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Trastornos de la conducta alimentaria


Nilo Lambruschini y Rosaura Leis

L
a importancia y la relevancia sanitaria y Attitudes Test-EAT) a 509 adolescentes sanos,
social de los trastornos de la conducta de entre 14 y 18 años, que no cumplen crite-
alimentaria, representados por la anore- rios DSM-IV para anorexia y/o bulimia ner-
xia nerviosa y la bulimia, así como por las viosa, se pone en evidencia una incidencia de
manifestaciones intermedias o trastornos de conductas preanorexígenas, índice de EAT
la conducta alimentaria atípicos, ha ido en superior o igual a 30, del 5,5% de la muestra
aumento en los dos últimos decenios, debido total, en el 9,6% de las mujeres frente al 0,8%
al incremento de su prevalencia y a sus efec- de los varones. Estos datos corroboran las
tos negativos sobre el desarrollo psicológico y cifras anteriores y reflejan la elevada frecuen-
la salud del adolescente. En los últimos 15 cia de este tipo de conductas en los adoles-
años el número de pacientes se ha multiplica- centes, así como la mayor susceptibilidad del
do por 10, estimándose que un 3% de las sexo femenino.
niñas adolescentes y jóvenes presentan anore-
xia o bulimia y que probablemente un 6% Anorexia nerviosa
padezcan variantes clínicas importantes. En
España, en estos años ha pasado de ser una La anorexia nerviosa no es una afectación
patología poco frecuente a cifras equiparables nueva, existiendo referencias ya en el siglo II,
a las del resto de los países europeos, convir- en 1694, 1767 o 1783. En 1874 Lasegue y
tiéndose en la tercera enfermedad más fre- Gull individualizaron perfectamente el sín-
cuente en la adolescencia, después del asma y drome desde el punto de vista clínico y de sus
la obesidad. Hoy, entre el 1% y el 2% de niñas riesgos evolutivos, habiendo existido varia-
adolescentes padecen anorexia, aumentando ciones, según las épocas, en cuanto a su fisio o
el porcentaje hasta el 2-4% en la conducta psicopatología. A partir de la segunda mitad
bulímica. Además, se puede afirmar que una de nuestro siglo, el carácter psiquiátrico de la
de cada dos adolescentes de entre 15 y 16 afección no se ha puesto en duda, a pesar de
años "piensa" que su peso es elevado. la complejidad del trastorno en cuanto a los
factores etiopatogénicos, por lo que actual-
En un reciente estudio, llevado a cabo por el mente se intenta hallar una base genética
Departamento de Pediatría del Complejo modificada por factores ambientales, que des-
Hospitalario Universitario de Santiago de encadenarían el trastorno de la conducta ali-
Compostela, dentro del Proyecto GALINUT, mentaria.
con el fin de conocer el riesgo de los trastor-
nos del comportamiento alimentario en los
Concepto
adolescentes y su relación con la autoimagen
y la composición corporal, y en el que se rea- Se define como un síndrome psiquiátrico
liza el Test de Actitudes Alimentarias (Eating multifactorial, que se manifiesta por la pérdi-

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Protocolos diagnósticos y terapéuticos en pediatría

da de peso voluntaria que condiciona una ria y de la moda, las nuevas competencias y
serie de alteraciones orgánicas. La causa roles de la mujer, la igualdad de sexos, la urba-
inmediata es el intenso miedo a ganar peso a nización progresiva y el predominio de los
pesar de encontrarse en un peso normal, lo estilos de vida sedentarios. Así, importantes
cual es el resultado de una alteración de su evidencias ponen de manifiesto el papel de
imagen corporal. Su incidencia es superior en los factores culturales en la etiología de los
el sexo femenino, especialmente en la edad trastornos del comportamiento alimentario.
pre o puberal. La casuística de ingresos en el La anorexia y la bulimia nerviosas se presen-
Hospital Sant Joan de Déu, durante los años tan fundamentalmente en los países indus-
1996-98, sobre 66 pacientes, muestra una trializados, donde acontecen dos hechos con-
relación 10:1 en favor del sexo femenino, tradictorios; por un lado, existe una amplia
siendo la media de edad de los ingresos de 12- disponibilidad tanto en cantidad como en
14 años. Esta entidad se describe de forma variedad de alimentos, y por otro, el estereo-
excepcional en países subdesarrollados. tipo social, imagen del éxito y del prestigio es
la delgadez, particularmente la femenina. Esta
diferencia entre el tamaño corporal deseado y
Etiopatogenia
la elevada disponibilidad de alimentos ha sido
En la etiopatogenia intervienen factores frecuentemente invocada para explicar la alta
genéticos, psicológicos, sociales, culturales, prevalencia de los trastornos del comporta-
nutricionales, neuroquímicos y hormonales, miento alimentario en las niñas adolescentes.
que actúan como predisponentes, desencade-
La fuerte tendencia social y cultural a consi-
nantes o mantenedores de la alteración.
derar la delgadez como una situación ideal de
Entre los factores predisponentes, en la actua- aceptación y éxito está influyendo cada vez
lidad se conocen estudios de pedigríes fami- más en los adolescentes, especialmente las
liares y de concordancia gemelar, así como el mujeres, que tienen una gran preocupación
inicio de estudios basados en la genética por su estética, tienen miedo a engordar y en
molecular, observándose un predominio del consecuencia desean perder peso, indepen-
genotipo 1438 A/A en la región promotora dientemente de su peso real. Por ello, la baja
del gen 5-HT 2, aproximadamente en un 41% incidencia en las no caucásicas ha sido atri-
de las anoréxicas restrictivas frente al 9% de buida a las diferencias en la imagen corporal
los sujetos controles. Así mismo, se ha obser- ideal existentes entre los grupos étnicos. Las
vado un aumento de los trastornos alimenta- mujeres negras, en las que no es frecuente la
rios en familias de pacientes anoréxicos y se presentación del trastornos del comporta-
ha comprobado en gemelos monocigotos una miento alimentario, tienden a manifestar una
concordancia aumentada frente a los gemelos mayor satisfacción con su imagen que la
dicigotos. mujer blanca de igual peso.
Entre los factores ambientales destacan fun- En el Estudio GALINUT, cuando valoramos
damentalmente los cambios de los patrones la percepción de la autoimagen en las adoles-
dietéticos, la influencia de los medios de centes con un índice EAT ≥ 30 se observa que
comunicación en la transmisión de los actua- un 82,1% desean perder peso en los muslos,
les cánones y estereotipos de belleza y éxito un 78,6% en las nalgas, un 75% en la cintura
social, la influencia de la industria alimenta- y un 64,3% en la cadera, porcentajes todos

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Nutrición

ellos significativamente superiores a los pre- dad, atractivo o éxito social. Además, la
sentados por las adolescentes con un índice < mayoría de los alimentos o bebidas que pre-
30. Se debe destacar que estas regiones corpo- senta la televisión tienen un escaso valor
rales se corresponden con la distribución nutricional y están más orientados a satisfacer
ginoide de la grasa corporal, típica del dimor- las necesidades emocionales o sociales que las
fismo sexual, que se establece en esta etapa de nutricionales. Un estudio de excepción a este
vida. Este hecho podría explicar el porqué la respecto es el realizado por la Dra. Anne Bec-
pubertad es un período de mayor riesgo para ker sobre los cambios de los hábitos alimenta-
el desarrollo de alteraciones de la conducta rios en el archipiélago Fiji (Oceanía) desde
alimentaria, dado el aumento de la ganancia 1988, en el que se observa que desde la llega-
de peso y de la adiposidad que tienen lugar en da de la televisión en 1995 se ha producido
relación con la maduración sexual, en una un aumento notorio de comportamientos
sociedad que valora la delgadez. anoréxicos y bulímicos.
Un hecho a destacar es el impacto de la tele- Estos mensajes contradictorios, que, por un
visión en estos trastornos del comportamien- lado, promocionan la delgadez y, por el otro,
to alimentario, al servir de medio de difusión ofertan el consumo de alimentos de alto valor
del "estereotipo social" y de conductas y hábi- calórico y bajo valor nutricional, encuentran
tos de vida. La influencia de los medios de en la adolescencia un período de gran vulne-
comunicación en la configuración de los esti- rabilidad, ya que el adolescente tiene un pro-
los de vida de los adolescentes es más fuerte fundo deseo de ejercer su independencia, de
que la de los médicos o los padres. Ellos eligen búsqueda de su identidad e imagen corporal
sus héroes o los medios se los "eligen", ya que ideal, de tomar sus propias decisiones, de
son expuestos a través de ellos a una gran experimentar nuevos estilos de vida, de no
variedad de noticias, ideas y actitudes, y ensa- aceptar los valores existentes, y una de las
yan a conformar su vida al estilo de éstos. La consecuencias de estos hechos es la adopción
publicidad, especialmente la televisiva, los de nuevos patrones alimentarios, no pocas
persuade a comprar y consumir, lo que es cada veces relacionada con motivaciones ecológi-
día más fácil dada la importante cantidad de cas, filosóficas, religiosas, de independencia
dinero para gastar de que disponen, convir- familiar o de influencia de sus pares o de sus
tiéndose por tanto en un objetivo codiciado. héroes. Además, durante esta etapa el tener
La televisión introduce en sus series y anun- una autoimagen satisfactoria y el ser vistos de
cios héroes deportivos, artistas populares y forma atractiva por los demás constituye una
modelos que refuerzan en los adolescentes prioridad. Este estado de vulnerabilidad y
varones el deseo de comprar y consumir ali- ansiedad ante la imagen corporal les predis-
mentos que los hagan fuertes y atletas, y en las pone a realizar dietas, que en la mayoría de las
adolescentes, delgadas y esbeltas, indepen- ocasiones se realizan sin ningún control por
dientemente de que las conductas de sus parte de la familia o el médico. Esto se ve
héroes sean adecuadas desde el punto de vista favorecido por la escasa o nula supervisión a
nutricional y estén o no bien nutridos. Como que está sometida en el momento actual la
muestra de ello, destacar que un 88% de per- alimentación del niño y el adolescente y al
sonas anunciantes son delgadas o medias, y número de comidas que los niños realizan
sólo un 12%, obesos, reforzándose la asocia- solos, como se refleja en el estudio EUFIC, en
ción entre delgadez e inteligencia, populari- el que en el 70% de los casos el niño es el que

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Protocolos diagnósticos y terapéuticos en pediatría

decide qué desayuna y alrededor del 25% bios en la serotonina cerebral, así como dis-
deciden también qué alimentos consumen en minución del triptófano plasmático, hecho
la comida del mediodía y la cena; así mismo, que no sucede en los controles varones some-
se pone de manifiesto que un 45-50% de los tidos a la misma experiencia.
niños no realizan ni el desayuno ni la comida
Entre los factores de mantenimiento y/o agra-
con su familia. Este hecho, unido a que ellos
vación en la actualidad se implican también
no tienen conocimientos nutricionales y no
una serie de sistemas de neurotransmisión,
saben lo que engorda, adelgaza o hace múscu-
observándose disminución en el turnover de
lo, hacen que el riesgo de una dieta inadecua-
la noradrenalina cerebral y reducción en la
da sea alto. Además este miedo a engordar
actividad del sistema dopaminérgico y su
lleva a los adolescentes a saltarse comidas y a
influencia sobre el neuropéptido Y, uno de los
dietas con disminución de las grasas, que son
estimulantes del apetito. Sin embargo, las
los alimentos con más densidad calórica, o a
investigaciones de los opioides endógenos en
suprimir los azúcares refinados, por lo que la
pacientes anoréxicos son ambiguas, aunque se
energía de los otros alimentos puede ser insu-
especula que la disminución de las betaendor-
ficiente, con el riesgo de causar no sólo pérdi-
finas contribuirían al descenso del apetito.
da de peso, sino también retraso de creci-
miento y desarrollo sexual.
Entre los factores promotores y divulgadores Diagnóstico
del nuevo modelo social de delgadez hay que El diagnóstico es fácil en los casos evolucio-
destacar el papel de los diseñadores de moda, nados; actualmente los criterios que se siguen
donde la industria presenta colecciones cada son los de la Academia Americana de Psi-
vez con modelos más delgadas y con tallas con quiatría de 1994 (DSM-IV) y los elaborados
numeración más baja. Estos modelos son hoy por la OMS en 1992 (CIE-10) (tabla I).
la referencia más manifiesta del éxito econó-
mico, social y amoroso. Un ejemplo de esta Dada la importancia del diagnóstico precoz,
presión de la industria queda patente en la para prevenir las complicaciones propias de la
reciente decisión de los modistos y comer- evolución, el diagnóstico de sospecha se debe
ciantes británicos de cambiar las hechuras y valorar en todos aquellos pacientes prepúbe-
disminuir el tallaje para vencer la barrera psi- res o adolescentes, especialmente si son del
cológica de las obesas, así la "talla 42 será sexo femenino, que presenten alguna de las
ahora una 40". siguientes características:
• Realización de dieta hipocalórica en
En cuanto a los factores relacionados con el
ausencia de obesidad o sobrepeso.
sexo, existen en la actualidad trabajos que
involucran a la serotonina (5-HT), neuro- • Periodos de semiayuno alternados con
transmisor que desempeña múltiples funcio- ingesta normal.
nes reguladoras psicobiológicas, entre ellas el • Miedo exagerado al sobrepeso o a la
humor y el apetito, implicadas íntimamente ganancia ponderal.
con la anorexia. Así, se observa que las muje-
res tras una dieta hipocalórica durante 3 • Rechazo de la propia imagen corporal.
semanas manifiestan una disminución de la • Valoración del peso o figura como priori-
prolactina basal, indicador indirecto de cam- dad.

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Nutrición

TABLA I

DSM-IV

A. Rechazo a mantener el peso corporal igual o por encima del valor mínimo normal considerando
la edad y la talla (pérdida de peso por debajo del 85% del esperado).
B. Miedo intenso a ganar peso o convertirse en obeso, incluso estando por debajo del peso normal.
C. Alteración de la percepción del peso o la silueta corporal, exageración de su importancia en la
autoevaluación o negación del peligro que comporta el bajo peso corporal.
D. En las mujeres pospuberales, presencia de amenorrea (ausencia de al menos tres ciclos menstruales
consecutivos, o presencia de menstruaciones únicamente con tratamiento hormonal).

Especificar el tipo:
Tipo restrictivo. Durante el episodio de anorexia nerviosa, el individuo no recurre regularmente a
atracones o purgas (provocación del vómito o uso excesivo de laxantes, diureticos o enemas).
Tipo compulsivo/purgativo. Durante el episodio de anorexia nerviosa, el individuo recurre
regularmente a atracones o purgas.

CIE-10

El diagnóstico de la anorexia debe hacerse de manera que estén presentes todas las siguientes
alteraciones:
A. Pérdida significativa de peso (índice de masa corporal o de Quetelet menor de 17,5) o de la
ganancia de peso propia del periodo de crecimiento.
B. La pérdida de peso está provocada por el propio enfermo a través de evitar el consumo de
alimentos que cree que engordan y por uno o más de uno de los síntomas siguientes:
• vómitos autoprovocados
• purgas intestinales
• ejercicio excesivo
• consumo de farmacos anorexígenos o diuréticos
C. Distorsión de la imagen corporal, caracterizada por la persistencia, con el carácter de idea
sobrevalorada intrusa, de pavor ante la gordura o flacidez de formas corporales, de modo que el
enfermo se impone a sí mismo el permanecer por debajo de un límite máximo de peso corporal.
D. Trastorno endocrinológico generalizado que afecta el eje hipotálamo-hipofisario-gonadal
manifestándose en la mujer como amenorrea, y en el varón como una pérdida del ínteres y de la
potencia sexual. También pueden presentarse concentraciones altas de hormonas del crecimiento
y cortisol, alteraciones del metabolismo periférico de la hormona tiroidea y anomalías en la
secreción de insulina.
E. Si el inicio es anterior a la pubertad, se retrasa la secuencia de sus manifestaciones, o incluso ésta
se detiene. Si se produce una recuperación, la pubertad suele completarse, pero la menarquia es
tardía.

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Protocolos diagnósticos y terapéuticos en pediatría

• Valoración de los alimentos exclusivamen- Alteraciones endocrinometabólicas


te en relación con la ganancia ponderal.
1. Eje hipotálamo-hipofisario-tiroideo: dis-
Durante el proceso anoréxico se van desarro- minución de T3, con T4 y TSH normales.
llando unos hábitos alimentarios anómalos
(tabla II) y una sintomatología digestiva 2. Eje hipotálamo-hipófiso-gonadal: niveles
dominada por la sensación de plenitud, mete- bajos de estrógenos y gonadotrofinas con
orismo y abdominalgias, atribuidas en parte a inversión de relación LH/FSH y falta de
un trastorno funcional y en parte a la altera- respuesta al estímulo agudo con GnRH.
ción de las percepciones interoceptivas rela-
3. Prolactina: niveles basales disminuidos en
cionadas con la esfera del apetito y la saciedad
ocasiones.
como manifestación de alteración en la sínte-
sis de neurotransmisores cerebrales. 4. Hormona de crecimiento: se encuentra
La anorexia nerviosa es un modelo de malnu- elevada por disminución de IGF-I.
trición energético-proteica (MPE), de predo- 5. Insulina y glucagón: insulina descendida y
minio energético, de instauración lenta y pro- glucagón elevado.
gresiva, con escasa repercusión en la analítica
rutinaria, dado que el organismo realiza un 6. Eje hipotálamo-hipófiso-adrenal: cortisol
proceso de adaptación. basal elevado.
En la valoración nutricional, se observa una 7. Hipercolesterolemia: A base de colesterol
disminución de parámetros antropométricos, LDL de causa desconocida, aunque se cree
como peso, talla, masa grasa, masa muscular, debido a disminución de T3 o a la excre-
índice de masa corporal (IMC) e índice ción biliar disminuida.
peso/talla, un déficit importante del pliegue
tricipital y de la circunferencia del brazo. 8. Hipercarotinemia: debido al aumento de
transporte por las lipoproteínas.
En la exploración observamos los signos clíni-
cos propios de la MPE y su repercusión sobre 9. Hiperaminoacidemia con alteración de
órganos y sistemas. relación Phe/Tyr, Met/Cys y Gly/Val.

TABLA II. Hábitos alimentarios anómalos que se desarrollan durante el proceso anoréxico

• Rechazo selectivo de algunos alimentos


• Manipulación de los alimentos (esconderlos, lavarlos, desmenuzarlos, retirar grasa y encontrar
gran cantidad de desperdicio)
• Desarrollo de actitudes obsesivocompulsivas respecto a la comida o bebida (rituales, potomanía)
• Aislamiento durante las comidas o permanecer de pie o en movimiento
• Prolongación exagerada del tiempo de comida
• Alteración de los horarios de comida y sueño
• Interés excesivo por los temas culinarios
• Excesiva atención hacia la ingesta del resto de la familia intentando que la misma sea abundante

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Nutrición

Alteraciones digestivas • Actuar sobre la problemática psicológica,


comportamental, social y familiar, que ha
1. Gastroparesia con retraso del vaciamiento
iniciado o mantiene el proceso.
gástrico.
La recuperación del estado nutricional ópti-
2. Estreñimiento.
mo es una meta prioritaria en el manejo de
3. Meteorismo. estos enfermos. Los objetivos nutricionales
inmediatos son:
Alteraciones cardiacas
• Restablecer pautas de alimentación nor-
1. Bradicardia e hipotensión.
males.
2. Prolapso mitral.
• Recuperar el peso perdido.
3. Disminución de la silueta cardiaca, del
• Adecuar el peso a la talla.
ventrículo izquierdo y del índice cardíaco.
• Evitar recaídas.
4. Inversión de onda T.
En la valoración del paciente con anorexia
Alteraciones hematológicas
nerviosa, debemos estar atentos a la presencia
1. Anemia leve. de signos de alerta, lo cual puede hacernos
2. Disminución de la acción bactericida y de variar el criterio de tratamiento ambulatorio
la adherencia de los granulocitos. Dismi- o en régimen de ingreso hospitalario; estos
nución de linfocitos CD4 y CD8. signos son:

3. Disminución de niveles séricos de comple- • Rapidez extrema en la pérdida de peso.


mento. • Tendencia a la hipotensión, pudiéndose
Pérdida de masa ósea asociar bradicardia por debajo de 50 lati-
dos/minuto.
1. Pérdida rápida y permanente y sólo rever-
sible parcialmente. Posiblemente en rela- • Presencia de hipotermia mantenida.
ción con el déficit de estrógenos, hiper- • Hipopotasemia inferior a 2,5 mEq/l.
cortisolismo y la disminución de IGF-I,
• Cambios en el estado de conciencia, pre-
como hemos comprobado en nuestros
sentando apatía y gran postración.
enfermos, llegando en ocasiones a déficit
de –3 en el score Z. Se correlaciona direc- • Presencia de vómitos.
tamente con el tiempo de amenorrea.
Basamos nuestra actuación en cuatro fases:
Fase I
Manejo nutricional de la En la cual corregimos el trastorno agudo, es
anorexia nerviosa decir, deshidratación, diselectrolitemias y
alteraciones del equilibrio ácido-base.
El control de la anorexia nerviosa se ha de
realizar por medio de un equipo multidiscipli- Fase II
nario, cuyos objetivos son:
Iniciamos la realimentación del paciente, en
• Corregir la malnutrición y sus secuelas. un primer momento adecuando las necesida-

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Protocolos diagnósticos y terapéuticos en pediatría

des calóricas al peso que presenta el enfermo distinta a la anorexia nerviosa, en la cual las
para ir aumentando cada 24 horas, según tole- pacientes, después de realizar ingestas masivas
rancia, a las necesidades de su peso ideal en de alimentos, pretenden controlar su peso
relación con su talla; inicialmente se ha de provocándose el vómito o utilizando laxantes
intentar efectuar una nutrición oral, lo cual o diuréticos. La incidencia en nuestro medio
conseguimos con una dieta calóricamente es aproximadamente del 1-3%, siendo la ado-
adecuada más un suplemento nutricional que lescencia el periodo en el cual se inicia la
ofrezca una densidad calórica de 1 kcal/ml o enfermedad y afectando con mayor frecuencia
1,2 kcal/ml. En los casos de rechazo manifies- al sexo femenino en una relación 10:1.
to o presencia de vómitos, se instaura una ali-
Se trata de una enfermedad de difícil detec-
mentación enteral por sonda nasogástrica o
ción, ya que al no existir malnutrición, pre-
nasoduodenal; nunca rebasaremos inicial-
sentándose incluso en ocasiones sobrepeso,
mente un volumen de 2.000 ml al día.
no se pueden observar "signos de gravedad
Fase III nutricional"; sus manifestaciones dispersas
(odontológicas, endocrinológicas, ginecológi-
Una vez el paciente se encuentra en una fran-
cas, ORL) nos pueden hacer pensar en más de
ca recuperación de su peso ideal, se inicia una
una entidad y el hecho de practicarse en
reeducación nutricional con el fin de lograr
secreto hace que también sea difícil descu-
estabilizar el trastorno y lograr los objetivos
brirlo dentro del núcleo familiar.
ponderales que corresponden a la paciente;
logrado este objetivo, se pasa a la fase IV.
Fase IV Diagnóstico
Alta hospitalaria, con controles ambulatorios Los criterios diagnósticos son los aceptados en
de su estado nutricional y educación de sus 1994 en el DSM IV:
hábitos alimentarios. A. Presencia de atracones recurrentes: carac-
En la primera visita que efectuamos a estos terizados por ingesta de alimento en canti-
pacientes, valoramos su estado nutricional y, dad elevada y en un corto espacio de tiem-
según los datos obtenidos y el grado de cola- po, con sensación de pérdida de control
boración que muestra el paciente, seguimos sobre la ingesta.
los esquemas 1, 2, 3 y 4 de la figura 1. En la B. Conductas compensatorias inapropiadas,
actualidad, aunque existe la posibilidad de repetidas para no ganar peso: uso excesivo
una alimentación parenteral en estos enfer- de laxantes, diuréticos, enemas, provoca-
mos, las indicaciones son muy escasas, estan- ción del vómito, ejercicio exagerado.
do reservadas para aquellos con un gran dete-
rioro nutricional y riesgo vital, con grave alte- C. Los atracones y conductas compensatorias
ración psíquica que imposibilita la alimenta- ocurren al menos dos veces a la semana
ción enteral. durante un periodo de 3 meses.
D. La autovaloración está influida en exceso
Bulimia nerviosa por el peso y la silueta corporal.
La bulimia nerviosa fue descrita por primera E. La alteración no aparece exclusivamente
vez en 1979 por Russell, como una entidad en el transcurso de la anorexia nerviosa.

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Nutrición

Valoración nutricional
TÉCNICAS NUTRICIONALES

Perdida peso 15-25% Perdida peso


>25% >25%
Signos alerta No signos alerta COOPERACIÓN

Hospitalizar Ambulatorio opcional BUENA

Oral Hidratar
Diselectrolitemias Riesgo mínimo Riesgo moderado
N. enteral Estable Estable
Calorías peso actual
Peso: Peso:
NPT Calorías peso ideal
> 80% ideal 75-80% ideal

Fase I: Tratar trastorno agudo


DOMICILIO DOMICILIO
Fase II: Realimentación oral Educación
SNG o NPT nutricional
HOSPITAL DE DÍA
Fase III Estabilizar Valoración
nutricional
ORAL ORAL
Fase IV: Alta Periódica

TÉCNICAS NUTRICIONALES
TÉCNICAS NUTRICIONALES

COOPERACIÓN
COOPERACIÓN

REGULAR
MALA NULA

Riesgo moderado Riesgo elevado


Riesgo Riesgo muy elevado
Estable Malnutrición+++
elevado Complicaciones+++
Peso: Peso:
Peso: <62% ideal
75-80% ideal 62-75% ideal

HOSPITAL DE DÍA INGRESO UNIDAD


INGRESO EN UNIDAD

INGRESO UNIDAD
E. x SNG E. x SNG NPT
ORAL NPT E. x SNG
ORAL ORAL

Figura 1. Esquemas 1, 2, 3 y 4.

369
Protocolos diagnósticos y terapéuticos en pediatría

Tipos cas, que no son excepcionales, siendo el pro-


lapso de la válvula mitral la alteración más
1. Tipo purgativo. Durante la bulimia nervio- frecuente, si bien también se observan arrit-
sa, el paciente se provoca el vómito, usa mias cardíacas.
laxantes, enemas o diuréticos en exceso.
Otras complicaciones frecuentes son las into-
2. Tipo no purgativo. Las conductas com- xicaciones por el abuso de eméticos, diuréti-
pensatorias son ayuno o ejercicio intenso. cos y laxantes. Sin embargo, la osteoporosis es
de presentación rara.
Manifestaciones clínicas Es de destacar la posibilidad de la asociación
Las complicaciones clínicas suceden en el entre bulimia nerviosa y diabetes mellitus
40% de los pacientes, siendo el intento de sui- (DMID), describiendo Garfinkel en 1987 una
cidio el riesgo más común de muerte de estos prevalencia del 6,9% de bulimia en DMID, ya
pacientes alcanzando el 3%, aunque menor que estos pacientes al manipular las dosis de
que en la anorexia nerviosa. insulina como método para eliminar la exce-
siva ingesta de calorías presentan riesgo de
Las alteraciones somáticas más frecuentes
coma cetoacidótico y mal control. En la
acontecen en el aparato digestivo, siendo la
actualidad se insiste en la importancia de
cavidad bucal la más afectada. Presentan ero-
investigar un trastorno del comportamiento
siones del esmalte dentario, especialmente la
alimentario en todo paciente con DMID mal
cara interna de incisivos y caninos, debido al
controlado.
pH ácido del jugo gástrico y su continua
acción sobre el esmalte. De igual patogenia es
la presencia de gingivitis, faringitis y queilitis.
En ocasiones se ha observado hipertrofia Complicaciones metabólicas
parotídea, relacionada con los vómitos y que Los vómitos recidivantes y provocados produ-
provoca aumento de amilasa plasmática; por cen una depleción de agua, cloro y potasio
lo general es simétrica y dolorosa, desapare- incrementándose este último si utilizan diuré-
ciendo al finalizar el proceso en la mayoría de ticos; la consecuencia es la presencia de insu-
los casos. ficiencia renal secundaria a depleción hidro-
Las alteraciones a nivel del esófago van desde salina, alcalosis metabólica hipoclorémica y
la aparición de esofagitis al síndrome de nefropatía hipopotasémica.
Mallory-Weiss. La capacidad del estómago El patrón bioquímico de la bulimia nerviosa
está muy aumentada, llegando a provocar una grave es el siguiente:
dilatación gástrica aguda con fenómenos de
isquemia local que pueden llegar a producir Plasma
una perforación gástrica. El abuso de laxantes — Alcalosis metabólica pH > 7,42, CO3H
o enemas puede producir rectorragias, que > 30, pCO2 > 40
obligan a efectuar un diagnóstico diferencial
con la enfermedad inflamatoria intestinal. — BUN y creatinina elevados
Así mismo, se han descrito casos de pancrea-
— Cl < 85 mEq/l
titis aguda relacionados con la ingesta com-
pulsiva de alimentos, complicaciones cardía- — K < 3,5 mEq/l

370
Nutrición

Orina descrito por primera vez en 1992, caracteri-


zándose por "atracones", como los que se
— Urea y K elevados
observan en la bulimia, pero que no van
— Na y Cl < 10 mEq/l seguidos de vómitos ni otras medidas para
contener el apetito. Puede ser tan frecuente
como la bulimia, pero se presenta en ambos
Tratamiento sexos y en todas las edades. En las clínicas
para perder peso, alrededor de 1/4 o 1/3 de los
A. Tratamiento del síndrome metabólico pacientes cumplen criterios de ingesta excesi-
1. Dieta absoluta con aspiración nasogás- va "en atracones" (BED).
trica si existe dilatación aguda gástrica. No todos los obesos presentan una ingesta
2. Perfusión con suero fisiológico según excesiva en atracones. Esta conducta parece
pérdidas estimadas e ionograma con estar asociada, independientemente del peso,
reposición de potasio en infusión con- con una mayor prevalencia de problemas psi-
tinua. quiátricos, como la depresión, mayores y más
frecuentes fluctuaciones del peso y una mayor
3. Monitorizar TA, balance hídrico. angustia relacionada con el mismo. Una pre-
B. Reiniciar dieta oral disposición a la obesidad y la presencia de fac-
tores de riesgo no específicos para alteracio-
1. Introducción progresiva de alimentos nes psiquiátricas, como experiencias negati-
o por fases en función de la tolerancia vas en la infancia o depresión en los padres,
y adecuados calóricamente para su parecen incrementar el riesgo de desarrollar-
peso / talla. la. Sin embargo, por qué un individuo con
2. Si no existe colaboración nutrición estos factores de riesgo se convierte en un
enteral total por SNDuodenal. obeso con "ingesta excesiva en atracones", en
un bulímico con peso normal o en un indivi-
C. Objetivos del tratamiento en la bulimia duo sin ningún trastorno del comportamiento
nerviosa alimentario con peso normal está todavía por
1. Evitar crisis de bulimia mediante trata- dilucidar.
miento psicopatológico-farmacológi-
co.
Diagnóstico
2. Adecuar el peso ideal a la talla:
Según el DSM-IV se caracteriza por:
— Técnicas de educación alimen-
1. Episodios de atracones recurrentes (al
taria.
menos dos por semana en 6 meses).
— Dieta ajustada a necesidades reales.
2. Malestar con al menos tres puntos de los
siguientes:

Comer en atracones a) Comer muy rápido.

El "comer en exceso" como un síndrome o un b) Comer hasta sentirse mal.


trastorno del comportamiento alimentario fue c) Comer cuando no se tiene hambre.

371
Protocolos diagnósticos y terapéuticos en pediatría

d) Comer solo. o signo indicativo de una alteración en la


conducta alimentaria; así debe valorar la pér-
e) Sentirse disgustado o culpable después
dida de peso, ayudar al adolescente que desea
de comer.
adelgazar, realizando una monitorización de la
3. No utilizar purgas (vómitos autoinducidos dieta y del plan para perder peso, dar guías de
o laxantes), ni incrementar el ejercicio actividad, establecer el límite de pérdida de
físico, ni hacer ayuno. peso de acuerdo con él e interconsultar con
los especialistas o remitir el paciente a estos
4. Ausencia de anorexia nerviosa.
ante cualquier signo de alarma (tabla III).
En la prevención de estas patologías es indis-
Prevención de los trastornos de la pensable la actuación sobre los factores cultu-
conducta alimentaria rales; el papel presumiblemente etiológico de
éstos ha impulsado a estrategias para modifi-
Los trastornos de la conducta alimentaria pre- car el impacto de sus influencias. Sin embar-
sentan importantes síntomas y signos orgáni- go, programas de prevención generalizados,
cos, así como complicaciones que pueden que incrementan la alerta en la opinión
conducir a la muerte del paciente, por lo que pública sobre los riesgos para la salud de
es de enorme importancia su detección precoz métodos inapropiados de pérdida de peso y
con el fin de establecer las estrategias preven- promueven la resistencia a la obsesión cultu-
tivas y de tratamiento necesarias. Por ello, se ral por la delgadez, no han tenido en muchas
debe tener presente que existen una serie de ocasiones los efectos deseados; de hecho,
alteraciones somáticas y conductales que pue- algunos expertos sostienen que incluso pudie-
den alertar al pediatra de atención primaria o ran ser más dañinos que beneficiosos. Una
a la familia sobre la posible existencia de un adecuada educación nutricional, junto con
trastorno de la conducta alimentaria sin diag- un mayor control y supervisión de la dieta de
nosticar, como son la existencia de una dieta los niños y adolescentes por parte de sus fami-
restrictiva asociada a una disminución de lias, así como de los mensajes televisivos de la
peso y una incapacidad para ganarlo, ejercicio industria de la alimentación y de la moda,
físico excesivo, antecedentes familiares de probablemente favorecería el descenso de la
anorexia o bulimia, amenorrea, dieta asociada frecuencia de estas patologías. Sin ninguna
a aislamiento social, etc. (tabla III). duda, la prevención de estos trastornos
requiere cambios sociales de gran envergadu-
Si bien el tratamiento de estos pacientes ha ra, pero si los profesionales y los padres con-
de ser multidisciplinario, implicando al pedia- trarrestan los mensajes destructivos de la cul-
tra, al pediatra del adolescente, al pediatra tura contemporánea haciendo que las adoles-
nutricionista, al paidopsiquiatra y al endocri- centes sientan que se las considera valiosas,
nólogo pediátrico, el pediatra de atención pri- que se las escucha y respeta, que tienen una
maria va a tener un papel importante en la posición y expectativa de igualdad con res-
detección, valoración y orientación del pro- pecto al varón, ya no van a necesitar las die-
blema, así como en la educación del niño, de tas y maniobras destructivas para sentir su
la familia, de los educadores y de la comuni- autocontrol y poder. En ese momento, si no
dad (tabla IV). El pediatra de atención pri- hemos ganado la guerra, sí habremos ganado
maria debe estar alerta ante cualquier síntoma una buena batalla.

372
Nutrición

TABLA III. Alteraciones que pueden indicar un trastorno


del comportamiento alimentario no diagnosticado

1. Somáticas:
a) Freno del crecimiento
b) Cambio importante o frecuentes fluctuaciones en el peso
c) Incapacidad para ganar peso
d) Fatiga
e) Estreñimiento o diarrea
f) Susceptibilidad a las fracturas
g) Retraso de la menarquia
h) Hipopotasemia, hiperfosfatemia, acidosis o alcalosis metabólica o niveles altos de amilasa

2. Conductuales:
a) Cambios en los hábitos de alimentación
b) Dificultad para comer en lugares sociales
c) Resistencia a ser pesado
d) Depresión
e) Aislamiento social
f) Conductas engañosas o reservadas
g) Absentismo escolar o laboral
h) Robar comida
i) Abuso de sustancias
j) Ejercicio excesivo

TABLA IV. Papel del pediatra de atención primaria en los trastornos del comportamiento alimentario

• Valoración de la pérdida de peso (intención, métodos y síntomas)

• Valoración y monitorización de la dieta y el plan para perder peso

• Dar guías de actividad diaria: horario de comidas, ejercicio, deporte y ocio

• Remitir al pediatra nutricionista para la realización del plan de alimentación y la educación


nutricional

• Establecer el limite de pérdida de peso, de acuerdo con el objetivo del paciente

• Interconsulta con, o remitir al, especialista en el tratamiento de trastornos de la conducta


alimentaria

• Reevaluación

373
Protocolos diagnósticos y terapéuticos en pediatría

En conclusión, es evidente que es mucho lo American Psychiatric Association, 1994; 539-


que hay que avanzar para conocer todos los 50, 729-31.
mecanismos patofisiológicos implicados en el 7. EUFIC. Children’s views on food and nutrition:
desarrollo de los trastornos de la conducta ali- A Pan-European Survey. Children’s Research
mentaria, que nos permita el establecimiento Unit, London UK. European Food Information
de estrategias más adecuadas de prevención e Council, 1995.
intervención. Sin embargo existen razones 8. Geary N. Sex Differences in Disease Anorexia.
para el optimismo. Los avances en la genética Nutrition 2001; 17: 499-507.
molecular pueden permitir la identificación
9. Kreipe RE, Dukarm CP. Trastornos alimentarios
de genes que predispongan a un individuo a
de adolescentes y niños mayores. Pediatrics in
desarrollar anorexia o bulimia nerviosas. El review 1999; 20 (12): 410-421.
mayor conocimiento de los factores biológi-
cos implicados en el control del peso, como la 10. Moyano D, Vilaseca MA, Artuch R, Lambrus-
leptina, puede también arrojar luz en este chini N. Plasma amino acids in anorexia nervo-
sa. European Journal of Clinical Nutrition
campo. Y el estudio de pacientes con recupe-
1998; 52: 684-689.
ración completa o parcial ayudará a diferen-
ciar las alteraciones biológicas que son conse- 11. Pierce WD, Epling WF. Theoretical develop-
cuencia de la enfermedad de aquellas que pre- ments in activity anorexia. En: Epling WF y
ceden a los síntomas o contribuyen a su man- Pierce WD (eds.). Activity anorexia. Theory,
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tenimiento. Lawrence Earlbaum, 1996; 23-41.
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