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TESIS DOCTORAL

Evaluación del fenómeno del Sexting y de los


Riesgos emergentes de la Red en adolescentes de la
Provincia de Ourense

Evaluación del fenómeno del Sexting y de los Riesgos emergentes


de la Red en adolescentes de la Provincia de Ourense
Patricia Alonso Ruido

2017
Patricia Alonso Ruido
TESIS DOCTORAL

2017 “Mención internacional”


Escola Internacional de Doutoramento

Da. Patricia Alonso Ruido

TESIS DOCTORAL

EVALUACIÓN DEL FENÓMENO DEL SEXTING Y DE LOS


RIESGOS EMERGENTES DE LA RED EN
ADOLESCENTES DE LA PROVINCIA DE OURENSE

Dirigida por:

Prof. Dra. Yolanda Rodríguez Castro

Prof. Dra. María Lameiras Fernández

2017

“Mención internacional”
Per aspera ad astra.
A mi MADRE.

VII
AGRADECIMIENTOS
______________________________________________________________________

A lo largo de estas líneas quiero plasmar mi sincero agradecimiento a todas las personas
que han caminado conmigo a lo largo de esta etapa de aprendizaje. Los últimos cuatro
años han supuesto un recorrido vital lleno de sentimientos y logros que no habrían sido
tan positivos, sin todas esas personas que han ayudado a hacer de esta Tesis Doctoral
una realidad.

En primer lugar, GRACIAS a mis directoras de tesis Yolanda Rodríguez Castro


y María Lameiras Fernández. Gracias María, por ponerme en la senda de la
investigación, por motivarme a empezar este camino y confiar en mí desde el minuto
uno para desarrollar este trabajo. Gracias por cada uno de los aprendizajes que me has
permitido adquirir de ti en este tiempo. Gracias Yolanda, por dedicar tu tiempo, tu
esfuerzo y tus ganas en ayudarme a desarrollar todos de los aprendizajes que he
adquirido. Por ser mi guía día a día, sin duda alguna sin tu ayuda e implicación este
trabajo no habría sido posible. Te has convertido en un gran ejemplo y referente para
mí, tanto profesional como personal. Gracias por creer en mí.

En segundo lugar, GRACIAS a Mavi Carrera y Xosé Manuel Cid por ayudarme
y animarme, desde vuestra ayuda profesional en la gestión y desarrollo de algunas de las
partes de esta tesis, como en la implicación personal, por motivarme día a día y ser
piezas clave en la realización de este trabajo. GRACIAS a la Profesora Maria José
Magalhães, por permitir em minha estadia na Universidade de Porto aprender dela e de
sua fantástica equipa de investigação. Obrigado por me deixar participar como uma
mais em vossas investigações e projectos, ofreciendome a possibilidade de adquirir
mais e melhores conhecimentos, que sem dúvida têm resultado indispensáveis para o
desenvolvimento e redacção desta tese. Muito obrigado por tudo.

Pero no quiero olvidarme de las demás personas que me han ayudado y aportado
confianza siempre y en todo momento, Chema Faílde y Antonio González gracias.
Gracias a Rosana Martínez, mi compañera más reciente, por tus ánimos diarios. Gracias
a todas esas personas que os habéis cruzado en este camino, todas y cada una de
vosotras me habéis aportado conocimientos muy valiosos.

VIII
En tercer lugar, GRACIAS a mi familia, a mi madre, mi hermana y a Rulo por
vuestro apoyo. Gracias a mis primas Laura y María, por vuestra ayuda. Laura, mucha
fuerza en tu nueva etapa investigadora, tu trabajo será fantástico. GRACIAS a Manuel,
por su implicación y motivación diaria, gracias por comprender este proceso y por creer
en mí siempre. GRACIAS a mis amistades, Silvia no podía haber encontrado mejor
compañera de viaje, has sido un gran soporte a lo largo de este recorrido. Marta que
siempre has tenido fe en mí, gracias. GRACIAS a Eva, Charo, Vanesa, Alba y a todas
las demás gracias por vuestra comprensión y apoyo.

En cuarto lugar, GRACIAS al alumnado con el que he compartido aprendizajes,


desde la primera clase que he impartido me habéis aportado conocimientos que atesoro
y me guardo para siempre. Por supuesto, GRACIAS también a la comunidad educativa
que me ha permitido investigar y llegar a las opiniones de los y las adolescentes, por
mostrarse abierta e interesada en mi trabajo. GRACIAS todas las chicas y los chicos que
han participado con su implicación en esta investigación, por su interés en el estudio,
por sus buenas intenciones…todas las buenas vibraciones y buenos propósitos que me
habéis transmitido me han motivado para hacer un buen trabajo y no desfallecer en el
propósito de defender vuestras opiniones e ideas. Sois vosotras y vosotros los
verdaderos protagonistas de este trabajo.

Finalmente, gracias al soporte otorgado por la financiación del proyecto de


investigación en el marco de Proyectos aplicados a la Provincia de Ourense, INOU
2014 (Referencia de investigación: INOU14-09), de la Universidad de Vigo y la
Diputación de Ourense (España), para el desarrollo de la parte cuantitativa de esta
investigación.

A todas y cada una de vosotras…

A todos y cada uno de vosotros…

GRACIAS.

IX
ÍNDICES

____________________________________________________________

XI
XII
ÍNDICE GENERAL
______________________________________________________________________

XIII
XIV
RESUMEN

Español 3
Português 10
INTRODUCCIÓN

17
Español
Português 26

MARCO TEÓRICO

CAPÍTULO I. TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN,


LA COMUNICACIÓN Y LA SOCIALIZACIÓN:
CONTEXTUALIZACIÓN DEL FENÓMENO DEL SEXTING 35

1.1 LA SOCIEDAD DIGITAL Y SU IMPACTO EN LA 40


ADOLESCENCIA
1.1.1 Internet, los dispositivos tecnológicos y su impacto en la población 41
1.1.2 Adolescentes en la sociedad tecnológica 48
1.1.2.1 Acceso y uso de las tecnologías 50
1.1.2.2 Acceso y uso de las Redes Sociales 56
1.1.2.3 Riesgos derivados del uso de las tecnologías y espacios
62
virtuales

1.2 LA SEXUALIDAD EN LA ADOLESCENCIA 73


1.2.1 La finalidad relacional de la sexualidad en la adolescencia 75
1.2.2 Modelo social de la sexualidad 78
1.2.3.1 Estereotipos de Género y Sexismo 79
1.2.3.2 Los mitos del amor 82

1.3 SEXTING: CONCEPTUALIZACIÓN Y MOTIVACIONES 84


1.3.1 Conceptualización del fenómeno del Sexting 84
1.3.1.1 Delimitación conceptual del fenómeno del Sexting 85
1.3.1.2 Características del fenómeno del Sexting 87
1.3.2 Motivaciones hacia las prácticas de Sexting 92

XV
1.4 RIESGOS DERIVADOS DE LAS PRÁCTICAS DE SEXTING 94
1.4.1 Bullying y Ciberbullying 95
1.4.2 Ciberstalking 100
1.4.3 Sextorsión 103
1.4.3.1 Ciber Teen Dating Violence 104
1.4.1.2 Gooming 107
1.4.4 Consecuencias legales 113

CAPÍTULO II
EL FENÓMENO DEL SEXTING: ESTADO DE LA CUESTIÓN 119

2.1 ACTITUDES HACIA EL SEXTING 122


2.1.1 Instrumentos desarrollados para medir las actitudes hacia el Sexting 124
2.1.2 Investigaciones sobre actitudes hacia el Sexting 128
2.1.2.1 Actitudes hacia el Sexting en personas adultas 128
2.1.2.2 Actitudes hacia el Sexting en adolescentes 136
2.1.2.3 Investigaciones cualitativas sobre actitudes hacia el Sexting
142
en adolescentes y personas adultas
2.1.3 Relación entre actitudes hacia el Sexting y otras variables relevantes 143

2.2 COMPORTAMIENTOS DE SEXTING 146


2.2.1 Instrumentos desarrollados para medir los comportamientos de
147
Sexting
2.2.2 Comportamientos de Sexting en personas adultas 151
2.2.2.1 Investigaciones cualitativas sobre comportamientos de
160
Sexting en personas adultas
2.2.2.2 Comportamientos de Sexting en personas adultas y su
162
relación con otras variables
2.2.3 Comportamientos de Sexting en adolescentes 175
2.2.3.1 Investigaciones cualitativas sobre comportamientos de
186
Sexting en adolescentes
2.2.3.2 Comportamientos de Sexting en adolescentes y su relación
191
con otras variables

XVI
MARCO EMPÍRICO

CAPÍTULO III. METODOLOGÍA 205

3.1 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN 208

3.2 OBJETIVOS DEL ESTUDIO 211


3.2.1 Objetivo general de la investigación 213
3.2.2 Objetivos específicos de la investigación 213

3.3 HIPÓTESIS DEL ESTUDIO 217

3.4 TIPO DE ESTUDIO 227


3.4.1 Características de la dimensión cuantitativa del estudio 229
3.4.2 Características de la dimensión cualitativa del estudio 229

3.5 PARTICIPANTES 232


3.5.1 Participantes de la dimensión cuantitativa del estudio 232
3.5.2 Informantes de la dimensión cualitativa del estudio 235

3.6 PROCEDIMIENTO 238


3.6.1 Procedimiento en la dimensión cuantitativa del estudio 239
3.6.1.1 Contacto con los centros 239
3.6.1.2 Implementación de los cuestionarios 240
3.6.2 Procedimiento de la dimensión cualitativa del estudio 241
3.6.2.1 Contacto con los centros 241
3.6.2.2 Desarrollo de los grupos de discusión 242

3.7 INSTRUMENTOS 244


3.7.1 Instrumentos de la dimensión cuantitativa del estudio 244
3.7.2 Cuestiones de la dimensión cualitativa del estudio 254

3.8 VARIABLES INCLUIDAS EN LA DIMENSIÓN CUANTITATIVA 255


3.8.1 Variables dependientes 255
3.8.2 Variables independientes 255

3.9 ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN 263


3.9.1 Análisis de la información en la dimensión cuantitativa 263
3.9.2 Análisis de la información en la dimensión cualitativa 265

XVII
CAPÍTULO IV. RESULTADOS 275

4.1 RESULTADOS DE LA DIMENSIÓN CUANTITATIVA DEL 278


ESTUDIO

4.1.1 Perfil sociodemográfico de los y las adolescentes 278


4.1.1.1 Perfil sociodemográfico de los/as adolescentes y en función al
278
género
4.1.1.2 Perfil sociodemográfico de los/as adolescentes en función a la
localización del centro 283

4.1.2 Tenencia y uso de dispositivos tecnológicos y Redes Sociales 286


4.1.2.1 Tenencia, usos y tiempo dedicado a los dispositivos
tecnológicos de los/as adolescentes, en función del género y de la 287
localización del centro
4.1.2.2 Tenencia y gestión de los perfiles en Redes Sociales de los/as
292
adolescentes, en función del género y de la localización del centro
4.1.2.3 Vigilancia recibida en las actividades online de los/as
300
adolescentes, en función del género y de la localización del centro
4.1.2.4 Percepción de peligro sobre Redes Sociales de los/as
301
adolescentes, en función del género y de la localización del centro
4.1.2.5 Formación sobre Redes Sociales y sexualidad de los/as
adolescentes, en función del género y de la localización del centro 303

4.1.3 Actitudes hacia el Sexting de los y las adolescentes 304


4.1.3.1 Validación de la escala de actitudes hacia el Sexting 306
4.1.3.1.1 Análisis Factorial Exploratorio (AFE) 306
4.1.3.1.2 Análisis Factorial Confirmatorio (AFC) 308
4.1.3.1.3 Análisis de propiedades psicométricas de los ítems 314
4.1.3.2 Actitudes hacia el Sexting en función del género y de la
315
localización del centro
4.1.3.3 Percepción de riesgo de los/as adolescentes, en función del
género y de la localización del centro 317

4.1.4 Comportamientos de Sexting de los y las adolescentes 319


4.1.4.1 Validación de la escala de comportamientos de Sexting 320
4.1.4.1.1 Análisis Factorial Exploratorio (AFE) 320
4.1.4.1.2 Análisis Factorial Confirmatorio (AFC) 322
4.1.4.1.3 Análisis de propiedades psicométricas de los ítems 323
4.1.4.2 Comportamientos de Sexting de los/as adolescentes, en función
324
del género y de la localización del centro
4.1.4.3 Grabación de videos erótico-sexuales de los/as adolescentes, en
327
función del género y de la localización del centro
4.1.4.4 Personas destinatarias de los contenidos de Sexting de los/as
328
adolescentes, en función del género y de la localización del centro
4.1.4.5 Vías utilizadas por los/as adolescentes para reenviar los
contenidos de Sexting, en función del género y de la localización del 332
centro

XVIII
4.1.4.6 Recepción de mensajes sexuales de los/as adolescentes, en
función del género y de la localización del centro 334

4.1.5 Motivaciones y percepciones hacia el Sexting de los/as adolescentes,


335
en función del género y de la localización del centro
4.1.5.1 Motivaciones hacia el Sexting de los/as adolescentes, en
336
función al género y de la localización del centro
4.1.5.2 Conocimientos de Sexting de los/as adolescentes, en función
341
del género y de la localización del centro
4.1.5.3 Creencias sobre el comportamiento más frecuente de los/as
adolescentes, en función al género y de la localización del centro 341

4.1.6 Consecuencias de los comportamientos de Sexting respecto de los y


las adolescentes, en función del género y de la localización del centro 346

4.1.7 Relación entre las actitudes hacia el Sexting y las variables


350
independientes del estudio
4.1.7.1 Relación entre las actitudes hacia el Sexting y las variables
351
sociodemográficas de los/as adolescentes y en función del género
4.1.7.2 Relación entre las actitudes hacia el Sexting, los niveles de
sexismo y de creencias de amor mitificadas, de los/as adolescentes y 354
en función del género
4.1.7.3 Relación entre las actitudes hacia el Sexting y las variables
independientes, de los/as adolescentes y en función del género 357

4.1.8 Relación entre los comportamientos de Sexting, las actitudes hacia


364
el Sexting y las variables independientes del estudio
4.1.8.1 Relación entre los comportamientos de Sexting y las variables
364
sociodemográficas de los/as adolescentes y en función del género
4.1.8.2 Relación entre los comportamientos de Sexting y las actitudes
368
hacia el Sexting de los/as adolescentes y en función del género
4.1.8.3 Relación entre los comportamientos de Sexting y los niveles de
sexismo y las creencias de amor mitificadas de los/as adolescentes y 370
en función del género
4.1.8.4 Relación entre los comportamientos de Sexting y las variables
independientes de los/as adolescentes y en función del género
372

4.1.9 Variables predictoras de los comportamientos de Sexting, según el


378
género y la localización del centro
4.1.9.1 Comportamientos de Sexting de los/as adolescentes, en función
379
del género y de la localización del centro
4.1.9.2 Envío de fotos y /o vídeos de contenido propio o ajeno de
índole erótico sexual de los/as adolescentes, en función del género y 382
de la localización del centro
4.1.9.3 Envío de textos de índole erótico-sexual de los/as adolescentes,
en función del género y de la localización del centro
383

XIX
4.2. RESULTADOS DE LA DIMENSIÓN CUALITATIVA DEL
ESTUDIO 387

4.2.1 Redes Sociales 387


4.2.1.1 Importancia de las Redes Sociales 388
4.2.1.2 Dependencia de las Redes Sociales 391
4.2.1.3 Comodidad en las Redes Sociales frente al cara a cara 392
4.2.1.4 Conocimiento de sus amistades virtuales 395
4.2.1.5 Contacto con personas desconocidas 397
4.2.1.6 Responsabilidad de uso de las Redes Sociales 403
4.2.1.7 Control sobre sus parejas afectivo-sexuales 406
4.2.1.8 Casos relatados de situaciones vividas/conocidas 410
4.2.2 Sexting 415
4.2.2.1 Actitudes hacia el Sexting 416
4.2.2.2 Comportamientos de Sexting 416
4.2.2.3 Comportamientos de Sexting del grupo de iguales 423
4.2.2.4 Motivaciones hacia el Sexting 432
4.2.2.5 Consecuencias del Sexting 440
4.2.2.6 Casos relatados de situaciones vividas/conocidas 450

4.3 CONTRASTE DE HIPÓTESIS 455

DISCUSIÓN 481

CONCLUSIONES 511
Español 513
Português 517

REFLEXIONES FINALES: IMPLICACIONES EDUCATIVAS 521

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 527

ANEXOS 589

XX
ÍNDICE TABLAS
______________________________________________________________________

I ÍNDICE DE TABLAS DEL CAPÍTULO 2

Pág.
Tabla 2.1a Principales estudios sobre actitudes hacia el Sexting realizados con
134
personas adultas (2008-2011).
Tabla 2.1b Principales estudios sobre actitudes hacia el Sexting realizados con
135
personas adultas (2013-2016).
Tabla 2.2a Principales estudios sobre actitudes hacia el Sexting realizados con
140
adolescentes (2008-2013).
Tabla 2.2b Principales estudios sobre actitudes hacia el Sexting realizados con
141
adolescentes (2014-2017).
Tabla 2.3 Resumen de las principales conclusiones de los estudios sobre
143
actitudes hacia el Sexting en personas adultas y adolescentes
Tabla 2.4a Principales estudios sobre comportamientos de Sexting realizados
156
con personas adultas (2009-2011).
Tabla 2.4b Principales estudios sobre comportamientos de Sexting realizados
157
con personas adultas (2011-2013).
Tabla 2.4c Principales estudios sobre comportamientos de Sexting realizados
158
con personas adultas (2014-2015).
Tabla 2.4d Principales estudios sobre comportamientos de Sexting realizados
159
con personas adultas (2015-2016).
Tabla 2.5a Correlaciones del comportamiento de Sexting en adultos/as con
173
otras variables.
Tabla 2.5b Correlaciones del comportamiento de Sexting en adultos/as con
174
otras variables.
Tabla 2.6a Principales estudios sobre Sexting realizados con adolescentes
183
(2008-2013).
Tabla 2.6b Principales estudios sobre Sexting realizados con adolescentes
184
(2013-2015).
Tabla 2.6c Principales estudios sobre Sexting realizados con adolescentes
185
(2013-2015).
Tabla 2.7 Correlaciones del comportamiento de Sexting adolescente con otras
202
variables.

XXIII
II ÍNDICE DE TABLAS DEL CAPÍTULO 3
Pág.
Tabla 3.1a Relación entre objetivos, preguntas de investigación e
222
instrumentos.
Tabla 3.1b Relación entre objetivos, preguntas de investigación e
223
instrumentos.
Tabla 3.1c Relación entre objetivos, preguntas de investigación e
224
instrumentos.
Tabla 3.1d Relación entre objetivos, preguntas de investigación e
225
instrumentos.
Tabla 3.1e Relación entre objetivos, preguntas de investigación e
226
instrumentos.
Tabla 3.2 Fases de desarrollo de la dimensión cuantitativa del estudio. 229
Tabla 3.3 Fases de desarrollo de la dimensión cualitativa del estudio. 231
Tabla 3.4 Etapas del muestreo 232
Tabla 3.5 Definición de Estratos 233
Tabla 3.6 Centros contactados y participantes 234
Tabla 3.7 Centros educativos en los que se realizó el estudio cuantitativo en la
234
ciudad de Ourense
Tabla 3.8 Centros educativos en los que se realizó el estudio cuantitativo en la
234
provincia de Ourense
Tabla 3.9 Centros educativos en los que se realizó el estudio cualitativo en la
236
ciudad de Ourense
Tabla 3.10 Centros educativos en los que se realizó el estudio cualitativo en la
237
provincia de Ourense
Tabla 3.11 Guion de preguntas de carácter semi-estructurado respecto a las
254
Redes Sociales.
Tabla 3.12 Guion de preguntas de carácter semi-estructurado respecto al
255
Sexting.

XXIV
IV ÍNDICE DE TABLAS DEL CAPÍTULO 4
Pág.
Tabla 4.1a Perfil sociodemográfico de los/as adolescentes, en función del
281
género y localización de centro.
Tabla 4.1b Perfil sociodemográfico de los/as adolescentes, en función del
282
género y localización de centro.
Tabla 4.2 Análisis de la situación sentimental de los/as adolescentes según la
286
localización de centro: análisis en función del género.
Tabla 4.3 Tenencia de dispositivos tecnológicos de los/as adolescentes, en
289
función del género y del localización del centro.
Tabla 4.4 Tenencia aplicaciones en el teléfono móvil de los/as adolescentes,
291
en función del género y de la localización del centro.
Tabla 4.5 Tiempo de uso del móvil y de conexión a la Red de los/as
292
adolescentes, en función del género y de la localización del centro.
Tabla 4.6 Tenencia de perfiles en las redes sociales de los/as adolescentes, en
293
función del género y de la localización del centro.
Tabla 4.7a Número de contactos agregados o seguidos en sus perfiles en las
redes sociales de los y las adolescentes, en función del género y de la 295
localización del centro.
Tabla 4.7b Número de contactos agregados o seguidos en sus perfiles en las
redes sociales de los y las adolescentes, en función del género y de la 296
localización del centro.
Tabla 4.8 Solicitudes de amistad de los/as adolescentes, en función del género
297
y de la localización del centro.
Tabla 4.9a Privacidad de sus perfiles sociales de los y las adolescentes, en
298
función del género y de la localización del centro.
Tabla 4.9b Privacidad de sus perfiles sociales de los y las adolescentes, en
299
función del género y de la localización del centro.
Tabla 4.10 Etiquetas en sus perfiles sociales de los/as adolescentes, en función
299
del género y de la localización del centro.
Tabla 4.11 Vigilancia de sus actividades online por parte de sus progenitores
301
de los y las adolescentes, en función del género y de la localización del centro.
Tabla 4.12 Peligro percibido por los/as adolescentes, en función del género y
302
de la localización del centro.
Tabla 4.13 Formación sobre Redes Sociales y Sexualidad de los/as
303
adolescentes, en función del género y del localización del centro.
Tabla 4.14 Fiabilidades de la escala Actitudes hacia el Sexting (Weisskirch &
307
Delevi, 2011).
Tabla 4.15 KMO y prueba de Bartlett. 307
Tabla 4.16 Carga factorial de los items de actitudes hacia el Sexting (n=525). 308
Tabla 4.17 Los valores de los índices de ajuste de los diferentes modelos de la
308
escala de actitudes hacia el Sexting.

XXV
V ÍNDICE DE TABLAS DEL CAPÍTULO 4
Pág.
Tabla 4.18 Índices de ajuste para los modelos probados invariancia por
311
género.
Tabla 4.19 Diferencias de medias (desviación típica) de actitudes hacia el
313
Sexting y comportamientos de riesgo por género y localización del centro.
Tabla 4.20 Análisis de propiedades psicométricas de los ítems. 314
Tabla 4.21 Análisis t-Student de la escala de actitudes hacia el Sexting en
315
función al género y al localización de centro.
Tabla 4.22 Diferencias de medias (desviación típica) de la escala de actitudes
316
hacia el Sexting respecto a la localización del centro y el género.
Tabla 4.23 Diferencias de medias (desviación típica) de la escala de actitudes
317
hacia el Sexting respecto a l localización del centro y el género.
Tabla 4.24 Percepción de riesgo de los contenidos de Sexting de los/as
318
adolescentes, en función del género y del localización del centro.
Tabla 4.25 Percepción de riesgo del Sexting de los/as adolescentes, en función
319
del género y del localización del centro.
Tabla 4.26 KMO y prueba de Bartlett. 321
Tabla 4.27 Estudio exploratorio comportamientos de Sexting. 321
Tabla 4.28 Fiabilidades de la escala de Comportamientos de Sexting
321
(Weisskirch & Delevi, 2011)
Tabla 4.29 Índices de ajuste para los modelos puestos a prueba. 322
Tabla 4.30 Análisis de las propiedades psicométricas de los ítems (n= 746). 323
Tabla 4.31 Análisis de los comportamientos de Sexting de los/as adolescentes,
324
en función al género y localización del centro.
Tabla 4.32 Diferencias de medias de la escala de comportamientos de Sexting
325
en función al género
Tabla 4.33 Diferencias de medias (desviación típica) de la escala de
326
comportamientos de Sexting en función al localización del centro.
Tabla 4.34 Diferencias de medias (desviación típica) de la escala de
comportamientos hacia el Sexting respecto al localización del centro y el 326
género.
Tabla 4.35 Diferencias de medias de la escala de actitudes hacia el Sexting
327
respecto al localización del centro y el género.
Tabla 4.36 Grabación de vídeos sexuales de los y las adolescentes, en función
328
del género y de la localización del centro.
Tabla 4.37a Destinatario/a real de los contenidos de Sexting de los y las
329
adolescentes, en función del género y de la localización del centro.
Tabla 4.37b Destinatario/a real de los contenidos de Sexting de los y las
330
adolescentes, en función del género y de la localización del centro.

XXVI
VI ÍNDICE DE TABLAS DEL CAPÍTULO 4
Pág.
Tabla 4.38 Destinatario/a hipotético de los contenidos de Sexting de los/as
331
adolescentes, en función del género y de la localización del centro.
Tabla 4.39a Vías de reenvío de los contenidos de Sexting de los y las
333
adolescentes, en función del género y de la localización del centro.
Tabla 4.39b Vías de reenvío de los contenidos de Sexting de los y las
334
adolescentes, en función del género y de la localización del centro.
Tabla 4.40 Exposición y solicitudes sexuales online indeseadas, de los/as
335
adolescentes, en función del género y de la localización del centro.
Tabla 4.41 Diferencia de medias (desviación típica) sobre las motivaciones
hacia el Sexting de los/as adolescentes, en función del género y de la 337
localización del centro.
Tabla 4.42a Tipo de comportamientos más frecuentes entre chicas y chicos de
339
los/as adolescentes, en función del género y de la localización del centro.
Tabla 4.42b Tipo de comportamientos más frecuentes entre chicas y chicos de
340
los/as adolescentes, en función del género y de la localización del centro.
Tabla 4.43 Conocimientos previos de Sexting. 341
Tabla 4.44a Creencia de género con mayor frecuencia de Sexting de los/as
343
adolescentes, en función del género y de la localización del centro.
Tabla 4.44b Creencia de género con mayor frecuencia de Sexting de los/as
345
adolescentes, en función del género y de la localización del centro.
Tabla 4.45 Obligación/Coacción para realizar Sexting, de los/as adolescentes,
347
en función del género y de la localización del centro escolar.
Tabla 4.46a Chantajes después de realizar Sexting de los/as adolescentes, en
348
función del género y de la localización del centro escolar.
Tabla 4.46b Chantajes después de realizar Sexting de los/as adolescentes, en
349
función del género y de la localización del centro escolar.
Tabla 4.47 Burlas después de realizar Sexting, de los/as adolescentes, en
350
función del género y de la localización del centro.
Tabla 4.48 Correlaciones entre la escala de actitudes hacia el Sexting y las
352
variables sociodemográficas significativas.
Tabla 4.49 Correlaciones entre la escala de actitudes hacia el Sexting y las
353
variables sociodemográficas significativas en función al género.
Tabla 4.50 Diferencias de medias (desviación típica) de la escala de Sexismo
354
Ambivalente en función al género y de la localización del centro.
Tabla 4.51 Diferencias de medias (desviación típica) de la escala de Mitos
355
hacia el Amor en función al género y de la localización del centro.
Tabla 4.52 Correlaciones entre las actitudes hacia el Sexting y la escala de
356
sexismo ambivalente y las adolescentes y en función al género.
Tabla 4.53 Correlaciones entre las actitudes hacia el Sexting y la escala de
357
mitos hacia el amor de los y las adolescentes y en función al género.

XXVII
VII ÍNDICE DE TABLAS DEL CAPÍTULO 4
Pág.
Tabla 4.54 Correlaciones entre la escala de actitudes hacia el Sexting y las
358
variables independientes del estudio.
Tabla 4.55a Correlaciones entre la escala de actitudes hacia el Sexting y las
360
variables independientes del estudio en función del género.
Tabla 4.55b Correlaciones entre la escala de actitudes hacia el Sexting y las
361
variables independientes del estudio en función del género.
Tabla 4.56 Correlaciones entre la escala de actitudes hacia el Sexting y las
362
motivaciones hacia el Sexting.
Tabla 4.57a Correlaciones entre la escala de actitudes hacia el Sexting y las
363
motivaciones hacia el Sexting en función del género.
Tabla 4.57b Correlaciones entre la escala de actitudes hacia el Sexting y las
363
motivaciones hacia el Sexting en función del género.
Tabla 4.58 Correlaciones entre la escala de comportamientos de Sexting y las
365
variables sociodemográficas.
Tabla 4.59 Correlaciones entre la escala de comportamientos de Sexting y las
367
variables sociodemográficas en función al género.
Tabla 4.60 Correlaciones entre las escalas de actitudes hacia el Sexting, de los
368
y las adolescentes y en función al género.
Tabla 4.61 Correlaciones entre las escalas de actitudes hacia el Sexting y
369
comportamientos de Sexting, de los y las adolescentes y en función al género.
Tabla 4.62 Correlaciones entre las escalas de sexismo ambivalente y mitos
370
hacia el amor, puntuaciones totales y en función al género.
Tabla 4.63 Correlaciones entre las escalas de sexismo ambivalente y mitos
372
hacia el amor, puntuaciones totales y en función al género.
Tabla 4.64 Correlaciones entre la escala de comportamientos de Sexting y las
373
variables independientes del estudio.
Tabla 4.65a Correlaciones entre la escala de comportamientos de Sexting y las
375
variables independientes del estudio en función al género.
Tabla 4.65b Correlaciones entre la escala de comportamientos de Sexting y las
376
variables independientes del estudio en función al género.
Tabla 4.66 Correlaciones entre la escala de comportamientos de Sexting y las
377
motivaciones hacia el Sexting.
Tabla 4.67a Correlaciones entre la escala de comportamientos de Sexting y las
377
motivaciones hacia el Sexting en función del género.
Tabla 4.67b Correlaciones entre la escala de comportamientos de Sexting y las
378
motivaciones hacia el Sexting en función del género.
Tabla 4.68 Modelo de regresión para la escala de Comportamientos de
379
Sexting.
Tabla 4.69 Modelo de regresión para los comportamientos de Sexting por
380
género: Chicas.

XXVIII
VIII ÍNDICE DE TABLAS DEL CAPÍTULO 4
Pág.
Tabla 4.70 Modelo de regresión para la escala de Comportamientos de Sexting 380
por género: Chicos.
Tabla 4.71 Modelo de regresión para los comportamientos de Sexting por 381
localización del centro: urbano.
Tabla 4.72 Modelo de regresión para los comportamientos de Sexting por 381
localización del centro: rural/semi-rural.
Tabla 4.73 Modelo de regresión para el envío de fotografías y vídeos. 382
Tabla 4.74 Modelo de regresión para el: envío de fotografías y vídeos en 383
chicas.
Tabla 4.75 Modelo de regresión para el envío de fotografías y vídeos en 383
chicos.
Tabla 4.76 Modelo de regresión para el envío de fotografías y vídeos en 384
ámbito urbano.
Tabla 4.77 Modelo de regresión para el: envío de fotografías y vídeos en 384
ámbito rural/semi-rural.
Tabla 4.78 Modelo de regresión para el: envío de textos. 385
Tabla 4.79 Modelo de regresión para el: envío de textos en chicas. 385
Tabla 4.80 Modelo de regresión para el: envío de textos en chicos. 386
Tabla 4.81 Modelo de regresión para el: envío de textos en ámbito urbano. 386
Tabla 4.82 Modelo de regresión para el: envío de textos en ámbito rural/semi- 386
rural.
Tabla 4.83 Categorías secundarias y subcategorías de la categoría primaria 387
Redes Sociales.
Tabla 4.84 Categorías secundarias y subcategorías de la categoría primaria 415
Sexting.
Tabla 4.85a. Esquema del contraste de hipótesis relativo a las Redes Sociales 478
y Sexting.
Tabla 4.85b. Esquema del contraste de hipótesis relativo a las Redes Sociales 479
y Sexting.

XXIX
ÍNDICE DE FIGURAS
______________________________________________________________________

XI ÍNDICE DE FIGURAS DEL CAPÍTULO 1


Pág.
Figura 1.1 Uso de Internet y de ordenador en los últimos tres meses (16 a 74
43
años) (INE, 2016).
Figura 1.2 Comparativa del uso de Internet en Galicia y España (Fundación
44
Telefónica 2015; INE, 2016)
Figura 1.3 Uso de Internet y de ordenador en los últimos tres meses (10 a 15
51
años) (INE, 2015).
Figura 1.4 Motivos para el uso de la Red y el medio más utilizado
51
(Elaboración propia a partir de los datos de la Fundación Telefónica, 2015).
Figura 1.5 Tipos de Redes Sociales (Agustinoy & Monclús, 2016). 58
Figura 1.6 Características del Sexting (Fajardo et al., 2013; Martínez-Otero,
90
2013; INTECO, 2011; Ringrose et al., 2012)
Figura 1.7 Contextualización del fenómeno del Sexting (Harris et al., 2013, p.
91
53).
Figura 1.8 Motivos para las prácticas de Sexting (Elaboración propia a partir
92
de las aportaciones de: Cooper et al., 2016).
Figura 1.9 Principales acciones a través de las cuales se manifiesta el
Ciberbullying (Elaboración propia a través de las aportaciones de varios/as
98
autores/asGiant, 2016; Giménez et al., 2013; Kieffer, 2013; Kowalski et al,
2010; Kowalski et al, 2012; Willard, 2005, 2006).
Figura 1.10 Fases del Ciberbullying (Molina & Vecina, 2015, p. 49) 99
Figura 1.11 Etapas del proceso de Grooming según O’Connell (2003). 111

XXX
XII ÍNDICE DE FIGURAS DEL CAPÍTULO 3
Pág.
Figura 3.1 Elementos del planteamiento del problema de investigación
208
propuestos por Hernández-Sampieri et al. (2003).
Figura 3.2 Conexión entre los diferentes apartados de investigación. 221
Figura 3.3 Muestra de estudiantes en función del género. 235
Figura 3.4 Muestra de estudiantes en función del lugar de residencia. 235
Figura 3.5. Temas generales cuestionario. 244
Figura 3.6. Descriptivos del análisis del contenido. 267
Figura 3.7 Descriptivos de los códigos y familias de códigos. 268
Figura 3.8 Descriptivos de las citas generadas en el análisis de la información 269
Figura 3.9 Categorías de análisis primarias. 269
Figura 3.10. Familias de códigos respecto a las Redes Sociales. 270
Figura 3.11. Familias de códigos respecto al Sexting. 271
Figura 3.12. Superfamilias de códigos. 271
Figura 3.13 Vista de Red relativa a la subcategoría “Importancia de las Redes
272
Sociales”.
Figura 3.14 Subcategorías de análisis dentro de la categoría primaria: Redes
273
Sociales
Figura 3.15 Subcategorías de análisis dentro de la categoría primaria: Sexting 274

XIII ÍNDICE DE FIGURAS DEL CAPÍTULO 4


Pág.
Figura 4.1 Estructura factorial de tres factores de la escala de Actitudes hacia
310
el Sexting
Figura 4.2 Estructura factorial de dos factores de la escala de comportamientos
323
de Sexting.

XXXI
XXXII
Resumen

RESUMEN

_________________________________________________________

1
Resumen

2
Resumen

El estudio del fenómeno del Sexting y de los riesgos emergentes vinculados al uso de
las tecnologías y espacios virtuales, aunque todavía escasamente conocidos, representan
una línea de investigación que está acaparando una creciente atención en España
derivada de las negativas consecuencias que tienen asociadas (ej. Sextorsión, Grooming,
Ciberbullying o Teen Dating Violence). Desde hace una década han surgido los
primeros estudios en el contexto internacional que tratan de evaluar la prevalencia del
Sexting en la población adulta y adolescente, además de relacionar el fenómeno con
otras variables de especial importancia como el género, la orientación sexual, el acceso
y uso de las tecnologías o la prácticas sexuales. No obstante, en España todavía resulta
un fenómeno poco estudiado

El surgimiento de estas nuevas realidades ha venido propiciado por la revolución


tecnológica que ha impactado de lleno el Siglo XXI, modificando la forma en la que
establecemos y gestionamos nuestras relaciones sociales, afectivas y sexuales. Los
dispositivos tecnológicos (Ordenadores o teléfonos móviles entre otros), el uso de la
mensajería instantánea a través de los teléfonos móviles (como WhatsApp o Viver), el
correo electrónico (Hotmail o Yahoo, por ejemplo) y, más recientemente, la
generalización de las Redes Sociales (Facebook o Instagram entre una amplia variedad)
o de las redes de contactos (como por ejemplo Badoo o eDarling), suponen la amplia
difusión de las Tecnologías de Información y Comunicación (TICS) en la vida de los y
las más jóvenes. De tal forma que los y las adolescentes encuentran en Internet y en los
diferentes espacios virtuales un espacio natural de relación, en el que han surgido
nuevas formas de interacción sexual que discurren paralelamente al plano físico, y las
conductas de Sexting visibilizan esta nueva realidad.

En esta dirección las conductas de Sexting adquieren especial importancia para


los y las adolescentes, en un momento vital en el que la sexualidad asume una finalidad
fundamentalmente relacional. Así, los y las más jóvenes evidencian a través de los
comportamientos de Sexting conductas sexuales de experimentación propias de su edad,
que se encuentran influenciadas por las características del modelo sexual dominante
heterosexista, reflejo de una sociedad heteronormativa, sexista y, en definitiva,
patriarcal.

En el trabajo que aquí se presenta se lleva a cabo el primer estudio en España en


el que se evalúan las actitudes y uso de las tecnologías, espacios virtuales y el fenómeno
de Sexting de un grupo de adolescentes desde una perspectiva de género. Para la

3
Resumen

consecución de este objetivo se recurre a una metodología de investigación


multimétodo, en la que se incorpora el enfoque cuantitativo y cualitativo.
Para la parte cuantitativa de la investigación se ha empleado un muestreo
aleatorio con el que garantizar la representatividad de la muestra y así la generalización
de los resultados. En el estudio cuantitativo han participado un total de 1286 estudiantes
de segundo ciclo de la Educación Secundaria Obligatoria y de Bachillerato en centros
públicos, siendo la media de edad de 15.63 (SD: 1.35) con un rango de edad de 12 A 21,
y un 51.1% de chicas (48.9% de chicos). Con respecto a la distribución de la muestra
por nivel educativo, el 35.1% y 32% se corresponde con alumnado de 3º y de 4º de
Educación Secundaria Obligatoria respectivamente, mientras que el 32.9% son
estudiantes de Bachillerato. En lo relativo a la distribución de la muestra por lugar de
residencia el 50.8% de los y las estudiantes viven en zona urbana, frente al 49.2% que
de zona rural o semi-rural.
Para la parte cualitativa de este trabajo se aplicó la técnica de grupo de
discusión, en los que participaron un total de 222 estudiantes (distribuidos en 20
grupos), de las cuales 120 (54%) son chicas y 102 (46%) chicos, pertenecientes a cinco
Institutos de Educación Secundaria de carácter público de la provincia de Ourense, tres
centros educativos de localización urbana y dos de zona rural/semi-rural, lo que se
corresponde con un total de 136 estudiantes de la zona urbana y de 86 estudiantes de la
zona rural/semi-rural.
Para el tratamiento de los datos cuantitativos se utilizó el paquete SPSS versión
22 para Windows, y para el tratamiento de los datos cualitativo se recurrió al programa
informático ATLAS. ti v.7, que permite la gestión y tratamientos de un gran volumen de
información cualitativa.
De la información recogida en este estudio en relación al uso de las tecnologías e
internet se concluye que prácticamente todos los chicos y chicas entrevistados/as
disponen de móvil personal con acceso a internet y la mayoría disponen de ordenador
familiar o personal. Al uso de los teléfonos móviles los/as estudiantes entrevistados/as
dedican una media de 3.35 horas diarias, y pasan 2.8 horas conectados/as a internet. No
obstante, también se confirma que el 28% de los/as adolescentes admiten usar el móvil
todo el día y 45.3% dedican todos los días más de cuatro horas diarias a estar
conectados/as a internet.
Cuando se indaga en los motivos de uso, las chicas y chicos participantes en este
estudio consideran las Redes Sociales como un medio para comunicarse, iniciar o

4
Resumen

gestionar sus relaciones interpersonales e incluso como forma de entretenimiento; tienen


una percepción de peligro media-baja en torno al uso de Internet o de las Redes Sociales
y reconocen que las Redes Sociales y la popularidad son aspectos que van de la mano.
Además, los/as adolescentes afirman que se sienten más cómodos/as hablando por las
Redes Sociales que teniendo cara a cara a la otra persona, argumentando que tienen
menos vergüenza o simplemente porque las prefieren para gastar “bromas” e incluso
para “ligar”. A pesar de todo ello, los chicos y las chicas también son capaces de
enumerar aspectos negativos relacionados con el uso, como es la perdida de contacto
real con las personas.
Asimismo, los y las adolescentes afirman que en muchas ocasiones no conocen a
todas las personas que tienen agregadas. Además, cuentan que a través de las Redes
Sociales hablan y quedan -en menor medida- incluso con personas desconocidas, una
conducta más frecuente entre los/as adolescentes de ámbito urbano. Comportamientos
que justifican aludiendo que estas personas son en ocasiones “conocidos/as de vista” o
con las que habían mantenido conversaciones vía Internet previamente. Al mismo
tiempo afirman que, ya sea estar en contacto o quedar físicamente con personas
desconocidas vía Internet, es muy frecuente entre la gente de su edad.
Nuestros resultados evidencian la gran importancia que les conceden los y las
adolescentes a las Redes Sociales en sus vidas, considerando en algunos casos que son
dependientes de ellas y resaltando la importancia que tienen para mantener el contacto
con personas que viven en otras provincias o comunidades autónomas, también aluden a
su uso simplemente por aburrimiento o porque es ya una costumbre. Prácticamente
todos/as los y las adolescentes entrevistados/as tienen perfiles en Redes Sociales,
aunque algunas Redes Sociales son más utilizadas por las chicas (como es el caso de
Instagram) y por los y las adolescentes de entorno urbano (como es el caso de Twitter).
En relación a la gestión que hacen de éstos espacios virtuales y sociales se
declaran usuarios/as responsables, pero consideran a sus iguales usuarios/as
irresponsables, a pesar de que ellos y ellas tienen entre 100 y 300 “amistades” agregadas
a sus perfiles personales y el 7.1% admite que acepta “siempre” las solicitudes de
amistad incluso sin conocer a quien la solicita, siendo las chicas y los/as adolescentes de
ámbito rural las/os usuarias/os más precavidas/os. Además se evidencia una escasa
vigilancia parental sobre el acceso y uso que los y las adolescentes hacen de los
dispositivos tecnológicos y de las Redes Sociales, a pesar de que esa supervisión es
mayor para las chicas.

5
Resumen

De la información recogida también se evidencia la existencia de violencia de


control ejercida bidireccionalmente por ambos miembros de las parejas adolescentes.
Respecto al género, son las chicas tanto de zona rural/semi-rural como urbana, las que
más admiten que controlan a sus parejas ya sea controlando la hora de la última
conexión, las fotografías y estados, el teléfono móvil e incluso a quien siguen o los “me
gusta” de sus parejas en Redes Sociales. Además, en algunos casos admiten haber
seguido a sus parejas para comprobar a donde van, y también admiten haber controlado
a otras personas además de a sus parejas. Sus argumentos para justificar estas conductas
van desde la desconfianza hasta los celos, y tanto ellos como ellas expresan que este
control no es “malo” o que no es “acoso”.
En referencia a las cuestiones investigadas en torno al fenómeno del Sexting, ya
que consideramos el interés de contar con instrumentos con buenas propiedades
psicométricas adaptados a la población adolescente con la finalidad de describir y
analizar las motivaciones hacia estos comportamientos y poder diseñar intervenciones
coeducativas que puedan reducir los riesgos asociados a estas conductas, en este estudio
se ha llevado a cabo la validación de dos escalas. La primera en relación a las actitudes
hacia el Sexting, la escala de actitudes hacia el Sexting de Weisskirch y Delevi (2011),
que presenta buenas propiedades psicométricas, una fiabilidad adecuada, una buena
validez de constructo y una validez externa consistente. La segunda escala validada en
esta investigación es la escala de Weisskirch y Delevi (2011), que evalúa los
comportamientos de Sexting y presenta aceptables propiedades psicométricas y se
confirma su estructura factorial bidimensional; a la que se han incrementado el número
de ítems para ampliar el rango de conductas posibles a cuantificar.
Los resultados en torno a la práctica del Sexting muestran que, a pesar de que los
y las adolescentes mayoritariamente desconocían el significado del término Sexting,
prácticamente todos/as los/as adolescentes afirman que es una actividad muy frecuente
entre la gente de su edad, especialmente el envío de fotografías erótico-sexuales. Entre
los/s adolescentes no existe un acuerdo unánime sobre cuál es el género más sexter, sin
embargo parece confirmarse que los chicos envían más textos erótico sexuales y las
chicas más imágenes. En los argumentos utilizados por la mayoría de los/as
adolescentes en los grupos de discusión señalan a las chicas como el género más sexter.
Al analizar las actitudes hacia el Sexting, se confirman las actitudes positivas
tanto para las chicas como para los chicos, considerando el Sexting una práctica
divertida con la que establecer relaciones; siendo los chicos y los/as estudiantes de

6
Resumen

ámbito urbano los/as que más positivo ven las prácticas de Sexting. Asimismo, se
evidencia que los y las adolescentes tienden a confiar en las personas a quienes envían
sexts, y creen que éstos contenidos están seguros en sus teléfonos móviles, pero no en
sus ordenadores. Paralelamente, también muestran una alta percepción de riesgo en
relación a las conductas de Sexting al catalogarlo como de arriesgo o peligroso.
Los resultados evidencian que las prácticas de Sexting en adolescentes son una
realidad instaurada y normalizada en sus dinámicas sociales. A pesar de obtener medias
bajas en las tasas de prevalencia, detectamos que más de la mitad de los/as adolescentes
afirman que en alguna ocasión han llevado a cabo comportamientos de Sexting. En
relación al género, se observa que los chicos son los que más comportamientos de
Sexting realizan. Son ellos también los que son significativamente más activos en
cuanto envío de mensajes de texto erótico sexuales. En relación al localización del
centro, encontramos que son los y las adolescentes de ámbito urbano los/as más
propensos/as a realizar conductas de Sexting, tanto en relación al envío de
fotografías/vídeos erótico sexuales, como respecto al envío de textos erótico sexuales.
Además, se apunta que los y las adolescentes envían sexts a través de las aplicaciones de
mensajería instantánea, mayoritariamente a sus parejas afectivo-sexuales o a aquellas
personas que esperan que lo sean.
En cuanto a las motivaciones para llevar a cabo conductas de Sexting estas son
muy variadas y van desde el interés por coquetear con otra persona, el interés por
enseñar el cuerpo e incluso el llevar a cabo estas conductas simplemente por
aburrimiento. Pero “llamar la atención” es una de las causas más nombradas para
justificar la participación de la gente de su edad en conductas de Sexting. Así, las
justificaciones utilizadas por ellas y ellos mismos para sextear son similares a las que
relatan para justificar la participación en Sexting de la gente de su edad. En cuanto al
género, los chicos, tanto de entorno urbano como rural/semi-rural, relatan motivos
fundamentalmente sexuales o amorosos, mientras que sus compañeras utilizan esta
justificación en menor medida.
Al analizar las consecuencias vinculadas a las conductas de Sexting se confirma
que un 37.9% de los/as adolescentes conocen casos cercanos de personas
(fundamentalmente de chicas) que reconocen haber sido víctimas de presiones u
obligaciones para realizar comportamientos de Sexting y un 7.7% afirman haber vivido
en primera persona esta situación (en mayor medida las chicas). Los resultados
cualitativos apoyan estos resultados, aludiendo a los problemas que pueden estar

7
Resumen

vinculados a la práctica del Sexting, que pueden ir desde la exposición y difusión de


esos contenidos en la Red hasta los posibles problemas legales.
Finalmente a través de sus propias expresiones y argumentos encontramos que
casi la unanimidad de los y las adolescentes alude que las consecuencias de practicar
Sexting son peores para las chicas que para los chicos, por la existencia del doble rasero
sexual, motivos que tienen que ver con los estereotipos de género y el sexismo
imperante en la sociedad. De hecho, hemos detectado altos niveles de sexismo, tanto
hostil como benevolente (especialmente entre los chicos) y creencias mitificadas sobre
el amor (especialmente entre las chicas).
Las actitudes más positivas hacia el Sexting se vinculan con una mayor práctica,
además a mayor sexismo y mayor mitificación del amor romántico actitudes más
positivas hacia el Sexting y más conductas de Sexting llevan a cabo. Finalmente los
análisis de regresión confirman que los y las adolescentes que más practican Sexting
son los/as que lo consideran algo divertido y despreocupado, tienen en la actualidad una
pareja, tienen expectativas de que realizar Sexting les servirá para establecer relaciones,
han sido obligados/as o coaccionados/as para sextear y pasan menos tiempo
conectados/as a internet. Además los más propensos son los chicos, los/as que han
sufrido burlas, los/as de más edad, los/as de entorno urbano y los/as que han recibido
chantaje para sextear.
Aunque consideramos que la investigación que aquí se presenta supone una
importante contribución al conocimiento de las tecnologías y espacios virtuales entre la
población de adolescentes y específicamente al conocimiento del Sexting, nuestro
estudio no está exento de limitaciones y entendemos, en primer lugar, que sería
interesante en futuros estudios extender la muestra a todos/as los/as estudiantes para
comprobar si la titularidad del centro educativo (público vs. privado) o el
posicionamiento del centro educativo (ideología religiosa vs. laico) generan diferencias
en relación al Sexting, dado que nuestra investigación solamente se ha centrado en
estudiantes de Educación Secundaria de Institutos públicos y laicos. Así mismo,
consideramos que en investigaciones futuras de deberían incluir otras orientaciones
sexuales, diversos contextos étnicos, culturales o religiosos y analizar en qué medida
estas variables determinan el comportamiento del Sexting, así como las actitudes y
motivaciones vinculadas. Además consideramos necesario extender la validación de las
escalas utilizadas también en población adulta, teniendo en cuanta la alta prevalencia de
las prácticas de Sexting en este grupo de edad.

8
Resumen

Para finalizar resaltar que nuestro estudio evidencia que dentro de un escenario
en el que la evolución tecnológica es vertiginosa y constante el Sexting se ha convertido
en una realidad instaurada en las dinámicas del comportamiento de los/as adolescentes.
Esta realidad seguramente irá en aumento, ya que el auge de las tecnologías proporciona
día a día mayor popularidad a este tipo de conductas; y sin duda, ofrecerá más y mejores
medios por los que hacer efectivo el envío, la recepción y el reenvío de contenidos
sexuales. Si bien es cierto que debemos entender que estamos ante nueva formas de
gestionar y desarrollar la sexualidad, los comportamientos sexuales online exponen a
los y las más jóvenes a situaciones de riesgo.
Por tanto se pone de manifiesto la necesidad de intervenir a nivel educativo en la
formación del uso de las tecnologías y con ello de reducción de las conductas de riesgo
online, en particular las conductas de Sexting. Consideramos que la estrategia más
adecuada ha de partir de una educación que se aleje de la pedagogía del miedo y la
evitación en torno a las tecnologías, y que apueste por otorgar a los y las adolescentes
herramientas para el uso responsable de los medios y espacios virtuales en auge. Una
educación de habilidades para la vida que parta de la perspectiva de género como eje
transversal y se apoye en tres pilares fundamentales: una adecuada Educación Sexual
que permita subvertir los estereotipos que todavía perviven en la forma de describir y
prescribir las identidades y los comportamientos de hombres y mujeres; el uso
responsable de las tecnologías y espacios virtuales que permitan vincular su uso con los
beneficios y oportunidades formativas; y, finalmente, el desarrollo de las habilidades
sociales e interpersonales que permitan a nuestros/as jóvenes establecer relaciones de
respeto y de comunicación en espacios de no violencia. Educación que
indiscutiblemente ha de incorporarse a la práctica educativa en todos los niveles
haciendo partícipe a toda la comunidad educativa (alumnado, profesorado y
progenitores) que permitan dotar de más y mejores herramientas formativas a los y las
más jóvenes para que puedan disfrutar de una vida online y offline más libre, más sana
y más segura en la que explorar y desarrollar su identidad y sus necesidades relacionales
de forma plena y saludable.

Palabras clave: Sexting, Redes Sociales, Internet, actitudes, comportamientos,


educación, género.

9
Resumen

RESUMO

______________________________________________________________________

O estudo do fenómeno do Sexting e dos riscos emergentes associados ao uso das


tecnologias e espaços virtuais, ainda que sobejamente desconhecidos, representam uma
linha de investigação que tem vindo a reunir uma crescente atenção em Espanha devido
às consequências negativas que surgem associadas (ex. Sextorsion, Grooming,
Cyberbullying ou Violência no Namoro). Foi na última década que surgiram os
primeiros estudos em contexto internacional que visaram avaliar a prevalência do
Sexting na população adulta e adolescente bem como relacionar o fenómeno com outras
variáveis especialmente importantes como o género, a orientação sexual, o acesso e uso
das tecnologias ou com as práticas sexuais. No entanto, é um fenómeno ainda pouco
estudado em Espanha.

O aparecimento destas novas realidades foi propiciado pela revolução


tecnológica que terá impactado o Século XXI, modificando a forma como
estabelecemos e gerimos as nossas relações sociais, afetivas e sexuais. Os dispositivos
tecnológicos (Computadores, telemóveis entre outros), o uso de serviços de mensagens
instantâneos através de telefones móveis (como o WhatsApp ou Viver), o correio
electrónico (Hotmail ou Yahoo, por exemplo) e, mais recentemente, a generalização das
Redes Sociais (Facebook ou Instagram entre uma grande variedade) ou as redes de
contactos (como por exemplo o Badoo ou o eDarling) levam à ampla difusão das
tecnologias de Informação e Comunicação (TICS) na vida dos e das mais jovens. Assim
sendo, os e as adolescentes encontram na Internet e nos diferentes espaços virtuais um
natural espaço de relação, no qual estão a surgir novas formas de interação sexual que
acontecem paralelamente ao plano físico, e os comportamentos de Sexting visibilizam
esta nova realidade.

Desta forma, os comportamentos de Sexting adquiriram especial importância


para os e as adolescentes, num momento vital em que a sexualidade assume uma
finalidade fundamentalmente relacional. Assim, os e as jovens evidenciam através dos
seus comportamentos de Sexting comportamentos sexuais de experimentação próprias
da sua idade, que se encontram influenciadas por características do modelo sexual
heterosexista dominante, reflexo de uma sociedade heteronormativa, sexista e,
definitivamente, patriarcal.

10
Resumen

No trabalho apresentado foi conducido o primeiro estudo em Espanha no qual se


avaliaram as atitudes e o uso das tecnologias, espaços virtuais e o fenómeno de Sexting
de um grupo de adolescentes desde uma perspectiva de género. Para atingir este
objetivo recorreu-se a uma metodologia de investigação multimodal onde se incorporou
uma abordagem quantitativa e qualitativa.

Na parte quantitativa da investigação foi utilizada uma amostragem aleatória


para garantir a representatividade da amostra e assim a generalização dos resultados. No
estudo quantitativo participaram 1286 estudantes do Ensino Básico e Secundário dos
centros públicos, sendo a média de idades de 15.63 (SD: 1.35) com uma amplitude de
idades compreendida entre 12 e 21 anos e 51.1% de raparigas (48.9% de rapazes). No
que respeita á distribuição da amostra tendo em conta o nível educativo, o 35.1%
correspondem a estudantes de Ensino Básico e o 32% e o 32.9% correspondem a
estudantes de Ensino Secundário. Relativamente à distribuição da amostra por local de
residência, 50.8% dos e das estudantes vivem em zonas urbanas e 49.2% em zonas
rurais ou semi-rurais.

Na parte qualitativa deste trabalho foi aplicada a técnica de grupos de discussão,


onde participaram um total de 222 estudantes (distribuídos em 20 grupos), do qual 120
(54%) são raparigas e 102 (46%) rapazes, pertencendo a cinco Institutos de Educação
Secundária de carácter público da província de Ourense, três centros educativos de
localização urbana e dois de zona rural/semi-rural, o que corresponde a um total de 136
estudantes da zona urbana e 86 estudantes da zona rural/semi-rural.

O tratamento de dados quantitativos foi feito com o SPSS versão 22 para


Windows e para o tratamento de dados qualitativos recorreu-se ao programa informático
ATLAS. ti v.7, que permite a gestão e tratamento de um grande volume de informação
qualitativa.

A informação recolhida com este estudo sobre o uso das tecnologias e internet
concluiu que praticamente todos os rapazes e raparigas entrevistados/as dispõem de
telemóvel pessoal com acesso à internet e que a maioria tem computador familiar ou
pessoal. Os/As estudantes entrevistados dedicam ao uso de telemóveis uma média de
3.35 horas diárias e passam 2.8 horas conectados/as à Internet. Não obstante, também se
confirma que 28% dos/as adolescentes admitem usar o telemóvel todo o dia e que
45.3% dedicam todos os dias mais de quatro horas diárias a estar ligados/as à internet.

11
Resumen

Quando questionados/as sobre os motivos de uso, as raparigas e rapazes


participantes neste estudo referem as Redes Sociais como um meio para comunicar
entre si, iniciar ou gerir as suas relações interpessoais e também como forma de
entretenimento; tendo uma percepção de perigo média-baixa sobre o uso da Internet ou
de Redes Sociais e reconhecendo as Redes Sociais e a popularidade como aspetos que
vão de mãos dadas. Adicionalmente, os/as adolescentes afirmam que se sentem mais
confortáveis a falar nas Redes Sociais do que cara a cara com outra pessoa,
argumentando que tem menos vergonha ou simplesmente porque as preferem para
“fazer piadas” e até para “engatar”. Apesar disto, rapazes e raparigas também são
capazes de enumerar aspetos negativos relacionados com o seu uso, tal como a perda de
contacto real com as pessoas.
Desta forma, os e as adolescentes afirmam que em varias ocasiões não conhecem
todas as pessoas que têm na sua rede. Também referem que através das Redes Sociais
falam e ficam -em menor medida- inclusivamente com pessoas desconhecidas, um
comportamento mais frequente entre os/as adolescentes da área urbana. Estes
comportamentos são justificados aludindo que estas pessoas são algumas vezes
“conhecidos/as de vista” ou que já tinham mantido conversas pela Internet
previamente. Simultaneamente afirmam que, quer seja estar em contacto ou estar
fisicamente com pessoas desconhecidas via Internet é muito frequente nas pessoas desta
faixa etária.
Os nossos resultados evidenciam a grande importância que os e as adolescentes
atribuem às Redes Sociais nas suas vidas, considerando que em alguns casos são
dependentes delas e enfatizando a importância que têm para manter o contacto com
pessoas que vivem noutras províncias ou comunidades autónomas; também referindo ao
seu uso simplesmente por aborrecimento ou porque já é costume. Praticamente todos/as
os e as adolescentes entrevistados/as têm perfis em Redes Sociais, sendo algumas Redes
Sociais mais utilizadas por raparigas (como é o caso do Instagram) e pelos/as
adolescentes de zonas urbanas (como é o caso do Twitter).
Relativamente à gestão que fazem destes espaços virtuais e socais declaram-se
usuários/as responsáveis, mas consideram os/as outros/as iguais usuários/as
irresponsáveis, apesar de eles e elas terem 100 e 300 “amizades” agregadas nos seus
perfis pessoais e 7.1% admitir que aceita “sempre” os pedidos de amizade mesmo sem
conhecer a pessoa que solicita e apresentando-se as raparigas e os/as adolescentes da
área rural as/os mais precavidas/as. Também se evidencia uma escassa vigilância

12
Resumen

parental sobre o acesso e uso que os e as adolescentes fazem dos dispositivos


tecnológicos e das Redes Socais, apesar dessa supervisão ser maior nas raparigas.
Da informação recolhida também se evidencia a existência de violência de
controlo exercida bidirecionalmente por ambos os membros dos casais de adolescentes.
Relativamente ao género, são as raparigas tanto da zona rural/semi-rural como urbana as
que mais admitem que controlam o seu par quer seja controlando a hora do último
acesso, as fotografias e estados, o telemóvel e também quem segue ou os “gosto” dos/as
namorados/as nas Redes Sociais. Em alguns casos admitem ter seguido os/as
namorados/as para confirmar onde vão e também admitem ter controlado outras pessoas
para além dos/as seus namorados/as. Os argumentos utilizados para justificar estas
condutas vão desde a desconfiança até aos ciúmes e tanto eles como elas expressam que
este controlo não é “mau” ou que não é “abuso”.
No que ser refere às questões investigadas relacionadas com o fenómeno de
Sexting, uma vez que consideramos importante utilizar instrumentos com boas
propriedades psicométricas adaptados à população adolescente para descrever e analisar
as motivações para estes comportamentos e poder desenhar intervenções coeducativas
que permitam reduzir os riscos associados a estas condutas, neste estudo optamos por
aplicar a validação de duas escalas. A primeira de atitudes face ao Sexting, a escala de
atitudes face ao Sexting de Weisskirch y Delevi (2011), que apresenta boas
propriedades psicométricas, uma fiabilidade adequada, uma boa validade constructo e
uma validade externa consistente. A segunda escala validade nestas investigação foi a
escala de de Weisskirch y Delevi (2011), que avalia os comportamentos de Sexting,
apresenta propriedades psicométricas aceitáveis e confirma a sua estrutura factorial
bidimensional; à qual foi acrescentada o número de itens para aumentar a amplitude de
comportamentos possíveis a quantificar.
Os resultados relacionados com as práticas de Sexting mostram que a pesar de os
e as adolescentes maioritariamente desconhecerem a palavra Sexting, praticamente
todos/as os/as adolescentes afirmaram que é uma atividade muito frequente entre as
pessoas da mesma idade, especialmente o envio de fotografias erótico-sexuais. Entre
os/as adolescentes não existe um acordo unânime sobre qual é o género mais “sexter”,
no entanto, parece confirmar -se que os rapazes enviam mais textos erótico- sexuais e as
raparigas mais imagens. Os argumentos utilizados pela maioria dos/as adolescentes nos
grupos de discussão destacam-se as raparigas como o género mais sexter.

13
Resumen

A análise das atitudes face ao Sexting confirma as atitudes positivas tanto em


raparigas como em rapazes, considerando o Sexting uma prática divertida para
estabelecer relações; sendo os rapazes e os/as estudantes da área urbana os/as que mais
positivamente avaliam as práticas de Sexting. Desta forma, evidencia-se que os e as
adolescentes tendem a confiar nas pessoas a quem enviam sexts, e acreditam que estes
conteúdos estão seguros nos seus telemóveis mas não nos seus computadores.
Paralelamente, também mostram alta percepção de risco relativamente às condutas de
sexting, catalogando-o como arriscado ou perigoso.
Os resultados evidenciam que as práticas de Sexting em adolescentes são uma
realidade instaurada e normalizada nas suas dinâmicas sociais. A pesar de obterem taxas
de prevalência médias ou baixas, percebemos que mais da metade dos/as adolescentes
afirmam que já em alguma ocasião têm realizado comportamentos de Sexting. No que
respeita o género, observa-se que os rapazes são os mais comportamentos de Sexting
apresentam. Também são eles que são significativamente mais ativos no envio de
mensagens de texto erótico sexual. Relativamente à localização do centro, encontramos
que são os e as adolescentes da área urbana os/as mais propensos/as a realizar condutas
de Sexting, tanto em relação ao envio de fotografias/vídeos erótico- sexuais como ao
envio de textos erótico-sexuais. Adicionalmente, foi possível perceber que os e as
adolescente enviam sexts através de aplicações de mensagens instantâneas,
maioritariamente aos/às companheiros/as afetivo-sexuais ou aquelas pessoas que
esperam que o venham a ser.
No que respeita as motivações para conduzira condutas de Sexting estas são
muito variadas e vão desde o interesse por cortejar outra pessoa, o interesse por mostrar
o corpo ou também faze-lo simplesmente por aborrecimento. No entanto, “chamar
atenção” é uma das causas mais nomeadas para justificar a participação das pessoas
desta idade em condutas de Sexting. Assim, as justificações utilizadas por elas e eles
mesmas/as para sextar são semelhantes aos que são relatados para justificar a
participação em Sexting de jovens da sua idade. Tendo em conta o género, os rapazes da
área urbana bem como da área rural/semi-rural, aduzem motivos fundamentalmente
sexuais ou amorosos enquanto que as suas companheiras utilizam esta menos esta
justificação.
A análise das consequências associadas às condutas de Sexting confirma que
37.9% dos/as adolescentes conhecem casos próximos de pessoas (fundamentalmente
raparigas) que reconhecem ter sido vitimas de pressões ou obrigações para realizar

14
Resumen

comportamentos de Sexting e que 7.7% afirmam ter vivido em primeira pessoa esta
situação (o maior resultado em raparigas). Os resultados qualitativos apoiam estos
resultados, chamando a atenção para os problemas que podem estar relacionados com a
pratica de Sexting e que podem ir desde a exposição e difusão de esses conteúdos na
Rede até aos possíveis problemas legais.
Por ultimo, através das suas próprias expressões e argumentos encontramos
quase unanimemente que os e as adolescentes referem que as consequências de praticas
Sexting são piores para as raparigas do que para os rapazes devido à existência do duplo
padrão sexual, motivos que estão relacionados com os estereótipos de género e o
sexismo imperativo na sociedade. Desta feita, foram encontrados altos níveis de
sexismo tanto hostil como benevolente (especialmente nos rapazes) e crenças
mistificadas sobre o amor (especialmente nas raparigas).
As atitudes mais positivas face ao Sexting estão associadas a uma maior prática;
além disso quanto maior sexismo e maior mistificação do amor romântico, encontramos
mais atitudes positivas face ao Sexting e mais comportamentos de Sexting
demonstrados. A análise regressiva confirma que os e as adolescentes que mais
praticam Sexting são os/as que o consideram algo divertido e despreocupado, tem na
atualidade um/a companheiro/a e expectativas de que praticar Sexting ajudará a
estabelecer relações, foram obrigados/a ou coagidos/as a faze-lo e passam menos tempo
conectados/as à Internet. Também foi possível perceber que os mais propensos são os
rapazes, os/as que sofreram de troças, os/as mais velhos/as, os/as da área urbana e os/as
que já foram chantageados/as para sextear.
Ainda que consideremos que a investigação que se apresenta supõem uma
importante contribuição para o conhecimento sobre as tecnologias e os espaços virtuais
na população adolescente e especificamente sobre o conhecimento do Sexting, o nosso
estudo não está isento de limitações e entendemos, em primeiro lugar, que seria
interessante em futuros estudos alargar a amostra a todos/as os/as estudantes para
verificar se a pertença a diferentes centros educativos (público vs. privado) ou o
posicionamento do centro educativo (ideologia religiosa vs. laica) poderão apresentar
diferenças em relação ao Sexting, uma vez que a nossa investigação apenas recorreu a
estudantes da Educação Secundária de Institutos públicos e laicos. Da mesma forma,
consideramos que em investigações futuras deveriam ser incluídas outras orientações
sexuais, diversos contextos étnicos, culturais e religiosos e analisar em que medida estas
variáveis determinam os comportamentos de Sexting, assim como as atitudes e

15
Resumen

motivações associadas. Também consideramos necessário aumentar a validade das


escalas utilizada para a população adulta tendo em conta a alta prevalência das práticas
de Sexting neste grupo etário.
Por último importa referir que o nosso estudo evidencia que dentro de um
cenário tecnológico onde a evolução tecnológica é vertiginosa e constante o Sexting
converteu-se numa realidade instaurada nas dinâmicas de comportamentos dos/as
adolescentes. Esta realidade irá seguramente aumentar já que o auge das tecnologias
concede dia a dia uma maior popularidade a este tipo de condutas; e sem dúvida,
oferecerá mais e melhores meios para efetivar o envio, recepção e reenvio de conteúdos
sexuais. Se por um lado devemos compreender que estamos perante uma nova forma de
gerir e desenvolver a sexualidade, os comportamentos sexuais online expõem os e as
mais jovens a situações de risco. Por este motivo, é necessário intervir ao nível
educativo na formação sobre o uso de tecnologias e assim reduzir as condutas de risco
online, em particular as condutas de Sexting.
Consideramos que a estratégia mais adequada deve iniciar-se desde uma
educação que se afaste da pedagogia do medo ou do evitamento das tecnologias e que
aposte em capacitar os e as adolescentes com ferramentas para o uso responsável dos
meios e espaços virtuais em auge. Uma educação de competências para a vida que parta
desde uma perspetiva de género como eixo transversal e se apoie em três bases
fundamentais: uma adequada Educação Sexual, que permita subverter os estereótipos
que ainda permanecem na forma de descrever e prescrevem as identidades dos
comportamentos de homens e mulheres, o uso responsável de tecnologias e espaços
virtuais que permitam o seu uso com os benefícios e oportunidades e, por ultimo, o
desenvolvimento de competências sociais e interpessoais que permitam aos/às jovens
estabelecer relações de respeito e comunicação em espaços de não violência.
Esta educação deverá, indiscutivelmente, ser incorporada na prática educativa a
todos os níveis e promover a participação de toda a comunidade educativa (estudantes,
docentes e figuras parentais) permitindo capacitar de mais e melhores ferramentas
formativas os e as jovens para que possam disfrutar de uma vida online e offline mais
livre, mais sã e mais segura para explorar e desenvolver a sua identidade e as suas
necessidades relacionais de forma plena e saudável.

Palavras chave: Sexting, Redes Sociais, Internet, atitudes, comportamentos, educação,


género.

16
Introducción

INTRODUCCIÓN

_________________________________________________________

17
Introducción

18
Introducción

La gran revolución del Siglo XXI ha sido, sin duda, la revolución tecnológica. Una
drástica transformación que ha convertido a las sociedades postmodernas en sociedades
digitales, caracterizadas por las múltiples conexiones y desconexiones establecidas a
través de modernos dispositivos electrónicos, Internet, la telefonía móvil, las Redes
Sociales o las aplicaciones de mensajería instantánea entre otros medios y espacios
virtuales, avanzan a gran velocidad y han favorecido la ampliación y diversificación de
los espacios y condiciones de comunicación social, aportando a la comunicación
interpersonal una serie de posibilidades desconocidas hasta este momento (Fernández,
Calatayud, & Vicent, 2013; García & Suárez, 2011).

Así, desde el nacimiento de los primeros ordenadores y teléfonos móviles, la


evolución de los dispositivos tecnológicos ha sido vertiginosa, hasta situar a los actuales
Smartphones en sofisticados ordenadores en miniatura, que permiten establecer
contacto con cualquier parte del mundo en segundos. Dispositivos que generan el deseo
y la necesidad en las personas, cada vez más predominante, por disponer, entender y
utilizar los últimos y más modernos dispositivos (Mar, 2015). Quizás esto sea debido a
que en el tiempo actual resulta difícil concebir la comunicación y las relaciones
interpersonales, sin la mediación de este tipo de dispositivos en nuestras vidas. De
hecho, el nacimiento de las aplicaciones de mensajería instantánea, como WhatsApp o
las Redes Sociales, han maximizado esta realidad favoreciendo las interrelaciones
online.

En esta línea, frente a las oportunidades y ventajas asociadas al acceso


generalizado a Internet y a los dispositivos tecnológicos, de forma paralela, se ha
generado un clima de preocupación social en torno a los peligros de los medios y
espacios virtuales, especialmente sobre los riesgos del entorno online para niños, niñas
y adolescentes. Es precisamente en este marco de prácticas virtuales potencialmente
“peligrosas” en donde se insertan las conductas de Sexting. Un comportamiento, cada
vez más popular, entre los y las más jóvenes pero que los/as puede exponer a
situaciones peligrosas no solo en su existencia virtual, sino también, en el plano real.

En este sentido la investigación aquí presentada tiene por objetivo evaluar las
actitudes y los comportamientos de Sexting de los y las adolescentes de la provincia de
Ourense; así como todas aquellas variables que determinan esta conducta, incidiendo
especialmente en las diferencias según el género. Asimismo se pretende analizar la

19
Introducción

tenencia y usos de los diferentes medios tecnológicos y espacios virtuales, en función al


género y el localización del centro (Urbano y Rural/ Semi-rural).

A lo largo de las páginas que siguen y con el fin de dar respuesta a los objetivos
planteados, este estudio se vertebra en dos partes para abordar el estudio del fenómeno
del Sexting, así como la contextualización de la sociedad virtualizada en la que viven
los y las adolescentes actuales. La primera parte constituye el marco teórico que
fundamenta lo temas abordados en la presente investigación; ilustrando no sólo la
situación actual de las tecnologías y espacios virtuales y el Sexting, sino que también
sienta los precedentes en el estudio del Sexting así como de los temas conexos. En la
segunda parte se presentan los resultados de la evaluación del fenómeno del Sexting en
las vidas de los y las adolescentes orensanos/as.

Dos capítulos constituyen la primera parte de esta investigación. En el primer


capítulo se abordan de forma particular las tecnologías de la información, la
comunicación y la socialización con el fin de contextualizar el fenómeno del Sexting.
En primer lugar, se ilustra la sociedad digital, analizando como Internet y los
dispositivos tecnológicos han impactado en la población mundial. Conjuntamente, se
detalla cómo la sociedad tecnológica constituye el espacio natural en las vidas de los y
las adolescentes, abordando el acceso y uso que estos y estas hacen de las tecnologías y
Redes Sociales. Además, se abordan los riesgos derivados del uso de las tecnologías y
espacios virtuales por parte de los y las adolescentes.

En segundo lugar, se platea una aproximación a la sexualidad en la adolescencia,


con el fin de contextualizar las conductas de Sexting en esta etapa vital. Detallándose la
finalidad relacional de la sexualidad para los chicos y chicas adolescentes, así como el
modelo social imperante en la sociedad actual, impregnado de actitudes sexistas y
estereotipos de género. Así, se aborda la delimitación del sexismo y de los estereotipos
de género, así como de los mitos del amor y de la situación de estas tres realidades en la
sociedad actual.

En tercer lugar, una vez enmarcados los comportamientos de Sexting


adolescente como conductas sexuales entre adolescentes de la sociedad tecnológica, se
analiza particularmente el fenómeno del Sexting abarcando su contextualización y
caracterización, con el fin de aclarar las conductas incluidas dentro de su práctica y
establecer los límites con otros comportamientos virtuales. Además, se señalan las
principales motivaciones hacia las prácticas de Sexting, recurriendo a la bibliografía
20
Introducción

especializada en la materia. En cuarto lugar, se finaliza el capítulo delimitando los


riesgos derivados de las conductas de Sexting entre adolescentes, detallando no solo los
fenómenos conexos a las prácticas de Sexting, como el Bullying, el Ciberbullying, el
Ciberstalking o la Sextorsión; sino también abarcando la conceptualización,
características y prevalencia de cada una de estas consecuencias. Además, en el caso de
la Sextorsión se profundiza en dos fenómenos que son, en sí mismos, derivados de las
situaciones de Sextorsión, la Ciber Teen Dating Violence y el Grooming. Se finaliza el
capítulo, con las consecuencias legales de las conductas de Sexting, incluyendo tanto las
posiciones de otros países, como la situación legal del fenómeno del Sexting en España.

El segundo capítulo está dedicado a contextualizar el estado de la cuestión del


fenómeno del Sexting a través de las dos variables independientes de este trabajo,
actitudes y comportamientos de Sexting. En el primer apartado, se detallan las actitudes
hacia el Sexting, concediéndoles especial importancia por su influencia en las conductas
de Sexting. Así, en un primer momento se especifican los instrumentos existentes para
medir las actitudes hacia el Sexting, exponiendo su descripción, fiabilidad y validez.
Posteriormente, nos adentramos en el análisis de las principales investigaciones sobre
actitudes hacia el Sexting, realizadas tanto en personas adultas como entre adolescentes;
y también exponiendo aquellas que parten de una aproximación metodológica
cuantitativa, pero también los estudios de Sexting cualitativos. En esta dirección, se
exponen las principales conclusiones extraídas de los diferentes estudios sobre actitudes
hacia el Sexting. Se finaliza este primer apartado estableciendo la relación existente
entre las actitudes hacia el Sexting y otras variables como los comportamientos de
Sexting, para ello se recurre a la literatura científica especializada sobre esta cuestión.

En el segundo apartado se indaga en los comportamientos de Sexting.


Inicialmente, y manteniendo la estructura del apartado anterior, se detallan los
instrumentos existentes más relevantes para medir las conductas de Sexting, tanto en
lengua inglesa como española; conjuntamente se presentan las propiedades
psicométricas de estos instrumentos. Posteriormente, se explica la situación actual de
los comportamientos de Sexting en personas adultas; analizando de forma
pormenorizada la prevalencia de la conducta en este colectivo, así como las principales
conclusiones extraídas de los estudios cualitativos sobre esta realidad. Paralelamente, se
indican las principales variables que ayudan a explicar la situación del fenómeno del
Sexting en adultos/as, como son la edad, la situación sentimental o la conducta sexual,
entre otras. A continuación, se abordan de forma particular las conductas de Sexting en
21
Introducción

adolescentes, señalando la prevalencia de los diferentes comportamientos de Sexting en


este grupo etario. Igualmente, se indaga en las investigaciones de corte cualitativo y sus
principales conclusiones sobre el Sexting adolescente. Finalmente, se finaliza el
apartado y el capítulo, estableciendo la relación entre las conductas de Sexting y las
diferentes variables que configuran el fenómeno entre los y las adolescentes, como son
el género, las personas destinatarias o el consumo de sustancias entre otras.

La segunda parte de esta tesis consta de nueve capítulos, a través de los cuales se
abarcan las cuestiones metodológicas de la investigación, los resultados extraídos y la
discusión de los mismos; del mismo modo, se presentan las conclusiones extraídas y las
reflexiones e implicaciones educativas, así como las referencias bibliográficas
utilizadas.

El capítulo tres está destinado a detallar las cuestiones metodológicas de la


investigación aquí presentada. De este modo, se comienza por establecer el
planteamiento del problema, las preguntas de investigación y el objetivo general del
estudio, desglosando de forma pormenorizada los objetivos específicos. Además, se
plantean las hipótesis de partida de la investigación y se establecen la relación entre
éstas, los objetivos específicos y las preguntas de investigación. Seguidamente, se
especifica el tipo de estudio, así como las características de la dimensión cuantitativa y
cualitativa de la investigación. A continuación, se precisan la selección y los/as
participantes de ambas dimensiones, cualitativa y cuantitativa. El procedimiento de este
trabajo también se aborda en este capítulo, indicando la metodología utilizada para
contactar con los centros seleccionados, la implementación de los cuestionarios y el
desarrollo de los grupos de discusión. Asimismo, se detallan las cuestiones éticas del
estudio. También se presentan los instrumentos utilizados para la creación y desarrollo
de los cuestionarios y del guión de preguntas semi-estructuradas utilizados en los
grupos de discusión. También, se exponen las variables dependientes e independientes
de la investigación. Finalmente, se explica cómo se ha analizado la información; tanto
los análisis estadísticos realizados con el programa estadístico SPSS respecto a la
información empírica; como el tratamiento de la información extraída de los grupos de
discusión, realizado con el programa de procesamiento de datos ATLAS.ti.

En el capítulo cuatro se presentan los resultados del estudio, exponiendo en


primer lugar los resultados de la dimensión empírica, en segundo lugar los resultados
extraídos de la dimensión cualitativa y en tercer lugar el contraste de las hipótesis

22
Introducción

planteadas. Respecto a las conclusiones extraídas de la dimensión cuantitativa del


estudio, inicialmente, se expone el perfil sociodemográfico de los y las adolescentes que
han participado en el estudio, analizando los datos en función al género y a la
localización del centro (urbano o rural/semi-rural). Posteriormente, se estudia la
disposición y uso de los dispositivos tecnológicos y Redes Sociales por parte de los y
las adolescentes, indagando tanto en la tenencia, uso, tiempo de dedicación, gestión,
percepción de peligro como la formación recibida en torno al uso de las Redes Sociales
y Educación sexual; analizando siempre las diferencias entre chicos y chicas y en
función su localización.

El tercer apartado se dedica al análisis de las actitudes hacia el Sexting de los y


las adolescentes orensanos/as. Inicialmente, se presenta la validación de la escala de
actitudes hacia el Sexting, realizando los análisis factoriales exploratorios y
confirmatorios, además se muestran las propiedades psicométricas de los ítems de la
escala. Posteriormente, se analizan las actitudes hacia el Sexting de los y las
adolescentes y su percepción de riesgo, indagando en las diferencias según el género y
la localización.

En el cuarto apartado, se realiza el análisis de los comportamientos de Sexting;


presentando la validación de la escala de comportamientos de Sexting a través del
análisis factorial exploratorio y confirmatorio; analizando también las propiedades
psicométricas de los ítems. Conjuntamente se analizan los comportamientos de Sexting,
tanto en relación al envío como a la recepción de sexts, también las personas
destinatarias y las vías utilizadas para enviar y/o difundir los contenidos sexuales, en
función al género y a la localización.

El quinto apartado está destinado al estudio de las motivaciones de los y las


adolescentes para llevar a cabo las conductas de Sexting, así como los conocimientos y
creencias en torno al comportamiento más frecuente según el género. Aportando
también prevalencias del grupo total, en función al género y a la localización del centro.
Seguidamente, se presenta el sexto apartado de este capítulo, que indaga en el estudio
de las consecuencias de los comportamientos de Sexting respecto de los y las
adolescentes, en función al género y a la localización del centro.

En el séptimo y octavo apartado de este capítulo, se presenta la relación entre las


actitudes hacia el Sexting, los comportamientos y los niveles de sexismo y de creencias
de amor mitificadas; así como, la relación entre comportamientos, actitudes y las
23
Introducción

variables independientes del estudio de los y las adolescentes, en función al género y a


la localización del centro. Además, se estudian también los niveles de sexismo y de
creencias de amor mitificadas en la muestra objeto de estudio.

Finalmente, en el noveno apartado se indican las variables predictoras de los


comportamientos de Sexting en los y las adolescentes, en función al género y a la
localización del centro. Detallando también las variables predictoras específicas para el
envío de fotografías y/o vídeos erótico sexuales y las particulares para el envío de textos
erótico sexuales, también respecto del grupo total y en función al género y a la
localización de los y las adolescentes,

Respecto a los resultados extraídos de la dimensión cualitativa del estudio, se


exponen en primer lugar las conclusiones relativas a las Redes Sociales y en segundo
lugar las cuestiones que hacen referencia particular al Sexting. Así, en relación al primer
apartado, se presentan las conclusiones extraídas del discurso adolescente sobre la
importancia, dependencia y comodidad sobre las Redes Sociales. Además, se informa
de otros aspectos surgidos en sus argumentos como el contacto con personas
desconocidas, la responsabilidad sobre el uso que hacen de las Redes Sociales y el
control que ejercen a través de estos medios sobre sus parejas afectivo-sexuales.
Finalmente, se presentan casos relatados en primera o tercera persona sobre situaciones
relacionadas con las Redes Sociales. Los análisis del discurso adolescente han sido
analizados respecto al grupo total, en función al género y a la localización del centro.

En segundo lugar se presentan las conclusiones extraídas del discurso


adolescente sobre el fenómeno del Sexting. Así, se presentan las actitudes hacia el
Sexting los comportamientos personales y los de la gente de su edad, al igual que las
motivaciones hacia las prácticas de Sexting. Conjuntamente y analizando las diferencias
existentes entre chicos y chicas y entre aquellos/as de localización urbano y los/as de
localización rural/semi-rural, se abordan también las consecuencias que emergen en su
discurso y la percepción de los/as adolescentes sobre si este tipo de situaciones
negativas son peores para las chicas o para los chicos. Finalmente, emergen en sus
argumentos diversos casos relacionados con las prácticas de Sexting, que también han
sido analizados y categorizados.

La tercera parte de este capítulo de resultados se presenta el contraste de las


hipótesis planteadas. De este modo, se da respuesta de forma individualizada a cada una
de las hipótesis aportando información que ayuda a responderlas, además se especifica
24
Introducción

el tipo de confirmación de cada una de ellas con la información recogida en los


apartados cuantitativo y cualitativo del estudio aquí presentado.

En el capítulo cinco se reflexiona sobre los resultados presentados en esta


investigación, comparando y discutiendo las ideas extraídas y analizadas con las
aportaciones de las investigaciones más relevantes, realizadas tanto a nivel nacional
como internacional, sobre las temáticas abordadas en este trabajo. Asimismo, a través
del capítulo seis dedicado a exponer las principales conclusiones de forma esquemática;
y del capítulo siete en el que se reflexiona de forma general sobre todos los aspectos
tratados a lo largo de las páginas de esta investigación y las implicaciones educativas de
este estudio, se termina de dar forma a las principales contribuciones del mismo.

Posteriormente en el capítulo ocho está dedicado a las referencias bibliográficas


utilizadas, mayoritariamente en lengua inglesa. Las referencias mostradas son
exclusivamente las que han sido citadas a lo largo del trabajo, hemos consultado
investigaciones y trabajos que, a pesar de no aparecer citados, han sido fundamentales
para el desarrollo y comprensión de esta investigación.

Para finalizar, presentamos los anexos de esta investigación en los que incluímos
el cuestionario utilizado en el estudio así como el consentimiento informado que se
utilizó para la realización de los grupos de discusión con los y las adolescentes.

25
Introducción

INTRODUÇÃO

____________________________________________________________________

A grande revolução do Século XXI foi, sem dúvida, a revolução tecnológica.


Uma drástica transformação que converteu as sociedades pós-modernas em
sociedades digitais, caracterizadas por múltiplas conexões e desconexões
estabelecidas através de modernos dispositivos electrónicos, Internet, telemóveis,
Redes Sociais ou aplicações de mensagens instantâneas entre outros meios e
espaços virtuais que avançaram a grande velocidade e favoreceram a ampliação e
diversificação dos espaços e condições de comunicação social, trazendo à
comunicação interpessoal uma série de possibilidades desconhecidas até a este
momento (Fernández, Calatayud, & Vicent, 2013; García & Suárez, 2011).

Assim, desde o nascimento dos primeiros computadores e telemóveis,


a evolução dos dispositivos tecnológicos foi vertiginosa, até situar os atuais
Smartphones em sofisticados computadores em miniatura, que permitem estabelecer
contacto com qualquer parte do mundo em segundos. Dispositivos que geraram
o desejo e a necessidade nas pessoas, cada vez mais predominante, por dispor,
compreender e utilizar os últimos e mais modernos dispositivos (Mar, 2015). Tal vez
isso deva ao facto de que nos tempos atuais é difícil conceber a comunicação e as
relações interpessoais, sem a mediação deste tipo de dispositivo nas nossas vidas. De
fato, o nascimento das aplicações de mensagens instantâneas, como WhatsApp
ou as Redes Sociais, maximizaram esta realidade favorecendo as relações online.

Desta forma, face às oportunidades e vantagens associadas ao


acesso generalizado da Internet e dos dispositivos tecnológicos, de forma paralela, se
gerou um clima de preocupação social em torno dos perigos dos media e
espaços virtuais, especialmente sobre os riscos deste contexto para as crianças
e adolescentes. É precisamente este o marco das praticas virtuais potencialmente
“perigosas” onde se inscrevem as condutas de Sexting. Um comportamento, cada vez
mais popular, entre os e as jovens mas que os/as expõem a situações perigosas não só na
sua existência virtual, mas também, no plano real.

Neste sentido a investigação aqui apresentada tem como objetivo avaliar as


atitudes e comportamentos de Sexting dos e das adolescentes da provincia de Ourense;
assim como todas aquelas variáveis que determinam a conduta, incidindo especialmente
26
nas diferenças de género. Assim, pretende-se analisar a tendência e usos de diferentes
Introducción

meios tecnológicos e espaços virtuais, em função do género e da localização do centro


(Urbano e Rural/Semi-rural).

Ao longo destas páginas que se seguem e tentando dar respostas aos objetivos
apresentados, este estudo estrutura-se em duas partes para abordar o estudo do
fenómeno de Sexting, assim como a contextualização da sociedade virtualizada na qual
vivem os e as adolescentes atualmente. A primeira parte constitui o marco teórico que
fundamenta os temas abordados na presente investigação; ilustrando não somente a
situação atual das tecnologias e espaços virtuais e do Sexting, mas também salientando
os precedentes no estudo do Sexting e dos temas relacionados. Na segunda parte
apresentam-se os resultados da avaliação do fenómeno do Sexting na vida dos e das
adolescentes ourensanos/as

Dois capítulos constituem a primeira parte desta investigação. O primeiro


capítulo abordam-se de forma particular as tecnologias de informação, a comunicação e
associalização de forma a contextualizar o fenómeno de Sexting. Em primeiro lugar,
ilustra-se a sociedade digital, analisando como a Internet e os dispositivos tecnológicos
impactaram a população mundial. Conjuntamente, detalha-se como a sociedade
tecnológica constitui o espaço natural nas vidas dos e das adolescentes, abordando o
acesso e uso que eles e elas fazem das tecnologias e das Redes Sociais. Adicionalmente,
abordam-se os riscos derivados do uso das tecnologias e espaços virtuais por parte dos e
das adolescentes.

Em segundo lugar, apresenta-se uma aproximação à sexualidade na adolescência


para contextualizar as condutas de Sexting nesta etapa vital. Detalhando-se a finalidade
relacional da sexualidade para os rapazes e raparigas adolescentes, assim como o
modelo social imperativo na sociedade atual, impregnado de atitudes sexistas e
estereótipos de género. Assim, aborda-se a delimitação do sexismo e dos estereótipos de
género bem como dos mitos do amor e da situação destas três realidades na sociedade
atual. .

Em terceiro lugar, uma vez referidos os comportamentos de Sexting adolescente


como condutas sexuais entre adolescentes na sociedade tecnológica, analisa-se
particularmente o fenómeno de Sexting abarcando a sua contextualização e
caracterização, com o objetivo de clarificar as condutas incluídas dentro da sua prática e
estabelecer os limites com outros comportamentos virtuais. Também, se assinalam as
principais motivações face às práticas de Sexting, recorrendo à bibliografia
27
Introducción

especializada na matéria. Em quarto lugar, finaliza-se o capitulo delimitando os riscos


derivados das condutas de Sexting entre adolescentes, detalhando não só os fenómenos
conexos às práticas de Sexting, como o Bullying, o Cyberbullying, o CyberStalking ou
a Sextorsion; e também abarcando a conceptualização, características e prevalência de
cada uma destas consequências. No caso da Sextorsion aprofunda-se dois fenómenos
que são, em si mesmos, derivados das situações de Sextorsion, a Violência no Namoro
Cyber e o Grooming. Finaliza-se o capítulo, com as consequências legais das condutas
de Sexting, incluindo tanto o posicionamento de outros países, como a situação legal do
fenómeno de Sexting em Espanha.

O segundo capítulo está dedicado a contextualizar o estado da questão do


fenómeno de Sexting através das duas variáveis independentes deste trabalho, atitudes e
comportamentos de Sexting. Na primeira parte, detalham-se as atitudes face ao Sexting.
Assim, num primeiro momento especificam-se os instrumentos existentes para medir as
atitudes face ao Sexting, expondo a sua descrição, fiabilidade e validade.
Posteriormente, aprofundamos a análise das principais investigações sobre atitudes face
ao Sexting, realizadas tanto em pessoas adultas como entre adolescente; expondo
aquelas que partem de uma aproximação metodológica quantitativa e também os
estudos de Sexting qualitativos. Neste sentido, expõem-se as principais conclusões
extraídas dos diferentes estudos sobre atitudes face ao Sexting. Finaliza-se esta parte
estabelecendo a relação existente entre as atitudes face ao Sexting e outras variáveis
como os comportamentos de Sexting, para o efeito recorreu-se à literatura científica
especializada sobre esta questão.

Na segunda parte são problematizados os comportamentos de Sexting.


Inicialmente, e mantendo a estrutura da secção anterior, detalham-se os instrumentos
existentes mais relevantes para medir as condutas de Sexting, tanto em língua inglesa
como espanhola e apresentam-se conjuntamente as propriedades psicométricas destes
instrumentos. Posteriormente, explica-se a situação atual dos comportamentos de
Sexting em pessoas adultas; analisando de forma pormenorizada a prevalência de
conduta neste coletivo, assim como as principais conclusões extraídas dos estudos
qualitativos sobre esta realidade. Paralelamente, indicam-se as principais variáveis que
ajudam a explicar a situação do fenómeno do Sexting em adultos/as tais como a idade, a
situação sentimental ou conduta sexual, entre outras. Também se abordam de forma
particular as condutas de Sexting adolescente, assinalando a prevalência dos diferentes
comportamentos de Sexting neste grupo etário. Igualmente, se problematiza as
28
Introducción

investigações de corte qualitativo e as suas principais conclusões sobre o Sexting


adolescente. Por último, esta parte e capítulo são encerrados estabelecendo a relação
entre as condutas de Sexting e as diferentes variáveis que configuram o fenómeno entre
os e as adolescentes tais como o género, as pessoas destinatárias e o consumo de
substâncias entre outras.

A segunda parte desta tese consta de nove capítulos, através dos quais se
abordam as questões metodológicas de investigação, os resultados extraídos e a
discussão dos mesmos; de igual modo, apresentam-se as conclusões extraídas e as
reflexões e implicações educativas assim como as referências bibliográficas utilizadas.

O capítulo três está destinado a detalhar as questões metodológicas de


investigação apresentadas. Deste modo, começa-se por estabelecer a apresentação do
problema, as perguntas de investigação e o objetivo geral do estudo, abordando de
forma pormenorizada os objetivos específicos. Também se apresentam as hipóteses de
partida da investigação e é estabelecida a relação entre estas, os objetivos específicos e
as perguntas de investigação. De seguida, especifica-se o tipo de estudo, assim como as
características da dimensão quantitativa e qualitativa da investigação. Ainda, detalha-se
a seleção e os participantes de ambas as dimensões, qualitativa e quantitativa. O
procedimento deste trabalho também é abordado neste capítulo, indicando a
metodologia utilizada para contactar com os centros selecionados, a implementação dos
questionários e o desenvolvimento de grupos de discussão. Adicionalmente, detalham-
se as questões éticas deste estudo. Também são apresentados os instrumentos utilizados
para a criação e desenvolvimento dos questionários e do guião de perguntas semi-
estruturadas utilizadas nos grupos de discussão. Igualmente, são expostas as variáveis
dependentes e independentes desta investigação. Por fim explica-se como se analisou a
informação; tanto as análises estatísticas realizadas com o programa estatístico SPSS
relativamente a informação empírica; como o tratamento da informação extraída dos
grupos de discussão, realizado com o programa de processamento de dados ATLAS.ti.

No capitulo quatro são apresentados os resultados deste estudo, expondo em


primeiro lugar os resultados da dimensão empírica, em segundo lugar os resultados
extraídos da dimensão qualitativa e em terceiro lugar o contraste das hipóteses
formuladas. Relativamente às conclusões extraídas da dimensão quantitativa do estudo,
inicialmente, expõem-se o perfil sociodemográfico dos e das adolescentes que
participaram no estudo, analisando os dados em função do género e da localização do

29
Introducción

centro (urbano ou rural/semi-rural). Posteriormente, estuda-se a disposição e uso dos


dispositivos tecnológicos e das Redes Sociais que fazem os e as adolescente,
questionando tanto a posse, uso, tempo dedicado, gestão, percepção de perigo como a
formação recebida sobre as Redes Sociais e Educação Sexual; analisando sempre as
diferenças entre rapazes e raparigas e em função da sua localização.

A terceira parte dedica-se à análise das atitudes face ao Sexting dos e das
adolescentes ourensanos/as. Inicialmente, apresenta-se a validação da escala de atitudes
face ao Sexting, realizado as análises factoriais exploratórias e confirmatórias, e
mostrando as propriedades psicométricas dos itens e da escala. Posteriormente,
analisam-se as atitudes face ao Sexting dos e das adolescentes e a sua percepção de
risco, problematizando as diferenças segundo o género e a localização.

Na quarta parte, realiza-se uma análise dos comportamentos de Sexting;


apresentando a validação da escala de comportamentos de Sexting através da análise
factorial exploratória e confirmatória; analisando os comportamentos de Sexting tanto
em relação ao envio como à recepção de sexts, pessoas destinatárias e os meios
utilizadas para enviar e ou difundir os conteúdos sexuais em função do género e da
localização.

A quinta parte está destinada ao estudo das motivações dos e das adolescentes
para realizar condutas de Sexting, assim como os conhecimentos e crenças associados
ao comportamento mais frequente segundo o género. Abordando também prevalências
do grupo total, em função do género e da localização do centro. Seguidamente,
apresenta-se a sexta parte deste capítulo, problematizando no estudo as consequências
dos comportamentos de Sexting dos e das adolescentes em função do género e da
localização do centro.

A sétima e oitava partes deste capítulo, apresenta a relação entra as atitudes face
ao Sexting, os comportamentos e os níveis de sexismo e de crenças de amor na amostra
objeto de estudo.

Por último, na nona parte indicam-se as variáveis preditivas dos


comportamentos de Sexting dos e das adolescentes, em função do género e da
localização do centro. Detalhando também as variáveis preditivas específicas para o
envio de fotografias e ou vidros erótico sexuais e as particulares para o envio de textos
erótico-sexuais, também do grupo total e em função do género e da localização dos e
das adolescente.
30
Introducción

No que respeita os resultados extraídos da dimensão qualitativa do estudo,


expõem-se em primeiro lugar as conclusões relacionadas com as Redes Sociais e em
segundo lugar as questões que fazem referencia particular ao Sexting. Assim, em
relação à primeira parte apresentam-se conclusões extraídas do discurso adolescente
sobre a importância, dependência e comodidade sobre as Redes Sociais.
Adicionalmente, informam-se sobre outros aspetos que aparecem nos seus argumentos
tais como o contacto com pessoas desconhecidas, a responsabilidade sobre o uso que
fazem das Redes Sociais e o controlo que exercem através destes meios sobre os seus
pares afetivo-sexuais. Finalmente, apresentam-se casos relatados em primeira ou
terceira pessoa sobre situações relacionadas com as Redes Sociais. A análise do
discurso adolescente foi analisada tendo em conta o grupo total, em função do género e
da localização do centro.

Em segundo lugar apresentam-se as conclusões extraídas do discurso


adolescente sobre o Sexting. Assim, são indicadas as atitudes face ao Sexting, os
comportamentos pessoais e os das pessoas da mesma idade bem como as motivações
face às praticas de Sexting. Conjuntamente e analisando as diferenças existentes entre
rapazes e raparigas e entre aqueles/as de localização urbana e dos/as de localização
rural/semi-rural, abordam-se também as consequências que emergem no seu discurso e
a percepção dos/as adolescentes sobre se este tipo de situações negativas são piores para
raparigas ou rapazes. Por último, emergem nos seus argumentos diversos casos
relacionados com as práticas de Sexting que também foram analisados e categorizados.

Na terceira parte deste capítulo apresentam-se o contraste das hipóteses


formuladas. Deste modo, dá-se resposta de forma individualizada de cada uma das
hipóteses formuladas com informação que ajude a responde-las e especifica-se o tipo
de confirmação de cada uma delas com a informação recolhida nas partes quantitativa e
qualitativa do estudo aqui apresentado.

No capítulo cinco refletem-se os resultados apresentados nesta investigação,


comparando e discutindo as ideias extraídas e analisadas com as contribuições das
investigações mais relevantes, realizadas tanto a nível nacional como internacional
sobre as temáticas abordadas neste trabalho. De igual forma, através do capítulo seis
dedicado a expor as principais conclusões de forma esquemática; e do capitulo sete em
que se reflete de forma geral sobre todos os aspetos tratados ao longo das páginas desta

31
Introducción

investigação e as implicações educativas deste estudo, termina-se de dar forma as


principais contribuições do mesmo.

Posteriormente no capítulo oito está dedicado às referências bibliográficas


utilizadas, maioritariamente em língua inglesa. As referências mostradas são
exclusivamente as que foram citadas ao longo do trabalho, mas foram consultados
investigações e trabalhos que, apesar de não aparecerem citados foram fundamentais
para o desenvolvimento e compreensão desta investigação.

Para finalizar, apresentamos os anexos desta investigação nos quais incluímos o


questionário utilizado neste estudo assim como o consentimento informado que se
utilizou para a realização dos grupos de discussão com os e as adolescente.

32
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

MARCO TEÓRICO

_________________________________________________________

33
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

34
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

CAPÍTULO 1
TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN, LA COMUNICACIÓN Y LA
SOCIALIZACIÓN: CONTEXTUALIZACIÓN DEL
FENÓMENO DEL SEXTING

_________________________________________________________

35
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

36
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

La generalización del uso de las TICS, el boom de Internet, así como la reciente
irrupción de las Redes Sociales, han provocado un profundo impacto en las dinámicas
sociales. Así, en la última década la vertiginosa evolución tecnológica ha supuesto el
perfeccionamiento de los dispositivos tecnológicos, que han evolucionado de sus formas
más primitivas, hasta, en la actualidad, ser pequeños robots altamente eficientes con los
que convivimos diariamente.

Los ordenadores y la telefonía móvil son dos ejemplos de esta rápida evolución
digital. No obstante, a pesar de que hoy en día sea impensable la vida sin tecnología, su
irrupción en la sociedad es relativamente reciente. De hecho, no ha sido hasta los años
90 cuando la telefonía móvil aterrizó en nuestro país y comenzó a crecer de forma
exponencial (Calzada & Manjón, 2011). Sin embargo, en la actualidad las diversas
tecnologías y espacios virtuales proporcionan ya, una nueva forma de interacción
normalizada en nuestras vidas y especialmente en las de los/as más jóvenes, llevando a
la virtualidad sus relaciones y actividades socioculturales (Van-Doorn, 2011).

La manera en la que nos comunicamos o en la que establecemos y gestionamos


nuestras relaciones, así como, la forma en la que tratamos nuestra privacidad o identidad
cambia constantemente y a gran velocidad (Gabarda, Orellana, & Pérez, 2017) debido a
esta constante reestructuración y evolución tecnológica. Una situación que se
materializa a través del correo electrónico, los chats online, las Redes Sociales, la
mensajería instantánea, Youtube o las diversas aplicaciones para la comunicación
instantánea como Skype. Así, en la vida en red los hábitos sociales se transforman, el
cara a cara pierde importancia frente a las posibilidades que Internet y las tecnologías
ofrecen a los sujetos, de tal modo que la vida online discurre de forma paralela a la vida
offline.

En este sentido, resulta evidente que esta drástica transformación de las


dinámicas sociales también ha afectado a las relaciones interpersonales, y por tanto, los
comportamientos íntimos han encontrado en el uso de las tecnologías y espacios
virtuales un nuevo vehículo en el que poder desarrollarse (Mar, 2015). Construyéndose
así “comunidades ubicuas y dispersas en las que se diluye la polaridad virtual/real”
(Cáceres, Brändle, & Ruiz, 2015, p.16).

De esta forma, es indiscutible que Internet supone la principal puerta de acceso


al conocimiento, a la información y al entretenimiento, facilitando además el acceso a
recursos y espacios educativos (Campos, 2008; Coll, 2004). Espacios, medios y
37
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

recursos que, para la comunidad educativa, suponen la posibilidad de conectar las


instituciones escolares con el entorno social (Fernández, Rodríguez, & Vidal, 2004) y
favorecer el intercambio de materiales pedagógicos con otros centros educativos
(Rodríguez & Montero, 2012). Además de, por supuesto, suponer un aliciente en la
motivación hacia el aprendizaje para el alumnado; no obstante, ha de suponer tal y
como afirman Ricoy y Valente (2012) “alternativa que es necesario revestir de valor
pedagógico” (p. 256).

Especialmente los y las más jóvenes, encuentran en las interacciones online, no


solo formas de comunicarse, entretenerse o disfrutar del tiempo de ocio, sino también
espacios para establecer relaciones sociales (Querol, 2013); fundamentalmente porque
“se sienten atraídos/as por el hecho de establecer relaciones sociales a través de
Internet” (García, García, & Vozmediano, 2015, p. 101).

Esta situación de omnipresencia de los medios y espacios tecnológicos, implica


la convivencia de dos generaciones en la sociedad actual, una generación post-digital y
otra intra-digital. La primera es la denominada generación before computer de
inmigrantes digitales (Freixa, 2006; Prensky, 2001) aquellos/as que se han tenido que
adaptar a la revolución tecnológica y han aprendido a utilizar y gestionar los diferentes
dispositivos electrónicos así como Internet; junto con los y las nativos/as digitales de la
generación Red (Prensky, 2001; Tapscott, 1998) aquellos/as que han nacido y crecido
con las diversas tecnologías e Internet a su alcance. Así estas dos “generaciones”
conviven en un mundo cada vez más virtualizado.

Así, en la actualidad las Redes Sociales y la mensajería instantánea suponen un


vehículo inequívoco para establecer y gestionar nuestras relaciones interpersonales. Este
contexto de cibersociedad (Petersson, Leeuw, & Olejniczak, 2017) ha generado nuevas
formas de relacionarse entre los/as jóvenes, es decir, nuevos modos virtuales de
interacción social (Martín-Pozuelo, 2015). Esta realidad influye en la forma en que los y
las adolescentes-jóvenes se relacionan con sus parejas afectivas, surgiendo así,
conductas sexuales en el marco virtual como las prácticas de Sexting (Rodríguez,
Alonso, Carrera, Faílde, & Cid, 2016).

En este capítulo se abordará en el primer apartado, el impacto de la sociedad


digital en la adolescencia, contextualizando la trayectoria diacrónica de la evolución
tecnológica, abordando el estudio de Internet y de los dispositivos tecnológicos
detallando su historia, evolución y tenencia y así como sus prevalencias y usos actuales.
38
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

Con posterioridad se analiza particularmente la situación actual de los y las adolescentes


respecto al acceso, uso y tenencia de dispositivos digitales, Internet y Redes Sociales
aportando cifras de prevalencia en el ámbito internacional y nacional. Conjuntamente se
detallan algunos estudios clave, realizados tanto en el ámbito internacional y nacional,
con el fin de contextualizar el impacto tecnológico en las vidas adolescentes. En este
sentido también se aborda el análisis de la brecha de género, todavía existente entre
mujeres/chicas y hombres/chicos respecto a la tenencia y usos de dispositivos
tecnológicos. Posteriormente, se detalla mediante una revisión detallada de la literatura
científica sobre este tema, los principales riesgos a los que los y las adolescentes se
exponen a través del uso de Internet o la telefonía móvil entre otros medios
tecnológicos.

Entre las conductas de riesgo que los y las adolescentes pueden llevar a cabo en
su esfera virtual se sitúa el Sexting, evidenciándose que los y las adolescentes
encuentran en los medios y espacios virtuales una nueva plataforma para gestionar sus
conductas sexuales. Por ello, en el segundo apartado se indaga en los aspectos
característicos de la sexualidad en la adolescencia, que adquiere en esta etapa una
finalidad fundamentalmente relacional. Asimismo, también se aborda el modelo
afectivo y sexual dominante de la sociedad actual, impregnada por las actitudes sexistas,
estereotipos de género y creencias del amor mitificado. Es precisamente en este
contexto virtual y de efervescencia sexual en donde encuadramos el nacimiento de las
conductas de Sexting adolescente.

Así, en el tercer apartado se detalla el análisis del fenómeno del Sexting, a


través de su conceptualización, abordando las particularidades y características que
contribuyen a definir el fenómeno, así como las motivaciones hacia su práctica.
Finalmente, en el cuarto apartado, se detallan los principales riesgos derivados de las
conductas de Sexting. Así, en primer lugar se informa sobre aquellos que se enmarcan
dentro de las relaciones entre iguales, Bullying y Ciberbullying; en segundo lugar el
Ciberstalking; y en tercer lugar los riesgos derivados de las situaciones de sextorsión,
como son la Ciber Teen Dating Violence y el Grooming. Posteriormente se exponen los
riesgos y posibles consecuencias legales derivadas de las prácticas de Sexting.

En definitiva a lo largo de las siguientes páginas se encuadra el impacto de las


tecnologías y de las conductas de Sexting en las vidas de los y las más jóvenes, pero
también contextualizando el acceso y uso de las personas adultas. Siempre desde un

39
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

marco internacional, nacional y en algunos casos en los que la información disponible


lo posibilita, se detalla también la contextualización de la Comunidad Autónoma de
Galicia.

1.1 LA SOCIEDAD DIGITAL Y SU IMPACTO EN LA ADOLESCENCIA

El acceso y uso de Internet ha experimentado un crecimiento desmesurado en los países


occidentales en la última década, la globalización y el liberalismo han contribuido a
generar el crecimiento de la Red virtual que conecta al mundo.

Así, la sociedad digital ha venido propiciada por el crecimiento y expansión de


los dispositivos electrónicos, que nos permiten conectarnos a Internet en todo momento
y en cualquier lugar. Surge así una nueva forma de ser y estar en el mundo,
absolutamente impregnada por las interacciones tecnológicas. Siguiendo a Castells
(2005, 2006) esta es la denominada Sociedad Red, es decir, la sociedad cuya estructura
social está basada en las redes tecnológicas, en la actualidad funcionan no solo como
espacios de interacción, sino también como forma de organización social. Tal y como
argumenta este autor, uno de los aspectos que han servido como germen y crecimiento
descomedido a esta Sociedad Red ha sido y es, el capitalismo.

En este sentido el sistema económico capitalista, imperante en la sociedad,


alimenta el proceso de globalización basado en la trasmisión de datos, que ha
contribuido a la construcción de la sociedad de la información (Trejo-Delarbre, 1996).
No obstante, no debemos olvidar que el impacto tecnológico y de Internet se ha
producido solo en algunas sociedades. Tengamos en cuenta que la Red no es para todas
y para todos, ni llega a todas y todos, ya que transporta solamente a aquellas personas
con capacidad para transitar en ella (Trejo-Delarbre, 1996). La disposición en la
adquisición de dispositivos tecnológicos no es la misma en todos los contextos sociales,
y por tanto, tampoco lo es la conectividad. Consecuentemente, es necesario tener en
cuenta que la Sociedad Red está supeditada al contexto económico y de desarrollo de
los países. En definitiva y recurriendo a las palabras de Bauman (2001) “Internet no es
de uso universal y difícilmente algún día lo será” (p. 72).

Una vez contextualizada esta realidad, se puede afirmar que en las sociedades
postmodernas el impacto social de las tecnologías y de Internet ha sido inmedible en la

40
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

última década. Tal y como se abordará a continuación, la evolución en la tenencia y uso


de los medios y espacios sociales ha generado la aparición de cibersociedades.

1.1.1 INTERNET, LOS DISPOSITIVOS TECNOLÓGICOS Y SU IMPACTO EN LA


POBLACIÓN

El origen de Internet tal y como explican Gómez, González y López (2014) se encuadra
en el Advanced Reseach Projects Agency Network una red que en 1960 unía a cuatro
centros universitarios estadounidenses y que poco a poco se fue expandiendo en el
contexto académico. Las primeras universidades unidas a través de la Red fueron la
Universidad de Stanford, la Universidad de California en Los Ángeles y le siguieron la
Universidad de California en Santa Bárbara y la Universidad de Utah (Ranz-Abad,
1997). Hasta que, alrededor de 1993 Internet supera las fronteras del ámbito académico,
para situarse también en el contexto comercial llegando de forma progresiva, pero
masiva, a nuestros hogares (Gómez et al., 2014).

Según las cifras de la International Telecommunication Union (ITU) (2016a) en


el año 2005 había el mundo 1.024 millones de personas que usaban Internet, mientras
que en 2016 la cifra asciende hasta los 3.488 millones de ciber habitantes.
Particularmente en Europa en ese periodo temporal, la cifra aumentó de los 277
millones hasta los 499 millones de usuarios/as de la Red.

Respecto del uso del teléfono móvil, el número de personas con este dispositivo
también ha crecido, de los 2.205 millones de usuarios/as de telefonía móvil en el año
2005, la cifra ha ascendido hasta los 7.377 millones en 2016. Lo que se evidencia
también en el caso de Europa ya que, existían 459 millones de usuarios en 2005 y
actualmente la cifra es de 1.110 millones (ITU, 2016a). Cifras que evidencian que
Internet está totalmente asentado en nuestras vidas, conectando al mundo y a las
personas, tengan la edad que tengan, mediante las interacciones online. De forma que,
en la actualidad en Europa alrededor del 40% de los y las habitantes disponen de acceso
a Internet (ITU, 2016b).

En el caso de España, según la última publicación de la International


Telecommunication Union (ITU) (2016b) España ocupa el puesto 26 en el ranquing
mundial de Índice de Desarrollo de las TICS y en el puesto 22 respecto a los países de

41
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

la OCDE con mayor acceso de banda ancha, sea esta fija o móvil (Fundación
Telefónica, 2015). Según informa el Instituto Nacional de Estadística (2016a, b) el
equipamiento tecnológico de los hogares españoles crece año tras año al igual que su
uso, tanto entre las personas adultas como en adolescentes.

En términos generales, en referencia a la tenencia de dispositivos tecnológicos,


el 77% de los hogares en España dispone de al menos un ordenador. De hecho, se
observa que la tenencia de televisiones (99.3%) y de telefonía móvil (97.6%) se
mantiene constante con respecto al año 2015 y continúan siendo dispositivos
tecnológicos muy populares, no obstante, la tenencia de ordenador continúa creciendo
año tras año. Paralelamente, los dispositivos tradicionales como los DVD`s (60.6%), los
reproductores de MP3 y MP4 (41.1%) o el vídeo (29.8%) decrecen año tras año y
pierden presencia en los hogares de España (INE, 2016a). Estas cifras ponen de
manifiesto que cerca de la mitad de hogares españoles disponen de una Tablet y ocho de
cada diez tiene de algún tipo de ordenador (ONTSI, 2016).
Así, la tenencia de estos dispositivos estimula el uso y la conexión a la Red. En
este sentido, el 82% de los hogares españoles tiene acceso a Internet, de hecho esta cifra
no solamente ha crecido constantemente a lo largo del tiempo sino que en la actualidad,
la gran mayoría de hogares españoles están conectados a la Red. En la figura 1.1, se
evidencia que en el año 2016 las personas que han utilizado Internet y el ordenador en
los últimos tres meses suponen la amplia mayoría, presentándose cifras del 80.6% y del
81.9% respectivamente. Además, dado que el INE no ofrece cifras más actualizadas
respecto al uso del ordenador sólo disponemos de las cifras del año 2015, que sitúan su
uso en el 73.8%. Tal y como se observa, estas cifras en la última década prácticamente
se han duplicado en nuestro país. Esta realidad lleva a que en el último año
contabilizado, 8 de cada 10 personas de entre los 16 y los 74 años haya utilizado
Internet en los últimos meses, de hecho 2 de cada 3 lo hace diariamente (INE, 2016b).

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Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016
Acceso a Internet 38 43,5 49,9 52,9 57,8 62,7 66,6 69,7 74,4 78,7 81,9
Uso de Internet 47,3 51,5 55,9 59 63,5 66,5 69,5 71,6 76,2 78,7 80,6
Uso de ordenador 53,4 56,5 60,2 62,3 66,8 68,7 72 72,1 73,3 73,8

Figura 1.1 Uso de Internet y de ordenador en los últimos tres meses (16 a 74 años) (INE, 2016a,b).

En relación al uso que las personas hacen de Internet, resalta el potencial de


Internet de establecer comunicaciones y relaciones sociales a larga distancia. De esta
forma, comunicarse con familiares y amistades es el motivo para utilizar Internet para el
87% de las personas, mientras que el 89% se conecta por ocio y el 64% alude motivos
profesionales o académicos (Fundación Telefónica, 2015).

Particularmente en el caso de la Comunidad Autónoma de Galicia, el 76% de las


viviendas tienen acceso a Internet, una cifra en constante crecimiento que en el año
2010 se situaba en el 48.3%. Respecto a las personas que han utilizado Internet se
muestra que en el año 2015, el 72% de los y las gallegos/as admiten haberlo utilizado en
los últimos tres meses. Si observamos la evolución de estos datos en los últimos 5 años
se informa que ha crecido paulatinamente, ya que en el año 2010 el 52.5% de los y las
gallegas admitía el uso reciente de Internet, el 58% en 2011, el 63.5% en 2012 y en los
años 2013 y 2014 crecía hasta alcanzar prevalencias del 65.6% y del 69.3%,
respectivamente (Fundación Telefónica, 2015). Lo cual demuestra que las prevalencias
respecto del uso de Internet son ligeramente más bajas en la Comunidad Autónoma de
Galicia que en España (Figura 1.2).

43
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

90
80
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60
50
40
30
20
10
0
2010 2011 2012 2013 2014
España 63,5 66,5 69,5 71,6 76,2
Galicia 52,5 58 63,5 65,6 69,3

Figura 1.2 Comparativa del uso de Internet en Galicia y España (Fundación Telefónica 2015; INE, 2016b)

En relación a la telefonía móvil a pesar de que tiene una historia reciente, ha


venido propiciada por los grandes y rápidos avances tecnológicos. Según Martínez
(2001) es alrededor de 1970 cuando de la mano de Martin Cooper se crea el primer
radioteléfono y desde entonces ha ido evolucionando velozmente, desarrollo que se ha
producido en torno a tres grandes etapas. Los móviles de la primera generación eran 1G
tenían una baja calidad y apenas ofrecían garantías de seguridad; la segunda llegó en
torno a 1990, ofreciendo dispositivos más sofisticados e incluía un sistema 2G/2.5G; y
la tercera generación 3G, que ofrece una amplia gama de servicios, permite un acceso
seguro a la Red; en la actualidad la tecnología 4G brinda infinitas posibilidades con un
acceso a Internet y a las modernas aplicaciones, más rápido y seguro. Tal y como se
muestra, la evolución tecnológica de los móviles ha sido vertiginosa, sin embargo, ha
conseguido que en poco más de una década de vida los móviles hayan revolucionado
los medios y formas de comunicación de sus usuarios/as.

Además el constante desarrollo tecnológico de los teléfonos móviles ha


generado la aparición de la mensajería instantánea, la revolución más reciente en las
dinámicas de comunicación social. Este sistema de envío/recepción de mensajes ofrece
múltiples ventajas, no solo la facilidad y rapidez de enviar y recibir textos, ya que eso ya
lo ofrecían los tradicionales SMS, sino que supone un gran ahorro económico, permite
enviar y recibir imágenes, vídeos y sonidos de forma ilimitada, ofrece la oportunidad de
enviar y recibir localizaciones y posibilita la creación de grupos y conectarse o dialogar
con varias personas a la vez (Gómez et al., 2014).

44
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

En cuanto al impacto y uso de los móviles las cifras hablan por sí solas. En el
año 2015 por primera vez la cifra de móviles en el mundo ha superado a la de personas,
alcanzando los 1245 millones de dispositivos en todo el planeta (Ditentria, 2015). Lo
cual indica que, actualmente, hay más teléfonos móviles que personas en el planeta.
Respecto a la cuota de usuarios/as de telefonía móvil, se evidencia que en el primer
lugar del ranking mundial se encuentran Asia y Oceánica (57.17%), y le siguen Europa
(14.93%), América Latina y Caribe (10.25%) y finalmente se encuentra América del
Norte (4.98%) (Fundación Telefónica, 2015).

También por primera vez el año 2015, se reveló que los y las usuarias dedican
más tiempo al uso de este dispositivo que a ver la televisión, pues se apunta que de
promedio se dedican 177 minutos al móvil, frente a los 168 minutos que en el mundo se
dedican a ver la televisión (Ditentria, 2015). Esto puede ser debido al auge de YouTube
que ha visto como en los últimos años el interés de la población por consumir contenido
a través de este medio ha aumentado vertiginosamente (Google Trends, 2016).

En el caso de España el informe Ditentria (2015) confirma que es el país


europeo que más utiliza los teléfonos móviles. En este sentido la tasa de tenencia del
móvil en los hogares de nuestro país es del 97%, lo que supone que hay un total de
35.410.083 millones de usuarios/as de móvil (ONTSI, 2016). Es decir, el 29.3% de los
individuos dispone de un teléfono móvil no Smartphone y el 60.8% tiene un móvil
Smartphone (ONTSI, 2016).

Asimismo, se confirma que la mayor parte de los y las usuarias acceden a


Internet a través del teléfono móvil, ya que 7 de cada 10 españoles/as con teléfono
móvil se conecta diariamente a la Red a través de él, casi la mitad (40%) mira su
pantalla más de 50 veces al día (Ditentria, 2015). De hecho, el número de personas que
así lo hacen crece año tras año, ya que en el año 2012 la prevalencia de acceso a Internet
mediante el móvil era del 55.2%, en el 2013 y 2014 del 70.2% y el 81.7%
respectivamente; y en el 2015 la cifra ascendió hasta el 84.8%, lo que supone un
incremento de casi el 30% en tan solo tres años (Fundación Telefónica, 2015).

La mayoría de las personas en España (70%) utiliza su móvil en la media hora


después de haberse despertado y el 77% utiliza la mensajería instantánea
frecuentemente o, al menos, una vez a la semana. Además, lejos de lo esperado,
respecto al año 2014 el mayor crecimiento en el uso de los móviles se produjo en la

45
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

franja de edad de 46 a 55 años, que en el 2014 se situaba en el 67% mientras que en el


2015 ascendió hasta el 80% (Ditentria, 2015).

Conjuntamente, en nuestro país, el medio más utilizado para comunicarse con


familiares y amistades es la mensajería instantánea (WhatsApp o similares) pues 91.6%
de los y las españoles/as así lo indica, así esta cifra supera ligeramente a la
comunicación cara a cara que se sitúa en el 91% y a las llamadas a móvil (90.9%)
(Fundación Telefónica, 2015). Según el Observatorio Nacional de las
Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (ONTSI) (2016), entre el
32.3% y el 38% de los y las españoles/as, realiza y recibe respectivamente llamadas
varias veces al día y el 25.5% utiliza el WhatsApp o aplicaciones similares, para realizar
llamadas diariamente. Este observatorio también informa que el 70% de los/as
usuarios/as con acceso a Internet utiliza el correo electrónico, al que acceden desde el
móvil en el 68.9% de los casos.

Finalmente nos centramos en el análisis de la brecha digital de género, es decir


la diferencia existente entre los hombres y las mujeres respecto a los indicadores TICS
del Instituto Nacional de Estadística (uso de Internet en los últimos tres meses, uso
frecuente de Internet y compras por Internet) (2016c). A hilo de este tema, se hace
necesario mencionar un estudio realizado por el Instituto de la Mujer en el año 2009 que
arrojaba luz sobre las diferencias entre mujeres y hombres en España en este terreno.
Mostraba que los valores personales, educativos y sociales tienen un fuerte impacto en
la actitud y uso a las TICS por parte de las mujeres, de forma que las TICS se
encuentran fuertemente estereotipadas. Pues existe la creencia de que “el mundo de las
TICS es un mundo de hombres” (p. 41), así que las mujeres profesionales no hablan de
temas tecnológicos y se siguen asumiendo y reproduciendo roles estereotípicamente
asignados a las mujeres, no solo en el mundo offline sino también en el espacio virtual.

Tal y como afirman Castario, Martín y Martínez (2011) en España la brecha


digital de género es muy diferente a otros países europeos en los que esta cifra es
prácticamente inexistente. Por lo que, la e-inclusión y la e-igualdad son en España un
objetivo a conseguir. En este sentido, la tendencia de los últimos años era la
disminución constante de esta diferencia entre mujeres y hombres, sin embargo en el
año 2016 se rompió esta tendencia pues la brecha digital ha aumentado tanto respecto al
uso de Internet como respecto a las compras por Internet. Así, según el Instituto
Nacional de Estadística (2016c), las cifras muestran que respecto al uso de Internet en el

46
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

año 2012 la brecha de género se situaba en los 5.3 puntos, cifra que descendía año tras
año hasta situarse en los 3.2 puntos del año 2015. Sin embargo el pasado año 2016
ascendió ligeramente hasta los 3.9 puntos de diferencia entre mujeres y hombres.

Respecto al uso frecuente de Internet se mantiene la misma tendencia, pues a


pesar de que en el año 2012 ha descendido, la brecha digital de género se situaba en los
6.9 puntos y en el año 2016 fue de 3.7, con lo cual se ha producido un ascenso respecto
al año anterior en que la brecha digital de género era de 3.5. Esta realidad sitúa a los
hombres como más usuarios de la Red respecto a las mujeres. Estas diferencias se
traducen en que, en España 14.451.436 millones de hombres han utilizado alguna vez
Internet, frente a los 13.982.927 millones de mujeres que así lo han hecho (INE, 2016c).

En relación a las compras por Internet, la brecha digital del año 2016 era de 6.1,
una cifra muy pareja a la existente en el año 2012 que llegaba a los 6.2 puntos; esto
supone un gran incremento respecto al año 2015 ya que la diferencia entre mujeres y
hombres se situaba en los 3.9 puntos. Lo cual quiere decir que actualmente en España
7.937.467 millones de hombres han realizado compras por Internet en los últimos 12
meses, frente a los 7.128.242 millones de mujeres que así lo han hecho (INE, 2016c).

En un reciente estudio de Jiménez, Vega y Vico (2016) realizado con


universitarias ponía de manifiesto que, las mujeres no suelen crear y publicar contenidos
protagonizados por ellas mismas, ni realizar video-llamadas. Además se informaba que
las mujeres tampoco manejan la terminología técnica, lo que supone una barrera para su
inclusión digital.

A la luz de los datos expuestos, la omnipresencia de Internet mediante las


diferentes tecnologías, especialmente de la telefonía móvil, es ya una realidad
irrefutable en nuestra sociedad. Pero, ¿cómo afecta esto a las relaciones interpersonales?
Juhasz y Bradford (2016) afirman que la telefonía móvil contribuye a la sensación de
conexión en las parejas jóvenes, aumentando la comunicación con el/la otro/a;
denominan esta situación “Mobile Maintenance” (p. 709) [mantenimiento móvil] no
solo de las relaciones afectivas, sino también de las amistades. En los últimos años han
emergido varios estudios (Juhasz & Bradford, 2016; Krasnova, Abramova, Notter, &
Baumann, 2016; McDaniel & Coyne, 2016; Roberts & David, 2016) que se centran en
investigar el impacto de esta realidad en nuestras relaciones.

47
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

En esta dirección, la investigación realizada por Roberts y David (2016) se


centra en evaluar como la necesidad de atender a los teléfonos móviles, estando o no en
compañía de la pareja afectiva, puede afectar negativamente a las parejas. Sus
resultados no solo muestran que este tipo de conductas afectan de forma negativa a las
parejas, aumentando los niveles de conflicto. Sino que también, las parejas con estilos
de apego ansiosos, reportaban más conflicto con respecto al móvil y mostraban que el
uso puede afectar a la satisfacción en la relación/vida y al bienestar personal e incluso
mayores niveles de depresión.

Estas ideas han sido expuestas por otras investigaciones que arrojan resultados
similares. McDaniel y Coyne (2014) informan en sus resultados que la interacción
tecnológica en las parejas, que denominan Tecnoference, además de aumentar los
niveles de conflicto funciona como predictor de la satisfacción de la relación, la
depresión y la satisfacción de la vida. En la misma dirección los resultados obtenidos
por Krasnova et al. (2016) sobre el Phubbing, o el uso excesivo de los Smartphones en
las relaciones de pareja, indican que esta conducta supone una barrera a la
comunicación y disminuye la satisfacción de la relación e incluso en el bienestar
personal. Demuestran, además, que contribuye a generar sentimientos de celos, tristeza,
enfado e incluso expresaban que les hacía sentirse descuidados/as y menos importantes.

En definitiva los dispositivos tecnológicos e Internet sirven para propiciar la


comunicación y las relaciones interpersonales, pero también pueden ser un hándicap en
éstas. Específicamente en el colectivo adolescente los dispositivos y medios digitales
también reportan aspectos positivos, pero paralelamente pueden situarlos/as en
situaciones de riesgo. A continuación se analizan particularmente estos aspectos.

1.1.2 ADOLESCENTES EN LA SOCIEDAD TECNOLÓGICA

Las denominadas “nuevas tecnologías” ya no son “nuevas”, si no que han participado


del nacimiento y crianza de los y las denominados/as “millenials”, una generación con
características diferentes a sus predecesoras. Una generación alternativa, en la que
chicos y chicas no asumen como propios los comportamientos considerados
“tradicionales”, pero sobre todo, una generación digital (Garikapati, Pendyala, Morris,
Mokhtarian, & McDonald, 2016). Esta realidad ha generado una nueva corriente

48
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

investigadora sobre el impacto de los medios y espacios virtuales en los/as jóvenes (ver
pej. Fernández, 2011).

Esta generación vive su proceso de socialización de forma particular y


diferenciada de las generaciones anteriores, un proceso socializador determinantemente
influido por los medios y espacios digitales. Siguiendo a Ricoy, Feliz y Sevillano (2010)
Internet es valorado muy positivamente por los y las más jóvenes “por las muchas
posibilidades de relación que ofrece” (p. 200).

Así, se hace necesario definir en un primer momento qué es la socialización, por


lo que partiendo de las palabras de Abelá (2003) debemos conceptualizar este proceso
como:

El proceso mediante el cual se transmite la cultura y más específicamente los


valores y los comportamientos sociales a los miembros de la sociedad, a través
de estos, la cultura se va transmitiendo de generación en generación y los
individuos aprenden conocimientos específicos, desarrollan sus potencialidades
y habilidades necesarias para una participación adecuada en la vida social y se
adaptan a las formas de comportamiento organizado, característico de una
sociedad determinada. (p. 244)

De esta forma, la familia, la escuela y los medios de comunicación contribuyen a


que este proceso se realice a lo largo del desarrollo vital de los/as niños/as. No obstante
no podemos obviar que en la actualidad, Internet, las Redes Social y todos los medios y
espacios digitales, contribuyen en mayor o menor medida a este proceso socializador.
Se genera así la denominada “cibersocialización” (Pérez-Bonet, 2010) en la que los
niños, niñas y adolescentes viven de forma paralela a la realidad física.

El espacio virtual supone para los y las adolescentes, además de un espacio


socializador, verdaderas comunidades virtuales o cibersociedades que sirven como
espacios de información, comunicación y expresión. En las que las interacciones
sociales mutan y trascienden fronteras, que ya no se encuentran limitadas
territorialmente (Castells, 2006). Les ofrecen estar conectados/as con amistades y
familiares, hacer amistades nuevas (socializar), compartir información, contenidos e
ideas, desarrollar la creatividad y las habilidades sociales (Boyd, 2007, 2010; García,
2015; Ito, Horst, & Bittani, 2008; Sádaba & Vidales, 2015), de hecho los espacios y
medios tecnológicos son elementos centrales en la identidad de los/as adolescentes y

49
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

jóvenes actuales (Reguillo, 2012). Segovia, Mérida, Olivares y González (2016) afirman
que “las Redes Sociales suponen un nuevo espacio de socialización en el que
construyen su identidad social sobre la base de as diversas y abundantes interacciones
que mantienen con sus iguales y otros miembros de la comunidad virtual” (p. 156). Esto
es debido fundamentalmente a que la evolución de la Red ofrece la posibilidad no solo
de acceder a contenidos [información] en una amplia variedad de formatos (texto, vídeo
o música entre otros); sino que también nos permite generarlos y compartirlos de forma
rápida e inmediata, a la vez que podemos comunicarnos de forma casi ilimitada
(Agustinoy & Monclús, 2016). En definitiva, se han convertido en herramientas y
espacios de información y comunicación, pero también de socialización para los y las
niños, niñas y adolescentes de la comunidad Red que año tras año acceden con edades
más tempranas a las tecnologías y espacios virtuales que, en ocasiones sólo se
“desconectan” del mundo virtual durante el sueño (Protégeles, 2014).

1.1.2.1 Acceso y uso de las tecnologías

La rapidez y precocidad con la que niños, niñas y adolescentes acceden a las diversas
tecnológicas no tiene precedente en la historia de la innovación tecnológica (Garmendia,
Garataonandia, Martínez, & Casado, 2011). En la actualidad los recursos y medios
tecnológicos están plenamente asentados en las vidas de los y las más jóvenes.

Respecto a los y las adolescentes de entre 10 y 15 años el Instituto Nacional de


Estadística (INE, 2016a) refleja en sus datos un crecimiento exponencial en la última
década tanto respecto al uso del ordenador, del acceso y uso de Internet como en
relación a la tenencia de teléfonos móviles (ver Figura 1.3). Así, en el año 2016 el uso
del ordenador (95%) y de Internet (95%) es prácticamente universal. Además, nos
ofrecen un dato muy revelador pues se evidencia que por vez primera, entre los y las
adolescentes, el número de usuarios/as en Internet supera al de usuarios/as de
ordenador. Asimismo, el 55% de los y las menores de entre 11 y 7 años disponen de
conexión a la Red en su propia habitación (INE, 2016a). Por otro lado respecto a la
tenencia de teléfono móvil, el Instituto Nacional de Estadística (2016a) evidencia que
casi el 70% de los y las menores (10 a 15 años) dispone de móvil propio. De hecho, a
los 10 años disponen de móvil propio el 25.4% de los niños y niñas españoles/as, el
50.9% a los 11 años, el 72.7% a los 12 años, a los 13 años el 86% y entre el 90% y el
94% a los 14 y 15 años.
50
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

100
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016
Usuarios/as ordenador 74,4 92,7 94,1 94,5 94,6 95,6 96,1 95,2 93,8 95,1 94,9
Usuarios/as internet 72,2 76,9 82,2 85,1 87,3 87,1 91,2 91,9 92 93,6 95,2
Tenencia móvil 58,4 64,7 65,8 68,4 66,7 65,8 65,8 63,1 63,5 67 69,8

Figura 1.3 Uso de Internet y de ordenador en los últimos tres meses (10 a 15 años) (INE, 2016a,b).

Respecto a los motivos aludidos por los y las adolescentes para utilizar Internet,
se encuentra en primer lugar el ocio, (97.7%); en segundo lugar, están diversos motivos
académicos (deberes, búsqueda de información u otras tareas relacionadas) (92%); y en
tercer lugar, expresan que utilizan Internet para comunicarse con familiares y amistades
(90.7%) (Fundación Telefónica, 2015). En este sentido, el medio más utilizado por los
y las adolescentes españoles/as para comunicarse con familiares y amistades es la
mensajería instantánea (WhatsApp o similares) ya que el 100% así lo indican; de hecho
esta cifra es exactamente igual a la comunicación cara a cara que también alcanza el
100%, seguido por las llamadas a móvil (82%) (Fundación Telefónica, 2015) (ver
Figura 1.4).

Motivo 1:
Ocio
(97.7%)

MEDIO:
WhatsApp
Motivo 3: (100%) Motivo 2:
Temas
Comunicar
académico
se
s
(90.7%)
(92%)

Figura 1.4 Motivos para el uso de la Red y el medio más utilizado (Elaboración propia a partir de los
datos de la Fundación Telefónica, 2015).

51
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

En referencia al análisis de las principales investigaciones, el estudio realizado


en el contexto internacional por Lenhart, Ling, Campbell y Purcell (2010) con 800
estudiantes de entre los 12 y los 17 años, revelaba que ya en el año 2010 el móvil era su
canal favorito para comunicarse. De forma que el 75% disponían de móvil propio y casi
dos tercios admitía que ser más propenso/a a enviar mensajes de textos a sus amistades
que a llamarlos. De hecho revelaban que la mitad (n= 400) enviaba más de 50 mensajes
de texto diariamente, no obstante eran más chicas (80 sms diarios) que chicos (30 sms
diarios) las que afirmaban enviar y recibir más sms. Ellas y ellos aludían que esos
mensajes eran para saludar o hablar con la otra persona (59% y 42%
correspondientemente a chicas y chicos), tratar temas personales (84% y 67%
respectivamente) o gestionar temas académicos (76% y 64% recíprocamente). También
el 69% de los y las adolescentes afirman que sus móviles los/as entretienen cuando
están aburridos/as. En esta dirección, detectaban que los usos del móvil más referidos
por los y las adolescentes fueron: sacar fotos (83%), compartirlas con otras personas
(64%) y escuchar música (60%).

En relación a la supervisión por parte de los progenitores, se mostraba que 64%


supervisaban el contenido de sus móviles; entre el 46% y el 52% limitaban los minutos
para hablar o las horas de uso al día del móvil, respectivamente; y el 48% vigilaban la
ubicación de sus hijos e hijas mediante el móvil. Además casi la unanimidad de los
progenitores (98%) afirmaban que les habían proporcionado estos dispositivos a sus
hijos e hijas para estar en contacto con ellos/as sin importar el lugar físico o la distancia
que los separara (Lenhart et al., 2010).

También en el ámbito internacional es destacable la investigación llevada a cabo


por Weisskirch y Delevi (2012) con 105 jóvenes de una media de 21 años, que
evidencian como los medios tecnológicos se utilizan para romper las relaciones
sentimentales y que preferentemente los eligen con este fin frente al cara a cara. Así, el
28% afirma que utiliza las tecnologías para las rupturas y el 16% atestigua que sí lo
haría, mayoritariamente a través de mensajes de texto (18%) a pesar de que consideran
“más aceptable” para romper con la pareja los mensajes de voz. Sus resultados también
apuntan que las visiones tradicionales sobre los roles de género que deben adoptar las
chicas, funcionan como predictores de las actitudes positivas o negativas sobre romper
con la pareja mediante el uso de la tecnología.

52
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

En el ámbito europeo el Proyecto Eu Kids Online I (2009) es uno de los estudios


más significativos sobre el tema de las tecnologías y su impacto en las vidas de
niños/as. Sus resultados registran que el número de niños y niñas europeos de los 9 a los
16 años que usaban Internet crecía año tras año, además indicaban que entre los
principales riesgos a los que se exponían en el entorno virtual eran proporcionar
información personal o encontrarse pornografía. Este primer trabajo situaba a España
entre los países de riesgo medio, es decir entre aquellos en los que los/as jóvenes no se
exponían a riesgos en línea de forma alarmante, pero tampoco entre los que menos
riesgos asumían en el entorno virtual.

Posteriormente, los resultados del segundo proyecto (Eu Kids Online II, 2011)
evidenciaban para el caso de España, que la gran mayoría de adolescentes utiliza
Internet en casa (84%), al que suelen acceder en el colegio (70%), en una zona común
como el salón (63%) o en una zona privada como su propia habitación (42%). En el
caso de los y las adolescentes europeos/as existe una mayor proporción que expresa que
accede y navega por la Red en su propio cuarto (49%) que en cualquier otra zona de su
hogar familiar (38%). No obstante la variable determinante respecto de la zona de
acceso y uso de los y las menores es la edad, pues son los y las adolescentes más
mayores los/as que acceden en mayor medida desde sus propias habitaciones. Además
el primer uso lo hace a la edad media de 9 años y mayoritariamente se conectan cada día
(58%) durante una media de 88 minutos a nivel europeo, que desciende hasta los 71 en
el caso de España.

Eu Kids Online II (2011) también descubre las principales actividades de los y


las adolescentes en Internet que son: actividades por y para los deberes (83%), jugar
(solo o en comunidades online) (0%), ver vídeos en YouTube (78%), utilizar la
mensajería instantánea (68%), usar las Redes Sociales (59%) y utilizar el correo
electrónico (62%). En definitiva, la importancia del medio virtual en la vida adolescente
queda evidenciada con tan solo observar las cifras. Además se muestra también que casi
la mitad de los y las adolescentes europeos/as afirman que “es más fácil ser ellos
mismos en la Red que en persona” (p. 26).

En las cifras del último estudio Eu Kinds Online III (2014), se revela un ascenso
de prácticamente todas las prevalencias. En este sentido la prevalencia del acceso a los
perfiles en Redes Sociales se eleva hasta el 63%, el uso de la mensajería instantánea
hasta el 49% y el consumo de vídeos en YouTube hasta el 59%.

53
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

A nivel nacional, la investigación llevada a cabo por INTECO (2010) sobre la


seguridad y privacidad de los y las menores en Internet con un total de 322
adolescentes de entre los 10 y los 16 años. Sus resultados muestran como en el año 2009
el porcentaje de menores con teléfono móvil era del 68.4%, lo que supone un
incremento respecto al año 2004 del 22.7%. Respecto a la edad mostraba que eran los/as
de 15 a 16 años (89.2%) los/as que más disponían de este dispositivo frente a los tramos
de edad de 12 a 14 años (67.6%) y de 10 a 11 años (30.9%). Asimismo la edad de
adquisición del primer móvil se sitúa entre los 10 y los 12 años, que adquieren en la
mayor parte de los casos mediante un “regalo” (57.1%). Conjuntamente mostraba que
los y las adolescentes usan el móvil para: comunicarse, ya sea mediante mensajes
(90.7%) o llamadas (94.7%); acceder a contenidos, como escuchar música (71.4%); por
ocio mediante diversos juegos (51.6%); creación y difusión de contenidos, como hacer
fotografías (88.6%) y enviarlas a otras personas (48.2%).

Revelaba también que el 95.7% de los y las adolescentes tiene encendido el


móvil y está disponible estando con sus amistades, el 86.3% cuando esta con la familia
y el 41.9% admite tenerlo siempre encendido y estar siempre disponible. Finalmente
evidencia que tener un móvil propio supone que para el 90.7% una ayuda para que los
progenitores puedan tenerlos/as localizados/as, el 78.3% afirma que se siente más en
contacto con familiares y amistades, el 69.6% expresa que les da independencia, el
19.3% afirma que gracias a la tenencia de este dispositivo sienten que escapan al control
de sus progenitores además el 56.2% afirma que el móvil no sustituye las relaciones
cara a cara (INTECO, 2010).

El estudio cualitativo realizado por Ricoy y Feliz (2014) con alumnado


universitario con una media de edad de 22 años, se informaba sobre la omnipresencia de
los ordenadores portátiles en los contextos educativos universitarios. Apuntando que los
y las jóvenes utilizan este dispositivo para comunicarse (a través del e-mail, de las
Redes Sociales etc), para producir materiales (como trabajos o imágenes), para
informarse, para tareas de gestión de información o descargas, aprendizaje online
(mediante cursos o plataformas), pero también lo utilizaban para tareas de ocio (juegos,
compras, películas entre otras actividades). Esta tendencia ha sido mostrada en
investigaciones posteriores (Ricoy & Valente, 2016), en las que también se resalta el
uso cotidiano de la telefonía móvil no solo en contextos sociales o personales, sino
también el ámbito académico.

54
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

La reciente investigación de Alfaro et al. (2015) centrada en 2412 adolescentes


españoles/as de entre los 13 y los 18 años, revelaba que el uso del teléfono móvil es
prácticamente universal (96.8%) y respecto del uso de Smartphones mostraba una
prevalencia del 43%. Además, más de la mitad de sus participantes (62.2%) admite
tener limitaciones respecto del uso de estos dispositivos, bien sea respecto a los tiempos
y espacios en donde poder usarlos o limites respecto a las descargas de Apps. También
revelan por un lado, que el uso del ordenador y las consolas suponen la forma de ocio
escogidas por el 48.5% de los y las adolescentes, pero en mayor medida por los chicos
(51.7%) que por las chicas (45.3%). Por otro lado muestran que la mayoría se conecta a
Internet a diario (82.5%), para acceder a las Redes Sociales (89.3%), escuchar música
(79.5%) o buscar información académica (70.1%) entre otras actividades.

En relación al análisis de género del acceso y uso de las tecnologías en


adolescentes, es preciso abordar la existencia de la brecha digital de género en
adolescentes. Tal y como afirma Martínez (2011) existen en la actualidad tres brechas
digitales diferenciadas en función al género. La primera en relación al acceso a las
tecnologías, la segunda respecto del uso que se hace de estas y la tercera, referida al uso
de las tecnologías más avanzadas. Este autor afirmaba que, si bien es cierto que entre
los y las más jóvenes las diferencias son menores, la brecha digital de género continúa
presente. En la actualidad si observamos por ejemplo las cifras del Instituto Nacional de
Estadística (2016c) respecto al uso de Internet en el tramo de edad de los 16 a los 24
años, la diferencia en desventaja para las chicas es tan solo del 0.4%.

Sin embargo la brecha digital de género no debe interpretarse sólo partiendo de


las diferencias existentes entre el uso de Internet y las compras realizadas (indicadores
utilizados para calcular la brecha digital de género en España por el Instituto Nacional
de Estadística). Fundamentalmente, porque los y las nativas digitales ya han superado
esas diferencias, lo cual podría malinterpretarse como una falsa “equidad digital” entre
las nuevas generaciones. La interpretación que actualmente se debe hacer de la brecha
digital de género debe ir un paso más allá y analizar desde una postura crítica otras
diferencias persistentes entre chicos y chicas, como las habilidades digitales y
conocimientos informáticos, la gestión de espacios virtuales o también el tipo de
exposición en Redes Sociales.

En el año 2008, Pérez-Cariacedo argumenta en relación a la brecha digital de


género, que en primer lugar, los entornos informáticos continúan siendo androcéntricos,

55
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

Internet está plagado de contenidos, como por ejemplo las imágenes o el lenguaje, que
son profundamente sexistas, estereotipados y violentos para y con las mujeres. Por
supuesto no podemos obviar la pornografía, que sitúa a las mujeres y adolescentes en
una situación de inferioridad degradante, tratándolas como meros objetos sexuales. En
segundo lugar, definía el espacio simbólico de los entornos digitales que continúa
siendo marcadamente masculino, lo cual se traduce en que son mayoritariamente
hombres los que enseñan y estudian disciplinas informáticas. Una realidad que se
traduce en cifras, así la tasa de mujeres graduadas en el área tecnológica en el año 2014
fue de 12.1, mientras que la de los hombres fue de 29.2 (INE, 2016g). Finalmente no
debemos olvidar que la brecha digital de género influye en la perpetración del acoso
entre iguales a través de la Red o Ciberbullying (Gil, Vitores, Feliu, & Vall, 2011), lo
cual coloca a las niñas/chicas en una situación de desequilibrio de poder que les afecta
negativamente.

1.1.2.2 Acceso y uso de las Redes Sociales

Si Internet y los medios digitales ha supuesto una auténtica revolución, las Redes
Sociales no se quedan atrás, ya que, suponen un escenario que se encuentra en el limbo
de lo real y lo virtual pues forman parte tanto de la “vida online” como de la “vida
offline” (Livingston, Kirwill, Ponte, & Staksrud, 2013). Además, se han generalizado
prácticas en Internet relacionadas con la producción de contenidos (fotografías o textos,
entre otros), que están disposición de todo/a usuario/a conectado a la Red (García-
Fernández, 2010).

Las Redes Sociales surgen hace más de una década y han supuesto un verdadero
fenómeno tecnológico y social que ha impactado de lleno en la sociedad (Caldevilla,
2010). Sin embargo, las Redes Sociales no son algo exclusivo de Internet, sino que
asientan sus raíces en las tertulias, clubs, círculos recreativos o grupos de trabajo o
cualquier otra forma de reunión social (Ollé-Sesé, 2014). Por lo que se puede decir que
las Redes Sociales virtuales, no son más que el traspaso de los medios más tradicionales
de comunicación, recreación y ocio adaptadas a un mundo virtualizado.

Si hacemos un análisis del interés social en nuestro país, observamos que según
Google Trends (2016) - un buscador que analiza las búsquedas de los usuarios/as en
interés sobre un tema determinado - el interés sobre las Redes Sociales de los y las

56
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

internautas españoles se ha multiplicado exponencialmente, siendo uno de los


principales intereses de los y las españoles/as. Pero, ¿por qué este crecimiento
desmesurado de interés y por tanto de uso de las Redes Sociales? Por la cantidad de
ventajas que ofrecen a la comunicación, al ocio y la socialización a todas las personas
con acceso a la Red.

Boyd y Ellison (2007) conceptualizaban las Redes Sociales como aquellos


espacios en la web que permiten construir perfiles online, en los que los y las usuarias
seleccionan la privacidad de estos y articulan sus conexiones con otros/as usuarios/as,
que buscan a través del mismo espacio. En la misma línea, Del Moral (2005)
conceptualizaba las tipologías de Redes Sociales y a la par ayudaba a responder a esta
pregunta. Hablaba de que hay Redes Sociales que sirven para establecer amistades o
mantenerlas, otras que sirven como forma de entreteniendo y luego están aquellas que
sirven como gestión interna de las empresas. Por lo que en realidad, el auge de estas
redes y espacios virtuales surge de la necesidad humana de socialización y contacto
social.

No obstante, hoy en día tendriamos que añadir que las Redes Sociales también
son espacios en los que realizar compras, que sirven como fuente de información a
través de los perfiles comunitarios o medios de comunicación y funcionan como
espacios de organización social mediante grupos, páginas o eventos. También nos
ofrecen la oportunidad de seguir a los y las denominados/as “influencers”, pues el 85%
de los y las internautas españoles admiten hacerlo (IAB, 2016). En definitiva, las Redes
Sociales constituyen ya, un espacio central en nuestras vidas y no solo en las de los y las
milenials. De hecho, el trabajo de revisión realizado por Best, Manktelow y Taylor
(2014) identifica varios estudios que muestran los beneficios de la Redes Sociales,
señalando entre esos beneficios la mejora de la autoestima o el aumento de la
integración y de la pertenencia al grupo.
Así, siguiendo la clasificación realizada por Agustinoy y Monclús (2016) en la
actualidad podemos organizar las Redes Sociales atendiendo a dos criterios: según el
perfil de sus potenciales usuarios/as o según los contenidos y formatos ofrecidos por sus
usuarios/as (ver Figura 1.5). En el primer grupo se encontrarían las Redes Sociales
horizontales, es decir aquellas que no se dirigen a ningún perfil de usuario/a, sino que
son abiertas, flexibles y dinámicas, ya que pueden ser utilizadas como un simple
entretenimiento o tener finalidades personales y/o profesionales. Aquí se agruparían por

57
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

ejemplo Facebook, Twitter o Tuenti. También en este primer grupo, se encuadran las
Redes Sociales verticales que están dirigidas a un perfil concreto de usuario/a; ya sea
por causas profesionales (como Linkedin), por motivos de ocio (como TripsBook) o por
motivos intelectuales (como las redes que permiten intercambiar información, como por
ejemplo los Wikispaces). En el segundo grupo se incluyen las Redes Sociales
generalistas, aquellas que permiten difundir y consultar contenidos, ya sean textos,
imágenes o vídeos. Como por ejemplo Instagram o Linkedin. Pero también abarca las
Redes Sociales especializadas en un contenido concreto, ya sean imágenes (por ejemplo
Flickr), vídeos (ejemplo, Vimeo), música (MySpace) o eventos (como Meetup).

REDES
SOCIALES

Según los
Según el perfil
contenidos y
de usuario/a
formatos

Horizontal Vertical Generalista Especializada

Figura 1.5 Tipos de Redes Sociales (Agustinoy & Monclús, 2016).

En la actualidad, las Redes Sociales constituyen un grupo dinámico y en


continua evolución, a la par que posibilitan acceder de forma sencilla al contacto con
personas desconocidas (Echeburúa & Requesens, 2012). Constituyen una de las
principales fuentes de ocio para los/as adolescentes, verdaderos/as nativos/as digitales,
que han encontrado en estos medios lugares en los que compartir información,
establecer relaciones y comunicarse. De hecho, tal y como señala Gandasegui (2011), la
relevancia de estas redes ha provocado que, en ocasiones, pertenecer o no pertenecer a
una red social deje de ser una opción para convertirse en una obligación, una necesidad
para poder estar en contacto con los/as conocidos/as. Fundamentalmente porque gran
parte de la vida social ya no sucede por completo en un escenario físico, revelándose la
importancia del entorno virtual para los/as adolescentes y su escenario social.

Esta realidad se pone de manifiesto al observar los datos de los últimos informes
e investigaciones al respecto (IAB, 2016; INE, 2016a; Rial, Gómez, Braña, & Varela,
2014a), que revelan cifras muy elevadas en cuanto a la tenencia y uso de las Redes

58
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

Sociales por parte de la población española, tanto adultos/as como adolescentes. En este
sentido, tal y como muestra el Instituto Nacional de Estadística en su último informe, en
nuestro país son los y las estudiantes y los/as adolescentes y jóvenes de entre los 16 y
los 24 años los/as que más participan de las Redes Sociales, alcanzando prevalencias del
90.7% y del 91.1% respectivamente para ambos grupos (INE, 2016a).

Si observamos particularmente la tenencia de perfiles en Redes Sociales, según


el estudio IAB (2016) 15 millones de internautas entre los 16 y los 55 utiliza las Redes
Sociales (81%) en España. Apunta que WhatsApp y Facebook son las más populares, a
las que se dedican de media semanal unas 5.14 y 4.23 horas, respectivamente. Además
las Redes Sociales tienen como principal motivo de uso fines sociales, como chatear.

Al observar los resultados de los principales estudios sobre esta temática, se


puede afirmar que las Redes Sociales suponen ya un espacio central en las vidas de los y
las más jóvenes. En esta dirección, dentro del contexto internacional el trabajo de
O'Keeffe y Clarke-Pearson (2011) sentenciaban ya que el uso de las consideradas Redes
Sociales es una de las actividades más frecuentes y asentadas entre los y las
adolescentes. Fundamentalmente porque suponen portales no sólo en los que podemos
comunicarnos y establecer relaciones sociales, sino también de entretenimiento. Incluía
en estos medios y espacios virtuales a Facebook, Twitter, MySpace, Youtube, juegos
online como The Sims o los Blogs.

También es interesante mencionar el trabajo de Rosen, Whaling, Rab, Carrier y


Cheever (2013) que a pesar que su muestra era de personas adultas, sus resultados
informan que el uso de Facebook se relaciona con la depresión, el número de contactos
en esta red social predice los síntomas maníacos (muchos contactos agregados) o los
disgustos (pocos contactos agregados). Conjuntamente apuntan que tener actitudes
positivas hacia las tecnologías predice algunos trastornos de ansiedad.

En esta misma dirección, la investigación realizada por Widman, Nesi, Choukas-


Bradley y Prinstein (2014) con 284 adolescentes, muestra como el 49% de ellos y ellas
utilizan esta tecnología para hablar de temas de salud sexual con sus parejas. En primer
lugar, muestran que admiten hablar mediante la mensajería instantánea, Snapchat o
Facebook sobre los límites sexuales (42%), el uso del preservativo (39%), sobre el
riesgo de embarazo (35%), sobre otros métodos anticonceptivos (34%), sobre
infecciones de transmisión sexual (24%) y sobre VIH/SIDA (20%). En segundo lugar,
muestran que el uso de preservativo se incrementa entre aquellas parejas que han
59
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

utilizado algún medio digital para discutir este tema, algo extremadamente positivo si
consideramos que encontraba que respecto a los y las adolescentes que habían tenido
relaciones sexuales en los últimos 6 meses, más de la mitad (51.6%) no había utilizado
preservativo.

También es relevante la investigación comparativa entre Snapchat vs. Facebook


(Utz, Muscanell, & Khalid, 2015) se centró en 77 jóvenes de una media de 22 años. Sus
conclusiones apuntan a que Snapchat se usa con finalidades amorosas mientras que
Facebook es utilizado para mantenerse en contacto con otras personas. Ya sea para estar
en contacto con familia/amistades en donde alcanza una media de 4.20 frente a 3.46 de
Snapchat; o para ver que hace la gente en donde la media de Facebook es de 4.15 y la de
Snapchat de 2.82. Respecto a en conocer a nuevas amistades también utilizan más
Facebook que Snapchat. Mientras que Snapchat es más utilizado que Facebook en
coquetear o encontrar pareja. Y también utilizan en mayor medida Facebook que
Snapchat como forma de distracción.

Además también apuntan que los contenidos que envían los y las jóvenes vía
Snapchat incluyen: cosas graciosas (98.7%), contenidos protagonizados por ellos y ellas
mismos/as (85.7%), eventos (59.7%), comida (58.4%), gente (57.1%), animales
(53.2%), fotos de bebidas (53.2%), cosas bonitas (32.5%), Sexting en broma (19%),
actividades legalmente cuestionables (14.3%) y Sexting (13%). Asimismo revelan que
Snapchat es un escenario que despierta más celos entre los y las participantes que
Facebook, respecto a los contenidos publicados. En este sentido muestran que se sienten
más celosos/as cuando su pareja comparte/envía en Snapchat: imágenes propias
sexualmente provocativas, imágenes propias compartidas con sus anteriores parejas,
añade a la lista de amistades a sus ex parejas, envía mensajes privados a personas
desconocidas del sexo opuesto, envía fotografías a personas desconocidas del sexo
opuesto o cuando agrega a una persona desconocida del sexo opuesto. Contrariamente
se muestra más celosos/as cuando reciben en su muro posts de personas desconocidas
del sexo opuesto en Facebook que en Snapchat (Utz et al., 2015).

En el ámbito europeo, el Proyecto “Eu Kids Online” (2011) también aporta


información sobre las actividades de los y las adolescentes en las Redes Sociales. Así
evidencian que en Europa el 59% de los y las chicas tienen perfil en al menos una red
social, mientras que en España la cifra desciende hasta el 56%. Cifras muy inferiores a
las mostradas en otros países comunitarios como Holanda (80%) y Lituania (75%). No

60
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

obstante, demostraban que a pesar de que la edad legal para tener perfiles es de 14 años,
el 40% de los y las españolas de entre 9 y 13 años lo tienen. Una tendencia que se
mantiene al observar la privacidad de los perfiles, pues en nuestro país el 67% de los y
las adolescentes tiene perfiles privados, mientras que esta cifra en Europa solo supone
un 43%.

En esta misma línea se sitúa el estudio de García, López-de-Ayala y García


(2013), en sus resultados muestran que los y las adolescentes admiten conectarse a las
Redes Sociales con mucha frecuencia (75.3%), además encontraban que eran los y las
de más edad y las chicas las que más admitían ese acceso frecuente. En esta dirección
Rial et al. (2014a) revelaba que el 85% de los y las adolescentes de Galicia se conecta a
Internet para visitar sus perfiles en las Redes Sociales. De hecho mostraba que el 55.4%
admiten tener perfil en dos, tres o más Redes Sociales, que son mayoritariamente Tuenti
y Facebook, ya que son las más conocidas en el 96.7% y el 91.9% de los casos.

Resultados similares a los expuestos en el informe IAB (2015) que evidencia


que el alcance de las Redes Sociales entre adolescentes de 14 a 17 años es del 97%, es
decir que prácticamente la totalidad de los y las adolescentes dispone de, al menos, un
perfil en una Red Social, siendo Facebook la preferida por el 45%. Paralelamente, sus
resultados informan que el 97% y el 83% de los y las adolescentes se conectan a media
tarde y a media noche respectivamente; además entre el 61% y el 78% se conecta a
Facebook, Youtube y Twitter en este orden de preferencia. En este sentido el estudio de
la Fundación Telefónica (2015) demuestra que el 50.8% y el 36% admite utilizar las
Redes Sociales Facebook y Twitter correspondientemente, para comunicarse con sus
amistades.

Más recientemente el trabajo de Rial et al. (2014a) sobre el uso de Internet con
2339 adolescentes de 11 a 18 años. En primer lugar, revelan que la frecuencia de
conexión es diaria en el 60.4% de los casos; además los/as adolescentes se pasan
conectados/as mayoritariamente entre una y dos horas (45.8%) y lo hacen entre las
cuatro de la tarde y las nueve (56.8%). No obstante, también apuntan que un porcentaje
considerable (39.2%) se conecta a la Red entre las 9 de la noche y las 12. En segundo
lugar, los principales motivos que aluden de uso de la Red son: usar las Redes Sociales
(85%), descargar contenidos (música, películas, vídeos etc) (64.4%), buscar
información académica (60.2%) o acceder y usar el e-mail (52.1%). En tercer lugar, más
de la mitad de los y las adolescentes tiene conexión en su habitación a Internet (55%),

61
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

dispone de cámara web (63.2%), Messenger (89%) y e-mail (89.8%). En cuarto lugar, el
39.6% está registrado en dos Redes Sociales; redes que admiten utilizar para hablar con
amistades y familiares (67.5%), ver fotos, chatear, comentar y cotillear (42.8%), no
perder el contacto con las personas (17.1%), diversión y ocio (13.3%), hacer amistades
(10%), quedar con gente (4.7%) o resolver temas de clase (4.3%) entre otros motivos.
En quinto lugar muestran que a más de la mitad de los y las adolescentes no les
controlan el uso de Internet (52.8%).

En definitiva, en muchos casos los y las adolescentes hacen un uso de las Redes
Sociales intuitivo, porque suponen ya un medio natural en sus vidas, pero carecen de las
herramientas formativas para hacer un uso adecuado y seguro de las Redes Sociales
(Rodríguez, Baños, & Freixas, 2008). Esta situación puede situar a los y las
adolescentes en situaciones de vulnerabilidad, exponiéndolos a riesgos en el contexto
virtual pero también en la realidad no-virtual, cuestión que abordaremos en el siguiente
apartado.

1.1.2.3 Riesgos derivados del uso de las tecnologías y espacios virtuales

Tal y como hemos evidenciado en las páginas anteriores, la integración de las diversas
tecnologías en las vidas de los y las adolescentes es un hecho palpable, que además no
deja crecer año tras año. Así, el acceso a Internet constituye ya un derecho fundamental
para la población, lo cierto es que, algunos de los contenidos que circulan por la Red
pueden afectar a los y las menores negativamente (Fernández-Pérez, 2016). La tenencia
y uso de las Redes Sociales y de las múltiples tecnologías en general puede situar a los y
las adolescentes en situaciones de vulnerabilidad e indefensión en la realidad virtual y
en el espacio real, e incluso tener un impacto negativo en el bienestar sexual
(Cookingham & Ryan, 2015). Esto es debido a que a través de los medios digitales se
comparten infinidad de datos personales, como imágenes, vídeos, intereses, opiniones o
gustos, con un total desconocimiento de qué se va a hacer con esa información y en
muchos casos desconociendo sí esos contenidos ya no nos pertenecen.

En este sentido los y las adolescentes son despreocupados/as con la información


que comparten a través de Internet (Bernete, 2009), lo cual puede colocarles en
situaciones de peligro. En esta dirección, tal y como expresa Finkelhor (2014) esta
realidad ha supuesto una verdadera alarma social, que se ha volcado en numerosas

62
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

investigaciones nacionales e internacionales, que tratan de evidenciar el verdadero


escenario en el que se enmarcan los y las adolescentes respecto a las diversas
tecnologías y a las conductas de riesgo online, señalando en lado oscuro de los medios y
espacios virtuales (Castro & Moral Jiménez, 2017; González, Fernández, Urturi,
Bregón, Moreno, & Molinero, 2015; Salmela, Upadyaya, Hakkarainen, Lonka, & Alho,
2017).

Kopecký (2016) ha sintetizado los riesgos a los que se exponen los y las
adolescentes respecto del uso de las Redes Sociales partiendo de las aportaciones de
varios estudios que tratan de evaluarlos (Kopecký, Szotkowski, & Krejcí, 2015;
O´keeffe & Clarke-Pearson, 2011). Así, habla de 5 riesgos derivados del uso de las
Redes Sociales, estos son: riesgos derivados de la comunicación entre iguales, como el
Ciberbullying; riesgos derivados de la difusión de contenidos inapropiados o ilegales;
riesgos asociados con el abuso de la privacidad; riegos debido al uso excesivo, como
adicciones o depresión; y otros riesgos como el fraude online o la exposición a virus
informáticos.

En el ámbito internacional, es precisamente el equipo de Finkelhor el que ha


desarrollado una intensa labor investigadora en relación a la temática de las tecnologías
y los/as adolescentes. Uno de los primeros estudios realizados por su equipo (Mitchell,
Finkelhor, & Wolak, 2001) con 1501 adolescentes de entre los 10 y los 17 años, se
centraba en las solicitudes que los y las menores recibían a través de la Red, arroja luz
sobre los usos tecnológicos y comportamientos virtuales de estos/as. Respecto al uso del
ordenador, mostraba que prácticamente la totalidad de la muestra admitían haberlo
utilizado recientemente, ya fuera en lugares privados (su propia casa o la de otras
personas conocidas o cercanas) o en lugares públicos (como la escuela o la biblioteca).
Sus resultados mostraban que ese uso de los y las adolescentes se relacionaba con
comportamientos de riesgo, como comunicarse virtualmente con personas extrañas y
con el acoso sexual online.

Seis años después otra investigación (Wolak, Mitchell, & Finkelhor, 2007) con
una muestra de 1500 adolescentes con un rango de edad de entre 10 y 17 años de edad,
también revelaba altos porcentajes de uso del ordenador y participación en actividades
online por parte de los y las adolescentes. De hecho sus resultados exponían que la
actividad en Internet y el uso de programas de intercambio de archivos se relacionaba
directamente con la exposición no deseada a pornografía (66%) y con el acoso sexual

63
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

virtual. Sus resultados también mostraron que los filtros y bloqueos a través de
programas determinados de software, resultaban muy positivos para reducir y proteger a
los y las menores de este tipo de situaciones de riesgo. De hecho investigaciones
posteriores (Ybarra, Finkelhor, Mitchell, & Wolak, 2009a) daban soporte a estas
conclusiones sobre utilizar los bloqueadores de software como protectores de la
exposición no deseada a material sexual o al acoso en las vidas de los y las
adolescentes.

Un estudio posterior (Jones, Mitchell, & Finkelhor, 2013) que evaluaba de


forma transversal a lo largo de 10 años la seguridad en la Red de 4.561 adolescentes (de
10 a 17 años). Informaban del aumento desproporcionado de la comunicación en línea
en los y las adolescentes, una realidad que estaba ligada con el también aumento del
acoso online (6% en el año 2000 y 11% en el año 2011). Exponían también que este
tipo de acoso afectaba más negativamente a las niñas/chicas. Resultados similares a los
obtenidos por Ybarra, Finkelhor, Mitchell y Wolak (2009b) que informaban que el 9%
de los y las 1500 adolescentes de los 10 a los 17 años entrevistados sufría acoso, de
los/as cuales el 32% admitía que ese acoso era crónico.

En otra línea de investigaciones, se encuentran los estudios de Subrahmanyam,


Greenfield, Kraut y Gross (2001) y Subrahmanyam y Greenfield (2008) que indagaban
en el incremento de la presencia de las diversas tecnologías en las vidas adolescentes.
Las investigadoras resolvían, en su estudio más reciente, que los y las adolescentes
utilizaban las herramientas y espacios tecnológicos (mensajería instantánea y de texto,
correo electrónico, blogs y Redes Sociales entre otros) para reforzar relaciones de
amistad o románticas ya existentes. No obstante, afirmaban que la presencia y uso de
los entornos sociales por parte de los y las adolescentes podría acarrearles tanto aspectos
positivos, pues contribuía a disminuir la ansiedad social; como negativos, ya que
demostraban que se exponían a situaciones de abuso y/o acoso sexual en los entornos
virtuales que transitaban.

Kopecký, Szotkowski y Krejci (2012) llevaron a cabo un estudio con 10.830


adolescentes de entre los 11 y los 17 años que se centraba específicamente sobre los
riesgos a los que se exponen los y las adolescentes en la comunicación vía Internet.
Identifican altas tasas de prevalencia del Ciberbullying, desde ataques de las cuentas
personales (31.68%), ataques verbales (31.60%) hasta llamadas perdidas molestas
(23.43%) humillación ente otras estrategias de acoso y humillación similares.

64
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

Encuentran que fundamentalmente este tipo de situaciones se producen a través de las


Redes Sociales (40.45%), la mensajería (27.68%) u otros medios como Skype o
aplicaciones similares (24.35%). Conjuntamente revelan que el 25% de los y las
adolescentes, ha iniciado sesión en la cuenta electrónica de otra persona sin el permiso
del/la propietario/a. Respecto al contacto con personas desconocidas, el 53.84% ha
chateado con extraños/as en Internet, el 35.86% admite que aceptaría quedar
físicamente si una de sus amistades de Internet se lo propusiera, de hecho al 41.28% se
lo han propuesto y el 52.9% admite haber quedado físicamente con personas que sólo
conocía de Internet. Contrariamente a estas alarmantes cifras de prevalencia, más de la
mitad de los y las adolescentes (55.92%) considera un comportamiento de riesgo
comunicarse con personas que solo conoce de Internet y el 74.2% también considera
peligroso quedar con esas personas.

Más recientemente pero manteniendo la misma línea de resultados, Bannon,


McGlynn, McKenzie y Quayle (2015) investigan sobre los riesgos digitales a través de
focus group con 29 niños y niñas con necesidades adicionales de apoyo de entre los 13
y los 18 años. El discurso de los y las adolescentes expone que han tenido vivencias
sobre las consecuencias del uso de la red, como peleas en sus colegios por disputas a
través de Facebook o experiencias cercanas de Ciberbullying. También relatan ciertos
riesgos derivados del uso de la red como el contacto con extraños y la exposición de
contenidos personales. No obstante argumentan que gestionan estas situaciones no
teniendo conductas consideradas “de riesgo”, es decir afirman que no agregan a
personas desconocidas y mantienen sus perfiles en Redes Sociales privados. De hecho
expresan cierta sensación de seguridad si reciben supervisión por parte de sus
progenitores de sus actividades online. En esta misma línea, los resultados del trabajo de
Fox y Moreland (2015) realizado también a través de focus group, apunta que los y las
jóvenes se conectan a Redes Sociales como Facebook frecuentemente porque tienen la
sensación de que se pierden cosas. Además evidencian que vivian situaciones de
comparación social constante, violaciones de privacidad, ansiedad y otras emociones
negativas.

Por otro lado, Teimouri et al. (2016) centran su investigación en 420 niños,
niñas y adolescentes de 9 a 16 años para evaluar la exposición a determinados riesgos.
Encontraron que están expuestos/as a contenidos pornográficos no deseados y en menor
medida a comportamientos como descargas ilegales o a crear perfiles en sitios web

65
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

considerados inapropiados. Además apuntaban que son los chicos y los/as adolescentes
de más edad los que sufren más este tipo de riesgos.

Con respecto a los riesgos de la salud el estudio de Landry, Gonzales, Wood y


Vyas (2013) sobre los comportamientos sexuales, demuestra la asociación positiva que
existente entre uso de sms u otros medios digitales/sociales con las prácticas sexuales en
428 adolescentes latinos. De forma que, aquellos/as que más utilizan los medios
sociales -incluida la mensajería telefónica- tienen más probabilidades de haber tenido
relaciones sexuales. En esta línea Huang et al. (2014) en su trabajo sobre el consumo de
sustancias con 1.563 adolescentes de una media de 15 años, evidencian que el 51% y el
48% admite visitar Facebook y Myspace, respectivamente. De hecho, muestran que los
y las adolescentes que tienen más amistades agregadas en estas Redes Sociales y que
publican fotos de ellos/as mismos/as era más probable que consumieran alcohol y
tabaco.

En la misma dirección, los resultados de la investigación con 1038 adolescentes


de entre los 13 y los 24 años, llevada a cabo por Cash, Thelwall, Peck, Ferrell y Bridge
(2013), evidenciaban que las Redes Sociales eran espacios que utilizaban
frecuentemente para expresar pensamientos de desesperación e incluso sus intenciones
suicidas. Para afianzar esas ideas, la reciente revisión de trabajos realizada por Yonker,
Zan, Scirica, Jethwani y Kinane (2015) sobre los medios de comunicación digitales
utilizados con adolescentes exponen en muchas investigaciones que relacionan los
comportamientos online, ya sea a través de plataformas u otros medios sociales, con
determinados aspectos de la salud, como los comportamientos sexuales, el consumo de
sustancias o la salud mental. De hecho, afirman que las publicaciones que los y las
adolescentes hacen a través o en los diferentes medios virtuales, pueden servir para
identificar conductas de riesgo o problemas en la salud.

La investigación realizada por Lepp, Li, Barkley y Salehi-Esfahani (2015) con


una muestra de 454 jóvenes de una media de edad de 20 años, encontró que los móviles
suponían un espacio central en sus vidas. De media los y las chicas dedican más de 4
horas a utilizar este dispositivo y envían más de 97 mensajes diarios. Además
organizaron sus resultados en torno a tres grupos, el primero respecto a aquellos/as que
hacen un “Uso elevado” (alrededor de 10 horas diarias) que se caracterizan por unos
rasgos de personalidad de extraversión, apertura y estabilidad emocional de bajo grado;
el segundo “Bajo uso extrovertido” (alrededor de 3 horas diarias) que se relaciona con

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Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

los altas puntuaciones en los rasgos de extraversión, apertura y estabilidad emocional; y


el tercero “Bajo uso introvertido” (alrededor de 3 horas diarias) que se relaciona con los
puntuaciones bajas en los rasgos de extraversión, apertura y estabilidad emocional.

Mencionar la investigación de Griffiths (2015), en la que identifica la


problemática de los y las adolescentes que tienen algún tipo de problema con las nuevas
tecnologías, los agrupa en torno a: i. los y las adolescentes no reconocen que tienen
problemas en relación al uso de las tecnologías; ii. apenas existen programas que den
respuesta a este tipo de tratamientos o no son adecuados para adolescentes; iii. que los y
las adolescentes asistan a programas para tratar sus problemas con las tecnologías puede
ser estigmatizante; y iv. el tratamiento de otras problemáticas como la depresión, puede
ayudar al uso problemático de las tecnologías en adolescentes.

En el ámbito europeo, el Proyecto Eu Kids Online ha sentado las bases de la


tradición investigadora en torno a las conductas digitales de los y las en adolescentes a
lo largo de varias decenas de países europeos. La primera ola del proyecto abarcaba los
año 2006-2009 y 21 países, tratando de dar respuesta a cuales eran las principales
investigaciones en torno a esta realidad y también trataba de identificar los principales
riesgos a los que se exponían los/as niños/as. La segunda ola del proyecto se realizó
durante los años 2009 y 2011 a lo largo de 25 países, con el objetivo de identificar los
usos y experiencias de niños, niñas y adolescentes en Internet, así como los riesgos y
medios de seguridad. De hecho ofrece mucha información sobre los riesgos a los que se
exponen los y las adolescentes a través del uso de Internet, que organizan en torno a: i.
uso excesivo; ii. contacto con personas desconocidas; iii. imágenes sexuales; iv.
ciberbullying; y v. otros riesgos.

Así, en relación al uso excesivo de Internet revelan que la prevalencia de esta


problemática entre los y las adolescentes se sitúa entre el 50-30% de aquellos países con
índices más elevados y el 17-30%, dejando la media europea de uso problemático en el
30% que el caso de España asciende hasta el 42%. Sobre el contacto con
desconocidos/as muestra que el 19% y el 25%, respectivamente al ámbito español y
europeo, afirma hablar a través de la Red con personas que solo conocen virtualmente.
También el 21% y el 34% afirman haber contactado con personas desconocidas,
respectivamente al contexto español y europeo. Y el 9% de los y las españoles/as han
acudido a encuentros “cara a cara” con esas personas, no obstante el 17% se sitió
molesto/a con esas citas. Referente a las imágenes sexuales se evidencia que el 23% de

67
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

los y las adolescentes europeos ha visto imágenes sexuales, bien fuera online u offline
(pero en mayor medida online), prevalencia que desciende hasta el 13% en el caso de
los y las españoles/as. Además el 32% de ellas y ellos afirmaron haberse sentido
molestos/as por este tipo de contenidos. Respecto de las situaciones de Ciberbullying,
en España el 5% afirma haber vivido este tipo de situaciones, fundamentalmente a
través de las Redes Sociales (3%) y la mensajería instantánea (2%), como por ejemplo
“reciben mensajes hirientes” (3%). Desde la perspectiva de agresor el 3% de los y las
menores españoles/as admiten haber acosado a un compañero/a a través de Internet. Y
referente a otros riesgos identifican que el 22% de los y las adolescentes europeos ha
visto páginas o contenidos inadecuados a través de Internet, prevalencia más elevada
que la española que se sitúa en el 19%. Este tipo de contenidos son: mensajes de odio,
desórdenes alimenticios, formas de autolesionarse o suicidase o compartir experiencias
personales sobre el consumo de sustancias (Eu Kids Online, 2011).

Más recientemente, la tercera ola del proyecto Eu Kids Online (2011-2014) se


centra en 33 países europeos y muestra que los y las adolescentes están más
expuestos/as a todos los riesgos investigados respecto del año 2011. Es decir, se
exponen más a mensajes de odio, pues la prevalencia asciende del 13% al 20%; también
están más expuestas/os a los espacios en Internet pro-anorexia o pro-bulimia ya que la
cifra se ha elevado hasta el 13% del 9% anterior; a espacios con información sobre
como autolesionarse ya que asciende del 7% hasta el 11%; y al Ciberbullying que se
eleva desde el 7% al 12%. En este sentido también crecen el resto de los peligros como
el Ciberbullying (8%) y ven más imágenes sexuales (23%); sin embargo son menos
propensos/as a contactar con personas que no conocen cara a cara (29%).

En la actualidad se está desarrollando la cuarta ola del proyecto de investigación


Eu Kids Online, que comenzó a gestarse en el año 2014 y finalizará en el 2018. Al igual
que la anterior abarca 33 países y pretende dar respuesta desde el sólido marco de
referencia de las prevalencias obtenidas en los trabajos anteriores a los nuevos riesgos
virtuales y a las oportunidades, con el fin de ampliar la evidencia empírica a nivel
internacional.

A nivel nacional, la investigación empírica llevada a cabo por INTECO (2009)


también informa sobre los riesgos potenciales del uso de los móviles por parte de los y
las adolescentes. Organizan estos riesgos en torno a siete variables: uso excesivo y
adicción, amenazas de privacidad, acceso a contenidos inapropiados, Ciberbullying,

68
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

Grooming, riesgos económicos y riesgos técnicos. En relación a la primera variable


detectan que el 36% de los y las adolescentes admiten haber hecho un gasto excesivo y
el 15.8% se agobian si no tienen el móvil en la mano. El análisis de la segunda variable,
arroja luz sobre la privacidad de los y las adolescentes, mostrando que el 6.55% y el
7.45% ha visto difundidas imágenes de ellas y ellos mismos/as sin su consentimiento o
ha grabado y difundido este tipo de contenidos de otras personas sin su consentimiento,
respectivamente. Respecto a la tercera variable analizada, demuestran que el 6.8% y el
8.4% accede a fotografías o vídeos sexuales o con contenido racista o violento,
correspondientemente. Referente al acoso a través de la red, se diferencia entre la
perspectiva de víctima y la de agresor/a situando las prevalencias de ambos
comportamientos en el 5.9% y el 5%, recíprocamente. Asimismo se identifica que un
11.5% de los y las adolescentes accede a contenidos (fotos o vídeos) de burlas o peleas
de personas de su entorno. Finalmente en relación a las dos últimas variables, muestran
que el 29.2% ha perdido dinero a través de la Red y el 28% ha visto afectado sus
dispositivos por virus informáticos.

Más recientemente, el estudio llevado a cabo por Martínez, Sendín y García


(2013) se centra en adolescentes de entre los 12 y 17 años y a través de una metodología
cualitativa mediante el uso de Focus Group. Sus resultados evidencian que los y las
adolescentes están conectados/as de 3 a 6 horas diariamente, no obstante este tiempo
disminuye los fines de semana. Conjuntamente a pesar de no considerarse adictos/as,
expresan que “se morirían” si les castigan sin acceso a Internet y que les pasa el tiempo
sin darse cuenta cuando se conectan. Respecto a los contenidos inapropiados, afirman
que habitualmente se encuentran con películas o juegos no apropiados para su edad sin
embargo cuentan que no es algo que les moleste. Contrariamente dicen que cuando se
encuentran o reciben contenidos, vídeos o fotografías, pornográficos si se sienten
incomodados/as y molestos/as. En referencia a sus datos personales y gestión de su
identidad, comparten y difunden información personal sin ser conscientes de las
posibles consecuencias. En esta dirección son muchos/as las que utilizan los espacios
virtuales para conocer a gente, hacer nuevas amistades y, en menor medida, quedar con
esas personas desconocidas. Las situaciones de acoso online también están presentes en
su discurso, son varios/as los/as que afirman que han recibido amenazas a través de la
Red, amparadas en el anonimato que ésta ofrece. Finalmente respecto a la vigilancia por
parte de los progenitores, la tendencia general expresan que tienen la sensación de que

69
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

sus progenitores controlan el tiempo y el uso que hacen de la Red, algo que les
incomoda.

Un estudio comparativo entre adolescentes españoles/as y marroquíes, también


arroja luz sobre los comportamientos online de riesgo (Soriano-Ayala & González-
Jiménez, 2014). Sus resultados muestran que a pesar de que el 64.3% es supervisado/a
por sus progenitores cuando navega por la Red, el 56.6% no sigue los consejos
recibidos para utilizar Internet. También muestra que el 21% y 37.9% acepta y contacta
con personas adultas en las Redes Sociales, respectivamente. A pesar de que la mayoría
(85.4%) nunca protege sus datos personales en las Redes Sociales, el 69.4% considera
las considera seguras. Además el 13.6% ha sido acosado/a a través de Internet y el 47%
nunca le ha contado a sus progenitores esas situaciones de acoso.

Alfaro et al. (2015) identifican una serie de riesgos derivados del uso de las
tecnologías de la información y comunicación en adolescentes. En primer lugar,
encuentran que el 70.6% de los y las adolescentes muestra dependencia de Internet, e
incluso revela a las chicas (77.5%) como más dependientes, respecto a sus compañeros
(64.5%). En menor medida, identifican que el 47.2% es dependiente del móvil;
igualmente son más chicas (60.3%) que chicos (35.3%) las que así lo manifiestan. En
segundo lugar, respecto al contacto con personas desconocidas, identifican que un
18.7% admite haber tenido contacto con personas que han conocido solo a través de
Internet. Y casi la misma proporción (18.9%) ha contactado con personas desconocidas,
fueran de su edad o personas adultas; un comportamiento que admiten en mayor medida
los chicos (20.4%) que las chicas (17.1%). En tercer lugar en relación al acceso a
contenidos online inapropiados, revelan que el 22% y el 39.3% ha accedido a
contenidos (fotografías o vídeos) violentos y racistas o sexuales, respectivamente. En
cuarto lugar en relación a las situaciones de acoso, el 12.3% ha sido víctima de insultos
o amenazas a través de mensajes o llamadas y el 14.2% ha realizado este tipo de
agresiones a compañeros o compañeras. También revelan que alrededor del 19.6%
afirma haber realizado grabaciones y/o difundido imágenes de otras personas sin su
consentimiento. En quinto lugar, muestran que las consecuencias económicas también
se producen pues el 15.3% admite hacer realizado gastos excesivos a través de Internet
o mediante el uso del móvil. En la línea con estos resultados el informe IAB (2015)
encontraba que el 77% de los y las menores de edad españoles/as tiene sus perfiles en
Redes Sociales abiertos, sin restricción alguna de privacidad.

70
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

Con respecto al ámbito comunitario, en los últimos años en Galicia se ha


comenzado a investigar temáticas en torno a las Redes Sociales, Internet y el uso
problemático. Esta corriente comenzó de la mano del estudio del Valedor do Pobo de
Galicia “Adolescentes e Internet en Galicia” (2011), desarrollado por el Rial y su
equipo, cuyas investigaciones se han traducido en varias publicaciones científicas que
han servido para difundir los resultados del Proyecto “Mocidade Online” (2014) y que
permiten hacer una análisis de los medios y espacios digitales en Galicia (Golpe, Isorna,
Gómez, & Rial, 2017; Gómez, Rial, Braña, Varela, & Barreiro, 2014; Gómez, Rial,
Braña, Golpe, & Varela, 2017; Rial, Golpe, Gómez, & Barreiro, 2014b; Rial, Gómez,
Isorna, Araujo, & Varela, 2015).

Uno de los primeros estudios realizados por este equipo (Rial et al., 2014b)
apuntan resultados poco alarmistas al encontrar un riesgo de dependencia entre los y las
adolescentes muy bajo. Sin embargo detectaban lo que denominan un “apego
moderado” hacia Internet y las Redes Sociales. Contrariamente detectan que los y las
adolescentes comparten la creencia de que la gente de su edad está “enganchada” a estos
medios y espacios digitales. Además revelan que un 52.8% de niños, niñas y
adolescentes no reciben control ni limites sobre el uso que hacen de la Red.

Al mismo tiempo entre los resultados de otro de sus estudios añaden más
información sobre el uso problemático de los y las adolescentes (Gómez et al., 2014).
Encuentran que el 64.3% de los y las adolescentes hace descargas de contenidos a través
de Internet y el 20.4% visita páginas web que considera inapropiadas para su edad.
Además eleva la prevalencia hasta el 54%, respecto a los/as adolescentes que no reciben
supervisión de sus progenitores en sus actividades online. Paralelamente evidencian que
alrededor de 466 adolescentes gallegos/as, (el 19.9%) hacen un uso problemático de
Internet.

En una investigación posterior (Rial et al., 2014) aportan mayor información al


estudio del uso problemático de Internet en adolescentes. En primer lugar respecto a los
hábitos en Internet, identifican que la frecuencia de conexión a la Red, tanto entre los/as
adolescentes que hacen un uso de Internet moderado (62.2%) como problemático
(80.8%). Dedican diariamente entre 1 y 2 horas diarias a estar conectados/as, pero en
mayor medida lo/as adolescentes que hacen un uso moderado (42%) frente a los/as
adolescentes de uso problemático (25%), que puntúan casi lo mismo en “más de 5
horas” (23%). Además son los y las adolescentes que hacen un uso problemático los/as

71
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

que más expresan que “No se conectan todo lo que les gustaría” (34.1%) frente a los/as
de uso moderado de Internet (23.2%). Respecto a las consecuencias negativas muestran
que a los y las adolescentes que hacen un uso problemático (71.7%) les dicen más sus
progenitores que se conectan demasiado tiempo a la Red, que a los y las adolescentes
que hacen un uso moderado (33.7%). Igualmente son también los y las adolescentes que
más discusiones tiene en casa por Internet (36.7% frente al 9.7%). Además son también
aquellos adolescentes que hacen un uso problemático los/as adolescentes que han
sufrido más problemas por causa de Internet respecto de aquellos/as que hacen un uso
moderado, como dolores musculares (13.5% frente al 4.7%, respectivamente), dolores
de cabeza (19.9% frente a 6.7%, correspondientemente), falta de sueño (6.2% frente al
33.5%, comparativamente), problemas en la vista (ej. Picor o vista cansada) (32.8%
frente al 12.6%, respectivamente) y mal humor, ansiedad o nerviosismo (22.8% frente al
3.1%, respectivamente). Finalmente muestran que los y las adolescentes que hacen un
uso moderado tienen una nota media superior (6.55) a aquellos/as que hacen un uso
problemático (5.89). En la misma línea el porcentaje de alumnado repetidor es también
inferior entre aquellos y aquellas de “uso moderado” de Internet (25.15%) que entre
los/as de “uso problemático” (38.9%).
Más recientemente (Rial et al., 2015), apuntan que las mayores puntuaciones y
por tanto las mayores prevalencias encontradas en los y las adolescentes en Galicia, son
las referidas a los ítems “Cuando estoy online siento que el tiempo vuela y las horas
pasan sin que me dé cuenta” y “Estoy empezando a disfrutar más y más pasando las
horas conectado/a a Internet”. En cuanto a las diferencias encontradas identifican a las
chicas, como el género que hace un mayor uso problemático de Internet y de igual modo
los y las adolescentes de más edad. Conjuntamente en un reciente trabajo (Golpe et al.,
2017) demuestran como la práctica de deporte está vinculada con la disminución de las
tasas de uso problemático de Internet en adolescentes.
Las cifras mostradas sobre el acceso, uso y tenencia de dispositivos tecnológicos
tanto a nivel internacional como nacional son abrumadoras. Demuestran que los y las
adolescentes encuentran en la virtualidad un espacio natural para relacionarse y vivir a
través de las diversas plataformas múltiples experiencias de forma paralela. Por lo que
no resulta extraño pensar que, los y las más jóvenes vivan y expresen su sexualidad
también a través de los medios y espacios virtuales. Precisamente porque esta etapa vital
esta caracterizada por la efervescencia emocional y experimentación sexual. Esta
situación, les lleva a vivir y expresarse sexualmente en la virtualidad. A continuación, se

72
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

aborda de forma detallada el tema de la sexualidad adolescente, señalando la finalidad


relacional de la sexualidad en las vidas de los y las adolescentes; así como, el modelo
social de la sexualidad actual que impregna las concepciones y conductas sexuales de
los y las más jóvenes marcado por los estereotipos de género, el sexismo y los mitos del
amor.

1.2 LA SEXUALIDAD EN LA ADOLESCENCIA

La conceptualización de la adolescencia así como el periodo que abarca, depende del


contexto social y temporal en el que nos situemos, es, en definitiva, un constructo social
que variará a lo largo del tiempo y de las sociedades en las que se trate de definir
(Papalia, Wedkos, & Feldman, 2009). Comprende el periodo del ciclo vital que supone
el tránsito de la infancia a la vida adulta, caracterizada por la búsqueda de la propia
identidad (Lameiras, Carrera, Rodríguez, 2013; Lameiras, Rodríguez, Ojea, &
Dopereiro, 2004).

Si tratamos de establecer los límites temporales incluidos en la adolescencia, nos


encontramos que a lo largo de los últimos dos siglos se ha ido adelantando de forma
progresiva la edad de inicio de ésta (Money & Ehrardt, 1982). Money y Ehrardt (1982)
señalaban los trece años como el comienzo de la etapa adolescente. Sin embargo, en la
actualidad la Organización Mundial de la Salud (2017) delimita la adolescencia como el
periodo situado entre los 10 años y los 19 años. Un periodo temporal amplio que se ha
venido organizando en pequeñas etapas, la primera se sitúa entre los 10 y los 14 años y
tiende a denominarse adolescencia temprana; un segundo periodo situado entre los 15 y
los 19 años que se llama adolescencia tardía (OMS, 2017).

Según Pineda y Aliño (2002), el primer periodo adolescente viene marcado por
el inicio de los cambios biológicos con el desarrollo de los caracteres sexuales
secundarios, así como por el desequilibrio conductual y la curiosidad sexual, entre otros
cambios psico-emocionales. En el segundo periodo, los cambios físicos ya casi han
terminado y la impulsividad es un aspecto más controlable por ellas y ellos mismos/as,
por lo que comienzan a enfrentarse a decisiones en el plano educativo o profesional. Tal
y como explican Lameiras et al. (2013), esta realidad evidencia que el inicio del periodo
adolescente viene determinado por los cambios biológicos, mientras que el final viene

73
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

mayormente determinado por el aspecto social a través de aspectos como “la autonomía
del núcleo familiar, la incorporación al mundo laboral o la entrada en el mundo de las
relaciones afectivo-sexuales” (p. 298).

Un periodo caracterizado por los profundos cambios dentro del ciclo vital a los
que niños y niñas se ven sometidos, que se traducen en transformaciones en la esfera
biológica y psicosocial (Font, 1990; Pineda & Aliño, 2002). Respecto a los aspectos
biológicos, viene marcada por el aumento de las hormonas sexuales que llevan al
desarrollo de los caracteres sexuales primarios y secundarios (Papalia et al., 2009). Así
como un crecimiento corporal, aumento de peso, de masa y fuerza corporal, así como
cambios en la forma del cuerpo (Pineda & Aliño, 2002). Además chicos y chicas
vivirán el proceso físico de forma diferenciada, pues ellas inician antes el proceso de
crecimiento y por tanto alcanzaran la madurez antes que sus compañeros (Font, 1990).
Fruto de estos cambios, los y las adolescentes han de enfrentarse a un proceso de
aceptación de su imagen corporal (Font, 1990), en el que no solo se valorarán así
mismos/as, sino que lo harán con la comparación contante con sus iguales o sus
referentes. Asimismo, es una etapa vital caracterizada por la explosión emocional que
les llevará a emitir juicios radicales y sin ambigüedades; supone además un momento de
crisis emocional y de autoafirmación (Font, 1990).

En relación a los aspectos psicosociales, es el periodo en el que los chicos y las


chicas construyen y refuerzan su identidad personal y por tanto su identidad de género
(Lameiras et al., 2004) que configura su propio ser y también sus relaciones afectivo
sentimentales, tanto virtuales como reales. Si bien es cierto que tal y como afirma Faur
(2003) esta identidad se empieza a configurar desde el mismo momento del nacimiento
-respecto a las expectativas diferenciales volcadas en niños y niñas- y continúa
reelaborándose a lo largo de toda la niñez -a través de la socialización diferencial- la
adolescencia es la etapa vital en la que la identidad y las relaciones de género se
configuran atribuyendo significados y significantes a lo que significa “ser hombre” y
“ser mujer” (Lameiras et al., 2013). Lo cual, no quiere decir que la identidad de género
quede fijada en esta etapa adolescente, ya que continuará reelaborándose a lo largo de
toda la vida adulta (Lameiras et al., 2013; Tejero, 1996).

74
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

1.2.1 LA FINALIDAD RELACIONAL DE LA SEXUALIDAD EN LA


ADOLESCENCIA

La esfera afectiva en la etapa adolescente así como la actividad sexual, desde una
perspectiva amplia puede verse como una forma de expresar la propia identidad
(Centerwall, 2000). Un proceso de construcción del “yo” frente a las demás personas
(Garaigordobil, 2000), pero también del “yo en relación” que se relaciona con lo que
Erikson (1980) denominó “identidad del ego” (p. 180). Un proceso que no solo se
desarrolla en el plano físico, ya que, en la actualidad, los espacios virtuales suponen
lugares para establecer formas alternativas a la propia identidad o simplemente
experimentar con su identidad sexual (Stern, 2006; Simpson, 2013). De hecho
podríamos considerar las Redes Sociales u cualesquiera otro espacio virtual, como
espacios que funcionan para los y las adolescentes en los que representar y reflejar sus
ideales y reforzar su propio ego, es decir, espacios para la idealización de sí mismos/as
(Erikson, 1980).

Esta esfera se relaciona intrínsecamente con la dimensión sexual, que en sí


misma configura la sexualidad y “mediatiza todo el comportamiento humano a la vez
que es mediatizada por todo lo que el hombre (y la mujer) es” (López, 1990, p. 16). No
obstante, ha de ser entendida desde una perspectiva integral, que contribuya a configurar
la identidad subjetiva y plural, vivida y expresada a través de la realidad corporal de
persona (Lameiras & Carrera, 2009). En este sentido, si tratamos de delimitar qué es y
que abarca la sexualidad, debemos aclarar que a pesar de que está determinada en cierta
medida por proceso evolutivo, en el desarrollo de los individuos, esta afirmación tiene
cierto límites y debe ir más allá de una conceptualización exclusivamente biologicista,
pues la sexualidad es indisociable a la identidad y a la experiencia personal de cada
sujeto (Font, 1990).

Observando específicamente en la etapa adolescente, a pesar de que la


sexualidad es algo transversal a lo largo de todo el ciclo vital, es en la adolescencia en
donde adquiere especial importancia pues supone el momento vital de búsqueda de la
intimidad (Garaigordobil, 2000; Lameiras et al., 2013); y es en donde los y las
adolescentes “adquieren conciencia de su propia sexualidad, que es inexorablemente
sexuada” (Gómez-Zapiain, 2013, p.113).

Un proceso que viene determinado por los cambios biológicos y psicológicos,


traducidos en cambios en la imagen corporal, en la adquisición de nuevas capacidades y
75
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

en la aparición del deseo erótico (Gómez-Zapiain, 2013). Así, a lo largo de esta etapa
de tránsito entre la infancia y la adultez la experiencia sexual irá incrementándose
progresivamente (Heras, Lara, & Fernández-Hawrylak, 2016). Nuevo González (1997)
afirma que los y las adolescentes se enfrentan a bruscos cambios en la esfera sexual,
estable como algo característico de la etapa adolescentes los “tres rasgos psicosexuales:
curiosidad y obsesión erótica, timidez y pudor ante las personas adultas y el sexo
opuesto y conducta desvergonzada ante los iguales de su mismo sexo” (p.160).

El periodo adolescente es en donde la efervescencia sexual es un hecho, no


obstante esta afirmación no supone negar la sexualidad en la infancia, pues a lo largo de
este siglo esta realidad ha sido reconocida desde la mirada científica (Ballester & Gil,
2006). Sino que más bien, supone reconocer el periodo adolescente en el que se inician
las primeras relaciones sexuales y en la cual la esfera sexual adquiere una finalidad
relacional (Lameiras et al., 2013).

Así, debemos hablar de dos aspectos que configuran la sexualidad de los y las
adolescentes, la masturbación y las relaciones sexuales, sean estas coitales o no. En
relación a la masturbación López y Fuertes (2001) destacaban que para los y las
adolescentes además de satisfacer sus propios deseos y impulsos sexuales, les permite el
autoconocimiento físico y favorece su autoestima entre otros beneficios.

En esta dirección es necesario destacar el trabajo de Ballester y Gil (2006) que


revelaba estas conductas sexuales ya en niños de 9 años. Apuntaba que el 8.3% de los
niños de 9 a 10 años y el 46.7% de 11 a 12 admiten haberse masturbado. Conjuntamente
en el grupo de edad situado entre los 13 y los 14 años son los chicos (87.3%) frente a las
chicas (19.4%) los que más admiten haberse masturbado. De hecho muchos chicos
(65.4%) y algunas de las chicas (8.8%) utilizan pornografía para masturbarse.

En relación a las relaciones sexuales Lameiras, Carrera y Rodríguez (2008),


situaban a las primeras relaciones coitales en torno a los 17 años, independientemente
del género. No obstante, más recientemente varias aportaciones sitúan la edad de debut
sexual entre los 15 y los 19 años (SEC, 2014) o a los 15 años e incluso antes de esta
edad (Espada, Morales, & Orgilés, 2014; Giménez, Ruiz, Gil, Ballester, & Castro,
2016). Relaciones sexuales que se caracterizan por la falta de conocimientos,
habilidades y recursos pues habitualmente se llevan a cabo sin planificación (Lameiras,
1999). Una realidad que puede traducirse en conductas de riesgo, como no utilizar el

76
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

preservativo en las relaciones vaginales (Espada et al., 2014) o en las relaciones anales
(Giménez et al., 2016).

Así, los y las adolescentes experimentan diversas prácticas sexuales mediante las
cuales establecen relaciones afectivas y/o sexuales con sus iguales en el plano físico y
también en el plano virtual. En esta dirección Rodríguez y Traverso (2007) advertían de
nuevas prácticas sexuales entre adolescentes mediatizadas a través de los dispositivos
con bluetooth. En este sentido si las Redes Sociales o Internet son utilizados por los y
las adolescentes para hablar y hacer nuevas amistades y constituyen ya un nuevo
espacio socializador (Pulido, 2006; Rial et al., 2014a); no es extraño que los y las
adolescentes además de experimentar con comportamientos y juegos sexuales en el
plano físico, lo hagan también en el virtual a través de las conductas de Sexting, de sexo
online o incluso consumiendo pornografía. De hecho, los y las adolescentes de entre los
12 y los 17 años son los mayores consumidores de pornografía (Casas & Ceñal, 2005;
Yen, Ko, Yen, Wu, & Yang, 2007).

En este sentido, Cooper, Delmonico y Burg (2000) afirman que la tecnología ha


modificado los comportamientos sexuales. De hecho, podemos considerar que la Red es
en sí misma espacio y medio para las conductas sexuales, un ejemplo de esta realidad es
que el tema “sexo” es el más buscado a través de Internet (Ballester, Gil, Giménez,
Ruiz, & Ceccato, 2011). Así, a través de Internet podemos encontrar multiplicidad de
contenidos sexuales, no sólo pornografía, sino también cualquier otro contenido de
índole erótica sexual. El trabajo de Ballester et al. (2011) con jóvenes de entre 15 y 25
años, reveló que entre el 15.2% y el 33.3% de los y las adolescentes de entre los 15 y
los 18 años admitía buscar material sexual en Internet; y entre los 18 y los 25 años las
prevalencias oscilaban entre el 24.1% y el 37.2% para el mismo comportamiento.

Una investigación realizada con alumnado universitario (Labay-Matías, Labay-


Guerrero, & Labay-Guerrero, 2011) puso de manifiesto que el 7% de los y las jóvenes
visitó por primera vez una página de pornografía a los 12 años, de hecho el 19% accedió
por primera vez este tipo de páginas en los centros educativos durante las clases de
informática. En este sentido, Soto Ramírez (2007) afirmaba que “el cibersexo puede ser
comprendido como una teleconsolación o masturbación programada a distancia” (p.
110). Otro trabajo llevado a cabo por el equipo de Ballester (Ballester, Gil, Gómez, &
Gil, 2010) con población universitaria respecto a la adicción al cibersexo, evidencia la

77
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

necesidad de crear instrumentos de medida para estas conductas virtuales sexuales que
pueden constituir adicciones.

No obstante el mundo online no está exento de riesgos también en el plano de la


sexualidad, de hecho algunos estudios (Castro, Ballester, Gil, Morell, & Salmerón,
2014) ponen de manifiesto la relación positiva existente entre la adicción a Internet y las
conductas de cibersexo en adolescentes, que también se relacionan positivamente con el
consumo de alcohol. Más recientemente la investigación de Van Oosten y Vanderbosh
(2017) evidenciaba como los y las jóvenes encuentran en las Redes Sociales espacios
para auto-representarse sexualmente y exponerse a este tipo de auto-representaciones de
sus amistades. De hecho, apuntan en sus conclusiones como este tipo de conductas
predicen la participación en conductas como el Sexting.

1.2.2 MODELO SOCIAL DE LA SEXUALIDAD

El hecho de que Internet haya transformado las relaciones sociales es algo


incuestionable. No obstante no solo ha reformado la forma en la que se establecemos,
gestionamos y finalizamos nuestras relaciones sociales y sentimentales, sino que
también ha modificado las distintas formas de interacción y de representación social
generando nuevos modelos de relaciones. Relaciones de amistad o sentimentales, pero
virtuales, caracterizadas por la fragilidad, la flexibilidad y la temporalidad en los
vínculos afectivos (Muñiz, Monreal, & Povedano, 2014). Esta realidad afecta
indiscutiblemente al modelo de la sexualidad en el momento actual.

Si bien es cierto que tal y como afirman Lameiras et al. (2013) el modelo sexual
actual es -o continúa siendo- “coitocéntrico, sexista y patologizado” (p. 274), el mundo
virtual no se escapa a esta realidad. Las Redes Sociales e Internet se han convertido en
espacios “de reproducción de la desigualdad de género y del sexismo” (Estébanez,
2013, p.1) una realidad que afecta indiscutiblemente a la concepción actual de la
sexualidad.

En este sentido, los comportamientos sexuales de los y las adolescentes


mediante los dispositivos tecnológicos y espacios digitales, adquieren forma a través de
comportamientos como el Sexting. De hecho, siguiendo las palabras de Hawakes y
Dune (2013) “el Sexting se sitúa entre la “pornografía y la fotografía” y lo “apropiado e
inapropiado” (p. 623). Por tanto, las conductas de Sexting están cargadas con las

78
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

características del modelo sexual dominante heterosexista, suponiendo un


comportamiento nuevo pero en el que se refleja una sociedad heteronormativa, sexista
y, en definitiva, patriarcal.

Las prácticas de auto-fotos y su exposición e intercambio rápido, constante e


inmediato son tal y como afirma Estébanez (2013, p. 2) “formas de presentación en la
red delante de una audiencia, representan el “yo” autorreferencial pero también lo
instituyen en un formato relacional”. E indiscutiblemente reproducen y perpetúan los
estándares característicos de esta sociedad patriarcal y androcéntrica, que son el sexismo
y los estereotipos de género.

1.2.3.1 Estereotipos de Género y Sexismo

La ideología patriarcal consiste en “elaborar las diferencias como excluyentes y


antagónicas por naturaleza” (Lagarde, 1990, p. 6), es decir, supone un sistema social
organizado en torno a las diferencias existentes entre mujeres y hombres, en el que
predomina la autoridad de éste. Una postura que atribuye diferentes características y
roles a unas y otros, creándose una jerarquía en la que los hombres ostentan el lugar
superior, ya que se les atribuyen derechos que las mujeres no tienen. Es así como la
sociedad patriarcal se nutre de los estereotipos de género, que se materializan a través
de las actitudes y concepciones sexistas (Rodríguez, 2010).

Los estereotipos de género hacen referencia a las creencias arraigadas


socialmente en relación a los atributos que deben tener mujeres y hombres, las
actividades que deben desempeñar así como las relaciones que han de mantener entre sí,
que habitualmente se deben a valoraciones diferentes de ambos sexos (Rodríguez,
2010). Tal y como explica Rodríguez (2010) los estereotipos se organizan en torno dos
dimensiones, la primera es la dimensión descriptiva y se refiere a “cómo deben ser” los
hombres y las mujeres; mientras que la segunda hacen referencia a “que deben hacer”.
Así, la dimensión descriptiva atribuye a los hombres rasgos de personalidad
relacionados asertividad, la agresividad, el carácter atrevido, individualista y de líder,
colocándolos en los espacios de la ciencia, la lógica y la razón; y rasgos físicos que los
describen como dinámicos y fuertes (Echevarría, Valencia, Ibarbia, & García, 1992;
Lameiras, 2008; Lameiras, Rodríguez, Calado, Foltz, & Carrera, 2006; Lameiras,
Carrera, Calado, & Rodríguez, 2009; Moya, 1987). Mientras que a las mujeres son

79
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

descritas a través de rasgos de personalidad como la ternura, la compasión y la


dependencia, atribuyéndoseles la estética, la sensibilidad y la intuición; y rasgos físicos
que las denominan como débiles, delgadas y frágiles (Lameiras, 2008; Lameiras et al.,
2007; Lameiras et al., 2009; Moya, 1987).

Por su parte, la dimensión prescriptiva deriva de la anterior, es decir surge de la


creencia de la existencia de características diferentes para hombres y para mujeres; por
tanto esas características determinan el tipo de actividades que desempeñarán; es decir,
se configuran los roles de género (Pastor, 2000). De esta forma, los estereotipos de
género no suponen una simple categoría o división social entre mujeres y hombres, si no
que van un paso más allá definiendo las ocupaciones de mujeres y hombres (Velandia &
Rincón, 2014). Rodríguez, Lameiras, Faílde y Magalhães (2011) explican que esta
situación “coloca a las mujeres en el espacio privado y reproductivo y a los hombres en
el espacio público y productivo” (p. 219). Además, es necesario tener en cuenta que los
estereotipos de género son determinantes en el proceso de integración y aceptación de
los y las adolescentes en el grupo de iguales (Maeso, Salamanca, Sánchez, Gil,
Amézcua, & Ayuso, 2015).

La supervivencia de los estereotipos de género en nuestra sociedad se traduce en


las actitudes sexistas que, desde una perspectiva tradicional, colocan a las mujeres en
una posición de inferioridad con respecto a los hombres. En esta dirección Allport
(1954) define el sexismo como las actitudes de prejuicio y hostiles. Actualmente este
tipo de actitudes negativas hacia las mujeres, han ido evolucionando hasta concepciones
más sutiles y modernas que perviven en las sociedades más liberales, lo que se conoce
como sexismo moderno (Tougas, Brown, Beatony, & Joly, 1995; Swim, Aikin, Hall, &
Hunter, 1995).

Peter Glick y Susan Fiske (1996, 1999) conceptualizan a través de la Teoría del
Sexismo Ambivalente este sexismo moderno como un constructo multidimensional que
abarca dos tipos de actitudes sexistas: Sexismo Hostil y Sexismo Benevolente. Para
definir el Sexismo Hostil recurren a las definiciones más tradicionales de sexismo, es
decir el prejuicio hacia las mujeres, entendido como una antipatía (Allport, 1954).
Mientras que definen el Sexismo Benevolente como el conjunto de actitudes sexistas
hacia las mujeres, al considerarlas limitadas a los roles que estereotipadamente le
corresponden por el hecho de ser mujeres, pero que tiene un tono afectivo positivo y
amable y tiende a suscitar en éste conductas típicamente categorizadas como prosociales

80
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

(de ayuda) o de búsqueda de intimidad (Glick & Fiske, 1996). Es decir, enmascara las
actitudes prejuiciosas con su tono afectivo y positivo, pues parte de la premisa de que
“las mujeres son diferentes” y no en “las mujeres son inferiores” como sí lo hace el
sexismo hostil (Rodríguez, 2010).

En definitiva, los estereotipos de género y el sexismo perviven en la cultura


patriarcal y androcéntrica que nutre de contenido los comportamientos y los roles de los
y las adolescentes en la esfera real pero también en el mundo virtual, a través de las
conductas de Sexting entre adolescentes, que reproducen los estereotipos de género y
las actitudes sexistas (Walker, Sanci, & Temple, 2013). Una realidad que se ha puesto
en evidencia en algunas de las investigaciones sobre los comportamientos de Sexting en
adolescentes.

El estudio realizado por Jewell y Brown (2013) con 250 jóvenes de Estados
Unidos desde los 17 años hasta los 19, mostraba la relación entre los estereotipos de
género y los comportamientos sexuales. A través de sus resultados demuestran que en
general, las tasas de comportamientos sexualizados estereotipados eran extremadamente
altas. Particularmente respecto de las conductas de Sexting, encuentran que referente a
las imágenes o mensajes de texto sexuales estereotipadas el 54.2% de los chicos y el
48.3% de las chicas admite haberlo hecho en al menos una ocasión. Y en referencia a la
publicación en páginas web o envío de mensajes sexuales estereotipados, las cifras se
sitúan en el 20.8% y el 9.6% respectivamente a ellos y ellas, también evaluando la
conducta en al menos una ocasión. Revelan también que estas conductas que denominan
“indirectas” son muy diferentes a los comportamientos estereotipados verbales o físicos,
como las “bromas” a las chicas o los chistes. Ya que suceden frecuentemente cuando
están solos/as o frente a “colegas”, por lo que se sienten más seguros/as para llevar a
cabo esos comportamientos. En conclusión apuntan que, la mayoría de los y las jóvenes
tiene comportamientos sexuales estereotipados, siendo la forma más común para
expresarlos a través de la comunicación verbal, como por ejemplo calificar el cuerpo. Y
sugieren que los chicos se enfocan en el sexo y las chicas son objetos sexuales, de hecho
concluyen que los chicos y las chicas permiten y toleran este tipo de situaciones que
objetivizan sexualmente a las mujeres.

En esta línea el estudio de Morelli, Bianchi, Baiocco, Pezzuti y Chirumbolo


(2016b), evalúa la relación entre Sexting y sexismo hostil y benevolente en una muestra
de 715 adolescentes y jóvenes italianos/as de entre los 13 y los 30 años. Demuestran

81
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

que el sexismo hostil alienta a los chicos a ser dominantes, legitimándolos a perpetrar
varios tipos de violencia, entre las que se incluyen las conductas de Sexting con malas
intenciones. Mientras que a las chicas las lleva a una posición de sumisión, que las
podría llevar a sufir situaciones agresivas como las conductas de Sexting con malas
intenciones. Muestran también que en relación al sexismo benevolente, como parte de la
premisa “protector/protegida", pero los comportamientos de Sexting con malas
intenciones no son aceptables por los y las adolescentes más sexistas benevolentes.

1.2.3.2 Los mitos del amor

Los estereotipos de género y las actitudes sexistas también influyen y marcan como
debemos ser y como debemos comportarnos en el ámbito de las relaciones
sentimentales. Así, el amor a pesar de ser considerado un sentimiento universal, viene
determinado por los aprendizajes y condicionamientos socioculturales (Bosch, Ferrer,
Ferreiro, & Navarro, 2013). En este sentido las personas durante el proceso de
socialización aprendemos e interiorizamos las pautas de comportamiento propias de la
sociedad y cultura en la que nos encontramos (Ferrer & Bosch, 2013). No obstante,
niños/chicos y niñas/chicas no adquieren los mismos modelos, pues se impregnan de
normas diferenciadas según su género que se traducen en roles y rasgos estereotipados,
lo que se denomina socialización diferencial. Tal y como explican Bosch et al. (2013)
este proceso parte fundamentalmente de una premisa: niños y niñas son diferentes por
naturaleza y cuando sean personas adultas desempeñaran papeles diferentes. Proceso
que influye indudablemente en las relaciones afectivo-sexuales y/o de pareja de los y las
adolescentes. De hecho, el amor continúa formando parte de la socialización de las
niñas que tal y como afirma Lagarde (2000) “no nacen amando, sino que aprenden a
amar” (p. 13), no estando presente de la misma forma en la socialización de los niños,
pues se coloca en un lugar secundario (Ferrer & Bosch, 2013).

Tratando de realizar una clasificación de los distintos tipos de amor, John Lee
(1973, 1976) categoriza tres modos de amor “primario”, entre los que incluía el amor
pasional (Eros) que se caracteriza por una pasión irrefrenable, el romanticismo y la
actividad sexual. El amor lúdico (Ludos), aquel amor que evita el compromiso y la
implicación emocional y donde las interacciones sexuales son un eje importante. El
amor amistoso (Storge), referido a la implicación emocional y compromiso futuro
basado en la amistad. Y tres modos de amor “secundario” que abarca el amor obsesivo
82
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

(Manía) compuesto por Ludos y Eros, que se basa en la posesión y dependencia; el


amor pragmático (Pragma) que surge de la combinación del Storge y Ludus, básado en
la práctica y la racionalidad de la pareja ideal; y el amor altruista (Agape) en el que la
entrega absoluta y el sacrificio son las premisas para satisfacer las necesidades de la
pareja, por tanto se compone por Storge y Eros.

En la adolescencia que surgen nuevas formas de relación socioafectiva, el amor


con sus mitos y contradicciones juega un papel esencial en las vidas de chicos y chicas
(Rodríguez, Lameiras, Carrera, & Vallejo, 2013). En este sentido algunas creencias
sobre el amor romántico conocidas como “mitos del amor”, cuentan con una gran
aceptación por parte de los y las adolescentes (Rodríguez et al., 2013). Estos mitos en
torno al amor han sido definidos por Yela (2003) como “el conjunto de creencias
socialmente compartidas sobre la supuesta verdadera naturaleza del amor” (p. 264).
Pero, tal y como se ha mencionado, la socialización diferencial ha colocado a niños y
niñas en puntos diferentes con respecto al amor, lo que se traduce en diferentes
concepciones sobre el amor también entre adolescentes (Barrón, Martínez, De Paul, &
Yela, 1999; Ferrer, Bosch, & Navarro, 2010) y por tanto también diferentes
concepciones sobre el amor mitificado.

En este sentido, surgen multiplicidad de mitos que ya han sido reflejados en


varios trabajos científicos (Barrón et al., 1999; Bosh et al., 2013; Yela, 2003; Rodríguez
et al., 2013). El mito de la media naranja o la creencia sobre la existencia de la pareja
predestinada que nos “completa”; el mito de los celos como muestra de amor; el mito de
la vinculación amor-maltrato; la vinculación entre amor y relaciones sexuales, como
precedente necesario para la intimidad sexual; o los mitos de la exclusividad, la
fidelidad, la omnipotencia o de la pasión eterna entre otros. La investigación de
Rodríguez et al. (2013) pone de manifiesto la alta presencia de estos mitos entre los y
las adolescentes españoles/as. Evidencia que son las chicas las que presentan una visión
más idealizada del amor, asumiendo en mayor medida los mitos de la perdurabilidad y
la omnipotencia; mientras que los chicos tienen mayor aceptación del mito de los celos
como muestra de amor y la vinculación amor-maltrato.

Evidentemente, los estereotipos de género y las actitudes sexistas materializados


en los mitos del amor también se manifiestan en el entorno online. Así, los/as
adolescentes impregnados/as de un modelo social estereotipado y sexista encuentran en

83
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

el mundo online un nuevo espacio en el que descubrir y experimentar con su sexualidad,


surgiendo así los comportamientos de Sexting, fenómeno que se aborda a continuación.

1.3 SEXTING: CONCEPTUALIZACIÓN Y MOTIVACIONES

El origen del Sexting podemos vincularlo a la generalización del uso de las nuevas
tecnologías empleadas en la comunicación interpersonal y la consecuente irrupción de
Internet en nuestras vidas. Esto ha provocado un importante impacto en la sociedad y
consecuentemente, se han producido cambios en la forma de establecer relaciones
sociales. Esta realidad ha supuesto una verdadera metamorfosis no sólo en nuestra
forma de ver el mundo, sino también en la forma en que pensamos y nos relacionarnos
(Carr, 2011).

La influencia de esta reestructuración en las dinámicas de comunicación social


no ha dejado al margen a los y las adolescentes de la sociedad actual, verdaderos/as
nativos/as de las nuevas tecnologías. Que además de los avances tecnológicos
constantes, han nacido y crecido en la sociedad de la post revolución sexual (Agustina,
2010; Lameiras et al., 2013), lo que ha propiciado nuevas formas de interacción sexual.
El fenómeno del Sexting es el ejemplo de cómo las tecnologías y espacios virtuales
fomentan y vehiculizan nuevas formas de conducta sexual (Lenhart, 2009)

1.3.1 CONCEPTUALIZACIÓN DEL FENÓMENO DEL SEXTING

Si tratamos de situar el origen del fenómeno del Sexting, se hace necesario destacar que
tal y como afirma Agustina (2010) “siempre han existido formas de intercambio de
mensajes de contenido sexual” (p. 6). No obstante, en la sociedad globalizada actual los
contenidos de Sexting puedes ser producidos, trasmitidos, reproducidos y reeditados
con gran facilidad, e incluso pueden llegar a muchas personas sin el conocimiento o
aprobación de los o las protagonistas (Sacco, Argudin, Maguire, & Tallon, 2010). Por lo
que la situación global y tecnológica conceden a este fenómeno una gran magnitud, más
allá del simple intercambio de contenido sexuales

84
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

1.3.1.1 Delimitación conceptual del fenómeno del Sexting

Debemos tener en cuenta que el primer escollo con el que nos encontramos al abordar la
delimitación conceptual del Sexting es que todavía es un fenómeno relativamente
reciente, lo cual se traduce en una amplia gama de definiciones de partida, así como de
instrumentos de medida utilizados, variabilidad que dificulta el estudio y la delimitación
conceptual del fenómeno (Lounsbury, Mitchell, & Finkelhor, 2011).

El término anglosajón Sexting resulta de la combinación de sex (sexo) y texting


(envío de mensajes de texto) y se utilizó por primera vez en torno al año 2005 en Reino
Unido (Garner, 2011). En los últimos años ha recibido mucha atención de los medios de
comunicación (Klettke, Hallford & Mellor, 2014), lo que se pone de manifiesto al
observar que en el año 2009 el término Sexting se había vuelto tan frecuente que
competía por ser "la palabra del año" en el New Oxford American Dictionary y
encabezaba el ranking de la palabra de moda en Time Magazine (Stanglin, 2009;
Stephey, 2009).

También ha captado la atención de los estudios científicos, pues en la última


década han emergido diversas investigaciones centradas en el fenómeno del Sexting.
Así, las primeras investigaciones realizadas sobre el Sexting se remontan al año 2008 y
durante los primeros años se centraron en la conceptualización y prevalencia de los
comportamientos de Sexting. De hecho tal y como expresan Albury, Funnell y Noonan
(2010) inicialmente se refería a personas que usaban los teléfonos móviles para
organizar citas sexuales. Dando un paso más, en la actualidad las investigaciones se
centran en la relación del Sexting con las variables sociodemográficas, el género, las
conductas sexuales o las consecuencias de su práctica entre otras (ver Cooper, Quayle,
Jonsson, & Göran, 2016; Klettke et al., 2014).

Las primeras investigaciones utilizaban una definición que partía de una visión
restrictiva del fenómeno de Sexting, limitándolo al envío de mensajes de texto de cierto
contenido erótico y/o sexual (Martín-Pozuelo, 2015; OSI, 2011). No obstante debido a
la influencia de los Smarphones, que ofrecen la posibilidad de intercambiar fotografías
de forma rápida y cómoda, las definiciones del fenómeno del Sexting han ido
incorporando esta realidad. En esta dirección, Ferguson (2011) amplía la definición del
Sexting e incluye el envío de fotografías eróticas o de desnudos.

85
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

Además en la revisión de la literatura especializada, se observa la influencia de


los avances tecnológicos en los comportamientos que abarca el término Sexting, en dos
factores fundamentales. El primero considerar como Sexting solo los comportamientos
que incluyen fotografías sexuales; el segundo enmarcar como comportamientos de
Sexting los que exclusivamente se realizan a través los teléfonos móviles. Es decir, el
avance tecnológico ha venido marcando las conductas que hoy día se conocen como
Sexting.

En este sentido, algunas contribuciones pasan a definir el Sexting como el envío


exclusivo de fotografías, sean sexualmente explicitas o de desnudos (Kowalski, Limber,
& Agatson, 2007). Y otras conceptualizaciones más amplias (Albury et al., 2010;
Hinduja & Patchin, 2010; Wysocki & Childers, 2011; West et al., 2014) incluyen el
envío, la recepción y en definitiva la transferencia electrónica de fotos, vídeos y/o textos
sexualmente explícitos o sugerentes pero exclusivamente mediante el uso de móviles
con cámaras digitales. En esta dirección, Strassberg, McKinnion, Sustaíta y Rullo
(2013) han definido el término Sexting como la transferencia de fotografías
sexualmente explicitas a través del teléfono móvil.

Otras aportaciones (Chalfen, 2009; Giroux, 2011; O`Keeffe & Clarke-Pearson,


2011; Reyns, Henson, & Fisher, 2014) definen el Sexting como el envío de mensajes o
fotografías sexualmente explícitos fundamentalmente de un teléfono móvil a otro, pero
también a través del correo electrónico, la mensajería instantánea u otros medios
móviles.

Estudios como el de McLaughlin (2010) dan un paso más en la definición del


Sexting entendiéndolo como la producción de textos, imágenes o vídeos digitales en los
que aparecen menores o personas adultas estando desnudos/as o semidesnudos/as, con
contenidos sexuales y captados por sí mismos/as, así como su transmisión a otros/as
menores o personas adultas, a través de los medios tecnológicos como la telefonía
móvil, el correo electrónico o incluso las Redes Sociales. Asimismo, Hasinoff (2012)
apunta que el Sexting es considerado una conducta producto de una crisis tecnológica,
sexual, y moral. Incluso Wiederhold (2011) plantea la posibilidad de considerar las
conductas de Sexting en personas adultas, como patologías e incluirlas dentro del
Manual de Diagnóstico Clínico DSM. En esta misma línea, Angelides (2013) expresa
que a menudo se define el Sexting como un comportamiento peligroso e incluso un
problema social.

86
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

Desde una perspectiva más abarcadora se define el fenómeno del Sexting como
la producción y el envío de mensajes de contenido sugerente o insinuante con la
finalidad de despertar en la persona receptora atracción o deseo sexual (Martínez-Otero,
2013). En esta misma dirección, Weisskirch y Delevi (2011) combinan estas diferentes
definiciones, al incluir en el fenómeno tanto en el envío como en la recepción a través
del teléfono móvil, de: i) mensajes de texto de contenido erótico/sexual, ii) fotos o
videos sexualmente sugestivos, o iii) fotos o videos de desnudos o semidesnudos. De
hecho, Lenhart (2009) también partía de una definición más amplia, definiendo el
Sexting como la creación, el intercambio y la transmisión de imágenes de personas
desnudas, casi desnudas o en posados con contenido erótico y sexual. Las
investigaciones más recientes parten también de esta postura más abarcadora, en esta
línea Livingstone y Görzing (2014) conceptualizan el fenómeno del Sexting no sólo la
creación de mensajes de texto o imágenes, sino también el intercambio entre iguales
mediante la telefonía móvil, Redes Sociales o los servicios de mensajería instantánea.
Es así, que debido el avance constante de los dispositivos tecnológicos se le
conceden al Sexting mayores espacios y nuevas formas de difusión, de forma que
actualmente el Sexting abarca diversos comportamientos, vías de transmisión y
contenidos (Agustina, 2010; Bailey & Hanna, 2011). Por tanto, casi una década después
se ha pasado a definir el Sexting como el comportamiento que engloba la producción,
difusión, recepción e intercambio de fotografías, vídeos y/o mensajes de texto a través
de los diferentes medios tecnológicos (Fleschler-Peskin et al., 2013; Lenhart, 2009;
Martínez-Otero, 2013; Rodríguez et al., 2016; Weisskirch & Delevi, 2011). En base al
análisis de la delimitación conceptual del fenómeno del Sexting, ésta es la
conceptualización de partida que vamos a seguir en el desarrollo de la presente
investigación. No obstante, son las propias características del Sexting las que terminan
de delimitar conceptualmente el fenómeno en sí mismo, aportando mayor profundidad
en sus particularidades y, por tanto, concretando el concepto de Sexting.

1.3.1.2 Características del fenómeno del Sexting


A pesar de las divergencias a la hora de delimitar las peculiaridades de este novedoso
fenómeno, existe cierto consenso en la literatura científica en relación a las
características o particularidades que configuran el fenómeno del Sexting e influyen en
el daño potencial del/la protagonista (Fajardo, Gordillo & Regalado, 2013; Martínez-

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Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

Otero, 2013; INTECO, 2011; Ringrose, Gill, Livingstone, & Harvey, 2012). Estas
particularidades se plasman en la Figura 1.6.
La primera característica hace referencia al uso de los medios tecnológicos para
el envío, la recepción o reenvío de mensajes de texto, vídeos y/o grabaciones erótico
sexuales. Bien sea a través de teléfono móvil, el ordenador, las tablets, las Redes
Sociales (Facebook, Twitter o Instagram, entre otras), la mensajería instantánea
(WhatsApp, Telegram etc) o cualquier otro medio online como chats o correos
electrónicos.
La segunda particularidad se refiere al carácter sexual y/o erótico de los
contenidos. Los contenidos de carácter sexual son aquellos que hacen referencia a
conductas y/o comportamientos sexuales explícitos, ya sean con el propio sujeto o con
otra u otras personas. Sin embargo, el erotismo hace referencia a situaciones o actos
sugerentes, pero que no suponen en sí mismos ninguna actividad sexual. En tercer lugar
el origen del contenido erótico sexual, pudiendo ser de producción propia o ajena. Así
como, protagonizado por la persona que realiza el sexts o por otra/s persona/s. Este
aspecto está intrínsecamente relacionado con la cuarta característica, que se refiere a la
identificabilidad de las personas protagonistas del vídeo, fotografía o texto erótico
sexual. Un aspecto determinante ante las posibles consecuencias negativas del Sexting.
Además, debido a que las consecuencias legales no son las mismas para personas
menores de edad que entre personas adultas, la dificultad para identificar a los/as
protagonistas puede suponer un hapdicap para determinar la mayoría o minoría de edad.
La quinta característica hace referencia a la edad de las personas implicadas. En
este punto, se hace necesario comentar que aunque los primeros estudios se orientaban
como una práctica con mayor incidencia entre la población adolescente, la tendencia
actual de los principales estudios es mostrar que la edad avanzada es un predictor del
comportamiento de Sexting (Klettke et al., 2014).
En sexto lugar, situamos la voluntariedad en la implicación en el envío de este
tipo de contenidos, se asume que son las propias personas, sean menores o adultas, las
que producen ese contenido erótico/sexual en sus diversas manifestaciones de forma
voluntaria siendo responsables del primer paso en su difusión. Sin embargo, esta
voluntariedad inicial de las personas para practicar Sexting se pone en duda con los
hallazgos de diversos estudios en relación a las motivaciones. Varios estudios
identifican la presión para crear y difundir contenidos eróticos y/o sexuales por parte de
la pareja afectiva (NCPTUP, 2008; AP-MTV, 2009; Choi, Van-Ouytsel, & Temple,

88
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

2016; Henderson & Morgan, 2011; Kopecký, 2012; Englander, 2012). Por lo cual, la
práctica de Sexting en las parejas de adolescentes, puede derivar en un conjunto de
ciber-agresiones, inicialmente a través de la presión para realizar Sexting y
posteriormente a través del chantaje y la manipulación de la pareja con los fines ilícitos
que el/la ciber-agresor/a quiera conseguir. Íntimamente relacionada, encontramos la
séptima particularidad del Sexting, referida al consentimiento tanto en la producción de
los contenidos, como en su difusión. Fundamentalmente, porque de no existir
consentimiento estaríamos ante situaciones con grabes implicaciones legales. También
en conexión con este aspecto, está la última característica referida con la naturaleza
privada y casera. Pues se presupone que cuando alguien escribe un texto, se saca una
fotografía o produce un vídeo con contenido erótico/sexual, se hace de forma privada
para enviársela a una persona o personas determinadas.
La última característica del Sexting se refiere a las influencias y presiones
sociales, ya que las presiones y cánones estéticos influyen determinantemente en la
creación de este tipo de contenidos. Las fotografías o vídeos creados y difundidos están
indudablemente determinadas por la opresión de las normas de belleza actuales.
Además, las normas de feminidad y masculinidad se ven reflejados en los contenidos de
Sexting. En este sentido Ringrose et al. (2012) afirman que los chicos desempeñan el rol
activo en el proceso, pues solicitan, almacenan y distribuyen los sexts de las chicas y los
utilizan como una mercancía o moneda para obtener algo a cambio. Por lo que
podríamos decir que las chicas desempeñan el rol pasivo, produciendo los contenidos de
Sexting para el consumo masculino. Asimismo siguiendo las aportaciones de Harris
Davidson, Letourneau, Paternite y Miofsky (2013) los comportamientos de Sexting
tienen una contextualización concreta, pues a pesar de mantener un patrón constante se
encuentran influenciados por los factores ambientales, de desarrollo y situacionales de
cada adolescente en cada cultura o ámbito concreto (ver Figura 1.7). Tal y como
explican Harris et al. (2013) en primer lugar, en el contexto ambiental se incluyen la
familia, el grupo de iguales, la comunidad en la que se encuentra el sujeto y la cultura
popular, la escuela, las instituciones legales, comunitarias y sociales así como los
medios de comunicación y la comunicación digital. En segundo lugar se halla el
contexto de desarrollo, es decir desarrollo biopsicosocial en el que se encuentre el o la
adolescente. En tercer lugar se refiere al contexto situacional, que profundiza más en la
conceptualización del sujeto, abarcando la propia construcción individual como persona
autónoma y las dinámicas interpersonales. Todo ello configuran los denominados

89
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

“elementos descriptivos” del fenómeno del Sexting, es decir, las actividades, el


contenido y el escenario en el que este se realiza.

Figura 1.6 Características del Sexting (Fajardo et al., 2013; Martínez-Otero, 2013; INTECO, 2011;
Ringrose et al., 2012).

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Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

Figura 1.7 Contextualización del fenómeno del Sexting (Harris et al., 2013, p. 5).

91
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

1.3.2 MOTIVACIONES HACIA LAS PRÁCTICAS DE SEXTING


Si bien es cierto que respecto a la conceptualización y prevalencia existe gran
disparidad de resultados en torno a las investigaciones sobre Sexting disponibles, parece
existir cierto acuerdo en torno a las motivaciones para las prácticas de Sexting.
Siguiendo los hallazgos evidenciados en el trabajo de Cooper et al. (2016) los
principales motivos se articulan en torno a cuatro temas: i) flirtear o llamar la atención
de la pareja; ii) estar dentro de una relación; iii) considerar la práctica de Sexting como
una fase experimental en la adolescencia; y iv) debido a la presión, ya sea de la pareja o
del grupo de iguales (ver Figura 1.8).

Flirtear o llamar
Presión la atención de la
pareja

Sexting = fase Tener una


experimental relación

Figura 1.8 Motivos para las prácticas de Sexting (Elaboración propia a partir de las aportaciones de
Cooper et al., 2016).

En relación al primer motivo, el flirteo, coqueteo o llamar la atención de la


pareja tal y como hemos mencionado con anterioridad las relaciones socioafectivas de
los y las adolescentes se han modificado debido a la influencia de los medios digitales.
La investigación realizada por la NCPTUP (2008) evidenciaba que entre el 66% y el
60% de las y los adolescentes respectivamente, y entre el 72% y el 70% de las y los
jóvenes correspondientemente, admitía que había enviado sexts por coquetear. De
hecho, el 34% de las adolescentes afirma que hacerlo les hace sentir “sexys”. Tal y
como encuentra Kopecký (2012) en sus resultados, uno de los motivos más importantes
para justificar la participación de Sexting entre los y las adolescentes es tener o empezar
el contacto íntimo con el otro sexo. En esta línea, otras investigaciones también han

92
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

evidenciado este motivo entre los y las adolescentes tanto el sentirse sexys, el coqueteo,
como conseguir la atención de alguien (Henderson & Morgan, 2011; Lippman &
Campbell, 2014; Van-Ouytsel, Ponnet, Walrave, & d’Haenens, 2017). Efectivamente,
tal y como expresan Temple y Choi (2014) los y las adolescentes consideran en muchos
casos las conductas de Sexting un previo a las relaciones sexuales o dentro de los
preliminares sexuales.

Respecto del segundo motivo, estar dentro de una relación afectiva sentimental
parece que impresionar a alguien, tratar de tener un cita o poner celosos/a a la pareja
sentimental son motivos recurrentes entre los/as adolescentes y jóvenes tanto para
enviar sexts como para recibirlos (Cox-Communication, 2009). De hecho, se encuentra
que las personas destinatarias de los sexts son fundamentalmente las parejas afectivas
(Van Ouytsel, et al., 2017). En este sentido, los resultados del estudio NCPTUP (2008)
apuntaban que el 52% de las adolescentes y el 60% de las jóvenes envían sexts como un
“regalo sexy” para sus novios. Conjuntamente, el 44% de los y las adolescentes y entre
el 41 y el 51% de los y las jóvenes afirman enviar sexts como respuesta a un contenido
recibido. Por lo que sextear por ser algo normal dentro de las parejas o por generar
confianza, es común al analizar las motivaciones encontradas en diferentes estudios
(Drouin, Vogel, Surbey, & Stills, 2013a; Englander, 2012; Lenhart, 2009).

Sobre el tercer motivo, el Sexting como un comportamiento típico de una fase


experimental de la adolescencia, algunos estudios indican el aburrimiento como un
motivo para sextear entre adolescentes o la influencia del ambiente y del grupo de
iguales (Kopecký, 2012). Efectivamente, el estudio Cox-Communications (2009)
muestra que el 40% de los que envían sexts y el 54% de los/as que afirman recibirlos
afirman que ha sido simplemente por diversión. O simplemente sextean como una
forma de explorar sus sexualidad o establecer su identidad (Dir, Coskunpinar, Steiner,
& Cyders, 2013b; Henderson & Morgan, 2011). En esta dirección las autoras Bailey y
Hanna (2011) declaran que, teniendo en cuenta que la adolescencia es un momento de
construcción y experimentación y que la tecnología y el espacio online ofrecen un
importante espacio para la experimentación de la identidad sexual es poco sorprendente
que los y las adolescentes participen en conductas como el Sexting.

Relacionado con el cuarto motivo, la existencia de presiones o coacciones por


parte de la pareja afectiva o de las amistades, son varios los estudios que evidencia esta
realidad tanto por el grupo de iguales (por ejemplo Lee, Moack, & Walker, 2016) como

93
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

por parte de la pareja afectiva (NCPTUP, 2008; Englander, 2012) o también muestran
que las chicas son las que reciben esas “solicitudes” o presiones para envíar los sexts,
mientras que los chicos son los que las ejercen sobre ellas (Smith-Darden, Kernsmith,
Victor, & Lathrop, 2017; Temple et al., 2012; Van-Ouytsel et al., 2017).

1.4 RIESGOS DERIVADOS DE LAS PRÁCTICAS DE SEXTING

La práctica de Sexting, independientemente de su prevalencia, conlleva una serie de


consecuencias negativas para los y las adolescentes (Bailey & Hanna, 2011). Debido a
la situación de especial vulnerabilidad en la que los y las adolescentes se encuentran,
pueden enfrentarse a consecuencias absolutamente nocivas para su correcto desarrollo
psicológico, afectivo y social. La pérdida de control sobre las imágenes que son
distribuidas sin autorización (Van-Ouytsel, Van-Gool, Walrave, Ponnet, & Peeters,
2016) o el potencial ilimitado de receptores de las imágenes, textos o grabaciones de
contenido erótico sexuales son dos posibles consecuencias. Teniendo en cuenta además
que, si este tipo de contenidos sexuales son almacenados en los dispositivos puede ser
suponer un riesgo. Nos referimos a, por un lado, la facilidad con la que los virus y
hackers pueden acceder a los ordenadores, a los móviles u otros aparatos tecnológicos.
Por otro lado el denominado craking, que se refiere a la pérdida o sustracción ilícita de
un dispositivo tecnológico por cualquier persona, que puede acceder a los contenidos
almacenados en el y difundirlos sin consentimiento de las personas protagonistas de
éstos (Mendoza, 2013)

También se ha puesto de manifiesto la existencia de presiones para llevar a cabo


comportamientos de Sexting. Así, algunas investigaciones (Henderson & Morgan,
2011) apuntan que la pareja afectiva ejerce presión para sextear; mientras que otros
estudios (Englander, 2012; Kopecký, 2010; Lee et al. 2013) señalan al grupo de iguales
como los que llevan a cabo la presión para realizar Sexting, ya que encontraban entre
los principales motivos de los/as adolescentes para practicar Sexting, “la presión de
grupo de iguales”. Además, también apuntan que esta presión era más fuerte sobre las
chicas.

Asimismo, también debemos mencionar las consecuencias en relación a la


reputación social; ya que se relacionan directamente con la existencia de un doble

94
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

estándar en relación a la sexualidad, que no juzga de forma igualitaria a chicas y chicos,


colocándolas a ellas en una situación negativa y a ellos en una situación positiva. Giant
(2016), argumenta que la exposición de imágenes provocativas o sexuales en las Redes
Sociales, tiene resultados en el doble sentido: tanto positivo como negativo. Pues a
pesar de que atraen la atención positiva masculina, también pueden recibir atención
negativa femenina y colocarse en situaciones de acoso o agresiones. No obstante, en
esta dirección añadimos, que las respuestas sociales negativas pueden venir de la mano
tanto de chicas como de chicos, que en base a esa doble moral califican a las chicas
negativamente, mientras que los chicos ante las mismas conductas son calificados
positivamente.

No obstante, se ponen de manifiesto otros riesgos que aparecen entrelazados a


los comportamientos de Sexting y que colocan a los y las adolescentes en una situación
de vulnerabilidad e indefensión. Surgen así fenómenos como el Bullying o
Ciberbullying, el Ciberstalking y los fenómenos conexos derivados de diferentes formas
de Sextorsión como son el Grooming y la Teen Dating Violence. Por supuesto, también
las posibles consecuencias legales derivadas de las prácticas de Sexting Diferentes
manifestaciones que son, en definitiva, formas de ejercer violencia a través de las TICS
o de Internet, es decir expresiones de ciberviolencia. Estos conceptos abarcan las
diferentes formas que se utilizan para ejercer algún tipo de poder o dominación por
medio de Internet o las TICS (Torres, Robles, & Marco, 2014). A continuación
profundizaremos en cada uno de estos fenómenos de forma particular.

1.4.1 Bullying y Ciberbullying

El Ciberbullying asienta sus raíces en el maltrato entre iguales, denominado Bullying,


ha ido evolucionando desde que Olweus (2004) iniciara su estudio en los años 70,
debido entre otros factores a la cotidianeidad con la que se produce (Cerezo, 2008).
Varios estudios realizados en los últimos años en nuestro país (Carrera, De-Palma, &
Lameiras, 2011; Carrera, Lameiras, Rodríguez, Faílde, & Calado, 2013), evidencian la
realidad de este tipo de acoso relacional entre adolescentes y jóvenes.

En cuanto a la evolución del Bullying al Ciberbullying, es preciso mencionar


que ha venido marcada por los hábitos digitales de los niños y las niñas, así como los y
las adolescentes. Pues han encontrado en el uso disfuncional de las diversas tecnologías

95
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

nuevos espacios para ejercer conductas crueles hacia sus iguales (Del Río, Sábada,
Bringué, 2010; Giménez, Arnaiz, & Maquilón, 2013). Surgiendo en este contexto este
nuevo fenómeno de acoso entre iguales, que se perpetra a través de la Red, la telefonía
móvil, la mensajería instantánea, el e-mail o las Redes Sociales, entre otros medios y
espacios tecnológicos.

A pesar de que los primeros estudios sobre Ciberbullying se remontan a casi una
década, no existe todavía una definición consensuada en la multiplicidad de estudios
realizados hasta el momento (Lucas, Pérez, & Giménez, 2016). Sin embargo, a pesar de
la variabilidad de posiciones terminológicas, se tiende a conceptualizar el Ciberbullying
como el acoso perpetrado por parte de un individuo o grupo que en el entorno online (a
través de las TICS, telefonía móvil e Internet) que implica conductas hostiles,
deliberadas y reiteradas dirigidas a una persona, o grupo de personas, que no puede
defenderse fácilmente por sí mismo (Belsey, 2004; Patchin & Hinduja, 2006; Smith et
al., 2008; Slonje, Smith, & Frisén, 2013). Así, las tecnologías de la información y de la
comunicación tales como Internet, Redes Sociales, móviles o las muchas Apps son
utilizadas para la difusión de información y/o imágenes difamatorias y vejatorias, así
como para ejercer acoso y/o exclusión con el objetivo intencionado de dañar a una
persona que no puede defenderse (Smith et al., 2008; INTECO, 2009; Cervera, 2009).

En este sentido el acoso más tradicional - o Bullying - y el Ciberbullying son


fenómenos que comparten tres aspectos fundamentales: la agresividad, la permanencia
en el tiempo y la relación desequilibrada entre agresor y víctima, siempre menores de
edad (Garaigordobil, 2011; Kowalski & Limber, 2007; Kowalski, Limber, & Agatston,
2010; Olweus, 1993; Perren & Gutzwiller-Helfenfinger, 2012). No obstante estos tres
puntos también suponen ciertas diferencias entre ambos fenómenos. En referencia a la
agresividad y al carácter repetitivo de las agresiones, el Ciberbullying puede ser
resultado de una sola conducta de acoso y no por ello no suponer una agresión, tal y
como han manifestado varios autores (Garaigordobil & Martínez-Valderrey, 2014;
Menesini & Nocentini, 2009). En cuanto al desequilibrio de poder entre el/la ciber-
acosador/a y la víctima, está basado en el mayor conocimiento tecnológico y el
anonimato del/la primero/a (Perren & Gutzwiller-Helfenfinger 2012). Y en el potencial
ilimitado de audiencia de las agresiones (Lucas et al., 2016), debido a la gran exposición
que ofrece la Red, pues permite que este tipo de acoso sea presencia en la vida online

96
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

por un número ilimitado de espectadores/as de forma rápida e inmediata (Molina &


Vecina, 2015).

Otros aspectos diferenciadores entre ambos tipos de acoso son referidos a las
propias características de la Red, pues supone un espacio en el que reina el anonimato y
que además tiene un gran poder de difusión, que, en adición, dificulta el control sobre
los contenidos. Kowalski et al. (2010) refieren que debido al anonimato que ofrece la
red, en muchos casos el/la agresor/a puede mantenerse protegido/a, además deja de ser
exclusivamente ejercido dentro del ámbito escolar para abarcar un espacio mayor. Por
otro lado, Buelga, Cava y Musitu (2010) explican que resulta complicado controlar los
contenidos virtuales, pues estos pueden ser difíciles de eliminar de la Red y permanecer
en páginas durante un largo periodo de tiempo e incluso no desaparecer. Ambos
aspectos empeoran si cabe los efectos negativos en la víctima, que puede estar sufriendo
las agresiones las 24 horas del día, en cualquier lugar (sobre todo en aquellos con acceso
a la Red) y sufrir una re-victimización constante con devastadores consecuencias
psicosociales. En esta dirección, se considera que antes de perpetrarse las acciones
encuadradas dentro del Ciberbullying, existen agresiones cara a cara (Molina & Vecina,
2015).

En la línea del argumento empleado por Carrera et al. (2011) el Ciberbullying


incluye nuevas formas de agresión física y social. En la primera se incluirían la happy
slaping o las amenazas de agresiones; mientras que en la segunda se incluirían por
ejemplo la difusión de rumores o chismes. La denominada happy slaping tal y como
conceptualizan Molina y Vecina (2015) es el fenómeno que abarca las agresiones físicas
(golpes, bofetadas…) y verbales (incultos) sin haberse producido ningún tipo de
“provocación” por parte de la víctima. Este tipo de agresiones son grabadas,
fotografiadas y difundidas a través de los medios tecnológicos. De hecho, la dinámica
de este tipo de agresión es una pauta constante, pues en primer lugar se busca a la
víctima de forma aleatoria, se produce la agresión y la grabación y finalmente se
difunde (Molina & Vecina, 2015).

Las principales acciones a través de las cuales se manifiesta el Ciberbullying se


engloban en once puntos (Giant, 2016; Giménez et al., 2013; Kieffer, 2013; Kowalski et
al., 2010; Kowalski et al., 2012; Willard, 2005, 2006): i. Insultos (flaming) o difusión de
rumores; ii. Hostigamiento (harassment); iii. Denigación; iv. Revelación de información
personal o íntima; v. Exclusión, bloqueo o eliminación de actividades online o de listas

97
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

de contactos; vi. Ciberpersecución; vii. Happy slapping explicada anteriormente; y viii)


Morphing que consiste en la manipulación de una fotografía de la víctima,
superponiendo su cara en el cuerpo de otra persona con el fin de denigrarla, insultarla o
ridiculizarla; ix. Ciber-amenazas; x. Suplantación de identidad; y xi. Engaño. Es decir,
se ejerce fundamentalmente a través de la telefonía móvil e Internet (ver Figura 1.9)
(Smith et al., 2008).

Insultos o
difusión de
rumores

Hostigamiento
Engaños

Denigación
Suplantación

Revelación
Ciberbullying de
informació
Ciberamezanas n personal
o íntima

Exclusión
Morphing

Ciberpersec
Happy ución
slapping

Figura 1.9 Principales acciones a través de las cuales se manifiesta el Ciberbullying


(Elaboración propia a través de las aportaciones de varios/as autores/as: Giant, 2016; Giménez
et al., 2013; Kieffer, 2013; Kowalski et al, 2010; Kowalski et al, 2012; Willard, 2005, 2006).

En referencia a las fases que siguen las agresiones, siguiendo las aportaciones de
Molina y Vecina (2015), se distinguen tres momentos diferenciados (ver Figura 1.10).

98
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

El primero es el contacto físico en el que el/la agresor/a conoce a la víctima, a pesar de


que puede estar ya en su círculo de amistades o de personas conocidas. Incluso puede
haber perpetrado bullying con anterioridad contra él o ella. Es preciso mencionar que
esta fase no tiene que porque darse en todas las situaciones de Ciberbullying. El
segundo momento es el contacto tecnológico, en el que el/la agresor/a comienza a
causar el daño a la víctima a través de las diferentes estrategias ya mencionadas. Esta
fase puede ser muy duradera, pues solo termina cuando la víctima hace público el acoso.
El tercer momento es el que abarca la aparición de los daños psicológicos en las
víctimas, que pueden llegar a ser devastadores en sus vidas.

Figura 1.10 Fases del Ciberbullying (Molina & Vecina, 2015, p. 49).

En cuanto a la epidemiología, la revisión realizada por Best et al. (2014) a lo


largo de los año 2003 y 2013, informa que los datos empíricos muestran grandes
diferencias entre la naturaleza y alcance del Ciberbullying. No obstante, recientes
trabajos muestran que todavía el bullying tradicional ocurre con mayor frecuencia que el
Cyberbullying (Wachs, Junger, & Sittichai, 2015). Conjuntamente, los resultados de
varias investigaciones permiten afirmar que el tiempo que los/as adolescentes pasen
online puede aumentar el riesgo de sufrir este tipo de situaciones, pero si cuentan con
una adecuado apoyo las consecuencias pueden ser menores (Machmutow, Perren,
Sticca, & Alsaker, 2012; Parris, Varjas, Meyers, & Cutts, 2012).

Los datos evidencian que en el caso de Europa un 30% de los y las adolescentes
sufren Ciberbullying, aproximadamente entre un 40% y un 55% están implicados/as en
este tipo de situaciones, ya sea como víctimas, como agresores o como observadores; y
que entre un 20% y un 50% afirman haber sido víctimas (Garaigordobil, 2011). En
España parece que en mayor medida son las chicas las que se ven más afectadas de este
tipo de agresiones (Garaigordobil & Aliri, 2013). Conjuntamente los resultados de
Garaigordobil (2015) evidencian que él número de agresores y observadores aumenta
con la edad.

99
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

En definitiva, siguiendo a Dake, Price, Maziarz y Ward (2012) las líneas que
separan las conductas de Sexting y las de Ciberbullying desaparecen cuando los sexts se
envían intencionadamente a personas que no desean ese contenido. También cuando los
y las adolescentes son presionados/as para enviar sexts por sus compañeros/as, algo que
ha sido evidenciado en algunos estudios (AP-MTV, 2009). En esta línea los resultados
de Kopecký (2016) evidencia que alrededor del 30% de los y las adolescentes comparte
en Facebook fotografías humillantes de compañeros/as o personas cercanas, el 14.75%
vídeos humillantes y un 4.20% admite acosar digitalmente a sus iguales. Por supuesto
tampoco podemos obviar las situaciones que pueden generar la difusión de un sexts de
forma involuntaria, que pueden colocar a la víctima en la situación de ser señalada
socialmente o ser doblemente victimizada si también recibe las burlas de sus
compañeros/as virtualmente o cara a cara.

1.4.2 Ciberstalking

El término Cyberstalking es un anglicismo cuya traducción más literal sería “acoso


cibernético” o “ciberacoso”. Asienta sus raíces en el acoso tradicional o stalking, de
hecho algunos autores consideran una modalidad de este (Ellison, 1999; Gregorie,
2001). Así, a pesar de no existir una definición consensuada de Stalking
(Langhinrichsen-Rohling, 2012); entendemos que abarca comportamientos repetitivos e
insistentes como seguir a alguien, recibir visitas o regalos no deseados e incluso recibir
atención de una persona de forma continuada, pero no deseada (Alonso de Escamilla,
2013; Pardillo, Elisabeth, & Bodelón, 2015; Van der Aa & Kunst, 2009). En este
sentido, el Cyberstalking supone una invasión de la vida de una persona que de forma
repetida, disruptiva y sin consentimiento recibe persecución y acoso vehiculizado a
través de las tecnologías y de Internet (Bocij & McFarlane, 2002; Royakkers, 2000).

El Ciberstalking abarca diferentes formas de agresiones relacionales basadas en


el acoso, intimidación u hostigamiento, vehiculizadas a través de las tecnologías,
Internet, telefonía móvil entre otras que suponga una intromisión en la vida íntima de
forma repetitiva y disruptiva (Royakkers, 2000). Resulta especialmente dañino debido a
que las situaciones de acoso pueden ser presenciadas por un gran número de
espectadores/as, potencialmente ilimitado, siendo en ocasiones desconocidos (Cowie,
2013).

100
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

Además, este fenómeno tiene una gran carga emotiva, como los celos, la envidia
o el despecho por lo que se suele dar entre personas conocidas (Gómez, 2011; Torres et
al., 2014). Así, el anonimato que ofrecen las tecnologías e Internet propician esta
modalidad de acoso, fundamentalmente porque las personas pueden no solo contactar
con otras sin desvelar su identidad, sino también porque pueden acceder a datos e
informaciones personales sin que la víctima tenga conocimiento de esta invasión de la
privacidad (García, 2010).

El Ciberstalking se considera como una de las formas de ejercer dating violence


en el contexto online (Torres et al., 2014). Se realiza contra la voluntad de la víctima, a
través de amenazas constantes y fundamentado en el miedo o la amenaza percibida de la
víctima (Torres, et al., 2014). Por lo cual, esos comportamientos que de forma
intencional sirven para perjudicar a la pareja a través de Internet o de los dispositivos
tecnológicos son, en definitiva, manifestaciones de ciber-violencia en las relaciones
adolescentes. Estos comportamientos se materializan a través de amenazas, falsas
acusaciones, suplantación de identidad, vigilancia de las actividades online de la
víctima, chantajes, humillaciones públicas, entre otros (Bocij & McFarlane, 2002;
Estébanez, 2013).

En relación a las cifras del fenómeno, es preciso mencionar que todavía existe
poca evidencia empírica centrada en la prevalencia del Ciberstalking en las relaciones
de pareja adolescentes, no obstante es un campo de estudio que se encuentra
actualmente en auje. Algunos estudios que analizan el fenómeno del ciberacoso en
general, revelan diferencias significativas en función del género. No obstante los datos
disponibles apuntan que las víctimas suelen ser personas jóvenes, entre los 16 y los 29
años (Burgess & Baker, 2002; Tjaden & Thoennes, 1998). Así, a pesar de que la
evidencia empírica es todavía reciente, podemos decir que las diversas aproximaciones
al estudio de la prevalencia de este fenómeno refieren que se da fundamentalmente en
personas jóvenes (Reyns, 2010). De hecho muchas de las investigaciones realizadas
conceptualizan este tipo de acoso online como parte del acoso entre iguales o
Cyberbullying.

Un estudio realizado en el año 2010 revelaba que en el caso de España, el


ciberacoso afectaba en mayor medida a las chicas (14%) que a los chicos (11%) (Félix,
Soriano, Godoy, & Sancho, 2010). En esta misma línea se sitúan los resultados
obtenidos para el caso de Estados Unidos, en el que se revelan cifran que van desde el

101
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

17% al 22% en el caso de los hombres, y del 26% al 27% en el caso de las mujeres
(Taylor, Fritsch, Liedercach, & Holt, 2010; Reyns, 2010). No obstante, tal y como
afirma Reyns (2010), a pesar de que se muestran más mujeres como víctimas del
ciberacoso, estas diferencias son mucho más bajas que las que existen en cualquier otra
manifestación de acoso en la vida real (offline).

De forma particular en el ámbito de la pareja, Glauber, Randel y Picard (2007)


apuntan que uno/a de cada cuatro adolescentes experimentaba acoso, insultos o
humillaciones por parte de su pareja a través del teléfono o de la mensajería instantánea.
Lo que relaciona de forma directa la violencia psicológica con el uso de las nuevas
tecnologías. Otras investigaciones centradas en la violencia psicológica y de control
(Cantera, Estébanez, & Vázquez, 2009; Meras, 2003) muestran una alta tolerancia y
permisividad por parte de las chicas a este tipo de comportamientos por parte de sus
parejas, no concediéndole altos grados de importancia. Lo que no sucede así en el caso
de los chicos, que sí le confieren gravedad a estas conductas cuando viene ejercidas por
sus parejas femeninas, de forma que puede ser que los chicos minimicen las agresiones
que realizan y las mujeres minimicen las recibidas (Kimmel, 2006; Rodríguez et al.,
2013).

La investigación de López y Prieto (2014) revela que los celos, el acoso o el


control a través de los entornos virtuales son manifestaciones de violencia en las
relaciones de adolescentes. También hallaron que más de la mitad de los y las
adolescentes objeto de estudio (59.4%), acepta preguntar a su pareja por sus amistades
en las Redes Sociales y trata de controlar las interacciones online que ésta hace (59%).
Es más, un 27.2% afirmó que haber suplantado su identidad para que su pareja lo/a
acepte con el fin de controlarle.

En la misma dirección, Celis y Rojas (2015) encontraron en su investigación


realizada en chicos jóvenes que algunos participantes afirmaron sufrir control por parte
de sus parejas (chicas) sobre sus actividades (saber qué hacía y donde o con quien
estaban) a través de las Redes Sociales, la mensajería instantánea o el correo
electrónico. Esto pone de manifiesto que estrategias tradicional y estereotípicamente
asociadas a la masculinidad como el control o la dominancia, pueden ser también
utilizadas por las chicas. Uno de los estudios más recientes realizado por Smith-Darden
et al. (2017) muestra una prevalencia del 17% de Ciberstalking en el caso de parejas
adolescentes.

102
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

El Ciberstalking asienta sus raíces en la “ciberviolencia de género”, es decir,


aquella violencia ejercida dentro de los entornos virtuales que tiene por objeto dañar o
dominar a una mujer y/o pareja afectiva (ex. pareja, personas conocida o desconocida)
(Estébanez, 2013). Y además, se nutre de las actitudes y comportamientos, sexistas,
estereotipados, misóginos y violentos ejercidos contra las mujeres en los entornos
virtuales.

1.4.3 Sextorsión

El término sextorsión hace referencia a la extorsión para enviar contenidos erótico


sexuales o después de enviarlos, bajo la amenaza de difundir los sexts de la víctima u
otra intimidación similar. Está considerada una forma de explotación sexual que no se
da exclusivamente en las parejas adolescentes, y que además puede aparecer entrelazada
con otros fenómenos como por ejemplo el Grooming (Almanza, Castillejo, & Vargas,
2013; Fajardo et al., 2013). No obstante podemos incluir dentro de este fenómeno la
presión o coacción para producir, enviar y/o difundir contenidos erótico sexuales,
situación que tal y como veremos se ha evidenciado en varias investigaciones.

En este sentido la participación en comportamientos de Sexting en adolescentes


no es siempre voluntaria o consentida. El estudio de NCPTUP (2008) señaló que el 51%
de las adolescentes manifestaban que las presiones de los chicos eran una de las razones
para que las chicas enviaran mensajes o imágenes sexys, frente al 18% de los
adolescentes que manifestaron la misma motivación pero debido a la presión de un
chica. También el estudio de AP-MTV (2009) manifiesta que el 61% de las personas
que enviaron una foto de sí mismas sin ropa, fueron presionadas para hacerlo al menos
una vez. La misma tendencia se encuentra en la investigación de la Cox-
Communication que evidenciaba que el 43% de los y las que envían sexts y el 46% de
los y las que los reciben lo hacen porque alguien se lo ha pedido. En la misma línea,
Henderson y Morgan (2011) identificaron que aproximadamente un 30% de los y las
participantes señalaban la “presión de las amistades o la presión de las propias parejas”,
siendo las mujeres las que se mostraban significativamente más propensas a informar de
las presiones de la gente de su misma edad para enviar textos sexualmente sugerentes.
En esta línea, el estudio realizado por Van-Ouytsel et al. (2016) identifican la presión, la
coerción, el chantaje y el uso de los sexts como venganza contra la pareja afectiva

103
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

fundamentalmente todas estas situaciones de los chicos hacia las chicas. Más
recientemente, los resultados de la investigación de Smith-Darden et al. (2017) muestra
una prevalencia del 8% respecto del Sexting coercitivo en las parejas adolescentes,
siendo los chicos los que ejercen esta coerción sobre sus parejas femeninas. También el
reciente trabajo de Kopecký (2017) pone de manifiesto las cifras de la sextorsión en la
Republica Checa, mostrando que se ha convertido en un fenómeno peligroso que afecta
a entre el 6% y el 8% de los niños, niñas y adolescentes checos/as; dañando en mayor
medida a las niñas y chicas.

En cuanto a los posibles contextos en los que se puede producir la sextorsión


encontramos dos, el primero dentro del contexto de las relaciones de pareja, es decir
como parte de la Ciber Teen Dating Violence; y el segundo como una de las estrategias
del Grooming, o el engatusamiento a menores a través de la Red.

1.4.1.1 Ciber Teen Dating Violence

Existe otra realidad relacionada con los riesgos a los que las y los adolescentes se
exponen mediante sus comportamientos de Sexting derivada de la sextorsión, la
violencia en las relaciones de pareja de los y las adolescentes o Teen Dating Violence
en el marco de la virtualidad. Si bien es cierto que esta violencia es ejercida de múltiples
formas y manifestaciones así como con diferentes grados de gravedad (Rodríguez &
Alonso, 2015), el espacio virtual no queda exento de las manifestaciones violentas. Ya
que, ha sido el vertiginoso desarrollo de las tecnologías y espacios virtuales lo que ha
contribuido a evidenciar la realidad de los abusos digitales en las relaciones afectivo
sentimentales (Weathers & Hopson, 2015). Si bien es cierto que Internet y las
tecnologías de telefonía móvil se están utilizando como una herramienta para acosar,
intimidar, humillar, coaccionar y chantajear a mujeres (Henry & Powell, 2014), las
adolescentes son especialmente vulnerables a estas situaciones.

Por tanto, la huella constante e imparable de los medios telemáticos en las vidas
de los y las adolescentes crea espacios diferentes en los que materializar la violencia en
sus relaciones de pareja. Esta situación suponen un proceso imparable que tal y como
afirman Trujano, Dorantes y Tovilla (2009) “transforma las representaciones y
manifestaciones de la violencia” (p. 7).

104
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

En este sentido al referirnos a la Teen Dating Violence englobamos todas


aquellas conductas violentas ejercidas dentro de las parejas adolescentes. Por lo que
toda aquella violencia física, sexual, verbal e incluso la amenaza de ejercer cualquier
tipo de violencia, por parte de uno hacia el otro miembro de la pareja se incluiría dentro
de la conceptualización del fenómeno (Anderson & Danis, 2007). No se puede obviar o
invisibilizar esta problemática, a la luz de los estudios que sitúan los episodios violentos
a edades cada vez más tempranas, pues la mayoría señalan las edades entre los 11 y 17
años como las de mayor impacto de esta realidad violenta (Black et al., 2011; Henton,
Cate, Koval, Lloyd, & Christopher, 1983; Kury, Obergfell-Fuchs, & Woessner, 2004;
O’Leary & Sleep, 2003; Price & Byers, 1999).

Algunos de los estudios realizados hace ya más de una década, situaban las tasas
de prevalencia en referencia a la victimización en las parejas adolescentes en cifras que
van desde el 3% al 76% (Arriaga & Foshee, 2004; Deborah, Davidson, Rickert, &
Lessel, 2008; Howard, Wang, & Yan, 2007; Holt & Espelage, 2005; Katz, Carino, &
Hilton, 2002; O`Leary & Sleep, 2003). El estudio de Goncy, Farrell y Sullivan (2016),
muestra altas tasas de prevalencia tanto respecto a las víctimas como a los agresores,
pues apuntaba que el 40% de los y las adolescentes reportaba haber perpetrado
agresiones contra su pareja y alrededor del 50% admitía haber sido víctima de
agresiones. Así, encontramos un margen de prevalencia muy amplio pero que abarca
diferentes manifestaciones violentas como la violencia física, la sexual y la psicológica-
verbal. Es, de hecho, esta última es la que encuentra una mayor prevalencia entre los
adolescentes españoles (Rodríguez et al., 2013).

Esta violencia ha encontrado en las relaciones de pareja adolescentes una nueva


vía para perpetrarse. En este sentido recientes estudios (Celis & Rojas, 2015; López &
Prieto, 2014; Martín, Pazos, Montilla, & Romero, 2016; Yahner, Dank, Zweig, &
Lachman, 2015) alertan de que Internet y las Redes Sociales se han convertido en
nuevos canales para ejercer violencia de género en las parejas adolescentes y jóvenes
(Teen Dating Violence). Ya sea a través de la violencia directa, en la que la víctima es
aislada, controlada o desvalorizada en los espacios online; como indirecta, difundiendo
rumores o ridiculizando a la víctima en Internet (Muñiz, 2015; Muñiz & Cuesta, 2015).
Incluiríamos también, el acoso a través de los entornos virtuales o las interacciones
online los insultos, intimidaciones o abusos virtuales (Toldos, 2002 citado por Muñiz &
Cuesta, 2015). Así, tal y como se expresa en la Guía sobre el Ciberacoso como forma de

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Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

ejercer la Violencia de Género (Torres et al., 2014) este acoso virtual “tiene por objetivo
la dominación, la discriminación y, en definitiva, el abuso de la posición de poder”
teniendo en cuenta la existencia de una relación sentimental actual o pasada (p. 41).

En este sentido diversos estudios han evidenciado que las chicas toleran,
permiten e incluso no le conceden importancia a la violencia psicológica y de control,
que sus parejas masculinas ejercen a través de los medios tecnológicos (mensajería
instantánea o Redes Sociales entre otras) (Cantera et al., 2009; Meras, 2003). Los
resultados de la investigación realizada por Durán y Martínez- Pecino (2015) evidencian
cifras realmente preocupantes sobre esta realidad. Apuntan que el 57.2% y el 27.4% de
los y las jóvenes universitarios han sido víctimas de ciberacoso a través del móvil y de
Internet por sus parejas. Y entre el 47.6% y el 14% perpetró este acoso virtual contra su
pareja, mediante el teléfono móvil o Internet respectivamente. Cifras todavía más
alarmantes son las encontradas en la investigación de Reed, Tolman y Ward (2016), ya
que apuntan que el 74.1% de los y las jóvenes americanos/as ha sido víctima de algún
tipo de comportamiento de abuso digital a lo largo de su vida. También indica que el
69.5% de los chicos y chicas ha perpetrado este tipo de conductas en algún momento,
como por ejemplo mirar información privada de la pareja en su móvil u ordenador sin
su permiso o supervisar el paradero de la pareja.

El estudio de Martín et al. (2016) centrado en 511 adolescentes españoles de


entre 16 y 19 años, muestra que el 16.7% ha intercambiado en algún momento sus
contraseñas personales con su pareja y el 6.1% ha robado la clave de e-mail de sus
parejas. Asimismo, sus conclusiones señalaban que el 12% ha enviado mensajes
desprestigiando a su pareja y el 15.4% ha sido víctima de esta situación. En el mismo
sentido, entre el 6.2% y el 11.2% ha enviado y recibido mensajes amenazantes a o de la
pareja, respectivamente. Además muestran otro tipo de comportamientos violentos
hacia la pareja como colgar contenidos (imágenes, datos entre otros) que pueden
perjudicarla, grabar y difundir las relaciones sexuales (un 13.9% entre los de más de 18
años), o conductas de acoso a través de WhatsApp o Redes Sociales, control de las
amistades en las Redes Sociales entre otros similares.

Particularmente en referencia al Sexting, la Teen Dating Violence puede


ejercerse a través de la presión, la coerción u obligación sobre la pareja para enviar
material erótico y/o sexual por medio de las nuevas tecnologías o bien después de haber
participado de cualquier conducta de Sexting chantajear y extorsionar a la pareja con el

106
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

fin de conseguir los fines deseados, sean más sexts, mantener relaciones sexuales u otros
fines similares. Mejía-Soto (2014) incluso cataloga algunas de las conductas de Sexting
entre adolescentes como una forma de ejercer violencia sexual.

Los resultados del trabajo de la investigadora Smith-Darden et al. (2017),


revelan también cifras de la perpetración de las agresiones electrónicas entre parejas así
como de ciberstalking y Sexting coercitivo. En este sentido evidencia que la existencia
de la perpetración de las agresiones electrónicas en las parejas adolescentes, reportadas
fundamentalmente por los y las adolescentes más jóvenes de la investigación, así un
tercio de ellos y ellas manifiesta haber estado implicado/a en el acoso electrónico de su
pareja recientemente.

Por lo que la violencia en las relaciones de pareja adolescentes, y por tanto la


sextorsión, ejercida en los entornos virtuales se manifiesta puede tener
fundamentalmente dos manifestaciones, por un lado a través del acoso y el control y por
el otro a través de la presión o coerción para crear y difundir sexts. En este sentido los
resultados obtenidos por Wood, Barter, Stanley, Aghtaie y Larkins (2015) muestran la
relación directa entre los comportamientos relativos al envío y recepción de imágenes
sexuales y su asociación directa con la violencia interpersonal en parejas jóvenes.

1.4.1.2 Grooming

La problemática de los abusos sexuales a menores no tuvo demasiada visibilidad hasta


finales del siglo XIX. De hecho no fue hasta los años 60 de la mano de la segunda ola
del feminismo que se produjeron los cambios sociales y políticos necesarios para
abordar la existencia de los abusos sexuales a menores como un problema (Lameiras,
Carrera, Rodríguez, & Alonso, 2014). Un problema social que continúa siendo una
realidad silenciada, un problema que se trata de ocultar, fundamentalmente porque en
muchos casos los abusos suceden dentro de propia familia de la víctima o porque ésta
no lo denuncia o no tiene autonomía para hacerlo (Clemente, 2014). Sin embargo la
situación actual es algo diferente ya que, la preocupación social alrededor de esta
problemática se ha visto exacerbada en los últimos años, fundamentalmente por la
atención a los nuevos fenómenos para ejercer los abusos a menores a través de las
tecnologías, como el Gooming.

107
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

Existen varios términos para referirse al contacto y comunicación con fines


sexuales con niños y niñas menores no obstante, Grooming es el más común (Quayle &
Newman, 2016). El término Grooming hace referencia al fenómeno de
"engatusamiento" -traducción literal de la palabra anglosajona - a través de diferentes
artimañas con claras intenciones y solicitudes de carácter sexual por la persona
acosadora, adulta, hacia la víctima, uno o una menor (INTECO, 2009). Por tanto existe
desigualdad de poder entre víctima y agresor respecto a la edad y/o la madurez, en la
que el sujeto que perpetra el abuso objetiviza sexualmente a la víctima, sirviéndose de
una clara superioridad (Echeburúa & Guerricaechevarría, 2000).

En esta línea, Webster et al. (2010) delimitan este fenómeno como el proceso
por lo que una persona adulta entabla una amistad con un chico de 16 años o incluso
menos edad, con la finalidad de conseguir un contacto sexual online, a veces mismo con
la participación de webcams que permiten compartir la explotación con otros
abusadores de menores. Esta práctica puede extenderse a un encuentro físico con el o la
menor para cometer un abuso o agresión sexual. De hecho, no se puede considerar este
fenómeno como una nueva realidad, sino más bien la adaptación de los abusos sexuales
a los nuevos tiempos tecnológicos. Tal y como afirma Gillespie (2002) los entornos
virtuales ofrecen nuevas oportunidades para perpetrar abusos sexuales, no obstante no
son algo nuevo sino que el Grooming es la evidencia de una realidad que siempre ha
existido, pero ahora se produce a través de Internet. Ciertamente una realidad
preocupante a la luz de los datos disponibles, que revelan que el 18.9% de los y las
adolescentes españoles/as a veces y con frecuencia contacta con personas desconocidas
y el 3.15 lo hace con frecuencia (Alfaro et al., 2015).

Resulta necesario distinguir el Gromming del fenómeno que Kimberly,


Finkelhor y Wolak (2001) denominaron "solicitudes sexuales indeseadas online" que
consisten en peticiones para implicarse en actividades o conversaciones de carácter
sexual, provenientes de personas adultas, sin que estas tengan que necesariamente
seducir previamente a los y las menores. A pesar de que ambos fenómenos persiguen el
mismo objetivo, perpetrar el abuso sexual, sus tácticas se consolidan mediante
estrategias muy distintas; fundamentalmente porque el Grooming implica un proceso de
seducción o cortejo como preparación previa al abuso de un adulto a un/a menor
(Montiel, Carbonel, & Salom, 2014; Quayle, Löof, Soo, & Ainsaar, 2011). Es decir las

108
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

solicitudes sexuales indeseadas que describe Finkelhor, no implican que necesariamente


exista ese proceso de preparación antes de la perpetración del abuso.

Otro de los aspectos señalados por Montiel et al. (2014) que pueden ayudar a
establecer las líneas entre las ”solicitudes sexuales indeseadas” y el Grooming. En base
a los estudios revisados, habla de ciberacoso sexual y de ciberabuso sexual. En el primer
grupo incluye el proceso en el que un agresor, bien sea adulto o no, mediante
“estrategias agresivas, coercitivas y/o intimidatorias” (p. 208) consigue perpetrar el
acoso. En el segundo grupo se incluyen a los abusos perpetrados por una persona adulta
que de forma amistosa y cercana gestiona la relación con el/la menor con una finalidad
sexual.

En este sentido, el Grooming provoca una situación real de acoso sexual a


menores por parte de personas adultas a través de Internet, llegando en algunos casos, a
derivar en encuentros y agresiones físicas (Galence, 2011). De hecho, este tipo de
solicitudes online son las que se utilizan para perpetrar el Grooming, por lo que ambas
realidades aparecen entrelazadas en los entornos virtuales en los que los ciber
abusadores llevan a cabo sus ciber abusos a través de múltiples tácticas.

Las estrategias utilizadas por los ciber abusadores para conseguir sus objetivos
con los y las menores son múltiples y variadas. Suelen hacerse pasar por menores de
edad e introducirse en plataformas virtuales (Redes Sociales, foros entre otros) con
perfiles falsos que utilizan para establecer contactos con menores, para construir una
relación con la víctima y ganarse su confianza (Ashcroft, Kaati, & Meyer, 2015;
Whittle, Hamilton-Giachritsis, Beech, & Collings, 2013). Después a través de halagos,
sobornos e incluso amenazas los y las manipulan, mediante un proceso de “preparación”
en el que el fin último es el abuso sexual por parte de la persona adulta (Ashcroft et al.,
2015; Whittle et al., 2013). Estas interacciones online no suelen ser sexualmente
explicitas, al menos en los primeros momentos de las conversaciones y relaciones
virtuales; de hecho, tal y como afirma Bryce (2010), cuando la situación de
manipulación resulta evidente suelen utilizar estrategias coercitivas y amenazadoras
para continuar con la extorsión. Además puede afectar a cualquier niño o niña,
adolescente o joven que tenga acceso a la red y desarrolle en esta conductas inadecuadas
como proporcionar información personal o hablar con personas extrañas, por ejemplo
desde los 8 años de edad pueden ser ya víctimas potenciales (Kloess, Beech, & Harkins,
2014; Whittle et al., 2013).

109
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

El anonimato que ofrece la Red a los/as usuarios/as, les proporciona el escenario


idóneo para que los pederastas puedan acceder con mucha facilidad al contacto con
niños y niñas, de hecho según Kloess et al. (2014) la propia naturaleza de Internet
facilita la “desinhibición entre los usuarios y permite la expresión y compromiso en
diversas actividades sexuales” (p. 136).

Así, existen una serie de características de las potenciales víctimas de este tipo
de abuso señalas por Wolak, Finkelhor, Mitchell y Ybarra (2008). Estos autores hablan
de cuatro particulares fundamentales que suelen tener la mayor parte de las víctimas de
Grooming, de esta forma suelen ser niños, niñas y adolescentes de entre los 14 y los 17
años, tener conducta antisocial, una personalidad sumisa o complaciente o incluso
problemas de depresión con una personalidad reservada con dificultades para establecer
y gestionar relaciones fuera del entrono online. También pueden haber sufrido un
historial de abusos físicos y/o sexuales previos que buscan atención o ser niños, niñas o
adolescentes que se cuestionen su identidad u orientación sexual y busquen información
y respuestas en el espacio virtual. Respecto al género el autor habla de que las chicas
más proclives a ser víctimas de este tipo de abuso, son las que inician sus primeras
relaciones íntimas y sexuales a edades tempranas y lo hacen con personas con una gran
distancia en edad; así como aquellas que tienen problemas y conflictos grabes con sus
progenitores. Respecto a los chicos que suelen ser víctimas de este tipo de abuso, señala
que son aquellos que reviven una escasa o inexistente supervisión por parte de sus
progenitores de sus actividades online.

Hace casi 15 años que O’Connell (2003), estableció las seis etapas del proceso
de Grooming, no obstante habría que añadir la selección de la víctima y el método,
habitualmente en espacios virtuales en los que pueden contactar con menores y
haciéndose pasar por otro niño o niña con el fin de establecer contacto con una víctima.
Así la etapas son (Ver Figura 1.11): i. Etapa de formación de la amistad, en donde
profundiza en las conversaciones desde las más superficiales hasta las más íntimas,
pudiendo llegar a solicitarle ya fotografías íntimas; ii. Etapa de formación de la
relación, cuando dando un paso más en relación a la etapa anterior, se trata de
profundizar en la relación con la víctima, se intercambian opiniones y vivencias del día
a día y el adulto hará creer al niño o a la niña que es un gran amigo/a. Habitualmente se
intercala con la fase posterior; iii. Etapa de evaluación del riesgo, se trata del momento
en el que el adulto recoge información a través del niño o niña que le permita investigar

110
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

sobre la posibilidad de ser descubierto su contacto con este, bien sea por sus
progenitores o por otras personas que puedan descubrir el engaño; iv. Etapa de
exclusividad, en la que el adulto establece esa sensación de confianza con el o la menor
e insta a este a guardar la relación en secreto; v. Etapa sexual, referida a introducir en
las interacciones online preguntas y conversaciones de carácter íntimo, sexual o erótico,
que se irán desarrollando cada vez más hasta llegar a diálogos muy intensos; vi.
Progresión de la etapa sexual, en donde las conversaciones ya han pasado a niveles
sexuales elevados pudiendo incluso realizarse sexo online o intercambio de fotografías
y vídeos erótico sexuales, en este punto el ciber acosador puede presionar al o a la
menor para participar de estas conductas, sean esta una presión sutil, una coacción
evidente o un chantaje violento con los materiales que ya tiene en su poder. Tal y como
afirma Kopecký (2010, 2017) esta situación de manipulación tiene el objetivo de forzar
un encuentro cara a cara en el que se puede perpetrar el abuso sexual, que, incluso,
puede incluir la producción de material de pornografía infantil entre otros abusos.

1. Etapa de formación de la amistad

2. Etapa de formación de la relación

3. Etapa de evaluación del riesgo 4. Etapa de exclusividad

5. Etapa sexual
6. Progresión de la etapa sexual

ABUSO SEXUAL

Figura 1.11 Etapas del proceso de Grooming según O’Connell (2003).

En este sentido existen una serie de falsas creencias entre los y las adolescentes
señaladas por el equipo de Montiel et al. (2014, 2011) que contribuyen a la perpetración
del Grooming. La primera hace referencia a la creencia de los y las menores sobre que
para ellos y ellas es fácil detectar a los ciber agresores, lo que denominan como mito del
viejo en el parque. La segunda se refiere a la tendencia a creer que controlan la
situación, minimizando o normalizando situaciones de desequilibrio de poder entre ella
y ellos y la persona adulta, la denominada falacia de control. En tercer lugar hablan del
mito de la culpabilidad de la víctima e inmunidad masculina, pues creen que este tipo

111
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

de acoso solo lo sufren las chicas y además se culpabilizan a la víctima por no haber
detectado la situación de abuso. Finalmente denominan como mito de la invencibilidad
la percepción narcisista de que este tipo de situaciones no les van a suceder a ellos y
ellas. De forma que todas estas falsas creencias configuran el caldo de cultivo adecuado
para que los y las menores se expongan a este tipo de situaciones.

Las investigaciones sobre este fenómeno son todavía escasas, no obstante


permiten afirmar que afecta a un número significativo de niños y niñas pueden ser
víctimas de Grooming (Lorenzo-Dus, Izura, & Pérez-Tattam, 2016). En el ámbito
internacional se ha puesto de manifiesto que entre el 20% y el 32% de los y las menores
de entre los 9 y los 18 años recibe información y solicitudes sexuales a través de la red
que pueden acabar en situaciones reales de Grooming y por tanto de abuso sexual
(Shannon, 2008; Ybarra, Leaf, & Diener-West, 2004). De hecho se pone de manifiesto
que son los y las jóvenes de entre los 13 y los 15 años los y las más expuestos/as a este
tipo de acoso online (Mitchell, Finkelhor, & Wolak, 2005) Además es necesario
destacar que las chicas, así como los y las adolescentes con identidades y orientaciones
sexuales no normativas (LGTB-Q) son los colectivos con una mayor vulnerabilidad a
este tipo de abusos (Montiel et al., 2014)

En el caso de España, ya en el año 2002 se mostraban cifras preocupantes sobre


la perpetración del fenómeno del Grooming, pues en torno al 44% de los niños y las
niñas de entre los 10 y los 17 años manifestaba haberse sentido acosado/a sexualmente a
través de Intenet alguna vez (Protégeles, 2002). Estudios más recientes como el de
Garmendia (2012) mostraba cifras más bajas, situando en el 9% la prevalencia de la
recepción de los mensajes sexuales online en los/as niños/as de los 11 a los 16 años y
por tanto expuestos/as a las tácticas de Grooming.

En esta línea las cifras del estudio INTECO (2011) evidencia que en nuestro país
a pesar de ser uno de los riesgos que más preocupa a los progenitores, la incidencia del
Grooming es baja, pues sólo un 1% de los y de las menores afirman haber sufrido esta
situación. Estudios más recientes muestran que un 5.1% de los y las ha recibido
peticiones para hablar de sexo a través de las diversas tecnologías por parte de personas
adultas, un 4.3% ha recibido demandas de información sexual y un 2.7% (n= 13) recibió
solicitudes para realizar conductas sexuales (Villacampa & Gómez, 2016). Cifras
similares a las obtenidas por Pereda, Guilera y Abad (2014), que reportaban en
referencia a la victimización online de los y las menores un 6% en cuanto al acoso y un

112
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

8.4% en relación a las solicitudes sexuales online. En cuanto al género, la evidencia


empírica atestigua que las chicas suponen el género de mayor riesgo la hora de sufrir
Grooming, no obstante los chicos se quedan al margen de esta problemática debido a las
actitudes favorables que muestran hacia establecer relaciones online con personas
desconocidas (Livingstone, Haddon, Görzig, & Ólafsson 2011; Montiel et al., 2011).
Finalmente resta decir, que los y las adolescentes que han tenido contacto virtual con
personas desconocidas y que han sido “invitados” por estas personas a quedar
físicamente o han sufrido ciberacoso o amenazas, expresan que son situaciones muy
desagradables (Martínez et al., 2013).

1.4.4 Consecuencias legales

Las diferentes aportaciones de Sexting desde una perspectiva legal, tanto a nivel
internacional como nacional, ponen de manifiesto la desorientación a la hora de actuar
frente a los casos de Sexting, y a sus riesgos asociados. Los distintos ordenamientos
jurídicos de los países han ido adaptándose -o comienzan a hacerlo- a una realidad que
está presente en las dinámicas sociales, no sólo de los y las más jóvenes, sino también
de las personas adultas. Ya que los riesgos derivados de las conductas de Sexting
presentan múltiples singularidades, en el caso de quien crea y envía su propia fotografía,
video o incluso mensajes con contenido sexual y/o erótico, se habla de la doble faz de la
persona infractora, como víctima y como responsable de delito (Agustina, 2010; Reales,
2013). No obstante, es una obviedad que la difusión y circulación de los contenidos de
Sexting pueden derivar en un amplio rango de consecuencias legales (Korenis & Bates,
2014).

En el marco internacional se observa la regulación a través de figuras específicas


dentro de los ordenamientos jurídicos, de situaciones como el Sexting, Grooming y la
pornografía infantil virtual, que en definitiva giran en torno a los delitos contra la
libertad e indemnidad sexual o a la pornografía infantil, al tipificarse como material
pornográfico (Orts & Roig, 2014).

Con respecto a la situación legal del Sexting en el contexto internacional


diferentes aportaciones (Agustina, 2010; Schmitz & Siry, 2011) sobre la legislación del
Sexting en Estados Unidos, comentan las situaciones contempladas en los Códigos
penales de varios Estados de Estados Unidos que juzgan las prácticas de Sexting en

113
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

relación a la pornografía infantil, estos son: Arizona, Connecticut, Illinois, Louisiana,


Missouri, Nebraska, Dakota del Norte, Utah y Vermont. Agustina (2010) analiza el
estado de Florida, apuntando que su legislación tipifica como delito el simple hecho de
crear una imagen y/o vídeo en donde se documenten actividades sexuales y/o eróticas
llevadas a cabo por menores, pese a que se produzcan entre menores, con
consentimiento y que no se produzca difusión a terceras personas. En la misma línea
también señala que en el estado de Vermont se prohíbe a los y las menores recurrir a
medios de comunicación electrónica para enviar a otras personas imágenes visuales
“indecentes” de sí mismos/as sin que se hayan visto sometidos a algún tipo de engaño o
chantaje para hacerlo; de hecho impide a cualquier persona la mera posesión de este
tipo de contenidos. En lo concerniente al estado de Nebraska, comenta que no es un de
delito la posesión de fotografías sexuales de un/una menor de otro/as menor, siempre
que se cumplan tres premisas; la primera, que se trate sólo de un o una única menor, la
segunda, que las imágenes fueran captadas sin hacer uso de la fuerza o de la
intimidación; y la terca condición indispensable para que no sea un delito que esas
fotografías no fueran difundidas a otras personas. Actualmente existe ya un gran
número de estados que recogen en sus legislaciones medidas particulares sobre el
fenómeno del Sexting (Mendoza, 2013).

Con respecto a la situación legal del Sexting en el contexto nacional, algunas


aportaciones (Orts & Roig, 2014) señalaban la necesidad de replantear los artículos
relativos al material pornográfico. De hecho nuestro ordenamiento jurídico hasta hace
bien poco, con la modificación del artículo 197.7 del Código Penal, no contemplaba
respuesta a las situaciones de Sexting. Por tanto, podía recurrirse a otras figuras en
función de la casuística concreta de cada caso particularmente. Así, tal y como explica
Martínez Otero (2013) la difusión de contenidos de Sexting sin el consentimiento de la
persona o personas de sus protagonistas vulnera: el derecho a la intimidad personal, el
derecho a la propia imagen, el derecho al honor y derecho a la protección de datos de
carácter personal de la Constitución Española (1978).

El derecho a la intimidad personal establece un “ámbito personal y reservado


frente a la acción y el conocimiento de los demás necesario para mantener una calidad
mínima de vida humana” (STC 57/1994 en Martínez-Otero, 2013, p. 4). De igual
manera, el derecho a la propia imagen y el derecho al honor, vienen recogidos en la
Declaración Universal de los Derechos Humanos así como en el Código Penal Español,

114
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

y tal y como establece el artículo tercero son derechos “irrenunciables, inalienables e


imprescriptibles”. Partiendo de esta idea, se entiende que la difusión o reenvío de
cualquier contenido (imágenes, vídeos y/o textos) lesiona el derecho a la intimidad, a la
propia imagen y al honor, ya que se exhibe públicamente una faceta de su ámbito
personal y privado.
Con respecto al derecho a la intimidad, tal y como explica Sánchez (2017) tiene
un lado positivo y otro negativo. El primero se refiere al control sobre la información
que implica a uno/a mismo/a; mientras que el segundo hace referencia a la protección de
los ámbitos privados excluyendo a terceras personas. No obstante, los espacios virtuales
y medios tecnológicos, según lo expuesto por Sánchez, (2017) “han supuesto un
escenario novedoso donde la repercusión de la vida privada en la esfera comunitaria ha
experimentado un extraordinario desarrollo”. (p. 195)
Además, es necesario mencionar que la publicación de contenidos erótico
sexuales de una persona sin su autorización puede considerarse difamación y afectar
fuertemente la imagen pública y la reputación o consideración social y, finalmente,
verse profundamente lesionado el derecho al honor de las personas implicadas
(Agustina, 2010; Martínez-Otero, 2013).
Otro aspecto hace referencia al derecho del olvido de los datos publicados en la
Red, que tal y como explica Jordá (2014) responde a una situación que puede afectar
directamente al derecho al honor, a la intimidad personal y familiar, así como a la
imagen y a la dignidad de las personas. Un derecho que ampara a las personas que han
expuesto de forma voluntaria determinados contenidos en la Red, o que han sido
víctimas de la difusión de estos contenidos de forma involuntaria y tienen derecho a
solicitar la retirada de los mismos de la circulación virtual.
Además, es preciso tener en cuenta también, que en el caso de que la persona
víctima de los contenidos difundidos (imágenes, vídeos o textos) a través de cualquier
medio telemático o de la Red sea una mujer, puede constituir una situación de violencia
de género. De hecho, si tenemos en cuenta que la violencia de género –y por tanto
también la Teen Dating Violence- abarca un amplio y variado abanico de
manifestaciones, desde las agresiones físicas hasta la violencia psicológica; los
comportamientos que se realicen mediante los medios y espacios virtuales con el fin de
humillar, desacreditar, inferiorizar o, en definitiva, ejercer algún tipo de violencia hacia
una mujer dentro de una relación de pareja o expareja, son indiscutiblemente hechos
constitutivos de violencia de género (Pintos & Alonso, 2015).

115
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

En esta dirección, en atención a los derechos fundamentales de las personas


víctimas, es decir los y las protagonistas de los sexts, Martínez Otero (2013) argumenta
que uno de los elementos determinantes a tener en cuenta es la voluntariedad inicial de
la producción y envío de las imágenes, vídeos y/o textos. No obstante, se han valorar
algunas consideraciones a esta asumida voluntariedad de las conductas de Sexting. Si el
material sexual y/o erótico ha sido tomado de forma voluntaria o consentida, o si, por el
contrario, ha sido tomado u obtenido sin el consentimiento de la víctima, y por tanto ha
sido sustraído o crackeado. Asimismo, es también objeto de análisis en esa
voluntariedad, la participación voluntaria en la creación de la imagen, vídeo o textos
erótico sexual, pero no de su difusión o exposición. Conjuntamente, será necesario tener
en cuenta si se puede identificar a la/s persona/s que aparecen en la imagen, el vídeo o
cualquier tipo de material de Sexting, pues esto puede determinar el grado en el que la
víctima ve afectado su derecho al honor y a la intimidad. Y finalmente, el autor también
señala como aspecto importante en la valoración legal de las consecuencias del Sexting
la edad de quien/es protagonicen el material y de quien la envía, reenvía o posee. Serán
estos factores los que intervendrán en la consideración de una situación determinada
como delito y en las responsabilidades de quienes participan en el proceso; ya que la
creación e intercambio de materiales sexuales protagonizados por menores constituyen
delito de pornografía infantil. Además, será necesario tener en cuenta la participación de
la víctima y la causa entre la producción de sexts y el daño psíquico producido
(Agustina & Montiel, 2016). En este sentido es necesario dar respuesta de forma
particular a las nuevas conductas virtuales que puedan vulnerar los derechos
anteriormente descritos.
Si bien es cierto que el concepto de intimidad se ha alterado en los espacios
virtuales, se han incorporado nuevos delitos en el Código Penal, a fin de proteger la
intimidad de las personas (Sánchez, 2017). El aumento de los casos de Sexting y la
difusión mediática de alguno de ellos han hecho necesario establecer nuevos matices en
la jurisprudencia española (Martínez-Otero, 2013). De esta forma, en la modificación
del artículo 197 del Código Penal y la consecuente incorporación del artículo 197.7, se
introduce un nuevo apartado referido a proteger la intimidad personal de los y las
adolescentes, jóvenes y/o personas adultas. En cuanto a la difusión, se establece que
para la reprobación legal de ésta, ha de ser difundida sin consentimiento. El artículo
establece literalmente que:

116
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

Será castigado con una pena de prisión de tres meses a un año o multa de seis a
doce meses el que, sin autorización de la persona afectada, difunda, revele o
ceda a terceros imágenes o grabaciones audiovisuales de aquélla que hubiera
obtenido con su anuencia en un domicilio o en cualquier otro lugar fuera del
alcance de la mirada de terceros, cuando la divulgación menoscabe gravemente
la intimidad personal de esa persona. (p. 27125)
Además, el artículo 185 estipula pena de prisión o multas, para las personas que
lleven a cabo comportamientos exhibicionistas delante de menores o incapaces y
también si obligan a llevan a cabo este tipo de conductas a una tercera persona.
Adicionalmente, el artículo 186, agrega el delito de provocación, al castigar a la persona
que venda, difunda o exhiba material pornográfico entre menores con penas de prisión o
multa. Finalmente, el artículo 189, regula los casos de pornografía infantil, elaboración,
posesión, distribución y estipula penas de prisión de uno a cinco años. También el
artículo 197 se encuentra relacionado, imponiendo penas de prisión o multa a aquellas
personas que vulneren la intimidad de otra/as expiando mediante el uso de dispositivos
tecnológicos de voz o imagen y obtenga materiales personales como cartas o correos
electrónicos.
De igual manera, los y las menores también ven afectados sus derechos por estas
situaciones, que además han de ser tenidos especialmente en cuenta debido a su
condición de personas en desarrollo psico-socio-emocional. En esta dirección en el caso
de que las prácticas de un Sexting se hagan públicas se aplicará la Ley Orgánica 5/2000
o Ley del Menor, que estipula sanciones en función de la gravedad de la conducta
delictiva que incluyen amonestaciones, servicios comunitarios o internamiento en
Centros de Menores. No obstante, las reformas introducidas en el 2015 en el Código
Penal elevan la edad de protección de los y las menores en España, de los trece a los
dieciséis años, por lo que no sólo los niños y niñas se ven especialmente protegidos/as
sino también los y las adolescentes (Dolz, 2016).
También es preciso tener en cuenta la Ley Orgánica 1/1982, de 5 de mayo, de
Protección Civil del Derecho al Honor, a la Intimidad Personal y Familiar y a la Propia
Imagen y la Ley Orgánica 1/1996, de 15 de enero, de Protección Jurídica del Menor.
Según explican Martínez-Otero y Boo (2012) ambas regulan y desarrollan el ejercicio
de los derechos de los y las menores , tratando de resolver si los/as menores pueden
consentir la producción, emisión, difusión o recepción de imágenes con contenidos en
Sexting. En definitiva y en relación a las prácticas de Sexting y los/as menores de edad,

117
Tecnologías de la información, la comunicación y la socialización

se trata de tal y como expresa Agustina (2010), establecer medidas legales que tengan
como fin protegerlos/as a través de dos vías fundamentales “evitar la producción de
pornografía infantil y proteger la denominada autodeterminación sexual de los/as
menores” (p.4).
En conclusión, las personas involucradas en las prácticas de Sexting pueden sufrir
consecuencias legales e incluso penales, pudiendo ser acusadas de: producción,
posesión y/o distribución de pornografía infantil, corrupción de menores, vulneración
del derecho al honor y a la propia imagen, difusión ilícita de datos personales (la imagen
es considerada un dato personal). Además aquellos/as menores de edad que de la misma
forma se vean implicados/as en este tipo de conductas, pueden ser sancionados/as con
medidas reeducativas de servicios a la comunidad e incluso de internamiento en centros
educativos en régimen cerrado o semi-cerrado.

118
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

CAPÍTULO 2

EL FENÓMENO DEL SEXTING: ESTADO DE LA CUESTIÓN

_________________________________________________________

119
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

120
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

El estudio del fenómeno del Sexting se ha plasmado en la apertura de una nueva línea
de investigación en el contexto de las ciencias sociales, que ha cristalizado en varios
estudios sobre la prevalencia del fenómeno. No obstante, la investigación científica
también se ha ocupado de establecer la relación entre las actitudes hacia el Sexting y los
comportamientos, así como la relación de las conductas de Sexting con las variables
sociodemográficas u otras variables determinantes en el estudio del Sexting como las
motivaciones para la realización de la conducta o la orientación sexual.

A lo largo de este capítulo se abordará la descripción de las actitudes hacia el


Sexting y los comportamientos. En primer lugar, se plasma la aproximación a las
actitudes hacia el Sexting, detallándose la aproximación conceptual a las actitudes así
como a las teorías actitudinales, que han sido la base de las principales investigaciones
sobre actitudes hacia el Sexting. Posteriormente se indican los principales instrumentos
y escalas, desarrolladas hasta el momento para medir las actitudes hacia el Sexting.
Después, se relatan las diferentes investigaciones sobre actitudes hacia el Sexting desde
el enfoque cuantitativo tanto con personas adultas como con adolescentes. Asimismo,
también nos adentramos en el análisis de las investigaciones de teorías actitudinales
desde el enfoque cualitativo, no obstante se hace necesario destacar que son muy pocos
los estudios desarrollados desde esta perspectiva metodológica.

En relación al segundo apartado y siguiendo la misma organización, se detallan


las investigaciones sobre comportamientos de Sexting más relevantes desarrolladas
hasta el momento. Inicialmente, se enumeran y describen los principales instrumentos y
escalas utilizados en las investigaciones sobre el fenómeno del Sexting. A continuación
se abordan las principales investigaciones que arrojan luz sobre las cifras de prevalencia
en muestras con personas adultas. Detallando, por un lado, los estudios realizados en el
marco internacional, y por el otro lado aquellos que se han desarrollado en el marco
nacional. Además se distingue, entre los diferentes enfoques metodológicos, abordando
las investigaciones cuantitativas y las cualitativas. Posteriormente, se exponen los
estudios realizados con adolescentes y que nos permiten descubrir las tasas de
prevalencia en este grupo etario. Del mismo modo, se relatan primeramente las
investigaciones dentro del contexto internacional y posteriormente las realizadas dentro
de nuestras fronteras. Diferenciando también entre aquellas que parten de una premisa
metodológica cuantitativa, de las que tienen un enfoque cualitativo.

121
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

2.1 ACTITUDES HACIA EL SEXTING

Las actitudes hacen referencia a la disposición o tendencia psicológica que una persona
expresa, de forma más o menos explícita y/o evidente, a través de una respuesta
valorativa (sea cognitiva, afectiva o conductual) (Eagly & Chaiken, 1992; Lameiras,
1997). Esta disposición o tendencia, viene determinada por las experiencias vividas que
le sirven de guía y se visibilizan a través de las expresiones verbales o el continuum de
comportamientos en relación al tema (Galimberti, 2002). Así, tal y como afirma
Galimberti (2002) las actitudes tienen un valor “hipotético”, debido fundamentalmente a
que no pueden ser observadas directamente, solo deducidas a través de lo que las
personas dicen y hacen.

En esta dirección, el término actitud hace referencia a la tendencia psicológica


aprendida, que provoca en las personas juzguen aprobando o desaprobando algo, sea un
tema o una conducta (Eagly & Chaiken, 1993; Fishbein & Ajzen, 1975, Lameiras, 1997;
Pratkanis, 1989). El estudio de las actitudes ha derivado en dos teorías, la Teoría de
Acción Razonada (TRA) y la Teoría de Conducta Planeada (TCP).

La Teoría de la Acción Razonada (TRA) fue desarrollada por Fishbein y Ajzen


(1975) y se centra en establecer la relación entre las actitudes y la realización de la
conducta. Estos autores parten de las ideas expuestas en las investigaciones de Dulany
(1961, 1968), que demostraron que una respuesta reforzada de forma positiva
correlaciona de forma positiva con la intención de realizarla, mientras que si es
reforzada negativamente la correlación con las intenciones de llevarla a cabo serán
negativas. Partiendo de esta hipótesis y teniendo en cuenta la importancia de las
intenciones en la realización de las conductas (Fishbein, 1967) se puede afirmar que “las
actitudes inciden sobre las conductas a través de los efectos sobre las intenciones”
(Lameiras, 1997, p. 87). Es decir, a pesar de que no se puede establecer una relación
directa de causa-efecto entre actitudes y comportamientos, sí podemos afirmar que las
actitudes funcionan como predictoras de éstos. Además, este modelo incorpora la norma
subjetiva a la ecuación de predicción de una conducta, es decir añade las ideas que las
personas tienen sobre las normas sociales en torno a ese comportamiento (Ajzen, 1988);
éstas “normas” pueden ser el reflejo de las actitudes de otras personas hacia la conducta,
como por ejemplo personas que sean de algunas formas influyentes o relevantes en su
vida, o incluso que gocen de prestigio social (Hudson & Fetro, 2015). Así, las normas
subjetivas y las actitudes hacia la realización de las conductas, sean positivas o

122
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

negativas, determinan la intención del sujeto para la realización de la conducta y por


consiguiente, determinan la conducta en sí misma (Fishbein & Ajzen, 1975).

Un paso más allá de la acción razonada emerge la Teoría de Conducta Planeada


(TBP), incluyendo una variable más en el modelo de relación intención-conducta: el
control. Esta extensión de la Acción Razonada se desarrolla a través de las aportaciones
de Ajzen (1985, 1987, 1991) y Ajzen y Madden (1986) que indican que es necesario
considerar el control conductual percibido por las personas, en la realización de una
conducta. De esta forma, junto con la actitud hacia la realización del comportamiento y
la creencia sobre las normas sociales (norma subjetiva) es necesario tener en cuenta la
estimación del control que la persona realiza sobre dicho comportamiento. En esta
dirección, tal y como señalan Ajzen y Madden (1986) su teoría y por ende el “control
conductual percibido” tienen una profunda relación con las ideas defendidas por
Bandura (1977, 1982, 1986) sobre la autoeficacia de las personas ante la realización de
una determinada conducta.

En definitiva, el estudio de las actitudes a través de la Teoría de Acción


Planeada y la Teoría de Conducta Planeada evidencia la importancia y el nexo de unión
entre actitudes y comportamientos futuros. Ponen de relieve la importancia de la
variable actitud a la hora de predecir la ejecución de los comportamientos; no obstante,
informan que también existen otras variables importantes. Es más, tal y como señalan
Carpi y Breva (2001) los comportamientos de las personas pueden no estar sujetos al
raciocinio, ni a conocimientos previos y venir determinados simplemente por
sentimientos o impulsos.

De este modo, al igual que han surjido estudios sobre la relación entre actitudes
y la normal moral y la intención de iniciar las relaciones sexuales en la adolescencia
(ver p.ej. Ferrad, Quevedo, Paredes, & Moreno, 2013); se hace necesario indagar en las
actitudes hacia al Sexting para determinar la relación de estas con los comportamientos
que se llevarán a cabo, con el fin de establecer la relación positiva o negativa entre
actitudes hacia el Sexting y comportamientos de Sexting de los y las jóvenes. En esta
dirección, tal y como veremos a lo largo de este apartado, han sido varias las
investigaciones que han fijado su atención en el estudio de las actitudes hacia el Sexting
con el fin de establecer la predisposición de las personas a llevar a cabo conductas de
Sexting, incorporando en algunos casos otras variables que pueden ayudar a predecir las
conductas de Sexting.

123
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

Resulta fundamental analizar las actitudes hacia el Sexting de personas adultas y


adolescentes, dado que esto podría ayudar a comprender las motivaciones del
comportamiento y así trabajar en la prevención de sus riesgos y consecuencias. Por ello,
realizaremos una revisión acerca de los estudios que hasta el momento han indagado en
la relación entre actitudes y comportamientos de Sexting. En primer lugar, se abordan
los principales instrumentos desarrollados hasta el momento para medir las actitudes
hacia el Sexting. Posteriormente mencionaremos aquellas investigaciones cuya muestra
de estudio se corresponde con la población adulta, y a continuación analizaremos las
investigaciones sobre actitudes hacia el Sexting en población adolescente. Finalmente se
detalla la relación existen entre las actitudes hacia el Sexting y otras variables
importantes en el estudio del fenómeno del Sexting.

2.1.1 INSTRUMENTOS DESARROLLADOS PARA MEDIR LAS ACTITUDES


HACIA EL SEXTING

Aunque el estudio de las actitudes hacia el Sexting es relativamente reciente se han


desarrollado diversas escalas a nivel internacional; sin embargo, no existen instrumentos
validados que permitan la comparación clara en diversas poblaciones, ni en el contexto
internacional, ni en el nacional. A pesar de esto, existen algunos materiales que sirven
para evaluar las actitudes hacia el Sexting.

Diversos estudios se limitan a realizar cuestiones directas para dilucidar las


actitudes positivas o negativas hacia el envío, recepción o reenvío de materiales de tipo
sexual y/o erótico (ver Tabla 2.1a y 2.1b). Una de las primeras investigaciones sobre
actitudes hacia el Sexting es la llevada a cabo por Woolard (2011) y evaluaba las
actitudes hacia el Sexting preguntando directamente si “¿Consideras el Sexting
entretenido?” y también si “¿Permite el Sexting a los individuos sentirse cómodos antes
de las relaciones sexuales?. No obstante, investigaciones recientes también utilizan
preguntas directas con el fin de indagar en las actitudes hacia el Sexting. Así, el estudio
de Garcia et al. (2016) preguntaba a los/as participantes si el Sexting podía perjudicar su
reputación, carrera, autoestima y relaciones/amistades. Esta tendencia de hacer
preguntas directas también la encontramos en los estudios españoles, como la

124
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

investigación con adolescentes INTECO (2010). Otras investigaciones crean escalas con
ítems positivos o negativos hacía ésta práctica (ver Tablas 2.1a y 2.1b).

En esta dirección, a pesar de que el estudio de las actitudes hacia el Sexting es


relativamente reciente, se han aportado diversas escalas a nivel internacional, pero
ninguna ha sido validada en población española. Entre las escalas desarrolladas se
encuentran las dos escalas del National Campaign to Prevent Teen and Unplanned
Pregnancy (2008) con una escala de respuesta tipo Likert. La primera es relativa a las
actitudes sobre los comportamientos personales y está compuesta por 10 adjetivos para
describir el Sexting, cinco de los cuales son positivos (coqueto, caliente, excitante,
gracioso e inofensivo) y otros cinco negativos (asqueroso, patético, estúpido, peligroso
e inmoral). La segunda escala hace referencia a las actitudes hacia los comportamientos
de Sexting de las demás personas, compuesta por 13 adjetivos para describir las
conductas de Sexting de las demás personas, siete de ellos positivos (coqueto, caliente,
valiente, seguro, cool, gracioso y cachondo) y seis negativos ( asqueroso, patético,
estúpido, desesperado, inmaduro e inseguro). Sin embargo no se presentan las
propiedades psicométricas de ninguna de las escalas.

Esta escala (NCPTUP, 2008) ha sido adaptada por Hudson (2011) con una
versión final de 19 ítems. Con una escala de respuesta tipo Likert de (0) “Fuertemente
en desacuerdo” a (4) “Fuertemente de acuerdo”. A pesar de que no presenta información
sobre su validez y fiabilidad, esta versión de 19 ítems fue nuevamente utilizada por
Hudson y Fetro (2015). Con la misma escala de respuesta, presentan a los y las
participantes un conjunto de adjetivos que han de utilizar para describir las conductas de
Sexting, sus opiniones sobre las personas que llevan a cabo comportamientos de Sexting
y las actitudes hacia las consecuencias del Sexting. No obstante, tampoco ofrecen datos
sobre las propiedades psicométricas de la escala.

También ha sido adaptada al contexto koreano por Lee et al. (2016), que han
creado una Escala de Actitudes hacia el Sexting que practican las amistades. Dicha
escala consta de 6 ítems, como “Pienso que mis amistades que hacen Sexting creen que
el Sexting es guay” o “Pienso que mis amistades que hacen Sexting son valientes”;
alcanzando un Alpha de Cronbach de .83. No obstante, no presentan más información
psicométrica de la escala.

La escala desarrollada por Ferguson (2011) con 5 ítems, en los que se les pedía
cuanto estaban de acuerdo o en desacuerdo con los enunciados presentados. A pesar de
125
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

que no ofrece todos los ítems que compone la escala, si aporta dos ejemplos de ellos:
“Enviar fotografías desnudas de mí mismo a otras personas tiene demasiados riesgos '' o
“Enviar fotografías desnudas de mí mismo podría ser emocionante o divertido ''.
Además la escala ha obtenido un Alpha de Cronbach adecuado (α = .77). Ese mismo
año Henderson y Morgan (2011), desarrollan la escala de actitudes hacia el Sexting que,
a través de dos subescalas mide las opiniones sobre el envío/publicación de imágenes
desnuda o semi-desnuda (6 ítems) y las actitudes hacia el envío de textos sexualmente
sugestivos (6 ítems). Pero no aportan datos sobre la consistencia de la escala.

La escala Sextpectancies de Dir et al. (2013a, b) que mide dos factores: las
actitudes positivas y actitudes negativas relacionadas con el envío de contenido de
Sexting (Sending Positive and Negative Expenctancy Scale) de 26 ítems; y las actitudes
positivas y actitudes negativas relacionadas con la recepción de contenido de Sexting
(Reciving Positive and negative Expenctancy scale) de 22 ítems. Utilizada con
posterioridad por Dir y Cyders (2015) en este caso utilizaron una adaptación de 36
ítems, respecto del envío de sexts sexuales (6 ítems), sentimiento positivo (5 ítems),
sentimiento negativo (7 ítems); y respecto a la recepción de sexts sexuales (4 ítems;),
sentimiento positivo (6 ítems), sentimiento negativo (6 ítems). Dicha escala obtuvo un
Alpha de .82 a .90.

Más recientemente, Walrave, Heirman y Hallam (2014) desarrollaron una escala


en la que se miden las actitudes hacia el Sexting mediante una escala diferencial
semántica con tres ítems. Posteriormente Walrave et al. (2015) aumentaron dicha escala
a 5 ítems. En la versión de 2014, utilizan tres ítems diferenciales en los que los y las
participantes han de catalogar los comportamientos de Sexting en Ítem 1: “No gracioso”
o “Muy gracioso"; ´Ítem 2: “Estúpido” o “Muy inteligente”; Ítem 3: “Nada agradable” o
“Muy agradable”. Esta escala obtuvo un Alpha de .86. En la versión de la investigación
de 2015, añadieron dos ítems también diferenciales, un 4º Ítem: “Dañino” o “No
dañino” y un 5º Ítem: “Anormal” a “Normal”. La escala obtuvo un Alpha de .90.

La escala creada por McCabe y Johnston (2014) consta de tres ítems para medir
las actitudes de los y las participantes sobre determinados comportamientos de Sexting
que pueden considerar legales o ilegales. Los ítems emergen de los escenarios que han
sido declarados ilegales por las cortes estadounidenses, y son: Ítem 1 “Una profesora de
instituto envía fotografías desnuda a un estudiante de 15 años”; Ítem 2 “Una chica de 16
años envía fotos desnudas a su novio de 17 años. Más tarde esa noche, él la envía a

126
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

otras personas de su lista de contactos”; Ítem 3 “Un chico de 13 años envía fotos de sus
genitales a varias compañeras de clase”. No obstante, no ofrecen información sobre las
propiedades psicométricas de la escala.

Samimi y Alderson (2014) utilizan como punto de partida la escala de


Weisskirch y Delevi (2011) añandiendo 30 ítems más específicamente diseñados para
su estudio. Resultando una escala de 47 ítems que dividen en seis factores, el primero es
“Apertura a la sexualidad”, compuesto por 9 ítems y obtiene una consistencia interna de
.82; el segundo “Entretenimiento y relaciones” lo forman 7 ítems ( = .86); el tercer
factor “Control y prevención” está formado por 7 ítems que alcanza una consistencia
interna de .77; el cuarto factor “Publicación y expectativas” con 5 ítems obtiene un
Alpha de .75; y el sexto factor “Legalidad” está formado por un total de 4 ítems y
alcanza una consistencia interna de .61.

Más recientemente Lim, Vella, Horyniak y Hellard (2016) han desarrollado una
escala para medir las actitudes hacia el Sexting compuesta por un total de 7 ítems;
como: “La mayoría de la gente de mi edad sextea regularmente”, “Creo que el Sexting
debería ser ilegal para la gente de menos de 18” o “Si alguien con el que acabo de
empezar a ver me envía un sext. Yo podría enseñárselo a mis amistades”. Sin embargo,
no presentan la información psicométrica de la escala.

Lion y Cheng (2017), desarrollaron lo que denominan la “Sexting Attitude


Measured” compuesta por un total de 15 ítems. Con esta escala miden las actitudes
hacia el Sexting a través de 7 ítems (α=.94), la norma subjetiva mediante 3 ítems
(α=.79) y la autoeficacia a través de 3 ítems (α=.79) a modo de ejemplo “Si yo quiero,
puedo enviar fácilmente fotos desnudo/a a través del móvil o de internet alguien que
conozco; y finalmente para evaluar la percepción de control aplican 2 ítems que
obtienen un Alpha de .66. Conjuntamente en este año el equipo de Van-Ouytsel, Ponnet,
Walrave y d’Haenens (2017) desarrollaron dos escalas para medir las actitudes hacia el
Sexting, la primera hace referencia al Sexting con la pareja afectiva (α=.93), mientras
que la segunda se refiere a las prácticas de Sexting con alguien más que con la pareja.

Estas escalas, en su mayoría, no disponen de rigurosos estudios de validez que


avalen su utilidad, parten de una definición de Sexting demasiado restrictiva, son
demasiado largas o no especifican el tipo de mensaje de Sexting (foto, texto o vídeo)
que se envía o se recibe. Por lo tanto, analizadas las diferentes escalas que miden las

127
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

actitudes hacia el Sexting, se ha seleccionado para la presente investigación el


instrumento elaborado por Weisskirch y Delevi (2011). Esta escala está compuesta por
17 ítems divididos en tres factores, el Factor I “Divertido y despreocupado” está
compuesto por 7 ítems y obtiene una consistencia interna de .89; el Factor II
“Percepción de Riesgo” está formado por 5 ítems y obtienen una consistencia interna de
.82; y el Factor II “Expectativas Relacionales” con 5 ítems obtiene un Alpha de .78.

2.1.2 INVESTIGACIONES SOBRE ACTITUDES HACIA EL SEXTING

Son varias las investigaciones que al evaluar el fenómeno del Sexting centran su foco de
estudio en las actitudes hacia el Sexting. Precisamente teniendo en consideración el gran
papel de estas en la realización de las conductas, trabajos como el de Samimi y
Alderson (2014) ponen de manifiesto la importancia de investigar en las actitudes hacia
el Sexting a la hora de predecir el comportamiento. A continuación, se abordan las
principales investigaciones sobre actitudes hacia el Sexting en personas adultas y
adolescentes, para finalizar el apartado estableciendo la relación entre las actitudes hacia
el Sexting y otras variables.

2.1.2.1 Actitudes hacia el Sexting en personas adultas

Centrándonos en analizar las investigaciones sobre actitudes hacia el Sexting en la


población adulta, se han encontrado un total de 14 estudios de corte empírico que
centran su atención en este tema, todos ellos realizados en el contexto internacional. La
mayoría de las investigaciones analizadas, apuntan en sus resultados una relación
positiva entre actitudes y conductas de Sexting.

Algunas investigaciones (Dir, Coskunpinar, Steiner, & Cyders, 2013; Dir &
Cyders, 2015; Hudson, 2011; NCPTUP, 2008; Weisskirch & Delevi, 2011) muestran
actitudes ambivalentes hacia las prácticas de Sexting. En este sentido el estudio The
National Campaing to Prevent Teen and Unplanned Pregnancy (NCPTUP) (2008),
apuntaba que las personas manifestaban actitudes positivas hacia el Sexting al
considerarlo coqueto (75%), caliente (55%), excitante (59%), divertido (56%) e
inofensivo (27%); pero también presentaban actitudes negativas pues creían que el
practicar Sexting era asqueroso (39%), patético (42%), estúpido (57%), peligroso (67%)
e incluso inmoral (40%).

128
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

La misma tendencia de la ambivalencia en las actitudes hacia el Sexting se


evidencia en el estudio de Hudson (2011), muestra que los y las participantes a pesar de
ser conscientes de las consecuencias de Sexting manifestaban actitudes favorables y
positivas. Por un lado, el 58.4% expresaban que las práctica de Sexting suponen riesgo
o resultan peligrosas, e incluso, en más del 70% de los casos afirman que les podría
ocasionar consecuencias nocivas. Conjuntamente, son conscientes de que en muchos
casos las imágenes o textos con contenido erótico/sexual pierden la connotación de
privacidad y son vistas por un número potencialmente ilimitado de personas, un 81% así
lo manifestaba en el caso de las fotografías y un 76% en el caso de los mensajes. Por
otro lado, en torno al 30% no considera la práctica de Sexting gran cosa, restándole
importancia. En este sentido, apuntaban que en muchos casos consideraban el Sexting
como algo "emocionante" y "caliente", en el 52.8% y 51.1% de las situaciones
respectivamente. E incluso tomando parte de la relación de coqueteo en casi el 71% de
los casos. Igualmente, la reciente investigación de Dir y Cyders (2015) indica que, a
pesar de que las o los jóvenes piensan en las consecuencias negativas de las prácticas de
Sexting, los comportamientos son igualmente frecuentes.

Los resultados de otras investigaciones evidencian actitudes positivas hacia las


prácticas de Sexting en hombres y mujeres (Henderson & Morgan, & Morgan, 2011;
Hudson, Fetro, & Ogletree, 2014; Woolard, 2011). Así, Woolard (2011) apunta que casi
la mitad de sus participantes considera el Sexting entretenido (49.5%). En esta línea se
encuentran los resultados de la investigación de Ferguson (2011), que evaluaba las
actitudes positivas o negativas hacía la práctica de Sexting en un grupo de mujeres,
mostraba que la mayoría de ellas consideraban el Sexting como una práctica interesante
dentro de su vida sexual. De hecho, indicaba que los comportamientos de Sexting
correlacionan significa y positivamente con placer en el sexo y con las actitudes
positivas hacia el Sexting.

En el mismo sentido de actitudes positivas, el estudio realizado por Woolard


(2011) apuntaba que el 47.4% está de acuerdo con que el Sexting hace que se sientan
cómodos/as antes de la actividad sexual. Los resultados de Hudson, Fetro y Ogletre,
(2014) ponen de manifiesto que a pesar de que los y las participantes tienen actitudes
favorables al Sexting, consideran más peligroso enviar sexts de fotografías que de
textos. Más recientemente, Dir y Cyders (2015) comprobaron que las expectativas hacia
el Sexting relacionadas con el sexo, están fuertemente asociadas con los

129
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

comportamientos de Sexting a través del teléfono. Al igual que la búsqueda de


sensaciones, que también se asocia positivamente con las conductas de Sexting.

En contraposición, los resultados de la investigación realizada por McCabe y


Johnston (2014) demuestran actitudes negativas hacia el Sexting. Sus resultados
apuntan que, el 92% de sus participantes considera que las mujeres que envían fotos
desnudas a menores es un comportamiento ilegal; también mayoritariamente (75%)
considera ilegal que una chica de 16 años envíe fotos desnuda a su novio de 17 y
posteriormente él la difunda a otras personas; también indican que el 46.6% cataloga
como ilegal que un chico de más de 13 años envíe fotografías de sus genitales a sus
compañeras chicas. No obstante, destacar que las tres situaciones presentadas para
evaluar las actitudes hacia el Sexting son situaciones consideradas como ilegales en el
país en el que desarrolló dicho estudio. En la misma dirección de actitudes hacia el
Sexting negativas, los resultados de Garcia et al. (2016) apuntan que entre el 60% y el
74.6% entiende que el Sexting puede dañar su reputación, su carrera, su autoestima y
sus relaciones sentimentales o de amistad.

En relación a las actitudes hacia las otras personas que practican Sexting,
algunas investigaciones también evidencian actitudes ambivalentes como el estudio de
NCPTUP (2008). Los resultados de esta investigación demuestra actitudes positivas al
considerar la práctica de Sexting en otras personas como algo coqueto (69%), caliente
(42%), valiente (66%), de confianza (52%), cool (19%), divertido (29%) y cachondo
(58%); no obstante, también refieren actitudes negativas hacia las otras personas que
practican Sexting al considerarlo asqueroso (38%), patético (39%), estúpido (54%),
desesperado (65%), inmaduro (53%) e inseguro (55%).

Si analizamos en las investigaciones las diferencias en función del género y su


relación con las actitudes hacia el Sexting, parece existir cierta tendencia en mostrar a
los hombres como los que muestran actitudes más favorables hacia esta conducta (Dir,
Coskunpinar, Steiner, & Cyders, 2013; Henderson & Morgan, & Morgan, 2011;
Hudson, Fetro, & Ogletre, 2014; Samimi & Alderson, 2014). Henderson y Morgan
(2011) además revelan que los hombres tienen actitudes más positivas hacia el Sexting
que las mujeres, teniendo puntuaciones más altas en el ítem sobre “El envío o
publicación de fotografías de desnudos o semi desnudos no es gran cosa”; mientras que
las mujeres puntúan más en el ítem relativo a que “Este tipo de contenidos puede causar
serias consecuencias negativas que sus compañeros”. Estas diferencias se reflejan

130
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

también cuando los mismos ítems son aplicados al envío de textos sugerentes,
revelándose por tanto, que las chicas son más precavidas y prudentes en cuanto a los
comportamientos de Sexting manifestando actitudes más negativas que los hombres.
Igualmente los resultados de la investigación realizada por Dir et al. (2013b) muestran
que los hombres tienen actitudes más positivas hacia la recepción de contenidos de
Sexting, mientras que las mujeres muestran actitudes más negativas.

En esta dirección, Hudson (2011) muestra que los y las participantes entienden
la práctica de Sexting como algo muy común entre la gente de su edad especialmente
más frecuente entre las mujeres. De esta forma, consideran que el envío de mensajes o
fotografías erótico sexuales es frecuente entre las mujeres de su edad, en el 86.8% y el
76.1% de los casos respectivamente. Mientras que, para el caso de los chicos los
porcentajes descienden considerablemente, al suponer que participan del envío de
mensajes o fotografías erótico sexuales en el 73.8% y 55.5% de las situaciones. Sin
embargo, sin tener en cuenta la diferenciación de género en relación a éstas creencias, el
55.5% considera que todas sus amistades participaban del envío de textos erótico
sexuales. Paralelamente, informan de un dato especialmente resaltable, la existencia de
presión o coacción para llevar a cabo conductas de Sexting. La autora destaca en su
informe que casi un tercio de los/as estudiantes está de acuerdo con la existencia de
presiones/coacciones, efectivamente una cuarta parte de los/as participantes denuncia
que fue obligado/a a publicar imágenes erótico sexuales.

Contrariamente, la investigación realizada por Silva Teixeira, Vasconcelos-


Raposo y Bessa (2016) en Portugal, es la única hasta el momento actitudes más
positivas entre las mujeres. Al mismo tiempo, apunta que también son ellas las que más
interés muestran en los comportamientos de Sexting frente a ellos.

En relación a la variable edad y su relación con las actitudes hacia el Sexting, es


también la investigación llevada a cabo por Silva et al. (2016), la que apunta que son los
y las participantes más jóvenes los que tienen mayor interés en el Sexting y a los que el
Sexting les implica emociones más positivas. No obstante, señala que los y las
participantes de entre los 46 y los 60 años son los que refieren actitudes más positivas y
los de 15 años las actitudes más negativas hacia las prácticas de Sexting. Resultados que
confirman las conclusiones de la investigación de García et al. (2016), ya que señalan
que las probabilidades de que los hombres señalen el Sexting como dañino se

131
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

incrementan entre el 1% y el 2% con cada año de edad; por su parte en el caso de las
mujeres el incremento sería del 3% al 4%.

En referencia a la relación entre las actitudes hacia el Sexting y otras variables


relevantes, Dir et al. (2013b) ponen de manifiesto que las personas hispanas y aquellas
que afirmaban estar solteras tienen actitudes más positivas hacia la recepción de sexts.
Por su parte, Henderson y Morgan (2011) indican que a pesar de que chicos y chicas
perciben la misma presión entre la gente de su edad para enviar fotografías erótico
sexuales; no resulta así sobre el envío de textos erótico sexuales, ya que son las chicas
las que perciben más presión para enviar este tipo de contenidos entre la gente de los 18
a los 30 años. Paralelamente en relación a la orientación sexual, son los hombres y las
mujeres heterosexuales los/as que más catalogan el Sexting como dañino, frente a
aquellas personas que se auto identifican no heterosexuales (García et al., 2016).

En otro orden de resulados, encontramos las conclusiones de Weisskirch y


Delevi (2011) que informan que las expectativas relacionales hacia el Sexting en los/as
jóvenes pueden generar ansiedad, que funciona como un fuerte predictor. Afirman que
esto podría significar que la ansiedad sobre “perder” a la pareja o que esta la
“abandone”, podría estar relacionado con las expectativas sobre el Sexting y el hecho de
complacer a la pareja aumenta el envío o intercambio de contenidos de Sexting.

Asimismo, también son destacables los resultados de la investigación llevada a


cabo por Hudson, Fetro y Ogletre (2014), apuntan que las actitudes positivas son
mayores que las negativas considerando el Sexting una forma de flirteo (70.9%). En
esta línea, la mayoría de los hombres y mujeres catalogan el Sexting como un
comportamiento excitante (52.8%) y caliente (51.1%); pero mayoritariamente también
admiten que puede ser peligroso y dañino (58.4% y 58.1%, respectivamente). En lo que
respecta a la norma subjetiva, señalan que chicos y chicas consideran los
comportamientos de Sexting muy frecuentes, tanto respecto al envío de textos e
imágenes (86.8% y 76.1%, correspondientemente) como en relación a la publicación y
el reenvío de imágenes, ya que así lo afirman el 56.8% y el 50.6%,
correspondientemente. Finalmente en lo referente a las intenciones en relación al
comportamiento de Sexting, de forma mayoritaria admiten que si estuvieran casados/as,
si encontraran a la persona adecuada, si estuvieran en una relación o si estuvieran
seguros/s que se mantendrían privados serían muy propensos/as a sextear.

132
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

Recientemente Hudson y Fetro (2015) demuestran que las actitudes hacia el


Sexting, la norma subjetiva y las intenciones hacia el comportamiento de Sexting
funcionan como predictores de los comportamientos de Sexting actuales y pasados.
Siendo la intención de realización de las conductas, es el predictor más fuerte del
comportamiento de Sexting. De hecho, mostraban que la intención sobre la realización
de la conducta es un predictor del comportamiento de las personas que catalogan como
“lifetime sexters” (de por vida) pero no en los y las que practican Sexting en la
actualidad. En relación a los y las que nunca habían practicado Sexting, encontraron que
tenían pocas intenciones de participar.

Finalmente en las tablas 2.1a y 2.1b, se plasman las principales investigaciones


sobre actitudes hacia el Sexting realizadas con personas adultas en la última década, así
como el instrumento utilizado y las principales conclusiones.

133
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

Tabla 2.1a Principales estudios sobre actitudes hacia el Sexting realizados con personas adultas
(2008-2011).
N Edad
AÑO AUTORÍA PAÍS INSTRUMENTO RESULTADOS
(%mujeres) M (SD)
- Escala de Actitudes
hacia el comportamiento
de Sexting. 10 ítems.
- Actitudes hacia el comportamiento
Escala respuesta Tipo
de Sexting: ambivalentes.
Likert 1(Fuertemente de
acuerdo) a 5 (Fuertemente
de acuerdo) y 6 (No lo sé).
627 (α= /).
2008 NCPTUP USA 20-26
(50%) - Escala de Actitudes
hacia las personas que
practican Sexting. 13
ítems. Escala respuesta - Actitudes hacia las personas que
practican Sexting: ambivalentes.
Tipo Likert 1 (Fuertemente
de acuerdo) a 5
(Fuertemente de acuerdo) y
6 (No lo sé). (α= /).
- La mayoría considera el Sexting
como una práctica interesante dentro
de su vida sexual.
- Escala de Actitudes - Correlación positiva entre:
comportamientos de Sexting y
hacia el Sexting. 5 Ítems.
actitudes positivas hacia el Sexting.
16-25 Escala respuesta de 4
207 puntos tipo Likert - La mayoría de las mujeres que
2011 Ferguson USA 20.70
(100%) practican Sexting parecen tener
(2.22) 1(Fuertemente de acuerdo)
actitudes positivas sobre el
a 5 (Fuertemente de
comportamiento, no obstante el riesgo
acuerdo). (α= .77).
de vergüenza (para menores) y las
repercusiones legales permanecen en
estas jóvenes que pueden perder el
control sobre las fotografías.
- Tanto chicos como chicas tienen
actitudes positivas hacia el Sexting.
- Los chicos tienen actitudes más
positivas hacia el Sexting que las
- Attitudes Toward chicas teniendo puntuaciones más altas
Sexting. 5 ítems. 2 en el ítem sobre que el envío o
subescalas. Escala tipo publicación de fotografías de desnudos
Henderson 18-30
468 Likert., de (1) o semi desnudos no es gran cosa. - Las
2011 & Morgan USA 20.59
(50.2%) “Fuertemente en chicas puntúan más en el ítem relativo
(2.86)
desacuerdo” a (5) a que este tipo de contenidos puede
Fuertemente de acuerdo”. ( causar serias consecuencias negativas
α= /). que sus compañeros
- Esta diferencia de puntuaciones se
refleja también cuando los mismos
ítems son aplicados al envío de textos
sugerentes.
- Adaptación NCPTUP
(2008). 19 ítems. Escala tipo
697 Likert., de (0) “fuertemente - Actitudes ambivalentes hacia las
2011 Hudson USA 18–27
(44%) en desacuerdo” a 4 prácticas de Sexting.
“fuertemente de acuerdo”.
(α= /).
- La sub escala divertido y
despreocupado y expectativas
- Sexting Scale Attitudes. relacionales correlacionan
19 ítems, 3 factores. Escala positivamente con el comportamiento
18-30,
Weisskirch 128 tipo Likert (1) Totalmente en Sexting.
2011 22.77
& Delevi (82.8%) en desacuerdo a (5) - Las expectativas hacia el Sexting son
(2.8)
Totalmente de acuerdo. (α parte de las relaciones.
= 89; 82; 78). - La ansiedad funciona como predictor
de las expectativas relacionales que
tienen los/as jóvenes.
- Actitudes muy positivas hacia la
- Dos preguntas. práctica de Sexting.
Respuesta tipo Likert, de - Casi la mitad de la muestra lo considera
193
2011 Woolard USA 18-24 1 “muy en desacuerdo '' entretenido (49.5%)
(69.8%)
a 5 ''totalmente de - El 47.4% está de acuerdo con que el
acuerdo'' Sexting hace que los se sientan
cómodos/as antes de la actividad sexual.

134
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

Tabla 2.1b Principales estudios sobre actitudes hacia el Sexting realizados con personas adultas
(2013-2016).
N Edad
AÑO AUTORÍA PAÍS INSTRUMENTO RESULTADOS
(%mujeres) M (SD)
- Son comunes tanto las expectativas
positivas como las negativas en ambos
tipos de Sexting.
- Sextpectancies Measure. 51
- Los chicos tienen expectativas positivas
ítems sobre el envío de sexts y
más fuertes sobre la recepción de sexts.
Dir, 18-43, 30 ítems sobre la recepción de
278 - Las chicas expectativas negativas más
2013 Coskunpinar USA 21 sexts. Escala tipo Likert., de (1)
(53.8%) fuertes sobre la recepción de sexts.
et al., (4.56) No es cierto en absoluto a (4)
- Altos niveles de expectativas positivas
Extremadamente cierto.(α = .89;
se asociaron con una mayor frecuencia de
.93)
realizar Sexting y altos niveles de
expectativas negativas se asociaron con
baja participación en Sexting.
- Más actitudes positivas que negativas
hacia el Sexting.
- Adaptación NCPTUP (2008). - Perciben que los comportamientos de
Hudson, 19 ítems. Escala tipo Likert., de Sexting son muy comunes.
USA
2014 Fetro, & 697 (50%) +18 “fuertemente en desacuerdo” a - Admiten que si estuvieran casados/as, si
Ogletree “fuertemente de acuerdo”. (α= encontraran a la persona adecuada, si
/). estuvieran en una relación o si estuvieran
seguros/s que se mantendrían privados sí
sestearían.
- Los chicos actitudes más positivas en:
- Sexting Attitudes Scale Apertura a la sexualidad, Entretenimiento
(Weisskirch & Delevi, 2011). y Relación y Compartir y Expectativas.
Samimi & 525 47 ítems. 6 componentes. - Las chicas actitudes más negativas el
2014 Canadá 18-50
Alderson (49.9%) Escala tipo Likert, de (1) Control y Prevención y Consecuencias
Fuertemente en desacuerdo a negativas).
(7) Totalmente de acuerdo.

- Actitudes negativas al considerar ilegal


- Escala de Actitudes hacia el que una mujer adulta envíe sexts a un
McCabe & 120 18-30 Sexting en situaciones ilegales. menor (75% y 92%)
2014 USA
Johnston (48.3%) (78.8) 3 ítems. Respuesta entre “legal” - En menor medida (46.6%) actitudes
o “ilegal”. negativas al considerar ilegal que un
menor envíe sexts a una mujer adulta.
- Sextpectancies Measure (Dir,
Coskunpinar, Steiner, &
Cyders, 2013) 36 ítems. Dos - En general se puede decir que las
sub-escalas: Enviar sexts: expectativas en relación al Sexting son
sexual (seis ítems; α = .83), elevadas (M=2.62, SD=0.79).
Dir & 611 21 positivo afecto (cinco ítems; α = - Encontraron que el Sexting (realizado a
2015 USA
Cyders (77.3%) (5.4) .82), afecto negativo (siete través del teléfono) estaba relacionado
ítems; α =.87); Recibir sexts: con las esperanzas de Sexting en relación
sexual (cuatro ítems; α = .86); a las relaciones sexuales (r=.34, df=609,
afecto positivo (seis ítems; α = p\.001),
.89); afecto negativo (seis
ítems; α = .90).
- Las actitudes hacia el Sexting, la norma
subjetiva y las intenciones hacia el
comportamiento de Sexting funcionan
- Attitudes Toward Sexting.
como predictores de los comportamientos
Hudson & 697 19 ítems. Escala respuesta tipo
2015 USA 18-26 de Sexting actuales y pasados.
Fetro (/) Likert, de Muy en desacuerdo a
- La intención sobre la realización de la
Totalmente de acuerdo.
conducta fue un predictor de las conductas
en los “lifetime sexters” pero no en los/as
“current sexters”.
Garcia,
5805 - La mayoría (60 – 74.6%) considera que
2016 Gesselman USA 21-75+ - Pregunta directa.
(48.75%) el Sexting puede dañar su reputación.
et al., 2016
- La gente aprecia recibir sexts, lo que
aumenta las emociones positivas y la
- Adaptación NCPTUP (2008).
participación.
5 ítems. Opción de respuesta sí
Silva, -Las actitudes positivas aumentan los
y no y Escala tipo Likert., de (1)
Teixeira, 301 comportamientos de Sexting.
2016 Portugal 18-52 Nada común a a (3) Muy
Vasconcelo (56.14%) - Las mujeres tienen actitudes más
común; y de (1) Fuertemente en
s, & Bessa positivas y los hombres más negativas
desacuerdo a (4) Totalmente de
hacia el Sexting.
acuerdo (α= /).
- Los/as más jóvenes tienen actitudes más
posotivas

135
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

2.1.2.2 Actitudes hacia el Sexting en adolescentes

En el análisis de las investigaciones sobre actitudes hacia el Sexting en adolescentes


encontramos un total de 11 estudios cuantitativos que se centran en evaluar las actitudes
hacia el Sexting en chicas y chicos, el 90% de ellos realizados fuera de España. Sus
resultados muestran que existe relación directa positiva entre actitudes positivas y
Sexting, de forma que aquellos/as adolescentes con actitudes más positivas serán los
que más conductas de Sexting llevarán a cabo.

Los resultados de algunos estudios reflejan que los chicos y las chicas también,
presentan actitudes ambivalentes hacia el Sexting (NCPTUP, 2008; Wood, Barter,
Stanley, Aghtai, & Larkins, 2015). De hecho, uno de los primeros estudios que evaluó
las actitudes hacia el Sexting a nivel internacional fue el realizado por The National
Campaing to Prevent Teen and Unplanned Pregnancy (2008), informa de actitudes
positivas entre los y las adolescentes que consideran el Sexting: como coqueto (61%),
caliente (46), excitante (49%), divertido (23%) y no ofensivo (23%); y pero también
presentaban actitudes negativas pues creían que el practicar Sexting era asqueroso
(39%), patético (42%), estúpido (57%), peligroso (67%) e incluso inmoral (40%). En lo
relativo a las actitudes hacia las otras personas que practican Sexting, los resultados
demuestran igualmente actitudes ambivalentes. Por un lado, expresan actitudes positivas
al considerar la práctica de Sexting en otras personas como algo coqueto (65%), caliente
(35%), valiente (55%), de confianza (46%), cool (19%), divertido (24%) y cachondo
(72%); por otro lado también refieren actitudes negativas hacia las otras personas que
practican Sexting al considerarlo asqueroso (38%), patético (39%), estúpido (54%),
desesperado (65%), inmaduro (53%) e inseguro (55%).

No obstante, los resultados de otras investigaciones apuntan hacia las actitudes


negativas hacia el Sexting entre los y las adolescentes (Cox-Communications, 2009;
Lim, Vella, Horyniak, & Hellard, 2016). Una tendencia que también confirma el
reciente trabajo realizado en Australia por Lim et al. (2016), que concluye que el 77%
está de acuerdo en considerar el Sexting como ilegal y casi la mitad (47%) declara que
debería ser ilegal para los/as menores de 18.

En España el único estudio que evalúa las actitudes hacia el Sexting es la


investigación llevada a cabo por INTECO (2010), que sitúa sus conclusiones en esta
tendencia de actitudes negativas hacia el Sexting, ya que muestra que el 44.4% de los y
las adolescentes atribuyen al Sexting activo una gravedad alta. Asimismo, informa de la
136
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

percepción de peligro de los progenitores españoles tienen sobre el Sexting apuntando


que el 59.9% también expresa una consideración negativa y de peligro sobre el
fenómeno.

En esta línea, el estudio de Cox Communications (2009) concluía que tanto


chicos como chicas jóvenes (de 13 a 15 años) y mayores (entre los 16 y los 18 años),
consideran que el Sexting con personas menores de edad está mal en un 74% de los
casos. Asimismo, tanto chicas (62%) como chicos (76%) consideran que hacerlo es un
error y debería ser ilegal (48%). En el mismo sentido, el 23% creen que a pesar de ser
un error no debería ser ilegal. En contraposición, también refleja actitudes más positivas
en una minoría de adolescentes ya que el 26% cree que el Sexting está bien siempre que
las personas implicadas así lo consideren y el 3% considera que no hay nada malo en la
práctica de Sexting. Estos resultados muestran las actitudes hacia el Sexting
independientemente de sí habían practicado Sexting o no con anterioridad.

Sin embargo, los resultados de varias investigaciones demuestran que


aquellos/as adolescentes que habían realizado Sexting en el pasado tenían actitudes más
positivas (Lee, Moack, & Walker, 2016; Strassberg, McKinnon, Sustaíta, & Rullo,
2013). Relacionado con esta cuestión el estudio realizado por Lee et al. (2016)
informaba que las actitudes hacia el Sexting correlacionaban positivamente con el envío
de imágenes sexuales, con el apego, con la presión de grupo y con la delincuencia
temprana. Paralelamente, estos resultados evidencian que los y las jóvenes que son más
propensos/as a participar en conductas delictivas, son también más propensos/as a
realizar Sexting. Los investigadores, indican que este resultado demuestra que la
tendencia a realizar Sexting puede ser facilitada por la posesión de actitudes positivas
hacia las conductas de Sexting. También afirman entre sus resultados que los/as jóvenes
con actitudes más positivas, son a su vez los más presionados/as y más propensos/as a
realizar conductas de Sexting.

Además, se hace necesario mencionar que Klettke, Hallfor y Mellor (2014) al


realizar una revisión de los principales estudios sobre Sexting, concluyen que
aquellos/as adolescentes que han participado previamente en comportamientos de
Sexting tienen actitudes más positivas hacia esta conducta, no detectando que la
participación previa produzca actitudes negativas hacia la misma.

En contraposición a estas ideas, los resultados de la investigación Strassberg et


al. (2013) apunta que solo el 14% de los y las participantes que envían imágenes erótico
137
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

sexuales referían que tal comportamiento estaba siempre mal, es decir solo 1 de cada 7
que había practicado Sexting reportaba sentimientos negativos sobre este
comportamiento. Finalmente su trabajo informaba también que el 21% creía que no
debe haber consecuencias para aquellas personas que practican Sexting (legales,
castigos de los progenitores entre otras), en relación a las actitudes positivas hacia el
Sexting.

En referencia al género y a su relación con las actitudes hacia el Sexting, la


mayoría de los estudios demuestran que son los chicos los que tienen actitudes hacia el
Sexting más positivas, mientras que las chicas tienen actitudes más negativas (Cox-
Comunications, 2009; Lion & Cheng, 2017; Lim et al., 2016; Strassberg et al., 2013).
En esta dirección, el estudio Cox Communications (2009) evidencia que las chicas
tienen actitudes más negativas, ya que un 77.5% considera que está mal, frente al 72%
de los chicos que así lo manifiestan. Contrariamente los resultados del trabajo de Lim
et al. (2016) no encuentra diferencias en función al género.

Igualmente la investigación de Strassberg et al. (2013) apunta que las chicas


consideran que siempre está mal enviar imágenes erótico sexuales en un 50.4% de los
casos, frente al 33.9% de sus compañeros que así lo considera. En la misma línea, las
chicas mayoritariamente no consideran que esté bien enviar este tipo de fotografías, ni
de sí mismas ni de otras personas (73.9%) frente al 31% de los chicos sí creen que esto
está bien. Cuando indagan sobre el envío, la recepción o reenvío de imágenes erótico
sexuales las diferencias también son evidentes, solo un 5.1% de las chicas considera que
está bien, frente al 12.2% de los chicos que así lo expresa.

Más recientemente el estudio llevado a cabo con adolescentes belgas por


Walrave, Ponnet, Van-Ouytsel, Van-Gool, Heirman y Verbeek (2015) sugiere que las
chicas están menos dispuestas y tienen menos intención de enviar contenidos de Sexting
que los chicos. También apunta que son las chicas las que tienen menos puntuación en
actitudes, norma subjetiva y prototipo de favorabilidad. En este sentido, el reciente
trabajo realizado en China por Lion y Cheng (2017) confirma que son los chicos los que
tienen actitudes positivas más fuertes, y también tienen puntuaciones mayores respecto
de la norma subjetiva y la autoeficacia.

Si centramos la atención en la relación entre edad y las actitudes hacia el


Sexting, Lee et al. (2016) apuntan que a más edad aumenta la probabilidad de practicar
Sexting, independientemente de si son chicos o chicas.
138
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

Otras investigaciones que centran su foco de atención en las actitudes hacia el


Sexting en adolescentes y en indagar en el mejor predictor del comportamiento de
Sexting. En este sentido, la investigación de Walrave, Ponnet, Van-Ouytsel, Van-Gool,
Heirman y Verbeek (2015) indica que la norma subjetiva es el predictor más fuerte en
las intenciones para llevar a cabo comportamientos de Sexting, seguido de la
complacencia y de las actitudes hacia el Sexting.

Respecto a las actitudes hacia el Sexting, sus resultados informan que los ítems
con mayores puntuaciones son los que catalogan el Sexting como entretenido, normal o
divertido; por lo que parecen mostrar actitudes positivas hacia la conducta. En relación a
los ítems de la norma subjetiva más seleccionados por los/as adolescentes los que
mayores puntuaciones alcanzan son “En general, creo que la mayoría de la gente no le
importaría si me involucro en Sexting” y “Mis amistades aprobarían si me involucro en
Sexting”. En lo referente a la voluntad para enviar contenidos de Sexting a una amistad,
los ítems que demuestran mayor puntuación son “Dada la situación, me gustaría enviar
la foto” y referencia a la intención “Existe la posibilidad de que voy a participar en el
Sexting en los próximos dos meses”. Conjuntamente, sus conclusiones sugieren que la
actitud, norma subjetiva y la voluntad de realizar conductas de Sexting se relacionan
significativamente con la intención de enviar sexts. Asimismo los adolescentes tienen
una relación sentimental tienen actitudes más positivas hacia el Sexting, y una norma
subjetiva más favorable a la práctica d Sexting. Además, se encontró que la necesidad
de los adolescentes de la popularidad está positivamente relacionada con su actitud y
con la subjetiva norma (Walrave et l., 2015).

En esta línea, la investigación realizada por Wood et al. (2015) pone de


manifiesto que más de la mitad de los y las adolescentes que envían imágenes sexuales
tienen sentimientos positivos después de hacerlo, como sentir amor o simplemente
sentirse bien consigo mismos/as. No obstante, informan que respecto a compartir y
publicar los sexts los sentimientos son generalmente negativos, como por ejemplo
sentirse mal.

Finalmente encontramos la investigación realizada por Van-Ouytsel, Ponnet,


Walrave y d´Haenens (2017), sus resultados indican que aquellos/as adolescentes que
tienen actitudes positivas hacia el Sexting incrementa la posibilidad de sextear con la
pareja. Probabilidades que también aumentan si perciben que el grupo de iguales tienen
actitudes positivas hacia el Sexting o con el refuerzo positivo de otras personas.

139
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

Conjuntamente, la reciente investigación de Lion & Cheng (2017) confirma que las
actitudes, la norma subjetiva y la autoeficacia se asocian positivamente con el Sexting;
mientras que la relación entre Sexting y percepción de control es negativa.

En las Tablas 2.2a y 2.2b, se plasman las principales investigaciones sobre


actitudes hacia el Sexting realizadas con adolescentes, especificándose la información
sociodemográfica de cada uno de los estudios, el instrumento utilizado y las principales
conclusiones.

Tabla 2.2a Principales estudios sobre actitudes hacia el Sexting realizados con adolescentes
(2008-2013).
N Edad
AÑO AUTORÍA PAÍS INSTRUMENTO RESULTADOS
(%mujeres) M(SD)
- Escala de Actitudes
hacia el
comportamiento de
Sexting. 10 ítems.
- Actitudes hacia el comportamiento de
Escala respuesta Tipo
Sexting: ambivalentes.
Likert 1(Fuertemente de
acuerdo) a 5
(Fuertemente de
acuerdo) y 6 (No lo sé).
(α= /).
2008 NCPTUP USA 627 (50%) 20-26
- Escala de Actitudes
hacia las personas que
practican Sexting. 13
ítems. Escala respuesta
- Actitudes hacia las personas que
Tipo Likert 1
practican Sexting: ambivalentes.
(Fuertemente de
acuerdo) a 5
(Fuertemente de
acuerdo) y 6 (No lo sé).
(α= /).
-Pregunta directa:
Cox - - Actitudes negativas: 74% afirma que el
2009 USA 655 (49%) 13-18 sentimientos recepción.
Communications Sexting está mal.
Escala tipo Likert.
- El 44.4% atribuye al Sexting activo
una gravedad alta
2010 INTECO España 644 (48%) 10-16 - Pregunta directa. -El 59.9% de los progenitores
consideran el Sexting de alta gravedad.
- Pregunta directa:
- Chicas: actitudes negativas.
identificar cuál de cinco
Strassberg - Chicos: actitudes positivas.
2013 USA 606 (46%) - opciones representa
et al. - Practicas de Sexting en el pasado
mejor tus sentimientos. 5
=actitudes más positivas.
Opciones de respuesta

140
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

Tabla 2.2b Principales estudios sobre actitudes hacia el Sexting realizados con adolescentes
(2014-2017).
N Edad
AÑO AUTORÍA PAÍS INSTRUMENTO RESULTADOS
(%mujeres) M(SD)
- Las actitudes hacia el Sexting tendían a ser
ligeramente negativas.
-La percepción del control de
comportamiento en Sexting resultaron ser
- Escala Actitudes más bien altos.
hacia el Sexting. 3 - Los/as jóvenes con relaciones
ítems. Con una escala sentimentales tenían una actitudes más
de respuesta de “1 positivas y mayor percepción de control
Walrave et 498
2014 Bélgica 15-18 completamente en sobre el comportamiento.
al. (54%)
desacuerdo” a 6 - La norma subjetiva resultó ser el predictor
“completamente de más fuerte de la intención del
acuerdo”. Alpha de comportamiento en Sexting.
.86. - La actitud, el segundo predictor más fuerte
de la conducta.
- Las chicas tienen más actitudes negativas y
experimentan una presión social más
negativa.
- La actitud, norma subjetiva y la voluntad
- Escala actitudes
de realizar Sexting se relacionan
hacia el Sexting. 5
significativamente con la intención de enviar
ítems. Con una escala
sexts.
15-19 de respuesta de “1
Walrave et 217 - La norma subjetiva tiene la relación más
2015 Bélgica 16.72 completamente en
al. (61.8%) fuerte con la intención, seguido por la
(1.04) desacuerdo” a 6
actitud y la disposición.
“Completamente de
- Las chicas están menos dispuestas y tienen
acuerdo”. Alpha de
menos intención de enviar contenidos de
.90.
Sexting que los chicos
- Actitudes positivas hacia el envío de sexts.
Wood et 4564 14-17
2015 Europa - 2 Preguntas directas. -Actitudes negativas hacia la
al. (/) (/)
publicación/difusión sexts.
- Actitudes hacia el Sexting correlacionan
positivamente: envío de fotos sexuales,
apego, con la presión de grupo y con la
- Escala de Actitudes
delincuencia temprana.
hacia el Sexting que
1612 - Jóvenes que son más propensos/as a
2016 Lee et al ., Korea 13-19 practican tus
(54.3%) participar en conductas delictivas = más
amistades. 6 ítems
propensos/as a realizar Sexting.
(α=.83).
- A +edad = + probabilidad de Sexting.
- Practicas de Sexting en el pasado
=actitudes más positivas.
- El 77% está de acuerdo en considerar el
- Escala Attitudes
Sexting ilegal.
toward Sexting. 7
- El 47% declara que debería ser ilegal para
Ítems. Respuesta tipo
469 los/as menores de 18.
15-29 Likert de 0
2016 Lim et al. Australia (62%) - Las chicas tienen actitudes más negativas.
18 “fuertemente de
- Las actitudes hacia el Sexting
acuerdo” a
correlacionan positivamente con las
“fuertemente en
prácticas sexuales y con la orientación
desacuerdo”.
sexual no heterosexual
- Las actitudes, la norma subjetiva y la
autoeficacia se asocian positivamente con el
Sexting.
17-24
Lion & 381 - Escala de Attitude - La percepción de control se asocia
2017 China 19.75
Cheng (62.2%) Measured. 15 ítems. negativamente con el Sexting.
(1.12)
- Los chicos tienen actitudes positivas más
fuertes y mayores niveles de norma subjetiva
y autoeficacia.
- Actitudes positivas = + posibilidad sextear
con la pareja.
Van- 15-21 - 2 Escalas Sexting
310 + Posibilidad sextear = grupo de iguales
2017 Ouytsel et Bulgaria 16.92 actitudes
(62.8%) tiene actitudes positivas
al. (1.01) (α =.93 y α =.90)
+ Posibilidad sextear = refuerzo positivo de
otras personas.

141
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

2.1.2.3 Investigaciones cualitativas sobre actitudes hacia el Sexting en adolescentes y


personas adultas

En relación a las investigaciones cualitativas sobre actitudes hacia el Sexting, la revisión


bibliográfica evidencia que las investigaciones que se centran en evaluar las actitudes
hacia el Sexting desde esta perspectiva metodológica son muy escasas.
En primer lugar, la investigación realizada por Lenhart (2009) con adolescentes
de 12 a 17 años a través de Focus Group, evidencia actitudes muy diferenciadas. Por un
lado, se sitúan aquellos/as adolescentes que expresan que el Sexting no es algo
importante; por otro lado, se enmarcan los compañeros y compañeras que catalogan el
Sexting como algo inapropiado y potencialmente ilegal. En el primer grupo, los/as
adolescentes afirman que sextear es una alternativa segura a las relaciones sexuales y
que es algo positivo para aquellas personas que son “tímidas”. En el segundo grupo,
están aquellos/as adolescentes que refieren actitudes negativas por el potencial de
público que puede llegar ese tipo de o lo consideran ilegal. Además informaban que
algunos/as chicos/as que relatan actitudes negativas hacia las chicas que practican
Sexting, las denominan “putas”.
En esta misma línea de investigación, Gutiérrez (2014) también informa de
actitudes hacia las prácticas de Sexting muy polarizadas reflejadas en el discurso de los
grupos de discusión de los y las estudiantes universitarios/as. Así, algunos/as jóvenes
rechazan los comportamientos de Sexting y denuncian la existencia de presiones por
parte de las parejas o del grupo de iguales para llevar a cabo la conducta.
Contrariamente, otro grupo de chicas y chicos defienden que los comportamientos de
Sexting pueden llegar a ser beneficiosos, ya que a través del Sexting no se exponen al
contagio de infecciones de trasmisión sexual y a embarazos no deseados.

A continuación en la Tabla 2.3, se exponen las conclusiones extraídas del


análisis de los estudios sobre actitudes hacia el Sexting en personas adultas y
adolescentes independientemente de la perspectiva medodológica.

142
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

Tabla 2.3 Resumen de las principales conclusiones de los estudios sobre actitudes hacia el
Sexting en personas adultas y adolescentes.
Resultados en investigaciones con Resultados en investigaciones con personas adultas
adolescentes

- Positivas (Henderson & Morgan, &


Morgan, 2011; Hudson, Fetro, &
Ogletre, 2014; Woolard, 2011).
- Negativas (Garcia et al., 2016;
-Negativas (Cox-Communications, Comportamientos McCabe & Johnston, 2014).
2009; INTECO, 2010; Lim et al., personales
2016). - Ambivalentes (Dir, Coskunpinar,
Actitudes Steiner, & Cyders, 2013; Dir &
- Ambivalentes (Lenhart, 2009; Cyders, 2015; Gutiérres Morales,
NCPTUP, 2008; Wood, Barter, 2014; Hudson, 2011; NCPTUP,
Stanley, Aghtai, & Larkins, 2015). 2008; Weisskirch & Delevi, 2011).

- Ambivalentes (NCPTUP, 2008).


Comportamientos
otra/s persona/s - Positivas (Hudson, 2011).

- Hombres más positivas y chicas


más negativas (Cox-Comunications,
- Hombres más positivas (Dir et al., 2013; Henderson &
2009; Lion & Cheng, 2017;
Morgan, & Morgan, 2011; Hudson et al., 2014; Samimi &
Género Strassberg et al., 2013; Walrave et
Alderson, 2014).
al., 2015).
- Mujeres más positivas (Silva et al., 2016).
- No hay diferencias (Lim et al.,
2016).

- Más edad = actitudes más - Menos edad = actitudes más positivas (García et al.,
Edad
positivas (Lee et al., (2016) 2016; Silva et al., 2016).

- Practicas de Sexting en el pasado - Personas hispanas y personas solteras/os = actitudes más


Otras = actitudes más positivas (Klettke et positivas (Dir, Coskunpinar et al., 2013).
variables al., 2014; Lee et al., 2016; - Personas heterosexuales = menos actitudes positivas
Strassberg et al., 2013). (García et al., 2016).

2.1.3. Relación entre actitudes hacia el Sexting y otras variables relevantes

Si tratamos de establecer una relación entre las actitudes y otras variables relevantes en
el estudio del fenómeno, tal y como hemos mostrado, encontramos varias
investigaciones que relacionan las actitudes con los comportamientos de Sexting. De
hecho, no son numerosas los estudios (ver Liong & Cheng, 2017; Walrave et al., 2015),
que avalan las Teorías de Actitudinales (TRA y TCP), al utilizarlas para predecir
algunas conductas que en cierta medida están relacionadas con el Sexting, como la
sexualidad o las nuevas tecnologías. Y también aquellos que demuestran la relación
positiva existente entre actitudes positivas hacia el Sexting y comportamientos (ver
Ferguson, 2011; Strassberg et al., 2013; Weisskirch & Delevi, 2012). De hecho, el
estudio realizado por Weisskirch y Delevi (2011) apuntaba que la ansiedad que sienten

143
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

los chicos y chicas con respecto al apego con otras personas, se relaciona positivamente
con las expectativas relacionales en el Sexting.

No obstante, el estudio de las teorías actitudinales en la investigación sobre las


actitudes hacia la sexualidad no es reciente, sino que se ha visto plasmado en varias
investigaciones. En esta dirección, Alonso-Sanabria, Artemo, Paredes y Moreno (2013)
pretendieron en su investigación poner a prueba la consistencia de la TRA, incluyendo
la norma moral. De esta forma utilizaron esta variable como predictora de las
intenciones para iniciar-establecer relaciones sexuales en los y las adolescentes. Las
variables que consideraron predictoras de este comportamiento fueron actitudes hacia
las relaciones sexuales en la adolescencia, norma moral, norma social subjetiva e
intención de tener relaciones sexuales. Su análisis se centró en 355 adolescentes con una
media de edad de 15.33 años y sus resultados avalan la solidez y el poder predictivo de
la TRA en este campo de estudio. Encontraron que la variable norma moral, presagia la
intención en el inicio de las relaciones sexuales adolescentes, revela también la
importancia de la norma social subjetiva del grupo de iguales, que se muestra
determinante para los chicos, de la misma manera la norma social subjetiva de los
progenitores es determinante para las chicas.

En este sentido, existen otras investigaciones que también evalúan la TRA y las
actitudes hacia la sexualidad como predictor de ciertas conductas como por ejemplo: el
uso del preservativo en adolescentes (Reinecke, Schwidt, & Ajzen, 1996), los derechos
sexuales y reproductivos de los/as adolescentes (Vásquez, et. al., 2005), las creencias,
actitudes y normas subjetivas en el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos en
adolescentes (Vásquez, et. al., 2005), o en el estudio sobre la intención de mantener
relaciones sexuales (Alonso-Sanabria et al., 2013; Wallace, Miller, & Forehand, 2008).
Igualmente, otras investigaciones han partido de la TRA para medir las intenciones de
usar el teléfono móvil, las aplicaciones de mensajería instantánea o en las redes sociales
(Baker & White, 2010; Lu, Zhou, & Wang, 2009; Ramirez-Correa, Rondan, Arenas, &
Alfaro, 2015).

Sin embargo, hasta la fecha, existe poca investigación sobre los procesos
psicológicos que subyacen al comportamiento de Sexting y que determinen las aspectos
predictores de la conducta (Walrave, Heirman, & Hallanm, 2014; Weisskirch & Delevi,
2011). En definitiva los y las adolescentes tendrán actitudes positivas hacia el Sexting,
si perciben que es útil para establecer relaciones afectivo sentimentales, mantener

144
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

relaciones sexuales o obtener status/popularidad entre el grupo de iguales (Prinstein,


Meade, & Cohen, 2003).

Recientemente varias investigaciones (Hudson & Fetro, 2015; Walrave, et al.,


2014, 2015; Van-Ouytsel et al., 2017; Wood et al., 2015) se han encargado de abrir esta
línea de investigación al indagar sobre las actitudes hacia el sexting en jóvenes
partiendo de la Teoría de Acción Razonada. Estableciendo la relación existente entre la
teoría de acción Razonada, la Teoría de Acción Planeada y el Sexting, quedando patente
que los individuos que tienen unas actitudes más positivas hacia un determinado
comportamiento y por ende mayor intención de realización de la conducta, mayor
percepción de control sobre ella, tiene mayor probabilidad de realizar dicha conducta.

En definitiva, las actitudes positivas hacia el Sexting aumentan las


probabilidades de realización de actividades de Sexting, tanto en personas adultas como
entre adolescentes. De hecho esta, es una de las principales conclusiones de las
investigaciones que hemos analizado sobre actitudes hacia el Sexting, tanto las
realizadas con personas adultas como con adolescentes (Dir & Cyders, 2015; Hudson &
Fetro, 2015; Klette et al., 2014; Lee et al., 2016).

Así, tras abordar la influencia de las teorías actitudinales en las conductas de los
y las adolescentes, y más particularmente en sus comportamientos de Sexting, podemos
afirmar que el estudio de las actitudes hacia el Sexting resulta determinante a la hora
predecir su participación en la conducta. Si bien es cierto, que las actitudes positivas no
se traducen directamente en la conducta, tras esta revisión sí podemos afirmar que
suponen un factor determinante en el desarrollo de la misma junto con la intención y la
norma subjetiva percibida por los y las adolescentes, jóvenes y adultos/as.

145
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

2.2 COMPORTAMIENTOS DE SEXTING

Antes de adentrarnos en el análisis de los estudios y de la prevalencia del Sexting, es


relevante señalar que debido a la falta de consenso conceptual en torno al término de
Sexting, así como la disparidad de sus instrumentos de medición resulta muy
complicado realizar comparaciones entre los diferentes estudios (Agustina, 2010;
Drouin, Vogel, Surbey, & Stills, 2013a). Esto es debido a que algunas investigaciones
parten de una visión restrictiva del fenómeno, entendiendo por Sexting sólo algunas de
las conductas que abarca y, por tanto, se limitan a medir de prevalencia de, tan sólo,
esas conductas, dejando al margen otros comportamientos que también constituyen
actos de Sexting. Además, la mayor parte de las investigaciones utilizan instrumentos
de medida sin análisis de fiabilidad y validez que avalen su utilidad para medir los
comportamientos de Sexting. De hecho, muchos de los estudios realizados hasta el
momento, se limitan a realizar preguntas directas que evalúan la realización de la
conducta.

Tal y como veremos a lo largo de este apartado, las investigaciones sobre


Sexting se encuentran en una situación emergente. Si bien es cierto que la mayor parte
de los estudios provienen de Estados Unidos, Australia o más recientemente el contexto
europeo, suponen investigaciones que han sentado precedentes y evidenciado la
necesidad de estudiar en profundidad no solo la prevalencia, sino también la
predisposición que chicos y chicas tienen para llevar a cabo conductas de Sexting
(Klettke et al., 2013). También es importante resaltar que el enfoque metodológico de la
mayoría de las investigaciones realizadas hasta el momento es el cuantitativo,
ofreciendo datos de prevalencia de gran utilidad pero obviando la riqueza contextual
aportada por las investigaciones cualitativas.

En las páginas que siguen llevaremos a cabo una revisión de los principales
estudios realizados con personas adultas y adolescentes, tanto a nivel internacional
como nacional. En ambos casos se tienen en cuenta la aproximación metodológica,
detallándose por un lado los estudios cuantitativos que permiten una radiografía de la
prevalencia del fenómeno; y por el otro los cualitativos, que aportan los matices que
resultan fundamentales para entender el estado de la cuestión de las conductas de
Sexting. Además, se establecen las principales variables que determinan las conductas
de Sexting, tanto entre adultos/as como entre adolescentes. Conjuntamente, se abordan

146
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

los principales instrumentos desarrollados hasta el momento para medir los


comportamientos de Sexting.

2.2.1 INSTRUMENTOS DESARROLLADOS PARA MEDIR LOS


COMPORTAMIENTOS DE SEXTING

El uso de preguntas constituye la forma más común de evaluar los comportamientos de


Sexting sobre el envío de materiales de tipo erótico y/o sexual a través de teléfonos
móviles o redes sociales, tal y como mostramos en las Tablas 2.4a, 2.4b, 2.4c y 2.4d.
Algún ejemplo de este tipo de preguntas es la utilizada por Walrave, Heirman y Hallam
(2014) que preguntan directamente “¿Has enviado sexts en los últimos dos meses?”. O
las preguntas utilizadas en el estudio de Temple y Choi (2014) “¿Alguna vez has
enviado fotografías de ti mismos/a desnudo/a a otra persona vía mensaje o e-mail?”; o la
reciente investigación de Currin et al. (2016) que utiliza preguntas directas respecto del
envío de sexts y también en relación a la recepción.

En algunos casos, también abordan los comportamientos de Sexting a través de


varios ítems dentro de escalas más grandes, en las que no solo indagan en los
comportamientos sino también en las actitudes, motivaciones o personas destinatarias;
como el estudio de Parker, Blackburn, Perry y Hawks (2013) que utiliza la Texting
Scale de un total de 5 ítems, de los cuales 3 hacen referencia a conductas de Sexting
(α=/). Igualmente, Hudson y Fetro (2015) utilizan la Sexting Behaviour Subscale, que
con un total de 111 ítems, abarca con 29 de ellos las conductas de Sexting, las
motivaciones y el tipo sexts; además informan que obtiene una buena consistencia
interna (α=.83).

Desde el año 2008 se han desarrollado diversas escalas para medir los
comportamientos de Sexting en su mayoría con claras limitaciones psicométricas
relativas a la fiabilidad y validez de estos instrumentos. Entre las primeras escalas
desarrolladas, el estudio National Campaign to Prevent Teen and Unplanned Pregnancy
(2008) diseñó dos subescalas con siete ítems cada una, con el fin de evaluar por
separado el envío de textos y fotos y/o vídeos, pero no presentan sus propiedades
psicométricas. Este instrumento fue utilizado en el estudio de Hudson (2011), que
adapto las escalas reorganizándolas en una sola con el fin de medir mediante solo siete

147
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

ítems el envío, la recepción y el reenvío de fotos, vídeos y textos. Sin embargo tampoco
aporta datos sobre sus propiedades psicométricas.

Ambas escalas (NCPTUP, 2008) también han sido adaptadas recientemente por
Lee, Moack y Walker (2016) con una versión final de 15 ítems, referidos a dos
subescalas. En la primera de ellas, se hace referencia al comportamiento de Sexting
personal, abarca comportamientos como fotografiarse/grabarse las piernas, el pecho, o
las conductas de masturbación, los encuentros sexuales entre otros. La segunda
subescala, se refiere a comportamiento de Sexting de terceras personas explora los
comportamientos de sacarse fotografías o grabarse las piernas, hombros, pecho, la
masturbación, manteniendo relaciones o cambiándose de ropa, entre otras situaciones
similares.

Asimismo, cuatro de los ítems originales de la escala de NCPTUP (2008) fueron


utilizados en el estudio llevado a cabo por Crimmins y Seigfried-Spellar (2014). Las
autoras utilizaron solo los ítems referidos exclusivamente al envío de fotografías o
vídeos de desnudos/as o semi desnudos/as, excluyendo los textos. No obstante, tampoco
ofrecen sus propiedades psicométricas.

Escalas adaptadas también por Fleschler-Peskin et al. (2012) que desarrollaron a


partir de ellas dos escalas de cinco ítems para evaluar el envío de fotografías/vídeos de
desnudos o semi/desnudos y de mensajes de texto sexualmente sugerentes. En España,
las escalas del NCPTUP (2008) también han servido de referencia a la investigación
llebada a cabo por Agustina y Gómez-Duran (2016), pero no aportan las propiedades
psicométricas.

La escala de Parker et al. (2012) está compuesta por 5 ítems, algunos de ellos
hacen referencia al envío de insinuaciones o proposiciones de sexo y otros al envío de
contenidos sugerentes o explícitos. Sus resultados no exponen las propiedades
psicométricas de la escala. Drouin, Vogel, Surbey y Stills (2013a) desarrollan una
escala de 4 ítems para evaluar la frecuencia con la que realizan diferentes tipos de
Sexting con sus parejas, incluida en la que deniminan Computer Mediated Comunicaton
& Sexting Scale. Dicha escala tiene un formato de respuesta de 1 (nunca) a 6 (muy
frecuentemente) y algunos de los ítems son: Ítem 1 “Envío de textos sexys” o Ítem 4
“Sexo en directo a través del vídeo”. No presentan datos psicométricos de la escala.

148
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

Houck, Barker, Rozzo, Hancock, Norton y Brown (2014) partiendo de ítems


utilizados en investigaciones anteriores (Rice et al., 2012), crearon una escala de 4 ítems
con la opción de respuesta sí/no. Algunos de los ítems son “¿En los pasados seis meses
has enviado imágenes sexuales de ti mismo/a a alguien?” o “¿Has enviado a alguien un
e-mail o un mensaje (como por ejemplo por Facebook) con contenido sexual para
coquetear con el/ella?”. Los autores no ofrecen datos sobre las propiedades
psicométricas.

La escala Sexting Behaviours de 29 ítems creada por Hudson y Fetro (2015), en


la que se incluyen específicamente los comportamientos de envío, publicación y reenvío
de mensajes o imágenes sexys, los motivos para sextear (para iniciar una relación
sexual, porque es más cómodo que decirlo cara a cara) y los destinatarios de esos
contenidos. A pesar de que no presentan las propiedades psicométricas de este
instrumento en particular, sí aportan el Alpha de Cronbach´s del instrumento general
que han utilizado que supone un total de 111 ítem y un =.81.

La escala Sexting Behabiour Scale (Dir, Cyders, & Coskunpinar, 2013) cuenta
con 10 ítems (=.61) y ha sido utilizada en otras investigaciones con el mismo número
de ítems (Dir & Cyders, 2015) con una consistencia interna de .93 a .73; y en su versión
de 11 ítems (Dir, Coskunpinar, Steiner, & Cyders, 2013). Además la versión de once
ítems ha sido recientemente adaptada por Morelli, Bianchi, Baiocco, Pezzuti y
Chirumbolo (2016a,b) resultado 29 ítems, con el mismo sistema de respuesta que la
original (=.70).

Recientemente la escala Sexting Behaviour creada por Walrave, Ponnet, Ouytsel,


Van-Gool, Heirman y Verbeek (2015) con un total de tres ítems en las que cuestionaban
“¿Has participado en Sexting en los últimos 2 meses?”, “¿Con que frecuencia has
participado en Sexting?”, y “¿Con que frecuencia has participado en Sexting en el
pasado?”. Con una escala de respuesta tipo Likert-scale, alcanzó Alpha de .94.

La investigación de Brandon y Drouin (2015) desarrolló una escala para medir


los comportamientos de Sexting en parejas que estuvieran casadas. La Sexting Scale
estaba compuesta por tres ítems, con una escala de respuesta tipo Likert con la que se
mide la frecuencia del envío de los sexts. Los ítems indagan en el envío de mensajes, las
conversaciones sexuales y el envío de fotos de desnudos o semi a través del móvil.

149
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

Respecto a la validez de la escala, informan que los ítems correlacionan entre sí, sin
embargo no ofrecen datos sobre las propiedades psicométricas de la escala.

También Van-Ouytsel, Ponnet, Walrave y d`Haenens (2017) crearon una escala


de 5 ítems con la que evaluaban no solo el envío de textos, fotografías y vídeos sino
también, las conversaciones online desnudos/as, en biquini o con partes íntimas de su
cuerpo (vagina, pene o testículos) visibles; por ejemplo el Ítem 1. “Enviar un mensaje
de texto (por ejemplo a través de la mensajería instantánea, e-mail o mensaje de texto)
sobre sexos a alguien a través de internet o del teléfono móvil” o el Ítem 4 “Tener una
conversación a través de la webcam en ropa interior o biquini a través de internet o del
teléfono móvil”. Sin embargo, no presentan los datos psicométricos ni de la escala ni de
los ítems.

En España el trabajo llevado a cabo por Gámez-Guadix et al. (2015) crearon una
escala de 6 ítems con una escala de respuesta de 0 (nunca) a 4 (siete o más veces). Los
ítems hacen referencia al envío de fotos, vídeos o textos con contenido erótico o sexual
a la pareja, a una amistad o una persona conocida, o a alguien que se conoce de Internet,
pero no en persona. Muestran unos buenos índices de ajuste de la escala, además de que
todos los ítems son estadísticamente significativos y superiores a .46. Esta es por tanto
la primera escala validada en nuestro país con población adulta, que ofrece adecuadas
propiedades psicométricas, alcanzando un Alpha de .78. Recientemente Gámez-Guadix
et al. (2017) han utilizado una versión modificada de esta escala (Gámez-Guadix et al.,
2015), en la que se les presentaban tres ítems, sobre el envío de textos, imágenes o
vídeos sexuales de sí mismos/as. La escala obtuvo aceptables propiedades psicométricas
y una adecuada consistencia intenta, tanto cada uno de los factores (=.83, .62 y .66)
como la escala (=.71).
El estudio realizado por Chacón et al. (2016) ha conseguido adaptar y validar en
nuestro idioma la “Sexting Behaviors Scale” creada por Dir et al. (2012). Resultando
una escala de 29 ítems, con formato de respuesta tipo Likert de 0 (nunca) a 4
(frecuentemente). Tras los análisis exploratorios y confirmatorios validaron la escala
con buenos índices de ajuste, resultando una consistencia interna de α = .92.
Por último, analizaremos más detalladamente las propiedades psicométricas de
la escala de comportamientos de Sexting de Weisskirch y Delevi (2011), ya que uno de
los objetivos de este estudio es validar esta escala en población adolescente española.
Elegimos esta escala porque es coherente con su contenido, define Sexting desde una

150
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

perspectiva más amplia como el envío de mensajes de texto, fotos y/o vídeos
sexualmente sugerentes, así como el envío de fotos y/o vídeos de desnudos o semi-
desnudos de sí mismo/a. Weisskirch y Delevi en sus estudios (Delevi & Weisskirch,
2013; Weisskirch & Delevi, 2011) no presentaron las propiedades psicométricas de su
escala y optaron por trabajar con los cinco ítems que forman la escala como
independientes, siendo tres relativos a enviar fotos y/o vídeos y dos al envío de textos.

2.2.2 COMPORTAMIENTOS DE SEXTING EN PERSONAS ADULTAS

El aumento de la comunicación en línea así como el desarrollo acelerado de los


dispositivos tecnológicos, ha propiciado la aparición de comportamientos como el
Sexting. Lo cual se ha traducido en cerca de una cincuentena de estudios centrados en
evaluar el impacto del fenómeno del Sexting en la población (Klettke et al., 2014;
Cooper et al., 2016). La preocupación por el impacto social de este tipo de conductas ha
sido tal, que incluso se ha traducido en investigaciones específicas sobre la necesidad de
crear registros de delincuentes sexuales que lleven a cabo conductas de Sexting
(Comartin, Kernsmith, & Kernsmith, 2013).

Así, se han encontrado un total de 51 investigaciones que identifican la


prevalencia de las conductas de Sexting en personas de más de 18 años. De estos
estudios el 93% se han realizado en el ámbito internacional, siendo tan solo el 7% los
que se centra en nuestro país. Conjuntamente el 13% parten de una metodología
cualitativa. Además, el rango de edad se sitúa entre los 18 y los 53 años, no obstante, el
estudio de Ferguson (2011) incluye rango de edad más amplio, incluyendo en su
investigación a jóvenes desde los 16 años hasta los 25.

En el ámbito internacional en total 17 estudios midieron el envío de fotografías


erótico-sexuales o de desnudos (AP-MTV, 2009; Brandon & Drouin, 2015; Delevi &
Weisskirch, 2013; Dir et al., 2013b; Drouin & Landgraff, 2012; Drouin, Ross, & Tobin,
2015; Ferguson, 2011; García et al., 2016; Henderson & Morgan, & Morgan, 2011;
Hudson, 2011; Lion & Cheng, 2017; Martínez-Prather & Vandiver, 2014; NCPTUP,
2009; Reyns, Burek, Henson,, & Fisher, 2013; Strassberg, Rullo, & Mackaronis, 2014;
Woolard, 2011; Wysocki & Childers, 2011). A través de estos estudios se evidencia una
horquilla de prevalencia de este comportamiento muy amplia, por lo que se han
organizado en dos grupos, uno de ellos incluye prevalencias bajas o medias; mientras
que el otro abarca las prevalencias elevadas.
151
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

Aquellos estudios que demuestran una prevalencia baja o media respecto del
envío de fotografías erótico-sexuales o de desnudos, sitúan esta conducta entre el 12% y
el 31% (AP-MTV, 2009; Brandon & Drouin, 2015; Delevi & Weisskirch, 2013;
Ferguson, 2011; Fleschler et al., 2013; García et al., 2016; Martínez-Prather &
Vandiver, 2014; Reyns et al., 2013; Strassberg et al., 2014).

Mientras que el segundo grupo se encuentran aquellas investigaciones que


muestran altas tasas de prevalencia de este comportamiento, situándolo entre el 32% y
el 60% (AP-MTV, 2009; Delevi & Weisskirch, 2013; Dir et al., 2013b; Drouin &
Landgraff, 2012; Drouin et al., 2013a; Henderson & Morgan, 2011; Hudson & Fetro,
2015; Lion & Cheng, 2017; NCPTUP, 2009; Woolard, 2011; Wysocki & Childers,
2011). Paralelamente, el envío y la publicación de este tipo de imágenes se sitúa en el
7% (NCPTUP, 2008) y el reenvío de las fotos alcanza una prevalencia que va desde el
17% al 56 % (García et al., 2016; Martínez-Prather & Vandiver, 2014; NCPTUP, 2008).
Incluso la investigación de Strassberg et al. (2014) apunta que el 3.8% saca fotos
sexuales a otras personas.

Asimismo, se han identificado 10 estudios que ofrecen información conjunta


sobre el envío y recepción de fotografías y/o vídeos, situando la prevalencia en torno al
38% y el 54% (Lim et al., 2016; Reyns et al., 2013; Zemmels & Khey, 2015).
Especialmente los estudios que arrojan luz sobre el envío de fotografías y vídeos erótico
sexuales, sitúan este comportamiento en un abanico muy amplio que va del 6% al
75.7% (Gordon-Messer et al., 2013; Bauermeister et al., 2014; Wewisskirch & Delevi,
2011).

No obstante, algunas aportaciones muestran que las cifras de prevalencia del


Sexting varían según el tipo de contenido de las imágenes o vídeos. De forma que, el
envío de fotos/vídeos de personas desnudas alcanza prevalencias del 15% (Giroux,
2011), el 38% (Crimmins & Seigfried-Spellar, 2013) y el 49% (Drouin et al., 2013a).
Mientras que, las fotografías o los vídeos con contenido de semi-desnudos, van del 20%
al 25% (Crimmins & Seigfried-Spellar, 2013; Giroux, 2011).

Particularmente los resultados del estudio de Crimmins y Seigfried-Spellar


(2013) apuntan que el 59% envía fotografías o vídeos estando semidesnudos/as y el
38% envía estos contenidos estando totalmente desnudos/as. No obstante, informan
también que tan solo el 25% envía fotos/vídeos semidesnudos y el 8% envía
fotos/vídeos de desnudos mostrando la cara. Igualmente, la prevalencia depende de la
152
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

persona destinataria, pues las cifras del envío de este tipo de contenidos a la pareja
formal se sitúan en el 49%, al o a la amante en el 45%, y respecto a una pareja casual en
el 37% (Drouin et al., 2013a). Conjuntamente, la investigación NCPTUP (2009) revela
que el 7% publica fotos/vídeos en espacios virtuales, el 33% los envía y el 17% admite
reenviar esos sexts.

Por su parte, la recepción de fotografías y vídeos va del 10.5% al 40.8%


(Bauermeister et al., 2014; Gordon-Messer et al., 2013; Reyns et al., 2013; Zemmels &
Khey, 2015). De hecho, el 14% de las personas recibe fotos y vídeos de personas
semidesnudas (Giroux, 2011) y el 12.5% las reenvía (Bauermeister et al., 2014).

También hemos encontrado 6 investigaciones que informan de la prevalencia en


relación a la recepción de fotografías, situando este tipo de conducta en un primer grupo
de prevalencias bajas o medias que van desde el 31% al 38.2% (Ferguson, 2011; García
et al., 2016; Strassberg et al., 2014); y otro grupo de altas prevalencias situadas entre el
43% y el 64.2% (Hudson, 2011; NCPTUP, 2009; Dir et al., 2013b; Woolard, 2011).

Con respecto al envío de textos erótico-sexuales o conversaciones


sexuales/sexys, se han encontrado 13 investigaciones que revelan la prevalencia de este
comportamiento (Brandon & Drouin, 2015; Delevi & Weisskirch, 2013; Dir et al.,
2013b; Drouin & Landgraff, 2012; Drouin et al., 2013a; Drouin et al., 2015; Ferguson,
2011; Garcia et al., 2016; Harrison, 2011; Henderson & Morgan, & Morgan, 2011;
NCPTUP, 2009; Weisskirch & Delevi, 2011; Woolard, 2011; Wysocki & Childers,
2011).

Los resultados de estos estudios revelan prevalencias bajas o medias respecto a


envío de textos, que se van del 20.9% al 29% (Brandon & Drouin, 2015; García et al.,
2016; Harrison, 2011; Wysocki & Childers, 2011); pero también prevalencias muy
elevadas, situadas entre el 55% y el 78% (Delevi & Weisskirch, 2013; Dir et al., 2013b;
Drouin & Landgraff, 2012; Drouin et al., 2013a; Drouin, Roos, & Tobin, 2015;
Henderson & Morgan, 2011; NCPTUP, 2009; Woolard, 2011).

La investigación del NCPTUP (2009) revela que el 17% publica este tipo de
textos y el 23% los reenvía o los comparte. También Drouin et al. (2013a) informa que
que según la persona destinataria varía la prevalencia, siendo más frecuente el envío a la
pareja formal (78%) que a la pareja casual ( 63%) o a la amante ( 55%).

153
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

De forma paralela, 4 investigaciones ofrecen datos sobre la recepción de textos


(Dir et al., 2013b; García et al., 2016; NCPTUP, 2009; Woolard, 2011). Algunos
estudios revelan bajas cifras de prevalencia de la conducta (28.1%) (García et al., 2016),
otros prevalencias medias (64%) (NCPTUP, 2009), mientras que otras investigaciones
informan de tasas de prevalencia muy elevadas, que van del 80.3% al 81% (Dir et al.,
2013b; Woolard, 2011).

También se han encontrado 15 investigaciones que revelan prevalencias


generales, es decir, ofrecen las cifras de participación en algún tipo de comportamiento
de Sexting sin especificar más información. Por un lado, estarían los estudios que
colocan la prevalencia en algún tipo de conducta de Sexting en una horquilla del 40% al
44% (Benotsch, Snipez, Martin, & Bull, 2013; Giroux 2011; Pantallas Amigas, 2012;
Parker, Blackburn, Perry, & Hawks, 2013). Por otro lado, se sitúan las investigaciones
que emplazan las conductas de Sexting desde el 60% hasta el 82.23% (Bauermeister et
al., 2014; Currin et al., 2016; Crimmins & Seigfried-Spellar, 2013; Drouin et al., 2015;
Hudson, 2011; Hudson & Fetro, 2015; Hudson, Fetro, & Ogletree, 2014; Morelli et al.,
2016a; Samimi & Alderson, 2014; Wysocki & Childers, 2011).

Un total de 3 estudios ofrecen prevalencia respecto al envío o recepción de


fotografías y textos conjuntamente (Dir & Cyders, 2015; Hudson et al., 2014; Yeung,
Horyniak, Vellam Hellard, & Lim, 2014). Sus resultados colocan las cifras de este
comportamiento entre el 40% y el 16.8% (Hudson et al., 2014; Yeung et al., 2014). En
esta línea, Hudson et al. (2014) apuntan que el 45.1% reenvía o comparte fotos/textos,
el 29.1% lo publica en Internet y el 20.8% en las Redes Sociales. También, 3
investigaciones muestran las prevalencias del Sexting no deseado pero consentido, que
va desde el 45% al 68% (Drouin & Tobin, 2014; Drouin, et al., 2015; Robin & Drouin,
2013).

Finalmente en el caso de España los estudios sobre la participación de las


personas adultas son muy escasos y limitados (Agustina & Goméz-Duran, 2016;
Chacón, Romero, Aragón, & Caurcel, 2016; Gámez-Guadix, Almendros, Borrajo, &
Calvete, 2015). De hecho no es hasta el año 2015 que emergen las primeras
aproximaciones al estudio del fenómeno.

En esta dirección, la investigación de Gámez-Guadix et al. (2015) informa de


altas tasas de prevalencia, situando la participación en algún tipo de conducta de Sexting
en torno al 66.8%. Además muestran que los tres comportamientos más frecuentes son:
154
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

enviar mensajes de texto eróticos o sexuales de ellos/as mismos/as a sus parejas


(58.3%), enviar imágenes o vídeos de ellos/as mismos/as eróticos o sexuales a sus
parejas (27.8%) y enviar mensajes de texto eróticos o sexuales a amistades o personas
conocidas (27%).

Posteriormente, la investigación realizada por Agustina y Goméz-Duran (2016)


en una muestra de 149 estudiantes universitarios/as con una media de edad de 20.4
años, pertenecientes a universidades públicas de Cataluña, se centró en evaluar los
factores de riesgo asociados al Sexting. En este estudio diferencian entre el Sexting
pasivo o soft Sexting y el activo o hard Sexting. Conceptualizando el primero como
aquel que engloba el envío, posteado, reenviado o compartido de sexts (ya sean textos,
imágenes o vídeos sexuales) protagonizados por otras personas. Mientras que denomina
como hard Sexting aquel en el que los sexts son protagonizados por el o ella mismo/a.
Demuestran que el 1.5% de los y las jóvenes de entre 18 y 22 años y el 21.7% de edades
comprendidas entre 23 y 29 años, admiten realizar conductas de hard Sexting: mientras
que respecto al soft Sexting apuntan prevalencias del 2.1% en el primer grupo de edad
(18 a 22 años) y del 20% en el segundo grupo de edad (23 a 29 años).

En las tablas 2.4a, 2.4b, 2.4c y 2.4d, se plasman las principales investigaciones
realizadas con personas adultas en la última década, tanto fuera como dentro de nuestras
fronteras. Detallándose no solo la información sociodemográfica de cada uno de los
estudios, sino también el instrumento utilizado y las principales conclusiones.

155
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

Tabla 2.4a Principales estudios sobre comportamientos de Sexting realizados con personas
adultas (2009-2011).
N Edad
AÑO AUTORÍA PAÍS INSTRUMENTO RESULTADOS
(%mujeres) M (SD)
-Envío: 58%
- Escala comportamiento -Publicación: 17%
Sexting: textos. 7 ítems -Envío & Publicación: 59%
(α= / ) -Recepción: 64%
-Reenviar: 23%
2008 NCPTUP USA 627 (51%) 20-26
-Envío: 32%
- Escala comportamiento -Publicación: 7%
Sexting: fotografías y/o -Envío & Publicación: 33%
vídeos. 7 ítems. (α= / ) -Recepción: 46%
-Reenviar: 17%
2009 AP-MTV USA 1247 (50.8%) 18-24 -Preguntas directas. -Envío fotos: 33%
Dos ítems de frecuencia del
comportamiento: (1) Envío de
16-25
fotos eróticas/desnudos/as de - Envío fotos: 20.5%
2011 Ferguson USA 207 (100%) 20.70
sí mismos/as; (2) Recepción - Recepción fotos: 34.5%
(2.22)
de fotos eróticas/desnudos/as
de otra persona.
- Algún comportamiento de Sexting: 41%
- Recepción sexts: 32%
- 23 Ítems sobre el envío - Enviado & Recibido: 27%
fotos, personas destinatarias, - Recepción fotos/vídeos de personas
descripción y frecuencia; desnudas: 42%
2011 Giroux USA 119 (57.5%) 19.98 (/) - 27 Ítems sobre la - Envío fotos/vídeos estando semi
recepción fotos, personas desnudos/as: 20%
emisoras, descripción y - Envío fotos/vídeos estando desnudos/as:
frecuencia. 15%
- Recepción fotos/vídeos de personas
semidesnudas: 14%
- Una pregunta: ¿Has
participado en Sexting
22.77 -Envío de mensajes o conversaciones sexuales
2011 Harrison USA 91 (66%) (hablado de sexo vía
(.64) mientras conducían: 20.9%.
mensaje de texto) mientras
conducías?
Dos ítems: (1) ¿Cuantas
veces has enviado/publicado
fotos de desnudos o semi
desnudos?; (2) ¿ Cuantas
18-30
Henderson veces has enviado/publicado - Envío de fotos desnudos/as: 60%
2011 USA 468 (50.2%) 20.59
& Morgan textos sexualmente - Envío de textos: 69%
(2.86)
sugerentes sobre ti
mismo/a?. Escala de
respuesta tipo Likert, de 1
(nunca) a 5 (10 veces o más)
-Escala de comportamiento
Sexting. 7 ítems. Opciones
de respuesta: mensaje sexy, -Envío fotos: 48.2%
2011 Hudson USA 697 (44%) 18–27 fotografía/vídeo sexys, -Recepción fotos: 63.8%
ambos o ninguno. - Conductas Sexts: 81%
(Adaptada: NCPTUP,
2008). (α= / )
- Envío de textos sugerentes: 2.42 (1.08)
- Envío de proposiciones sexuales: 2.13 (1.18)
- Sexting Behabiour Scale: - Envío fotos/vídeos sí mismos/as ropa
18-30,
Weisskirch 5 ítems. Escala de respuesta interior: 1.48 (.67).
2011 USA 128 (82.8%) 22.77
& Delevi tipo Likert de 1 (nunca) a 5 - Envío fotos/vídeos sí mismos/as sugerentes:
(2.8)
(frecuentemente). (α= /) 1.46 (.65)
- Envío fotos/vídeos sí mismos/as
desnudos/as: 1.26 (.57).
- Envío textos: Raramente: 45.6%.
A veces: 33.1%
Una vez al mes: 17%
Menos de una vez al mes:37%
- Recepción de textos: Raramente: 42.3%.
- Frecuencia de Sexting: 10
A veces: 37.1%
2011 Woolard USA 193 (69.8%) 18-24 ítems. Tipo de respuesta:
Dos veces al mes: 17%
si/no o frecuencia. (α= /)
Menos de una vez al mes:39%
-Envío/Recepción fotos: Envío: 47%
Raramente envío: 36.6%
Recibe: 59%
Raramente recibe: 41.1%

156
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

Tabla 2.4b Principales estudios sobre comportamientos de Sexting realizados con personas
adultas (2011-2013).
N Edad
AÑO AUTORÍA PAÍS INSTRUMENTO RESULTADOS
(%mujeres) M (SD)

- Dos preguntas: ¿Alguna vez


has tenido sexo vía mensajes
-Envío textos: 29%
de texto?; y ¿Alguna vez has
Wysocki & -Envío fotos: 51.1%
2011 USA 5187 (39%) 18-50 enviado una fotografía
Childers -Algún comportamiento de Sexting: 60%
desnudo/a o semi-desnundo/a
-Ambos comportamientos: 22%
vía e-mail o a través del
móvil?
- Preguntas: (1) Envío de
18-36 mensajes de texto sexualmente
Drouin & -Envío textos: 67%
2012 USA 744 (68.7%) 20.5 explícitos; (2) Envío de
Landgraff -Envío fotos : 54%
(3.67) fotos/vídeos sexualmente
explícitos.
Pantallas
2012 Sudamérica 5494 (/) + 18 - Preguntas directas. Conductas de Sexting: 40%
Amigas
- Preguntas sobre el número de
18-25
Benotsch sexts que envían o reciben en
2013 USA 763 (66%) 18.9 -Envían/Reciben: 44%
et al. un día normal. Respuesta
(1.35)
escala ordinal: 0 a más de 120.
- Envío textos: 75.7%
18-30 - Sextins Behabiour Scale - Proposiciones sexuales: 67.4%
Delevi &
2013 USA 304 (58.5%) 22.64 (Weisskirch & Delevi, 2011) - Envío fotos: 45.7%
Weisskirch
(2.77) (α=./). - Fotos ropa interior: 43.7%
- Fotos sí mimos/as desnudos/as: 28.9%
-Sexting Behabiour Scale. 10
- Sextean raramente/solo algunas veces:
21.4 ítems. Escala de respuesta tipo
2013 Dir et al. a USA 611(77.3%) 1.77(.61)
(4.18) Likert: 1 (nunca) a 5
- Sextean con parejas diferentes: 2.16 (4.1).
(frecuentemente) (α=.61)
-Sexting Behabiour Scale. 11 -Envío fotos: 46.6%
18-43
ítems. Escala de respuesta tipo -Recepción fotos: 64.2%
2013 Dir et al. b USA 278 (53.8%) 21
Likert: 1 (nunca) a 5 -Envío textos: 67.4%
(4.56)
(frecuentemente) (α=.81). -Recepción textos: 80.3%
- Envío fotos/vídeos: 37% - 49%
- Computer Mediated - Envío textos: 55% -78%
Comunicaton & Sexting - Envío textos pareja formal: 78%
18-26
Scale. 4 ítems. Escala de - Envío textos pareja casual: 63%
2013a Drouin et al. USA 253 (58.5%) 19.47
respuesta tipo Likert: 1 - Envío textos amante: 55%
(1.54)
(nunca) a 6 (muy -Envío fotos/vídeos pareja formal: 49%
frecuentemente) (α=./). - Envío fotos/vídeos pareja casual: 37%
- Envío fotos/vídeos amante: 45%
- Preguntas: (1) Envío de
fotos/vídeos sugerentes de
desnudos o semi desnudos de
Gordon- sí mismos/as a través del -Envío fotos/vídeos: 30.1%
2013 Messer USA 760 (50.4%) 18-24 móvil; (2) Recepción de -Envío fotos/vídeos un par de veces: 28.2%
et al. fotos/vídeos sugerentes de -Recepción fotos/vídeos: 40.8%
desnudos o semi desnudos de
personas conocidas a través
del móvil.
- Envío y recepción de fotos/vídeos: 38%
18-24
2013 Reyns et al., USA 974 (61%) - 2 Ítems: comportamiento. - Recepción fotos/vídeos: 36%
20.2
- Envío fotos/vídeos: 20%
18-53 - Texting Scale. 5 ítems, de los
Parker
2013 USA 86 (79%) 27.9 cuales 3 hacen referencia a - Comportamientos de Sexting: 43%
et al.
(7.4) conductas de Sexting (α= /).
- Pregunta sobre Sexting no
deseado pero consentido: ¿Con
cuanta frecuencia has -Sexting no deseado pero consentido en
Tobin & 21.64 consentido hacer Sexting con tu chicas: 60%
2013 USA 155 (60%)
Drouin (4.41) pareja actual cuando en realidad -Sexting no deseado pero consentido en
no querías sextear? Respuesta chicas: 45%
tipo Likert: 1 (nunca) a 6 (muy
frecuentemente).

157
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

Tabla 2.4c. Principales estudios sobre comportamientos de Sexting realizados con personas
adultas (2014-2015).
Edad
N
AÑO AUTORÍA PAÍS M INSTRUMENTO RESULTADOS
(%mujeres)
(SD)

- Participación conductas de Sexting: 61%


- 4 Ítems de la Escala -Envío fotos/vídeos semi-desnudos/as: 59%
Crimmins & NCPTUP (2008), relativos al -Envío fotos/vídeos desnudos/as: 38%
2014 Seigfried- USA 104 (59.3%) 19-23+ envío de fotos/vídeos de -Envío fotos/vídeos semi-desnudos/as
Spellar desnudos o semidesnudos. mostrando cara: 25%
(α = ) -Envío fotos/vídeos desnudos/as mostrando
cara: 8%

- Algún comportamiento Sexting: 80%


USA 18-24
Bauermeister - Preguntas (Gordon-Messer et - Envío fotos/vídeos: 75.7%
2014 Puerto 1502 (/) 20.80
et al. al., 2013). - Recepción fotos/vídeos: 10.5%
Rico (1.93)
- Reenvío fotos/vídeos: 12.5%
- Pregunta directa: ¿Con cuanta
frecuencia has consentido
- Sexting no deseado pero consentido,
practicar Sexting (enviar textos,
Drouin & 21.84 mujeres: 55%
2014 USA 155 (60%) fotos o vídeos sexualmente
Tobin (4.41) - Sexting no deseado pero consentido,
explícitos)? Respuesta tipo
hombres: 48%
Likert: (1) no del todo a (2)
muy frecuentemente.
- Preguntas sobre mentiras
durante las conductas de
Sexting: (1) ¿Alguna vez has
practicado Sexting con tu - Mentiras durante el Sexting: 48%
Drouin, pareja formal y le has mentido - Mentiras durante el Sexting sobre lo que
21.84
2014 Tobin, & USA 155 (60%) sobre lo que llevabas puesto (o llevaban puesto: 17%
(4.41)
Wygant no llevabas puestos)? (2) - Mentiras durante el Sexting sobre lo que
¿Alguna vez has practicado hacían: 28%
Sexting con tu pareja formal y
fingiste estar haciendo algo
sexual (masturbación)?
- Algún comportamiento de Sexting: 80.9%
Hudson, - 6 ítems Escala - Envío foto/texto: 76.8%
2014 Fetro & USA 697 (50%) +18 comportamiento Sexting - Reenvío/Compartido foto/texto: 45.1%
Ogletree (NCPTUP, 2008). - Publicar Internet foto/texto: 29.1%
- Publicar Redes Sociales: foto/texto: 20.8%
- 50 Preguntas basadas en otros -Envío fotos: 31%
Martínez-
estudios (Lenhart, 2009; -Envío fotos (pechos, genitales o nalgas):
2014 Prather & USA 800 (68.3%) 18-19
Lenhart, 2010; Mitchell et al., 18%
Vandiver
2012) - Reenviar fotos: 56%
- 47 Ítems sobre conductas de
Sexting. Escala de respuesta
Samimi &
2014 Canadá 525 (49.9%) 18-50 tipo Likert de 1 (totalmente en - Alguna vez sexteado: 60.8%
Alderson
desacuerdo) a 7 (totalmente de
acuerdo) y 8 (no aplicable).
- 4 Preguntas directas sobre el - Envio fotos móvil: 19.1%
Strassberg, envío y la recepción de - Recepción fotos móvil: 38.2%
2014 USA 1130 (59.2%) ( /)
et al. fotografías y las personas - Destinatario/as una o más personas: 7.8%
destinatarias de estas. - Sacada foto sexual otra/s personas: 3.8%
- Preguntas sobre
-Envío/Recepción de fotos o textos vía
comportamientos de Sexting. Si
móvil: 40%
han sexteado con alguno de los
Austral - Destinatario/a pareja formal: 67%
2014 Yeung et al. 1372 (65.8%) 19 diferentes tipos de
ia -Destinatario/a pareja casual: 37%
destinatarios: pareja formal,
- Destinatario/a amistades: 24%
pareja casual, amigo/a o
- Destinatario/a extraños/as: 13%
extraño/a.
- Envío fotos: 12%
- Envío fotos desnudos/as menos de una vez
al mes: 9% mujeres y 7% hombres.
- Sexting Scale. 3 ítems. Escala - Envío fotos desnudos/as menos una vez al
20-52
Brandon & de respuesta tipo Likert: 1 mes: 3% mujeres y 5% hombres.
2015 USA 355 (50.7%) 32.36
Drouin (nunca) a 8 (casi cada hora). - Envío textos: 29%
(/)
(α=./). - Envío textos menos de una vez al mes:
12% mujeres y 11% hombres.
- Envío textos menos una vez a la semana:
16% mujeres y19% hombres.

158
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

Tabla 2.4d Principales estudios sobre comportamientos de Sexting realizados con personas
adultas (2015-2016).
Edad
AÑO AUTORÍA PAÍS N (%mujeres) INSTRUMENTO RESULTADOS
M (SD)
-Sexting Behabiour Scale. 10
ítems. Escala de respuesta tipo
Likert: 1 (nunca) a 5 - Envío textos/fotos a través del móvil:
Dir & 21 (frecuentemente). Envío 2.04(.82)
2015 USA 611 (77.3%)
Cyders (5.4) textos/fotos a través del móvil - Envío textos/fotos a través de las Redes
(α=.93); Envío textos/fotos a Sociales: 1.20 (.43).
través de las Redes Sociales
(α=.73).
- 2 Preguntas sobre Sexting: envío - Alguna vez han sexteado: 71%
Drouin, de fotos y textos. De los cuales - Envío fotos: 47%
20.6
2015 Ross & USA 480 (66.6%) respondían otras 2 preguntas sobre - Envío textos: 68%
(4.73)
Tobin si han sido conductas de Sexting - Alguna vez han sexteado cuando en
consentido pero no deseado. realidad no querían hacerlo: 68%
- Comportamiento de Sexting: 66.8%
- Envío textos parejas: 58.3%
- Envío fotos/vídeos parejas: 27.8%.
- Envío fotos/vídeos
- Escala de Sexting. 6 ítems.
18-60 amistades/conocidos/as: 12%.
Escala de respuesta tipo Likert de
2015 Gámez et al. España 873 (65.4%) 31.11(9. - Envío textos amistades/conocidos/as:
0 (nunca) a 4 (siete o más veces)
6) 27%.
(α= .78).
-Envío fotos/vídeos conocidos/as de
internet: 11.1%.
. Envío textos conocidos/as conocidos/as de
internet: 17.2%.
Hertlein, 19-41
- Preguntas directas sobre
2015 Chadid & USA 410 (14.4%) 22.77 -
comportamientos de Sexting.
Steelman (4.56)
- Varios ítems dentro de Sexting
Hudson &
2015 USA 697 (/) 18-26 Behaviour Subscale. 111 ítems -Algún comportamiento de Sexting: 81%
Fetro
totales (α=.83).
- Preguntas directas: (1) envío de
fotos/vídeos sexualmente -Envío/Recepción fotos/vídeos: 41.6%
Zemmels &
2015 USA 108 (75.9%) 18-27 sugerentes a alguien; (2) recepción - Envío fotos/vídeos: 6%
Khey
de fotos/vídeos sexualmente - Recepción fotos/vídeos: 18.5%
sugerentes de alguien conocido
-Envío/Publicación/Recepción/Compartido
de texto/imagen/vídeo sí mismo/a:
-18 a 22 años: 7.5%
Agustina &
19-29 -23 a 29 años: 21.7%
2016 Gómez- España 149 (68.45%) - Adaptación NCPTUP (2008)
204 (3) -Envío/Publicación/Recepción/Compartido
Durán
de texto/imagen/vídeo otra/s persona/s
-18 a 22 años: 2.1%
-23 a 29 años: 20%
18-24
Chacón et Adaptación escala Dir et al (2012).
2016 España 985 (/) 20.12 -
al. 29 ítems (α= .92)
(1.91)
- Preguntas directas: (1) Alguna
18-70 vez han enviado sexts (textos, - Envío sext: 66.3%
2016 Currin et al. USA 1.171 (70.6%) 28.99 fotos o vídeos) ; (2) Alguna vez - Recepción sext: 74.1%
(10.28) han recibido sexts sexts (textos,
fotos o vídeos)
- Envío textos: 21.1%
García, - Recepción textos: 28.1%
- 5 Ítems incluidos en cuestionario
2016 Gesselman USA 5805 (48.75%) 21-75+ - Envío fotos: 15.5%
mayor.
et al., - Recepción fotos: 23.4%
- Reenvío fotos: 22.9%
- Sexting Behaviour Scale (Dir et - Sexteado alguna vez: 82.23%
Morelli 13-30 al., 2012). 29 ítems (α= .93). - Recepción sexts: 77.96%
2016 Italia 1334 (68%)
et al. a 20.8 Envío (α= .85); Recepción (α= - Emvío sexts: 63.12%
.86). Publicación (α= .92) - Publicación sexts: 8.77%
- Sexting Behabiour Sacle (Dir et
13-30 al., 2012). 29 ítems. Escala de
Morelli et al.
2016 Italia 715 (71.1%) 22.01 respuesta tipo Likert: 1 (nunca) a 5 -
b
(4.01) (Frecuentemente o diariamente).
(α=.70).
Silva
2016 Portugal 301 (56.14%) 18-52 - Adaptación NCTPUP (2008). -
et al.
17-24
Lion &
2017 China 381 (62.2%) 19.75 - Pregunta: comportamiento - Envío publicación fotos:37.8%
Cheng
(1.12)

159
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

2.2.2.1 Investigaciones cualitativas sobre comportamientos de Sexting en personas


adultas

Los estudios que parten de una perspectiva cualitativa que, hasta el momento, han sido
realizados con personas adultas son limitados y muy recientes (Burkett, 2015; Gutiérrez,
2014; Manning, 2013; Salter, 2015; Velázquez, 2015; Yeung et al., 2014). No obstante
tal y como se muestra en las líneas que siguen, los resultados que arrojan permiten no
solo apreciar la frecuencia del comportamiento en Sexting, sino también la confluencia
de este fenómeno con otras variables, además de aportar información al estudio del
fenómeno muy relevante.

Una de las primeras investigaciones sobre el Sexting desde la perspectiva


cualitativa, es la realizada por Manning (2013) que fue abordada a través de 10
entrevistas a participantes de entre los 18 y los 54 años. El análisis del discurso aporta
información sobre cómo los y las participantes conceptualizan el Sexting, definiéndolo
como un “intercambio interactivo”, es decir, entienden el Sexting como una práctica
bidireccional, en la que uno/a envía pero también recibe. Asimismo, sus informantes
entienden que son contenidos de tipo sexual, pero que no siempre tienen que tener la
finalidad de establecer contactos sexuales. Conjuntamente expresan que las conductas
de Sexting se realizan fundamentalmente a través de dispositivos móviles.

El trabajo a través de foros de discusión virtuales realizado por Gutiérrez (2014),


se centró en 71 estudiantes universitarios de entre los 18 y los 23 años. Sus resultados
evidencian que a pesar de que muchos/as estudiantes desconocían el término de Sexting,
sí conocían los comportamientos que abarca. No obstante, más de la mitad afirmaban no
conocer casos concretos de Sexting. Además, consideraban que la aparición del Sexting
se debe al avance tecnológico y al acceso a éstos medios cada vez a edades más
tempranas. Justificaban, que este tipo de situaciones venia determinada por el descuido
de los progenitores y de las instituciones educativas. Asimismo, los y las informantes
consideraban que el Sexting es una actividad llamativa para las y los adolescentes
debido a que es una etapa de autoafirmación en el grupo de iguales, pero que los/as
expone a la realidad virtual como víctimas.

Yeung et al. (2014) realizaron una investigación en la que combinaban la


metodología cualitativa a través de la realización de 4 focus group y la cuantitativa. Los
focus groups estaban formados por 39 informantes de edades entre los 16 y los 25 años
y se centraron en evaluar las actitudes y las consecuencias percibidas sobre el Sexting.
160
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

Encontraron que eran los chicos los que más conductas de Sexting admitían, de hecho,
casi la mitad de los chicos afirmaban practicar Sexting con su pareja estable. Además,
distinguían en su relato entre la creación y difusión de materiales de Sexting sin y con
consentimiento, refiriendo que la realización de Sexting consentido forma parte de las
interacciones sexuales. En esta línea, el estudio de Velázquez (2015) con 708
informantes de una edad media de 20 años arroja relatos tanto de Sexting activo como
pasivo, así como situaciones de sextorsión.

Más recientemente, la investigación realizada por Burkett (2015) mediante


entrevistas a 40 jóvenes de entre los 18 y los 25 años revela que los chicos y chicas
definen el Sexting como “sacarse selfies”, “enviar fotografías estando desnudos/as” o
“hablar sucio”. Respecto a las experiencias relatadas por los y las informantes de su
estudio, muestran que los comportamientos de Sexting se producen como parte de
bromas, también dentro de las relaciones de amistad e incluso como feedback a un sext
recibido. Igualmente, relatan situaciones en las que han recibido fotografías de desnudos
o explícitamente sexuales y no han respondido a esos mensajes. No obstante, los y las
informantes expresan que no es frecuente producir y difundir las imágenes sin
autorización de los y las protagonistas. Consideran el Sexting algo gracioso y parte de
las interacciones sexuales, que practican dentro de sus relaciones sentimentales como un
comportamiento íntimo, que forma parte del placer sexual o simplemente como una
forma de experimentación. Finalmente, sus resultados evidencian que solo dos chicas
han sido presionadas por sus parejas masculinas para practicar Sexting.

En último lugar, el estudio realizado por Salter (2015) a través de focus group
con jóvenes de entre los 18 y los 20 años arroja luz sobre las asimetrías de género
existentes en la participación de los comportamientos de Sexting. En primer lugar, los y
las informantes expresan que en el mundo virtual no se trata, ni se juzga de igual
manera a chicos y chicas ante las mismas conductas, expresando que las consecuencias
de Sexting afectan más negativamente a las chicas. Relatan, por ejemplo, las múltiples
circunstancias a las que se enfrentan las chicas que las colocan en situaciones
incómodas y difíciles, como cuando los chicos hacen circular imágenes de sus genitales
y se las envían sin habérselas pedido ni deseado. También relatan que, en el contexto de
una relación las prácticas de Sexting pueden no ser deseadas por ambas partes y ellas
pueden ser presionadas para enviarlas. También evidencia como los y las participantes

161
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

hablan de la moralidad en torno al Sexting, una moral que juzga diferenciadamente las
conductas de Sexting en chicos o en chicas.

2.2.2.2 Comportamientos de Sexting en personas adultas y su relación con otras


variables

Las diferentes investigaciones centradas en evaluar las conductas de Sexting en


población adulta evidencian que este comportamiento está relacionado con
determinadas variables que influyen determinantemente en la realización – o no
realización – de la conducta de Sexting. Así, se ha puesto de relieve (Cooper et al.,
2016; Klettke et al., 2014) como algunas investigaciones centran el foco de atención en
las variables sociodemográficas, los riesgos y comportamientos sexuales, la salud
mental o las motivaciones hacia el Sexting entre otras variables, con el fin de establecer
la relación positiva o negativa con los comportamientos de Sexting que mujeres y
hombres llevan a cabo. A continuación se abordan cada una de las variables que, tras el
análisis de las diferentes investigaciones se han considerado determinantes en el estudio
de las conductas de Sexting.

Conocimiento del fenómeno del Sexting

La mayor parte de estudios que aportan información sobre el grado de conocimientos


que hombres y mujeres tienen sobre el fenómeno del Sexting, parten de una perspectiva
metodológica cualitativa. Algunos estudios revelan que a pesar de no saber aportar una
definición del término de Sexting, si conocen los comportamientos que éste abarca
(Manning, 2013; Gutiérrez, 2014) conceptualizándolo como un intercambio de
materiales erótico sexuales (Manning, 2013). Es decir, los hombres y mujeres que
envían sexts, esperan que la persona receptora les envíe como respuesta otro sext. En
contraposición, las ideas extraídas de las entrevistas realizadas por Burkett (2015),
apuntan que los y las participantes de su estudio sí conceptualizaban correctamente el
término de Sexting.

162
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

Edad

Existe cierta discrepancia entre los diferentes estudios sobre como la edad influye en las
conductas de Sexting entre personas adultas. Por un lado, algunos estudios revelan que
las conductas de Sexting están asociadas a menor edad, es decir, que los
comportamientos de Sexting se dan más entre la gente de menor edad (Gámez et al.,
2015; García et al., 2016; Wysocki & Cyders, 2011). En esta dirección, el reciente
trabajo realizado por García et al. (2016) con una muestra representativa en los Estados
Unidos, demuestra que las conductas de Sexting disminuyen a lo largo de la vida adulta.
En el caso de nuestro país, la investigación llevada a cabo por Gámez et al. (2014)
informa que las edades más sexters son las que se encuentran entre los 18 y los 34 años.
De hecho, en los grupos de edad de 18 a 24 años y de 25 a 34 las prevalencias de los
comportamientos de Sexting superan la media total de su estudio, pues alcanzan el
70.5% y el 75.8%, respectivamente. Edades similares a las que identificaban Wysocki y
Cyders (2011) como más sexters, pues apuntaban que tanto en hombres como en
mujeres las prevalencias más elevadas se situaban en las edades de19 a 29 años.

Por otro lado en contraposición, los resultados de otras investigaciones reportan


más conductas de Sexting a mayor edad (Agustina & Goméz-Duran, 2016; Crimmins &
Seigfried-Spellar, 2014; Yeung, Horyniak, Vella, Hellard, & Lim, 2014; Zemmels &
Khey 2015). Particularmente en España el trabajo con universitarios/as de Agustina y
Goméz-Duran (2016) señalaba como la franja de edad más prevalente, la que va desde
los 23 a los 29 años, tanto respecto al hard Sexting como al soft Sexting. La misma
tendencia se ha demostrado en el contexto internacional por Crimmins y Seigfried-
Spellar (2014), ya que sus resultados muestran una prevalencia de las conductas de
Sexting del 14.9% entre los y las de 19 años; mientras que entre los de 23 o más años la
cifra se eleva hasta el 18.5%.

Sin embargo, otras investigaciones no arrojan luz a la relación edad y


prevalencia de Sexting, no aportando datos sobre las diferencias significativas
(Benotsch et al., 2013; Dir et al., 2013b; Drouin & Landgraff, 2012; Giroux, 2011;
Gordon-Messer et al., 2013; Hudson, 2011; Morelli et al., 2016a; Silva et al., 2016).
Pese a todo, la mayor parte de estos estudios cuentan con muestras no representativas y
muy homogéneas en cuanto a la edad, a excepción del trabajo de Morelli et al. (2016a),
que a pesar de contar con una gran muestra y con participantes con edades diversas, no
informan diferencias significativas respecto a la edad entre adolescentes y jóvenes.

163
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

Género

Analizar el género más sexter resulta determinante para establecer un perfil claro en
cuanto a los comportamientos de Sexting. A pesar de que los resultados de algunos
estudios no aportan información al respecto (Henderdon, 2011; Samimi & Alderson,
2014; Silva et al., 2016), la mayor parte de las investigaciones sí muestran qué genero
lleva a cabo más conductas de Sexting. Una de las tesis en cuanto a este tema sitúa a los
chicos como los que más sexts reciben (AP-MTV, 2009; Dir et al, 2013a; Gordon-
Messer et al., 2013; Pantallas Amigas, 2012; Strassberg et al., 2014). En esta dirección,
Dir et al. (2013a), evidencian que el género es un predictor de los comportamientos de
Sexting, siendo los chicos los que más fotos reciben, a través del móvil y de las Redes
Sociales; y también los que más envían este tipo de contenidos mediante las Redes
Sociales. Igualmente, la investigación de Pantallas Amigas revelaban que la diferencia
entre hombres y mujeres que referían recibir sexts era muy elevada, pues la prevalencia
entre ellos era del 73%, mientras que entre las chicas se situaba en el 14%.

En la misma dirección, son muchas las investigaciones que también identifican a


los hombres como los que más practican Sexting (Dir et al., 2013a; Drouin &
Landgraff, 2012; Gámez et al., 2015; Hudson, 2011; Hudson, Fetro, & Ogletre, 2014;
Lion & Cheng, 2017; Pantallas Amigas, 2012; Samimi & Alderson 2014; Yeung et al.,
2014; Zemmels & Khey 2015; Delevi & Weisskirch, 2013; Wysocki & Childers 2011).
El estudio de Pantallas Amigas (2012) realizado en América Latina, mostraba que un
10% más de hombres que de mujeres lleva a cabo conductas de Sexting. Siguiendo esta
tendencia, en el caso de Estados Unidos los resultados de Zemmels y Khey (2015)
evidencian que los hombres tienen 5 veces más probabilidades que las mujeres de llevar
a cabo conductas de Sexting. Igualmente Samimi y Alderson (2014) reflejan en su
estudio que los hombres practican más Sexting que las mujeres, no obstante sus
resultados no suponen diferencias significativas. De hecho, el estudio de Hudson (2011)
encuentra que a pesar de que son los hombres los que más conductas de Sexting
realizan, la percepción del grupo es identificar a las mujeres como el género más sexter.

La misma tendencia se observa en el caso de España, así, el trabajo de Gámez-


Guadix et al. (2015) también identifica a los hombres como los que más sexts envían.
Particularmente señala a los chicos como significativamente más propensos a enviar
fotos o vídeos erótico-sexuales a amistades o personas conocidas (21.2% vs.7% de las
mujeres); enviar textos erótico-sexuales a amistades o personas conocidas (34%

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El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

vs.23.2% de las mujeres); enviar fotos o vídeos erótico-sexuales a alguien que conocen
por Internet pero no en persona (18.9% vs.6.9% de las mujeres); y también respecto al
envío de textos erótico-sexuales a alguien que conocen por Internet pero no en persona
(24.6% vs. 13.2% de las mujeres).

En contraposición, la investigación The National Campaing to Prevent Teen


Unplaned Pregnacy (NCPTUP, 2008) señala a las mujeres como las que más imágenes
sexualmente sugerentes envían o publican de sí mismas (36% frente al 31% de los
chicos). Mientras que apunta a los chicos como los que más textos sexualmente
sugerentes envían o publican (62% frente al 56% de las chicas).

Paralelamente, las conclusiones del trabajo de Martinez-Prather y Vandiver


(2014) apuntan a las chicas como las que más imágenes erótico sexuales envían y
reciben. Igualmente, los resultados de otras investigaciones (Englander, 2012; Wysocki
& Childers, 2011) señalan a las chicas como las que más sexts envían. En la misma
línea, las conclusiones extraídas del análisis del discurso en la investigación realizada
por Yeung et al. (2014), se pone de manifiesto que las imágenes de las chicas son las
que circulan por la Red por ser calificadas “más interesantes”, ya que, consideran que
las fotografías de los chicos las consideran poco interesantes o incluso como una broma
y no las hacen circular. Así, Wysocki y Childers (2011) muestran que los hombres
(52.2%) tienen 1.5 veces menos probabilidades de llevar a cabo conductas de Sexting
que las mujeres (67.5%).

Situación sentimental

En referente a la relación existente entre la situación sentimental de hombres y mujeres


y las conductas de Sexting, a pesar de que un par de trabajos informan que esta variable
no influye en la prevalencia de los comportamientos de Sexting (Drouin & Landgraff,
2012; Parker et al., 2013), existen varias investigaciones que informan que las personas
que realizan más conductas de Sexting son aquellas que están saliendo con alguien,
tienen una relación seria o conviven con su pareja respecto a aquellas personas que
están solteros/as (Dir et al., 2013a,b; Drouin et al., 2013; Hudson, 2011; Hudson, Fetro,
& Ogletre, 2014; Samimi & Alderson, 2014; Strassberg, et al., 2014; Yeung et al.,
2014). De hecho, Delevi y Weisskirch (2013), revelan en su estudio que la mayor parte
de los/as participantes indican que es necesario tener una relación sentimental con la

165
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

otra persona, como haber tenido varias citas, para sextear. Sin embargo, en
investigaciones posteriores (Weisskirch & Delevi, 2013) mostraban que no existían
diferencias entre las prácticas de Sexting respecto del estado sentimental de los y las
participantes.

Manteniendo esta tendencia, el estudio de Drouin et al. (2013a) evidencia que es


en el contexto de parejas formales en el que más se envían textos, fotos o vídeos erótico
sexuales (78% y 49%, respectivamente); no obstante, apunta que las parejas casuales
son también destinatarios/as frecuentes (63% y 45%, correspondientemente) e incluso el
o la amante (55% y 37%, correlativamente). Igualmente otras investigaciones también
realizadas en Estados Unidos pero con mayor número de población (Yeung et al., 2014)
confirman que, tanto en relación al envío de textos como de imágenes erótico-sexuales,
se alcanzan mayores prevalencias cuando la persona destinataria es la pareja formal
(67%) en comparación con pareja casual (37%), amistades (24%) o personas extrañas
(13%); conclusión que confirmaban mediante la dimensión cualitativa de su trabajo a
través del análisis del discurso de chicos y chicas.

Efectivamente un aspecto común en algunos estudios (Martinez-Prather &


Vandiver, 2014; Zemmels & Khey, 2015) es identificar como destinatarios/as
principales de los comportamientos de Sexting no solo sus parejas formales, sino
también personas en las que están afectiva o sexualmente interesadas, en donde las
conductas de Sexting pueden alcanzar hasta el 23% de prevalencia. Las principales
personas a las que envían estos sexts son el novio/a (37%) o alguien en el que están
interesados (23%). Contrariamente a estas conclusiones, el trabajo de Crimmins y
Seigfried-Spellar (2014), muestra que son los y las solteros/as los que más sextean
(63%) respecto a los/as que tienen una relación (35.2%) o están casados/as (1.8%).

Conjuntamente, parece que no solo la situación sentimental es determinante en


la realización de las conductas de Sexting, sino también el tiempo de relación. Samimi y
Alderson (2014), apuntan que aquellos/as chicos/as que el tiempo de relación no supera
el año llevan a cabo más conductas de Sexting, (77.9%) frente a los que no tienen
relaciones en donde la prevalencia de Sexting se sitúa en el 50.2%. Currin et al. (2016)
también apuntan que aquellas personas que no llevan a cabo conductas de Sexting con
sus parejas, están más satisfechas con las relaciones que aquellas que si sextean con su
pareja.

166
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

Creencias religiosas y morales

En el ámbito internacional, las conclusiones obtenidas en la investigación de Crimmins


y Seigfried-Spellar (2014) apuntan que, las personas que se definen como religiosos/as
(81%) llevan a cabo más conductas de Sexting que los/as que pertenecen a otras
religiones, los/as que no son religiosos/as o que se definen como ateos/as (19%). Sin
embargo y en contraposición con esta idea, el trabajo de Wysocki y Childers (2011) no
mostró relación entre las creencias religiosas y la realización –o no realización– de
comportamientos de Sexting.

En España Agustina y Gómez-Durán (2016) evidencian que a pesar de no


encontrar relación entre las prácticas de Sexting y las creencias religiosas, si informan
de la relación positiva entre los comportamientos de Sexting y las creencias morales.
Una idea que se relaciona con el aporte cualitativo en el contexto americano, ya que el
trabajo de Salter (2015) evidencia como los hombres y mujeres explican que la
moralidad tiene mucho que ver en las conductas de Sexting. Expresan que es la normal
moral la que juzga negativamente a las chicas que llevan a cabo conductas de Sexting,
mientras que a los hombres no los juzga con la misma dureza.

Nivel educativo

Algunos trabajos relacionan el Sexting con la educación recibida, sin embargo sus
conclusiones son contrarias. En algunos casos muestran que las personas que participan
de las conductas de Sexting tienen un mayor nivel educativo (Bauermeister et al., 2014).
Contrariamente los resultados de Wychocy y Childers (2011) evidenciaban que la
probabilidad de llevar a cabo conductas de Sexting aumentaba con menor nivel
educativo, en el caso de las mujeres.

Orientación sexual

Varias investigaciones centran su atención en la relación entre conductas de Sexting y


orientación sexual, de hecho algunos estudios (Bauermeister et al., 2014; Dir et al.,
2013a; Gámez-Guadix et al., 2015; Morelli et al, 2016a; Yeung et al., 2014; Wysocki &
Childers, 2011) concluyen que aquellas personas que se encuadran en orientaciones
sexuales LGTBQ llevan a cabo más comportamientos de Sexting. Así, Wysocki y

167
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

Childers (2011) demostraron que las orientaciones sexuales LGTBQ eran un fuerte
predictor de las conductas sexuales vía texto.

Las conclusiones de Bauermeister et al. (2014) cuyo trabajo se centraba en


Estados Unidos y Puerto Rico y exclusivamente en personas con orientaciones sexuales
no heterosexuales, concluía que las conductas de Sexting eran más frecuentes entre
hombres que tenían relaciones sexuales con otros hombres, frente a las otras
orientaciones sexuales. Igualmente, Hertlein et al. (2015) apuntaba que el Sexting es un
comportamiento más aceptable en las relaciones del mismo sexo, que en las relaciones
heterosexuales. De hecho los autores conjeturan, que esto puede deberse a la
oportunidad que ofrecen algunas aplicaciones de Internet para mantener la identidad
oculta de la comunidad no gay, y por tanto, les permite conectar y establecer contacto y
relaciones con otras personas con su misma orientación sexual, de forma disimulada. En
nuestro país esta tendencia también se mantiene ya que, los resultados de Gámez-
Guadix et al. (2015) indican que las personas que se auto-identifican como
homosexuales o bisexuales llevan a cabo más conductas de Sexting, que aquellas que se
auto-denominan heterosexuales.

El reciente trabajo realizado por Currin et al. (2016) con una amplia muestra de
estadounidenses pone de relieve que las mujeres autodenominadas heterosexuales se
ven afectadas negativamente si no corresponden a un mensaje de Sexting con otro;
mientras que las no heterosexuales y los hombres (independientemente de su
orientación sexual) no se ven afectados/as negativamente en esta situación.

Conducta sexual

Parece existir cierto consenso entre los diferentes estudios al relacionar un mayor
número de parejas sexuales y ser sexualmente activos/as o más liberales con llevar a
cabo más conductas de Sexting (Agustina & Gómez-Durán, 2016; Bauermeister et al.,
2014; Benotsch et al., 2013; Dir et al., 2013a; Gámez et al, 2015; Giroux, 2011;
Gordon-Messer et al., 2013; Henderson & Morgan, 2011; Samimi & Alderson, 2014;
Yeung et al., 2014). En este sentido, uno de los primeros estudios realizados en Estados
Unidos que relacionaba las conductas sexuales con el Sexting fue el realizado por
Henderson y Morgan (2011). La autora mostraba que aquellas personas que envían
fotos desnudas o semidesnudas de sí mismas habían tenido un mayor número de parejas

168
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

sexuales coitales y también parejas con las que habían practicado sexo oral. No
obstante, no informaba sobre diferencias significativas respecto del número de parejas
sexuales casuales o parejas con las que habían practicado sexo anal.

El equipo de Gordon-Messer (2013), revela que los y las receptores/as de sexts


tienen tres veces más posibilidades de ser sexualmente activos/as; asimismo evidencian
también que los/as que han practicado Sexting un par de veces tienen catorce veces más
probabilidades de ser sexualmente activos/as. De hecho, el trabajo de Benotsch et al.
(2013) con un número similar de participantes revelaba que haber practicado Sexting es
un comportamiento predictor de tener relaciones sexuales sin protección y múltiples
parejas sexuales. Igualmente, el estudio de Samimi y Alderson (2014) evidencia que las
actitudes sexuales permisivas correlacionan positivamente con las conductas de Sexting.
La investigación de Henderson & Morgan, (2011) encontró que aquellas personas que
envían imágenes o vídeos sexuales tienen o han tenido más parejas sexuales,
suponiendo una media de 7.28 parejas en los/as que envían sexts, frente al 4.39 de
aquellos/as que no los envían.

En España se ha constatado esta realidad a través de las conclusiones del estudio


de Agustina & Gómez-Durán (2016) que evidencian que los y las participantes con
mayor número de parejas sexuales eran también los/as que estaban más predispuestos/as
a enviar y recibir sexts. Conjuntamente, apunta que aquellos/as que tienen actitudes
positivas hacia la pornografía están también más dispuestos/as a sextear.

En la misma dirección, varias investigaciones también informan de la relación


directa positiva entre las relaciones sexuales sin protección y los comportamientos de
Sexting (Bauermeister et al., 2014; Benotsch et al., 2013; Ferguson, 2011; Yeung et al.,
2014). El trabajo de Benotsch et al. (2013) demuestra que más de la mitad de los y las
participantes que admitían llevar a cabo conductas de Sexting (n=339) no habían tenido
relaciones sexuales con las personas con las que habían sexteado. No obstante,
revelaban que las personas que habían tenido relaciones sexuales sin protección en los
últimos tres meses eran más proclives a llevar a cabo conductas de Sexting. Igualmente
las correlaciones obtenidas por Ferguson (2011) muestran que los comportamientos de
Sexting correlacionan positivamente con los comportamientos sexuales desprotegidos.
De hecho, en relación a este aspecto, Bauermeister et al. (2014) informa que los y las
participantes que llevan a cabo más comportamientos de Sexting son más activos
sexualmente y han tenido más encuentros sexuales desprotegidos. Paralelamente,

169
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

Benotsch et al. (2013) concluía que aquellas personas que habían llevado a cabo
conductas de Sexting, tenían más probabilidades de haber sido infectados con alguna
Enfermedad de Transmisión Sexual que aquellos que no habían sexteado.

Otras investigaciones informan que hoy en día el Sexting es entendido como un


comportamiento sexual más en las relaciones afectivo sexuales y forma parte de estas
(Burkett, 2015; Samimi & Alderson, 2014; Yeung et al., 2014; Woolard, 2011). Así lo
confirma la investigación realizada por Woolard (2011) apuntando que el 20.8% de los
y las participantes está “muy de acuerdo” con que el Sexting es un comportamiento
sexual. También el trabajo de Samimi y Alderson (2014) revelaba que el Sexting junto
con la mensajería instantánea pueden ser formas de mantener la atención de la pareja o
las posibles parejas afectivas. Una idea apoyada también por la evidencia cualitativa
(Burkett, 2015) que encuadra las conductas de Sexting como prácticas comunes dentro
de las interacciones sexuales y/o sentimentales.

Motivaciones

Se han encontrado varios estudios que establecer una relación directa entre
determinadas motivaciones hacia el Sexting y la prevalencia de la conducta (Crimmins
& Seigfried-Spellar, 2014; Dir et al, 2013a, Drouin et al., 2013a; Englander, 2012;
Henderson & Morgan,, 2011; Martinez-Prather & Vandiver, 2014; Parker et al., 2013;
Weisskich & Delevi, 2011; Wysocky & Childders, 2011).

Por un lado, las conclusiones de algunos estudios revelan que los principales
motivos para llevar a cavo comportamientos de Sexting son, conocer a parejas o
coquetear (Englander, 2012; Henderson & Morgan,, 2011; Martinez-Prather & Vandive,
2014; Wysocky & Childders, 2011). De hecho, Martinez-Prather y Vandiver (2014)
identifican que más de la mitad de las personas (51%) lo hace para flirtear con alguien o
para sentirse sexys (16.7%) (Crimmins & Seigfried-Spellar, 2014). En esta dirección, el
estudio de Drouin et al. (2013a) determina que, aludiendo motivos como el coqueteo
envían sexts entre el 19% y el 33%; porque la pareja lo pide entre el 13% y el 28%; por
vergüenza en torno al 2%; como parte de los preludios a las relaciones sexuales entre el
15% y el 29%; por estar aburridos/as lo hacen entre el 2% y el 13% de las personas y
debido a estar lejos de su pareja entre el 4% y el 26%.

170
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

Otros de los motivos encontrados entre las mujeres que sextean es la presión
masculina (Crimmins & Seigfried-Spellar, 2014; Martinez-Prather & Vandiver, 2014;
Morelli et al., 2016b; NCPTUP, 2008) o que esta se lo haya pedido (Drouin et al.,
2013a) o la presión de otras personas (Henderson & Morgan, & Morelli,et al., 2016a;
Morgan 2011). En esta dirección, Crimmins y Seigfried-Spellar (2014), muestran que
las principales motivaciones aludidas por sus participantes son “porque otra persona se
lo ha pedido” (38%) o “porque querían lo mismo de otra persona” (22.2%). En este
sentido, Drouin y Tobin (2014) apuntan que las conductas de Sexting no deseado pero
consentido esconden situaciones de coerción sexual, algo que confirmaron en
investigaciones posteriores (Drouin et al., 2015). En esta línea, Hudson, Fetro y
Ogletree (2014) encontraban que entre el 22.3% y el 30.3% de los y las jóvenes admitía
que existe presión entre la gente de su edad para publicar imágenes, vídeos o textos
seyxs. De hecho, muchos y muchas de sus participantes apuntaban que la probabilidad
de que sextearan aumentaría si alguien se lo pidiera (31%) o si sufriera acoso o
presiones para hacerlo (49.1% y 48.5%, respectivamente).

Finalmente, las conclusiones de Parker et al. (2013) apuntan que las


motivaciones aludidas por las parejas para sextear eran el hedonismo (45%), la
intimidad (42%) y la afirmación (13%).

Consumo de sustancias

Las conclusiones de algunos estudios apuntan que las conductas de Sexting están
relacionadas con el consumo de sustancias como alcohol u otras drogas (Benotsch et al.,
2013; Dir et al., 2013b, Morelli et al., 2016a; Yeung et al., 2014). El estudio de Morelli
et al. (2016a) realizado en Italia con una muestra representativa, evidencia que los y las
participantes que más participan de las conductas de Sexting son los que más afirman
haberlo hecho mientras consumían o habían consumido alguna sustancia. Igualmente, la
investigación llevada a cabo por Dir et al. (2013b) muestra que el consumo
problemático de alcohol, aumenta la implicación de los y las adolescentes en Sexting.
Una tendencia que también mostró el equipo de Benotsch et al. (2013) con una muestra
mayor de participantes, pues evidenciaron que aquellos/as jóvenes que sextean son
aquellos/as que han consumido drogas como el alcohol, la marihuana, el éxtasis y la
cocaína.

171
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

Tecnologías

Varios estudios se centran en establecer la relación entre el Sexting y el uso de las


tecnologías y espacios virtuales (Delevi & Weisskirch, 2013; Gordon-Messer et al.,
2013). El uso problemático del móvil predice las conductas de Sexting según las
conclusiones del trabajo de Delevi y Weisskirch (2013). Sin embargo el trabajo
realizado por Gordon-Messer et al. (2013) con una muestra que duplica la población
objeto de estudio, respecto del trabajo anteriormente mencionado, no encontraba
relación entre el número de horas de conexión a la Red y la prevalencia del Sexting. No
obstante en este estudio la franja de edad era menor (18 a 24 años) que en el estudio
realizado por Delevi (18 a 30 años).

Consecuencias percibidas

La investigación realizada por Pantallas Amigas en el año 2012 revela que según la
población Latinoamericana los principales riesgos asociados al comportamiento de
Sexting son la sextorsion (59%), ciberbulling (45%), daños al honor, intimidad e
imagen (42%) y la pornografía infantil (36%). Paralelamente el trabajo cualitativo de
Velázquez (2015), exponía situaciones de sextorsión vividas en primera persona por
los/as informantes.

Salud mental y rasgos de personalidad

El estudio de Delevi y Weisskirch (2013) se centró específicamente en determinar los


rasgos de personalidad predictores de las conductas de Sexting. Sus conclusiones
evidencian que el envío de fotos y vídeos sexualmente sugerentes, en ropa interior o de
desnudos se predecían por bajos niveles de agradabilidad y altos niveles de
neuroticísmo. Las correlaciones obtenidas por Ferguson (2011) van en el mismo
sentido, ya que apuntan que los comportamientos de Sexting correlacionan
positivamente con los rasgos de personalidad histriónica. En el caso de España, se ha
mostrado que la falta de modestia se relaciona positivamente con la predisposición para
llevar a cabo conductas de Sexting (Agustina & Gómez-Durán, 2016). Lo cierto es que,
el trabajo de revisión de estudios sobre Sexting realizado por Cruz y Soriano (2014)
apunta que las conductas de Sexting se relacionan con las personas impulsivas,
propensas a las actividades de riesgo o que buscan experimentar sensaciones diferentes.

172
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

A continuación se ha incluido en las Tablas 2.5a y 2.5b, la información


sintetizada en la que se plasman las principales ideas extraídas de la relación de los
comportamientos de Sexting en adultos/as y la prevalencia de Sexting

Tabla 2.5a Correlaciones del comportamiento de Sexting en adultos/as con otras


variables.
Variables Resultados en investigaciones con personas adultas
-Desconocimiento del término pero sí de las conductas (Manning, 2013; Gutiérrez, 2014).
Conocimiento -Conocimiento del fenómeno (Burkett, 2015).

-Más Prácticas de Sexting = Menos edad (Gámez et al., 2015; García, Gesselman et al.,
2016; Wysocki & Cyders, 2011).
-Más Prácticas de Sexting = Más edad (Agustina & Goméz-Duran, 2016; Crimmins &
Seigfried-Spellar, 2014; Yeung et al., 2014; Zemmels & Khey 2015).
Edad
- No existen diferencias (Benotsch et al., 2013; Dir et al., 2013b; Drouin & Landgraff, 2012;
Giroux, 2011; Gordon-Messer et al, 2012; Hudson, 2011; Morelli et al., 2016; Silva et al.,
2016).

- Sin diferencias entre mujeres y hombres (Henderdon, 2011; Samimi & Alderson, 2014;
Silva et al., 2016).
-Más prácticas de Sexting en hombres (Dir et al., 2013a; Drouin & Landgraff, 2012; Gámez
et al., 2015; Hudson, 2011; Hudson, Fetro, & Ogletre, 2014; Lion & Cheng, 2017; Pantallas
Amigas, 2012; Samimi & Alderson 2014; Yeung et al., 2014; Zemmels & Khey 2015;
Delevi & Weisskirch, 2013; Wysocki & Childers 2011).
Género
-Los chicos reciben más sexts (AP-MTV, 2009; Dir et al, 2013a; Gordon-Messer et al.,
2013; Pantallas Amigas, 2012; Strassberg et al., 2014).
- Resultados respecto al género ambivalentes (NCPTUP, 2008).
-Más prácticas de Sexting en mujeres (Englander, 2012; Martinez-Prather & Vandiver,
2014; Wysocki & Childers, 2011).

- Prevalencia de Sexting independiente a la situación sentimental (Drouin & Landgraff,


2012; Parker et al., 2013).
- Más conductas de Sexting = Pareja estable/matrimonio (Dir et al., 2013a, b; Drouin et al.,
2013; Hudson, 2011; Hudson, Fetro, & Ogletre, 2014; Samimi & Alderson, 2014;
Situación
Strassberg, et al., 2014; Yeung et al., 2014)
sentimental
- Destinatarios sext = pareja formal o personas interés sexual (Martinez-Prather & Vandiver,
2014; Zemmels & Khey, 2015).
- Más conductas de Sexting = personas solteras (Crimmins & Seigfried-Spellar, 2014).

- Más prácticas de Sexting = personas religiosas (Crimmins & Seigfried-Spellar, 2014).


- No existen diferencias respecto a las creencias religiosas (Agustina & Gómez-Durán,
Creencias
2016; Wychocy & Childers, 2011).
religiosas y
- Las creencias morales influyen en las conductas de Sexting (Agustina & Gómez-Durán,
morales
2016).

- Hombres mayor nivel educativo = más conductas de Sexting (Bauermeister et al., 2014)
Nivel
- Mujeres menor nivel educativo = más conductas de Sexting (Wychocy & Childers, 2011).
educativo
- LGTBQ = Más práctica de Sexting (Bauermeister et al., 2014; Dir et al., 2013a; Gámez-
Orientación
Guadix et al., 2015; Morelli et al, 2016a; Yeung et al., 2014; Wysocki & Childers, 2011).
sexual

173
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

Tabla 2.5b Correlaciones del comportamiento de Sexting en adultos/as con otras


variables.
Variables Resultados en investigaciones con personas adultas
- Mayor número de parejas sexuales, ser sexualmente activos/as o más liberales (Agustina &
Gómez-Durán, 2016; Bauermeister et al., 2014; Benotsch et al., 2013; Dir et al., 2013a;
Gámez et al, 2015; Giroux, 2011; Gordon-Messer et al., 2013; Henderson & Morgan,, 2011;
Samimi & Alderson, 2014; Yeung et al., 2014).
Conducta
-Relaciones sexuales sin protección (Bauermeister et al., 2014; Benotsch et al., 2013;
sexual
Ferguson, 2011; Yeung et al., 2014).
- Sexting = comportamiento sexual más (Burkett, 2015; Samimi & Alderson, 2014; Yeung
et al., 2014; Woolard, 2011).

- Sexting = conocer a parejas o coquetear (Englander, 2012; Henderson & Morgan,, 2011;
Martinez-Prather & Vandiver, 2014; Wysocky & Childders, 2011).
- Sexting = presión o requerimiento de la pareja (Crimmins & Seigfried-Spellar, 2014;
Drouin, Vogel, & Stills, 2013; Martinez-Prather & Vandiver, 2014; Morelli, Bianchi et al.,
Motivaciones
2016; NCPTUP, 2008).
- Sexting = presión de las amistades u otras personas (Henderson & Morgan, & Morgan
2011; Morelli, Bianchi et al., 2016).
- Sexting = coerción sexual (Drouin & Tobin, 2014; Drouin, Ross, & Tobin, 2015)
- Consumo de alcohol u otras drogas = más conductas de Sexting (Benotsch et al., 2013; Dir
Consumo de
et al., 2013b, Morelli et al., 2016a; Yeung et al., 2014).
sustancias

- Uso problemático móvil = predictor conductas Sexting (Delevi & Weisskirch, 2013).
Tecnologías
- No existe relación entre tiempo Internet & Sexting (Gordon- Messer et al., 2013).

Consecuencias
- Sexting = sextorsión y ciberbullying (Pantallas Amigas, 2012; Velázquez, 2015)
percibidas
- Sexting = bajos niveles de agradabilidad y altos niveles de neuroticísmo, rasgos de
Salud mental
personalidad histriónica, falta de modestia, impulsividad, propensión a actividades de riesgo
y rasgos de
y búsqueda de sensaciones (Agustina & Gómez-Durán, 2016; Cruz & Soriano, 2014;
personalidad
Delevi & Weisskirch, 2013; Ferguson, 2011)

174
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

2.2.3 COMPORTAMIENTOS DE SEXTING EN ADOLESCENTES

Las prácticas de Sexting en adolescentes estan siendo objeto de especial preocupación


debido a las consecuencias que este tipo de conducta puede conllevar en las vidas de los
y las más jóvenes. Una preocupación, que posiblemente ha venido motivada por haber
enmarcado las conductas de Sexting en la adolescencia como un comportamiento
cercano a la pornografía infantil o como parte de las dinámicas del Ciberbullying
(Hasinoff, 2015). De hecho Korenis y Bates (2014) hablan del riesgo de victimización
por Sexting y/o Ciberbullying, que puede situar a los y las adolescentes en situaciones
de depresión, suicidio, trastornos emocionales y/o de ansiedad e incluso otras secuelas
psiquiátricas.

Lo cierto es que, debido al momento vital en el que se encuentran los y las


adolescentes, los peligros a los que se exponen al llevar a cabo este tipo de conductas
son muchos (Korenis & Bates, 2014; Willard, 2010). Es por esto, que en los últimos
años se ha abierto una línea de investigación sobre el fenómeno del Sexting. En un un
primer momento el objetivo de las investigaciones era evaluar la prevalencia de las
conductas de Sexting adolescente (Lounsbury, Mitchell, & Finkelhor, 2011); de hecho,
existen varios trabajos que investigan sobre la frecuencia de los comportamientos de
Sexting entre adolescentes (Cooper et al., 2016; Cruz & Soriano, 2014; Döring, 2015).
No obstante, en el momento actual, dando un paso más en la investigación sobre
Sexting, existen varios estudios centrados en identificar y establecer relaciones entre los
comportamientos de Sexting adolescente y otras variables como el uso del teléfono
móvil (Livingstone & Smith, 2014), los comportamientos sexuales estereotipados
(Jewell & Brown, 2013) o las variables género y edad entre otras (Klettle et al., 2014).

El punto de partida respecto de las investigaciones sobre el Sexting en el


colectivo adolescente puede situarse en el estudio de Finkelhor et al. (2001). Su estudio
alertaba que el 19% de los y las participantes habían recibido solicitudes sexuales
indeseadas online. El equipo continuó realizando investigaciones sobre esta temática,
mostrando la disminución de la victimización de los y las menores en sus estudios
posteriores. Así, apuntaban que en el año 2005 el 13% de los/as adolescentes recibía
solicitudes sexuales indeseadas a través de la red y en el año 2010 esa cifra disminuía
hasta el 9% (Jones, Mitchell, & Finkelhor, 2012; Mitchell, Jones, Finkelhor, & Wolak,
2014). De hecho la última investigación realizada por el equipo mostró que alrededor
del 9.6% de los y las adolescentes estadounidenses de entre los 10 y los 17 años admitía

175
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

aparecer o recibir fotos desnudos/as o casi desnudos/as, el 2.5% aparece en las fotos o
las crea y el 7.1% recibe estas imágenes (Mitchell et al., 2014). En España los
resultados de la investigación de Ballester, Castro, Gil, Giménez y Ceccato (2014)
ponen de relieve una situación similar al mostrar que el 88.8% de los/as adolescentes
había estado expuesto/a involuntariamente a material sexual en la Red en, al menos, una
ocasión.

En nuestro país el estudio del fenómeno del Sexting es incipiente, de forma que
apenas existen evidencias en lo relativo a la prevalencia del fenómeno que nos ocupa
(Martínez-Otero & Boo, 2014; Agustina, 2010) y menos aún de su relación con otras
variables.

Respecto a la prevalencia del Sexting adolescente, se han encontrado un total de


52 estudios sobre conductas de Sexting en adolescentes, de los cuales el 33% (n=17)
son trabajos centrados en el marco europeo y tal solo el 11% (n=6) se corresponden con
investigaciones realizadas en España. Además la mayoría de ellos utilizan una
metodología cuantitativa, suponiendo el 21% del total las investigaciones cualitativas.

Algunos de los estudios sobre comportamiento de Sexting entre adolescentes


ofrecen cifras de prevalencia general en relación a la participación de la conducta. Así,
algunas investigaciones evidencian cifras de prevalencia bajas o medias que van desde
el 9.6% hasta el 19% (Cox-Communications, 2009; Dake, Price, Mazriarz, & Ward,
2012; Mitchell, Finkelhor, Jones, & Wolak, 2012). Mientras que los resultados de otros
estudios muestran cifras de prevalencia del Sexting adolescentes más elevadas, situadas
entre el 22% y el 54% (Houck, Barker, Rozzo, Hancock, Norton, & Brown, 2014; Lim
et al., 2016; Temple & Choi, 2012; Van-Ouytsel, Ponnet, Walrave, & d`Haenens,
2017).

Asimismo, algunos trabajos llevados a cabo en el contexto europeo evidencian


que la cifras del envío o publicación de fotos, vídeos o textos se colocan entre el 1-5 %
(Baumgartner, Sumter, Peter, Valkenburg & Livingstone, 2014) y el 18% (Walrave,
Ponnet, Van-Ouytsel, Van Gool, Heirman, & Verbeek, 2015). De hecho, Baumgartner,
Sumter, Peter y Valkenburg (2012) afirmaban que el 23.7% y el 6.1% de los y las
adolescentes se encontraban en una situación de riesgo moderado o riesgo elevado
online, respectivamente.

176
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

En relación al envío de textos erótico sexuales, los diferentes estudios


(Flescheler-Peskin et al., 2013; Houck et al., 2014; NCPTUP, 2008) sitúan la
participación de los y las adolescentes en esta conducta en un 17-58%, la publicación de
textos entre el 5.4% y el 17%, la recepción entre el 31.5% y el 64% y el reenvío de este
tipo de contenidos en una horquilla del 8.8% al 23%. En este sentido, algunas
investigaciones indagan en las conversaciones sexuales que los y las adolescentes
mantienen a través de Internet o del móvil, informando de prevalencias entre el 5% y el
24% (Brinkley, Ackerman, Ehrenreich, & Underwood, 2017; Ybarra & Mitchell, 2016).
El trabajo de Harris, Davidson, Letourneau, Paternite y Miofsky (2013) también aporta
información sobre el envío y la recepción de textos erótico-sexuales por parte de
adolescentes, pero dando un paso más, también revela como varia la prevalencia de las
conductas de Sexting según la persona destinataria. Así, muestran que entre el 56.1% y
el 60.2% envía sexts a su pareja o los recibe de ella; entre el 40.6% y el 56.9% envía y
recibe sexts a/de la persona en la que está afectiva o sexualmente interesado/a; del 3.5%
al 21.1% recibe y envía sexts a/de sus amistades; y entre el 4% y el 20.3% envía y
recibe sexts a/de una persona extraña. Y respecto al reenvío de textos, apunta que el
13% los envía a la pareja, el 14.6% a una persona sobre la que tienen interés, el 16.2% a
sus amistades y el 6.5% a una persona extraña.

Referente al envío de fotos erótico-sexuales por los y las adolescentes se han


encontrado investigaciones que muestran prevalencias medias-bajas que sitúan la
conducta entre el 2.5% y el 17.8% (Hinduja & Patchin, 2010; Kopecký, 2012; Mitchell
et al., 2014; Strassberg, McKinnion, Sustaíta, & Rullo, 2012; Ybarra & Mitchell, 2014).
Mientras que otros estudios revelan prevalencias elevadas, situadas entre el 21.2% y el
32% (Englander, 2012; Flescheler-Peskin et al., 2012; NCPTUP, 2008; Strohmaier,
Murphy, & DeMatteo 2014; Temple & Choi, 2014; Temple et al., 2012).

Paralelamente, sobre la recepción de fotos por parte de los y las adolescentes, las
cifras de prevalencias son elevadas situándose en una horquilla del 31% al 41%
(Englander, 2012; Flescheler-Peskin et al., 2013; NCPTUP, 2008; Strassberg et al.,
2012). A excepción de los resultados de Mitchell et al. (2012) que revela una tasa de
prevalencia baja, 7.1%. Igualmente, la investigación de Hinduja y Patchin (2010)
también reveló bajas tasas de prevalencia respecto a la recepción de fotografías (12.9%).

Asimismo, la investigación de Harris et al. (2013) aporta información sobre el


envío y la recepción de fotos erótico sexuales por parte de adolescentes, revelando como

177
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

varía la prevalencia de la conductas según la persona destinataria de la misma. Así,


muestran que entre el 21.4% y el 39% envía y recibe sexts a/de su pareja; el 37.4%
envía y recibe sexts a/de la persona en la que está afectiva o sexualmente interesado/a;
el 23.6% recibe sexts a/de sus amistades; y entre el 4.8% y el 12.2% envía y recibe sexts
a/de una persona extraña. Y respecto al reenvío de fotos, informa que el 8.1% los envía
a la pareja, el 4.9% a una persona sobre la que tienen interés, el 14.6% a sus amistades y
el 4.9% a una persona extraña.

También es necesario mencionar los resultados del trabajo de Wood, Barter,


Stanley, Aghtai y Larkins (2015), que ofrece información sobre la prevalencia del
envío/recepción de fotos en varios países europeos. Así, sitúan la prevalencia de esta
conducta en Inglaterra en el 38-48% respectivamente al envío y la recepción, en
Noruega en el 30-36%, correspondientemente, en Bulgaria en el 28-35%, en Italia en el
22-20% y en Chipre en el 36-14% respectivamente al envío y a la recepción de sexts.
En referencia al reenvío de fotos los estudios sitúan la prevalencia entre
adolescentes en el 8.8% (Flescheler-Peskin et al., 2013) y el 17% (NCPTUP, 2008).

Por su parte, la investigación llevada a cabo por Lee et al. (2016) evidencia que
entre el 0.6% y el 4.7% de los y las adolescentes se saca fotos o vídeos de partes de su
cuerpo, estando en ropa interior o incluso llevado a cabo comportamientos sexuales.
También respecto a las fotografías y vídeos, Kopecký (2012) apuntan que la prevalencia
de publicación de este tipo de sexts es del 9.7%. De hecho, Phippen (2009) evidenció
que el 40% de los y las adolescentes afirmaban que sus amistades compartían fotos o
vídeos erótico-sexuales a través de internet o de otras vías. Además, en relación al envío
de fotos y textos otras investigaciones sitúan la prevalencia entre el 9% y el 15.44%
(Cox-Comunications, 2009; Rice et al., 2012).

Finalmente en relación a los comportamientos de Sexting no deseados pero


consentidos, los estudios informan de prevalencias del 13% (Marcum, Higginns, &
Ricketts, 2014) y del 67% (Wolak, Finkelhor, & Mitchell, 2012). En este sentido,
Temple y Choi (2014) apuntan que el 60% de los y las adolescentes han practicado
Sexting porque alguien se lo pidió. También los resultados del trabajo de Choi et al.
(2016) centrado en una muestra de chicas, ponen de manifiesto que muchas han sufrido
experiencias de coerción sexual respecto de sus practicas de Sexting. Así, de las que han
sufrido coerción sexual el 14.7% ha enviado sexts y el 13.4% los ha recibido.

178
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

Conjuntamente, los resultados de Smith-Darden et al. (2017) apuntan que el 8% de los y


las estudiantes ha practicado Sexting obligado/a por su pareja afectivo sexual.

En España, tal y como ya se ha mencionado, los estudios sobre los


comportamientos de Sexting son escasos (Alfaro et al., 2015; Fajardo, Gordillo, &
Regalado, 2013; Gámez-Guadix et al., 2017; INTECO, 2010; Valedor do Pobo de
Galicia, 2014; Villacampa, 2016). No obstante, la investigación centrada en varios
países Europeos que incluye como objeto de estudio España, evidencia una prevalencia
de los comportamientos de Sexting adolescente en nuestro país del 1.3% (Baumgartner
et al., 2014).

Una de las primeras investigaciones centradas en evaluar la privacidad y


seguridad en el uso de los servicios móviles entre los y las menores españoles, evaluaba
ciertas prácticas de Sexting entendidas como amenazas para su privacidad. Este estudio
realizado hace poco más de un lustro por el Instituto Nacional de Tecnologías de la
Comunicación (2010) –en colaboración con la empresa Orange- evaluaba el Sexting
activo y el pasivo. Incluyendo en el primero, aquellas conductas que abarcan la
grabación de vídeos o realización de fotografías en posturas sexys; y en el segundo, la
recepción de fotos o vídeos de chicos o chicas conocidos/as con una postura sexy. Sus
resultados mostraron prevalencias de entre el 8.1% en relación al Sexting pasivo y del
4% en cuanto al Sexting activo en adolescentes de hasta los 14 años. La prevalencia
para el Sexting activo se elevaba hasta el 6.1% entre los y las adolescentes de 15 a 16
años. No obstante, las cantidades se cuadriplican en cuanto al conocimiento de casos de
su entorno (amistades) que se han hecho fotos de carácter atrevido o erótico, alcanzando
el 14.3%. En esta dirección el 11.5% de los y las menores admite conocer a alguien de
su entorno que ha recibido imágenes de este tipo (INTECO, 2010).

Este estudio también evidenció que la mayoría de los y las menores


solucionaban solos/as tanto las situaciones de Sexting activo (69.2%) como las de
Sexting pasivo (57.7%). Sin embargo, mayoritariamente no manifestaban haber sufrido
y/o percibido consecuencias ni en relación al Sexting activo (76.9%), ni en el caso del
Sexting pasivo (61.5%). Contrariamente, apuntaban que este tipo de conductas son
consideradas como “graves” tanto por los niños, niñas y adolescentes como por parte de
sus progenitores. Se muestra que el Sexting activo es considerado de alta gravedad por
el 44.4% de los y las menores frente al 59.9% de los progenitores que así lo considera.
En cuanto al Sexting pasivo el 51.2% de los y las menores y el 60.2% de los

179
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

progenitores lo considerara de alta gravedad. No obstante, aquellos/as que consideran


que el Sexting no entraña ninguna gravedad también son significativas, ya que suponen
el 19.3% y el 12.7% en el caso del Sexting activo, respectivamente a menores y
progenitores; y el 19.9% y el 13% en referencia al Sexting pasivo, también
respectivamente (INTECO, 2010). Este estudio supone una primera aproximación al
estudio del Sexting pero desde una visión bastante restrictiva.

Hay que esperar hasta el año 2013 para que otro estudio evidencie cifras de
Sexting en nuestro país. Así, el estudio realizado por Fajardo, Gordillo y Regalado
(2013) informaba del desconocimiento en cuanto a la conceptualización del fenómeno
del Sexting, ya que el 65.9% lo considera una forma de pornografía y el 26.52% lo
asocia al acoso sexual. Sin embargo, mostraba que los y las adolescentes conocen las
conductas que engloba el Sexting, ya que más del 80% entiende que el envío a través de
Internet de fotografías pornográficas es una de sus manifestaciones. Las investigadoras
evidencian que los y las adolescentes no reconocen su participación en conductas de
Sexting, no obstante encuentran que el 37.73% y el 24.25% expresan que frecuente o
muy frecuentemente la gente de su edad envía mensajes o fotos y vídeos sexys a
alguien, respectivamente. Además, no encuentran diferencias significativas en función
del género en cuanto a los comportamientos de Sexting y concluyen que son los y las
adolescentes de entre los 14 años y los 16 años los que más practican Sexting.
Conjuntamente, encuentran que la principal motivación para las prácticas de Sexting es
llamar la atención (81.82%), mientras que la presión entre las personas de su edad no es
identificado como un motivo relevante por el 71.21% de los y las adolescentes. En
cuanto a las consecuencias del Sexting, el 93.11% considera que si enviara fotos/vídeos
sexys decepcionaría a sus amistades o familiares; el 96.91% considera que si los sexts
que ellos y ellas han enviado se difundieran entre sus compañeros/as les afectaría
emocionalmente (señalan los insultos y la depresión); además casi la mitad de la
muestra (46.97%) afirma que conoce a personas que se han sentido acosados/as o
incomodados/as por alguien a través de la Red, paralelamente afirman que ellos y ellas
mismos/as nunca se han sentido incomodados/as o acosados/as por otra persona a través
de Internet.

En Galicia el estudio realizado por el Valedor do Pobo de Galicia (2014) sobre


el uso problemático de Internet con una amplia muestra de adolescentes informaba que

180
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

alrededor de 1762 adolescentes gallegos/as (el 4%) habían enviado a través de internet
fotos o vídeos de sí mismos/as con contenido erótico o sexual en los últimos 12 meses.

La investigación llevada a cabo por Alfaro et al. (2015) sobre el uso y riesgos de
las tecnologías citada anteriormente, también aporta cifras relativas al comportamiento
de Sexting, a pesar de que no lo denomina como tal. En este sentido revelan que la
prevalencia de la recepción de fotografías y/o vídeo de personas de su entorno en
posturas sexys, provocativas es del 22.8%. Que son en mayor medida chicos (30.3%)
que chicas (14.6%) los/as que llevan a cabo conductas de Sexting, así como los y las de
mayor edad y fundamentalmente de ámbito urbano con bajo rendimiento escolar.
Apuntan una prevalencia relativa a la publicación de fotografías/vídeos, del 4%. Y
manteniendo la tendencia, son más chicos (4.7%) que chicas (3.3%) los que así lo
admiten, y en mayor medida los y las de entorno urbano que los y las de entorno rural.

Más recientemente, la investigación realizada por Villacampa (2016) muestra


que la prevalencia global de las prácticas del Sexting se sitúa en el 35.5%.
Particularmente encuentra que el 7% se hace fotografías o vídeos posando desnudos/as
o semidesnudos/as (autoproducción), el 3.3% y el 1.2% (heteroproducción) posa
mientras otro/a adolescente lo/a fotografía o graba o es él o ella quien produce esos
contenidos correspondientemente. Asimismo, el 28.6% recibe fotos/vídeos de niños/as
desnudos/as o semi desnudos/as y el 8.2% admite reenviar o difundir esos contenidos.
Además indican que reciben más imágenes eróticas que explícitamente sexuales y que
las reciben fundamentalmente vía WhatsApp (63.9%).
En cuanto al género no revelan diferencias significativas respecto a la
realización de la conducta, pero muestra que las chicas producen más sexts y
protagonizan entre el 52% y el 66% de los sexts, además son ellas las que más reciben
(52% frente al 47% de sus compañeros), los chicos reenvían más (52% frente al 47% de
sus compañeras). Asimismo, informa que a mayor edad mayor probabilidad de realizar
conductas de Sexting, siendo los y las adolescentes de 17 años los que más sexts hacen
y envian. De esta forma las autoras, apuntaban que tener 17 años multiplicaba por 1.838
la probabilidad de practicar Sexting. Esta probabilidad también se ve incrementada
cuando los/as progenitores de los y las adolescentes carecen de estudios o solo tienen
estudios primarios, que multiplica por 4.968 y 1.188 las probabilidades de sextear
respectivamente. El estudio también expone que el 29% se considera a sí mismo/a
responsable con respecto a las conductas de Sexting, el 26% responsabiliza a alguien

181
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

desconocido y el 10% a la pareja o ex/pareja. En esta línea, el 23% y el 50% de los y las
adolescentes aluden a una actitud machista las conductas de auto y hetero-producción de
sexts (Villacampa, 2016).
Resta mencionar el reciente trabajo de Gámez-Guadix, Santisteban y Resett
(2017) que informaba de una prevalencia relativa a las conductas de Sexting adolescente
de un 13.5%. Además, particularmente respecto al envío de textos mostraban que la
prevalencia descendía hasta el 10.8%; no obstante, era la conducta más frecuente entre
las analizadas, ya que el envío de fotos se situaba en el 7.1% y el envío de fotos y
vídeos conjunto en el 2.1%. Respecto al género no encontraron diferencias
significativas entre chicas y chicos, pero si con respecto a la edad ya que, eran los y las
de más edad los/as más partícipes de las conductas de Sexting.
En las tablas 2.6a, 2.6b, 2.6c se plasman las principales investigaciones
realizadas con adolescentes en la última década, tanto fuera como dentro de nuestras
fronteras. Así se detalla no solo la información sociodemográfica de cada uno de los
estudios, sino también el instrumento utilizado y las principales conclusiones.

182
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

Tabla 2.6a Principales estudios sobre Sexting realizados con adolescentes (2008-2013).
Edad
PAÍ N
AÑO AUTORÍA M INSTRUMENTO RESULTADOS
S (%mujeres)
(SD)
-Envío: 58%
- Escala comportamiento -Publicación: 17%
Sexting: textos. 7 ítems -Envío & Publicación: 59%
(α= / ) -Recepción: 64%
-Reenviar: 23%
2008 NCPTUP USA 653 (49%) 13-19
-Envío: 32%
- Escala comportamiento
-Publicación: 7%
Sexting: fotografías y/o
-Envío & Publicación: 33%
vídeos. 7 ítems.
-Recepción: 46%
(α= / )
-Reenviar: 17%
1247
2009 AP-MTV USA 14-17 - Preguntas directas - Envío fotos: 24%
(50.8%)
- Comportamiento Sexting: 19%
- 4 Preguntas sobre
Cox - - Envío texto/fotos:: 9%
2009 USA 655 (49%) 13-18 comportamiento terceros,
Communications - Recepción texto/fotos: 17%
destinatario/a y motivos
- Reenvío texto/fotos: 3%
- 8 Preguntas directas sobre
- Amistades comparten fotos/vídeos:
2009 Phippen UK 535 (/) 11-18 comportamiento, percepción
40%
y consecuencias.
Hinduja & 4365 11-18 -Envío fotos: 7.7%
2010 USA -
Patchin (49.5%) (/) - Recepción fotos: 12.9%
Espa - Hacer fotos/vídeos: 4%
2010 INTECO 322 (48%) 10-16 -
ña - Recibir fotos/vídeos: 8.1%
- 1 Ítem dentro de una escala
12-18
Baumgartner (Envío de foto/vídeo - Riesgo moderado online: 23.7%
2012 Holanda 1762 (49%) 14.52
et al. persona conocida por - Riesgo elevado online: 6.1%
(/)
Internet)
Dake 1329 (48%) 12–18 - 2 Ítems dentro de una
2012 USA - Comportamientos Sexting: 17%
et al. (/) escala
- Preguntas:
- Envío fotos: 30%
2012 Englander USA 617 (/) 18 comportamiento y
- Recepción fotos: 45
motivaciones

Repúbli
ca
9353 11-17 - Preguntas: - Publicación fotos/vídeos: 8.25%
2012 Kopecký
Checa (47.4%) (/) comportamiento - Envío fotos: 9.7%
- Comportamiento Sexting: 9.6%
- Envío fotos: 2.5%; De los cuales:
- 5 Preguntas directas: Foto de sí mismo/a: 1.8%
1560 (50%)
Mitchell 10-17 recepción, reenvío o Foto creada otra persona:
2012 USA
et al. publicación y 0.3%
comportamiento. Foto sacada a otra persona:
0.4%
- Recepción fotos: 7.1%
Rice 1839 14-17
2012 USA - Pregunta: comportamiento - Envío texto/foto: 15.44%
et al. (48.14%)
- 4 Preguntas:
14-19
2012 Temple et al. USA 946 (55.9%) comportamiento, solicitud y - Envío fotos: 27.6%
15.8
sentimientos.
Wolak
2012 USA 675 (/) - - - Sexting no consentido: 67%
et al.
- Ítems: conocimiento,
consecuencias,percepción - Frecuencia Sexting en adolescentes:
Fajardo Espa
2013 132 (56.1%) 13-17 comportamiento y frecuente (37.73%) o muy frecuente
et al. ña
motivaciones (NCPTUP, (24.25%)
2008)
-Envío: 24.8%
- Escala comportamiento
-Publicación: 5.4%
Sexting (NCPTUP, 2008):
-Recepción: 31.5%
textos. 7 ítems. (α= / )
Fleschler- 1.034 16.3 -Reenviar: 8.8%
2013 USA
Peskin et al. (62.6%) (.68) - Escala comportamiento -Envío: 21.2%
Sexting (NCPTUP, 2008): -Publicación: 5.4%
fotografías y/o vídeos. 7 -Recepción: 31%
ítems. (α= / ) -Reenviar: 8.8%

183
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

Tabla 2.6b Principales estudios sobre Sexting realizados con adolescentes (2013-2015).
Edad
N
AÑO AUTORÍA PAÍS M INSTRUMENTO RESULTADOS
(%mujeres)
(SD)
- Envío texto: 56.1% (pareja), 40.6%
(chico/a interés), 21.1% (amistad) y 4%
(p. extraña).
- Recepción texto: 60.2% (pareja), 56.9%
(chico/a interés), 3.5% (amistad) y 20.3%
(p. extraña).
- Reenvío textos: 13% (pareja), 14.6%
(chico/a interés), 16.2% (amistades) y
Harris 15-20 6.5% (p. extraña).
2013 USA 123 (53.27%) - Ítems: comportamiento
et al. 17 (/) - Envío fotos: 21.4% (pareja), (37.4%
chico/a interés), 0% (amistad) y 4.8% (p.
extraña).
- Recepción fotos: 39% (pareja), 37.4%
(chico/a interés), 23.6% (amistad) y
12.2% (p. extraña).
- Reenvío fotos: 8.1% (pareja), 4.9%
(chico/a interés), 14.6% (amistad) y 4.9%
(p. extraña).
Strassberg - Envío fotos: 17.8%
2013 USA 606 (46%) - -Pregunta: comportamiento.
et al. - Recepción fotos: 41%
11-16 - Enviar/Publicar texto/foto/vídeo:
Baumgartner 14946
2014 Europa 13.49 - Pregunta: comportamiento. Chicas: 1% - 4% y Chicos: 1% - 5%
et al. (50.3%)
(1.39) España: 1.3%
-Sexting Behabiour Scale: - Comportamientos de Sexting: 22%
Houck
2014 USA 420 (/) 12-14 (Rice et al., 2014). 4 ítems. - Envío textos: 17%
et al.
( = /). - Envío fotos/vídeos: 5%
- Pregunta comportamiento.
Marcum Respuesta frecuencia: - Comportamiento Sexting no deseado por
2014 USA 1614 (49.7%) 15.77
et al. 1(nunca) a 5 (7 o más la persona destinataria: 13%
veces).
1285 10-15 - Envío fotos/textos: 4.64%
2014 Rice et al. USA - 2 Preguntas. (Si/No)
(48.48%) 12.3 (/) - Recepción fotos/textos: 20.10%
18-22
Strohmaier - Envío textos/fotos como menor: 54%
2014 USA 228 (/) 19.34( - Preguntas.
et al. - Envío fotos como menor: 28%
1.35)
- Sexting & Depresión: 45.2%
14-18
Temple et - Sexting &Consumo sustancias: 78.8%
2014 USA 964 (/) 16.05 - Pregunta: comportamiento.
al. - Sexting & Ansiedad:44.3%
(/)
- Sexting & Impulsividad: 6.03
- Comportamiento Sexting: 52.7%
14-18
Temple & - 3 Preguntas: - Envío fotos: 27.6%
2014 USA 964 (/) 16.05
Choi comportamientos (sí/no) - Pedido foto: 31.4%
(/)
- Alguien le pidió foto: 60%
Valedor do 12-17
44051
2014 Pobo España 14.37 - Pregunta: comportamiento. - Envío fotos/vídeos: 4%
(49.13%)
Galicia (1.36)
- Envío/Publicación fotos: 7%
Ybarra & 3715 13-18 En persona: 1%
2014 USA - Pregunta: comportamiento
Mitchell (56.58%) (/) Mensaje textos: 5%
Internet o otras vías: 2%
- Pregunta: comportamiento.
Walrave
2014 Bélgica 498 (54%) 15-18 Respuesta tipo Likert 1 - Comportamiento Sexting; 26%
et al.
(nunca) a 5 (diariamente)
- Pregunta: comportamiento.
2014 West et al. Perú 949 (65.65%) 12-17+ Respuesta sobre tiempo - Envío/Recepción textos: 20.8%
dedicado.
Jonsson 16-22 - 2 Preguntas: - Publicación fotos: 4.3%
2014 Suecia 3432 (53.6%)
et al. 18 comportamiento - Sexo online: 4.6%
- Recepción fotos/vídeos: 22.8%
2015 Alfaro et al. España 2412 (/) 12-18 - Ítems cuestionario
- Publicación fotos/vídeos_ 4.1 %

184
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

Tabla 2.6c Principales estudios sobre Sexting realizados con adolescentes (2015-2017).
Edad
N
AÑO AUTORÍA PAÍS M INSTRUMENTO RESULTADOS
(%mujeres)
(SD)
Ricketts - Pregunta comportamiento
2015 USA 1617 (/) - 18 - Envío/Publicación fotos: 13%
et al. (Mitchell et al., 2012).
- Sexting Behabiour Scale.
15-19
Walrave 3 ítems. Respuesta tipo
2015 Bélgica 217 (61.8%) 16.72 - Envío texto/foto/vídeo: 18%
et al. Likert: nunca a muy
(1.04)
frecuentemente (=.94)
- Envío fotos: 38% Inglaterra, 30%
Noruega, 28% Bulgaria, 22% Italia, y
- Preguntas:
Wood 14-17 10% Chipre.
2015 Europa 4564 (/) comportamiento, frecuencia
et al. (/) -Recepción fotos: 48% Inglaterra, 36%
y motivaciones.
Noruega, 35% Bulgaria, 20% Italia, y
14% Chipre.
- Coerción-preguntado: 17.9%
19.02 - Preguntas: - Coerción-solicitado: 8.6%
2016 Choi et al. USA 450 (100%)
(.74) comportamiento. - Coerción-enviado: 14.7%
-Coerción-recibido: 13.4%
- Sacar foto/vídeo piernas: 4.7%
- Sacar foto/vídeo caderas: 0.6%
- Sexting Behaviour Scale.
- Sacar foto/vídeo pechos: 0.8%
7 ítems. Comportamientos
2016 Lee et al. Korea 1612 (54.3%) 13-19 - Sacar foto/vídeo masturbación: 0.6%
personales. ( = 79).
- Sacar foto/vídeo relaciones sexuales:
(NCTPUP, 2008).
0.9%
- Sacar foto/vídeo ropa interior: 4.2%
15-29
2016 Lim et al. Australia 469 (62%) - Pregunta: comportamiento. -Envío/Recepción foto vídeo: 54%
18
- Recepción fotos/vídeos: 28.6%
- Reenvío/Difusión fotos/vídeos: 8.2%
- Producción fotos/vídeos: 7.9%
2016 Villacampa España 489 (50.1%) 14-18 - 15 Preguntas
- Autoproducción fotos/vídeos: 7%
- Posar foto/vídeo: 3.1%
- Heteroproducción: 1.2%
- Conversaciones sexuales vía Internet:
5%
Ybarra & 13-18
2016 USA 5078 (55.6%) - 3 Ítem: comportamiento. - Conversaciones sexuales vía móvil:
Mitchell (/)
15%
- Compartido foto: 7%
- Conversaciones sexuales de 1 a 5
Brinkley et 181 (47%) - Preguntas: conversaciones veces: 24%
2017 USA 15-16
al. sexuales -Envían/reciben conversaciones sexuales:
18%
Smith-
2017 Darden et USA 727 (51%) 12-15 - Ítems dentro de escala. - Sexting coercitivo: 8%
al.
- Sexting Questionnaire
- Comportamientos Sexting: 13.5%
Gámez- 12-17 (Gámez-Guadix et al.,
- Envío textos: 10.8%
2017 Guadix et España 3223 (49.9%) 14.06 2015). Respuesta tipo Likert
- Envío fotos: 7.1%
al. (1.37) de 0 (Nunca) a 3 (Más de 10
- Envío fotos/vídeos: 2.1%
veces). (=.71)
- Sexting Behabiour Scale.
Van- 15-21
310 5 Ítems. Respuesta tipo
2017 Ouytsel, Bulgaria 16.92( - Comportamientos Sexting: 22.6%
(62.8%) Likert, 1 (nunca) a
et al. 1.01)
5(diariamente)

185
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

2.2.3.1 Investigaciones cualitativas sobre comportamientos de Sexting en adolescentes

Tal y como se ha mencionado con anterioridad, a nivel cualitativo existen muy pocos
estudios centrados en el fenómeno del Sexting (Harris et al., 2013; Lenhart, 2009;
Lippman & Campbell, 2014; Phippen, 2012; Ringrose et al., 2012; Ringrose et al.,
2013; Torres, 2014; Van-Ouytsel, Van-Gool, Walrave, Ponnet, & Peeters, 2016;
Walker, Sanci, & Temple, 2011). No obstante, la mayoría de los existentes tienen como
participantes adolescentes o jóvenes menores de edad.

Una de las primeras aproximaciones al estudio cualitativo del fenómeno del


Sexting fue la realizada por Lenhart (2009), que utilizando la metodología de focus
group en combinación con la investigación empírica realizó y evaluó la causa y las
motivaciones de los y las adolescentes de entre 12 y 18 años para practicar Sexting.
Reveló que a pesar de que los y las adolescentes manifiestan que la práctica de Sexting
no es muy común, relatan diversas ocasiones en las que han practicado Sexting, ya fuera
dentro de una relación de pareja, entre el grupo de amistades o con alguien con el que
esperaban tener una relación. De hecho, las actitudes que refieren hacia la práctica de
Sexting son variadas desde las más negativas al considerarlo una práctica inapropiada o
dañina; hasta a las más positivas, afirmando que practicar Sexting es “cachondo” o no
tienen importancia catalogándolo como “no es gran cosa”. Además, encuentran que las
chicas sufren presión para compartir imágenes erótico-sexuales.

Walker et al. (2011) a través de la combinación de un focus group y cinco


entrevistas individuales realizadas a profesionales en seguridad cibernética, personas
que trabajan con jóvenes en enseñanza, apoyo, o asesoramiento sexual, un escritor y un
psicólogo de una revista adolescente investigaron sobre el fenómeno del Sexting. De sus
palabras se extrae que el Sexting es una nueva forma de interacción generada gracias a
los avances de las tecnologías. No obstante, cuando se les pregunta sobre la prevalencia
de la práctica entre los y las adolescentes tienen opiniones diversas; por un lado,
algunos de los/as informantes creen que es una práctica generalizada entre adolescentes;
mientras que otros/as profesionales creen que es un tema demasiado publicitado en los
medios. Además, manifiestan su preocupación por las chicas que practican Sexting, ya
que afirman que se ven afectadas más negativamente de las consecuencias del Sexting,
afirmando unánimemente que se ven coaccionadas o presionadas para enviar contenidos
de Sexting. Finalmente los/as informantes hacen hincapié en la necesidad de educar
medida de prevención de las consecuencias de este tipo de prácticas.

186
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

El estudio sobre la práctica, actitudes e influencias sobre Sexting realizado por


Phippen (2012) a través de la realización de focus group es el que mayor número de
participantes incluye. Dicha investigación se centró en dos grupos de edades, el primero
compuesto por 120 adolescentes de 13 y 14 años con los que se realizaron 12 focus
group pertenecientes a tres países diferentes; el segundo formado por 30 adolescentes de
2 países diferentes, con edades comprendidas entre los 10 y los 11 años. En el primer
grupo de edad, se evidencia que el Sexting es algo muy común y habitual, a pesar de
que manifiestan que para ellos no resulta muy atractivo sí confiesan que lo es para la
gente de su edad. Además afirman que el Sexting sucede conjuntamente a otros
fenómenos como el Ciberbullying, de hecho, manifiestan que cuando las chicas lo
realizan es porque los chicos se lo piden mientras que los chicos lo realizan
espontáneamente en la mayoría de los casos. Con respecto al segundo grupo de edad, no
muestra resultados particulares sobre Sexting, pero encuentra que estos/as adolescentes
han recibido solicitudes online indeseadas y han sido expuestos a contenidos sexuales
online.

La investigación realizada por Ringrose et al. (2012) es probablemente la que,


hasta el momento, ha profundizado más en el análisis del Sexting desde la perspectiva
cualitativa. Con un total de 35 participantes de edades comprendidas entre los 8 los 10
años investigaron sobre el fenómeno del Sexting mediante de la realización de grupos
de discusión, además realizaron 22 entrevistas individuales con estudiantes y se
entrevistaron con profesorado que consideraron “clave” en las escuelas. Sus evidencias
revelan que las amenazas con respecto a la práctica de Sexting las observan
fundamentalmente en su grupo de iguales, es decir sus amistades o compañeros/as o
incluso virtuales y físicos. Por lo que pueden ser objeto de burlas o chantajes con
respecto a los contenidos de Sexting que producen, pero rara vez por personas
desconocidas. Además, se evidencia que esta problemática afecta a niñas y niños de
cada vez menos edad.

Del discurso de los y las participantes de este estudio destaca que el Sexting está
íntimamente relacionado con el Bullying y, además manifiestan que a menudo es una
práctica producto de la presión o coacción. De hecho, revelan que son las chicas las que
se ven más perjudicadas de la práctica de Sexting, dado que ante el mismo
comportamiento descubren un doble estándar relacionado con la sexualidad de las
chicas y los chicos que realizan Sexting. Este doble estándar juzga más duramente a las

187
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

chicas que a los chicos, incluso en ocasiones clasificándolas como “putas”.


Paralelamente señalan dos aspectos fundamentales, el primero en relación a que la
tecnología amplía esta realidad pues contribuye y facilita la objetivación de las chicas; y
el segundo hace referencia a que el Sexting revela presiones sexuales más amplias sobre
la apariencia de las chicas adaptándolas a un determinado canon de belleza basado en
los estereotipos sexistas o presiones sobre determinadas prácticas sexuales (como el
sexo oral). Finalmente indican que las prácticas de Sexting se encuadran dentro de unas
determinadas formas idealizadas de feminidad y masculinidad (Ringrose et al., 2012).

Posteriormente las mismas autoras (Ringrose et al., 2013) realizan otro estudio
sobre el Sexting, en el que realizan dos focus group con 35 estudiantes de entre los 12 y
los 15 años. Sus resultados nuevamente evidencian que la práctica de Sexting es una
actividad influenciada por las dinámicas de género y que permite perpetuar la llamada
doble moral sexual (en referencia a la reputación sexual) que sitúa a las chicas en
situación de desventaja con respecto a los chicos, además de descubrirlas como víctimas
de la sexualización generada por la prácticas de Sexting.

El estudio centrado en 124 adolescentes de una media de 17 años realizado por


Harris, Davidson, Letourneau, Paternite y Miofsky (2013), aporta interesantes
conclusiones en torno a: i. el rol de la tecnología en sus vidas; ii. la definición de
Sexting; iii. las motivaciones, características y contextos del Sexting; iv. la
comunicación sobre Sexting; v. percepción de las consecuencias; y vi. las estrategias y
prácticas de respuesta. En relación al rol de las tecnologías en las vidas de los y las
adolescentes (i), se demuestra que es algo muy importante ya que facilita la expresión
sexual, los móviles son considerados medios sociales, les facilitan la vida y en algunos
casos “son su vida”. Respecto a la definición de Sexting (ii), en algunos casos definían
correctamente el término, mientras que en otros tenían cierta información gracias a los
medios de comunicación. Lo cual también les ha proporcionado información sobre los
riesgos a los que se exponen, a través del seguimiento de casos mediáticos. En relación
a los contextos y prevalencia del Sexting, parecen estar de acuerdo en que es un
comportamiento emergente entre la gente de su edad, partiendo de lo que ven en su
entorno o leen a través de los medios de comunicación. Referente a las motivaciones,
características y contextos (iii), a través del discurso de los y las adolescentes salen a la
luz cuatro factores determinantes para los comportamientos de Sexting. En primer lugar
el factor “social”, referido a las expectativas de género o las dinámicas del grupo de

188
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

iguales. En segundo lugar el factor “cognitivo y/o emocional”, que hace referencia a a la
necesidad de atención o la salud mental. En tercer lugar el factor de “desarrollo”, que es
relativo a las características propias de la etapa adolescente como la hipersexualización,
la experimentación o la impulsividad. Y un cuarto factor denominado “ambiental”,
referido a las influencias de la familia, los medios, la comunidad o la cultura. Esta
investigación también evidencia un amplio espectro de escenarios respecto a las
conductas de Sexting, que se pueden dar dentro de las relaciones de noviazgo,
exclusivamente en las sexuales o de intimidad, como parte de un daño deliberado
constituyendo agresiones, dentro de las dinámicas de género o como parte del desarrollo
de su propia trayectoria vital.

En relación a la comunicación sobre Sexting (iv) parece que los y las


adolescentes tienen, en general, ciertas reservas para hablar sobre Sexting con sus
progenitores, por lo que son más propensos/as a pedir consejos en sus escuelas sobre
este tema. Referente a las consecuencias percibidas (v) identifican las consecuencias a
nivel social a través del posible impacto en su reputación, también las consecuencias
legales y otras como la permanencia a lo largo de los años de ese tipo de contenidos
digitales. Finalmente en relación a las estrategias y prácticas de respuesta a los
comportamientos de Sexting adolescente (vi), a través de sus argumentos exponen una
serie de estrategias que giran en torno a dar respuesta a los incidentes de Sexting y la
prevención y la reducción del daño ocasionado tanto en el ámbito escolar, como en el
comunitario, en el familiar y en el legal (Harris et al., 2013).

Torres (2014) en su estudio sobre las redes sociales gestionó, por un lado, dos
grupos focales, con 11 estudiantes de entre 10 y 14 años y otro con 10 docentes; por
otro lado, realizó entrevistas individuales a 4 progenitores y una persona de la directiva
del centro escolar. Con respecto al Sexting no se detecta que entre los y las estudiantes
conozcan la problemática o el fenómeno. No obstante, no ofrece más resultados sobre
los conocimientos o actitudes de progenitores y docentes en torno al fenómeno del
Sexting.

El estudio de Lippman y Campbell (2014) centrado en informantes de 12 a 18


años muestran que el Sexting es relativamente frecuente. Evidencia que el 21% y el
48% han enviado y recibido contenidos de Sexting respectivamente; y casi en todas las
ocasiones, dentro de un contexto relacional de una relación sentimental o romántica. En
este sentido, los y las participantes de más edad relacionan directamente la práctica de

189
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

Sexting con los “rituales de cortejo”, como parte de las relaciones sentimentales o como
antecedente y/o sustitutivo a los contactos sexuales, normalizando los comportamientos
de Sexting en estos contextos. Además se destaca que el miedo a las consecuencias
legales, de los progenitores, de la escuela o del grupo de iguales muchos/as no lo
realizan. Con respecto al grupo de iguales, apuntan dos consecuencias negativas a este
respecto: la facilidad de exposición y la posible pérdida de reputación. No obstante, los
y las informantes de menor edad le restaban importancia a los comportamientos de
Sexting admitiendo que “no es gran cosa”, que es divertido, que forma parte de una
broma y que es común entre sus amistades. De forma significativa, se destaca que en los
alegatos de los y las informantes se evidencia una doble moral o doble rasero al juzgar a
aquellas chicas que practican Sexting, de forma que las chicas que sextean son más
duramente juzgadas y señaladas que los chicos, se las cataloga de “un tipo de chicas”, o
de “zorras”, e incluso que lo hacen por “llamar la atención”. Contrariamente aquellas
chicas que no realizaban Sexting fueron catalogadas como “mojigatas”. Estos juicios
sobre las chicas que práctican Sexting fueron expresados por ambos géneros, aunque en
mayor medida por los chicos, que paralelamente, admitían pedirles este tipo de
contenidos a sus compañeras. Sus conslusiones ponen de manifiesto la existencia de
situaciones de presión o coacción hacia las chicas para realizar Sexting, evidenciándose
también que ante los mismos comportamientos de Sexting las chicas son peor juzgadas
que sus compañeros.

Más recientemente, la investigación realizada por Van-Ouytsel et al. (2016)


mediante focus group con 57 adolescentes de 15 a 18 años se centró en evaluar las
percepciones, motivos y consecuencias de las prácticas de Sexting. En primer lugar, sus
resultados evidencian que los sexts son enviados por múltiples plataformas virtuales,
desde Facebook, Messenger, iMessage, WhatsApp o Snapchat, no obstante esta última
es la más utilizada tanto por chicos como por chicas. En segundo lugar, engloban las
motivaciones para las prácticas de Sexting en torno a cuatro ejes, el primero por ser lo
que espera su pareja afectiva o como parte del coqueteo con fin sexual; el segundo
dentro de una posible o potencial relación sentimental como parte del coqueteo; el
tercero, es referido por varios de los chicos que creen que las chicas sextean para llamar
la atención masculina o comentar sus looks; finalmente el cuarto motivo que expresan
los y las adolescentes es relativo a los deseos sexuales, afirmando que el Sexting sirve
para satisfacerlos; también apuntan que practican Sexting por tener una relación a

190
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

distancia o para probar el carácter de las chicas al inicio de las relaciones románticas. En
tercer lugar, sus resultados apuntan que los y las adolescentes relatan las múltiples
consecuencias derivadas de las conductas de Sexting como la distribución y publicación
de los sexts. De hecho expresan que esta situación puede producirse por tres motivos
que catalogan como abusivos: que los chicos enseñen los sexts a sus amistades o que
usen los sexts para chantajear o ejercer algún tipo de coerción sobre la víctima y
después de una ruptura amorosa los difundan como venganza.

En España la investigación cualitativa sobre Sexting es prácticamente


inexistente. El único estudio publicado hasta el momento (Alonso, Rodríguez, Pérez, &
Magalhães, 2015) se corresponde con un estudio piloto derivado de esta tesis doctoral.

2.2.2.2 Comportamientos de Sexting en adolescentes y su relación con otras variables

Existen una serie de variables que determinan la participación de los y las adolescentes
en comportamiento de Sexting. En este sentido algunos trabajos de revisión teórica
(Cooper et al, 2015; Klette et al., 2014) ya señalaron la influencia de determinadas
variables demográficas y otras en la realización de Sexting por parte de los y las chicas.
A continuación analizarnos algunas de estas variables consideradas determinantes en el
estudio del fenómeno del Sexting.

Conocimiento del fenómeno del Sexting

Los resultados de algunos trabajos, cuantitativos y cualitativos, ponen de manifiesto


cierta confusión en torno al Sexting, a pesar de que algunos/as adolescentes definen
correctamente el término (Fajardo et al., 2013; Harris et al., 2013). La investigación
realizada en España por Fajardo et al. (2013) revela que en torno al 80% de los y las
adolescentes conceptualizan el Sexting como pornografía. No obstante, muestra también
que en el 26.52% de los casos asocian el Sexting al acoso sexual o lo encuadran como
una actividad delictiva (65%). Por otro lado la investigación realizada por Torres (2014)
pone de relieve el desconocimiento de los y las adolescentes sobre este fenómeno.

191
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

Edad

Parece existir cierto consenso entre varios estudios sobre el comportamiento de Sexting
adolescente a través de las conclusiones de varias investigaciones que afirman que a
mayor edad más prácticas de Sexting (Cox-Communications, 2009; Dake et al., 2012;
Kopecký, 2011; Lee et al., 2016; Mitchell et al., 2012; Phippen, 2012; Rice et al., 2012;
Strassberg et al., 2013; Temple et al., 2012; Wood et al., 2015; Ybarra & Mitchell,
2014). De hecho, el estudio realizado por Dake et al. (2012), señala que son los y las
adolescentes de 16 años los que más conductas de Sexting llevan a cabo.
Consecuentemente la franja de edad que alcanza mayor prevalencia es la de los 16 a los
18 años. Igualmente el trabajo cualitativo de Phippen (2012) muestra que son los y las
participantes de mayor edad los/as que afirman que el Sexting es muy común entre la
gente de su edad. En la misma línea la investigación de Wood et al. (2015) realizada en
varios países europeos pone de manifiesto que las edades de mayor prevalencia son los
16 y los 17 años en Bulgaria, Inglaterra, Italia y Noruega.

Contrariamente en otras investigaciones se ha afirmado que a mayor


comportamiento de Sexting menor edad (Houck et al., 2014) o que no existen
diferencias significativas en relación a la edad (Lim et al., 2016; Ricketts et al., 2015).

Género

En cuanto al género más sexter, existe cierta divergencia entre las conclusiones de los
estudios realizados hasta el momento, de forma que algunos señalan a los chicos como
los que más prácticas de Sexting llevan a cabo (Alfaro et al., 2015; Lim et al., 2016;
Marcum, Higginns & Ricketts, 2014; Rice et al., 2014; Strassberg et al., 2013; West et
al., 2014), mientras que otros señalan a las chicas como las que más sexts envían (AP-
MTV, 2009; Cox-Communications, 2009; Mitchell et al, 2009; Ybarra & Mitchell,
2014) y a los chicos como los que más reciben (Hinduja & Patchin, 2010). Asimismo,
los resultados expuestos por Hinduja y Patchin (2010) mostraban que chicos y chicas
envían sexts por igual, pero son ellos los que más reciben.

De hecho la investigación de Wood et al. (2015) pone de manifiesto la


divergencia de conclusiones en cuanto a las diferencias entre chicos y chicas. Respecto
al envío y recepción de sexts los chicos obtienen prevalencias más significativas que las

192
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

chicas en Chipre e Italia; mientras que son las chicas las que más envían en Inglaterra y
Noruega.

Son muchos los estudios realizados hasta el momento a nivel internacional, los
que indican que no existen diferencias significativas entre chicas y chicos respecto a las
conductas de Sexting que llevan a cabo (Brinkley et al., 2017; Dake et al., 2012;
Jonsson et al., 2015; Kopecký, 2011; Lenhart, 2009; NCPTUP, 2008; Rice et al., 2012;
Ricketts et al., 2015; Temple et al., 2012). Resultado que ha sido confirmado por la
evidencia empírica en España (Fajardo et al., 2013; Gámez-Guadix et al., 2017;
Villacampa, 2016). Pues los resultados de Villacampa (2016) afirma que ellas reciben
más sexts y ellos los producen más; también Gámez-Guadix et al. (2017) rebelaban
mayor prevalencia entre los chicos (14.3%) que entre las chicas (12.7%).

Una explicación a esta falta de consenso, podemos encontrarla en el trabajo de


Temple et al. (2012), que sobre una amplia muestra de adolescentes estadounidenses
evidenció que las chicas las que más sextean son aquellas que tienen pareja, tienen
relaciones sexuales y comportamientos sexuales de riesgo. Y los chicos que llevan a
cabo conductas de Sexting y piden sexts a las chicas son los que están saliendo con
alguien y han tenido relaciones sexuales. También puede ayudar a comprender estas
diferencias las conclusiones del estudio de Baumgartner et al. (2014), realizado a lo
largo de varios países europeos entre los que se encuentra España, muestran que las
diferencias encontradas en función del género varían según el país y se deben a los
valores tradicionales imperantes de cada país analizado. De forma que en los países con
valores tradicionales las diferencias entre la participación de Sexting de los chicos y de
las chicas son muy pronunciadas; mientras que en los países con valores menos
tracionales las diferencias son menores.

Personas destinatarias

Los resultados de varios estudios sobre el Sexting adolescente reflejan que las personas
destinatarias de los sext que producen y envían son sus novios o novias (Cox-
Communications, 2009; Harris et al., 2013; NCPTUP, 2008; Wood et al., 2015). En esta
línea el estudio Cox-Communications (2009) mostraba que en el 60% de los casos
enviaban los sexts a sus parejas y en el 21% a alguien de quien tenían un flechazo. E
igualmente sus participantes afirmaban recibir sexts en el 75% de los casos de sus
parejas, en el 49% de alguien de quien tenían un flechazo y en el 23% de las situaciones
193
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

de sus amistades. En este sentido el análisis del discurso adolescente realizado por
Lippman y Campbell (2014) muestra que las conductas de Sexting forman parte de los
rituales de cortejo adolescente para coquetear y entablar relaciones afectivo-sexuales, de
hecho incluso habla del Sexting como una conducta que puede sustituir los contactos
sexuales con sus parejas.

Percepción del comportamiento

Las evidencias cualitativas han sido las encargadas de mostrar a través de sus resultados
que los y las adolescentes consideran las conductas de Sexting muy frecuentes entre la
gente de su edad (Phippen, 2009) o poco frecuentes (Lenhart, 2009). También a través
del análisis del discurso de los/as profesionales llevado a cabo por Walker et al. (2011)
se muestra que sus percepciones son que el Sexting es una práctica muy extendida entre
los y las adolescentes.

Precedentes de comportamientos de Sexting

Algunos estudios revelan que aquellos/as adolescentes que han participado de conductas
de Sexting con anterioridad son más propensos/as a hacerlo de nuevo (Lee et al., 2016;
Walrave et al., 2015). Manteniendo esta tendencia en los resultados la investigación
centrada en adolescentes de Suecia (Jonsson et al., 2015), apuntaba que aquellos/as que
tenían una historia de comportamientos sexuales online, reportaban más
comportamientos de riesgo.

Orientación sexual

Al igual que las investigaciones realizadas con personas adultas, parece existir cierto
consenso entre las diferentes investigaciones al mostrarse que entre los y las
adolescentes con una orientación sexual no heterosexual (LGTBQ) se llevan a cabo más
comportamientos de Sexting y paralelamente existe una mayor aceptación de este tipo
de conductas (Rice et al., 2012, 2014; Ybarra & Mitchell, 2014).

La investigación sobre adolescentes con orientaciones sexuales no


heterosexuales realizada por Ybarra y Mitchell (2016) evaluaba tres esferas del Sexting,
las conversaciones sexuales online o por móvil, el haber compartido fotografías de sí

194
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

mismos/as en el pasado año y el haber compartido fotografías de sí mismos/as con otra


persona 5 años mayor. Sus resultados apuntan que el 5% y el 15% mantienen
conversaciones sexuales a través de Internet o del móvil, correspondientemente.
Respecto a las conversaciones sexuales con personas cinco o más años que ellas y ellos
mismos la tasa de prevalencia es tan solo un 0.4%. Compartir fotografías sexuales y
hacerlo a alguien cinco o más años que ellas y ellos mismos arroja prevalencias del 2%
y el 0.2% respectivamente. Muestran también que en cada uno de estos factores tanto
las chicas como los chicos con orientaciones sexuales no normativas tienen una
participación muy superior en todos los comportamientos especificados que aquellas/os
adolescentes que se auto identifican como heterosexuales.

Conducta sexual

Los estudios que se han analizado demuestran que aquellos/as adolescentes que llevan a
cabo comportamientos de Sexting empiezan a tener relaciones sexuales con menor edad
que aquellos/as que más sextean (Jonsson et al., 2015). También apuntan a que existe
una relación positiva entre las conductas de Sexting y una mayor actividad sexual
(Houck et al., 2014; Rice et al., 2012, 2014) o simplemente ser sexualmente activos/as
(Englander, 2012; Temple et al., 2012; Temple & Choi, 2014). De hecho el reciente
trabajo de Brinkley et al. (2017) confirma que las prácticas de Sexting con 16 años están
asociadas a un debut sexual temprano y a tener múltiples parejas sexuales.

Dos trabajos realzados en Estados Unidos arrojan conclusiones muy similares.


Por un lado Ybarra y Mitchell (2014) concluyen que es más frecuente la conducta de
Sexting entre aquellos y aquellas que han besado, acariciado, han practicado sexo oral,
vaginal o anal o se han masturbado. En la misma línea es más frecuente el Sexting entre
aquellos/as que han tenido múltiples parejas sexuales en el último año. Por otro lado
Houck et al. (2014) muestran que las conductas de Sexting también se asocian con la
mayor probabilidad de tener conductas sexuales como relaciones sexuales coitales,
anales o tocamientos genitales.

La misma tendencia en los resultados se observa en las conclusiones del trabajo


de Dake et al. (2012) ya que apunta que entre aquellos/as adolescentes que han tenido
relaciones sexuales el 47% ha sexteado, de los/as que han tenido sexo oral o anal el 54%
y el 71% afirman haber llevado a cabo conductas de Sexting; y cuantas más parejas

195
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

sexuales han tenido a lo largo de su vida y menos han usado métodos anticonceptivos,
mayor es su participación en Sexting. De hecho las conclusiones de otras
investigaciones ponen de manifiesto que los y las adolescentes que llevan a cabo
conductas de Sexting son los que más relaciones sexuales sin protección (es decir, sin
preservativo) llevan a cabo (Rice et al., 2012; Temple et al., 2012)

Contrariamente Temple y Choi (2014) concluían en su estudio que no existe


relación entre el Sexting y los comportamientos sexuales de riesgo. Afirman que esto
indica que los comportamientos de Sexting entre adolescentes forman parte de su
desarrollo sexual normal y no limitarse estrictamente a una conducta de riesgo.

Motivaciones

Indagar en las motivaciones para llevar a cabo conductas de Sexting en adolescentes


resulta determinante para el estudio del fenómeno, así lo ponen de manifiesto las
investigaciones que exponen los principales motivos que los/as adolescentes encuentran
para sextear (Baumgartner et al., 2012; Englander 2012; Harris et al., 2013; NCPTUP,
2008; Strohmaier et al., 2014; Van-Ouytsel et al., 2016; Villacampa, 2016; Wood et al.,
2015). Ya en la primera investigación (NCPTUP, 2008) sobre Sexting adolescente de la
que tenemos constancia se indaga sobre los motivos de chicos y chicas para llevar a
cabo comportamientos de Sexting. Así, se identifican los tres motivos más utilizados
por los y las adolescentes para justificar las conductas de Sexting son: ser gracioso/a y/o
coquetear (63%), como respuesta a un sexts que alguien les ha enviado (44%) y como
un regalo sexy para sus pareja (43%). Particularmente las chicas aluden que lo hacen
por conseguir la atención masculina (85%) y para tener noticias de la otra persona
(80%). Mientras que los chicos aluden que lo hacen por conseguir la atención femenina
(61%), conseguir a una chica que les gusta (57%) y ser gracioso o flirtear (56%). En la
misma dirección Temple y Choi (2014) muestran a través de sus conclusiones que el
Sexting es una forma de iniciar las relaciones sexuales.

Los resultados de Strohmaier, Murphy y DeMatteo (2014) encuentran que el


interés mutuo con la pareja (44%) o impresionar o coquetear a alguien en el que están
interesados/as (34%) son los motivos más habituales entre los y las adolescentes que
sextean. Una tendencia que se mantiene en la evidencia cualitativa, ya que Van-Ouytsel
et al. (2016) concluyen en su estudio que sus informantes engloban las motivaciones

196
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

para las prácticas de Sexting en torno a cuatro ejes, el primero por ser lo que espera su
pareja afectiva o como parte del coqueteo con fin sexual; el segundo dentro de una
posible o potencial relación sentimental como parte del coqueteo; el tercero es referido
por varios de los chicos que creen que las chicas sextean para llamar la atención
masculina o comentar sus looks; finalmente el cuarto motivo que refieren engloba que
sextean por los deseos sexuales, por tener una relación a distancia o para probar el
carácter de las chicas al inicio de las relaciones románticas. En este sentidoel estudio de
Lippman y Campbell (2014) también apunta a que uno de los motivos aludidos por las
chicas es captar la atención masculina y ganar popularidad entre los chicos.

También arroja luz sobre las motivaciones que los y las adolescentes aluden para
sextear, el estudio de Baumgartner et al. (2012) encontrando que las más frecuentes son:
el aburrimiento, establecer relaciones íntimas con otras personas o llamar la atención de
la persona destinataria, haber visto influenciados por el comportamiento grupal para
sextear, por considerar los sexts como personales y sin planificar o simplemente como
una forma de auto-representación. Más recientemente el estudio trasversal en varios
países europeos realizado por Wood et al. (2015), apunta diversas motivaciones
aludidas por los chicos y las chicas de los diferentes países. En el caso de Bulgaria el
motivo más prevalente as “por hacer una broma o ser gracioso” (38%), la justificación
de “para sentirse sexy o coquetear” es la más prevalente tanto en Chipre ( 42%) como
en Inglaterra (51), en Italia revelan que el motivo más relatado por chicos y chicas es
“porque mi pareja me lo pidió” (44%) y en Noruega es “ en respuesta a una imagen que
mi pareja me envió” que alcanza una prevalencia del 54%. Además también evidencian
que son significativamente más chicos que chicas los piden los sexts en el caso de
Inglaterra (56% vs. 29%) y Noruega (47% vs. 20%).

Otro de los motivos que emerge en las diferentes investigaciones es la presión de


la pareja para llevar a cabo las conductas de Sexting (Englander,
2012; NCPTUP, 2008; Temple et al., 2012; Wood et al., 2015), o que ésta se lo haya
pedido (Cox-Communications, 2009; Wood et al., 2015); pero también por la presión
del grupo de iguales (amistades) (Lee et al., 2016) Una situación que afecta en mayor
medida a la chicas que a los chicos, tal y como han mostrado algunas investigaciones
(Englander, 2012; NCPTUP, 2008). De hecho, Englander 2012, mostraba que el motivo
más importante para llevar a cabo conductas de Sexting era la presión o coacción.
Temple et al. (2012) encontraronque las chicas eran a las que más se le pedían sexts, ya

197
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

que un 68.4% así lo expresaba frente al 42.1% de sus compañeros. Mientras que, eran
los chicos los que más admitían pedir este tipo de contenidos a las chicas, (46% frente al
21%). Con respecto a la presión para sextear recibida del grupo de iguales, Lee et al.
(2016) evidenciaban que los/as jóvenes que eran presionados/as son también los/as más
propensos/as a llevar a cabo las conductas de Sexting.

En el caso de España, Villacampa (2016) informa que los y las adolescentes


sextean fundamentalmente como broma (34%) o tener en una relación de pareja (23%)
o querer iniciarla (2%). Pero también apuntan otras causas como la venganza (3%) y el
acoso, chantaje o las amenazas en un 2% de las situaciones.

Consumo de sustancias y situación de salud

El consumo de sustancias como alcohol y otras drogas se relaciona positivamente con el


Sexting, es decir aquellas/os adolescentes que hacen uso de sustancias llevan a cabo más
comportamientos de Sexting (Dake et al., 2012; Jonsson et al., 2015; Temple et al.,
2012; Ybarra & Mitchell, 2014). En esta línea, Dake et al. (2015) informaba que
aquellos/as adolescentes que fuman habitualmente, beben alcohol y se han
emborrachado o han consumido marihuana llevan a cabo más conductas de Sexting
respecto a los y las adolescentes que no consumen este tipo de sustancias.

En relación a la salud, Temple et al. (2014) evidencian que las conductas de


Sexting están asociadas con los síntomas de depresión (45.2%), el consumo de
sustancias (78.8%) y la impulsividad. No obstante no encontraron relación con los
síntomas de ansiedad. Manteniendo esta tendencia en referencia a los problemas
emocionales, otras investigaciones también muestran que son los que más Sexting
practican los que se han sentido solos/as o desesperanzados/as, han contemplado o han
vivido un intento de suicidio (Dake et al., 2012) o tenían menos salud y un menor
sentido de la coherencia (Jonsson et al., 2015).

Tecnologías

La influencia de las tecnologías en la realización de los comportamientos de Sexting se


ha puesto de manifiesto a través de varios trabajos. Asimismo, son los y las
adolescentes que más horas se pasan conectados a aplicaciones de mensajería

198
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

instantánea (Dake et al., 2012) y los que envían más de 100 textos por día (Rice et al.,
2014) los/as que más comportamientos de Sexting llevan a cabo. La misma tendencia se
observa en las conclusiones del trabajo de Ricketts et al. (2015) que apuntan que los
problemas relacionados con Internet aumentan la probabilidad de las conductas de
Sexting entre adolescentes.

Percepción de riesgo y consecuencias

Algunas de las investigaciones analizadas, tanto cualitativas como cuantitativas, ponen


de relieve que los y las adolescentes son conscientes de las consecuencias derivadas de
las prácticas de Sexting, relatando casos cercanos o vívidos por ellas y ellos mismos/as
(Dake et al., 2012; Harris et al., 2013; Lippman & Campbell, 2014; Phippen, 2012;
Ringrose et al., 2012, 2013; Van-Ouytsel et al., 2016). El algunos casos identifican la
facilidad y rapidez de la exposición, la distribución y la publicación de los sexts sin
consentimiento, así como la perdida de reputación social (Harris et al., 2013; Lippman
& Campbell, 2014; Ringrose et al., 2012, 2013; Van-Ouytsel et al., 2016). Otras
investigaciones encuentran que los y las adolescentes asocian las conductas de Sexting
con sufrir bullying y ciberbullying (Dake et al., 2012; Phippen, 2012; Ringrose et al.,
2012). Además es necesario señalar que según las conclusiones de Jonsson et al. (2015)
aquellos/as adolescentes que realizaban conductas sexuales online habían sido víctimas
de abuso psicológico o de abusos sexuales.

Así, Phippen (2012) pone de manifiesto que la mitad de su muestra relata tan
solo uno o dos incidentes de Sexting en su entorno, además solo una minoría afirma que
los sexts pueden llegar a un número ilimitado de personas. Contrariamente el 20%
afirma que se ha visto personalmente afectado de las consecuencias de los
comportamientos de Sexting y el 52% dice que sus amistades también se han visto
afectadas. Además en la mayoría de los casos, la responsabilidad de las imágenes o
vídeos recae sobre quien las produce (63%), seguido de las personas que las
protagonizan (32%) y finalmente de las personas que las reciben (55%). Por último,
encuentran que el 27% cree que es necesario más ayuda y soporte a las personas que
tienen problemas relacionados con el Sexting. En la misma dirección, Dake et al. (2012)
encuentran que aquellos/as adolescentes que han sufrido bullying físico el 19% ha
practicado Sexting; de los/as que han sufrido bullying un 21% sexteado; de los/as
víctimas indirectas de bullying o ciberbullying un 25% y un 41% respectivamente ha
199
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

realizado Sexting. Por lo que pone de manifiesto la relación entre estos fenómenos y el
Sexting.

Más recientemente Strohmaier et al. (2014) informan que el 8% de sus


participantes admiten que han sufrido humillación o daños en su reputación después de
realizar Sexting, entre el 1% y el 5% han tenido problemas en la escuela o con los
progenitores. No obstante estas cifras se elevan hasta el 71% cuando afirman que
conocen a personas que han sufrido consecuencias negativas como humillación (27%),
perdidas de la reputación (23%), bullying (5%) o problemas legales (5%).

Por último el trabajo de Walrave et al. (2014) apunta que los y las adolescentes
consideran mayoritariamente el Sexting como un comportamiento peligroso (73.10%).
Además relatan una serie de motivos por lo que lo consideran como peligroso, los más
relevantes son: i. se exponen a chantajes, humillaciones, acoso o bullying/
ciberbullying; ii. a abusos sexuales por pedófilos o agresores sexuales; iii. a la difusión
sin consentimiento y totalmente descontrolada y masificada por internet puede hacer
que esos sexts sean vistos por personas indeseadas (progenitores u otras personas); iv.
Consecuencias legales o expedientes disciplinarios en sus centros educativos; e incluso
v. secuestros, asesinatos o suicidios.

Rasgos de personalidad

La relación entre determinados rasgos de personalidad y las conductas de Sexting


adolescente se ha evidenciado en varias investigaciones (Gámez-Guadix, et al., 2017;
Marcum et al., 2014; Strohmaier, et al., 2014; Temple et al., 2014; Walrave et al., 2014;
Ybarra & Mitchell, 2014). Además uno de los primeros estudios realizados sobre
Sexting entre adolescentes de Mitchell et al. (2012), mostraba que en el 21% de los
casos los y las adolescentes afirmaban que se habían sentido extremadamente
avergonzados/as después de haber practicado Sexting.

Particularmente se ha puesto de manifiesto que la impulsividad, la ansiedad y la


depresión (Temple et al., 2014) correlaciona positivamente con los comportamientos de
Sexting. Contrariamente, los y las adolescentes con una alta autoestima son los/as que
menos sextean (Ybarra & Mitchell, 2014) y aquellos/as adolescentes que tienen
mayores niveles de autocontrol (Marcum et al., 2014). La investigación realizada por
Brinkley et al. (2017) pone de relieve que las características de personalidad bordeline
200
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

se asocian a las conductas de Sexting, aunque no supone un predictor de la conducta. En


la misma línea, se sitúan los resultados del trabajo español de Gamez-Guadix et al.
(2017) que encontraron que los rasgos de personalidad que mostraban una mayor
relación con el Sexting eran la extraversión y la escrupulosidad. También mostraron que
bajos niveles de agradabilidad y altos niveles de neuroticismo aumentan la probabilidad
de participar en comportamientos de Sexting.

En la Tabla 2.7 se plasman las principales conclusiones de los estudios revisados


sobre comportamientos de Sexting en el colectivo de adolescentes, así coo su relación
con las variables que se consideraron relevantes.

201
El fenómeno del Sexting: estado de la cuestión

Tabla 2.7 Correlaciones del comportamiento de Sexting adolescente con otras variables.
Variables Resultados en investigaciones con personas adultas
- Confusión en torno a la conceptualización del Sexting (Fajardo et al., 2013; Harris et al., 2013).
Conocimiento
- Cono cimiento de Sexting (Torres, 2014).

-Más prácticas de Sexting = Más edad (Cox-Communications, 2009; Dake et al., 2012; Kopecký,
2011; Lee et al., 2016; Mitchell et al., 2012; Phippen, 2012; Rice et al., 2012; Strassberg et al., 2013;
Temple et al., 2012; Wood et al., 2015; Ybarra & Mitchell, 2014).
Edad
- Más prácticas de Sexting = Menos edad (Houck et al., 2014).
- No existen diferencias significativas en función a la edad (Lim et al., 2016; Ricketts et al., 2015).
-Más prácticas de Sexting = Chicos (Alfaro et al., 2015; Lim et al., 2016; Marcum et al., 2014; Rice et
al., 2014; Strassberg et al., 2013; West et al., 2014).
-Chicas envían más sexts (AP-MTV, 2009; Cox-Communications, 2009; Mitchell et al, 2009; Ybarra
& Mitchell, 2014).
Género - Chicos reciben más sexts (Hinduja & Patchin, 2010).
- Resultados ambivalentes (Wood et al., 2015).
- No existen diferencias significativas (Brinkley et al., 2017; Dake et al., 2012; Fajardo et al., 2013;
Gámez-Guadix et al., 2017; Jonsson et al., 2015; Kopecký, 2011; Lenhart, 2009; NCPTUP, 2008;
Rice et al., 2012; Ricketts et al., 2015; Temple et al., 2012; Villacampa, 2016).
Personas - Novios o novias (Cox-Communications, 2009; Harris et al., 2013; NCPTUP, 2008; Wood et al.,
destinatarias 2015).

Percepción del - Sexting muy frecuentes entre los y las adolescentes (Phippen, 2009; Walker et al., 2011).
comportamiento - Sexting poco frecuente entre los y las adolescentes (Lenhart, 2009).

Precedentes de - Sexting con anterioridad = más propensos/as a hacerlo de nuevo nuevo (Jonsson et al., 2015; Lee et
Sexting al., 2016; Walrave et al., 2015).

Orientación - Más conductas de Sexting = orientación sexual no heterosexual (LGTBQ) (Rice et al., 2012, 2014;
sexual Ybarra & Mitchell, 2014).
- Comportamientos de Sexting = temprano debut sexual (Brinkley et al., 2017; Jonsson et al., 2015).
- Comportamientos de Sexting = mayor actividad sexual (Houck et al., 2014; Rice et al., 2012, 2014).
- Comportamientos de Sexting = ser sexualmente activos/as (Englander, 2012; Temple et al., 2012;
Temple & Choi, 2014).
Conducta
- Comportamientos de Sexting = múltiples parejas sexuales (Brinkley et al., 2017).
sexual
- Comportamientos de Sexting = relaciones sexuales sin protección (Rice et al., 2012; Temple et al.,
2012).
- No existe relación entre el Sexting y los comportamientos sexuales de riesgo (Temple & Choi,
2014).
- Sexting = aburrimiento, llamar la atención y/o contactar con la pareja (Baumgartner et al., 2012;
Englander 2012; Harris et al., 2013; NCPTUP, 2008; Strohmaier et al., 2014; Van-Ouytsel et al.,
2016; Wood et al., 2015).
Motivaciones
- Sexting = presión o solicitud de la pareja (Cox-Communications, 2009; Englander,
2012; NCPTUP, 2008; Temple et al., 2012; Wood et al., 2015).
- Sexting = presión del grupo de iguales (Lee et al., 2016)
- Sexting = consumo de sustancias (Dake et al., 2012; Jonsson et al., 2015; Temple et al., 2012;
Consumo de
Ybarra & Mitchell, 2014).
sustancias y
- Sexting = menos salud, depresión, sentimientos de soledad o desesperanza (Dake et al., 2012;
situación de salud
Jonsson et al., 2015; Temple et al., 2014).
- Más horas conectados/as y enviar muchos textos diariamente = más comportamientos de Sexting
Tecnologías (Dake et al., 2012; Rice et al., 2014).
- Problemas con Internet = más comportamientos de Sexting (Ricketts et al., 2015).
- Son conscientes de las consecuencias derivadas de las prácticas de Sexting, relatando casos cercanos
Percepción de
o vívidos por ellos/as mismos/as de estas (Dake et al., 2012; Harris et al., 2013; Lippman & Campbell,
riesgo y
2014; Phippen, 2012; Ringrose et al., 2012, 2013; Strohmaier et al., 2014; Van-Ouytsel et al., 2016).
consecuencias
- Catalogan el Sexting como peligroso (Walrave et al., 2014).
- Impulsividad, la ansiedad y la depresión = + Sexting (Temple et al., 2014)
- Alta autoestima y mayores niveles de autocontrol = - Sexting (Marcum et al., 2014; Ybarra &
Rasgos de
Mitchell, 2014)
personalida
- Extraversión, escrupulosidad, bajos niveles de agradabilidad y altos niveles de neuroticismo = +
probabilidad Sexting (Guadix et al., 2017).

202
Metodología

MARCO EMPÍRICO

_________________________________________________________

203
Metodología

204
Metodología

CAPÍTULO III

METODOLOGÍA
____________________________________________________________

205
Metodología

206
Metodología

A lo largo de este capítulo se abordarán las cuestiones metodológicas de la presente


investigación. En esta dirección, se detallan en primer lugar el planteamiento del
problema de investigación, definiendo las preguntas del estudio a través de las cuáles
comenzamos a indagar en torno a las variables que configuran el fenómeno del Sexting.
A continuación se definen los objetivos a los que se pretende dar respuesta y las
hipótesis planteadas para la presente investigación, teniendo en cuenta las diferentes
investigaciones y aportaciones teóricas que preceden al estudio aquí presentado.

En segundo lugar se define el tipo de estudio, que parte de una perspectiva


metodológica mixta que conjuga el enfoque cualitativo y cuantitativo. Definiéndose así
las diferentes particularidades de cada una de estas dimensiones metodológicas.
Posteriormente, se realiza un detalle de los y las participantes del estudio, todos y todas
ellas adolescentes de Institutos de Educación Secundaria públicos de la Provincia de
Ourense (Comunidad Autónoma de Galicia).

En tercer lugar, se explica el procedimiento utilizado a lo largo de todo el


proceso de investigación, desde el contacto con los centros hasta la implementación del
cuestionario y el desarrollo de los grupos de discusión. En cuarto lugar se explican los
instrumentos que se han utilizado para abordar el estudio del fenómeno del Sexting,
tanto en la dimensión cuantitativa como cualitativa del estudio. Conjuntamente se
enumeran las variables dependientes e independientes de la dimensión cuantitativa de la
investigación.

Finalmente se exponen cómo se ha gestionado el análisis de la información,


explicando los diferentes estadísticos utilizados en el apartado empírico del estudio así
como las estrategias utilizadas para gestionar y analizar la información extraída de los
grupos de discusión.

207
Metodología

3.1 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN


Antes de abordar los objetivos de la presente investigación centrada en el fenómeno del
Sexting, es necesario abordar el planteamiento del problema para evidenciar “lo que no
se conoce” (Arias, 2006, p. 4), es decir, lo que hasta el momento se ha evidenciado a
través de los diferentes estudios sobre el fenómeno del Sexting en general y, también
surgen los interrogantes sobre lo que no se conoce de la realidad del Sexting (Arias,
2006).

En esta dirección, los criterios que utilizaremos para desarrollar el planteamiento


del problema de investigación son los propuestos por Hernández-Sampieri, Fernández y
Baptista (2003), con el fin de estructurar las ideas de la investigación propuesta por para
plantear el problema de investigación. Estos autores proponen cuatro elementos
necesarios en el planteamiento que son: viabilidad, justificación, preguntas de
investigación y objetivos; elementos que han de seguir los criterios de claridad, así
como que permitan la posibilidad de recolectar datos y posibilitar la relación entre las
diferentes variables (ver Figura 3.1). Por lo que en este apartado se abordará la
justificación y viabilidad de la investigación presentada, además de concretar las
preguntas de investigación. Por su parte los objetivos se detallarán en el siguiente
apartado. Asimismo, los criterios de investigación aquí detallados serán tenidos en
cuenta a lo largo de todo el estudio y plasmados en los diferentes apartado del presente
capítulo.

Viabilidad

Claridad

Justificación Planteamiento del


Recolección
de datos Objetivos problema de
investigación
Relación
variables

Preguntas

Criterios Elementos l

Figura 3.1 Elementos del planteamiento del problema de investigación propuestos por
Hernández-Sampieri et al. (2003).

208
Metodología

Cuando hablamos del problema de investigación en referencia al fenómeno del


Sexting nos referimos a cómo ha impactado esta práctica en las vidas de los y las
adolescentes españoles/as. Las investigaciones sobre Sexting realizadas hasta el
momento se han venido desarrollando en la última década, de hecho el primer estudio
que se centraba sobre esta realidad tanto en población adulta como adolescente, data del
año 2008. Por lo que, a pesar que en el año 2005 surge ya en el contexto anglosajón el
vocablo “Sexting”, tal y como afirma Garner (2011). No es hasta unos años después
cuando florecen las primeras investigaciones que se centran en el estudio y análisis del
fenómeno, siendo los años 2014 y 2015 los más prolíficos hasta el momento en
investigaciones sobre esta realidad. Además el fenómeno del Sexting ha sido más
estudiado en el contexto internacional, ya que la mayoría de los estudios se han venido
realizando en países como EEUU, Reino Unido o Australia (Agustina, 2010). Mientras
que en España todavía resulta una realidad poco estudiada, en la que los escasos
estudios realizados hasta el momento, no han profundizado en un análisis
pormenorizado de las diferentes variables que pueden influir en las actitudes, la
conducta o en las consecuencias derivadas de las prácticas de Sexting. Asimismo el
modo en el que las diversas investigaciones han abordado el estudio del Sexting tanto
entre personas adultas como adolescentes, ha sido fundamentalmente mediante una
metodología empírica. Es decir, la mayoría de las investigaciones publicadas utilizan
técnicas cuantitativas para indagar en la realidad del Sexting, dejando de lado, en la
mayoría de los casos la metodología cualitativa. Además no se puede olvidar que las
prácticas de Sexting se originan por la generalización en el uso de las tecnologías de la
información y la comunicación, por lo que también es necesario analizar este aspecto y
su impacto en las vidas de los y las adolescentes.

En este sentido y siguiendo con la justificación de la investigación, en el marco


de la situación actual el estudio del fenómeno del Sexting es en España una línea de
investigación incipiente y muy novedosa. No solo por la escasez de investigaciones
realizadas hasta el momento, sino también por el desconocimiento de las actitudes y
motivaciones que influyen en la conducta, así como las nefastas consecuencias que lleva
asociadas. Así, esta investigación parte de una perspectiva metodológica multimétodo
(cualitativa y cuantitativa) que ofrece a la investigación mayor riqueza y profundidad de
análisis. Ya que brinda la oportunidad de analizar comportamientos de riesgo como el
Sexting, evaluando las consecuencias a las que se exponen los y las adolescentes al

209
Metodología

llevar a cabo esta conducta. Asimismo, la investigación sobre el fenómeno del Sexting
en adolescentes ourensanos/as resulta viable, fundamentalmente porque los recursos
para llevarla a cabo existen y permiten analizar una realidad poco estudiada en un
contexto determinado: los y las adolescentes pertenecientes a Educación Secundaria
Obligatoria y no Obligatoria. Además también se abordará el estudio del fenómeno del
Sexting en función del género y de la localidad del centro.

En esta dirección, el problema de la presente investigación se puede visibilizar a


través de una gran pregunta de investigación: ¿Cómo ha impactado el fenómeno del
Sexting en las vidas de los y las adolescentes ourensanos/as? Este problema de
investigación se ha traducido en interrogantes más específicos sobre el fenómeno del
Sexting, que son:

- ¿Cuál es la tenencia, uso y tiempo de dedicación a los deferentes medios y


espacios telemáticos de los y las adolescentes?; ¿Qué gestión hacen de éstos?;
¿Cuál es su percepción de peligro sobre éstos medios?

- ¿Qué gestión hacen los y las adolescentes de sus perfiles en espacios sociales?;
¿Reciben supervisión?; ¿Han sido adolescentes han recibido formación sobre
Internet y Redes Sociales o Educación Sexual para hacer un uso más responsable
de éstos?

- ¿Cuáles son las opiniones, creencias y percepciones de los y las adolescentes


respecto a Internet y Redes Sociales?; ¿Sus opiniones personales son diferentes a
las consideraciones respecto al grupo de iguales?

- ¿Cuáles son las actitudes hacia el Sexting de los/as adolescentes?; ¿Las


actitudes influyen en los comportamientos de Sexting de los y las adolescentes?

- ¿Los y las adolescentes llevan a cabo conductas de Sexting?; Y si lo hacen, ¿a


quién les envían o reenvían esos contenidos y por qué medios?

- En el caso de no enviar éstos contenidos, ¿se graban de forma erótica o sexual


con otras personas?; ¿Y ellas y ellos solos/as?

- ¿Los y las adolescentes están expuestos/as a contenidos sexuales en Internet?

- ¿Qué creencias y percepciones tienen los y las adolescentes sobre los


comportamientos de Sexting entre la gente de su edad?

210
Metodología

- ¿Cuál es su percepción sobre el género que más practica Sexting? ¿Por qué
creen esto?

- ¿Los y las adolescentes conocen el fenómeno del Sexting?

- ¿Cuáles son las motivaciones hacia el Sexting de los y las adolescentes?

- ¿Qué creencias tienen los y las adolescentes sobre las motivaciones de Sexting
entre la gente de su edad?

- ¿Cuál es la percepción de peligro de los y las adolescentes en torno a las


prácticas de Sexting?

- ¿Los y las adolescentes que practican Sexting sufren consecuencias derivadas


de esta práctica, como la presión, la coacción, los chantajes o las burlas?;
¿Existen otras consecuencias derivadas de las prácticas de Sexting?; ¿Los y las
adolescentes conocen las consecuencias?

- ¿Los comportamientos y actitudes hacia el Sexting de los y las adolescentes


están relacionados con las actitudes sexistas y los mitos hacia el amor?; ¿Qué
otras variables influyen en las conductas de Sexting de los y las adolescentes?

- ¿Cuáles son las variables que predicen los comportamientos de Sexting de los y
las adolescentes?

3.2 OBJETIVOS DEL ESTUDIO


Este trabajo se enfoca al análisis del fenómeno del Sexting desde una perspectiva de
género en adolescentes de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato. A través
del enfoque de género se pretende dar un paso más en el estudio del Sexting en
adolescentes, ya que los principales estudios realizados en la población de referencia –y
de igual forma en población adulta- se han limitado a destacar las diferencias en función
de género tanto respecto a las actitudes, como a los comportamientos o respecto a otras
variables. Sin, en la mayoría de los casos, realizar una interpretación profunda de las
posibles motivaciones de las diferencias reveladas entre chicos-hombres y chicas-
mujeres.

En este estudio se tienen en cuenta las drásticas transformaciones que se están


produciendo en la actualidad debido a la influencia masiva de internet, de las Redes
Sociales y demás medios telemáticos que los y las adolescentes utilizan para

211
Metodología

comunicarse y establecer relaciones sociales. En este sentido, si tenemos en cuenta que


en el proceso de socialización los niños y niñas interiorizan la cultura, los
comportamientos y valores necesarios para la vida en sociedad, haciéndoles parte activa
y partícipe de ésta (Abelá, 2003; Iglesias, 1988), hoy en día podemos hablar del poder
socializador de medios como: Internet, Redes Sociales o aplicaciones de mensajería
instantánea. Ya que, paralelamente a los agentes tradicionales de socialización -la
familia, la escuela, el grupo de iguales y los medios- las interacciones online suponen en
la actualidad un agente socializador más fundamental enlas relaciones afectivas y/o
sexuales de los/as más jóvenes (Pulido, 2006). Lo cual no significa que hayan
desaparecido o perdido importancia los agentes de socialización considerados
"tradicionales", si no que se han generado nuevas formas de informarse, divertirse o
comprar que están transformando las relaciones y espacios sociales (Bernete, 2009).

Así, en este estudio se ha tenido en cuenta la influencia de los agentes de


socialización en las vidas de los y las a adolescentes, sin embargo al hilo del tema que
nos ocupa, se profundiza en las interacciones online, ya sea a través del ordenador,
teléfono móvil u otros dispositivos tecnológicos como vehículo para las relaciones
sociales, afectivas y/o sexuales.

En este sentido los principales objetivos del estudio derivan de los dos enfoques
metodológicos utilizados en la presente investigación, no obstante se presentan de
forma indiferenciada. Estos son:

i. Dimensión cuantitativa: a través de la cual se realiza una descripción de la


situación actual de la incidencia del Sexting entre los y las adolescentes con una
muestra de estudiantes de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato.
Evaluando las actitudes y comportamientos hacia Sexting de los y las
adolescentes de la provincia de Ourense, así como las demás variables que
configuran el fenómeno como son los conocimientos o las motivaciones entre
otras. También se realiza un análisis de las afinidades entre actitudes y
comportamientos de Sexting y las variables género y localización del centro.
Identificando además aquellas otras variables del estudio que mejor expliquen el
fenómeno del Sexting en la adolescencia. Además, se evalúa la existencia de
otros fenómenos relacionados como la obligación, chantaje o burlas tras las
prácticas de Sexting, u otras variables como los niveles de sexismo, los mitos del
amor y la tenencia y uso de Redes Sociales o dispositivos de telefonía móvil.

212
Metodología

ii. Dimensión cualitativa: mediante la cual se profundiza en la realidad del


Sexting entre los y las adolescentes estudiantes de Educación Secundaria
Obligatoria y Bachillerato, desde su “punto de vista”, acercándose a sus propias
percepciones, sentimientos, expresiones y opiniones como protagonistas de la
realidad social investigada. Accediendo a su imaginario personal y colectivo
como grupo examinando la forma más directa la realidad del Sexting en la
adolescencia, así como indagar a través de su discurso en los significados y
significantes del fenómeno del Sexting y las ciber-relaciones.

3.2.1 OBJETIVO GENERAL DE LA INVESTIGACIÓN


El objetivo principal de este estudio consiste en evaluar las actitudes y los
comportamientos de Sexting de los y las adolescentes de la provincia de Ourense; así
como todas aquellas variables que determinan esta conducta, incidiendo especialmente
en las diferencias según el género. Asimismo se pretende investigar la tenencia y usos
de los diferentes medios tecnológicos y espacios virtuales, en función al género y el
localización del centro (Urbano y Rural/ Semi-rural).

3.2.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS DE LA INVESTIGACIÓN


El objetivo general se puede concretar en los siguientes objetivos específicos, derivados
de las dimensiones cuantitativas y cualitativas utilizadas en el presente estudio:

Objetivo 1
____________________________________________________________________
Evaluar la tenencia, usos y tiempo dedicado a los dispositivos tecnológicos e Internet de
las y los adolescentes de la provincia de Ourense, en función al género y a la
localización del centro (Urbano y Rural/Semi-rural).

Objetivo 2
______________________________________________________________________

Conocer las percepciones de las y los adolescentes de la provincia de Ourense sobre las
Redes Sociales (uso, importancia, dependencia, peligro entre otras cuestiones), en
función al género y a la localización del centro (Urbano y Rural/Semi-rural).

213
Metodología

Objetivo 3
______________________________________________________________________
Evaluar la tenencia de perfiles en Redes Sociales y/o de contactos y la gestión que
hacen de éstos (como la privacidad de sus perfiles) de las y los adolescentes de la
provincia de Ourense, en función al género y a la localización del centro (Urbano y
Rural/Semi-rural).

Objetivo 4
______________________________________________________________________
Evaluar la vigilancia que reciben las y los adolescentes de la provincia de Ourense sobre
el acceso y uso a dispositivos tecnológicos, Redes Sociales o internet, en función al
género y a la localización del centro (Urbano y Rural/Semi-rural).

Objetivo 5
______________________________________________________________________
Examinar la formación recibida sobre el uso de las Redes Sociales y en materia sexual
de las y los adolescentes de la provincia de Ourense, en función al género y a la
localización del centro (Urbano y Rural/Semi-rural).

Objetivo 6
______________________________________________________________________
Identificar las percepciones en relación a las creencias del grupo de iguales con respecto
a las Redes Sociales, en función al género y a la localización del centro (Urbano y
Rural/Semi-rural).

Objetivo 7
______________________________________________________________________
Analizar las actitudes hacia el Sexting de las y los adolescentes de la provincia de
Ourense, en función al género y a la localización del centro (Urbano y Rural/Semi-
rural).

Objetivo 8
______________________________________________________________________
Validar un instrumento fiable y valido para la investigación de las actitudes hacia el
Sexting en la población adolescente de lengua española.

214
Metodología

Objetivo 9
______________________________________________________________________
Evaluar los comportamientos de Sexting de las y los adolescentes de la provincia de
Ourense, en función al género y a la localización del centro (Urbano y Rural/Semi-
rural).

Objetivo 10
______________________________________________________________________
Determinar el/la destinatario/a real e hipotético de los contenidos de Sexting enviados,
así como los medios para el envío o reenvío utilizados por las y los adolescentes de la
provincia de Ourense, en función al género y a la localización del centro (Urbano y
Rural/Semi-rural).

Objetivo 11
______________________________________________________________________
Validar un instrumento fiable y valido para la investigación de los comportamientos de
Sexting en la población adolescente de lengua española.

Objetivo 12
______________________________________________________________________
Comprobar si las y los adolescentes de la provincia de Ourense realizan grabaciones
erótico sexuales solos/as y/o en compañía de otra/s persona/s, en función al género y a
la localización del centro (Urbano y Rural/Semi-rural).

Objetivo 13
______________________________________________________________________
Investigar si las y los adolescentes de la provincia de Ourense han visto y/o recibido
mensajes sexuales y/o eróticos de algún tipo, en Internet o a través del teléfono móvil en
función al género y a la localización del centro (Urbano y Rural/Semi-rural).

Objetivo 14
______________________________________________________________________
Analizar las opiniones personales sobre el Sexting de las y los adolescentes de la
provincia de Ourense, en función al género y a la localización del centro (Urbano y
Rural/Semi-rural).

215
Metodología

Objetivo 15
______________________________________________________________________
Describir las creencias sobre Sexting de las y los adolescentes de la provincia de
Ourense, en función al género y a la localización del centro (Urbano y Rural/Semi-
rural).

Objetivo 16
______________________________________________________________________
Evaluar las motivaciones hacia el Sexting, así como las creencias de los motivos del
grupo de iguales de las y los adolescentes de la provincia de Ourense, en función al
género y a la localización del centro (Urbano y Rural/Semi-rural).

Objetivo 17
______________________________________________________________________
Determinar la percepción de peligro de las y los adolescentes de la provincia de Ourense
en función al género y a la localización del centro (Urbano y Rural/Semi-rural).

Objetivo 18
______________________________________________________________________
Identificar las consecuencias negativas a las que se exponen los y las adolescentes de la
provincia de Ourense mediante la práctica de Sexting en función al género y a la
localización del centro (Urbano y Rural/Semi-rural).

Objetivo 19
______________________________________________________________________

Comprobar la relación entre las actitudes hacia el Sexting y los comportamientos de


Sexting con las actitudes sexistas, los mitos hacia el amor entre sí y con respecto a las
variables independientes del estudio en la población objeto de estudio, en función al
género y a la localización del centro (Urbano y Rural/Semi-rural).

Objetivo 20
______________________________________________________________________

Evaluar el nivel de sexismo y las creencias en torno a los mitos hacia el amor de las y
los adolescentes de la provincia de Ourense, en función al género y a la localización del
centro (Urbano y Rural/Semi-rural).

216
Metodología

Objetivo 21
______________________________________________________________________

Determinar las variables predictoras de los comportamientos de Sexting en la población


objeto de estudio, en función al género y a la localización del centro (Urbano y
Rural/Semi-rural).

3.3 HIPÓTESIS DEL ESTUDIO

Las hipótesis son las “explicaciones tentativas formuladas como proposiciones”


(Hernandez-Sampieri et al., 2010, p. 92) es decir, suponen conjeturas que tratan de dar
respuesta a las preguntas de investigación (Haber & LoBiondo, 2014). Si bien es cierto
que no todos los estudios deben plantear hipótesis, siguiendo las recomendaciones de
Hernández-Sampieri et al. (2003) debido al modelo mixto de enfoques metodológicos
del que parte la presente investigación y al alcance el estudio, se formulan hipótesis para
las dos dimensiones de la investigación presentada. No obstante, no se establecen
diferencias en función del enfoque metodológico, ya que partimos de la idea de
complementariedad de ambas estrategias (Senior-Naveda, Colina, Marín, & Perozo,
2014). Fundamentalmente porque no son enfoques excluyentes, si no que nos ofrecen
dos retratos de la misma realidad (Senior-Naveda et al., 2014), permitiéndonos estudiar
el Sexting en adolescentes desde dos perspectivas diferentes pero complementarias. En
este sentido las hipótesis planteadas en el presente estudio son las siguientes:

Hipótesis 1. La tenencia, uso y tiempo de dedicación a los dispositivos tecnológicos es


muy alta, siendo los chicos y los y las de ámbito urbano los que mayores prevalencias
alcanzaran a este respecto.

Hipótesis 2. Los y las adolescentes usan los dispositivos tecnológicos y espacios


sociales para hablar y conocer a personas y establecer a nuevas amistades, llegando a
quedar con esas personas físicamente. Asimismo son los y las de entorno rural/semi-
rural los que más lo hacen.

217
Metodología

Hipótesis 3. Los y las adolescentes usan los dispositivos tecnológicos y espacios


sociales para controlar a sus parejas afectivas. Siendo los chicos los que mayor control
virtual ejercen sobre sus parejas chicas.

Hipótesis 4. Los y las adolescentes carecen de percepción de peligro en torno al uso de


Internet o de las Redes Sociales, no obstante son los chicos y los/as de ámbito urbano
los/as que menor percepción de peligro tienen.

Hipótesis 5. Los y las adolescentes conceden gran importancia a los dispositivos


tecnológicos y espacios virtuales. Además se definen dependientes de éstos medios.

Hipótesis 6. La tenencia de perfiles en Redes Sociales es prácticamente universal entre


los y las adolescentes.

Hipótesis 7. Los y las adolescentes no gestionan sus perfiles en Redes Sociales de


forma prudente, no obstante creen que sí lo hacen y que la gente de su edad es menos
sensata. Sin embargo, las chicas y los/as adolescentes de ámbito rural son más
precavidas/os que sus compañeros/as.

Hipótesis 8. Los y las adolescentes no reciben vigilancia del acceso y uso de los
dispositivos tecnológicos ni de Redes Sociales. Siendo las chicas las que más
supervisión reciben.

Hipótesis 9. Los y las adolescentes han recibido poca formación en materia sexual o
sobre el uso de las Redes Sociales.

Hipótesis 10. Los y las adolescentes afirman que la gente de su edad no es responsable
respecto al uso de las Redes Sociales.

218
Metodología

Hipótesis 11. Los y las adolescentes tienen actitudes positivas hacia el Sexting, no
obstante son los chicos y los/as de ámbito urbano los/as que más positivo ven las
prácticas de Sexting.

Hipótesis 12. Los y las adolescentes llevan a cabo pocos comportamientos de Sexting,
no obstante son los chicos y los/as de ámbito urbano los/as que más conductas realizan.

Hipótesis 13. Los y las adolescentes envían sexts mayoritariamente a sus parejas
afectivo-sexuales o a aquellas personas que esperan que lo sean. Y lo hacen
fundamentalmente a través de las aplicaciones de mensajería instantánea.

Hipótesis 14. Los y las adolescentes reciben más sexts que envían, siendo los chicos los
que más contenidos de este tipo reciben.

Hipótesis 15. Los y las adolescentes están expuestos/as a muchos contenidos


sexualmente explícitos a través de Internet o del WhatsApp.

Hipótesis 16. Los y las adolescentes desconocen el significado de Sexting, siendo los/as
de ámbito urbano los/as que más conocen el fenómeno.

Hipótesis 17. Los y las adolescentes afirman que la gente de su edad lleva a cabo
muchos comportamientos de Sexting.

Hipótesis 18. Los y las adolescentes creen que son las chicas las más sexters, aludiendo
motivos estereotipados y mitificados.

Hipótesis 19. Las motivaciones para llevar a cabo conductas de Sexting son muy
variadas. No obstante los motivos referidos por ellas y ellos mismos son similares a los
que relatan para justificar la participación en Sexting de la gente de su edad.

219
Metodología

Hipótesis 20. La percepción de peligro de los y las adolescentes que practican Sexting
es elevada, siendo las chicas y los/as de ámbito rural los/as que más catalogan el
Sexting como peligroso.

Hipótesis 21. Los y las adolescentes han sufrido y son conscientes de las consecuencias
derivadas de las conductas de Sexting, que afectan en mayor medida a las chicas.

Hipótesis 22. . Los y las adolescentes con actitudes más positivas hacia el Sexting son
también los que más conductas llevan a cabo.

Hipótesis 23. Los y las adolescentes más sexistas tienen actitudes más positivas y
llevan a cabo más comportamientos de Sexting. Siendo los chicos los más sexistas.

Hipótesis 24. Los y las adolescentes que más aceptan las creencias mitificadas en torno
al amor tienen actitudes más favorables y llevan a cabo más comportamientos de
Sexting. Siendo las chicas las que más puntúan en mitos del amor.

Hipótesis 25. Los y las adolescentes que han sido obligados/as, chantajeados/as o han
sufrido burlas tienen una mayor percepción de riesgos y llevan a cabo más conductas de
Sexting.

Hipótesis 26. Los y las adolescentes que más disponen de dispositivos tecnológicos y/o
perfil/es en Redes Sociales son los/as que tienen actitudes más positivas y llevan a cabo
más conductas de Sexting.

Hipótesis 27. Las variables que predicen los comportamientos de Sexting, son el género
y localización del centro, las actitudes positivas hacia el Sexting, tienen pareja o
expectativas de tenerla y han sido obligados/as a hacerlo.

220
Metodología

A continuación de detalla en las Tablas 3.1a, 3.1b, 3.1c, 3.1d y 3.1d la relación
entre el problema y las preguntas de investigación con el objetivo general los objetivos
específicos de la investigación planteada y con las hipótesis de investigación detallando
el tipo de aproximación metodológica que se ha utilizado para darles respuesta. De
forma que se pretende visibilizar la relación entre todos los apartados planteados, así
como la saturación de preguntas de investigación con objetivos específicos e hipótesis,
visibilizando el instrumento que se ha utilizado para dar respuesta a las dudas
planteadas. De esta forma se conectan e interrelacionan las diferentes estrategias entre sí
(Figura 3.2).

Figura 3.2 Conexión entre los diferentes apartados de investigación.

221
Metodología

Tabla 3.1a Relación entre objetivos, preguntas de investigación e instrumentos.


Problema de investigación: Desconocimiento del impacto del fenómeno del fenómeno del Sexting entre los y las adolescentes. Especialmente de las actitudes y motivaciones que influyen en la
conducta, así como las nefastas consecuencias que esta conducta lleva asociadas.
Pregunta de investigación: ¿Cómo ha impactado el fenómeno del Sexting en las vidas de los y las adolescentes ourensanos/as?
Objetivo general: Evaluar las actitudes y los comportamientos de Sexting de los y las adolescentes de la provincia de Ourense; así como todas aquellas variables que determinan esta conducta,
incidiendo especialmente en las diferencias según el género. Asimismo se pretende investigar la tenencia y usos de los diferentes medios tecnológicos y espacios virtuales, en función al género y
el localización del centro (Urbano y Rural/ Semi-rural).

Tema Preguntas de investigación Objetivos Específicos Hipótesis Instrumento

H1 La tenencia, uso y tiempo de dedicación a los


dispositivos tecnológicos es muy alta, siendo los Q
chicos y los y las de ámbito urbano los que
mayores prevalencias alcanzaran a este respecto.

Metodología
H2 Los y las adolescentes usan los dispositivos
tecnológicos y espacios sociales para hablar y FG
OB1 Evaluar la tenencia, usos y tiempo dedicado a los dispositivos conocer a personas y establecer a nuevas
- ¿Cuál es la tenencia, uso y tiempo tecnológicos e Internet de las y los adolescentes de la provincia de amistades, llegando a quedar con esas personas
Ourense, en función al género y a la localización del centro (Urbano
222

de dedicación a los deferentes físicamente. Asimismo son los y las de entorno


medios y espacios telemáticos de y Rural/Semi-rural). rural/semi-rural los que más lo hacen.
los y las adolescentes? H3 Los y las adolescentes usan los dispositivos
Redes tecnológicos y espacios sociales para controlar a FG
Sociales sus parejas afectivas. Siendo los chicos los que
-¿Qué gestión hacen de éstos? mayor control virtual ejercen sobre sus parejas
chicas.
-¿Cuál es su percepción de peligro H4 Los y las adolescentes carecen de percepción
sobre éstos medios? de peligro en torno al uso de Internet o de las
Q
Redes Sociales, no obstante son los chicos y los/as
OB2 Conocer las percepciones de las y los adolescentes de la
de ámbito urbano los/as que menor percepción de
provincia de Ourense sobre las Redes Sociales (uso, importancia,
peligro tienen.
dependencia, peligro entre otras cuestiones), en función al género y
H5 Los y las adolescentes conceden gran
a la localización del centro (Urbano y Rural/Semi-rural).
importancia a los dispositivos tecnológicos y
FG
espacios virtuales. Además se definen
dependientes de éstos medios.
Nota. OB= Objetivo específico; H= Hipótesis; Q= Cuestionario de preguntas; FG = Focus Group.

222
Metodología

Tabla 3.1b Relación entre objetivo general y objetivos específicos y con las preguntas de investigación.

Tema Preguntas de investigación Objetivos Específicos Hipótesis Instrumento

H6 La tenencia de perfiles en Redes Sociales es


Q
prácticamente universal entre los y las
OB3 Evaluar la tenencia de perfiles en Redes Sociales y/o de adolescentes.
contactos y la gestión que hacen de éstos (como la privacidad de sus H7 Los y las adolescentes no gestionan sus perfiles
- ¿Qué gestión hacen los y las en Redes Sociales de forma prudente, no obstante
perfiles) de las y los adolescentes de la provincia de Ourense, en
adolescentes de sus perfiles en creen que sí lo hacen y que la gente de su edad es
función al género y a la localización del centro (Urbano y Q + FG
espacios sociales? Rural/Semi-rural). menos sensata. Sin embargo, las chicas y los/as
adolescentes de ámbito rural son más precavidas/os
- ¿Reciben supervisión? que sus compañeros/as.
H8 Los y las adolescentes no reciben vigilancia del

Metodología
OB4 Evaluar la vigilancia que reciben las y los adolescentes de la acceso y uso de los dispositivos tecnológicos ni de
- ¿Los y las adolescentes han provincia de Ourense sobre el acceso y uso a dispositivos Redes Sociales. Siendo las chicas las que más Q + FG
recibido formación sobre Internet y tecnológicos, Redes Sociales o internet, en función al género y a la supervisión reciben.
223

Redes Redes Sociales o Educación Sexual localización del centro (Urbano y Rural/Semi-rural).
Sociales para hacer un uso más responsable
de éstos? OB5 Examinar la formación recibida sobre el uso de las Redes H9 Los y las adolescentes han recibido poca
Sociales y en materia sexual de las y los adolescentes de la provincia formación en materia sexual o sobre el uso de las Q
de Ourense, en función al género y a la localización del centro Redes Sociales.
(Urbano y Rural/Semi-rural).
H7 Los y las adolescentes no gestionan sus perfiles Q + FG
-¿Cuáles son las opiniones,
en Redes Sociales de forma prudente, no obstante
creencias y percepciones de los y creen que sí lo hacen y que la gente de su edad es
las adolescentes respecto a Internet menos sensata. Sin embargo, las chicas y los/as
OB6 Identificar las percepciones en relación a las creencias del grupo
y Redes Sociales? de iguales con respecto a las Redes Sociales, en función al género y a adolescentes de ámbito rural son más precavidas/os
-¿Sus opiniones personales son la localización del centro (Urbano y Rural/Semi-rural). que sus compañeros/as.
diferentes a las consideraciones H10 Los y las adolescentes afirman que la gente de Q + FG
respecto al grupo de iguales? su edad no es responsable respecto al uso de las
Redes Sociales.
Nota. OB= Objetivo específico; H= Hipótesis; Q= Cuestionario de preguntas; FG = Focus Group.

223
Metodología

Tabla 3.1c Relación entre objetivos, preguntas de investigación e instrumentos.

Tema Preguntas de investigación Objetivos Específicos Hipótesis Instrumento

OB7 Analizar las actitudes hacia el Sexting de las y los adolescentes


- ¿Cuáles son las actitudes hacia el de la provincia de Ourense, en función al género y a la localización
del centro (Urbano y Rural/Semi-rural). H11 Los y las adolescentes tienen actitudes
Sexting de los/as adolescentes?
positivas hacia el Sexting, no obstante son los
-¿Las actitudes influyen en los Q + FG
OB8 Validar un instrumento fiable y valido para la investigación de chicos y los/as de ámbito urbano los/as que más
comportamientos de Sexting de los
las actitudes hacia el Sexting en la población adolescente de lengua positivo ven las prácticas de Sexting.
y las adolescentes?
española.

OB9 Evaluar los comportamientos de Sexting de las y los

Metodología
adolescentes de la provincia de Ourense, en función al género y a la
localización del centro (Urbano y Rural/Semi-rural). H12Los y las adolescentes llevan a cabo pocos Q + FG
- ¿Los y las adolescentes llevan a OB10 Determinar el/la destinatario/a real e hipotético de los comportamientos de Sexting, no obstante son los
cabo conductas de Sexting? contenidos de Sexting enviados, así como los medios para el envío o chicos y los/as de ámbito urbano los/as que más
224

Sexting
- Y si lo hacen, ¿a quién les envían reenvío utilizados por las y los adolescentes de la provincia de conductas realizan.
o reenvían esos contenidos y por Ourense, en función al género y a la localización del centro (Urbano H13 Los y las adolescentes envían sexts Q + FG
qué medios? y Rural/Semi-rural). mayoritariamente a sus parejas afectivo-sexuales o
a aquellas personas que esperan que lo sean. Y lo
OB11 Validar un instrumento fiable y valido para la investigación hacen fundamentalmente a través de las
de los comportamientos de Sexting en la población adolescente de aplicaciones de mensajería instantánea.
lengua española. H14 Los y las adolescentes reciben más sexts que Q + FG
- En el caso de no enviar éstos OB12 Comprobar si las y los adolescentes de la provincia de envían, siendo los chicos los que más contenidos
contenidos, ¿se graban de forma Ourense realizan grabaciones erótico sexuales solos/as y/o en de este tipo reciben.
erótica o sexual con otras personas? compañía de otra/s persona/s, en función al género y a la
-¿Y ellas y ellos solos/as? localización del centro (Urbano y Rural/Semi-rural).
OB13 Investigar si las y los adolescentes de la provincia de Ourense
- ¿Los y las adolescentes están H15 Los y las adolescentes están expuestos/as a
han visto y/o recibido mensajes sexuales y/o eróticos de algún tipo,
expuestos/as a contenidos sexuales muchos contenidos sexualmente explícitos a través Q+ FG
en Internet o a través del teléfono móvil en función al género y a la
en Internet? de Internet o del WhatsApp.
localización del centro (Urbano y Rural/Semi-rural).
Nota. OB= Objetivo específico; H= Hipótesis; Q= Cuestionario de preguntas; FG = Focus Group.

224
Metodología

Tabla 3.1d Relación entre objetivos, preguntas de investigación e instrumentos.

Tema Preguntas de investigación Objetivos Específicos Hipótesis Instrumento

¿Qué creencias y percepciones


H16 Los y las adolescentes desconocen el
tienen los y las adolescentes sobre
significado de Sexting, siendo los/as de ámbito Q
los comportamientos de Sexting OB14 Analizar las opiniones personales sobre el Sexting de las y los
urbano los/as que más conocen el fenómeno.
entre la gente de su edad? adolescentes de la provincia de Ourense, en función al género y a la
H17 Los y las adolescentes afirman que la gente de
- ¿Cuál es su percepción sobre el localización del centro (Urbano y Rural/Semi-rural).
su edad lleva a cabo muchos comportamientos de FG
género que más practica Sexting?
Sexting.
¿Por qué creen esto?
H18 Los y las adolescentes creen que son las
OB15 Describir las creencias sobre Sexting de las y los adolescentes
- ¿Los y las adolescentes conocen el chicas las más sexters, aludiendo motivos
de la provincia de Ourense, en función al género y a la localización Q + FG
fenómeno del Sexting? estereotipados y mitificados.
del centro (Urbano y Rural/Semi-rural).
- ¿Cuáles son las motivaciones
hacia el Sexting de los y las H19 Las motivaciones para llevar a cabo

Metodología
adolescentes? OB16 Evaluar las motivaciones para el Sexting así como las conductas de Sexting son muy variadas. No
- ¿Qué creencias tienen los y las creencias de los motivos del grupo de iguales de las y los obstante los motivos referidos por ellas y ellos
Q + FG
adolescentes sobre las motivaciones adolescentes de la provincia de Ourense, en función al género y a la mismos son similares a los que relatan para
225

de Sexting entre la gente de su localización del centro (Urbano y Rural/Semi-rural). justificar la participación en Sexting de la gente de
Sexting
edad? su edad.

OB17 Determinar la percepción de peligro de las y los adolescentes H20 La percepción de peligro de los y las
- ¿Cuál es la percepción de peligro
de la provincia de Ourense en función al género y a la localización adolescentes que practican Sexting es elevada,
de los y las adolescentes en torno a Q
del centro (Urbano y Rural/Semi-rural). siendo las chicas y los/as de ámbito rural los/as que
las prácticas de Sexting?
más catalogan el Sexting como peligroso.
- ¿Los y las adolescentes que
practican Sexting sufren
consecuencias derivadas de esta
práctica, como la presión, la OB18 Identificar las consecuencias negativas a las que se exponen H21 Los y las adolescentes han sufrido y son
coacción, los chantajes o las burlas? los y las adolescentes de la provincia de Ourense mediante la práctica conscientes de las consecuencias derivadas de las
Q + FG
-¿Existen otras consecuencias de Sexting en función al género y a la localización del centro conductas de Sexting, que afectan en mayor
derivadas de las prácticas de (Urbano y Rural/Semi-rural). medida a las chicas.
Sexting?
- ¿Los y las adolescentes conocen
las consecuencias?
Nota. OB= Objetivo específico; H= Hipótesis; Q= Cuestionario de preguntas; FG = Focus Group.

225
Metodología

Tabla 3.1e Relación entre objetivos, preguntas de investigación e instrumentos.

Tema Preguntas de investigación Objetivos Específicos Hipótesis Instrumento

OB19 Comprobar la relación entre las actitudes hacia el Sexting y los H22 Los y las adolescentes con actitudes más
comportamientos de Sexting con las actitudes sexistas, los mitos positivas hacia el Sexting son también los que más Q
- ¿Los comportamientos y actitudes hacia el amor entre sí y con respecto a las variables independientes conductas llevan a cabo.
hacia el Sexting de los y las del estudio en la población objeto de estudio, en función al género y a H23 Los y las adolescentes más sexistas tienen
adolescentes están relacionados con la localización del centro (Urbano y Rural/Semi-rural). actitudes más positivas y llevan a cabo más Q
las actitudes sexistas y los mitos comportamientos de Sexting. Siendo los chicos los
hacia el amor? más sexistas.

Metodología
- ¿Qué otras variables influyen en OB20 Evaluar el nivel de sexismo y las creencias en torno a los H24 Los y las adolescentes que más aceptan las
las conductas de Sexting de los y mitos hacia el amor de las y los adolescentes de la provincia de creencias mitificadas en torno al amor tienen
las adolescentes? Ourense, en función al género y a la localización del centro (Urbano actitudes más favorables y llevan a cabo más Q
y Rural/Semi-rural). comportamientos de Sexting. Siendo las chicas las
que más puntúan en mitos del amor.
226

Sexting H25 Los y las adolescentes que han sido


obligados/as, chantajeados/as o han sufrido burlas Q
tienen una mayor percepción de riesgos y llevan a
cabo más conductas de Sexting.
H26Los y las adolescentes que más disponen de
dispositivos tecnológicos y/o perfil/es en Redes
- ¿Cuáles son las variables que OB21 Determinar las variables predictoras de los comportamientos
Sociales son los/as que tienen actitudes más Q
predicen los comportamientos de de Sexting en la población objeto de estudio, en función al género y a
positivas y llevan a cabo más conductas de
Sexting de los y las adolescentes? la localización del centro (Urbano y Rural/Semi-rural).
Sexting.
H27 Las variables que predicen los
comportamientos de Sexting, son el género y
localización del centro, las actitudes positivas Q
hacia el Sexting, tienen pareja o expectativas de
tenerla y han sido obligados/as a hacerlo.
Nota. OB= Objetivo específico; H= Hipótesis; Q= Cuestionario de preguntas; FG = Focus Group.

226
Metodología

3.4 TIPO DE ESTUDIO


El diseño e implementación de esta investigación tiene como objetivo evaluar las
actitudes y los comportamientos de Sexting de los y las adolescentes de la provincia de
Ourense; así como todas aquellas variables que determinan esta conducta, incidiendo
especialmente en las diferencias según el género. Asimismo se pretende investigar la
tenencia y usos de los diferentes medios tecnológicos y espacios virtuales, en función al
género y el localización del centro (Urbano y Rural/ Semi-rural).

En función del marco teórico de referencia y de los objetivos anteriormente


presentados, se realiza un diseño de investigación multimétodo o integrativa a través de
la combinación del enfoque cuantitativo y cualitativo (Hunter & Brewer, 2003; Johnson
& Onwegbuzi, 2004; Morse, 2003, 2015; Naveda et al., 2014). Esta perspectiva de
combinación metodológica aporta al resultado de la investigación un mayor
entendimiento del objeto de estudio (Hernández-Sampieri & Mendoza, 2008). Lo cual,
tal y como expresan Hernández-Sampieri et al. (2003) ofrece la posibilidad de obtener
una “fotografía más completa del fenómeno estudiado” (p. 546). De hecho, dada la
complejidad de los fenómenos sociales actuales, el uso exclusivo de un enfoque
puramente cuantitativo o cualitativo no bastaría para abarcar la diversidad de matices
que engloban los fenómenos y problemáticas científico-sociales (Hernández-Sampieri &
Mendoza, 2008; Creswell, 2008; Creswell & Tashakkori, 2008).

Así, la utilización combinada de ambos enfoques nos ofrece la posibilidad de


analizar diferentes dimensiones complementarias de la realidad social, es decir distintos
niveles de la problemática investigada (Galeano, 2004; Todd, Nerlich, Mckeown, &
Clarke, 2004). En esta dirección son varios los aportes que apoyan esta tesis aludiendo
que proporcionan al estudio una mayor riqueza interpretativa (Hernández-Sampieri &
Mendoza, 2008), permiten una mejora en la exploración y explotación de los datos
obtenidos optimizando los significados (Collins, Onwuegbuzie, & Sutton, 2006; Todd et
al., 2004). En definitiva, partir de una investigación en la que coexistan ambos enfoques
metodológicos ofrece la oportunidad de reunir los paradigmas pospositivistas y
constructivistas, que sustentan la metodología cuantitativa y cualitativa, recurriendo a
las fortalezas de cada una y no a sus debilidades (Brannen, 2008; Johnson,
Onwuegbuzie, & Turner, 2007; Hernández-Sampieri et al., 2003). Reconciliándose así
ambos paradigmas metodológicos, recurriendo a la denominada triangulación
metodológica (Ruiz-Olabuenága, 2012).

227
Metodología

En este sentido la combinación práctica de ambas perspectivas metodológicas se


realizó paralelamente, de forma que la recogida de información de los datos
cuantitativos y cualitativos fue continuada a lo largo del desarrollo de la investigación.
Esta estrategia paralela de recogida de datos responde a un tipo específico de diseño de
investigación integrada o de modelo mixto (cuantitativo y cualitativo) recogida por
algunos autores (Flick, 2014; Hernández-Sampieri et al., 2003; Sánchez-Gómez, 2015).
Los beneficios de este enfoque combinado han sido sintetizados por Hernández
Sampieri et al., (2010) a través de las múltiples aportaciones teóricas sobre este tema.
Estos beneficios son: i. proporciona una mayor teorización; ii. ofrece la oportunidad de
realizar una investigación a través de estrategias más creativas y dinámicas,
proponiendo una perspectiva del objeto de estudio más amplia y profunda; iii. facilita
datos más ricos y variados por lo que aporta una mayor solidez y rigor científico al
estudio; y iv. procura al/la investigador/a mayores oportunidades de explorar y explotar
los datos desde ambas perspectivas.

Particularmente en relación a la investigación sobre el Sexting, el estudio de


Yeung, Horyniak, Vella, Hellard y Lim (2014) revela la efectividad de la utilización de
las metodologías combinadas en el estudio del fenómeno. En esta dirección Ringrose,
Gill, Livingstone y Harvey (2012), señalan que la investigación cuantitativa ofrece las
cifras sobre el fenómeno del Sexting, no obstante no puede ofrecer un análisis profundo
y detallado de los significados y significantes de lo que realmente el Sexting podría
significar o implicar en las vidas de los y las adolescentes.

Así, por un lado la dimensión cuantitativa se perfila como más útil para
aproximarse a las cifras de prevalencia del novedoso fenómeno del Sexting entre las y
los adolescentes, así como las actitudes y motivaciones hacia el mismo. Estableciendo
las posibles relaciones entre estas variables, así como la relación de éstas con otros
factores que expliquen la participación de las y los adolescentes en la práctica de
Sexting. Por otro lado, la dimensión cualitativa ofrece la posibilidad de profundizar en
las cuestiones anteriormente descritas, mostrándose especialmente útil para entender el
fenómeno desde el interior del propio fenómeno (León & Montero, 2015) a través del
propio discurso de los y las adolescentes, protagonistas del estudio (Hawe, Degeling &
Hall, 1993). En este sentido, en la línea de lo argumentado por Stake y Jegatheesan
(2008), la mejor forma de comprender una realidad, es acercarse a ella. De esta forma,
la dimensión cualitativa proporciona a nuestro estudio una estrategia integradora al

228
Metodología

aportarnos información sobre los diferentes elementos que también se analizan en la


dimensión cuantitativa.

3.4.1 CARACTERÍSTICAS DE LA DIMENSIÓN CUANTITATIVA DEL ESTUDIO


En la dimensión cuantitativa del estudio se llevó a cabo un diseño de tipo correlacional,
también denominado ex post facto (León & Montero, 2015; Lameiras, Carrera,
Rodríguez & Faílde, 2009; Montero & León, 2007). Este estudio es, por una parte de
tipo transversal dado que trata de conocer para una población definida que individuos
un determinado comportamiento en Sexting en un momento dado; también tiene un
carácter distributivo debido a que se utilizan técnicas cuantitativas; además se utiliza la
encuesta por muestreo, puesto que está orientado a la identificación en una población
concreta de adolescentes de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato. Es decir,
analizan las relaciones existentes entre dos o más variables (Hernández-Sampieri et al.,
2003),

En la Tabla 3.2 se incluyen los pasos que se han seguido para alcanzar el
objetivo propuesto en esta parte del estudio.

Tabla 3.2 Fases de desarrollo de la dimensión cuantitativa del estudio.


FASE 1 Diseño y selección de la muestra.
FASE 2 Selección y desarrollo de la metodología más adecuada para llevar a cabo la
recogida de la información.
FASE 3 Consentimiento informado y recogida de la información.
FASE 4 Codificación, supervisión, revisión, traducción y depuración de los cuestionarios.
FASE 5 Grabación y verificación de la información.
FASE 6 Elaboración de los ficheros de la información.
FASE 7 Análisis de datos/información.
FASE 8 Interpretación, discusión y redacción de los resultados obtenidos.

3.4.2 CARACTERÍSTICAS DE LA DIMENSIÓN CUALITATIVA DEL ESTUDIO


La dimensión cualitativa de la investigación presentada supone un punto clave, no solo
en el desarrollo de la investigación, sino también porque nos permite observar la
realidad desde el discurso de sus protagonistas. De hecho, permite acceder y analizar las
ideas, expresiones y experiencias de los y las adolescentes, además de ofrecer la

229
Metodología

oportunidad de observar las particularidades del discurso, así como las interacciones
ocurridas (Flick, 2014). Interacciones consideradas fuente fundamental de información
que otorga precisamente el análisis cualitativo (Berg, 1989), a las cuales sería imposible
acceder desde una investigación exclusivamente metodológicamente empírica.

En este sentido en la aproximación conceptual a la investigación cualitativa,


encontramos que no existe una definición aceptada unánimemente por la comunidad
científica (Barbour, 2013). Tal y como expresa Barbour (2013) esto puede deberse a que
la metodología cualitativa “no es ya simplemente investigación no cuantitativa, sino que
ha desarrollado una identidad o múltiples identidades propias” (p. 16). Una identidad
que viene conferida por unas características claras que le otorgan significante y
significado. Algunas de ellas son las señaladas por Ruiz Olabuenága (2012) como su
carácter abierto y directo que, por un lado otorga al proceso de investigación la
oportunidad de crecer planteándose nuevas preguntas de investigación. Un carácter
abierto que ofrece al proceso investigador la posibilidad de hacer planteamientos no tan
específicos, dejando las preguntas de investigación abiertas (Hernández-Sampieri et al.,
2003). Y por tanto proporcionar a la investigación una mayor riqueza en sus resultados,
planteando y respondiendo preguntas que han surgido en el desarrollo de la
investigación. Por otro lado, ofrece la oportunidad de observar la realidad social en su
propio contexto natural, brindando la posibilidad al investigador/a de poder indagar en
las propias vivencias tal y como suceden o sucedieron, así como los sentimientos que
experimentan o experimentaron los y las participantes del estudio (Sherman & Webb,
1988). Además tal y como señala Ruiz Olabuenága (2012) “lo esencial en la
investigación cualitativa es el análisis objetivo del significado subjetivo”
(p. 32).

Teniendo en cuenta la muestra objeto de estudio, la aproximación cualitativa


ofrece la oportunidad a las y los adolescentes participantes ser sujetos protagonistas de
la misma (Woodhead & Faulkner, 2000). Otorgándole a sus ideas, experiencias y
opiniones la gran relevancia que necesita el tema de investigación que nos ocupa, la
investigación presentada no es solo sobre adolescentes, si no con ellas y ellos (Mayall,
2000).

La técnica de trabajo seleccionada en coherencia con los objetivos descritos fue


la de focus group. Se han tenido en cuenta varios motivos para la selección de esta
técnica frente a otras, por un lado ofrecen a los y las participantes la oportunidad de

230
Metodología

expresar libremente sus ideas y opiniones (Denzim & Lincoln 2000), pero
disminuyendo la sensación de protagonismo que podría encontrar en una entrevista
frente a frente del investigador/a (Kvale, 2011). De esta forma, el grupo funcionará
como zona de confort y de intercambio libre de ideas. Asimismo el carácter flexible, sin
guiones rígidos, tiende a promover el intercambio de opiniones e ideas en torno al tema
de análisis (Barbour & Kitzinguer, 1999). Además, tal y como señala Barbour (2013)
los grupos de discusión han resultado muy útiles para tratar algunos temas “sensibles”,
especialmente en investigaciones sobre comportamiento sexual, el aborto o hábitos
contraceptivos (Ekstrand, Larsson, Von-Essen, & Tydén, 2005; Frith, 2000). Por otro
lado, se ha tenido en cuenta la excelente oportunidad que ofrecen los grupos de
discusión para el estudio de las actitudes (Barbour, 2013), ya que las actitudes hacia el
Sexting –sean positivas o negativas– pueden resultar determinantes en la realización del
comportamiento. También se ha valorado su utilidad para investigar no solo lo que
piensan los y las adolescentes, sino también porque piensan así (Morgan, 1998, 2001).

En la tabla 3.3, se detallan los pasos seguidos en el desarrollo de la dimensión


cualitativa de la investigación.

Tabla 3.3 Fases de desarrollo de la dimensión cualitativa del estudio.


Desarrollo de la metodología más adecuada para acceder a las opiniones,
FASE 1 percepciones y expresiones de los y las adolescentes sobre el objeto de estudio de
la investigación.
FASE 2 Selección de los y las participantes y consentimiento informado.
FASE 3 Realización y grabación de voz de los grupos de discusión1.
FASE 4 Verificación y transcripción de la información1.
FASE 5 Lectura de la información.
Inclusión de la información en el programa de tratamiento de la información en
FASE 6
ATLAS ti.7.
FASE 7 Lectura, análisis y categorización de la información.
FASE 8 Interpretación, discusión y redacción de los resultados.
1
Nota: Para la realización y grabación de vos de los grupos de discusión (Fase 3) así como en el proceso
de verificación y transcripción de la información (Fase 4); tuve la ayuda de una investigadora
especialmente formada en gestión de los grupos de discusión y en la temática objeto de estudio en la
presente investigación.

231
Metodología

3.5. PARTICIPANTES
3.5.1 PARTICIPANTES DE LA DIMENSIÓN CUANTITATIVA DEL ESTUDIO
La muestra de estudio está compuesta por adolescentes de Institutos de Enseñanza
Secundaria Obligatoria de la provincia de Ourense. Las unidades de análisis de la
población de referencia han sido dos:

1. Por una parte los y las adolescentes ourensanos/as matriculados/as de 3º y 4º


curso de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) y de Bachillerato de carácter
público de la ciudad de Ourense.

2. Por otra parte los y las adolescentes ourensanos/as matriculados/as de 3º y 4º


curso de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) y Bachillerato de carácter
público de localización rural/semi-rural de la provincia de Ourense.

Tipo de muestreo utilizado para los Institutos de Enseñanza Secundaria Obligatoria

Muestreo tipo poliepático estratificado por conglomerados constituidos por agregados


de localidades, con asignación proporcional y posteriormente forzada a centros (ver
Tabla 3.4). Las técnicas de muestreo estratificado se utilizan cuando la población es
heterogénea, donde pueden aislarse ciertos subgrupos homogéneos (estratos). Por lo
tanto, el muestreo estratificado asegura que podremos representar no sólo a la población
en general, sino también a subgrupos clave de la población (por ejemplo, subgrupos
rurales /semi rurales y urbanos) (Frankel, 2013). En primer lugar, toda la población a
muestrear se divide en poblaciones o estratos separados y distintos. A continuación, se
selecciona una muestra separada y aleatoria dentro de cada estrato.

Tabla 3.4 Etapas del muestreo


Etapa 1 Localidades provincia de Ourense
Etapa 2 Centros escolares provincia de Ourense
Etapa 3 Alumnos y alumnas de ESO y BACHILLERATO

232
Metodología

Criterios de estratificación de la muestra

Tal y como se ha mencionado, la muestra fue estratificada por conglomerados, por tanto
los criterios de estratificación de la muestra han sido: el hábitat (i. Capital provincia de
Ourense; y ii Municipios provincia de Ourense) y la Titularidad del centro (Centros
Públicos) (ver Tabla 3.5).

Tabla 3.5 Definición de Estratos


Hábitat Titularidad
Estrato 1 Capital provincia de Ourense Centros Públicos
Estrato 2 Municipios provincia de Ourense Centros Públicos

Tamaños poblacionales

En relación a la población, la investigación fue diseñada por la necesidad de garantizar


la representatividad de la población de estudiantes matriculados /as en los cursos de 3º y
4º de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato de la provincia de Ourense en
los años 2013-2014, que constituyen el universo o población de referencia. Se parría del
tamaño muestral predeterminado del mayor número de estudiantes con el fin de
asegurar la representatividad.

La población de acceso propuesta inicialmente era de 25 de centros de


Enseñanza Secundaria Obligatoria y Bachillerato de la Provincia de Ourense, un total de
8 centros en la ciudad y 17 en el resto de municipios de la provincia de Ourense, es
decir la totalidad de los centros públicos de la provincia.

El número de centros en los que finalmente se llevó a cabo la administración de


los cuestionarios fue de 16 centros de un total de 25 centros contactados, lo que supone
una tasa de respuesta positiva del 64% (ver Tablas 3.6, 3.7 y 3.8). Por lo cual, en la
ciudad de Ourense han participado en el estudio un 75% de los Institutos de Educación
Secundaria (seis de los 8 totales). En lo relativo a la provincia de Ourense el porcentaje
de participación se sitúa en torno al 53% (han participado 9 de los 17 totales), no
obstante esta cifra se ve considerablemente incrementada si tenemos en cuenta que de
las 12 localidades de la provincia que tienen Institutos de Educación Secundaria,
solamente no han colaborado con la investigación 3, lo que supone a este respecto que

233
Metodología

la presente investigación satura el 75% de las localidades de la provincia de Ourense


con adolescentes de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato.

Tabla 3.6 Centros contactados y participantes

Contactados Participantes
Urbano 8 6
Rural/semi-rural 17 11

Tabla 3.7 Centros educativos en los que se realizó el estudio cuantitativo en la ciudad de
Ourense
Ourense Ciudad
IES RAMÓN OTERO PEDRAYO ESO y Bachillerato
Sur
IES UNIVERSIDADE LABORAL ESO y Bachillerato
IES O COUTO ESO
Zona

Centro
IES AS LAGOAS Bachillerato

IES JULIO PRIETO NEPEREIRA ESO y Bachillerato


Norte
IES 12 DE OUTUBRO ESO y Bachillerato

Tabla 3.8 Centros educativos en los que se realizó el estudio cuantitativo en la provincia de
Ourense

Ourense Provincia

Celanova IES CELANOVA CELSO EMILIO FERREIRO ESO y Bachillerato


Sur

Bande IES AQUIS QUERQUERNIS ESO y Bachillerato


Verín IES CASTRO DE BARONCELI ESO
Localidad

Pobra de Trives IES XERMÁN ANCOCHEA QUEVEDO ESO y Bachillerato


A Rúa IES COSME LÓPEZ RODRÍGUEZ ESO y Bachillerato
Este

Barco de Valdeorras IES MARTA GISELA ESO


Viana do Bolo IES CARLOS CASARES ESO y Bachillerato

Carballiño IES MANUEL CHAMOSO LAMAS ESO y Bachillerato


Oeste

Rivadavia IES O RIBEIRO ESO y Bachillerato

234
Metodología

Descripción de la muestra

La muestra de estudiantes está compuesta por 1286 estudiantes del segundo ciclo de la
Educación Secundaria Obligatoria y de bachillerato, de los cuales un 51.1% son chicas
y un 48.9% son chicos con un rango de edad que va desde los 12 a los 21, siendo la
media de edad de 15.63 (DT: 1.35), (ver Figura 3.3). Con respecto a la distribución de la
muestra por nivel educativo, el 35.1% y 32% se corresponde con alumnado de 3º y de 4º
de Educación Secundaria Obligatoria respectivamente, mientras que el 32.9%
pertenecen a Bachillerato.

Figura 3.3 Muestra de estudiantes en función del género.

En lo relativo a la distribución por lugar de residencia el 50.8% de los y las


estudiantes referencian vivir en zona urbana, frente al 49.2% que se corresponden con
zona rural o semi-rural (ver Figura 3.4).

Figura 3.4 Muestra de estudiantes en función del lugar de residencia.

3.5.2 INFORMANTES DE LA DIMENSIÓN CUALITATIVA DEL ESTUDIO


La muestra de estudio al igual que en la dimensión cuantitativa de la investigación, se
compone por adolescentes de Institutos de Enseñanza Secundaria Obligatoria de la
provincia de Ourense. Las unidades de análisis de la población de referencia han sido
dos:

235
Metodología

1. Por una parte los y las adolescentes ourensanos/as matriculados/as de 3º y 4º


curso de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) y de Bachillerato de la ciudad
de Ourense.

2. Por otra parte los y las adolescentes ourensanos/as matriculados/as de 3º y 4º


curso de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) y Bachillerato del rural/semi-
rural de la provincia de Ourense.

Los y las adolescentes que participaron de forma voluntaria en esta dimensión


del estudio suponen un total de 222, de los cuales 120 (54%) son chicas y 102 (46%)
chicos estudiantes de segundo ciclo de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y de
Bachillerato, en un rango de edad de los 14 a los 18 años. Se realizaron un total de 20
grupos de discusión, pertenecientes a cinco Institutos de Educación Secundaria de
carácter público de la provincia de Ourense, tres centros educativos de zona urbana
(n=136) y dos de zona rural/semirural (n=86).

Los/as participantes se distribuyeron en doce focus goup en el ámbito urbano,


cuatro de 3º de ESO (n=43), cuatro de 4º de ESO (n=47), cuatro de 1º de Bachillerato
(n=46); así en el ámbito rural/semi-rural, se realizaron ocho focus goup, dos de 3º de
ESO (n=28); tres de 4º de ESO (n=22); y cuatro en Bachillerato (n=36) (ver Tabla 3.9 y
3.10). Lo que suponen un total de 20 grupos. Todos los grupos realizados estaban
compuestos tanto por chicos como por chicas, con el objetivo de realizar grupos
heterogéneos pero equilibrados en cuanto a la distribución por género.

Tabla 3.9 Centros educativos en los que se realizó el estudio cualitativo en la ciudad de Ourense
Centro Curso Grupo Chicas Chicos Total
G1 5 6 11
3º ESO
G2 6 6 12
IES O COUTO
G3 6 7 13
4ºESO
Ourense ciudad

G4 6 6 12
G5 5 6 11
IES AS LAGOAS 1ºBACH.
G6 3 5 8
G7 4 6 10
3º ESO
G8 5 5 10
IES O COUTO
G9 5 5 10
4ºESO
G10 7 5 12
G11 8 4 12
IES RAMÓN OTERO PEDRAYO 1ºBACH.
G12 10 5 15

236
Metodología

Tabla 3.10 Centros educativos en los que se realizó el estudio cualitativo en la provincia de
Ourense
Centro Curso Grupo Chicas Chicos Total
R1 9 3 12
3º ESO
Ourense Provincia

R2 10 6 16
R3 4 6 10
IES CARLOS CASARES 4º ESO
R4 6 6 12
R5 4 5 9
R6 5 3 8
1º Bachillerato
R7 7 2 9
IES COSME LÓPEZ RODRÍGUEZ
R8 5 5 10

En cuanto al número de grupos realizados y su correspondencia con los ámbitos


objeto de estudio (urbano y rural/semi-rural), tal y como indican algunas aportaciones
(Kuzel, 1992; Mays & Pope, 1995) no se ha atendido tanto a la representatividad de la
muestra, sino que se ha pretendido reflejar la diversidad de la población objeto de
estudio. Fundamentalmente porque el objeto de interés de esta dimensión de la
investigación radica en ideas, argumentos y opiniones de los y las adolescentes y no
tanto el número de individuos o la representatividad de la muestra (Barbour, 2013). Por
lo tanto, a pesar de que inicialmente se dejó abierto el número de grupos implicados en
la investigación, se partía de una intención abarcadora en cuanto al número de grupos,
ya que aumentar el número de grupos, permitiría realizar un análisis de la información
más sólido. Finalmente se decidió finalizar el estudio cualitativo con 20 focus group, ya
que se observó que aumentar este número no redundaba en la calidad de la información
obtenida, ofreciendo nueva información. Si no que, más bien se obtenía una misma
línea de respuesta y argumentación en los y las informantes, dejando de obtenerse
información relevante para la investigación, por lo que no se obtenía ni más ni mejor
información (Taylor & Bogdan, 1987; Barbour, 2013).

La composición de los grupos se realizó teniendo en cuenta criterios de forma y


de fondo. En cuanto a los aspectos de forma, se realizaron grupos agrupados por cursos
académicos. De forma que el alumnado que participara de un mismo grupo como
informante se situara en la misma franja de edad y desarrollo psicosocial.
Fundamentalmente porque tal y como evidencia Barbour (2013) que los y las
informantes compartan al menos una característica (en este caso la edad), permite en
criterios de investigación la comparación de los resultados. Además se trató de trabajar
con grupos cuyo tamaño fuese razonable y que permitiese la comunicación entre

237
Metodología

informantes e investigadora así como profundizar en los temas del debate. En este
sentido la media de participantes por grupo se sitúa en torno a los 11 adolescentes.

En relación a los aspectos de fondo, al centrar el objeto de estudio en


adolescentes y ubicar la investigación en centros educativos afrontamos el problema
potencial de trabajar con grupos creados de antemano. De hecho algunas autoras
(Barbour & Kitzinguer, 1999; Silverman, 2000) recomiendan evitar trabajar en la
investigación cualitativa con grupos preexistentes. No obstante, otras aportaciones
destacan ciertas ventajas al trabajar con grupos de personas conocidas, especialmente al
trabajar con menores (Lewis, 1992). Estas ventajas pueden ir desde mejorar la
comprensión de los y las participantes de la dinámica del grupo, aportar información
adicional hasta en el proceso de análisis ser una ayuda para significar las expresiones
(Barbour, 2013; Crossley, 2002; Munday, 2006). Además en pro de evitar problemas
éticos o de confidencialidad después de la finalización de la investigación se ha tenido
en cuenta lo expresado por Barbour (2013), que antes de comenzar cada uno de los
focus group, la investigadora debe incidir en la importancia de la confidencialidad de
los temas, opiniones y experiencias que iban a ser tratados en el desarrollo del grupo.
Ofreciendo la posibilidad a los/as participantes de un tiempo al término de la sesión,
para realizar confidencias o expresar ideas.

3.6 PROCEDIMIENTO
Referente al modo en el que se ha desarrollado tanto el proceso de estudio cuantitativo
como cualitativo cabe señalar, tal y como se ha mencionado con anterioridad, que el
enfoque ha sido mixto. De esta forma el uso combinado de ambas perspectivas nos ha
permitido maximizar las fortalezas y minimizar las debilidades de ambos tipos de
estudio de la realidad social (Hernández-Sampieri et al., 2010). En esta dirección tanto
el proceso cuantitativo como el cualitativo se ha llevado a cabo de forma concurrente o
paralela en el tiempo (Hernández-Sampieri et al., 2010; Teddlie & Tashakkori, 2009).

Así, es necesario explicar que la mayor parte de los instrumentos utilizados en el


cuestionario o las preguntas sobre las que se construyó el guion cualitativo estaban en
inglés. Por lo que fue necesario traducirlas al idioma utilizado en la presente
investigación, el español. Por un lado en el marco empírico de la investigación, las
escalas traducidas fueron: la Sexting Behabiour Scale (Weisskirch & Delevi, 2011) y su

238
Metodología

adaptación al análisis por género; la adaptación de la escala de Drouin et al., 2013 sobre
el destinatario real de los sexts; la adaptación de la escala del NCTPUP (2008) en
relación al destinatario hipotético de los sexts; la Sexting attitudes Scale (Weisskirch &
Delevi, 2011); la adaptación de la Motivations for unwanted but consensual Sexting
Scale (Drouin & Tobín, 2014); y la escala de motivaciones hacia el Sexting por género
(NCTPUP, 2008) y también las preguntas extraídas de la investigación realizada por
Livingtone y Gorzing (2014). Por otro lado en referencia al marco cualitativo también
se procedió a la traducción para la adaptación de las preguntas de Walker et al. (2013)

Para la traducción al español, en primer lugar se llevó a cabo la adaptación


lingüística de las escalas y preguntas por medio del procedimiento de traducción hacia
delante (Hambleton, 1994), que consiste en traducir los ítems/preguntas al español y
entregarle la traducción junto con los ítems en inglés, a una persona bilingüe que
aconsejó una serie de modificaciones. A continuación, se procedió a realizar los
cambios sugeridos para elaborar la versión definitiva de las escalas y las preguntas.

3.6.1 PROCEDIMIENTO EN LA DIMENSIÓN CUANTITATIVA DEL ESTUDIO


3.6.1.1 Contacto con los centros
En un primer momento se realizó una búsqueda sobre los Institutos de Educación
Secundaria a través de los registros informativos de la Xunta de Galicia a disposición
pública a través de su página web (www.xunta.es/educación). Una vez identificados la
totalidad de los centros educativos de la provincia de Ourense se contactó inicialmente
vía e-mail con todos los Institutos de Educación Secundaria a través de las direcciones
de correo electrónicas de los mismos. En esta comunicación inicial se informaba a los/as
responsables educativos de la realización de la investigación, así como un breve
resumen de los objetivos a cubrir y la metodología a aplicar. Posteriormente se llevó a
cabo una llamada telefónica para confirmar que la información había sido recibida
correctamente y para enfatizar la necesidad de colaboración con el centro. En algunos
casos se realizó un tercer contacto para de forma más formal, contactar con el/la persona
responsable del centro educativo y proporcionar más información relacionada con la
investigación. Una vez confirmada la aceptación del centro a colaborar con la
investigación, se seleccionaron las aulas de 3º y 4º de E.S.O. y de Bachillerato para la
aplicación de los cuestionarios y se Por último se fijaba la cita para la aplicación del

239
Metodología

cuestionario con los y las adolescentes. Con el fin de poder aplicar estos cuestionarios
se utilizó el consentimiento informado pasivo de los responsables académicos,

3.6.1.2 Implementación de los cuestionarios

Es necesario iniciar este apartado abordando las cuestiones éticas del estudio aquí
presentado. Para la implementación de los cuestionarios se contó con el consentimiento
informado pasivo, es decir a través del consentimiento de los responsables académicos y
de la comunidad académica (profesorado y AMPAS entre otros) de los respectivos
centros educativos, los y las adolescentes han podido participar en el estudio.
Asimismo, siguiendo las recomendaciones de Hernández et al. (2010) la voluntariedad
de los y las adolescentes respecto a su participación en este apartado de la investigación,
otorgaba a éstos y éstas el poder de decidir sí participaban o no en el proceso de
recolección de datos cuantitativo.

Una vez otorgado el consentimiento por parte de las personas responsables


académicas, se procedió a la administración de los cuestionarios a los y las adolescentes
objeto de estudio. Los cuestionarios fueron aplicados en horario lectivo y se llevó a
cabo entre los meses de mayo de 2014 y diciembre de 2014. Los y las adolescentes a los
que se les aplicaron dichos cuestionarios fueron aquellos/as que estaban en los cursos
que habían sido seleccionados/as previamente como en la muestra de estudio. En la
mayoría de los casos se aplicó a cada grupo dentro de cada aula, no obstante en otros
casos por la propia organización del centro escolar se decidió reunir en pequeños grupos
al alumnado seleccionado en un aula fijada para la administración del cuestionario (por
ejemplo, salón de actos).

Así, se repartieron los cuestionarios entre los y las adolescentes de forma


ordenada, sin que ninguno/a comenzara a cubrir el cuestionario andes de las
indicaciones pertinentes. Posteriormente se procedió a explicar de forma detallada las
normas que había que seguir para contestar a cada uno de los ítems del cuestionario.
Además se informaba a los/as estudiantes del carácter anónimo y voluntario de la
encuesta, la absoluta confidencialidad de sus respuestas. Conjuntamente se enfatizaba la
necesidad de responder con sinceridad y coherencia, dado que la utilidad de la
investigación quedaba condicionada a la sinceridad en sus respuestas.

240
Metodología

Es necesario aclarar que el cuestionario se administró de forma dirigida, así la


investigadora además de informar de las cuestiones anteriormente especificadas,
explicaba el procedimiento para cumplimentar el cuestionario. Los y las adolescentes
debían cubrir primeramente la primera carilla del mismo hasta la pregunta 14 (¿Sabes
qué es el Sexting?) y detenerse hasta que sus compañeros y compañeras la respondieran
para continuar cubriendo el resto del cuestionario. A continuación, una vez que todas y
todos habían contestado a la pregunta referida, se proporcionó al grupo el significado
del término de Sexting. De esta forma se hizo una pequeña evaluación previa sobre el
conocimiento del fenómeno de Sexting y se garantizó que se cubrieran correctamente
las escalas e ítems referidos a este fenómeno.

Para responder al cuestionario los y las adolescentes disponían de


aproximadamente 40 - 50 minutos. Todos/as los y las participantes debían responder a
la totalidad de las preguntas planteadas. La aplicación de los cuestionarios transcurrió
con normalidad en todos los centros educativos.

3.6.2 PROCEDIMIENTO DE LA DIMENSIÓN CUALITATIVA DEL ESTUDIO


3.6.2.1 Contacto con los centros
El contacto con los centros educativos objeto de estudio se realizó inicialmente vía e-
mail con los Institutos de Educación Secundaria con los que ya se había contactado en
la primera fase de la investigación, es decir en la aplicación de los cuestionarios.
Posteriormente se llevó a cabo una llamada telefónica para confirmar que la
información había sido recibida correctamente y explicar que se había seleccionado ese
centro para realizar la segunda fase de la investigación, a través de la realización de los
focus group. En este caso se explicaba que la metodología a aplicar sería distinta a la de
la aplicación de los cuestionarios, se explicó la dinámica de la investigación, los
objetivos así como las particularidades específicas de la misma. Una vez confirmada la
aceptación del centro a colaborar con la investigación, se seleccionaron las aulas de 3º y
4º de ESO y de Bachillerato para el desarrollo de los grupos de discusión. Por último se
fijaba las citas para la realización de los focus group.

Con respecto a las cuestiones éticas por la condición de menores de edad de los
y las participantes del estudio, se ha contado con el consentimiento de los/as
responsables académicos/as y del resto de la comunidad académica (profesorado y

241
Metodología

AMPAS entre otros) de los respectivos centros educativos de los y las adolescentes
informantes de la investigación. Además, en los centros educativos también se contó
con la autorización firmada de padres, madres y/o tutores legales para la participación
de los/as jóvenes en el estudio.

3.6.2.2 Desarrollo de los grupos de discusión

Las sesiones de los grupos de discusión se desarrollaron en los mismos centros


educativos durante el horario lectivo, tal y como se ha expresado anteriormente, entre
los meses de noviembre de 2014 y febrero de 2015. Las investigadoras encargadas de
moderar los grupos de discusión participaron en el desarrollo de los debates en todos los
centros educativos en los que se desarrolló la investigación. Cada una de las sesiones
tuvieron una duración de aproximadamente 40 - 50 minutos.

En relación al lugar en el que se desarrollan las sesiones, partiendo de la


importancia en la disposición de la escena tanto en la planificación y la puesta en
marcha del debate (Barbour, 2013) se cuidó especialmente el espacio físico. En este
sentido fueron los propios/as responsables educativos (orientadores/as en la mayoría de
los casos) los/as que teniendo en cuenta los objetivos de la investigación realizaron un
análisis de los espacios disponibles que fueran óptimos para favorecer el intercambio
libre de opiniones. No obstante, se examinaron las aulas dispuestas por la organización
del centro para realizar los grupos observando sí reunían las condiciones óptimas para el
desarrollo de los mismos. Barbour (2013) destaca la importancia der evitar la existencia
de algún material que pudiera entorpecer u ofender a los/as informantes en el aula
dispuesta, un aspecto que se tuvo especialmente en cuenta. Además se examinaron otros
aspectos del aula, como que ofreciera la oportunidad de disponer las sillas en círculo
para favorecer la comunicación y el contacto visual entre los/as informantes, que no
hubiera muchos ruidos o que la temperatura y luz del aula fuera la idónea. Es decir se
han tenido en cuenta una serie de aspectos que favorezcan el desarrollo óptimo de los
grupos de discusión y el buen clima entre los y las informantes.

Antes de comenzar la sesión se realizaron las presentaciones, tanto de la


investigadora/moderadora, así como de cada uno/as de los/as informantes del estudio.
La investigadora teniendo en consideración la importancia de estos primeros momentos
en el desarrollo de las sesiones han tenido en cuenta algunos aspectos destacados por

242
Metodología

varios investigadores (Gray, Amos, & Currie, 1997; León & Montero, 2015) así se ha
tenido en cuenta usar un lenguaje coloquial y utilizar vestimenta informal.

A continuación el grupo fue informado de los objetivos del estudio, así como de
la metodología de la sesión. Posteriormente, se dispuso el aula en círculo y se intentó
crear un clima confortable para favorecer que los y las informantes se sintieran
cómodos/as. Finalmente se proporcionó una explicación completa de la
confidencialidad que se iba a mantener en la investigación, tanto en el tratamiento de la
información como en la publicación futura de los datos. En este sentido se agradeció la
importancia de su colaboración con el estudio y la importancia de que sus ideas y
opiniones fueran totalmente sinceras. Relacionando esto con la confidencialidad se
estableció la consigna de que todo aquello que durante la sesión se contara no saliese
del grupo al finalizar esta. Algo que con lo que todos y todos los adolescentes
estuvieron de acuerdo. Asimismo se les explicó que la sesión a fin de facilitar la
recogida y transcripción de la información iba a ser grabada con un dispositivo de
recogida de voz. Procedimiento al que ninguna alumna o alumno se opuso.

Para iniciar la sesión, siguiendo con algunas recomendaciones (Barbour, 2013;


Gubrium & Holstein, 2001) se planteó una cuestión general e introductoria al tema de la
investigación: “Nos gustaría saber vuestras opiniones sobre los temas de las Redes
Sociales y el Sexting”. El guion de preguntas de carácter-semi estructurado en torno a
los temas de: i) Redes Sociales y ii) Sexting ayudo a que la conversación entre ellas y
ellos transcurriese naturalmente. No obstante se evitó la dinámica pregunta-respuesta,
de forma que la investigadora que moderaba el debate, asumía el papel de guía
provocando la discusión, sin proporcionar a los y las participantes sus propias opiniones
(Perelló-Oliver, 2011).

También cuando no surgía así se reconducía la conversación en las situaciones


que los y las adolescentes se desviaban del tema objeto central de la investigación, no
obstante se trató de interferir lo mínimo en el desarrollo natural de su discurso,
proporcionando un ambiente confortable y no directivo (Krueger, 1991). El intercambio
de opiniones y el debate transcurrió con naturalidad y normalidad, de hecho en ninguno
de los grupos realizados encontramos situaciones problemáticas.

Al final de la sesión la moderadora recopiló las ideas fundamentales que se


habían trabajado en el grupo, preguntando a los y las informantes si querían añadir

243
Metodología

alguna idea más. Finalmente se despidió la sesión agradeciendo su colaboración y


verificando que la grabación de voz se había realizado correctamente.

3.7 INSTRUMENTOS
3.7.1 INSTRUMENTOS DE LA DIMENSIÓN CUANTITATIVA DEL ESTUDIO

Para el desarrollo de este estudio se utilizó un cuestionario creado ad-hoc para el


mismo. El formato contiene siete hojas por ambas caras a excepción de la última (hoja
en blanco), en la primera página, a parte del logo de la Universidad de Vigo, aparece
una pequeña introducción al estudio, seguida de la información sobre el carácter
anónimo y la voluntariedad así como las instrucciones para cubrirlo correctamente.
Todos los cuestionarios fueron identificados con un código en la parte superior de la
primera página, en la que se identificaba el localización del centro (urbano o rural/semi-
rural), la localidad/ayuntamiento así como el código del centro en el que había sido
aplicado.

El cuestionario formado por un total de 61 cuestiones y escalas está compuesto


por 10 temas generales (Figura 3.5) que se concretan en cuestiones o escalas
específicas, que se detallan a continuación:

1. Cuestionario sociodemográfico

2. Conocimientos previos

3. Cuestionario dispositios tecnológicos y Redes Sociales/Contactos

4. Actitudes hacia el Sexting

5. Comportamientos de Sexting

6. Motivaciones hacia el Sexting

7. Percepción de riesgo sobre el Sexting

8. Consecuencias de las prácticas de Sexting

9. Actitudes sexistas

10. Mitos del amor

Figura 3.5 Temas generales cuestionario.

244
Metodología

1) Cuestionario Sociodemográfico

Con este cuestionario se identifica el curso, la nacionalidad, la edad, el género, el estado


civil y el nivel de estudios del padre y de la madre, la relación familiar, la opción
religiosa, sobre si han suspendido alguna materia en la última evaluación, la situación
sentimental actual así como la edad y el tiempo de relación en el caso de tener pareja así
como si han tenido relaciones sentimentales anteriores y el número de ellas.

2) Conocimientos previos

Para evaluar sus conocimientos previos, si saben que es Sexting. Posteriormente se el/la
entrevistador/a les proporcionará el feedback a esta cuestión, leyendo en voz alta la
definición se Sexting que para este estudio se tuvo en consideración. Definición
plasmada en la hoja 2 del cuestionario.

3) Cuestionario sobre los dispositivos tecnológicos y Redes Sociales y de contactos

Las cuestiones relativas a la tenencia y uso de las nuevas tecnologías son en referencia
a la tenencia de: i) teléfono móvil con conexión a internet; ii) ordenador de uso familiar
con conexión a internet; iii) ordenador de uso personal con conexión a internet; iv)
tablet uso familiar con conexión a internet; y v) tablet uso personal con conexión a
internet.

Posteriormente se les preguntaba sobre la supervisión paterna recibida, es decir


si su madre o padre vigilan el acceso y uso a: i) las páginas que visita en internet; ii) al
uso que le da a su teléfono móvil; iii) a las Redes Sociales; y iv) no tienen un control
sobre su acceso y uso del teléfono móvil, ordenador o tablet. Si respondían
afirmativamente a la tenencia de teléfono móvil, se preguntaba si este tiene: i) acceso a
Redes Sociales; ii) WathsApp o chats similares; iii) Skype; y iv) otras aplicaciones
similares.

Finalmente se cuestionaba el tiempo que dedicaban al día al uso del teléfono


móvil y de conexión a internet (teniendo en cuenta el tiempo de uso de internet a través
del dispositivo móvil y del ordenador).

Las cuestiones relativas a la tenencia de las Redes Sociales y de contactos hacen


referencia a la tenencia de perfiles en las Redes Sociales o de citas y número de

245
Metodología

contactos en éstas. También se pregunta sobre si acepta todas las solicitudes de amistad
que recibe, si es importante en número de contactos en una red social, sobre la
privacidad de las publicaciones de su perfil en las Redes Sociales, así como si suele
etiquetar a sus contactos en sus fotos y si siente que su popularidad crece al hacer esto.

Consecutivamente se pregunta sobre la recepción de mensajes erótico/sexuales:


si en los últimos 12 meses han visto o recibido mensajes sexuales y/o eróticos de algún
tipo en Internet o a través del teléfono móvil (WathsApp o similares) y de haberlos
recibido si le han molestado de alguna manera. Ambas preguntas están extraídas de la
investigación realizada por Livingstone y Görzig (2014).

A continuación se cuestiona sobre la percepción de peligro de las Redes


Sociales y, indagando en primera instancia si ellas y ellos lo consideran peligroso en
una escala de 1 a 5, siendo el 1 (nada peligroso) y el 5 (muy peligroso) y en segunda
instancia si creen que sus amistades consideran que el uso de las Redes Sociales puede
llegar a ser peligroso.

Finalmente, se pregunta si alguna vez han recibido formación sobre el uso de las
Redes Sociales y sobre educación sexual.

4) Escala de actitudes hacia el Sexting (Weisskirch & Delevi, 2011)

Se utiliza la escala de actitudes hacia el Sexting de Weisskirch y Delevi (2011), con la


que se pretende medir las actitudes de los y las adolescentes hacia este tipo de prácticas.
La escala está formada por 17 ítems que se distribuyen en tres subescalas: Divertido y
Despreocupado, Percepción de Riesgo y Expectativas Relacionales.

La subescala Divertido y Despreocupado está formada por los ítems: ítem 1- El


Sexting es sólo una manera de coquetear; ítem 2- El Sexting no provoca ningún daño; 3-
El Sexting es divertido; ítem 4- El Sexting es emocionante; ítem 5- El Sexting forma
parte de una relación; 6- El Sexting es algo normal en las relaciones sentimentales hoy
en día; y por último el ítem 7- El Sexting no es gran cosa.

La subescala Percepción de Riesgo la componen los ítems: ítem 8- Creo que el


Sexting puede causarme problemas en el futuro; ítem- 9- enviar textos sexualmente
sugerente es peligroso; ítem 10- Enviar imágenes sexualmente atrevidas me deja

246
Metodología

indefenso/a; 11- Enviar fotos o videos sexualmente sugerentes es peligroso; y por


último el ítem 12- Tienes que tener cuidado con el Sexting.

La subescala Expectativas Relacionales está formada por los ítems: 13-


Comparto los mensajes de Sexting que recibo con mis amigos/as; ítem14- Comparto
mis mensajes de Sexting con mis amigos/as; ítem 15- Mi pareja sentimental espera que
le envíe textos sexualmente atrevidos; ítem 16- Mi pareja sentimental espera que le
envíe fotos o vídeos subidos de tono sexual; y por último ítem 17- El Sexting mejora mi
relación o mi posible relación.

La escala está formada por 17 ítems con un rango de respuesta tipo Likert que va
de 1(Totalmente en desacuerdo) a 5 (Totalmente de acuerdo), siendo las puntuaciones
más altas las que representan actitudes positivas hacia el Sexting en el primer factor o
subescala, Divertido y Despreocupado, al igual que en el tercer factor o subescala
Expectativas Relacionales. Sin embargo, en el segundo factor o subescala, Percepción
de Riesgo, las puntuaciones más altas indican una mayor percepción de riesgo. El
estudio original no informa sobre las propiedades psicométricas de esta escala. Las
fiabilidades de las subescalas obtenidas en este estudio fueron de .89 (Divertido y
Despreocupado) .82 (Percepción de riesgo) y .78 (Expectativas Relacionales). En
nuestro estudio las fiabilidades obtenidas fueron similares y se situaron en .82, .80 y .74.

5) Cuestiones sobre comportamientos de Sexting

a) Escala de comportamiento en Sexting (adaptada de Weisskirch & Delevi, 2011)

La escala de Weisskirch y Delevi (2011) consta de cinco ítems, con un formato de


respuesta de 1 (Nunca) a 5 (Siempre). En nuestro estudio y a fin de dar respuesta a los
objetivos del mismo, se decidió aumentar el número de ítems de los cinco originales a
los nueve totales incluidos en la presente investigación. Debido a que la escala original
limitaba la práctica de Sexting al envío de los contenidos a través del teléfono móvil,
por lo que se decidió duplicar los ítems pero aumentando la vía de transmisión a Redes
Sociales, Skype o similares. Siendo las puntuaciones más altas las que representan
mayor participación en comportamientos de Sexting.

La escala original está formada por cinco ítems: ítem 1- Enviar una foto o vídeo
de mí mismo/a sexualmente sugerente; ítem 2- Enviar una foto y/o vídeo de mí mismo/a
en ropa interior usando un teléfono móvil; ítem 4- Enviar una foto y/o vídeo de mí

247
Metodología

mismo/a desnudo/a usando un teléfono móvil; ítem 6- Enviar un mensaje de texto


sexualmente sugerente usando un teléfono móvil; y por último el ítem 8 –Enviar un
mensaje de texto con proposiones sobre actividad sexual usando un teléfono móvil. Los
ítems que se han añadido son: ítem 3- Enviar una foto y/o vídeo de mí mismo/a en ropa
interior a través de las Redes Sociales, Skype o similares; ítem 5- Enviar una foto y/o
vídeo de mí mismo/a desnudo/a a través de las Redes Sociales, Skype o similares; ítem
7- Enviar un mensaje de texto sexualmente sugerente a través de las Redes Sociales,
Skype o similares; y finalmente el ítem 9- Enviar un mensaje de texto con proposiciones
sobre actividad sexual a través de las Redes Sociales, Skype o similares. El Alpha de la
escala en este estudio fue de .86, fiabilidad similar a la obtenida en nuestro estudio que
se sitúa en el .83.

b) Cuestiones sobre práctica de Sexting

Se formulan dos cuestiones sobre las prácticas de grabaciones en actitud erótica y/o
sexual el o ella sola y grabaciones en actitud erótica y/o sexual con otra persona. Con
dos opciones de respuesta, sí o no.

c) Escala de comportamiento en Sexting por género (adaptada de Weisskirch & Delevi,


2011)

La escala utilizada es original de cinco ítems de Weisskirch y Delevi (2011) con una
escala de respuesta de 1 (Nunca) a 5 (Siempre) relativa al comportamiento en Sexting.
Sin embargo esta escala se adaptó a fin de dar respuesta a los objetivos de nuestro
estudio. se aumentó el número de ítems de los cinco originales a los siete totales, debido
a que la escala original limitaba la práctica de Sexting al envío de los contenidos a
través del teléfono móvil, por lo que se decidió duplicar los ítems hasta 9, aumentando
la vía de transmisión a Redes Sociales, Skype o similares. Se modificó la escala de
respuesta con respecto a la original, preguntando en este caso si el tipo de
comportamientos que se especificaba era más frecuente en chicos, más frecuente en
chicas o en ambos por igual.

La escala original está formada por cinco ítems: ítem 1- Enviar una foto y/o
vídeo de mí mismo/a sexualmente sugerente; ítem 2- Enviar una foto y/o vídeo de mí
mismo/a en ropa interior usando un teléfono móvil; ítem 4- Enviar una foto y/o vídeo de

248
Metodología

mí mismo/a desnudo/a usando un teléfono móvil; ítem 6- Enviar un mensaje de texto


sexualmente sugerente usando un teléfono móvil; y por último el ítem 8- Enviar un
mensaje de texto con proposiciones sobre actividad sexual usando un teléfono móvil.
Los ítems que se han añadido son: ítem 3- Enviar una foto y/o vídeo de mí mismo/a en
ropa interior a través de las Redes Sociales, Skype o similares; y por último el ítem 5-
Enviar una foto y/o vídeo de mí mismo/a desnudo/a a través de las Redes Sociales,
Skype o similares. La fiabilidad obtenida en nuestro estudio de la escala fue de.83 para
el factor I (envío de fotos/vídeos) y de .83 para el Factor II (envío de mensajes de texto)
la escala original carecía de este tipo de análisis estadístico.

d) Escala sobre destinatario/a real de contenidos de Sexting (adaptada de Drouin et al.,


2013)

La escala utilizada es original de Drouin, Vogel, Surbey y Stills (2013) compuesta por
seis ítems en referencia al tipo de contenidos enviados a las parejas románticas. No
obstante, se ha modificado parcialmente al incluirse en las personas destinatarias las
categorías de novio/a, amigos/as, otra/s persona/s, alguien desconocido así como
novio/a y amigos/as a la vez.

La escala original está formada por seis ítems: ítem 1- Fotografías y/o vídeos de
ti mismo/a desnudos/a; ítem2- Fotografías y/o vídeos de ti mismo/a casi desnudo/a o en
ropa interior; ítem 3- Fotografías y/o vídeos de ti mismo/a en las que participas de un
acto sexual con otra persona; ítem 4- Fotografías y/o vídeos de ti mismo/a en las que
realizas un acto sexual en solitario (por ejemplo, la masturbación); ítem 5- Fotografías
y/o vídeos de ti mismo/a en una pose sexualmente sugerente, pero vestido/a; y por
último el ítem 6- Mensajes sugerentes o con proposiciones sobre actividad sexual. La
escala original no ofrecía información sobre su fiabilidad, en nuestro estudio esta escala
obtuvo un Alpha de .72.

e) Cuestiones sobre destinatario/a hipotético/a de contenidos de Sexting (Adaptado de


NCPTUP, 2008)

Partiendo de las cuestiones de The National Campaign to Prevent Teen and Unplanned
Pregnancy (2008) sobre los posibles destinatarios/as de los sexts de 8 ítems, se
seleccionaron cinco ítems para responder a los objetivos de este estudio. De forma que

249
Metodología

se indaga sobre la persona destinataria hipotética de este tipo de contenidos, esta escala
está compuesta por cinco ítems en un formato de respuesta de sí o no. Los ítems que la
componen son: ítem 1- Alguien de quién estás enamorado; ítem 2- Alguien con quien
hayas tenido un rollo; ítem 3- Alguien a quien acabas de conocer; ítem 4- Alguien con
quien querías ligar; y finalmente el ítem 5- Alguien a quien solo conocías a través de
internet.

6) Motivaciones hacia el Sexting

a) Escala de motivaciones hacia el Sexting (Drouin & Tobin, 2014)

Se utiliza la escala de motivaciones hacia el Sexting de Drouin y Tobin (2014), con la


que se pretende miden los motivos de los y las adolescentes que han practicado Sexting
no deseado con su pareja. No obstante en relación a los objetivos de la presente
investigación, se utiliza esta escala para medir las motivaciones hacia el Sexting de
todos y todas las/os participantes, y no solo aquellos/as que han sido obligados a
sextear. La escala está formada por 10 ítems con un formato de respuesta que va desde 1
(Nunca) a 6 (Siempre). Los ítems de esta escala son: ítem 1- Quería ser coqueto/a o
insinuante; ítem 2- Quería preliminares; ítem 3- Quería cumplir con las expectativas de
mi pareja; ítem 4- Quería intimidad; ítem 5- Estaba aburrido/a; ítem 6- Estaba solo/a;
ítem 7- Estaba borracho/a; ítem 8- Querían ser como mis amigos/as; ítem 9- Quería
evitar una discusión; y por último, el ítem 10- Había tomado drogas. La escala original
no ofrecía información sobre su fiabilidad, en nuestro estudio esta escala obtuvo un
Alpha de .82.

b) Escala de motivaciones hacia el Sexting por género (NCPTUP, 2008)

Se utilizó la escala de motivaciones hacia el Sexting por género de The National


Campaign to Prevent Teen and Unplanned Pregnancy (2008) para medir la percepción
sobre las distintas motivaciones que pueden tener los chicos y las chicas para enviar o
postear mensajes o fotos sexys de sí mismos/as. En nuestro estudio y a fin de dar
respuesta a los objetivos del mismo, se modificó parcialmente esta escala incluyendo en
la cuestión inicial no solamente enviar o postear mensajes o fotos sexys de sí
mismos/as, si no cualquier contenido de Sexting (fotos, vídeos o mensajes) de sí

250
Metodología

mismos/as o de otra/s persona/s. La escala de respuesta original era de “chico” o


“chica”, en nuestro estudio incluimos la opción de “ambos”.

Los ítems que componen la escala son doce, y son: ítem 1- Conseguir mantener
la atención o el interés de la otra persona; ítem 2- Alguien los/las ha presionados para
enviarlos; ítem 3- Como regalo “sexy” para un novio/a; ítem 4- Para sentirse sexys;
ítem 5; Para conseguir gustarle a alguien; ítem 6- Por la presión de amigos/as; ítem 7-
Para conseguir lo mismo de la otra persona; ítem 8- Por diversión o coqueteo; ítem 9-
Para hacerse notar; ítem 10- Como respuesta a un contenido de este tipo que han
recibido; ítem 11- Otros; y por último ítem 12- Ninguno de estos/no lo sé. La escala
original no ofrecía información sobre su fiabilidad, en nuestro estudio esta escala
obtuvo un Alpha de .78.

7) Cuestiones sobre la percepción de riesgo en torno al Sexting

a) Percepción de peligro sobre el Sexting

Se cuestiona sobre la percepción de peligro de la práctica de Sexting, indagando en


primera instancia si ellas y ellos lo consideran peligroso en una escala de 1 a 5, siendo el
1 (nada peligroso) y el 5 (muy peligroso) y en segunda instancia si creen que sus
amistades consideran que el uso de las Redes Sociales puede llegar a ser peligroso.

b) Confianza en las personas destinatarias y en los dispositivos tecnológicos

En esta ocasión se les plantearon cuestiones relativas a si confían plenamente en la/s


persona/s a quien envían este tipo de contenidos, la frecuencia en la que utilizan medios
como mensajes de textos, correo electrónico, Facebook, Twitter o WathsApp u otros
similares en una escala de respuesta de 1 a 6, en la que se establecen los valores de 1
(Nunca) y 6 (Siempre). También si creen que este tipo de contenidos están seguros en
su teléfono móvil y ordenador.

8) Preguntas sobre las consecuencias de las prácticas de Sexting

a) Cuestiones sobre obligación para practicar Sexting

Se pregunta si alguna vez se han sentido obligados/as o coaccionados/as a enviar algún


tipo de contenido erótico y/o sexual y por quién, en donde podían responder dentro de
251
Metodología

las posibilidades de: i) Tu pareja; ii) Amigos/as y/o compañeros/as; iii) Alguien
desconocido; y iv) Una persona adulta.

Posteriormente se les preguntaba si conocen a alguien que haya sufrido este tipo
de presiones o coacciones, el número y el género de estas personas que conocen.

b) Cuestiones sobre chantaje después de practicar Sexting

Se pregunta si alguna vez se han sido chantajeados/as después de enviar algún tipo de
contenido erótico y/o sexual y por quién, en donde podían responder dentro de las
posibilidades de: i) Tu pareja; ii) Amigos/as y/o compañeros/as; iii) Alguien
desconocido; y iv) Una persona adulta. Medimos de esta forma se mide la existencia de
Grooming.

Posteriormente se les preguntaba si conocen a alguien que haya sufrido este tipo
de presiones o coacciones, el número y el género de estas personas que conocen.

c) Cuestiones sobre burlas después de practicar Sexting

Se pregunta si alguna vez se han burlado de ti después de enviar algún tipo de


contenido erótico y/o sexual y por quién, en donde podían responder dentro de las
posibilidades de: i) Tu pareja; ii) Amigos/as y/o compañeros/as; iii) Alguien
desconocido; y iv) Una persona adulta. Medimos de esta forma se mide la existencia de
Bullying y Ciberbullying.

9) Ambivalent Sexism Inventory (ASI) (Glick & Fiske, 1996)

Se utiliza la versión española reducida de Rodríguez, Lameiras y Carrera (2009) con la


que se miden las actitudes sexistas hostiles (tono afectivo negativo) y benevolentes
(tono afectivo positivo) hacia las mujeres.

La dimensión Hostil la componen los ítems: ítem 1- Las mujeres intentan ganar
poder controlando a los hombres; ítem 2- Las mujeres exageran los problemas que
tienen en el trabajo; ítem 3- Una vez que una mujer logra que un hombre se comprometa
con ella, por lo general intenta controlarle estrechamente; ítem 4- Cuando las mujeres
son vencidas por los hombres en una competencia justa, generalmente ellas se quejan de

252
Metodología

haber sido discriminadas; ítem 5- Existen muchas mujeres que para burlarse de los
hombres, primero se insinúan sexualmente a ellos y luego rechazan los avances de
estos; y por último ítem 6- Las mujeres feministas están haciendo demandas
completamente irracionales a los hombres.

La dimensión Benevolente está formada por los ítems: ítem 7- Muchas mujeres
se caracterizan por una pureza que pocos hombres poseen; ítem 8- Las mujeres deben
ser queridas y protegidas por los hombres; ítem 9- Todo hombre debe tener una mujer a
quien amar; ítem 10- El hombre está incompleto sin la mujer; ítem 11- Las mujeres en
comparación con los hombres, tienden a tener un sentido más refinado de la cultura y el
buen gusto; y finalmente el ítem 12- Los hombres deberían de estar dispuestos a
sacrificar su propio bienestar con el fin de proveer seguridad económica a las mujeres.

Esta escala está formada por 12 ítems con un rango de respuesta tipo Likert que
va de 0 (totalmente en desacuerdo) a 5 (totalmente de acuerdo), siendo las puntuaciones
más altas las que representan el mayor nivel de sexismo. La fiabilidad de la escala la se
encuentra entre el .65 respecto a la dimensión benevolente y a .82 en relación a la
dimensión hostil. En nuestro estudio esta escala obtuvo un Alpha de .83 respecto a la
dimensión hostil y de .79 en referencia a la dimensión benevolente.

10) Escala de mitos hacia el amor (Rodríguez, Lameiras, Carrera, & Vallejo, 2013)

Se utilizó la versión española de Rodriguez et al. (2013), esta escala mide la adscripción
de los sujetos a los mitos hacia el amor (Bosh et al., 2007) formada por 7 ítems que
evaluarían siete mitos y distribuidos en dos subescalas, la primera es denominada: Mito
de la idealización del amor; mientras que la segunda subescala es: Mito de la
vinculación amor-maltrato.

La subescala de Mito de la idealización del amor, lo componen lo ítems: ítem 1-


En alguna parte hay alguien predestinado para cada persona; ítem 2- La pasión intensa
de los primeros tiempos de una relación debería durar siempre; ítem 3- El amor es
ciego; ítem 4- Los celos son una prueba de amor; y finalmente el ítem 7- El amor
verdadero lo puede todo. La subescala de Mito de la vinculación amor-maltrato, esta
compuesto por los ítems: ítem 5- Se puede amar a alguien a quien se maltrata; y el ítem
6- Se puede maltratar a alguien a quien se ama.

253
Metodología

El formato de respuesta de tipo likert de 1 (totalmente en desacuerdo) a 5


(totalmente de acuerdo), de forma que las puntuaciones más altas indica mayores
niveles de adscripción de los sujetos a los mitos hacia el amor. La fialidades de la escala
de Rodríguez eta., (2013) se sitúan entre el .70 (idealización del amor) y el .86 (amor-
maltratrato). En nuestro estudio esta escala obtuvo un Alpha de .65 respecto a la
subescala idealización del amor y de .73 en referencia a la subescala amor-maltrato.

3.7.2 CUESTIONES DE LA DIMENSIÓN CUALITATIVA DEL ESTUDIO

Se ha elaborado un guión de preguntas de carácter semi-estructurado, relativo a los


objetivos del estudio. Por un lado preguntas en relación a las Redes Sociales así como la
existencia de violencia de control y prácticas online nocivas; por el otro lado preguntas
sobre las prácticas de Sexting que han sido parcialmente adaptadas de Walker et al.
(2013) que incluían también las consecuencias de las prácticas de Sexting. Además tal y
como se ha mencionado, el guion aquí presentado fue el mismo en todos los grupos de
discusión y se ha utilizado en el desarrollo de las sesiones como un mero orientador y re
conductor de las conversaciones, para garantizar la inexistencia de rigidez y la vez el
tratamiento de los temas importantes para la investigación, pero partiendo de cuestiones
generales e inofensivas (Barbour, 2013). En las Tablas 3.11 y 3.12 se recogen detalladas
las preguntas realizadas en todos los grupos de discusión.

Tabla 3.11 Guion de preguntas de carácter semi-estructurado respecto a las Redes Sociales.
Temas clave Preguntas clave para abordar los temas
- ¿Son importantes en vuestra vida diaria?
- ¿Creéis que dependéis de ellas?
- ¿Alguna vez os habéis sentido más cómodos/as hablando por las Redes Sociales
que cara a cara?
- ¿Conocéis a todos vuestros “amigos/as” de Facebook, Twitter…? (en referencia a
I. Redes Sociales las Redes Sociales en las que tengan perfil)
- ¿Habéis contactado o hablado con personas desconocidas por las Redes Sociales?
- ¿Habéis llegado a quedar con estas personas?
- ¿La gente de vuestra edad hace esto?
- ¿Alguna vez habéis controlado a vuestra pareja a través de las Redes Sociales?
- ¿Creéis que sois responsables con el uso de las Redes Sociales?.

254
Metodología

Tabla 3.12 Guion de preguntas de carácter semi-estructurado respecto al Sexting.


- ¿Alguno/a os habéis hecho fotografías sexuales y/o eróticas?
- ¿A quién se las habéis enviado?
- ¿Habéis recibido fotos así de otras personas conocidas o desconocidas?
- ¿Las habéis publicado en las Redes Sociales o compartido?
- ¿Es frecuente que otras personas se hagan fotografías eróticas y/o sexuales y
difundirlas?
- Y con respecto a los videos o reproducciones de audio ¿os habéis grabado solos o
con vuestra pareja en actitud erótica y/o sexual y luego lohabéis enviado o
posteado?
II. Sexting - ¿Y habéis enviado fotografías, vídeos y/o textos eróticos y/o sexuales?
- ¿Por qué creéis que los chicos y chicas envían fotografías, vídeos y/o textos
eróticos y/o sexuales?
- ¿Quiénes envían fotografías, vídeos y/o textos eróticos y/o sexuales, los chicos o
las chicas?
- ¿Conocéis a alguien que haya sufrido presiones por hacer envíar fotografías, vídeos
y/o textos eróticos y/o sexuales, por su pareja, amistades o personas desconocidas?
- ¿A qué tipo de cosas te pueden obligar y con qué fin?
- ¿Qué consecuencias puede tener practicar Sexting?
- ¿Son iguales las consecuencias para chicas que para chicos?

3.8 VARIABLES INCLUIDAS EN LA DIMENSIÓN CUANTITATIVA

3. 8.1 VARIABLES DEPENDIENTES

Las variables dependientes del estudio son las Actitudes hacia el Sexting
medidas con la Escala de Actitudes hacia el Sexting (Weisskirch & Delevi, 2011) y los
Comportamientos de Sexting medidos con la Escala de Comportamientos de Sexting
(Weisskirch & Delevi, 2011).

3.8.2 VARIABLES INDEPENDIENTES

3.8.2.1 VARIABLES SOCIODEMOGRÁFICAS

 Localización del centro: variable nominal: (1) Urbano; y (2) Rural/Semi-Rural.

 Curso académico: variable nominal: (1) 3º de ESO; (2) 4º de ESO; y (3)


Bachillerato.

 Edad: variable nominal: (1) de 12 a 14 años; (2) 15 años; (3) 16 años; y (4) más
de 17 años.

255
Metodología

 Nacionalidad: variable nominal: (1) Española; y (2) Extranjera.

 Género: variable nominal: (1) Chico y (2) Chica.

 Situación de los progenitores: variable nominal: (1) Casados y (2) Separados.

 Nivel de estudios padre: variable nominal: (1) Sin estudios o estudios


elementales; (2) Estudios primarios; (3) Estudios secundarios (E.S.O., bachiller,
ciclos medios, superiores, etc); y (4) Estudios universitarios (diplomaturas,
licenciaturas, grados, máster, etc).

 Nivel de estudios madre: variable nominal: (1) Sin estudios o estudios


elementales; (2) Estudios primarios; (3) Estudios secundarios (E.S.O., bachiller,
ciclos medios, superiores, etc); y (4) Estudios universitarios (diplomaturas,
licenciaturas, grados, máster, etc).

 Relación familiar: variable nominal: (1) Muy buena; (2) Buena; (3) Regular; (4)
Mala; (5) Muy mala; o (6) Inexistente.

 Opción religiosa: variable nominal: (1) Católico/a practicante; (2) Católico/a no


practicante; y (3) No creyente.

 Materias suspensas: variable nominal: (1) Sí; y (2) No.

 Relación de pareja sentimental actual: variable nominal: (0) No; y (1) Sí.

 Edad de la pareja sentimental actual: variable de escala.

 Tiempo de la relación sentimental actual: variable de escala.

 Relación de pareja sentimental pasada: variable nominal: (1) Sí; y (2) No.

 Número de relaciones sentimentales pasadas: variable de escala.

3.8.2.1 Tenencia y uso de dispositivos tecnológicos y Redes Sociales

 Las variables relacionadas con la tenencia de dispositivos tecnológicos incluyen


cinco variables ordinales con el siguiente formato de respuesta: (1) Sí; y (2) No.
1. Teléfono móvil con conexión a internet.
2. Ordenador de uso familiar con conexión a internet.
3. Ordenador de uso personal con conexión a internet.
4. Tablet de uso familiar con conexión a internet.

256
Metodología

5. Tablet de uso personal con conexión a internet.


 Las variables relacionadas con la supervisión y vigilancia que los progenitores
hacen de sus actividades online incluyen cuatro variables ordinales con el
siguiente formato de respuesta: (1) Sí; y (2) No.

1. A las páginas que visitas en internet.

2. Al uso que le das a tu teléfono móvil.

3. A las Redes Sociales (Facebook…).

4. No tienen un control sobre tu acceso y uso del teléfono móvil,


ordenador o tablet.

 Las variables relacionadas con la tenencia de aplicaciones en sus teléfonos


móviles incluyen cuatro variables ordinales con el siguiente formato de
respuesta: (1) Sí; y (2) No.

1. Acceso a Redes Sociales (Ej. Facebook)

2. WathsApp o chats similares.

3. Skype.

4. Otras aplicaciones similares.

 Tiempo diario dedicado al uso del teléfono móvil: variable nominal: (1) 30
minutos; (2) De una a dos horas; (3) De tres a cuatro horas; (4) Más de cuatro
horas; y (5) Todo el día.

 Tiempo diario de conexión a Internet: variable nominal: (1) Todos los días, más
de cuatro horas diarias; (2) Todos los días, más de dos horas diarias; (3) Todos
los días, más de una hora diaria; (4) Todos los días, menos de una hora diaria; y
(5) Algunos días o una vez a la semana.

 Las variables sobre la tenencia de perfiles en las Redes Sociales incluyen cinco
variables ordinales con el siguiente formato de respuesta: (1) Sí; y (2) No.
1. Facebook
2. Twitter
3. Tuenti
4. Instagram
5. Redes de citas o de solteros/as como Badoo o similares.

257
Metodología

 Las variables sobre el número de contactos agregados o seguido en sus Redes


Sociales incluyen cinco variables ordinales con el siguiente formato de
respuesta: (1) Menos de 100; (2) Entre 100 y 300; (3) Entre 300 y 500; (4) Más
de 500; y (5) Más de 1000.
6. Facebook
7. Twitter
8. Tuenti
9. Instagram
10. Redes de citas o de solteros/as como Badoo o similares.

 La variable sobre las solicitudes de amistad o seguimiento que aceptan en sus


perfiles de sus Redes Sociales: incluyen cinco variables nominales con el
siguiente formato de respuesta (1) Sí, siempre, aunque no sepa quién es; (2)
Acepto a mis amigos/as, y también a amigos/as de mis amigos/as, aunque no los
conozca en persona; (3) En alguna ocasión he aceptado la solicitud de alguien a
quien no conocía en persona; y (4) Sólo acepto a amigos/as a los que ya conozco
en persona.

 Importancia del número de contactos en una Red Social: variable nominal: (1) Sí;
y (2) No.

 Privacidad de sus perfiles en sus Redes Sociales incluyen cinco variables


nominales con el siguiente formato de respuesta: (1) Solamente mis amigos/as;
(2) Mis amigos/as y los amigos/as de estos; (3) Es un perfil abierto a todo el
público; (4) Solamente yo; (5) No lo recuerdo; (6) No sé cómo seleccionar
opciones de privacidad.

 Etiquetar a sus contactos en las fotografías que comparten en las Redes Sociales:
variable nominal: (1) Sí; y (2) No.

 Consideran que su popularidad crece al etiquetar a sus contactos en las


fotografías que comparten en las Redes Sociales: variable nominal: (1) Sí; y (2)
No.

 Consideran el uso de las Redes Sociales peligroso: incluyen cinco variables


ordinales con el siguiente formato de respuesta (1) Nada Peligroso; (2) Algo
peligroso; (3) Ni mucho ni poco; (4) Peligroso; y (5) Peligroso.

258
Metodología

 Consideran que sus amistades piensan que el uso de las Redes Sociales es
peligroso: variable nominal: (1) Sí; y (2) No.

 Formación sobre el uso de las Redes Sociales: variable nominal: (1) Sí; y (2) No.

 Formación sobre Educación Sexual: variable nominal: (1) Sí; y (2) No.

3.8.2.2 VARIABLES EN TORNO AL FENÓMENO DEL SEXTING

 Conocimiento del Sexting: variable nominal: (1) Sí; y (2) No.

 Ver o recibir, en los últimos 12 meses, mensajes sexuales y/o eróticos en Internet
o a través del teléfono móvil: variable nominal: (1) Sí; y (2) No.

 Los mensajes sexuales y/o eróticos en Internet o a través del teléfono móvil han
causado algún tipo de molestia: variable nominal: (1) Sí; y (2) No.

 Las variables sobre las creencias en torno al comportamiento más frecuente


incluyen siete variables nominales con el siguiente formato de respuesta: (1) Más
común en chicos; (2) Más común en chicas; y (3) En ambos géneros por igual.

1. Enviar una foto y/o vídeo de mí mismo/a sexualmente sugerente.


2. Enviar una foto y/o vídeo en ropa interior de mí mismo/a
usando un teléfono móvil.
3. Enviar una foto y/o vídeo en ropa interior de mí mismo/a a
través de las Redes Sociales, Skype o similares.
4. Enviar una foto y/o vídeo desnuda/o de mí mismo/a usando
un teléfono móvil.
5. Enviar una foto y/o vídeo desnuda/o de mí mismo/a a través de
las Redes Sociales, Skype o similares.
6. Enviar un mensaje de texto sexualmente sugerente.
7. Enviar un mensaje de texto con proposiciones sobre actividad
sexual.
 Grabación de videos erótico-sexuales ellas y ellos solos/as: variable nominal: (1)
Sí; y (2) No.
 Grabación de videos erótico-sexuales con otra/s persona/s: variable nominal: (1)
Sí; y (2) No.

259
Metodología

 Las variables referentes a las personas destinatarias de los contenidos de Sexting


incluyen seis variables nominales con el siguiente formato de respuesta: (1)
Novio/a; (2) Amistades; (3) Otra/s persona/s; y (4) Alguien desconocido.

1. Fotografías y/o vídeos de ti mismo/a desnudo/a.


2. Fotografías y/o vídeos de ti mismo/a casi desnudo/a o en
ropa interior.
3. Fotografías y/o vídeos de ti mismo/a en las que participas de
un acto sexual con otra persona.
4. Fotografías y/o vídeos de ti mismo/a en las que realizas un
acto sexual en solitario (por ejemplo, la masturbación).
5. Fotografías y/o vídeos de ti mismo/a en una pose
sexualmente sugerente, pero vestido/a.
6. Mensajes sugerentes o con proposiciones sobre actividad sexual.
 Las variables referentes a las personas destinatarias hipotéticas de los contenidos
de Sexting incluyen cinco variables nominales con el siguiente formato de
respuesta: (1) Sí; y (2) No.
1. Alguien de quien estás enamorado/a
2. Alguien con alguien con el/la que has tenido un rollo
3. Alguien a quien acabas de conocer
4. Alguien con quien querías ligar
5. Alguien a quien solo conocías a través de internet
 Las variables relativas a las vías utilizadas para reenviar los contenidos de
Sexting cinco variables ordinales con el siguiente formato de respuesta: (1)
Nunca; (2) Casi nunca; (3) En algunas ocasiones; (4) En varias ocasiones; (5)
Frecuentemente; y (6) Siempre.
1. Mensaje de texto
2. Correo electrónico
3. Facebook
4. Twitter
5. Wathsapp u otros similares
 Las motivaciones hacia el Sexting incluyen diez variables ordinales con el
siguiente formato de respuesta: (1) Nunca; (2) Raras Veces; (3) En algunas
ocasiones; (4) En bastantes ocasiones; (5) Casi siempre; y (6) Siempre.

260
Metodología

1. Quería ser coqueto/a o insinuante.


2. Quería preliminares
3. Quería cumplir con las necesidades de mi pareja
4. Quería intimidad
5. Estaba aburrido/a
6. Estaba solo/a
7. Estaba borracho/a
8. Quería ser como mis amigos/as
9. Quería evitar una discusión
10. Había tomado drogas
 Las variables entre las motivaciones hacia el Sexting y el género incluyen doce
variables nominales con el siguiente formato de respuesta: (1) Chicos; (2) Chicas;
y (3) Ambos.
1. Conseguir mantener la atención o el interés de la otra persona
2. Alguien los/las ha presionado para enviarlos
3. Como un regalo “sexy" para un novio/a
4. Para sentirse sexys.
5. Para conseguir gustarle a alguien
6. Por la presión de amigos/as
7. Para conseguir los mismo de la otra persona
8. Por diversión o coqueteo
9. Para hacerse notar
10. Como respuesta a un contenido de este tipo que han recibido
11. Otros, ¿Cuáles?:
12. Ninguno de estos / No lo se
 Obligación o coacción para la práctica de Sexting: variable nominal: (0) No; y (1)
Sí.
 Persona ejecutora de la obligación o coacción: variable nominal: (1) Pareja; (2)
Amistades y/o compañeros/as; (3) Alguien desconocido; y (4) Una persona
adulta.
 Conocimiento de personas víctimas de haber sufrido obligación o coacción para
la práctica de Sexting: variable nominal: (1) Sí; y (2) No.

261
Metodología

 Número de personas conocidas víctimas de haber sufrido obligación o coacción


para la práctica de Sexting: variable de escala.
 Género de las personas conocidas víctimas de haber sufrido obligación o
coacción para la práctica de Sexting: variable nominal: (1) Chico; y (2) Chica.
 Chantaje tras la práctica de Sexting: variable nominal: (0) No; y (1) Sí.
 Persona ejecutora del chantaje: variable nominal: (1) Pareja; (2) Amistades y/o
compañeros/as; (3) Alguien desconocido; y (4) Una persona adulta.
 Conocimiento de personas víctimas de haber sufrido chantaje después de la
práctica de Sexting: variable nominal: (1) Sí; y (2) No.
 Número de personas conocidas víctimas de haber sufrido de haber sufrido
chantaje después de la práctica de Sexting: variable de escala.
 Género de las personas conocidas víctimas de haber sufrido de haber sufrido
chantaje después de la práctica de Sexting: variable nominal: (1) Chico; y (2)
Chica.
 Burlas tras la práctica de Sexting: variable nominal: (1) Sí; y (2) No.

 Consideran las prácticas de Sexting peligrosas: variable ordinal: (1) Nada


Peligroso; (2) Algo peligroso; (3) Ni mucho ni poco; (4) Peligroso; y (5)
Peligroso.

 Confianza en la persona a la que envían los contenidos eróticos sexuales: variable


nominal: (1) Sí; y (2) No.
 Consideran que los contenidos eróticos sexuales están seguros en su teléfono
móvil: variable nominal: (1) Sí; y (2) No.
 Consideran que los contenidos eróticos sexuales están seguros en su ordenador:
variable nominal: (1) Sí; y (2) No.

4.8.2.3 El cuestionario de Comportamiento de Sexting (Adaptado de Weisskirch &


Delevi, 2011): Puntuación total de la escala. Y puntuaciones de las subescalas.

 Comportamientos totales de Sexting.


 Envío de fotografías y vídeos erótico sexuales.
 Envío de textos erótico sexuales.

262
Metodología

4.8.2.4 El cuestionario de Actitudes hacia el Sexting (Adaptado de Weisskirch &


Delevi, 2011). Puntuaciones de las subescalas.

 Divertido y Despreocupado.
 Percepción de Riesgo.
 Expectativas Relacionales.

4.8.2.4 El cuestionario de Sexismo Ambivalente (versión reducida de Rodríguez,


Lameiras, & Carrera, 2009). Puntuaciones de las subescalas.

 Sexismo Hostil
 Sexismo Benevolente

4.8.2.4 El cuestionario de Mitos hacia el Amor (versión española de Rodriguez,


Lameiras, & Carrera, 2013). Puntuaciones de las subescalas.

 Amor Idealizado.
 Vinculación amor – maltrato.

3.9 ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN

3.9.1 ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN EN LA DIMENSIÓN CUANTITATIVA

Para el análisis de los datos extraídos de los cuestionarios administrados en la


dimensión cuantitativa del estudio se han llevado a cabo diferentes análisis estadísticos,
con el objetivo de responder a los objetivos e hipótesis planteados. Para el tratamiento
de los datos se recurre al paquete estadístico SPSS versión 22 para Windows.

En primer lugar, se llevaron a cabo análisis univariantes con el fin de depurar la


base de datos y conocer la distribución de los y las participantes. Se aplicaron a todos
los ítems y cuestiones que componen el cuestionario, tanto para las preguntas que nos
ayudan a describir la muestra (cuestiones sociodemográficas) como para el resto de
cuestiones e ítems de escalas.

A continuación, se analizó el perfil sociodemográfico de los y las participantes


en función del género y de la localización del centro académico, siendo ésta urbana o

263
Metodología

rural/semi-rural. Las variables son las siguientes: nacionalidad, situación legal de los
progenitores, nivel de estudios de los progenitores, relación familiar, opción religiosa,
materias suspensas, pareja sentimental actual, edad de la pareja, tiempo de la relación
sentimental actual, parejas sentimentales anteriores, número de parejas sentimentales
anteriores. De esta forma a través del análisis estadístico chi-cuadrado de Pearson, se
pudieron identificar las diferencias con una probabilidad de obtener resultados por azar
de menos del 5%. Asimismo, se recurre a la prueba t de Student para comparar las
medias de dos grupos, en los casos necesarios.

Posteriormente, se abordaron las variables sobre la tenencia y uso de las nuevas


tecnologías y las Redes Sociales, con el fin de aportar información sobre estas
cuestiones en la muestra en función de la variable género, y localización del centro
(urbano o rural/semi-rural). Para llevar a cabo el análisis de las variables señalas en
función del género y localización del centro se utilizan los análisis estadísticos de tablas
de contingencia. Además se recurrirá a la prueba de chi cuadrado de Pearson con el fin
de evaluar las diferencias existentes entre las proporciones de las variables analizadas,
así se obtiene la significación estadística –o la no significación- entre ellas. Asimismo
se recurre, cuando es necesario, a analizar las medias de los grupos mediante la prueba t
de Student

Después para comprobar la fiabilidad de los instrumentos utilizados en el


cuestionario se recurre los análisis factoriales exploratorios (AFE) y posteriormente los
análisis factorial confirmatorios (AFC) con rotación varimax. De esta forma las escalas
utilizadas quedaron validadas. La estructura factorial de la escala (AFC) se confirmó
mediante AMOS. 22 software (Arbuckle, 2013). El ajuste de los distintos modelos
propuestos en el CFA fue evaluado por medio de los siguientes índices (Byrne, 2010):
el χ2 es el principal índice para evaluar la significación global de un modelo; el
indicador χ2/df es considerado aceptable cuando obtiene valores debajo de cinco;
Comparative Fit Index (CFI) y el Normed Fit Index (NFI) con valores superiores a .90
sugieren un ajuste satisfactorio; Root Mean Square Error of Approximation (RMSEA)
con valores en el rango de .09 a.05 o menos, los cuales son considerados razonables.
También se calcula el índice ECVI (Expected Cross-Validation Index).

Finalmente con el objetivo de identificar las variables independientes que


ejercen la mayor influencia sobre las dependientes de la investigación aquí presentada,
se llevó a cabo un análisis de regresión para cada una de estas variables: actitudes hacia

264
Metodología

el Sexting y comportamientos de Sexting. Teniendo en cuenta en la primera variable


independiente, las subescalas que componen la medida de actitudes hacia el Sexting, sus
puntuaciones totales y en función al género y a la localización del centro (urbano o
rural/semi-rural). En la segunda variable independiente, comportamientos de Sexting se
realizaron regresiones para la puntuación total de la escala, así como las dos subescalas
que la componen, también, sus puntuaciones totales y en función al género y a la
localización del centro (urbano o rural/semi-rural). Los análisis de regresión lineal “por
pasos” hacia delante.

3.9.2 ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN EN A DIMENSIÓN CUALITATIVA

Para el análisis de la información obtenida en los diferentes grupos de discusión, tal y


como se ha detallado en el apartado 4.2.2 Características de la dimensión cualitativa
del estudio, la información fue grabada y transcrita de forma literal. Posteriormente se
procedió a la lectura de toda la información recabada de los grupos de discusión, para
introducirla en el programa informático ATLAS. Ti v.7 y proceder a su análisis. El uso
de este recurso, para analizar la información plasmada en este trabajo, resulta una
herramienta que “garantiza la comprensión de la realidad socioeducativa, y por este
hecho, las construcciones teóricas de los resultados de una investigación, adquieren una
incuestionable validez” (San-Martín, 2014, p. 118).

Así, el programa ATLAS.ti. v. 7 es un programa informático de gestión de datos


cualitativos, que permite trabajar con grandes cuerpos de datos y cuyo uso incrementa la
transparencia, la coherencia y el rigor científico en el proceso de análisis (Richards &
Richards, 1994; Seale, 1999; Weitzman, 2000). Tiene su origen hace más de dos
décadas de la mano del investigador Muhr (1991a,b), que presenta la primera versión
del programa como un soporte de ayuda para la interpretación de los textos cualitativos.
Asienta sus raíces en la Teoría fundamentada (Glaser, 1978, 1992; Glaser & Strauss,
1964; Strauss, 1987), que se refiere a la “teoría derivada de datos recopilados de manera
sistemática y analizados por medio de un proceso de investigación” (Strauss & Corbin,
2002, p. 28). Lo cual nos permite general teoría a partir de los datos analizados.

El uso de este software ha permitido el trabajo simultáneo de las investigadoras


(triangulación de investigadoras) por lo cual a través de la triangulación se ha
gestionado el tratamiento de la información así como la generación de códigos, es decir

265
Metodología

su codificación. Entendiendo este proceso analítico que “fragmenta, conceptualiza e


integra los datos para formar una teoría” (Strauss & Corbin, 2002, p. 18). El proceso de
codificación se desarrolló de forma sistemática siguiendo el conjunto de reglas señalas
por Ruiz-Olabuenaga, (2012), estas son: i. las categorías se construyen de acuerdo a un
criterio único diferente y exclusivo entre sí, no obstante se pueden constituir categorías
de orden superior combinando varios criterios únicos; ii. las categorías se construyen de
forma exhaustiva, de forma que toda la información ha sido incluida en alguna
categoría; iii. las categorías son excluyentes, de manera que cada dato solo puede estar
incluido en una categoría; iv. deben ser categorías significativas que reflejen los
objetivos de la investigación; y v. las categorías deben ser claras y replicables, para que
la información sea claramente incluida en una determinada categoría y no en otra aun
por varios investigadores/as diferentes.

En referencia a la codificación el programa ATLAS.ti v.7 ofrece hasta seis


opciones diferentes de codificar el cuerpo de datos. La codificación abierta, consiste en
crear nuevos códigos para un determinado texto seleccionado. La codificación in vivo
surge directamente del lenguaje de los directamente del lenguaje de los y las
participantes de la investigación. Y que ha tenido especial relevancia, pues los grupos
de discusión se consideran propicios para el desarrollo de este tipo de codificación
(Barbour, 2013). La codificación por lista que permite ver la lista de todos los códigos
creados y asignar el correspondiente al fragmento de texto seleccionado. La
codificación rápida, permite seleccionar directamente el último código utilizado. Y la
autocodificación consiste en proporcionarle al programa determinada información como
una palabras clave y de forma automática codificará aquellos fragmentos de la extensión
que le indiquemos con el código que previamente se haya seleccionado o creado. En el
proceso de codificación de la investigación aquí presentada se han utilizado las
diferentes estrategias de codificación, a excepción de la autocodificación, ya que no se
reveló útil en el tratamiento de la información. Todos los códigos se han organizado en
familias de orden superior, que englobando varios códigos aportan rigurosidad y
organización al proceso de coding.

El programa ATLAS.ti proporciona también la oportunidad de crear citas,


pequeños fragmentos de texto que llenan de contenido los códigos. Estas citas reciben
de forma automática por el programa un número, que permite a las investigadoras
acceder de forma rápida a la información. Asimismo, ofrece la oportunidad de crear

266
Metodología

anotaciones o memos, que ofrecen al proceso de análisis de análisis de la información la


oportunidad de crear comentarios acerca de las decisiones metodológicas que han
favorecido la triangulación al análisis. Finalmente es preciso mencionar que, en el
apartado de resultado se presentan las redes, las representaciones gráficas de los códigos
y citas emparejadas a estos.

De esta forma a través del soporte informático Atlas. ti v.7 se ha realizado el


análisis de contenido. Los documentos primarios se corresponden con las trascripciones
de los grupos focales realizados en grabación de voz, suponen por un lado la
información relativa a las Redes Sociales y, por el otro lado, la información sobre el
Sexting. Las citas son pequeños fragmentos de texto utilizados para dar significación y
llenar de contenido a los códigos (o categorías de análisis) que se han organizado por
familias. Además se han recogido varios memos y vistas de red, que contribuyen a
recoger, aclarar y facilitar la comprensión del análisis de la información, su
codificación, así como, la interpretación de los resultados. En el caso de la unidad
hermenéutica se ha analizado a través de 2 documentos primarios, 236 códigos, 2933
citas, 4 memos, 17 familias de códigos de las cuales 8 hacen referencia a las Redes
Sociales y otras 9 al Sexting y 10 vistas de red (ver Figura 3.6).

Figura 3.6 Descriptivos del análisis del contenido.

267
Metodología

Los argumentos y expresiones de los y las adolescentes han sido materializados


en texto, lo que ha permitido realizar un análisis de contenido a través de una
categorización exhaustiva. En este sentido se han extraído dos categorías de primer
orden, que surgen de las cuestiones que orientaron el desarrollo de las sesiones y que
constituyeron los temas claves de la discusión: i. Redes Sociales y ii. Sexting (suponen
por tanto dos documentos primarios). Además el análisis de contenido ha permitido
llegar a categorías de segundo y tercer nivel. A continuación en la Figura 3.7 se muestra
un descriptivo de los códigos y de las familias de códigos.

Figura 3.7 Descriptivos de los códigos y familias de códigos.

En la Figura 3.7 se muestra también el listado general de códigos secundarios y


terciarios utilizados y en la Figura 3.8 exponemos un listado general de las citas
generadas en el análisis de la información.

268
Metodología

Figura 3.8 Descriptivos de las citas generadas en el análisis de la información.

3.9.2.1 ORGANIZACIÓN DE LAS CATEGORÍAS Y SUBCATEGORÍAS DE


ANÁLISIS

El proceso de categorización de la información se refiere a la estrategia de organización


de la información y su posterior clasificación en torno a unos criterios determinados
(Bardin, 1986) En relación a la categorización primaria del análisis de la información
es preciso mencionar que fue extraída de los temas planteados en los grupos de
discusión, organizándose alrededor de las dos grandes categorías (Figura 3.9) que
vertebran toda la investigación aquí planteada: i. Redes Sociales y ii. Sexting.

Redes Sociales Sexting

Figura 3.9 Categorías de análisis primarias.

269
Metodología

Mientras que categorización secundaria derivó del propio discurso de los y las
propias participantes, a través de sus palabras y expresiones. No obstante, tal y como
hemos mencionado se han utilizado indistintamente códigos in vivo y códigos a priori
(Barbour, 2013) con el fin último de dar respuesta a los objetivos del estudio. Del
mismo modo, en el proceso de análisis de la información las categorías secundarias se
desarrollan en categorías de tercer, cuarto y quinto nivel.

En relación a la primera categoría primaria, Redes Sociales, se han encontrado


ocho categorías secundarias de análisis que hacen referencia a la importancia que le
conceden a las Redes Sociales, si se consideran dependientes de las Redes Sociales, si
se sientes más cómodos/as hablando a través de las Redes Sociales que en el cara a cara,
si conocen a todas las personas que tienen agregadas o si establecen mediante las Redes
Sociales, si establecen contacto con personas desconocidas, si se consideran
responsables en torno a su uso, si ejercen control a través de las Redes Sociales sobre
sus parejas afectivas y casos conocidos de personas de su entorno sobre el uso o las
consecuencias que han sufrido en y por utilizar las Redes Sociales. En la Figura 3.10, se
muestran se muestran las familia de códigos agrupados en ocho bloques, que se
corresponden con las diferentes dimensiones de análisis de la información. No obstante,
se identificaron también categorías de tercer orden, que además se han venido
analizando según el género y según la localización del centro. En este sentido esta
primera categoría evidencia diferentes subcategorías, relativas a los diferentes niveles
de análisis, tal y como se muestra en la Figura 3.10.

Figura 3.10 Familias de códigos respecto a las Redes Sociales.

En relación a la segunda categoría primaria, Sexting, se han encontrado


categorías secundarias de análisis que hacen referencia a las actitudes hacia el Sexting;
los comportamientos activos de Sexting (respecto del envío de fotografías erótico

270
Metodología

sexuales, la recepción de fotografías erótico sexuales y el envío y/o recepción de textos


y vídeos erótico sexuales) como el Sexting no activo (argumentando porque no lo son);
los comportamientos de Sexting de la gente de su edad; las motivaciones hacia el
Sexting (tanto personales como de la gente de su edad); las consecuencias del Sexting y
percepciones entorno al fenómeno; y los casos conocidos relacionados con el Sexting en
su entorno, que incluye: a. Difusión contenidos y exposición involuntaria; b. Chantajes;
c. Grabaciones sexuales o voyeur; d. Sexo online; y e. Violaciones. Así, esta segunda
categoría evidencia diferentes subcategorías (secundarias y terciarias), relativas a los
diferentes niveles de análisis. En la Figura 3.11, se muestran se muestran las familia de
códigos agrupados en 9 bloques, que se corresponden con las diferentes dimensiones de
análisis de la información. No obstante, se identificaron también categorías de tercer
orden y cuarto orden.

Figura 3.11 Familias de códigos respecto al Sexting.

Además en la figura 3.12, se ha utilizado una vista de Red para mostrar los
nexos de relación entre los códigos relativos al comportamiento personal de Sexting de
los y las adolescentes, se incluyen dentro de un código que hemos denominado
“comportamiento personal”.

Figura 3.12 Superfamilias de códigos.

271
Metodología

Además dentro de cada una de las categorías y subcategorías que ha realizado un


análisis de género diferenciando en la codificación de cada una de las expresiones entre
chicas y chicos; de igual manera se ha diferenciado entre localización del centro (urbano
o rural/semi-rural). Este tipo de análisis nos ha permitido llegar a un nivel de
profundidad en el discurso óptimo, permitiéndonos diferenciar entre los argumentos de
unos y de otras y además observar como varía –o no- la argumentación de los y las
adolescentes según su localización. A modo de ejemplo se ha incluido la Figura 3.13,
que se corresponde con una vista de red relativa al análisis y categorización de “Redes
Sociales” (primera categoría de primer nivel) y dentro de esta “Importancia de las Redes
Sociales” (primera categoría secundaria).

Figura 3.13 Vista de Red relativa a la subcategoría “Importancia de las Redes Sociales”.

Finalmente es necesario mencionar que a lo largo de la exposición de los


resultados de la dimensión cualitativa de la información los fragmentos ilustrativos han
sido identificados de forma que a cada participante le fue asignado un código: G (grupo
zona urbana) o R (grupo zona rural/semi-rural); 3º, 4º o 1º (curso académico),
chico/chica (género), número determinado por el turno de palabra, 1, 2 o 3 (número de
documento primario); y por último el número específico de cita codificada. De esta
forma los/as participantes de menos edad (3º ESO) están identificados con los códigos
G1, G2, G7, G8, R1 y R2; los/as adolescentes de 4º de ESO forman los grupos G3, G4,
G9, G10, R3 y R4; y por último los/as participantes de 1º de Bachillerato fueron
identificados con los códigos G5, G6, G11, G12, R5, R6, R7 y R8. A continuación en
las Figuras 3.14 y 3.15 se presentan las categorías y subcategorías de análisis dentro de
las categorías primarias.

272
273

273
Metodología
Figura 3.14 Subcategorías de análisis dentro de la categoría primaria: Redes Sociales.
Metodología
Metodología
Metodología

274
Figura 3.15 Subcategorías de análisis dentro de la categoría primaria: Sexting.

274
Resultados

CAPÍTULO IV
RESULTADOS
____________________________________________________________

275
Resultados

276
Resultados

A lo largo de este capítulo se presentan los resultados de la investigación distribuidos en


dos grandes apartados. En el primer apartado se muestran los resultados principales de
la dimensión cuantitativa del estudio, el perfil sociodemográfico de los y las
adolescentes en función del género (chica o chico) y localización del centro (urbano o
rural/semi-rural). Posteriormente se analiza la tenencia y uso de dispositivos
tecnológicos y Redes Sociales en relación al género y al localización del centro. A
continuación se describen los resultados de los análisis de las actitudes hacia el Sexting,
seguido de la descripción de los comportamientos de Sexting de los y las adolescentes,
así como el estudio de las motivaciones hacia el Sexting, sus percepciones, opiniones y
creencias en torno a este fenómeno y finalmente el análisis de la percepción de riesgo y
las consecuencias derivadas de esta conducta.

Con respecto al análisis de las actitudes y comportamientos se describen la


Escala de Actitudes hacia el Sexting (Weisskirch & Delevi, 2011) y de la Escala de
Comportamientos de Sexting (Weisskirch & Delevi, 2011). Se presentan, inicialmente
los análisis de fiabilidad y validez de las escalas aplicadas en la presente investigación,
con el fin de contrastar su adecuado funcionamiento en el colectivo adolescente. Se
detallan también los Análisis Factoriales Exploratorios y Confirmatorios de ambas
escalas. Seguidamente se presentan las correlaciones de ambas escalas, actitudes hacia
el Sexting y comportamientos de Sexting con las principales variables dependientes del
estudio, así como las correlaciones de las escalas entre sí y con las otras escalas
utilizadas en la investigación. A continuación se muestran las variables predictoras de
los comportamientos de Sexting en adolescentes, tanto a nivel general como de forma
particular con al envío de fotografías y vídeos y con el envío de textos erótico sexuales.

En el segundo apartado se exponen los resultados de la dimensión cualitativa del


estudio, organizados en torno a dos grandes ejes: i. Redes Sociales y ii. Sexting.
Exponiendo los descriptivos del análisis del contenido ofrecidos por el programa
Atlas.ti, así como las familias de códigos y las redes de categorías de segundo y tercer
nivel. En este sentido se ofrecen extractos del discurso adolescente, con el fin de ilustrar
cada uno de los niveles de análisis de contenido.

277
Resultados

4.1. RESULTADOS DE LA DIMENSIÓN CUANTITATIVA DEL ESTUDIO

4.1.1. PERFIL SOCIODEMOGRÁFICO DE LOS Y LAS ADOLESCENTES

Este apartado tiene por fin contribuir a definir la composición de la población objeto de
estudio en función de la variable género y localización del centro (urbano o rural/semi-
rural). Se consideran estas variables de gran relevancia en el estudio del fenómeno del
Sexting, en consecuencia, se van a estudiar para cada variable de este estudio sus
diferencias significativas (ver Tablas 4.1a y 4.1b). Las variables son las siguientes:
nacionalidad, situación legal de los progenitores, nivel de estudios de los progenitores,
relación familiar, opción religiosa, materias suspensas, pareja sentimental actual, edad
de la pareja, tiempo de la relación sentimental actual, parejas sentimentales anteriores y
número de parejas sentimentales anteriores.

Para llevar a cabo el análisis de las variables señalas en función del género y
localización del centro se utilizan los análisis estadísticos de tablas de contingencia.
Además se recurrirá a la prueba de chi cuadrado de Pearson con el fin de evaluar las
diferencias existentes entre las proporciones de las variables analizadas, así se obtiene la
significación estadística –o la no significación- entre ellas. Asimismo se recurre a la
prueba t de Student para comparar las medias de dos grupos, cuando es necesario.

4.1.1.1 PERFIL SOCIODEMOGRÁFICO DE LOS Y LAS ADOLESCENTES Y EN


FUNCIÓN AL GÉNERO

En la presente investigación se entrevista a un total de 1286 adolescentes de segundo


ciclo de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) de 3º y 4º curso y Bachillerato, de los
cuales 657 son chicas (51.3%) y 629 chicos (48.7%). El rango de edad da desde los 12 y
los 21 años, siendo su media de edad de 15.63 (DT: 1.35). De hecho la media de edad
de chicas y chicos es muy próxima, situándose en los 15.60 (DT: 4.1) años en las chicas
y los 15.67 (DT: 2.03) en los chicos. En cuanto al género no existen diferencias
significativas (ver Tabla 4.1a).

En relación a la nacionalidad de los y las adolescentes, tal y como mostramos en


la Tabla 4.1a, manifiestan de forma mayoritaria ser de nacionalidad española (90% y
93.1% , respectivamente a chicas y chicos); pues tan solo el 10% de las chicas y el 6.9%
de los chicos afirman ser extranjeras/os (Chi2(1)=4.06; p<.05).

278
Resultados

También se indagaba en la situación de los progenitores de los y las


participantes (ver Tabla 4.1a), en este sentido no se observaron diferencias significativas
ni en el género ni entre las diferentes variables. Alrededor del 67% de los chicos y
chicas afirman que sus progenitores están casados, frente al 19.6% y el 21.8% de las
chicas y chicos que afirman que sus progenitores están separados. Finalmente el 6.7%
de las chicas y el 7.4% de los chicos afirman que o bien no conviven con sus
progenitores, o bien éstos son pareja o están solteros/as.

En cuanto a los niveles de estudios de sus progenitores, no encontramos


diferencias significativas en función al género. Por un lado, los y las adolescentes
refieren que entre el 3.9% y el 19.5% de sus madres carecen de estudios o tienen
estudios primarios; y entre el 57% y el 19.6%, afirman que sus madres tienen estudios
secundarios o universitarios. Por otro lado, entre el 4.3% y el 25% de las chicas y chicos
correspondientemente, afirman que sus padres no tienen estudios o tienen estudios
primarios; y entre el 57.3% y el 13.4% de chicas y chicos aluden que sus padres tienen
estudios secundarios o universitarios. Por lo cual tanto los chicos como las chicas
refieren que son sus madres son las que mayor nivel académico tienen(ver Tabla 4.1a). .

También en relación a sus progenitores, el 44.7% y el 40.3% de los y las


adolescentes afirman tener una muy buena o buena relación con sus progenitores;
mientras que el 2.1% la califican como mala, muy mala o incluso inexistente. Respecto
al género hemos encontrado que son los chicos los que más afirman que su relación
familiar es “muy buena” o “buena” pues así lo manifiestan el 86% de ellos frente al
84.1% de sus compañeras. No obstante esta pequeña diferencia no tiene significación
(ver Tabla 4.1b).

Otra de las cuestiones que se planteó fue sobre la opción religiosa de los y las
participantes (ver Tabla 4.1b), que se definen fundamentalmente como católicos/as no
practicantes (44%) o como no creyentes (33.6%). Un 43.9% de las chicas y un 35% de
los chicos así lo manifiesta, seguidamente encontramos aquellos/as que se consideran
no creyentes que suponen el 32.3% y el 35% respectivamente a chicas y chicos. No se
detectan diferencias significativas en función al género.

En cuanto a las materias suspensas, la mayoría de los/as adolescentes sí las tiene


(57.3%). Respecto a chicas y chicos si encontramos diferencias significativas, ya que el
53.6% de las chicas frente al 61.2% de los chicos afirman que en la pasada evaluación
han suspendido una o varias materias (Chi2(1) =7.47; p<.01) (ver Tabla 4.1b).
279
Resultados

Finalmente en relación a la situación sentimental de los y las adolescentes,


evidenciamos en la ver Tabla 4.1b que la mayoría no tiene novio/a en el momento
actual (72.2%). No obstante aquellos/as que admiten tenerla (27.8%) sitúan la edad de
ésta en torno a los 17.1 años. Conjuntamente el 67.9% sí ha tenido relaciones
sentimentales anteriores; de hecho afirman haber tenido más de una, ya que la media de
relaciones pasadas se sitúa en 3.

En relación al género se ha detectado que son más chicas que chicos las que
afirman tener pareja sentimental, pues el 31.4% de las chicas y el 24% de los chicos así
lo manifiesta (Chi2(1) =8.77; p<.01). Además las parejas de ellas son significativamente
más mayores que las de ellos, pues tienen una media de edad de 17 años frente a la
media de edad de las parejas de sus compañeros que se sitúa en torno a los 15 años (t = -
3.87; p<.001) (ver Tabla 4.1b).

Contrariamente el 70.1% de los chicos frente al 65.8% de las chicas admiten


haber mantenido relaciones anteriormente. De hecho estas relaciones suponen una
media de más de 3 en el caso de los chicos y de más de 2 en el caso de sus compañeras.
Sin embargo estas diferencias no suponen significación estadística (ver Tabla 4.1b).

280
Resultados

Tabla 4.1a Perfil sociodemográfico de los/as adolescentes, en función del género y localización
de centro.
Género Localización
Total Chica Chico Urbano Rural/Semi
(n=1286) (n= 660) (n= 626) (n=653) (n=633)
Género
Chica 51.3% 50.2% 49.8%
Chico 48.7% 51.4% 48.9%
Chi2 (1)= .213
Edad (Media) 15.63 15.60 15.67 15.96 15.30
(4.1) (20.3) (4.26) (1.60)
t= 1.51 t= 4.26
Nacionalidad
Española 91.5% 90% 93.1% 91.3% 91.8%
Extranjera 8.5% 10% 6.9% 8.7% 8.2%
Chi2(1)= 4.06* 2
Chi (1)=.11
Situación progenitores
Casados 67.6% 67.3% 67.9% 64.2% 71.1%
Separados 20.7% 19.6% 21.8% 24% 17.4%
Viudo/a 4.7% 4.2% 5.1% 4.6% 4.7%
Pareja 3.3% 3.8% 2.9% 2.9% 3.8%
Soltero/a 2.8% 2% 3.5% 3.4% 2.1%
No convivencia 0.9% 0.9% 1% 0.9% 0.9%
Chi2(5)= 4.89 Chi2(5)= 11.97*
Nivel de estudios madre
Sin estudios 3.9% 4% 3.8% 3.2% 4.6%
Estudios primarios 19.5% 19.1% 20% 17% 22.1%
Estudios secundarios 57% 57.4% 56.5% 56.8% 57.2%
Estudios universitarios 19.6% 19.5% 19.7% 23% 16.1%
Chi2(3)= .18 Chi2(3)= 13.57**
Nivel de estudios padre
Sin estudios 4.3% 4.7% 3.8% 4.1% 4.4%
Estudios primarios 25% 23.5% 26.7% 21% 29.2%
Estudios secundarios 57.3% 57.3% 57.3% 58.7% 55.9%
Estudios universitarios 13.4% 14.5% 12.2% 16.2% 10.4%
Chi2(3)= 3.25 Chi2(3)= 17.31***
Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

281
Resultados

Tabla 4.1b Perfil sociodemográfico de los y las adolescentes, en función del género y
localización de centro.
Género Localización
Total Urbano Rural/Semi
Chica Chico
(n=1286)
(n= 660) (n= 626) (n=653) (n=633)

Relación familiar
Muy buena 44.7% 43% 46.5% 44.9% 44.5%
Buena 40.3% 41.1% 39.5% 41.2% 39.3%
Regular 12.9% 13.6% 12.1% 12.4% 13.4%
Mala 1.1% 1.2% 1% 1.1% 1.1%
Muy mala 0.6% 0.6% 0.6% 0.3% 0.9%
Inexistente 0.4% 0.5% 0.3% 0.2% 0.6%

Chi2(5)= 1.96 Chi2(5)= 4.56


Opción religiosa

Católico/a practicante 19.4% 20.8% 17.9% 14.9% 24%

Católico/a no practicante 44% 43.9% 44.1% 46.6% 41.4%


No creyente 33.6% 32.3% 35% 34.8% 32.4%
Otra religión 3% 3% 3% 3.8% 2.2%

Chi2(3)= 2.06 Chi2(3)= 19.18***


Materias suspensas

Sí 57.3% 53.6% 61.2% 61.1% 53.4%


No 42.7% 43.4% 38.8% 38.9% 46.6%

Chi2(1)= 7.47** Chi2(1)= 7.80**


Pareja actual
Sí 27.8% 31.4% 24% 28% 27.5%
No 72.2% 68.6% 76% 72% 72.5%

Chi2(1): 8.77** Chi2(1): .046


Edad pareja 17.1 17.08 15.54 16.72 16.17
t= -3.87*** t = 1.35
Relaciones anteriores

Sí 67.9% 65.8% 70.1% 72.5% 63.2%


No 32.1% 34.2% 29.9% 27.5% 36.8%

Chi2(1): 2.61 Chi2(1): 12.33***


Nº relaciones 3.02 2.39 3.63 3.28 2.66

t = 1.18 t = 2.39*
Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

282
Resultados

4.1.1.2 PERFIL SOCIODEMOGRÁFICO DE LOS Y LAS ADOLESCENTES EN


FUNCIÓN AL LOCALIZACIÓN DEL CENTRO

En este apartado se describe el perfil de los/as estudiantes en función al localización de


sus centros escolares, sea este urbano o rural/semi-rural. En primer lugar es preciso
mencionar que del número total de 1286 adolescentes, 653 aluden que su centro escolar
se encuentra en entorno urbano frente a los 633 de entorno rural/semi-rural. Así el
50.2% y el 49.8% de las chicas expresan que se encuentran en entorno urbano y rural-
semi/rural, correspondientemente. Frente al 51.4% y el 48.9% de los chicos que relatan
que se encuentran en entorno urbano y rural-semi/rural respectivamente.

En segundo lugar encontramos que la media de edad en localización urbano o


rural/semi-rural, es bastante similar, pues los/as chicos y chicas de ámbito urbano tienen
una media de edad que se sitúa en los 15.96 (DT=4.26) años, frente a los 15.30
(DT=1.60) años de media de los chicos y chicas de ámbito rural/semi-rural (t=4.26).

En cuanto a la nacionalidad hemos encontrado que no se dan diferencias en los


ámbitos urbano y rural/semi-rural, de forma mayoritaria el 91.3% y el 91.8% de los y
las participantes son de nacionalidad española, correspondientemente a los ámbitos
urbano y rural/semi-rural.

En lo relativo a la situación sentimental de los progenitores y al nivel académico


materno o paterno se han detectado diferencias significativas. En primer lugar, en lo
referente a la situación sentimental de los progenitores se evidencias diferencias
significativas entre las variables (Chi2(5) =11.97; p<.05). Así, los de ámbito rural/semi-
rural los/as que más afirman que sus progenitores están casados (71.1% frente al
62.4%). Mientras que el 24% de ámbito urbano admiten que sus progenitores están
separados frente al 17.4% de los/as adolescentes de ámbito rural/semi-rural que así lo
admiten. También el 3.4% de entorno urbano frente al 2.1% de entorno rural/semi-rural
expresa que sus progenitores están solteros/as. Relativo a los y las adolescentes cuyos
progenitores se encuentran viudos/as o solteros/as, las prevalencias son similares
independientemente de su lugar de residencia.

En segundo lugar en cuanto a la formación académica de madre y padre también


se han revelado diferencias significativas en función del localización del centro entre las
variables. Se evidencia que madres y padres de zona urbana tienen un mayor nivel
académico. En este sentido las madres de zona urbana carecen de estudios o cuentan

283
Resultados

sólo con estudios primarios en el 3.2% y el 17% de los casos respectivamente, frente al
4.6% y al 22.1% correspondientemente a zona urbana y rural/semi-rural. En la misma
línea tan solo el 16.1% de las madres de ámbito rural/semi-rural tienen estudios
universitarios frente al 23% de las de ámbito urbano (Chi2(3) =13.57; p<.01).

Manteniendo la tendencia encontrada con las madres, respecto a los padres


también se observan diferencias significativas referentes al nivel del estudios (Chi2(3)
=17.31; p<.001). El 58.7% y el 16.2% de los padres de zona urbana tienen estudios
secundarios o universitarios ,correspondientemente; frente al 55.9% y el 10.4% de los
padres de zona rural/semi-rural que así lo manifiestan. Conjuntamente el 29.2% de los
padres de ámbito rural tienen estudios primarios frente al 21% de aquellos que viven en
ámbito urbano. Finalmente respecto a los padres sin estudios se encuentran prevalencias
similares (4.1% y 4.4% respectivamente a ámbito urbano y rural/semi-rural).

También en relación a sus progenitores de forma mayoritaria los y las


adolescentes refieren tener una muy buena o buena relación con ellos, asimismo entre el
44.9-41.2% y el 44.5-39.3% de zona urbana y rural/semi-rural respectivamente así lo
manifiestan, correspondientemente. En este sentido tan solo el 1.6% del urbano y el
2.6% del rural/semi-rural admiten tener una mala, muy mala o incluso inexistente
relación. En definitiva, no encontramos diferencias estadísticamente significativas entre
los grupos.

En cuanto a la opción religiosa se revelan diferencias significativas entre el


conjunto de variables (Chi2(3) =19.18; p<.001). En este sentido los chicos y las chicas
de ámbito rural/semi-rural se describen en el 24% de los casos como “católicos/as
practicantes” frente al 12.9% de los/as de ámbito urbano que así lo manifiestan.
Mientras que los y las adolescentes de ámbito urbano (46.6%) tienden a definirse en
mayor medida que sus compañero/as (41.4%) como “católicos/as no practicantes” Esta
tendencia se mantiene en la opción “no creyente” que es seleccionada por el 34.8% de
los/as adolescentes de zona urbana frente al 32.4% de los/as de zona rural/semi-rural.
Asimismo el 3.8% de los/as de ámbito urbano aluden que sus creencias se corresponden
con otras religiones, contra el 2.2% de sus compañeros/as de ámbito rural/semi-rural
que así lo expresan.

Los y las adolescentes que más alegan haber suspendido materias en la última
evaluación son los/as de zona urbana, ya que encontramos que el 61.1% así lo admite
frente al 53.4% de zona rural/semi-rural (Chi2(1) =7.80; p<.01).
284
Resultados

En cuanto a la situación sentimental de los y las adolescentes según el


localización de su centro, en torno al 28% de los y las adolescentes de zona urbana o
rural/semi-rural afirman tenerla, de hecho en ambos grupos se observa que la media de
edad ronda los 16 años. En cuanto al número de relaciones anteriores se detectan
diferencias significativas (Chi2(1) =12.33; p<.001), pues el 72.5% de ámbito urbano
admite haberlas tenido frente al 63.2% que así lo acepta. Conjuntamente respecto al
número de relaciones anteriores, también se observan discrepancias en ambos grupos
(t= 2.39; p<.05), pues los/as adolescentes de entorno urbano sitúan la media de
relaciones anteriores en el 3.28, mientras que los/as de entorno rural/semi-rural en el
2.66.

Finalmente, y con un mayor nivel de profundidad en los análisis, se ha analizado


la situación sentimental actual y pasada según la localización del centro (ver Tabla 4.2),
pero examinando las diferencias entre chicos y chicas incluidos en ámbito urbano y
rural/semi-rural. Así, las chicas de entorno rural/semi-rural afirman en mayor medida
tener pareja actual (61.5%) frente a sus compañeros (38.5%) (Chi2(1)=8.71; p<.01). En
el caso de chicas y chicos de entorno urbano, las prevalencias son más parejas siendo el
54.6% y el 45.4%, respectivamente, los/as que expresan estar emparejados/as en la
actualidad.

La edad de sus parejas afectivas ronda los 17.22 años en las chicas de ámbito
urbano y los 16.12 entre los chicos (t =-2.43; p<.01). La misma tendencia se mantiene
en el ámbito rural/semi-rural, en donde las chicas (M=16.97) tienen parejas de más edad
que los chicos (M=14.88) (t =-309; p<.01).

Respecto al número de parejas anteriores entre los/as adolescentes de ámbito


urbano, se revela que las chicas afirman haber tenido una media de 2.54 y los chicos en
torno a 4 de media (t =3.75; p<.001). Entre los y las adolescentes de ámbito rural/semi-
rural se mantiene la tendencia ya que, ellas han tenido una media de 2.22 relaciones
frente a las 3.13 de sus compañeros (t =2.96; p<.01).

285
Resultados

Tabla 4.2 Análisis de la situación sentimental de los y las adolescentes según la localización de
centro: análisis en función del género.
Localización del centro
Urbano Rural/Semi
Chica Chico Chica Chico
(n=331 ) (n= 322) (n=329 ) (n= 304)
Pareja actual
Sí 54.6% 45.4% 61.5% 38.5%
No 49.1% 50.9% 48.4% 51.6%
Chi2 (1)= 1.59 Chi2 (1)= 8.71**
Edad pareja 17.22 16.12 16.97 14.88
t= -2.43** t= -3.09**
Relaciones anteriores
Sí 49.5% 50.5% 50.3% 49.7%
No 55.4% 44.6% 54.1% 45.9%
Chi2(1)= 1.81 Chi2(1)= .88
Nº relaciones 2.54 4.08 2.22 3.13
t= 3.75*** t= 2.96**
* ** ***
Nota: p<.05, p<.01, p<.001.

4.1.2. TENENCIA Y USO DE DISPOSITIVOS TECNOLÓGICOS Y REDES


SOCIALES

A lo largo de esta sección se abordarán las variables sobre la tenencia y uso de las
nuevas tecnologías y las Redes Sociales, con el fin de aportar información sobre estas
cuestiones en la población objeto de estudio se abordará inicialmente un análisis de la
muestra total, en función de la variable género y a la localización del centro (urbano o
rural/semi-rural). Se consideran estas variables de gran relevancia en el estudio de las
nuevas tecnologías, en consecuencia, se van a estudiar para cada variable de este estudio
sus diferencias significativas. Las variables sobre la tenencia y uso de dispositivos
tecnológicos son las siguientes: tenencia de teléfono móvil con conexión a internet,
tenencia de ordenador de uso familiar y/o personal con conexión a internet, tablet de uso
familiar y/o personal con conexión a internet; la vigilancia por parte de sus progenitores
sobre las páginas de internet que visitan, el uso del teléfono móvil o sus Redes Sociales;
si su teléfono móvil tienen acceso a Redes Sociales, WhatsApp, Skype o aplicaciones
similares; el tiempo diario de uso de móvil y de conexión a internet, teniendo en cuenta
el móvil y los otros dispositivos tecnológicos con acceso a la Red a los que tengan
acceso diario; tenencia de perfil en la Redes Sociales: Facebook, Twitter, Tuenti,

286
Resultados

Instagram o redes de citas o de contacto, así como el número de contactos que tienen
agregados en estas Redes Sociales; sí aceptan todas las solicitudes de amistad que
reciben; si es importante el número de contactos en una red social; la privacidad de los
perfiles en sus Redes Sociales; si etiquetan a sus contactos en las fotos que cuelgan y si
consideran que su popularidad ha crecido al hacerlo, si consideran peligroso el uso de
las Redes Sociales y de las prácticas de Sexting, así como si creen que sus amistades
consideran peligroso el uso de las Redes Sociales; y si han recibido formación sobre el
uso de las Redes Sociales o educación sexual.

Para llevar a cabo el análisis de las variables señalas en función del género y
localización del centro se utilizan los análisis estadísticos de tablas de contingencia.
Además se recurrirá a la prueba de chi cuadrado de Pearson con el fin de evaluar las
diferencias existentes entre las proporciones de las variables analizadas, así se
determina la significación estadística –o la no significación- entre ellas. Asimismo se
recurre, cuando es necesario, a la analizar las medias de los grupos.

4.1.2.1 TENECIA, USOS Y TIEMPO DEDICADO A LOS DISPOSITIVOS


TECNOLÓGICOS DE LOS/AS ADOLESCENTES, EN FUNCIÓN DEL GÉNERO Y
DE LA LOCALIZACIÓN DEL CENTRO

En referencia a la tenencia de teléfono móvil con conexión a Internet encontramos que


casi la unanimidad de los y las adolescentes dispone de él, tanto las chicas como los
chicos así lo manifiestan en más del 95% de los casos (ver Tabla 4.3). No obstante se
han detectado diferencias significativas según el localización del centro escolar, pues
son más adolescentes de entorno rural/semi-rural los que disponen de estos dispositivos.
De forma que aquellos/as adolescentes que relatan no disponer de móvil con acceso a la
red en entorno urbano son un 5.8% frente al 3.5% de entorno rural/semi-rural (Chi2(1)
=3.97; p<.05).

Hemos encontrado que la tenencia de ordenador familiar o personal es elevada,


situándose en el 62.2% en el caso de ordenadores de uso familiar y en el 43.2% en
referencia a ordenadores de uso personal (ver Tabla 4.3). En este sentido, en cuanto al
género, tanto chicas como chicos disponen de estos dispositivos en el caso de uso
familiar entre el 61.7% y el 62.8% de las chicas y los chicos respectivamente; y entre el

287
Resultados

42.1% y el 44.4% en el caso de ordenadores de su uso personal, correspondientemente a


chicas y chicos.

Por otro lado, en relación al ámbito urbano o rural/semi-rural la tendencia se


mantiene, siendo la tenencia de ordenador familiar más prevalente que la de ordenador
personal. De forma que los y las adolescentes de ámbito urbano y rural/semi-rural
disponen de ordenador familiar entre el 62.8% y el 61.6% de los casos,
correspondientemente; frente al 44.4% y el 42% de ellos y ellas que manifiestan
disponer de ordenadores personales respectivamente a urbano y rural/semi-rural. A
pesar de no haber diferencias estadísticamente significativas se revela que los y las
adolescentes de ámbito urbano alcanzan prevalencias ligeramente superiores en cuanto
a la tenencia de esta tecnología.

Otro de los aspectos analizados fue la tenencia de tablets de uso familiar o


personal entre los y las adolescentes (ver Tabla 4.3). Encontramos que en comparación
con los otros dispositivos investigados, la tenencia de este es mucho más baja, ya que el
76.1% y el 77.4% de los y las participantes refieren no disponer de ellas, en ambos
casos (uso familiar y uso personal). En cuanto al género son las chicas las que más
afirman disponer de tablets de uso familiar, un 24.7% así lo manifiesta frente al 23% de
sus compañeros, no obstante esta pequeña diferencia no supone significación
estadística. Contrariamente la tenencia de tablets personales sí supone diferencias
significativas entre chicas y chicos, ya que el 25% dispone de ella frente al 20.1% de
sus compañeros que tiene este dispositivo para su uso personal (Chi2(1)=4.36; p<.05).

La localización urbana o rural/semi-rural, también es un elemento clave ya que


los y las adolescentes de entorno urbano afirman tener en mayor medida este dispositivo
frente a sus compañeros/as de entorno rural/semi-rural. Así lo afirma el 24.8% frente al
22.9% en relación a tablets de uso familiar y el 21.4%frente al 23.9% en cuanto a tablets
personales, respectivamente a ámbito urbano o rural/semi-rural. No obstante, no se
detectan diferencias significativas.

288
Resultados

Tabla 4.3 Tenencia de dispositivos tecnológicos de los/as adolescentes, en función del género y
del localización del centro.
Género Localización
Total
(n=1286) Chica Chico Urbano Rural/Semi
(n= 660) (n= 626) (n= 653) (n= 633)

Teléfono móvil con Internet

Sí 95.3% 95.5% 95.2% 94.2% 96.5%

No 4.7% 4.5% 4.8% 5.8% 3.5%

Chi2(1)= .04 Chi2(1)= 3.97*

Ordenador familiar con Internet

Sí 62.2% 61.7% 62.8% 62.8% 61.6%

No 37.8% 38.3% 37.2% 37.2% 38.4%

Chi2(1)= .17 Chi2(1)= .189

Ordenador personal con Internet

Sí 43.2% 42.1% 44.4% 44.4% 42%


No 56.8% 57.9% 55.6% 55.6% 58%
Chi2(1)= .68 Chi2(1)= .74

Tablet familiar con Internet

Sí 23.9% 24.7% 23% 24.8% 22.9%

No 76.1% 75.3% 77% 75.2% 77.1%

Chi2(1)= .07 Chi2(1)= .64

Tablet personal con Internet

Sí 22.6% 25% 20.1% 21.4% 23.9%

No 77.4% 75% 79.9% 78.6% 76.1%

Chi2(1)= 4.36* Chi2(1)= 1.07


Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

Analizando los usos del teléfono móvil entre los y las adolescentes encontramos
que de forma mayoritaria tienen a través de este acceso a las Redes Sociales (85.8%) y a
la mensajería instantánea (94.8%); y en menor medida tienen Skype (36.7%) o
aplicaciones similares (44.9%) (ver Tabla 4.4). Si analizamos detenidamente estas
variables en función al género encontramos que son más chicas que chicos las que
tienen acceso a las Redes Sociales a través del móvil (el 88.2% frente 83.3%) (Chi2(1)=
6.01; p<.05); contrariamente son más chicos que chicas los que tienen Skype en su
móvil (el 32.9% frente al 40.8%) (Chi2(1)= 8.54; p<.01); u otras aplicaciones similares
en su móvil, ya que el 47.8% de los chicos así lo manifiesta frente al 42.3% de sus
compañeras (Chi2(1)= 3.85; p<.05); en cuanto al WhatsApp no se han detectado

289
Resultados

diferencias significativas respecto al género, mostrándose que el 95.2% de las chicas y


el 94.3% admiten tener esta aplicación en su teléfono móvil.

El análisis según la localización urbano o rural/semi-rural no revela diferencias


significativas sobre las aplicaciones que los y las adolescentes tienen en sus móviles,
salvo en el caso de Skype. Respecto de esta App encontramos que los/as adolescentes
de entorno rural (39.9%) disponen en mayor medida de esta aplicación que los/as de
entorno urbano (33.6%) (Chi2(1)= 5.44; p<.05). En relación al resto de las aplicaciones
las cifras son muy similares respectivamente a ámbito urbano o rural/semi-rural: móvil
con acceso a Redes Sociales (86.1% y 85.6%), móvil con WhatsApp (95.8% y 93.8%) o
móvil con otras aplicaciones similares (47% y 42.9%).

Los y las adolescentes dedican de media unas 3.35 horas al uso de su teléfono
móvil y se conectan de media 2.08 horas a Internet. En esta dirección, hemos detectado
que el 28% admite estar todo el día usando su móvil, el 23.8% afirma que dedica de 1 a
2 horas, el 21% más de 4 horas, el 18.5% de 3 a 4 horas y el restante 8.7% dedica tan
solo 30 minutos al uso del móvil.

Relativo al género, las chicas alcanzan mayores prevalencias en las opciones de


“todo el día” usando el móvil (34.4%) y “más de 4 horas” (22.7%), mientras que sus
compañeros se sitúan en las opciones “de 1 hora a 2 horas” (29.2%) y “todo el día”
(21.2%) (Chi2(3)= 40.61; p<.001) (ver Tabla 4.4). De forma que las chicas dedican cada
día 3.58 horas (DT=1.32) al uso del móvil, mientras que sus compañeros 3.11 horas
(DT=1.31) (t= 6.23; p<.001).

También se han detectado diferencias significativas en el tiempo diario de


conexión a la red, en donde los chicos afirman pasar online una media de 2.26 horas
(DT=1.30) frente a las casi dos horas que dedican sus compañeras (M= 1.91; DT= 1.18)
(t=5.05; p<.001). No obstante, tanto ellas como ellos se sitúan en las opciones de “todos
los días, más de cuatro horas” (51.7% y 38.5%, correspondientemente a chicas y chicos)
y “todos los días, más de dos horas” (22.9% y 24.5%, respectivamente a chicas y
chicos) (Chi2(3)= 28.31; p<.001).

290
Resultados

Tabla 4.4 Tenencia aplicaciones en el teléfono móvil de los/as adolescentes, en función del
género y de la localización del centro.
Género Localización
Total
(n= 1286) Chica Chico Urbano Rural/semi
(n= 660) (n= 626) (n= 653) (n= 633)
Móvil con acceso a Redes Sociales
Sí 85.8% 88.2% 83.3% 86.1% 85.6%
No 14.2% 11.8% 16.7% 13.9% 14.4%

Chi2(1)= 6.01* Chi2(1)= .07


Móvil con WhatsApp
Sí 94.8% 95.2% 94.3% 95.8% 93.8%

No 5.2% 4.8% 5.7% 4.2% 6.3%


Chi2(1)= .574 Chi2(1)= 2.55
Móvil con Skype
Sí 36.7% 32.9% 40.8% 33.6% 39.9%

No 63.3% 67.1% 59.2% 66.4% 60.1%


Chi2(1)= 8.54** Chi2(1)= 5.44*
Móvil con otras aplicaciones similares
Sí 44.9% 42.3% 47.8% 47% 42.9%
No 55.1% 57.7% 52.2% 53% 57.1%
Chi2 (1)= 3.85* Chi2 (1)= 2.51

Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

En referencia al tiempo de uso de móvil y de conexión a Internet respecto de la


localización del centro (ver Tabla 4.5), hemos encontrado que los y las adolescentes de
entorno urbano dedican una media de 3.46 horas (DT= 1.35) de uso diario del móvil,
mientras que los y las de entorno rural/semi-rural se sitúan en una media de 3.24 horas
(DT= 1.31) (t= 3; p<.01). Así se detectan diferencias significativas en función del
género (Chi2(3)= 17.4; p<.01); en este sentido la prevalencia más elevada en el caso de
las chicas es del 33.1% y se refiere a que están “todo el día” usando el móvil; mientras
que en el caso de los chicos la opción “de 1 hora a 2 horas” es la más prevalente
alcanzando el 24.7%. Contrariamente en el tiempo diario de conexión a la red no se
aprecian diferencias significativas entre ambos grupos revelándose que entre el 42.6% y
el 47.9% de los/as adolescentes de zona urbana o rural/semi-rural admiten dedicarle
todos los días más de cuatro horas. Lo que supone que los y las adolescentes de entorno
urbano pasan online cada día una media de 2.03 horas y los/as de entorno rural/semi-
rural una media de 2.13.

291
Resultados

Tabla 4.5 Tiempo de uso del móvil y de conexión a la Red de los/as adolescentes, en función
del género y de la localización del centro.
Género Localización
Total
(n= 1286) Chica Chico Urbano Rural/semi
(n= 660) (n= 626) (n= 653) (n= 633)
Tiempo diario de uso de móvil
30 minutos 8.7% 7.6% 10.0% 7.8% 9.7%
1 hora a 2 horas. 23.8% 18.7% 29.2% 22.9% 24.7%
3 horas a 4 horas 18.5% 16.7% 20.4% 16.9% 20.0%
Más de 4 horas. 21% 22.7% 19.2% 19.3% 22.8%
Todo el día 28% 34.4% 21.2% 33.1% 22.8%
Chi2 (3)= 40.61*** Chi2 (3)= 17.04**
Tiempo diario de conexión a internet (móvil y otros
dispositivos)
Todos los días. más de cuatro horas diarias. 45.3% 51.7% 38.5% 42.6% 47.9%
Todos los días. más de dos horas diarias. 23.7% 22.9% 24.5% 24.6% 22.8%
Todos los días. más de una hora diaria. 16.1% 13.6% 18.9% 17.6% 14.7%
Todos los días. menos de una hora diaria. 7.4% 6.7% 8.2% 7.8% 7.1%
Algunos días o una vez a la semana. 7.4% 5.2% 9.8% 7.4% 7.4%
Chi2 (3)= 28.31*** Chi2 (3)= 4.17
* ** ***
Nota: p<.05, p<.01, p<.001.

4.1.2.2 TENENCIA Y GESTIÓN DE LOS PERFILES EN REDES SOCIALES DE


LOS/AS ADOLESCENTES, EN FUNCIÓN DEL GÉNERO Y DE LA
LOCALIZACIÓN DEL CENTRO

En relación a la tenencia de perfiles en las Redes Sociales la Red Social más utilizada
por los y las adolescentes es Facebook (79.7%), seguida de Twitter y Tuenti (73.9% y
73.1%, respectivamente); finalmente se encuentran Instagram (43.4%) y las redes de
citas o de solteros/as (4.1%) (ver Tabla 4.6). En relación al género se han encontrado
cifras similares en el caso de Facebook, donde ellas tienen perfil en el 80.6% de los
casos y ellos en el 78.8%; y Tuenti y las redes de citas y de solteros/as en donde la
prevalencia rondan el 73% y el 4% respectivamente, en ambos géneros. Contrariamente,
76.2% de las chicas tienen perfil en Twitter frente al 71.4% de sus compañeros que así
lo manifiestan (Chi2(1)= 3.78; p<.05). La misma tendencia se encuentra en el caso de
Instagram, pues también son las chicas las que admiten en mayor medida tener un perfil
en esta red social (un 48.8% frente a un 37.6% en el caso de los chicos) (Chi2(1)= 15.87;
p<.001).

292
Resultados

Referente a la localización del centro observamos que, en la cuanto a la tenencia


de perfiles en Facebook o en las redes de citas o de solteros/as se obtienen prevalencias
similares en ambos grupos; entre el 77.9% y el 81.7% en el caso de Facebook y en torno
al 4% en el caso de las redes de citas o de solteros/as, respectivamente a entorno urbano
y rural/semi-rural. Contrariamente en referencia a Twitter, Tuenti e Instagram se
muestran diferencias significativas en función del localización del centro. Encontramos
que el 79.2% de los/as adolescentes de entorno urbano frente 68.4% tienen perfil en
Twitter (Chi2(1)= 18.93; p<.001); también son más los/as adolescentes de entorno
urbano los que admiten tener perfil en Tuenti (un 78.2% frente al 67.7% de sus
compañeros/as de entorno rural/semi-rural) (Chi2(1)= 17.63; p<.001); y el 46.2% de
entorno urbano frente al 40.4% de entorno rural/semi-rural afirma tener perfil en
Instagram (Chi2(1)= 4.31; p<.05) (ver Tabla 4.6).

Tabla 4.6 Tenencia de perfiles en las Redes Sociales de los/as adolescentes, en función del
género y de la localización del centro.
Total Género Localización
(n= 1286) Chica Chico Urbano Rural/Semi
(n= 660) (n= 626) (n= 653) (n= 633)
¿Tienes perfil en Facebook?
Sí 79.7% 80.6% 78.8% 77.9% 81.7%

No 20.3% 19.4% 21.2% 22.1% 18.3%

Chi2(1)= .59 Chi2(1)= 2.73

¿Tienes perfil en Twitter?


Sí 73.9% 76.2% 71.4% 79.2% 68.4%
No 26.1% 23.8% 28.6% 20.8% 31.6%
Chi2(1)= 3.78* Chi2(1)= 18.93***

¿Tienes perfil en Tuenti?


Sí 73.1% 73% 73.2% 78.2% 67.7%
No 26.9% 27% 26.8% 21.8% 32.3%
Chi2 (1)= .01 Chi2 (1): 17.63***
¿Tienes perfil en Redes de citas o de solteros/as?
Sí 4.1% 4% 4.2% 4% 4.1%
No 95.9% 96% 95.8% 96.0% 95.9%
Chi2 (1)= .01 Chi2 (1)= .01

¿Tienes perfil en Instagram?


Sí 43.4% 48.8% 37.6% 46.2% 40.4%
No 56.6% 51.2% 62.4% 53.8% 59.6%
Chi2(1)= 15.87*** Chi2(1)= 4.31*
Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

293
Resultados

Sobre el número de contactos agregados o seguidos en sus perfiles en las Redes


Sociales (ver Tabla 4.7a y 4.7b) hemos encontrado que la opción más prevalente en las
Redes Sociales utilizadas es la de “entre 100 y 300” contactos agregados o seguidos.
Así, ésta opción supone el 47.2% en el caso de Facebook, el 43% en Twitter, el 49% en
el caso de Tuenti y el 41.4% en Instagram. Mientras que en las redes de citas o de
solteros/as, la opción más señalada por los/as adolescentes es “menos de 100” (40.5%).

En relación al género, no se obtienen diferencias significativas en el caso de


Facebook y Tuenti, siendo lo más frecuente tanto para el grupo de las chicas como para
el de los chicos tener entre 100 y 300 amigos/as agregados/as. Así lo afirman un 48.9%
y un 45.3%, correspondientemente en el caso de Facebook y un 49% y un 48.9% en el
caso de Tuenti también respectivamente a chicas y chicos. En relación a Twitter se
detectan diferencias significativas entre ambos género (Chi2(4)= 40.17; p<.001), ya que
los chicos (34%) muestran mayores prevalencias frente a sus compañeras (18.2%) en la
opción de “menos de 100”. Mientras que las chicas superan a sus compañeras en las
demás opciones: “entre 100 y 300” (44.4% frente a 41.3%, correspondientemente a
chicas y chicos), “entre 300 y 500” (19.6% frente a 16.2%, respectivamente), “más de
500” (12.5% contra 5.5%), y “más de 100” (5.3% contra 3%). En el caso de Instagram
(Chi2(4)= 42.83; p<.001), los chicos demuestran mayores prevalencias en las opciones de
“menos de 100” (27.4% frente a 16.9%, respectivamente a chicos y chicas) y “entre 100
y 300” (43.8% versus 39.5%, correlativamente). Mientras que las chicas revelan
mayores tasas de prevalencia que sus compañeros en las opciones de: “entre 300 y 500”
(21.1% frente a 19.7%, correspondientemente a chicas y chicos), “más de 500” (17.8%
frente a 5.6%, respectivamente) y “más de 1000” (4.6% y 3.5%, correlativamente). En
el caso de Tuenti y las redes de citas o de contactos no se revelan diferencias
significativas en función al género.

Respecto a la localización del centro se detectan diferencias significativas en


cuanto al número de contactos en Facebook, Tuenti e Instagram. Con respecto a
Facebook tanto los y las adolescentes de entorno urbano como los/as de entorno
rural/semi-rural se sitúan en las opciones de “menos de 100” (33.5% y 25.9%
respectivamente a urbano y rural/semi-rural) y “entre 100 y 300” (44.8% y 49.6%,
correspondientemente) (Chi2(4)= 9.62; p<.05). En relación a Tuenti, los/as adolescentes
de ámbito rural evidencian prevalencias más elevadas en la opción de “menos de 100”
(24.1% frente a 19.2%, correspondientemente a entorno rural/semi-rural y urbano).

294
Resultados

Mientras que sus compañeros/as de ámbito urbano tienen prevalencias más altas en las
opciones de “entre 300 y 500” (20.3% y 15.7% respecto de zona urbana y zona
rural/semi-rural), “más de 500” (11.2% y 7.7%, respectivamente) y “más de 1000” (
2.1% y 1.4%, correspondientemente) (Chi2 (4)= 9.72; p<.05). Finalmente en relación a
Instagram los y las adolescentes de ámbito urbano se sitúan en las opciones de “ entre
100 y 300” ( 38.4%) y “menos de 100” ( 23.4%). Mientras que los/as de ámbito
rural/semi-rural señalan más “entre 100 y 300” (44.4%) y “entre 300 y 500” (22.3%)
(Chi2(4)= 10.58; p<.05).

Tabla 4.7a Número de contactos agregados o seguidos en sus perfiles en las Redes Sociales de
los y las adolescentes, en función del género y de la localización del centro.
Género Localización
Total
(n=1286) Chica Chico Urbano Rural/semi
(n= 660) (n= 626) (n= 653) (n= 633)
Número de contactos en Facebook
Menos de 100 29.7% 26.1% 33.7% 33.5% 25.9%
Entre 100 y 300 47.2% 48.9% 45.3% 44.8% 49.6%
Entre 300 y 500 15.9% 16.6% 15.2% 14.1% 17.8%
Más de 500 5.3% 6.2% 4.3% 5.2% 5.3%
Más de 1000 1.9% 2.2% 1.4% 2.3% 1.4%
Chi2(4)= 8.49 Chi2(4)= 9.62*
Número de contactos en Twitter
Menos de 100 25.6% 18.2% 34% 25% 26.3%
Entre 100 y 300 43% 44.4% 41.3% 42.9% 43%
Entre 300 y 500 18% 19.6% 16.2% 17.3% 18.8%
Más de 500 9.2% 12.5% 5.5% 10.3% 7.9%
Más de 1000 4.2% 5.3% 3% 4.4% 4%
Chi2(4)=
Chi2(4)= 2.03
40.17***
Número de contactos en Tuenti
Menos de 100 21.4% 20% 22.8% 19.2% 24.1%
Entre 100 y 300 49% 49% 48.9% 47.2% 51.1%
Entre 300 y 500 18.2% 19.2% 17.2% 20.3% 15.7%
Más de 500 9.6% 9.8% 9.5% 11.2% 7.7%
Más de 1000 1.8% 2% 1.5% 2.1% 1.4%
Chi2(4)= 1.79 Chi2(4)= 9.72*
Número de contactos en redes de citas o de solteros/as
Menos de 100 40.5% 42.9% 38% 37% 43.7%
Entre 100 y 300 33.9% 32.8% 35.2% 32.4% 35.3%
Entre 300 y 500 12.3% 12.6% 12% 15.7% 9.2%
Más de 500 7.5% 6.7% 8.3% 9.3% 5.9%
Más de 1000 5.7% 5% 6.5% 5.6% 5.9%
Chi2(4)= .85 Chi2(4)= 3.57
Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

295
Resultados

Tabla 4.7b Número de contactos agregados o seguidos en sus perfiles en las Redes Sociales de
los y las adolescentes, en función del género y de la localización del centro.
Género Localización
Total
(n=1286) Chica Chico Urbano Rural/semi
(n= 660) (n= 626) (n= 653) (n= 633)
Número de contactos en Instagram
Menos de 100 21.5% 16.9% 27.4% 23.4% 19.6%
Entre 100 y 300 41.4% 39.5% 43.8% 38.4% 44.4%
Entre 300 y 500 20.5% 21.1% 19.7% 18.7% 22.3%
Más de 500 12.5% 17.8% 5.6% 14.3% 10.6%
Más de 1000 4.1% 4.6% 3.5% 5.2% 3.1%
Chi2(4)= 42.83*** Chi2(4)= 10.58*
* ** ***
Nota: p<.05, p<.01, p<.001.

En cuanto si los y las adolescentes aceptan todas las solicitudes de amistad o


seguimiento que reciben hemos encontrado que el 7.1% las acepta aunque no sepa quién
es, el 29.8% acepta a sus amigos/as, y también a los amigos/as de sus amigos/as, aunque
no los conozca en persona, el 31% sólo acepta a amistades que conoce e persona y el
32.1% admite haber aceptado en alguna ocasión a alguien que no conocía en persona.
Además el 26.7% afirma que es importante el número de contactos en una red social
(ver Tabla 4.8).

En cuanto al género, son los chicos los más descuidados al aceptar a personas
desconocidas siempre, pues el 9.9% admite hacerlo frente al 4.5% de sus compañeras
que así lo manifiesta. Contrariamente son también ellos los que más admiten aceptar
sólo a personas que conocen en persona (un 31.7% frente a un 30.4% de sus
compañeras). Ellas son las que más aceptan a amigos/as, amigos/as de mis amigos/as
(aunque no los conozca en persona) y admiten haber aceptado, en alguna ocasión a
alguien a quien no conocían en persona (65.2% frente al 58.4% de sus compañeros)
(Chi2(3)= 14.95; p<.01). Además el 28% de ellas considera importante el número de
contactos en las Redes Sociales, frente al 25.2% de sus compañeros que así lo
manifiesta. No obstante, no se observan diferencias significativas entre chicas y chicos.

En referencia a la localización urbano o rural/semi-rural no se detectan


diferencias significativas. No obstante se encuentra que el 70.1% de los/as adolescentes
de entorno urbano hayan aceptado a personas desconocidas, bien haya sido de forma
puntual, porque tengan amistades en común o como costumbre, frente al 67.7% de
entorno rural/semi-rural que así lo manifiesta.

296
Resultados

Tabla 4.8 Solicitudes de amistad de los/as adolescentes, en función del género y de la


localización del centro.
Género Localización
Total
(n=1286) Chica Chico Urbano Rural/semi
(n= 660) (n= 626) (n= 653) (n= 633)

¿Aceptas todas las solicitudes de amistad que recibes?


Sí. siempre. aunque no sepa quién es. 7.1% 4.5% 9.9% 6.7% 7.5%
Acepto a mis amigos/as. y también a amigos/as de mis
29.8% 31.2% 28.4% 32.5% 27.0%
amigos/as. aunque no los conozca en persona.
En alguna ocasión he aceptado la solicitud de alguien a
32.1% 34% 30% 30.9% 33.2%
quien no conocía en persona.
Sólo acepto a amigos/as a los que ya conozco en persona. 31% 30.4% 31.7% 29.8% 32.2%

Chi2(3)= 14.95** Chi2(3)= 4.54


¿Es importante el número de contactos en una red
social?
Sí 26.7% 28% 25.2% 27.1% 26.2%

No 73.3% 72% 74.8% 72.9% 73.8%

Chi2 (1)= 1.23 Chi2 (1)= .13


* ** ***
Nota: p<.05, p<.01, p<.001.

Relativo a la privacidad de sus perfiles sociales se evidencia que el 61.3% de los


y las adolescentes tienen un perfil visible para sus amistades, el 20.1% admite tener un
perfil totalmente público, el 13.7% tiene un perfil abierto a sus amigos/as y a las
amistades de estos, y los restantes 4%, 2.5% y 1.9% no recuerdan la privacidad de sus
perfiles, no saben seleccionar las opciones de privacidad o tienen perfiles que sólo
puede ver ellos/as mismos/as (ver Tabla 4.9a y 4.9b).

En cuanto al género se detectan diferencias significativas en las opciones de “no


lo recuerdo”, “solamente mis amigos/as pueden ver mi perfil” y “es un perfil abierto a
todo el público”. Así, son más chicos que chicas los que o no recuerdan la privacidad de
sus perfiles (Chi2 (1)= 9.78; p<.01), ya que el 5.7% de ellos así lo admite frente al 2.3%
de sus compañeras. Se mantiene esta tendencia en cuanto al género masculino al
encontrarse que el 22.3% de los chicos frente al 17.9% de las chicas admite tener
perfiles abiertos a todo el público (Chi2(1)= 3.77; p<.05). Conjuntamente son las chicas
las que en mayor medida admiten tener perfiles cerrados a sus amistades, un 66.3% de
ellas así lo manifiesta frente al 56% de sus compañeros (Chi2(1)= 13.98; p<.001). En lo
relativo a perfiles cerrados a mis amigos/as y a las amistades de éstos (en donde la
prevalencia de las chicas alcanza el 12.9% y la de los chicos el 14.5%); solamente
ellos/as pueden ver sus perfiles (las chicas lo admiten en el 1.2% de los casos y sus
compañeros en el 2.6%); y el 2.5% de aquellos/as que no saben cómo seleccionar las

297
Resultados

opciones de privacidad, las prevalencias en cuanto al género son bastante parejas no


revelando diferencias significativas.
En relación al localización del centro, urbano o rural/semi-rural se han detectado
cifras similares en el caso de “solamente mis amistades pueden ver mi perfil” (61% y
61.6%, respectivamente a urbano y rural/semi-rural), “perfil abierto a todo el público
(19.5% y 20.6%, correspondientemente), “no lo recuerdo” (3.1% y 4.8%,
proporcionalmente), o “no sé cómo seleccionar opciones de privacidad” (3.2% y 1.8%,
equitativamente). No obstante sí se observan diferencias significativas en lo referente a
“mis amigos/as y los amigos/as de estos pueden ver mi perfil”, pues es una opción más
seleccionada por los/as adolescentes de ámbito urbano, ya que así lo manifiestan el
15.8% frente al 11.5% de sus compañeros/as de entorno rural/semi-rural (Chi2 (1)=4.86;
p<.05). En la misma dirección el 2.7% de los/as de entorno rural/semi-rural seleccionan
que sólo ellos y ellas pueden ver su perfil frente al 1.1% de los/as de entorno urbano que
así lo expresan (Chi2(1)= 4.59; p<.05).

Tabla 4.9a Privacidad de sus perfiles sociales de los y las adolescentes, en función del género y
de la localización del centro.
Género Localización
Total
(n=1286) Chica Chico Urbano Rural/semi
(n= 660) (n= 626) (n= 653) (n= 633)

¿Quién puede ver las publicaciones de tu perfil?


Solamente mis amigos/as.

Sí 61.3% 66.3% 56% 61% 61.6%

No 38.7% 33.7% 44% 39% 38.4%

Chi2(1)= 13.98*** Chi2(1)= .05

Mis amigos/as y los amigos/as de estos.

Sí 13.7% 12.9% 14.5% 15.8% 11.5%

No 86.3% 87.1% 85.5% 84.2% 88.5%

Chi2(1)= .62 Chi2(1)= 4.86*

Es un perfil abierto a todo el público.

Sí 20.1% 17.9% 22.3% 19.5% 20.6%

No 79.9% 82.1% 77.7% 80.5% 79.4%

Chi2(1)= 3.77* Chi2(1)= .26

Solamente yo.

Sí 1.9% 1.2% 2.6% 1.1% 2.7%

No 98.1% 98.8% 97.4% 98.9% 97.3%

Chi2 (1)= 3.30 Chi2 (1)= 4.59*


Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

298
Resultados

Tabla 4.9b Privacidad de sus perfiles sociales de los y las adolescentes, en función del género y
de la localización del centro.
Género Localización
Total
(n=1286) Chica Chico Urbano Rural/semi
(n= 660) (n= 626) (n= 653) (n= 633)

No lo recuerdo.

Sí 4% 2.3% 5.7% 3.1% 4.8%

No 96% 97.7% 94.3% 96.9% 95.2%

Chi2(1)= 9.78** Chi2(1)= 2.46

No sé cómo seleccionar opciones de privacidad.

Sí 2.5% 2.5% 2.5% 3.2% 1.8%

No 97.5% 97.5% 97.5% 96.8% 98.2%

Chi2(1)= .01 Chi2(1)= 2.64


Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

Sobre si suelen etiquetar a sus contactos en sus fotografías el 55.8% de los y las
adolescentes afirman que no lo hacen (ver Tabla 4.10). Asimismo el 21.1% de ellas y
ellos consideran que etiquetar sus contactos en sus fotografías aumenta su popularidad.
Al mismo tiempo, no se detectan diferencias significativas en función al género, siendo
el 41.7% de las chicas y el 46.8% de los chicos los que sí admiten etiquetar en sus fotos.
Tendencia que se mantiene al observar el localización urbano o rural/semi-rural, en
donde alrededor del 44% de los/as adolescentes admiten etiquetar habitualmente a sus
contactos en sus imágenes en las Redes Sociales. En relación a si creen que ha
aumentado su popularidad al etiquetar a contactos en las fotos, no se revelan diferencias
significativas ni respecto al género ni a la localización.

Tabla 4.10 Etiquetas en sus perfiles sociales de los/as adolescentes, en función del género y de
la localización del centro.
Género Localización
Total
(n=1286) Chica Chico Urbano Rural/semi
(n= 660) (n= 626) (n= 653) (n= 633)

¿Sueles etiquetar a tus contactos en tus fotos?

Sí 44.2% 41.7% 46.8% 44% 44.4%

No 55.8% 58.3% 53.2% 56% 55.6%

Chi2(1)= 3.37 Chi2(1)= .02


¿Has sentido que tu popularidad ha crecido desde que
haces esto?
Sí 21.1% 19% 23.3% 21.2% 21.1%

No 78.9% 81% 76.7% 78.8% 78.9%

Chi2(1)= 3.46 Chi2(1)= .01


* ** ***
Nota: p<.05, p<.01, p<.001.

299
Resultados

4.1.2.3 VIGILANCIA RECIBIDA EN LAS ACTIVIDADES ONLINE DE LOS/AS


ADOLESCENTES, EN FUNCIÓN DEL GÉNERO Y DE LA LOCALIZACIÓN DEL
CENTRO

Los y las adolescentes reciben muy poca vigilancia de sus actividades online por parte
de sus progenitores (ver Tabla 4.11), ya sea a las páginas que visitan en la red, al uso
que hacen de sus perfiles en Redes Sociales o al uso que hacen de su teléfono móvil. A
pesar de que las cifras de vigilancia con respecto a este último son las más altas, ya que
el 17.1% de la muestra recibe vigilancia patena y/o materna sobre el uso que hace de su
teléfono móvil frente a los escasos 8.2% y 11.3% que afirman ser vigilados por sus
padres y/o madres sobre las páginas que visitan en Internet o sobre el uso que hacen de
sus Redes Sociales.

En relación al género tan solo el 8.6% de las chicas y el 7.7% de los chicos son
vigilados/as sobre las páginas que visitan en la Red, sin detectarse diferencias
significativas; en el uso del móvil son más vigiladas las chicas pues el 20.9% así lo
manifiesta frente al 13.1% de sus compañeros (Chi2(1)= 13.81; p<.001); y también son
más vigiladas las chicas sobre el uso que le dan a sus Redes Sociales pues tan sólo el
8.6% de los chicos así lo manifiesta frente al 13.8% de sus compañeras (Chi2(1)= 8.61;
p<.01). En definitiva el 28.5% y el 21.9% de las chicas y chicos, recíprocamente, no
reciben control paterno y/o materno sobre su acceso y uso de móvil o de las Redes
Sociales (Chi2(1)= 7.41; p<.01).

En referencia al localización del centro escolar el 8.5% de los y las adolescentes


de ámbito rural/semi-rural y el 7.8% de los y las de ámbito urbano son vigilados/as en
cuanto a las páginas de internet que visitan; el 82.1% y el 83.7% respectivamente a zona
urbana y rural no reciben vigilancia en el uso móvil; y en relación a las Redes Sociales
son los y las adolescentes de ámbito rural los/as que más vigilancia reciben ya que se
revelan diferencias significativas, de forma que el 14.2% de entorno rural/semi-rural
frente al 8.4% de entorno urbano (Chi2(1)= 3.72; p<.001).

300
Resultados

Tabla 4.11 Vigilancia de sus actividades online por parte de sus progenitores de los/as
adolescentes, en función del género y del localización del centro..
Género Localización
Total
(n=1286) Chica Chico Urbano Rural/semi
(n= 660) (n= 626) (n= 653) (n= 633)
Vigilancia progenitores y/o materna páginas
internet
Sí 8.2% 8.6% 7.7% 7.8% 8.5%

No 91.8% 91.4% 92.3% 92.2% 91.5%

Chi2 (1)= .40 Chi2 (1)= .22


Vigilancia progenitores y/o materna uso
móvil
Sí 17.1% 20.9% 13.1% 17.9% 16.3%

No 82.9% 79.1% 86.9% 82.1% 83.7%

Chi2(1)= 13.81*** Chi2(1)= .62


Vigilancia progenitores y/o materna Redes
Sociales
Sí 11.3% 13.8% 8.6% 8.4% 14.2%
No 88.7% 86.2% 91.4% 91.6% 85.8%
Chi2(1)= 8.61** Chi2(1)= 3.72***
No control acceso/uso de móvil o Redes
Sociales
Sí 74.7% 71.5% 78.1% 74.9% 74.5%
No 25.3% 28.5% 21.9% 25.1% 25.5%
Chi2 (1)= 7.41** Chi2 (1)= .03
Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

4.1.2.4 PERCEPCIÓN DE PELIGRO SOBRE REDES SOCIALES DE LOS/AS


ADOLESCENTES, EN FUNCIÓN DEL GÉNERO Y DE LA LOCALIZACIÓN DEL
CENTRO DEL CENTRO

En lo referente al peligro que los y las adolescentes perciben del uso de las Redes
Sociales, se ha encontrado que el 55.3% considera que las Redes Sociales son “algo
peligrosas” o “ni muy peligrosas ni poco peligrosas”; el 39.5% las considera peligrosas
o muy peligrosas y el 5.2% no las considera nada peligrosas (ver Tabla 4.12). Esta
tendencia se mantiene en la percepción de peligro de las Redes Sociales por partes de
sus amistades, ya que el 50.1% del total afirman que sus amigos y amigas lo ven como
peligroso.

En relación al género se observan diferencias significativas (Chi2(4)= 24.33;


p<.001). Ya que son los chicos los más proclives a ver el uso de las Redes Sociales
como “nada peligrosas” (7.5% frente al 3% en el caso de las chicas) o “algo peligrosas”

301
Resultados

(22.5% frente al 17.3% de sus compañeras). Mientras que ellas adquieren prevalencias
más elevadas que sus compañeros en el caso de “peligroso” en donde las chicas
alcanzan una prevalencia del 31.8% y los chicos del 24.15; la misma tendencia se
mantiene al revelarse que son las chicas (12.1%) las que más tienen consideran las
Redes Sociales “muy peligrosas” frente a sus compañeros (10.6%).

En cuanto a la percepción del peligro entre sus amistades, observamos que a


pesar de no suponer diferencias significativas, las chicas afirman más que sus amistades
las consideran peligrosas, pues el 52% de ellas así lo expresa frente al 48.1% de los
chicos. Respecto a la localización urbano o rural/semi-rural no se evidencian diferencias
significativas. No obstante, son los/as adolescentes de entorno urbano los/as que más
consideran que sus amistades ven peligroso este uso, dado que el 52.6% así lo afirma
frente al 47.6% del entorno rural/semi-rural.

Tabla 4.12 Peligro percibido por los/as adolescentes, en función del género y de la localización
del centro.
Género Localización
Total
(n=1286) Chica Chico Urbano Rural/semi
(n= 660) (n= 626) (n= 653) (n= 633)
¿Crees que puede llegar a ser peligroso el uso de las
Redes Sociales?
Nada peligroso 5.2% 3% 7.5% 5.1% 5.4%

Algo peligroso 19.8% 17.3% 22.5% 19.9% 19.7%

Ni mucho ni poco 35.5% 35.8% 35.3% 36.6% 34.4%

Peligroso 28.1% 31.8% 24.1% 26.3% 29.9%

Muy peligroso 11.4% 12.1% 10.5% 12.1% 10.6%

Chi2(4)= 24.33*** Chi2(4)= 2.55


¿Crees que tus amigos/as creen que el uso de las Redes
Sociales puede llegar a ser peligroso?
Sí 50.1% 52% 48.1% 47.6% 52.6%

No 49.9% 48% 51.9% 52.4% 47.4%

Chi2(4)= 1.95 Chi2(4)= 3.19


Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

302
Resultados

4.1.2.5 FORMACIÓN SOBRE REDES SOCIALES Y SEXUALIDAD DE LOS/AS


ADOLESCENTES, EN FUNCIÓN DEL GÉNERO Y DE LA LOCALIZACIÓN DEL
CENTRO

En referencia a la formación adquirida sobre el uso de las Redes Sociales y la


educación sexual, la mayoría de los y las adolescentes afirman que sí ha recibido
formación específica en estas dos esferas, particularmente un 71.9% y un 78.2% así lo
declara respectivamente (ver Tabla 4.13). Por un lado en relación a las diferencias de
género, son las chicas las que más admiten que han recibido formación sobre el uso de
las Redes Sociales. De forma que el 23.6% de las chicas y el 32.9% de los chicos nunca
ha recibido formación de este tipo (Chi2(1)= 13.65; p<.001). No obstante en referencia a
la educación sexual que han recibido la prevalencia encontrada es bastante similar en
ambos género, el 21% de la muestra nunca ha recibido educación sexual. Referente al
localización del centro urbano o rural/semi-rural no se detectan diferencias
significativas

Tabla 4.13 Formación adquirida de los/as adolescentes, en función del género y del localización
del centro.
Género Localización
Total
(n=1286) Chica Chico Urbano Rural/semi
(n= 660) (n= 626) (n= 653) (n= 633)
¿Alguna vez has recibido formación sobre el uso de las
Redes Sociales?
Sí 71.9% 76.4% 67.1% 71.2% 72.5%

No 28.1% 23.6% 32.9% 28.8% 27.5%

Chi2(1)= 13.65*** Chi2(1)= .27


¿Alguna vez has recibido formación sobre educación
sexual?
Sí 78.2% 77.9% 78.6% 78.6% 77.9%

No 21.5% 21.5% 21.4% 21% 22%

No se .3% .6% 0% .5% .2%

Chi2 (2)= 3.82 Chi2 (2)= 1.10


* ** ***
Nota: p<.05, p<.01, p<.001.

303
Resultados

4.1.3 ACTITUDES HACIA EL SEXTING DE LOS Y LAS ADOLESCENTES

En este apartado se analizan las actitudes hacia el Sexting de los y las adolescentes, en
relación al género de los y las participantes del estudio. En primer lugar se analizan las
propiedades psicométricas de la Escala de Actitudes hacia el Sexting (Weisskirch &
Delevi, 2011), es decir la fiabilidad y la validez de su utilización en el colectivo de
adolescentes. Realizando la validación de la escala en su versión en español.

Siguiendo con las recomendaciones de Anderson y Gerbing (1988) y Brown


(2006) para analizar la estructura factorial de la escala, se procedió a dividir la muestra
aleatoriamente en dos submuestras, exceptuando aquellos casos que tuvieran alguna
omisión (missing cases, n = 13; 0.98%). La primera quedó formada por el 40% de la
muestra (n= 525) y la segunda submuestra quedó formada por el 60% (n= 746).

Para el análisis de los datos se llevó a cabo un Análisis Factorial Exploratorio


(AFE) con la primera submuestra a través del que identificar la estructura factorial
subyacente a los ítems, para proceder a su confirmación por medio de un Análisis
Factorial Confirmatorio (AFC) sobre la segunda submuestra. En el análisis de las
propiedades de una escala suele utilizarse habitualmente el AFE y con frecuencia el
AFC (Izquierdo et al., 2014). En todos estos casos, los autores recomiendan utilizar
ambos tipos de análisis.

Para llevar a cabo el Análisis Factorial Exploratorio (EFA) y los análisis relativos
a las propiedades psicométricas de los ítems (Media, Desviación Estándar, Ítem total
correlación, Alpha si el ítem es eliminado y Alpha de Cronbach). Evaluando además,
mediante correlaciones de Pearson, la validez externa de la escala, comparándola con
cuestiones relativas a la percepción de riesgo del envío del Sexting y del
comportamiento de Sexting. Por último, se calculan las diferencias en función del
género (mediante grupos independientes t, Cohen's d) en relación a las actitudes y
comportamientos de Sexting.

Como Brown (2016) y Kline (2016) reconocieron, mientras que en el AFE el/la
investigador/a sólo puede presentar el número de factores, el AFC suele probar una
solución mucho más lenta e indica el número de factores, el patrón de carga de factores
y de carga cruzada , y una teoría de errores apropiada. Cada aspecto del modelo AFC se
especifica de antemano, y la adecuación de un modelo propuesto se evalúa por
diferentes índices de bondad de ajuste y por la fuerza e interpretabilidad de las

304
Resultados

estimaciones de parámetros resultantes. Otra ventaja de AFC sobre AFE es la capacidad


de estimar las asociaciones entre variables después de los ajustes para errores de
medición. A diferencia de la AFE, AFC permite la especificación de relaciones entre
errores de indicadores. Además, AFC ofrece un marco analítico muy fuerte para evaluar
la equivalencia de modelos a través de distintos grupos (por ejemplo, a través de
géneros, edades o lugar de residencia).

La prueba de la invariancia de las variables evaluadas se considera un aspecto


fundamental de la investigación multigrupo (Byrne, 2004, 2010). La invariancia o la
equivalencia de un modelo de factores a través de diferentes grupos se llama invariancia
factorial o medición.

Existen diferentes enfoques para la prueba de la invariancia factorial (Byrne,


2004, 2010; Cheung & Rensvold, 2002), entre los cuales uno de los más comúnmente
utilizados es un procedimiento multietapa denominado enfoque de imposición de
restricción secuencial o hacia adelante para probar la invariancia entre grupos. Este
procedimiento se basa en un test de diferencia chi-cuadrado (Δχ2) entre dos modelos
anidados, un modelo sin restricciones (sin invarianza asumida) y un modelo constreñido
(invarianza asumida) para parámetros específicos, es decir, cargas factoriales,
intercepciones, etc. Sin embargo, el test de diferencia chi-cuadrado es muy sensible al
tamaño de la muestra y tiende a ser significativo incluso para pequeñas diferencias en el
ajuste del modelo cuando se manipulan muchos parámetros del modelo a la vez.

Por lo tanto, algunos investigadores (Cheung & Rensvold, 2002) recomendaron


estudiar también los índices de ajuste (como ΔCFI) también deberían ser considerados
en la prueba de invariancia factorial entre grupos.

La Estructura factorial de la escala (AFC) se confirmó mediante AMOS. 22


software (Arbuckle, 2013). El AFC del ajuste del modelo se evaluó mediante un
conjunto de índices de ajuste (Byrne, 2010): la χ2, el principal índice para evaluar la
importancia mundial de un modelo, a pesar de que es muy sensible al tamaño de la
muestra; el indicador de χ2 / df, que se considera que es aceptable cuando los valores
están por debajo de 5; el Índice de Ajuste Comparativo (IAC) y el Índice de Ajuste
Normalizado (IAN), con valores superiores a 0.90; y el error cuadrático medio de
aproximación (RMSEA) con valores que van de 0.08 a 0.05 o menos, que son
considerados como razonables. También presentamos el índice esperado de validación

305
Resultados

cruzada (ECVI), un indicador utilizado para comparar la competencia, pero no anidados


modelos; puntuaciones más bajas en la ECVI indican modelo superior.

En segundo lugar, se describen las propiedades psicométricas de los ítems, con


toda la muestra. Finalmente se definen las actitudes hacia el Sexting de la población
entrevistada de la población entrevistada en función de la variable género y el
localización del centro (urbano o rural/semi-rural). Además dentro del localización del
centro se analizan también las diferencias existentes entre chicas y chicos.

4.1.3.1 VALIDACIÓN DE LA ESCALA DE ACTITUDES HACIA EL SEXTING


(Weisskirch & Delevi, 2011)

Para validar la escala de actitudes hacia el Sexting se procederá a llevar a cabo el


Análisis Factorial Exploratorio (AFE) en el paso 1 y el Análisis Factorial Confirmatorio
(AFC) en el paso 2.

4.1.3.1.1 Análisis Factorial Exploratorio (AFE) (Paso 1)


En primer lugar realizamos un Análisis Factorial Exploratorio (AFE) forzando la
extracción a tres factores mediante componentes principales y rotación Oblimin. El
KMO =.82 y la esferidad de Bartlett = 3333, p = .00 indican la adecuación de la matriz
para realizar el AF.

Todos los ítems obtienen un peso en el factor mayor de .57 (de .57 a .84),
indicando una estructura factorial formada por tres factores (ver Tabla 4.15), excepto el
ítem 7 que obtiene un peso de .37. La comunalidad (h2) de todos los ítems es superior a
.40, exceptuando el ítem 7 que obtiene .15.

En cuanto a la distribución de los ítems en cada factor coincide con la estructura


factorial original de la escala excepto en el ítem 17 que satura en el factor 1 “Divertido
y Despreocupado” (obtiene un peso de .65) y no en el factor 3 de “Expectativas
relacionales” como ocurre con la escala en versión original. Las fiabilidades de las
subescalas se presentan en la Tabla 4.14, resultando aceptables.

306
Resultados

También se estudió la consistencia interna mediante el coeficiente de Alfa de


Cronbach, siendo de .82 para el factor 1, de .80 para el factor 2 y de .74 para el factor 3
(ver tabla 4.15). Para determinar la validez de la escala de actitudes hacia el Sexting fue
por medio del análisis factorial con rotación varimax. El análisis factorial es una técnica
pertinente ya que la medida de adecuación muestral de KMO fue de .838 y la prueba de
esfericidad resultó significativa (p= .000) (ver tabla 4.15). Esto nos indica que el
modelo está ajustado (ver Tabla 4.15).

Tabla 4.14 Fiabilidades de la escala Actitudes hacia el Sexting (Weisskirch & Delevi, 2011).

Alpha
Nº ítems
Cronbach
Escala de Actitudes hacia Sexting
Divertido y Despreocupado .82
Percepción de Riesgo .80 17
Expectativas relacionales .74

Tabla 4.15 KMO y prueba de Bartlett.

Medida de adecuación muestral de Kaiser-Meyer-Olkin (KMO) .838


Chi2 7466.38
Prueba de esfericidad de Bartlett Gl. 136
Sig. .001

Para profundizar en la fiabilidad de las escalas se procedió al análisis de las


correlaciones de cada ítem con la puntuación total de la escala, y así comprobar si varía
el Alpha de la escala eliminando cada ítem. De forma general todos los ítems
correlacionan positiva y fuertemente con sus factores (de .47 a .69) excepto el ítem 7 en
el factor 1 que obtiene una correlación .24.

La eliminación de la mayoría de los ítems no provocó ninguna mejora en la


fiabilidad, a excepción del ítem 7 que al eliminarlo el valor alfa se incrementa a .83 (ver
Tabla 4.16). En relación a los resultados obtenidos tanto en el AFE como en los análisis
de fiabilidad se procedió a eliminar el ítem 7.

307
Resultados

Tabla 4.16 Carga factorial de los items de actitudes hacia el Sexting (n=525).
Factor I Factor II Factor III
Divertido y Percepción Expectativas h2 α
Despreocupado de Riesgo Relacionales
4. El Sexting es emocionante. .79 -.18 .31 .63
3. El Sexting es divertido. .79 -.24 .37 .64
5. El Sexting forma parte de una relación. .73 -.11 .35 .55
6. El Sexting es algo normal en las relaciones de hoy en
.70 -.09 .28 .49
día. .82
17. El Sexting mejora mi relación o mi posible
.65 -.17 .44 .48
relación.
2. El Sexting no provoca ningún daño. .62 -.30 .21 .43
1. El Sexting es solo una manera de coquetear. .57 -.16 .16 .34
7. El Sexting no es gran cosa. .37 -.01 .01 .15
11. Enviar fotos o vídeos sexualmente sugerentes es
-.19 .84 -.14 .71
peligroso.
10. Enviar imágenes sexualmente atrevidas me deja
-.17 .77 -.15 .60
indefenso/a.
12. Tienes que tener cuidado con el Sexting. -.07 .73 -.12 .54 .80
9. Enviar textos sexualmente sugerentes es peligroso. -.20 .71 -.11 .51
8. Creo que el Sexting puede causarme problemas en
-.10 .67 -.09 .45
el futuro.
14. Comparto mis mensajes de Sexting con mis
.23 -.16 .81 .66
amigos/as.
13. Comparto los mensajes de Sexting que recibo con
.18 -.15 .79 .64
mis amigos/as.
.74
16. Mi pareja sentimental espera que envíe fotos o
.52 -.13 .66 .54
vídeos subidos de tono sexual.
15. Mi pareja sentimental espera que envíe textos
.52 -.07 .64 .51
sexualmente atrevidos.
Nota: α: alpha de Cronbach; h2: comunalidad.

4.1.3.1.2 Análisis Factorial Confirmatorio (AFC) (Paso 2)

Así con la finalidad de replicar la estructura original de la Sexting attitudes Scale


(Weisskirch & Delevi, 2011) y posibles variaciones de esta, se han puesto a prueba seis
modelos distintos. En primer lugar se evaluó un modelo unifactorial para todos los
ítems de la escala que se mantuvieron en el EFA (Modelo 1). Sus índices de ajuste
fueron muy deficientes (ver Tabla 4.17).

Tabla 4.17 Los valores de los índices de ajuste de los diferentes modelos de la escala de
actitudes hacia el Sexting.
χ2 df χ2 /df AGFI CFI NFI RMSEA ECVI
Modelo 1 2787.0 104 26.7 .536 .482 474 .186 3.827
Modelo 2 813.9 101 8.06 .844 .862 .846 .097 1.186
Modelo 3 389.1 99 3.93 .913 .944 .927 .063 .624
Modelo 4 373.5 99 3.77 .918 .947 .929 .061 .603
Modelo 5 220.1 85 2.59 .945 .971 .954 .046 .389
Modelo 6 220.1 85 2.59 .945 .971 .954 .046 .389
Nota. Modelo 1: modelo de un factor. Modelo 2: modelo de tres factores con el ítem 7 en el factor 1
(Divertido y Despreocupado). Modelo 3: añadiendo dos covarianzas de error (Ítem 5 al ítem 6, y el ítem
13 al ítem 14). Modelo 4: El ítem17 se incluyen en el Factor 3 (Expectativas Relacionales). Modelo 5: Se
eliminó el ítem 17 Modelo 6: resultados de bootstrapping (5000 muestras).

308
Resultados

Después, hemos probado un modelo con los tres factores identificados durante la
AFE (Modelo 2), incluyendo el ítem 17 (“El Sexting mejora mi relación o mi posible
relación”) en el factor 1 (Divertido y despreocupado). Los índices de ajuste
encontrados, aunque superan a los del Modelo 1, tampoco son adecuados.

Debido a que los modelos iniciales de AFC rara vez alcanzan un ajuste
aceptable, una reespecificación de este modelo de tres factores fue necesaria en la
medida en que se pueda defender conceptualmente (Brown, 2016; Byrne, 2010, Kline,
2016). De acuerdo con las recomendaciones de estos autores, la reespecificación debe
ser razonable tanto teóricamente (es decir, conceptualmente significativo) como
estadísticamente (es decir, usando una prueba empírica). Examinamos los Índices de
Modificación (IM) proporcionados por AMOS y pares seleccionados de ítems que
cumplían los siguientes criterios: (a) los ítems a correlacionar cargarían en el mismo
factor; (B) los pares compartirían conceptualmente fuentes comunes de varianza de
error debido a su similitud semántica; (C) el IM relativo a un par de ítems sería grande,
con el fin de producir una fuerte mejora en el ajuste del modelo y evitar demasiadas
modificaciones basadas empíricamente.

Después de una revisión del IM, encontramos dos pares de ítems que cumplían
estos criterios. El primero de ellos asoció los errores del ítem 13 ("Comparto los
mensajes de Sexting que recibo con mis amigos/as") con el ítem 14 ("Comparto mis
mensajes de Sexting con mis amigos/as") (IM = 286.1). El otro IM asoció los errores de
los ítems 5 ("El Sexting forma parte de una relación") y 6 ("El Sexting es algo normal
en las relaciones de hoy en día") (IM = 65.67). Sumando estas dos re-especificaciones al
modelo anterior, los índices de ajuste del nuevo modelo (Modelo 3) mejoraron
significativamente (véase Tabla 4.17). Sin embargo, en el Modelo 3, el IM era todavía
muy alto (IM = 126.1), relacionando los errores del ítem 17 con el factor “Expectativas
Relacionales”. Por lo tanto, se llevó a cabo un nuevo AFC, incluyendo el ítem 17 sobre
el factor de Expectativas Relacionales (Modelo 4). Los índices de ajuste de este modelo
fueron similares a los del Modelo 3, pero el IM fue todavía muy alto (IM = 107.1),
asociando este ítem con el factor “Divertido y Despreocupado”. De acuerdo con los
resultados del AFC y también de la EPT, el ítem 17 carga en ambos factores (Divertido
y Despreocupado y Expectativas Relacionales), por lo que decidimos borrarlo de la
escala, configurando y probando el modelo final en la Figura 4.1.

309
Resultados

.22 Item 1 .47

.24 Item 2 .49

.90
.81 Item 3
Divertido y
.87 Desprecoupado
.76 Item 4

.61
.37 Item 5
.33 .49
.24 Item 6

-.16

.33 Item 8 .58

.48 Item 9 .69


.49

Item 10 .72
.52
Percepción de Riesgo
.85
.72 Item 11

.67
.45 Item 12 -.09

.09 .30
Item 13 Expectativas
.62 .37 Relacionales
.14 Item 14
.91
.83 Item 15

.87 Item 16 .93

Figura 4.1. Estructura factorial de tres factores de la escala de Actitudes hacia el Sexting
(muestra 2, n = 746).

El modelo 5 modelo ajustó adecuadamente a los datos (ver Tabla 4.16), con χ2 =
220.1, p < .001; 2/df = 2.59; AGFI = .945; CFI = .971, NFI = .954; RMSEA = .046;
ECVI = .389. Todos los pesos de los factores fueron estadísticamente significativas, que
van .49 a .90 en Divertido y Despreocupado, .58 a .85 para el Percepción de Riesgo, y
desde .30 hasta .93 para las Expectativas Relacionales. Para este último factor, los dos
ítems con menor carga factorial fueron los que hablan de compartir mensajes de Sexting
con los/as amigos/as (ítem 13 y ítem 14), frente a los que se refieren a compartir esos
mensajes con la pareja (ítem 15 y ítem 16). Lo que nos indica que los mensajes de
Sexting se consideran más apropiados para ser compartidos con la pareja que con los/as
amigos/as.

310
Resultados

Con el fin de determinar la fuerza del modelo propuesto, la simulación


bootstrap, se ejecutó con un total de 5000 muestras de 746 participantes en base a los
parámetros de la población derivados de los actuales resultados AFC (Modelo 6). Los
resultados indican que el modelo de los tres factores propuestos se ajustan bien los
datos.

Finalmente, analizamos la invarianza de la estructura factorial en función del


género de los participantes, utilizando análisis multigrupo. Para este propósito, se utilizó
la submuestra de la AFC (n = 746), constituida por 372 chicas y 374 chicos. Invariancia
se evaluó mediante pruebas de modelos AFC multigrupo jerárquicamente organizados
añadiendo más restricciones de igualdad con cada modelo consecutivo.

Como paso inicial para probar la invarianza, de acuerdo con Byrne (2004, 2010),
en primer lugar el modelo de referencia se puso a prueba, de forma que los parámetros
de medida dentro de la muestra global se estimaron libremente para los dos grupos de
forma simultánea (invariancia configuracional o métrica). El ajuste de este modelo era
bueno sin restricciones (ver Tabla 4.18). Los índices sugieren que el número de factores
y el patrón de su estructura fueron similares en las muestras.

Tabla 4.18 Índices de ajuste para los modelos probados invariancia por género.
Invarianza χ2 df χ2 /df NFI CFI IFI RMSEA
Configural 317.4 170 1.87 .934 .968 .968 .034
Métricas (pesos) 328.5 182 1.81 .932 .968 .968 .033
Fuertes (interceptal) 402.91 197 2.04 .916 .955 .955 .037
Estrictas (covarianzas) 440.42 203 2.17 .908 .948 .948 .040

En el siguiente paso de la prueba de invariancia, las cargas factoriales fueron


obligadas a ser iguales en ambas muestras para evaluar si la estructura teórica que es la
base de las variables evaluadas, era equivalente a través de ambos grupos (invarianza
métrica o débil). El ajuste de este modelo fue adecuado (ver Tabla 4.17). La diferencia
en el ajuste era nulo para CFI y la diferencia de chi-cuadrado no fue significativa, con
Δχ2 (12) = 11.1, p > .05.

En la tercera etapa, además de limitar el factor de cargas para que sea igual, las
intersecciones del ítem también fueron limitadas (invariancia fuerte). La restricción
Constraining intercepts el ser igual en todos los grupos dieron lugar a una disminución
considerable en el ajuste del modelo (ver Tabla 4.18). Analizadas las diferencias en las

311
Resultados

medias obtenidas por los/as estudiantes en los tres factores de la escala, constatamos
que los chicos superan a las chicas en los factores Divertido y Despreocupado y
Expectativas Relacionales, mientras que las chicas superan a los chicos en el factor
Percepción de Riesgo. Se analizaron en mayor profundidad estos datos en los
indicadores de validez externa (ver Tabla 4.19).

Después, se forzó a que fuesen iguales las covarianzas (invarianza estricta). El


modelo ajusta adecuadamente a los datos, y las diferencias en NFI, CFI and IFI no
superan el umbral mínimo (Δ < -.001) respecto al modelo de invarianza estricta. Estos
resultados nos indican que la estructura de tres factores de Escala de Actitudes hacia el
Sexting puede considerarse equivalente en ambos géneros.

Por último, se aplicó un procedimiento análogo para evaluar la invarianza de


esta estructura de tres factores de la escala de Sexting por género y localización del
centro (urbano frente a rural/semi-rural ). En la muestra completa utilizada (n = 1271).
Los índices de estos análisis sugieren que el número de factores y el patrón de su
estructura fueron similares entre chicas y chicos, así como entre los y las adolescentes
de entorno urbano y rural/semi-rural. Todas las sub-muestras también mostraron
correlaciones similares entre las variables latentes.

312
Resultados

Tabla 4.19 Diferencias de medias (desviación típica) de actitudes hacia el Sexting y comportamientos de riesgo por género y localización del centro.
Género Localización
t p d t p d
Chica Chico Urbano Rural/Semi
Divertido y despreocupado 1.88 (76) 2.18 (.90) 4.85 .001 .36 2.27 (.86) 2.01 (.80) 4.28 .001 .31

Percepción de Riesgo 4.13 (.84) 3.72 (1.05) -5.84 .001 -.43 3.96 (.90) 3.90 (1.06) .96 .338 .07

Expectativas Relacionales 1.72 (.78) 1.84 (.88) 2.01 .05 .14 1.83 (.83) 1.64 (.78) 3.28 .001 .23

¿Alguna vez has enviado foto o vídeo de ti mismo sexualmente sugerente?. 1.24 (5.77) 1.32 (.72) 1.77 .76 .12 1.36 (.66) 1.20 (.63) 3.20 .001 .23

¿Alguna vez te has grabado en actitud erótica y/o sexual ti solo?. 1.95 (.22) 1.97 (.17) 1.48 .138 .10 1.96 (.20) 1.96 (.20) -.27 .79 -.01

¿Alguna vez te has grabado en actitud erótica y/o sexual con otra persona?. 1.97 (.17) 195 (.22) -1.49 .134 -.10 1.96 (.20) 1.96 (.20) .09 .93 .01

Frecuencia enviar o reenviar contenido de Sexting: WhatsApp u otros


2.22 (1.57) 2.68 (1.83) 3.58 .001 .27 2.56 (1.70) 2.34 (1.73) 1.70 .09 .12
similares.

Resultados
¿Crees qué puede ser peligroso enviar contenido de Sexting?. 4.40 (.90) 4.02 (1.05) -5.28 .001 -.39 4.22 (.97) 4.20 (1.03) .25 .80 0.01
313

¿Están los contenidos erótico/sexuales seguros en tu ordenador o en tu móvil? 1.81 (.39) 1.64 (.48) -5.13 .001 -.39 1.69 (.46) 1.76 (.43) -2.30 .05 -.16

313
Resultados

4.1.3.1.3 Análisis de propiedades psicométricas de los ítems

Una vez confirmada la estructura factorial de la escala, consideramos apropiado evaluar


algunas propiedades psicométricas de los ítems. La media, desviación típica, correlación
ítem total corregida, Alfa de Cronbach si el ítem es eliminado de cada escala así como
el alfa total de las subescalas, junto con la asimetría y la curtosis (ver Tabla 4.20). Tal y
como se puede constatar, las correlaciones de cada ítem con las subescalas son en
general altas (van de .45 a .75) y cuando se elimina un ítem, por lo general, la fiabilidad
tiende a mantenerse o bien a disminuir. En cuanto a las medias de los ítems de la sub-
escala Divertido y Despreocupado se sitúan entre el 1.65 (El Sexting no provoca ningún
daño) y la 2.66 (El Sexting es algo normal en las relaciones sentimentales de hoy en
día); en relación a la Percepción de Riesgo las medias de los ítems van de 3.66 (Enviar
textos sexualmente sugerentes es peligroso) a 4.32 (Tienes que tener cuidado con el
Sexting); finalmente en relación a la sub escala Expectativas Relacionales las medias se
sitúan entre el 1.62 (Comprarto mis mensajes de Sexting con mis amigos/as) y el 1.90
(Mi pareja sentimental espera que le envíe textos sexualmente atrevidos).

Tabla 4.20 Análisis de propiedades psicométricas de los ítems.


Análisis estadístico descriptivo de la escala
M DT ritc α-i α
Ítem 1 2.32 1.18 .45 .83
Ítem 2 1.65 .98 .47 .82
Ítem 3 2.03 1.15 .74 .78
Divertido y Despreocupado .83
Ítem 4 2.13 1.18 .72 .79
Ítem 5 2.05 1.14 .62 .80
Ítem 6 2.66 1.28 .53 .82

Ítem 8 3.70 1.43 .53 .81


Ítem 9 3.66 1.33 .63 .78
Ítem 10 3.79 1.27 .63 .78 .82
Percepción de Riesgo
Ítem 11 4.16 1.18 .73 .75
Ítem 12 4.32 1.11 .58 .80

Ítem 13 1.85 1.22 .49 .75


Expectativas Relacionales Ítem 14 1.62 1.04 .57 .70
.77
Ítem 15 1.90 1.09 .58 .69
Ítem 16 1.76 1.01 .62 .68
Nota: M= media; DT= desviación típica; ritc = ítem-total correlación; α-i = alpha si se elimina el ítem; α
= Alpha de Cronbach.

314
Resultados

4.1.3.2 ACTITUDES HACIA EL SEXTING EN FUNCIÓN DEL GÉNERO Y DE LA


LOCALIZACIÓN DEL CENTRO
En relación a las actitudes hacia el Sexting tal y como se puede observar en la Tabla
4.21, existen diferencias significativas tanto respecto a la variable género como en
relación a la localización. En cuanto al género los chicos son los que asumen que el
Sexting es más Divertido y Despreocupado, t (743) = 4.85, p = .001, d = .36, y también
proyectan en el Sexting sus mayores Expectativas Relacionales, t (743) = 2.01, p = .05,
d = .14. Mientras que las chicas son las que muestran visiones más negativas hacia el
Sexting debido al riesgo asociado a estos comportamientos (Percepción de Riesgo), t
(743) = -5.84, p = .001, d = -.43, que sus compañeros (media: 4.14 sobre 5).

Tabla 4.21 Análisis t-Student de la escala de actitudes hacia el Sexting en función al género y al
localización de centro.
t - Student
Escala de Actitudes hacia el Sexting
Género Localización
Divertido y Despreocupado 5.723*** 5.565***
Percepción de Riesgo - 6.904*** -.003
Expectativas Relacionales 3.795*** 3.890***
Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

Las diferencias de medias en relación a las escalas relativas a la escala de


actitudes hacia el Sexting en función del estrato población (urbano vs. rural/semi-rural)
también son de forma general significativas. Se detectan diferencias significativas en las
subescalas de Divertido y Despreocupado así como en la Expectativas de las relaciones.
De forma que son los chicos y las chicas de la zona urbana los que muestran actitudes
más positivas hacia el Sexting, ya que lo consideran mayoritariamente divertido t(743)
= 4.28, p = .001, d = .31; también les genera mayores expectativas en la relaciones
t(743) = 3.28, p = .001, d = .23. No obstante, tanto los y las chicos/as de urbano como
los de rural muestran una alta percepción de riesgo asociado al Sexting, sobre 5 los/as
de ámbito urbano puntúan una media de 3.96 y los/as de ámbito rural/semi-rural una
media de 3.90.
En la Tabla 4.22, se puede observar las diferencias en función al género dentro
de las dos opciones de localización de centro (urbano y rural/semi-rural). Por un lado
respecto al ámbito urbano, se detectan diferencias significativas en relación a la primera
subescala; siendo los chicos (M= 2.36) los que ven el Sexting como algo divertido, en
mayor medida que sus compañeras (M= 2.13) (t= 3.44; p<.001). Contrariamente son

315
Resultados

ellas (M= 4.15) las que tienen una mayor percepción de riesgo respecto a sus
compañeros (M= 3.78) (t= -5.40; p<.001). Por otro lado en relación al ámbito
rural/semi-rural, se muestran diferencias significativas en todas las subescalas. Respecto
a Divertido y Despreocupado, son más chicos (M= 2.14) que chicas (M= 1.85) los que
así lo ven (t= 4.71; p<.001). La misma tendencia se mantiene respecto a Expectativas
Relacionales, ya que son ellos (M= 1.78) los que tienen ver las conductas de Sexting
como una vía para establecer relaciones, en mayor medida que sus compañeras (M=
1.57) (t= 3.99; p<.001). Con respecto a la Percepción de peligro, son las chicas (M=
4.14) las que más ven el Sexting como una conducta peligrosa, frente a los chicos (M=
3.78) (t= -4.43; p<.001).

Tabla 4.22 Diferencias de medias (desviación típica) de la escala de actitudes hacia el Sexting
respecto al localización del centro y el género.
Localización

Escala de Actitudes hacia el Sexting Urbano Rural/Semi


Chica Chico Chica Chico
(n= 323) (n= 320) (n= 323) (n= 305)
Divertido y Despreocupado 2.13 (.75) 2.36 (.92) 1.85 (.75) 2.14 (.82)
t= 3.44*** t= 4.71***
Percepción de Riesgo 4.15 (.75) 3.78 (.97) 4.14 (.92) 3.78 (1.0)
t=- 5.40*** t= -4.43***
Expectativas Relacionales 1.77 (.82) 1.87 (.86) 1.53 (.67) 1.78 (.86)
t= 1.46 t= 3.99***
Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001; M=media; DT =desviación típica; t= t – Student.

Si comparamos a las chicas de ámbito urbano con las chicas ámbito rural/semi-
rural, encontramos que existe diferencia significativa en Divertido y Despreocupado en
el que las chicas de ámbito urbano obtienen puntuaciones más elevadas (t = 4.85;
p<.001); y también respecto a Expectativas relacionales (t = 4.20; p<.001). De forma
que respecto a las chicas, son las de entorno urbano las que en mayor medida ven el
Sexting como algo divertido y consideran que es una conducta que les ayuda a
establecer relaciones. Comparando los chicos de ámbito urbano con los chicos de
ámbito rural/semi-rural observamos que existen diferencias significativas en “Divertido
y Despreocupado” en donde los chicos de ámbito urbano obtienen puntuaciones más
elevadas (t = 3.15; p<.001). Lo cual indica que entre los chicos que participan en la

316
Resultados

presente investigación, son los que viven en un entorno urbano los que catalogan en
mayor medida el Sexting como un comportamiento divertido (ver Tabla 4.23).

Tabla 4.23 Diferencias de medias (desviación típica) de la escala de actitudes hacia el Sexting
respecto al localización del centro y el género.
M (DT) M (DT)

Escala de Actitudes hacia el Sexting Chicas Chicos


Urbano Rural/Semi Urbano Rural/Semi
(n= 323) (n= 323) (n= 320) (n= 305)
Divertido y Despreocupado 2.13 (.75) 1.85 (.75) 2.36 (.92) 2.14 (.82)

t= 4.85** t= 3.15**
Percepción de Riesgo 4.15 (.75) 4.14 (.92) 3.78 (.97) 3.78 (1.0)
t= .20 t= -.07
Expectativas Relacionales 1.77 (.82) 1.53 (.67) 1.87 (.86) 1.78 (.86)

t= 4.20*** t= 1.44
Nota: : *p<.05, **p<.01, ***p<.001; M=media; DT =desviación típica; t= t – Student.

4.1.3.3 PERCEPCIÓN DE RIESGO DE LOS/AS ADOLESCENTES, EN FUNCIÓN


DEL GÉNERO Y DE LA LOCALIZACIÓN

Relativo a la percepción de riesgo de los/as adolescentes (ver Tabla 4.24) es necesario


destacar que en general confían en las personas a quienes envían sexts (56.6%) y creen
que sus sexts están seguros en sus teléfonos móviles (74%), sin embargo el 84.3% de
los/as adolescentes no creen que este tipo de contenidos esté seguro en sus ordenadores.

En cuanto al género se revela que son los chicos los que más confían en la
seguridad de sus dispositivos móviles para albergar este tipo de contenidos, un 32.9%
así lo manifiesta frente al 19.4% de sus compañeras (Chi2(1)= 29.58; p<.001). La misma
tendencia se encuentra cuando el 19.4% de los chicos afirman que los sexts están
seguros en su ordenador frente al 12.2% de las chicas que así lo manifiestan (Chi2(1)=
11.92; p<.001). En relación a la confianza en la/s persona/s a la que envían los sexts no
se detectan diferencias significativas, no obstante encontramos que el porcentaje de
chicos (58%) que aluden una confianza plena es ligeramente superior al de las chicas
que así lo afirma (55.2%).

En referencia al localización urbano o rural/semi-rural, el 28.6% de zona urbana


frente al 23.3% de zona rural/semi-rural alude que los contenidos erótico/sexuales están

317
Resultados

seguros en sus teléfonos móviles (Chi2(1)= 4.63; p<.05); igualmente son también los/as
de ámbito urbano los/as que más confían en la seguridad de sus ordenadores para
albergar este tipo de contenidos (un 17.9% frente al 13.4% de ámbito rural/semi-rural
(Chi2(1)= 4.66; p<.05). Y manteniendo esta tendencia son los/as adolescentes de entorno
urbano los que más admiten confianza plena en los/as receptores de los sexts que
envían, pues un 59.5% así lo expresa frente al 53.5% de ámbito rural/semi-rural
(Chi2(1)= 3.97; p<.05) (ver Tabla 4.24).

Tabla 4.24 Percepción de riesgo de los contenidos de Sexting de los/as adolescentes, en función
del género y del localización del centro.
Género Localización
Total
(n=1286) Chica Chico Urbano Rural/semi
(n= 660) (n= 626) (n= 653) (n= 633)
¿Confías plenamente en la/s persona/s a quien envías de
este tipo de contenidos?
Sí 56.6% 55.2% 58% 59.5% 53.5%

No 43.4% 44.8% 42% 40.5% 46.5%


Chi2(1) = .84 Chi2(1) = 3.97*
¿Crees que contenidos de tipo erótico/sexual están
seguros en tu teléfono móvil?
Sí 74% 19.4% 32.9% 28.6% 23.3%

No 26% 80.6% 67.1% 71.4% 76.7%


2 2
Chi (1)= 29.58 ***
Chi (1) = 4.68*
¿Crees que contenidos de tipo erótico/sexual están
seguros en tu ordenador?
Sí 15.7% 12.2% 19.4% 17.9% 13.4%

No 84.3% 87.8% 80.6% 82.1% 86.6%


Chi2(1) = Chi2(1) = 4.66*
11.92***
Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

En cuanto a si consideran el Sexting peligroso o no, el 82.6% de la muestra lo


cataloga como peligro o muy peligroso, frente al 15.2% y al 2.3% que lo expresan como
algo o nada peligroso respectivamente. Relativo al género encontramos diferencias
significativas entre las variables (Chi2(4)= 49.12; p<.001). En esta dirección el 2.7% de
los chicos encuadra el Sexting como “nada peligroso” frente al 1.8% de las chicas que
así lo expresa, tendencia que se mantiene en las opciones: “algo peligroso” (un 9.1% de
los chicos frente a un 3.9% de las chicas); “ ni mucho ni poco” (11.5% contra 6.1%
respectivamente a chicos y chicas) y “peligroso” (35.1% versus 28.9%
correspondientemente a ellos y ellas). Sin embargo en relación a catalogar el Sexting

318
Resultados

como una conducta “muy peligrosa” son más chicas (59.2%) que chicos (41.5%) las que
así lo expresan. Respecto al análisis en función del localización de centro no se
encuentran diferencias significativas ya que, la mayor parte de los/as adolescentes de
ámbito urbano (97.7%) y de ámbito rural/semi-rural (97.8%) consideran el Sexting
peligroso (ver Tabla 4.25).

Tabla 4.25 Percepción de riesgo del Sexting de los/as adolescentes, en función del género y del
localización del centro.
Género Localización
Total
(n=1286) Chica Chico Urbano Rural/semi
(n= 660) (n= 626) (n= 653) (n= 633)
¿Crees que puede ser peligroso enviar contenido de
Sexting?
Nada peligroso 2.3% 1.8% 2.7% 2.3% 2.2%

Algo peligroso 6.5% 3.9% 9.1% 6.1% 6.8%

Ni mucho ni poco 8.7% 6.1% 11.5% 8.9% 8.5%

Peligroso 32% 28.9% 35.1% 33.1% 30.8%

Muy peligroso 50.6% 59.2% 41.5% 49.6% 51.7%

Chi2(4)= 49.12*** Chi2(4)= 1.06


Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

4.1.4 COMPORTAMIENTOS DE SEXTING DE LOS Y LAS ADOLESCENTES


En la primera parte del apartado nos centraremos en validar la Escala de
Comportamientos de Sexting (Weisskirch & Delevi, 2011). Siguiendo con las
recomendaciones de Anderson y Gerbing (1988) y Brown (2006) para analizar la
estructura factorial de la escala, se procedió a dividir la muestra aleatoriamente en dos
submuestra. La primera quedó formada por el 40% de la muestra (n= 525) y la segunda
submuestra quedó formada por el 60% (n= 746). Así para explorar la primera muestra
se llevó a cabo un Análisis Factorial Exploratorio (AFE), la estructura factorial
subyacente a los ítems, para luego tratar de confirmar esa estructura con la segunda
submuestra por medio de un Análisis Factorial Confirmatorio (AFC).

En la segunda parte de nuestro estudio analizaremos con la muestra total las


propiedades psicométricas de los ítems que componen la escala. Se empleó el SPSS
para obtener las propiedades psicométricas de los ítems y el Análisis Factorial
Exploratorio (AFE). La estructura factorial de la escala (AFC) se confirmó mediante

319
Resultados

AMOS. 22 software (Arbuckle, 2013). El ajuste de los distintos modelos propuestos en


el AFC fue evaluado por medio de los siguientes índices (Byrne, 2010): el χ2 es el
principal índice para evaluar la significación global de un modelo; el indicador χ2/df es
considerado aceptable cuando obtiene valores debajo de cinco; Índice de Ajuste
Comparativo (CFI) y el Índice de Ajuste de la Norma (NFI) con valores superiores a .90
sugieren un ajuste satisfactorio; Error Cuadrático Medio de Aproximación (RMSEA)
con valores en el rango de .09 a.05 o menos, los cuales son considerados razonables.
También se calcula el índice ECVI (Índice Esperado de Validación Cruzada).

En la tercera parte, se define la composición de la población entrevistada en


función de la variable género y de la localización del centro (urbano o rural/semi-rural).
Además dentro del localización del centro se analizan también las diferencias existentes
entre chicas y chicos.

Finalmente se incluyen otras medidas de comportamiento de Sexting, que son:


preguntas directas sobre prácticas de Sexting, la escala de comportamiento en Sexting
por género (adaptada de Weisskirch & Delevi, 2011) y el cuestionario sobre
destinatario/a hipotético/a de contenidos de Sexting (adaptado de NCPTUP, 2008).
Sobre las que se utilizó la prueba Chi2, para analizar las diferencias significativas en
relación al género y al localización del centro (urbano y rural/semi-rural), además de
obtener las puntuaciones totales.

4.1.4.1 VALIDACIÓN DE LA ESCALA DE COMPORTAMIENTOS DE SEXTING


(Weisskirch & Delevi, 2011)

Para validar la escala de comportamientos de Sexting procederá a llevar a cabo el


Análisis Factorial Exploratorio (AFE) en el paso 1 y el Análisis Factorial Confirmatorio
(AFC) en el paso 2.

4.1.4.1.1 ANÁLISIS FACTORIAL EXPLORATORIO (AFE) (Paso 1)

En primer lugar realizamos un Análisis Factorial Exploratorio (AFE) mediante


componentes principales y rotación Oblimin. El KMO =.82 y la esferidad de Bartlett =
2368, p = .01 indican la adecuación de la matriz para realizar el AF (ver Tabla 4.26).

320
Resultados

Tabla 4.26 KMO y prueba de Bartlett.


Medida de adecuación muestral de Kaiser-Meyer-Olkin (KMO) . 82
Chi2 2368
Prueba de esfericidad de Bartlett gl 136
Sig. .01

Todos los ítems obtienen un peso tanto en factor I (enviar fotos/vídeos) como en
el factor II (enviar mensajes de texto) mayor de .60 (de .60 a .87), indicando una
estructura factorial formada por dos factores (ver Tabla 4.27). La comunalidad (h2) de
todos los ítems es superior a .54.

Tabla 4.27 Estudio exploratorio comportamientos de Sexting.


Enviar Enviar
fotos y/o mensajes h2
vídeos de texto
Enviar una foto y/o vídeo de mí mismo/a en ropa interior usando las Redes
.84 .26 .77
Sociales, Skype o similares.
Enviar una foto y/o vídeo de mí mismo/a desnudo/a a través de las Redes
.80 .06 .64
Sociales, Skype o similares.
*Enviar una foto y/o vídeo de mí mismo/a desnudo/a usando un teléfono
.76 .19 .61
móvil.
*Enviar una foto y/o vídeo de mí mismo/a en ropa interior usando un teléfono
.67 .34 .57
móvil.
*Enviar una foto y/o vídeo de mí mismo/a sexualmente sugerente. .60 .42 .54
*Enviar un mensaje de texto con proposiciones sobre actividad sexual usando
.15 .87 .78
un teléfono móvil.
*Enviar un mensaje de texto sexualmente sugerente usando un teléfono móvil. .13 .82 .69
Enviar un mensaje de texto sexualmente sugerente a través de las Redes
.29 .76 .66
Sociales, Skype o similares.
Enviar un mensaje de texto con proposiciones sobre actividad sexual a través
.40 .65 .59
de las Redes Sociales, Skype o similares.
* Ítems originales (Weisskirch & Delevi, 2011)

También se estudió la consistencia interna mediante el coeficiente de alfa de


Cronbach, siendo de .83 para el factor I y de .83 para el factor II (ver Tabla 4.28). Para
profundizar en la fiabilidad de las escalas se procedió al análisis de las correlaciones de
cada ítem con la puntuación total de la escala, y así comprobar si varía el Alpha de la
escala eliminando cada ítem. De forma general todos los ítems correlacionan positiva y
fuertemente con sus factores (de .57 a .74). La eliminación de cada uno de los ítems
provocó una disminución de la fiabilidad en todos los ítems.

Tabla 4.28 Fiabilidades de la escala de Comportamientos de Sexting (Weisskirch & Delevi,


2011)
Alpha Nº
Cronbach ítems
Escala de Comportamientos de Sexting
Envío de fotografías y/o vídeos .83
9
Envío de textos .83

321
Resultados

4.1.4.1.2 ANÁLISIS FACTORIAL CONFIRMATORIO (AFC) (Paso 2)

Con la finalidad de confirmar la estructura de la adaptación de la escala de


comportamientos de Sexting (Weisskirch & Delevi, 2011) se han puesto a prueba cuatro
modelos distintos.

Se evaluó un modelo unifactorial para todos los ítems de la escala que se


mantuvieron en el EFA (Modelo 1). Sus índices de ajuste fueron muy deficientes (ver
Tabla 4.29).

Tabla 4.29 Índices de ajuste para los modelos puestos a prueba.


χ2 df χ2 /df IFI CFI NFI RMSEA ECVI
Modelo 1 1265.5 27 46.87 .654 .653 .649 .248 1.776
Modelo 2 734.9 26 28.26 .802 .801 .796 .192 1.064
Modelo 3 153.5 21 7.30 .963 .963 .957 .092 .295
Modelo 4 153.5 21 7.30 .963 .963 .957 .092 .295
Modelo 1: modelo de un factor, Modelo 2: modelo de dos factores, Modelo 3: modelo de dos factores
añadiendo dos covarianzas de error (Item 3 a Item 4, Item 3 a Item 5, Item 4 a Item 5, Item 6 a Item 9, y
Item 7 a Item 9), Modelo 4: resultados de bootstrapping (5000 muestras).

Después de una revisión de los IM, encontramos cinco pares de elementos que
cumplen estos criterios: el primero de ellos asocia los errores del ítems 4 con el ítem 5
(MI = 132.8); el segundo asocia los errores del ítems 7 y del ítems 9 (MI = 118.3); el
tercero asocia los errores del ítem 3 con el ítem 5 (MI = 90.8); el cuarto asocia los
errores del ítem 6 con el ítem 9 (MI = 67.8); y el quinto asocia los errores del ítem 3 con
el ítem 4 (MI = 15.8). Incorporando al modelo anterior estas cinco re-especificaciones,
los índices de ajuste del nuevo modelo (Modelo 3) mejoran sustancialmente, obteniendo
valores aceptables (ver Tabla 4.28) [χ2 = 153,5, p <0,001; χ2 / gl = 7,31, IFI = 0,963,
NFI = 0,957, CFI = 0,963, ECVI = .295]. Este modelo final, con coeficientes
estandarizados, se presenta en la Figura 5.2. Todas las cargas de los factores fueron
estadísticamente significativas, que van desde 0,45 hasta 0,85 para el factor I (envío de
fotos y / o vídeos), y 0,63 hasta 0,84 para el factor II (envío de mensajes de texto). La
correlación entre estos dos factores latentes era .65.

322
Resultados

Figura 4.2 Estructura factorial de dos factores de la escala de comportamientos de Sexting.

Para determinar la potencia del modelo propuesto, se recurre al modelo de


simulación bootstrap que se ejecuta con un total de 5000 muestras de 746 participantes
en base a los parámetros de la población derivadas de los resultados del CFA (Modelo
4). Los resultados indican que el modelo de los dos factores propuesto se ajusta
adecuadamente.

4.1.4.1.3 Análisis de las propiedades psicométricas de los ítems

Una vez confirmada la estructura factorial de la escala, consideramos apropiado evaluar


algunas propiedades psicométricas de los ítems. La media, desviación típica, correlación
ítem total corregida, Alfa de Cronbach si el ítem es eliminado de cada escala así como
el alfa total de las subescalas, pueden observarse en la Tabla 4.30. Tal y como se puede
constatar, las correlaciones de cada ítem con las subescalas son en general altas (van de
.57 a .74) y cuando se elimina un ítem la fiabilidad tiende a disminuir en todos los casos

Tabla 4.30 Análisis de las propiedades psicométricas de los ítems (n= 746).

Sub-escala M DT ritc α-i α


*Ítem 1 1.28 .65 .61 .80
Ítem 2 1.38 .70 .67 .80
Envío de fotos y/o vídeos Ítem 3 1.13 .50 .73 .76 .83
*Ítem 4 1.14 .50 .64 .80
Ítem 5 1.08 .41 .57 .81
Nota: M= media; DT = desviación típica; ritc = correlación ítem-total corregido; α-ítem = alfa si se
elimina el ítem. * Ítems originales (Weisskirch & Delevi, 2011).

323
Resultados

4.1.4.2 COMPORTAMIENTOS DE SEXTING EN FUNCIÓN DEL GÉNERO Y DE


LA LOCALIZACIÓN DEL CENTRO

Para realizar el análisis de los comportamientos de Sexting en función del género y del
localización del centro se han recodificado las variables clasificándolas en “Nunca” y
“Alguna vez”. De esta forma en el primer grupo se incluyen todos/as aquellos/as
participantes que nunca han llevado a cabo ningún tipo de comportamiento de Sexting.
Y en el segundo grupo los/as que realizan o han realizado al menos una vez conductas
de Sexting. Posteriormente dentro de aquellos/as adolescentes que han practicado
Sexting alguna vez, se han recodificado los datos para crear otras dos variables relativas
al “envío de fotos y/o vídeos erótico sexuales” y “textos erótico sexuales”; organizando
los datos en sí/no.

Las medias obtenidas en las subescalas de comportamiento de Sexting


confirman un 52.8% (n= 666) de los/as adolescentes afirma que en alguna ocasión han
llevado a cabo este tipo de comportamientos. De los/as cuales un 30.6% (n= 387)
alguna vez ha enviado fotos y/o vídeos con contenido erótico/sexual y un 48.5% (n=
614) ha enviado mensajes de texto con contenido sexualmente sugerente (ver Tabla
4.31).

Tabla 4.31 Análisis de los comportamientos de Sexting de los/as adolescentes, en función al


género y localización del centro.
Género Localización
Total
(n=1261) Chica Chico Urbano Rural/semi
(n= 620) (n= 641) (n= 640) (n= 621)
Comportamiento de Sexting
Nunca
47.2 % 53.7% 40.5% 42% 52.5%
Alguna vez
52.8 % 46.3% 59.5% 58% 47.5%

Chi2(1)= 21.98*** Chi2(1)= 13.85***


Envío de fotos y/o vídeos

No
69.4% 71.9% 66.8% 62.6% 76.4%
Si
30.6% 28.1% 33.2% 37.4% 23.6%

Chi2(1)= 3.75 Chi2(1)= 28.51***


Envío de mensajes de texto

No
51.5% 58.1% 44.7% 46.7% 56.4%
Si
48.5% 41.9% 55.3% 53.3% 43.6%

Chi2(1)= 22.67*** Chi2(1)= 11.87 ***


Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

324
Resultados

En cuanto al género se observa que el 59.5% de los adolescentes admiten haber


practicado Sexting, frente al 46.3% de sus compañeras que así lo expresan (Chi2(1)=
21.98; p<.001). En la misma dirección, son ellos también los que son significativamente
más activos en cuanto envío de mensajes de texto erótico sexuales (Chi2(1)= 2.67;
p<.001); ya que el 33.2% de los chicos frente al 28.1% de las chicas admiten el envío de
fotografías erótico-sexuales. Igualmente respecto al envío de fotos y/o vídeos el 33.2%
de los chicos frente al 28.1% de sus compañeras admite llevar a cabo esta conducta, no
obstante no se detectan diferencias significativas.

En relación al localización del centro se revela que son los y las adolescentes de
ámbito urbano los más propensos a realizar conductas de Sexting (Chi2(1)= 13.85;
p<.001); ya que el 58% de entorno urbano admite comportamientos de Sexting frente al
47.5% de entorno rural/semi-rural que así lo refiere. Esta tendencia se mantiene tanto en
relación al envío de fotografías/vídeos erótico sexuales, 37.4% frente a 23.6%
respectivamente a urbano o rural/semi-rural (Chi2(1)= 28.51; p<.001); como respecto al
envío de textos erótico sexuales 53.3% frente a 43.6% respectivamente a urbano o
rural/semi-rural (Chi2(1)= 11.87; p<.001) (ver Tabla 4.30).

Si observamos la media de las escalas de comportamiento de Sexting,


encontramos que el envío de fotos y/o vídeos se sitúa en el 1.18 (.42) y el envío de
mensajes de texto en el 1.44 (.65). En cuanto al género (ver Tabla 4.32), tal y como se
ha señalado, los chicos son los que admiten haber realizado más conductas de Sexting
(Chi2(1)= 4.86; p<.001), obteniendo una media de 1.36 (.50) sobre 5, frente a la de 1.24
(.43) de sus compañeras. Igualmente son los chicos (M= 1.21; DT= .39) los que
fotografías y/o vídeos frente a las chicas (M= 1.16; DT= .39) (Chi2: 2.03;p<.05).
También respecto al envío de mensajes de texto, son los chicos (M= 1.55; DT= .71) los
que obtienen mayores medias de participación frente a sus compañeras (M= 1.33; DT=
.57) (Chi2(1)= 6.03;p<.001).

Tabla 4.32 Diferencias de medias de la escala de comportamientos de Sexting en función al


género
M (DT)
t - Student
Chica Chico
Comportamiento de Sexting 1.24 (.43) 1.36 (.50) 4.863***
Envío de fotos y/o vídeos 1.16 (.39) 1.21 ( .50) 2.031*
Envío de mensajes de texto 1.33 (.57) 1.55 (.71) 6.03***
Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

325
Resultados

Las diferencias de medias en relación a las escalas relativas a la escala de


comportamientos de Sexting en función del localización del centro (urbano vs.
rural/semi-rural) también son de forma general significativas (ver Tabla 4.33). Respecto
al envío de fotos y/o vídeos son los chicos y las chicas de la zona urbana (M=1.23;
DT=.45) los que más participan de esta conducta respecto a sus compañeros/as de
entorno rural/semi-rural (M=1.13; DT=.40) (t=3.91; p<.001). Igualmente son también
los/as adolescentes de ámbito urbano (M= 1.50; DT=.70) los/as que más envían
mensajes de texto, con respecto a los/as adolescentes de ámbito rural/semi-rural (M=
1.37; DT= .60) (t= 3.75; p<.001). Así la media de participación en comportamientos de
Sexting entre los/as chicos y chicas de zona urbana se sitúa en el 1.36 (.48) y la de
los/as chicos y chicas de zona rural/semi-rural en el 1.24 (.43) (t= 3.34; p<.001).

Tabla 4.33 Diferencias de medias (desviación típica) de la escala de comportamientos de


Sexting en función al localización del centro.
M (DT)
t - Student
Urbano Rural/Semi
Comportamiento de Sexting 1.36 (.48) 1.24 (.43) 4.34***

Envío de fotos y/o vídeos 1.23 (.45) 1.13 (.40) 3.91***

Envío de mensajes de texto 1.50 (.70) 1.37 (.60) 3.75***

Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

Observando dentro del localización del centro a chicas y chicos se muestra que
la media del comportamiento de Sexting de las chicas de ámbito urbano alcanza el 1.30
(.47) frente a las de ámbito rural/semi-rural que se sitúa en el 1.17 (t = 3.91; p<.001). En
la misma línea los chicos de ámbito urbano tienen una media de participación en
conductas de Sexting en el 1.41, frente al 1.32 de sus compañeros de ámbito rural/semi-
rural (t = 2.27; p<.05) (ver Tabla 4.34 y 4.35).

Tabla 4.34 Diferencias de medias (desviación típica) de la escala de actitudes hacia el Sexting
respecto al localización del centro y el género.
Urbano Rural/Semi
t - Student t - Student
Chica Chico Chica Chico

Comportamiento de Sexting 1.30(.47) 1.41 (.50) 2.723** 1.17(.37) 1.32(.49) 4.190***


Envío de fotos y/o vídeos 1.21(.43) 1.24(.45) .85 1.10(.34) 1.17(.50) 2.00*
Envío de mensajes de texto 1.41(.63) 1.60(.74) 3.56*** 1.25(.49) 1.49(.69) 5.05***
Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

326
Resultados

Tabla 4.35 Diferencias de medias de la escala de actitudes hacia el Sexting respecto al


localización del centro y el género.
Chicas Chicos
Escala de Actitudes hacia
t - Student t - Student
el Sexting Urbano Rural/Semi Urbano Rural/Semi

Comportamiento de Sexting 1.30 (.47) 1.17 (.37) 3.91*** 1.41 (.50) 1.32 (.49) 2.27*

Envío de fotos y/o vídeos 1.21 (.42) 1.10 (.34) 3.54*** 1.25 (.44) 1.17 (.50) 2.04*

Envío de mensajes de texto 1.41 (.63) 1.25 (.49) 3.57*** 1.60 (.74) 1.50 (.69) 1.88
Nota: M=media; DT =desviación típica.

4.1.4.3 GRABACIÓN DE VIDEOS ERÓTICO-SEXUALES DE LOS/AS


ADOLESCENTES, EN FUNCIÓN DEL GÉNERO Y DE LA LOCALIZACIÓN EDL
CENTRO
Respecto a las grabaciones sexuales y/o eróticas ellas y ellos solos (ver Tabla 4.36) se
ha revelado que 3.7% de los/as participantes afirma que ha realizado esta conducta. A
pesar no evidenciarse diferencias significativas en función del género o del localización
del centro, parecen ser más chicas que chicos las que han realizado vídeos sexuales y/o
eróticas ellas solas (un 4% frente a un 3.4% de sus compañeros que así lo relata); y son
los/as adolescentes de ámbito rural los/as que más afirman haber realizado esta
conducta (un 4% frente a un 3.4% de sus compañeros/as de entorno urbano).

En relación a grabaciones sexuales y/o eróticas de ellas y ellos con otra


persona, encontramos que el 3.6% de los y las participantes afirma haber realizado estas
conductas. En cuanto al género se evidencia que son los chicos los que más admiten
llevar a cabo este comportamiento un 4.9% frente al 2.5% de sus compañeras que así lo
manifiestan (Chi2(1)= 5.18; p<.05). En cuanto a localización del centro no se detectan
diferencias significativas, de hecho los/as adolescentes admiten haber realizado
grabaciones sexuales y/o eróticas con otras personas en porcentajes que van del 3.5% al
3.7%, correspondientemente a entorno rural/semi-rural y urbano (ver Tabla 4.36).

327
Resultados

Tabla 4.36 Grabación de vídeos sexuales de los y las adolescentes, en función del género y de la
localización del centro.
Género Localización
Total
(n=1286) Chica Chico Urbano Rural/semi
(n= 660) (n= 626) (n= 653) (n= 633)
¿Alguna vez te has grabado en actitud erótica y/o
sexual tu solo/a?
Sí 3.7% 4% 3.4% 3.4% 4%

No 96.3% 96% 96.6% 96.6% 96%


Chi2(1)= .32 Chi 2
(1)= .32
¿Alguna vez te has grabado en actitud erótica y/o
sexual con otra persona?
Sí 3.6% 2.5% 4.9% 3.7% 3.5%

No 96.4% 97.5% 95.1% 96,3% 96.5%


2
Chi (1)= 5.18* Chi2(1)= .04
Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

4.1.4.4 PERSONAS DESTINATARIAS DE LOS CONTENIDOS DE SEXTING DE


LOS/AS ADOLESCENTES, EN FUNCIÓN DEL GÉNERO Y DE LA
LOCALIZACIÓN DEL CENTRO
En cuanto a las personas destinatarias de los contenidos de Sexting hemos encontrado
que 389 (30.2%) adolescentes admiten enviar mensajes sugerentes o con proposiciones
sobre actividad sexual a su pareja afectiva, a amistades, a otra/s persona/s o a alguien
desconocido; 274 (21.3%) fotografías y/o vídeos de sí mismos/as en poses sugerentes
pero estando vestidos/as; 126 (9.8%) fotografías y/o vídeos de sí mismos/as
desnudos/as; 51 (4%) fotografías y/o vídeos en las que realizan un acto sexual en
solitario (por ejemplo, la masturbación); y 49 (3.8%) fotografías y/o vídeos de sí
mismos/as desnudos/as; 51 (4%) fotografías y/o vídeos en las que realizan un acto
sexual con otra persona. De los cuáles en todos los tipos de sexts analizados, la persona
destinataria es la pareja afectiva mayoritariamente (ver Tabla 4.37a y 4.37b). Sean
fotografías, vídeos o textos eróticos o sexuales explícitos en un abanico de prevalencia
que va desde el 69.7% al 82.5% los y las participantes afirman que sus novios/as son los
receptores de los sexts. No obstante entre el 8.7% y el 27.4% envía sexts a sus
amistades; entre el 1.5% y el 5.6% los envían a otras personas; y en una horquilla del
1.5% y el 5.9% admite enviar todo tipo de sexts a personas desconocidas.
Si analizamos particularmente cada uno de los sexts enviados (ver Tabla 4.366a
y 4.36b) encontramos que, en relación al envío de fotografías y/o vídeos de sí mismo/a
desnudo/a la segunda opción más prevalente son las amistades (8.7%), seguido de otra/s

328
Resultados

persona/s (5.6%) y de alguien desconocido (3.2%). La misma tendencia se mantiene


respecto de los/as destinatarios/as de fotografías y/o vídeos de sí mismos/as casi
desnudos/as o en ropa interior, pues las amistades (17.4%) es la segunda opción más
prevalente, seguida de otra/s persona/s (3.5%) y de alguien desconocido (1.6%).
Igualmente en relación al envío de mensajes sugerentes o con proposiciones sobre
actividad sexual, se mantiene la jerarquía de prevalencia encontrada en las anteriores:
amistades (14.4%), otra/s persona/s (4.4%) y alguien desconocido (1.8%).
En relación al envío de fotografías y/o vídeos de sí mismos/as en las que
participan en un acto sexual con otra persona se detecta que las prevalencias van desde
el 18.8% (persona destinataria: amistades), pasando por el 4.2% (alguien desconocido)
hasta el 2.1% (otra/s persona/s). El mismo patrón se mantiene al observar al envío de
fotografías y/o vídeos de sí mismos/as en las que realizan un acto sexual en solitario
(por ejemplo, la masturbación), pues la segunda opción más prevalente son las
amistades (17.6%), la tercera “alguien desconocido” (5.9%) y la última “ otra/s
persona/s” (2%). Finalmente respecto al envío de fotografías y/o vídeos de sí mismos/as
en una pose sexualmente sugerente, pero vestidos/as se revela que la segunda opción
más prevalente son las “amistades” (27.4%) y los/as destinatarios/as desconocidos u la
opción de “otra/s persona/s” obtienen la misma cifra (1.5%) (ver Tabla 4.376a y 4.37b).

Tabla 4.37a Destinatario/a real de los contenidos de Sexting de los y las adolescentes, en
función del género y de la localización del centro.
Género Localización
Total
(n=1286) Chica Chico Urbano Rural/Semi
(n= 660) (n= 626) (n= 653) (n= 633)

Fotografías y/o videos de ti mismo/a desnudo/a

Pareja afectiva 82.5% 83% 82.3% 76.5% 79%

Amistades 8.7% 8.5% 8.9% 18.3% 16.2%

Otra/as persona/as 5.6% 4.3% 6.3% 3.3% 3.8%

Alguien desconocido 3.2% 4.3% 2.5% 2% 1%

Chi2(3)= .51 Chi2(3)= .67


Fotografías y/o videos de ti mismo/a casi desnudo/a o en
ropa interior
Pareja afectiva 77.5% 73.9% 80.6% 73.9% 76%

Amistades 17.4% 20.2% 15.1% 21.7% 16%

Otra/as persona/as 3.5% 4.2% 2.9% 4.3% 0%

Alguien desconocido 1.6% 1.7% 1.4% 0% 8%


Chi2(3)= 1.65 Chi 2
(3)= 3.14

329
Resultados

Tabla 4.37b Destinatario/a real de los contenidos de Sexting de los y las adolescentes, en
función del género y de la localización del centro.
Género Localización
Total
(n=1286) Chica Chico Urbano Rural/Semi
(n= 660) (n= 626) (n= 653) (n= 633)
Fotografías y/o videos de ti mismo/a en las que
participas de un acto sexual con otra persona
Pareja afectiva 75% 73.3% 75.8% 74.1% 75%

Amistades 18.8% 13.3% 21.2% 18.5% 16.7%

Otra/as persona/as 2.1% 6.7% 0% 0% 4.2%

Alguien desconocido 4.2% 6.7% 3% 7.4% 4.2%


Chi2(3)= 2.88 Chi 2
(3)= 1.38

Fotografías y/o videos de ti mismo/a en las que realizas


un acto sexual en solitario (por ejemplo, la
masturbación)
Pareja afectiva 74.5% 78.9% 71.9% 72.5% 65.8%

Amistades 17.6% 10.5% 21.9% 25.6% 29.8%

Otra/as persona/as 2% 0% 3.1% 1.3% 1.8%

Alguien desconocido 5.9% 10.5% 3.1% 0.6% 2.6%


Chi2(3)= 2.65 Chi 2
(3)= 2.81
Fotografías y/o videos de ti mismo/a en una pose
sexualmente sugerente, pero vestido/a
Pareja afectiva 69.7% 694% 70.1% 78.2% 81.1%

Amistades 27.4% 26.5% 28.3% 16.4% 11.8%

Otra/as persona/as 1.5% 2% 0-8% 4.5% 4.1%

Alguien desconocido 1.5% 2% 0.8% 0.5% 1.3%


Chi2(3)= 1.55 Chi 2
(3)= 3.73

Mensajes sugerentes o con proposiciones sobre


actividad sexual
Pareja afectiva 79.4% 82.6% 77% 78.2% 81.1%

Amistades 14.4% 9.9% 18% 16.4% 11.8%

Otra/as persona/as 4.4% 5.8% 3.2% 4.5% 4.1%

Alguien desconocido 1.8% 1.7% 1.8% 0.9% 3%

Chi2(3)= 6.21 Chi2(3)= 3.73


Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

Al indagar en las personas a las que enviarían contenidos de Sexting


(destinatarios/as hipotéticos) encontramos que la tendencia general de los/as
adolescentes fue afirmar que no envirarían sexts ni a su enamorado/a (59.9%), ni a las
personas con las que han tenido un rollo (81.1%), ni alguien a quien acaben de conocer
(98.4%), con quien quieran ligar (88.8%) ni a personas conocidas solo de la Red
(97.3%) (ver Tabla 4.38). No obstante, con respecto a su enamorado/ es en donde las

330
Resultados

cifras prevalentes se encuentran más parejas, ya que entre el 40.1% de los/as


adolescentes sí enviarían sexts a sus enamorados/as. En cuanto a enviar sexts a alguien
con el/la que han tenido un rollo, encontramos que son los chicos los que en mayor
medida afirman que sí lo harían, un 26.7% así lo manifiesta frente al 11.4% de las
chicas (Chi2(1)= 46.45; p<.001); y también encontramos que un 22.4% de los/as
adolescentes del urbano afirman que sí lo harían frente al 15.2% de sus compañeros/as
de entorno rural/semi-rural (Chi2(1)= 10.54; p<.001). En relación a alguien con quien
quieren ligar, son también los chicos los que más afirman que practicarían Sexting
(15.1% frente al 7.7% de sus compañeras) (Chi2(1)= 6.70; p<.001). Conjuntamente
respecto a alguien de quien están enamorados/as, los resultados apuntan que son los/as
adolescentes de ámbito urbano (43.8%) los/as que en mayor medida apuntan que sí lo
harían, respecto a sus compañeras/os de rural/semi rural (36.3%) (Chi2(1)= 7.31; p<.01).

Tabla 4.38 Destinatario/a hipotético de los contenidos de Sexting de los/as adolescentes, en


función del género y de la localización del centro.
Género Localización
Total
(n=1286) Chica Chico Urbano Rural/semi
(n= 660) (n= 626) (n= 653) (n= 633)

Alguien de quien estás enamorado/a

Sí 40.1% 40.8% 39.4% 43.8% 36.3%

No 59.9% 59.2% 60.6% 56.2% 63.7%


Chi2 (1)= .23 Chi2 (1):= 7.31**

Alguien con alguien con el/la que has tenido un rollo

Sí 18.9% 11.4% 26.7% 22.4% 15.2%

No 81.1% 88.6% 73.3% 48.9% 51.1%


Chi2(1)= 46.45*** Chi2(1)= 10.54***

Alguien a quien acabas de conocer

Sí 1.6% 1% 2.2% 1.1% 2%

No 98.4% 99% 97.8% 98.9% 98%

Chi2(1)= 3.05 Chi2(1)= 1.54

Alguien con quien querías ligar

Sí 11.2% 7.7% 15.1% 10.6% 11.9%

No 88.8% 92.3% 84.9% 89.4% 88.1%

Chi2(1)= 6.70*** Chi2(1)= .48

Alguien a quien solo conocías a través de internet

Sí 2.7% 2.1% 3.4% 2.4% 3%

No 97.3% 97.9% 96.6% 97.6% 97%

Chi2(1)= 1.98 Chi2(1)= .42

331
Resultados

4.1.4.5 VÍAS UTILIZADAS POR LOS/AS ADOLESCENTES PARA REENVIAR


LOS CONTENIDOS DE SEXTING, EN FUNCIÓN DEL GÉNERO Y DE LA
LOCALIZACIÓN DEL CENTRO

En referencia a los principales medios por los que los/as adolescentes reenvían los
contenidos erótico sexual se revela que WhatsApp o las Apps similares son las
principales vías de reenvío de sexts (54.3%), seguido de la mensajería instantánea
(22.3%), Twitter o Instagram (11.5%), Facebook (11%) y finalmente el correo
electrónico (6.2%) (ver Tabla 4.39a y 4.39b).

Si observamos las diferencias en función del género respecto de los mensajes de


texto se revelan diferencias significativas entre las variables (Chi2 (5)= 16.06; p<.01), en
este sentido el 26.4% de los chicos ha utilizado este medio alguna vez para reenviar
sexts frente al 18.5% que así lo declara (ver Tabla 4.39a y 4.39b).

Respecto a reenviar los sexts mediante Facebook (ver Tabla 4.38a y 4.38b)
también encontramos diferencias significativas entre las variables (Chi2(5)= 19.23;
p<.01), así las chicas que nunca utilizan esta vía son el 91.3% frente al 86.8% de sus
compañeros y aquellas que lo hacen “en varias ocasiones o frecuentemente” suponen el
1.4% y el 0.9% contra el 1% y el 0.5% de los chicos. Contrariamente son más chicos
que chicas los que admiten que “casi nunca” (7.2% vs. 2.7% respectivamente a chicos y
chicas) y “siempre” (1.2% frente al 0.6% correspondientemente).

En relación al uso de WhatsApp o aplicaciones similares para reenviar los sexts


también se han detectado diferencias significativas entre chicas y chicos (Chi2(5)=
12.87; p<.05). En esta dirección son más chicas que chicos las que afirman que “nunca”
(49.2% frente a 42.2% correspondientemente) o “casi nunca” (16% contra 14.7%
respectivamente) utilizan esta vía para reenviar los contenidos erótico sexuales.
Contrariamente son más chicos que chicas los que afirman que lo han hecho “en
algunas ocasiones” (15.2% vs. 14.4% respectivamente a chicos y chicas),
“frecuentemente” (7.1% frente a 4.5% correspondientemente) o “siempre” (13% frente
a 9.2% recíprocamente). Se comprueba por tanto que son los chicos los que más
reenvían contenido erótico sexual, no obstante con respecto al correo electrónico y a las
Redes Sociales Twitter e Instagram no se detectan diferencias significativas.

En relación al localización del centro en relación a los mensajes de texto, el


correo electrónico y Facebook no encontramos diferencias significativas.

332
Resultados

Contrariamente se muestra que respecto al uso de Twitter e Instagram como medios


para reenviar sexts sí existen diferencias significativas entre los/as adolescentes de
entorno urbano y rural/semi-rural (Chi2(5)= 13.06; p<.01). Así, el 86.9% de los/as de
ámbito urbano afirman que nunca han utilizado Twitter o Instagram para reenviar sexts,
frente al 90.3% de los/as de ámbito rural/semi-rural que así lo expresa. Respecto a la
opción “casi nunca” son más adolescentes de entorno urbano (5.7%) que de entorno
rural/semi-rural (2%) los que así lo afirman. Sin embargo en las demás opciones no
existen grandes diferencias (ver Tabla 4.38b). También se evidencian diferencias
significativas respecto al uso de WhatsApp para el reenvío (Chi2(5)= 16.47; p<.01). De
esta forma son más adolescentes de entorno rural los/as que nunca reenvía a través de
esta vía (48.9% vs.42.6% respectivamente a entorno rural/semi-rural y urbano);
mientras que son más los/as de ámbito urbano los que seleccionan las opciones de “casi
nunca” (16% contra 15.3% respectivamente a urbano – rural) y “en varias ocasiones”
(9.7% frente a 4.1% correspondientemente). En relación a al correo electrónico,
Facebook y los mensajes de texto y no se detectan diferencias significativas.

Tabla 4.39a Vías de reenvío de los contenidos de Sexting de los y las adolescentes, en función
del género y de la localización del centro.
Género Localización
Total
(n=1286) Chica Chico Urbano Rural/semi
(n= 660) (n= 626) (n= 653) (n= 633)

Mensaje de texto

Nunca 77.6% 81.5% 73.6% 77.9% 77.4%

Casi nunca 8.7% 6.7% 10.8% 9.4% 8.1%

En algunas ocasiones 7.1% 7.1% 7.1% 6.8% 7.4%

En varias ocasiones 2.4% 2.1% 2.8% 2.3% 2.6%

Frecuentemente 1.8% 1.1% 2.5% 1.8% 1.8%

Siempre 2.3% 1.4% 3.2% 1.9% 2.6%


Chi2(5)= 16.06** Chi2(5)= 1.62

Correo electrónico

Nunca 93.8% 95.2% 92.3% 94% 93.5%

Casi nunca 3.6% 2.7% 4.5% 3.7% 3.5%

En algunas ocasiones 1.6% 1.4% 1.7% 1.8% 1.3%

En varias ocasiones 0.5% 0.3% 0.7% 0.2% 0.8%

Frecuentemente 0.2% 0% 0.5% 0.2% 0.3%

Siempre 0.3% 0.2% 0.2% 0.2% 0.5%


2
Chi (5) = 6.83 Chi2(5)= 4.64

333
Resultados

Tabla 4.39b Vías de reenvío de los contenidos de Sexting de los y las adolescentes, en función
del género y de la localización del centro.
Género Localización
Total
(n=1286) Chica Chico Urbano Rural/semi
(n= 660) (n= 626) (n= 653) (n= 633)

Facebook

Nunca 89.1% 91.3% 86.8% 89.9% 88.4%

Casi nunca 4.9% 2.7% 7.2% 5.4% 45%

En algunas ocasiones 2.9% 2.5% 3.2% 2.3% 3.2%

En varias ocasiones 1.4% 1.8% 1% 1.6% 1.2%

Frecuentemente 0.9% 1.3% 0.5% 0.3% 1.5%

Siempre 0.9% 0.6% 1.2% 0.5% 1.3%


Chi2(5)= 19.23** Chi 2
(5)= 9.83

Twitter/Instagram

Nunca 88.6% 90.8% 86.3% 86.9% 90.3%

Casi nunca 3.9% 2.3% 5.5% 5.7% 2%

En algunas ocasiones 2.6% 2.6% 2.7% 2.9% 2.3%

En varias ocasiones 2.1% 1.6% 2.5% 2.1% 2%

Frecuentemente 1.5% 1.5% 1.5% 1.5% 1.5%

Siempre 1.4% 1.3% 1.5% 1% 1.8%

Chi2(5)= 10.34 Chi2(5)= 13.06**


WhatsApp u otros similares

Nunca 45.8% 49.2% 42.2% 42.6% 48.9%

Casi nunca 15.7% 16% 14.7% 16% 15.3%

En algunas ocasiones 14.8% 14.4% 15.2% 14.7% 14.8%

En varias ocasiones 6.9% 6.1% 7.8% 9.7% 4.1%

Frecuentemente 5.8% 4.5% 7.1% 5.8% 5.8%

Siempre 11.1% 9.2% 13% 11.1% 11%

Chi2(5)= 12.87* Chi2(5)= 16.47**


Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

4.1.4.6 RECEPCIÓN DE MENSAJES SEXUALES DE LOS/AS ADOLESCENTES,


EN FUNCIÓN DEL GÉNERO Y DE LA LOCALIZACIÓN

El 45.5% de los y las participantes han visto o recibido mensajes sexuales y/o eróticos
de algún tipo en Internet o a través del teléfono móvil, de los cuales al 34.2% les ha
molestado haber estado expuesto/a a ese tipo de contenido (ver Tabla 4.40). No
obstante, son las chicas las que reciben más mensajes de este tipo, obteniendo
prevalencias más de dos veces superiores a sus compañeros, 51% frente al 40.6%

334
Resultados

(Chi2(1)= 10.73; p<.001). Son también las chicas las que más afirman haberse sentido
molestas por este tipo de contenidos, el 46.5% así lo manifiesta frente al 22.9% de sus
compañeros (Chi2(1)= 33.74; p<.001).

En relación a la localización del centro, no encontramos diferencias


significativas. Las prevalencias se sitúan entre el 48.5 - 43.7% respectivamente a urbano
y rural/semi-rural, en relación a haber visto o recibido mensajes sexuales y/o eróticos.
Así, al 32.9% de los/as adolescentes de ámbito urbano y al 35% de ámbito rural/semi-
rural se han sentido molestos por estos mensajes.

Tabla 4.40 Exposición y solicitudes sexuales online indeseadas, de los/as adolescentes, en


función del género y de la localización del centro.
Género Localización
Total
(n=1286) Chica Chico Urbano Rural/semi
(n=660) (n= 626) (n= 653) (n= 633)
En los últimos 12 meses, ¿has visto o recibido mensajes
sexuales y/o eróticos de algún tipo en Internet o a través
del teléfono móvil?
Sí 45.5% 51% 40.6% 48.5% 43.7%

No 54.5% 59.4% 49% 51.5% 56.3%


Chi2 (1) =10.73*** Chi2 (1) = 2.134
¿Alguno de esos mensajes sexuales y/o eróticos te
han molestado de alguna manera?
Sí 34.2% 46.5% 22.9% 32.9% 35%

No 65.8% 53.5% 77.1% 67.1% 65%


Chi2 (1) =33.74*** Chi2 (1) = .271
Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

4.1.5 MOTIVACIONES Y PERCEPCIONES HACIA EL SEXTING DE LOS/AS


ADOLESCENTES, EN FUNCIÓN DEL GÉNERO Y DE LA LOCALIZACIÓN
DEL CENTRO

En torno al fenómeno del Sexting se han analizado una serie de variables que nos
ayudan a describir la realidad en las vidas de los y las adolescentes, por un lado las
motivaciones hacia el Sexting de los y las adolescentes y por el otro las diferentes
percepciones que los y las adolescentes tienen en torno al fenómeno del Sexting, éstas
son: conocimiento de Sexting y las creencias de los/as chicos/as en torno al
comportamiento más frecuente según el género.

335
Resultados

4.1.5.1 MOTIVACIONES HACIA EL SEXTING DE LOS/AS ADOLESCENTES, EN


FUNCIÓN DEL GÉNERO Y DE LA LOCALIZACIÓN DEL CENTRO

En relación a las motivaciones para llevar a cabo comportamientos de Sexting (ver


Tabla 4.41) observamos que los y las adolescentes expresan que en al menos una
ocasión han sexteado por los siguientes motivos: quería ser coqueto/a o insinuante
(26.4%), quería cumplir con las necesidades de mi pareja (24%), quería intimidad
(20.9%), estaba aburrido/a ( 19.1%), como parte de los preliminares sexuales (18.2%),
estaba solo/a (17.6%), estaba borracho/a (15.8%), quería evitar una discusión (11.5%),
quería ser como mis amistades (8.6%), o había consumido drogas (6.9%).

Si observamos las motivaciones en función del género (ver Tabla 4.41), son los
chicos los que se justifican en mayor medida que sus compañeras, aludiendo a razones
de que querían preliminares (t= 3.83; p<. 001), querían cumplir con las necesidades de
su pareja (t= 3.69; p<. 001), que querían intimidad (t= 3.01; p< .01), que estaban
aburridos (t= 5.16; p< .001), que estaban solos (t= 3.41; p< .001), que querían evitar una
discusión (t= 2.09; p< .05), o que habían tomado drogas (t= 4.54; p< .001).

En relación las motivaciones que alegan los y las jóvenes para llevar a cabo
comportamientos de Sexting en función del localización del centro (ver Tabla 4.41),
podemos destacar que se encuentran diferencias significativas en casi todos los ítems
excepto en estaba borracho/la, siendo los y las jóvenes del ámbito urbano los que
mayoritariamente los justifican con quería ser coqueto/la (t= 5.54; p<.001), quería
preliminares (t= 4.51; p<.001), quería cumplir las necesidades de mi pareja (t= 5.17;
p<.001), quería intimidad (t= 4.97; p<.001), estaba aburrido/la (t= 3.06; p<.01), estaba
solo/sola (t=3.10; p<.01), quería ser como mis amigos/las (t= 2.33; p<.05), quería evitar
una discusión (t= 4.54; p<.001), o bien que habían tomado drogas (t= 2.03; p<.05) (ver
Tabla 4.41).

336
Resultados

Tabla 4.41 Diferencia de medias (desviación típica) sobre las motivaciones hacia el Sexting de
los/as adolescentes, en función del género y de la localización del centro
Género Localización
Total
(n=1286) Rural/
Chica Chico Urbano
Semi
(n=660) (n= 626) (n= 653)
(n= 633)

Quería ser coqueto/a o insinuante 1.48 (.95) 1.46(.95) 1.51(.95) 1.63 (1.0) 1.32 (.81)

t= .861 t= 5.54***

Quería preliminares 1.36 (.91) 1.26 (.79) 1.47 (1.00) 1.48 (1.0) 1.24 (.75)
***
t= 3.83 t= 4.51***
Quería cumplir con las necesidades de mi
1.51(1.01) 1.39 (.94) 1.63 (1.20) 1.67 (1.2) 1.34 (.87)
pareja
t= 3.69 *** t= 5.17***

Quería intimidad 1.50 (.97) 1.40(1.08) 1.61(1.29) 1.67 (1.3) 1.33 (.97)

t= 3.01 ** t= 4.97***

Estaba aburrido/a 1.39 (.97) 1.24 (.76) 1.53 (1.11) 1.47 (1.0) 1.30 (.86)

t= 5.16 *** t= 3.06**

Estaba solo/a 1.37 (.92) 1.27 (.82) 1.46 (1.08) 1.45 (1.0) 1.28 (.85)
***
t= 3.41 t= 3.10**

Estaba borracho/a. 1.34 (.68) 1.24 (.75) 1.45 (1.06) 1.39 (.97) 1.30 (.87)
***
t= 3.89 t= 1.71

Quería ser como mis amigos/as 1.17 (.75) 1.15 (.66) 1.19 (.68) 1.22 (.74) 1.12 (.59)

t= .994 t= 2.33*

Quería evitar una discusión 1.22 (.75) 1.17 (.67) 1.27 (.82) 1.32 (.91) 1.12 (.50)

t= 2.09* t= 4.54***

Había tomado drogas 1.17 (.72) 1.07 (.51) 1.27 (.87) 1.21 (.79) 1.13 (.63)

t= 4.54 *** t= 2.03*


* ** ***
Nota: p<.05, p<.01, p<.001.

Sobre que motivaciones son las más frecuentes entre chicos y chicas para
practicar Sexting por un lado hemos encontrado que tanto chicos como chicas
consideran que son las chicas las que más sextean por conseguir mantener la atención o
el interés de la otra persona (46.1%), alguien las ha presionado para enviarlos (67%),
como un regalo “sexy" para un novio/a (54.3%), para sentirse sexys (54.4%), para
conseguir gustarle a alguien (38.2%), por diversión o coqueteo (37.9%), como respuesta
a un contenido de este tipo que han recibido (37.3%). Por otro lado creen que la presión
de amigos/as (49.9%), conseguir los mismo de la otra persona (58.6%) o para hacerse

337
Resultados

notar (46.2%) son los motivos que tienen en mayor medida los chicos para sextear (ver
Tabla 4.42a y 4.42b).

En cuanto al género, son las chicas las que en mayor medida consideran que son
ellas las que sextean por captar la atención o el interés de la otra persona (53% frente al
38.6% de los chicos que así lo consideran); mientras que ellos aluden en mayor medida
que sus compañeras que son los chicos los que más sextean por este motivo (32.4%
frente a 21.7% de ellas que así lo afirma) o que ambos género lo hacen por igual (29%
contra 25.3% respectivamente a chicos y chicas) (Chi2(2)= 8.37; p<.001). Relacionado
con que “alguien los/as ha presionado para enviarlo” las chicas (58.1%) se auto-
identifican en mayor medida como víctimas frente a sus compañeros (50.3%),
conjuntamente los chicos se identifican más que las chicas como víctimas de esa presión
(28.5% vs. 21.5% respectivamente a chicos y chicas) o identifican a ambos géneros por
igual (11% contra 5.5% correspondientemente) (Chi2(2)= 4.57; p<.001). En referencia a
la opción de “como un regalo sexy para un novio/a” las chicas creen que son ellas las
que más lo hacen por este motivo (54.4%) respecto a sus compañeros que así lo creen
(50.3%); en el mismo sentido ellos creen que son los chicos los que más lo hacen
(19.9%) respecto a las compañeras que así lo expresan (15.1%) (Chi2(2)= 8.45; p<.05).
En referencia practicar Sexting para conseguir gustarle a alguien, los chicos creen que
son ellos las que más lo hacen por este motivo (39.5% frente a 24%,
correspondientemente a chicos y chicas); mientras que ellas afirman en mayor medida
ser ellas las que lo hacen por esto (45.2% contra 30.5% de los chicos que así lo expresa)
(Chi2 = .22; p<.001) (ver Tabla 4.42a y 4.42b).

Por último también se detectan diferencias significativas en relación al motivo


“conseguir lo mismo de otra persona”, pues son ellos los que más identifican a chicos
como los que más sextean por este motivo (23.5% frente a 16.3% respectivamente a
chicos y chicas) y también afirman en mayor medida que sus compañeras que ambos lo
hacen por igual (23.2% frente a 20.3% correspondientemente); mientras que las chicas
señalan a los chicos como los que más sextean para conseguir sexts de la otra persona, a
que así lo expresan el 63.4% de ellas frente al 53.3% de sus compañeros (Chi2(2)= 14.01;
p<.001).

Sobre el localización del centro, se revela que son los/as adolescentes de entorno
rural/semi-rural los/as que más creen que los chicos sextean para sentirse sexys (22%
frente al 16.5% de entorno urbano que así lo afirma) mientras que los/as de entorno

338
Resultados

urbano identifican en mayor medida a las chicas (56.5% contra 52.3% respectivamente
a ámbito urbano o rural/semi-rural) (Chi2(2)= 5.80; p<.05). La misma tendencia se
encuentra al observar el motivo de “hacerse notar”, ya que son los/as de ámbito
rural/semi-rural los/as que en mayor medida identifican a los chicos en sextear por este
motivo (49.9% frente al 42.7% de sus compañeros/as de ámbito urbano); mientras que
son los/as de ámbito urbano los/as que creen que son las chicas las que más sextean por
hacerse notar (33.2% frente al 29.8%) o que ambos género lo hacen por igual (24.1%
vs. 20.2% respectivamente a urbano y rural/semi-rural) (Chi2(2)= 6.33; p<.05).

Tabla 4.42a Tipo de comportamientos más frecuentes entre chicas y chicos de los/as
adolescentes, en función del género y de la localización del centro.
Género Localización
Total
(n=1286) Chica Chico Urbano Rural/semi
(n=660) (n= 626) (n= 653) (n= 633)
Conseguir mantener la atención o el interés de la otra
persona
Chico 26.8% 21.7% 32.4% 26.8% 26.9%

Chica 46.1% 53% 38.6% 45.8% 46.3%

Ambos por igual 27.1% 25.3% 29% 27.4% 26.8%


2 2
Chi (2)= 8.37*** Chi (2)= .07

Alguien los/las ha presionado para enviarlos


Chico 24.8% 21.5% 28.5% 24.9% 24.7%

Chica 67% 73% 60.4% 67.3% 66.7%

Ambos por igual 8.2% 5.5% 11% 7.8% 8.6%


2 ***
Chi (2)= 4.57 Chi2(2)= 1.36

Como un regalo “sexy" para un novio/a

Chico 17.4% 15.1% 19.9% 15.5% 19.4%

Chica 54.3% 58.1% 50.3% 56.8% 51.8%

Ambos por igual 28.3% 26.8% 29.8% 27.7% 28.8%

Chi2(2) = 8.45* Chi2(2) = 4.19

Para sentirse sexys.

Chico 19.2% 18.6% 19.9% 16.5% 22%

Chica 54.4% 52.6% 56.4% 56.5% 52.3%

Ambos por igual 26.3% 28.8% 23.7% 27% 25.7%

Chi2(2) = 3.97 Chi2(2) = 5.80*


* ** ***
Nota: p<.05, p<.01, p<.001.

339
Resultados

Tabla 4.42b Tipo de comportamientos más frecuentes entre chicas y chicos según los/as adolescentes, en
función del género y de la localización del centro.
Género Localización
Total
(n=1286) Chica Chico Urbano Rural/semi
(n=660) (n= 626) (n= 653) (n= 633)

Para conseguir gustarle a alguien

Chico 31.4% 24% 39.5% 30.1% 32.8%

Chica 38.2% 45.2% 30.5% 38.9% 37.4%

Ambos por igual 30% 30.8% 30% 31% 29.8%

Chi2(2)= .22*** Chi2(2) = .95


Por la presión de amigos/as

Chico 49.9% 51.4% 48.2% 47.2% 52.6%

Chica 32.6% 31.9% 33.5% 33.9% 31.3%

Ambos por igual 17.5% 16.7% 18.4% 18.9% 16.1%

Chi2(2) = 2.21 Chi2(2) = 4.21


Para conseguir los mismo de la otra persona

Chico 58.6% 63.4% 53.3% 58.1% 59.1%

Chica 19.7% 16.3% 23.5% 20.3% 19.1%

Ambos por igual 21.7% 20.3% 23.2% 21.6% 21.7%


2
Chi (2)= 14.0*** Chi2(2) = .26

Por diversión o coqueteo

Chico 32% 33.8% 30.1% 31.0% 33%

Chica 37.9% 36% 40% 38.9% 36.8%

Ambos por igual 30.1% 30.2% 299% 30.1% 30.1%

Chi2(2) = 2.48 Chi2(2) = .70


Para hacerse notar

Chico 46.2% 47.3% 45% 42.7% 49.9%

Chica 31.6% 29.7% 33.7% 33.2% 29.8%

Ambos por igual 22.2% 23% 21.3% 24.1% 20.2%


2 2
Chi (2) = 2.22 Chi (2) = 6.33*
Como respuesta a un contenido de este tipo que han
recibido
Chico 35.4% 33.3% 37.7% 34.7% 36.2%

Chica 37.3% 40.6% 33.7% 36.3% 38.4%

Ambos por igual 27.3% 26.1% 28.6% 29% 25.4%


2 2
Chi (2) = 5.60 Chi (2) = 1.83
Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

340
Resultados

4.1.5.2 CONOCIMIENTOS DE SEXTING DE LOS/AS ADOLESCENTES, EN


FUNCIÓN DEL GÉNERO Y DE LA LOCALIZACIÓN DEL CENTRO

En relación a si los/as adolescentes saben que es el Sexting, es decir sobre sus


conocimientos en torno al fenómeno, podemos afirmar que un 62.5% de los y las
jóvenes no sabían que era el concepto de Sexting. A pesar de no suponer una diferencia
significativa, fueron las chicas (un 25.1%) las que más afirmaron saber que significaba
el término Sexting, frente a sus compañeros (24.9%) (ver Tabla 4.43). De forma
significativa son los/as adolescentes de ámbito urbano son los/as que más afirman saber
que es el Sexting, ya que un 60.4% así lo manifiesta frente al 39.6% de sus
compañeros/as de ámbito rural/semi-rural. A continuación las entrevistadoras les
explicaron el concepto de Sexting (Chi2(1)= 15.76;p<.001).

Tabla 4.43 Conocimientos previos de Sexting


Género Localización
Total
(n=1286) Chica Chico Urbano Rural/semi
(n= 660) (n= 626) (n= 653) (n= 633)

¿Sabes que es Sexting?

Si 37.5% 25.1% 24.9% 60.4% 39.6%

No 62.5% 74.9% 75.1% 47.6% 52.4%

Chi2(1)= .01 Chi2(1)= 15.76***


Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

4.1.5.3 CREENCIAS SOBRE EL COMPORTAMIENTO MÁS FRECUENTE DE


LOS/AS ADOLESCENTES, EN FUNCIÓN DEL GÉNERO Y DE LA
LOCALIZACIÓN DEL CENTRO

Los y las adolescentes tienen ideas preestablecidas sobre el género más sexter, no
obstante en algunos casos no existe un acuerdo unánime (ver Tabla 4.44a y 4.44b). En
relación al envío de fotos y/o vídeos de sí mismo/a sexualmente sugerentes el 45%
afirma que es igual de frecuente en ambos géneros, el 40.9% considera que es más
frecuente entre las chicas y el 14.1% alude que los chicos lo hacen más.

Particularmente en relación al género encontramos que el 42.2% de las chicas


afirman que tanto chicos como chicas lo hacen con la misma frecuencia frente al 47.2%
de los chicos que así lo expresa; 49.2% de los chicos afirma que son las chicas las que
más contenidos de este tipo envían contra el 33.1% de ellas que lo afirman así; y la

341
Resultados

opción “más común en chicos” es más señalada por ellas (19.3%) que por ellos (8.65)
(Chi2(2)= 47.87; p<.001). En análisis del localización del centro también revela
diferencias significativas, ya que se muestra que a pesar de que en ambos grupos
consideran que se hace por igual (43.3% y 46.7%, respectivamente a urbano y
rural/semi-rural); los/as adolescentes de zona urbana consideran en mayor medida que
las chicas envían este tipo de sext, un 42.5% frente al 39.2% de zona rural/semi-rural
(Chi2(2)= 1.68; p<.05).

En relación a enviar una foto en ropa interior de sí mismo/a usando un teléfono


móvil el 45.7% afirma que es igual de frecuente en ambos géneros, el 33.3% considera
que es más frecuente entre las chicas y el 20.9% alude que los chicos lo hacen más. En
cuanto al género por un lado chicas (49.7%) y chicos (41.5%) consideran que ambos
envían por igual este tipo de contenidos; por otro lado son los chicos (39.1% frente a
27.8%) los que más aluden que son ellas las que más participan de este comportamiento
(Chi2(2)= 18.34; p<.001).

Respecto del envío de fotografías en ropa interior de sí mismos/as a través de


las Redes Sociales, Skype o similares, el 51.3% afirma que es igual de frecuente en
ambos géneros, el 28.5% considera que es más frecuente entre las chicas y el 20.2%
expresa que los chicos lo hacen más. En función al género encontramos que no existe
consenso, las chicas consideran que son más los chicos los que lo hacen (26.4% frente
al 13.8% de los chicos que así lo expresa) y los chicos que son más las chicas (35.4%
contra el 21.9% de ellas que lo manifiesta así) (Chi2(2)= 45.28; p<.001). Además son
los/as chicos/as de entorno urbano los/as que más consideran que lo hacen las chicas
(32.2%) respecto de sus compañeros/as de ámbito rural/semi-rural (24.7%); además
los/as de ámbito rural/semi-rural creen en mayor medida (23.4%) que sus
compañeros/as de ámbito urbano (17.1%) que es más común entre los chicos (Chi2(2)=
12.54; p<.01).

Con respecto a enviar fotografías desnudas/os de sí mismos/as usando un


teléfono móvil se muestra que mayoritariamente piensan que chicas y chicos participan
del comportamiento por igual (51.3%) seguido de encuadrar a las chicas en mayor
medida dentro de este comportamiento (28.5%) y finalmente a los chicos (20.2%). Con
respecto al género se revela que las chicas identifican a sus compañeros como participes
de esta conducta (el 26.4% frente al 13.8% de sus compañeros que así lo manifiestan).
En esta línea el 35.4% los chicos identifica a las chicas como más participes del

342
Resultados

comportamiento, frente al 21.9% de las chicas que así lo manifiesta (Chi2(2)= 45.27;
p<.001). Con respecto al ámbito se descubre que los/as adolescentes de entorno
rural/semi-rural consideran en mayor medida (23.4% frente al 17.1% de entorno
urbano) que son los chicos los que más envían este tipo de sexts; mientras que los/as
adolescentes de entorno urbano aluden en mayor medida que son las chicas las que más
envían este tipo de sexts, un 32.2% así lo refiere frente al 24.7% de entorno rural/semi-
rural (Chi2(2)= 12.54; p<.01).

Tabla 4.44a Creencia de género con mayor frecuencia de Sexting de los/as adolescentes, en
función del género y de la localización del centro.
Género Localización
Total
(n=1286) Chica Chico Urbano Rural/semi
(n= 660) (n= 626) (n= 653) (n= 633)
Enviar una foto y/o vídeo de mí mismo/a sexualmente
sugerente
Más común en chicos 14.1% 19.3% 8.6% 14.1% 14.1%

Más común en chicas 40.9% 33.1% 49.2% 42.5% 39.2%

En ambos igual 45% 42.2% 47.6% 43.3% 46.7%

Chi2(2)= 47.87*** Chi2(2)= 1.68*


Enviar una foto y/o vídeo en ropa interior de mí
mismo/a usando un teléfono móvil
Más común en chicos 20.9% 22.5% 19.3% 19.4% 22.5%

Más común en chicas 33.3% 27.8% 39.1% 36.1% 30.5%

En ambos igual 45.7% 49.7% 41.5% 44.4% 47.0%


Chi2 (2)= 18.34*** Chi2 (2)= 4.93

Enviar una foto y/o vídeo en ropa interior de mí


mismo/a a través de las Redes Sociales, Skype o
similares
Más común en chicos 20.2% 26.4% 13.8% 17.1% 23.4%

Más común en chicas 28.5% 21.9% 35.4% 32.2% 24.7%

En ambos igual 51.3% 51.7% 50.8% 50.6% 51.9%

Chi2(2)= 45.28*** Chi2(2)= 12.54**


Enviar una foto y/o vídeo desnuda/o de mí mismo/a
usando un teléfono móvil
Más común en chicos 20.2% 26.4% 13.8% 17.1% 23.4%

Más común en chicas 28.5% 21.9% 35.4% 32.2% 24.7%

En ambos igual 51.3% 51.7% 50.8% 50.6% 51.9%

Chi2(2)= 45.27*** Chi2(2)= 12.54**


Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

343
Resultados

Se mantiene la tendencia encontrada al analizar el envío de foto y/o vídeo


desnuda/o de mí mismo/a a través de las Redes Sociales, Skype o similares (ver Tabla
4.44b) pues el 59.6% refiere que ambos géneros las envían por igual, seguido del 25.6%
que considera que lo hace más las chicas y el 14.8% que aluden que son más los chicos.
Particularmente en cuanto al género, las chicas afirman en mayor medida que son ellos
los más envían estas fotografías, un 20.3% de ellas frente a un 8.9% de ellos así lo
considera; mientras que los chicos creen que lo hacen más sus compañeras, un
32.2%frente al 19.4% de sus compañeras así lo manifiesta (Chi2(2)= 47.54; p<.001).
Asimismo los/as adolescentes de ámbito urbano consideran en mayor medida que son
las chicas las que más fotos desnudas envían a través de las Redes Sociales, Skype o
similares, un 29.3% frente al 21.8% de entorno rural/semi-rural; y son los/as de entorno
rural los/as que relatan que el envío de este tipo de contenidos igual de frecuente entre
ambos géneros, dado que un 62.3% así lo afirma frente al 57% de entorno urbano
(Chi2(2)= 9.38; p<.01).

En cuanto a enviar un mensaje de texto sexualmente sugerente, la tendencia en


es más común entre los chicos (47.2%). No obstante el 44.1% y el 8.7% afirma que
ambos géneros lo hace por igual o que es más común entre las chicas, respectivamente.
Además se evidencian en cuanto al género diferencias significativas, pues en la opción
“más común en chicos” la prevalencia de las chicas es del 51% frente al 43.15 de los
chicos; y respecto a “más común en chicas” la prevalencia de ellos es del 11.9% y de
ellas del 5.7% (Chi2(2)= 18.32; p<.001). En cuanto a la localización del centro no se
revelan diferencias significativas (ver Tabla 4.44b) .

Finalmente en cuanto a enviar un mensaje de texto sexualmente sugerente y


enviar un mensaje de texto con proposiciones sobre actividad sexual (ver Tabla 4.42b),
la tendencia en ambos casos es aludir que es más común en chicos (52.9%), seguido de
“en ambos igual” (41.1%) y “más común en chicas” (6%). En relación al género se
detectan diferencias significativas entre las variables: “más común en chicos” lo
expresan más las chicas (59.7%) que sus compañeros (45.6%); “más común en chicas”
(9.1% y 3.1% respectivamente a chicos y chicas) y “en ambos igual” (45.3% y 37.2%
correspondientemente) lo afirman más los chicos que sus compañeras (Chi2(2)= 36.09;
p<.001).

344
Resultados

En cuanto a la localización del centro respecto al envío de mensajes de texto


sugerentes (ver Tabla 4.44b) la opción de ser “más común en chicos” arroja
prevalencias en urbano (46.5%) y rural/semi-rural (47.9%) muy similares, al igual que
la opción de “en ambos igual” (43.7% vs. 44.5.5% respectivamente a urbano –
rural/semi-rural). No obstante son más adolescentes de entorno urbano (9.8%) que de
entorno rural/semi-rural (7.6%) los/as que creen que el envío de textos sexuales es más
común entre las chicas. No obstante, no se revelan diferencias significativas. En
relación a mensajes de texto con proposiciones sobre actividad sexual, se mantiene la
tendencia pues las prevalencias respecto a los/as adolescentes que consideran que es
más común en chicos o que es igual de frecuente en ambos géneros son muy similares.
Sin embargo, igual que en el caso anterior el 6.4% de ámbito urbano y frente al 5.6% de
ámbito rural/semi-rural consideran que es un comportamiento más común en chicos

Tabla 4.44b Creencia de género con mayor frecuencia de Sexting de los/as adolescentes, en
función del género y de la localización del centro.
Género Localización
Total
(n=1286) Chica Chico Urbano Rural/semi
(n= 660) (n= 626) (n= 653) (n= 633)
Enviar una foto y/o vídeo desnuda/o de mí mismo/a a
través de las Redes Sociales, Skype o similares.
Más común en chicos 14.8% 20.3% 8.9% 13.7% 15.9%

Más común en chicas 25.6% 19.4% 32.2% 29.3% 21.8%

En ambos igual 59.6% 60.2% 58.9% 57% 62.3%


Chi2 (2)= 47.54*** Chi2 (2)= 9.38**

Enviar un mensaje de texto sexualmente sugerente

Más común en chicos 47.2% 51% 43.1% 46.5% 47.9%

Más común en chicas 8.7% 5.7% 11.9% 9.8% 7.6%

En ambos igual 44.1% 43.3% 44.9% 43.7% 44.5%


Chi2 (2)= 18.32*** Chi2 (2)= 1.91

Enviar un mensaje de texto con proposiciones sobre


actividad sexual
Más común en chicos 52.9% 59.7% 45.6% 53% 52.7%

Más común en chicas 6% 3.1% 9.1% 6.4% 5.6%

En ambos igual 41.1% 37.2% 45.3% 40.6% 41.7%

Chi2(2)= 36.09*** Chi2(2)= .41


Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

345
Resultados

4.1.6 CONSECUENCIAS DE LOS COMPORTAMIENTOS DE SEXTING DE


LOS/AS ADOLESCENTES EN FUNCIÓN DEL GÉNERO Y DE LA
LOCALIZACIÓN DEL CENTRO

Relativo a si ha existido obligación para participar de los comportamientos de Sexting


se detecta que un 7.7% de los y las participantes manifiestan haberla sufrido para
participar en conductas de Sexting (ver Tabla 4.45). De los cuales el 47.1% ha sido
presionado/a por la pareja afectiva, el 42.7% por amistades o compañeros/as, el 19.8%
por alguien desconocido y el 15.6% por una persona adulta.

Respecto al género son las chicas las que en mayor medida han sido presionadas
o coaccionadas, ya que un 11.1% así lo manifiesta frente al 4.1% de sus compañeros
(Chi2(1)= 21.47; p<.001). Además, a pesar de no detectarse diferencias en función del
localización del centro, los y las adolescentes de entorno urbano que expresan la
existencia de obligación o coacción para enviar contenidos erótico sexuales son un 8.3%
frente al 7% de entorno rural/semi-rural que así lo expresa.

Conjuntamente, el 37.9% de los y las adolescentes también refiere que conocen


a alguien que haya vivido presiones o coacciones para enviar contenidos erótico
sexuales. En relación al género son más chicas ( 41.1%) que chicos (34.6%) las que así
lo expresan (Chi2(1)= 5.43; p<.05). Respecto a la localización del centro, son los/as de
ámbito urbano (40.8%) los/as que más afirman conocer a personas que hayan sufrido
este tipo de situaciones de presión/coacción, frente a sus compañeros/as de entorno
rural/semi-rual (34.9%) (Chi2(1)= 4.55; p<.001).

Por último es necesario mencionar que 80.3% los y las adolescentes afirma que
en los casos que conoce las víctimas son chicas, el 10% y el 9.7% identifica a ambos
géneros o a chicos como víctimas en esos casos conocidos. De hecho en cuanto al
género las chicas conocen más casos de otras chicas (86.3%) que sus compañeros
(72.9%), mientras que los chicos conocen en mayor medida más casos de otros chicos
(16.3%) que sus compañeras (4.4%) (Chi2(2)= 18.9; p<.001).

346
Resultados

Tabla 4.45 Obligación/Coacción para realizar Sexting, de los/as adolescentes, en función del
género y de la localización del centro.
Género Localización
Total Urban
(n=1286) Chica Chico Rural/semi
(n= 660) (n= 626) o (n= 633)
(n= 653)
¿Alguna vez te has sentido/a o coaccionado/a a enviar
algún tipo de contenido erótico/sexual?
Si 7.7% 11.1% 4.1% 8.3% 7%

No 92.3% 88.9% 95,9% 91.7% 93%

Chi2(1)= 21.47*** Chi2(1)= .77


Obligado/a o coaccionado/a por pareja afectiva

Si 47.1% 43.2% 56,7% 47.5% 46.7%

No 52.9% 56.8% 43,3% 52.5% 53.3%

Chi2(1)= 1.54 Chi2(1)= .01


Obligado/a o coaccionado/a por amistades/compañeros/as

Si 42.7% 44.3% 38,5% 43.4% 41.9%

No 57.3% 55.7% 61,5% 56.6% 58.1%

Chi2(1)= .26 Chi2(1)= .02


Obligado/a o coaccionado/a por persona desconocida

Si 19.8% 24.3% 7.7% 20.8% 18.6%

No 80.2% 75.7% 92.3% 79.2% 81.4%

Chi2(1)= 3.29 Chi2(1)= .07


Obligado/a o coaccionado/a por persona adulta

Si 15.6% 15.7% 15.4% 9.4% 23.3%

No 84.4% 84.3% 84.6% 90.6% 76.7%

Chi2(1)= .002 Chi2(1)= 3.44

¿Conoces a alguien que lo haya sufrido?


Si 37.9% 41.1% 34.6% 40.8% 34.9%

No 62.1% 58.9% 65.4% 59.2% 65.1%

Chi2(1)= 5.43* Chi2(1)= 4.55*

¿Era chico o chica?


Chica 80.3% 86.3% 72.9% 80.6% 79.9%

Chico 9.7% 4.4% 16.3% 8.9% 10.8%

Ambos 10% 9.2% 10.8% 10.5% 9.3%

Chi2(2)= 18.9*** Chi2(2)= .583


Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

En relación a la existencia de chantajes se ha evidenciado que el 3.3% de los/as


adolescentes han vivido esta situación después de realizar Sexting (ver Tabla 3.46a y b).
Las chicas y chicos así lo afirman en un 3.9% y un 2.7% de los casos; y entre un 2.4% y

347
Resultados

un 4.2% de los casos para ámbito urbano y rural/semi-rural, respectivamente. De forma


que el 35% expresa que la persona que los/as ha chantajeado después de realizar
Sexting ha sido su pareja, el 48.7% sus amistades, el 34.2% una persona desconocida y
el 15% una persona adulta. Además el 38.7% de los/as adolescentes afirma conocer a
alguien que lo haya sufrido. De hecho el 41% de las chicas y el 34.5% de los chicos así
lo afirma (Chi2(1)= 5.32; p<.05). Víctima que identifican como chico en el 80.5% de los
casos, en el 10.8% a ambos géneros y en el 9.6% a las chicas. Respecto a las diferencias
de género, encontramos que 86.5% de las chicas frente al 73% de los chicos conoce
casos de chicos, mientras que el 16.2% de ellos y el 4.4% de ellas conoce casos de
chicas (Chi2(1)= 19.15; p<.001). En relación a la localización no se revelan diferencias
significativas.

Tabla 4.46a Chantajes después de realizar Sexting de los/as adolescentes, en función del género
y de la localización del centror.
Género Localización
Total
(n=1286) Chica Chico Urbano Rural/semi
(n= 660) (n= 626) (n= 653) (n= 633)
¿Alguna vez te han chantajeado después de enviar
fotografías, videos o textos con contenido erótico y/o
sexual?
Si 3.3% 3.9% 2.7% 2.4% 4.2%

No 96.7% 96.1% 97.3% 97.6% 95.8%

Chi2(1)= 1.46 Chi2(1)= 3.14


Chantajeado a por pareja afectiva

Si 35% 34.8% 35,3% 31.6% 38.1%

No 65% 65.2% 64,7% 68.4% 61.9%

Chi2(1)= .001 Chi2(1)= .19


Chantajeado por amistades/compañeros/as

Si 48.7% 43.5% 56.3% 41.2% 54.5%

No 51.3% 56.5% 43.8% 58.8% 45.5%

Chi2(1)= .62 Chi2(1)= .69


Chantajeado por persona desconocida

Si 34.2% 39.1% 26.7% 35.3% 33.3%

No 65.8% 60.9% 73.3% 64.7% 66.7%

Chi2 = .68
(1) Chi2 = .02
(1)

Chantajeado por persona adulta

Si 15% 16% 13.3% 5.3% 23.8%

No 85% 84% 86.7% 94.7% 76.2%

Chi2(1)= .05 Chi2(1)= 2.69


* ** ***
Nota: p<.05, p<.01, p<.001.

348
Resultados

Tabla 4.46b Chantajes después de realizar Sexting de los/as adolescentes, en función del género
y de la localización del centro.
Género Localización
Total
(n=1286) Chica Chico Urbano Rural/semi
(n= 660) (n= 626) (n= 653) (n= 633)

¿Conoces a alguien que lo haya sufrido?

Si 38.7% 41% 34.5% 40.6% 34.8%

No 62.2% 59% 65.5% 59.4% 65.2%

Chi2(1)= 5.32* Chi2(1) = 4.32

¿Era chico o chica?

Chica 9.6% 4.4% 16.2% 8.9% 10.8%

Chico 80.5% 86.5% 73% 80.6% 79.9%

Ambos 10.8% 9.1% 10.8% 10.5% 9.3%


Chi2 (2) = 19.15*** Chi2 = .58
(2)

* ** ***
Nota: p<.05, p<.01, p<.001.

En referencia a las burlas sufridas después de practicar Sexting (ver Tabla 4.47)
el 2% de los y las participantes expresan que han sufrido este tipo de situaciones. A
pesar de que no se revelan diferencias significativas en función del género, el 2.3% de
las chicas expresan haber sido víctimas de burlas frente al 1.5% de los chicos que así lo
manifiestan; y el 2.2% de ámbito rural también se reconoce como víctima frente al
1.6%que así lo manifiesta de ámbito urbano. Además la persona que realiza las burlas
son las amistades (78.3%), la pareja (29.2%) y las personas desconocidas (16.7%) o
personas adultas (16%).

En relación a la localización del centro no se detectan diferencias significativas,


en torno al 1.6% y al 2.2% han sufrido burlas después de llevar a cabo conductas de
Sexting, respectivamente a ámbito urbano y rural/semi-rural. A pesar de no suponer
diferencias significativas se detectan ciertas discrepancias respecto de la persona que ha
ejecutado dichas burlas. Respecto a burlas recibidas por parte de la pareja afectiva se
muestran prevalencias del 38.5% respecto al ámbito urbano frente al 18.2% del ámbito
rural/semi-rural. Contrariamente son las los/as adolescentes de ámbito rural/semi-rural
son los/as que más han sufrido este tipo de burlas por parte de compañeros o
compañeras, pues así lo afirma un 90.9% frente a un 66.7% que así lo afirman.

349
Resultados

Tabla 4.47 Burlas después de realizar Sexting, de los/as adolescentes, en función del género y
de la localización del centro.
Género Localización
Total
(n=1286) Chica Chico Urbano Rural/semi
(n= 660) (n= 626) (n= 653) (n= 633)
¿Alguna vez se han burlado de ti después de enviar
fotografías, videos o textos con contenido erótico y/o
sexual?
Si 1.9% 2.3% 1.5% 1.6% 2.2%

No 98.1% 97.7% 98.5% 98.4% 97.8%

Chi2(1) = 1.06 Chi2(1) = .59


Burlas por pareja afectiva

Si 29.2% 23.1% 36.4% 38.5% 18.2%

No 70.8% 76.9% 63.6% 61.5% 81.8%

Chi2(1) = .51 Chi2(1) = 1.18


Burlas por amistades/compañeros/as

Si 78.3% 91.7% 63.6% 66.7% 90.9%

No 21.7% 8.3% 36.4% 33.3% 9.1%

Chi2(1) = 2.65 Chi2(1) = 1.98


Burlas por persona desconocida

Si 16.7% 21.4% 10% 9.1% 23.1%

No 83.3% 78.6% 90% 90.9% 76.9%

Chi2(1) = .55 Chi2(1) = .84


Burlas por persona adulta

Si 16% 14.3% 18.2% 14.3% 18.2%

No 84% 85.7% 81.8% 85.7% 81.8%

Chi2(1) = .07 Chi2(1) = .07


Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

4.1.7 RELACIONES ENTRE LAS ACTITUDES HACIA EL SEXTING Y LAS


VARIABLES INDEPENDIENTES DEL ESTUDIO

En este apartado se abordarán las correlaciones de las escalas de actitudes hacia el


Sexting y de comportamientos de Sexting, tanto la correlación entre ellas como con las
demás escalas del estudio (sexismo ambivalente y mitos del amor) como con las
variables sociodemográficas y con las variables más relevantes del estudio.

350
Resultados

4.1.7.1 RELACIÓN ENTRE LAS ACTITUDES HACIA EL SEXTING Y LAS


VARIABLES SOCIODEMOGRÁFICAS DE LOS/AS ADOLESCENTES, EN
FUNCIÓN DEL GÉNERO

En relación a Divertido y Despreocupado y su relación con las variables


sociodemográficas, hemos encontrado que correlaciona de forma positiva con el curso
académico (r= .12; p<.01), la edad (r= .17; p<.01), la relación familiar (r= .09; p<.01),
la opción religiosa (r= .13; p<.01) y el número de relaciones (r= .13; p<.01). Por lo que
aquellos/as adolescentes que tienden a ver el Sexting de forma divertida son los de los
cursos más avanzados y por tanto también los de más edad, los/as que peor relación
familiar tienen, los/as que menos creencias religiosas tienen, y han tenido más
relaciones sentimentales a lo largo de su vida. Además se detectan también ciertas
variables que correlacionan de forma negativa, que son el lugar (r= -.15; p<.01), el
género (r= -.16; p<.01), el nivel de estudios del padre (r= -.02; p<.01), las materias
suspensas (r= -.09; p<.01) y la relación sentimental pasada (r= -.16; p<.01). Es decir que
son los chicos de entorno urbano con materias suspensas en la última evaluación, cuyos
padres tienen menor nivel académico y han tenido relaciones sentimentales los que
tienen a ver el Sexting más divertido (ver Tabla 4.48).

Relativo a la escala Percepción de riesgo (ver Tabla 4.48) se muestra que las
variables género (r= .19; p<.01) y materias suspensas (r= .08; p<.01) correlacionan de
forma positiva; mientras que el número de relaciones anteriores lo hace negativamente
(r= -.11; p<.01) . Es decir son las chicas las que mayor percepción de riesgo tienen, las
que no tienen materias suspensas tienen y las que han tenido pocas relaciones
sentimentales a lo largo de su vida.

Finalmente en relación a Expectativas Relacionales encontramos que


correlacionan de forma positiva las variables curso académico (r= .07; p<.01), edad (r=
.13; p<.01) , relación familiar (r= .14; p<.01), opción religiosa (r= .09; p<.01) y número
de relaciones anteriores (r=.10; p<.01). Mientras que correlacionan de forma negativa
lugar (r= -.11; p<.01), género (r= -.10; p<.01) y las materias suspensas (r= -.13; p<.01).
Así son los chicos de entorno urbano de más edad, que cursan estudios de mayor grado
y que tienen materias suspensas, los que más expectativas tienen en las prácticas de
Sexting. También aquellos que tienen peor relación con sus progenitores, son menos
religiosos y con mayor número de relaciones sentimentales anteriores.

351
Resultados

Tabla 4.48 Correlaciones entre la escala de actitudes hacia el Sexting y las variables
sociodemográficas significativas.
Actitudes hacia Sexting
Variables sociodemográficas. Divertido y Percepción de Expectativas
Despreocupado Riesgo Relacionales
Lugar -.15** .00 -.11**
**
Curso académico .12 .05 .07**
Nacionalidad .06 .03 .02
**
Edad .17 -.02 .13**
** **
Género -.16 .19 -.10**
Situación progenitores .05 .05 .05
*
Nivel de estudios del padre -.02 .02 -.02
Nivel de estudios de la madre .02 .02 .02
Relación familiar .09** .01 .14**
Opción religiosa .13** -.01 .09**
** **
Materias suspensas -.09 .08 -.13**
Relación sentimental actual -.05 .03 .01
Relación sentimental pasada -.16** .04 -.16
Número de relaciones anteriores .13** -.11** .10**
Nota: *p<.05, **p<.01.

Si observamos detalladamente las correlaciones positivas y negativas respecto


de este factor Divertido y Despreocupado en cuanto al género (ver Tabla 4.49)
encontramos que en el caso de las chicas se revelan correlaciones positivas con curso
académico (r= .08; p<.05), edad (r= .13; p<.01), relación familiar (r=.16; p<.01) y
opción religiosa (r= .10; p<.01). Y correlaciones negativas con el lugar (r= -.19; p<.01)
y las materias suspensas (r= -.12; p<.01). Por lo que las chicas que ven el Sexting
divertido son de entorno urbano, de más edad y por tanto de los cursos académicos más
altos (Bachillerato), pero que han suspendido materias en la última evaluación. Además
son las que tienen peor relación familiar con sus progenitores y son menos creyentes en
cuestiones religiosas.

Con respecto a los chicos se evidencian correlaciones positivas con curso


académico (r= .14; p<.01), edad (r= .18; p<.01), opción religiosa (r= .14; p<.01) y
número de relaciones anteriores (r=.14; p<.01) (ver Tabla 4.47). Y correlaciones
negativas con lugar (r= -.12; p<.01) y relación sentimental pasada (r= -.14; p<.01). Por
lo que son los chicos de entorno urbano, los/as de más edad y de cursos escolares
avanzados y los que más actitudes de diversión muestran hacia el Sexting. Así como
aquellos que son menos religiosos y que han tenido relaciones sentimentales anteriores,
también aquellos que más relaciones pasadas han tenido.

352
Resultados

En relación a la Percepción de Riesgo son las chicas que no tienen materias


suspensas las que tienden a ver el Sexting como un comportamiento de riesgo (r= .07;
p<.05). Mientras que los chicos que tienen mayor percepción de riesgo son los que no
han tenido relaciones sentimentales en el pasado (r= .09; p<.05), o los que menos
relaciones pasadas han tenido (r= -.14; p<.01).

Finalmente respecto a las Expectativas Relacionales en el caso de las chicas, se


evidencian correlaciones positivas en relación a la relación familiar (r= .15; p<.01) y la
opción religiosa (r= .09; p<.05); mientras que correlaciones negativas en referencia al
lugar (r= -.16; p<.01), las materias suspensas (r= -.11; p<.01) y las relaciones
sentimentales pasadas (r= -.15; p<.01). Es decir, las chicas de ámbito urbano con peor
relación familiar con sus progenitores, las menos religiosas, aquellas que tienen
materias suspensas y que han tenido relaciones sentimentales pasadas son las que tienen
mayores expectativas relacionales en cuanto a las prácticas de Sexting. Por su parte los
chicos que tienen en las prácticas de Sexting expectativas relacionales son aquellos de
más edad (r= .15; p<.01), de cursos escolares más altos (r= .13; p<.01) , que peor
relación familiar tienen (r= .14; p<.01), son menos religiosos (r= .09; p<.05), tienen
materias suspensas (r= -.13; p<.01) y han tenido relaciones sentimentales pasadas (r= -
.15 p<.01).

Tabla 4.49 Correlaciones entre la escala de actitudes hacia el Sexting y las variables
sociodemográficas significativas en función al género.
Actitudes hacia Sexting
Chicas
Variables sociodemográficas Divertido y Percepción de Expectativas
Despreocupado Riesgo Relacionales
Lugar -.19** -.01 -.16**
Curso académico .08* .02 .01
Edad .13** -.01 .06
Relación familiar .16** .05 .15**
Opción religiosa .10** .06 .09*
Materias suspensas -.12** .07* -.11**
Relación sentimental pasada -.17 -.04 -.15**
Número de relaciones anteriores .03 .09 .09
Chicos
Lugar -.12** .00 -.06
Curso académico .14** .07 .13**
Edad .18** -.00 .15**
Relación familiar .03 -.04 .14**
Opción religiosa .14** -.05 .09*
Materias suspensas -.05 .07 -.13**
Relación sentimental pasada -.14** .09* -.15**
Número de relaciones anteriores .14** -.14** .08
Nota: *p<.05, **p<.01.

353
Resultados

4.1.7.2 RELACIÓN ENTRE LAS ACTITUDES HACIA EL SEXTING, LOS


NIVELES DE SEXISMO Y DE CREENCIAS DE AMOR MITIFICADAS DE
LOS/AS ADOLESCENTES Y EN FUNCIÓN DEL GÉNERO

Antes de adentrarnos en las relaciones entre las escalas, es interesante analizar las
medias de sexismo ambivalente y de mitos hacia el amor obtenidas por los y las
adolescentes ourensanos/as. Tal y como se evidencia en la Tabla 4.48, se encuentran
altos niveles de sexismo en la población objeto de estudio, tanto del sexismo hostil (M=
3.11; DT= 1.22) como respecto al sexismo benevolente (M= 3.32 1; DT= 1.20). Los
chicos presentan mayores niveles de sexismo hostil que sus compañeras (t= 8.13;
p<.001). En relación al sexismo benevolente, las medias de chicos y chicas son altas
pero similares por ello no se dan diferencias significativas. Asimismo los y las
adolescentes de centro de zona urbana son más sexistas hostiles (t= 2.63; p<.01) (ver
Tabla 4.50).

Tabla 4.50 Diferencias de medias (desviación típica) de la escala de Sexismo


Ambivalente en función al género y de la localización del centro.
Género Localización

Chica Chico Urbano Rural/ Semi

Escala de Sexismo Ambivalente


2.84 3.39 3.20 3.02
Sexismo Hostil
(1.10) (1.26) (1.18) (1.24)
t= 8.13*** t= 2.63**
3.27 3.36 3.37 3.26
Sexismo Benevolente
(1.24) (1.17) (1.19) (1.23)
t= 1.22 t= 1.48
* ** ***
Nota: p<.05, p<.01, p<.001.

En relación a los mitos hacia el amor (ver Tabla 4.51), encontramos que la
media obtenidas respecto al amor idealizado es elevada (M= 3.53; DT= .79) y la
vinculación amor maltrato supera el 1.39 de media (DT= .85) son las chicas las que
muestran una mayor aceptación a los mitos idealizados del amor romántico frente a sus
compañeros (t= -2.45; p<.01); en cuanto al mito de la vinculación amor-maltrato no se
han detectado diferencias significativas aunque se observa la mayor tendencia de los
chicos a aceptar afirmaciones de “le pega porque la quiere”. Además respecto a la
localización del centro, se evidencia que son los/as adolescentes de ámbito urbano los/as

354
Resultados

más creyentes en el mito del amor idealizado, como por ejemplo que “el amor todo lo
puede” (t= -2.056; p<.01).

Tabla 4.49 Diferencias de medias (desviación típica) de la escala de Mitos hacia el


Amor en función al género y de la localización del centro.
Género Localización

Chica Chico Urbano Rural/ Semi

Escala de Mitos del Amor


1.34 1.42 1.39 1.37
Vinculación amor-maltrato
(.76) (.81) (.79) (.78)
t= 1.77 t= .540
3.58 3.47 3.57 3.47
Amor Idealizado
(.83) (.85) (.82) (.86)
t= -2.45** t= 2.056*
Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

En relación a las correlaciones detectadas entre la escala de sexismo ambivalente


y las actitudes hacia el Sexting, Divertido y Despreocupado correlaciona positivamente
tanto con el sexismo hostil (r= .28; p<.01) como con el benevolente (r= .13; p<.01). Así
los y las adolescentes que ven el Sexting divertido son los/as más sexistas hostiles y
benevolentes. Igualmente las Expectativas Relacionales también correlaciona
positivamente con el sexismo hostil (r= .19; p<.01) y con el benevolente (r= .08; p<.01).
Es decir los y las adolescentes con mayores expectativas relacionales en el Sexting son
más sexistas, tanto de forma hostil como benevolente (ver Tabla 4.52).

Concretamente en el caso de las chicas se revela que son las que ven el Sexting
divertido las más sexistas hostiles (r= .19; p<.01) y también las más sexistas
benevolentes (r= .10; p<.05). También que las que más expectativas relacionales tienen
en el Sexting las más sexistas hostiles (r= .14; p<.01). En el caso de los chicos son los
que ven el Sexting divertido los más sexistas hostiles (r= .31; p<.01) y los más sexistas
benevolentes (r= .15; p<.01). También los que ven el Sexting como peligroso son los
más sexistas benevolentes (r= .12; p<.01) y los que mayores expectativas relacionales
tienen en esta prácticas los más sexistas hostiles (r= .21; p<.01).

355
Resultados

Tabla 4.52 Correlaciones entre las actitudes hacia el Sexting y la escala de sexismo ambivalente
y las adolescentes y en función al género.
Sexismo Ambivalente
Sexismo hostil Sexismo benevolente
Divertido y Despreocupado .28** .13**
Percepción de Riesgo -.05 .03
Expectativas Relacionales .19** .08**
Chicas
Divertido y Despreocupado .19** .10*
Actitudes hacia Sexting Percepción de Riesgo -.03 -.06
**
Expectativas Relacionales .14 .08
Chicos
Divertido y Despreocupado .31** .15**
Percepción de Riesgo .01 .12**
**
Expectativas Relacionales .21 .07
Nota: *p<.05, **p<.01.

Respecto a las correlaciones detectadas entre la escala de mitos del amor y las
actitudes hacia el Sexting, se muestra que Divertido y Despreocupado correlaciona
positivamente con la vinculación amor maltrato (r= .12; p<.01) y con el amor idealizado
(r= .13; p<.01). Por lo que aquellos/as adolescentes que ven el Sexting como divertido
tienen una visión idealizada del amor y relacionan este con el maltrato. Así la
Percepción de Riesgo correlaciona negativamente con la vinculación amor-maltrato (r=
-.15; p<.01) y positivamente con el amor idealizado (r= .07; p<.01). Es decir aquellos/as
adolescentes que ven en el Sexting una conducta de riesgo no creen que el amor vaya
ligado al maltrato pero sí tienen una visión idealizada del amor. Igualmente las
Expectativas Relacionales correlaciona positivamente con la vinculación amor maltrato
(r= .18; p<.01) y con el amor idealizado (r= .07;p<.01) (ver Tabla 4.53). Con lo cual
aquellos/as que tienen expectativas en que las conductas de Sexting les servirán para
establecer relaciones tienen una visión mitificada del amor, tanto respecto de la
vinculación amor-maltrato, como del amor idealizado.
En cuanto al género detectamos que las chicas que ven el Sexting divertido
tienen mayores creencias mitificadas en torno al amor, tanto en el amor idealizado (r=
.13; p<.01) como en la vinculación amor-maltrato (r= .16; p<.01). Las que ven el
Sexting como un comportamiento de riesgo puntúan menos en el mito amor-maltrato
(r= -.16; p<.01). Y aquellas que tienen mayores expectativas relacionales en las
prácticas de Sexting son las que más idealizan el amor (r= .12; p<.01) y más relacionan
el amor con el maltrato (r= .15; p<.01). En el caso de los chicos se revela que aquellos
que consideran el Sexting divertido tienen una mayor percepción idealizada del amor
(r= .16; p<.01). Aquellos que tienen mayores expectativas relacionales, realizan asumen

356
Resultados

creencias mitificadas en el amor (r= .16; p<.01). Asimismo los chicos que puntúan más
en percepción de riesgo tienen una visión más idealizada del amor (r= .11; p<.01) y
menor vinculación amor-maltrato (r= -.13; p<.01). Además respecto de aquellos que
tienen mayores expectativas relacionales, son los que más puntúan en el mito amor-
maltrato (r= .19; p<.01).
Tabla 4.53 Correlaciones entre las actitudes hacia el Sexting y la escala de mitos hacia el amor
de los y las adolescentes y en función al género.
Mitos hacia el amor
Vinculación amor-maltrato Amor idealizado
Divertido y Despreocupado .12** .13**
Percepción de Riesgo -.15** .07*
**
Expectativas Relacionales .18 .07**
Chicas
Divertido y Despreocupado .16** .13**
Actitudes hacia Sexting **
Percepción de Riesgo -.16 -.01
Expectativas Relacionales .15** .12**
Chicos
Divertido y Despreocupado .08 .16**
Percepción de Riesgo -.13** .11**
Expectativas Relacionales .19** .03
Nota: *p<.05, **p<.01.

4.1.7.3 RELACIÓN ENTRE LAS ACTITUDES HACIA EL SEXTING Y LAS


VARIABLES INDEPENDIENTES DE LOS/AS ADOLESCENTES Y EN FUNCIÓN
DEL GÉNERO
En cuanto a la correlación entre las variables independientes determinantes en esta
investigación y las actitudes hacia el Sexting (ver Tabla 4.54), Divertido y
Despreocupado se muestra que correlaciona de forma positiva con la vigilancia de los
progenitores sobre el uso del móvil (r= .10; p<.01), con el tiempo de uso de éste (r= .15;
p<.01) y las burlas (r= .07; p<.05). Mientras que revela correlaciones negativas con las
variables conocimiento de Sexting (r= -.01; p<.01), perfil en Facebook (r= -.07; p<.01),
percepción de peligro sobre las Redes Sociales (r= -.18; p<.01), la obligación/coacción
(r= -.08; p<.01), el chantaje (r= -.06; p<.05), y las grabaciones sexuales en solitario (r= -
.18; p<.01) o con otra/as personas (r= -18; p<.01). En este sentido los y las adolescentes
que ven el Sexting divertido tienen conocimientos sobre qué es el Sexting, pasan mucho
tiempo al día usando su móvil y no reciben vigilancia sobre este uso. Además tienen
perfil en la red social Facebook y no consideran el uso de éstas peligroso. No han sido
obligados, ni han recibido burlas o chantajes para practicar Sexting y han realizado
grabaciones sexuales ellos/as solos o en compañía de otra/s persona/s (ver Tabla 4.54).

357
Resultados

En cuanto a la Percepción de Riesgo, se revela que correlaciona positivamente


con la percepción de peligro de las Redes Sociales (r= .18; p<.05) y con las grabaciones
sexuales en solitario (r= .08; p<.01) y con otra/s persona/s (r= .12; p<.01). Asimismo
muestra correlaciones negativas con la vigilancia de los progenitores sobre el uso del
móvil (r= -.08; p<.01) y la Educación Sexual recibida (r= -.06; p<.01). Por lo que
aquellos/as adolescentes que ven el Sexting como una conducta de riesgo son los/as que
reciben vigilancia por parte de sus progenitores en torno al uso que hacen de su móvil y
los/as que más peligro ven en el uso de las Redes Sociales. También los/as que no han
realizado grabaciones sexuales, ni en solitario ni con otra/s persona/s y han recibido
formación en sexualidad (ver Tabla 4.54).
Finalmente las Expectativas Relacionales detectamos que las correlaciones
positivas son con vigilancia de los progenitores sobre el uso móvil (r= .11; p<.01), el
tiempo de uso del móvil (r= .15; p<.01) y burlas (r= .14; p<.01). Y correlaciones
negativas sobre las variables percepción de peligro de las Redes Sociales (r= -.12;
p<.01), con obligación/coacción (r= -.15; p<.01), chantaje (r= -.15; p<.01), y
grabaciones sexuales en solitario (r= -.19; p<.01). Es decir son los/as adolescentes con
mayores expectativas relacionales aquellos que no reciben vigilancia sobre el uso del
móvil pero más tiempo dedican al uso de éste. No han sido obligados/as, ni
chantajeados/as, ni han recibido burlas, consideran el uso de las Redes Sociales poco
peligroso y han hecho grabaciones sexuales ellos/as solos/as (ver Tabla 4.54).
Tabla 4.55 Correlaciones entre la escala de actitudes hacia el Sexting y las variables
independientes del estudio.

Actitudes hacia Sexting


Variables independientes Divertido y Percepción de Expectativas
Despreocupado Riesgo Relacionales
Conocimiento del Sexting -.01** .01 -.03
Teléfono móvil con conexión a Internet -.01 -.04 -.06
Vigilancia progenitores: uso móvil .10** -.08** .11**
Tiempo de uso del móvil .15** -.01 .15**
Perfil en Facebook -.07** -.01 -.02
Percepción peligro: Redes Sociales -.18** .18* -.12**
Formación: Redes Sociales .05 -.02 .01
Formación: Educación Sexual -.02 -.06** -.04
Obligación/Coacción -.08** .01 -.15**
Chantaje -.06* .01 -.15**
Burlas .07* -.01 .14**
Grabaciones sexuales en solitario -.18** .08** -.19**
Grabaciones sexuales con otra/as personas -.18** .12** -.24

358
Resultados

Si analizamos las correlaciones en cuanto al género (ver tabla 4.55a y 4.55b)


observamos en el caso de las chicas que respecto a Divertido y Despreocupado las
correlación positiva se produce con el tiempo de uso del móvil (r= .12; p<.01) y las
burlas (r= .09; p<.05). Mientras que la correlación negativa se produce con tener perfil
en Facebook (r= -.08; p<.05), la percepción del peligro sobre el uso de las Redes
Sociales (r= -.18; p<.01), y la obligación (r= -.16; p<.01), el chantaje (r= -.11; p<.01) y
las grabaciones sexuales en solitario (r= -.25; p<.01) o con otra/s persona/s (r= -.21;
p<.01). Por lo que son las adolescentes que ven el Sexting como divertido aquellas que
más tiempo dedican a utilizar su móvil, que no han sido obligadas, ni han recibido
chantajes o burlas antes o después de sextear. Así como aquellas que tienen perfil en
Facebook, ven el uso de las Redes Sociales como poco o nada peligroso y se han
grabado en actitud erótico sexual ellas solas o con otra/s persona/s.

Respecto a la Percepción de Riesgo se revelan correlaciones positivas con las


grabaciones sexuales en solitario (r= .09; p<.05) y con otra/s persona/s (r= .11; p<.01);
y correlaciones negativas con la educación sexual recibida (r= -.11; p<.01). Por lo que
son las chicas que ven el Sexting como un comportamiento de riesgo las que no han
realizado grabaciones sexuales ellas solas o con otra/s persona/s, y han recibido
formación en sexualidad.

En relación a las Expectativas Relacionales, se evidencian correlaciones


positivas con la vigilancia de los progenitores sobre el uso del móvil (r= .09; p<.05), el
tiempo de uso de éste (r= .13; p<.01) y las burlas (r= .21; p<.01). Y correlaciones
negativas con las variables de percepción de peligro sobre las Redes Sociales (r= -.09;
p<.05), las grabaciones sexuales en solitario (r= -.22; p<.01) y con otra/s persona/s (r= -
.27; p<.01). la obligación (r= .17; p<.01) y el chantaje (r= .17; p<.01).

Aquellas chicas que no reciben vigilancia, que más tiempo dedican a su uso y
que no perciben peligro en el uso de las Redes Sociales, ni han sido obligadas para
sextear son las que más expectativas relacionales tienen en las prácticas de Sexting. Así
como aquellas que no han sido víctimas de burlas o chantaje después de sextear y han
grabado vídeos sexuales ellas solas o con otra/s persona/s.

En el caso de los chicos que respecto a Divertido y Despreocupado las


correlación positiva se produce con la vigilancia de los progenitores sobre el uso del
móvil (r= .11; p<.01) y tiempo de uso de móvil (r= 25; p<.01). Mientras que se revelan
correlaciones negativas con percepción de peligro en las Redes Sociales (r= -.15; p<.01)
359
Resultados

y grabaciones sexuales en solitario (r= -.12; p<.01) y con otra/s persona/s (r= -.14;
p<.01). Es decir, que los chicos que ven el Sexting como divertido son los que no
reciben vigilancia de sus progenitores sobre el uso que hacen del móvil, pasan mucho
tiempo utilizando éste y ven las Redes Sociales como poco o nada peligrosas. Así como
aquellos que han hecho grabaciones sexuales tanto en solitario como con otra/s
persona/s.

Las Percepción de Riesgo exclusivamente correlaciona de forma positiva con la


percepción de peligro en las Redes Sociales (r= 25; p<.01) y con las grabaciones
sexuales con otra persona (r= 11; p<.01). Es decir los chicos que ven el Sexting como
peligroso son también aquellos que ven peligroso o muy peligroso el uso de las Redes
Sociales y no han realizado grabaciones sexuales con otra/s persona/s.

En referencia a las Expectativas Relacionales, se encuentran correlaciones


positivas con la vigilancia progenitores sobre el uso del móvil (r= 12; p<.01), el tiempo
de uso del móvil (r= 21; p<.01). Y correlaciones negativas con las variables de
percepción peligro sobre las Redes Sociales (r= -.12; p<.01), la formación en Educación
Sexual (r= -.08; p<.01), la obligación/coacción (r= -18; p<.01) y el chantaje (r= -14;
p<.01). y las grabaciones sexuales en solitario (r= -.18; p<.01) o con otra/s persona/s
(r= -.27; p<.01). Es decir los chicos que tienen expectativas en el Sexting les sirva para
establecer relaciones, son aquellos que no reciben vigilancia sobre el uso que hacen del
móvil y pasan mucho tiempo con él. Aquellos que consideran las Redes Sociales como
poco peligrosas, han recibido educación sexual, no han sido obligados, ni chantajeados
y han hecho grabaciones sexuales tanto en solitario como con otra/s persona/s.

Tabla 4.55a Correlaciones entre la escala de actitudes hacia el Sexting y las variables
independientes del estudio en función del género.
Actitudes hacia Sexting
Variables independientes Divertido y Percepción Expectativas
Despreocupado de Riesgo Relacionales
Chicas
Conocimiento del Sexting .04 -.04 -.04
Vigilancia progenitores: uso móvil .07 -.06 .09*
**
Tiempo de uso del móvil .12 -.00 .13**
Perfil en Facebook -.08* .02 -.04
Percepción peligro: Redes Sociales -.18** .05 -.09*
Formación: Educación Sexual .03 -.11** .01
Obligación/Coacción -.16** -.04 -.17**
Chantaje -.11** .01 -.17**
*
Burlas .09 -.01 .21**
Grabaciones sexuales en solitario -.25** .09* -.22**
** **
Grabaciones sexuales con otra/as personas -.21 .11 -.18**

360
Resultados

Tabla 4.55b Correlaciones entre la escala de actitudes hacia el Sexting y las variables
independientes del estudio en función del género.
Actitudes hacia Sexting
Variables independientes Divertido y Percepción Expectativas
Despreocupado de Riesgo Relacionales

Chicos
Conocimiento del Sexting -.04 .04 -.03
Vigilancia progenitores: uso móvil .11** -.06 .12**
Tiempo de uso del móvil .25** -.06 .21**
Perfil en Facebook -.07 -.02 -.00
Percepción peligro: Redes Sociales -.15** .25** -.12**
Formación: Educación Sexual -.08 -.03 -.08*
Obligación/Coacción -.02 .01 -.18**
Chantaje -.01 .05 -.14**
Burlas .06 -.02 .07
Grabaciones sexuales en solitario -.12** .07 -.18**
Grabaciones sexuales con otra/as personas -.14** .11** -.27**
Nota: *p<.05, **p<.01.

Por último las correlaciones en relación a las actitudes hacia el Sexting y las
motivaciones (ver Tabla 4.56), en relación al factor Divertido y Despreocupado con las
motivaciones hacia el Sexting son todas positivas: quería ser coqueto/a o insinuante (r=
.45; p<.05), quería preliminares (r= .40; p<.01), quería cumplir con las necesidades de
mi pareja (r= .35; p<.01), quería intimidad (r= .31; p<.01), estaba aburrido/a (r= .34;
p<.01), estaba solo/a (r= .35; p<.01), estaba borracho/a (r= .27; p<.01), quería ser como
mis amigos/as (r= .14; p<.01), quería evitar una discusión (r= .18; p<.01) y había
tomado drogas (r= .19; p<.01). Es decir aquellos/as adolescentes que ven el Sexting
como algo divertido y despreocupado son los que más justifican su participación en las
conductas de Sexting aludiendo una gran variedad de motivos como los reflejados
anteriormente.

Relativo al factor Percepción de Riesgo la mayoría de los ítems correlacionan de


forma negativa: quería ser coqueto/a o insinuante (r= -.07; p<.01), quería preliminares
(r= -.13; p<.01), quería cumplir con las necesidades de mi pareja (r= -.12; p<.01), quería
intimidad (r= -.11; p<.01), estaba aburrido/a (r= -.15; p<.01), estaba solo/a (r= -.14;
p<.01), estaba borracho/a (r= -.13; p<.01), quería ser como mis amigos/as (r= -.06;
p<.01) y había tomado drogas (r= -.09; p<.01). Por lo que los y las adolescentes que ven
en las conductas de Sexting un comportamiento de riesgo asumen los motivos
anteriormente expuestos para participar en Sexting.

361
Resultados

Y en relación al factor Expectativas Relacionales todos los ítems correlacionan


de forma positiva: quería ser coqueto/a o insinuante (r= .36; p<.05), quería preliminares
(r= .33; p<.01), quería cumplir con las necesidades de mi pareja (r= .30; p<.01), quería
intimidad (r= .28; p<.01), estaba aburrido/a (r= .36; p<.01), estaba solo/a (r= .32;
p<.01), estaba borracho/a (r= .31; p<.01), quería ser como mis amigos/as (r= .27;
p<.01), quería evitar una discusión (r= .25; p<.01) y había tomado drogas (r= .27;
p<.01). Es decir los y las adolescentes que tienen expectativas relacionales en las
prácticas de Sexting son también los que afirman la variedad de motivos anteriormente
descritos.

Tabla 4.56 Correlaciones entre la escala de actitudes hacia el Sexting y las motivaciones hacia
el Sexting.
Actitudes hacia Sexting
Motivaciones hacia el Sexting Divertido y Percepción Expectativas
Despreocupado de Riesgo Relacionales
Quería ser coqueto/a o insinuante. .45* -.07** .36**
** **
Quería preliminares .40 -.13 .33**
** **
Quería cumplir con las necesidades de mi pareja .35 -.12 .30**
** **
Quería intimidad .31 -.11 .28**
Estaba aburrido/a .34** -.15** .36**
Estaba solo/a .35** -.14** .32**
Estaba borracho/a .27** -.13** .31**
** **
Quería ser como mis amigos/as .14 -.06 .27**
**
Quería evitar una discusión .18 -.05 .25**
** **
Había tomado drogas .19 -.09 .27**
Nota: *p<.05, **p<.01.

En cuanto al análisis por género tanto en chicas como en chicos encontramos la


misma tendencia ya que en el caso de Divertido y Despreocupado las correlaciones son
en ambos casos positivas; al igual que en relación a las expectativas relacionales en
donde los resultados son similares. No obstante en el caso del segundo factor
Percepción de Riesgo, se detectan ciertas diferencias a la tendencia de la muestra global,
pues en el caso de las chicas solo correlacionan negativamente las variables: quería ser
coqueto/a o insinuante (r= -.11;p<.01), quería preliminares (r= -.13;p<.01), quería
cumplir con las necesidades de mi pareja (r= -.10;p<.05), quería intimidad (r= -
.10;p<.01), estaba aburrido/a (r= -.13;p<.01), estaba solo/a (r= -.15;p<.01), estaba
borracho/a (r= -.12;p<.01). Por lo que aquellas que ven el Sexting como una conducta
de riesgo son las que nunca lo practican o han practicado por ser coqueto/a o insinuante,
querer preliminares, querer cumplir con las necesidades de su pareja, querer intimidad,
estar aburrida, sola o estaba borracha (ver Tabla 4.57a y 4.57b).

362
Resultados

Tabla 4.57a Correlaciones entre la escala de actitudes hacia el Sexting y las motivaciones hacia
el Sexting en función del género.
Actitudes hacia Sexting
Motivaciones hacia el Sexting Divertido y Percepción Expectativas
Despreocupado de Riesgo Relacionales
Chicas
Quería ser coqueto/a o insinuante. .48** -.11** .34**
** **
Quería preliminares .41 -.13 .32**
** *
Quería cumplir con las necesidades de mi pareja .38 -.10 .34**
** **
Quería intimidad .34 -.10 .35**
** **
Estaba aburrido/a .29 -.13 .29**
** **
Estaba solo/a .35 -.15 .28**
Estaba borracho/a .30** -.12** .29**
Quería ser como mis amigos/as .23** -.04 .31**
**
Quería evitar una discusión .25 -.02 .36**
**
Había tomado drogas .18 -.04 .25**
Nota: *p<.05, **p<.01.

Al igual que en el caso de los chicos que correlacionan negativamente: quería


preliminares (r= -.09; p<.05), quería cumplir con las necesidades de mi pareja (r= -.09;
p<.05), quería intimidad (r= -.08; p<.05), estaba aburrido/a (r= -.12; p<.01), estaba
solo/a (r= -.10; p<.01), estaba borracho/a (r= -.11; p<.01) y había tomado drogas (r= -
.08; p<.05). Es decir aquellos que ven el Sexting como un comportamiento de riesgo
son los que nunca lo practican o lo han practicado por querer preliminares, querer
cumplir con las necesidades de su pareja, querer intimidad, estar aburrido, solo o estaba
borracho o drogado.

Tabla 4.57b Correlaciones entre la escala de actitudes hacia el Sexting y las motivaciones hacia
el Sexting en función del género.
Actitudes hacia Sexting
Motivaciones hacia el Sexting Divertido y Percepción Expectativas
Despreocupado de Riesgo Relacionales
Chicos
Quería ser coqueto/a o insinuante. .41** -.03 .38**
** *
Quería preliminares .38 -.09 .32**
** *
Quería cumplir con las necesidades de mi pareja .31 -.09 .27**
** *
Quería intimidad .26 -.08 .22**
** **
Estaba aburrido/a .35 -.12 .38**
** **
Estaba solo/a .33 -.10 .34**
Estaba borracho/a .23** -.11** .30**
Quería ser como mis amigos/as .06 -.07 .23**
**
Quería evitar una discusión .11 -.06 .17**
** *
Había tomado drogas .19 -.08 .27**
Nota: *p<.05, **p<.01.

363
Resultados

4.1.8 RELACIONES ENTRE LOS COMPORTAMIENTOS DE SEXTING, LAS


ACTITUDES HACIA EL SEXTING Y LAS VARIABLES INDEPENDIENTES
DEL ESTUDIO

Este apartado tienen por objetivo abordar las correlaciones de la escala de


comportamientos de Sexting con la escala de sexismo ambivalente, escala de mitos del
amor, así como con las variables sociodemográficas y con las variables independientes
más relevantes del estudio.

4.1.8.1 RELACIONES ENTRE LOS COMPORTAMIENTOS DE SEXTING Y LAS


VARIABLES SOCIODEMOGRÁFICAS DE LOS/AS ADOLESCENTES Y EN
FUNCIÓN AL GÉNERO

En relación al Envío de fotografías y/o vídeos hemos encontrado que existen


correlaciones positivas con las variables curso académico (r= .09; p<.01), edad (r= .17;
p<.01), relación familiar (r= .08; p<.01) y número de relaciones anteriores (r= .09;
p<.01). Mientras que las correlaciones negativas son con: lugar (r= -.011; p<.01),
género (r= -.06; p<.05), materias suspensas (r= -.14; p<.01) y relación sentimental
actual (r= -.13; p<.01) y pasada (r= -.17; p<.01). Es decir, los y las adolescentes que
más fotografías y vídeos erótico sexuales envían son, chicos de ámbito urbano, de
cursos académicos avanzados, por tanto también de más edad y con materias suspensas.
También aquellos que tienen una mala relación con sus progenitores, y tienen y han
tenido varias relaciones sentimentales (ver Tabla 4.58).

Referente al Envío de textos las correlaciones positivas son con las variables
curso académico son el curso académico (r= .15; p<.01), la edad (r= .22; p<.01), la
situación sentimental de sus progenitores (r= .78; p<.001), la relación familiar (r= .12;
p<.01), la opción religiosa (r= .13; p<.01) y el número de relaciones pasadas (r= .12;
p<.01). Y se evidencian correlaciones negativas con las variables lugar (r= -.11; p<.01),
género (r= -.17; p<.01), materias suspensas (r= -.15; p<.01) y la relación sentimental
actual (r= -.14; p<.01) o pasada (r= -.23; p<.01). Por lo que son los chicos de zona
urbana, de cursos académicos avanzados (bachillerato), de más edad y con materias
suspensas los que más textos erótico sexuales envían. Igualmente son aquellos cuyos
progenitores están separados y que guardan una mala relación con ambos. Y los que son

364
Resultados

menos religiosos y que tienen o han tenido varias relaciones sentimentales (ver Tabla
4.58).

So observamos los comportamientos de Sexting en general sean del tipo que


sean, encontramos correlaciones positivas con curso académico (r= .14; p<.01), edad
(r= .22; p<.01), relación familiar (r= .11; p<.01) y número de relaciones anteriores (r=
.12; p<.01). Y correlaciones negativas con: lugar (r= -.12; p<.01), género (r= -.14;
p<.01), materias suspensas (r= -.16; p<.01) y relación sentimental actual (r= -.16;
p<.01) o pasada (r= -.23; p<.01) (ver Tabla 4.57). Es decir los que más
comportamientos de Sexting llevan a cabo son los chicos de ámbito urbano, de más
edad y de cursos más avanzados. Aquellos que tienen una mala relación familiar, cuyos
progenitores están separados y han suspendido materias en la última evaluación. Así
como aquellos que tienen y/o han tenido varias relaciones sentimentales.

Tabla 4.58 Correlaciones entre la escala de comportamientos de Sexting y las variables


sociodemoráficas.
Comportamientos de Sexting
Variables sociodemográficas Envío de fotografías Envío de Comportamientos
y/o vídeos textos de Sexting
Lugar -.11** -.11** -.12**
** **
Curso académico .09 .15 .14**
Nacionalidad .01 .01 .01
Edad .17** .22** .22**
* **
Género -.06 -.17 -.14**
Situación progenitores .02 .78** .04
Nivel de estudios del padre -.03 -.04 -.05
Nivel de estudios de la madre .02 .01 .01
Relación familiar .08* .12** .11**
Opción religiosa .05 .13** .11
**
Materias suspensas -.14 -.15** -.16**
Relación sentimental actual -.13** -.14** -.16**
Relación sentimental pasada -.17** -.23 -.23**
** **
Número de relaciones anteriores .09 .12 .12**
Nota: *p<.05, **p<.01.

Si analizamos los diferentes comportamientos en función al género (ver Tabla


4.59) encontramos que en el caso de las chicas las correlaciones positivas detectadas
sobre el envío de fotografías y/o vídeos se produce con la edad (r= .14; p<.01), la
relación familiar (r= .15; p<.01) y la opción religiosa (r= .09; p<.05). Y correlaciones
negativas con el lugar (r= - .14; p<.01), las materias suspensas (r= - .15; p<.01) y las
relaciones sentimentales actuales (r= - .17; p<.01) o pasadas (r= - .19; p<.01). En otras

365
Resultados

palabras, son las chicas de ámbito urbano de más edad y menos religiosas, las que más
envían fotografías y vídeos erótico sexuales. También aquellas que tienen una mala
relación con sus progenitores, tienen materias suspensas y tienen y/o han tenido
relaciones sentimentales.

En cuanto a las chicas que envían textos erótico sexuales se revela que las
correlaciones positivas se dan con el curso académico (r= .14; p<.01), la edad (r= .17;
p<.01), la relación familiar (r= .16; p<.01) y la opción religiosa (r= .16; p<.01).
Mientras que las correlaciones negativas son con lugar (r= - .14; p<.01), materias
suspensas (r= - .15; p<.01) y relación sentimental actual (r= - .20; p<.01) o pasada (r= -
.24; p<.01). Por lo que, son las chicas de ámbito urbano, de más edad, de cursos más
elevados y menos religiosas aquellas que más textos erótico sexuales envían. También
aquellas que tienen una mala relación con sus progenitores, han suspendido materias en
la última evaluación y tienen y/o han tenido relaciones sentimentales.

Teniendo en cuenta los comportamientos de Sexting en general de las chicas se


encuentran correlaciones positivas con el curso académico (r= .12; p<.01), la edad (r=
.17; p<.01), la relación familiar (r= .17; p<.01) y la opción religiosa (r= .14; p<.01).
Mientras que negativas con el lugar (r= -.15; p<.01), las materias suspensas (r= -.16;
p<.01) y la relación sentimental actual (r= -.21; p<.01) o pasada (r= -.24; p<.01). Por lo
tanto, aquellas chicas que más conductas de Sexting llevan a cabo son de ámbito
urbano, de más edad, de cursos más elevados y menos religiosas aquellas. Igualmente
aquellas que tienen una mala relación con sus progenitores, han suspendido materias en
la última evaluación y tienen y/o han tenido relaciones sentimentales.

En el caso de los chicos que envían fotografías y/o vídeos erótico sexuales
encontramos correlaciones positivas con el curso académico (r= .12; p<.01), la edad (r=
.19; p<.01) y el número de relaciones anteriores (r= .14; p<.01). Así el lugar (r= -.08;
p<.01), las materias suspensas (r=- .12; p<.01) y la relación sentimental actual (r= .14;
p<.01) y pasada (r= .17; p<.01), correlacionan negativamente. Por lo que los chicos de
ámbito urbano, de más edad, de cursos avanzados y con materias suspensas, son los que
más contenidos de éste tipo envían. También aquellos que tienen o han tenido varias
relaciones sentimentales.

En relación al envío de textos las variables de curso académico (r= .15; p<.01),
edad (r= .25; p<.01), número de relaciones anteriores (r= .17; p<.01) correlacionan
positivamente y situación sentimental progenitores (r= . 11; p<.05). Mientras que las
366
Resultados

materias suspensas (r= -.13; p<.01) y las relaciones sentimentales actuales (r= -.11;
p<.01) o pasadas (r= -.22; p<.01) correlacionan negativamente. Son por tanto los chicos
de más edad y de cursos avanzados los que más contenidos de éste tipo envían.
Asimismo, también aquellos que tienen materias suspensas y tienen o han tenido varias
relaciones sentimentales y cuyos progenitores están separados.

Y en relación a los comportamientos de Sexting en general se detecta que las


correlaciones positivas se dan con las variables de curso académico (r= .15; p<.01) y
edad (r= .26; p<.01) Mientras que las negativas se evidencian con lugar (r= -.09; p<.01),
materias suspensas (r= -.15; p<.01) y relación sentimental actual (r= -.13; p<.01) o
pasada (r= -.21; p<.01). Es decir, los chicos que llevan a cabo comportamientos de
Sexting son de ámbito urbano, los de más edad y de cursos académicos más avanzados
y con materias suspensas. Así como los que tienen una mala relación con sus
progenitores y tienen una relación sentimental o la han tenido en el pasado.

Tabla 4.59 Correlaciones entre la escala de comportamientos de Sexting y las variables


sociodemográficas en función al género.
Comportamientos de Sexting
Variables sociodemográficas Envío de fotografías Envío de Comportamientos
y/o vídeos textos de Sexting
Chicas
Lugar -.14** -.14** -.15**
Curso académico .07 .14** .12**
** **
Edad .14 .17 .17**
Situación progenitores -.02 .05 .06
Relación familiar .15** .16** .17**
Opción religiosa .09* .16** .14**
** **
Materias suspensas -.15 -.15 -.16**
** **
Relación sentimental actual -.17 -.20 -.21**
Relación sentimental pasada -.19** -.24** -.24**
Número de relaciones anteriores -.02 -.02 -.02
Chicos
Lugar -.08* -.07 -.09*
Curso académico .12** .15** .15**
Edad .19** .25** .26**
Situación progenitores .06 .11* .36
Relación familiar .02 .09* .07
Opción religiosa .01 .09* .07
Materias suspensas -.12** -.13** -.15**
Relación sentimental actual -.11** -.11** -.13**
Relación sentimental pasada -.14** -.22** -.21**
Número de relaciones anteriores .17** .17** .19
Nota: *p<.05, **p<.01.

367
Resultados

4.1.8.2 RELACIÓN ENTRE LOS COMPORTAMIENTOS DE SEXTING Y LAS


ACTITUDES HACIA EL SEXTING LOS DE LOS/AS ADOLESCENTES Y EN
FUNCIÓN AL GÉNERO

En relación a las actitudes hacia el Sexting y su correlación entre sí, hemos encontrado
que respecto a “Divertido y Despreocupado” correlaciona de forma positiva con
“Expectativas relacionales” (r= .49; p<.01) y de forma negativa con “Percepción de
Riesgo” (r= -.19; p<.01); asimismo la Percepción de Riesgo correlaciona también
negativamente con las Expectativas Relacionales (r= -.12; p<.01) (ver Tabla 4.60). Por
lo que los/as adolescentes que ven el Sexting como algo divertido tienen mayores
expectativas relacionales cuando lo practican y menor percepción de riesgo. Igualmente
los que menos percepción de riesgo asumen, tienen mayores expectativas en que el
Sexting les sirva para establecer relaciones.

Particularmente en el caso de las chicas, son aquellas que ven el Sexting


divertido las que menos percepción de riesgo tienen sobre su práctica (r= -.21; p<.01) y
que mayores expectativas relacionales tienen sobre la conducta de Sexting (r= .43;
p<.01). Igualmente aquellas que más percepción de riesgo tienen sobre las conductas de
Sexting, menos expectativas relacionales tienen sobre el comportamiento de Sexting (r=
-.11; p<.01). Esta tendencia se mantienen en el caso de los chicos, pues los que
consideran el Sexting divertido tienen una baja percepción de riesgo (r= -.13; p<.01) y
mayores expectativas relacionales (r= .50; p<.01). También en este caso, aquellos que
tienen alta percepción de riesgo tienen menos expectativas de que el Sexting les sirva
para establecer relaciones (r= -.09; p<.01) (ver Tabla 4.60).

Tabla 4.60 Correlaciones entre las escalas de actitudes hacia el Sexting, de los y las
adolescentes y en función al género.
Actitudes hacia Sexting
Divertido y Percepción de Expectativas
Despreocupado Riesgo Relacionales
Divertido y Despreocupado -.19** .49**
Percepción de Riesgo -.12**
Chicas
Divertido y Despreocupado -.21** .43**
Actitudes hacia Sexting
Percepción de Riesgo -.11**
Chicos
Divertido y Despreocupado -.13** .50**
Percepción de Riesgo -.09*
Nota: *p<.05, **p<.01.

368
Resultados

En relación a las correlaciones encontradas entre las actitudes hacia el Sexting y


los comportamientos de Sexting encontramos que las correlaciones son fuertes en la
mayoría de los casos (ver Tabla 4.61). En primer lugar descubrimos que Divertido y
Despreocupado correlaciona de forma positiva con el envío de fotografías y vídeos (r=
.34; p<.01), envío de textos (r= .42; p<.01) y también con los comportamientos de
Sexting en general (r= .44; p<.01). Por lo que aquellos/as adolescentes que ven el
Sexting divertido son los que más comportamientos de Sexting realizan, bien sea a
través del envío de fotografías y/o vídeos o textos erótico sexuales. Una tendencia que
se mantiene al analizar los comportamientos por género.

En segundo lugar, respecto a la Percepción de Riesgo correlaciona


negativamente con todos los comportamientos de Sexting, ya sea el envío de fotografías
y vídeos (r= -.12; p<.01), envío de textos (r= -.16; p<.01) o también con los
comportamientos de Sexting en general (r= -.16; p<.01) (ver Tabla 4.61). Así los y las
adolescentes con mayor percepción de riesgo sobre el Sexting son los que menos
comportamientos llevan a cabo, ya sean mediante el envío de fotografías y/o vídeos o
textos erótico sexuales. Encontramos la misma tendencia al realizar el análisis por
género. En tercer lugar, en relación a las Expectativas Relacionales, se revelan
correlaciones positivas con todos los comportamientos de Sexting, ya sea el envío de
fotografías y vídeos (r= .33; p<.01), envío de textos (r=.37; p<.01) o también con los
comportamientos de Sexting en general (r= .39; p<.01). En este sentido son los y las
adolescentes con mayores expectativas relacionales en relación al Sexting los que más
comportamientos llevan a cabo. Conclusiones que se mantienen al observar los datos
desglosados por género.

Tabla 4.61 Correlaciones entre las escalas de actitudes hacia el Sexting y comportamientos de
Sexting, de los y las adolescentes y en función al género.
Comportamientos de Sexting
Envío de fotografías Envío de Comportamientos
y/o vídeos textos totales
Divertido y Despreocupado .34** .42** .44**
** **
Percepción de Riesgo -.12 -.16 -.16**
** **
Expectativas Relacionales .33 .37 .39**
Comportamientos de Sexting: Chicas
Divertido y Despreocupado .42** .39** .40**
Actitudes hacia
Percepción de Riesgo -.15** -.14* -.09*
Sexting
Expectativas Relacionales .33** .29** .28**
Comportamientos de Sexting: Chicos
Divertido y Despreocupado .27** .41** .37**
Percepción de Riesgo -.09* -.13** -.15**
Expectativas Relacionales .33** .39** .34**
Nota: *p<.05, **p<.01.

369
Resultados

4.1.8.3 RELACIÓN ENTRE LOS COMPORTAMINETOS DE SEXTING Y LOS


NIVELES DE SEXISMO Y LAS CREENCIAS DE AMOR MITIFICADAS DE
LOS/AS ADOLESCENTES Y EN FUNCIÓN AL GÉNERO

En el análisis de los niveles de sexismo y los comportamientos de Sexting, encontramos


que en cuanto al envío de fotografías y/o vídeos erótico sexuales (ver Tabla 4.62) hemos
encontrado que aquellos/as adolescentes que más lo hacen son también los/as más
sexistas hostiles (r= .10; p<.01) y benevolentes (r= .08; p<.01). En la misma dirección
aquellos/as adolescentes que más textos erótico sexuales envían son también los/as más
sexistas hostiles (r= .19; p<.01) y benevolentes (r= .08; p<.05). Igualmente en relación a
los comportamientos de Sexting en general, los y las adolescentes que más sextean son
también los más sexistas hostiles (r= .17; p<.01) y benevolentes (r=.09; p<.01).

Si realizamos un análisis de género (ver Tabla 4.61), las chicas que envían
fotografías y/o vídeos erótico sexuales son las más sexistas hostiles (r= .12; p<.01) y
benevolentes (r= .07; p<.05). Así como aquellas que envían textos erótico sexuales son
las más sexistas hostiles (r=.13; p<.01). A la par, aquellas adolescentes que llevan a
cabo comportamientos de Sexting son las más sexistas hostiles (r= .13; p<.01).

Conjuntamente los chicos que envían textos erótico sexuales son los más
sexistas hostiles (r= .19; p<.01) y benevolentes (r= .09; p<.05). Igualmente, aquellos
adolescentes que llevan a cabo comportamientos de Sexting son más sexistas hostiles
(r= .16; p<.01) y benevolentes (r= .10; p<.05).

Tabla 4.62 Correlaciones entre las escalas de sexismo ambivalente y mitos hacia el amor,
puntuaciones totales y en función al género.
Sexismo Ambivalente
Sexismo Hostil Sexismo Benevolente
Envío de fotografías y/o vídeos .10** .08**
**
Envío de textos .19 .08*
Comportamientos de Sexting .17** .09**
Chicas
Envío de fotografías y/o vídeos .12** .07*
Comportamientos de Sexting **
Envío de textos .13 .05
Comportamientos de Sexting .13** .07
Chicos
Envío de fotografías y/o vídeos .08 .08
Envío de textos .19** .09*
Comportamientos de Sexting .16** .10*
Nota: *p<.05, **p<.01.

370
Resultados

En el análisis de los mitos del amor y los comportamientos de Sexting, se revela


que aquellos/as adolescentes que envían fotografías y/o vídeos erótico sexuales (ver
Tabla 4.63) son los que más interiorizado tienen la vinculación amor-maltrato (r= .14;
p<.01) y el amor idealizado (r= .09; p<.01). Al igual que los y las adolescentes que
envían textos erótico sexuales son también los que más creen en la vinculación amor-
maltrato (r= .12; p<.01) y del amor idealizado (r= .08; p<.01). Igualmente, si medimos
los comportamientos de Sexting en general, también se evidencia que este
comportamiento se relaciona positivamente con la vinculación amor-maltrato (r= .15;
p<.01) y del amor idealizado (r= .09; p<.01). Es decir, aquellos/as adolescentes que más
creencias mitificadas tienen en torno al amor, ya sea a través de la vinculación entre
amor-maltrato o el amor idealizado, con los/as que más comportamientos de Sexting
llevan a cabo.

En relación al género (ver Tabla 4.63) se observa la misma tendencia, las chicas
que más fotografías y/o vídeos envían son las que más creencias mitificadas en torno al
amor tienen, tanto en la vinculación amor-maltrato (r= .17; p<.01) como respecto al
amor idealizado (r= .10; p<.01). Lo mismo les sucede en el caso de envío de textos
erótico sexuales, pues también tienen a vincular más el amor con el maltrato (r= .14;
p<.01) y a idealizar el amor (r= .11; p<.01). Y si observamos los comportamientos de
las chicas en general los resultados son similares, al revelarse que las que sextean son
también las que más vinculan más el amor con el maltrato (r= .17; p<.01) e idealizan el
amor (r= .11; p<.01).

En el caso de los chicos, los que más fotografías y/o vídeos envían, son los que
más vinculan el amor con el maltrato (r= .12; p<.01). Asimismo en el caso de envío de
textos erótico sexuales, son los que tienen a vincular más el amor con el maltrato (r=
.10; p<.01) y a idealizar el amor (r= .09; p<.01). Y si observamos los comportamientos
de los chicos en general los resultados son similares, al revelarse que los que sextean
son también los que más vinculan más el amor con el maltrato (r= .13; p<.01) e
idealizan el amor (r= .09; p<.01) (ver Tabla 4.63).

371
Resultados

Tabla 4.63 Correlaciones entre las escalas de sexismo ambivalente y mitos hacia el amor,
puntuaciones totales y en función al género.
Mitos hacia el amor
Vinculación amor-maltrato Amor idealizado
Envío de fotografías y vídeos .14** .09**
**
Envío de textos .12 .08**
**
Comportamientos de Sexting .15 .09**
Chicas
Envío de fotografías y vídeos .17** .10**
Comportamientos de **
Envío de textos .14 .11**
Sexting **
Comportamientos de Sexting .17 .11**
Chicos
Envío de fotografías y vídeos .12** .07
Envío de textos .10* .09*
Comportamientos de Sexting .13** .09*
Nota: *p<.05, **p<.01.

4.1.8.4 RELACIÓN ENTRE LOS COMPORTAMIENTOS DE SEXTING Y LAS


VARIABLES INDEPENDIENTES, DE LOS/AS ADOLESCENTES Y EN FUNCIÓN
AL GÉNERO

En el análisis de las correlaciones de los comportamientos de Sexting con las variables


independientes (ver Tabla 4.64) encontramos que aquellos que envían de fotografías y
vídeos son los y las adolescentes que más tiempo dedican al uso del móvil (r=.15;
p<.01), aquellos que tienen perfil en Tuenti (r= -.08; p<.01), Instagram (r= -.06; p<.05)
y redes de citas o de solteros/as (r= -.18; p<.01); así como los y las que han sufrido
obligación (r= .18; p<.01), chantaje (r= .18; p<.01) y/o burlas (r= -.22; p<.01) después
o para sextear. Además aquellos/as que se han grabado en actitud erótica o sexual
ellos/as solos/as (r= -.31; p<.01) o con otra/s persona/s (r= -.35; p<.01).

Referente al envío de textos erótico sexuales encontramos que los y las


adolescentes que envían este tipo de sexts son aquellos/as que no tienen conocimientos
de Sexting (r= -.10; p<.01), ordenador personal con conexión a la red (r= -.06; p<.05)
pero no reciben vigilancia por parte de sus progenitores ni a las páginas que visitan (r=
.08; p<.05) ni al uso que hacen del móvil (r= .08; p<.01); no obstante, dedican mucho
tiempo a usar este dispositivo (r=.18; p<.01). También aquellos/as que tienen perfil en
Facebook (r= -.08; p<.01), en Twitter (r= -.10; p<.01), Tuenti (r= -.10; p<.01),
Instagram (r= -.16; p<.01) y en redes de citas o de solteros/as (r= -.06; p<.05). Además
los/as que han realizado grabaciones erótico sexuales ellos/as solos/as (r= -.21; p<.01) o
con otra/s persona/s (r= -.28; p<.01), además han sufrido coacciones (r= .15; p<.01),

372
Resultados

chantajes (r= .14; p<.01) y/o burlas (r= -.13; p<.01) para practicar Sexting o después de
hacerlo.

Si observamos los comportamientos de Sexting en general, los y las adolescentes


que sextean son los que saben que es el Sexting (r= -.08; p<.01), no reciben vigilancia
de sus progenitores ni a las páginas que visitan (r= .07; p<.05) ni a uso que hacen del
móvil (r= .07; p<.05), sin embargo dedican mucho tiempo a usar este dispositivo (r=
.19; p<.01). También aquellos/as que tienen perfil en Facebook (r= -.07; p<.05), en
Twitter (r= -.09; p<.01), Tuenti (r= -.11; p<.01), Instagram (r= -.07; p<.05) y en redes
de citas o de solteros/as (r= -.19; p<.05). Conjuntamente los/as que han realizado
grabaciones erótico sexuales ellos/as solos/as (r= -.29; p<.01) o con otra/s persona/s (r=
-.36; p<.01); y han sufrido coacciones (r= .16; p<.01), chantajes (r=.13; p<.01) o burlas
(r= -.10; p<.01) para o después de sextear.

Tabla 4.64 Correlaciones entre la escala de comportamientos de Sexting y las variables


independientes del estudio.
Comportamientos de Sexting
Variables independientes Envío de fotografías Envío de Comportamientos
y/o vídeos textos de Sexting
Conocimiento del Sexting -.03 -.10** -.08**
Teléfono móvil con conexión a Internet -.03 -.05 -.05
Ordenador personal con conexión a Internet -.02 -.06* -.05
Tablet personal con conexión a Internet -.01 -.01 -.01
**
Vigilancia progenitores: páginas visitadas .03 .08 .07*
**
Vigilancia progenitores: uso móvil .03 .08 .07*
Vigilancia progenitores: Redes Sociales .02 .02 .02
Tiempo de uso del móvil .15** .18** .19**
Perfil en Facebook -.04 -.08** -.07*
**
Perfil en Twitter -.05 -.10 -.09**
Perfil en Tuenti -.08** -.10** -.11**
* **
Perfil en Instagram -.06 -.16 -.07*
** *
Perfil en redes de citas o soltero/as -.18 -.06 -.19**
Percepción peligro: Redes Sociales -.02 -.05 -.04
Formación: Redes Sociales -.01 .02 .01
Formación: Educación Sexual .03 -.02 .00
Obligación/Coacción .18** .15** .16**
Chantaje .18** .14** -.13**
** **
Burlas -.22 -.13 -.10**
Grabaciones sexuales en solitario -.31** -.21** -.29**
** **
Grabaciones sexuales con otra/as personas -.35 -.28 -.36**
Nota: *p<.05, **p<.01.

373
Resultados

En cuanto al análisis de los comportamientos de Sexting en función del género


(ver tabla 4.65a y 4.65b) encontramos en el caso de las chicas que aquellas que envían
fotografías y/o vídeos son las que más tiempo dedican a utilizar el móvil (r=.09; p<.05),
tienen perfil en Tuenti (r= -.09; p<.05) y en redes de citas y de solteras (r= -.13; p<.01).
Así como aquellas que han sido coaccionadas (r= .22; p<.01), chantajeadas (r= .25;
p<.01) o recibido burlas después de sextear (r= -.29; p<.01) y que han realizado
grabaciones sexuales ellas solas (r= -.36; p<.01) o con otra/s persona/s (r= -.31; p<.01).

En segundo lugar aquellas que envían textos erótico sexuales son las que tienen
ordenador personal con conexión a internet (r= -.09; p<.05), las que más tiempo dedican
al uso del móvil (r= .12; p<.05) y se han grabado en actitud erótica o sexual ellas solas
(r= -.25; p<.01) o con otra/s persona/s (r= -.25; p<.01). Así como aquellas que tienen
perfil en Facebook (r= -.10; p<.01), Twitter (r= -.12; p<.01), Tuenti (r= -.08; p<.05) e
Instagram (r= -.09; p<.01). También aquellas chicas que han sido coaccionadas (r= .22;
p<.01), chantajeadas (r= .24; p<.01) o han recibido burlas después de sextear (r= -.23;
p<.01)

En tercer lugar y en relación a aquellas que realizan comportamientos de Sexting


sean del tipo que sean se observa que son las chicas que dedican más tiempo al uso del
móvil (r= .11; p<.01), tiene perfil en Twitter (r= -.09; p<.05), Tuenti (r= -.09; p<.05) y
redes de citas o de solteras (r= -.12; p<.01). Así como las que se han grabado en actitud
erótica o sexual ellas solas (r= -.34; p<.01) o con otra/s persona/s (r= -.31; p<.01) y han
sido coaccionadas (r= .21; p<.01), chantajeadas (r= .18; p<.01) o han recibido burlas
después de sextear (r=-.12; p<.01).

En el caso de los chicos aquellos que envían fotografías y/o vídeos son los que
saben qué es el Sexting (r= -.08; p<.05), dedican más tiempo al uso del móvil (r= .23;
p<.01), tienen perfil en Instagram (r= -.08; p<.01), o en redes de citas o de solteros (r= -
.23; p<.01), han sido coaccionados (r= .18; p<.01), chantajeados (r= .12; p<.01) o
recibido burlas después de sextear (r= -.15; p<.01) y que han realizado grabaciones
sexuales ellos solos (r= -.27; p<.01) o con otra/s persona/s (r= -.37; p<.01).

Aquellos chicos que envían textos erótico sexuales son los que saben qué es el
Sexting (r= -.19; p<.01), no reciben vigilancia de las páginas que visitan en la Red por
parte de sus progenitores (r= .09; p<.05), pasan mucho tiempo utilizando su teléfono
móvil (r= .30; p<.01), tienen perfil en Twitter (r= -.11; p<.01), Tuenti (r= -.13; p<.01),
Instagram (r= -.08; p<.05), o en redes de citas o de solteros (r= -.21; p<.01).
374
Resultados

Conjuntamente son aquellos que han sido coaccionados (r= .13; p<.01) y/o han
recibido burlas (r= -.22; p<.01). Así como los que han realizado grabaciones sexuales
ellos solos (r=-.19; p<.01) o con otra/s persona/s (r=-.29; p<.05).

En definitiva aquellos chicos que realizan comportamientos de Sexting en


general son aquellos que conocen el significado del término Sexting (r= -.17; p<.01), no
reciben vigilancia de las páginas que visitan en la Red por parte de sus progenitores (r=
.09; p<.05), dedican más tiempo de uso al móvil (r= .31; p<.01 ) tienen perfil en
Twitter (r= -.10; p<.05), Tuenti (r= -.12; p<.01), Instagram (r= -.09; p<.05), o en redes
de citas o de solteros (r= -.06; p<.01), han sido coaccionados (r= .13; p<.01), han
recibido chantajes (r= .09; p<.01) o burlas (r= -.10; p<.01) y han realizado grabaciones
sexuales ellos solos (r= -.26; p<.01) o con otra/s persona/s (r= -.38; p<.05).

Tabla 4.65a Correlaciones entre la escala de comportamientos de Sexting y las variables


independientes del estudio en función al género.
Comportamientos de Sexting
Variables independientes Envío de fotografías Envío de Comportamientos
y/o vídeos textos de Sexting
Chicas
Conocimiento del Sexting .03 .01 .02
Teléfono móvil con conexión a Internet -.03 -.07 -.06
Ordenador personal con conexión a Internet -.03 -.09* -.07
Vigilancia progenitores: páginas visitadas .01 .07 .05
Vigilancia progenitores: uso móvil .01 .06 .05
Tiempo de uso del móvil .09* .12* .11**
Perfil en Facebook -.03 -.10** -.08
Perfil en Twitter -.05 -.12** -.09*
Perfil en Tuenti -.09* -.08* -.09*
Perfil en Instagram -.04 -.09* -.07
Perfil en redes de citas o soltero/as -.13** -.10 -.12**
Obligación/Coacción .22** .22** .21**
Chantaje .25** .24** .18**
Burlas -.29** -.23** -.12**
Grabaciones sexuales en solitario -.36** -.25** -.34**
Grabaciones sexuales con otra/as personas -.31** -.25** -.31**
Nota: *p<.05, **p<.01.

375
Resultados

Tabla 4.65b Correlaciones entre la escala de comportamientos de Sexting y las variables


independientes del estudio en función al género.
Comportamientos de Sexting
Variables independientes Envío de fotografías Envío de Comportamientos
y/o vídeos textos de Sexting

Chicos
Conocimiento del Sexting -.08* -.19** -.17**
Teléfono móvil con conexión a Internet -.03 -.0 -.04
Ordenador personal con conexión a Internet -.00 -.04 -.03
Vigilancia progenitores: páginas visitadas .05 .09* .09*
Vigilancia progenitores: uso móvil .03 .07 .06
Tiempo de uso del móvil .23** .30** .31**
Perfil en Facebook -.05 -.07 -.07
Perfil en Twitter -.06 -.11** -.10*
Perfil en Tuenti -.07 -.13** -.12**
Perfil en Instagram -.08** -.08* -.09*
Perfil en redes de citas o soltero/as -.23** -.21** -.26**
Obligación/Coacción .18** .15** .13**
Chantaje .12** .07 .09**
Burlas -.15** -.22** -.10**
Grabaciones sexuales en solitario -.27** -.19** -.26*
Grabaciones sexuales con otra/as personas -.37** -.29** -.38*
Nota: *p<.05, **p<.01.

Finalmente en relación a las correlaciones de los comportamientos de Sexting


con las motivaciones para la práctica de Sexting (ver Tabla 4.66) encontramos fuertes
correlaciones con todos los ítems. De forma que aquellos/as adolescentes que envían
fotografías y/o vídeos erótico sexuales los hacen casi siempre o siempre porque querían
ser coquetos/as o insinuantes (r= .41; p<.01), querían preliminares sexuales (r=.38;
p<.01), cumplir con las necesidades de su pareja (r= .40; p<.01), querían intimidad (r=
.32; p<.01), estaban aburridos/as (r= .33; p<.01), solos/as (r= .42; p<.01), borrachos/as
(r= .28; p<.01), querían ser como mis amigos/as (r= .28; p<.01), querían evitar una
discusión (r= .24; p<.01) o habían tomado drogas (r= .22; p<.01).

Igualmente aquellos/as que envían textos erótico sexuales lo hacen porque


querían ser coquetos/as o insinuantes (r= .43; p<.01), querían preliminares sexuales (r=
.42; p<.01), cumplir con las necesidades de su pareja (r= .41; p<.01), querían intimidad
(r= .31; p<.01), estaban aburridos/as (r= .39; p<.01), solos/as (r= .37; p<.01),
borrachos/as (r= .33; p<.01), querían ser como mis amigos/as (r= .19; p<.01), querían
evitar una discusión (r= .24; p<.01) o habían tomado drogas (r= .28; p<.01).

En definitiva aquellos/as adolescentes que realizan cualquier tipo de


comportamiento de Sexting son los/as que lo hacen porque querían ser coquetos/as o

376
Resultados

insinuantes (r= .48; p<.01), querían preliminares sexuales (r= .46; p<.01), cumplir con
las necesidades de su pareja (r= .46; p<.01), querían intimidad (r= .35; p<.01), estaban
aburridos/as (r= .42; p<.01), solos/as (r= .44; p<.01), borrachos/as (r= .35; p<.01),
querían ser como mis amigos/as (r= .26; p<.01), querían evitar una discusión (r= .27;
p<.01) o habían tomado drogas (r= .29; p<.01).

Tabla 4.66 Correlaciones entre la escala de comportamientos Sexting y las motivaciones hacia
el Sexting.
Comportamientos de Sexting
Motivaciones hacia el Sexting Envío de fotografías Envío de Comportamientos
y/o vídeos textos de Sexting
Quería ser coqueto/a o insinuante. .41** .43** .48**
Quería preliminares .38** .42** .46**
Quería cumplir con las necesidades de mi pareja .40** .41** .46**
** **
Quería intimidad .32 .31 .35**
** **
Estaba aburrido/a .33 .39 .42**
** **
Estaba solo/a .42 .37 .44**
** **
Estaba borracho/a .28 .33 .35**
*** **
Quería ser como mis amigos/as .28 .19 .26**
*** **
Quería evitar una discusión .24 .24 .27**
Había tomado drogas .22*** .28** .29**
Nota: *p<.05, **p<.01.

En cuanto a en relación a las correlaciones de los comportamientos de Sexting


con las motivaciones para la práctica de Sexting en función del género encontramos la
misma tendencia de correlación positiva de cada uno de los tipos de comportamiento en
Sexting, así como la medida de comportamiento en Sexting en general con las
diferentes motivaciones hacia el Sexting investigadas (ver Tabla 4.76a y 4.67b).

Tabla 4.67a Correlaciones entre la escala de comportamientos de Sexting y las motivaciones


hacia el Sexting en función del género.
Comportamientos de Sexting
Motivaciones hacia el Sexting Envío de fotografías Envío de Comportamientos
y vídeos textos de Sexting
Chicas
Quería ser coqueto/a o insinuante. .36** .38** .53***
** **
Quería preliminares .39 .39 .44**
** **
Quería cumplir con las necesidades de mi pareja .34 .36 .51**
** **
Quería intimidad .25 .22 .44**
Estaba aburrido/a .35** .43** .33**
Estaba solo/a .41** .34** .46**
** **
Estaba borracho/a .28 .30 .34**
** **
Quería ser como mis amigos/as .20 .11 .36**
** **
Quería evitar una discusión .18 .17 .36**
** **
Había tomado drogas .24 .28 .24**

377
Resultados

Tabla 4.67b Correlaciones entre la escala de comportamientos de Sexting y las motivaciones


hacia el Sexting en función del género.
Comportamientos de Sexting
Motivaciones hacia el Sexting Envío de fotografías Envío de Comportamientos
y vídeos textos de Sexting

Chicos
Quería ser coqueto/a o insinuante. .46** .51** .43**
Quería preliminares .34** .45** .46**
Quería cumplir con las necesidades de mi pareja .49** .46** .41**
Quería intimidad .40** .40** .27**
Estaba aburrido/a .29** .29** .46**
Estaba solo/a .43** .40** .43**
Estaba borracho/a .26** .34** .34**
Quería ser como mis amigos/as .37** .28** .17**
Quería evitar una discusión .33** .32** .20**
Había tomado drogas .19** .24** .30**
Nota: *p<.05, **p<.01.

4.1.9 VARIABLES PREDICTORAS DE LOS COMPORTAMIENTOS DE


SEXTING DE LOS/AS ADOLESCENTES, SEGÚN EL GÉNERO Y LA
LOCALIZACIÓN DEL CENTRO

En este apartado se aborda el análisis de regresión con el fin de identificar las variables
predictoras de los comportamientos de Sexting de los y las adolescentes, se indaga
también en la predicción detallada en función del género y el localización del centro.
Por lo que a través de la regresión lineal por pasos con el método hacia delante se
identificaran las variables independientes que más alto correlacionan con la
dependiente, en este caso los comportamientos de Sexting tanto a nivel general como
cada uno de los comportamientos de envío de fotografías/vídeos y envío de textos de
forma independiente.

Así, se irán incorporando al modelo todas aquellas variables que superen los
criterios de entrada. Las variables dependientes incorporadas al análisis son edad,
género, situación sentimental de los progenitores, relación familiar, nivel estudios
progenitores, opción religiosa, materias suspensas, pareja actual, teléfono móvil con
conexión a internet, ordenador y tablet de uso personal con conexión a internet,
vigilancia recibida de los progenitores sobre su acceso y uso a las páginas que visitadas,
de su teléfono móvil, tiempo dedicado al uso del teléfono móvil y de conexión a
internet, formación recibida sobre el uso de las Redes Sociales o educación sexual
recibida, mito vinculación amor maltrato, mito amor idealizado, sexismo hostil, sexismo

378
Resultados

benevolente, haber sufrido obligación –coacción, chantajes o burlas, actitudes hacia el


Sexting (divertido y despreocupado, percepción de riesgo y expectativas relacionales).

A continuación se detallan los resultados de cada una de las regresiones lineales


por pasos hacia delante, de forma que inicialmente se abordan las regresiones e los
comportamientos de Sexting en general de los y las adolescentes, seguidos de los
análisis de regresión por género y localización del centro. Seguidamente el
comportamiento de Sexting relativo al envío de fotografías y/o vídeos erótico sexuales,
seguido del análisis de regresión detallado por género y localización del centro. Y
finalmente la regresión referente al envío de textos erótico sexuales, que también se
analiza la regresión por género y localización del centro.

4.1.9.1 COMPORTAMIENTOS DE SEXTING DE LOS Y LAS ADOLESCENTES,


EN FUNCIÓN DEL GÉNERO Y DE LA LOCALIZACIÓN DEL CENTRO
La ecuación de los comportamientos de Sexting queda explicada por las variables
introducidas en un 30% que son divertido y despreocupado, expectativas relacionales,
pareja actual, obligación-coacción, tiempo conexión a la red, género, burlas, edad, lugar
y chantaje (ver Tabla 4.68). De forma que los y las adolescentes que consideran el
Sexting algo divertido y despreocupado, tienen expectativas en que realizar Sexting les
sirva para establecer relaciones, tienen pareja actual, han sido obligados/as o
coaccionados/as para sextear y pasan más tiempo conectados/as a internet. Además son
los chicos los más proclives a llevar a cabo conductas de Sexting, los/as que si han
sufrido burlas, los/as de más edad, los/as de entorno urbano y los/as que han recibido
chantaje para sextear.

Tabla 4.68 Modelo de regresión para la escala de Comportamientos de Sexting.


F ß t R2
Comportamientos de Sexting 36.43*** .30
Divertido y Despreocupado .27 8.27***
Expectativas Relacionales .15 4.77***
Pareja actual .11 3.68***
Obligación-Coacción .12 4.06***
Tiempo conexión a la Red -.12 -4.01***
Género -.12 -3.99***
Burlas -.08 -2.72**
Edad .09 2.88**
Lugar -.06 -2.22*
Chantaje .07 2.14*
Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

379
Resultados

En cuanto a las chicas, la varianza de la escala quedan explicada por un 29% por
las variables divertido y despreocupado, burlas, pareja actual, obligación - coacción,
lugar, tiempo de conexión (ver Tabla 4.69). Son las adolescentes que consideran el
Sexting divertido y despreocupado, que si han sufrido burlas, con pareja afectiva-
sexual, que han sufrido obligación o coacción para sextear, de entorno urbano y que
más tiempo de conectan a internet.

Tabla 4.69 Modelo de regresión para los comportamientos de Sexting por género: Chicas
F ß t R2
Comportamientos de Sexting: Chica 29.53*** .29
Divertido y Despreocupado 3.28 7.79***
Burlas -.23 -5.59***
Pareja actual 1.5 3.72***
Obligación-Coacción .16 3.84***
Lugar -.10 -2.54*
Tiempo de conexión -.09 -2.22*
Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

En cuanto a los chicos la varianza de la escala se explicó por las variables


divertido y despreocupado, expectativas relacionales, tiempo uso móvil, edad,
obligación-coacción en un 29%. De forma que son los chicos que consideran el Sexting
divertido y despreocupado, útil para establecer relaciones, que más tiempo dedican al
uso del móvil, de más edad y que han sufrido presión para sextear (ver Tabla 4.70).

Tabla 4.70 Modelo de regresión para la escala de Comportamientos de Sexting por género:
Chicos.
F ß t R2
Comportamientos de Sexting: Chico 36.32*** .29
Divertido y Despreocupado .24 5.14***
Expectativas Relacionales .19 4.09***
Tiempo uso móvil .18 4.35***
Edad .16 3.89***
Obligación-Coacción .09 2.38*
Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

Respecto a los y las adolescentes de ámbito urbano, el modelo de regresión


explica la ecuación en un 35%, a través de las variables de divertido y despreocupado,
edad, tiempo de conexión a internet, expectativas relacionales, obligación – coacción y
situación sentimental progenitores (ver Tabla 4.71). Los y las adolescentes que asumen
actitudes hacia el Sexting positivas considerándolo divertido, los de más edad y que más
tiempo de pasan conectados/as a internet, los/as que lo consideran útil para establecer

380
Resultados

relaciones, aquellos/as que han sufrido obligación o coacción y cuyos progenitores están
separados.

Tabla 4.71 Modelo de regresión para los comportamientos de Sexting por localización del
centro: urbano.
F ß t R2
Comportamientos de Sexting: Urbano 19.07*** .35
Divertido y Despreocupado .33 5.37***
Edad .15 2.50*
Tiempo de conexión a internet -.17 -2.92**
Expectativas Relacionales .16 2.59**
Obligación – coacción .13 2.25*
Situación sentimental progenitores .11 2.00*
Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

La ecuación de regresión para los comportamientos de Sexting de los y las


adolescentes de ámbito rural/semi-rural queda explicada en un 37% por las siguientes
variables: expectativas relacionales, chantajes, divertido y despreocupado, tiempo de
conexión a internet, obligación – coacción, móvil con internet, pareja actual y vigilancia
progenitores (ver Tabla 4.72). Así, los y las que tienen mayores expectativas
relacionales, han sufrido chantaje y consideran el Sexting divertido. También
aquellos/as que pasan más tiempo conectados/as a internet, que han sufrido coacciones
y no tienen móvil con acceso a internet, si pareja actual y no reciben vigilancia de sus
actividades online por parte de sus progenitores (ver Tabla 4.72).

Tabla 4.72 Modelo de regresión para los comportamientos de Sexting por localización del
centro: rural/semi-rural.
F ß t R2
Comportamientos de Sexting:
15.48*** .37
Rural/Semi
Expectativas Relacionales .14 2.32*
Chantajes .17 2.97**
Divertido y Despreocupado .29 4.78***
Tiempo de conexión a internet -.16 -2.75**
Obligación – coacción .18 3.16**
Móvil con internet .17 2.99**
Pareja actual .15 2.69**
Vigilancia progenitores -.11 -1.99*
Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

381
Resultados

4.1.9.2 ENVÍO DE FOTOS Y /O VÍDEOS DE CONTENIDO PROPIO O AJENO DE


ÍNDOLE ERÓTICO SEXUAL DE LOS Y LAS ADOLESCENTES, EN FUNCIÓN
DEL GÉNERO Y DE LA LOCALIZACIÓN DEL CENTRO

La relación entre la escala de comportamientos de Sexting y el envío de fotografías y/o


vídeos queda explicado por la ecuación en un 19% (ver Tabla 4.73). Las variables que
lo explican son: divertido y despreocupado, expectativas relacionales, burlas, pareja
actual, obligación – coacción, tiempo de conexión a internet y lugar. Por lo que son los
chicos y chicas que consideran el Sexting divertido, que entienden que es una vía para
establecer relaciones, si han recibido burlas, tienen pareja afectivo-sentimental, han
sido obligados/as o coaccionados/as, pasan más tiempo conectados/as a internet y son
de entorno urbano.

Tabla 4.73 Modelo de regresión para el envío de fotografías y vídeos.


F ß t R2
Envío de fotografías y vídeos 30.40*** .19
Divertido y Despreocupado .24 7.13***
Expectativas Relacionales .13 3.84***
Burlas -.11 -3.70***
Pareja actual .09 3.19***
Obligación – coacción .10 3.51***
Tiempo de conexión a internet -.09 -2.89**
Lugar -.06 -2.14*
Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

En cuanto al género, la ecuación de regresión para el envío de fotografías y


vídeos en el caso de las chicas se explica en un 26% por las variables: divertido y
despreocupado, expectativas relacionales, obligación – coacción, burlas, pareja actual,
lugar, situación sentimental progenitores, vigilancia páginas internet y tiempo de
conexión a internet (ver Tabla 4.74). Por lo que son las chicas que consideran el Sexting
divertido y despreocupado, que consideran que les sirve para establecer relaciones y que
han sufrido obligación o coacción. También aquellas que si han sufrido burlas, que
tienen pareja, viven en zona urbana, sus progenitores están casados, que si reciben
vigilancia a las páginas que visitan en internet y que más tiempo conectadas a internet
afirman pasar.

382
Resultados

Tabla 4.74 Modelo de regresión para el Factor I: envío de fotografías y vídeos en chicas.
F ß t R2
Envío de fotografías y vídeos: Chica 17.60*** .26
Divertido y Despreocupado .28 6.19***
Expectativas relacionales .09 2.13*
Obligación-Coacción .11 2.75**
Burlas -.20 -4.91***
Pareja actual .13 3.15**
Lugar -.11 -2.62**
Situación sentimental progenitores -.09 -2.29*
Vigilancia páginas internet -.10 -2.50*
Tiempo de conexión a internet -.09 -2.03*
Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

La ecuación de regresión en el caso de los chicos y el envío de fotografías y


vídeos queda explicada en un 17% por las variables divertido y despreocupado, tiempo
de uso móvil, edad, expectativas relacionales y obligación-coacción. Así, son los chicos
que consideran el Sexting divertido y despreocupado, que más tiempo dedican al uso
del móvil, de mayor edad, que consideran el Sexting una forma de establecer relaciones
y han sido obligado o coaccionados (ver Tabla 4.75).

Tabla 4.75 Modelo de regresión para el envío de fotografías y vídeos en chicos.


F ß t R2
Envío de fotografías y vídeos: Chico 18.49*** .17
Divertido y Despreocupado .19 3.85***
Tiempo de uso móvil .15 3.26***
Edad .12 2.75**
Expectativas relacionales .12 2.45*
Obligación-Coacción .09 2.17*
Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

4.1.9.3 ENVÍO DE TEXTOS DE ÍNDOLE ERÓTICO-SEXUAL DE LOS Y LAS


ADOLESCENTES, EN FUNCIÓN DEL GÉNERO Y DE LA LOCALIZACIÓN DEL
CENTRO

Referente al modelo de regresión para el envío de fotografías y vídeos de los y las


adolescentes de ámbito urbano es explicado en un 34% por las variables divertido y
despreocupado, obligación – coacción, chantaje, burlas y pareja actual (ver Tabla 4.76).
De manera que son las chicas y chicos de entorno urbano que consideran el Sexting

383
Resultados

divertido y despreocupado, se han visto obligados/as, han sufrido chantaje y burlas y si


tienen pareja afectiva sentimental.

Tabla 4.76 Modelo de regresión para el envío de fotografías y vídeos en ámbito urbano.
F ß t R2
Envío de fotografías y vídeos: Urbano 22.76*** .34
Divertido y Despreocupado .28 5.08***
Obligación-Coacción .12 2.22*
Chantaje .20 3.34***
Burlas -.30 -5.13***
Pareja actual .19 3.45***
Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

Las variables que predicen el envío de fotografías y vídeos en el ámbito


rural/semi rural son: divertido y despreocupado, tiempo de conexión internet, obligación
– coacción, pareja actual, móvil con internet y vigilancia páginas internet. Estas
variables explican el modelo en un 33%. Los/as adolescentes que consideran el Sexting
divertido y despreocupado, que más tiempo pasan conectados/as a internet, han sufrido
obligación o coacción, tienen pareja afectivo-sexual y disponen de móvil con acceso a
internet pero no reciben vigilancia a las páginas que visitan en internet (ver Tabla 4.77).

Tabla 4.77 Modelo de regresión para: envío de fotografías y vídeos en ámbito rural/semi-rural.
F ß t R2
Envío de fotografías y vídeos: Rural/Semi 17.41*** .33
Divertido y Despreocupado .39 6.68***
Tiempo de conexión internet -.13 -2.07*
Obligación-Coacción .16 2.81**
Pareja actual .12 2.06*
Móvil con internet .26 4.65***
Vigilancia páginas internet -.18 -3.07**
Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

En relación a la varianza para el envío de textos, la ecuación de esta sub escala


queda explicada en un 26%, por las variables: divertido y despreocupado, expectativas
relacionales, edad, tiempo de conexión a internet, género, obligación – coacción y
burlas (ver Tabla 4.78). Son los chicos y chicas que consideran el Sexting algo divertido
y despreocupado, que tienen expectativas de que sextear les ayude a entablar relaciones,
los/as de mayor edad y los/as que más tiempo pasan conectados/as a internet. Son
chicos que se han visto obligados o coaccionados y que no han recibido burlas.

384
Resultados

Tabla 4.78 Modelo de regresión para el: envío de textos.


F ß t R2
Envío de textos 40.44*** .26
Divertido y Despreocupado .25 7.77***
Expectativas Relacionales .16 5.06***
Edad .10 3.40***
Tiempo de conexión a internet -.12 -4.06***
Género -.14 -4.82***
Obligación - coacción .11 3.85***
Burlas .10 3.36***
Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

El modelo de regresión para el envío de textos en las chicas quedó explicado en


un 22%, por las siguientes variables: divertido y despreocupado, obligación-coacción,
burlas, pareja actual, tiempo conexión internet y opción religiosa (ver Tabla 4.79). Las
chicas que consideran el Sexting algo divertido y despreocupado, que han sido
obligadas y coaccionadas, que han recibido burlas y si tienen parejas afectiva sexual en
la actualidad. Además también aquellas que más tiempo pasan conectadas a internet y
las menos religiosas.

Tabla 4.79 Modelo de regresión para el: envío de textos en chicas.


F ß t R2
Envío de textos: Chica 22.81*** .22
Divertido y Despreocupado .29 6.99***
Obligación-Coacción .15 3.56***
Burlas -.18 -4.30***
Pareja actual .13 3.09*
Tiempo conexión internet -.10 -2.46*
Opción religiosa .08 1.96*
Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

La varianza del modelo de regresión del envío de textos en los chicos queda
explicada por las variables divertido y despreocupado, expectativas relacionales,
tiempo de uso móvil, edad y obligación-coacción. Estas variables predicen el modelo en
un 27%. Son los chicos que consideran el Sexting divertido y despreocupado, tienen
expectativas en que les sirva para establecer relaciones, dedican más tiempo a usar el
móvil, tienen más edad y han sido obligados o coaccionados (ver Tabla 4.80).

385
Resultados

Tabla 4.80 Modelo de regresión para el: envío de textos en chicos.


F ß t R2
Envío de textos: Chico 34.14*** .27
Divertido y Despreocupado .24 5.07***
Expectativas relacionales .20 4.34***
Tiempo de uso móvil .17 4.07***
Edad .15 3.51***
Obligación-Coacción .08 2.02*
Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

Las variables que presiden el envío de textos en el ámbito urbano son divertido y
despreocupado, expectativas relacionales, edad, tiempo de conexión a internet y
obligación-coacción. Estas variables explican el modelo en un 27%. Son los chicos y
chicas de ámbito urbano que consideran el Sexting algo divertido y despreocupado,
asumen que el Sexting les ayudará a tener relaciones, tienen más edad , se pasan más
tiempo conectados/as a internet y han sufrido obligación o coacción (ver Tabla 4.81)

Tabla 4.81 Modelo de regresión para el: envío de textos en ámbito urbano.
F ß t R2
Envío de textos: Urbano 17.82*** .27
Divertido y Despreocupado .31 4.89***
Expectativas relacionales .17 2.69**
Edad .13 2.23*
Tiempo de conexión a internet -.13 -2.28*
Obligación-Coacción .12 2.15*
Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

Finalmente la ecuación del envío de textos en los/as adolescentes de ámbito


rural/semi-rural quedó explicada en un 26% (ver Tabla 4.82). Las variables que
explican el modelo son expectativas relacionales, tiempo de uso móvil, pareja actual,
sexismo hostil y materias suspensas. Son los chicos y chicas que más expectativas
relacionales tienen en las prácticas de Sexting, más tiempo usan el móvil, tienen pareja
actual, se adscriben a actitudes sexistas hostiles y tienen materias suspensas.

Tabla 4.82 Modelo de regresión para el: envío de textos en ámbito rural/semi-rural.
F ß t R2
Envío de textos: Rural/Semi 16.50*** .26
Expectativas relacionales .29 4.75***
Tiempo de uso móvil .22 3.53***
Pareja actual .15 2.57*
Sexismo hostil .13 2.21*
Materias suspensas -.12 -1.99*
Nota: *p<.05, **p<.01, ***p<.001.

386
Resultados

4.2 RESULTADOS DIMENSIÓN CUALITATIVA DEL ESTUDIO


4.2.1 REDES SOCIALES
Dentro de esta primera categoría general, Redes Sociales, se identificaron categorías de
segundo, tercer, cuarto y quinto orden, que además se analizaron en relación al género y
a la localización del centro (ver Tabla 4.83).

Tabla 4.83 Categorías secundarias y subcategorías de la categoría primaria Redes Sociales.


4.2.1. REDES SOCIALES
Categorías secundarias Subcategorías 3º nivel Subcategorías 4º nivel Subcategorías 5º nivel
- WhatsApp la más
- Importantes o muy - Motivos
importante
importantes
- Motivos importancia ---
4.2.1.1 Importancia de las Redes Sociales
- Sin importancia --- ---
- Aspectos negativos de uso --- ---
- Dependencia de
- Dependientes WhatsApp ---
- Motivos dependencia
4.2.1.2 Dependencia de las Redes Sociales
- Independientes --- ---

- Situaciones sí
- Prefieren Redes Sociales ---
comodidad
- Prefieren cara a cara --- ---
4.2.1.3 Comodidad Redes Sociales frente al
cara a cara - Dependiendo de la situación --- ---
- Por igual cara a cara/Redes
--- ---
Sociales
- Conocen a todas sus
--- ---
4.2.1.4 Conocimiento de sus amistades amistades virtuales
virtuales - No conocen a todas sus - Motivos personas
---
amistades virtuales desconocidas
- Motivos ---
- Hablar y quedar con
---
- Contactan con personas personas desconocidas
desconocidas - Hablar y quedar:
---
dependiendo situación
4.2.1.5 Contacto personas desconocidas - Percepción de éstos
- Motivos
comportamientos
- No contactan con personas
conocidas
- Son responsables - Motivos
- Responsabilidad personal
- Son irresponsables - Motivos
4.2.1.6 Responsabilidad uso Redes Sociales - Responsabilidad progenitores --- ---
- Percepción responsabilidad - Motivos
---
adolescentes
- Motivos control
- Ejercen ciber-control
4.2.1.7 Control sobre sus parejas afectivo- - Control: depende
sexuales - Ejercer/ Recibir
-. No ejercen ciber-control --- ---
- Usurpación de identidad --- ---
- Anonimato en la Red --- ---
4.2.1.8 Casos relatados de situaciones - Mentiras en la Red --- ---
vividas/conocidas - Grooming --- ---
- Caso de Violencia de control --- ---
- Acoso en la Red --- ---

387
Resultados

4.2.1.1 IMPORTANCIA DE LAS REDES SOCIALES

En referencia a la primera categoría secundaria, importancia de las Redes Sociales,


entre los y las adolescentes existe consenso en entre chicos y chicas tanto de zona
urbana como rural/semi-rural al afirmar rotundamente que son importantes en su vida
diaria, emergiendo la primera categoría secundaria.

Relevantes (G9, chico1, 1:44).

¡Demasiado importantes diría yo! (G7, chica3, 1:31).

Bastante… mucho… [Importantes] (R1, chico2, 1:74).

De su discurso de las y los adolescentes se evidencia que incluyen la aplicación


de mensajería instantánea WhatsApp como red social. Incluso en algunos casos
consideran que es la red social más importante. No obstante son los y las de zona urbana
los/as que más lo afirman respecto de sus compañeros/as de zona rural/semi-rural.

En este momento si, WhatsApp (G9, Chica4, 1:48).

Yo podría vivir sin ninguna de ellas, pero el WhatsApp es importante...


(G10, Chica7, 1:63).

Yo WhatsApp y el resto no lo utilizo para nada (G10, Chico2, 1:57)

En esta línea los y las adolescentes argumentar diversos motivos para justificar
que WhatsApp es muy importante expresan que es porque les ofrece la oportunidad de
comunicarse, trabajar o estar al día de las actividades académicas.

Whatsapp es mucho más práctica que otras, hay otras que solo sirven
para subir cosas que hiciste o fotos, lo que te apetece. Con WhatsApp te
puedes comunicar e incluso para trabajar (G5, Chico4, 1:13).

Algunas más, WhatsApp por ejemplo sí que me parece importante,


porque necesito comunicarme en con otras personas, para preguntarle
alguna cosa (G5, Chico3, 1:12).

A mi WhatsApp es mi recurso como terapia…y para saber lo que pasa en


clase (G10, Chico4, 1: 65).

Yo podría vivir sin ninguna de ellas, pero el WhatsApp es importante


(G10, Chica7, 1:63).

Además los y las adolescentes aluden diversos motivos para justificar la

388
Resultados

importancia de las Redes Sociales en sus vidas. A través de su discurso, observamos


que son varios/as los/as que justifican la importancia de éstas aludiendo que son vías de
comunicación, información y socialización.

Porque necesito comunicarme en con otras personas, para preguntarle


alguna cosa (G5, Chico3, 1:12).

Si. Quizás solo utilizo Twitter para informarme de cosas de deporte (R5,
Chico1, 1:90).

Depende es una forma de relacionarte con gente. Si son importantes (G2,


Chica 2, 1-6).

Incluso, en el ámbito rural/semi-rural, expresan que son importantes por la


facilidad con la que se puede establecer comunicación con otras personas a través de
ellas.

Porque es más fácil comunicarte con otra gente (R8, Chica4, 1:105).

Para comunicarte, pues no sé, a veces en vez de llamar a una persona, le


mando un whass y ya está (R8, Chico5, 1:105).

En algunos casos, los y las adolescentes de ámbito rural/semi-rural aluden que


usan las Redes Sociales con fines académicos y así justifican la importancia de éstas.

Porque si no, no me enteraría de los deberes (G9, Chica2, 1:53).

Y para contar las cosas utilizas el WhatsApp, incluso a veces hasta con
los profesores (R7, Chica5, 1:97).

A veces, si, muchas veces necesitas saber cuándo es un examen, y eso e


importante (R3, Chico6, 1:88).

Conjuntamente algunos/as informantes resaltan la importancia de las Redes


Sociales para mantener el contacto con personas que viven en otras provincias o
comunidades autónomas.

Yo tengo familia casi toda de fuera de *, por parte de mi madre, y


después tengo mi novia lejos que es de * (G9, Chico2, 1:54).

Sí porque haces amigos nuevos y por ejemplo antes para comunicarte


con la gente tenías que comunicarte con una carta y ahora con un
mensaje ya está (R2, Chica9, 1:45).

389
Resultados

Respecto a la segunda categoría terciaria, otros/as expresan que no son


importantes porque las usan simplemente por aburrimiento o porque para ellos/as es ya
una costumbre.

Si no me aburro, este también tiene Skype (G7, Chico2, 1:32).

Es como un ritual, no sé. Llegas a cada y si no hay nada que hacer pues
miras a ver si colgó alguna foto o voy a ver la gente que hay (G3, Chica3,
1239).

No sé...yo creo que ya estamos acostumbrados a usarlas siempre.


Ósea...y antes te llamabas a casa para quedar con tus amigas, ahora te
hablas por WhatsApp y ya está (R7, Chica7, 1:95).

No obstante, en los grupos de zona rural/semi-rural algunos/as participantes


manifiestan ciertos aspectos negativos del uso de las Redes Sociales, surgiendo así la
tercera categoría terciaria. Aluden los peligros a los que se exponen, la perdida de
contacto con las personas o que debido al constante contacto por las redes con el
profesorado, reciban tareas escolares fuera de horario académico o se exponen a que la
gente cotillee sus perfiles sociales.

Yo pienso que si que son importante para comunicarte con la gente, pero
también tienen algunos problemas como tu bien dijiste, diverso, Sexting
(R2, Chico5, 1:176).

Por una parte si porque te comunicas pero por otra pierdes el contacto,
tanta red social no quedas con él por ejemplo etc (R2, Chico6, 1:78).

No nos gusta eso… porque nos mandan deberes a las 11 de la noche (R7,
Chica4, 1:102).

Una desventaja de internet es que como tú cotilleas te pueden cotillear a


ti. Pero también eres consciente de lo que publicas (G2, Chica2, 1:872).

Asimismo una pequeña minoría de adolescentes afirman que las Redes Sociales
no son importantes en sus vidas o No mucho (G4, Chica 1, 1:8).

390
Resultados

4.2.1.2 DEPENDENCIA DE LAS REDES SOCIALES

En referencia a la segunda categoría secundaria, sobre la posible dependencia de los y


las adolescentes a las Redes Sociales emerge del discurso de los y las adolescentes la
cuarta categoría terciaria, hemos encontrado que son las chicas y chicos de
rural/semirural los/as que más afirman que dependen de las Redes Sociales. Incluso en
algunos casos afirman que si no tienen acceso a ellas Te falta algo (R6, Chico 3, 1: 221)

A pesar de que los y las adolescentes de zona urbana aluden en menor medida su
dependencia a las Redes Sociales, aquellos/as que se declaran dependientes expresan
que es fundamentalmente a WhatsApp.

En parte si y en parte no, yo creo solo dependemos de whatsapp de las


demás es por diversión (G5, Chico2, 1:122).

Yo whatsapp sí que lo necesito, el resto pues es como más ocio (G5,


Chico3, l: 124).

Igual las otras solo te metes por la noche, whatsapp hay veces que lo
tienes que estar usando casi todo el día (G5, Chico5, 1:129).

Incluso una de las chicas expresa que Prefiero WhatsApp que hablar por fijo (G10,
Chica2, 1:154).

Además los y las adolescentes relatan diversos motivos por los que son
dependientes de las Redes Sociales, incluso dentro de los/as de ámbito rural/semi-rural
firman que:

Porque sin ellas non se puede vivir (R4, Chico1, 1: 209).

Porque estamos habituados a ellas y vivir ahora sin ellas sería raro (R4,
Chica1, l: 210).

Pode ser que estemos un pouco condicionados a elas (R6, Chico2, 1:


219).

Entre los motivos aluden encontramos que esta dependencia se debe a que las
usan para comunicarse con amistades o también para citarse con personas

O si quieres hablar con una persona a distancia que vive en otra


provincia, está bien (G1, Chico, 1:109)

Sí que dependemos claro, para hablar con tus amigos (G3, Chico2,
1:113).
391
Resultados

Depende porque con la mayor parte de mis amigas, son del instituto
entonces solo las veo aquí y tengo que hablar con ellas (G7, Chica4,
1:135).

Hombre dependemos sí! Pero depende para lo que las necesites pues si es
solo para hablar no dependes de ellas, pero si le quieres preguntara
alguien alguna cosa, para quedar con ella pues sí (G7, Chico3, 1:134).

Y porque hay con muchísima gente con la que non podrías halar todos
los días (R4, Chica2, 1:212).

De hecho uno de los informantes de entorno rural/semi-rural, explica como es


esa dependencia a las Redes Sociales, afirmando que:

Sí quizás lo tienes como una forma de entretenimiento y de


comunicación con tuyos compañero. Entonces un rato que tienes libre y
no puedas utilizar el teléfono, pues te das cuenta de que a lo mejor estas
un poco más aburrido (R6, Chico1, 1: 220).

Finalmente respecto a los y las adolescentes que afirman que no son


dependientes de las Redes Sociales, existe una tendencia en su discurso a afirman a que
no lo son “hasta cierto punto”. De hecho una de las chicas alega que No hasta cierto
punto, porque si necesitas saber si tu madre está bien por WhatsApp le preguntas, o a tu
novio, o a tu novia también (G12, Chica1, 1:175). Surgiendo en este sentido la segunda
categoría de tercer nivel de análisis.

4.2.1.3 COMODIDAD EN LAS REDES SOCIALES FRENTE AL CARA A CARA

En cuanto a la tercera categoría secundaria, son muchos/as adolescentes los/as que


afirman que se sienten más cómodos/as hablando por las Redes Sociales que teniendo
cara a cara a la otra persona. De hecho, observamos que son los y las adolescentes de
zona urbana (fundamentalmente las chicas) las que más lo expresan. Por un lado
algunas/as dicen que teniendo como barrera las Redes Sociales tienen menos vergüenza
o simplemente para gastar “bromas”.

Para hacer una broma o para tocar las narices, pues esa seguridad en
persona no la tienes (G1, Chico3, 1:247).

Depende hay cosas que no te atreves decirlas cara a cara (G3, Chico2,
1:266).
392
Resultados

Pues porque a lo mejor con la persona que estás hablando por chat o
cualquier cosa, no te llevas tanto, y te da más vergüenza hablarle a la cara
que por WhatsApp (G9, Chica1, 1:318).

Por otro lado aluden que en las Redes Sociales encuentran espacios en los que
ligar y establecer relaciones socio-afectivo-sexuales. Siendo las chicas de zona urbana
las que en mayor medida así lo manifiestan.

Para ligar...a la cara no se dice (G2, Chico 4, 1:256-257).

No a veces no depende si le pides cosas sexuales si, dependiendo del


tema. Depende que cosa le pidas (G4, Chico 2, 1:273).

Yo me pongo nerviosa, porque no hablo rápido...por ejemplo (nombre)


en época de “salidez” (G4, Chica 3, 1:270-272).

Pues si te gusta un chico y le quieres decir que te gusta pues a lo mejor a


la cara te sientes cortada entonces se lo dices por whatsapp (G7, Chica2,
1:292).

En esta dirección, una de las chicas expresa que hoy en día las relaciones
afectivas entre adolescentes se comienzan a través de las Redes Sociales.
Muchas de las parejas que empiezan ahora, empiezan a través de una red
social porque cara a cara no se atreven (G3, Chica6, 1:268).
Los y las chicas de zona rural/semi rural, aunque en menor medida que sus
compañeros/as, también refieren en muchos casos sentirse más cómodas/os hablando
por las Redes Sociales que en persona. En algunos casos expresan que las prefieren para
superar momentos de timidez o vergüenza. Y se mantiene la tendencia encontrada, al
ser las chicas las que en mayor medida expresan esta realidad.
Más fácil si que es. Es que no se…pero es un poco más fácil sí que es
porque es muy fácil decir cosas por WhatsApp, pero luego cara a cara no
se las quieres decir, por lo menos a mi me pasa (R1, Chica6, 1:317).
Yo depende hay situaciones que me da un poco de palo. Con gente que
quizás no conoces mucho o tienes menos confianza y le tienes que decir
ciertas cosas o no se para hablar de ciertos temas, quizás las redes son
más cómodas (R8, Chica1, 1:417).
En otros casos dicen que para establecer relaciones amorosas o ligar, ya que les
da menos vergüenza.

393
Resultados

O ligar. O si también tienes una prima lejos Ou ligar (R2, Chico3, 1:364).

Porque te pones rojo y no eres capaz de hablar (R3, Chico5, 1:385).

En incluso dos chicas de ámbito rural/semi-rural, aluden que mediante las Redes
Sociales es más fácil vehiculizar agresiones verbales.

Atacar, insultar...es más fácil por las Redes Sociales (R2, Chica9, 360).

Pero e más fácil decirlo por mensaje que acara a cara… Ósea que tienes
más valor de decirle por un mensaje a una persona que es una hija de
puta que decírselo a la cara (R2, Chica3, 1:363).

Con respecto a los/as adolescentes que dicen que prefieren la comunicación cara
a cara aluden fundamentalmente que es debido a que el texto escrito carece de matices y
de expresividad, por lo que puede llevar a equívocos y malas interpretaciones. De hecho
son los/s de entorno rural/semi-rural los/as que así lo refieren.

Por ejemplo si hablas por WhatsApp escribirlo es un rollo, es mejor


quedar y así también tienes relación con la persona y hablas en persona
que tampoco está mal (R2, Chico6, 1:357).

Puedes hablar con la personas más directamente y no hace falta un


mensaje, es más directo y puedes enseñarle cosas que con el móvil no
puedes (R2, Chico5, 1:358).

No sé...yo cuando por WhatsApp….no entiendo nada...faltan los gestos,


faltan las entonaciones (R7, Chica7, 1:414).

En otra dirección algunos/as adolescentes aludían que para algunas cosas sí se


sentían más cómodos/as (tanto ellos/as mismos/as, como las demás personas) por las
Redes Sociales que en el cara a cara. Algunos/as referían que dependía de la
importancia de lo que se fuera a decir, expresando que cosas sin importancia o que les
dan vergüenza sí prefieren las Redes Sociales.

Yo creo que depende de lo que tengas que hablar si es una cosa sin
importancia para eso ya tienes las Redes Sociales pero si es algo ya más
personal mejor a la cara (G6, Chico2, 1:278).

Depende de las cosas que le quieras decir, cosas que te da algo más de
corte pues decírselas por WhatsApp (G8, Chico5, 1:303).

394
Resultados

Yo pienso que algo importante no lo dices por WhatSapp, prefiero ir


donde esa persona y llamar a la persona y hablar con ella de voz y no por
mensaje (R1, Chica2, 1:354).

Depende de lo que le vayas a decir, si les a pedir un poco de sal pues no


(R3, Chico4, 1:389).

De hecho algunos/as expresan que también depende de la persona, pues


algunos sí se sentirán más cómodos/as a través de las Redes mientras que
otras personas no tanto.

Depende de que persona (G6, Chica2, 1:281).

Supongo que habrá gente que se sentirá mejor de una forma o mejor de
otra. Le dará vergüenza hablar con cierta gente a la cara (G7, Chico2,
1:291).

Además dos adolescentes del entorno rural/semi-rural aluden que se sienten


igual de cómodas en el cara a cara o el WhatsApp.

Non se para mi es igual a la cara que por WhatsApp (R1, Chica3, 1:353)

Yo le hablo a la cara WhatsApp me da igual, me siento cómoda igual


(R1, Chico3, 1:355)

4.2.1.4 CONOCIMIENTO DE SUS AMISTADES VIRTUALES

Relativo a la cuarta categoría secundaria de análisis, contacto con personas


desconocidas a través de las Redes Sociales, a excepción de una minoría que afirma que
sí conoce a todos sus contactos, la tendencia en el discurso de los y las adolescentes
independientemente de su lugar de residencia (urbano vs. Rural/semi-rural) es afirmar
que en muchos casos no conocen personalmente a todas las personas que tienen
agregadas en las Redes Sociales. Particularmente son las chicas de zona rural/semi-rural
las que así lo afirman en mayor medida.

Yo en el Instagram sigo a gente que no conozco (G2, Chica 5, 1:423).

Algunos desconocidos (G8, Chica1, 1:465).

Yo no tengo ni Facebook, ni Twitter...pero en Instagram no, no conozco


a todo el mundo que tengo (R7, Chica3, 1:592).

Yo a casi todos (R8, Chica5, 1:603).


395
Resultados

Inclusive uno de los chicos narra que: Si….tengo a desconocidos…es que hay
gente que te agrega ahí toda loca (G3, Chico6, 1:434). Y una de las chicas resta
importancia al hecho de agregar a personas desconocidas afirmando que: Son simples
seguidores, bah…no tiene importancia (G9, Chica4, 1:485).
Asimismo otros de los motivos aludidos, es que tienen agregadas a personas que
son amistades de amigos/as o que conocen muy poco.
Conocido completamente no…Si pero más o menos que estén en el
mismo grupo de amistades, amigos de amigos (G5, Chico4, 1:447-448).
Si conocidos de que a lo mejor vienen aquí de vacaciones y tal (G8,
Chico4, 1:464).
Amigos de nuestros amigos (G8, Chica3, 1:465).
Yo alguno no porque son amigos de amigos, yo los tengo agregados pero
no los conozco en persona (R1, Chica6, 1:528).
Porque son amigos de amigos…Yo tengo algunos grupos que hay
personas que no conozco (R1, Chica8, 1:533).
O amigos de amigos (R7, Chica4, 1:593).
Sabes quién es y donde vive y es amigo de tal o de cual (R7, Chica5,
1:599)
O incluso a “conocidos”/as de vista”, pero que en realidad no conocen o con los que ni
siquiera han hablado.
Algunas de vista y otros no (G3, Chico1, 1:432).
Pueden ser amigos de vista solo (G5, Chica3, 1:444).
Algunos de vista pero no de hablar con eles (R2, Chica9, 1:536).
De vista (R5, Chica4, 576).
De hecho un par de chicas aluden que tienen agregadas a personas desconocidas
porque “es imposible” conocer a todas sus amistades virtuales y confían en que no sea
peligroso.
Tengo a gente desconocida claro, es que a todos es imposible (G3,
Chica3, 1:428).
Quiero pensar que no es peligroso agregar a personas desconocidas (G11,
Chica7, 1:510).

396
Resultados

4.2.1.5 CONTACTO CON PERSONAS DESCONOCIDAS

En relación a la quinta categoría de segundo nivel, contactan con personas


desconocidas, los y las adolescentes justifican el hecho de tener a personas
desconocidas agregadas explicando en algunas Redes Sociales no pueden controlar
quien los/as “sigue”, llegando a expresar que les resulta “inevitable”.

En el Twitter no, porque es abierto (G4, Chica 6, 1:439).

Sí, es que es inevitable. Porque te encuentran y te siguen (G4, Chica 3,


1:441).

En Twitter por ejemplo sigues a famoso y no conoces a ninguno


(G6,Chico3, 1:451).

En Twitter cuando te siguen no le puedes decir que no, es automático


(G9, Chico2, 1:483).

En Facebook si tengo, en Twitter no (R3, Chica3, 1:561).

En Twitter no, en el resto si…a muchos desconocidos, claro (G10,


Chica2, 1:489).

En este sentido una de las chicas expresa que Por ejemplo en Twitter, la
gente sigue y puede resultar agradable as cosas que una persona puede
leer, porque o te hace o... (R7, Chica7, 1:596).

Otros adolescentes explican que en muchos casos se ven condicionados por otras
personas que les meten en grupos de WhatsApp con personas desconocidas.
A mí me meten en grupo de WhatsApp donde hay gente que no conozco
y luego la voy conociendo por WhatsApp (G7, Chico2, 1:455).
E incluso algunos/as de ámbito urbano afirman que agregan o dejan que “les
sigan personas desconocidas” para tener más seguidores/as en las Redes Sociales.
Por ejemplo en Instagram o cosas así, te empieza a seguir gente y lo
tienes privado, yo lo tengo privado. Te empieza a seguir gente que no
conoces y tú las dejas que te siga pero no la sigues (G5, Chico2, 1:445)
Hay gente que sí que agrega a desconocidos por tener más seguidores,
porque a lo mejor hay gente que quiere ver mis fotos o cualquier cosa y
no los conozco, y a lo mejor les doy a seguir depende de cómo vea que
sea (G9, Chica1, 1:482).
Agregas a desconocidas porque son fans (G9, Chico3, 1:484).
397
Resultados

Conjuntamente varios/as chicos/as explican que para aceptar/agregar a personas


desconocidas se fijan en su apariencia física (a través de la foto perfil) para evaluar sí
son personas confiables.

No, si es guapita hay que aceptarla (G3, Chico2, 1:427)

Si tiene una pinta muy rara pues no aceptas (G11, Chica7, 1:502).

Yo depende como sea su cara, si le veo la cara le doy a aceptar si no, no


(R1, Chica3, 1:534).

Hemos encontrado que más de un cuarto de los y las adolescentes los/as que
admiten hablar con personas desconocidas a través de las Redes Sociales y en menor
medida quedar con ellas.

Son los y las adolescentes de ámbito urbano los que admiten hablar y quedar con
desconocidos/as en mayor medida, frente a sus compañeros/as de ámbito rural/semi-
rural. En este sentido parece que lo más frecuente es hablar con personas desconocidas
tanto entre las chicas como entre los chicos.

Si [hablo con personas desconocidas] y conocer gente también (G1,


Chica1, 1:610].

Yo sí porque hice una especie de grupo para conocernos más pero ahora
ya nos conocemos (G7, Chica1, 1:689).

Yo es que estoy todos los días hablando con gente de Madrid, Uruguay,
Argentina, de Barcelona (G11, Chica4, 1:737).

Uno de los chicos resta importancia a este comportamiento explicando que han
sido contactos con desconocidos/as muy breves: Si pero de hola adiós y ya (G5, Chico3,
1:651).

Asimismo algunos chicos afirman que lo han hecho no apropósito, sino que los
han incluido en grupos de WhatsApp

A veces cuando hacen un grupo en el WhatsApp y hay gente que no


conoces a veces hablas con ellos (G1, Chico1, 1:611)

Sí, pero no porque yo quisiera a lo mejor te mente en un grupo y hay un


montón de gente que no conoces y aunque estés 5 minutos pues sí (G6,
Chico3, 1:675).

398
Resultados

Refieren que es por conocer a gente o relacionarse y otros dos adolescentes


mencionan que sí que hablan con personas desconocidas pero que si no les interesa
luego las borran o bloquean.

Para relacionarte, si ella tiene una amiga y me dice: Buah tía me puedes
seguir en Instagram y le das a seguir. (G2, Chica 3, 1:624).

Y luego la dejas de seguir (G2, Chico 2, 1: 625).

Si [hablo con personas desconocidas] pero saber quién es si te habla pero


si no te interesa pues lo bloques (G3, Chica3, 1:632).

Con respecto a quedar con personas desconocidas, el discurso de los/as


adolescentes demuestra que es una conducta menos frecuente. No obstante son las
chicas las que en mayor medida así lo admiten. Aluden fundamentalmente que quedan
con desconocidos/as con los que tienen un nexo de unión, ya sea que practican su
mismo deporte o que son seguidoras/es de los mismos grupos de música.

Si porque juntaban grupos en natación pues quedábamos (G1, Chica2,


1:615).

En un concierto de un grupo conocido pues se hacen quedadas de gente


desconocida y quedamos (G6, Chica1, 1:687).

Conjuntamente varias de las chicas aluden que lo han hecho con personas de su
círculo, porque viven en una ciudad pequeña y se conocen todos.

Desconocidas en relación a que es amigo de un amigo [quedar con ellas]


(G3, Chica5, 1:634).

Si es del círculo de amistad si amigos de amigos (G3, Chica1, 1:639).

Haber aquí en Ourense nos conocemos todos (G11, Chica7, 1:733).

No obstante algunos/as de estas adolescentes aluden que depende de ciertos


factores quedar o no con desconocidos/as sí lo harían, tales como ser amigos de vista o
hablar previamente con ellas/os.

Yo creo que si una persona tiene amigos en común o que lo conoces de


vista creo que sí pero si no lo conoces de nada no creo (G1, Chica5,
1:616).

No pero de vista si, amigos de amigos (G2, Chico 3, 1:620)

399
Resultados

Yo creo que desconocidas del todo no pero sí que si las conocen de vista.
(G2, Chico 3, 1:628).

Mientras que otras chicas que chatean durante un tiempo con una persona y
luego quedar con ella en persona.

Si quieres conocer una persona desconocida pues hablas unos días con
ella y la conoces pero no directamente quedar con él a lo mejor es un
pederasta (G1, Chico6, 1:617).

Yo quedaría si llevará tiempo hablando con esa persona y tal pues


quedaría…lo he hecho varias veces, es lo normal (G11, Chica2, 1:731).

Con respecto al ámbito rural, a pesar de que en menor medida se mantiene la


tendencia encontrada. Se revela que son más adolescentes los que admiten hablar con
personas desconocidas que llegar a quedar físicamente con ellas. Las chicas que
admiten hablar con personas desconocidas, aluden que lo hacen con amistades de
amistades para conocer a las personas.

Si, por lo menos cuando teníamos Tuenti, por lo menos yo, cuando tenía
Tuenti, con el Tuenti antes todos locos. Por ahí hablabas con amigos de
amigos, que no conocías en persona, pues sí que hablabas con ellos (R1,
Chica6, 1:757).

Amigos de amigos, que yo por ejemplo a mi amigo y le oigo de hablar de


ese amigo y a lo mejor compartimos una cosa que nos gusta y me dice
pues habla con él. Pero si no son amigos de amigos y no los conozco de
nada (R1, Chica4, 1:757)

Amigos de amigos…O si te cae bien o no, puedes conocerla y que no te


caiga bien (R4, Chica1, 1:796).

Algunos chicos también admiten hablar con o les personas que dan a “me gusta”
en alguna red social o incluso fijarse en las fotos de perfil de las personas para
comenzar a hablar con ellas.

Básicamente (ver su foto perfil, para hablarle o no) De si quieres


conocerla o non (R4, Chico1, 1:801)

En los grupos, le ves la foto de perfil y le hablas o no … Si le quieres


hablar le hablas y si no, pues no. Si la quiero conocer le hablo y sino no
(R4, Chico2, 1:802)
400
Resultados

Yo de gente que le gusta alguna foto mía de Instagram, pues puedo


hablar por WhatsApp con ella. (R5, Chico3, 1:817).

Incluso algunos expresan que a veces después de hablar y quedar con esas
personas desconocidas pueden iniciar relaciones afectivo-sexuales.

Sí...que lo hacemos, poner nuestro número y hablar con personas


desconocidas…pues con una chica nos vimos quedamos y…bueno...nos
liamos (R7, Chico2, 1:838-850)

Es necesario destacar la percepción de este tipo de comportamientos entre la


gente de su edad, ya que los y las adolescentes más de la mitad afirma rotundamente
que la gente de su edad sí contacta (habla y queda) con personas desconocidas
frecuentemente.

La gente no es consciente de la realidad, lo ven más como un juego y no


las consecuencias que pueden tener (G2, Chica6, 1:640).

Yo creo que casi todo el mundo que conozco lo ha hecho (G8, Chica5).

Por eso, así en ciudades más grandes pues si (R5, Chico3, 1:826).

Siiii, por ejemplo ahora se estila mucho lo de, por ejemplo te hablar por
Instagram y te ponen el número de teléfono y... (R7, Chica7, 1: 844)

De hecho una chica afirma que es muy frecuente entre la gente de su edad
porque: Hombree se no, no se darían los casos que pasan, de violación, o de un chico
que mata a otra chica (R5, Chica1, 1:824).

En su discurso aluden que la gente de su edad lo hace fundamentalmente por


motivos como popularidad y/o por tener más seguidores/as.

Porque hay gente que quiere seguidores, y después te dejan de seguir o


no (G4, Chica 3, 1:647).

Por popularidad (G7, Chica1, 1:701).

Por popularidad (G8, Chica5, 1:708).

Por tener más contactos (G8, Chica3, 1:709).

Pues para tener más seguidores, lo más importante es conseguir


seguidores da igual los conozcas o no (G9, Chica2, 1:712).

401
Resultados

Hay gente a la que le importa mucho. No sé por qué, a lo mejor a la gente


le gusta mucho su forma de ser y a la gente le gustan sus fotos y prefiere
tener más me gustas, para sentirse mejor (G9, Chica3, 1: 713).

Yo creo que eso te refieres a sí tú quieres ser mas popular, o tener mas
seguidores entonces lo que haces y añadir el máximo posible de
gente...por eso por popular, por ser conocido (R6, Chico1, 1:828-829).

De hecho en este sentido algunos chicos relatan que hay personas que cuelgan
en las Redes Sociales fotos sexuales y agregan/siguen a personas desconocidas para
tener más “me gustas”.

Hay muchísima gente que te sigue y no la conoces y es para que le des a


que le gustan sus fotos…Así provocativas (G4, Chico 4, 1:648-650)

Porque algunas se sacan fotos, así (sexuales) en Instagram para tener más
likes (G4, Chico 2, 1: 649)

Uno de los chicos también expresa que la gente habla y queda con
desconocidos/as porque por temas laborales: Temas de trabajo (G8, Chico3, 1:710)

Respecto a los y las adolescentes que dicen que no hablar ni quedan con
personas desconocidas, expresan que:

Si me dicen quieres quedar conmigo, pues le digo que no te conozco (G3,


Chico6, 1:633).

Pero si no tiene nada que ver con tus relaciones de amistad pues no (G3,
Chica3, 1:637).

Yo una vez que me mando una petición de amistad y dije no sé quién


eres (G10, Chico2, 1:719).

Tanto los/as de ámbito urbano como los de rural/semi rural, aluden que no se
fían porque los pueden engañar.

Si es un pederasta o así, pueden mentir (G2, Chico6, 1:641).

Te pone una foto de una chica, quien sabe, no lo conoces (G2, Chico7,
1:642).

Pero esa persona te puede estar engañando durante un tiempo puedes


estar con una persona hablando y te lo hace (G11, Chica1, 1 734).

402
Resultados

Puede ser un violador compulsivo de Madrid y te dice que es de Ourense


(G11, Chico1, 1:735).

Aunque sea un amigo de un amigo tampoco hace que te puedas fiar cien
por cien (G12, Chica3, 1:753).

Uno de los chicos afirma que no habla con desconocidos/as hasta que alguien le
presente a esa persona: Yo tampoco, solo después de que me lo presenten (R8, Chico1,
1:853). Y una chica afirma que Yo prefiero no jugármela (G12, Chica10, 1:754)

Resta mencionar que en varios casos los/as adolescentes afirman que no han
quedado con personas desconocidas con las que hablan por las Redes Sociales, porque:
Viven en otro país (G7, Chico6, 1:699). Si no sí lo hubieran hecho.

4.2.1.6 RESPONSABILIDAD DE USO DE LAS REDES SOCIALES

En cuanto a la sexta categoría secundaria de análisis, responsabilidad en el uso de las


Redes Sociales, nos encontramos que respecto a su comportamiento personal si se
consideran responsables con el uso que hacen de las Redes Sociales, la amplia mayoría
de adolescentes afirma que sí lo son. Sin embargo en algunos casos expresan que son
responsables Casi siempre (R2, Chica8, 1:950) o que: Yo pienso que debería ser más
(R6, Chico5, 1:990)

No obstante, son las chicas, tanto de zona urbana como de zona rural/semi-rural,
las que refieren una mayor responsabilidad frente a sus compañeros. De hecho ellas
explican que medidas adoptan para protegerse en las redes.
Sí, soy responsable…Conocer a todos las personas que tienes agregadas,
tener los perfiles bloqueados, y tener cuidado con que hablas, y a quien
conoces Usarlo de una forma responsable (R1, Chica7, 1:934-935).
Sí…y con lo que mandas, con los mensajes que mandas, se mandas fotos,
se mandas videos (R1, Chica9, 1:934-936).
Incluso expresan que es necesario ser consecuente y responsable antes de
publicar cosas en las Redes Sociales.
Sí lo soy...porque…pienso con la cabeza (R7, Chica 1, 1: 995-1004).
Sí… porque a veces cuando haces las cosas, te da un tiempo de pensar.
Ósea decir, puedo pasar esta foto, puedo hacer esto, puedo hacer lo otro y
piensas y dices, por qué? No hay necesidad (R7, Chica 2, 1: 996-1005).

403
Resultados

Entonces como eres consecuente y tienes dos dedos de frente pues... (R7,
Chica 3, 1006).

En este sentido una de las chicas de entorno urbano afirma que: Tienes que saber
las consecuencias que pueden tener subir ese tipo de fotos erótico, sexual (G8, Chica5,
1:912).

Un grupo de chicas cuentan que depende de la privacidad que tengan en sus


Redes Sociales, ya que es necesario tener en cuenta que cualquier cosa colgada en
internet puede ser capturada a pesar de ser eliminada.

Si…Depende de lo que subas y las privacidad que tengas (G12, Chica3,


1:924-933)

Es que lo que hablas es distinto. Yo lo que estoy hablando aquí si no me


estuvieses grabando si tú quieres decir que yo lo dije y yo digo que no lo
dije pues da igual. Es tu contra mí. Pero algo que tu públicas, eso queda
ahí. Y hay que ser consecuente de lo que estás haciendo (R7, Chica4,
1:1007)

Ósea por ejemplo yo subo una foto y a lo mejor ya empiezan a haber


comentarios. Pasado dos minutos la borran...pero es que ya hay mil
capturas (R7, Chica5, 1:1011)

Claro es que hacemos capturas, cuando ves algo que...por ejemplo


nosotros tenemos un grupo de… lo mítico, que somos pues las amigas. Y
ya ves algo por Twitter o algo que no sé qué y ya pum…capturas y ya va:
mira que dijo, y mira que puso. Y a lo mejor luego vas a mirar y lo
borra...pero ya lo tienes (R7, Chica5, 1012).

Que te cierras más lo que es en las Redes Sociales que más abierta
cuando estas en personas (R5, Chica1, 1:976)

Por su parte los chicos que refieren que sí son responsables aluden que se
piensan las cosas antes de hacerlas y que solo cuelgan lo que les interesa,

Yo por ejemplo pienso en las cosas antes de enviarlas si mando algún


video lo pienso antes y a lo mejor te puede perjudicar (G5, Chico2,
1:896)

Lo que tú quieres que se sepa lo cuelgas y lo que no pues no (G2,


Chico3, 1:8)
404
Resultados

Algunos chicos creen que sus comportamientos online pueden influirles en


futuros trabajos y no tanto en el presente, así, se confiesan responsables en el uso de las
Redes Sociales.

Yo soy responsable con las Redes Sociales pero por ejemplo si eres
mayor de edad tienen muchas más consecuencias de si eres menor.
Pueden influir a la hora de contratarte (G5, Chico3, 1:897).

Ahora mismo no porque con 17 18 años no pero después con 20 y pico


quieres ir a buscar un trabajo y tienes fotos de fiestas o fotos borracho
que no quieres que vea tu jefe. Hay empresas que sí que te miran los
perfiles de Redes Sociales y te puede influir bastante si te contratan o no
(G5, Chico4, 1:893).

Uno de los chicos afirma que a pesar que era responsable en la gestión de sus
perfiles sociales que se han borrado sus perfiles porque no eran como en la vida offline.

Yo de hecho tenía Tuenti, Facebook y todo eso, y lo borré todo. No se,


me parece una tontería relacionarte así con alguien. Acabas siendo más
otra persona que lo que eres en la realidad (R5, Chico, 1: 974).

Aquellas y aquellos adolescentes que se describen como no responsables en el


uso de las Redes Sociales, aluden que el hecho de tener Redes Sociales es, en sí mismo,
irresponsable. Además admiten que mienten y transgreden la edad mínima de las
distintas Redes Sociales para crearse un perfil.

Responsable que sí, pero partimos del hecho para registrarnos en una red
social ya estamos incumpliendo la reglas es para mayores de 16 el
Whatsapp y ningún de los de aquí lo tenemos y todos hablamos por
Whatsapp. Facebook la mitad se lo hizo antes de los 14. Responsables en
el uso si pero en eso nos pasa responsabilidad (G1, Chico5, 1:865).

Tener en si una red social ya no es responsable. Si la pones privada da


igual, la red es la red queda ahí. Yo no soy responsable, te va a ver gente
que ni conoces y no sabes lo que te están viendo (G3, Chico7, 1:881).

Asimismo otros admiten que son irresponsables porque sus perfiles en las Redes
Sociales son públicos o porque abusan de ellas o agregan a personas desconocidas.

Yo tampoco [lo tengo privado] Es una rayada porque todo el rato tienes
que estar dándole a aceptar (G2, Chica3, 1:869).
405
Resultados

Las Redes Sociales te dan una privacidad, hay veces que si tienes a
cuenta abierta y esa privacidad queda reducida (R6, Chico5, 1:994).
Uno por abusar de ellas, dos por lo que hablamos antes de agregar a
gente que no conoces del todo, por subir fotos indebidas por así decirlo
(G12, Chica1, 1:932).
En otros casos relatan que son irresponsables porque de forma inconsciente
cuelgan fotos y porque no tienen información sobre las Redes Sociales.
Lo que dijo igual en el momento se te va la mano en subir una foto tal, o
la subes (G5, Chico6, 1:894).
Porque non sabemos toda a información sobre as Redes Sociales (R4,
Chica1, 1:970).
En cuanto a la percepción de la realidad entre la gente de su edad, encontramos
que mayoritariamente aluden que la gente de su edad no es responsable con el uso de las
Redes Sociales. Excepto un caso que dice que: La mayoría si estamos aquí diciendo
todos que si pues será que la mayoría si (G6, Chico2, 1:905). Los/as restantes
adolescentes afirman rotundamente que sus compañeros/as así como sus amistades no
es responsable, incluso se afirma que Yo me considero responsable, pero sí que conozco
a mucha gente que no lo es (R7, Chica1, 1:1014).
Finalmente se encuentra que algunos/as adolescentes manifiestas que son los
progenitores los que deben ejercer el control sobre sus hijos e hijas, y por tanto son
ellos/as los/as aluden a la responsabilidad de sus progenitores, respecto de este tipo de
conductas. Aluden que los y las progenitores deben supervisar para que no se expongan
a riesgos a través de las Redes Sociales: Si pero los padres también deben controlar (G1,
Chico4, 1:864)

4.2.1.7 CONTROL SOBRE SUS PAREJAS AFECTIVO-SEXUALES

Relativo a la séptima categoría secundaria, que se refiere al control que los/as


adolescentes hacen sobre las Redes Sociales de sus parejas afectivo/sexuales, se revela
que son muchas y muchos los y las adolescentes los/as que admiten abiertamente ejercer
control sobre sus parejas a través de las Redes Sociales. Así, son las chicas tanto de
zona rural/semi-rural como urbana, las que más admiten que controlan a sus parejas ya
sea la última conexión, las fotografías y estados o incluso o quien siguen o los “me
gusta” de sus parejas en Redes Sociales.

406
Resultados

Si siempre…Revisarle el móvil no, pero los estados y las fotos sí (G7,


Chica4, 1:149-169).

Pues si pone en el estado: te amo no sé quién. Pues venga hombre…Yo si


le digo pero nada más. Me interesa lo que ponga (G2, Chica3, 1:1052-
1052).

Si y los tweets, los favoritos, las fotos, todo (G12, Chica1, 1:1114).

La foto de perfil, la última conexión, los favoritos, los favoritos de


Twitter o los favoritos que tiene en Snapchat (G12, Chica2, 1:1118-1121)

Las fotos de Instagram (G12, Chica3, 1:119).

A quien sigue y a quien no sigue (G12, Chica8, 1:1121).

Home mirar miras (R6, Chica1, 1: 12000).

De hecho en algunos casos incluso admiten haber revisado el teléfono móvil de


su pareja: Si tengo oportunidad de revisarle el móvil pues también…Los mensajes, las
llamadas (G7, Chica1, 1:1062-1067).

Tratando de restar importancia a este control, en algunos casos dicen que no es


control y que no obsesivo el control que ejercen.

A tanta escala no, pero un poco si (G11, Chica7, 1:1105).

Yo creo que controlar no….pero sí que estas algo pendiente (G2, Chica1,
1:1028).

Pero tampoco es un control obsesivo (G2, Chica5, 1:1029).

Yo sí pero no en plan controlar (G10, Chica6, 1:1097).

Sí que o controlo…porque se me deixan en visto, u odio, u odio un


montón, non me gusta. Se estou falando directamente pola persona (R1,
Chica6, 1:1135).

Pero incluso en algunos casos admiten haber seguido a sus parejas para
comprobar a donde van. Incluso una de las chicas dice que le da a su pareja libertad
hasta: Un límite (G7, Chica 1, 1: 1059).

Sí, siempre todo… Si me dice que va al médico no es la primera vez que


voy detrás para ver si es verdad que va al médico (G7, Chica2, 1: 1063).

407
Resultados

Algunas también admiten controlar a otras personas además de a sus parejas, de


hecho una chica afirma que Yo lo mismo también a mi madre y amigos pero eso es
porque soy un poco cotilla y es lo que hay (G10, Chica7, 1:1096).

Aunque en menor medida son varios los chicos los que también admiten
controlar a sus parejas a través de las Redes Sociales, desde las fotografías colgadas a la
última conexión.

Cuando tenía novia a veces le revisaba los estados y la última conexión


casi siempre. Pero eso de cogerme el móvil para sacarse fotos pues yo
como era muy listo la contraseña no la sabía, mi móvil no lo puede ver
hasta que sepa la contraseña…Si (ultima conexión de WhatsApp) y fotos
en el Instagram (G7, Chico6, 1: 1061-171).

Antes con la última conexión...porque si vas a pasar de tu... (G11,


Chico1, 1:1103-1106).

No, no a controlo que va… Hace diez minutos antes de entrar aqui (R1,
Chico1, 1:1127-1129).

Sí...La última conexión de WhatsApp y esas cosas (R3, Chico6, 1:1157-


1166).

La hora de conexión no...no es algo que mire. Lo de revisar las fotos si


(R7, Chica5, 1:1227).

Al igual que sus compañeras también expresan que este control no es malo o que
no es “acoso”.

Pero no la controlamos como sí había sido acoso, controlar no y controlar


tampoco es porque te gusta mirar las fotos, la última conexión (R3, Chico1,
1170).

Uno de los adolescentes explica cómo hacer para poder controlar el móvil de su
pareja: Le dices que te deje el móvil para hablar con otra amiga desde el suyo y de paso
pues le miras otras cosas (G7, Chico2, 1:1066).

Otros adolescentes cuentan que tanto ellos como sus parejas ejercen ese control
mutuamente.

Mi pareja tiene mi contraseña de Instagram y yo la suya. Y a veces le


miro el WhatsApp para hablar con alguien (G1, Chico, 1:1026).

408
Resultados

Yo también para ver si se había conectado mientras yo estaba en línea


cree que estoy durmiendo y me la lía. A ver si va a estar ella ahí (G10,
Chico4, 1:1095).

Sin embargo uno de los chicos expresa claramente que ese control es malo, que
si no existen confianza es mejor abandonar la relación, ya que expresa que Entón no
confias e dexano, pa casa. Se tes que controlar o novio malo. (R4, Chico2, 1:1175).

En cuanto a los motivos que aluden los y las adolescentes, tanto de ámbito
urbano como rural/semi-rural, para justificar el control que ejercen sobre las parejas,
siguen una misma línea de justificación, ya que sus argumentos van desde la
desconfianza hasta los celos. Pero dejan claro que: No en plan mal, no en plan no me fío
de ti (R7, Chica2, 1:1218-1221).

Yo si lo veo en el Instagram con otra chica, como soy muy celosa pues le
digo: pero quien es esa…Yo porque soy muy desconfiada (G7, Chica2,
1:1055-1065).

Pues porque me habían dicho que le gustaba esa chica y mire sus fotos
para ver si tenía ese contacto en sus seguidores (G9, Chica1, 1:1082).

Por celos…Y por envidia de una chica que no se de estas que son así que
van detrás de los novios pues que vaya a por él (G12, Chica3, 1:1123-
1125).

Miramos de supeto a última conexión, porque desconfias (R3, Chico2,


1:1164).

Los y las adolescentes también excusan este control sobre sus parejas en la
curiosidad o simplemente saber con quién habla o que hace.

Para saber con quién habla (G12, Chica1, 1:1122).

Yo voy la lana cama a lanas 23:20 y ella esta hasta las 00:10 y que estuvo
hablando con alguien. No es controlar y mirar (R4, Chico2, 1:1186).

Por curiosidad…no sé por saber...si sales de fiesta...pues por mirar (R7,


Chica2, 1:1216-1222).

Qué hacía o con quien estaba...si, por mirar a ver...si le pasa algo yo me
quiero enterar (R7, Chica3, 1:1217-1223).

Sí, por curiosidad (R7, Chico1, 1:1224).


409
Resultados

Yo lo de revisar las fotos por ejemplo es por curiosidad (R7, Chica6,


1:1226).

De hecho algunos incluso justifican el control alegando que es por preocupación


sobre la pareja o por ayudarla.

Yo si cuelga algo de que está deprimida o algo, pues intentarás hablar


con ella. (G7, Chico5, 1:1053).

Porque nos importa (R4, Chico2, 1:1183).

Sí, porque yo me preocupo y cotillear (R7, Chica5, 1:1220).

Solo para ver que hace...y también preocuparse (R7, Chica4, 1:1219).

Respecto a aquellas y aquellos que expresan que no ejercen control sobre sus
parejas, aluden fundamentalmente motivos en torno a la libertad de la otra persona.

No, yo creo que libertad tiene derecho a poner lo que quiera (G7, Chica1,
1:1059).

No que haga lo que quiera (G5, Chico1, 1:1.44).

4.2.1.8 CASOS RELATADOS DE SITUACIONES VIVIDAS/CONOCIDAS

Finalmente es preciso señalar la octava categoría secundaria, que en el discurso de los y


las adolescentes emergieron varios casos relatados en primera o tercera persona de
situaciones vividas en las Redes Sociales, surgiendo así las categorías de tercer nivel.
Estás son: i. Usurpación de identidad, ii. Anonimato en la Red, iii. Mentiras en la Red,
vi. Grooming, v. Violencia de control, y vi. Acoso en la Red o CyberStalking.

Son dos adolescentes de ámbito urbano las que relatan casos de usurpación de
identidad en la Red incluso afirman que es muy frecuente que sucedan este tipo de
situaciones

A mi hermana le hicieron una cuenta falsa en Instagram, para meterlas en


un lío (G7, Chico6, 2:1528).

Lo de suplantar es muy común en Twitter, le cogen las mismas fotos, la


misma cuenta y los mismo tweets (G7, Chica2, 2:1529).

En uno de los grupos de zona rural surgieron dos casos de personas que
amparadas en el anonimato de la red hacia un uso irresponsable de la red. Relatan que

410
Resultados

una persona conocida los insultaba a través de una red social y en persona ni siquiera les
miraba a la cara.

Por ejemplo conozco una persona que en Tuenti hace años, pues
insultaba la gente. Te hablaba como tal de Verín, y no los conocía en
realidad. Después pasaba por aquí (R5, Chico1, 1:980).

Y agachaba a cabeza (R5, Chica3, 1:977).

Tenía dos caras no se (R5, Chica1, 1: 981).

En el segundo caso relatan como una compañera de clase les hablaba a través de
WhatsApp y les contaba cosas comprometidas, pero luego se comportaba como una
persona “autista” y recibía todo tipo de burlas a través de las redes.

No sé se los acordáis de la chavala que estaba con nosotros en segundo


de la ESO, nos hablaba por móvil y todo, y no era así (R5, Chico2,
1:983).

Pero eso es otra cosa esa chavala era autista. Por las Redes Sociales le
llamaba de todo la gente (R5, Chico1, 1:984).

Hablaba de todo, decía que le bajaba la regla, te lo decía por laas Redes
Sociales luego en persona…(R5, Chica3, 1:985).

Otros casos similares en el que las personas se esconden tras el anonimato y


protección que ofrece la pantalla.

Por ejemplo conozco una persona que en Tuenti hace años, pues
insultaba la gente. Te hablaba como tal de Verín, y no los conocía en
realidad. Después pasaba por aquí como si nada (R5, Chico1, 2:1977).

En cuanto al caso contado de sobre mentiras en la Red es uno de los chicos que
expresa que: A mí me mandaron una captura de pantalla de un sitio de conocer gente, de
una amiga mía que es de mi edad. En Badoo y ponía que tenía 19 años y tiene 15 años
(G7, Chico2, 2:1523).

En relación al caso de Grooming, en varios grupos de zona urbana diversos


chicos relataron un caso de un hombre con el que hablaban a través de las Redes
Sociales. Este sujeto les acosaba, les pedía que se conectaran a través de la Web Cam,
que además era de su misma ciudad y tenía contacto con menores a los que trataba de
embaucar.

411
Resultados

Lo que había pasado con el pirulo. Nos pretendía acosar. Nos decía que
si no le pasábamos fotos que se lo decía a nuestros padres. No sé muy
bien. Pero él les decía que le pasasen fotos y ellos lo pasaban. Después
les chantajeaba diciéndole que si no le pasaba más fotos que las subía a
una red social y se lo decía a sus padres. Es más mayor, 20 y pico (G2,
Chico3, 2: 1212).

A mí me acosaba por Tuenti pero yo no le hacía ni puto caso…Y te pedía


la cámara y todo (G5, Chico2, 1:652-657).

Y se ponía hablar con nosotros (G5, Chico3, 1:656).

A mí me grabó jugando al fútbol (G5, Chico6, 1:655).

Eso era el utillero de * y siempre estaba en el rollo de los vestuarios. Y te


decía ven a mi casa que te regalo una camiseta de Zidane. Con 13 o 14
hablaba así con todos y los tenía así muy “recogidos” (G5, Chico4,
1:660).

Unos cuantos de aquí lo vivimos. El caso del pirulo, teníamos 13 años y


no sabemos cómo consiguió nuestro números y nuestro Tuenti. Nos
empezó a hablar pásame fotos. Se lo dijimos a nuestros padres
obviamente y recibió denuncias. Una de los chicos de la clase de
enfrente, otra mía y de más gente a la que habló. Lógicamente ganamos.
Nos decía con que no le hicieron caso que les decía a nuestros padres que
éramos gay. Un tipo de 36 años. Fue a prisión de cabeza ya pasarían
cuatro años. Dejo el Tuenti abierto en un cibercafé y vieron todas las
conversaciones. (G8, Chico2, 2:1538).

Yo sé de una persona, fue el pirulo, aun chaval lo empezó a acosar y le


decía de quedar con él (G11, Chico1, 2:1311).

Había un hombre que se llamaba el pirulo y yo tengo amigos que los


fueron a juicio a declarar contra por qué eran un chico, era gay y les
acosaba. No sé si era entrenador o arbitro y se metía en el vestuario delos
chicos (G12, Chica1, 2: 1596).

412
Resultados

En este sentido también conocen casos similares que han visto a través e las
noticias.

Por ejemplo en las noticias se ve que un hombre de 30 años se ve le habla


a chicas de 16, no sé qué se busque una de su edad. Habría que tener más
control en los chats (G7, Chico6, 2: 1522).

En relación al caso de violencia de control, una de las adolescentes relató esta


situación vivida por una amiga: A ella le pasó que estaba con su novio y la llamó un
chico y ya le empezó que haber quién era ese. Y ella le dijo que era una amiga y él sabía
que era un chico (G7, Chica2, 1:1070).

También varios casos de acoso a través de la Red, en este caso son más chicos
que chicas los que relatan este tipo de situaciones en primera persona o que han
trabajado en el instituto.

El año pasado nos enseñaron un video que había una niña que envío una
foto y le hicieron chantaje y luego cambio un montón de veces de colegio
y se suicidio. (G8, Chico5, 2:1534).

Hay gente que a veces te manda fotos por ejemplo en Instagram y te


acosaban por Internet…Una chavala que mire a la gente que seguía, y
seguía a un montón de amigos míos, de muchos sitios de España por así
decirlo, y no se entonces después me dijo: Holi. Y me empezó a mandar
fotos suyas. Y yo dije déjame tranquilo te voy a denunciar la cuenta por
pesada. Y después me mandó una foto en bolas. Están en Instagram en
los mensajes directos (G9, Chico3, 2:94-96).

Si una vez el año pasado había una pava que nos siguió a todos en
Twitter y empezó a darnos cosas rara y no se quien había descubierto que
era un chico (G9, Chico2, 2:1284).

Si. Conozco un amigo de mi pueblo que una chavalita de Valladolid lo


intento acosar mandándole fotos en ropa interior y conversaciones
eróticas, pero después no sé, creo que la bloqueo (G9, Chico4, 2:1288).

Un alucinado, que se hizo una cuenta haciéndose pasar por una chica, era
guapa y tal, y siguió a algunos de aquí de este Instituto, de este curso. Yo
la verdad que no tuve nada que ver con eso pero me lo contaron. Yo creo
que lo hacía más para fastidiar, porque esa era una chica que existía, el

413
Resultados

nombre y todo coincidía, y la foto que tenía era Twitter. Es decir, había
otra cuenta de una chica ¿de aquí de Ourense no? (G10, Chico3, 2:1306).

Sin embargo también algunas chicas narran situaciones de acoso en primera


persona a través de la Red.

Si, pues no sé, tengo amigas que mucha gente le acosa diciéndoles que
quiere quedar o cualquier cosa y que quiere tener su número y bueno a
mí me han pasado cosas pero no tan serias como Sexting. No sé qué por
ejemplo chicos me han dicho que querían quedar conmigo y que vamos
iban a lo que iban. Y me han compartido fotos en ropa interior y todo eso
y me han enviado textos. Yo borré esas fotos (G9, Chica1, 2: 1281).

Que además evidenció la situación de desprotección que sienten los y las


adolescentes al considerar que las denuncias en las Redes Sociales son ineficientes.

Es que es lo malo, intentas denunciar a alguien que te hace eso, y para


denunciar es un rollo, y a veces no sirve para nada. Es que a mí también
me acoso, creo que es la misma, pero yo la bloquee, porque era conocía y
la bloquee. Además yo no público ninguna foto mía, y si la publico la
borro... Para denunciar te piden los motivos y si no tienes que poner tu
otro, después tienes que añadir una descripción y a lo mejor, lo tienes que
enviar y luego una confirmación. Una mierda. (G9, Chico2, 2:98-99).

414
Resultados

4.2.2 SEXTING
Dentro de esta segunda categoría general se identificaron categorías de segundo,
tercero, cuarto y quinto orden, que además se analizaron en relación al género y a la
localización del centro (ver Tabla 4.84).

Tabla 4.84 Categorías secundarias y subcategorías de la categoría primaria Sexting.


4.2.2 SEXTING
Categorías secundarias Subcategorías 3º nivel Subcategorías 4º nivel Subcategorías 5º nivel
- Actitudes positivas --- ---
4.2.2.1 Actitudes hacia el Sexting
- Actitudes negativas --- ---
- Descripción
fotografías
-Envío de fotografías - Colgar RS: Sí o No
erótico sexuales
- Sacar pero no envíar

- Personas destinatarias

4.2.2.2 Comportamiento personal de - Activo -Recepción de - Difundir, colgar o


Sexting fotografías erótico compartir
sexuales - No difundir y/o borrar
- Envío y/o recepción - Frecuencia
de textos erótico
sexuales - Finalidades
- Envío y/o recepción
de vídeos erótico - Frecuencia
sexuales
- No activo - Motivos ---
- Envío/recepción ---
contenidos (fotos, ---
vídeos o textos).
4.2.2.3 Comportamientos de Sexting - Comportamiento más ---
---
del grupo de iguales frecuente
-Chicas: Motivos ---
- Género más sexter -Por igual: Motivos ---
Chicos: Motivos ---
- Personales --- ---
4.2.2.4 Motivaciones hacia el Sexting
- Del grupo de iguales - Presiones - Casos conocidos
-Tipos de
--- ---
consecuencias

4.2.2.5 Consecuencias del Sexting -Obligación/Coacción --- ---

- Peores para las chicas --- ---

- Difusión contenidos y
--- ---
exposición involuntaria
- Chantajes --- ---
4.2.2.6 Casos relatados de situaciones - Grabaciones sexuales
vividas/conocidas --- ---
o voyeur
- Sexo online --- ---
- Violaciones grabadas --- ---

415
Resultados

4.2.2.1 ACTITUDES HACIA EL SEXTING

En relación a la primera categoría secundaria, se evidencia, a través del discurso de


algunos/as los y las adolescentes, actitudes ambivalentes hacia las prácticas de Sexting.
Por un lado son fundamentalmente chicas las que refieren actitudes negativas frente a
una mayoría de chicos que manifiesta actitudes positivas, restando importancia a las
conductas de Sexting.

Para que, es una tontería (G4, Chica 3, 2:1023).

Pero las fotos sin camiseta no pasa nada (G2, Chico3, 2:640).

4.2.2.2 COMPORTAMIENTO PERSONAL DE SEXTING

En referencia a la segunda categoría secundaria, comportamientos personales de


Sexting, encontramos que emergen dos categorías de tercer nivel: i. Sexting activo, en
donde se incluye el discurso de aquellos/as adolescentes que sí envían/reciben sexts; y
ii. Sexting no activo, que abarca las argumentaciones de los/as adolescentes que no
participan de ninguna conducta de Sexting.

Dentro de la primera categoría secundaria, Sexting activo, emergen categorías de


tercer nivel, tales como: i. Envío de fotografías erótico sexuales; ii. Recepción de
fotografías erótico sexuales; iii. Envío y/o recepción de textos erótico sexuales; iv.
Envío y/o recepción de textos erótico sexuales. Además en algunos casos también
surgen categorías de cuarto nivel de profundidad, que se irán detallando a lo largo del
apartado.

En cuanto a la primera categoría de tercer nivel, el envío de fotografías erótico


sexuales, alrededor de un quinto de los/as adolescentes expresa abiertamente
comportamientos de Sexting como enviar o reenviar fotografías, vídeos o textos de
contenido erótico/sexual. Además se evidencia que son más los chicos tanto de zona
urbana como de zona rural/semi-rural y las chicas de las ciudades las que en mayor
medida admiten enviar o publicar fotografías erótico-sexuales.

Sexuales o como posturas o así (R3, Chico1, 2:134).

Subirlas o pasarlas a alguien (G12, Chico4, 2:118).

416
Resultados

Así los chicos aluden que son fundamentalmente fotos sin camiseta o frente a
espejos, sin embargo algunos no consideran este tipo de imágenes como Sexting.

Frente el espejo (G7, Chico4, 2:71).

Yo subí fotos sin camiseta…Guarronas (G9, Chico3, 2: 88-91).

Bueno eso si...fotos contra el espejo sin camiseta (G12, Chico5, 2:108).

Alguna foto sin camiseta subí a una red social (R6, Chico5, 2:168).

Yo subo una foto así… [foto contra el espejo sin camiseta]…No lo


considero Sexting (G2, Chico3, 2:269).

E incluso afirman que el carácter erótico depende de la persona que observe la


foto y ellos/as no la hayan sacado con esa intención.

Podemos hacer una foto que para los demas parezca erótica… (R5,
Chica3, 2:162).
Pero para ti non (R5, Chico3, 2:162).
Por su parte las chicas admiten enviar o publicar fotografías de Sexting o
vestidas pero que enfocan a determinados lugares de su cuerpo, adquiriendo matices
erótico sexuales.
Puede ser…sí [fotos con camisetas marcando el escote] (G12, Chica4, 2:
111).
Si a veces [fotos con camisetas marcando el escote] (G12, Chica2, 2:
112).
Con las camiseta más bajada (G12, Chica3, 2: 125).

En Instagram…las chicas enseñando el escote o biquini y los chicos al


salir de la ducha (G9, Chica 1, 2:90-92).

De hecho una de las chicas incluso explica que se sacan este tipo de fotos: En el
baño (G7, Chica1, 2: 72).

Al mismo tiempo, otros chicos y chicas tanto de zona urbana como rural/semi-
rural admiten que sí se sacan este tipo de fotos pero no las envían.

Sacarla y enviarla no, sacarla sí (G3, Chico7, 2: 13).

Pues yo fotos en biquini [eróticas] tengo pero no las pongo en ningún


sitio (G9, Chica2, 2:97).

417
Resultados

La hice pero no para pasársela a nadie [foto sugerente con pose sexual]
(R2, Chica3, 2:132).

En cuanto a las personas a las que les envían este tipo de fotos, los y las
adolescentes refieren que o bien se las envían a alguien o las cuelgan en alguna red
social. En el caso de los chicos, aluden fundamentalmente que los destinatarios de sus
sexts suelen ser sus amistades o las chicas.

Hombre, pues a mi madre no. A chicas, a amigos (G3, Chico6, 2:22).

Depende yo que, pues yo a una chica (G3, Chico2, 2: 23).

Enviarlas a amigos (G7, Chico6, 2: 55).

También se las envié a chicas...fotos totalmente sexuales (R7, Chico1, 2:


191).

Mientras que sus compañeras expresan que los destinatarios de estas imágenes
son sus parejas o gente de confianza.

A tu pareja (G7, Chica3, 2:63).

A gente de confianza (G12, Chica1, 2: 119).

A tu novio (G12, Chica2, 2: 120).

Uno de los chicos de entorno rural afirma que paso la fotografía de forma
involuntaria: Puedes pásarla por casualidad a otra persona pero tu no quisiste (R5,
Chico4, 2:163).

En relación a la segunda categoría de tercer nivel, recepción de fotografías


erótico sexuales de otras personas, la gran mayoría de adolescentes tanto de ámbito
urbano como rural/semi-rural relata que reciben a través del teléfono móvil o las Redes
Sociales muchos de estos sexts de forma habitual. No obstante son los y las adolescentes
de zona urbana los que en mayor medida admiten recibir este tipo de contenidos frente a
sus compañeros de zona rural/semi rural.

En España hay montones (G1, Chico1, 2:198).

No sé pero las suben a las Redes Sociales, no tienen ninguna vergüenza


(G1, Chica4, 2:211).

Si, muchas cada dos minutos o así (G7, Chica4: 300).

418
Resultados

Frecuentemente por WhatsApp, formato foto (G8, Chico3, 2:308).

Recibirlas no pero por Twitter si (G4, Chica 6, 2:61).

En este sentido explican cómo son las fotografías que reciben, aludiendo que
pueden ser de desnudos completos o parciales.

Hay algunas que no salen desnudas ni nada, pero las posturas un poco
pervertidas (G1, Chica1, 2:199).

Sin camiseta, frente el espejo. Solo de chicos (G8, Chico4, 2:308).

Y sin camiseta también, y sin nada también (G12, Chica3, 2:349).

En relación al género las chicas dicen que las imágenes que suelen recibir son
tanto de personas conocidas como desconocidas o famosas.

No últimamente no sé qué pone unos videos de dos hermanas gemelas o


presentadora famosa hace un trío. Así todos los días (G4, Chica 3, 2:262)

Y justo dijo un niño: Pues a mí me acaban de mandar una foto de la


chica. La pasó y empezamos hablar de la chica. Y yo cogí y la borré la
foto (G2, Chica 2, 2:224).

De famosas si me enviaron enlaces de fotos de famosas (G4, Chico 4,


2:258).

Sí, y aquí hubo un caso cerca…que me las mandara a mí una persona


también (R7, Chica6, 2:455-458).

A ver a mí no me han mandado fotos así tan comprometidas pero sí algo


comprometidas…en ropa interior de chicos (G9, Chica1, 2:315).

Ellas también señalan que reciben las fotografías, tanto a través de sus móviles
como mediante las Redes Sociales.

Pues una chica desnuda, por un grupo de WhatsApp la mandaron (G2,


Chica 2, 2:222).

Claro hay veces que le lo mandan por grupos, a mí el otro día aún me
llego una de una chica de Coruña, pero te la acaban mandado porque la
tiene todo el mundo no es que te la pase esa chica. Y por grupos de más
de 20 personas, y más de 30 y más de 40. Yo no las reenvío pero sí que
me las reenvían (G12, Chica3, 2: 354).

419
Resultados

No obstante son los chicos los que refieren recibir más sexts, tanto de ámbito
urbano como rural/semi rural.

Hombre como no (R3, Chico6, 2:384).

Si de todo… varias veces (R5, Chico1, 427-433).

De hecho al igual que sus compañeras también narran que son casos de chicas
conocidas pero también desconocidas. No obstante son los chicos de ámbito urbano los
que más ejemplos cuentan de estas situaciones.

A mí me mandaron hace tiempo unas fotos de chicas que conocía, que


son amigos que te las van pasando y se ríen, por WhatsApp (G1, Chico2,
201).

Yo conozco a una chica, pasaron su foto, de ella entera (erótica) y cuando


se la enseñaron dijo: mira qué guapa soy y que famosa soy (G4, Chico 4,
2:253).

Yo sí, posando desnudas y de gente conocida (G5, Chico6, 2:278).

Hubo una época que se filtraron unas fotos de un grupo de chicas que
tenía un grupo de WhatsApp y se envían fotos entre ellas y las propias
fotos se pasaron por no sé si por toda la Galicia pero por bastantes sitios
(G5, Chico4, 2:280).

Conocida y descocidas también (G6, Chico4, 2:310).

Yo no tengo nada que ver, pero la foto de un grupo era de una chica sin
camiseta, pero nada más. Era una modelo (G10, Chico4, 2:336).

Sí, de muy conocidas (R7, Chico2, 2: 451).

En cuanto a sí reenvían o no este tipo de sexts, la tendencia de su discurso tanto


chico como chicas independientemente de la localización de su centro, es afirmar que
no difunden las fotografías que reciben o incluso que las borran.

Yo en el momento que me la envían la borro (G1, Chica1, 2:213).

Yo también la borro para que vas a tener eso ahí (G1, Chico1, 2:217).

Borrarlas de móvil (G8, Chico3, 2:313).

Desconocidas y conocidas pero no difundo nada (G11, Chico4, 2:341).

420
Resultados

Verlas y bórralas (R3, Chico4, 2: 393).

Yo en ese grupo no pero sí que en otros grupos que te dicen: Pues mira
que foto me enviaron (erótica o sexual) y nada la coges y la borras (G2,
Chica 6, 2:226).

Inclusive dicen que difunden las suyas pero las de otras personas no se pasan
porque no está bien hacerlo.

Si te las manda otra persona no las pasas, si es tuya si (G12, Chico5,


2:351).

Sería ser un cabrón (G4, Chico 1, 2:488).

No, sería ser de perros para que quieres fastidiar a esa persona (G4,
Chico 4, 2:489).

Una chica admite que las borra en cuanto las recibe porque: A ver si mi madre
ve el móvil e imagínate que ve ahí la foto (G1, Chica1, 2:216).

A pesar de ello algunos/as adolescentes si expresan abiertamente que esos sexts


(fotografías) que han recibido se los han guardado o lo han difundido a través de
WhatsApp o de Redes Sociales. De hecho son una mayoría de chicos los que así lo
expresan.

Pues claro si pasan fotos, pasan fotos y si las comparte pues las
comparten. Si te la pasan por un grupo la puedes volver a pasar tú por
otro grupo (G4, Chico 2: 2:491).

Muchas, muchas las cuelgo ¡claro! (G3, Chico7, 2:249).

Por WhatsApp alguna vez pero depende. Pues cosas que no se deberían
pasar (G12, Chica3, 2:350).

Guardarlas (R1, Chico3, 2:373).

Bueno por WhatsApp alguna (R5, Chico1, 2:436).

En relación al envío/recepción de textos, son varios los y las adolescentes los


que sí refieren haber enviado este tipo de sexts con cierta frecuencia. No obstante son
fundamentalmente chicos y en mayor medida de ámbito rural/semi-rural.

Lo lógico (G3, Chico6, 2:1015).

421
Resultados

De toda la vida (G3, Chico5, 2: 1016).

Alguna indirecta (G6, Chica2, 2:1055).

En este sentido relatan que han enviado textos erótico sexuales


fundamentalmente con fines amorosos o sexuales.

Si, si no conoces a una persona y no hablas mucho con ella pues después
hablas por WhatsApp y le dices cosas. Yo que sé, a ver se sobre entiende,
si le dices quiero que me comas el rabo o algo así…Si estas solo y
aburrido (G4, Chico 2, 2:1025-1027).

Joder (x), pues si quieres lio o si quieres algo (R1, Chico1, 2:1147).

O dices con palabras mas sutiles (R2, Chico3, 2:1156).

Si… ¿Quieres follar? (R1, Chico2, 1045-1048).

Tipo tonteo o cosas así (R5, Chico2, 2:1169).

Incluso uno de los chicos admite que utiliza los emoticonos para intentar
entablar esas conversaciones sexuales.

Con los emoticonos…En vez de decirle podemos f..., quieres ósea pones
dos emoticonos el dedo así y otro así (R1, Chico4, 2:1149-1151).

Sobre el envío/recepción de vídeos, tan solo dos adolescentes de ámbito


rural/semi rural admiten haber enviado vídeos suyos erótico sexuales. Sin explicar qué
tipo de vídeos eran o cómo los habían difundido.

Dentro de la segunda categoría secundaria, Sexting no activo, emergen una


categoría de tercer nivel, referente a los, Motivos.

Con respecto a los y las adolescentes que afirman no enviar fotografías erótico-
sexuales observamos que son más de entorno rural/semi-rural que de entorno urbano
los/as que dan motivos para no practicar Sexting. Refieren que no lo han hecho porque
son fotos comprometidas, les da vergüenza o no es ético.

Comprometidas (G10, Chico4, 2:102).

A ver por favor es tu cuerpo, por dios. Como le vas a enviar fotos de ti, a
otras personas que sabe dios lo que hara con eso (R1, Chica8, 2:130).

Porque da vergüenza (R3, Chico5, 2:138).

422
Resultados

Non é ético (R3, Chica2, 2:139).

Respecto a los motivos aludidos, varios chicos y chicas también cuentan que no
han practicado Sexting porque que se quedan en la red perpetuamente y prefieren tener
esos comportamiento en persona con sus parejas.

Sabes que va a quedar ahí e que va a estar siempre ahí (R3, Chico2,
2:141).

Y para que me vean en foto que me vean en persona (R3, Chico, 2:142).

Porque con quien tenemos que tener esas actitudes, no las necesita por
una red social. Si de verdad tienes una confianza con esa persona, ósea tu
novio por ejemplo, si te pide eso, realmente a mi me demuestra...no
se...nada. Porque si yo tengo confianza con el, para hacer lo que sea con
el, no me necesita ver así en una foto (R7, Chica7, 2:189).

Una chica incluso afirma que: No, porque no tengo tan poca vida para hacerme
fotos de ese estilo (G11, Chica7, 2:107).

Con respecto a la minoría de adolescentes que afirman que no reciben sexts de


otras personas ya sea a través de las Redes Sociales o el teléfono móvil. Un par de
chicas explican que es porque tanto ellos/as como sus amistades son “normales”:
Tenemos lo que se dice amigos medianamente normales (G10, Chica2, 2: 334); o
también que: Haber no somos normales, pero tampoco llegamos a ese extremo (G10,
Chico3, 2: 335).

4.2.2.3 COMPORTAMIENTOS DE SEXTING DEL GRUPO DE IGUALES

En relación a la tercera categoría de análisis, comportamientos de Sexting de la gente de


su edad, se encuentra que prácticamente todos y todas afirman que es muy frecuente que
la gente de su edad practique Sexting.

Aquí en España sí (G1, Chico1, 2:467).

Tú entra en los Twitter a ver lo que te encuentras (G1, Chica2, 468).

Hay determinadas personas que no paran de subir fotos (G2, Chica4,


2:610).

Home…En el móvil te las enseño, yo te enseño (G3, Chico6, 2:483).

423
Resultados

Y en cantidad (G3, Chico1, 2:475).

Mucha gente (G3, Chica4, 2:476).

En los grupos de WhatsApp te envían fotos frecuentemente (G4, Chica 2,


2:497). Es algo que se hace (G6, Chica3, 2:513).

Si, yo conozco a gente que se saca fotos así, siete, a ojo más o menos
(G9, Chica5, 2:528).

A patadas (G11, Chica8, 2:543).

20 al día por lo menos (G11, Chica7, 2:543).

Si porque ahora en Instagram, casi todas las chicas de nuestra edad tienen
fotos así (R3, Chico5, 2:567).

Uh pues de esas hay así [muchas] (R5, Chico1, 2:137).

Incluso los y las de zona urbana describen que tipo de sexts han recibido en su
teléfono móvil o visto en Redes Sociales.

Hay fotos sin camiseta (G5, Chico2, 2:508).

Sin camiseta. Pero hay varios videos de gente conocida no desnuda pero
haciendo movimientos… Twerking (G5, Chico6, 2:507).

Depende de la mentalidad que tengas (G7, Chico1, 2:517).

Si es frecuente…Sobretodo chicos si camiseta (G8, Chica4, 2:518-519).

Mucha gente lo que hace es ponerlas en Instagram, si las podes en


Instagram ya las ve todo el mundo (G10, Chico3, 2:532).

He visto fotos de chicas que se ponen así. Es un selfie pero desde un


ángulo que se sacan más los pechos. (G10, Chico3, 2:534).

También hay gente que está en casa y se pone delante el espejo, en


bañador y selfie. Aunque sea pleno invierno (G10, Chica4, 2:359).

Si porque también puedes ver fotos de gente que no conoces y ahí hay
(G11, Chica5, 2:543).

Son varios/as los/as adolescentes los y las que afirman que la gente de su edad
envía con mayor frecuencia fotografías erótico-sexuales que vídeos o textos.

424
Resultados

Yo creo que es más frecuente las fotos que los videos (G5, Chica3,
2:1033).

Si hay más fotos que videos (G11, Chico2, 2: 1115).

Más fotos que vídeos hay... (R2, Chica3, 2:1135).

De video hay menos que de fotos (R6, Chico3, 2:1178).

Aunque no existe unanimidad sobre esto, ya que otros/as afirman que todo tipo
de contenidos (fotografías, textos y vídeos erótico sexuales) son muy frecuentes entre
sus compañeros/as y conocidos/as. De hecho narran dos situaciones que han vivido.

Una vez por la mañana se despertó y dijo: mira que estoy palote (G4,
Chico 3, 2: 1028).

Ahora con las chonis si…Pues una muy vulgar. Chica, el chico por
vulgar es cani, es como lo de yegua y caballo (G10, Chica2, 2:1109-
1110).

Incluso una chica menciona audios erótico sexuales: Y audios también hay…yo
si después te pongo uno (G12, Chica3, 2: 1123-1124).

También narran varios dos casos cercanos en los que cuentan como un chico y una
chica envía y publican contenidos de Sexting de forma voluntaria.

Yo conozco a un chico que todos los días sube una foto de él desnudo, de
la cadera hacia arriba para que le den las chicas a me gusta y comenten
(R5, Chica4, 2:1674).

En * una vez que había una chica que había mandado fotos a todo el
instituto sin importarle nada y ya la tenía todo el mundo la foto (G9,
Chico3, 2:1291).

No obstante a pesar de admitir que es una práctica totalmente generalizada,


algunos/as de los/as adolescentes expresan que no es algo que haga “todo el mundo”
aludiendo que “depende de la persona”.

No todo el mundo pero hay gente que sí. Hay gente que las cuelga (G6,
Chico3, 2:510)

Es que depende no lo hace todo el mundo pero yo creo que si que es


frecuente (G9, Chico3, 2:529)

425
Resultados

Depende que personas. Hay personas que se sacan una foto y no hacen
más y hay otras que están todo el día así (R3, Chico6, 2:560).

Claro es que depende de la personas, algunas si y otras no, pero la gran


mayoría si (R3, Chico4, 2:564).

Indagando en sus creencias, a pesar de que no existe un consenso sobre quien


consideran más sexters si las chicas o los chicos, la mayoría tanto de ámbito urbano
como rural/semi-rural creen que las chicas son las que más conductas de Sexting
realizan.

En Redes Sociales las chicas (G11, Chica3, 2:800).

Las chicas hombre (R1, Chico1, 2:845).

Chicas…Fotos en ropa interior o enseñando escote (G9, Chica3, 2:761-764).

Uno de los argumentos que utilizan para decir que las chicas realizan más
Sexting es porque los sexts que han visto o recibido son fundamentalmente de chicas o
porque ellas las cuelgan más.

De lo que tengo solo aparecen chicas (G5, Chico4, 2:698).

Las chicas...Que las chicas porque hay un montonazo de videos por


ahí…en Instagram sí que aparecen fotos completamente desnuda (G2,
Chico 4, 2:630-639).

Las chicas...Suben más fotos las chicas que los chicos que no quiere decir
que los chicos no se las hagan (G11, Chico1, 2:806-807).

Porque conocemos casos de chicas (R1, Chica4, 2:846).

Lo hacen más las chicas. Porque las fotos que te envían son de chicas
(G2, Chico5, 2:644).

Otro de sus argumentos es que las chicas son más inseguras e incluso porque a
los chicos es lo que les gusta.

Porque tiende a ser más inseguras que los hombres. Yo creo que les gusta
más, a los chicos les gusta otro tipo de cosas. Por ejemplo les gusta
maquillarse y les gusta hacer más ese tipo de cosas (G7, Chico5, 2:738).

Chicas…Porque es lo que más nos gusta a nosotros, a nosotros no nos


gusta ver a hombres (R3, Chico4, 2877-1882).

426
Resultados

Algunas chicas y chicos expresan que efectivamente son ellas el género más
sexter porque los chicos piden este tipo de fotografías y ellas ceden.

Pasarlas chicas porque se la piden más los chicos y luego recibirlas la


suele recibir todo el mundo cuando alguien se hace una foto de esas (G1,
Chico4, 2:599).

Chicas…es que las chicas no pedimos fotos de chicos (G1, Chica1,


2:608).

Yo creo que las chicas también…porque un chico si tiene una foto de


esas enseguida la envía, en cambio una chica no creo que no (G1,
Chica5, 2:604-605).

Las chicas…Yo dije que las chicas, porque cuando un chico le pide una
foto suelen ceder más (G3, Chica2, 2:653-654).

Contrariamente uno de los chicos afirma en el mismo sentido que son las chicas
las más sexter, pero no porque sean objeto de manipulación. Si no porque lo hacen
voluntariamente.

Yo creo que más las chicas porque eso de manipular no tiene por qué
suceder….Yo entre en Instagram y me encuentro, bueno las que me
encuentro, fotos en biquini y así las veo más en chicas. Y no es porque
nadie las manipule ni las obligue sino por voluntad propia (G10, Chico3,
2:276-277).

Otros de los motivos que utilizan las y los informantes de entorno urbano y
rural/semi-rural son que a las chicas les da menos vergüenza hacerlo, porque ellas tienen
“más motivos” para hacerlo o porque las chicas llaman más la atención.

Las chicas…Yo creo que no, a las chicas les da menos palo (G7, Chica2,
2:736).

Yo creo que mucho más las chicas que lo chicos. Porque tendremos más
razones que los hombres, nos sacamos muchas más fotos (G10, Chica5,
2:779).

En general las chicas, porque llaman más la atención. Porque tú ves un


chico así y pasa desapercibido, porque estás más acostumbrada (R7,
Chica3, 2:961).

427
Resultados

Los y las adolescentes de entorno urbano, en algunos casos para explicar porque
consideran que son las chicas las más sexters explican que son ellas las más “salidas” o
porque son muy “putas”.

Las chicas… Hay chicas muy… Las chicas porque hay muchas muy…
Las chicas se hacen más fotos. Yo siempre que vi una foto desnuda fue
de una chica. Nunca me llego una de un chico. Siempre que me
mandaron fotos por grupos y tal fue de una chica. (G2, Chica3, 2:323-
638).

Las chicas...Puta (G2, Chica6, 2:635).

Yo digo las chicas porque solo se de las chicas, como voy a decir algo
que no conozco…Foto-tetas…no se tengo tantas chicas que me manda
esas “guarrerias” (G3, Chico6, 2:656-663).

Las chicas…son mucho más guarras (G3, Chico1, 2: 658).

Yo creo que más las chicas…Las chicas son más salidas (G7, Chica3,
2:735-737).

Otro grupo de chicos y chicas entre los argumentos que dan para justificar que
son las chicas las más sexters, explican que es porque se atreven a hacer cosas mediante
WhatsApp pero en persona no o incluso porque quieren sentirse superiores.

Pienso que más las chicas...porque se sueltan antes…Y porque quieren


sentirse superiores en el grupo…pienso (R5, Chica4, 2:922-932).

Las chicas…Y la tipa te habla por WhatsApp y luego nada (G4, Chico 2,
2:673-677).

En cambio son varias las chicas las que cuando explican que son las chicas las
más sexters, refieren que es porque reciben presiones por parte de sus parejas y son
juzgadas con mayor dureza socialmente que sus compañeros sexters.

En muchos casos así que las chicas suelen ser, como dije antes porque las
personas que hacen eso suelen ser manipuladas o cosas por el estilo. Y yo
creo que los chicos suelen ser más los que manipulan para que las chicas
se las envíen (G10, Chica1, 2:775).

428
Resultados

Yo creo que las chicas, por el motivo del pasado. Siempre ellos se creen
como superiores, no siempre, pero muchas veces. Y por ejemplo el hecho
de o mandas una foto o te dejo. Siempre son más los chicos los que hacen
eso que las chicas. Entonces son las chicas las que lo hacen más. Qué
bueno seguramente las haya, en plan: o me mandas un vídeo haciéndote
una paja o te dejo...vale. Pero no es frecuente. Porque lo que suele salir
más así en vídeos son las chicas haciéndose dedos, enseñando las tetas. Y
todo por eso, porque te dicen, pues te dejo, te dejo eh...pues déjame!...
(R7, Chica2, 2:960- 967).

Otras/os adolescentes apuntan que tanto chicos como chicas practican Sexting
con la misma frecuencia.

Los dos supongo (G3, Chico4, 2:652).

Hay un poco de todo… tanto chicos como chicas…Yo vi fotos tapándose


los pechos (G4, Chico 4, 2: 675-686).

Hay un poco de todo...Insta guapos e insta beautiful (G4, Chico 4, 2:


684-689).

Yo creo que depende hay de todo (G7, Chico4, 2:760).

Ambos…Porque hacen lo mismo fotos sin camiseta y así (ambos) (R3,


Chica3, 2: 879-888).

Yo tengo visto muchas fotos de chicas también...Enviar foto yo creo que


las chicas pero vídeos chicos (R7, Chica1, 959-962).

En este sentido entre los y las adolescentes que dicen que ambos géneros lo
hacen por igual por igual, aclaran que depende del tipo de contenido y del lugar en el
que se publiquen. Siendo un tipo de sexts más frecuentes en chicos y otros más
frecuentes en chicas.

Yo creo que los hacen los dos por igual pero que suelen enviarse más
fotos de chicas (G1, Chico4, 2:606).

Las fotos suelen ser más las tías pero de meter fichas por WhatsApp son
más los tíos…Y las chicas. Y pone: pásanos una foto caliente en directo
(G4, Chica 3, 2:682-691).

429
Resultados

Los textos son más los chicos y las fotos son más las chicas (G4, Chica 6,
2:683).

Yo opino que igual….Pero fotos e igual algún video más las chicas (G9,
Chico4, 2:765).

Los chicos es más rollo con los mensajes (R6, Chico3, 2:944).

Uno de los chicos incluso afirma que “no es una cuestión de género” pero sí
argumenta que depende de la Red Social en que se publique lo hacen más chicos o
chicas.

Eso no es cuestión de género, es cuestión de cómo seas tú de


personalidad….las chicas generalmente más que pasarlas la suben al
Instagram… Los perfiles estos de… Ahí sin camiseta sobre todo chicos
(G4, Chico 1, 2:680-693).

También en relación a qué tipo de sext es más frecuente respecto a cada género,
dos chicos expresan que los chicos tienen “más ansia sexual” o que los chicos “fuerzan
a las chicas” para enviar o publicar sexts,

Que hay en algunos sitios que lo hacen más los chavales y en otros lo
hacen más las chavalas…Pero porque nosotros tenemos más ansia sexual
que ellas, por eso ellas no la tienen…ellas son más calladas (R3, Chico5,
2:881-886).

En eso de los mensajes también el pienso yo [envían más chicos]... en


fotos yo creo que le fuerza mas un chaval la una chavala que una chavala
a un chaval (R6, Chico4, 2:943-945).

Además relatan que a pesar de que lo hacen por igual, a las chicas se las tilda
con mayor facilidad como “guarras”.

Ambos, las dos partes….Pero a las chicas se dice que sí, que son unas
guarras (G11, Chica1, 2:804-809).

Los dos...Entre ellos es, estas petadísimo, Pero las chicas yo les digo eres
un guarra, no que estas buenísima. (G11, Chica7, 2:805-814).

430
Resultados

Es que parece que las chicas siempre llaman más la atención y eso
tampoco debería ser así. A mi me parece que hay por igual, lo que pasa
es que a veces tampoco nos damos cuenta. Porque yo conozco un caso de
un chico en Instagram que... No es como si vieses a una chica, que dices
ahh mira esta que tal o que pascual...si, lo hacen igual pero a las chicas se
las ve peor...que son lo mismo chico que chicas, pero en plan que las
chicas se las ve peor socialmente. Se las juzga peor (R7, Chica5, 2:964-
966).
Igual...los chicos son como machos, bah mira que fuerte estoy. Y las
chicas son ah mira que guarrilla...Porque el mismo hecho que lo haga una
chica o que lo haga un chico, se ve muy diferente. No sé por qué, lo
intuyo. Pero siempre...el hombre que sale un fin de semana y se acuesta
con cinco tías, buaah es un jefe, que jefazo. Y después como lo haga una
chica pues es una zorra (R8, Chica2, 968-970)
Un pequeño grupo adolescentes afirma que los chicos son más sexters, porque
tienen más pensamientos sexuales
Lo hacen más los chicos...Yo creo que los chicos porque piensan más es
esto (G2, Chica1, 2:619-620).
Haber yo al menos conozco a más chicos que chicas (G9, Chica5, 2:763).
Yo creo que muchas más fotos los tíos pero haber hay de todo en la viña,
hay gente que es para darle de comer aparte. Y si hay muchas chicas que
aunque sea enero, y a fuera estés a menos cero grados, pues las ves, ¡aquí
con el biquini para verano! Y a mí que me importa como sea tu biquini.
Y a chicos saliendo del gimnasio sin camiseta, y dices ¡Sí estas más
flácido que mi abuela! Así que hay de todo (G10, Chica3, 2:783).
Si os home si…Que si que é totalmente certo pero vexo mais frecuente o
das fotos sin camiseta dos homes que das mulleres. Non o sei, que non
estou informada de eso, pero penso así (R4, Chica1, 2:893-900).
Chicos puestos a fardar en eso… (R5, Chico3, 2:927).
Entre los motivos que utilizan para justificar su argumento, explican que a pesar
de ser los chicos, los sexts de chicas llaman más la atención o son tildadas de “guarras”
frente a sus compañeros que son denominados “guays”.

431
Resultados

Ya pero a los chicos también. Porque si ves una chica sin camiseta es
¡ostras una chica sin camiseta! El chico puede estar en calzoncillo y sin
camiseta y nada (G11, Chica7, 2:795).

Eu pienso que como el, que los tíos con diferencia... pero igual que fueza
a la hora de pedir fotos son los chavales (R6, Chico5, 2:938-946).

Incluso relatan que contenidos creen que envían más los chicos.

Chicos…Yo creo que los chicos hacen más videos que fotos eróticas
(G9, Chica2, 2:760).

Una de las chicas al afirman que son los chicos los que más comportamientos de
Sexting llevan a cabo, explica qué tipo de contenidos hacen ellos y ellas aludiendo a que
los chicos a través del WhatsApp son más directos en cuestiones sexuales.

Los chicos…Las fotos suelen ser más las tías, yo vi a una que se ponía
cinta adhesiva en los pezones, pero de meter fichas por WhatsApp son
más los tíos como que no si como dices tú le dices come el rabo y luego
se acerca y se pone rojo y se da la vuelta. Los tíos mucho habláis y luego
os quedáis con cara de tontos…Las tías en persona, los tíos por
WhatsApp (G4, Chica 3, 2:671-6672).

4.2.2.4 MOTIVACIONES HACIA EL SEXTING

En relación a la cuarta categoría secundaria, los motivos que aluden chicos y las chicas
para justificar su implicación personal en este tipo de comportamiento, es preciso
señalar que éstos son muy dispares, entre los motivos personales, los chicos destacan el
aburrimiento, enseñar el cuerpo, llamar la atención e incluso por que se las piden su
pareja. Siendo los y las adolescentes de entorno urbano los/as que más motivos narran.

Por aburrimiento (G3, Chico7, 2:19).

Para hacerte el interesante yo que sé, es lo que pienso. Para enseñar el


cuerpo (G3, Chico6, 2:20).

Yo sí pero en plan broma. Para mandárselas aquel chico. Porque me


hacía gracias. Solo se las envíe a él (G5, Chico6, 2:40).

Llamar la atención (G6, Chico4, 2:53).

432
Resultados

Porque te las pide a lo mejor [tu pareja] (G7, Chico4, 2:64).

O porque está muy lejos [tu pareja] (G7, Chico6, 2:65).

Lo hice por muchas cosas pero...no sé porque me aburría (R7, Chico1:,


2:190).

Mientras que las chicas refieren fundamentalmente llamar la atención o atraer a


alguien e incluso afirman que es una moda.

Para llamar la atención (G12, Chica1, 2:113).

Para gustarle llamar la atención…para atraer a alguien (G12, Chica3,


2:114-122).

Porque es una moda (G12, Chica6, 2:116).

Por otro lado también expresan los motivos por los que la gente de su edad
realiza Sexting, no obstante el más expresado tanto por chicos como por chicas es
“llamar la atención”.

Lo hacen para llamar la atención (G2, Chica1, 2:611).

Para llamar la atención (G7, Chico3, 2: 719).

Yo pienso que es más por llamar la atención (R5, Chica3, 2:912).

Para llamar la atención de la otra persona (R8, Chico2, 2:980).

También son varios/as los/as adolescentes los que refieren motivos relacionados
con la protección que ofrecen las Redes Sociales o la telefonía móvil, para expresarse
sin exponerse frente a la otra persona cara a cara.

Porque no se atreve a decirlo a cara (G3, Chico5, 2:649).

Yo creo que la gente, a ver se está perdiendo los que hacían nuestros
padres y nuestros abuelos de hacer las cosas directamente a la persona y
se hace por la red (G5, Chico6, 2:696).

No les produce una sensación de rechazo es como si lo hicieran a la cara


(G6, Chico2, 2: 706).

Hay personas en persona son muy tímidas pero después por las Redes
Sociales están más abierta (R5, Chico3, 2:917).

433
Resultados

Yo creo que por WhatsApp se pierde más la vergüenza (R6, Chica1,


2:697).

En cuanto al género, por un lado los chicos, tanto de entorno urbano como
rural/semi-rural, relatan motivos fundamentalmente sexuales o amorosos.

Porque esta salido (G4, Chico 1, 2:668).

Para intentar conseguir algo, estar con alguien (G5, Chico2, 2:694).

Para saber cómo eres (G7, Chico4, 2:72).

Un pinchito (G8, Chico2, 2:741).

Ligar (G8, Chico1, 2:742).

Pues para mantener relaciones sexuales (G9, Chico4, 2:755).

Para bim bam (acto sexual) (G9, Chico5, 2:754).

Vicio (G11, Chico3, 2:789).

También entre los argumentos de su discurso sobre las motivaciones hacia el


Sexting, está muy presente, aludir a la fama, el ego, el amor propio o incluso tener más
seguidores en las Redes Sociales.

Para tener fama (G1, Chico4, 2:589).

Narcisismos (G1, Chico5, 2:590).

Hay varias opciones, para hacerse importante, también para buscar a


gente y que vayan a él (G1, Chico3, 2:594).

Amor por uno mismo (G2, Chico6, 2:618).

O porque se gustan a sí mismos (G7, Chico5, 2:721).

El ego (G7, Chico3, 2:722).

Para tener más seguidores (G11, Chico1, 2:790).

Porque se cree que es demasiado sexy, o demasiado buena o bueno. E


pues se sacan fotos (R3, Chico3, 2:873).

Para presumir o porque les falta un poco de vida (R5, Chico1, 2:918).

Incluso dicen que puede ser por petición u obligación de la pareja.

434
Resultados

Yo le digo me pase una foto suya y ella a mí después también me la tiene


que pasar (R4, Chico2, 2:907).

Conjuntamente otros adolescentes aluden que la gente lo ha hecho simplemente


por aburrimiento.

Se aburren…tienen necesidad de ciertas cosas. Para hacerse el guay (G1,


Chico1, 2:588-596).

Por diversión, porque están aburridos…(G4, Chico 4, 2:667).

Porque se aburren un poco (G11, Chico2, 2:788).

Por otro lado, las chicas coinciden con sus compañeros al referir motivos para
practicar Sexting como el aburrimiento o el ego y tener más seguidores.

Para presumir, para hacerse el guay (G1, Chica5, 2:591)

Simplemente para provocar y porque están aburrido sobre todo (G4,


Chica 2, 2:669).

Para hacerse el guay (G8, Chica5, 2:740).

Para tener más seguidores (G9, Chica3, 2:751).

Por ejemplo en las fotos de Insta es gente que dice que se quiere mucho a sí
mismo pero que tienen que estar subiendo esas fotos todo el rato para que le digan que
buenas estas (G11, Chica5, 2:787).

Estoy aquí aburrido (R1, Chica9, 2:839).

Porque no tiene que hacer (R3, Chica4, 2:841).

No sé, pienso que lo hacen para sentirse mas,,. y hablarlo luego con sus
amigos (R5, Chica2, 2:911).

En menor medida que sus compañeros, las chicas también aluden causas
sexuales o amorosas para practicar Sexting.

Porque esta salida (G3, Chica3, 2:647).

Si porque están salida sobre todo (G4, Chica 2, 2:670).

Porque está necesitado (G9, Chica, 2:752).

Para excitar (G11, Chica5, 2:748).

435
Resultados

Pues porque en ese momento el calentón es el calentón (G12, Chica3,


2:818).

O porque están desesperados o necesitados (G12, Chica2, 819).

Porque están necesitados (R1, Chica5, 2:833).

Habrá alguno que este necesitado (R8, Chica2, 2:974).

Para levantar interés en un tío (R4, Chica2, 2:904).

Ellas también relatan causas para practicar Sexting como tener confianza en la
persona receptora de los sexts o sentirse mejor y gustar más.

Hay gente que confía en personas y se lo manda (G6, Chica3, 2:709)

Para aumentar la confianza (G7, Chica1, 2:726)

Para sentirse mejor (R8, Chica1, 2: 973)

Por complejos (R4, Chica5, 2:902)

Para gustar más (R4, Chica1, 2:903)

Algunas chicas dicen que ellas lo hacen para recibir opiniones sobre el físico, ser
una moda o influencia del cine pornográfico o del grupo de iguales.

Está de moda (G1, chica6, 2:592)

Es influencia de las película porque ves como disfrutan los actores


entonces la gente se pone así (G1, Chica4, 2:597)

Lo hacen porque una amiga lo hizo y le dice pues no eres capaz de


hacerlo y van y lo hacen (G1, Chica1, 2:598)

O simplemente porque quiere enseñar (G2, Chica1, 2:615).

O para que te den opinión del físico que tiene (G7, Chica3, 2:724)

Para que el chico que se la haya enviado pues le diga que guapa eres (G7,
Chica2, 2:725)

Otras chicas cuando expresan los motivos por los que las chicas practican
Sexting, utilizan expresiones despectivas para catalogar a esas chicas.

O porque se creen una “choni” (G2, Chica3, 2: 614).

O porque es tonta (G2, Chica3, 2:616).

436
Resultados

Por tontería (R5, Chica4, 2:910).

Algunas chicas de diferentes grupos, aluden la manipulación o presión que


sufren las chicas para practicar Sexting. Algunas admiten que son personas
manipulables e ingenuas las que sufren esas situaciones, no obstante, otras chicas
aceptan que se consienten ese tipo de situaciones.

Porque tal vez sean personas muy manipulables e ingenuas y no saben


los peligros que conlleva hacer esto (G10, Chica1, 2:768).

Yo creo que cuándo te gusta mucho una persona por miedo a perderla
pues haces burradas (R1, Chica1, 2:835).

O obligadas, no obligados...pero que si se sienten obligadas a hacerlo. O


lo hace o te dejo...y como no quiero que me dejes pues lo hago (R7,
Chica2, 2:951).

Claro, es que hay chicas que si se lo pide su novio sienten que tienen que
hacerlo (R7, Chica3, 2:952).

Yo creo que también alguien te pide que lo hicieras...pues lo haces (R8,


Chica3, 2:975).

Finalmente en uno de los grupos de discusión dos chicas cuentan como los sexts
protagonizados por chicas son “novedad” y son difundidos por los chicos.

Los chicos lo hacen en plan de coña pero yo creo que se reenvían más las
cosas de las chicas porque es más novedad y que los chicos se las
empiezan a pasar entre ellos (G5, Chica3, 2:703).

Yo opino igual que lo que dice mi compañera de que es novedad por


desgracia en la sociedad que vivimos creo que no está bien que por el
mero hecho de ser mujer se tengan que hacer difusión de esas cosas (G5,
Chica5, 2:705).

En esta dirección, la mayoría de los y las adolescentes admiten que conocen a


alguien que haya sufrido presiones para enviar contenidos de Sexting, no obstante son
las chicas las que en mayor medida así lo relatan, especialmente las de zona rural/semi-
rural, sin embargo también expresan conocer casos de presiones por parte de amigos/as.

437
Resultados

Si…Por amigos, pareja (G3, Chico5, 2:1220-1225).

Lo lógico (G3, Chico6, 2:1222).

Por la pareja (G3, Chica3, 2:1224).

Por ejemplo, a que no hay huevos a hacer pues tal cosa (G7, Chica4, 2:
1252).

Si conocidas (R3, Chica2, 2:1374).

Sí…por las parejas (R7, Chica3, 2: 1409).

Además todos los casos relatados tienen como víctima a chicas conocidas de su
entorno que son presionadas por chicos, su pareja afectiva. En algunos de los casos
relatados las chicas eran de su entorno próximo, ya fueran amigas cercanas o
compañeras del instituto.

Si. Una amiga me conto que su antiguo novio le envía fotos pero como la
chica no le enviaba, las compartía y se acabó enterando y dejaron de
salir. (G9, Chico3, 2:1287).

Pasó en el instituto. Haber una chica de aquí, pues envió una foto de ella,
porque le dio la gana. Pero y que entonces, sufrió una presión para
subirlo otra vez. Se la envió la en el sé cuantas personas, y el chico que la
recibió, luego sí que le decía que sino le enviaba mas fotos que iba ir la
su casa y que le iba a hacer daño, fue por presión porque se el chaval le
andaba diciendo que iba a ir su casa y no sé que, yo antes de que venga la
casa hago algo (R1, Chica9, 2:1347-1349).

Pues había una chica que era de aquí, que tenía un novio en Ourense y su
novio le dijo que o le pasaba más fotos y vídeos haciendo ese tipo de
cosas (tocándose o masturbándose) o la dejaba. Y luego lo subió todo a
Internet...Y luego, esto fue como hace 5 o 6 años o más. Pero el año
pasado paso con una niña de nuestra edad del Barco, que mandó un vídeo
haciéndose dedos a su novio. Y su novio se lo pasó a su amigo, y su
amigo a otro y así...y luego aun encima se lo pusieron en el cañón de
clase a la chica... y hasta habían colgado fotocopias de las fotos por los
pasillos y por todo el instituto (R7, Chica2, 2:1407-1408).

438
Resultados

Mientras que en otros casos las situaciones que narran se corresponden con
chicas cercanas, pero no especifican que tipo de relación tienen con ellas.

Una chica que tenía novio, el chico le pidió que se sacará fotos, ella
como era muy inocente se las mandó. Y cuando lo dejaron el chico las
empezó a mandar por toda la zona y la chica pues fue a denunciar pero
no llegó a nada. La chica tenía un montón de problemas en el colegio e
intento suicidarse porque llegó a muchos sitios (G11, Chica1, 1313).
Llevaban siendo amigos desde hace poco, creo que se conocieron en una
discoteca, y el chico la presionaba, porque quedaran más veces se
conocieran, y quedaran más veces. Y el chico la presionaba para que le
enviara fotos porque quería ser algo más que amigo de ella, pero al final
la chica acabó contando lo que le pasaba y le ayudaron. La amenazaba le
decía que, es que no me acuerdo. (R5, Chica3, 2:1399).
Aquí en el instituto no, otro chico que amenazaba a una chica para que le
mandara fotos (fuera del instituto) y se las mandó. Y luego decían que la
había dejado embarazada que le hacía cosas en su portal y que todo el
mundo lo sabía (R5, Chico4, 2:1665).
También salen a la luz, dos casos de presiones para enviar sexts, uno de ellos
que también controla a la chica a través de las TICS y otros de presiones para sextear
por parte de un amigo.
Sí....Conozco a una persona que bueno una chica que tiene un novio que
bueno que sufre como presión que la tiene localizada a todas horas y que
cuando la llama le tiene que coger y así todo el rato (G9, Chica2,
2:1283).
Haber una chica sufrió presión de un amigo, para que le enviara fotos
pero ella no lo hizo al final por WhatsApp le decía que le enviara fotos y
la amenazaba….Conozco, pero ahora así la historia completa no me
acuerdo, era unha rapaza que tiña unha foto súa e amenazaba senón lle
pasaba mais cada día ou cada semana. Fotos eróticas más que nada (R5,
Chico4, 2:1398-1400).
Incluso relatan que ese tipo de situaciones acabaron en agresiones físicas a la
persona que ha presionado para sextear, en uno de los casos incluso justificando esas
situaciones violentas, relatando que Le estuvo bien (G4, Chico 1, 2: 1232), Es que eso

439
Resultados

tiene telita, porque se lo hacen a mí prima llamo a mil (G4, Chico 1, 2: 1232) o que Es
que si pasas esas fotos y la tía tiene peña pues normal que te den (G4, Chico 2, 2: 1232)
Incluso una de las chicas narro como ella misma había sufrido esa presión por
parte de un chico conocido: Si a mí sí me presionaron pero yo no hice nada le di a
bloquear, me pidieron fotos y no las mande. Un chico muy conocido (G1, Chica1,
2:1201).

4.2.2.5 CONSECUENCIAS DEL SEXTING

En relación a la quinta categoría secundaria, consecuencias de la práctica de Sexting,


casi la totalidad de los y las adolescentes afirman que las conductas de Sexting pueden
causarles problemas.
Es frecuente y bastante serio. Tiene muchas consecuencias (G7, Chica2,
2:1521).
Generalmente malas. Haber a menos que te guste ser un foco de atención
esas fotos, ese tipo de cosas así se pueden difundir por muchos sitios y si
quieres que estén dentro de un ámbito pues no lo puedes controlar (G9,
Chico3, 2:1537).
Respecto a la primera categoría terciaria, tipos de consecuencias, relatan entre
las más probables y comunes la facilidad de difusión y de exposición de esos contenidos
en la Red.
Que tu foto la puede acabar viendo alguien de Tailandia (G1, Chico5,
2:1421).
Que no se va a borrar, que si la sube alguien a internet no se va a borrar
siempre va a estar ahí (G1, Chico4, 2: 1422).
Se la envías a alguien de confianza que tú crees y luego acaba en China. Y
ya sabes que hacen los chinos (G3, Chico5, 2: 1215).
Sino porque alguien las envía a una persona y esa persona en vez de
guardársela porque se la enviaron a ella pues la va difundiendo, entonces
siempre acaba llegando a todo el mundo. (G6, Chico3, 2:289).
Que acaben por toda la ciudad, la foto (G11, Chica3, 2: 1571).
Pues que pasado un tiempo todo el mundo pueda verlo que tienes (R1,
Chico4, 2: 1633).

440
Resultados

Otras de las consecuencias más comentadas son el acoso, el chantaje, las burlas
y las agresiones físicas.

Hostias de gente por ejemplo (G4, Chica 3, 2:1235).

Chantaje (G8, Chica5, 2:1530).

Acosamiento (G8, Chica2, 2: 1533).

Acoso y chantaje (G8, Chico3, 2:1537).

Pues que se difundan las fotos y que después le acosen (R1, Chico3, 2:
1631).

Puede tener mogollón de consecuencias. Puede tener acoso en un centro


por hacer eso. É logo moitas más (R4, Chica1, 2: 1641).

Otra tendencia en su discurso al hablar de las consecuencias es nombrar el


futuro, expresando que en un tiempo van a seguir condicionados/as y puede afectarles
en su vida profesional futura.

Puede ser tener más fama, o si quieres entrar a trabajar te perjudica (G4,
Chico 4, 2: 1234).

Conozco a personas que sufrieron esto y estuvieron condicionadas. Ibas


por la calle con ellas o bien se reían o decían: Mira ese/esa es el de la foto
(G5, Chico6, 2: 1476).

Sobre todo en el futuro. Por alguna tontería de que la colgaste o algo (G7,
Chica2, 2:1508).

Por ejemplo esa chica de la que hablamos antes, que hace 7 años que
pasó eso y todo el mundo la sigue recordando por lo mismo (R7, Chica5,
2:1684).

Es que siempre te va a quedar un mote (R7, Chica4, 2:1683).

Algunos adolescentes también nombran las posibles consecuencias legales de


este tipo de comportamientos o incluso que sus progenitores lleguen a ver estos
contenidos.

Probablemente la vean tus padres o algo (G1, Chica1, 2:1423).

Penales (G3, Chico2, 2: 1460).

441
Resultados

Hombre legalmente si (R6, Chico2, 2: 1675).

Finalmente varios chicos y chicas mencionan las consecuencias a nivel


psicológico como: Exclusión Social (R1, Chica1, 2: 1632) o Pienso que se pueden sentir
un poco menospreciados (R3, Chico2, 2:1634). De hecho, una de las chicas afirma que
las consecuencias de las prácticas de Sexting pueden ser muy graves y menciona: Y
suicidios, en niñas que se acaban suicidando (G12, Chica2, 2: 1581).

No obstante algunas chicas de entorno urbano expresan que hay que pensar las
consecuencias y ser consciente de ellas antes de realizar conductas de Sexting porque
hoy en día ya saben que consecuencias pueden tener.

Es algo importante porque la gente no es consciente del año que se puede


hacer así mismo (G3, Chica3, 2: 1461).

Pero también ella juega con su intimidad, ya sabes qué consecuencias


puede tener…Puedes estar muy enamorado de una persona y a lo mejor
mañana ya no, y que haces si ya mandaste la foto. Acabáis mal y ya tiene
todo el mundo la foto (G11, Chica7, 2: 1573).

En este sentido un par de chicas argumentan que hay demasiados casos


conocidos hoy en día como para saber a lo que se exponen.

Es que él no lo tiene porque enviar, es que hay tantos casos que puedes
tener una idea de lo que te puede pasar (G4, Chica 1, 1474)

Es que aparte esto no viene de ahora yo día a día de hoy ya se los casos
que hay y a mí no se me ocurre mandar una foto, tienes que ser
consciente de los que haces y de las consecuencias que vas a tener.
Apandar, que no hay que llegar a eso pero tienes que ser responsable, no
puedes pretender que luego no vayas a tener consecuencias (G11,
Chica1, 2:1575).

Respecto a la segunda categoría terciaria, obligación o coacción como


consecuencias de las conductas de Sexting, prácticamente la totalidad de chicos y de
chicas son conscientes de a qué tipo de cosas les pueden obligar y con qué fin. Son
varios/as participantes los/as que afirman que se exponen a que les puedan hacer “de
todo”.

A lo que le dé la gana (G12, Chico5, 2:1344).

442
Resultados

De todo, pueden facer chantaje, como ve a este sitio y haz esto, como
mándame más fotos (R2, Chico4, 2:1367).

Te pueden obligar a todo (R5, Chica3, 2:1402).

Muchas cosas (R1, Chica1, 2:1351).

A cualquier cosa (R5, Chica4, 2:1403).

Muchos/as adolescentes tanto de entorno urbano como de rural/semi-rural


explican que pueden ser obligados/as a enviar más fotografías. Sin embargo son más
chicos que chicas los que explican éstas situaciones.

Más fotos comprometedoras (G5, Chico4, 2:1245).

En cuanto le das una foto te van pidiendo más (G5, Chico3, 2:1247).

Más fotos comprometedoras (G5, Chico4, 2:1245).

Reenviar más (G11, Chico2, 2: 1320).

Buah a lo de siempre...a que mandes más fotos y vídeos (R7, Chica2, 2:


1411).

Uno de los chicos explica la total indefensión a la que se exponen afirmando que
Pedir más fotos, pedir dinero o que lle pase pola cabeza (R5, Chico2, 2:1404).

En esta dirección son muchos/as los que abiertamente hablan del chantaje al que
se pueden ver sometidos/as después de enviar la primera fotografía.

Chantaje (G5, Chica3, 2:1246).

No se algún chantaje o así (G6, Chico1, 1250).

Te pueden chantajear (G9, Chica1, 2:1293).

En el momento que tengan una foto tuya te chantajean (G11, Chica5,


2:1318).

Te chantajean (G11, Chico2, 2:1319).

De hecho varios/as chicas explican cómo es la dinámica de esos chantajes,


mediante amenazas o coacciones.

A que pases más fotos: o me pasas más o las publico por ejemplo (G4,
Chico 2, 2: 1233).

443
Resultados

Si le enviaste a alguien una foto erótica te dice que si no le envías otra


que la cuelga en Redes Sociales. Y entonces esa persona se siente mal y
se la pasa y vuelven a pasarla (G7, Chica2, 2:1264).

Pues igual como tiene la foto te dice si no haces esto envío la foto, en
plan que te chantajea (R8, Chica4, 2:1419).

Al mismo otros/as hablan directamente de amenazas y presiones como


consecuencias de las prácticas de Sexting e incluso amenazas de agresiones físicas entre
otras.

Lo mítico de amenazas (G7, Chico1, 2:1264).

Pueden amenazarte así como presionarte (R3, Chica4, 2:1387).

Es que el caso que conté yo, también le amenazó con contárselos a los
padres de ella, que vas hacer, la chica intentó hacer de todo pero ya
estaban por todo el colegio (G11, Chica1, 2:1321).

Presión de si no haces esto te damos una paliza, pero no que tenga que
ver con sexo (R1, Chico1, 2:1383).

Otras de las consecuencias que nombran los y las adolescentes son las burlas o
simplemente hacer daño, por ejemplo mediante modificaciones de las fotografías.

Si claro y luego hacen un collage (G7, Chico5, 2:1262).

Reírse de ti (G8, Chico5, 2:1277).

Para reírse y burlarse (G8, Chica1, 2: 1278).

Burlarse de ti (G8, Chica5, 2:1280).

Hacer daño (R1, Chica5, 2:1358).

Lo que quieren y hacerte daño (R3, Chico1, 2: 1388).

De hecho uno de los chicos explica que las fotografías puede ser lo que más
consecuencias les acarreen porque: Las fotos quizás se en lo que más te presionen (G7,
Chico6, 2:1260).

No obstante algunas de las cosas que mencionan lo hacen solo los chicos y otras
solo las chicas. En este sentido varios chicos de entorno rural aluden finalidades
sexuales entre los motivos para ejercer esa presión como:

444
Resultados

Masturbarse (R1, Chico2, 2:1359).

Obligarlas a mantener relaciones sexuales con él (R1, Chico1, 2:1360).

Sin embargo las chicas aluden también motivos particulares relacionados con la
presión masculina, como:

Si no le envías una foto te deja (G3, Chica2, 2:1233).

Conseguir lo que él quiere (G5, Chica1, 2:1248).

A mí el fin me parece claro! Porque si yo obligo a alguien a que me


envíe cosas, y lo hace. Yo me doy cuenta de que la domino. Y que voy a
hacer con ella lo que quiera. Porque si yo le pongo la condición de que
para estar conmigo tiene que mandarme algo y lo hace, la próxima vez
que se lo vaya a pedir o le vaya a pedir cualquier otra cosa posiblemente
también lo haga (R7, Chica4, 2:1413)

Respecto a la tercera categoría terciaria, casi la unanimidad de los y las


adolescentes aluden que las consecuencias de practicar Sexting son peores para las
chicas que para los chicos. Incluso algunas chicas admiten que a ellas se las machaca
más y son apartadas. De hecho son varias que explican que esta situación se debe al
machismo.

Son peores para las chicas….Machismos (G11, Chica3, 1577).

Sí, para las chicas son peores. Tiene más consecuencias negativas que
para los hombres (R7, Chico1, 2:1701).

A las chicas se las machaca más (R7, Chica1, 2:1693).

Son peores para las chicas… seguimos en una sociedad machista (R8,
Chica6, 2:1706).

Una chica acaba siendo más apartada por el grupo, creo yo (R5, Chico1,
2:1667).

Por un lado, encontramos que muchos/as adolescentes de entorno urbano que


explican que las chicas son tratadas con mayor dureza socialmente y son tildadas de
“guarras” o putas” y ya no son respetadas ni tomadas en serio, incluso en futuras
relaciones.

A las chicas se les pone una etiqueta (G2, Chica1, 2:1443).

445
Resultados

No la tomarían en serio (G7, Chica4, 2:1520).

Se sentiría humillada…Se le llaman putas a las que hacen esto (G8,


Chica3, 2:1554).

Se siente más humillada…se tendrían que cambiar de colegio, porque se


siente humillada le insultan. No es respetada (G8, Chica5, 2:1550-1555).

Te ponen de guarra para arriba o de calienta pollas (G10, Chica2,


2:1567).

Luego quiere tener una pareja con un chico que le gusta y a él le puede
gustar pero sus amigos le dicen que eres una guarra porque cuelgas estas
fotos y las mandas. Le afecta más a la chica (G7, Chica2, 2:1519).

De hecho muchas adolescentes explican cómo ante los mismos


comportamientos, los chicos no son etiquetados socialmente de forma negativa.

No, porque a las chicas después está la fama que le queda y a los chicos
no tanto (G2, Chica2, 2:1441).

Está más expuesta a las vejaciones y acoso del resto de gente… Creo que
las mujeres están más condicionadas porque es novedad, para los chicos
sacarte una foto sin camiseta no conlleva a nada pero si una mujer lo
hace pues está mucho más condicionada (G5, Chico6, 2: 1480-1492).

Yo creo que le afectaría más una chica que le ponen una foto desnuda en
Instagram que a un chico. Por parte de insultos, insultarían más a una
chica por una foto así que a un chico. Le dirían eres una guarra y al chico
que malote (G7, Chica2, 2:1213-1515).

Es una Guarra…Y porque si la chica lo hace el chico queda como


uff…super macho y súper campeón (G12, Chica3, 2:1585-1589).

Y que el chico pasa fotos sin camiseta o así no es nada, si las pasas una
chica ya madre mía… Es una guarra, una puta (G12, Chica1, 2:1586-
1591).

Al chico no se le pone la etiqueta de héroe ni nada lo que pasa es que no


tiene ninguna etiqueta (G2, Chica5, 2:1448).

446
Resultados

Las consecuencias son las misma pero hasta un cierto punto porque es
como la foto se puede enviar o difundir, no es lo mismo ahora pasa que si
envía una compañera una foto desnuda es como…jaja…que puta y se
envía una foto de una compañero es como… jaja…es raro (G10, Chica3,
2: 1565).

Las chicas es como si fuesen unas guarras y los chicos mandan esas fotos
y pasan desapercibidos (G11, Chica1, 2:1578).

Una tendencia en el discurso que también detectamos entre los y las


adolescentes de entorno rural/semi-rural.

Para las chavalsa, solo por la reputación, si lo hace una chavala ya la


ponen de puta para arriba (R6, Chico2, 2:1681).

Para las chicas son peores…porque por decirlo de alguna manera, son
más manejables, en plan haz esto o manda esta foto (R2, Chica, 2:1515-
1626).

También, al igual que sus compañeros y compañeras de ámbito urbano, los/as


adolescentes de ámbito rural/semi-rural explican como a ellas se las juzga con un doble
rasero.

A una chica, porque la toman como zorra y aun chico no (R1, Chica4, 2:
1605).

Para las chicas sí, porque las llaman guarra, puta y a los chicos nada (R3,
Chica2, 2:1433).

Porque a una chica si pasa unas fotos le acaban llamado guarra…Y aun
chico le acaban llamado folleti (R3, Chico3, 2:1636-1637).

Es que las insultan más. Por ejemplo no es igual que una chica suba una
foto en bragas a Instagram que un chico suba una en calzoncillos (R7,
Chica2, 2:1649)

La gente que ve la foto de la chica va a pensar que guarra y la que ve la


foto de un chico pues no va a decir nada (R8, Chica2, 2:1707).

Por otro lado, algunos/as adolescentes, tanto de ámbito urbano como rural/semi-
rural, apuntan que las chicas se ven más afectadas porque son más “sensibles” que sus

447
Resultados

compañeros. Ya que cuentan que a ellos, les importa menos.

Las chicas suelen ser más sensible, al mínimo insulto se lo cree y siguen
metiendo baza (G1, Chico2, 2:1433).

A las chicas peores consecuencias…piensa que es más vulnerables (G8,


Chico5, 2:1544-1549).

No es plan te echas unas risas… jaja y a él con el tiempo le va a importa


poco. Mientras que con una chica te ríes igual, pero lo pasa peor porque
te llaman puta o se están riendo a tus espaldas (G10, Chica4, 2:1569).

Le afectan mucho mas la una chavala estoy casi segura, vamos a ver, yo
creo que en mi caso, colara una foto de un rapaz así, y le importa pero
hay los que no le importaría nada. Pero por el tema de ser mas sensibles,
en sucesiva de tachan de puta y tal. Yo creo que por eso nos afectan
mucho mas. Yo creo que se tiran mas contra una chavala que contra un
chaval (R1, Chica7, 2:1606).

De hecho en varios grupos explican que a los chicos les afecta menos recibir
insultos por practicar Sexting, que a las chicas.

Yo creo que no, a los chicos se suelen resbalar más las cosas que le digan
por ejemplo si te llaman puta te afecta más que aun chico que le llamen
puto (G1, Chica1, 2:1428).

Al chico le importa menos que a una chica (G1, Chica3, 2: 1429).

Yo pienso que en el porque la una chavala le de la mas miedo y


humillación (R1, Chica2, 2: 1602).

Yo pienso que le afecta mas la una chavala (R1, Chica6, 2:1604).

En definitiva, a través de su discurso podemos entender como los y las


adolescentes tienen la concepción de que con respecto al Sexting, ante el mismo
comportamiento ellos quedan bien y ellas son atacadas.

Hacen lo mismo los chicos y las chicas pero a las chicas como que se les
ataca más (G12, Chica6, 2:1592).

En estas cuestiones ellos siempre acaban quedando ben (R2, Chica3,


2:1626).

448
Resultados

A pesar de que expresan claramente que las consecuencias deberían ser iguales
para ambos, cuentan cómo no sólo ocurre esto con los comportamientos de Sexting. Si
no también, con otros comportamientos como las relaciones sexuales.

En mi opinión tendrían que ser iguales…Porque tú, cuando la mandas


pues ya le llaman de todo y a los chicos no (G6, Chica3, 2: 1501-1503).

Quizás a los niños no se le de tanta importancia, porque no es lo mismo


que un chico si se tira por ejemplo a una chica en la calle, pues le dicen
que es una macho y que si una chica lo hace con un chico en la calle
(G12, Chica1, 2:1583).

Deberían ser iguales…peores para las rapazas…se les llama zorra (R4,
Chico5, 2:1553)

Por ejemplo una chica se lía con tres o cuatro chicos en un día y es una
puta. En cambio un chico se lía con cuatro chicas y es un crack…o chico
siempre es el más guay (R5, Chica4, 2:1669-1671)

Está mal visto que lo hagan las mujeres que los hombres…un chico hasta
puede ir sin camiseta por la calle sin que le digan nada (R8, Chica1,
2:1705-1708)

En este sentido algunos/as adolescentes explican que esto sucede porque las
fotografías erótico sexuales de chicas tienen más repercusión o pueden ser difundidas
por los chicos (algo que ellas no hacen).

Yo creo que lo que pasa es que a la chica no le puede interesar entonces


lo borra. Si es de una chica a un chico si le puede interesar, porque la
puede mandar y conservarla (G2, Chica1, 2:1449).

Bueno eso es cierto las fotos de las chavalas tienen más repercusión (R6,
Chico5, 2:1682).

Dos chicas incluso expresan que a pesar de que deberían ver los
comportamientos de Sexting con la misma perspectiva, ya sean realizados por chicos o
por chicas, no lo ven igual. Afirman que las chicas que práctica Sexting se exponen a
los insultos.

Tu subes una foto de tetas y te llaman guarra te tienes que aguantar (G3,
Chica4, 2: 1216)

449
Resultados

Es que yo misma lo hago, no es lo mismo una foto de una chica en ropa


interior que la de un chico. No lo veo igual, no quiero verlo diferente
pero lo veo (R7, Chica3, 2:1696)
De hecho uno de los chicos también justifica estas diferencias entre las
consecuencias derivadas de las prácticas de Sexting en chicos y chicas, porque:
No es lo mismo una llave que abre todas las cerraduras, que una
cerradura que se abre con todas las llaves (G3, Chico7, 2:1470).

4.2.2.6 CASOS RELATADOS DE SITUACIONES VIVIDAS/CONOCIDAS


Finalmente en relación a la sexta categoría secundaria, casos relatados relacionados con
las prácticas de Sexting, es preciso mencionar que en todos los grupos se evidenciaron
casos de Sexting de personas conocidas que en la mayoría de los casos terminaron con
la exposición involuntaria a través de la red o con la difusión de las fotografías por parte
de sus parejas afectivas. De esta forma casi todos los casos relatados tienen a chicas
como víctimas.
A ver en este instituto hay una chica que envío videos y fotos…las
tuvimos todos (G2, Chica1, 2: 1208).
Había otra chica, aquí en el instituto que yo vi una foto de ella desnuda.
A mí no me la enseño un niño de mi clase ni una niña, a mí me lo enseñó
de otra clase. Y esa foto circuló creo que por todo el instituto (G2,
Chica3, 2:1209).
Un chico de nuestra clase colgó unas fotos de una chica de clase desnuda,
de aquellas se usaba Tuenti y hubo problemas y tal (G3, Chica1, 2:251).
A mí me mandaron una foto de una chica, que se la habían mandado (G6,
Chica2, 2:1495)
Se la mandó algún alumno del centro y ese alumno los contó? Esos
chavales las fueron reenviando entonces ahí se creó el problema todo
(R2, Chica5, 2:1366).
Yo sé de una amiga que uno de clase la presionaba para que le mandara
fotos por whatsApp en ropa interior. Y otra que en mi antiguo colegio
también se había sacado una foto sin sujetador y esa foto acabo
circulando y al final llego a muchísima gente y la chica no salía de casa,
pero no sé cómo acabó (G12, Chica8, 2:1594).

450
Resultados

Incluso uno de los chicos de la ciudad relato un caso de una de sus familiares que
terminó con agresiones.

Mi prima, yo se lo advertí porque tenía así un novio muy macarra. Y ella


se confío tanto que le empezó a mandar foto de así ese tipo. El chico al
final la dejó y empezó a facilitar esas fotos. No se extendieron por
muchos móviles porque al final lo conseguimos pillar, cerramos los sitios
donde estaban filtradas esas fotos y se fueron eliminando todas…La
guardia civil y la policía. El chaval no terminó bien tipo asi de estos
“canis”…Acabó mal. Amigos de prima le “zoscaron” bien…El chaval
después de eso estuvo en el hospital durante un mes y medio (G4, Chico
4, 2:1231).

En una minoría de casos el envío fue voluntario, pero posteriormente la imagen fue
difundida sin el consentimiento de la protagonista o, incluso, la imagen fue modificada
y difundida de nuevo.

Hace un mes una chica que estaba en bolas de todo (una de la *). Y uno
de Twitter le recorto la cara y pone en media hora pasaré una foto de su
cara. Se la había pasado un amigo que era el lío de esa chica (G4, Chica
3, 2:252).

Yo conozco a una chica que subió una foto de su culo la cogieron y la


subieron una página web, y pasaron capturas de esa fotos las fueron
pegando por varios grupos y creo que llego a sus padres y le raparon el
pelo (G12, Chica2, 2:1593).

Una chica que envío una foto y se difundió y ahora todos sus amigos
saben que existe esa foto, yo no la vi, pero sé que existe (G10, Chico5,
2:1562)

Yo sí. Conozco una chavala que se sacó una foto subida de todo, se la
envío a no sé quién y ahora la tiene medio instituto esa foto. La chavala
está adaptada a este tipo de cosas (G9, Chico5, 2:1290)

No sé si eran novios o no, la chica se lo envío a él y el difundió, acabo en


Twitter. Pero no de fotos si no de audios, lo grabó mientras tal (acto
sexual) (G11, Chica3, 2:1315).

451
Resultados

Yo conozco una chica que ese video llegó a la empresa de su padre y los
compañeros de su padre y su padre vieron el video dela chica esa, es una
consecuencia demasiado graves (G12, Chica3, 2:1580).

Yo conozco otro caso. En *, pero acabaron las fotos en *. Una chavala


estaba en su casa en la piscina y se sacaba fotos y vídeos eróticos, y los
pasaron y acabaron en * (R4, Chico4, 2:1648).

Una chica que se hiciera fotos y las enviara desnuda y después estuvieran
por todo el colegio (R5, Chica2, 2:1664).

La gran mayoría de los casos que narran en los que el primer envío fue voluntario y
posteriormente se difundieron los contenidos sin consentimiento de la víctima, se
producían en el contexto de pareja.

Le paso el vídeo a su novio, no a su mejor amigo y lo enseño y dijo: mira


haciéndose dedos. No se le ve la cara pero se nota que es ella porque tiene un
pelo un poco extraño (video masturbándose). Pero no se nota que es ella. Le vas
a preguntar en cualquier instituto que le lo alegan. La chica es de aquí (G4,
Chica 3, 2:496).

Una chica se sacó fotos desnuda contra el espejo se las mando…Al novio y a
más chicos y esos chicos las pasaron por toda la ciudad. El que te conté antes.
Después ya todo el mundo en el colegio iba a cuchillo con ella. Se reían de ella,
normal. Tantas fotos que mando que la vieron más desnuda que vestida. Mando
muchas a chicos. Y otro caso unas de * que también se mandaran fotos y se
difundieran (G11, Chica7, 2:255-1316).

También cuentan casos de situaciones de difusión de las fotografías sin


consentimiento de la víctima que terminaron en denuncias.

Yo conozco que una chica le envío una foto a un chico, y ese chico se la
envío a su pandilla de amigos y ella al final tuvo que denunciar porque
entre todos le empezaron a pedir de todo, a insultarla (G5, Chica2,
2:1478).

La chica grabó un vídeo y envió unas fotos el chico, el chico la otro


chico, ese chico a otro, y ese chico a otro, y el chico lo pasó la Guardia
Civil, y se acabó. Y después a chavala se enterró y de que se reían de

452
Resultados

ella, y denunció. Consecuencia sí, que él fue el juzgado de menores. El


chaval y mi amigo, le quitaron el teléfono o las Redes Sociales o algo así.
Pero la chavala no le hicieron nada, la culpa la tuvo la chavala porque le
pasó las fotos (R4, Chico2, 2:1642).

Una chica difundió unas fotos eróticas a otro chico, también de aquí. Y
ese chico también difundió. Lo que le pasa que ese rapaz era mayor de
edad, y tuvo un castigo diferente (R4, Chica1, 1646-1647).

Si, quiso enviar las fotos y el chaval le llamo puta por enviárselas a todos
los chicos (G1, Chica1, 2:1202).

También relatan casos de chantajes que también terminaron con la exposición


involuntaria. O incluso la amenaza de difundir esa imagen a través de la Red.

A esa chica le gustaba mucho el chico. Él le dijo que tuviera confianza y


la chica (fue un poco burra) y le paso fotos desnudas completamente y
con la cara, toda entera. Y el chico, al día siguiente, le pidió más fotos y
ella le dijo que no se las quería mandar. Él le dijo que las iba a colgar en
Instagram y que las iba a mandar por el grupo de difundir de WhatsApp.
Ella tuvo miedo y se las siguiendo pasando, el chico la sigue amenazando
y ella pues se las sigue pasando (G7, Chica2, 2:1510).

Además este fue bastante conocido, eran pareja de una villa así un poco
mas o menos grande que la chavala díselle el chaval que pasaba porque
estaba enfadado. Y él lee dice jo... que estaba enfadado porque no tenían
ningún tipo de contacto de relación sexual, y él lee dijo que lee había
mandado un vídeo manteniendo un relación. La chavala se grabó y lo
mandó, cortaron su relación, y el chaval publicó el vídeo en las Redes
Sociales y acabó llegando la familia de esta chavala (R6, Chico5,
2:1676).

Del mismo modo relatan casos de personas desconocidas que sufrieron este tipo de
situaciones en otros países.

Hay una niña que esta su historia por Internet, que un chaval le pedía una foto de
sus tetas se las paso por Facebook y ese chico tenía novia. La novia le fue a
pegarle y la chica al final se acabó suicidando (G12, Chica2, 2:1595).

453
Resultados

Recuerdo una vez que nos enseñaran un video de una chavala, que luego se
acabó suicidando porque el chico este la obligaba mucho, la controlaba, que si
no le mandaba fotos iba a por su familia (R5, Chica1, 2:1663).

También salieron a la luz otros casos de grabaciones sexuales realizadas en la


mayoría de los casos sin consentimiento de la/s víctima/s, en las que las víctimas eran
chicas o chicos.

Hay chicos, que tampoco te puedes fiar mucho de tu pareja. Yo conozco un caso
de un chico que estaba con una chica y lo grabo, y la chica hoy en día no lo sabe.
Entonces no te puedes fiar porque ejemplo el chico este dejó el móvil en la
mesilla y grabó luego lo subió a una página porno. La chica hoy en día no lo
sabe, pero es muy fuerte porque que tú estés en la red sin permiso haciendo
ciertas cosas que no son… (G3, Chica3, 1465).

No sé si puedo contarlo, había un chico que estaba con una chica y estaban en la
calle dándole al tema y yo vi un pavo grabándolos (G3, Chico6, 2:12).

Mi mejor amigo perdió la virginidad y está grabado. Estaba bebiendo en la


Ribera y cogieron unos amigos míos y vieron que se la iba a tirar y lo grabaron.
Y luego tienen grabado como esa chica se la chupa a otro (G12, Chica2, 2:1342).

También narran un caso de sexo a través de la webcam de una persona cercana.

Y un chaval que conozco de aquí de *, que tiene una novia en Barcelona él


chaval está un poco puag… Le dijo la novia que se podía denudarse porque
quería masturbarse por la webcam, ella desnudóuse y el chaval se estaba
masturbando (R6, Chico2, 2:1677).

Finalmente relataron también casos de grabación y difusión de violaciones,


grabaciones sexuales.

Si el video de no sé si era el de Palanquilla, u otro que a una chica le obligaban


que se la chupara a otro (G12, Chica3, 2:1338).

El video en que un chico le sujetaba el pelo mientras la chica se la chupaba a


otro. Le sujetaba para que no se le metiera en la boca ni nada. No lo hacía con
mala intención al revés si no para ayudarle (G12, Chica2, 2:1339.1341).

Dos chicas cuentan casos de los que han tenido conocimiento de otras personas
desconocidas.

454
Resultados

O chicas que las drogan y después lo graban mientras hacen lo que hacen. Aquí
en Galicia yo tengo un video que si, en Ourense no se (G12, Chica5, 1343).

Porque por ejemplo, salió un vídeo de una chica de * de una chica de 18 o así
que se grabaron follando. Y yo pensé que la obligaron a grabarse, pero no, ella
ya lo hacía normalmente. Y luego lo suben a un canal porno. Ósea fueron a un
baño de un centro comercial y se grabaron teniendo relaciones sexuales. Y claro,
al principio piensas, pues la obligaron. Pero es ella, la que ya queda para hacer
eso. Por ejemplo, en ese caso, luego hay otros que no. Que las obligan. (R7,
Chica6, 2:1689).

4.3 CONTRASTE DE HIPÓTESIS

A lo largo de este apartado se abordará el contraste de las hipótesis planteadas en la


presente investigación, de forma que se irá dando respuesta con la información obtenida
-tanto cuantitativa como cualitativa- a cada una de las hipótesis y se finalizará el
aparatado detallando la relación entre los objetivos del presente trabajo, las hipótesis
planteadas y el tipo de confirmación de cada una de ellas.

Así, mediante los análisis empíricos realizados a través de tablas de


contingencia, análisis descriptivos de frecuencias, así como el estudio de las medias
(desviación típica) se han obtenido las prevalencias de las variables analizadas. Además
por medio de las pruebas de Chi cuadrado de Pearson y la t de student se ha analizado
las diferencias según el género y la localización del centro, obteniendo la significación –
o no- existente entre grupos. Conjuntamente mediante los Análisis Factoriales
Exploratorios y Confirmatorios se ha dado validez a las escalas utilizadas. También se
han analizado las correlaciones existentes entre las variables dependientes e
independientes del estudio. Y finalmente por medio del uso del análisis de regresión se
han identificado las variables independientes que ejercen la mayor influencia sobre las
dependientes de la investigación y predicen tanto las actitudes como los
comportamientos de Sexting en los y las adolescentes.

En la Tabla 4.84a y 4.84b se detalla el contraste de las hipótesis y su relación


con las preguntas de investigación y los objetivos específicos, así como el tipo de
instrumento utilizado para dar respuesta a las cuestiones planteadas. No obstante, a

455
Resultados

continuación se irán abordando una a una las hipótesis de la investigación relativas a las
Redes Sociales.

H1 La tenencia, uso y tiempo de dedicación a los dispositivos tecnológicos es muy


alta, siendo los chicos y los y las de ámbito urbano los que mayores prevalencias
alcanzaran a este respecto.

Prácticamente la unanimidad de los y las participantes dispone de móvil personal con


acceso a internet y la tenencia de ordenador familiar o personal es elevada. En cuanto a
la tenencia de tablets de uso familiar o personal entre los y las adolescentes, hemos
encontrado que en comparación con los otros dispositivos investigados, la tenencia de
este dispositivo es mucho más baja. Respecto a las aplicaciones que los y las
adolescentes tienen instaladas en el móvil se evidencia que poseen de forma mayoritaria
aplicaciones de Redes Sociales o mensajería instantánea; y en menor medida Skype o
aplicaciones similares. En cuanto al tiempo que los y las adolescentes dedican al uso de
su teléfono móvil encontramos que de media lo usan 3.35 horas diarias y pasan 2.8
horas conectados/as a internet cada día. No obstante, también descubrimos que el 28%
adolescentes admiten usar el móvil todo el día y 45.3% se pasan todos los días más de
cuatro horas diarias conectados/as a internet.

En cuanto a las diferencias reveladas en función del género se ha detectado que


las chicas son las que más afirman disponer de tablet de uso familiar y personal frente a
sus compañeros. Además son más chicas que chicos las que tienen acceso a las Redes
Sociales a través del móvil, contrariamente son más chicos que chicas los que tienen
instalado en este Skype u otras aplicaciones similares. Asimismo, son las chicas las que
más tiempo dedican al uso del móvil y más tiempo diario se pasan conectadas a la red
respecto a sus compañeros.

En relación a las diferencias en función a la localización del centro son los/as


adolescentes de entorno rural/semi-rural los que más disponen de teléfono móvil
respecto a sus compañeros/as de entorno urbano. Asimismo encontramos que los/as
adolescentes de entorno rural tienen en mayor medida instalado en este la aplicación de
Skype frente a los/as de entorno urbano. Además son los y las adolescentes de ámbito
urbano los que más admiten utilizar su teléfono móvil todo el día frente a los y las de
centros rurales/semi-rurales.

456
Resultados

H2 Los y las adolescentes usan los dispositivos tecnológicos y espacios sociales para
hablar y conocer a personas y establecer a nuevas amistades, llegando a quedar con
esas personas físicamente. Asimismo son los y las de entorno rural/semi-rural los que
más lo hacen.

Las evidencias cualitativas muestran que los y las adolescentes consideran las Redes
Sociales un medio para establecer comunicación, iniciar o gestionar sus relaciones
interpersonales e incluso como forma de entretenimiento. A pesar de ello los y las
adolescentes son capaces de referenciar aspectos negativos relacionados con el uso,
como la perdida de contacto real con las personas.

Además se encuentra que muchos/as adolescentes afirman que se sienten más


cómodos/as hablando por las Redes Sociales que teniendo cara a cara a la otra persona.
De hecho, observamos que son los y las adolescentes de zona urbana
(fundamentalmente las chicas) las que más lo expresan. Por un lado algunas/as dicen
que teniendo como barrera las Redes Sociales tienen menos vergüenza o simplemente
las prefieren para gastar “bromas”, también para aquellas situaciones en las que pasan
“vergüenza” e incluso para “ligar”. Los y las chicos/as de zona rural/semi rural también
refieren en algunos casos sentirse más cómodas/os hablando por las Redes Sociales que
en persona, como por ejemplo para superar momentos de timidez o vergüenza. Respecto
a al género, se mantiene la tendencia encontrada, al ser las chicas las que en mayor
medida expresan esta realidad. E incluso dos chicas de ámbito rural/semi-rural, aluden
que mediante las Redes Sociales es más fácil vehiculizar agresiones verbales.

En otra dirección algunos/as adolescentes aludían que para algunas cosas sí se


sentían más más cómodos/as (tanto ellos/as mismos/as, como las demás personas) por
las Redes Sociales que en el cara a cara. Algunos/as referían que dependía de la
importancia de lo que se fuera a decir, expresando que cosas sin importancia o que les
dan vergüenza sí prefieren las Redes Sociales. De hecho algunos/as expresan que
también depende de la persona, pues algunos sí se sentirán más cómodos/as a través de
las Redes mientras que otras personas no tanto.

Asimismo, los argumentos de los y las adolescentes expresan que en muchas


ocasiones no conocen a todas las personas que tienen agregadas. Además, cuentan que a
través de las Redes Sociales hablan y quedan –en menor medida- con personas
desconocidas. De hecho son los/as adolescentes de ámbito urbano los/as que más

457
Resultados

admiten hablar/quedar con personas desconocidas. Además justifican estas situaciones


aludiendo que estas personas son en ocasiones “conocidos/as de vista” o han mantenido
conversaciones vía Internet previamente. Al mismo tiempo afirman que ya sea el
contacto o quedar físicamente con personas desconocidas vía Internet es muy frecuente
entre la gente de su edad.

H3 Los y las adolescentes usan los dispositivos tecnológicos y espacios sociales para
controlar a sus parejas afectivas. Siendo los chicos los que mayor control virtual
ejercen sobre sus parejas chicas.
A través de las confesiones de los/as participantes en los grupos de discusión hemos
descubierto la existencia de violencia de control, ejercida bidireccionalmente por ambos
miembros de las parejas adolescentes. Particularmente este tipo de violencia que emerge
en el discurso de los y las adolescentes se ha categorizado en torno a dos núcleos de
contenido, en el primer grupo aquellos/as adolescentes que admiten ejercer control;
mientras que en un segundo grupo agrupamos a los/as chicos/as que no ejercen control.
En este sentido son muchos/as adolescentes los/as que afirman que ejercen (o han
ejercido) y reciben (o han recibido) control de o en sus Redes Sociales por parte de sus
parejas. Fundamentalmente porque creen que este control es normal si no se tiene “nada
que esconder” o que se ejerce por desconfianza o celos.
Respecto al género, son las chicas tanto de zona rural/semi-rural como urbana,
las que más admiten que controlan a sus parejas ya sea la última conexión, las
fotografías y estados, el teléfono móvil e incluso o quien siguen o los “me gusta” de sus
parejas en Redes Sociales. Inclusive en algunos casos admiten haber seguido a sus
parejas para comprobar a donde van, conjuntamente también admiten controlar a otras
personas además de a sus parejas. Aunque en menor medida son varios los chicos los
que también admiten controlar a sus parejas a través de las Redes Sociales, desde las
fotografías colgadas a la última conexión. Al igual que sus compañeras también
expresan que este control no es malo o que no es “acoso”. Otros adolescentes cuentan
que tanto ellos como sus parejas ejercen ese control mutuamente.
En cuanto a los motivos que aluden los y las adolescentes, tanto de ámbito
urbano como rural/semi-rural para justificar el control que ejercen sobre las parejas,
tanto los/as de ámbito urbano como rural/semi-rural siguen una misma línea de
justificación. Sus argumentos van desde la desconfianza hasta los celos. Conjuntamente

458
Resultados

excusan este control sobre sus parejas en la curiosidad, en saber con quién habla o que
hace e incluso justifican el control alegando que es por preocupación sobre la pareja o
por ayudarla. Respecto a aquellas y aquellos que expresan que no ejercen control sobre
sus parejas, aluden fundamentalmente motivos en torno a la libertad de la otra persona.

H4 Los y las adolescentes carecen de percepción de peligro en torno al uso de


Internet o de las Redes Sociales, no obstante son los chicos y los/as de ámbito urbano
los/as que menor percepción de peligro tienen.
La aproximación cuantitativa ha permitido mostrar que más de la mitad de los y las
adolescentes (55.3%) considera que las Redes Sociales son “algo peligrosas” o “ni muy
peligrosas ni poco peligrosas”, además el 39.5% de los/as adolescentes las considera
peligrosas o muy peligrosas y un 5.2% no las considera nada peligrosas. Relacionado
con las diferencias de género, detectamos que son las chicas las que tienden a ver las
Redes Sociales como peligrosas (31.8%) o muy peligrosas (12.1%) frente a los chicos
que así lo consideran (24.1% y 10.5%, proporcionalmente). Mientras que los chicos son
los que más las consideran poco (22.5%) o nada peligrosas (7.5%) respecto a sus
compañeras (17.3% y 3%, equitativamente). Respecto a la localización del centro no
encontramos diferencias significativas ni respecto a la percepción de peligro personal, ni
a si consideran que sus amistades catalogan las Redes Sociales como peligrosas o no.

H5 Los y las adolescentes conceden gran importancia a los dispositivos tecnológicos


y espacios virtuales. Además se definen dependientes de éstos medios.
El discurso de los y las adolescentes ha evidenciado que les conceden una gran
importancia a las Redes Sociales en sus vidas, considerando en algunos casos que son
dependientes de ellas. Algunos/as informantes resaltan la importancia de las Redes
Sociales para mantener el contacto con personas que viven en otras provincias o
comunidades autónomas, porque las usan simplemente por aburrimiento o porque para
ellos/as es ya una costumbre. Respecto a las Redes Sociales justifican la importancia de
éstas aludiendo que son vías de comunicación, información y socialización.
En el ámbito rural/semi-rural, expresan que son importantes por la facilidad con
la que se puede establecer comunicación con otras personas a través de ellas y por poder
utilizarlas con fines académicos. No obstante también relatan ciertos aspectos negativos

459
Resultados

del uso de las Redes Sociales, ya que aluden los peligros a los que se exponen al
utilizarlas, la perdida de contacto con las personas o que debido al constante contacto
por las redes con el profesorado, reciban tareas escolares fuera de horario académico o
se exponen a que la gente cotillee sus perfiles sociales.
De la misma forma, tanto para los y las adolescentes de entorno urbano como
rural/semi-rural, la aplicación de mensajería instantánea WhatsApp es considerada la
Res Social la más importante y de la que más dependen según sus propios argumentos,
ya que, les ofrece la oportunidad de comunicarse, trabajar o estar al día de las
actividades académicas. A pesar de que los y las adolescentes de zona urbana aluden en
menor medida su dependencia a las Redes Sociales, aquellos/as que se declaran
dependientes expresan que es fundamentalmente a WhatsApp.

H6 La tenencia de perfiles en Redes Sociales es prácticamente universal entre los y


las adolescentes.

Los resultados empíricos muestran que la red social más utilizada por los y las
adolescentes es Facebook (79.7%), seguida de Twitter (73.9%), Tuenti (73.1%),
Instagram (43.4%) y por último las redes de citas o de solteros/as (4.1%).

Respecto al género, encontramos prevalencias similares respecto de Facebook y


Tuenti, no obstante son las chicas las que más admiten tener perfilen redes como
Twitter e Instagram. En relación a la localización del centro, son los/as de entorno
urbano son los que revelan mayores prevalencias en referencia a la tenencia de perfiles
en las Redes Sociales como Twitter, Tuenti e Instagram frente a los y las adolescentes
de entorno rural/semi-rural; mientras que en Facebook o en las redes de citas o de
solteros/as se obtienen prevalencias similares en ambos grupos independientemente de
su posicionamiento.

H7 Los y las adolescentes no gestionan sus perfiles en Redes Sociales de forma


prudente, no obstante creen que sí lo hacen. Sin embargo, las chicas y los/as
adolescentes de ámbito rural son más precavidas/os que sus compañeros/as.

Los y las adolescentes tienen una media de 100 y 300 contactos (amistades virtuales) en
sus Redes Sociales. En cuanto si aceptan todas las solicitudes de amistad o de
seguimiento que reciben, hemos encontrado que 7.1% de los/as adolescentes admite que

460
Resultados

las acepta siempre aunque no sepa quién es; el 29.8% de los/as adolescentes acepta a sus
amigos/as y también a los amigos/as de sus amigos/as aunque no los conozca en
persona; el 31% sólo acepta a amistades que conoce e persona y el 32.1% admiten haber
aceptado en alguna ocasión a alguien que no conocía en persona. En esta dirección más
de la mitad (61.3%) de los/as participantes afirman que tienen perfiles privados solo
para sus amistades, no obstante alrededor de 20.1% adolescentes tienen perfiles
abiertos. Igualmente, casi la mitad (44.2%) de los y las los y las adolescentes admiten
que suelen etiquetar a sus contactos en sus fotografías, de los cuales 21.1% afirman que
su popularidad se ha incrementado después de hacerlo. De hecho, un 26.7% de los/as
adolescentes declaran que es importante el número de contactos en una Red Social.

En relación al género, se obtienen diferencias significativas en el caso de Twitter


los chicos muestran mayores prevalencias frente a sus compañeras en la opción de
“menos de 100”, mientras que las chicas superan a sus compañeros en las demás
opciones. También se han revelado diferencias significativas en el caso de Instagram,
pues son los chicos alcanzan mayores prevalencias respecto a sus compañeras en las
opciones de “menos de 100” y “entre 100 y 300”. Asimismo, son ellas las que más
aceptan a amistades (aunque no los conozca en persona) y admiten haber aceptado, en
alguna ocasión a alguien a quien no conocían en persona. Sin embargo, son más chicos
que chicas los que o no recuerdan la privacidad de sus perfiles o bien tienen perfiles
abiertos a todo el público, lo cierto es que ellas tienen en mayor medida perfiles
cerrados.

Respecto a la localización del centro, se detectan diferencias significativas en


cuanto al número de contactos en Facebook, Tuenti e Instagram entre ambos grupos.
Con respecto a Facebook son los/as de entorno rural/semi-rural los/as que más admiten
“entre 300 y 500”. En relación a Tuenti, los/as adolescentes de ámbito rural evidencian
prevalencias más elevadas en la opción de “menos de 100”. Finalmente en relación a
Instagram, los y las adolescentes de ámbito urbano se sitúan en las opciones de “entre
100 y 300” y “menos de 100”. Relacionado con la privacidad de sus perfiles sociales se
observan diferencias significativas en lo referente a “mis amigos/as y los amigos/as de
estos pueden ver mi perfil” y “solamente yo puedo ver mi perfil”, pues son las opciones
más seleccionadas por los/as adolescentes de ámbito urbano.

Los resultados cualitativos apoyan estas conclusiones ya que la amplia mayoría


de adolescentes afirma que sí son responsables. Sin embargo en algunos casos expresan

461
Resultados

que son responsables “casi siempre”, que “deberían serlo más”. De su discurso también
destaca que son las chicas, tanto de zona urbana como de zona rural/semi-rural, las que
refieren una mayor responsabilidad frente a sus compañeros. Incluso expresan que es
necesario ser consecuente y responsable antes de publicar cosas en las Redes Sociales.
Por su parte los chicos, refieren que sí son responsables porque se piensan las cosas
antes de hacerlas y que solo cuelgan lo que les interesa, ya que sus comportamientos
online pueden influirles en futuros trabajos y no tanto en el presente. Paralelamente,
hemos encontrado varios chicos y chicas que se declaran abiertamente no responsables
respecto del uso de las Redes Sociales, aludiendo que tienen perfiles públicos, porque
abusan de ellas, agregan a personas desconocidas, cuelgan fotos inconscientemente y
porque no tienen información sobre las Redes Sociales. De hecho varios chicos cuentan
que el hecho de tener Redes Sociales es, en sí mismo, irresponsable.

Asimismo, la tendencia en el discurso de los y las adolescentes


independientemente de su lugar de residencia (urbano vs. Rural/semi-rural) es afirmar
que en muchos casos no conocen personalmente a todas las personas que tienen
agregadas en las Redes Sociales o que son “conocidos/as de vista”. Y justifican este tipo
de conductas online afirmando que es “imposible” conocer a todas sus amistades
virtuales y confían en que no sea peligroso.

H8 Los y las adolescentes no reciben vigilancia del acceso y uso de los dispositivos
tecnológicos ni de Redes Sociales. Siendo las chicas las que más supervisión reciben.

Los y las adolescentes reciben muy poca vigilancia de sus actividades online por parte
de sus progenitores, ya sea a las páginas que visitan, al uso que hacen de sus perfiles en
Redes Sociales o de su teléfono móvil. Sin embargo las chicas reciben más vigilancia
tanto en el uso que hacen del teléfono móvil como de la gestión y uso de sus Redes
Sociales. Además son los y las adolescentes de ámbito rural los/as que más vigilancia
reciben por parte de sus progenitores sobre la gestión y uso que hacen de sus Redes
Sociales. Respecto a las demás opciones no encontramos diferencias significativas.

Igualmente, a través de la aproximación cualitativa hemos encontrado que


alguna ocasión expresan que es responsabilidad de padres y madres vigilar el uso que
los y las adolescentes hacen de las Redes Sociales.

462
Resultados

H9 Los y las adolescentes han recibido poca formación en materia sexual o sobre el
uso de las Redes Sociales.

La evidencia empírica demuestra que la mayoría de los y las adolescentes afirman haber
recibido formación específica en tanto respecto del uso de las Redes Sociales (71.9%)
como en Educación sexual (78.2%). Respecto al género son las chicas las que más
admiten que han recibido formación sobre el uso de las Redes Sociales, ya que así lo
afirma un 76.4% frente al 67.1% de sus compañeros que así lo expresa. No obstante en
referencia a la educación sexual que han recibido la prevalencia encontrada es bastante
similar en ambos géneros. Por otro lado respecto a la localización del centro, no se
detectan diferencias significativas entre aquellos/as adolescentes que viven en un
entorno urbano y aquellos/as de entorno rural/semi-rural.

H10 Los y las adolescentes afirman que la gente de su edad no es responsable


respecto al uso de las Redes Sociales.

Más de la mitad de los y las adolescentes afirman que sus amistades no ven las Redes
Sociales como algo peligrosas, no detectándose diferencias significativas entre grupos
(género o localización). Los resultados extraídos de los grupos de discusión corroboran
este resultado, pues mayoritariamente los y las adolescentes afirman categóricamente
que la gente de su edad no es responsable. De hecho afirman mayoritariamente que la
gente de su edad sí contacta, habla y queda, con personas desconocidas frecuentemente.

H11 Los y las adolescentes tienen actitudes positivas hacia el Sexting, no obstante
son los chicos y los/as de ámbito urbano los/as que más positivo ven las prácticas de
Sexting.

En el presente estudio se ha llevado a cabo la validación de la escala de actitudes hacia


el Sexting de Weisskirch y Delevi (2011) en una muestra de adolescentes. Esta escala
cuenta con una fiabilidad adecuada, una buena validez de constructo y una validez
externa consistente y unos ítems con buenas propiedades psicométricas. Los resultados
del análisis de este estudio permiten afirmar que los y las adolescentes tienen una
elevada percepción de riesgo respecto del Sexting, no obstante también lo consideran
divertido o un medio para establecer relaciones afectivo sexuales. En cuanto al género,

463
Resultados

los chicos muestran actitudes más positivas hacia el Sexting que las chicas, ya que son
los que mayoritariamente consideran los comportamientos de Sexting como divertido y
despreocupado; y también son los chicos los que muestran las mayores expectativas
relacionales entorno al Sexting, mientras que las chicas asumen una postura más
cautelosa en relación al Sexting presentando una mayor percepción de riesgo. Ellas son
más conscientes de las consecuencias que pueden conllevar los comportamientos de
Sexting.

En cuanto al localización del centro, los chicos y las chicas de ámbito urbano
son los que muestran actitudes más positivas hacia el Sexting, considerándolo divertido,
además consideran que sextear les genera mayores expectativas en la relaciones.
Además encontramos que las chicas de ámbito urbano tienden ver el Sexting como algo
más divertido y despreocupado que sus compañeras de ámbito rural/semi-rural. Lo
mismo sucede con los chicos pues son los de ámbito urbano los que tienen a ver el
Sexting como divertido y despreocupado en comparación con sus compañeros de
ámbito rural/semi-rural. Además son también las chicas de zona urbana las que más
expectativas relacionales tienen con las prácticas de Sexting.

De forma paralela los resultados del análisis cualitativo corroboran las ideas
anteriores, pues se evidencian a través del discurso de algunos/as adolescentes actitudes
ambivalentes hacia las prácticas de Sexting. Por un lado son fundamentalmente chicas
las que refieren actitudes negativas frente a una mayoría de chicos que manifiesta
actitudes positivas, restando importancia a las conductas de Sexting.

H12 Los y las adolescentes llevan a cabo pocos comportamientos de Sexting, no


obstante son los chicos y los/as de ámbito urbano los/as que más conductas realizan.

En la presente investigación se ha validado la escala de Weisskirch y Delevi (2011) que


evalúa los comportamientos de Sexting en una muestra de adolescentes. La escala ha
mostrado aceptables propiedades psicométricas en general en esta muestra; habiéndose
confirmado la estructura factorial de dos dimensiones es la que logra un mejor ajuste
que el resto de modelos probados.

Los resultados evidencian que las conductas de Sexting en adolescentes son una
realidad instaurada y normalizada en sus dinámicas sociales. A pesar de obtener medias
bajas en las tasas de prevalencia, detectamos que más de la mitad de los/as adolescentes

464
Resultados

afirman que en alguna ocasión llevaron a cabo comportamientos de Sexting. Si


observamos los comportamientos de Sexting en función al género, se observa que los
chicos son los que más comportamientos de Sexting llevan a cabo. Son ellos también
los que son significativamente más activos en cuanto envío de mensajes de texto erótico
sexuales. En relación al localización del centro se revela que son los y las adolescentes
de ámbito urbano los más propensos/as a realizar conductas de Sexting, tanto en
relación al envío de fotografías/vídeos erótico sexuales, como respecto al envío de
textos erótico sexuales. Además encontramos que las chicas de ámbito urbano son más
propensas que las de ámbito rural/semi-rural a practicar Sexting. Lo mismo sucede en el
caso de los chicos, que son los de ámbito urbano los que admiten llevar a cabo más
comportamientos de Sexting respecto a sus compañeros de ámbito rural/semi-rural.

Las conclusiones extraídas del análisis del discurso se mantienen en la misma


tendencia. De los argumentos de los y las adolescentes se evidencia que los
comportamientos de Sexting que los y las adolescentes llevan a cabo son
fundamentalmente a través del intercambio (envío y recepción) de fotografías erótico
sexuales que envían a amistades, parejas afectivas o aquellas personas con las que quien
establecer una relación. En cuanto al género se revela que son más los chicos, tanto de
ámbito urbano como rural/semi-rural, los que más sexts envían. Y respecto del
posicionamiento del centro, son los/as adolescentes de entorno urbano los/as que más
sexts reciben. Conjuntamente son más los/as adolescentes los que admiten recibir
contenidos erótico sexuales que enviarlos.

H13 Los y las adolescentes envían sexts mayoritariamente a sus parejas afectivo-
sexuales o a aquellas personas que esperan que lo sean. Y lo hacen
fundamentalmente a través de las aplicaciones de mensajería instantánea.

Los resultados empíricos apuntan que En esta dirección, las prevalencias encontradas
van desde el 69.7% al 82.5% cuando los y las participantes afirman que sus novios/as
son los receptores de los sexts. Conjuntamente, entre el 8.7% y el 27.4% envía sexts a
sus amistades; entre el 1.5% y el 5.6% los envían a otras personas; y en una horquilla
del 1.5% y el 5.9% admiten enviar todo tipo de sexts a personas desconocidas.

Los resultados también apuntan que, la tendencia general de los/as adolescentes


fue afirmar que no envirarían sexts ni a su enamorado/a (59.9%), ni a las personas con

465
Resultados

las que han tenido un rollo (81.1%), ni alguien a quien acaben de conocer (98.4%), con
quien quieran ligar (88.8%) ni a personas conocidas solo de la Red (97.3%). No
obstante, con respecto a su enamorado/a es en donde las cifras prevalentes se encuentran
más parejas, ya que entre el 40.1% de los/as adolescentes admite que sí enviarían sexts a
sus enamorados/as frente al 59.9% que dice que no lo haría.

En cuanto al género se detectan diferencias significativas respecto a enviar sexts


a alguien con quien han tenido un rollo y alguien con quien quieren ligar, que admiten
que sí lo harían más chicos que chicas en ambas situaciones. Respecto al localización
del centro, son los/as adolescentes de ámbito urbano los/as que en mayor medida
afirman que sí enviarían sexts a sus enamorados/as y a alguien con quien han tenido un
rollo, respecto a sus compañeros/as de entorno rural.

En la misma dirección las conclusiones extraídas de la dimensión cualitativa


revelan que, en el caso de los chicos, aluden fundamentalmente que los destinatarios de
sus sexts suelen ser sus amistades o las chicas. Mientras que sus compañeras expresan
que los destinatarios de estas imágenes son sus parejas o gente de confianza.

H14 Los y las adolescentes reciben más sexts que envían, siendo los chicos los que
más contenidos de este tipo reciben.

Tanto el enfoque cualitativo como el cuantitativo, muestran que muchos/as


adolescentes, tanto de ámbito urbano como rural/semi-rural, reciben a través del
teléfono móvil, las Redes Sociales o Internet muchos de estos sexts de forma habitual.
Específicamente la perspectiva cuantitativa muestra que son las chicas las que más
contenidos sexuales reciben. Asimismo son los y las adolescentes de zona urbana los
que en mayor medida admiten recibir este tipo de contenidos frente a sus compañeros de
zona rural/semi rural. Además la gran mayoría los resultados de ambas aproximaciones
de investigación confirman que no los y las adolescentes no difunden las fotografías que
reciben o incluso que las borran. El análisis del discurso nos ha proporcionado
información sobre los contenidos recibidos, pues los y las informantes cuentan que son
fotografías de desnudos o semi-desnudos, tanto de personas conocidas como
desconocidas o famosas. Asimismo los y las adolescentes cuentan que el
envío/recepción de vídeos y textos es menos frecuente que el envío/recepción de
fotografías erótico sexuales.

466
Resultados

H15 Los y las adolescentes están expuestos/as a muchos contenidos sexualmente


explícitos a través de Internet o del WhatsApp.

Los resultados empíricos muestran que casi la mitad de los y las participantes (45.5%)
del estudio, han visto o recibido mensajes sexuales y/o eróticos de algún tipo en Internet
o a través del teléfono móvil. Son las chicas las que reciben mensajes sexuales y/o
eróticos de algún tipo (51% vs. 40.6%) y también son ellas las chicas que más afirman
haberse sentido molestas por este tipo de contenidos, ya que así lo afirma el 46.5%
frente al 22.9% de sus compañeros. Conjuntamente las conclusiones extraídas del
análisis del discurso nos han permitido revelar cuál es la naturaleza de los contenidos
sexuales, ya que los y las adolescentes tanto de entorno urbano como rural/semi-rural
relatan multiplicidad de casos de sexts que han visto o recibido a través de las Redes
Sociales o el teléfono móvil. Asimismo también cuentan tener conocimiento y haber
visto grabaciones sexuales o voyeur e incluso violaciones grabadas.

H16 Los y las adolescentes desconocen el significado de Sexting, siendo los/as de


ámbito urbano los/as que más conocen el fenómeno.

Mediante el análisis experimental, encontramos que los y las adolescentes de forma


mayoritaria desconocen el significado del término Sexting, pues tan solo el 37.5%
admite saber qué es el Sexting. A pesar de no haberse encontrado diferencias
significativas respecto al género, sí se han encontrado según la localización (Urbana vs.
rural/semi-rural). Son los y las adolescentes de localización urbana los que más afirman
conocer qué es el Sexting, de hecho más de la mitad así lo afirma.

H17 Los y las adolescentes afirman que la gente de su edad lleva a cabo muchos
comportamientos de Sexting.

La aproximación a través de grupos de discusión con los y las adolescentes, muestra que
prácticamente todos y todas afirman que es muy frecuente que la gente de su edad
practique Sexting. Sin embargo, son varios/as los/as adolescentes los y las que afirman
que la gente de su edad envía con mayor frecuencia fotografías erótico-sexuales que
vídeos o textos. Aunque no existe unanimidad sobre esto, ya que otros/as afirman que

467
Resultados

todo tipo de contenidos (fotografías, textos y vídeos erótico sexuales) son muy
frecuentes entre sus compañeros/as y conocidos/as. No obstante a pesar de admitir que
es una práctica totalmente generalizada, algunos/as de los/as adolescentes expresan que
no es algo que haga “todo el mundo” aludiendo que “depende de la persona

H18 Los y las adolescentes creen que son las chicas las más sexters, aludiendo
motivos estereotipados y mitificados.

Los resultados extraídos del análisis cuantitativo muestran que no existe un acuerdo
unánime sobre cuál es el género más sexter. Respecto al envío de fotos y/o vídeos de sí
mismo/a sexualmente sugerentes, de fotos en ropa interior de sí mismo/a usando un
teléfono móvil o las redes sociales, Skype o similares, fotografías desnudas/os de sí
mismos/as usando un teléfono móvil creen que tanto chicas como chicos lo hacen por
igual. No obstante, respecto al envío de mensajes de texto sexualmente sugerentes o con
proposiciones sobre actividad sexual señalan que son los chicos los que más conductas
llevan a cabo este tipo de conductas.

Respecto al género se evidencia que las chicas denominan en mayor medida a


sus compañeros como más sexters en todos los comportamientos de Sexting analizados;
en la misma dirección los chicos identifican a las chicas como más sexters también en
mayor medida en todas las conductas de Sexting planteadas. Igualmente los/as
adolescentes de entorno urbano identifican a las chicas como más sexters respecto al
envío de fotos y/o vídeos en ropa interior de sí mismos/as a través de las Redes
Sociales, Skype o similares, envío de fotos y/o vídeos desnudos/as usando el móvil o
mediante las Redes Sociales, Skype o similares.

Los resultados extraídos del análisis del discurso revelan la misma tendencia
pues en sus creencias, tampoco existe consenso sobre quien consideran más sexters si
las chicas o los chicos. Sin embargo en este caso, la mayoría, tanto de ámbito urbano
como rural/semi-rural, cree que las chicas son las que más conductas de Sexting
realizan. Además nos aportan más información, pues los/as adolescentes argumentan
que utilizan para son las chicas realizan más Sexting, porque los sexts que han visto o
recibido son fundamentalmente de chicas, porque ellas las cuelgan más en las Redes
Sociales, porque las chicas son más inseguras e incluso porque a los chicos es lo que les
gusta. Algunas chicas y chicos expresan que efectivamente son ellas el género más

468
Resultados

sexter porque los chicos piden este tipo de fotografías y ellas ceden. Asimismo, son
varias las chicas las que cuando explican que son las chicas las más sexters, refieren que
es porque reciben presiones por parte de sus parejas y son juzgadas con mayor dureza
socialmente que sus compañeros sexters.

Contrariamente uno de los chicos afirman que son las chicas las más sexters,
pero no porque sean objeto de manipulación, sino porque lo hacen voluntariamente, e
incluso se afirma que a las chicas les da menos vergüenza hacerlo, porque ellas tienen
“más motivos” para hacerlo o porque las chicas llaman más la atención. Los y las
adolescentes de entorno urbano, en algunos casos para explicar porque consideran que
son las chicas las más sexters explican que son ellas las más “salidas” o porque son muy
“putas”. Otro grupo de chicos y chicas entre los argumentos que dan para justificar que
son las chicas las más sexters, explican que es porque se atreven a hacer cosas mediante
WhatsApp pero en persona no o incluso porque quieren sentirse superiores. Gracias al
análisis cualitativo se ha podido descubrir, qué tipo de sext es más frecuente respecto a
cada género, ya que expresan que los chicos envían más textos erótico sexuales y las
chicas más imágenes; conjuntamente dos chicos aportan más información respecto de
qué género practica más Sexting, expresan que los chicos tienen “más ansia sexual” o
que los chicos “fuerzan a las chicas” para enviar o publicar sexts.

Uno de los chicos incluso afirma que “no es una cuestión de género” pero sí
argumenta que depende de la Red Social en que se publique lo hacen más chicos o
chicas. Además, relatan que a pesar de que lo hacen por igual, a las chicas se las tilda
con mayor facilidad como “guarras”.

H19 Las motivaciones para llevar a cabo conductas de Sexting son muy variadas. No
obstante los motivos referidos por ellas y ellos mismos son similares a los que relatan
para justificar la participación en Sexting de la gente de su edad.

Las prevalencias encontradas revelan que los motivos más frecuentes entre los chicos y
chicas para justificar su implicación en conductas de Sexting son: quería ser coqueto/a o
insinuante, quería cumplir con las necesidades de mi pareja, quería intimidad e incluso
que estaban aburridos/as. Los chicos justifican en mayor medida que sus compañeras
que han sexteado porque querían preliminares, querían cumplir con las necesidades de
su pareja, que querían intimidad, estaba solo, estaba borracho, estaba aburrido, quería

469
Resultados

evitar una discusión o había tomado drogas. Conjuntamente respecto a la localización


den centro se encuentran diferencias significativas en casi todos los ítems presentados,
excepto en estaba borracho/la, por lo que son los/as de entorno urbano los/as que más
justifican su participación en conductas de Sexting.

Las conclusiones extraídas de los grupos de discusión confirman esta tendencia,


pues los motivos que aluden chicos y las chicas para justificar su implicación personal
en este tipo de comportamiento son muy dispares, entre los chicos destacan los motivos
sexuales, el aburrimiento, enseñar el cuerpo, llamar la atención e incluso por que se las
piden su pareja. Siendo los y las adolescentes de entorno urbano los/as que más motivos
narran. Mientras que las chicas refieren fundamentalmente llamar la atención o atraer a
alguien e incluso afirman que es una moda.

Además también hemos podido revelar cuales son las percepciones de los y las
adolescentes respecto a los motivos que creen que tiene la gente de su edad para
practicar Sexting. De hecho creen que la gente lo hace para “llamar la atención”. En
cuanto al género, por un lado los chicos, tanto de entorno urbano como rural/semi-rural,
relatan motivos fundamentalmente sexuales o amorosos. También está muy presente,
aludir a la fama, el ego, el amor propio, el aburrimiento, por petición u obligación de la
pareja e incluso tener más seguidores en las Redes Sociales. Por otro lado, las chicas
coinciden con sus compañeros al referir motivos para practicar Sexting como el
aburrimiento o el ego y tener más seguidores. En menor medida que sus compañeros,
las chicas también aluden causas sexuales o amorosas para practicar Sexting.

También se evidencia a través de su discurso el tener confianza en la persona


receptora de los sexts, sentirse mejor y gustar más y en esta línea recibir opiniones sobre
el físico, ser una moda o influencia del cine pornográfico o del grupo de iguales. Otras
chicas cuando expresan los motivos por los que las chicas practican Sexting, utilizan
expresiones despectivas para catalogar a esas chicas. Mientras que otras aluden la
manipulación o presión que sufren las chicas para practicar Sexting.

470
Resultados

H20 La percepción de peligro de los y las adolescentes que practican Sexting es


elevada, siendo las chicas y los/as de ámbito rural los/as que más catalogan el
Sexting como peligroso.

Las evidencias empíricas muestran que los y las adolescentes tienen a confiar en las
personas a quienes envían sexts, y creen que sus sexts están seguros en sus teléfonos
móviles. Sin embargo mayoritariamente los/as adolescentes no creen que este tipo de
contenidos esté seguro en sus ordenadores. En cuanto al género, se revela que son los
chicos los que más confían en la seguridad de sus dispositivos móviles y ordenadores
para albergar sexts. En relación a la localización urbano o rural/semi-rural, son los/as de
zona urbana los/as que más aluden que los contenidos erótico/sexuales están seguros en
sus teléfonos móviles u ordenadores. Manteniendo esta tendencia son los/as
adolescentes de entorno urbano los que más admiten confianza plena en los/as
receptores de los sexts que envían. Además tal y como ya se ha comentado, la
percepción de peligro en torno al Sexting es mayor en las chicas y en los y las
adolescentes de entorno urbano.

H21 Los y las adolescentes han sufrido y son conscientes de las consecuencias
derivadas de las conductas de Sexting, que afectan en mayor medida a las chicas.

Los datos cuantitativos muestran que el 7.7% adolescentes han sido víctimas de
presiones u obligaciones para realizar conductas de Sexting, además el 37.9% de los/as
adolescentes conocen casos cercanos de personas (fundamentalmente chicas) que han
vivido esta situación. Asimismo el 3.3% de los/as adolescentes ha sufrido chantajes
después de enviar sexts y más de 24 adolescentes también han sufrido burlas también,
en ambos casos por sus amistades o compañeros/as de aulas. Son las chicas las que en
mayor medida han sido presionadas o coaccionadas, además de los y las que afirman
que conocen a personas cercanas que han vivido esta situación las chicas expresan que
son casos de chicas mientras que los chicos identifican a otros chicos como víctimas.
También son más chicas que chicos las que afirman que conocen a alguien que haya
sufrido chantajes después de enviar sexts, no obstante ellas son las que menos
identifican a su género como víctima de estas situaciones.

Los resultados cualitativos van en la misma dirección, pues casi la totalidad de


los y las adolescentes afirman que las conductas de Sexting pueden causarles

471
Resultados

problemas. Relatan entre las más probables y comunes la facilidad de difusión y de


exposición de esos contenidos en la Red. También cuentan que pueden enfrentarse a
situaciones de acoso, chantaje, burlas, agresiones físicas o incluso las posibles
consecuencias legales. Otra tendencia en su discurso al hablar de las consecuencias es
nombrar el futuro, expresando que en un tiempo van a seguir condicionados/as y puede
afectarles en su vida profesional futura. No obstante algunas chicas de entorno urbano
expresan que hay que pensar las consecuencias y ser consciente de ellas antes de
realizar conductas de Sexting porque hoy en día ya saben que consecuencias pueden
tener. Incluso un par de chicas argumentan que hay demasiados casos conocidos hoy en
día como para saber a lo que se exponen.

Asimismo esta aproximación nos ha permitido encontrar que prácticamente la


totalidad de chicos y de chicas son conscientes de a qué tipo de cosas les pueden obligar
y con qué fin; aludiendo que les puedan obligar a hacer “de todo”. Muchos/as
adolescentes tanto de entorno urbano como de rural/semi-rural explican que pueden ser
obligados/as a enviar más fotografías. Sin embargo son más chicos que chicas los que
explican éstas situaciones. En esta dirección son muchos/as los que abiertamente hablan
del chantaje al que se pueden ver sometidos/as después de enviar la primera fotografía;
incluso explican cómo es la dinámica de esos chantajes, mediante amenazas o
coacciones. Al mismo otros/as hablan directamente de amenazas, las burlas o presiones
como consecuencias de las prácticas de Sexting e incluso amenazas de agresiones
físicas entre otras. Sin embargo el análisis de su discurso evidencia que algunas de las
cosas que mencionan lo hacen solo los chicos y otras solo las chicas. En este sentido
varios chicos de entorno rural aluden finalidades sexuales y las chicas aluden también
motivos particulares relacionados con la presión masculina.

Finalmente a través de sus propias expresiones y argumentos encontramos que


casi la unanimidad de los y las adolescentes alude que las consecuencias de practicar
Sexting son peores para las chicas que para los chicos. Incluso algunas chicas admiten
que a ellas se las machaca más y son apartadas. De hecho son varias que explican que
esta situación se debe al machismo. Encontramos que muchos/as adolescentes de
entorno urbano que explican que las chicas son tratadas con mayor dureza socialmente y
son tildadas de “guarras” o putas” y ya no son respetadas ni tomadas en serio, incluso en
futuras relaciones. Muchas adolescentes explican cómo ante los mismos
comportamientos, los chicos no son etiquetados socialmente de forma negativa. Una

472
Resultados

tendencia en el discurso que también detectamos entre los y las adolescentes de entorno
rural/semi-rural, pues también explican como a ellas se las juzga con un doble rasero
ante la misma conducta. Por otro lado, algunos/as adolescentes, tanto de ámbito urbano
como rural/semi-rural, apuntan que las chicas se ven más afectadas porque son más
“sensibles” que sus compañeros. Ya que cuentan que a ellos, les importa menos. De
hecho en varios grupos explican que a los chicos les afecta menos recibir insultos por
practicar Sexting, que a las chicas

H22 Los y las adolescentes con actitudes más positivas hacia el Sexting son también
los que más conductas llevan a cabo.

Los análisis correlaciónales han permitido mostrar que aquellos/as adolescentes que ven
el Sexting divertido son los que más comportamientos de Sexting realizan, bien sea a
través del envío de fotografías y/o vídeos o textos erótico sexuales. Igualmente son los y
las adolescentes con mayores expectativas relacionales en relación al Sexting los que
más comportamientos llevan a cabo. En la misma dirección aquellos/as con una mayor
percepción de riesgo sobre el Sexting son los que menos comportamientos llevan a
cabo, ya sean mediante el envío de fotografías y/o vídeos o textos erótico sexuales.
Conclusiones que se mantienen al observar los datos desglosados por género.

H23 Los y las adolescentes más sexistas tienen actitudes más positivas y llevan a
cabo más comportamientos de Sexting. Siendo los chicos los más sexistas.

Las correlaciones realizadas evidencian que los y las adolescentes que ven el Sexting
divertido y tienen mayores expectativas relacionales en las conductas de Sexting son
más sexistas, tanto de forma hostil como benevolente. Una tendencia que se mantiene al
analizar cada uno de los géneros. También los que ven el Sexting como peligroso son
los más sexistas benevolentes y los que mayores expectativas relacionales tienen en esta
prácticas los más sexistas hostiles.

Respecto a la relación entre los niveles de sexismo y los comportamientos de


Sexting, encontramos que son los y las adolescentes más sexistas hostiles y
benevolentes, los/as que más comportamientos de Sexting llevan a cabo, tanto respecto
al envío de fotografías y/o vídeos erótico sexuales como al envío de textos erótico
sexuales. Si realizamos un análisis de género, las chicas que envían fotografías y/o

473
Resultados

vídeos erótico sexuales son las más sexistas hostiles y benevolentes. Así como aquellas
que envían textos erótico sexuales son las más sexistas hostiles. A la par, aquellas
adolescentes que llevan a cabo comportamientos de Sexting son las más sexistas
hostiles. Conjuntamente los chicos que envían textos erótico sexuales son los más
sexistas hostiles y benevolentes. Igualmente, aquellos adolescentes que llevan a cabo
comportamientos de Sexting son más sexistas hostiles y benevolentes.

Conjuntamente hemos encontrado que las diferencias de medias de la escala de


Sexismo Ambivalente en función al género confirma que son los chicos los más sexistas
hostiles; y respecto a la localización del centro, se muestra que son los y las
adolescentes de localización urbana los/as más sexistas hostiles.

H24 Los y las adolescentes que más aceptan las creencias mitificadas en torno al
amor tienen actitudes más favorables y llevan a cabo más comportamientos de
Sexting. Siendo las chicas las que más puntúan en mitos del amor.

Respecto a las correlaciones detectadas entre la escala de mitos del amor y las actitudes
hacia el Sexting, se muestra que aquellos/as adolescentes que ven en el Sexting una
conducta de riesgo no creen que el amor vaya ligado al maltrato pero sí tienen una
visión idealizada del amor. Igualmente aquellos/as que tienen expectativas en que las
conductas de Sexting les servirán para establecer relaciones tienen una visión mitificada
del amor, tanto respecto de la vinculación amor-maltrato, como del amor idealizado. En
cuanto al género detectamos que las chicas que ven el Sexting divertido tienen mayores
creencias mitificadas en torno al amor, tanto en el amor idealizado como en la
vinculación amor-maltrato. Las que ven el Sexting como un comportamiento de riesgo
tienden a no creer en el mito amor-maltrato. Y aquellas que tienen mayores expectativas
relacionales en las prácticas de Sexting son las que más idealizan el amor y más
relacionan el amor con el maltrato. En el caso de los chicos se revela que aquellos que
tienen mayores expectativas relacionales, asumen creencias mitificadas en el amor.
Asimismo los chicos que puntúan más en percepción de riesgo tienen una visión más
idealizada del amor y menor vinculación amor-maltrato. Además respecto de aquellos
que tienen mayores expectativas relacionales, son los que más puntúan en el mito amor-
maltrato.

474
Resultados

En el análisis de los mitos del amor y los comportamientos de Sexting, se revela


que aquellos/as adolescentes que llevan a cabo comportamientos de Sexting, ya sea a
través del envío de fotografías y/o vídeos o textos erótico sexuales son los que más
interiorizado tienen la vinculación amor-maltrato y el amor idealizado. En relación al
género se observa la misma tendencia, las chicas que más conductas de Sexting realizan
ya sea a través del envío de fotografías y/o vídeos o textos, son las que más creencias
mitificadas en torno al amor tienen, tanto en la vinculación amor- maltrato como
respecto al amor idealizado. No obstante respecto a los chicos, los más fotografías y/o
vídeos y textos envían, son los que más vinculan el amor con el maltrato; y si
observamos los comportamientos de los chicos en general se muestra que los que
sextean son también los que más vinculan más el amor con el maltrato e idealizan el
amor.

H25 Los y las adolescentes que han sido obligados/as, chantajeados/as o han sufrido
burlas tienen una mayor percepción de riesgo y llevan a cabo más comportamientos
de Sexting.

Los análisis correlaciónales entre las escalas de actitudes hacia el Sexting y las variables
independientes del estudio demuestran que aquellos/as adolescentes que no han sido
obligados/as o chantajeados/as para llevar a cabo conductas de Sexting, así como los/as
que no han sufrido burlas después de hacerlo tienen actitudes positivas y expectativas
relacionales en las conductas de Sexting. Mientras que aquellos/as que sí han sufrido
este tipo de consecuencias muestran una alta percepción de riesgo en torno a los
comportamientos de Sexting. Una tendencia que se mantiene al realizar el análisis de
género.

Las correlaciones realizadas permiten mostrar que aquellos/as adolescentes que


llevan a cabo conductas de Sexting, tanto respecto al envío de fotografías y vídeos como
de textos erótico sexuales son aquellos han sufrido coacciones o chantajes para realizar
el comportamiento; como burlas después de hacerlo. Conjuntamente, los análisis de
regresión muestran que efectivamente la obligación, las burlas y el chantaje son
predictores de los comportamientos de Sexting en adolescentes. De hecho, respecto a
los y las adolescentes de ámbito urbano la obligación es determinante en la realización
de la conducta; y entre los y las de ámbito rural/semi-rural son los chantajes y la

475
Resultados

obligación. Particularmente en el caso de las chicas las burlas y la obligación funcionan


como predictores; mientras que el los chicos tan solo la obligación.

Una tendencia que se mantiene en los resultados de los análisis de regresión


respecto del envío de fotografías y vídeos (en donde emergen las burlas y la obligación).
Además entre los y las de entorno urbano se evidencia que la obligación, el chantaje y
las burlas son predictores de este tipo de comportamiento en adolescentes.
Conjuntamente en el caso de los y las de ámbito rural/semi-rural el modelo de regresión
muestra la obligación como predictor de la conducta. Paralelamente, en el caso de las
chicas la obligación y las burlas se evidencian como predictores de la conducta; y en el
caso de los chicos que envían fotos/vídeos tan solo la obligación.

En el mismo sentido el modelo de regresión para el envío de textos revela que la


obligación y las burlas predicen la conducta. De hecho entre las chicas se mantiene la
misma tendencia, mientras que entre los chicos se revela tan solo la influencia de la
obligación. Observando los resultados según la localización del centro se evidencia que
la obligación funciona como predictor del envío de textos en el caso de los y las
adolescentes de ámbito urbano.

H26 Los y las adolescentes que más disponen de dispositivos tecnológicos y Redes
Sociales son los que tienen actitudes más positivas y llevan a cabo más conductas de
Sexting.

Mediante los análisis correlaciónales hemos comprobado que los y las adolescentes que
ven el Sexting divertido y tienen expectativas relacionales en los comportamientos de
Sexting pasan mucho tiempo usando el móvil, tienen perfil en Facebook y no
consideran las Redes Sociales peligrosas. Contrariamente aquellos chicos y chicas que
ven el Sexting peligroso son los que también ven el uso de las Redes Sociales peligroso.
Conclusiones que se mantienen en el análisis de género.

Los y las adolescentes que más conductas llevan a cabo son los y las que
dedican mucho tiempo al uso del móvil y tienen perfil Facebook, Twitter, Tuenti,
Instagram y/o redes de citas. Respecto al envío de fotografías y vídeos son aquellos/as
adolescentes que más tiempo dedican al uso del móvil, que tienen perfil en Tuenti,
Instagram y tienen perfiles en redes de citas o de solteros/as como Badoo. En relación al
envío de textos erótico sexuales son aquellos/as adolescentes que tienen ordenador

476
Resultados

personal con conexión a la red, que dedican mucho tiempo al uso del móvil y tienen
perfil en Redes Sociales (Facebook, Twitter, Tuenti, Instagram y/o redes de citas).

En cuanto a las chicas, las que más comportamientos de Sexting llevan a cabo
son las que más tiempo dedican al uso del móvil, tienen perfil en Twitter, Tuenti y redes
de citas. Una tendencia similar en relación al análisis del envío de textos erótico
sexuales. Además aquellas que envían fotografías y vídeos son las que más tiempo
dedican al uso del móvil y tienen Tuenti y redes de citas o de solteros/as. Por su parte
los chicos que más comportamientos de Sexting llevan a cabo en general, y
particularmente respecto al envío de textos erótico sexuales, son aquellos que más
tiempo usan el móvil y tienen perfil en Redes Sociales como Twitter, Tuenti, Instagram
o redes de citas. De forma particular aquellos que envían textos erótico sexuales son los
que más tiempo dedican al uso del móvil y tienen perfiles en redes de citas o de
solteros/as.

Además a través de los análisis de regresión también se ha comprobado que el


tiempo de conexión a la red funciona como predictor de los comportamientos de
Sexting en adolescentes. Siendo las chicas que más tiempo pasan conectadas a internet
las que más conductas de Sexting llevan a cabo y los chicos que más tiempo dedican al
uso del móvil. Igualmente los y las adolescentes de entorno urbano que más tiempo
dedican a estar conectadas/os y los/as de entorno rural/semi-rural que más tiempo pasan
online y tienen móvil con internet son los y las adolescentes que más comportamientos
realizan. Una tendencia que se mantiene al analizar particularmente el envío de
fotografías y vídeos en el que también se evidencia que son los y las adolescentes que
más tiempo dedican al uso del móvil los/as que más conductas llevan a cabo; e
igualmente en el envío de textos. Si analizamos detalladamente el género y el
posicionamiento del centro emergen como predictores de la conducta tanto el tiempo de
conexión a internet, el tiempo de uso de móvil y la tenencia de móvil con internet;
excepto en el caso del envío de fotografías y/o vídeos en el ámbito urbano.

477
Resultados

H27 Las variables que predicen los comportamientos de Sexting, son el género y
localización del centro, las actitudes positivas hacia el Sexting, tienen pareja o
expectativas de tenerla y han sido obligados/as a hacerlo.

Los análisis de regresión permiten confirmar que son los y las adolescentes que
consideran el Sexting algo divertido y despreocupado, que tienen expectativas en que
realizar Sexting les sirva para establecer relaciones, tienen pareja actual, han sido
obligados/as o coaccionados/as para sextear y pasan menos tiempo conectados/as a
internet son los más proclives a llevar a cabo comportamientos de Sexting. Además son
los chicos los más propensos, los/as que si han sufrido burlas, los/as de más edad, los/as
de entorno urbano y los/as que han recibido chantaje para sextear.
Particularmente en el caso de las chicas son las s que consideran el Sexting
divertido y despreocupado, que si han sufrido burlas, con pareja afectiva-sexual, que
han sufrido obligación o coacción para sextear, de entorno urbano y que menos tiempo
de conectan a internet las más propensas. Y respecto a los chicos, son aquellos que
consideran el Sexting divertido y despreocupado, útil para establecer relaciones, que
más tiempo dedican al uso del móvil, de más edad y que han sufrido presión para
sextear.

Tabla 4.85a Esquema del contraste de hipótesis relativo a las Redes Sociales y Sexting.
Objetivos Contraste
Hipótesis Instrumento
Específicos hipótesis
H1 La tenencia, uso y tiempo de dedicación a los dispositivos tecnológicos es
muy alta, siendo los chicos y los y las de ámbito urbano los que mayores Q Parcial
prevalencias alcanzaran a este respecto.
H2 Los y las adolescentes usan los dispositivos tecnológicos y espacios
sociales para hablar y conocer a personas y establecer a nuevas amistades,
OB1 FG Total
llegando a quedar con esas personas físicamente. Asimismo son los y las de
entorno rural/semi-rural los que más lo hacen.
H3 Los y las adolescentes usan los dispositivos tecnológicos y espacios
sociales para controlar a sus parejas afectivas. Siendo los chicos los que mayor FG Parcial
control virtual ejercen sobre sus parejas chicas.
H4 Los y las adolescentes carecen de percepción de peligro en torno al uso de
Internet o de las Redes Sociales, no obstante son los chicos y los/as de ámbito Q Parcial
urbano los/as que menor percepción de peligro tienen.
OB2
H5 Los y las adolescentes conceden gran importancia a los dispositivos
tecnológicos y espacios virtuales. Además se definen dependientes de éstos FG Total
medios.

478
Resultados

Tabla 4.85b Esquema del contraste de hipótesis relativo a las Redes Sociales y Sexting.
Objetivos Contraste
Hipótesis Instrumento
Específicos hipótesis
H6 La tenencia de perfiles en redes sociales es prácticamente universal entre los
Q Total
y las adolescentes.
H7 Los y las adolescentes no gestionan sus perfiles en redes sociales de forma
OB3
prudente, no obstante creen que sí lo hacen y que la gente de su edad es menos
Q + FG Parcial
sensata. Sin embargo, las chicas y los/as adolescentes de ámbito rural son más
precavidas/os que sus compañeros/as.
H8 Los y las adolescentes no reciben vigilancia del acceso y uso de los
OB4 dispositivos tecnológicos ni de redes sociales. Siendo las chicas las que más Q + FG Parcial
supervisión reciben.
H9 Los y las adolescentes han recibido poca formación en materia sexual o
OB5 Q Rechazada
sobre el uso de las redes sociales.
H10 Los y las adolescentes afirman que la gente de su edad no es responsable
OB6 Q + FG Total
respecto al uso de las Redes Sociales.

OB7 H11 Los y las adolescentes tienen actitudes positivas hacia el Sexting, no
obstante son los chicos y los/as de ámbito urbano los/as que más positivo ven las Q + FG Total
OB8
prácticas de Sexting.
H12Los y las adolescentes llevan a cabo pocos comportamientos de Sexting, no
OB9 obstante son los chicos y los/as de ámbito urbano los/as que más conductas Q + FG Total
OB10 realizan.
H13 Los y las adolescentes envían sexts mayoritariamente a sus parejas
OB11 afectivo-sexuales o a aquellas personas que esperan que lo sean. Y lo hacen Q + FG Total
fundamentalmente a través de las aplicaciones de mensajería instantánea.
OB12 H14 Los y las adolescentes reciben más sexts que envían, siendo los chicos los
que más contenidos de este tipo reciben. Q + FG Total
H15 Los y las adolescentes están expuestos/as a muchos contenidos
OB13 Q+ FG Parcial
sexualmente explícitos a través de Internet o del WhatsApp.
H16 Los y las adolescentes desconocen el significado de Sexting, siendo los/as
Q Parcial
de ámbito urbano los/as que más conocen el fenómeno.
OB14 H17 Los y las adolescentes afirman que la gente de su edad lleva a cabo muchos
FG Total
comportamientos de Sexting
H18 Los y las adolescentes creen que son las chicas las más sexters, aludiendo
Q + FG Total
OB15 motivos estereotipados y mitificados.
H19 Las motivaciones para llevar a cabo conductas de Sexting son muy
variadas. No obstante los motivos referidos por ellas y ellos mismos son
OB16 Q + FG Total
similares a los que relatan para justificar la participación en Sexting de la gente
de su edad.
H20 La percepción de peligro de los y las adolescentes que practican Sexting es
OB17 elevada, siendo las chicas y los/as de ámbito rural los/as que más catalogan el Q Total
Sexting como peligroso.
H21 Los y las adolescentes han sufrido y son conscientes de las consecuencias
OB18 derivadas de las conductas de Sexting, que afectan en mayor medida a las Q + FG Parcial
chicas.
H22 Los y las adolescentes con actitudes más positivas hacia el Sexting son
Q Total
también los que más conductas llevan a cabo.
H23 Los y las adolescentes más sexistas tienen actitudes más positivas y llevan
Q Total
a cabo más comportamientos de Sexting. Siendo los chicos los más sexistas.
H24 Los y las adolescentes que más aceptan las creencias mitificadas en torno
OB19 al amor tienen actitudes más favorables y llevan a cabo más comportamientos de Q Total
Sexting. Siendo las chicas las que más puntúan en mitos del amor.
OB20 H25 Los y las adolescentes que han sido obligados/as, chantajeados/as o han
sufrido burlas tienen una mayor percepción de riesgos y llevan a cabo más Q Total
conductas de Sexting.
H26 Los y las adolescentes que más disponen de dispositivos tecnológicos y/o
perfil/es en Redes Sociales son los/as que tienen actitudes más positivas y llevan Q Total
a cabo más conductas de Sexting.
H27 Las variables que predicen los comportamientos de sexting, son el género y
OB21 localización del centro, las actitudes positivas hacia el Sexting, tienen pareja o Q Total
expectativas de tenerla y han sido obligados/as a hacerlo.

479
Discusión

DISCUSIÓN

_________________________________________________________

481
Discusión

482
Discusión

En este capítulo de discusión se procederá a interpretar y discutir los resultados de


investigación de la parte cuantitativa y cualitativa de forma conjunta. Este apartado ha
sido estructurado en cuatro grandes bloques. En el primer bloque, se presentan y
discuten las cuestiones relativas al perfil sociodemográfico de los y las participantes del
estudio, el colectivo de adolescentes escolarizados en centros públicos y laicos de la
provincia de Ourense. En el segundo bloque, se exponen los resultados relativos al uso
y disponibilidad de los dispositivos y medios tecnológicos en el que se incluyen
cuestiones como el tiempo diario dedicado al uso del móvil, el uso generalizado de las
Redes Sociales, la privacidad y las cuestiones de “seguridad” asociada a las Redes
Sociales, la supervisión por parte de los progenitores así como la formación sobre el uso
de las Redes Sociales y cuestiones relativas a la Educación Sexual y los
comportamientos de riesgo. En el tercer bloque se aborda de forma específica el
fenómeno del Sexting, iniciando el apartado con los análisis de validez y fiabilidad de
las escalas utilizadas en la investigación para continuar con la discusión de los
resultados obtenidos en la evaluación de las actitudes y de los comportamientos de
Sexting. Este apartado se completa abordando las cuestiones relativas a las
motivaciones, percepciones y consecuencias de las conductas de Sexting en
adolescente. Para finalizar este bloque se plantean dos cuestiones claves: ¿Qué otras
variables influyen en los comportamientos de Sexting? y ¿Qué variables predicen las
conductas de Sexting? Para finalizar en el cuarto y último bloque se abordan las
limitaciones de la investigación y las futuras líneas de investigación con las que se daría
continuidad a nuestro trabajo.

Perfil sociodemográfico de los y las adolescentes

El relación al género hay que destacar que el número de chicos participantes en nuestro
estudio es ligeramente inferior al número de chicas, lo que confirma los últimos datos
del Instituto Nacional de Estadística (2016d) en el que se apunta que la tasa neta de
escolaridad de los chicos es varios puntos inferiores a la de las chicas, y además son
ellos los que más materias suspensas admiten tener. En relación a la nacionalidad, casi
la totalidad de la muestra de estudiantes es de nacionalidad española, algo esperable ya
que el porcentaje de alumnado extranjero en Galicia ha sido el más bajo de España en
los últimos cursos académicos, suponiendo tan sólo el 2.6% en el último curso
analizado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (2015, 2016).

483
Discusión

En relación a los progenitores, los y las adolescentes admiten tener una buena o
muy buena relación familiar. Este dato ha sido considerado importante, ya que la
familia desempeña para los y las adolescentes un aspecto central en sus vidas
“influyendo en su bienestar emocional y psicológico” (Estévez, Jiménez, & Musitu,
2011, p. 33), así como en sus dinámicas relacionales y afrontamiento y resolución de
conflictos. Si nos centramos en el nivel formativo, en nuestro estudio se confirma que el
nivel de estudios de las madres de los/as participantes es superior al de los padres, con
la mayoría de la madres en un nivel de estudios secundarios o universitarios mientras
que los padres se sitúan en su mayoría en un nivel de estudios primarios o secundarios.
Estos resultados se corresponden con los recogidos por el Instituto Nacional de
Estadística que concluye que en los últimos 3 años el número de mujeres que ha
alcanzado la educación superior supera al de los hombres (INE, 2016e). Lo que se ve
reforzado por los datos que confirman el mayor abandono del sistema educativo de los
chicos entre 18 a 24 años en España, que supone un 24.3% frente al 16% en el grupo de
chicas de la misma franja de edad (INE, 2016f).

La religión, otra de las variables analizadas, no juega un papel importante en las


vidas de los y las adolescentes, ya que la opción más prevalente ha sido católico/a no
practicante seguida de la opción de no creyentes. Lo que va en sintonía con los datos
mostrados en el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (2017)
respecto a la población española de más de 18 años, que se declaran mayoritariamente
como católicos/as pero no practicantes en oficios religiosos.

En último lugar, con respecto a las relaciones de pareja los y las adolescentes
afirman mayoritariamente no tener pareja en el momento de ser entrevistados/as, pero
más de la mitad reconoce que si ha tenido relaciones sentimentales previas. En relación
a esta cuestión se confirma el interés que durante la adolescencia se da por iniciar
relaciones afectivas y/o sentimentales que constituyen formas de interacción con sus
iguales (Viejo, Romera, & Vargas, 2015).

Dispositivos y medios tecnológicos

Para analizar el impacto de las tecnologías y espacios virtuales en los/as adolescentes


participantes en nuestro estudio nos hemos centrado en cuestiones que abarcan la
tenencia, el uso, el tiempo de dedicación, la gestión, la supervisión recibida, la

484
Discusión

percepción de peligro y, finalmente, la formación adquirida sobre dispositivos


tecnológicos y Redes Sociales.

En primer lugar, se ha constatado que los medios y espacios virtuales son


utilizados prácticamente por la totalidad de los y las jóvenes encuestados/as
confirmando el alto grado de implantación de los dispositivos tecnológicos en la vida de
los y las adolescentes en España, lo que confirman los estudios a nivel nacional e
internacional (Alfaro et al., 2015; Arnaiz, Cerezo, Giménez, & Maquilón, 2016;
Lenhart, 2009; Zhu, 2014). La disposición de dispositivos móviles con conexión a
internet representa una realidad en España incluso para niños y niñas menores de 8 años
(INTEF, 2016). Los datos de nuestro estudio confirman el alto valor otorgado por los y
las adolescentes a las Redes Sociales, identificando al WhatsApp como la más
importante y justifican la importancia de éstas aludiendo a que son vías de
comunicación, información y socialización. Estos resultados ponen de manifiesto cómo
las múltiples y variadas tecnologías de la información y la comunicación suponen hoy
en día un espacio de socialización ineludible, especialmente a través de la mensajería
instantánea que ofrece a los y las adolescentes la oportunidad de interaccionar
constantemente con sus iguales y con otras personas (Segovia et al. 2016).

No obstante, nuestros resultados informan que los chicos y las chicas de entorno
rural/semi-rural son los/as que disponen en mayor medida de los dispositivos móviles.
Creemos que esto puede ser debido a la desconexión que todavía existe en determinadas
zonas del rural de Galicia, debido fundamentalmente a dos factores: la dispersión
geográfica y la deficiente cobertura de Internet que llega a algunas zonas de Galicia
(MIET, 2016: Xunta de Galicia, 2014).

Se confirma que los y las adolescentes que han participado en nuestro estudio
dedican cada día al uso del móvil 3.35 horas y a conectarse a la Red casi 3 horas. Sin
embargo, en el análisis de este aspecto es necesario tener en cuenta, tal y como señalan
Arnaiz et al. (2016), que la habitualidad y naturalidad con la que los y las adolescentes
acceden y usan los dispositivos y espacios virtuales puede hacer que infravaloren el
consumo real que hacen de éstos. De hecho, los resultados de nuestro estudio confirman
la dependencia que algunos/as adolescentes expresan tener de éstos medios, en mayor
medida las chicas y los/as adolescentes de procedencia rural o semi-rural, de las Redes
Sociales, sobre todo a WhatsApp, y reconocen su uso durante todo el día, tanto como
forma de ocio como vía para estar conectado con otras personas. En este sentido cabe

485
Discusión

señalar que han sido muchos los estudios (Chen, Tarn, & Han, 2004; Demetrovics,
Szeredi, & Rózsa, 2008; Gerónimo & Jiménez, 2017) que desde hace más de una
década han abordado el uso problemático o dependiente que los y las adolescentes
hacen de Internet y sus múltiples aplicaciones (Redes Sociales o WhatsApp). En esta
línea, Rial et al. (2014b) constatan que 1 de cada 4 adolescentes en Galicia podrían estar
haciendo un uso problemático de Internet, de hecho algunos estudios (Rial et al., 2014b;
Villa & Suárez, 2016) indican que ésta dependencia es mayor en las chicas.

La aproximación multimétodo utilizada en esta investigación nos ha permitido


constatar la implantación generalizada de las Redes Sociales en las dinámicas
adolescentes y la convergencia con los resultados de otros estudios realizados en España
(Valedor do Pobo, 2014; Rial et al., 2014a). Con el análisis de los discursos recogidos
en los grupos de discusión se evidencia a través de las propias palabras de los/as
adolescentes que las Redes Sociales suponen un medio importante y naturalizado en sus
vidas, para estar en contacto con otras personas, socializar y comunicarse. En definitiva,
actualmente para los y las adolescentes el contacto a través de las Redes Sociales con
sus iguales, forma parte ineludible de su desarrollo como seres sociales especialmente
en el terreno sexual, ya que las Redes Sociales suponen vehículos para canalizar los
intereses sexuales de los y las adolescentes (Lázaro, Mora, & Sorzano, 2012; Peris,
Maganto & Kortabarria, 2013).

La mayoría de las Redes Sociales tienen un perfil urbano y feminizado, es decir,


son los/as adolescentes de ámbito urbano y las chicas las que más las usan, siendo
Facebook la más utilizada entre los/as participantes lo que se confirma dentro y fuera de
nuestras fronteras (Almansa, Fonseca, & Castillo, 2013; Kopecký, 2016). De hecho, los
recientes y constantes cambios en las políticas de privacidad de esta red social no
inhiben su uso entre los y las más jóvenes que incluso renuncian a su propia privacidad
exponiendo información personal diariamente. Parece, que para adaptarnos a estos
nuevos cambios el propio termino de intimidad se está redefiniendo en las sociedades
contemporáneas, especialmente entre los y las más jóvenes, para poder participar de la
nueva realidad que imponen los entornos online (Devineni, Koutra, Faloutsos, &
Faloutsos, 2017). En este sentido, los y las jóvenes consideran que en las Redes
Sociales se dan espacios “seguros” para intercambiar experiencias, conocer a gente y
especialmente, para expresar sus sentimientos o deseos sexuales (Colás, Ramírez, &
Pons, 2013; Tabernero, Aranda, & Sánchez, 2010), siendo las chicas las que afirman

486
Discusión

que se sienten más cómodas para hablar de sus sentimientos y frustraciones a través de
las Redes Sociales, por lo que se exponen de una manera más íntima en la red
(Estébanez & Vázquez, 2013). Este argumento puede dar respuesta al perfil feminizado
de las Redes Sociales.

La misma tendencia se ha encontrado al analizar los resultados de los grupos de


discusión ya que algunos/as los y las adolescentes afirman que se sienten incluso más
cómodos/as hablando a través de las Redes Sociales que cara a cara, siendo los y las
adolescentes de zona urbana (fundamentalmente las chicas) las que más lo expresan.
Aludiendo a que en las Redes Sociales encuentran espacios seguros en los que superar
las situaciones de timidez o vergüenza, e incluso reconocen que estas pueden
convertirse en un canal adecuado para las agresiones verbales. Esta realidad ya ha sido
puesta de manifiesto por otros estudios como el de Farber, Shafron, Hamadani, Wald y
Nitzburg (2012) que revelaba que los y las adolescentes, en ocasiones, prefieren
interaccionar online que en persona. Tal y como afirma Colás y de Pablos (2013) las
Redes Sociales pueden llegar a rompen las barreras personales propias de la
adolescencia –como la inseguridad- y ofrecer espacios seguros en los que comunicarse.

Sin embargo, en nuestro estudio también se confirma que la mayoría de los/as


adolescentes reconocen que el uso de las Redes Sociales puede llegar a ser “algo
peligroso”, siendo las chicas las que mayor percepción del peligro tienen sobre estos
espacios virtuales. En relación a esta cuestión los y las adolescentes reconocen el haber
vivido experiencias negativas con el uso de los recursos virtuales. Estas situaciones
relatadas en los grupos de discusión, vividas personalmente o por personas cercanas a
su entorno, abarcan desde casos de usurpación de la identidad virtual hasta situaciones
desagradables con personas que, amparadas en el anonimato que ofrece la Red, tenían
comportamientos extraños o mentían. Es precisamente el anonimato que otorga internet
el que ofrece la posibilidad a sus usuarios/as de ocultarse tras la pantalla, de tal modo
que esconder o modificar la propia identidad y personalidad es sencillo a través de las
interacciones online. De hecho inventar usuarios/as ficticios/as o suplantar la identidad
y personalidad de otros/as son situaciones que se producen frecuentemente (Ferrada &
Iniescar, 2015), y va en aumento (Ollé-Sesé, 2013).

Por otro lado, los y las adolescentes también relatan casos de acoso y Grooming
vívidos por ellos/as mismos/as o por compañeros/as. En relación a esta problemática en
España entre un 2.7% y un 5.1% de los y las menores de edad ha recibido peticiones

487
Discusión

para hablar de sexo o demandas sexuales por parte de personas adultas (Villacampa &
Gómez, 2016). De hecho el Grooming o la “seducción emocional” (Salter, 1995, p. 274)
de personas adultas hacia menores con fines sexuales es una situación extremadamente
peligrosa a la que se exponen los y las adolescentes cuando contactan e intercambian
información o materiales con personas a través de la red. Según el último informe del
Centro de Informaciones Sociológicas (2017) en España los riesgos a los que se
exponen los y las menores en Internet están relacionados con proporcionar información
a personas desconocidas, con el ciberacoso o con el acoso/hostigamiento con fines
sexuales. Sin embargo, a pesar de que la mayoría de los y las adolescentes pueden haber
vivido experiencias negativas en las Redes Sociales estas situaciones no parecen influir
en su percepción de riesgo sobre estos espacios virtuales (Frutos & Marcos, 2017).

Por otro lado, en todas las Redes Sociales analizadas en nuestro estudio tanto
chicas como chicos refieren tener muchas amistades virtuales, observándose diferencias
significativas en redes como Twitter o Instagram, en donde las chicas, al compararlas
con sus compañeros, tienen significativamente más amistades agregadas. Llegando en
algunos casos a aceptar solicitudes de amistad de personas desconocidas -en la línea del
estudio realizado por Almansa et al. (2013)- o etiquetando a contactos en sus fotos
porque consideran que los/as hace populares. De hecho, algunos trabajos muestran que
la necesidad de popularidad podría ser el mejor predictor del uso de las Redes Sociales
(Utz, Tanis, & Vermeulen, 2012), además esta necesidad de popularidad se ha mostrado
también como un predictor de los comportamientos de Sexting en las Redes Sociales
por parte de adolescentes (Baumgartner et al., 2015). Es decir, los y las adolescentes se
exponen a través de contenidos sexuales (imágenes, vídeos y/o textos) que cuelgan en la
Red o envían por WhatsApp, como forma de auto-representación sexual, en ocasiones
como forma de aumentar su popularidad social (Baumgartner et al., 2015).

Respecto a la privacidad de los perfiles en las Redes Sociales de los/as


adolescentes en nuestro estudio se confirma que más de la mitad de los y las
adolescentes tienen sus perfiles cerrados para sus amistades, una realidad que ya ha sido
mostrada con anterioridad fuera de nuestras fronteras (Madden, 2012; Young & Quan-
Haase, 2013), especialmente entre aquellos/as cuyo perfil social no es reciente
(Stutzman, Gross, & Acquisti, 2013). Además, nuestros resultados también señalan a las
chicas como las más precavidas al ser las que más afirman que solo sus amistades
pueden ver sus perfiles sociales. Sin embargo, la prevalencia de aquellos/as

488
Discusión

adolescentes que tienen perfiles abiertos a sus amigos/as y a las amistades de éstos/as
son también numerosos. Estos resultados identificados en el estudio cuantitativo
convergen con los discursos expuestos en los grupos de discusión, ya que la tendencia
es a afirmar que en muchos casos no conocen personalmente a todas las personas que
tienen agregadas en las Redes Sociales, expresando que es “imposible” conocer a todas
sus amistades virtuales y mostrando su confianza en que no sea peligroso.
Particularmente son las chicas de zona rural/semi-rural las que así lo afirman en mayor
medida. En relación a esta cuestión en la investigación a través de entrevistas realizada
por Marwick y Boyd (2014) concluyen que Redes Sociales como Facebook o Twitter
tienen “grietas” en relación a la privacidad personal de cada usuario/a, por lo que la
información de las personas puede llegar a otros/as usuarios/as de la Red Social “no
deseados/as” inicialmente. Es decir, la privacidad de los perfiles en las Redes Sociales
que más usan nuestros/as adolescentes, no supone simplemente proporcionar o denegar
información en la configuración personal de éstos perfiles, ya que son medios con un
potencial de difusión de información ilimitado a través de determinadas políticas de
privacidad internas de cada Red Social.

Este tipo de conductas online pueden derivan y representan en sí mismas


comportamientos de riesgo, ya que en nuestro estudio se confirma que una cuarta parte
de los y las adolescentes admiten hablar con personas desconocidas a través de las
Redes Sociales, aunque son una minoría los/as que aceptaron una cita. A pesar de que
son más los y las adolescentes de ámbito urbano los/as que narran este tipo de
conductas, son las chicas las que en mayor medida admiten quedar con desconocidos/as.
Los únicos requisitos que tienen para llevar a cabo este tipo de comportamientos son:
ser amigos/as de vista o hablar/chatear previamente con esas personas. Del mismo
modo, afirman que es un comportamiento frecuente entre la gente de su edad. Estos
comportamientos son sin duda preocupantes, ya que este tipo de conductas de riesgo
online exponen a los/as adolescentes a situaciones de desprotección, no sólo en el plano
virtual a través de chantajes o manipulaciones de diferente índole, sino también en el
plano físico, exponiéndose a todo tipo de situaciones desde agresiones hasta abusos
sexuales. Colocándoles en riesgo de sufrir ciberacosadores, ciberdepredadores e incluso
en situaciones de Grooming, el peligro virtual que más preocupan a los progenitores en
nuestro país (INTECO, 2011).

489
Discusión

Los estudios confirman la peligrosa conducta de los/as adolescentes de usar las


plataformas virtuales para interactuar con amistades, personas conocidas y desconocidas
por igual (Subrahmanyam, Greenfield, & Michikyan, 2015). Y aunque el ponerse en
contacto con personas desconocidas a través de la Red es un tema de preocupación para
los y las adolescentes (Reolid, 2016), no parece inhibir esta peligrosa conducta incluso
entre los y las más jóvenes (Fernández-Montalvo, Peñalva, & Irazábal, 2015),
posiblemente porque se creen capacitados/as para detectar y evitar las situaciones de
riesgo (García et al. 2015).

A pesar de que la supervisión por parte de los progenitores es considerada un


factor de protección clave para los/as adolescentes (Strasburger, Jordan, & Donnerstein,
2010) nuestros resultados apuntan a que la amplia mayoría de adolescentes participantes
en nuestro estudio no recibe ningún tipo de supervisión por parte de sus progenitores, ni
respecto al uso que hace de Internet, ni de las Redes Sociales y tampoco del uso de sus
móviles, resultados que van en la línea de los obtenidos por Reich, Subrahmanyam y
Espinoza (2012). Un dato a destacar de nuestro estudio es que son las chicas las que
más vigilancia reciben por parte de sus progenitores sobre el uso que hacen del móvil y
de las Redes Sociales. Consideramos que estos resultados pueden estar confirmando el
efecto de la socialización diferencial basada en estereotipos y roles de género, que
todavía reciben chicos y chicas (Lameiras et al., 2013). De tal forma que se presupone
que al ser las chicas más sensibles y vulnerables también lo serán a los riesgos y
consecuencias virtuales, y por ello necesitan mayor supervisión y control como medidas
de “protección”.

La escasa supervisión parental de las conductas online de sus hijos/as se ha


relacionado por un lado con modelos educativos permisivos (Eu-Kids Online, 2014;
López & García, 2017) y por otro con la brecha digital que señala a los progenitores
como sujetos con una escasa alfabetización digital (Rial et al., 2014; Segovia et al.
2016), de tal forma que a menor uso de internet parental, menor supervisión de las
practicas online de sus hijos/as. Esta situación pone de manifiesto la convivencia entre
dos generaciones que interactúan con las tecnologías e internet de forma diferenciada y
que, por tanto, pueden no compartir formación, opiniones, gustos o intereses en el
marco online. Esta situación evidencia la necesidad de formación de los progenitores
para disponer de más y mejores herramientas para dar respuesta a las necesidades
actuales de sus hijas/os a los que cada vez les resulta más difícil supervisar, debido a la

490
Discusión

rápida y constante evolución tecnológica (King, 2012). Una supervisión parental que
ayude a sus hijos/as a protegerse de los posibles riesgos de las conductas online
Kopecký (2016).

Sorprende, no obstante, que una amplia mayoría de los y las adolescentes


afirman haber recibido formación sobre el uso de las Redes Sociales - siendo las chicas
las que lo afirman en mayor medida - y también formación en sexualidad. Con respecto
a esta última cabe señalar que actualmente en España tras la última reforma educativa
del año 2013, que culminó con la aprobación de Ley orgánica para la mejora de la
calidad educativa (LOMCE, 2013), se borra cualquier rastro de educación sexual del
currículum de la educación formal. Una educación sexual que si contemplaba la Ley
Orgánica de Educación (LOE, 2006), en vigor hasta la aprobación de la LOMCE, que
en su Artículo 23 incluía que entre los objetivos de la Educación Secundaria Obligatoria
estaba el de generar en el alumnado el respecto a la diferencia de sexos y el
fortalecimiento de las capacidades afectivas, así como de la dimensión sexual humana.
Por lo que presuponemos que los y las adolescentes que en nuestro estudio afirman
haber recibido educación sexual probablemente la hayan recibido a través de canales de
educación no formal e informal, y que equiparen una charla o seminario puntual
recibido sobre el uso de métodos anticonceptivos y/o la prevención de la infección
VIH/Sida, los temas más frecuentemente abordados, con un verdadero y completo
programa de educación sexual. En este sentido, es necesario recordar que tal y como
apuntan Lameiras et al. (2013) la Educación Sexual es un derecho para todas las
personas que debe partir de un modelo integrador y biográfico, que promueva desde un
posicionamiento crítico y trasformador una sexualidad satisfactoria y al mismo tiempo
hábitos sexuales más seguros (Lameiras et al., 2013).

En último lugar, los resultados de nuestro estudio muestran -en relación al uso
de las tecnologías e internet- una preocupante realidad relacionada con la forma de
relacionarse las parejas de adolescentes: la ciber-violencia de género. Una violencia de
control que propician las practicas online y que es ejercida de forma bidireccional por
ambos miembros de la pareja, siendo las conductas más frecuentes controlar las
fotografías y estados u hora de última conexión de las parejas (ver también Reed et al.,
2016), siendo las chicas las que admiten en mayor medida su práctica. Esto pone de
manifiesto que las estrategias asociadas tradicional y estereotípicamente a los chicos,
como el control o la dominancia, pueden ser también ejercidas por las chicas a través

491
Discusión

del uso de los recursos tecnológicos y espacios virtuales. Así, lo que Zweig et al. (2013,
2014) denominan Cyber Dating Abuse comparte con las manifestaciones tradicionales
de Teen Dating Violence (violencia física, sexual y psicológica) la existencia del doble
rol víctima-agresor en las relaciones de parejas adolescentes (Ortega, Ortega, &
Sánchez, 2008; Viejo, Monks, Sánchez, & Ortega-Ruiz, 2016). Esto puede ser
explicado también por el hecho de que los chicos estén sobrestimando la violencia que
sufren y las chicas la estén subestimen (Rodríguez et al., 2013), o porque dentro de las
dinámicas violentas de las relaciones de los/as jóvenes las chicas puedan utilizar la
violencia como respuesta a las situaciones que viven (Rodríguez & Alonso, 2015).

La justificación utilizada por los/as adolescentes para ejercer este control virtual
gira fundamentalmente en torno a los celos y la desconfianza de la pareja. Estos
argumentos demuestran que chicos y chicas han interiorizado las normas socioculturales
del amor romántico, que se encuentran en sintonía con los llamados mitos del amor
romántico, como por ejemplo la creencia en que los celos son una demostración de
amor (Rodríguez et al., 2013). Esto afecta de forma diferenciada a chicos y chicas en
sus relaciones virtuales, y puede explicarse en el hecho de que ellas construyan su
identidad en relación al yo relacional de entrega a la pareja, haciendo que el amor ocupe
un lugar central en su vida (Lagarde, 2005). Esta situación podría ser provocada por lo
que Van-Roosmalen (2000) denominó como gildfriend status (p. 207) en el desarrollo
vital de las chicas, pues el estatus de novia otorga importancia y estatus a la vida de las
adolescentes. Lo que supone que estas chicas relacionen la pertenencia, la dominación o
incluso la anulación con su concepción de amor o de relación sentimental, lo cual
implica sin duda manifestaciones de violencia real (Rodríguez et al., 2013; Sanz, 1995)
también en el entorno virtual). Así, nuestros resultados evidencian esta nueva forma de
violencia en las parejas jóvenes vehiculizada a través de los soportes digitales que puede
darse al mismo tiempo que el Sexting (Temple, 2016), por lo que plantea la necesidad
de estudiar de forma simultánea ambos fenómenos.

Las evidencias que nuestro trabajo aporta sobre las conductas de control en las
relaciones de los y las adolescentes se apoyan en las evidencia de otros trabajos que
muestran la violencia y abusos dentro de las relaciones de parejas de adolescentes (Van-
Ouytsel, Ponnet, & Walrave, 2016), incluso en edades tan tempranas como los 12 años
(Peskin et al., 2017). Una forma de intervenir en estas situaciones es implementar
programas de prevención que se asienten en una perspectiva de género que ofrezca a los

492
Discusión

y las adolescentes los conocimientos adecuados, pero también fomente actitudes


positivas hacia la igualdad y la no violencia. Ha sido este contexto de ciber-relaciones
adolescentes en el que la hipersexualización de los jóvenes -especialmente de las
chicas- (Bailey & Hanna, 2011) es una constante a través de sus comportamientos
virtuales, que ha creado el caldo de cultivo adecuado para la práctica de nuevas
conductas como el Sexting,

El fenómeno del Sexting

Para analizar las prácticas de Sexting entre los y las adolescentes participantes en
nuestro estudio se han evaluado por un lado las actitudes y por otro los
comportamientos así como las motivaciones y percepciones sobre estas prácticas y las
consecuencias del comportamiento. En último lugar también se han analizado otras
variables relevantes para analizar este fenómeno como son el nivel de sexismo y la
interiorización de mitos y falsas creencias sobre el amor romántico.

Análisis de fiabilidad y validez de las escalas utilizadas en la investigación

En nuestro estudio hemos llevado a cabo por primera vez la validación de la escala de
actitudes hacia el Sexting de Weisskirch y Delevi (2011) en una muestra de
adolescentes españoles. Los resultados confirman a través de un Análisis Factorial
Confirmatorio (AFC) la tridimensionalidad de la escala que cuenta con una fiabilidad
adecuada, una buena validez de constructo y una validez externa consistente. La validez
de contenido de la escala fue confirmada a través de los patrones de relación entre los tres
factores, con resultados entre los factores similares a los que se obtuvieron en la escala original
Weisskirch y Delevi (2011), de forma que se aprecia como los y las adolescentes que
consideran el Sexting como divertido (Divertido y Desprecoupado) son los que más
expectativas relacionales muestran hacia sus parejas y a sus amigos/as, y también son los que
presentan una baja percepción de riesgo hacia los comportamientos de Sexting. En cuanto a la
validez externa, esta fue evaluada a través de la relación entre las subescalas de Sexting con el
comportamiento de Sexting y con la creencia de que enviar contenido de Sexting es peligroso y
puede conllevar consecuencias. Además, se encontró una invarianza fuerte por género, es
decir, el número de factores, la estructura teórica, factores subyacentes y las covarianzas

493
Discusión

entre factores fueron equivalentes entre géneros. Las diferencias de género sólo
surgieron con respecto a las medias de las escalas: las chicas superaron a los chicos en
Percepción de Riesgo, obteniendo puntuaciones inferiores en Divertido y
Despreocupado y Expectativas relacionales. Por lo que podemos concluir que la escala
de actitudes hacia el Sexting puede considerarse invariante y se puede utilizar
correctamente en cualquiera de los dos géneros (Byrne, 2004, 2010). De forma que
queda confirmada la adecuación de la escala para la evaluación de este constructo en
adolescentes de ambos géneros.

En segundo lugar, se llevó a cabo la validación de la escala de comportamientos


de Sexting de Weisskirch y Delevi (2011) por primera vez en una muestra de
adolescentes españoles. Una de las limitaciones de esta escala original es que evalúa
exclusivamente el envío de fotos y/o vídeos así como de mensajes de texto con
contenido erótico/sexual a través del móvil. En este sentido, Aguirre, Zavaríz y Casco
(2012) afirman que hoy en día no se puede limitar el envío de información
exclusivamente a través del móvil con mensajería instantánea, sino también a través del
ordenador y las distintas redes sociales, cada vez más generalizadas entre los/as
adolescentes. Además varias investigaciones han mostrado prevalencias diferentes
respecto al envío de contenidos sexuales a través del móvil y de las Redes Sociales
(NCPTUP, 2008, Fleschler-Peskin et al., 2013). Teniendo en cuenta esta limitación en
nuestro estudio no solo se ha validado en español la escala original de Weisskirch y
Delevi (2011), sino que a los 5 ítems originales se les han añadido 4 items más para
construir una escala de 9 items, con la que poder abarcar también la identificación de
los comportamientos de Sexting que se llevan a cabo a través de las Redes Sociales,
Skype u otros medios informáticos. Los análisis confirman que la escala cuenta con una
fiabilidad adecuada, una buena validez de constructo y una validez externa consistente.
Así, resulta una escala muy adecuada para la evaluación de este constructo en
adolescentes con la incorporación de los 4 ítems que se han añadido a la escala original
Weisskirch y Delevi (2011), lo que ha supuesto una mejora significativa ya que permite
evaluar de forma diferenciada el envío de fotos y/o videos con contenido erótico/sexual
y el envío de mensajes de texto sugerentes e insinuantes tanto a través del teléfono
móvil como de las Redes Sociales o similares.

494
Discusión

Actitudes hacia el Sexting

En relación a la evaluación de las actitudes hacia el Sexting se ha comprobado que a


pesar de que los y las adolescentes muestran una elevada percepción de riesgo respecto
del Sexting -en la línea que otros estudios planean (Walrave et al., 2014)- al mismo
tiempo también lo consideran divertido o un medio para establecer relaciones afectivo
sexuales. Tal como evidencian estudios previos los jóvenes consideran el Sexting como
una forma de mejorar la relación de pareja y la utilizan incluso como un actividad
preliminar de la actividad sexual (Englander, 2012; Ferguson, 2011; Temple & Choi,
2014).

Estas actitudes ambivalentes hacia las prácticas de Sexting en el grupo de


adolescentes evaluados, las hemos identificado también en los resultados cualitativos de
la investigación, tal como evidencian otros estudios a nivel internacional (Lenhart,
2009; NCPTUP, 2008; Wood et al., 2015). Además encontramos que la mayoría de
los/as adolescentes confían en la seguridad de sus dispositivos tecnológicos para
albergar sus sexts (como el móvil y el ordenador) en mayor medida los chicos, y más de
la mitad de los chicos y chicas participantes en nuestro estudio confía en la persona a
quien se los envía, de forma más frecuente por los y las adolescentes de localización
urbana.

Además los resultados de nuestro estudio confirman, tal y como esperábamos,


que son los chicos al comprarlos con sus compañeras los que muestran actitudes más
positivas hacia el Sexting, ya que son los que mayoritariamente consideran los
comportamientos de Sexting como divertidos y despreocupados; y, también son los
chicos los que muestran más expectativas relacionales sobre estas prácticas. En cambio
las chicas asumen una postura más cautelosa en relación al Sexting al identificar una a
mayor percepción de riesgo, siendo ellas al compararlas con sus compañeros más
conscientes de las consecuencias que pueden conllevar los comportamientos de Sexting.
Estos resultados están en la línea de lo observado en los estudios previos sobre actitudes
hacia el Sexting en el colectivo adolescente (Cox-Comunications, 2009; Liong &
Cheng, 2017; Strassberg et al., 2013; Walrave et al., 2015). Esto puede deberse a que
son las chicas las que más consecuencias negativas sufren con sus comportamientos de
Sexting (Sorbring, Hallberg, Bohlin, & Skoog, 2015); y también podría venir motivado
porque ellos asumen actitudes sexuales más permisivas (Petersen & Hyde, 2010;
Zambrano, Toscano, & Gil, 2015).

495
Discusión

Respecto a la localización de las y los jóvenes evaluados se confirma que


aquellos/as que viven en las zonas urbanas son los/as que ven en mayor medida el
Sexting como un comportamiento divertido, que les puede servir para establecer
relaciones. Lo que se confirma para las chicas pero no de forma tan clara para los
chicos, sin embargo todavía no disponemos de estudios con los que poder establecer un
análisis comparativo de nuestros resultados, por lo que la influencia del lugar de
residencia en las prácticas de Sexting debe ser una línea de investigación en la que
centrar la atención en investigaciones futuras.

Al analizar las actitudes hacia el Sexting y su relación con otras variables se


confirma que son los chicos de entorno urbano con materias suspensas en la última
evaluación, cuyos progenitores tienen menor nivel académico y han tenido relaciones de
pareja, los que tienen a ver el Sexting más divertido. Respecto a la percepción de riesgo,
son las chicas las que más catalogan el Sexting como peligroso, las que no tienen
materias suspensas tienen y las que han tenido varias relaciones sentimentales a lo largo
de su vida. Además, son los chicos de entorno urbano de más edad, que cursan estudios
de mayor grado y que tienen materias suspensas, los que más expectativas tienen de las
prácticas de Sexting. También aquellos que tienen peor relación con sus progenitores,
son menos religiosos y con mayor número de relaciones de pareja previas. De nuevo, en
relación a estas variables analizadas no disponemos de evidencia empírica previa con la
que comparar nuestros resultados por los que representa también una línea de
investigación para investigaciones futuras en las que profundizar en la relación de estas
y otras variables que puedan ser relevantes y clarificadoras para explicar, tanto el inicio
como el mantenimiento, de las conductas de Sexting.

Por otro lado, nuestro estudio muestra la relación entre actitudes sexistas y las
actitudes hacia el Sexting, de tal modo que los y las adolescentes más sexistas (tanto de
forma hostil como benevolente) como aquellos/as adolescentes que tienen creencias
mitificadas en torno al amor (tanto respecto a la idealización del amor como a la
vinculación amor maltrato) son los/as que tienen actitudes más positivas hacia el
Sexting. Teniendo en cuenta la relación positiva entre actitudes y comportamientos
(Weisskirch & Delevi, 2012) el estudio de las actitudes hacia el Sexting se convierten
en variables muy relevantes para analizar y comprender los comportamientos de
Sexting. Sin embargo, aunque la relación entre sexismo y actitudes hacia el Sexting ya
ha sido previamente evaluada (Morelli et al., 2016b), nuestros resultados reafirman la

496
Discusión

relevancia de esta relación y el interés de dirigir las investigaciones sobre Sexting


también en el estudio de estas relaciones. Por otra parte, si tenemos en cuenta la relación
positiva entre actitudes hacia el Sexting y las creencias de amor mitificadas, podemos
presuponer que aquellos/as adolescentes que asuman una idealización del amor y
busquen a su “media naranja” verán de forma más positiva el Sexting, al considerar que
su práctica les puede ayudar a establecer relaciones afectivas.

Por tanto, teniendo en cuanta los resultados de nuestro estudio se confirma la


necesidad de que los programas educativos sobre Sexting en adolescente se
fundamenten en una perspectiva de género, que ofrezcan herramientas para de-construir
las actitudes sexistas y las creencias sobre el amor mitificadas. Con los que ayudar a que
los y las adolescentes a que puedan evaluar de una forma más adecuada el nivel de
riesgos en torno al Sexting y que les permitan mantener practicas online más seguras.

Finalmente se confirma que las y los adolescentes que participan en nuestro


estudio que ven el Sexting divertido tienen más conocimientos sobre lo qué es el
Sexting, es más probable que tengan un perfil abierto en la red social Facebook y no
consideran el uso de éstas peligroso. Además, son los/as adolescentes con mayores
expectativas relacionales y que catalogan el Sexting como divertido, los/as que menos
vigilancia reciben sobre el uso del móvil pero también son quienes dedican más tiempo
al uso de éste. También aquellos adolescentes, tanto ellas como ellos, que no han sido
obligados/as, ni chantajeados/as, ni han recibido burlas, consideran el uso de las Redes
Sociales poco peligroso y han hecho grabaciones sexuales, conceptualizan el Sexting
como una conducta divertida. El hecho de que los/as adolescentes que hayan sexteado
con anterioridad muestren actitudes más positivas hacia la conducta se ha puesto de
manifiesto en otros estudios (Klettke et al., 2014; Lee et al., 2013; Strassberg et al.,
2013). Por otro lado, aquellos/as adolescentes que ven el Sexting como una conducta de
riesgo son los/as que reciben vigilancia por parte de sus progenitores sobre al uso que
hacen de su móvil y los/as que más peligro ven en el uso de las Redes Sociales.
También, los/as que no han realizado grabaciones sexuales, ni en solitario ni con otra/s
persona/s, y han recibido formación en sexualidad son los y las que catalogan las
conductas de Sexting como más peligrosas.

497
Discusión

Comportamientos de Sexting

Respecto a las prácticas de Sexting que se han identificado en los y las adolescentes
participantes en nuestro estudio, los resultados muestran que aunque se detectan bajas
tasas de prevalencia más de la mitad de los/as adolescentes reconocen que en alguna
ocasión llevaron a cabo comportamientos de Sexting. En concreto, el 30.6% envió fotos
y/o vídeos con contenido erótico/sexual y el 48% envió mensajes de texto con contenido
insinuante o sexualmente sugerente. Nuestros resultados superan los obtenidos en otras
investigaciones con población adolescente en España (Alfaro et al., 2015; Gámez-
Guadix, 2017; INTECO, 2010; Valedor do Pobo, 2014; Villacampa, 2016), lo que
puede estar informándonos de la rápida expansión que están teniendo las conductas de
Sexting entre los más jóvenes en nuestro país y en concreto la alta incidencia en nuestra
comunidad autónoma.

Los discursos de los/as adolescentes refuerza el papel que el Sexting está


teniendo como nueva forma de interacción sexual online, realidad que se ha confirmado
en estudios previos realizados fuera de España (Walker et al., 2011). De esta manera,
practicar Sexting es considerado actualmente una forma más de expresarse sexualmente
con la pareja efectivo sexual (Hasinoff, 2015), o como parte del “cortejo” o “coqueteo”
adolescente (Samimi et al., 2014). Así, teniendo en cuenta que es en la etapa
adolescente donde mayoritariamente se inician las relaciones sexuales (Lameiras et al.,
2010) los comportamientos de Sexting son percibidos como útiles en la búsqueda y el
mantenimiento de las relaciones afectivas y/o sexuales. De hecho la mayoría de los
chicos y chicas consideran el Sexting como algo totalmente generalizado entre la gente
de su edad (Lenhart, 2009; Phippen, 2012), pero admite en mayor medida ser receptores
de este tipo de mensajes y en menor medida su participación directa como emisores de
sexts (Villacampa, 2016). Un hecho que se ha revelado también en nuestro estudio, ya
que la recepción de mensajes sexuales es frecuente entre los y las adolescentes que han
participado, siendo las chicas las que están más expuestas a este tipo de contenidos y a
las que más le ha molestado recibir esos contenidos erótico sexuales. Reconocen,
especialmente los y las adolescentes de zona urbana, que reciben “montones” de sexts
de forma habitual, tal como se constata en otras investigaciones previas (Fajardo et al.,
2013).

Si observamos las diferencias en función del género comprobamos que son los
chicos los que llevan a cabo más conductas de Sexting independientemente del tipo de

498
Discusión

contenido (foto, vídeo o textos), en la línea de los resultados de otras investigaciones


nacionales e internacionales (Alfaro et al., 2015; Lim et al., 2016; Marcum et al., 2014;
Rice et al., 2014; Strassberg et al., 2013; West et al., 2014). Sin embargo, comprobamos
en nuestro estudio que son significativamente más chicas las que admiten haberse
grabado en actitud erótica y/o sexual con otra persona. Estas conductas pueden estar
confirmando que realmente son ellas las que más sexts envían (AP-MTV, 2009; Cox-
Communications, 2009; Mitchell et al, 2009; Ybarra & Mitchell, 2014) y por lo tanto
también las que más producen; o bien puede ser el resultado de las mayores presiones o
coacciones a las que las chicas están sometidas para crear este tipo de grabaciones
sexuales por parte de su pareja afectivo sexual (Cox-Communications, 2009; Englander,
2012; Wood et al., 2015).

Hemos encontrado que los resultados empíricos señalan que los y las
adolescentes indican generalmente que, tanto chicos como chicas practican Sexting por
igual, excepto en relación al envío de textos en donde señalan a los chicos como los que
más lo hacen. Sin embargo, cuando les preguntamos quienes creen que llevan a cabo
más conductas de Sexting, la mayoría creen que son las chicas las más sexters, alegando
que los contenidos de Sexting a los que han estado expuestos son fundamentalmente de
mujeres. Consideran que ellas tienen “más motivos” para hacerlo porque son más
inseguras o vergonzosas, necesitan más aprobación social, lo hacen porque es lo que les
gusta a los chicos e incluso porque los chicos se lo piden, y también llegan a afirmar
que son las chicas las que sextean más porque son ellas las más “salidas” o porque son
muy “putas”. Estas creencias representan una clara evidencia sobre como la doble moral
sexual pervive entre los más jóvenes que siguen juzgando a las chicas duramente en
relación a sus comportamientos sexuales por violar éstas su condición prescrita desde
del sistema patriarcal, que todavía pervive en nuestra sociedad, de sujetos pasivos y
asexuados. Las críticas recibidas también por otras chicas muestras la “colonización” de
las mujeres en general a la que este modelo sexista las somete. Por tanto, las chicas que
llevan a cabo conductas de Sexting son castigadas y humilladas por los mismos
comportamientos que cuando los llevan a cabo los chicos son considerados actividades
“normales” y “comunes” entre la gente de su edad (Angelides, 2013; Ringrose et al.,
2013). Y son, como cabría esperar, ellas las que se muestran más preocupadas las
posibles consecuencias (Samimi et al., 2014).

499
Discusión

Los resultados de nuestro estudio también confirman que los/as principales


destinatarios/as de los sexts que envían los y las adolescentes son sus parejas afectivas,
tal y como era esperable y en sintonía con lo que ya ha sido identificado en estudios
previos (Cox-Communications, 2009; Harris et al., 2013; NCPTUP, 2008; Wood et al.,
2015). En esta dirección, al analizar los discursos recogidos en los grupos de discusión,
los chicos reconocen que envían los sets a sus parejas o amistades, mientras que las
chicas hablan fundamentalmente de sus parejas y/o gente de “confianza”. Reforzando la
idea de la caracterización del Sexting como una forma de interacción social y afectiva-
sexual más entre los y las adolescentes.

Respecto a las diferencias encontradas tanto en el análisis cualitativo como


cuantitativo, son los chicos y los/as adolescentes de localización urbana los/as que más
comportamientos de Sexting han llevado a cabo. Lo que no es sorprendente si tenemos
en cuenta que los y las adolescentes del entorno rural o semi-rural reciben más
supervisión por parte de sus progenitores respecto al uso que hacen de las Redes
Sociales y además tienen una cobertura de Red más deficiente (MIET, 2016). Sin
embargo, las contribuciones científicas con las que poder establecer una comparación
de nuestros resultados son escasas ya que muy pocos estudios han centrado su atención
en población rural (Marcum et al., 2014; Woodwarda, Evansb, & Brooksc, 2017).

Asimismo, son los/as adolescentes de zona urbana los/as que más fotografías
envían, mientras que los/as de zonas rural/semi-rural envían más textos. De hecho
varios/as adolescentes explican en los grupos de discusión que es más común entre la
gente de su edad sextear con fotografías que con vídeos o textos erótico sexuales. Sin
embargo, nuestros resultados cuantitativos apuntan que sus percepciones en torno al
tipo de sext más frecuente no son acertadas, ya que envían más textos erótico sexuales
que fotografías y/o vídeos; resultados que encuentra apoyo en otros estudios tanto
nacionales como internacionales sobre la conducta de Sexting en adolescentes (Gámez-
Guadix, Santisteban, & Resett, 2017; Fleschler-Peskin et al., 2013; Houck et al., 2014;
NCPTUP, 2008). Pero ¿por qué envían más textos erótico-sexuales que imágenes?
Entendemos que la respuesta a esta pregunta es multicausal. En primer lugar porque
consideramos que debido a la percepción de riesgo en torno al Sexting mostrada por los
y las adolescentes que participan en nuestro estudio, pueden considerar que el envío de
imágenes sexuales/eróticas les expone a mayores consecuencias que el envío de un
texto. De hecho, algunos estudios informan que el envío de fotografías o vídeos en los

500
Discusión

que se ve la cara del/la protagonista es menor que el envío de esos mismos contenidos
pero en los que no se reconoce quien es (Crimmins & Seigfried-Spellar, 2014). En
segundo lugar, si tenemos en cuenta que el Sexting sirve a los/as adolescentes para
establecer o iniciar relaciones afectivas y sentimentales (Weisskirch & Delevi, 2011),
enviar fotografías sexuales/eróticas puede ser considerado un acercamiento más
“agresivo” que el envío de textos sexuales/eróticos en esa primera fase de acercamiento.
En tercer lugar, siguiendo el argumento de Madell y Muncer (2007) el envío de textos
ofrece a los y las adolescentes la posibilidad de pensar más lo que quieren decirle a la
persona receptora (pareja o futura pareja).

Finalmente en relación a la conducta de reenvío de contenidos de Sexting que


reciben, los resultados de nuestro estudio muestran que de forma generalizada los y las
adolescentes indican que no los reenvían. A pesar de esto, los resultados cuantitativos y
cualitativos de nuestro estudio confirman que los chicos admiten reenviar los contenidos
de Sexting que reciben en mayor medida que las chicas, tanto a través de mensaje de
texto o WhatsApp como a través de Facebook, y los/as de localización urbana a través
de Twitter, Instagram o WhatsApp. Entendemos, que la baja participación de los y las
adolescentes en el reenvío de sexts puede deberse a la percepción de las posibles
consecuencias legales a las que se exponen tras la reciente modificación del Código
Penal, así como a los mediáticos casos de Sexting vividos en Galicia (en ciudades como
Ponteareas, Lugo o Vigo) que pueden haber alertado a los y las menores de los peligros
del reenvío de sextear. Sin embargo, debe dirigirse la intervención con los y las
menores en referencia a las conductas de Sexting hacia una perspectiva integradora que
abarque el Sexting desde un discurso de normalidad y de la prevención de riesgos desde
tempranas edades, y no tanto desde una perspectiva sancionadora en la que prime el
miedo (Korenis & Billick, 2014; Villacampa, 2017). Ofreciéndoles estrategias y
conocimientos que les permitan protegerse de los peligros y no llevar a cabo conductas
de riesgo, sobre todo teniendo en cuenta que la potencial pérdida de control sobre los
sexts en el ciberespacio, debería convertir al Sexting, en sí mismo, en un
comportamiento de riesgo (Draper, 2012).

Motivaciones y percepciones en torno al Sexting

Nuestros resultados evidencian que a pesar de que la práctica les resulta conocida,
existe cierto desconocimiento a nivel teórico en torno al significado del Sexting, en la
501
Discusión

línea que otros trabajos previos han mostrado (Fajardo et al, 2103; Torres, 2014; Walker
et al., 2013). No obstante, hay también otros estudios que identifican que el Sexting es
un término conocido (Takemoto, Krahenbuhl, Wesley, Beharry, & Mallett, 2017), por
lo que no hay una posición unánime en relación a esta cuestión.

Al examinar las motivaciones que justifican la práctica de Sexting, se revelan


múltiples y variadas causas de forma similar a las identificadas en otros estudios
(Baumgartner et al., 2012; Englander, 2012; Harris et al., 2013; NCPTUP, 2008;
Strohmaier et al., 2014; Van-Ouytsel et al., 2016; Wood et al., 2015). Sin embargo,
nuestros resultados ofrecen un análisis diferenciado entre los motivos que aluden las
chicas y los chicos, entre los que se encuentran ciertas discrepancias. Mientras que ellos
identifican causas fundamentalmente sexuales, ellas refieren motivos relacionados con
sus parejas sentimentales, como por ejemplo el interés por recibir atención masculina o
conseguir estar con alguien. En la misma dirección, los resultados empíricos indican
que los chicos practican Sexting en mayor medida por motivos sexuales o relacionados
con la pareja, pero también debido al consumo de sustancias o por estar solos o
aburridos. Lo que evidencia que las chicas continúan reproduciendo el modelo de
pasivo y el hombre el activo en las relaciones sentimentales, que encuentran en el
Sexting una forma más de evidenciar el sexismo que caracteriza la realidad de nuestro
contexto (Rodríguez, Lameiras, & Carrera, 2015).

Además hemos constatado que el motivo más expresado en los grupos de


discusión tanto por chicos como por chicas ha sido “llamar la atención”. Entendemos
que acaparar la atención a través de Internet u otros medios forma parte de la vida
cotidiana de los y las jóvenes, fundamentalmente considerando su sobre-exposición
tecnológica desde edades muy tempranas (D´Antona, Kevorkian & Russom, 2010;
Fernández Montalvo et al., 2015; INE, 2016a). Por lo que, teniendo en cuenta que existe
cierta relación entre los rasgos narcisistas y el uso de Redes Sociales como Instagram
(Sheldon & Bryant, 2016) y que las autorepresentaciones online de los y las
adolescentes son resultado de su autoconcepto sexual (Bobkowski, Shafer, & Ortiz,
2016), colgar contenidos sexuales en la Red puede conllevar una gratificación inmediata
a través de los “me gusta” que contribuye a alimentar su propio ego e incluso “hacerse
famosos/as”, tal como refieren en los discursos recogidos en los grupos de discusión. En
este sentido, parece que los y las adolescentes más populares son más propensos/as a
llevar a cabo conductas de Sexting (Vanden-Abeele, Campbell, Eggermont, & Roe,

502
Discusión

2014), con lo que se podría estar creando un peligroso proceso de retroalimentación que
incrementa la práctica de Sexting en la medida que esta contribuye a incrementar la
popularidad.

De hecho, cuando le preguntamos sobre los motivos que le llevan a practicar


Sexting en primer lugar se centran en motivos como es el mantener la atención, también
reconocen la existencia de presiones, el deseo de hacer un “regalo sexy”, coquetear o
gustarle a alguien, son las motivaciones más aludidas por las chicas; mientras que los
chicos reconocen la presión de los iguales y el deseo de “hacerse notar” entre sus
motivos para realizar Sexting. De modo que parece que el patrón de estos
comportamientos en los chicos es sextear para alimentar una cadena de la que esperan
beneficiarse recibiendo más contenidos eróticos, mientras que las chicas lo hacen como
respuesta a un contenido recibido. Estos resultados muestran como la sexualidad y la
forma de relacionarse los y las adolescentes sigue cargada de estereotipos de género, en
donde se presupone que los chicos gozan de un deseo “incontrolable” (sujeto activo) y
ellas “carecen de iniciativa sexual” (sujeto pasivo) (Lameiras et al., 2013, Salguero,
Pérez, Ayala, & Soriano, 2017).

Consecuencias de las prácticas de Sexting

En relación a las consecuencias de las prácticas de Sexting percibidas por los y las
adolescentes participantes en nuestro estudio, el análisis del discurso confirma que son
conscientes de los peligros a los que se exponen, ya que relatan consecuencias que van
desde la difusión del contenido hasta el acoso o el chantaje. No obstante, ser consciente
de esto no parece desincentivar su práctica, y los comportamientos de Sexting en
adolescentes pueden no seguir a razonamientos en los que se tengan en cuenta sus
conocimientos previos sobre las posibles consecuencias y por tanto responder
simplemente a sus sentimientos (Carpi & Breva, 2001).

Otras de las consecuencias destacadas es la existencia de coacciones para llevar


a cabo conductas de Sexting. Hemos encontrado que el 7.7% de los y las participantes
han sido víctimas de presión para sextear, especialmente las chicas en donde la
prevalencia se eleva hasta el 11.1%. La mayoría de los casos la persona que ejerció
dicha coacción fue la pareja afectiva o amistades, pero también se han revelado casos de
coacciones por parte de desconocidos/as o personas adultas. A través de los comentarios
expuestos en los grupos de discusión se revela que en gran medida las chicas consienten
503
Discusión

a las coacciones ante las amenazas del chico de dejar la relación sino lo hace, y la
mayoría de las chicas admiten conocer casos en su mismo instituto o muy cercanos a su
entorno. Una situación que han mostrado diversas investigaciones a nivel internacional
(Lenhart, 2009; Lippman & Campbell, 2014; Phippen, 2012; Ringrose et al., 2012;
Stanley, Barter, Wood, Aghtaie, Larkins, Lanau, & Överlien, 2016), pero que hasta
ahora no se había identificado con muestras españolas.

Teniendo en cuenta estos datos algunos/as investigadores/as se centran en


evaluar el Sexting como coerción sexual (Drouin & Tobin, 2014; Drouin, Ross, &
Tobin, 2015), que se da tanto en personas adultas (Crimmins & Seigfried-Spellar, 2014;
Morelli et al., 2016a) como adolescentes (NCPTUP, 2008; Temple et al., 2012). En esta
línea Choi, Van- Ouytsel y Temple (2016) consideran que el Sexting podría suponer
una extensión al entorno online de las otras formas de coerción sexual, destacando en su
trabajo que la coerción sexual perpetrada en el entorno offline se relaciona
positivamente con las solicitudes de fotografías erótico sexuales, así como la recepción
de este tipo de sexts sin permiso. En nuestro estudio se confirma a través de los análisis
de regresión que en el caso de las chicas tener pareja en la actualidad y sufrir presiones
o coacciones para sextear explica sus conductas de Sexting.

Por otro lado, el número de adolescentes que reconoce haber sufrido chantaje o
burlas en nuestro estudio es bajo. Sin embargo, muchos/as afirman conocer casos de
personas de su entorno, indicando mayoritariamente a los chicos como víctimas de estas
situaciones. Estos resultados, ponen de relieve la relación directa del Sexting con otros
fenómenos, pudiendo derivar en situaciones de Sextorsión, de Bullying o de
Ciberbullying (ver también Bailey & Hanna, 2011; Reyns, Henson, & Fisher, 2014).
Además, parece que existe una bi-direccionalidad entre estos fenómenos y el Sexting,
ya que se ha mostrado que sufrir Bullying o el Ciberbullying incrementa las
probabilidades de participar en comportamientos de Sexting (Dake et al., 2014;
Woodward, Evans, & Brooks, 2016). Entre las graves consecuencias vinculadas a estas
conductas hay que tener en cuenta también el estrés vinculado a este tipo de situaciones
cómo es el Ciberbulling o el Sexting que puede afectar también la salud física y
psicológica. Recientemente Navarro-Gómez (2017) ha apuntado que este tipo de
situaciones puede estar en la casuística del suicidio de jóvenes en España.
Lamentablemente todavía es muy escasa la formación que reciben los/as adolescentes

504
Discusión

para protegerse de las situaciones de ciberbullying (D´Antona et al., 2010), así como de
fenómenos conectados como es el Sexting.

Al analizar en función del género las consecuencias de sextear entre los chicos y
chicas participantes en nuestro estudio, comprobamos que existe un consenso
prácticamente generalizado al vincular las consecuencias más negativas para las chicas,
en sintonía con los resultados obtenidos en estudios previos fuera de nuestras fronteras
(Walker et al., 2011). De hecho la mayoría de nuestros/as participantes conoce casos de
chicas conocidas cuyos sexts han sido difundidos sin su consentimiento a través de la
red, fundamentalmente por sus parejas o ex parejas en la línea de otras investigaciones
(Lenhart, 2009; Albury & Crawford, 2012).

Los chicos y chicas participantes en nuestro estudio justifican que las


consecuencias son peores para las chicas porque son más sensibles y porque se las
cataloga como “guarras”, “putas” o “fáciles” mientras que los chicos suelen ser
considerados “crakcs”. Estas afirmaciones revelan por un lado la atribución que los/as
adolescentes hacen sobre aspectos como la sensibilidad y feminidad para las mujeres
por tanto dentro de los estereotipos de género y del sexismo ambivalente (Rodríguez,
2010). Es decir, la creencia de que “las chicas son más sensibles y les afecta más”
responde a la visión estereotipada que describe como son -y cómo deben ser- las
mujeres (rasgos de personalidad) dentro del polo de la expresividad (Lameiras et al.,
2013). Por otro lado, los argumentos que catalogan como guarras, putas o fáciles a las
mujeres que participan en conductas de Sexting deja de nuevo claro el doble rasero con
el que se siguen evaluando los mismos comportamientos cuando son las mujeres
quienes los llevan a cabo. El doble rasero sexual que se evidencia en la reputación
negativa que se les asigna a las chicas sexters, frente a la positiva de los chicos que
sextean, es una realidad muy arraigada todavía en las sociedad patriarcales y sexistas
actuales (Walker et al., 2013), en la que las chicas son juzgadas con mayor dureza
(Lippman & Cambell, 2014; Ringrose et al., 2012, 2013; Yeung et al., 2014), incluso
por otras chicas (Van-RoosMalen, 2000). Las investigaciones realizadas por Ringrose et
al. (Ringrose et al, 2012, 2013) son probablemente las que más han mostrado como el
Sexting se ve afectado por la inequidad de género que sitúa a las chicas en una situación
desigual y de inferioridad respecto a los chicos. Así, el Sexting se encuentran
supeditado a las dinámicas de género, en el que las chicas se enfrentan a los mismos
problemas de las relaciones sentimentales offline, caracterizadas por dinámicas de

505
Discusión

poder-sumisión (Walker, 2016; Wilkinson, Whitfield, Hannigan, Azam, & Hayter,


2016). En definitiva, siguiendo los argumentos de García-Gómez (2017) las prácticas de
Sexting de las chicas entran en juego el discurso del empoderamiento femenino, es
decir, ellas sextean porque deciden hacerlo; pero también se encuentra inmerso dentro
de un modelo de belleza dominante al que se somete en mayor medida a las mujeres y
basados en unos estándares irreales; y, por supuesto, se enfrentan con la reproducción
de la cultura hegemónica dominante, una cultura patriarcal que no las trata ni juzga
igual que a sus compañeros sexters.

Estos resultados van en sintonía con los altos niveles de sexismo detectados en
nuestro estudio, tanto respecto al sexismo hostil, como benevolente. Siendo los chicos y
los/as de zona urbana los más sexistas hostiles. Así como, las creencias de amor
idealizado, que también alcanzan puntuaciones elevadas, siendo las chicas y los/as de
zona urbana las que más asumen esta idealización del amor. Estos resultados se sitúan
en la línea de lo esperado teniendo en cuanta los estudios previos con muestras similares
(Rodríguez et al., 2013, 2015). Se confirma además que los chicos y chicas que más
sextean son los/as más sexistas hostiles y benevolentes, así como aquellos/as que más
mitos asumen en torno al amor romántico. Nuestro estudio aporta la primera evidencia
empírica en relación a estas relaciones con una muestra española, en la misma línea que
ha sido confirmado recientemente en estudios internacionales (Morelli et al., 2016b).

Antes de finalizar este apartado es necesario hacer una llamada de atención a los
casos de extrema gravedad como grabaciones sexuales sin consentimiento y posterior
difusión o a violaciones grabadas y difundidas, relatadas dentro de los grupos de
discusión. Realidades de extrema gravedad que atentan contra la integridad física y
moral de las víctimas, no solo por el daño físico y psicológico de las propias conductas
en sí mismas, sino por los daños posteriores derivados de la difusión y exposición
pública de los contenidos.

Variables influyen en los comportamientos de Sexting

En lo relativo a las relaciones entre los comportamientos de Sexting y las otras variables del
estudio encontramos que los que más comportamientos de Sexting llevan a cabo son los
chicos de ámbito urbano, de más edad y de cursos más avanzados. Aquellos que tienen
una mala relación familiar, cuyos progenitores están separados y han suspendido
materias en la última evaluación. Así como aquellos que tienen y/o han tenido varias
506
Discusión

relaciones sentimentales. En esta dirección estos resultados encuentran soporte en


diferentes investigaciones por ejemplo aquellas que muestran más prácticas de Sexting a
más edad (Strassberg et al., 2013; Wood et al., 2015; Ybarra & Mitchell, 2014). Sin
embargo, no hemos encontrado evidencias que nos permita comprobar la relación entre
las prácticas de Sexting y la relación familiar o el logro académico. Lo que se mantiene
como una cuestión pendiente para abordar en futuras investigaciones.

Además nuestros resultados confirman que los y las adolescentes que sextean
son los que más saben que es el Sexting pero no reciben vigilancia de sus progenitores
en relación a las páginas que visitan, ni al uso que hacen del móvil, aunque dedican
mucho tiempo a usar este dispositivo. En este sentido, a pesar de que la comunicación
entre progenitores y adolescentes sobre sexualidad ha resultado eficiente en la
prevención de conductas de riesgo (Hutchinson & Cooney, 1998), sin embargo la
mayoría de los adolescentes no reciben de sus progenitores reglas a seguir en relación al
Sexting (West et al., 2014).

Por otro lado, también hemos encontrado que aquellos/as que tienen perfil en
Facebook, en Twitter, Tuenti, Instagram y en redes de citas o de solteros/as son más
sexter. Respecto a estas cuestiones, en primer lugar, hay que reconocer que los y las
adolescentes precisamente encuentren en las Redes Sociales espacios en los que llevar a
cabo conductas de Sexting, ya que para ellos y ellas son espacios de socialización en los
que pueden compartir fotografías con carga sexual. De hecho ya en el año 2010 Islas y
Arribas hablaban de esta generación como la Generación Sexting (p. 160), en referencia
a este comportamiento adolescente. En segundo lugar, a pesar de que a través del
análisis del discurso expresan que a veces se sacan fotos sexuales pero no las envían,
resulta lógico pensar que tal y como mostramos aquellos/as que tienen más perfiles en
internet es más probable que envían o difundan los materiales grabados o recibidos.

Variables predicen las conductas de Sexting

Las variables predictoras de los comportamientos de Sexting en nuestro estudio han


resultado significativas el considerar el Sexting algo divertido y despreocupado, tener
expectativas de que realizar Sexting les sirva para establecer relaciones, tener pareja en
la actualidad, haber sido obligados/as o coaccionados/as para sextear y, también, pasan
más tiempo conectados/as a internet. Además son los chicos los más proclives a llevar a

507
Discusión

cabo conductas de Sexting, los/as que han sufrido burlas, los/as de más edad, los/as de
entorno urbano y los/as que han recibido chantaje para sextear.

Es decir, los adolescentes que tienen más comportamientos de Sexting son los
que presentan actitudes hacia el Sexting asociadas a una forma de diversión y también
los que se creen que el Sexting te ayuda a mejorar tus relaciones de amistad o de pareja.
Al mismo tiempo, a mayor comportamiento de Sexting menor percepción de riesgo
asociado. Estos resultados van en la línea de lo esperado atendiendo a los resultados
obtenidos en los estudios previos (Weisskirch & Delevi, 2011; Strassberg et al., 2013;
Walrave et al., 2014). Además, los adolescentes que muestran mayor percepción de
riesgo son los que consideran peligroso enviar contenido de Sexting a través de móvil o
del ordenador y también manifiestan que este tipo de contenidos erótico/sexuales no
están seguros en los dispositivos móviles ni en sus ordenadores. De hecho, hemos
encontrado que cualquier tipo de comportamiento de Sexting correlaciona de forma
positiva con divertido y despreocupado y expectativas relacionales y de forma negativa
con la percepción de riesgo

Limitaciones de la investigación y futuras líneas de investigación

Los resultados de nuestro estudio pone de manifiesto la relación entre actitudes y


comportamientos (Klettke et al., 2014) y la importancia de la supervisión y educación
sobre temas sexuales por parte de los progenitores (Kopecký, 2016), como factores de
protección ante las conductas de riesgo online. Sin duda son los progenitores -junto con
la comunidad educativa-, las personas encargadas de forman, ayudar y hacer entender a
los y las adolescentes las consecuencias de las malas decisiones que tomen en el mundo
virtual (Del Siegle, 2010). Fundamentalmente, porque el Sexting es ya una conducta
normalizada en las vidas de los y las adolescentes, por lo que la familia y la escuela así
como todos/as los/as profesionales de la comunidad educativa han de prepararse para
asesorar, ayudar y gestionar adecuadamente los casos de Sexting adolescente (Van
Ouytsel, Walrave & Van Gool, 2014).

Aunque consideramos que la investigación que aquí se presenta supone una


importante contribución al conocimiento de las tecnologías y espacios virtuales entre la
población de adolescentes y específicamente al conocimiento del Sexting, nuestro
estudio no esta exento de limitaciones. En primer lugar, entendemos que sería
interesante en futuros estudios extender la muestra a todos/as los/as estudiantes para
508
Discusión

comprobar si la titularidad del centro educativo (público vs. privado) o el


posicionamiento del centro educativo (ideología religiosa vs. laico) generan diferencias
en relación al Sexting, dado que nuestro estudio solamente se ha centrado en estudiantes
de Educación Secundaria de Institutos públicos y laicos. AsÍ mismo consideramos que
en investigaciones futuras de deberían incluir otras orientaciones sexuales, diversos
contextos étnicos, culturales o religiosos y analizar en qué medida estas variables
determinan el comportamiento del Sexting, así como las actitudes y motivaciones
vinculadas. Además creemos necesario extender la validación de las escalas utilizadas
también en población adulta, teniendo en cuanta la alta prevalencia de las prácticas de
Sexting en este grupo de edad.

Asimismo, en esta Tesis Doctoral se han investigado una serie de variables que,
a priori se consideraron relacionadas con el Sexting adolescente, no obstante el amplio
abanico de variables que apunta la literatura especializada, y que han sido recogidas en
la parte teórica de este estudio, indica la necesidad de seguir investigando en torno del
Sexting con el fin de explicar más y mejor el fenómeno y, por supuesto, analizar si las
tendencias aquí presentadas se mantienen. Por último, también consideramos importante
desarrollar estudios de corte longitudinal, que permitan investigar de forma clara la
evolución del fenómeno del Sexting en España y favorecer la comparabilidad con la
evolución fuera de nuestras fronteras.

509
Conclusiones

CONCLUSIONES

_________________________________________________________

511
Conclusiones

512
Conclusiones

A continuación se exponen de forma esquemática las principales conclusiones extraídas


de nuestro estudio utilizando una metodologia multimétodo en el colectivo de
adolescentes escolarizados en centros públicos de la provincia de Ourense.

Dispositivos tecnológicos y espacios virtuales

 Prácticamente la totalidad de jóvenes disponen de teléfonos móviles con


conexión a Internet y las aplicaciones mas usadas son WhatsApp y las Redes
Sociales.
 La mayoría de los/as jóvenes disponen de ordenadores de uso personal o
familiar siendo minoritario el uso de tablets.
 Al uso del móvil dedican una media de 3.35 horas y conectados/as a Internet un
promedio de 2.08 horas cada día, siendo las chicas las que más tiempo dedican
al uso del móvil y los chicos los que más tiempo se pasan conectados a la Red,
siendo los chicos y chicas de localizaicón urbana los/as que más tiempo dedican
al uso del teléfono móvil.
 La Red Social más utilizada es Facebook, seguida de Twitter, Tuenti e
Instagram, siendo los y las adolescentes de localización urbana los/as que más
usan Tuenti e Instagram.
 La percepción de peligro en relación al uso de Internet o las Redes Sociales es
media-baja, siendo las chicas las mas concientes del peligro.
 Los y las adolescentes conceden gran importancia a las Redes Sociales en sus
vidas, reconociendo su alta dependencia a estos recursos, y justifican su
importancia aludiendo su utilidad como vía de comunicación, información y
socialización.
 La mayoría de adolescentes tiene entre 100 y 300 “amistades” agregadas en sus
Redes Sociales, y aunque más de la mitad afirma que tienen perfiles privados
solo para sus amistades un número importante aceptan solicitudes de amistad de
personas desconocidas y/o amistades de amisgos/as.
 Los y las adolescentes usan los medios y espacios virtuales para controlar a sus
parejas afectivas, una violencia de control ejercida bidireccionalmente por
ambos miembros de la pareja, pero en mayor medida por las chicas.

513
Conclusiones

 Los y las adolescentes usan los medios y espacios virtuales para hablar y
conocer a personas y establecer nuevas amistades, en algunos casos incluso
llegando a quedar con esas personas físicamente, siendo los y las de entorno
rural/semi-rural los que más lo hacen.
 Los y las adolescentes reciben muy poca vigilancia por parte de sus progenitores
sobre las páginas que visitan y sobre el uso que hacen de sus perfiles en Redes
Sociales o de su teléfono móvil, siendo las chicas y los/as adolescentes del
ámbito rural quienes más la reciben.
 La mayoría de los y las adolescentes afirman haber recibido formación
específica respecto del uso de las Redes Sociales asi como sobre sexualidad,
siendo las chicas las que admiten haber recibido más formación sobre redes.
 Más de la mitad de los y las adolescentes afirman que sus amistades no perciben
el uso de las Redes Sociales como una conducta peligrosa.

El fenómeno del Sexting

 Los y las adolescentes desconocen en su mayoría el significado de la palabra


Sexting, pero prácticamente todos/as los/as adolescentes afirman que es una
actividad muy frecuente entre la gente de su edad, especialmente el envío de
fotografías erótico-sexuales
 Los y las adolescentes tienen una elevada percepción de riesgo respecto del
Sexting, no obstante también lo consideran divertido o un medio para establecer
relaciones afectivo sexuales, siendo los chicos y los/as jovenes de procedencia
urbana quienes muestran actitudes mas positivas hacia el Sexting.
 Más de la mitad de los/as adolescentes afirman que en alguna ocasión han
realizado alguna conducta de Sexting, siendo los chicos y los/as de ámbito
urbano los que más comportamientos de Sexting llevan a cabo.
 De forma mayoritaria los/as jovenes participantes en nuestro estudio confían en
las personas a las que envían los sexts, especialmente los/as de entorno urbano;
y a pesar de que creen que los contenidos erótico sexuales están seguros en su
móvil, no tienen esa sensación de seguridad al tratarse del ordenador.
 Mayoritariamente las parejas afectivas son las destinatarias de los contenidos de
Sexting, independientemente de que los sexts sean fotografías, vídeos o textos
erótico-sexuales.

514
Conclusiones

 En general, los/as adolescentes afirman que no envirarían sexts ni a su


enamorado/a, ni a las personas con las que han tenido un rollo, ni alguien a
quien acaben de conocer, alquien con quien quieran ligar ni a personas
conocidas sólo de la Red, pero estos comportamientos son más frecuentes en
chicos, y en los/as jovenes de ámbito urbano.
 Los y las adolescentes reconocen que reciben habitualmente sexts, siendo las
chicas y los/as de zona urbana los que en mayor medida admiten recibir este tipo
de contenidos y manifiestan en mayor medida haberse sentido molestas al recibir
éstos sexts.
 No existe consenso entre los y las adolescentes sobre qué género es el más
sexter, sin embargo respecto al envío de mensajes de texto sexualmente
sugerentes o con proposiciones de una actividad sexual concluyen que son los
chicos los que más conductas de este tipo realizan.
 Las motivaciones utilizadas por los/as adolescentes para justificar su
participación en conductas de Sexting son muy variadas, y van desde el
coqueteo hasta al aburrimiento, siendo “llamar la atención” el más expresado.
Además, los chicos utilizan para justificarse motivos sexuales mientras que las
chicas aluden a otros motivos como el ego o terner más seguidores/as en las
Redes Sociales.
 Aunque representan una minoría, varios de los jovenes participantes en el
estudio adolescentes reconocen haber sufrido chantajes, burlas o coacciones
antes o después de llevar a cabo los comportamientos de Sexting, siendo mas
frecuente en las chicas.
 Los y las adolescentes están de acuerdo en que las consecuencias de practicar
Sexting son peores para las chicas que para los chicos, hacen responsble de esta
situación al machismo que explicaría porque ellas son tratadas con mayor dureza
y de forma negativa por los mismos comportamientos por los que sus
compañeros son tratados de forma positiva.
 Los y las adolescentes con actitudes más positivas hacia el Sexting son también
los/as que más lo practican.

515
Conclusiones

 Los y las adolescentes que ven el Sexting divertido y tienen mayores


expectativas relacionales en las conductas de Sexting son más sexistas, tanto de
forma hostil como benevolente, y aquellos/as que ven el Sexting como más
peligroso son los más sexistas benevolentes.
 Los y las adolescentes más sexistas hostiles y benevolentes son los/as que más
comportamientos de Sexting llevan a cabo, tanto respecto al envío de fotografías
y/o vídeos erótico sexuales como al envío de textos erótico sexuales.
 Aquellos/as adolescentes que ven en el Sexting una conducta de riesgo no creen
que el amor vaya ligado al maltrato pero sí tienen una visión idealizada del
amor; igualmente aquellos/as que tienen expectativas en que las conductas de
Sexting les servirán para establecer relaciones tienen una visión mitificada del
amor, tanto respecto de la vinculación amor-maltrato como del amor idealizado.
 Los y las adolescentes que han sido obligados/as, chantajeados/as o han sufrido
burlas tienen una mayor percepción de riesgo pero son quienes llevan a cabo
más comportamientos de Sexting.
 Los y las adolescentes que más disponen de dispositivos tecnológicos y Redes
Sociales son los que tienen actitudes más positivas y llevan a cabo más
comportamientos de Sexting.
 Las variables que mejor predicen los comportamientos de Sexting son el género
y localización del centro, las actitudes positivas hacia el Sexting, tener pareja en
la actualidad o expectativas de tenerla y la percepción de obligación para
sextear.

516
Conclusiones

CONCLUSÕES

De seguida são expostas de forma esquemática as principais conclusões extraídas do


nosso estudo utilizando uma metodologia multimodal com um grupo de adolescentes
escolarizados em centros públicos da província de Ourense.

Dispositivos tecnológicos e espaços virtuais

 Praticamente a totalidade de jovens dispõem de telemóveis com ligação à


Internet e as aplicações mais usadas são o WhatsApp e as Redes Sociais.

 A maioria dos/as jovens dispõem de computadores de uso pessoal ou familiar


sendo minoritário o uso de tablets

 Ao uso de telemóvel dedicam uma média de 3.35 horas e conectados/as à


Internet uma média de 2.08 horas por dia, sendo as raparigas as que mais tempo
dedicam ao uso de telemóvel e os rapazes os que mais tempo passam ligados à
Rede e sendo os e as jovens de zonas urbanas os/as que mais tempo dedicam ao
uso de telemóvel.

 A Rede Social mais utilizada é o Facebook, seguida do Twitter, Tuenti e


Instagram, sendo os e as adolescentes de áreas urbanas os/as que mais usam
Tuenti e Instagram.

 A perceção de perigo em relação ao uso de Internet ou das Redes Sociais é


média-baixa, sendo as raparigas as mais conscientes desse perigo.

 Os/as adolescentes dão grande importância às Redes Sociais nas suas vidas,
reconhecendo a sua elevada dependência destes recursos, e justificam esta
importância referindo a sua utilidade enquanto via de comunicação, informação
e socialização.

 A maioria dos/as adolescentes têm entre 100 e 300 “amizades” nas suas Redes
Sociais e ainda que mais de metade tenha referido que tem perfis privados
apenas para as suas amizades, um importante número de jovens diz aceitar
pedidos de amizade de pessoas desconhecidas e/ou amizades de amigos/as.

517
Conclusiones

 Os/as adolescentes usam meios e espaços virtuais para controlar os/as seus/suas
namorados/as, uma violência de controlo exercida bidirecionalmente por ambas
as pessoas do casal, mas em maior número pelas raparigas.

 Os/as adolescentes usam meios e espaços virtuais para falar e conhecer pessoas
e estabelecer novas amizades, em alguns casos tendo até chegado a estar
físicamente com essas pessoas, sendo os e as jovens das áreas rurais/semi-rural
os que mais o fazem.
 Os/as adolescentes têm pouca vigilância por parte dos/as seus/suas
progenitores/as sobre as páginas que visitam e sobre o uso que fazem dos seus
perfis nas Redes Sociais ou do seu telemóvel, sendo as raparigas e os/as
adolescentes da área rural quem apresentam maior vigilância.

 A maioria dos e das adolescentes afirma ter recebido formação específica


relativamente ao uso das Redes Sociais assim como sobre sexualidade, sendo as
raparigas as que admitem ter recebido mais formação sobre redes.

 Mais de metade dos/as adolescentes afirma que as suas amizades não


percecionam o uso das Redes Sociais como uma conduta perigosa.

O Fénomeno do Sexting

 Os/as adolescentes desconhecem na sua maioria o significado da palavra Sexting


mas praticamente todos/as os/as adolescentes afirmam que é uma atividade
muito frequente entre pessoas da mesma idade, especialmente o envio de
fotografias erótico-sexuais.

 Os/as adolescentes têm uma elevada percepção de risco a respeito do Sexting, no


entanto também o consideram divertido ou um meio para estabelecer relações
afetivo-sexuais, sendo os rapazes e os/as jovens da zona urbana quem revelam
atitudes mais positivas face ao Sexting.

 Mais de metade dos/as adolescentes afirmam que em alguma ocasião terão


realizado alguma conduta de Sexting, sendo os rapazes e os/as adolescentes da
área urbana os/as que mais comportamentos de Sexting realizam.

518
Conclusiones

 De forma maioritária os/as jovens participantes no nosso estudo confiam nas


pessoas a quem enviam sexts, especialmente, os/as pertencentes à área urbana; e,
apesar de acreditarem que os conteúdos erótico-sexuais estão seguros no seu
telemóvel, não têm essa sensação de segurança relativamente ao computador.

 Maioritariamente os/as companheiros/as afetivos/as são os/as destinatários/as


dos conteúdos de Sexting, independentemente dos sexts serem fotografias,
vídeos ou textos erótico-sexuais.

 Em geral, os/as adolescentes afirmam que não enviariam sexts nem a seu/sua
namorado/a, nem a pessoas com as quais tenha tido algum envolvimento, nem a
ninguém que acabem de conhecer, nem a pessoas das quais gostem apaixonar-
se, nem a pessoas conhecidas apenas na Rede. Estes comportamentos são mais
frequentes em rapazes e nos/as jovens da área urbana.

 Os/as adolescentes reconhecem que recebem habitualmente sexts, sendo as


raparigas e os/as da zona urbana os/as que mais admitem receber este tipo de
conteúdos e manifestam mais sentir incómodo ao receber estes sexts.

 Não existe consenso entre adolescentes sobre que género é o mais sexter, no
entanto, relativamente ao envio de mensagens de texto sexualmente sugestivas
ou com proposições de uma atividade sexual, foi possível concluir que são os
rapazes os que mais condutas deste tipo revelam.

 As motivações utilizadas pelos/as adolescentes para justificar a sua participação


em condutas de Sexting são muito variadas e vão desde o flirt até ao
aborrecimento, sendo “chamar atenção” o mais expressado. Adicionalmente, os
rapazes utilizam como justificações motivos sexuais enquanto que as raparigas
referem outros motivos como o ego ou atingir mais seguidores/as nas Redes
Sociais.

 Ainda que representam uma minoria, vários/as jovens adolescentes que


participam no estudo reconhecem ter sofrido de chantagem, enganos ou coações
antes ou depois de realizar comportamentos de Sexting, sendo mais frequente
nas raparigas.

 Os/as adolescentes concordam que as consequências do Sexting são piores para


raparigas do que para rapazes, referindo que esta situação de machismo
explicaria que elas sejam tratadas com maior dureza e de forma mais negativa

519
Conclusiones

pelos mesmos comportamentos que levam aos seus companheiros a serem


tratados de forma positiva.

 Os/as adolescentes com atitudes mais positivas face ao Sexting são também
os/as que mais o praticam.

 Os/as adolescente que consideram o Sexting divertido e têm maiores expetativas


relacionais nas condutas de Sexting são mais sexistas, tanto de forma hostil
como benevolente, e aqueles/as que consideram o Sexting como mais perigoso
apresentam maior sexismo benevolente.

 Os/as adolescentes mais sexistas hostis e benevolentes são os/as que mais
comportamentos de Sexting revelam, no que diz respeito ao envio de fotografias
e/ou vídeos erótico-sexuais como relativamente ao envio de textos erótico-
sexuais.

 Aqueles/as adolescentes que valorizam o Sexting como uma conduta de risco


não consideram que o amor esteja associado a maus-tratos mas apresentam uma
visão idealizada do amor; também aqueles que esperam que as condutas de
Sexting possam ajudar a estabelecer relações apresentam uma visão mistificada
do amor, relativamente à associação amor-maus-tratos e como do amor
idealizado.

 Os/as adolescentes que foram obrigados/as, chantageados/as ou que sofreram


troças têm uma maior perceção de risco mas também revelam mais
comportamentos de Sexting.

 Os/as adolescentes que mais dispõem de dispositivos tecnológicos e Redes


Sociais são os/as que têm atitudes mais positivas e apresentam mais
comportamentos de Sexting.

 As variáveis que melhor predizem os comportamentos de Sexting são o género e


a localização do centro, as atitudes positivas face ao Sexting, ter namorado/a na
atualidade ou expetativas de ter e a perceção de obrigação para sextar.

520
Reflexiones finales: implicaciones educativas

REFLEXIONES FINALES: IMPLICACIONES EDUCATIVAS

_________________________________________________________

521
Reflexiones finales: implicaciones educativas

522
Reflexiones finales: implicaciones educativas

Internet ya no es sólo la red que conecta el mundo, sino que supone el medio natural
para los/as mas jóvenes en el que se manejan con destreza y asiduidad. Los distintos
dispositivos tecnológicos, como los ordenadores o la telefonía móvil, se han convertido
en imprescindibles en la vida de los/as adolescentes y con las Redes Sociales y la
mensajería instantánea se ha dado un paso mas hacia la absoluta digitalización del
espacio relacional de las nuevas generaciones.

Los resultados de nuestro estudio evidencian la importancia que los y las más
jóvenes otorgan a estos medios y espacios tecnológicos, y si tenemos en cuenta el
tránsito que la adolescencia representa del entorno familiar hacia el grupo de iguales y
el inicio de las relaciones afectivo-sexuales, parece esperable que este nuevo espacio de
comunicación fluya dentro del entorno online. Y en este nuevo escenario relacional que
se crea en el espacio virtual, irrumpen las conductas de Sexting incorporando una nueva
dimensión sexual en las relaciones virtuales. Lo extraño sería que el espacio virtual
estuviera exento de conductas sexuales en las dinámicas relacionales de los y las
adolescentes.

Tal como han revelado los datos de nuestro estudio las conductas de Sexting ya
forman parte de las vidas de los y las adolescentes, incluso, en ocasiones, con mucha
frecuencia. Esta realidad seguramente irá en aumento, ya que el auge de las tecnologías
proporciona cada vez mayor popularidad a este tipo de conductas; y, sin duda, ofrecerá
más y mayores medios por los que hacer efectivo el envío, la recepción y el reenvío de
contenidos sexuales. Si bien es cierto que debemos entender que estamos ante nuevas
formas de gestionar y desarrollar la sexualidad, los comportamientos sexuales online
exponen a los y las más jóvenes a situaciones de riesgo. En primer lugar, tal como
relatan los/as jovenes participantes en nuestro estudio, por la perdida de control una vez
que estos contenidos son enviados dando lugar a frecuentes situaciones de difusión sin
consentimiento de los/as protagonistas. De hecho, en sus relatos exponen como han
visto o recibido en sus móviles o en perfiles de Redes Sociales grabaciones sexuales
llegando incluso a casos extermos de grabaciones de violaciones, o casos acontecidos a
personas conocidas e incluso a ellos/as mismos de chantajes, coacciones y burlas antes
o después de prácticar Sexting. Estas situaciones muestran la cara más peligrosa de la
practica del Sexting, sin embargo las experiencias negativas vividas o conocidas
parecen no suponer una barrera que frene la ejecución de este tipo de conductas ni a que
sean más conscientes de los riesgos. De modo que estos resultados refueza la necesidad

523
Reflexiones finales: implicaciones educativas

de mejorar el asesoramiento y la educación de adolesecentes no solo en relacion con el


uso mas seguro de las tecnologías sino tambien en relacion al espacio afectivo-sexual.

Si la educación tiene por objetivo fundamental la formación integral de los seres


humanos a lo largo de todo el proceso vital, la escuela tiene la responsabilidad, no sólo
de formar a niños/as y jóvenes sobre los contenidos recogidos en el currículo, si no dar
un paso más y proporcionar las adecuadas habilidades para la vida, que permitan al
alumnado el desarrollo integral (biológico, psicológico y social). Habilidades que les
permitan gestionar sus comportamientos de forma responsable en el entorno offline pero
también en el medio online. Una educación que se aleje de la pedagogía del miedo en
torno a las tecnologías y que apueste por la educación que otorgue herramientas para el
uso responsable, seguro y crítico de los medios y espacios virtuales (Gabarda, Orellana,
& Pérez, 2017).

Surge así la necesidad de implementar programas de formación preventiva desde


una perspectiva integral sobre los medios y espacios virtuales desde edades tempranas,
que fomenten el desarrollo socioemocional y que les animen a proteger su imagen en
línea (Fernández-Montalvo et al., 2015; Garaigordobil & Martínez-Valderrey, 2014,
2015; Mattey & Mattey, 2013). Además, la educación, ha de incorporar éstos nuevos
medios y espacios sociales a los proyectos pedagógicos de las instituciones educativas,
como por ejemplo los videojuegos (López & Rodríguez, 2016) o las Redes Sociales,
como Twitter que se han mostrado herramientas útiles y motivadoras para los y las más
jóvenes (Ricoy & Feliz, 2016). Fundamentalmente, porque Internet es considerado una
herramienta intrínsecamente educativa (Selwyn, 2013), por tanto si partimos de un
punto de vista constructivista, Internet, las Redes Sociales y la telefonía móvil pueden
ser herramientas fantásticas que ayuden a niños, niñas y adolescentes a desarrollarse
plenamente como sujetos autónomos en un espacio virtual pero también en el plano
real.

Por lo tanto, parece útil en la búsqueda por la protección de los y las menores,
otorgarles herramientas que les permitan defenderse de los riesgos derivados de un mal
uso de las tecnologías y de las practicas de Sexting. Una educación en habilidades para
la vida que partiendo de la perspectiva de género como eje transversal, se apoye en tres
pilares fundamentales: una adecuada Educación Sexual, uso responsable de las
tecnologías y espacios virtuales, y el desarrollo de las habilidades sociales e
interpersonales.

524
Reflexiones finales: implicaciones educativas

Insistimos en partir de la perspectiva de género como eje transversal en este tipo


de intervenciones educativas, porque, tal y como ha quedado evidenciado en nuestro
estudio, el Sexting está sometido a las dinámicas de género y reproduce roles, rasgos y
estereotipos sexistas que se expresan en la doble moral sexual y colocan a las chicas en
una posición asimétrica y de subordinación a los chicos. Llegando a convertirse el
Sexting en un instrumento para ejercer la violencia en las relaciones a través de las
presiones, coacciones o chantajes. Los estereotipos de género salen a la luz en el
análisis de sus discursos cuando juzgan a las chicas sexters con mayor dureza que a los
chicos, atribuyéndoles a ellas características de pasividad, dependencia y castigando su
agencia sexual. En este sentido, España pese a haberse situado en la vanguardia de
medidas legales que luchan por fomentar la igualdad entre mujeres y hombres (Ley
Orgánica 3/2007), asi como erradicar la violencia de género (Ley Orgánica 1/2004),
continúa anclada en los patrones propios de las sociedades patriarcales y androcéntricas,
que se proyectan en prácticas nuevas como en este caso es el Sexting.
De modo que, sólo educando dentro y fuera del sistema educativo para la
igualdad y la no violencia se logrará que los y las adolescentes en vez de encontrar en el
mundo online y en el Sexting un nuevo espacio para reafirmar la desigualdad y ejercer
violencia en sus relaciones sentimentales o de amistad, se sentarán las bases para
promover una sociedad en la que erradicar los espacios de desigualdad y los medios
utilizaos para ejercer esta desigualdad y la violencia.
Así, en primer lugar, abogamos por una educación para el uso responsable de las
tecnologías y espacios digitales porque sólo así estaremos aportando formación a los y
las más jóvenes para utilizar los medios y espacios virtuales de forma positiva. En
segundo lugar, consideramos que resulta imprescindible educar en una adecuadas
habilidades sociales e interpersonales. Los y las adolescentes deben aprender a ser
asertivos/as y empáticos/as, a manejar sus emociones y autocontrolarse, a saber decir no
y mejorar su autoconcepto y autoestima como factores de protección ante el Sexting y
los fenómenos conexos. En tercer lugar, defendemos la necesidad de una adecuada
Educación Sexual, que proporcione a los y las adolescentes formación que les permita
vivir en sintonía con su identidad y de forma gratificante y saluble sus relaciones
sexuales, tanto en el plano físico como en el virtual. Estas herramientas se perfilan
como elementos formativos claves para que los y las adolescentes encuentren en la
esfera real y también en la virtual un espacio seguro, no se expongan a riesgos
innecesarios y si tienen dificultades sepan pedir ayuda.

525
Reflexiones finales: implicaciones educativas

Además, entendemos que resulta fundamental incorporar a los centros


educativos perfiles profesionales que sirvan de apoyo al colectivo docente en el
desarrollo y gestión los programas educativos de prevención de las conductas online de
riesgo. Defendemos la incorporación de Educadores y Educadoras Sociales a la
educación formal como profesionales que adquieren a lo largo de su formación
competencias relacionadas con las TICS, las habilidades sociales, la mediación, la
educación para la paz y la educación sexual, entre otras. El actual sistema educativo
tiene que responder a nuevas realidades sociales generadas tanto en la vida online como
offline. De forma que actualmente el colectivo docente y orientadores/as no son capaces
de dar solución a esta nuevo paranoma (Parcerisa, 2008). Por lo que la presencia de las
y los educadores/as sociales en la escuela va a permitir dirigir su atención a ámbitos en
los que hasta ahora se ha intervenido poco como en el uso adecuado de los medios y los
espacios virtuales.
En conclusión, nuestro estudio confirma que Redes Sociales así como las
prácticas surgidas en torno a las nuevas tecnologías como el Sexting, suponen entre
los/as adolescentes ámbitos comunes en sus relaciones sociales y afectivo sexuales. La
violencia de género en parejas adolescentes ha encontrado en la realidad virtual un
nuevo espacio en el que manifestarse, a través de estrategias de control, supervisión y
acoso constante, representando el Sexting una nuevo y peligroso recurso, especialmente
en el colectivo de adolescentes. Nuestro estudio también pone de manifiesto que el
Sexting, una práctica cada vez mas frecuente entre los/as adolescentes, se ve
profundamente afectada por las dinámicas de género que todavía perviven en nuestra
sociedad patriarcal y sexista. Por todo ello, resulta fundamental desarrollar estrategias
educativas dentro y fuera del ámbito escolar para fomentar un uso mas seguro de las
tecnologías y unas dinámicas relacionales mas igualitarias y libres de violencia. Para lo
que, a la luz de los resultados obtenidos, se hace mas necesario que nunca continuar
investigando la realidad del Sexting adolescente con el objetivo de proporcionar más y
mejores conocimientos a toda la comunidad educativa (docentes, progenitores y
discentes) que contribuyan a que los/as adolescentes tengan una vida online y offline
más segura, en la que se reduzcan los peligros y se fomente un adecuado desarrollo y
bienestar psicológico, social, sexual y emocional en el marco de relaciones mas
igualitarias y saludables. Un objetivo que nos compromete a todos los miembros de la
sociedad.

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587
Anexos

ANEXOS

____________________________________________________________

579
Anexos

CARTA COMUNICACIÓN A CENTROS

____________________________________________________________

580
Anexos

FACULTADE DE CIENCIAS DA EDUCACIÓN


CAMPUS UNIVERSITARIO
DE OURENSE
Estimado/a:

Mi nombre es Patricia Alonso Ruido, DNI 44446013-P, soy Diplomada en Educación


Social, y Licenciada en Psicopedagogía. Actualmente desarrollo mi Tesis Doctoral bajo
la dirección de las profesoras María Lameiras Fernández y Yolanda Rodríguez Castro,
ambas pertenecientes al Grupo de Investigación “Sexualidad, Salud y Género”, dentro
del Programa de Doctorado en Ciencias de la Educación y del Comportamiento
(Universidad de Vigo) dirigido por el profesor y vicedecano Xosé Manuel Cid
Fernández.

Le escribo para solicitar la colaboración del centro que Usted dirige en la


investigación que actualmente desarrollo como eje central de mi Tesis Doctoral “El
Sexting y los Riesgos emergentes de la red” centrada en la Provincia de
Ourense. Particularmente se trataría de facilitarme el acceso al alumnado para que, de
acuerdo con un procedimiento que detallaría en su caso, pueda proponerle su
colaboración y materializarla mediante la aplicación de un cuestionario.

Dado que para el desarrollo de esta investigación es indispensable acceder al


colectivo de adolescentes de 3º y 4º de E.S.O. y 1º de Bachillerato, en orden a
determinar sus conductas relativas a este nuevo fenómeno, le indico que el protocolo de
actuación está diseñado para interferir mínimamente en la dinámica académica. Además
el objeto de estudio es de alto interés social, pionero no solo en la Comunidad
Autónoma de Galicia, sino también a nivel Estatal, pido su cooperación, ya que sin ella
no me resultará posible cubrir los objetivos de la investigación y quedará comprometida
la capacidad de conocer y dar respuesta a actitudes y conductas en referencia al uso de
las redes sociales y nuevas tecnologías para enviar fotografías o textos con contenido
erótico; actitudes y conductas que inciden negativamente en la convivencia y clima
escolar y social.

Agradeciendo pues de antemano su colaboración y anunciándole un próximo


contacto por mi parte para detallar la dinámica de la investigación, aprovecho esta
ocasión para remitirle un cordial saludo.

Patricia Alonso Ruido

En Ourense a 15 de septiembre de 2014

593
Anexos

CONSENTIMIENTO INFORMADO

____________________________________________________________

582
Anexos

CUESTIONARIO

____________________________________________________________

583
NÚMERO CUESTIONARIO

Este cuestionario forma parte de un estudio sobre “SEXTING Y RIESGOS EMERGENTES EN LA RED”
que se está llevando a cabo en centros educativos de la Provincia de Ourense.
El cuestionario es ANÓNIMO y CONFIDENCIAL. Pero para que sean útiles los resultados obtenidos es
necesario que se responda con SINCERIDAD. Recuerda que no hay respuestas buenas o malas, esto no
es un examen, se trata de que elijas la respuesta que mejor recoja lo que TU PIENSAS SOBRE EL TEMA.
Muchas gracias por tu colaboración.

SI TIENES CUALQUIER DUDA AL LEER O RELLENAR ALGUNA PREGUNTA DEL


CUESTIONARIO, DIRÍGETE A LA PERSONA PRESENTE EN EL AULA.

0. Curso: _____________ 1. Nacionalidad: _____________ 2. Edad: ________

3. Género: Chico ☐ Chica ☐

4. En la actualidad, tu padre y madre están:


Casados Pareja
Separados Solteros/as
Viudo/a No convivo con ellos

5. ¿Cuál es el nivel de estudios de tu padre y madre?


Padre Madre
Sin estudios o estudios elementales
Estudios primarios
Estudios secundarios (E.S.O., bachiller, ciclos medios, superiores, etc)
Estudios universitarios (grados, máster, etc )

6. La relación con tu familia la consideras: 7. ¿Cuál es tu opción religiosa?

a. Muy buena ……………………..................☐ a. Católico/a practicante………………………..………..☐


b. Buena …………………………….............. ☐
b. Católico/a no practicante ……………………….….....☐
c. Regular …………………...........................☐
d. Mala …………………............................... ☐ c. No creyente …………………………………….………☐
e. Muy mala …………………....................... ☐
d. Otra religión, ¿cuál?__________________________
f. Inexistente ………………….......................☐

8. ¿Suspendiste alguna materia en la última evaluación? ………………………..Sí ☐ No ☐


9. ¿Tienes pareja actualmente? ………………………………………………………..Sí ☐ No ☐
10. Edad de tu pareja: _______________
11. ¿Cuánto tiempo lleváis juntos? _______________
12. ¿Has tenido alguna relación sentimental anterior? …...Sí ☐ No ☐ 13.¿Cuantas?_______

14. ¿Sabes qué es el SEXTING? ………………………………………………………………..Sí ☐ No ☐

1
DEFINICIÓN SEXTING
El Sexting consiste en el envío, recepción y reenvío de contenidos de tipo sexual y/o erótico (incluyendo
fotografías, vídeos o textos), a otras personas a través de teléfonos móviles, redes sociales u otros medios
informáticos (Skype, chats…).

15.¿Tienes…? (puedes seleccionar varias opciones)


 Teléfono móvil con conexión a internet.
 Ordenador de uso familiar con conexión a internet.
 Ordenador de uso personal con conexión a internet.
 Tablet de uso familiar con conexión a internet.
 Tablet de uso personal con conexión a internet.

16. ¿Tu madre o padre vigilan tu acceso y uso …? (puedes seleccionar varias opciones)
 A las páginas que visitas en internet.
 Al uso que le das a tu teléfono móvil.
 A las redes sociales (Facebook…).
 No tienen un control sobre tu acceso y uso del teléfono móvil, ordenador o tablet.

17.Si has respondido que tienes teléfono móvil, ¿tiene este…? (Puedes seleccionar varias opciones)
 Acceso a redes sociales (Ej. Facebook)
 WathsApp o chats similares.
 Skype.
 Otras aplicaciones similares.

18.¿Cuánto tiempo al día dedicas a utilizar tu teléfono móvil?


 30 min.
 1 hora a 2 horas.  Más de 4 horas.
 3 horas a 4 horas  Todo el día.

19.¿Cuánto tiempo al día estás conectado/a a internet? (Ten en cuenta el tiempo de uso de internet en
el teléfono móvil y el tiempo en el ordenador)
 Todos los días, más de cuatro horas diarias.
 Todos los días, más de dos horas diarias.
 Todos los días, más de una hora diaria.
 Todos los días, menos de una hora diaria.
 Algunos días o una vez a la semana.

20.¿Tienes perfil en redes sociales? (Puedes seleccionar varias opciones)


 Facebook.
 Twitter.  Redes de citas o de solteros/as como Badoo o similares.
 Tuenti.  Otros:…. ¿Cuáles?_____________________

21.¿Cuántos contactos tienes o te siguen en tu/s perfil/es? Marca con una X la respuesta que has
elegido.

Menos de Entre Entre Más de Más de


100 100- 300 300-500 500 1000
Facebook
Tuenti
Twitter
Instagram
Otros….¿Cuáles?___________

22.¿Aceptas todas las solicitudes de amistad que recibes?


 Sí, siempre, aunque no sepa quién es.
 Acepto a mis amigos/as, y también a amigos/as de mis amigos/as, aunque no los conozca en persona.
 En alguna ocasión he aceptado la solicitud de alguien a quien no conocía en persona.
 Sólo acepto a amigos/as a los que ya conozco en persona.

2
23.¿Es importante el número de contactos en una red social? ……………………..Sí ☐ No ☐
24.¿Quién puede ver las publicaciones de tu perfil?
 Solamente mis amigos/as.  Solamente yo.
 Mis amigos/as y los amigos/as de estos.  No lo recuerdo.
 Es un perfil abierto a todo el público.  No sé cómo seleccionar opciones de
privacidad.

25. ¿Sueles etiquetar a tus contactos en tus fotos? ………………….………........…Sí ☐ No ☐

26. ¿Has sentido que tu popularidad ha crecido desde que haces esto?................ Sí ☐ No ☐

27. En los últimos 12 meses, ¿has visto o recibido mensajes sexuales y/o eróticos de algún tipo en
Internet o a través del teléfono móvil (WathsApp o similares)? …………………...Sí ☐ No ☐

28. Si has respondido que sí a la pregunta anterior, ¿alguno de esos mensajes sexuales y/o eróticos
que has visto o recibido te ha molestado de alguna manera? Por ejemplo, te hizo sentir incómodo/a,
molesto/a o sientes que no deberías haberlo visto o recibido. ………………………....Sí ☐ No ☐

29. ¿Crees que puede llegar a ser peligroso el uso de las redes sociales? Valora del 1 (Nada peligroso)
a 4 (Muy peligroso). A continuación pon una X en la respuesta que has elegido.

1☐ 2☐ 3☐ 4☐ 5☐
Nada peligroso Algo peligroso Ni mucho ni poco Peligroso Muy peligroso

30.¿Crees que puede ser peligroso enviar contenido de sexting? Valora del 1 (Nada peligroso) a 4 (Muy
peligroso). A continuación pon una X en la respuesta que has elegido.

1☐ 2☐ 3☐ 4☐ 5☐
Nada peligroso Algo peligroso Ni mucho ni poco Peligroso Muy peligroso

31. ¿Crees que tus amigos/as creen que el uso de las redes sociales puede llegar a ser peligroso?
…………………………………………………………………………………………………………..Sí ☐ No ☐

32.¿Alguna vez has recibido formación sobre el uso de las redes sociales?.................Sí ☐ No ☐

33. ¿Alguna vez has recibido formación sobre educación sexual? ……….................... Sí ☐ No ☐

34. ¿Alguna vez has tenido alguno de los siguientes comportamientos? Lee atentamente cada
enunciado y evalúalo en una escala de 1 (Nunca lo haces) a 5 (Siempre lo haces). Pon una X en la
respuesta que has elegido.
1 2 3 4 5
Nunca Casi nunca En ocasiones Frecuentemente Siempre

1. Enviar una foto y/o vídeo de mí mismo/a sexualmente sugerente. 1 2 3 4 5


2. Enviar una foto y/o vídeo de mí mismo/a en ropa interior usando un teléfono
1 2 3 4 5
móvil.
3. Enviar una foto y/o vídeo de mí mismo/a en ropa interior a través de las redes
1 2 3 4 5
sociales, Skype o similares.
4. Enviar una foto y/o vídeo de mí mismo/a desnuda/o usando un teléfono móvil. 1 2 3 4 5
5. Enviar una foto y/o vídeo de mí mismo/a desnuda/o a través de las redes
1 2 3 4 5
sociales, Skype o similares.
6. Enviar a un mensaje de texto sexualmente sugerente usando un teléfono
1 2 3 4 5
móvil.
7. Enviar a un mensaje de texto sexualmente sugerente a través de las redes
1 2 3 4 5
sociales, Skype o similares.
8. Enviar a un mensaje de texto con proposiciones sobre actividad sexual
1 2 3 4 5
usando un teléfono móvil.
9. Enviar a un mensaje de texto con proposiciones sobre actividad sexual a
1 2 3 4 5
través de las redes sociales, Skype o similares.

3
35. Lee atentamente cada enunciado y piensa…¿Crees que estos comportamientos son más
frecuentes en chicos, en chicas o en ambos igual? Pon una X en la respuesta que has elegido.
Más común Más común En ambos
en chicos en chicas igual
1. Enviar una foto y/o vídeo de mí mismo/a sexualmente sugerente.
2. Enviar una foto en ropa interior de mí mismo/a usando un teléfono
móvil.
3. Enviar una foto y/o vídeo en ropa interior de mí mismo/a a través de
las redes sociales, Skype o similares.
4. Enviar una foto y/o vídeo desnuda/o de mí mismo/a usando un
teléfono móvil.
5. Enviar una foto y/o vídeo desnuda/o de mí mismo/a a través de las
redes sociales, Skype o similares.
6. Enviar un mensaje de texto sexualmente sugerente.
7. Enviar un mensaje de texto con proposiciones sobre actividad sexual.

36. Indica a quién has enviado… (Puedes seleccionar varias opciones). Si nunca has hecho lo que se
especifica, pasa a la siguente pregunta.

Otra/s Alguien
Novio/a Amigos/as persona/s desconocido
1. Fotografías y/o videos de ti mismo/a desnudo/a.
2. Fotografías y/o videos de ti mismo/a casi desnudo/a o
en ropa interior.
3. Fotografías y/o videos de ti mismo/a en las que
participas de un acto sexual con otra persona.
4. Fotografías y/o videos de ti mismo/a en las que realizas
un acto sexual en solitario (por ejemplo, la masturbación).
5.Fotografías y/o videos de ti mismo/a en una pose
sexualmente sugerente, pero vestido/a.
6. Mensajes sugerentes o con proposiciones sobre
actividad sexual.

37.¿A quien enviarías mensajes o fotografías de contenido sexual y/o erótico?

1. Alguien de quien estás enamorado/a …………………………………...…………Sí ☐ No ☐


2. Alguien con alguien con el/la que has tenido un rollo …………..……………… Sí ☐ No ☐
3. Alguien a quien acabas de conocer ……………………………………..……….. Sí ☐ No ☐
4. Alguien con quien querías ligar …………………………………………..………...Sí ☐ No ☐
5. Alguien a quien solo conocías a través de internet ………………..……….……Sí ☐ No ☐

38. ¿Confías plenamente en la/s persona/s a quien envías de este tipo de contenidos (fotografías o
textos)? ……..…………………………………………………………………………………Sí ☐ No ☐

39. Indica la frecuencia con que utilizas los siguientes medios para enviar o reenviar contenido de
sexting.

1 2 3 4 5 6
Nunca Casi nunca En algunas ocasiones En varias ocasiones Frecuentemente Siempre

1. Mensaje de texto 1 2 3 4 5 6
2. Correo electrónico 1 2 3 4 5 6
3. Facebook 1 2 3 4 5 6
4. Twitter 1 2 3 4 5 6
5. Wathsapp u otros similares 1 2 3 4 5 6

40. ¿Crees que contenidos (fotografías o textos) de tipo erótico/sexual están seguros en tu teléfono
móvil? ….…Sí ☐ No ☐ ¿Por qué? _______________________________________________

41. ¿Crees que contenidos (fotografías o textos) de tipo erótico/sexual están seguros en tu
ordenador? Sí ☐ No ☐ ¿Por qué? ______________________________________________
4
42. ¿Alguna vez te has sentido obligado/a o coaccionado/a a enviar algún tipo de contenido
erótico/sexual? …………………………………………………………….…………………..Sí ☐ No ☐

43. ¿Por quién? Tu pareja …………………………………………………………..Sí ☐ No ☐


Amigos/as, compañeros/as ………….………………………..Sí ☐ No ☐
Alguien desconocido …………………………………………...Sí ☐ No ☐
Una persona adulta ……………………………………………. Sí ☐ No ☐

44. ¿Conoces a alguien que lo haya sufrido? …...Sí ☐ No ☐ 45. ¿Cuantos/as? _______

46. ¿ Era chico o chica? …………….….. Chico ☐ Chica ☐

47. ¿Alguna vez te han chantajeado después de enviar fotografías, videos o textos con contenido
erótico y/o sexual? ……………………………………………………...………………….....Sí ☐ No ☐

48. ¿Quién? Tu pareja …………………………………………………………..Sí ☐ No ☐


Amigos/as, compañeros/as ………….………………………..Sí ☐ No ☐
Alguien desconocido …………………………………………...Sí ☐ No ☐
Una persona adulta ……………………………………………. Sí ☐ No ☐

49. ¿Conoces a alguien que lo haya sufrido? …...Sí ☐ No ☐ 50. ¿Cuantos/as? _______

51. ¿ Era chico o chica? …………….….. Chico ☐ Chica ☐

52. ¿Alguna vez se han burlado de ti después de enviar fotografías, videos o textos con contenido
erótico y/o sexual? ……………………………………………………...…….....Sí ☐ No ☐

53. ¿Quién? Tu pareja …………………………………………………………..Sí ☐ No ☐


Amigos/as, compañeros/as ………….………………………..Sí ☐ No ☐
Alguien desconocido …………………………………………...Sí ☐ No ☐
Una persona adulta ……………………………………………. Sí ☐ No ☐

54. ¿Alguna vez te has grabado en actitud erótica y/o sexual tu solo/a? ………………....Sí ☐ No ☐

55. ¿Alguna vez te has grabado en actitud erótica y/o sexual con otra persona? ……....Sí ☐ No ☐

56. Lee atentamente cada enunciado y evalúalo en una escala de 1 (Totalmente en desacuerdo) a 5
(Totalmente de acuerdo). A continuación pon una X en la respuesta que has elegido.
1 2 3 4 5
Totalmente en En desacuerdo Ni en desacuerdo ni De acuerdo Totalmente de
desacuerdo de acuerdo acuerdo

1. El sexting es sólo una manera de coquetear 1 2 3 4 5


2. El sexting no provoca ningún daño 1 2 3 4 5
3. El sexting es divertido 1 2 3 4 5
4. El sexting es emocionante 1 2 3 4 5
5. El sexting forma parte de una relación 1 2 3 4 5
6.El sexting es algo normal en las relaciones sentimentales hoy en día 1 2 3 4 5
7. El sexting no es gran cosa 1 2 3 4 5
8 Creo que el sexting puede causarme problemas en el futuro 1 2 3 4 5
9. Enviar textos sexualmente sugerentes es peligroso 1 2 3 4 5
10. Enviar imágenes sexualmente atrevidas me deja indefenso/a 1 2 3 4 5
11. Enviar fotos o videos sexualmente sugerentes es peligroso. 1 2 3 4 5
12. Tienes que tener cuidado con el sexting. 1 2 3 4 5
13.Comparto los mensajes de sexting que recibo con mis amigos/as 1 2 3 4 5
14 Comparto mis mensajes de sexting con mis amigos/as. 1 2 3 4 5
15. Mi pareja sentimental espera que le envíe textos sexualmente
1 2 3 4 5
atrevidos
16. Mi pareja sentimental espera que envíe fotos o vídeos subidos de tono
1 2 3 4 5
sexual
17. El sexting mejora mi relación o mi posible relación 1 2 3 4 5
5
57. ¿Por quéº has prácticado Sexting…? Lee atentamente cada enunciado y evalúalo en una escala
de 1 (Nunca) a 6 (Siempre). A continuación pon una X en la respuesta que has elegido.
1 2 3 4 5 6
Nunca Raras veces En algunas ocasiones En bastantes ocasiones Casi siempre Siempre

1. Quería ser coqueto/a o insinuante. 1 2 3 4 5 6


2. Quería preliminares 1 2 3 4 5 6
3. Quería cumplir con las necesidades de mi pareja 1 2 3 4 5 6
4. Quería intimidad 1 2 3 4 5 6
5. Estaba aburrido/a 1 2 3 4 5 6
6. Estaba solo/a 1 2 3 4 5 6
7. Estaba borracho/a 1 2 3 4 5 6
8 Queria ser como mis amigos/as 1 2 3 4 5 6
9. Quería evitar una discusión 1 2 3 4 5 6
10. Había tomado drogas 1 2 3 4 5 6

58. En tu opinión, ¿Cuáles crees que son las razones de los chicos y de las chicas para enviar este
tipo de contenidos? Pon una X en las respuestas que has elegido.
Chicos Chicas
1. Conseguir mantener la atención o el interés de la otra persona
2. Alguien los/las ha presionado para enviarlos
3. Como un regalo “sexy" para un novio/a
4. Para sentirse sexys.
5. Para conseguir gustarle a alguien
6. Por la presión de amigos/as
7. Para conseguir los mismo de la otra persona
8. Por diversión o coqueteo
9. Para hacerse notar
10. Como respuesta a un contenido de este tipo que han recibido
11. Otros, ¿Cuáles?: _____________________
12. Ninguno de estos / No lo se

59. Lee atentamente cada enunciado y evalúalo en una escala de 1 (Totalmente en desacuerdo) a 6
(Totalmente de acuerdo). A continuación pon una X en la respuesta que has elegido.

1 2 3 4 5 6
Totalmente en Moderadamente Levemente Levemente Moderadamente Totalmente de
desacuerdo en desacuerdo en desacuerdo de acuerdo de acuerdo acuerdo

1. Las mujeres intentan ganar poder controlando a los hombres. 1 2 3 4 5 6


2. Las mujeres exageran los problemas que tienen en el trabajo. 1 2 3 4 5 6
3. Una vez que una mujer logra que un hombre se comprometa con
1 2 3 4 5 6
ella, por lo general intenta controlarle estrechamente.
4. Cuando las mujeres son vencidas por los hombres en una
competencia justa, generalmente ellas se quejan de haber sido 1 2 3 4 5 6
discriminadas.
5. Existen muchas mujeres que para burlarse de los hombres,
primero se insinúan sexualmente a ellos y luego rechazan los 1 2 3 4 5 6
avances de estos.
6. Las mujeres feministas están haciendo demandas
1 2 3 4 5 6
completamente irracionales a los hombres.
7. Muchas mujeres se caracterizan por una pureza que pocos
1 2 3 4 5 6
hombres poseen.
8. Las mujeres deben ser queridas y protegidas por los hombres. 1 2 3 4 5 6
9. Todo hombre debe tener una mujer a quien amar. 1 2 3 4 5 6
10. El hombre está incompleto sin la mujer. 1 2 3 4 5 6
11. Las mujeres en comparación con los hombres, tienden a tener
1 2 3 4 5 6
un sentido más refinado de la cultura y el buen gusto
12. Los hombres deberían de estar dispuestos a sacrificar su
propio bienestar con el fin de proveer seguridad económica a las 1 2 3 4 5 6
mujeres.
6
60. Lee atentamente cada enunciado y evalúalo en una escala de 1 (Totalmente en desacuerdo) a 5
(Totalmente de acuerdo). A continuación pon una X en la respuesta que has elegido.

1 2 3 4 5
Totalmente en Más bien Ni en desacuerdo ni Mas bien de Totalmente
desacuerdo en desacuerdo de acuerdo acuerdo de acuerdo

1. En alguna parte hay alguien predestinado para cada persona (“tu


1 2 3 4 5
media naranja).
2. La pasión intensa de los primeros tiempos de una relación debería
1 2 3 4 5
durar siempre.
3. El amor es ciego. 1 2 3 4 5
4. El matrimonio es la tumba del amor. 1 2 3 4 5
5. Los celos son una prueba de amor. 1 2 3 4 5
6. Se puede amar a alguien a quien se maltrata. 1 2 3 4 5
7. Se puede maltratar a alguien a quien se ama. 1 2 3 4 5
8. El amor verdadero lo puede todo. 1 2 3 4 5

61. Responde a las siguientes afirmaciones de la forma que mejor refleje su verdadera opinión. No hay
respuestas buenas o malas, todas son correctas si son sinceras. Responde de la siguiente forma: 1.
Totalmente en desacuerdo 2. En desacuerdo 3.De acuerdo 4. Totalmente de acuerdo
1 2 3 4
Totalmente en En desacuerdo De acuerdo Totalmente
desacuerdo de acuerdo

1. Las zonas nudistas deberían ser totalmente ilegales. 1 2 3 4


2. El aborto debería ser posible para cualquier mujer que piense que pod
1 2 3 4
ría ser la mejor decisión.
3. La información y consejos sobre la contracepción (control de natalidad)
1 2 3 4
deberían darse a cualquier persona que quiere mantener relaciones sexuales.
4. A los padres y madres se les debería informar si sus hijos o hijas menores de
edad (de 18 años) han visitado una clínica para obtener un método 1 2 3 4
anticonceptivo.
5. Nuestras leyes deberían endurecerse para prevenir la distribución de
1 2 3 4
pornografía.
6. La prostitución debería ser legalizada. 1 2 3 4
7. El petting (caricias para estimular una parte o todo el cuerpo) es inmoral a
1 2 3 4
menos que la pareja esté casada.
8. Las relaciones sexuales prematrimoniales para la gente joven es inaceptable
1 2 3 4
para mí.
9. Las relaciones sexuales sin afecto entre jóvenes no casados son aceptables
1 2 3 4
para mí si ambos están de acuerdo
10. La conducta homosexual es una alternativa aceptable de las distintas
1 2 3 4
preferencias sexuales.
11. Una persona que coge una enfermedad de transmisión sexual (venére
1 2 3 4
a) es porque probablemente se lo merece.
12. La conducta sexual de una persona es asunto propio, y nadie debería hacer
1 2 3 4
juicios de valor sobre ello.
13.Las relaciones sexuales deberían solamente ocurrir entre dos personas
1 2 3 4
que están casadas.

MUCHAS GRACIAS POR TU COLABORACIÓN

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