You are on page 1of 3

ANDRÉ BAZIN

XII. PINTURA Y CINE


El cine traiciona a la pintura y lo hace en todos los niveles. La unidad dramática y lógica del film
establece cronologías y lazos ficticios entre obras a veces muy separadas en el tiempo y en el
espíritu.

El cineasta destruye la unidad o realiza una síntesis nueva que no es la querida por el pintor

Además del pintor se traiciona a la pintura, porque el espectador cree tener entre los ojos la
realidad pictórica, cuando en realidad se le fuerza a verla según un sistema plástico que la
desnaturaliza profundamente. Primero en blanco y negro; ni siquiera el film en color aporta una
solución satisfactoria, ya que la fidelidad no es absoluta y la relación de todos los colores del
cuadro participa en la tonalidad de cada uno de ellos. Por otra parte el montaje reconstruye una
unidad temporal horizontal, geográfica en un cierto sentido, cuando la temporalidad el cuadro se
desarrolla geológicamente en profundidad. La pantalla destruye radicalmente el espacio pictórico,
la pintura pone a la realidad misma y toda la realidad que representa, gracias al marco que la
rodea, el marco no es simplemente decorativo ni tampoco tiene como función principal realzar la
composición de la obra, el marco tiene como misión subrayar la heterogeneidad del microcosmos
pictórico con el macrocosmos natural en el que viene a insertarse. El marco barroco tradicional es
el encargado de establecer una solución de continuidad geométricamente indefinible entre el
cuadro y la pared, es decir entre la pintura y la realidad.

En otro términos el marco constituye una zona de desorientación del espacio: al de la naturaleza y
al de nuestra experiencia activa que marca sus límites exteriores, le opone el espacio orientado
hacia adentro, el espacio contemplativo, abierto solamente sobre el interior del cuadro.

En el cine no existe el marco delimitador como en la pintura sino más bien, es como una mirilla
que solo deja al descubierto una parte de la realidad. Todo lo que la pantalla nos muestra hay que
considerarlo como indefinidamente prolongado en el universo.

El marco es centrípeto y la pantalla es centrifuga

El cuadro se encuentra afectado por las propiedades espaciales del cine, participa de un universo
pictórico virtual que le desborda por todas partes. Tal operación desnaturaliza la manera de ser de
la pintura, y es una singular difusión cultural que comienza por destruir su objeto

La aparición de un cuadro y el gozo estético son casi imposibles sin una previa educación del
espectador, sin una educación pictórica que le permita realizar el esfuerzo de abstracción por que
el modo de existencia de la superficie pintada se distingue expresadamente del mundo exterior
natural.
Luciano Emmer: Basta con tener ojos para ver, y no se necesita ni cultura ni educación para gozar
de manera inmediata. Los pintores no tienen porque considerar que se trata de una regresión del
ideal pictórico de una violación espiritual de la obra ni una vuelta de concepción realista y
pictórica, porque esta nueva vulgarización de la pintura no se realiza de manera esencial sobre el
asunto y de manera alguna sobre la forma. El pintor puede continuar pintando como le plazca; la
acción del cine siempre externa, realista ciertamente pero con realismo en segundo grado a partir
de la abstracción del cuadro. Gracias al cine y las propiedades psicológicas de la pantalla, el signo
elaborado y abstracto adquiere para cualquier espíritu la evidencia y el paso de una realidad
mineral. El cine salva a la pintura devolviéndole el público, la pintura aquella en la que el divorcio
entre el artista y la inmensa mayoría del público no iniciado resulta más grave

Los film son obras en sí mismos. Su justificación es autónoma. No hay que juzgarlos solo haciendo
referencia a la pintura que utilizan, sino en relación con la anatomía y más aun con la histología de
este ser estético nuevo, nacido de la conjunción de la pintura y el cine

El cine no viene a servir o traicionar a la pintura, sino a añadirle una manera de ser. El film sobre
pintura es una simbiosis estética entre la pantalla y el cuadro. Indignarse es tan absurdo como
condenar la ópera en nombre del teatro y de la música

Este fenómeno trae consigo algo radicalmente moderno que esta comparación tradicional no
permite advertir. El film sobre pintura no es el dibujo animado. Su paradoja consiste en utilizar una
obra en segundo grado, a partir de una materia ya estéticamente elaborada, por lo que arroja
sobre aquella una nueva luz. Es quizás precisamente en la medida en que es una obra nueva y
parece, por lo tanto, traicionar a la pintura por lo que en definitiva le sirve mejor

Desnaturalizando la obra, rompiendo sus límites, penetrando en su misma esencia, el film obliga a
la pintura a revelar alguna de sus virtudes secretas

Existen film que pretenden sustituir el cuadro por su anécdota, pero es que el logro depende
también del valor del cineasta y de su comprensión profunda del pintor. No hay que atribuirle al
cine la debilidad y los pecados de sus hombres. Los filmes sobre pintura valdrán lo que valgan
quienes lo hagan.
CANUDO
A Canudo se le debe el difundido termino “séptimo arte”, como corolario de un postulado suyo,
porque creyó ver en el cine un epicentro y una posible culminación de pintura, arquitectura,
escultura, poesía, danza y música.
El autor dice que el arte de síntesis total que es el Cine, y que este es el resultado de la suma de la
máquina y del sentimiento.
Necesitamos al cine para crear el arte que total al que, desde siempre, han tenido todas las artes.
Teoría de las siete artes
Dos de estas artes han surgido del cerebro humano para permitirle fijar lo efímero de la vida,
enriqueciendo a las generaciones con la experiencia estética.
La arquitectura y la música habían expresado inmediatamente esta necesidad inevitable del
hombre primitivo que trata de “retener” para sí mismo todas las fuerzas plásticas y rítmicas de su
existencia sentimental.
Más tarde embelleció a la primera con la representación de los seres y de las cosas cuyo recuerdo
deseaba perpetuar, mientras añadía a la danza la expresión articulada de sus movimientos: La
palabra. De esta forma había inventado la Escultura, la Pintura, y la Poesía; Había completado su
sueño de inmortalidad en el espacio y en el tiempo.
La Arquitectura, surgida de la necesidad material para protegerse
La Escultura, la Pintura y la Música, en cambio han surgido de una necesidad espiritual de
elevación y de superior olvido.
La Música es realmente la intuición y la organización de los ritmos que rigen toda la naturaleza.
Pero primero se manifestó en sus complementarias, la Danza y la Poesía, hasta llegar miles de
años después a la liberación individual, a la Música sin danza, sin canto, a la Sinfonía.

Finalmente
el “circulo en movimiento” de la estética se cierra hoy triunfalmente en esta fusión total de las
artes que se llama “cinematógrafo”
Nuestro tiempo ha sintetizado en un impulso divino las múltiples experiencias del hombre. Y
hemos sacado todas las conclusiones de la vida práctica y de la vida sentimental. Hemos casado a
la Ciencia con el Arte, quiero decir, los descubrimientos y las incógnitas de la Ciencia con el ideal
del Arte, aplicando la primera al último para captar y fijar los ritmos de la luz. Es el Cine.
El Séptimo Arte concilia de esta forma todos los demás. Cuadros en movimiento. Arte Plástica que
se desarrolla según las leyes del arte rítmica.

You might also like