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INTRODUCCIÓN
Para conocer más profundamente la confirmación del acto jurídico comenzaremos por
desarrollar el concepto de anulabilidad que se fundamenta en la protección del interés
privado del legitimado para accionar, de ahí que frente al acto anulable, la parte
afectada puede optar, si tiene necesidad en la protección, por demandar judicialmente
para que se declare su nulidad, o , si ya no tiene necesidad de protección, puede
convalidarlo mediante confirmación o puede dejar que transcurra el plazo de
prescripción para ejercer la acción de anulación (prescripción extintiva o liberatoria o
sanatoria), o renunciar a la acción una vez que ha cesado la causal de anulabilidad.
El acto anulable es eficaz desde su celebración, produce los efectos que le son
propios como si se tratara de un acto sano sin defectos o vicios que afecte su validez,
aunque está amenazado de anulabilidad, la confirmación suprime la amenaza de
anulación y asegura la validez y eficacia definitiva del acto que ya no podrá ser
impugnado de anulabilidad; la extinción de la amenaza de destrucción del acto no
significa que la confirmación tiene efectos retroactivos, sino que simplemente el acto y
sus efectos ya producidos dejan de estar amenazados de ser destruidos mediante
anulación.
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Civil II – Acto Jurídico
1. CONCEPTO Y ELEMENTOS
Para comenzar con el estudio mencionaremos el significado gramatical del
diccionario de la Real Academia Española de la palabra Confirmación que
proviene del Latín Confirmatio –onis, que significa:
I. Acción y efecto de confirmar
II. Nueva prueba de la verdad y certeza de un suceso, dictamen u otra
cosa.
III. Uno de los siete sacramentos de la Iglesia; por el cual el que ha
recibido la fe del bautismo se confirma u se corrobora en ella.
IV. Parte del discurso en que se aduce pruebas para demostrar la
proposición.
conocimiento que determinado acto que en principio hubiera podido resultar vicioso o
defectuoso, se perfecciona y tiene plena validez por parte del o de los sujetos que
intervienen en su celebración.
Se trate de actos nulos o actos anulables, los únicos actos que pueden confirmarse
son los de nulidad relativa.
La nulidad relativa esta impuesta para proteger el interés privado, el interés de
la persona que sufre el vicio, por lo tanto es aceptable que la persona a favor
de la cual se estableció la nulidad puede renunciar a ella y confirmar el acto
viciado.
La nulidad absoluta, en cambio esta impuesta, en defensa y protección del
interés público, por eso es que no se permite que ella pueda ser confirmable.
En cuanto a que procede sobre un acto jurídico anulable debe decirse que la
confirmación, por regla general, procede sobre un acto jurídico anulable, que para la
procedencia de la confirmación es requisito que sea respecto de algo existente, o
dicho al contrario, la nada no es definitiva, existe casos en que un negocio
“inexistente” admite ser confirmado. Las manifestaciones se dan en expresa y tacita;
resulta evidente que ha quedado esclarecido que la confirmación del acto, produce la
convalidación del mismo y por lo tanto se dice que es plenamente eficaz, no
susceptible a ser anulado.
2. CONFIRMACION EXPRESA
Art. 230. Salvo el derecho de tercero, el acto anulable puede ser confirmado
por la parte a quien corresponda la acción de anulación, mediante instrumento
que contenga la mención del acto que se quiere confirmar, la causal de
anulabilidad y la manifestación expresa de con firmarlo
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2.1 Antecedentes
Queda claro que la confirmación del acto jurídico se ubica dentro del primer supuesto,
el de subsanación, existiendo una tendencia terminológica que prefiere emplear como
vocablo genérico el de "convalidación" para aludir a "todo hecho o acto que haga
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Estas causal es se detallan en el artículo 221 del Código Civil y son las siguientes:
Simulación relativa.
a) Es un acto jurídico que tiene por finalidad específica y concreta sanear un acto
celebrado con anterioridad que se encuentra afectado por alguna de las causales
de anulabilidad antes descritas. Técnicamente no hay duda de que la confirmación
constituye un acto jurídico en tanto declaración de voluntad, pero su carácter es sui
generis, pues si nos ceñimos a la definición contemplada en el artículo 140 del
Código Civil no encajaría estrictamente en ella, ya que no es una declaración de
voluntad destinada a crear una relación jurídica, ni a modificarla, regularla o
extinguirla; por eso algunos autores prefieren denominarlo acto interactivo.
Cabe precisar que si el acto padece de varios vicios, todo, ellos deben ser
subsanados a efectos de otorgar la validez plena que se busca con la confirmación,
pues de subsanarse algún o algunos vicios y otros no, el acto jurídico no podría
considerarse confirmado, siendo aún impugnable por invocación de los vicios no
subsanados.
La confirmación sanea el acto, hace desaparecer el vicio con efecto retroactivo al día
de la celebración del acto (si se trata de actos entre vivos) o al día de fallecimiento del
causante (si se trata de actos de última voluntad). Pero este efecto retroactivo no
puede perjudicar los derechos de terceros.
En el caso de la confirmación expresa de que trata el artículo 230 del Código Civil, se
deja constancia de que solo al titular de la acción de anulabilidad le corresponde la
facultad de decidir u optar por la confirmación, lo cual por razones obvias es aplicable
a toda clase de confirmación, pues de ningún modo podría tener tal facultad la persona
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Se ha sostenido, por otro lado, que la confirmación expresa también puede efectuarse,
mediante manifestación de voluntad que no conste instrumentalmente, utilizándose
para tal efecto la expresión oral ( quien la denomina confirmación expresa no formal y
afirma que está legislada en el artículo 231 del Código); empero nos permitimos
discrepar de esta opinión, pues a nuestro entender la posibilidad de que la
confirmación se produzca oralmente no está contemplada en dicha norma, pues ésta
regula la confirmación tácita (que se explica al comentar el artículo 231), y mucho
menos en el artículo 230 que exige instrumentalización de la declaración confirmatoria.
Como último punto relacionado con el artículo 230 del Código Civil, cabe mencionar
los alcances o efectos de la confirmación con relación a terceros, toda vez que el texto
de la norma se inicia precisamente aludiéndolos. En efecto, el artículo 230 señalar que
"salvo el derecho de tercero, el acto anulable puede ser confirmado...". En buena
cuenta la norma en cuestión prevé la oponibilidad al acto confirmatorio, esto es, la
posibilidad de que un tercero que ha adquirido algún derecho de quien confirma un
acto anulable (derecho adquirido obviamente antes de la confirmación y conectado
necesariamente con el objeto del acto viciado), puede oponerse para que no le afecten
o alcancen los efectos propios del acto confirmatorio.
La protección vía oponibilidad a favor de los terceros que plantea el artículo 230, al
parecer funcionaría en hipótesis verdaderamente muy remotas, pues el tercero habría
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2.8.1 Ratificación
Por otra parte, si el acto es ejecutado, en lo que le corresponde, solo por la contraparte
y no por el titular de la acción anulatoria, no podrá desde luego hablarse de
confirmación tácita, debido a que habría sido ejecutado por quien no tiene facultad de
optar por la confirmación o por el ejercicio de la acción de anulabilidad.
Cabe señalar que la ejecución no siempre supondrá un hecho positivo y material del
confirmante, sino eventualmente y dependiendo del caso concreto, podrá significar
también una abstención. En otras palabras, el titular de la acción anulatoria puede
confirmar el acto afectado por causal de anulabilidad con un hecho positivo, es decir
entregando o haciendo algo (prestación de dar o de hacer) como no haciendo nada
(prestación de no hacer); esto último no se ha de confundir con la renuncia a la acción
de anulabilidad.
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De otro lado, y en referencia a lo estipulado en el artículo 231 del Código, cabe señalar
que dicha norma exige como requisito que el confirmante (titular de la acción) conozca
la causal de anulabilidad en el momento que ejecuta las prestaciones que le
corresponden y que forman el objeto de las obligaciones a que ha dado lugar el acto
jurídico viciado.
En efecto, se ha sostenido que la confirmación tiene como propósito hacer patente una
voluntad relacionada con el mantenimiento del acto anulable, lo que implica una
actitud positiva de continuar vinculado jurídicamente pese a la existencia de la causal
de anulabilidad.
Con mayor razón, está más lejos de la confirmación la simple presunción de renuncia,
que es a la que expresamente se refiere el artículo 231. En este caso ni siquiera hay
voluntad manifestada de renunciar a la acción de anulabilidad, sino solo se infiere ésta
de una actitud de quien podía haber accionado, y esto de ningún modo puede ser
calificado como confirmación. Merece aquí, por consiguiente, implementarse un
cambio normativo para excluir a la presunción de renuncia -y desde luego extensible a
la renuncia- del ámbito de la confirmación, pues se trata de una circunstancia ajena a
este concepto, como ocurre también con otras figuras como, por ejemplo, la
prescripción de la acción de anulabilidad, que si bien puede dar lugar a hacer firme el
acto viciado, no por ello es un supuesto de confirmación.
4. FORMALIDAD DE LA CONFIRMACIÓN
Esta norma se conecta directamente con el artículo 230 del Código Civil relativo a la
confirmación expresa, pues la confirmación tácita, según se expresó al comentar el
artículo 231, no se instrumental iza ya que se da por vía de ejecución total o parcial del
acto viciado.
Esta norma se conecta directamente con el artículo 230 del Código Civil relativo a la
confirmación expresa, pues la confirmación tácita, según se expresó al comentar el
artículo 231, no se instrumental iza ya que se da por vía de ejecución total o parcial del
acto viciado.
En ese sentido, la norma del artículo 232 -en concordancia con la del artículo 230-
sugiere que la confirmación expresa siempre ha de constar documentalmente. En
efecto, el artículo 230 dispone que la confirmación se realiza "mediante instrumento
que contenga (…)", esto es, que conste por escrito o por cualquier otro medio que
patentice la declaración de voluntad confirmatoria. Y el artículo 232 complementa esta
regla señalando que la forma (formalidad) de dicho instrumento (el de confirmación)
debe tener las mismas solemnidades exigidas (por la ley) para la validez del acto que
se confirma.
Cabe precisar que la propia formalidad del acto confirmatorio que se menciona en el
artículo 232 es una de carácter ad probationem, pues, en armonía con lo señalado en
el artículo 230, no se sanciona con nulidad su inobservancia, de modo que si esto
último ocurre, el acto confirmatorio pese a todo mantiene plena validez. Como ejemplo
se cita el caso de un contrato de compraventa respecto del cual las partes pueden
elegir la forma que estimen conveniente, y si lo celebraron por escritura pública y la
compraventa debe ser confirmada porque adolece de algún vicio, entonces el acto
confirmatorio debe igualmente constar en escritura pública; de no ser así el acto
confirmatorio subsiste, no es nulo, y puede ser acreditado con los medios de prueba
reconocidos por el Código Procesal Civil.
Si, por ejemplo, se constituye una hipoteca o se efectúa una donación de bien
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5. CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA