Professional Documents
Culture Documents
Un mal recuerdo, un error, una preocupación… seguro que tienes alguna emoción
que no te gusta demasiado y que te encantaría cambiar. Veamos un sencillo método
que puede ayudarte, el PRP.
El PRP parte de un idea clave: lo que nos despierta una emoción no es el hecho en sí,
sino la interpretación que hagamos del mismo. Eso explica por qué dos personas
reaccionan de manera bien distinta ante un mismo acontecimiento como, por ejemplo,
estar machacándose durante un tiempo inmemorable mientras que otro, sin embargo,
una experiencia que no nos hace demasiada gracia, podremos encajarla mejor y
recordarla de un modo más saludable. Y esto es lo que busca el método PRP, el cual
fue impulsado por la psicología cognitiva y que Tal Ben-Shahar recoge en su libro “La
búsqueda de la felicidad”. Veamos con algo de detalle las tres fases de las que consta:
Permiso-Reconstruir-Perspectiva.
Darse Permiso para aceptar lo ocurrido: Es el primer paso para integrar algo. Si nos
empeñamos en negarlo (tipo, “no me pasa nada”) o en culpar al mundo de lo que nos
aceptarlo? Dejarnos de excusas, asumir que nos equivocamos o, como dice Ben-
Shahar, darnos permiso para ser humanos. A veces el problema surge porque no
somos capaces de reconocer una emoción. Podemos tener miedo, tristeza o enfado y
no saber qué palabras ponerle. Para ello, es útil hablarlo aunque no seamos precisos,
escribirlo o, al menos, experimentarlo físicamente a través de preguntas, como ¿qué
sensaciones me genera?
ti mismo. Lo que ayuda en este punto es comenzar a hacerse nuevas preguntas: ¿Qué
contar con alguien que te ayude a ser un buen frontón, no que te refuerce en la espiral
perspectiva no significa tanto. Al igual que sucede con un error en una presentación en
tenemos el músculo entrenado para tomar perspectiva, nos damos cuenta de que las
cosas que nos dañan son solo una parte y que tenemos muchas otras cosas positivas
que agradecer.
para relativizarlas en su justa medida. De este modo conseguiremos que una mala