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ARQUITECTURA

Los judíos no poseyeron arquitectura particular. La Biblia revela que hacían


construir sus monumentos por obreros extranjeros.

ESCULTURA

Una de las esculturas que encontramos es la de MASSADA lacual no pertenecio


a palestina sino que cuando hubo la guerra por recobrar las tierras santas, las
personas des este lugar se refugiaron aquí, o también se asesinaron para no ser
llevados como esclavos por los romanos o también ser dados muertos por ellos

PINTURA

No tuvieron pintura, solo adoptaron de otros pueblos, ya sea contratando a


personas o aprendiendo de ellas pero en la actualidad podemos observar al
pintor palestino Ismael Shammut refleja muchos de los aspectos de la narrativa
palestina actual; desde la Nakba hasta la determinación de los palestinos

ARTESANIA

El arte palestino a partir de 1948, tuvo un cambio radical, los hechos históricos
que marcaron a su pueblo, fue reflejo inmediato en las distintas formas de
expresión artística. La tradición cultural milenaria que existió en Palestina antes
de 1948, hablaba de un arte inspirado en temas religiosos y cotidianos, con los
distintos matices y tendencias que es propia de cada época.

No es el objetivo de este texto, ahondar en reflexiones sobre el arte, la historia


palestina y menos, aspira a ser un estudio sobre dichos temas. Solo nos
detendremos en analizar algunas ideas que ayuden a entender la esencia del
arte Palestino desde 1948 hasta nuestros tiempos.

Sí fragmentamos el título: Arte – Palestino – 1948, apreciamos que cada termino


en si conlleva una carga y un significado que aumenta al fundirse con los otros
conceptos.

Se dice que: “El arte no es otra cosa que el acto mediante el cual imita o expresa
el hombre lo material o lo invisible”. Si bien, es la definición encontrada en un
diccionario de la lengua Española y estudiada así en las aulas. Es muy probable
que la mayoría de los estudiosos del tema estén en desacuerdo y ese no es el
punto en discusión, por el contrario, podemos unirnos en asegurar que es
insuficiente para explicar lo que el concepto en si engloba y aún más, cuando se
refiere al arte palestino.

En una obra en cualquiera de sus formas de expresión, llámese pintura,


literatura, música, etc. Siempre existirán tres elementos entrelazados e
inseparables, autor, receptor y medio de expresión.

Al considerar, las partes del engranaje de la creación artística, podemos


vislumbrar que:

a) Para el autor de la obra de arte, esta definición poco grafica el proceso tanto
de reflexión –fondo-, como de elaboración – forma-. El “fondo” esta ligado al
mensaje que el artista desea comunicar, porque, para que, el sentido de la
creación misma-. Y la “forma” -la parte externa de una obra-, se refiere a todos
los principios técnicos a considerar para su elaboración, la definición de métodos,
técnicas y materiales a utilizar que conlleva a la culminación de la obra.

Es importante recalcar, cuando el proceso de creación va unido de la forma y el


fondo, y además se produce un dialogo intangible entre dos almas, la del artista
a través de su obra y el espectador o lector, estamos frente a una obra de arte.

La forma requiere de un oficio y madurez creativa. El fondo es un proceso


doloroso que enfrenta al creador consigo mismo y con el mundo que lo rodea,
llevándolo al límite de sus emociones y a un constante cuestionamiento.

En algunos creadores, prima la forma y encontramos obras perfectas en su


esqueleto y ellos se conforman con entregar esto como resultado final. En
cambio otros, priorizan el fondo, en ellos, encontramos un constante agitar de
ideas entrelazadas de percepciones y sentimientos -muchas veces estos
sentimientos luchan entre sí, es una pugna entre lo que el autor puede y lo que
debe trasmitir-. Esto tiene que ver en algunos casos, a las circunstancias que lo
rodean o con la personalidad, o la sensibilidad al mundo que lo envuelve y que
postura tiene frente a la sociedad en que vive, pasiva o activa. Al optar por una
postura transgresora – activa- a las normas que reprimen las voluntades
humanas se trasforma en”voz” -para los que no pueden o temen hablar- y en
conciencia colectiva -para los que son indiferentes a su entorno-.Y es este último
el capaz de retratar el alma humana -individual o colectiva- y expresar lo que
agita la sensibilidad de las personas o pueblos.

b) Y tampoco, en el caso del receptor (el escucha en la música, lector en la


literatura, espectador en la plástica, teatro, danza y cine), no describe el proceso
de: reflexión, retroalimentación, crecimiento que se engendra en la esencia del
ser, y nada menciona del dialogo que se produce entre dos seres sin otro
interlocutor que la misma creación. Dos personas, que tal vez, viven igual
experiencia -aunque estén a kilómetros de distancia- o que son capaces de
sensibilizarse frente a los mismos hechos, y aún más, a valores universales,
como verdad, justicia, igualdad, derechos humanos...

También cabe señalar, que la interpretación que se hace de la misma obra, no


siempre es canalizada de igual forma en todas las personas, ya que estas
dependen de sus propias experiencias, sentimientos y posturas frente a algunos
acontecimientos sociales, políticos o situaciones vividas. Haciendo de ello, a
cada ser único y por lo tanto la lectura entre líneas o la recepción interna de la
obra es personal, a pesar que, lo planteado en la creación sea una experiencia
colectiva.

c) Independiente del medio utilizado por el autor para comunicarse con el


receptor – libros, pinturas, canto, etc.- Este no es otra cosa que un vehículo que
anexa a dos seres produciendo un dialogo interno entre dos existencias, a pesar
que cada forma de expresión - Ej.: escultura música, teatro-, apela a distintos
sentidos o combinados entre si - visual, auditivo, táctil, etc - y busca desde allí
su canal de enlace sensibilizador con el receptor, no podemos desconocer que
a pesar que materialmente son distintos, cada una de las manifestaciones
artísticas tiene su particular estética.

IDIOMA

Hacia el 2000 a.c. la región fue ocupada por pueblos de lengua semíticas. Esta
de mostrado el origen común de idiomas fenicio, las lenguas cananeas y el
idioma hebreo, lo que sugiere que estas leguas procedían de una corriente de
población común.
AGRICULTURA Y GANADERÍA

Los cultivos característicos fueron el olivo y a vid

Legumbres como habas y en telas

El pastoreo de ovejas. Asnos, bueyes, cabras, caballos y camellos acompañaba


la actividad agrícola

ESCRITURA

1. Nombres. Palestina es la castellanización del adjetivo griego Palaistiné,


adaptación del gentilicio hebreo pélését (pl. pélistim) (filisteos), originalmente
aplicado a la tierra por éstos habitada, tanto en la Biblia como en las inscripciones
asirias. Heródoto, Estrabón y Flavio' Josefo no coincidieron en la utilización del
nombre, pero sí en usarlo como adjetivo de Siria o de la costa. Más tarde,
especialmente en círculos cristianos, apareció sustantivado y comprendiendo,
como sinónimo de Tierra Santa, todo el territorio cisjordánico. Hacia el s. iv d. C.
se extendió a Transjordania (v.), y un siglo más tarde la administración bizantina
dividió el país en tres zonas: Palestina prima, que comprendía Judea y Samaria;
Palestina secunda, que abarcaba Galilea, el alto valle del Jordán y la costa este
del lago de Tiberiades; y Palestina tertia, que comprendía Idumea y Moab. El
Talmud (v.) usa el término p1stny para indicar exclusivamente el país de los
filisteos, siguiendo la tradición bíblica. En la Edad Media y épocas posteriores,
por influjo de los cristianos occidentales, se impuso el nombre de P. sobre otros
equivalentes y significó la Cisjordania visitada por los peregrinos. Los árabes
tradujeron P. por falastyn con igual aplicación. Entre 1920 y 1948 el mandato
británico de P., encargo de la Sociedad de Naciones, comprendía toda la
Cisjordania desde Ras en Nágoúrá y Métula hasta Rafa y Eilat con los territorios
transjordánicos al E del lago Tiberiades y del lago Hula.

Otros nombres dados a P. son los siguientes: Tierra de Canaán, o


simplemente Canaán (v.), que es el más antiguo y común en el A. T.

Tierra de los amorreos (v.) aparece en varios lugares del A. T., p. ej., en los
24,8 y Am 2,10, recuerdo de uno de los pueblos que habitaron P. antes de la
conquista y, seguramente, eco de la denominación acadia de las tabletas de Tell
el-Amarra (v.), Mat Amurri, y que fue transcrito al egipcio por Amaura.
Tierra de los heteos, o hititas (v.), aparece tan sólo en un texto de muy
dudosa autenticidad, los 1,4, aunque en otros pasajes se designa toda P. como
«tierra del cananeo, heteo y amorreo», p. ej., en Ex 3,17.

Tierra de los hebreos (v.) aparece en Gen 40,15 al indicar el patriarca José
su origen a los egipcios. Tierra de Israel (v.) puede significar en el A. T. toda P.,
como en 1 Sam 13,19, o sólo el reino homónimo después de la escisión de
Jeroboam: p. ej., 2 Par 30,25. En el primer sentido aparece también en el Talmud
y en el N. T., p. ej., en Mt 2,20.

Retenu, vocalización convencional del egipcio rtn, es usado en textos del


Imperio Medio, pero sobre todo en los del Nuevo Imperio, para designar P., al
menos en parte. Estaba dividido en Alto y Bajo Retenu, aunque hoy es imposible
identificar estas partes. También usaron los egipcios la palabra dh para designar
parte de P., o el Sur de la costa siria en su concepción ge

RELIGION

Desde el punto de vista del Antiguo Testamento se establece que los hebreos
permanecieron en Palestina hasta que llegó una temporada de sequía y el nieto
de Abraham, Jacob (también llamado Israel), se trasladó a Egipto, donde la
región del río Nilo les aseguraría granos, caza y pesca. Esta se conoce como la
primera diáspora del pueblo judío. Según la historia bíblica, los descendientes
de Jacob, o israelitas, se convirtieron en esclavos en Egipto. En esas
circunstancias, el profeta Moisés recibió la señal divina de regresar a Canaán, la
Tierra Prometida. Durante los 40 años que viajaron por el desierto del Sinaí,
Moisés transmitió a los israelitas la idea de un Dios único, los arengó en contra
de la idolatría y les entregó diez mandamientos de la ley divina. Aunque no hay
una comprobación histórica de la diáspora y el regreso de los hebreos a
Palestina se sabe que, efectivamente, cerca del silgo XIII grupos hebreos
conquistaron a los cananeos.

Parece que ante la necesidad de defensa, los hebreos se unieron en una sola
comunidad. En el terreno religioso, se cree que esta unión se relaciona con la
transformación de la idea del dios de la tribu a la concepción de un único dios
(Yaveh), que les había ordenado ocupar la “tierra prometida” y que algún día
enviaría un Mesías destinado a liberar a su pueblo de todo sufrimiento. No
olvidemos que el judaísmo fue la primera religión monoteísta de la historia de la
humanidad.

Elaboraron el primer monoteísmo moral, edificaron la teoría de un único dios que


hizo libre al hombre de elegir que conducta seguir para ganarse o no el más allá.

Jehová se convirtió en un dios celoso y vengativo de su pueblo con aquellos que


lo desobedecían.

El principal legado cultural fue la concepción del monoteísmo mora y ético, la


información en el canon bíblico y la reutilización de enseñanzas y temas literarios
de Mesopotamia.

La mayoría de los palestinos son musulmanes, en particular de la rama suní del


islam, y hay una importante minoría cristiana de diversas confesiones, así como
una pequeña comunidad samaritana. Como implica el etnónimo "árabe
palestino", aplicado comúnmente, la lengua vernácula tradicional de los
palestinos, independientemente de su religión, es el dialecto árabe palestino. Los
ciudadanos palestinos de Israel son en muchos casos bilingües, al utilizar
también el hebreo. Estudios genéticos modernos han sugerido que los palestinos
como grupo étnico representan los modernos "descendientes de un núcleo de
población que vivía en la zona desde los tiempos prehistóricos",18 19 anterior a
la conquista árabe musulmana que estableció el árabe como la lengua franca, y
que finalmente se convirtió en la única lengua vernácula de sus habitantes, la
mayoría de los cuales con el tiempo también se convirtió al islam. El 90% de los
palestinos que viven en América son de religión cristiana.

Ya desde 1948, creación del estado colonial de Israel, para judíos

Expulsión, matanza y negación del pueblo nativo palestino

Musulmanes, judíos, cristianos islam suni.

CLASES SOCIALES EN TIEMPOS DE JESÚS

Distinguimos tres estratos sociales, ricos, clase media y pobres.

Los ricos

a) La corte
El pueblo judío en tiempos de Jesús vivió bajo los auspicios de la familia
herodiana. Primero con Herodes el Grande, luego con sus hijos, hubo una corte
que rodeaba al príncipe o rey. Esta corte dirigía la vida oficial; incluso en los
tiempos de la dominación romana ejercieron las cortes principescas su papel,
aunque sólo eran ya pálidos reflejos de su anterior magnificencia.

Los reyes y príncipes solían gozar de un buen número de mujeres, como


Herodes el Grande, que tuvo diez. Junto a ellas también disponían de un
numeroso harén de concubinas. Vivían también en palacio toda la familia del rey
o principie, y eran frecuentemente invitados a palacio todos los amigos y
parientes, por muy lejanos que fueran, del monarca.

Estos palacios reales estaban servidos por una basta tropa de guardias,
porteros, sirvientes, asistentes de cámara, ministros, cancilleres,
guardaespaldas, compañía, músicos y todo un largo etcétera. Ese séquito,
evidentemente, no vivía todo él al mismo tren que los dirigentes, pero sí gozaba
de una envidiable posición social.

Junto a la corte del soberano había también otras cortes menores, que también
se hallaban en palacio, y tenían su propio séquito y su particular servicio.

Los ingresos en impuestos de los monarcas era impresionantes. Sólo así podían
hacer frente, y a veces ni así, a los cuantiosos gastos de sus lujos y despilfarros.
Herodes Antipas percibía en impuestos de su territorio 200 talentos; Filipo, 100;
Arquelao, y es de suponer que luego los procuradores, unos 500; y Salomé en
sus territorios, 60. Es decir, que la totalidad del territorio judío podía aportar unos
800 a 1000 talentos. En época de Herodes el Grande, incluso, esta cifra podía
ser mayor, porque también pertenecían a su reino las ciudades de Gaza, Gadara
e Hippos, que luego pasaron a la provincia de Siria. Tómese como comparación
que un talento de la época venía a ser unos 300.000 € del año 2006.

A pesar de estos ingresos, los monarcas eran incapaces de hacer frente a sus
gastos. Herodes poseía también una impresionante fortuna privada, e hizo
grandes riquezas con la confiscación de los bienes de muchos nobles. Además,
el emperador Augusto le cedió, en el 12 a.C. las minas de cobre de Soli, en
Chipre, lo que le dio nuevos ingresos. Finalmente, los regalos, o mejor dicho, los
sobornos, venían a tapar más de un agujero en las finanzas de los príncipes.
b) La clase adinerada

Había un estrato superior aristocrático, integrado, en primer lugar, por la nobleza


sacerdotal y los miembros de la familia del sumo sacerdote. Obtenían sus
ingresos del tesoro del Templo, de las tierras de su propiedad, del comercio del
Templo y del nepotismo en la designación de sus parientes para ocupar las
magistraturas directivas, lo que aumentaba la riqueza de la familia. El sumo
sacerdote tenía que correr con los dispendios propios del cargo; por ejemplo,
tenía que pagar de su bolsillo el sacrificio del Gran día del Perdón. Por razones
de representación estaba obligado a tener su casa abierta para todos. En las
familias de los sumos sacerdotes imperaba un lujo enorme. Pertenecían por lo
general a las familias más ricas de Palestina.

Con el círculo del sumo sacerdote pertenecen al estrato superior de los ricos los
grandes comerciantes y los grandes terratenientes, llamados eyschemon, que
estaban representados como ancianos en el Alto Consejo, el Sanedrín, y que en
su mayor parte vivían en Jerusalén o en sus cercanías, así como los
arrendatarios de impuestos. Este era el caso de los dos amigos de Jesús,
Nicodemo y José de Arimatea. En sus casas llevaban, asimismo, una vida de
lujo, visible en la ostentación de su vivienda e indumentaria, en los banquetes y
en las joyas, y en el ajuar de sus hijas cuando se casaban. En los magníficos
banquetes que daban era costumbre hacer una invitación previa comunicando
los nombres de los invitados y enviar el día del banquete una segunda invitación
definitiva, lo que se refleja en la parábola de Jesús sobre los invitados al
banquete. Había incluso banquetes abiertos a los que se invitaba a cuantos
quisieran acudir. La música y la danza acompañaban estos convites. Estas casas
pretendían emular a la corte real, que sobrepasaba a todas en lujo y en boato.

La clase media

Junto al gran negociante que importa las mercancías de lejos y las deposita en
grandes almacenes se halla el pequeño comerciante que tiene su tienda en uno
de los pequeños bazares. Aquí hay que distinguir entre los grandes negociantes
(emporoi) y pequeños comerciantes (kapeloi). Además, los artesanos, en la
medida en que son propietarios de sus talleres y no trabajan como asalariados
en casa de otros, pertenecen plenamente a esta clase media. No había fábricas,
y por tanto no existía la clase obrera. De los artesanos se pasaba directamente
a los empleados o siervos, y a los esclavos.

En la vida corriente, la práctica normal era no pagar diariamente el salario si no


se pedía expresamente; de ordinario se pagaba dentro de las 24 horas después
de haber terminado el trabajo; en el templo, por el contrario, se observaba
escrupulosamente la prescripción de las escrituras, que ordenaba pagar el
salario el mismo día del trabajo. Ciertamente, sacar grandes ventajas del templo
era tenido como falta grave.

Los frecuentes viajes hacían del hospedaje todo un negocio. Las frecuentes
peregrinaciones, sobre todo a la ciudad santa, eran también motivo de trabajo
para muchas familias de clase media.

También pertenecía a la clase media un gran número de sacerdotes; en su


mayoría vivían de practicar una artesanía o un oficio, aparte de los diezmos, de
los que les correspondía una parte. Sin embargo, no pueden sobrevalorarse los
ingresos procedentes de éstos, dado que, por un lado, el número de sacerdotes
era excesivamente grande y que, por otro, los diezmos se entregaban muy a
regañadientes y en muchos casos ni siquiera se pagaban. Cuando se hacía, se
realizaba en productos del campo. A esto se añadían, aunque sólo durante los
días de sus servicios en el Templo, parte de los sacrificios y de las primicias que
se ofrecían en las fiestas de acción de gracias por la cosecha.

Los pobres

El número de pobres era grande. Entre ellos, los más numerosos, figuraban los
jornaleros; el jornal medio de un denario de plata venía a cubrir
aproximadamente las necesidades mínimas de una familia reducida. De no
encontrar trabajo en varios días, el jornalero quedaba en la miseria más absoluta.

Los esclavos y los libertos, estos últimos sobre todo en el período inmediato a
su emancipación, no tenían hacienda ni ingresos y quedaban por ello obligados
a vivir de la ayuda ajena. Los esclavos judíos se encontraban en las casas judías
bajo el amparo de la ley y eran considerados como jornaleros que vendían su
trabajo por un período determinado; el año sabático, que se repetía cada siete
años, les traía la libertad si su amo era judío. Más grave era la posición de los
esclavos paganos, quienes trataban frecuentemente de mejorarla con su
conversión al judaísmo, haciéndose prosélitos. A estos no les alcanzaba la
protección del año sabático. Sus amos podían aplicarles castigos corporales. No
tenían ningún derecho. Pero, en todo caso, el número de esclavos no pudo ser
muy grande en Palestina.

Entre los pobres había también muchos doctores de la ley o escribas. La


incompatibilidad entre el estudio de la Torá y el ejercicio de una profesión se
impuso muy pronto. Como la enseñanza de la ley debía ser gratuita, los maestros
tenían que vivir de las ayudas que les dieran, que consistían, más o menos, en
la invitación a tomar parte en los banquetes celebrados en otras casas y en el
apoyo que recibían de sus administradores y secuaces. Así parece mostrarse en
la vida de Jesús y sus discípulos, ya que Jesús era considerado como un rabí.
Los doctores de la ley estaban incluidos en el reparto del diezmo de los pobres,
al que se destinaba cada tres y seis años el importe de los diezmos. Su pobreza
despertaba en ellos cierta codicia y les inducía a abusar de la hospitalidad; por
ejemplo, la de las viudas, cuyos derechos se declaraban dispuestos a
representar, un hecho que Jesús especialmente recrimina. En cambio, los
doctores de la ley que estaban al servicio del Templo tenían ingresos regulares;
no obstante, su número no era grande, puesto que también había doctores de la
ley entre los sacerdotes.

Un papel especial desempeñaban los mendigos. En su mayoría eran ciegos,


tullidos o mutilados, que se veían obligados a la mendicidad. No existía una
previsión social de carácter oficial. Si estos individuos no querían representar
una carga para su familia, tenían que pedir limosna. En realidad, la familia
abusaba a menudo de su situación, ya que la caridad y la limosna eran tenidas
en gran estima por los judíos como acciones especialmente meritorias. Un buen
puesto de mendigo a las puertas del Templo, en los caminos de los peregrinos
o en los lugares de purificación, como en la piscina de Betsaida, o a la salida del
canal de Siloé, podía ser muy rentable. Con los mendigos verdaderamente
pobres se entremezclaban simuladores, que se hacían pasar por ciegos y
tullidos, holgazanes e individuos insociales, que explotaban la caridad
especialmente en las festividades religiosas. Los ciegos, los tullidos o los
mutilados de verdad se encontraban en una dura situación no sólo económica,
sino también religiosa. La ley les prohibía que entraran en el santuario. También
los aquejados de lepra figuran en la serie de pobres y excluidos, a quienes se
relega a vivir de la caridad. Sobre el telón de fondo de semejantes disposiciones
cobran las historias de milagros que se refieren a Jesús todo su aspecto
conflictivo: con su curación se les abría a los enfermos el acceso al reino de Dios.

La pobreza en los tiempos de Jesús fue aumentando paulatinamente.


Contribuyeron grandemente a este hecho la explotación abusiva del país por los
reyes y gobernadores, así como las guerras y los saqueos que sobre ella se
sucedieron una y otra vez durante los agitados acontecimientos de este período.
Todo ello trajo consigo el hambre y la carestía, así como la mutilación corporal
de no pocos de sus moradores. Pero no faltaron intentos de prestar ayuda
cuando surgían grandes catástrofes. Prestaciones de ayuda similares se refieren
de Herodes el Grande durante la grave crisis de hambre del año 25-24 a.C. Se
estimuló la beneficencia privada, que gozó de gran estima. Se dio una sanción
jurídica a la aspiración de los pobres a compartir las cosechas. Se dejaba para
ellos sin recolectar un rincón de las fincas, que podían recoger en los sembrados
y en las viñas después de la cosecha. Las uvas caídas durante la vendimia les
pertenecían. También las comunidades cultuales hicieron esfuerzos para ayudar
a los pobres o a la gente empobrecida. Conviene también aquí recordar que
Jesús, en sus predicaciones, no fue indiferente a esta realidad de su pueblo. A
través de sus enseñanzas se adivina la existencia de mucha gente que vive en
la más extraña pobreza y su preocupación por la ayuda social, como el caso de
la viuda pobre que hace una ofrenda al templo.

http://protestantedigital.com/blogs/1872/Las_clases_sociales_en_el_Israel_de_
Jesus

http://www.estadodeisrael.com/2014/09/la-religion-de-los-palestinos-que-es-
ala.html

https://es.wikipedia.org/wiki/Categor%C3%ADa:Arquitectura_de_Palestina

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