiempo / Nunca se les hizo tarde
gaciones en esa institución, donde 2 Nunca contestaron / cuando los insultaban / Nunca se tomaron un día libre /
continúa colaborando. que no indicara el almanaque

p6-60.pmd 6 23/05/2012, 13:51


En toda su humilde dignidad han sido víctimas Juan
de infinitas indignidades, desde los motes racistas y Miguel
la arrogancia hasta la invisibilidad total, borrados Milagros
como si no estuvieran ahí y no hubieran estado nun- Olga
ca, anónimos, discretos hasta la desaparición, des- Manuel
medidamente respetuosos. All died yesterday
and will die again tomorrow5
They never went on strike
without permission El poema les da nombre a los sin nombre, cele-
They worked bra las vidas puertorriqueñas en los Estados Uni-
ten days a week dos y, sin embargo, como su título anuncia, trata en
and were only paid for five3 realidad de la muerte, de la vida en muerte y la muerte
en vida. Es un canto de redención en forma de obi-
Trabajadores manuales, obreros sometidos por tuario.
las regulaciones, despojados de ideales, ciegamen- Lo que más une a los boricuas con este texto
te devotos pero vacíos de anhelos espirituales, rea- notable es su angustiosa, terca concentración en la
lizan su trabajo sempiterno sin saber lo que produ- ocupación, el trabajo, el labor... en laborar para
cen, o siquiera quiénes son. sustentar la vida, hasta morir. Eso es lo que hace la
mayoría de los puertorriqueños: trabajar
They worked
They worked as lavaplatos porters messenger boys
They worked factory workers maids stock clerks
and they died4 shipping clerks assistant mailroom
assistant, assistant
El poema de Pedro Pietri titulado «Puerto Rican to the asistant’s assistant
Obituary» (1973), del cual he tomado estos frag- assistant lavaplatos and automatic
mentos, puede considerarse con todo derecho el artificial smiling doorman.6
himno de la diáspora puertorriqueña. Son muchos
los boricuas que sienten una íntima relación con este Nos reímos hacia dentro al leerlo, porque la voz
texto y lo asumen como suyo de manera profunda poética es contagiosamente cómica y mordazmente
y personal, porque se reconocen y reconocen sus
vidas en esos versos inolvidables. Se identifican, o 5 Juan / Miguel / Milagros / Olga / Manuel / Murieron
identifican a personas cercanas, en los nombres que todos ayer / y morirán mañana otra vez
se repiten con insistencia: 6 como lavaplatos estibadores mensajeros / obreros fabri-
les criadas empleados de almacén / empleados de em-
barque de mercancías asistente del asistente del reparti-
3 Nunca fueron a la huelga / sin permiso / Trabajaron / diez dor de correspondencia / asistente del asistente / del
días por semana / y solo les pagaron cinco asistente del asistente / del asistente del lavaplatos y
4 Trabajaron / Trabajaron / Trabajaron / y murieron porteros / automáticos artificiales sonrientes

p6-60.pmd 7 23/05/2012, 13:51


irónica, y a la vez es muy precisa al identificar las solado y desierto, lo que provoca la inmensa triste-
formas de empleo humano más rutinarias y deshu- za de su vuelta al hogar, con el corazón apesadum-
manizadoras, que son las que definen de manera brado y la carreta llena de productos que no pudo
inmediata la identidad social puertorriqueña en los vender.
Estados Unidos. Es trabajo alienante y alienado, y
lo es de una manera más intensa, por supuesto, por Y triste el jibarito va
el medio profundamente hostil que enfrentan los in- Pensando así, diciendo así
migrantes de un país colonial que han ido a vivir a la Llorando así por el camino
metrópoli. Para el trabajador empobrecido, la fae-
na en condiciones coloniales significa lo que se ha En este caso, igual que en el poema de Pietri, el
llamado, al hablar de la esclavitud, una «muerte so- tono está lejos de ser de celebración y afirmación
cial», y lo que el seminal pensador martiniqués Frantz de la vida; los acordes solemnes del «obituario»
Fanon describió como una «mentalidad colonial». resuenan aquí como un «lamento», en ambos casos
El Centro de Estudios Puertorriqueños tituló al li- doloridos, elegíacos, evocativos de una profunda
bro más importante que ha publicado Labor Mi- pérdida humana y de esperanzas trágicamente trun-
gration Under Capitalism [Migración laboral bajo cas. Y en ambos textos es el trabajo y la situación
el capitalismo]; «Puerto Rican Obituary», de Pedro de trabajadores explotados que se enfrentan a con-
Pietri, retrata y les da una voz imperecedera a los diciones que trascienden en mucho su control lo que
trabajadores que emigran bajo el colonialismo. está en el centro mismo de la realidad social de la
diáspora boricua.
Sale loco de contento Bernardo Vega, que es el mejor cronista de la
Con su cargamento migración puertorriqueña, habla enfáticamente y con
Para la ciudad, ay admiración de cómo resonaba el «Lamento borin-
Para la ciudad cano» desde las ventanas de las casas de vecindad
y las vidrieras de las tiendas de El Barrio en ese año
fatídico, con aire premonitorio para los inmigrantes
La migración puertorriqueña tiene otro himno, es- latinos y todos los jornaleros. Y José Luis Gonzá-
crito en un momento histórico muy anterior, pero lez, uno de los autores de la Isla más admirados del
que también ubica al trabajo en su centro, como siglo XX, quien escribió sobre la vida de los puer-
definitorio de la realidad de la diáspora. Rafael torriqueños en Nueva York durante las décadas
Hernández, el más grande de los compositores bo- de 1940 y 1950, llamó a la composición canónica de
ricuas, compuso y grabó el «Lamento borincano» Rafael Hernández, con frase que ya se ha hecho
en Nueva York en 1929, en vísperas de la Gran famosa, «la primera canción protesta latinoameri-
Depresión. Es, a no dudarlo, la canción puertorri- cana», dirigida como está contra el derrumbe del
queña más conocida de la Isla, y narra de modo capitalismo mundial y su impacto devastador sobre
inolvidable la conmovedora historia del campesino los trabajadores del planeta, sobre todo los inmi-
humilde, el jibarito, que lleva sus productos para grantes de la América Latina. Aquí también, como
venderlos en la ciudad y encuentra el mercado de- en «Puerto Rican Obituary», el tono elegíaco de

p6-60.pmd 8 23/05/2012, 13:51


lamento y las estremecedoras imágenes humanas correlato en los enclaves étnicos de inmigrantes de
evocan una profunda conmiseración y ese prover- tiempos pasados, sino en las escenas de abandono
bial «ay bendito» borinqueño, pero también solida- y desidia características del gueto urbano moder-
ridad, y, al final de ambos textos, la decisión de no, posterior a la Segunda Guerra Mundial, habita-
despertar y celebrar con orgullo una identidad co- do por familias integradas fundamentalmente por
lectiva, a pesar de la adversidad y la explotación trabajadores no calificados que emigraran masi-
aplastantes. vamente a partir de fines de la década de 1940.
«Puerto Rican Obituary» y «Lamento borinca- Cien años de vida puertorriqueña en la diáspora re-
no», dos obras artísticas de trascendente significa- corren el trabajo preindustrial, industrial y postindus-
ción simbólica para la diáspora boricua, fueron trial, así como la experiencia social de los emigrantes
compuestas en momentos distintos de la historia de «viejos», «nuevos» y «globales» de la contempora-
la migración y, por tanto, sirven como marco de esa neidad.
historia. El canto triste del jibarito nos devuelve a la Por tanto, el término unificador de «trabajo» re-
década de 1920, a los inicios de la formación de sulta clave para entender la emigración boricua y la
la comunidad, cuando la base laboral y económica formación de la comunidad en los Estados Unidos,
fundamental del proceso migratorio era agrícola y y es una guía esencial para realizar cualquier análi-
artesanal. El capitalismo colonial dependía de la sis adecuado de esa experiencia colectiva, de ma-
propiedad y el control de la tierra y del campesina- nera que se centre en la vida de la abrumadora
do, así como de la pequeña producción doméstica mayoría de la población y en sus vínculos cruciales
y el trabajo a destajo en el tabaco, el café y la cos- con las culturas y las luchas de otras comunidades.
tura. Como documenta magistralmente Bernardo Sin esa base conceptual se producen las usuales
Vega en sus Memorias, los primeros enclaves puer- distorsiones y representaciones erradas, como el
torriqueños de fines del siglo XIX y principios del XX desesperado y vano intento de «salvar» a los puer-
estaban integrados fundamentalmente por torcedo- torriqueños del estereotipo de la pobreza, subrayar
res de tabaco, pintores de brocha gorda, tipógra- su exitosa movilidad ascendente, y así desvincular-
fos y otros artesanos, junto a jornaleros agrícolas los de la situación económica que los define.
de las gigantescas plantaciones azucareras de pro- O, por el contrario, la conocida imagen peyora-
piedad norteamericana, las tan justamente llama- tiva que califica a esa misma colectividad de pará-
das «fábricas en el campo». sita, dependiente de la seguridad social, «lumpen
La elegía de Pedro Pietri a sus compatriotas que proletariado» con tendencias delictivas, como tan
laboraron hasta morir data de alrededor de 1970, notoriamente expresan las ciencias sociales tradi-
es decir, de cuatro décadas más tarde, cuando la cionales de los Estados Unidos y la elite cultural y
ocupación industrial y todo tipo de servicios estaban educativa de la Isla. También en este caso se des-
en la base del éxodo migratorio y la formación de la conecta a la comunidad emigrada de su relación
comunidad diaspórica. La drástica alienación de un con el trabajo y sus circunstancias de clase obrera,
trabajo proletario robótico rígidamente medido por y se la presenta a una luz ilusamente positiva o arro-
un reloj, evocada e imitada de modo indeleble en los gantemente negativa. En ambos casos, el correcti-
inquietantes versos de Pietri, no encuentra tanto su vo consiste en considerar el concepto y la práctica

p6-60.pmd 9 23/05/2012, 13:51


social del trabajo como central para lograr una re- Olga
presentación y un análisis certeros de la diáspora Manuel
de los puertorriqueños de la clase trabajadora. will right now be doing their own thing
No obstante, la palabra inglesa labor alude a dos where beautiful people sing
campos de sentido, cada uno de los cuales tiene and dance and work together.7
valencias o connotaciones divergentes. La misma
palabra puede referirse a la actividad productiva y Cuando el jibarito lamenta su triste situación re-
a un grupo o clase social; puede significar «traba- vela sus implicaciones sociales más generales al pre-
jo», labor productiva, o la clase o el movimiento guntarse qué ocurrirá con su amado Puerto Rico y
social, en el sentido del adjetivo «laboral». Hemos con «mis hijos y mi hogar»; y en los últimos versos
visto cómo en su primer sentido, el de actividad, de la canción, el lamento se convierte en un himno
puede aludir a algo extremadamente negativo, a un rapsódico cuando el compositor evoca al gran poeta
proceso opresivo, deshumanizador, «alienante», que y patriota decimonónico José Gautier Benítez para
llega a equivaler a la sensación de una muerte en cantar las alabanzas de su hermosa patria:
vida. Y en su segundo campo de sentido, labor
puede referirse a las masas explotadas, inermes y Borinquen, la tierra del Edén,
desesperanzadas, despojadas de toda creatividad la que al cantar, el gran Gautier
y agencia social, que es a lo que apunta Pietri en el llamó la perla de los mares,
título de otro de sus poemas: «the masses are as- ahora que tú te mueres con tus pesares
ses» (las masas son imbéciles). En ambos casos, lo déjame que te cante yo también.
que corresponde es un obituario o un lamento. Yo también.
Pero aunque ese es el primer impacto emocional
y experiencial que generan «Puerto Rican Obitua- Como en el caso de Pietri, la canción misma y
ry» y el «Lamento borincano», ambas obras desem- las visiones idealistas del poeta constituyen una
bocan en un grito de redención extremadamente li- manera de aliviar el peso del dolor y la muerte. El
berador, con lo que sacan a la luz la valencia o quehacer creativo se enfrenta al impacto implaca-
implicación opuesta de labor como idea o práctica. ble del trabajo alienado y explotador al reconectar
Ambas obras resuenan con tanta fuerza y han sido la producción con la expresión humana y con la
extraoficialmente elevadas a la categoría de himnos expresión de la trascendencia humana.
porque nos conducen de la penuria poderosamen-
te evocada que producen el trabajo alienado y la
esclavitud social hacia un sentimiento reavivado de El Centro de Estudios Puertorriqueños ha hecho
agencia y creatividad liberadora. Una vez que des- una enorme contribución a nuestra comprensión de
piertan de la pesadilla de su anomia, la migración y la formación de la comunidad borin-

Juan 7 Juan / Miguel / Milagros / Olga / Manuel / están hacien-


Miguel do lo que les gusta / allí donde canta / y baila y trabaja
Milagros junta la gente linda

10

p6-60.pmd 10 23/05/2012, 13:51


queñas en términos de labor y sus diversos signifi- Rosa, y el título, «A los negros puertorriqueños». La
cados. Comenzando, por supuesto, por sus archi- motivación fundamental de ese notable texto, es-
vos y su biblioteca indispensables, y llegando hasta crito en forma de carta dirigida a los trabajadores
muchos aspectos de su programa de investigación, negros puertorriqueños, era una propuesta presen-
esa institución singular ha ubicado la experiencia de tada al gobierno civil de la época para que se obli-
la clase trabajadora –y al trabajo como actividad gara a emigrar a los negros de la Isla hacia Ecua-
fundamental de los inmigrantes puertorriqueños a dor, a fin de limitar la población de ese color y
lo largo de los años– en el centro de su análisis y de mantener el balance racial del país caribeño en el
su contribución intelectual. Labor Migration Un- extremo más claro del espectro. En su respuesta,
der Capitalism, que tiene su base en un taller pre- Romero Rosa fustiga esa idea profundamente racis-
vio sobre «historia y migración» y en su relatoría ta en tonos mordaces y airados, y expresa su solida-
(El cuaderno de historia), y que fuera publicado ridad incondicional con los boricuas de ascendencia
en forma de libro en 1979, fue la culminación de africana, a quienes se refiere en sus líneas iniciales
años de investigaciones y análisis. Sigue siendo la como «infelices mártires dos veces de la inicua ex-
reflexión más rigurosa y amplia que se haya realiza- plotación de los mercaderes blancos de todos los
do sobre ese complejo tema, y quizá la única apa- tiempos y todas las edades». Enumera los crímenes
recida hasta el día de hoy hecha consistentemente cometidos contra los puertorriqueños negros por
desde el punto de vista de la clase trabajadora. Otra España y la elite blanca de la Isla, y encomia las
contribución importante –aunque menos conocida– grandes contribuciones que hicieron a lo largo de
de la History Task Force del Centro fue la compila- los siglos a la existencia misma de la nación. «Los
ción titulada Sources for the Study of the Puerto negros hicieron las riquezas de Puerto Rico», pro-
Rican Migration 1879-1930 (1982), que develó clama, «y los negros son los pobres. Los negros no
la existencia de una enorme cantidad de artículos deben emigrar. Puerto Rico les corresponde. Que
periodísticos, informes, testimonios y proclamas so- emigren los ladrones».
bre los primeros jornaleros boricuas emigrados a un Quizá la afirmación más sorprendente de ese
sinnúmero de destinos, incluidos Hawai a inicios del documento profético sea la de que los negros puer-
siglo XX y Arizona en la década de 1920, y los puso torriqueños constituyeron la primera clase trabaja-
a disposición del público. El trato brutal y las inhu- dora de la Isla tras la conquista española: «Los hi-
manas condiciones de trabajo que enfrentaron las jos de África, entiéndase bien, los desgraciados seres
masas de emigrados de la Isla –así como sus luchas traídos para colonizar esta Indiana región, forma-
incesantes por conseguir justicia y una vida deco- ron nuestro primer pueblo trabajador después de
rosa– están allí poderosamente documentados de la conquista». Es sorprendente, pero al identificar
primera mano. de manera tan clara a la población negra como la
Un escrito especialmente interesante incluido en base demográfica de la nación, Romero Rosa se
Sources… es un breve artículo aparecido original- adelanta en casi ochenta años a la tesis notable-
mente en el periódico proletario La Miseria, de tan mente similar y sumamente polémica enunciada por
apropiado nombre. La fecha del despacho es el 29 José Luis González en ese hito que constituye su
de marzo de 1901; el autor, un tal Ramón Romero ensayo «El país de cuatro pisos». De manera más

11

p6-60.pmd 11 23/05/2012, 13:51


general, la coherencia del autor proletario, al cen- canónico y líder político cuyo nacimiento se cele-
trarse todo el tiempo en el trabajo como el eje del bra como una fecha nacional, y quien fuera el abo-
cambio histórico, presenta las relaciones raciales gado que representaba en la época a la refinería de
desde un prisma que guiaría las perspectivas de azúcar La Guánica Central, de triste fama por su
orientación obrera y negra que surgieron en los es- crueldad, y odiada por la clase trabajadora puertorri-
tudios y las expresiones culturales puertorriqueños queña. Pero Romero Rosa no fue sino uno de los
en la década de 1970 y han continuado hasta nues- líderes proletarios de principios del siglo XX, mu-
tros días, como se aprecia en la obra de autores tan chos de ellos socialistas o anarquistas, cuya exis-
diversos como Isabelo Zenón Cruz, Edgardo Ro- tencia ha sido borrada, en buena medida, de los
dríguez Juliá, Ángela María Dávila y Arcadio Díaz libros de historia, y cuyas ideas les parecieron vita-
Quiñones. De nuevo, la labor del Centro, al sacar a les a los primeros investigadores del Centro para
la luz los escritos y las opiniones olvidados de los entender plenamente la migración y la comunidad
líderes de la clase trabajadora de la nación, figura de de la diáspora.
manera prominente en la generación parteaguas Su «recuperación» por los historiadores del Cen-
de 1970, aun cuando la ubicación del Centro en el tro, sobre todo gracias a los vastos conocimientos
seno de la diáspora ha implicado que en ocasiones de Ricardo Campos, incluyó la producción del Por-
se le omita al mencionar las contribuciones a la his- tafolio proletario, otra notable contribución de esos
toriografía de Puerto Rico. primeros tiempos que a menudo se pasa por alto. El
Aunque bastante desconocido para los estudian- Portafolio, como se le llamaba, es una compilación
tes y los estudiosos de nuestros días, el autor de de nueve serigrafías realizadas por varios artistas
ese artículo extraordinario, Romero Rosa, era un puertorriqueños residentes en Nueva York, con re-
personaje de cierta relevancia y fama en su tiempo. tratos de líderes de la clase obrera entre quienes se
Nacido en 1863 y bautizado con el nombre de encontraban el propio Romero Rosa, Eduardo Con-
Ramón de Romeral, era un organizador de los tra- de, Manuel Francisco Rojas, Luisa Capetillo, Juana
bajadores, un articulista y un dramaturgo reconoci- Colón, Bolívar Ochart y otros, consagrados todos a
do, así como un importante vocero del movimiento la creación de las organizaciones y partidos de los
que se propuso, entre 1896 y 1907, crear un sindi- trabajadores y dirigentes de las luchas de los pobres
cato nacional, lo que condujo con el tiempo a la en su tiempo. El Portafolio aún se puede consultar
formación y la centralidad política de la Federación porque forma parte de la colección que se conserva
Libre de Trabajadores de Santiago Iglesias Pantín, en los Archivos del Centro.
entre 1899 y 1930. Tipógrafo de oficio, fue presi- Los artistas que intervinieron en la creación del
dente de la San Juan Union of Typographers, Portafolio fueron fundamentalmente los miembros
miembro fundador de la Federación Regional de del Taller Boricua, entre quienes se encontraban
los Trabajadores y cofundador del semanario En- Jorge Soto, Marcos Dimas, Fernando Salicrup y
sayo Obrero (1897), pionero en su momento. Y otros pintores nuyoricans que en realidad nunca
fue Ramón Romero Rosa quien defendió con fuer- habían oído hablar de esos personajes históricos
za en la Cámara de Puerto Rico los derechos de un tanto oscuros. Pero al igual que los investigado-
los jornaleros, enfrentándose a José de Diego, poeta res del Centro, esos artistas visuales sentían una

12

p6-60.pmd 12 23/05/2012, 13:51


profunda conexión con ellos, porque también pro- vistas cuando Evelina Antonetty compartió conmi-
venían de la clase obrera y tenían inclinaciones de go sus recuerdos del anciano Bernardo Vega, y de
izquierda, dada la radicalidad de la época. La com- cómo aprendió de él importantes lecciones políti-
prensión de esa genealogía clasista y política se pro- cas en su taller de tabaquero, su chinchal. «Don
fundizó mucho con las reveladoras Memorias de Berno», como afectuosamente lo llamaba, fue evi-
Bernardo Vega, que el Centro contribuyó a publi- dentemente un importante mentor de esa dinámica
car en 1977 en la versión brillantemente editada por dirigente y de muchas otras mujeres de la nueva
el importante dirigente de izquierda César Andreu generación de la década de 1950.
Iglesias, y cuya traducción al inglés, a mi cargo, viera Uno de los impulsores del proyecto del Porta-
la luz en 1984. En ese texto sobresale en agudo folio, al que contribuyó con su obra, y miembro
relieve la importancia fundamental del trabajo y la pleno de la comunidad del Centro, fue Jorge Soto.
clase para la historia de la diáspora puertorriqueña, De él son las imágenes que aparecen en las cubier-
al igual que la continuidad entre esa cultura proleta- tas y las ilustraciones de los dos Cuadernos, las
ria de inicios del siglo XX y la vida en las comunidades primeras publicaciones del Centro, a mediados de
de ese origen asentadas en los Estados Unidos. La la década de 1970, y su obra y sus ideas nutrieron
vida y la obra de Jesús Colón, un poco más joven esos análisis y esa producción tempranos. Soto,
que su «copoblano» y colega tabaquero Bernardo, cuya muerte prematura en 1987 representó una
ampliaron esa nueva perspectiva sobre la historia y pérdida irreparable, fue, sin duda, la voz más alta
la migración boricuas; el Centro se encargó tam- de la comunidad de las artes visuales nuyoricans
bién de reditar el conmovedor e instructivo A Puerto de su tiempo, una voz profundamente obrera y an-
Rican in New York (publicado en 1961, pero es- tirracista que a menudo irritó a quienes ocupaban
crito fundamentalmente en las décadas de 1940 y posiciones de poder y privilegio, o a quienes se ple-
1950), y los Archivos del Centro guardan la vasta y gaban a una comprensión de las cosas más con-
valiosa papelería y otros materiales de Colón, que vencional y acomodada. Quizá su logro mayor, y
documentan la vida y la lucha política puertorrique- su obra más famosa, fue su revisión iconoclasta de
ñas en esa ciudad. ese clásico de la pintura puertorriqueña que es El
La biblioteca del Centro lleva el nombre de la gran velorio, del maestro decimonónico Francisco Oller.
Evelina Antonetty, una ejemplar dirigente obrera. Entre las muchas modificaciones provocadoras que
Durante muchos años, los estudios sobre la historia le introdujo a la representación de Oller de un velo-
de la clase obrera en la diáspora no la tuvieron en rio rural estuvo la abrupta inserción del paisaje ur-
cuenta, al igual que a otras ilustres borinqueñas como bano neoyorquino y, sobre todo, la de una máquina
Antonia Denis y Antonia Pantojas, pero trabajos de coser Singer. El equipo fue prácticamente un leit-
posteriores realizados por los investigadores del motiv en la copiosa obra de Soto, y representaba
Centro, como el documento «Responses to Poverty su obsesión por poner en primer plano el trabajo
Among Puerto Rican Women», publicado en 1992, como el emblema de la presencia boricua en la diás-
contribuyeron a llenar ese vacío. Personalmente, tomé pora. También aludía al quehacer femenino, dado
aguda conciencia de los fuertes vínculos existentes que la costura primero, y después la industria de las
entre las luchas obreras y los esfuerzos de esas acti- confecciones fueron tan centrales en esa historia,

13

p6-60.pmd 13 23/05/2012, 13:51


aunque Jorge Soto no expresó a menudo esa pers- que no hay «alternativas» sin un vocabulario en
pectiva de género en términos explícitos. el cual expresarlas. El poeta es responsable de
No sé si Soto fue el primero que usó la Singer inventar lo nuevo. Lo nuevo necesita palabras
como un componente central de la representación que no se hayan oído o usado antes. El poeta
visual del trabajo de las puertorriqueñas en la diás- tiene que inventar un nuevo lenguaje, una nueva
pora, pero es claro que no fue el último. El más tradición de comunicación.
prominente fue Antonio Martorell, quien construyó
una elaborada instalación sobre el tema en la expo- E Iris Morales, una de las líderes del Partido de
sición «La casa de todos nosotros», que se exhibió los Young Lords que expresó con fuerza sus crite-
en el Museo del Barrio en 1992-1993; y en su ex- rios, consideraba que el papel de militante revolu-
posición titulada «Labor», Melissa Calderón lite- cionaria constituye una nueva alternativa para las
ralmente entreteje la Singer a los recuerdos visua- boricuas:
les de su abuela.
Obra de amor, amor a la obra: una visión total, Las puertorriqueñas [escribió por esos años] solo
expansiva e histórica del concepto y la práctica del tenían cuatro opciones: ama de casa, prostituta
trabajo puede abrir las puertas de la creatividad y o drogadicta, y cuando la sociedad necesitaba
la innovación. Internalizar la realidad profundamente más mano de obra para sus talleres ilegales, po-
deshumanizadora del trabajo en el capitalismo, e día convertirse en trabajadora. Ahora se le ha
internarnos en ella, puede alertarnos acerca de las abierto una nueva opción que amenaza la exis-
pérdidas que implica y de qué es lo que se pierde. tencia de la familia y el Estado. La Revolución.
En el nuevo contexto de la diáspora, y en tiempos
de rápidos cambios sociales como los inicios de la Se supone que la humanidad se manifieste y se
década de 1970, se produjo una búsqueda de al- exprese en el trabajo, en la actividad productiva,
ternativas, de otras formas de autoexpresarse y afir- pero la manera en que se inserta en la producción
mar lo humano, como enuncia con tanta fuerza la mayoría de los puertorriqueños y de los trabaja-
«Puerto Rican Obituary». La histórica antología dores en general, no permite que quede ninguna
Nuyorican Poetry (1975), editada por Miguel Al- humanidad en el proceso o el producto de su labor,
garín y Miguel Piñero, contemporáneos de Pietri, ninguna creatividad o posibilidad de innovación in-
está animada por esa búsqueda; la introducción de dicativas de libertad para determinar el movimiento
la colección comienza así: propio en el mundo. Porque el trabajo verdadera-
mente productivo, como la creación artística, tiene
Los puertorriqueños pobres tienen tres posibili- que ver de manera esencial con el movimiento, con
dades para sobrevivir. La primera es trabajar a no estancarse o ser víctima de una coerción que
cambio de un sueldo y vivir en deuda perpetua. obliga a la inmovilidad y la pasividad. En «Puerto
La segunda es negarse a cambiar horas por dó- Rican Obituary», Pedro Pietri da testimonio de la
lares y vivir «resolviendo». La tercera es crear parálisis social resultante del trabajo explotador, el
hábitos de conducta alternativos. Es ahí donde síndrome del «trabajaron y murieron». Pero en el fluir
comienzan las responsabilidades del poeta, por- de su extraordinario texto poético, Pietri también

14

p6-60.pmd 14 23/05/2012, 13:51


genera movimiento, agencia y trascendencia, gra- Are heard blasting
cias al poder de evocación de sus palabras e imá- The ear drums of the wind
genes. Ese es también el efecto que produce otro
poema de Pietri, uno de mis favoritos, aunque es Blind gentlemen
menos conocido, que se incluye en su libro Traffic Asist young ladies
Violations (1983). «No Parking At Any Time» es un With 20/20 vision
grito contra el estancamiento, contra quedarse para- Across the street
do y en el mismo lugar, contra la aceptación de la
direccionalidad, la sintaxis y la sucesión de cosas A deaf mute tries
usuales. Para concluir mis comentarios, dejo a los To sell a loose joint
lectores con unas estrofas desenfrenadamente surrea- To an unemployed priest [...]
listas, típicas de Pietri, quien parece hacer una su-
brepticia y fugaz aparición en los versos finales, en el Unpublished Poets dodge
papel de uno de los «Poetas inéditos»: Rocks the river throws
In their direction.8 c
The autumn leaves
Are extremely yellow Traducido del inglés por Esther Pérez
With orange blessings.

Everybody walks 8 Las hojas de otoño / Son extremadamente amarillas / Con


bendiciones anaranjadas. // Todos caminan / A cámara
In slow motion lenta / Equilibrando imaginarias / Latas de cerveza sobre
Balancing imaginary las cabezas / Bostezando a cada paso / Que dan con
Beer cans on their heads renuencia […] // Se oyen radios portátiles / Del tamaño
Yawning with every step de refrigeradores / Que aporrean / Los tímpanos del vien-
They reluctantly take [...] to // Caballeros ciegos / Ayudan a damiselas / Con 20/20
de visión / A cruzar la calle // Un sordomudo intenta /
Venderle un pito de yerba / A un sacerdote desempleado
Portable radios […] // Poetas inéditos esquivan / Las piedras que el río
The size of refrigerators lanza / En su dirección.

15

p6-60.pmd 15 23/05/2012, 13:51


RAÚL VALLEJO

Olmedo, cantautor de la patria*

E
l 31 de enero de 1847, diecinueve días antes de su muerte,
José Joaquín de Olmedo, ya de vuelta de su estancia de dos
años en Lima, escribía desde Guayaquil a su amigo y compa-
dre don Andrés Bello en un tono filosófica y políticamente desen-
cantado, más cercano al spleen de fin de siglo que a su habitual
serenidad y equilibrio espirituales:

[...] hace muchos años que, con mucha frecuencia, me asalta el


pensamiento de que (aquí entre nosotros) es incompleta, imper-
fecta, la redención del género humano, y poco digna de un Dios
infinitamente misericordioso. Nos libertó del pecado, pero no de
la muerte. Nos redimió del pecado, y nos dejó todos los males
que son efecto del pecado. Lo mismo hace cualquier libertador
vulgar, por ejemplo Bolívar: nos libró del yugo español, y nos
Revista Casa de las Américas No. 266 enero-marzo/2012 pp. 16-31

dejó todos los desastres de las revoluciones.1

¿Qué había sucedido en el corazón del poeta para que, veintidós


años después, el autor del Canto a Bolívar motejara de «liberta-
dor vulgar» al mismo que había llamado «árbitro de la paz y de la
guerra»? ¿De qué manera los sucesos políticos de la naciente repú-
blica que Olmedo tuvo que vivir habían transformado la idea sobre
* Este ensayo es parte de un trabajo lo heroico de la gesta independentista que él plasmó en su Canto?
mayor titulado Olmedo y Mera: can- ¿Se arrepentía tal vez de haber escrito: «¡Victoria por la patria! ¡oh
tautores de la patria, y fue leído en la Dios, victoria! / ¡Triunfo a Colombia y a Bolívar gloria!» o la su-
incorporación de su autor como miem-
bro correspondiente de la Academia
Ecuatoriana de la Lengua, el 30 de no- 1 José Joaquín Olmedo: Epistolario, ed. de Aurelio Espinosa Pólit, S.I., Pue-
viembre de 2011. bla, Editorial Cajica, Biblioteca Ecuatoriana Mínima, 1960, p. 300.

16

p6-60.pmd 16 23/05/2012, 13:51


puesta «vulgaridad» del Libertador era una expre- Los escritores civiles del siglo XIX asumieron
sión malhumorada producto del cáncer que lo con- con responsabilidad su condición de intelectuales
sumía por dentro? ¿O a lo mejor es esta, su última orgánicos durante la construcción de los Estados
carta, solo un ejemplo de las veleidades y angustia nacionales de nuestra América, y estuvieron per-
existenciales con las que vivieron los poetas civiles manentemente comprometidos con las causas de la
del siglo XIX: necesitados de la libertad de espíritu libertad, la moral y el progreso, entre otras simila-
para ver con criticidad el mundo y, al mismo tiem- res, según los conceptos ideológicos del siglo XIX,
po, comprometidos con la cotidianidad política para de la Patria a la que pertenecieron:
la construcción de ese mismo mundo del que no
podían evadirse por más que buscaran el remanso Mientras dura este laberinto, en que por desgra-
de la vida retirada? cia estoy también metido, y mientras que se se-
El poeta civil del siglo XIX fue parte no solo del rena el cielo político del Perú, me he quedado en
proceso estético que contribuyó a pensar la na- el seno de mi familia como en un puesto de ob-
ción, sino que también fue protagonista de los su- servación, pero siempre dispuesto a ir donde me
cesos políticos requeridos para construirla. Olme- llame el peligro y mi deber. ¿Qué he de hacer?
do fue un poeta civil heredero de la tradición Este es mi destino.3
neoclásica que cumplió como ciudadano, no sin
conflictos personales, las tareas políticas que él sen- El poeta cumplió con su destino patriótico. Ol-
tía que la Patria le demandaba en detrimento, la medo fue diputado en las Cortes de Cádiz, donde
mayoría de las veces, de su vocación literaria. Has- luchó a favor de la abolición de la mita; jefe político
ta un romántico como Juan María Gutiérrez –en- de Guayaquil, la primera ciudad que se independi-
tregado él mismo a la política de su patria– se la- zó en lo que hoy es Ecuador; primer vicepresiden-
mentaba en el prólogo a la edición chilena de la te, una vez constituida la república en 1830, y, ha-
poesía de Olmedo, que el propio Gutiérrez prepa- cia el final de su vida, en 1845, fue uno de los
ró un año después de la muerte del poeta, sobre la protagonistas de la Revolución Marcista (6 de marzo
entrega del vate a la causa política en perjuicio de de 1845) que destruyó al régimen dictatorial en el
su propia producción literaria: que devino la larga permanencia en el poder de Juan
José Flores.
La esterilidad de la carrera literaria antes de la Al mismo tiempo, Olmedo fue el autor del Can-
revolución, y después de ella los negocios públi- to a Bolívar, memoria poética sobre las gestas fun-
cos, le alejaron del cultivo exclusivo de las mu- damentales en la lucha por la independencia que
sas: su vida fue pública sin que pudiera gozar en comandó el Libertador: las batallas de Junín y de
ella como tal vez anhelaba, del largo reposo que Ayacucho que tuvieron lugar el 6 de agosto y el 9
exigen los trabajos mentales.2 de diciembre de 1824, respectivamente. Olmedo,
en la tradición de los poetas civiles del siglo XIX,
2 Juan María Gutiérrez: «Prólogo», en José Joaquín Olme-
do: Obras poéticas, Valparaíso, Imprenta Europea, 1848,
p. V. 3 Olmedo: Ob. cit. (en n. 1), pp. 227-228.

17

p6-60.pmd 17 23/05/2012, 13:51


fue uno de los autores y uno de los cantores de la dacional de la épica de nuestra América. Alguien
naciente América; en un sentido metafórico: can- podría señalar que La araucana, escrito en Chile
tautor de la Patria. en el siglo XVI por Alonso de Ercilla, es un poema
épico anterior, pero ni el autor –madrileño nacido en
El Canto a Bolívar: fundación 1533– ni el tema –la conquista de los araucanos
por parte de los españoles– corresponden a la cons-
de la épica de nuestra América
trucción heroica: La araucana es épica escrita por
Así como los griegos se vanaglorian de la Ilíada, un soldado español sobre la gesta victoriosa de los
de Homero, y los romanos de la Eneida, de Vir- conquistadores, la derrota del pueblo araucano y la
gilio, como cantos fundacionales que expresan el servidumbre posterior a la que este último fue so-
espíritu nacional de sus pueblos, así en nuestra metido.
América –con las distancias estéticas y culturales El Canto a Bolívar es un poema épico funda-
que existen ya establecidas por la crítica–, el Can- cional, no solo por el tema sino por el aliento poé-
to a Bolívar constituye, en la formación del canon tico que lo sustenta, que no celebra únicamente la
de la literatura hispanoamericana, la memoria poé- gesta libertaria de nuestra América liderada por los
tica de una gesta épica de la Patria naciente. criollos sino que también incluye el pasado indígena
Olmedo era conciente de las distancias y las li- –representado en términos simbólicos por la figura
mitaciones de su obra frente a los clásicos del gé- del Inca Huayna-Cápac–, como elemento indispen-
nero cuando en carta a Joaquín Araujo, del 29 de sable para la construcción de la nación mestiza, uno
junio de 1825, le dice: «Ud. me habla de la poste- de los proyectos ideológicos y políticos de las na-
ridad: y aun, hablando sobre mi composición, se ha cientes repúblicas durante el siglo XIX. Así se pre-
atrevido Ud. a mentar la Eneida. No, amigo: yo senta el Inca en el poema, definiéndose padre de
me conozco. La Eneida es un río del cual no mere- los combatientes de Junín, al mando de Bolívar, y
ce mi poema ser tenido ni por una gota».4 Mas, al declarando una espera de tres siglos para anunciar
mismo tiempo, Olmedo también está conciente de con su presencia el futuro de libertad:
lo significativa que es su empresa y del valor que
habrá de tener su Canto; así, en carta a Bolívar del Miró a Junín, y plácida sonrisa
31 de enero de 1825, cuando recién está borro- vagó sobre su faz. «Hijos» –decía– 375
neando el poema, le dice: «...si me llega el momen- «generación del sol afortunada,
to de la inspiración y puedo llenar el magnífico y que con placer yo puedo llamar mía,
atrevido plan que he concebido, los dos, los dos yo soy Huayna-Cápac, soy el postrero
hemos de estar juntos en la inmortalidad».5 del vástago sagrado;
En el proceso de construcción del canon hispa- dichoso rey, mas padre desgraciado». 380
noamericano, el Canto a Bolívar es el poema fun-
En este sentido, el Canto podría leerse como
una contribución poética que propone de manera
4 Ob. cit. (en n. 1), p. 258. embrionaria una representación simbólica del pro-
5 Ibíd., p. 246. yecto mestizo de nuestra América, a pesar de las

18

p6-60.pmd 18 23/05/2012, 13:51


objeciones literarias y políticas que hiciera el pro- de un lenguaje y un aliento correspondientes con la
pio Bolívar a Olmedo. Si bien el poeta no señala de materia poética y el enunciado poético de una pro-
manera expresa la construcción de una nación mes- puesta política para el gobierno de las repúblicas
tiza, el amplio protagonismo del Inca revela el valor nacientes, hacen del Canto a Bolívar el poema más
que Olmedo daba a la presencia de lo indígena en el representativo de la épica de nuestra América.
discurso patriótico. Más aún si relacionamos esa pre-
sencia del Inca con el discurso sobre la abolición de Aquiles critica a Homero: las cartas
la mita que diera en las Cortes. El argumento de Ol-
de Bolívar
medo convierte a los indios en ciudadanos de la, en
ese momento, nación española; así, luego de exigir la Había tanta prisa para hacerlo todo y muchas co-
abolición de las mitas y la derogatoria de las leyes sas reclamaban su nombre todavía. La Patria era
mitales, expone: una república en ciernes en la que los criollos y sus
familias se disponían a remplazar al poder de la
Sea este el desempeño de la primera obligación metrópoli. Había necesidad de cumplir casi todas
que por la Constitución hemos contraído, de con- las tareas civiles y las personas con las que se con-
servar y proteger la libertad civil, la propiedad y taba tenían que hacer de todo para cumplirlas. A
los derechos de todos los individuos que com- pesar de ya sentirse «un pequeño género humano»,
ponen la nación. ¡Qué!, ¿permitiremos que hom- según Bolívar,7 los americanos todavía no se veían
bres que llevan el nombre español, y que están a sí mismos como un pueblo que integraba a los
revestidos del alto carácter de nuestra ciudada- pueblos originarios, pero luchaban por gobernar
nía, permitiremos que sean oprimidos, vejados y estas tierras bajo los cánones republicanos en rem-
humillados hasta el último grado de servidum- plazo de la corona española:
bre? Señor, aquí no hay medio, o abolir la mita
de los indios o quitarles ahora mismo la ciudada- [...] mas nosotros, que apenas conservamos ves-
nía que gozan justamente.6 tigios de lo que en otro tiempo fue, y que por otra
parte no somos indios ni europeos, sino una espe-
El tema heroico de dos batallas fundamentales cie media entre los legítimos propietarios del país
para el afianzamiento de la independencia america- y los usurpadores españoles; en suma, siendo
na, la de Junín y la de Ayacucho, y la verdad histó- nosotros americanos por nacimiento y nuestros
rica de los hechos narrados; la construcción de la derechos los de Europa, tenemos que disputar
figura del héroe en la persona de Bolívar, «el hijo
de Colombia y Marte» e, incluso, la mitificación de
la presencia indígena en el imaginario nacional sim- 7 «Nosotros somos un pequeño género humano; posee-
bolizada en la figura del Inca; así como la selección mos un mundo aparte, cercado por dilatados mares, nue-
vo en casi todas las artes y ciencias aunque en cierto
modo viejo en los usos de la sociedad civil». Dicho en la
6 Olmedo: Poesía-Prosa, ed. Aurelio Espinosa Pólit, S.I., «Carta de Jamaica», de 6 de septiembre de 1816, en Si-
Puebla, Editorial Cajica, Biblioteca Ecuatoriana Mínima, món Bolívar: Doctrina del Libertador, Caracas, Biblio-
1960, p. 385. teca Ayacucho No.1, 2009 [1976], p. 73.

19

p6-60.pmd 19 23/05/2012, 13:51


estos a los del país y mantenernos en él contra la literaria que nos ha quedado de la guerra de Troya:
invasión de los invasores.8 «Si yo no fuera tan bueno y Vd. no fuese tan poeta,
me avanzaría a creer que Vd. había querido hacer
Bolívar y Olmedo, el guerrero y el poeta, fueron una parodia de la Ilíada con los héroes de nuestra
legisladores y hombres de Estado. Ambos, prota- pobre farsa».10
gonistas de la Patria naciente: el uno como adalid No lo dice pero lo vive en su condición de perso-
de la guerra de independencia transformado en hé- na: la caída en el «abismo de la nada» se debe a la
roe de un poema, el otro como poeta de esa lucha fuerza de la poesía. Despojado de su condición de
que hizo del guerrero el héroe mítico del canto que mortal y transformado en imperecedero héroe de la
celebra dicha gesta. Pero, además, con la particu- literatura en vida, qué le quedaba sino arrastrar el
larísima condición de actores de la inédita situación, peso consagratorio de la gloria poética confron-
vital y literaria, de ser el poeta y el héroe del poema tando hasta la muerte sus posteriores actuaciones
que discuten entre sí acerca de la obra lírica. en medio de la miseria de la política cotidiana de
La primera respuesta de Bolívar es la de un hom- las nacientes repúblicas: lucha contra caudillos lo-
bre culto, de sólida formación clásica, que se mani- cales que se oponían a su proyecto integrador, su
fiesta maravillado luego de la primera lectura de un anhelo de concentración de poder para combatir-
poema que considera producto más «de un Apolo» los, traiciones cuya expresión más demoledora fue
que de un poeta. Según se desprende de su carta el asesinato de Sucre, el final de un sueño con la
fechada en Cusco el 27 de junio de 1825, parece- desintegración de la Gran Colombia, la soledad
ría que Bolívar recibe con pudoroso asombro su del héroe vilipendiado por todos en la hora de su
conversión en héroe literario y reacciona con cau- muerte en Santa Marta. Esa «nuestra pobre far-
tela: «Vd., pues, nos ha sublimado tanto, que nos sa», en definitiva.
ha precipitado al abismo de la nada, cubriendo con Lo dicho hay que entenderlo también en medio
una inmensidad de luces el pálido resplandor de del tono de chanza amistosa que, siguiendo las car-
nuestras opacas virtudes».9 tas, Bolívar solía usar con Olmedo en su corres-
Conciente de la importancia relativa del indivi- pondencia. De hecho, ese tono informal también lo
duo en las gestas históricas, como también de las usaba Olmedo con el Libertador en los términos en
limitaciones heroicas que conlleva la política en su que una relación de amistad así lo permite. Cuando
ejecución cotidiana, Bolívar parece curarse en sa- el poema todavía estaba en ciernes, en carta del 31
lud al momento de valorar en menos su propia ac- de enero de 1825, el poeta que, al parecer, había
tuación heroica al compararla con la memoria recibido alguna recomendación por parte de Bolí-
var para que su presencia dentro del poema no fuera
lo protagónica que terminó siendo, le responde:
8 Ob. cit. (en n. 7), pp. 73-74.
9 La carta está reproducida por Manuel Cañete en su estu- Usted me prohíbe expresamente mentar su nom-
dio sobre Olmedo, aparecido en R. Blanco Fombona
(comp.): Autores americanos juzgados por españo-
bre en mi poema. ¿Qué, le ha parecido a usted
les, París, Casa Editorial Hispano-Americana, 1902,
pp. 128-129. 10 Ibíd., p. 129.

20

p6-60.pmd 20 23/05/2012, 13:51


que porque ha sido dictador dos o tres veces de Perú y de la América; pero en medio de la fiesta
los pueblos, puede igualmente dictar leyes a las una voz terrible anuncia la aparición de un Inca
Musas? No, señor. Las Musas son unas mozas en los cielos. Este Inca es emperador, es sacer-
voluntariosas, desobedientes, rebeldes, despó- dote, es un profeta. Este, al ver por primera vez
ticas (como buenas hembras), libres hasta ser li- los campos que fueron el teatro de los horrores
cenciosas, independientes hasta ser sediciosas. y maldades de la conquista, no puede contener-
[…] Si a usted no le gusta que le alaben, ¿por se de lamentar la suerte de sus hijos y de su pue-
qué no se ha estado durmiendo, como yo, cua- blo. Después aplaude la victoria de Junín, y anun-
renta años?11 cia que no es la última. Entra entonces la predicción
de la victoria de Ayacucho.
En carta del 15 de mayo de 1825, luego de ha-
ber enviado a Bolívar quince días atrás la primera Como el fin del poeta era cantar solo a Junín, y
versión del Canto, copiada por él mismo, Olmedo el canto quedaría defectuoso, manco, incompleto
le describe con largueza el plan del poema, «gran- sin anunciar la segunda victoria, que fue la decisiva,
de y bello (aunque sea mío)». La minuciosa des- se ha introducido el vaticinio del Inca lo más prolijo
cripción del plan por parte de su autor se ha con- que ha sido posible para no defraudar la gloria de
vertido en un documento sustancial tanto para la Ayacucho, y se han mentado los nombres del ge-
historia de la escritura del Canto, cuanto para la crí- neral que manda y vence y de los jefes que se dis-
tica del mismo. La explicación del plan y su estética tinguieron para rendir ese homenaje a su mérito y
por parte de Olmedo y la respuesta político-litera- para darles desde Junín la esperanza de Ayacucho
ria que, en términos privados, le escribe Bolívar, que debe servirles de nuevo aliento y ardor en la
contienen los elementos básicos del debate de la batalla. Concluye el Inca deseando que no se res-
crítica sobre el Canto hasta el día de hoy. Trans- tablezca el cetro del imperio, que puede llevar al
cribo in extenso la descripción de Olmedo que pueblo a la tiranía. Exhorta a la unión, sin la cual no
demuestra la enorme confianza que tenía el poeta podrá prosperar la América; anuncia la felicidad que
en la fuerza y coherencia de la composición de su nos espera; predice que la Libertad fundará su tro-
poema: no entre nosotros y que esto influirá en la de todos
los pueblos de la tierra; en fin, predice el triunfo de
Mi plan fue este. Abrir la escena con una idea Bolívar. Pero la mayor gloria del héroe será unir y
rara y pindárica. La Musa arrebatada con la vic- atar todos los pueblos de América con un lazo fe-
toria de Junín emprende un vuelo rápido; en su deral, tan estrecho que no haga sino un solo pue-
vuelo divisa el campo de batalla, sigue a los com- blo, libre por sus instituciones, feliz por sus leyes y
batientes, se mezcla entre ellos y con ellos triun- riqueza, respetado por su poder.
fa. Esto le da ocasión para describir la acción y Apenas concluye el Inca, todos los cielos aplau-
la derrota del enemigo. Todos celebran una vic- den: de improviso se oye una armonía celestial; es el
toria que creían era el sello de los destinos del coro de las vestales del Sol, que rodean al Inca
como a su Gran Sacerdote. Ellas entonan las ala-
11 Olmedo: Ob. cit. (en n. 1), p. 246. banzas del Sol, piden por la prosperidad del imperio

21

p6-60.pmd 21 23/05/2012, 13:51


y por la salud y gloria del Libertador. En fin, descri- Bolívar, además, realiza en su carta algunas ob-
ben el triunfo que predijo el Inca. Lima abate sus servaciones menores –observaciones que, en su
muros para recibir la pompa triunfal: el carro del triun- mayoría, sirvieron para que Olmedo corrigiera la
fador va adornado de las Musas y de las Artes; la piel del texto– mas, en lo sustancial, el Libertador
marcha va precedida de los cautivos pueblos, esto es tremendamente elogioso acerca del poema y no
es, todas las provincias de España representadas por se limita a realizar una alabanza genérica sino que
los jefes vencidos, etcétera.12 va señalando la parte que corresponde al juicio ce-
La aparición del Inca, su presencia prolongada lebratorio. En el antepenúltimo párrafo de su carta
en el poema y, sobre todo, el contenido político de hace una síntesis de sus elogios al escribir:
su discurso son las objeciones frecuentes que se
han hecho al Canto. Bolívar, el primero: «El plan Permítame Vd., querido amigo, le pregunte: ¿de
del poema, aunque en realidad es bueno, tiene un dónde sacó Vd. tanto estro para mantener un
defecto capital en su diseño». Si bien, en principio, canto tan bien sostenido desde su principio has-
Bolívar reconoce que el plan está concebido de ta el fin? El término de la batalla da la victoria, y
buena manera, su observación –que él llama «de- Vd. la ha ganado porque ha finalizado su poema
fecto capital en su diseño»– tiene que ver con la con dulces versos, altas ideas y pensamientos fi-
amplitud de espacio que Olmedo le concedió al Inca losóficos.14
en el poema en detrimento de la figura misma del
Libertador: Bolívar observa que es el Inca el que parece «el
asunto del poema»; mas decirlo carece de sentido
Usted ha trazado un cuadro muy pequeño para literario puesto que el Inca en el poema aparece en
colocar dentro un coloso que ocupa todo el ám- función de la victoria de Junín y de la porvenir vic-
bito y cubre con su sombra a los demás perso- toria de Ayacucho; es decir, como un recurso de
najes. El Inca Huayna-Cápac parece que es el continuidad en una obra donde todo gira en rela-
asunto del poema: él es el genio, él la sabiduría, ción a la figura heroica de Bolívar. Por lo demás, la
él es el héroe en fin. Por otra parte no parece interpretación política que hace Bolívar del extenso
propio que alabe indirectamente a la religión que parlamento del Inca es un punto fuerte de su crítica
le destruyó; y menos parece propio aún, que no aunque ignora que este es, sobre todo, presencia
quiera el restablecimiento de su trono, para dar simbólica para uso poético y no aparición fantasma-
preferencia a extranjeros intrusos, que aunque górica para uso político. No obstante las críticas de
vengadores de su sangre, siempre son descen- este solo aspecto, el entusiasmo de Bolívar por el
dientes de los que aniquilaron su imperio: este poema es indiscutible y lo expresa sin melindres en
desprendimiento no se lo pasa a Ud. nadie. La el párrafo que sigue:
naturaleza debe presidir a todas las reglas, y esto
no está en la naturaleza.13 Confieso a cielos. Vd. conserva en la mayor parte
del canto un calor vivificante y continuo: algunas
12 Ob. cit. (en n. 1), pp. 253-254.
13 Blanco Fombona (comp.): Ob. cit. (en n. 9), p. 131. 14 Ibíd., p. 133.

22

p6-60.pmd 22 23/05/2012, 13:51


de las inspiraciones son originales; los pensamien- mente la figura del héroe; en Junín no le hubiéra-
tos nobles y hermosos: el rayo que el héroe de mos visto todo; en Ayacucho le hubiéramos vis-
Vd. presta a Sucre es superior a la cesión de las to a demasiada distancia. Era, pues, indispensa-
armas que hizo Aquiles a Patroclo. La estrofa ble acercar estos dos puntos e identificarlos, y el
130 es bellísima: oigo rodar los torbellinos y veo poeta ha sabido sacar de esta necesidad misma
arder los ejes: aquello es griego, es homérico. grandes bellezas, pues la parte más espléndida y
En la presentación de Bolívar en Junín, se ve, animada de su canto es incontestablemente la
aunque de perfil, el momento antes de acome- aparición del Inca.16
terse Turno y Eneas. La parte que Vd. da a
Sucre es guerrera y grande. Y cuando habla de Posiciones enconadas han existido sobre el Can-
Lamar, me acuerdo de Homero cantando a su to y la poesía de Olmedo. Los hermanos Luis y Gre-
amigo Mentor: aunque los caracteres son dife- gorio Amunátegui, en su Juicio crítico de algunos
rentes, el caso es semejante; y por otra parte, poetas americanos (1861), señalan: «Olmedo es lo
¿no será Lamar un mentor guerrero?15 que se llama un poeta verdaderamente clásico, tie-
ne más habilidad que inspiración, más ciencia que
La queja de Bolívar sobre la presencia del Inca es pasión. Es gobernado no por el arrebato, sino por
refutada por Andrés Bello, sin ser mencionada, en el cálculo de los efectos que pueden producir estos
una crítica literaria temprana sobre el poema en la procedimientos».17 Miguel Antonio Caro, en 1879,
que, por lo contrario –después de indicar que «el critica severamente el plan:
título de este poema pudiera hacer formar un con-
cepto equivocado de su asunto, que no es en reali- Y violento fue el recurso de Olmedo, que la pro-
dad la victoria de Junín, sino la libertad del Perú»–, la curó, suscitando un Deus ex machina. Esta es
celebra como «ingeniosa» solución de una dificultad la parte del plan en que él se deleita por el placer
de composición frente a la verdad histórica: de la dificultad vencida, e imaginando que todo
vencimiento es de buena ley; y el «trabajo im-
Todo pasa en Junín, todo está enlazado con esta ponderable» del plan no puede ser otro que el
primera función, todo forma en realidad parte de que ocasionaba haber de desarrollar una idea
ella. Mediante la aparición y profecía del Inca capital absurda, teniendo que disponer y orde-
Huayna-Cápac, Ayacucho se transporta a Junín, nar en boca del Inca multitud de cosas que el
y las dos jornadas se eslabonan en una. Este plan poeta, y no su aparecido, debían decir sobre
se trazó a nuestro parecer con mucho juicio y
tino. La batalla de Junín, sola, como hemos ob- 16 Olmedo: La Victoria de Junín. Canto a Bolívar, facsi-
servado, no era la libertad del Perú. La batalla milar de la edición londinense de 1826, comentada por
Rafael Bernal Medina, Bogotá, Academia Colombiana
de Ayacucho la aseguró, pero en ella no mandó
de Historia, 1974, p. 108.
personalmente el general Bolívar. Ninguna de las
17 Citado por Juan León Mera en Ojeada histórico-críti-
dos por sí sola proporcionaba presentar digna- ca sobre la poesía ecuatoriana, 2da. edición, Barcelo-
na, Imprenta y Litografía de José Cunill Sala, 1893 [1868],
15 Ibíd., pp. 132-133. pp. 228-229.

23

p6-60.pmd 23 23/05/2012, 13:51


Ayacucho, sobre la libertad del Perú, y los des- la sapiencia que le caracteriza el problema de la
tinos de América. aparición del Inca y la unidad del poema:

Pese a lo dicho acerca del plan, es el mismo Caro Hay unidad en La Victoria de Junín; pero esta
quien refuta las afirmaciones de los Amunáteguis: unidad proviene, más que de la profecía del Inca,
«Ciertamente Olmedo es poeta clásico, en todo de la virtud unificadora de la forma, maravillosa-
sentido; jamás imitador servil. Su poema tiene el mente sostenida en su pujanza y belleza; –unifi-
sabor de antigüedad que le comunican el castizo cación por cierto más que suficiente; y que hace
lenguaje y la entonación levantada y noble».18 Juan más sensible el que tan a costa suya se empeña-
León Mera, en su Ojeada histórico-crítica sobre ra Olmedo en una unidad material más tangible
la poesía ecuatoriana (1868), concluye: pero menos estética.20

¡Y Olmedo se paraba a calcular cuando así es- Marcelino Menéndez y Pelayo, quien realizó quizá
cribía!, ¡y estos versos y otros de igual belleza y la más completa obra crítica sobre la poesía ameri-
fuerza, casi todos los que produjo su admirable cana del siglo XIX, consagra de forma definitiva a
numen, son más bien obra de una especie de ha- Olmedo como «uno de los tres o cuatro grandes
bilidad mecánica, y no del estro en que hervía poetas del mundo americano» en su célebre Histo-
su alma! Nos inclinamos a creer que los señores ria de la poesía hispanoamericana, de 1913: «pin-
Amunáteguis juzgaron así de tan insigne poeta, dárico, la continua efervescencia del estro varonil y
solo por el simple antojo de juzgarle; pero anto- numeroso, el arte de las imágenes espléndidas y de
jo que ha venido a poner en duda su buen gusto los metros resonantes, que a la par hinchan el oído
y discernimiento, como los de quien dijera que la y pueblan de visiones luminosas la fantasía».21
aurora es verde y que el panal sabe a zumo de Pero, mucho antes que la larga serie de criterios
verbena.19 de los especialistas e historiadores literarios, las opi-
niones primeras de Bolívar acerca del Canto consti-
El P. Aurelio Espinosa Pólit, S.I., analiza minu- tuyen un testimonio especial y único que parece ex-
ciosamente el problema de la unidad del poema, traído de la metaliteratura cervantina: un personaje
confronta las opiniones de Bello y Caro, y comenta histórico con conciencia de ser un personaje de la
la ruptura del precepto horaciano de unidad en di- ficción literaria que se ve a sí mismo en un libro ofre-
versas obras como el Áyax, de Sófocles, o las cido al público en una librería. La mirada ciega del
Euménides, de Esquilo, señalando que los clásicos guerrero Aquiles confrontada con la ceguera visio-
no se preocupaban por cumplir reglas sino por naria del poeta Homero, la atronadora confusión de
desentrañar la condición humana, para zanjar con la guerra con la silenciosa iluminación de la poesía.

18 Citado por Hernán Rodríguez Castelo en Olmedo, el 20 Aurelio Espinosa Pólit, S.I.: Olmedo en la historia y en
hombre y el escritor, Quito, Academia Nacional de His- las letras, Quito, Editorial Clásica, 1955, pp. 113-114.
toria, 2009, pp. 134 y 137. 21 Citado por Hernán Rodríguez Castelo en Olmedo, el
19 León Mera: Ob. cit. (en n. 17), p. 231. hombre y el escritor, p. 157.

24

p6-60.pmd 24 23/05/2012, 13:51


Las cuitas del poeta ante su poema con el poema no se compadeciera de aquello que
finalmente logra en el texto; como si el poeta, a pe-
Las cartas de Olmedo durante la escritura del Can- sar de todo el trabajo y la entrega que pone en él,
to nos proveen también de un material exquisito para estuviera agobiado por la imposibilidad de concre-
testimoniar la angustia creativa que consume al poe- tar en el poema la esperanza de realización de lo
ta en situaciones que serían más propias de un ro- sublime, de la poesía que lo consume. Esta insatis-
mántico que de un neoclásico. La primera carta en la facción con el resultado de lo producido parecería
que tenemos noticia de que está escribiendo el Can- ser una manifestación generalizada de los escrito-
to, o por lo menos que está comenzando a escribir- res y radica en el hecho de que todo artista concibe
lo, es la que dirige al Libertador el 31 de enero de el sentido del arte en una esfera de lo utópico que,
1825. En ella, Olmedo confiesa que se sintió con- por lo mismo, resulta una imposibilidad de realiza-
mocionado por la victoria de Junín y que aquella lo ción en sí misma:
motivó a plantearse la escritura de un canto celebra-
torio de la misma. El poeta revela, como punto ini- Por otra parte aseguro a usted que todo lo que
cial del proceso de creación, su entusiasmo para voy produciendo me parece malo y profundísi-
escribir acerca de un suceso histórico que lo con- mamente inferior al objeto. Borro, rompo, en-
mueve; frente a ese entusiasmo, sin embargo, la pro- miendo, y siempre malo. He llegado a persua-
saica cotidianidad le impide la escritura. Este es tal dirme de que no puede mi Musa medir sus fuerzas
vez el problema que más agobia a los escritores: la con ese gigante. [...] Antes de llegar el caso es-
confrontación del espacio de aislamiento que requiere taba muy ufano, y creí hacer una composición
toda escritura frente a las urgencias de lo cotidiano. que me llevase con usted a la inmortalidad; pero
venido el tiempo me confieso no solo batido sino
Vino Junín, y empecé mi canto. Digo mal; empe- abatido. ¡Qué fragosa es esta sierra del Parna-
cé a formar planes y jardines; pero nada adelan- so, y qué resbaladizo el monte de la Gloria!23
té en un mes. Ocupacioncillas que, sin ser de
importancia, distraen, atencioncillas de subsisten- Durante la escritura del Canto nos enteramos de
cia, cuidadillos domésticos, ruidillos de ciudad, qué manera el proyecto se le había ido de las ma-
todo contribuyó a tener la musa estacionaria. Vino nos a Olmedo. Suele pasar que las Musas conducen
Ayacucho, y desperté lanzando un trueno. Pero las intenciones del poeta por sus particulares y se-
yo mismo me aturdí con él, y he avanzado poco. cretos caminos. El 31 de enero, el poeta confesaba:
Necesitaba de necesidad 15 días de campo, y «apenas tengo compuestos 50 versos»; dos meses y
no puede ser por ahora.22 medio después, esto es lo que le cuenta a Bolívar:

En Olmedo también existe de manera constante se ha prolongado más de lo que pensé. Creí ha-
el descontento con lo que produce su escritura. Es cer una cosa como de 300 versos, y seguramen-
como si la idea que tiene de lo que quiere conseguir te pasará de 600. Ya estamos en 520; y aunque

22 Olmedo: Ob. cit. (en n. 1), p. 244. 23 Ibíd.

25

p6-60.pmd 25 23/05/2012, 13:51


ya me estoy precipitando al fin, no sé si en el ción londinense del Canto. Olmedo no responde a
camino ocurra dar un salto, o un vuelo a alguna Bolívar sino con la reafirmación de la idea que sos-
región desconocida. No era posible, mi querido tiene a su plan, excusándose por los errores de im-
señor, dejar en silencio tantas cosas memorables, presión del poema y explicando que ha realizado
especialmente cuando no han sido cantadas por algunas correcciones. Pero lo más interesante de la
otra musa.24 respuesta de Olmedo es la asunción por su parte
de la idea romántica de la libertad del poeta sobre
La versión final del Canto tiene novecientos seis la escritura de poesía abiertamente en contra de las
versos, y si estuvo terminado para el 30 de abril, reglas de las poéticas clásicas esgrimidas por Bolí-
según la fecha de la carta con la que el poeta envía el var para criticar el plan del Canto:
poema manuscrito al Libertador, quiere decir que ¡Ol-
medo escribió más de la tercera parte del poema en ¿Pero quién es el osado que pretenda encade-
menos de quince días y en ese mismo tiempo corri- nar el genio y dirigir los raptos de un poeta líri-
gió el Canto en su totalidad! En esta carta, Olmedo co? Toda la naturaleza es suya; ¿qué hablo yo
vuelve a expresar su descontento frente al resultado de naturaleza? Toda la esfera del bello ideal es
y, sin embargo, con qué satisfacción y modestia, suya. El bello desorden es el alma de la oda como
abriendo el paraguas antes de que lluevan las críti- dice su mismo Boileau de usted. Si el poeta se
cas, le envía una copia del poema a su héroe: remonta, dejarlo; no se exige de él sino que no
caiga. Si se sostiene, llenó su papel, y los críticos
Pensé que esta carta fuese tan larga como mi más severos se quedan atónitos con tanta boca
canto; pero no puede ser, porque ya el correo abierta, y se les cae la pluma de la mano.26
apura, y todo el tiempo lo he gastado en copiar
mis versos por cumplir la promesa que hice a La preocupación por la obra que habrá de pu-
usted de remitírselos en este correo. En el que blicar es permanente en Olmedo. El poeta es con-
viene haré todas las observaciones que me ciente de lo trascendente y de lo menor en su pro-
ocurran contra mí mismo. Porque yo no estoy ducción literaria. A su amigo Bello le escamotea
contento con mi composición. Pensaba dejarla textos cuando este se los pide y, casi al final de su
dormir un mes para limarla y podarle siquiera vida, cuando se entera de que Juan María Gutiérrez
trescientos versos, porque su longitud es uno está preparando una edición de sus poemas, Ol-
de sus vicios capitales. ¡Cómo va usted a fasti- medo, en la misma carta del 31 de diciembre de
diarse!25 1846 en la que le da indicaciones acerca de una
última corrección a unos versos del Canto, advier-
La respuesta a las observaciones que hiciera te con inquietud:
Bolívar llegó recién el 19 de abril de 1926, cuando
Olmedo ya estaba en Londres preparando la edi- Mucho me ha asustado Ud. diciéndome que a
más de Junín, Miñarica, Epístola de Pope, tiene
24 Ob. cit. (en n. 1), p. 250.
25 Ibíd., p. 251. 26 Ibíd., p. 264.

26

p6-60.pmd 26 23/05/2012, 13:51


otras cositas mías para publicarlas. Cuidado, El poeta es muy cuidadoso acerca de lo que es-
amigo. ¿Qué serán esas cositas? No se desacre- tima poesía de buena ley; muy exigente con aquello
dite Ud. ni me desacredite. Ni mi edad ni el nom- que quiere que se publique; muy avaro con lo que
bre de Ud., ni el mérito de su empresa, ni el considera digno de mostrarse. Y, no obstante, ya
tiempo es de cositas.27 fallecido, aparecen los académicos que se empe-
ñan en publicar cualquier papelillo del escritorio del
La carta revela, más allá de las quejas constan- autor, indefenso, con la excusa de que la posteri-
tes acerca de que hubiesen podido ser mejores dad conocerá mejor la obra cuando el mismo aca-
poemas, aquellos textos poéticos de los que está, démico es el primero en desdecir de la calidad lite-
al menos medianamente, satisfecho el poeta Olme- raria del inédito encontrado. A Olmedo le sucedió
do: el Canto a Bolívar, la Oda al general Flores, lo dicho con poemas de ocasión y versos familiares
vencedor de Miñarica, y sus traducciones de las que, junto a su obra trascendente, fueron reunidos
tres epístolas del Ensayo sobre el hombre, de como libro –algunos inéditos, otros publicados para
Alexander Pope. la ocasión– después de su muerte. Las cuitas y los
Ante la oda de Miñarica, Olmedo tiene senti- pudores del poeta fueron, como en el caso del hé-
mientos encontrados: por un lado, sabe que la Musa, roe de su Canto, un arar en el mar.
como él dice, volvió a visitarlo con sus mejores
versos –Al General Flores, el 1 de abril de 1835: La mitificación temprana de Bolívar
«Después de diez años de sueño me despertó la
victoria de Miñarica, lo que me sorprendió en tér- Tiempo de heroísmo en cada espacio donde se cons-
minos que me creía poeta o versificador por la pri- truía el destino libre de la Patria. En el campo de
mera vez»–28 y está, más que probable, conciente batalla, ofrenda de vidas jóvenes sin más futuro que
de que este poema es un texto que se acerca en la gloria. Clandestinidad preñada de peligros en la
mucho a lo sublime poético que él imaginaba. En redacción de las proclamas por la libertad. Ilusiones
carta del 18 de noviembre de 1840, dirigida al doc- de sentimientos nobles y de permanencia en la pos-
tor José Fernández Salvador, al tiempo que le en- teridad. También desencantos tempranos: la Patria
vía dos ejemplares del poema le explica: naciente engendraba en sí la semilla de la discordia
de los caciques, los jóvenes caídos no alcanzaban
La oda a Miñarica... El argumento no es favora- más gloria que la de constar en un parte de batalla,
ble. No es bueno cantar guerras civiles: el elogio los principios proclamados se estrellaban contra el
de los vencedores no puede hacerse sin mengua de muro de los intereses de las facciones.
los vencidos; y vencidos y vencedores, todos son En medio de esta coyuntura histórica, la figura
nuestros hermanos. Con todo mi corazón quisiera de Simón Bolívar se yergue como la del soldado y
borrar algunos versos de esa composición.29 la del estadista llevado a la acción militar y política
acompañado de un visionario pensamiento acerca
27 Ibíd., p. 297. de la nación americana. Bolívar tiene claro el límite
28 Ibíd., p. 281. del ideal y analiza la realidad social y cultural de los
29 Ibíd., p. 293. pueblos americanos. En la ya citada «Carta de

27

p6-60.pmd 27 23/05/2012, 13:51


Jamaica», expresa la posición que, más o menos, por la inflamada esfera,
sostendrá durante el resto de su vida: al Dios anuncia que en el cielo impera.

Es una idea grandiosa pretender formar de todo Y el rayo que en Junín rompe y ahuyenta 5
el Mundo Nuevo una sola nación con un solo la hispana muchedumbre
vínculo que ligue sus partes entre sí y con el que, más feroz que nunca, amenazaba,
todo. Ya que tiene un origen, una lengua, unas a sangre y fuego, eterna servidumbre,
costumbres y una religión, debería, por consi- y el canto de victoria
guiente, tener un solo Gobierno que confederase que en ecos mil discurre, ensordeciendo 10
los diferentes estados que hayan de formarse; mas el hondo valle y enriscada cumbre,
no es posible, porque climas remotos, situa- proclaman a Bolívar en la tierra
ciones diversas, intereses opuestos, caracte- árbitro de la paz y de la guerra.
res desemejantes, dividen la América.30
La presencia de Bolívar en el campo de batalla
Casi todo en los primeros años de la indepen- lo domina todo. Las tropas se mueven bajo su mi-
dencia de nuestra región gira alrededor de Bolívar: rada y su mando. Él es el héroe que conduce a sus
los afectos de quienes admiran y admiten su lide- huestes hacia la victoria patriótica. Bolívar es el
razgo; los desafectos de quienes lo ven como un guerrero sin par, una especie de semidios griego,
obstáculo para sus intereses y sustraen el gobierno «el hijo de Colombia y Marte», que mueve sus ejér-
de su comarca al de la república grande. Olmedo, citos con la voluntad de su palabra inflamada de
con el Canto a Bolívar, escrito y publicado en patriotismo, «lidiar con valor y por la patria / es el
medio de la celebración de la victoria pero también mejor presagio de victoria», con el arrojo de sus
de las mezquinas realidades políticas, viene a tomar movimientos, «un corcel impetuoso fatigando / dis-
partido de manera gloriosa y sin temores por el Li- curre sin cesar por toda parte», en el escenario de
bertador, convirtiéndolo en un héroe poético des- la guerra:
pojado de sus debilidades humanas.
La conversión de Bolívar en héroe mítico de la ¿Quién, aquel que, al trabarse la batalla,
gesta de la independencia aparece en entrada triunfal ufano como nuncio de victoria,
desde los trece primeros versos del Canto, altiso- un corcel impetuoso fatigando, 110
nantes, marciales: un trueno horrendo, un rayo que discurre sin cesar por toda parte...?
rompe y ahuyenta, un canto victorioso, lanzan la ¿Quién sino el hijo de Colombia y Marte?
proclama en medio de la Naturaleza atónita, «árbi-
tro de la paz y la guerra»: Ahora bien, los héroes míticos mueren sin ver
coronados sus anhelos y, en más de una ocasión,
El trueno horrendo que en fragor revienta derrotados por las fuerzas que se han opuesto a
y sordo retumbando se dilata sus buenos deseos para con la Patria. Contribuyen
a la construcción del héroe mítico su renunciamien-
30 Simón Bolívar: Ob. cit. (en n. 7), p. 84. to a posiciones, rencores y su generosidad para con

28

p6-60.pmd 28 23/05/2012, 13:51


los enemigos. La última carta de Bolívar, desde San con leyes, con armas, con triunfos inmortales
Pedro Alejandrino, el 10 de diciembre de 1830, una ser, nombre, libertad, poder y gloria.
semana antes de su muerte, corrobora lo dicho: 1831 32

Habéis presenciado mis esfuerzos para plantear La mitificación temprana convirtió a Bolívar en
la libertad donde reinaba antes la tiranía. He tra- objeto partidario de lecturas contemporáneas, las
bajado con desinterés, abandonado mi fortuna y más de las veces arrancadas de su contexto sin
aun mi tranquilidad. Me separé del mando cuan- contemplaciones por la historia ni la rigurosidad
do me persuadí [de] que desconfiabais de mi des- académica. Así, Bolívar ha sido convertido en mon-
prendimiento. Mis enemigos abusaron de vues- tonero liberal o en enemigo gratuito de causas au-
tra credulidad y hollaron lo que me es más tonomistas de hoy, en precursor del movimiento
sagrado, mi reputación y mi amor a la libertad. guerrillero de los sesenta o en vocero de proyectos
He sido víctima de mis perseguidores que me de tendencia caudillista de corte autoritario.
han conducido a las puertas del sepulcro. Yo los Los países requieren de los héroes pero a con-
perdono. […] ¡Colombianos! Mis últimos votos dición de que dichos héroes, Bolívar incluido, no
son por la felicidad de la patria. Si mi muerte impidan con su presencia ahistórica el surgimiento
contribuye para que cesen los partidos y se con- y desarrollo de las nuevas prácticas y el discurso
solide la Unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro.31 crítico necesarios para la patria del presente. La
literatura heroica, como lo es el Canto a Bolívar,
Y Olmedo, salvo en su proximidad a la muerte, cumple su función al constituirse en la memoria poé-
consolidará la figura de Bolívar como la de un hé- tica de la gesta fundacional de un pueblo y para ello
roe singular a quien la Patria le debe su existencia. su difusión pedagógica es fundamental, pero se vuel-
Olmedo redactó la inscripción en el túmulo de ve nociva cuando se la lee ya no como literatura
Bolívar, en sus exequias en Guayaquil. Las pala- sino como verdad bíblica.
bras del poeta acentúan la imagen mítica del hé-
roe, cuya figura, ya en la tumba, vislumbra la ta- El «lazo federal» del Canto
rea de aquellos que tienen que continuar la
construcción de la Patria bajo los preceptos lega- Olmedo mantuvo en su Canto un punto programá-
dos por el Libertador: tico con el que el Libertador no estuvo de acuerdo
cuando escribió los postulados de la «Carta de Ja-
A Dios Glorificador maica»: «No convengo en el sistema federal entre
BOLÍVAR los populares y representativos, por ser demasiado
Creador, Libertador, Padre de la Patria perfecto y exigir virtudes y talentos políticos muy
a su Colombia superiores a los nuestros».33 Olmedo, en cambio,
al pueblo americano
dio 32 Publicado en El Colombiano, No. 83, el 10 de marzo de
1831, en ob. cit. (en n. 6), p. 355.
31 Ibíd., p. 391. 33 Bolívar: Ob. cit. (en n. 7), p. 81.

29

p6-60.pmd 29 23/05/2012, 13:51


pone en boca del Inca la siguiente recomendación ya cumplidas en el de la guerra: «Ésta es, Bolívar,
para Bolívar: aun mayor hazaña / que destrozar el férreo cetro a
España, / y es digna de ti solo; en tanto triunfa...».
Será perpetua, ¡oh pueblos! esta gloria
y vuestra libertad incontrastable El poeta lírico del canto épico
contra el poder y liga detestable
de todos los tiranos conjurados, En la carta de Olmedo a Bolívar en la que aquel
si en lazo federal, de polo a polo, 710 responde a la crítica que este le hiciera, el poeta se
en la guerra y la paz vivís unidos; explaya en la asunción de sí mismo como un poeta
vuestra fuerza es la unión. Unión, ¡oh pueblos! lírico: «¿Pero quién es el osado que pretenda enca-
para ser libres y jamás vencidos. denar el genio y dirigir los raptos de un poeta lírico?
Toda la naturaleza es suya; ¿qué hablo yo de natura-
Casi once años después, el 12 de mayo de 1826, leza? Toda la esfera del bello ideal es suya». Estos
en carta al general Antonio Gutiérrez de la Fuente, «raptos» están en el Canto y se refieren al momento
a la luz de las nuevas circunstancias políticas y como creativo de la inspiración del poeta.
si se hubiera hecho eco de la profecía del Inca en el
Canto, Bolívar formula su proyecto de confedera- ¿Quién me dará templar el voraz fuego
ción entre Colombia, Perú y Bolivia: en que ardo todo yo? –Trémula, incierta, 50
torpe la mano va sobre la lira
Después de haber pensado infinito, hemos con- dando discorde son. ¿Quién me liberta
venido entre las personas de mejor juicio y yo, del dios que me fatiga...?
que el único remedio que podemos aplicar a
tan tremendo mal es una federación general en- El poeta se consume en el fuego de la poesía;
tre Bolivia, el Perú y Colombia, más estrecha imagen más bien de arrebato creativo: la poesía
que la de los Estados Unidos, mandada por un como un estro que conmueve el espíritu del bardo,
presidente y vicepresidente y regida por la en agitación fatigosa dentro del pecho, similar a
Constitución boliviana, que podrá servir para como lo expresara Alfred de Musset en registro
los Estados en particular y para la federación romántico hacia 1835:
en general, haciéndose aquellas variaciones del
caso. La intención de este pacto es la más per- Dime por qué palpita el corazón.
fecta unidad posible bajo una forma federal.34 ¿Qué hay dentro de mi pecho que se agita
Y que me hace sentir horrorizado?
El Inca lo había formulado así: «Esta unión, este […]
lazo poderoso / la gran cadena de los Andes sea», Señor, todo mi cuerpo se estremece.35
encomendando la tarea por cumplir en el escenario
de la paz como la más compleja de entre todas las 35 Alfred de Musset: «La noche de mayo», en Poetas
románticos franceses, sel. y trad. de Carlos Pujol, Bar-
34 Ob. cit. (en n. 7), pp. 270-271. celona, RBA editores, 1999, p. 182.

30

p6-60.pmd 30 23/05/2012, 13:51


El Canto, que se abre con un retumbar de true- ta, sino que fue un episodio estético esencial de la
nos y rayos, magnificente, con evocación a las so- gesta de la independencia. La construcción del dis-
berbias pirámides, a los sublimes montes, se cierra curso independentista se ha dado a través de las
con un discreto retiro del poeta a los campos de su cartas, proclamas, manifiestos, himnos nacionales,
provincia que, en versos intimistas, solo quiere como textos de poesía popular, etcétera. En medio de
recompensa al elevado canto que alcanzara su musa: tales documentos, el Canto irrumpe con fuerza fun-
«una mirada tierna de las Gracias / y el aprecio y dacional en tono épico, sobre todo, por la gran-
amor de mis hermanos, / una sonrisa de la Patria diosidad sostenida de su verso, celebrada desde
mía, / y el odio y el furor de los tiranos». un inicio por el mismo Bolívar. Pero el Canto es
también parte indispensable de la estética de la
El Canto y su permanencia poética gesta de la independencia: transformó las batallas
por la libertad en poesía, moldeó la imagen de los
La literatura cumple, entre otras, una función histó- héroes –Bolívar a la cabeza–, construyó una ima-
rica y una función política. Conocemos un poco más gen poética de la tradición, el valor y la esperanza
acerca del sentido del honor, la amistad, o la cólera de la Patria naciente.
que habitaron en el espíritu de los combatientes de El Canto a Bolívar nos llega como una metáfo-
la guerra de Troya por los versos de la Ilíada, así ra de la lucha por la libertad de la Patria americana,
como sabemos por el Cantar del Mío Cid las in- como el testimonio de un tiempo en el que la escri-
trigas de las cortes, la templanza y la lealtad del tura formaba parte del surgimiento de nuestras na-
héroe. Pero lo que define a la literatura es su fun- ciones porque les insuflaba el alma de patriotismo y
ción poética pues sin ella los textos serían única- les moldeaba una imagen heroica de sí mismas,
mente historia, manifiesto político o recurso como la necesidad política de mantener nuestra
didáctico. Simultáneamente, la literatura es parte memoria poética. El Canto es una lectura de pre-
sustancial del tiempo histórico en el que es creada; sente, no por las reinterpretaciones partidistas que
puede ser elemento de la ideología de ese tiempo se puedan hacer de él, que eso sería utilizar dema-
pero, sobre todo, es presencia estética, poética que gógicamente al poema, sino porque sus versos nos
trasciende la política. siguen hablando del heroísmo del ser humano, de
El Canto a Bolívar, sin duda, no solo es un sus ideales libertarios, de la génesis de la Patria y
elemento fundamental del discurso independentis- de la persistencia de la poesía. c

31

p6-60.pmd 31 23/05/2012, 13:51


ANA PIZARRO

Ángel Rama, un pensamiento


en el vértice*

H
e vuelto en estos días a pensar a Ángel Rama, en su manera
de construir una cultura. A medida que me aproximaba a él
percibí que desde hoy una nueva mirada es necesaria y que
en ella aparece otro Ángel Rama. Dedicaré estas reflexiones a mos-
trar a ambos Rama: el que tuvimos y el que tenemos de la lectura de
su trabajo intelectual.
Comienzo con una cita:

Pero igual que con el tiempo histórico, con el país en que se


nace, con la familia a que se pertenece, con la sociedad dentro
de la cual se crece, se trata de coordenadas precisas que, aun
negadas, no dejan de explicar los componentes fundamentales
de una vida y una tarea intelectual. En mi caso fueron queridas,
Revista Casa de las Américas No. 266 enero-marzo/2012 pp. 32-42

aceptadas. Quizás, esas coordenadas no alcancen a explicar el


porqué de un afán de la belleza cifrada en las palabras y algo
debería ser dejado a la cuota biográfica e intransferible, no dis-
cernible sobre un campo electivo de fuerzas formativas. Pero
* Este texto, que incorpora algunas re- aun así ese afán buscó situarse en el social vasto, en los movi-
flexiones anteriores, fue escrito como
mientos de los grupos sociales, en las lecciones de las circuns-
introducción a una selección de en-
sayos que hice para la Casa de las tancias, necesitado de los pies en la tierra que reclamó Marx.1
Américas. Por cuestiones de dere-
chos, no pudo ser publicada. Fue leído El Uruguay lo hizo, él es su producto, así lo afirma. Es hijo de una
en Brasil, Universidad de Pelotas, en cultura de inmigración que explica en buena parte su tenacidad, y
2011. Las reflexiones anteriores perte-
también al personaje incansable del que se decía que «no duerme
necen a mi artículo «Ángel Rama: la
lección intelectual latinoamericana», nunca». Nace en 1926 en un país de fuerte componente histórico-
De ostras y caníbales, Santiago de
Chile, 1994. 1 Ángel Rama: La novela latinoamericana, Bogotá, Procultura, 1982.

32

p6-60.pmd 32 23/05/2012, 13:51


social democrático: tal vez estos índices nos permi- Mi relación con el semanario [u]ruguayo Mar-
tan explicar su actitud fundadora y tesonera, de pio- cha es tan larga como toda su existencia y esta
nero del intelecto. Actúa en función de un principio tan larga como una vida humana completa. Co-
rector de libertad, en la dirección que le orienta esa menzó en 1939, cuando apareció su primer nú-
cultura del Río de la Plata, que él llamará más tarde mero, que la impenitente curiosidad de mis trece
suratlántica, la de una cultura de la modernidad la- años me llevó a comprar, y desde entonces no
tinoamericana. Esta actitud lo impulsa a la lectura cesó, generándose esa afición a los viernes que
voraz tempranamente, a la actividad teatral, a toda acabó contagiando a miles de uruguayos y lati-
acción intelectual, a primeros artículos de afiebrada noamericanos en los años de esplendor de Mar-
escritura escolar, a primeros trabajos de traductor cha, en la década del sesenta. Hoy, en 1982, se
hasta sus lecturas obligatorias durante los diez años mantiene igual, y vivo a la expectativa de los
como jefe de adquisiciones en la Biblioteca Nacio- Cuadernos de Marcha que Carlos Quijano hizo
nal, a columnista de periódicos, a estudios en la renacer en el exilio mexicano, junto a una edito-
Facultad de Humanidades, a periodista cultural, rial, siendo de ambos su colaborador asiduo.
editor. Actividades todas que hacen de él un profe- Hablar de Marcha es hablar de mí mismo.2
sor de sí mismo, una especie de autodidacta de su
período de formación superior que se va constru- La orientación de los que habían iniciado la revis-
yendo intelectualmente a través de una disciplina y ta y de Quijano, su director, le había conferido su
exigencia feroces. Ellas implican la participación en sello: el de la lucha por la Reforma Universitaria y el
el medio, en la historia cultural, y a través de estas espíritu antimperialista de los años veinte. Este mar-
en la social y política, intentando aprehender esa co fue entonces reorientando en el joven crítico uru-
historia para elaborar en textos y entregarla nueva- guayo el destino intelectual futuro. También lo haría
mente en sus artículos y publicaciones de revistas y en el caso de otros de los participantes. No en to-
periódicos, generando así una dinámica cultural rec- dos: este es el sustrato que explicará más tarde una
tora de orientación en su medio, y ya con su par- sostenida polémica y una animosidad mutua con el
ticipación en el semanario Marcha, de la discu- importante crítico Emir Rodríguez Monegal. Lo cierto
sión latinoamericana. es que la presencia de estos carriles de pensamiento
Cuando llega a dirigir las páginas literarias del fue útil para que, dice, «[n]uestra tendencia universa-
semanario ya ha publicado ampliamente en el país, lista (en filosofía, concepciones políticas y sociales,
ha sido alumno de Bataillon y Braudel en París, me- arte y literatura) recuperara una tierra propia, un te-
diante una beca del gobierno francés. En 1959 toma sonero pasado nacional y se religara estrechamente
a cargo la dirección de la Sección Literaria de Mar- con los destinos latinoamericanos».3
cha (luego de un año de coordinación en 1950- Desde entonces, y en propuesta cada vez más
1951), que dejará en 1968, aunque continúa la acendrada, existe en Rama una especie de gran
colaboración con la revista hasta su clausura. Pos-
teriormente, en la Segunda época de los Cuader- 2 Rama: «La lección intelectual de Marcha», Cuadernos
nos de Marcha, editados desde México, continuará de Marcha, 2da. época, No. 19, 1982, p. 3.
publicando en ella, ya en el exilio: 3 Ibíd.

33

p6-60.pmd 33 23/05/2012, 13:51


convicción iluminista: la enorme fe en la eficacia del de un Estado, la organización de un ejército. En-
ejercicio de la razón, que tras duros golpes a lo tonces concluye: «Inventar un país es lo de menos.
largo de su vida y luego de analizar tantas circuns- Lo difícil es inventar una cultura». En esto, la afilia-
tancias históricas del Continente tendrá algún des- ción al mundo occidental y su exitismo le parece un
fallecimiento. Es decir, estamos frente a la forma- riesgo de esta invención, y advierte: «me sospecho
ción de un moderno, como lo son los hombres de que, sin embargo, los mejores descubrimientos los
su tiempo histórico. Es justamente a esta ubicación, harán en un campo más desmañado, más auténti-
así como a su contrapartida en la percepción de co, más imprevisto de ellos mismos». Es decir, lo
rasgos de la etapa tardía de esta modernidad, a lo hace con la reflexión de un pensador que conoce
que queremos apuntar hoy. problemas similares. Hay en ese artículo un subdis-
En la mirada al ámbito internacional importa ob- curso que enuncia la búsqueda tenaz de un camino
servar en el período de Marcha, que esta se diseña cultural propio. Esta será la orientación en adelante
como tal a partir de la enunciación de un articulista de todo su trabajo.
que habla desde este continente como postura in- La noción de cultura es tal vez lo primero que
telectual, al cual le surgen las interrogantes propias habría que anotar. Lejos de una visión restringida,
de él y genera una perspectiva de mirar. Así, por como cultura de elites, la propia de sectores hege-
ejemplo, pasa bajo su vista la imagen de Saint-Exu- mónicos que asientan en ella una forma del ejerci-
péry, en uno de los artículos que tempranamente cio del poder, Rama afirma una noción amplia y
aparecen en el semanario, en 1958, en donde, por democrática. Esto, en su momento, es una postura
otra parte, es notable la calidad de la prosa. Aquí la de vanguardia. Como ávido lector que es de las
figura de Saint-Exupéry está captada desde el re- propuestas de la sociología cultural y la antropolo-
cuerdo de una estanciera aristócrata de origen fran- gía en torno a la configuración del universo simbó-
cés que lo albergó en sus tránsitos frecuentes de lico en su funcionamiento social, opone temprana-
Buenos Aires al Paraguay, buscando las vías de una mente esa noción ornamental que se le atribuye en
línea de correo aéreo. Se trata de aquello de lo cual la sociedad a una fundamental:
habla el escritor francés en Vol de nuit. Es un Saint-
Exupéry recuperado por una mirada americana, La cultura no es el ornamento divertido de una
desde ya una apropiación de la cultura europea. sociedad sino que es, en el correcto sentido an-
Del mismo modo llama la atención el hilo que articula tropológico, la articulación de esa sociedad, su
su texto sobre la cultura en Israel, que escribe des- expresión válida, el conjunto de sus valores inte-
de ese país y a partir de entrevistas con sus escrito- lectuales y artísticos, sus modos y sus ideales de
res. Sus reflexiones tienen que ver con sus preocu- vida; y los escritores o los plásticos no son los
paciones fundamentales de esos años: qué es y cómo bufones de una sociedad sino sus intérpretes,
se hace una cultura. En un país que intenta cons- sus subrepticios pedagogos, los realizadores de
truirse a partir de legados plurales, él sitúa el pro- las líneas orientadoras de su progreso.4
blema mayor en el «qué somos», no en aquello que
pareciera ser lo más importante: la ocupación de un 4 Rama: «Por una cultura militante», Marcha, año XXVII,
territorio, la determinación de fronteras, la creación No. 1287, 2da. sección, 1965.

34

p6-60.pmd 34 23/05/2012, 13:51


Establecida así la función de la cultura, el discur- que considera un problema superado, la articu-
so literario no puede entenderse sin su necesaria lación dinámica de un conjunto de autores y de
inserción en ámbitos más vastos, en los que ad- un público consumidor real que actúan dentro
quiere su plena significación y en la sociedad de la del funcionamiento eficaz de la vida nacional, con
que él es un signo. Al formar parte del discurso so- un repertorio de temas y de planteamientos que
cial, el texto y la literatura como conjunto –más tar- aseguran la continuidad regular, en una palabra,
de hablará de «sistema»– se integran a una cons- la tradición verdadera de una literatura.5
trucción. La noción de cultura como construcción
es un aporte central de su trabajo, el mismo que En diciembre del mismo año, en su artículo «La
veremos más tarde y con otro desarrollo teórico en construcción de una literatura», el investigador uru-
Stuart Hall. guayo volverá sobre el tema, citando ampliamente
La literatura se construye, y parece la tarea más el texto de Cândido, a propósito del quehacer crí-
importante del momento para el uruguayo, en tanto tico en el Uruguay. Allí se observa que ha integrado
creación estética que promueve el desarrollo histó- la conceptualización del crítico brasileño y ella ha
rico de un grupo humano: encontrado una cabal articulación en la organiza-
ción de su pensamiento, comenzando ya a desarro-
No basta que haya obras literarias buenas y exi- llar estas ideas con nervadura propia. Me parece
tosas [anota] para que exista una literatura. Para que esta es una instancia importante de aproxima-
alcanzar tal denominación, las distintas obras li- ción de los dos bloques culturales del Continente.
terarias y los movimientos estéticos deben res- El sistema literario uruguayo, en su reflexión, evo-
ponder a una estructura interior armónica, con luciona en términos periféricos –él utiliza la expre-
continuidad creadora, con afán de futuro, con vida sión «un medio marginal, subdesarrollado y discon-
real que responda a una necesidad de la socie- tinuo»– y no puede entenderse sino a partir de una
dad en que funciona. inserción en el contexto mayor, a partir de su tra-
ducción propia, de su herencia cultural y del medio
La noción de literatura como sistema es la afirma- en el que lleva adelante su proceso: no pueden apli-
ción de un representante de la nueva crítica brasile- carse a este los criterios peculiares de literaturas
ña, Antônio Cândido, del que Ángel Rama daba cuen- centrales. Es necesario, por una parte, trabajar con
ta en un artículo de 1960 con relación a un ciclo de el sistema nacional inserto en distintos planos de las
conferencias que este dicta en la Universidad uru- letras universales, así como americanas y de habla
guaya. Apunta, acerca de la publicación de Cândido española; y, por otra parte, buscar en la tradición
Formação da literatura brasileira, lo siguiente: de la cultura nacional, en su acepción antropológi-
ca, que puede enseñar más de lo que pudiera ha-
a lo largo de dos tomos (uno sobre el período cerlo un canon estético. La fundamental propuesta
neoclásico y otro sobre el período romántico) martiana de injertar el mundo a nuestras repúblicas
estudia la formación de un sistema literario pro-
pio en el Brasil, entendiendo por eso, más que el 5 Rama: «La nueva crítica brasileña», Marcha, año XXI,
problema de la independencia de una literatura, No. 998, 1960.

35

p6-60.pmd 35 23/05/2012, 13:51


pero en un tronco propio, se constituye en eje de introducción a la publicación de Cândido. Es un
su construcción intelectual. texto fundamental en la evolución del pensamiento
En un medio provinciano, que, como señalará del crítico uruguayo, además de ser un documento
él más tarde, el semanario Marcha contribuye a básico de teoría de la cultura, escasamente conoci-
modernizar, Rama ha hecho deslindes que cam- do hasta hoy en el mundo hispánico.
bian radicalmente los criterios y las posturas ante Al mismo tiempo, la postura del crítico uruguayo
el arte y la cultura. La contribución del crítico a la coincide así con orientaciones como la del Sartre
dinamización de la cultura uruguaya es vasta: por de entonces en la dirección de una actitud política
una parte, la revisión de sus bibliotecas privadas, que le exige independencia de partidos. Afirma en
la calidad de su actividad teatral, el cine, el espec- el intelectual el inalienable derecho a la hetero-
táculo en general, la enseñanza de la literatura, la doxia. Ello no dejará de crearle problemas dentro
edición, la formación de un público, la falta de li- de los mismos sectores progresistas en un momen-
bros extranjeros de la que denuncia: «es un tipo to de fuertes definiciones partidarias en la América
de enfermedad lenta cuyos efectos se hacen sentir Latina, en relación con un importante ascenso de la
cuando son incurables». Por otra, esta contribu- lucha de masas. Es el momento de toda la discu-
ción se advierte en su evaluación e impulso de la sión política que suscita el triunfo de la Revolución
literatura uruguaya, en su revisión diaria y su exi- Cubana y el fuerte enfrentamiento que los Estados
gencia cada vez mayor en donde se pone en evi- Unidos desencadena, en torno a su emergencia y a
dencia el magisterio de Onetti. Allí evalúa la su impacto en el Continente. La postura de Ángel
historia literaria, va estimulando a Benedetti, a Ga- Rama, de gran fervor en los primeros años, es lue-
leano, se revisan las nuevas promociones de poe- go la de un intelectual crítico, con «derecho a la
tas y narradores sin escatimar jamás el rigor de la heterodoxia».
observación. Todas resultan líneas que debieran Sus participaciones en eventos son múltiples:
ser objeto de estudios especiales. Puerto Rico, Cuba, México, Colombia, Perú, Ve-
En el marco de esas reflexiones sobre la cultura nezuela, entre los países latinoamericanos, además
uruguaya, así como en aquellas del espacio amplio de naciones europeas, donde asiste a importantes
de la cultura latinoamericana, es donde se puede ir encuentros, como el de Génova, que en la época
observando la configuración de algunos conceptos marcó una instancia importante de comunicación
que constituirán ejes de su corpus teórico posterior. latinoamericana. Estas participaciones y publicacio-
Nos referíamos a la confluencia del pensador bra- nes dan la idea de una actividad febril en un perío-
sileño Antônio Cândido con la del uruguayo, que tie- do de espléndida floración de la cultura continental,
ne que ver con el carácter de los materiales que cons- en la que esta emerge por una de sus aristas –la
tituyen su objeto de análisis. Se trata de las literaturas novela– al reconocimiento internacional en un pro-
que son producto histórico de un sistema colonial; ceso del que sale fortalecida.
Cândido habla de la literatura del Brasil, Rama está Si esta etapa define las líneas básicas de lo que
hablando de la uruguaya. El rigor con que el crítico será su trayectoria intelectual posterior, el segundo
brasileño establece una definición de literatura le momento de su discurso pone en evidencia preocu-
hace traducir a Rama in extenso una parte de la paciones de orden un tanto diferentes que tienen

36

p6-60.pmd 36 23/05/2012, 13:51


que ver con la ruptura troncal de los desarrollos la Universidad de San Marcos, me escribe: «Pasó
democráticos del Cono Sur, y la etapa de militari- por aquí –por Lima– un torbellino, que no sé por
zación en la que ha ingresado el Continente, así qué curiosa razón llamamos “Ángel”».
como con su nueva y definitiva situación de enun- En este acervo y como herencia del período de
ciación: la del intelectual exiliado. Marcha se podrían diseñar –si fuera posible pen-
A partir de 1972 ya no vuelve al Uruguay: dicta sarlo así en el complejo funcionamiento de una re-
cursos en Puerto Rico, viaja a México y se instala flexión– tres líneas de fuerza a las que hemos apun-
finalmente en Venezuela, en Caracas, donde enseña tado en parte: un conocimiento vasto y minucioso
en la Universidad Central. Sus posiciones como in- de la producción literaria continental que incluye al
telectual le crean problemas. En Colombia tiene Brasil, dentro de la cual figura una lectura sagaz de
entredichos con la oficina de inmigración para en- los pensadores de la cultura: Martí, Alfonso Reyes,
trar al país, lo que provoca una gran protesta de Silvio Romero, Mariátegui, Pedro Henríquez Ure-
intelectuales. En Puerto Rico no se le renueva el ña, Martínez Estrada, entre otros. Una formación
contrato. La posibilidad de expresar la verdad que amplia de la literatura europea y norteamericana,
había reivindicado ante el Parlamento chileno es en que incluye las discusiones intelectuales de los años
realidad cada vez más restringida, y él ha situado cincuenta y sesenta, así como una formación ingen-
sus opiniones en la línea de los independentistas te de carácter socioantropológico que da amplias
puertorriqueños. Los planteamientos de Rama, que reverberaciones a sus fundamentales lecturas de
molestan a sectores de izquierda ortodoxa por su Marx. La ciencia social latinoamericana había dado
permanente actitud de independencia crítica, lo han en la década anterior un salto cualitativo y sus aná-
ubicado también como una voz peligrosa para al- lisis enriquecían la permanente formación que Rama
gunos gobiernos de derecha. Su inconmovible ale- se exigía a sí mismo. En esta nos parece que las
gato latinoamericano va acumulando informes que consideraciones del carácter periférico de nuestra
posteriormente aparecerán evaluados de acuerdo situación de enunciación es fundamental, así como
a otros órdenes, en el servicio de inmigración de los aportes de la antropología en la obra de Darcy
los Estados Unidos. Ribeiro o de Lévi-Strauss. Son estos instrumentos
En este segundo momento y los posteriores, su de base, como él mismo apunta, para el enorme
actividad como profesor universitario, conferencista avance de las perspectivas que ha tenido la crítica
y panelista en eventos venezolanos e internaciona- cultural en el Continente desde Carpistrano de Abreu
les es el asiento de una trayectoria consolidada. Se o Henríquez Ureña hasta los años setenta. Él está
trata de un pensamiento que enfrenta los proble- desarrollando allí –y llevando el magisterio, junto
mas nuevos que le dicta la realidad cultural e histó- con Antônio Cândido en el Brasil– la gran moder-
rica con un acervo intelectual y teórico de proyec- nización crítica que se lleva a cabo en el Continente
ciones que lo sitúan ya en un lugar de figura señera en ese momento y que dará aliento renovador a los
en las propuestas modernizadoras de la crítica instrumentos y las categorías con que se realiza el
latinoamericana. análisis de los materiales de la cultura.
En esta época de circulación por el Continente, Todas estas líneas se irán enriqueciendo en este
el crítico Antonio Cornejo Polar, siendo rector de período en que nuevos nombres del pensamiento

37

p6-60.pmd 37 23/05/2012, 13:51


social van construyendo el espesor de su reflexión: para el novelista latinoamericano», especie de sín-
Tylor, Boas, Sapir, Herkovits, Bastide, Fernando tesis del momento cultural –y los problemas, como
Ortiz, Ricardo Pozas, Gilberto Freire, Price-Mars, bien señala el título– que debe enfrentar el escri-
entre tantos otros. Surgen también en Rama otras tor en 1964, en un instante difícil de la coyuntura
líneas de reflexión que no tienen mayor desarrollo: histórica de la América Latina. No es un azar que
respecto de la universidad, respecto de la ciencia y se publique en Casa ese artículo: es un momento
la tecnología, que hablan de la relación con la pro- en que los cambios parecen inminentes y se está
yección comprehensiva de un pensamiento cuya desplegando el instrumental intelectual que per-
coherencia apunta a absorber la realidad en dimen- mita interpretar y entrar en el futuro de transfor-
sión totalizante, pero teniendo al mismo tiempo con- maciones.
ciencia de la diversidad. La unidad latinoamericana El trabajo sobre la narrativa, que ocupa buena
es un proyecto político, insistía, no una realidad. Su parte de su actividad como crítico, no le hace olvi-
trabajo consistía en construirla a nivel teórico, darle dar sin embargo la existencia de otros géneros que
forma en su comprensión mayor. no solo han llegado a tener un desarrollo sino que ade-
La manera como opera su reflexión ya en este más han constituido la voz del Continente. Así su-
momento es una proyección también del ejercicio cede con la poesía y el ensayo. Por ello se critica
crítico de Marcha, en donde los materiales traba- no haber prestado mayor atención al teatro –la vida
jados (la literatura argentina, la chilena, la cubana, intelectual necesitaría varias centenas de años– y a
la crítica) se prodigaban en exposiciones orgánicas la poesía, de la que afirma ser «el arte más alto que
que intentaban entregar al público no solo la infor- nos haya sido concebido y no hay experiencia es-
mación sino también un modo de comprender la tética comparable a la que ella proporciona». Es
realidad. Este movimiento dará un sello distintivo a ella (la poesía), dice, en una expresión ya lírica, la
su discurso que, en el intento de articular concep- que le ha permitido resistir. A pesar de dedicar cien-
tualmente el funcionamiento de la literatura en el en- tos de páginas a la novela, y de llevar a cabo en su
tramado del mundo simbólico, se sitúa por una parte análisis un estudio pormenorizado de sus autores,
en la tensión permanente de la lectura puntual y el su organicidad, sus mecanismos, sus tendencias,
panorama, y por otra, y al mismo tiempo, entre la está siempre recordando la presencia de los de-
de la recapitulación histórica y la urgente informa- más géneros, apuntando al fenómeno que parece
ción actual. Este es el movimiento de su discurso. obnubilar a la observación cauta, que este desplie-
Pero había que dar no solo la dimensión de su luci- gue de la narrativa, proyectado al terreno interna-
dez sino también la de sus modulaciones, y allí se cional en ese momento, no es sino el marco de una
proyecta una necesidad casi voluptuosa de abarcar sociedad que busca su expresión en la pluralidad
y de apropiarse de la realidad con la pasión que le de sus formas de existencia:
es propia.
El antecedente de sus sólidos trabajos dedica- La novela [dice] es el género vulgar de la época,
dos a la novela se asienta sobre la publicación de el que enciende el imaginario de los más, aquel
un ensayo clásico y señero de los comienzos de la en que ha venido a cifrarse el honor triunfante
narrativa nueva latinoamericana: «Diez problemas del [C]ontinente, olvidando que sus virtudes

38

p6-60.pmd 38 23/05/2012, 13:51


mayores están en su poesía y en su ensayística, manente preocupación, motivada con seguridad por
los viejos géneros reales.6 esa «cortina de silencio sobre Puerto Rico» de la
que hablaría alguna vez. Admira allí el surgimiento de
Este análisis comprensivo del fenómeno narrativo la palabra que resiste empecinadamente la imposi-
que hace eclosión en los años sesenta en la América ción cultural y que ha dado muestras de su fortaleza.
Latina y que él va siguiendo paso a paso con la cau- Esta labor intelectual tiene una dirección: siente
tela que señalamos frente a los desbordes de la crítica, que pertenece a un momento en que le correspon-
se expresa también en la evaluación sostenida, en la de construir, y esa es su vocación: para ello la críti-
polémica con Vargas Llosa –otra de sus actuacio- ca, el rigor, la exigencia, pero también, diríamos hoy,
nes, la de gran polemista– y abarca por lo menos la deconstrucción necesaria.
tres grandes unidades temáticas. La primera es re-
lativa a los narradores del llamado boom. La segunda Ocurre que si la crítica no construye obras, sí
tiene que ver con las relaciones entre literatura e construye la literatura, entendida como un cor-
historia, y toca al universo simbólico de la dictadura pus orgánico en que se expresa una cultura, una
como formulación de arquetipos en el Continente. nación, el pueblo de un continente, pues la mis-
La tercera evidencia la relación con los narradores ma América Latina sigue siendo un proyecto in-
de la transculturación, donde se aproxima a un me- telectual vanguardista que espera su realización
canismo de constitución del discurso que llevará concreta.7
también a observaciones relativas a la poesía gau-
chesca en el Río de la Plata. El exilio enmarca gran parte de la escritura del
El análisis de los autores de la nueva narrativa con- período en general, pero en su caso constituye su
tinental es pormenorizado: hasta en sus últimos es- propia condición. Exilios y migraciones se empa-
critos sostendrá el interés por la obra de Vargas rientan históricamente en su trayectoria y en su pre-
Llosa, de García Márquez. Por este último, con un sente en tanto «agobiadora práctica» de «vastísimo
deslumbrante estudio de Crónica de una muerte alcance que no puede ponerse exclusivamente a la
anunciada a partir de las estructuras literarias de la cuenta de razones económicas sino que también tie-
tragedia y la novela policial; por el primero, en una ne que ver con la operación de política y la rigidez
positiva valoración de La guerra del fin del mun- de las estructuras sociales».
do, donde el andamiaje técnico del peruano no po- Rama habla aquí, decíamos, desde una particu-
día sino maravillar a quien estaba convencido de la lar situación de enunciación. Esta va también más
necesidad y la ineluctabilidad del proceso moderni- allá del exilio: él es también un hombre del Río de la
zador del lenguaje de la América Latina. Una dife- Plata, el espacio geográfico privilegiado de las mi-
rencia importante con esta apreciación la dará graciones europeas de la primera mitad del siglo en
posteriormente el crítico peruano Antonio Cornejo América. Es él mismo un hijo de la inmigración en el
Polar. Estos análisis se llevan a cabo entre tantos Uruguay. Esta situación le hará reflexionar más tarde:
otros dedicados a la literatura puertorriqueña, su per- «Los árboles viejos, cuando somos desarraigados,

6 Rama: «Prólogo», en ob. cit. (en n. 1), p.10. 7 Ibíd., p.16.

39

p6-60.pmd 39 23/05/2012, 13:51


nos llevamos la tierra con las raíces. Los nuevos titucionales: la Biblioteca Ayacucho, que crea y
salen con las raíces peladas». Es el inicio, diríamos, dirige, en un impulso que está vivo hasta hoy; su
de una reflexión sobre el «entrelugar» cultural. La participación en las reflexiones historiográficas de
preocupación sobre la juventud del Continente, el lo que serían más tarde los tres volúmenes de nues-
destino del intelectual exiliado con los públicos po- tra América Latina: palabra, literatura y cultu-
tenciales que reorganizaban su discurso, los proce- ra (1993-1995). Todo este impulso y esta orienta-
sos culturales que producen estos desplazamientos, ción se había cimentado desde el tiempo de
son preocupaciones que surgen en este momento y Marcha, pues su trabajo en general constituye la
se prolongan hasta el final de su vida. concreción de su certeza de que «los latinoame-
En estos textos, como en este período que ya se ricanos solo podemos existir con una viva con-
enmarca en la última etapa de la existencia de Rama, ciencia utópica».
surgen de su reflexión conceptualizaciones que Desde fines de los años setenta y durante los
constituirán un aporte de mucha importancia al ochenta se da el gran cambio cultural que significa
desarrollo de los estudios de la cultura latinoa- el paso de la modernidad a su etapa tardía. Las
mericana actual. Tal es el concepto de «transcul- condiciones históricas en que aquel tiene lugar en la
turación» que, recuperado de la obra de Fernando América Latina corresponden a una situación inter-
Ortiz, aparece en la reflexión de Rama como un nacional, pero también con situaciones propias del
mecanismo explicativo del funcionamiento de la Continente. No es el caso aquí descubrir la alteri-
cultura, que este expone, como sabemos, en rela- dad cultural masiva como sucede en Europa con la
ción a narradores como Arguedas y que había ola inmigratoria que adviene desde las antiguas co-
adelantado en sus trabajos sobre la gauchesca. Allí lonias. Nosotros mismos somos las antiguas colo-
confluye toda su perspectiva de crítica de la cultu- nias, y la experiencia de los tiempos múltiples y al
ra.8 Tal como se habían consolidado sus textos teó- mismo tiempo simultáneos de la historia que ellos
ricos anteriores, Transculturación narrativa en comienzan a vivir con ese cambio ha sido desde el
América Latina, de 1982, se vuelve, como apunta siglo XVI parte de nuestro perfil.
con razón Sosnowski, «uno de sus logros capitales En la condición de periferia, la América Latina
por las sugerentes ramificaciones de sus propues- vive esa transformación cultural, ese cambio enor-
tas y por la construcción de un aleph que nuclea me, en medio de los procesos dictatoriales del Cono
nociones centrales de su pensamiento crítico». Es Sur, y por ello mismo el primer momento le pasa
una propuesta que genera discusión y en ese senti- casi inadvertido. Si el descubrimiento del microship
do responde a las expectativas del polemista. que da lugar a la existencia de la computadora ocurre
La preocupación por la América Latina en este en 1976 en Silicon Valley, nosotros recibimos el im-
último período se asienta también en proyectos ins- pacto recién en los ochenta. La democratización
de la comunicación por el costo de los aparatos
electrónicos será paulatina y desigual en las pobla-
8 Es importante el análisis de Saúl Sosnowski en «Ángel
Rama: un sendero en el bosque de palabras», en Rama:
ciones de este continente.
La crítica de la cultura en América Latina, Biblioteca Por esto mismo, la configuración del pensamien-
Ayacucho, No. 119, 1985. to de la modernidad tardía será un proceso lento.

40

p6-60.pmd 40 23/05/2012, 13:51


Ángel Rama muere, como sabemos, en un acci- control colonial de la letra sobre la palabra en La
dente aéreo en 1983. ciudad letrada.
Durante los últimos años vemos crecer el interés Las relaciones entre culturas fueron su centro de
por sus escritos. atención, y sobre todo estaban ligadas a su lati-
¿En qué medida y por qué su pensamiento ad- noamericanismo raigal: como apuntábamos más
quiere cada vez más vigencia en los estudios lati- arriba, el centro de su reflexión está en el problema
noamericanos? de cómo se construye nuestra cultura. Es necesario
Me parece, en relación con esto, que la reflexión señalar que, en esto, su compañera, Marta Traba,
de Ángel Rama se inscribe en un pensamiento en el tuvo una participación fundamental. Ella le entrega-
vértice. ba, en el diálogo, la contraparte del proceso en el
Si por una parte podemos adscribirlo a una fuerte campo visual, que era su ámbito y que manejaba
primacía de la razón que ordena y sistematiza, lo que también con el dominio de una vanguardia teórica
siempre implica un grado de rigidez, por otra su pen- en su medio.
samiento apunta a la pluralidad. Más aún, diríamos El pensamiento de Rama es, pues, un pensamien-
que antecede los desarrollos de los grupos que han to que apunta al todo, pero que no es totalizante
trabajado en otras latitudes las formas del discurso sino integrador minucioso de una advertida diversi-
periférico. Es, pues, un pensamiento ubicado en el dad. En esta ruptura con el monolitismo de la pers-
vértice, una reflexión que se sitúa en el espacio entre pectiva que era lo natural en la crítica de nuestro
la modernidad y la modernidad tardía. medio, el uruguayo rompe con la disciplinariedad
Si bien, como hemos desarrollado, se trata de absoluta y se sitúa en un punto de cruce disciplina-
una reflexión que apunta, por necesidades históri- rio. Es un antecedente directo de la interdisciplina
cas del conocimiento en el Continente, al todo, no que hoy aparece como una necesidad metodológi-
es de orden monolítico, es a la vez un pensamien- ca justamente de la diversidad en ciencias sociales
to que trabaja, y en detalle, la diversidad. Su mis- y humanidades.
ma noción de «comarcas», así como su trabajo Está en él, tempranamente también, la condición
de la herramienta teórica de la transculturación crítica deconstructiva que pareciera ser solo prerro-
ponen en evidencia la conciencia de una hetero- gativa de nuestro tiempo. Reclamó insistentemente,
geneidad en los elementos constructores de nues- al mismo tiempo que la utopía necesaria, el tenaz
tra cultura. Del mismo modo que los grupos de derecho a la heterodoxia. Heterodoxia en direc-
estudios subalternos: Chakrabarty, Guha, trabajan ciones múltiples: también en la percepción del dis-
hoy la diversidad, Rama, en su tiempo, dio cuenta curso cultural, donde rompe la perspectiva de lite-
de ella al incorporar en sus textos, aunque no fuese ratura «culta» y abre la mirada hacia otras formas
más que brevemente, a las literaturas indígenas, y del discurso. Desde esta revisión del canon incor-
ampliamente a la gauchesca en sus diferentes suje- poró por una parte, de modo incipiente, a las litera-
tos de enunciación. Así como los trabajos actuales turas indígenas; por otra, a la literatura de mujeres
de los investigadores de la descolonización apun- con mucha mayor amplitud ya desde los tiempos
tan a las relaciones metrópoli-colonia, en los años de Marcha. Se trataba de áreas entonces invisibili-
ochenta Rama estaba analizando los procesos de zadas o consideradas menores.

41

p6-60.pmd 41 23/05/2012, 13:51


Todas estas reflexiones nos hacen ver, pues, no tros metropolitanos de irradiación intelectual que
solo a Ángel Rama en el vértice del pensamiento siempre aportan perspectivas útiles, desde luego,
latinoamericano de la modernidad tardía, sino en pero que es necesario recibir críticamente, en tanto
una situación de fundador de una línea crítica lati- su agenda no siempre responde a nuestras necesi-
noamericanista. Una línea que va a la par y también dades. Que con seguridad sería saludable también
precede a otras que han tenido mayor fortuna en el observar desarrollos del pensamiento descoloniza-
mercado de las ideas a nivel internacional, como dor como los de Rama en la América Latina, Ki
las del pensamiento tan fundamental de los críticos Zerbo o Hampaté BA en África, los cuales han he-
de la subalternidad y de la poscolonialidad. cho un trabajo fundacional para sus culturas con
Esto nos hace pensar que tal vez sería bueno para una labor que se sitúa al calor mismo de la expe-
nosotros reparar no solo en la agenda de los cen- riencia histórica. c

De la serie Habana: s/t, 1958.

De la serie Las Yaguas: s/t, 1958.

42

p6-60.pmd 42 23/05/2012, 13:51


RITA LAURA SEGATO

Brechas descoloniales para una


universidad nuestroamericana*

P
arto de una breve lista de consideraciones iniciales para apo-
yar en ellas la forma en que organizaré la exposición de mis
argumentos.
1. Vivimos en un continente en el que las mayorías mantienen con
la educación académica convencional una relación tensa. En algu-
nos países y regiones, inclusive, existe una herencia de inadecua-
ción al canon educativo clásico y a la propia escritura en la lengua
oficial de los Estados en lengua española y portuguesa.
2. Nuestros países se conocen muy poco y se intercambian en
esa misma medida sus experiencias, a no ser cuando son vehicula-
das por el gran mercado comprador de ideas, el Norte, o por
medio de representaciones autorizadas y oficiales de sus realidades
que muchas veces filtran la dinámica contenciosa interna.

Revista Casa de las Américas No. 266 enero-marzo/2012 pp. 43-60


3. No soy especialista en educación, pero tengo, sí, una experien-
cia de reflexión y lucha por la transformación de la universidad en que
he trabajado durante veintiséis años, la Universidad de Brasilia.
4. Es posible reflexionar sobre esta lucha inicialmente localizada
en términos del derecho a la educación de sectores excluidos como
consecuencia del racismo de la sociedad.
Comenzaré hablando de esa experiencia. Y lo haré porque fue
* Agradezco a Gladys Tzul la generosi- y continúa siendo una lucha que, al atacar el racismo de la comu-
dad de introducir en este texto observa- nidad académica en particular, toca el eje orientador de la atribu-
ciones que hice durante una segunda ción de valor en esa comunidad tanto en el nivel local como en el
presentación oral en la Universidad
Autónoma de México, en noviembre de
internacional.
2011, y que no se encontraban en la Si pensamos que a partir del evento colonial y dentro del orden
versión original. de la colonialidad que allí se instala, la raza pasa a estructurar el

43

p6-60.pmd 43 23/05/2012, 13:51


mundo de forma jerárquica y a orientar la distribu- flicto concreto y de las prácticas transformadoras
ción de valor y prestigio, entenderemos también que que de él emergen.
ella tiene un papel central en la definición del quién- Como antropóloga, he trabajado en diversos
es-quién y en la atribución de autoridad en el mun- temas de investigación que se vinculan, todos ellos,
do de la formulación de las ideas, su divulgación y con el amplio campo de los Derechos Humanos:
su influencia. Si, por un lado, comprender esto es religión y sociedad, sexualidades no normativas, vio-
esencial para combatir ese orden de cosas, por el lencia de género, feminicidio, vida carcelaria,
otro, permítaseme decir que es precisamente al feminismos no blancos, pero nunca me había
combatir ese orden de cosas que comenzamos a confrontado directamente con el tema de la discri-
entenderlo bien. Esta es mi experiencia personal, minación racial hasta el día en que, siendo directora
ya que solo empecé a percibir con lucidez la aca- del posgrado en mi institución, vi reprobar a nues-
demia, en la que muy confortablemente me encon- tro primer estudiante de doctorado negro, de origen
traba inscrita, cuando comencé a movilizarme por modesto, acentuada tonada nordestina y dotado de
cambios de algunos elementos dentro de ella que, una delicadeza femenina. Así como la presencia de
en respuesta a la dinámica contenciosa, acabaron un estudiante con ese perfil era inédita en un pro-
por revelarse constitutivos y fundacionales de la vida grama de excelencia como el nuestro, tampoco tenía
universitaria: su carácter eurocéntrico y el racismo precedentes una reprobación entre las notas finales
asociado a él. de un seminario en el nivel de doctorado. Ese even-
to, que tuvo lugar en agosto de 1998, dio inicio en
Un breve relato histórico y biográfico Brasil a una gran lucha que duró muchos años y
introductorio que me llevó a descubrir el carácter racista de la
sociedad y, muy especialmente, de la academia bra-
Como dije, tengo un compromiso de vida, sobre sileña, aspecto que me había sido anteriormente
todo en los últimos doce años, con el proyecto de opaco, en mi condición de persona blanca y ex-
democratizar la universidad, volverla más humana, tranjera. Esa lucha culminó, más de una década
accesible, responsable por el bienestar colectivo y después, con la implantación de políticas de cupos
teatro de los debates que llevan a una conciencia en setenta instituciones públicas de educación su-
teórico-política de la necesidad de transformacio- perior en Brasil, así como de un programa
nes. Mi conocimiento sobre ese tema viene de una gubernamental de becas para minorías y estudian-
acción práctica, en un momento determinado, en el tes carentes en universidades privadas, el Prouni.
Departamento de Antropología de la Universidad Es posible afirmar, por lo tanto, que a pesar de sus
de Brasilia (del que acabo de retirarme en diciem- penurias ha sido una historia coronada por el éxito,
bre de 2010 para transferirme a la Cátedra Unes- la cual acabó por introducir una conciencia racial
co de Bioética, en el mismo centro), durante mi no solo en esa institución sino en todo el parque
gestión como coordinadora del posgrado de esa académico brasileño, así como también en la na-
institución en 1998. Partiré de un sucinto relato ción toda.
del caso, no con intención anecdótica sino para Quiero enfatizar lo siguiente: a pesar de que había
mostrar todo lo que se ilumina a partir de un con- llegado como profesora a la Universidad de Brasilia

44

p6-60.pmd 44 23/05/2012, 13:51


en 1985, solamente en 1998, trece años después, se debido a su importancia histórica en el Brasil. Por
levantó un velo que ocultaba, a mis ojos y por mi mi parte, estoy convencida de que ese proceso, con
posición de clase y de raza, un Brasil que anterior- su raíz en un conflicto plenamente local, parroquial,
mente no había percibido. El que he vivido antes y acabó dando vuelta a una página de la realidad bra-
después de esa lucha no es el mismo país: uno es el sileña. No solamente porque el estudiante salió vic-
de la tarjeta de visita, la imagen de exportación como torioso y tuvo su materia aprobada, o porque la
nación cordial y siempre festiva; el otro es visto des- sanción disciplinar que recibí de mi colegiado de-
de abajo, por la población no blanca y periférica con partamental tuvo que ser retirada; ni porque el afec-
relación a los polos de poder. Supongo o, mejor di- tado es hoy día un profesor concursado en la Uni-
cho, tengo certeza de que también existen dos Ar- versidad Estatal de Bahía, sino sobre todo porque
gentinas, dos Méxicos, y que se trata de una reali- ese caso, de origen tan local, inspiró la propuesta
dad de todas y cada una de nuestras repúblicas, así de una política de acción afirmativa que acabó obli-
como tengo también la convicción de que la «raza» gando al debate a todas las universidades brasile-
es una palabra obturada, «forcluida» de nuestros res- ñas y a la sociedad nacional como un todo, inscri-
pectivos vocabularios nacionales, cualquiera que sea biendo la cuestión racial en los medios masivos de
el significado que este concepto tenga porque, des- comunicación y en el debate político entre los re-
de ya, su definición no es simple y vengo intentando presentantes en el Congreso Nacional y en las asam-
cercar la idea y sus posibles nociones desde el día en bleas estaduales y municipales. Este proceso con-
que aquel conflicto se inició. vocó al debate en diversos ámbitos y acabó
En otras palabras, a pesar de que la raza es un instalando una «conciencia racial» antes inexistente
tema central para pensar la realidad educativa en en la sociedad, es decir, la conciencia de que existe
nuestros países, un parteaguas de la distribución de una cuestión de orden racial.
recursos y de los derechos como bienes en nues- Evidencias diversas permiten afirmar que, ade-
tros países, no hemos conseguido nombrarla ade- más de su dimensión inclusiva, la propuesta repercu-
cuadamente. Porque ello implica también el peligro tió como una estrategia de agitación, provocando a
de hacerlo desde el Norte anglosajón, con su he- la sociedad a discutir el tema, obligando a transfor-
gemonía sobre los conceptos, y podríamos incurrir mar el racismo en asunto de debate, tornándolo vi-
en el equívoco de partir del universo multiculturalis- sible. Y eso sucedió porque las elites comprendie-
ta propio de la realidad norteamericana, lo que in- ron inmediatamente que democratizar la universidad
troduciría una tergiversación en las formas en que pública significaba abrir el acceso al corredor que
nuestra historia indo-afro-ibero-americana ha pro- conduce a las posiciones desde las cuales se deci-
ducido «raza» dentro de un contexto semántico de el destino de los recursos de la nación. La pro-
constituido en el curso de una historia propia. pia universidad es ese corredor y, si la demo-
No voy a detenerme en los detalles, es una his- cratizamos, democratizamos el camino hacia los
toria que será escrita; se vienen defendiendo tesis espacios de la república en que son tomadas todas
académicas sobre el tema, narrando y analizando las decisiones importantes relativas a la vida nacio-
sus eventos. Inclusive podría decirse que se está nal, interviniendo también en el propio ámbito de la
trabando una lucha por el control de esa narrativa, reproducción de las elites.

45

p6-60.pmd 45 23/05/2012, 13:51


Las elites brasileñas lo percibieron e intentaron versidad, que en el mismo momento de su primera
–como todavía intentan– interponer una serie de presentación al público en la Universidad de Brasi-
argumentos: que la universidad es meritocrática y el lia, en noviembre de 1999, se hace extensiva al es-
proceso de selección, igualitario y ciego; que no existe tudiantado indígena.
racismo en la sociedad brasileña y mucho menos Los enemigos de esa gesta, que ha durado doce
entre los miembros de la comunidad académica. Pero años, han sido y son poderosísimos. Por ejemplo,
el debate exigió probar esta afirmación, y las esta- entre sus opositores se encuentran el editor general
dísticas educativas –así como las de empleo, salario, del noticiero de mayor audiencia de la televisión
salud, etcétera– indicaron lo contrario. Las elites brasileña, el célebre Jornal da Globo, que ha pu-
entonces, alcanzadas en la fibra de su estrategia de blicado un libro criticando esta lucha (Ali Kamel:
autorreproducción y endogamia, se vieron atrapa- Não somos racistas: uma reação aos que que-
das en un argumento indefendible y empantanadas rem nos transformar numa nação bicolor, Río
en una posición de la que no consiguieron ya salir, de Janeiro, Nova Fronteira, 2006), así como De-
porque al tratar de argüir contra la acción afirmativa metrio Magnoli, autor de los manuales de Geogra-
negando el racismo acabaron nombrando la raza y fía y del Atlas educativo más utilizado por los estu-
no consiguieron probar la ausencia de discriminación. diantes brasileños. Otros prestigiosos antropólogos
En el caso que narro, por considerarlo paradig- y personalidades de la escena intelectual se cuen-
mático y decisivo para la historia del combate al tan también en ese frente, que vino a ser conocido
racismo en el Brasil, la indiferencia general del me- como anti-cotas, es decir, anticupos.
dio académico que siguió a la injusticia cometida La política pública, que presenta variantes en cada
por el profesor es lo que subraya el racismo. El institución y en cada región del país, reserva vacan-
entorno fue indiferente a lo que ahí se estaba per- tes para estudiantes negros e indígenas, y va produ-
diendo o podría haberse perdido: una inteligencia ciendo un «ennegrecimiento de la universidad». Ella
capaz de pensar desde otra posición en la historia y niega la idea de que el examen de ingreso, llamado
en la sociedad, a partir de otra perspectiva. Esa «vestibular» en Brasil, sea realmente ecuánime y
indiferencia hace caso omiso al esfuerzo no solo meritocrático, a pesar de aplicarse de forma uni-
de una persona, sino de un grupo familiar entero, versal y «ciega», masiva, a los postulantes. La nie-
que seguramente colocó todos los medios a su al- ga porque para poder ingresar por ese camino a la
cance para garantizar a por lo menos uno de sus universidad pública es necesario haber tenido ac-
miembros la inclusión en la universidad. ceso a escuelas de elite en los niveles primario y
secundario, en su absoluta mayoría privadas, que
Educación Superior y raza enseñan más que nada a responder ese examen, lo
en la localidad y en la nación: que introduce un filtro natural. Raramente los estu-
la lucha por los cupos para negros diantes negros pertenecen a familias con ese privi-
legio, y la universidad acaba siendo altamente eliti-
e indios en la universidad zada en términos de clase y de raza. En los raros
A partir de ese episodio, se desata la lucha por la casos en que un estudiante negro accede, general-
garantía de cupos para estudiantes negros en la uni- mente por pertenecer a una familia con recursos

46

p6-60.pmd 46 23/05/2012, 13:51


como para educarlo en centros privados, experi- bién para estudiantes carentes o que provienen de
menta una gran soledad en el medio académico. escuelas públicas.
Cuando se pronuncia una palabra capaz de nom- Toda mi reflexión posterior sobre el tema del
brar un sufrimiento que corre por las venas de la derecho humano a la educación se origina, como
sociedad, que hace referencia a una injusticia real, dije inicialmente, en la lucha localizada, parroquial,
no existe fuerza capaz de parar su circulación. Las por la defensa de los derechos de un estudiante
palabras «raza» y «racismo» han manifestado ese negro victimizado en el medio académico. Ella más
poder. Hasta el momento, ellas son poco pronun- tarde se transforma en la gran gesta por los cupos,
ciadas en nuestras sociedades, han permanecido que se expande a la escena de la educación supe-
silenciadas por una censura sorda; como dije: ob- rior brasileña.
turadas, «forcluidas». Pero una vez expuesta su re- Las palabras tienen un gran poder transformador.
levancia y capacidad nominativa, ellas irrumpen con Insisto en esto porque cuando los dos coautores de la
una fuerza política impresionante. Es por eso que primera propuesta de una política de cupos en Brasil
todos los autoritarismos proceden siempre censu- –José Jorge de Carvalho y yo– sugerimos, en 1999,
rando el uso de determinados términos, intentando la existencia de un racismo académico, fuimos consi-
impedirlo. Precisamente, el último argumento de los derados en el medio universitario brasileño delirantes
antagonistas de la política de acción afirmativa a la y antisociales. Pero, porque lo que decíamos nom-
que vengo refiriéndome, y en el que sus represen- braba un fenómeno reconocible –que no es otro que
tantes más notables en la sociedad basaron el pro- el eurocentrismo tanto sociorracial como epistémico
ceso que llevaron hasta la Suprema Corte Federal de la academia, manifestado en su tirria a las presen-
brasileña, se basa en la idea de que nombrar «raza» cias de los signos amerindio y afrodescendiente entre
en la Ley significa racializar la República, esto es, sus cuadros– inmediatamente la idea cundió por el país
introducir en la unidad de la nación una división por hasta transformarse en un debate generalizado, lo que
ese concepto. Sugieren, con esto, que la ley no debe ocurrió en el lapso de once años, y ya está plenamente
inscribir, representar o reconocer esta discrimina- establecido en el seno de la sociedad brasileña.
ción que da forma a muchas de las prácticas coti- En el momento en que formulamos el proyecto,
dianas. Aspiran, con este razonamiento, a que la cuando lo presentamos en los medios, es decir, fuera
Corte decida que la creación de un sujeto colectivo del gueto del activismo negro, éramos un par de
de derechos en función de la adscripción racial in- voces solitarias, frente a la representación domi-
curre en Incumplimiento de Precepto Fundamental nante del Brasil como país sin racismo, de convi-
de la Constitución. Afortunadamente, mientras el vencia cordial. Esa imagen se basa en que las perso-
proceso aguarda la hora en que la Suprema Corte nas conviven y comparten la escena cultural, a
lo juzgue –y esa espera puede ser interminable–, diferencia de, por ejemplo, los Estados Unidos.
los consejos internos de setenta universidades pú- La «geleia geral» del verso de Caetano, el carna-
blicas –considerando las nacionales, estaduales y val, la antropofagia del modernismo brasileño, y una
municipales, que en algunas ciudades existen– ya serie de prácticas y formas de sociabilidad con in-
han votado la adopción de algún tipo de acción afir- tensa convivencia entre razas, son característi-
mativa inclusiva para negros e indios, así como tam- cas, realmente, de esta sociedad en el ámbito de

47

p6-60.pmd 47 23/05/2012, 13:51


la cultura. Sin embargo, cuando observamos la dis- inclusive en el nivel mismo del mercado global de
tribución de recursos –económicos, de acceso a la las ideas, determinando una división mundial del tra-
salud y a la educación, a la vivienda y al trabajo–, bajo intelectual. Porque, si observamos bien, per-
en ese campo, la convivencia se deshace y la so- cibiremos que todos somos racializados, y debido a
ciedad se divide. El democratismo de la cultura no que la raza es el resultado de la incidencia de la his-
se corresponde con la rígida jerarquía de la distri- toria en la lectura de nuestros cuerpos –una historia
bución de los bienes y recursos de todo tipo. La que divide el mundo entre colonizadores y coloniza-
fachada de intensa convivialidad en la escena cultu- dos, y sus herederos–, aunque algunos de nosotros
ral esconde una realidad diferente. Como ya men- tengamos cuatro abuelos europeos, cuando visita-
cioné, la reserva que las elites blanqueadas de Bra- mos los países del Norte siempre somos leídos, cla-
sil y de los otros países de la América Latina han sificados, racializados con referencia al paisaje
garantizado para sus hijos en el espacio de las uni- geopolítico al que pertenecemos. Por lo tanto, es
versidades es la garantía de influencia de que ellos ineludible que al cruzar la gran frontera Norte / Sur,
gozarán en la distribución de los recursos de la na- todos nosotros, quienes habitamos este lado del
ción, porque la universidad es el corredor por el mundo, cualquiera sea nuestro linaje propiamente
cual hay que pasar para llegar a los despachos donde biológico y aunque desempeñemos el papel de blan-
se decide el destino de esos bienes. Sin pasar por cos en nuestros propios escenarios nacionales, se-
la universidad, no se accede a esos recintos, a esos remos vistos desde una perspectiva biopolítica
espacios de decisión. como no-blancos. El hecho inapelable de que so-
Al relatar esta historia, no puedo dejar de perci- mos percibidos como emanaciones del paisaje
bir cuánto hemos caminado en Brasil, y hasta qué geopolítico al que pertenecemos y con referencia a
punto, en otros países del Continente, la raza no la posición histórica de ese paisaje, alcanza y con-
está debidamente «nombrada». Es notable, realmen- tamina el quehacer intelectual y la atribución de va-
te, el bajísimo nivel de conciencia racial en la Amé- lor a nuestra producción académica, y determina
rica Latina. Sin embargo, como sugerí, entre noso- una valorización diferencial entre los saberes y pro-
tros nombrarla entraña una dificultad más, pues ducciones intelectuales de los autores del Norte y
debemos apartarnos de la manera del Norte. En el los del Sur. De esto se deriva, por ejemplo, el he-
Norte, la raza tiene otra historia. Es urgente y nece- cho de que los primeros, que piensan desde uni-
sario que elaboremos la nuestra, desde aquí, y nos versidades, son productores o atravesadores-dis-
enfrentemos con las peculiaridades de nuestros pro- tribuidores de los modelos teóricos que adoptamos
pios dispositivos racistas, que obedecen a historias y constructores-dueños del gran compendio de
nacionales y regionales. conocimiento sobre el mundo.
Debido a que la imaginación interviene inevita-
El racismo académico en el plano blemente en los procesos del pensar, y porque las
internacional ideas son, efectivamente, «percibidas», el sujeto del
saber, del conocimiento, de la autoridad científica,
Es importantísimo percibir que este tema en la uni- no deja de presentarse incorporado, y lo hace con
versidad afecta la vida académica de varias formas, una figura plasmada por la estructura de la subjeti-

48

p6-60.pmd 48 23/05/2012, 13:51


vidad colonizada: la del hombre blanco, europeo a organizar la distribución de verdad y valor en los
en aspecto. Esta imagen insospechadamente racia- saberes, dentro de ese orden, nosotros, los clasifi-
lizada, por ser la de un sujeto blanco, del sujeto cados como no-blancos por nuestra localización en
destinado a «saber», tiene un carácter muy próxi- el sistema mundial, no podemos sino ser consumi-
mo a la creencia, y toda creencia lo es por su capa- dores-aplicadores de categorías que nos llegan for-
cidad de validar comportamientos sin pasar por ve- muladas, prefabricadas, desde el Norte blanco. Esta
rificación. La creencia en la apariencia europea de división internacional de tareas en el campo intelec-
la autoridad sapiente es central en la distribución tual, y la expropiación de valor no reconocido en la
racista del prestigio académico, y es constatable su producción de ideas que de ella se deriva –robo,
impacto en las expectativas de valor atribuidas a usurpación, apropiación de ideas originadas en el
los conocimientos y saberes provenientes de las Sur– impera y hace que la universidad funcione, en
diferentes regiones de un mundo organizado por el nuestros países, como una instancia importante,
patrón de la colonialidad, como fue definido por definitiva, de la Europa Hiperreal de que nos habla
Aníbal Quijano. Ese prototipo, así imaginado, es el Dipesh Chakrabarty. Estamos, por lo tanto, en un
referente universal del capital racial, y agrega valor mundo donde una gente figura como productora
a todos los productos originados en la labor de su- de modelos, que circulan con su firma o patente
jetos que detentan su imagen y semejanza. (aunque no siempre sea este el caso), y otros de-
Esta realidad es, igualmente, consecuencia de la ben aplicarlos, con frecuencia forzando sus reali-
raza y de la racialización de los seres humanos, y dades para hacerlas encajar.
nosotros también, los «blancos» de nuestras socie- El gesto pedagógico por excelencia de esta uni-
dades, caemos en sus redes de forma inescapable, versidad eurocéntrica, inherentemente racista y re-
así como nuestras producciones son afectadas por productora del orden racista mundial, tanto en el
el menor «capital racial» que conseguimos infundir- frente interno en relación con alumnos y jóvenes
les con relación al de los autores del Norte, cual- aspirantes a la carrera académica, como en el fren-
quiera que sea su color (es decir, incluyendo a los te externo, constituido por los profesores consa-
negros). La raza es una manifestación «visible» en grados por su prestigio local y regional, es desau-
los cuerpos del orden geopolítico mundial, organi- torizador: nos declara ineptos, nos impide producir
zado por la colonialidad. categorías de impacto global. El orden jerárquico
Con esto afirmo que, a diferencia de lo que ge- de la pauta colonial distribuye el valor de los resul-
neralmente pensamos, no solo negros e indios su- tados de la tarea intelectual, y opera invariablemente
fren el perjuicio de la discriminación racial, sino que en el sentido de la reproducción del diferencial del
todo el sistema es afectado, pautado por la raza, capital racial de naciones y regiones, con sus res-
capturado por un imaginario racista, como conse- pectivos parques académicos.
cuencia de la racialización del mundo originada en Esto origina en nosotros, miembros de acade-
la irrupción de lo que Aníbal Quijano tan meridia- mias de países no-blancos, es decir, que exhiben
namente ha llamado patrón de la colonialidad del los trazos de ajenidad con relación a la modernidad
poder, también descrito como colonialidad-moder- de los países centrales, actitudes curiosas: acepta-
nidad eurocéntrica. Como ese patrón también pasa mos la absoluta falta de reciprocidad cuando de

49

p6-60.pmd 49 23/05/2012, 13:51


buen grado alimentamos nuestros textos, muchas –formateada deberíamos decir– por esa misma his-
veces sin necesidad real, con recortes y referencias toria. Es precisamente porque la atribución de raza
de autores del Norte, pretendiendo afiliarnos a sus a los cuerpos no es otra cosa que la lectura de la
genealogías intelectuales en una ficción de perte- posición de esos cuerpos en una historia colonial, y
nencia no validada por su contraparte. Es este, sin porque el ojo racializador se encuentra también afec-
duda, un comportamiento corriente, francamente tado por esa misma historia, que podemos explicar
habitual, de los miembros de las academias del Sur, las variaciones de esa lectura y de la atribución de
que tocan las puertas del Norte pidiendo ser acogi- raza al cruzar fronteras nacionales. En otras pala-
dos, y adoptando lengua, tecnología de producción bras, aunque en Brasil, Argentina, Chile, etcétera,
textual, retórica de argumentación, elencos de cita- la racialización opera como forma de clasificación
ción, y una forzada mimesis del prestigio destinada social, los parámetros que llevan a la atribución de
a simular una inclusión inexistente. no-blancura no coinciden. Esa variabilidad deriva
Sin embargo, dolorosamente, ignoran que el or- de las particularidades de la formación histórica de
den colonial y racista que organiza el sistema mun- las sociedades nacionales y regionales. Somos ema-
dial de la producción de ideas determina que no naciones de un paisaje atravesado por los hechos
haya lugar en la elaboración de categorías de im- de la conquista y organizado desigualmente por el
pacto global para los que llevan la marca de la aje- orden de la colonialidad, con historias nacionales y
nidad con relación al Norte, a no ser cuando estas regionales que dan continuidad y localizan esa he-
son adaptadas, compradas y revendidas por lo que rencia general. Por eso, en el plano global, somos,
llamé más arriba el gran mercado comprador: la los de aquí, todos no-blancos, y nuestra academia
industria académica norteamericana. Y eso es, entera se encuentra situada fuera de la blancura.
precisamente, efecto del racismo. En uno de sus En esos términos, y por haber criticado extensa-
extremos se encuentra el racismo académico que mente el multiculturalismo norteamericano en los
impide el acceso y la permanencia de estudiantes ensayos de mi libro La nación y sus otros, me siento
con las señas de la afrodescendencia y de la india- absolutamente libre para emprender una crítica a
nidad, con sus estilos propios de existencia y pen- nuestra ceguera con respecto a la cuestión racial,
samiento, y en el otro se encuentra la barrera a la pues no se trata de la importación de un ideario del
internacionalización de nuestras propias contribu- Norte, plasmado en la historia particular de la socie-
ciones en el campo del saber. dad norteamericana. Entre nosotros la discrimina-
En mi definición, como propongo en el ensayo ción existe, las universidades son blancas, y cuanto
«Los cauces profundos de la raza latinoamericana» más de elite son los cursos y las universidades, más
(Crítica y Emancipación 2/3, 2010), y ya había blancas son estas últimas. A medida que se ascien-
anticipado en textos como «Raza es signo» (en La de a los altos escalones de la administración públi-
nación y sus otros, Buenos Aires, Prometeo, 2007) ca, en la América Latina, tendemos a ser más blan-
y «El Color de la Cárcel en América Latina» (Nue- cos también. Lo mismo ocurre en las profesiones y
va Sociedad, 2008), la raza, la no-blancura, es el empleos. Hay un problema ahí que debe ser re-
trazo de la historia en los cuerpos, leído por una suelto a partir de la comprensión de nuestra propia
mirada que forma parte y es, también, formada historia social y del quién-es-quién en nuestra es-

50

p6-60.pmd 50 23/05/2012, 13:51


cena, con medios, discursos y formas de concien- plo, la del marxismo eurocéntrico, la del marxismo
cia que deberán resultar de la experiencia local. Por clásico, que se refiere solamente a clases. Tocamos
eso es importante recordar aquí lo que he señalado otras, también, como las de la universidad que, sien-
repetidamente en las líneas anteriores: el origen lo- do fatalmente eurocéntrica, no soporta verse ne-
cal –parroquial es el término que usé, para enfatizar gra, no-blanca, india, contaminada por el aspecto
el sentido– de la acción afirmativa de inclusión ra- general de nuestras mayorías, porque esto repre-
cial en la universidad brasileña. Se debe subrayar, senta, a los ojos de la comunidad académica mun-
también, que la propia reserva de cupos es una in- dial, la pérdida de prestigio, modernidad y autori-
vención hindú, formulada por primera vez por el dad, siempre referidos a una visión estereotipada del
activista y parlamentario dalit Bhimrao Ramji Am- Norte. Porque ¿cómo el saber podrá estar encar-
bedkar en los años cuarenta del siglo XX para in- nado en una persona cuyo aspecto físico es asocia-
corporar a los intocables en la administración pú- do por el imaginario eurocéntrico con el subdesa-
blica y en la educación de la India recién surgida rrollo, el atraso, el pasado «bárbaro» de nuestros
como nación independiente. países?
Es relevante insistir nuevamente en que la discu- Será preciso romper con ese imaginario, domi-
sión sobre cupos en las universidades en Brasil tuvo nante en nuestras universidades, entre otras razo-
como principal consecuencia encender el debate de nes porque no nos ha llevado lejos en la búsqueda
toda la sociedad sobre racismo, y el tema alcanzó de soluciones para nuestras realidades. Como con-
los medios masivos de comunicación y el ámbito secuencia de esta equívoca asociación entre presti-
parlamentario y jurídico como nunca antes lo había gio y verdad hemos conseguido una universidad que
hecho. Esto se debió a que la elite inmediatamente no produce propuestas de bienestar, que no sabe
percibió el gran riesgo de distribuir un acceso hasta pensar colectivamente, cuyas metas se realizan en
entonces monopólico a la educación y a los bienes carreras individuales. Estas metas evidentemente no
que resultan de él. Una medida de la relevancia de formaron una intelectualidad capaz de pensar el
esta gesta y su capacidad para tornar visible la cues- mundo desde aquí y dar soluciones a nuestros pro-
tión racial es el hecho, entre otros, de que ya en blemas. Muy por el contrario, nos han llevado a
2002 la primera pregunta del último debate televi- prácticas imitativas y subalternas en la producción
sivo entre los candidatos a la presidencia, en víspe- de conocimiento.
ras del primer turno que llevó a Lula a su mandato, A partir de esa experiencia, reflexiono sobre cua-
inquirió la posición de los aspirantes con relación a tro brechas descoloniales que pueden abrirse en la
las cuotas raciales. educación para democratizarla, no en un sentido
Esa lucha abrió la reflexión sobre diversos te- eurocéntrico, colonial-moderno y liberal de la idea
mas: la importancia de pensar el derecho humano a de democratización, sino como resultado de una
la educación; la dificultad y la resistencia que el crítica histórica llevada a cabo a partir de la pers-
medio académico presenta a su democratización en pectiva y los problemas de nuestro propio conti-
términos raciales; el carácter conservador del me- nente. Es posible y sobre todo estratégico hablar
dio; las formas de discriminación y violencia moral de esas brechas en el lenguaje de los derechos: a
practicadas en él. Tocamos varias fibras: por ejem- la educación, es decir, al acceso y la permanencia;

51

p6-60.pmd 51 23/05/2012, 13:51


a la educación en derechos humanos como parte el acceso a la educación de quienes se encuentran
indisociable de los contenidos de la misma; a la adhe- históricamente en desventaja y, sobre todo, para
sión al pluralismo y el respeto a los derechos de los agitar el debate en torno a su exclusión racista, la
miembros de la comunidad académica, con sus di- otra gran forma de extender el derecho a la educa-
ferencias, en las prácticas institucionales de las es- ción es la aplicación de recursos públicos capaces
cuelas y facultades; al control social de los conteni- de garantizar la expansión de la oferta educativa
dos y métodos de la educación por parte de las pública, irrestricta y de calidad.
comunidades que son su clientela, incluyendo siem- Por otro lado, la capacitación político-teórica del
pre el estudio y la manutención de la memoria de personal docente tendrá que responder a una pers-
las luchas y demandas colectivas que impulsan el pectiva situada, continental. No podemos eludir que
proceso de democratización de la educación; a la toda teoría responde a una política y se dirige a fines
inspiración comunitaria de sus proyectos y propó- de ese orden, y que lo político siempre se transfunde
sitos; así como a la certeza de que sus concepcio- en posiciones que pensamos «teóricas». Esos dos
nes de la vida son disfuncionales y adversas al régi- términos son, en todos los casos, indisociables.
men de mercado capitalista. Uno de los aspectos que obstaculizan el dere-
Aprendí de la lucha activa contra el racismo acadé- cho a la educación, como dije, es el racismo que
mico que no se abren las puertas del medio univer- asuela el proyecto educativo en todos nuestros paí-
sitario sin pérdidas personales para quienes defien- ses. El tema del derecho a la educación demanda
den ese camino. El trayecto es arduo y doloroso, y inevitablemente una demorada reflexión sobre la
solo la intervención contenciosa en el campo de la exclusión social, económica y cognoscitiva que, en
educación acaba develando la realidad que se es- el mundo de hoy y muy especialmente en nuestros
conde detrás de la fachada del falso democratismo países, tiene su correlato instrumental en el racis-
de la meritocracia académica para dejar aparecer mo, de tal forma que lo que llamamos «exclusión»
los intereses y proteccionismos que están en juego es, cuando se le ve desde la perspectiva de los sig-
en la lucha por el acceso, la permanencia y la titula- nos, «exclusión racial». Pero «raza» no es otra cosa
ción en la educación superior. que una construcción histórica, una emanación del
proceso histórico de conquista y colonización del
El derecho a la Educación: mundo, primero por las metrópolis europeas y, a
acciones afirmativas e inversión continuación, por parte de las elites que construye-
ron y administraron desde entonces los Estados na-
de recursos públicos cionales, herederos directos del Estado colonial.
Es, entonces, a partir de esa experiencia y el con- Raza es, vista así, trazo, huella en el cuerpo del
junto de apreciaciones que de ella resultaron, que paso de una historia o, más exactamente, una pau-
intentaré colocar mi posición en términos de las ta de lectura de los cuerpos instalada a partir de la
cuatro grandes formas de interacción entre los de- conquista. Este proceso histórico implicó menos
rechos y la educación. La primera es el derecho a ruptura que continuidad del horizonte colonial, ya
la educación favorecido, en parte, por acciones que el operativo de racialización iniciado con la co-
afirmativas. Junto a esta modalidad para promover lonización por las metrópolis europeas como ins-

52

p6-60.pmd 52 23/05/2012, 13:51


trumento de exclusión y expropiación no hizo sino encubierto sobre el otro que es la historia de los
profundizarse con la construcción de las Repúbli- libros oficiales conducirá sin duda a la formación
cas, que consolidaron el patrón de la colonialidad. de una mirada excluyente dirigida hacia sujetos por-
Como anticipé, quien funda el discurso teórico tadores de la marca de otras historias. La raza, así
para esta lectura de la historia a contrapelo es Aní- entendida, es la consecuencia inevitable y consta-
bal Quijano, formulador de una idea que nos per- table de la continuidad del proceso colonial en la
mite iluminar el proceso histórico de otra forma y historia de los Estados nacionales.
subvertir las narrativas estabilizadas a partir de la Al forzar el «ennegrecimiento» de la institución
instalación de los Estados nacionales republicanos. académica, estaremos tocando el músculo del bra-
También, bajo esta nueva luz, se desvanece la no- zo ideológico en que se apoya el andamiaje de la
ción esencializada de raza, fijada en un supuesto colonialidad del poder, agitando el debate sobre el
referente firme, sea este biológico o cultural. A partir racismo que sustenta y reproduce este orden y sus
de la formulación de Quijano, modernidad y racia- estrategias de expropiación del Sur por el Norte.
lidad emergen como aspectos de la misma ruptura Es por esto que no bastan las políticas inclusivas
histórica que instaura, en un único evento, la colo- concebidas en el Norte ni la politización de las iden-
nialidad. La racialización, esto es, la otrificación tidades dentro de la perspectiva multicultural esen-
activa y sus fobias asociadas, son, entonces, útiles cialista norteamericana, porque en ellas no se toma
infalibles en la producción y reproducción del po- en cuenta o, mejor dicho, se disfraza la existencia
der expropiador, de la apropiación de trabajo no de una frontera Norte/Sur, y su impacto definitivo
remunerado. La educación, en todos los niveles, en las formaciones raciales y en el sentido mismo
puede ser entendida como la institución por exce- de la raza, plenamente histórico y de raíz geopolíti-
lencia que repasa, de generación en generación, la ca, en el sistema mundial.
pedagogía eurocéntrica de la raza.
El discurso de la historia nacional, de esta forma, La educación para los derechos
puede ser comprendido como la canonización de
un «nosotros» como sujeto colectivo y excluyente, En segundo lugar, el tema de la relación entre dere-
y el desplazamiento forzado de grandes contingentes chos y educación hace también referencia a los
de indígenas, afrodescendientes y mestizos hacia los derechos como contenido de la educación. El saber
márgenes de esa subjetividad oficial, colonizada, sobre derechos no puede consistir exclusivamente
estatalmente sancionada y escolarmente reprodu- en la transferencia de información sobre cuáles son
cida, de nuestras naciones. Sus perfiles, costum- los que –supuestamente– nos asisten, protegen y pro-
bres y producciones artísticas saldrán solamente mueven bajo los –presuntos– cuidados de tribunales
cuando sean transformadas en iconos folclorizados internacionales. Una parte importante de esa educa-
para componer la heráldica de que las elites nacio- ción debe ser dirigida a trabajar la noción de res-
nales se valen para representar los territorios apro- ponsabilidad, pulsión ética y activismo vinculada a la
piados, fetiches de las diferentes comarcas de sus ampliación constante de los derechos existentes.
dominios, herencia republicana de la anterior admi- Nuestras universidades eurocéntricas no for-
nistración metropolitana de ultramar. Ese discurso man sujetos responsables por sus colectividades

53

p6-60.pmd 53 23/05/2012, 13:51


ni mucho menos activos en el cuidado de la socie- Entonces, ¿cuál es la responsabilidad de toda
dad y de la naturaleza. Por el contrario, los prepa- persona en el proceso histórico de la creación de
ran para el mercado y para funcionar dentro de las derechos? Es indispensable que el examen riguro-
leyes de productividad, cálculo de costo-beneficio, so de esa pregunta sea parte ineludible de los
competitividad, acumulación y concentración. De- contenidos previstos para la inclusión del tema de
sarrollo y crecimiento económico son palabras que los derechos humanos en los currículos, porque esta
pasan sin crítica en el medio académico, así como tiene que inocular la conciencia de la maleabilidad,
la idea de un progreso en el que detener el ritmo de la historicidad y el carácter inalienablemente públi-
acumulación significa decaer y desaparecer. Hasta co del discurso de los derechos humanos como
las categorías más fecundas para entender el dra- patrimonio de todos y abierto a la creatividad cons-
ma de la historia, como es la misma perspectiva de tante.
la colonialidad del poder, pierden el valor de uso En consonancia con esta perspectiva, los dere-
de su capacidad crítica y pasan a circular como mer- chos humanos deben entrar en el proceso educa-
cancías teóricas fetichizadas en una academia cada tivo no como un contenido cerrado, circunscrito y
día más mercadológica, regida por la lógica de la técnico, sino como un campo por excelencia abier-
productividad y el individualismo. El sentido crítico to a la construcción colectiva, por parte de todos,
de las categorías se desvanece en protocolos de alumnos y profesores, en todos los niveles de la
producción y circulación del conocimiento que enseñanza. Para esto es indispensable compren-
acompañan la lógica del capital en esta colonial- der que la manera de definirlos es como un elabo-
modernidad ya tardía. rado sistema de nombres en permanente proceso
En el caso de la política de cuotas, que ayudé a de ampliación, por medio de la progresiva capa-
formular en un momento muy inicial y defendí para cidad de perfeccionar la sensibilidad al sufrimien-
Brasil, hemos visto ocurrir también este proceso de to que experimentamos y que nos rodea, así como
desvirtuación. A pesar de que la lucha fue para los de la habilidad para describirlo, transformándolo
miembros de determinados grupos –negros en un en categorías que permitan detectar su existencia
principio, indígenas inmediatamente después–, la y acusar sus fuentes. Esta no es tarea de juristas ni
política viene formando sujetos que la usan para de especialistas, sino de todos. Cada nuevo sufri-
apartarse de las comunidades que los transforma- miento reconocido e identificado, cada nueva queja
ron en beneficiarios de ella, fomentando la cons- nombrada es un paso importantísimo, una conquis-
trucción de carreras amnésicas, de patrimonios in- ta. Ese nombre multiplicará el reconocimiento de
dividuales, de sujetos que se tornan desarraigados aquellos que padecen de una opresión común y
de sus colectividades de origen y ya no consiguen permitirá la articulación de sus luchas. El recono-
retornar a ellas para compartir el beneficio. La queja cimiento de un sufrimiento común llevará a la ela-
y la demanda que trajo al contingente de beneficia- boración de nuevas identidades instrumentales para
rios hasta la universidad pasa a ser, de esta forma, la formación de frentes políticos y estrategias co-
cancelada por un olvido instrumental, que permite munes.
sustituir la responsabilidad con el colectivo por el Todo énfasis es poco para intentar hacer com-
arribismo individual. prender la extraordinaria importancia del esfuerzo

54

p6-60.pmd 54 23/05/2012, 13:51


por el desdoblamiento de los nombres de la injus- Los derechos en las prácticas
ticia y del dolor injustamente impuestos a pueblos, educativas: la primera lección de una
categorías sociales y personas. El poder de nom-
clase es la de pluralismo democrático
brar el sufrimiento, su eficacia simbólica al crear
nuevas sensibilidades e instalar culturas más be- El tercer gran cruce de educación con derechos se
nignas es la dimensión más importante de la ley, refiere a las prácticas escolares propiamente dichas,
pues constituye un verdadero antídoto, mucho más esto es, a las relaciones interpersonales que se es-
poderoso que el rendimiento de las sentencias pro- tablecen dentro de la institución, y en que acaban
feridas por los jueces. Es también el aspecto más adquiriendo tanta importancia los propios conteni-
democrático de los Derechos Humanos, porque dos de la enseñanza. De nada sirve que un profesor
elude la profesionalización, puede ser obra de to- exhiba un discurso excelente acerca de los dere-
dos y radicalmente de cualquiera, y depende de chos, si dispensa un trato diferenciado a sus estu-
una práctica constantemente deliberativa. Por eso diantes en razón de su apariencia racial, de clase o
mismo, la tarea de imaginar estos nombres y con- de orientación sexual. La mirada de la autoridad
solidarlos en el vocabulario puede y debe ser lle- que se posa sobre nosotros nos encuadra, nos asig-
vada a cabo en las instituciones educativas, en to- na un lugar y nos marca, a veces, por el resto de la
dos sus niveles. Las palabras desnaturalizan el vida. Las expectativas y apuestas, de éxito o fraca-
sufrimiento evitable. Y nombrar es capacidad y res- so, que se depositan sobre los jóvenes durante la
ponsabilidad que puede ser desarrollada en to- rutina institucional son, a veces, infelizmente defini-
dos, desde la infancia, si promovemos, a través tivas. Por eso es necesario y prioritario reflexionar
de la educación, la conciencia de que es posible y modificar gestos e intenciones propios de las re-
modificar el paisaje de sufrimiento naturalizado en laciones interpersonales habituales en el cotidiano
que vivimos. de los centros docentes, sean estos entre superio-
Más que su dimensión punitiva y retributiva, es res y subordinados o entre pares.
este que acabo de describir el papel más impor- Por eso es posible afirmar que la primera lección
tante de los derechos. Si la educación coopera de una clase debe ser la del pluralismo. Ella debe
con esta forma de comprenderlos, instalará en es- anticipar y acompañar la transferencia de los con-
tudiantes y profesores una conciencia de su papel tenidos disciplinares, y consiste en transformar el
histórico y, también, lo que no es poco, de la his- ámbito educativo y todas las clases –y no solamen-
toria en movimiento a través de las luchas por los te aquellas destinadas a tratar el tema de los dere-
derechos. En suma, la educación en derechos hu- chos– en la ocasión en que se ponen a prueba y
manos no debe centrarse exclusivamente en el ejercitan métodos para desarrollar la capacidad de
compendio positivo de los existentes sino también, convivencia entre personas diferentes entre sí y per-
y sobre todo, promover el conocimiento de las tenecientes a comunidades morales diversas. La
luchas y de las formas de contribuir con su proce- pedagogía por excelencia para conseguirlo reside
so de expansión, para nutrir la fe histórica y pro- en la ejemplaridad que emana del comportamiento
mover las capacidades que nos permitan concebir del profesor y de los dirigentes institucionales. Pa-
un mundo diferente al que conocemos. labras agresivas o despreciativas en la boca de un

55

p6-60.pmd 55 23/05/2012, 13:51


profesor, su menosprecio, son graves obstáculos al tampoco significa solamente la transmisión de con-
propósito ético inseparable del proyecto educati- tenidos de dos o más patrimonios de cultura, o la
vo, y ciertamente no orientan hacia la convivencia enseñanza en más de una lengua en escuelas bilin-
pacífica y compasiva en el espacio público. gües. Significa que también los conocimientos ca-
Expresiones que cohíben o maltratan la plurali- nonizados por el Estado, representado localmente
dad de presencias en las aulas, desvalorizando e por la escuela y la universidad, puedan ser trans-
intimidando a los no-blancos, a los que practican formados a medida que nuevos sujetos colectivos
una religión de origen indígena o africano, a los ac- ingresen a la educación y sean reconocidos en los
tivistas de un movimiento social, a los que siguen espacios de enseñanza como tales, en su diferencia
formas no normativas de sexualidad, o a las muje- y con la debida valorización de los saberes que
res, esto es, un discurso de autoridad como el de aportan a la nación. Verdadera educación intercul-
un profesor o dirigente de institución educativa que tural es aquella en la que el Estado se coloca como
exprese disgusto por la presencia de esta variedad un interlocutor más, a través de la escuela y la uni-
de sujetos en el aula o en el medio social, o les versidad, y admite revisar, a partir del impacto de
dispense un trato diferenciado de menoscabo, no esta relación de intercambio que así se establece,
tiene derecho a hacerse oír, porque el valor de la su canon eurocéntrico: no hay interculturalidad sin
pluralidad de presencias, jurídicamente reconocido descolonización activa de las prácticas educativas.
en la era de los Derechos Humanos, quedará inevi- La pregunta que aquí se impone es ¿qué ofrece
tablemente comprometido. la universidad a quienes provienen de comunidades
indígenas, afrodescendientes, campesinas o confor-
El derecho al control social madas en torno de una actividad productiva tradi-
de los contenidos y métodos cional? En mi experiencia, es difícil tener claridad
de la educación a cargo de sujetos sobre este tema y no creo que se haya llegado a un
acuerdo. Busco la respuesta a esa pregunta por dos
arraigados en sus comunidades caminos.
El cuarto tema que se refiere a la relación entre edu- El primero hace referencia al cultivo de la res-
cación y derechos humanos es lo que podríamos ponsabilidad social y ambiental, y de la memoria de
llamar del control social de los contenidos o, tam- las luchas que condujeron al acceso. La universi-
bién, de la intervención de los intereses y las pers- dad debe promoverlas convocando a la permanente
pectivas de los usuarios del sistema educativo en reflexión sobre las acciones inclusivas, sus motivos
las decisiones sobre qué se enseñará y, también, y sus metas. Me referí a esto hace un momento al
cómo se enseñará. En proyectos de educación in- criticar una universidad que, a través del proceso
tercultural este tema se hace más patente y puede educativo, forma profesionales amnésicos y distan-
percibirse mejor, ya que interculturalidad no solo ciados de sus comunidades de origen, incapaces
significa el fomento, por parte de la institución edu- de un retorno a ellas. Esto es a veces referido como
cativa, de las relaciones de intercambio y amistad un tipo de «blanqueamiento», y hace que el pro-
entre las comunidades que conviven en una locali- yecto inclusivo pierda su sentido, disolviendo los
dad o región y comparten un espacio educativo, ni vínculos de los beneficiados con las comunidades

56

p6-60.pmd 56 23/05/2012, 13:51


que legitimaron su demanda y educándolos con Brasilia justamente, escuchando y grabando «histo-
metas individualistas. rias de vida / relatos de existencia» de los estudian-
Este otro camino habla de los contenidos a los tes negros e indígenas que ingresaron por el camino
que el estudiante proveniente de comunidades pue- de la acción afirmativa, para entender cómo operan
de acceder en la universidad. El debate sobre este estas adaptaciones y negociaciones con las deman-
tema está abierto, y no he encontrado evidencias das comportamentales del nuevo medio: lo que se
de consenso a este respecto. Mi posición es que la gana, lo que se pierde, la duplicidad de los registros
universidad debe garantizar la disponibilidad de los existenciales, el ingreso en el mundo «del blanco» y
saberes técnicos, de la ciencia y del vocabulario de la transformación y dificultad de permanencia del
las Humanidades producidos por el Occidente vínculo con el ámbito originario.
moderno para que los pueblos puedan, por un lado, Será también necesario advertir que cuando un
solucionar los problemas –de violación de derechos, indígena o un miembro de una comunidad campe-
de propagación de enfermedades, de reducción y sina o afrodescendiente accede a la universidad, no
contaminación de las tierras, de interdicción y cen- solamente viene a aprender, sino también a ense-
sura de la memoria histórica de los pueblos, entre ñar. Hasta que eso no sea reconocido, esto es, hasta
muchos otros– que la misma intervención del Occi- que no sea reconocida la dignidad de los saberes e
dente moderno introdujo. Lo que la universidad importancia de los intereses de los pueblos que vie-
debe proporcionar son las herramientas para ela- nen a la universidad, no habrá progreso satisfacto-
borar el antídoto contra el veneno que el patrón de rio en el campo educativo. De la misma forma, los
la colonial-modernidad inoculó, el remedio para las centros de enseñanza deben permanecer abiertos a
enfermedades, en sentido estricto y figurado, traí- recibir las señales del valor, para las comunidades,
das por la intrusión del Norte. Las soluciones de la de la educación que se está impartiendo, en todos
colonial-modernidad son para los males de la colo- los sentidos, es decir, si esta educación coloca o no
nial-modernidad. Todos los pueblos las necesitan a disposición de sus usuarios herramientas que res-
como consecuencia de la forzada occidentalización ponden a sus necesidades y tienen utilidad para su
del mundo. esfuerzo histórico por sobrevivir y proyectarse ha-
¿Pero cómo hacer para que este traspaso de cia el futuro: en otras palabras, para construir su
conocimientos no conlleve al secuestro completo propia historia como sujetos colectivos y mantener
de la subjetividad de ese sujeto aprendiz? Es inne- cohesionadas sus comunidades.
gable que al ingresar y tener que subordinarse a un Lo que se constata es que la educación que ofre-
ambiente como el académico, el aspirante a un títu- cemos no es, muchas veces, la que están buscando
lo, dentro de esa jerarquía, tendrá que negociar, ni responde a la demanda de lo que se necesita para
más o menos concientemente, una amplia gama de vivir en la sociedad nacional como comunidad dife-
hábitos, comportamientos y regímenes de etiqueta, renciada. La escuela y la universidad tendrán que
adoptando una serie de actitudes funcionales al nue- aportar los contenidos y las herramientas para las
vo medio, pero distantes de las formas de corpora- luchas que los miembros de esas comunidades de
lidad, expresión de las emociones y estilos retóri- interés deben librar a fin de transformar la sociedad
cos propios de su ambiente originario. Estamos, en y volverla más propicia.

57

p6-60.pmd 57 23/05/2012, 13:51


Para esto, será menester que los profesores apren- tros, en realidad, por las razones que expliqué y
dan a ejercitar la escucha y se dispongan a adaptar que nos vinculan existencialmente a un paisaje de
la universidad a esa demanda de los que ya no lle- derrota y expropiación–, que superen el terror ante
gan a ella con el objetivo de cumplir una rutina y la hoja vacía, se lancen a ella con el coraje de los
adaptarse a sus hábitos dócilmente, sino que lo ha- vencedores, y escriban su palabra consolidando de
cen a través y como consecuencia de la amplia y esa manera un documento indeleble, tal como lo
aguerrida lucha por la educación. Vienen, por lo exigimos en la universidad: enunciar las referencias,
tanto, con nociones mucho más claras y precisas las sustantividades y las cualidades en cuanto atri-
de lo que están buscando de nosotros. Solo basta butos estables, desde una posición distanciada, fuera
escucharlos para que lo expresen: responder a ellos de la relación, o así lo pretendemos. Sería esta,
será disponerse a modificar temas, contenidos, verdaderamente, una exigencia radical. Las condi-
abordajes y estilos de transmisión, es decir, una serie ciones de esa autorización tienen que ser construi-
de dimensiones de la educación que naturalizamos das con un gesto pedagógico, la pedagogía que se
y, por lo tanto, consideramos inescapables; dimen- espera de una nueva universidad: latinoamericana,
siones que, sin embargo, resultan insoportables para libertaria, democrática, pluralista, inclusiva y fran-
una cantidad de gente que llega a la institución des- camente abierta e interactiva con las nuevas pre-
de otros mundos, desde otras historias, con subje- sencias que ahora acoge.
tividades divergentes forjadas a lo largo de otras En segundo lugar, es preciso elaborar el hecho
trayectorias nunca debidamente acogidas ni repre- de que la autoría, el propio acto de escribir, de asen-
sentadas por el discurso estatal. tar por escrito lo observado, es un gesto que pre-
Finalmente, es necesario reflexionar, aunque sea sume una distancia administrativa, burocrática, es
brevemente, sobre las dificultades y resistencias que decir, un dislocamiento, un aislamiento con respec-
los estudiantes de muchas regiones del Continente to a la vida en interacción, y una validación de ver-
presentan para la expresión escrita en las lenguas dades capaces de atravesar el tiempo sin verse afec-
coloniales: el español y el portugués. tadas. La escritura es para la distancia y, muy
En primer lugar, la escritura tiene una dimensión especialmente, para la permanencia, como nos ad-
de autoridad: asentar en la hoja en blanco algo que virtió Jack Goody. Diversos autores, entre ellos
todavía no se ha dicho demanda una autorización. Foucault, Deleuze, Derrida, Blanchot, oriundos del
Y esta autorización parece remota en un régimen corazón de Occidente, han detectado esta dimen-
de colonialidad que, desde numerosas generacio- sión del acto autoral: la muerte del ser encarnado y
nes atrás, le dicta al sujeto precisamente que no atravesado por sus relaciones vitales para ingresar
está autorizado, que no puede aspirar a la capaci- en la piel del sujeto escritor, distanciado y perenne.
dad de inscribir su palabra tornándola perenne, Esta operación requiere una atmósfera existencial
duradera. Sin un gesto pedagógico de autorización diferente a la del ser atravesado por el haz de rela-
no se puede enseñar a nuestros estudiantes a escri- ciones de su comunidad, en situación vital y cam-
bir. Sin embargo, no es fácil solicitarles a los sobre- biante al calor de las vicisitudes.
vivientes de la conquista, que solo conocen la vida No olvidemos que la historia de Occidente, como
en la tesitura de la desautorización –todos noso- todos los sociólogos de la modernidad han indica-

58

p6-60.pmd 58 23/05/2012, 13:51


do, ha experimentado un viraje muy radical, pasan- Para concluir
do de un modo de existencia en que las relaciones
entre las personas se encontraban en el centro de la El tema central, por lo tanto, que emerge de la se-
vida a un modo de existencia en que estas pasaron cuencia de estos cuatro aspectos o interfaces entre
a ser mediadas, medidas y organizadas por el víncu- la educación y los derechos humanos es el de la
lo con las cosas. Un equivalente universal dará la crítica al eurocentrismo de la universidad y del sis-
medida relativa de los bienes, y el nexo de las per- tema educativo en general, en todos sus niveles.
sonas con estos bienes pautará su interacción como Todo lleva a entender que no se trata simplemente
consecuencia. En la América Latina todavía se pre- de educar como se ha venido haciendo, sino de des-
servan escenas en que situamos la relación en el montar el horizonte eurocéntrico que circunda e
centro de nuestras vidas, prácticas de amistad y impregna todos los aspectos y todos los niveles del
convivencia donde el vínculo con los bienes no rige quehacer educativo en nuestros países.
la escena. Escribir implica la muerte del sujeto vi- Para este fin, la educación superior en todas las
tal, encarnado a partir del haz de relaciones que lo áreas, pero muy especialmente en las Humanidades,
atraviesan, para dar lugar a una posición de sujeto no podrá prescindir de localizar el poder ni de hacer
productivo de materialidades textuales y transus- referencia al mismo; tendrá que promover la escritu-
tanciado en su obra: el sujeto como obra. Este mo- ra contenciosa y el activismo teórico; deberá acatar
vimiento de alienación con relación a la vida inserta lecturas de la realidad provenientes de los márgenes
en comunidad no es sentido como existencialmen- y el consecuente descentramiento de las perspecti-
te próximo por muchos de los que pasan ahora a vas de análisis; tendrá que desnaturalizar las narra-
frecuentar la universidad. tivas dominantes de la nación e identificar sus elites
En tercer lugar, debemos considerar que otros operadoras para neutralizarlas; verá la nación como
pueblos cultivan, en sus comunidades, diferentes pro- heterogénea y jerárquica, y acatará la perspectiva
tocolos de producción de enunciados, otros estilos de los no-blancos y, en especial, de las mujeres no-
de parlamento, otras pautas de conexión entre dis- blancas en su crítica de la raza, el racismo y el pa-
curso y texto, diferentes de los propios de la praxis triarcado exacerbado por la intervención capitalista
académica. Entender esa distancia y esa diferencia y colonial; se abrirá creativamente a la subversión de
es crucial para resolver los impasses que obstaculi- los campos disciplinares y a los tránsitos entre disci-
zan la comunicación educativa. plinas; y, finalmente, estimulará y generará oportuni-
Por todo esto, creo que la escritura es un tema dades para las textualidades no canónicas.
central que debemos discutir de forma abierta para Los cuatro aspectos de la gran temática de la Edu-
entender sus dilemas y encontrar soluciones junto a cación y los Derechos Humanos que aquí se men-
las nuevas presencias propias de una universidad cionaron: el derecho a acceder a la educación, el
más democrática e interactiva, en la que los profe- derecho como contenido de la educación, el dere-
sores investiguen junto a sus estudiantes las posi- cho a un trato no prejuicioso en las instituciones edu-
bles prácticas que puedan garantizar mayor efica- cativas y la adaptación de los contenidos a las nece-
cia en la mutua comprensión, intercambio y sidades de los diversos sujetos colectivos, demandan
transferencia de conocimientos y experiencias. la descolonización de escuelas y universidades.

59

p6-60.pmd 59 23/05/2012, 13:51


Es posible que el primero de todos ellos, si es fesiones y de las narrativas de los grandes temas
debidamente implementado, pueda reforzar y has- nacionales. El acceso a la educación de otros gru-
ta garantizar los otros tres. La discriminación, el pos podrá llegar acompañado de su demanda por
eurocentrismo y la alterofobia vigentes en las es- una educación en derechos como instrumento para
cuelas y en las universidades han reservado la en- la lucha por recursos, por un trato digno en las es-
trada y el buen tránsito por el proceso educativo cuelas y universidades, y por contenidos curricula-
para las elites y sus colaboradores y, con esto, tam- res y estilos de transmisión adecuados a sus fines
bién permitieron el control monopólico de las pro- históricos. c

De la serie Habana: s/t, 1958.

60

p6-60.pmd 60 23/05/2012, 13:51

You might also like