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UNIVERSIDAD AUTONOMA

GABRIEL RENE MORENO


Facultad de Ciencias del Hábitat Diseño y Arte

MATERIA: TEORIA E HISTORIA DE LA ARQUITECTURA II

DOCENTE: ARQ. MARIANA GAYA

TEMA: NUEVAS IDEAS DEL URBANISMO


INTEGRANTES: AGUILERA CUELLAR LORENA
ARTEAGA MORENO SOFIA
CALCINA ROMERO YAMINKA TAMARA
DEL GRANADO ZENZANO ADRIANA
MAISER SAUCEDO CARLA LORENA
GESTION: 2018

SANTA CRUZ - BOLIVIA


ARQUITECTURA Y URBANISMO
Hay que tener claro que la arquitectura y el urbanismo son dos disciplinas apreciablemente
diferentes. No es lo mismo proyectar una de las múltiples piezas que forman la ciudad que
pensar en la organización de la ciudad entera. En
efecto, la primera enfoca el hecho urbano desde
la visión parcial de las unidades arquitectónicas
que, por millares, constituyen las grandes
ciudades, una consideración que a veces no tiene
en cuenta su relación con el contexto urbano.
Ahora bien, la arquitectura es una de las cinco
bellas artes. Está compuesta de edificios (el
material físico de la construcción) y personas (en
el espacio interior).
El buen urbanismo, en cambio, adopta una visión global de la ciudad, en la que los
componentes son el conjunto de los edificios construidos, los espacios exteriores y, a la vez y
muy importante, la relación entre unos y otros. Ahora el papel está repartido entre los
volúmenes, la urbanización y la sociología referida a las personas en el espacio público.

NUEVOS PROYECTOS DE URBANISMO


WASHINGTON, DEL PLAN L’ENFANT AL MCMILLAN PLAN Y LA CITY BEAUTIFUL

Washington es una ciudad planificada ex


novo, siguiendo el trazado que en 1791 propuso
el ingeniero francés Pierre Charles L'Enfant.
La nueva capital de los Estados Unidos se
configuró siguiendo los criterios de las ciudades
barrocas europeas, con grandes avenidas y
juegos de perspectivas, todo ello sobre una
sólida base geométrica. También los grandes
jardines de los siglos XVII y XVIII, y en particular
Versalles y los trabajos de Le Nôtre, o los
símbolos de la masonería, de la que L’Enfant
formaba parte, se encuentran en el sustrato de
El Plan L'Enfant para Washington
referencias que éste utilizó.
redibujado por Andrew Ellicott en 1793.
El Plan L’Enfant no fue ejecutado totalmente e
Se remarca el Mall central que incluso fue modificado en parte, y por ello, en
protagonizará el McMillan Plan. fechas próximas al primer centenario de la
ciudad, se creó un grupo de expertos que, bajo
la dirección del senador James McMillan, tuvo la misión de reflexionar sobre el conjunto y
actuar en la remodelación de las áreas centrales de la ciudad.
Su propuesta, conocida como McMillan Plan, fue presentada en 1901, y había supuesto una
oportunidad para los impulsores
del movimiento City Beautiful, nacido en
Chicago a partir de la “Ciudad Blanca”
(la World’s Fair de 1893). Con sus
aportaciones consiguieron que Washington
fuera una de las primeras ciudades en las
que se aplicaron sus principios.

La elección del sitio y el “diamante” roto

La rebelión de las trece colonias


norteamericanas frente a su metrópoli británica
se inició en 1775, y aunque la guerra finalizó en
1781, sería el tratado de Versalles de 1783 el
que asentaría definitivamente el nuevo país. Ya
en 1776 se había realizado la Declaración de
Independencia de los Estados Unidos y su
Constitución se aprobó en 1787. Fue entonces cuando se retomaron los debates, que se
intensificaron a partir de 1789, sobre una cuestión delicada: la capital federal para la nación.
El Congreso, con la Residence Act de 1790, seleccionó una zona junto al Potomac
River, entre el Eastern Branch (Anacostia River) y el Connogochegue, y facultó al presidente
para definir exactamente la ubicación y poner en marcha el proceso de construcción de la
nueva ciudad.

La elección del sitio respondió a razones estratégicas. El lugar se encontraba en la frontera


entre Maryland y Virginia, aproximadamente a medio camino entre el estado situado entonces
más al norte (New Hampshire) y el más meridional (Georgia) y, además, el rio Potomac era
navegable y permitía el acceso a través de los Apalaches al interior todavía no explorado.
En enero de 1791, el presidente George Washington anunció la decisión. Se escogió un
territorio virgen que se beneficiaría de la existencia de la proximidad de dos puertos prósperos,
los de las ciudades de Georgetown y Alexandria, fundadas en 1751 y 1749 respectivamente.
En esa zona, solamente había dos ciudades planteadas y que no llegaron a desarrollarse
(Hamburgh y Carrollsburgh).

Los trabajos de topografía y delimitación, así como las propuestas para su trazado
comenzaron en ese mismo año.

Por otra parte, la capital necesitaba un territorio. Para ello, se delimitó un cuadrado de 10
millas de lado (16 km.) cuyos vértices indicaban los cuatro puntos cardinales de forma que
aparecía en los planos como un rombo, que pronto se identificó con la forma de un diamante.
Esta superficie de 100 millas cuadradas (casi 260 km2) segregaba parte del estado de
Maryland (la zona noreste del rio Potomac) y del estado de Virginia (la zona suroeste del rio),
configurando un nuevo distrito, el Distrito de Columbia.
No obstante esta delimitación inicial se vería modificada años después, cuando Virginia
reclamó la parte segregada, consiguiendo, finalmente, recuperarla. La retrocesión del
acuerdo inicial, se aprobó en 1846, y devolvió el Alexandria County a Virginia. En 1870 la
ciudad de Alexandria se constituyó en municipio independiente (City of Alexandria) lo que llevó
a cambiar, en 1920, el nombre del resto del condado para evitar confusiones. Se
denominó Arlington County en referencia a la Arlington House, que fue residencia del general
Robert E. Lee. Alguno de los grandes equipamientos gubernamentales, como el Pentágono,
no se encuentran propiamente en Washington, sino en Arlington, Virginia, justo en la otra orilla
del río.

Con esa segregación, el “diamante” de 100 millas


cuadradas se rompía siguiendo la “falla”
del Potomac River. Su parte norte se convertía en
el definitivo Distrito de Columbia (D.C.)
El Plan L’Enfant

Pierre Charles L’Enfant (1754-1825) fue un


ingeniero y artista francés que llegó a las colonias
norteamericanas en 1777, acompañando al
Marques de Lafayette, para luchar por la
independencia recién declarada en las colonias
norteamericanas. El general Lafayette volvería a
Francia en 1782 pero L’Enfant, que había alcanzado
el grado militar de Mayor, se quedó en los Estados
Unidos, donde comenzó a trabajar como ingeniero, arquitecto y diseñador.

Cuando surgieron los debates sobre la capital federal y se apuntaba hacia la ubicación en las
orillas del Potomac River, L’Enfant se postuló para redactar el plan de la nueva ciudad.
Finalmente consiguió, gracias a su amistad con Alexander Hamilton y con el propio presidente,
el encargo de diseñar el trazado de la Federal City que acabaría denominándose Washington
D.C.

L’Enfant presentó la primera versión en junio


de 1791. En ella ya se encontraban los
rasgos definitorios de la nueva capital. El
Plan ordenaba el espacio limitado por
el Potomac River, el Eastern Branch
(Anacostia River), el Rock Creek (que lo
separaba de Georgetown) y las estribaciones
por el norte de la Atlantic Seaboard Fall Line.

El diseño se inspiraba en los trazados


barrocos europeos, con grandes avenidas y
fondos de perspectiva que mostrarían al
mundo el poder de la nueva nación.
También los trabajos del paisajista francés Le Nôtre y particularmente sus diseños para
Versalles fueron fuente de inspiración. Hay una tercera fuente. L’Enfant se había iniciado en
la francmasonería, incorporándose a la Logia de Nueva York en 1789, y esta circunstancia le
llevó a incorporar muchos símbolos que dotaban de un sentido subyacente a la trama
propuesta.

El Plan desarrolla una trama reticular orientada norte-sur, sobre la que se superpone otra
oblicua que abre diagonales en la anterior. Estas diagonales van marcando los puntos
singulares de la ciudad sobre los que surgen amplias rotondas y plazas. La aparente rigidez
del trazado presenta alguna deformación obligada por la deseada ubicación del Capitolio en
el punto alto de la Jenkins Hill. Esta circunstancia obligó al desplazamiento de ejes y a la
quiebra de algunas perspectivas de las partes central y sur de la ciudad, solucionadas en una
ingeniosa composición de geometrías.

En general, el Plan es un ejercicio prodigioso de compenetración entre las posibilidades


ofrecidas por el terreno y las tramas geométricas que se le superponen. La utilización del
relieve para significar los puntos singulares o el planteamiento de perspectivas abiertas
jugando con los reflejos del amplio cauce del Potomac son algunas de sus estrategias.
L’Enfant logró (con alguna distorsión
sabiamente disimulada) una brillante
composición que influiría profundamente
en el trazado de las ciudades futuras y
particularmente en el modelo de las City
Beautiful de finales del siglo XIX.

La ubicación del Capitolio es una de los


grandes temas de la ciudad. El Capitolio, la
sede del Congreso, protagoniza el plano en
una clara alusión al poder del pueblo. El
edificio supone el cierre por el este del gran
espacio abierto del Mall central de la
ciudad. Éste quedaba abierto por el oeste
buscando la sensación de infinitud que
facilitaba el fondo fluvial, en una acción
muy del estilo de Le Nôtre. El eje del Mall se cruza perpendicularmente con otro eje, norte-
sur, al que también acompaña un amplio espacio libre. Este eje es generado por el otro edificio
de gran simbolismo en la ciudad, la residencia del presidente de la nación, la Casa Blanca.

Esos dos edificios eran de urgente construcción y, tras fijar su localización, fueron comenzados
inmediatamente. La Casa Blanca se inició en 1792 según el diseño de James Hoban (1758-
1831) y el Capitolio, la sede del Congreso según los planos de William Thornton (1759-1828)
quién ganó el concurso convocado al efecto en 1793. Ambos edificios entraron en
funcionamiento en 1800 (aunque el Capitolio se encontraba lejos de estar concluido). En esa
fecha, Washington fue declarada capital federal en sustitución de Filadelfia, que,
provisionalmente, había actuado como tal desde 1790.
La naciente ciudad tendría una evolución complicada. A las dificultades técnicas habituales,
entre las que también se acometió el rellenado de la amplia desembocadura del Tiber Creek,
se le sumaron otros graves problemas. En 1812 se declaró un nuevo enfrentamiento entre
estadounidenses y británicos y Washington sufrió el incendio de buena parte de sus edificios
públicos en 1814 (Burning of Washington). Décadas después, los problemas financieros
derivados de la Guerra de Secesión (1861-1865) también frenaron el progreso de su
construcción.
El McMillan Plan

Cuando la ciudad se aproximaba a su centenario, volvieron los debates sobre las necesidades
de la capital que no se habían visto desarrolladas durante su siglo de existencia. Además el
perfil de la ciudad en su encuentro con el rio había cambiado y exigía una reconsideración.

En las últimas décadas del siglo XIX, hubo


varios desbordamientos del rio Potomac,
que anegaron toda la parte al sur de
la Pennsylvania Avenue. Tras la catastrófica
inundación de 1881 se tomó la decisión de
realizar un canal regulador (el Washington
Channel). Se realizó un dragado importante
del río de forma que la tierra extraída
configuró una barrera que separaba el
cauce principal del canal. Su construcción
se prolongó entre 1880 y 1892. La barrera
terrestre, que llegaba hasta la
desembocadura del Anacostia River, quedó
pendiente de recibir un uso concreto.
Complementariamente se construyó el Tidal Basin para mejorar el drenaje de la ciudad. En la
actualidad, esta laguna está comunicado con el rio y con el canal convirtiendo a la “lengua” de
tierra en una isla (y dividiendo en dos el parque que finalmente se realizó en esa zona,
quedando el East Potomac Park en la isla y West Potomac Park al final del National Mall).

Los debates sobre la ciudad tenían temáticas muy variadas. Muchas voces reclamaban el
rediseño del Mall que había evolucionado de forma poco coherente, otras requerían el
planteamiento de un sistema de parques adecuado y también se reivindicaban espacios para
el homenaje de los héroes de la nación.

Sobre estas bases, en 1900 se formó una comisión en el Congreso que, presidida por el
senador James McMillan, abordaría la reflexión sobre el futuro de Washington y la tarea de
revitalizar el centro monumental de la ciudad. Este último fue el gran tema del plan.
Alguno de los integrantes de la comisión fueron, Daniel Burnham, arquitecto director de la
exposición de Chicago, el paisajista Frederick Law Olmsted Jr., el arquitecto Charles F.McKim
(de McKim, Mead & White) y el escultor Augustus St. Gaudens.

En 1901 la comisión presentó una propuesta


para la remodelación del National Mall, el
corazón político de la ciudad, que se
conocería como el McMillan Plan.

La comisión se enfrentó a los temas urbanos


siguiendo los ideales establecidos por el
movimiento City Beautiful, que había nacido
en Chicago a partir de la “Ciudad Blanca”
(la World’s Fair de 1893). La presencia de
Burnham o McKim y el apoyo de otros líderes
de la AIA (American Institute of Architects), seguidores de esta tendencia, permitió
que Washington se convirtiera en una de las primeras ciudades en las que se aplicaron
esos principios urbanos.
La Ciudad Bella se inspiraba en los grandes trazados geométricos, perspectivos y articulados
del clasicismo y el barroco, recurría a la arquitectura Beaux-Arts para sus grandes edificios,
apostaba por la
monumentalidad, sobre
todo en los espacios
públicos y en general
planteaba
extraordinarias
escenografías urbanas.
Además, significaba un
apoyo decidido por la
gran planificación y por el
proyecto urbano. Los
defensores del estilo,
argumentaban que con
estas estrategias, que
priorizaban la estética del
espacio, se conseguían entornos mucho más favorables para un desarrollo social adecuado.
Los criterios de la City Beautiful orientaron muchas actuaciones en ciudades norteamericanas
y en algunas de las ciudades coloniales del imperialismo entre finales del siglo XIX y principios
del XX.

El Plan L’Enfant con sus grandes perspectivas abiertas e infinitas daría paso a la composición
arquitectónica y cerrada del McMillan Plan, en el que se proponían recorridos con principios y
finales focalizados dentro de una gran rotundidad en la configuración del espacio.
En el McMillan Plan se remodela el centro de la ciudad, formalizando el National Mall con
grandes edificios públicos, principalmente museos de arte e historia, que jalonan el gran eje
que parte del Capitolio, eje que fue prolongado hasta los terrenos ganados al Potomac River
(que se encontraba mucho más lejos por esa razón).

Igualmente, el eje presidido por la Casa Blanca fue extendido hacia el sur. Los dos amplios
espacios formaban, en proyecto, una cruz colosal.

Las impresionantes dimensiones de la propuesta, se veían reforzadas con gestos como las
alineaciones arboladas, las extensas praderas abiertas o la ubicación estratégica de
los Memorials. También el monumento a Washington, el gigantesco obelisco que supera los
169 metros de altura y fue construido entre 1848 y 1888, o la extraordinaria Reflecting Pool ,
la lámina de agua situada entre el Lincoln Memorial y National World War II
Memorial potencian la impresión monumental del conjunto.

El proyecto sufrió diversos cambios, particularmente en el ala sur de la “cruz”, que acabó
desapareciendo debido al Tidal Basin, o en los viarios perimetrales oblicuos del oeste que no
llegaron a construirse. A pesar de las modificaciones, este gran espacio ha mantenido sus
esencias de monumentalidad y significación convirtiéndose en un icono internacional. La
magnificencia de los tres kilómetros y medio que separan el Capitolio del Lincoln Memorial, o
su papel como escenario de multitudinarias manifestaciones ciudadanas, dan testimonio de
ello.

PLAN GENERAL DE ORDENACIÓN URBANA EN LA CIUDAD DE VALENCIA

Una nueva ordenación para Nazaret, suelo urbanizable para construir 17.000 viviendas,
conexiones peatonales y ciclistas para
unir todos los núcleos verdes y un
horizonte máximo de 850.000
habitantes. Estas son las líneas
generales del Plan General de
Ordenación Urbana de la ciudad que
ha diseñado la alcaldesa de Valencia,
Rita Barberá, y que prevé que tenga
efectividad durante los próximos 15
años. El nuevo proyecto, presentado
ayer por Barberá y su concejal de
Urbanismo, Alfonso Novo, prevé
reclasificar 60 hectáreas menos de huerta que el documento anterior (de 460 a 415) que
presentó el mismo equipo de Gobierno.
La alcaldesa justificó este recorte en las previsiones de crecimiento urbanístico en el «cambio
de escenario económico, legal y demográfico que se ha producido en el país».
La alcaldesa aseguró que «la Valencia del futuro» se vertebrará en torno a sus grandes
espacios verdes, y sostuvo que el nuevo Plan General «garantiza el crecimiento sostenible
como uno de los ejes estratégicos». Por ello, el documento, del que exclusivamente se
trazaron las líneas maestras, propone destacar el patrimonio ambiental para que se pueda «ir
andando desde el Parque de Cabecera por el Jardín del Turia y dar la vuelta a la Marina»,
añadió para recalcar que Valencia se configura «como una gran infraestructura verde» donde
el 95,5 % de la huerta está protegido.
Esta propuesta de Plan General apuesta por el patrimonio urbano con la revisión de diversas
zonas degradadas, la creación de un parque empresarial en el polígono Vara de Quart y la
eliminación de vías rechazadas por los vecinos, como la ronda Castellar-Oliveral o el corredor
comarcal norte de San Miguel de los Reyes. .Además, el proyecto se estructurará sobre una
red peatonal y ciclista que permitirá comunicar todas las zonas verdes de la ciudad. También
se prevé crear un itinerario que comunique las playas norte y sur con la Marina y con l'Albufera
y el Saler.

Los grupos del PSPV y Compromís en el Ayuntamiento coincidieron en criticar la revisión del
Plan General de Ordenación Urbana presentada hoy por la alcaldesa, al entender que da
continuidad tanto a la especulación como a los modelos «depredadores» que llevaron a la
burbuja inmobiliaria. El portavoz socialista, Joan Calabuig, aseguró que en Valencia hay suelo
«suficiente y edificios vacíos» para
garantizar el derecho de los
ciudadanos a una vivienda durante
más de 30 años, por lo que dijo que
«lo sensato» sería «renovar la ciudad
consolidada». Para Joan Ribó
(Compromís), el nuevo Plan General
tiene «una previsión de crecimiento
irreal» ya que, a su juicio, pretende
«continuar con la especulación
urbanística en la ciudad» con la
construcción de 17.000 nuevas
viviendas en vez de apostar por la
rehabilitación de las 65.000 que están
vacías.
Nazaret (en valenciano Natzaret) es
un barrio de la ciudad de Valencia
(España), situado en el distrito de Poblados Marítimos.
Los detalles del Plan General

• Red peatonal y ciclista. El documento plantea una red peatonal y ciclista que conecte las
principales zonas verdes de la ciudad. Además, se creará un itinerario que una las playas
del norte y del sur de la ciudad.

• Más VPP. La alcaldesa anticipó que en los futuros desarrollos urbanísticos de la ciudad se
establece un mínimo del 50% de Viviendas de Protección Pública y en algunas incluso
llegará al 100%.

• Menos crecimiento. Se reduce la cantidad de hectáreas de huerta que se reclasificará para


facilitar la construcción de 17.000 nuevas viviendas.

• Nueva ordenación. Entre las infraestructuras que se prevén figura una nueva fachada
portuaria en Nazaret y prolongar Blasco Ibáñez.

SMART CITY PARIS

“París Smart City 2050″ es una apuesta en firme para transformar la ciudad del amor, en la
ciudad más sostenible del planeta, con la intención de ofrecer una mayor calidad de vida a sus
habitantes y turistas.

El nuevo París ha sido


diseñado por la firma de
ingeniería Setec Bâtiment y
el arquitecto Vincent
Callebaut, con el objetivo
de convertirla en una
ciudad sostenible,
ecológica y conectada.
Abordando los problemas
de vivienda y densidad de
París, la firma francesa de
Vincent Callebaut
Architectures, ha
desarrollado una propuesta de varios edificios de gran altura con la producción de energía
plus (BEPOS) (produce más energía de la que consume).

Compuesto por ocho estructuras de usos múltiples que habitan en diversos lugares dentro de
París, el plan se esfuerza por abordar los principales problemas de sostenibilidad que afectan
a cada distrito, al tiempo que proporciona funciones clave para la ciudad.
Integrada en el Plan Energético Climático de París, la acertadamente llamada “Smart City”
tiene como objetivo reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero
para el año 2050. Con el fin de alcanzar los objetivos energéticos a largo plazo, los rascacielos
integran diversas técnicas de producción de energía para asegurar su constante participación
en los esfuerzos sustentables, así como en motivar a los habitantes en adoptar estándares
ecológicos en su vida cotidiana. Aunque las técnicas empleadas son únicas para cada edificio,
los objetivos generales de Smart City son coherentes: respetar la rica historia de París
mientras realza su potencial para cultivar un futuro más saludable, disminuyendo su impacto
ambiental.
El proyecto no sólo tratará de modernizar la ciudad sin renunciar al estilo parisino, sino que
implementará una serie de estructuras y
herramientas que serán capaces de reducir las
emisiones contaminantes hasta un 75% hacia
2050.

Entre los elementos que ayudarán a crear este


nuevo ecosistema nos encontramos con
grandes torres residenciales capaces de
producir su propia electricidad gracias a las
celdas solares y escudos térmicos que
equiparán en sus estructuras.
Cada uno de los sistemas de torre encaja en el
marco actual de la ciudad, y con frecuencia directamente sobre la misma, tales como la "Torre
montaña", que transfiere sus cargas estructurales a través de conductos no utilizados y
chimeneas.
Las formas de estos rascacielos son nutridas por la naturaleza, mientras que dentro de sus
muros, se utilizan procesos naturales (calefacción y refrigeración pasiva, oxigenación,
retención de agua pluvial) siempre
que sea posible, para crear unidades
autosuficientes. Además, la
inserción de espacios verdes, es
decir jardines suspendidos
comunitarios, lleva a los efectos
purificadores de la vida rural a la
ciudad y anima a los residentes a
involucrarse en el cultivo de un estilo
de vida sustentable.

Las llamadas “Phosinthesis Towers”


serán el pulmón verde de la ciudad,
una moderna construcción equipada
con “bio-reactores de algas” capaces
de renovar la calidad del aire de París.
El distrito 19 de París será el hogar de las futuras
“Farmcrapes Towers” o torres granjas, que junto
con los huertos verticales del distrito 13, las
“Bamboo Towers”, traerán los mejores productos
rurales al corazón de la ciudad.

Toda el agua de lluvia será aprovechada con unas


bombas “hidroeléctricas reversibles” impulsadas
por energía creada a partir de las celdas
fotovoltaicas y pequeñas torres eólicas ubicadas en
toda la ciudad.

Inspirado en las medusas, se creará un nuevo


puente que integrará turbinas eólicas y acuáticas
para aprovechar el movimiento del viento y el
agua en los ríos para así generar energía.
Además de las estrategias de conservación de
energías pasivas y naturales, “Smart City” también
emplea técnicas innovadoras. Las pieles de las
torres, por ejemplo, responden a la luz solar de
manera que impactan positivamente en la carga
térmica. La envolvente de la "Torre manglares" se
compone de células individuales que forman una
concha electroquímica fotosensible, utilizando la luz solar
que le llega para generar la electricidad del edificio. Del
mismo modo, la "Torre Fotosíntesis" contiene una bio-
fachada aislante, que genera su propio biocombustible.
Otra tecnología que soporta la autosuficiencia de “Smart
City” es el "phylolight," un sistema híbrido de lámpara-
turbina que suministra la iluminación además de la energía
necesaria para producirla.

Consistentemente en todo el plan de “Smart City”, están mezclados los programas de las
torres, que combinan lo residencial, laboral, y las funciones comerciales, que se dividen
internamente. Esto combate la necesidad de transportarse grandes distancias y reduce las
emisiones de combustible en la ciudad. “Smart City” refuerza la idea de que las ciudades
pueden seguir creciendo, pero manteniendo su carácter y contribuyendo a un futuro más
saludable.
Un proyecto titánico que ya ha sido encargado por el Ayuntamiento de la ciudad cuya fase de
ejecución duraría 35 años y que deberá hacer frente a varios cambios de gobierno, riesgos en
su mantenimiento y fallos, que por supuesto, no se tienen contemplados.
CIUDAD NUEVA SANTA CRUZ

El Grupo Lafuente apuesta firmemente al futuro a través de su proyecto más sobresaliente: la


Ciudad “Nueva Santa Cruz” trabajando conjuntamente con la empresa surcoreana LH (Korea
Land & Housing Corporation), agencia estatal, líder mundial en planificación y desarrollo
urbano.

La Ciudad Nueva Santa Cruz, se ubica en el centro de la Ciudad Productiva Integrada y será la
ciudad de ensueño de Latinoamérica.

 Una Ciudad Agradable, saludable y espaciosa.


 Una Ciudad Recreacional y ecológica.
 Una Ciudad de entorno amigable.
 Una Ciudad Avanzada, Moderna e Inteligente.
 Una Ciudad Múltiple y dinámica.
 Una ciudad Segura y confortable.

Su capacidad habitacional favorecerá a 100 mil familias, el establecimiento de 10 mil empresas


y una estimación de 370 mil habitantes.
Esta imponente ciudad, abarcará una superficie total de 6000 hectáreas distribuidas en:

 Una Ciudad Agradable, saludable y espaciosa.


 3.000 hectáreas para uso residencial y vivienda.
 700 hectáreas para espacios comerciales y de negocios.
 2.300 hectáreas para infraestructura urbana.

La ciudad Nueva Santa Cruz, se ha transformado en el mega proyecto urbano de Bolivia: una
ciudad pensada para 370.000 habitantes, sobre un área de 6.000 hectáreas y con una
inversión total de U$S 2.500 millones. La nueva ciudad se encuentra a 20 minutos del centro
de la actual Santa Cruz de la Sierra, a 5 minutos del aeropuerto internacional de Viru Viru, y
nace con un estilo diferente de convivencia armónica, para convertirse en el nuevo centro de
la actividad comercial, logística y de turismo de la región.

Esta mega proyecto es desarrollado por Grupo Empresarial Lafuente, el holding de bienes
raíces más importante de Bolivia, con 21 años de experiencia en el sector y 24 proyectos
inmobiliarios y urbanísticos en su haber. A continuación, la entrevista a Julio Novillo,
Presidente del Grupo Lafuente.

¿Cómo y por qué surgió la idea de hacer una apuesta tan fuerte como el desarrollo de
la ciudad Nueva Santa Cruz?

La Ciudad Nueva Santa Cruz es una idea que se fue formando y enriqueciendo en el tiempo.
Los factores fundamentales del proyecto se centran en las oportunidades, la vocación y las
potencialidades extraordinarias que presenta Santa Cruz en el contexto Latinoamericano. Esto
es bueno destacar: nuestro proyecto está enfocado no sólo para Santa Cruz o Bolivia, sino
que nuestra visión tiene la perspectiva del mercado regional.
¿Cuáles son los ejes de la concepción de la ciudad Nueva Santa Cruz?

La ciudad Nueva Santa Cruz está concebida como una urbe modelo, sin precedentes en la
región. Tomando en cuenta el acelerado crecimiento demográfico de Santa Cruz, su vocación
productiva y la ventaja de una ubicación geográfica estratégica, la ciudad Nueva Santa Cruz será
una ciudad moderna e inteligente, con visión futurista, centrada en las personas, placentera y
confortable, que asegure una mejor calidad de vida para todos sus habitantes. Para esto nos
hemos asociado con la empresa LH Korea Land & Housing Corporation, y gracias a su
asesoramiento y know how estamos diseñando una ciudad planificada, moderna e inteligente, al
nivel de ciudades del primer mundo, que adopta las tendencias modernas de planificación
urbana, que puede superar los problemas urbanos y ser auto sostenible.

¿Cómo impacta el proyecto en la actual ciudad de Santa Cruz de la Sierra?

El impacto socio económico será de gran significación. Santa Cruz tiene una estimación de
duplicar su población en los próximos 15 años. La construcción de una nueva ciudad representa
gran intensidad de inversión y fuente de actividad para muchos rubros de empresas, desde
planificadores hasta constructores, desde proveedores de maquinarias y materiales hasta
empresas de servicios.

¿De qué se trata el concepto de “ciudad productiva integrada” que promueven desde la
compañía?

Es interesante esta pregunta, pues el concepto de Ciudad Productiva Integrada es un concepto


forjado a lo largo de muchos años. El Grupo Empresarial Lafuente ha concebido un importante
desarrollo en una zona de expansión, donde convivirán los diferentes segmentos de población,
un lugar donde se generan empleos y se dan las características de auto sostenibilidad y, por lo
tanto, un lugar donde se genera riqueza para beneficio de sus habitantes.

En lo que denominamos la Ciudad Productiva Integrada, el Grupo ha desarrollado, durante los


últimos 21 años exactamente 24 proyectos urbanísticos, sobre un área de 13.000 hectáreas, se
ha ejecutado el Parque Industrial Latinoamericano, y se construirá la ciudad Nueva Santa
Cruz.

¿Cuáles son las áreas de oportunidades de negocios que abre el proyecto a compañías e
inversores de Real Estate?

Las oportunidades son múltiples para las empresas en las áreas de construcción, infraestructura,
tecnología, desarrollo inmobiliario, bienes raíces, inversión y financiamiento. En síntesis, un
proyecto en el que cada empresa o cada empresario puede encontrar sus propias oportunidades
y diseñar su propia estrategia de desarrollo. El Grupo Empresarial Lafuente promoverá negocios
en estas áreas bajo un modelo flexible que pueda ajustarse a diferentes iniciativas y expectativas.

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