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La identificacion del sustrato subyacente a la enfermedad mental ha sido un anhelo

constante de la Psiquiatria. Hasta hace poco mas de una decada, esta información
solo podia provenir de estudios neuropatologicos postmortem. Esta situacion empezo
a cambiar en la decada de los ochentas con importantes pasos en en la neuroimagen.
al tiempo que tambien se producian avances en otras neurociencias como la
neuroquimica y la neurofarmacologia.

La llegada de la Tomogrfia computarizada (TC) permitio visualizar in vivo el tejido


cerebral por primera vez y asi observar atrofia cerebral y dilatacion ventricular en
pacientes esquizofrenicos. Mas tarde la Resonancia Magnetica (RM) con su mayor
diferenciacion tisular, su tridimensionalidad y su mayor capacidad de cuantificación,
ha dado lugar a una nueva dimension en la identificacion y cuantificacion de las
alteraciones estructurales en las patologias psiquiatricas incluyendo la esquizofrenia,
la depresión y el trastorno bipolar, el trastorno obsesivo-compulsivo, los trastornos de
la personalidad, la demencias y las adicciones.

Más recientemente la Resonancia Magnetica Espectroscopica (RME), una tecnica no


invasiva, ha permitido estudios de la función metabolica en el cerebro humano vivo sin
requerir compuestos racdioactivos. Por otro lado la Tomografia por Emision de
Positrones (PET) y la Tomografia Computarizada por Emsiion de Foton Unico
(SPECT) han completado junto con la Resonancia Magnetica Funcional (RMf) el
llamado big four de la neuroimagen funcional, un conjunto de tecnicas que permiten el
estudio del flujo sanguineo regional cerebral y de su metabolismo tanto en reposo, en
actuacion (performance) y en activacion (challenge).

La década de los noventa ha sido considerada la decada del cerebro por los multiples
avances que en ella se han producido y que entre otros han dado lugar a progresos
en las técnicas de neuroimagen. Estas tecnicas ofrecen, hoy, información estructural y
funcional del Sistema Nervioso Central. Las técnicas funcionales obtienen imágenes
representativas de mecanismos biológicos y/o fisiológicos del SNC mientras que las
estructurales permiten la visualización directa de cortes de las estructuras que
conforman el sistema nervioso central.

Las indicaciones de la TC cada vez son más amplias en la rutina asistencial


psiquiátrica. Se considera esencial en el diagnóstico de demencias, en la evaluación
de cambios mentales mas o menos subitos, en pacientes con cáncer metastático, en
sospecha de accidente vascular cerebral, en los traumatismos craneoencefálicos con
coma o deterioro del estado mental, en los trastornos médicos con una significativa
tasa de involucración del sistema nervioso centra como son el cáncer de pulmón, el
lupus o el SIDA.

La TC y la RM comparten una resolución similar ya que en ambas es de 1 mm pero la


RM distingue con mayor sensibilidad entre sustancia blanca y gris. La TC en cambio
es superior en la detección de lesiones calcificadas.
La PET construye imágenes tomográficas que representan la distribución cerebral de
diferentes sustancias marcadas con radioisótopos emisores de positrones tales como
el O15, N13, C11 y el F18. Estos radioisótopos tienen una vida media ultracorta (p. ej.
20 min. para el 11-C) por lo que para su uso deben de producirse en un ciclotrón,
situado en la misma o muy cerca de donde esté ubicado el tomógrafo.

Estos isótopos pueden incorporarse a un gran número de moléculas, algunas de ellas


análogas a las fisiológicas, como la glucosa, aminoácidos, agua, neurotransmisores, o
bien a fármacos y drogas, permitiendo medir in vivo y de forma totalmente incruenta,
un gran número de parámetros bioquímicos y fisiológicos como el metabolismo y
consumo del oxígeno y la glucosa, la síntesis proteica, el flujo sanguíneo cerebral y la
densidad de neurorreceptores. Ello permite estudiar in vivo multitud de funciones
cerebrales que impliquen activación, con mayor consumo de glucosa, de regiones
cerebrales especificas.

La SPECT es una técnica mucho más barata y accesible que la PET, constituyendo
una buena alternativa a esta, aunque su resolución espacial sea inferior y hasta el
momento no se disponga de un método de cuantificación exacto

En definitiva, la neuroimagen es una de las áreas emergentes y con más innovación


tecnológica en biomedicina. Estamos ante un area de conocimiento con un campo
interdisciplinario que abarca desde el desarrollo del software hasta el descubrimiento
de radiofármacos y que puede contribuir en gran manera a la validación del
diagnóstico psiquiátrico. Sin embargo los hallazgos aun son contradictorios. Hoy por
hoy el buen juicio clinico continua siendo insustituible.

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