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NATURALEZA o LA

NATURALEZA
DE L

DISEÑo

FABRICIO VANDEN BROECK

UNIIIERSIDAD / A
AUTONOMA
METROfnJTMJA
,... "'''''"'>0 hta,.tralee
F ~~~;~~l
Broeck
nació en 1955,
en la Ciudad de
México.
Estudió la
licenc iatura e n
Di se ño Indus-
trial en la Unive rsidad ILeroame ri ca -
na en Méxi co y la Maestría e n
Bióni ca y Di seño Básico e n l'Ecole
Ca ntonale des Beaux- Al1s et d'Art
Appliqué de Lausanne, Sui za.
Es profesor de Diseño Básico
y de Biónica apli cada al Di seño en la
Uni versidad Autónoma Metropolit a-
na, Azcapotzalco, desde 1983.
Ha sido profesor invitado e n uni-
versidades y esc ue las de di seño e n
Brasil e !tal ia, oonde ha impartid o
cursos relativos a los temas de c rea-
ti vidad, di seño y su relación con la
naturaleza.
El diseño de la naturaleza
o la naturaleza del diseño
Colección:
Libros de Texto y Manuales de Práctica
El diseño de la naturaleza
o la naturaleza del diseño

Fabricio' t ;den Broeck

2893~08
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLI TANA

Rector General
Oc. José Luis Gázquez Mareos
Secretario General
Lic. Edmundo Jacobo Molin a

Unidad Azcapotzalco
Rectora
Mua. Mónica de la Garza Malo
Secreta rio
Lic. G uillermo Ejea Mendoza
Coordinador de Extensión Universitaria
Lic. Enriq ue López Aguilar
Jefo de la Sección de Producción y Distribución Edit
Lic. Silvia Aboyres Perete

Primera ed ició n en México: 2000


ISBN: 970-654-547-6

© Fabricio Vanden Broeck


©U niversidad Autónoma Metropolitana
Unidad Azcapotzalco
Av. San Pablo 180, Col. Reynosa Tamaulipas
México, 02200, DF

Impreso en México/ Printed in Mexico


Introducción

Medio ambiente e información

l te ma del medio a mbi ente es, hoy en día, omnipresente. Del di scurso
E del político a la pláti ca de sobre mesa, de la esc uela al hogar, e n todos
lados y e n todo argume nto, oímos hablar del medio ambi ente.
Pareciera que la sociedad entera es tá tomando conciencia de su impor-
tancia. Sin e mbargo, la mayoría de los discursos a mbientalistas está enfoca-
d a desd e una pers pec ti va mi ope e inm edi a ti s ta qu e con s id era a l medi o
a mbi e nte como un almacén de materias primas en riesgo.
Por lo general, nuestra parti cipac ión acti va e n relación con el medio am-
bie nte se limita a no tirar pa peles en la calle o, en el mejor de los casos, a
regar los pocos árboles que confor man nuestro cotidiano escenario. En todo \
caso, el medio ambiente es pe rcibido como un ente pasivo del c ual extrae -
mos rec ursos , y qu e d e algun a ma ne ra de be mos prese rvar p a ra pode rn os
abastecer en el futuro .
Pocas pe rson as tie n en concien cia de qu e n oso tros form a mos pa rte del
medi o a mbie nte, y me nos aún se dan c ue nta de qu e la riqu eza de és te va
mucho más allá del tema de las materias primas.
Algunos cie ntíficos se dan cue nta a hora d e que e n la selv a a mazóni ca ,
amenazada por el " desarrollo", probablemente se enc uentran en peligro de
extinción pla ntas que ayudarían en el tra tami ento de enfermedades co mo el
sida o el cáncer. Asimi smo, existe poca conciencia de que lo qu e se pierde
diariame nte con cada espec ie vegetal o animal que se extingu e, es el rec ur-
so más importante de la naturaleza: la información.

5 Med io ambiente e información


En la era de la informática, que apenas empieza y que dentro de muy po-
co nos ofrecerá herramientas poderosísimas para procesar e interrelacionar
todo tipo de informac ión , el insumo más importante será precisamente la in-
formación. Y la información cualitati vamente valiosa será escasa.
Es una paradoja que la época de mayor desarrollo de los instrumentos in-
formáticos más poderosos ja más im aginados coin ci da con la época en que
más daño le estamos infli gie nd o a la fuente más ri ca de información a la
que jamás tendremos acceso: la naturaleza.

Medio ambiente y diseño

Parte de la información contenida en la naturaleza es informac ión relativa a


los temas de función, forma y material , temas centrales en la cuestión pro-
yec tual, y que nos enseñaría cómo solucionar mejor nuestros problemas
constructi vos y técnicos.
Para quienes sepan observar y extrapolar creativamente, la naturaleza es
una fu ente rica en solu ciones a problemas de di se ño . Sin e mbargo, el ser
humano ha perdido parte importante de su potencial se nsorial , la capacidad
que le confi ere autonomía y la posibilidad de apreciar y evaluar aquello que
lo rodea; potencial que le permitiría tomar las dec isiones correctas en mate-
ria de desarrollo.
Hoy e n día, la información nos llega terciada, vía audio y vid eo, a través
de la experie ncia sensori al de un grupo de ini ciados que manejan los me-
dios en una sociedad hipe respecia lizada, situación que ha atrofiado nues-
tros sentidos y nuestra capacidad de juicio.
Diseñar es una actividad compleja que impli ca observar, detectar di sfun-
ciones, cuestionar hábitos y costumbres, y proponer escenarios nuevos, pero
sobre todo mejores. Impli ca tomar decisiones que afectarán a otros, escoger
en lugar de otros. Diseñar es una acti vi dad de síntesis, y si la in capacidad
de utili za r nuestros se ntidos nos hace vivir mal, cie rtamente tambi én nos
hará proponer mal.
La ed ucación trad icional privilegia la memoria en perjuicio de los senti-

Introducción 6
dos; a la disciplina en detrimento de la ini ciativa. Frente a los retos del
nuevo siglo que se presentan como sumamente complejos, la educación pa-
ra el diseño exigirá del educando un alto grado de creatividad, ciertamente,
pero también replanteará su manera de ver y de recrear la realidad.
La educación del diseño frente a estos retos deberá:
• Privilegiar el sentido de la observación amplia, aquella que permite la in-
teracción de todos los sentidos.
• Desarrollar la capacidad de abstracción para permitir acceder a la esen-
cia de los problemas.
• Desarrollar la capacidad de extrapolar soluciones conceptuale s de un
campo del conocimiento a otro .
• Estimular la experimentación y la interpretación creati va de la realidad,
entre otras cosas.
Frente a estos requerimientos el medio ambiente deberá ser integrado al
proceso de diseño, ya no como escenografía de nuestras hipótesi s proyec-
tuales, sino como catalizador activo de nuestros procesos creativos.
Es en esa perspectiva que el presente trabajo pretende ubicarse.

7 Medio ambiente y diseño


CAPíTULO

iJ La biónica

Introducción

A mediados de este s iglo, nace un a nueva di sc iplina con la inte nción de


formaliza r el uso de analogías bi ológicas pa ra resolve r proble mas pro-
yec tuales: la bióni ca.
E sta ac tividad parte de l prin cipio de qu e, en la tierra, todo organi smo vi -
vo es el resultado de dos millones de años de evo lu ción , y que, medi ante la
selección natural, han sobrevi vido sólo aquellas es pec ies que estaban sa tis-
fac tori a mente adaptadas al medio a mbi e nte.
Co n base e n es tos prin c ipi os, la
bi óni ca pla ntea qu e la na tura leza
es un terre no ri co e n so lu ciones a
proble mas a nálogos a los qu e
afronta el hombre:
• Estru ctura .
• Locomoc ión .
• Coord inación.
EL DELfl N ES UNO DE LOS ANI MALES NADADORES MAs
• Emi s ión , tra ns mi sión y rece p- POTENTE S y EFICAC ES. H A SIDO MUY ESTUDIADO DESD E

ción de información . EL PUNTO DE VISTA HIDRODINAMIC O.

Antecedentes

La observac ión consciente e inte ncional de los siste mas naturales para resol-
ver problemas e n el ca mpo proyec tu al es un a preocupac ión relativamente re-

Antecedentes
ciente asociada con ciertos periodos his-
tóricos, periodos generalmente carac-
terizados por una gran efervescencia
creativa.
Encontramos un ejemplo de esta
actividad en el trabajo de Leonardo
da Vinci, en particular en el estudio
de las alas de murciélago que desarro-
EL MOVIMIENTO DE PROPULS iÓN DEL DELflN IMPLIC A
A TODO EL CUERPO .
lló con miras a aplicarlo al diseño de
una máquina voladora.
Debemos otras experiencias de esta índole a ingenieros y constructores de fi-
'Jales del siglo XIX y principios del xx, como Alexander Graham Bell, con sus
estructuras espaciales reticuladas; Joseph Paxton, un constructor de invemade-
ros inglés quien realizó el proyecto, en
1851, del Crystal Palace, inspirándose
en las grandes hojas flotantes del lirio
Victoria amazónica; y Antoni Gaudí,
quien, con base en la observación de la
estructura de hojas y otros sistemas ve-
getales, diseñó superficies estructura-
das autoportantes.
Por otro lado y en otros campos, des-
de ha ce mucho tiempo, el estudio de
las proporciones en la naturaleza ha llamado la atención de artistas, estudiosos
de la estética y filósofos. Por ejemplo, Luca Pacioli di Borgo recuperó todo un
conocimiento relacionado con la sección áurea,
a la cual llamó proporción divina por sus
propiedades únicas; Leonardo de
Pisa, en 1202, descubrió que
ciertos problemas de crecimiento y
desarrollo en el mundo animal y ve-
getal se relacionan con una serie
H OJA DE LIRIO TI PO VICTORIA AMAZÓNICA. CUYA
ESTRUC TURA INSPIRÓ LA CONSTRUCCiÓN DE L CRYSTAL PALACE. aritmética y geométrica precIsa;

La bi ónica 10
más recientemente Matila Ghyka ha relacionado la estética en la naturaleza con
las reglas del arte.
La preocupación por relacionar función, material y forma en la naturaleza se
manifiesta también en otras áreas del conocimiento: a prin cipios de este siglo,
D'Arcy Thompson fue uno de los primeros naturalis tas en abordar la natu-
raleza con las herramie ntas ma te má tica y física.

Los RAD IOLARI OS, ESTRUCTURAS CONDIC IONADAS POR LA TENSiÓN SUPERfiC IAL,
fUERON EL PUNTO DE PARTIDA PARA EL DESARROLLO DE LA GEOMETRIA G EOD€SICA.

Ciencias de encrucijada

En el ca mpo científi co y en resp ues ta a la espec iali zac ión cada vez más
aguda que tendía a perder de vista un a problemática de conjunto , la segun-
da mitad del siglo xx presenció el surgimi ento de cie ncias de e ncru c ij ada o
interc iencias, que agrupan a espec iali stas de áreas diversas con el objeti vo
de generar ca mpos de refl exión y de apli cación más fértiles , por su carácter
sinté ti co, que las ciencias especiali zadas consid e radas esencialme nte ana-

11 Ciencias de encrucijada
líti cas y percibidas como ac umuladoras de conocimi entos. Con las inter-
ciencias nace una actitud que se ha generalizado, una actitud multidiscipli-
naria frente a las diversas problemáticas humanas.
En 1960, en el marco de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, nac e
ofi cialmente la biónica, ciencia de encrucijada que agrupa a biólogos, físi-
cos, ingenieros y matemáticos, con la intenc ión de aplicar el conocimiento
de los sistemas vivientes en la resolución de problemas técni cos.
La primera defini ción de biónica, atribuida al mayor Jack E. Steele, es la
siguiente: "Ciencia de los sistemas cuyo funciona'miento ha sido copiado de
sis temas naturales, o que presentan carac terísticas específicas de siste mas
naturales, o que les son análogos."1
• Una definic ión más precisa se formuló 14 años despu és: "El estudio de
los sistemas vivientes, con el objetivo de descubrir nuevos principios, técni-
cas y procesos que puedan encontrar aplicaciones técni cas. (... ) La biónica
analiza, desde un punto de vista cuantitativo, los sistemas biológicos, sus
principios y sus características funcionales, buscando una fuente de inspi-
ración para desarrollar nuevas orientaciones en la concepción de sistemas
técnicos que tengan características análogas." 2
Es interesante notar qu e la s definiciones citadas se refieren sólo a los
sis te mas vivientes, y excluy en el es tudio de los min erales qu e, tambi én,
contienen principi os estructurales de sumo interés.

Biónica y cibernética

Desde sus ini cios, la biónica toma una orientación particular y, de manera
restrictiva, es asim ilada a la cibernéti ca, con miras a desarrollar, gracias a
la electrónica, modelos de sistemas de recepción y tratamiento de informa-
ción que reproduzcan los sistemas de coordinación y autorregulación de los
seres vivi en tes.

1 Cerardi n. L.. La Bionique. Hac hetl e. París. 1968.


2 Offner. D. H .. " Bi on ics: A creali ve aid lo engineenng design" en Mechall;cal Engineering, núm . 96. julio
de 1974.

La biónica 12
Bajo esta óptica, el sistema viviente es asimilado a un sistema cibernéti-
co; el estud io de los sentidos en los animales cobra entonces un interés par-
ticular (radar, sonar, termorreceptores, etcétera).
El enfoque de la biónica hacia problemas cibernéticos se explica por las
prioridades de los estrategas militares, preocupados por problemas relativos a
sistemas de control, de coordinación y de detección. Esto explica también que
la biónica haya limitado la observación de la naturaleza al mundo orgánico.
"Un sistema es una combinación tendiendo hacia un objetivo ... un cristal
no tiende hacia un objetivo, por lo tanto, no es un sistema"3

A SOCIACIONES
DE CRISTALES.

Esta afirmación, que surge del medio institucional de la biónica, es aventu-


rada, ya que un cristal expresa siempre un equilibrio óptimo entre las fuer-
zas intrínsecas determinadas por los componen tes minerales y sus
interrelaciones, y las fuerzas extrínsecas (gravedad, presión , temperatura,
etcétera).
Fredericks señala que la mayoría de las cualidades que definen a un or-
ganismo (autorregulación, desarrollo, crec imiento, e tc.) carac terizan tam-
bién a los sistemas inorgánicos. 4

3 Gerardin. L.. La Bionique. Hac helle. Parfs. 1968.


4 Fredericks. K.. HA definition of ecology and sorne thoughts about hasic concepts". en Ec%gJ 39. 1958.

13 Biónica y cibernética
Tecnologia y modelos naturales

Hoy en día se habla mucho de economía de recursos, sobre todo de recursos


energéticos . Sin embargo, el discurso energético está generalmente enfoca-
do con una óptica inm ediatista que lo reduce al problema de los hidrocar-
buros, al problema de las fuentes de energía de origen fósil, sin considerar
que la función energética se explicita, tanto cuantitativa como cualitativa-
mente, en los artefactos y sis temas de nuestro medio ambiente artificial. Un
objeto tiene un cos to energético intrínseco relacionado con la calidad y can-
tidad de los materiales y procesos
empleados en su fabricación, costos
.cuyas implicaciones ecológicas a lar-
go plazo rara vez se toman en cuenta.
Es importante hacer notar, a este
respecto, que la mayoría de los "ob-
jetos" de la naturaleza responden a
sus funciones en el contexto que los
define, de una manera económica, y
con una coherencia funcional, es-
tructural y formal manifiesta en su
organización tanto mi croscópica como macroscópica. Cómo no pensar en-
tonces, como l ean Marolleau, que frente a la incapacidad del hombre para
gestionar e l crecimiento urbano, cuestiona:
"La biósfera pulula con modelos de expansión, modelos funcionantes y efi-
caces puesto que resultan de una selección natural. A falta de una mejor op-
ción, ¿por qué no inspirarse en éstos, de manera sistemática e inteligente?" 5

Biónica y diseño

Son pocos los antecedentes de búsqueda y apl icación de analogías natura-


les en el marco del dise ño, en particular del diseño industrial, y es paradó-
5 Morn Ueau. J.. l'i",e en ['''(12000. Presses Unive"itaires de France. Pans. 1975.

La biónica 14
jico constatar que el diseñador en general, quien supuestamente maneja los
parámetros de función, forma y material, no cuenta en su formación con una
apertura hacia la observación de estos mismos parámetros y su interrelación
en la naturaleza en donde las soluciones son, las más de las veces, la res-
puesta más económica y sintética a los requerimientos más exigentes y
complejos concebibles.
Existen recientes y contadas excepciones a este estado de cosas: algunas
instituciones académicas comienzan a incluir experiencias biónicas en los
programas de estudio, experiencias que se desarrollan con las limitaciones
que este marco implica. Las más de las veces, las incursiones en este cam-
po se limitan a sensibilizar al alumno y, en el mejor de los casos, constitu-
yen una continuación del curso de diseño básico con un énfasis particular
en problemas estructurales.
Cui Bonsiepe, por ejemplo, menciona el "análisis formal de un fenómeno
natural y su modelización tridimensional con un objetivo didáctico, la mejo-
ría de la visión estructural y la interpretación creativa del elemento ob-
servado".6
A pesar de sus limitaciones, todas estas experiencias tienden a reforzarse
y comienzan a conformar una herramienta proyectual prometedora.
Cui Bonsiepe, interesándose más en la creación de comportamientos
análogos que de formas análogas, sugiere que el término "biónico" debe
emplearse con precaución. Esto es discutible y depende en gran medida del
contenido que se atribuya al término "forma".
"La forma de un objeto es un diagrama de fuerzas", dice D'Arcy
Thompson. 7
Sin embargo, el autor acierta al señalar las posibles diferencias que exis-
tirían entre la biónica tradicional, generalmente asociada a la cibernética, y
una biónica aplicada al diseño industrial. Por otro lado, asistimos hoy en
día a una inflación del término "biónico" que ha entrado al lenguaje coti-
diano por la puerta grande de la publicidad, generando ambigüedades.

6 Bonsiepe. Gui . Teorfn J práctica del diseño industrial, Gustavo Gili. Barcelona. 1978.
7 Thompson. W D'Arcy. On growth (wdjorm , Cambridge University Press. 1942.

15 Biónica y diseño
Por es tas razones se propone un a defini c ión de la bióni ca adecuada a la
actividad de di seño:
"Estudio de los sistemas y organizaciones naturales, con miras a analizar
y rec uperar solu ciones fun ciona les, estructurales y formales para aplicarlas
a la resolu c ión de problemas humanos, a través de la creación de tecnolo-
gías y la co nce pción de objetos y sistemas de objetos."
La bi óni ca aplicada al di se ño se fundamenta en dos actividades di s tin-
tas: la investi gac ión y la experimentació n bá sicas , por un lado, que parten
de la observación de fenómenos naturales sin tener necesariamente presen-
tes aplicaciones inm ediatas. Este enfoque genera una serie de datos innova-
dores que posteriormente serán utilizables en proyec tos es pecíficos. La idea
fundam en tal de es ta opción es la de crea r un banco de datos que alimente
'al di se ño, no sólo en solucio nes téc ni cas, sino tambi én en aspectos metodo-
lógicos y conceptu ales.
La otra actividad, la investi gación apli cada, se fundamenta en la búsque-
da de soluciones a un proyecto específi co por analogía. Esto requiere no so-
lamente de un banco de datos planteado a través de la investigación básica,
sino también de un conocimiento previo d el ca mpo, de los principios que
determin an las form as en la naturaleza y de una metodología d e aproxima-
ció n al fenómeno natural.

La biónica 16
CAPíTULO

La recurrencia
de las formas

De la persistencia de las formas

A pesar de una aparente libertad absoluta de creación, el hombre recurre


siempre, en sus manifestaciones materiales, a una gama de patrones o
formas básicas relativamente reducida. Estos patrones son los arquetipos
que subyacen en los productos del hombre y son, en general, comunes a to-
das las culturas y a todos los tiempos.
De alguna manera, estos constituyen símbolos que sintetizan la confron-
tación del hombre con su entorno, su conceptualización del universo, la for-
mulación de eternas preguntas y el intento de hallar respuestas sobre el
origen y el devenir humanos. Se originan en el amanecer de la humanidad y
vencen toda intención de represión racionalista, emergiendo del subcons-
ciente a través del acto creativo o expresivo. Por otro lado, superan siempre
toda explicación reductiva.
Las interpretaciones son múltiples y diversas; tienen que serlo: por una
parte, presentes en la naturaleza, estos patrones surgen también, de manera
espontánea, de los procesos de abstracción, compartiendo, con las interro-
gantes que plantea, su naturaleza intrínseca: la universalidad.

Círculo

Se origina probablemente en la forma circular del sol y la luna, astros cuya


influencia sobre los ciclos vitales fue, sin duda, percibida de forma casi in-
mediata. Se le asocian los conceptos de ciclo, de vida, de totalidad, de uni-

17 Círculo
dad, de protección (carac te rísti cas geomé tri cas:
máxim a superficie " protegida" por un idad de
períme tro). Simboliza también el in finito (un
punto en la circ unferencia recorre un camino
si n principio ni fin).

MAsC ARA ZOOMO RFA. M~xlco .

T ETERA. D INAMARCA.

VASIJA PARA COUSCOUS, M ARRUECOS.

Anillo

Círc ulo con un cen tro explícito, esta forma plantea la dualid ad, la interde-
pendencia: circ unferencia y ce ntro req ui eren el uno del otro para ex istir:
dos elemen tos que ge neran un siste ma con un cierto grado de oposición
co mplementaria (en una ru eda de bicicleta, el s istema es tal qu e e l rín tra-
baja a com presión y el eje a te ns ión).
En la versión materia l de este patrón, un
orific io constituye el cen tro y se asocia con los
orificios en el cue rpo humano, relacionando
esta [arma con la sex ualidad, la fertilidad y
con una visión antropocéntri ca del mundo
(ombli go). Tambi én asoc iado a la noc ión de
protecc ión, el orificio (la pue rta) vi nc ul a Jo ex -
M OTIVO PREH ISPÁNIC O . terior con lo interior y simboliza el umbral de
lo desconoci do.

La recu rrencia de las formas 18


PU LSERA CONTEMPORÁN EA
EN PLATA Y OBSIDIANA, MtXlco .

Círculos concéntricos

Simbolizan una cierta isometría del cosmos, compues to por diferent es "es-
feras" de experiencia o de ex istencia que se sucede n en un orden congru en-
te y jerárquico, Originan una visión parti c ular del c uerpo humano en forma
de sistemas concéntricos (p. ej.: piel, caja toráxica, pulmones).

T RES IMÁGE NES DE LAB ERI NTO.


A) FINLANDIA (EDAD DE BRONCE ),
B) INGLATERRA ( SIG LO XIX )
Y C) FRA NCIA (CHARTRES) .
FUENTE : C. G. JUNG
L'HOMME ET SES SYMBOLES.
C

19 Circ ul os concé ntricos


MATRUSHKAS RUSAS QUE SE CONTIENEN UNA DENTRO DE OTRA.

i
O

IMAGEN DE TRASCENDENCIA ESPIRITUAL .


DECORADO DE TECHO, INDIA.
M AHOMA SOBRE SU YEGUA ALADA
ATRAVIESA LAS ESfERAS CELESTES .
FUENTE: C. G. JUNG,
L'/lOMME ET SES SYMBOlES

Espiral

S imboli za también las dive rsas esferas de ex is-


te ncia, aunq ue, a dife re nc ia d e los círc ulos
conc é nlricos que co nfi gu ran mundos ai , lados,
la espi ra l contiene e n sí misma e l hilo co nduc-
lor qu e pe rmite pasar de uno a otro,
CENICERO, ITALIA.

La recurrencl a de las f ormas 20


Represen ta a la vez la búsqueda inte-
rior y la expansi ón hacia el exterior.
Símbolo de la evolución, la helicoi-
de, vers ión vertical de la espiral, se
asocia a la noción de ti e mpo cícli co.
En proyección horizontal aparece como
un círculo simbolizando el retorno cí-
clico de las épocas. En realid ad, ese
ESCALE RA. LA SAGRADA FAMI LI A, BAR CELONA .
retorno se hace con un cierto desfasa-
mi ento, el ti empo lineal, sintetizado por el
trayec to vertical de la heli co id e.

POSAPLATOS DE PAJA.

ESCALERA EN ESPIRAL .

Fonna radiante

Derivada del sol, fuente radiante de


energía es un s ímbolo ligado a la ex-
pansión, a la vida, al dinami smo. Se le
enc uentra también expresado en la
naturaleza en forma de orga ni smos
vegetales y animales .
M OTIVO PREHISpANICO RELATIVO A FLORE S.

21 Forma rad iante


M OTIVO DECORATIVO KUBA DE LA REGiÓN

VITRAL DE LA CATEDRAL DEL C ONG o-KINSHA SA , AFR ICA.

DE N OTRE-DAME, PARIS.

ESCULTURA, O SCAR
M OTIVO PREHISpANICO RELATIVO N IEMAYER,
A FLORES . B RAS IL.

Cruz

Co nst ;t uye uno de los s ímbolos más abstractos, ya


qu e no en contrándose referencias directas en la na-
tu ra leza, requirió, sin duda , de' un proceso de mayor
refl ex ión. Aparece e n c ulturas tan alejadas una de
otra como la maya y la hindú .
Diver~o orígenes le son a tribuidos: se le relacio-
na con la ubi cac ión de los c uatro puntos cardinales;
otras ex pl icac iones destaca n la oposición entre la vo-
CRUZ HUICHOL, Mfx lc o .
cación espiri tual de l hombre (verti calidad) y su condi-

La recurrencia de las form as 22


ción material, atada a las vicisitudes de la vida te-
rrenal (plano horizontal de existencia, plano infe-
rior, etcétera).

MOTIVO PREHISpANICO DE T RES


ZAPOTES, VERACRUZ .

FIGURA PRECOLOM BIANA, PANAMA .

Cuadrados y rombos

Formas derivadas del símbolo de la cruz y asociadas a éste (las diagonales


de un c uadrado constituyen una cruz y, viceversa, el envolvente de la cruz
es un c uadrado), asimismo, se relacionan con el
tri ángulo (base amplia y dos lad os que co nve rgen
e n un punto situado "arriba").

M OTIVO PREH ISPANICO


PROVE NIENTE DE TEOTIHUACAN .

B ATIK, O CEANIA .

23 Cuad ros y rombos


Formas de verticalidad

Asociadas o no al círculo o a la esfera, las


formas ve11icales son relativamente antro-
pomórfi cas. Simbolizan el carácter erecto
del hombre y, a través de una cierta conno-
tación fálica, implican también la noción de
fu erza.

VENUS DE LESPUGUE.
FR ANC IA (ORCA DE 40 000 AÑOS AC) .

La recu rrencia de las formas 24


Operaciones

Los obje tos, artefactos y manifes tac iones artísticas del hombre cons tituyen
un le nguaje qu e recurre a formas básicas, que luego son combin adas e inte -
rrelacionadas. E n estos procesos, el hombre hace uso de una sintax is for mal
que tie nde a redu cirse a unas cuantas operac iones que, como veremos, son
válidas en todos los tiempos y c ultu ras.

Expansión-contracción

Operación relac ionada con la duali dad din á mica de la vida. Se manifiesta
e n ciertas funciones rítmicas como son la respiración
y el fluj o y refluj o de las mareas. Es una de las pri-
meras operaciones que el hombre desc ubre, de ma-
nera intuitiva, e n sus confro ntaciones expresivas
con la materi a maleable. Aparece en casi todas las
formas relacionadas con la [unc ión conte nedora
Uarras, copas, e tcétera).

.... .....
..... .... ....... ..
...
•••• . ...
•••• . ' •...
•••
•••; •• :. :·,&.... ···:····1·..··
............... :.......... '"
.. ·U .. • ............ : , ...
•••• .....
..... •••• .•....
.......... ....
.u ..
... ........
••• FORMA FEMENINA. ISLA DE AMOYOS
EN LAS ( ECLADES
(ORCA DE 2500 AÑOS AC).

EJERCICIO DE DISEÑO aAslco, UAM.

25 Expansión- contracción
La ex pansión- con tracc ión a parece tam-
bi é n e n las variaciones grad uales de ton a-
lidad e intensidad de color y variac iones
de tamaño, e n un conjunto de ele mentos
simi lares.
E l con traste entre expansión y contracción
es ut ili zado con fines expresivos, las fonnas
expans ivas asoc iá ndose a una propiedad for-
mal que J. J. Beljon defin e como "persisten-
cIa corpórea" .

D ivisión

Emparentada o no a la di stinc ión de fun ciones, la d ivisión es utili zada para


ge nera r je rarquías y ritmos, o para ev ide nciar módulos generadores en es -
tru ct uras asociati vas.

La recu rrencia de las formas 26


Articulación

Nace de la voluntad de interrelacionar las partes de un todo de manera di-


námica. Esta interrelación, a veces necesa-
ria por cuestiones funcionales, es acentua-
da y en algunos casos exagerada con fi -
nes expresIvos.
En los automóviles de los años cua-
renta la te ndencia estética se dirigía, en
Europa, hacia las forma s monolíti cas en
donde las necesarias arti cu laciones
funcionales e ran di sim uladas. En América, por otro lado, la tendencia era
diferenciar los componentes y resaltar las union es, con ca mbi os de material,
textura y color.

D es membrar

Ope ración de articulac ión llevada


al extre mo, donde la intención es
destacar la independencia de las
partes de un todo, maximizando el
grado de libertad en tre éstas y mi-
nimizando la importa ncia visual de
las union es.

27 Desmembrar
Agrupar

Esta operac ión surge con la repetición de un ele-


me nto o la co nfrontac ión de va rios eleme ntos di-
fere ntes y la explorac ión de los posibl es acomo-
dos relativos.
El hombre, como la
naturaleza, tiende,
de manera natural ,
a agrupar elemen-
tos según ciertos crite-
rios (afinidad de naturale-
za , afinidad de objeti vos, etcétera) .
POSAPLATOS EN CUERDA, FILIPINAS.
La conce pción modular del diseño en los
años sesenta es un bu en ejemplo de una ex ploración del co nce pto del agru-
pamiento (muebles y ofi cin as modulares, de agrupamiento versátil) cataliza-
da por la necesidad de minimizar el espac io.

EJERCICIO DE DISEÑO BÁSICO.

MANIFESTACiÓN, BARCELONA, ESPAÑA .

SISTEMA DE M OBILIA RIO MODULAR.

La recurrencia de las formas 28


Jerarquizar

Con el agrupamiento surge la noción de orden, asociada a la operación de


jerarquización. Los poblados europeos, sobre todo los med iterráneos c uya
estructura es de herencia medi eval, presentan una marcada
jerarquización; el elemento más importante (iglesia, ca te-
dral, cas tillo) es el primero que se percibe desde lejos, sie n-
do el elemento más elevado del conjunto.
En la mayoría de las construccion es tradi cionales, la
jerarquía se establece por la diferenciación entre la
parte inferior y la superior. La dicotomía "arriba-a ba-
jo" destacada por J. J. Beljon presenta, en la parte infe-
rior, los elementos más pesados, aqu éllos que arraigan
la construcción a la tierra, a lo mate rial (concepto de
raíces), mientras la parte s uperior ti ende a ser ligera y
fina , adquiriendo un carácter etéreo. El conjunto asu-
me una forma global de tipo piramidal. La sime-
tría bilateral es también, en muchos casos,
generadora de jerarquías como en la arquitectu-
ra tradicional, en donde una intensidad in cres-
cendo de los extremos hacia el ce ntro fo caliza la atención sobre el eje de
simetría, el elemento central, el más importa nte.

29 Jera rquizar
Aumentar- complicar

Nace de la necesidad de deco rar, cargando así los objetos de valor simbóli-
co. Exi sten culturas con una mayor o menor predisposi c ión al decorado que
ll evado a l exceso condu ce a l barroco. Te nemos ejem plos de esta tendencia
en la Indi a y en México (colon ial barroco).
Por otro lado, en la cultura occiden tal observamos
la alternancia de periodos barrocos con periodos de
tendencias puristas o minimalistas (simbolism(}-fun-
cionalismo, moderno, post-moderno, etcétera).
La psicodelia, asociada al misticismo, a las dro-
gas, al simbolismo y a la India, fue un fenóm eno
típi camente barroco.

FACHADA BARROCA
DE LA CATED RAL DE ZACATECAS.

FACHADA DEL TEMPLO DEVI JADAMBI


EN KHAlURAHO, INDIA.

Reducir-disminuir

Esta operac ión implica Jos conceptos: uno, la reducción de tamaño, la ten-
dencia a la miniaturización, relac ion ado con la necesidad de recrear la rea-
lid ad; y otro, la simplificación sintéti ca de la forma que elimina detalles
superflu os.
~ egún J. J. Beljon, los mapas y los planos (proyecciones horizontales) re-
presentan, más allá de su va lor utilitario, una intrínseca necesidad del
hombre, en toda cultura, de modeli za r el cosmos qu e, visto desde arriba,
pU f'de se r do minado. El hombre se vue lv e así una espec ie de dios creador

La recurrenCla de las f ormas 30


qu e reina sobre su creación. De esta
manera el hombre sublima su co ndi-
ción de compon ente pasivo de una
c reación que no controla. u

De hec ho, la arquitectura trad i-


c ion al e mpi eza por una proyecc ión
hori zontal trazada sobre la ti e rra. C UCHARA TRADICIONAL CHINA EN CERÁMICA.

Más allá de su función, la a rquitec-


tura es el planteamiento de un a visió n de l cosmos
(ge neralm e nt e an tro pocéntri- s

ca). Por otro lado, reduci r j


implica tamb ié n si mpliri-
car, llegar a la esenc ia.
As í co mo tene mos c ultu-
ras q ue se expresan de
ma nera ba rroca, ex isten
ta mbié n cu lturas min i-
malistas, como la del Ja-
pón, q ue ha n in spirado los
peri odos mini malis tas en la
cultura occ idental co nt elll poránea.
CH IPS EN BAN DA.

SILLON EN PLÁSTICO, PASTE llI. 1968 .

31 Re duci r-disminuir
Unificar

La búsqueda de la unificación se relacio-


na con el proceso de síntesis en el ma-
nejo de varios elementos. La búsq ueda
del hilo condu ctor, del patrón sinergéti-
ca que une elementos independientes y
apa rentemente desligados , constituye la
búsqueda por la unificac ión.
És ta pu ede ser lograda por la intro-
RADIO, FRANC IA.
du cción de un elemento de unificac ión, o
por la expli citación del lazo latente entre elementos o del objetivo del siste-
ma (la fun ción, en el caso de un produ cto). "El obj eto es más que la suma
de sus partes",

La recu rrencia de las formas 32


CAPíTULO

Patrones en la
naturaleza

L as formas en la naturaleza está n determinadas por la interacción de


fu erzas intrín secas y extrínsecas.
Toda forma es un equilibrio entre es-
tas dos fu erzas .
Un copo de nieve carac teriza todas
las formaciones cristalin as: las opcio-
nes de formas externas son controladas
por la simetría intern a del aco modo
a tómico, y la forma particular adoptada
por un cristal es determin ada por la ac-
ción del medi o (temperatura, pres ión,
humedad, etcétera).
Detrás de la apa rente di vers id ad de
las manifestaciones de la na tu raleza,
existe un a unid ad de bida a qu e éstas A PE SAR DE TRATARS E DE MICROORGANISMOS
UNICELULARES, ES DECIR SE NCILLOS EN EXTREMO,
res ultan de la combin ación de unos LOS RADIOLARIOS PR ESENTAN UNA GRAN VAR IEDAD
c uantos prin cipios constructivos bási - DE fORMAS DENTRO DE UN PATRON CONSTRUCTIVO.

cos, asociados a un as formas bás icas de las cua les se deri va n todas las de-
más. Generalmente estos principios se s uceden en los procesos fo rmati vos.

Flt!jos
2893l¡08

Toda mate ria flu ye, como res ultado de la confrontación de fue rzas ex te rnas
con internas (p. ej.: el crecimi ent o).

33 Flujos
V ÓRTICE.

Observamos formas fluentes en la confronta-


ción de dos fluidos diferentes.
Las estructuras de la madera y los huesos
acusan formas fluentes; ambas crecen a lo
largo de las líneas de esfuerzo.

eORTE LONGITUDINAL
DE MADERA DE CED RO .

Tensión superficial, agregación celular

La tensión superfi cial está asociada a la capacidad


contractiva de un líquido que, oponiéndose a las
fu erzas di sociativas externas (movimiento, en es-
te caso) produce espec íficas formas.
En ciertas fases de la interacción de un fluido
con otro (agua-gas, membrana celular-citoplas-
ma), observamos una relación contenedor-conte-
nido asociada a un patrón, la agregación celular,
A GREGACiÓN ES PONTANEA
en donde el fluido más denso juega el papel de
DE BURBUJAS DE JABÓN . contenedor si n perder su cohesión.

Patrones en la naturaleza 34
Tanto en el plano como en el espacio, la agregación celular genera geo-
metrías de acomodo. Así se trate de átomos en los c ristales o de células e n
las formas orgánicas, la di sposic ión relativa de es tos elementos defin e una
geometría.

El A GUA JABONOSA GENE RA, POR CONTRACC ION,


SISTEMAS DE SUPERFICIES M INIMAS EN FUNCION DE
lOS PERIMETR OS DE ALAMB RE UTILIZADOS .

Craquelamientos

Aparecen e n emulsiones (p. ej.: ti erra co n agua) cuando las fu erzas exter-
nas vencen a la fuerza contractiva (p. ej.: tensión superfi cial), que daba
cohesión a la emulsión. E l proceso de ve ncimie nto de la fu erza co ntrac ti va

35 eraquelamientos
es un proceso suscepti ble al ti empo en donde los craquelamientos se suce-
den jerárquicamente: primero sucede una cisión primaria, luego varias se-
cundarias y muchas más terciarias.
Se establece un nuevo equilibrio con la forma-
ción de módulos separados por uniones triples y
ángulos que ti en- ~
den a los 90 gra- ~.
.í1
dos. A la unidad ~
~
(líquida) sucede la
multipli ci dad (só-
lida) por división.
I
ESQUEMA DE CRAQUELAMIENTO
EN UNA SUPERfiCIE DE CERAMICA.

LA CORTEZA DEL
ARBOl SE CRAQUE l A
POR El CRECIMIENTO
TRANSVERSAL DEL
TR ONCO Y LA PERDIDA
DE ELASTICIDAD
DE lA CORTEZA
LIGADA Al AUMENTO
DE SU ESPESOR.

LA MADERA SECA SE CRAQU ELA


RAD IAl MENTE SIGUIENDO lOS ANillOS
DE CRECIMIENTO.

Patron es en la naturaleza 3(;


Apilamiento compacto

Se caracteriza por la búsqueda de eco nomía de espacio promov ida por la


acción de fuerza s externas sobre varios elementos semejan tes. Las piedras
tienden a acomodar e entre sí del modo
más compacto posible, minimi zando los
intersticios, lo que implica un acomodo
cuatrapeado.

1. D ODECAEDRO RÓM BICO.

PANAL DE A BEJA S.

2. O CTAEDRO TRUNCADO.

Sobre e l plano, el
apilami ento compac to
de una serie de círcu-
los elásti cos que son
comprimid os hasta eli-
minar los intersti cios,
forma una red hexago-
nal caracterizada por
uniones triples.

37 Apilamiento compacto
En el espac io, esferas comprimidas defi-
nen geometrías según el grado de compre-
sión y de acomodo.

Patrones en la natural eza 38


CAPíTULO

Esquemas
de organización
de recursos

S tevens propone un problema abstracto en torno a la distribución de rec ur-


sos, consistente, con base en el diagrama siguiente, en unir medi ante seg-
mentos el punto central (originador de
recursos) con todos los demás, a manera
de satisfacer los siguientes requisitos: .........
• Directividad .
• Ocupación uniforme del plano.
• Economía.
Dos puntos no pueden ser unidos
........
más que por un solo segmento.
...........
Rápidamente a parecen dos solucio-
nes extre mas: la espiral y la explosión.
.......... .

[J

39 Esquemas de o rganizació n de recu rsos


Espiral

La es piral es económica (pocos segmentos in volucrados), oc upa el espacio


de ma ne ra un iforme, pe ro es terri ble me nte indirec ta ya q ue para llegar al
último pu nto , pa rti endo del ce ntro , es necesario
pasa r prim ero por todos los de más.
El modelo espiral es un modelo adecuado para re-
correr sistemáti ca mente un terreno o un espac io. Fue
el modelo utili zado por F L. Wright para el diseño del
Museo Guggenheim
en Nueva York.
Es tambi én un
modelo útil para
compactar un reco-
rrido lineal largo
INVOlUCIONES ESPIRALADAS EN LA NA RIZ
DEL CAM ELLO. ÉSTAS MAXIMIZAN en el menor espacio
EL RECORRIDO DE L AIRE Y PERMITEN posible; las escale-
LA MÁXIMA ABSORCION DE LA HUMEDAD
CONTEN IDA EN tsTE. ras "en espiral" (en
reali dad helicoide)
ocupan un espacio muc ho menor que las escaleras
convencionales, con la ventaja adicional de que el
trayecto se realiza con un paso constante q ue minimi-
za la energía total util izada.

L A CONCHA COMPA RTIMENTADA


DEL N AUTILUS FORMA UNA ESPIRAL
lOGARITMICA.

Esquemas de o rgani zac ión de recursos 40


Los cue rnos es piralados de cie rtas cabras y
borregos compactan el material alrededor
del punto de ori ge n, evitando así los
momentos de flexión qu e se concentra-
rían en la cabeza si el c recimi ento fu e- 4

ra menos compacto.

ES PIRA L y CR ECIMI ENTO EXPONENCIAL .

o
o
v
«
>-'

A L ADO PTAR EL MODELO ESPI RAL


PARA su CRECIMIENTO, ESTE MOlU SCO
LOGRA COMPACTARSE y CONSTITUIR UNA
RESISTENTE ESTRUCTURA ESFE ROIDAL.
FORMACiÓN ESPIRALADA
DE CRISTALES DE PR OCLORITA.

Explosión

Por otro lado, la explosión es mu y direc ta pero utiliza muc hos más segmen-
tos y concentra el material en torno a un punto, di spersándolo conforme
avanza hacia el exterior. El modelo de la explosión a parece cuando el im-
perativo es la directi vidad (plantas desérticas cuyas hojas de ben rec ibir
agua de las raíces lo más direc tamente posible).
La explosión también se manifiesta por la necesidad de una rá pida dis-
persión: una piedra golpeando un vidrio produ ce un a energía de impacto

41 Explosión
qu e debe ser di s persada lo más rápidamente posible. Se logra esto por
medi o del patrón de ex plosión, al igual que una gota cayendo sobre una su-
perfic ie. La ex plosión, patrón cen-
trali zador, co nv lene en casos
do nde los recursos son limi-
tados, o bi en cuando son
pocos los elementos centra-
li zados.
Pero a partir de una cierta
esca la, la ce ntrali zación se lo-
gra con costos mu y e levados: un
sistema gigantesco de conexiones que consume mu cha energía y congestio-
na el centro.
Ciertas capitales, que centralizan en
exceso los recursos y decisiones de un
país, vuelven el sistema global lento,
inefi ciente e improductivo a partir de
cierta escala, como sucede en Méxi -
co, Dr.

CIERTOS SEMILLEROS ADOPTAN UNA ORGANIZACiÓN


EN EXPLOSiÓN PARA MAXIMIZAR LAS OPORTUNIDADES DE
DISPERSiÓN DE LAS SE MILLAS CONTENIDAS EN CADA
RECEPTACULO. LA DIS PERSIÓ N SUCEDE CUANDO
ESTOS SEMILLE RO S, SOSTENIDOS POR LARGAS VARAS ,
SON AGITADOS POR El VIENTO .

Esquem as de organ ización de recursos 42


Un patrón más des-
centralizado, como la or-
ganización política de
Suiza con base e n canto-
nes con un alto grado de
autonomía, permite un
desarrollo más equilibra-
do , minimizando los cos-
tos de mantenimi ento y
las pérdidas por fri cción
en la red de conexiones .
AGLOMERACIÓN M ETR OPOLrTANA, M~XICO, DF.
Entre los dos patrones
extremos, es piral y explosión, a parece una serie de posibilidades interme-
dias que satisfacen medianamente todos los requi sitos . Va rios de éstos pre-
sen tan un orden jerárquico.

Meandro, ramificaciones y otros esquemas

El meandro es una variante de la espiral. Tiene pro-


piedades similares, el mismo recorrido total y la
misma indirectividad. Para recorrer sistemática y
económicamente un terreno, las excavaciones ar-
queológicas siguen, en general, un trayecto en forma
de meandro. El intestino humane mide cerca de seis
metros lineales,
compactados en
un volumen re-
ducido con base LAs MAN GUERAS PARA USO EN CASO

en el patrón del DE INCENOIO SE ALMACENAN SEGÚN


UN PATRÓN EN MEANDRO,
meandro, COMPACTÁNDOSE Asl CUANDO
NO SE NECESITAN. EL INTESTINO
HUMANO ESTA OISPUESTO
EJERCICIO OE OISEÑO BÁSICO . EN fORMA SIM ILAR.

43 Meandro, ramificaciones y otros esq uemas


Las ramificaciones introducen la noción de jerarquía y se obtienen e nton-
ces ramales de primero, segundo y tercer grado, etc. , estableciendo toda una
tipología jerárqui ca. La jerarquía introdu cida en el modelo de explosión per-
mite el establecimi ento de ce ntros intermedios, lográndose así un esquema
más económico y uniforme desde el
punto de vista es pacial.
Todos estos patrones aparecen,
e n un a gran variedad de formas, en
las situ aciones inte rmedi as entre es-
piral y explosión , y corresponden a
ex igencias igualme nte intermedias.

Esqu emas de o rga nización de recu rsos 44


CAPíTULO

Fluidos

La materia .fluye

T oda la materia flu ye, a moldándose de esa manera a los esfu erzos exter-
nos, acusando con su form a un a confront ac ión diná mi ca con su medio.
Nuestra percepción de la materi a sólida está cond icionada por el breve
periodo de observación al que la sometemos.
C. Williams pla ntea qu e si se le concede el tiempo suficiente, toda la
materia es fluida.
"La geología como estudio del tie mpo y de la
materia, ve cómo la rígida estru ctura de la su-
perfi cie terrestre se levanta, se incorpora, se
pliega y se des li za, igual que un a sába na agita-
da por el viento. La visión del geólogo es desde
una perspec tiva de billones de años, tras la cual
el panorama de las formas terrestres pasa como
relá mpago" . 1
De hecho muchas montañaE acusan form as
qu e sugieren fluj os de líquidos inmovili zados.
En general, la materia sufre un proceso inin-
terrumpido de fluidez, inducido por la s fu erzas
del medio. Este fenómeno se relaciona con la
cantidad de energía presente en la materia, que permite una mayor o una
menor actividad molecul ar.

1 Willia ms. Christopher. Los or(gene.1 de laforma. Gusta vo Gili. Ba rce lona. 1984.

45 La materia f luye
A ciert a temperatura, el hi erro se vuelve líquido: ac usa una gran activi-
dad molecular y deformabilidad; toma la forma del recipiente que lo contie-
ne. Se e ncuentra e n es tado flu en te y puede es tirarse sin perder su cohesión.
Todo es to debido a la e nergía térmica absorbida que provoca la excitación
de sus moléculas. Estas vibran alejándose unas de otras, su materia se ha
dilatado con respec to al estad o sólido. Al bajar la te mperatura, disminuye
la ac ti vid ad molec ular, e l hi erro comie nza a cristalizarse, el espacio inter-
molec ular se reduce formándos e una re tíc ula cristalina: se dice que el ma-
te rial es un sólido.
Las cargas lentas tras miten e nergía a un sólido y, a la larga, lo hacen
fluir (venc imie nto de una estructura o esc urrimiento en un material) .

Las formas del agua

El agua es el arque tipo de los fluidos , y sus carac terísticas la relacionan


con ciertos patrones formati vos.

Esfera, agua

"•
En cualqu iera de sus man ifestaciones,
el agua tiende a minimizar su superfi-
cie en relación a su volumen y, segú n
T. Schwenk, en última instancia, tiende
a adoptar un a forma esférica.
Un c harco, como un lago, es una
manifestación del agua en sit uación es-
tab le. El ag ua, al circular sobre un te-
rre no, busca s ie mpre depresiones que
le permitan es tabilizarse y almacenar-
SI" mi nimi za ndo así su re laci ón s upe rfi-
ci e/volumen .

Fluidos 46
A un nivel micro de observación, un pequeño chorro de agua cayendo
tiende a di sgregarse o desmembrarse formando gotas , debido a que la te n-
sión superficial del agua es una fu erza constan te y no puede mantener su
cohesión más qu e con el volumen con tenido e n un a gota. E l chorro, cuando
es pequeño, ondula y se separa en gotas.

Meandro yagua

La forma en meandro de un río es,


según T. Schwenk, un comprometido
entre la tendencia natural del agua a
formar una esfera (tendencia con-
tractiva) y la acción de la fuerza de
gravedad que jala al agua hacia aba-
jo: según el autor, el meandro mani -
fiesta, en cada curva, la intención de
retomo hacia arriba, finalmente ven-
cida por la gravedad.

Helicoide yagua

T. Schwenk explica que la forma de meandro de un río está sustentada por


movimientos revolventes más finos: el agua en la superficie de un fío fluye
del interior hacia el exterior de una curva en donde se sumerge para regre-
sar por debajo del fío y emerger en el interior la siguiente c urva, más abajo.
Este movimiento, combi nado con el mov imi ento descendi ente de la corrien-
te del río, forma, según T. Sc hwenk , dos sistemas independientes de flujos
heli coidales.

47 Hel icoide yagua


De hecho, muchos organismos acuáticos,
sobre todo los más primitivos, presentan
formas que recuerdan el movimiento heli-
coidal del agua. Esto es porque la materia
que los conforma es predominantemente
líquida, pero también porque su sistema
de locomoción aprovecha la dinámi ca del
agua sugiriendo formas coherentes con di-
cho medio. En este sentido, las primeras
formas de vida son sólo
...: ..,~ .~'
. ...;..::9..J ,.':' ligeras "diferenciacio-
., ' ,',

nes" del medio, tanto


en substancia como en
forma .
El agua, denominador
común a todos los sistemas vi-
vientes, influye tambi én en la
forma de los organismos más
desa rrollados, imprimiéndoles
s u dinámica. Las fibra s de los
músc ulos en el hombre adoptan
formas fluidas que se acomo-
dan helicoidalmente, como es
tambi én el caso de los huesos.

Flu idos 48
Espiral y vórtices

Las superficies de interfase que aparecen en el contac to dinámico de dos


fluidos de diferente naturaleza, velocidad , temperatura o densidad, generan
vórtices cuyo proceso de formación
sigue una sec uencia:
1. Ondulamiento de las superfi-
cies en contacto .
2. Sobreposición de los dos flui-
dos (las crestas de ambos tendi endo
a sobreponerse una a otra).
3. Formación de vórti ces espi -
ralados.
Los vórtices conforman involu-
ciones localizadas qu e viajan con la
corriente general, pero de manera
relativamente aislada, creando un
momentáneo espacio diferenciado.
T Schwenk nos dice que las invo-
luciones son un proceso fundamental
ligado a la formación de estructuras
orgánicas (invaginación, gastrulación, etc.). En el espacio formado por las invo-
luciones se genera un microclima propicio al desa-
rrollo orgánico. Encontramos también este principio de
involució'1 en los procesos de diferenciación:
El exoesqueleto en placas arti culadas de insectos
y artrópodos es e n realidad una membrana contin ua:
las articulac iones se forman por una combinación de
adelgazamiento e involución de la membrana .
Por otro lado, observamos vórtices en la forma de
sistemas altamente fluidos o cuyo fluj o es muy rápido,
FORMAC ION DE A RTIC ULACIONES
EN INSECTOS.
como los hongos, que prácticamente emergen del sue-
lo en un día, y la medusa, que tiene un sistema de 10-

49 2893408 Espira l y vórtices


comoción adecuado a su fonna:
la propulsión a chorro. El agua
expulsada por conlracción mus-
cular genera un vórtice, refle-
ME MBRANA ARTICULAR EN RHODRIUS y TENEBRIO.
DO S TIPOS DE ARTRÓPODOS. xión especular de la medusa.

tia
.. '
.
fr'",
~
1'"
¡ ) : ....' ... '
flr
.
,1 .~
" ,

Ramiflcaciones

E l agua, nos dice Schwenk , es el elemento cir-


culatorio, lazo de unión entre sistemas .
En la naturaleza se observa la tendencia de
las corri entes de agua a interconectarse. Los
ríos flu yen a partir de fuentes diferentes y, por
su dinámica, tiend en a juntarse formando una
red ramifi cada . En última instanc ia, todos los
ríos llegan al mar y, dada la forma esférica de
la Ti erra que constitu ye una superfic ie conti-
nua, todos los fluj os de agua están in terconec-
tados. E n el hombre, e l sistema circulatorio es
u o solo e interrelaciona a todos los órga nos.

Fluidos 50
Tensión superficial

La te nsión superfic ial es la fue rza contrac ti va que ma nti e ne en co hesión las
moléc ulas del agua en la superfi cie de contac to con el aire u ot ro flui do. A
esa fu erza contractiva se asocia un a se ri e de superficies mínimas caractc-
rísticas del agua a un cierto ni vel de observación: las superfic ies de revo lu-
ción de Plateau.

Superficies d e Plateau

Las superfi cies de revolución de Pla teau, relac ionadas entre sí, surge n to-
das de c urvas derivadas del cono: la elipse, el círc ul o, la rec ta, la pa rábola
y la hipérbola.
Si se genera un sólido
de re volución a partir de
la trayectoria de uno de
los focos de una elipse
que se des plaza rota ndo
sobre una línea, se obtie-
ne un onduloide .
El centro de un círc u-
lo roda ndo sobre una
rec ta describe una recta.
••••
El sólido de revolución
generado por la segunda • •• •
recta, con res pec to al eje
de traslac ión , es un CI- SEMILLAS CON ENVOLVENTE DE FORMA ONDULOIDE.

lindro.

/
. . . --- ..... ,
\
/ \

I
I I

----~------~I--..
\ I
\ /
' ... ....'"

51 Superficies de Plateau
SEMILLAS DE AC ACIA

La rec ta pu ede considera rse un caso particular del circulo. Cada uno de
sus extremos genera, al rodar sobre un a línea, una serie de semicírculos
que, revolu cionados con res-
pecto a la recta , forman un as
esferas tange ntes.

~
I La parábola produce, en revolución con
respecto a un eje, una superficie llamada
I I
I I
I I catenoide.
_._,_._._-------,----
I I La hipérbola genera una superficie lla-
mada nodoide, difícil de visualizar y que

~
I
I I
I I consiste en una superficie con involucio-
I I
nes. Encontramos un ejemplo de esta su-
CATENOIDE .
perfi cie en el stentor, un infusorio ciliado.

De hec ho, en la naturaleza


y en los fenómenos vin culados
co n los líquidos, se prese ntan
es tas diversas superfi cies, por
separado o relac ionadas. La
salpicad ura es un modelo en
donde observamos la transi- N ODOIDE.

ción del c ilindro a la esfera,


pasa ndo por el ondul oide.

Flu idos 52
Tensión, superficie y apilamiento compacto

A un ni vel relativame nte micro de observ ación, el ag ua agi tada interactúa


con el aire formando burbujas en donde la presión del aire es compensada
por la tensión superficial del agua. Se pu ede
visualizar mejor este fenóme no agregan- ~
do jabón al agua, lo c ual aument a su
viscosidad y confiere mayor estab ili-
dad al fenómeno.
Cada burbuja tiene dos superfi-
cies, una interna y otra extern a. Dos
burbujas separadas ti end e n a unirse
ya que cada una minimiza su supe rfi cie
al poner una parte de ésta en contacto
con la otra. EL POLIEDRO DE K ELVIN RESULTA DEL APILAMIENTO
COMPAC TO DE BURBUJAS DE JABÓN EN CONDICIONES
El acomodo de las burbuj as de
IDEALES DE SIMETRIA y UNIfORMIDAD . ESTA FORMADO
jabón en conglomerado, regido por POR HEXÁGONOS DE DOBLE CURVATURA Y CUADRA,
DOS CUYOS LADOS SON CONVEXOS.
la tendencia a la minimización de su-
perficies, responde a unas reglas geométri-
cas y mate máticas mu y precisas. La intersecc ión de los conglome rados
flota ntes sobre la superfic ie que los soporta (agua por eje mplo) forma patro-
nes geométricos caracte rizados por uniones triples.
Las tangentes a los segmentos curvos qu e conve rgen en cada uni ón co n-
forman ángulos de 120 grados. Cuando las burbujas son todas iguales, el
patrón geo métrico es una red hexagonal.
En el es pacio, las burbuj as dentro de un conglome rado generan uniones
c uádruples que tiende n a formar ángulos de 109° 28' 16". Cuan do todas las
burbujas son iguales y se enc uentran api ladas en el espacio, se forman
rombododecaedros.
El rombododecaedro, recíproco del c uboctaedro, es un poliedro sem irre-
guIar caracterizado por face tas romboidales.

53 Tensión, superficie y api lam iento compa cto


CAPíTULO

Esfera, crecimiento,
espiral y muerte

Esfera y latencia

L a esfera es, por sus ca racteríst icas geométri cas, la forma idón ea de pro-
tección. En efec to, es el c uerpo espac ial que prot ege a l máx imo de vo-
lumen por unidad de superfic ie . Por su
relación co n la función protec tora, es la for-
ma q ue se asocia con el es tado laten te, el
es tado de es pe ra.
Toda vida e mpieza por una confi gura-
ción esferoidaL E l óvu lo tie ne un a for-
ma esferoidal y conti ene un pote nc ia l
de vida que es ac ti vado por el proceso
de fecundación . Una vez ini c iado éste,
el óv ulo fec undado ma nti ene dura nte va-
ri as de sus etapas de desarrollo una fo rma
global tendiente a la esfera. E l feto mis mo ti ende a una forma compacta
hasta el mom ento en que está li sto para sa lir de la ma triz. Está protegido
por una bol sa llena de líquiuo que ti e ne forma
es fér ica.
Los hu evos de aves y reptiles ti e nen una co nfi-

-
.~
: ',.
....
.--..
gurac ión s imi la r: la yema, e fé ri ca, rodeada por
. ~.
la clara, líquido protector. Todo envue lto por un a
cáscara rígid a de form a es fero idal.
En los vegeta les, las semi lI as es fero ida les es-
tá n protegidas por la pu lpa ue l frut o qu e las nu-

55 Esfera y latencia
tre, y es ta última, por la cáscara del fruto
en una forma que ti ende a minimizar la
superfi c ie ex terna.
Sólo c uando las condiciones internas
so n co mpatibles con las externas, las se-
millas o los huevos animales dejan s u
forma esferoidal y adopta n otros patro-
nes de desarrollo que los lleva rán a su
forma final.
Exis ten, e n organismos ya desarrolla-
dos, rem iniscencias del estado de la-
te ncia asociado a la esfera, que se POR EL NAOMIENTO DE UN SUPERHOMBRE.

manifies ta bajo c iertas c ircunstan c ias.


Cuando te ne mos frío, o no queremos
proteger de una agresión, nos enrollamos,
adopta ndo la forma que minimi ce la su -
perficie ex pu esta a los agentes del medio.
Algunos animales, como c ie rtos can -
grejo ' o el armadillo-bola, es tán di seña-
do para, en momentos de peligro,
replegarse e n forma esferoidal, de modo
que todos us miembros e mbonen uno
co n otro de la man e ra más co mpacta po-
sible. Las tortu gas tra nsportan con s igo su
"esfera" protectora.

Esfera, crecimiento, espi ral y muerte . 56


Ciertos vegetales qu e vi ven en medi os extremadamente hostiles, guardan
siempre una configuración esferoidal, como algunos cactáceos qu e minimi-
zan así la superficie expues ta al proceso de evaporación, en las zonas ári-
das. Los nidos de pájaro tienden tambi én a se r
formas compactas de tendencia esfe-
roidal. Cuando observamos va-
rias semillas en un fruto ,
"~
:z: notamos que éstas se di sponen
o
~ de manera compac ta, prote-
S
:2 giéndose unas con otras, así
como los cachorros de una mi sma ca mada se acomodan uno con el otro de
manera qu e el conjunto minimice su superfi cie de expos ición al medio.

Espiral y desarrollo

La espiral es el patrón del crec imiento; sucede a la esfera en el proceso de


desarrollo que llevará la forma, latente en la semilla, a su ex pres ión fin al.
E n algunos vegetales, como ciertas cac táceas, la coliflor y el girasol, el cre-
cimiento empieza con una unidad esférica generando, por di visión, un a
multiplicidad de unidades que, acumuladas, dan por resultado un in cre-
mento volumétrico de la forma. Las nu evas unidades se van acomodando en
torno a las primeras con base en el pa-
trón de la espiral.
Cada pequeña unidad ti end e a pare-
cerse al conjunto, de modo que lleva en
sí la imagen del todo (congruencia) . En
es te caso, mi crocosmos y mac rocos mos
están relacionados por medio de la espi-
ral, como hace notar C. Di Bartolo.
En la mayoría de las flores, las formas
contenidas en los botones rompen su en-
volvente y comienzan un proceso de

57 Espiral y desa rrollo


"dese nvolvimiento" a manera de los espanta-suegras. Existen múltiples va-
riantes de es te principio.
En los vegeta les, e l proceso de desenrollamiento es generado por la in-
yección progresiva de los fluid os vitales (recordemos que las plantas son
sistemas hidráuli cos). En ciertas plantas,
como la mimosa sensitiva, el proceso de
desenrollamiento es reversible, con fines
de protección: cuando se le agrede táctil-
mente, las hojas se contraen como per-
sianas o se enrollan en espiral, según el
caso. La ausencia de luz solar activa este
mecanismo y muchas plantas se enrollan
de noche. El término desarrollo se deriva
del término desenrollar e implica poten-
cializar algo que es tá enrollado.

ESPIRAL LOGARITMICA .

Esfera, creci miento, espiral y mue rte 58


EstnLcturas verticales- helicoidales

La conformación de la mayoría de las estructuras verticales se relac iona


con la heli coide, expresión vel1ical de la es pi ral.
En las pla ntas más desarrolladas, la disposición de las falll as y las hojas
e n torn o al tronc o s igue un patrón heli coidal que optimi za la ocupación del
espacio, permitie ndo que todas las hojas reciba n lu z solar.
Las primeras ramas que nacen quedan siempre abajo y son más largas ,

59 Estructuras ve rtica les-helicoidales


por haber tenido más tiempo para crecer. Confor-
me nace una nueva rama, és ta sigue un trayec-
to heli coidal asce ndente en torno al tronco,
según un peri odo bi en definid o. Este pe-
ri odo empieza con una rama y termina
con otra más pequeña en la misma posi-
ción, pero más arriba en el tronco. El tra-
yecto heli coidal permite alargar el
periodo a manera de darle a la rama ini-
cial el ti empo necesario para crece r lo su-
ficiente y ev itar así qu e la rama fin al interfiera en la
recepción de lu z solar.
Este tipo de organi zac ión es llamado filotaxia. Cada espec ie vegetal tie-
ne su propia fil otaxia, determinada por la relac ión entre el número de giros
necesan os, siguiendo el patrón heli coide, para completar el periodo y el
número de ramas encontradas y hasta llegar a la que es-
té en la misma posición que la inicial.
Estos dos números corresponden siempre a núme-
ros de la serie de Fibonacci, serie matemática a la
vez aritmética y geométrica, ligada a los fenó-
menos de crecimiento, en donde la s uma de
dos términos subsecuentes equi vale al tercero
y el cociente de la relación entre dos térmi-
nos subsec uentes tiende a 0.618, la sección
áurea.
La seri e de Fibonacc i es: 1, 2, 3, 5, 8 , 13,
21, 34, 55, 89, etc., en donde, para prose-
guir, sumamos los dos últimos términos.
Encontramos es ta serie en la división celu-
la r y e n los fenómenos de crec imiento de una
po blac ión.
El ONA se orga niza con base en una dobl e he-
EJE MPLO DE f ILOTAXIA . li coide y parece ser que ésta es la mejor forma

Esfera, crec imiento, esp ira l y muerte 60


de proteger la información genética contra las
radiaciones y las enzimas, a la vez que es una
forma óptima de empaquetamiento.
Las moléculas de colágeno,
I
o

proteína básica en las es-


~ tructuras animales, se or-
-~ ganJzan en una triple

. . ... •
¡¡¡
15 espiral, prácticamente una
~-
v

..,.,...~• ."¡. trenza, lo cual sin duda in-

. . ...-...
LA
\'&, flu ye en sus características BROCA, Al GIRAR,
PUEDE PE NET RAR UN

..
mecánicas: elasticidad y

. . ....
MATERIAL GRACIAS A QUE
,~ resistencia a la tensión UN CANAL HElICOIDAl
DA SALIDA CONTINUA
(aquí la analogía con los Al MATERIAL DES BASTADO.

' ' cables de acero trenzado es


• evi dente) .
ESTRUCTURA
DEL COLÁGE NO.

T AllD DEl PLÁTANO. Los RACIMOS DE PLÁTANO SE


ACOMODAN EN fORMA HElI COI DAl EN TORNO Al TAllO,
ESTRUCTURA EN TENS iÓN DE DONDE CUElGAN tSTOS .

61 Estructuras verticales-helicoidales
Muerte y espiral

Si la es pira l y la heli coid e son pa tro nes ">


que desencadenan el proceso de desarro- '~
i5

llo, tambi én so n, hace notar C. Di Bartolo,


los pa tron es qu e aco mpaña n el proceso de
la desac ti vac ión, de la muerte. Al in iciar
este proceso, las hojas empieza n por retor-
cerse según un patrón es piral o heli co idal.
Esto sucede porque, habiéndose inhibido la
inyecc ión de Huidos vitales, la hoja empieza a secarse y contraerse. Primero se
secará en sus partes más delgadas, generando contracciones diferenciadas den-
tro del material, provocando la curvatura del plano.
Segú n Di Bartolo, se observa algo simil ar en e l hombre: el desarrollo lle-
ga a su culmin ación con la verti calid ad perfecta, parti endo de un a form a
semienrolJ ada , el feto. En este caso la vejez se acompaña de un vencimien-
to de la verti calidad qu e ti end e a
curvar la estructura del hombre en
forma es piral.

LA MUERTE, EN EL CASO DE ESTE SEMILLERO.


ES TRANSICIÓN A OTRO CICLO VITAL, YA QUE LA
TORSiÓN GENERADA PO R EL PROCESO DE SEC ADO
PERMITE LA EX PULS iÓN Y DISPERSiÓN DE LAS SEM illAS.

Esfera, cre cim iento, espiral y muerte 62


CAPíTULO

Patrones en la técnica

E l proceso gradual y continu o de solu ción a los vari os proble mas a los
que el hombre se ha vi sto confrontado desde que tiene conciencia, está
suste ntado por dos actividades comple mentarias fund amentales qu e s ubya-
cen en todo proceso creativo: la observación y la experimentac ión.
La observación, esencial para detec tar necesidades y posi bles soluc io-
nes, alime nta a la experimentac ión, que responde con propuestas que ten-
drán que ser a su vez e valuadas con base en un proceso de observación.
En suma, se trata de un proceso e n donde es tas dos acti vidades se ali-
me ntan recíprocamente.
Es ta mbién, por cierto, un proceso colec ti vo y de largo plazo, en el que
las mejores soluciones reciben aportac iones y mejoras de todo ti po por par-
te de una colectividad que cambi a con el tie mpo y se confronta con otras
colec ti vidades: las soluciones, como las ideas, son entes dinámicos en per-
petuo cambio inducido por contribu ciones anónimas que le permiten su b-
sistir en el ti e mpo y afinarse.
Ese perfeccionami ento gradual y colectivo tiende a simplificar el obj eto,
a reducirlo a su mínima expresi.ín, acercándolo así a soluciones y formas
que ti enden a ser arquetípicas.
Y, como en la naturaleza, vemos en la técni ca que, detrás de la aparen te
di versidad de form as fun cionales, subyacen patrones que sustentan esta va-
riedad , patrones que ofrecen la mejor solución a cie rtos pro blemas que son
rec urre ntes en la téc nica.

63 Patrones en la técnica
Esfera

La esfera , lo hemos visto, es la forma que conti ene el mayor volumen con
la menor superfi cie. Esto la hace la solución idónea para con tener, para
proteger.
De ahí qu e la esfera y formas cercanas o derivadas de ésta prevalezcan
en cascos, cisternas, paraguas y múltiples contenedores y bote llas.

Pero la esfera tie ne otras cualidades qu e la técnica ha sab ido aprovechar,


co mo el hec ho que presente la menor superficie de contacto posible con un
plano u otra esfera, un contac to puntu al, ideal cuando se requi ere que sea
redu c id o (bo lígrafo, apli cador roll-on para desodorante) o cuando se busca
la menor fri cción posible (rodami entos, baleros).

Patrones en la técn ica 64


Las secciones de esfera y formas análogas,
como las parábolas, concentran las ondas so-
noras, luminosas, hertzianas y otras tantas de
manera que es natural encontrar estas formas
en instrumentos de óptica y antenas, particu-
larm ente las
parabóli cas .

Espiral

La espiral permite el acomodo de un largo importan te en un volumen redu-


cido, de ahí que todo sistema de despachamiento gradual de alimentación
continua esté basado en la espiral: ma ngueras, rollos de papel, etcétera.
El antiguo disco de acetato pe rmitía almacenar cerca de una hora de mú-
s ica en un disco de 30 cm de diámetro, y esto gracias a la espiral.
La helicoide, ver-
~ ~
sión vertical de la ~.

Iii< ~.
espiral, permite un :;> :¡
desplazamiento con- § ~
~

,.~
~

tinuo y graduable y ,.~


por lo tanto permite
administrar la ener-
~
gía necesana para ~.

efectuar dicho tra- ~


Q

bajo. o

i
j

65 Espiral
E te esque ma es a provec hado en la escale-
ra qu e co nocemos como esca le ra e n es piral.
E n us ma nifes tac iones ma te ri a les, la es pi -
ra l y e l heli co id e ti ene n, ade más, un a propie-
dad mecá ni ca intrín seca, la res ile nc ia, qu e los
hacen ideales, sobre todo e l he l ico id e, para
mecani smos que guarde n e ne rgía de deforma-
ció n elás ti ca, como el reso rte.

~
~
5
~
~
( C )
'"~
,.
~

Patrones en la técn ica 66


Meandro

Como la espiral, el meandro permite compactar un recorrido en un área re-


ducida y almacenar un elemento largo y delgado en un volumen compacto.
Las mangueras para incendio se encuentran
generalmente guardadas segú n el esquema en
meandro, lo que permite un desplegado rápido,
con la ventaja adicional sobre la espiral de que
se minimizan así los riesgos de atoramiento.

El meandro permite extender un recorrido


e n un área limitada haciéndolo el patrón ideal
para mecanismos de calefacc ión o e nfria-
mi ento con base en fluidos: radi adores , ca len-
tadores de aceite, refrigeradores, sistemas de
pasteurización, etcétera.

67 M ea nd ro
Ramificación

E n todo sistema qu e requiera de un a organización con prioridades y jerar-


quías, el patrón de solución es tá basado en el principio de la ramificación.
La di stribuc ión
de rec ursos (luz,
agua, e tc.), los
e
~
O
si ste mas de re-
j colecc ión de ba-
sura, la red vial,
la organizac ión
de un a e mpresa,
son todos siste-
mas jerá rqu icos
organizados COIl base e n la ramifi cac ión.

Patrón radial o explosión

El patrón radial apa rece c uando la solu c ión está


basada en la dispers ión ce ntrífu ga y multidirecc io-
nal a parti r de un punto o cuando la prioridad es la
-.:," nlral iza c ióll.

Patrones en la técnica 68
Craquelamiento

Reconoc emos en la técni ca un patrón que nos recue rda los c raqu ela mi entos
qu e observamos en la naturaleza y qu e sigue sus mi s mas reglas.
Por ejemplo, los asen tamien tos humanos se efec tú a n s ie mpre gradual-
mente, es decir, s igui e ndo c iert as eta pas, análogas a la form ac ión de un es -
que ma de craquelamie nto: primero a los lados del cam ino qu e ll evó a un
grupo humano a un lu gar de te rminado, ca mino qu e se vue lve el eje del de -
sarro ll o del asentamie nto, la prin c ipal vía de acceso y abastec imi en to, co-
mo lo son los ríos importantes en Europa (Rhin , Da nubio, Sena, e tcéte ra).

L A ESTRUC TURA URBANA FUNCIONA CO MO UN CRAQUELAMIENTO :


LAS VIAS SECU NDARIAS SUCEDEN A LAS PRIMARIAS
Y NACEN DE tSTAS SEGÚN A~!GUlOS CE RCANO S A 90' .

69 eraquelamiento
Con el ti e mpo y e l c rec imi ento de l asenta miento aparecen las prime ras
vía s sec un da rias, perpe nd iculares a la vía prin cipal, ge neralme nte a 90°
con respecto a ésta.
Al crecer el asenta mie nto aparecerá n poste-
riormente vías paralelas a la principal y así
s ucesiva mente .
Al final se conforma rá un esque ma je rarqui-
zado con carac terís ti cas muy cercanas a las
de los c raquela mie ntos en la naturaleza.
Otros eje mpl os, me nos cercanos quizá e n
c ua nt o a s u ori gen, ya qu e el paso del tie mpo
no juega ningún pa pel e n su definición, los
constituyen los dibuj os de las supe rfi cies a nti-
de rra pa ntes e n lla ntas y suelas de zapatos.

Acomodos compactos

E l hombre ha tenido que enfrentar muy temprano en sus construcc iones a la


noción de mód ulo, es decir la un idad- base que permite, por apila miento o yux-
taposi ción, la construcción de un conjunto de dimensiones mayores.
~ El eje mplo más obvio de esto es el la-
driUo, in ventado por los sumerios, a ún
vigente hoy en día .
Problemas de almacena mie nto y de
adm ini strac ión de un espacio reduci-
do enc ue ntran solu ción e n este es-
qu e ma de orga ni zac ión.

Patrones en la técnica 70
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1 Acomodos compactos
CAPíTULO

Efecto de escala

Forma, función y escala

E l ca mbio de escala es un fenóm eno q ue condi c iona direc tame nte e l


fun c ionamiento de cualquie r organi s mo u obj e to (as í como su confi gu-
ración). La forma refl eja un equilibri o partic ula r de fun c iones que se altera
con el ca mbio de dimensiones.
Si te nemos dos c ubos de dife rente ta maño (uno de 1J Y el otro de 2~) te n-
dre mos, para cada uno de ellos, los siguien tes datos dim ensional es:

L=l L'= 2
S=1 (x6) S'= 4 (x6)
V=l V'= 8

Consta tamos que con sólo du-


pli ca r la dimensión lineal de un
cubo, la superficie se multiplica
por c uatro y el vol umen por oc ho.
D'Arcy Thompson hace notar qu e, aunque los crec imientos li nea l, supe r-
fi cial y volumé tri co son parte de un mi smo fenóme no, uno atrae más la
aten ción qu e el otro: un pez, al dobla r su largo, multipli ca su peso por oc ho,
por lo menos, y bas ta con qu e a ume nte su tamaño de 10 a 12 cms para du-
pli car su peso.

73 Forma. función y escala


Observamos esto en los contenedores de lec he de cartón cuyas dimensio-
nes lineales no camb ian se nsiblemente del empaque de un litro al de dos
litros. Percibir visualmente un cambio de volumen es mu c ho más difícil
que constatar un cambio lineal.
En la naturaleza, as í como en la téc ni ca,
a cada uno de los componentes dimensio-
nales de un objeto (dim ensión lin eal, su-
pe¡{icie y volumen) vienen asociadas
fun c iones diferentes. El peso, por ejemplo,
es direc tamente proporc ion al al volumen.
La resistencia mecánica lo es a la superfi-
cie; de ésta dependen ta mbién los inter-
cambios energét icos con el medio. En
consecuencia, un objeto que funciona ade-
cuadamen te a cierta escala se comportará
C ONTENEDORES DE 1.8 y UN LITRO,
diferentemente cuando sea transportado a RESPECTIVAMENTE.

otra, ya que se altera el precario equilibri o


funciones/dimension es.
Esto impli ca la neces idad de asoc iar, a un cambio de escala, cambios
formales que restablezcan el equilibrio interfuncional original.
En todo objeto, la s uperficie S es proporcional a U (s iendo L la dimen-
sió n lineal). As imis mo, el volumen V es proporcional a U . Por lo tanto, S =
k • (L x L) y V = k' • (L x Lx L) en donde los factores k y k' son indicativos
de la fo rma. Para el cubo, estos factores son las constantes: k=6 y k'=l.
Si la forma e mantiene tal cua l, a pesar del cambio de escala, los facto-
res k y k' so n constantes y característi cos de una forma específica, como es
el caso del cuno.
En el mundo fís ico, factores como la fu erza de gravedad condicionan
tanto la forma como el tamaño de un objeto. Por eso, en la naturaleza, los
factores k y k' son variables; la forma se somete al equilibrio interdimensio-
nal y las cons tantes para cada "objeto" de la naturaleza son las relaciones
SIV, US o Uv.

Efecto de escala 74
Estructura y escala

De dos estructuras similares, la más grande es la más débil debido a qu e,


con el crecimiento, disminuye la supe rficie por unidad de volumen y, por lo
tanto, la resiste ncia .
Galileo mostró que en una manzana
qu e crece, el peso aumen ta en relación a
la superficie resistente (la secc ión del ta-
llo del fruto) y que, de bido a la progres ión
de la relación V/S, la manza na termina
por caer, al romperse el tallo.
Esto explica una serie de cosas:
• La forma de los frutos pequeños ti e nde a la esfera, c umplie ndo as í con
la función de proteger las semillas .
• Los frutos grand es, a pesar de tener los mis mos requ erimi entos fun cio-
nales, asum en una forma alargada , ge nera lme nte de gota, que corresponde
a la óptima repartición de las cargas generadas por el sensibl e a umento de
peso e n relación a la supe¡{i cie de co nt ención.
• Los frutos grandes y pesados crece n, e n genera l, a nivel del suelo, co-
mo es el caso de las calabazas y de los melon es que representarían de ma-
siado peso para las ramas.
Ex ¡sIe n excepcion es
co mo la papaya y el co-
co, pero entonces estos
frutos crecen agrupán-
dose alrededor del tron co.

LA JACA ES UN fRUTO DEL B RASI L QUE LLEGA A


MEDIR 45 CMS DE LARGO Y A PESAR 10 KG .
SU TALLO ES CORTO Y TRABAJA A TENSION,
PAPAYA .
YA QUE EL fRUTO PENDE DEL TRONCO.

75 Estructura y escala
En las estruc turas óseas de dos c uadrúpedos es truc turalmente similares pe-
ro de dife re nte ta maiio, se obse rva n, en e l más grande, hu esos proporcionalmen-
te más a nc hos , soluc ión que
ad opta la na tural eza
para compensar el ex-
ceso de peso general en re-
lación a la res istenc ia del es -
quele to. Los animales gra n-
des ti enen extremidades re-
lativame nte cortas y gruesas
(patas y c uello) . Los árboles son s usceptibles a mom entos de fl ex ión y Euler de-
mostró que el diáme tro de una columna debe aum e ntar con la potencia 3/2 de
la altura. Esto explica el perfil logarítmi co de los grand es
árboles como el roble. mi smo que cons ta tamos e n la torre
E iffe 1.

(EIBAS.

Efecto de escala 76
ESTRUCTURA INTERNA DE UN HUESO DE ZOPILOTE, EN CO RTE LDNGITUDINAL. LA SOL UCION RETIC ULADA
EXPR ESA LA NECESID AD SIMULTANEA DE LIGE REZA Y RESISTENC IA.
EL TAMAÑO IMPONE A LA TORRE Elf fEL EL MISMO TIPO DE SOLUCION .

A medida que las estructuras


crecen en tamaño disminuye su re-
sistencia relativa. Si en las estruc-
turas pequ e ñas la amenaza es
externa (cargas vivas), en las es-
tructuras grandes el peli gro vi ene
de dentro, de la carga muerta. Los
antiguos romanos, según J. E. Cor-
don, apilaban jarrones de barro
dentro de los muros de sus cons-
trucciones, di sminu yendo así sen-
sible mente las cargas mu ertas.
Es ta solución es prec ursora de las
estructuras celulares (sandwich)
en las constru cc iones mod ern as .
A pesar de que, de dos es tructu- A RBOLES GRANDES , UNA SEQUO IA, UN PINO D OUGLAS
y UN PINO PONDEROSA, EVIDENCIAN COMO EL DIAME TR O
ras similares, la más grand e es la
DEL TRONCO DE UN ARBOL AUMENTA CON SU ALTU RA .
más frágil , ex isten excepciones. En
las estru cturas a pres ión co mo con-
tenedores, vela rias, venas y arterias, el papel del volume n y, por lo tanto,
del peso, tie nde a ser des preciable en relación a los de más parámetros (esto
es válido mi entras el espesor de la membrana sea inferior a l/lO del diáme-
tro). En este tipo de estructuras, la tens ión sobre la me mbrana del contene-
dor, generada por la presión intern a del fluido , es tá dada por la siguie nte
relación:

77 Estructu ra y esca la
r: radio de curvatura de la membrana.
p: pres ión (proporcional al c uad rado de
la veloc idad).
d: espeso r de la me mbra na.

De es te aná li s is cabe des tacar las ventajas de las te ndoes tru cturas (co n
base e n me mbra nas) con respecto a las tradicionales estru cturas arqui tec tó-
nicas a compres ión qu e uti-
w
li zan materi a les pesados. u

Las ventajas c recen con el


~
Z

ta ma ño, ya que un a e tru c- j


Q

tma prime ro de be soportar j


su prop io peso para poder
res istir ca rgas .
En el agua , los a nim a les
ma rinos so n . oportados por
SANDWICH DE CARTONCILLO.
un líq uid o, y s u peso e n-
tonces es con tra rrestado por la masa de agua des plazada por s u volumen.
S i ade más, la densidad prom edio de! a nim a l (ma te ri a orgánica y aire pro-
mediados) es igual a la del agua (lo cua l parece se r e! caso de la balle na) ,
e nton ces la gravedad no ti e ne in[Ju e ncia so bre éste. De hec ho, e n e l ma r
e ncontramos an im a les mu c ho más gra nd es de los que se puede n e ncon tra r
e n ti e rra firm e. Pe ro s i a lguno de és tos ll egara a e ncalla r, por accidente,
e n \lna playa, mori ría sofocado por s u prop io peso, como s ucede con las
ba lle nas.

Efecto de escala 78
Un atle ta de dos metros de a ltura y 120 kg de peso es más frágil qu e un
niñ o de un metro de altura. En este caso, el niño es lo doble de res istente
qu e el atleta, ya qu e la relación supeIfi cie/peso en éste es desve ntaj osa; de
hec ho, los niños pueden caer de a lturas s in sufrir daños graves, mi entras
que un enorme jugador de futbol ameri cano puede romperse un a pi erna con
sólo caer de su propia altura (en el niño ayudan ta mbié n los tejidos óseos
aú n no ca lcifi cados, que son más flex ibles y res iste ntes).
El caparazón hueco de los insectos y cru stáceos es una eficaz protecc ión
hasta llegar a cierto tamaño. Para animales de mayo res dime nsiones repre-
sentaría un estorbo, un peso excesivo que comprometería su locomoc ión.
Un in secto de un metro de largo resulta inconce bibl e, ya que el peso de su
caparazón lo inmov ilizaría.

LA ESCA LA IM PO NE CAMBIOS AL MISMO TIPO DE SOLUCiÓN ESTRUCTURAL EN LAS CONC HAS


DE DOS TIPOS DE MOlUSCOS: EN EL EJEM PLO DE LA DER ECHA QUE CORR ES PONDE A TRIDACNA.
ESPEC IE DE 1.20 M DE AN CHO. EL CORRUGADO SE BASA EN MENOS ELEMENTOS y EVITA,
CON CURVAS MÁS SUAVES, TODA POSIBILIDAD DE CONCENTRACiÓN DE ESfUERZOS.

En el elefante se manifi esta el tamaño máximo que un animal puede al-


canzar sobre la tierra firme y es de notar que , a partir de un cierto tamaño,
la naturaleza desecha el caparazón externo y opta por una estruc tu ra inter-
na, el endoesqueleto, redu ciendo así la cantidad de materi al estru ctural rí-
gido, y por lo tanto el peso.

Estructura y escala
Tamaño e intercambios con el medio

Todo intercambio con el medio, a saber: alimentac ión, respiración, elimina-


ción y disipación de calor, es [unción directa de la superficie.
En los an imales de sangre caliente, es decir, de temperatura constante,
la prod ucción de calor es proporcional a la masa y compensa la pérdida por
irradiación, proporcional a la superficie . La relación pérdida/producción
proporcional a S/V, au menta inversamente al tamaño.
El an imal pequeño produ ce más calor (por unidad de masa y en relación
al tiempo) que el grande, compensando así la mayor pérdida de calor debi-
da a su mayor superfic ie por unidad de volumen. Para esto, debe comer con
mayor frecuencia ya que tiene una
masa menor, y es to, a su vez , implica
un mayor gasto de energía de trabajo
(la musaraña enana come al día dos
veces su peso).
En otros términos, el animal peque-
ño tiene un metabolismo relativamente
alto que condiciona s u exis tencia;
EL JERGO DE EGIPTO ES UNO DE LOS MAMIFEROS
se consume más rápidamente, invier- MAs PEQUENOS . DE CLIMA CAlIDO, ES DE NOTAR

te gran parte de su tiempo en buscar QUE SU FORMA , TEND IENTE A LA ESFERA, M INIMIZA
LAS pfRD IDAS ENERGnlCAS POR IRRADIACION.
ali mento y comer. Un anim al de san- No PODRIAMOS ENCONTRAR UN MAMIFERO

gre cali ente más pequeño que la mu- DE ESTE TAMANO EN REGIONES FRIAS.

sara ña no puede exib tir, ya que la


pérdid a de calor supera ría su capa-
ci dad de produ cción de energía. En
los insec tos, el exoesq ue leto es im-
permeable y sellado para reducir al ¡j¡
o
mínimo la pérdida energética por u

irradi ación.
El intest in o del hombre forma un
tu bo largo compactado sobre sí mis-
MIC RO VELLOSIDADES INTESTINALES.
mo en forma de meandro, ofreciendo

Efecto de escala 80
un máximo de superficie de intercambio ,
contenida en un volumen mínimo. Además ,
la superfic ie es incrementada significat iva-
mente por las vellos idades intestinales. w
o
u
Los pulmones tienen un mecanismo simi-
lar que maximiza la superficie de intercam-
bio por medio de involuciones complejas.
El principio de inte rcambio es el mi smo
en toda la naturaleza; ca mbia tan sólo la
solución específica, li gada al tamañ o y a la
complejidad de! organismo. En e! árbol, e l PUL MON. RAMif iC AC IONES VASCULARES.

" intestino" está constituido por el siste ma


de raíces y pelos radiculares organizados con base en la ra mificac ión.
Según Stevens, las raíces de una pl anta de centeno alínean un promed io
de 600 km y contando los pelos radic ulares se llegaría a 11 000 km lin ea-
les. En e! mismo orde n de ideas, los "p ulmones" del árbol están constitui-
dos por el conjunto de hoj as que prese nta una supe rfi cie de interca mbi o
enorme.

~
o
u

Tanto los radiadores de los automóviles como los di sipadores de ca lor, en


los aparatos electrónicos, son dispositivos qu e maximi zan la supe rfic ie ex-

81 Tamaño e intercambios con el med io


puesta al medio, para acelerar la irradiación del calor y enfriar, uno el agua
y el otro los componentes electrónicos; la maximización de la superficie se
logra por medio de un patrón en meandro o ramificado. El mismo esquema
co nforma a las pasteurizadoras industriales, en donde el proceso requiere
bajar bruscamente la temperatura de la leche de 100° a 40° C.
La capacidad de absorción de una toalla es debida a la enorme superficie
que ofrecen los múltiples hilos en forma de ojal que sobresalen de la trama.

Locomoción y tamaño

Según Spencer, citado por D'Arcy Thompson, de dos peces similares de ta-
maño diferente, el pez grande tiene ventajas para desplazarse con respecto
al chico, ya que la energía disponible para la locomoción es proporcional a
su masa mi entras que la fri cc ión (resistencia al avance) es proporcional a la
superfici e.

W '" R • V2 en donde W es el trabajo, R es la resistencia y V la velocidad.


y 2", WfR ~ V 2= Uf U V = raíz L. V2", WfR ----"7 V2", Uf U V----i> v'L

Un pez gra nde tenderá a desplazarse más rápidamente, a caeteris pari-


bus, que uno chi co, pero sólo en proporción a la raíz cuadrada de su largo.

Cabe só lo obse rvar qu e, si bien el trabajo W es proporcional al volumen


(~ n un motor depende del área del pistón y de su longitud; en un animal, de
la secc ión del mú sc ulo y de su largo) , la potencia in stantánea disponible

Efecto de escala 82
varía con la superficie de oxidac ión (en los animales los pulmones y e n una
máquina la superficie de la caldera o el carburador).
El pez gra nde será más veloz en la medida en qu e presente una supe rfi-
cie pulmonar ad hoc. Los barcos pe troleros tie nden a adoptar proporc iones
gi gantescas (supertankers), minimizando la superfi cie de fricc ión por uni -
dad de volumen trans portado, reduciendo así, significativamente, el consu -
mo de combu stible de transporte.

Funciones y tamaño

Desde un punto de vista estric tamente fun cional, no existen diferencias entre
una amiba y un elefante. Los dos organi smos cumplen con las mismas gran-
des fun ciones: alimentac ión e intercambios metabólicos, reproducción y de-
sarrollo, locomoción, eliminación de residuos del metabolismo, protecc ión,
coordinación y comunicación. Lo hacen según los mi smos principios, pero las
soluciones específi cas cambian porque cambia el tamaño. La amiba presenta
una forma adecuada a su escala, que le permite optimizar la relación superfi-
cie/volumen en términos de inte rcambios con el medio y de estructura.
Protección e intercambios son asegurados por la me mbrana exte rna. Al
c recer la amiba, como de hecho cualquier célula, se alte ra el equilibrio su-
perficie-volumen. La me mbrana no basta ya pa ra asegurar el meta boli smo
del animal y la masa es demasiado grande para ser mantenida en cohes ión.
La amiba crece hasta un cierto límite y luego se divide, restableciend o el
equilibrio interfuncional original.
A medida que la naturaleza produce orga nis mos más grandes, la solu-
ción "amiba" sufre cambios: la membrana presenta difere nciac iones locali-
zadas, rigidizaciones, e inclusive las áreas de contacto con el exte rior se
calcifican para cumplir con los requ erimi entos estructurales, mie ntras que
en ciertas zonas permanece elásti ca y se expande por medio de in volucio-
nes internas complejas para satisfacer las necesidades e n alimentación o en
respiración: de manera paulatina aparece una dife renciación funcional que
culminará con la aparición de órganos espec ializados.

B3 Fu nciones y tamaño
L A S PATAS DEL ELEFANTE TIENE N UNA fUNCiÓ N DISTINTA DE LAS DE LA ARAÑA.
EN EL PRIMERO SOPORTAN EL PESO, EN LA ARAÑA M AXIM IZAN LOS PUNTO S DE ANCLAJ E AL MEDIO.

Los caparazones (de crustáceos e insec tos) son variantes articuladas de


la " membrana original".
Con la aparición de formas más grandes surgen necesarios cambios c ua-
litativos: la introducción de un endoesqueleto rígido que, combinado con
una membrana externa elástica, la piel, asegura protección con estructura
de peso notablemente red ucido.
Con la crec iente diferenciación los mecanismos se complican y se espe-
cializan, pero los problemas se resuelven siempre con base en el mismo
principio original. Con la complejidad surge la necesi dad de un sistema
nervioso ce ntral que coordine todos los subsistemas, mismo que, a partir de
un cierto tamaño, requerirá para su óptimo funcionamiento de una tempera-
tura constante, apareciendo entonces los animales homeotérmicos.
No podríamos concebir una amiba
o
del ta maño de un elefante o vicever-
sa, y esto simplemente por razones I
fun cionales.
Sencillez no es sinónimo de primiti-
I
¡¡¡
~
v
vismo, así corno complejidad no eq ui-
vale a optimidad, En este sen tido, es
im portante recordar qu e la naturaleza
M OLA R DE ELEFANTE . A L AUMENTAR EL VOLUMEN
tiende a resolver sus problemas con DEL PASTO POR MASTICAR CO N EL A UMENTO DEL

la" so luc iones más económ icas y TAMAÑO D EL ANIMAL , TIENE QUE AUMENTAR
SELECT IVAMENTE LA SU PERfiC IE DE TR ITURACiÓN.
senci llas.

Efecto de esca la 84
La complejidad aumenta en proporción a la masa y, en proporción a ésta,
decrece la capacidad de adaptación al ca mbio, condi ción sine qua non de
supervivencia. El mecanismo de división celular no es más primiti vo que la
reproducción sexual, es simpl emente menos complejo y, de hec ho, los dos
mecanismos tienen lugar simultaneamente en los organismos superi ores.

85 Funciones y t amaño
CAPíTULO

SupeTjicies
estructuradas

Curvatura

U no de los patrones formativos más importantes e n la naturaleza es el


de la curvatura. Como hace notar P. Steve ns, apa rece en muchos lados:
en el lóbulo de la oreja, e n las hojas de un árbol, e n
las conchas marinas y en los cuernos de las ca-
bras. P. Stevens explica que, aun cua ndo son
complejas y sofi sticadas, todas esas formas deri-
van de un principio constru cti vo elemen tal: el
de la c urvatura.
Si formamos un di sco de espesor consta nte con
plastilina, éste definirá un plano. Si comenzamos a
modelar el centro del
di sco aplastándolo a ma-
nera de disminuir su es pesor
co n respecto al resto del disco,
obtendremos una forma cu rva, un a forma
que Stevens llama de "copa". Es ta fo rma es el
resultado de un crecim ie nto diferenciado del
material: creció más rápidamen te el centro
que el perímetro. Si, a la inversa, hacemos
crecer más rápidamente el perímetro que el
centro parti endo del di sco plano original, obtendremos una forma de tipo
"silla de montar" caracterizada por un perímetro senoid al, conforma ndo
una superficie en contrac urvas.

37 Curvatura
Pa ra de mostra r qu e este prin cipio
es universa l e independi e nte de l
mate ria l, Stevens utili za se is trián-
gulos equilá te ros qu e, compac tados,
constituyen un hexágono. El hexá-
go no defi ne un pla no.
Si se elimina un tri ángulo, uni én-
dose los cin co res tantes por los ca-
tetos, la form a resultante se levan ta rá del plano formando una "copa".
Al retirar un triá ngulo, habremos contraído más el pe rím etro que el cen-
tro, de bido a la configuración del tri á ngulo, que te rmina en punta e n el
ce ntro del conjunto.
Si, por otro lado, agregamos un tri ángul o a los seis ini ciales, el perímetro
hah rá c rec id o más rápidam ente qu e el centro produciendo una forma e n
"sill a de montar" .
De l principio de curvatura se desprenden todas las tipologías de superficies.

Superficies estructuradas 88
La curvatura del espacio

Una hoja de papel no tiene consistencia por sí sola para soportar su propio
peso en voladizo. La hoj a se flexiona y se abate cuando es sos tenida por un
extremo.
Existen dos principios distintos para estructurarla y permitirle soportar
un peso. Una solu ción es c uantitativa: se aumenta la ca ntidad de mate rial;
en este caso es incrementado el espesor de la ho-
ja. La otra solución es cualitativa: se es tru c-
tura la hoja por medio de un cam bi o de
form a, ya sea confirié ndole
una curvatura o efectuando
un doblez.
Esta última tipología de solu ción
utiliza inteligente y económica-
mente el material, estruc-
turándolo por medi o de
la forma y de s u he rra-
mienta, la geometría,
mientras que la primera
solución sustituye calidad por
cantid ad.
M. Salvatori explica que, al cambiar la forma
de la hoja de papel, se reparte mejor el materia l alejándolo
del eje neutro donde no es necesario, inc rementando así
su momento de inercia. Según el au tor, una hoja doblada
en V equivale a una viga cuya altura es igual a la del trián-
gulo formado por la V y cuyo ancho equivale a la
suma de la proyección horizontal de los espesores ESTA VAINA DE 45 CM DE LA

de las dos caras de la V fAMILIA DEL EJOTE AC USA UNA


ESTRUCTURACiÓN DE SUPERfiC IE
Al doblar el papel ya no es su espesor el que MUY ACENTUADA CON BASE EN

resiste a la flexión sino el espesor de la forma ob- CORR UGADOS. EL TAMAÑO Y


EL PESO IMPON EN ESTA SOLUCiÓN
tenida con éste . Ya no es el material el qu e traba-

89 La cu rvatu ra del espacio


ja, si no la estru ctura hec ha con el material. El con cepto detrás de las su-
pe rfic ies es tructuradas es la res istencia por la forma .
Las superficies estru cturadas se di viden básicamente en dos grupos: su-
pe tf ic ies co ntinu as y superfi cies con ri gidizac iones localizad as.

Superficies continuas

Son superficies do nde no hay acc id ent es o cambios bruscos de forma. La


contin uidad es una ventaja estru ctura l ya que permite la flui -
dez de los esfuerzos, ev itando su concentración en sectores
particulari zados de la superficie.
Las superficies es tructu radas continuas son
ge neradas por la curva tura del plano.

SILLA DE UNA PIEZA EN FIBRA DE VIDRIO . tsTA APROVECHA


LA MOLDEABllIDAD DEL MATERIAL Y PROPONE UNA ESTRUCTURA
MUY RESISTENTE CON BASE EN DOBLES CURVATURAS. DISENO: PALLE SEIERSEN.

S uperficies d e curvatura simple

Son s uperfi cies desarrollables: surge n del plano y por lo tanto pueden re-
gresar a él, co mo e l ci lindro, el cono y sus secc iones. Estas superficies
abiertas, por defin ic ión, ofrecen sus mejores carac terísticas estructurales
cuando son cerradas pa ralelamente al plano de la curvatura, ya que tanto
la versio nes abiertas como los ond ulados requi eren de un sistema comple-
mentari o que les permita mantene r su forma, evita ndo que se aplan en
cuando son sometidos a ca rga.
Aun cerradas, estas fi guras so n menos efi caces que las qu e están form a-
da" po r dos curvaturas, ya que, co mo so n ge neradas por un a recta en rota-
ción , ésta puede, bajo esfue rzo, convert irse en bisagra y p rovoca r colapso

Superficies estructuradas 90
de la estructura s i la membrana
fuera muy delgada .
La naturaleza evita es te tipo
de estructuras y aun en aq ue-
llas largas y aparente mente ci-
líndricas, utiliza estratagemas
para evadir la presencia de rec-
tas . Los huesos, por eje mplo,
IGLESIA DE PAM PULHA. BELO HORIZONTE, BRASI L. EL TECHO ESTA
no tiene n una sección continua, ESTRUCTURADO CO N BAS E EN CURVATUR AS SIMPLE S.
de suerte que el pe rfil no es
nunca una recta, y es común e ncontrar huesos de sección intermed ia entre
el círculo y el triángulo en donde la sección de un ex tremo es tá desfasada
con relación a la del extremo opuesto.

Supeificies no desarrollables

Estas superficies se caracterizan por dos c urvaturas.


Son, evidentemente, más es tables, más resistentes q ue las superficies
desarrollables, ya que, como no surgen del plano, no tienden a aplanarse.
Dentro de esta categoría se incluyen algunas superficies de revolución
como la esfera o sus secc iones ge neradas por una forma rota nd o alrededor
de un eje. De la mi sma manera se obtienen superficies de revol ución para-
bólicas y elípticas.
Así como la esfera, toda superficie de revolución es desc rita mediante
dos componentes constructivos: los meridianos (secc iones verticales radia-
les) y los paralelos (secciones horizontales paralelas).

91 Superficies no desarrollables
Las superficies esferoidales completas constituyen óptimos contenedo-
res. De hec ho, en la técnica, se utilizan con frecuen cia esferas completas
como contenedores de productos químicos, aunque cada vez más se tiende
a diseñarlos en forma de gota de agua: ésta adopta la forma adecuada en
fun ción de una óptima repartición de tensiones que contrarresta la atrac-
ción de la gravedad.
Otro tipo de superficies con doble curvatura son los toros, que M. Salvato-
ri llama superficies de traslación. En este caso se trata de una sección circu-
lar, elíptica o parabólica, sometida a traslación circular en tomo a un eje.

, 1
Q.

~E- .. . _. __ _

T ORO.

La traslac ión de una parábola sobre un trayecto parabólico produ ce un


paraboloide elípti co, cuyas secciones horizontales forman elipses. Si las
dos parábolas son idénti cas, entonces la superficie cubre un área cuadrada
y sus secc iones horizontales se vuelven círculos . Según Salvatori, ésta fue
un a de las primeras formas usadas en la construcc ión de coberturas ligeras.
La famosa hiperboloide parabóli ca res ulta de la traslación de una pará-
bola sobre otra, pero en sentid o opu es to . Las seccion es horizontales de esta
su perfi cie definen las dos ramas de la hipérbola que le confieren su nom-
bre. La hiperboloide parabólica es un caso particular de las superficies en

Superficies estructura das 92


forma de "silla de montar" , que son generadas por cualquie r tipo de curvas
opues tas (círculos, elipses, etc.). Esta superficie y sus variantes son muy
comunes en la naturaleza. El se millero de la jacaranda, por eje mplo, es una
estructura muy resistente con base en las contracurvas (curvas opuestas)
producidas por la forma "silla de montar" y s us compl ejas variantes.
La hiperboloide parabólica
tiene una ventaja de cons-
tru cción sobre c ualqui e r su-
perfi c ie en forma de "silla de
montar", y es qu e puede ser
construida por medio de dos
siste mas de rectas. Por esta
razón , esta superficie forma SEMILLERO DE JACARANDA.

parte de las llamadas regla-


das , aquellas que pu ede n ser desc ritas por medio de s istemas de rectas;
que son generadas por el deslizami ento de los dos ex tre mos de una recta
sobre dos curvas separadas. En el caso de la paraboloide hiperbóli ca, las
dos c urvas son rectas.

Superficies regladas

Esta categoría inclu ye a las supelfi cies conoidales, generadas por el desli-
zami ento de una rec ta cuyos extremos se apoyan sobre dos curvas diferen-
tes. El cilindro es un caso partic ular de este tipo de superficies.
Las superficies conoidales tienen las mi smas desventajas que el cilindro:
necesitan de marcos o s iste mas complementarios que les permitan mante-
ner su forma c uando son sometidas a esfuerzos, evitando que se abran o se
colapsen.
Los conoides, formados por el deslizami ento de una recta cuyos extre-
mos se apoyan , uno sobre una curva, el otro sobre una rec ta, so n cualitati-
vame nte diferentes de las superficies conoid ales, ya que desc riben otras
curvas.

Superficies regladas
Existen diferentes conoides segú n sea un círculo, una elipse o una pará-
bola lo que los genere, pero tienen las mismas características. Según Salva-
tori, estas s uperficies forman excelentes cubiertas en voladizo, cuando
están suj etadas por el ex tremo curvo.
Una recta incli nada desli zándose sobre dos círculos paralelos descri be
una superfi cie llamada hiperbo-
loide de un manto. El perfil de ci

es ta estructura mu es tra las dos


ramas de la hiperboloide. Se
pueJe lograr esta estruc tura
por torsión, a parti r del cilin-
dro. Esta form a aparece fre-
cuentemente en la naturaleza,
por ejemplo, en las estructu-
ras largas como los huesos.
Según C. Bombardelli, las tra-
bérulas óseas (Jos segmentos
df' l tejido esponj oso óseo) tie- v-
nen forma de hiperboloid e de

Superfi cies es tructu radas 94


un manto, fonna particularmente resistente a esfuerzos
axiales. Segú n el autor, las trabéculas soportan cons-
tantemente compresión axial.
E n el ca mpo de la técni ca, las hiperboloides de un
manto son extensamente usadas en la construc-
ción de ton es de enfriamiento. Las estructuras
regladas, fác ilmente construi bles por medi o
de segmentos rectos, son priv ilegiadas por la
arquitectura y la ingeniería civil.

CONVOLUTA HElICOIDAL.

ESTADIO OLlMPICO DE T OKIO, OBRA DE K ENZO TANGE.

95 Superficies reg ladas


Supe¡ficies con rigidizaciones localizadas

Estas superficies se carac terizan por ser discontinuas. Son, en princIpIO,


menos efi c ientes que las superfi cies continuas debido a que las rigidizacio-
nes loca li zadas constituye n focos potenciales de
conce ntrac ión de esfu erzos. Sin embargo , los pro-
cesos de fabricac ión no siempre permiten la cons-
tru cc ión de una superfi cie continua, sobre todo
tratándose de es tructuras con lám ina metálica.
La es tru cturación simple de una lá mina de me-
ta l se logra ya sea por el doblez de los bordes, lo
cual forma un marco que
aum enta e l "espesor" estructural de la lámina, o
por medi o de nervaduras en forma de canal
que, aparte de aumentar sensiblemente el
espesor útil del material, dividen la superfi-
c ie en sec tores.
La sec torizac ión , cuando no afec ta la cohe-
sión o continuidad en el material, ti ene una
ventaja estructural: permite la división del pro-
blema en s ubproblemas, disminuyendo así los esfu er-
zos , sob re todo, en las s uperfi cies s usce ptibles de
fl ex ión cuyo es pesor debe aument ar con la po-
tenci a 3/2 (1,5) del largo, debido al efec -
to de escala. Al sec torizar, redu c imos
la neces idad de aumentar el espesor.
La superficie trabaja ya no como
una sola superficie grande, S ll10
como una serie compacta de pe-
qu eñas superficies. El aspec to
críti co del problema se centra en-
too ces en la continuidad o cohe-
sión e ntre pequeñas superfi cies. SECTORIZACION y CORRUGADO.

Superficies estructu radas 96


E xisten dos grupos cualitativa-
me nte distintos de ri gidizaciones lo-
calizadas: en torno a una línea y en
o
torno a un punto. En las ri gidizacio- o

nes en torno a un a lín ea, las rec tas


§
deberían ser evitadas por constituir
!
pote nciales bi sagras o ejes de abati-
miento, que facilitan el cedimi ento
PLAsTICO ESTRUCTURADO EN TOR NO A LINEAS .
de una superficie bajo carga .
La naturaleza utili za de manera exte nsiva la estructuración localizada en
torno a puntos. Este principi o sati sface la sectori zac ión y ti ene la ventaja,
con respec to a la rigidizac ión en torno a una línea,
de se r más económi ca y menos disconti -
nua. La cáscara de la castaña se estruc-
tura con base en este princIpIO
comb inado con la form a global del fruto
que ti ende a la esfe ra. Fre i Olla retoma
este principio y, combin ánd olo con las
contracurvas, genera la cubi erta del Pabe-
LA CASCARA DE LA CASTANA
ESTA ESTRUCTURADA POR ESPI NAS . llón ale mán de la Expo 67 de Montreal.

ENVASE DE PLÁSTICO ESTRUCTU RADO


CON BASE EN PUNTOS.

97 Superficies con ri gidizaciones localizadas


Placas estructuradas

En el caso de las placas estructuradas, la superficie es es tructurada me-


di ante un sistema auxili ar de nervad uras. Desde un punto de vis ta concep-
tu al, no se trata ya de un a supelfi cie estru cturada, puesto que intervi enen
dos sistemas diferent es: el espesor toma un a im portancia parti cular.
Las hojas de un árbol ofrecen un buen ejempl o de es te principio: la su-
perficie se susten ta en una red je rarqui zada de nervaduras .

...., ....
-

... -..
..- .-
........ --.--
~

H OJA DE PLATANO. PLAC A ESTRUCTURADA FORMADA POR EL .. ENTRETEJI -


DO " DE SUPERFICIE S CON TENSIONES COMPENSADAS.

La arquitec tura ofrece varios ejemplos de este rec urso para refor zar s u-
perfi cies mu y delgadas. P ier Luigi Nerv i, ingeni ero italiano, recurri ó am-
pli amente a esta solu ción, co mo lo muestra la pérgola a
la entrada del edifi cio de la UNESCO.
Nervi se inspiró en los di agramas
de es fu erzo de los sistemas de trabé-
culas óseas pa ra la di sposición de dichas
nervadu ras.
Las bóvedas de las ca tedrales góti cas muestran
tam bién el empl eo de es te rec urso con structivo
comb inado con con tracurvas.
PrRGOLA UNESCO, PARls .

Superficies estructuradas 98
BÓVEDAS EN LA CATEDRAL DE BRISTOL,
INGLATERRA.

ESTAC iÓN FERROVIARIA DE BERLAAGE . EL TECHO


ESTA ESTR UCTURADO POR MEDIO DE UN
COR RUGADO QUE, ADEMAS, ES SOPOR TADO
POR " NERVADU RAS" TRANSVER SALES,
PERPENDICULA RE S AL PLANO DEL CORRUGADO.

Superficies estructuradas complejas

Las más de las veces, e n la naturaleza como en la técni ca , se combinan di-


fe re ntes prin cipi os de estru cturación e n un a s upe rfi c ie: form a, ri gidi zac io-
nes localizadas, nervaduras.
En el agave, las hoj as, s upe rfic ies res iste ntes a la flex ión en cantilé ve r,
presentan form a de conoide
y por lo tanto dobles curva- s
>
turas, ad e más de te rmin ar .~
e n punta, lo que les pe rmite 15
º
di sminuir el espesor confor-
me a vanzan hacia el extre-
j
mo y generar un punto que
te ns iona el resto de la hoj a,
Ciertos hon gos presentan
form as cercanas a secc iones

99 Superfi cies est ructuradas comp lejas


de esfera combinadas con un sistema
de placas perpendiculares que les
confiere estructura.
La cubierta del Palacio de los De-
portes de la Ciudad de México está
estru cturada por varios principios si-
multáneos: forma global esferoidal
SECCIONES DE AGAVE .
(doble curvatura), sectorización , ri gi-
dizaciones loca lizadas en torno a puntos y nervaduras formadas por una re-
tícula que se superpone a la estru ctura , uniendo las placas entre sí, lo cual
confiere cohes ión al conjunto.

PALACIO DE LOS DEPORTES. M tXlco. Df.

La superficie ex terna de las cactáceas esferoidales mu estra diferentes


prinei pios es tructurales: contracurvas, ri gidizac iones localizadas en torno a
lín eas, pun tos, etcétera.
E 1 este cac táceo la estruc turac ión es lograda por:

1. FORMA GLOBAL ES f EROIDAL CON 2. ESTRUCTURA CiÓN EN TO RNO A PUNTOS


SECTORIZACIONES . (ESPINAS).

Su perficies estru ctura das 100


3. G EODE SIA . 4 . C ONTRACURVAS .

En la técn ica abunda el uso de su perficies onduladas, corrugadas, et-


cétera.
Gaudí hizo una signifi cativa
innovación en los ondulados
que consiste en el desfasamien-
to de las ondulaciones. Esto evi-
ta la presencia de las rectas,
inherentes al ondulado simple,
que constituyen potenciales bi-
sagras. De esta manera se pue-
ONDU LADOS DESFASADOS. GAUDI.
de di sminuir el es pesor de la
superficie ondulada.
Sin embargo, nadie mejor que
Le Ri colais entendió el uso de hs
láminas onduladas. Utilizando on -
dulados muy delgados pero s uper-
puestos y cruzados a 90 grados, Le
Ricolais logró generar superficies
muy ligeras y resistentes qu e, e n
este caso, convendría llamar pla-
cas, por su naturaleza compues ta.
Estas placas funcionan como el lri-
play, que está constituido por ca -

)1 Superficies estructuradas comp lejas


pas en donde las fibras son alternati vamen te desfasadas a 90°. El sistema,
lla mado Isoflex por Le Ricolais, fue aplicado a supel{i cies planas y tubos
para su uso en pu entes y macroes tru cturas.

SISTEMA ISOfl EX EN TU BOS.

Superficies estructuradas 102


CAPíTULO

Estudios de caso

Sistemas de manipulación

E n el CRSN (Centro de Investigac ión de Es tru cturas Naturales) del Isti-


tuto Europeo di Design de Milá n, fuero n estud iados la
trompa de elefante y los sis temas caudales de peces,
con miras a desarrollar un brazo ro bóti co, económico
~
'''[). \ i /---
F ~~(
y versátil, dirigido a usos cualitativos de ntro y fuera ;.-¡"r . \ \ 7~Á:~
~ 3i
/)...;.~'1~.
\ a::
U
."~' ~ iI;"..sV ,
de la indus tria . '~ \-
,t .·- \\)1/
Según Bombardelli , la trompa de los elefantes ! \(J
I
está co mpuesta de músc ulos longitudinales y ro -
circul ares de diferente largo, que otorgan a di-
c ho apéndice una gran li bertad de orien tac ión y
posicionamiento. Los músculos lon gitudinales, to-
dos proveni entes de la zona cra neana , tienen puntos de
fijación a diferentes altu ras con respecto a l eje longitudin a l.
Por la contracción y relajación alternada de es tos músculos, que tra bajan
como tensores independien tes, la trompa puede moverse con extrema liber-
ta d y alcanzar c ualquie r punto de ntro de la esfe ra desc rita
por su largo, as umie ndo complejas co nformac iones c urvas .
Las vértebras caudales de algunos peces son elementos
modulares, unidos sobre el eje longitudinal de fle-
xión por la cue rd a cauda l. El nervio esp in al y la
aorta dorsal, órganos de tra nsmi sión de flui-
dos y funcion es vitales, pasan por el eje neu-
tro donde los esfuerzos de flexión son

103 Sistemas de manipulación


mínim os. El li ga mento longitudin al que permite la fle-
xión de la columna está alejado del eje ne utro para así
aumentar la palan ca y optimi zar la flexión del sis te ma .
I Las ventajas del brazo robótico propuesto, con respecto
a un brazo m1iculado convencional, son las siguientes:

~
• Modul arid ad de los componentes, lo c ual permite
a batir costos de producción, así como adec uar el largo
z ~ de l brazo a las neces idades espec íficas de operac ión.
:Q :::::;:"
u • Max imi zación del espacio operativo y minimiza-

ción de las zonas mu ertas


(zonas de i naccesibil idad dentro de la esfera des-
crita por el brazo).
• Los movi mi entos sigue n la trayec tori a más econó-
mi ca pa ra alcanzar un punto de termin ado, me-
di a nte un s iste ma de control ex tremadame nte
si mpl ifi ca do.
• Pos ibilidad de supe ra r un obstác ulo sin tocarlo.
• La secc ión tra ns versa l reducid a permite el acceso
a espac ios ex iguos o s inuosos.

Terminal operativa de prensión

La observación de siste mas


pren s iles en varios anima-
les llevó al di seño de una
te rminal altame nte ver-
sátil para el brazo, cons-
titu ida por tres dedos
qu e prese nta las S I-

gui entes caracte rísti cas:

Estudios de caso 104


• Prensión fina en los extremos de los dedos, para objetos de pequ eñas di
menSlOnes.
• Prensión gruesa con el cuerpo de los tres dedos, a uxili ada por un sistema
de coji netes (inspirados e n las pa tas de las aves) qu e se adaptan a la for-
ma del objeto manipulado
• Pre nsión por succión para obj etos grandes y plan os, posibilitada por un
mecanis mo de succ ión s ituado en los extremos de los dedos.

La terminal acumula el máxi mo de fun ciones de pren-


sión, optimizando la versatilidad y adaptabi lidad a situa-
ciones func ionales dife rentes.

'a= ~
7 '- ~
i l'

105 Sistemas de manipulación


Brazo mecánico basado en el brazo de cangrejo

Al obse rvar un brazo de cangrejo se pu ede aprec iar la gran movilidad que
ti e ne, sorpre ndie ndo e l hec ho de qu e, a pesa r de es tar conformado única-
me nte por pi ezas y a rti c ul ac iones rígidas, el co njunto res ulta suma mente
elást ico.
Las pi ezas de l brazo son rígidas porque el cangrejo tie ne un esquele to
exte rno, y las a rti c ul ac iones son limitadas a un so lo mov imi e nto (un movi-
mi e nto e n un pla no ú ni co) que sólo pe rmite e l desp lazamie nto angul ar. E l
usa r e le me ntos rígid os conectados por bi sagras en forma convenc ional lle -
varía a un mecani s mo qu e só lo podría alcanzar los puntos colocados e n una
trayector ia es pira l s itu ada e n un p lano único.
El brazo de cangrejo no prese nta la limitación a nte rior, y puede alcanzar
casi c ualquier punto e n un es pac io de acción esfé ri co, de diám etro equiva-
le nte e n proporc ión al brazo del hombre, s in rec urrir al complejo mecanis-
mo de a t1i c ulac ión qu e e ·te últ imo presenta.
E l resultado descrito se logra por la angulac ión de las bisagras: el eje de
gi ro de la a rti c ulac ión en un ex tremo de c ualquier sección está desfasado,
a ngula rme nte con respecto a l otro extremo, con los dos res ultados siguie ntes:
1. El mov imi e nt o de un a secc ión c u-
bre un pl a no, pe ro a l conjunta r-
se con e l mov imi e nto de las
secc iones an te ri ores logra a ba r-
ca r var ios pla nos co nsec ut ivos, lo-
g rán dose c ubri r un es pac io tridime ns ional.
2. Cuando se so me te un e le me nt o ab isag rado
co nve nc ional a fl ex ión e n ca ntiléve r, e l es-
fue rzo ti e ne que se r soportado por el ele-
me nt o ten s ionan te: a l soste ne r un hombre
un peso con la mano, el biceps resiste
cas i tocio el esfu e rzo, pe ro c uando las
bisagras es tán des fasadas, entonces el
elemen to rígid o absorbe la fl exió n, re-

Estudios de caso 106


levando a los tensores (músculos, ten-
dones, etc.) de gra n parte de la soli -
citac ión mecá nica y permitiendo
entonces reducir el volume n y la
impoltancia de éstos.

Los EJES DEl GIRO FO RMAN ÁNGULOS CO NVE RGEN TES


DE O RIE NTA CiÓN CENTRIFUGA .

Esta observación es particularmente releva nte


para macroestru cturas como palas mecáni cas o
grúas, e n donde, en la actu alidad, los segmen-
tos ~e arti culan según ejes de giro horizontales
y parale los de forma que los momentos de
flexión se ac umulan y, deb ido a la enor-
me masa del s istema, se requ iere enton-
ces de sistemas compensatorios
imrOlta ntes (te nsores y, o, pi ·tones hi-
dráulicos) para soportar el canti léve r.
PROYECTO: ANTONIO H ENAINE, ASESOR:
FABR ICI O V AND EN B ROECK.

Huesos y estructuras

La es tructura de los hu esos es uno de los temas rec urre ntes en la bióni ca
por el interés qu e las estructuras li geras presentan en el ca mpo de la cons-
tru cción. Los hu esos, co mo las conc has y capa razones, son estruc turas mu y
sofi sti cadas qu e solu cionan prob le mas co n el mínim o de ma te ri al.

107 Huesos y est ructu ras


Cargas y esfuerzos

Desde el punto de vista biomecá ni co, las fuerzas se divide n en:


• Cargas o fu e rzas ex te rn as qu e actúan sobre una estructura.
• Esfue rzos: efecto de las ca rgas dentro de la estructura (reacción de la es-
truc tura) .
Ex isten cinco tipos de cargas: tensión, compresión, corte, flexión y torsión,
a unqu e e n rea lidad toda ca rga pued e reducirse a una combinación local de
tens ión y compres ión, esfu e rzos opues tos por defini c ión. En la mayoría de
los casos, estos dos esfuerzos se combinan y son interdependientes (la ten-
s ión en una parte de un objeto provocando la compres ión e n otra).

TENS iÓN C OMPRESiÓN CORTE

/
T ORSiÓN
FLEXiÓN

Estudios de caso 108


El diagrama de un a viga e n flexi ón
expresa dicha interdependencia: las
fibras en la cara inferior de la viga --- -----------
tienden a extenderse, ma nifestand o
esfuerzos locales en tensión, mie ntras
que en la cara supe rior las fibra s se
arrugan: trabajan en compresión.
Como tensión y compresión son
opuestas y se a nulan , se deduce que a
medida que las fibras pasen de la cara
en compresión a la cara e n tensi ón,
paralelamente al eje longitudinal de la
viga, di sminuirán los esfue rzos de
compresión hasta an ularse, dando pa-
so a un esfuerzo progresivo de tensión .
El eje longitudinal de la viga dete rmina una zona neutra donde el mate-
rial no sufre esfue rzos, lo cual se evidencia por medio del s istema de estáti-
ca gráfica: las líneas de te nsión (trazo punteado), idén ti cas y opuestas a las
de compresión (trazo co ntinuo), constituyen estos dos sistemas de líneas
parabólicas que se intersectan a 90., determin ando el eje neutro.
Por otro lado, la zona en donde las líneas de te nsión o de compresión
tienden a acercarse más una a otra, determina la zona de mayores esfue rzos.
En el ejemplo de cantiléver, las líneas de esfu e rzo se expresan así: inme-
diatamente debajo del eje de la carga, las líneas de compresión tienden a
describir una parábola que se descarga sobre el muro , en la parte infe rior
del plano de contacto.
Las líneas de esfuerzo, más densas en la vecindad del plano de contacto
con el muro, delimitan el lu gar donde la viga se rompería con un exceso de
carga. La forma de un objeto refleja los esfuerzos que lo moldean. Se puede
eliminar una cantidad importante de material limitándolo a aquellas zonas
en donde el diagrama de esfuerzos lo requiere.
Los huesos largos como la tibia son estructuras res istentes a la fl ex ión y
a la torsión , co mbinación de cargas muy frec uente en la na turaleza.

109 Huesos y estructuras


M ODELO DE INTERAC ClÚN TEN SIÚN-COMPRESIÚN.
EN C ANTIL'VER .

Dos tipos de material con- &======:=~


forman el hueso: _ - - - '=
• Hu eso co mpac to, co ncen-
trado e n la zona de l plan o
medio transversal del hu eso y cuyo espesor disminuye ha cia las extremi-
dades.
• Hu eso poroso, evidente e n las ex tremidades.
Se constata lo sigui ente:
• El eje ne utro desprovisto de ma terial estru ctural e n torno al eje longitudi -
nal del hueso.
• El material poroso, cuya estru ctura aparenta desorde n, sigue e n realidad
las líneas de esfu erzo, resaltando los sistemas parabólicos antes descritos .

ji
'"v

Estudios de caso uo
De esta ma nera , el hu eso maXlITIl Za la superfi cie de
apoyo y de arti culación, (extrem idades) ev itando, gra-
cias a un material poroso, un incre-
me nto excesivo de material y, por
lo tanto , de peso.
El hu eso evita el ¡Zambea (fle-
xión provocada por una compre-
sión) trabaja ndo como una
hiperboloide de un manto: ofrece
una a mpli a superfi cie de apoyo e n sus ex tremidades,
repartiendo la ca rga para evita r pres iones locali zadas
y focalizándola e n el plano medio tran sve rsal, la zona
más estructurada.
En esencia , los hu esos la rgos represe ntan estru c-
RECONSTRUCCiÓN
turas altamente eficie ntes (elevada res istencia por
DE LAS SUPERfiCIES GE NER ADAS
unidad de peso) . POR LOS SISTE MAS DE ES f UERZOS
EN LA TIBIA HUMANA.

H ANGAR. AEROPUERTO DE O WIETO, ITALIA. M ODELO EN ACRllIC O


OBRA DE PIER LUIGI N ERVI. DE LOS PLANOS ISOSTÁTICOS.

111 Huesos y estructuras


AUDITORID DE BIDlDGIA. U NIVERSIDAD DE FREIBURG 1M BR EISGAU. RDA .

MODelO RADIAL DE LA INTERACCiÓN DE TENS iÓN Y CO MPRESiÓN.

Estud ¡OS de caso 112


Pterigoides de pitón

Desprovis to de mi e mbros an te ri ores, el pitón


cuen ta con un s is te ma c ráneo--maxilar que le
permite atrapar y tragar animales c uya talla
supera, por mucho, el tamaño de su cabeza.
Logra esto por medio de una pi el ex tre mada-
mente elástica y de un siste ma de hu esos, articu-
lados entre sí, que permiten una gra n libertad de
movimientos.

eRÁNE O DE PITÓN

Los músculos principales que acc ionan la mecá ni ca cran ea l conve rgen
sobre un hueso, el pterigoides , hac iendo de éste un a de las pi ezas más ex-
puestas a cargas. Estas cargas son mu y importantes ya que el grado de 1i-
bertad de los elementos del cráneo es compe nsado por un gran volumen
muscular.

PTERIGOIDES DE PITON, VISTA SUPERIOR .

113 Huesos y est ructuras


PrERIGOIDES DE PIT6N . VISTA INfERIOR

A pesa r de s u apare nte frag ili -


da d , la es tru ct u ra del hu eso pte ri -
go id es es tá ó pl irna men te resue ll a.
Es tudi os de la tipología de ca rgas a
la cua l Jos mú sc ulos lo e xpon e n,
fu ero n co nfro nt ad os ro n la fo rma de l
hu eso. grac ias a l s is te ma de está ti ca
grMica, ll egá nd ose a la conc lus ión
de qu e la fo rma es ('o ns is te nte con
la fun ció n.

Estudios de caso 114


Prue bas empíri cas con base en la ten sión superfic ial, lleva das a cabo
con agua jabonosa, demostraron que el hu eso constitu ye una estru ctura mí-
nima (en términos de material). La forma del pteri goides, resultado de la in-
teracción de tres curvas senoidaLes, ofrece las sigui entes característi cas
estru cturales.
• En el sentido longitudinal el
hueso se divide en dos par-
tes, de manera qu e siempre
hay una trabajando en com-
presión y la otra en tensión,
dirigiendo los esfuerzos ha-
cia el centro geométri co del
hueso.
• La estructurac ión sinoidal es
un a solu ción part icularmen-
te eficaz para absorber los
momentos de torsión genera-
dos por esfuerzos qu e no es-
tén alineados con el ej e de
la estructura (lo cual gene-
ralmente es el caso de las si- M ODE LO SIM tTRICO
tuaciones dinámicas) . DEL PTER IGOIDES DE PITON.
PROYECTO: FAB RICIO V ANDE N B ROECK .

115 Huesos y estructuras


Las senoides confi eren al hueso tensiones internas en diferentes sentidos
que, en contradicción unas co n otra s, generan , en conjunto, una estructura
pretensada , con característi cas a la vez de elasticidad y resistencia.

SILLA DE fiBRA DE VIDRIO DESARROLLADA


A PARTIR DE LA ESTRUCTURA DEL PTE RIGOIDES .

Semillas voladoras

Al no disponer de algún modo de locomoción, los vegetales han desarrolla-


do sistemas de dis pers ión de las se millas para maximizar el área de di se mi -
nac ión y, con esto, las posi bilidades de éx ito de germinación . Exi sten
diversos tipos de dispersión , entre las c uales destaca el vuelo.

Estudios de caso 116


VueLo por rotación heLicoidaL

Ex isten varios s iste mas de vuelo e n el reino vegetal. Uno de estos, sobre to-
do en se millas rela tiva men te gra ndes y pesad as, es el vuelo hel icoida l. E l
giro del ala produ ce una sustentac ión q ue frena la caída de la semilla .

u
o
fl,
z
5
~
Q

j
T IPOS DE SEM ILLAS VOLAD OR AS .

,
E l trayec to varía según las semI-
ll as, sigui endo en unos casos una he-
li coide cilíndrica y en otros una
cónica. Esta última optimi za la fun-
ción del siste ma: aleja r el punto de im-
pacto con el suelo de la vertical del
punto de desprendimiento. Pe ro, e n c ualquiera de los dos casos, la trayec-
toria es inducida por el viento, que pa rti cipa activa me nte en la di spersión
de las se millas. Según H. Hertel, un viento de 16 mis tra ns purta ría una se-
mill a a un a d ista ncia de 200 111 . cayend o de 10 111. de altura a la veloc idad
de 0.8 mis.

117 Sem illas voladoras


SUSTEN TACiÓN ~
u

~z
FLUJO
DE VIENTO
~
Q
RESISTENCIA
~
SUPERFICIE .1

TRAYECTORIA
DE
CAlDA

•,
, /
I •,
RESISTENCIA
RESISTENCIA

PESO

PESO
HELlCE
PARACAíDAS

PESO SAUC E

PLANEADDR, 1893
Ono LllIENTHAl.

A UTOGIRO, 1840
SIR GEORG! (AYl EY.

III
Estud iOS de caso
Sistema de abastecimiento aéreo de zonas de desastre

En zonas de desastre, como e n el caso de un terremoto , la fase más críti ca


de las necesidades por satisface r corresponde a las primeras 72 horas des-
pués de oc urrida la catás trofe. Los equipos qu e llega n por tierra permane-
cen generalm ente en la periferia del
desastre, en donde la magnitud de las
necesidades les impide avanzar hacia
el cen tro.
Una hipótesis de apoyo a la solución
de es te problema es el abastecimi ento
aéreo de víveres y medica men tos con
base en el sistema de dispersión helicoi-
dal de las semillas de maple. Uno de los
aspectos interesantes de este sistema re-
side en que las semillas tiradas desde
un solo punto elevado, tienden a cubrir
uniformemente un área relativamente grande de ti erra. Se trabajó el plincipio a
nivel experimental con resultados que indican la viabilidad de esta hipótes is a
un costo bajísimo, utilizando cartón prensado.

Semillas con movimiento ascendente

Otro tipo de se millas que correspon-


den a plantas que crecen a ras del
s uelo, desarrollan un patrón de loco-
moción basado en el vuelo ascend en-
te. Éste es posibilitado por la form a
de la semilla, que expone una gran
superficie al aire a manera de fun-
cionar aún con vientos relativamente
mínimos.

119 Semill as vo ladoras


SEM IL LAS VO LADOHAS

SUPERfiCIE

VIEN TO
VIENTO
SUPERfiCIE

t t
RESISTENCIA GIRO DE
2. ÁLA MO RESISTENCI A

1. DIENTE DE L EÓN CAlDA ~


1 EL VUELO SE LOGRA POR EL
VIE NTO
POCO PESO

2. EL VUELO SE LOGRA POR EL


POCO PESO

3. EL VUELO SE LOGRA GRAC IAS

AL PE RFIL AEROOINAMICO
3. SAU CE

Es el caso de la se milla del Diente de león cuya s uperficie pOltante está


constituida por múltiples pelos dispu estos en forma de explosión. En el
Instituto Eu ropeo di Design , e n Milán, fueron desarrollados modelos expe-
rim entales basados en este prin cipio. Se optó por sustituir los pelos de la
se milla por un siste ma de planos que aprovechan la acción del viento, co-
mo en el modelo natural, con interesantes resultados.
La ext rapolac ión del objeto de estudio, en este caso como en tantos otros, de-
he toma r en cuenta el efecto de escala sobre la relación superficie portante/pe-
so. Una extrapo lación formal con base en "pelos" de grandes dimensiones
implicaría un peso excesivo, comprometiendo el funcionamiento.
Las pos ibilidades de aplicación de este prin cipio son múltiples, como,
por ejemplo, un sistema de referencia visual permanente para la localiza-
ción aérea de lanchas neum áti cas en casos de naufragios, sustituyendo a la
pi stola de se ñales luminosas, cuya carga es limi tada en cantidad y en tiem-
po. Actualmente se desarroll a un siste ma de este tipo, pl egable (con un mí-
nimo espacio de oc upación cuando no es tá en uso) y fosfores cente que,
at aJ o a la lancha por medio de un cable y a una determinada altura, resulte
vis ible tanto de día como de noc he.

Estudios de caso 120


El mIsmo te ma de es tu dio pu ede gene ra r dife rentes lec tu ras, según el
á ngulo de observac ión. En mu chas de las se mill as el e vuelo ascend e nte, co-
mo e l di ente de leó n, se ev id e ncia la prese ncia de un eje vertical que te r-
mina con un peso e n su ex tre midad inferior qu e es, de hec ho, la se rnilla. La
fun ción de es te s iste ma de cont rapeso
es la de posi c ionar la se mill a y orien -
tarla en desce nso. E n efec to, la se mi-
lla es levantada por el vi ento o por
corrien tes asce ndentes y cuando és-
tos cesa n, el sist ema desc iend e, a
man era de paracaídas gracias al peso
y a la disposición de la semilla.
El rol equili brador del peso y el eje
fu e ev idenciado por una se ri e de ex-
perimentos reali zados en el Laborato-
rio Assoc iado de Desenho Indu stri al
de Santa Cata rina, Bras il , diri gidos a
minimi zar la complejidad de la su-
perficie portante, reduciéndose ésta a
una s uperfici e cónica perforada.
El contrapeso, cuando se art icul a,
fun cion a co mo pénd ul o oponi é ndose
a la tendenc ia na tura l de la s uperfi cie
a voltea rse. El interés de este estu dio
reside en la fabri cación, a bajo costo,
de siste mas de dispersi ón aérea de
semillas o fertilizantes, en donde el
contenedor juega el papel de contra-
peso, vaciándose progresivame nt e de
su contenid o gracias al movimi ento
pendular.

121 Sem illas voladoras


Estructuras celulares

Elementos estructurales en cactáceos

Los cactáceos, e n ge ne ral, son estructuras predominantement e hidráulicas


en donde la presión interna de los fluidos es eq uili brada por la s uperfi cie
externa que trabaja a tensión. La
forma externa de estas plantas
ti e nde a ser esferoidal. Sin em -
bargo, algunos cactáceos como el
órgano, básica mente estructuras
verticaLes, ramificadas o no, pre-
sentan un "alma" hecha de un
material diferenciado , de forma
cilíndrica, que otorga al conjunto
resistenc ia a la flexión.
ESTRUCTURA CE LULAR DE CACTÁCEO .
A pesar de ser rígido, el mate-
rial es muy li gero debido a que combina dos tipos de ma teriales: unasfibras
Largas en fo rma de banda, res istentes a la
tens ión, que se juntan y se separan alterna-
tivamente formando huecos qu e so n lle na-
dos por un material de baja de nsidad que
juega el papel de separador de fibras.
Este siste ma puede ser s imulado por ban-
das de papel unidas en puntos desfasados
que generan un sistema altamen te resiste nte .
El estudio de un sistema pu ede conectar-
se de repente con una apl icac ión aparente-
men te lejana o, por lo menos, en donde la
analogía sea menos eviden te. En es te cas o,
el te ma ele estudio sirve de ca tali zado r y, a
travp _ dp- la mod eli zac ión, sugie re las POS I-

bles aplicacion es . MODELIZACiÓN DEl PRINCIPIO OBSE RVADO.

Estudios de caso 122


Co ntenedor de tomates

Para efec tos de tran sporte los tomates son ge ne ra lme nte a pli cados de nt ro
de cajas de madera de forma ta l qU f' , deb id o al peso y a la fa lt a el e un s iste-
ma adec uado de c ircu lac ión de a ire, se
pierd e has ta un ve inte por c iento a proxi-
mada mente de l conte nid o de la caja (e n
general, las camadas supe rior e inferi or).
A pa rtir del prin cipio de refu e rzo int erno
de las cac táceas, se id eó un s istema de
e mpaqu e de tomates que minimi za los
puntos de cont acto con el frut o reduc ién-
dolo a tres: dos late rales y uno en la pa rte
inferior. Los tomates as ume n el rol de se-
paradores de tiras de papel, deja ndo espa -
c ios qu e pe rm iten la circ ulac ión del a ire.
Cada ca mada está desfasada con res pecto
a la otra y un peq ue ño suaje pe rmite opti-
mi zar el apoyo del tomate en s u base .

.. .. . .
.. ... .
.. .
.....

PROYECTO: A NA M ARIA C UBATAO


Y CLAUDIA D os SANTOS, LABORATORIO
A SSOCIADO DE D ESENHO INDUSTRIAL,
FLORIANOPOllS, B RASil/ASESOR:
FABRICIO VANDEN B ROECK.

123 Estructura s ce lula res


El papayo. un ejemplo de investigación básica

La inves ti gac ión básica, además de contribuir a conformar un acervo de so-


lu ciones a se r ap li cadas en problemas específicos, constituye un a enorm e
fuente de refl exión sobre el tema de la fo rma que permi te replantear y
cues ti onar c rea ti vamente pos iciones y actitudes derivadas de la actividad
proyec tu al convencional. Al abordar un tema de estudio biónico, la aten-
ción se fo ca li za sobre un punto es pecífico de interés, generalmente el más
ev iden te, acti tu d derivada de nues tra visión descompositiva e inmediatista,
visión q ue co mi enza a resq uebrajarse conforme se profundiza en el estudio.
E n efec to, el objeto natural constituye una totalidad sin ergética difícilmen-
te reducible a pa rtes, en donde todo trabaja para todo, y cada " parte" se ex-
pli ca en [un ción de las demás, evidenciando la polifuncionalidad de la
forma natural en desafío a la activ idad proyectual en donde generalm ente
se res uelven problemas co n solucion es aisladas.
En el s igui ente es tudio, ori entado hac ia la comprensión del cambio de
forma en e l papayo, prim ero se detectaron los principales pun tos de interés:
• Es tructura de la rama.
• Un ión rama-tronco.
• Es tru ctura de l tron co.

¡
.- .~

Estud ios de caso 124


Estructura de fa rama

A Clll\W\TVI,I. ttM (lfOffOGF¡;EA PO~~Uf


(~'A ¡,,~ P~ /lAHf ¡OF~E ~ gAO
PI "lOA FO«JA Pl /f' 7f /lIIPAP/
f ~E/fIlr O "fl~ r/l 1F 11'
r ~ o rxPERI/'IEN TD A,IIA1\Q
~fI A~" AO IE U ! /' o,
" MVLOV - I r n ' Rr}( IMfr;T O ""
lV'I)Tf APE,,-'I) )08 N, l¡J AA ~

Las ramas de todo árbol tienen un largo determ in ado por el lím ite elást ico
del material. La función de las ramas es alejar las hojas del tronco pa ra op-
timizar la ocupación del espacio y logra r una exposición uniforme al sol.
Las ramas crecen mientras se pueden
alejar del tronco. Sin embargo, a par-
tir de cierto tamaño empiezan a fle-
xionarse debido a su peso, de man era
que el crecimiento longitudinal ya no
aleja más las hojas del tronco.
Después de un largo críti co, el pe-
so acumulado hace que la punta de la
rama, en vez de alejarse del tronco, se
acerque a éste. El largo críti co corres -
ponde al límite elástico del mate rial
que en los árboles es, de hecho, opti-
mizado por medio de secc iones decre-
cientes.

125 El papayo, un ejemplo de inves ti gación básica


En e l pa payo es pa te nte un meca nis mo dife re nte ya que se observa, des-
pués de Ull pun to de inn ex ió n, el re punte asce nden te de la ra ma: su la rgo
total u pe ra e l la rgo im pu es to por el límite elás tico de lma leri al.
Este hec ho se de be a la ac c ión de l sol qu e, al seca r las fibras de la parte
s u pe ri or de la ra ma, las co ntrae, hac ie nd o qu e ésta fun cione co mo si tuvie -

o ~ AO lIIUf>!fI ,... PAl\Tr ~" rt1llO~


I'JII'
IlA W~ ~ ) flliI'Io ~ . A) pt ~ II'I\ATA
~ UMA TUlí M>
", ~ rA rA~T'[

NO l 1lV1i1"t " ro m, 110.


~ ll'1IJlOU-JE O~t~ !1 E ~ TO p. ~ ~TF.
~ ~ ~rJ.q po 1QI

Tfl; , ff1 RI '~~ I ( A ¡ , 00


)if'1 UlUo ,' t A p." f't4 [)()
MAI'10f 11(0 l ' /'IJ} ro. ~ u '.IJI
u f1.lU../l1'O íf Uf"! ( AI' u 11
PVf. ( ot1 tJ1-I flL "'- I<fl./'J'f.
NIII) /lAV 1'" 1/1 TI 1(101\
<flr '.M t,.rR! ~""Pr ,

Estudios de caso 126


ra un tensor e n esa región. De esta manera la ra ma puede alejar las hojas
del tronco de manera significa ti va, ev itando el problema del límite elásti co
del material.
Modelos hechos co n dis tintos ma te riales, pvc entre ot ros, mostra ron el
principio c uyo interés reside en sus pos ibles a pli cac iones a estru cturas e n
cantiléver.

127 El papayo. un ejemplo de investigación básica


O TROS ARBOlES CUYAS RAMAS SE PIN HEIRO, BRASIL .
ESTRUCTU RA N SEGÚ N EL M IS MO PR INCIPI O .

Unión rama-ronco

La unión de la rama co n el tronco está de terminada


por las necesidades de ésta. Para maximizar su lar-
go, la rama sale del tronco segú n un ángulo ascende n-
te de 75 grados . Aq uí, la a nalogía con el tiro
parabóli co es eviden te: el lanzam iento de un peso se
efectú a según un á ngulo ascendente, para max imi zar
el alcan ce .

Estudios de caso 128


E l ángulo de 75 grados genera a utomáti-
ca me nte un a depresión en la pa rte supe-
ri or de la unión y una zona tensionada,
qu e ti end e a conforma r una arista, en la
pa rte inferi or. Di c ha ari sta fun c iona como
una ménsula en un e ntre paño, y la intersec-
c ión rama-tronco adopta así una fo rma de co-
razón, forma inte rm edi a en tre e l c írculo
(economía, óptimo mome nto de inercia) y el
triángulo (es tabilidad, óptima secc ión de
ca ntil éver).
La depresión en la parte superior de la unión crea un espac io favorable a
la form ac ión de protuberancias (en este caso, flores o frut os).

129 El papayo, un ejemplo de investigación básica


Por otro lado, si hacemos un corte longitudinal en el tronco a la altura de
dicha uni ón, constatamos la presencia de un sistema tensor en forma de
diafragma, prolongación interna de la rama que contribuye a soportarla,
ade más de estru cturar el tronco (hueco) a flexión, evitando los estrangula-
mientos que acompallan a la flexión de tubos huecos. De hecho, el espesor
de dicho tensor se desvanece conforme se aleja de la unión . El esfuerzo lo-
cal de flexión que la rama provoca sobre el tronco mediante este tensor, es
eliminado por la disposición heli coidal de las ramas en torno al tronco, las
cuales de esta manera se compensan unas a otras.

Estructura del tronco

Además de la func ión de los di afragmas mencionados, el tronco constituye,


al exterior, una superfic ie estructurada: al morir, las ramas caen sucesiva-
mente del tron co dejando la impres ión de la unión en forma de corazón.
Esta huella, que de hec ho es una cicatriz, lejos de debilitar localmente
al material, consti tuye una protuberancia cuyo perímetro es rigidizado lo-
calm ente y cuya superficie, más elásti ca, se asienta en el eje vertical per-

Estudios de caso 130


miti endo la necesaria expanslOn la teral de l tronco a medid a qu e e l á rbol
crece e n altura (el a nc ho aum e nt a con la pote nc ia 3/2 de altura).

PROYECTO: CAR LOS RIGHl/ALfREDO JEffER SON DE O UVEIRNASESORIA. FABRIC IO VANDEN B ROECK,
LABORATO RIO A SSOCIA DO DE D ESEN HO INDUSTRIAL, FLORIANOPOUS, BR ASIL.

Tratamiento de superficies

La naturaleza es un ca mpo ri co en eje mplos de texturas dife renciadas que


responde n a neces idades fun cio-
nal es es pecífi cas ta le corno:
• Estructura
• Adhesión
• Minimización de fricci6n (l oco-
moc ión).
• Resilencia (resis tencia al im-
pacto) . SUPERfi CIE DE fR ICCIÓN DifERENCIADA. PERM ITE EL AVANC E

• Luminosidad (absorción o refle- CON fR ICC iÓN MI NIMA E IM PIDE EL RETROCESO


PROYECTO BASADO EN LA ESTRUCTURA DE LAS ESCAMAS
xión selec tiva de la lu z). VENTRALES DE LAS SER PIENTES. J . P GASC Y S . RENOUS .

131 Tratam iento de superficies


La caracterización táctil y visual de las superfi-
cies es un ca mpo re lativamen te poco explorado
desde el punto de vista fun cional, e n el ámbito
del di seño.

SUPERfiC IE DE CACTACEA, CARACTER IZADA INTERPRETACIÚN T¡CNICA . EL ¡NfASIS ESTA EN EL


POR EL CONTRASTE ENTRE UNA SUPERfiCIE CONTRASTE DE MATERIALES DifERENC IADOS PARA
CEROSA Y LOS PUNTOS PILOSOS. SU APUCACIÚN AL CAMPO DE LOS MINUSvAuDOS
C RSN , Ml LAN . VISU ALE S. C RS N, M ILAN.

Geometría plegable en la naturaleza

Ci e rtos peces tie ne n una boca formada por me mbran as rígidas que una de-
terminada geo metría de plegado les pe rmite protrae r y agrandar según sus
necesidades. Para los pe ces, desprovis tos de extre mid ades pren siles, la bo-
ca (al igual que para las se rpi e ntes) fun c ion a como una herra mi e nta versátil
que, en algu nos casos, se protrae y retrae, se agra nd a y se ac hi ca con s ide-
rablem ente,

Estudios de caso 132


A partir de este prin c ipio, se exploraron varias geome trías que permiti era n
el aba timie nto parc ial o total de una superfi c ie de fun ciona mi ent o.
Estas geome trías tie ne n un gran potencia l de aplicac ión a proble mas q ue
implique n vari abilidad de vo lumen o fo rma:
• Empaque
• Habitat transicional
(tie ndas de ca mpa ña con capacidad vari abl e).
• Sistemas compactables (c uando no estén en uso).

PROYECTO: CURSO DE B IONICA APLICADA AL D ISEI'JO. LABORATORIO ASSOCIADO DE DE SE NHO INDUSTRIAL.


FLORIANOPOllS, B RASIl/A sESOR: FABRICIO VANDEN BR OECK .

133 Geometria plega ble en la naturaleza


EXPLORAC iÓN DE GEOMETRIAS DE ABATIM IENTO Y COMPACTACiÓN, DISEÑO BÁSICO , UAM .

Geometría anisotrópica para cascarones convexos

El objetivo de este proyec to es la búsqueda, a través del estudio del capara-


zón de tortuga, de un a geome tría cons truc ti va de aplicación al diseño de
cascarones y es tru cturas convexas a utoportantes y ligeras.
Uno de los pnn ClplOS
constru ctivos más inte resan-
tes e n la na turaleza es e l de
la tens ión s uperfi cial. Este
prin cipio e nc ue ntra su más
pura expres ión en la geome-
tría de las burbujas de jabón
qu e responde a leyes relati-
vamente simples y que se ca-
rac teriza por uniones triples
y ángulos te ndie ntes a 120°.

Estud ios de caso 134


Este principio se encuentra también en los radiolarios, micro-organis-
mos unicelulares de los fondos marinos cuyo "esqueleto" se forma por el
depósito de materia mineral sobre una matriz orgánica, análoga a la es puma
de jabón.
El estudio de estos . . . ,-..r 11.0 ),..- . '"
orgamsmos para fines
arquitectónicos ha sido
emprendido a partir de
1940 por mgemeros
como Le Ricolais y
Buckminster Fuller.
Este último desarrolló
la geometría de las cú -
pulas geodésicas. Los
domos geodésicos son
domos isotrópicos (que
presentan una densi-
dad estructural unifor-
me), generados por una
red penta-hexagonal.

La extrapolación de los princi -


pios constructivos de los radiola-
rios a estructuras arquitectónicas es
un primer paso, muy importante, en el

135 Geometría anisotrópica para cascarones co nvexos


PARTIC ION T RIACON . PARTICION ALTERNA. PARTICIO N H EX-PENT.

proceso de bú squ eda de estructu ras li ge ras a utopo rta ntes. Sin e mbargo, es
importa nte nota r qu e los radiolarios no son tributarios de la fuerza de gra-
vedad de b ido a s u ta maño mi c roscópi co y su masa, prácti camente despre-
cia ble. La pres ión de l agua se ejerce de manera uniforme sobre su
estructura, por lo qu e su forma esfé ri ca resulta congru e nte, con la geome-
tría isotrópica qu e la ri ge. La apli cac ión de los principi os estructurales ob-
servados e n los radi olarios a macro-estru cturas qu e fun c ionan sobre tie rra
y no de ntro del agua es enton ces c ues tionable (indepe ndi e nte mente del ma-
terial utili zado) . Las ca rgas se ejercen de manera di stinta y, por lo tanto,
ex igen un a reparti ción d istint a del ma terial es truc tural.
De hecho, para la constru cc ión del domo geodésico (pabellón de los Es-
tados Unidos) e n la Expo 67 de Montrea l, concebido e ntera mente con tu-
bos, Fulle r tuvo q ue reemplaza r los tubos del ec uador por barras macizas
de sección redo nda.
La solu ción óptim a hubiera sido una parti ción geo métrica conforme a la
reparti ción de cargas, inc ompati ble con una geome tría isotrópica. Desde
este punto de vista, los ca parazones de tortu ga representan un campo de in-
vesti gac ión parti c ula rm e nte in teresante.

Estudios de caso 136


Estructura del caparazón de tortuga

De manera general, el caparazón de tortuga está constituido por dos capas de


materiales distintos: las placas óseas y las placas córneas. Estas últimas forman
la capa exterior. Las placas
córneas trabajando a tensión
contribuyen a mantener en
cohesión al conjunto de pla-
cas óseas, resistentes a com-
presión.

T ESTUDO M ARG INArA.

ÁR EA DE ENSAMBLE DE LAS PLACAS ÓSEAS .

137 Geometría an isotrópica para cascarones co nvexos


La geometría que rige el acomodo de las placas óseas no tiene, aparente-
mente, relación geométri ca con la geometría de las placas córneas, sin em-
bargo, ambas geometrías están desfasadas a ~
~
manera de evi tar la sobreposición de vértices, '"z
~
lo qu e optimi za las características es tru cturales ~
8
del conjunto. j
Este desfa se es
preciso y puede ser
definido geométri-
ca mente.

INTERPRETACiÓN GEOM tTRIC A


DE LA SUPE RPOSIC IÓN DE LAS DOS
ESCAMA CE NTRAL Y PLACAS REDE S. NÓTESE QUE SE EVITA
ÓSEAS SUBYACENTES . LA SOBREPOSICiÓN DE UNIONES.

Variaciones en el patrón

Flexibilidad Exten sión osteodermica


entre elementos

F. WESTPHAL RELACIONA LA INTERACCiÓN GEOMnRICA ENTRE PLACAS ÓSEAS Y CORNEAS CON f UNCIONES ESPECifiCAS .

Estudios de caso 138


Por otro lado, Ja forma global clel caparazón de tortu ga no es esfé ri ca (ni
podría serlo, ya qu e es afer tada princ ipa lme nte por la fu erza de gravedad)
s ino ovoidal, lo c ual ti e nde a íe pa rtir mejur los es fu e rzos .
Fin a lm ente, el capara zó n d e tortu ga es tá estructura lme nte co ns titui do
por dos partes di s tintas :
• Un domo ovoidal.
• Un cinturón ecuatorial de módul os independi e ntes .

V ISTA FRONTAL DE UN CAPARAZÓN DONDE UNA PAR TE


HA SIDO DESPRENDIDA. N ÓTESE LA DE NSI DAD
ESTRUCTURAL MUCHO MAYOR A NIVE L DE L ECUADO R.

La lín ea d e uni ón e n tre e l c inturón ec uatoria l y e l domo co inc ide co n un


ca mbio de inflex ión. La estructura se vue lve cóncava e n vez de conv exa , lo
cual ge ne ra una tens ión res is tent e so bre el domo. La forma se vue l ve e nton-
ces un a s upe rfi cie de contracurvas, lo que in cre me nta la res is te nc ia de l
conjunto.
Los sis te mas geo-
métricos, tanto el de
placas óseas co mo el
de placas córn eas,
reflejan todas estas
consideracion es es-
tru c turales.

M ODELO ESTR UCTURAL RETICULADO DEL DOM O


DE CA PARAZÓN DE TORTUGA .

139 Geome tría an isotróp ic a para casca rones convexos


Experimentaciones varias

Sistema de captación de agua plu vial

En mu c has ocas iones, la ap li cac ión


ex pe rime nta l de los princ ipi os cons-
tru c t ivos ele mentales e n la natura le za
lleva a res ultados inte resan tes. como
es e l caso del estud io de s is te mas de
ca ptac ión de ag ua pluvial. Ent re va-
ri as propuestas, se estudió un s is te ma
de doble heli coide qu e max imi za la
supe rfi c ie de captac ión y se sitúa a un
á ngu lo qu e ev ita que el im pacto de la
llu via sob re un a supe lfi c ie pe rpe ndi-
c u lar di spe rse e l agua.
ESTR UCTU RA DE BASE DEL SISTEMA DE CAPTAC ION
DE AGUA PLUVIAL, LABORATORIO A SSOCIADO,
DE D ESENHO INDUSTR IAL, FLORI ANPOllS, B RASIL .

Superficies estructuradas y geometría islámica

Au nque quizá s in relac ión d irec ta con la bióni ca, el rec urrir a esqu e mas o
geo met rías vern ác ulas nos lle va a consta tar que trad ic ión y nat uraleza con-
ve rge n y ll egan a l mi s mo destino. La
geometría islám ica es, e n es te caso, pre-
tex to ex pe rimen tal, punto de part ida pa-
ra gene rar estruc turas tridime ns ionales a
part i r de geometrías planas. Estas ex plo-
rac iones geométri cas permit e n una me-
jor compre ns ión de la estruc tura c ión por
medi o de la form a .

Estudios de caso 140


Contenedores resistentes al impacto

Como la casta ña, mu chas semi llas son protegidas por un contenedor con
puntas di spuestas e n ex plosión que c uando es tá ve rde es mu y elást ico. Las
puntas, extremad amente res ilentes, participan, al secarse, en el mecanismo
de apertura y di spersión de las se-
millas: éstas se secan antes qu e el
res to de la me mbra na, constituyen-
do focos de contracción que rompen
la me mbrana abriendo el contene-
dor e n el mome nto oportuno.
Cuando verdes, debido a su resi-
lenc ia, las puntas constituyen sepa-
radores elásticos que alejan los
frutos uno del otro para opt imi zar
s u exposición al sol, ya que e l mo-
do de creci mie nto ti ende a dispo-
ne rl os en forma compa cta.
Es te as pecto de tonó una serie de
ex perime ntaciones con estructuras
anti-impacto e n el Laboratorio As-
sociado de Desen ho Indu stri al de
Santa Catarina: huevos protegidos
con puntas de si li cón se dejaron

141 Experimentaciones varia s


cae r desde una altura hasta de 1.20 m.
resisti e ndo al impac to. El inte rés de
este mecani smo reside en su a pli ca-
ción a siste mas para protección de
equi po frágil.
Las puntas resilentes resisten a impac-
tos porque los absorben expandiéndose
lateralmente y tra nsmitiendo a la base
sólo pa rte del esfuerzo, y esto tangen-
cialmente, haciendo que el contenedor, en este caso el hue vo, trabaje como [or-
ma continu a, qu e es co mo prese nta sus ventajas estructurales. Se desarrolló
tambi én un a prop ues ta de " tela ant i-im-
pac to", e n el ma rco del Labora torio de Di-
seño VlII , e n UAM, basada en este principio,
e nt retejiendo liga de hule con la tela ele ma-
nera a emular las puntas de hule. Se puso a
prueba el siste ma e n un empaq ue pa ra walk-
man que se dejó caer de una altura de dos
pisos con óptimos resultados.

Simbólica anima!

Un aspecto in teresa nte de la in ves ti gac ión que vin c ula di se ño con na turale-
za res id e e n la si mbóli ca de la fo rm a natural.
El ho mbre, a fu e rza de construir un medi o tec nificado, ha termin ado por
a isla rse de una natu raleza con la que hace s iglos te nía es trec ho contacto.
Pl antas, pero sobre todo a nimales, forma ba n parte de su imagine ría y per-
mitían la estructuración de su cosmogo nía. La vas ta gama de a nimales con
los que el hombre convivía y a los que a tribu ía cualidades y sím bolos se ha
fPd ucido cons iderable me nte.
El hombre moderno ha sust it uido an im ales po r obje tos, y e n un afá n,
qu izá inconsc ie nt e, de rec upe rar esa pléyade de símbo los que le pe rmita n

Estudios de caso 142


recodificar el mundo tecnifi cado qu e gravita en torno a él, ha proyectado
en los objetos cualidades típi camente animales.
El automóvil , a título de ejemplo, refleja en sus formas ac titudes y postu-
ras animales, particularmente felinas.
De noche , un automóvil deportivo, del cual no alcanza mos a percibir al
conductor, "adquiere vida propia" e infunde respeto o temor, y qu é decir de
los nombres: Mustang, Tigra, Barrac uda, Ram Charger, Panda, etcétera .
Es interesante para el di seño explorar esta área de la simbólica para
constituir una "expresi vidad for-
mal" en el proceso de diseñar
objetos consistentes con las fun-
ciones que desempeñan .
En la Ecole Cantonale des
Beaux-Arts, de Lausana, Suiza,
Pi erre Dubé diseñó una herra-
mienta de jardín versátil des ti-
nada a uso domésti co a la que
se le intercambian todo tipo de cuchillas para cortar, podar, etc. Dubé evi tó
un enfoque estético convencional que pudiese volver atrac ti va un a her-
ramienta potencialmente peligrosa para el usuari o y optó por una morfolo-
gía que evocara a un animal peli groso, en este caso el escorpi ón, aunado a
una selección de colores adhoc (rojo y negro) para sugerir un man ejo más
cuidadoso.

143 Experimentaciones varias


CAPíTULO

w Consideraciones
metodológicas

Diferencias entre naturaleza y técnica

oda propuesta metodológica en el ca mpo de la bióni ca es limitada por


T las proble máticas relacion adas con el establec imiento de analogías en-
tre naturaleza y técnica. Existe, por prin cipi o de c ue ntas, una limi tac ión in -
herente a la investigación de los siste mas naturales: nuestra comprens ión
de los fenómenos naturales está subordinada a nu estro desarrollo cie ntífi co
y tecnológi co.
I.j/
Estamos relativamente más capac itados hoy
en día para efectuar la lectura de un fenó-
meno natural, que hace 100 años. De he-
cho, ha sucedido más de una vez que se
reconozca en la naturaleza un determinado
sistema técnico atribuido, a priori , a la inteligen-
cia humana. Esto sucedió con el si stema de orien-
tación por ultrasonido del murciélago qu e no se
comprendió sino hasta que se desarrolló el radar.
Por otro lado, existen diferencias fund amenta-
les entre "objeto" natural y obj eto artificial: la
primera reside en que a diferen cia de un "obj e-
to" natural, el objeto o siste ma artificial es rela-
tivamente transpare nte. Con un os
conocimientos técnicos y ci entífi cos genera-
les, se puede "disectar" un a rtefacto y redu -
cirlo a sus componentes fun cionales S lll

145 Diferen cias entre nat uraleza y técn ica


mucho problema; es to refleja la metodología proyectual descompositiva que
red uce un problema a sub-problemas y atribuye, a cada uno, una solución.
Esto no funciona así en la natu raleza y la lectura es muy difícil debido a
qu e, a diferenc ia del artefac to qu e res u Ita de la integración de sus diversos
compon entes, e l "objeto" natura l es básicamente una unidad. Nosotros
percibimos "pa rtes" (c uyas fronteras son, de hecho, indefinid as) ahí donde
en rea lidad no hay más qu e espec iali zaciones localizadas de la unidad.
Existe, entre dic has especializaciones, una con tinuidad ,
resu ltado de la morfogénesis: todo organismo vivo se ori-
gin a en una célula, una unidad que crece por divisiones
suces Ivas.
En consecuencia, en un organismo varios requeri mi en-
tos funcionales son satisfechos con una sola solu ción: el
análi sis es tructural de un árbol y sus ramificaciones de-
muestra que su forma es óptima dada la neces idad de ex-
pansión es pacial para efecto de intercambio con el
medio; las ramifi caciones suces ivas, con diámetros y lar-
gos dec rec ientes, permiten una mejor repartición de los
esfuerzos, evitando los flambeos inherentes a las estruc-
turas verticales. De hec ho, las ramificaciones obedecen
a la regla del paralelograma de fu erzas. Por otro lado, la
dinámi ca de los fluidos confirma que la fo rma del árbol
es, desde este punto de vista, idónea.
La segunda diferencia entre "objeto" natural y objeto
artifi cial reside en que, contrariamente al hombre, que al
proyectar puede partir de cero, la naturaleza construye
modifi cando es tru cturas preexistentes para producir
nuevos sistemas y, en consec uencia, según Saveley, a ve-
ces toma un camino largo para solucionar sus problemas.

~ Desde es te punto de vi sta, los "objetos" naturales no son


nunca productos terminados, son etapas de un proceso

~ continuo de adaptac ión a un medio en perpetuo ca mbio y


ll evan consigo remini cencias de etapas anteriores.

Consideraciones metodológicas 146


Es interesante anotar que, contra-
v
1 803
riamente a lo que se pudiera pensar, ~
el hombre no proyecta partiendo de
cero, aun cuando podría, y sus pro-
ductos, así como en la naturaleza, si-
1832
e
guen una evolución que poco a poco
los desliga de la tradición.
1840
~
a o :

Konrad Lorenz nos ha hecho ver 18 5 1


m@
cómo, con la invención y el desarro-
llo del tren, con un fuerte apego a la
tradición puso sobre rieles la dili-
1853
~ =",jo¡:IJ
~ ;L ~

gencia de tracción animal y cómo, a 1863


je~~
costa de aberraciones fu ncionales,
,
tuvieron que pasar más de cien años 1886 :~1l~1l~§~a;¡~~3~
. ti: ' .1', ~. , .. ' !'" ~ :

=
y unas diez etapas evoluti vas antes
de obtener un producto depurado 1904 ,6,Jtea6E6LdooejOGlqI
que tuvi era más cuentas que rendir -
con su medio funcional que con su 1920 Die ::le ,.
ilustre antepasado. Permanece en la =

actualidad este estado de cosas, co-


1970 ~i:::lO~OO¡::¡~.
mo lo muestra la introducción al
mercado del compact disco El siste-
ma de lectura por medio de rayo lá-
?
B~ec=::>c=c:=:c:=::::~
ser permitiría prescindir de todo
movimiento de rotación y compactar aún más el sistema , con toda la li bertad
de nuevas propuestas formales y, sin embargo, mantiene las característi cas
básicas de su predecesor, el tocadiscos.
Otra diferencia importante entre "objeto" natural y artefac to, res ide en el
factor "desarrollo"; el sistema natural, sobre todo el orgán ico, es un sistema
dinámico, no sólo en relación al espacio, sino tamb ién al tiempo. Todas es-
tas consideraciones sugieren las dificultades inh ere ntes al estableci mi ento
de analogías entre naturaleza y téc nica, restringiendo el planteam iento de
una metodología.

147 Diferencias entre naturaleza y técnica


Investigación básica

En esencia, el proceso tradicional de la biónica plantea al sistema biológico


como un prototipo del cual se deriva un mode lo para ser interpre tado poste-
riormente a través de la actividad proyectual, en la resolución de un pro-
blema.
'.
En la investigación básica, definida - -'"'"
como una de las dos verti en tes de una
ac ti vidad biónica aplicada al diseño,
el proceso qu e ha arrojado, hasta aho-
ra, los mejores resultados cons iste en:
• Efectuar una primera lectura del te-
ma de estudio desde la perspectiva
del diseño.
• Confrontar los datos adq uiridos con las interpretaciones hechas por otras
disciplinas.
• Modelizar crea ti vame nte el tema observado, en relación al estado del arte
en tecnología.
Las técnicas de lec tura útiles a este propósito, son aquellas derivadas de
la sinéc tica, que consisten en abo rdar deliberadamente el problema desde
una perspectiva y un marco de referencia no convencionales, como el méto-

~VE\\á?1;6.I'¡::Qo\tcr'ON
/

~ cVr',L821A \).JeA fEl?o.f!?A6¡ IL 0000


"l82\IADVeAS .Q.VC lA Q'<;¡Ir>I?AN
~ >:SrQ\" 0-\,A rv ¡.¡N~ ll" lLl. .r-t.cC"-'A-·D.l
'WAMQ5 o:::ND<: tU:> t;x rS1€ tlf'J\i\e-.3fb
A ~e12. .
". = ')<:1 ~ Vf>I EtrrA ¡,vu e"t.>:.t: L>L
p tS~o PE: \9J\PAQ.VE> ~~·\¡,6LC'.)

Consideraciones metodológicas 148


do que consiste en
plantear el te ma de es-
tudio como un artefacto
llegado de otro plane ta
y del cual se intenta
descifrar el uso, las ca-
racterísti cas fun ciona-
les, los ma te riales y los ~ ....
,. 2- ft!\l\#JGv...DS OC"S9I.A"1.MXlS
QOE: ~"lft>!lt"A 0 t.J. I'A SC.M'.A
procesos de fa bri ca- .. QIJB.,J,'11..RAS 0J€ f& l.\ I1€)j '"l,J. -R¡P'~.
.....,s ~16t ~
ción, refiri éndolos al
estado del arte en tec-
nología sobre la Tierra.
Otras líneas creativas de interpretación, análogas a ésta, son sugeridas
por D. H. Offner I y consiste n e n situarse en el lugar del objeto de estud io,
con variantes tales como otorgar al obje to de estudio una inteligencia equi-
valente a la nuestra que le pe rmitiera resolver los problemas relativos a s u
confrontación con el medi o. Todas estas técnicas surten sus mejores efec tos
cuando son desarrolladas en grupo.
La información obtenida es confrontada posteriormente con los conoci-
mientos cie ntíficos pertinentes. La obtención de datos má s for males puede
ser efec tuada y posteri ormente
ser clasificada con base e n el
esquema definido por las gra.l-
des funciones, aqu ellas que son
comunes a la mayoría de los or-
ganismos y siste mas naturales:
• protección y estructu ra
• intercambi os con el medi o
• crecimi ento y desarrollo
• locomoción
• control y coordinac ión

I orrner. D. H. " Bionics : A c reative aid lo engineering des ign" . e n ,llcc/uUllcal Eng", eering. mim o 96. julio
de 1974.

149 Investigación básica


• co municac ión
• reproducción
Seguiría después la traducción a
un lenguaje técnico del tema o de
los elementos que presentan el ma-
yor interés, a través de la modeliza-
ción, interpretándolo creativamente,
desde el punto de vista de diferen tes
materiales y posibles aplicaciones.
Es importante notar que una par-
te de este proceso toma al tema de - . .lL .
estudio co mo un pretexto para la es- - : r:f--
peculación y la ex perimentación y,
,
-+ . --
por lo tanto, 110 es un proceso lineal.
Una metodología más formal para
el estudio de un sistema natural es
propuesta por Ripley y Buechner 2
con base en los sigui entes puntos de
vista:
() 'e
,
-
..
" . ,.
. -
,," ,

• Los componentes del siste ma: . - ------~ - - - - - - - -


partículas subatómi cas, cé lul as,
órganos, componentes físicos, or-
ganismos, etcé tera.
• La es tructura y morfología: la or-
ganización de los "componentes"
(si se trata de una entidad), la or-
ga nización soc ial (si se trata de
un sistema) entre individuos de una
especie, entre diferentes espec ies,
• Fu nciones y procesos: fi siología del sistema, incluyendo sistemas de re-
gul ación en organismos vivientes, a cualquier nivel de organización.

2 Ripl py. S. D. une! Buechne r. H. K.. " Ecosyslem Sc ie nce as a poi nt of synthesis". en Revell e. el 01,. Ameri"
cas CIUlfI gi1lg Efl viroflm efll. Hougthon Mifflin . Nu~\'a York. 1967.

Consideraciones metodológicas 150


• Distribución del ti empo: cambios en el sistema a través del ti empo, en los
individuos así como en la es pec ie.
• Distribución espacial: zoogeografía, fitogeografía , etcé tera.
• Relación con el medio ambiente: in!1uencia del medio sobre el sistema y
viceversa.
• Clasificación: taxonomía, clasificación de ecos istemas, etcé tera.
Según D. H. Offner, la taxonomía clási ca es demasiado restri cti va para fi-
nes de biónica; el autor propon e una clasifi cac ión de los organ ismos y
sistemas derivada de las carac terísticas bási cas de su medio ambi ente
operativo:
• In situ: "objetos" estáti cos o res tringidos a un medio redu cido, como Jos
vegetales.
• Agua.
• Aire.
• Tierra.
• Sistemas.
Esta última categoría se pro-
pone para estudios donde "el
énfasis está puesto en una ca-
racterística o una fun ción co-
mún a varios especímenes".
Offner establece un esquema
complementario de categoría:;
funcionales para los temas de
estudio, facilitando así el establecimiento de an alogías:
• Sistemas de repartición de material (problemas es tru ctu rales, distribu -
ción de material intentando optimizar la repartición de cargas).
• Sistemas de transferencia de información (sensores, detectores, mejoría o
exten sión de los sentidos humanos).
• Sistema de control (problemas de organización, coordinación, in croniza-
ción, etcétera) .
• Sistemas de transferencia de energía (transform ac ión de un tipo de ener-
gía a otro, eficiencia energética, etcétera).

151 Investigación aplicada


Investigación aplicada

En relación a la ac tividad bi ónica qu e consis-


te en buscar solu ciones por analogía , dado un
problema específi co, se requiere, según Ken
Yeang, " del conocimi ento del área técnica en
donde ocurre el proble ma de di seño, de un conocimiento
de la biología, o al menos de aquella parte del campo donde se puedan
encontrar respuestas, y de una terminología que permita una comunicación
·con biólogos".3
Con res pecto a la comuni cación con es pecialistas, es importante desta-
car qu e, a pesar de co mpartir el mismo obj eto de estudio, los objetivos y,
por lo tanto, la naturaleza mi s ma de la observación , cambian de un biólogo
a un proyec ti sta. La mayoría de los biólogos tienen otros problemas que re-
so lver, e inclus ive, otra. herrami entas de trabajo.
Ken Yeang menciona los s iguientes criterios metodológicos generales
qu e conformaría n el proceso bi ónico a partir de un problema específico por
resolver:
1. Se lecc ión del sistema biológico de es tudio considerando qu e sus atri-
butos sean análogos o los del sistema que se pretende diseñar.

3 Yt!ang. K.. ril e use ofhiulogica{ ol1r'¡ogies /or design o

Consideraciones metodológ icas 152


2. Determinación de los criterios que permitan califi car y cuantifi car la
validez de la analogía establecida.
3. Proceso de observación experimental y abstracc ión del s iste ma biol ó-
gico investigado (considerado como prototipo).
4. Proceso de traducción a un lenguaje técnico, a través de la modeli zación.
5. Interpretación del modelo y adecuación del principio de tec tado al s is-
tema por diseñar.
6 . Proceso de evaluación del funcionami ento del s istema di señado y re-
troalimentación.
En esta secuencia, el punto neurálgi co resid e e n el es tablec imie nto cui-
dadoso de los parámetros (variables determinantes) qu e conforman el pro-
blema, mismos que servirán para determinar, y poste riormente evalua r, la
analogía.
La modelización, tanto en este contexto como en la inves ti gación bás ica,
es un proceso de abstracción qu e elimina elementos o da tos reales, pero
irrelevantes. El modelo abandona entonces su valor de obj etivo y se torn a
en un medio cognoscitivo, una herramienta de trabajo que as ienta o in va li-
da una hipótesis y, a su vez, propone, para qui e n qui e ra observarlo, puntos
de partida para otras hipótesis .

153 Investigación aplicada


Conclusión

D el reencuentro con la naturaleza y del diálogo re novado qu e podamos


establecer con ésta dependerá nu estra capacidad de afrontar retos ca-
da vez más complejos y de resolver los probl e mas de mane ra amplia para
lograr un equilibrio sinergéti co con el ambiente, base del desarrollo susten-
table.
Como dice Carmelo Di Bartolo, la pala bra clave en la actividad proyec -
tual del nuevo milenio será, sin duda, equilibrio.
El equilibrio en la naturaleza es cambiante y precario y, por lo mi smo,
difícil de pe rcibir. Es un equilibrio dinámico: lo qu e vemos ya ha pasado.
El equilibrio no es uno solo, es el conjunto de muchos equilibrios en
continuo nacer y morir. Este equilibrio compu esto dete rmina , por medio de
los ciclos , los flujos de energía y de materia.
El nacimiento y la muerte son dos mome ntos importa ntes de un ciclo, pe-
ro no son los únicos. Una flor es la consecuencia de un cicl o, la flor misma
da vida a otro ciclo. Ciclos y sLlbciclos interactúan generando ritmos.
Otoño, invierno, primavera y verano son regidos por el Sol y la Luna, que
también obedecen a ciclos. Las plantas, edificios vegetales, se construyen
de acuerdo a ciclos. Los animales se alimentan de vege tales, los vegetales
de minerales, los animales restituyen al suelo los minerales. Estos ciclos
interdependientes crean el equilibrio, la armonía, que dan sus ten to a la
ecología.
La tensión superficial de la gota de agua determina su form a esférica. La
forma esférica es óptima, contiene el máximo volumen con el mínimo de
superficie, y superficie mínima signifi ca menor e mpleo de energía, de
material.

155 Conclusión
La organización de la naturaleza se sustenta en esta lógica de la eficien-
cia, del hacer más con menos, del hacer lo máximo con lo mínimo.
El estudio de los sistemas naturales puede llevamos a una nueva visión
ecológica, una ecología rescatada del desgaste al que la han sometido los
políti cos, una ecología que nos permita comprender cómo la materia orga-
niza sus equilibrios dinámicos y cuáles son las formas y patrones que adop-
ta para lograrlo.

Conclusión 156
Bibliografía

Capítulo 1. La biónica
Bonsiepe. G.. TeorCa y práctica del diserio industrial. Elementos para una manualtstica
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Capítulo 2 . La recurrencia d e las formas


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Capítulo 3. Patrones en la Naturaleza


Bartolo. Di c.. Slrutture Naturali e Modelli Bionici, Istituto Europeo di Design. Milán.
1981.
Freeland. l H. , La búsqueda de respuestas, Fondo Educativo Interamericano. México.
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Stevens. P.. Patterns in Nature, Little Brown & Co. Inc.. Nueva York. 1976.

Capítulo 4. Esquemas de organización de recursos


Stevens, P.. Patterns in Nalure, Little Brown & Co. I nc .. Nueva York. 1976.

157 Bibliografia
Capítulo 5. Fluidos
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Thompson. W. O' Arcy. Sobre el crecimiento y la forma. Hermann Blume. Madrid. 1984
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Capítulo 6. Esfera, crecimiento, espiral y muerte


Bartolo. Di C.. Strutture Naturali e Modelli Bionici, Istituto Europeo di Oesign. Milán . .
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Capítulo 7. Patrones en la técnica


Freeland.1. H., lA búsqueda de respuestas, Fondo Educativo Interamericano, México, 1984.
Stevens. P., Patterns in Nalure, Little Brown & Co. Inc., Nueva York, 1976.

Capítulo 8. Efecto de escala


Alexander. R .. Size and Shape, Edward Arnold Publishers. Londres, 1971.
Johmann. c..
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1975.
Schmidt-Nielsen. K.. How Animals Work, Cambridge University Press. Cambridge.
1979.
Thompson. W. O'Arcy. Sobre el crecimiento y laforma. Hermann Blume. Madrid. 1984.

Capítulo 9. Superficies estructuradas


Brown . C. H .. Structural Materials in Animals, a Halsted Press Book. John Wiley &
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Frei. O .. Tensile Slruclures, MI'!' Press. Cambridge. 1977.
HelteL H., Structure, Form, Movement, Van Nostrand Reinhold Co .. Nueva York, 1966.
Salvadori. M., Why buildings standup, Me. Graw-Hill, Nueva York. 1980.

Bibliografía complementaria
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1970.
Crillo. Paul Jacques, Form Funetion & Design, Oover. Nueva York, 1975.
Haeckel. E .. Art Forms in Nature. Oover Publications, Nueva York, 1974.

Bibliografia
Harl ow. W. M.. Artforms frO In Plant Life. Dover Publications. Nueva York. 1976.
Huyghe. R .. Formes el Forces, Flammarion. Parfs. 1971.
Monod. J.• El azar y la necesidad, Planeta Agos tini . Méxi co. 1984.
Papanek. v..Designfor lhe real world. Bantam Books Inc .. Nueva York. 1971.
Scientifi c Ameri can. Readings from (varios au tores). Ve rtebrale Slructure and Func-
lions, W H. Freeman and Co .. San Francisco. 1974.
Williams. R .. The Geomelrical Foundation of Nalu ral SlmcllLre, A Source book of de-
signo Dover Publi cations. Nueva York 1979.

Comentarios sobre una bibliografía en español


La bibliograffa sobre las temáti cas que ocupan este libro es. en general. dispersa y/o
muy es pecializada. El acceso a di cha bibliografía se complica en la medida en que se
busquen tex tos en es pañol.
Si bi en en la anterior bibliograffa se presentan algu nos libros en español que por
supuesto valen la pena se r lefdos. es importante destaca r una obra absolutament e in-
dispensabl e para qui en busque profundizar en el tema. una obra qu e abarca las más de
las lfneas de refl exión aquí expuestas.
Se trata del libro de D'A rcy W. Thompson. Sobre crecimiento y forma. que cuen ta
con un a edi ción española. Blume. Madrid. 1984.
De hecho la mayoría de los libros y au tores citados hacen referencia a esta obra
fund amental que data de principios de siglo y aún sigue vigente.

Fuentes deJotografias e ilustraciones


Al calce de las imágenes se menciona la fuent e de la image n o el autor de ésta. o bien
al artículo de donde fueron extrafdas. Cuando es el caso. las obras son referidas en la
bibliograffa.
Una parte importante de las fot ografías que aparecen publicadas en este libro son el
resultado del trabajo de los alumnos de Diseño Industrial en el marco del Laboratorio
de Diseño, VIII. dedicado al estudio de la biónica del qu e me oc upo desde hace 15 años.
Otra fu ente de ilustraciones es el Centre de Rec herche sur la Culture Techniqu e
(c. R. C. T.) . Las imágenes que aparece n en este libro han sido tomadas de las siguien-
tes monograffas del C. R. C. T : Pouvoirs du r¿ve de Thierry Gaudin (1984); Culture
Technique. Machines aufoyer (1980). Culture Techniqu e. Design (1981) .
Otra fuent e de ilustraciones es el CRSN Centro Ri cerche Strutture Naturalli. centro
de estudio y ex perim entación sobre temas de bióni ca aplicada al di seño vi nculado con
el Istituto Europeo di Design de Milán. Italia.
Algunas fotograffas de objetos. particularmente artesanfa de todo el mundo. han sido to-
madas de las series de Documentación Audiovisual de Editions Diapofilm. Parfs. Francia.
Ciertas imágenes, muy parti culares. fu eron tomadas de artículos del Scientific
Ameri can . Algunas imágenes fueron provistas por COSEI. UAM- AZC APOrl.ALCO, aunque
sin referencia de los autores.

Bibliograffa
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I~II~ III~ III~ 1I111~lllli III~ IIIII~


2893408
UAM 2893408
NX650 Vanden Broeck, Fabricio
N3.8 El diseño de la naturalez
V3.62

L a na turaleza es una fu e nte inagotabl e de soluciones a probl e mas es tru c tu-
rales, fun ciona les y construc ti vos e ntre otros muc hos, ya qu e s us forma s
son el res ultado de un largo proceso evolutivo y de ada ptac ión que favore-
ce aq ue ll as más efic ie ntes, aquellas que logran más con menos; mas estruc tura
co n me nos materi al, mas velocidad con me nos e ne rgía, más versa tilidad con
menos rec ursos.
Es inn egabl e que el hombre, e n su calidad de construc tor, in ve ntor o pro-
yec ti sta, ha rec ibid o s iempre la inOue nc ia de la naturaleza, a unque sea de ma-
ne ra indirec ta ; as í, res ulta ev id e nte la re lac ión d e los nidos d e pájaro y e l
e ntra mado natural de algunas palmas con el desarrollo de la cestería, los e n-
cordados y las telas.
¿y qu é no dec ir de la inOue ncia del vuelo de los pájaro e n el desa rrollo de
la av iación?
Existe una tradi ción de constru c tores y proyec ti stas que han abordado de-
liberada y sistemáti ca mente la naturaleza e n busca de soluc iones a sus proble-
mas orga ni za ti vos, fun c iona les, es tru c turales , cons tru c ti vos, téc n icos y
formal es.
Este lib ro pre te nd e se r un a in vitac ión a obse rva r la na turaleza con un ojo
c rea ti vo, una invitac ión a co nocer una tradi c ión proyec tu al que parece ini c iar,
c uando me nos hi stóri camente, con Leona rd o da Vin c i.

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