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1.

¿Cuáles son las radiaciones que actúan como factores de deterioro de las colecciones
biológicas y los principales daños que producen?

Las radiaciones que deterioran las colecciones biológicas, son todas derivadas del espectro
ultravioleta (ondas cortas, de efecto oxidante). Las más importantes y perjudiciales son las de los
rayos actínicos. Pueden tener origen solar u radiactivo. Como las radiaciones son siempre de
carácter acumulativo, el daño evidenciado en los materiales que forman parte de las colecciones
biológicas incluye cambio del color, decoloración completa e incluso descomposición, sin que pueda
revertirse. Estos efectos generan, casi siempre, una puerta de entrada hacia la invasión de
microorganismos que se alimentan o forman colonias produciendo una pérdida definitiva del
material, según sea su grado de daño.

Las radiaciones solares pueden ser:

 Radiaciones térmicas: Son las que abarcan todos los rayos luminosos más los infrarrojos
 Radiaciones lumínicas: Son aquellas cuyo espectro va desde el rojo hasta el violeta
 Radiaciones químicas: Son aquellas capaces de ejercer una reacción química sobre las
sustancias

Tal como se expuso, las radiaciones solares ejercen tres tipos de acciones sobre las colecciones
biológicas: calor (transmite una energía expansiva que influye en la magnitud), luz y cambios
químicos, a nivel atómico.

Los cambios químicos generados por los rayos actínicos se producen al perturbar el movimiento
de átomos de una afinidad definida (cada átomo posee un movimiento característico, que se
condice con su afinidad electrónica, y por lo tanto elementos diferentes poseerán átomos con
movimientos diferentes) y que se encuentren enlazados con otro elemento químico formando un
compuesto; al influir la radiación en el movimiento atómico aumentándolo o disminuyéndolo, esta
hace que un átomo corte su enlace con un determinado elemento y pueda enlazarse a uno distinto,
más afín (electrónicamente) formando un compuesto distinto al anterior.- Las decoloraciones de
los ejemplares biológicos expuestos a la luz solar es el mejor ejemplo de esto.

Las radiaciones térmicas generan, en combinación con la humedad, una expansión y encogimiento
del material que según sea su composición y estado generarán grietas y microfracturas (tanto en
fibras vegetales como en animales) que sirven de alojamiento a microorganismos nocivos. El mejor
ejemplo en el mundo natural de este tipo de daño, acumulativo por radiación térmica, podría ser el
caso de las microfracturas de origen térmico en los minerales de las montañas, en períodos
reiterados de alternancia térmica, en presencia y ausencia de radiación solar (día y noche). Los
minerales microfracturados serán luego movidos por agentes físicos, esculpiendo de esta manera el
relieve y depositando sedimentos en zonas de depresión.

En términos prácticos y de tipo general en el ámbito de un museo, podemos clasificar según sea
el efecto nocivo generado en las colecciones, de mayor a menor:

a. Daño moderado a alto: radiaciones solares


b. Daño moderado: radiación eléctrica incandescente
c. Daño leve a moderado (según la proximidad y el caso) radiación eléctrica fluorescente
Por todo ello, a modo de protección deben utilizarse pantallas o elementos que filtren las
radiaciones. Si bien los vidrios de color ámbar oscuro o amarillo sólo filtran las longitudes de onda
verde a violeta, y los de color amarillo claro la longitud de onda violeta, no resultan suficientes.
Como los materiales para filtrar la radiación son muy diversos, se nombraran solamente las
principales opciones:

a. Según la experiencia de uso: La mayor experiencia temporal hace que lo más usado haya
sido el vidrio antiactínico de Bordier llamado Antilux, que derivó luego en productos
como Northlite UV 393 y Fadeba UV 393. Son de color verde oscuro, similar a los vidrios
de los anteojos solares.
b. Hojas de acrílico o de acetato de celulosa.
c. Según la ubicación del filtro (en el mismo ejemplar biológico) Benzofenonas,
disoluciones de materiales derivados del polimetacrilato de metilo, plexiglás UF1 o bien
de la gama del acriloid (preferidos por ser reversibles y solubles en acetona), de gran
penetración, que pueden ser usados incluso como capa consolidante.

2. Explique los pasos para la construcción de una ficha técnica de un ejemplar de Ornitología

La construcción de la ficha técnica de un ejemplar de ornitología, deberá de requerir


prácticamente los mismos pasos previos tanto para un museo en el que se encuentran ejemplares
de historia natural formando parte de un acervo compartido con elementos documentales, o de
origen antrópico como para aquel museo cuyo acervo esté exclusivamente formado por ejemplares
biológicos, diseccionados, taxidermizados, etc.

Sin embargo, estos últimos forman parte frecuentemente de una División o Área específica de un
mismo museo, por lo que algunas mediciones específicas podrían no estar incluidas en la ficha
general, es decir, que si bien poseerán ambas partes de la institución información idéntica en cuanto
a lo general, existirá información específica en la ficha técnica de la División Ornitología que será
omitida por la del ingreso general debido a que resulta innecesaria para el manejo general de las
colecciones (por ejemplo, la sinonimia taxonómica). Se ha elegido en este caso la acción de ingresar
un chimango taxidermizado al inventario.

Centrándonos en el primer caso, en el del inventario general, deberemos proceder a:

a. Fotografiar el material, acompañado de la correspondiente escala gráfica y el número de


inventario, que debe estar lo suficientemente cerca del objeto (sin interponerse) como para
que en caso supuesto de daño en la fotografía, producto del incesante uso del catálogo,
todavía se encuentre visible.
b. Colocar el número inventario e institución en la ficha
c. Colocar el tipo de objeto en la ficha, de acuerdo a la clasificación elegida para su ingreso
(Espécimen biológico > Ejemplar taxidermizado, etc.)
d. En nombre del objeto, se debe colocar el nombre común del mismo acompañado de su
nombre científico (fórmula binominal como mínimo). En el caso elegido, se colocaría
Chiuque o chimango (Milvago chimango temucoensis)
e. En descripción se coloca: pardo con franjas claras. La parte inferior de las alas con ciertas
tonalidades de castaño, y con marcas oscuras. Patas y ceras de color amarillas (♂).
f. Se procede a medir el ejemplar, De acuerdo a las normativas del ICOM, en el caso de
ejemplares de tres dimensiones se medirá en longitud el alto, el ancho y la profundidad.
A esto debería sumarse el largo total, envergadura, ala desplegada, etc.-
g. En medidas, se coloca: largo total, 43cm ; envergadura, 80 cm ; ala desplegada, 40 cm
; peso del ejemplar sin taxidermizar: 300g.-
h. En origen geográfico, se coloca Argentina, Chile, Paraguay, Uruguay, Brasil.
i. En cronología, se colocará reciente
j. En ubicación taxonómica, se coloca Clase Aves > Orden Falconiformes > Familia
Falconidae > Subfamilia Caracarinae
k. En estado de conservación, se coloca si este es bueno, regular o malo
l. En fecha de ingreso, se colocara la fecha en la que el material fue ingresado al museo.
m. En forma de ingreso, se colocara el origen del material, es decir, si este fue donado por
un particular, capturado para ser taxidermizado para exhibición pública por personal de
fauna, etc.
n. En observaciones, se colocara todo aquello inherente a los datos particulares del
ejemplar, que permitan identificarlo (desgaste, decoloración, restauración en un área
particular, etc.)
o. En ubicación, se le asignara la ubicación en depósito o sala correspondiente
p. En el campo ficha realizada por, se colocara el nombre de la persona que ingresó el material
y en el campo fecha, la fecha de la confección de la ficha
q. Según sea elegido o no, de acuerdo al museo, se podrá llenar también los campos de
revisado por, colocando el nombre del supervisor o director del museo según fuere
necesario y su firma.

En el caso de ser una ficha técnica del Área de ornitología dentro de un museo mayor, se procederá
a los pasos anteriores a-q, pero incluyendo en el punto f más cantidad de medidas. En el área de
observaciones (n) se incluirán, de acuerdo a la especie ingresada, los materiales adjuntos que
forman parte del mismo ejemplar. Es conocido que para ciertas especies pequeñas de clasificación
dudosa se adjunta junto con las rémiges el muslo derecho, desecado o parafinado ya que el músculo
preservado es el que confirma una correcta identificación y es la prueba de ello. A su vez, se
incluirán en un campo las sinonimias taxonómicas1, colocándolas en letra de tamaño menor y de
ubicación inferior, que incluirán el autor de la diagnosis de cada una. Por ello, ciertos museos
incluyen en la ficha técnica específica de área la última diagnosis enmendada y la bibliografía
correspondiente.

3. ¿Qué elementos pueden ser considerados contaminantes de las maderas?

Los elementos contaminantes incluidos en las maderas mismas principalmente son el ácido
acético y el ácido fórmico. También puede considerarse al formaldehido como un contaminante

1
De manera ilustrativa se coloca aquí un ejemplo concreto de este ítem. En Versalitas, el nombre más
reciente aplicado, y en cursiva su antiguo sinónimo

MILVAGO CHIMANGO
Phalcoboenus chimango (Vieillot, 1816)
endógeno, sobre todo emanado de las maderas como aglomerados, que tristemente fueron
utilizadas durante mucho tiempo en los museos. Dependiendo del objeto expuesto en contacto con
el soporte expositivo y en directa relación con la humedad ambiente, influenciada por la iluminación
de la vitrina como factor de alteración térmica 2 los contaminantes emanados producen depósito
de sales y corrosión. La corrosión afecta más que nada a objetos con carbonatos y metales3. Se ha
determinado que, en términos generales, las maderas más duras poseen una mayor emanación de
vapores de ácido acético y fórmico que las maderas más blandas. Aun así, en las maderas blandas
las zonas que presentan “nudos” son regiones de mayor emanación, por lo que existen ciertos
recaudos a tomar en cuenta. La formación del formaldehído se produce por la oxidación de los
grupos CH2OH que la lignina posee en sus extremos. Recordemos que también la lignina puede
culminar en ácido fórmico usando oxígeno como oxidante mediante la siguiente reacción:

HCHO + oxidante → HCOOH

A su vez, la estructura del ácido acético (CH3COOH) revela lo fácil que es la producción del mismo
bajo sencillas reacciones químicas derivadas de las mismas materias primas. El formaldehido aún en
bajas proporciones es muy corrosivo y muchas veces puede condensarse en los vidrios formando
gotas lo que es llamado como fenómeno de vidrio “llorón”. Los factores que aumentan la producción
de emanaciones contaminantes acéticas / fórmicas más importantes son la edad de la madera
(arboles con 8 a 10 años poseen ya suficiente lignina como para generar efectos adversos) y la
humedad relativa ascendente (58%-100%), lo que conlleva a determinar la gran importancia del
control de la temperatura de la madera (20ºC- 40ºC) en la formación de dichas emanaciones. Es de
notar que la producción de sales derivadas de las emanaciones acéticas (thecotrichita, calclacita,
nitrato acetato de calcio) son la que más frecuentemente atacan a ejemplares cerámicos.

Como medida preventiva, en los casos en donde la madera no puede ser evitada como soporte
expositivo) se debe elegir una madera blanda, y se establece como una medida de seguridad la
espera de tres a 4 semanas desde pintura de la misma, preferentemente con pigmentos / barnices
consolidantes de naturaleza acrílica.

2
Hoy en día el uso de la tecnología LED (fría) hace que este factor aquí expuesto no sea un factor a considerar
como condicionante del aumento de la temperatura en las exhibiciones modernas, pero sí la irradiación solar
directa en museos que carezcan de filtro UV en las aperturas.

3
Fue muy conocido un caso de los años 80 en el que una muestra de valvas de moluscos fueron literalmente
pulverizadas por el ataque bacteriano beneficiado por el aumento de la acidez provocado por el ácido acético,
emanado del soporte expositivo. Con el uso de probetas metálicas ya varios estudios han determinado el
papel preponderante en la corrosión de metales producida por vapores de ácido acético y ácido fórmico.

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