Queridos hermanos:

En esta hora santa acerquémonos a Jesús. El está próximo a su pasión.

Luego de la cena, Jesús se dirige al Huerto de Getsemaní, en el monte de
los olivos.
Jesús les dice a sus discípulos (y nos dice): “Sentaos aquí, mientras yo voy
a orar”.
Necesita de nuestra compañía, como verdadero hombre expresa su
tristeza por lo que va a suceder. Siente en su cuerpo el peso de todos
nuestros pecados. Pero conoce su misión y sigue fiel.
Es el mismo Jesús que ha lavado los pies a sus discípulos.... es el mismo
que nos enseña: “Si yo, que soy el Señor y el maestro les he lavado los pies
a ustedes, también deben lavarse los pies los unos a los otros” “Les he
dado el ejemplo para que hagan lo mismo que yo hice con ustedes”.
Señor Jesús, aquí estamos, te acompañamos, te amamos, te adoramos. No
queremos dejarte solo. Queremos orar con vos, queremos quedarnos con
vos. Jesús, te entregás libremente por la salvación del mundo. Hoy nos
dejas un mandamiento nuevo: que nos amemos....
Puesto que él se da, podemos darnos.
Puesto que él comparte, podemos nosotros compartir.
Puesto que él vino para servir, podemos nosotros servir.
Puesto que él muere, podemos nosotros vivir.
Puesto que él sella la Alianza con su sangre, nosotros somos hijos de Dios
y en él nos convertimos en hermanos y hermanas.

Es la identidad del cristiano, amarnos y crecer en el amor. Es la virtud con

la cual nos caracterizamos. Pidamos a Jesús la Gracia de amar con el
corazón y desde ese amor a Dios servir y abrirse al hermano.
Señor, sigue habiendo tantos pies que lavar.
Señor, sigue habiendo tanta oscuridad que iluminar. Tantas cadenas que
romper. Pan y vino para el pobre quiero ser. Fortalece señor mi poca fe.
Aquí estamos Jesús para acompañarte: sabemos que sin vos no podemos
seguir... tu conoces nuestro corazón, sabes de nuestra fragilidad, de
nuestras faltas de amor, de nuestras dudas. Sabes que muchas veces
nuestro corazón es tibio. Sabes que nos cuesta brindarnos a los demás...
pero a pesar de todo, tú vienes a nuestro encuentro, te entregas para
salvarnos, nos das vida en abundancia.
Señor, queremos estar cerca de vos. Porque nos amas, porque tu paz
colma nuestra alma. Porque sos el río de agua viva.
Jesús amado, que ofreciste todo tu ser por nosotros, aquí estamos.
Sentimos el frio de la soledad en el huerto de los Olivos.
¿Qué podemos hacer? Aquí estamos Jesús con vos. Que podemos ofrecer,
solo nuestra nada...
Señor, es tan grande tu entrega que nuestra pequeña humanidad queda
perpleja.
Jesús, siempre queremos estar con vos... caminemos a tu lado.
Señor, queremos seguirte siempre a vos... cambiar nuestro corazón para
unirnos a los hermanos que más sufren, que están solos, que no te
conocen, que se han olvidado de ti.
Jesús, queremos estar con vos, queremos crecer en la Fe y en la Unidad.
Queremos ser testimonio de tu paz.