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¿Obsesionado por el control?

Cuando el dominio propio esta fuera de dominio


Por David Jeremiah

“Esteban Fagan siempre quería tener el control. Cuando compró una casa que requería de
numerosas renovaciones, el supervisaba todo el trabajo. Le ordenó a su segunda esposa, Barbara,
que le dijera “te amo” cada vez que hablaba con ella por el teléfono. Le exigió que se parase frente
a la ventana todos los días hasta que el condujera el auto fuera de vista. Todo era parte de su
mundo cuidadosamente construido. Un mundo de control compulsivo que comenzó a
desmoronarse en la primavera de 1998. Fue entonces cuando Fagan fue arrestado en su mansión
de Palm Beach por el secuestro de su propia hija, de un previo matrimonio, después de un amargo
divorcio. Mientras Fagan aseguraba que rescató a sus hijas de una madre negligente, su primera y
segunda esposa alegan que Esteban era un controlador compulsivo que había llegado demasiado
lejos.”

Así comienza el tercer capitulo del libro “El Controlador Compulsivo” por Les Parrott III, un libro
escrito para ayudarte, primeramente, a lidiar con controladores a tu alrededor, y en segunda, para
que puedas domar al que llevas dentro. El hecho de que Parrott, un excepcional autor, haya
dedicado todo un libro al problema de la manipulación y el control, nos da razón para creer que hay
más manipuladores de los que creemos.

Si somos honestos, admitiremos tener al menos un gen de controlador compulsivo por ahí en
nuestra genética. Tal vez no estemos haciendo nada excéntrico u obsesivo, y seguramente nada
ilegal. Pero, todos nosotros podemos pensar en algo en nuestras vidas a lo que absolutamente nos
rehusamos dejar.

Muy seguido, intentaremos justificar nuestra tendencia a ser demasiado controladores diciendo “No
estoy manipulando, solo estoy siendo organizado y me gusta que los demás también lo sean. ¿No
dice la Biblia que Dios es un Dios de orden, no de confusión?” Pues, si, en cierta manera (ver
Corintios 14:33). Pero en este contexto Pablo resalta el punto de que el amor es el más alto valor
que podemos perseguir. Tristemente, el ser una persona controladora generalmente resulta en
lastimar a aquellos que más amamos.

Piensa en los momentos en los que movemos cielo, mar y tierra para conseguir lo que queremos.
Aunado a esto, tratamos de controlar las circunstancias, el futuro, las cosas a nuestro alrededor, en
fin, la lista podría continuar. Nuestros intentos para controlar a las personas en nuestra vida son
realmente un intento de controlar a Dios. Cuando pecamos, realmente estamos pecando contra
Dios (así como David confesó en el Salmo 51:4), y cuando tratamos de controlar las cosas que
están fuera de nuestro alcance, realmente estamos tratando de controlar a Dios.

Quizás no exista historia más triste de un controlador en la Biblia que aquella del Rey Saúl.
Aparentaba ser un joven humilde en el principio. Al final de su vida se había convertido en un
paranoico y defensivo controlador. Lo que aparentaba ser humildad en el exterior era una máscara
que cubría una profunda inseguridad por dentro. En vez de controlar las cosas en su propia vida,
trató de controlar todo, y le costó muy caro.

Los “controladores” seguido causan buenas impresiones, y así fue con Saúl. El profeta Samuel,
obedeciendo al mandato de Dios, ungió a Saúl para que fuera el próximo rey. Cuando fue
presentado públicamente a todas las tribus de Israel, Samuel le dijo a su gente, “¿Habéis visto al
elegido de Jehová? No hay nadie como él en todo el pueblo. Entonces el pueblo gritó con alegría:
¡Viva el rey!” (1 Samuel 10:24). Saúl parecía estar en las perfectas condiciones cuando su puesto
comenzó. Si tenía inseguridades, por lo menos se esforzó para verse presentable y aceptable
frente al pueblo. De hecho, llevó a Israel a una gran victoria sobre los amonitas en su primera
actuación como rey (1 Samuel 11:1-15). Pero todo fue de caída desde aquel día.

Primero, Saúl trato de controlar la presencia de Dios. Cuando los filisteos planearon hacer guerra
contra Israel, Saúl espero siete días antes de pedirle a Samuel que convocara la presencia de Dios
en la guerra. Los sacrificios debían ser ofrecidos por un sacerdote y nadie más, pero Saúl perdió la
paciencia al esperar a Samuel, y ofreció los sacrificios el mismo. Tenía una forma muy mecánica
de ver la manera en que Dios actúa: presenta el sacrificio, y Dios aparecerá; no lo ofrezcas, y no
aparecerá. Pensó que podría controlar la presencia de Dios con rituales religiosos.

Después, Saúl trató de controlar a aquellos a quienes debía estar sirviendo. Cuando los filisteos
iban ganando en guerra, Saúl amenazó de muerte a sus soldados: “Pero los hombres de Israel
fueron puestos en apuro aquel día, porque Saúl había hecho jurar al pueblo, diciendo: “Cualquiera
que coma pan antes de caer la noche, antes que me haya vengado de mis enemigos, sea maldito.
Y nadie había probado bocado” (1 Samuel 14:24). Mientras que su objetivo de victoria era
espiritual, su método para alcanzarlo era carnal. Saúl estaba dispuesto a hacer sufrir a su ejército
para lograr aquella meta que había ligado a su sentido de seguridad, no al de Dios. En vez de
servir a esos hombres al llenar sus necesidades, los hizo sufrir para verse bien.

Posteriormente, Saúl trato de controlar la verdad. Cuando Dios le ordenó a Saúl que destruyera a
los amalecitas por completo, cada humano y cada animal, el permitió a su ejercito tomar algunos
de los animales vivos, irónicamente para ofrecerlos como sacrificio al Señor. Saúl culpó a sus
soldados por su propio fracaso, diciendo que eran ellos quienes querían quedarse con los animales
y que el no tuvo argumento para que valiera para resistirse a ellos (1 Samuel 15:24). Dios no
estaba interesado tanto en el sacrificio, Samuel le dijo a Saúl, así como en la obediencia. Al
desobedecer y decir medias verdades, Saúl cavó su propia tumba.

Finalmente, Saúl intentó controlar a otras personas: a su hijo y a su sucesor, específicamente.


Jonathan, el hijo de Saúl, y David, el ungido de Saúl, se habían convertido rápidamente en amigos.
En vez de someterse a Dios respecto al reinado de David, Saúl se volvió tremendamente celoso de
la unción obvia que David tenía de parte de Dios, de su favor con la gente y de la lealtad que le
tenía su hijo Jonathan al próximo rey (1 Samuel 18:6-9; 20:30-33). No solamente trató Saúl de
matar al próximo rey, David, pero también intentó matar a su propio hijo. Estos intentos de
asesinato son la manifestación de un controlador compulsivo.

Al final, Saúl se dio cuenta que había perdido su habilidad de preservar su propia vida, entonces se
quitó la vida. En un intento desesperado para hacer las cosas a su manera, las acciones de Saúl le
dijeron a sus enemigos, “Ustedes no me matarán. Si alguien me va a matar, seré yo mismo” (1
Samuel 31:1-6). Gravemente herido por un enemigo, el último acto de control de Saúl fue echarse
sobre su espada y morir.

Como la mayoría de los controladores, el deseo de Saúl por tener el control se convirtió en una
obsesión de estar en control de todo. Esta es una buena lección para nosotros. Lo que pareció
empezar como un intento inofensivo de lograr y triunfar, al ser llevado al extremo, puede
convertirse en manipulación y pecado.

La Biblia si nos dice que debemos tener un cierto nivel de control. El discernir las áreas que están
más allá de nuestro control es un reto y requiere de oración y atención. Los padres, por ejemplo,
obviamente deben tener control sobre la gente (1 Timoteo 3:4-5). Pablo nos advierte acerca de
emplear demasiado control que los hijos se vuelvan amargados contra la autoridad en general
(Colosenses 3:21). Los empleadores deben ejercer cierta medida de control, y a su vez son
responsables de no usar amenazas o hacer cosas solo para mantener el control (Efesios 6:9).

Dios ha dado a cada uno de nosotros un área de responsabilidad. Dentro de esas áreas, tenemos
una libertad dada por Dios para tomar decisiones. El error mas grande viene cuando intentamos
ejercer control sobre áreas a las cuales Dios no nos ha dado acceso. La frase “causas de fuerza
mayor” no solamente es un término trillado por las compañías aseguradoras. Tiene sus raíces en el
lenguaje histórico que describe aquellas cosas que están fuera de nuestro control. Debemos estar
dispuestos a admitir que hay cosas en la vida que absolutamente no podemos controlar porque la
intención de Dios nunca fue esa.

Ser un controlado compulsivo no quiere decir automáticamente que somos mandones, groseros,
criticones, insensibles u obsesivos.

Cuando la tendencia a controlar comienza a asomarse por la ventana, no te asustes. Hazte este
importante examen de una pregunta: “¿Quién tiene el control?” Si le has dado a Dios el control,
entonces: ¡descansa! El fracaso es inminente una vez que decides tomar el control de las cosas.
La fórmula es muy sencilla: reconocer que el control de Dios te ayuda a ceder tu control a el.

Confesiones de un copiloto
Retomando lo que ya le has dado a Dios
Por David Jeremiah

En nuestro mundo de alta tecnología, casi todo lo que antes era análogo o manual, hoy es
digital o automático. Y aunque no lo crea, eso incluye al mundialmente conocido puesto del
copiloto. No más tienes que tener a tu pariente favorito, amigo o familiar viajando contigo en el
asiento trasero de tu auto para que critique cada movimiento que haces. Ahora, podrás
manejar en tu auto solo y aun gozar de los beneficios de la presencia de un pasajero en el
asiento trasero.

¿Cómo es esto posible? Al instalar un dispositivo computarizado en tu automóvil que


monitorea cada curva y vuelta. El aparato es un localizador montado en el tablero de tu auto y
recibe señales de un satélite. Sus mensajes interactúan con un CD-ROM que contiene más
de siete millones de millas en mapas de carreteras y calles. Una vez que das una vuelta
equivocada, el sistema inmediatamente emitirá una corrección verbal. Si no sabes donde
virar, solo enuncia tu pregunta en voz alta y obtendrás una respuesta verbal instantánea.

Pero, espera, este es un pasajero realmente útil. El obtener respuestas inmediatas a las
preguntas “¿Cuánto falta?” o “¿En dónde estoy?” es algo sumamente útil de lo que cualquier
conductor podría beneficiarse. No hay de que preocuparse, la era digital también a suplido al
tipo de copiloto del que estamos más acostumbrado, esta vez como una broma para poner a
los de vida real en su lugar. Por algunos dólares extras, puedes adquirir una caricatura de
plástico del interior de auto con un desagradable personaje sentado en el asiento del
pasajero. Asegurado al tablero, este pasajero digital provee cinco diferentes frases para que
tu pasajero de vida real se percate de cuan enfadoso es cuando se pone a criticar cada
movimiento que haces: “Oye, ¿tienes el pie de plomo o, qué?” “¿Estás seguro de que el limite
de velocidad es 150 kilómetros por hora?”, en fin, tu entiendes la idea.

Los copilotos criticones son una de los más preciados puestos. Son el objeto de chistes de
comediantes, el tema de conversaciones en la mesa, y el terror de cada adolescente que
conduce las primeras veces. También hay un lado oscuro de estos pasajeros: sienten la
necesidad de tener el control. Nosotros (y todos somos culpables de cuando en cuando) no
creemos que alguien pueda conducir un auto o cargar la maquina lavaplatos o cortar el pasto
o cambiar el pañal del bebé tan bien como nosotros lo haríamos. El lugar donde se torna más
seria esta cuestión no es en la autopista que conduce a la ciudad, sino en la avenida que lleva
al Reino de Dios. Cuando empezamos a decirle a Dios como guiar y dirigir nuestras vidas es
cuando el ser el copiloto se puede convertir en un serio impedimento para vivir una vida
abundante y exitosa espiritualmente.

Somos mayormente tentados a actuar como el pasajero con Dios cuando la adversidad o el
sufrimiento nublan la visión de nuestro futuro. Todos sabemos qué se siente cuando un auto
entra en una densa neblina. Instintivamente, todos en el auto comienzan a gritar instrucciones
al conductor: “¡Frena!”, “¡Despacio!”, “¡Enciende las luces altas!”, “¡Sal de la carretera!”
Ninguna de las cuales son lo correcto de decir en ese momento. La adversidad siempre saca
“lo mejor” de los pasajeros de asiento trasero.

La más alta evaluación para pilotos comerciales y militares es la de “instrumento”, en donde


son entrenados para volar sin ninguna señal visual, como si estuviesen en total oscuridad en
medio de una densa nube. En ese momento, deben “volar por fe” y confiar en lo que sus
instrumentos les indican y, ¡no perder la calma! Cientos de horas de entrenamiento, cientos
más de experiencia volando en la oscuridad es lo que los entrena a mantenerse enfocados en
sus instrumentos. Es lo mismo en la vida cristiana. Cada día debe ser un día de
entrenamiento para un creyente. Tenemos nuestros devocionales diarios, asistimos a los
estudios bíblicos, nos reunimos para la alabanza, memorizamos las escrituras… todo con el
propósito de reforzar en nuestras mentes aquello que creemos que es verdad: Dios es el
único que puede guiarnos por los caminos más oscuros de nuestra vida. El día que se nos
olvida el entrenamiento es el día en que tendremos que reaprender la verdad de la manera
difícil.

Aquí están las verdades que debemos estar aprendiendo y afirmando diariamente que nos
impedirán convertirnos en copilotos para Dios en los días en que la vida se vuelve peligrosa.

1. Recuerda quien tiene más experiencia conduciendo.

Hay una frase hermosa usada en la mayoría de las traducciones bíblicas que refleja como
Dios ha estado guiando a Su pueblo a su destino. Nota cuántos aspectos de Dios se les
refiere como “perpetuos”: su compasión y amor tierno (Salmo 25:6); el trono desde donde
gobierna (Salmo 55:19; 93:2); su reinado (74:12); el tiempo que han existido sus mandatos
(Salmo 119:52); el tiempo que ha sido el único Dios (Isaías 45:21); el tiempo que ha sido
nuestro Padre y Redentor (Isaías 63:16); el tiempo que Jesús ha existido (Miqueas 5:2).

¿Existe algún peligro, algún daño, alguna situación o circunstancia que Dios no ha visto
desde su existencia perpetua? ¿No es esa una buena razón para que confíes en el hoy?

Recuerda quien conoce el mejor camino. Cuando Dios rescató a los hijos de Israel de la
esclavitud en Egipto, hizo algo que sin duda pareció muy peculiar en ese momento. Todo lo
que los israelitas tenían que hacer era dirigirse hacia el este alrededor de la curva del mar
mediterráneo y serían libres. Éxodo 13:17-18 dice que Dios no los guío por la ruta corta,
porque era posible que al ver que había guerra quisieran volver a Egipto. El camino corto
pasaba justo por la tierra de Filisteos y Dios sabía que los israelitas hubieran regresado a
Egipto en temor si se encontraban con estos feroces guerreros. Es por eso que, los guío por
el desierto, y no tenemos evidencias de que Dios le diera explicaciones al pueblo hasta que
Moisés escribió el libro de Éxodo.

¿Has aprendido que el camino que Dios escogió para ti es el mejor, aunque no te explique
por qué?

Recuerda quien ha pasado por este camino antes. El libro de Hebreos nos dice que todo lo
que hemos experimentado en la vida primero fue experimentado por Jesús (Hebreos 2:18;
4:15). El ha pasado por todos los caminos que nosotros caminaremos. El ha escalado cada
montaña, rodeado curvas y atravesado por los más oscuros valles. De hecho, se nos ha dicho
que “aunque era Hijo, a través del sufrimiento aprendió la obediencia” (Hebreos 5:8).
Si Jesús se mantuvo obediente en cada camino por el que el Padre lo envío, ¿no podrá
enseñarte la obediencia cuando andes por caminos similares?

Recuerda quien nunca se ha perdido. En la noche antes de la crucifixión de Jesús, el le dijo a


su Padre, “Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciera” (Juan
17:4). Jesús fue enviado al mundo con un propósito (Marcos 10:45; Juan 20:21; 1 Juan 3:8), y
nunca se perdió en el camino. A pesar de severos obstáculos, el alcanzó su destino: la cruz
del Calvario.

¿No podrá aquel con tan singular enfoque guiarte cuando estás perdido?

Recuerda quien nunca se duerme al volante. ¡Qué tan seguido pensamos en Dios como si
fuese uno de nosotros! Tu y yo nos hemos quedado dormidos al volante muchas más veces
de las que podemos recordar, pero Dios nunca lo ha hecho. El profeta Elías se mofó
sarcásticamente de los profetas de Baál cuando su Dios falso no apareció para responderles:
“Tal vez duerme y haya que despertarlo,” (1 Reyes 18:27). Aun cuando estamos cansados,
los ojos de Dios siempre están en el camino (Mateo 26:36-46).

¿Estás dispuesto a relajarte y disfrutar el viaje sabiendo que Dios siempre estará al pendiente
de tu seguridad?

Recuerda quien tiene el récord de conductor perfecto.

Todo el trabajo que hace Dios es perfecto (Deuteronomio 32:4); Su camino es perfecto (II
Samuel 22:31); Su sabiduría es perfecta (Job 37:16), de hecho, Dios mismo es perfecto
(Hebreos 4:15b). Nunca, ni una sola vez en la infinidad de su existencia, ha cometido Dios
algún error. No manchara ese récord perfecto al guiarte a ti.

¿Realmente crees que tú serás la persona con quien Dios se equivocará por primera vez?

Había un grupo de personas que compartían sus relatos sobre los copilotos y un caballero
platicó sobre las tendencias de su esposa. Iba en camino a su casa del trabajo un día, y
acababa de entrar en la autopista cuando su teléfono celular sonó. Contestando el teléfono,
descubrió que era su esposa que llamaba, quien acababa de entrar a la misma autopista justo
atrás de el, en su propio carro. Le dijo, “Hola cariño, soy yo; tu direccional sigue prendida y es
tiempo que enciendas las luces, ¡ya esta oscureciendo!”

Hoy en día, ¡ni siquiera tienes que estar en el asiento trasero para ser un copiloto! Graciosa
como es esta historia, no pierdas el punto clave: Dios siempre nos esta siguiendo,
ofreciéndonos sus perfectas palabras de dirección y corrección. Mantengamos a Dios donde
le corresponde estar, en el asiento trasero.

Sacando lo bueno de lo malo


Por David Jeremiah

¿Alguna vez te ha preocupado que pueda desgastarse el versículo de Romanos 8:28? Es una
de las más grandes promesas en la Biblia: “Sabemos, además, que a los que aman a Dios,
todas las cosas los ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”

Esa pequeña palabra “todo” hace a este versículo universal y disponible de inmediato al
cristiano. No solo algunas cosas, pero todas obran para bien. No importa lo que nos suceda,
el Dios de la redención encuentra lo bueno en lo malo. El voltea los problemas al revés y
transforma las cargas en bendiciones. Romanos 8:28 nunca se vuelve débil, cubre todas las
cláusulas y esta continuamente disponible. Es una especie de cheque en blanco para el uso
del cristiano en cualquier momento, y se cambia en el banco de la sabiduría y poder infinito de
Dios.

¿Cómo, entonces, es cobrado? ¿Cómo encontrar lo bueno en lo malo?

Quizás alguien leyendo estas palabras este enfrentando una terrible situación que al parecer
no tiene solución. Otros están batallando con una serie de problemas complicados. Algunas
veces, nosotros mismos somos los responsables de los problemas que tenemos, pero no
siempre. Los cristianos, desde luego, no estamos exentos de los problemas. Las aflicciones
pueden caer sobre nuestras vidas por muchas razones, pero ninguna es más grande que la
promesa poderosa en Romanos 8:28.

Yo he tenido mi porción de luchas, pero a través de todo ello, he encontrado varias maneras
de reclamar esta promesa y enfatizar en su verdad.

Primero, entrega tu carga al Señor. Tal vez tengamos que hacer esto varias veces, tal como
alguien dijo, “Podremos dejar nuestras cargas en el altar, pero tienen una forma misteriosa de
bajarse de allí.” Recuerda Salmo 55:22: “Echa sobre Jehová tu carga y él te sostendrá; no
dejará para siempre caído al justo.”

Miguel, un propietario de negocio pequeño en Nashville, tenia una tienda de partes de autos,
pero cuando una súpertienda de partes se abrió justo del otro lado de la calle, muchos de los
clientes de Miguel decidieron hacerse clientes de allá. Las ventas se vinieron abajo, y Miguel
se vio envuelto en una deuda tremenda, el banco lo estaba demandando y los cobros de
impuestos estaban a la orden del día.

Durante meses, Miguel tuvo noches interminables sin sueño, dolores en el pecho y ansiedad
galopante. Entonces, una noche, le pidió a su esposa e hijos adolescentes que orasen con el.
“Debo poner este negocio en el altar ante Dios, como Abrahám al sacrificar a Isaac,” les dijo.
“Creo que Dios puede resucitar alguna manera de que yo pueda proveer para mi familia.”

Oró intensamente. Cuando terminó, su hijo de 16 anos se disculpó, fue a su recámara y


regresó con un billete de veinte dólares. “Corte el pasto de dos casas esta semana, y yo
también quiero poner mis ganancias en el altar.” Puso el dinero sobre la mesa. Pronto, Miguel
se juntó con su hijo para podar el pasto de las casas. Amigos les regalaron una camioneta
vieja, una podadora vieja y algún equipo de jardinería. Los clientes aparecieron de la nada, y
ahora Miguel gana más dinero del que jamás hizo en su tienda de auto-partes.

Tal vez te ayude llevar a cabo una ceremonia de entrega, en la que, ya sea solo o con un
grupo pequeño de amigos, oficialmente le rindas tu problema a Dios, recordando las palabras
de Pedro: “Echad toda vuestra ansiedad sobre el, porque el tiene cuidado de vosotros” (1
Pedro 5:7).

Aduéñate de las promesas de Dios Cuando le pasamos nuestra carga a Dios, deja una
especie de vacío en nuestros corazones que debe ser llenado rápidamente por una promesa
de la Escritura. En marzo de 1977, los rebeldes invadieron la provincia rica en cobre de
Shaba, Zaire y siete misioneros metodistas fueron capturados. Uno de ellos, el Dr. Glenn
Eschruth fue puesto en juicio en Angola por “crímenes capitalistas.” Le fue permitido regresar
a casa el suficiente tiempo para poner sus asuntos en orden, y la siguiente mañana (el día de
su cumpleaños numero cuarenta y nueve), escribió estas palabras en el separador de la Biblia
de su esposa: “Y todas las cosas ayudan a bien a aquellos que aman a Dios.” Esa tarde se lo
llevaron, para nunca más ser visto con vida.

La mayoría de nosotros con muchos trabajos podemos imaginarnos el estar en una situación
parecida, pero todos podemos aprender el arte vital de guardar las promesas de Dios en
nuestros corazones. Martín Lutero escribió, “El alma con que una fe firme se adhiere a las
promesas de Dios se hace una con ellas, es absorbida por ellas, penetrada, saturada,
embriagada por su poder.”

Encuentra una promesa, ponle tu nombre, escríbela en el separador de tu Biblia o pégala bajo
el vidrio de tu escritorio y has conciencia de su poder que penetra.

Tercero, ten en mente los viejos dichos que han servido como proverbios hechos en casa por
muchas generaciones. No necesariamente son versos bíblicos, sino dichos con sabiduría que
han reconfortado el alma de muchos cristianos a través de los siglos. Enfócate en uno, o dos,
y adóptalos como una expresión de tu propia filosofía. Aquí hay varios ejemplos. Los
cristianos vivimos por promesa, no por explicaciones.

Cada problema tiene un propósito. Dios no nos dará más de lo que podamos soportar.
Cuando no puedas ver Su mano, puedes confiar en su corazón. Dios no desperdicia el
sufrimiento. Si hace uso del arado es porque su propósito es una cosecha hermosa.

Cuando gente que nos desea el bien viene a nosotros y recita viejos refranes cuando estamos
en medio de crisis, somos propensos a enojarnos. Es diferente cuando nos predicamos a
nosotros mismos. A veces necesitamos adoptar un antiguo proverbio con el cual nos
identifiquemos mientras lidiamos con nuestra carga.

Bernard Gilpin, un ministro del siglo 16 en Inglaterra, se encontró en graves problemas por
predicar la palabra de Dios durante el reinado de la Reina María. Cuando llegó el tiempo de ir
frente al Obispo de Londres, esperaba ser quemado ahí mismo. La actitud de su vida se
resumió en esta pequeña frase “Todo obra para bien.” En su viaje a Londres, sufrió un
accidente terrible y se quebró una pierna. “¿Está obrando todo para bien ahora?” se burlaba
uno de sus enemigos. Gilpin, sin embargo, respondió aun en su dolor, “Todavía creo que si.”
Sucedió que su pierna rota demoraron su viaje hasta que hubo noticias de que al morir la
Reina María, quedaba en libertad.

Descanso. Es importante encontrar formas de tener un buen descanso en las noches durante
etapas dolorosas en la vida. Es imposible divorciar a los elementos físicos y emocionales de
nuestra vida, y cuando estamos agotados físicamente, es difícil mantener emociones sanas.
Nos preocupamos más cuando estamos cansados. Nos dolemos más. Perdemos más pronto
la esperanza.

Recuerdas cuando Elías tuvo su crisis emocional en 1 Reyes 19? El profeta intrépido se
derrumbó y huyó de la Reina Jezabel. Finalmente, llegando a un lugar desierto, estaba tan
exhausto que cayó en una depresión y le pidió a Dios que lo matara. Lo que necesitaba era
descanso y se acostó y durmió profundamente. Un ángel lo despertó y le dio de comer,
entonces Elías se durmió de nuevo.

La Biblia dice que Dios le concede sueno a sus amados.

Finalmente, busca oportunidades en medio de la crisis. En Hechos 16, Pablo y Silas


convirtieron una tortura de azotes en una cruzada evangelística, cantando a la medianoche,
testificando a otros prisioneros y ganando aun al carcelero para Cristo. No sucedió
inmediatamente. Tirados en las celdas, los apóstoles sin duda estaban sufriendo mucho dolor
físico y emocional, llorando gimiendo y orando. Conforme pasaron las horas, los apóstoles
encontraron su voz evangelística.
Evelyn Hersey, una misionera en Japón, lucho por años para ganar a Cristo. Ella
eventualmente regresó a América con cáncer terminal. En su lecho de muerte, le llamó a su
amigo japonés y le dijo, “No te preocupes por mi; yo voy para el cielo. Solo quiero que sepas
que te amamos y que estaré orando por ti.”

El hombre, pronto después, se convirtió a Cristiano. “¿Cómo pude faltar en confiar en un


Salvador,” dijo, “quien le dio a mi amiga el amor para orar por mi aun cuando estaba enferma
y muriendo?”

No siempre es posible ver buenos resultados de malas circunstancias inmediatamente. Las


bendiciones no son como esos payasos que saltan de la caja cuando se le da vuelta a la
manija. A veces requiere de años para que las cosas ayuden a bien. Dios tiene toda la
eternidad a su disposición, y no esta a prisa. La fe es escoger creer en la habilidad de Dios
para llevar a cabo Romanos 8:28 aun cuando las respuestas no se puedan ver
inmediatamente. Es por eso que la Biblia nos dice que “esperemos en el Señor.” El
compositor de himnos Henry Lyte expresó esto en un himno maravilloso, “Jesús, yo mi cruz
he tomado”:

Te he llamado “Abba, Padre,” He puesto mi corazón en ti. Las tormentas y nubes vendrán,
Mas todo ayudará a bien para mi.

Dándolo todo
Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él... Colosenses
2:6

Ramadán es el noveno mes del calendario musulmán, un intenso periodo de enfoque en Ala.
El observar el mes de Ramadán es uno de los pilares de la fe musulmana, y esta ordenado en
el Korán que todos los adultos musulmanes lo hagan. Los musulmanes más devotos
ayunaran de comida, bebida y fumar durante los días y asistirán a numerosas reuniones de
oración cada día del mes. El propósito del Ramadán es cultivar la piedad entre los fieles.

¿Por qué cultivar la piedad solo un mes del año? La misma pregunta también podría ser
dirigida a los cristianos respecto a la cuaresma. Este es un tiempo tradicional en el calendario
cristiano que comprende los 40 días antes de la Pascua y es celebrado con ayunos y
sacrificios en memoria de la pasión de Jesús en la cruz. Aunque es bueno apartar tiempos
para hacer memoria de estas cosas, el peligro consiste en pensar que solo debemos
comprometernos durante ese periodo. La Biblia sugiere que cada día de la vida cristiana debe
ser vivido a la luz de lo que Dios ha hecho por nosotros a través de Cristo.

Así como Cristo lo dio todo por nosotros, entonces también demos todo por el; este día y
todos los días.

I Samuel 28:1-31:13

Tenemos un Dios grande


Tenemos un Dios grande Cómo hablarle a los niños acerca del temor

Niños de todas las edades experimentan alguna clase de temor. Un pequeño de dos años le
teme a las sombras que se mueven por la oscuridad. Los adolescentes experimentan
ansiedad cuando se trata de ser parte de una sociedad. Ya sea que tu hijo se sienta
incomodo en su primer día de clases o que no pueda dormir en la noche temiendo una
tragedia mundial como los eventos del 11 de septiembre, tu podrás ayudarlo a entender que
no importa cuan grande sea el monstruo debajo de su cama, lo difícil que sea el examen o lo
devastadora que sea la tragedia; Dios es más grande. A continuación presento algunos
puntos que podrán ayudarte a hablar de los tiempos de temor con tu hijo.

Escucha a tu hijo y manténte alerta a sutiles señales de temor. Recuerda que no todos los
niños verbalizan su temor, se portan mal o tienen pesadillas en la noche. Aunque conozcas
bien a tu hijo podría ser que este sufriendo silenciosamente.

Reconoce tus propios temores como padre. Los niños pueden percibir tu temor, y se pasará a
ellos. Rendir a nuestros hijos a Dios en oración es un paso que les mostrará que Dios es
suficiente, aún para nuestro regalo más preciado: nuestros hijos.

Procura no exponerlos demasiado a los medios. Nadie necesita imágenes gráficas de


desastre pasando una y otra vez por su mente, especialmente un niño.

Motívalos a memorizar las escrituras. El Espíritu Santo traerá las palabras de Dios a su mente
en el momento correcto. Tu y tus hijos quizás podrán hacer una lista de versículos bíblicos
que hablen acerca del temor para memorizarlos. Empiecen con Salmo 56:3.

No olvides el poder de la música. Nada se pega como una rítmica canción. Pon música en tu
casa que le recuerde a tus hijos que tenemos un Dios GRANDE.

Una vez que hayas identificado los temores de tus hijos y los tuyos, ponlos bajo el
microscopio y, ¡mira qué grande es Dios en comparación!

Sigue a estos famosos vencedores del temor.

Dios se ve más grande que nuestros problemas cuando aprendemos lo que hizo para
rescatar a aquellos personajes de la Biblia. Una de las formas más grandes que puedes
ayudar a tus hijos a vencer sus temores es leyéndoles de la palabra de Dios. La Biblia esta
llena de hombres, mujeres, niños y niñas que enfrentaron sus temores con la ayuda de Dios.

Aquí están cinco vencedores que se enfocaron en Dios en vez de su temor aun en las
circunstancias de mayor peligro.

Daniel La fidelidad de Daniel hacia Dios trajo protección milagrosa de las bocas de leones
hambrientos. Lee Daniel capitulo 6 para conocer la historia.

Ester Una vez huérfana y vestida de harapos, Ester fue una gran reina. El plan de Dios para
Ester solo estaba empezando cuando ella tomó el trono. Lee el libro de Ester para gozar de
un drama lleno de valentía, romance, decepción y heroísmo.

Sadrac, Mesac y Abed-nego ¿Recuerdas a los tres hombres en el horno ardiente? Aun
cuando las llamas ardían, Dios estaba ahí. Visita Daniel capitulo 3 para conocer la historia
inolvidable de estos tres vencedores del temor.

David Solo era un niño, pero sabia que podía matar a un gigante, Goliát. ¿Qué clase de rival
era David para el gran filisteo? Primera de Samuel capitulo 17 recuenta los hecho del famoso
duelo.

María Imagina que te dicen que serás la madre de Jesús. ¿Cómo responderías a tan enorme
responsabilidad? Las reacciones más íntimas de María están registradas en Lucas capitulo 1.

¡El Dios que ayudó a estos vencedores del temor puede ayudarte a ser un vencedor también!.

Entrenamiento para volar


Preparando a tus hijos para el mundo real
Por David Jeremiah

El águila ha sido usada como símbolo nacional de una tribu egipcia, de los romanos, Napoleón, y de los Estados
Unidos, entre otros, con justa razón. No hay otra vista que te impulse a mirar al cielo como la de un águila de
cabeza blanca haciendo suyo el firmamento.

De no haber sido por los diligentes esfuerzos de preservación, los Estados Unidos hubiera perdido su símbolo
debido a la caza, los pesticidas y otras causas. El hecho de que el águila de cabeza blanca se haya recuperado
se debe a más que esfuerzos de conservación. Los números crecientes de águilas son un testimonio de las
técnicas de crianza de este majestuoso animal. Aunque no todas las pequeñas águilas sobreviven, aquellos que
si lo logran pueden dar el crédito a sus padres.

Analicemos las técnicas del ave mas grandiosa de los Estados Unidos y así ver como preparan a sus pequeños
para volar en el mundo real, y cómo podemos hacer lo mismo.

Criándolos con protección Las águilas construyen sus nidos sobre los árboles mas altos que pedan encontrar,
pero los rayos del sol pegan con fuerza sobre las criaturas. La madre puede darles sombra mientras esta en el
nido, pero cuando sale a buscar comida, acomoda ramas y hojas. Los expertos en aves creen que estos pájaros
tienen un habito extraño: traen una sola rama nueva de pino al nido en cada ciclo con el fin de proveer sombra
adicional (Ezequiel 17:3-4).

Si hay una cosa que necesita un hogar, es un refugio seguro para los hijos. Demasiados jóvenes en nuestra
sociedad se hacen parte de pandillas porque están buscando un lugar seguro, un lugar donde pueden escapar del
calor, no solo de la sociedad sino de sus propios hogares. ¡Que triste! Mi corazón se duele al pensar que esos
niños no tiene un hogar en donde pueden escapar del calor y la presión de la sociedad y aliviarse bajo las alas
protectoras de papá y mamá. Asegúrate de que tu hogar es el lugar preferido de tu hijo para buscar refugio. (No te
ofendas si no te agradecen por darles un resguardo como este de inmediato. Lo harán algún día).

Criándolos con el ejemplo Como aprendiste en el articulo anterior, las águilas de cabeza blanca mantienen la
misma pareja de por vida. Regresan al mismo nido cada ano para criar y renovar su nido año tras año. A veces
actúan como una vieja pareja de casados. El macho sacará a la hembra fuera del nido si ella no ha descansado
de empollar.

La mejor manera de entrenar a nuestros hijos para que tengan matrimonies permanentes y exitosos, es
teniéndolos nosotros mismos. Así que, que pasa cuando la relación cae en la rutina y se torna un poco aburrida a
través de los anos? Nunca he conocido a un joven que cambiaría la relación aburrida de sus padres por un
divorcio. ¡Nunca! Los niños deben saber que el amor funciona, y que con la ayuda de Dios, las orillas rotas del
matrimonio pueden ser remendadas. ¿De qué otra forma podrán tener el valor para amar? Reafírmales a tus hijos
por hecho y por palabra que sus padres estarán con ellos para siempre… juntos.

Criándolos de acuerdo al conocimiento El águila de cabeza blanca hembra pone dos o tres huevos con un
espacio varios días entre cada uno, y los huevos salen del cascaron en el orden en que fueron puestos. El primer
aguilucho en salir siempre es el más grande, y es casi siempre una hembra, ya que la hembra de cabeza blanca
es más grande en tamaño que el macho. Porque el primer aguilucho es más grande que sus hermanos, la
competencia por la comida siempre está presente. Cuando el águila macho regresa con comida, la madre rompe
los pedazos de acuerdo a la necesidad y el tamaño de cada hijo. Cada uno de sus hijos es diferente, por esa
razón los crías diferente y con eso estableces un principio sabio a seguir.

Charles Swindoll marco un punto importante sobre la crianza de los hijos de acuerdo al conocimiento en uno de
sus primeros libros. En su interpretación de Proverbios 22:6, “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere
viejo no se apartará de él”, el sugiere que el énfasis esta en la palabra “niño”. Esto es, entrena al niño en el
camino en que, el o ella, individualmente y de acuerdo a su necesidad, debe ir, y ese camino se convertirá en un
camino de seguridad en el cual el podrá caminar toda su vida. Los niños son diferentes y deben ser criados de
acuerdo a sus diferencias. Son criaturas únicas de Dios. En el cielo no hay clonación ni moldes. Tienen propósitos
distintos en el plan de Dios (Salmo 139:16). Los padres sabios les alimentarán instrucciones a sus hijos de forma
individual de acuerdo a su conocimiento y necesidad.

Criándolos por estiramiento Cuando llega el tiempo para que los aguiluchos dejen el nido, los padres deben
emplear una técnica que algunos consideran como cruel y extraña. Aunque es frustrante para los pequeños, es
necesario sacarlos de su comodidad y aventarlos al aire, donde podrán volar como adultos. Los padres dejan de
traer comida al nido y en vez de esto vuelan frente al nido con un pez o animal pequeño en sus picos. Esto se
puede llevar a cabo por días enteros, hasta que el apetito voraz de los pequeños águilas los forzas a estirarse por
la comida con que sus padres los provocan. Dan un salto del nido y vuelan…un poco. Después de caer al suelo,
sus padres los recompensan con suficiente comida para renovar sus fuerzas, y las lecciones de vuelo continúan.

Muchos padres tienen miedo a que sus hijos se enojen con ellos, y nunca pensarían en sacarlos de su
comodidad. Esos niños, como músculos que nunca se ejercitan, se hacen débiles y hasta se atrofian en un
sentido emocional. Dios prueba y “estira” a sus hijos adultos para que aprendamos a vivir por fe (Éxodo 20:20).
¿Por qué no habremos de hacer lo mismo con nuestros hijos? No tengas miedo de “estirar” a tus hijos. Estarán
mas enojados contigo después por no haberlo hecho que lo que estarán hoy porque lo hiciste.

Levantándolos para que puedan volar Una vez que los pequeños águilas aprenden lo básico de volar, es tiempo
de aprender a deslizarse por los aires. El diseño único de las alas del águila adulta crea aire turbulento que ayuda
a levantar al aguilucho. El adulto guía al chico más y más alto, y lo levanta con su poderoso aleteo. ¿Habría
observado Moisés este fenómeno? En Deuteronomio 32:11 el escribió: Como el águila que excita su nidada,
revolotea sobre sus pollos, extiende sus alas, los toma, los lleva sobre sus plumas.” Este es un cuadro perfecto
que nos muestra como levantar a nuestros hijos para que puedan volar (en hebreo, se usa la palabra nasa, que
significa levantar o cargar).

Todo niño debe ser levantado, animado. Deben tener al entrenador Papa o Mama para darles un abrazo y
mandarlos de regreso al juego. El autor Zig Ziglar le dio a los padres el mejor consejo: “Encuentra lo bueno y
¡reconócelo!” Levantar a un hijo requiere que el padre vaya delante de el abriéndole camino. Pocos hijos
aprenden a volar más alto que sus padres, así que, marca el paso y guía a tu hijos a alturas que solos no pueden
alcanzar (Juan 13:16).

El águila es un padre diligente, así como un distinguido símbolo de muchos países. Te ánimo a que le enseñes a
los pequeños habitantes de tu propio nido a volar en las alturas del mundo real. Isaías 40:31 dice: “Pero los que
esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán;
caminarán, y no se fatigarán.”

jercite Su fe
La importancia de Tener una fe activa
Por David Jeremiah

La importancia de Tener una fe activa


He amado los deportes, desde que tengo memoria. Hace algunos años, viajaba en una aerolínea mayor cuando
la revista del vuelo captó mi atención. El futbolista Jerry Rice estaba en la portada. El artículo detallaba la rígida
rutina de entrenamiento por la que atraviesa Rice para jugar todos los años con los 49ers de San Francisco.
Levantando varios cientos de libras de peso libre sobre el pecho, Rice dijo, "estoy dispuesto a hacer los
sacrificios, para hacer el trabajo. No hay muchos allá afuera con mi resistencia o mi deseo".

Los atletas profesionales entrenan todos los días para ser los mejores en su deporte. ¿Sabe usted que el ejercicio
requerido para la excelencia física ilustra un principio espiritual? Se requiere ejercicio y esfuerzo para estar en
forma espiritualmente. Piense en ello. Algunos de nosotros levantamos pesas y quemamos calorías durante
innumerables horas en el gimnasio, pero no mostramos esa misma determinación en nuestra vida espiritual. Ya
que ninguno de nosotros puede llegar a ser una persona santa por osmosis, necesitamos aprender a ejercitar
nuestra fe.

En el libro de hebreos dice que sin fe es imposible agradar a Dios (11:6). ¿Pero cuántos de nosotros pueden
definir la fe y cómo ha trabajado en nuestras vidas? La anatomía de la fe sigue siendo un misterio para muchos
cristianos. La fe no es solo un término bíblico a estudiar. Es un principio dinámico de vivir. Y si lo experimentamos
regularmente, nos encontraremos en la mejor forma espiritual de nuestra vida.

¿Qué implica entonces ejercitar su fe? He definido la anatomía de una fe activa con la ayuda de algunos
ejercicios familiares.

Sentadillas Siéntese bajo las enseñanzas de la Palabra de Dios cada semana. La palabra griega para la iglesia,
ecclesia, es encontrado más de 100 veces en el Nuevo testamento, subrayando entonces la importancia de la
iglesia. En Hechos 20:7, encontramos que los discípulos se reunían el primer día de la semana a partir el pan y a
oír las enseñanzas del apóstol Pablo.

Me resulta alarmante cómo los cristianos en estos días han permitido que sus mentes sean llenadas de la basura
de este mundo. Ya que lo que pones en tu mente programa tu vida. Es por eso que resulta tan importante oír la
Palabra de Dios en una base continua.

100 Metros Planos Esté listo para correr en la ayuda de un alma dolida y demostrar el amor de Dios. No fuimos
creados para vivir y funcionar solos. Necesitamos el uno del otro para ayudarnos y apoyarnos. Eclesiastés 4:9
dice esto: "Mejores son dos que uno…porque si cayeren, el uno levantará a su compañero". Cuando estaba
pasando por un tiempo de profundo desánimo en el ministerio, un pastor amigo mío me llamó solo para decirme
que me amaba y que estaba orando por mí. El llamó en el momento correcto con las palabras que necesitaba. El
no vaciló en alcanzarme, pero corrió para ayudarme en tiempos difíciles.

Lagartijas (flexiones) Se un alentador. De la misma forma en que las tradicionales lagartijas fortalecen los
músculos del pecho y hombros, el levantar a una persona en necesidad fortalece los músculos espirituales.
Segunda de Corintios 1:4 habla del Padre misericordioso "el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones,
para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la
consolación con que nosotros somos consolados por Dios. Los Cristianos que han sido alentados por Dios deben
ser los mejores en el mundo para alentar a otros.

Flexiones Profundas de rodillas Orar diariamente. Si queremos las bendiciones del Señor en nuestras vidas, no
hay substituto para la prescripción de la oración. El apóstol Pablo nos insta en Colosenses 4:2 diciendo
"perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias". Requiere esfuerzo y compromiso para confesar
los pecados ante Dios, y para orar para ser guiado usted y otros. La oración es quizás una de las disciplinas más
difíciles de practicar como un cristiano, pero lleva a la vitalidad y a estar en forma espiritualmente.

Las Tacleadas Lanzarse al servicio cristiano. Algunos de nosotros evitamos el ministerio enteramente. En vez de
contribuir con otros con nuestros dones, estamos más cómodos recibiendo solamente. Cuándo Dios te muestra
una necesidad que puedes llenar, involúcrese y vea el trabajo del Espíritu Santo a través de usted. Primera de
Corintios 12:7 dice "pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho".
Estiramiento Pida a Dios que lo estire más allá de su zona de comodidad. Cuando yo estuve en primero de
secundaria, mi padre dejó su pastorado en una iglesia próspera para llegar a ser el presidente de colegio Bautista
en apuros de menos de noventa estudiantes. Muchas personas le dijeron que estaba desperdiciando su carrera.
Pero en la medida que mi padre se estiraba más allá de su zona de comodidad en obediencia a Dios, las cosas
comenzaron a tomar forma. Hoy esa escuela, el Colegio de Cedarville, tiene un alumnado próspero de unos 1,800
estudiantes. Aprendí mientras veía a mi padre que la fe es una verdad que cambia la vida. ¿Te está pidiendo Dios
que te estires en fe fuera de un área específica en tu vida?

Caminata Camine en la Palabra diariamente. Mateo 4:4 dice, "No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda
palabra que sale de la boca de Dios". Leer la Biblia es como ejercitarse. Algunos días no siente hacerlo, pero
sabe que es bueno para usted. No puede tener una creciente y próspera vida a menos que la Palabra de Dios
esté en el centro de su ser. R.C. Sproul lo dijo dolorosamente bien, "fallamos en nuestro deber de estudiar la
Palabra de Dios, no tanto porque sea difícil de entender, o porque sea largo o aburrido, sino porque es trabajo.
Nuestro problema no es una falta de inteligencia ni una falta de pasión. Nuestro problema es que somos
perezosos". Disciplínese y hágase el hábito de leer la Biblia cada día.

Carrera con obstáculos Comparta su fe —sin importar el obstáculo! Las últimas palabras de Jesús en la Gran
Comisión, "Por tanto id y haced discípulos a todas las naciones" (Mateo 28:19), haciendo claro que debemos
estar apasionados por compartir el Evangelio. Mas muchos de nosotros permanecemos silenciosos acerca de
Jesús porque tenemos miedo de parecer desinformados, insistentes, o cerrados. ¡Presenciar puede parecer tan
imposible como saltar por encima de una valla alta! Una fe activa nos permite vencer los obstáculos del temor, la
apatía, y el orgullo para poder decir, "Señor, estoy dispuesto a compartir tu amor con cualquiera que pongas en
mi vida". ¿Prácticas rutinariamente estos ocho movimientos de una fe activa? Se consistente es clave ya que un
régimen de ejercicio “termina-comienzo” raramente produce resultados duraderos. Si quiere hacer un nuevo
comienzo en su rutina para estar en forma espiritual, consulte a su médico—el Gran Médico, Jesucristo. Pida a
Dios que lo ayude a practicar la disciplina espiritual diaria que aumentará su fe.

Cualquiera que ha tratado la carrera de larga distancia sabe que cada corredor llega al punto donde él o a ella
apenas pueden poner un pie delante del otro. Pero conforme el corredor sigue presionando, su energía es
reabastecida, y él termina la carrera con un gran sentido del logro. De igual forma, el camino dinámico de la vida
cristiana requiere perseverancia. Pero a diferencia del ejercicio físico, los beneficios de estar en forma
espiritualmente duran toda la eternidad.

Escogiendo la Compañía Correcta de Poder


La influencia de amigos santos
Por David Jeremiah

Somos conocidos por la compañía que tenemos. Por eso resulta tan importante escoger la compañía correcta.
Sin importar nuestra edad, nuestra personalidad es afectada por nuestros amigos. En la reunión de la Asociación
Psicológica Americana en San Francisco en el 2001, los investigadores de la Universidad Pública de Louisiana
informaron que el asistir a la iglesia aumenta la autoestima de los niños. Un estudio de 1.261 alumnos del octavo
grado encontró que entre más "religiosamente involucrados" se encontraban los jóvenes, era más fuerte la
imagen de sí mismos. ¿Por qué? Alguna de las razones era, que se desarrollan en un ambiente más positivo
entre ellos.

Todos nosotros necesitamos de un ambiente más positivo. Tener a los amigos correctos es como rodearse con
docenas de hermosas lámparas deslumbrantes. Los buenos amigos iluminan nuestras vidas y nos permiten
"andar en la luz." Pero amigos insalubres son como bombillas de bajo voltaje o inclusive fundidas que nos pueden
dejar, tarde o temprano, en la oscuridad.

Como dice en Proverbios 13:20: “El que anda con sabios, sabio será; Mas el que se junta con necios será
quebrantado”.

Andar con el Sabio El arte de escoger a los amigos correctos es una de las habilidades más grandes de la vida.
¿Alguna vez usted ha notado el invaluable papel que las amistades jugaron en la vida de nuestros personajes
favoritos de la Biblia?

Moisés, a pesar de tener ochenta años de experiencia en vida, sintió que no podría encarar a Faraón sin su amigo
y hermano, Aarón, a su lado. Noemí necesitó la amistad de Ruth para reedificar su vida después de la muerte de
su marido e hijos. David pudo no haber sobrevivido sus crisis tempranas sin el apoyo de Jonathan. El solitario
Elías, siguiendo su travesía en primera de Reyes 19, se dio cuenta de la necesidad que tenía de un amigo, y por
esto el Señor le dio a Eliseo.

Cuándo Daniel encaró la ejecución de los hombres sabios de Babilonia, reunió a sus tres amigos más cercanos
"para que pidiesen misericordias del Dios del cielo" (Daniel 2:18). El melancólico Jeremías habría estado en
grandes apuros para completar su ministerio sin la ayuda de su socio, Baruc.

En el Nuevo testamento, nosotros encontramos que aunque nuestro Señor Jesús a veces se retiró a lugares
solitarios, El también fue inclinado socialmente, demostrando gran capacidad para la confraternidad. El dijo a Sus
discípulos: "Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos,
si hacéis lo que yo os mando. Ya que no es llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero
os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer" (Juan 15:13-15).

¿Alguna vez ha echado usted un vistazo dentro de la agenda del apóstol Pablo? Sus escrituras están llenas de
amistades. El mandó saludos a sus amigos, recordándolos por nombre, viajando con ellos, orado con y por ellos,
los amó, y tomó fuerza de ellos. Cuando él comenzó su traslado de prisión a Roma, el centurión, Julio, "tratando
humanamente a Pablo, le permitió que fuese a los amigos, para ser atendido por ellos" (Hechos 27:3).

Habiendo llegado a Italia después de un horroroso viaje, encontró a otros amigos en el Foro de Apio. Cuándo él
los vio, él "dio gracias a Dios y cobró aliento" (Hechos 28:15).

Este es un rasgo común de los líderes. En su libro El Humorístico Sr. Lincoln, W. de Keith Jennison nos cuenta
acerca de un tendero llamado Billy Brown de Springfield, Illinois, quien decidió visitar a Abraham Lincoln durante
los peores días de la Guerra civil. Cuando Llegó a la Casa Blanca, se le preguntó que si tenía una cita.

"No, señor," dijo Billy. "No la tengo, y no es necesaria. Quizá está bien y sea bueno tener las citas, pero considero
que los viejos amigos del Sr. Lincoln no las necesitan, así que vaya y dígale que Billy Brown esta aquí, y vea lo
que él dice."

Unos pocos minutos más tarde, la puerta fue abierta y salió el Sr. Lincoln. "Billy", dijo el, sacudiendo la mano de
su amigo, "estoy contento verte. Ven pasa. Te quedarás a cenar con Mary y conmigo."

Los dos hombres fueron a la parte trasera de la casa y se sentaron en la escalinata. Como Billy después lo dijo,
"hablamos y hablamos. El me preguntó acerca de todos en Springfield. Yo solamente me relaje y le conté de las
bodas y los nacimientos y acerca de los funerales y los edificios, y yo supongo que no hubo ni un hilo del que yo
hubiese oído en los tres y medio años que él había estado lejos del que no le haya contado. Ríase—usted
debería oír como se ríe—le hizo apenas bien al corazón, porque podía ver lo que ellos habían estado haciéndole.
Siempre fue un hombre delgado, pero ahora estaba más delgado que nunca, y su cara estaba como jalada y
grisácea—era suficiente para hacerle llorar."

Más tarde esa noche, Billy se despidió. El Presidente trató de hacerlo permanecer la noche, pero Billly, no
dispuesto a quedarse, se rehusó. Cuando ellos se despedían, Lincoln preguntó ¿Billy, a que has venido?" "Vine a
verle, Sr. Lincoln." "Pero si no me has pedido nada Billy." "No, Sr. Lincoln, sólo quise verle."

Lincoln miró en los ojos de su amigo. "¿Significa entonces que vienes desde Springfield, Illinois, solamente para
verme; que no traes las quejas en tus bolsillos ni consejos sobre la manga?" (es un dicho, como traer la torta bajo
el brazo o algo así) "Sí, señor. De eso se trata."

Las lágrimas corrieron bajo las mejillas de Lincoln. "Estoy nostálgico, Billy, completamente nostálgico, y parece
que esta guerra nunca terminará. Más de una noche puedo ver a los chicos que mueren en los campos y puedo
oír a sus madres que lloran por ellos en casa, y no puedo ayudar, Billy.… Nunca sabrás cuanto bien me has
hecho."

Las personas sabias cultivan las amistades eso "les hará bien."

Andar con Necios Pero en Proverbios 13:20 también nos advierte, "… Mas el que se junta con necios será
quebrantado." Cabe remarcar que tanto Salmos como Proverbios empiezan con un énfasis semejante—el peligro
de escoger a amigos inapropiados. En el Salmo 1, David advierte acerca de los que "siguen el consejo de malos,
o el camino de pecadores, o se unen con los escarnecedores" (Salmos 1:1)

Años más tarde, Salomón hijo de David, empezó su libro de Proverbios en la misma nota: ¡Hijo mío, si los
pecadores te quisieren engañar, no consientas, si dijere: ven con nosotros, aparta tu pie de sus veredas!
(Proverbios 1:10-15).

Muchos padres de jóvenes adolescentes se preocupan por las amistades que sus hijos están haciendo, la clase
de chicos con los que ellos pasan su tiempo. Lo cual esta muy bien hecho. "Las malas conversaciones corrompen
las buenas costumbres" (1 Corintios 15:33). Todos los jóvenes deberían considerar las siguientes preguntas:
¿"Cómo reaccionarían mis amigos si viniera a la escuela con una Biblia en la mano? ¿Estoy yendo con ellos a
lugares que mis padres no aprobarían? ¿Me molesta la conciencia? ¿Soy más fuerte o más débil después de
pasar tiempo con mis amigos?".

Pero también es posible que los adultos cultiven amistades necias. ¿Es una amistad platónica en la oficina con un
miembro del otro sexo que crece demasiado familiar? ¿Le dice cosas que no le dice a su marido o a su esposa?
¿Ha entrado en el hábito de beber con los amigos después del trabajo? ¿Los bares y los clubes han llegado a ser
más agradables que la Escuela del domingo y la iglesia? ¿Se sumerge en salas de charla en el Internet?
¿Desarrolla usted una ciber-relación con alguien con quien sus amigos más cercanos le desaconsejarían? ¿Ha
estado evitando las reuniones del grupo de responsabilidad porque siente necesidad de esconder algo?

No le estoy diciendo que solo tenga amigos cristianos, porque entonces nunca seríamos capaces de ganar a
otros para Cristo. Jesús mismo fue amigo de "publicanos y pecadores." Pero asegúrese de que sus amigos más
cercanos, los que influyen más en usted, son del tipo que lo impulsan hacia arriba y no de los que lo jalarían hacia
bajo.

¿Cómo Desarrollar las Amistades Sabias? ¿Cómo hacer para desarrollar las amistades santas? Esto le puede
sorprender, pero quiero decirle que esta es la pregunta equivocada. No diga, "¿Cómo puedo encontrar un buen
amigo?" En su lugar pregúntese, "¿Cómo puedo ser un buen amigo?" Proverbios 18:24 dice, "El hombre que
tiene amigos ha de mostrarse amigo." Ralph Waldo Emerson lo puso sucintamente: "La única manera de tener a
un amigo es siendo uno." O como Dale Carnegie dijo, "Puede hacer más amigos en dos meses, si se interesa en
otras personas, que en dos años tratando de hacer que se interesen en usted."

Imite al Señor Jesús quien siempre toma la iniciativa amándonos a nosotros. Identifique las necesidades en las
vidas de los demás a su alrededor, y busque satisfacer calladamente esas necesidades. Busque al solitario y
ámelo. Pídale a Dios un puñado de personas por quienes orar. Recuerde los cumpleaños. Haga llamadas. Mande
notas. Esté allí en tiempos difíciles. Ríase con los que ríen, y llore con los que lloran. Encuentre las maneras de
servir en su iglesia.

Sea un amigo, construya buenas amistades, entonces mantenga esas amistades en buen estado — y usted será
la persona más rica en la cuadra. Para quienquiera que anda con el sabio llegará a ser sabio; quienquiera que los
necios será quebrantado.

El arte de escoger a los amigos correctos es una de las habilidades más grandes de esta vida.

El que anda con sabios, sabio será; Mas el que se junta con necios será quebrantado. Proverbios 13:20
Todos Tenemos Problemas con el “Yo”

Por David Jeremiah

El equipo de baloncesto “Lakers de Los Angeles” empezaron la temporada de 1981 esperando ganar los
campeonatos de la NBA una y otra vez, pero al comenzar la temporada, Magic Johnson se rompió el cartílago de
una de sus rodillas. Los demás jugadores entrenaron duro, jugaron fervientemente y lograron ganar el setenta por
ciento de sus juegos.

Cuando se acercaba el tiempo de que Magic regresara a la cancha, incrementaba la publicidad que le hacían.
Durante los “tiempos fuera” en los juegos, el comentarista decía: “ Marquen sus calendarios para el 27 de febrero.
Regresa Magic Johnson a la alineación de sus campeones mundiales Los Lakers de Los Angeles!” Mientras más
se acercaba el día, menos se escribía de todos los jugadores que estaban poniendo tanto empeño, y toda la
atención estaba dirigida al jugador que no había hecho nada. Cuando los aficionados entraban al estadio el 27 de
febrero, se les recibía con prendedores que decían “Magic ha vuelto!”

Usualmente, solo los novatos eran anunciados, y Magic no era novato. A pesar de eso lo presentaron y todo el
auditorio se puso de pie para recibirlo. Las luces del estadio se prendían una tras otra. Mientras tanto, el
entrenador Pat Riley escribe en su libro “El ganador interno”, que los jugadores que habían sacado adelante al
equipo durante tres meses fueron ignorados totalmente. Estaban tan resentidos que apenas ganaron el juego esa
noche, contra un equipo de segunda categoría. Los Lakers terminaron su temporada con uno de sus más
desastrosos registros.

“Debido a la ambición, la terquedad y el resentimiento”, recuerda Riley, “hemos tenido una de nuestras más
rápidas caídas en la historia de la Liga Nacional de Baloncesto (NBA). Era la enfermedad del Yo”.

Todos padecemos de ella. Tendemos siempre a pensar en nosotros mismos, y somos celosos de guardar nuestra
posición. Nuestras conversaciones están centradas en nosotros mismos. Nuestro dinero lo gastamos en nosotros.
Nuestra palabra favorita es Yo. Todos tenemos problemas del “Yo”.

El autor C.S. Lewis lo puso de esta manera: “El orgullo es en esencia competitivo; el competir es su misma
naturaleza, mientras otros males son competitivos por accidente, por decirlo así. El orgullo no tiene placer en
obtener algo, solamente en obtenerlo más que el otro.”

Oh, como dijo el viejo predicador “Tio Bud” Robinson, “El orgullo es la única enfermedad conocida por el hombre
que afecta a todos menos al que la tiene.”

El remedio

Solamente hay un remedio para este mal; el poner nuestros ojos en Jesús, estudiar su vida, seguir su ejemplo y
dejar que su Espíritu reproduzca Su vida en nuestros corazones. Una de las razones por las que no queremos ser
humildes es porque creemos que las personas humildes no son importantes ni sobresalientes, son auto-
despreciativos, e incluso que son como unos ratonsitos inseguros.

Ninguna de esas palabras describe a Aquél que ha practicado esa gracia perfectamente. Alguien podría pensar
en Jesús de Nazaret como no importante ni sobresaliente, auto despreciativo o como un ratonsito inseguro? Todo
lo contrario. El fue acertado cuando la ocasión lo demandaba, valiente frente al peligro, decisivo al confrontar el
mal y seguro en Su llamado y habilidades. Aun así se describió como “manso y humilde de corazón” (Mateo
11:29). El fue un retrato de humildad, y si estudiamos el retrato, podemos ser más como El.

Podemos ver la humildad de Cristo en Su deseo de poner nuestras necesidades antes de sus intereses. En
Filipenses 2, Pablo escribió, “ No busques tu propio provecho, sino el de los demás. Haya en ustedes el mismo
sentir que hubo en Cristo Jesús.”

Su humildad puede ser vista en la sencillez de su nacimiento, mientras su madre lo envolvía en pañales, y lo
acostaba en le pesebre porque no había lugar para ellos en el mesón.” (Lucas 2:7)

También podemos ver su humildad en su sujeción a sus padres (Lucas 2:51) y después en el estilo de vida tan
sencillo que escogió para sí mismo. “Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo, nidos; pero el Hijo del
Hombre no tiene donde recostar su cabeza.” (Mateo 8:20)

Su humildad puede ser vista en su deseo de convivir con rechazados y los aborrecidos (Lucas 15:1-2), y a su
manera rechazando honores (“Gloria de los hombres no recibo.” Juan 5:41). Como Dios, recibía adoración, pero
como hombre no le impresionaban los elogios. Su misma entrada a Jerusalén fue un símbolo de humildad
(Zacarías 9:9), cuando estaba lavando los pies de sus discípulos (John 13:1-12). En la cruz se sometió al
sufrimiento, se expuso al rechazo y llevó el castigo del pecado.

Considera estas palabras:

•Estamos orgullosos de nuestra fama, pero se dijo de Jesús, “Podrá algo bueno salir de Nazaret?” •Tenemos
orgullo en nuestra apariencia, pero fue dicho de Jesús, “No había parecer en el, ni hermosura.” •Nos
enorgullecemos de nuestras amistades, pero fue dicho de Jesús, “El era amigo de publícanos y pecadores.” •Nos
enorgullecemos de nuestra posición, pero Jesús dijo, “Soy entre ustedes como uno que sirve.” •Nos
enorgullecemos de nuestro éxito, pero fue dicho de Jesús, “Fue odiado y rechazado.” •Tenemos orgullo en
nuestras habilidades, pero Jesús dijo, “Por mí mismo no puedo hacer nada.” •Nos enorgullecemos de nuestra
voluntad, pero Jesús dijo, “… pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.”

Que puedo hacer?

¿Cómo pues, podemos seguir los pasos del Maestro? Primero, lee frecuentemente los evangelios. Haz el estudio
de Cristo una tarea de por vida. Conforme vas leyendo, ora respecto a lo que has leído. El familiarizarte con las
palabras y acciones de Cristo te ayudará a tomar dediciones como Jesús cuando te enfrentes a situaciones
difíciles.

Es muy importante que seas fiel a tu congregación local, especialmente cuando se celebra la Cena del Señor.
Debemos recordar constantemente el amor de Dios por nosotros demostrado en el Calvario. Recuerda el viejo
himno escrito por Isaac Watts que dice:

Cuando examino la gloriosa cruz. En la que el Príncipe de Gloria murió, Mi más grande logro es pérdida, Y todo
mi orgullo se viene abajo.

Tercero, toma la decisión de ser humilde. Mientras la humildad es algo que se desarrolla en nuestro interior,
también es una decisión que tomamos todos los días. La Biblia nos lanza la pelota cuando nos dice:

Humíllense, pues (I Pedro 5:6) Vístanse… de humildad (Colosenses 3:12)

Revístanse de humildad (1 Pedro 5:5)

Anden… con toda humildad y mansedumbre (Efesios 4:1-2)

Se sensible a los momentos cuando te encuentras siendo demasiado confiado en ti mismo. Está atento a los
tiempos de enojo, celebración, logro o competencia. Cuando sientas que has sido muy orgulloso o egoísta,
confiésalo a Dios y pídele que te ayude a poner a otros primero.

Finalmente, fíjate en las necesidades en las vidas de los demás. Discretamente ayuda a sus necesidades, y
cuando sea posible, que sea en secreto. Sirve a otros en vez de ser servido. La enfermedad del Yo puede ser
sanada, y no tiene que ser fatal cuando nos ponemos en las manos del Gran Médico que dijo, “Aprendan de mí
que soy manso y humilde de corazón”.

¡Enfrenta y Vence a Tu Gigante!

Por David Jeremiah

En los años setenta, había una serie en televisión muy popular llamada La Tierra de los Gigantes. La historia
estaba centrada en siete exploradores cuya nave espacial chocó contra un planeta de gigantes. El pequeño grupo
de humanos vivían en constante terror, luchando por vencer a sus enormes depredadores.

Muchos de nosotros podemos relacionarnos con esta constante lucha por sobrevivir en medio de problemas
gigantes. Aunque ninguno de nosotros nos enfrentamos contra gigantes en el sentido literal, sí enfrentamos a
otros que son igualmente reales. Gigantes, como el resentimiento, la duda, tentación, temor, desanimo, soledad,
preocupación, envidia, apatía, fracaso, culpabilidad o enojo pueden estar dominando nuestra vida.

Entonces, ¿cómo podemos pelear cuando nos encontramos viviendo en la tierra de los gigantes? Podemos
aprender a ser un gran guerrero del encuentro inolvidable entre David y el gigante de su tiempo. Goliat alcanzaba
los 4 metros de altura, y su armadura era una espada del tamaño de un poste de teléfono! Con arrogancia, se
burló de los hijos de Israel y de su Dios. Nadie se atrevió a protestar. Nadie, excepto el pequeño niño pastor.

Alguna vez te has sentido pequeño comparado con tu “Goliat”? Tal vez te sientas demasiado débil o inadecuado
para pelear contra el. Los gigantes puedes intimidarte, pero Dios nos ha dado instrucciones para acabar con ellos.

Confrontando a tu gigante

Como el rey de Israel y un guerreo poderoso, Saúl era quien debía pelear contra Goliat. Rehusó confrontar a su
gigante. El verdadero gigante de Saúl era el espíritu de temor y lo inmovilizó.

¿Cuál es tu gigante?

Te puede ayudar el usar un diario y describir claramente a todos los gigantes que estas enfrentando. Identificando
a tus gigantes es el primer paso para desarmarlos.

Se fiel en las cosas cotidianas

Antes de que David tuviera su dramático encuentro con Goliat en el valle de Elah, él se había preparado en las
humildes afueras de Belén. El aprendió a ser valiente cuando nadie estaba ahí para observarlo. Fue su integridad
y compromiso que le dio a David la fuerza para conquistar a Goliat cuando el momento llego.

Los grandes conquistadores pasan tiempo en privado, fielmente ante Dios, empapándose de la palabra de Dios.
No violan las disciplinas diarias de la vida para adelantarse a los planes de Dios. Dios desea entrenarnos en
privado a través de la disciplina de nuestras propias vidas.

Se valiente en la batalla

El Rey Saúl intentó ayudar a David al ofrecerle una armadura. No podía caminar, y David rechazó la oferta de
Saúl de darle protección física, porque el no dependería del hombre exterior. David estaba listo para pelear contra
el colosal Goliat con el poder del Espíritu.

¿Ha habido tiempos en tu vida cuando has visto que Dios hace que tus gigantes se conviertan en enanos?
Recuerda esas victorias; repítelas una y otra vez a ti mismo. Se valiente y “se fuerte en el Señor y en el poder de
su fuerza” (Efesios 6:10).

Se un campeón para Cristo

Cuando tú te paras para ser un campeón para Dios, puedes ser criticado por aquellos más cercanos a ti. La
propia familia de David habló mal de el. Como David, deja a un lado las críticas y enfócate en la meta. Escoge
rodearte de otros campeones que van a orar por ti.

Siendo sus únicas armas una honda y cinco piedras, David lanzo una directo a Goliat. La roca se hundió en la
cabeza del gigante. Fue inolvidable la victoria.

David mató a su gigante, pero no por su propia fuerza, mas con la de Dios. La Biblia dice en Filipenses 4:13,
“Cristo me da fuerzas para enfrentarme a toda clase de situaciones”.

El mismo Dios que le dio la victoria a un subestimado niño pastor, quiere ayudarte a conquistar tu gigante. Como
David, la decisión esta en nuestras manos. ¡Podemos dejar que los gigantes de la vida nos derroten, o podemos
enfrentarlos y vencerlos!

Entregándote a Tí Mismo
No Huyas Más
Por David Jeremiah

Durante el invierno de 1998, miles de personas estaban en búsqueda de Paz. Lo que querían no era la paz
interior, sino a Adán Paz, de 21 años, un activista por los derechos de los animales, y era buscado por las
autoridades en relación a la redada de un criadero de mink, que resultó en daños de alrededor de doscientos mil
dólares. Lo buscaban también por su participación en los bombardeos a la empresa llamada Fur Breeders Co-op
en Sandy, Utah que causó cerca de setecientos mil dólares en daños. Paz supo que sus días estaban contados
cuando apareció en el programa America’s Most Wanted como uno de los fugitivos mas buscados. Por miedo a
ser reconocido y arrestado, evitaba todo tipo de contacto con otros seres humanos. Finalmente, llegó a la
conclusión de que no tenia otra alternativa: se entregó a las autoridades.

¡Es imposible tener paz si somos fugitivos, aunque nuestro apellido sea Paz! Si nos escondemos de Dios, es
difícil que tengamos paz mental Quizá podríamos encontrar placeres momentáneos, pero no verdadera paz. Es
posible que tengamos diversiones pasajeras, pero no el eterno gozo. Podríamos hallar aventuras fugaces pero no
la verdadera felicidad.

Los placeres del pecado tienen una manera extraña de echar a perder el alma. Como dijo una vez Robert G. Lee,
“El pecado ha arruinado a hombres, a mujeres y aún a ángeles. El pecado ha provocado cada lágrima de tristeza,
cada suspiro de dolor y cada gemido de agonía. El pecado ha manchado todo aquello que es justo, podrido todo
lo que es bueno, ha hecho amargo todo lo dulce, ha secado los arroyos de tranquilidad y ha esparcido el dolor y la
pena como las olas en el mar. El pecado ha cavado cada tumba, ha construido cada ataúd y ampliado cada
cementerio que el mundo jamás haya visto.”

Conforme has leído este episodio de Turning Points, tal vez te hayas dado cuenta del poder destructivo que tiene
el pecado en tu propia vida. Quizá estas cansado de ser un fugitivo que corre de Dios. Talvez has llegado al tope,
pero no sabes a donde ir.

Puedes volver tu corazón a casa. No hay pecado alguno que Dios no pueda perdonar si venimos a El con un
corazón contrito y humillado. No hay vergüenza que El no pueda quitar. No hay barrera que no pueda ser
removida por el poder de la cruz de Cristo. Ni siquiera nuestra terquedad y adicción al pecado puede oponerse a
la fuerza de la sangre de nuestro Señor. El nos limpia de todo pecado.

Sin embargo, lo que nos corresponde es correr a El en arrepentimiento y fe. Alguien una vez dijo que el volver a
Cristo es cuestión de recordar, arrepentirse y volver a hacer. Apocalipsis 2:5 dice: “Recuerda, por tanto, de donde
has caído, y arrepiéntete y haz las primeras obras…” Si te has alejado de Dios, recuerda la paz que una vez
experimentaste, arrepiéntete de tus pecados y regresa a los sencillos pasos de la victoria cristiana.

Rendirte de nuevo a El requiere de humildad, ya que es necesario confesar tus pecados y buscar la reconciliación
con aquellos a quien estas evadiendo. Tu corazón tiene que dolerse, porque es difícil venir a Cristo sin
quebrantamiento y sinceridad. Requiere determinación, porque Satanás no deja ir a su presa fácilmente. Sin
embargo, si el deseo de cambiar es fuerte, Dios mandará la ayuda necesaria para vencer. El te dará el querer así
como el hacer por su buena voluntad (Filipenses 2:13). Y ¡oh! que felicidad cuando volvemos a El.

Hace años, tenía un amigo llamado Tom Wallace, que pastoreaba una iglesia en Maryland. Un día, un hombre
apareció en su iglesia y durante la invitación para recibir a Cristo, paso al frente y acepto a Jesús como su Señor.
No mucho tiempo después, fue bautizado. El Dr. Wallace me dijo que mientras el hombre salía del agua, saltaba
de arriba a abajo, batiendo sus manos y gritando, “! Hot dog! Hot dog!”

No había tenido tiempo de aprender todas los “términos correctos” que uno debe decir como Amen, Aleluya, o
Gloria a Dios! Lo único que el sabia decir era “Hot dog”, pero eso estaba bien, porque solo experimentaba el gozo
y la libertad que viene cuando corremos a los brazos de nuestro Amado Padre.

Desde el Génesis hasta el Apocalipsis, el tema central de las escrituras es Jesucristo, quien fue crucificado por ti
y por mí. En el Antiguo Testamento se halla en sentido figurado, y en el Nuevo Testamento se registra y explica
su historia. Si lees la Biblia cuidadosamente, encontraras a Jesús en cada página, y te está llamando a casa.

Hace años, había un músico “Gospel” llamado William J. Kirkpatrick, que estaba preocupado por un solista con
quien trabajaba. El solista viajaba por el mundo con evangelistas y participaba en sus campañas, sin embargo el
mismo corría lejos de Dios.

Es muy fácil estar en una iglesia, incluso estar involucrado en la obra de Dios, pero ser un fugitivo oculto.
Kirkpatrick oró por este hombre y fue llevado a escribir un canto especial para que el interpretara en las
reuniones. Mientras cantaba la composición de Kirkpatrick, el hombre se dio cuenta de su propia condición y
rindió su vida al Señor Jesús. Las propias palabras del canto se convirtieron en su testimonio y pudieran ser el
tuyo:

Me he alejado de Dios, Pero hoy vuelvo a casa; Camine en las sendas del pecado, Señor, hoy vuelvo a casa.

Desperdicié muchos años preciosos, Hoy vuelvo a casa; Me arrepiento y lloro amargamente, Señor, hoy vuelvo a
casa. Vuelvo a casa, Para nunca más vagar, Abre tus brazos de amor, Señor, Porque hoy vuelvo a casa.

Millones de hombres y mujeres que se arrepintieron y volvieron a Dios han sido grandemente usados por El. De
hecho, aquellos que se arrepienten de los pecados más profundos entienden mejor el grande amor de Dios y son
capaces de darlo a conocer más ampliamente.

El primer misionero en los Estados Unidos era un fugitivo, corría de su casa, de sus padres y pretendía vivir como
le placía sin siquiera contemplar a Dios como parte de su vida. Su nombre era Adoniram Judson, hijo de un pastor
en Boston en los años 1700. Adoniram ingresó a la universidad de Brown a la edad de 16 y cuando se graduó fue
la mención honorífica de su clase. Mientras ahí estudiaba, Jacob Eames, se convirtió en su mejor amigo y quien
prácticamente era ateo. Bajo presión de Jacob, Adoniram comenzó a leer las obras de Voltaire y de otros filósofos
franceses. Cuando le dijo a sus padres que también el se había convertido en ateo, su madre estalló en llanto; su
padre golpeo los muebles.

Habiendo escuchado historias de la frontera americana, Adoniram subió a su caballo y se dirigió hacia el oeste.
Una noche, cansado del viaje, se detuvo en un hotel. El dueño le dijo, “Disculpe usted, señor, pero solo tenemos
una habitación disponible, y bueno… será un poco ruidosa. Hay un joven en la habitación de junto que se
encuentra gravemente enfermo.” Adoniram estaba demasiado cansado para tomarle importancia a ello. Tom tomo
la llave de la recamara, se acostó, pero durmió durmió muy poco. Toda la noche, Adoniram escuchaba pisadas
que iban y venían, murmullos, horribles gemidos, sillas que raspaban en el piso. Se inquietó mucho, y se
preguntaba lo que su amigo Jacob Eames tendría que decir respecto al miedo, la enfermedad y la muerte.

A la mañana siguiente, mientras registraba su salida del hotel, preguntó acerca del hombre de la habitación de
junto. El dueño le dijo, “Pensé que tal vez había escuchado… Murió señor, cerca de la mañana. Muy joven, no
más grande que usted. Asistió a la universidad de Brown, en el este su nombre era Jacob Eames.”

De pronto, la ilusión del oeste perdió su vigor y Adoniram dio la media vuelta y se encaminó rumbo a casa.
Entregó su vida a Cristo y poco tiempo después se dedicó a las misiones. El 6 de febrero de 1812, Adoniram
Judson fue comisionado como el primer estadounidense misionero en el extranjero.

¡Cuan misteriosos son los caminos de Dios! Uno de los versos más reconfortantes en la Biblia esta en 2da de
Samuel 14:14: “…(Dios) provee medios para no alejar de si al desterrado.”

Podemos huir de Dios en muchas áreas de nuestras vidas, pero tarde o temprano nos cansaremos de correr.
Podemos ignorar mil veces el llamado de Dios, evadir cientos de invitaciones a la iglesia o resistir a docenas de
amigos que intentan ayudarnos, pero Dios provee los medios para regresarnos a El.

El quiere que tengamos paz, ya que su mismo nombre es Paz. El es el príncipe de Paz que dijo, “La paz os dejo,
mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.” (Juan 14:27)

El está esperando que dejes de correr y comiences a confiar. Puedes recordar, arrepentirte y volver a hacer. El
día de hoy puede ser el mejor día de tu vida si tan solo pones este artículo a un lado, inclinas tu cabeza y dices,
“Señor, hoy vuelvo a casa.”

No podemos tener paz cuando estamos corriendo. Si tu estas huyendo de Dios, es difícil que tengas paz en tu
mente.

Podemos huir de Dios en muchas áreas de nuestras vidas, pero tarde o temprano nos cansaremos de correr.

El día de hoy puede ser el mejor día de tu vida si tan solo pones este artículo a un lado, inclinas tu cabeza y dices,
“Señor, hoy vuelvo a casa.”

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