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Hablando de Pablo:
Si hubo alguien que pudo hablar y escribir sobre el amor de Dios, ese fue Pablo.
Siendo éste uno de los perseguidores más feroz de la iglesia primitiva, tuvo oportunidad de conocer
el amor de Dios en toda su esencia y fue transformado por ese amor. En primera de Corintios
capítulo 13 Pablo habla sobre la Preeminencia del amor.
Hablando de Juan:
Dice la Escritura que Juan se recostaba al pecho de Jesús. ¡Qué maravilloso sería para él poder
escuchar cada palpitar de ese corazón tan lleno de amor por los hombres! Así aprendió Juan sobre el
amor de Dios. Le llamamos el apóstol del amor. Lo vemos en sus epístolas, todo lo que habla es
amor. Comprendiendo Juan el inmenso amor de Dios, dijo en cierta ocasión:
"Porque de tal manera nos amó Dios que ha dado a su hijo unigénito para que todo aquel que en él
cree no se pierda más tenga la vida eterna." Juan 3:16.
En el acontecer diario de la vida de Jesús podemos ver como a través de su amor sanador, liberador,
transformador va convirtiendo a quien lo recibe; y es este Amor /Gracia que rompe con los
esquemas, que produce signos y prodigios a quien la recibe. No podemos arraigarnos en la ley
poniéndonos una gríngola para no mirar a nuestro alrededor, ya Jesús va más allá: pequeños,
pobres, marginados, débiles, postergados y rechazados por los que se preocupó con mayor ternura.
1.- DIOS CREA UN SER CON CAPACIDAD PARA LA GRACIA: Dios solo crea lo que le es agradable y creo
al hombre a su imagen y lo crea porque quiere al hombre como su interlocutor. Dios crea un ser
capaz de responder a su amor, de "permanecer" en un amor como el suyo (Jn 15, 9).
2.- POR AMOR DIOS CREA UN SER QUE NO PUEDE ESTAR SIN ÉL: Dios ha creado al ser humano como
ser de comunión y le ha llamado a responder al amor que desde siempre le ha manifestado y
otorgado. Desde siempre hay en el hombre una "capacidad de Dios", y un "deseo natural de ver a
Dios". "La vocación suprema del hombre en realidad es una sola, la divina"; "todos los hombres son
llamados a un solo e idéntico fin, esto es, Dios mismo". No se puede ser auténticamente divino sin
ser también plenamente humano. La humanidad está siempre penetrada por lo divino: "en Dios
vivimos, nos movemos y existimos" (Hc. 17, 28).
3.- POR AMOR DIOS ACEPTA SER INCOMPRENDIDO E INCLUSO NEGADO: Debido a la grandeza y la
universalidad del amor de Dios, el hombre no tiene la capacidad de entender el amor trascendental,
y su limitación le impide ver lo que es bueno para él o puede no ver la bondad divina. No podemos
aceptar que si Dios me ama a mí, pueda también amar a mi enemigo; Sólo en la medida en que yo
voy transformándome y amando a mis enemigos, puedo comprender y vivir un amor como el de
Dios. Y, al hacerlo, me ocurrirá algo similar a lo que le pasó a Jesús: ser incomprendido y rechazado a
causa del amor.
4.- POR AMOR DIOS VA MÁS ALLÁ DE LA JUSTICIA: A la luz de la Escritura no se puede negar que Dios
es gracia, misericordia, amor. Pero tampoco se puede negar que es justo. En la Sagrada Escritura
leemos:” No he venido a salvar a justos, sino a pecadores”(Luc. 5, 32) y “Yo he venido para que
tengan vida y la tengan en abundancia” (Jn. 10,10).
El Señor no viene por razones egoístas, porque yo soy bueno y tú eres malo (premio – castigo). Todos
somos iguales ante sus ojos y su voluntad es que todos seamos salvos por su justificación. Su justicia
va más allá de preceptos terrenales, justicia es creer en la promesa de Dios; justicia que justifica
(hace justo) al impío.
El Dios que nos redime es un Dios de misericordia y de perdón"; "el perdón comporta siempre a
corto plazo una aparente pérdida, mientras que, a la larga, asegura un provecho real".
GRACIA ES LA PERSONA TRANSFORMADA POR EL AMOR DE DIOS
Hablemos del sacrificio redentor de Cristo, que Dios se haya hecho hombre, humillándose a sufrir y
morir como un vulgar ladrón es un acontecimiento sin precedentes. Este sacrificio nos atrajo, nos
restaura la comunión con el Padre, cerrando la brecha del pecado tenemos una nueva vida en Cristo.
Anteriormente había mencionado que debe haber una disposición de recibir la gracia. Esta apertura
es la que va acrisolando, va cambiado, va transformado a la persona. Inequívocamente podemos
decir que quien tiene un encuentro personal con el Señor, ha sido cambiado y renovado. El hombre,
al acoger el amor de Dios queda transformado y, además, que esta transformación es consecuencia
de la presencia de Dios en él (Gracia creada).
Es importante resaltar que la gracia no anula al ser humano, sino que al divinizarlo le potencia en su
humanidad, le hace ser más humano. Dios nos comunica un dinamismo, una facultad de actuar. Pero
somos nosotros quienes obramos.
El amor del hombre es desproporcional al amor de Dios. Por eso Dios que es infinito en misericordia,
nos da la fuerza de su Santo Espíritu para no desfallecer; el amor de Dios es incondicional, Nos ama a
pesar de todo y en contra de todo. Y aunque en este mundo la gracia sea imperfecta por tantos
motivos el hombre puede vivir en la alegría de saber que ama a Dios y está unido a él.
NECESIDAD DE LA GRACIA
Considero que en proyecto inicial de Dios, todo estaba contemplado tal y como han sucedido los
acontecimientos, porque si no, no hubiese sido posible que Dios mismo se manifestara en su hijo
Jesús. Es como un círculo:
Dios - Creación – Hombre – Pecado – Jesucristo – Redención – Gracia – Salvación – Dios
La Gracias es necesaria con o sin pecado, para que Dios se revelase. Sólo si Dios nos atrae hacia él o
viene él hacia nosotros, podemos encontrarnos con él. Esta atracción de Dios y su venida se da por
medio de Cristo, manifestación del inmenso amor de Dios al hombre y único mediador entre Dios y
los hombres. La gracia se manifiesta en el hecho de que salva a un ser incapaz de alcanzar la vida
eterna por sus propias fuerzas. "Dios quiere que todos los hombres se salven" (1 Tim 2, 4). (la Gracia
es universal).
Quisiéramos insistir en la iluminación cristológica de toda esta cuestión: "las mismas cosas que se
hallan en Cristo derivan también a nosotros", decía Cirilo de Alejandría. Cierto, la gracia no es otra
cosa que vivir en nuestra realidad la misma vida de Cristo. Si eso sucede el creyente puede exclamar:
¡Es Cristo quién vive en mí! (Gal 2, 20). La gracia nos convierte en hijos en el Hijo, nos hace reproducir
-producir de nuevo la imagen del Hijo (Rm 8, 29). La gracia se convierte en algo así como una
encarnación abreviada en cada uno de nosotros.
Conclusión:
Para ser franca este texto “Gracia: Gratis et Amore”, es un libro “inspirado”, cada palabra
sencilla y fácil de asimilar. Y hacer un resumen seria vano, pues son tantas las cosas que decir del
Amor y la Gracia de Dios, por este motivo en este resumen tome muchos pasajes del texto original.
La gracia hace posible que caminemos con Dios cumpliendo su voluntad (nos capacita con su
fuerza). Suscita una transformación real y una actitud de servicio. Dios es la misma fuente de esta
Gracia, nos da dones y carismas que quiere que cada uno pongamos en práctica. La gracia es eterna,
gratuita, universal y condicional al que tiene Fe (cree y acepta).
En el AT la Ley era por obras, en el NT La gracia de Dios se manifiesta en el Señor Jesucristo, por
él y a través de él.
“La gracia es quitarnos el hombre viejo, y revestirnos del hombre nuevo que es Jesucristo”.
María V. Abarca
C.I. V-8.817.433