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Psychosocial Intervention

ISSN: 1132-0559
pi@cop.es
Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid
España

BOSCH FIOL, Esperanza; FERRER PÉREZ, Victoria A.


La violencia de género: De cuestión privada a problema social
Psychosocial Intervention, vol. 9, núm. 1, 2000, pp. 7-19
Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid
Madrid, España

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=179818244002

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Intervención Psicosocial, 2000, Vol. 9 N.° 1 - Págs. 7-19

DOSSIER

La violencia de género: De cuestión privada a


problema social
Gender violence: from a private issue to a social
problem

Esperanza BOSCH FIOL


Victoria A. FERRER PÉREZ
Departamento de Psicología. Universitat Illes Balears

RESUMEN
Se analiza el proceso de visibilización y de toma de conciencia social sobr
e la violencia
de género que estamos viviendo en nuestro entorno en estos últimos años. Para ello se
toma como referencia el concepto de problema social y se revisan dos ejemplos de violencia
de género, la violencia doméstica y el acoso sexual.
Se concluye que el paso de considerar la violencia de género como problema privado a
considerarla un problema social no sólo implica un mayor conocimiento del oblema pr o
cambios en la legislación vigente, sino también un nuevo modo de analizar sus causas y
de sugerir actuaciones para prevenirlo.

PALABRAS CLA VE
Problema social; violencia de género.

ABSTRACT
This paper analyses the process of visibility and social awareness about the gender
violence that we are living in the last years around the world. The concept of social pro-
blem is taken as framework and two examples of gender violence are reviewed: domestic
violence and sexual harassment.

Ctra. Valldemossa km 7,5. 07071 Palma de Mallorca. Balears. Tel. 971 17 34 40. Fax: 971 17
31 90. E-mail: dpsebf0@clust.uib.es

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La violencia de género: De cuestión privada a problema social

In conclusion, changing the consideration of gender violence from a private issue to a


social problem implies a better knowledge of the problem, legislative changes, but also a
new way to analyse its causes and to suggest preventing actions.

KEY WORDS
Social problem; gender violence.

INTRODUCCIÓN nocimiento, su visibilización, y, por


tanto, el paso de ser considerada de una
E s evidente que en los últimos tiempos cuestión privada a un problema social, sí
se ha producido un cierto proceso de toma es relativamente reciente. El propósito de
de conciencia social sobre la gravedad de este artículo es proponer un reflexión
la violencia contra las mujeres y el gran sobre este proceso de visibilización,
obstáculo que ésta supone para la convi- tomando como base dos ejemplos parti-
vencia democrática entre hombres y muje- culares, la violencia doméstica y el acoso
res. Sin embargo, creemos que el proble- sexual. Para ello, en primer lugar, revisa-
ma aún dista mucho de estar resuelto. remos el concepto de problema social.

De un tiempo a esta parte se ha pro-


puesto una nueva denominación para LA DEFINICIÓN DE PROBLEMA
hacer frente a esta grave realidad, el con- SOCIAL.
cepto de violencia de género. E n este sen-
tido, cabe señalar que la unidad de la Como señala Liazos (1982), las defini-
Comisión Europea encargada de la igual- ciones de lo que es un problema social
dad de oportunidades ha elaborado un pueden incluirse en dos grandes bloques
glosario ("100 palabras para la igualdad. según sea la perspectiva teórica que se
G losario de términos relativos a la igual- adopte.
dad entre hombres y mujeres", 1999) que
pretende, entre otras cosas, facilitar el tra- Así, por una parte, estarían las defini-
bajo de los estados miembros en el fomen- ciones que resaltan los aspectos objetivos
to de la igualdad entre mujeres y hombres perjudiciales de los problemas, aunque
a través de una comprensión común de éstos no sean identificables por sectores
los términos al respecto, y que, entre otr os amplios de población cono situaciones
muchos términos, define la violencia de susceptibles de ser cambiadas. En esta
género, sexista o sexual como "todo tipo de línea se enmarcarían definiciones como
violencia ejercida mediante el recurso o las la de Fuller y Myers (1941a, 1941b) quie-
amenazas de recurrir a la fuerza física o al nes lo entienden como "una condición que
chantaje emocional; incluyendo la viola - se establece como tal por un número con -
ción, el maltrato de mujeres, el acoso siderable de personas como una desvia -
sexual, el incesto y la pederastia". ción de las normas sociales habituales";
como la de Merton (1971), que define el
A pesar de la violencia de género no es problema social como "una situación que
en absoluto un fenómeno nuevo, su reco- viola una o más normas generales com-

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partidas y aprobadas por una parte del cionable mediante una acción colectiva
sistema social" (p. 1); o como la de Kohn puede ir en contra de los propios valores
(1976) que lo define como "un fenómeno colectivos, pero no por eso llegar a ser un
social que tiene un impacto negativo en problema social.
las vidas de un segmento considerable de
población" (p. 94). Finalmente, algunas definiciones tratan
de integrar los componentes objetivos y
Por otra parte estarían aquellas defini- subjetivos del problema social. E ntre ellas
ciones que entienden que sólo existe un cabría citar, por ejemplo, la de Henslin
problema social cuando un grupo signifi- (1990) que considera que "un problema
cativo de la sociedad percibe y define social es algún aspecto de la sociedad (con -
ciertas condiciones como problema y dición objetiva) acerca del cual un amplio
pone en marcha acciones para solucio- número de personas están preocupadas
narlas. Dentro de esta línea se enmarca- (condición subjetiva" (p. 2).
rían, por ejemplo, definiciones como las
de Blumer (1971) qu e entiende que los Como señala Clemente (1997), una de
problemas sociales no tienen existencia las definiciones más completas y riguro-
por sí mismos si no que son producto de sas de problema social es la de Sullivan y
un proceso de definición colectiva que cols. (1980) a la que ya nos hemos referi-
ocurre cuando un número significativo do. Siguiendo pues a estos autores,
de personas consideran ciertas situacio- cabría concluir que los elementos más
nes sociales como no deseadas y tienen importantes para identificar un problema
el suficiente poder como para transmitir social son los siguientes:
esa percepción a otros sectores. Por su
parte, Sullivan, Thompson, Wright, E n primer lugar, debería existir un
Gross y Spader (1980) consideran que amplio consenso entre los miembros de
"existe un problema social cuando un una sociedad sobre la determinación de
grupo de influencia es consciente de una cuáles son los problemas sociales. Si bien
condición social que afecta sus valores, y resulta claro que alcanzar la evidencia de
que puede ser remediada mediante una este consenso es difícil, los datos estadís-
acción colectiva" (p. 10). E stos mismos ticos sobre la opinión de la población
autores especifican los elementos que pueden ser una herramienta útil, aunque
incorporan a su definición del modo no exenta de críticas y, por tanto, no
siguiente: a) Para que una condición sea siempre suficiente para este fin. Sea como
definida como problema social debe ser sea, parece evidente que un problema
considerada como injusta por un grupo, social sólo lo es si la opinión pública lo
y dicho grupo debe tener influencia considera como tal, y en este proceso los
social, es decir, debe tener un impacto medios de comunicación juegan un papel
significativo dentro del debate público o determinante.
en la política social a nivel de un colecti-
vo mayoritario; b) Sólo se considera la Por otra parte, se debe poder identifi-
existencia de un problema social si existe car a los grupos sociales que definen la
conciencia de que la condición indesea- existencia de un problema social, ya que
ble que se denuncia es efectivamente un ellos son los mas interesados en su solu-
problema; c) E sa condición debe afectar ción. Este fenómeno fue definido por Ber-
negativamente los valores; y d) Para con- ger como "debunking" (destaponar) y con-
siderar el problema como social debe sistiría en averiguar cuáles son los
darse la posibilidad de que el problema auténticos fines que persigue el grupo
sea remediado por la acción colectiva ya que denuncia y que, en ocasiones, pue-
que toda acción social que no sea solu- den estar más o menos encubiertos.

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La violencia de género: De cuestión privada a problema social

El tercer elemento se refiere a los valo- 1980) podemos distinguir tres tipos gene-
res sociales puesto que éstos son impres- rales de autoridad: La autoridad tradicio-
cindibles para determinar la razón por la nal, basada en la creencia de que lo que
cual se define un problema como social. es costumbre y habitual está bien hecho
Como señala Clemente (1997), los valores y es lógico; la autoridad legal – racional,
hacen referencia a las preferencias perso- basada en la creencia de que se debe
nales y a las prioridades de grupos socia- confiar en las prácticas que consiguen
les y estas prioridades son frecuentemen- logros de la manera más eficaz posible; y
te distintas para cada grupo social por lo la autoridad carismática, basada en la
que, a menudo, se plantea un conflicto habilidad personal de un líder .
de valores. La solución de este conflicto
dependerá de la adecuada priorización de
estos valores. LAS FASES EN EL DESARROLLO DE
UN PROBLEMA SOCIAL.
Y un último elemento importante se
refiere al hecho de que los problemas Tras revisar estos aspectos que nos
sociales son, por definición, cuestiones permiten entender qué es un problema
públicas y no cuestiones personales o social, cabe analizar cuáles son las fases
privadas. en su desarrollo, y para ello seguiremos
la pr opuesta de Kitsuse y Spector (1973).
Vemos, por tanto, que el reconoci-
miento de una situación o circunstancia En la primera fase, o fase de agitación,
como problema social está ligado a su se detecta la presencia de un grupo de
reconocimiento por parte de una comuni- personas descontentas cuya actividad se
dad o de personas de influencia y presti- dirige fundamentalmente hacia dos fines
gio. Esto supone que la manera en que que son convencer a otros grupos socia-
algo queda definido como problema les, y comenzar a preparar acciones
social está estrechamente ligada a la encaminadas a tratar las causas del pro-
intervención del poder, la representación blema planteado. Las personas que ini-
y también la manipulación. cian estas acciones suelen ser las vícti-
mas aunque no necesariamente es así.
Tal como señalan Sullivan y cols.
(1980), a la hora de enfocar los proble- En esta fase suelen dedicarse una
mas sociales el poder dependerá de cues- parte importante de los esfuerzos a
tiones como: La fuerza de los números ya reconvertir los problemas privados en
que si un grupo tiene acceso a un mayor públicos. Y es común que en ella se
número de personas es más fácil que cometan una serie de errores que hacen
incremente su poder; la organización que no siempre esta primera etapa tenga
entendida como habilidad para coordinar mucho éxito. Entre estos errores estarí -
las acciones hacia un fin, de modo que es an, por ejemplo, la vaguedad de las recla-
totalmente posible que grupos pequeños maciones del grupo, la escasa significa-
pero bien organizados alcancen altas ción pública del grupo y por tanto su
cotas de poder; y el acceso a los recursos escaso alcance social, o la adopción de
ya que cuanto mayor sea éste, más poder estrategias equivocadas o no efectivas.
alcanzará el grupo de pr esión.
En la segunda fase, llamada de legiti-
Muy relacionado con el tema del poder mación y co-actuación, la situación cam-
se halla el de la autoridad, entendida bia radicalmente cuando los principales
como poder institucionalizado. Siguiendo agentes sociales, que habitualmente son
a estos mismos autores (Sullivan et al., oficiales, reconocen al grupo de presión y

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empiezan a atender a sus deseos. De esta bien se crean pequeños grupos que
manera el grupo recibe legitimación, pro- afronten la búsqueda de soluciones par-
duciéndose también un cambio en la per- ciales al pr oblema inicial.
cepción de las personas que pertenecen
al grupo de presión al extenderse a ellas
el prestigio y pasar a ser consideradas VIOLENCIA DE GÉNERO COMO
como críticas al sistema y ya no tanto PROBLEMA SOCIAL.
como agitadoras.
Una vez analizado qué es y cómo evo-
La co-actuación se produce en cuanto luciona un problema hasta ser conside-
una serie de organismos oficiales empie- rado como problema social, cabe aplicar
zan a actuar sobre el problema, controlar este análisis al caso de la violencia de
su definición y elegir a sus interlocutores género en términos generales y en los
legales. Así los intereses de los grupos dos ejemplos a los que antes nos hemos
pasan a depender de la estructura gene- referido, la violencia doméstica y el acoso
ral de la organización, consiguiéndose sexual.
una estabilidad nueva.
Si, como se ha comentado anterior-
En la tercera, o fase de burocratiza- mente, una de las concepciones más
ción y reacción, el problema, que ha aceptadas de problema social es la que
pasado a estar en manos de una agencia señala que para que una condición sea
gubernamental, se minimiza en parte, definida como tal debe ser considerada
pasando de ser importante a ser uno más injusta por un grupo que tenga una cier-
entre otros. En palabras de Stark (1975), ta influencia social, entonces para enten-
deja de ser "qué se puede hacer para evi - der el paso de la violencia de género de
tar las condiciones que generan el proble- problema privado a problema público es
ma", y se convierte en "qué se puede imprescindible analizar el papel desem-
hacer para evitar que haya personas que peñado por el movimiento feminista.
sigan protestando".
En este sentido, las feministas del
Finalmente, la fase descrita como de siglo XX y, especialmente, el movimiento
reemergencia del movimiento se refiere a de liberación de las mujeres que se inicia
que, llegados a este punto, lo más proba- en la década de 1960 va a centrarse en
ble es que las políticas oficiales hayan nuevos temas y en nuevos problemas y,
generado un fuerte descontento y desilu- entre ellos en la violencia contra las
sión. Si es así suele darse una de las mujeres, inicialmente, en la violencia
siguientes alternativas: a) Que el grupo sexual y posteriormente en la violencia
de presión inicial rechace la forma de doméstica (Anderson y Zinsser, 1992,
actuación de las instituciones oficiales; b) 2000; Heise, 1997; Kanuha, 1997).
Que quienes promovieron el movimiento
sean sustituidos por las personas afecta- Un hito importante que hay que citar
das, al no considerar éstas atendidas sus es el llamado Tribunal Internacional de
peticiones; c) Que las soluciones y accio- Delitos Contra la Mujer, reunión que se
nes planteadas desde los organismos ofi- inaguró el 8 de marzo de 1976 con la
ciales entren en contradicción con los asistencia de 2.000 mujeres de 40 países
valores o intereses de otros grupos socia - y que fue concebido a imagen de otros
les creándose nuevos conflictos; d) Que, grandes procesos (como el de Nuremberg)
o bien se produce el desarrollo de grupos y como opuesto al Congreso de Naciones
más reducidos, que buscarán soluciones Unidas sobre las mujeres que había teni-
reales para las personas afectadas, o do lugar en Ciudad de México el año

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La violencia de género: De cuestión privada a problema social

anterior donde las participantes lo ha- medidas incluyendo la "Campaña euro -


bían hecho como representantes de sus pea de Sensibilización ante la Violencia
países o partidos políticos. Contra las Mujeres" que la Comisión
Europea ha estado desarrollando duran-
Como relatan Anderson y Zinsser te 1999 y en la que se ha prestado una
(1992, 2000), este tribunal discutió múl- particular atención al tema de la violen-
tiples temas y, entre ellos, la mutilación cia doméstica.
genital, el abuso infantil y la violación.
En relación a este último tema, se con- Otros organismos internacionales han
cluyó que, aunque la violación sea un trabajado sumándose a este reconoci-
acto individual de violencia masculina, miento. Prueba de ello son, entre otras,
supone una forma de perpetuar el poder las siguientes consideraciones (Mariño,
de los hombres sobre las mujeres y se 1997):
propusieron diferentes formas de acción,
incluyendo manifestaciones, discusiones, En junio de 1992 el Comité para la
creación de organismos de ayuda a las Eliminación de la Discriminación contra
víctimas y cambios en la legislación sobre la Mujer (CEDAW), que vigila la ejecución
el tema. En los meses que siguieron, de la Convención sobre la Eliminación de
estas acciones comenzaron a desarrollar- todas las Formas de Discriminación con-
se en países como Italia, Alemania occi- tra la Mujer de 1979, incluyó formalmen-
dental, Gran Bretaña o Francia. Pero te la violencia de género como discrimi-
será a partir de los años 80 y, especial- nación por razón de género. Concreta-
mente a partir de la segunda mitad de mente, la recomendación general número
esta década, cuando la atención se dirija 19, adoptada en el XI período de sesio-
hacia las diferentes formas de violencia nes, trata en su totalidad de la violencia
contra las mujeres y cuando las feminis- contra la mujer y de las medidas a tomar
tas europeas presionen a sus gobiernos para eliminarla.
para que reformen las leyes sobre violen-
cia doméstica y sexual, creen casas de En la declaración final del II Congr
eso
acogida y mecanismos de atención a las M undial por los Derechos Humanos, cele-
víctimas, etc. (Anderson y Zinsser, 2000). brado en Viena en 1993, y gracias a la
actuación de las delegadas participantes,
En relación a estas medidas podemos se reconoció la violencia contra las muje-
recordar, por ejemplo, que en 1980 el res en la esfera privada como una viola-
Consejo de Acción Europea para la Igual- ción de los derechos humanos y se decla-
dad entre Hombres y Mujeres señaló que ró que los derechos de las mujeres son
la violencia física, tanto sexual (violación, "parte inseparable, integral e inalienable
incesto, acoso, …) como doméstica, debe- de los derechos humanos universales".
ría ser motivo de acción legal para los
estados miembros. Posteriormente, en Y la Asamblea General de las Naciones
1986, el Parlamento Europeo propugnó Unidas aprobó en diciembre de 1993 la
una resolución sobre las agresiones a las "Declaración sobre la eliminación de la
mujeres en la que recomendaba a sus violencia contra la mujer" (Res. A.G.
estados miembros diversas medidas 48/104, ONU, 1994), el primer instru-
legislativas, educativas, de dotación de mento internacional de derechos huma-
recursos, etc. para hacer frente al proble- nos que aborda de forma la violencia de
ma de la violencia doméstica. Y en una género a la que define como "todo acto de
reciente resolución sobre el tema (Res. violencia basado en el género que tiene
A4-0250/97, recogida por Eriksson, como resultado posible o real un daño físi -
1997) se propone la adopción de nuevas co, sexual o psicológico, incluidas las ame-

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nazas, la coerción o la privación arbitraria de Naciones Unidas como referencia para


de la libertad, ya sea que ocurra en la las actividades de la OMS. A mediados de
vida pública o en la vida privada". E ese año se estableció un grupo especial
incluye "la violencia física, sexual y psico - sobre violencia y salud para coordinar las
lógica en la familia, incluidos los golpes, el diversas actividades sobre este tema. Y
abuso sexual de las niñas en el hogar, la en mayo de ese mismo año, la 49a Asam-
violencia relacionada con la dote, la viola- blea Mundial de la Salud adoptó una
ción por el marido, la mutilación genital y resolución (WHA 49.25) constatando el
otras prácticas tradicionales que atentan aumento notable de la incidencia de
contra la mujer, la violencia ejercida por lesiones intencionales que afectaban a
personas distintas del marido y la violen - personas de todas las edades y de ambos
cia relacionada con la explotación; la vio- sexos, pero especialmente a mujeres y
lencia física, sexual y psicológica al nivel niños; reconociendo las graves conse-
de la comunidad en general, incluidas las cuencias inmediatas y a largo plazo que,
violaciones, los abusos sexuales, el hosti- para el desarrollo psicológico y social de
gamiento y la intimidación sexual en el los individuos, las familias, las comuni-
trabajo, en instituciones educacionales y dades y los países, tiene la violencia;
en otros ámbitos, el tráfico de mujeres y la declarando la violencia como prioridad de
prostitución forzada; y la violencia física, salud pública; e instando a sus Estados
sexual y psicológica perpetrada o tolerada Miembros a evaluar el problema y a
por el Estado, dondequiera que ocurra". tomar medidas para prevenirlo y resol-
verlo.
Esta definición se ha convertido en un
marco de referencia para otros abordajes
de este tema y para otros organismos e EL CASO DE LA VIOLENCIA DOMÉSTICA.
instituciones.
En cuanto a la violencia doméstica, su
Así, por ejemplo, la IV Conferencia consideración como fenómeno privado ha
Mundial sobre la Mujer, celebrada en propiciado que durante siglos se conside-
septiembre de 1995, adopta la Declara- rara, primero un derecho del marido y
ción de Beijing y la Plataforma de Acción algo normal, y, posteriormente algo que
que dedica toda una sección al tema de "desgraciadamente" sucedía en algunos
la violencia contra la mujer, definiéndola hogares pero que formaba parte de la
en términos similares a los empleados vida privada de las parejas y en lo que
por Naciones Unidas y considerando que por tanto no había que intervenir. De
la eliminación de la violencia contra la hecho, son muchos los análisis que coin-
mujer es esencial para la igualdad, el ciden en señalar que la consideración de
desarr ollo y la paz. la supuesta "privacidad" de la violencia
doméstica es uno de los factores que
También la Organización Mundial de subyacen al hecho de que las víctimas no
la Salud se ha ocupado de este tema denuncien y de que éste continúe siendo
(OMS, 1998). Así, desde 1995 y dentro un problema "oculto" cuyas cifras reales
del programa de desarrollo y salud de la son casi imposibles de conocer.
mujer se llevan a cabo los trabajos sobre
violencia que inicialmente se centraron Por poner algunos ejemplos en este
en violencia doméstica y luego se han sentido, en España, el informe hecho
diversificado hacia otros ámbitos (conflic- público por el Ministerio de Trabajo y
tos armados, …). En este marco, en Bienestar Social el 3 de febrero del pre-
febrero de 1996 se acordó considerar la sente año sugiere que dos millones de
definición de violencia contra las mujeres españolas habrían sufrido algún tipo de

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La violencia de género: De cuestión privada a problema social

maltrato por parte de su pareja en algún tos. Finalmente, encontraron u n patro-


momento de su vida, y que en la actuali- cinador interesado en la C ámara de los
dad 600.000 mujeres están siendo vícti- Comu nes y se presentó u n proyecto de
mas de este delito. Durante el año 1999 ley al respecto.
murieron en el estado español 58 muje-
res y niños a manos de sus parejas y ex - Sin embargo, esta acción constituye
parejas y durante el primer mes del año tan sólo un ejemplo excepcional que,
2.000 son ya al menos 6 las mujeres aunque puede suponer un precedente
muertas en estas circunstancias. Ante importante, no significa la modificación
estos datos resulta imposible negar la general y la consideración del problema o
existencia de un grave problema social, su tratamiento. De hecho, como señalan
que va mucho más allá del concepto de Jovaní y cols. (1994), no será hasta la
"disputas familiares", que afecta profun- década de 1970 cuando la violencia
damente las bases de la convivencia doméstica contra las mujeres comience a
entre hombres y mujeres, poniendo en denunciarse de forma específica como
evidencia substratos alimentados con fal- problema y los primeros refugios o casas
sas creencias sobre el significado de para acoger a mujeres con este problema
masculinidad y feminidad, y sobre la datan de esa época y se establecen en
superioridad "natural" de los unos sobre Gran Br etaña (Pegelow, 1997).
las otras.
En el caso de España, y como nos re-
E n cuanto al proceso de "visibiliza - cuerdan Larrauri (1994) o Varela (n.d./
ción" de la violencia doméstica, Wise y 1998), la situación es sensiblemente dife-
Stanley (1992) ponen el ejemplo de G ran rente ya que hasta 1975 el Código Civil
Bretaña. Concretamente, en 1860 Fran- mantenía la potestad marital que autori-
ces Power C obbe y sus colaboradoras, zaba al marido a corregir a la esposa y
qu e trabajaban en escu elas dirigidas por obligaba a ésta a obedecerle, establecien-
feministas y destinadas a niñas y niños do así tanto la prevalencia del hombre
de clase trabajadora en Bristol y a delin- como el derecho de corrección por parte
cu entes juveniles, fueron acumulando de éste.
con el tiempo u na buena cantidad de
conocimientos y de experiencias sobre En este contexto, las primeras casas
los hombres violentos, sobre la manera de acogida para mujeres maltratadas se
de enfrentarse a ellos, y sobre el trato abren en 1984 en Madrid y Pamplona y
que éstos daban a su s mujeres e hijos. en 1986 se comienzan a expandir al resto
E n la década de 1870 Cobbe tomó con- del país. Según los datos disponibles
ciencia de lo extendido que estaba el (Instituto de la Mujer, 1997), en febrero
problema de la violencia masculina y de de 1997 se contabilizaban en España un
la escasa protección que tenían las total de 129 entre Casas de Acogida,
mujeres casadas y, junto con otras pisos tutelados y Centros de Día para
mujeres se dedicó a recoger infor ma- acoger a mujeres maltratadas y a sus
ción, escribir artículos y discu rsos y hijos/as, a madres que ejercen la prosti-
consiguió publicar algunos de ellos en tución, a madr es solteras, etc.
periódicos influyentes. G racias a ello,
u na pequeña comunidad de personas E n materia legislativa, constituye un
informadas y conscientes comenzó a cambio importante el hecho de qu e,
trabajar para modificar la situ ación, desde 1989, el Código Penal español
redactando y publicando un proyecto de contemple como delito los malos tratos
ley que institu ía mandatos de separa- reiterados en la familia, aún en el caso
ción para las esposas de maridos violen- de qu e la lesión física sea leve. Por su

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parte, el nuevo C ódigo Penal de 1995 finalmente, el establecimiento de la pri-


incrementa las penas para el delito de mera legislación contra el acoso sexual
malos tratos y añade, además, la pena en el trabajo en la segunda mitad de esta
correspondiente a la magnitud de las década. Posteriormente, estas actuacio-
lesiones causadas. Concretamente, el nes se fueron exportando a otros países,
artículo 153 dice lo siguiente: "E l que primero a aquellos de sistema jurídico
habitualmente ejerza violencia física anglosajón, después a otros países
sobre su cónyuge o persona a la que se industrializados, especialmente europe-
halle ligado de forma estable por análoga os, y en tercer lugar a otros países de
relación de afectividad o sobre los hijos cultura occidental, como los hispanoa-
propios o del cónyuge o conviviente, pupi - mericanos. Naturalmente cada país ha
los, ascendientes o incapaces que con él abordado el problema en consonancia
convivan o que se hallen sujetos a su con su tradición jurídica (De Vega, 1991;
potestad, tutela, curatela o guarda de Lousada, 1996).
hecho de uno u otro, será castigado con
la pena de prisión de seis meses a tres E n el caso de G ran Bretaña, y como
años, sin perjuicio de las penas que señalan Wise y Stanley (1992), la apari-
pudieran corresponder por el resultado ción de acoso sexual como problema
que, en cada caso, se causare". social puede datarse en 1986 y se debe
a la actuación de un sindicato. Concre-
Recientemente se han introducido tamente, en este país a finales de los
algunas modificaciones legales, incluyen- años 70 habían aparecido en la literatu-
do la violencia psicológica como delito, ra feminista algunos comentarios sobre
modificando el concepto de habitualidad, acoso sexual, pero no se volvió a hacer
etc. Pero la sociedad española se halla mención explícita al tema hasta el
inmersa en un proceso de discusión pro- momento en qu e un sindicato británico,
funda centrada en concretar cuáles tie- la "National Association of Local Gover-
nen que ser las soluciones (penales, psi- nment Officers (NALGO)", comenzó a tra-
cológicas, educativas, …) para este pro- tarlo como merecedor de la intervención
blema. En este contexto, una de las pro- sindical, y realizó en 1981 una pu blica-
puestas más amplias y que recoge tam- ción sobre informes de encu estas reali-
bién una parte importante de las aspira- zadas por el sindicato sobre el acoso
ciones del movimiento feminista es la que sexual en el gobierno local en Londres y
plantea la Oficina del Defensor del Pue- Liverpool. Inmediatamente después de
blo (1998) en un exhaustivo análisis esta primera publicación se realizaron
sobre el tema, sus causas, las herra- otras incluyendo una serie de instruc-
mientas disponibles para hacerle frente y ciones propuestas por la Comisión
las carencias existentes. Nacional para la Igu aldad de Oportuni-
dades de la NALG O para enfrentar el
acoso sexual en el trabajo; nu evos estu-
EL CASO DEL ACOSO SEXUAL dios realizados en esta ocasión en el
Departamento de Tesorería de la ciudad
En cuanto al acoso sexual en el ámbi- de Liverpool que indicaron qu e el 52%
to laboral, fueron las feministas estadou- de las mujeres y el 20% de los hombres
nidenses quienes a mediados de los años encuestadas/os habían sido objeto de
70 acuñaron el término (sexual harass- acoso sexual en el lugar de trabajo; nue-
ment), denunciando la existencia de vas definiciones de qué comportamien-
chantajes sexuales en el ámbito laboral tos constitu yen acoso sexual; nuevos
que eran considerados comúnmente consejos prácticos sobre lo que hacer
como conducta "normal" y logrando, para evitar/contrarrestar el acoso, etc.

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La violencia de género: De cuestión privada a problema social

Junto a la cobertura de este tipo de sexual a la mujer en el trabajo"(1988),


noticias, entre fines de 1981 y comienzos etc.
de 1982, diversos medios de comunica-
ción locales iniciaron un proceso en el E n el nuevo Código Penal español,
que recatalogó el acoso sexual como una aprobado en noviembre de 1995 (BOE nº
conducta sexual natural de ciertos hom- 281 de 24-11-95) y que entró en vigor en
bres un tanto fuera de lo común (con mayo de 1996, se incluye un artículo, el
inusitados apetitos sexuales, que elegían 184 que recoge el tema del acoso sexual
equivocadamente a quién hacer objeto de del modo siguiente: "El que solicitare favo -
sus atenciones, con cierta incapacidad res de naturaleza sexual para sí o para un
para controlar los sentimientos masculi- tercero prevaliéndose de una situación de
nos normales, etc.). Todo ello dio lugar a superioridad laboral, docente o análoga,
un buen número de artículos escritos en con el anuncio expreso o tácito de causar a
clave de humor en los que se ofrecían la víctima un mal relacionado con las legíti -
anécdotas de hechos ocurridos en luga- mas expectativas que pueda tener en el
res de trabajo. ámbito de dicha relación, será castigado
como autor de acoso sexual con la pena de
Al mismo tiempo, y junto con la activi- arresto de 12 a 24 fines de semana o
dad que continuaba desarrollando la multa de 6 a 12 meses".
NALGO, se desarrolló una "Campaña por
la Igualdad de remuneraciones y oportuni- Justo un año después de la entrada
dades" que difundió consejos prácticos en vigor de este nuevo Código Penal, en
sobre las medidas que podían tomar las mayo de 1997, se introdujo una modifi -
mujeres en relación a los hombres acosa- cación en la regulación del acoso sexual,
dores en sus trabajos, y que sostenía que ampliándolo para incluir no sólo a los
las leyes relativas al empleo (1978) y a la superiores sino también a los iguales y
discriminación sexual (1975) podían ser endureciendo las penas en aquellos
el camino para dar respuesta jurídica a casos en los que la víctima fuera espe-
este tipo de conductas. De esta manera cialmente vulnerable, por razón de su
los tribunales comenzaron a sancionar edad, enfermedad o situación.
las conductas de acoso sexual como con-
ductas discriminatorias. En cualquier caso, a partir de su
inclusión en el nuevo código penal espa-
E n E spaña, en una erforma del esta- ñol, podemos afirmar que el acoso sexual
tuto de los T rabajadores (1989) se intro- ha sido considerado y reconocido como
dujeron previsiones relativas al acoso un problema social o una cuestión social
sexual. Pero para qu e ello ocurriera fue de nuestra época, de la misma manera
preciso que algu nas organizaciones sin- que también lo han sido anteriormente el
dicales y el Instituto de la M ujer inicia- abuso sexual a menores o los malos tra-
ran un proceso divulgativo sobre el tos domésticos, a los que nos hemos refe-
tema, que actuó como forma de pr esión rido en apartados anterior es.
para qu e se llevara a cabo la reforma
mencionada (M artínez, 1995) y que Sin embargo, aún existen serias dudas
incluyó, entre otras cosas, la publica- sobre qué comportamientos son o deben
ción en español del "Código de conducta ser considerados como acoso sexual. En
para combatir el acoso sexual" (Comisión este sentido, cabe recordar que las inves -
de las C omunidades E u ropeas, 1992), la tigaciones sobre el tema muestran que la
elaboración del estu dio de M ercedes percepción de lo qué es o no acoso sexual
C alle , Carmen G onzález y Ju an Antonio varía sustancialmente si quien realiza
Núñez titulado "Discriminación y acoso esta apreciación es potencial agresor o

16 INTER VENCION PSICOSOCIAL


Esperanza Bosch Fiol y Victoria A. Ferrer Pérez

potencial víctima del acoso (Bosch y de ser hombre o mujer, las normas sociales
Ferr er, 1999). y de convivencia en las que nos basamos,
nuestras expectativas, nuestras aspiracio-
nes, en definitiva el diseño de la sociedad
CONCLUSIONES: futura que deseamos debe proseguir y
ampliarse más. Deberíamos ser capaces de
En definitiva, nuestra intención a lo generar como alternativa a la cultura misó-
largo de este artículo ha sido demostrar gina, una cultura de la igualdad, la paz y el
cómo, y fundamentalmente a instancias respeto a la vida en todas su manifestacio-
de los colectivos más afectados, es decir nes. Para ello se requerirá el compromiso
los grupos feministas, se ha iniciado en de todas y todos, tanto individual como
los últimos años un proceso de denuncia, colectivamente, de las instituciones públi-
discusión y toma de conciencia social cas, de las ONGs, y, sin duda, también del
sobre la violencia de género, incluyendo mundo universitario. E n este sentido son
sus causas, claramente vinculadas a la cada vez más numerosos las líneas de
estructura de poder patriarcal y a la cul- investigación sobre género, y más activos
tura misógina que defiende, y sus conse- los grupos de investigadores/as que los lle-
cuencias en la vida, la salud y las legíti- van a cabo, desarrollando propuestas
mas expectativas de millones de perso- novedosas, que invitan a cuestionar el
nas en todo el mundo cuyas vidas se ven androcentrismo científico, proponiendo
amenazadas por el simple hecho de una mirada alterativa que nos ayude a
haber nacido mujer . entender mejor, a ampliar más nuestro
campo de visión sobre la complejidad de la
El acuerdo adoptado en la IV Confe- construcción social del género humano.
rencia Mundial sobre la Mujer de Beijing
(1995) en el sentido de que es necesario Para finalizar, nos parece importante
dar reconocimiento institucional pero remarcar que, en el caso de la violencia
también público al hecho de que los contra las mujeres, su consideración como
derechos de las mujeres son derechos problema social implica no sólo una visibi-
humanos, pone finalmente y de forma lización del problema sino también una
clara las cosas en su lugar. El grave nueva forma de abordar su explicación.
atentado contra los derechos fundamen- Así, si desde un análisis como problema
tales que implica el recurso a la violen- individual se entendía esta violencia como
cia, sea física o psíquica, como expresión consecuencia de alguna situación o cir-
de poder, es injustificable en cualquiera cunstancia particular (situación socioeco-
de sus posibles manifestaciones. Tampo- nómica, psicopatología del agresor, etc.),
co es tolerable el manido recurso a la tra- desde su consideración como un problema
dición como forma de justificación de social pasa a entenderse que la violencia
determinadas prácticas que atentan cla- contra las mujeres tiene su origen último
ramente contra la vida o la dignidad de en unas relaciones sociales basadas en la
las mujeres, se produzcan dónde se pro- desigualdad, en un contrato social entre
duzcan. El respeto a la diversidad cultu- hombres y mujeres que implica la presión
ral no debe servir de excusa para el man- de un género (el femenino) por parte del
tenimiento de situación de grave desi- otro (el masculino). Y, desde esta nueva
gualdad entr e seres humanos. consideración, son necesarias actuaciones
a nivel social que impliquen un nuevo con-
Creemos, por tanto, que el amplio deba- trato social, con nuevas medidas legislati-
te social que implica un proceso de revisión vas, modificaciones los programas educati-
y crítica en profundidad de muchas de vos, etc., para afrontar el problema y supe-
nuestras concepciones sobre el significado rar sus consecuencias.

INTER VENCION PSICOSOCIAL 17


La violencia de género: De cuestión privada a problema social

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