SILVINA QUINTEROS: “TERRITORIO, GOBIERNO Y GESTION: TEMAS Y

CONCEPTOS DE LA NUEVA GEOGRAFIA POLITICA”

Durante gran parte del siglo XX la geografía política giraba en torno de la
defensa de la soberanía territorial, las cuestiones de límite y la competencia por
ocupar espacios considerados estratégicos.
La participación de los actores sociales y las situaciones quedaban fuera, frente
a la imagen monopólica de un garante de los intereses de la nación.
Esta geografía desatendió otras dimensiones de los territorios modernos, como
la organización especial del gobierno, la administración y los sistemas electores, el
reparto de los recursos públicos entre jurisdicciones y la articulación de las
políticas nacionales con las redes institucionales del espacio internacional .
A partir de los años 70 y más en los 80 los marcos teóricos tradicionales se
reformulan al conectar los estudios sobre la especialidad del poder con los aportes
de la teoría social crítica y ciencia política.
Ya en los años 90 el campo de estudios políticos y geopolíticos son los más
dinámicos de la disciplina bajo las transformaciones mundiales que uno de ellos
fue la caída del muro de Berlín en 1989. Las transformaciones en la relación entre
Estados y sistema económico mundial, obligaron a replantear la naturaleza de los
territorios estatales.
Los nuevos enfoques se fueron desarrollando como resultado de los desafíos
que estas nuevas realidades planteaban a los esquemas conceptuales heredados.
La revisión crítica de los enfoques clásicos: Tradición cuestionada.
Los Primeros escritos de la geografía política se conocieron sobre el final del
siglo XIX. Buscaban extender los postulados de la geografía humana clásica a la
comprensión de las relaciones entre el suelo y el Estado.
Ratzel F. (1898) Basándose en analogías organicistas dijo que la organización
de un Estado dependía de mantener y ampliar su “espacio vital“.
Mackider. H. D (1904) Desarrollo una teoría sobre el potencial de las áreas
continentales de Europa central, para explicar las limitaciones del imperialismo
marítimo.
La preocupación de esa geografía clásica estaba vinculada al Imperialismo
occidental del periodo.
La geografía política se identificó con la geopolítica, término acuñado a
principios del siglo XX para referirse al estudio de los fundamentos geográficos del
poder de sus estados y su aplicación al desarrollo de estrategias de defensa y
competencia bélica.
 A fines de los años 60 la dimensión politica reingreso en la agenda de la
geográfica académica, nutriéndose con la economía política, la historia social
mundial y la teoría social critica.
Raffestin. C. (1980) La limitación de la geografía política clásica fue haberse
reducido a una “Geografía de Estados”.
Los nuevos enfoques buscaban reformular las relaciones entre espacio y poder,
en los estados modernos.
FALTA MÁS DEL RESUMEN
Los aportes que hace la autora al concepto del espacio es:
Que el espacio no solo es diverso y heterogéneo, sino que además toda su
configuración material está atravesada por relaciones de poder y regulada por
sistemas de control. (Es decir que el espacio es una construcción social).
Concepto de territorio:
Dice que es el resultado espacial de una relación social construida en torno de
una situación de poder –control- y que el territorio nacional se considera una
escala de análisis, cuya significación deriva del sistema histórico de relaciones
sociales del que forma parte, que incluye 3 dimensiones, material, funcional y
simbólico.
Concepto de territoriedad: Plantea que consiste en un conjunto de prácticas de
control social orientadas a gestionar relaciones de presencia-ausencia y de
inclusión-exclusión de personas, objetos o acciones donde estas prácticas de
control suponen de algún modo clausura o acercamiento de las extensiones sobre
las que se ejercita, dando lugar a la delimitación más o menos estable de áreas
llamadas territorios (hasta donde llega el limite)
El objeto de estudio de la geografía política se transformó en geopolítica crítica,
el cual se dedica al estudio de los discursos geopolíticos, buscando observar de
qué modo ingresan en la práctica de actores políticos y públicos masivos, tanto en
escenarios pasados como presentes.
El cuestionamiento que realiza a los mapas es que el abordaje cartográfico se
convino a menudo con las observaciones del terreno y el análisis del paisaje, en
los aspectos políticos se sustituyó al territorio por la figura cartográfica que la
representa, con la geometrizacion del lenguaje y en enfoque con que se abordan
sus particularidades, el resultado fue una concepción morfológica del territorio y
por extensión del Estado-Nación.
Se consideraban 3 elementos fundamentales: Posicion-extension y fronteras, los
cuales permitían articular una teoría simple y utilizable porque remite a la “triada
EUCLIDIANA“, “punto, superficie, línea”. Estos eran conceptos que se enseñaban
a través de ejercicios cartográficos de memorización y repetición, como el calcado
de puntos extremos y el recitado de hitos fronterizos, a esto se agregaba la
localización de la autoridad estatal, simbolizado en la capital.
La sugerencia que propone es que esta geografía política tradicional, no era
neutra ni vacía de contenidos, porque tiene un soporte conceptual que aun no
siendo explicita se nutría de fuentes teóricas reconocidas, por eso no se trataba de
revisar solamente prácticas de enseñanzas sino de reconocer en esas prácticas
ideas y conceptos que remiten a un enfoque sobre la dimensión política de los
territorios.
Las relaciones cambiantes que se producen entre Estado y territorios a lo largo
de la historia es que al Estado se la tomaba como únicos actores que podían
rastrearse en las descripciones y explicaciones de los manuales y el territorio que
mostraba estaba vacío de actores, por lo tanto los límites y las divisiones políticas
no se enseñaban, solo se enunciaban, sin embargo estas nociones de limite
político y división política, no son sencillas, requieren aprendizaje especifico y un
proceso de construcción conceptual donde el mapa puede construir una
herramienta eficaz.