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DEDICATORIA

Este trabajo de investigación está dedicado a nuestro maestro y a todos nuestros seres
queridos y mis compañeros, en este trabajo vamos a dar a conocer, todas nuestras
habilidades, destrezas y conocimientos, demostrar que nos dieron suficiente fortaleza
para terminar este trabajo de investigación y que dimos todo el mayor tiempo para realizar
la debida investigación del tema, a todos ustedes nuestros sinceros agradecimientos.
GRACIAS

. INTRODUCCIÓN

Trataremos de manera sucinta sobre los contratos, los cuales no son mas que un
convenio entre una o varias personas por medio del cual se obligan con respecto a una o
varias otras a dar, hacer o no hacer una cosa, hablaremos también de la clasificación de
la clasificación de los contratos definiendo cada uno de ellos.

Otros de los temas tratados en el presente trabajo lo es el consentimiento que no es mas


que el concierto de voluntades, así mismo abarcaremos los requisitos para la validez de
las convenciones, los vicios del consentimiento el error, el dolo, la lesión; además
hablaremos de la clasificación de las obligaciones, la obligaciones simples, solidarias,
accesorias, de hacer y no hacer.

Finalmente nos referimos al tema del modo de extinción de una obligación y sus
diferentes maneras como son: el pago, la consignación, la compensación, la Confusión, la
Novación, la condenación Extinción de la cosa debida

el contrato es un convenio en cuya virtud una o varias personas se obligan respecto de


una o de varias otras a dar, hacer o no hacer alguna cosa.

EL CONTRATO
Antecedentes
Los antecedentes son los siguientes:
El sistema contractual romano
En el Derecho romano el contrato aparece como una forma de acuerdo (conventio). La
convención es el consentimiento de dos a más personas que se avienen sobre una cosa
que deben dar o prestar.
La convención se divide en pacto (pactum) y contrato (contractus), siendo el pacto aquel
que no tiene nombre ni causa y el contrato aquel que los tiene. En este contexto se
entiende por nombre la palabra que produce la acción (el pacto se refiere solo a
relaciones que solo engendran una excepción). La causa es alguna cosa presente de la
cual se deriva la obligación. El pacto fue paulatinamente asimilándose al contrato al
considerar acciones para exigir su cumplimiento.
El contrato se aplica a todo acuerdo de voluntades dirigido a crear obligaciones civilmente
exigibles. Estaba siempre protegido por una acción que le atribuía plena eficacia jurídica.
Los contratos se dividen en verdaderos y cuasicontratos. Eran verdaderos los que se
basaban en consentimiento expreso de las partes y los cuasicontratos los basados en el
consentimiento presunto. Cuasicontratos. Son aquellos que se basan en el
consentimiento presunto de las partes.
A su vez los contratos verdaderos de dividían en nominados e innominados. Eran
nominados los que tenían nombre especifico y particular confirmado por el derecho (ej.
compraventa) e innominados los que aún teniendo causa no tenían nombre. Los contratos
innominados eran cuatro: Doy para que des, Doy para que hagas, Hago para que des y
Hago para que hagas. Lo característico de los contratos innominados es que en ellos no
intervenía el dinero contado.
En el derecho romano existían contratos unilaterales y bilaterales. Los contratos
unilaterales obligaban solo a una de las partes (por ejemplo, el mutuo) y los bilaterales
obligaban a ambas partes (como en el caso de la compraventa).
La cosa en los contratos en Roma
La cosa presente de la cual se deriva la obligación puede ser:
.- Entrega de la cosa, que equivale a los contratos reales: mutuo, comodato, depósito y
prenda.
.- Palabras solemnes, que equivale a los contratos verbales, por derecho antiguo eran: el
señalamiento de la dote y la promesa jurada de obras; por derecho nuevo únicamente
quedó la estipulación.
.- Instrumentos, que equivale al contrato literal, del cual el que se conocía era el vale.
.- Consentimiento, que equivale a los contratos consensuales que son: la compraventa,
locación y conducción, enfiteusis, sociedad y mandato.

EL CONTRATO

Definición.- Un contrato es un acuerdo de voluntades que crea o transmite derechos y


obligaciones a las partes que lo suscriben. El contrato es un tipo de acto jurídico en el que
intervienen dos o más personas y está destinado a crear derechos y generar obligaciones.
Se rige por el principio de autonomía de la voluntad, según el cual, puede contratarse
sobre cualquier materia no prohibida. Los contratos se perfeccionan por el mero
consentimiento y las obligaciones que nacen del contrato tienen fuerza de ley entre las
partes contratantes.

Como contrato se denomina, en Derecho, al convenio, pacto o acuerdo celebrado, de


manera oral o escrita, entre dos partes, y que comprende para ambas una serie de
derechos y obligaciones, relacionados con la materia o cosa del contrato. Cuando se
celebra mediante un documento escrito, a dicho documento se le denomina contrato,
mientras que cuando se efectúa de manera oral, se designa como contrato verbal. Como
tal, la palabra proviene del latín contractus

¿Quién puede firmar el contrato?

Es elemento esencial para la validez del contrato que las partes tengan capacidad legal
para contratar y que cumplan con la actitud jurídica para ejercer derechos y contraer
obligaciones. Pueden ser partes del contrato:

1. Los mayores de edad (18 años).


2. Los menores de 18 años legalmente emancipados.
3. Mayores de 16 y menores de 18 si tienen autorización de los padres o de quien los
tenga a su cargo (si viven de forma independiente, con el consentimiento expreso
o tácito de sus padres o tutores).
No pueden firmar un contrato los menores no emancipados ni los incapacitados.

Conceptos utilizados en relación con los contratos


Algunos conceptos utilizados en los contratos en el Derecho romano eran:
Daño: Es todo aquello que disminuye el patrimonio, el daño puede ser ocasionado por
dolo, culpa y caso fortuito.
Dolo: Daño causado por engaño o malicia.
Culpa: Daño causado por descuido o imprudencia. Puede ser lata, leve y levísima.
Caso fortuito: Daño causado por la mera casualidad.
Addictio in diem: Pacto entre el comprador y el vendedor en virtud del cual este último
puede anular la compraventa sidentro de cierto plazo consigue mejor precio.
Laesio enormis: Lesión enorme. Se presenta en la venta de una cosa en la cual el
vendedor ha pagado menos de la mitad del precio real.
Lex commissorid: Pacto que se adhiere a la compraventa en virtud del cual el vendedor
tiene el Derecho a rescindir el contrato si el comprador no paga en el término acordado.
Litteris. Literal. La escritura es la causa, lo que le da eficacia a los contratos litteris.
Pactum adiectum: Pacto adiecto. Convenio adicional al contrato que implica alguna
modificación al contenido típico del mismo.
Pactum ex continenti: Cláusula adicional adherida por las partes al contrato.
Pactum ex intervallo. Cláusula adicional que se agrega a un contrato después de
finalizarlo.
Verbis. Oral. Las palabras dan eficacia a los contratos verbis.
Clasificación de los contratos

1. Unilaterales y bilaterales
2. Onerosos y gratuitos
3. Conmutativos y aleatorios
4. Principales y accesorios
5. Instantáneos y de tracto sucesivo
6. Consensuales y formales o solemnes
7. Públicos y privados
8. Nominados o típicos e innominados o atípicos

Contratos unilaterales y bilaterales


Contrato unilateral:
es un acuerdo de voluntades que engendra solo obligaciones para una parte.
Contrato bilateral:
Es el acuerdo de voluntades que da nacimiento a obligaciones para ambas partes.
Esta clasificación tiene importancia, entre otros, para efectos de la teoría o problemas de
los riesgos y la excepción de contrato no cumplido.
Cuando en un contrato unilateral existen obligaciones que impliquen la transferencia de
una cosa, si está se destruye por caso fortuito o fuerza mayor es necesario poder
establecer quién debe de sufrir la pérdida. La cosa siempre perece para el acreedor (en
los contratos traslativos de dominio el acreedor es el dueño; mientras en los contratos
traslativos de uso, el acreedor a la restitución es el dueño y la cosa perece para él).
Si el contrato fuere bilateral no habría posibilidad de plantear el problema, porque esta
cuestión supone que siendo las obligaciones recíprocas, una parte no cumple entregando
la cosa, por un caso de fuerza mayor y en atención a esto la otra parte debe cumplir, ya
que no es imputable el incumplimiento del deudor.
La excepción de contrato no cumplido (exceptio non adimpleti). En todos contratos
bilterales, que generan obligaciones recíprocas, cuando una parte no cumple o se allana a
cumplir, carece de derecho para exigir a la otra el cumplimiento de su obligación, y si a
pesar de ello pretendiera exigir judicialmente el cumplimiento por una demanda, el
demandado le opondrá la excepción de contrato no cumplido.
La exceptio non adimpleti no puede presentarse en los contratos unilaterales, por una
sencilla razón de que en ellos solo una de las partes está obligada, y si no cumple, la otra
podrá judicialmente exigir ese cumplimiento, sin que pueda oponérsele dicha excepción,
ya que no tiene por su parte ninguna obligación que realizar.
Contratos onerosos y gratuitos
Contrato oneroso:
Es aquél en el que existen beneficios y gravámenes recíprocos, en éste hay un sacrificio
equivalente que realizan las partes; por ejemplo, la compraventa, porque el vendedor
recibe el provecho del precio y a la vez entrega la cosa, y viceversa, el comprador recibe
el provecho de recibir la cosa y el gravamen de pagar.
Contrato gratuito:
Sólo tiene por objeto la utilidad de una de las dos partes, sufriendo la otra el gravamen. Es
gratuito, por tanto, aquel contrato en el que el provecho es para una sola de las partes,
como por ejemplo el comodato.
Contratos conmutativos y aleatorios
Contrato conmutativo:
Es aquel contrato en el cual las prestaciones que se deben las partes son ciertas desde el
momento que se celebra el acto jurídico, un ejemplo muy claro es el contrato de
compraventa de una casa.
Contratos aleatorios:
Es aquel que surge cuando la prestación depende de un acontecimiento futuro e incierto y
al momento de contratar, no se saben las ganancias o pérdidas hasta el momento que se
realice este acontecimiento futuro. Ejemplos son el contrato de compraventa de cosecha
llamado de “esperanza”, apuestas, juegos, etc.
Lo que principalmente caracteriza a los contratos aleatorios:
La incertidumbre sobre la existencia de un hecho, como en la apuesta, o bien sobre el
tiempo de la realización de ese hecho (cuándo).
La oposición y no sólo la interdependencia de las prestaciones, por que cuando la
incertidumbre cesa, forzosamente una de las partes gana y la otra pierde, y, además, la
medida de la ganancia de una de las partes es la medida de la pérdida de la otra.
Es importante señalar que el Diccionario de la lengua española, define al término
aleatorio, del latín “aleatorius” el cual significa, propio del juego de dados, adj.
Perteneciente o relativo al juego de azar.
Contratos principales y accesorios
Contrato principal:
Es aquel que existe por sí mismo, en tanto que los accesorios son los que dependen de
un contrato principal. Los accesorios siguen la suerte de lo principal porque la nulidad o la
inexistencia de los primeros origina a su vez, la nulidad o la inexistencia del contrato
accesorio.
Contratos accesorios:
Son también llamados “de garantía”, porque generalmente se constituyen para garantizar
el cumplimiento de una obligación que se reputa principal, y de esta forma de garantía
puede ser personal, como la fianza, en que una persona se obliga a pagar por el deudor,
si éste no lo hace; o real, como el de hipoteca, el de prenda, en que se constituye un
derecho real sobre un bien enajenable, para garantizar el cumplimiento de una obligación
y su preferencia en el pago.
La regla de que lo accesorio sigue la suerte de lo principal, sufre en ciertos casos
excepciones, porque no podría existir el contrato accesorio, sin que previamente no se
constituyese el principal; sin embargo, el Derecho nos presenta casos que puede haber
fianza, prenda o hipoteca, sin que haya todavía una obligación principal, como ocurre
cuando se garantizan obligaciones futuras o condicionales.
Contratos instantáneos y de tracto sucesivo
Contrato instantáneo:
Son aquellos que se cumplen en el mismo momento en que se celebran, es decir, su
cumplimiento se lleva a cabo en un solo acto.
Contrato de Tracto Sucesivo:
es aquel en que el cumplimiento de las prestaciones se realiza en un periodo
determinado, y que, por deseo de las partes se puede extender para satisfacer sus
necesidades primordiales y éstos términos pueden ser:
.- Ejecución continuada: ejecución única pero sin interrupción.
.- Ejecución periódica: varias prestaciones que se ejecutan en fechas establecidas.
.- Ejecución intermitente: se da cuando lo solicita la otra parte.
Características de las ejecuciones:
1.- La ejecución es autónoma de las demás, por lo que cada acto es autónomo.
2.- Existe una retroactividad por cada acto jurídico que se realice.
3.- Si se presenta un elemento antijurídico, lo que procede es anular alguna prestación ya
realizada.
Contrato consensual y real
Contrato consensual:
Por regla general, el consentimiento de las partes basta para formar el contrato; las
obligaciones nacen tan pronto como las partes se han puesto de acuerdo. El
consentimiento de las partes puede manifestarse de cualquier manera. No obstante, es
necesario que la voluntad de contratar revista una forma particular, que permita por medio
de ella conocer su existencia. No es la simple coexistencias de dos voluntades internas lo
que constituye el contrato; es necesario que éstas se manifiesten al exterior, que sean
cambiadas Ejemplos: mutuo, comodato y depósito.
Contrato real:
Queda concluido desde el momento en que una de las partes haya hecho a la otra la
tradición o entrega de la cosa sobre la que versare el contrato.
Existen también las que se llaman formalidades ad probationem que son las realizadas a
fin de poder demostrar la celebración de un acto; por lo general consiste en realizar el
acto ante notario y también son llamadas solemnes que son cuando la voluntad de las
partes, expresada sin formas exteriores determinadas, no basta para su celebración,
porque la ley exige una formalidad particular en la ausencia de la cual el consentimiento
no tiene eficacia jurídica. La distinción entre contratos formales y solemnes estriba en lo
referente a la sanción. La falta de forma origina la nulidad relativa; la falta de solemnidad
ocasiona la inexistencia.
Contrato formal, solemne o no solemne, y no formal
Contrato formal o solemne:
es aquel en que la ley ordena que el consentimiento se manifieste por determinado medio
para que el contrato sea válido. En la legislación se acepta un sistema ecléctico o mixto
respecto a las formalidades, porque en principio, se considera que el contrato es
consensual, y sólo cuando el legislador imponga determinada formalidad debe cumplirse
con ella, porque de lo contrario el acto estará afectado de nulidad.
Contrato privado y público
Contrato privado:
Es el realizado por las personas intervinientes en un contrato con o sin asesoramiento
profesional. Tendrá el mismo valor que la escritura pública entre las personas que los
suscriben y sus causahabientes
Contrato público:
Son los contratos autorizados por los funcionarios o empleados públicos, siempre dentro
del ámbito de sus competencias, tiene una mejor condición probatoria.Los documentos
notariales son los que tienen una mayor importancia
y dentro de ellos principalmente las escrituras públicas.
Contrato nominado o típico e innominado o atípico
Contrato nominado o típico:
Es aquel contrato que se encuentra previsto y regulado en la ley. Por ello, en ausencia de
acuerdo entre las partes, existen normas dispositivas a las que acudir. (Compraventa,
Arrendamientos…)
Contrato innominado o atípico:
Es aquel para el que la ley no tiene previsto un nombre específico, debido a que sus
características no se encuentran reguladas por ella. Puede ser un híbrido entre varios
contratos o incluso uno completamente nuevo. Para completar las lagunas o situaciones
no previstas por las partes en el contrato, es necesario acudir a la regulación de contratos
similares o análogos.
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Públicos:
Cuando son realizados bajo la autoridad de notarios, jueces.
Privados:
Son los contratos otorgados por las partes contratantes sin la existencia de fedatario
publico, aunque pueden contar con la presencia de testigos.
Principales Contratos
En principio la cantidad de contratos que puede existir es casi infinita, como casi infinitos
son los derechos y obligaciones que pueden crear las partes, incluyendo el hacerlo de
manera pura y simple, o sometida a alguna modalidad. Sin embargo, la legislación civil de
la mayoría de los países ha regulado los más importantes de éstos, bien sea en sus
respectivos Códigos Civiles, o bien en leyes especiales.
Acuerdo prenupcial (Capitulaciones matrimoniales).
Agencia.
Anticresis.
Arras
Arrendamiento.
Comisión.
Comodato.
Compraventa.
Concesión.
Depósito.
Distribución.
Donación.
Edición.
Empresa conjunta (Joint venture).
Enfiteusis.
Factoraje (Factoring).
Fianza
Franquicia (Franchishing).
Hipoteca.
Leasing
Contratos más comunes

1. Acuerdo prenupcial.- También conocido como capitulación de bienes. Es


formalizado por la pareja antes del enlace donde se distribuyen los bienes en caso
de divorcio o separación.
2. Anticresis.- El acreedor adquiere el derecho a percibir los frutos de un inmueble
que tenga su deudor con la obligación de aplicarlos al pago de los intereses si se
debieran y después al del capital de su crédito.
3. Arras.- Las partes pactan la reserva de la compraventa de bienes mubles o
inmuebles entregándose como prueba una cantidad de dinero en concepto de
señal de garantía.
4. Arrendamiento.- El arrendador se obliga a la entrega de un bien mueble o
inmueble para que su contraparte, el arrendatario, la tenga a nombre y en lugar del
dueño, y use y goce de ella, pagando al arrendador un precio de forma periódica.
5. Comodato.- Una parte entrega a la otra gratuitamente una especie, mueble o raíz,
para que haga uso de ella, con cargo de restituir la misma especie después de
terminado el uso.
6. Compraventa.- Una de las partes (el vendedor) se obliga a entregar una cosa
determinada y la otra parte (el comprador) paga por ella un precio cierto en dinero
o signo que lo represente.
7. Depósito.- Una de las partes (el depositante) cede la posesión de una cosa o
varias de su propiedad a otro (el depositario) para que se encargue de guardarla y
restituirla cuando se la reclame. Se puede pactar un precio por la guarda y
custodia de la cosa depositada.
8. Donación.- Una de las partes (el donante) transfiere gratuitamente total o
parcialmente sus bienes hacia la otra parte (el donatario).
9. Edición.- El titular de la Propiedad Intelectual de una obra cede al editor el derecho
a reproducir su obra y a distribuirla.
10. Factoraje (factoring).- Un comerciante o empresa encarga a otra entidad (factor) el
manejo de su facturación mediante la transmisión de sus créditos frente a terceros.
11. Fianza.- Contrato de garantía personal mediante el cual un tercero se compromete
a responder ante un acreedor del cumplimiento de la obligación asumida por un
deudor.
12. Franquicia.- Una de las partes (el franquiciador) cede a otra (el franquiciado) la
licencia de una marca así como los métodos de hacer negocios a cambio de una
tarifa periódica.
13. Hipoteca.- Es un contrato unilateral del que sólo pueden ser objeto bienes
inmuebles y derechos reales enajenables.
14. Leasing.- El arrendador traspasa el derecho a usar un bien a cambio del pago de
rentas de arrendamiento durante un plazo determinado.
15. Obra y servicio.- Se pacta la realización de una obra o prestación de un servicio
determinado a cambio de un precio.
16. Mandato.- Una persona confía la gestión de un negocio a otra y se hace cargo por
cuenta y riesgo de la primera.
17. Matrimonio.- Enlace o unión entre dos personas con capacidad para contraer
matrimonio. Hay quienes opinan que el matrimonio no es un contrato sino una
alianza.
18. Mutuo.- Contrato de préstamo de dinero.
19. Opción.- Una de las partes (el otorgante o concedente) otorga preferentemente a
la otra parte (el adquiriente u optante) un derecho mediante el cual puede comprar
ciertos bienes con las condiciones pactadas.
20. Permuta.- Uno de los contratantes se obliga a dar una cosa para recibir otra a
cambio.
21. Prenda.- Garantía real que se constituye sobre bienes muebles para garantizar el
cumplimiento de una obligación con entrega de la posesión al acreedor para que
en caso de incumplimiento pueda cobrarse con cargo a ella.
22. Préstamo.- Una de las partes (el prestamista) tiene la obligación de entregar el
capital que presta mientras que la otra parte (el prestatario) tiene la obligación de
devolver la cantidad prestada más unos intereses de mora en los plazos
establecidos.
23. Promesa.- Las partes se obligan en un cierto tiempo por vencimiento o por el
cumplimiento de una condición a celebrar un contrato futuro determinado.
24. Seguro.- Un asegurador se obliga, con el cobro de una prima, a cubrir un evento
cuyo riesgo es objeto de cobertura en la póliza dentro de los límites pactados.
25. Sociedad.- Dos o más personas se obligan a poner en común dinero, bienes o
industria con ánimo de lucrarse en un futuro. Hay que diferenciar varios tipos de
sociedades.
26. Transporte.- Una parte se obliga, por un precio pactado, a transportar de un lugar
a otro pasajeros o mercancías ajenas.
27. Trabajo (individual).- Una de las partes (el empleador) se obliga a pagar una
remuneración determinada al (trabajador) que prestará servicios bajo la
subordinación del primero.
28. Trabajo (colectivo).- Es el celebrado entre sindicatos y empleadores.

TIPOS DE CONTRATOS

Contrato de alquiler o de arrendamiento

Se denomina contrato de alquiler o de arrendamiento aquel mediante el cual dos


partes, que se llamarán arrendadora y arrendataria, acuerdan la cesión del derecho de
uso y disfrute de determinado bien (mueble o inmueble), del cual es propietaria la parte
arrendadora, durante un determinado periodo de tiempo, a cambio de lo cual la parte
arrendataria se comprometerá a pagar a la arrendadora un precio determinado, es decir,
la contraprestación por este derecho de uso, de una sola vez o de manera fraccionada
durante el tiempo que vaya a durar la relación arrendaticia, a lo cual se le conoce con el
nombre de renta.

Contrato de trabajo

Individual

Como contrato de trabajo individual se designa aquel celebrado de manera individual


entre un trabajador y un empleador, donde el primero se compromete a realizar labores y
servicios bajo la subordinación del segundo, quien, a su vez, debe comprometerse a
pagar, a cambio de los servicios prestados, una remuneración determinada.

Colectivo

El contrato colectivo, también llamado convenio colectivo o convención colectiva, se


refiere a aquel celebrado entre los trabajadores y los empleadores de determinada
empresa, con el fin de regular y acordar todos los aspectos relativos a la relación laboral,
entendidos como salario, duración de la jornada, estipulación de los descansos,
vacaciones, así como condiciones generales de trabajo.

Contrato ley

El contrato ley es un tipo de contrato colectivo celebrado entre uno o varios sindicatos de
trabajadores y uno o varios empleadores de un sector determinado de la industria, con la
finalidad de regular y acordar todos los aspectos referentes a la relación de trabajo
(salarios, jornada, descansos, vacaciones, condiciones de trabajo, etc.). A diferencia del
contrato colectivo, el contrato ley puede ser aplicado de manera general en un sector
determinado de la actividad industrial a nivel regional, nacional o internacional. En este
sentido, el contrato ley busca unificar criterios y situaciones laborales a nivel nacional e
internacional.

Contrato de compra venta

El contrato de compra venta es aquel que recoge las condiciones del acuerdo
alcanzado entre dos partes, que se llamarán, para los efectos, comprador y vendedor,
para el intercambio de un bien determinado a cambio de una cantidad específica de
dinero, la cual recibirá el nombre de precio.

Contrato de comodato

Como contrato de comodato se designa aquel que refiere a una situación de préstamo
de uso, donde una de las partes transfiere el derecho de uso y disfrute de determinado
bien a la otra, eso sí, con la obligación de que la segunda parte lo devuelva dentro de los
términos de un plazo fijado.

Contrato social

Como contrato social se denomina, en filosofía política, el pacto, real o implícito,


mediante el cual una sociedad acuerda vivir bajo ciertas condiciones de deberes y
derechos, siendo que dicho contrato se sustenta sobre la estructura que el Estado, como
entidad encargada de velar, vigilar y regular su cumplimiento, le proporciona.

El contrato social: o los principios del derecho político, es también un libro de Jean-
Jacques Rousseau, publicado en 1762, que aborda el tema de los derechos y deberes
de los seres humanos en el marco del Estado. Es considerado un hito en el pensamiento
político, y es una referencia ineludible en el tema del contrato social.

Contrato como acto jurídico


El contrato tiene todos los elementos y requisitos de un acto jurídico:
Sujetos
Quien concluye un contrato debe ser capaz. Todo sujeto, como parte de su personalidad,
tiene la capacidad jurídica. Sin embargo, la capacidad de actuar es el poder que tiene un
sujeto de derecho para crear, con una manifestación de voluntad, efectos de derechos.
Así, la persona que constituya un contrato debe tener la capacidad de actuar para
obligarse según las condiciones estipuladas en el contrato.
Objeto
El objeto del contrato de trabajo no es otro que la prestación de forma voluntaria y
retribuida de un trabajo por cuenta ajena y bajo la dependencia de otra persona que
llamamos empresario.
Elementos del acto jurídico
Los siguientes son los elementos que conforman el acto jurídico:
Capacidad
La capacidad se subdivide en capacidad de goce (la aptitud jurídica para ser titular de
derechos subjetivos, comúnmente denominada también como capacidad jurídica) y
capacidad de ejercicio (aptitud jurídica para ejercer derechos y contraer obligaciones sin
representación de terceros, denominada también como capacidad de actuar).
Consentimiento o voluntad
La voluntad es el querer interno que, manifestado bajo el consentimiento, produce efectos
de derecho. Todo contrato exige el libre consentimiento entre las partes que lo forman. El
consentimiento se manifiesta por la concurrencia de la oferta y de la aceptación sobre la
cosa y la causa que han de constituir el contrato. Será nulo el consentimiento prestado
por error, violencia, intimidación o dolo.
Los vicios del consentimiento
Para la validez del contrato se requiere que la voluntad no esté presionada por factores
externos que modifiquen la verdadera intención. Entre los vicios del consentimiento se
encuentran el error, la violencia y el dolo.
El error
Cuando versa el error, existe una equivocación sobre el objeto del contrato, o sobre
alguno de sus aspectos esenciales. El error es motivo de nulidad del contrato cuando
recae sobre:
.-La naturaleza del contrato (quería hacer un arrendamiento e hizo una compraventa).
.-La identidad del objeto.
.-Las cualidades específicas de la cosa.
El error no debe de ser de mala fe, porque de lo contrario, se convierte en dolo.
La violencia
En la violencia se ejerce una fuerza irresistible que causa un grave temor a una de las
partes del contrato, o que una de las partes haya abusado de la debilidad de la otra. La
amenaza de acudir ante una autoridad judicial para reclamar un derecho no es coacción,
a no ser que se amenace abusivamente de este derecho.
El dolo
Todo medio artificioso, contrario a la buena fe, empleado con el propósito de engañar
para hacer a una persona consentir un contrato es considerado dolo. La víctima del dolo
puede mantener el contrato y reclamar daños y perjuicios.
El objeto
Pueden ser objeto de contratos todas las cosas que no están fuera del comercio humano,
aun las futuras. Pueden ser igualmente objeto de contrato todos los servicios que no sean
contrarios a las leyes o a las buenas costumbres.
Causa
Normalmente, la normativa civil de los ordenamientos jurídicos exige que haya una causa
justa para el nacimiento de los acto jurídicos. La causa es el motivo determinante que
llevó a las partes a celebrar el contrato. Un contrato no tiene causa cuando las
manifestaciones de voluntad no se corresponden con la función social que debe cumplir,
tampoco cuando se simula o se finge una causa. El contrato debe tener causa y esta ha
de ser existente, verdadera y lícita.
Forma
La forma es el conjunto de signos mediante los cuales se manifiesta el consentimiento de
las partes en la celebración de un contrato. En algunos contratos es posible que se exija
una forma específica de celebración. Por ejemplo, puede ser necesaria la forma escrita, la
firma ante notario o ante testigos, etc.
Elementos accidentales
Son aquellos que las partes establecen por cláusulas especiales, que no sean contrarias
a la ley, la moral, las buenas costumbres o el orden público. Por ejemplo: el plazo, la
condición, el modo, la solidaridad, la indivisibilidad, la representación, etc.
En consonancia con la autonomía de la voluntad, los contratantes pueden establecer los
pactos, cláusulas y condiciones que tengan por convenientes, siempre que no sean
contrarios a la ley, la moral, las buenas costumbres o el orden público.
Formación del contrato
Acuerdo de voluntades
El contrato necesita de la manifestación inequívoca de la voluntad de las partes que
conformarán el acto jurídico. Así, cuando las partes contratantes expresan su voluntad en
el momento que se forma el contrato, se denomina entre presentes. Cuando la
manifestación de la voluntad se da en momentos diferentes, se denomina entre ausentes.
La distinción es importante para poder determinar con exactitud el momento en que el
contrato entra en la vida jurídica de los contratantes. El contrato entre presentes entrará
en vigencia en el momento de la manifestación simultánea de la voluntad, mientras que el
contrato entre ausentes solamente hasta que el último contratante haya dado su
manifestación.
Oferta del contrato
La oferta es una manifestación unilateral de voluntad, dirigida a otro. El ejemplo clásico es
el del comercio que ofrece sus productos a cualquiera, a un precio determinado. La oferta
es obligatoria, es decir, una vez emitida, el proponente no puede modificarla a su antojo.
Para la aceptación de la oferta, el otro contratante debe dar su consentimiento expreso o
tácito, que indique su inequívoca intención de aceptar la oferta y apegarse a las
condiciones del oferente.
La vigencia obligatoria de la oferta varía en los distintos ordenamientos. Para algunos, el
oferente puede variar la oferta siempre que esta no haya sido aceptada, mientras que en
otros, la oferta debe mantenerse intacta por el periodo de tiempo que normalmente
tomaría un contratante en analizar la oferta.
Forma de los contratos
Los contratos pueden ser orales o escritos. Algunos tipos de contrato pueden requerir
formularse por escrito e incluso su inscripción registral de acuerdo a la Ley.
Efectos de los contratos
“El contrato es ley entre las partes” es una expresión común. Sin embargo, esto no
significa que los contratos tienen un poder equivalente al de las leyes. Lo que indica son
los preceptos fundamentales de los contratos:
Las partes deben ajustarse y dirigirse a las condiciones estipuladas en el contrato.
En principio, las condiciones y los efectos del contrato solo tienen afección a las partes
que forman el contrato.
Fuerza obligatoria del contrato
La ley reconoce al contrato como fuente de obligaciones. Las obligaciones contractuales
son obligaciones civiles, por lo que el acreedor puede exigir del deudor la satisfacción de
la deuda según lo pactado. En caso que el cumplimiento del objeto de la obligación no
sea posible, por equivalencia, el acreedor puede demandar la indemnización de daños y
perjuicios.
Una vez que un contrato de nacimiento a una obligación, no hay posibilidad de modificarla
unilateralmente.
Los derechos adquiridos en los contratos son transmisibles por cualquier título, salvo que
el contrato estipule lo contrario, lo impida la ley o la naturaleza misma del derecho.
Ejecución de buena fe
Los contratos gozan de la presunción de la buena fe, que es un principio general de
derecho. En el momento en que se transgrede la barrera de la buena fe, se ingresa en el
campo de la ilicitud, lo que provoca, si hay daño, la responsabilidad civil.
Obligación de lealtad
La buena fe impone el deber de ser fiel al compromiso, a pesar de las dificultades
materiales que se puedan encontrar.
De parte del acreedor también debe haber lealtad. Debe abstenerse de ejecutar toda
maniobra que dificulte el cumplimiento de la obligación por parte del deudor.
Deber de cooperación
Por ejemplo, la obligación que tienen los contratantes de informarse acerca de eventos
que tengan relevancia para el vínculo jurídico que los une. Implica también ayudarle al
otro a cumplir sus obligaciones en la medida de lo posible.
Garantía
La garantía es una consecuencia de los contratos traslativos onerosos. Es la facultad que
tiene el adquiriente de un derecho real o personal, de exigir a la persona que se lo ha
transmitido, que cesen las persecuciones al objeto por parte de un tercero, y que pueda
ejercer así su derecho adquirido en paz.
En caso que el adquiriente sea despojado del objeto por acción reivindicatoria de un
sujeto con mejor título de derecho, entra en juego la garantía por evicción: el enajenante
debe devolverle no solamente el valor de la cosa, sino también los gastos legales del
contrato y de la demanda.
Efectos de los contratos para terceros
En principio, los contratos solo tienen efectos entre las partes que lo forman. Sin embargo,
hay contratos que afectan sí surten efectos sobre terceros. Un tercero es un sujeto que no
participó en la formación del vínculo contractual, y que por lo tanto, no hizo manifestación
de voluntad sobre el contrato. Incluso, puede ser que el tercero ni siquiera supiera de la
existencia del convenio.
Terceros involucrados forzosamente
Efectos respecto de los causahabientes
En principio, los herederos suceden al difunto en sus derechos y obligaciones, excepto en
aquellas que sean personalísimas. En algunos ordenamientos jurídicos, como el
costarricense, no opera la confusión de patrimonios, sino que el patrimonio de la sucesión
responde a las obligaciones del difunto.
La nulidad de los contratos del causante posterior a la sucesión afectan a los
causahabientes, pues pueden verse en la situación de tener que restituir a terceros.
Adicionalmente, los causahabientes a título particular se verán afectados por las
restricciones que haya impuesto el causante, por ejemplo, una hipoteca, una servidumbre
o un derecho de usufructo a favor de otro.
Efectos respecto de los acreedores quirografarios
Cualquier contrato del deudor que afecte su patrimonio implica una consecuencia para la
garantía del acreedor quirografario. Para protegerlo se ha establecido la acción oblicua y
la acción pauliana, sin embargo, cada una de ellas puede ser solamente invocada
solamente bajo ciertas condiciones. A saber, la acción oblicua solamente la puede ejercer
el acreedor por la inacción del deudor en la protección de su propio patrimonio, y la acción
pauliana solamente se puede ejercer sobre un deudor que se encuentre en estado de
insolvencia.
Efectos respecto de los penitus extranei
Los penitus extranei son todas aquellas personas ajenas a una relación contractual. Aun
así, los efectos de los contratos son oponibles ante estos terceros, pues no pueden alegar
desconocimiento del acto jurídico y sus efectos, como sería en el caso de derecho reales
o personales inscritos en el registro público, capitulaciones matrimoniales, y las
inscripciones de sociedades civiles o mercantiles.
Terceros involucrados voluntariamente por las partes
En principio, no pueden asignarse obligaciones a sujetos que no hayan participado y
consentido en la formación del vínculo jurídico. Pero diferente es el caso de la constitución
de beneficios a nombre de terceros.
Interpretación de los contratos
La interpretación es fundamental, porque de ella depende la posterior calificación jurídica
y los efectos que el ordenamiento asigna a la manifestación de la voluntad. Consiste en la
atribución de significado a un texto. Tratándose de los contratos su interpretación tendrá
por objeto una manifestación de voluntad. El contrato es una expresión de voluntad en un
texto, que luego de realizado puede ser interpretado de forma diferente por las partes. El
problema se traslada al juez quien tendrá la última palabra, estando su actividad reglada
por una serie de preceptos que deben presidir su labor, y de las cuales no puede
apartarse.
Métodos de interpretación
Existen varios métodos de interpretación que pueden variar según el Código Civil que rija.
Pero, se observan básicamente dos corrientes, dos métodos de interpretación: el que
propone analizar el texto (literalmente) y el que propone encontrar la intención común de
las partes, o sea, qué fue lo que los autores quisieron decir. Varios autores entienden que
llegar a conocer la voluntad común de las partes es muy complejo y aumenta la
discrecionalidad del juez.
Pautas para la interpretación de expresiones ambiguas
Las cláusulas susceptibles de dos sentidos, del uno de los cuales resultare la validez y del
otro la nulidad del acto, deben entenderse en el primero.
Las cláusulas equívocas o ambiguas deben interpretarse por medio de los términos claros
y precisos empleados en otra parte del mismo escrito.
Los hechos de los contrayentes, posteriores al contrato, que tengan relación con lo que se
discute, servirán para explicar la intención de las partes al tiempo de celebrar el contrato.
Las cláusulas ambiguas se interpretan por lo que es de uso y costumbre en el lugar del
contrato.
Interpretación a favor del deudor
Las cláusulas ambiguas deben interpretarse a favor del deudor. Pero las cláusulas
ambiguas que hayan sido extendidas o dictadas por una de las partes, sea acreedora o
deudora, se interpretarán contra ella, siempre que la ambigüedad provenga de su falta de
explicación.
Lo anterior, recoge una antigua regla romana (interpretatio contra stipulator), su
fundamento se encuentra en el principio de la responsabilidad, que impone la carga de
hablar claro. Así la oscuridad del pacto debe perjudicar al declarante.
La generalidad de las leyes de defensa del consumidor establecen que ante la duda debe
interpretarse a favor del consumidor.
Teoría subjetivista
Según esta teoría, el juez debe buscar la solución basado en las intenciones que hayan
tenido las partes al momento de contratar. La labor del juez consistiría, entonces, en
investigar estas intenciones.
Teoría objetivista
Esta teoría establece como objetivo del juez la determinación del valor de voluntad de las
partes en el contrato. El juez debe evaluar los datos objetivos que emanan del acuerdo
para precisar cual fue la intención común de las partes.
Teoría de la imprevisión
La teoría de la imprevisión también aplica para los contratos, en caso que, por cambios
radicales en las condiciones económicas generales, la satisfacción del contrato se le haga
en exceso gravosa, y deban ajustarse las condiciones del contrato para que se asemejen
a lo que las partes tuvieron en mente originalmente.
Responsabilidad contractual
La inejecución de contratos y la responsabilidad contractual [editar]El contrato puede ser
mal ejecutado o no ser ejecutado del todo. En estos casos, el acreedor tiene el derecho
de acudir a las instancias judiciales, para obligar al deudor a satisfacer forzosamente el
contrato o a ser indemnizado por daños y perjuicios. Tratándose de obligaciones de
hacer, el cumplimiento forzoso no es posible.
La falta contractual es una conducta antijurídica imputable al deudor. El incumplimiento
debe ser culposo o doloso. Algunos ordenamientos, que siguen la teoría subjetivista de la
valoración de la responsabilidad, toman en cuenta el dolo para agravar la responsabilidad
del deudor.
En ciertas obligaciones, ni siquiera la fuerza mayor exime del cumplimiento de la deuda,
por ejemplo, en las obligaciones de entregar una suma de dinero.
La ejecución forzosa
La ejecución forzosa se da cuando el juez ordena al deudor a dar cumplimiento de la
obligación exigible que no ha satisfecho.
En obligaciones de dar, la prestación consiste en la constitución del título traslativo de
dominio o en la entrega. Sostenida la negativa del deudor, el juez puede actuar a nombre
de este y otorgar el título de dominio. En las obligaciones de hacer, consiste en el
cumplimiento de la conducta prometida.
En obligaciones donde no se puede sustituir al deudor o hacer cumplir el objeto de la
obligación, se sustituye este por la indemnización de daños y perjuicios.
La resolución
Cuando una de las partes no ejecuta las obligaciones de un contrato bilateral, la parte
afectada puede pedir la resolución del contrato. Los efectos de la resolución son el
aniquilamiento retroactivo de las obligaciones. Adicionalmente, el solicitante, si lo justifica,
puede reclamar daños y perjuicios.

Conclusión

Después de un examen exhaustivo de los contratos se llega ala conclusión de que resulta de
gran importancia para los estudiosos de las Ciencias Jurídicas el conocer de manera
completa y profunda todo lo relativo a los contratos, ya que ellos constituyen la base de
toda una gama de actuaciones jurídicas que se presenta en la practica y en el que hacer
jurídico del abogado, porque los tribunales civiles están repletos de decisiones
fundamentadas ya en la teoría de las obligaciones, cumplimiento de contrato, ejecución de
contratos, violación de contratos, nulidades de actos de ventas, radiaciones de hipotecas.

El abogado que desconoce las fuentes, las características, los efectos y las formas de
extinción de las obligaciones tendría una gran laguna para el ejercicio de al profesión por
ante los tribunales civiles.
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