Professional Documents
Culture Documents
Ave María
Pero de madrugada
Comenzar la jornada, de madrugada con la oración, es proyectar el día
desde los planes de su Corazón. Es hermoso pensar que detrás de este
Jesús orando de madruga resuena el Salmo 64: «Oh Dios, tú eres mi
Dios, por Ti madrugo».
Orar de madrugada al estilo de Jesús, es ofrecer lo mejor de la vida,
todo el ser, es comenzar el día en intimidad con el Padre.
Cuando no comenzamos el día orando en la madrugada, tenemos el
peligro de no enterarnos del paso de Dios por nuestra vida.
Mirar a Jesús en sus misterios, es adentramos también en el corazón de
su oración. Una oración donde el Señor buscaba el rostro de Su Padre,
para vivir esa unión que en Jesús es ontológica, pues es “uno” con el
Padre: se une existencialmente al Amor del Padre en la oración y en la
vida. Jesús de madrugada se entrega a la voluntad del Padre, en una
oración sencilla tejida desde el gozo del amanecer... “Por Ti madrugo”.
1
Escribía sobre la arena
Francisco Cerro Chaves (extractos)
Entonces se sentó
Es curioso, pero para enseñar, Jesús se sienta. Es decir, actúa como
Maestro, como un maestro de la Ley que legisla sentado.
Sentarse es siempre sinónimo de legislar y para eso se requiere la
tranquilidad y el sosiego, que expresa el estar sentado. No tiene prisa.
Las verdaderas leyes, las que pretenden hundir sus raíces en el corazón
humano, requieren sentarse con calma.
También su actuación nos muestra otra expresión: la espera.
Sentarse sin prisas supone la sabiduría de las decisiones verdaderas y
duraderas. Sobre éstas es desde donde deberíamos asentar nuestra vida.
Sentarse es decir siempre al que llega que nos importa.
Y se puso a enseñarles
Muchas veces aparece en el Evangelio que Jesús «enseñaba con
calma». Es decir, cuando instruía ponía en ello el alma, la vida y el
corazón. Cuando enseñamos de verdad, estamos expresando con ello la
profunda verdad de nuestra vida. Siempre que enseñamos, deberíamos
preguntarnos si nos creemos verdaderamente lo que decimos.
Cuando enseñamos de corazón, cuando nos creemos de verdad lo que
hablamos, entonces, como Jesús, transmitimos vida.
2
Escribía sobre la arena
Francisco Cerro Chaves (extractos)
Sorprendida en adulterio
Oración
Mírame, Señor,
con la Misericordia inmensa
de tus ojos llenos de ternura,
que me estrechan contra tu Corazón. AMÉN.
3
Escribía sobre la arena
Francisco Cerro Chaves (extractos)
Oración
¿Por qué será, Señor, que tenemos
miedo a que llegues de repente?
Cuando la verdad es que te acercas siempre
como Esposo y Padre Bueno. AMÉN.
Moisés
Nunca dejaré de decirte una y otra vez: ¡GRACIAS!
Él vino a dar plenitud a la Ley, la superó por el amor, pero nunca la
ridiculizó con mala intención. Puso en el centro el amor de Dios por el
ser humano. Pero sabía que las verdaderas leyes hunden sus raíces en
la pasión del Señor por el corazón de sus hijos.
4
Escribía sobre la arena
Francisco Cerro Chaves (extractos)
Pero Jesús
¿Qué hace Jesús? Lo primero que impresiona es su silencio. ¡Bendito
silencio de Dios! Su silencio no es indiferencia, sino que es la
pedagogía amorosa de Dios que calla cuando tiene muchas cosas que
decir, pero que ahora debe recorrer un previo camino de silencio.
5
Escribía sobre la arena
Francisco Cerro Chaves (extractos)
Inclinándose
Jesús ante el pecado[r] se agacha. Se inclina y se pone al nivel de
aquella pecadora. El que se incline significa que es el único que se
pone a su nivel para escucharla. Sólo escuchamos en la medida en que
nuestro corazón se abaja y se inclina. Debemos ponernos al nivel de
quien está caído.
Ante el pecado[r] Dios se inclina. No ha venido a juzgar, sino a sanar
los corazones desgarrados. Sólo se sana en la medida en que nos
agachemos, porque tenemos que saber que somos pecadores, y como
decía san Ignacio de Loyola, todos «somos puro impedimento».
Jesús, como siempre, predica con su vida. Ante esta mujer se pone a su
nivel. Se sitúa de igual a igual. Lo que no había hecho ninguno de los
que la acusaban, y eso que eran probablemente más pecadores que esta
pobre mujer.
6
Escribía sobre la arena
Francisco Cerro Chaves (extractos)
Se incorporó
Jesús se incorpora. Se pone de pie. Lo hace como Sacerdote
Misericordioso que es.
Jesús es compasivo y misericordioso. No dice nada sin pensar. A pesar
de que se encuentra ante un auditorio acusador, no quiere responder
con las mismas armas con las que tratan de descalificarle a Él.
Se incorpora y mira con amor a todos aquellos, porque «se
encontraban como ovejas sin Pastor». Es necesario, ante el pecado,
saber incorporarse, ponerse en pie y saber que se cuenta con que «la
ayuda me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra».
Jesús levanta sus ojos. Como cuando resucitó a su amigo Lázaro (Jn.
11,43). No acusa, pero sí que su figura serena se pone en pie, ante
8
Escribía sobre la arena
Francisco Cerro Chaves (extractos)
Y les dijo:
Jesús se expresa siempre a favor de los que sufren. Su hablar es su
actuar. Como en el Génesis, que cuando Dios habla, siempre crea.
Aquí, cuando Jesús habla, crea siempre una persona nueva, un corazón
nuevo. Ésta es su grandeza permanente. Las palabras de Jesús son
creadoras de un Amor auténtico.
Ahora no es como en el Sinaí, que cuando Dios habla, lo hace
mediante «truenos y tormentas y con un ruido ensordecedor». Ahora
cuando el Señor se manifiesta lo hace mediante el susurro y la ternura
de su infinita Misericordia.
Cuando Jesús habla es siempre para edificar, para amar, para ayudar.
Esto es un buen recurso para el discernimiento en nuestra vida, pues
todo lo que nos desarma y desalienta nunca viene de Dios. Lo que
viene del Señor es que siempre se nos revela con mansedumbre y
humildad de corazón, para construir en nosotros un corazón manso y
humilde.
Las palabras de Jesús van siempre a favor de nuestra vida, por eso
nunca debemos de tener miedo a lo que el Señor nos quiera decir,
porque siempre hablará a nuestro favor. Todo lo que nos quita la paz
nunca viene de Dios. El enemigo no sabe ni quiere transmitir paz.
E inclinándose de nuevo
El amor siempre iguala a los que se aman
10
Escribía sobre la arena
Francisco Cerro Chaves (extractos)
Escribía en la tierra
Estoy seguro que toda mi vida te interesa
Les decía Juan Pablo II a los sacerdotes de Inglaterra, que no existe
ningún pecado que limite la Misericordia de Dios.
(...) es necesario releer una y otra vez esta escena, que nos presenta a
Jesús escribiendo sobre la arena, para que descubramos que nuestros
pecados están llamados a ser borrados, si confiamos en su
Misericordia.
El pecado es algo muy grave, porque nos roba lo más grande que
tenemos, que es la amistad con Dios, pero el Señor es tan bueno que
por su Misericordia hasta «de los males saca bienes».
Ellos
Nunca es tarde para comenzar de nuevo
(...) siempre dispuestos a descubrir y a condenar todo lo que vemos de
pecado y de fallo en los demás. Pero ¡qué poco nos miramos a nosotros
mismos para ser humildes y tener misericordia con todos!
Es verdad que unos somos más pecadores que otros, pero delante de
Dios todos estamos por igual necesitados de Misericordia. ¡Qué
hermoso es pensar esto!
11
Escribía sobre la arena
Francisco Cerro Chaves (extractos)
Se iban retirando
Rectificar es siempre de sabios.
12
Escribía sobre la arena
Francisco Cerro Chaves (extractos)
Oración:
Estoy cansado de tantas acusaciones,
sin conocerme me maltratan,
a veces mi corazón llora,
sólo me consuela tu Corazón Misericordioso. AMÉN
13
Escribía sobre la arena
Francisco Cerro Chaves (extractos)
Oración:
Sé, Señor, con toda certeza
que tú eres mi seguridad,
la que nunca falla,
la que me saca de todos los apuros. AMÉN.
Incorporándose
Sólo a tu lado, la vida comienza en cada instante
Es precioso descubrir que con Jesús nuestra existencia siempre tiene
arreglo. La solución siempre es levantarse, como Jesús le dijo a
Lázaro: «Levántate» (Jn. 11,43).
Jesús se incorpora y, con este gesto, anima a la mujer a levantarse, que
no se quede en lamentaciones inútiles.
14
Escribía sobre la arena
Francisco Cerro Chaves (extractos)
Jesús le dijo:
No se ha hundido porque se ha puesto en manos de Jesús.
No entendemos que el Señor nos pueda querer siempre. Pensamos que
Dios nos ama sólo cuando somos buenos y no nos soporta cuando no
lo somos tanto. Las matemáticas de Dios son de otra lógica: la del
Amor.
Oración:
Sólo en la medida en que he confiado en Ti,
he experimentado tu Corazón vivo,
que salía a mi encuentro
para llenarme de un gozo nuevo. AMÉN.
Mujer
Llamándola con cariño mujer, le dice que siempre estará a su lado. Que
no se desanime ante su pecado. Que sepa que siempre encontrará
alguna persona que crea en ella. Alguien que no instrumentalice su
amor.
¿Dónde están?
Jesús va a llevar a esta mujer a vivir con el convencimiento de que
«nada, ni nadie nos podrá quitar el amor de Dios» (Rom. 8,39). Ésta es
la verdadera alegría de nuestra vida: saber que Él permanece siempre
fiel. La alegría no es nuestra fidelidad tan cambiante, sino su fidelidad.
15
Escribía sobre la arena
Francisco Cerro Chaves (extractos)
Oración:
Ayúdame, Padre bueno,
a descubrir que tú siempre me miras
con ojos de Misericordia,
y que tu Corazón está abierto de par en par. AMÉN.
¿Nadie te ha condenado?
Si Jesús no «nos condena», ¿por qué nos condenamos nosotros?, ¿por
qué hacemos tanto caso a los que nos condenan sin entrañas de
misericordia?
Quizás el único que de verdad cree en nosotros.
Ella respondió:
«Crea en mí un corazón puro», con la convicción de que el Señor lo
puede formar desde nuestra nada y desde nuestros pecados.
El Señor nos quiere siempre. También en medio de nuestros pecados.
Nadie, Señor
Nadie, Señor, ha sido capaz de hundirme estando Tú adelante. Lo han
intentado, pero no han podido, porque “has sido más fuerte que yo y
les pudiste”. Ésta es la gran alegría de nuestra existencia.
Su amor siempre estará cercano para sacarnos de todas nuestras
tribulaciones. No es bueno que nos hundamos. El Señor nunca nos
hunde. Incluso aunque descubramos el pecado de nuestra vida en toda
16
Escribía sobre la arena
Francisco Cerro Chaves (extractos)
Jesús le dijo:
El Señor vuelve ahora a nosotros su mirada misericordiosa. Él siempre
nos mira con Misericordia. No es una mirada angustiada, sino de
perdón y de gozo.
Esto es lo más hermoso de nuestra vida, recordar que Jesús siempre se
dirige a nosotros con ternura y con el deseo de recordarnos que es el
Único que nos comprende de verdad y cuyas palabras siempre nos
salvan.
Cuando recordamos esto, nuestra existencia estrena el gozo de vivir
con esperanza. Cuando Jesús se dirige a esta mujer siempre le suscita
una esperanza cierta. Estoy contigo, no contra ti. Todos tus enemigos
se han ido, porque cuando descubren que me tienes a tu favor, todo es
distinto.
Jesús se dirige personalmente a ella. Nadie la había mirado así. A nadie
le había importado su vida. Sólo Jesús la había comprendido. No
justificaba su postura, pero le descubría que era amada en su pobreza.
El Señor no la coloca contra la cuerdas, sencillamente la comprende.
Comprender a las personas es devolverles una y otra vez el deseo de
vivir. En el fondo de su corazón esta mujer, por primera vez en su
historia, ha descubierto que alguien se dirige a ella, pero sin acusarla.
Oración:
Ahora y siempre te diré,
que creo en tu Amor Misericordioso,
tejido de tu silencio y tu ternura
y de tu vivir siempre en mi favor. AMÉN.
17
Escribía sobre la arena
Francisco Cerro Chaves (extractos)
Tampoco Yo te condeno
Tampoco Yo te condeno, quiere decir que Él siempre te ha amado, con
todo lo que lleva consigo el saber que amar a una persona significa
amar también su historia, y en el lote entran también sus fallos de
siempre.
El amor, o asume la total pobreza y miseria, o no es un amor al estilo
del Corazón de Cristo. Quien no ha conocido a Jesús, en el fondo
nunca ha sido aceptado y amado plenamente por nadie. Él es el único
que no nos condena.
Allí donde nosotros vemos miles de motivos para condenar, Él ve
millones de motivos para seguir perdonando y amando.
Vete
(...) quien ha conocido el amor de Jesús, vuelve gozoso por el camino
del Amor y de la Vida.
Vete, no te quedes cruzado de brazos. No digas nunca que todo está
perdido. No pronuncies las palabras: «no tiene solución». Todo tiene
arreglo cuando se ha conocido al Señor, aunque sea en las terribles
circunstancias de esta mujer.
A veces el Señor nos sorprende y nos acepta con su misericordia en las
circunstancias más difíciles.
El camino de la culpabilidad, es el que ya sabemos con toda seguridad
que nunca hay que recorrer, porque conduce inexorablemente a la
tristeza y a la depresión. Vete por el camino, y ya sabes que no debes
nunca volver la vista atrás.
Y en adelante
El pecado es apostar por no vivir. El pecado es la falsificación del
amor.
18
Escribía sobre la arena
Francisco Cerro Chaves (extractos)
No peques más
Jesús no atenúa la gravedad del pecado. Acentúa la gravedad que tiene
este pecado.
No peques más, en el fondo es decirle que su Misericordia no es
«descafeinada».
En el fondo, detrás de cada historia de pecado, existe una auténtica
falsificación del amor.
En el fondo, nuestro deseo, nuestro ideal es no volver a pecar más,
pero para dejarlo es necesario apostar «por el Dios de lo imposible».
19