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H2O: LA HISTORIA DE LA GOTA DE AGUA

Un día de esos como los que tantos nos devolvemos en la historia, nació alguien muy especial, pero ella aún
no lo sabía. Pequeña, frágil, adaptable a cualquier forma, de estado líquido, sólido a gaseoso; estaba ahí la gota
de agua, en lo más alto de una encumbrada y majestuosa montaña, acompañada de nada más.

Mientras tanto, todo a su alrededor estaba marchito como después de un gran incendio arrasador, se podía
sentir la desolación.

De repente, sin pensarlo esta bella doncella de combinación atómica perfecta, es totalmente dehiscente, se
deja caer desde lo alto recorriendo todo un valle baldío cuesta abajo. En su precioso camino se da cuenta de
algo único, todo a su paso, que alguna vez fue desolación, en un instante cobra vida, toma colores jamás vistos,
y formas sin iguales.

Ella la gota, se convierte en la madre todas y todos, se volvió sin lugar a dudas parte de cada ser. Omnipresente,
así mismo, omnipotente.

Bajo esta premisa se incluyó de manera sideral, en los momentos de la tierra; nacimiento, crecimiento,
reproducción y muerte, en los ciclos biogeoquímicos, de Kreps, de Calvin, en cada organelo, célula, músculo,
hueso, y por qué no hasta en el alma.

Prácticamente en su ausencia solamente somos polvo. Es así, la ciencia lo ratifica, evocando que somos 75%
agua. Que nacimos de un medio acuoso, que más allá de tener un vínculo estrecho con nuestras madres al
nacer, ese diría primer contacto que tenemos como vida, es con el agua que la forma a ella.

Agua, de pureza única. Vida cuando todo era nada más que nada. Recurso no renovable, y no hemos entendido
ese mensaje.

La gota que alguna vez nació, hoy está cansada, pensaríamos que es lógico después de todo ese trabajo que
hace. Pero no, a nadie más en el mundo le encanta su labor que más que a ella. No eso lo que la tiene harta,
para nada.

Lo que la aburre, es que nos dio un único mensaje antes de hacer parte de todo, y es quizás el mensaje de toda
madre, no les voy a durar para siempre. Sin embargo, el de la gota no es tan trágico y nefasto como se ve, fue
condicional, “No les voy a durar para siempre, si no me cuidan, no soy renovable”.

La gota para su desgracia, en toda la creación, se encontró con unos hijos que no entienden el mensaje, además
les importa muy poco lo que pase en el futuro para otros. Sólo vale el dinero. Como si en algún momento ese
papel que también nació del agua valiera más que ella.

Generalizar siempre es malo, no todos son así, cierto. Que estamos haciendo.

SIN AGUA NO SOY NADA, LA CUIDO, LA DEFIENDO, POR LA DEFENSA DE LA VIDA.

Queramos eso que nos forma, cuidemos de esa madre que sin recibir nada a cambio nos da la vida.
Defendamos la vida y promovamos estrategias en nuestros hogares para el cuidado del agua, generemos
conciencia, rescatemos a aquellos que no han entendido el mensaje para que codo a codo sembremos vida y
no demos destrucción.

Colorín colorado esta historia se ha acabado


Páramo de Sumapaz
Laguna de Tota

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