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1.1.3. Inicios de la Cultura Olmeca (Olmeca I - fase Bari 1750 – 1400 a.C.)
Considerada como “cultura madre” por difundir elementos culturales por
Mesoamérica.El término olmeca deriva del náhuatl “olmecatl uixtotin” que
significa “gente de la región del hule” o “los que viven al borde del agua
salada”.
Ubicadoen la zona sur del estado de Veracruz en la franja territorial entre las
montañas de Tuxtlas que superan los 500 metros y al oeste del de Tabasco
(Chontalpa), sobre el Golfo de México, donde ocupó un área de 18000
kilómetros cuadrados, donde se encontró más de 30 sitios arqueológicos, esta
zona esta sometida a un alto régimen anual de precipitaciones y su paisaje
alterna entre el bosque tropical y la sabana, la zona geográficamente es
calurosa y húmeda. Su sistema de subsistencia estuvo basado en la agricultura
de tipo tumba y quema, complementado con la recolección intensiva, la caza y
la pesca. La mayor parte de la población habito en chozas de materiales
perecederos, colocadas sobre plataformas de tierra apisonada y agrupadas en
pequeñas aldeas y poblados.
1.1.4. Inicios de la Cultura Zapoteca (San José Mogote 1150 – 850 a.C.)
El valle de Oaxaca esta situado entre los 1000 y 1500 metros de altitud y
dispone de 1200 kilómetros cuadrados de tierra cultivable, distribuida a lo largo
de las cuencas del rio Etla, al norte, Tlacolula, al este, y Zaachila, al sur. Es
una zona semiárida que recibe entre 400 – 800 milímetros de precipitación
anual.
En las cámaras, que son ovales y a las se accedía a través de un pozo que
conectaba con las cavidades excavadas en el suelo que solían estar unidas
unas con otras, se han hallado numerosos esqueletos, muchos de ellos
procedentes de deposiciones secundarias. Se cree que en el caso de las
tumbas colectivas los enterramientos correspondían a miembros de un mismo
clan. En estas tumbas se depositaron excelentes trabajos de cerámica en los
que se representaban aldeas y casas u que tienen un gran valor etnológico,
pues presentan escenas de la vida cotidiana y ritual de los pobladores de
Nayarit como el juego de la pelota, ceremonias y guerras.
El Complejo Capacha, en las zona costera del estado de Colima, data del año
1500 a.C., las cerámicas incluyen tecomates, ollas de boca estrecha, jarras con
asa de estribo y cuencos, figuras de animales y vasijas miniatura, algunas con
gran semejanza con la cerámica del centro de México. En las tumbas de El
Opeño en Michoacán han aparecido también objetos de similares
características.
Cerámica capacha
Escritura
3. zapoteca
por numerosos y costos ríos, que nacen en las cercanas montañas de Los
Altos.
En el Altiplano, emplazado inmediatamente al norte, es la zona donde se
localiza, en primer lugar, el altiplano volcánico, cuyos volcanes de formación
muy reciente y altitudes superiores a los 4000 metros, aportaron los materiales
básicos para el desarrollo tecnológico de las diferentes culturas
mesoamericanas como la obsidiana, que se utilizaba para cortar o la andesita
que sirvió para fabricar instrumentos de moliente. A una cota de altitud superior
se sitúa el altiplano metamórfico, un área geológicamente mas antigua
enmarcada por los valles de los ríos Motagua y Grivalja, el la cual también se
encontraban materiales, como la jadeíta, serpentina y el gabro, muy apreciados
en las culturas mesoamericanas. Los bosques de coníferas son su
vegetaciónmás característica, en donde habitan una fauna relativamente
limitada integrada por venados, conejos, roedores y diferentes especies de
reptiles y aves.
Sin duda, en las calurosastierras bajas fue donde la civilización maya, de forma
sorprendente alcanzo su mayor esplendor. Existen en esta área diferencias
que delimitan tres regiones bien caracterizadas. En Primer lugar las tierras
bajas del Sur con el rio Usumacinta y sus tributarios, el Bajo Motagua y el lago
Izabal, como líneas esenciales de desarrollo y de relaciones comerciales, que
incluyen El Peten, una región con lagos y pequeños ríos en superficie y una
abundante vegetación típica de la selva tropical lluviosa, de cuya multitud de
especiesdestacan la caoba, la palmera, el cedro, el ramón y la ceiba, y cuya
rica fauna asociada esta compuesta principalmente por pisones, venados,
jaguares, tapires, armadillos, manos araña y aulladores, amén de una gran
variedad de reptiles y aves como las garzas, tucanes, loros y guacamayos.
En el formativo temprano hubo el desarrollo de la agricultura y la aparición de
la cerámica, las primeras evidencias de aldeas, cerámica y agricultura
proceden de la costa del pacifico y se remontan al periodo comprendido entre
los años 1650 y 1650 a.C. estas están vinculadas a desarrollos culturales con
el istmo de Tehuantepec y los olmecas.
Entre los años 1000 – 400 a.C. surgieron los indicios de lo que mas tarde
serian los cimientos de una sociedad compleja como las construcciones
públicas y ofrendas funerarias diferenciadas. En algunas zonas, esta
transformación pudo deberse a una fuerte relación con el mundo olmeca, como
se aprecia en la costa del Pacifico y lugares cercanos con elmundo olmeca,
como se aprecia en la costa del Pacifico y lugares cercanos, que ya poseían
1.3.2. Auge y decadencia del centro olmeca Tres Zapotes (olmeca III) 400
– 100 a.C.
Ubicada en las colinas aledañas del río Hueyapan (Veracruz) es el centro
menos conocido de la cultura olmeca aunque fue contemporáneo de los
anteriores e incluso les sobrevivió (1000 – 50 a.C.), tuvo 2 florecimientos, la 1ra
juntamente con La Venta y la 2da al abandono de la misma, la 1ra ocupación
de esta zona se dio en el 900 a.C. desde el cual creció las construcciones y
esculturas monumentales. Sus restos arquitectónicos son más dispersos y de
menos tamaño que los de La Venta. En su zona central se encontraron 50
montículos de tierra, una cabeza colosal y el vestigio arqueológico más
importante es la “estela C” por contener la inscripción calendárica más antigua
de Mesoamérica, contiene una fecha de estilo maya, que corresponde al 3 de
El periodo de 400 a.C. y 100 d.C., coincidió con la época en que se perfilaron
con mayor claridad los rasgos que definirían la civilización maya clásica. La
población aumento considerablemente, se construyeron grandes plataformas
que sustentaban templos decorados con mascarones de estuco de complicada
iconografía, un fiel reflejo del poder adquirido por los gobernantes, así como
calzadas, que unían conjuntos arquitectónicos significativos de una misma
ciudad. Los enterramientos de elite se completaban por bienes de lujo
importados. Los objetos de jadeíta, las conchas marinas, las espinas de
mantarraya y la cerámica ritual se acumulaban en los enterramientos de los
grandes señores. Esta práctica funeraria indicaba la existencia de una
sociedad con un notable grado de jerarquización. También durante el periodo
Formativo Tardío se desarrollaron 2 aspectos especialmente diferenciadores a
nivel cultural: la escritura jeroglífica (recurrían a la simbolización de las
representaciones verbales, es decir el símbolo representaba a la idea) y una
escultura cuyo estilo artístico anuncia el que seria propio del periodo clásico.
A pesar del progresivo engrandecimiento de ciertos lugares como Tikal, El
Mirador, Cerros y Lamanai en las tierras bajas donde se construyeron algunas
de las pirámides mas espectaculares de toda la historia maya, la mayor
concentración de poder político y económico en aquel momento no se localizo
en esta región, sino mas al sur, en lugares como Kaminaljuyú (Guatemala),
Izapa y Chiapa de Corzo (Chiapas), AbajTakalik (Guatemala) y Chalchuapa (El
Salvador), todos ellos en la franja meridional del área Maya.
El periodo clásico, comprendió entre los años 250 y 900, coincidió con una
etapa en que la civilización maya alcanzó tanto sus máximas realizaciones
científicas y técnicas como unos niveles de mayor complejidad social y política.
Hubo un fuerte aumento de población dentro de los centros cívico-
ceremoniales y en torno a ellos, centros que en su mayor parte ya habían
empezado a ser construidos en el periodo Formativo. Aquellas ciudades
estaban en gran medida ocupadas por las elites, las cuales controlaban y
centralizaban la vida de los mayas.
Es evidente que para que este momento llegara fue precisa la existencia de un
alto grado de integración, tanto de los mayas en la multiplicidad de sus
entornos naturales como de los mayas entre sí. Y si bien alcanzar el primer
aspecto integrador requirió siglos de experimentación, cabe suponer que en la
integración social de la población maya desempeño un papel importante la
religión, al ser un rasgo universal de cultura que se desarrolla al mismo tiempo
que lo hacen las necesidades sociales e incluso políticas que van surgiendo en
cada época.
que los denominaba era “col” y todas las lenguas de esa familia se servían de
palabras similares. Los métodos de acondicionamiento de la milpa eran
idénticos en todos los sistemas de agricultura de las regiones húmedas
tropicales de América por ser los más eficaces al alcance de pueblos con
escasa capacidad tecnológica que habitaban tierras densamente cubiertas de
bosques, con suelos duros y poco profundos. La primera tarea en la
preparación del campo era la “roza” el la cual y por medio de hachas de piedra
se limpiaba la porción del suelo escogido de malezas, arbustos y árboles, que
eran quemados y sus cenizas utilizadas como fertilizantes por su alto contenido
en sales minerales. Los mayas, que conocían la importancia de la renovación
de la selva tanto por las múltiples utilidades de sus árboles como en función del
mantenimiento de los cultivos, orientaban las tareas de desbroce y de roza
mediante ritos precisos celebrados por los propios campesinos o por sus
chamanes. Una ves cumplidos se cavaba la tierra, se removía y así quedaba
preparada para la siembra. Si bien la milpa se asocia al monocultivo del maíz
(incluso, para algunos estudiosos, la propias palabra significa “maizal”), cultivo
predominante por la extensión o rentabilidad que proporcionaba, en realidad,
se trataba de un campo de policultivo puesto que se cosechaban otros
productos que eran facilitados por avanzados sistemas de rotación de los
cultivos, irrigación y drenaje. Cuando la extensión de terreno cultivada se
agotaba, se procedía al desbroce, roza y cultivo de otro nuevo, por lo que la
palabra roza suele utilizarse también para designar toda agricultura de tipo
rotativo o no permanente. El sistema mata actual de cultivo del maíz es, en
muchas ocasiones y muchos lugares, el mismo que se ha practicado en los
últimos 3 milenios.
El periodo Clásico Temprano que se extendió desde el año 250 hasta el 600
coincidió con la merma de población en algunos asentamientos, como El
Mirador o Cerros, que incluso llegaron a desaparecer, mientras que otros,
como Tikal, Yaxchitán, Uaxactún, Becán, Calakmul y Caracol, en las tierras
bajas, o Kamilaljuyú, en la actual capital de Guatemala, y aun otros en el
altiplano y la costa sur, iniciaron un ascenso en todos los aspectos, al que se
siguió posteriormente el de otros centros.
Uno de los fenómenos que mayor interés reviste en este periodo es la conocida
existencia de centros hegemónicos con líneas dinásticas plenamente
constituidas, que hoy se conocen en parte a través de textos glíficos y
enterramientos de elite. Es posible que. En las tierras bajas, Tikal, en el actual
Chac mool
Izompantli
Tula inicio entonces un dominio político sobre un vasto territorio, hasta que, en
el año 1156, Huemac decidió el traslado de la capital a Chapultepec, donde
falleció en 1162; con su muerte concluyó la dinastía de reyes toltecas.
La ciudad de Tula esta situada a 60 kilómetros al noroeste de Teotihuacán. El
sitio fue un pequeño asentamiento dependiente de la capital teotihuacana en el
periodo Clásico Temprano. El área que se conoce con el nombre de Tula Chico
comenzó a se modificada con la construcción de montículos y un juego de
pelota hacia el año 650, cuando ya había cesado la influencia Teotihuacana.
Hasta aproximadamente el año 1000 Tula no alcanzo su trazado definitivo, que
abarcó unos 14 kilómetros cuadrados de extensión, en los que vivían entre
32000 y 37000 habitantes.
La ciudad se compone de un Recinto Ceremonial, donde se erigió el templo del
Sol (Tezcatlipoca blanco del Este), y el templo de Quetzalcóatl al norte. Junto a
este templo se construyo el palacio Quemado, una estructura de techo plano
sostenida por pilares. Decorado con talud y tablero, el templo propiamente
dicho estuvo en parte rodeado por un coatepantli (muro de serpientes)
adornado con paneles tallados en los que abundan las representaciones de
jaguares, pumas, águilas que devoran corazones, y coyotes. En la Plaza
Principal se halla emplazado el más importante de los seis juegos de pelota de
la ciudad, en forma de “I” y muy parecido al de Xochicalco. Diferentes grupos
de habitación rodean la colina sobre la que se asienta el centro, y recuerdan
los conjuntos multifamiliares de Teotihuacán. Más allá de la periferia, las casas
aisladas decoradas con ajuares mas sencillos fueron habitadas por
campesinos menos urbanizados del Estado Tolteca.
La arqueología ha desmentido una vieja visión semilegendaria, basada en las
crónicas, que describía a los toltecas como un pueblo poderoso y creador de
un vasto dominio político en las tierras altas del centro de México. Por el
contrario, la expansión tolteca parece que se efectuó hacia la frontera norte de
Mesoamérica, por la sierra Madre Occidental, y hasta el límite con Chihuahua.
Por una ruta que enlazaba el norte de Mesoamérica con la Gran Chichimeca
penetraron productos como la hematita, la calcedonia, el pedernal y las
turquesas, que eran controlados por comunidades del sudoeste de Estados
Unidos. Casas Grandes y Zape se transformaron entonces en prósperos
centros de intercambio de bienes manufacturados y de materiales provenientes
de las culturas hohokam y anasazi de Arizona, además de objetos de cobre,
turquesas, peyote y sal, entre otros productos, así como esclavos.
A través de las mismas redes llegó el metal desde el Occidente de México, que
luego fue distribuido a otros lugares de Mesoamérica por rutas que controlaban
los toltecas. Actualmente se desconoce aun cuales fueron las relaciones entre
Tula y La Huasteca, pero se sabe que existieron, pues en esta etapa aparecen
en la región objetos de cobre, pipas de arcilla, sellos y figuras con ruedas,
objetos que los huastecos compartían con la capital tolteca. En esta época se
realiza un estilo escultórico de tallas en bajo relieve sobre losas y, sobre todo,
destaca la elaboración de templos redondos en sitios como Las Flores, Pavón
y Tancol.
Alrededor del año 800 d.C., el poder de la ciudad de Monte Albán empezó a
declinar. Dos siglos mas tarde, los mixtecos entraron en los valles de Oaxaca y
ocuparon la ciudad, destinándola a partir de entonces a necrópolis, al tiempo
que la población se asentaba, de manera permanente, en ciudades fortificadas
como Yagul, Zaachila y Mitla. Esta última se convirtió en un centro importante
de Oaxaca, con prevalencia de la arquitectura civil sobre la religiosa. Este
cambio es un indicador de la existencia de un nuevo tipo de sociedad,
gobernada no solo por una nobleza teocrática sino por otra de tipo guerrero-
militar. En Mitla se han identificado cinco grupos de edificios: el palacio de las
Columnas, el grupo de los Adobes. Si bien en cantidad mucho menor, en
comparación con Monte Albán, en este yacimiento se han encontrado un
numero limitado de tumbas construidas bajo los edificios ceremoniales. En
relación a ellas se ha confirmado que los mixtecos, una ves sentados en la
ciudad, utilizaron las tumbas zapotecas para sepultar a sus propios soberanos
y que las mismas fueron reutilizadas hasta el periodo posclásico Tardío y la
conquista española, hecho que dificulta una clara identificación de las
características de las ofrendas funerarias en los enterramientos de elite en una
y otra cultura. Como ocurre con tantos sitios arqueológicos del México antiguo,
en Mitla, un templo católico de la época de la Colonia (san Pablo Apóstol, siglo
XVI) fue construido sobre parte de las ruinas del yacimiento.
Gracias a los códices manuscritos ha sido posible conocer parcialmente la
organización jerárquica de la sociedad mixteca, aunque la mayor parte de la
información recopilada se refiere a la vida del gobernante, su nacimiento, su
acceso al trono, su matrimonio, las batallas que libró y su muerte. No todos los
códices mixtecos contenían información histórica. Algunos, como el Grupo
Borgia, son de naturaleza ritual y el calendárica; otros como el Códice de
Viena, son títulos de propiedad; y un tercer grupo son histórico-geográficos,
como el Lienzo Selden, el Mapa de Teozacualco y el Mapa de Rickards.
La realeza mixteca estaba sostenida por una clase noble organizada según el
parentesco y en consecuencia, también jerarquizada. Aun nivel inferior se
situaban los comerciantes y artesanos, y en ultimo lugar los campesinos, los
sirvientes y los esclavos. Desde el punto de vista político, esta sociedad se
organizo en señoríos muy centralizados, compuestos por unos pocos centros,
poblados, compuestos por unos pocos centros, poblados y aldeas. Tilantongo,
Tlaxiaco y Tututepec fueron algunos de los más importantes ya que
consiguieron formalizar amplias confederaciones políticas.
La ocupación de los valles centrales por los mixtecos se produjo a finales del
siglo XII a través de matrimonios de elite con integrantes de la nobleza
zapoteca, pero desplazando a la mayoría de los señores zapotecos del
gobierno de las comunidades del valle. En los grandes centros como Cuilapan,
Mitla o Zaachila convivieron ambos grupos étnicos y en ocasiones crearon
expresiones culturales comunes. Sin embargo, en el final del posclásico, las
comunidades zapotecas ocupaban mas de dos tercios de los territorios del
valle de Oaxaca y tenían como centro religioso Mitla, ciudad en la que se
practicaba un culto organizado en torno al Señor y la Señora del Inframundo,
denominados CoquiBezelao y XonaxiQuecuya, respectivamente.
Además de los códices, los mixtecos elaboraron un complejo de estilo de
decoración cerámica, relacionado con aquellos, que se expandió con el arte
mural. Su lugar de origen fue una región comprendida entre los valles de
Puebla, Tlaxcala y las zonas mixtecas, y se distribuyo por muchas regiones de
Mesoamérica en las décadas anteriores a la conquista. Su centro de
distribución pudo ser Cholula. Los murales de los palacios de Mitla, Tulum y
Santa Rita Corozal participan de este estilo, que se complementan con la
elaboración de cerámicas pintadas y con los códices mixtecos
Años antes de que llegaran los españoles a Mesoamérica, los zapotecos se
habían expandido por la llanura costera de Oaxaca y por el istmo de
Tehuantepec, donde construyeron la fortaleza de Guiengola, en la cual además
de edificios administrativos y religiosos, se levantaron dos impresionantes
murallas destinadas a contener los continuos ataques que recibían por parte de
los mixtecas. La documentación escrita informa que, en el año 1497, los
ejércitos del Altiplano Central sufrieron un grave revés en aquel asentamiento
de manera que el territorio zapoteco se mantuvo independiente hasta la llegada
de los españoles a la región en 1521.
decían que si aquello que vian, si era entre sueños, y no es de maravillar que
yo lo escriba aquí desta manera, porque hay mucho que ponderar en ello que
no se como le cuente: ver cosas nunca oídas, ni vistas, ni aun soñadas, como
viamos”. La desventaja de Cortes respecto a Bernal Díaz era que escribía
sobre la marcha, sin saber como iba a acabar su aventura, mientras que Bernal
lo hizo mucho tiempo después, ya anciano, ayudando a su memoria con las
propias cartyas de Cortes y otros textos, entre ello, el de Francisco López de
Gómara (1512-1562) autor de La Crónica de la Conquista de México, todo lo
cual le indujo a anteponer el calificativo de “verdadera” a la historia que
compuso.
Ambos autores denuncian las limitaciones de su descripción, pero dado que el
asedio indujo Tenochtitlán a escombros, lo que hoy no se sabe depende
necesariamente de estos textos y de alguno más que se ha conservado. De
modo que el recorrido por la cultura azteca se abrirá con la descripción de
aquella ciudad, que domino gran parte del territorio actual de México desde
1430-1521.
lugares sometidos procuraron casar a sus hijas con los nuevos señores. De
hecho cortes tuvo descendencia con dos hijas de Motecuhzom y en la misma
línea deben interpretarse las “obsequios” de mujeres que los españoles habían
recibido con anterioridad, en uno de los cuales figuro la gran traductora de la
Conquista, doña Marina (conocida como “Malinche”), con la que Cortés tuvo un
hijo. Dada la desventaja que en este contexto suponía la monogamia, en los
primeros momentos aparecieron muchos hijos ilegítimos. Con todo, una ves
transcurrieron estos primeros tiempos turbulentos el régimen de bastardía que
se había generado logro estabilizarse, y los mesoamericanos se incorporaron
al sistema cristiano en el que la alianzas matrimoniales se hacían a través de
los hijos y no en forma personal por la intervención del padre.
La conquista española aprovecho las ventajas del sistema político
mesoamericano pero hubo de hacer frente también a los inconvenientes y
proceder a una labor similar a la que los vencidos tenochcas había efectuado
un siglo antes: convencer a los demás pueblos de que no habían cambiado las
cosas sino sólo la cabeza. Hubo pues, muchas conquistas es que se
reprodujeron las alianzas y, con el paso del tiempo, paulatinamente se forjó el
mundo colonial. En ese contexto, los matrimonios mixtos ayudaron a que en
muchos casos los señores indígenas se hispanizaran al cabo de pocas
generaciones. Así ocurrió con una nieta de Ixtlilxochitl, hija del señor de
Teotihuacán, que se caso con un español, interprete de la Audiencia. Su hija y
heredera, ya mestiza, también enlazo con un español peninsular y tuvieron
muchos hijos. El heredero, a la muerte se su padre, contrajo matrimonio con
una española y murió si descendencia; le sucedió su hermano, Fernando de
Alva Ixtlixochitl (1575-1648), el cronista, quien fue señor indígena de un pueblo
indígena, legitimo descendiente de los grandes señores de Texcoco,
Nazahualcoyotl y Nezahualpolli, aunque con seis bisabuelos españoles
peninsulares, y solo dos indígenas.
En el transcurso de esas conquistas, los aliados participaron activamente y
viajaron a lugares muy remotos donde, en ocasiones se establecieron. Los
tlaxcaltecas, por ejemplo, fueron de los primeros aliados de Cortés. Una hija
del señor principal, doña Luisa Xicotencatl, se unió a Pedro de Alvarado, unión
de la que nacieron varios hijos, todos fuera del matrimonio. Cuando Alvarado
emprendió la conquista del territorio que hoy corresponde al Estado de
Guatemala, los tlaxcaltecas marcharon con el y algunos se asentaron en la
ciudad recién fundada. Tiempo después, cuando Alvarado marchó al Perú a
participar en la conquista de aquellas lejanas tierras incas, los tlaxcaltecas