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Pagina/1B COLEGIO NACIONAL DE BUENOS AIRES HISTORIA DE AMERICA LATINA — DESDE LOS ORIGENES HASTA LA GLOBALIZACION | 4 Ficha Técnica DEPARTAMENTO DE HISTORIA ‘ESTO OE UNA NAVE, PATURA PEFTENECIENTE ALA CULTURADE LOS ESCUMAALES. ‘MASCARA DE 080, D& ESTLO OUINGAYA, ‘UIA DE LAS COMUNIDADES De LAS LaDenas [OCOIDENTALES DE LA CORDILLERA CENTRAL {COLONBIANA EWE CUREO CENTRAL DEL AIO CAUCA IMUSEO BRTANICO, LONE ‘DEL COLEGIO NACIONAL DE BUENOS AIRES. ‘UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES, DIRECTORA: Prof durora Ravine REDACTORES: Prof Alejandra Cris, Prof Aurora Ravina. Prof Gabre A. Ribas. Prof Marle Cris San Raman, -AUXILIARES DE INVESTIGACION: Pref Karin Gramma Prof Sie Gala CARTOGRAPO: Mice Angel Forchi ‘Toxo general yselesion documenta Prof, Mase Cristina San Roma, ISBN del bre 987-503-310-3 ISBN tomo I: 987.503.309. cred mes de Mayo de 2002. Impreoen Kolo res SA. Urguay 124, Avllanede, mérica, otro mundo, un nuevo mundo que fasciné a quienes in dia lo encontraron, lo descu- brieron y procuraron, por todos los me- dios, hacerlo propio. No era una tierra vacfa y desde entonces el conflicto atravesado su historia, sin que por ello haya cedido su atractivo, ni ain hoy. Una y diversa, América encirra a mu: chas Américas con unas earactersticas que comparten y oxras que las diferen- cian, Dela mezcla étnica surgis y se con- Solid6, con el tiempo, un mesizaje que dio al nuevo mundo su rasgo sobresa- lien. No solamente por as caracteve « fisicas, sino, y sobre todo, por la im- pronta cultural y el universo de contra: Alicciones que gener. End anda ol sus tao otgnaro de Amdt ls mares pprofindas que ni el tiempo ni la accién Ae os sucsivos forasteros que fueron le sgando pudicron borrar: que afloran en sas contradicciones que se hicieron y se hhacen presents hasta en los hechos mis nimios de la vida cotidiana, Hay tam: vo) En nuestra historia aparece un elemento desconcideenta de ‘ha: el mundo indie. (..) La aparicion de America con sus grandes civilzaciones ext tmodificd radicalmente el didlogo deta civilizacin hispdnica congo misma, Int tlemento de incoridumbre, por decile ast que dede entones deft a esr ima ‘ibn einterragta nut denied.” Paz, Ocravi, Discurso de aceptacién del Premio Cervantes, Madd, 1981. (Cons do el 22 de abril de 2002 en: -hspil /svwrw.tera.cs/cultura/ premiocervantes/ceremonia/ceremonias8/htil] %o.)€7€0 que los eLLrOPEDS de cpiit carifadon los que lcban bien agui por tna patria grande mds humana y mds juste, podrtan ayudarnos mejor si BIEL «fds ecu GH Le tdnidad on phos sch EE tirmene se, miewiar nae concrete cn acs de repaldo lino als pueblo gue ‘suman la ilusion de tener una vida propia en el rparto del mundo, ‘ Ames ie ego pr ae inl en ad de (que sus designios de independencia y orginalidad se conviertan en una aspinacién [No obstante, ls progresr de la navegacin que han reducido tanasditancias entre Américas y Europa parecen haber aumentado en cambio nue distancia cultura. :Por qu a originalidad que se nos admite sin reserva en la lverasura e nos niega con tada case. _spicacasen nuestra tentaivas tan diftles de cambio social? :Por qué pensar que la ca socal que los eurypeos de avancada tratan de imponeren sus pates no puede ser ‘wn objetivo lainoamericano con mbtdosdistintosen condiciones diferentes? No: la _yeldolor demesurades de nuestra hitria som el resdtado de injustice ecularey ‘as sin cuento,y no una confabulacin urdida a 3 mil equa de nuestra ctsa, Pero dirigentey pensadores lohan ereldo, com elinfamtlcmo de lor abuels que ro x cars cifras de ase cmo ofr pole or destino gue vi oa Estee, amigo, e emai de nuetra GARCIA MARQUEZ, Ganeiet, Diteurs de aceptacin del Premio Nobel de Literatura, Estocolmo, 1982. [Consultado el 22 de abril de 2002 en: tpi! www.ciudadseva.com/textos/gemnobel/html] bien una América negea, otra amarilla, América latina es un desafo irren tuna blanca y sigue exstiendo una Améri- ble. Porque hace a interrogaciones so- ca india. Hay una América anglossona y bre lt propia identidad, porque a a «stin Hispanoamérica, Iberoamérica, Apeeaes alta y tas ‘rae (Chl a8 Tk Quo sfocan a ae LOE todas abordar? Eleccién difell, euyo re- _gién, parece confirmarse la idea de sullado obligar a renunciara algo, como América latina sigue buscindose siempre ocutre cuando hay que lei i Serd América latina, porque s¢ mira desde ese Iejano sur que habita la Ar- sgentina y se mira ast una parce de su propia historia. En los tiempos borras- de prolongados y dolorosos confit coi0s que le toca vivir, es una nueva in- Cuando algunos fantasmas del pas vitacidn a la reflesin, esta vee para res atau pertenencia americana, nunca dlesmentida pero muchas veces, dema- siadas, telegida a un segundo plano, _vigencia de la libertad, de Ia demo Para quienes guiaron en oportunidades cia, dela jgualdad de todos ante laley y= anceriores un recortido por la historia de la solidaridad, Ofrecer una leccura Adel pais, oto por la historia universal y de todos estos process en clave hist tun tercero por algunos debates sobre ca aspira, en definitiva, a contribu a cuestiones politicas, instirucionales, _defensa de estos principis sustanc econémicas y sociales que atravearon, desde muy temprano, el proceso hists- rico nacional, asomarse aa historia de agents HISTORIA DE AMERICA LATINA Recipiente de arcilla con forma humana; cultura del Misisipt (1330-1700). Cuando América era de los indios ‘En términos generales podemos decir que hay certs cous en comin ‘en toda la América precolSmbina; hay un cierto sabor cuando se estudia comparativamen- teel Lejano Oriente y el desarrollo cultural de Europa, pero evidentemente América tiene tun sello propio, muy definido, y ese selloocurre derde las lejanas regiones de Patagonia 0 inde al Norte, ase sdet de lor Etadon Unidos y mas al ain. Rex GowzateZ, Atsento, Ten dpe Von yazan la vide de wn anpuedoe, Buenos Aves, Execs elitores, 2000 Los primeros americanos atoreeae bedieeeiyvecteetoetiesl Hombre ameriang ante como fu ane igleted aiguen seats retail Ae discusién en los distintos Ambitos exible 7 Sertece Sit ab ts {0 del siglo psado las dsiplins que e- tian Ia tetra y los seres vvos avant rom en sus investigacionsy prfcciona- ton los métodos de medicion que per- mmiten datar los restos orgénicos y el tiempo geoigico de ls ditintas craps de evolucion de extn parte dl globo, no coincide hasta el momento en une nic a teorla que permita dar rspuess de- Flas eles progunas bisens acerca de ‘quines fueron los primeros humans en Pisa el continence, cwindoy por dénde lego 2Quiénes eran? escartada la ini hipstesis de origen americano del hombre sostenida por el paleontélogo argentino Florentino “Ameghino en 1880, la polémica gird en ‘orno del origen de los primeros grupos ‘migratorios que ingresaron en el co renee A lo largo del siglo pasado las in- vestgaciones relizadas en el campo de Ia lingiistica comparand la distineas lenguas amerindias entre si y con otros idiomas primitivos y de la antropologia a través del estudio comparativo de la rmorfologia de los files humanos y las diversas etnias amecindis, surgi la con- twoveria acerca del posible origen tnico © miltiple del hombre americano. El antroplogo Alex Hrdlicka sostuvo la ce- ofa del poblamiento de Amédca a tae 6 de varias oledas migratoria prove- nites del nordeste asitio. Fund sus Mlamaciones en la observacién de cara tecsticas comunes entre los mongéicos 1 los ametindios tales como el formato de los oes, el color dela pel ye cabello negro y lcio, Adoptando tambien el x teri de la semejanza Einica a que sumé al andlisis comparativo de la lengua de tn grupo aborigen calforniano con la Jenga malayo-poinsia, el francés Paul River sostuvo el oxigen mpl a cavés de distintas oleadas migratorias. En la misma linea el fflorargentine José Im belloni enuncis su teora b semejanzas que enconcraba nas de Oceania y de ls dsints zomas del continente americano, En 1996 los rescos del Hombre de Kennewick de 9300 alos encontrado en Oregéa tve- Jaton 1asgos mds europeos que asiticos, Yun grupo de generistas de la Universi dad de Emory en Atlanta descubrié en hues de americanos primitives una v2 rein genética que también se encuen tra en algunos norteamericanos actuales de orgenindigenay en los genes de itz lianos,finlandeses eisralies pero no en los aséticoscontemporineos, con lo que se abrieron nucvos imerroganes acerca de origen de los primeros amercanos y Tas posbles ruta através de as cles ingrsaron en el continent {Por dénde entraron? En estecharelacién con el origen co la polémica acerca de as posible ie tas de ingiesoresutan tambien comple= jis. Para Fundamentals entrada por el noroeste han sido determinante les est= dios sobre as glacaciones en este lado del mundo. Se afima que coincidentes cn dl tempo con ls europes, ls ameri- canascubrieron con un easquete de hielo todo ol Canadé al exe de los fos Mac- enziey Saskatchewan excendiéndose so- bre los Grandes Lagos y Ia costa adnan — hasta Nueva York, y hacia el oeste del continente sobre las cardileras costeras de Alisa y Columbia Britaica, Las ma: cl nivel de los maces y océanos hasta east cien mettos por debajo del actual dejan- do entre Asia y América un puente de ‘ierta por el que habrian povtido ervzar los primetos grupos humanos. Salvado este tamo y ya en el extemo del actual texstorio de Alaska se abria un eortedor libre de hielos, pero flanqueado por «norms parcdes de glacires a través del curso del fo Mackenzie hasa la altura de fa cadena de lagos desde dnde los mi ¢grantes bien pudieron aleanzar ls pln cies centrales de América del Norte, Quienessostienen la migracion de gra os provenientes de Oceania propisi- Fon varias ruas alternativas, marfimas & través del oeéano haciendo escala en los archipilagos e isla del Pacifico sut, 0, como sosticne el antropdlogo portugues Mendes Cortes, desde l continente aus traliano a través dela Antirtidaingresan- do por el exremo sur de Tierra del Fue ‘go. En general a comunidad cientifica Tha desestimado estas hipStesis al com- SACRO DE UN CAMELIDO HALLADA EN TEOUDOUAC, MANIFESTACIONESARTISTICAS AMERICANS OF. probarseel poblamiento més reciente de los archipiéhgos del Pacifico. No obstan- tehoy se firma que difcilmente el hom- bye habria podido sobzevivir a ls exte- mas condiciones climiticas del coredot del Mackenzie, en consecuencia se vuelve sobre la posibildad de una ruta maritima desde Bering alo largo de la costa dl Pa- cffieo. Los artefacts de piedra encontra- dos tkimamente en Cactus Hill, cerca de la cudad de Richmond en Virginia admitirian una ancigiledad de 18.000 alos yreforzarfan la tcoria de una ruta desde Furopa dda la semejanza observa das entre ls indusrias lca alt encon- tradas.con herramientas de la Edad de Piedra europea. eCuéndo llegaron? ‘Mis alld del camino que hubiern toma do, tampoco hay acuerdo sobre la fecha de ingyeso de los primeros humanos. Si se sostiene la ruta por Bering a través del cortedor libre de hielo, los gedlogos han podido calcular dos vinicos momentos en los que se pudo transitar: hace 20 0 25,000 afos y alrededor de los 10 0 12,000 aos antes de nuestra era. Estas dos altenatvas dividen las opiniones de Si se insste en la ruta edad del hombre ame- ricano queda abiertaa las evidencias de restos humanos que se vayan encontran- do en futuas excvaciones. Sin embargo Jos hallazgos arqueolégicos también pre- sentan problemas de datacién, en algu- nos cass insalvables. En 1946 se descu brid la posibilidad de fechar ef material corginico a partir del is6topo radiactivo del carbono (C14) que comienza a de- sintegearse cuando muere el set vivo & través de un proceso de unos cincuenta mil afios. Sin embargo otras circunstan- cias determinan la confabilidad de ese método en reacién con el estado en que se encuentran as capas sedimentarasex- cavadas y al de los hallazgos mismos en «aso de haber sido contaminados por toris ls dficultades para excavar en la regién drtca del escudo canadiense don- de se buscan evidencias concretas del pa- so de las primeras migracones y ol débil grado de confiabilidad que se es asigna 2 los dep6sitos arqueolégicos en un sue- lo cubierto de hielo o deteriorado por las placiaciones. Todo hallargo esti sujeto a Ia aprobacién de la comunidad cintiica y pors solo dificilmente pueda sr acep- tado sin un marco de elementos que lo avalen, En 1997 se acepts que el sitio arqueolégico de Monte Verde en el sur de Chile podia tstimoniar que la gente que habfa vivido allf venfa una an. Uigfiedad de 14.500 aos y, por lo tanto, esta datacién quebré la barrera de tiem- po de 12,000 arios reconocida hasta en- tonces por los arqueslogos y permitié reconsiderar hallazgos de mds antigua datacién como el ya mencionado sitio dle Cactus Hil al que se suma una excar vacion cerca de la ciudad de Pittsburgh aque demostrara la presencia del hombre en Nortcamérica desde por lo menos 20,000 atios. Otros hallargos fechados on una antigtiedad excesiva para ls t- orf hasta ahora aceptadas serin nucva- mente considerados de aqui en més. Hasca el momento se acepta como cuestonable una antigedsd de entre 11 y 13.000 afios, aunque no se descartan hallangos de mayor antigtedad. Los si tios arqueol6gicos con estas evidencias estén distibuidos alo largo y ancho del continente desde los abrigos rocosos de Galifornia y Nuevo México hasta el sur de Chile y la Argentina pasando por las regiones del nordeste y centro de Brasil yl costa peruana. Por aquellos tiempos “América estaba habitada por bandas de cazadores de grandes mamiferos hoy ex tinguidos, pero que ya posefanestrate- sas diversificadas de supervivencia se agin los dstintos Ambicos naturales que les ofteefa la extensa geografia del conti nente. André Prous, de la Universidad Federal de Minas Gerais, resume la hic pStesis que hasta el momento puede sos tenerse desde la arqueologfa: los prime- ros americanos descenderfan de una po- blacién no mongolizada de la que han quedado evidencias de crineos doicocé falos desde Brasil hasta la Patagonia, probablemente originarios del Asia Cen- tral, que en parte habrfa migrado al sue legando hasta Australia, y en parte ha- bea tomado la ruta del noreste pasando por el Estrecho de Bering a América. En Asia estos primeros hombres habrian si do sustituides por pablciones mongol zadas que también pasaron a Amética en oleadas pesteriores, la ima de las eua- les de tipo claramente mongoloide ha- beta sido la esquimal. Menos cautos que los arquedlogos, quienes se basan en es- tudios lingilsticos y genéticos subrayan la existencia de una alta diversificcién de rapos en todo el continente y soste antigiledad de entre 20 y 30 mil ais para el hombre americano. No estd dicha adn la palabra definitiva y ‘mucho queda por investiga De la caza y de la pesca América se poblé de cavadores y al menos para algunas repiones se conoce la evolu- cin ulterior de ests primeros grupos hu- ‘manos. Los principales yacimicntos del LOS AMERICANOS DE LA EDAD DE PIEDRA ‘umerosas excavaciones arqueoléncas atestiquan la presencia de los ameri- [canos de Ja Edad da Piedra en toda la extension del continente; pero muy po¢08 hellazgos estén acompaftados por restos humanos y en todos los ca- ‘50s fs eéloulos sobre su antigdedad ha generado discrepancias a veces insalvables entre los especiaistas ‘Taber (Alberta) el esqueleto de un nifo bajo depésios glaciares fechados entre 20,000 y 60,000 a, C. ‘Tule Springs (Novada-EE UU) restos humanos fechados on 21.800 a. de atefactos de thiesoy una rica fauna, Tlapacoya (México) oréneo humano cca. 18.000 a: ©. Monteverde (sur de Chil), restos humanos y herramientas fechados en 14.000 a Bolo Horizonte (Brasi), oréneo femenino "Luzia’, somojante a olf encontrados en ‘Alrca, fechado en 19,500 a. C. Lapa Vermelha (Minas Gerals-Brasl) esqueleto humano masculino fechado en 11,0008. ¢. Isla Principe de Gales (SE de Alaska), esqueleto humano fechado en 10.500 a. ©. Pall Aike (extrema sur argentino) restos humenos premongoloides cca.10000 a. C. Latitima capa de ese sito os representativa de los ones histéricos Estado de Washington (EE UU.) Hombre de Kennewick cca, 9600 a. ©, Tepexpéin (México) ordnoo humane, ea. 9000 a. C. Vizeachanl y Jahualeo (Bova) indusrias Iiteas y crdneo nearthentalcde, Hombre de Lagoa Santa (Brasi)crane0 de tpolagldo ademas Fuente: Ponca, L-Auazcuen Os Mores J, La humanadpreristica, Navara, Salat Edores, 1969 National Goograpie vl 166-1" 6 -deembro 2000, Conia hoy. Revita do cgecion lenin yteratgen, 9°67, noo de 2000 Moser Palclico americano aparecen cubriendo las mds diversas regones del continente en toda su eatensién, pero slo contados si tios poseen rests anttopolégieos asocia: dos al instrumental de peda que estas so ciedades utlizaron en su vida cotdiana. A través del estudio de la tipologia de las ppuntas de flecha, las arquedloges han po- dlido rastrear por dénde pasaron estas bandas humanas y laborar una eronolo- gi rentatva desu ancigtiedad. En general Tas puntas Clovis ~as lamadas por a l= ‘alidad donde se encontraron~ apareeen relacionadas con la caza del mamuty exe tendidas por todo el continente. Con el retiro de los hielos cambiaron las cond clones climiticas; los grandes ejemplares de caza eextinguieron y los bosques inva dleron amplias onas y ofrecieron al home bre animales de menor pore como los ve= nados, los oss y los eastores. En las 0138 subiropicales un proceso de deserzaci6n tendié a concentra los grupos humanos a cola de los grandes eos ya generar cor mo recursos alimenticios una gran varie dad de Fuca, ayas y races slvestes, Re rentatvas de est hébitat son las comu- nidades que habitaron las cuencas de los fos Colorado, Gila y Green en la atipla- niicie del oeste de Estados Unidos, los t= rritorios de los estas de Nevach, Idaho, ‘Wyoming, Usah y el oeste de Arizona an= tepasados de los shoshones, utes y palues. HISTORIA DE: AMERICA LATINAS 1a cama del bill como fuente principal de recurs se extendié en las lanuras al este del alilano desétio de las Rocallo- $28, Ao largo del continent los sitios ar aqucoldgicos corespondientes a los mile nos ene ines del Paeoitico y comien- 298 del Neolitico muestra claros signos de especalzacén en el aprovechamienco de los reeursos naturales através de los ‘uals se confoxmaron disintos patrones ide subsisencia, Entre el 9000 y 7000 apa- recen estas primers cliversfcaciones re gionales que constituyen una etapa de ttansicién hacia el Neoltico, Fn las cosas os depésitos de conchas marinas indican al arquedlogo que ali vvieton sociedades de pescadoresy recolectores de marisos plantas slvestes, los ancepasados de los sambaquts de Brasil, de fos shellheaps de Florida y los pescadores y cazadores de smamiferos matinos del isa Englefield en dur de Chile, En la cosa peruana, los habitantes de Huaca Prieta en el valle del fio Chicama muestran ls distintas tapas desde la tecoleccién de frutosslvestres hasta llegar las primeras semillas domes- ticadas, la etapa de agrculurarudimenta- ria y el tempeano uso del algodén para fa briear redes de pescar, ademés de anzuelos de hueso y cuchillos de concha marina Datados €n 8000 afios, los asentamientos iis antignos de la costa de la Columbi Dritnicay de os estados de Washington, Oregén y nowt de California evidencian uso de otras recursos marinos como la caua de hllenas, marsopas yfocasy dese tiempos tempranos la pesca del salmén; tuna dita que siguid siendo bisica en po- blaciones mis modemas como los nutka de la isla de Vancouver y sus vecinos los, smakah, Muchas de esas culturas costeras ‘complementaban su deta con la cara me- nor y It recoleccién en los bosques. En na extensaregidn se generalin6 una oi PINTURAS RUPESTRES QUE REPRESENTAN ‘MIWALES ENLA CUEVA De TOOUEPATA, Pen ral eénica para cocer los alimentos me- cliante piedras que calentaban al fuego € introducian en calbbaraslenas de agua. Fl profesor Pedro Carrico afirma que el nk vel de caradores y recolectores que en tiempos dal descubrimientoexistaen los ‘extremos norte y sur de continente pudo ser el mismo que muesca la arquedlogia de csa etapa intermedia, Destaca ese e pecialista Ia semejanza de algunos rasgos calurales como las chozas eubiertas de a> ‘nas os piles sobre una armazén de var ‘a, muy similares en ciertas culturas de ‘América del None y del extremo sur dl ‘ontinente. También observa la semejan- ‘a de clementos culturles propos de las culeuras del extremo norte con similares de los pueblos del nore euroastico, pro- ducto de laaparcin de nuevas oeadas de smigrantes de los cuales esquimales yaleu- tas habrian sido los dlkimos en llegar. Al sur de la tundra dtica a caza perdu co OcéANO PACIFICO rupo Esquimal-Aleutiano a Grupo Na-Dené DB sicuxpakota lroqueses Muskhogee Grupo Algonquine Wokash Grupo Uio-Azteca Grupo Arauac = {Grupo Chibeha Grupo Caribe ‘Grupo Tupi-Guareni Grupo Ge ‘Grupo Aymara Grupo Quechua Otros pueblos Maya-Quiché — Futas posibles {2 Restos antropologicos OcEANO PACIFICO ., SCALA GRAFCA 100, 2090 ‘mo actividad principal en el bosque su bartico y en ls planices cencrales de Esta clos Unidos y en las pampas y la meseta patagénica del extremo sur del continen te. En l este de Estados Unidos, la Gran ‘Cuenca se caracterid por I Hamada “cul tura del desieto” con predominio de la faza menuida y el so de piedras de moler Semillas evidencia de la imporeancia cre lente dela recolecién de fruos slvestres en la dicta alimentaia de estos primeros norteamericanos un recurso que perdura- 1 hasta la llegada de los europeos en ex- tensas regiones del continent, Una variedad de aldeas agricolas Mis alli de la polémica en torno del ori- ‘gen de los primeros cukivos americanos, entre el 6000 y 5000 antes de nusta era Ia agricultura se estaba instalando en va- tiastegiones del continence. La arqucolo- sla a podido documentar a uavés de dis intos sitios ls primeras domesticaciones del maiz que, junto con la calabara y el fijol, forms una tada que consituyé el patrén alimenticio de ls alta cultura se ‘dentaias, En estas primera adeas de pue- blos semisedentarios y sedentaris, la agi cultura -labor femenina por excclencia jug6 un papel muy secundario en la dita ENTONCES LA AGRICULTURA 1993 e1 eminonte arquediogo argentino Alberto Rex ‘GonAlez fue inviado a dctar un curso en el inttito do Pa pares mcpotges de la Universidad de Mé- xieb, intancla que aprovechs para enunciar sus ideas ‘acerca de las semejanzas ontro el sudooste de Estados Unidos: ‘01 nororeste argentino como zonas culturales periféricas de nlicleos de las grandes civiizaciones de México 'y los Andes. ‘especivamente. E ema estaba crctamene relacionado con Jas formas culturales relatives a la deta alimentaria y la apar- ‘cin de la agricultura y Rex Gonzalez subrayé que en América 8 podia hablar de mis do una revoluciénneolica, como pro: ¢2808 adapitvos que se der en forma indepencionto y de ‘acuerdo con las particlaidades do cada regin, En el dea | amazénica con muchas precipitaciones alm, parace ha- borse dado una domestcacon que podria remoniarso a mucho ‘tes del 2000 a, C., 05 la regién de culivo de la mancioca 0 ‘yea. Ota revolucion neotica 8s la que se cho en México y ‘América Central a party do culo dol maz, lel a calaba- |_ 74; na triada que luego se distbuiré por todo el continento, y alimentcia, Se ha caleulado que durante ‘tos primetos tiempos slo el 4 por cien to dela alimentacin se obrenia del cult v0, €l 10 por ciento de la cara y el 86 por ciemto de la recolecciin de frutos silves- tres, Solo en México, América Central y los Andes se Hlegs a través de ks si practicar un cultivo intensivo y de rege dio, extendido en a division socal del bajo a ambos sexos y base econdmica de los pueblos imperiaes, Por el contraro ka ganaderia no ha sido una actividad ema siado extendida por el continente, Sélo el perro, la llama y la alpaca son compara- bles en téiminos de domestiacion animal al Viejo Mundo, estos ilkimos limitados a Ia regién de los Andes sudamericanos, (O0s como los venados, ls vcufasy los guanacos o los andes seguitian siendo producto dela cua. Ademis de consiuir ‘domestcacién en el este de Estados Unidos con ol gracol y a- ‘Gunas otras plantas. Hay dos factores, segin el arquediogo, ac- tuando on forma paraiela, el creaivo, 0 sea la capacidad de do- ‘mesticarcistintas especies on ditintoe lugares de acuerdo con las necesidades; y el diusivo que se transmite a travs de ‘enormes distancias, Sobre la polémica que desde hace euaren- 1a hos sostnen mexicanos y norteamericanos sobre la origi- ‘alidad de la cultura del Misisipi en el este do Estados Unidos, Fex Gonzalez no cuca en {a ifluoncia de los pueblos mesoa- ‘maricanos sobre los del sudeste de Estados Unidos aunque ‘contiesa— axin no se puede precisar exactamente cudl {ue of ‘momento y cud la cultura citusora, Fuente: Rex Gonznez Aisin, Testes dgpersos. Volitad y azar en a vide de un aavosog0, Buenos Aes. Emecs eaters, 2000p, S000, MosR, los centro neurigicos de las poblaciones que aleanzaron mayor grado de compej- dad y especializacin, Mésico los Andes fueron nicleos cukuales iradiadores hae cia las zonas peifrcas del sur de América del Norte de Centtoamérica y del noroes- te de Argentina y nore de Chile, Las cl- ‘uray resultantes de esas influncias prac ticaron la agtculeura, pero tuvieton di tines rayetorias, desde a decadencia ya sustitucién por ottas en el cao del SO y SE de los Estados Unidos, hasta la perdi- ‘bilidad limitada @ un espacio menor 0 asimiladas al contexto imperial de los cen- tros de dominacién, como los seforos del notoeste argentino a fines del siglo XV. ‘Una rica varied de aldeasagecoas con- vivié con pueblos semisedentarios y con sociedades némades de cazadotesespeci Jizados en la fun local, como los del bos- que boreal canadinse, los dela planices centrales noreeamericanas, los del chaco argentinoparaguayo y los de las pampas y meses del extemo sur continental Montfoulos y terraplenes Los eronistas eutopeos que desembarca- ron en ls costas del extremo norte del golfo de México y en la peninsula de la Florida y se internaron en elcontinente hhacen referencia a viviendas consteuidas sabre teraplenes y sob pilots en las or- las de los tos. Estas elevaciones de vera ‘que ls ingles llamaron “mounds” abun- cdanalo largo de una extensarepidn desde cl sur de la cadena de grandes lagos hasta

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