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El conductismo es una escuela de pensamiento, una corriente psicológica, y una tendencia; predominante
en la Psicología entre los años 1920 y 1960 (siglo XX). Esta tendencia tuvo lugar principalmente en países
anglosajones, como los Estados Unidos.
El conductismo se ocupa del estudio empirista (método experimental), y objetivo, de la conducta humana,
que según esta postura, es adquirida a través del aprendizaje (no es innata). El aprendizaje está
intensamente influido por los estímulos del ambiente que rodea al individuo, a los cuales reacciona. Es
decir, la conducta es entendida como la reacción o respuesta aprendida ante un estímulo dado por el
entorno del individuo (esquema estímulo-respuesta).
El documento fundacional del conductismo, que indica los principios de éste, es el manifiesto conductista.
La terapia conductista es utilizada usualmente en pacientes con fobias o adicciones, y tiene en cuenta el
comportamiento que actualmente posee la persona (no su pasado).
Quien dio origen al conductismo fue John Watson (1878-1958), psicólogo norteamericano. Watson, puesto
que plantea el conductismo como una corriente psicológica objetiva, no tiene en cuenta la introspección ni
ningún postulado mentalista; y en lugar de ello, se basa sólo en lo que se puede percibir por los sentidos
(observación científica). Este psicólogo expresa que para él la Psicología Conductista es una ciencia
natural.
Otras figuras destacadas dentro del conductismo fueron: Edward Thorndike (1874-1949), Ivan Petrovich
Pavlov (1849-1936), Burrhus Skinner (1904-1990) y Albert Bandura (1925-presente). Burrhus F. Skinner se
interesó por la manipulación de la conducta, por medio de la implementación de estímulos positivos o
negativos del ambiente.
Podemos establecer una diferencia entre conductismo clásico (Watson) y conductismo radical (Skinner),
considerándose este último como una posición radical puesto que niega la posibilidad de la teoría,
mientras que el primero tan sólo la limita a una teoría de base biológica. Mientras que Watson habla de
estímulo-respuesta, Skinner se concentra en la respuesta en relación al refuerzo de la misma.
En lo que respecta a las aportaciones que este modelo hace a la psicopatología cabe decir que para el
conductismo los síntomas no son expresiones de una enfermedad sino que son la enfermedad misma,
siendo estos el tema central de su análisis.
Así, la conducta normal, al igual que la patológica, quedan explicadas en base a estos principios
tratándose el comportamiento normal de un buen aprendizaje y la enfermedad de un mal aprendizaje. Y
por tanto, la desaparición de las conductas anormales sería equivalente a la curación.
El conductismo considera, además, que la conducta animal más elemental se puede extrapolar a la
conducta más compleja del ser humano.
Los conductistas asumen tres conceptos fundamentales: conflicto, frustración y tendencia condicionada de
evitación.
Se entiende por conflicto, la situación en la que existen dos tendencias simultáneas que conducen a
respuestas incompatibles entre sí. Así, ante el conflicto "miedo-hambre" los animales estudiados muestran
síntomas como anorexia. Se han considerado tres tipos dé conflictos. Aproximación-aproximación;
evitación-evitación; Y aproximación-evitación. Este último daría lugar a respuestas de ansiedad y
desplazamiento.
La frustración es el estado al que se Llega cuando se produce el bloqueo de una tendencia. Puede dar
lugar a tres tipos de respuesta: agresión, regresión y fijación. La agresión se produce cuando se rompe el
equilibrio entre instigación e inhibición a favor de la instigación. La regresión ocurría cuando la ruptura es a
favor de la inhibición, pudiendo existir respuestas que ya habían sido superadas. La fijación, sería la
adopción de mecanismos anormales, que permanecen, insistiéndose en una conducta que se ha
comprobado que es ineficaz. Con este ejemplo clínico de este último mecanismo serían las conductas de
tipo obsesivo. Para el conductismo, estos comportamientos se explican por un modelo según el cual los
rituales obsesivos son reforzados y mantenidos para evitar el estímulo aversivo. Es decir, un
comportamiento compulsivo sería reforzado y mantenido para reducir la ansiedad, que se teme que sería
más intensa si no existiera dicho comportamiento obsesivo o ritual.
Por último, la Tendencia condicionada de evitación se podría explicar con el ejemplo de las respuestas
vegetativas que se condicionan por simples estímulos neutrales que aparecen a la vez que otra respuesta
incondicionada. Así, la rata que recibe un choque eléctrico sufre una vagotonía, mientras que el estimulo
condicionado al choque produce un tono simpático. En la clínica, esta respuesta se corresponde con la
"ansiedad situacional".
Por otra parte, también como aportación a la psicopatología, el conductismo ha elaborado distintas tesis
sobre la personalidad. La que cabe destacar es la de Eysenk que las clasificó en función de dimensiones
básicas. Extroversión/introversión, neuroticismo-estabilidad emocional y por último, el psicoticismo. Hizo,
además, una correlación de estos rasgos con determinadas características neurofisiológicas. Además,
según este autor, a cada tipo de personalidad le correspondería una predisposición diferente a padecer
una serie de trastornos: A la introversión y neurotización le corresponden la ansiedad, depresión,
obsesiones, fobias, etc..., mientras que la extroversión, estaría inclinada a padecer histeria. O bien,
extraversión más neurotización que Llevarían a las psicopatías.
Bien en las fobias el conductismo hace sus aportaciones explicativas en psicopatología. Es una respuesta
aprendida por transmisión de información (cuentos, fábulas,) de contenido por observación de otras
personas que reaccionan con temor o por experiencias directas de estímulos muy aversivos.
Pero no son estas las únicas aportaciones que la psicología conductual ha realizado a la psiquiatría.
En la actualidad, el condicionamiento, nos ha proporcionado, también, un instrumento precioso para el
estudio experimental de los medicamentos en el SNC, cuyo auge comenzó desde que se descubrieron los
primeros neurolépticos hace un cuarto de siglo.
Pero sobre todo, nos ofrece sus principios para aplicarlos al tratamiento de los trastornos mentales y
teniendo como fundamento los modelos de condicionamiento clásico y condicionamiento operante a las
terapias para siquiátricas numerosas técnicas.
Aspectos terapéuticos
Aunque no es competencia de este capítulo detallar las técnicas terapéuticas conductuales, sí sería
conveniente mencionar los principios conductuales en los que se fundamentan, que como ya se ha
mencionado, parten de los conceptos de condicionamiento clásico y operante. Así, el refuerzo positivo,
sería la presentación de una consecuencia positiva después de una respuesta deseada, consiguiéndose
con ello un incremento en la frecuencia de esa respuesta, mientras que el refuerzo negativo consistiría en
que tras un comportamiento determinado, se realizaría la cesación inmediata de una situación aversiva, de
modo que el comportamiento sería reforzado por el alivio que supone esa cesación. Otro concepto, el
castigo positivo es aquel en el que se presenta una consecuencia negativa o estimulo aversivo después de
una respuesta no deseada. Tiene gran utilidad en conductas de autoagresión (mutilaciones, vómitos auto
inducidos, etc.). Mientras que el castigo negativo, consiste en la retirada de una consecuencia positiva
después de una respuesta no deseada. En ambos castigos se pretende disminuir la secuencia de la
respuesta no deseada. Por último, la extinción consiste en la retirada de los estímulos reforzantes que
siguen a una respuesta que ha sido previamente reforzada.
Muchas han sido las críticas recibidas por este modelo, como por ejemplo, que desprecia lo conjeturo en
favor de lo puramente adquirido, o que ataca al síntoma sin tener en cuenta la causa. O la nula atención
que le da a la vida psíquica (caja negra) reduciendo al hombre a una máquina simple o un arco reflejo.
Asunto este último por el que este modelo tiene poca aplicación en los estados psicóticos donde la
vivencia subjetiva delirante es poco abordable desde el punto de vista comportamental.
Además, el rigor científico de que hace gala tiene el precio de un excesivo reduccionismo. Esto, sin dejar
de lado que los estudios experimentales que le han dado ese rigor y que son imprescindibles en otras
ciencias (farmacología), son un inconveniente en psiquiatría, pues si hay alguna diferencia entre el hombre
y los animales es precisamente, el psiquismo, que es lo que aquí está en juego.
TEORICOS
Fisiólogo y psicólogo ruso. Cursó estudios de teología, que abandonó para ingresar en la Universidad de
San Petersburgo y estudiar medicina y química. Una vez doctorado, amplió sus conocimientos en
Alemania, donde se especializó en fisiología intestinal y en el sistema circulatorio. En 1890 sentó plaza de
profesor de fisiología en la Academia Médica Imperial.
Conceptos
Generalización: responder de la misma forma ante estímulos similares. Ejemplo: después de que
los perros aprendieron a salivar en respuesta a un sonido particular, también salivaban al oír otros
tonos similares, un poco más altos o más bajos.
Discriminación: responder de manera distinta frente a estímulos similares aunque no idénticos.
Ejemplo: al asegurarse Pavlov de que el alimento solo seguía a un tono, no a ningún otro.
Extinción: Es la desaparición gradual de una respuesta que se aprendió. Desaparece por completo.
Ocurre cuando un estímulo condicionado (un tono particular) se presenta en repetidas ocasiones
pero no es seguido por el estímulo incondicionado (alimento).
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Pavlov realiza una interpretación fisiológica de las actividades registradas en los hemisferios cerebrales
con el objeto de evitar la utilización de conceptos subjetivos en el estudio de los fenómenos. De allí que
sus estudios, no fueran considerados por él como psicológicos, de hecho, profundizó su unidad de análisis
en los reflejos. Consideraba así que existían diferentes tipos de reflejos:
Reflejo incondicionado
Los reflejos incondicionados son los reflejos innatos, los reflejos que forman parte del repertorio de
automatismos con los que cuentan los animales desde su nacimiento, ligados a las conductas básicas que
necesitan para sobrevivir atendiendo a su relación con el nicho ecológico en el que se desenvuelve su
vida. El esquema de los reflejos incondicionados es
Reflejos condicionados
Los reflejos condicionados son los reflejos aprendidos, consecuencia de haber experimentado la
asociación entre el estímulo incondicionado y el estímulo neutro. La función de los reflejos condicionados
es la de adaptarse a las modificaciones del medio en el que los animales deben sobrevivir pues permiten
más flexibilidad en el comportamiento que el reflejo incondicionado. El esquema de los reflejos
condicionados es
Considerado el creador del conductismo, John Broadus Watson durante toda su vida fue enemigo de las
ideas imprecisas y de las investigaciones descuidadas. Consideraba que las teorías de Freud eran muy
vagas. Según él, para salir de los oscuros y tenebrosos senderos de la filosofía especulativa y de la
psicología subjetiva debía seguirse el camino del conductismo.
Watson trabajó también en la puericultura y en la educación infantil. Recomendaba que a los bebés se los
criara de una manera muy organizada y sistemática, de modo tal que fueran condicionados conforme a un
plan, en la dirección deseada por sus padres. Aconsejó, además, que no se le transmitieran demasiadas
"efusiones sentimentales", pues según él éstas no contribuían a formar el carácter.
Los puntos de vista de Watson sobre el desarrollo humano tuvieron gran repercusión en las décadas de
1920 y 1930, pero en la actualidad ya no se lo estima en igual medida.
Watson desarrolló el Conductismo, que hoy en día constituye una de las principales corrientes
psicológicas, y que se emplea en muchas terapias con un alto grado de efectividad.
En 1913 Watson publica el que, a menudo, ha sido considerado su trabajo más importante, el artículo: “La
psicología desde el punto de vista conductista” y que dará punto de partida al Conductismo. En él Watson
describe las líneas generales de la que será su nueva filosofía.
El conductismo pone el énfasis sobre la conducta observable (tanto humana como animal), que considera
que ha de ser el objeto de estudio de la Psicología, y las relaciones entre estímulo y respuesta, más que
en el estado mental interno de la gente (aunque Watson nunca negó la existencia de cualquier del mundo
privado o íntimo). En su opinión, el análisis de la conducta y las relaciones era el único método objetivo
para conseguir la penetración en las acciones humanas y extrapolar el método propio de las Ciencias
Naturales (el método científico) a la Psicología.
Watson propuso hacer científico el estudio de la psicología empleando sólo procedimientos objetivos tales
como experimentos de laboratorio diseñados para establecer resultados estadísticamente válidos. El
enfoque conductista le llevó a formular una teoría psicológica en términos de estímulo-respuesta.
Según esta teoría, todas las formas complejas de comportamiento -las emociones, los hábitos, e incluso el
pensamiento y el lenguaje- se analizan como cadenas de respuestas simples musculares o glandulares
que pueden ser observadas y medidas. Watson sostenía que las reacciones emocionales eran aprendidas
del mismo modo que otras cualesquiera.
Watson optó por una postura radicalmente ambientalista, afirmando la insignificante influencia de los
factores hereditarios y realzando la influencia del ambiente. Esta postura se notó en su obra El
conductismo. Mediante esta actitud ambientalista, Watson pretende darle a la psicología un sentido
utilitario, ya que afirmaba que si el ambiente es lo que importa, entonces reformando el ambiente y
mejoraremos los seres humanos.
Watson pasó a la historia de la Psicología por los experimentos realizados junto a Rosalie Rayner para
demostrar sus teorías acerca del condicionamiento de la reacción de miedo en un niño de once meses de
edad y que ha pasado a la historia con la denominación de Pequeño Albert.
En él Watson pretendía demostrar cómo los principios del condicionamiento clásico, recientemente
descubierto por Iván Pávlov, podían aplicarse en la reacción de miedo de un niño ante una rata blanca.
Albert fue escogido como sujeto de experimentación por su gran estabilidad emocional. Mediante el
experimento, Watson pretendía demostrar cómo podía condicionar la reacción de miedo de Albert hacia
una rata blanca, que inicialmente no provocaba en el niño ninguna reacción aversiva, cómo podría
generalizar esta conducta a otros estímulos similares y, por último, cómo eliminar esta conducta.
Según describen Watson y Rayner (1920), los objetivos que perseguían con su experimento eran dar
respuesta a las siguientes preguntas:
¿Puede condicionarse a un niño para que tema a un animal que aparece simultáneamente con un
ruido fuerte?
¿Se transferirá tal miedo a otros animales u objetos inanimados?
¿Cuánto persistirá tal miedo?
El procedimiento seguido fue el siguiente: Se seleccionó a un niño sano de nueve meses, Albert, para el
experimento. Se le examinó para determinar si existía en él un miedo previo a los objetos que se le iban a
presentar (animales con pelo), examen que fue negativo. Sí se identificó un miedo a los sonidos fuertes
(como golpear una lámina metálica con un martillo fuertemente).
El experimento dio comienzo cuando Albert tenía 11 meses y tres días. Consistía en presentar al niño una
rata blanca al tiempo que un ruido fuerte (que se lograba golpeando una barra metálica detrás de la
cabeza del niño). Después de varios ensayos, el niño sollozó ante la presencia de la rata y posteriormente
generalizó su respuesta a otros estímulos: un perro, lana, un abrigo de piel, etc.
Pionero en el análisis experimental de la conducta humana, junto con otros intelectuales de la época fundó
la revista "Journal of the Experimental Analysis of Behavior". Profesor en la Universidad de Harvard desde
1948, introdujo en el programa de clases un curso sobre Ciencia y Comportamiento Humano. Fue el
descubridor del Condicionamiento Operante. Fue también una de las figuras más importantes del
conductismo. Skinner murió en 1990 afectado por la leucemia.
Es decir, que ante un estímulo, se produce una respuesta voluntaria, la cual, puede ser reforzada de
manera positiva o negativa provocando que la conducta operante se fortalezca o debilite. Skinner afirmaría
que “el condicionamiento operante modifica la conducta en la misma forma en que un escritor moldea un
montón de arcilla”, puesto que dentro del condicionamiento operante el aprendizaje es simplemente el
cambio de probabilidades de que se emita una respuesta.
Skinner afirma que cuando los alumnos están dominados por una atmósfera de depresión, lo que quieren
es salir del aprieto y no propiamente aprender o mejorarse. Se sabe que para que tenga efecto el
aprendizaje, los estímulos reforzadores deben seguir a las respuestas inmediatas.
Como el maestro tiene demasiados alumnos y no cuenta con el tiempo para ocuparse de las respuestas
de ellos, uno a uno tiene que reforzar la conducta deseada aprovechando grupos de respuestas. Skinner
considera que la finalidad de la psicología es predecir y controlar la conducta de los organismos
individuales. En el condicionamiento operante se considera a los profesores como modeladores de la
conducta de los alumnos.
Conceptos fundamentales.
Tipos de reforzadores.
Positivo: Todo estímulo que aumenta la probabilidad de que se produzca una conducta.
Negativo: Todo estímulo aversivo que al ser retirado aumenta la probabilidad de que se produzca
la conducta.
Extinción: Se presenta cuando un estímulo que previamente reforzaba la conducta deja de actuar.
Castigo: Al igual que la extinción, funciona para reducir la conducta.
Múltiple: Aplicación de dos o más programas diferentes.
Compuesto: Refuerzo de dos o más respuestas con uno o más programas.
Concurrente: Refuerzo de dos o más respuestas con uno o más programas.
Castigo: Es cuando se utiliza un estímulo aversivo para obtener la reducción en la tasa de una
respuesta.
Condicionamiento clásico.
Condicionamiento operante.
La conducta humana es producto del reforzamiento operante. Ejemplo: El individuo acciona una
palanca y recibe comida.
No es un reflejo, el sujeto debe realizar una actividad para obtener algo a cambio.
La conducta es externa ya que tiene un efecto sobre el mundo exterior al individuo. La relación de
la conducta tiene un efecto que aumenta la probabilidad de que en condiciones similares vuelva a
aparecer la misma.
Skinner desarrolló su famosa teoría sobre el comportamiento humano y sus reacciones a estímulos
externos, por medio de los cuales una conducta es renforzada con la intención de que se repita o sea
exterminada de acuerdo a las consecuencias que el estímulo conlleve. La teoría de Skinner está basada
en la idea de que los eventos relacionados con el aprendizaje cambian o modifican nuestro
comportamiento y nuestras maneras de actuar de acuerdo a ciertas circunstancias. Estos cambios son el
resultado de la respuesta individual a los estímulos que experimentamos. Nuestra respuesta viene de
acuerdo al estímulo que recibimos. Cuando estos estímulos son positivos o negativos nuestro ser tiende a
repetirlos o a exterminarlos permanentemente.
Refuerzo es la palabra clave que usa B.F. Skinner en su teoría conductivista del impacto del estimulo
positivo o negativo para eliminar o reforzar ciertos patrones de comportamiento.
Un refuerzo positivo es cualquier cosa que nos ayude a repetir un comportamiento deseado. Estos
refuerzos pueden ser desde una frase positiva para compensar algo bueno que hicimos, una buena
calificación o un sentimiento de satisfacción al haber logrado una meta. Su teoría también habla de
refuerzos negativos tales como castigos, regaños, insultos o amenazas que nos ayudan a exterminar
ciertos comportamientos.
Los estímulos condicionales positivos o negativos, se aplican en ambientes clínicos para modificar
comportamientos mentales en los pacientes que padecen algún desorden y también pueden aplicarse en
los ambientes escolares con propósitos de instruir a los estudiantes y de modificar sus comportamientos.
Los padres a nivel familiar también pueden aplicar estímulos que modifiquen la conducta de sus hijos.
THORNDIKE, EDWARD L. (1874-1949)
Edward L. Thorndike fue profesor de psicología durante más de treinta años en el Teachers College de
Columbia, Estados Unidos. Lo que más atrajo su interés fue la teoría del aprendizaje, y se cuenta entre los
importantes precursores del conductismo. Watson se fundó en gran parte en la obra de Thorndike y en la
de Pavlov.
Las numerosas fábulas y relatos tradicionales que cuentan maravillas de la inteligencia de los animales no
impresionaban a Thorndike, quien por el contrario sostenía que nadie se había ocupado de describir la
estupidez animal. Por cada perro que encuentra el camino de regreso al hogar -decía-, hay quizás un
centenar que se pierden. Sostenía Thorndike que los animales no razonan ni avanzan en la resolución de
problemas mediante súbitos estallidos de introvisión, sino que aprenden de una manera más o menos
mecánica, partiendo de un método de ensayo y error. Las conductas que les resultan fructíferas y
gratificantes se "imprimen" en el sistema nervioso.
Según Thorndike, el aprendizaje se componía de una serie de conexiones entre un estímulo y una
respuesta, que se fortalecían cada vez que generaban un estado de cosas satisfactorio para el organismo.
Esta teoría suministró las bases sobre las que luego Skinner construyó todo su edificio acerca del
condicionamiento operante.
Para Thorndike el aprendizaje no es más que una conexión (Conexionismo) de estímulos - respuestas;
una asociación entre las sensaciones que los organismos reciben y los impulsos a la acción que estas
desencadenan (aprendizaje instrumental).
Preparó quince cajas de truco para gatos en las que se confinaba a éstos y sólo podían escapar cuando
tiraban de una cuerda, empujaban una carreta o, en algunos casos, haciendo simultáneamente hasta tres
cosas diferentes.
Los animales aprendían por ensayo y error y por éxitos accidentales. Este tipo de aprendizaje se llamó
desde entonces Aprendizaje por Ensayo y Error.
Para él, "el aprendizaje es un proceso gradual de ensayo y error"(ley del efecto). (La ley del efecto es la
que luego recoge Skinner en su aprendizaje operante, aunque con el nombre de Ley del Refuerzo).
También hace referencia a la posesión, por parte del organismo, de las capacidades y condiciones
necesarias (atención, motivación y desarrollo) para realizar el aprendizaje (ley de la disposición).
En tal sentido, aludió a la importancia de la práctica. Dijo que las conexiones se fortalecen con la práctica y
se debilitan sin ella (ley del ejercicio).
Esta ha sido una de las leyes que más impacto ha tenido en la educación. De todos modos, Thorndike
creía que cuando la práctica no era recompensada no tenía influencia en el aprendizaje.
Albert Bandura nació el 4 de diciembre de 1925 en la pequeña localidad de Mundare en Alberta del Norte,
Canadá. Fue educado en una pequeña escuela elemental y colegio en un solo edificio, con recursos
mínimos, aunque con un porcentaje de éxitos importante. Al finalizar el bachillerato, trabajó durante un
verano rellenando agujeros en la autopista de Alaska en el Yukon.
En 1953, empezó a enseñar en la Universidad de Stanford. Mientras estuvo allí, colaboró con su primer
estudiante graduado, Richard Walters, resultando un primer libro titulado Agresión Adolescente en 1959.
tristemente, Walters murió joven en un accidente de motocicleta.
Bandura fue Presidente de la APA en 1973 y recibió el Premio para las Contribuciones Científicas
Distinguidas en 1980. Se mantiene en activo hasta el momento en la Universidad de Stanford.
TEORÍA
El conductismo, con su énfasis sobre los métodos experimentales, se focaliza sobre variables que pueden
observarse, medirse y manipular y rechaza todo aquello que sea subjetivo, interno y no disponible (p.e. lo
mental). En el método experimental, el procedimiento estándar es manipular una variable y luego medir
sus efectos sobre otra. Todo esto conlleva a una teoría de la personalidad que dice que el entorno de uno
causa nuestro comportamiento.
Bandura consideró que esto era un poquito simple para el fenómeno que observaba (agresión en
adolescentes) y por tanto decidió añadir un poco más a la fórmula: sugirió que el ambiente causa el
comportamiento; cierto, pero que el comportamiento causa el ambiente también. Definió este concepto con
el nombre de determinismo recíproco: el mundo y el comportamiento de una persona se causan
mutuamente.
Más tarde, fue un paso más allá. Empezó a considerar a la personalidad como una interacción entre tres
"cosas": el ambiente, el comportamiento y los procesos psicológicos de la persona. Estos procesos
consisten en nuestra habilidad para abrigar imágenes en nuestra mente y en el lenguaje. Desde el
momento en que introduce la imaginación en particular, deja de ser un conductista estricto y empieza a
acercarse a los cognocivistas. De hecho, usualmente es considerado el padre del movimiento cognitivo.
El añadido de imaginación y lenguaje a la mezcla permite a Bandura teorizar mucho más efectivamente
que, digamos por ejemplo, B.F. Skinner con respecto a dos cosas que muchas personas considerar "el
núcleo fuerte" de la especie humana: el aprendizaje por la observación (modelado) y la auto-
regulación.
De los cientos de estudios de Bandura, un grupo se alza por encima de los demás, los estudios del
muñeco bobo. Lo hizo a partir de una película de uno de sus estudiantes, donde una joven estudiante solo
pegaba a un muñeco bobo. En caso de que no lo sepan, un muñeco bobo es una criatura hinchable en
forma de huevo con cierto peso en su base que hace que se tambalee cuando le pegamos. Actualmente
llevan pintadas a Darth Vader, pero en aquella época llevaba al payaso "Bobo" de protagonista.
La joven pegaba al muñeco, gritando ¡"estúpidooooo"!. Le pegaba, se sentaba encima de él, le daba con
un martillo y demás acciones gritando varias frases agresivas. Bandura les enseñó la película a un grupo
de niños de guardería que, como podrán suponer ustedes, saltaron de alegría al verla. Posteriormente se
les dejó jugar. En el salón de juegos, por supuesto, había varios observadores con bolígrafos y carpetas,
un muñeco bobo nuevo y algunos pequeños martillos.
Y ustedes podrán predecir lo que los observadores anotaron: un gran coro de niños golpeando a descaro
al muñeco bobo. Le pegaban gritando ¡"estúpidooooo!", se sentaron sobre él, le pegaron con martillos y
demás. En otras palabras, imitaron a la joven de la película y de una manera bastante precisa.
Esto podría parecer un experimento con poco de aportación en principio, pero consideremos un momento:
estos niños cambiaron su comportamiento ¡sin que hubiese inicialmente un refuerzo dirigido a explotar
dicho comportamiento! Y aunque esto no parezca extraordinario para cualquier padre, maestro o un
observador casual de niños, no encajaba muy bien con las teorías de aprendizaje conductuales
estándares. Bandura llamó al fenómeno aprendizaje por la observación o modelado, y su teoría
usualmente se conoce como la teoría social del aprendizaje.
Bandura llevó a cabo un largo número de variaciones sobre el estudio en cuestión: el modelo era
recompensado o castigado de diversas formas de diferentes maneras; los niños eran recompensados por
sus imitaciones; el modelo se cambiaba por otro menos atractivo o menos prestigioso y así
sucesivamente. En respuesta a la crítica de que el muñeco bobo estaba hecho para ser "pegado",
Bandura incluso rodó una película donde una chica pegaba a un payaso de verdad. Cuando los niños
fueron conducidos al otro cuarto de juegos, encontraron lo que andaban buscando…¡un payaso real!.
Procedieron a darle patadas, golpearle, darle con un martillo, etc.
Todas estas variantes permitieron a Bandura a establecer que existen ciertos pasos envueltos en el
proceso de modelado:
1. Atención. Si vas a aprender algo, necesitas estar prestando atención. De la misma manera, todo
aquello que suponga un freno a la atención, resultará en un detrimento del aprendizaje, incluyendo el
aprendizaje por observación. Si por ejemplo, estás adormilado, drogado, enfermo, nervioso o incluso
"hiper", aprenderás menos bien. Igualmente ocurre si estás distraído por un estímulo competitivo.
Alguna de las cosas que influye sobre la atención tiene que ver con las propiedades del modelo. Si el
modelo es colorido y dramático, por ejemplo, prestamos más atención. Si el modelo es atractivo o
prestigioso o parece ser particularmente competente, prestaremos más atención. Y si el modelo se parece
más a nosotros, prestaremos más atención. Este tipo de variables encaminó a Bandura hacia el exámen
de la televisión y sus efectos sobre los niños.
2. Retención. Segundo, debemos ser capaces de retener (recordar) aquello a lo que le hemos prestado
atención. Aquí es donde la imaginación y el lenguaje entran en juego: guardamos lo que hemos visto hacer
al modelo en forma de imágenes mentales o descripciones verbales. Una vez "archivados", podemos
hacer resurgir la imagen o descripción de manera que podamos reproducirlas con nuestro propio
comportamiento.
3. Reproducción. En este punto, estamos ahí soñando despiertos. Debemos traducir las imágenes o
descripciones al comportamiento actual. Por tanto, lo primero de lo que debemos ser capaces es de
reproducir el comportamiento. Puedo pasarme todo un día viendo a un patinador olímpico haciendo su
trabajo y no poder ser capaz de reproducir sus saltos, ya que ¡no sé nada patinar!.Por otra parte, si
pudiera patinar, mi demostración de hecho mejoraría si observo a patinadores mejores que yo.
Otra cuestión importante con respecto a la reproducción es que nuestra habilidad para imitar mejora con la
práctica de los comportamientos envueltos en la tarea. Y otra cosa más: nuestras habilidades mejoran
¡aún con el solo hecho de imaginarnos haciendo el comportamiento!. Muchos atletas, por ejemplo, se
imaginan el acto que van a hacer antes de llevarlo a cabo.
4. Motivación. Aún con todo esto, todavía no haremos nada a menos que estemos motivados a imitar; es
decir, a menos que tengamos buenas razones para hacerlo. Bandura menciona un número de motivos:
Nótese que estos motivos han sido tradicionalmente considerados como aquellas cosas que "causan" el
aprendizaje. Bandura nos dice que éstos no son tan causantes como muestras de lo que hemos
aprendido. Es decir, él los considera más como motivos.
Por supuesto que las motivaciones negativas también existen, dándonos motivos para no imitar:
Castigo pasado.
Castigo prometido (amenazas)
Castigo vicario.
Como la mayoría de los conductistas clásicos, Bandura dice que el castigo en sus diferentes formas no
funciona tan bien como el refuerzo y, de hecho, tiene la tendencia a volverse contra nosotros.
Autorregulación
1. Auto-observación. Nos vemos a nosotros mismos, nuestro comportamiento y cogemos pistas de ello.
2. Juicio. Comparamos lo que vemos con un estándar. Por ejemplo, podemos comparar nuestros actos
con otros tradicionalmente establecidos, tales como "reglas de etiqueta". O podemos crear algunos
nuevos, como "leeré un libro a la semana". O podemos competir con otros, o con nosotros mismos.
3. Auto-respuesta. Si hemos salido bien en la comparación con nuestro estándar, nos damos respuestas
de recompensa a nosotros mismos. Si no salimos bien parados, nos daremos auto-respuestas de castigo.
Estas auto-respuestas pueden ir desde el extremo más obvio (decirnos algo malo o trabajar hasta tarde),
hasta el otro más encubierto (sentimientos de orgullo o vergüenza).
Un concepto muy importante en psicología que podría entenderse bien con la autorregulación es el auto-
concepto (mejor conocido como autoestima). Si a través de los años, vemos que hemos actuado más o
menos de acuerdo con nuestros estándares y hemos tenido una vida llena de recompensas y alabanzas
personales, tendremos un auto-concepto agradable (autoestima alta). Si, de lo contrario, nos hemos visto
siempre como incapaces de alcanzar nuestros estándares y castigándonos por ello, tendremos un pobre
auto-concepto (autoestima baja)
Notemos que los conductistas generalmente consideran el refuerzo como efectivo y al castigo como algo
lleno de problemas. Lo mismo ocurre con el auto-castigo. Bandura ve tres resultados posibles del excesivo
auto-castigo:
Lo anterior tiene cierta semejanza con las personalidades insanas de las que hablaban Adler y Horney; el
tipo agresivo, el tipo sumiso y el tipo evitativo respectivamente.
Las recomendaciones de Bandura para las personas que sufren de auto-conceptos pobres surgen
directamente de los tres pasos de la autorregulación:
Concernientes a la auto-observación. ¡conócete a ti mismo!. Asegúrate de que tienes una imagen precisa
de tu comportamiento.
Concernientes a los estándares. Asegúrate de que tus estándares no están situados demasiado alto. No
nos embarquemos en una ruta hacia el fracaso. Sin embargo, los estándares demasiado bajos carecen de
sentido.
TERAPIA
Terapia de autocontrol
Las ideas en las que se basa la autorregulación han sido incorporadas a una técnica terapéutica llamada
terapia de autocontrol. Ha sido bastante exitosa con problemas relativamente simples de hábitos como
fumar, comer en exceso y hábitos de estudio.
2. Planning ambiental. Tener un registro y diarios nos facilitará la tarea de dar el siguiente paso: alterar
nuestro ambiente. Por ejemplo, podemos remover o evitar aquellas situaciones que nos conducen al mal
comportamiento: retirar los ceniceros, beber té en vez de café, divorciarnos de nuestra pareja
fumadora…Podemos buscar el tiempo y lugar que sean mejores para adquirir comportamientos
alternativos mejores: ¿dónde y cuándo nos damos cuenta que estudiamos mejor? Y así sucesivamente.
También podríamos invitar a otras personas a que controlen nuestras recompensas y castigos si sabemos
que no seremos demasiado estrictos con nosotros mismos. Pero, cuidado: ¡esto puede llevar a la
finalización de nuestras relaciones de pareja cuando intentemos lavarle el cerebro a ésta en un intento de
que hagan las cosas como nos gustaría!
Terapia de Modelado
Sin embargo, la terapia por la que Bandura es más conocido es la del modelado. Esta teoría sugiere que si
uno escoge a alguien con algún trastorno psicológico y le ponemos a observar a otro que está intentando
lidiar con problemas similares de manera más productiva, el primero aprenderá por imitación del segundo.
La investigación original de Bandura sobre el particular envuelve el trabajo con herpefóbicos (personas con
miedos neuróticos a las serpientes) El cliente es conducido a observar a través de un cristal que da a un
laboratorio. En este espacio, no hay nada más que una silla, una mesa, una caja encima de la mesa con
un candado y una serpiente claramente visible en su interior. Luego, la persona en cuestión ve cómo se
acerca otra (un actor) que se dirige lenta y temerosamente hacia la caja. Al principio actúa de forma muy
aterradora; se sacude varias veces, se dice a sí mismo que se relaje y que respire con tranquilidad y da un
paso a la vez hacia la serpiente. Puede detenerse en el camino un par de veces; retraerse en pánico, y
vuelve a empezar. Al final, llega al punto de abrir la caja, coge a la serpiente, se sienta en la silla y la
agarra por el cuello; todo estop al tiempo que se relaja y se da instrucciones de calma.
Después que el cliente ha visto todo esto (sin duda, con su boca abierta durante toda la observación), se le
invita a que él mismo lo intente. Imagínense, él sabe que la otra persona es un actor (¡no hay decepción
aquí; solo modelado!) Y aún así, muchas personas, fóbicos crónicos, se embarcan en la rutina completa
desde el primer intento, incluso cuando han visto la escena solo una vez. Esta desde luego, es una terapia
poderosa.
Una pega de la terapia era que no es tan fácil conseguir las habitaciones, las serpientes, los actores, etc.,
todos juntos. De manera que Bandura y sus estudiantes probaron diferentes versiones de la terapia
utilizando grabaciones de actores e incluso apelaron a la imaginación de la escena bajo la tutela de
terapeutas. Estos métodos funcionaron casi tan bien como el original.