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República Bolivariana de Venezuela

Universidad Fermín Toro


Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas
Escuela de Derecho

La Flagrancia
PROFESORA INTEGRANTES
Dulce Mar Montero Vivas Caribay Segura Ríos C.I 25.754.728
SECCION: SAIA C

Barquisimeto, 19 de agosto del 2016


Ensayo

El proceso penal es aquel que sigue el ordenamiento jurídico vigente para


llevar a cabo una serie de etapas prescritas donde se crea una relación jurídica
entre los sujetos del proceso donde se encuentra al Ministerio Publico como
titular de la acción penal en nombre de la víctima, así como tambien al
supuesto perpetrador del hecho punible que se le conoce como procesado o
imputado, mientras no recaiga sobre este una sentencia firme.

Ahora bien, el fin que persigue todo proceso penal es salvaguardar los
derechos y garantías tanto de la víctima como del acusado, y llegar a la
consecución de la verdad de los hechos para la aplicación de la justicia, de la
forma prescrita en la ley. En el caso de Venezuela se establece que el proceso
penal debe ser oral y público, ya que es el Estado quien se asegura de
comprobar los hechos que alega la víctima.

Es necesario que este ritual se acompañe del derecho, para limitar la potestad
punitiva del Estado donde este con su poder de imperio pretenda juzgar sin
base o ejercer sanciones crueles o inhumanas que vaya en contra de los
Derechos Humanos, y de las garantías civiles que se encuentran en la parte
dogmática de la Constitución venezolana como el derecho a la defensa, el
debido proceso o el derecho a solicitar tutela judicial efectiva, y que en su parte
orgánica tambien dictamina la creación de instituciones públicas encargadas
de hacer valer estos derechos en el territorio nacional o en el exterior donde
se ve necesaria la aplicación de la Extradición o el juzgamiento de un
extranjero en el exterior aun cuando el hecho punible haya sido cometido en
el territorio nacional.

Cabe considerar, por otra parte, que el procedimiento ordinario se divide en


una fase preparatoria que tiene el objeto de investigar y colectar las
evidencias, una intermedia que determina la viabilidad de la acusación y de la
cual dependerá la consecución del juicio, y posterior a ellas una de
impugnación o bien la ejecución de la sentencia. Siendo las cosas así, resulta
claro que todo delito penal se rija por este protocolo, pero existen excepciones
donde no se hace necesario el cumplimiento de una o de varias de las fases
que tiene el procedimiento ordinario.

En este sentido se encuentran los llamados procedimientos especiales, que


tienen su modalidad para agilizar la justicia y así tambien abaratar las costas,
según el 372 del COPP, el procedimiento abreviado se ventilara ante el tribunal
de juicio unipersonal en los casos de delitos flagrantes, delitos menores, o
delitos que no merezcan privativa de libertad, así mismo se encuentran el
procedimiento para el juzgamiento de los delitos menos graves en el art. 354
COPP y siguientes, el de admisión de los hechos 375 COPP, el de juzgar al
presidente de la república y demás altos funcionarios en el art. 376 COPP y
ss., el de extradición art. 382 COPP, para seguir los delitos de acción privada
art. 391 y siguientes, y ya por ultimo de aplicación de medidas de seguridad;
en casos de insuficiencias en los supuestos de los procedimientos especiales,
se aplicaran las reglas del procedimiento ordinario para la resolución de la
controversia.

El art. 413 y siguientes del COPP hablan de un procedimiento, para la


reparación del daños e indemnización que no se considera como
procedimiento penal, aunque tambien se pueda realizar por una instancia de
tipo penal. No es de interés desarrollar las fases de estos procedimientos en
dicho escrito, pero si se hace necesario referirse al procedimiento abreviado
que menciona el 372 del COPP; el primer supuesto de curso en este
procedimiento abreviado se da por los delitos flagrantes.

La alocución de flagrante proviene de flagrancia, que representa el arder,


brillar, flamear o encandecer existe pues flagrancia según el art. 248 del COPP
cuando el delito se está cometiendo o acaba de cometerse, o cuando el
imputado se vea perseguido por la autoridad policial, la víctima o el clamor
público, o en el lugar o cerca de él, con armas o instrumentos que hagan
presumir con fundamento que señalen a una persona o más como el sujeto
activo del delito, que podrá ser posteriormente aprehendido si su el hecho que
cometió es de una gravedad tal que amerite privativa de libertad, cuestión
aplicable tambien a los diputados conforme al 200 de la CRBV.

La flagrancia inicia el proceso penal, y lo agiliza en cuanto en algunos casos


no se hace necesario recurrir a la fase preparatoria pues no hay nada que
investigar, una vez sucede la aprehensión el Ministerio Publico, conforme al
248 del COPP deberá remitir en un plazo máximo de 12 días la situación al
juez de control para que este declare la flagrancia en un término de 36 horas,
para que posterior se celebre un juicio oral y público dentro de los diez a quince
días siguientes, donde tambien se realice la acusación por parte del fiscal,
luego de esto se continuara con las demás fases que plantea el procedimiento
ordinario; en casos contrarios donde la situación no es tan clara el juez dictara
auto donde se declare no flagrante y se iniciara sin abreviar la etapa de
acusación, y se hará el procedimiento ordinario.

Según Vecchionacce, el delito flagrante alude al delito que se descubre ahora


mismo y sobre el que se actúa de inmediato, deteniendo a sus intervinientes y
recabando todas las pruebas que se encuentran en el lugar; normalmente el
delito flagrante no amerita de otras indagaciones; pero esto puede variar en
formas y es por ello que en la doctrina se hablan de distintos tipos de
flagrancia.

Tenemos pues que, Pérez nos presenta una clasificación de la flagrancia que
bien puede ser presunta, o real, en la primera de ellas se encuentran dos
modalidades, inicia con un tipo de flagrancia presunta llamada “a priori”, que
se da cuando una persona se hace figurar como el autor de un hecho delictivo
ante la gente y las autoridades, tomando a partir indicios indirectos del hecho
en sí como por ejemplo su ropa, fisonomía, o el porte de objetos que se
deducen como posible arma de delito.

De igual manera, existe otro tipo de flagrancia presunta, llamada “a posteriori”,


donde se detiene a una persona por portar instrumentos que lo vinculen con
hecho delictivo reciente, pero sin testigo alguno. Ambas son presuntas debido
a que se basan sin más en una presunción de un hecho no verificado. Aparte
de la flagrancia presunta esta la flagrancia real (in ipsa perpetratione facinoris)
donde como coloquialmente se diría que se le atrapo con las manos en la
masa, en términos jurídicos en la plena perpetración del hecho, a poco tiempo
de ello, o a punto de cometerlo, pero no habiéndolo logrado por la intervención
de terceros o funcionarios.

En este sentido se comprende, que tambien puede existir un último tipo de


flagrancia llamado” ex post facto o cuasi flagrancia” donde se da la
aprehensión de un sujeto identificado posterior a una persecución
ininterrumpida.

En la decisión del Tribunal Supremo de Justicia. (2015) (Corte de Apelaciones


Sala 2). Sentencia N° 312-15 del 06 de agosto de 2015.Venezuela. Se apela
una sentencia con fecha del 7 de junio de 2015, dictada por el Juzgado Primero
de Primera Instancia en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del
estado Zulia, extensión Villa del Rosario, donde el mencionado tribunal decreta
medida cautelar sustitutiva a la privación de libertad al ciudadano Freddy
Antonio Fernández González, que, según las actas policiales, expreso lo
siguiente:

Los hechos ocurrieron en fecha 06-06-2015 a las 4:30 horas de la tarde,


cuando el ciudadano ERIC ENRIQUE MAZA se encontraba en el frente de la
empresa de gas “Los Marrufos”, vía pública, cuando de repente llegó el
ciudadano Freddy Fernández y le estaba cobrando una deuda a la víctima de
actas, y como la víctima se resistió a pagarle, el imputado lo agredió golpeando
en la cara y todo el cuerpo; posteriormente, a las 07:00 de la noche, el salir del
hospital, víctima interpuso la denuncia, y a las 08:40 de la noche del mismo
día, los funcionarios adscritos a la Sub Delegación Villa del Rosario, realizaron
un arduo recorrido por la adyacencias en búsqueda de alguna persona que
tenga conocimiento sobre los hechos que ocurrieron, por lo que plenamente
identificados como funcionarios activos de ese cuerpo investigativos, lograron
sostener entrevista con varios moradores del lugar, a quienes luego de
imponerle el motivo de su presencia, los mismos no quisieron aportar sus datos
filia torios por temor a futuras represalias en su contra, manifestando estos
desconocer sobre los hechos investigados, seguidamente el ciudadano ERIC
MAZA, les manifestó el lugar donde podía ser ubicado el ciudadano FREDDY
FERNANDEZ, por lo que, una vez en la precitada dirección la víctima les
señaló a un ciudadano como el autor del presente hecho, quien caminaba en
plena vía pública del referido Sector, por lo que plenamente identificados como
funcionarios adscritos a este cuerpo de investigaciones, le dieron la voz de
alto, acatando el mismo la orden impartida, quedando identificado como
FREDDY ANTONIO FERNANDEZ GONZALEZ. ese tribunal decretó medida
cautelar sustitutiva a la privación judicial preventiva de libertad al mencionado
imputado, por encontrarse presuntamente incurso en la comisión del delito de
LESIONES PERSONALES, previsto y sancionado en el artículo 413 del
Código Penal, en perjuicio del ciudadano ERIC ENRIQUE MAZA; todo ello de
conformidad con lo establecido en el artículo 242 del Código Orgánico
Procesal Penal.

De la mencionada apelación el agresor se declara en contra de la medida


cautelar impuesta por el tribunal competente alegando la falta de flagrancia del
hecho; posición refutada por la Corte de Apelaciones ya que el delito que se
verifico en actas, realmente el ciudadano acusado si se ve involucrado en el
delito de lesiones personales fundamentado en el articulado del CPV en su art.
413, comprobado con las agresiones que presentaba el cuerpo de la víctima,
confirmado con un récipe médico del centro del hospital Nuestra Señora del
Rosario, así como tambien con un acta de inspección técnica donde el CICPC
verifica el sitio donde acontecieron los hechos, sitio cercano al lugar donde a
su vez se encontraba el agresor plenamente identificado por la víctima, y
demás elementos que son suficientes para la convicción del hecho punible.

De acuerdo a estas características no se puede decir que se observa una


flagrancia típica o real pero si una flagrancia post facto, producto de la
aprehensión del actor del delito luego de una persecución, poco tiempo
después del instante en que ocurrió el delito, así mismo los respaldos de los
asientos en las actas de la causa, confirman la legitimidad de una aprehensión
que tambien tiene la particularidad de encontrarse cerca del lugar y con objetos
vinculantes del delito, fundados en los supuestos que exige la ley para la
flagrancia.

Es por ello que finalmente la apelación de la sentencia no procede y por el


contrario se confirma que, al ser probado el delito, la medida de coerción
impuesta anteriormente fungió como supletoria a la pena de libertad que
contienen las lesiones personales, y que permiten la recuperación de la víctima
en un tiempo prudencial sin ver amenazada su seguridad personal en cuanto
a su integridad física.
Referencias

Bibliográficas

 PÉREZ SARMIENTO, E.L. La investigación, la instrucción y la


flagrancia en el Código Orgánico Procesal Penal. Vadell Hermanos
Editores. Caracas (Venezuela), 1999.

Electrónicas

 Tema 1 y 2 del Portal SAIA.


 Tribunal Supremo de Justicia. (2015) (Corte de Apelaciones Sala 2).
Sentencia N° 312-15 del 06 de agosto de 2015.Venezuela.

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