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INTRODUCCIÓN.

El presente trabajo consiste en un estudio del Régimen Económico de la


Constitución del Estado en comparación con la Constitución de 1979, a través de
un pequeño análisis interpretativo de los artículos más resaltantes de cada
Constitución, que bien nos llevarán a ponernos de acuerdo en algunos aspectos o
en desacuerdo en otros.
El trabajo ha hecho posible deducir algunas conclusiones sobre aspectos
resaltantes en ambas Constituciones; aspectos contenidos en una constitución y no
en otra, supresiones, innovaciones y una serie de puntos ya plasmados en el
presente.
Antes de iniciar con el desarrollo respectivo de esta labor es bueno tener en cuenta
que la Constitución de 1979 es mucho más rica en contenido que la de 1993, de la
misma manera, la Constitución actual contiene muy sintéticamente o ha suprimido
cuestiones presentes en la anterior Constitución.

Nuestro actual régimen económico se ejerce mediante la Economía Social de


Mercado, según nuestro marco constitucional vigente, aunque es a partir de 1979
cuando comienza con sus primeras configuraciones y hasta 1993 cuando empieza
su apogeo legal, jurisprudencial y doctrinario.
EL REGIMEN ECONOMICO DE LA CONSTITUCION DE 1993

Un primer aspecto a destacar es el hilo conductor que vertebra a las tres partes
principales del texto constitucional: los Derechos Fundamentales, el Régimen
Económico y la Estructura del Estado. Los Derechos Fundamentales expresan los
objetivos, aspiraciones y necesidades primordiales de la persona y de la sociedad
en su conjunto; el Régimen Económico se ocupa de la tarea concreta de la
generación de los recursos necesarios para atender los Derechos Fundamentales
y construir el desarrollo económico nacional; y la Estructura del Estado da cuenta
de la forma cómo se organiza el Estado para conducir el país y servir a esos
Derechos Fundamentales.

Se trata, entonces, de que la Constitución no sea una mera pieza retórica que
enuncie aspiraciones y derechos al margen de la capacidad efectiva para
satisfacerlos. Teniéndose como referentes básicos al complejo proceso de
transición que experimenta la sociedad peruana, así como los estrangulamientos
económicos legados por la debacle de la década pasada, no cabía la actitud frívola
de querer «lucirse» formulando «la» Carta Magna «ideal» hecha para valer siempre
o durante un plazo muy prolongado. Correspondía, más bien, reconocer las
carencias de la situación concreta del país y, partiendo de ésta, asumir el
compromiso serio de garantizar que los Derechos Fundamentales de la persona y
de la colectividad entera puedan ser atendidos en verdad; lo cual exigía dotarse de
un Régimen Económico capaz de estimular la generación progresiva de los recursos
necesarios para ir viabilizando esa meta en el futuro previsible. Esta actitud
responsable es condición «sine qua non» para que la población crea en el Estado y
le deposite su confianza, y para que este pueda proyectarse al exterior como entidad
económicamente solvente y con legitimidad social.

A fin de estimular la generación de recursos, el nuevo régimen económico


constitucional opta claramente por liberar la fuerza productiva y creativa de todos
los peruanos, poniendo el énfasis en la instauración y desarrollo de mercados
competitivos con base en la libre iniciativa privada. En un país fragmentado por muy
arraigados hábitos de exclusión, que han trabado el reconocimiento del «ser
colectivo» (del «nosotros») y neurotizado la discusión sobre la identidad nacional,
dicha opción tiene una profunda raíz y misión democratizante. La erradicación de la
discriminación y el favoritismo en el quehacer económico sienta las bases para el
cohesionamiento del tejido social, para la «democracia económica», sin la cual la
«democracia política» deviene en parodia que perpetúa el subdesarrollo económico
y lleva al fracaso como nación.

Es por ello que, en vez de negar la «economía social de mercado», el nuevo


Régimen Económico reafirma este concepto y, más importante aún, busca darle
contenido real, efectivo, reconociendo esta vez sin ambages la «función social»,
esencialmente democratizante, que le compete al mercado dinamizado por la libre
labor creativa de todos los peruanos. Esta interacción, lejos de destruir
«solidaridades de base» como a veces erró- nea o interesadamente se afirma, en
realidad les da la chance de desarrollarse porque rompe con los remanentes de
feudalidad y herencia colonial que han impedido el ingreso pleno del conjunto social
peruano a la Era Moderna.

El Estado, en vez de expropiar esa función social en beneficio de unos cuantos, la


alienta ahora a fin de estar en capacidad, una vez firmemente apuntalado por esas
solidaridades básicas desarrolladas por una economía de mercado sólida y
extendida sin exclusiones a toda la sociedad, de cumplir a cabalidad con las
funciones colectivas y redistributivas que le son propias por su condición de
representante del bien común. Por estas razones, el nuevo régimen económico
constitucional es central para el proceso de reconstrucción del Estado Peruano,
para su armoniosa coexistencia con una sociedad civil entendida modernamente,
es decir, sin ciudadanos de segunda o tercera categoría.

En cuanto a las fuentes de los recursos que se requieren para desarrollar al país, el
nuevo régimen económico constitucional privilegia claramente a las dos siguientes:
la inversión, nacional y extranjera, como expresión de la confianza de los agentes
económicos en un régimen que estimula su libre creatividad y protege los resultados
de su esfuerzo; y la tributación, como expresión del compromiso de todos con el
interés colectivo.

En consecuencia, los principales aspectos contenidos en el articulado del actual


régimen económico constitucional pueden resumirse de la siguiente manera:

- se garantiza la libre iniciativa privada, de todos en general, para estimular así


la creación de riqueza individual y social;

- se consagra el derecho inalienable de todos al libre acceso a la propiedad, y


la inviolabilidad de la misma, lo cual multiplicará la cantidad de agentes
económicos capaces de invertir, y dispuestos a hacerlo con perspectiva de
largo plazo;

- igualdad de trato a los distintos sectores económicos y formas de propiedad,


a fin de evitar discriminaciones que distorcionen la asignación de recursos y
la orientación de la inversión productiva privada;

- se garantiza la libertad de empresa, comercio e industria, asegurando el


funcionamiento de mercados competitivos mediante la protección contra el
abuso de posición dominante y contra las prácticas restrictivas de la
competencia; prohibiéndose por ende los monopolios amparados por la ley;

- se garantiza la libertad de comercio exterior, y la igualdad de trato a la


inversión extranjera y nacional;

- el estímulo a la inversión extranjera incluye la adopción de mecanismos de


garantías como el reconocimiento, cuando corresponda, del arbitraje
internacional o de la jurisdicción estipulada por convenios internacionales,
para la solución de controversias de índole económico;

- se subraya el principio de la universalidad del tributo, como fuente sana de


ingresos para el Estado, y se garantiza un manejo responsable de los
recursos fiscales, disponiéndose que sólo se autorizarán gastos que cuenten
con el correspondiente ingreso, y regulándose estrictamente la iniciativa de
gasto por parte de los poderes del Estado.

1. LA ORGANIZACIÓN PARLAMENTARIA
El Pleno.-
Es la máxima asamblea deliberativa de Representantes que integran el
Parlamento. Es la instancia donde se debaten y toman decisiones de acuerdo a
las normas constitucionales, legales y reglamentarias.
Este órgano de decisión es el más importante del Parlamento, en el que se
reportan los proyectos de ley dictaminados por las comisiones a fin de ser
aprobados o desestimados.
El Consejo Directivo.-
Es un órgano de decisión conformado por los Representantes de los grupos
parlamentarios denominados directivos–portavoces y por los miembros de la
Mesa Directiva. Tiene una composición plural.
El Consejo Directivo se reúne antes de la realización de las sesiones Plenarias
o cuando es convocado por el Presidente del Congreso.
En el artículo 30° del Reglamento del Congreso se estipulan las siguientes
funciones y atribuciones:
Artículo 30°.- El Consejo Directivo está integrado por los miembros de la Mesa
Directiva y los representantes de los Grupos Parlamentarios, que se
denominarán Directivos-Portavoces, elegidos por su respectivo grupo. A cada
Directivo–Portavoz titular corresponderá un suplente elegido por cada Grupo
Parlamentario. En la conformación del Consejo Directivo se cuidará procurando
guardar similar proporcionalidad a la que exista entre los Grupos Parlamentarios
en la distribución de escaños en el Pleno del Congreso. Tiene las siguientes
funciones y atribuciones:
a) Adoptar acuerdos y realizar coordinaciones para el adecuado desarrollo de
las actividades del Congreso.

b) Aprobar el Presupuesto y la Cuenta General del Congreso antes de su


presentación al Pleno del Congreso por el Presidente.

c) Recibir informes periódicos de la Mesa Directiva, Oficialía Mayor y de la


Oficina de Auditoría Interna, sobre el desarrollo de los procesos
parlamentarios, la administración y el estado de la economía del Congreso,
según corresponda.

d) Recibir informes sobre las políticas de administración de personal y recursos


económicos y los reglamentos administrativos necesarios, así como la
ejecución de licitaciones públicas para la realización de obras o la adquisición
de bienes y servicios.

e) Aprobar la agenda de cada sesión del Pleno, definiendo los proyectos que
se tratarán en la orden del día de la sesión, poniéndolas en conocimiento de
los Congresistas veinticuatro horas antes del inicio de la sesión.

f) Fijar el tiempo de debate de los asuntos contenidos en la agenda de la sesión


del Pleno. Si la sesión no agota la agenda, el Consejo Directivo elabora una
nueva agenda.

g) Aprobar los planes de trabajo legislativo, el cuadro de comisiones y cualquier


otro plan o proyecto destinado a facilitar o mejorar el desarrollo de las
sesiones y el buen funcionamiento del Congreso.

h) Acordar el otorgamiento de distinciones especiales.

i) Acordar las autorizaciones de licencia particular por enfermedad o viaje que


soliciten los Congresistas, cuidando que en todo momento el número de
Congresistas licenciados no exceda del 10% y, sólo en casos especiales y
extraordinarios debidamente justificados, no exceda del 20% del número
legal de miembros del Congreso. Esta regla no comprende las hipótesis a
que se refiere el segundo párrafo del artículo 92° de la Constitución Política.

j) Acordar las autorizaciones de licencia para desempeñar las funciones a que


se refiere el segundo párrafo del artículo 92° de la Constitución Política.
k) Acordar el nombramiento del Oficial Mayor a propuesta del Presidente,
dando cuenta al Pleno. l) Las demás contenidas en otros artículos del
presente Reglamento y aquellas que le encargue el Pleno del Congreso.

La Junta de Portavoces.-

Está compuesta por los integrantes de la Mesa Directiva y por un portavoz


por cada grupo parlamentario.

Tienen un voto proporcional al número de miembros que componen su


bancada. Entre sus funciones está la de elaborar el cuadro de comisiones
para su aprobación por el Consejo Directivo, asimismo, la exoneración de los
trámites de envío a comisiones, la ampliación de la agenda de la sesión y la
determinación de prioridades en el debate.

La Presidencia.-

En el Parlamento peruano este cargo es elegido por un periodo legislativo (1


año), sin embargo, a principios de nuestra historia republicana los
Presidentes del Congreso ejercían esta función durante un periodo de treinta
días.

Actualmente la elección del Presidente se realiza conjuntamente con los


integrantes de la Mesa Directiva, todo en un mismo proceso electoral. Dicha
elección es por mayoría simple.

En el Reglamento del Congreso se fijan las funciones y atribuciones del


Presidente.

Artículo 32°.- El Presidente del Congreso tiene las siguientes funciones y


atribuciones:
a) Representar al Congreso, y recibir los honores que corresponde a su
investidura.

b) Presidir las sesiones del Pleno del Congreso, de la Comisión Permanente,


y de la Mesa Directiva, concediendo el uso de la palabra, haciendo
guardar el orden y dirigiendo el curso de los debates y las votaciones,
conforme a las normas procesales constitucionales, legales y
reglamentarias.

c) Cumplir el ordenamiento jurídico de la Nación y el Reglamento del


Congreso, así como proteger los derechos y atribuciones de los
Congresistas y los diversos Grupos Parlamentarios, facilitar los
consensos y acuerdos, respetar y hacer respetar la organización y
funcionamiento del Congreso, como una entidad dialogante y
esencialmente deliberante, que encarna el pluralismo político de la
Nación.

d) Firmar, con uno de los Vicepresidentes, las autógrafas de las leyes, para
ser enviadas al Presidente de la República para su promulgación, así
como ejercer la facultad de promulgar las leyes a que se refiere el primer
párrafo in fine del artículo 108° de la Constitución Política. También firman
el Reglamento del Congreso, las autógrafas de las Resoluciones
Legislativas, los acuerdos del Congreso y las normas reglamentarias para
su publicación, como las resoluciones administrativas que le
correspondan en su calidad de titular del pliego presupuestal y los
documentos oficiales a que haya lugar.

e) Someter a consideración del Pleno del Congreso los proyectos de


Presupuesto y Cuenta General del Congreso, e informar al Consejo
Directivo sobre los procesos de licitación de obras y adquisición de bienes
y servicios por cuenta de los recursos presupuestales asignados al
Congreso.

f) Someter a consideración del Consejo Directivo la agenda de las sesiones


del Pleno y de la Comisión Permanente, el cuadro de conformación de las
Comisiones y de la Comisión Permanente y cualquier plan o proyecto
destinado a facilitar o mejorar el desarrollo de las sesiones y la
productividad del Congreso.

g) Exigir u ordenar a los órganos del Gobierno y de la administración en


general, para que respondan los pedidos de información de los
Congresistas, de conformidad con lo que dispone el artículo 96° de la
Constitución Política.

h) Supervisar el funcionamiento de los órganos parlamentarios y del servicio


parlamentario, así como disponer lo necesario para la correcta
administración de los recursos físicos y humanos al servicio del Congreso.

i) Publicar en el diario oficial “El Peruano” y otros de mayor circulación, la


relación de Congresistas que llegan tarde o no asisten a las sesiones o
no permanecen en ellas, salvo se encuentren en Comisión.

j) Las demás que le encargue el Pleno del Congreso o que se encuentren


señaladas en otros artículos de este Reglamento. Los Vicepresidentes
reemplazan al Presidente en su orden y asumen las funciones que él les
delegue. Suscriben los documentos oficiales del Congreso.

Mesa Directiva.-

La Mesa Directiva del Congreso peruano está integrada por el Presidente


y cinco Vicepresidentes. Está facultada para presidir y dirigir los debates
del Pleno, de la Comisión Permanente y del Consejo Directivo. Asimismo
supervisa la política administrativa – financiera del Congreso, así como el
nombramiento de los altos funcionarios del Parlamento.

Las Comisiones.-

Las Comisiones son grupos de trabajo especializados de Congresistas,


cuya función principal es el seguimiento y fiscalización del funcionamiento
de los órganos estatales y, en particular de los sectores que componen la
Administración Pública.

El Reglamento del Congreso en su artículo 35˚ establece la existencia de


cuatro clases de comisiones:

Artículo 35°.- Existen cuatro clases de comisiones:

a) Comisiones Ordinarias; encargadas del estudio y dictamen de los


asuntos ordinarios de la agenda del Congreso, con prioridad en la
función legislativa y de fiscalización. El Presidente del Congreso, en
coordinación con los Grupos Parlamentarios o previa consulta al
Consejo Directivo del Congreso, propone el número de Comisiones
Ordinarias teniendo en cuenta a la estructura del Estado. Sin embargo,
deben conformarse por lo menos las Comisiones Ordinarias:

1. Agraria.
2. Amazonía. Asuntos Indígenas y Afroperuanos.
3. Ambiente y Ecología.
4. Comercio Exterior y Turismo.
5. Constitución y Reglamento.
6. Defensa del Consumidor y Organismos Reguladores de los
Servicios Públicos.
7. Defensa Nacional, Orden Interno, Inteligencia Desarrollo
Alternativo, y Lucha contra las Drogas
8. Descentralización, Regionalización y Modernización de la Gestión
del Estado.
9. Economía e Inteligencia Financiera.
10. Educación, Ciencia, Tecnología, Cultura y Patrimonio Cultural.
11. Energía y Minas.
12. Fiscalización y Contraloría.
13. Gobiernos Locales.
14. Justicia y Derechos Humanos.
15. Juventud y Deporte.
16. De la Mujer y Desarrollo Social.
17. Presupuesto y Cuenta General de la República.
18. Producción y Pymes.
19. Relaciones Exteriores.
20. Salud, Población, Familia y Personas con Discapacidad.
21. Seguridad Social.
22. Trabajo.
23. Transportes y Comunicaciones.
24. Vivienda y Construcción

Las demás Comisiones Ordinarias se conforman procurando


homologar su especialidad con las materias que correspondan a
las carteras a cargo de los Ministros de Estado y a los asuntos más
relevantes para el país.

b) Comisiones de Investigación; encargadas del estudio, la investigación


y el dictamen de los asuntos puestos en su conocimiento en aplicación
del artículo 97° de la Constitución Política. Gozan de las prerrogativas y
las limitaciones señaladas en dicha norma constitucional y el Reglamento
del Congreso. c) Comisiones Especiales; constituidas con fines
protocolares o ceremoniales o para la realización de cualquier estudio
especial o trabajo conjunto con comisiones del Gobierno, según acuerde
el Pleno a propuesta del Presidente del Congreso. d) Comisión de Etica
Parlamentaria; encargada de promover la Etica Parlamentaria, prevenir
actos contrarios a la misma, absolver las consultas que se le formulen y
resolver en primera instancia las denuncias que se formulen de acuerdo
con el Código de Etica Parlamentaria. De otro lado, la Constitución
Política del Perú y el Reglamento del Congreso señalan el rol de la
Comisión Permanente durante el funcionamiento ordinario del Congreso,
durante el receso y en el período de disolución del Parlamento. Esta
comisión está presidida por el Presidente del Congreso e integrada por
no menos de veinte Congresistas elegidos por el Pleno. Los
Vicepresidentes de la Mesa Directiva pasan a formar parte de la
vicepresidencia de la Comisión Permanente. Según lo señala nuestra
Constitución Política en su artículo. 101° son atribuciones de la Comisión
Permanente: 1. Designar al Contralor General, a propuesta del Presidente
de la República. 2. Ratificar la designación del Presidente del Banco
Central de Reserva y del Superintendente de Banca y Seguros. 3.
Aprobar los créditos suplementarios y las transferencias y habilitaciones
del Presupuesto, durante el receso parlamentario. 4. Ejercitar la
delegación de facultades legislativas que el Congreso le otorgue. No
pueden delegarse a la Comisión Permanente materias relativas a reforma
constitucional, ni a la aprobación de tratados internacionales, leyes
orgánicas, Ley de Presupuesto y Ley de la Cuenta General de la
República.

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