Professional Documents
Culture Documents
Había una vez un gusanito que vivía en una hermosísima hoja de repollo. La hoja
de repollo era verde y blanca. Y el sol calentaba todo el día a la hoja y al gusanito.
La mamá del gusanito le había dicho un día: -Si alguna vez tienes hambre,
puedes trepar por ese manzano y comer de una manzana pequeñita, pero que sea
muy pequeñita, porque sino...
Entonces quiere otra vez salir al tronco, otra vez al sol, otra vez al calorcito del
huerto y su hojita de repollo. Pero...¿Por dónde se sale de esta manzana tan
grande? El gusanito da vueltas y vueltas y no encuentra el agujerito por donde
entró. Sin darse cuenta se va metiendo cada vez más adentro, hasta llegar al
mismo corazón de la manzana. Y de tanto llorar se queda dormido.
-¡No me comas, no me comas, ten cuidadito! Pero bueno, ¿de dónde salía esa
vocecita tan fina? -Huy, mamá mira, esta manzana tiene un gusanito. ¡Pero tan
hermosa que parecía ! Tira lo que te queda, hijo. ¿Tirarla? Estas mamás no
entienden nada de manzanas ni de gusanitos. -¿Puedo llevármela a casa y dejar
en el jardín el gusanito? -Bueno... si te parece... -¡Qué susto!
El gusanito vive ahora en una hojita de rosal. La hojita de rosal es blanca y verde.
El gusanito es verde y blanco. Y el sol calienta todo el día al la hoja y al gusanito.
A un gusanito feliz que nunca más volvió a comer de una manzana grande,
grande y coloradota