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1992
nández de Córdoba y de Juan de Grijalva en la Caribe y del Atlántico norte entre Asia y d k rwiovomicA nova.
víspera de la expedición de Cortés. I j toponi- 1514. Crrgprio RtÍkJi No india a-
Viejo Continente. Esta disposición de ninguna ali.
mia española de América Central revela una manera traduce b opinión de que las tierras re- mbre40.4128 cm. GriWocn nuikri
pjpcL Tómala ¿c A. L Nor-
fuente posible de origen colombino. cién descubiertas formaban un nuevo conti- dakiñld FtcumiU Alia
nente, sino que constituye una solución senci-
lla para resolver el problema del descubri-
Los descubrimientos hispano-lusitanos miento de islas nuevas.
en la cartografía italiana El globo conservado en la Biblioteca Leño:
de Nueva York, fechado a principios del siglo
XVI (alrededor de 1512)", tiene mucho pareci-
Si bien España y Portugal, con un espíritu do con el mapa de Sylvanus, aunque por ser di-
pragmático, producida mucha información bujado como planisferio y no de manera cor-
geográfica y mapas descriptivos de sus descu- diforme permite una visión más clara de la
brimientos, ésta fue aprovechada por los italia- concepción del globo que su autor quiso repre-
nos, quienes, imbuidos del pensamiento rena- sentar. América del Sur es la masa continental
centista especulativo, trataron de rcinrcrpretarla más importante en el Atlántico. Ignorando
en función de los conocimientos rescatados del también el cuarto viaje de Colón, no existen
pasado. Para todos, las tierras que se venían tierras al oeste de Cuba más que Japón y los
descubriendo eran parte del continente asiáti- descubrimientos portugueses en el Adámico
co, aunque su inserción en éste no parecía muy none apenas están esbozados.
El pequeño Mapamundi de Giovanni Ma-
Los mapas portugueses que primero llega- teo Contari ni, impreso en Florencia en 1506,
ron a Italia fueron toscamente agregados a los es la primera versión conocida (e impresa) de
mapas de Ptolomeo, sin tratar de asimilarlos a la visión que tenían 11los europeos de los nue-
los mismos. Tal es el caso de los dos que a con- vos descubrimientos . El autor utilizó los
tinuación mencionamos, aunque de fecha tar- mapas de De la Cosa, Can tino y Caverio, pero
día. Utilizando parcialmente los mapas de seleccionó de los mismos lo que le parecía más
Camino y de Caverio, Demando Sylvanus im- útil para respaldar su visión. Asi, dibuja un
primió el suyo en 1511". Este cartógrafo con- inmenso continente en el Atlántico sur al que
serva la disposición general de Camino —con llama «Tierra de Santa Cruz», registra los des-
excepción de La Florida— y coloca las masas cubrimientos de Corte Real como parte de " Mipj 18.
continentales de América del Sur y las islas del un promontorio asiático que se prolonga has-
INEGI. Cartografía histórica del encuentro de dos mundos. 1992
Cartografía del Descuuumiekto
ra ci Atlántico none y, entre ambos, las islas América en Ja cartografía l~ n ooamj a tantico. í 1518
descubiertas por los españoles en el Caribe, alemana Jorge RtiikI No india oaii «
cerca de los cuales ubica el japón. Volunta- 40 cm. Mamuaito i fina y canple
riamente ignora los descubrimientos de Ca- Los mapas portugueses de Ja primera década ►obre pergamino Tomado dd AtU¡
Kuwman. Limiru IV Biblioteca Na-
boto en América del Norte, las afirmaciones dd siglo XVI, ricos en información sobre los te- ció tul dí MrtKa Gujiid Unrvet-
de Vespucio de la continuidad de la costa rritorios españoles, llegaban con bastante facili- uuru. Meneo.
americana y los descubrimientos colombinos dad a Italia, donde fueron interpretados por
en América Central. Insinúa, en cambio, la po- ios cartógrafos, y transmitidos a los centros de
sibilidad de un estrecho entre el Polo Norte estudios geográficos de los países de lengua ale-
Poco tiempo después se publicó en Roma, En d pueblo de Saint Dié. en Lorena, bajo
en 1507, la primera edición impresa de la los auspicios del duque Rene, funcionaba un
Geografía de Ptolomeo posterior al viaje de centro de estudios cosmográficos. Martin
Colón. Algunos ejemplares incluyen un ma- WakbctmüJIcr. apodado Hyianmylus, dibujó
pa del holandés Johannes Ruysch. Conforme ahí un mapa gigantesco de 1.320 x 2.360 mm.
a la modalidad fijada por Contarini, dibuja llamada Umvmaiis Comographia Stcunáum
América del Sur como un vasto continente, al l'dwlomaet Treámonm et Amena Vapuri Alio-
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INEGI. Cartografía histórica del encuentro de dos mundos. 1992
CA»TOG*AÍU UEL IMcüBiuMíeíio
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y i Hans Holbein el ¡oven, inspirado en el ma- didas a toda Europa mediante el uso intensivo
pa de Apiano y en el Globo de Schonner. Fue de la imprenta.
reeditado en 1537 y cu 1555. La influencia del
mapa de Munster y. por ende, de Waldseemü-
ller se observa todavía en el mapa de Joachim Los primeros mapas de México
von Watte o Vadianus. impreso en Zurich en
1554. En la cartografía primigenia sobre América
Los mapas que registraron los grandes des- que hemos reseñado, el tema principal lógica-
cubrimientos hechos canto por los portugueses mente son las Antillas Mayores y Menores, lo
como por los españoles llegaron muy pronto a que se llamó las Indias Occidentales, pues fue-
Italia". Los españoles, por razones desconoci- ron las primeras regiones exploradas por Co-
das, desaparecieron casi todos, con excepción lón. La tierra firme continental no se alcanzó
del de De la Cosa, que puede ser considerado hasta el tercer viaje colombino en 1498, a no
como el primero y el "genitor* de todos los ser que se acredite la llegada de Juan Caboto a
M*f«33 mapas de las exploraciones. Lo mismo ocurrió Ierran ova y a las costas de Norteamérica unos
con los ingleses, de los que ninguno llego hasta meses anta o que se compruebe como cierto el
nosotros. Las carut lusitanas fueron las que ali- muy debatido y cuestionado viaje de Vespucio
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M1530.l-WVTJWUJ GEOCfUJ-Hl AÍ TmiS.a- mentaron a los cosmógrafos italianos en sus in- de 1497. De tal manera, sería lógico que el si-
JoKinn Honia. No India tentos por amia litar la Geografía de l'iofomro guíeme tema de la cartografía sobre America
alj- 18 i 13 cm. GmiuJo en mvkn y, transmitidas a Alemania, donde se creó la fa- hubiera sido el perfil costero de parte de Ccn-
<>>Jnt ptpeL Tomado de A. L
N'ordakióJd. Ftainüír AtUi mosa escuela lusitano-germana. Rieron difun- troamérica y de Venezuela hasta el Orinoco,
CARTOGRAflA Da DESCTIMIMIF-VTO
N/WOVO
que o Vcsputio mintió o ai «ana Kic adultera- mente una representación de tierras america-
da por los editores florentinos. nas, sino que todavía corresponden a la visión
colombina y en realidad se trataba de mostrar
3. Los propios españoles radicados en las el litoral asiático, las costas del mar de China,
Antillas en los primeros anos después del des- k península malaya, etc., que se creían muy
cubrimiento de América realizaron navegacio- cercanas a la Isabela. La similitud con el golfo
nes no amurrada, de las llamada» de «rescate' de México y las penínsulas de La Florida y Yu-
o intercambio con los indígenas, y sobre iodo catán es sólo casual y su trazo es muy impreci-
de captura de nativos, a raíz, de la crisis de ma- so; la toponimia que aparece también es inven-
no de obra que se produjo muy pronto en tada- Esta interpretación podría invocarse en el
aquellas islas. Navegaciones ilegales que según caso del Planisferio Camino, pero no cuadra
Las Casas eran frecuentes y que quizá llegaron con el mapa de Waldseemüller, que muestra la
a Yucatán y al golfo de México mucho antes continuidad de la costa desde el norte hasta el
que los viajes conocidos, ío cual de algún modo sur de América como una masa continental a la
se reflejó en ios mapas mencionados; o finaJ- que da nombre.
De cualquier modo que haya sido, las futu-
4. Las costas que aparecen como parte del ras costas novohispanas fueron registradas pre-
golfo de México en dichos mapas no son real- maturamente por la cartografía, en lo que
CAHTOCRAFIA DEI Descub*IMIENTO
constituye, según Martín Reyes Vayssade, el gación inicial siguió prácticamente la misma
«presagio cartográfico de México». ruta de Grijalva hasta el islote de San Juan de
Hasta 1517 no se produjo oficialmente el Ulúa. frente al cual fundó la Villa Rica de la
descubrimiento de México, con la expedición Vera Cruz. Desde ahí se internó hasta el alti-
comandada por Francisco Hernández de Cór- plano central de México, en lo que fue la pri-
doba, que llegó a Yucatán por el Caribe y bor- mera expedición profunda en territorio conti-
deó la península hasta Champotón, «lugar de la nental que emprendieron los españoles en
Mala Pelea», pues los indígenas mayas le infi- América. Esta hazaña y la conquista posterior
rieron una grave derrota, por lo que regresó a de la capital tenodhea, como bien sabemos,
Cuba, pasando por la laguna de Lagartos. En porporcionaron a España por tres siglos exactos
1518 la expedición de Juan de Grijalva tiene su más importante dominio colonial.
más éxito: descubre la isla de Cozumel, recorre En el mismo año de 1519, Francisco de Ca-
todo el litoral yucateco hasta la laguna de Tér- ray patrocinó una nueva expedición al golfo de
minos; sigue hasta la isla que bautiza como San México, ai mando del piloto Alonso Alvares de
Juan de LHúa, donde realiza un provechoso in- Pineda, que siguió el sentido inverso de las an-
tercambio con los indígenas; continúa hasta el teriores, o sea, bordeó el golfo desde La Florida
Cabo Rojo, o sea, que prácticamente navegó hasta el Panuco. En el verano de aquel año,
bién d primero en que aparece el río Panuco y Antón de Alaminos, quien, al llegar a la laguna
toda la costa del actual atado de Tamaulipas, de Términos en Campeche y observar que se
asi como el río dd Espíritu Santo, que parece encontraba casi a la misma latitud que la lagu-
ser d Mississippi. La forma achatada que tiene na de Chetumal, en Quintana Roo, creyó que
en este mapa la punta de la península de La era d «término» de un estrecho entre ambas.
Florida, que la vudve casi cuadrada, extraña- El otro mapa del golfo, atribuido i Cortés
mente perduró en la cartografía de ese y el si- porque se publicó en la edición hecha en Nu-
guiente siglo, cuando en realidad es mucho remberg en 1524 de su Segunda Carta de Rela-
mis ddgada y aguda. ción* es algo burdo en su trazo pero contiene
Otro mérito inexplicable del mapa de Pine- mucha mis toponimia, sobre todo de los ríos
da es que dibuja Yucatán como península, en que desembocan en la parte sur del litoral. Yu-
una fecha en que te creía que era una isla sobre catán aparece como una isla y La Florida no es-
todo debido al error de apreciación que tuvo d tá completa, pero es aquí donde por primera
Piloto Mayor de las expedíaones de Hernán- vez se publica en un mapa la península con esc
Mip»38. dez de Córdoba, Grijalva y Cortés, d edebre nombre. Para realizar éste, Cortés mismo relata
C_\*.tog«afia na DFsa.'NiruitKm
que Moctezuma le proporcionó una gran pin- su estilo y por la ¿poca, este grabador pudo ser
tura de toda la corta, con detalle de ríos y an- Martín Plinius. En el plano aparece incluso d
llamado albarradón que construyó Netxahual-
Junio a csu carta se publicó también el pri- cóyod para controlar las aguas del lago de la-
mer plano conocido de Tenochiiilan, llamada coco. En el lado opuesto se ve la bandera de la
aquí «Tcrnixtitan-, con la plaza y el templo ma- casa de Habsburgo saliendo de un castillo, qui-
yor, el icmplo «de los «crifiáos» en el centro, zá en Coyoacán, donde Cortés fijó su residencia.
Jos lagos circundan tes. las calzadas y poblacio- Otro posible autor de estos dos mapas car-
nes aledañas como Tacuba, Ixtapalapa y Texco- tesiano: pudo ser Alonso García Bravo, alarife
co, aunque las casas y palacios almenados de la que llegó con las fuerzas de Caray, o sea, que
ciudad aparecen en estilo europeo y específica- conocía la información geográfica de Alvarez
mente alemán, por lo que se cree que algún de Pineda, pero que para entonces servía a
grabador de Nuremberg lo redibujó basándose Cortés y por lo mismo fue el encargado de rea-
en el plano original que había enviado Cortés, lizar la nueva traza de la ciudad, para lo que se-
muy posiblemente una pintura indígena. Por guramente utilizó los planos indígenas.
INEGI. Cartografía histórica del encuentro de dos mundos. 1992
INEGI. Cartografía histórica del encuentro de dos mundos. 1992
Caitoglatla Hbtouca del ENa/tNTto nt Do» Muvrx*
En iodo cao, los llamados mapas de Cones pa de «Tcmixman» inspiró en Tomás Moro k
fueron los primen» impresos en Europa que figura de su Utopia.
dieron a conocer d golfo y la ciudad de México. Estos primeros mapas de México cormilu-
Tuvieron amplia difusión y una influencia per- yeron un gran avance para el verdadero descu
durable en la canograHa posterior, así como en brimirnlu de América por la ciencia geográfica
la imaginación renacentista: se cree que d ma- occidental.
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Indígena
Cartografía
Cabe adarar que los términos mapas y pla- ca temprana en piedra, arcilla u ntni material
nos, como aquí ios usamos, son sólo una de las que lo cormbnrc
categorías dentro del término genérico -índi- El periodo clásico, que aproximadamente
ce», que o el nombre utilizado normalmente comprende del principio dé nuestra era at año
para designar los documentos pinados en la 650, fue el de mayor apogeo en Mesoamérica.
tradición indígena, estén encuadernados o no. Las turas se convierten en urna amplia v com-
El termino códice, mis amplio, abarca enton- pleja red de caminos bien estructurada, con
ces los mapas y los planos sin importar su ma- mantenimiento, postas de defensa y de refres-
terial y dimensiones. Esta es. por supuesto, una co, Jugares de abastecimiento y miles de viaje-
diferenciación artificial de índole puramente ros transitando por ellas. 5e desconoce carto-
práctica. Se considera, además, que sólo son có- grafía de esia época, pero como la escritura, el
dices aquellas pictografías realizadas conforme comercio, las ciencias y el arre alcanzaron su
a la tradición indígena que tengan cuando me- madurez y en el siguiente período los mapas
nos uno o varios glifos de la escritura antigua. eran un instrumento de uso común, podemos
suponer que ya eran profusamente utilizados
Mesoamérica y el arte de la desde el período clásico.
cartografía Si esto es cierto, como sucede con otras
rioro y movilizaban y nuevas ¿reas con los !«/.• u oriente, o ti arriba, es el rumbo donde
producto* deseados se descubrían. aparece el sol; Círiuattampa, -el rum-
Los iliiicranoí de riK.i y mapas de áreas eran bo de los mujeres- u occidente, está abaja; Mk-
indispensables no sólo para los mercaderes, si ilan, «d lugar de los muertos», corresponde a la
nn pan los guerreros en campanas de conquis- repión sur y cm i a la derecha, y Huitzilámpú.
ta o en expediciones de recolección de tributo, 'lugar de las espinas», corresponde al rumbo
para los peregrinos que visitaban los centros re- del noric. Sobre la superficie de Mcwaméricj.
ligiosos y en general para todos los viajeros que. el none apuntaba hacia lis zona¿ desérticas, el
con diferentes intenciones pero casi todos am sur al área de Oaxaca. el oriente hacia la ¿ona
interés económico, dependían de itinerarios y de los huiu«ii<. y los mayas y d occidente a la
mapas pan su rápida y segura móvil ilación. zona de los purcpechis o tarascos. La orienta-
Los dirigentes, además, debían tener regis- ción de los mapas indígenas coincide con algu-
tro de las tierras que conquistaban y querían nos de los medievales europeos, que colocan ei
conquistar, de las que ya lo pertenecían y las oriente arriba.
repartidas entre sus subditos, dibujadas con su Se conservan din códices piehispániois uní
glifo de nombre y bien marcados los límites a páginas que representan muy claramente la
fin de tener un estricto control. En resumen, cosmovisión en Mesiram¿rica: las páginas 75
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los mapas indígenas antes de la conquista cum- y 76 del Códirt Trecortrsiano y la primera pági-
plían casi las mismas funciones que los mapas na del Códict Tonaiamatl de Íoí pachacas o
modernos. Cóiitir héjtTváry-Ma\ft\ Esta última es una de
No se ha encontrado hasta ahora ningún las láminas más hermosas e ilustrativas del
mapa o plano pintado antes de la conquista, mundo indígena en los libros pintados. No se
tanto por lo perecedero de los materiaies en la puede describir en detalle en cite espacio da-
que estaban fabricados como por el celo de al- do que su temática no se refiere «efusivamen-
gunos clérigos en su eliminación, adjudicando te a la cartografía, pero podemos apuntar lo
la sabiduría en ellos contenida a cosa de idola- pertinente.
tría. Se sabe, como se dijo antes, no sólo que Los trapecios de los cuatro rumbos y la for-
existían, sino que eran numerosos. Se guarda- ma ovalada entre cada uno de ellos forman un
ban en recintos especiales y se ««producían los tonalpohualli o cuenta de los días; se trata de
ya existences, en partes o por entero. Los ortó- un marco cronológico que indica que el tiempo
grafos con que contaban ios señores y mercade- y d espacio eran inseparables en Mesoamírica.
res eran tan expertos que los duplicaban con En cada rumbo se levanta un árbol cósmico
con un ave posada encima, una pareja de dei-
dades y, en el centro, el dios antiguo o del fue-
La cosmovisíón mesoamericana go. Aunque en sentido estricto esta lámina no
y la orientación de los mapas es un mapa, define muchos de los elementos
asociados a los rumbos del universo y marca las
Un problema que debieron resolver los cartó- pautas para la elaboración de los mapas.
grafos indígenas fue el de ta orientación de sus Los rumbos están claramente indicados al
mapas. Presumiblemente estuvo reglamentado, pie de cada uno de los cuatro árboles cósmicos.
pero a falca de canas anteriores a la conquista El oriente, señalado con una base piramidal de
oto sólo se puede corroborar indirectamente. escalinata roja, es la casa o la morada de la que
La orientación implica una concepción previa emerge el sol. En el lado opuesto aparece el po-
del universo, y los sabios mesaamericanos, ba- niente u occidente, representado por una vasija
sándose en la posición del sol en relación a la de vientre amplio como d de las mujeres, con el
del hombre, concibieron ei mundo como un signo lunar encima. El sur es d monstruo de la
cuadrado, con una superficie dividida en cua- tierra con sus enormes fauces abiertas. El norte
tro triángulos formados por dos líneas que se tiene como emblema una vasija con 1« ofrendas
entrecruzan partiendo de los ángulos. En este del sacrificio, la púa de maguey y el huoo en-
' Limini39. esquema, ei Tlapcopan, «lugar donde brota la sangrentados con una bola de bule en d centro.
Cartografía Indígena
•Asimismo rogué al dicho Moctezuma lle, puesto que, en efecto, el río más anchu
que me dijese si en b costa de b mar había de los que desaguan en el Golfo de México,
algún rio o ancón en que los navios que vi- en b región a la que se refiere el mapa cita-
niesen pudiesen entrar y estar seguros. El do, es el Coana coal eos, pasa por entre las
cual me respondió que no lo sabía; pero que sierras de San Martín y forma un buen
él me haría pintar la costa y los ancones y puerto en su desembocadura, donde más
tíos de ella, y que enviase yo española a los tarde fundaron los apañóles La vilb del Es-
ver y que é me daría quien los guiase y fue- píritu Santo»'.
se con ellos, y asi lo hizo. Otro día me traje-
ron, figurada en un paño, toda b costa y en En 1524, después del asedio v conquista de
elb parecía un río que salía a la mar, más Tcnochcitlan, Cortés decide ir hacia las Hibuc-
abierto, según b figura, que los otros; el ras, hoy Honduras, y al llegar ai importante
cual parccú ciar entre las sierras que dicen centro de intercambio de Coaoacoalcos pre-
San Martín, y son tan altas que forman un gunta por la geografía de la tierra. Como los
ancón poi donde las pilotos hasta entonces mercaderes allí hacían su comercio por agua no
creían que se partía la tierra en una provin- |iiieden sino aconsejarle que pida a los señores
cia que Je dice Mmmalco...-'. de los puertos de comerciantes de Xicaianco y
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penaba d uso de! color, on importante en la es- tra en el Cód¡« Fforemim. Sahagiin ahí refiere,
critura jeroglífica y en b cartografía indígena: en el capítulo sobre el «apara io y orden que
usaban para cometer la guerra-, que una de tai
«Para excusar confusión en el conoci- primeras medidas era «enviar espías a aquella
miento de estas tierra, las tenían pintada* cal provincia que querían conquistar, para que
en grandes lienzos, de tal manen que las mirasen la disposición de la tierra, y la llanura,
berras de los caJpulíes (barritn) estaban pin- y espesura de ella, y los pasos peligrosos, y los
ladai con color amarillo claro, y I» de las lugares por donde seguramente podrían entrar,
principales con un color encamado, y Las y lodo lo traían pintado-. Entonces d señor
tierras de la recámara del rey, con color co- convocaba a los capitanes principales, «que
lorado, muy encendido: y así con estos co- siempre eran dos», les mostraba la pintura y en
lores, en abriendo cualquier pintura, se veía tomo a ella decidían el plan de batalla. En una
iodo el pueblo y sus término» y limites, y se de las ilustraciones del Códúe se muestra gráfi-
entendía cuyas eran, y en que parte estaban camente esta junta de guerra alrededor de un
que era una curiosidad muy grande". plano; es indudable la existencia de una carto-
Alonso dr Zurita, rl oidor de la Real Au- grafía militar. En el cuadro de referencia, con
aceñas simultáneas, se ven: abajo, ires estrate-
diencia. refiriéndose a la tributación, habla de
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clavada en el dorso del animal significa que este tra en el Códice VindobontnsÁ siendo el ejem-
lugar fue conquistada. plo más claro el rostro de la muerte sobre el
lina variation de la forma del Cerro a la primer monte a la derecha, el diseño de piedra
que aparece en el mismo códice pero en dife- en el segundo, el cuerpo en el tercero, la olla de
rente página". La figura campaniforme se con- pulque espumoso en el cuarto y la máscara en
viene aquí en un músico que cania, con la ca- el quinto.
beza de perfil y el cuerpo verde v ocre de El códice mencionado, o sea. el Vindobo-
frenic, cuyas manos y pies, asi como el rostro, neme o de View, del área de Oaxaca, es el que
son blancos. Con la mano derecha bare un tiene más representaciones de elementos carto-
tambor que suena, según indican las virgulas, gráficos*".
y con la otra agita una sonaja. El «Lugar dd En este códice se pintaron varias cordilleras,
Lbnina434i músico* fue conquistado según lo indican las de las cuales presentamos la de la lámina 14b.
* Lámina llamas en forma de mariposa que salen de la que nos da idea, cuando menos en uno de sus
" Furs. 1978:313. cabeza del músico y la flecha clavada en su fragmentos, de la multitud de signos que con-
tenían las formas geográficas en los mapas
41. LUGA* DU MONT! t>U JACl'AS. Elementos dentro del monte aparecen en la prchispánicos. La lectura se hace de derecha a
Cidia NnaaL Lámina 46 representación de una cordillera que se enciien- izquierda. Las cinco prominencias están pinta-
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glifo nomenclador, de la misma manera que se color rojo y carga una especie de rama florida:
hada con los topónimos de monte. La lámina el de atrás carga una mujer en sus espaldas,
74 del Códice Nuttal muestra un ave roja posa- quizá la futura esposa del primero.
da sobre un rectángulo con grecas al esrilo mix-
teco". Otro ejemplo de la misma idea nos lo Cuerpos de agua
proporciona la lámina 6d del Códice Selden en
la que se iraia del topónimo «Lugar y templo Los cuerpos de agua se representaban en las
de la muerte^. Un tercer ejemplo es el topóni- pictografías prehispánicas y luego en las colo-
mo de formato circular, como el que aparece niales en color azul con circulitos y caracolillos
en la lámina 73 del Códice Nutra!, llamado blancos alternados sobre las olas. Las aguas es-
«Lugar del basque de los jabalíes*-". tán contenidas en un recipiente visto en sec-
Los caminos en los códices prchis pinicos ción. Los ríos son franjas azules con líneas on-
están señalados por una franja ocre con huellas duladas y remolinos, y su forma se alteraba
de pie pintadas en negro, alternando, derecha c añadiéndole elementos diversos para dar el
izquierda, como rastro de marcha. La tierra nombre adecuado del topónimo. La lámina 8Ü
aplanada sin vegetación por donde transitan los del Códice Nuttal muestra un fragmento de
humanos se colorea generalmente en ocre. La mar con las olas pequeñas y grandes en el que
I jmiru 46. lámina 7 del Códice Selden representa un cami- se transportan guerreros sobre una canoa. En la
Limiaj 44. no transitado por señores nobles que se recono- ilustración completa, el mar, como era la con-
Urna» 47. cen por el báculo en que se apoyan", el de ade- vención indígena, está contenido en un reci-
I¿jnúu45. lante, con yelmo de ave, viste traje corto de piente visto en sección".
Limiru 49.
CAaTOOkAFtA InUíoexa