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Trabajo Escrito

LA NORMA JURÍDICA

GLADYS MARIN HINCAPIE

LUZ MARY MONSALVE HOYOS

Catedrático

MARIO LÓPEZ ROJAS

UNISABANETA

04 de Mayo

2018
INTRODUCCIÓN

Debido al comportamiento humano y sus diferentes efectos en la sociedad, muchos de ellos


negativos y que afectan notablemente la construcción del tejido social, se hace fundamental y
esencial normativizar los comportamientos humanos. Pues el hombre con su libre albedrío,
adquiere una capacidad que no tiene un animal, pues el animal jamás deja de ser animal,
mientras que el humano tiene la capacidad de no ser humano en diferentes circunstancias,
olvidándose del otro devorándolo o desapareciéndolo para alcanzar sus fines.

Al aparecer la Norma Jurídica, por medio de este trabajo, damos a conocer de qué manera surge
y cuál es su debido proceso para que sea legítimo. Recordando su significado e importancia en la
construcción de la sociedad. Luego abordamos la Estructura de la Norma Jurídica, en donde
damos a conocer la jerarquía de cada una de ellas, buscando así que nuestro lector le dé la
verdadera importancia normativa de acuerdo a las instancias procesales, al tiempo y el contenido.
Luego desarrollamos la Validez de la Norma junto con la Eficacia que son dos conceptos
diferentes pero recíprocos, pues una norma es válida de acuerdo a su proceso y el órgano o
institución que la expide. Al final profundizamos sobre la Vigencia Normativa y la Derogatoria
de las mismas, las cuales nos evidencian que el Derecho está en constante dinamismo y que
como futuros abogados debemos estar a la par de este fenómeno jurídico.

Este trabajo, reúne lo visto en clase y lo investigado frente a la Norma Jurídica con sus aspectos
importantes, el cual dará herramientas básicas para su comprensión.
LA NORMA JURÍDICA

Desde que nacemos hasta que morimos, nuestras vidas se desarrollan en medio de un sinfín de
normas de conductas, que nos enseñan como aprender a caminar, a hablar, a leer y escribir; que
nos indican cuales con nuestras obligaciones para con Dios, para con el prójimo, con la familia y
el estado. Pero no son solo estas normas las que rigen nuestras vidas también encontramos las
normas jurídicas que regulan nuestras conductas, que disciplina la convivencia social, en un
lugar y momentos determinados.

Las normas jurídicas son expresadas por los organismos competentes del estado, es decir las que
tienen la competencia según la estructura institucional estatal; en cambio. Sabemos también que
existen normas jurídicas contenidas en las costumbres o más conocidas como consuetudinarias,
algunas de estas han sido llevadas a la categoría del derecho positivo, pues de una u otra manera
el legislador se ha basado en ellas para crear la norma. Al contrario, las estipulaciones de trato
social se presentan bajo la forma de usos de costumbres que no tienen muchas veces la calidad
de derecho. Cuando algunas normas pueden transformarse en jurídicas, por ejemplo, el uso del
atuendo o de la toga por los magistrados es impuesto mediante la ley, estamos ahí si frente a una
norma jurídica y no ante un protocolo cualquiera. Se convierten en leyes los acuerdos del trato
social que han servido de inspiración del creador de una norma jurídica; pero ha sucedido que se
dan casos en que algunas normas jurídicas pierden esta característica al volver a ser simples
reglas de trato.

Etimológicamente la palabra norma significa “la escuadra para trazar ángulos rectos” según
diccionario etimológico de internet; aquí hacen una comparación para indicar los criterios
exigidos por la potestad de un mandato, mientras a nivel general, así no sean de obligatorio
cumplimiento, se llaman reglas, esto es, por la comparación del instrumento que se utiliza para
trazar las líneas rectas (regula, en latín). El concepto norma aparece en el siglo IV d.c queriendo
dar a conocer las normas de los tributos, pero se generalizo y se dio a conocer en el siglo pasado,
gracias a la cultura alemana. Regla es un concepto que se ha usado desde la antigüedad y es
prácticamente lo mismo que expresar la palabra griega canon, la cual se utiliza para dictar los
mandatos del derecho de la iglesia.
Los conceptos norma y regla son usados como sinónimos para indicarnos cuál es la directiva
conforme a la cual debemos orientar nuestra conducta. Lo normativo es al deber ser; no una
afirmación de lo que es o de lo que acontece en el momento, o de lo que ha sido o de lo que será,
sino de lo que debe ser. Las normas son juicios de la lógica del deber ser o juicios imputativos,
cuya fórmula es: si A es, entonces B debe ser. “A” es el antecedente al cual está condicionada la
aplicación de la consecuencia “B”. En otros términos, “B” está imputada a “A” (KELSEN,
2000).

La Norma o regla jurisprudencial es un esquema de comportamiento que regula la convivencia


social, en un lugar y tiempo determinado, a través del dinamismo jurídico en derechos y deberes,
cuyo cumplimiento puede ser impuesto a la fuerza, es decir: toda norma es en primer lugar una
regla de comportamiento por que muestra una forma de comportarse. La norma por lo general no
hace daño a nadie, pues nos muestra cómo debemos comportarnos en sociedad, como hay que
obrar o proceder. La norma es también una regla de conducta que se debe cumplir porque es un
mandato. El efecto es la esencia de la norma, por ello el deber, la obligación para el derecho
pasivo de la relación en sociedad, por ejemplo: El que deba debe pagarle al acreedor. Una norma
en definitiva, es una regla que obliga cierta conducta. Es decir, de obligatorio cumplimiento.

Las normas pueden referirse a nuestro qué hacer individual o al obrar en sociedad. Dentro de las
primeras están las normas religiosas y morales y a las segundas las normas jurídicas. La norma
jurídica es entonces una regla de comportamiento social en forma imperativa.

Los preceptos jurídicos surgen de manera diversa: unas surgen de las instituciones Estatales
competentes (Rama Legislativa etc.). Al órgano creador o emisor de la norma se le conoce como
autoridad normativa, y al destinatario se le llama sujeto normativo. Las normas del Estado
deben ser publicadas con el fin de que los destinatarios o sociedad puedan conocerlas. Otras
normas surgen de la costumbre, es decir, nacen en la sociedad mediante unas acciones reiteradas
de actos iguales, son seguidos por los pertenecientes a la comunidad con la convicción de su
obligatorio cumplimiento; no surgen de ninguna autoridad, son normas anónimas, y otras surgen
en el negocio de la autonomía de la voluntad privada (normas particulares como son los
contratos, etc.). Toda norma jurídica tiene un castigo para el caso de inobservancia.

Siendo la norma jurídica un elemento esencial del derecho, en ellas se encuentran las
características del derecho, tales como la generalidad (la norma tiene que mirar el curso ordinario
de las cosas), la Imperatividad (contienen un mando positivo o negativo), la bilateralidad (regula
la vida intersubjetiva), la coercibilidad (puede ser impuesta coactivamente), la inviolabilidad (las
normas jurídicas siempre se imponen), la exterioridad (regulan las acciones humanas solo desde
el momento en que son exteriorizadas ), la heteronomía (la norma es impuesta a los destinatario
por terceros) las normas jurídicas presentan las siguientes características, que se siguen del
hecho de ser ellas la expresión del derecho o la fuente formal del mismo:

Generalidad

Las normas jurídicas son abstractas e impersonales, es decir, surgen por fijación de tipos, clases
o géneros de hechos y de conductas, relegando de las particularidades de unos y otras, lo que
hace que sean generales. “este carácter lleva consigo lo que el modelo jurídico debe tener en
cuenta u observar aquello que le pertenezca en el curso ordinario de las cosas. El derecho da una
especie de promedio, una especie genérica, fundándose sobre todo lo uniforme y prescindiendo
de las diferencias específicas. En cambio en la realidad concreta todo no es uniforme, toda
acción nuevo está compuesta de elementos propios que lo diferencian de cualquier otro hecho
aun aparentemente similar”

Imperatividad

Si el derecho como atrás dijimos, es el ordenamiento de la vida social, las reglas de


comportamiento que lo expresan, tienen necesariamente que ser imperativas, es decir, tienen que
enunciar un deber ser. Por ello, no podemos imaginarnos una norma que no tenga carácter
imperativo, incondicionado o condicionado. El modo índice, no existe para el derecho, y cuando
es utilizado tiene realmente un significado imperativo.

Bilateralidad

Las normas jurídicas, por regla general, enlazan entre si a dos o mas individuos, con el fin de
darle a una o a varias personas un derecho (un derecho en sentido subjetivo) e imponerle a otro u
otras un mandato correlativo. Así, el acreedor tiene el derecho de exigir el pago de la deuda y el
deudor la obligación de cancelar dicha deuda. Las normas jurídicas son, por ello, bilaterales o
imperativo – atributivas, a diferencia, como ya lo destacamos, de las normas morales, que son
puramente imperativa.

Coercibilidad

Las normas jurídicas pueden imponerse a través de la coacción, y son por ello, coercibles,
característica que también las distingue de las morales, que no son susceptibles de la coacción en
el sentido jurídico

Inviolabilidad

Las normas jurídicas son inviolables. ¿Qué quiere decir? Quiere decir que las normas siempre se
imponen. Al parecer los hechos sugieren que ello no es así, pues la experiencia se encarga de
hacernos dar cuenta que no es así, pues la experiencia se encarga de hacernos saber que las
normas son frecuentemente vulneradas, esto es, no se cumplen. Sin embargo, tengamos en
cuenta que la norma que se quebranta vuelve sobre sí misma, es decir, para imponerse, y esto lo
consigue mediante la sanción. Cuando el delincuente se le aplica una pena, ésta, entre otras
funciones, tiene por finalidad restablecer el derecho, la norma penal violada, con lo cual ésta
queda restablecida, y así ocurre con todo tipo de normas, de lo cual resulta que ellas son
inviolables.

Exterioridad

La norma jurídica regula la conducta común a partir del momento en que ella es exteriorizada.
La voluntad que permanece en la mente del sujeto es insensible para el derecho. Si una persona
desea asesinar a otra, ese deseo no es sancionado por el derecho. Pero si lleva a cabo su
propósito es sancionado como homicida y al juzgarlo se toma en consideración no solo su
conducta exterior, sino también la interior, o sea, su intención y voluntad. En otros casos, el
derecho se contenta con la conducta exterior; por ejemplo, basta que con el ejercicio de una
actividad riesgosa se haya causado un daño a otro para que surja la obligación de indemnizar

Heteronimia

La norma jurídica es heterónoma porque nos es impuesta a los destinatarios de ella por terceros:
el legislador, los jueces, los usos y costumbres, etc., y debemos obedecerlas, independientemente
de que sus mandatos coincidan o no con nuestras convicciones

Hipotecidad

La norma es hipotética porque en ella se da una situación de hecho condicionante vinculada a


una consecuencia condicionada. Por ejemplo, “aquel que por solo causar un daño a otro está
obligado a repararlo”. Esto quiere decir que a fin de que se realice la tesis (“estar obligado a
reparar el daño”), tiene que haberse verificado antes la hipótesis (“haber cometido un hecho
doloso que cause a otro daño”).
Finalidad

Las normas jurídicas tienen como finalidad el establecimiento de una sociedad que se
desenvuelva en paz y con justicia. En este sentido afirmamos que la norma jurídica es
pragmática, se propone alcanzar un fin: la paz social con justicia. El fin del derecho no es libre
sino que es de obligatorio cumplimiento

Espacialidad y temporalidad

Las normas jurídicas tienen validez temporal y espacial. Por ejemplo, el código civil colombiano
de 1887 Ley 153 rige apenas en Colombia y solamente a las relaciones y situaciones que se
produzcan durante su validez. La vigencia espacial del derecho es gracias a la existencia de
diversas entidades políticas en Colombia, argentina, brasil, ecuador etc. Pero en esencia, la
mayoría de las normas jurídicas que integran el derecho son universales. Por ejemplo. El
homicidio es castigado en Colombia y en cualquier otro país; celebrado un contrato de
compraventa, el vendedor se obliga a entregar el bien y el comprador debe pagar el precio del
bien; esto sucede en Colombia y al igual en otra parte del mundo. La misma regla se adapta a las
distintas realidades políticas. Por tanto, el derecho, aunque solo potencialmente, es universal. Si
caen las barreras políticas (el mundo actual se orienta a eso), caen las barreras del derecho y se
universaliza.

En la Norma Jurídica existen ciertas normas y las podemos distinguir en los siguientes tipos:
Legislativas, Consuetudinarias, Jurisprudenciales, Negociales y Legislativas.

ESTRUCTURA DE LA NORMA JURÍDICA

Todo ordenamiento jurídico tiene un orden en que deben respetarse las normas, de manera que la
superior será criterio de validez de las inferiores; esto, en cuanto a que el ordenamiento jurídico
está organizado de forma jerárquica para evitar una contradicción entre normas y procurar su
mejor entendimiento e interpretación.
En Colombia la norma de mayor jerárquica es la Constitución Política de 1991, a la que se
suman los tratados internacionales firmados y ratificados por el Estado, en virtud del bloque de
constitucionalidad. Luego están las leyes proferidas por el Congreso de la república, seguidas de
los decretos presidenciales, las ordenanzas de las asambleas, los decretos y resoluciones de los
gobernadores, los acuerdos de los concejos, los decretos y resoluciones de los alcaldes, las
sentencias judiciales, los pactos entre particulares (por ejemplos los contratos), y los actos de
simple ejecución como las sentencias y resoluciones administrativas; todo esto en su orden, tal y
como se puede observar en el siguiente gráfico:

CN

LEYES

DECRETOS
PRESIDENCIALES

ORDENANZAS
DEPARTAMENTALES

DECRETOS Y RESOLUCIONES
DE LOS GOBERNADORES

ACUERDOS MUNICIPALES

DECRETOS Y RESOLUCIONES DE LOS


ALCALDES

COSTUMBRE JURÍDICA

NORMAS JURÍDICAS INDIVIDUALES

SENTENCIAS Y RESOLUCIONES ADMINISTRATIVAS


El ordenamiento colombiano, con el objetivo de preservar la coherencia, proporciona los
siguientes mecanismos:

a. Jerárquico: Se refiere a que frente a una contradicción normativa se aplicará aquella que
sea superior jerárquica.
b. Cronológico: Si las normas en conflicto son de igual jerarquía, pero sucesivas en el
tiempo, la solución será aplicar la norma superior preferentemente sobre la anterior.
c. Especialidad: Significa que la norma que regula casos o materias especiales se aplica de
preferencia sobre la norma general.

Puede considerársele como el conjunto de normas, reglas o preceptos que regulan las
relaciones entre personas de un Estado; entre ellas están los tratados internacionales
suscritos por Colombia, la Constitución política de 1991, además de leyes, decretos,
ordenanzas, acuerdos y actos administrativos. (Toro, 2015)

VALIDEZ DE LA NORMA

El análisis del concepto de validez nos remite a la tradicional clasificación propuesta por el
teórico Bobbio que diferencia en la norma jurídica el problema de justicia, el de eficacia y el de
validez. El problema de la justicia (problema deontológico) tiene que ver con la reciprocidad o
no de una norma con un sistema de valores que fundamentan un ordenamiento jurídico. (Bobbio,
1997). La cuestión de la eficacia (fenomenológico) nos lleva al cuestionamiento de si la norma es
o no cumplida y acatada por sus destinatarios, o si en el caso de que no sea cumplida, esto es,
violada, existen los medios coercitivos y estos son usados por la ley para hacer cumplir la
normatividad.

Concluyendo, el problema propiamente de la validez (problema ontológico) nos lleva a la


cuestion de la vigencia de la norma jurídica, independientemente de su justicia o eficacia y que,
según Bobbio, exige determinar si la autoridad que la expidió tenía competencia y legitimidad
según la norma fundamental, si no ha sido derogada y si no es incompatible con una norma
superior. (Bobbio, Teoría General del Derecho, 1997)

Alf Ross (Ross, 1993), por su parte, ha afirmado que:


(…) el concepto de validez puede usarse como sinónimo de “eficacia jurídica” como cuando se
usa en el campo de la dogmática jurídica, como “eficacia sociológica” que se identificaría con
la existencia efectiva y real de una norma o de un sistema jurídico, por oposición a los meros
proyectos de normas o a las reglas o pautas pensadas, y como sinónimo de “fuerza obligatoria
moral” como se comprende por la teoría del derecho natural. Para Ross, es el segundo uso el
que revela el verdadero sentido de “validez” (pp. 26-27).

Tanto la visión propuesta por Bobbio como por Alf Ross, tiene las limitaciones propias del
enfoque formalista y positivista al identificar la validez del derecho únicamente con su validez
formal.

Hoy es normal, en la teoría jurídica, diferenciar entre validez formal, normativa, sociológica y
axiológica. La validez formal nos lleva a la cuestión de la vigencia, existencia o pertenencia de la
norma dentro del ordenamiento jurídico y se identificaría con la idea de “validez” simple
propuesta por Bobbio. Esta visión de la validez prioriza el aspecto formal o procedimental de
producción de una norma.

La validez normativa se entiende como sinónimo de fuerza obligatoria o fuerza vinculante. En


este caso, la validez se concibe como una derivación de la existencia y como fundamento de un
deber jurídico de actuar conforme al dictado de la norma. La validez normativa presupone la
vigencia o validez formal de la norma.

La validez del derecho se colige de su correspondencia formal y material con la Constitución


como ley del derecho positivo de grado superior. El constitucionalismo, muy diferente al paleo-
positivismo, obliga para poder establecer la validez de una norma no solo un juicio de validez
formalista, sino también y con mayor razón, un juicio de validez sustancial. (Ferrajoli, 2009).
Esto en palabras más básicas, se refiere a que una norma es válida, cuando surge del órgano
competente y principalmente cuando va de la mano con la Constitución como norma de normas.

El problema y la cuestión de la validez de las normas se resuelven en base a tres juicios:

a) Determinar si la autoridad que la promulgó tenía poder legítimo para remitir normas
jurídicas, es decir leyes vinculantes en ese determinado ordenamiento jurídico, para ello hay
que dirigirse a la norma fundamental que es la base de la validez de todas las normas de
determinado sistema.

b) Comprobar si la norma no ha sido derogada o reemplazada por otra para que tenga su
validez.

c) Comprobar que no sea incompatible con otras normas del sistema, lo que se conoce como
derogación implícita, particularmente con una norma de superior jerarquía (una norma
Constitucional es superior a una ley ordinaria).

VIGENCIA-DEROGATORIA

«Vigencia» de la ley es hoy término habitual en el lenguaje del legislador y de los juristas, pero
quizás siga siendo todavía más usado el tradicional 'vigor' (por ejemplo, «las leyes entrarán en
vigor a los veinte días de su promulgación». Anteriormente no hablaba de «vigencia» ni de
«entrada en vigor», sino que expresaba que «las leyes serán obligatorias» a partir de cierto
momento calculado con relación al de la publicación. También, que las leyes «regirán».

Que las leyes «rigen» o que «obligan» parecen ser los usos lingüísticos preferidos en la época.
Pero en la Ley de Bases se habla también de preceptos «hoy vigentes» y en el propio Código de
«vigor». «Observancia» parece utilizarse con un sentido coincidente o muy próximo al de
vigencia, tras proclamar que «las leyes sólo se derogan por otras leyes posteriores» añadía: «y no
prevalecerá contra su observancia el desuso, ni la costumbre o práctica en contrario», pues aquí
«observancia» no puede significar sino fuerza de obligar.

«Regir» y «vigor», aunque corresponden a campos semánticos distintos, se usan ambos con la
finalidad de separar las leyes que rigen o están en vigor de las que todavía no tienen fuerza de
obligar o la han perdido ya.

Ya se sabe que toda norma jurídica es una regla de conducta externa de obligatorio
cumplimiento, empero ese obligatorio cumplimiento no es exactamente igual en toda clase de
preceptos de derecho, pues los hay unos con pretensión de vigencia mayor que otros. En efecto,
el imperio de todas las normas no es de igual manera e idéntica intensidad, pues una cierta
categoría se caracteriza por su forma rígida y absoluta, a diferencia de otro grupo de condición
eminentemente limitada y relativa. Desde este punto de vista, es decir, de su obligatoriedad, de
su imperio, las normas o leyes se pueden dividir en los dos grupos siguientes: Leyes de orden
público y leyes de orden privado. (Ramírez, 2010)

Por ende, de las leyes que rigen se dice que están vigentes, o que son leyes vigentes, que es lo
mismo que decir que tienen vigor o están en vigor. «Vigencia» es término introducido con
posterioridad, probablemente como tecnicismo pretendidamente más exacto, para sustituir a
«vigor», en particular para referirse a la cualidad abstracta que puede convenir a todas las leyes
promulgadas y no derogadas (se habla de «vigencia de las leyes», no tanto de «vigor de las
leyes»; pero se sigue diciendo que tal ley «ha entrado en vigor», o que «está en vigor», no que
«ha entrado en vigencia», o que «está en vigencia»). Es un uso muy arraigado en el legislador y
los juristas colombianos utilizar «vigencia» o «vigor», en las formas vistas, para referirse a las
leyes que, tras su publicación, han adquirido fuerza de obligar y no han sido más tarde derogadas
por otras leyes.

En este sentido por más reprensibles que puedan parecernos tales leyes (Las que constituyen
derecho valido en nuestro ordenamiento jurídico colombiano) la misma conservan su validez,
en tanto hayan sido dictadas por el órgano competente, en el marco del procedimiento indicado
o estatuido por el orden jurídico y no hayan sido derogadas o aún abrogadas por otra norma
del sistema.

En particular, por la derogación las leyes pierden su vigencia. En consecuencia, creemos que lo
más adecuado es entender (como es habitual en la doctrina reciente) que el efecto propio de la
derogación es la pérdida de la vigencia de la norma.

De este modo, el momento final de la vigencia de las leyes derogadas coincide con el momento
inicial de la ley derogatoria, es decir, el momento de su entrada en vigor.
BIBLIOGRAFÍA

KELSEN, Hans. TEORÍA PURA DEL DERECHO. Bogotá. 2000. Editorial Unión LTDA

GONZÁLEZ RAMÍREZ, Augusto. INTRODUCCIÓN AL DERECHO. Bogotá. 2010. Librería


Ediciones del Profesional LTDA

RENDÓN TORO, Julián Orlando. FUNDAMENTOS DE DERECHO. Bogotá. 2015. Sello


Editorial Universidad de Medellín

ROSS, Alf. SOBRE EL DERECHO Y LA JUSTICIA- Bs As Eudeba. 1977. Edición Genaro R


Carrio.

BOBBIO, Norberto. TEORÍA GENERAL DEL DERECHO. Bogotá. 1997. Editorial Ramis.

FERRAJOLI, Luigi. GARANTISMO. UNA DISCUSIÓN SOBRE DERECHO


Y DEMOCRACIA, Madrid. 2006. Editorial Trotta

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