La universidad en la historia, es un reflejo del avance y
desarrollo de la sociedad en el mundo; como se expresa que el origen del hombre y su cultura, tiene mayor antigüedad en el Oriente; es en este contexto que en este contexto ha surgido el conocimiento que producto de las relaciones sociales y comerciales, que se realizaron en la edad media, como producto del excedente de producción, las nuevas ideas sobre la concepción del mundo y del hombre mismo, se trasladó al Occidente; mezclándose con los conocimientos de éste. Es en el Oriente, donde surgen los Siete Principios Herméticos de Hermes Trimegisto, conocido también como Esculapio, Imotep o Kybalión, que se convierte en la antesala de la concepción dialéctica del mundo y que se expresan en la corriente idealista, en contraposición a la corriente materialista; cuyos paradigmas son contrarios, pero que sin embrago en un determinado momento se unen para generar la diversidad del conocimiento sobre la naturaleza, la sociedad y el hombre y que más adelante, en alguna medida, van a influir de manera decidida en el pensamiento de Galileo o Isaac Newton, en el continuum devenir. Ambas sociedades cambiaron en cantidad y calidad, producto de la interrelaciones de ambos contextos socioeconómicos, políticos y culturales, en el que se encuentra inmerso el conocimiento universal; la edad media, como antecedentes del capitalismo, buscó nuevos conocimientos y horizontes de comercialización y el intercambio del excedente de la producción; en tal sentido los comerciantes son los primeros que se preocupan en educar a sus hijos para mejorar el comercio y tratan de generar un conocimiento universal, llamado universitis, es decir universal, en el sentido de universidad y buscan a las personas más doctas en el conocimiento para el ejercicio del proceso de enseñanza aprendizaje. Dicha acción académica, va a encontrar en los religiosos, así como en los gurús, los monjes o curas, los que manejaban el conocimiento del trívium y cuadrivium y es aquí donde nace la universidad, como institución de carácter particular, para el desarrollo del conocimiento, ciencia y tecnología. Su fundación fue de carácter religioso y entre la principales universidades religiosas con permiso del Papa o de la Bula; por eso que observamos en los nombres de la universidades con el prefijo “Pontificia Universidad…”; seguido del nombre de algún santo. Con la aparición del Estado-nación, la universidad como institución educativa de carácter privado, pasa a ser pública, para hacer una réplica de las necesidades e intereses de un determinado Estado-nación, a través de sus políticas públicas; en tal sentido, la mayoría de veces las vemos de espaldas a las necesidades intereses de la sociedad y perennizando el poder político del Estado. En la actualidad, como los Estado-nación no pueden cubrir la brecha de la necesidad de la educación universitaria, nuevamente surge la universidad privada, que en muchos casos ha superado las necesidades e intereses de las universidades públicas y están más acordes con el encargo social o sociedad y empresa. En América Latina y el Caribe, como producto de la expansión comercial de España y Portugal, las universidades en América, van a seguir la misma dinámica de Oriente y Occidente, como nos demuestra con su mayor antigüedad en Sudamérica la Universidad Mayor de San Marcos y en Centro América la Universidad de Santo Domingo. Dichas universidades por ser la lumbrera del conocimiento, la ciencia y la tecnología, a través de la contradicción de conservadores y liberales, apoyaron, en gran medida, al pensamiento libertario de muchos países latinoamericanos y caribeños; a pesar del pensamiento continuista. Ahora, específicamente en el Perú se observa que el Estado no ha podido cubrir la brecha en la educación superior estatal universitaria, la que tiene muchas carencias económicas para cubrir su presupuesto y desplegar acciones de investigación y proyección social; debido a una mala gobernabilidad de la universidad y su relación con el Estado.