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ARTÍCULO CIENTÍFICO
Curso : PEDIATRIA I
Rotación : N° 5
Ciclo : IX
Piura - Perú
CONSIDERACIONES PRINCIPALES:
La enfermedad hemolítica Rhesus (Rh) del recién nacido, puede conducir a una excesiva
hiperbilirrubinemia y a un daño cerebral permanente debido a kernicterus.
Las recomendaciones para el uso rutinario de IgIV son controvertidas debido a diversas
limitaciones metodológicas de los estudios. La revisión Cochrane sugirió en el 2002 que
deberían esperarse los resultados de otros estudios de mayor calidad. La Academia
Americana de Pediatría (AAP) recomendó en el 2004 el uso de IgIV (0.5-1 g/kg) para la
enfermedad hemolítica por incompatibilidad Rh en los casos de fracaso de la fototerapia
en base a los mismos datos limitados. Teniendo en cuenta estas recomendaciones
conflictivas, sería urgentemente necesario un ECA bien diseñado para el uso de IgIV en
esta patología. Los autores diseñaron este estudio clínico en base a la hipótesis de que la
IgIV reduce la necesidad de exanguinotransfusión.
Materiales y métodos
El producto IgIV utilizado en este estudio (Nanogam) fue tratado con un disolvente
detergente para inactivar virus envueltos, y sometido a filtración a través de un filtro de
15 nm para eliminar virus sin envoltura, incluyendo al parvovirus B19. Este producto
contiene > 95% de IgG monomérica y no presenta agregados.
Los criterios para exanguinotransfusión fueron: (1) bilirrubina sérica total con un valor
superior a los umbrales de exanguinotransfusión y/o (2) aumento de la bilirrubina > 0.5
mg/dl por hora a pesar de la fototerapia intensiva y/o (3) síntomas clínicos de
encefalopatía aguda por bilirrubina independientemente del nivel de la misma. Los
criterios de exanguinotransfusión no se basaron en umbrales fijos de bilirrubina, sino que
se obtuvieron a partir de los nomogramas de la AAP y variaron de acuerdo a la edad
postnatal (horas/día) del recién nacido. La exanguinotransfusión se realizó con una
transfusión de doble volumen (160 ml/kg) utilizando glóbulos rojos compatibles irradiados
y leucodepletados.
Los datos se presentaron como medias y desvíos estándar (DE) o como medianas y
rangos, según el caso. El análisis estadístico se realizó mediante la t test de Student y test
de Mann-Whitney para variables continuas. Se utilizaron test de x2 y prueba exacta de
Fisher para las variables categóricas, según corresponda. Un valor de p < 0.05 fue
considerado estadísticamente significativo.
Resultados
Un total de 121 niños con enfermedad hemolítica rhesus nacieron durante el período de
estudio, de los cuales 41 (34%) fueron excluidos. Se incluyeron 80 pacientes en el
estudio, 41 pacientes en el grupo IgIV y 39 en el grupo placebo. Se incluyó un par de
gemelos en el grupo IgIV. Ambos niños recibieron IgIV del mismo frasco de acuerdo con
el protocolo. Durante la infusión de la medicación en estudio, no se reportaron efectos
adversos potenciales como hipotensión, taquicardia, o reacciones alérgicas. Las
características basales de los 2 grupos de tratamiento fueron similares.
Todos los neonatos fueron tratados con fototerapia intensiva directamente después del
nacimiento. La media (DE) de días de fototerapia en los neonatos del grupo IgIV y del
grupo placebo fue de 4.7 (1.8) y 5.1 (2.1), respectivamente (p =0.34). Se requirió por lo
menos una exanguinotransfusión en el 17% (7 de 41) de los neonatos del grupo IgIV y en
un 15% (6 de 39) en el grupo placebo (p=0.99). Las medianas del número de
exanguinotransfusiones en el grupo IgIV y en el grupo placebo fueron de 0 (rango: 0-2) y
0 (rango: 0-2), respectivamente (p = 0.90). La mediana de tiempo desde el nacimiento
hasta la exanguinotransfusión fue de 44 horas (rango: 9-60) en el grupo IgIV y 31 horas
(rango: 22-66) en el grupo placebo. La IgIV o el placebo se administraron dentro de las
primeras 4 horas después del nacimiento.
Los niveles medios máximos de bilirrubina al ingreso fueron similares en ambos grupos
(14.8 +/- 4.7 vs. 14.1 +/- 4.9 mg/dl, respectivamente; p=0.52). Se observaron resultados
similares para los resultados primarios y secundarios de los subgrupos de recién nacidos
después de la estratificación por el tratamiento con TIU.
Un paciente incluido en el estudio desarrolló una sepsis por Bacillus cereus con abscesos
cerebrales unos días después de una exanguinotransfusión realizada a través de un
catéter venoso umbilical. Debido a esto efecto adverso grave, se abrió el código de
randomización del paciente y se observó que el niño había recibido IgIV. Se realizaron
subsecuentemente pruebas de esterilidad en los lotes de IgIV utilizados y se comprobó
que eran estériles. Además, se realizaron y examinaron los cultivos de todos los productos
de donantes de sangre utilizados para la TIU y la exanguinotransfusión y también fueron
estériles. Por lo tanto, la causa de la infección permaneció poco clara y pudo haber estado
relacionada con el cateterismo venoso umbilical y la exanguinotransfusión. La información
detallada de este caso excepcional se puede encontrar en un reporte de caso.
Discusión
En este ensayo clínico, los autores han demostrado que el tratamiento profiláctico con
IgIV en los recién nacidos con enfermedad hemolítica por Rh no redujo la necesidad de
exanguinotransfusión o las tasas de otros resultados neonatales adversos. Estos
resultados no apoyan la recomendación de administrar IgIV en la enfermedad hemolítica
por Rh, como se indica en las últimas guías de la AAP. Este estudio coincide con el análisis
Cochrane en que no hay evidencia para recomendar el uso rutinario de IgIV.
Los resultados de los autores están en contraste con la mayoría de las recomendaciones
recientes de la AAP de utilizar 0.5 a 1 g/kg de IgIV en la enfermedad hemolítica por Rh en
los casos de fracaso de la fototerapia. Estas directrices fueron publicadas en el 2004 en
base a un número limitado de estudios controlados randomizados pequeños. Importantes
limitaciones metodológicas obstaculizaron la interpretación de estos estudios, incluyendo
el diseño subóptimo y una amplia gama de criterios de inclusión. La Colaboración
Cochrane realizó una revisión de 3 estudios, incluyendo un total de 189 niños. Rubo y col.
incluyeron en un ensayo clínico multicéntrico a 32 recién nacidos con enfermedad
hemolítica por incompatibilidad Rh. No se dieron detalles sobre TIU y edad gestacional.
Varios años más tarde, Dagoglu y col. incluyeron en un ensayo clínico a 29 niños
pretérmino y 12 recién nacidos de término. No se definieron los puntos de corte para
prematurez ni los criterios para la transfusión de glóbulos rojos. En 1999, Alpay y col.
incluyeron en su estudio a 116 niños, en su mayoría con incompatibilidad ABO (n=93),
pero también a recién nacidos con enfermedad hemolítica rhesus (n=16) y con
incompatibilidad ABO y Rh (n=7). Sin embargo, los resultados no fueron para cada grupo
por separado. Ninguno de los estudios describió las guías para la realización de la
fototerapia, y ninguno de ellos utilizó un placebo en el grupo control o describió un
método de cegamiento de la intervención después de la asignación de grupos. De acuerdo
con la revisión Cochrane, ninguno de los ensayos cumplió con los criterios para ser un
estudio de alta calidad. El estudio de los autores es el primer estudio aleatorio bien
diseñado, doble ciego y controlado con placebo sobre este tema.
Varias otras explicaciones se pueden prever para explicar la falta de efecto de la IgIV en
este estudio. Una posible explicación podría ser el inicio del tratamiento con fototerapia
intensiva y profiláctica inmediatamente después del nacimiento, reduciendo así el riesgo
de hiperbilirrubinemia severa. Además, la mayoría de los niños incluidos en este estudio
fueron tratados con TIU. Por la TIU, los eritrocitos Rh-incompatibles del feto son
reemplazados por las células del donante Rh-compatibles. Dependiendo del intervalo entre
la última TIU y el parto, estas células del donante todavía están presentes después del
nacimiento, lo que resulta en una hemólisis menos o más demorada. Sin embargo, varios
grupos como el de los autores han demostrado que incluso después de la TIU, los
neonatos con enfermedad hemolítica por incompatibilidad Rh todavía requieren a menudo
una exanguinotransfusión. En este estudio, la IgIV no fue eficaz ni en el grupo de TIU ni
en el grupo sin TIU. Sin embargo, el número de pacientes incluidos en el subgrupo sin TIU
(n=27) puede ser demasiado pequeño para sacar conclusiones firmes.
Pero en mi opinión fue necesario además incluir la frase “Randomized Trial” ya que
existen pocos estudios recientes que utilicen esta metodología. Y por otro lado el
incluir estas palabras en las Key Words ayudaría a una mejor búsqueda del
documento virtualmente.
5. DE LOS RESULTADOS:
Doscientos niños previamente sanos con diagnóstico de bronquiolitis viral, con una
mediana de edad de 3,5 meses (rango, 29 días-12,1 meses) se enrolaron en el
estudio durante las temporadas de bronquiolitis, entre febrero de 2010 y marzo de
2012.
1. Diez niños fueron excluidos del análisis: 3 deberían haber sido excluidos del
enrolamiento (1 tenía antecedentes de apnea antes de la admisión, y 2 no
cumplieron los criterios de inclusión del estudio).
2. Cinco niños en el grupo control y ninguno en el grupo de dexametasona
requirieron cuidados intensivos a las 26, 36, 86, 140 y 141 horas,
respectivamente, y 2 niños más fueron retirados electivamente por su
padres.
3. De los 190 niños restantes: 100 fueron asignados al azar para recibir
dexametasona y 90 para recibir placebo.
4. Las características basales de los sujetos fueron similares en los 2 grupos
de tratamiento antes del enrolamiento.
6. DE LA DISCUCIÓN Y CONCLUSIONES:
CONCLUSIONES:
La dexametasona oral administrada con salbutamol reduce significativamente la
duración hasta la disposición clínica para el alta en el tratamiento de la
bronquiolitis en pacientes con eccema o historia familiar de asma en un familiar
de primer grado.
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