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Los minerales y, por lo tanto, las rocas, tienen un origen muy diverso.

Según este parámetro, existen


tres categorías, cuyos procesos de formación son bien distintivos: las rocas pueden
ser ígneas, sedimentarias o metamórficas.

Las rocas ígneas (del latín ignius, “fuego”) se originan a partir de un líquido compuesto principalmente
por roca fundida, gases disueltos y cristales en suspensión, al que llamamos magma. Los magmas, a
su vez, provienen de zonas profundas de la Tierra, donde las rocas calientes, pero sólidas del manto
terrestre pueden derretirse parcialmente. El magma se abre camino hacia arriba, dado que es más
liviano que las rocas que lo rodean, y es muy rico en elementos pesados, que abundan en las capas más
internas de la Tierra. Así, a medida que asciende por la corteza, se va enfriando dando origen a cristales
los que al ser más pesados que la parte líquida, se depositan al fondo. De esta forma, el líquido restante
se hace cada vez más liviano y puede seguir subiendo.

Debido a este proceso, la composición del magma cambia y se pueden ir generando diferentes
minerales, dependiendo de la temperatura y de la profundidad a la que este se encuentre. Las
rocas ígneas poseen componentes más pesados y suelen ser de color oscuro, mientras que aquellas
que poseen minerales más livianos, como el cuarzo, suelen ser claras.

Figura 1. Representación del ciclo de las rocas.

El curso que sigue el magma también permite clasificar las rocas. Cuando este se abre paso a través de
algún cuerpo de roca da origen a rocas intrusivas, mientras que aquel que sale y se enfría en la
superficie produce rocas extrusivas. Para que se forme una roca intrusiva, una posibilidad es que el
magma se estacione en algún lugar profundo de la corteza y se enfríe allí lentamente, lo que facilitará
la formación de cristales grandes, pues estos tendrán tiempo de crecer y solidificarse completamente,
formando una roca plutónica. Otra posibilidad es que el magma siga ascendiendo, colándose entre las
fracturas de las rocas más superficiales, donde el contacto con estas hace que el enfriamiento sea algo
más rápido.

Por su parte, las rocas extrusivas son las que se forman debido a las erupciones volcánicas. Cuando el
magma asciende y se estaciona en la corteza, eventualmente puede salir a la superficie durante una
erupción debido al aumento de la presión dentro la cámara que lo alberga. En estos eventos, se generan
rocas a partir de lava –nombre que recibe el magma al salir a la superficie–una vez que esta ha perdido
parte de sus gases. La lava que emana de un cráter puede fluir, enfriándose rápidamente al exponerse
a la temperatura ambiente formando una roca volcánica, compuesta de cristales muy pequeños y de
vidrio; o bien puede ser expulsada violentamente hacia el aire en columnas que se elevan a veces
kilómetros hacia arriba, donde se enfrían extremadamente rápido y se llenan de burbujas. Estas se
encuentran compuestas principalmente por vidrio y reciben el nombre de rocas piroclásticas, un
ejemplo es la famosa piedra pómez.

Otro tipo de roca lo constituyen las rocas sedimentarias. Estas están constituidas por fragmentos de
cualquier otra roca que se encuentre en la superficie terrestre, ya sea ígnea, sedimentaria o
metamórfica, y que por efecto del agua, el viento o el hielo, entre otros factores, ha sido partida, molida,
desintegrada o disuelta, para ser luego transportada por estos agentes.
Esta acumulación de fragmentos de roca que puede tener tamaños muy variados, recibe el nombre
de sedimento. Los sedimentos pueden depositarse y con el paso del tiempo ser compactados y pegados
por una especie de cemento formado por algún mineral que se cristalice entre los granos, originando
una roca sedimentaria clástica. Los sedimentos también pueden ser solo una precipitación de
material disuelto en agua, tal como ocurre cuando se tiene agua con mucha sal y esta se deposita en el
fondo. Si el agua finalmente se evapora, se obtendrá un agregado de cristales unidos entre sí, que dará
origen a una roca sedimentaria química.

Las rocas sedimentarias muchas veces pueden albergar fósiles, restos de organismos del pasado que
permiten conocer la historia y evolución de la vida y los ambientes de la Tierra.

Por último, existen las rocas metamórficas (del griego meta, “cambio”, y morph, “forma”), las cuales
se forman cuando una roca de cualquier tipo es sometida a altas presiones y/o temperaturas. Las rocas
metamórficas son las más complejas de todas, ya que cualquier roca puede ser sometida a este proceso,
por ende sus procesos de generación pueden ser muy variados. Estas pueden formarse cuando las rocas
se entierran bajo la superficie, sufriendo gran presión debido al peso de las rocas sobre ellas, y
temperaturas más calientes a medida que se ubican a mayor profundidad; pueden originarse cuando
un magma que llega calienta la roca, o incluso debido al impacto de un meteorito. De todos modos, algo
que todas tienen en común es que sus componentes cambian. Se generan nuevos minerales y los
que existían pueden desaparecer o recristalizarse, es decir, cambiar de forma, de tamaño, de orientación
o de posición, dependiendo de las condiciones a las que se someta la roca y de cómo era esta
originalmente. Incluso, cuando el metamorfismo alcanza niveles muy altos, la roca puede ser fundida y
dar origen a magma, volviendo a comenzar el ciclo.

Las rocas pueden ser tan variadas como podamos imaginar y el ciclo que lleva a su formación ha estado
repitiéndose por millones de años, del cual solo podemos observar sus productos: las rocas que existen
hoy. La máquina de crear rocas que es la Tierra seguirá funcionando, y quizás los geólogos del futuro
intentarán descifrar cómo se formaron aquellas que verán mañana, mientras el proceso se siga
repitiendo bajo sus pies.

Referencias

Tarbuck, E.J.; Lutgens F.K y Tasa D. (2005) Ciencias de la Tierra: Una introducción a la geología física.
Madrid, Pearson Educación, Prentice Hall.

EL CICLO DE LAS ROCAS


El ciclo de las rocas nos ayuda a entender el origen de las rocas ígneas, sedimentarias
y metamórficas, y ver que cada tipo está vinculado a los otros por los procesos que
actúan dentro y fuera del planeta.
Ciclo básico

El magma es la roca fundida que se forma por debajo de la superficie de la Tierra.


Con el tiempo, el magma se enfría y se solidifica. Este proceso,
denominado cristalización, puede ocurrir debajo de la superficie terrestre o,
después de una erupción volcánica, en la superficie. En cualquiera de las dos
situaciones, las rocas resultantes se denominanrocas ígneas (en el primer
caso, rocas ígneas plutónicas, y en el segundo, rocas ígneas volcánicas).
Si las rocas ígneas afloran en la superficie experimentaránmeteorización, en la cual
la acción de la atmósfera desintegra y descompone lentamente las rocas. Los
materiales resultantes pueden ser desplazados pendiente abajo por la gravedad
antes de ser captados y transportados por algún agente erosivo como las aguas
superficiales (ríos y arroyos), los glaciares, el viento o las olas. Finalmente, estas
partículas y sustancias disueltas, denominadas sedimentos, son depositadas.
Aunque la mayoría de los sedimentos acaba llegando al océano, otras zonas de
acumulación son los deltas, los desiertos, los pantanos y las dunas.
A continuación, los sedimentos experimentan litificación, un término que significa
"conversión en roca". El sedimento suele litificarse dando lugar a una roca
sedimentariacuando es compactado por el peso de las capas que tiene por encima o
cuando es cementado conforme el agua subterránea de infiltración llena los poros
con materia mineral.
Si la roca sedimentaria resultante se entierra profundamente dentro de la tierra e
interviene en los procesos de formación de montañas, o si es intruida por una masa
de magma, estará sometida a grandes presiones o a un calor intenso, o a ambas
cosas. La roca sedimentaria reaccionará ante el ambiente cambiante y se convertirá
en un tercer tipo de roca, una roca metamórfica.
Cuando la roca metamórfica es sometida a cambios de presión adicionales o a
temperaturas aún mayores, se fundirá, creando un magma, que acabará
cristalizando en rocas ígneas.
Los procesos impulsados por el calor desde el interior de la Tierra son responsables
de la creación de las rocas ígneas y metamórficas. La meteorización y la erosión,
procesos externos alimentados por una combinación de la energía procedente del
Sol y la gravedad, producen el sedimento a partir del cual se forman las rocas
sedimentarias.

El Ciclo de las Rocas pone en evidencia las relaciones que guardan entre sí los distintos tipos de
rocas cuando se los agrupa en función de los mecanismos que les dieron origen .

En el gráfic9o supeior, las flechas indican las posibles transformaciones y llevan el nombre del
mecanismo responsable.
Algunos son mecanismos constructivos (como la diagénesis y la consolidación magmática);
otros, mecanismos destructivos (como la erosión).
Los óvalos con colores llenos llevan los nombres de las partículas fundamentales que constituyen
cada tipo de roca.
El denominado Ciclo de las Rocas ( Figura en el recuadro arriba) , es una serie de procesos
geológicos por los cuales uno de los tres grandes grupos de rocas se forma a partir de los otros
dos.
Este ciclo podría empezar con la generación de magma en el interior de la Tierra, donde las
temperaturas y presiones son lo suficientemente altas como para fundir las rocas preexistentes.
Esta actividad interna de la Tierra se la denomina el episodio plutónico (esto deriva de Plutón, el
dios romano de las profundidades).

El episodio plutónico significa que las rocas preexistentes son fundidas; los minerales, destruidos, y
su composición química es uniformada, dando como resultado un líquido caliente
denominadomagma . Este, al ser de menor densidad tenderá a ascender, enfriarse y cristalizar,
formando una roca ígnea plutónica . Esta última puede convertirse en roca metamórfica o ser
destruida por la erosión, en cuyo caso puede llegar a constituir más tarde una roca sedimentaria .
Una roca en particular no tiene por qué recorrer inevitablemente este ciclo. No es necesario de que
toda roca ígnea sea levantada de su lugar de formación y expuesta en superficie para que los
agentes erosivos la ataquen y degraden, puede que una roca ígnea nunca llegue a la superficie,
todo depende de la evolución geológica de la región.

El ciclo de las rocas nunca se acaba, siempre está operando de forma lenta y continua. Es aquí
donde mejor se materializan los conceptos de gradualismo - actualismo de los fenómenos
geológicos. Las rocas que alcanzaron la superficie son recicladas continuamente pero nosotros
solo podemos ver la parte superior del ciclo y debemos deducir los de la parte profunda a partir de
evidencias indirectas.

Rocas ígneas
Las rocas ígneas (del latín ignis, fuego) también nombradas magmáticas,
son todas aquellas que se han formado por solidificación de un de
material rocoso, caliente y móvil denominado magma; este proceso,
llamado cristalización, resulta del enfriamiento de los minerales y del
entrelazamiento de sus partículas. Este tipo de rocas también son
formadas por la acumulación y consolidación de lava, palabra que se
utiliza para un magma que se enfría en la superficie al ser expulsado por
los volcanes.

Cuando la solidificación del magma se produce en el seno de la litósfera,


la roca resultante se denomina plutónica o intrusiva; si el enfriamiento
se produce, al menos en parte, en la superficie o a escasa profundidad, la
roca resultante se denomina volcánica o extrusiva y estos, a su vez, se
subdividen en familias a partir delas diferentes texturas, asociaciones
minerales y modo de ocurrencia. Las formas que adoptan los cuerpos
ígneos durante su cristalización delimitan diferentes estructuras ígneas.

Existen diversos criterios para clasificar una roca ígnea, cada uno de ellos
con objetivos definidos, como la ocurrencia de las rocas, el tamaño de
grano, la textura y estructura, el contenido mineral o la composición
química.

Rocas ígneas intrusivas o plutónicas

Son rocas formadas en el interior de la corteza terrestre. Cuando un


magma se enfría bajo la superficie lo hace más lentamente, permitiendo
un mejor desarrollo de los cristales, que debido a eso alcanzan tamaños
que pueden ser observados a simple vista, generalmente abarcan
grandes extensiones de terreno y llegan a la superficie terrestre mediante
procesos orogénicos (deformaciones tectónicas) o mediante procesos
externos de erosión. Dentro de este tipo de rocas, algunos autores
reconocen una clase intermedia, la hipoabisal, que incluye a las rocas
que han cristalizado a una profundidad moderada y se presentan en
forma de filones o diques, rellenando grietas; son mucho menos
abundantes que las plutónicas y se encuentran casi siempre asociadas a
ellas.

Rocas ígneas extrusivas, efusivas o volcánicas

Las rocas volcánicas típicas son formadas por el rápido enfriamiento de la


lava y de fragmentos piroclásticos. Este proceso ocurre cuando el magma
es expulsado por los aparatos volcánicos; ya en la superficie y al contacto
con la temperatura ambiental, se enfría rápidamente desarrollando
pequeños cristales que forman rocas de grano fino (no apreciables a
simple vista) y rocas piroclásticas. Los piroclásticos (del griego pyro,
fuego, y klastos, quebrado), son producto de las erupciones volcánicas
explosivas y contienen fragmentos de roca de diferentes orígenes,
pueden ser de muchas formas y tamaños.

Las rocas ígneas dentro de los dos grandes grupos, se subdividen en


diferentesfamilias tomando en cuenta la textura y los minerales
esenciales (presencia básica para un determinado tipo), siendo entre sí
equivalentes mutuos. El siguiente cuadro presenta a los minerales
esenciales que determinan las diferentes variedades de rocas ígneas:
Textura[editar]
Artículo principal: Textura (petrología)

La textura de una roca ígnea se usa para describir el aspecto general de la misma en función
del tamaño, forma y ordenamiento de los cristales que la componen. En un esquema
simplificado se pueden distinguir hasta seis texturas ígneas:3

 Textura vítrea. Las rocas con textura vítrea se originan durante algunas erupciones
volcánicas en las que la roca fundida es expulsada hacia la atmósfera donde se enfría
rápidamente; ello que ocasiona que los iones dejen de fluir y queden desordenados antes
de que puedan unirse en una estructura cristalina ordenada. La obsidiana es un vidrio
natural común producido de este modo.
 Textura afanítica o de grano fino. Se origina cuando el enfriamiento del magma es
relativamente rápido por lo que los cristales que se forman son de tamaño microscópico y
es imposible distinguir a simple vista los minerales que componen la roca. Es un ejemplo
la riolita.
 Textura fanerítica o de grano grueso. Se origina cuando grandes masas de magma se
solidifican lentamente a bastante profundidad, lo que da tiempo a la formación de cristales
grandes de los diferentes minerales. Las rocas faneríticas, como el granito están formadas
por una masa de cristales intercrecidos aproximadamente del mismo tamaño y lo
suficientemente grandes como para que los minerales individuales puedan identificarse
sin la ayuda del microscopio.
 Textura porfídica. Son rocas con cristales grandes (llamados fenocristales) incrustados
en una matriz (llamada pasta) de cristales más pequeños. Se forman debido a la diferente
temperatura de cristalización de los minerales que componen la roca, con lo que es
posible que algunos cristales se hagan bastante grandes mientras que otros estén
empezando a formarse. Una roca con esta textura se conoce como porfiroide.
 Textura pegmatítica. Las pegmatitas son rocas ígneas de grano especialmente grueso,
formadas por cristales interconectados de más de un centímetro de diámetro. La mayoría
se hallan en los márgenes de las rocas plutónicas ya que se forman en las últimas etapas
de la cristalización, cuando el magma contiene un porcentaje inusualmente elevado
de agua y de otros volátiles como el cloro, el flúor y el azufre.
 Textura piroclástica. Algunas rocas ígneas se forman por la consolidación de fragmentos
de roca (cenizas, lapilli, gotas fundidas, bloques angulares arrancados del edificio
volcánico, etc.) emitidos durante erupciones volcánicas. No están formadas por cristales y
su aspecto recuerda al de las rocas sedimentarias. La toba volcánica es un ejemplo de
este tipo de roca.
Las rocas plutónicas acostumbran a tener texturas faneríticas, porfídicas y pegmatíticas,
mientras que las rocas volcánicas son de textura vítrea, afanítica o piroclástica

Las rocas sedimentarias (del latín sedimentum, asentamiento) se forman


por la precipitación y acumulación de materia mineral de una solución o
por la compactación de restos vegetales y/o animales que se consolidan
en rocas duras. Los sedimentos son depositados, una capa sobre la otra,
en la superficie de la litósfera a temperaturas y presiones relativamente
bajas y pueden estar integrados por fragmentos de roca preexistentes de
diferentes tamaños, minerales resistentes, restos de organismos y
productos de reacciones químicas o de evaporación.

Una roca preexistente expuesta en la superficie de la tierra pasa por


un Proceso Sedimentario (erosión o intemperismo, transporte, depósito,
compactación y diagénesis) con el que llega a convertirse en una roca
sedimentaria; a esta transformación se le conoce como litificación.
Debido a que las rocas sedimentarias son formadas cerca o en la
superficie de la tierra su estudio nos informa sobre el ambiente en el cual
fueron depositadas, el tipo de agente de transporte y, en ocasiones, del
origen del que se derivaron los sedimentos.

Las rocas sedimentarias generalmente se clasifican, según el modo en


que se producen, en detríticas o clásticas, y químicas o no
clásticas; dentro de ésta última, se encuentra una subcategoría
conocida como bioquímicas.
Rocas sedimentarias Detríticas o Clásticas

Son acumulaciones mecánicas de partículas o sedimentos de rocas


preexistentes denominadas “detritus” o “clastos” formados por los
materiales producto de la intemperie y la erosión en la superficie; éstos
son transportados y finalmente depositados, por lo que presentan una
textura denominada clástica. Estas rocas se dividen en una gran variedad
de tipos, los cuales se caracterizan por el tamaño de sus partículas
constitutivas:
Rocas sedimentarias. Son rocas que se forman por acumulación de sedimentos
que, sometidos a procesos físicos y químicos (diagénesis), dan lugar a materiales
más o menos consolidados de cierta consistencia. Pueden formarse a las orillas de
los ríos, en el fondo de barrancos, valles, lagos, mares, y en las desembocaduras
de los ríos. Se hallan dispuestas formando capas o estratos. Cubren más del 75 %
de la superficie terrestre, formando una cobertura sedimentaria sobre un zócalo
formado por rocas Ígneas y, en menor medida, Metamórficas. Sin embargo su
volumen total es pequeño cuando se comparan sobre todo con las rocas ígneas,
que no sólo forman la mayor parte de la corteza, sino la totalidad del manto.

Características
Las rocas sedimentarias se caracterizan por dos rasgos esenciales:

 Presentan una estructura estratificada, con capas producidas por el carácter a la vez
progresivo y discontinuo del proceso de sedimentación. Se llaman estratos a esas
capas.
 Contienen generalmente fósiles, cuando no están directamente formadas por fósiles.
Los procesos magmáticos destruyen los restos de los seres vivos, lo mismo que los
procesos metamórficos, salvo los más suaves.
 Además las rocas sedimentarias suelen ser más o menos permeables, sobre todo
las Detríticas, lo que favorece la circulación o depósito de agua subterránea y otros
fluidos, como los hidrocarburos.

Tipos
Pueden clasificarse por su génesis en:

 Rocas detríticas, formadas por acumulación de derrubios procedentes de la erosión y


depositados por gravedad. Éstas a su vez se clasifican sobre todo por el tamaño de
los Clastos, que es el fundamento de la distinción entre conglomerados, Areniscas y
rocas Arcillosas.
 Rocas Organógenas, las formadas con restos de seres vivos. Las más abundantes se
han formado con esqueletos fruto de los procesos de biomineralización; algunas, sin
embargo, se han formado por la evolución de las partes orgánicas (de la materia
celular), y se llaman propiamente rocas orgánicas (carbones).
 Rocas químicas o rocas de precipitación química, formadas por depósito de sustancias
previamente disueltas o neoformadas por procesos metabólicos; en este último caso se
llaman rocas bioquímicas. El mayor volumen corresponde a masas de sales
acumuladas por sobresaturación del agua del mar que se llaman evaporitas, como el
yeso y la sal gema.
 Margas, mezcla de rocas detríticas y rocas químicas (de origen químico).

Por su composición se clasifican en:

 Terrígenas (Arcilla o Limo (Lutita), conglomerado, arenisca, etc.). Sedimentación y


diagénesis de partículas de origen continental, sin o con influencia de precipitación de
carbonatos marinos (marga).
 Carbonatadas (Creta, Caliza, Dolomía, etc.)
 Silíceas (Diatomita, Radiolarita, Calcedonia, Caolín, etc.) Sedimentación y diagénesis
de partículas orgánicas silíceas; o de meteorización de granitos cuarzosos.
 Orgánicas (Carbón mineral, Petróleo, etc..). Reducción de sedimentos orgánicos en
medios palustres.
 Ferro-aluminosas (Limonita, Laterita, etc.). De procesos de meteorización de
menas Férrico-alumínicas.
 Fosfatadas (Fosforitas sedimentarias, Turquesa, etc.). De sedimentación y
transformación del guano, o a partir de la precipitación de geles fosfatados en medios
alumínicos.

Rocas metamórficas

Las rocas metamórficas (del griego meta, cambio, y morphe, forma,


“cambio de forma”) resultan de la transformación de rocas preexistentes
que han sufrido ajustes estructurales y mineralógicos bajo ciertas
condiciones físicas o químicas, o una combinación de ambas, como son
la temperatura, la presión y/o la actividad química de los fluidos agentes
del metamorfismo Estos ajustes, impuestos comúnmente bajo la
superficie, transforman la roca original sin que pierda su estado sólido
generando una roca metamórfica. La roca generada depende de la
composición y textura de la roca original, de los agentes del
metamorfismo, así como del tiempo en que la roca original estuvo
sometida a los efectos del llamado proceso metamórfico. Por la
naturaleza de su origen puede haber una gradación completa entre las
rocas metamórficas y las ígneas o sedimentarias de las que se formaron.
El estudio de estas rocas provee información muy valiosa acerca de
procesos geológicos que ocurrieron dentro de la Tierra y sobre su
variación a través del tiempo.

Para clasificar una roca metamórfica se debe conocer el tipo de


metamorfismo que intervino, el cual puede ser variable ya que depende
de los criterios que se tomen como base para diferenciarlo: puede
clasificarse desde el punto de vista de la extensión, el ajuste y la causa,
valor geológico, aumento o disminución de temperatura, etc., pero es
muy usual definir tres principales tipos de metamorfismo según el agente
metamórfico predominante: Regional, de Contacto y Dinámico.

Metamorfismo Regional

La mayoría de las rocas metamórficas son resultado de este fenómeno, el


cual ocurre en áreas muy grandes que están sometidas a temperaturas,
presiones y deformaciones extremas dentro de las porciones más
profundas de la corteza; esto hace que sean más visibles a lo largo de las
placas tectónicas (Tectónica de Placas), principalmente en la placa
convergente donde las rocas se deforman intensamente y se cristalizan
durante la convergencia y la subducción, sin embargo, también ocurren
en áreas donde las placas divergen. En las rocas de este tipo suele existir
una gradación de la intensidad metamórfica según el grado de presión
y/o la temperatura a que fueron sometidas, reconocidas por los minerales
índice que se hallan presentes.

Metamorfismo de Contacto

Se presenta cuando el calor y los fluidos magmáticos actúan para


producir el cambio, es decir, cuando un magma altera la roca circundante
debido a la temperatura, causando alteración térmica. La emisión de
fluidos calientes en la roca original, lo cual se puede dar debido a una
intrusión, contribuye en la formación de nuevos minerales; además, otros
factores importantes son la temperatura inicial, el tamaño de la intrusión,
así como el contenido del fluido del magma y/o de la roca original. Las
temperaturas pueden alcanzar los 900ºC en las partes adyacentes a una
intrusión, disminuyendo gradualmente con la distancia, por lo que los
efectos de tal calor y las reacciones químicas resultantes suelen tener
lugar en zonas concéntricas conocidas como aureolas de contacto.

Metamorfismo Dinámico

Se origina debido a la presión o al esfuerzo cortante dirigido que


generalmente es orogénico, por lo que este metamorfismo se asocia en
mayor medida con las zonas de falla en las cuales, las rocas están
sometidas a grandes presiones diferenciales. Se caracterizan por ser
rocas duras, densas, de grano fino, por presentar delgadas laminaciones
y por limitarse a estrechas zonas adyacentes a las fallas.

Zonas, grados y facies metamórficas

Las condiciones de temperatura y presión que rigen al metamorfismo


están sujetas a variaciones al aumentar la profundidad debajo de la
superficie de la tierra.
El término de zonas define a la profundidad alcanzada durante el
metamorfismo y se distinguen tres principales: la zona superior o
epizona –esfuerzo cortante intenso y baja temperatura general–, la zona
intermedia o mesozona –temperatura considerable y presión pronunciada
dirigida–, y la zonainferior o catazona –elevadas temperaturas y
presiones–.

El grado de metamorfismo cualifica las condiciones relativas del


metamorfismo generalmente en términos de temperatura y puede ser
subdividido en: muy bajo (entre 100 y 200-250 °C), bajo (entre 200-250
y 400-450 °C), medio (entre 400-450 y 600-650 °C) y alto (más de 600-
650 °C).
El concepto de facies metamórficas es un elemento fundamental de la
Petrología Metamórfica. Este concepto reemplazó la noción de zonas de
profundidad cuando se hizo obvio que las condiciones de temperatura (o
grado metamórfico) alcanzadas durante el metamorfismo, no están
necesariamente relacionadas con la profundidad a la que ocurre dicho
proceso dentro de la tierra. El concepto de facies fue definido por Eskola
(1915) y hace referencia a un grupo de rocas metamórficas de cualquier
composición que han sido transformadas dentro de ciertos límites amplios
de temperatura y presión.

Clasificación

Hay muchos modos de clasificar convenientemente las rocas metamórficas,


por ejemplo, se pueden agrupar en amplios tipos litológicos; otros criterios
están basados en la textura (donde intervienen las condiciones de presión
y temperatura) y la mineralogía, clases químicas, grado de metamorfismo
o en el concepto de facies metamórficas. Un método sencillo y práctico
consiste en tomar en cuenta el tipo de metamorfismo que originó a las
rocas y dividirlas en dos grupos principales según su textura, esto es
en foliada y no foliada. A esta ordenación, además, se le puede añadir
un tercer grupo de textura: la cataclástica.

Rocas metamórficas foliadas

Son rocas sometidas a calor y presión diferencial durante el


metamorfismo que se caracterizan por presentar alineación paralela de
minerales, lo cual da a la roca una apariencia de capas o bandas. El
tamaño y la forma de los granos minerales en estos casos determinan el
tipo de foliación, que puede ir desde fina hasta tosca.

Rocas metamórficas no foliadas

Son rocas en donde los granos minerales no muestran una orientación


preferencial distinguible, en lugar de esto, presentan un mosaico de
minerales un tanto equidimensionales que son el resultado del
metamorfismo de contacto o regional en rocas donde no hay presencia
de minerales laminados o alargados.

Rocas metamórficas cataclásticas

Son rocas deformadas por grandes presiones y/o esfuerzos que originan
plegamiento, fallamiento, flujo o granulación, producto de un
metamorfismo dinámico. Las etapas iniciales de la deformación son
expresadas por la granulación del mineral ya que el movimiento intenso
continuado, bajo la acción de un esfuerzo, origina el desgaste progresivo
de los granos del mineral y de las partículas de la roca.

LA CORTEZA TERRESTRE

2.1. La Corteza Oceánica y la Corteza Continental

- Si quitásemos el agua de la Tierra, ¿serían igual


los fondos de los mares y océanos que la
superficie de los continentes?

- Pues resulta que no. Los fondos oceánicos son


mucho más homogéneos, tanto en morfología
como en materiales, que los continentes.

Podemos decir, por tanto, que hay dos tipos de Corteza claramente diferentes: la Corteza
Oceánica y la Corteza Continental.

· Corteza Oceánica:

- Formada por rocas volcánicas (basaltos) en superficie y plutónicas (gabros) en profundidad.

- Su espesor varía entre 5 y 10 km. - No supera los 180 millones de años de antigüedad.

- La superficie es muy homogénea (llanura abisal). Alterada sólo por las grandes cordilleras
oceánicas (dorsales centrooceánicas) y por las fosas marinas.
· Corteza Continental:

- Formada por rocas de todo tipo. En las zonas más profundas predominan las rocas
metamórficas.

- Puede llegar a espesores de 70 km.

- En los continentes podemos encontrar rocas de ¡más de 3.500 millones de años de antigüedad!

- La superficie es heterogénea: valles, montañas mesetas..

La litosfera o litósfera1 (del griego λίθος, litos, ‘piedra’ y σφαίρα, sphaíra, ‘esfera’) es la capa
sólida superficial de la Tierra, caracterizada por su rigidez.2 Está formada por la corteza y la
zona más externa del manto, y «flota» sobre la astenosfera, una capa «plástica» que forma
parte del manto superior.3 La litosfera suele tener un espesor aproximado de 50 a 100 km,2
siendo su límite externo la superficie terrestre.4 El límite inferior varía dependiendo de la
definición de litosfera que se ocupe. Para este caso, teniendo en cuenta el espesor
mencionado, es la astenosfera4
La litosfera está fragmentada en una serie de placas tectónicas o litosféricas, en cuyos bordes
se concentran los fenómenos geológicos endógenos, como el magmatismo (incluido
el vulcanismo), la sismicidad o la orogénesis.56

Índice
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 1Tipos de litosfera
 2Véase también
 3Referencias
 4Bibliografía
 5Enlaces externos

Tipos de litosfera[editar]
En la práctica no es fácil establecer un espesor concreto para la litosfera.4 Se aplican distintas
aproximaciones a:

 Litosfera térmica: Bajo este concepto la litosfera constituye la parte del manto donde
la conducción de calor predomina sobre la convección de calor, caso opuesto de lo que
ocurre en la parte del manto que subyace la litosfera.7 En este sentido la base de la
litosfera se puede definir según la intersección de una proyección del gradiente
geotérmicocon: a) alguna temperatura predefinida, b) cierta fracción de la temperatura de
ambiente o c) cierta fracción del solidus del manto.7 Otro método más simple define dicho
límite según la superficie de una isoterma.7

 Litosfera sísmica: La base de la litosfera se caracteriza por una reducción en la velocidad


de propagación de las ondas S y una elevada atenuación de las ondas P. Esta definición
tiene la ventaja que es fácilmente detectable a través de estudios sismológicos.[cita requerida]
 Litosfera elástica: Se llama litosfera flexural o elástica como la capa superior de la Tierra
que se mueve con las placas tectónicas.8 Según esta definición la litosfera se define como
rígida y con movimiento mecánico coherente.8

El manto es una capa interna de los planetas terrestres o de algunos otros cuerpos
planetarios rocosos, que se encuentra entre el núcleo, la capa más interna, y la corteza, la
más externa. Está compuesto principalmente por silicatos. Para que se forme un manto, el
cuerpo planetario debe ser suficientemente grande para haber pasado por el proceso
de diferenciación planetaria en términos de densidad. Los planetas terrestres
(la Tierra, Venus, Marte y Mercurio), la Luna terrestre, dos de los satélites de
Júpiter (Ío y Europa) y el asteroide Vesta tienen cada uno un manto rocoso.
Una placa tectónica o placa litosférica es un fragmento de litosfera que se mueve como un
bloque relativamente rígido sobre la astenosfera (manto superior) de la Tierra. La palabra
tectónica deriva del griego antiguo τέκτων, τέκτωνος: nominativo y genitivo de singular
de constructor, carpintero, y del sufijo ικα: relativo a.1
La tectónica de placas es la teoría que explica la estructura y dinámica de la superficie
terrestre. Establece que la litosfera (la zona dinámica superior más externa y rígida de la
Tierra) está fragmentada en una serie de placas que se desplazan sobre
la astenosfera.[cita requerida] Esta teoría también describe el movimiento de las placas, sus
direcciones e interacciones. La litosfera terrestre está dividida en grandes placas y en otras
menores o microplacas. En los bordes de las placas se concentra actividad sísmica, volcánica
y tectónica. Esto da lugar a la formación de grandes cadenas y cuencas.
La Tierra es el único planeta del sistema solar con placas tectónicas activas, aunque hay
evidencias de que en tiempos remotos Marte, Venus y alguno de los satélites galileanos,
como Europa, fueron tectónicamente activos.

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