Professional Documents
Culture Documents
Las rocas ígneas (del latín ignius, “fuego”) se originan a partir de un líquido compuesto principalmente
por roca fundida, gases disueltos y cristales en suspensión, al que llamamos magma. Los magmas, a
su vez, provienen de zonas profundas de la Tierra, donde las rocas calientes, pero sólidas del manto
terrestre pueden derretirse parcialmente. El magma se abre camino hacia arriba, dado que es más
liviano que las rocas que lo rodean, y es muy rico en elementos pesados, que abundan en las capas más
internas de la Tierra. Así, a medida que asciende por la corteza, se va enfriando dando origen a cristales
los que al ser más pesados que la parte líquida, se depositan al fondo. De esta forma, el líquido restante
se hace cada vez más liviano y puede seguir subiendo.
Debido a este proceso, la composición del magma cambia y se pueden ir generando diferentes
minerales, dependiendo de la temperatura y de la profundidad a la que este se encuentre. Las
rocas ígneas poseen componentes más pesados y suelen ser de color oscuro, mientras que aquellas
que poseen minerales más livianos, como el cuarzo, suelen ser claras.
El curso que sigue el magma también permite clasificar las rocas. Cuando este se abre paso a través de
algún cuerpo de roca da origen a rocas intrusivas, mientras que aquel que sale y se enfría en la
superficie produce rocas extrusivas. Para que se forme una roca intrusiva, una posibilidad es que el
magma se estacione en algún lugar profundo de la corteza y se enfríe allí lentamente, lo que facilitará
la formación de cristales grandes, pues estos tendrán tiempo de crecer y solidificarse completamente,
formando una roca plutónica. Otra posibilidad es que el magma siga ascendiendo, colándose entre las
fracturas de las rocas más superficiales, donde el contacto con estas hace que el enfriamiento sea algo
más rápido.
Por su parte, las rocas extrusivas son las que se forman debido a las erupciones volcánicas. Cuando el
magma asciende y se estaciona en la corteza, eventualmente puede salir a la superficie durante una
erupción debido al aumento de la presión dentro la cámara que lo alberga. En estos eventos, se generan
rocas a partir de lava –nombre que recibe el magma al salir a la superficie–una vez que esta ha perdido
parte de sus gases. La lava que emana de un cráter puede fluir, enfriándose rápidamente al exponerse
a la temperatura ambiente formando una roca volcánica, compuesta de cristales muy pequeños y de
vidrio; o bien puede ser expulsada violentamente hacia el aire en columnas que se elevan a veces
kilómetros hacia arriba, donde se enfrían extremadamente rápido y se llenan de burbujas. Estas se
encuentran compuestas principalmente por vidrio y reciben el nombre de rocas piroclásticas, un
ejemplo es la famosa piedra pómez.
Otro tipo de roca lo constituyen las rocas sedimentarias. Estas están constituidas por fragmentos de
cualquier otra roca que se encuentre en la superficie terrestre, ya sea ígnea, sedimentaria o
metamórfica, y que por efecto del agua, el viento o el hielo, entre otros factores, ha sido partida, molida,
desintegrada o disuelta, para ser luego transportada por estos agentes.
Esta acumulación de fragmentos de roca que puede tener tamaños muy variados, recibe el nombre
de sedimento. Los sedimentos pueden depositarse y con el paso del tiempo ser compactados y pegados
por una especie de cemento formado por algún mineral que se cristalice entre los granos, originando
una roca sedimentaria clástica. Los sedimentos también pueden ser solo una precipitación de
material disuelto en agua, tal como ocurre cuando se tiene agua con mucha sal y esta se deposita en el
fondo. Si el agua finalmente se evapora, se obtendrá un agregado de cristales unidos entre sí, que dará
origen a una roca sedimentaria química.
Las rocas sedimentarias muchas veces pueden albergar fósiles, restos de organismos del pasado que
permiten conocer la historia y evolución de la vida y los ambientes de la Tierra.
Por último, existen las rocas metamórficas (del griego meta, “cambio”, y morph, “forma”), las cuales
se forman cuando una roca de cualquier tipo es sometida a altas presiones y/o temperaturas. Las rocas
metamórficas son las más complejas de todas, ya que cualquier roca puede ser sometida a este proceso,
por ende sus procesos de generación pueden ser muy variados. Estas pueden formarse cuando las rocas
se entierran bajo la superficie, sufriendo gran presión debido al peso de las rocas sobre ellas, y
temperaturas más calientes a medida que se ubican a mayor profundidad; pueden originarse cuando
un magma que llega calienta la roca, o incluso debido al impacto de un meteorito. De todos modos, algo
que todas tienen en común es que sus componentes cambian. Se generan nuevos minerales y los
que existían pueden desaparecer o recristalizarse, es decir, cambiar de forma, de tamaño, de orientación
o de posición, dependiendo de las condiciones a las que se someta la roca y de cómo era esta
originalmente. Incluso, cuando el metamorfismo alcanza niveles muy altos, la roca puede ser fundida y
dar origen a magma, volviendo a comenzar el ciclo.
Las rocas pueden ser tan variadas como podamos imaginar y el ciclo que lleva a su formación ha estado
repitiéndose por millones de años, del cual solo podemos observar sus productos: las rocas que existen
hoy. La máquina de crear rocas que es la Tierra seguirá funcionando, y quizás los geólogos del futuro
intentarán descifrar cómo se formaron aquellas que verán mañana, mientras el proceso se siga
repitiendo bajo sus pies.
Referencias
Tarbuck, E.J.; Lutgens F.K y Tasa D. (2005) Ciencias de la Tierra: Una introducción a la geología física.
Madrid, Pearson Educación, Prentice Hall.
El Ciclo de las Rocas pone en evidencia las relaciones que guardan entre sí los distintos tipos de
rocas cuando se los agrupa en función de los mecanismos que les dieron origen .
En el gráfic9o supeior, las flechas indican las posibles transformaciones y llevan el nombre del
mecanismo responsable.
Algunos son mecanismos constructivos (como la diagénesis y la consolidación magmática);
otros, mecanismos destructivos (como la erosión).
Los óvalos con colores llenos llevan los nombres de las partículas fundamentales que constituyen
cada tipo de roca.
El denominado Ciclo de las Rocas ( Figura en el recuadro arriba) , es una serie de procesos
geológicos por los cuales uno de los tres grandes grupos de rocas se forma a partir de los otros
dos.
Este ciclo podría empezar con la generación de magma en el interior de la Tierra, donde las
temperaturas y presiones son lo suficientemente altas como para fundir las rocas preexistentes.
Esta actividad interna de la Tierra se la denomina el episodio plutónico (esto deriva de Plutón, el
dios romano de las profundidades).
El episodio plutónico significa que las rocas preexistentes son fundidas; los minerales, destruidos, y
su composición química es uniformada, dando como resultado un líquido caliente
denominadomagma . Este, al ser de menor densidad tenderá a ascender, enfriarse y cristalizar,
formando una roca ígnea plutónica . Esta última puede convertirse en roca metamórfica o ser
destruida por la erosión, en cuyo caso puede llegar a constituir más tarde una roca sedimentaria .
Una roca en particular no tiene por qué recorrer inevitablemente este ciclo. No es necesario de que
toda roca ígnea sea levantada de su lugar de formación y expuesta en superficie para que los
agentes erosivos la ataquen y degraden, puede que una roca ígnea nunca llegue a la superficie,
todo depende de la evolución geológica de la región.
El ciclo de las rocas nunca se acaba, siempre está operando de forma lenta y continua. Es aquí
donde mejor se materializan los conceptos de gradualismo - actualismo de los fenómenos
geológicos. Las rocas que alcanzaron la superficie son recicladas continuamente pero nosotros
solo podemos ver la parte superior del ciclo y debemos deducir los de la parte profunda a partir de
evidencias indirectas.
Rocas ígneas
Las rocas ígneas (del latín ignis, fuego) también nombradas magmáticas,
son todas aquellas que se han formado por solidificación de un de
material rocoso, caliente y móvil denominado magma; este proceso,
llamado cristalización, resulta del enfriamiento de los minerales y del
entrelazamiento de sus partículas. Este tipo de rocas también son
formadas por la acumulación y consolidación de lava, palabra que se
utiliza para un magma que se enfría en la superficie al ser expulsado por
los volcanes.
Existen diversos criterios para clasificar una roca ígnea, cada uno de ellos
con objetivos definidos, como la ocurrencia de las rocas, el tamaño de
grano, la textura y estructura, el contenido mineral o la composición
química.
La textura de una roca ígnea se usa para describir el aspecto general de la misma en función
del tamaño, forma y ordenamiento de los cristales que la componen. En un esquema
simplificado se pueden distinguir hasta seis texturas ígneas:3
Textura vítrea. Las rocas con textura vítrea se originan durante algunas erupciones
volcánicas en las que la roca fundida es expulsada hacia la atmósfera donde se enfría
rápidamente; ello que ocasiona que los iones dejen de fluir y queden desordenados antes
de que puedan unirse en una estructura cristalina ordenada. La obsidiana es un vidrio
natural común producido de este modo.
Textura afanítica o de grano fino. Se origina cuando el enfriamiento del magma es
relativamente rápido por lo que los cristales que se forman son de tamaño microscópico y
es imposible distinguir a simple vista los minerales que componen la roca. Es un ejemplo
la riolita.
Textura fanerítica o de grano grueso. Se origina cuando grandes masas de magma se
solidifican lentamente a bastante profundidad, lo que da tiempo a la formación de cristales
grandes de los diferentes minerales. Las rocas faneríticas, como el granito están formadas
por una masa de cristales intercrecidos aproximadamente del mismo tamaño y lo
suficientemente grandes como para que los minerales individuales puedan identificarse
sin la ayuda del microscopio.
Textura porfídica. Son rocas con cristales grandes (llamados fenocristales) incrustados
en una matriz (llamada pasta) de cristales más pequeños. Se forman debido a la diferente
temperatura de cristalización de los minerales que componen la roca, con lo que es
posible que algunos cristales se hagan bastante grandes mientras que otros estén
empezando a formarse. Una roca con esta textura se conoce como porfiroide.
Textura pegmatítica. Las pegmatitas son rocas ígneas de grano especialmente grueso,
formadas por cristales interconectados de más de un centímetro de diámetro. La mayoría
se hallan en los márgenes de las rocas plutónicas ya que se forman en las últimas etapas
de la cristalización, cuando el magma contiene un porcentaje inusualmente elevado
de agua y de otros volátiles como el cloro, el flúor y el azufre.
Textura piroclástica. Algunas rocas ígneas se forman por la consolidación de fragmentos
de roca (cenizas, lapilli, gotas fundidas, bloques angulares arrancados del edificio
volcánico, etc.) emitidos durante erupciones volcánicas. No están formadas por cristales y
su aspecto recuerda al de las rocas sedimentarias. La toba volcánica es un ejemplo de
este tipo de roca.
Las rocas plutónicas acostumbran a tener texturas faneríticas, porfídicas y pegmatíticas,
mientras que las rocas volcánicas son de textura vítrea, afanítica o piroclástica
Características
Las rocas sedimentarias se caracterizan por dos rasgos esenciales:
Presentan una estructura estratificada, con capas producidas por el carácter a la vez
progresivo y discontinuo del proceso de sedimentación. Se llaman estratos a esas
capas.
Contienen generalmente fósiles, cuando no están directamente formadas por fósiles.
Los procesos magmáticos destruyen los restos de los seres vivos, lo mismo que los
procesos metamórficos, salvo los más suaves.
Además las rocas sedimentarias suelen ser más o menos permeables, sobre todo
las Detríticas, lo que favorece la circulación o depósito de agua subterránea y otros
fluidos, como los hidrocarburos.
Tipos
Pueden clasificarse por su génesis en:
Rocas metamórficas
Metamorfismo Regional
Metamorfismo de Contacto
Metamorfismo Dinámico
Clasificación
Son rocas deformadas por grandes presiones y/o esfuerzos que originan
plegamiento, fallamiento, flujo o granulación, producto de un
metamorfismo dinámico. Las etapas iniciales de la deformación son
expresadas por la granulación del mineral ya que el movimiento intenso
continuado, bajo la acción de un esfuerzo, origina el desgaste progresivo
de los granos del mineral y de las partículas de la roca.
LA CORTEZA TERRESTRE
Podemos decir, por tanto, que hay dos tipos de Corteza claramente diferentes: la Corteza
Oceánica y la Corteza Continental.
· Corteza Oceánica:
- Su espesor varía entre 5 y 10 km. - No supera los 180 millones de años de antigüedad.
- La superficie es muy homogénea (llanura abisal). Alterada sólo por las grandes cordilleras
oceánicas (dorsales centrooceánicas) y por las fosas marinas.
· Corteza Continental:
- Formada por rocas de todo tipo. En las zonas más profundas predominan las rocas
metamórficas.
- En los continentes podemos encontrar rocas de ¡más de 3.500 millones de años de antigüedad!
La litosfera o litósfera1 (del griego λίθος, litos, ‘piedra’ y σφαίρα, sphaíra, ‘esfera’) es la capa
sólida superficial de la Tierra, caracterizada por su rigidez.2 Está formada por la corteza y la
zona más externa del manto, y «flota» sobre la astenosfera, una capa «plástica» que forma
parte del manto superior.3 La litosfera suele tener un espesor aproximado de 50 a 100 km,2
siendo su límite externo la superficie terrestre.4 El límite inferior varía dependiendo de la
definición de litosfera que se ocupe. Para este caso, teniendo en cuenta el espesor
mencionado, es la astenosfera4
La litosfera está fragmentada en una serie de placas tectónicas o litosféricas, en cuyos bordes
se concentran los fenómenos geológicos endógenos, como el magmatismo (incluido
el vulcanismo), la sismicidad o la orogénesis.56
Índice
[ocultar]
1Tipos de litosfera
2Véase también
3Referencias
4Bibliografía
5Enlaces externos
Tipos de litosfera[editar]
En la práctica no es fácil establecer un espesor concreto para la litosfera.4 Se aplican distintas
aproximaciones a:
Litosfera térmica: Bajo este concepto la litosfera constituye la parte del manto donde
la conducción de calor predomina sobre la convección de calor, caso opuesto de lo que
ocurre en la parte del manto que subyace la litosfera.7 En este sentido la base de la
litosfera se puede definir según la intersección de una proyección del gradiente
geotérmicocon: a) alguna temperatura predefinida, b) cierta fracción de la temperatura de
ambiente o c) cierta fracción del solidus del manto.7 Otro método más simple define dicho
límite según la superficie de una isoterma.7
El manto es una capa interna de los planetas terrestres o de algunos otros cuerpos
planetarios rocosos, que se encuentra entre el núcleo, la capa más interna, y la corteza, la
más externa. Está compuesto principalmente por silicatos. Para que se forme un manto, el
cuerpo planetario debe ser suficientemente grande para haber pasado por el proceso
de diferenciación planetaria en términos de densidad. Los planetas terrestres
(la Tierra, Venus, Marte y Mercurio), la Luna terrestre, dos de los satélites de
Júpiter (Ío y Europa) y el asteroide Vesta tienen cada uno un manto rocoso.
Una placa tectónica o placa litosférica es un fragmento de litosfera que se mueve como un
bloque relativamente rígido sobre la astenosfera (manto superior) de la Tierra. La palabra
tectónica deriva del griego antiguo τέκτων, τέκτωνος: nominativo y genitivo de singular
de constructor, carpintero, y del sufijo ικα: relativo a.1
La tectónica de placas es la teoría que explica la estructura y dinámica de la superficie
terrestre. Establece que la litosfera (la zona dinámica superior más externa y rígida de la
Tierra) está fragmentada en una serie de placas que se desplazan sobre
la astenosfera.[cita requerida] Esta teoría también describe el movimiento de las placas, sus
direcciones e interacciones. La litosfera terrestre está dividida en grandes placas y en otras
menores o microplacas. En los bordes de las placas se concentra actividad sísmica, volcánica
y tectónica. Esto da lugar a la formación de grandes cadenas y cuencas.
La Tierra es el único planeta del sistema solar con placas tectónicas activas, aunque hay
evidencias de que en tiempos remotos Marte, Venus y alguno de los satélites galileanos,
como Europa, fueron tectónicamente activos.