Professional Documents
Culture Documents
Pero el románico sacraliza esta estética pagana convirtiendo a los animales -tanto reales como
imaginarios- en portadores de virtudes o perversiones, por lo que su aparición en capiteles,
canecillos, metopas, tímpanos, etc., es reinventada y usada con sentido de enseñanza y
advertencia.
En
ocasiones
se les
representa
picando
sus patas
para poder
despegar
de la tierra
y volar
hacia las alturas (VER IMAGEN LATERAL de un
capitel del Monasterio de Leyre - Navarra).
Águila. El águila, por su fuerza y nobleza, suele representar valores positivos, inclusive al
propio Cristo. En ocasiones se representa capturando
con sus garras o pico a un conejo o a una liebre. Esta
escena representaría el poder de Dios sobre el
hombre.
Grifos (formados por cabeza y alas de águila con cuerpo de león) que dada su combinación de
partes de animales nobles se sitúan, como se ha indicado, como guardianes en las entradas
(puertas y ventanas) de las iglesias.
En otras ocasiones el dragón sustituye su cuerpo de ave por el más genuino de serpiente
alada.
Anfisbena. Es de aspecto similar al dragón, pero la anfisbena tiene dos cabezas. Es decir, su
cola es rematada por una pequeña cabeza de serpiente. (VER IMAGEN INFERIOR, de una
anfisbena luchando con un león, tallada en un capitel de la iglesia de Valgañón en La Rioja)
Suele representarse en lucha con animales o atrapando a hombres. Para ello usa
simultáneamente sus dos mortales bocas. Como en el caso de la serpiente y el dragón, es un
animal maléfico, demoniaco.
Arpía. Es otro de los animales maléficos por antonomasia, compuesto de cuerpo de rapaz,
busto femenino -aunque en ocasiones también masculino- y con frecuencia, cola de serpiente.
(VER IMAGEN INFERIOR de las hermosas arpías representadas en un capitel del claustro bajo
del Monasterio de Santo Domingo de Silos, Burgos).
Sirena. Formada porcuerpo femenino -aunque también
aparecen con rostro masculino- y cola o dos colas de
pez simétricas y repletas de escamas. En este último
caso las colas están abiertas y sujetas por sus propias
manos (VER IMAGEN LATERAL de un capitel de la
iglesia de Pineda de la Sierra). Tanto la arpía como la
sirena representan básicamente la seducción y
atrapamiento por los placeres carnales.