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tales que constituye, sin ninguna puro de principios, esto es, no consi-
duda, una de las obras imprescindi- dera que la norma en que se plasman
bles en la materia. Su importancia derechos fundamentales sean exclusi- 241
fundamental radica, en mi opinión, vamente principios o que los princi-
pios puedan comprenderse o mane- bien «el marco de una teoría norma-
jarse prescindiendo de otros tipos de tivo-material de los derechos funda-
normas. Ni contrapone tampoco la mentales» y constituye, en definitiva,
idea de principio a la de valor o fin; «uno de los pilares fundamentales»
en particular, principios y valores del edificio de la teoría de los dere-
vendrían a ser una misma realidad chos fundamentales» (p. 82).
vista desde dos planos o ámbitos dis- Entre reglas y principios existe,
tintos: el deontológico (el del deber en opinión de Alexy, no sólo una
ser) y el axiológico (el ámbito de lo diferencia gradual, sino una diferen-
bueno). Una teoría —una Jurispru- cia de tipo cualitativo y que básica-
dencia— de principios es por ello
mente consiste en lo siguiente. Los
compatible —incluso exige— una
principios son «normas que ordenan
teoría —una Jurisprudencia— valo-
que algo sea realizado en la mayor
rativa y finalista. Pero veamos cómo
medida posible, dentro de las posibi-
es todo esto posible.
lidades jurídicas y reales existentes»
Aunque norma de derecho fun- (p. 86). Los principios serían, pues,
damental y derecho fundamental no
«mandatos de optimización», que se
sean lo mismo, entre ambos concep-
caracterizan por el hecho de que pue-
tos existe una conexión esencial:
den ser cumplidos en diferente grado
siempre que alguien posee un dere-
y porque la medida debida de su
cho fundamental, existe una norma
cumplimiento no sólo depende de las
(válida) de derecho fundamental que
posibilidades reales, sino también de
le otorga ese derecho. Ahora bien,
-§ Alexy considera que no existe un las posibilidades jurídicas; estas últi-
mas vienen determinadas por los
S único tipo de normas, sino que den-
principios y reglas que juegan en sen-
-§ tro del género común de las normas
tido opuesto (al principio en cues-
-2 debe distinguirse básicamente entre
-g las reglas y los principios. Esa distin- tión). Por el contrario, las reglas son
I ción constituye, en su opinión, «la normas que exigen un cumplimiento
3 base de la fundamentación iusfunda- pleno y, en ese sentido, sólo pueden
-g mental y es una clave para la solu- ser cumplidas o incumplidas. «Si una
° ción de problemas centrales de la regla es válida, entonces debe hacerse
£ dogmática de los derechos funda- exactamente lo que ella exige, ni más
se m e n t a l e s . Sin ella — c o n t i n ú a ni menos. Por lo tanto, las reglas
< Alexy— n o puede existir una teoría contienen determinaciones en el
jj adecuada de los límites, ni una teoría ámbito de lo fáctica y jurídicamente
«* satisfactoria de la colisión y tampoco posible. Esto significa —concluye
una teoría suficiente acerca del papel Alexy— que la diferencia entre reglas
*«• que juegan los derechos fundamenta- y pincipios es cualitativa y no de
les en el sistema jurídico» (p. 81). La grado. Toda norma es o bien una
distinción vendría a configurar tam- regla o un principio» (p. 87).
Esta diferencia aparece con espe- Constitucional Federal tuvo que deci-
cial claridad cuando se examina dir a propósito de admitir o no la
cómo se resuelven los conflictos entre celebración de un juicio oral contra
reglas y las colisiones entre princi- un acusado que, debido a la tensión
pios, de lo que Alexy pone diversos que tales actos traen consigo, corría
ejemplos. Un supuesto de conflicto el peligro de sufrir un infarto. La
de reglas es el siguiente: Una ley de colisión se produce aquí entre el prin-
Badén del año 1951 prohibía que los cipio que reconoce un derecho funda-
negocios permanecieran abiertos los mental del individuo a la vida y a la
miércoles después de las 13 horas, integridad física, y el principio del
pero esa norma entraba en contradic- Estado de Derecho que impone al
ción con varias Ordenanzas de los Estado e) deber de garantizar el
años 1934 y 1938 (entonces vigentes) mayor grado posible de aplicación
que extendían el horario hasta las 19 del Derecho penal. La solución a la
horas. El Tribunal Constitucional que llega el Tribunal es el fruto de
Federal resolvió el conflicto de acuer- una ponderación que conduce a la
do con el art. 31 de la Ley Funda- conclusión de que, dadas todas las
mental que establece que el Derecho circunstancias del caso, los intereses
federal tiene prioridad sobre el Dere- del acusado tienen un mayor peso; el
cho de los estados federales; esto es, juicio oral no debe celebrarse mien-
una de las dos normas en conflicto se tras concurran esas circunstancias,
declara nula y se expulsa, en conse- pero eso no significa negar validez al
cuencia, del orden jurídico. Sin principio del fucionamiento eficiente
embargo, frente a las colisiones de de las instituciones del Derecho
principios, el Tribunal procede de penal.
manera muy distinta: cuando dos Esta manera de proceder, por
principios entran en colisión, uno —el cierto, no significa que la tarea de
de menos peso— tiene que ceder ante aplicación de las reglas sea una pura
el otro, pero esto no significa que el cuestión de lógica (de subsunción),
principio desplazado resulte invalida- mientras que los principios requerirían 9
do, ni que en el principio desplazado S
una operación de tipo valorativo (la S
haya que introducir una clausula de ponderación). Esto no es así (o no es o
excepción; por el contrario, bajo otras exactamente así) por dos razones. La
circunstancias, la cuestión de la pre- primera es que la subsunción implica
cedencia entre principios puede ser también —si se quiere presupone—
solucionado de manera inversa; en un uso de principios; esto es, la sub-
consecuencia, lo que entra en cues- sunción supone —o presupone— no
tión aquí no es la dimensión de la sólo el paso de las premisas normati-
validez, sino la dimensión del peso. vas y fácticas a la conclusión (que es
Un ejemplo de colisión de principios de lo único de lo que se ocupa la
lo ofrece un caso en que el Tribunal lógica), sino también una operación
previa consistente en establecer las relaciones de prioridad abstractas y
premisas y que sólo puede hacerse concretas entre ellos que permita
teniendo en cuenta principios. Y la determinar unívocamente la decisión
segunda es que los principios no per- en cada uno de los casos. Alexy
miten por sí mismos alcanzar una rechaza esa posibilidad2 y en su lugar
solución; esto es, los principios, a defiende una teoría débil de los prin-
diferencia de las reglas, son sólo cipios que no supone tampoco enten-
razones prima facie, pero no razones der a éstos como un simple catálogo
definitivas; no pueden, pues, servir de topoi. Lo que impide un uso pura-
como fundamento de una decisión, mente arbitrario de los principios es
sino que necesitan ser concretados en la posibilidad de construir un orden
reglas, lo que tiene lugar precisamen- débil de los mismos (o, si se quiere,
te a través de la ponderación: en el de los valores) que constaría de tres
anterior caso, el Tribunal habría elementos. El primero es un sistema
construido una regla que establece de condiciones de prioridad que
que si se dan determinadas circuns- hacen que la resolución de las colisio-
tancias (un riesgo grave para la vida), nes entre principios en un caso con-
entonces debe producirse (y el creto tenga también importancia
«debe» no tiene ahora el carácter de para nuevos casos: como antes se ha
un mandato de optimización, sino visto, las condiciones bajo las que un
que es un «debe» que exige un cum- principio prevalece sobre otro for-
plimiento pleno) una determinada man el supuesto de hecho de una
consecuencia jurídica (no debe cele- regla que determina las consecuen-
brarse el juicio). cias jurídicas del principio prevalen-
La concepción que Alexy tiene de te. El segundo lo constituye lo que
E
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•o los principios está muy próxima, Alexy llama un sistema de «estructu-
como él mismo reconoce, a la de ras de ponderación» que derivan de
Dworkin, pero se diferencia de la del la consideración de los principios
autor norteamericano en dos aspec- como mandatos de optimización: En
tos importantes. El primero tiene que relación con las posibilidades jurídi-
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