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CONFRONTACION DE LOS METODOS DE INTERPRETACION TRABAJO DEL SUENO El suefio fue adquiriendo protagonismo en la teorfa psicoanalitica como el elemento fundamental para acceder al inconsciente, una vez interpre- tado su significado. Maffi describe que segtin Freud: “El suefio como fe- némeno nos confronta prima facie con dos incégnitas: la de su génesis y la de su interpretacién, y ambas paralelas”. Se distingue, pues, dos cla- ses de trabajo: el del suefio y el de la interpretacién. Es importante enten- der que, si bien se relacionan, son dos procesos distintos. Una de las pre- ocupaciones primordiales de Freud fue entender de qué manera se produ- cfa el suefio, qué partes lo integraban y qué funcién cumplian para el tra~ bajo de interpretacién. Repondremos aqui brevemente las principales caracteristicas del tra- bajo del suefio dado que nos provee las herramientas que luego serén uti- lizadas como eje de comparacién entre los dos métodos de interpreta- cin. Freud llama “trabajo del suefio” al proceso de elaboracién del sue- fio que desarrolla el sofiante a partir de la motivacién del suefio, que es el deseo inconsciente, hasta el tiltimo proceso que es el relato del suefio®. 1. Malfi 2005: 56. 2, Freud agregaré que todo el proceso esté al servicio de la censura. “La desfiguracién onirica trabaja en él {suefio] con el mismo recurso que la censura postal para eliminar Jos pasajes que le parecen impugnables, (..) La censura ontrica los sustituye mediante un murmullo incomprensible (..). Tenemos derecho entonces a suponer que los cau- cae Paut 1A SORGBN | LA INTERPRETACION: PSICOANALISIS ¥ TALMUD Investigé Strachey que la primera alusién de que se tenga noticia a la teo- rfa del suciio como cumplimiento de desco es en una carta del 4 de mar. zo de 1895 a Wilhelm Fliess’. Descubre Freud que el motor del sueiio, el desco inconsciente, produce el suefio, que son los pensamientos oniticgs producidos en imagenes. Las imagenes, en el relato del suefio, se traducen, en palabras‘; es lo que Freud Hama “el contenido manifiesto del suefio” Las distintas etapas del trabajo del suefio son efecto de una desfiguracion onitica porque segtin él “...existe una incapacidad para procurar expresién adecuada a los pensamientos oniticos”’ Ahora bien, Freud asegura que los procedimientos principales por los que el trabajo del suefio se lleva cabo son la condensacién y el desplaza- miento; junto con dos mecanismos més que son la figurabilidad y elabo- racién secundaria. Debido a que sofiamos pensamientos onfricos que por el proceso de figurabilidad son transformados en imagenes, el proceso de figurabilidad es aquel mediante el cual se crea una “puesta en escena” de esas imagenes. El tiltimo mecanismo de transformacién del trabajo del sue- fio es la elaboracién secundaria, es decir, el momento en el que el pacien- te relata su suefio al analista para que éste lo interprete. Nos importan sobre todo los dos mecanismos principales. En primer lugar porque el mismo Freud les da un trato especial, y en segundo, por- que entendemos que los tiltimos dos mecanismos son efecto de los prime- ros, por ende, se relacionan entre sf. Para el trabajo del suefio, dice Freud, existe una suerte de «constrefii- miento», por el que los pensamientos latentes se convierten en contenido manifiesto, condensados en un relato. santes de la plasmacién onitica son dos poderes psfquicos que hay en cada individuo de los que uno forma el deseo expresado mediante el suefio mientras que el otro ejer- ce una censura sobre este deseo onitico y por ende lo obliga a desfigurar su exteriori- zacion” (Freud 1900: 161-162, nota agregada de 1919). 3. Breud 1895: 255, Carta 22. 4. Freud equipara el contenido latente y el manifiesto a un original y su traduccién, en definitiva ambos contenidos son lo mismo. Serfa incorrecto pensar el contenido la- tente descubierto en el anélisis como algo posterior al contenido manifiesto. Asimis- mo, Ouaknin respecto del Talmud, recuerda que, segtin la tradicién, dos ‘Torot le fue- ron entregadas en el Sinaf: una Toré esorita (que es el Pentateuco) y todas las interpre- taciones a esa Tord en forma oral. En la Tord escrita estén los contenidos de la Tord oral, Todas las interpretaciones hacen texto en la Tord, por tanto no se podrfa consi derar que una es posterior a la otra desde el punto de vista de una secuencia lineal 0 cronol6gica del tiempo. Si llevamos al extremo los paralelismos, podrfamos pensar que el ‘contenido manifiesto” es la Tord escrita, en nuestro caso el relato de La Akeidd, y el “contenido latente” seria las interpretaciones de Rashf y Malbim, 5, Freud 1900: 155, 92 ducen Jefio”, acion esion or los ‘laza- labo. © por so de a’ de ‘sue. cien- ‘imer por- ime- cefii- nido ‘iduo ejer- ‘iori- yen ola mis- fue- pre- Tord insi- alo que lay CoNPRONTACION DE LOS MéTODOS DE INTERPRETACION Esirictamente hablando, la cuota de condensacién es indeterminable. La condensacién adviene por via de la omisién. El suefio no seria una tra- duccién fiel ni una proyeccién punto por punto de aquellos pensamien- tos sino un reflejo en extremo incompleto y lagunoso. Toda la masa de pensamientos oniricos es sometida a una cierta elaboracién después de la cual los elementos que tienen mds y mejores apoyos son seleccionados para ingresar en el contenido onirico.6 Del proceso de condensacién sabemos, como todo proceso del incons- ciente, s6lo a partir de los efectos, de ahf que sean esos efectos los elemen- tos que se toman en el trabajo de interpretacion. ‘A su vez, ademés de la condensacién, se produce el proceso de des- plazamiento 0 “descentramiento”, por el cual la vivencia indiferente llega a ocupar el lugar de lo que posee valor psiquico. El trabajo de desplaza- miento en el suefio significa que el contenido del suefio est diversamen- te centrado; es decir, que se ordena en torno a un centro constituido por ottos elementos que los pensamientos oniticos. En el trabajo onirico se exterioriza un poder psiquico que por una par- te despoja de su intensidad a los elementos de alto valor psfquico, y por la otra procura a los de valor fnfimo nuevas valencias por la via de la sobre- determinacién haciendo que éstos alcancen el contenido onfrico. $i esto se concede en la formacién de los suefios ocurre entonces una transferen- ciay un desplazamiento de las intensidades psfquicas de los elementos sin- gulares de lo cual deriva la diferencia de texto entre contenido y pensa- mientos onfricos, El proceso que con esto suponemos es lisa y llanamente la pieza esencial del trabajo onitico. Merece el nombre de desplazamien- to onirico. Resultado de este desplazamiento es que el contenido del sue- fio ya no presenta el mismo aspecto que el nticleo de los pensamientos onfricos, y que el suefio s6lo devuelve una desfiguracién del deseo ontri- co del inconsciente? Por lo tanto, en comparacion, el suefio es escueto, lagunoso, incompren | sible, a diferencia del contenido latente y su interpretacién que es mucho| as ive ensa. También el texto de la Tord es corto en comparacin con Ia extension de las interpretaciones de la exégesis y sobre todo de las paginas del Tal- mud por cada texto, Los rabinos exégetas ya observaron que en sf misma la Tord escrita presenta ambigiiedades textuales prdcticamente imposibles de solucionar, omite mds de lo que devela® 6. Freud 1900: 285. 7. Freud 1900; 313-314. 8. La Tord con Rashf, pégina i. 93 Pautina Soncen | La INTERPRETACION: PSICOANALISIS ¥ TALMUD El trabajo del suefio consiste en servirse de! jucgo de palabras. “No cabe asombrarse ante el papel que toca a la palabra en la formacién del suefio, La palabra como punto nodal de las miiltiples representaciones”, Las ven. tajas de la palabra y la importancia que tiene para cl método de interpre. taci6n lo encontramos esencial en la exégesis rabinica. LA PALABRA DEL RELATO. Existen innumerables acepciones del término “relato”, pues puede estu- diarse desde casi cualquier disciplina de las ciencias sociales y desde casi cualquier punto de vista (hist6rico, psicoldgico, sociolégico, etnolégico, ¢ tético, filos6fico, etc.), pero también “Innumerables son los relatos existen- ", sostiene Roland Barthes, uno de los pensadores mas destacados del si- glo XX que dedicé gran parte de su vida académica al estudio del relato: “Hay, en primer lugar, una variedad prodigiosa de géneros, ellos mismos distribuidos entre sustancias diferentes como si toda materia le fuera bue- na al hombre para confiarle sus relatos: el relato puede ser soportado por el lenguaje articulado, oral y escrito, por la imagen, fija o movil, por el gesto y por la combinacién ordenada de todas estas sustancias; esta presente en el mito, la leyenda, la fabula, el cuento, la novela, la epopeya, la historia, la tragedia.. Ademés, en estas formas casi infinitas, el relato esta presente en todos los tiempos, en todos los lugares, en todas las sociedades; el relato co- mienza con la historia misma de la humanidad; no hay ni ha habido jamas en parte alguna un pueblo sin relatos; todas las clases, todos los grupos hu- manos, tienen sus relatos y muy a menudo estos relatos son saboreados en comtin por hombres de cultura diversa ¢ incluso opuesta: es internacional, transhistérico, transcultural, el relato esta allf como la vida.? Ahora bien, équé entendemos por “relato”? La lingiifstica define el enunciado como el significado y la enunciacién como la formulacién de ese significado, esto es, cémo esta dicho. Recordemos que para esta inves- tigaci6n, elegimos el relato de La Akeidd, narrado en la Biblia y un suefio, “La inyeccién de Irma’, narrado por Freud. METoDO DE DESCIFRADO Para poder llegar a descubrir el deseo inconsciente Freud establece la necesidad de recrear un camino inverso al trabajo del suefio: el trabajo de 9. Barthes 2001: 7, 94 > estu- € casi 10, es- isten- Jel si- elato: smos bue- 2 por gesto teen ia la teen 0co- rela rde jnterpretaci6n, raz6n por la cual la interpretaci6n freudiana del suefio par te del relato del paciente, independientemente de si parezca incomprensi- ble, coherente o incoherente; asf pues, de la elaboracién secundaria se de- duce el contenido latente por medio del trabajo de interpretacién para lo- rar, de esta manera, acceder al sentido del suefio, darle lugar al deseo in- consciente. Freud recorre el camino inverso al trabajo del suefio aplican- do lo que él llama método de descifrado”. El método de descifrado de Freud no toma el suefio en su conjunto (en mnasa), sino que consiste, justamente, en des- cifrar el relato por fragmen- tos, por frases, expresiones, o vocablos, separéndolo, desmembréndolo del contenido general o manifiesto, pero volviendo a él para interpretarlo. Se- giin lo describe Freud: Lo primero que hacemos es desechar todas las representaciones-meta que normalmente presidivian la reflexién; dirigimos nuestra atencién a un tini- co elemento del suefio y entonces anotamos todos los pensamientos invo- luntarios que sobre él se nos ocurren. Después tomamos el siguiente ele- mento del contenido del suefio, repetimos con él idéntico trabajo y, sin ha- cer caso de la direcci6n a que los pensamientos nos empujan, nos dejamos guiar por ellos, con lo cual, como suele decirse, marchamos a la deriva. Y al hacerlo tenemos firme esperanza de que al final, sin proponémoslo, da- remos con los pensantientos ontricos de los cuales nacié el suefio."" El contenido general queda integrado en la interpretacin des-cifrada porque se debe tener en cuenta que los fragmentos se desprenden de la trama del relato ...para después componer los pensamientos ontricos descubiertos y re- construir desde ellos la formacién del suefto."* La interpretacion del sue- iio habré de retomar la trama que el trabajo del suefio aniquilé.° Hallamos que el desciframiento de los suefios consiste en dos pasos: su traduccién y después la btisqueda de su significado, Freud lo resume asf en 1923: La interpretacién de un suefio se descompone en dos fases: su traduc- cidny su apreciacién o valoracién. En el curso de la primera uno no debe 10, Freud explica: “descifrado” pues trata al suefio como una suerte de escritura cifrada en cada signo. (Freud 1900: 119). 11, Freud 1900: 520-521 12, Freud 1900: 316 15, Freud 1900: 518. PAULINA SORGEN | LA INTERPRETACION: PSICOANALISIS ¥ TALMUD dejarse influir por ninguna clase de consideraciones vinculadas a la se- gunda."' En la “traduccién”, Freud asemeja el contenido del suefio a un conglo- merado formado por bloques que —guiados por las asociaciones~ pue- den tener diversos destinos. El trabajo de interpretacién debe dirigirse a cada uno de los contenidos singulares de cada fragmento y no a la tota- lidad del suefio'’. En esta fase, cada elemento se toma sin valorarlo nj apreciarlo. El relato descifrado permite mtiltiples interpretaciones, pero no infini- tas, la polisemia del vocablo no significa la polisemia de la interpretacién, el limite es la expresion lingiifstica, lo que esta dado. Para evitar una libre interpretacién carente de sustento, tanto las asociaciones del paciente como la interpretacion del analista parte y se sustenta en la letra del relato, En rigor nunca se esté seguro de haber interpretado un suefio exhausti- vamente; aun cuando parece que la resolucién es satisfactoria y sin la- gunas, sigue abierta la posibilidad que a través de este mismo suefio se haya insinuado otro sentido.!® La interpretacién siempre queda abierta al cuestionamiento, no se clau- sura definitivamente, es lo que llama Freud el suefio multivoco: no s6lo es posible como lo muestran los ejemplos que en él se retinan varios cutplimientos de deseo, sino que un sentido, un cumplimiento de deseo vaya cubriendo a los otros hasta que debajo de todos tropecemos con el cumplimiento de deseo de la primera infancia. La superposicién de los significados del sueito es uno de los problemas mds espinosos pero también de mds rico contenido en la interpretacién de los suefios.!” En la interpretacién rabinica que en el transcurso de las generaciones hasta nuestros dias profundiza las interpretaciones de la enunciacién del relato, cada nueva interpretacién no anula las anteriores, sino que agre- gaa ellas. Es la novedad (jidush), especie de nuevas asociaciones “talmti- dicas” a la letra de la Tord. En los seminarios rabinicos constantemente es posible llegar a nuevas interpretaciones. Los estudiantes de los actua- les seminarios rabinicos de todo el mundo, llamados yeshibot, producen 15, Freud 1925¢: 137, 16. Freud 1900: 287, clau- m os in ones o del agre- Imt- tente ctua- ucen MBTODOS DE INTBRPRETACION jidushim, “novedades”, a la interpretacién del texto de la Tord, la Mishna, Ja Guemard y de los exégetas clasicos. La interpretaci6n rabinica no trata de recuperar o de explicar el conte- nido general del relato, sino los pensamientos latentes; lo que esta laten- ie en el texto de la Tord que es Tord Oral. El Midrash sigue reglas especi ficas por las cuales se accede al sentido. Tomamos los principios del Mi- drash como clave de lectura para interpretar; es decir, como instrumento de desciframiento del texto. Haddad afirma: “Es en la técnica del desciframiento donde la Traum- deutung y la interpretacién de los suefios, como la concibe el Talmud, se encuentran mas cercanas. Por medio de su tesis fundamental segtin la cual el suefio deberd ser lefdo como un jeroglifico, constituido por ‘ele- mentos significantes’, de acuerdo con la formula precisa de Lacan, Freud rompi6 con las concepciones simbdlicas"® unfvocas que dominan a to- das las claves de los suefios, las sustituy6 por asociaciones verbales del sofiante. Son éstas, las lenguas del sofiante en suma, las que deben pro- veer los elementos de interpretaci6n. El Talmud propone una concep- cin andloga.”? Es evidente que los exégetas no emplearon en la teorfa de su método los términos “condensaci6n” y “desplazamiento”. No obstante, sabemos que lo que caracteriza al lenguaje humano es la polisemia, por lo que una misma palabra a menudo tiene varios sentidos diferentes, y si tenemos en cuen- talo que dice Rabf Ishmael al afirmar que la Tord: Diberd Tord “ki” leshén bené adam; es decir, “Habl6é la Tord «como» el lenguaje de los hombres” y estamos de acuerdo en que el relato del suefio, el lenguaje de los hom- bres se caracteriza por su polisemia y ademds es, justamente, efecto de la condensacién y el desplazamiento, podemos sostener que el método de interpretacion de los suefios de Freud y de la exégesis rabinica comparten no solo varias herramientas de andlisis, sino también aspectos fundamen- tales de teorfa de la interpretacién y operah de una manera similar, Ha- b16 la Tord «como» el lenguaje de los hombres significa “con la dificultad para expresar la voluntad divina en un lenguaje humano”, Retomabamos més arriba el comentario de Freud sobre la incapacidad para procurar expresion adecuada a los pensamientos onfricos. En ambos casos un mismo contenido esté expresado en dos lenguajes distintos. Nues- tro maestro Edery comenta,en su “Prefacio” a la traduccién de la Tora: 18, Nos detuvimos en el capftulo de “Los niveles del Pardés...” en la manera singular de Freud de concebir y aplicar la interpretacién simbélica que luego homologamos al ni- vel del Rémez. 19, Haddad, op. cit: 209, 97 PauLina La tarea [de la traduccidn] es ardua, ya que el hombre no puede preten der develar la voluntad de Dios, ni conocer sus recdnditos pensamientos Sus pensamientos no son los nuestros, ni sus sendas son las nuestras, asi lo formula Maimdnides en su obra “Guta de los perplejos”: «Sea loado Ela quien pertenece toda voluntad, pues la finalidad tiltima de Su sabi- durfa jamds podra ser concebida por el hombre.» Siguiendo este princi- pio rector enunciado por nuestro maestro Maimdnides he desplegado es- fuerzos y voluntad para si comprender lo que verdaderamente esta al al. cance de nuestros Sabios, de cuyas cristalinas aguas y de los manantia- les de su saber nos abrevamos con constancia2 La Tord estd escrita como el Lenguaje de los hombr sofiamos estén dichas como los pensamientos ontricos. Para descifrar uno y otro se aplican leyes de asociacién singulares, EI método de descifrado propone al paciente la asociacion libre y posibilita distintos tipos de asociaciones singulares, donde da lugar a la atemporali- dad y evidenciadas por técnicas de asociaci6n: por contigitidad, por homo- fonfa, por elemento homologo y por la polisemia de un vocablo. El analista aplica el método de descifrado porque le provee todas estas herramientas para descifrar dos operaciones fundamentales del trabajo del suefio hasta el relato: la condensacion y el desplazamiento. Debido a que existe una incapacidad de expresar adecuadamente los pen- samientos oniticos devenidos en imagenes, Freud infiere que la condensa- cién se produce por via de la omision. Las relaciones l6gicas propias de los pensamientos oniricos se omiten en el suefio porque son dos lenguajes dis- tintos. En suma, el pasaje de un lenguaje a otro tiene dificultades que deri- van en las omisiones de las relaciones légicas, y en estas omisiones Freud infiere el trabajo de condensacidn, Podemos pensar que la dificultad que ve Freud en el pasaje de los pensamientos oniticos a las imagenes del suefio es la misma que observan los exégetas entre la palabra de Dios y el lenguaje de los hombres. Dios lo comunicd una vee, dos veces lo of yo esta expresado en el versiculo 12 del capitulo 62 de Salmos. Da cuenta de que en el mismo versiculo de la Tord hay una diferencia entre el lenguaje propio de la Tordy el lenguaje de la interpretacién, expresa “la condensacion de la palabra de la Tora”, Una palabra de la ‘Tord dicha una vez se escucha dos veces las imagenes que La interrogacién juega un papel fundamental en ambos métodos: por un lado inicia el andlisis, y, por el otro, es un elemento clave para llegar al 20, Edery 1982: 5 98 les que wes, E] sibilita porali- homo. halista lientas ‘hasta 's pen- densa- de los es dis- 2 deri- Freud ue ve afio es aje de esado rismo * fordy sra de : por sar al CONPRONTACION DE Lo: rERPRETACION sentido del texto. Como instrumento de interpretacién el analista/exégeta pregunta sobre cuestiones especificas del texto y en el momento oportuno. Mas la pregunta no espera respuesta. “La respuesta suprime la «apertura», Ja riqueza de la posibilidad; ahora bien, la funcidn de la pregunta es preci samente la de abrir. La pregunta «inaugura un tipo de relaci6n caracteri do por la apertura y el libre movimiento»?! Tanto en Freud como en Rashi yMalbim el “movimiento” acompaiia la interpretaci6n; vale decir, las pre- guntas favorecen a que los analistas asocien, cuestionen, se acerquen al sen- tido a medida que interpretan el texto. Cualquier suspension del juicio, in- dluso y sobre todo la de los prejuicios, tiene, desde el punto de vista légico, Jaestructura de una pregunta. Lo tinico dado de antemano es el texto, la le- tra. Isidoro Vegh lo dice casi poéticamente: “Cuando el sujeto se libera del efecto eclipsante de un letra?: cuando la puede interrogar”” la pregunta es fundamental para el método, asf todos los preconceptos quedan descarta- dos. No sélo la interrogacién “abre” el andlisis sino que el analista se abre él también a las multiples posibilidades que ofrece la letra del texto. LA INTERROGACION EN Rasuf y MALBIM, El pensamiento talmtidico es un pensamiento de la pregunta, Stora-San- dor lo describe en detalle “..semejante vision de las cosas contiene una buena dosis de escepticismo, una mente escéptica es una mente que duda, no es una mente que niega, Necesita ser convencida pero desconfia de los juicios definitivos (...). La palabra epreguntar» debe ser tomada en su sen- tido literal, plantear preguntas es la manera didéctica por excelencia, y la practicaban los comentadores durante los largos siglos que duraron las discusiones talmtidicas. No importa qué parte de la Guemaré pueda ser- vir de ejemplo para mostrar esa préctica de interrogacién que permitfa la confrontacién de puntos de vista diferentes dando esa vivacidad particular que caracteriza esas discusiones muy arduas y candentes. Dado el modo minucioso con que cada punto debfa ser examinado para su aclaracién y el hallazgo de una respuesta satisfactoria, el Talmud se caracteriza por la omnipresencia de ese intercambio de preguntas y respuestas”?> Asf por ejemplo a la pregunta dqué es el hombre? los Maestros del Tal- mud responden qué es un «que»? No solo responde con otra pregun- ta, sino que sorprende con una respuesta distinta a la esperada: no defi- 21. Blanchot 1974, 22. Vegh 1990: 110. 23, Stora-Sandor 2000: 283, 99 PauLina Sorc | La invrinerEtAciON: PS{COANALISIS ¥ TALMUD ne qué es el hombre, interpele al término “que”, su significado, su sentido, su especificidad, su multivocidad, en una palabra, el Talmud se pregun. ta qué es preguntar, Y por cierto no obedece al azar que la primera pala. bra del Talmud sea precisamente una pregunta: Meematai: «A partir de cudndo?»”, En la primera pagina del Talmud y dice ast: Desde qué mo- mento se puede recitar el shema? éPor la tarde, desde que entran los sa cerdotes...? (Mishné del tratado de Berajof). A su vez, la guemara pregun- ta: éen qué se basa el tanaita para decir desde qué momento? ¢Por qué empieza por la shemé de la tarde? Si bien no se discute la mishna, no sig. nifica que no nos podamos preguntar para entender en qué se basa el ta- na(ta para preguntar esto. Se preguntan por todo, nada queda sin cuestio- nar, Lo que explican se fundamenta con un escrito, no en la propia inter. pretacion. En la Tord, el versfculo 1, del capitulo 1 del Libro 1, Génesis, empi za con la siguiente frase: En el principio del crear de Dios los cielos y la tierra, cuando la tierra era oscuridad y vacio... Tampoco corresponde al azar el que Rashi inicie su obra, la interpretacion de toda la Tord, con una pregunta: ¢No deberia haber comenzado sino a partir de este mes serd para vosotros ya que ése es el primer precepto que le fue ordenado a Israel? Es un texto sagrado en donde no se modifica nada, todo es a la letra, y se puede cuestionar todo. Desde esa primera pregunta de Ras- hi se combina la creencia que es la voluntad de Dios y al mismo tiempo el cuestionamiento desde donde es de esta manera. En otras palabras, lo que quiere decir Rashf es que si la Tord es un libro de preceptos, deberia haber empezado con el primer precepto, entonces, épor qué razén em- pieza de esta manera? El va més alla del significado del versiculo, de la trama del relato. No es casual, pues, que elija comenzar una obra tan vas- ta por medio de la interrogacion, ya que el pensamiento rabinico es un pensamiento “de la pregunta” que funciona como disparador de la inter- pretacién. Sin embargo, esta clase de pregunta no espera una respuesta correcta, no espera respuesta alguna, justamente la pregunta se formula para abrir el camino de la interpretacion, que se ird desarrollando segin surjan las distintas asociaciones. Asi, a medida que se suceden las pre- guntas, el texto se iré develando. Las interrogaciones de Rashf en nuestro texto requieren una atencién més tenaz por parte del lector, porque recorta las partes o frases del Mi- drash y del Talmud que él considera pertinentes para interpretar el texto a analizar; cada recorte representa en sf mismo el acto de interpretar de 24. En el Anexo 4 se encuentra reprodi ponde al Tratado de Berajot. la esta primera pagina del Talmud que corres 100 intido, regun. ‘pala. rtir de 16 mo- los sa cegun- or qué 10 sig. vel ta- 1estio- inter. smpie- os y la nde al 4, con ‘e mes enado oesa e Ras- iempo ras, lo eberia nem- , dela anvas- es un inter- uesta amula segtin \s pre- meién el Mi- [texto star de corres: CoNFRONTACION DE L08 METODOS DE INTERPRETACION Rashi El lector debe deducir, también preguntarse, qué quiso explicar Rashi con su recorte. No en vano hay alrededor de doscientos comenta- ristas de este exégeta, En este caso, centrandonos ya en la interrogaci6n, Jo que queremos deducir son las preguntas que Rashf se formula a medi- da que analiza el texto de La Akeidd.6 Génesis, capitulo 22: Versiculo 1: Después de estos sucesos (ajar hadebarim ha eile) Anilisis de Rasht: Entre nuestros maestros hay quienes opinan que esto ocurrié después de las palabras (hadebarim) dichas por el Satén, quien acusé a Abraham ante Dios, diciendo: “De todos los banquetes que Abraham hizo, no sa- crificé delante de Ti ni un buey ni un cordero”. Dios le dijo: “Esto tini- camente lo hizo por su hijo. Pero si Yo le pidiera que lo sacrificara de- lante de Mi, Abraham no se abstendria de hacerlo”. ¥ también hay quie- nes afirman que esto ocurri6 después de las palabras dichas por Ishmael, quien se jactaba de si mismo frente a Isaac por haber sido circuncidado @ los trece atios y no haber protestado. Entonces Isaac le dijo: “Por slo un miembro que has dedicado a Dios quieres intimidarme? Si el Santo- bendito es- me dijera: ‘Sacriffcate” todo tti a Mf’, yo no me abstendria de hacerlo.” (Tratado de Sanedrin, 89b). ~Heme aqui. Andlisis de Rashf: Esta es la respuesta de los hombres devotos, implica humildad y preste- za. (Midrash Tanjumd 22) Que Rashi recorte el texto y extraiga estas dos expresiones implica, a nuestro entender, que se interroga por su significado. En la primera, cita la interpretaci6n del Talmud y responde a la pregunta édespués de qué sucesos?, 0 écudles son esos sucesos?, es decir, qué quiere decir el tex- to con la frase “después de estos sucesos”, fl fundamenta su andlisis en el vocablo hadebarim que significa “sucesos” y lo asocia por homofonfa con hadiburim que significa “dichos”. Comienza interrogando el conte- 25. Recuérdese el método de intepretacion de Rashf en el capitulo 5. “Historia de la trans- mision de la exégesis”, de este libro. 26. Véase Anexo 2. 101 PAULINA SORG! “| LA INTERPRETACION: PSICOANALISIS ¥ TALMUD, nido de la trama, para luego interrogar la enunciacién del vocablo “ha debarim”, En la segunda, Rashi se interroga: équé es lo que dice Abraham cuando responde “Heme aqui”?, esto es, qué significa cuando dice “Heme aqui, v. 1-¥ le dijo Abraham v, 11 ~Abraham, Abraham Anilisis de Rashi: La repeticion de su nombre constituye una expresiOn de carifio. Rashf compara y analiza la diferencia con otros llamados de Dios a los patriarcas, épor qué lo llamé “Abraham”?, épor qué lo hace una sola vez, en el versiculo 1 teniendo en cuenta que en otros textos Dios llama repi- tiendo el nombre dos veces? Versiculo 2: -Por favor (na) toma i Analisis de Rasht: En este contexto, la expresiOn na no significa otra cosa que una peticion. Dios le dijo: “hazme el favor de pasar esta prueba, para que la gente no ( diga que las primeras pruebas no habian sido realmente duras”. Na es un vocablo muttivoco, por lo tanto su pregunta se formularia de ; la siguiente manera: éa cual de las acepciones de na se interpreta el ver- i siculo? Para su interpretacién Rashf toma posicién por una sola de las acepciones ~Toma a tu hijo... Anilisis de Rashf: Le respondi6: “Tengo dos hijos”. Le dijo: “El vinico”. Repuso: “Este es iini- co para su madrey éste tinico para su madre? Le dijo: “Al que amas”, Res- pondié: “A ambos amo”. Le dijo: “A Isaac”. éY por qué no le reveld desde un principio? Para no confundirlo repentinamente ni trastornar su mente lo que podria haberlo enloquecido. Y ademts, con el propdsito de que se encarifiase con este mandamiento y recompensarlo por cada enunciado. 102 salos la vez, \ repi- on. no tia de ver- Je las COoNFRONTACIN DE LOS METODOS DB INTERPRETACION En este caso observamos los dos tipos de preguntas: la implicita que encubre la explfcita: épara qué le dice de esta manera, y no directamen- te “toma a Isaac”?; y la explicita propiamente dicha que Rash{ formula en su andllisis: éY por qué no le revelé desde un principio? Cabe destacar que el analista del método de Rasht debe preguntarse a su vez qué se pregun- ta Rashi, La interrogacién no s6lo es un disparador para los dos métodos de interpretacién que estamos comparando, sino también moviliza al in- vestigador a preguntarse a sf mismo sobre lo que esté estudiando, como Jo esta estudiando. Tierra de Moria Anilisis de Rashi: Esta es Yerushalaim, Asimismo (en Cronicas Il 3): “Construir la casa de Dios, en Yerushalaim, en el monte Moria’ Y nuestros Maestros explicaron Mori, alude a que de alli se impartia la ensefianza a Israel. Pero Onke- 6s tradujo en alusién al servicio del sahumerio el cual contenta mirra (Mor), nardo y otras especias. -Y elévalo sobre uno de los montes que Yo te diré Andlisis de Rashi: No le dijo “degiiéllalo”, ya que el Santo -bendito es- no deseaba que fue- ra degollado, sino slo que lo subiera al monte en ofrenda de ascensién (Old). ¥ una vez que lo hubo subido le dijo que lo bajara Versiculo 4: -percibi6 el lugar Anilisis de Rashi: Abraham percibié una nube adherida a la ciispide de la montafia (Mi- drash Tanjuma 22). Versiculo 14: -llam6 el nombre de ese lugar “Adonai-Yré” Este modo de enunciacién preocupa a Rashf; las interrogaciones se re- ficren a zonas geogréficas mencionadas en el capitulo, que quedan, sin em- bargo, vagamente definidas. En primer lugar, Rashf se detiene en el nom- bre de un lugar aparentemente desconocido, se pregunta entonces: édon- de es la tierra de Moria? Su respuesta se basa en las distintas asociaciones 103 lingiifsticas entre Jerusalem y Moria. En el segundo caso, la pregunta se. ria: épor qué no le dice directamente qué monte?, y en el siguiente écmo percibi6 el lugar? Por tiltimo Rashi se pregunta por qué Abraham elige un hombre tan “extrafio” como “Adonai-Yré” y qué significa en realidad ese nombre, ya que literalmente significa “Dios (Adonai) vera (¥ré)’. ~Elévalo alli como ofrenda de ascensién sobre uno de los montes que te diré. Rashf se pregunta: “Y ademas como ordens y retiré después la orden” Hl enuncia aqui lo que luego Malbim plantearfa en sus preguntas (véase, pregunta n° 5): la aparente contradiccidn o arrepentimiento en el decir de Dios, écémo puede ser que primero le ordene que lo eleve, y después re- tire la orden?, lo que de inmediato se asocia con otra pregunta équé pro- pésito tiene la Tora al decir primero que lo eleve para después decir que lo baje? Vers. 3: -¥ madrugé por la mariana, y ensillé su asno. Anilisis de Rashf: Madrugé (va yashkem) se apresuré al mandato, (Iratado de Pesajim 4a) Ensill6 (va yajabosh) Abraham mismo, sin ordendrselo a uno de sus sir- vientes, pues el amor trastorna el cumplimiento correcto. (Midrash Be- reishit Rabd 55:8). Vers. 4: -Al tercer dia. Andlisis de Rashi: éPor qué Dios se demoré en mostrarle? Para que la gente no dijera: Dios anonadé y confundié repentinamente a Abraham, trastornando su men- te; pero si hubiera tenido tiempo de reflexionar, no lo habréa hecho. (Mi- drash Tanjuma 22) Vers. 8: ~ “Dios escogera para si el cordero para la ofrenda de ascensién, hijo mio” Y ambos marcharon juntos. Anilisis de Rashf: Este versiculo quiere decir: Dios verd y elegird para Si el cordero, y si no hay cordero, entonces para la ofrenda de ascension (old) serd mi hijo. ¥ 104 tden” véase, cir de és re- é pro- ir que a), sir- Be- ios on- Mi- nsion, no ConPRONTACIGN DE LOS MTODOS DE INTERPRETACION aunque Isaac, al oir estas palabras de su padre, comprendié que iba a ser degollado, “ambos marcharon juntos”, con el corazén undnime, Vers. 12: ~“No extiendas tu mano, no le hagas nada” Anilisis de Rashi. Tu mano para degollar. Abraham dijo a Dios: “Siendo asi, de balde he ve- nido aqut: le haré una herida y le sacaré un poco de sangre”. Dios le dijo: No le hagas nada (meuma), rio le causes ningtin defecto (mum). En palabras de Freud: Los elementos mds infimos e inciertos y menos destacados del contenido del suefio nos dieron un acicate tanto o mds perceptible para interpretar- los que los elementos conservados con mayor nitidez y certidumbre.” Rashf se pregunta por el sentido, pregunta por lo obvio. Intenta demos- trar uno de los aspectos fundamentales del trabajo del exégeta -similar al psicoanalista-; frente a lo “obvio”, lo “superfluo”, lo redundante del relato el analista debe interrogarse. Respecto del versiculo 3 cuestiona la presencia de la descripcién que no parece agregar nada al relato: écual es el sentido de que la Tord des- criba en detalle todas estas acciones triviales y cotidianas de Abraham? Rashf abre en su interpretacién el sentido de las palabras “madrugo”, “en- sill6”, més alld de su significado literal. Como veremos més adelante, esto mismo se cuestiona Malbim2 Asimismo, el versiculo 8 sugiere la pregunta: Equé sentido tiene de- cir que “ambos marcharon juntos”, luego de insinuar que se iba a sacrifi- car a Isaac? La pregunta sobre el versiculo 4 es una de las pocas explici- tas de Rashf que encontramos en su anilisis: “Por qué Dios se demoré en mostrarle?”. Por tiltimo, en el versfculo 12 la pregunta se refiere a la aclaracién “ob- via’, no le hagas nada: éPor qué aclara no extiendas tu mano, cuando se sobreentiende ya ese mandato en la orden “no le hagas nada”? Vers. 5: “les dijo a sus mozos: permanezcan aqut junto con el asno, que el joven y yo proseguiremos hasta alli (ad k6) y regresaremos a vosotros” 21, Freud 1900: 507, 28. Véase, pregunta n° 6. 105 PAULINA SORGEN | LA INNTBRPRETACION: PSICOANALISIS ¥ TALMUD Anilisis de Rashi: Es decir iremos un corto trecho de camino hasta el sitio que esté delan- te de nosotros. Y segiin un midrash agddico (Midrash agadd), Abraham dijo: “Veré donde estd aquello que Dios me dijo: ko yé zaharaja (Géne- sis 15:5) Asi serd tu descendencia. Vers. 14: Abraham Uamé el nombre de ese lugar “Adonai-Yre", [sobre el) que hoy se dird: “En el monte el Eterno serd visto”. Analisis de Rashf: El sentido llano concuerda con la traduccién del Targum: “El Eterno ele- gird y verd’*Para Si este lugar a fin de hacer que su Presencia Divina re- sida en ély se eleven aqué ofrendas.” En estos casos Rashf se detiene ante un aparente error en la gramatica del texto y se pregunta por él. En cuanto al versiculo 14: en hebreo “has- ta allf” se dice ad sham. Ko significa “asi”, por lo tanto, descripto de este modo la traducci6n literal serfa: “proseguiremos hasta asi”. Le llama la atencidn una palabra (ko) que aparece fuera de lugar. Entonces se pregun- ta por la enunciacién de ad ko: épor qué dice ad ko y no ad sham, como se dirfa correctamente? regresaremos Anidlisis de Rashi: Y regresaremos (Ve nashuba) Profetizé que ambos volvertan. (Mi- drash Tanjuma 22) Rashf vuelve a interrogarse por un supuesto error en la coherencia del texto, en este caso por la incompatibilidad entre los tiempos y categorfas verbales, su pregunta: épor qué dice regresaremos cuando en realidad de- berfa haber dicho regresaré?, se reficre a la enunciacién, por la apare te incoherencia verbal entre las personas primera del singular y primera del plural. Vers. 14: -hoy se dird 39. En hebreo la expresi6n “ver” también se aplica en sentido figurado a escoger. Bl mis- mo significado tiene la frase “El Eterno ver para Sf cordero” en el versiculo 22: 8. 106 CONFRONTACION DE LOS METODOS DE INTERPRETACION Anilisis de Rashi: lan- Que dirdn en las generaciones venideras sobre éste: “En este monte el tam Santo ~bendito es- se mostrard a su pueblo”. ine- Hoy (hayom) Los dias venideros. Es equivalente al decir “hasta este dia” en toda la Escritura, que todas las generaciones venideras que lean este pa- saje dirdn “Hasta este dia” en referencia al dia que se hallan. Pero segiin ‘bre el un Midrash agédico, el Eterno observaré esta atadura (akeidd) para per- donar cada afio a Israel y saluarlo del castigo, con el propdsito de que “en este dia” hayom sea dicho en las generaciones venideras: “En el monte del Eterno se ve la ceniza de Isaac apilada y lista para servir de expiacién”, sle- ste caso el exégeta se pregunta por la aparente incoherencia gra- re- matical entre el adverbio “hoy” que indica tiempo presente, actual y el verbo conjugado en tiempo futuro “dira”, Con su acostumbrada agudeza Rashf interpreta que la palabra “hoy” no remite sdlo al tiempo presente, nética sino que retine todas las épocas anteriores con sus respectivas generacio- “has- nes de hombres que “dijeron” hasta este dfa y seguirén afirmando que el e este Bterno ser visto en ese monte. Por lo tanto, “hoy” -entiende Rashi sig- mala | nifica “hasta este dia” egun- como Vers. 6: -¥ toms en su mano el fuego y el cuchillo (maajelet). Anilisis de Rashi: Este término significa cuchillo, Es Namado ast porque al cortar en cierto sentido consume (ojelet) la carne, del mismo modo que en otro versfculo “Y mi espada devorard (tojal) carne” (Debarim 32:42) ¥ tambies fi- es llamado ast porque hace que la carne sea apta para su ingestion (aji- 1d). Segtin otra explicacién, solamente este cuchillo en particular es Ia- mado maajelet” en alusion a que el pueblo de Israel se nutre (ojlim) de su recompensa, (Midrash Bereishit Rabé 56:3). adel corfas Vers. 9: -At6 (va iakod) dde- : J ee Anilisis de Rashi: mera Las manos y los pies por detras. El acto de amarrar las manos y los pies juntos se denomina “akeida”, Este término esté relacionado con la pa- labra “ikudim”, manchados, la cual designa a ovinos que tenfan los to- billos blancos en el sentido de que el sitio donde se los ataba “okdim” in era reconocible. 107 PAULINA SORGEN | LA INTERPRETACION: PSICOANALISIS Y TALMUD Ambos versiculos contienen una palabra extrafia en la lengua hebrea smos; a su vez, cada palabra aparece rara vez en la Tord lo que enrare. ce atin mas el caso. La pregunta entonces es por esta extrafia palabra: équé significa maajelet? éQué significa va iakod? éCon qué se asocia? éQué evoca? En “La inyeccién de Irma” se le presenta un caso similar a Freud con el término “acido propiénico” (con un preparado de propilo, propile- no...dcido propiénico) donde se pregunta Freud écémo di con esto? Vers. 11: -Abraham, Abraham Vers. 17: -Bendecir te bendeciré y multiplicar te multiplicaré... Anal de Rashf: Una bendicion para el padre y una para el hijo. ¥ multiplicaré (ve harbé arbé) una expresion de “multiplicacién” para el padre y otra para el hijo. Sabemos de la importancia a la atencién a la repeticién de expresio- nes, vocablos, hasta sflabas en el psicoandlisis. Cada vez que se presenta un caso de repeticién también para la exégesis rabfnica se pregunta por él. La pregunta, en el caso particular del versiculo 11, serfa: épor qué la Tora repite el nombre de Abraham? En el versiculo 17, la pregunta se asienta en la duplicaci6n de una formula. En la Tord en muchas ocasiones las ex- presiones verbales se duplican como en este caso. Por regla, nos ensefia Rashi, estén compuestas del infinitivo absoluto mas el mismo verbo con- jugado con sus desinencias. La raz6n gramatical de la duplicacién es que el infinitivo absoluto alude al concepto de la accién mientras que el verbo conjugado describe los términos de la accién. Rashf interpreta en el ver- siculo 17: “Una bendicion para el padre y una para el hijo, una expresién de multiplicacion para el padre y otra para el hijo” Vers. 12: -Pues ahora sé Anilisis de Rashf: Rabi Abé dijo: Abraham dijo a Dios: te explicaré mi queja: ayer, antes, me dijiste: “Pues en Isaac tu descendencia sera llamada tuya” (Génesis 21 12). ¥ luego me dijiste: “Por favor toma a tu hijo” (Génesis 22: 2) éy aho- ra me dices: “no extiendas tu mano contra el joven?”. El Santo -bendito es- le respondié con las palabras del versiculo: “No profanaré mi pacto, ni cambiaré la expresiin de mis labios” (Salmos 89:35). Cuando Yo te dije: 108 esio- enta or él. Tora enta 8 ex: sefia con- que erbo ver- sion CoNFRONTACIGN De LOS METODOS DE INTERPRETA “{émalo”, “no cambiaré la expresidn de mis labios”. Yo no te dije: “degiié- llalo’, sino solamente “stibelo” (heeléhu) Lo subiste, bdjalo. La enunciacién del texto pone en juego la esencia de Dios. No se cam- bia el texto, Leal a la esencia del texto, Rashf aqui se ve impelido a pregun- tarse éc6mo puede ser que Dios antes de la prueba no sabia? Esto mismo Je llama la atencin a Malbim, como veremos a continuaci6n. Malbim, conocedor de Rashi, explicita algunas de sus preguntas implf- citas. Seguimos entonces el capitulo del andlisis comparativo de los textos con las preguntas que se plantea Malbim sobre La Akeidd,® teniendo en cuenta la descripcién previa de las preguntas de Rashf: éCuél es Ia significacién del concepto general de “la prueba’, que maestros y pensadores tanto se empefiaron en desentrafiar? A diferencia de lo relatado en otras diez pruebas, slo en ésta el tex- to especifica que Dios sometié a prueba a Abraham, épara qué &Con qué propésito se explaya el texto detallando: “Tu hijo, tu tini- co, al que amas...” cuando hubiera sido suficiente decir directa mente “Isaac”? EQué significa la frase “Que Yo te indicaré” teniendo en cuenta que a continuacién el texto no menciona que Dios le haya indica- do cuél es el monte, sino que Abraham por sf mismo divis6 el lu- gar desde la lejanta? Los sabios expresan: “No existio el deseo de Dios de sacrificar a Isaac”. éComo es posible si el texto relata: “Y elévalo como ofren- da de ascension”? &Con qué propésito describe el texto: “Y ensill6 su asno, y lev a sus mozos, y haché los lefios?” &Con qué propésito le indicé a los mozos: “esperen aqu?’, conside- rando que un evento tan relevante para la santificacién del nombre de Dios merecfa ser presenciado por una gran multitud? &Con qué propésito repite en dos oportunidades seguidas: “Y am- bos marcharon juntos”? &Con qué propésito durante todo el relato llama a Dios “Blokim’, y sélo al final, después de atar a Isaac, lo nombra “Hashem?” ? Con qué propésito Isaac no interrogé por el carnero para la ofren- da de ascension hasta ese momento y sélo pregunté cuando vio los lefios y el fuego? 30, Malbim, Sefer Tordt Elokim. Véase Anexo 2. 109 11, éCon qué propésito Abraham no le devel6 enseguida que él era et elegido para la ofrenda de ascension? 12. Con qué propésito el Angel de Dios lo convoca a Abraham dos veces y no le transmite todo en una sola vez? 13. Con qué propésito llama Abraham el lugar “Adonai-Yré” [Dios- verd] utilizando el futuro cuando en realidad se habla de que Dios “vio”? 14. éCémo puede ser que Dios se arrepienta de su mandato? Con su acostumbrada agudeza, Malbim reine en las catorce pregun- tas todos aquellos elementos a tener en cuenta para el andlisis de un tex- to de la Tora: Desde la pregunta 1, para interpretar su signicado interroga qué sig- nifica la prueba para el judaismo a partir de misd (que deriva de nisaion, “prueba” y de es, “estandarte”), Tanto la segunda como la tercera son pre- guntas a partir de un anélisis minucioso de la enunciacion, équé signifi- ca enunciar o formular la prueba? Malbim se interroga por lo explicito de la frase “Dios prob a Abraham”, sabiendo que podria haberlo probado sin describir que, efectivamente, lo estaba probando. Se detiene sobre este hecho ya que segiin la tradici6n judia el sacrificio de Isaac fue la décima prueba de nueve anteriores. La pregunta, entonces, se refiere al hecho de que recién en esta tiltima prueba se menciona que Dios estaba probando a Abraham. Algo similar ocurre en la tercera pregunta, donde la atencion est puesta en la manera de referirse a Isaac de cada sintagma en particu- lar: “tu hijo” “tu Gnico”, “al que amas”. Le llama la atenci6n el deseo de mantener en secreto un acto que en ge- neral serfa presenciado por mucha gente. También le asombra el aparente equivoco en la trama del relato, una contradiccidn interna del texto, o el hecho de elegir contar ciertas cosas por sobre otras, o algtin elemento de la trama que parece no seguir la légica del hilo de la narracién son cues- tiones formuladas en las preguntas 6, 10, 11, 12 y 14. Esta ultima da cuen- ta del conocimiento de Malbim de las reglas de interpretacién 0 midot y c6mo él las utiliza para interpretar, en este caso se vale de la mida 13 para cuestionarse por la aparente contradiccién entre el versiculo 2 y el 12. Se pregunta por la sintaxis del texto en la 7, 8 y 13: la importancia de interpretar la repeticiOn textual, la diferencia en los vocativos, en la ma- nera de apelar a Dios. También se detiene en la coherencia entre la Tord escrita y la trans- misi6n rabinica de la Tord oral. Observa el cuestionamiento a los valores transmitidos por la Tord oral que prohibe el sacrificio humano, ya que el monoteismo de Abraham va en contra del sacrificio humano; y confron- 110 'gun- | tex- i sig- u6n, pre- mifi- ode yado este cima ode ndo cién icu- ge ara de na- ns res rel on- ConFRONTACION DE LOS M#ETODOS DE INTERPRETACION tael significado de los términos “elévalo” y “sacrificar” y las distintas con- notaciones que pueden dar lugar. LA INTERROGACION EN FREUD Freud en “Presentacién autobiografica” comenta que en el desarrollo de su investigacion ...surgi6 entonces toda una serie de preguntas a la espera de respuesta, la mds importante si habia un motivo para la formacién del suefio, cudles eran las condiciones bajo las que ella podia consumarse, por qué caminos se cumplia el transporte de los pensamientos oniricos siempre provistos de sentido hasta el suerio, a menudo carente de él, y otras por el estilo”. Se pregunta por el suefio, Al igual que en Rash y Malbim, las preguntas fancionan como disparadores para el andlisis y son de distinta indole. La di- ferencia radica en su disposicion en el texto mismo: en el andlisis de “La in- yeccién de Irma”? no slo debimos rastrearlas a lo largo del texto, sino tam- bién reconocer una segunda variable: la interrogacién implicita. Para ambos métodos el relato, lo dado, presenta dificultades, aparentes contradicciones, incoherencias y hasta absurdos, No obstante, los obstdculos no se sortean, sino que se enirentan por medio de la interrogacién, que es el primer paso del método para desencadenar el fluir de las asociaciones. Freud sefiala: Un tropel de preguntas nos conturba, cde dénde viene la forma sorpren- dente y extrafia que se expresa?, équé alteracién han sufrido los pensa- mientos oniricos?, éde donde surge el material que ha sido procesado como suefio?, éde dnde provienen muchas caracteristicas, por ejemplo el que estén autorizado a contradecirse entre sf?, épuede el suetio ense- flarnos algo nuevo acerca de nuestros procesos psiquicos?” Mas adelante agrega: “épor qué el suefio no dice directamente su significado?, ca qué se debe la desfiguracién ontrica?™ Le cuestiona al suefio la diferencia con la vigilia, por ejemplo en nues- tro caso particular el relato se presenta inadecuado a la historia de la pa- 31. Freud 1925a, 32. Véase Anexo 1 33. Freud 1900: 142 y 155 i PAutina SonGEN | LA INTERPRETACION: PSICOANALISIS ¥ TALMUD ciente, hay incoherencia entre los sintomas patolégicos de Irma conogi. dos en el tratamiento y los relatados en el suefio; también considera ab surdos algunos comentarios de los médicos en el suefio. éQué lo mueve a Freud a comparar el suefio con la realidad de la vigilia para encontrar. lo incoherente y disparatado? Entendemos que él observa la incoheren. cia entre uno y otra para abrir a la asociacién. Para dar cuenta detalladamente de las interrogaciones en “La inyeccién,,” nos detendremos en cada una de ellas a medida que aparecen en el texto. INTERROGACIONES EXPL{CITAS Si son culpa exclusiva de Irma, no pueden serlo entonces mia, éDebe- rd buscarse por este sendero la intencién del suefio? Podriamos decir que representa la pregunta general basica de toda in- terpretaci6n de los suefios: la busqueda de la intencién del suefio. Le pre- gunta a la enunciacién; es decir, el sentido debe buscarse en el detalle de cada palabra, en este caso particular la palabra “exclusiva” en la frase cul- pa exclusiva. Con un preparado de propilio, propileno....dcido propidnico...éCémo di con esto? éQué significa este invento?, y équé provoca este contenido? éDe dénde surge esa produccién onirica? Se pregunta por un aparente neologismo, por un aparente error al emplear una palabra que no existe en la lengua. Teniendo en cuen- ta lo anterior, la pregunta reformulada quedarfa asf: {Cémo inventé yo una palabra que no existe en la lengua? La tercera pregunta en la cadena de asociaciones: équé sé yo de su estado? Cuando Freud sefiala la diferencia entre mirarle la garganta a Irma en el suefio con el hecho de que nunca miré la garganta de Irma en todo el tratamiento, le posibilita asociar con otras cosas, como con la amiga de la paciente. Se pregunta, entonces, por el contenido, no del suefio, sino de la asociacion que pasa a ser, a su vez, contenido del andlisis del suefio. 112 bd Debe- da in- € pre- de de e cul- Cémo ? éDe ror al cuen- venté naen odo el ide la idela CONFRONTACION DE LOS M&TODOS DB INTERPRETACION Qué sentido puede tener que yo, en el suefio, la haya permutado por su amiga? Freud se responde por medio de conjeturas: Tal vez que me gustarta permutarla; 0 bien la otra despierta en mi simpattas mds fuertes, 0 tengo més alta opinion de su inteligencia, Comenta: aqut me sittio por encima del sueiio, cosa que requiere esclarecimiento, Entonces, interroga hasta el momento de la interpretacién que surge de las asociaciones: ~<épor qué es tan absurdo este consuelo? -éQuiero burlarme con esto de la asiduidad con que el doctor M. re- curre a explicaciones desatinadas y a extrafios enlaces patolégicos? La segunda pregunta responde a la anterior; abre ademds una nueva cadena de asociaciones que parte del término “disenterfa”—del contenido manifiesto— y llega a sucesos de la vigilia. Por eso no tengo ninguna duda de que este fragmento del suefio contiene un dardo contra los colegas ig- norantes de la histeria, Bl andlisis se detiene unos instantes en dichos su- cesos, por lo que las siguientes preguntas se corresponden a ellos: ~<ésabe acaso el doctor M. que las manifestaciones de su paciente, la amiga de Irma, que hacen temer una tuberculosis, también deri- van de la histeria? ~éHa reconocido esa histeria o se embalé en ella? Aunque no corresponden al contenido manifiesto, son preguntas del psicoandlisis y como tales interrogan por todo lo que se dice. Estas pre- guntas no buscan brindar datos sobre el doctor M., o sobre la histeria de Irma, sino que se est preguntando por el relato del suefio. ~éQué motivo puedo tener para tratar tan mal a este amigo? Freud aquf cuestiona como Rashf cuando se pregunta por el comienzo de la Tord. Preguntarse por la causa o el motivo de una accién implica también preguntarse por el sentido de dicha acci6n. La interpretacién si- gue su curso, a medida que se desencadenan las interrogaciones, se dispa- ran nuevas asociaciones: 34. 2No deberfa haber comenzado sino a partir de este mes ser para vosotros ya que ése es el primer precepto que le fue ordenado a Israel? 3 I th tr PAULINA SORGEN | LA INTERPRETACION: PSICOANALISIS ¥ TALMUD ~éAdonde me lleva ahora la trimetilamina a la que yo presté tanta atencién? -éAcaso este amigo que desentperia un papel tan importante en mj vida no ha de aparecer en otras partes de la trabaz6n de pensamien. tos del suerio? Freud hace hincapié nuevamente en la importancia del detalle de la palabra, en este caso, “irimetilamina’: La pregunta se vincula directo a la asociaci6n que le trac la palabra “trimetilamina” para llevarlo a la pregun- ta final que es por el sentido del suefio, INTERROGACIONES IMPLICITAS Consideramos preguntas implicitas a aquellas que no estén planteadas directamente como interrogaciones en el relato, pero cuyo tratamiento en el andlisis las transforma en una interrogacién, En primer lugar, el asom- bro aparece como motor para preguntar. El asombro implica una extrafie- za, la impresion de encontrar algo inesperado, raro, absurdo. Observamos una serie de preguntas implicitas relacionadas con este tema: -Me asombran los sintomas patoldgicos de que Irma se me queja en el suerio, pues no son los mismos por los cuales la he tratado. -Este saber inmediato en el suefio es asombroso. -No atino a entender la raz6n por la cual me decidf en el suefio a esta seleccién de sintomas, ni puedo por el momento descubrirla, Hustra Ouaknin: “Por medio del asombro y la interrogaci6n, el hom- bre va a poder liberarse de una vez (por todas) del dominio (aunque fue- se inconsciente) de ciertos habitos de pensamiento, convicciones, teorfas recibidas sin verificaci6n, opiniones, prejuicios, decisiones completamen- te tomadas, que decretan lo que son el mundo, las cosas, las personas, el conocimiento, etc? Asimismo, Freud se interroga por lo cotidiano, crea el psicoandlisis pre- guntandose deliberadamente por lo cotidiano; en el caso puntual del desarro- lo del andlisis del suefio, se pregunta por lo comtin, lo obvio de ese suefio. Tanto para Rashf y Malbim como para Freud la pregunta por lo extra- fio, raro o absurdo funciona como disparador para la interpretaci6n. A pe- 35, Ouaknin, op. cit: 136. 14 en mi unien- > de la toala tegun- teadas ato en. asom- traiie- n este queja ado. efioa irla, hom- e fue- sorfas umen- las, el s pre- sarro- uefio. extra- Ape- PACION CONFRONTACION DE Los MiénODOS DE INTERP! sar de cudn disparatado sea el dato que aparezca en el relato, ninguno de ellos lo desecha, sino que lo toman como elemento determinante para lle- gar a develar el sentido del texto. El asombro que produce la diferencia entre los sintomas que presenta Irma en el suefio y los que presenta en la vigilia mueve a Freud preguntar- se por tal disparidad, Recordemos también que, como bien sefiala Oual- nin, “El Talmud comienza con el asombro. El asombro talmiidico no se re fiere a un «objeto sorprendente». No se trata, pues, de «ser sorprendido, sino justamente de «asombrarse». El asombro filos6fico-talmiidico no es una reaccion respecto al mundo; es un acto deliberado, voluntario, total- mente activo y creativo a la vez, El origen de este asombro no se encuen- tra en el munda, sino en el hombre?s* Ahora bien, notamos que las restantes preguntas implicitas —susceptibles de ser transformadas en explicitas— continiian las diferentes Iineas de ané- lisis de las preguntas explicitas; por ejemplo, las que cuestionan a: la inter- pretacin misma, al contenido manifiesto, al detalle de la palabra o frase. Por lo demds me entra, y no sé de dénde, la insidiosa duda de que mi terror no es del todo sincero. Esto es: éde dénde me entra la insidiosa duda de que mi terror no es del todo sincero? Freud no le pregunta ya al relato manifiesto, sino que pri- mero interpreta (desconffa que le aterre tanto) y después se cuestiona esa interpretacién éde donde saco que a mf no me aterra tanto? Esta formulaci6n resuena a la pregunta 5 de Malbim: éde donde sacan los sabios eso?, referida a la interpretacién de los sabios del texto de la Tora sobre el hecho de que no habia una voluntad de Dios de sacrificar a Isaac. Cuando Malbim formula esta pregunta, no critica el texto de Génesis nia la interpretaci6n de los sabios, interroga su fundamentacién”, Pregunta al relato del suefio: Aprisa llamo al doctor M., quien repite el examen. Esto responderia sim- plemente a la posicién que M. ocupa entre nosotros. La pregunta directa serfa: épor qué aparece el doctor. M en el suefio? Cuya respuesta simplemente es: por la posicién que ocupa en la sociedad médica. Pregunta por el contenido manifiesto, al parecer, por la coheren- cia interna de la trama del suefio, 36. Quaknin, op. cit: 133, 31. En hebreo “sabiduria” se escribe jojma, ma es pregunta, es koaj ma la fuerza del ma, la fuerza de la pregunta, 115

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